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Antologa del cuento ecuatoriano

Elisa Ayala Gonzlez


Jos de la Cuadra
Pablo Palacio
Jorge Icaza
Demetrio Aguilera Malta
Joaqun Gallegos Lara
Enrique Gil Gilbert
Adalberto Ortiz
Csar Dvila Andrade
Rafael Daz Ycaza
Ral Prez Torres
Ivn gez
Abdn Ubidia
Javier Vsconez
Jorge Dvila Vzquez
Jorge Velasco Mackenzie
Gilda Holst
Santiago Pez
Ral Vallejo
Lucrecia Maldonado
Carolina Andrade
Solange Rodrguez

SERIE ROJA

Del texto:
La maldicin, herederos de Elisa Ayala Gonzlez
Se ha perdido una nia, herederos de Jos de la Cuadra
El antropfago, herederos de Pablo Palacio
Cholo Ashco, Jorge Icaza, publicado bajo permiso de Libresa
El cholo que odi la plata, herederos de Demetrio Aguilera Malta
El guaraguao, herederos de Joaqun Gallegos Lara
El malo, herederos de Enrique Gil Gilbert
Los hijos blancos, herederos de Adalberto Ortiz
El cndor ciego, herederos de Csar Dvila Andrade
Historia con batallas y botellas, Rafael Daz Ycaza
Qu ser de m?, Ral Prez Torres
Grafiti, Ivn gez
La historia de los libros comestibles, Abdn Ubidia
Thecla Teresina, Javier Vsconez, publicado bajo permiso de Veintisiete Letras
El silencioso cmplice, Jorge Dvila Vzquez
Caterpilar Snchez, Jorge Velasco Mackenzie
La vida es sueo, Gilda Holst
Profundo en la galaxia, Santiago Pez
Apocalpticos de parque, Ral Vallejo
Bus escolar, Lucrecia Maldonado
Nota de carcter deportivo, Carolina Andrade
Flamius rex, Solange Rodrguez
De esta edicin:
2011, Santillana S. A.
Av. Eloy Alfaro N33-347 y Av. 6 de Diciembre
Telfono: 244 6656
Quito, Ecuador
Av. Miguel H. Alcvar y Jos Alavedra Tama, manzana 201,
n 14, Kennedy Norte
Telfono: 228 8012
Guayaquil, Ecuador
www.santillanaedicionesgenerales.com/ec
Correo electrnico: [email protected]
Facebook: Grupo Santillana Ecuador
Alfaguara es un sello editorial de Grupo Santillana.
stas son sus sedes:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Espaa,
Estados Unidos, Guatemala, Mxico, Panam, Paraguay, Per, Puerto Rico, Repblica
Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Primera edicin en Alfaguara Ecuador: Marzo 2011
Seleccin y prlogo: Cecilia Ansaldo Briones
Correccin de estilo: Mara de los ngeles Boada
Diagramacin: Roque Proao
ISBN: 978-9942-05-059-5
Impreso en Ecuador por Grficas Hernndez
Todos los derechos reservados. Esta publicacin no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni
registrada en o transmitida por un sistema de recuperacin de informacin, en ninguna forma ni por ningn
medio, sea mecnico, fotoqumico, electrnico, magntico, electroptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin
el permiso escrito previo de la editorial.

ndice

Prlogo 7
Por Cecilia Ansaldo Briones
La maldicin 13
Elisa Ayala Gonzlez
Se ha perdido una nia 29
Jos de la Cuadra
El antropfago 47
Pablo Palacio
Cholo Ashco 59
Jorge Icaza
El cholo que odi la plata 83
Demetrio Aguilera Malta
El guaraguao 87
Joaqun Gallegos Lara
El malo 93
Enrique Gil Gilbert
Los hijos blancos 103
Adalberto Ortiz
El cndor ciego 111
Csar Dvila Andrade
Historia con batallas y botellas 121
Rafael Daz Ycaza

Prlogo

Todava hay que limpiar la palabra cuento


de connotaciones reductoras. No se trata de una
expresin menor de la narrativa, ni est circunscrita al mbito infantil o juvenil. Se trata de
todo un gnero literario eso s, ms joven que
sus compaeros derivados del amplio cauce de
la pica que a lo largo de su historia fue tomando forma y preferencia en momentos claves
y bajo selectas plumas. Su origen oral y popular
explica que se haya mantenido fuera de los
mbitos de la literatura impresa que ostentaba
un rango socialmente mayor. Pero all estaba,
en labios del pueblo, la capacidad de contar, de
entregar entretenimiento con historias imaginarias que recogan los temores, los sueos y las
ambiciones de los seres humanos. La condicin
analfabeta de los hombres y mujeres no limit
esa veta inventiva y creadora que impulsa a
recoger la vida en narraciones interesantes.
Quin no identificara como cuentos los
relatos del Decamern? Quin le negara ese
rango a la coleccin de historias que Cervantes
public bajo el rubro de Novelas ejemplares?
Entre los saltos histricos que da esta clase

Antologa del cuento ecuatoriano

Qu ser de m? 125
Ral Prez Torres
Grafiti 133
Ivn gez
La historia de los libros comestibles 141
Abdn Ubidia
Thecla Teresina 157
Javier Vsconez
El silencioso cmplice 181
Jorge Dvila Vzquez
Caterpilar Snchez 185
Jorge Velasco Mackenzie
La vida es sueo 193
Gilda Holst
Profundo en la galaxia 199
Santiago Pez
El virus del gnesis 215
Ral Vallejo
Bus escolar 225
Lucrecia Maldonado
Nota de carcter deportivo 231
Carolina Andrade
Flamius rex 239
Solange Rodrguez
Sobre los autores ..243
Estudio de la obra 255
Por Cecilia Ansaldo Briones

[7]

si puedo agregar otra metfora, valga decir que


mientras una novela es un rbol y un cuento es
una rama, ambos provienen de las slidas races
de la narratividad.
El cuento en Ecuador
El cuento ecuatoriano tiene ms de cien aos
de historia y saludable vigor en el presente.
Se gest en el costumbrismo del siglo XIX,
alimentado por esa vertiente alegre y crtica que
naci en el periodismo y que se llama artculo
de costumbres. Juan Len Mera puso su cuota
en esos inicios. Pero el empujn seero proviene del realismo y la Generacin del 30. Un libro
como Los que se van (1930) marca varios hitos
y uno de ellos es el cultivo de cuentos precisos,
lacnicos, que significan ms de lo que dicen.
Su inmersin en los ambientes rurales y marinos, con personajes que identifican el medio de
donde provienen por una manera particular de
hablar, instal una forma de escribir que tuvo
larga secuela. La intencin de denuncia y de
protesta por los agudos problemas sociales que
trataba es un rasgo dominante y visible de esa
etapa que se empez a superar a partir de 1950.
Los narradores que desarrollaron su obra en
la dcada de los 50 fueron considerados epgonos seguidores de una corriente anterior

Antologa del cuento ecuatoriano

Prlogo
[8]

de piezas narrativas hay que detenerse a fines


del siglo XIX para encontrar el ingreso del
cuento a la literatura ilustrada. Autores como
Guy de Maupassant, de Francia; Anton Chejov,
de Rusia; y Oscar Wilde, del entonces Reino
Unido, escribieron maravillosos textos que solidificaron el cuento en estructura y variedad
temtica.
Cabe aclarar qu se entiende por cuento. Lo
primero, aceptar que la extensin o nmero de
pginas de este gnero no es una causa sino un
efecto. Como la motivacin y los propsitos
narrativos son muy especficos (una imagen,
un sueo, una sensacin, un aspecto mnimo de
la realidad), la brevedad del cuento va implcita a privilegiar la bsqueda de una intencin
comunicativa. Por eso el cuento se ha ganado
metforas muy famosas: el efecto de una pelea
en que el boxeador gana por K. O. o una saeta
que da en el blanco.
Como participante de los rasgos de toda
narracin, el cuento tiene cada uno de los
elementos de tal progenie: un narrador que
puede ostentar cualquiera de las posiciones de
la novela (omnisciente, testigo, protagonista,
etc.), unos personajes slo dibujados con los
especficos rasgos que requiere la intencin, un
escenario para los hechos, un tiempo de desarrollo de la accin, por mnima que fuere Y

[9]

tuvieron su etapa de talleristas (Holst, Vallejo,


Andrade, Rodrguez) y ya sea a partir de esa
experiencia o con ese impulso, continuaron su
camino de escritores.
Los ltimos aos han ampliado el registro
de la escritura de cuentos. Terrenos como el
de la literatura policiaca, fantstica y de terror
han encontrado cultores entre nosotros. Los
lectores as como el cine, el periodismo y
toda clase de lenguajes heterodoxos, como
los grafiti han influido en los autores de tal
manera que han sido tomados en cuenta a la
hora de escribir, en una positiva dialctica de
intercambios. Y en esa dinmica, todos hemos
salido ganando.

Antologa del cuento ecuatoriano

Prlogo
[10]

del realismo, pero en das actuales la crtica


ha revalorizado la singularidad del trabajo de
escritores como Csar Dvila Andrade, Rafael
Daz Icaza y otros.
Desde 1970 en adelante se puede identificar la nueva narrativa ecuatoriana, aunque
el adjetivo nueva siempre gane inadecuacin
con el paso del tiempo. Los autores buscaron
renovacin impulsados por hechos polticos
y econmicos esperanzadores en Amrica
Latina y el pas la Revolucin Cubana, la
explotacin del petrleo y el buen ejemplo
de la obra multifactica del boom latinoamericano. La cuentstica de este tiempo revela a
autores interesados tericamente en el hecho
literario, preparados para experimentar con
estilos y estructuras y que, fusionados con la
realidad, eligen puntos de vista narrativos de
personajes que se presentan a s mismos en
sus discursos. Campea la subjetividad y la
oralidad en sus relatos.
La fe en los talleres literarios vigentes en
el pas desde mediados de los 80 permiti el
ejercicio literario de la expresin y la crtica,
conjuntamente, al darle espacio de crecimiento
a jvenes que pusieron en comn sus piezas
personales con el nimo de ganar una primera
instancia de lectura ajena. Muchos de los
narradores que tienen hoy no ms de 50 aos,

[11]

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