Tiresias

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Tiresias

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Tiresias aparece ante Odiseo durante el sacrificio, Heinrich Fssli, 1780-85, Graphische
Sammlung der Albertina (Viena).
En la mitologa griega, Tiresias (en griego antiguo ) fue un adivino ciego de la
ciudad de Tebas y junto con Calcas, es uno de los dos adivinos ms clebres de la mitologa
griega. Hijo de Everes que a su vez era hijo del esparto Udeo y de la ninfa Cariclo,
Tiresias tuvo a su vez dos hijas: Manto y Dafne.
Tiresias es un adivino que aparece en todos los episodios mitolgicos relacionados con
Tebas, desde la poca de Cadmo hasta la expedicin de los Epgonos: fue l quien aconsej
que se entregara el trono de la ciudad al vencedor de la Esfinge y, ms tarde, sus
revelaciones conducirn a Edipo a descubrir el misterio que rodeaba su nacimiento y sus
involuntarios crmenes. Tiresias tambin aparece en el canto XI de la Odisea: Odiseo ir a
consultarlo al Hades para averiguar las circunstancias en que se desarrollar su regreso a
taca.
Tiresias era ciego desde joven. Segn las versiones, su ceguera fue causada por la diosa
Atenea que lo castig por haberla sorprendido mientras se baaba o por la diosa Hera
tras mediar en una disputa sobre el placer que tena con Zeus, aunque en ambos casos
como compensacin le fue concedido el don de ver el futuro. En la ltima versin, Tiresias
sorprendi a dos serpientes aparendose y las habra separado, convirtindolo Hera en
mujer. Siete aos ms tarde, volvi a ver a las serpientes en circunstancias similares y
entonces Hera lo hizo recobrar su sexo. Esta experiencia nica hizo que Zeus y Hera
recurrieran a l como rbitro en una discusin sobre quin experimentaba ms placer
sexual. Cuando Tiresias afirm que el hombre experimenta una dcima parte del placer que

la mujer, Hera, indignada, lo castig dejndolo ciego. Zeus, sin embargo, le otorg el don
de la profeca y una larga vida.
El significado esencial de la figura de Tiresias reside en su papel de mediador: gracias a sus
dotes profticas, media entre los dioses y los hombres; por su condicin andrgina, lo hace
entre hombres y mujeres; y por la excepcional duracin de su vida, entre los vivos y los
muertos.
El personaje reaparece en la literatura europea en su doble carcter de profeta y de
andrgino desde el Edipo rey de Sfocles (425 a. C.) hasta nuestros das.

Contenido
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1 Orgenes del don de la profeca
o 1.1 El bao de Atenea

1.2 Las metamorfosis de Tiresias

1.3 La joven y Apolo

2 Hechos de la vida de Tiresias


o

2.1 Predicciones de Heracles

2.2 El adivino oficial de Tebas. Tiresias en las tragedias griegas

2.3 Su muerte?

2.4 La consulta de Ulises (Odisea, canto XI)

3 Significado del mito

4 Recreaciones artsticas
o

4.1 Literatura posterior al periodo clsico

4.2 Recreaciones musicales

4.3 Otras recreaciones

5 Fuentes clsicas

6 Referencias

7 Enlaces externos

Orgenes del don de la profeca [editar]

Tiresias no naci ciego ni adivino, sino que su poder y su ceguera fueron el resultado de sus
encuentros con los dioses. Existen diferentes versiones de este mito. Luc Brisson,[1] que lo
ha estudiado en profundidad, ha recogido dieciocho alusiones en textos clsicos a Tiresias y
las ha ordenado en tres grupos: el primer grupo, de dos episodios, cuenta el cambio de sexo
de Tiresias y su encuentro con Zeus y Hera; el segundo grupo, cuenta la ceguera que le
caus Atenea; el tercer grupo, casi todo perdido, parece haber contado las desgracias de
Tiresias.
Tiresias era un sacerdorte de Zeus y hay varias versiones sobre las causas de su ceguera,
siendo la ms sencilla la de que haba revelado los secretos de los dioses. Algunas versiones
alternativas son las siguientes.

El bao de Atenea [editar]


Segn la versin de Fercides de Atenas que se encontraba en la Biblioteca de Apolodoro,
Tiresias, adolescente, sorprendi a Atenea bandose desnuda en la fuente Hipocrene en el
Monte Helicn.[2] La diosa, de una castidad absoluta, consider esta indiscrecin de Tiresias
como un atentado contra su pudor y Atenea le puso entonces las manos sobre los ojos y lo
dej ciego.[3]
Como la ninfa Cariclo, madre de Tiresias, formaba parte del cortejo divino, le suplic a
Atenea que le devolviera la vista a su hijo. La diosa, puesto que no tena el poder para
deshacer el acto, le concedi otro don: Ella le purific las orejas, y esto le permita
comprender perfectamente el lenguaje de los pjaros; despus ella le dio un bastn de
cornejo, gracias al que caminaba como las gentes que vean.[3] Atenea le concedi
igualmente una vida ms larga que la del comn de los mortales y el poder de guardar sus
dones en los Infiernos.
Esta misma versin est igualmente presente en la obra de Calmaco[4] y en la de Nono de
Panpolis.[5]

Las metamorfosis de Tiresias [editar]


La segunda versin sobre el origen de los dones de Tiresias aparece principalmente en la
obra de Ovidio. Mientras Tiresias paseaba por el bosque en el Monte Cilene,[6] en el
Peloponeso, encuentra a dos serpientes que estaban aparendose y las separa con un golpe
de su bastn. Hera, disgustada, de inmediato lo transforma en mujer. Tiresias permanece
con esta apariencia durante siete aos y se convierte en sacerdotisa de Hera. Se casa y tiene
una hija, Manto, que tambin heredar el don de la profeca. (Segn otras versiones Tiresias
mujer fue una prostituta de gran renombre). El octavo ao, Tiresias-mujer vuelve a ver de
nuevo a las mismas serpientes aparearse. Segn unas versiones las dej tranquilas, segn
otras (Higino), las volvi a pisotear. Como premio a su comportamiento, Hera le levant el
castigo y le devolvi su masculinidad. Ovidio dice: Si cuando se os castig, le dice,
vuestro poder es tan grande para cambiar la naturaleza de vuestro enemigo, voy a
cambiaros una segunda vez.[7]

En un episodio separado sigue la narracin.[8] En una discusin en el Olimpo, Zeus


pretenda que en el acto sexual la mujer senta ms placer que el hombre y su esposa Hera
pretenda lo contrario. Los dioses decidieron pedir el consejo de Tiresias, que tena la
experiencia de ambos sexos. Tiresias se pone de parte de Zeus, y declara: De diez partes
un hombre solamente goza de una. Hera inmediatamente lo volvi ciego por su impiedad.
... ofendida que no es conveniente para un sujeto ser tan ligero, y condena los ojos de su
juzgado a las tinieblas eternas.[7] Zeus no poda ir en contra de la decisin de Hera, pero,
para compensar su ceguera,[9] le ofrece el don de la adivinacin y una larga vida de siete
generaciones humanas.
En la Biblioteca mitolgica de Apolodoro se incluye un relato parecido, que seala como
fuente una obra perdida de Hesodo.

La joven y Apolo [editar]


La ltima versin corresponde ya a la poca helenstica, en la que el mito haba sido muy
recreado, amplindolo al menos en siete episodios, con amores apropiados en cada uno de
ellos. La versin fue recogida por el obispo del siglo XII Eustacio de Tesalnica,[10] que trae
a colacin un relato que el atribuye a Sostratos pero que muy posiblemente fuera del
alejandrino Ptolemeo Chennusaportada. Este relato cuenta que Tiresias habra nacido del
sexo femenino y que, como toda joven, suscit el deseo de Apolo. El dios a cambio de sus
favores, le ense msica. Cuando creci, Tiresias-mujer rechaz a Apolo. ste la
metamorfosea entonces en hombre para que a su vez sienta lo que es el deseo, el empuje
que propicia Eros. A partir de esta primera metamorfosis y despus de haber sido el rbitro
de la disputa entre Zeus y Hera sobre la cuestin del placer sexual, Tiresias sufre no menos
de seis cambios de un sexo al otro.

Hechos de la vida de Tiresias [editar]


Predicciones de Heracles [editar]
El nacimiento de Tiresias le liga de forma intima a la tierra de Beocia, as como a la
fundacin de la ciudad de Tebas, donde pasar la mayor parte de su vida. Pausanias
describe tambin los diferentes lugares que conservan su memoria en el siglo II d. C. (cf. el
Libro IX Beocia, por ejemplo en 16, 1; 18, 4; 19, 3). Apolodoro, por su parte (II, 61, 8-9)
cuenta que Anfitrin consult al adivino para resolver el misterio del impostor que haba
compartido el lecho de su mujer durante su ausencia, tomando su apariencia. Por otra parte,
dos grandes poetas, Pndaro y Tecrito, han tratado este motivo en el nacimiento de
Heracles: sus obras respectivas hacen mencin de una intervencin diferente del adivino
Tiresias con ocasin del nacimiento del hroe.
La primera Nmea de Pndaro estaba destinada a la celebracin del vencedor de un
concurso de carros en los juegos: sus cualidades y su sagacidad son as comparados a los de
Hrcules, del que el poeta emprende el canto de su extraordinario destino. Tras las primeras
hazaa del recin nacido, que abate a las serpientes enviadas por la vengativa Hera,
Anfitrin, el bello padre mortal de Alcide, a la vez asombrado y entristecido por su fuerza y

su coraje fuera de lo comn, consulta a su ilustre vecino: el adivino va as a ser el intrprete


del destino del semidis, de sus futuras hazaas, as como de la inmortalidad que le es
prometida, junto a su padre (Nemeas I, v. 65-72).
Tecrito, en su vigsimo cuarto Idylle, despus de haber narrado, en un relato que comienza
ex abrupto, la primera hazaa del joven hroe, narra la prediccin, por el adivino Tiresias,
de su gloria futura. El final del poema describe la extraordinaria educacin del hijo de Zeus
(Idylle XXIV, cf. en particular los v. 63-102).

El adivino oficial de Tebas. Tiresias en las tragedias griegas [editar]


Tiresias aparece como un personaje recurrente en las tragedias griegas que narran la
legendaria historia de Tebas. En la escena se representan diferentes episodios de la
biografa de Tiresias, todos ellos pertenecientes al periodo en que el adivino ejerca las
funciones oficiales en Tebas. Cronolgicamente, el primer episodio en ser llevado a escena,
se encuentra en la tragedia de Eurpides, Las bacantes. La pieza tiene por contexto la
instauracin violenta del culto de Dioniso en Tebas: el adivino aparece con Cadmo,
fundador y primer rey tebano, y son unos de los pocos personajes oficiales en tomar partido
en favor del nuevo dios.[11] Cadmo y Tiresias, disfrazados de mujeres, viajan a las montaas
para honrar a Dionisos y participar en las bacantes, con la mujeres tebanas. Este episodio es
tambin contando por Nono de Panpolis.[12]
Otro episodio de la vida de Tiresias llevado a escena aparece en Sfocles, en Edipo rey; en
relacin a Las bacantes, el tiempo mitolgico ha avanzado cuatro generaciones. La peste se
ha abatido sobre Tebas: Creonte, el bello hermano de Edipo, dando respuesta al orculo de
Delfos, revela que es necesario purificar el pas de la deshonra producida por el asesinato
del anciano rey Layo. Tiresias es llamado por el rey a fin de que denuncie a los asesinos. El
adivino al principio se niega a dar respuestas directas, pero ante las demandas apremiantes
del rey, la violenta disputa que sigue le impulsar a decir que el rey no desea realmente que
el asesino aparezca. Espoleado por las acusaciones del rey de que no tiene ninguna visin o
de que , an peor, haba tomado parte en el complot, Tiresias finalmente le revela que el
verdadero asesino es el propio rey. Ultrajado, Edipo le expulsa del palacio pero al poco
comprende la verdad.[13]
Siguiendo la cronologa mtica, la obra siguiente es de Eurpides, Las fenicias. La accin
transcurre inmediatamente despus de Edipo rey. Una vez Edipo ha entregado el trono a sus
hijos Eteocles y Polinices, stos deciden repartirse el poder, cada uno aceptando reinar
alternativamente durante un ao. La maldicin de Edipo cae entonces sobre ellos: su padre
les ha maldecido y estn condenados a matarse entre ellos, despus de que hubieran
recluido a su padre en el palacio. As, el conflicto estalla desde el primer ao: Eteocles,
tirano vido de poder, rechaza dejar el trono. Polinices, con la ayuda de los siete jefes,
asedia su propia ciudad. Al final, ambos hermanos combaten en un duelo que acab en la
muerte de ambos atravesados por sus lanzas. Los tebanos ganan la guerra gracias a las
profecas de Tiresias, que revelara la necesidad de ofrecer en sacrificio al hijo de Creonte,
Meneceo.[14] La historia de la guerra la cuenta Esquilo en su obra Los siete contra Tebas.

El ltimo episodio aparece en la obra de Sfocles Antgona y es la continuacin de Las


fenicias. Creonte, nuevo rey de Tebas, decide entonces celebrar los funerales solemnes de
Eteocles, pero prohbe dar sepultura al traidor Polinices, conforme a las rdenes dadas
por Eteocles antes de morir. Antgona, su hermana herona de la obra , por respeto a
los honores sagrados debidos a los muertos, no respeta la prohibicin recubriendo el
cadver de tierra y celebrando los ritos fnebres. Creonte la descubre y es condenada a ser
enterrada viva. Los dioses no aprueban la medida y cuando Tiresias entra en escena, es para
hacer que Creonte respete las inmutables leyes divinas que ordenan dar sepultura. Se revela
as plenamente su papel de consejero poltico, aconsejando al jefe del Estado. Sin embargo,
frente a las revelaciones de Tiresias, la naturaleza colrica y autoritaria del tirano va
rpidamente retornando: a aqullos que intentan razonarle y hacerle ver las amenazas que
pesan sobre su cabeza, Creonte les responde con insultos. El adivino se retira entonces,
anunciando el castigo inminente de los dioses: la muerte para todo quel que vea la muerte
de Antgona. Creonte tiene miedo y suspende la ejecuccin, pero Antgona, antes de ser
enterrada viva, decide ahorcarse. Cuando Creonte llega, su propio hijo Hemn que era
amante de Antgona, intenta matarlo, suicidndose despus. Cuando Euridice, mujer de
Creonte, es informada de la muerte de su hijo, tambin se quita la vida.[15]

Su muerte? [editar]
Si la muerte espiritual del adivino no est, de hecho, atestiguada, su muerte fsica, en
cuanto tal conoce varias versiones. Todos los autores se ponen de acuerdo en decir que tuvo
lugar durante la toma de Tebas por los Epgonos, los hijos de los Siete de Tebas que haban
participado en la primera expedicin contra la ciudad beocia. Apolodoro[16] pretende que el
adivino huy de la ciudad con los supervivientes tebanos y que al hacer un alto en su
compaa cerca de la fuente Tilfousa, el anciano muri tras haber bebido agua muy fra de
la fuente. Pausanias,[17] por su parte, declara que el adivino, as como su hija Manto,
permanecieron en el interior de la ciudad, donde fueron hechos prisioneros por los argivos,
que decidieron enviarlos a Delfos, para all ser consagrados al Dios Apolo. La avanzada
edad de Tiresias no le permiti completar la totalidad del trayecto, y muri cerca de la
fuente Tilfousa, donde se encontrara su tumba, que Diodoro (IV, 67 1)situa as mismo en el
monte Tilfusio, cercano a dicha fuente. En fin, un pasaje de la Melampodia nos ha
transmitido la ltima plegaria que el adivino dirige a Zeus: evoca particularmente su saber y
su vida durante siete generaciones, precisando as el don que el poema de Calmaco
imputaba a Atenea.

La consulta de Ulises (Odisea, canto XI) [editar]

Ulises en los Infiernos consultando el espritu de Tiresias, crtera en cloche lucaniana del
Pintor de Dolon, (Siglo IV a. C., Gabinete de medallas de la BNF.
La versin del mito de Calmaco nos ha enseado que Tiresias haba obtenido de Atenea la
facultad sobrenatural de conservar su espritu tras la muerte. Es provisto de este don que
hace su aparicin en la Nekuia, un episodio de la Odisea: Odiseo se dirige al reino de los
muertos para consultarlo, ya qu necesita saber todo lo concerniente a su regreso, la
situacin de taca y sus otras posibles hazaas. El hroe, siguiendo los consejos de Circe,
cumple las libaciones y sacrificios necesarios para entrar en contacto con las almas de los
difuntos. La sangre de las vctimas sacrificadas, cayendo en el abismo, hace subir del Hades
las almas de los muertos que desean ser interrogadas: slo despus de haber bebido podrn
conversar con Ulises. La sombra de Tiresias debe, sin embargo, beber la primera, como si
dispusiera adems de una cierta preeminencia en el Hades: en efecto, Tiresias es presentado
por Circe como el ciego, que no ha perdido nada de su espritu (X, 492), mientras que las
otras almas son consideradas como las cabezas sin fuerza de los muertos (XI, 29). En fin,
Tiresias es descrito como llevando un cetro de oro (XI, 90), un smbolo del poder que le
ha sido reconocido.
Beneficindose as de este favor excepcional, puede todava decir lo que han resuelto los
dioses y predecir a Ulises todas las trampas que le esperan en su regreso. Despus de haber
explicado la causa del odio del dios de los mares Poseidn, que persigue a Ulises y sus
compaeros por haber dejado ciego a su hijo el Cclope, el adivino prodiga sus consejos,
entre ellos el de respetar a toda costa las manadas de Helios. De otro lado, anuncia al hroe
que la masacre de pretendientes que deshonran su casa, no ser para l la ltima aventura:
Ulises deber todava volver a partir hasta que encuentre a una tribu ignorante del mar, y
hacer un sacrificio a Poseidn. Sin embargo, a pesar de la ayuda de Circe y de Tiresias,
Ulises no conseguir evitar la isla de Helios, donde sus compaeros comprometern
definitivamente su suerte de regresar a Itaca. Slo Ulises volver a su isla, cerca de
Penlope, a quien contar su extrao encuentro con el adivino muerto (XXIII, 323).

Significado del mito [editar]


Con independencia de ancdotas y acontecimientos casuales, la figura mtica de Tiresias
combina varios elementos arcaicos: los adivinos ciegos; la interrupcin impa de un rito
natural (el de una diosa bandose o el del apareamiento de las serpientes); la relacin entre

las serpientes y las personas (ver el mito caduceo); la ambigedad sexual, con la existencia
de un hombre totalmente de dos gneros (shaman); la competicin entre deidades.
El trasfondo de Tiresias era importante, tanto por sus profecas como por sus experiencias.
Tiresias fue completamente varn y luego completamente hembra: de este modo, el regalo
de la profeca era un regalo dado tanto a sacerdotes como a sacerdotisas. Tiresias sirvi
tanto a Zeus como a Hera, y por ello obtuvo el don de la profeca. La forma en que tena sus
dotes profticas variaba mucho segn las versiones: a veces, como los orculos, tena
visiones; otras veces, esperaba y escuchaba el canto de los pjaros; otras, interpretaba las
figuras que entrevea en el humo de las ofrendas quemadas.
En la literatura griega, las declaraciones de Tiresias son siempre ciertas, nunca estn
equivocadas, aunque generalmente, como la mayora de los orculos, Tiresias es
extremadamente renuente a ofrecer el conjunto de lo que l ve en sus visiones.
Como vidente, Tiresias fue un ttulo comn para los adivinos que atraviesa la historia
legendaria griega.[18] A veces cuando su nombre se asocia a una profeca mtica, se
introduce simplemente para proveer una personalidad al ejemplo genrico de un adivino, no
porque exista alguna conexin inherente con el mito de Tiresias.

Recreaciones artsticas [editar]


Literatura posterior al periodo clsico [editar]
La figura de Tiresias ha sido muy querida por escritores y poetas. Tiresias representa
muchas cosas: el adivino ms grande de los mitos clsicos; la figura maldecida por los
dioses; el arquetipo del travestismo, hombre- mujer; su personaje ha sido muy til para
desarrollar ideas de muchos creadores. En el clmax de la Necyomantia de Luciano,
Tiresias, en el Hades, es preguntado por cul es la mejor manera de vivir? y su respuesta
es desconcertantemente moderna: la vida de un individuo corriente: olvidarse de los
filsofos y de su metafsica.[19] Es un consejo pragmtico y moderado, el consejo que
mejor representa el mensaje moral de la corta historia.
En la Divina Comedia (Infierno, Canto XX), Dante sita a Tiresias en el cuarto hoyo del
octavo crculo del Infierno, el crculo destinado a los personajes fraudulentos. (el cuarto
hoyo es para los adivinos). Tiresias es condenado a caminar toda la eternidad con la cabeza
vuelta hacia atrs: mientras vivi siempre se esforz en mirar al futuro, en el Infierno, debe
mirar solamente hacia atrs. Manto, su nica hija, tambin debe recibir su mismo castigo.
Ms recientemente, Tiresias fue el ttulo de un poema de Lord Tennyson publicado en 1885
en el poemario Tiresias and other poems.
En el drama surrealista de Guillaume Apollinaire Les Mamelles de Tirsias (Las tetas de
Tiresias, 1917), Teresa, una joven feminista casada que se niega a tener hijos, se convierte
en un seor mujer despus de liberarse de sus pechos y adoptar el nombre de Tiresias; su
marido, en cambio, se ocupar de traer miles de hijos al mundo para repoblar la ciudad de

Zanzbar. Teresa reaparece al final de la obra bajo los rasgos de una cartomntica, pardico
vestigio del papel proftico de Tiresias.
La figura del adivino tebano tambin desempea un papel importante en la obra del poeta
ingls T.S. Eliot, La tierra balda (1922), en la que, mediante su funcin de adivino, puede
aparecer como una figura simblica del creador.
Frank Herbert el conocido autor de novelas de ciencia ficcin, tambin utiliza las
caractersticas mticas de Tiresias en la segunda novela de su ciclo Dune, Dune Messiah
(1969). El protagonista, Paul Atreides, pierde la vista pero tiene poderes profticos que
provienen de penetrar en la parte masculina y femenina de la psique.
En la novela de Lawrence Durrell, Balthazar (1958), la segunda parte de El Cuarteto de
Alejandra, varios de los personajes de la novela tienen momentos profticos, sobre todo
Melissa, Scobie y Balthazar. Scobie viste trajes cruzados, sugiriendo el motivo andrgino
de Tiresias. La novela tambin tiene una corta cancin rimada: Old Tiresias / No-one half
so breezy as, / Half so free and easy as / Old Tiresias.
La poeta Carol Ann Duffy escribi un poema titulado De la seora Tiresias en su coleccin
The World's Wife (1999).
Tiresias tambin aparece en la novela Middlesex (ganadora del Premio Pulitzer de 2002) de
Jeffrey Eugenides. Cal, el protagonista, se refiere y se compara a los adivinos, e incluso
participa en una representacin de Antigona.
En la reciente novela de Haruki Murakami, Kafka en la orilla (2002), hay un personaje
llamado Oshima, que es un adivino andrgino, como Tiresias.
Se le han dedicado muchos poemas, siendo los ms recientes Tirsias, un texto de Marcel
Jouhandeau, en Ecrits secrets (III) y Tirsias et autres pomes choraux, recopilacin de
Ynnis Rtsos
Ms recientemente el autor Valerio Masimo Manfredi cuenta una historia q relaciona la
grecia moderna con la profecia de Tiresias en la Nekya (Odisea canto XI)

Recreaciones musicales [editar]


El personaje de Tiresias est muy ligado a la recreacin de algunos mitos del ciclo tebano
Edipo, Antgona, Creonte, Yocasta que han tenido mucho xito en el mundo del teatro,
y por aadidura, en el de la pera. Se ha compuesto mucha msica incidental para las
representacin teatral que adaptaban esos mitos, adaptaciones de Edipo rey, Antgona y Las
bacantes. Adems, muchos compositores han escrito peras en las que siendo el papel
central el de alguno de esos personajes Antigona y Edipo Tiresias siempre aparece,
como un papel importante o como papel secundario. Alguna de estas peras son las
siguientes:

1927 - Edipo rey, una pera oratorio de gor Stravinski (con libreto es de Jean
Cocteau), en la que Tiresias es uno de los personajes principales.
1947 - Les Mamelles de Tirsias (Los pechos de Tiresias), una pera del
compositor francs Francis Poulenc, basada en el texto surrealista de Apollinaire.[20]

1949 - Antigone, opera de Carl Orff.

1960 - Revelation in the Courthouse Park (1960), una pera de Harry Partch basada
en Las bacantes.

1968 - The Bassarids, una pera de Hans Werner Henze (con libreto de W. H.
Auden y Chester Kallman) tambin basada en Las bacantes.

1996 - Antigone, opera de Mikis Theodorakis. Teodorakis, adems uso el mismo


tema de Antigona en dos de sus ballets: Antigone (coreografiado por John Cranko,
1959) y Antigone in Jail (coreografiado por Micha van Hoecke, 1972). Tambin
compuso msica incidental para una representacin teatral de Antigona en 1990.

1997 - Antigone-Legend, una obra de Frederic Rzewski, para soprano y piano (texto
de Bertolt Brecht).

En la msica popular el personaje de Tiresias tambin ha sido fuente de inspiracin. La


cancin de Genesis The Cinema Show (del lbum de 1973 Selling England by the Pound se
basa en un extracto del poema del T.S. Eliot The Waste Land, con menciones a Tiresias.
Dennis DeYoung utiliza Tiresias en la cancin Castle Walls en el lbum de 1977 de Styx
The Grand Illusion.

Otras recreaciones [editar]


El teatro se ha ocupado, como el mundo de la msica, frecuentisimamente de los mitos
tebanos, con continuas adaptaciones y reinterpretaciones de obras como el Edipo rey,
Antgona o Las bacantes. En ellas casi siempre aparece el personaje de Tiresias, bien como
un personaje principal o con un papel simplemente secundario. Algunas de las
adaptaciones ms conocidas son:

1922 - Antgone, obra teatral de Jean Cocteau.


1934 - La Machine infernale, una obra teatral de Jean Cocteau. Tiresias es uno de
los cinco papeles principales, junto con Edipo, Yocasta, Anubis y el Sphinx,
monstruo con cabeza de mujer.

1942 - Antgone, obra teatral de Jean Anouilh.

The Island, obra teatral de Athol Fugard.

En 2003 se estren Tiresia, una pelcula de Bertrand Bonello.

Fuentes clsicas [editar]

Tiresias aparece en las siguientes fuentes literarias clsicas:

Sfocles, Edipo rey y Antgona.


Eurpides, Las bacantes, Ifigenia en Turide (c. 414 a. C.) y Las fenicias.

Homero, Odisea.

Sneca, Edipo.

Ovidio, Las metamorfosis.

Esquilo, Los siete contra Tebas (467 a. C.).

Calmaco, El bao de Palas, canto V.

Dante Alighieri, La divina comedia.

John Milton, El paraso perdido.

Referencias [editar]
1. Luc Brisson (1976). Le mythe de Tirsias: essai d'analyse structurale (Leiden:
Brill). Un completo anlisis del mito segn la tradicin estructuralista, con muchas
analogas dibujadas de la ambivalente sexualidad que se consideraba exista entre
los animales en antigedad.
2. Esta versin es la preferida por los poetas Tennyson y Swinburne.
3. a b Apolodoro iii.6.7.
4. Calmaco, Himno V: Para el bao de Palas 120-130.
5. Nono de Panpolis, Dionisacas v.337.
6. Eustasio y Juan Tzetzes sitan el episodio en el Monte Citern en Beocia, cerca de
Tebas.
7. a b Ovidio, Las metamorfosis iii.316-338.
8. El episodio es brevemente tratado por Higino, Fabulas 75; Ovidio lo trata
extensamente en Las metamorfosis iii.
9. El profeta ciego con vista interna como recompensa por su ceguera es un tema
habitual en la mitologa.
10. Eustacio de Tesalnica, Comentario de la Odisea de Homero x.494.
11. Eurpides, Las bacantes v.170-369.
12. Nono de Panpolis, Dionisacas, canto XLV, v. 52-218.
13. Eurpides, Las bacantes v.297-462.

14. Eurpides, Las fenicias v.834-959.


15. Sfocles, Antgona v.988-1098.
16. Apolodoro iii.84.
17. Pausanias ix.33.1.
18. Graves, Robert (1960). The Greek Myths (Edicin revisada, Cassell, Londres,
1968) 105.5.
19. R. B. Branham, The Wisdom of Lucian's Tiresias. The Journal of Hellenic Studies
109 (1989), pp. 159-160.
20. Albert Bermel, Apollinaire's Male Heroine. Twentieth Century Literature 20.3
(July 1974), pp. 172-182

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