CASTILLO UCEDA Los Mochicas de La Costa Norte
CASTILLO UCEDA Los Mochicas de La Costa Norte
CASTILLO UCEDA Los Mochicas de La Costa Norte
Pontificia Universidad
Catlica del Per
Universidad Nacional de
Trujillo
INTRODUCCIN
Los Mochicas (tambin llamados los Moche)
desarrollaron organizaciones polticas independientes e interactivas en los valles de la costa norte del
Per entre los aos 200 y 850 d.C. Como la mayora
de sociedades costeras, los Mochicas pueden ser entendidos como un modelo de adaptacin verdaderamente exitoso al ambiente costero, donde los recursos martimos estaban combinados con una agricultura avanzada basada en tcnicas de irrigacin. Los
grandes valles del extremo norte con sus mltiples
ros (Piura, Lambayeque y Jequetepeque) contrastan
con los valles ms pequeos del sur (Chicama,
Moche, Vir y Santa) (Figura 1). Esto determin procesos histricos bastante distintos, que recientemente estn siendo descubiertos mediante una investigacin arqueolgica de largo plazo.
Los Mochicas heredaron una larga tradicin cultural, bastante distinta de otras tradiciones en los
Andes centrales. Desde las primeras sociedades
costeras del Precermico Tardo al Cupisnique (derivado costero del Chavin), a travs de una serie de
sociedades pequeas y localmente circunscritas como
Salinar y Vir, los Mochicas siguieron una historia
de xitos y fracasos, adaptacin y catstrofe ambiental, dominio tecnolgico en metalurgia e irrigacin y
un gran avance en el arte y la arquitectura religiosa.
Pero como no eran una sino varias organizaciones
Luis Jaime Castillo Butters. Profesor Principal del Departamento de Humanidades, Seccin Arqueologa y Director de Relaciones
Internacionales y Cooperacin de la Pontificia Universidad Catlica del Per. ([email protected]).
Santiago Uceda Castillo. Profesor Principal y Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo, La
Libertad ([email protected]).
Handbook of South American Archaeology, editado por Helaine Silverman y William Isbell, Chapter X, City. Blackwell Press.
In press, 2007
modelo o teora puede predecir, especialmente porque es muy difcil reducir un proceso histrico que
dur ms de medio milenio a una simple descripcin. El pasado claramente no es un simple reflejo
del presente, o de las condiciones que describen un
estado de las cosas ms primitivo. La flexibilidad
en el sentido de imgenes que pueden ajustar ms
variabilidad que regularidad, donde las personas no
necesariamente siguen o dirigen, donde la negociacin es ms probable que la dominacin o la resistencia parece ser la va para comprender la evolucin de las sociedades. El enfoque que proponemos
para estudiar a los Mochicas toma en cuenta la singularidad o el desarrollo especfico y la diferencia
de las expresiones regionales y los mltiples caminos que conducen al mismo resultado.
Rafael Larco Hoyle, el fundador de la arqueologa en la costa norte, concibi a los Mochicas como
una sociedad nica, unificada y centralizada que se
origin en los valles de Moche y Chicama (Larco
1945). Los Mochicas tenan una sola capital, las
Huacas del Sol y La Luna y el centro urbano que se
encuentra entre ellas, desde el cual una lite omnipotente dominaba toda la costa norte, combinando la
coercin y la conviccin, el poder militar y una ideologa poderosa basada en una liturgia religiosa elaborada, templos y artefactos ceremoniales que legitimaban el rgimen dominante.
Una sociedad Mochica unificada slo pudo haber tenido una nica secuencia de desarrollo, en la
cual la extensin del Estado creci al principio en
forma continua para controlar los valles al norte y
sur y luego disminuy, perdiendo su control sobre
estos territorios hasta que finalmente fue absorbida
por una potencia extranjera. La secuencia de desarrollo unificada tambin se tradujo en una complejidad creciente de sus instituciones y en el alcance y
uso de tecnologas. La irrigacin y la metalurgia, dos
de las tcnicas ms avanzadas, crecieron en impacto
y alcance.
Para resumir todas estas tendencias, Larco propuso la evolucin de la cermica fina en cinco fases
consecutivas (Larco 1948). La cermica Mochica es
increblemente realista y rica en imgenes de deidades que interactan en mitos y rituales, as como seres humanos que desarrollan toda clase de actividades, religiosas y mundanas. Esta iconografa fue la
ms sobresaliente fuente de informacin de esta sociedad, pero tambin fue una fuente precisa para calcular en el tiempo los sucesos que marcaron la historia Mochica (Larco 2001). Ha tomado aproximadamente setenta aos comprender que Larco estaba par-
que la cermica Moche Tardo, encontrada casi exclusivamente en San Jos de Moro, mostraba un repertorio iconogrfico reducido y estaba acompaada
de cermica con decoracin policroma. En sntesis,
las diferencias en la cermica no solamente se encontraban en la forma y el contenido iconogrfico,
sino tambin en la calidad global (Castillo 2000).
Basados en la gran cantidad de evidencia, es
obvio que la hiptesis de Larco de un nico origen
Mochica, una organizacin poltica centralizada y una
secuencia de desarrollo comn es insostenible. A lo
mucho, los modelos centralizados postulados por
Larco (2001), Ford (1949), Willey (1953), Strong
(1952) y otros, describieron en parte lo que pudo
haber ocurrido en los valles Mochica del sur, pero
incluso para el caso de estas regiones, esas hiptesis
deben ser cuidadosamente reexaminadas. Para el territorio Mochica del sur parece ms probable que
hubo varios orgenes en diferentes partes de los valles de Moche y Chicama, armonizados en su desarrollo mediante prcticas rituales integradoras conducidas por las lites. El efecto armonizador de un
ceremonialismo compartido pudo haber producido
la homogeneizacin de diferentes velocidades de
desarrollo y de los rasgos culturales entre las lites
dominantes (Christopher Donnan, comunicacin personal). Pero esta armonizacin no necesariamente
tuvo que producir desarrollos idnticos o cultura
material idntica. Puede haber grandes diferencias
en la forma cmo se produjeron los artefactos y en
su contenido iconogrfico, que hasta ahora han pasado desapercibidos debido a la falta de un marco
terico adecuado. Es probable que a lo largo de sus
setecientos aos de existencia los Mochicas del sur
hayan experimentado periodos de mayor o menor
centralizacin y fragmentacin; que en algunos momentos su sistema poltico centralizado se haya dividido en organizaciones polticas regionales coordinadas simplemente por medio de prcticas rituales,
celebradas centralmente en centros ceremoniales
como las Huacas de Moche. Los desarrollos sociales, polticos y econmicos de cada regin y localidad pudieron haber sido diferentes, al menos durante estos periodos. Sin embargo, en el territorio
Mochica del sur, las secuencias cermicas y, en general, la evolucin de todas las formas de cultura
material siguen ms de cerca el modelo propuesto
por Larco, especialmente durante las fases III y IV,
cuando parece haber ms centralizacin. La fase
Moche V, ltima y decadente desde el punto de vista
de Larco, pudo haber sido un fenmeno regional del
acelerado por la influencia de lo que estaba sucediendo en las regiones vecinas. Asimismo, segn lo
indican las fechas, es probable que el proceso haya
empezado y terminado en tres siglos. Tampoco es
cierto que todas las sociedades de la costa norte tuvieron que seguir este proceso. Tanto en el valle norte de Lambayeque (Shimada y Maguia 1994) como
en el valle de Vir (Bennett 1949) la tradicin Vir
no tom la direccin de los Mochicas; sino todo lo
contrario. En ambos lugares, la cultura Vir parece
haberse mantenido hasta que los Mochicas los incorporaron a su territorio, mediante conquistas militares (Willey 1953). Finalmente, los procesos que llevaron al surgimiento de los Mochicas no parecen
haber tenido el efecto de articular a todas estas regiones bajo una sola autoridad poltica. Lo ms probable es que cada valle e incluso sectores dentro de
un mismo valle hayan seguido el mismo camino de
desarrollo, sin alcanzar nunca una centralizacin
poltica.
El surgimiento de los Mochicas, habiendo ocurrido en diferentes lugares y pocas y sin coordinacin poltica, debera haber producido el desarrollo
de tradiciones completamente independientes, haciendo que cada proceso sea caso de deriva cultural.
Esta tendencia diversificadora parece haber sido el
caso de Piura, donde una tradicin Mochica Temprano se convirti en un desarrollo cultural totalmente
distinto al Mochica del norte o del sur. Al mismo
tiempo, las otras regiones Lambayeque,
Jequetepeque y Moche-Chicama alcanzaron un alto
grado de homogeneidad, al punto de que podemos
identificarlos a todos como Mochica. Es probable que
existieran mecanismos internos de las organizaciones polticas que previnieron una deriva y diferenciacin cultural. Nos inclinamos a creer que los factores de integracin y armonizacin deben haber sido
rituales de poder de las lites que incorporaron a los
gobernantes y a sus cortes en una tradicin comn,
compartida, que permiti interacciones tales como
intercambios sociales y el hecho de compartir materiales y tecnologas. Las lites de las tres regiones
centrales (Lambayeque, Jequetepeque y MocheChicama) deben haber estado conectadas, especialmente durante las fases temprana y tarda cuando
vemos ms elementos compartidos. A travs de estos procesos, los Mochicas se desarrollaron independientemente, pero siempre interconectados e
interactuando, compartiendo conocimientos y prcticas rituales, pero enfrentando diferentes retos y reaccionando de diferente forma.
mas cmo las diferentes lites Mochicas, en diferentes momentos y situaciones polticas y bajo distintas
circunstancias, utilizaron la ideologa, la economa,
la poltica y la coercin para disear estrategias para
tener el control y legitimar su posicin social. Algo
de lo que podemos estar seguros es que los Mochicas
eran una sociedad elitista, donde las contradicciones
sociales y el acceso desigual a los recursos deban
motivar desorden social. Las ocupaciones continuas
e ininterrumpidas de los sitios y los procesos de desarrollo a largo plazo, entre otras cosas, dan fe de
que el poder Mochica, en cualquiera de sus formas,
fue exitoso durante largos periodos de tiempo. El
colapso o los colapsos de los Mochicas, en ltima
instancia, puede ser atribuido al fracaso de estrategias que haban tenido resultado para ellos, posiblemente debido a un mal clculo de las circunstancias
y capacidades, combinado con factores externos e
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norte, correspondiendo cada una a una entidad poltica diferente (Bawden 1994, 2001; Castillo y Donnan
1994; Donnan 1996; Kaulicke 1992; Shimada 1994).
culturas locales de la tradicin Vir, que fueron incorporadas gradualmente en el territorio Mochica y
continuaron con la produccin de su propia cultura
material, a medida que incorporaban un mayor nmero de elementos culturales Mochica.
Debido a este proceso expansionista es muy posible que los Mochicas del sur alcanzaran un alto
grado de centralizacin y que se haya formado un
estado poderoso en las Huacas de Moche. Es probable que los Seores de Moche tuvieran control sobre
todo su territorio a travs de una administracin basada en un patrn de capitales subsidiarias en los
valles y centros locales, mediante un control ceido
de la lite sobre el territorio y la centralizacin de
sus recursos. Es evidente que en este proceso, la religin y el ritual jugaron roles importantes y crecientes, con ceremonias como los combates rituales
(Bourget 2001) y el sacrificio de guerreros (Bourget
2001; ilustrado grficamente en Donnan 1988: 552553), que destacaban el poder extremo de los gobernantes y su control sobre su territorio.
A pesar de la evidencia a favor de un estado
Mochica sur centralizado, varias incongruencias requieren ser explicadas. El trabajo de Bourget en
Huancaco, la aparente capital Mochica del valle de
Vir, ha revelado que este sitio, a la vez que comparte muchas caractersticas arquitectnicas con las
Huacas de Moche, tiene poca similitud en trminos
de las formas y estilos de los artefactos que all se
encuentran (Bourget 2003). La cermica de Huancaco
es bastante diferente de la forma y estilo cermico
presente en las Huacas de Moche, asemejndose ms
a la cermica Moche Temprano. Es posible que un
estado independiente Mochicoide es decir, una
organizacin social y poltica que comparte muchos
aspectos con la cultura estndar Mochica, pero
reinterpretada en trminos locales haya existido en
el valle de Vir antes de la extensin de los Mochicas
a este valle, o que una organizacin independiente
Mochica de Vir haya coexistido con los Mochicas
expansivos que controlaron el valle.
La segunda incongruencia es el origen y la extensin de la entidad poltica Moche V. La ocupacin de la Huaca de la Luna, representada en la cermica Moche IV, parece haberse extendido hacia el
ao 800 d.C. sin la aparicin de alfarera Moche V
en el lugar (Uceda 2004; Chapdelaine 2003). Mientras tanto, la alfarera Moche V es bastante comn en
Galindo, y data del ao 700 d.C., con poca o ninguna
aparicin en el ao 800 (Lockard 2005). La distribucin de la cermica Moche V parece estar restringi-
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so de transformacin que tuvieron las lites Gallinazo en Jequetepeque, creando as una cultura material
de lite, con una iconografa y estilo similares a los
que se empleaba en los centros reales de Lambayeque
y Jequetepeque. En todo caso, a partir de estos orgenes del Moche Temprano, ya sea una colonia, un
componente de una mezcla cultural o una cultura de
lite, los Mochicas de Piura se convirtieron en algo
muy diferente de sus ancestros del sur. Las razones
de esta deriva cultural no son claras y en la actuali-
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ron a los Gallinazos a vivir all y trabajar para el estado Mochica, en condiciones anlogas a la esclavitud (Shimada 1994). Las tensiones sociales dentro
del lugar estallaron en los ltimos das, cuando una
revuelta popular habra incendiado los templos y
expulsado a las lites. Sin embargo, la mayor paradoja sobre Pampa Grande es la preeminencia de la
cermica Moche V, de formas y decoraciones idnticas a la cermica del valle de Chicama y Galindo.
Qu haca el Moche V en Pampa Grande y por qu
tenemos una distribucin discontinua de este estilo?
Moche V es casi inexistente en el valle de
Jequetepeque, que yace entre Chicama y Pampa
Grande.
La ocupacin Mochica del valle de Jequetepeque
ha sido objeto de investigaciones intensivas y extensas, convirtindola en una de las regiones ms estudiadas de la costa norte. Se han realizado varios estudios y excavaciones a lo largo de los valles en numerosos sitios. Los lugares Mochica ms importantes excavados en el valle de Jequetepeque son Dos
Cabezas, La Mina y Pacatnam, ubicados cerca del
ocano; y Cerro Chepn, Portachuelo de Charcape,
San Ildefonso y San Jos de Moro, en la parte norte
del valle, correspondiente a la cuenca del ro Chamn.
Las excavaciones estratigrficas realizadas en San
Jos de Moro han producido una secuencia cermica
de tres fases, Moche Temprano, Medio y Tardo, que
configura una tradicin bastante distinta de aquella
descrita por Larco. Slo las cermicas ms elaboradas de la lite se asemejan en formas y decoraciones
a las del sur, mientras que las cermicas domsticas
muestran un conjunto de formas, tcnicas y decoraciones completamente distinto. Las diferencias entre
las tradiciones Jequetepeque y Mochica del sur son
ms evidentes en las prcticas funerarias, donde los
entierros en cmaras con nichos para la clase alta, las
tumbas de clase media en forma de bota y las tumbas
pobres en pozos poco profundos, son las formas tpicas, en comparacin con las pequeas cmaras y los
entierros en pozos que son comunes en el sur. A pesar de estas diferencias los Mochicas de Jequetepeque
compartieron con sus vecinos del sur una liturgia religiosa comn y participaron activamente en la ceremonia central Mochica, la ceremonia de Sacrificio
(Alva y Donnan 1993; Castillo 2000). Las tumbas
ms ricas halladas en San Jos de Moro presentaban
entierros de mujeres de la lite rodeadas de artefactos asociados a la ceremonia del Sacrificio y a su
funcin como la Sacerdotisa (Donnan y Castillo
1994; Figura 5).
La configuracin poltica del valle de
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Jequetepeque describe un proceso de desarrollo donde la evidencia de una centralizacin poltica compite con la evidencia de una fragmentacin y
faccionalismo. Un modelo de desarrollo gradual y
decadencia no puede explicar la evidencia, que parece encajar mejor en un modelo de oscilamiento poltico, donde los periodos de fragmentacin eran seguidos por periodos de ms centralizacin para sacar
ventaja de las oportunidades o circunstancias que
brindaban el ambiente o las interacciones entre entidades polticas. En la fase Moche Temprano un estado pequeo y centralizado ubicado en Dos Cabezas
se desarroll en los mrgenes del ro Jequetepeque.
Durante el Moche Medio la presin de la poblacin
debi haber forzado a los Mochicas a expandir su
territorio a los desiertos adyacentes del norte y sur.
El sector sur, lo que son ahora los distritos de San
Jos y San Pedro, se desarroll mediante un sistema
de irrigacin nico y centralizado. El sector norte, la
cuenca de Chamn, era irrigado por un conjunto de
cuatro canales de irrigacin que en efecto creaban
cuatro jurisdicciones independientes: Chanfn,
Guadalupe, Chepn y Talambo. Es probable que la
expansin del sistema de irrigacin haya creado regiones autnomas que eventualmente se convirtieron en organizaciones independientes. Estas organizaciones parecen haber emprendido una competencia faccional y desarrollado relaciones hostiles que
requirieron una autodefensa y, por ende, la construccin de fortalezas como Cerro Chepn, San Ildefonso
y Ciudadela-Cerro Pampa de Faclo. No hay muchos
signos de que la integracin poltica haya sido la
norma entre estas organizaciones del norte de
Jequetepeque. Sin embargo, parece haber ocurrido
una mayor integracin en algunos momentos para
aprovechar las oportunidades o enfrentar las necesidades o amenazas. Se pueden encontrar signos de
interaccin en San Jos de Moro, donde todas estas
entidades polticas regionales parecen haber participado en actividades ceremoniales y enterrado a sus
lites. Se debe enfatizar que en Jequetepeque el proceso de fragmentacin poltica no parece haber sido
el efecto de un estado dbil, incapaz de prevenir que
sus regiones adquieran autonoma, sino ms bien un
efecto fundacional. La clave para entender el proceso de configuracin poltica en Jequetepeque es la
forma cmo se cre el sistema de irrigacin, con componentes autnomos y redundantes. La colonizacin
de la regin norte de Jequetepeque parece haber sido
el resultado de individuos o facciones emprendedoras y no un esfuerzo patrocinado por el estado (Castillo, ms).
LA ESTRUCTURA DE LA
SOCIEDAD MOCHICA
La organizacin social Mochica ha sido estudiada mediante un anlisis de los contextos domsticos, las representaciones iconogrficas y los entierros. Estas tres fuentes coinciden en representar una
organizacin social compleja que comprende varias
divisiones y segmentos con grupos que muestran un
alto grado de especializacin, diferenciaciones de
sexo y gnero, agrupacin de personas del mismo
status y diferencias cuantitativas abruptas entre los
estratos sociales. En trminos generales, se puede
identificar tres grupos: la lite gobernante, el pueblo
y los pobres. Las lites gobernantes Mochica, que
comprendan hombres, mujeres y nios de linaje real,
fueron enterrados en tumbas reales ubicadas en pequeas plataformas funerarias, generalmente en cmaras rodeadas por finos objetos de metal, cermicas, piedras semipreciosas y mltiples entierros de
criados. Los entierros de la lite no solamente eran
ricos y complejos, sino que generalmente incluan
varios objetos con representaciones iconogrficas y
parafernalia ritual entre las que cabe mencionar vestimenta e instrumentos que les permitiran participar
en ceremonias y recrear narrativas mticas. Los entierros de los gobernantes Mochica en Sipn y de las
sacerdotisas en San Jos de Moro son algunos de los
ejemplos ms destacados de las lites gobernantes
Mochica. Sus viviendas generalmente son construcciones grandes y bien hechas con varias habitaciones y pueden ser localizadas al interior o conectadas
con los templos. Las lites Mochica estn claramente representadas en el arte mueble y monumental
desempeando funciones de liderazgo, como comandantes militares, recibiendo ofrendas dentro de estructuras techadas, o como deidades participando en
eventos mticos y ceremonias. La evidencia funeraria e iconogrfica coincide en presentar a las lites
con prendas extremadamente elaboradas, que comprenden no slo finas vestimentas sino tambin varios ornamentos metlicos: coronas, plumas,
narigueras, collares, brazaletes y diversos artefactos
de metal como cetros, armas, banderolas y literas.
Debajo de las lites reales haba un gran segmento social integrado por personas que no eran ni
ricas ni pobres: el pueblo. Este segmento representa
el mayor nmero de entierros y viviendas estudiado
y en l podemos observar un alto grado de variabilidad. Sus entierros generalmente estn contenidos en
pequeas cmaras con nichos en la regin sur y en
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tumbas en pozos con forma de bota en la regin norte. Ellos pueden incluir diversos objetos cermicos,
algunos de ellos incluso con representaciones
iconogrficas complejas, pero pocos objetos de metal. Parece que el pueblo Mochica tena acceso a las
representaciones de ceremonias y mitos, pero no podan desarrollar funciones de liderazgo en sus recreaciones. Estos entierros con frecuencia contienen conjuntos de objetos relacionados con actividades especficas, por ejemplo, la produccin textil en el caso
de las mujeres, o trabajos en metal en el caso de los
hombres. Parece haber una representacin intencional de los aspectos funcionales de sus identidades al
momento del entierro. Las viviendas del pueblo son
mucho ms pequeas que las de la lite.
La clase pobre Mochica es la menos entendida
y estudiada. El estudio de Donnan y McClelland
(1997) de un cementerio de pescadores en Pacatnam
y las excavaciones de Bawden (1994) de pequeas
viviendas a los pies de Galindo son ejemplos de los
establecimientos de la clase baja. En muchas casos,
los pobres fueron tratados en formas totalmente distintas de los otros Mochicas, por ejemplo, en San
Jos de Moro, la gente pobre, en especial las mujeres
y los nios, eran colocados sumariamente en entierros poco profundos, con poca o ninguna asociacin
y al lado de reas donde haban estado trabajando en
la produccin de chicha. Sus entierros no corresponden en forma, orientacin del cuerpo o disposicin
de los elementos al tratamiento funerario de las lites
o del pueblo. Los nios pequeos son bastante abundantes entre este tipo de entierros, como si ellos no
hubieran sido incluidos en el status social de sus
mayores y siempre hubiesen sido tratados como pobres. En Pacatnam, Donnan (1997) encontr un cementerio compuesto por 28 hombres, 27 mujeres y
29 nios de clase baja. A pesar de que este tipo de
entierros est ms organizado en trminos de posicin y orientacin, incluso la mayora de ellos fue
colocado dentro de atades de caa, sus asociaciones muestran que a veces estos individuos tenan un
acceso muy restringido a los bienes y recursos. Las
vestimentas muchas veces fueron producidas con telas excesivamente utilizadas, trapos con mltiples
parches. Las viviendas de la clase baja, estudiadas
en Galindo y otros lugares, son estructuras angostas,
construidas con paredes de piedra, ubicadas en la laderas de los cerros, con acceso limitado a los recursos y muchas veces separadas del resto de las comunidades mediante muros. Es probable, sin embargo,
que estas viviendas de la clase baja fueran en realidad refugios para la comunidad en caso de ataques.
Asociaciones frecuentes en estas casas son las vasijas de almacenamiento, los contenedores de agua y
las pilas de piedras para las hondas. Se ha dicho que
los Mochica pobres pueden haber tenido estrechas
relaciones con la tradicin Gallinazo, o que incluso
pueden haber sido poblaciones esclavizadas Gallinazo (Shimada 1994). Esta hiptesis parece ser incorrecta dada la nueva visin de Gallinazo como la
tradicin cultural subyacente, es decir, que todos los
Mochicas fueron Gallinazo en su tradicin popular,
algo que fue ms evidente entre la clase pobre.
La organizacin social Mochica no solamente
fue compleja, sino que tambin estaba cruzada por
divisiones econmicas, funcionales, de gnero y edad.
Se ha argido que el Moche Tardo fue una poca de
crisis social, con varias evidencias de conflictos sociales que resultaron en verdaderas revueltas, e incluso el incendio y destruccin de los smbolos de la
lite Mochica (Shimada 1994; Bawden 1996;
Pillsbury 2001). A pesar de que la tensin social pudo
haber sido peor durante el Moche Tardo debido a
los cambios climticos, es bastante evidente que una
sociedad con brechas sociales, exclusiones y divisiones debe haber estado siempre acompaada de
confrontacin social. Mucha de la ideologa Mochica
trata de la legitimacin de las diferencias sociales y
el establecimiento de roles que, a pesar de garantizar
el sustento, daban mucho a pocos y poco a muchos.
COLAPSOS Y
RECONFIGURACIONES DE LAS
ORGANIZACIONES MOCHICA
Coincidiendo con su carcter mltiple, las organizaciones Mochica no colapsaron todas a la vez o
por una sola razn, los colapsos (en plural) de los
Mochicas (tambin en plural) son procesos claramente complejos que ocurrieron a lo largo de trescientos
aos por una combinacin de factores. Los resultados de estos procesos terminales fueron las
reconfiguraciones de las sociedades de la costa norte, primero en procesos culturales bastante peculiares, como el Periodo Transicional de San Jos de
Moro (Rucabado y Castillo 2003), y en el establecimiento de dos culturas regionales distintas:
Lambayeque, en la regin Mochica norte y Chim,
en la regin Mochica sur. El medio ambiente
(Shimada 1994; Moseley y Patterson 1992), las invasiones externas (Larco 1945; Willey 1953) y la
inestabilidad interna producida por el conflicto social (Bawden 2001; Castillo 2001; Shimada 1994)
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con frecuencia son citadas como la causa de la desaparicin de los Mochicas. Un examen ms cercano
hace que cualquiera de estos argumentos sea por s
mismo dbil e incompleto, particularmente aquellos
que establecen el origen del cambio fuera de la sociedad. Nuestra posicin es que si debe haber una
razn comn para la desaparicin de las organizaciones Mochica, esta debe ser el fracaso de una estrategia de poder basada principalmente en la manipulacin de expresiones materializadas de ideologa.
En todas sus organizaciones, las lites Mochica haban vinculado sus destinos en forma muy estrecha
con la eficacia de la ideologa, el poder de la representacin, la produccin e intercambio de objetos rituales. Durante mucho tiempo, esta estrategia haba
sido exitosa, permitiendo a todos los Mochica crecer
y prosperar y por necesidad debi haber estado combinada con otras fuentes de poder. Pero, comenzando en el siglo VII d.C., claramente no funcion ms.
El discurso ideolgico y las materializaciones en los
rituales, los monumentos y los artefactos, debilitados por la inestabilidad del medio ambiente y las
amenazas externas, fueron incapaces de legitimar la
estructura de la sociedad, la distribucin desigual de
la riqueza producida socialmente y el monopolio que
las lites tenan en la direccin de la sociedad. El
estudio de lugares Moche Tardo como Pampa Grande (Day 1978; Shimada 1994), Galindo (Bawden
1977; Lockard 2005) o San Idelfoso (Dillehay 2001;
Swenson 2004) han producido imgenes bastante
diferenciadas de los ltimos das de los Mochicas.
Lo que sigue es un recuento del proceso registrado
en dos lugares de ocupacin continua, las Huacas de
Moche y San Jos de Moro.
Las excavaciones en la Huaca de la Luna han
revelado una configuracin peculiar del fin de los
Mochicas. Se pueden apreciar dos fases ocupacionales, la primera desde la fundacin hasta el ao 600
d.C., y la segunda entre los aos 600 y 800 d.C. La
primera fase corresponde al desarrollo y uso intensivo de la Huaca de la Luna, la representacin de la
Ceremonia del Sacrificio y las diversas transformaciones del monumento. Se pone un claro nfasis entonces en la representacin ritual y se invierte enormes recursos en la construccin y transformacin del
monumento. En el centro urbano, los estratos inferiores de la ocupacin tambin revelan un nfasis en
la produccin y manipulacin de artefactos rituales
y en los entierros de las personas que actuaban como
representantes rituales. Este nfasis ces alrededor
del ao 650 d.C. cuando la Huaca de la Luna fue casi
completamente abandonada y la poblacin Mochica
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