Espacio, Comercio en Calle y ¿Ciudadania?
Espacio, Comercio en Calle y ¿Ciudadania?
Espacio, Comercio en Calle y ¿Ciudadania?
2 Agradezco los comentarios que Leonor Mary Marmolejo de Rojas y Viviana Tamayo, ciudadanas del
www.agoracivicapeiris.blogspot.com, le hicieron a este texto, y la precisin de mi correctora, @LaPavaNavia.
4 IBID
entender es que, as no lo veamos, all en ese sitio, hay actividades, normas, roles
sociales, individuales y colectivas; es decir, hay un contenido, un campo social, hay
significados funcionales y significados motivacionales. Ahora bien, estamos hablando
de personas que de manera estacionaria, semiestacionaria, ambulante, transente,
desde un mvil habitan ese espacio. Estamos entrando, entonces, en la
complejidad que algunos autores limitan a quienes ocupan dicho lugar. No obstante,
para nosotros esa complejidad es una multicomplejidad, pues cada uno de esos
niveles de uso tiene una interpretacin, un significado diferente basado en la forma
de relacionarse con ese espacio pblico, con ese andn. Por lo tanto, hablemos, de
las funciones: qu es una funcin?
6 http://www.ub.edu/escult/valera/cap1.htm
Funcin
(Del lat. functo, -nis).
1. f. Capacidad de actuar propia de los seres vivos y de sus rganos, y de las
mquinas o instrumentos.
2. f. Tarea que corresponde realizar a una institucin o entidad, o a sus rganos o
personas.
Y regreso a Proshansky, quien, sobre las funciones del espacio, plantea lo
siguiente:
1. Funcin de reconocimiento: reconocer
2. Funcin de atribucin de significado7: qu sucede en este lugar?, qu se
supone que parece?, y cmo se supone que los individuos se comportaran
en l? (teniendo claro que cada persona puede tener una suposicin diferente
del entorno)
3. Funcin expresiva y de requerimiento 8: Qu expresa el lugar para cada
persona, segn sus gustos? Y en esa lnea, qu requisitos supuestamente
debe cumplir ese lugar?
4. Funcin de agente de cambio: cada individuo, a partir de todo lo anterior,
intentar manipular, cambiar, usar ese espacio.
Todas estas reflexiones no son nuevas 9. Ni ms faltaba! En el siglo XX ya se
generaban debates en torno a la concepcin sobre el espacio, y se oan postulados
como estos:
7 Meaning function.
8 Expressive-requirement function.
9 Algunos de los textos que estoy referenciando aqu hacen parte de un documento que estoy escribiendo de
manera paralela a este sobre geografa humana.
Son muchos los autores que han participado en la construccin de este concepto.
Tal vez uno de los mayores aportes lo ha hecho Henri Lefebvre 10, cuyo ltimo libro se
titula La produccin del espacio. El documento propone:
espacio
Espacio representado: interrelacin del percibido con el concebido
Igualmente, hay que destacar un gran aporte que hace Michel Foucault al
concepto de heterotopa (htero: otro/desigual/diferente topa: lugar/espacio): Las
heterotopas conforman el conjunto de los llamados los otros espacios con respecto
a los espacios y emplazamientos cotidianos de una sociedad dada (citado por
Albano, 2005).
Vamos a extendernos un poco en esta propuesta de uno de los ms grandes y
polmicos pensadores del siglo XX. Foucault plantea que el espacio medieval era
un espacio de localizacin, el cual fue replanteado por Galileo: al romperlo,
constituy un espacio infinitamente abierto.
10 http://es.wikipedia.org/wiki/Henri_Lefebvre
Eso que suena tan complejo lo es ms an si se acepta, entonces, que con ello la
localizacin es reemplazada por la extensin. As podemos entender qu tan reciente
es que el ser humano logre interiorizar que su espacio no es solo ese andn, sino
que hay muchos andenes para aterrizar el ejemplo.
Foucault piensa que en las sociedades primitivas, ciertos sitios sagrados se
consideran heterotopas y tambin propone la existencia de las heterotopas de
desviacin: aquellos lugares donde estn los desviados: es decir, las crceles, los
centros psiquitricos, los geritricos, los cementerios. Crean otro espacio, otro
espacio real, tan perfecto, tan meticuloso, tan bien ordenado, como el nuestro es
desordenado, mal administrado y embrollado (Foucault, 11).
Qu interesante resulta esa reflexin que plantea tal contradiccin: nuestro
espacio es desordenado, mal administrado, embrollado per s. Eso es lo normal?
Lo anormal es el espacio perfecto, meticuloso, ordenado?
Para tratar de ahondar un poco ms en este anlisis, debemos tener en cuenta
ciertas variables:
La forma en que cada grupo, cada sector, que interacta con ese espacio
se siente relacionado con l, se apropia de l. Por ejemplo, una cosa son
los propietarios de las viviendas que han estado all por generaciones o lo
han intentado y otra cosa son las personas que recin ocupan los
andenes, y otra, quienes ocasionalmente o diariamente transitan por
ellos. Incluso, la forma en que ellos ven el futuro de ese espacio es dismil.
La relacin que se establece con cada objeto, lugar o parte del mismo.
Cada sector establece su propia relacin. Por ejemplo, unas escalas de
acceso a un edificio, la entrada a un edificio, puede tener diversas
relaciones.
Ligado con lo anterior, las creencias y valores que, entonces, cada grupo
genera respecto de ese espacio. Cada uno, estacionario, semiestacionario,
11 http://yoochel.org/wp-content/uploads/2011/03/foucalt_de-los-espaciosotros.pdf
valores.
Las emociones, que generan ese espacio (pblico) y la relacin con los
Hace poco alguien me deca que Bogot, Armenia y Pereira se parecen mucho:
Es tal la cantidad de personas que llegan a ellas, que muy pocas se sienten de
ellas. No hay una claridad cognitiva ni emocional sobre los sitios; un ejemplo: qu
significa la Sexta para alguien recin llegado a Pereira? Valorar que sea una de
las calles con espacios pblicos ms hermosos de Colombia? Le dar ese
significado? Ni hablar, entonces, de los parques fundacionales, del Lago, La
Libertad, La Plaza de Bolvar.
Alguna vez, Julio Csar Gmez, exalcalde nocturno 12 de Pereira ah, falta
que nos hace esa figura en el mundo entero!, me dijo que si haba reflexionado
sobre cmo para los comerciantes en calle el espacio callejero poda ser fcilmente
entendido como su comedor, o como su sala, o como su sala comedor. Y tiene toda
la razn! Luego, el personero de Pereira Nstor Javier Arango Arias me invit a
reflexionar sobre el hecho de que habr personas que nunca ingresarn a un Centro
Comercial por la simple razn de que inmediatamente los vigilantes se dedicarn a
observalos; esas personas siempre tendrn su centro comercial en las calles. A eso
yo le agregara: Como era antes. Es una huella del comercio: durante dcadas, los
sectores populares compraron muchas de sus mercancas en las calles o en carros
12 En el segundo semestre de 2001 fue elegida como alcaldesa de Pereira la doctora Martha Helena Bedoya
Rendn. Para ese entonces, el autor de este libro era coordinador permanente (director ejecutivo) de la Asamblea
permanente de Pereiranos por la Paz (http://www.utp.edu.co/~porlapaz/) y conclua su especializacin
universitaria con la tesis Violencia urbana al fin del milenio el caso Pereira 1990-2000 (disponible en:
http://es.scribd.com/doc/91986228/Violencia-urbana-al-fin-del-milenio-el-caso-Pereira-1990-2000-Conclusiones)
la cual, por iniciativa de monseor Fabio Suescn Mutis, le fue presentada en un foro a la alcaldesa recin electa.
Una de las recomendaciones hechas en ese trabajo de grado fue la creacin de una Alcalda nocturna que
especialmente los viernes y sbados, dado el alto nmero de homicidios durante esos dos das esos das, se
dedicar a activar el aparato estatal. Desafortunadamente, la experiencia no continu en las administraciones
siguientes.
14 Lo invito a que haga un ejercicio. Marque con una x lo que usted cree que es parte del espacio pblico:
a) Elementos de comunicacin tales como: mapas de localizacin del municipio, planos de inmuebles histricos o
lugares de inters, informadores de temperatura, contaminacin ambiental, decibeles y mensajes, telfonos,
carteleras locales, pendones, pasacalles, mogadores y buzonesb) Vegetales de los elementos para jardines,
arborizacin y proteccin del paisaje tales como: vegetacin herbcea o csped, jardines, arbustos, setos o
matorrales, rboles o bosques
c) Elementos de nomenclatura domiciliaria o urbana
d) Sealizacin
e) Elementos de seguridad, como barandas, pasamanos, cmaras de televisin para seguridad, cmaras de
televisin para el trfico, sirenas, hidrantes, equipos contra incendios
f) Elementos de salud e higiene tales como: baos pblicos, canecas para reciclar las basuras
g) Elementos de servicio tales como: parqumetros, bicicleteros, surtidores de agua, casetas de ventas, casetas
de turismo, muebles de emboladores
h) Elementos de recreacin tales como: juegos para adultos y juegos infantiles
i) Zonas arqueolgicas
j) Vas vehiculares municipales
k) Zonas bajas de los puentes vehiculares
l) Separadores.
m) Paseos y alamedas
n) Ciclorrutas
o) Vas peatonales
p) Antejardines
q) Andenes
r) reas de cesin para espacio pblico
s) Elementos de ambientacin tales como: luminarias peatonales, luminarias vehiculares, protectores de rboles,
rejillas de rboles, materas, bancas, relojes, prgolas, parasoles, esculturas y murales;
t) Escenarios culturales
u) Escenarios deportivos y recreativos
v) Plazas y plazoletas
w) Parques locales o barriales
x) Parques comunales o zonales
y) Parques y plazas municipales
z) Parques metropolitanos
a i) Corredores ambientales
b i) Parques corredores ambientales
c i) reas de especial importancia ecosistmica urbana
d i) Elementos de organizacin como bolardos, paraderos, tope llantas y semforos
e i) reas de especial inters ambiental, cientfico y paisajstico
f i) reas para la conservacin y preservacin del sistema hdrico
g i) reas para la conservacin y preservacin del sistema orogrfico o de montaas
pero,
especialmente,
que
quienes
las
habitamos
esperamos
comprenderlas, esperamos que haya unos smbolos que reflejen nuestros valores y
h i) Pantallas electrnicas
i i) Caseta de celadura
j i) Capotas, toldos
k i) Elementos de sealizacin area
l i) Elementos de sealizacin frrea tales como: semforos elctricos, discos con vstago para hincar en la tierra,
discos con mango, tableros con vstago para hincar en la tierra, lmparas, linternas de mano y banderas
m i) Elementos de sealizacin fluvial para prevencin, reglamentacin, informacin, especiales, verticales,
horizontales y balizaje
n i) Elementos de sealizacin vial para prevencin, reglamentacin, informacin, marcas y varias
o i) Todos los anteriores
p i) Ninguno de los anteriores
Listo? Lo felicito! Si puso la equis en todas, es correcto. Todo eso es parte de su espacio, el pblico. Tranquilo,
la mayora absoluta de los latinos y del planeta tambin cree que el espacio pblico es solo algunos de esos
elementos.
15
Traduccin propia
16
http://www.ub.edu/escult/valera/cap1.htm
creencias; pero olvidamos que existen n variables que hacen que cada persona o
grupo posea una concepcin diferente: as, la forma en que cada uno ve los andenes
nunca es la misma. Y ese olvido es el responsable del arrinconamiento en el diseo o
de ciertos intereses particulares, como sucedi con la calle de la Fundacin en
Pereira, donde se vino a saber qu queran y quieren realmente miles de
ciudadanos mucho despus.
En el diseo esto mismo ha llevado a una situacin "patolgica", en la que se emplean
los smbolos personales e idiosincrsicos de los diseadores, smbolos que en absoluto
coinciden con las asociaciones y los smbolos del pblico (Rapoport, 1974, p. 30).
Comercio en calle
Se debe dar prioridad, en cuanto a la aplicacin de las referidas
polticas, programas, medidas y de sus alternativas econmicas
consustanciales
los
vendedores
semiestacionarios
van desde los accionistas de la Philip Morris o de Frutesa, cuyos empleados venden
en las calles los cigarrillos y los Bonice; pasando por los seores que tienen
personas vendiendo avena; hasta los que producen los ceds. Todos ellos usan el
espacio pblico a travs de explotacin laboral de los comerciantes en calle.
Ya han aparecido, entonces, ms actores de los que habamos detectado: al
ciudadano, al empresario, al Estado se le suma el comerciante en calle. Pero nos
falta un personaje. Nos falta el ciudadano del comn. El ciudadano que ni es usuario
19
ABC NORMATIVO: Hay un cuento que dice que la ley simplemente se debe cumplir mientras sea ley. Y en el
caso de Colombia, es la ley de leyes, la Constitucin que desde 1991 dice en su Artculo 82 que es deber del
Estado velar por la proteccin de la integridad del espacio pblico y por su destinacin al uso comn, el cual
prevalece sobre el inters particular. Las entidades pblicas participarn en la plusvala que genere su accin
urbanstica y regularn la utilizacin del suelo y del espacio areo urbano en defensa del inters comn. Pero lo
cierto es que en casi todo el norte del planeta, en lo que llaman el mundo desarrollado, existe el comercio
callejero; de hecho, hay una parte de la OIT asociada a los StreetNet. En el mundo entero se reconoce que las
calles son una enorme posibilidad comercial, pues todo transente aun desde su automotor es un posible
comprador. A propsito, en Pereira durante aos se ha hablado de un gran centro comercial a cielos abiertos.
As, en Nueva York, en Paris, en Roma, en Barcelona, Montevideo, entre otras grandes ciudades, se encuentran
puestos de Hot Dogs, de Burger, de artesanas, en los andenes. Pero hay ciertas diferencias con los de aqu: por
ejemplo, son prohibidas o excesivamente limitados en los parques y lugares patrimoniales; son profundamente
reglamentados en sus usos, horarios, productos, calidades, etc.; son controlados exclusivamente por la Polica; y,
pagan por el uso y el aprovechamiento econmico del espacio pblico. Cuando ms cerca estn de un centro o
subcentro, pagan ms; y todas pagan. Pero aqu, desde 1991, desde 1999 y, especialmente, desde el 2002, la
Constitucin y la Corte que busca asegurar su aplicacin y desarrollo, expresamente les orden a los alcaldes de
las ciudades que deban recuperar el espacio pblico ocupado, primero, por estacionarios que lo hacen de
manera permanente,por semiestacionarios que lo hacen de manera semipermanente y por ambulantes que
la Corte, errneamente, consider, que por el hecho de deambular, poco ocupan el espacio pblico; olvidando as
que son seres humanos que deben parar para descansar o vender y que tienden a agruparse y a detenerse. En
ese orden, citemos: La T-772 de 2003, respecto de esta categorizacin de vendedores informales, seal:
La Sala considera pertinente establecer una distincin entre los distintos tipos de vendedores informales que
pueden sufrir una limitacin de sus derechos fundamentales en virtud de las polticas, programas o medidas de
recuperacin del ESPACIO pblico, de conformidad con el grado de afectacin de dicho Espacio pblico que
representa su actividad. As, existen: (a) vendedores informales estacionarios, que se instalan junto con los
bienes, implementos y mercancas que aplican a su labor en forma fija en un determinado segmento del
ESPACIO pblico, excluyendo el uso y disfrute del mismo por las dems personas de manera permanente, de tal
forma que la ocupacin del ESPACIO subsiste aun en las horas en que el vendedor se ausenta del lugar por
ejemplo, mediante una caseta o un toldo-; (b) vendedores informales semi-estacionarios, que no ocupan de
manera permanente un rea determinada del ESPACIO pblico, pero que no obstante, por las caractersticas de
los bienes que utilizan en su labor y las mercancas que comercializan, necesariamente deben ocupar en forma
transitoria un determinado segmento del ESPACIO pblico, como por ejemplo el vendedor de perros calientes y
hamburguesas del presente caso, o quienes empujan carros de fruta o de comestibles por las calles; y (c)
vendedores informales ambulantes, quienes sin ocupar el Espacio pblico como tal por llevar consigo es
decir, portando fsicamente sobre su persona- los bienes y mercancas que aplican a su labor, no obstruyen el
trnsito de personas y vehculos ms all de su presencia fsica personal. En principio, estas tres categoras de
trabajadores informales deben ser cobijadas por igual por las medidas alternativas que tienen que acompaar a
las polticas de recuperacin del ESPACIO pblico; sin embargo, dadas las dimensiones sociales y econmicas
del problema del comercio informal en la ciudad, y en atencin a que en el presente proceso el actor no es un
vendedor ambulante sino semi-estacionario, considera la Sala que se debe dar prioridad, en cuanto a la
aplicacin de las referidas polticas, programas, medidas y de sus alternativas econmicas consustanciales- a
los vendedores semiestacionarios o estacionarios, puesto que es la actividad de stos la que representa una
mayor afectacin del inters de la colectividad en que el Espacio pblico sea destinado al uso comn. En esa
medida, la Sala hace hincapi en el hecho de que la actividad desempeada por los vendedores
ambulantes que portan consigo o sobre su cuerpo la mercanca que venden, no representa, prima facie,
una restriccin del derecho de la CIUDADANA a gozar de un Espacio pblico amplio; por lo tanto, si las
autoridades optan por contribuir a la formalizacin de su labor de comercio informal, pueden hacerlo, en la
medida en que las polticas, programas o medidas que se adelanten con tal fin cumplan con los requisitos
sealados en la jurisprudencia de esta Corte y en especial en esta sentencia. Pero la prioridad en cuanto a la
recuperacin del Espacio pblico se debe centrar en aquellos vendedores informales cuya actividad
implica una afectacin ms gravosa del inters colectivo, quienes por lo tanto habrn de ser los primeros
beneficiarios de las decisiones adoptadas en cumplimiento de la presente sentencia. Debe resaltarse, adems,
que la venta de peridicos y loteras hecha por vendedores informales estacionarios y semi-estacionarios, afecta
el derecho al goce del ESPACIO pblico, pues la legalidad del objeto comercializado no legitima la indebida
usurpacin de los derechos de la colectividad. En este sentido se debe precisar que no le asiste razn a las
entidades demandadas al considerar que la venta de estos bienes hecha informalmente en las calles y andenes
de Bogot se encuentra legitimada, pues lo cierto es que no puede confundirse la legalidad de los bienes
vendidos
con
la
del
uso
informal
de
bienes
de
uso
pblico.
(Disponible
en
http://comercioencalle.blogspot.com/2013/02/consejo-de-estado-febrero-2012.html. Las negrillas estn en el texto
original de la sentencia de la Corte Constitucional que hace el Consejo de Estado, mientras que las maysculas
son puestas por el autor de este texto).Lo anterior (cuando en 2012 el Consejo de Estado le record a la alcalda
de Bogot que en ninguna parte de esas sentencias haba dicho que la reubicacin o relocalizacin pudiera
hacerse en otra parte de la ciudad, en otra calle, en otro anden, en hermosos [o feos] mdulos en el
amueblamiento urbano del espacio pblico) dio pie para su formalizacin: bien pasndolos a actividades
comerciales formales fuera del espacio pblico, bien facilitando su reubicacin o relocalizacin, pero igualmente
fuera del espacio pblico, en pasajes comerciales, en pasadores de manzanas, en homologaciones de calle,
que pueden ser espacios semiprivados o privados, o de cooperativas o asociaciones de comerciantes, o
estatales (en arriendo, por ejemplo), pero nunca en calles o andenes del espacio pblico. La Corte lleva aos
dicindoles a las Administraciones que cuando deja que un particular haga uso de un espacio pblico durante
aos, est permitiendo que ese bien pblico se privatice; lo cual configura un detrimento patrimonial de los bienes
pblicos que el Estado y sus funcionarios perennes, electos o contratados deben defender. Esa es la situacin
que hoy, veintitrs aos despus de promulgada la Constitucin de 1991, hay que acatar. Porque aunque con
errores y con aciertos, es nuestra Constitucin.
No obstante, curiosamente, buena parte de esos ciudadanos son los que tambin
a veces dejan el carro mal parqueado y en ocasiones les compran a esos
carreteros o adquieren un bolso o algn ced. Lo que pasa es que el a veces
multiplicado por 100.000 da como resultado aquellos que ocupan indebidamente la
calle y forman el enorme mercado de compradores que genera ventas calculadas
tan solo en el centro y en el subcentro de una ciudad intermedia como Pereira en
once millones de dlares anuales. Once millones de dlares. En Bogot, una
metrpoli, se calcula que solo los vendedores de dulces y cigarrillos (chazeros) le
venden a las megaempresas unos doscientos cincuenta millones de dlares al ao.
Solo ellos. Esas magnitudes se venden porque hay compradores. Cuntas veces
usted ha comprado en la calle? Yo lo he hecho. Quin nunca lo ha hecho?
Se podra considerar que el Establecimiento recurre a propiciar el comercio en
calle como una forma de desviar la atencin sobre sus debilidades en generacin de
empleos, de ingresos para la poblacin? Es un doble juego? Es posible. Pero
tampoco me imagino al Establecimiento como un grupo de seores sentados en
alguna parte diciendo: Dejemos que ocupen el espacio pblico.
Ciudadana?
Un Aleph es uno de los puntos del espacio que
contienen todos los puntos.
Jorge Luis Borges
Ni siquiera me atrevo a preguntar en qu momento nos hacemos conscientes
de lo pblico; y por ese camino, bien lejos estamos entonces, de aprehender qu es
el espacio pblico. Si se nos dificulta ser ciudadanos, cmo vamos a asimilar qu es
lo pblico y, peor, el espacio pblico. Tal vez ese es el meollo del asunto.
En qu momento nos hacemos ciudadanos? Es torpe decir que sucede
cuando recibimos una tarjeta laminada con un nmero de identificacin y nuestra
foto, la cdula de ciudadana que llaman. Algunos son ciudadanos desde antes y
otros mueren sin haberlo sido ciudadanos nunca.
Este tema tiene que ver con el otro, con el reconocimiento del otro: yo
reconozco que existo en la medida en que me reconozco a m mismo como otro. En
este orden de ideas, se es ciudadano cuando se comienza a reconocer que en la
ciudad existen otras personas; que adems de mis padres, de mis hermanos, de mi
familia cercana, hay otras personas que merecen igual respeto y valoracin
20
cuando usa la ley del embudo: lo ancho para m, lo estrecho para los dems; cuando
cree que tiene todos los derechos para s mismo y todos los deberes para los dems;
etc., etc., etcQu tiene de ciudadano?! Mrese un poco, amable lector, y mire qu
tan ciudadano es, sin echarse cuentos!
Hay una visible falta de cultura ciudadana porque hay una carencia de
ciudadana. Y eso es porque en Amrica Latina, desde la poca de la Colonia,
cuando apenas surga el libertad, igualdad, fraternidad que, sin una, cabe destacar
20
pues, sin ahondar en las implicaciones psicolgicas de aquellos que ni quieren a la mam, aunque algunas se
merezcan ser malqueridas.
que las dos ltimas nunca funcionan, nos inventamos el hecha la ley, hecha la
trampa. Luego, pasamos a toda la malicia indgena que necesitamos para engaar
a los espaoles en la Independencia, la cual se traslad despus a las bajezas entre
las lites criollas, tras pasar por un breve lapso donde la religiosidad logr imponer
sus valores irracionales pero donde nunca se logr construir esa tica civil, pues
lleg la Violencia entre los liberales (comunista) y conservadores. Y cuando apenas
Colombia sala de eso, se consolid el todo por la plata, y con l, la marihuana, la
coca, la herona, y terminamos con una cultura prostituida donde lo que vale es la
plata (segn esto, no tenemos claro en qu momento se jodi Colombia, pero si el
porqu).
Sin embargo, hay una especie de ciudadana inercial. Es claro que la mayora
de las personas, por ejemplo, respetan la ley, la norma. Seguros? No. La verdad es
que se da un me evito problemas. Por ello es inercial, no es una ciudadana
racional.
Es imposible extenderme en este texto, pero creo que la ley del embudo nos
abruma. La mayora de las personas a propsito, afortunadamente esto es solo un
texto reflexivo que en ninguna parte me exige comprobaciones estadsticas quieren
alcanzar los mximos beneficios, asumiendo los menores costos. Cul es la
diferencia moral, tica, entre un gran empresario que orienta a su contador hacia la
evasin de impuestos, y un pequeo comerciante callejero dedicado a vender ceds
ilegales? Es supremamente complejo aun alcanzar el ideal de la prevalencia del
bienestar general sobre el particular.
Ese es el escenario. Entre tanto, mediante estos escritos seguimos luchando
para que haya ciudadana, para que haya una tica civil. Somos una minora? La
respuesta no la tengo clara. Afortunadamente, las minoras casi siempre carecen de
la emocin masiva, pero tienen la razn.