Sudar o Pensar PDF
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Este texto es una versin ampliada del presentado en el Primer Congreso Internacional de Deporte,
Recreacin, Educacin Fsica y Actividad Fsica. Septiembre 29 de 2011. Universidad de Cundinamarca.
Soacha Colombia. Agradecimientos especiales a Jssika Aponte por su ardua labor de resea y
sistematizacin de informacin.
Profesor Programa de Ciencias del Deporte y la Educacin Fsica. Universidad de Cundinamarca. Sede
Soacha.
Profesor Programa de Ciencias del Deporte y la Educacin Fsica. Universidad de Cundinamarca. Sede
Soacha.
En una Universidad pblica, incluyente crtica y propositiva debe florecer un profesional idneo y de
fundamento socio-humanstico, competente ms no competitivo, mediador ms no mediatizado, agente de
sus realizaciones y del progreso social y no agenciado por intereses ajenos a l y a la comunidad a la cual se
debe. Esto implica cuestionar permanentemente los mitos de la tecnologizacin consumista y
mediatizadora, la competitividad y la sper-especializacin compartimentada que, juntos, enajenan la visin
humanista y la identidad propia de un sujeto actuante, consciente y consecuente con las necesarias
transformaciones que demanda el municipio, la regin, el pas y el mundo. En la reflexin de Cagigal (1972):
A una pregunta esencial quin es ese? se responde en una respuesta accesoria: es un ingeniero, un
empleado, un obrero. No interesa quin sea, sino lo que hace, lo que produce.
Ante esta impronta y ante la necesidad de la institucin educativa de adaptarse a ella, es deber de la
universidad transformarla en una perspectiva que impulse y desarrolle la constitucin integradora del ser
humano de modo que antes que preparar para el solo rendimiento o la productividad estril, siente un
fundamento desde el cual el profesional sea capaz de cuestionarse y cuestionar, crearse y crear, construirse
y construir una visin del mundo y una accin concreta de transformacin de la realidad. Por ello, en el
campo de las ciencias del deporte y de la educacin fsica, es indispensable trabajar en la superacin del
enfoque reduccionista apoyado en los modelos de competencia y rendimiento extremo como nica tarea de
la cultura fsica, teniendo en cuenta que el deporte es una realidad social de gran importancia que apunta
hacia los esfuerzos educativos para aprender a vivir humanamente en todas sus implicaciones de carcter
tico, social, poltico e incuso econmico. (Soacha, 2002)
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La epistemologa mediante la investigacin trata de solucionar preguntas que el ser humano se hace
relacionadas consigo mismo, su forma de pensar de actuar y relacionarse, as como del medio natural, social
y cultural En el caso que nos ocupa, es necesario establecer el objeto de estudio, es decir, el aspecto sobre
el cual reflexiona e investiga para producir saber en relacin con l.
Si el conocimiento se construye en la relacin sujeto objeto mediado por los procesos, esta posibilidad
procesual en la que se entiende un mundo interrelacionado y afectado en toda direccin, implica la
integralidad para obviar la dicotoma planteada por lo cartesiano que d paso a la unidualidad naturalcultural-cerebral-psquica-social humana (Martnez M, 2009, pgs. 99 - 100).
La vida personal verdaderamente humana se despliega a travs de diversos grados de toma de conciencia
y de responsabilidad personal, desde los actos de forma reflexiva, pero todava dispersos, ocasionales, hasta
el grado de toma de conciencia y de responsabilidad universal: en este nivel la conciencia aprehende la idea
de autonoma, la idea de una decisin voluntaria: la decisin de imponer al conjunto de su vida personal la
unidad sinttica de una vida colocada bajo la regla de la responsabilidad universal de s mismo En todo
esto se persigue la inseparable correlacin entre persona individual y comunidad, gracias a su solidaridad
inmediata y mediata en todas las lneas de intereses: ellas son solidarias en la concordancia como en la
discordancia, y en la necesidad de no realizar plenamente la razn de la persona aislada, sino como razn de
la persona en comunidad.
la ciencia que dispone de un fundamento universal y apodctico y que a su vez proporciona tal fundamento,
surge de ah como la funcin humana necesariamente ms alta. Esa es la idea: la idea que engendra el
impulso vital afectado del ms alto grado de humanidad.
La filosofa no es, por consiguiente, otra cosa, de parte a parte, que el racionalismo diversificndose l
mismo segn los diferentes planos en que se despliegan intencin y cumplimiento; ella es la ratio en su
movimiento incesante de autoaclaracin (Husserl, 1973, pgs. 129-131).
que esta sintetiza el sentido que debe tener la universidad. Desde dicha
perspectiva la conjuncin de estos tres elementos permite apropiar la realidad a
partir de nuevas formas para abordarla, generando nuevas dimensiones de lo real.
No se puede asumir el pensar la manera como se est actuando en un
mbito de conocimiento sin tener claro el fin perseguido y sin haber esclarecido el
dominio de dicho mbito. Es importante resaltar que toda accin se encuentra
sujeta a fines, necesita ser justificada para entender la trascendencia que impulsa
la realizacin de la accin. Pero este no es el cometido que nos convoca
precisamente aqu, puesto que, pensamos, es una tarea cualitativa y
cuantitativamente superior al presente esfuerzo y que adems debe ser una
construccin colectiva que abarca a todos aquellos dispuestos a la misma. Sin
embargo, solo nos permitiremos concitar unos elementos en este sentido: la
prctica fsica implicada en el deporte, la recreacin, la educacin y la actividad
fsica en general, es una accin humana de gran relevancia actual, que tiene un
origen histrico social definitivo, a la vez que responde a una necesidad esencial
siempre presente en el ser humano por realizarse de manera distinta a la prctica
laboral o direccionada con fines netamente productivos. Adems, como otras
prcticas humanas en las que se advierte un sentido trascendental en cuanto
realizadora de la constitucin plena del ser humano, es y debe ser reflexionada
como una actividad del pensamiento4.
En los primeros aos de vida el nio es un dios para s mismo Uno de los puntos bsicos de la educacin
consiste en ir dotando al nio de la conciencia realista de la propia limitacin.
Es importante no agobiar la libre personalidad del educando respetando la sensacin de libertad y
autosuperacin el juego deportivo, entraando siempre una valoracin competitiva, ensea la sencilla
realidad de la propia limitacin.
La vida es un entrenamiento a resolver conflictos La irresolucin del conflicto viene casi siempre en forma
de derrota Quien compite es derrotado. Quien adquiere el hbito de la competicin adquiere el
aprendizaje de la derrota.
En el juego, por el contrario, no hay normalmente consecuencias amargas El juego deportivo es un
catalizador de reorganizaciones personales Aqu es de anotar la importancia que tiene la tcnica deportiva,
siempre que est al servicio del juego y no lo anegue.
En el deporte se ponen en juego apetencias personales victoria, superacin, etc.-. Si se consigue el
objetivo, se eleva el grado de apetencia. Si no se consigue, se hace entonces sntesis de la derrota; nueva
bsqueda para lograr triunfar la prxima vez; nuevos recursos. Nacen nuevas exigencias a la personalidad, a
sus inagotables reservas energticas, y stas entran en juego. (Cagigal, 1978, pgs. 253-257)
del
deporte
de
la
educacin
fsica.
Pero,
mirado
ms
La relacin con el otro puede plantearse desde diversos puntos de vista. Por un lado est la relacin con lo
absolutamente otro Aqu el otro (o la conciencia externa) est en otro plano del ser, de donde se deduce
que la igualdad no existe en modo alguno y que la reciprocidad, cuando la hay, es misteriosa.
Nuestro hombre comn y corriente es lo inesencial en esta relacin, se humilla y trata de elevarse
indefinidamente hacia una esencia que es trascendente. Su nica fe, su nica esperanza es ese esfuerzo por
alcanzarse a s mismo.
En otro plano est el reconocimiento de las autoconsciencias humanas, necesariamente enfrentadas. Los
sujetos se enfrentan en una lucha implacable. El hombre para satisfacer sus deseos tiene que hacerlo en
comunidad y hacer de la naturaleza su cuerpo inorgnico. La apetencia es propia del ser reconocido; para
que ese reconocimiento se d tiene que arriesgar la vida, la auto-consciencia el otro no vale para l ms
que lo que vale l mismo; su esencia se presenta ante l como otro, se halla fuera de s y tiene que superar
su ser fuera de s. (En consecuencia) Es un reconocimiento del otro, no en el otro.
En ltimo plano tenemos la relacin con el otro. Aqu cada sujeto constata el reconocimiento en el otro y
no solamente del otro, pues cada yo constata fuera de l y frente a s su propia auto-determinacin le
concedo aquellas facultades autodeterminantes que quiero a la vez para m, como va para evitar la
cosificacin.
Al plantearse todas estas posibilidades al otro como no-cosa, eso me da para que yo tampoco me considere
como una cosa. Lo que reconozco en el otro para que ese otro pueda reconocerme de la misma forma a m
es su humanidad para el Profesor A. Schopenhauer, el problema de la auto-determinacin no consiste en
si puedo hacer lo que quiero, sino si soy libre de querer lo que quiero. (Gil O, 1988).
conocimiento
respecto
del
movimiento
corporal
humano?
Y,
ms
Mi benefactor ide una estrategia utilizando los cuatro atributos del ser guerrero: control, disciplina,
refrenamiento y la habilidad de escoger el momento oportuno.
Don Juan dijo que su benefactor, al explicarle lo que l tena que hacer en la casa del patrn para enfrentar
aquel ogro de hombre, tambin le revel que los nuevos videntes consideraban que haba cuatro pasos en el
camino del conocimiento. El primero es el paso que dan los seres humanos comunes y corrientes al
convertirse en aprendices. Al momento en que los aprendices cambian sus ideas acerca de s mismos y
acerca del mundo, dan el segundo paso y se convierten en guerreros, es decir, en seres capaces de la
mxima disciplina y control sobre s mismos. El tercer paso que dan los guerreros, despus de adquirir
refrenamiento y la habilidad de escoger el momento oportuno, es convertirse en hombres de conocimiento.
Cuando los hombres de conocimiento aprenden a ver, han dado el cuarto paso y se han convertido en
videntes.
- Cmo mide usted la derrota?
Cualquiera que se une al pinche tirano queda derrotado. El enojarse y actuar sin control o
disciplina, el no tener refrenamiento es estar derrotado.
- Qu pasa cuando los guerreros son derrotados?
O bien se reagrupan y vuelven a la pelea con ms tino, o dejan el camino del guerrero y se alinean de por
vida a las filas de los pinches tiranos. (Castaneda, 1994).
estudiante decide liberarse del yugo, el docente utiliza todo su poder e influencias
para aniquilar al otro convirtindose en un pequeo tiranito. Los estudiantes
terminan siendo seducidos por este tipo de ejemplos, creyendo que el
conocimiento sobre el cuerpo solo es til en la medida en que pueda fagocitar los
cuerpos de los otros.
La predictibilidad, la inercia y la confianza por lo conocido, llmese ciencia
terica o prctica profesional, son rasgos caractersticos del apego a las rutinas en
la docencia y la vida profesional. Si bien el conocimiento implica la cimentacin de
fundamentos tericos o la repeticin prctica en la experiencia, la rutina asociada
con el abandono del pensar la actividad, su intencionalidad, mtodos y resultados,
va generando el abandono por el conocimiento que una vez anquilosado solo ve
brotar su negacin. Pero ms profundamente las rutinas implican no solo la apata
y la desidia sino que nos alerta acerca de la carencia u olvido de las finalidades y
un privilegio desmesurado por los medios.
Quiere decir que las variaciones en la didctica e incluso la supuesta
renovacin de modelos pedaggicos en la prctica curricular no implican,
necesariamente, transformacin alguna en la orientacin metodolgica o en la va
epistemolgica cuando aparece la necesidad de orientar el rumbo, si no media
una reflexin radical, en el sentido de ir a la raz de los problemas, acerca del
origen y sentido de una prctica docente y profesional sujeta a fines
trascendentales a la prctica misma; es decir, susceptibles de cambiar el horizonte
del conocimiento de las Ciencias del Deporte y la Educacin Fsica, en perspectiva
de la transformacin general de la conciencia frente a los objetivos humanos.
Nota final: Las reflexiones anteriores son producto del anlisis y la sntesis de la
experiencia profesional y docente de los ltimos aos, extractadas de las vivencias
universitarias y con intencin crtica y propositiva.
Bibliografa
(s.f.).
Cagigal, J. M. (1978). Deporte, Pedagoga y Humanismo. En Obras Selectas
(pgs. 253-257). Madrid: Ed. Comite Olimpico Espaol.
Castaneda, C. (1994). " El Fuego Interior". En C. Castaneda, El Espiritu de Don
Juan; una introduccin a la obra De Carlos Castaneda (pg. 193). Mxico:
Grijalbo.
Gil O, N. A. (1988). Dominacin y Servidumbre en Hegel. Bogot: Ed. Facultad de
Derecho, Ciencias Polticas y Sociales. Universidad Nacional de Colombia.
Husserl, E. (1973). La Filosofa como Autoreflexin de la Humanidad. En La
Filosofa como Ciencia Estricta. 3 Edicin. (pgs. 129 - 131). Buenos Aires:
Editorial Nova.
Martnez M, J. (2009). El Movimiento Humano. Ciencia, Competencia Y
Estndares. Armenia/Colombia: Kinesis.
Soacha, C. U.-M. (2002). Documento Registro Calificado del Programa de
Ciencias del Deporte y la Educacin Fsica. Soacha/Cundinamarca.