Sasha, El Hermano de Lenin

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Alexandr Ilich Ulinov,

El hermano de Lenin

Alexandr Ilich Ulinov,


El hermano de Lenin

entrevistarse con su hija. Un estudiante


que ocupaba un lugar a su lado, lea una
octavilla o anuncio y estrujndolo murmur:
"Asesinos!" Los rapaces que vendan los
peridicos metan a todos en las manos hojas
como aqulla y a ella tambin. Ech una
mirada:
"La sentencia dictada por la sesin
extraordinaria del Senado Directivo a los
condenados Guenerlov, Andryushkin,
Osipnov, Shevyrev y Ulinov, por medio de
la horca, se ha cumplido".
Cmo pudo entrar en la crcel, de
dnde sac fuerzas para decir a las vigilantes
que se apartaban con respeto a su paso: "No
se lo comuniquen a ella" ...? Y cmo exclam:
-Cudate, Ana! Cudate! Te rescataremos pronto. Te hace falta algo...?
-Qu es de Sasha?
-Reza por l -y se apresur a salir.
(...)

Alexandr Ilich Ulinov


(1866 - 1887)

94

entrevistarse con su hija. Un estudiante


que ocupaba un lugar a su lado, lea una
octavilla o anuncio y estrujndolo murmur:
"Asesinos!" Los rapaces que vendan los
peridicos metan a todos en las manos hojas
como aqulla y a ella tambin. Ech una
mirada:
"La sentencia dictada por la sesin
extraordinaria del Senado Directivo a los
condenados Guenerlov, Andryushkin,
Osipnov, Shevyrev y Ulinov, por medio de
la horca, se ha cumplido".
Cmo pudo entrar en la crcel, de
dnde sac fuerzas para decir a las vigilantes
que se apartaban con respeto a su paso: "No
se lo comuniquen a ella" ...? Y cmo exclam:
-Cudate, Ana! Cudate! Te rescataremos pronto. Te hace falta algo...?
-Qu es de Sasha?
-Reza por l -y se apresur a salir.
(...)
94

Alexandr Ilich Ulinov


(1866 - 1887)

No es bueno que todo el mundo lea las


pginas que van a seguir; slo algunos
podrn saborear este fruto amargo sin peligro

Lautramont

Ningn derecho reservado,


alentamos el robo incluso el intelectual.
Piratea, copia y difunde.
Impreso en algn lugar del mundo ancho y ajeno.
El mes IX del ao XX de la era Orwell.

se deca que no cumpliran la sentencia.


Alentada por esa esperanza, Mara
Alexndrovna fue a la entrevista con el hijo a
la Fortaleza de Pedro y Pablo. Pero conversar
era imposible... Un estrecho corredor entre
dos alambradas, por el cual iba y vena
un gendarme. Los parientes que haban
negado para entrevistarse gritaban cada
cual lo suyo nada se entenda... Ella hubiera
querido comunicarIe de esa esperanza que
en ella alentaba...
- Ten valor! -grit ella-. Ten valor!
-repiti y en sus ojos apareci una llama, y
sus mejillas se cubrieron de iebre-. Ten
valor!...
El hijo le sonri...
Peskovski gestionaba tambin para
que Ana fuera puesta en libertad. El da 6
de mayo, Mara Alexndrovna escribi otra
peticin al ministro de Justicia con el mismo
contenido.
El da 8 tom el mnibus para ir a
93

No es bueno que todo el mundo lea las


pginas que van a seguir; slo algunos
podrn saborear este fruto amargo sin peligro

Lautramont

Ningn derecho reservado,


alentamos el robo incluso el intelectual.
Piratea, copia y difunde.
Impreso en algn lugar del mundo ancho y ajeno.
El mes IX del ao XX de la era Orwell.

se deca que no cumpliran la sentencia.


Alentada por esa esperanza, Mara
Alexndrovna fue a la entrevista con el hijo a
la Fortaleza de Pedro y Pablo. Pero conversar
era imposible... Un estrecho corredor entre
dos alambradas, por el cual iba y vena
un gendarme. Los parientes que haban
negado para entrevistarse gritaban cada
cual lo suyo nada se entenda... Ella hubiera
querido comunicarIe de esa esperanza que
en ella alentaba...
- Ten valor! -grit ella-. Ten valor!
-repiti y en sus ojos apareci una llama, y
sus mejillas se cubrieron de iebre-. Ten
valor!...
El hijo le sonri...
Peskovski gestionaba tambin para
que Ana fuera puesta en libertad. El da 6
de mayo, Mara Alexndrovna escribi otra
peticin al ministro de Justicia con el mismo
contenido.
El da 8 tom el mnibus para ir a
93

peticin formal de indulto, que no expresaba


los sentimientos de un sbdito iel, y por lo
tanto no se aceptara. As fue. Aquello era una
carta de igual a igual, de un Alexandr a otro,
y el Comisario de Polica opt no mostrrsela
siquiera al, zar, Alejandro lll.
El profesor de derecho A. Grodovski
tambin interceda por el indulto, rogando le
permitieran bajo su tutela hacer de Ulinov
un cient ico serio y lejano de la poltica.
Tambin prob interceder en su
ayuda el clebre gegrafo Seminov-TianShanski. Ivn Ykovliev envi una carta al
profesor de Kazn, Ilminski, por medio de
Volodia. Ilminski era gran amigo y preceptor
de Ykovliev, que conoca perfectamente a los
Ulinov, y lleno de compasin recibi a Volodia,
ponindose a gestionar inmediatamente por
eI sentenciado. Pero sin obtener resultado
alguno.
La gente no quera pensar en lo peor; y
entre el pueblo, cada vez con ms obstinacin
92

peticin formal de indulto, que no expresaba


los sentimientos de un sbdito iel, y por lo
tanto no se aceptara. As fue. Aquello era una
carta de igual a igual, de un Alexandr a otro,
y el Comisario de Polica opt no mostrrsela
siquiera al, zar, Alejandro lll.
El profesor de derecho A. Grodovski
tambin interceda por el indulto, rogando le
permitieran bajo su tutela hacer de Ulinov
un cient ico serio y lejano de la poltica.
Tambin prob interceder en su
ayuda el clebre gegrafo Seminov-TianShanski. Ivn Ykovliev envi una carta al
profesor de Kazn, Ilminski, por medio de
Volodia. Ilminski era gran amigo y preceptor
de Ykovliev, que conoca perfectamente a los
Ulinov, y lleno de compasin recibi a Volodia,
ponindose a gestionar inmediatamente por
eI sentenciado. Pero sin obtener resultado
alguno.
La gente no quera pensar en lo peor; y
entre el pueblo, cada vez con ms obstinacin
92

LOS NIOS CRECEN1

Kalshnikov entr en la casa del


inspector de las escuelas de instruccin
pblica, su maestro querido, con un andar
que sin querer imitaba el de Ili Nikolievich2.
Joven y robusto, tema mostrar la turbacin
que le produca el que hubiesen puesto
en l su con ianza. Pero no en vano era
discpulo de Ulinov: la atencin, la bondad,
la discrecin, y sobre todo la idelidad a su
vocacin, de inan su vida y sus obras. Al
entrar, le asombr el silencio que reinaba en
la casa, pues saba que eran muchos los nios
en la familia. Mara Alexndrovna3, a la cual
apenas haba visto antes en alguna recepcin
1
Este y los siguientes captulos son parte del libro
de E. Vechtmova, La madre de Lenin.
2
Padre de Alexandr Ulinov.
3
Madre de Alexandr.

LOS NIOS CRECEN1

Kalshnikov entr en la casa del


inspector de las escuelas de instruccin
pblica, su maestro querido, con un andar
que sin querer imitaba el de Ili Nikolievich2.
Joven y robusto, tema mostrar la turbacin
que le produca el que hubiesen puesto
en l su con ianza. Pero no en vano era
discpulo de Ulinov: la atencin, la bondad,
la discrecin, y sobre todo la idelidad a su
vocacin, de inan su vida y sus obras. Al
entrar, le asombr el silencio que reinaba en
la casa, pues saba que eran muchos los nios
en la familia. Mara Alexndrovna3, a la cual
apenas haba visto antes en alguna recepcin
1
Este y los siguientes captulos son parte del libro
de E. Vechtmova, La madre de Lenin.
2
Padre de Alexandr Ulinov.
3
Madre de Alexandr.

o icial, sali a recibirle, Bella, esbelta, vestida


con un traje oscuro de cuello blanco, dejando
de paso un libro sobre la mesa lo salud
e inmediatamente llam a la puerta del
despacho de Ili Nikolievich.
El primer maestro de sus hijos...
Kalshnikov haba odo decir que la
esposa del inspector era una mujer culta, que
saba msica y que adems era una magn ica
educadora; comprenda lo que ella deba
sentir mirndole. "Qu plida -pens-, no
debe encontrarse bien... "
A su vez, Mara Alexndrovna, ya tranquilizndose, volvi a mirar el rostro turbado
y bondadoso del joven. "Es bueno -pens- y
comprensivo. Su severidad es buena. Los nios estarn bien con l. No ser licencioso con
ellos, pero tampoco los tendr oprimidos..."
Sin palabras, se haban comprendido
mutuamente.
Kalshnikov atraves el umbral
del despacho. Ili Nikolievich se levant

sult que l no escribi en su peticin lo que


esperaban, no poda ser de otra manera:
"...Comprend absolutamente que
el carcter y la naturaleza de mi actitud, mi
opinin al respecto no me dan ni derecho
ni base moral para dirigirme a su Majestad,
pidiendo el indulto. Pero tengo madre y
ltimamente su salud ha empeorado mucho;
al cumplirse la pena capital que me ha sido
dictada sera fulminada. Por mi madre y
hermanos menores, que no teniendo padre
ven en ella su nico apoyo, me decido
pidiendo a su Majestad la substitucin de la
pena capital por cualquier otro castigo.
Tal indulgencia hara que mi pobre
madre recobrara la vida, inapreciable para la
familia. A m, me librara del peso terrible de
ser culpable de su muerte y de la desgracia
de todos.
Alexandr Ulinov".

91

o icial, sali a recibirle, Bella, esbelta, vestida


con un traje oscuro de cuello blanco, dejando
de paso un libro sobre la mesa lo salud
e inmediatamente llam a la puerta del
despacho de Ili Nikolievich.
El primer maestro de sus hijos...
Kalshnikov haba odo decir que la
esposa del inspector era una mujer culta, que
saba msica y que adems era una magn ica
educadora; comprenda lo que ella deba
sentir mirndole. "Qu plida -pens-, no
debe encontrarse bien... "
A su vez, Mara Alexndrovna, ya tranquilizndose, volvi a mirar el rostro turbado
y bondadoso del joven. "Es bueno -pens- y
comprensivo. Su severidad es buena. Los nios estarn bien con l. No ser licencioso con
ellos, pero tampoco los tendr oprimidos..."
Sin palabras, se haban comprendido
mutuamente.
Kalshnikov atraves el umbral
del despacho. Ili Nikolievich se levant

sult que l no escribi en su peticin lo que


esperaban, no poda ser de otra manera:
"...Comprend absolutamente que
el carcter y la naturaleza de mi actitud, mi
opinin al respecto no me dan ni derecho
ni base moral para dirigirme a su Majestad,
pidiendo el indulto. Pero tengo madre y
ltimamente su salud ha empeorado mucho;
al cumplirse la pena capital que me ha sido
dictada sera fulminada. Por mi madre y
hermanos menores, que no teniendo padre
ven en ella su nico apoyo, me decido
pidiendo a su Majestad la substitucin de la
pena capital por cualquier otro castigo.
Tal indulgencia hara que mi pobre
madre recobrara la vida, inapreciable para la
familia. A m, me librara del peso terrible de
ser culpable de su muerte y de la desgracia
de todos.
Alexandr Ulinov".

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El saba que tal solicitud no era una

El saba que tal solicitud no era una

prometiendo el libro. Y lo consigui.


Hubo ms entrevistas. La madre le
traa libros nuevos de economa poltica,
de parte de los amigos. Sasha se interesaba
por todo, como si le quedara toda la vida. . .
A ella eso la alentaba y al mismo tiempo la
asustaba...
Peskovski, enloquecido por la
inquietud, convenci a Mara Alexndrovna
para que le permitiese in luir en Sasha ...
- Acaso no desea que se salve su hijo?
-E insista- : Cdame su entrevista.
Viendo jugada la vida de su hijo, Mara
Alexndrovna cedi.
Y l "in luy", crea, contento ...
- Once personas haban pedido el indulto; por lo tanto el zar tendr que aminorar
el castigo.
Ella tambin escribi a la emperatriz,
pero no tuvo respuesta.
Le pareca imposible a la madre que
Peskovski hubiera convencido a su hijo. Y re-

tendindole la mano para saludado y le


ofreci asiento en el silln de cuero negro.
-Lo nico que yo quisiera son
buenos conocimientos para el ingreso en
la preparatoria del colegio. Creo que sobra
hablar de todo lo dems, ya que la educacin
es nuestro trabajo comn... Los nios son
sensatos. No los tenemos sujetos. Venga
usted, Se los voy a presentar.
Sin embargo, le daba la impresin de
que no todo era as: Sasha, de grandes ojos
negros e inteligentes, de rasgos inos, como
la madre, y gruesos labios, como el padre,
era un nio muy razonable, reservado y
discreto; Ana, la mayor, le pareci una nia
guapa, nerviosa, imaginativa y pensadora, de
aspecto enfermizo.
En la casa la vida segua su rumbo.
Cada cual tena sus ocupaciones, y todos
pasaban juntos las horas de ocio en sus a iciones y juegos predilectos, en los cuales los
mayores tambin tomaban parte. En las ies-

90

prometiendo el libro. Y lo consigui.


Hubo ms entrevistas. La madre le
traa libros nuevos de economa poltica,
de parte de los amigos. Sasha se interesaba
por todo, como si le quedara toda la vida. . .
A ella eso la alentaba y al mismo tiempo la
asustaba...
Peskovski, enloquecido por la
inquietud, convenci a Mara Alexndrovna
para que le permitiese in luir en Sasha ...
- Acaso no desea que se salve su hijo?
-E insista- : Cdame su entrevista.
Viendo jugada la vida de su hijo, Mara
Alexndrovna cedi.
Y l "in luy", crea, contento ...
- Once personas haban pedido el indulto; por lo tanto el zar tendr que aminorar
el castigo.
Ella tambin escribi a la emperatriz,
pero no tuvo respuesta.
Le pareca imposible a la madre que
Peskovski hubiera convencido a su hijo. Y re-

tendindole la mano para saludado y le


ofreci asiento en el silln de cuero negro.
-Lo nico que yo quisiera son
buenos conocimientos para el ingreso en
la preparatoria del colegio. Creo que sobra
hablar de todo lo dems, ya que la educacin
es nuestro trabajo comn... Los nios son
sensatos. No los tenemos sujetos. Venga
usted, Se los voy a presentar.
Sin embargo, le daba la impresin de
que no todo era as: Sasha, de grandes ojos
negros e inteligentes, de rasgos inos, como
la madre, y gruesos labios, como el padre,
era un nio muy razonable, reservado y
discreto; Ana, la mayor, le pareci una nia
guapa, nerviosa, imaginativa y pensadora, de
aspecto enfermizo.
En la casa la vida segua su rumbo.
Cada cual tena sus ocupaciones, y todos
pasaban juntos las horas de ocio en sus a iciones y juegos predilectos, en los cuales los
mayores tambin tomaban parte. En las ies-

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tas, Kalshnikov visitaba a los Ulinov. Haba


observado que jams se daba importancia
al brillo arti icioso, al deseo de pasmar con
algo. Todos eran diferentes, cada uno a su
manera, incluso los pequeos, Volodia4 y Olga5, vivarachos, de ojos traviesos, que no paraban un solo instante, ruidosos, era la edad...
Pero hacan ruido en el jardn, obedeciendo a
una conducta a la que estaban acostumbrados en la casa, comprendiendo que no deban
molestar a los que trabajaban. Entrando en
el patio, Kalshnikov oa como gritaban los
chicos en el jardn, corriendo en su expansin, con sus fantsticos trajes de indios que
ellos mismos se confeccionaban, blandiendo
a la par sus arcos y lechas. "Los nios deben gritar..." -explicaba Mara Alexndrovna,
acercndose le cautelosamente. En el jardn
los nios gozaban a sus anchas. Tenan el juego del croquet y otro que se llamaba "pasos
gigantes" (para gimnasia). En los pocos das
4
5

Diminutivo de Vladimir Ilich Ulinov (Lenin).


Olga Ulinov, hermana.

deseas eso?
- Tienes toda la vida por delante, Sasha,
hijo mo... Todo puede ocurrir... pdelo...
- No, mam, hablemos de otra cosa,
tenemos tan poco tiempo. . . -y esboz una
forzada sonrisa con sus labios exanges-.
Escchame: hazme el favor de desempear
mi medalla de oro, que empe por cien
rubIos, y luego la vendes por su precio, que
son ciento treinta, y treinta devulveselos a
un tal Tulnov, compaero mo, que me los
prest. Lo hars mam?
- S, s -deca sin comprender casi-. Lo
har todo. Te hace falta algo ms?, dmelo...
- S! Heine. Cmo quisiera. . . -Sasha se
pas la mano por el cabello, echndoselo atrs,
aquel gesto era tan conocido y entraable
desde su infancia...
- Cmo no, cmo no -repiti ella- pero
en dnde...
Agobiado por lo doloroso de la entrevista, Knizev intervino en la conversacin

89

tas, Kalshnikov visitaba a los Ulinov. Haba


observado que jams se daba importancia
al brillo arti icioso, al deseo de pasmar con
algo. Todos eran diferentes, cada uno a su
manera, incluso los pequeos, Volodia4 y Olga5, vivarachos, de ojos traviesos, que no paraban un solo instante, ruidosos, era la edad...
Pero hacan ruido en el jardn, obedeciendo a
una conducta a la que estaban acostumbrados en la casa, comprendiendo que no deban
molestar a los que trabajaban. Entrando en
el patio, Kalshnikov oa como gritaban los
chicos en el jardn, corriendo en su expansin, con sus fantsticos trajes de indios que
ellos mismos se confeccionaban, blandiendo
a la par sus arcos y lechas. "Los nios deben gritar..." -explicaba Mara Alexndrovna,
acercndose le cautelosamente. En el jardn
los nios gozaban a sus anchas. Tenan el juego del croquet y otro que se llamaba "pasos
gigantes" (para gimnasia). En los pocos das

deseas eso?
- Tienes toda la vida por delante, Sasha,
hijo mo... Todo puede ocurrir... pdelo...
- No, mam, hablemos de otra cosa,
tenemos tan poco tiempo. . . -y esboz una
forzada sonrisa con sus labios exanges-.
Escchame: hazme el favor de desempear
mi medalla de oro, que empe por cien
rubIos, y luego la vendes por su precio, que
son ciento treinta, y treinta devulveselos a
un tal Tulnov, compaero mo, que me los
prest. Lo hars mam?
- S, s -deca sin comprender casi-. Lo
har todo. Te hace falta algo ms?, dmelo...
- S! Heine. Cmo quisiera. . . -Sasha se
pas la mano por el cabello, echndoselo atrs,
aquel gesto era tan conocido y entraable
desde su infancia...
- Cmo no, cmo no -repiti ella- pero
en dnde...
Agobiado por lo doloroso de la entrevista, Knizev intervino en la conversacin

4
5

Diminutivo de Vladimir Ilich Ulinov (Lenin).


Olga Ulinov, hermana.

89

Le permitieron entrar en el edi icio de


la prisin preventiva. Ya saba la sentencia.
Cmo haba cambiado el rostro de su
hijo en una noche, pareca que la sangre toda
hubiera huido de l. . . tena hundidos los ojos.
Estaba all, pero ya no estaba con ella.
El joven substituto de iscal Knizev
le abri las puertas de la cmara y con
delicadeza se qued en el corredor.
- Sasha, debes pedir el indulto, piensa
en nosotros. . .
-Despus de todo lo que he
reconocido en el proceso? Eso no puedo
hacerlo. Comprndeme, sera falso, -con
cario estrech entre sus manos la cara de su
madre cubierta de lgrimas.
-Tiene razn, tiene razn -dijo sin
contenerse ms Knizev.
Oyes, mam, lo que dicen?... La nica
substitucin sera Shlisselburgo con cadena
perpetua. Solamente libros religiosos;
acabara volvindome idiota. Acaso me

que Ili Nikolievich se quedaba en casa, le


sorprenda Kalshnikov en el campo del croquet y observaba con qu afn discuta l,
hombre tan serio, por una jugada mal hecha
y la atencin que pona en el juego.
Kalshnikov conoca mejor que
nadie las regiones de inspeccin de Ili
Nikolievich. A veces, ni para las iestas
llegaba al hogar. Pero l nunca not enojo en
la voz o en el rostro de Mara Alexndrovna.
"Cmo veneran el trabajo..." -pensaba.
Los nios estudiaban bien. Se notaba
que lean mucho. Sasha y Ana se a icionaron
a Walter Scott, "Ivanhoe". El padre estaba
subscrito a todas las revistas infantiles. A
Kalshnikov, que conoca bien el rgimen
de los colegios, le preocupaba el cmo
estos nios educados sin sujecin, libres, se
resignaran al adiestramiento, a la brutalidad
e incluso a la injusticia, cosa frecuente en las
escuelas. Nunca vio llorar a los nios. Pero
un da encontr a Sasha llorando. Aquel da

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Le permitieron entrar en el edi icio de


la prisin preventiva. Ya saba la sentencia.
Cmo haba cambiado el rostro de su
hijo en una noche, pareca que la sangre toda
hubiera huido de l. . . tena hundidos los ojos.
Estaba all, pero ya no estaba con ella.
El joven substituto de iscal Knizev
le abri las puertas de la cmara y con
delicadeza se qued en el corredor.
- Sasha, debes pedir el indulto, piensa
en nosotros. . .
-Despus de todo lo que he
reconocido en el proceso? Eso no puedo
hacerlo. Comprndeme, sera falso, -con
cario estrech entre sus manos la cara de su
madre cubierta de lgrimas.
-Tiene razn, tiene razn -dijo sin
contenerse ms Knizev.
Oyes, mam, lo que dicen?... La nica
substitucin sera Shlisselburgo con cadena
perpetua. Solamente libros religiosos;
acabara volvindome idiota. Acaso me

que Ili Nikolievich se quedaba en casa, le


sorprenda Kalshnikov en el campo del croquet y observaba con qu afn discuta l,
hombre tan serio, por una jugada mal hecha
y la atencin que pona en el juego.
Kalshnikov conoca mejor que
nadie las regiones de inspeccin de Ili
Nikolievich. A veces, ni para las iestas
llegaba al hogar. Pero l nunca not enojo en
la voz o en el rostro de Mara Alexndrovna.
"Cmo veneran el trabajo..." -pensaba.
Los nios estudiaban bien. Se notaba
que lean mucho. Sasha y Ana se a icionaron
a Walter Scott, "Ivanhoe". El padre estaba
subscrito a todas las revistas infantiles. A
Kalshnikov, que conoca bien el rgimen
de los colegios, le preocupaba el cmo
estos nios educados sin sujecin, libres, se
resignaran al adiestramiento, a la brutalidad
e incluso a la injusticia, cosa frecuente en las
escuelas. Nunca vio llorar a los nios. Pero
un da encontr a Sasha llorando. Aquel da

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todo era inslito en la casa. Inslita la manera


de hablar de la niera Brbara con Nastia, la
cocinera. En el comedor haba una, prenda
blanca, tirada con precipitacin sobre una
silla. Sasha lloraba junto a la puerta cerrada
de la habitacin de su madre.
Haca poco que Sasha con el profesor
haban preparado, para el cumpleaos de Mara
Alexndrovna, los versos de "Ivn Susanin"
de Ryliev6, copiados caligr icamente y que
tanto le gustaban. Pero todo se olvid, pues se'
enferm Mara Alexndrovna. Su estado era
grave. El mdico, Ivn Pokrovski, amigo de la
casa, un hombre alto, grueso, de ojos saltones
siempre alegres, un bromista empedernido y
magn ico terapeuta, aquel da tena pintada
la preocupacin en el rostro. Tambin estaba
el mdico Lev Persininov, que generalmente
no practicaba y no sala de su inca donde
haba organizado una escuela para los nios
6
Kondrati Fidorovich Ryliev: poeta ruso,
decembrista.

En su mirada pareci brotar la


compasin.
- Cmo no, cmo no. . . -musit confuso,
acercando un silln a la visitante.
Le cost mucho empezar la
conversacin.
- Hoy han juzgado a mi hijo por haber
atentado contra el soberano.
El senador baj la mirada.
- Un joven tan simptico -dijo a ligidoy iel a sus ideales . . .
- Por amor de Dios, aydeme; me han
dicho que est a su alcance; deseo verme con
mi desdichado hijo. . . -y se llev el pauelo a
los ojos, hinchados de tanto llorar.
"Todava no lo sabe" -tent Tagntsev.
Intent disuadirla, pero al instante
comprendi que nada conseguira. Entonces,
escribi una carta para el iscal de la cmara
del juzgado, Eduard Fuks, del cual dependa
el permiso...

10

87

todo era inslito en la casa. Inslita la manera


de hablar de la niera Brbara con Nastia, la
cocinera. En el comedor haba una, prenda
blanca, tirada con precipitacin sobre una
silla. Sasha lloraba junto a la puerta cerrada
de la habitacin de su madre.
Haca poco que Sasha con el profesor
haban preparado, para el cumpleaos de Mara
Alexndrovna, los versos de "Ivn Susanin"
de Ryliev6, copiados caligr icamente y que
tanto le gustaban. Pero todo se olvid, pues se'
enferm Mara Alexndrovna. Su estado era
grave. El mdico, Ivn Pokrovski, amigo de la
casa, un hombre alto, grueso, de ojos saltones
siempre alegres, un bromista empedernido y
magn ico terapeuta, aquel da tena pintada
la preocupacin en el rostro. Tambin estaba
el mdico Lev Persininov, que generalmente
no practicaba y no sala de su inca donde
haba organizado una escuela para los nios

En su mirada pareci brotar la


compasin.
- Cmo no, cmo no. . . -musit confuso,
acercando un silln a la visitante.
Le cost mucho empezar la
conversacin.
- Hoy han juzgado a mi hijo por haber
atentado contra el soberano.
El senador baj la mirada.
- Un joven tan simptico -dijo a ligidoy iel a sus ideales . . .
- Por amor de Dios, aydeme; me han
dicho que est a su alcance; deseo verme con
mi desdichado hijo. . . -y se llev el pauelo a
los ojos, hinchados de tanto llorar.
"Todava no lo sabe" -tent Tagntsev.
Intent disuadirla, pero al instante
comprendi que nada conseguira. Entonces,
escribi una carta para el iscal de la cmara
del juzgado, Eduard Fuks, del cual dependa
el permiso...

6
Kondrati Fidorovich Ryliev: poeta ruso,
decembrista.

10

87

No haba odo la sentencia.


- La intervencin de Sasha la comparan
con la de Zhelibov -le dijo Mark.
Acaso ahora eso tena importancia?
Se enter de las seas de Tagntsev y se
encamin a la calle de Krochnaia N 3. El
lacayo Ie dijo que Tagntsev acababa de llegar
de la sesin del juicio.
- Avsele.
Su esbelta igura llena de dignidad, su
porte, su oscuro atuendo, el sombrero negro
cubriendo sus blancos cabellos, a irmaban
que era una seora de "su crculo".
El criado volvi enseguida.
- Pase usted.
Ella entr en el despacho. Tagntsev
levantndose de la mesa sali a su encuentro,
sin reconocerla, pero poniendo cara amable
por si acaso. Estaba cansado, se notaba.
- Nikoli Stepnovich, no me reconoce
usted? Soy Ulinova, en Penza usted sola
visitarnos...

de los campesinos.
Durante varios das todos en
la casa estaban abatidos, pero Mara
Alexndrovna venci la enfermedad.
Cuando sali por primera vez al comedor,
an dbil, esmerndose en proceder como
de costumbre, Kalshnikov experiment
una sacudida al verla y, aun sabiendo que
cometa una indiscrecin, no poda apartar la
mirada de sus cabellos que Se haban vuelto
completamente blancos. Mara Alexndrovna
hizo un gesto de desagrado y, llevndose las
manos hacia la nuca, donde caa su pesado
moo, se alis el cabello. Las manos le
temblaba...
-Mentira! Los chanclos tambin
pueden volar... -deca Volodia preso de risa,
mientras se desprenda con destreza de uno
de sus chanclos que fue a parar a la sala.
-El mo ms lejos! -dijo Olia,
contagindose de aquel juego imprevisto,
arrojando de la misma manera el suyo.

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11

No haba odo la sentencia.


- La intervencin de Sasha la comparan
con la de Zhelibov -le dijo Mark.
Acaso ahora eso tena importancia?
Se enter de las seas de Tagntsev y se
encamin a la calle de Krochnaia N 3. El
lacayo Ie dijo que Tagntsev acababa de llegar
de la sesin del juicio.
- Avsele.
Su esbelta igura llena de dignidad, su
porte, su oscuro atuendo, el sombrero negro
cubriendo sus blancos cabellos, a irmaban
que era una seora de "su crculo".
El criado volvi enseguida.
- Pase usted.
Ella entr en el despacho. Tagntsev
levantndose de la mesa sali a su encuentro,
sin reconocerla, pero poniendo cara amable
por si acaso. Estaba cansado, se notaba.
- Nikoli Stepnovich, no me reconoce
usted? Soy Ulinova, en Penza usted sola
visitarnos...

de los campesinos.
Durante varios das todos en
la casa estaban abatidos, pero Mara
Alexndrovna venci la enfermedad.
Cuando sali por primera vez al comedor,
an dbil, esmerndose en proceder como
de costumbre, Kalshnikov experiment
una sacudida al verla y, aun sabiendo que
cometa una indiscrecin, no poda apartar la
mirada de sus cabellos que Se haban vuelto
completamente blancos. Mara Alexndrovna
hizo un gesto de desagrado y, llevndose las
manos hacia la nuca, donde caa su pesado
moo, se alis el cabello. Las manos le
temblaba...
-Mentira! Los chanclos tambin
pueden volar... -deca Volodia preso de risa,
mientras se desprenda con destreza de uno
de sus chanclos que fue a parar a la sala.
-El mo ms lejos! -dijo Olia,
contagindose de aquel juego imprevisto,
arrojando de la misma manera el suyo.

86

11

- Mam y pap los reprendern cuando


vengan -dijo Sasha bajando de su cuarto e
intentando tranquilizar a los pequeos-.
Brbara acaba de fregar el suelo. Pero ya era
imposible contenerlos... Al comedor volaron
los chanclos, las botas, las vlenki (botas
rusas), rozando en su vertiginosa trayectoria
el divn recin tapizado, manchando el suelo
encerado. Los nios no se dieron cuenta
cuando entr la madre.
Mara Alexndrovna levant las cejas.
Como si nada, se quit los guantes, colg el
abrigo en la percha y, sin levantar la voz, slo
con lstima de que sus hijos fuesen tan poco
razonables, dijo:
- De qu tonteras se ocupan... Recojan
todo de prisa -les dijo con desagrado en el
rostro. Se disip el entusiasmo de la travesura.
Estaban avergonzados...
Era por la tarde y todos estaban
ocupados en sus tareas. Haban hecho los

ruido. Sasha contina su intervencin. El


presidente o lo interrumpe o le pregunta...
El iscal Nekldov: su lcido rostro no
conservaba las facciones de aquel discpulo...
Qu diferencia haba entre Karakzov, que
dispar contra el zar, y Nekldov, que exige la
muerte del hijo de su maestro!)
... en todas partes donde la vida es
consciente, esas reivindicaciones inspiran
simpatas . . .
(Hay mucho ruido, se oye mal.)
... y slo de manera terrorista puede
uno defender el derecho a sus conceptos y a
la participacin intelectual en la vida social . . .
(No poda ms, debera irse para que
no se dieran cuenta de su laqueza. Sera peor
para l? Y si perdiese el conocimiento en su
presencia?... Conseguira entrevistarse con l,
se dirigira a Tagntsev... El haba presenciado
el juicio y no era como Nekldov.)
Se levant y abrindose paso, con di icultad a travs de la multitud sali a la calle.

12

85

- Mam y pap los reprendern cuando


vengan -dijo Sasha bajando de su cuarto e
intentando tranquilizar a los pequeos-.
Brbara acaba de fregar el suelo. Pero ya era
imposible contenerlos... Al comedor volaron
los chanclos, las botas, las vlenki (botas
rusas), rozando en su vertiginosa trayectoria
el divn recin tapizado, manchando el suelo
encerado. Los nios no se dieron cuenta
cuando entr la madre.
Mara Alexndrovna levant las cejas.
Como si nada, se quit los guantes, colg el
abrigo en la percha y, sin levantar la voz, slo
con lstima de que sus hijos fuesen tan poco
razonables, dijo:
- De qu tonteras se ocupan... Recojan
todo de prisa -les dijo con desagrado en el
rostro. Se disip el entusiasmo de la travesura.
Estaban avergonzados...
Era por la tarde y todos estaban
ocupados en sus tareas. Haban hecho los

ruido. Sasha contina su intervencin. El


presidente o lo interrumpe o le pregunta...
El iscal Nekldov: su lcido rostro no
conservaba las facciones de aquel discpulo...
Qu diferencia haba entre Karakzov, que
dispar contra el zar, y Nekldov, que exige la
muerte del hijo de su maestro!)
... en todas partes donde la vida es
consciente, esas reivindicaciones inspiran
simpatas . . .
(Hay mucho ruido, se oye mal.)
... y slo de manera terrorista puede
uno defender el derecho a sus conceptos y a
la participacin intelectual en la vida social . . .
(No poda ms, debera irse para que
no se dieran cuenta de su laqueza. Sera peor
para l? Y si perdiese el conocimiento en su
presencia?... Conseguira entrevistarse con l,
se dirigira a Tagntsev... El haba presenciado
el juicio y no era como Nekldov.)
Se levant y abrindose paso, con di icultad a travs de la multitud sali a la calle.

12

85

llevndome a la conviccin que me gui a


obrar de esa manera... Slo existe un camino
de verdadero desarrollo: la palabra y la
prensa, la pblica propaganda cient ica, pues
el cambio del rgimen social es el resultado
del cambio de conciencia en la sociedad.
(Qu silencio reinaba en la sala, nadie
cuchicheaba ni se mova.)
Esa tesis est formulada claramente
en el programa de la fraccin terrorista de la
"Voluntad del Pueblo".
(Cunto tiempo lleva hablando, y
qu convincente, tranquilo... Nunca hubiera
credo que pudiese hablar as.)
... La actitud del gobierno hacia nuestra
vida mental no solamente hace imposible la
propaganda socialista, ms an, ni siquiera
la cultural; incluso la investigacin cient ica
en su diversidad, est di icultada en grado
sumo...
(El presidente Deier interrumpe a
Sasha... Qu le contest? No se oye. Hacen

deberes y pronto sera la hora de cenar.


Esperaban la llegada del padre. Sasha, en el
suelo del recibidor, expuso su coleccin de
carteles, de la cual estaba orgulloso. Tras la
puerta, le observaba Volodia. De repente,
irrumpi veloz, corriendo sobre la abigarrada
alfombra de papel, diseminando su orden...
Haba en ello algo de protesta e indocilidad
que l mismo no hubiera sabido explicar.
Sasha, indignado, mir con reproche
al hermano, en el rostro del cual se re lejaba
la tenacidad y la atencin, y sin decir nada,
se puso a recoger sus tesoros. .. Ya no quera
mostrrselos al padre, se le quitaron las ganas.
Alisaba las arrugadas hojas, rotas algunas.
Nada dijo. Pero Volodia se senta culpable y
sin decir palabra observaba cada movimiento
de Sasha. Lo quera tanto, estaba orgulloso
del hermano, lo imitaba y de repente... Por
qu eso? Ninguno de los dos hubiera podido
explicado. Despus, Sasha perdi el inters
por su adorada coleccin.

84

13

llevndome a la conviccin que me gui a


obrar de esa manera... Slo existe un camino
de verdadero desarrollo: la palabra y la
prensa, la pblica propaganda cient ica, pues
el cambio del rgimen social es el resultado
del cambio de conciencia en la sociedad.
(Qu silencio reinaba en la sala, nadie
cuchicheaba ni se mova.)
Esa tesis est formulada claramente
en el programa de la fraccin terrorista de la
"Voluntad del Pueblo".
(Cunto tiempo lleva hablando, y
qu convincente, tranquilo... Nunca hubiera
credo que pudiese hablar as.)
... La actitud del gobierno hacia nuestra
vida mental no solamente hace imposible la
propaganda socialista, ms an, ni siquiera
la cultural; incluso la investigacin cient ica
en su diversidad, est di icultada en grado
sumo...
(El presidente Deier interrumpe a
Sasha... Qu le contest? No se oye. Hacen

deberes y pronto sera la hora de cenar.


Esperaban la llegada del padre. Sasha, en el
suelo del recibidor, expuso su coleccin de
carteles, de la cual estaba orgulloso. Tras la
puerta, le observaba Volodia. De repente,
irrumpi veloz, corriendo sobre la abigarrada
alfombra de papel, diseminando su orden...
Haba en ello algo de protesta e indocilidad
que l mismo no hubiera sabido explicar.
Sasha, indignado, mir con reproche
al hermano, en el rostro del cual se re lejaba
la tenacidad y la atencin, y sin decir nada,
se puso a recoger sus tesoros. .. Ya no quera
mostrrselos al padre, se le quitaron las ganas.
Alisaba las arrugadas hojas, rotas algunas.
Nada dijo. Pero Volodia se senta culpable y
sin decir palabra observaba cada movimiento
de Sasha. Lo quera tanto, estaba orgulloso
del hermano, lo imitaba y de repente... Por
qu eso? Ninguno de los dos hubiera podido
explicado. Despus, Sasha perdi el inters
por su adorada coleccin.

84

13

Volodia, ms que jugar, lo que haca


era romper sus juguetes, para ver lo que
tenan dentro. A l le gustaba hacerIos:
resultaban rudos y toscos, pero los padres
nunca se los botaban. Se haba hecho unos
zancos y andaba con ellos por el patio. A la
vez, aprenda a manejar el hacha, la sierra,
hizo unos dados y unos barquitos para los
ms pequeos. En general, todos los juguetes
le cansaban pronto. Tena preferencia por los
soldaditos. Los recortaba de papel de barba
pintndolos luego. Cada regimiento tena
su color. A los soldaditos jugaban todos los
nios, mayores y pequeos. A los de Sasha
los capitaneaba Garibaldi, a los de Volodia,
Abraham Lincoln, Grant y Sherman. A los
de Ana y Olia, los tiradores espaoles, que
luchaban contra Bonaparte. Los nios eran
muy diferentes. Mara Alexndrovna no los
meda por el mismo rasero, dndoles de su
parte lo principal: el amor al trabajo y al
estudio. No soportaba que alguno de ellos

comprender ni escuchar poda... el corazn le


palpitaba tanto, aturdindola con el latir de
la sangre, nublndole los ojos. Slo consigui
concentrar su atencin por completo al or:
"Acusado Ulinov!", y luego la voz clara de
Sasha, un poco sorda:
- Respecto a mi defensa, me encuentro
en la misma situacin que Guenerlov y
Andryushkin. La comprobacin de los
hechos es justa y no ha sido negada por m.
Por lo tanto, los derechos de la defensa se
reducen exclusivamente a . . . mi derecho
de explicar sobre el proceso mental que me
condujo a cometer este delito . . .
(Eso era lo que l tena en cuenta
entonces, cuando se neg al abogado -pens
ella-. Lo contar, lo explicar todo y puede
ser que... )
... Puedo atribuir a mi temprana
juventud aquel confuso descontento con el
rgimen en general, que iba penetrando cada
vez con ms profundidad en mi conciencia,

14

83

Volodia, ms que jugar, lo que haca


era romper sus juguetes, para ver lo que
tenan dentro. A l le gustaba hacerIos:
resultaban rudos y toscos, pero los padres
nunca se los botaban. Se haba hecho unos
zancos y andaba con ellos por el patio. A la
vez, aprenda a manejar el hacha, la sierra,
hizo unos dados y unos barquitos para los
ms pequeos. En general, todos los juguetes
le cansaban pronto. Tena preferencia por los
soldaditos. Los recortaba de papel de barba
pintndolos luego. Cada regimiento tena
su color. A los soldaditos jugaban todos los
nios, mayores y pequeos. A los de Sasha
los capitaneaba Garibaldi, a los de Volodia,
Abraham Lincoln, Grant y Sherman. A los
de Ana y Olia, los tiradores espaoles, que
luchaban contra Bonaparte. Los nios eran
muy diferentes. Mara Alexndrovna no los
meda por el mismo rasero, dndoles de su
parte lo principal: el amor al trabajo y al
estudio. No soportaba que alguno de ellos

comprender ni escuchar poda... el corazn le


palpitaba tanto, aturdindola con el latir de
la sangre, nublndole los ojos. Slo consigui
concentrar su atencin por completo al or:
"Acusado Ulinov!", y luego la voz clara de
Sasha, un poco sorda:
- Respecto a mi defensa, me encuentro
en la misma situacin que Guenerlov y
Andryushkin. La comprobacin de los
hechos es justa y no ha sido negada por m.
Por lo tanto, los derechos de la defensa se
reducen exclusivamente a . . . mi derecho
de explicar sobre el proceso mental que me
condujo a cometer este delito . . .
(Eso era lo que l tena en cuenta
entonces, cuando se neg al abogado -pens
ella-. Lo contar, lo explicar todo y puede
ser que... )
... Puedo atribuir a mi temprana
juventud aquel confuso descontento con el
rgimen en general, que iba penetrando cada
vez con ms profundidad en mi conciencia,

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83

Pareca convincente,
convenci a nadie.

pero

no

En la inestable atmsfera primaveral


de Petersburgo se senta el pujante frescor
de la brisa martima, pero en el ambiente
impregnado de humo de las audiencias Mara
Alexndrovna se ahogaba. All se enter que
los parientes podan asistir a una de las
sesiones del juzgado.
Al entrar en la sala repleta, vio de
golpe a todos los acusados y enseguida a
Sasha. El tambin la vio, y alzndose de su
sitio se inclin saludndola. No pudo abrirse
paso a las primeras ilas y tom asiento
ms atrs, pero sin que perdiera de vista, ni
un solo instante, al hijo. En un principio, ni

holgazaneara. Ella era el verdadero director


de aquella orquesta, de ello estaba convencido
Kalshnikov.
Viera Vaslievna Kashkadmova haba
sido destinada como profesora en el colegio
de nias de primera enseanza. Se esmeraba
para tener un aspecto respetable. Pero se
sonrojaba por nada y, entonces, sus ojos
redondos an brillaban ms. Con frecuencia,
tiraba del cordn negro donde penda un
relojito escondido en el ancho cinturn de
hebilla.
Tena que ir donde Ili Nikolievich
para consultar con l sobre planes del ao
escolar. Se encontr con Mara Alexndrovna
en el patio y le pareci una mujer de edad,
aunque hermosa, con esa belleza que haba
visto en los lienzos de los grandes pintores. De
ella, las ociosas comadres le haban hablado,
repulgando los labios:
- Es muy ahorrativa.
Y de toda la familia decan:

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15

EL JUICIO

Pareca convincente,
convenci a nadie.

pero

no

En la inestable atmsfera primaveral


de Petersburgo se senta el pujante frescor
de la brisa martima, pero en el ambiente
impregnado de humo de las audiencias Mara
Alexndrovna se ahogaba. All se enter que
los parientes podan asistir a una de las
sesiones del juzgado.
Al entrar en la sala repleta, vio de
golpe a todos los acusados y enseguida a
Sasha. El tambin la vio, y alzndose de su
sitio se inclin saludndola. No pudo abrirse
paso a las primeras ilas y tom asiento
ms atrs, pero sin que perdiera de vista, ni
un solo instante, al hijo. En un principio, ni

holgazaneara. Ella era el verdadero director


de aquella orquesta, de ello estaba convencido
Kalshnikov.
Viera Vaslievna Kashkadmova haba
sido destinada como profesora en el colegio
de nias de primera enseanza. Se esmeraba
para tener un aspecto respetable. Pero se
sonrojaba por nada y, entonces, sus ojos
redondos an brillaban ms. Con frecuencia,
tiraba del cordn negro donde penda un
relojito escondido en el ancho cinturn de
hebilla.
Tena que ir donde Ili Nikolievich
para consultar con l sobre planes del ao
escolar. Se encontr con Mara Alexndrovna
en el patio y le pareci una mujer de edad,
aunque hermosa, con esa belleza que haba
visto en los lienzos de los grandes pintores. De
ella, las ociosas comadres le haban hablado,
repulgando los labios:
- Es muy ahorrativa.
Y de toda la familia decan:

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15

EL JUICIO

-Han sacado la moda de excusarse


ante los hijos por cualquier cosa, como si
fueran mayores...
Viera Vaslievna, que senta un
profundo afecto por Ili Nikolievich, no
vea nada censurable en lo que ataa a l y
a la familia Ulinov. Viendo a aquella mujer
de pelo completamente blanco, comprendi
que Mara Alexndrovna era joven. Y cunta
benevolencia descubri en sus ojos!
Como mujer, Kashkadmova observaba todas las insigni icancias cotidianas en la
casa de su maestro; Mara Alexndrovna diariamente daba clases a sus hijos, se ocupaba
de las faenas caseras, trabajaba en el jardn
(entonces los nios acudan en su ayuda).
Se dio cuenta de que la habitacin de la niera estaba aislada, mientras que la de ella
era una habitacin de paso. "Para estar de
guardia, siempre alerta, lista para saltar de la
cama, abrir la puerta o ir en ayuda cuando la
llamaran" -pensaba Viera. S, en el recibidor,

mentir. T misma me has educado as, mam.


Yo he querido matar a un hombre y por eso
pueden matarme a m.
Matarle? Eso no poda concebirlo an.
No insista, no le persuada. Para l hubiera
sido horrible. No quera atormentado ante
esa alternativa. Conversaron de los pequeos,
de Volodia, que acabara sus estudios con
medalla de oro.
Peskovski estaba enojadsimo. Comprenda que era noble y abnegado eso, pero
... Como periodista conoca perfectamente el
proceso de Zhelibov y Pervskaia. Pero no
era Zhelibov, era Sasha, el muchachito con
uniforme de estudiante, como se lo iguraba
l. Los dos haban perdido el juicio, ella y l...
Haba que demostrarlo, aunque no fuera as.
Y Peskovski escribi de su parte al
Comisariado de Polica: " ...es indudable que
Ulinov no est: en su sano juicio, tan brusca
resulta la incongruencia entre aquel Ulinov
y ste, despus del 1 de marzo ... "

16

81

-Han sacado la moda de excusarse


ante los hijos por cualquier cosa, como si
fueran mayores...
Viera Vaslievna, que senta un
profundo afecto por Ili Nikolievich, no
vea nada censurable en lo que ataa a l y
a la familia Ulinov. Viendo a aquella mujer
de pelo completamente blanco, comprendi
que Mara Alexndrovna era joven. Y cunta
benevolencia descubri en sus ojos!
Como mujer, Kashkadmova observaba todas las insigni icancias cotidianas en la
casa de su maestro; Mara Alexndrovna diariamente daba clases a sus hijos, se ocupaba
de las faenas caseras, trabajaba en el jardn
(entonces los nios acudan en su ayuda).
Se dio cuenta de que la habitacin de la niera estaba aislada, mientras que la de ella
era una habitacin de paso. "Para estar de
guardia, siempre alerta, lista para saltar de la
cama, abrir la puerta o ir en ayuda cuando la
llamaran" -pensaba Viera. S, en el recibidor,

mentir. T misma me has educado as, mam.


Yo he querido matar a un hombre y por eso
pueden matarme a m.
Matarle? Eso no poda concebirlo an.
No insista, no le persuada. Para l hubiera
sido horrible. No quera atormentado ante
esa alternativa. Conversaron de los pequeos,
de Volodia, que acabara sus estudios con
medalla de oro.
Peskovski estaba enojadsimo. Comprenda que era noble y abnegado eso, pero
... Como periodista conoca perfectamente el
proceso de Zhelibov y Pervskaia. Pero no
era Zhelibov, era Sasha, el muchachito con
uniforme de estudiante, como se lo iguraba
l. Los dos haban perdido el juicio, ella y l...
Haba que demostrarlo, aunque no fuera as.
Y Peskovski escribi de su parte al
Comisariado de Polica: " ...es indudable que
Ulinov no est: en su sano juicio, tan brusca
resulta la incongruencia entre aquel Ulinov
y ste, despus del 1 de marzo ... "

16

81

abrazndose a sus rodillas.


- Ssheka11, seguro que no es verdad
lo que te culpan. Buscaremos un abogado y podr demostrar todo -deca ella sin creer lo que
estaba diciendo, se haba convencido que todo
era en vano, pues Sasha haba hecho aquello.
- No hace falta ningn abogado. Yo
mismo hablar en mi defensa. Quin mejor
que yo conoce todas las circunstancias del
suceso? Yo he tomado parte en un atentado.
Slo me pesa tu pena, mam, perdname! -y
besaba las manos de la madre, acercndoselas
al rostro-. Y te ruego, perdname por Ana,
pero ella no sabe absolutamente nada. Ante
ella soy culpable, pero no poda obrar de otra
manera. Adems de mi deber ante vosotros,
tengo mi deber ante la Patria.
- Pero esos medios son horribles. . .
- Qu hacer si no tenemos otros. . .
- No sera posible el arrepentimiento,
una peticin?
- Eso no sera franco. Yo no puedo
11

junto a la puerta; en el comedor, junto al pan;


en el despacho, junto al esposo y los hijos...
Una cama de hierro, una colcha adornada con
un volante. En la cmoda un espejo. La vela
en la palmatoria, un cofre de caoba y libros,
libros... Pequeos tomos de Heine, Goethe,
Daudet, Schiller, Turguniev. La novela de
Len Tolsti "La guerra y la paz". Revistas...
Padres e hijos, todos tenan libros. Toda la familia estaba abonada a la Biblioteca urbana
Karamzn.
Cuando Mara Alexndrovna se
asomaba al despacho diciendo "Ya es hora de
tomar el t, dejen de estudiar", el rostro de
Ili Nikolievich se llenaba de satisfaccin y
contento. En el comedor reinaba un ambiente
jubiloso: se bromeaba y se contaban sus
novedades.
En aquella familia reinaba la igualdad.
Haba respeto de verdad por los mayores, y
stos tambin respetaban a los pequeos,
teniendo consideracin con sus ocupaciones,

Diminutivo carioso de Alexandr.

80

17

abrazndose a sus rodillas.


- Ssheka11, seguro que no es verdad
lo que te culpan. Buscaremos un abogado y podr demostrar todo -deca ella sin creer lo que
estaba diciendo, se haba convencido que todo
era en vano, pues Sasha haba hecho aquello.
- No hace falta ningn abogado. Yo
mismo hablar en mi defensa. Quin mejor
que yo conoce todas las circunstancias del
suceso? Yo he tomado parte en un atentado.
Slo me pesa tu pena, mam, perdname! -y
besaba las manos de la madre, acercndoselas
al rostro-. Y te ruego, perdname por Ana,
pero ella no sabe absolutamente nada. Ante
ella soy culpable, pero no poda obrar de otra
manera. Adems de mi deber ante vosotros,
tengo mi deber ante la Patria.
- Pero esos medios son horribles. . .
- Qu hacer si no tenemos otros. . .
- No sera posible el arrepentimiento,
una peticin?
- Eso no sera franco. Yo no puedo

junto a la puerta; en el comedor, junto al pan;


en el despacho, junto al esposo y los hijos...
Una cama de hierro, una colcha adornada con
un volante. En la cmoda un espejo. La vela
en la palmatoria, un cofre de caoba y libros,
libros... Pequeos tomos de Heine, Goethe,
Daudet, Schiller, Turguniev. La novela de
Len Tolsti "La guerra y la paz". Revistas...
Padres e hijos, todos tenan libros. Toda la familia estaba abonada a la Biblioteca urbana
Karamzn.
Cuando Mara Alexndrovna se
asomaba al despacho diciendo "Ya es hora de
tomar el t, dejen de estudiar", el rostro de
Ili Nikolievich se llenaba de satisfaccin y
contento. En el comedor reinaba un ambiente
jubiloso: se bromeaba y se contaban sus
novedades.
En aquella familia reinaba la igualdad.
Haba respeto de verdad por los mayores, y
stos tambin respetaban a los pequeos,
teniendo consideracin con sus ocupaciones,

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Diminutivo carioso de Alexandr.

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17

sus juegos e intereses.


Un sbado Viera Vaslievna fue testigo
de cmo Ana y Sasha reprochaban a la
pequea Olia:
- Lo prometiste y no lo has cumplido,
no te da vergenza no cumplir la palabra
dada? -Y Ana tendindole un cuaderno de la
tienda de Yurguens le dijo:
- Toma, so mona!
La pequea se sonroj y rpido,
bajando la cabeza, subi la escalera que daba
a la habitacin de los nios, empinando el
brazo para alcanzar la barandilla.
Pareca que todos se haban olvidado
del incidente, cuando casi rodando por la
escalera baj Olia agitando una hoja de papel
en la mano. Como siempre los sbados, a
la hora del t, tena lugar la lectura de la
revista "Sbados", redactor jefe y dibujante
de la cual era Sasha, que tena ya preparada
consigo la carpeta donde, bien escrito, se lea
el ttulo. Sus nmeros no se encuadernaban,

En su carta, Durnov puso: "Conduzcan


a la seora de Ulinov a mi despacho para las
12 h".
Y fue corts:
- La confesin y contricin francas
aminoraran su destino. . .
Le dieron el pase. No saba nada de lo
que se tramaba a sus espaldas, pero senta
como si un aro candente le oprimiera sin cesar
el corazn. La madre no notaba nada de lo que
pasaba a su alrededor yendo al encuentro de
su hijo. El 1 de abril la condujeron por un
corredor hmedo y lbrego en la Fortaleza
de Pedro y Pablo. Cunta piedra y cunto
hierro! Qu fro, Seor. . .!
Sasha entr. No, lo conducan a donde
estaba ella. Llevaba una vestimenta sucia
gris. Tena crecida la barba y laco el rostro...
Aqul era su hijo? Era l! El carcelero,
ruidosamente, toc un muelle, baj una
litera. La madre se sent. Sasha se ech a
su encuentro: "Mam, perdname!" -dijo

18

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sus juegos e intereses.


Un sbado Viera Vaslievna fue testigo
de cmo Ana y Sasha reprochaban a la
pequea Olia:
- Lo prometiste y no lo has cumplido,
no te da vergenza no cumplir la palabra
dada? -Y Ana tendindole un cuaderno de la
tienda de Yurguens le dijo:
- Toma, so mona!
La pequea se sonroj y rpido,
bajando la cabeza, subi la escalera que daba
a la habitacin de los nios, empinando el
brazo para alcanzar la barandilla.
Pareca que todos se haban olvidado
del incidente, cuando casi rodando por la
escalera baj Olia agitando una hoja de papel
en la mano. Como siempre los sbados, a
la hora del t, tena lugar la lectura de la
revista "Sbados", redactor jefe y dibujante
de la cual era Sasha, que tena ya preparada
consigo la carpeta donde, bien escrito, se lea
el ttulo. Sus nmeros no se encuadernaban,

En su carta, Durnov puso: "Conduzcan


a la seora de Ulinov a mi despacho para las
12 h".
Y fue corts:
- La confesin y contricin francas
aminoraran su destino. . .
Le dieron el pase. No saba nada de lo
que se tramaba a sus espaldas, pero senta
como si un aro candente le oprimiera sin cesar
el corazn. La madre no notaba nada de lo que
pasaba a su alrededor yendo al encuentro de
su hijo. El 1 de abril la condujeron por un
corredor hmedo y lbrego en la Fortaleza
de Pedro y Pablo. Cunta piedra y cunto
hierro! Qu fro, Seor. . .!
Sasha entr. No, lo conducan a donde
estaba ella. Llevaba una vestimenta sucia
gris. Tena crecida la barba y laco el rostro...
Aqul era su hijo? Era l! El carcelero,
ruidosamente, toc un muelle, baj una
litera. La madre se sent. Sasha se ech a
su encuentro: "Mam, perdname!" -dijo

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79

Vaslievski Ostrov, Sredni Prospekt,


N 32, piso 5".
Ella escribi lo que senta y pensaba.
Una persona con alma comprendera y
creera... Pero Alejandro III no era ese hombre.
Ley la carta: "Curioso, cunta elocuencia...
" Y nunca supo la madre que junto a las
lneas "yo har que renazcan de nuevo los
buenos sentimientos... " el monarca de toda
Rusia, con letra grande y sin miramientos
escribi: "Y en qu pensaba antes ... " Y puso
la siguiente resolucin: "Creo que se le debe
permitir entrevistarse con el hijo para que se
cerciore del tipo que es su idolatrado hijito,
mostrndole sus testimonios, y vea qu
convicciones tiene". El monarca no pecaba de
corts... Tampoco era depurado su estilo.
El ministro del Interior quiso
aprovechar la entrevista para que la madre
instara al hijo a traicionar a sus compaeros.
78

Vaslievski Ostrov, Sredni Prospekt,


N 32, piso 5".
Ella escribi lo que senta y pensaba.
Una persona con alma comprendera y
creera... Pero Alejandro III no era ese hombre.
Ley la carta: "Curioso, cunta elocuencia...
" Y nunca supo la madre que junto a las
lneas "yo har que renazcan de nuevo los
buenos sentimientos... " el monarca de toda
Rusia, con letra grande y sin miramientos
escribi: "Y en qu pensaba antes ... " Y puso
la siguiente resolucin: "Creo que se le debe
permitir entrevistarse con el hijo para que se
cerciore del tipo que es su idolatrado hijito,
mostrndole sus testimonios, y vea qu
convicciones tiene". El monarca no pecaba de
corts... Tampoco era depurado su estilo.
El ministro del Interior quiso
aprovechar la entrevista para que la madre
instara al hijo a traicionar a sus compaeros.
78

se dejaban sueltos dentro de las pastas.


Sasha, sin incentivo alguno, cogi la
hoja de papel que le tenda su hermanita, que
estallaba de contenta: slo Viera Vaslievna
vio en su mirada una chispa de satisfaccin.
Rpidamente ley la hoja metindola en
la carpeta. Ella, que estaba sentada junto
a Sasha, pudo leer la irma que en letra de
molde pona: "SOMONA".
Empezaron la lectura: versos, un
cuento... Sasha mostraba caricaturas. Bajo el
dibujo de una nia llorando pona: "Olia a la
hora de acostarse". "El primer da de Volodia
en el colegio" pintaba al pequeo colegial
con cara de asombro y un cucurucho vaco
en la mano, mientras sus amigos corran
llevndose sus pastelitos ...
Cuando Sasha inici la sardnica
lectura del relato de "Kubyshkin", Volodia se
volvi todo odos. Por vez primera asista al
anlisis de una obra, que adems era la suya.
Dej de masticar el pan con mantequilla,
19

se dejaban sueltos dentro de las pastas.


Sasha, sin incentivo alguno, cogi la
hoja de papel que le tenda su hermanita, que
estallaba de contenta: slo Viera Vaslievna
vio en su mirada una chispa de satisfaccin.
Rpidamente ley la hoja metindola en
la carpeta. Ella, que estaba sentada junto
a Sasha, pudo leer la irma que en letra de
molde pona: "SOMONA".
Empezaron la lectura: versos, un
cuento... Sasha mostraba caricaturas. Bajo el
dibujo de una nia llorando pona: "Olia a la
hora de acostarse". "El primer da de Volodia
en el colegio" pintaba al pequeo colegial
con cara de asombro y un cucurucho vaco
en la mano, mientras sus amigos corran
llevndose sus pastelitos ...
Cuando Sasha inici la sardnica
lectura del relato de "Kubyshkin", Volodia se
volvi todo odos. Por vez primera asista al
anlisis de una obra, que adems era la suya.
Dej de masticar el pan con mantequilla,
19

y apoyando la cabeza sobre las manos,


disgustado, escuchaba cada palabra. Mara
Alexndrovna, preocupada, vea el cambio
que se produca en su rostro. El crtico no
se andaba con remilgos poniendo a todos
en burla, preguntando: "Y por qu se calla
nuestro respetable "Embustero"? Se ha
limitado a bromas y adivinanzas?"
A Viera Vaslievna le chocaba que un
muchacho tan franco como Sasha hubiera
aceptado el seudnimo de "Embustero",
quizs para el contraste ...
Cuando ya haban cerrado la carpeta
y se inici la conversacin general, Mara
Alexndrovna dijo:
- Con tal brusquedad espantarn a
todos los colaboradores de los "Sbados" ...
Adems, para qu tantos versos?
Volodia, confuso, se puso triste,
pero enseguida se le pas el mal humor.
Ana sin decir nada sonrea escondiendo su
azoramiento. Sasha, siempre discreto result

para poder cuanto antes ser til a la familia.


Oh, Majestad! Le suplico clemencia
para mis hijos! Fuerzas me faltan para
soportar esta desgracia y no hay en el mundo
tan inhumano y terrible dolor como el mo...
Compadzcase de mi desgraciada vejez!
Devulvame a mis hijos! . . . Alteza! Si a mi
hijo se le han nublado el juicio y el sentimiento
y en su alma hubieran penetrado criminales
propsitos, Alteza, yo har que renazcan de
nuevo los buenos sentimientos, con los cuales
hace tan poco an viva. . .
Tengo fe sagrada en la fuerza de mi
amor maternal y en la idelidad ilial, ni un
solo instante he vacilado en poder conseguir
que mi hijo, que no ha alcanzado la mayora
de edad, sea un miembro digno de la familia
rusa. . .
Clemencia, Alteza, clemencia imploro. . .

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y apoyando la cabeza sobre las manos,


disgustado, escuchaba cada palabra. Mara
Alexndrovna, preocupada, vea el cambio
que se produca en su rostro. El crtico no
se andaba con remilgos poniendo a todos
en burla, preguntando: "Y por qu se calla
nuestro respetable "Embustero"? Se ha
limitado a bromas y adivinanzas?"
A Viera Vaslievna le chocaba que un
muchacho tan franco como Sasha hubiera
aceptado el seudnimo de "Embustero",
quizs para el contraste ...
Cuando ya haban cerrado la carpeta
y se inici la conversacin general, Mara
Alexndrovna dijo:
- Con tal brusquedad espantarn a
todos los colaboradores de los "Sbados" ...
Adems, para qu tantos versos?
Volodia, confuso, se puso triste,
pero enseguida se le pas el mal humor.
Ana sin decir nada sonrea escondiendo su
azoramiento. Sasha, siempre discreto result

para poder cuanto antes ser til a la familia.


Oh, Majestad! Le suplico clemencia
para mis hijos! Fuerzas me faltan para
soportar esta desgracia y no hay en el mundo
tan inhumano y terrible dolor como el mo...
Compadzcase de mi desgraciada vejez!
Devulvame a mis hijos! . . . Alteza! Si a mi
hijo se le han nublado el juicio y el sentimiento
y en su alma hubieran penetrado criminales
propsitos, Alteza, yo har que renazcan de
nuevo los buenos sentimientos, con los cuales
hace tan poco an viva. . .
Tengo fe sagrada en la fuerza de mi
amor maternal y en la idelidad ilial, ni un
solo instante he vacilado en poder conseguir
que mi hijo, que no ha alcanzado la mayora
de edad, sea un miembro digno de la familia
rusa. . .
Clemencia, Alteza, clemencia imploro. . .

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Mara Ulinova
28 de marzo de 1887. San Petersburgo.

Mara Ulinova
28 de marzo de 1887. San Petersburgo.

me a irm el 16 de marzo que ella no est


comprometida en nada. . . Respecto a mi hijo,
dir que siempre. . . fueron para l lo primero
los intereses de la familia, manteniendo
conmigo una correspondencia regular. Hace
un ao muri mi esposo, ex director de las
escuelas de instruccin pblica en la provincia
de Simbirsk. Me he quedado sola con seis
hijos, entre ellos cuatro an pequeos. Esta
desgracia que se blandi sobre mi cabeza, ya
blanca, me hubiera derribado a no ser por el
apoyo moral que encontr en mi hijo mayor,
que prometi su ayuda, comprendiendo lo
crtico del trance en que se encontraba la
familia.
La ciencia era su verdadera a icin,
abandonando toda clase de diversiones por
el trabajo en el laboratorio. En la Universidad
fue muy bien admitido. La medalla de oro le
abra el camino al profesorado y el ao en
curso trabaj mucho en los laboratorios de
zoologa, preparando su tesis universitaria,

un redactor intransigente que defenda la


posicin de su revista y el derecho del crtico
de marras a expresar su opinin.
Maiasha tendra cinco aos cuando
su madre empez a ensearle a hacer punto.
La nia no quera aprender. Y con sus negros
ojos apesadumbrados miraba a la madre de
reojo. Mara Alexndrovna sonrea dndose
cuenta de ello.
- T no sabes lo interesen te que es,
Maa. Prueba t misma, vers ... - El ovillo de
lana de angora rojo que estaba en la canastilla
de costura de la madre pareca pesado y el
ganchillo se le escapaba de sus deditos poco
obedientes, Pero Mara Alexndrovna como
si no viera el tormento de Maiasha, segua
ensendole: primeramente, sosteniendo
ella misma la labor y guindole los dedos
echando la hebra; despus la dej sola y le
iba diciendo cmo tena que hacer. Cuando se
vea que aquello sera una bufanda, del ovillo
que se termin a medias sali una muequita

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me a irm el 16 de marzo que ella no est


comprometida en nada. . . Respecto a mi hijo,
dir que siempre. . . fueron para l lo primero
los intereses de la familia, manteniendo
conmigo una correspondencia regular. Hace
un ao muri mi esposo, ex director de las
escuelas de instruccin pblica en la provincia
de Simbirsk. Me he quedado sola con seis
hijos, entre ellos cuatro an pequeos. Esta
desgracia que se blandi sobre mi cabeza, ya
blanca, me hubiera derribado a no ser por el
apoyo moral que encontr en mi hijo mayor,
que prometi su ayuda, comprendiendo lo
crtico del trance en que se encontraba la
familia.
La ciencia era su verdadera a icin,
abandonando toda clase de diversiones por
el trabajo en el laboratorio. En la Universidad
fue muy bien admitido. La medalla de oro le
abra el camino al profesorado y el ao en
curso trabaj mucho en los laboratorios de
zoologa, preparando su tesis universitaria,

un redactor intransigente que defenda la


posicin de su revista y el derecho del crtico
de marras a expresar su opinin.
Maiasha tendra cinco aos cuando
su madre empez a ensearle a hacer punto.
La nia no quera aprender. Y con sus negros
ojos apesadumbrados miraba a la madre de
reojo. Mara Alexndrovna sonrea dndose
cuenta de ello.
- T no sabes lo interesen te que es,
Maa. Prueba t misma, vers ... - El ovillo de
lana de angora rojo que estaba en la canastilla
de costura de la madre pareca pesado y el
ganchillo se le escapaba de sus deditos poco
obedientes, Pero Mara Alexndrovna como
si no viera el tormento de Maiasha, segua
ensendole: primeramente, sosteniendo
ella misma la labor y guindole los dedos
echando la hebra; despus la dej sola y le
iba diciendo cmo tena que hacer. Cuando se
vea que aquello sera una bufanda, del ovillo
que se termin a medias sali una muequita

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21

diminuta de porcelana, vestida con un gorro


y un precioso trajecito de lana roja. Maa,
de asombro, se qued con la boca abierta.
Las dos, pasmadas, se pusieron a examinar
a la inesperada visitante ... Despus de esto,
Maa haca ms atenta su labor. Otra vez, del
ovillo sali un lpiz para su librito de notas,
colgado de un cordoncito con una borla.
Luego, fue una onza de chocolate... Cuando
esto ocurra, las dos se rean contentas. As
todo fue marchando de maravillas.
Cuando al cabo de unos das Masha
termin la bufanda, ni siquiera se dio cuenta
que al acabarse el hilo no haba ninguna
sorpresa, tal era la satisfaccin que le
produjo su trabajo concludo, el regalo para
el pequeo Mitia.
Mara Alexndrovna se haca tiempo
para dar clases de costura en el colegio de
nias.
Una vez, lli Nikolievich le dijo a
Viera Vaslievna :

fue ella la que hizo todo para educarlo as?


Escribira al monarca: l se haba salvado y
deba ser indulgente. . .
" . . .El dolor y la desesperacin materna
me dan valor para recurrir a su Alteza Real
como nico amparo.
Majestad! Gracia y clemencia para
mis hijos. . .
El hijo mayor, Alexandr, que termin
el colegio con medalla de oro, tambin la
gan despus en la Universidad, y mi hija,
Ana, que estudiaba notablemente en los
Cursillos Superiores femeninos, ahora,
cuando ya quedan tan slo unos meses para
que ambos terminen la carrera, de repente,
debo perderlos a los dos... No tengo lgrimas
para llorar mi pena ni palabras para expresar
mi desesperacin. . .
He visto a mi hija, he hablado con ella.
Yo conozco a mis hijos, y de las entrevistas
con mi hija he podido comprender que no
tiene culpa ninguna; incluso el comisario

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diminuta de porcelana, vestida con un gorro


y un precioso trajecito de lana roja. Maa,
de asombro, se qued con la boca abierta.
Las dos, pasmadas, se pusieron a examinar
a la inesperada visitante ... Despus de esto,
Maa haca ms atenta su labor. Otra vez, del
ovillo sali un lpiz para su librito de notas,
colgado de un cordoncito con una borla.
Luego, fue una onza de chocolate... Cuando
esto ocurra, las dos se rean contentas. As
todo fue marchando de maravillas.
Cuando al cabo de unos das Masha
termin la bufanda, ni siquiera se dio cuenta
que al acabarse el hilo no haba ninguna
sorpresa, tal era la satisfaccin que le
produjo su trabajo concludo, el regalo para
el pequeo Mitia.
Mara Alexndrovna se haca tiempo
para dar clases de costura en el colegio de
nias.
Una vez, lli Nikolievich le dijo a
Viera Vaslievna :

fue ella la que hizo todo para educarlo as?


Escribira al monarca: l se haba salvado y
deba ser indulgente. . .
" . . .El dolor y la desesperacin materna
me dan valor para recurrir a su Alteza Real
como nico amparo.
Majestad! Gracia y clemencia para
mis hijos. . .
El hijo mayor, Alexandr, que termin
el colegio con medalla de oro, tambin la
gan despus en la Universidad, y mi hija,
Ana, que estudiaba notablemente en los
Cursillos Superiores femeninos, ahora,
cuando ya quedan tan slo unos meses para
que ambos terminen la carrera, de repente,
debo perderlos a los dos... No tengo lgrimas
para llorar mi pena ni palabras para expresar
mi desesperacin. . .
He visto a mi hija, he hablado con ella.
Yo conozco a mis hijos, y de las entrevistas
con mi hija he podido comprender que no
tiene culpa ninguna; incluso el comisario

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75

Ana . . . Slo al verlos lo comprendera todo.


Mark le haba dicho que a Sasha lo
haban elegido secretario de la Sociedad
Cient ico-Literaria Estudiantil, pero dos
o tres meses antes del 1 de marzo haba
denegado de su cargo, y eso lo alarmaba:
estaba nervioso y obr as, queriendo
resguardar la organizacin, sin mancillarla.
Permitieron que se viera con Ana.
Para la madre fue un doloroso impacto su
aspecto, el terroso color de su rostro. Pero
not que sus ojos brillaban febriles. . . Senta
admiracin por su hermano.
La madre se hizo cargo de lo grave de
la causa de Sasha. Pero no poda concebir que
fuese tanto como decan los gendarmes, ya
que el atentado no haba tenido lugar. Y Sasha
no pudo ni hubiera podido levantar el arma
contra el zar. El, tan serio tan enfrascado en su
ciencia, da y noche metido en el laboratorio,
tan honrado y tan franco, (demasiado!), no
aceptaba compromiso alguno. Y acaso no

-A
nuestros
hijos
podramos
seleccionarlos as: Ana y Sasha, los ms
serios; los ms traviesos, Volodia y Olia;
los ms tranquilos, los pequeos: Mitia y
Maiasha. Quin sabe lo que sern cuando
sean mayores, pero creo que personas de
provecho.

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23

Ana . . . Slo al verlos lo comprendera todo.


Mark le haba dicho que a Sasha lo
haban elegido secretario de la Sociedad
Cient ico-Literaria Estudiantil, pero dos
o tres meses antes del 1 de marzo haba
denegado de su cargo, y eso lo alarmaba:
estaba nervioso y obr as, queriendo
resguardar la organizacin, sin mancillarla.
Permitieron que se viera con Ana.
Para la madre fue un doloroso impacto su
aspecto, el terroso color de su rostro. Pero
not que sus ojos brillaban febriles. . . Senta
admiracin por su hermano.
La madre se hizo cargo de lo grave de
la causa de Sasha. Pero no poda concebir que
fuese tanto como decan los gendarmes, ya
que el atentado no haba tenido lugar. Y Sasha
no pudo ni hubiera podido levantar el arma
contra el zar. El, tan serio tan enfrascado en su
ciencia, da y noche metido en el laboratorio,
tan honrado y tan franco, (demasiado!), no
aceptaba compromiso alguno. Y acaso no

-A
nuestros
hijos
podramos
seleccionarlos as: Ana y Sasha, los ms
serios; los ms traviesos, Volodia y Olia;
los ms tranquilos, los pequeos: Mitia y
Maiasha. Quin sabe lo que sern cuando
sean mayores, pero creo que personas de
provecho.

74

23

La casa y el jardn, llenos con la


presencia palpitante de los hijos, todo
aquel ambiente creado y cuidado con las
manos incansables de Masha, le daban a Ili
Nikolievich fuerzas para trabajar.
Se afanaba mucho procurando
estar al tanto de la vida, de la sociedad
contempornea: reciba valioso material
didctico de exposiciones, aparatos de
sica, que antes de llevarlos al colegio se los
mostraba a sus hijos en casa, exponiendo y
explicando. Con el entusiasmo de un chiquillo,
les peda repitieran lo que haban visto y les
haba explicado. Sasha era su mejor ayudante.
Se revelaron sus capacidades para la sica y

que costase. El petri icante dolor de la madre


los abata a los Peskovski.
En Petersburgo se hablaba mucho del
"asunto". En los crculos estudiantiles se supo
que los haban traicionado: Kncher, Gorkn,
Vlojov, Merklov.
- Matvi tiene que inventar algo para
arreglar esto. . . -deca Ekaterina Peskvskaia -,
l siempre encuentra una salida.
Era la segunda esposa del viudo
Peskovski, padre de una numerosa familia.
Ella trabajaba en el colegio de nias, era
una entusiasta social. Peskovski trabajaba
en varios peridicos y revistas de la capital,
era un hombre de grandes relaciones. Le
record a Mara Alexndrovna que el senador
Tagntsev y el Fiscal General Nekldov
haban sido alumnos de Ili Nikolievich,
en el Instituto de la Nobleza de Penza, y eso
podra ayudar quizs... Ella, antes que nada
quera ver a Sasha, hablar con l. . . Sera
posible que fuese culpable?. . . Y menos an

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73

QUE VAMOS A HACER CON EL?"

La casa y el jardn, llenos con la


presencia palpitante de los hijos, todo
aquel ambiente creado y cuidado con las
manos incansables de Masha, le daban a Ili
Nikolievich fuerzas para trabajar.
Se afanaba mucho procurando
estar al tanto de la vida, de la sociedad
contempornea: reciba valioso material
didctico de exposiciones, aparatos de
sica, que antes de llevarlos al colegio se los
mostraba a sus hijos en casa, exponiendo y
explicando. Con el entusiasmo de un chiquillo,
les peda repitieran lo que haban visto y les
haba explicado. Sasha era su mejor ayudante.
Se revelaron sus capacidades para la sica y

que costase. El petri icante dolor de la madre


los abata a los Peskovski.
En Petersburgo se hablaba mucho del
"asunto". En los crculos estudiantiles se supo
que los haban traicionado: Kncher, Gorkn,
Vlojov, Merklov.
- Matvi tiene que inventar algo para
arreglar esto. . . -deca Ekaterina Peskvskaia -,
l siempre encuentra una salida.
Era la segunda esposa del viudo
Peskovski, padre de una numerosa familia.
Ella trabajaba en el colegio de nias, era
una entusiasta social. Peskovski trabajaba
en varios peridicos y revistas de la capital,
era un hombre de grandes relaciones. Le
record a Mara Alexndrovna que el senador
Tagntsev y el Fiscal General Nekldov
haban sido alumnos de Ili Nikolievich,
en el Instituto de la Nobleza de Penza, y eso
podra ayudar quizs... Ella, antes que nada
quera ver a Sasha, hablar con l. . . Sera
posible que fuese culpable?. . . Y menos an

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73

QUE VAMOS A HACER CON EL?"

estudiante de los Cursillos Femeninos, Ana


Ulinova. La madre de los Ulinov es ta carnal
de mi esposa. Siendo, pues, el pariente ms
cercano de ellos, me tomo el atrevimiento de
rogar en su defensa. . . Ulinov es una persona
muy trabajadora y sensata. . . Se ha ganado
fama con su brillante xito cient ico, posee
dos medallas de oro: una en el colegio y otra
en la Universidad. En lo tocante a la seorita
Ulinova es una doncella en el mejor sentido
de la palabra. . . Los Ulinov son una digna
familia, donde las relaciones entre padres e
hijos son ejemplares y slidas. . . "
Pero esta carta en nada ayud.
Peskovski tena afecto por Mara
Alexndrovna y admiraba altamente su digna
conducta. Por eso en tal caso pensaba que vala
la pena hacer todo para salir del trance. Un
buen abogado, quizs?. . . Apelar al monarca
. . . Pero Sasha se neg rotundamente a ello.
Peskovski ya no poda aprobar tal tenacidad.
Ante todo haba que salvar a Sasha, costase lo

las ciencias naturales.


A pesar de todo, los nios le
preocupaban a Ili Nikolievich. Por qu
Sasha es tan pensativo? Ser cient ico?...
Hace experimentos con las ranas. Escribe. Y
Ana?.. Es demasiado susceptible...
Olia en todo imita a su hermano Volodia
y si pudiera sera un chico como l. Mitia, es
callado y obediente y cuando se emociona
habla tan de prisa, que tartamudea... La
ms pequea, Masha, es todava un osito. Y
Volodia?... Es un apasionado por la discusin.
De quin le viene? En qu se funda? Es muy
capaz, lo capta todo al vuelo. Muy inteligente,
demasiado... Las lecciones las aprende al
instante, despus baja al comedor y arma la
de San Quintn, molestando a los mayores.
Ha roto la regla de Ana y hubo que castigarlo,
aunque ambos han tomado por norma de
conducta in luir en los hijos moralmente,
sin castigos ni gritos. En el juego, Volodia
pone todo su entusiasmo... Cuando hacen

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25

estudiante de los Cursillos Femeninos, Ana


Ulinova. La madre de los Ulinov es ta carnal
de mi esposa. Siendo, pues, el pariente ms
cercano de ellos, me tomo el atrevimiento de
rogar en su defensa. . . Ulinov es una persona
muy trabajadora y sensata. . . Se ha ganado
fama con su brillante xito cient ico, posee
dos medallas de oro: una en el colegio y otra
en la Universidad. En lo tocante a la seorita
Ulinova es una doncella en el mejor sentido
de la palabra. . . Los Ulinov son una digna
familia, donde las relaciones entre padres e
hijos son ejemplares y slidas. . . "
Pero esta carta en nada ayud.
Peskovski tena afecto por Mara
Alexndrovna y admiraba altamente su digna
conducta. Por eso en tal caso pensaba que vala
la pena hacer todo para salir del trance. Un
buen abogado, quizs?. . . Apelar al monarca
. . . Pero Sasha se neg rotundamente a ello.
Peskovski ya no poda aprobar tal tenacidad.
Ante todo haba que salvar a Sasha, costase lo

las ciencias naturales.


A pesar de todo, los nios le
preocupaban a Ili Nikolievich. Por qu
Sasha es tan pensativo? Ser cient ico?...
Hace experimentos con las ranas. Escribe. Y
Ana?.. Es demasiado susceptible...
Olia en todo imita a su hermano Volodia
y si pudiera sera un chico como l. Mitia, es
callado y obediente y cuando se emociona
habla tan de prisa, que tartamudea... La
ms pequea, Masha, es todava un osito. Y
Volodia?... Es un apasionado por la discusin.
De quin le viene? En qu se funda? Es muy
capaz, lo capta todo al vuelo. Muy inteligente,
demasiado... Las lecciones las aprende al
instante, despus baja al comedor y arma la
de San Quintn, molestando a los mayores.
Ha roto la regla de Ana y hubo que castigarlo,
aunque ambos han tomado por norma de
conducta in luir en los hijos moralmente,
sin castigos ni gritos. En el juego, Volodia
pone todo su entusiasmo... Cuando hacen

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25

batallas con los soldaditos, vuelan las balas


guisantes por todas partes y se oyen las voces
discutiendo frenticas.
.
Una vez, los chicos se entusiasmaron
gritando tanto que el padre sali del despacho
y dijo:
- Imposible trabajar...
Pero de nuevo Volodia hizo algo.
Ili Nikolievich, sin perder la tranquilidad,
contenindose, se lo llev al despacho y lo
sent en el "silln negro", que signi icaba el
mayor castigo.
- Vas a estar sentado una hora.
El padre acostumbraba a conversar
con los "delincuentes" de las lecciones y del
colegio. Era frecuente en esos casos que Ili
Nikolievich en el "silln negro" comprobara
cmo se saban lo aprendido. Volodia siempre
saba lo que le preguntaban y an ms.
Pero ese da el padre no habl con l. Mara
Alexndrovna llam a tomar el t. Al entrar
despus en el despacho junto con su esposa,

acompaaba a todas partes a Mara


Alexndrovna. La esperaba en la calle
mientras ella haca antesala en el Comisariado
de Polica Durnov, donde el iscal donde el
ministro del Interior.
Nada consigui. La ltima esperanza
que le quedaba era apelar a su Alteza el zar.
Los Peskovski tomaban a pecho su
pena. . . Tenan un afecto franco por los Ulinov,
sentan orgullo por los xitos de Sasha en su
carrera universitaria. Y el hecho de que el
joven cient ico hubiera dado al traste con
aquella vida iniciada tan afortunadamente, le
pareca a Matvi Peskovski, antes pedagogo
y miembro del zemstvo, una imbecilidad sin
lmites. Cuando se enter de la detencin,
haba enviado la carta siguiente al jefe del
Comisariado de Polica: " . . .en la noche del 1 al
2 de marzo del ao en curso fueron detenidos
los estudiantes del 4 curso de la Facultad de
sica y matemticas de la Universidad de San
Petersburgo, Alexandr Ulinov y su hermana,

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batallas con los soldaditos, vuelan las balas


guisantes por todas partes y se oyen las voces
discutiendo frenticas.
.
Una vez, los chicos se entusiasmaron
gritando tanto que el padre sali del despacho
y dijo:
- Imposible trabajar...
Pero de nuevo Volodia hizo algo.
Ili Nikolievich, sin perder la tranquilidad,
contenindose, se lo llev al despacho y lo
sent en el "silln negro", que signi icaba el
mayor castigo.
- Vas a estar sentado una hora.
El padre acostumbraba a conversar
con los "delincuentes" de las lecciones y del
colegio. Era frecuente en esos casos que Ili
Nikolievich en el "silln negro" comprobara
cmo se saban lo aprendido. Volodia siempre
saba lo que le preguntaban y an ms.
Pero ese da el padre no habl con l. Mara
Alexndrovna llam a tomar el t. Al entrar
despus en el despacho junto con su esposa,

acompaaba a todas partes a Mara


Alexndrovna. La esperaba en la calle
mientras ella haca antesala en el Comisariado
de Polica Durnov, donde el iscal donde el
ministro del Interior.
Nada consigui. La ltima esperanza
que le quedaba era apelar a su Alteza el zar.
Los Peskovski tomaban a pecho su
pena. . . Tenan un afecto franco por los Ulinov,
sentan orgullo por los xitos de Sasha en su
carrera universitaria. Y el hecho de que el
joven cient ico hubiera dado al traste con
aquella vida iniciada tan afortunadamente, le
pareca a Matvi Peskovski, antes pedagogo
y miembro del zemstvo, una imbecilidad sin
lmites. Cuando se enter de la detencin,
haba enviado la carta siguiente al jefe del
Comisariado de Polica: " . . .en la noche del 1 al
2 de marzo del ao en curso fueron detenidos
los estudiantes del 4 curso de la Facultad de
sica y matemticas de la Universidad de San
Petersburgo, Alexandr Ulinov y su hermana,

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71

Volodia se pasaba los das estudiando.


De la noche a la maana se haba vuelto serio
y sombro. No obstante, cuando iba donde los
pequeos bromeaba, les haca juguetes, juntos
adivinaban las charadas y los rompecabezas,
jugaba con ellos a la lotera.
En Petersburgo, Mark Timofievich

vieron que el "delincuente" dorma como un


tronco.
-Masha, qu vamos a hacer con l?
La madre siempre tiene an ms
preocupaciones con los hijos. Recordaron
cuntos sinsabores les caus Sasha cuando
empez a ir a la preparatoria. Para aquel nio
serio y de vastos conocimientos el ambiente
y la moral de seminario eran insufribles,
e incluso se avergonzaba de saber ms...
Y cuando le lleg la hora a Volodia, Sasha
protestaba vivamente para que no fuera a la
preparatoria.
-No saben qu estupideces y
formalismos reinan all... El que nuestros
conocimientos sean superiores a los dems
slo lo perjudicarn a l, que es tan seguro
de s. Saben cmo llaman al director
Vishnievski?: polizonte y ladrn ...
Y los padres siguieron el consejo de
aquel nio de doce aos.
- Te acuerdas?

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27

letra de la cancin.
-"Y el pobre cautivo en su mazmorra". . .
-dijo Mara Alexndrovna sin expresin
en la voz-. El saba lo que le esperaba.
- Peda que cantramos "Sufriendo el
tormentoso cautiverio". . . -a irm Ekaterina
con desaliento-. En aquel entonces Matvi
dijo que era una marcha fnebre. . . Y asustada
aadi-:
Qu estoy diciendo. . .
-Si le dan cadena perpetua me ir con
l -dijo de repente Mara Alexndrovna-. Los
mayores ya pueden valerse por s solos y a
los pequeos los llevar conmigo.
Volodia se pasaba los das estudiando.
De la noche a la maana se haba vuelto serio
y sombro. No obstante, cuando iba donde los
pequeos bromeaba, les haca juguetes, juntos
adivinaban las charadas y los rompecabezas,
jugaba con ellos a la lotera.
En Petersburgo, Mark Timofievich

vieron que el "delincuente" dorma como un


tronco.
-Masha, qu vamos a hacer con l?
La madre siempre tiene an ms
preocupaciones con los hijos. Recordaron
cuntos sinsabores les caus Sasha cuando
empez a ir a la preparatoria. Para aquel nio
serio y de vastos conocimientos el ambiente
y la moral de seminario eran insufribles,
e incluso se avergonzaba de saber ms...
Y cuando le lleg la hora a Volodia, Sasha
protestaba vivamente para que no fuera a la
preparatoria.
-No saben qu estupideces y
formalismos reinan all... El que nuestros
conocimientos sean superiores a los dems
slo lo perjudicarn a l, que es tan seguro
de s. Saben cmo llaman al director
Vishnievski?: polizonte y ladrn ...
Y los padres siguieron el consejo de
aquel nio de doce aos.
- Te acuerdas?

70

27

letra de la cancin.
-"Y el pobre cautivo en su mazmorra". . .
-dijo Mara Alexndrovna sin expresin
en la voz-. El saba lo que le esperaba.
- Peda que cantramos "Sufriendo el
tormentoso cautiverio". . . -a irm Ekaterina
con desaliento-. En aquel entonces Matvi
dijo que era una marcha fnebre. . . Y asustada
aadi-:
Qu estoy diciendo. . .
-Si le dan cadena perpetua me ir con
l -dijo de repente Mara Alexndrovna-. Los
mayores ya pueden valerse por s solos y a
los pequeos los llevar conmigo.

- Cmo no!
Volodia es indomable, travieso, brusco,
pero jams obra a la chita callando. Y es muy
ingenioso. Cuando viajaban a Kokshkino en
el vapor y lo reprendi su madre dicindole:
"No grites as", l le contest: "Pero si el vapor
tambin grita".
La madre era la que primera se
levantaba, sala al jardn y regaba los arriates,
las plantas, arreglaba las matas de fresones
en la huerta. El jardn se extenda ante sus
ojos y all, al fondo, el "lamo tembln"
de Ana. Nada molestaba el curso de sus
pensamientos. Respiraba a pleno pulmn...
Vio que se acercaba uno de sus hijos al jardn
por un desvo del camino, dando un rodeo por
la alameda que llamaban "El Bosque sucio",
porque los vecinos echaban all la basura.
Tambin haba otros: "El Bosque negro", con
lilas espesas, "El Bosque rojo", cuajado de
espino majuelo y "El amarillo", de acacias
gualdas. ... Alguien corra dndose prisa para

- Volodia, te quedas como jefe de


familia. Viera Vaslievna vendr de vez en
cuando. Estoy segura de que no abandonars
las clases. Escribir, quizs haga falta tu
ayuda.

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- Cmo no!
Volodia es indomable, travieso, brusco,
pero jams obra a la chita callando. Y es muy
ingenioso. Cuando viajaban a Kokshkino en
el vapor y lo reprendi su madre dicindole:
"No grites as", l le contest: "Pero si el vapor
tambin grita".
La madre era la que primera se
levantaba, sala al jardn y regaba los arriates,
las plantas, arreglaba las matas de fresones
en la huerta. El jardn se extenda ante sus
ojos y all, al fondo, el "lamo tembln"
de Ana. Nada molestaba el curso de sus
pensamientos. Respiraba a pleno pulmn...
Vio que se acercaba uno de sus hijos al jardn
por un desvo del camino, dando un rodeo por
la alameda que llamaban "El Bosque sucio",
porque los vecinos echaban all la basura.
Tambin haba otros: "El Bosque negro", con
lilas espesas, "El Bosque rojo", cuajado de
espino majuelo y "El amarillo", de acacias
gualdas. ... Alguien corra dndose prisa para

- Volodia, te quedas como jefe de


familia. Viera Vaslievna vendr de vez en
cuando. Estoy segura de que no abandonars
las clases. Escribir, quizs haga falta tu
ayuda.

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En Petersburgo, Mark Timofievich


fue a recibirla a la estacin:
- Ya ve, me despidieron del trabajo
-dijo con una sonrisa de amargura-, bueno,
otra cosa no esperaba. -Despus le cont detalladamente sobre el atentado contra el zar.
Ekaterina Peskvskaia, queriendo
distraer a su ta de sus dolorosos pensamientos,
le contaba que Sasha les visitaba.
- Le gusta cantar.
Mara Alexndrovna se asombr:
- Pero si no tiene ni odo ni voz...
- Te equivocas, Masha, en una velada
cant con todos canciones rusas, entre ellas
"Campito" "Lleg el tiempo cuando las aves
cantan". Seor! -pens ella, recordando la

En Petersburgo, Mark Timofievich


fue a recibirla a la estacin:
- Ya ve, me despidieron del trabajo
-dijo con una sonrisa de amargura-, bueno,
otra cosa no esperaba. -Despus le cont detalladamente sobre el atentado contra el zar.
Ekaterina Peskvskaia, queriendo
distraer a su ta de sus dolorosos pensamientos,
le contaba que Sasha les visitaba.
- Le gusta cantar.
Mara Alexndrovna se asombr:
- Pero si no tiene ni odo ni voz...
- Te equivocas, Masha, en una velada
cant con todos canciones rusas, entre ellas
"Campito" "Lleg el tiempo cuando las aves
cantan". Seor! -pens ella, recordando la

de los Ulinov la mantena ella, pero ella viva


resguardada por Ili Nikolievich. Cuando
era di cil, l estaba a su lado, entraable,
seguro, como una roca... Ahora haba llegado
el momento de ser ella la defensora. Ser
necesario buscar a los amigos de verdad y
pedir ayuda... Katia Peskvskaia?... Pero
en qu puede ella?... Su esposo es periodista,
s... bueno, "folletinista". Mara Alexndrovna
hizo un gesto de disgusto por aquello que
pensaba... Markl Mark Elizrov! Sasha y
Ana hablaban tanto de l. .. Le pareci a
ella incluso que Ana hablaba de l Ton un
inters particular. Lo mejor sera consultar
con l. Habr que andar por los ministerios.
Y si en Simbirsk le salan al encuentro con
reverencias, all no habra nada de eso.
Deba coger las tarjetas de visita... sac
un paquetito de la mesa. Sobre las lminas
amarillentas que parecan mar il:
"Mara Alexndrovna Ulinova
viuda del consejero de Estado".

recoger las manzanas cadas y llevrselas


a los que an dorman. Ella saba que entre
los chicos en eso se hacan la competencia.
Quin sera? Volodia...
- Mira, mam, qu grandes son las del
"sacristn" (as llamaban a unos manzanos
silvestres) .
Los nios crecan: ojal encontrasen
su lugar en la vida... y con vocacin se
entregaran por completo a lo que eligiesen...
Los padres rememoraban, conversaban,
pensando a veces si haban sido demasiado
severos con ellos ...
Mara Alexndrovna saba que a su
esposo le disgustaba cuando ella era "indulgente" con Ana, permitindole no ir al colegio cuando se encontraba mal; pero se daba
cuenta de que la nia esos das estudiaba an
mejor en casa y se esmeraba ms. El colegio
la ataba. Ili Nikolievich siempre elogiaba las
composiciones de Ana por su profundidad, su
anlisis, su esencia potica. Pero por qu no

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de los Ulinov la mantena ella, pero ella viva


resguardada por Ili Nikolievich. Cuando
era di cil, l estaba a su lado, entraable,
seguro, como una roca... Ahora haba llegado
el momento de ser ella la defensora. Ser
necesario buscar a los amigos de verdad y
pedir ayuda... Katia Peskvskaia?... Pero
en qu puede ella?... Su esposo es periodista,
s... bueno, "folletinista". Mara Alexndrovna
hizo un gesto de disgusto por aquello que
pensaba... Markl Mark Elizrov! Sasha y
Ana hablaban tanto de l. .. Le pareci a
ella incluso que Ana hablaba de l Ton un
inters particular. Lo mejor sera consultar
con l. Habr que andar por los ministerios.
Y si en Simbirsk le salan al encuentro con
reverencias, all no habra nada de eso.
Deba coger las tarjetas de visita... sac
un paquetito de la mesa. Sobre las lminas
amarillentas que parecan mar il:
"Mara Alexndrovna Ulinova
viuda del consejero de Estado".

recoger las manzanas cadas y llevrselas


a los que an dorman. Ella saba que entre
los chicos en eso se hacan la competencia.
Quin sera? Volodia...
- Mira, mam, qu grandes son las del
"sacristn" (as llamaban a unos manzanos
silvestres) .
Los nios crecan: ojal encontrasen
su lugar en la vida... y con vocacin se
entregaran por completo a lo que eligiesen...
Los padres rememoraban, conversaban,
pensando a veces si haban sido demasiado
severos con ellos ...
Mara Alexndrovna saba que a su
esposo le disgustaba cuando ella era "indulgente" con Ana, permitindole no ir al colegio cuando se encontraba mal; pero se daba
cuenta de que la nia esos das estudiaba an
mejor en casa y se esmeraba ms. El colegio
la ataba. Ili Nikolievich siempre elogiaba las
composiciones de Ana por su profundidad, su
anlisis, su esencia potica. Pero por qu no

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se lo deca a ella, quizs hubiera sido necesario?... Eso la hubiera estimulado, pues la incertidumbre es mala cosa.
Navidad tradicionalmente segua
siendo la iesta preferida de la familia. Los
nios no sospechaban lo que haba signi icado
para sus padres en sus das de juventud. Los
alegraba ver a todos reunidos a la mesa.
Todos preparaban regalos para todos y en
secreto unos de otros, confeccionndolos
ellos mismos. Se apagaba la luz y se encenda
el rbol... Quedaban en silencio un segundo
y ante los nios surga la dicha de aquel
crculo inseparable, de estrecha afeccin.
Los padres, tambin pensativos, callaban.
Mara Alexndrovna junto al esposo se
senta amparada. Con l, nada tema. As,
sencillamente, sin decirse nada, sintiendo
el contacto de su brazo. Tambin con ellos
la niera y Nastia, la criada. Eran raras las
veces que podan reunirse as, todos juntos.
Los nios no notaban la sonrisa velada en la

sentarse, en silencio, Mara Alexndrovna


ley el contenido y luego le devolvi la carta.
- Me voy hoy mismo, tenga la bondad
de cuidar a los nios.
- Querida ma! . . .
Pero ya haba salido de la estancia.
Volodia no encontraba compaeros de
viaje, era la costumbre, se iba ms seguro y
costaba menos... Pero su madre comprendi
por qu; ya se haba extendido la noticia...
Ella vea lo grave de la situacin en el rostro
del hijo, que ahora era severo.
- Qu gente tan vil y tan cobarde . . .
Fariseos!. . . Mam, te ruego que vayas sola. . .
- Es tan grave?
Volodia comprendindola dijo:
-Temo que s.
-Telegra a a Mark Tmofievich.
Era el nuevo amigo de Sasha y Ana.

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se lo deca a ella, quizs hubiera sido necesario?... Eso la hubiera estimulado, pues la incertidumbre es mala cosa.
Navidad tradicionalmente segua
siendo la iesta preferida de la familia. Los
nios no sospechaban lo que haba signi icado
para sus padres en sus das de juventud. Los
alegraba ver a todos reunidos a la mesa.
Todos preparaban regalos para todos y en
secreto unos de otros, confeccionndolos
ellos mismos. Se apagaba la luz y se encenda
el rbol... Quedaban en silencio un segundo
y ante los nios surga la dicha de aquel
crculo inseparable, de estrecha afeccin.
Los padres, tambin pensativos, callaban.
Mara Alexndrovna junto al esposo se
senta amparada. Con l, nada tema. As,
sencillamente, sin decirse nada, sintiendo
el contacto de su brazo. Tambin con ellos
la niera y Nastia, la criada. Eran raras las
veces que podan reunirse as, todos juntos.
Los nios no notaban la sonrisa velada en la

sentarse, en silencio, Mara Alexndrovna


ley el contenido y luego le devolvi la carta.
- Me voy hoy mismo, tenga la bondad
de cuidar a los nios.
- Querida ma! . . .
Pero ya haba salido de la estancia.
Volodia no encontraba compaeros de
viaje, era la costumbre, se iba ms seguro y
costaba menos... Pero su madre comprendi
por qu; ya se haba extendido la noticia...
Ella vea lo grave de la situacin en el rostro
del hijo, que ahora era severo.
- Qu gente tan vil y tan cobarde . . .
Fariseos!. . . Mam, te ruego que vayas sola. . .
- Es tan grave?
Volodia comprendindola dijo:
-Temo que s.
-Telegra a a Mark Tmofievich.
Era el nuevo amigo de Sasha y Ana.

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Nieve y lluvia... Era el tiempo inestable


de Simbirsk. Siempre haban dicho que la casa

Nieve y lluvia... Era el tiempo inestable


de Simbirsk. Siempre haban dicho que la casa

desagradable. A pesar de su sequedad, el


director lo apreciaba... Pareca que adrede
tardaba tanto poniendo los chanclos en su
lugar... Despus con un gesto decidido entr
en la habitacin.
-Mam, aun no te desesperes . . .
(an?) ...Viera Vaslievna ha recibido una
carta de Katia Peskvskaia... Sasha y Ana han
sido arrestados.
Ah estaba...
Sin preguntar nada, a prisa, sali al
recibidor. Volodia le ayud a ponerse el abrigo
y el gorro, y ella se fue sin decir una palabra.
Viera Vaslievna abri la puerta, asustada, dispuesta a hablar para tranquilizarla,
pero no hubo necesidad. Mara Alexndrovna, saludndola con una inclinacin de cabeza y desapretando los labios, que se le haban puesto blancos, dijo:
- Dnde est la carta?
La maestra rpida abri la cmoda, y
sacando una hoja de papel se la tendi. Sin

mirada de los padres. Los queran para ellos,


pero seran capaces de todo por ellos. En una
palabra, aquello era una familia ...
Al da siguiente reciban visitas.
Llegaba el padrino de Volodia y Maiasha,
Arseni Belokrysenko, jefe de la o icina de
inmuebles, un hombre canoso, callado,
de aspecto grave, que toda la velada la
pasaba en espera de poderse sentar con
Ili Nikolievich al ajedrez. Despus llegaba
el inspector de las escuelas de instruccin
pblica, Ivn Vladmirovich Isherski, con
su esposa y retoos. El inspector era calvo,
de espesa barba cerrada. Se acomodaba
junto a Mara Alexndrovna y con un gesto
de satisfaccin aceptaba la invitacin para
cantar algo, aadiendo por anticipado:
Acompaado de usted, canto como respiro ...
" Es verdad, pues mam toca as tan natural
y tan puro ... Los hijos mayores sonrean a tal
galantera. Volodia ya abra la boca dispuesto
a decir algo, pero, topndose con la mirada

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desagradable. A pesar de su sequedad, el


director lo apreciaba... Pareca que adrede
tardaba tanto poniendo los chanclos en su
lugar... Despus con un gesto decidido entr
en la habitacin.
-Mam, aun no te desesperes . . .
(an?) ...Viera Vaslievna ha recibido una
carta de Katia Peskvskaia... Sasha y Ana han
sido arrestados.
Ah estaba...
Sin preguntar nada, a prisa, sali al
recibidor. Volodia le ayud a ponerse el abrigo
y el gorro, y ella se fue sin decir una palabra.
Viera Vaslievna abri la puerta, asustada, dispuesta a hablar para tranquilizarla,
pero no hubo necesidad. Mara Alexndrovna, saludndola con una inclinacin de cabeza y desapretando los labios, que se le haban puesto blancos, dijo:
- Dnde est la carta?
La maestra rpida abri la cmoda, y
sacando una hoja de papel se la tendi. Sin

mirada de los padres. Los queran para ellos,


pero seran capaces de todo por ellos. En una
palabra, aquello era una familia ...
Al da siguiente reciban visitas.
Llegaba el padrino de Volodia y Maiasha,
Arseni Belokrysenko, jefe de la o icina de
inmuebles, un hombre canoso, callado,
de aspecto grave, que toda la velada la
pasaba en espera de poderse sentar con
Ili Nikolievich al ajedrez. Despus llegaba
el inspector de las escuelas de instruccin
pblica, Ivn Vladmirovich Isherski, con
su esposa y retoos. El inspector era calvo,
de espesa barba cerrada. Se acomodaba
junto a Mara Alexndrovna y con un gesto
de satisfaccin aceptaba la invitacin para
cantar algo, aadiendo por anticipado:
Acompaado de usted, canto como respiro ...
" Es verdad, pues mam toca as tan natural
y tan puro ... Los hijos mayores sonrean a tal
galantera. Volodia ya abra la boca dispuesto
a decir algo, pero, topndose con la mirada

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remarcadamente tranquila de su madre, se


call.
Esperaban tambin a los maestros: el
civilizador de los chuvashes, Ivn Ykovliev,
el querido de los nios, bueno, afable todo l,
como irradiando luz, simpatizante con ellos;
el historiador Morzhov, liberal; galn e dolo
de las colegialas y el terror de los colegiales
el pelirrojo Yezhov; Niejotiev, un joven rubio, alto, que miraba con ansia los aperitivos
de la mesa. Tambin asistiran las educadoras del colegio: la enrgica Ramzitseva y la
tmida Zandman, en una palabra, los colegas
del padre con sus hijos, los condiscpulos de
los jvenes Ulinov.
Se encenda el rbol en la sala. Alrededor,
con mscaras que cada uno se haba confeccionado en completo secreto, bailaban, cantaban,
jugaban al correo, a las charadas (para lo cual
los disfraces servan como anillo al dedo). Era
una iesta alegre y bulliciosa. Sin embargo, ni
comparacin tiene con aquellas veladas cuando

Dejarn de existir ellos, pero lo mejor quedar


en los hijos, y lo que ellos tuvieron en potencia,
ms y mejor se desarrollar y perfeccionar
en la joven generacin... Ella haba soado
toda su vida con escribir, aunque fuera como
su hermana Ana; y ahora su hija Ana escriba
mejor y con ms sensatez. Y Olia, es que no
toca el piano mejor que lo tocaba ella? Se ve
que es as la ley de la vida. Hablara con Sasha
para que le contara lo que decan las ciencias
de todo eso.
Y los pequeos. . . Ellos todo lo tenan
por delante. Y los mayores los ayudarn a ser
dignos del futuro. Sobre todo Sasha.

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remarcadamente tranquila de su madre, se


call.
Esperaban tambin a los maestros: el
civilizador de los chuvashes, Ivn Ykovliev,
el querido de los nios, bueno, afable todo l,
como irradiando luz, simpatizante con ellos;
el historiador Morzhov, liberal; galn e dolo
de las colegialas y el terror de los colegiales
el pelirrojo Yezhov; Niejotiev, un joven rubio, alto, que miraba con ansia los aperitivos
de la mesa. Tambin asistiran las educadoras del colegio: la enrgica Ramzitseva y la
tmida Zandman, en una palabra, los colegas
del padre con sus hijos, los condiscpulos de
los jvenes Ulinov.
Se encenda el rbol en la sala. Alrededor,
con mscaras que cada uno se haba confeccionado en completo secreto, bailaban, cantaban,
jugaban al correo, a las charadas (para lo cual
los disfraces servan como anillo al dedo). Era
una iesta alegre y bulliciosa. Sin embargo, ni
comparacin tiene con aquellas veladas cuando

Dejarn de existir ellos, pero lo mejor quedar


en los hijos, y lo que ellos tuvieron en potencia,
ms y mejor se desarrollar y perfeccionar
en la joven generacin... Ella haba soado
toda su vida con escribir, aunque fuera como
su hermana Ana; y ahora su hija Ana escriba
mejor y con ms sensatez. Y Olia, es que no
toca el piano mejor que lo tocaba ella? Se ve
que es as la ley de la vida. Hablara con Sasha
para que le contara lo que decan las ciencias
de todo eso.
Y los pequeos. . . Ellos todo lo tenan
por delante. Y los mayores los ayudarn a ser
dignos del futuro. Sobre todo Sasha.

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De repente son el timbre. Mara


Alexndrovna dej a un lado la labor y sali
a abrir la puerta. S, era Volodia. Qu haba
pasado? Tena aspecto extrao. . . corno si
quisiera darse nimos, plido. Cunto tardaba
en quitarse los chanclos!... Ella lo observaba.
Quizs un altercado con Kerenski? Sera

De repente son el timbre. Mara


Alexndrovna dej a un lado la labor y sali
a abrir la puerta. S, era Volodia. Qu haba
pasado? Tena aspecto extrao. . . corno si
quisiera darse nimos, plido. Cunto tardaba
en quitarse los chanclos!... Ella lo observaba.
Quizs un altercado con Kerenski? Sera

pedagogo. Respetando el amor propio de


su hermana mayor, le ayud a prepararse
en latn y Ana obtuvo notable. Volodia daba
clases particulares, ayudaba a Ojtnikov, que
haba pasado de la edad escolar, dndole
clases. . . Tambin enseaba a su vecino Kolia
Nefdiev, al que llevaba a casa siempre que lo
encontraba en la calle cuando volva sucio de
la tipogra a donde trabajaba, preguntndole
con delicadeza y tan detalladamente sobre
cuestiones de linotipia, que pareca ser Kolia
quien le haca el favor y no Volodia, que lo
preparaba en gramtica y aritmtica.
Su esperanza era Sasha, y su apoyo...
Un hijo atento, un cient ico de talento,
poco locuaz, un amigo imparcial. Pasara lo
que pasara, poda con iar en l. Qu mayor
felicidad para una madre... Algo tiene Sasha
de ella: ese amor y atencin a la naturaleza, y
de ellos dos, la inmensa capacidad y decisin
de sacri icar todo por la causa y por el saber.
Qu maravillosa y sabia es la vida . . .

en el seno de la familia, en su ntimo ambiente,


se revelaba el espritu de cada uno de ellos, hablando de todo lo que pensaban en alta voz ...
Cuando llegaban los exmenes, la casa
viva en un estado de inquietud y preocupacin
constante por conseguir materiales, libros
fuera del programa, o asistir a la conferencia
de algn escritor o cient ico, de paso en la
ciudad. Mara Alexndrovna estaba mirando
por la ventana cmo jugaban los nios en el
patio: quizs tendra que ser ms cariosa
con ellos... Dar libertad a sus afectos... Pero se
sienten libres, estn bien... Su susceptibilidad
materna los retraera... Ellos son muy
comprensibles... Sentndose al escritorio,
coge una hoja de papel y escribe: "18 de
marzo, de 1882... he encargado semillas en la
tienda de Irnmer, de lores y para la huerta.
Pierdo mucho tiempo cultivndolas y no s si
saldr algo".
Al in los exmenes quedaban atrs, la
labor en el jardn tambin, ya podan partir para

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pedagogo. Respetando el amor propio de


su hermana mayor, le ayud a prepararse
en latn y Ana obtuvo notable. Volodia daba
clases particulares, ayudaba a Ojtnikov, que
haba pasado de la edad escolar, dndole
clases. . . Tambin enseaba a su vecino Kolia
Nefdiev, al que llevaba a casa siempre que lo
encontraba en la calle cuando volva sucio de
la tipogra a donde trabajaba, preguntndole
con delicadeza y tan detalladamente sobre
cuestiones de linotipia, que pareca ser Kolia
quien le haca el favor y no Volodia, que lo
preparaba en gramtica y aritmtica.
Su esperanza era Sasha, y su apoyo...
Un hijo atento, un cient ico de talento,
poco locuaz, un amigo imparcial. Pasara lo
que pasara, poda con iar en l. Qu mayor
felicidad para una madre... Algo tiene Sasha
de ella: ese amor y atencin a la naturaleza, y
de ellos dos, la inmensa capacidad y decisin
de sacri icar todo por la causa y por el saber.
Qu maravillosa y sabia es la vida . . .

en el seno de la familia, en su ntimo ambiente,


se revelaba el espritu de cada uno de ellos, hablando de todo lo que pensaban en alta voz ...
Cuando llegaban los exmenes, la casa
viva en un estado de inquietud y preocupacin
constante por conseguir materiales, libros
fuera del programa, o asistir a la conferencia
de algn escritor o cient ico, de paso en la
ciudad. Mara Alexndrovna estaba mirando
por la ventana cmo jugaban los nios en el
patio: quizs tendra que ser ms cariosa
con ellos... Dar libertad a sus afectos... Pero se
sienten libres, estn bien... Su susceptibilidad
materna los retraera... Ellos son muy
comprensibles... Sentndose al escritorio,
coge una hoja de papel y escribe: "18 de
marzo, de 1882... he encargado semillas en la
tienda de Irnmer, de lores y para la huerta.
Pierdo mucho tiempo cultivndolas y no s si
saldr algo".
Al in los exmenes quedaban atrs, la
labor en el jardn tambin, ya podan partir para

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Kokshkino; all todo era incomparable y querido,


y quizs el secreto de su atraccin estaba en aquella comparacin de su juventud y la de sus hijos.
Ili Nikolievich, all, en el bosque, se
volva joven y como un chiquillo: cantaba,
jugaba a las carreras. . . Mara Alexndrovna
tambin se transformaba: con aquellos colores
en sus mejillas y el brillo en la mirada. Era la
Msheka de la juventud, a la que sus amigas
de Kokshkino seguan llamndola por el
nombre, acudiendo a ella para aconsejarse y
curarse. . .
En barco a Kazn. . . Cmo les gustaban
aquellos olores entraables: de la arpillera,
de los sacos de pescado ahumado, de las
sandas! En los embarcaderos se saciaban
con marmitas de "leche al horno", con fresas
silvestres, que les ofrecan en cuencas de
madera, con miel de panal en vasijas de
corteza de abedul, todo saturado del olor del
ro. . .
Cuando en la lejana divisaban

de Estado, de sencillo porte y usada levita, de


cara ingenua y bondadosa, sin altanera, sin
engreimiento, indefenso en su pureza y honestidad, esperando de los dems la misma
actitud para tan noble causa, asombrndose
en su primera reaccin al chocar con la indiferencia. Despus, la indignacin, la tenacidad y la energa lo lanzaban al ataque... Todo
eso lo saba ella, su esposa, que haba aceptado involuntariamente, como suyo propio,
el modo de obrar de l en la vida. Y de otro
modo no poda ser. Incluso los detractores
respetaban su memoria, lo mucho que haba
logrado en diecisiete aos de trabajo.
Es que haba sido asolado su hogar?
Acaso se sentan unidos y felices incluso
durante las reparaciones, alojndose todos
en el ala extrema del edi icio?... Lo principal
era que los hijos resistieran y consiguieran lo
que se haban propuesto.
Ana tena casi abandonados sus
exmenes. Volodia result ser un magn ico

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Kokshkino; all todo era incomparable y querido,


y quizs el secreto de su atraccin estaba en aquella comparacin de su juventud y la de sus hijos.
Ili Nikolievich, all, en el bosque, se
volva joven y como un chiquillo: cantaba,
jugaba a las carreras. . . Mara Alexndrovna
tambin se transformaba: con aquellos colores
en sus mejillas y el brillo en la mirada. Era la
Msheka de la juventud, a la que sus amigas
de Kokshkino seguan llamndola por el
nombre, acudiendo a ella para aconsejarse y
curarse. . .
En barco a Kazn. . . Cmo les gustaban
aquellos olores entraables: de la arpillera,
de los sacos de pescado ahumado, de las
sandas! En los embarcaderos se saciaban
con marmitas de "leche al horno", con fresas
silvestres, que les ofrecan en cuencas de
madera, con miel de panal en vasijas de
corteza de abedul, todo saturado del olor del
ro. . .
Cuando en la lejana divisaban

de Estado, de sencillo porte y usada levita, de


cara ingenua y bondadosa, sin altanera, sin
engreimiento, indefenso en su pureza y honestidad, esperando de los dems la misma
actitud para tan noble causa, asombrndose
en su primera reaccin al chocar con la indiferencia. Despus, la indignacin, la tenacidad y la energa lo lanzaban al ataque... Todo
eso lo saba ella, su esposa, que haba aceptado involuntariamente, como suyo propio,
el modo de obrar de l en la vida. Y de otro
modo no poda ser. Incluso los detractores
respetaban su memoria, lo mucho que haba
logrado en diecisiete aos de trabajo.
Es que haba sido asolado su hogar?
Acaso se sentan unidos y felices incluso
durante las reparaciones, alojndose todos
en el ala extrema del edi icio?... Lo principal
era que los hijos resistieran y consiguieran lo
que se haban propuesto.
Ana tena casi abandonados sus
exmenes. Volodia result ser un magn ico

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por lo cual antes no prevea nada grave. . .

Con desaliento cumpla los odiosos


trmites de la herencia, agobiantes e indignantes a veces, consolndola la afectuosa
condolencia comn. Se daba cuenta del sentimiento franco con que la acogan, incluso
entre aquellos funcionarios que no simpatizaban con su esposo y que lo haban hecho
sufrir con su burocratismo y con la irritacin
que les causaba la defensa y actividad en pro
de las nacionalidades minoritarias del pas. Al
in y al cabo, su herencia verdadera eran esas
escuelas que l haba creado y sus alumnos,
la nueva promocin de maestros progresistas, principal y nica herencia del consejero

la herclea igura del cochero Ykov


Dimtrievch, era di cil contener a los nios
que se le echaban encima, expresndole
acaloradamente su afecto y su emocin,
saludndolo y apresurndose para llegar a
Kokshkino. . .
- Qu ingenioso -deca de Volodia el
cochero Ykov, tomando su polvo de rap y
estornudando-. Muy bueno para limpiar el
caletre...
Tal expresin le cay bien a Volodia,
que, cuando oa alguna sandez, aada:
"Estornude! . . . "
El molino, el estanque, el pantano
lleno de ranas que croaban ferozmente, y a
las que Sasha cazaba para sus experimentos;
el riachuelo de "Las rosas verdes", que as
llamaban por la abundancia de nenfares,
cuyos capullos eran como rosas. "La montaa
imantada", "El manantial estancado", "La
cocina estival". . . Todo era potico y agradable
. . . "Tan chiquirritn y "tie" sus encantos, "tie"

62

35

Simbirsk, 19 de marzo de 1886".

SU ESPERANZA ERA SASHA

por lo cual antes no prevea nada grave. . .

Con desaliento cumpla los odiosos


trmites de la herencia, agobiantes e indignantes a veces, consolndola la afectuosa
condolencia comn. Se daba cuenta del sentimiento franco con que la acogan, incluso
entre aquellos funcionarios que no simpatizaban con su esposo y que lo haban hecho
sufrir con su burocratismo y con la irritacin
que les causaba la defensa y actividad en pro
de las nacionalidades minoritarias del pas. Al
in y al cabo, su herencia verdadera eran esas
escuelas que l haba creado y sus alumnos,
la nueva promocin de maestros progresistas, principal y nica herencia del consejero

la herclea igura del cochero Ykov


Dimtrievch, era di cil contener a los nios
que se le echaban encima, expresndole
acaloradamente su afecto y su emocin,
saludndolo y apresurndose para llegar a
Kokshkino. . .
- Qu ingenioso -deca de Volodia el
cochero Ykov, tomando su polvo de rap y
estornudando-. Muy bueno para limpiar el
caletre...
Tal expresin le cay bien a Volodia,
que, cuando oa alguna sandez, aada:
"Estornude! . . . "
El molino, el estanque, el pantano
lleno de ranas que croaban ferozmente, y a
las que Sasha cazaba para sus experimentos;
el riachuelo de "Las rosas verdes", que as
llamaban por la abundancia de nenfares,
cuyos capullos eran como rosas. "La montaa
imantada", "El manantial estancado", "La
cocina estival". . . Todo era potico y agradable
. . . "Tan chiquirritn y "tie" sus encantos, "tie"

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Simbirsk, 19 de marzo de 1886".

SU ESPERANZA ERA SASHA

sus alegras", deca la gente del lugar cuando


hablaba de Kokshkino.
Sus habitaciones en la buhardilla las
llamaban "de los Ulinov".
En el ro a la hora de bao eran tantos
los chiquillos, que el tablado con los bancos
y la ropa lotaba sobre el agua. .. Por eso los
padres se baaban de madrugada. Una vez Ili
Nikolievich, a quien le gustaba leer versos
en sus paseos matutinos, dej olvidados los
chanclos en el tablado de los baos. (Caminar
por la orilla pantanosa tampoco era fcil.)
Acababa de llegar cuando los nios, lozanos,
an hmedas las cabelleras despus del bao
y oliendo a ro, se sentaron ruidosos junto al
samovar. Entonces Ana, delgadita y vivaracha,
declam burlona:

y saliendo de la mesa sac los chanclos


escondidos debajo del divn.

agradezco el cordial recuerdo que guarda


por mi difunto esposo y su compasin por mi
pena. . . Ni entonces, medio ao atrs, cuando
usted lo vio, ni el mismo da de su muerte se
poda prever tan catastr ico desenlace. Creo
que usted saba que Ili Nikolievich casi no
haba estado enfermo. El 11 de enero se sinti
mal, el mdico nos tranquiliz, segurndonos
que no era nada serio, algo de gastritis. Pero
de m se apoder una angustia inexplicable...
Por la tarde, de nuevo habl con el doctor que
me volvi a repetir lo mismo. Al da siguiente,
el da de su muerte, el mdico dijo que estaba
mejor. El mismo Ili Nikolievich lo irmaba
pasendose por la habitacin e incluso
recibi algunas visitas y junto con Vladmir
Mijilovich redact y ley algo en el informe
que acababa de terminar. A eso de las cinco,
despus de la comida, dej de existir. Falleci
sin que nos diramos cuenta, no sufri nada;
un rato largo pens que era un desmayo.
Segn el mdico fue un derrame cerebral,

36

61

sus alegras", deca la gente del lugar cuando


hablaba de Kokshkino.
Sus habitaciones en la buhardilla las
llamaban "de los Ulinov".
En el ro a la hora de bao eran tantos
los chiquillos, que el tablado con los bancos
y la ropa lotaba sobre el agua. .. Por eso los
padres se baaban de madrugada. Una vez Ili
Nikolievich, a quien le gustaba leer versos
en sus paseos matutinos, dej olvidados los
chanclos en el tablado de los baos. (Caminar
por la orilla pantanosa tampoco era fcil.)
Acababa de llegar cuando los nios, lozanos,
an hmedas las cabelleras despus del bao
y oliendo a ro, se sentaron ruidosos junto al
samovar. Entonces Ana, delgadita y vivaracha,
declam burlona:

y saliendo de la mesa sac los chanclos


escondidos debajo del divn.

agradezco el cordial recuerdo que guarda


por mi difunto esposo y su compasin por mi
pena. . . Ni entonces, medio ao atrs, cuando
usted lo vio, ni el mismo da de su muerte se
poda prever tan catastr ico desenlace. Creo
que usted saba que Ili Nikolievich casi no
haba estado enfermo. El 11 de enero se sinti
mal, el mdico nos tranquiliz, segurndonos
que no era nada serio, algo de gastritis. Pero
de m se apoder una angustia inexplicable...
Por la tarde, de nuevo habl con el doctor que
me volvi a repetir lo mismo. Al da siguiente,
el da de su muerte, el mdico dijo que estaba
mejor. El mismo Ili Nikolievich lo irmaba
pasendose por la habitacin e incluso
recibi algunas visitas y junto con Vladmir
Mijilovich redact y ley algo en el informe
que acababa de terminar. A eso de las cinco,
despus de la comida, dej de existir. Falleci
sin que nos diramos cuenta, no sufri nada;
un rato largo pens que era un desmayo.
Segn el mdico fue un derrame cerebral,

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En la orilla los chanclos pap se olvid,


Ana, su hija, se los encontr ...

En la orilla los chanclos pap se olvid,


Ana, su hija, se los encontr ...

"La Asamblea de Diputados Nobles


de Simbirsk decreta con fecha del 17 de
junio de 1886 que han sido incluidos en el
Libro Genealgico de la Nobleza la viuda del
consejero de Estado, Mara Alexndrovna
Ulinova, con sus hijos . . . "
". . .Por merced de su Alteza el Monarca,
se le entrega la orden de San Vladimiro de II
categora, con la cual haba conseguido por
herencia el derecho al ttulo. . . sin que con
cierna esto a su hija adulta. . . Ana, por no
haberlo solicitado personalmente aparte".
Pero no lo solicit!
Sasha obtuvo la medalla de oro por
su trabajo cient ico "Sobre los rganos
segmentarios y sexuales de los Annulata".
Al recibir su carta, Mara Alexndrovna se
ech a llorar: "Pap no lleg a verlo... "
En marzo de 1886 escriba a su viejo
amigo Formakovski; saba que le interesaba
todo 10 relacionado con Ili Nikolievich:
"Estimado Vladmir Igntievich: le

Ili Nikolievich llegaba a Kokshkino


despus que todos. Lo retenan en la ciudad
sus obligaciones: informes, congresos...
Desde que fue nombrado director de las
escuelas de instruccin pblica el trabajo
haba aumentado. Continuaba aquella vida
nmada. Las alegras y las penas seguan
turnndose: el ao del nacimiento de Mitia7,
1874, ms de mil jvenes de los populistas8
fueron deportados.
Aterrorizaban las sentencias de muerte
de Andri Zhelibov, So ia Pervskaia, Nikoli
Kiblchich. Con el ministro de Instruccin
Pblica, conde Tolsti, fueron expulsados
los maestros progresistas; se intentaba
convertir en espas a los educadores. Muchos
se entregaban a la bebida, algunos, como
7

8
Revolucionarios de la Nardnaia Volia (Voluntad del Pueblo).

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"La Asamblea de Diputados Nobles


de Simbirsk decreta con fecha del 17 de
junio de 1886 que han sido incluidos en el
Libro Genealgico de la Nobleza la viuda del
consejero de Estado, Mara Alexndrovna
Ulinova, con sus hijos . . . "
". . .Por merced de su Alteza el Monarca,
se le entrega la orden de San Vladimiro de II
categora, con la cual haba conseguido por
herencia el derecho al ttulo. . . sin que con
cierna esto a su hija adulta. . . Ana, por no
haberlo solicitado personalmente aparte".
Pero no lo solicit!
Sasha obtuvo la medalla de oro por
su trabajo cient ico "Sobre los rganos
segmentarios y sexuales de los Annulata".
Al recibir su carta, Mara Alexndrovna se
ech a llorar: "Pap no lleg a verlo... "
En marzo de 1886 escriba a su viejo
amigo Formakovski; saba que le interesaba
todo 10 relacionado con Ili Nikolievich:
"Estimado Vladmir Igntievich: le
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Mitia, Miteka, Mitiok: diminutivos de Dimitri.

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Ili Nikolievich llegaba a Kokshkino


despus que todos. Lo retenan en la ciudad
sus obligaciones: informes, congresos...
Desde que fue nombrado director de las
escuelas de instruccin pblica el trabajo
haba aumentado. Continuaba aquella vida
nmada. Las alegras y las penas seguan
turnndose: el ao del nacimiento de Mitia7,
1874, ms de mil jvenes de los populistas8
fueron deportados.
Aterrorizaban las sentencias de muerte
de Andri Zhelibov, So ia Pervskaia, Nikoli
Kiblchich. Con el ministro de Instruccin
Pblica, conde Tolsti, fueron expulsados
los maestros progresistas; se intentaba
convertir en espas a los educadores. Muchos
se entregaban a la bebida, algunos, como
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Mitia, Miteka, Mitiok: diminutivos de Dimitri.

8
Revolucionarios de la Nardnaia Volia (Voluntad del Pueblo).

37

Serdbov, perdieron el juicio.


Los nios estudiaban bien... Sus hijos
tenan el privilegio, como hijos del director
de las escuelas de instruccin pblica, a
la enseanza gratuita. Para las nias ese
privilegio no exista.
Mara Alexndrovna pensaba que
su esposo tena razn en su escepticismo
respecto de la enseanza clsica con las
lenguas griega y latina, y el menosprecio por
las ciencias naturales. Claro que hubiera sido
preferible una escuela de ciencias exactas y
naturales, ms prctico. Pero la preparacin
para la Universidad nicamente se efectuaba
en los colegios de enseanza clsica. Slo
quedaba resignarse.
Los nios ya saban ms que cuando
la madre se present a los exmenes para
maestra. Y eso era precisamente su triunfo.
El triunfo de ambos esposos.
El nuevo director del colegio, Fedor
Kerenski, eclesistico, en el trato pareca una

Nikolievich y ella pensaban de la misma


manera sobre este particular. Y ahora, de
qu valan esas condecoraciones. . . Pero
el Departamento de la Instruccin Pblica
exiga: " . . .Reclamar a la viuda ... de su pensin
120 rublos, la deuda del difunto esposo, por
la orden de Stanislav de I categora que su
Alteza imperial tuvo la merced de concederle
en agosto de 1886, aplazando la exaccin
hasta que se haya aclarado el resultado de
las gestiones iniciadas ante el ministro de
Instruccin Pblica, el 30 de enero de 1887".
Record que una vez, jugando al
ajedrez con su padre, ste le cont la historia
de sus gestiones para obtener el ttulo de
nobleza. "Por sus largos e irreprochables
aos de servicios". De nuevo papeles ...
Aquel ttulo de nobleza perdido
despus, al casarse, y otra vez conseguido
con el enorme trabajo de Ili Nikolievich, a
ninguno de los dos les haca falta solamente a
sus hijos. . .

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Serdbov, perdieron el juicio.


Los nios estudiaban bien... Sus hijos
tenan el privilegio, como hijos del director
de las escuelas de instruccin pblica, a
la enseanza gratuita. Para las nias ese
privilegio no exista.
Mara Alexndrovna pensaba que
su esposo tena razn en su escepticismo
respecto de la enseanza clsica con las
lenguas griega y latina, y el menosprecio por
las ciencias naturales. Claro que hubiera sido
preferible una escuela de ciencias exactas y
naturales, ms prctico. Pero la preparacin
para la Universidad nicamente se efectuaba
en los colegios de enseanza clsica. Slo
quedaba resignarse.
Los nios ya saban ms que cuando
la madre se present a los exmenes para
maestra. Y eso era precisamente su triunfo.
El triunfo de ambos esposos.
El nuevo director del colegio, Fedor
Kerenski, eclesistico, en el trato pareca una

Nikolievich y ella pensaban de la misma


manera sobre este particular. Y ahora, de
qu valan esas condecoraciones. . . Pero
el Departamento de la Instruccin Pblica
exiga: " . . .Reclamar a la viuda ... de su pensin
120 rublos, la deuda del difunto esposo, por
la orden de Stanislav de I categora que su
Alteza imperial tuvo la merced de concederle
en agosto de 1886, aplazando la exaccin
hasta que se haya aclarado el resultado de
las gestiones iniciadas ante el ministro de
Instruccin Pblica, el 30 de enero de 1887".
Record que una vez, jugando al
ajedrez con su padre, ste le cont la historia
de sus gestiones para obtener el ttulo de
nobleza. "Por sus largos e irreprochables
aos de servicios". De nuevo papeles ...
Aquel ttulo de nobleza perdido
despus, al casarse, y otra vez conseguido
con el enorme trabajo de Ili Nikolievich, a
ninguno de los dos les haca falta solamente a
sus hijos. . .

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59

Desde la infancia conoca ella el


precio de los ttulos y condecoraciones. Ili

bella persona, pero en el colegio era seco y


escriba en sus informes: "... En el anlisis de
las obras literarias, la llamada apreciacin
crtica, tan penosa para los alumnos, no se ha
permitido". Penosa!... Si l oyera ... !
Ili Nikolievich ya tena el rango
de funcionario, comparable, diramos,
al de general, y haba sido condecorado
varias veces. Pero Mara Alexndrovna se
sonrea cuando lo vea sofocado jugando y
"comindose las erres" ... El eterno estudiante
estaba en su elemento, era feliz... Y ella saba
perfectamente todo lo que esconda su severa
apariencia o icial.
En Kokshkino se encontraban las
hermanas, los primos... All not la madre
cmo surgi el primer amor de su primognito
por Marusia Veretnnikova.
Volodia ingres en el colegio y se
neg a seguir estudiando msica, aunque "su
pareja", Olia, tocaba cada vez mejor el piano,
Adems, tena una voz agradable. i Y qu

58

39

cuenta a cada uno de los herederos, la cantidad no llegara a los mil rublos por persona".
"1886, 19 de septiembre. Por orden de
su Alteza imperial. .. Se declara con derecho a
la herencia a Mara Alexndrovna Ulinova,
con una cuarta parte; a sus dos hijas menores
Olia y Mara, con una octava parte a cada
una; a sus hijos menores de edad, Alexandr,
Vladmir y Dimitri Ulinov, a cada uno con
una sexta parte".
Para la educacin de sus hijos se le
conceda una dotacin de 150 rublos, con la
condicin de comunicar previamente. . . "si
deseaba recibir la condecoracin del esposo,
que ms arriba se mencionaba, por la que
haba que abonar la suma de 150 rubios".
Como una burla!
"La viuda de Ulinov no ha deseado
recibir la condecoracin otorgada a su esposo".
Desde la infancia conoca ella el
precio de los ttulos y condecoraciones. Ili

bella persona, pero en el colegio era seco y


escriba en sus informes: "... En el anlisis de
las obras literarias, la llamada apreciacin
crtica, tan penosa para los alumnos, no se ha
permitido". Penosa!... Si l oyera ... !
Ili Nikolievich ya tena el rango
de funcionario, comparable, diramos,
al de general, y haba sido condecorado
varias veces. Pero Mara Alexndrovna se
sonrea cuando lo vea sofocado jugando y
"comindose las erres" ... El eterno estudiante
estaba en su elemento, era feliz... Y ella saba
perfectamente todo lo que esconda su severa
apariencia o icial.
En Kokshkino se encontraban las
hermanas, los primos... All not la madre
cmo surgi el primer amor de su primognito
por Marusia Veretnnikova.
Volodia ingres en el colegio y se
neg a seguir estudiando msica, aunque "su
pareja", Olia, tocaba cada vez mejor el piano,
Adems, tena una voz agradable. i Y qu

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cuenta a cada uno de los herederos, la cantidad no llegara a los mil rublos por persona".
"1886, 19 de septiembre. Por orden de
su Alteza imperial. .. Se declara con derecho a
la herencia a Mara Alexndrovna Ulinova,
con una cuarta parte; a sus dos hijas menores
Olia y Mara, con una octava parte a cada
una; a sus hijos menores de edad, Alexandr,
Vladmir y Dimitri Ulinov, a cada uno con
una sexta parte".
Para la educacin de sus hijos se le
conceda una dotacin de 150 rublos, con la
condicin de comunicar previamente. . . "si
deseaba recibir la condecoracin del esposo,
que ms arriba se mencionaba, por la que
haba que abonar la suma de 150 rubios".
Como una burla!
"La viuda de Ulinov no ha deseado
recibir la condecoracin otorgada a su esposo".

tenaz y qu traviesa era al mismo tiempo!. ..


Eran una pareja extraordinaria. Haba en los
dos algo que iba contra la corriente. La madre
podra haberIo obligado a seguir estudiando
msica, pero para qu, si no quera? En
eso Ana, la hermana mayor, se puso de su
lado; ella se enfrascaba en la lectura de
Psariev, crtico y pedagogo. A Sasha, callado
y tranquilo, muy atento con los dems, le
atrajo Bazrov, personaje de la novela de
Turguniev "Padres e hijos", y David de "El
reloj", del mismo autor, Dlojov de Len
Tolsti en "La guerra y la paz". Se asombraba
la madre cmo se encenda en l el fuego
interno y se congratulaba de su amistad con
la inteligente y tranquila Marusia.
Ana se entusiasmaba con Andri
Bolkonski; Marusia, en cambio, con Pier
Bezjov, personajes de "La guerra y la paz".
Sasha era re lexivo y honrado en la expresin
de sus opiniones, quizs demasiado serio.
En la composicin que pidieron en el colegio

Haba que ocuparse de algo para no


pensar. Eso, no pensar y trabajar.
Se aisl en su recogimiento. Se alej de la sociedad, de las amistades. No quera molestar ni la condolencia de nadie. A la
propuesta de recibir la ltima condecoracin
de su esposo ella se neg. Haba que dar una
cantidad que no les sobraba. Qu importaba
ya todo eso! . . . Dieron en alquiler la mitad de
la casa, tuvieron que estrecharse entre ellos:
la madre con las hijas en una habitacin y Volodia con Mitia. Vendieron parte de los muebles, pero no se deshicieron del piano. Hubo
que gestionar mucho para la herencia. Papeles y ms papeles. . .
"Solicitud al juzgado de instancia.
...No adjunto solicitud aparte sobre
valores, porque la propiedad que ha quedado
despus de la muerte de mi esposo, consiste
en bienes muebles y un capital de dos mil rublos en el Banco Social Urbano de Simbirsk,
en un billete con el N 12465, y teniendo en

40

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tenaz y qu traviesa era al mismo tiempo!. ..


Eran una pareja extraordinaria. Haba en los
dos algo que iba contra la corriente. La madre
podra haberIo obligado a seguir estudiando
msica, pero para qu, si no quera? En
eso Ana, la hermana mayor, se puso de su
lado; ella se enfrascaba en la lectura de
Psariev, crtico y pedagogo. A Sasha, callado
y tranquilo, muy atento con los dems, le
atrajo Bazrov, personaje de la novela de
Turguniev "Padres e hijos", y David de "El
reloj", del mismo autor, Dlojov de Len
Tolsti en "La guerra y la paz". Se asombraba
la madre cmo se encenda en l el fuego
interno y se congratulaba de su amistad con
la inteligente y tranquila Marusia.
Ana se entusiasmaba con Andri
Bolkonski; Marusia, en cambio, con Pier
Bezjov, personajes de "La guerra y la paz".
Sasha era re lexivo y honrado en la expresin
de sus opiniones, quizs demasiado serio.
En la composicin que pidieron en el colegio

Haba que ocuparse de algo para no


pensar. Eso, no pensar y trabajar.
Se aisl en su recogimiento. Se alej de la sociedad, de las amistades. No quera molestar ni la condolencia de nadie. A la
propuesta de recibir la ltima condecoracin
de su esposo ella se neg. Haba que dar una
cantidad que no les sobraba. Qu importaba
ya todo eso! . . . Dieron en alquiler la mitad de
la casa, tuvieron que estrecharse entre ellos:
la madre con las hijas en una habitacin y Volodia con Mitia. Vendieron parte de los muebles, pero no se deshicieron del piano. Hubo
que gestionar mucho para la herencia. Papeles y ms papeles. . .
"Solicitud al juzgado de instancia.
...No adjunto solicitud aparte sobre
valores, porque la propiedad que ha quedado
despus de la muerte de mi esposo, consiste
en bienes muebles y un capital de dos mil rublos en el Banco Social Urbano de Simbirsk,
en un billete con el N 12465, y teniendo en

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57

En parte lo debemos a la in luencia de


nuestros padres ... En parte, a la de aquellos
maestros que inculcaron en nuestra vida las
convicciones de la honradez y los elevados
principios morales. Esos individuos fueron los
maestros de lengua rusa Lguinov y Zajrov
y el de matemticas, I. N. Ulinov... Yo tena
preferencia por las matemticas mientras las
enseaba l. .. Ulinov inculcaba en nuestras
almas la aversin al arribismo y al lucro ... "
Despus
del
entierro,
Mara
Alexndrovna sac fuerzas para ir a visitar
a Viera Vaslievna. Tan buena compaera y
no haba estado en el entierro. . . Entonces,
le pasaba algo. As fue, Kashkadmova estaba
en cama. Y Mara Alexndrovna tuvo que
consolarla. . . No, no vea el mundo a travs
de una bruma, todo a su alrededor se haba
petri icado. . .
Lleg un telegrama de Sasha:
"Comunicar detallado sobre la muerte de
pap".

sobre el tema "Qu es necesario para ser til


a la sociedad y a la nacin", escriba:
" . . . Para ser til a la sociedad, el hombre
debe ser honrado y estar acostumbrado al
trabajo tenaz, y para que pueda rendir el mejor
resultado, el hombre necesita inteligencia
y conocimiento perfecto de lo que hace... El
hombre debe acostumbrarse al trabajo, amar
el trabajo, y ste debe convertirse en una
necesidad vital del hombre. . . El desarrollo
mental es tan imprescindible para el ser
humano como las cualidades morales, Sin
ellas, las actividades humanas tomaran un
rumbo equvoco y no aportaran utilidad
alguna a la sociedad ... "
Cali icacin:
Notable.
Firmado:
Kerenski.
-Hubiramos escrito seguramente lo
mismo, de veras -dijo la madre, cerrando el
cuaderno-. Firmaramos bajo cada palabra. . .
Es hijo nuestro.
-Quizs un poco largo. . . -dijo Ili

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En parte lo debemos a la in luencia de


nuestros padres ... En parte, a la de aquellos
maestros que inculcaron en nuestra vida las
convicciones de la honradez y los elevados
principios morales. Esos individuos fueron los
maestros de lengua rusa Lguinov y Zajrov
y el de matemticas, I. N. Ulinov... Yo tena
preferencia por las matemticas mientras las
enseaba l. .. Ulinov inculcaba en nuestras
almas la aversin al arribismo y al lucro ... "
Despus
del
entierro,
Mara
Alexndrovna sac fuerzas para ir a visitar
a Viera Vaslievna. Tan buena compaera y
no haba estado en el entierro. . . Entonces,
le pasaba algo. As fue, Kashkadmova estaba
en cama. Y Mara Alexndrovna tuvo que
consolarla. . . No, no vea el mundo a travs
de una bruma, todo a su alrededor se haba
petri icado. . .
Lleg un telegrama de Sasha:
"Comunicar detallado sobre la muerte de
pap".

sobre el tema "Qu es necesario para ser til


a la sociedad y a la nacin", escriba:
" . . . Para ser til a la sociedad, el hombre
debe ser honrado y estar acostumbrado al
trabajo tenaz, y para que pueda rendir el mejor
resultado, el hombre necesita inteligencia
y conocimiento perfecto de lo que hace... El
hombre debe acostumbrarse al trabajo, amar
el trabajo, y ste debe convertirse en una
necesidad vital del hombre. . . El desarrollo
mental es tan imprescindible para el ser
humano como las cualidades morales, Sin
ellas, las actividades humanas tomaran un
rumbo equvoco y no aportaran utilidad
alguna a la sociedad ... "
Cali icacin:
Notable.
Firmado:
Kerenski.
-Hubiramos escrito seguramente lo
mismo, de veras -dijo la madre, cerrando el
cuaderno-. Firmaramos bajo cada palabra. . .
Es hijo nuestro.
-Quizs un poco largo. . . -dijo Ili

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41

Nikolievich, escondiendo su emocin-.


Naturalmente que irmaramos bajo cada
palabra. Es un buen chico.
Ili Nikolievich hizo profunda
amistad en Kokshkino con la menor de los
Veretnnikov, Ana, que haba terminado el
colegio en Sartov y viva con los Ulinov.
Ana intent trabajar en Bugurusln
de maestra en la escuela parroquial de nias.
En la persona de Ili Nikolievich, ella vea al
maestro de toda su vida. Soaba ser mdico
y slo trabajar en la aldea, en los lugares
perdidos entre las pequeas nacionalidades,
las ms necesitadas. Con ella, Ili Nikolievich
comparta sus ms recnditos y frustrados
anhelos: la organizacin de las escuelas
dominicales para los padres de los escolares.
En Kokshkino, Mara Alexndrovna
con su hermana mayor se acomodaban en
la habitacin de la esquina, Ili Nikolievich
en el despacho; al lado, Volodia y Kolia
Veretnnikov que, para no "complicarse

das dedicatorias de parte de los maestros y


alumnos de la ciudad de Simbirsk, del colegio
urbano, de los amigos y parientes.
En el peridico se public una extensa
necrologa: " ... Dios ayude a su esposa, bien
conocida entre todos como madre ejemplar
para cumplir con xito la gran causa de la
educacin y la instruccin de los hijos que
quedan en sus manos".
- Era un viejo estudiante, y hasta
la muerte sigui siendo el mismo que era
cuando se sentaba en el aula estudiantil.
Fiel a sus ideales de juventud -decan entre
la multitud hablando de Ili Nikolievich.
Hablaban de las escuelas que haba creado,
de los maestros, los "ulianistas", de su alma
pura y cristalina, siempre joven.
Muchos aos despus, uno de los
alumnos del Instituto de la Nobleza de
Penza, el mdico Nil Filtov, escribira en sus
memorias: " y por qu de nosotros salieron
hombres de bien y no monstruos humanos?

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Nikolievich, escondiendo su emocin-.


Naturalmente que irmaramos bajo cada
palabra. Es un buen chico.
Ili Nikolievich hizo profunda
amistad en Kokshkino con la menor de los
Veretnnikov, Ana, que haba terminado el
colegio en Sartov y viva con los Ulinov.
Ana intent trabajar en Bugurusln
de maestra en la escuela parroquial de nias.
En la persona de Ili Nikolievich, ella vea al
maestro de toda su vida. Soaba ser mdico
y slo trabajar en la aldea, en los lugares
perdidos entre las pequeas nacionalidades,
las ms necesitadas. Con ella, Ili Nikolievich
comparta sus ms recnditos y frustrados
anhelos: la organizacin de las escuelas
dominicales para los padres de los escolares.
En Kokshkino, Mara Alexndrovna
con su hermana mayor se acomodaban en
la habitacin de la esquina, Ili Nikolievich
en el despacho; al lado, Volodia y Kolia
Veretnnikov que, para no "complicarse

das dedicatorias de parte de los maestros y


alumnos de la ciudad de Simbirsk, del colegio
urbano, de los amigos y parientes.
En el peridico se public una extensa
necrologa: " ... Dios ayude a su esposa, bien
conocida entre todos como madre ejemplar
para cumplir con xito la gran causa de la
educacin y la instruccin de los hijos que
quedan en sus manos".
- Era un viejo estudiante, y hasta
la muerte sigui siendo el mismo que era
cuando se sentaba en el aula estudiantil.
Fiel a sus ideales de juventud -decan entre
la multitud hablando de Ili Nikolievich.
Hablaban de las escuelas que haba creado,
de los maestros, los "ulianistas", de su alma
pura y cristalina, siempre joven.
Muchos aos despus, uno de los
alumnos del Instituto de la Nobleza de
Penza, el mdico Nil Filtov, escribira en sus
memorias: " y por qu de nosotros salieron
hombres de bien y no monstruos humanos?

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55

Ili Nikolievich yaca en el atad.


Mara Alexndrovna, sin comprender lo que
pasaba a su alrededor, estaba junto a l. ..
Ana, viendo el estado de su madre,
abrazndose a ella dijo:
- No me voy, me quedo...
La madre sin comprender an levant
hacia ella los ojos en los que apareca el
asombro y dijo:
- Irs, Ana, debes ir.
Cmo iba ella a quedarse sola?... Sola no, con
los nios, pero sin l. .. Sera posible? Pues
lo era... Haba que erguir los hombros, haba
que pensar en la vida. Y las lgrimas resbalan
sin cesar por las esculidas mejillas.
Decidieron no llamar a Sasha para no
interrumpirle su trabajo ...
Desde la maana del 14 de enero
de 1886 toda la calle estaba abarrotada de
alumnos y colegas de Ili Nikolievich. El cortejo fnebre se dirigi a la iglesia parroquia!
Llevaban coronas con cintas de luto y senti-

la vida", entraban y salan por la ventana


o directamente por el balcn que daba al
parterre ...
Toda la familia con a icin hacan
cometas, zancos, jugaban a "Los casacas
libres", visitaban la aldea, daban paseos por
el bosque, iban al ro. Las amistades iniciadas
en la aldea en la infancia se multiplicaban.
Lean las novelas de Ggol y una vez,
disfrazndose de "fantasmas", asustaron a un
amigo miedoso que vino a pasar unos das con
ellos. La madre los reprendi. Ella siempre
los tranquilizaba con la msica y, llena de
entusiasmo, les relataba el argumento de
las peras preferidas, sobre todo le gustaba
"La tumba de Ascoldo" del compositor
Verstovski. Iba hablando e ilustrando el
relato con acompaamiento de piano. Todos,
mayores y nios, la escuchaban con atencin;
haciendo ms estrecho el crculo que la
rodeaba. Cautivados por la msica callaban
atentos, entonces Mara Alexndrovna dejaba

54

43

Ili Nikolievich yaca en el atad.


Mara Alexndrovna, sin comprender lo que
pasaba a su alrededor, estaba junto a l. ..
Ana, viendo el estado de su madre,
abrazndose a ella dijo:
- No me voy, me quedo...
La madre sin comprender an levant
hacia ella los ojos en los que apareca el
asombro y dijo:
- Irs, Ana, debes ir.
Cmo iba ella a quedarse sola?... Sola no, con
los nios, pero sin l. .. Sera posible? Pues
lo era... Haba que erguir los hombros, haba
que pensar en la vida. Y las lgrimas resbalan
sin cesar por las esculidas mejillas.
Decidieron no llamar a Sasha para no
interrumpirle su trabajo ...
Desde la maana del 14 de enero
de 1886 toda la calle estaba abarrotada de
alumnos y colegas de Ili Nikolievich. El cortejo fnebre se dirigi a la iglesia parroquia!
Llevaban coronas con cintas de luto y senti-

la vida", entraban y salan por la ventana


o directamente por el balcn que daba al
parterre ...
Toda la familia con a icin hacan
cometas, zancos, jugaban a "Los casacas
libres", visitaban la aldea, daban paseos por
el bosque, iban al ro. Las amistades iniciadas
en la aldea en la infancia se multiplicaban.
Lean las novelas de Ggol y una vez,
disfrazndose de "fantasmas", asustaron a un
amigo miedoso que vino a pasar unos das con
ellos. La madre los reprendi. Ella siempre
los tranquilizaba con la msica y, llena de
entusiasmo, les relataba el argumento de
las peras preferidas, sobre todo le gustaba
"La tumba de Ascoldo" del compositor
Verstovski. Iba hablando e ilustrando el
relato con acompaamiento de piano. Todos,
mayores y nios, la escuchaban con atencin;
haciendo ms estrecho el crculo que la
rodeaba. Cautivados por la msica callaban
atentos, entonces Mara Alexndrovna dejaba

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el relato y segua tocando.

Por entonces, se enfrascaban en la


lectura de los versos de Nikoli Nekrsov9 y
los poetas de la "Iskra". Los mismos chicos
escriban versos.
En 1882 el padre decidi dar a sus
hijos una satisfaccin, llevndolos a la
Exposicin Nacional Industrial; pero Ana
se neg rotundamente, era una muchacha
compasiva, abnegada y sencilla hasta el
ascetismo. Tambin se haba negado a las
galas que quera hacerle su madre, y se
vesta modestamente con lo que ella ganaba,
trabajando de suplente en el colegio.
La madre saba cunto deseaba Sasha ir
a la Exposicin; su futuro estaba determinado,
ira a estudiar a la Universidad a Petersburgo,
donde enseaban Dimitri Mendeliev, Ivn
9

Nikoli Nekrsov: poeta ruso del siglo XIX.

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el relato y segua tocando.

Por entonces, se enfrascaban en la


lectura de los versos de Nikoli Nekrsov9 y
los poetas de la "Iskra". Los mismos chicos
escriban versos.
En 1882 el padre decidi dar a sus
hijos una satisfaccin, llevndolos a la
Exposicin Nacional Industrial; pero Ana
se neg rotundamente, era una muchacha
compasiva, abnegada y sencilla hasta el
ascetismo. Tambin se haba negado a las
galas que quera hacerle su madre, y se
vesta modestamente con lo que ella ganaba,
trabajando de suplente en el colegio.
La madre saba cunto deseaba Sasha ir
a la Exposicin; su futuro estaba determinado,
ira a estudiar a la Universidad a Petersburgo,
donde enseaban Dimitri Mendeliev, Ivn
9

Nikoli Nekrsov: poeta ruso del siglo XIX.

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sinti mal. Hablaban de la in luencia que


estaban tomando los eclesisticos en las
escuelas parroquiales y se puso nervioso.
Despus, se alegr mucho con las perspectivas
de su hijo Sasha. Hablaron largo de los hijos.
El da 11 por la tarde tuvo que acostarse.
Ana le estaba leyendo unos papeles y se
dio cuenta que el padre deliraba. Llamaron
inmediatamente al mdico. Dijo que no era
nada de gravedad. Llegaron a visitarlo los
Ykovliev, pata felicitado por la condecoracin
que le haban otorgado.
Mara Alexndrovna, sin poder comer
tranquila, entr a ver a su esposo. Lo arrop
con la manta, l se qued transpuesto; pero
an as temblaba de fro. . . Era la agona.
Al da siguiente lleg Viera Kashkadmova. Sus ojos redondos expresaban congoja.
-Ya es el quinto rquiem -dijo el menor,
Mitia.
Kashkadmova rompi a llorar ...
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sinti mal. Hablaban de la in luencia que


estaban tomando los eclesisticos en las
escuelas parroquiales y se puso nervioso.
Despus, se alegr mucho con las perspectivas
de su hijo Sasha. Hablaron largo de los hijos.
El da 11 por la tarde tuvo que acostarse.
Ana le estaba leyendo unos papeles y se
dio cuenta que el padre deliraba. Llamaron
inmediatamente al mdico. Dijo que no era
nada de gravedad. Llegaron a visitarlo los
Ykovliev, pata felicitado por la condecoracin
que le haban otorgado.
Mara Alexndrovna, sin poder comer
tranquila, entr a ver a su esposo. Lo arrop
con la manta, l se qued transpuesto; pero
an as temblaba de fro. . . Era la agona.
Al da siguiente lleg Viera Kashkadmova. Sus ojos redondos expresaban congoja.
-Ya es el quinto rquiem -dijo el menor,
Mitia.
Kashkadmova rompi a llorar ...
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fro que senta.


Lleg Ana sin Sasha, quien haba
decidido concluir su trabajo de concurso. Ella
contaba que las perspectivas del hermano eran
magn icas. Los profesores de dos ctedras le
ofrecan quedarse en la Universidad, despus
de graduarse. Btlerov (el mismo Alexandr
Btlerov), en la ctedra de qumica, y Nikoli
Wagner,en la de zoologa.
Ili Nikolievich regres aterido de fro
y an en casa, en las caldeadas habitaciones,
no lograba calentarse.
Las Navidades fueron alegres. El 6 de
enero se reunieron los ms cercanos colegas
de Ili Nikolievich. El, incluso, bail una
polonesa con su hija Ana.
De repente una angustia invadi el
corazn de la esposa.
"Te pasa algo?" -preguntaban sus ojos.
"No te preocupes, amada ma" -le
contest l con la mirada.
A los pocos das, Ili Nikolievich se

Schenov, Alexandr Btlerov10... Esa visita


a la Exposicin hubiera sido para l muy
provechosa, pero sostuvo la misma posicin
de su hermana. Los dos conocan los pocos
recursos de sus padres.
Mara Alexndrovna intent convencerlos: "Si se los propone pap ... "
Todo fue intil, ellos tenan sus
convicciones. El padre tampoco fue ... Los
hijos an no saban mesurar el golpe y as lo
privaron de algo que l deseaba.
Despus del juicio de los revolucionarios de la "Voluntad del Pueblo", Sasha se
volvi taciturno y callado. Al preguntarle una
vez el padre: "Vienes conmigo a la novena?",
le contest lacnico: "No ... "
No se volvi a hablar sobre ese tema.
Olia se pasaba las horas muertas
al piano, asombrando a Volodia, que con
aprobacin deca: "Envidiable tenacidad!"
10

Clebres cient icos rusos.

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fro que senta.


Lleg Ana sin Sasha, quien haba
decidido concluir su trabajo de concurso. Ella
contaba que las perspectivas del hermano eran
magn icas. Los profesores de dos ctedras le
ofrecan quedarse en la Universidad, despus
de graduarse. Btlerov (el mismo Alexandr
Btlerov), en la ctedra de qumica, y Nikoli
Wagner,en la de zoologa.
Ili Nikolievich regres aterido de fro
y an en casa, en las caldeadas habitaciones,
no lograba calentarse.
Las Navidades fueron alegres. El 6 de
enero se reunieron los ms cercanos colegas
de Ili Nikolievich. El, incluso, bail una
polonesa con su hija Ana.
De repente una angustia invadi el
corazn de la esposa.
"Te pasa algo?" -preguntaban sus ojos.
"No te preocupes, amada ma" -le
contest l con la mirada.
A los pocos das, Ili Nikolievich se

Schenov, Alexandr Btlerov10... Esa visita


a la Exposicin hubiera sido para l muy
provechosa, pero sostuvo la misma posicin
de su hermana. Los dos conocan los pocos
recursos de sus padres.
Mara Alexndrovna intent convencerlos: "Si se los propone pap ... "
Todo fue intil, ellos tenan sus
convicciones. El padre tampoco fue ... Los
hijos an no saban mesurar el golpe y as lo
privaron de algo que l deseaba.
Despus del juicio de los revolucionarios de la "Voluntad del Pueblo", Sasha se
volvi taciturno y callado. Al preguntarle una
vez el padre: "Vienes conmigo a la novena?",
le contest lacnico: "No ... "
No se volvi a hablar sobre ese tema.
Olia se pasaba las horas muertas
al piano, asombrando a Volodia, que con
aprobacin deca: "Envidiable tenacidad!"
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Clebres cient icos rusos.

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Mara Alexndrovna conoci bien a


las amiguitas de su hija: la delgadita Varia
Plovtseva, la traviesa y cariancha Viera
Yustnova, la jovial Ssheka Scherb,
quizs la ms cercana de sus amigas; a Nina
Suprotivnvich, la hija del mdico militar; a
Matveva, a Ola Petrova y Katia Nagtkina.
Las nias le contaban sus cosas, an con
ms intimidad que entre ellas. Sentadas
alrededor de la mesa ovalada de la sala, bajo
la lmpara de hierro con pantalla en forma de
tulipn, les encantaba escuchar como tocaba
Mara Alexndrovna. Pero cada vez con ms
frecuencia las escuchaba ella, sentada en el
divn, dejando caer su delgada mano sobre
la mesa, re lejndose la luz sobre su anillo de
desposada.

cantaba con voz clara una de las jovencitas,


mientras toda la juventud estaba por delante ...

sacristanes, borrachos y sobornadores,


luchaba contra su perniciosa in luencia
substituyndoles por maestros progresistas
jvenes. Pero ahora, por orden del ministro
de enseanza, Tolsti, haba que restituirlos
en sus cargos. En su alma surga un espritu
de rebelda contra todo eso. La causa de su
vida se vena abajo.
El ao escolar de 1885/86 result
di cil. El invierno fue de mxima crudeza,
con ventiscas. En diciembre, Ili Nikolievich
tuvo que ir de inspeccin por las escuelas de
la provincia de Korsun y Syzran. Escribieron a
los mayores, diciendo que el padre les saldra
al encuentro en Syzran, cuando llegasen
de vacaciones, y todos juntos se reuniran
en casa para la Navidad. Slo de pensar en
ese da al padre se le alegraba el alma, Pero
mientras, pernoctaba en posadas heladas
y malolientes. Le pareca que ni el cuello de
castor del pesado gabn ni la pelliza que se
echaba encima podan calentarlo, tal era el

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Mara Alexndrovna conoci bien a


las amiguitas de su hija: la delgadita Varia
Plovtseva, la traviesa y cariancha Viera
Yustnova, la jovial Ssheka Scherb,
quizs la ms cercana de sus amigas; a Nina
Suprotivnvich, la hija del mdico militar; a
Matveva, a Ola Petrova y Katia Nagtkina.
Las nias le contaban sus cosas, an con
ms intimidad que entre ellas. Sentadas
alrededor de la mesa ovalada de la sala, bajo
la lmpara de hierro con pantalla en forma de
tulipn, les encantaba escuchar como tocaba
Mara Alexndrovna. Pero cada vez con ms
frecuencia las escuchaba ella, sentada en el
divn, dejando caer su delgada mano sobre
la mesa, re lejndose la luz sobre su anillo de
desposada.

cantaba con voz clara una de las jovencitas,


mientras toda la juventud estaba por delante ...

sacristanes, borrachos y sobornadores,


luchaba contra su perniciosa in luencia
substituyndoles por maestros progresistas
jvenes. Pero ahora, por orden del ministro
de enseanza, Tolsti, haba que restituirlos
en sus cargos. En su alma surga un espritu
de rebelda contra todo eso. La causa de su
vida se vena abajo.
El ao escolar de 1885/86 result
di cil. El invierno fue de mxima crudeza,
con ventiscas. En diciembre, Ili Nikolievich
tuvo que ir de inspeccin por las escuelas de
la provincia de Korsun y Syzran. Escribieron a
los mayores, diciendo que el padre les saldra
al encuentro en Syzran, cuando llegasen
de vacaciones, y todos juntos se reuniran
en casa para la Navidad. Slo de pensar en
ese da al padre se le alegraba el alma, Pero
mientras, pernoctaba en posadas heladas
y malolientes. Le pareca que ni el cuello de
castor del pesado gabn ni la pelliza que se
echaba encima podan calentarlo, tal era el

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"No digas que te perdi la juventud... ",

"No digas que te perdi la juventud... ",

ms ino y rejuvenecido. Pero ella, mirndose


al espejo, pensaba con tristeza que el pelo
era menos espeso y resaltaban las orejas... y
para disimularlas, empez a usar una toca de
puntilla que la rejuveneca an ms...
Al quedarse con el padre a solas, Sasha
le entreg ochenta rublos.
- De dnde?
- Ya te dije que me bastaran treinta.
A Volodia, Sasha le trajo el libro de
Marx, "El Capital", y junto con Kolia Kuznetsov
trataron de traducirlo, pero result muy
di cil.
Sasha pas el verano ocupado con sus
gusanos anillados. Aprobaba las ocupaciones
de Volodia, hablaba con el padre de la
necesidad de la instruccin gratuita para el
pueblo. Ili Nikolievich se callaba a veces, Io
atormentaban pensamientos amargos. Cada
vez era ms di cil trabajar. Con frecuencia
tena altercados con los sacerdotes que
enseaban en las escuelas rurales, con los

La velada conclua con un t, si se


quedaban en casa y no iban al teatro con
Ekaterina Andrievna Zandman.
Volodia era amigo de Kolia Kuznetsov,
cuyo padre serva de lacayo. En el colegio
se sentaban juntos, lean los mismos libros,
probaban a traducir del alemn.
Volodia ayudaba constantemente a
sus condiscpulos en las lecciones, dndoles
explicaciones precisas y comprensibles,
lo cual le produca a l mismo una gran
satisfaccin. Una vez les dijo a sus padres
que pensaba preparar al maestro chuvash
Ojtnikov para la Universidad. El padre qued
algo asombrado y expres:
- Acaso es necesario que pienses ya
en ganarte un sueldo ... Adems para Nikfor
Mijilovich sera di icultoso.
- Pero no, pap, yo voy a hacerlo sin
cobrarle nada, si no, no aprobar ... y l tiene
tantos deseos de estudiar, pero le falta fe en s
mismo.

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ms ino y rejuvenecido. Pero ella, mirndose


al espejo, pensaba con tristeza que el pelo
era menos espeso y resaltaban las orejas... y
para disimularlas, empez a usar una toca de
puntilla que la rejuveneca an ms...
Al quedarse con el padre a solas, Sasha
le entreg ochenta rublos.
- De dnde?
- Ya te dije que me bastaran treinta.
A Volodia, Sasha le trajo el libro de
Marx, "El Capital", y junto con Kolia Kuznetsov
trataron de traducirlo, pero result muy
di cil.
Sasha pas el verano ocupado con sus
gusanos anillados. Aprobaba las ocupaciones
de Volodia, hablaba con el padre de la
necesidad de la instruccin gratuita para el
pueblo. Ili Nikolievich se callaba a veces, Io
atormentaban pensamientos amargos. Cada
vez era ms di cil trabajar. Con frecuencia
tena altercados con los sacerdotes que
enseaban en las escuelas rurales, con los

La velada conclua con un t, si se


quedaban en casa y no iban al teatro con
Ekaterina Andrievna Zandman.
Volodia era amigo de Kolia Kuznetsov,
cuyo padre serva de lacayo. En el colegio
se sentaban juntos, lean los mismos libros,
probaban a traducir del alemn.
Volodia ayudaba constantemente a
sus condiscpulos en las lecciones, dndoles
explicaciones precisas y comprensibles,
lo cual le produca a l mismo una gran
satisfaccin. Una vez les dijo a sus padres
que pensaba preparar al maestro chuvash
Ojtnikov para la Universidad. El padre qued
algo asombrado y expres:
- Acaso es necesario que pienses ya
en ganarte un sueldo ... Adems para Nikfor
Mijilovich sera di icultoso.
- Pero no, pap, yo voy a hacerlo sin
cobrarle nada, si no, no aprobar ... y l tiene
tantos deseos de estudiar, pero le falta fe en s
mismo.

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Era in de mes. El veinte, Ili


Nikolievich reciba el sueldo y casi todo se lo
entregaba a su esposa. Mara Alexndrovna,
sentada a su mesita junto a la ventana, se
ocupaba de distribuir el dinero. De repente
entr Sasha. Ella levant la vista mrndolo,
y a l le pareci que ella se haba turbado. ..
y preguntando algo sin importancia sali de
la estancia. Cuando el padre le comunic que
le enviara mensualmente cuarenta rublos,
cantidad respetable para un estudiante,
Sasha contest:
- Me bastan treinta rublos.
El padre sonri:
- Eso, en nada nos di icultar a tu
madre y a m, no te preocupes.
Sasha call tenaz.
Poco tiempo despus, en otoo, Sasha
y Ana partan para Petersburgo. Ana era la mayor, perolos preocupaba ms: era de naturaleza
dbil, incluso en casa estaba frecuentemente
enferma. Y en Petersburgo, comiendo de cual-

quier manera, su estmago se resinti. Sasha


era ms fuerte y no les daba tantas preocupaciones, pero se enferm de tifus recurrente. . .
En las primeras vacaciones haba
tanto lo que tenan que contar que no
terminaban. . . Sasha hablaba de la facultad
sico-matemtica, donde estudiaba; Ana, de
los cursos de Bestzhev, de las jovencitas de
pelo corto. . .
- A m su aspecto no me gusta nada
aado Sasha.
-Te gustan ms las cursis
presumidas?-dijo su hermana en broma-.
Di, cmo debe vestirse segn t una mujer
de verdad? -Sasha guard silencio un instante
y despus dijo:
- Por ejemplo, como mam.
Con Mara Alexndrovna se operaba
un cambio maravilloso. Antes, siempre le
calculaban ms aos de los que tena. Ahora,
viendo el fruto de sus desvelos, en su persona
apareci algo sutil y ntido. Su rostro se volvi

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Era in de mes. El veinte, Ili


Nikolievich reciba el sueldo y casi todo se lo
entregaba a su esposa. Mara Alexndrovna,
sentada a su mesita junto a la ventana, se
ocupaba de distribuir el dinero. De repente
entr Sasha. Ella levant la vista mrndolo,
y a l le pareci que ella se haba turbado. ..
y preguntando algo sin importancia sali de
la estancia. Cuando el padre le comunic que
le enviara mensualmente cuarenta rublos,
cantidad respetable para un estudiante,
Sasha contest:
- Me bastan treinta rublos.
El padre sonri:
- Eso, en nada nos di icultar a tu
madre y a m, no te preocupes.
Sasha call tenaz.
Poco tiempo despus, en otoo, Sasha
y Ana partan para Petersburgo. Ana era la mayor, perolos preocupaba ms: era de naturaleza
dbil, incluso en casa estaba frecuentemente
enferma. Y en Petersburgo, comiendo de cual-

quier manera, su estmago se resinti. Sasha


era ms fuerte y no les daba tantas preocupaciones, pero se enferm de tifus recurrente. . .
En las primeras vacaciones haba
tanto lo que tenan que contar que no
terminaban. . . Sasha hablaba de la facultad
sico-matemtica, donde estudiaba; Ana, de
los cursos de Bestzhev, de las jovencitas de
pelo corto. . .
- A m su aspecto no me gusta nada
aado Sasha.
-Te gustan ms las cursis
presumidas?-dijo su hermana en broma-.
Di, cmo debe vestirse segn t una mujer
de verdad? -Sasha guard silencio un instante
y despus dijo:
- Por ejemplo, como mam.
Con Mara Alexndrovna se operaba
un cambio maravilloso. Antes, siempre le
calculaban ms aos de los que tena. Ahora,
viendo el fruto de sus desvelos, en su persona
apareci algo sutil y ntido. Su rostro se volvi

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