Blazquez, Jose M. - La Exportación Del Aceite Hispano en El Imperio Romano
Blazquez, Jose M. - La Exportación Del Aceite Hispano en El Imperio Romano
Blazquez, Jose M. - La Exportación Del Aceite Hispano en El Imperio Romano
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lencia, que posiblemente contena los clebres vinos layetanos y tarraconenses. Hispania exportaba grandes cantidades de aceite ibrico, que
Rostovtzeff considera mejor y ms barato que el recolectado en Italia.
Recientemente, A. Tchernia ha estudiado las nforas y marcas de nforas de la Btica encontradas en Pompeya y Stabies.
Las estampillas de C. Antonius Quietus y MIM han aparecido en
Stabies y Pompeya. Su origen hispano queda bien atestiguado por la gran difusin de estampillas con el mismo nombre hallados en el valle del Guadalquivir: Alcotrista, Alcolea del Ro y Pea de la Sal. La fecha de esta marca
es el principio del primer cuarto del siglo I de la era. Generalmente los historiadores fechan, en su mayora, la difusin del aceite btico en nforas estampilladas en el siglo II o al final del siglo I. Tchernia propone una cronologa para las dos estampillas mencionadas ms alta que la tradicional. Estas
estampillas no se documentan slo en Campania; la MIM aparece tambin
en las siguientes localidades: Thamusida (Mauritania Tingitana), monte
Testaccio, lecho u orilla del Tber, Nmes, Orange, Bains de la Buisse,
Vienne, Ste. Colombe, Trion, Fins d'Annecy, Lyon, Vidy-Lausanne, Vichy,
Autun, Les Bolards, Besanon, Colombier-Neuchtel, Avenches, Augst,
Mayence, Zugmantel, Hofheim, L'Altebourg, Neuss, Grimmlinghausen,
Xanten, Exeter, Londres, Colchester, Newstead y Camelon. La difusin de
la marca C. Antonius Quietus es la siguiente: Monte Testaccio, Orti
Torlonia, Esquilino, Castro Pretorio, Cortona, Nice, Nmes, Vienne, Ste.
Colombe, Trion, Fins d'Annecy, Monts de Vuache, Ginebra, Sennec, Les
Bolards, Dijon, Besanon, Langres, Clermont-Ferrand, Lezoux, Vichy,
Bourbon-Lancy, Autun, Entrains, Bourges, Menetou-Ratel, Avenches,
Soleure, Augsbourg, Strasbourg, Heidelberg, Mayence, Heddernheim,
Bavay, Nimega, Utrecht, Vechten, Richborough, Londres, Silchester,
Colchester, Caerwent, Caerleon, Brecon, Lancaster y Newstead.
Las nforas seguan, pues, las vas fluviales de los ros Rdano, Saona
y Rin, y pasaban a Britania por Vechten. A travs del lago Constanza y del
Alto Danubio llegaban a Augsbourg, en Rhetia. No se documentan marcas
hispanas en el valle del Poo, lo que indica, segn Tchernia, que el aceite de
Istria se exportaba al Nrico y Panonia. Algunas conclusiones importantes
cabe extraer de la distribucin. Las nforas con la marca MIM estn ms representadas que aquellas de C. Antonius Quietus en el Testaccio y en el
limes germnico, que son los lugares tradicionales de la annona, urbana y
militar.
La distribucin de los productos de C. Antonius Quietus parece
sealar un espritu ms osado. Se le documenta en toda Britania
y en Augsbourg, que son los lugares ms distantes de venta del aceite hispano. Algunos de los lugares de hallazgo tienen una cronologa
muy segura o un terminus ante quem; as para MIM, en Colchester antes
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del 65, en Xanten antes del 83 y en Nmes probablemente antes del 70. La
dispersin de esta marca es grande ya entre los aos 60 y 80. Para la de C.
Antonius Quietus se obtienen las siguientes fechas: en Castro Pretorio, mitad
del siglo I o principios del siglo II; Richborough antes del 85. Esta estampilla indica un momento de difusin del aceite, posterior a la de MIM, alrededor del ao 80. Por estas fechas otros exportadores del aceite btico hacan
la competencia a las dos fbricas anteriores, como la marca P. S. Auitis, frecuentemente documentada en la Btica, en cija, en donde se halla muy extendida; aparece dos veces en Colchester, ciudad abandonada en el ao 65,
de donde se deduce que la casa exportaba ya aceite antes de la fecha. Diez
estampillas se han recogido en Castro Pretorio, otras en Roma, Frejus,
Arls, Fins d'Annecy, Trinquetaille, Clermont, Ainay, Amiens, Boulogne,
Windisch, Langres, Colonia, Nimega, Londres, Silchester, Wroxeter y
Richborough, todo lo cual indica que entre los aos 60 y 80 la exportacin
de aceite btico estaba ya organizada como una gran empresa capitalista y
que se exportaba a toda Europa por transportes fluviales y martimos. La
distribucin de las nforas corra a cargo de los nauicularii y de los
diffusores olearii instalados en los lugares adonde llegaba el aceite. Todo lo
cual requera una organizacin de produccin, envase, transporte, distribucin y relaciones comerciales muy complicadas y perfeccionadas.
No hay dificultad, pues los hallazgos arqueolgicos lo confirman, en
admitir este comercio de exportacin de aceite btico, ms concretamente de
la zona comprendida entre Crdoba e Hispalis; alguna mayor dificultad entraa la exportacin a Campania, de la que habla Estrabn, precisamente en
el Siglo de Oro del comercio y de la agricultura campanos. Algunas de estas
empresas exportadoras de aceite btico exportaron durante muchos aos;
as, la de C. Antonius Quietus se dedic al comercio y transporte durante
cincuenta aos, y la de MIM, durante unos cuarenta aos; lo mismo se puede
decir de la marca DD Caecilii Hospitalis et Maternus.
La marca de D. Caecilii aparece en Pompeya y tres veces
sobre nforas halladas en Roma. El Monte Testaccio ha dado un tiesto
donde el nombre aparece asociado al de L. Aelius Optatus, la conocida familia de negociantes de aceite establecida en la Btica, bien estudiada por Thouvenot. Lo ms frecuente es encontrar tiestos con la
inscripcin DD Caeciliorum Hospitalis et Materni; seis nforas llevan
la fecha del ao 154; precisamente en Astigi, uno de los principales
puertos de embarque del aceite btico, mencionado 95 veces sobre las
nforas del Testaccio, una inscripcin seala la ereccin de una estatua por
D. Caecilius Hospitalis y Caecilia D. f. Materna (CIL, II, 1474). Los D.
Caecilii de Pompeya son los parientes o antepasados de los D. Caecilii
seguidos de diferentes prenombres, que se documentan en el Testaccio,
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la segunda mitad del siglo I, aceite en cantidad insuficiente para sus necesidades, lo que explicara la exportacin del aceite hispano. Thouvenot ha estudiado otras marcas de nforas que caen dentro de los lmites de este trabajo; as, la BRO. ODV, que se encuentra muy repartida y bien representada en
la Galia Narbonense, en Trois Gaules, en la regin renana, en Roma, en
Aosta y en la regin de Chambry. Esta marca alude muy probablemente al
lugar de embarque de aceite, Oducia, puerto distante 40 kilmetros de Sevilla.
Est en relacin con una segunda: L. SE. RV, documentada en Svy, Autun,
Nimega, Vienne y Ste. Colombe, de la que se conoce una segunda anloga, de
la que se diferencia slo por el prenombre Q(uintus) en lugar de L( ucius), y
se la encuentra en Avallon, Soleure y Worms. Aqu se tendra probablemente
un nuevo caso de exportadores pertenecientes a la misma familia. Si la primera marca es de origen btico, hay que atribuir el mismo origen a
Q.SE.RV.BRO. y por va de deduccin a la L. SE. RVFI, ya que las tres aparecen juntas en Svy. La cronologa viene determinada por el hecho de que
el ejemplar con el prenombre Lucius, igual que el de Svy, proviene del
campo de la legio X, ocupado desde el ao 70 al 105. nforas de origen hispano, y ms concretamente de Cdiz-Algeciras, han aparecido en el naufragio de un cargamento hallado en Marsella, fechadas en el siglo I antes de Jesucristo, en Crcega, en el estrecho de Bonifacio, datadas en los aos de gobierno de Calgula y Nern y en Rogliano en el mismo estrecho, tambin
procedentes de la Btica, fechadas en el primer tercio del siglo I.
El comercio de aceite y vino desempeaba, pues, un papel capital en
la economa de la Btica y de la costa ibrica.
R. Pascual, basado en los hallazgos submarinos de nforas, ha podido
reconstruir las tres principales rutas de exportacin de aceite y vinos hispanos en nforas. Aunque los razonamientos -escribe- de la presencia de materiales arqueolgicos en determinados puntos deben tomarse con ciertas reservas, porque en buena parte se basan en la mayor o menor intensidad de
investigacin y publicacin en las diferentes zonas, y, por tanto, pueden ser
alterados en cualquier momento, la distribucin geogrfica de los tres tipos
de nfora que acabamos de estudiar, sobre todo si valoramos los hallazgos
submarinos, parecen trazarnos unas rutas comerciales bastante claras.
La principal de estas hipotticas rutas, partiendo de la zona
productora que sera la Andaluca atlntica, que tiene una mayor riqueza
pesquera que la mediterrnea y en la que slo en tierra encontramos nforas
de las que ahora nos interesan, segua primero hacia el Este y
luego hacia el Norte, bordeando la costa espaola, en la que ha dejado testimonios en el pecio Gandolfo, Roquetas del Mar, Escombreras
y Alicante, para, aproximadamente en este punto, girar al Este y tomar el rumbo de las Baleares, donde tambin ha dejado muestras de su
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Por desgracia, la documentacin de que disponemos est muy mal distribuida cronolgicamente, conocemos el pequeo grupo de los Castra
Pretoria, algunos ejemplares de los campamentos del limes occidental y
otros procedentes de Pompeya, fechables en la segunda mitad del siglo I
despus de Jesucristo. Para el primer tercio del siglo II despus de Jesucristo
disponemos de los materiales de Villa Ludovisia, y en el Testaccio, de momento, slo disponemos de dos amplios grupos, uno fechable a mediados
del siglo II despus de Jesucristo y otro ms numeroso de la primera mitad
del siglo III despus de Jesucristo, faltando hasta el presente los materiales
del tercer tercio del siglo II despus de Jesucristo.
Los sellos aparecidos en la Btica, recogidos in situ, por C. Maxwell,
Bonsor y M. Ponsich y estudiados en conjunto por J. Remesal, aportan nuevas precisiones sobre el estudio de la economa olecola. La falta de documentacin pone ante nuestros ojos los sellos de las nforas como un galimatas indescifrable, pero no hay que olvidar que en su momento representaban
un sistema claro y elocuente para clasificar y diferenciar los productos.
El primer problema es delimitar a quines representan los sellos. Se
cree que a los dueos del aceite, sean stos los mismos productores o los
compradores y exportadores, representados por los tria nomina, a los que en
muchos casos se asocian indicaciones de figlinae, de fundus o de los
officinatores. Los sistemas de siglas fueron, pues, muy variados, y hasta el
presente slo han podido ser delimitados algunos. Veamos un ejemplo: la
figlina Virginensia.
Esta figlina nos es conocida en el Testaccio tanto por marcas como
por tituli picti. Estas marcas proceden de Puerto el Barco (Brenes,
Sevilla), segn los hallazgos de Bonsor, Ponsich y Abad. A partir de las fechas obtenidas en el Testaccio las variantes pueden dividirse en dos grandes
grupos: primero, QVCVIRG, VIRGIN, VIRG, VIR.I, VIR.II, VIR.III, VIR.IIII
y VIR.A.V, fechables todas a mediados del siglo II despus de Jesucristo; segundo, ISVIRG., asociada a los sellos HERMES y ROMVL. F, ISHERMES,
ISMILO. F, ISCALLI. F, ms el sello AVGVSTAL, fechables a principios
del siglo III despus de Jesucristo.
En opinin de J. Remesal, QVC representa al dueo no slo de la
figlina, sino tambin posiblemente de un fundus del mismo nombre. La
alfarera, segn las marcas conocidas, tena cinco talleres, indicados
en los sellos por un numeral: VIR.I o VIR.A. V. Coincidiendo con la llegada al poder de los Severos, cambia el sistema de sellado, la figlina K
pasa a un nuevo propietario, IS, sin aparente relacin familiar con el
anterior dueo, y aparecen cinco nombres serviles, sin duda de officinatores, asociados a la marca en dos estadios, posiblemente cronolgicos, primero sellando en el labio del nfora con el cuo ISVIRG y un
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dedicada a Sextus Iulius Possessor. Qu sistema se segua en los transportes privados? Caben dos opciones, o el naviculario transportaba productos
adquiridos por l en el punto de origen o bien reciba un tanto por ciento
que segn el Digesto llegaba hasta el 12 por 100 por el transporte de los
bienes de otro, sistema que parece debi ser el ms usual, pues supone un
menor riesgo de inversin para el naviculario.
Las asociaciones entre productores y entre navicularios fueron frecuentes como demuestran los sellos en nforas y algunos tituli picti respectivamente. Lo ms probable es que estas asociaciones se diesen entre individuos que desempeaban ms de una funcin econmica, como, por ejemplo,
productores que comerciasen directamente sus productos o navicularios comerciantes, como L. Marius Phoebus, de quien se sabe por una inscripcin
que era mercator olei hispani, a la vez que su nombre figura en los tituli
picti en el lugar de los navicularios asociado a otros individuos. Existan
tambin difussores olearii, como M. Iulius Hermesianus, de Astigi, es decir,
corredores de comercio entre productores y comerciantes que canalizaban la
exportacin a los lugares de demanda.
EL CONTROL FISCAL DEL COMERCIO ACEITERO
El aceite era una materia estratgica dentro del Imperio Romano, de
tal modo que de los emperadores considerados buenos se dice que
hicieron grandes provisiones; sobre este producto, por tanto, la administracin debi de ejercer un continuo control cada vez ms exclusivo,
como bien demuestran las fuentes tardas, por las que se sabe que los
navicularios fueron considerados como un cuerpo al servicio del Estado. Se
pueden entrever slamente, debido a la falta de documentacin, los grandes
pasos de este proceso; el primero y fundamental se debe a Vespasiano, tras
la elevacin de los oppida de las orillas del Betis a municipios, lo que
permite dos cosas fundamentales: primero, concede un canon jurdico el
Ius Latii Minus vlido en todo el Imperio, creando el marco legal
necesario para el desarrollo de las actividades comerciales; segundo, como
demuestra la carta de Tito a los munigenses, estas ciudades no fueron
libradas de sus tributos, sino que ms bien, a partir de esta nueva situacin
jurdica, la administracin romana pudo ser ms intervencionista en los
asuntos municipales. El segundo gran paso fue dado, posiblemente, por
Cmmodo. Aunque carecemos por completo de documentacin, la
organizacin por este emperador de la armada africana para asegurar el
establecimiento de una de las materias primas fundamentales, el trigo,
obliga a pensar, dentro de una estrategia global de establecimientos, en unas
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los mercaderes privados, principalmente de los dedicados al aceite. La situacin volvi a su primitivo estado con Alejandro Severo (SHA. Sev. Alex, 22,
2-3). En el Monte Testaccio el sello ms antiguo se fecha en el ao 138. Se
conoce una fecha no segura del 116. Las nforas datadas entre los aos 161
y la edad de los Severos son escasas; pero pueden encontrarse en el centro
de la parte superior cubiertas por un estrato de materiales ms recientes. No
hay nforas posteriores, en este Monte, a Galieno, aunque las nforas hispanas llegaron a Roma hasta el final del siglo IV. Estas nforas pudieron depositarse en el piccolo Testaccio o en el Cavone. Los sellos que mencionan las figlinas conocidas por los controles son ya del siglo III. I SCMNIANO, TREBACIANO, CERARIA, etc. Las nforas que contenan muria, halex,
garum, llegaban hasta el consumidor, que se deshaca de ellas una vez desaparecido el producto. En cambio, el aceite se almacenaba en grandes cantidades, en complejos (horrea) destinados a este fin (SHA, Sev. Alex, 33). Las
nforas vinarias eran reutilizadas; no as las que guardaban aceite. El aceite
era transportado en grandes dolia sobre carros.
Las fechas de los diferentes sondeos del Testaccio son las siguientes:
Sondeo A: Tiene fechas del ao 145.
Sondeo B: Del ao 145 y 147.
Sondeo C: De los aos 146 y 147, 148, 149, 150, 153, 154, 160 y 165.
Los sondeos D y E no dieron fechas escritas.
Sondeo F: Ao 147.
Sondeo G: Proporcion una data del ao 160.
Sondeo H: Se recogieron tituli fisci rationis patrimoni provinciae
Baeticae con las fechas 214? y 216-222.
Sondeo I: No posee tampoco fechas concretas, pero s contena tituli
Fisci Rationis.
Sondeo K: 179 y 180.
Sondeo L: 179.
Sondeo M: No ha dado datas consulares.
El trabajo de J. Remesal, La economa olecola btica: nuevas formas de anlisis, en AEspA, 50-51, pp. 87 y ss., que resumimos, es
importante por los datos tcnicos, correcciones y nuevo planteamiento de los problemas. Segn este autor, las nforas se fabricaban en los
puntos de embarque del producto por economa de transporte, y cada
centro de produccin atendera a las necesidades de exportacin de
su entorno. El sello del nfora no es un sello de taller, aunque algunos
llevan implcita tal connotacin. Un centro, como la Catria, produjo
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vientos ms suaves y continuos. En la parrilla exista un tiro colocado enfrente de la entrada a la cmara de combustin. El pilar central estaba perforado por cinco toberas, que conducen el calor al centro de la parrilla; otras
estn en el filo de las paredes de la cmara de combustin; eran rectangulares las exteriores y circulares las interiores. Sobre la parrilla estaban colocadas bocas de nforas inclinadas hacia el interior. Servan de apoyo a las nforas e impedan que stas tocasen las paredes de la cmara. En el horno del
Castillejo la cmara de combustin est por debajo del nivel de ocupacin
del suelo, o sea, es subterrnea. Se desconoce totalmente el sistema de cierre
y de cobertura de los hornos.
J. Remesal ha calculado la capacidad del horno de la Catria. Este horno pudo ser cargado con tres anillos de nforas; cuatro en el interior, doce
en el intermedio y veinte en el exterior. Siendo la capacidad de cada nfora
de 70 litros, en cada hornada se fabricaban envases para 2.500 litros. Si se
colocaban apiladas, se producan nforas para 5.500 litros de aceite. Si se
calculan dos cochuras semanales, durante cinco meses de trabajo (mayoseptiembre), se produciran envases para 100.000 litros. Si cada olivo poda
rendir 12 litros de aceite, hacan falta 8.333 rboles que, plantados a 32 por
yugada, requieren 260 yugadas de tierra; 79 nforas necesitaban 572 yugadas de tierra.
En los sellos, las letras van generalmente en positivo y en relieve;
existen tambin letras incisas en negativo. Lo ms frecuente es la lectura directa de derecha a izquierda. La mayora de los cuos, como en Arva, son de
barro, existiendo otros de metal, seguramente de bronce. Se sellaba generalmente en el dorso del asa. En ejemplares de finales del siglo I y durante el
siglo II, se estampill en la raz del asa. Rarsimamente se sell en el labio,
como en la figlina Virginense, fechada durante el siglo III. A partir del siglo
III hacen su aparicin los sellos bilineares y las colocadas en la panza. Algunas nforas tienen huellas de manos e improntas de tejido, semillas o de hojas de olivo. El yacimiento de la Catria, situado al suroeste de Lora del Ro
(Sevilla), ocupa una extensin de casi 20 hectreas. Al sur de los hornos se
encuentra la cantera de barro. J. Remesal ha recogido casi 600 marcas en este lugar, no documentadas en otros alfares conocidos, que pertenecen a 80
marcas distintas. Las marcas encontradas en Puerto el Barco suman ms de
400 y se conocen 13 grupos de matrices distintas. La Catria era, pues, uno
de los grandes centros de produccin de nforas de la Btica.
AGRICULTURA. ACEITE
La agricultura era la principal fuente de ingresos. Los datos mencionados por Estrabn sobre la agricultura hispana, en gran parte, se
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de nforas y las cuatro grandes ciudades citadas. En la orilla izquierda se conocen una gran cantidad de puertos secundarios relacionados con la economa rural de la regin, como lo indican los numerosos fragmentos de nforas
y estaban prximos unos de otros. A estos puertos afluan los caminos de la
campia y en ellos se embarcaban, Guadalquivir abajo, los productos agrcolas. Hispalis era el mercado central de toda esta regin.
Estos puertos son: Brenes, en las cercanas de Illipa Magna (Alcal
del Ro), una Hispalis y Carmo; Portus Oduciensis o Oducia (Tocina), y
Portus Carmonensis. Remontando esta misma orilla se documentan numerosas fbricas de nforas de aceite, como Azanarque, El Alcano, en ellas
convergen los caminos rurales. Ro arriba, en La Catria, se ha hallado una
gran variedad de marcas de nforas, con diferentes nombres de portus, fabricadas sobre el terreno, que prueban la autonoma de la corporacin de ceramistas, en relacin con los propietarios rurales. Los cuatro centros ms importantes de produccin de aceite en el Bajo Guadalquivir son: Puerto el
Barco (Alcal del Ro), y El Tejillo, El Castillejo, Azarrague (Lora del Ro),
y en plan ms modesto, Guadajoz, Adelfa, Juan Barba, El Indio y La Estacada. El Centro ms importante eran los alrededores de Lora del Ro, concretamente en La Ctedra o Catria, donde ha aparecido el conjunto ms
grande de nforas de aceite en superficie, ms de 70 tinajas con marcas de
alfareros diferentes, estudiadas por J. Remesal. Todos los centros portuarios
citados estaban en relacin con Carmo, lo que convierte a este municipio en
un lugar importante de mercado.
Astigi (Ecija) sobre el Genil, navegable tambin, como el Guadalquivir, y la Va Augusta, capital del conventus, fue igualmente un importante mercado de la regin, y puerto de exportacin. Era necesario un
puerto, para transbordar las mercancas camino de Hispalis, entre el
Guadalquivir y el Genil. Este puerto fue Palma del Ro, que era la nica
ciudad portuaria en la orilla izquierda del Guadalquivir entre Oducia y
Corduba; y se convirti en capital de una regin importante por su comercio
y riqueza agrcola. Los caminos del campo procedentes de Astigi, de
Obulcula (Moncloa), o de Guadalczar, conducan a Palma del Ro. Ms
arriba an del Guadalquivir, se encontraban otros puertos, como Mingadas,
Temple, El Cortijo de la Reina con vestigios de fbricas de nforas, cuyas
marcas se recogen en el Monte Testaccio. Todos estos datos, dados a
conocer por M. Ponsich sealan bien la estructura agraria de la regin y las
relaciones econmicas de los conventus de Hispalis, Astigi y Corduba. El
ro fue la verdadera arteria comercial y de transporte de toda la provincia.
Ello explica satisfactoriamente la presencia de numerosas corporaciones, a
las que se aludir ms adelante, y el inters de Roma por esta regin, bien
indicado en la presencia en el siglo II de los procuratores Baetis (CIL, II,
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1180, 2129, p. 159), La Btica no cosechaba vino en grandes cantidades para ser exportado. Las prospecciones de M. Ponsich lo confirman, pues las
prensas son siempre para las aceitunas y no para las uvas. Las nforas bticas no son vinarias. Habra seguramente una produccin local necesaria para
el consumo de los centros urbanos y fincas.
Robert Etienne recientemente ha propuesto la hiptesis de trabajo de
que los nombres de Corduba, Astigi e Hispalis, citados en las nforas, indican la vinculacin de la propiedad aceitera a un conventus jurdico para el
cobro de los derechos de aduanas. El gran nmero de marcas seala un elevado nmero de distribuidores de aceite, pero prueba tambin la existencia
de grandes propiedades familiares, pues seguramente muchos propietarios
deban ser distribuidores, como los II AVR. HERACLAE PAT ET FIL y los
III ENNIORUM IULIORUM. Un mismo propietario tena varios fundi, lo
cual es muy posible, como los III ENNIORUM IULIORUM. Varios fundi se
vinculaban a un mismo nombre, como el de L. IUNIUS MELISSUS y los
fundi Scimmianorum y de F. Paterni, dependientes del conventus de
Hispalis. Al nombre Q. FR siguen cuatro nombres de lugar. Q.I.A. dispona
de 8 villici, lo que correspondera a 8 fundi. No hay duda, pues, de la existencia de importantes propietarios en la Btica. Etienne piensa en la extensin de 1.500 a 2.500 hectreas para las explotaciones agrcolas de trigo y
olivar, y que posiblemente haba una cierta oposicin entre la pequea y mediana propiedad alrededor de las villas, trabajadas stas por personal libre, y
la gran propiedad, que requerira unas grandes inversiones de dinero, que lo
seran por esclavos; pero a partir de Marco Aurelio se debi generalizar en
Hispania, como en frica y an antes, los colonos libres. Estas grandes propiedades seran las confiscadas por Septimio Severo despus del ao 197.
La explotacin de Aurelius Heracles, que dispona de tres fundi: Barba,
Crumese y Cepar, pas a las manos de tres emperadores, que tienen que ser
Septimio Severo, Caracalla y Geta. No hay huellas de que en la Pennsula
Ibrica desarrollaran una poltica agraria del tipo de la llevada a efecto en
frica.
De los mencionados estudios de M. Ponsich sobre el Bajo Guadalquivir
(Sevilla, Alcal del Ro y Carmona) se deducen algunas conclusiones muy
importantes acerca de las explotaciones agrcolas de esta regin. La
agricultura fue diferente en las dos zonas en que se divide esta comarca,
siguiendo el relieve del terreno. Las prospecciones de M. Ponsich indican que
la zona olivarera por excelencia era la comprendida por encima de Hispalis, a
lo largo del Guadalquivir, donde se encuentran gran nmero de prensas de
aceite y fbricas de fundicin de nforas, tipo Dressel 20. En Los Alcores se
cultiv principalmente el olivo; en cambio, en la Vega, los cereales. Estas dos
zonas se articulan alrededor de un eje principal, determinado por las fuen-
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en que ste se encarg del transporte. Otro problema planteado es determinar si el aceite envasado en estas nforas proceda de tierras propiedad de la
administracin imperial, o si era solamente comprado y transportado por el
fisco. El trmino PORTO aparece ya en sellos de la poca flavia. De todo
esto se deduce que este trmino significara en trminos modernos almacn
regulador, o sea, el depsito en que el fisco, para abastecer a la annona, almacenaba gran cantidad de aceite procedente de compras a particulares, o de
impuestos, PORTUS es, pues, el aceite regulado por la annona. La Catria
era el lugar de salida del rea ms importante de produccin y exportacin
de aceite. Se ignora si en el siglo III los sellos PORTO y POPULI significaran aceite comprado y transportado por el fisco o aceite procedente de propiedades imperiales.
Los sellos POR ODV y POR OC ODV han sido interpretados como
abreviacin de ODUCIA. Los sellos aparecen en lugares muy prximos,
pero el portus oduciense slo puede estar emplazado en Catria, por donde se
exportaba aceite de dos conventus diferentes.
El sistema de gestin en las alfareras de la Catria es uniforme desde
poca claudia hasta las ltimas fechas del Testaccio, lo que prueba que la
produccin estuvo sometida a unas normas y que tal vez el propietario de
los hornos no fuese un negociante privado, sino el propio fisco o el municipio, y que la propiedad era entregada a conductores sometidos a vigilancia
estatal o municipal. Algunas marcas tienen una gran cantidad de matrices
distintas, lo que indica una larga vida en la produccin o, tal vez, la existencia de muchos alfareros trabajando para una marca. El control de la annona
sobre el aceite determin una fuerte injerencia del poder imperial en la Btica, que era una provincia senatorial.
Son importantes las conclusiones ltimas a las que llega E. Rodrguez
Almeida sobre la exportacin del aceite btico a Roma:
1. Los depsitos de nforas del Testaccio no comienzan antes de
Augusto.
2. En tiempos del emperador Claudio, la fiscalizacin del aceite btico
est consolidada, aunque las recensiones son rudimentarias. El transporte
est en manos privadas.
3. Bajo los emperadores Flavios se documenta el primer testimonio,
aislado, de una recensio con fecha consular.
4. Con los Antoninos los controles son fuertes, pues se menciona la
ciudad de origen, el peso neto, el nombre del producto y del productor, una
indicacin seguida generalmente de una cifra, la fecha consular, el nombre
de un scriptor, de un acceptor o de un ponderator.
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BIBLIOGRAFA
Beltrn, A.: Las nforas romanas de Espaa, Zaragoza, 1970.
Blanco, A.: El aceite en los albores de la historia de Espaa, Oretania, 10, 1962.
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