Formación Docente en América Latina
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Formación Docente en América Latina
Formacin docente en
Amrica Latina. Una
perspectiva
poltico-pedaggica
- Espaol - Formacin docente -
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Consideramos que todo anlisis acerca de la formacin docente en Amrica Latina, se debe
realizar teniendo en cuenta las caractersticas de las polticas educativas neoliberales que han
afectado a todos los sistemas educativos del continente, durante la ltimas tres dcadas.
En este sentido, es necesario tener en cuenta que las polticas de privatizacin de la educacin
pblica y de reduccin de la responsabilidad del Estado como garante del derecho a la
educacin, le asignan a ste, el rol de organizador y regulador del "mercado educativo". Esto, va
acompaado de las transformaciones culturales derivadas de la mercantilizacin de los objetos
de la cultura y en particular del conocimiento cientfico y tcnico; de las acciones y discursos que
dan nuevo impulso a la demanda educativa teniendo solo en cuenta los intereses de los sectores
empresariales; y de los valores emergentes del utilitarismo, la competencia y el individualismo
exacerbados. En este mismo contexto, especialmente en los ltimos aos, tambin se ha
producido un fenmeno caracterizado por la creciente centralidad que ha cobrado la formacin
docente en el debate educativo, donde ha sido frecuente encontrar diversos mbitos y espacios
destinados al anlisis y reflexin entorno a la problemtica de este campo y desde los cuales se
coincide sobre la importancia que tiene la misma en la actualidad.
Tambin hay coincidencia en sostener que la problemtica de la formacin docente ha estado en
estos ltimos tiempos en el ojo de la tormenta del debate sobre las reformas en el campo
educativo, principalmente por el grado de heterogeneidad y segmentacin que presenta este
nivel en Amrica Latina y El Caribe. Uno de los principales mbitos, en donde se ha considerado
especialmente a la formacin docente en Latinoamrica, ha sido la Oficina Regional de
Educacin de la UNESCO, que la presenta como una estrategia prioritaria para elevar la calidad
de la educacin y como un eje esencial en vistas del mejoramiento del sistema educativo en
general.
En forma simultnea, se han ido constituyendo con distintos niveles de organizacin, algunos
sectores de resistencia que se ocupan de construir posicionamientos y propuestas alternativas,
dirigidos fundamentalmente contra las polticas de un modelo hegemnico que se sustenta en la
ideologa neoliberal y en sistemticos intentos por imponer la racionalidad del pensamiento
nico. Uno de estos espacios, desde el cual se realizan las reflexiones que seguidamente
presentaremos, lo constituye la Confederacin de Trabajadores de la Educacin de la Repblica
Argentina (CTERA), que a travs de su Escuela de Formacin Pedaggica y Sindical "Marina
Vilte", ha tomado partido en esta discusin, considerando a las polticas de formacin docente
como un campo problemtico cuyo anlisis se torna prioritario en el contexto actual. Este mbito,
destinado a la reflexin, el debate y la promocin de acciones para la transformacin educativa,
parte por considerar, como una condicin fundamental y necesaria, a la participacin protagnica
de los mismos docentes, formadores de formadores que constituyen este campo.
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a) Una administracin escolar montada para no permitir la creacin del colectivo docente, ya que se impulsa el
trabajo aislado, fragmentario y en soledad, impidiendo todo proceso de reflexin que permita construir
propuestas alternativas conjuntas, con relacin a la propia prctica.
b) Falta de integracin entre la formacin docente inicial y los procesos de capacitacin, perfeccionamiento y
actualizacin que se desarrollan a partir de la misma.
c) Sistemas de gobierno de las instituciones, basados en practicas autoritarias, donde la toma de decisiones se
realiza de modo vertical, y son casi inexistentes las instancias reales de participacin, tanto de los educadores
como de los estudiantes.
d) Polticas educativas pensadas desde una perspectiva economicista, que utilizan bsica y exclusivamente, la
lgica insumo-producto para analizar las condiciones del puesto de trabajo docente y resolver los conflictos que
se suscitan en esta dimensin.
e) Polticas educativas hacen que promueven la fragmentacin entre las propias instituciones de formacin
docente, evitando la construccin una identidad de el conjunto y como organizacin colectiva, donde se pueda
desarrollar una horizontalidad para la discusin y la elaboracin de alternativas de transformacin.
f) Organizacin curricular caracterizada por una estructura relativamente invariante, donde las disciplinas
siguen siendo el eje del currculo. Donde tampoco se considera la relacin de las instituciones de formacin con
la realidad sociocultural circundante. Papel secundario otorgado a la investigacin, considerndosela como una
asignatura o rea, antes que como una metodologa permanente y transversal en el desarrollo curricular.
g) Contradicciones entre los discursos innovadores y progresistas acerca de los modos de enseanza y la
realidad de los programas e instituciones de formacin docente que siguen empleando mtodos verbalistas y
expositivos. Donde adems, se produce una ruptura entre la teora planteada en las instituciones de formacin
docente y la realidad educativa propia del sistema escolar. En los siguientes apartados, donde se presentan las
dimensiones a las que hacamos referencia, profundizaremos estos aspectos crticos.
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Con respecto a los diagnsticos que en los ltimos tiempos se vienen presentado, coincidimos con la caracterizacin
de algunos de los aspectos que Rosa Mara Torres presenta como propios del modelo a modificar:
Cada nueva poltica, plan o proyecto empieza de cero, desconociendo o despreciando el conocimiento y la
experiencia acumulados en intentos previos realizados dentro y fue del pas, la regin y el mundo.
Asla la formacin de otras dimensiones del quehacer docente, tales como salarios, condiciones de trabajo,
mecanismos de promocin, asuntos legales y administrativos, etc.
Se desentiende de las condiciones reales y de los puntos de partida de los educadores, sus motivaciones,
intereses, necesidades, saberes, disponibilidades, preferencias, etc.
Adopta un enfoque vertical y autoritario, ubicando a los educadores nicamente en un papel pasivo de
receptores, capacitadores y ejecutores, evitando la consulta y la participacin de los educadores en el diseo y
discusin de su propio plan de formacin.
Tiene una propuesta homognea para "los educadores" en general, sin reconocer la diversidad y la necesidad,
por tanto, de variantes (curriculares, pedaggicas, administrativas) ajustadas a las realidades y necesidades
especficas de distintos grupos de educadores.
Se dirige a los educadores de manera individual antes que a los educadores como colectivos, al equipo de
trabajo o a la institucin escolar como un todo.
A estas consideraciones, incorporaramos, desde nuestra perspectiva, que no se ha tenido en cuenta la
importancia de considerar a la formacin docente como un todo que permita la articulacin horizontal de las
instituciones que la conforman; y tampoco se ha considerado la necesidad de la articulacin con la comunidad y
el contexto sociocultural.
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A modo de conclusin
Copyright Escuela hacia nuevos rumbos
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Parta por reconocer la importancia que significa hacer participar activamente a los educadores en todo el
proceso de formulacin de las polticas educativas de formacin docente. Es decir, entender al educador no
como un destinatario sino como un sujeto social, cargado de conocimientos y experiencias que harn de toda
propuesta de transformacin, un proyecto viable.
Parta por reconocer la autonoma de los trabajadores de la educacin para su desempeo en las instituciones
de formacin docente, y la necesaria recomposicin de las variables que afectan el puesto de trabajo, tales
como salario, condiciones ambientales, derechos sociales, estabilidad, profesionalizacin.
Se base en un desarrollo curricular de la formacin docente, acompaado de los cambios y modificaciones
curriculares del sistema escolar general. Donde la reflexin crtica acerca de la propia prctica educativa, sea el
principio de todo intento de superacin con respecto a la misma. Y donde se superen los modelos
homogeneizantes, a partir de desarrollos curriculares basados en la diversidad de modalidades y contenidos.
Aqu es importante remarcar que la necesidad de lograr un sistema unificado de formacin docente no implica
impulsar la uniformidad, sino unidad de la diversidad.
Sostenga un sistema formador donde la dinmica de las instituciones, est atravesada y a la vez incida, en los
procesos socioculturales propios de los contextos en donde estn insertas. En definitiva, pensamos en una
formacin docente permanente, planificada a largo plazo, que permita superar la fragmentacin entre formacin
inicial y en servicio, las estrategias cortoplacistas, y las dicotomas que se presentan, de modo falaz, como
irreconciliables.
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Referencias:
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