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La Cicatriz

"Sólo la muerte no tiene remedio", eso es lo que a Ryan le gustaría pensar con optimismo. Pero no lo hace. El terrible accidente que ha conmocionado su vida y, según él, horriblemente desfigurado su cara con una cicatriz, lo dejó amargado y siempre a la defensiva. Hasta que conoce a Sean, un irlandés de sonrisa fácil que no parece darse por vencido en su afán de arrancarle una sonrisa. Mientras que Ryan es grosero y a veces torpe, Sean es paciente, amable y abierto. Él tiene la llave para abrir el corazón de Ryan, pero ¿será suficiente para convencer a Ryan de volver a intentarlo?

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La Cicatriz

"Sólo la muerte no tiene remedio", eso es lo que a Ryan le gustaría pensar con optimismo. Pero no lo hace. El terrible accidente que ha conmocionado su vida y, según él, horriblemente desfigurado su cara con una cicatriz, lo dejó amargado y siempre a la defensiva. Hasta que conoce a Sean, un irlandés de sonrisa fácil que no parece darse por vencido en su afán de arrancarle una sonrisa. Mientras que Ryan es grosero y a veces torpe, Sean es paciente, amable y abierto. Él tiene la llave para abrir el corazón de Ryan, pero ¿será suficiente para convencer a Ryan de volver a intentarlo?

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Triskells Editions - Asociacin Cultural


Va Triskell Eventos 02 de junio, 9-25010 Montirone (BS)
http://www.triskellevents.org/edizioni/

Esta es una obra de ficcin. Los nombres, personajes, lugares e


incidentes son producto de la imaginacin del autor. Cualquier
parecido con personas reales, vivas o muertas, las empresas de
negocios, eventos o lugares es pura coincidencia.
La Cicatriz
Copyright 2013 por Erin E. Keller
Cover Art y Diseo por Erin E. Keller
Traduccin y Edicin: Traductores Annimos
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicacin
puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por
cualquier medio, electrnico o mecnico, incluyendo fotocopia,
grabacin, ni podr ser almacenada y archivada para la recuperacin
de informacin sin el permiso por escrito del editor, excepto en los
casos permitidos por ley. Para solicitar el permiso y para cualquier
otra pregunta, pngase en contacto con la asociacin en la siguiente
direccin: Via 2 Giugno, 9-25010 Montirone (BS)
http://www.triskellevents.org/edizioni/
Fabricado en Italia
Primera edicin - febrero 2013
Edicin Ebook gratuito

Sinopsis
Solo la muerte no tiene remedio, eso es lo que a Ryan le gustara
pensar con optimismo. Pero no lo hace. El terrible accidente que ha
conmocionado su vida y, segn l, desfigurado horriblemente su cara
con una cicatriz, lo dej amargado y siempre a la defensiva. Hasta que
conoce a Sean, un irlands de sonrisa fcil que no parece darse por
vencido en su afn de arrancarle una sonrisa. Mientras que Ryan es
grosero y a veces torpe, Sean es paciente, amable y abierto. l tiene la
llave para abrir el corazn de Ryan, pero ser suficiente para
convencer a Ryan de volver a intentarlo?

Erin E.Keller |2

Prlogo
Jams he credo que fuera hermoso. Ni an antes del accidente.
Pero ahora ahora no me animo ni siquiera a mirarme en el espejo.

Mis amigos me dicen que no es para tanto, que solo es una


cicatriz. Es cierto, lo es, pero me ha transformado para siempre. Tengo
esta larga estra rosada que surca mi mejilla hasta perderse en el labio
superior y a m me parece una maldita autopista.

Me he dejado crecer el pelo de modo que pueda cubrirme


parcialmente la cara, pero ese estigma es todava demasiado evidente.
Cada vez que alguien me mira, rezo para que mis ojos puedan
distraerlo de mi rostro desfigurado.
Patrick dice que son tan azules que parecen pintados con un
pincel. O ms bien, lo deca antes, cuando todo iba bien.
Inmediatamente despus del accidente, no se ha concentrado
demasiado en mis ojos, dado que evita dirigirme la mirada durante la
mayor parte del tiempo que pasamos juntos. A veces, cuando lo hace,
parece que tiene miedo de mirar la cicatriz, como si se tratara de algo
de lo que es conveniente alejarse. Y otras veces, parece casi como si
estuviese disgustado, pero no me atrevo a preguntar si es as. Supongo
que lo nuestro est en las ltimas, pero no insisto para que me d la
confirmacin. l siempre est viajando debido a su trabajo y las
llamadas telefnicas se estn dilatando. No es como si hubiramos
estado comprometidos, por lo cual puede que incluso yo est bien con
ello. Creo.

He hablado con algunos mdicos, pero todos me han dicho que es


demasiado pronto para una ciruga reparadora. Dicen que deben
esperar para estar seguros que los msculos debajo de la cicatriz se
hayan consolidado, por lo que debo convivir con esta pesadilla en mi
rostro hasta que decidan que ya estoy listo para una intervencin. No
s si lo que siento es rabia o simplemente estoy cansado. Una cosa s s,
sin embargo. Es realmente muy difcil sonrer an.

3|La cicatriz

No recuerdo muy bien el accidente, solo s que un coche se


estrell de lleno con el mo. Despus no s nada ms. El coche que
caus el accidente desapareci inmediatamente y nunca han
encontrado al responsable.

Lo siguiente que recuerdo es a m, sobre una cama de hospital y a


los ojos de mis padres apuntndome. Recuerdo su esfuerzo por
parecer dichosos de verme, felices de que estuviese vivo, pero muy
pronto comenc a sospechar que algo no andaba bien.

Ya han pasado tres meses, les he hecho mucho dao durante este
tiempo, soy consciente de ello, s tambin que estn preocupados por
m y mi humor hurao.
No es que yo sea un gran conversador o el alegre del grupo ni
siquiera antes del accidente, pero despus de ste, mi estado de nimo
ha ido de mal en peor. He evitado salir, incluso con mis mejores
amigos, y adems renunci al trabajo.

Nunca he tenido la necesidad de trabajar porque mis padres son


adinerados, muy adinerados, pero sa es una cuestin que nunca me ha
interesado. Siempre quise demostrar que era capaz de vivir sin su
dinero. No es nada personal, yo los quiero, los quiero de verdad un
montn, pero tena la necesidad de hacer algo por mi cuenta. Aunque,
al final, fracasara.

Pero ahora, despus de meses sin hacer otra cosa ms que leer
por suerte la vista no qued daada o habra sucumbido totalmente
me encuentro mirando el letrero superior de la biblioteca. No s por
qu acept este trabajo en lugar de alguno de los muchos otros que mis
padres encontraron para m (s, lo hicieron en mi lugar. Qu triste,
no?), pero alguna cosa en mi mente me dijo que ste podra adaptarse
perfectamente a mis necesidades.
Podra continuar leyendo mis libros, nadie me molestara, no
estara obligado a hablar y podr ser tan hurao como quiera.

Y es, ms o menos aqu, donde se inici el resto de mi vida de


veinteaero.

Erin E.Keller |4

Captulo 1
Miro el cartel encima de la biblioteca inquieto, con las manos
metidas profundamente de mis bolsillos. Me mordisqueo el labio
inferior, tratando de encontrar el coraje para dar el primer paso y
entrar cuando suena mi telfono.
Es mi madre, que acomete con una serie de recomendaciones y
palabras de aliento que me provocan gruir la respuesta.

Corto la comunicacin y el telfono suena de nuevo. Esta vez se


trata de mi padre, me pregunta si llegu sano y salvo. No es algo que
pueda reprocharle visto lo que sucedi la ltima vez que us el coche.
Vuelvo a cortar y guardo el telfono justo cuando empieza a
sonar otra vez. Levanto mis ojos al cielo y lanzo un bufido.

Charlene, tambin conocida como Charlie. Mi primera novia. Y la


ltima. Estuvimos juntos en la escuela secundaria, cuando yo estaba
tratando de convencerme a m mismo de que era heterosexual saliendo
con ella. Esto, por supuesto, no tuvo un buen final, pero ella se
convirti, entonces y an ahora, en mi mejor amiga.
Ahora Charlene est casada con Frank, un buen hombre que la
ama como ella se merece.

Charlie, qu pasa? dije mirando hacia la puerta de la


biblioteca.
Por qu respondes el telfono?
Tal vez porque me llamaste?

No, quiero decir... Se supone que tienes que estar ya en el


trabajo. ste es tu primer da!
Lo s, y tal vez, solo tal vez, si todos dejarais de llamarme
podra entrar.
Bueno, solo estaba comprobando.

5|La cicatriz

Tambin mis padres.


Oh, eso es tierno!

S, tierno, pero debo entrar de una vez al trabajo.

Est bien, cario Me puedes llamar ms tarde? Tengo


curiosidad por saber cmo ha ido!
De acuerdo. Te lo prometo.

Bueno. Ve y mtalos 1 a todos!

Charlie, yo no soy Espartaco y t no eres Sura. Y esto es solo


una biblioteca.
Maldita sea! Qu persona tan graciosa eres!
Como si no me conocieras.

Te conozco y te quiero, pero deberas tener un trabajo un poco


ms cercano a tu capacidad.
Charlie...

Est bien, ve. Hasta luego, querido!

Sonro y corto la comunicacin, a continuacin, apago el telfono


y tomo otro largo y profundo suspiro.
****
Oh, es una biblioteca?

La voz que me llega desde mis espaldas me hace volverme y


tengo que morderme la lengua para no responder algo sarcstico como
De verdad? Yo cre que era una carnicera.
1

Se refiere a que los sorprenda a todos, pero se deja la expresin porque si no, no se entiende el chiste
siguiente.

Erin E.Keller |6

Y ahora, qu diablos est pasando? El universo entero ha


decidido no dejarme entrar a trabajar.

Eeh, s le respondo, mientras intento encontrar el coraje


para echarle una ojeada al chico a mi lado. l me sonre. De hecho, me
mira directamente y me descubro buscando algn indicio de disgusto
en sus ojos sin lograr encontrarlo. Por supuesto, estoy tan
acostumbrado a mantener la cabeza ladeada que es posible que no me
haya visto muy bien.

No puedo dejar de notar lo encantadora que es la sonrisa de ese


chico y qu apuesto es su rostro. Es un poco ms alto que yo, delgado,
pero de hombros anchos. Su camiseta blanca se extiende
perfectamente sobre los pectorales y las mangas son lo
suficientemente cortas como para dejar entrever tatuajes. Su pelo es
rizado, de una tonalidad rubia miel, y se desliza suavemente sobre un
par de ojos color verde plido. Haca siglos que no me fijaba con tanto
detalle en otro hombre.
Bueno, yo no soy de esos que miran a los otros hombres cuando
se est con uno en particular. Incluso si ahora ya con Patrick...

Pero no son pensamientos apropiados en este momento, incluso


aunque su proximidad me tenga inquieto.

En ese momento, noto que el chico debe de haber dicho algo


porque me mira con una expresin de desconcierto. Haba perdido
completamente el hilo de su discurso y siento mis mejillas arder en un
segundo.
Entonces? me pregunta, con una sonrisa.

Entonces qu?

Te pregunt si trabajas aqu.


Oh. S, tal vez.
Tal vez?

Dios, me siento como un estpido!

7|La cicatriz

Tal vez, s. Es... bueno, es mi primer da. Y me gustara mucho


llegar all, pero parece que el resto del mundo no desea que lo haga.
Mi voz apenas ms alta que un murmullo.
Bueno, est bien! me responde el desconocido, sin dejar de
sonrer. No quiero entretenerte ms, lo siento. Es solo que tengo la
tienda de tatuajes al doblar la esquina y quera echar un vistazo
alrededor. Es el primer da tambin para m: la inauguracin es hoy.
Oh.

Te gustan los tatuajes? pregunta sin dejarse amilanar por


mi silencio.
S-s, me gustan.

Tienes alguno?

Qu demonios? No! No tengo un tatuaje, mierda! Tengo una


cicatriz en mi puta cara! No lo ves?!
Mi lado esquivo y malsano pulsa por salir, como siempre.

No.

No es que quiera presionarte, pero si te decides a hacerte uno,


ven a verme, de acuerdo?
D-de acuerdo.

Eso s que se llama vender!

A qu hora entras?

Oh Dios, por favor, te lo ruego, djame en paz!


Dentro de unos pocos minutos.

No eres muy locuaz, no es verdad?


No.

Entiendo.

Erin E.Keller |8

Yo hubiera querido aadir algo ms porque en ese mismo


momento me senta un poco estpido, sin embargo las palabras se me
quedaron obstinadamente pegadas a la lengua. Este pobre hombre solo
est tratando de ser amable, pero de verdad es muy difcil para m ser
complaciente.
Sean!

Primero escuch la voz y luego este gigante, este corpulento


hombre, que se materializa a nuestro lado.

Sean ahora s cmo se llama me sonre otra vez y seala con


el pulgar a sus espaldas.
Este es Stuart dice mientras yo miro al recin llegado
nuevamente. Es enorme. Yo no soy bajo y mucho menos lo es Sean,
pero este hombre es realmente un gigante. Tiene una larga cabellera
negra recogida en una cola de caballo, piel oscura y, por supuesto, est
lleno de tatuajes. Pareciera como un nativo americano o algo por el
estilo.

En ese momento considero su nombre y no puedo detener una


risa socarrona. Stuart... como el ratn Stuart Little2. El nombre perfecto
para l.
Sean me est mirando con aire divertido.

He dicho algo interesante? pregunta con una sonrisa


tranquila.
Oh, no! Nada, en absoluto! chillo. Ese soy yo, siempre
delicado como una mariposa.
Oh. Bueno, muchas gracias, eh.

No puedo evitar el sonrojarme por mis modos bruscos y aclaro


mi garganta.
2

Pelcula infantil sobre un ratn que es adoptado por una familia norteamericana.

9|La cicatriz

No. Trataba de decir que... no fue por algo que t hayas dicho.
Y entonces qu fue? Estabas riendo...?

Por favor, que alguien me dispare! No, espera un segundo yo


me estaba riendo? En serio?
Siento que otra vez me suben los colores y miro hacia otro lado.

Es solo que... Stuart. Me acord de esa pelcula... Stuart Little.


Sin embargo, l es enorme. Muy bien, ahora s me siento como un
completo idiota.
Sean se re tan fuerte que no puedo dejar de mirarlo con
expresin desconcertada.
Eres gracioso! exclama entonces asintiendo con la cabeza.

Divertido?! Quin? Yo?!

Yo no lo creo as. Bueno, nos vemos, de acuerdo? mascullo,


dejndolo all con la mirada tan desconcertada como la de una mueca
desbaratada, mientras avanzo los pocos pasos que faltan para entrar
finalmente en la biblioteca.
No pens que fuera tan dificultoso hablar de nuevo con un
desconocido. Me siento un poco mal por Sean, pero en realidad ni
siquiera lo conozco y, desde luego, si esta experiencia laboral me dura
ms de un da, tendr la oportunidad de encontrarlo de nuevo. Y tal vez
pedir disculpas, quin sabe.
****
Una vez en el interior, tomo la ensima inspiracin profunda y
miro a mi alrededor.

La biblioteca es silenciosa y tiene ese olor a madera, a polvo y a


papel, que me hace sentir bien de una manera extraa. Es como estar
en un lugar seguro. Como ser envuelto en una grata tibieza.

E r i n E . K e l l e r | 10

Ryan, verdad?

Una voz me llega desde la espalda, me vuelvo y me encuentro de


frente a una mujer muy bajita, de unos cincuenta aos, con una enorme
y agradable sonrisa.

Correcto le digo, tratando de sonrer, pero tengo miedo de


ser espeluznante porque cuando sonro, la cicatriz se mueve. La mujer,
sin embargo, parece no notarla, y estoy agradecido por ello. Por un
momento, mi cabeza se dirige de nuevo a Sean. De hecho, l tampoco
pareci percatarse de ella.

Yo soy Margaret, pero me puedes llamar Meg. Te voy a mostrar


tu lugar de trabajo agrega, haciendo una seal hacia un escritorio.
Estars aqu, en la recepcin. Debers hacer los carnets de los nuevos
miembros, registrar la entrada y salida de libros. El programa
informtico es muy fcil de usar. Cuando alguien tenga un libro
durante demasiado tiempo, recibirs un mensaje del sistema y solo hay
que ponerse en contacto con la persona para recordarle que debe
devolver el libro. Pronto descubrirs cules son los buenos clientes y
cules no, pero creme, puede ser divertido. Conocers muchos
diferentes tipos de personas...
Esa es la nica cosa que no me gusta. Lo dems es perfecto.

11 | L a c i c a t r i z

Captulo 2
A pesar del miedo de enfrentarme a gente que no conozco, el
primer da me result interesante. La biblioteca no es muy popular, as
que tuve tiempo para echar un vistazo alrededor, controlar los pasillos
y ojear los libros. Siempre me ha gustado leer, pero fui capaz de
apreciar ms la lectura durante estos meses de aislamiento.

Ahora, la jornada laboral est a punto de terminar y me


encuentro esperando a Meg. Tengo curiosidad por saber qu piensa de
m y si me considera persona adecuada para el puesto. En definitiva, he
tratado de ser amable con todos, a pesar de que evit mirar
directamente los rostros de las personas. Todava tengo un largo
camino por recorrer antes de que me sienta a gusto bajo la mirada de
los dems.
Mientras estoy jugando un poco con el software de la biblioteca,
veo que un libro es empujado hacia m sobre el mostrador.
S? balbuceo, absorto.
Hola!

Me giro de golpe porque reconozco algo familiar en esa voz y


tropiezo con un par de ojos verdes. Sean.

Oh, hola lo saludo, dejando vagar los ojos por la habitacin,


de repente nervioso Qu quieres?
Sean levanta las cejas y me da una sonrisa rpida.

No eres hablador y tampoco muy amable. Lo siento, te estoy


molestando?
labio.

No tengo remedio. S que me estoy sonrojando y me muerdo el


No. Es solo que... No. Disclpame t.

E r i n E . K e l l e r | 12

Mierda!
Sean vuelve a rer y siento la tentacin de preguntarle qu
diablos es tan gracioso como para sonrer todo el tiempo.
Quisiera llevarme este dice, sealando el libro. Lo miro
perplejo y luego echo un vistazo a Sean.
Qu? me pregunta No me dirs que creas que no saba
leer, o algo por el estilo! Por favor! aade divertido. Soy un artista
del tatuaje, pero te juro que aprend a leer hace muchos aos!
No, por supuesto. Yo no quise ser...

Ser qu? Descorts? Yo no haba dicho nada, verdad? Qu


problema que mis ojos hablasen por s solos, sin embargo.

Nada concluyo tomando el libro y empezando a teclear el


ttulo en el teclado. Stephen King, eh? murmuro mirando
directamente a la pantalla.
Me encantan sus libros.

S, son bastante extraos.

Bueno, no todos. De hecho, creo que este es uno de los


mejores.
No puedo estar ms de acuerdo con l. La danza de la muerte 3

Ya lo has ledo?
S.

Oh. Una segunda lectura, entonces. Realmente te debe


encantar este libro.
3

T lo has ledo? me pregunta curioso.

En el original Lombra dello scorpione (La sombra del escorpin) es el nombre italiano con que se
conoci La danza de la muerte (The Stand), novela post-apocalptica de terror y suspense de S. King.
Publicada originalmente en 1978, en 1990 se volvi a editar con el nombre de Apocalipsis. En 1994 se
emiti una miniserie para TV basada en el libro con guin del mismo autor.

13 | L a c i c a t r i z

S.

Y qu piensas?
Es bueno.

Sean me sonre otra vez, casi satisfecho.

Entonces no es tan extrao que alguien sea fantico de


Stephen King.
No quera decir eso.

Oh, simplemente estabas diciendo al azar algunas palabras


solo para dar la impresin de que ests conversando. Entiendo.
Miro sus ojos por debajo de los largos mechones de pelo y estoy a
un paso de responderle mal.

Tienes el carnet? pregunto en lugar de eso, limitando al


mnimo posible el intercambio de miradas. Sean sacude su cabeza
negando y yo suspiro. Me puedes dar un documento y as te
registro?

Por supuesto! me responde alargndome el carn de


conducir.

Tecleo rpidamente sus datos en el programa, mientras siento


sus ojos encima de m y una sensacin de inquietud crece dentro de m.
Sean OSullivan. Irlands?
S. De Galway.
Bonito.

Has estado alguna vez en Irlanda?


No.

Me parece que Sean se pregunta si soy humano o algn tipo de


extrao robot equipado con vida. Sinceramente, ni siquiera yo mismo
lo s.

E r i n E . K e l l e r | 14

Te gustara? se atreve a volver a preguntarme.


Me encojo de hombros.

Puede ser. Eso es todo concluyo entregndole el carnet de la


biblioteca.
Gracias me responde susurrando.

De nada.

Hay algo que no llego a comprender. Por qu no se va?


Necesitas algo ms? le pregunto confuso.

Qu extrao. Me parece notar un ligero rubor sobre sus mejillas


Es posible?
bien.

Me gustara... Me gustara conocer tu nombre.

Oh, entonces era esto! Parpadeo y me pregunto si he escuchado


Mi nombre? pregunto nerviosamente.

S, as no tendrs que asesinarme bromea ligeramente Sean.

Ryan lo interrumpo. No veo la hora de poner fin a esta...


cosa. Sea lo que sea.

Entonces, Ryan encantado de conocerte me dice con una


gran sonrisa, extendindome la mano.

El placer es mo respondo apretndosela con escaso


entusiasmo.

No es cierto, pero me conformar replica Sean retirando la


mano. Nos vemos, entonces. Prometo no retener demasiado el libro,
de acuerdo?
Ehest bien. le digo sin entender qu cosa extraa le
sucede a este tipo para ser tan obstinado conmigo.

15 | L a c i c a t r i z

Sean se retira y su lugar es ocupado por Meg. Est satisfecha con


mi trabajo y me confirma la contratacin. Parece que mi vida est
cambiando.
****
La primera semana pas sin problemas, si se deja de lado el
hecho de que sigo sin poder relajarme ni un poco con las personas y
que muchas veces me he descubierto observndolas desde detrs de la
cortina que forman los mechones de mi cabello. La mayora ni siquiera
lo notan. Solo soy el chico de la biblioteca, no es como si necesitaran
entablar amistad conmigo. Solo Meg me lanza miradas de vez en
cuando, no miradas hostiles, pero es como si intuyera algo, como si
quisiera convencerme de que todo est bien y de que puedo mostrar
mi cara al mundo, sonrer quizs, sin miedo de que nadie huya por ello.
No, todava queda un largo camino por recorrer antes de que tengamos
xito en tal empresa.
De todos modos, Sean no ha aparecido durante toda la semana. Si
debo ser honesto, he estado tentado de echar un vistazo al interior de
la tienda de tatuajes para ver cmo es, pero siempre me paralizo justo
antes de doblar la esquina.

De todas formas, no lo conozco para nada, solo hemos


conversado un par de veces. Qu necesidad hay de ir a verlo?

Y adems, Patrick llega a casa hoy. No espero nada especial, para


ser sincero. Tal vez tengamos sexo, tal vez no. Pero a pesar de ello, creo
que va a ser una de las ltimas veces que lo vea.
Cuando Patrick me avisa por mensaje de texto dicindome que
est llegando a la biblioteca, recojo mis cosas y salgo. A pesar de todo,
cuando lo diviso, no puedo hacer otra cosa ms que correr a su
encuentro y abrazarlo.

E r i n E . K e l l e r | 16

Te he echado de menos! le digo apretndome contra l.


Patrick se re y me aparta de l, incluso lo hace con delicadeza.
Desde cundo eres tan romntico?

Eureka, punto para m... dejo caer un poco la sonrisa y me odio


por haberme sonrojado.
N-no es que sea romntico. Es solo que te extra un poco
balbuceo con un encogimiento de hombros. Pero parece que el
sentimiento no es mutuo.

Patrick se re intentando desdramatizar, pero yo s que es solo


una manera de evitar responderme. Me detengo a pensar cmo eran
las cosas antes del accidente. Me gustara creer que su escaso
entusiasmo se debe a mi cicatriz, me gustara poder culparla tambin
por esto, pero no es as. Patrick siempre ha sido un poco fro ante mis
efusiones. Indiferente. Es solo que ahora lo noto ms. Tal vez porque
ahora soy yo quien tiene una profunda necesidad de calor humano,
aunque nunca lo admitira a nadie.

Cuando damos vuelta a la esquina acercndonos hacia su coche,


no me doy cuenta de que podra encontrarme con Sean, y eso es lo que
sucede. De hecho, directamente colisionamos. Mi frente choca contra
su hombro y l retrocede con un grito de sorpresa.

Disculpe! se apresura a decirme y luego veo con claridad el


momento en el cual se da cuenta de quin es la persona contra la que
choc Oh! Hola, Ryan! exclama reemplazando inmediatamente la
expresin de incomodidad por una sonrisa brillante.

Yo alzo la mirada y, sin ninguna razn para ello, me sonrojo de


nuevo y agacho la cabeza rpidamente. Tengo que lograr no volver a
sonrojarme. Soy demasiado plido para permitrmelo.
Hola, Sean digo en un susurro.

Sean no parece haberse dado cuenta de la presencia de Patrick y


levanta el libro.

17 | L a c i c a t r i z

Voy a devolverlo! Te dije que no iba a necesitar tenerlo


mucho tiempo! Es un libro tan bueno que cuando empiezo no
puedo dejar de leerlo! deja de hablar y finalmente se da cuenta de
que no estoy en la biblioteca, tal vez haya un motivo. Un motivo vestido
con un traje gris que le est observando con curiosidad.
Oh, pero... por supuesto, t ests saliendo. Lo siento de nuevo
por el encontronazo... estaba distrado dice, sonriendo tambin a mi
pareja.
Eres un amigo de Ryan?le pregunta Patrick.

Ehm, no exactamente. Yo... indica un punto detrs de l.


Trabajo cerca. Nos conocimos porque yo andaba merodeando por los
alrededores y quera pedir prestado un libro, as que...

Ya veo corta bruscamente Patrick. Yo soy su pareja dice,


con la mano extendida hacia Sean que se queda mirndolo fijamente
durante un momento, antes de estrujarla. Tengo la sensacin de que
Sean me mira, pero estoy demasiado avergonzado para hacer lo
mismo, as que mantengo la cabeza baja y las manos en los bolsillos.
Bueno, ahora tambin sabe que soy gay.
lado.

Encantado.

Ahora, si nos disculpas... dice Patrick movindose hacia un

Oh, s. Por supuesto. Adis. Hasta luego, Ryan me saluda


Sean levantando una mano.
Yo no dije una palabra en todo ese tiempo.

E r i n E . K e l l e r | 18

Captulo 3
El fin de semana pas velozmente. Patrick y yo hemos jodido, s,
pero luego l dej caer la bomba. Se trasladara a Europa para trabajar.
Oh, bueno. Quin sabe por qu, me siento casi aliviado.

Nuestra relacin estaba muerta desde haca algn tiempo, no


quedaba mucho sobre lo cual lamentarse ya.

Tal vez fuera el haberme dado cuenta de que no haba nada por
lo que llorar lo que me llev a pasar una semana de mierda despus de
su partida. Es duro concienciarse de que no tienes nada a lo que
aferrarte.

El viernes, en un momento de pausa en el cual nadie pareca


necesitarme, me conecto a Internet y comienzo a navegar sin una meta
definida.

Reviso mi correo electrnico y, a continuacin, no s cmo, en la


mente se me atraviesa rpidamente la imagen de Sean. No lo he visto
en toda la semana.
Obviamente, no est obligado a buscar un libro semanalmente,
tiene un trabajo que lo mantiene ocupado as que incluso es lgico que
no se haya dejado ver.

Vuelvo a pensar en la tienda de tatuajes y escribo su nombre en


Google, tratando de averiguar si tiene un sitio web. Y all est, Stan.
Stan? Oh, por supuesto. Stuart y Sean. Me pregunto si son
compaeros tambin en la vida fuera del trabajo... Son tan diferentes.
Sacudo la cabeza para expulsar ese pensamiento y comienzo a
desplazarme por las fotografas de su trabajo, quedndome con la boca
abierta. Algunas son verdaderas y absolutas obras maestras.
Puedo?

19 | L a c i c a t r i z

Una voz cavernosa me sobresalta y giro de golpe para


encontrarme de frente con la otra mitad del nombre Stan, Stuart, el
lobo feroz.

En qu puedo ayudarte le digo, un poco intimidado frente a


esa montaa de hombre que, aparte de todo lo dems, tambin tiene el
ceo fruncido.

Esto dice entre dientes arrojando un libro sobre el


mostrador.
Miro el libro y no puedo evitar levantar las cejas.

Un saco de huesos? Otro fantico de Stephen King.

No es para m dice bruscamente el bruto, mirando a su


alrededor como si se avergonzara de estar aqu.
Bienvenido a mi mundo, pienso con sarcasmo.

Oh, es para Sean? pregunto incluso antes de darme


cuenta y

S, es para l. No ha tenido tiempo para pasar. Pero l quera


leerlo. Y me ha enviado a m.
Stuart habla como un telgrafo, con la misma musicalidad. Cero
matices y palabras arrojadas rpidamente una tras otra.

Entiendo le digo, asintiendo con la cabeza, aunque no sea


cierto. Ingreso los datos en el programa y empujo de nuevo el libro
hacia Stuart. Aqu est. Todo listo.
Gracias refunfua el gigante alejndose.

Saluda a Sean de mi parte se me escapa de los labios antes


de darme cuenta. Stuart se vuelve hacia m, me mira y luego niega con
la cabeza. Estoy pasmado. He dicho algo malo?

E r i n E . K e l l e r | 20

Por la tarde, a la salida de la biblioteca, est Charlie


esperndome y yo no puedo evitar rerme cuando la veo corriendo a
mi encuentro, balancendose peligrosamente sobre sus tacones. Tiene
bolsas de todas partes y una expresin radiante. Frank ciertamente
llorar lgrimas amargas tan pronto tenga en sus manos el extracto de
la tarjeta de crdito.
Has desvalijado un banco? le pregunto riendo mientras la
levanto de la tierra, ya que me alarga sus brazos.

Nunca hara eso! Yo soy una dama! me responde mientras


me propina un codazo en el estmago.

Ya veo! gesticulo plegndome sobre el vientre. Tienes


buen aspectoagrego luego, sonrindole.

Te dara un puetazo! Sabes que ese es el tipo de frases que


se dice cuando hace mucho tiempo que no ves a una persona? Y sabes
que si sientes la necesidad de decrmelas es porque no nos hemos visto
desde hace demasiado tiempo? Y sabes que es totalmente culpa tuya?
Acaso tambin eras as cuando estbamos juntos?

No, antes era normal. Fue la experiencia de estar contigo lo


que me convirti en esto.

No logro contener la carcajada, y cuando me pongo serio, veo que


Charlie me est mirando fijamente.
Qu pasa? pregunto, temiendo por un momento haberla
trastornado con una mirada espeluznante.

Por qu eres gay? suspira inclinando la cabeza hacia


adelante.
Parpadeo.

Bueno, supongo que... no hay una respuesta... Quiero decir, de


dnde sale esa pregunta? pregunto ruborizndome. Hace siglos
que sabes que lo soy!

21 | L a c i c a t r i z

Era una pregunta retrica, estpido! replica Charlie


negando con la cabeza. Es que eres tan guapo... es una injusticia.
Sinceramente, no s si estar ms impresionado por las palabras
de Charlie o por el hecho de que ella, despus de tantos aos, me diga
una cosa por el estilo.

Yo no soy guapo me apresuro a contestar. No lo he sido


nunca. Adems, ahora lo soy inclusive menos.

Lanzar sobre ti una tras otra estas bolsas, te lo juro! Siempre


has sido hermoso! Disclpame, pero a m no me gustan los feos. Nunca
me gustaron! Y con esa palabra ahora, qu quieres decir? Que esa
cicatriz te ha desfigurado tanto hasta convertirte en un monstruo?!
Bueno, pues te equivocas enormemente, querido! me grita Charlie
sin demasiados problemas. Siempre me ha gustado este lado suyo,
porque cada cosa que me dice, siempre viene desde lo profundo de su
alma.
No tienes corazn murmuro fingindome abatido.

Lo tengo, lo tengo. Confa en m. Escondido bajo dos tetas


maravillosas. Qu lstima que no te interese el artculo.
Me ro entre dientes y entrecierro los ojos.
Ests coqueteando con un gay?

Estoy coqueteando con mi ex, pretendiendo que no es gay.

Tengo que tener una conversacin con Frank. Lo siento por tu


marido le susurro, cogiendo las bolsas de sus manos.
Podrs tenerla esta noche. Vine solamente para decirte eso.
La miro con asombro.

No es tu cumpleaos y tampoco el suyo, me parece.

No te esfuerces en tratar de hacer memoria, querido. No te


acordabas de mi cumpleaos ni siquiera cuando ramos novios.
Porque estuvimos juntos demasiado poco!

E r i n E . K e l l e r | 22

Nos conocemos de toda la vida, no eres otra cosa ms que un


ingrato!

Me ro de nuevo y Charlie hace lo mismo, apartndose de los ojos


un mechn de cabellos rebeldes. Siempre ha sido bonita, no obstante la
edad le ha dado un cierto encanto. Su cabellera rubia se mova y
danzaba en suaves ondas alrededor de su cabeza, totalmente
desenvueltas, salvajes. Recuerdo que, incluso cuando era nio, me
gustaba acaricirsela, sentir cmo se volvan a formar las ondas
despus que la caricia de mis dedos hubiera suavizado un mechn. Sus
ojos oscuros, adems, contrastan con su piel clara y haba sido lo que
ms me impresion cuando la conoc.
Una vez que hemos dejado claro el hecho de que soy un mal
amigo, me quieres decir por qu tengo que ver a Frank esta noche?
No solo a Frank. A ambos. Esta noche salimos y punto.
Eso es todo? Lo has decidido as, de la nada?

Obviamente. Qu es la vida sino una constante y repentina


sorpresa?
Has estado bebiendo, Charlie?

No, pero me gustara hacerlo esta noche dice guindome


un ojo.
Y si tuviera un compromiso?

Charlie se cruza de brazos sobre el pecho y se me queda mirando


durante mucho tiempo, en silencio.

Qu pasa? le pregunto. Charlene suele tener la habilidad de


hacerme dudar de mi comportamiento.
Estoy esperando a que me salga la carcajada por la broma que
has hecho.
****

23 | L a c i c a t r i z

No habiendo encontrado una excusa que pudiera resistir el


ataque sorpresa de Charlie, me encuentro a m mismo teniendo que
cumplir con su invitacin. Cuando veo a Frank, por un momento creo
que fue una vctima de las mismas tcticas, porque el hombre ama a su
esposa y hara cualquier cosa por ella.
Si no fueras gay, estara celoso.
Lo dicho, acert.

Frank comienza su discurso con esa introduccin tan pronto


como me ve, pero inmediatamente despus me da una sonrisa.

Charlie te adora, lo sabes, no? me dice, apretndome en un


abrazo. Es curioso cmo este hombre, que para m no es ms que el
marido de mi amiga, es tan clido y afectuoso conmigo en cada
encuentro.
Lo s. Yo tambin la amo.

Lo s responde Frank soltndome, pero en sus ojos veo una


sombra de reproche. Tal vez piense que no atiendo lo suficiente su
amistad. Sin duda, l tiene razn.

La relacin con Patrick, al principio, era tan arrolladora que me


dejaba poco espacio para los amigos y, despus del accidente, en
cambio, fui yo a propsito quien comenz a mantener a distancia a
todo el mundo. Incluida Charlie.
Muy bonito este lugar le digo desviando la conversacin,
mientras miro a mi alrededor.

Tiene un aire... irlands? O tal vez no, quizs soy yo el que est
extraamente influenciado.

Es un pub irlands! exclama justo en ese momento Charlene


cogindome del brazo. Lo que se dice el destino.

Cmo es que se trata de un pub irlands? pregunto


acariciando por un momento con el pensamiento el recuerdo de Sean.
Charlie me mira con ojos que resplandecen.

E r i n E . K e l l e r | 24

Porque me encanta Irlanda! Porque sueo con visitarla!


Porque si Frank no me lleva all, lo condenar a una vida de
abstinencia sexual! En suma, por muchas razones!
Ro de nuevo y me pregunto si, de hecho, no debera realmente
volver a frecuentar a esta chica excepcional, porque ya no recuerdo
cunto hace que no me rea as en un solo da.

Nos sentamos en una mesa y la conversacin se hace realmente


placentera, tan placentera que en dos ocasiones me apart el pelo de la
cara sin darme cuenta.

Deberas hacerlo ms a menudo. murmura Charlie poniendo


una mano sobre mi brazo.
No creo estar listo. Es espeluznante.

T lo ves as. Mira, Ryan, es obvio que se distingue. Y es natural


que la gente se petrifique por un momento cuando la notan. Pero te
aseguro que no es por desprecio o repugnancia. Se debe a que, lo
primero que les viene a la cabeza, es preguntarse qu cosa tan terrible
te puede haber sucedido... y se quedan sin palabras. Es decir, sienten el
dolor.
Miro a Charlie a los ojos y me siento profundamente conmovido.
Le aprieto la mano que puso sobre mi brazo e inclino la cabeza.
Gracias, Charlie susurro con una sonrisa.

Adems, puede que tengas esa cicatriz... pero hay un tipo que
no quita los ojos de tu trasero.
Levanto bruscamente la cabeza y mir a Charlie.

Eh? interrogo desorientado, mirando alrededor.

Charlene me hace una sea con la cabeza a mi derecha y me giro,


recorriendo el lugar con la vista para descubrir quin es el que me est
mirando.

25 | L a c i c a t r i z

Puedo nombrarlo inmediatamente cuando percibo una masa de


rizos rubio miel. Sean. Es l quien me est mirando.

Parpadeo varias veces y muevo los dedos sobre la mesa para


formar lo que debera ser un saludo. Sean sonre y levanta su vaso.

Y al momento siguiente estoy casi a punto de lanzar un grito de


dolor, porque las uas de Charlie se estn clavando en mi brazo.
Lo conoces?! exclama, pero sin voz. Parece fascinada y casi
a punto de explotar.
Ehm, s. Es... Trabaja cerca de la biblioteca.

Pero ests viendo cmo te mira? Ohhh, pero tienes que


invitarlo aqu con nosotros!

Te has acabado la cerveza del barril antes de sentarte? No es


apropiado!
Pero es tan lindo! Mira esa cara bonita!
Charlie...

Mmmh y, luego esos labios carnosos...


Charlie.

Y ese pelo suave!

CHARLIE! vocifero esta vez, sobresaltando tanto a ella


como a Frank. Inmediatamente despus bajo el tono y me acerco a la
cara de mi amiga. Punto uno: no lo conozco lo suficientemente bien.
Punto dos: no es que est realmente, sin compromiso. Punto tres: no s
siquiera si est interesado. Mucho menos s si es gay! enumero en
voz baja, casi en tono conspiratorio.

Charlie me observa con la mirada llena de comprensin y asiente


con la cabeza mientras le hablo, luego me dice como si yo fuera un nio
pequeo:

E r i n E . K e l l e r | 26

Tesoro... Punto uno: no es necesario saber la talla de su ropa


interior para invitarlo a que se una a nosotros. Punto dos:
comprometido o no, ciertamente yo no espero que te pongas a hacer el
amor sobre la mesa delante de nosotros. Se trata de un lugar pblico,
por si no lo has notado. Punto tres: confa en m, cario. Por la forma en
que te mira, este es gay y est interesado en ti. Si sus pestaas tuvieran
pequeas manitas, ya te habran desnudado, sabes?
Miro a mi amiga como si fuera una extraterrestre. Nunca me
acostumbrar al modo en que se las arregla para eludirme.

Disculpa, pero qu quieres que haga? murmuro sacudiendo


la cabeza. No creo...
No logro terminar la frase cuando, para mi espanto, veo que
Charlie se levanta de la mesa y se encamina hacia donde est Sean.
Dirijo una mirada suplicante a Frank, quien se limita a encogerse de
hombros.
Esto es una cosa entre vosotros dice levantando las manos
con una media sonrisa.

Pero es tu esposa! le reprocho mientras miro cmo


Charlene est realmente hablndole a Sean.

Lo s y la amo tal y como es se re Frank cruzando sus


manos sobre su vientre.
Yo no tanto le susurr con voz temblorosa vindola volver
con Sean.
Oh Dios, ahora qu?

Hola dice el irlands con su habitual, ridcula, casi adorable,


sonrisa.
Hola contesto en medio de un pequeo ataque de tos.

Puedo? pregunta entonces Sean tomando uno de los


taburetes.

27 | L a c i c a t r i z

Bueno, si te dijese que no, sera grosero murmuro, y por un


instante siento terror de que Charlie me d una bofetada. Incluso Frank
me mira con poca simpata y Sean se queda en vilo con el taburete.

Oh. Lo siento. Charlene me dijo... nada, no quera molestar


murmura volviendo a poner en su lugar el taburete, y empezando a
alejarse.
Tengo que hacer alguna cosa, lo s. Cuando se trata de Sean
siempre se me escapan cosas desagradables y esto me disgusta un
poco.

Hey! le llamo nuevamente alargando la mano.


Disclpame. Ven, sintate... tengo un carcter horrible, lo s. Te
prometo que intentar no insultarte durante el resto de la velada.
No es que esa frase me haya salido mucho mejor que las otras.

Sean se gira y me mira a los ojos por un instante, serio, antes de


que una media sonrisa le aflore a los labios.

Est bien responde simplemente regresando para tomar su


puesto en la mesa. Charlie vuelve a sentarse a mi lado, asegurndose
de pisarme un pie con su tacn, hacindome gemir de dolor.

El resto de la velada transcurri bastante tranquila. Tan pronto


como mi amiga se enter de que Sean era un legtimo irlands, como
an sigue repitiendo en xtasis, le atorment con preguntas sobre su
tierra. Y de improviso, todo lo dems se desvanece. Al principio
escucho lo que dicen y luego me encuentro que estoy observando a
Sean y al modo en que sus ojos resplandecen cuando habla de Irlanda,
cmo toda su cara se anima mientras narra ancdotas.

Me dejo llevar por sus historias, con los ojos fijos sobre aquel
extrao y luminoso chico y la mano inmvil sobre el vaso casi intacto.

Yo nunca haba visto a Sean tan de cerca, incluso las veces


anteriores haba estado bien atento de no dirigir mi mirada hacia l
por mucho tiempo seguido. En cambio, donde ahora nos hallamos, con
la complicidad de la penumbra, me siento ms seguro, ms protegido.

E r i n E . K e l l e r | 28

Su rostro es suave, aunque bastante anguloso, pero los labios son


realmente carnosos de qu manera lo haba notado Charlie desde
tan lejos, es un misterio y la sonrisa es tan amplia que parece
contener el mundo entero. Los ojos son de color verde, con pestaas
tan anormalmente largas y arqueadas, que ocasionalmente capturan
un rizo rubio.
T qu dices?

Oh, Dios.

De nuevo me distraje de las palabras de Sean, quien ahora mismo


se ha girado hacia m y est mirndome directamente a los ojos.

E-en qu sentido? interrogo, con la esperanza de ser


salvado por la campana. Pueril esperanza.

En qu sentido? replica mirndome con una sonrisa


dulce? Estbamos hablando sobre el hecho de que la fiesta del Da
de San Patricio se acerca y parece que el desfile ser muy bonito.
Cuntos sentidos pueden haber en ello?
Me muerdo el labio y me siento como un completo idiota. Casi
tengo la impresin de que se est divirtiendo a mi costa.

Estaba distrado admito, ladeando la cabeza y por el rabillo


del ojo noto una pequea sonrisa sobre sus labios. Maldito sea!
realmente lo est disfrutando.
Como si eso no fuera suficiente, percibo risitas de Charlie.
Maldita sea tambin ella!
Y como si eso no fuera suficiente, para aadir vergenza a la
vergenza, Sean decide marcharse del bar con nosotros, abandonando
plcidamente a su grupo de amigos. Por qu? Por qu?!

Charlie y Frank se ponen a caminar cogidos de la mano,


acelerando un poco el paso hasta ponerse delante de nosotros. Si lo
estn haciendo a propsito? Por supuesto!

29 | L a c i c a t r i z

Sumerjo las manos en mis bolsillos y bajo la cabeza,


agradeciendo a la barrera que es mi pelo por protegerme un poco de
esa mirada verdosa que percibo, cada tanto, recorrerme, quemando.

Puedo hacerte una pregunta? me


interrumpiendo el flujo de mis pensamientos.

consulta

Dime le digo, lanzndole una ojeadita rpida.

Sean

Siempre eres as o soy yo el que te rompe las bolas? No es


porque sea un problema, de verdad. Finalmente, no es como si
pudisemos agradarle a todo el mundo. Yo lo entendera, en serio. Pero
me gustara saberlo porque me empiezo a sentir un poco estpido
explica Sean mientras su voz se va apagando.
Desacelero el paso pero rpidamente retomo el ritmo,
obligndolo a seguirme.

No es as le respondo bruscamente, hundiendo an ms las


manos en los bolsillos.
Sean se re y niega con la cabeza.

Entonces no me gustara ver cmo eres con las personas que


no te gustan.

Me detengo de pronto y me vuelvo hacia l, tratando


obstinadamente de ignorar su rostro tan hermoso.

No-es-as, de acuerdo? No. Es. As. Soy yo el que es de esta


manera.

Oh, ahora est todo ms claro murmura batiendo sus largas


pestaas.
No entiendo qu es lo que quieres de m le digo, mirndolo a
los ojos por un segundo antes retirarle la mirada.
Conocerte.

E r i n E . K e l l e r | 30

Siento una oleada de vergenza invadindome y me pongo ms


tenso de lo habitual.

Tengo que irme concluyo reanudando mi marcha


rpidamente. Me parece or a Sean suspirar detrs de m, pero no me
detengo.

31 | L a c i c a t r i z

Captulo 4
Es sbado por la maana y me despierto con el sonido de mi
telfono mvil. Despus de haber prcticamente huido de Sean y de
decir adis a mis amigos a toda prisa, me tir en la cama y escond la
cabeza bajo la almohada.

No me esperaba pasar una velada tan placentera. No esperaba


muchas cosas, incluyendo el inters de Sean al encontrarme frente a
frente. Cmo es posible? Quizs lo haga por compasin? Y mucho
menos esperaba sentir esta atraccin por mi parte, aunque voy a negar
incluso el haber pensado en ello, de ser necesario. Sin embargo, yo no
creo que haya podido intuir algo por mi comportamiento, vista la
manera en que lo he tratado.

El hecho es que Sean tiene una manera tan amable y relajada de


comportarse, siempre dispuesto a abrir sus labios para una sonrisa,
que me desorient desde el primer momento. En cambio, yo soy
siempre tan cerrado y tmido. Tengo la extraa e inquietante sensacin
de que Sean se est infiltrando dentro de m como la humedad en los
huesos durante los das de lluvia y eso me pone en estado de agitacin.
Y adems, es hermoso. Dios, s que es hermoso. Tendra que estar
ciego para no verlo, pero no puedo darme el lujo de pensar en l. Sera
contraproducente e intil. No. No puedo. Acabara por hacerme dao.

Despus de dejar el telfono sonar y sonar, estiro la mano y


respondo refunfuando mientras giro sobre el colchn.
Hola susurro con voz ronca.

Qu ha sucedido? Por qu te fuiste as? Quera llamarte ayer,


pero Frank no me dej porque deca que yo ya haba hecho lo
suficiente. No entiendo a qu se refiere. En cualquier caso, qu pas?
Estabas detrs de nosotros y estabas hablando con l y Parecais tan
monos! Y entonces, qu?
Parpadeo, desconcertado.

E r i n E . K e l l e r | 32

Charlie, acabas de matar a la primera neurona que se estaba


despertando en este momento...

Quieres que te llame ms tarde? dice bajando la voz con un


poco de sentido de culpa. Solo una pizca, sin embargo.

Ahora el dao ya est hecho... Es sbado por la maana!


suspiro impulsndome a sentarme sobre la cama. Paso los dedos a lo
largo de la cicatriz, como para convencerme a m mismo de que todava
est all en lugar de haber desaparecido durante la noche. Por
desgracia, no ha sido as.
Entonces? presiona Charlie.

Nada... Fue una velada agradable. Y luego se acab.

Charlene tarda unos segundos antes de responder.

Guau, Ryan. Cuando te acabas de levantar eres an peor que


durante el resto del da.
Entonces, por qu has llamado?

No quiero ser grosero, pero me es muy difcil estar sonriendo


durante el da, figrate por la maana! Por lo general, me lleva una
buena hora empezar a coger el ritmo. Y encima, me lanza todas esas
preguntas juntas que me han aturdido y me han hecho pensar en Sean,
algo que no quiero hacer. No como primer pensamiento del da. Eso no
est bien. Tengo que lograr quitrmelo de encima.
No. Corrijo. Eres llanamente un hijo de puta por la maana!
Buenos das, Ryan concluye Charlie colgndome bruscamente el
telfono sin esperar mi respuesta.

Cierro los ojos y me dejo caer hacia atrs sobre la cama. No era
mi intencin ofenderla. Charlie es realmente una amiga muy preciada y
me preocupo por ella, pero no debera entrometerse as en mi vida
sentimental.
Sentimental? No. Con Sean no hay nada sentimental. Qu
mierda?

33 | L a c i c a t r i z

Me paso las manos por el rostro, frotndomelo con fuerza y


termino con los dedos hundidos en el pelo mirando al techo.
Qu buena manera de empezar el fin de semana!
****
Despus de lavarme y haber bebido casi toda una jarra de caf,
me pongo a deambular por la casa, voy abriendo muebles, moviendo
cosas sin ton ni son, asaltado por el frenes de mantenerme ocupado
para no pensar.
Tal vez me haya pasado con el caf... Mejor que me vaya de aqu
antes de que me ponga a pintar el apartamento.

Salgo y comienzo a vagar sin pensar en nada hasta que, en un


momento dado, me surge el deseo de asesinar a mi subconsciente por
traerme exactamente delante del escaparate de la tienda de Sean.
Qu demonios he venido a hacer aqu?

S, haz como que no lo sabes... Mi amada, dulce voz interior. Eres


tan bienvenida como un ataque de herpes.

Cuando me doy cuenta de que estoy de pie frente a su puerta,


giro rpidamente para volver sobre mis pasos, pero el sonido de
campanitas seguido de un Hey! hace que me paralice sobre la acera.
Cierro los ojos y rechino los dientes, maldiciendo a la parte de mi
cerebro que me empuja hacia Sean para luego obligarme a tomar
distancia bruscamente.
En el accidente debo haber sufrido algn tipo de dao cerebral,
seguramente.
Vuelvo a girarme hacia la tienda y all, con su habitual sonrisa,
est Sean dicindome hola con la mano.

E r i n E . K e l l e r | 34

Saco una de las mas fuera de los bolsillos y respondo al gesto, un


poco encorvado sobre mis hombros y sin mirar a los ojos de Sean,
mientras l, inquebrantable, da un par de pasos y me alcanza.

Hey repite, sonriendo an ms. Tal vez quiera entrar en el


Libro Guinness de los Rcords como el hombre que ciega a la gente con
sonrisas.
Hey mascullo sonriendo a medias.

Qu te trae por estos lares? Trabajas?


Mmh, no.

Oh, as que...
Paseaba.

Entiendo...

Un incmodo silencio cae sobre ambos, gracias a que al menos


uno de nosotros tiene facilidad de palabras.
Te vi delante de la puerta.
Eh, estaba pasando.
No, estabas parado.

Lanzo una ojeada a Sean quien ahora ofrece una sonrisa que dice
te-he-pillado-con-las manos en la masa-y-estoy-complacido-por-ello.

Bueno, est bien. Me detuve. Pas y me detuve. Pero no lo hice


a propsito.
Sean sacude la cabeza y se re.

Mira, no hay nada malo en eso.

Quisiera contradecirlo, porque no tengo absolutamente ninguna


razn para estar aqu como no sea mi estpida cabeza loca, pero me
amparo en mi derecho a guardar silencio para no empeorar la
situacin.

35 | L a c i c a t r i z

A pesar de todo, fue una buena noche ayer aade Sean con
naturalidad.
Asiento con la cabeza y le doy una especie de media sonrisa.

Quieres entrar? Hay un tipo que est esperando a que le


termine un trabajo agrega.
La idea de que Sean haya interrumpido su trabajo para salir a
saludarme hace que me aleteen mariposas en el estmago. No os riais.
Bueno, tal vez entre. Solo para ver de qu va.
S, por supuesto. Por qu otro motivo?

Sean no responde, se limita a asentir con la cabeza mientras


vuelve a entrar en la tienda y yo le sigo. Veo que Stuart me est
mirando con una ceja levantada. Le hago un gesto de saludo y miro
alrededor.
La tienda es pequea, con un mostrador a la derecha que divide
la sala de espera del gabinete propiamente dicho, dentro del cual hay
dos camillas y un silln. Sobre una de las camillas est acostado un
muchacho; sobre su espalda tiene una especie de enorme diseo tribal
que se inicia en el hombro izquierdo y desciende en diagonal hacia el
lado derecho.

No puedo dejar de notar que el diseo se parece a una cicatriz y


me pregunto si a ese chico le gustara tener una en la cara. Sobre el
silln est sentada una chica hacindose tatuar el empeine del pie por
Stuart y, por el brillo en los ojos y la mandbula apretada, parece estar
sufriendo mucho.

Mientras miro a mi alrededor, Sean rueda sobre el taburete


enfundndose de nuevo los guantes y cogiendo nuevamente la pistola
de color.
Te estn dando ganas?

Me doy la vuelta de golpe y lo miro con ojos trastornados.

E r i n E . K e l l e r | 36

D-de qu? pregunto con incredulidad hundiendo an ms


las manos en los bolsillos. A este ritmo creo que los desgarrar y
terminar tocando mis tobillos.
La risa lmpida de Sean rebota en el estudio.

De un tatuaje, Ryan dice concentrndose en su trabajo.


Por qu? A qu pensabas que me refera?

Abro la boca, pero luego la cierro bruscamente, porque no hay


nada sensato que pueda argumentar que alivie la comedia de mierda
en la que acabo de actuar. Me siento en un banco y cogiendo una
revista de tatuajes comienzo a hojearla al azar, preguntndome por
qu simplemente no salgo de aqu y me alejo de este lugar.
Sean retoma su trabajo y no insiste. Gracias a Dios.

El murmullo metlico de la mquina que vulnera la piel se


convierte en un rumor constante mientras contino mirando las
fotografas un poco ms para luego alzar la vista y mirar a Sean
concentrado en su trabajo. Se centra en el diseo, mantiene la piel del
cliente tensa y su mano se mueve segura al rellenar los espacios con
tinta negra. Se ha recogido el pelo en la nuca en una pequea coleta y
solo un rizo se escapaba de ella, danzndole suavemente frente a los
ojos.
Las largas pestaas descienden a intervalos regulares y, cada
tanto, se humedece los labios con una breve pasada de lengua. Me
incomoda esa contemplacin, no consigo mirar hacia otro lado, tanto
es as que cuando Sean se detiene por un segundo y se vuelve hacia m,
me descubre en el acto Mierda!

Parpadeo y dirijo la mirada al piso, sin embargo, no dejo de notar


la media sonrisa que se forma en sus labios.

Por hoy hemos terminado dice Sean al cliente. Voy a


darte una cita para la semana que viene, as lo terminamos aade
quitndose los guantes para acercarse al mostrador.

37 | L a c i c a t r i z

Dejo la cabeza gacha, bien atento de no quedar atrapado


nuevamente con los ojos embobados. No es propio de m comportarme
as, pero me siento como si estuviera incapacitado ante l.
Cuando el cliente se va, Sean se deja caer en el banco junto a m y
me da una de sus ya legendarias sonrisas.

Qu tal ir a tomar algo? No tengo otra cita hasta dentro de


una hora. Hay un bar cerca de aqu.

Repaso el listado de todas las excusas que puedo alegar para no


aceptar, sin embargo, mientras busco una, mi cabeza se sacude
asintiendo Grandioso! Ya he perdido totalmente el control sobre mi
cuerpo.
****

El bar es agradable y luminoso. Nos sentamos en una mesita


cerca de la ventana y pedimos una bebida para los dos.

No puedo creer que est aqu, pero mi voz interior me dice que
esto es lo correcto, porque si yo fuera capaz de ser ms honesto
conmigo mismo, admitira que la compaa de Sean me hace sentir
bien.
Cmo est Patrick?

Est bien, tal vez esa pregunta no sea de las ms agradables. No


en este momento.
Bien. Creo.

No os veis mucho, verdad? pregunta Sean tomando un


sorbo de su vaso.
Eeh, no. l trabaja mucho.

E r i n E . K e l l e r | 38

Entiendo... Y t, lo echas de menos?


No.

El horror de esa respuesta espontnea atraviesa mi mente, me


hace desencajar los ojos y mirar hacia otro lado.
Bueno, en realidad no... Creo que se acab.
Crees?

No quiero explicar en detalle cmo de lastimosa es mi relacin


con Patrick.
Esas cosas pasan.

En cambio, lo que no pensaba que pudiera suceder pero est


sucediendo es que la mano de Sean se estire a travs de la mesa y
roce la ma.
Lo siento dice con una tierna expresin.

Yo me sobresalto un poco y retiro de nuevo la mano, percibiendo


que me estoy ruborizando y sintindome... extrao.

No lo hagas le digo con ms brusquedad de la que hubiera


querido.
Sean se aclara la garganta e intenta sonrer.

Disculpa murmura retirando la mano a su vez.


No, no importa.

Despus de unos segundos de silencio, Sean habla de nuevo,


alzando los ojos para apuntarlos directamente sobre mi rostro, el cual
yo intento denodadamente conservar ladeado para ocultar la zona
cicatrizada, exhibiendo con ms confianza la parte intacta.

Quisiera conocerte mejor, eso es todo. Y tambin me gustara


hacerte sonrer de vez en cuando... lo haces realmente muy poco.

Estoy tan sobrecogido por sus palabras que no se me ocurre qu


responder.

39 | L a c i c a t r i z

No hay mucho por lo que sonrer, verdad?

Sean levanta las cejas, entre divertido y perplejo.

Bromeas, verdad? Hay un montn de cosas por las cuales


sonrer!
Entrecierro los ojos.

En serio? Pues dime una! lo desafo con tono cido.

El haberte conocido. Al menos para m lo es... murmura


Sean, bajando la mirada por un momento, avergonzado.

Me quedo con expresin boquiabierta, porque no esperaba una


respuesta de ese tipo.
N-no funciona as farfullo despus de haberme recuperado.
Por qu? insiste Sean.

Porque no! le digo obstinadamente. Y s, me doy cuenta de


que estoy siendo infantil. Tambin s que estoy siendo grosero, pero
no logro explicarme mejor.
Pero luego Sean se mueve...

Cuando veo sus manos acercndose a mi cara, me paralizo. Sus


pulgares me acarician las comisuras de la boca antes de izarlas
suavemente en lo que es, creo yo, sin duda, una media sonrisa
inquietante. Brinco hacia atrs y lo miro con los ojos abiertos de par en
par.
Qu demonios ests haciendo?! estallo.

Quera verte sonrer otra vez... responde Sean, sobresaltado


a su vez.
No la ves? Ests ciego o algo as?

Los ojos de Sean se vuelven serios y de inmediato me arrepiento


del tono que he usado.

E r i n E . K e l l e r | 40

Creo... no estoy seguro. O tal vez soy estpido, porque no


entiendo realmente muy bien a qu te refieres.

A qu sino a esta! Me muerdo el labio inferior con los dientes y


busco el valor de enfrentarlo directamente cara a cara, sin esconder
nada de la aberracin que s que atraviesa mi rostro.
Y? le pregunto, desafindolo.

Y qu?

Qu ves?
Tu cara?

Este es el dilogo ms absurdo que jams haya tenido con


alguien. Excluyendo a Charlie.

De acuerdo. Vamos a hacerlo as. Ves esto? pregunto


indicndole la zona marcada de mi cara.
Por supuesto.
Y?

Es una cicatriz.

Bien hecho! Por un momento pens realmente que eras ciego.


Entonces te lo pregunto de nuevo. Mrame y dime lo que ves.

Sean se sonroja y esta vez es su turno de morderse el labio. No


entiendo por qu.
Ests seguro? susurra.

Lo saba! No haba tenido el coraje de decrmelo la primera vez!

Por supuesto que estoy seguro le desafo una vez ms


izando el mentn un poco.

Yo yo veo los ojos ms hermosos que jams haya visto. Y un


rostro... guapsimo.

41 | L a c i c a t r i z

Mi boca se abre debido al estupor y no puedo dejar de mirar con


los ojos abiertos de par en par a Sean. Estaba preparado para que
dijese algo sobre mi cara, pero ciertamente no cunto le gusta! Hay
una enorme cicatriz que la desfigura y aun as, este hombre piensa
que soy hermoso?

T ests enfermo, amigo le susurro e inmediatamente veo


asomarse una sombra de dolor en sus ojos, y me dan ganas de
tragarme esas palabras.

S, puede ser. Hasta pronto, Ryan reconoce Sean secamente


antes de levantarse de la mesa. Deja el dinero para pagar ambas
bebidas y sale del bar, volviendo a encerrarse en su tienda.

Suspiro sintindome culpable ya que, en efecto, ese tipo solo


estaba tratando de ser gentil y porque, ltimamente, es la persona a
quien veo con ms disposicin que a ningn otro.
Idiota!

E r i n E . K e l l e r | 42

Captulo 5

El sbado pasa, y as tambin el domingo. S que debera hacer


algo tanto con Sean como con Charlie, porque realmente me he
comportado como un cretino, y sin embargo, en lugar de moverme, me
paso el resto del fin de semana revolcndome en la sensacin de culpa.
Y en este sentimiento de inquietud que crece dentro de m, como si
algo estuviera comenzando a romperse en mi interior, y no estoy del
todo seguro que esto sea malo. Pero me aterra.
No puedo dejar de pensar en las palabras de Sean, en la forma en
que me mir la forma en que siempre me mira, para ser sincero en
sus manos acaricindome el rostro.
Es algo nuevo para m, sobre todo desde el accidente, y me deja
completamente aislado y vulnerable.

El lunes, cuando regreso a la biblioteca, me paso la maana con


un ojo sobre la puerta, como si esperase ver entrar a Sean para
devolver el libro de un momento a otro. No es que lo tuviera durante
mucho tiempo, no tengo excusa ni siquiera para recordrselo, pero
espero que, quiz, use esa excusa para pasar a verme.
Y por qu debera hacerlo?

De hecho, viendo mi despreciable comportamiento no estoy


autorizado a esperar tal cosa.

ella.

Tal vez pueda comenzar llamando a Charlie y disculpndome con


Qu te pasa, muchacho?

La voz de Meg me saca de mis pensamientos. Me est observando


desde el otro lado del mostrador.
Nada, por qu? pregunto aclarndome la garganta.

43 | L a c i c a t r i z

dulce.

Tienes cara de funeral. Ests bien? contina con un tono

Ms o menos...

Yo dira que menos que ms. Puedo ayudarte en algo?


Me puedes conseguir un temperamento nuevo?
Meg se re y niega con la cabeza.

Por desgracia no, pero el hecho de que admitas que ese es el


problema, es un paso adelante. Has hecho algo irreparable?
N-no... No es...

Bueno, entonces haz algo para poner las cosas en su lugar. No


creo que sea tan difcil concluye con un encogimiento de hombros.
Solo la muerte no tiene remedio, Ryan aade de inmediato,
alejndose.
Para ella todo es fcil! Yo no s ni siquiera lo que debo decir.

Elijo llamar a Charlie. Al menos con ella, incluso si solo me quedo


en silencio, tendr ms posibilidades de xito.
Responde al primer timbre.

Quera ver cunto tiempo te llevara! Dos das! Dos das


antes de llamar para pedirme disculpas!

No puedo dejar de curvar los labios en una sonrisa. Charlie ya me


ha perdonado.
Y qu te hace pensar que quiero disculparme contigo?
Click.

No, tal vez no me haba perdonado an. Marco nuevamente su


nmero y me muerdo el labio.
Cuando oigo a Charlie descolgar el telfono slo susurro:
Perdname...

E r i n E . K e l l e r | 44

As vamos mejor suspira mi amiga, satisfecha. No me


gusta cuando nos peleamos. Y no me gusta cuando te comportas como
un idiota!
No debera gustarte ms, entonces. Tengo una pronunciada
inclinacin a comportarme como un idiota.
Lo s, cabeza dura! Pero te quiero... qu se puede hacer? El
ser humano no es perfecto e incluso los mejores se equivocan...
Gracias, eh.

Las risotadas de Charlie alivian la tensin entre nosotros y poco


despus ella cambia el tono de voz, volvindolo casi maternal.
Cmo ests?

Bueno, no lo s. Creo que bien. Pero...

Pero me insta Charlie, porque est ms que segura que he


metido la pata.
Vamos a decir que tal vez se me fue la mano con Sean.

Le cuento a Charlie la historia de lo que pas el sbado y, para mi


gran sorpresa, no soy duramente reprobado con aspereza como yo
haba esperado, sino que lo soy ms bien... con tristeza.

Tal vez todava me cueste aceptar que el accidente realmente


te ha cambiado, Ryan. S que bromeo contigo y te fustigo, pero yo no
crea que pudieses tener ese tipo de reaccin frente a un chico tan
adorable como Sean. Cmo piensas arreglarlo?
No s... tendr que pensar en algo respondo, agradecido por
ese momento de comprensin que Charlie me regal.
****

45 | L a c i c a t r i z

No se me ocurri nada durante todo el da, ni durante los das


que siguieron, que pasaron inexorablemente, con mis ojos
esperanzados fijos sobre la puerta de la biblioteca todo el tiempo,
intilmente.

Hara falta muy poco para ver a Sean: bastara salir de la


biblioteca, dar un corto paseo y dar vuelta a la esquina, pero es
realmente muy difcil.
Finalmente, el viernes siguiente, me armo de coraje y busco el
nmero de la tienda de tatuajes. Levanto y bajo el telfono mvil un
par de veces hasta que me animo y llamo a la tienda.
Hola?

Umh, hola... Stuart?


S?

Soy Ryan. Est Sean?


Silencio.

Hola?

Est trabajando.

Oh, est bien. Crees... que tenga para mucho tiempo? No


crees que le puede molestar...?
Dios, qu lamentable!

El silencio subsiguiente me hace asegurarme de que no se ha


cortado la comunicacin. Stuart no es un gran hablador, pero aqu
estamos hablando de un grave problema de estreimiento verbal.
Hola?

La voz que llega a mi odo poco despus me hace sobresaltar.


Sean...

S, lo soy. Dime, Ryan.

E r i n E . K e l l e r | 46

Por favor, sonre. Creo que si sonres...


Cmo ests?

Bastante bien, y t?

Mmh, ms o menos...

Tienes algo que decirme o me has llamado solo para decir


hola? Es que tengo un cliente que...

Lo siento! escupo fuera interrumpindolo. Lo siento,


porque yo me comport como un idiota. S que lo tuyo fue una manera
educada de decirme que no soy un monstruo, y yo reaccion como un
nio. Perdname...
Una vez ms se eternizan los segundos de silencio mientras
permanezco conteniendo la respiracin a la espera de escuchar algo,
cualquier cosa.
Est bien.

La voz de Sean es baja, casi un susurro, por lo que no puedo


percibir el tono que ha usado. Tomo una respiracin profunda y, al
mismo tiempo, me aferro al coraje con ambas manos antes de hablar.

Puedo remediarlo ofrecindote una cerveza cuando tengas un


descanso?
Est bien...

Por supuesto, que me est haciendo las cosas difciles! Bueno, un


poco me lo merezco.

Entonces, paso a buscarte cuando yo haya terminado Nos


vemos luego?
Nos vemos luego...

Cuando corto la comunicacin fuerzo otra profunda respiracin


y cierro los ojos. S que estoy haciendo lo correcto invitando a Sean a
beber una cerveza, pero por otro lado, tengo miedo de involucrarme
demasiado. Y si todo fue un chispazo momentneo?

47 | L a c i c a t r i z

Sean dijo que me encontraba hermoso. Claro, no era una


declaracin de amor, pero sus ojos y sus mejillas ruborizadas, de todos
modos, eran un sntoma de que detrs de esas palabras haba un poco,
si no mucho, inters. Adems, me estara mintiendo a m mismo si
dijera que este chico me deja indiferente.
Por supuesto, si me resultara indiferente, no me interesara en lo
ms mnimo arreglar las cosas entre nosotros.
Sacudo la cabeza y me sumerjo en el trabajo, tratando de no
pensar en las consecuencias de mi decisin.

Despus de todo, es solo una cerveza juntos, no? Qu puede


haber de peligroso en una cerveza?
****
La noche llega con lentitud, con demasiada lentitud para mi
gusto.

Salgo de la biblioteca y recorro los pasos que me separan de la


tienda de tatuajes, sintiendo las piernas agarrotadas y el corazn
bombeando violentamente la sangre en mis venas.

Apenas doblo la esquina veo que Sean ya est afuera, apoyado en


la pared, y hablando con alguien por telfono. Tiene un semblante
risueo y la cabeza inclinada hacia adelante, con sus rizos cubrindole
los ojos.

Me sorprendo estudindolo atentamente otra vez, como lo hice


esa noche en el pub, y dejo que mis ojos se demoren en su brazo tenso,
en la mano metida en el bolsillo de los pantalones vaqueros, en la
pierna plegada contra la pared, en la cintura delgada, en el cuello
apenas sin cubrir. Es tan hermoso que me quita el aliento.

E r i n E . K e l l e r | 48

Me sobresalto cuando se vuelve hacia m y me hace un gesto de


saludo. Me recupero y me acerco lentamente, permaneciendo a una
distancia prudencial para no invadir su espacio personal.

Cuando cuelga, sacude la cabeza para quitarse el pelo de los ojos


y me da una pequea sonrisa. No es la sonrisa radiante de costumbre,
pero es algo.

Listo para tomar una cerveza con este idiota? empiezo


diciendo mientras torturo mi labio inferior. Cuando quiero, soy capaz
de admitir mis errores.
Sean me mira y asiente con la cabeza, sealando luego, el camino
en la acera.

Me gust que llamaras murmura a continuacin, metiendo


las dos manos en los bolsillos. Tambin yo tengo que disculparme,
no fue mi intencin incomodarte. No he encontrado el valor para
telefonearte.

Quisiera decirte que eso no es cierto, pero yo estaba realmente


muy incmodo respondo con sinceridad. Es que... desde que
sucedi... bueno, digamos que guapsimo no es un adjetivo que yo
espere or. De hecho, nunca me lo han dicho...
Sean se detiene para abrir la puerta del local y se vuelve para
mirarme con atencin.

Pues lo siento, de verdad. Porque tendras que escucharlo a


menudo.
Mi estmago se agita y mi corazn se salta un latido. Paso por su
lado con la cabeza gacha para ocultar mi turbacin, murmurando
gracias, antes de dirigirme a una mesa.

49 | L a c i c a t r i z

Despus de un arranque a duras penas, la noche transcurre


tranquila, tan tranquila que casi me olvido de mi cicatriz e, incluso, de
cubrirme la cara en cada oportunidad. No dejo de notar que la mano de
Sean en ocasiones se desliza sobre mi antebrazo mientras me relata
algo, y no dejo, incluso, de darme cuenta que el calor que trasmite su
tacto es tan agradable que va derritiendo algo dentro de m. Esta vez
no me aparto.

Hablamos de libros, por supuesto, y nos zambullimos en un


debate sobre el Maestro del Terror, disertando sobre cules de sus
libros son los mejores y cules, en cambio, se pueden pasar por alto.
Sean me habla otra vez de su Irlanda y yo, por primera vez, siento
realmente el deseo de experimentar esos paisajes, aromas y melodas.

Repentinamente, nos damos cuenta de que es tarde cuando el


camarero comienza a poner las sillas sobre las mesas. Nos miramos
sorprendidos y remos, preparndonos para partir.
Pago yo dice Sean, sacando la billetera.

Oh, no! protesto de inmediato, poniendo mi mano sobre la


suya para detenerlo. Me demoro un instante y luego la retiro
bruscamente, yendo hacia el cajero sin esperar respuesta y, por
supuesto, sin mirar a Sean. Tal vez sea la cerveza, o quizs la
adrenalina provocada por una noche tan agradable, pero me siento
especialmente vulnerable a su encanto.
Entonces, la prxima vez pago yo...

La voz de Sean me acaricia desde tan cerca mi odo que me deja


paralizado con los ojos clavados en el frente. Al sentir su clido aliento
sobre el cuello, tengo que tragar un par de veces antes de lograr
enfocarme en el camarero. Le asiento con la cabeza sin decir nada y
pago con mano temblorosa.
Salimos en silencio y sigo teniendo cuidado de no mirar a Sean.
Regresamos hacia la tienda, ya que l tiene el coche estacionado cerca
de all.

E r i n E . K e l l e r | 50

Gracias por la velada empieza Sean metiendo las llaves en la


puerta del vehculo para luego girarse hacia m.
Gracias a ti... respondo, ahondando, como es mi costumbre,
las manos en los bolsillos, sin lograr obligarme a partir. No quiero que
esta noche se termine, estoy aterrado y excitado al mismo tiempo.

Sean parece sentirse igual, de hecho se apoya contra la puerta y


cruza los brazos sobre el pecho, mirndome con una sonrisa.
Debemos seguir el camino? dice casi en tono de pregunta.

Mmh, s asiento pero sin moverme de mi sitio. Agacho mi


cabeza y doy una patada a una piedra, justo en ese momento Sean se
despega de la puerta y se acerca peligrosamente a m.

Al elevar el rostro tropiezo con sus ojos verdes, mirndome con


tal sombra de deseo que me hacen temblar, pero no escapar. Las
manos de Sean suben para rodear mis mejillas y un instante despus
siento sus labios, suaves, clidos y delicados presionar los mos.
Es como si mis sentidos se hubiesen agudizado en un solo
instante. Percibo cada cosa amplificada, desde los latidos del corazn
hasta el perfume de Sean, desde el calor de su cuerpo hasta la tibieza
de la noche que, sin embargo, no impide que sienta un
estremecimiento correr por mi espalda. Lo nico que no percibo es el
horror habitual por mi piel llena de cicatrices.

No alejo a Sean, pero solo respondo al beso con la misma dulzura,


sin embargo, un segundo antes de encontrar el coraje para levantar sus
brazos y estrecharlo fuerte contra m, Sean se aparta con una sonrisa
avergonzada y el rostro enrojecido.
Lo siento, no pude resistir...

Oh, no... El beso se llev mi capacidad de hablar.

Sean se re y me hace una caricia, mirndome a los ojos.

Eres hermoso murmura antes de dar un paso atrs, como


para contenerse de ir ms all.

51 | L a c i c a t r i z

Yo gesticulo algo que se parece a una sonrisa y me rasco la sien.


Mierda! Me siento peor que un adolescente.

T-t tambin admito finalmente mientras me miro los pies.


Qu sentido tiene negar tal evidencia? Alzo los ojos y lo miro de
nuevo. Me est sonriendo. Por primera vez me atrevo a imitarlo y veo
que sus ojos se iluminan.
Logr que sonrieras... murmura con aire gratamente
sorprendido.

As parece asiento con la cabeza, sorprendido por el hecho


de que no pueda dejar de hacerlo. Habr sido el beso... agrego con
un encogimiento de hombros.
Sus labios se encontraron con los mos un segundo despus.

Entonces veamos si podemos imprimir una sonrisa


permanente en tu cara. murmura Sean antes de tomar posesin de
mi boca, de manera resuelta, intensa, dejndome solo el espacio para
creer que quiz exista un blsamo para todo tipo de cicatrices, fsicas y
emocionales.
Y Sean O'Sullivan lo encarna a la perfeccin.

Fin

Acerca de la Autora
Erin E. Keller vive con su marido y varios gatos en una casa al
lado de un campo de trigo. Escribe desde hace cinco aos, a veces con
su nombre real, otras bajo un seudnimo. Le gusta dejar vagar la mente
en el mundo real ms que en el fantstico, por lo que sus historias van
desde lo contemporneo a lo histrico, las novelas negras o el
suspense, en lugar de contar historias de hadas del bosque o criaturas
morfolgicamente inhumanas.
Le encanta escribir sobre el amor.

Il suo blog: http://erinekeller.wordpress.com/

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