Divina Liturgia Presantificados Version Sacerdote
Divina Liturgia Presantificados Version Sacerdote
Divina Liturgia Presantificados Version Sacerdote
DE LOS DONES
PRESANTIFICADOS
DE SAN GREGORIO, PAPA DE
ROMA
Dicesis de Sudamrica
Iglesia Ortodoxa Rusa Fuera de Rusia
(ROCOR)
Diakona Ortodoxa de San Germn de Alaska
Das de Celebracin
Dado que durante la Gran Cuaresma no se puede celebrar la Divina Liturgia mas que los
Sbados (Liturgia de San Juan Crisstomo) y Domingos (Liturgia de San Basilio) y el da
de la fiesta de la Anunciacin, 25 de marzo (7 de abril en el calendario civil), entre
semana se celebra la Liturgia de Presantificados.
Esto ocurre: todos los mircoles y viernes de la "Gran Cuaresma" y en algunas fechas
determinadas, a saber:
El "Jueves del Gran Canon", es decir, el quinto jueves de Cuaresma (salvo cuando
en ese da cae la fiesta de la Anunciacin, en cuyo caso el "Gran Canon" se
anticipa al martes y se celebra ese da la liturgia de presantificados), adems
(siempre que caigan entre semana)
En la fiesta de los dos primeros hallazgos de la cabeza de San Juan Bautista, es
decir, el 24 de febrero (el 9 de marzo segn el calendario civil o, si es ao bisiesto,
el 8),
En la fiesta de los Cuarenta Mrtires de Sebaste, el 9 de marzo (el 22 segn el
calendario civil),
O en una fiesta local que, durante la Cuaresma, caiga en un da de entre semana.
Por ltimo, tambin se la celebra el lunes, martes y mircoles de la Semana Santa.
Preparacin de la Prsfora
Durante la Gran Cuaresma, cuando el sacerdote va a celebrar la Liturgia de los
Presantificados los Mircoles y Viernes, y en otros das prescritos, en la Proskomidia del
Domingo precedente, l hace todo de la forma usual, pero despus de que l corta la
primera prsfora, la sacrifica y clava, procede a cortar un nmero suficiente de
prsforas adicionales, diciendo cuando corta cada una: En memoria de nuestro
Seor, Dios... Como oveja fue llevado... En Su humildad... Mas su genealoga...
Forma de Celebracin
Esta Liturgia es habitualmente es celebrada por el sacerdote solo, sin dicono, a no ser
los das de fiesta y los tres primeros das de la Semana Santa.
La iglesia est decorada con paos negros u oscuros, y de este color tambin ser la
cortina de las "puertas Reales".
En el da de la celebracin de la Liturgia de los Dones Presantificados, se rezan las horas
menores y el oficio de "Tpica". Durante la ltima parte de este, al final de la Novena
Hora y despus de la oracin Oh Seor y Soberano de mi vida, el sacerdote y el
dicono salen al lugar habitual, el Soleas frente a las "puertas reales" con sus skufis y
kamelavkas, rezan las oraciones preparatorias en voz baja, como antes de la Divina
Liturgia, pero omiten la ltima "Extiende Seor tu mano...". El sacerdote usa epitrajil y el
dicono usa sotana (los hieromonjes leen estas oraciones revestidos de sus mantias y
kamelavkios) y se quitan sus skufis y kamelavkas para venerar los conos. Entran luego
al santuario y se revisten con ornamentos oscuros, bendiciendo cada uno y besndolo sin
decir ms que Roguemos al Seor. Seor, ten piedad.
En la lectura de las Horas, el sacerdote, usando el epitrajil, se ubica ante las puertas
reales, y comienza:
Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios en todo tiempo, ahora y siempre y por
los siglos de los siglos.
Lector: Amn; Gloria a Ti Dios nuestro, Gloria a Ti
Y luego las Tercera, Sexta y Novena Horas, y finalmente son ledos los Salmos Tpicos.
En la Tercera Hora, despus de los salmos, Aleluya y Seor, ten piedad, el sacerdote
se ubica en frente de las Puertas Santas y dice:
Lector: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3
veces)
Sacerdote: Sabidura,
Sacerdote: Bendito sea el Reino del Padre, del Hijo y del Espritu Santo,
ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Coro: Amn.
Lector: Venid, adoremos al Rey, nuestro Dios.
Venid, adoremos y postrmonos ante Cristo, Rey, nuestro Dios.
Venid, adoremos y postrmonos ante el mismo Cristo, Rey y Dios
nuestro.
Salmo 103
Durante la recitacin del salmo, el sacerdote sale del santuario y, ante las puertas
santas, recita con la cabeza descubierta las cuatro ltimas oraciones del lucernario de
Vsperas (Las otras tres se recitarn respectivamente como oracin secreta de cada una
de las siguientes letanas).
el que anda sobre las alas del viento; el que hace a los vientos sus
mensajeros, y a las flemas del fuego sus ministros. l fund la tierra sobre
sus cimientos; ni ser jams removida. Con el abismo, como con vestido, la
cubriste; sobre los montes estaban las aguas. A tu reprensin huyeron; al
sonido de tu trueno se apresuraron; subieron los montes, descendieron los
valles, al lugar que T les fundaste. Les pusiste trmino, el cual no
traspasarn, ni volvern a cubrir la tierra. T eres el que enva las fuentes por
los arroyos; van entre los montes; dan de beber a todas las bestias del
campo; mitigan su sed los asnos montases. A sus orillas habitas las aves de
los cielos; cantan entre las ramas. l riega los montes desde sus aposentos;
del fruto de sus obras se sacia la tierra. l hace producir el heno para las
bestias, y la hierba para el servicio del hombre, sacando el pan de la tierra, y
el vino que alegra el corazn del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, y
el pan que sustenta la vida del hombre. Se llenan de savia los rboles del
Seor. Los cedros del Lbano que l plant. All anidan las aves; en las hayas
hace su casa la cigea. Los montes altos para las cabras montases; Las
peas, madrigueras parean los conejos. Hizo la luna para los tiempos; el sol
conoce su ocaso. Pones las tinieblas, y es la noche; en ellas corretean todas
las bestias de la selva. Los leoncillos rugen tras la presa, y para buscar a Dios
su comida. Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas. Sale el hombre a
su labor, y a su labranza hasta la tarde. Cun innumerables son tus obras, oh
Seor! Hiciste todas ellas con sabidura; la tierra est llena de tus beneficios.
He all el grande y anchuroso mar, en donde se mueven seres innumerables,
seres pequeos y grandes. All anidan las naves; all este leviatn que hiciste
para que jugase en l. Todos ellos esperan en Ti, para que les des su comida a
su tiempo. Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu
rostro, se turban; les quitas el hlito, dejan de ser, y vuelven al polvo. Envas
tu Espritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra. Sea la gloria del Seor
para siempre; algrese el Seor en sus obras. l mira a la tierra, y ella
tiembla; toca los montes, y humean. Al Seor cantar en mi vida; a mi Dios
cantar salmos mientras viva. Dulce ser mi meditacin en l; yo me
regocijar en el Seor. Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los
impos dejen de ser. Bendice, alma ma al Seor.
Y concluye repitiendo los siguientes versculos sin solucin de continuidad: El sol
conoci su ocaso. Pusiste las tinieblas, y se hizo la noche. Cuntas son tus
obras, Seor. Hiciste todas las cosas con sabidura. Gloria al Padre, al Hijo y
al Espritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amn.
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Ti, oh Dios. (Tres veces).
Al terminar las oraciones, el Sacerdote entra al Santuario por la Puerta Sur, y se ubica
ante la Santa Mesa, donde puede cubrir su cabeza.
Cuando el Lector termina de leer el Salmo, el dicono pide la bendicin del sacerdote y
sale por la Puerta Norte y se ubica en el Soleas para recitar la Gran Letana.
La Gran Letana
Dicono: En paz, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por la paz que viene de lo alto y la salvacin de nuestras almas,
roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por la paz del mundo entero, la estabilidad de las Santas Iglesias de
Dios y la unin de todos, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por este Santo Templo y por los que entran en l con fe, devocin y
temor de Dios, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por nuestro Gran Soberano y Padre, Su Santidad el Patriarca N.,
por nuestro Seor Reverendsimo el Metropolitano N., Primado de la Iglesia
Rusa en el Exterior, por Nuestro Seor Ilustre Obispo N., por el honorable
presbiterado y diaconado en Cristo, por todo el clero y el pueblo, roguemos al
Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por este pas, por sus autoridades y por todos los que con fe y
piedad moran en l, y por todos los pases, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por la tierra rusa preservada por Dios y por su pueblo ortodoxo,
tanto en la patria y como en la dispora, y por su salvacin, roguemos al
Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Para que l libre a Su pueblo de enemigos visibles e invisibles, y
nos confirme en la unidad, el amor fraternal y la piedad, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por esta ciudad (pueblo, aldea o monasterio), por todas las ciudades y
pases, y por todos los fieles que habitan en ellas, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por un clima propicio, por la abundancia de los frutos de la tierra y
tiempos de paz, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Por los navegantes, viajeros, enfermos, afligidos, cautivos y por su
salvacin, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Para que nos libre de toda afliccin, ira, peligro y necesidad,
roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Esto, cuando hay ms sacerdotes, lo pueden hacer los dos primeros sacerdotes
concelebrantes. Terminado lo anterior, se vuelven a cubrir la cabeza.
La Primera Antfona
Salmo 119 [120] Cntico Gradual
Hacia el Seor clam en mi tribulacin, y El me ha escuchado. Seor, libra
mi alma de los labios inicuos y de la lengua dolosa. Qu darte o qu que
proteccin proporcionarte contra la lengua dolosa? Las agudas saetas del
poderoso, con brasas del desierto. Ay de m, que mi exilio se ha prolongado,
he habitado entre las tiendas de Kedar! Mucho hace ya que mi alma esta
exiliada. Con los que aborrecan la paz, yo era pacfico; mas ellos, cuando les
hablaba, me atacaban sin razn.
Salmo 120 [121] Cntico Gradual
Alzar mis ojos a los montes de donde me vendr el socorro. Mi socorro
viene del Seor, que hizo el cielo y la tierra. No permitas que tu pie tropiece;
ni que se duerma el que te custodia. No, no se duerme ni reposa el que
custodia a Israel. El Seor es tu custodio; el Seor es tu proteccin a tu mano
derecha. El sol no te quemar de da, ni la luna de noche. El Seor te
guardar de todo mal: guardar tu alma el Seor. El Seor guardar tu salida
y tu entrada, desde ahora y para siempre.
Salmo 121 [122] Cntico Gradual
La Letana Menor
Dicono: Una y otra vez en paz, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Ampranos, slvanos, tennos misericordia, y protgenos, oh Dios,
por tu gracia.
Coro: Seor, ten piedad.
La Segunda Antfona
Mientras se recita la segunda antfona el sacerdote inciensa el Santo Cordero en el Altar
de esta manera: el sacerdote y el dicono hacen dos postraciones ante los Santos Dones;
despus el dicono toma el incensario y se lo entrega al sacerdote, luego l toma el cirio y
se ubica, de cara al sacerdote, en el lado oriente del Altar, en el Syntronon. Juntos
rodean el Altar tres veces incensando el Santo Cordero por los cuatro costados, despus
de lo cual hacen una tercera postracin ante los Santos Dones.
segarn. Iban andando y llorando los que llevaban su semilla; mas volver a
venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Salmo 126 [127] Cntico Gradual
Si el Seor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican: si el Seor
no guarda la ciudad, en vano vela el guardin. Es en vano despertaros al
rayar el alba, levantaos sin haber apenas reposado, vosotros que comis el
pan del dolor, cuando el da el sueo a los que ama. He aqu que la herencia
del Seor son los hijos, la recompensa del fruto de las entraas. Como saetas
en mano del fuerte, as son los hijos de los exiliados. Bienaventurado el que
cumple su deseo con ellos: no ser confundido cuando hable con los
enemigos ante las puertas.
Salmo 127 [128] Cntico Gradual
Bienaventurados los que temen al Seor y andan en su caminos. Comers el
fruto de tu trabajo, bendito sers y colmado de bienes. Tu mujer ser como
vid fecunda en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo
alrededor de tu mesa. As ser bendito el hombre que teme al Seor.
Bendgate el Seor desde Sin, y que puedas ver los bienes de Jerusaln
todos los das de tu vida; y ver los hijos de tus hijos. Paz sobre Israel.
Salmo 128 [129] Cntico Gradual
Mucho me han combatido desde mi juventud, que lo diga ahora Israel;
mucho me han combatido desde mi juventud; mas no prevalecieron contra
m. Sobre mis espaldas obraron los pecadores, se extendieron sus
iniquidades. El Seor es justo; cort la cerviz de los pecadores. Que sean
humillados y retrocedan los que aborrecen a Sin. Que sean como la hierba
de los tejados, que ated de que se la arranque se seca: De la cual no se ha
llenado la mano del segador, ni el seno del que recoge gavillas. Ni dijeron los
que pasaban: la bendicin del Seor est sobre vosotros; os bendecimos en el
nombre del Seor. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, ahora y
siempre y por los siglos de los siglos. Amn.
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Ti, oh Dios. (Tres veces)
Despus de la segunda antfona, el dicono dice la letana:
La Letana Menor
Dicono: Una y otra vez en paz, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
nos castigues en tu enojo, mas haz con nosotros segn tu misericordia, oh Medico que
sanas nuestras almas. Guanos al puerto de tu voluntad. Ilumina los ojos de nuestros
corazones al conocimiento de tu verdad y concede que el resto del presente da y todo el
tiempo de nuestra vida sea pacifico y sin pecado, por las oraciones de la santsima
Madre de Dios y de todos los Santos.
La Tercera Antfona
Durante la Tercera Antfona, se cierra la cortina y se lleva el Santo Cordero a la Prtesis
de esta manera:
Luego ambos hacen una postracin ante el Santo Cordero, tras lo cual el
sacerdote vuelve al altar, dobla nuevamente el antimension y coloca sobre l el
Evangeliario. Ambos se vuelven a cubrir la cabeza con sus skufis y kamelavkas.
La Letana Menor
Dicono: Una y otra vez en paz, roguemos al Seor.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Ampranos, slvanos, tennos misericordia, y protgenos, oh Dios,
por tu gracia.
Coro: Seor, ten piedad.
Dicono: Conmemorando a nuestra santsima, pursima, bendita y gloriosa
Soberana, la Madre de Dios y siempre Virgen Mara, y a todos los Santos,
encomendmonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y
toda nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Seor.
Sacerdote (Oracin de la Tercera Antfona): Seor Dios nuestro, acurdate de
nosotros tus siervos pecadores e intiles cuando invocamos tu santo nombre, y no nos
avergences a los que esperamos en tu misericordia; mas concdenos, Seor, todo lo
que nos lleve a la salvacin, y haznos dignos de amarte y de temerte con todo nuestro
corazn y de hacer tu voluntad en todas las cosas.
Seor, a Ti He Clamado
Luego el Coro comienza a cantar Seor, hacia Ti he clamado y el dicono inciensa
segn el orden acostumbrado. Se permite que aqu tambin se pueda hacer lo descrito
para la Tercera Antfona con el Santo Cordero.
(Salmo 116) Alabad al Seor, todas las gentes; celebradlo todos los
pueblos.
Aqu se intercala la 2 stijira de la Minea.
Pequea Entrada
A la Entrada el dicono lleva normalmente el incensario pero cuando ha de leerse el
Evangelio, es decir, en las fiestas mencionadas arriba (por ejemplo, el 24 de Febrero-1
y 2 Invencin de las Reliquias de San Juan el Precursor; 9 de Marzo- Los Cuarenta
Mrtires de Sebaste o en las fiestas patronales), o en los tres primeros das de la
Semana Santa, se lleva el Libro de los Evangelios como en la Divina Liturgia.
La Entrada se hace de la siguiente forma:
El dicono, con la cabeza inclinada, y sosteniendo el orarion con los tres dedos de su
mano derecha, se vuelve al sacerdote y le dice suavemente, Roguemos al Seor. Y el
sacerdote recita en voz baja la Oracin de la Entrada:
Sacerdote: Por la tarde y por la maana y al medioda te alabamos, te bendecimos, te
damos gracias y te suplicamos, Seor de todo, dirige nuestra oracin como incienso
ante Ti, y no inclines nuestros corazones a palabras o pensamientos malos, antes bien,
lbranos de todos los que persiguen nuestras almas. Pues en ti, Seor, Seor, estn
puestos nuestros ojos y en ti esperamos; no nos confundas, Dios nuestro, porque a Ti Te
pertenecen toda gloria, honor y adoracin, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amn.
El dicono inciensa las Puertas Santas, los conos del Salvador y de la Madre de Dios, y
luego inciensa al sacerdote sealando hacia el Oriente con su orarion y con su cabeza
inclinada dice al sacerdote: Bendice, Seor, la Entrada y el sacerdote la bendice,
diciendo suavemente: Bendita sea la entrada de Tus Santos, oh Seor y el
dicono le vuelve a incensar.
Ante las Puertas Santas, el dicono espera que finalice el canto de las Sticheras (puede, si
lo desea, incensar el cono de la Madre de Dios, mientras espera); y cuando termine, hace
en el aire la Seal de la Cruz con el incensario, mientras entona:
Dicono: Sabidura.
Lector: Lectura del Libro del Gnesis.
Dicono: Estemos atentos.
La Puerta Real es cerrada, y un cirio es colocado sobre el Libro de los Evangelios. Tras la
lectura, se abre la Puerta Santa.
Dicono: Sabidura.
Lector: Proqumenon en el Tono, (y lo recita, contestado por el coro; ver
ms abajo).
Dicono: Ordenad.
Sacerdote y dicono se descubren. El sacerdote, tomando la vela encendida y el
incensario en ambas manos (o el cirio y el incensario en una sola mano), de cara al
oriente, y dice en voz alta:
Dicono: Sabidura.
Lector: Lectura del Libro de Proverbios.
Dicono: Estemos atentos.
Y el lector lee la segunda lectura.
Si es un da en que hay vigilia o polyleon, se leen las parbolas de la fiesta o del
Santo.
A su conclusin, el sacerdote dice: Paz a ti.
Lector: Y a tu espritu.
Dicono: Sabidura.
Tro: - Que mi oracin suba como incienso ante Ti, y la elevacin de mis
manos sea como ofrenda vespertina.
Coro (o sacerdote): - Que mi oracin suba como incienso ante Ti,
y la elevacin de mis manos sea como ofrenda vespertina.
Tro: Seor, hacia ti clam, yeme. Escucha la voz de mi oracin, en mi
clamar hacia Ti.
Letana
Tras la peticin Ten piedad de nosotros el sacerdote abre parcialmente el
antimins. La parte superior se deja doblada. Y cuando tras la conmemoracin de la
jerarqua, el sacerdote besa el nombre del Obispo en el antimins.
Dicono: Digamos todos con toda el alma y con toda nuestra mente,
digamos.
Coro: Seor, ten piedad.
Desde ese da, despus que dice el sacerdote A fin de que con nosotros ellos
glorifiquen... el dicono dice las peticiones siguientes:
misericordia, que seas misericordioso con nosotros pecadores y que nos hagas dignos de
recibir a tu Hijo unignito y Dios nuestro, el Rey de la gloria. Pues, he aqu que su
inmaculado Cuerpo y su vivificante Sangre entrando en la hora presente, van a ser
puestos sobre esta mstica mesa, escoltados invisiblemente por la multitud de ejrcitos
celestiales. Concdenos que los recibamos sin condenacin a fin de que, iluminados por
ellos los ojos del entendimiento, vengamos a ser hijos de la luz y del da.
Exclamacin: Por el don de Tu Cristo, con quien eres bendito junto con Tu
Santsimo, Bueno y Vivificador Espritu, ahora y siempre y por los siglos de
los siglos.
Coro: Amn.
La Gran Entrada
Coro: Ahora las potestades de los cielos, con nosotros
invisiblemente ofician, pues he aqu que entra el Rey de la Gloria.
He aqu que es escoltado el mstico sacrificio ya realizado.
Mientras se canta esto, el dicono entra en el santuario por la puerta norte y abre las
puertas santas. Luego se descubren las cabezas y el dicono, habiendo recibido la
bendicin del sacerdote, inciensa slo la santa mesa, los Santos Dones ubicados en la
santa prtesis, y al sacerdote, mientras reza el Salmo 502. Despus el dicono se ubica a
la derecha del sacerdote y juntos orar reverentemente ante la santa mesa; el sacerdote
eleva sus manos y dice en voz baja: Ahora, las potestades de los cielos... tres
veces, las cuales son finalizadas por el dicono diciendo Con fe y amor.
Y habiendo finalizado la oracin, hacen hecho tres postraciones besan el Santo Altar se
inclinan el uno al otro y despus el sacerdote se ubica en las Puertas Santas y se inclina
hacia los fieles. Luego van a la prtesis donde ambos hacen tres pequeas reverencias a
los Santos Dones diciendo al mismo tiempo Oh Dios, purifcame a m, pecador, y
ten piedad de m3. El sacerdote inciensa los Dones tres veces, entrega el incensario al
dicono y toma el aer, y lo pone sobre el hombro izquierdo del dicono4, luego toma el
santo discos con los Divinos Misterios en la mano derecha, y lo sostiene a la altura de la
cabeza; y toma el cliz que solo contiene vino con la izquierda y lo mantiene a la altura
del pecho, sin elevarlo.5
El dicono, llevando el incensario y un cirio, va delante incensando frecuentemente.
Salen por la puerta norte y hacen la Entrada como en la Liturgia de San Juan
Crisstomo, pero sin decir nada. Habiendo entrado, el sacerdote coloca los Misterios
como de costumbre sobre la santa mesa, y quita los velos de los Dones y los cubre con el
aer, sin decir nada. Pone los velos a un lado, e inciensa los Dones.
En Oficio Pontifical, los Subdiconos salen en procesin llevando adems el Omoforio del
Obispo, regresando posteriormente por la puerta lateral al Santuario.
Puede, eso s, segn otra tradicin, hacer la incensacin como la de la Divina Liturgia de San Juan
Crisstomo.
3
Pero el Liturgikn no especifica qu tipo de reverencias debieran hacerse en este momento, porque
pudieran ser postraciones. Algunos sacerdotes hacen tres postraciones, otros tres reverencias e
incluso otros hacen tres reverencias y una postracin.
4
Si el sacerdote oficia solo, lo coloca en su propio hombro izquierdo, guardando su esquina dentro
de la parte superior del Felonion, para que no se caiga.
5
Si hay sacerdotes concelebrantes, el sacerdote superior lleva el diskos con los Dones
Presantificados sobre su cabeza. El sacerdote Segundo en rango toma el cliz, y lo lleva delante de
su pecho.
2
Sacerdote (dice en voz alta y ante el Altar, y el pueblo lo sigue): Oracin de San Efrn
Sirio:
tesoros de la sabidura y del conocimiento, que nos has manifestado el servicio de este
ministerio y nos has puesto a nosotros pecadores, por tu gran amor a los hombres, para
que te ofrezcamos dones y sacrificios por nuestros pecados y por las ignorancias del
pueblo, T, Rey invisible, que haces cosas grandes e inescrutables, gloriosas y
maravillosas, que no tienen nmero, mira sobre nosotros tus indignos siervos, que como
si estuviramos ante tu querbico trono, estamos ante ste tu santo altar sobre el que
reposa tu unignito Hijo y nuestro Dios en los temibles misterios aqu presentes, y
habindonos librado a nosotros y a todo tu pueblo fiel de impureza, santifica nuestras
almas y cuerpos todos con la santificacin indeleble, a fin de que participando con
conciencia limpia, rostro sin rubor y corazn iluminado de estos divinos misterios
santificados, y vivificados por ellos, seamos unidos a tu Cristo mismo, nuestro
verdadero Dios, que ha dicho, El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en m
y yo en l, a fin de que tu Verbo, Seor, habitando y morando en nosotros, vengamos a
ser templo de tu Santsimo y Adorable Espritu, redimidos de todo fraude diablico, que
acte en nuestras obras, palabras o pensamientos, y alcancemos los bienes que nos han
sido prometidos, con todos tus Santos, que siempre te han agradado.
Padre Nuestro
Todos cantan de rodillas (y el sacerdote la recita en secreto)
el trono de la gloria de tu reino y ven a santificarnos, T que ests sentado con el Padre
en lo alto, y que ests aqu con nosotros invisiblemente presente. Y dgnate concedernos,
por tu poderosa mano, que se nos de tu inmaculado Cuerpo y tu preciosa Sangre, y por
nuestro medio, a todo tu pueblo.
El sacerdote y el dicono hacen tres reverencias, diciendo: Dios, purifcame a m, pecador.
Tres veces.
Los divinos Dones permanecen cubiertos. El sacerdote introduce la mano debajo del aer
y toca el Vivificante Pan con mucha atencin y temor.6
Comunin
Luego se corre completamente la cortina y el sacerdote quita el aer y el asterisco de los
santos Dones. El dicono entra en el santuario, y, ponindose junto al sacerdote, dice:
Parte, seor, el Santo Pan. El sacerdote, partindolo en cuatro trozos con atencin y con
reverencia, dice:
Es partido y dividido el Cordero de Dios, partido, mas no dividido. Siempre comido y
jams consumido y santifica a los que de El participan.
Ntese que la Patena no es elevada, como cuando la Consagracin tiene lugar en la Liturgia
corriente.
6
Pone una porcin en el cliz sin decir nada. Luego, el dicono vierte agua caliente en el
cliz, que es bendecida por el sacerdote sin decir nada, y se aparta sin decir nada.
Mientras tanto el coro canta la Comunin: Gustad y ved que el Seor es
Si el sacerdote celebra sin dicono, despus de haber participado de los santos Misterios,
no bebe del cliz, ni toma el antidoron, sino que lo hace despus de consumir los santos
Misterios. El dicono, tomando el santo discos, echa los santos Dones en el cliz, y
habiendo hecho tres reverencias, abre las puertas santas, y tomando del sacerdote el
santo cliz, volvindose haca el pueblo, dice:
Sacerdote: La bendicin del Seor sea con vosotros por su gracia y amor a
los humanidad, en todo tiempo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amn.
Sacerdote: Gloria a Ti, Cristo Dios, Esperanza nuestra, gloria a Ti.
Coro: Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos. Amn. Seor, ten piedad. (Tres veces)
Bendice.
Sacerdote: Cristo, nuestro verdadero Dios, por las oraciones de su Pursima
y Santsima Madre..., y lo dems segn el da de la semana, y tambin menciona el
nombre del Santo del da y del templo, de nuestro Padre entre los Santos, Gregorio
el Dialoguista, Papa de Roma, de los santos y justos antecesores de Dios,
Joaqun y Ana y de todos los Santos, tenga piedad de nosotros y nos salve,
porque es bueno y ama a la humanidad.
Coro: Amn. (El coro puede cantar Por muchos aos.)
Esta despedida se da hasta la Semana Santa, en esta se usa la despedida propia: El que
Apndice
Oraciones del Lucernario
Cuarta Oracin
T, a quien cantan las santas Potestades con himnos sin trmino y con
incesantes doxologas, llena nuestras bocas de tu alabanza para que
podamos engrandecer tu santo nombre, y concdenos parte y herencia
junto con todos los que en verdad te temen y guardan tus mandamientos,
por la intercesin de la santa Madre de Dios y de todos los Santos. Porque a
Ti te pertenece toda gloria, honor y adoracin, Padre, Hijo y Espritu
Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amn.
Quinta Oracin
Seor, Seor, que mantienes todas las cosas en la pursima palma de tu
mano, que eres paciente con todos nosotros, y que no miras nuestras
maldades, recuerda tu compasin y tu piedad. Mranos con tu bondad;
concdenos tambin, por tu gracia, durante el resto de este da que
evitemos los diversos lazos sutiles del Maligno, y conserva nuestra vida sin
asechanzas, por la gracia de tu Santsimo Espritu. Por la piedad y amor al
hombre de tu Hijo unignito, con quien eres bendito, juntamente con tu
Santsimo Espritu Bueno y Vivificador, ahora y siempre y por los siglos de
los siglos. Amn.
Sexta Oracin
Dios, grande y maravilloso, que con indescriptible bondad y rica
providencia, lo ordenas todo y nos concedes bienes terrestres, que nos has
dado prenda del reino prometido por los bienes que ya nos has concedido, y
que nos has hecho evitar todo mal durante la parte ya pasada del presente
da, concede que completemos tambin el resto del da sin reproche ante tu
santa gloria, y que te cantemos, Dios nuestro, el nico bueno que amas a
los hombres. Porque T eres nuestro Dios, y a Ti te damos gloria, Padre,
Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amn.
Sptima Oracin
Dios, grande y altsimo, que eres el nico inmortal, que moras en luz
inaccesible, que has formado toda la creacin con sabidura, que has
dividido la luz de las tinieblas y has puesto el sol para regir el da y la luna
y las estrellas para regir la noche, que nos has concedido tambin a
nosotros pecadores venir ante tu presencia para confesarte y presentarte
nuestra vespertina doxologa, T mismo, Seor, Amante de los hombres,
dirige nuestra oracin como incienso ante Ti, recbela como olor de dulce
fragancia, y concede que nuestra presente tarde y la venidera noche sean
pacficas. Revstenos de la armadura de luz. Lbranos del temor nocturno y
de todo lo que anda en tinieblas, y concede que el sueo que has dado para
reposo de nuestra debilidad se vea libre de toda fantasa del demonio. S,
Maestro de todo, Gua de los buenos, haz que nosotros, movidos a
compuncin, sobre nuestro lecho nos acordemos de tu nombre durante la
noche, y, siendo iluminados por la meditacin de tus mandamientos, nos
levantemos con gozo del alma para glorificar tu bondad, y ofrecer splicas
y preces a la ternura de tu corazn, por nuestros pecados y de los de todo tu
pueblo, al cual dgnate mirar con piedad, por la intercesin de la santa
Madre de Dios. Porque t eres un Dios bueno que amas a los hombres, y a
ti te damos gloria, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre y por los
siglos de los siglos. Amn.
Kontakio, Tono 3:
Oh Padre Gregorio!, tenas por imagen a Jesucristo, el Prncipe de los
Pastores, y dirigiendo rebaos monacales hacia el celestial recinto, les
enseaste los mandamientos de Cristo; hoy con ellos te alegras y gozas en las
moradas celestiales.
El Tercer Viernes
El Primer Proqumeno, tono 4: Danos socorro contra el enemigo, que vana es la
salvacin de los hombres.
Verso: Oh Dios, t nos has desechado, nos disipaste y con todo has tenido
indulgencia con nosotros.
Lectura del Libro de Gnesis 8:4-21
El Segundo Proqumeno, tono 6: Escucha, oh Dios, mi clamor; atiende a mi
oracin.
Verso: Desde el extremo de la tierra clamar a ti.
Lectura del Libro de Proverbios 10:31-11:12
El Cuarto Mircoles
El Primer Proquirueno, tono 4: Bendito el Seor Dios, el Dios de Israel, que l solo
hace maravillas.
Verso: Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.
Lectura del Libro de Gnesis 9:18-10:1
El Segundo Proquimeno, tono 8: Y en cuanto a m, el acercarme a Dios es el bien.
Verso: Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los limpios de corazn.
Lectura del Libro de Proverbios 12:23-13:9
El Cuarto Viernes
El Primer Proquimeno, tono 4: Oh Pastor de Israel, escucha, t que guas como
oveja a Jos.
Verso: T que ests entre Querubines, resplandece.
Lectura del Libro de Gnesis 12:1-7
El Segundo Proquimeno, tono: Cantad a Dios, fortaleza nuestra, aclamad al Dios
de Jacob.
Verso: Entonad un salmo, tocad el tmpano y el dulce salterio con la ctara.
Verso: Bendice, alma ma, al Seor; Seor Dios mo, mucho te has engrandecido.
Lectura del Libro de Proverbios 17:7-18:5
El Sexto Mircoles
El Primer Proqumeno, tono 4: Andar ante del Seor en la tierra de los vivientes.
Verso: Amo al Seor, pues ha odo mi voz y mis splicas.
Lectura del Libro de Gnesis 43:26-30, 45:1-16
El Segundo Proquirneno, tono 4: Cumplir al Seor mis votos delante de todo su
pueblo.
Verso: Cre, por tanto habl, pero estaba afligido en gran manera.
Lectura de Libro de Proverbios 21:23-22:4
El Sexto Viernes
El Primer Proqumeno, tono 6. Nuestro socorro est en el nombre del Seor, que
hizo el cielo y la tierra.
Verso: A no haber estado el Seor a favor nuestro, diga ahora Israel.
Lectura del Libro de Gnesis 49:33-50:26
El Segundo Proqumeno, tono 4: Los que confan en el Seor son como el monte
Sin, que no se desmoronar: estar en pie para siempre.
Verso: Porque no reposar la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos.
Lectura del Libro de Proverbios 31:8-32
El Lunes Santo
El Primer Proqumeno, tono 6. Que te bendiga el Seor desde Sin, y veas el bien
de Jerusaln.
Verso: Bienaventurado aquel que teme al Seor, que anda en sus caminos.
Lectura del Libro del xodo 1:1-20
El Segundo Proquimeno, tono 5. Os bendecimos en el nombre del Seor.