El Valor de La Historia Del Pensamiento Económico
El Valor de La Historia Del Pensamiento Económico
El Valor de La Historia Del Pensamiento Económico
Abstracto
Introduccin
Hay una gran variedad de puntos de vista sobre la importancia del estudio de
la historia del pensamiento econmico (HET) a una educacin en la economa.
Ellos van desde la opinin de que "los hombres muertos no cuentan cuentos" que no hay nada de valor en la historia del pensamiento econmico (o al
menos nada de valor que no est ya destila en obras modernas) - hasta el otro
extremo del espectro: la visin bblica de que todas las grandes obras de la
economa fueron creados en dcadas o siglos anteriores y que la tarea de los
economistas de hoy en da no es ms que interpretar, ensear y aplicarlas.
Hay, por supuesto, muchos puntos de vista a lo largo del espectro entre estos
dos extremos.
Por desgracia, la opinin de que "los hombres muertos no cuentan cuentos 'es
el punto de vista dominante en estos das. Est bien representada en casi
todos los departamentos de economa de las universidades, donde la actitud
que prevalece es que nada de valor en las obras clsicas se ha incorporado a
los libros de texto modernos. Como Stigler seal (. 1982, p 107) Hace algn
tiempo, un joven terico en economa se "asume ..Que todo lo que es til y
vlida en el trabajo anterior est presente - en forma ms pura y ms elegante
- en la teora moderna '.
... Las ideas de los economistas y los filsofos polticos, tanto cuando son
correctas como cuando estn equivocadas, son ms poderosas de lo que
comnmente se entiende. De hecho, el mundo est gobernado por poco ms.
Los hombres prcticos, que se creen estar exentos de cualquier influencia
intelectual, son generalmente esclavos de algn economista difunto. Los locos
en autoridad, que oyen voces en el aire, destilan su frenes de algn
escritorzuelo acadmico de hace unos aos.
De hecho, HET fue considerado como una parte esencial del plan de estudios
en una enseanza de la economa estndar en la mayora de pases de la
derecha hasta la mitad del siglo XX. Sin embargo, el respeto por la historia de
la economa en general ha sido a la baja de las ltimas dcadas. Como
Cesarano (1983), Tarascio (1971) y otros han sealado, el crecimiento en la
sofisticacin de las herramientas analticas y empricas utilizadas en economa
en la segunda mitad del siglo XX en adelante ha llevado a la conviccin de que
la disciplina de la economa es una ciencia y que sus practicantes anteriores,
no equipado con las herramientas modernas del comercio, tienen muy poco de
valor para decirle al economista moderno.
En este trabajo me identifico varias razones por las cuales los estudiantes y
profesionales de la economa deben ser expuestos a la historia de su disciplina.
Estas razones no son ni mutuamente excluyentes, ni exhaustiva.
Hay muchos que sostienen que HET es digno de estudio por s mismo, que el
sujeto satisface el inters intelectual y es una rama legtima y valiosa de
conocimiento. Es instructivo y satisfactorio saber lo moderna econmicos
conceptos, teoras, polticas, mtodos y herramientas de anlisis evolucionaron
con el tiempo y cmo llegaron a ser como son hoy en da, incluso si no hay
otros beneficios que provienen del estudio de HET .
Este argumento por el valor de HET se refiere a la materia como una de valor
intrnseco, algo que es "bueno en s mismo '(como GEMoore habra expresado).
El estudio de la asignatura se justifica, segn este argumento, incluso si no hay
efectos secundarios en trminos de HET facilitar la comprensin de la situacin
actual de la economa o del pensamiento econmico contemporneo.
Pensamiento
Los estudiantes que aprenden HET llegan a apreciar que las ideas no se crean
en el vaco. Los economistas no tienen la teora de forma aislada, pero tampoco
estn en los hombros de otro gigante (lo llama Boulding OTSOGery), o bien
reaccionan crticamente a la ortodoxia prevaleciente.
Como Mark Blaug (1985, p. Vii) seala, "la teora contempornea lleva las
cicatrices de los problemas de ayer han resuelto, los errores de ayer ahora
corregidos, y no puede ser plenamente comprendido, excepto como un legado
transmitido del pasado." En otra parte, caracteriza a esta legado como
'conocimiento econmico es dependiente de la trayectoria. "(Blaug 2001, p.
156)
HET est llena de lecciones que muestran cmo los economistas han
descuidado sus predecesores y cmo la disciplina ha sufrido por ello. Anderson
y Tollison (1991, p. 64) sealan que "el anlisis de Cournot de duopolio fue
publicado por primera vez en 1838, redescubierta por Edgeworth en 1881, no
traducido al Ingls hasta 1897, y" redescubri "una vez ms, despus de casi
un siglo de abandono en 1934 '. En la teora del valor, anlisis de la utilidad y el
anlisis de la utilidad marginal incluso tena muchos predecesores (pasado
reciente y largo) que fueron descuidados en el momento que se produjo la
"revolucin marginal" en la dcada de 1870.
HET debe ser estudiado por los mdicos modernos e investigadores con el fin
de ampliar la gama de ideas e hiptesis comprobables. Hay una gran cantidad
de acumulados ideas, hechos y teoras en HET que se pueden explorar,
extrados y probados.
Est lejos una visin demasiado estrecha del proceso por el cual el
conocimiento se acumula (en particular en los humanos / ciencias sociales) a
pensar que todo lo de valor que las generaciones anteriores escribieron ha sido
destilada y encapsulado en textos modernos.
Como seala Boulding (1991, pp. 94-5), tal actitud a HET es una "inversin
curioso del enfoque bblico. La inversin tiene que el ltimo libro sobre el tema
es, de hecho, la escritura y todo lo que se fue antes de que sea realmente en
forma de comentario preliminar, un Talmud, por as decirlo, seal hacia la
revelacin futuro. '
... Los profesores o estudiantes que tratan de actuar sobre la teora de que el
ms reciente tratado es todo lo que necesitan pronto descubrir que estn
haciendo las cosas innecesariamente difciles para ellos mismos. A menos que
el propio tratado reciente presenta un mnimo de aspectos histricos, ninguna
cantidad de la correccin, la originalidad, el rigor, la elegancia o evitar una
sensacin de falta de sentido y significado a partir de la difusin entre los
estudiantes o al menos la mayora de los estudiantes. Esto se debe a que, sea
cual sea el mbito, los problemas y los mtodos que se estn utilizando en un
momento dado encarnan los logros y llevan las cicatrices de trabajo que se ha
hecho en el pasado bajo condiciones totalmente distintas. La importancia y la
validez de los problemas y mtodos no pueden ser plenamente captados sin el
conocimiento de los problemas anteriores y los mtodos en los que son la
respuesta (por confirmar). El anlisis cientfico no es simplemente un proceso
lgico y coherente que se inicia con algunas nociones primitivas y luego se
suma a la accin de una manera lineal. No es simplemente el descubrimiento
progresivo de una realidad objetiva - como es, por ejemplo, el descubrimiento
en la cuenca del Congo. Ms bien es una lucha incesante con creaciones de
nuestra propia y de nuestros predecesores mentes y es progresa ', en todo
caso, de una manera cruzada, no como la lgica, pero a medida que el impacto
de las nuevas ideas u observaciones o necesidades, y tambin como las
inclinaciones y temperamentos de los hombres nuevos, dictar. Por lo tanto,
cualquier tratado que intenta hacer que "el estado actual de la ciencia"
realmente hace que los mtodos, problemas y resultados que estn
histricamente condicionados y son significativos slo con referencia a los
Una vez que rechazamos esta vista piramidal del progreso de los
conocimientos en economa, nos damos cuenta de que el pasado es un terreno
frtil para la hiptesis comprobable. La historia del pensamiento econmico
est repleta de ideas y teoras desechados y olvidados, muchos de los cuales
fueron enterrados prematuramente. Por tanto, es rentable a la ma estas
teoras e ideas descartadas, al igual que los vertederos de relaves de oro viejo
consiguen reelaborado cuando las generaciones posteriores tienen la
tecnologa para extraer el oro que antes era poco rentable extraer.
Ciencias econmicas
Obras como La riqueza de las naciones, por lo tanto, son inevitablemente parte
de la presente extendida, que no muestra signos de llegar a su fin, en el
sentido de que todava se puede ir de nuevo a Adam Smith, incluso despus de
muchas relecturas y encontrar ideas que uno nunca tiene visto antes y que
pueden tener un impacto marcado en propia pensamiento de uno. .. El
principio me parece bastante claro que mientras el potencial evolutivo
intelectual permanece an sin desarrollar en la dcada de los escritores, los
escritores modernos son un complemento y no un sustituto; es decir,
necesitamos tanto Samuelson y Adam Smith.
Est claro que los programas de investigacin cientfica (SRP), para usar un
trmino de Lakatos, implcita en los escritos de Smith, Marx, Keynes y otros no
estn plenamente explotadas, si es que alguna vez ser. Nuevas
interpretaciones de su trabajo y las nuevas aplicaciones de sus teoras e ideas
se estn produciendo continuamente y esto slo se puede animar.
Sin embargo, en muchos aspectos, las ciencias sociales no son como las
ciencias naturales. El crecimiento del conocimiento no es piramidal. La ltima
teora no incorpora y abarcan sus predecesores en un triunfo inequvoco para
el crecimiento del conocimiento verificable. Por el contrario, por lo general hay
inconmensurabilidades y enfrentamientos irresolubles de visiones del mundo
entre las teoras que compiten. Esto es parte de la diferencia esencial, casi un
hecho ontolgico, entre el mundo natural y social y nuestra comprensin y
representacin de ellos.
Las modas van y vienen. Sin HET, obras de gran mrito que se han convertido
temporalmente fuera de moda corren el riesgo de ser confinado al basurero de
la historia.
Conclusin
No se puede suponer que los textos actuales contienen todas las verdades
destilados de sus predecesores histricos y que el estudio de la historia del
pensamiento econmico es, por tanto, innecesario. El crecimiento del
conocimiento en economa no se produce de forma piramidal. Smith, Marx,
Keynes y otros necesitan ser estudiados de manera pura sangre, haciendo
referencia a los textos primarios originales, en lugar de fuentes secundarias.
Por ltimo, no hay razn para tratar de olvidar el pasado. Como afirma Blaug
(1991, p x.):