Una Introduccion A Las CCSS
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CAPTULO I
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Tender ese puente sin prejuicios es una tarea pendiente de los actores sociales
que se mueven en el terreno de la filosofa, del arte, de las ciencias sociales y
de las ciencias naturales. En suma, se trata de construir una cultura que
rompa el aislamiento tribal de las disciplinas.
Por otra parte, una tesis central de este libro sostiene que hoy es imposible
intervenir en los grandes debates pblicos sin una formacin cientfica seria.
Por supuesto, los medios de comunicacin difunden imgenes de extrema
banalidad y privilegian estrellas2 de una ignorancia supina. Sin embargo, la
solucin de los grandes problemas de esta era de la globalizacin requiere
alternativas con fundamentos serios, que sobre todo se elaboran en el terreno
de las ciencias.
Breve excurso histrico sobre las ciencias sociales
Como sostiene la Comisin Gulbenkian para la reestructuracin de las ciencias sociales, a fines del siglo XIX se avizoraba este panorama en el conocimiento
social:
A fines del siglo XIX haba tres lneas divisorias claras en el sistema de disciplinas
erigido para estructurar las ciencias sociales. La lnea entre el estudio del mundo
moderno/civilizado [historia ms las tres ciencias sociales nomotticas] y el estudio del mundo no moderno [antropologa ms estudios orientales]; dentro del
estudio del mundo moderno, la lnea entre el pasado [historia] y el presente [las
Citado por Francisco Fernndez Buey en [http://www.lainsignia.org/2005/octubre/
dial_003.htm].
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Una estrella de la televisin argentina, cuyo programa ostenta altos rating de audiencia,
pregunt al paciente paleontlogo que entrevistaba: Y los dinosaurios no se coman a los
seres humanos?.
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ideas con otras ideas ms bien que con la experiencia, y debe intentar mejorar,
en lugar de excluir, los puntos de vista que hayan sucumbido en esta competencia
(Feyerabend, 1993:14).
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aos en tomar conciencia de algo muy obvio: que la duda cartesiana, metdica
y todo, se quedaba en un plano formal, porque como dice Michel Onfray (2002),
el filsofo pona en cuestin sus abstracciones pero se cuidaba de declarar su
respeto por el rey y por las creencias de su pueblo. Y si hay algo que merezca
ponerse en duda en este mundo cruel son, precisamente, el poder que emana
del Estado y de la Iglesia.
La pregunta de investigacin debe indagar hasta el fondo de las cosas sin
detenerse en los fantasmas creados por la propia imaginacin. Ahora bien, la
ruptura epistemolgica no significa un simple cambio de ideas; por el contrario,
representa una transformacin de la conducta, un cuestionamiento dirigido a
los hbitos cotidianos consolidados en la personalidad. La actitud del
investigador se caracteriza por la disposicin a desaprender para llegar a
aprender. Tambin podra definirse en trminos de estar dispuesto a corregir
vicios y errores. Evoco aqu el caso de unas jvenes antroplogas que estudiaban
la labor de unas tejedoras purhpechas en Zirahun y discurran sobre la
originalidad de su inspiracin al plasmar en sus productos hermosos diseos
con vistosos colores. Interrogada que fuera la mayor de las seoras, la de ms
amplia experiencia, sobre cmo se inspiraban para lograr esas maravillas,
que de veras lo eran, esta humilde mujer slo atin a sacar de su taller una
revista Burda, escrita en alemn, y declarar: los copiamos de aqu.
La ruptura epistemolgica consiste en detectar las pobres explicaciones
de la realidad que conforman nuestros hbitos y abandonar nuestros prejuicios,
no entender la realidad a partir del sentido comn. El darwinismo social ha
impuesto cierta imagen de la evolucin del mundo basada en la supervivencia
del ms apto, que a menudo es utilizada en el mundo empresarial para justificar
la competencia como un mecanismo natural y justo para la seleccin de las
clases dirigentes en una sociedad basada ampliamente en la inequidad. Podemos
afirmar con certeza que hemos permanecido inmunes a esa vulgar ideologa?
En cuanto al corte epistemolgico, el autor plantea que hay que atreverse
a nadar en contra de la corriente, a separarse con osada de las imgenes del
sentido comn aceptadas pasivamente y crear hiptesis audaces y renovadoras.
A menudo, la primera imagen con que nos acercamos a un fenmeno, incluso
formulada en un lenguaje estridente, puede estar contaminada de esquematismos y nociones falsas o inadecuadas. Se impone someterla a una criba
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que la depure de los contenidos del sentido comn, que a menudo marcha en
la direccin de los prejuicios dominantes en una sociedad. Bachelard relata
que grandes descubrimientos se originaron en una voluntad de burlar la
cmoda imaginacin cotidiana, cuando esa impronta obliga a pensar de manera
unilateral y conformista. As, la bombilla elctrica se invent despus de siglos
en que la preocupacin central para producir luz artificial haba sido encontrar
una sustancia que tardara mucho tiempo en quemarse. La originalidad, el
chispazo de genialidad, consisti en buscar, en otra direccin, una sustancia
que no se quemara al suministrar iluminacin. Debido a la interpretacin tan
cientificista que sobre esta cuestin realizara el estructuralismo de Althusser,
la categora ruptura epistemolgica qued bastante desprestigiada por la
oposicin tan tajante que supona entre ideologa y ciencia. Merced a las
aproximaciones de la etnologa se ha llegado a la conclusin de que no es
necesario negar en forma absoluta el sentido comn como si fuera idntico a
la ideologa, porque ste se elabora y tiene pertinencia en el interior de la
economa que practican los sujetos. Dicho en otras palabras, las prcticas del
sentido comn tienen su propia racionalidad que no puede ser suplantada
de manera abrupta por una racionalidad del tipo medios/fines (cf. Weber).
Sobre esta racionalidad cotidiana adverta Jos Ortega y Gasset en estos
trminos:
De aqu que el hombre tenga que estar siempre en alguna creencia y que la estructura
de su vida dependa primordialmente de las creencias en que est y que los cambios
ms decisivos en la humanidad sean los cambios de creencias, la intensificacin o
debilitacin de las creencias. El diagnstico de una existencia humana de un
hombre, de un pueblo, de una poca tiene que comenzar filiando el repertorio de
sus convicciones. Son stas el suelo de nuestra vida. Por eso se dice que en ellas el
hombre est. Las creencias son lo que verdaderamente constituye el estado del
hombre (Ortega y Gasset, 1984:30).
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en la lnea de Leibniz, quien sostena que este mundo (por el solo hecho de
existir) era el mejor de los mundos posibles. El sentido comn representa una
fuerza actuante en la realidad y es necesario tomar cierta distancia frente a
sus evidencias.
A su vez, retornando al terreno de la sociologa, Durkheim recomendaba
utilizar la informacin estadstica como un medio para aclarar las confusas y
contradictorias ideas recibidas sobre un problema. Las conductas masivas
reflejadas en los cuadros estadsticos tienen una gravitacin de enorme
significacin cuando se quiere identificar los elementos que modifican las
relaciones sociales. Es probable que el conocimiento de la frecuencia con que
ocurre un determinado fenmeno sirva para corregir una idea arraigada en
nuestra mente. Adems, el interiorizarse de las inercias sociales pone un lmite
al voluntarismo. Sin embargo, ello no significa reducir la sociologa a las
matemticas, como pretenden algunos cientistas. Popper ya haba destacado
el hecho de que la demografa puede verificar sus datos, sin que ello signifique
una explicacin de los hechos. Existen diferencias a respetar. Por ejemplo,
antes de afirmar la posibilidad de medir un fenmeno es prioritario definirlo
en trminos estrictos, no en funcin de vaguedades, considerando la especificidad de esta operacin en ambas disciplinas.
En las matemticas, la definicin de crculo crea el crculo. En el proceso
de la investigacin social resultar indispensable partir de una articulacin
aproximada de los hechos que se pretende indagar, aunque la contrastacin
emprica servir para purificar esos rasgos iniciales. Procediendo de esta
manera, al investigar cualquier proceso social (el caciquismo, por ejemplo)
no se puede tomar como verdadera la representacin comnmente aceptada
como tal. Habr que examinar las categoras empleadas en otras aproximaciones y estudios; delinear con precisin cules son las acciones observables,
los indicadores que posibilitarn aproximarse a la realidad, que tambin habla
y maneja sus propios significados. Precisamente, por el carcter simblico de
las acciones humanas se plantea uno de los interrogantes ms difciles a las
ciencias sociales. Por un lado, en las comunidades coexisten mltiples
racionalidades (las prcticas rituales poseen su propia lgica); por otro, los
atavismos tradicionales y la compleja estructura de las instituciones exigen
una paciente labor de observacin, deconstruccin y reconstruccin de los
fenmenos estudiados.
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Para poder construir un objeto y al mismo tiempo saber construirlo, hay que ser
consciente de que todo objeto cientfico se construye deliberada y metdicamente
y es preciso saber todo ello para preguntarse sobre las tcnicas de construccin
planteadas al objeto. Una metodologa que no se planteara nunca el problema de
la construccin de las hiptesis que se deben demostrar no puede, como lo seala
Claude Bernard, dar ideas nuevas y fecundas a aquellos que no las tienen, servir
solamente para dirigir las ideas en los que las tienen y para desenvolverlas a fin de
sacar de ellas los mejores resultados posibles [...] el mtodo por s mismo no
engendra nada (Bourdieu y otros, 1986:72).
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