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LA FUGA DE LOGAN
William F. NOLAN
George C. JOHNSON
Planeta
10
La muchacha tena el pelo revuelto. Su cara estaba tumefacta y llena de araazos, y una
rodilla le sangraba por habrsela herido al tropezar con un saliente de acero.
Un agudo dolor le atenazaba el costado.
Pero an as segua corriendo.
En el cielo brillaba una luna romntica y la noche estaba poblada de sombras confusas.
Cundo haba vadeado el ro? Aquella misma noche o la anterior? En qu lugar se
hallaba? Imposible saberlo.
A su derecha, y ms all de una franja de asfalto vaca, pudo ver una valla de tela metlica
cuyo final se perda en la distancia. En un espacio ms prximo se aglomeraban caballitos y
tiovivos. Era la guardera infantil de una zona industrial. Tal vez Stoneham o Sunrise.
Posiblemente su hijo se encontraba all.
Torci hacia la izquierda, apartndose de la valla para entrar en la negra profundidad abierta
entre los edificios. De pronto vio bloqueado su camino por una empalizada. Retrocedi. Quiz
fuera posible encontrar una salida por la parte del ro.
Si pudiera descansar unos momentos!
Un sobresalto la paraliz. Alguien se mova en las sombras, frente a ella. Ahog un grito de
terror.
El Vigilante!
Su corazn lati acelerado, golpendole el pecho con fuerza. Volvi a la empalizada y se
agarr a las nudosas tablas, rompindose las uas al clavarlas en ellas. Pero la barrera era
demasiado alta.
Por unos momentos... o acaso fueran siglos? se esforz, tensando sus msculos para intentar
izarse por las tablas; pero en vano. Estaba al cabo de sus fuerzas. De pronto, algo pareci
romperse en su interior y cay exnime al pie de la barrera.
Replegada sobre s misma, mir la flor negra marcada en el centro de su mano derecha.
Solamente unos das antes su color era rojo como la sangre, tan vivo como el azul elctrico de
siete aos atrs, o el amarillo solar de los otros siete que le precedieron. Un color para cada
siete aos de su vida. Ahora, al cumplir los veintiuno, la flor era de un negro siniestro. Un negro
de noche. Un negro de muerte.
La figura humana avanzaba hacia ella con pasos lentos, sobre el asfalto iluminado por la
luna. La muchacha no levant la mirada sino que sigui contemplando su mano, donde estaban
escritos su pasado y su futuro, sus das y sus noches, sus temores y sus esperanzas.
Por qu haba credo en la existencia del Santuario? Por qu abrig un propsito tan
descabellado e inalcanzable? Por qu no haba imitado a los dems, resignndose al Sueo?
La oscura forma vestida de negro se encontraba ante ella; pero no quiso mirarla. Ni tampoco
le implor compasin porque hubiera sido de todo punto innecesario.
Prefiri imaginarse en una situacin distinta, en un mundo asimismo distinto.
No se encontraba all, ni era un ser perseguido y fuera de la ley, un ser presa de la vergenza
y el terror, sino que se encontraba en el Santuario... en una amplsima pradera sobre la que
soplaba una tenue brisa, junto a un fresco arroyo de aguas plateadas... un mundo en donde el
tiempo no exista.
Pero por qu su mano trataba de asir, bajo las desgarradas ropas, el pual vibrador que
ocultaba entre ellas? Por qu aquel frentico deseo de hundir su hoja estremecida entre los
huesos del pecho hasta alcanzar el corazn? Por qu?
Vio el movimiento ascendente del Arma.
El instante final haba llegado.
Vio los destellos que la luz de la luna arrancaba al can azulado.
Vio el rostro plido y tenso del Vigilante, y sus pupilas por encima del arma, y el blancor de
sus dedos sobre el disparador.
Se oy una sorda, explosin.
Tal fue el ltimo ruido que percibieron sus odos.
Su ltima sensacin fue la de un dolor atroz, conforme el proyectil la alcanzaba, desgarrando,
quemando, deshaciendo su cuerpo.
Estaba irritado consigo mismo porque, en realidad, no viva all, sino que su unidad
domiciliaria se encontraba una milla ms lejos. Pero la constante charla de aquel hombre haba
acabado con su paciencia. Desde luego, conoca bien el sector, puesto que un ao antes haba
perseguido por all a un hombre; un fugitivo llamado Nathan. Pero prefera no pensar en ello.
Empez a caminar lentamente por la arteria.
Frente a l se elevaba la Casa de las Joyas. Se detuvo para observar el enorme mural que daba
nombre a la estructura: un fantstico mosaico de enorme elevacin, compuesto por fragmentos de
cristal flamgero que representaban el Incendio de Washington. Llamas rojas, purpreas y naranja
se entremezclaban en la fachada, mostrando cuerpos ardiendo y edificios derrumbndose,
envueltos en humo. Pero la terrorfica obra maestra estaba inacabada. En algunos lugares
aparecan huecos oscuros que rompan la unidad del conjunto. El famoso muralista Roebler 7,
nico capaz de manejar el cristal corrosivo, se haba llevado su secreto a la tumba el da en que
acept el Sueo. Por tal causa, la obra nunca quedara finalizada. Debajo mismo del mural haba
un hombre con un letrero al cuello. Logan se estremeci. El hombre tendra unos quince aos.
Sus facciones eran redondeadas y feminoides y sus ojos enormes expresaban profunda tristeza.
Una leve y plateada barba le cubra el mentn y el pelo le llegaba hasta los hombros. El letrero
contena esta sola palabra: HUYE! Permaneca sentado, inmvil en mitad del paso, rodeado por
unos cuantos iracundos ciudadanos. Uno de ellos le escupi.
Puerco!
Asqueroso!
Cobarde!
El hombre sonrea con paciencia, haciendo frente a sus hostigadores y entregndoles unas
hojitas del montn que tena en el regazo.
Es indignante! exclam una mujer gorda, agitando la hojita. Va contra la ley!
Cuando Logan se acerc al grupo, el hombre le ofreci tambin una de las hojitas. La tom, y
pudo leer:
NO ACEPTIS EL SUEO! HUID!
CUANTOS MS FUGITIVOS HAYA,
MENOR SER EL NMERO DE LOS PERSEGUIDORES.
MENOR SER EL NMERO DE LOS VIGILANTES.
EST ESCRITO QUE LA VIDA DE UN HOMBRE ES DE
TRES VECES VEINTE AOS, MS DIEZ
SETENTA AOS!
NO OS CONFORMIS CON VEINTIUNO.
HUID! NO ACEPTIS EL SUEO!
Un vehculo de la polica descendi sin ruido hasta el borde de la calzada. Logan vio cmo dos
agentes vestidos con uniforme color limn se apeaban y acercbanse al hombre. ste no intent
escapar y ambos se lo llevaron sin ms dificultades.
El vehculo reemprendi su marcha, perdindose en las tinieblas del cielo.
Una mujer prxima a Logan hizo chasquear la lengua.
Es el tercer manaco que detienen en lo que va de mes. Parecen formar parte de una
organizacin. Es terrible!
Una muchacha que luca finsimas medias verdes dej la puerta en que se apoyaba y se puso a
andar junto a Logan. Pero ste no le hizo el menor caso. La oscuridad se haba acentuado y en el
cielo brillaban algunas estrellas. Se oy el zumbido de un enfriador del aire.
Logan se detuvo para mirar una pantalla con imagen en tres dimensiones. Estaban dando las
noticias.
La pantalla ocupaba la fachada del edificio Noticiario T. D. . Una figura bien conocida, de
cien metros de altura, adopt forma corprea al tiempo que sonrea cordialmente a la
muchedumbre. El locutor vesta un traje de cuero tan ajustado que semejaba una segunda piel.
Tena unos ojos gigantescos, claros y de expresin ingenua.
Buenas noches, ciudadanos dijo. Aqu Madison 24 con las ltimas noticias. Ha habido
algn disturbio. Dos pandillas se han peleado en la plataforma de un tren cerca de Stafford
Hights, resultando dos muertos y catorce heridos, entre ellos tres gitanos. La polica ha iniciado
sus pesquisas y se efectuarn algunas detenciones. La inmensa figura guard silencio unos
segundos como para dar ms realce a sus palabras y en seguida continu: Harry 7, asesino de
tres personas fue detenido a primeras horas de hoy en el complejo Trankas. Se invit a sus
amigos para que lo vieran partir en el Coche del Infierno. Pero no se present ninguno.
Ninguno! La gigantesca faz adopt un aire ceudo. Qu os parece, ciudadanos? Por mi
parte creo poder asegurar que somos un pueblo amante de la ley y el orden, y que nos
avergonzamos de quienes pretenden huir y de los que asesinan al prjimo, aparte de...
Logan dej de escucharle. Se haba dado cuenta de que la muchacha estaba a su lado.
No es usted feliz dijo ella. Nunca me equivoco. Tengo un sexto sentido que me advierte
cuando alguien no se siente a gusto. Los ojos le brillaron con intensidad. Los hombres como
usted me dan lstima.
Coloc su delicada mano en la cintura de Logan haciendo una leve presin. Pero l se apart y
empez a caminar con pasos cada vez ms rpidos.
Puedo hacerle feliz! le llam la muchacha. Y su voz adopt un tono ms y ms familiar
al repetir: Hacerle feliz!
Feliz! Logan dio vueltas en su cerebro a la palabra. La inquietud lo corroa. No es posible
comprar la felicidad, se dijo. O estaba equivocado?
El centro narcotizador de Roeburt era uno de los mayores de la ciudad. Las drogas
administradas por profesionales sumamente diestros en su oficio, no causaban adiccin. Logan
haba probado varias, decidiendo que el E. L. era la que le produca un mayor sosiego. Tratbase
de Espuma Lisrgica, derivacin de la vieja frmula del L. S. D., perfeccionada ms de siglo y
medio antes. Tan slo necesitaba sesenta segundos para invadir el sistema sanguneo. Y en
seguida aumentaba la consciencia en alto grado, produciendo el ms profundo deleite artificial.
Dme E. L. dijo al hombre vestido de blanco.
Dosis?
La corriente.
Haga el favor de seguirme.
Lo condujo al Saln Azul, pequeo, forrado de tela en el que sobre el suelo pintado de azul
haba una mesa y una silla. Nada ms.
Una mujer sala en aquel momento. Tena la cara exange y los ojos vidriosos.
Logan tom el frasco que le entregaba el empleado y se bebi su contenido.
Que pase un rato agradable le dijo el empleado en el momento de cerrar la puerta.
Logan se sent en la silla, manteniendo cerrados los ojos durante un minuto, mientras el E. L.
penetraba en su sangre. Luego se relaj y abri los prpados.
Una claridad deslumbradora inund el recinto. Logan comprendi que la experiencia no iba a
resultar fcil.
La ventana, pens. Tengo que acercarme a la ventana. Estaba abierta y se tir por ella
yendo a caer al exterior del complejo.
Un hombrecillo rechoncho lo recogi del suelo.
Escapaba usted? Me parece muy bien dijo.
No me escapaba, sino que me he cado. Hay mucha diferencia explic haciendo esfuerzos
para que el otro le comprendiera. Me he cado por la ventana. Me he cado! Est claro?
Se libr del importuno y ech a correr.
Circul por entre galeras llenas de ruidos sibilantes. El mundo ola a polvo de estrellas, y un
milln de voces entonaban la coda final de Flor Negra.
El hombre pequeo y rechoncho lo tumb de un puetazo.
Ya te tengo otra vez dijo.
Pero Logan conservaba su Arma. No tena por qu seguir soportando aquel castigo.
Apret el disparador.
El mundo pareci estallar en torno suyo.
Cuando sala del edificio, el empleado le sonri.
Le ha hecho mucho efecto dijo. Quiere otra dosis?
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No quiero repuso riendo mientras coga del brazo a una compaera de pelo rubio azulado.
Logan se irrit. Normalmente, aquello le hubiera excitado, pero ahora se senta triste.
Hizo seas a otra mujer, una muchacha de miembros finos, facciones eslavas y amplias
caderas. Ella sonri cogindolo por la mano.
Tomaron un elevador, pasando planos sucesivos, hasta llegar a un saln de cristal y seguir por
pasillos oscuros que los llevaron a una habitacin asimismo de cristal.
La muchacha le dijo que se llamaba Karenya 3.
Yo tambin soy un tres explic Logan.
No hables le rog ella con acento febril. Por qu a los hombres os gusta tanto hablar?
Logan se sent en la cama y empez a desabrocharse la camisa. La chica estaba desnuda, luego
de despojarse de un finsimo atavo de gasa.
Cuntas veces habr venido a un lugar como ste?, se pregunt Logan. A una casa tan
vaca y tan transparente... ?
El cristal lo dominaba todo: las paredes, el techo y el suelo; la cama era de fibra de vidrio y lo
mismo las mesas y las sillas. El edificio entero no era ms que una inmensa burbuja difana en la
que de vez en cuando brillaban, perforndolo, luces de diversos colores.
Cada habitacin estaba equipada con un dispositivo que la iluminaba a intervalos discontinuos,
siendo imposible saber en qu momento ocurrira. En el instante mismo del amor, la pareja poda
verse envuelta en una catarata plateada o dorada; roja, amarilla, o verde. Las otras parejas
situadas arriba, abajo y a los lados los observaban a travs de las paredes, los techos o los suelos
opalinos. Luego la luz se apagaba... para encenderse en otra habitacin.
Ven a acostarte dijo la chica.
Logan se acomod sobre el colchn de espuma de cristal. Ella le gui la mano y l se entreg
por completo a sus encantos, acaricindola en la oscuridad.
Mira! exclam ella de pronto.
En el plano situado ms arriba, un hombre y una mujer se agitaban frenticos, baados en una
claridad dorada. Luego todo se oscureci de nuevo.
La noche se haba vuelto tenebrosa.
Logan y Karenya quedaron inundados por una luz de plata mientras sus brazos y sus piernas se
entrelazaban. Saban que eran observados con insistente curiosidad desde todos los ngulos.
Otra vez se hizo la oscuridad.
Las luces se encendan, se apagaban, resplandecan y se esfumaban en las erticas
profundidades de la cpula.
Hasta que con la llegada del amanecer, la silueta de la Casa de Cristal se fue perfilando bajo el
cielo.
El juego del amor se haba acabado.
12
Gracias por su visita. Le esperamos de nuevo dijo la joven de pelo de lino y atavo
transparente.
Logan sali sin responderle.
Tena que reintegrarse a sus deberes. No haba tiempo para dormir. Se dirigi a su unidad
domiciliara, y se tom un Detoxic procurando que la dosis le inundara materialmente el
sistema nervioso; pero no sinti el menor alivio. Tena los prpados pesados, como si estuviesen
llenos de arena, y le dolan los msculos. Desisti del preparado, y se fue al puesto de mando.
Al entrar vio que Francis ya se encontraba all.
Su corpulento compaero sonri.
Vaya aspecto que tienes! le dijo. Has pasado mala noche?
l nunca se fatigaba de aquel modo. No se serva de estimulantes ni visitaba las Casas de
Cristal. Y mucho menos cuando era preciso realizar algn trabajo. Francis tena un temperamento
fro y una mente muy clara. Por qu no procuraba imitarle?
En realidad eran pocos los Vigilantes que poseyeran la habilidad y el entusiasmo de aquel
hombre sin amigos y sin amantes, con un enorme y sobrio cuerpo de mantis y unos ojos negros
como los de un gato. Preciso, implacable, inquietante. Tan slo el Pensador saba la cantidad de
fugitivos a los que haba matado Francis con su Arma letal.
Qu pensar de m?, se pregunt Logan. Siempre esa sonrisa indiferente, esas
observaciones sin importancia, ese hablar sin decir nada. Pero juzgndome hasta en mis ms
minsculas reacciones.
El vestbulo era amplio, fro y gris. Pero an as, Logan sinti el calor de la transpiracin bajo
su traje, y las manos mojadas conforme caminaba.
Se dijo que volvera a sentirse bien en cuanto empuara su Arma. Siempre ocurra igual.
Dentro de unos momentos estara otra vez enfrascado en la caza de alguien, en algn lugar de la
ciudad, inmerso en un trabajo en el que ya llevaba tantos aos.
Volvera a ser el de siempre.
Estaba llegando al final del vestbulo. Los dos hombres se encontraban ante una lisa pared de
metal.
Identifquese orden una fra voz asimismo metlica.
Ambos apretaron la palma de su mano derecha contra la pared.
El panel se desliz, dejando al descubierto un pequeo recinto revestido de terciopelo negro.
Resplandeciendo contra el fondo oscuro de la tela destacaban los largos caones de las Armas.
Tan slo un Vigilante poda servirse de ellas. Cada una estaba registrada utilizando un cdigo
que se corresponda con el de la mano de su usuario, estallando si alguien distinto pretenda
tocarla.
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Logan alarg la diestra, oprimiendo una de las culatas de ncar antes de sacarla de su suave
estuche. Comprob la recmara; estaba cargada con seis proyectiles: intimidador, desgarrador,
punzador, nitro, vapor y dirigido.
Al tomar el arma sinti la conocida sensacin de podero. La sostuvo unos momentos en el
aire, viendo cmo la luz se deslizaba por su fino can plateado. Otras como ella, en tiempos
pasados, haban mantenido la paz en ciudades como Abeline, Dodge o Fargo. Por aquel entonces
se las llam revlveres y tenan una recmara para seis balas de plomo. Ahora, siglos despus,
sus proyectiles eran mucho ms destructores.
Identifquense volvi a pedir la voz.
Hicieron caso omiso de aquella repeticin errnea.
Identifquense, por favor.
nota. Los ciudadanos cooperativos eran sus mejores aliados en casos como aqul. Otra luz en el
nivel cinco. Logan esper a que se encendiera una tercera luz, antes de abandonar la seccin de
emergencias.
En el Archivo Central oprimi el registro correspondiente a Doyle 10 - 14302. Por la ranura
apareci la ficha del fugitivo: una foto en tres dimensiones, sus estadsticas vitales, esquemas
complementarios, nombres de amigos y conocidos.
Comprob los datos relativos a la flor de Doyle: AMARILLA, infancia. Desde nacimiento a los
siete aos: educacin mecnica en Missouri. Ningn dato especial. AZUL, " adolescencia. Siete a
catorce. Normal. Vivi en doce Estados distintos. Recorri Europa. Ninguna detencin. ROJA,
madurez. Catorce a veintiuno. Rebelde. Detenido a los diecisis por obstaculizar a un Vigilante
cuando persegua a fugitivo. Emparejado con tres mujeres, una de ellas sospechosa de ayudar a
fugitivos. Tiene hermana gemela, Jessica 6, cuyos informes son normales.
Logan estudi la foto de Doyle.
El perseguido era un hombre corpulento, de su misma estatura poco ms o menos; pelo oscuro,
cara enrgica, con mandbula prominente y nariz recta. Tena una ligera cicatriz sobre el ojo
derecho. Lo reconocera en cuanto le echara la vista encima.
Se quit del cinto el pequeo aparato detector y lo sincroniz con la flor de Doyle. Luego
volvi a la sala de emergencias.
Una nueva luz en el tablero. Proceda de la parte superior del complejo.
Francis se haba acercado a Logan.
No es un fugitivo ordinario le dijo. Lo he estado siguiendo en el indicador. Sabe a
dnde va y no comete errores. Llmame s me necesitas. Para eso cubro tu operacin.
Logan hizo una seal de asentimiento. Se puso el Arma al cinto, comprob el aparato detector
y sali de la seccin.
La caza haba empezado.
Logan dej la pista rodante en la arteria principal. Su presa haba emergido de un elevador
pblico. Por su parte, Doyle vio tambin el uniforme negro y se apresur a desaparecer entre la
muchedumbre. Pero Logan le segua de cerca y se encontr prximo a l cuando la concurrencia
se hizo menos densa. Segua yendo hacia el este... hacia la Arcade.
Si lograba meterse en aquel complicado centro del placer le sera difcil localizarlo. Logan trat
de interponerse en su camino, pero el otro cambi de direccin y abord un deslizador. Bien.
Bajaba a plena marcha, pero no haba cuidado. Poda correr cuanto quisiera.
Logan observ el desplazamiento de su presa mediante el Detector en el que una tenue lnea de
lucecitas iba indicando sus posiciones.
Haba llegado el momento de acercarse a l de nuevo.
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En las alturas de Morningside y Pavilion volvi a alcanzarlo. Aquel hombre deba estar bien
enterado del trazado de la red. Logan se dijo que el funcionario acert al advertrselo. Doyle
haba tenido varias oportunidades para introducirse en los subterrneos; pero iba de nuevo hacia
el este, encaminndose a Arcade..
Logan se meti entre los transentes. No haba nada como la visin de un uniforme negro para
provocar el pnico en un fugitivo. Y aquel pnico era precisamente lo que acababa con l. El
pnico y un proyectil bien dirigido. Logan ascendi a un nivel superior a fin de colocarse entre el
perseguido y Arcade.
Pero Doyle conserv la serenidad.
S. Era muy listo. No se pareca en nada a los psicpatas que perdan los estribos al ver que su
flor se volva negra. Se escabulla y cambiaba de rumbo como el jugador de ajedrez que calcula
framente sus jugadas. Se meta entre la gente procurando no quedarse slo en ninguno de los
niveles, sino permaneciendo junto a los elevadores que garantizaban su movilidad.
Logan sinti, a pesar suyo, una gran admiracin por aquel hombre. Doyle hubiera sido un buen
Vigilante. Tena el instinto y la gracia de un cazador nato. Pareca darse cuenta de las
limitaciones de su perseguidor y saba explotar sus conocimientos de la ruta.
Bueno. Ya basta, se dijo Logan. Hay que dar fin a la tarea. Quiso sentir frialdad y odio;
convertirse en un chacal persiguiendo a un cobarde que hua de la justicia; a un ser egosta y
estpido que pretenda vivir ms all de su tiempo.
Haba que capturarlo y liquidarlo.
Logan mir su detector en el que una lucecita se aproximaba al lugar en que se hallaba su
presa. Doyle saldra del elevador de un momento a otro.
En efecto. As fue.
Logan levant su Arma. Vio por la mira un rostro blanco y contrado. El disparo sera fcil.
Dndose cuenta del peligro que corra, Doyle intent volver al elevador.
Pero no lograra nada. Ya era suyo. Antes de que Doyle pudiera protegerse, el elemento
sensible al calor que diriga los proyectiles lo buscara y lo destruira. El dedo de Logan se curv
en el gatillo. Vacil un segundo.
Aquella breve duda le cost un fallo. Doyle se haba metido de nuevo en la plataforma y
deslizbase hacia abajo velozmente.
Logan profiri una interjeccin. Por qu haba vacilado? Por qu no dispar cuando haca
falta?
Vio en el detector que el punto luminoso descenda dos niveles y se encaminaba hacia el sur.
Una vez ms, trat de interponerse. Descendi tres niveles, describi un crculo para situarse al
pie de la rampa y esper. Esta vez no fallara.
Pero Doyle no iba solo. Llevaba como escudo protector a un ser humano: una nia de diez u
once aos que se contorsionaba entre sus brazos, mirando con terror al Vigilante.
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El sector de Catedral era una zona peligrosa y difcil dentro del Gran Los ngeles. Una
extensin de ruinas y de polvo; de edificios quemados, de sombra y polucin; de escondrijos y
muertes violentas. El territorio estaba dominado por unos maleantes llamados cachorros, y si
Doyle apareca por all, lo mataran; lo que sin duda perjudicara la hoja de servicios de Logan.
El Vigilante conoca bien la historia de aquel sector, con sus fugitivos refugiados en l y su
ambiente de violencia y de crimen. Los agentes evitaban meterse en aquel avispero. Y con
buenos motivos. El verano anterior haban enviado a una patrulla para acabar con tan difcil
situacin. Logan conoca a algunos de sus componentes: Sansn, Bradley y Wilson 9, todos excelentes policas. Pero una vez metidos en las fauces de la fiera stas se cerraron sobre ellos. No
haba habido ni un superviviente.
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Se pusieron las mscaras y Francis prepar su Arma para el disparo V; la emplaz sobre el
borde del muro e hizo fuego.
La carga de gas obr efecto inmediato, obligando a los cachorros a retroceder como una ola
que se deshace.
Doyle estaba replegado sobre s mismo, inmvil en el centro del claro.
Vamos si an vive dijo Logan.
Yo ir. T vigila.
Pero antes de que Francis se pudiera agachar sobre el cado, los cachorros volvieron a la carga
atacndolo y obligndole a retroceder contra un hueco en la piedra, hacia un lado del terreno
descubierto. Otro grupo se dirigi hacia Logan.
ste dispar una bala de nitro contra sus agresores, tres de los cuales quedaron hechos pedazos
por la explosin. Aquello los detuvo momentneamente, dando tiempo a Logan a acercarse a
Doyle.
La cara del cado era una masa de sangre y huesos rotos. Mova la boca convulsivamente,
como si repitiese una palabra.
Logan se inclin un poco ms para tratar de orla. El herido deca: El Santuario...
De pronto, su cabeza se desplom hacia atrs y sus dedos quedaron lacios. Un pequeo objeto
brillante le cay de la mano izquierda. Era una llave. Logan la recogi.
Se oy el seco chasquido de un proyectil descuartizador. Francis estaba dando cuenta de sus
atacantes. De pronto apareci en el claro y se acerc a Logan.
Vive an? quiso saber.
Ha muerto respondi Logan.
Francis mir con rabia la forma inerte, decepcionado ante lo que acababa de suceder, resentido
por verse desprovisto de su presa. Lentamente levant el Arma y dispar una bala destructora
contra el cuerpo.
El cadver empez a arder y los pocos minutos quedaba convertido en ceniza.
Vmonos dijo Francis.
En el trayecto de regreso al cuartel general, cabalgando junto a Francis en un transportador,
Logan mantuvo fuertemente apretado su puo derecho. No quera ver la flor estampada en su
mano.
Su color rojo empezaba a oscurecerse.
19
9
Anda cauteloso por los corredores.
Se detiene frente a la pared donde se guardan las Armas. La pistola de Logan no est all.
Escucha un tenue rumor no expresado para que l lo capte: El viejo Francis trama algo.
Dicen que los cachorros le arrebataron una presa.
No se trata de eso. Trama algo.
Se mueve como una sombra por los espacios grises.
Como una imagen de reprimida violencia.
Vuelve al soporte de las Armas; la mira; se aleja de nuevo.
Comprueba la hora: las 7. 30.
Un hecho concreto: Logan no ha vuelto con su Arma.
Otro: Logan est en su Ultimo Da.
Da instrucciones a los tcnicos para que conecten un detector con el Arma que usa Logan.
Cuando ste la dispare, su localizacin quedar indicada en el panel.
Se sienta. Su rostro queda iluminado por la luz fantasmal de los circuitos irradiantes.
Espera
EL ATARDECER...
20
Cuando Logan entr en su unidad domiciliaria, la imagen del joven Abe Lincoln segua all,
partiendo troncos en el centro de la pieza. Logan dio un golpe al interruptor y el presidente se
esfum con un leve siseo, volviendo a su lugar dentro del dispositivo para imgenes en tres
dimensiones.
Se desnud, se ba y se puso un traje gris. Luego pidi por el disco selector una comida y un
scotch. Mientras se tomaba la bebida helada, se contempl la palma de la mano, en la que su flor
haba empezado a cambiar de matiz.
Era su Ultimo Da. Le quedaban veinticuatro horas de vida. Luego su flor desaparecera
definitivamente y tendra que disponerse para el Sueo.
Veinticuatro horas.
Logan tom la llave de plata que tena sobre la cama.
Los fugitivos imploraban: No, por favor. Y: Tened piedad! O gritaban: Socorro!. O
repetan: No! No!.
Pero Doyle haba dicho: El Santuario.
Y Logan tena la llave que poda llevarle a l. A un lugar que nadie haba probado que
existiera. Que tal vez nunca hubiera existido en su mundo. Y menos para un fugitivo en el ao
2116.
Pero y si aquel Santuario era una realidad? Y si una vez all los fugitivos estaban a salvo?
No poda suceder que l, Logan 3, lo descubriese y lo destruyera en las ltimas veinticuatro
horas de su vida? Su existencia habra tenido una finalidad. Sera un hroe. La gloria le sonreira
en los ltimos momentos.
Era un riesgo digno de correrse. Y la llave del triunfo se encontraba en su mano.
Hazlo!
Logan se acerc al intercomunicado!:. La llave penetr fcilmente en la abertura. Las ranuras
impresas en el borde metlico establecieron una serie de contactos. Y la pantalla se ilumin de
improviso.
Una muchacha extraamente vestida mir a Logan. Tendra diecisis aos y sus ojos parecan
desprovistos de vida. Su cuerpo era muy plano y anguloso.
Llama despus. Voy a salir.
No. Quiero hablarte ahora.
Es que no tienes nombre?
S, tengo nombre respondi l secamente.
En los ojos sin vida brill un chispazo de inters.
Por lo visto no se lo dices a nadie.
El dar informacin sin precauciones significa perder la seguridad, quedarse desarmado y sin
refugio dijo Logan haciendo un ligero hincapi en la palabra refugio.
Ella lo mir sin pestaear.
21
No conseguira nada. No iba por el buen camino. El fugitivo tal vez se refiri a otra cosa.
Probablemente segua una pista falsa.
Quin te ha dado mi llave? pregunt la muchacha.
Un amigo.
Voy a salir.
Ya lo dijiste antes.
Me estn esperando en una fiesta.
Podramos ir juntos. O encontrarnos all propuso Logan.
La estudi con atencin.
Complejo Halstead. Ala occidental. Cuarto nivel. Unidad domiciliaria 2582. Enterado?
Logan asinti.
En realidad, no debera invitar a un desconocido dijo ella. Si no ests a tono con la
fiesta, me lo echarn en cara.
Estar a tono con la fiesta. Y con lo que sea respondi Logan con mirada impasible.
Ya lo veremos.
Antes de desaparecer ante su vista, dijo todava otra cosa:
Me llamo Lilith 4. Creo que podr serte... til.
La imagen se esfum.
Logan respir hondo, como si murmurase algo. Como si pronunciase la palabra Santuario.
Cuando Logan lleg a la fiesta en la unidad domiciliaria 2582, la animacin estaba en todo su
apogeo. Le abri la puerta un hombre con cara de ratn que vesta un traje color naranja y estaba
completamente ebrio.
El rbol de la crueldad florece a veces en la frtil tierra del amor dijo.
Estoy seguro de ello respondi Logan mirando a la gente en busca de Lilith.
El muchacho busca, el hombre encuentra. Es de un poema mo. Escribo algunos, sabes?
Pues no. No lo saba repuso Logan.
La chica no se encontraba all. Tal vez se hubiera retrasado o a lo mejor cambi de idea
respecto al encuentro.
Uno de mis poemas fue ledo en T. D. Se titulaba Madera de las Entraas. Te gustara
escucharlo?
Logan no respondi.
En el bosque del alma
Ella se introdujo.
Entre un revuelo de heridas,
Cay.
22
24
Sharps hizo un ademn obsceno al tiempo que invitaba a la primera pareja. Los participantes
en el juego fueron saliendo de la habitacin por una ventana situada a la altura del techo.
Logan se encontr arrodillado junto a Lilith en un estrecho saliente del edificio. Bajo ellos, la
ciudad se agitaba en serpientes de luz. Vio las hileras de resplandecientes casas de cristal junto a
la plaza Hurly, y ms all el brillo de Arcade. Los tneles y galeras lanzaban al cielo su luz
sonrosada manchando el azul de la noche.
Se hallaban a gran altura.
Enfoc su cmara mientras se agarraba con la otra mano al reborde de aluminio de la casa El
viento soplaba entre los intersticios del armazn amenazando con lanzarlo al espacio.
Lilith andaba a gatas por entre la lquida oscuridad, delante de Logan. La sigui fijando la
mirada en el suave oscilar de su oscuro trasero.
Cuando ella se detuvo, le dijo:
Habla. Ahora estamos solos.
No poda ver su cara, semioculta por las gafas oscuras.
Primero hay que mirar. Luego hablaremos.
Y por qu no hablamos antes?
Si volvemos a la fiesta sin haber filmado nada, sospecharn de nosotros. Sharps no es tan
tonto como parece. Har preguntas que preferira no contestar.
Muy por encima de ellos, lo menos a media milla de altura, un vehculo de la polica enfilaba
su foco hacia los bordes de las viviendas.
Qudate en la sombra le dijo Lilith. Estn patrullando y debemos tomar precauciones.
Logan saba que aquel juego era ilegal, y no deseaba que la polica los descubriera. Si los
agentes lo interpelaban le iba a ser difcil demostrar su identidad, puesto que no llevaba el Arma.
Pero en cambio, si la hubiera llevado, la muchacha le hubiese negado su ayuda. No le revelara el
acceso al Santuario. Haba que evitar a toda costa tan inoportuno encuentro.
Precaucin.
Con agilidad de felino, la muchacha avanz a gatas por un estrecho paso que llevaba al edificio
prximo. Logan se colg la cmara de un hombro y la sigui.
La mayora de las ventanas estaban a oscuras. Algunas casas carecan de ocupantes. Lilith
seal hacia abajo.
Creo que algo pasa ah dijo.
La ventana que acababa de indicar estaba cerrada pero no a oscuras.
Tom un cable muy fino, con un auricular en un extremo y un micrfono adherido en el otro.
Apret el micrfono contra la pared y se puso el auricular en un odo. Sonri y dijo:
Escucha.
Pas el auricular a Logan. A travs del minsculo artefacto pudo escuchar clidas frases. Un
hombre y una mujer se hacan el amor. Se oyeron suspiros, y el restregar de un cuerpo contra
otro.
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Dame la cmara susurr Lilith. Y cgeme por los tobillos. Voy a tomar algunas vistas.
Dispuesto a ayudarla, la aferr por las piernas conforme ella se deslizaba cabeza abajo,
quedando colgada enfrente mismo de la ventana. Debajo se abra una milla de espacio vaco
cruzado por vigas de acero y cubos de cristal.
Logan se ech hacia atrs afianzando los pies sobre la dura piedra, sintiendo cmo sus
msculos protestaban por aquella dolorosa tensin. La cmara zumb.
Arriba! dijo la chica.
Tir de ella hasta que estuvo otra vez en el saliente.
Cmo sabas que podra sostenerte? le pregunt.
Forma paree del juego contest ella.
Conoca realmente algo acerca del Santuario? O era slo una mujer amante del peligro y de
las emociones fuertes? No hubiera podido responder. Al menos por entonces.
La luz de un foco recorri el edificio. La polica!
Se esfumaron en las sombras. El vehculo pas como un fantasma sobre ellos, continuando su
camino.
Lo ests haciendo muy bien declar la muchacha.
Podemos hablar de lo nuestro?
Ella se ech a rer y prosigui su camino, seguida por Logan.
Continuaron subiendo por salientes metlicos, ayudados por sus zapatos adhesivos. Una vez en
el tejado, Lilith le dijo:
Salta!
Y se lanz al espacio, salvando un hueco entre dos edificios, para ir a caer en un patio. l la
imit, perdiendo casi el equilibrio.
El patio estaba desierto.
Pero en el nivel contiguo, la muchacha encontr otro objetivo.
Ahora te toca a ti dijo a Logan.
ste enfoc la cmara apretando el disparador.
Muy bien dijo la chica. Ha sido un espionaje de primera. Ahora...
Vamos a hablar... o te tiro al vaco. Ya est bien de tonteras.
Eres capaz dijo ella excitada.
S. Soy capaz.
Muy bien. Qu sabes acerca del Santuario?
Lo nico que s es que quiero ir all.
Quin te ha dado mi llave? pregunt Lilith mirndole con atencin.
l afloj el rictus de su boca y empez a hablar volublemente.
La tom del lugar... del que toman las suyas todos los fugitivos.
Se ech a rer. Qu le pasaba? El borde de aluminio se desprendi y cay al vaco. Estaba
flotando en el espacio, y el viento susurraba a su alrededor.
26
Contesta mi pregunta! le exigi la muchacha con una voz velada que son intensamente
en sus odos.
Pero Logan se puso a cantar:
Angerman estaba muy enfadado... Era a la vez juez y jurado... .
Balbuceaba palabras incoherentes, sintindose feliz. Flotaba en el espacio, mirndose a s
mismo all en el borde del saliente. Vio cmo Lilith le pegaba un puetazo en plena boca. La vio
tambin agarrarlo por el pelo y echarle la cabeza hacia atrs.
La llave! Quin te ha dado la llave? inquiri.
Un hombre llamado 10... llamado 10... llamado Doyle 10...
El cuello le dola por la brusca tensin.
Angerman sigui su caza cantaba. Ang... Angerman... el malvado seor...
Se irgui con dificultades mientras la chica segua pegada a l. La oscuridad se haba poblado
de una luz anaranjada y cegadora de la que brotaba una msica cuyo sonido le haca doler los
odos y los ojos.
Mataste a Doyle?
La msica naranja lo aturda.
Los cachorros... los cachorros lo mataron.
Logan estaba casi fuera del saliente. Instintivamente extendi los brazos y sus dedos
encontraron algo a lo que asirse. Mientras agitaba las piernas en el aire, su cabeza pareci
aclararse. Su pie derecho se pos en una proyeccin metlica desde la que lentamente pudo
volver a su base anterior.
Permaneci tendido boca abajo, tratando de recobrar el aliento. Sin duda, la muchacha haba
puesto alguna droga de la verdad en su scotch. Habra hablado demasiado?
Qu ms quieres? pregunt.
Has de encontrar a Doc repuso ella. Es tu siguiente contacto.
Doc? Quin es?
Est en Arcade. En el local Un nuevo T. Bscalo all.
Logan hizo una seal de asentimiento.
Y ahora volvamos junto a Sharps y proyectemos lo que hemos filmado. Necesitas algn
estimulante, verdad?
S. Lo necesito.
Dej la pista deslizante en el paso elevado de Beverly y empez a andar hacia Arcade.
El inmenso centro de placer era como un enjambre que no tuviera fin. Llevaba quince aos sin
cerrar sus puertas para quienes ansiaban divertirse. Se acumulaba all un enorme muestrario de
servicios: narcticos, salones reactivadores de experiencias, galeras y otras cosas diversas.
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Letreros luminosos lanzaban sus llamadas y sus gritos, envueltos en colores rutilantes:
VUELVE A VIVIR EL PRIMER BESO! (Un vistoso anuncio en tres dimensiones mostraba sobre una
plataforma las figuras de dos jvenes desnudos fundidos en un trrido abrazo.)
GOZA DE NUEVO AQUELLOS INOLVIDABLES INSTANTES! (Un muchacho con los
ojos muy abiertos cabalgaba un caballo envuelto en llamas por entre un cielo figurado.) VUELVE
A VIVIR! VUELVE A VIVIR!
VUELVE A VIVIR!
El ruido aturda, miles de olores se entremezclaban, los mercaderes pregonaban sus gneros.
All el da era noche y la noche da.
Deseas divertirte, ciudadano? pregunt un hombre manco, de voz gangosa, invitndole a
trasponer una puerta oscilante.
Logan pas de largo.
De pronto vio el letrero que andaba buscando. Henda la ventana como una lluvia de sulfuro y
se apagaba; apareca y se apagaba, fundindose con el cristal. EL NUEVO T... EL NUEVO T... EL
NUEVO T...
Logan entr en el local.
Haba un vestbulo color ceniza, con algunas piezas de mobiliario gastadas y sucias. Incluso el
aire pareca como descolorido. En un rincn vio un antiguo escritorio cromado, al que se sentaba
una joven vestida de blanco, con la cara plida e inquisitiva.
Quieres ver a Doc? pregunt mirando a Logan con aire suspicaz.
Lo que quiero es llegar al Santuario.
La muchacha se humedeci los labios con su pequea y roja lengua.
Tendrs que ver a Doc.
Se levant con aire indiferente y se acerc a Logan.
La mano dijo.
l alarg su diestra con la palma hacia arriba. La flor cambiaba del rojo al negro y viceversa
parpadeando con suma rapidez.
Vamos dijo ella. Sgueme hasta EL NUEVO T.
Lo condujo por un sucio vestbulo y llegaron a un saln que ola a metal. Se sinti como helado
al identificar lo que haba en el centro, sobre el suelo de aluminio. Era la Mesa. Un aparato
penda sobre la lisa superficie de metal en la que se vean muescas y ranuras utilizadas para
amarrar los cuerpos.
No existe otra como esta, exceptuando la de un hospital entre nuestra ciudad y Nueva Alaska
dijo una voz ronca, de expresin confiada.
Logan dio media vuelta para enfrentarse a un hombre corpulento que aparentaba diecisis aos.
Sus facciones huesudas quedaban partidas por una sonrisa que descubra unos dientes torcidos.
Llevaba una larga bata gris, cuyo borde le tocaba los pies. Era Doc. El doctor.
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Ests nervioso? Es natural. Los fugitivos siempre tienen miedo. A menos de poseer el
suficiente sentido comn como para escapar antes de que la flor se vuelva negra. Luego se hace
muy difcil con los Vigilantes tras de uno. Qu va a ser? La cara sola o todo el cuerpo? Podra
alargar esas piernas en algunos centmetros.
Slo la cara dijo Logan.
No tienes mucho tiempo, eh? Los fugitivos nunca tenis tiempo. Haba en su voz una
nota de lstima. No voy a preguntarte cmo te llamas. No me interesa. Posees la llave y eso me
basta. Ballard sabe a quin debe entregrsela.
Ballard! La mente de Logan funcion velozmente. Ballard era el hombre ms viejo del
mundo. El mencionarlo se usaba para asustar a los nios. Un ser legendario, tema de canciones
populares. Y era aquel hombre la fuerza que actuaba como guardin del Santuario?
Holly te preparar. Si te asusta la Mesa procura serenarte. Me llaman doctor pero en realidad
no soy ms que un mecnico bien preparado. Un mecnico muy bueno. Dame una caja de
transistores y una libra de esponja de platino y hago lo que quieras. Ests en buenas manos. Me
puedes creer.
Mientras hablaba, la chica se adelant hacia Logan para desabrocharle la camisa. La pistola
segua en su cinto, y se pregunt si le quitaran ms. ropa. Era imposible seguir ocultando el
Arma.
Si me preguntas qu hago en un cuchitril como ste te dir que tengo mis razones. Me lo
paso bien. Un poco de msculo para los cachorros; un poco de experiencia sexual de vez en
cuando; algn trabajo para Ballard.., tal vez un cambio de cuerpo para un ciudadano cansado de
s mismo. Todo vale y me siento feliz.
La muchacha frotaba suavemente las puntas de sus dedos contra el brazo de Logan. Sus
pupilas, de un azul profundo, brillaban intensamente.
Me llamo Holly susurr. Holly 13. En otros tiempos se deca que mi nmero traa mala
suerte. Crees en la suerte?
Doc dirigi a Logan otra de sus torcidas sonrisas.
Holly no trabajaba por dinero indic. Le gusta ver lo que pasa en la Mesa... y otras
cosas. Su sonrisa se transform en una carcajada reprimida. Volver en un minuto.
Me tengo que desnudar? pregunt Logan a la chica.
Tratndose de la cara, no es necesario repuso. Pero si lo deseas...
Qu ms?
Vacate los bolsillos.
Lo condujo hacia la Mesa.
El aparato era una de aquellas instalaciones monstruosas pertenecientes al tipo Mark J. .
Suspendido sobre su lisa superficie pudo ver un deslumbrante amasijo de sondas y de pinzas; de
escalpelos, muelles, grapas y agujas. Tubos y alambres se conectaban entre s entrecruzndose
por encima del circuito solid state que formaba el cerebro y la memoria de la mquina. A un
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extremo de la misma figuraba la consola con los mandos, los botones, los interruptores, las luces
y los cuadrantes.
Una Mesa como aqulla poda alargar los huesos y cambiar la forma de una dentadura;
ensanchar los hombros, poner o quitar peso, y alterar el plasma o el grupo sanguneo. Con su
sistema de lsers ajustables era capaz de separar la carne que envolva un nervio y suprimirlo sin
daar su funda. Funcionaba de manera tan precisa como un tallador de diamantes y con la misma
carencia de emociones que un expendedor automtico.
A Logan no le gustaba someterse a un aparato capaz de variar su forma fsica y convertirlo en
un hombre distinto. Pero lo hizo. Holly 13 le amarr muecas y tobillos y le coloc los sensores.
La Mesa se acomod a su peso, se adapt a su forma y lo situ en la posicin adecuada.
Me gusta el pelo oscuro dijo Holly inclinndose sobr l. Una luz azulada se mova en el
fondo de sus ojos. Dile que te vuelva el pelo oscuro.
Doc regres junto al paciente.
Has pensado algo especial? le pregunt. Con una estructura como la tuya, cualquier
cosa es posible.
Usted decide le contest Logan. Empiece de una vez.
Escucha, fugitivo le advirti Doc con dureza. No pierdas los nervios. Yo te dir a dnde
hay que ir, cmo conseguirlo y en qu momento. Siempre me vens con prisas. Siempre me estis
empujando. Pero no irs a ningn sitio sin Doc. Todo esto es cosa ma. No podrs utilizar la
segunda llave hasta las nueve cuarenta; de modo que hay tiempo para convertirte en otro hombre.
Doc manipul el tablero de mandos al tiempo que estudiaba la cara de Logan.
Para empezar, podramos ensanchar un poco tus pmulos.
La mquina empez a zumbar mientras un par de finas cnulas de plata se separaban de su
soporte y se cernan sobre Logan, y una aguja apuntaba hacia su cara. Al propio tiempo una sierra
vibrante empez a buscar su presa.
Pero de pronto cesaron todos los movimientos, y la aguja qued inmvil. Un timbre de alarma
haba sonado.
Doc entorn las pupilas.
Algo no funciona dijo. La Mesa ha detectado metal. Te vaciaste los bolsillos?
Logan asinti.
Doc lo miraba con aire receloso.
Pues algo no funciona.
Se alej del tablero y fij la mirada en Logan. El bulto que formaba la pistola destacaba
perfectamente en su cintura. Doc le separ la ropa, descubriendo el Arma.
Cierra la puerta Holly.
Qu pasa? pregunt la muchacha acercndose. Pero Doc la rechaz de un empujn.
Lleva el Arma! exclam. Es un Vigilante. Qu hacemos?
Djame pensarlo dijo Doc mirando con ira a Logan, indefenso en la Mesa.
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Ya ha visto mi mano dijo Logan. Es mi Ultimo Da. Cree que sigo trabajando como
Vigilante?
Llevas un Arma. Y slo los Vigilantes estn autorizados para ello.
No soy el primero que intenta huir.
Por qu tengo que arriesgarme? pregunt Doc regresando a su puesto junto al tablero.
Voy a conectar todos los mandos a la vez. Tendrs algo ms que un rostro nuevo, muchacho.
Logan trat de libertarse de sus ligaduras; pero estaban muy bien aseguradas.
Qu har la mquina con l? pregunt Holly, mientras el brillo azul de sus pupilas
adquira una nueva intensidad.
Cualquiera lo sabe! La mquina obrar por cuenta propia.
La Mesa empez a zumbar otra vez con renovado vigor.
Quiero verlo dijo Holly con la cara encendida.
Doc ahog una carcajada.
Logan mir hacia arriba. Estaba sudoroso. Una serie de instrumentos afilados y punzantes se
cerna sobre l. Una aguja hipodrmica le pinch el lado izquierdo de la cara dejndolo
insensible. Un par de grapas metlicas se aferr a su pierna derecha por debajo de la rodilla. Un
escalpelo le rasg la camisa desde el hombro a la cintura, dejando un rastro de sangre, que fue en
seguida secado por una esponja.
Logan trat desesperadamente de comprimir el vientre apretndose contra la Mesa.
A su lado, Holly respiraba con fuerza.
Una amplia hoja con dientes de sierra descendi lentamente desvindose haca la derecha y
quedando suspendida sobre Logan. Unas tijeras para nervios chasquearon en el aire, descendieron
de pronto y cortaron la cinta que inmovilizaba su brazo derecho.
Doc se hizo atrs, mientras Logan empuaba la pistola.
Una lluvia de cuchillos de plata se abati sobre l, pero los detuvo golpendolos con la culata.
Los cuchillos se rompieron cual pedazos de hielo.
Logan trat de apuntar a Doc con su Arma.
Pare esa mquina! le orden.
Pero Doc se haba escabullido hacia la puerta con la celeridad de un lagarto, seguido por Holly.
La Mesa roci a Logan con el alcohol refrescante de un pulverizador, al tiempo que el
prisionero libertaba su otra mano. Un sistema de contactos finamente lubricados empez a
funcionar en el interior del aparato.
Logan apart el cuerpo, se libr de las ataduras de las piernas y salt al suelo rodando sobre s
mismo, en el momento en que la mquina se atacaba a s misma en sus partes vitales.
Sus movimientos cesaron entre chirridos y chispazos.
Logan reflexion sobre lo que deba hacer. Si no lograba la segunda llave que haba
mencionado el doctor, su fuga terminara all. Por su parte, Doc no tardara en divulgar la noticia
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de que tena un Vigilante en la sala de operaciones, con lo que su camino acabara antes de ser
empezado.
Abri la puerta de un puntapi y se encontr en un paraje oscuro en el que se cruzaban diversos
pasadizos. El rumor sordo de las galeras de comunicacin lleg a sus odos, mezclado al olor
nauseabundo del polvo procedente de los centros narcotizantes.
De la penumbra gris surgi un objeto fro que le arrebat el Arma al tiempo que le dejaba
insensibilizado el brazo desde la mano al codo.
Logan se revolvi, agachndose un poco para enfrentarse a la figura blanca que se acercaba a
l esgrimiendo una matraca congeladora. Doc estaba decido a todo.
Un solo golpe en el pecho y los cristales de hielo le paralizaran el corazn y le inmovilizaran
la funcin respiratoria. Su Arma yaca en el suelo como un pedazo de metal helado.
Mantena fija la mirada en el bastn de color gris que esgrima el doctor. El aparato silb en el
aire, pero Logan logr esquivar el golpe y se agach apoyndose en una rodilla en la postura
clsica de ataque llamada omnita. Al propio tiempo, su codo izquierdo se clav en la ingle de
Doc, quien profiriendo un grito ahogado, dio contra la pared y desplomse sobre la rodilla de
Logan, que le propin un golpe mortfero en la espina dorsal.
Profiriendo un juramento, Logan registr los bolsillos del muerto. No deb haberle matado,
se dijo. Ahora tengo que buscar la segunda llave? La tendr la muchacha? Pero dnde se
encuentra sta? Probablemente oculta en algn lugar del laberinto de Arcade.
Recuper su Arma, todava hmeda, al tiempo que se ergua, porque acababa d percibir un
ruido en la estancia contigua. Se acerc cautelosamente a la puerta y la abri.
Holly estaba apoyada en la pared del fondo sujetando en su mano un cuchillo quirrgico a la
vez que fijaba en el Arma de Logan una mirada temerosa. Al ver que Logan avanzaba hacia ella,
se hundi la hoja del cuchillo en el pecho.
Su vida termin as bruscamente.
Logan dej su Arma. Una voz confusa preguntaba:
Doyle... Doyle... eres t?
Logan traspuso una cortina de aluminio. La habitacin heda a anestsico. Una muchacha de
pelo oscuro, desnuda hasta la cintura, se levant como borracha de un colchn neumtico.
Parpade soolienta al ver a Logan.
Soy yo... Jessica dijo, mientras se palpaba los planos de su cara.
Una fugitiva, pens Logan. La flor de su mano parpadea. Pero por qu creer que soy
Doyle? Acaso tenga...
Tienes la llave? le pregunt.
Doyle... ya no pareces mi hermano. Ni siquiera hablas como l. Nos han cambiado a los dos.
Aquella muchacha era la hermana de Doyle y ste debi decirle que se encontraran all.
Escucha dijo Logan. Tienes la otra llave?
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La chica se haba despertado por completo y proceda a ponerse una blusa. La vio sacar de un
bolsillo un objeto de plata. Logan lo tom. Era una llave.
Te dio instrucciones Doc?
S. Me dijo... nos dijo que saliramos por un tnel secundario que est bajo Arcade. Yo lo
conozco.
De acuerdo. Vmonos!
La sigui por una rampa deslizante que los sumi en una oscuridad poblada de reflejos.
Cuando dejaron la rampa, la tom de la mano, y ambos corrieron a lo largo de una plataforma.
La red viaria estaba formada por un milln de millas de tneles, constituyendo un sistema
venoso de autovas que enlazaban todos los puntos de los diversos Continentes, uniendo Chicago
con New York, Detroit con New Alaska, y Londres con la Australia meridional. Por ellos
circulaban un enjambre de escarabajos de metal oscuro que surcaban las profundidades
subterrneas a velocidades pavorosas.
Logan introdujo la llave en un aparato de llamada situado al extremo de la plataforma.
Se oy en la distancia un sonido metlico, una especie de rumor de huracn que viniera de las
profundidades del planeta. El vehculo apareci de pronto y se qued inmvil en su lugar de
atraque.
Subieron a l. La puerta deslizante se cerr, y los asientos se ajustaron.
Punto de destino? pregunt el vehculo.
El Santuario dijo Jessica.
El vehculo inici su marcha, deslizndose con un fluido movimiento en suspensin.
Conforme avanzaba vertiginosamente Logan se dijo que todo aquello estaba resultando
demasiado fcil. Se meta uno en un vehculo, deca una palabra y la mquina lo llevaba
obediente... a dnde?
Y en cuanto a la muchacha, cmo deba comportarse con ella?
El vehculo aminor la marcha, se detuvo, emitiendo un leve chirrido y la puerta se abri.
Jessica continu impasible.
Se puede cambiar el color de los ojos de un hombre dijo, pero no su interior. T no eres
mi hermano.
Tu hermano ha muerto le explic Logan.
La muchacha hizo una mueca.
T lo mataste.
No. Pero lo vi morir. Me entreg la llave. Quera... que yo la tuviese.
La cara de la muchacha permaneci impasible unos momentos. Luego empez a sollozar
calladamente.
33
Cmo decirle que lo lamentaba? Un Vigilante no poda sentir piedad. Haca su obligacin y
nada ms.
Escucha. Tu hermano ha muerto, pero nosotros estamos vivos. Y si queremos seguir
viviendo hemos de actuar. Eso es todo.
Apense, por favor dijo la voz del vehculo.
Saltaron al exterior y la mquina continu su rauda marcha.
La plataforma estaba vaca. Una confusa claridad amarillenta bajaba de una claraboya en el
techo del tnel. Algunas tejas de metal aparecan amontonadas aqu y all, en los lugares donde
se haban desprendido del techo. El suelo quedaba al descubierto en algunos lugares por estar
roto su cubrimiento anodizado.
Sobre un oxidado sector de la pared haba un cartel despegado por las puntas. Vease en el
mismo una silueta en trance de correr sobre la que alguien haba escrito la palabra: VERGENZA.
Ms abajo pusieron con tiza: LOS QUE HUYEN SON UNOS COBARDES.
Sobre la plataforma, una seal torcida indicaba: CATEDRAL.
Qu hacemos ahora?, se pregunt Logan. Ser esto el Santuario? Un sector peligroso de
la ciudad poblado por cachorros renegados?.
Atencin! le advirti Jessica.
Se oa un canto lejano, cuya meloda ganaba intensidad o disminua, despertando ecos desde un
nivel ms alto.
Logan empuj a Jess hacia un lugar en sombra. Esperaron.
A sus odos llegaban las palabras del canto:
Vigilante,
Vigilante,
Aprtate de m.
No vuelvas a mi lado
Nunca ms.
La voz sonaba con acento tembloroso e infantil, cada vez ms cercana.
Es un cachorro! dijo Logan tratando de ver en la oscuridad.
Ya muy cerca, se oyeron las palabras:
Me arrodillo
A rezar.
Vigilante, Vigilante,
Aljate de m...
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Un ser de pequea estatura, vestido con un rado atavo azul, penetr en el crculo de luz solar
que daba sobre la plataforma. Era una nia de cinco aos, que arrastraba algo tras de s. Tena la
cara sucia y el pelo revuelto. Sus piernas eran flacas e iba descalza.
Dej de cantar y dijo:
No tengis miedo. Me llamo Mary-Mary 2.
Logan sali de la sombra.
Qu haces aqu? le pregunt.
Me han dicho que viniera a vuestro encuentro.
Quin?
La nia abri mucho los ojos.
Quin va a ser? El viejo!
Jessica la aferr por los hombros.
Qu viejo?
Uno que tiene el pelo blanco les cont. Y la cara hundida. Y es muy sabio. El hombre
ms viejo del mundo.
Ballard!
La nia se sac una llave de plata del bolsillo. Me dijo que os diera esto.
Hemos de usarla ahora mismo? pregunt Logan tomndola.
A esta hora contest la muchacha con expresin solemne, levantando ambas manos con
los dedos extendidos. En el centro de la diestra, una flor amarilla brillaba tenuemente.
A las diez dijo Jessica.
Logan mir un reloj de pared situado por encima de ellos.
Faltan doce minutos.
Jessica clav su mirada en la nia.
Dnde vives, Mary-Mary? pregunt.
Aqu repuso ella, sonriendo.
Por qu no ests en un jardn de infancia?
Porque soy muy lista.
No tienes hambre?
Siempre se encuentra algo que comer.
Abri la bolsa que haba quedado a sus pies y con aire triunfal sac de la misma una vieja
ratonera. Jessica palideci.
Yo nunca subo la escalera dijo Mary-Mary. Arriba estn los malos que nos maltratan. Y
ahora, adis. Eres muy buena.
Mir desdeosamente a Logan y desapareci otra vez entre los tneles.
Me parece que no le soy simptico coment Logan.
No debera andar sola por estos lugares dijo Jess. Tendra que estar en un jardn de
infancia junto a los dems nios.
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Una vociferante turba de cachorros emergi de la boca del tnel, rodendolos. Encabezaba el
grupo un ser de trece aos fanfarrn y violento. Llevaba una blusa de Vigilante rota y manchada
de sangre y unos ajustados pantalones sucios de sudor. Se llamaba Billy el Guapo.
Mirad que regalo! exclam sonriendo estpidamente. La nia de la ratonera y dos
asquerosos desertores.
Mary-Mary golpe el suelo con sus pies.
Fuera de aqu! les increp. Este lugar me pertenece. Volved arriba.
Pero Billy el Guapo ignor sus palabras.
Cmo nos vamos a divertir! exclam.
Logan estudi al grupo. Era preciso llamar nuevamente al vehculo. Pero necesitaba cinco
minutos. Y qu hacer durante dicho tiempo? Tendra que habrselas con el cachorro que tena a
su derecha y luego ir por Billy el Guapo, si no pensaba algo mejor. Indic a Jess y a la nia que
se pusieran tras de l. Luego dijo a Billy:
Lo siento por ti.
Hubo unos momentos de confusin mientras la jaura miraba a su jefe.
Por m? Ser por ti, desertor.
No, por ti, Billy. Qu edad tienes?
Billy entorn los ojos sin responder.
Doce? Trece? En cuanto a m, he llegado a la mxima edad dijo abriendo poco a poco la
mano, para mostrarle la parpadeante flor. Pero tu tiempo tambin se acabar. Cunto crees
que vas a durar?
Haba pasado un minuto.
Dos aos? Uno? Seis meses? seal la flor azul en la mano de Billy. Qu pasar
cuando se vuelva roja?
Una vez atrap a otro Vigilante. Decan que era imposible, pero lo consegu. Lo hice
pedazos. Soy yo quien manda. Los cachorros me obedecen. Hacen lo que yo digo. Siempre lo
harn. Soy el amo de Catedral y nunca me echarn de all.
A los catorce ya no se puede ser cachorro. Sabes de algn cachorro con una flor roja?
Tendrs que abandonar Catedral porque nunca se permitir a un adulto vivir en ese sector. Los
jvenes te harn pedazos si te quedas. No tendrs ms remedio que pasar el ro. Y antes de que te
des cuenta, habrs llegado a los veintiuno, y tu flor empezar a cambiar de tono. Y morirs como
un cordero.
Dos minutos.
Imposible! Yo soy distinto! grit Billy. Echars a correr? pregunt Logan. Es
eso lo que crees? Correr como yo corro ahora! Y como ella!
Cllate! Cierra la boca! Nunca ser un maldito desertor!
No te diferencias en nada de nosotros, Billy. Eres como los dems. Aydanos en vez de
buscar los.
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38
8
Brilla una luz.
El hombre sonre. Logan ha hecho un disparo.
Toma nota de las coordenadas. Sealan un punto bajo la zona muerta de Catedral.
Se dirige hacia all.
Examina los cuerpos destrozados sobre la plataforma.
Recoge un tampn de droga usado y lo tira otra vez.
Examina el dispositivo de llamadas, tantea los terminales. Logan ha tomado un vehculo.
Frunce el ceo hoscamente.
Oye una voz infantil que canta suavemente: Vigilante, Vigilante, aljate de m... .
La voz ya no se oye.
Sigue su rastro a lo largo del tnel.
LA NOCHE...
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Al finalizar el Siglo Veinte y antes de que empezara la Guerra Menor, cuando los hombres
proliferaban como microbios en un caldo de cultivo, el problema clave era la alimentacin. Los
cuatro jinetes recorran el mundo bajo un solo signo: el del Hambre.
Los hombres alcanzaron otros planetas, no hallando en ellos ms que gases y rocas heladas.
Llegaron hasta las estrellas, pero fueron rechazados por la frmula E = mc2. Y abandonaron el
intento.
Quedaba el mar. Las seis sptimas partes del mundo. Una ola se levanta temblorosa y avanza
en movimiento acelerado, recorriendo millares de millas hasta estrellarse en el borde de algn
continente. Pero esto slo pasa en la superficie. Bajo ella, se encuentran las Profundidades. La luz
se va filtrando lentamente hasta alcanzar un estado difuso, y desaparece al llegar ms all de unos
cientos de metros. En aquellos parajes slo reina la oscuridad. Las presiones, las rpidas
corrientes y un fermento de vida se mezclan en pavorosa confusin.
Ms abajo todava, en lugares donde el acero reforzado acta como elemento de retencin y los
seres vivientes llevan sus propias luces, se encuentra Molly, la que fuera ciudad soberana dentro
de un mar fecundo.
Se tard mucho tiempo en construirla. Su extensin abarcaba muchas millas marinas. Ofreca
vivienda y trabajo a veinte mil tcnicos y a sus familias y procuraba alimento a un cuarto de la
poblacin mundial. Era una enorme centro procesador de materias nutritivas, hundido bajo una
cpula de plasta-acero por cuyas aberturas entraban submarinos y transportes, mquinas
sembradoras y cosechadoras.
Las protenas son protenas tanto si proceden de una res como de un calamar. Mediante su
adecuada combinacin con hidratos de carbono, vitaminas y minerales, la molcula de protena
puede ser transformada en cualquier alimento. Y en el medio marino, dichas molculas de
protena viven adoptando millones de formas.
Molly fue una precursora; mostr el camino a seguir. Despus se construyeron la ZutherNotion, la Proteus y la Manta City. Pero Molly sigui siendo la reina.
Lo fue hasta las 6.03 de la tarde, horario unificado, del 6 de marzo de 2033, hora en que las
terribles presiones de la Challenger Deep, que llevaban actuando muchos siglos, ocasionaron un
desplazamiento de una dcima de pulgada en dos planos defectuosos que atravesaban la
Trinchera de las Marianas... y una grieta, fina como un cabello, apareci en la cpula de
plastiacero de Molly. Una slida masa de agua atraves siete niveles, destruyendo un centenar de
compartimentos en un instante crucial. La ciudad dej escapar un alarido. El acero se parta como
papel. Catorce mil hombres, mujeres y nios mezclaron sus tomos a los del mar en un primer y
catico embate.
Pero Molly encaj el golpe. Las presiones se nivelaron; los mamparos se tensaron, aceptaron la
carga y chirriaron conforme el ocano los curvaba hacia dentro. Se cerraron vlvulas automticas
y se encajaron escotillas. En doce segundos slo qued en la parte afectada un conglomerado de
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Y he de creerte yo? pregunt Whale con calma, al tiempo que levantaba una de sus
enormes manos y abra sus dedos gruesos como salchichas. Entre los pliegues de la carne se
entrevea una flor negra. El lanza-arpones segua apuntando a Logan.
La clera y la inquietud nublaban la mente de Logan. Cualquier cosa que dijera poda costarle
la vida.
Deja ese Arma y pona en el suelo, muchacho orden Whale.
Con la frialdad de movimientos de un bailarn, Logan obedeci sin que su vista se apartara del
can del lanza-arpones.
Volvi a erguirse.
Y ahora dijo Whale. Vamos los tres a dar un paseito por Molly.
Los oblig a retroceder por el pasillo.
Vosotros, los de tierra firme, no sabis nada de Molly. Pero esta ciudad libra un duro
combate. No quiere morir. Igual que yo.
Subieron la pared en pendiente de un compartimento estrecho; siguieron por una retorcida
pasarela suspendida sobre la oscuridad; atravesaron una selva de estropeadas cintas
transportadoras que exhalaban un acre hedor a aceite derramado y a salmuera. Animales
parecidos a cangrejos huan ante su paso. Peces fosforescentes se movan en un agua putrefacta,
conforme los tres proseguan su marcha zigzagueante por la moribunda ciudad en forma de
burbuja.
Chapoteaban en el agua y sta les lleg pronto hasta los muslos. Whale se acerc a una
escotilla claveteada, la abri y empuj a Logan ante s. En el recinto repercutan sordos rumores.
Dentro de aquel espacio en forma de atad, el ocano cobraba una presencia viva. Las embestidas
de la fra marea submarina hacan retemblar las paredes, y el agua se insinuaba por todo el recinto en forma de finsima lluvia.
Desprovisto de su Arma y sometido a la mirada vigilante de Whale y de su lanza-arpones,
Logan sentase indefenso.
Esta es la parte ms dbil de Molly dijo Whale. Pero ella, no se deja abatir.
Cambindose el arma de mano acarici con la diestra la gastada pared de metal. Aguanta,
chica! susurr. Demuestra lo que vales. S que ests malherida. Que soportas ataques
terribles. Pero sigue resistiendo. Te traigo ayuda.
Mir a Logan fijamente.
Si quieres seguir vivo tendrs que ayudar a Molly. Apyate con fuerza en la pared.
El corpulento individuo sali no sin dificultades por la estrecha abertura.
Si la pared cede, no tienes salvacin.
Espera! exclam Jess tratando de detenerle. No irs a dejarlo ah?
Cmo que no? gru Ballena. Molly lo necesita.
Pero entonces, t eres igual que l. Otro asesino.
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Hay que matar para salvarse replic el gigante, y apartndola a un lado, cerr con un
portazo y asegur la escotilla por fuera.
Entreg una llave a Jess y aadi:
sala a las diez cuarenta cuando llegue el prximo coche. Es mejor que me hagas caso. Ya
sabes dnde hay que apearse.
Jess lo mir con el rostro muy plido.
Una sorda reverberacin conmovi las planchas que formaban el suelo.
Molly me llama. Tengo mucho que hacer. Di a Ballard que continuamos resistiendo.
Y con agilidad pasmosa, se desliz por entre una maraa de mstiles y puntales,
desapareciendo en las entraas de la ciudad.
Sumido en aquellas sofocantes tinieblas Logan sinti que lo invada la desesperacin. No caba
la menor esperanza. Nunca podra salvarse. Estoy perdido, pens agarrotado por el miedo.
Tante las dimensiones de su insegura crcel. No haba ninguna abertura. Ni ninguna
herramienta con la que forzar la escotilla. Por qu no se haba arriesgado a recibir un impacto
del lanza-arpones ? Habra quedado desecho pero su muerte hubiera sido rpida. En cambio, un
encierro como aqul quebrantaba los nimos; destrozaba los nervios; haca perder la condicin
humana.
Tengo lo que merezco, pens. Tal vez sea mi castigo por lo que he hecho. Vale ms que
este maldito ocano me ahogue.
Sinti el incontenible impulso de golpear las paredes.
El Pacfico descargaba todo su peso contra la maltratada estructura; el agua chorreaba por
todas partes; la inundacin creca. Logan estaba sumergido hasta el pecho. Momentos despus, el
agua le llegaba a la barbilla. Tuvo que cerrar la boca. El recinto cruja sometido a presiones
enormes.
De pronto la escotilla se desplaz y el agua volvi a descender. Jess haba abierto.
Rpido! exclam. Tenemos poco tiempo.
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7
Examina los datos.
Informe: Doyle 10 tiene una hermana, Jessica 6.
Informe: El interrogatorio de la pequea Mary-Mary revela que Logan est con Jessica.
Fija su mirada en la fra pantalla: Ninguna luz brilla en su superficie. Ninguna aguja
indicadora oscila.
Los detectores de la red viaria guardan silencio.
El detector del Arma est tambin inmvil.
El Rastreador contina mudo.
Aunque parezca increble, su presa se ha esfumado.
MEDIANOCHE
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Unas cuantas figuras envueltas en pieles los rodearon, emergiendo por parejas o por tros de los
oscuros agujeros excavados en el hielo. Logan contempl aquellas caras cadavricas que
clavaban en ellos sus miradas de lobo.
Regla primera dijo el celador: Todo nuevo convicto puede elegir a un antagonista. Dos:
ste podr usar el arma que quiera para defenderse y defender sus pertenencias. Tres: el recin
llegado combatir sin arma alguna. stas son las reglas. No hay ninguna ms... excepto que el
vencedor tiene derecho a la mejor porcin.
Y si me niego a luchar? pregunt Logan.
Morirs sobre el hielo respondi el celador. Eso no cuenta para la chica aadi con
una mueca. Ms vale que empieces ahora mismo. Unos minutos ms con esa ropa y no tendrs
necesidad de combatir.
Bajo los embates del viento glacial, el traje de Logan pareca una fina gasa. Examin las
nudosas figuras, tratando de discernir cul sera la ms dbil, pero le fue imposible. Todos eran
supervivientes y estaban muy curtidos.
Seal al azar.
se dijo.
El crculo se estrech para ocupar el vaco dejado por el aludido, que avanz haca Logan. Era
alto, de brazos muy largos y hombros huesudos. De entre el espeso vello de su pecho sac un
agudo estilete de hielo pulido a mano. Ocho pulgadas de hoja letal aguzada con cuidado de
artista.
Sin pensarlo un segundo, atac. El pual lanz un destello. Pero haba avanzado su arma,
demasiado de prisa y Logan aprovech aquella ventaja para arrebatrsela y estrellarla contra el
suelo donde se hizo pedazos. Resbal sobre uno de ellos y cay. El otro se lanz sobre l
aferrndolo por el cuello.
Logan sinti el contacto de sus dedos nervudos acercndose a su trquea.
Pero pudo librarse de aquella tenaza y dirigiendo a su enemigo un golpe terrible, lo alcanz en
la nuca, dejndolo sin vida.
El celador pareci decepcionado y sorprendido. El crculo de ojos se haba posado con
expresin hambrienta, en el cadver que ya empezaba a helarse. Desnudaron el cuerpo y lo
arrastraron.
Se llamaba Harry 7 explic el celador. Toma sus ropas y recoge sus pertenencias. Se
acerc a la boca de una chabola. Este refugio es tuyo. Harry no tena mujer. As es que puedes
compartirlo con la chica.
Logan sigui a Jess a aquel ftido antro, abierto en la costra de hielo. Una vez dentro se
pusieron con toda rapidez las malolientes pieles que haban envuelto a Harry 7. La temperatura
era veinte grados superior a la de fuera, pero an as resultaba terriblemente fra.
Se sentaron el uno junto al otro sobre una tenue capa de cintas de envolver, extendida sobre el
hielo. Cuando l se aproxim todava ms, Jess se apart con cara de disgusto.
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Bueno. Ya estamos peleados otra vez, pens Logan colrico. Ella estaba segura de que las
posibilidades de ambos eran mnimas. Seguan con vida gracias a los harapos de un hombre que
haba muerto; pero le era imposible aceptar como bueno el que su compaero hubiera tenido que
matarlo para hacerse con ellos.
O lo que decas mientras nos situbamos sobre la plataforma dijo Logan. Escond el
Arma para que nuestro contacto no me relacionara con los Vigilantes. Si la hubiera guardado
tendramos alguna posibilidad de defendernos. En realidad, t me necesitas ms que yo a ti.
Not cmo ella se apretaba contra su costado.
Qu ser de nosotros? le pregunt.
No podemos hacer nada hasta que no conozcamos mejor este lugar repuso Logan.
Se oy un ligero restregar de pies y apareci el celador.
Venid. Voy a mostraros a Tom el Negro.
Lo siguieron, y el celador los condujo por un breve trecho bajo el viento helado.
Aqu lo tenis indic con ademn teatral.
Miraron la forma encerrada en el bloque de hielo transparente. Pero no se trataba de un hombre
completo, sino tan slo de parte de un hombre.
La forma no tena piernas, y uno de sus brazos no era sino una especie de mun aplanado
como un remo. El otro se arqueaba hacia adelante terminando en unos dedos provistos de garras.
El cuerpo careca de todo vestigio de grasa y los huesos destacaban en todo su relieve. El brazo
arqueado pareca haber querido aferrarse a la vida: La cabeza se apretaba contra el hombro. En la
cara retorcida destacaban unas pupilas blancas como la leche. La exposicin a los elementos
haba momificado su estructura.
Era negro.
Pera antes fue blanco explic el celador.
Jessica apart la mirada.
Est ah por un motivo continu el guardin. Y no precisamente. para hacer bonito.
Aprended la leccin. Sobrepas los dos aos de estancia en l Infierno. Al final del primer ao
qued ciego por la refraccin. Al cabo de un mes, se le helaron las piernas, pero ni aun esto lo
detuvo. Excav dos chabolas y curti las pieles que llevis. Dicen que se arranc el brazo de un
mordisco al quedarle atrapado en un deslizamiento. El caso es que volvi sin l. Vivi ms
porque aprendi ms deprisa. Escupi sobre el hielo. Yo paso ya de un ao. Ningn otro
puede decir lo mismo. Haced lo que se os mande y tal vez vivis una semana.
Salvajes! exclam Jess. Por qu vivs d esta manera?
El celador esquiv contestar de manera directa.
Vale ms vivir que morir.
Podrais colaborar unos con otros prosigui Jess. Trabajar, en comn en vez de
destruiros mutuamente.
Trabajar en qu?
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Box viva en un mundo blanco. Se mova por entre tempestades de hielo pulverizado, en medio
de la ms completa soledad. Jams se fatigaba, no senta fro y una parte de l no dorma nunca.
Habitaba un espacio poblado de porcelana y mrmol; de alabastro y marfil. Converta en castillos
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a los icebergs, y en palacios las escarpaduras glaciales. Flotaba como una nube por las heladas
inmensidades.
Pero estaba contento.
Box vio acercarse a las dos vacilantes figuras agachadas contra la ventisca. E inmediatamente
desapareci.
Logan se esforzaba en vencer la terrible fatiga. Los remolinos lo fustigaban tratando de cortarle
el aliento; heran su rostro y sus manos, y penetraban como cuchillos por entre las pieles en que
se envolva. Los grandes taludes sobre la glacial llanura parecan alejarse de ellos. Nunca
lograran alcanzarlos. Se hallaban a diez mil millas de distancia. Eran tan slo espejismos que los
arrastraba hacia adelante, andando con pies pesados como el plomo, un paso, y otro, y otro, y
otro...
Jessica tropez y cay.
Trat de incorporarla tirndole de un brazo. No le era posible avanzar. Ni retroceder. Las
escarpaduras se inmaterializaban como un sueo. Acaso no hubieran existido nunca. Logan se
agach junto a Jess. La muchacha tena los ojos cerrados. Tiene que abrirlos, pens sooliento.
De lo contrario, morir. Si no abre los ojos, morir, y eso sera fatal.
En cambio yo, aunque los cierre, puedo abrirlos de nuevo. No tengo problemas. Los abro. Los
cierro. Le dir que los abra. Pero dentro de un rato. Ya ver lo fcil que es.
Logan cerr los prpados.
Era preciso abrirlos en seguida... al cabo de un segundo. Luego dira a Jess que tambin los
abriera. Era tan agradable tenerlos cerrados por algunos momentos! El viento haba cesado de
soplar; reinaba una extraa calma; no senta fro. Abrira los ojos dentro de unos momentos, y no
habra ms problemas. Seguro que no habra ms problemas.
Logan se qued dormido.
Al despertar se vio rodeado por un friso de bestias de cristal que oscilaban dentro de un fuego
azul. Parpade. El friso se solidific. Hasta donde alcanzaba la vista todo estaba cubierto de
nutrias y ms nutrias que parecan haber surgido, como por arte de magia, de una extensin de
hielo diamantino. Pero an haba ms.
Logan se sent, contemplando el increble espectculo.
Un pez cuyas escamas resplandecan con los colores del arco iris, estaba atrapado en una masa
de circn.
Una morsa de largos colmillos y ojos que refulgan como un espejo mostraba un cuerpo
veteado de negros y de prpuras.
Una bandada de aves de cristal volaba por un cielo tambin de cristal.
Se entremezclaban planos y proyecciones. Una intrincada labor de cristales calados se elevaba
en una sucesin de planos prismticos, moteados de fulgores y destellos en tonos amarillos de
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flor, lquidos rojos, y azules cerleos reflejndose los unos en los otros, el todo iluminado por una
lmpara oval hecha de hueso tallado, que parpadeaba y siseaba. Y sosteniendo aquel dbil encaje,
una inmensa columna se elevaba hasta la bveda de la gruta de hielo.
Logan se sinti como aprisionado dentro de las lgrimas de cristal de un candelabro.
La estancia ola a aceite de foca quemado.
Jess se hallaba en el suelo, junto a l. Sus prpados temblaron, despert y ahog un grito.
Sorprendente, verdad? pregunt una voz bien modulada.
Frente a ellos vieron a un ser con las piernas de metal cromado. Desde el centro del pecho a las
caderas se extenda una complicada madeja de resortes y cables. Tena una mano en forma de
herramienta cortante. Su cabeza era mitad de carne y mitad de metal.
Es una mquina! exclam Jess.
No. Ni mquina ni hombre, sino una sntesis perfecta de ambas cosas y ms lograda que
cualquiera de ellas. Tenis ante vosotros al consumado artista cuya creatividad fluye de una
combinacin de hombre y de metal. El primero concibe con apasionamiento y con ardor; el
segundo ejecuta con micromtrica exactitud. Ningn escultor podr igualar jams las grandezas
que aqu veis.
De modo que aquel ser era Box? Una mezcla increble de criatura mortal y de robot, habitante
en un mundo fantstico creado por l mismo. Logan se pregunt cunto de humano conservara
an.
Nos han dicho que puedes ayudarnos a encontrar alimentos.
Mastuerzos!
profiri Box. Bestias!
Es que no pensis ms que en comer?
Estmagos andantes!
Somos humanos y tenemos hambre replic Logan. T no comes?
Es mi alma la que se alimenta. No mi cuerpo. El arte antes que nada!
Jessica recorra con la mirada la resplandeciente sala.
Qu bonito es todo! exclam en voz baja. La mitad de la cara de Box sonri.
Pues espera y vers cuando haya viento explic con un susurro. Mis aves cantan. Mis
grandes morsas respiran. Suenan las campanas del palacio. Y en el fondo de las grutas, se
pronuncia mi nombre: Box... Box... su voz se fue esfumando hasta sonar como un sollozo
ahogado.
Aves, peces, animales diversos dijo Jessica con expresin absorta. Posees de todo.
S. Hay aqu toda clase de criaturas... excepto hombres gru Box. Los hombres me
persiguen; anhelan mi metal. Cmo les gustara hacerme pedazos y fabricarse una estufa con mi
cuerpo! De mis piernas saldran finos cuchillos, anzuelos y flechas. Son como topos que se agitan
y tropiezan en la oscuridad. He visto sus cuerpos yertos sobre el hielo, horriblemente feos e
intiles, batidos por la ventisca. Pero ahora os tengo a vosotros. Seres nuevos y jvenes. Y muy
bellos. Esplndidos modelos para mi obra maestra. Posaris para m!
Si aceptamos nos dars de comer? pregunt Logan.
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No tengo comida.
Entonces, por qu hemos de aceptar?
Por qu? Sabes cunto durar este templo?
No veintin aos, ni veintin mil... sino veintin mil veces mil. Y vosotros lo mismo. Seris la
joya ms preciada de mi coleccin. Pasarn siglos, milenios, y seguiris aqu, eternamente
plasmados en un abrazo de amor.
Pero Logan no le haca caso.
Box pareci irritarse.
Qu me peds a cambio de ello?
No pedimos nada. Necesitamos comida y saber dnde est la salida. Pero ni tienes comida ni
es posible marcharse de aqu.
S que es posible dijo Box insinuante.
Entonces por qu no te has ido?
Dejar mi maravilla blanca... dejar los vientos que cantan y el silencio, la pureza, los claros
firmamentos... Para qu? Para cambiarlo por vuestras inquietudes; por el humo, los
embotellamientos y las prisas? Podra hacerlo pero no quiero, Nunca me marchar de aqu.
Cmo saldras?
Ah! Quieres saberlo? dijo con voz untuosa. Primero posad y luego os lo dir.
Primero nos lo dices y luego posamos.
Box vacil. En su interior se oyeron unos ligeros tintineos. Movi su mano metlica en actitud
de aceptacin.
Creo que es mejor confiar en vosotros.
Logan se pregunt si cumplira su promesa. Estaba verdaderamente en condiciones de
ayudarles?
Box se llev la mano a la parte metlica de su cabeza y cerr su ojo humano. Luego empez a
hablar como si contemplara visiones.
Mi cabeza zumba en la oscuridad dijo. Estoy muy lejos de aqu. Hay diez billones de
neuronas en mi potente cerebro. Un cerebro de acero... Soy la fuerza que gobierna el complejo.
El Pensador! Logan empez a atar cabos. En su condicin de hombre y robot Box formaba
parte del gran intelecto mecnico.
Por encima de m, un gran guerrero cabalga sobre el mundo, sobre una cadena de negras
montaas. Aves enormes se posan en mis hombros de granito. Hay debajo un desierto infinito.
Soy parte de Tashuncauitco.
Caballo Loco!
Soy hermano del Pensador continu Box. Conozco sus circuitos y conexiones.
Comparto su inmensa sabidura. Puedo circular por el ddalo de su campo energtico. Puedo
marcharme de este Infierno...
Y les revel el camino.
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subterrneas y el Santuario quedaron atrs. Hubiera deseado que aquellos momentos no acabaran
nunca. Jess... Jess....
Ya est! exclam Box. Mirad! aadi hacindose atrs.
Logan se deshizo sin prisas del abrazo de Jess.
Tenan ante s no una copia, sino sus propias imgenes reproducidas en el hielo.
De manera asombrosa, el artista no slo haba plasmado a dos seres pletricos de vida, sino
tambin sus formas, su estado de nimo e incluso su emocin. Un momento supremo se
eternizaba all. El amor, la pasin, la belleza se hacan tangible realidad.
Logan procur distraer su atencin de aquella maravilla. Era preciso actuar. Vestirse. Escapar.
No haba tiempo para el amor. Ni para la belleza. Ni para la pasin.
Se volvi para tomar sus ropas.
No poda prever que un golpe demoledor iba a dejarlo sin sentido.
Cuando tuvo otra vez conciencia del lugar en que se hallaba, una voz deca:
Tambin la tortura es un arte refinado. Y yo soy maestro en l. Tu muerte, muchacha, va a
ser exquisita.
Logan se esforz en liberarse de la niebla que an nublaba sus sentidos.
Estaba en una jaula formada por barrotes de hielo. Y ante l poda verse a Jess, inmovilizada,
desnuda, con los brazos y las piernas extendidos, sobre una placa inclinada, temblando de miedo.
Frente a ella haba una rampa, y en la parte superior de la misma, colocado en precario equilibrio,
un bloque de hielo de diez toneladas, pareca ir a desprenderse de un momento a otro para rodar
sobre su vctima. Una llama de aceite lama su base, deshacindola con suma lentitud, formando
un hilo de agua que chorreaba sobre las blancas pieles.
A cada segundo que transcurra, la base se iba reduciendo un poco ms, amenazando con
desequilibrar la mole, que cruja y se desplazaba de manera insensible, empujaba por la fuerza de
la gravedad. Cuando una buena parte de la base se hubiera derretido, el bloque de hielo resbalara
sobre la rampa, iniciando su rpido descenso de trineo monstruoso hasta alcanzar a Jess y
destrozarla con sus cortantes aristas.
Box se sent bajo el dosel helado, cruzando sus piernas de metal.
Pdeme que sea bueno le dijo. Todava puedo salvarte.
Pero Jess permaneci en silencio, con las pupilas dilatadas y vidriosas.
Logan se lanz contra los barrotes tratando de romperlos. Imposible. Resistan bien. Incrustada
en uno de ellos pudo ver la figura curvada y oscura de un pez aprisionado en su interior.
Recorri la jaula con la mirada. Su camisa estaba tirada en un rincn. La recogi rpidamente y
se envolvi la mano derecha.
Box segua pidiendo a la muchacha que implorase compasin.
El bloque de hielo se desequilibraba cada vez ms.
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Logan se puso ante el barrote defectuoso, engarfi los dedos, hinch los msculos de las
muecas y adopt la postura omnita.
Haba llegado el momento.
Hizo un acopio de tensin general, notando cmo la misma le agarrotaba todos los msculos,
incluso los de sus piernas. Su columna vertebral se arque. La sangre le afluy a los miembros.
Concentrse en la mano, hasta el punto de que todo su cuerpo pareci ser slo eso: una mano.
Aspir el aire profundamente y fij su atencin en un punto situado unos cuantos centmetros
ms all del barrote, como si fuera a descargar su golpe en dicho lugar.
Unos breves segundos y de pronto percuti con toda su energa tratando de alcanzar el punto
en cuestin. Pareci cual si no hubiera resistencia, cual si el barrote nunca hubiese existido.
Logan se qued tenso por la violencia del impacto.
Se oy un terrible chasquido y el barrote salt en mil pedazos. Sin prdida de tiempo, Logan
traspuso la abertura.
Recogi uno de los zapatos de Jess, e ignorando la avalancha que se le vendra encima de un
momento a otro, golpe con furia las ataduras de hielo que sujetaban las muecas y tobillos de la
joven, hacindolas aicos en unos segundos.
Jess lanz un grito. Con horrsono fragor, la masa de hielo se precipitaba por la rampa. Logan
desplaz a la muchacha hacia un lado con el tiempo justo para que no la alcanzara el demoledor
torbellino. Una nube de hielo pulverizado flot en el aire.
Se escuch un spero chirriar y Logan, al volverse, pudo ver cmo Box se diriga hacia l.
Coge tus ropas y huye! grit a Jess.
Ella obedeci.
Con el rostro contorsionado por la contrariedad y por la furia Box se abalanz hacia Logan.
ste evit el golpe de su cortante mano que fue a estrellarse contra la columna central de la sala.
Antes de que pudiera retirarla, el vibrante estilete haba abierto una profunda grieta en ella.
Logan se hizo atrs, calculando rpidamente sus posibilidades. La estatua! Las figuras de l y
de Jess unidas para siempre en dulce abrazo. Tendr que destruirla, pens. Destruirse a s
mismo y a la muchacha. Empuj con fuerza su propio muslo de hielo. La estatua se tambale,
vacil y finalmente fue a descargar todo su peso contra la ya maltrecha columna.
Una hendidura se abri en la bveda del enorme recinto.
Logan ech a correr.
Del cielo de cristal empezaron a desprenderse bandadas de pjaros de hielo. Las nutrias
aullaron y se partieron en mil pedazos. La morsa se volc.
Box muri profiriendo un grito horripilante de metal.
En medio de aquel cataclismo sobrecogedor las criaturas de hielo se desplomaban, se hacan
aicos, volaban por los aires en fragmentos, chocaban entre s entre una confusin de planos, de
soportes y de encajes de cristal, y se desintegraban en oleadas rutilantes conforme el gran palacio
se vena abajo engullido por una catarata azul.
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Logan cumpli con precisin las instrucciones que le haba dado Box. Seguido por Jess,
avanzaba por el sinuoso camino que habra de conducirlos fuera del laberinto. Una vez llegaron a
la llanura abierta, el viento los fustig con sus cortantes rfagas.
A Logan aquel paraje le pareci idntico al que ya conocieran, batido por torbellinos y
ventiscas que los hacan tambalear y dar traspis. No caba esperanza alguna. Box los haba
engaado.
Avanzaban en intrincados ngulos, dos pasos al frente y uno hacia atrs. Torcieron a la
derecha, y luego a la izquierda. Unos pasos ms. Y de pronto...
Oh, prodigio! Se encontraban fuera del recinto helado. Sus pies pisaban otra vez la plataforma.
El Infierno quedaba atrs.
Se quitaron las malolientes pieles.
Podremos lograr un coche? pregunt Jess.
Primero quiero recobrar mi Arma dijo Logan.
La encontr en un hueco junto a la plataforma. Comprob su estado. Le quedaban cinco
proyectiles: intimidador, vapor, desgarrador, punzador y dirigido.
Logan abri la parte posterior del dispositivo de llamada y empez a cambiar los terminales.
Un coche se acerc zumbando.
A las Montaas Negras de Dakota dijo. Ballard controla la red viaria y dirige los coches.
Si queremos hallarlo, vayamos al origen. Vayamos a donde est el Pensador.
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6
Lleno de violencia contenida, el operador permanece en su asiento ante el tablero.
No ha comido.
No ha dormido.
Los tcnicos lo evitan. Ninguno le dirige la palabra.
Su mirada se posa fulgurante en el cuadro. Algo ha brillado en l. Los registros acusan la
presencia de un fugitivo.
Est en Dakota del Sur, en las Montaas Negras.
Se siente electrizado.
La caza se reanuda.
PRIMERAS HORAS DE LA MAANA....
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Una vez se hubo decidido emprender los trabajos del proyecto Crazy Horse, la enorme
montaa de granito se transform en la base de un colosal monumento, en cuya realizacin se
empleara medio siglo. Un jinete indio, de doscientos metros de altura y otros tantos de longitud,
cabalgara por aquellos lugares, excavado en seis millones de toneladas de roca de Dakota. Toda
una montaa se transformara en figura legendaria elevndose en proporciones gigantescas por
encima del tenebroso bosque, hasta el punto de dejar empequeecidas las cabezas de la roca de
Rushmore.
El autor de la escultura era Korczak Ziolkowski, y bajo su direccin, 150. 000 toneladas de
roca eran arrancadas cada ao para dar forma a su sueo de artista. Transcurrida una dcada, ms
de un milln de toneladas de granito yacan pulverizadas a los pies del monte. La pluma que
adornaba la testa del gran jefe sioux empez a destacar orgullosa. Obsesionado por su proyecto,
Ziolkowski recorri diversos continentes extrayendo dinero a los ricos, los orgullosos, los
titulados, etc., y los gast en plvora, dinamita, cordita, herramientas, gras y cables.
Los trabajos continuaron. Gradualmente la montaa fue labrada. Varias naciones contribuyeron
con importantes sumas, entusiasmadas ante la idea de ver inmortalizada en piedra la figura de
aquel gran luchador que se llam Caballo Loco, montado en su fogoso corcel. Millares de
trabajadores y de artistas se afanaron en pulir los ijares del ciclpeo caballo. Taladros con punta
de diamante y martillos percutores penetraron hasta las entraas de la roca.
Con infinita lentitud la figura fue adquiriendo forma y destacando contra el cielo de Dakota.
Thashuncauitco, Crazy Horse, Caballo Loco, el implacable jefe indio que aniquil al Sptimo de
Caballera mandado por Custer en el Little Big Horn, qued as inmortalizado en aquel inhspito
paraje.
El mundo entero contemplaba la obra, maravillado.
Cierta tarde de abril, tres aos antes de que el monumento se completara, un obrero llamado
Balder Big Ed Thag estaba desbrozando el terreno en el lado este de la estatua, cuando observ
que por una hendidura en las rocas surga cierto extrao y ululante sonido, producido por una
corriente de aire que brotaba del interior de la montaa.
Thag se acerc a la abertura y mir. El viento soplaba con tal fuerza que tuvo que afianzarse
contra el suelo para no ser derribado.
Por desgracia para Thag eran exactamente las 4.27el lgubre viento ces de improviso y
se produjo un momento de silencio absoluto. En seguida la corriente volvi a soplar, pero esta
vez a la inversa, absorbindolo todo con fuerza incontenible. Thag no tuvo tiempo para adoptar
las debidas precauciones, perdi el equilibrio, y fue lanzado al interior cayendo vertiginosamente
en el vaco.
La montaa continu respirando, pero Thag dej de hacerlo a los pocos segundos.
Se tardaron varios aos en descubrir las cavernas de Crazy Horse.
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Excavadas por corrientes de agua desde tiempo inmemorial en la base calcrea del monte,
resultaron formar la ms extensa red de cuevas del mundo. A su lado las de Carlsbad no eran ms
que el escondrijo de un gusano.
Una vez llegados a Custer, en Dakota del Sur, la voz procedente del coche dijo a Logan:
Estn entrando en territorio prohibido. No se permite continuar la ruta.
Al amanecer se alejaron de la red viaria y empezaron su marcha por terreno descubierto.
En un profundo barranco cercano al monte Crazy Horse vieron una placa de metal blanco con
el siguiente aviso:
TERMINANTEMENTE PROHIBIDO TRASPONER ESTE PUNTO.
PELIGRO DE MUERTE!
GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS.
Oculto entre la maleza, haba un pedestal deforme y oscuro. Y otro un poco ms lejos. Y otro,
y otro, en una progresin unida por un rayo de luz invisible.
Un cervatillo de piel moteada sali de su escondrijo y avanz por el barranco con paso
delicado. Husme el aire tratando de detectar algn peligro. Pero nada haba de alarmante por los
alrededores.
Se acerc al rayo invisible.
En la alta cima de granito del monumento, unas plumas de bronce se estremecieron y algunos
circuitos entraron en accin.
El cervatillo baj su cabeza para lamer el agua cristalina que le ofreca un charco formado en la
roca. No haba visto las sombras que gravitaban sobre la tierra cubierta de flores. No vio tampoco
las dos formas doradas que surgieron de la claridad solar.
Sus ojos eran como diamantes que perforasen el aire. Sus patas tenan cortantes espolones. Sus
picos de acero adoptaban un rictus asesino.
Las guilas metlicas atacaron.
El cuerpo destrozado del cervato con la piel cubierta de sangre, qued en el suelo.
Logan mir el letrero.
Ya casi hemos llegado dijo.
Peligro de Muerte advirti Jessica vacilando.
Vamos. Hay que continuar le anim Logan, oprimiendo la culata de su Arma.
Con velocidad constante las guilas se deslizaban bajo la curva del cielo, desplegando en el
aire tranquilo sus alas de ocho metros. Las corrientes atmosfricas sostenan aquellos cuerpos de
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metal en sus deslizamientos y en sus crculos. Las pupilas fotoelctricas se fijaron en las dos
lentas figuras, pequeas como hormigas, que caminaban muchos metros ms abajo.
Unos mandos de cobre instalados en los cerebros de metal ordenaron: Matad! .
Las guilas iniciaron su vuelo en picado.
Fue entonces cuando Logan las vio. Dando un empujn a Jess la arroj al suelo y se tendi
sobre ella. Recibi el impacto en plena espalda, sintiendo un dolor terrible. Bajo sus ropas
rasgadas, tres profundos cortes iban desde sus hombros a su cintura cubrindolo de sangre. Con la
vista nublada alarg la mano hacia el lugar herboso en que haba cado el Arma.
El sol arranc destellos a los cuerpos dorados en su vuelo ascendente. De improviso, las
guilas viraron, lanzndose otra vez al ataque. Matad! .
Los dedos engarfiados de Logan intentaron asir el Arma por entre las espesas hierbas, pero no
lo logr en el primer intento. Parpadeando fuertemente a causa del dolor, oprimi la culata de
ncar con las dos manos y se volvi hacia sus enemigos. Ahora se senta ms seguro. Dobl una
pierna, afirm el taln y apunt. Un fuerte dolor le agarrotaba los miembros.
Las dos sombras se abatieron velozmente sobre l, ennegreciendo el cielo, mientras lanzando
un grito, sus dedos opriman el gatillo. El disparo penetr como un fuego humeante por entre los
cuerpos negros, y los dos pjaros explotaron y cayeron al suelo en una lluvia de fragmentos de
cobre.
Las aguas del arroyo brillaban como plata al pasar suavemente sobre las rocas pulidas y fras.
En la orilla umbrosa, cubierta de musgo, Jess moj un trozo de tela y limpi cuidadosamente la
maltrecha espalda de Logan, que se haba quedado dormido. Jess dej el trapo y se sent mirando
a su compaero. Alarg una mano para tocarle el pelo. l movi los labios murmurando: Jess...
. Intent sentarse pero ella lo tranquiliz acaricindole con sus suaves dedos.
Sigue echado le dijo.
Jess examin las heridas que destacaban sobre la piel color cera de Logan y observ la fiebre
que alteraba sus pupilas. l la mir a su vez, sin reconocerla.
Descansa repiti la muchacha. Necesitas dormir.
Escuchando el sonido de su voz, Logan sinti cmo su tensin disminua. Por encima de
ambos, las ramas de los rboles se movan cual enormes abanicos de ondulante y verde sombra.
Aquella calma acab por librarle de los ltimos restos de tensin. Empez a respirar suavemente
y el pulso de su nuca se hizo ms regular.
Hay que continuar la marcha dijo. Ballard. Es preciso...
Calla. Tranquilzate repiti ella.
Empezaron a andar de nuevo, mientras la figura ingente de Crazy Horse se elevaba hasta una
altura increble. La pluma del guerrero se perda en las nubes.
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Haba dado con la antigua senda, que el paso de los aos haba cubierto de hierba, y que
llevaba a la base de la montaa. A su final se encontraba la entrada de la cueva. Logan y Jess se
introdujeron bajo la bveda envuelta en sombras, y hubieron de esperar unos instantes hasta que
sus pupilas se fueron ajustando poco a poco a la oscuridad.
El suelo estaba recubierto por una espesa capa de fragmentos de roca, nunca hollados por seres
humanos. El ruido de sus pasos despertaba ecos en la profundidad de la caverna.
Te encuentras bien? pregunt Jess.
Creo que podr seguir.
El tnel se ampliaba. Rodearon un abrupto saliente y de pronto quedaron inmviles.
l Pensador apareci ante ellos.
Una constelacin de puntos semejantes a lucirnagas parpadeaba hasta perderse en la distancia.
Un inmenso silencio electrnico reinaba en el lugar. La interminable y luminosa opacidad incida
en las ms distintas zonas, llegaba a todos los lugares: Tnger, Londres, Macao, Capri y Beirut,
El Quederef, Chateau-Chinon y Wounded Knee. De aquella caverna parta la fuerza capaz de
mover los aparatos de un dispensario en Chemnitz, o las instalaciones de. una Casa de Cristal en
Shropshire, o un dispositivo de llamada en Billings, Montana... El inmenso cerebro dentro de la
montaa, difunda sus seales por todo el sistema nervioso del globo terrqueo, alcanzando los
ms remotos parajes, ciudades, villas, pueblos... poniendo orden donde no lo haba, y llevando la
calma a lugares sumidos en la confusin.
Nada escapaba a su vigilancia.
Era la obra ms completa que hubiera podido producir la era de los computadores. Una
prolongacin directa de los cerebros electrnicos instalados en Columbia y Gal Tech en la dcada
de 1960. Una incidencia masiva en el campo de la tecnologa basada en el sistema solid state,
donde un computador quedaba unido a otro dentro de una red cuyo alcance se haca cada vez ms
amplio y complicado.
El presidente Curtain fue el primero en sugerir que el Pensador fuera trasladado desde Nigara
a las cavernas de Crazy Horse, y al desaparecer en 1988 el Partido Republicano, la ley qued
aprobada sin oposicin alguna. El coste de las instalaciones se estimaba en veinticinco billones de
dlares.
Los viejos lo haban construido para que fuera utilizado por los jvenes.
Es casi... pavoroso dijo Jess.
Descendieron por la espiral del tubo. Al fondo haba un lugar pletrico de comunicaciones,
lleno de claridad, en donde, a intervalos regulares, aparecan tneles oscuros. Logan se qued
perplejo. Qu representaran aquellas zonas desprovistas de luz? Pero no tardara en descubrirlo.
Pisaron el pulimentado suelo y antes de llegar a la primera zona oscura vieron una placa de
metal que apareca sujeta a la lisa superficie de un computador. Deca:
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CATEDRAL -
JCV 6 49883
Complejo Occidental. Los ngeles, California
Amrica Occidental
El aullido de una sirena rasg el silencio. De las profundidades de los pasadizos algo se
acercaba a gran velocidad envuelto en vapores sulfricos.
Logan agarr a Jessica de la mano y ech a correr.
El sonido se intensificaba.
La cosa se iba acercando con alarmante rapidez, entre aullidos y chasquidos estridentes.
Los alcanzaba.
Se sumergieron en la oscuridad del tnel. La sirena dej de sonar.
Logan se volvi dispuesto a la defensa. En su mano, el Arma era como un dedo que amenazara
de muerte. Jess se haba agachado tras de l. En la boca del tnel la presencia pavorosa del robot
se haba quedado inmvil.
El Guardin esperaba sumergido en una claridad lunar, quieto, excepto por un ligero parpadeo
luminoso tras de la placa de cristal que formaba su rostro. Media tonelada de elementos
destructivos lata en su armazn plagado de elementos letales.
Estamos perdidos, pens Logan. Porque incluso un Arma como la suya resultara intil
contra semejante enemigo. Pero qu lo mantena detenido all? Por qu no se lanzaba contra
ellos? Logan trag saliva. Mir hacia arriba y vio otra placa.
UNIDAD MULTIOPERATIVA INFERIOR
VJK 8 1704
Ocano Pacfico
Hemisferio Occidental
Mo... Molly! jade Logan.
En efecto. Tal era la causa por la que el robot desista de su ataque. Por la que se haba
quedado inmvil. Estaban en una de las zonas marginales, que no existan para l. Logan sac
velozmente algunas conclusiones. Catedral. Molly. Dos sectores muertos; dos etapas
abandonadas en la lnea que llevaba al Santuario.
Lo que significaba que la siguiente zona oscura sera la etapa nmero tres. Pero, cmo llegar
hasta ella?
Logan y Jess avanzaron por el corredor. El Guardin continuaba inmvil. Al otro extremo
haba luz. La mquina no podra seguirlos por el estrecho paraje. En todo caso, tendra que dar la
vuelta. Pero dispondran de tiempo suficiente para rebasarlo?
Vamos! apremi Logan.
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Echaron a correr.
El Guardin vibr dispuesto a la accin.
Corrieron como zorras perseguidas por sabuesos, hacia la nueva superficie oscura. El Guardin
se lanz hacia adelante.
Estaban otra vez en la oscuridad!
l Guardin se detuvo.
Etapa tercera:
WASHINGTON -
LLI 7 5644
Distrito de Columbia
Amrica Oriental
Aqu es donde debi llevarnos el vehculo cuando salimos de Molly dijo Logan. Ballard
est en este sitio, en Washington.
Pero, cmo vamos a poder... ? Esa cosa no nos dejar repuso Jess.
Logan examin el sector.
Creo que existe otro camino indic.
Virando y zigzagueando por entre la inmensidad espacial sumergida en una claridad
electrnica, se vean unos peldaos excavados en la dura roca. Mas para llegar a ellos, deberan
recorrer un cuarto de milla de espacio iluminado.
Logan se meti el Arma en el cinto y se deshizo de los zapatos. El Guardin no haca
movimiento alguno. El silencio era total.
Aspirando una gran bocanada de aire, Logan ech el brazo hacia atrs y lanz uno de los
zapatos cuan lejos pudo.
Cuando dio en el suelo, el Guardin se volvi, y lanzse hacia all.
Vamos! orden Logan.
Pero la muchacha estaba agarrotada por el miedo. No lo conseguiremos... No ser posible...
Corre! Corre!
Se lanzaron hacia la escalera.
El robot haba llegado a donde estaba el zapato. Zumb unos instantes. Un dispositivo actu en
su pecho, y un rayo destructor redujo a cenizas el zapato. La mquina dio marcha atrs,
volvindose hacia Logan y Jess.
La muchacha resbal y cay de rodillas sobre el pulido suelo. Pero Logan la levant y los dos
continuaron corriendo.
La sirena del Guardin estremeca el aire con sus aullidos.
Pasaron por brillantes y deslumbradoras galeras.
Logan arroj el otro zapato, lo que les proporcion unos segundos ms.
Continuaron su huida perseguidos por el robot.
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Le toc un tobillo.
Sigue le dijo. Yo ir detrs.
El estrecho pasadizo se hizo an ms angosto. Logan y Jess parecan dos corchos en el gollete
de una botella. Se escuch un sollozo ahogado. La muchacha no poda continuar. Notaban la
presin de Crazy Horse alrededor de sus cuerpos. Logan sinti una intensa sensacin de
claustrofobia. Pero hizo lo posible por eludirla.
Creo que el agujero se ensancha un poco dijo Jess.
Procura pasar le respondi l con voz ahogada. No podemos retroceder.
Las caderas de la muchacha rozaban la hiriente y sinuosa cavidad, conforme iba avanzando
centmetro a centmetro.
Consiguieron ponerse a gatas. El techo se elevaba. Finalmente se irguieron dentro del corazn
de la montaa.
El spero suelo de piedra hera los pies descalzos de Logan. La oscuridad continuaba siendo
impenetrable.
Por dnde seguimos? pregunt Jess.
Logan la tom de la mano y ambos continuaron su camino con muchas precauciones. El pie de
Logan se pos en el vaco, y hubo de retroceder rpidamente, luego de haber perdido el equilibrio
unos instantes.
Probaron en otro sentido. El suelo estaba lleno de grandes agujeros. Una sola distraccin y se
desplomaran en el vaco. Hasta ellos llegaba el rumor de una corriente subterrnea.
Logan sigui tanteando con el pie para evitar las simas. Dentro de aquella densa oscuridad, su
odo detectaba una amplia sensacin de distancias y de profundidades ubicadas en lugares
distintos.
Tropez con una pulimentada roca, y la sigui lentamente tratando de encontrar una salida. La
roca se curvaba cual si fuera a cerrarse por completo. De pronto, sus manos se agitaron en el
vaco. Haba encontrado un pasadizo. Oyeron un lento gotear. A dnde conducira aquel
corredor?
Haban perdido todo sentido de la orientacin.
Continuemos dijo Logan.
Ascendieron por salientes rocosas, y se deslizaron por entre estalactitas, estalagmitas y
hmedas columnas de piedra caliza. Se encontraban en un oscuro ncleo montaoso compuesto
de dolomita, calcita y aljezn. El aire estaba impregnado de efluvios minerales.
De pronto, Jess se desplom al suelo. Logan se arrodill apretndola contra s.
Descansa un poco le dijo.
Al cesar su movimiento, pudieron escuchar una especie de chapoteo acompaado de un rozar
de diminutas y speras garras sobre la piedra. Un insecto corri sobre la pierna de Jessica. La
muchacha lanz un grito, y se puso en pie temblorosa. Otros insectos parecidos, con las patas en
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forma de garras, empezaban a correrle tambin por la piel. Empez a dar manotazos para librarse
de ellos.
Espera! le dijo Logan. Voy a hacer un poco de luz.
Desplaz hacia un lado una de las cachas de ncar que cubran la empuadura de su pistola y el
resplandor del ncleo energtico ilumin dbilmente el espacio que les rodeaba.
Bulla en la caverna un enjambre de animales de las profundidades. En los charcos se agitaban
cangrejos y salamandras con los ganglios pticos atrofiados. Pero aquellos seres ciegos haban
desarrollado papilas tctiles que les surgan de la cabeza en hileras. En las paredes de lava se
vean araas que tejan enormes telas grises, como esferas de reloj. Animales adelpodos se
arrastraban por el suelo atrapando gorgojos y miripodos entre la tierra vegetal poblada de
hongos. Vivan all y se haban adaptado a aquellas condiciones desde los tiempos del Prmico y
del Cretceo. Haba tambin cucarachas e insectos sin alas, pululando a millares.
Logan y Jess abandonaron el paraje a toda prisa, y prosiguieron su marcha velozmente por
entre cortaduras profundas y estrechas grietas abiertas en los sustratos. Jess se detuvo a la orilla
de un gran estanque de agua negra. Respiraba entrecortadamente y su cuerpo se estremeca por el
cansancio.
No.. puedo... seguir dijo.
S nos quedamos aqu, moriremos.
De todos modos, no podremos salvarnos. Estamos irremisiblemente perdidos. Debes
reconocerlo.
De acuerdo. Estamos perdidos.
Estas cavernas se repiten indefinidamente. Moriremos aqu. Nos caeremos a una sima, o
seremos aplastados, o pereceremos de hambre.
Logan estudi el agua bajo la claridad del ncleo energtico, y al notar un ligero cabrilleo,
declar ceudo:
No moriremos de hambre.
El agua lo empapaba hasta los sobacos, cuando emergi llevando un fino y plateado pez, que
se debata entre sus dedos. Volvi adonde estaba la muchacha. La pistola se encontraba en el
suelo, a su lado.
No moriremos de hambre repiti mirando fijamente al animal.
Qu es eso? pregunt Jess.
Logan le ense el pez con expresin triunfante.
Un pez. Pero ste tiene ojos.
Tom rpidamente su pistola.
Vamos dijo. Hay que meterse en el agua.
Remontaron el rpido arroyo que alimentaba el estanque, agachndose de vez en cuando para
evitar los salientes rocosos del techo. Torcieron dos pronunciadas curvas, y nadaron en sentido
ascendente.
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Mira!
Frente a ellos brillaba la claridad solar.
Se apresuraron, conforme el resplandor ganaba intensidad.
Salieron al exterior, junto a una clara y fra cascada que produca sonidos musicales al
desplomarse en una sima.
Respiraban de nuevo un aire fresco y limpio.
68
5
Se desliza por la oscuridad, guiado por la luz que despide el Pensador.
Su presa queda lejos. No sera prudente intentar la captura en las cavernas.
Retrocede, y abandonando los tneles, empieza a subir la interminable escalera que lleva a la
cabeza de Crazy Horse.
Mira por el ojo derecho del gran guerrero, y ve a Logan y a la chica. Estn muy lejos,
movindose por entre la maleza en direccin a la zona donde crece hierba alta.
Sonre.
Ya son suyos.
No les queda otro sitio adonde ir.
PRIMERA HORA DE LA TARDE...
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Un hombre delgado como una hoja de espada, desmont de su vehculo, que se cerna a escasa
distancia del suelo, y acercse a Logan.
Ponte en pie! le orden.
Logan as lo hizo. Estaba frente a Rutago, rey de aquella turba. Tena diecisis aos y luca
barba. Iba vestido de seda blanca, sus msculos eran suaves y su pelo rubio y rizado. Una
autntica belleza. Alarg la mano y volvi la diestra de Logan.
Su flor est parpadeando dijo sonriendo a los dems.
La Muchacha Gris se acerc a su hombre y mir a Logan con pupilas de lince.
Dmosle su Ultimo Da, tal como se merece.
Los gitanos sumaban catorce. Siete hombres y siete mujeres. El ms joven tena quince aos, el
mayor diecisiete.
Las mujeres vestan sedas y brocados y se adornaran con aretes y collares de oro. Todo en ellas
brillaba, y sus peinados eran extraordinariamente llamativos. Sus uas opalescentes despedan
fulgores de lapislzuli. Iban enjabonadas y perfumadas con aroma de melocotn. La Muchacha
Gris era un caso aparte, puesto que careca de maquillaje. Slo sus ojos estaban perfilados en
negro dotndola de una belleza deslumbradora.
Los varones llevaban trajes de seda ajustados al cuerpo, y adornados con cuero fino, y botas
con vueltas de terciopelo. Todo en ellos eran filigranas, bordados de plata y realces de platino.
Bien cepillados, ungidos e inmaculados.
Dos de las mujeres se adelantaron, sujetando a Jessica entre ellas.
Hay algo ms que ese hombre dijo una. Tambin tenemos una fugitiva.
Logan dio un paso hacia Jess, pero el fuego de los propulsores lo contuvo. Mir consternado el
crculo de los tubos reactores dispuestos a abrasarlo con slo que hiciera un movimiento
imprudente.
Aquellos no eran los palos que en sus juegos infantiles haba usado a modo de caballos, sino
vehculos rpidos y terribles cuyos propulsores cromados eran capaces de calcinar a un hombre
en cuestin de segundos. Si pudiese salir de este crculo quiz lograra convencerlos, pens,
aunque sin sentirse demasiado seguro.
Rutago pareci complacido con aquella situacin. Hizo un gracioso ademn con su enjoyada
diestra, y dijo:
Vamos a llevarlos de viaje.
Tres gitanos entraron en el crculo y ataron las muecas de Logan con cintas metlicas.
Luego lo acercaron al vehculo de Rutago. El reactor resplandeca desde el asiento de cuero
trabajado a mano y cubierto de diamantes, esmeraldas, zafiros y rubes, hasta su extremo
incrustado de perlas.
Colocaron a Logan tras de la adornada silla, y sus tobillos quedaron amarrados igualmente. A
Jess la situaron de modo similar en el vehculo que montaba la Muchacha Gris.
Adelante!
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El rutilante disco del sol lleg a su cnit mientras se desplazaba lentamente por el cielo de
Dakota, provocando oleadas de trmulo calor en el aire tranquilo. Deadwood no era ms que una
ciudad fantasma, llena de polvo y de silencio. Los bajos edificios corrodos por el viento que
formaban su calle principal, no tenan ya ni restos de pintura, y los tablones que formaban sus
paredes se combaban sobre la roja tierra.
Un hombre descansaba a la sombra del porche del Big Dog Saloon, con los pies apoyados
perezosamente en la barandilla roda por el contacto de tantas espuelas. Sus ojos de lagarto
adoptaron una expresin alerta al percibir un grito en la distancia. Se puso en pie y mir hacia el
extremo de la polvorienta calle.
Los gitanos pasaron frente al puente de vigilancia situado al extremo de Deadwood y se
acercaron al Big Dog en animado y llamativo grupo.
Desmontaron y condujeron a sus prisioneros al interior de la casa.
El saloon estaba amueblado con lujo. Haba sofs de terciopelo, sillas de marfil, mesas
forradas de verde, ornamentadas lmparas de madreperla, tapices y cortinas de cuentas de cristal.
El largo bar de caoba haba sido pulimentado hasta arrancarle un brillo deslumbrador. A su
trasera penda un cuadro llamativo, representando a una chica desnuda y sonriente.
Logan y Jess fueron introducidos en el local llevando las manos atadas.
Rutago hizo su aparicin llevando una pesada alforja sobre su hombro cubierto de sedas. Dej
la alforja en el suelo con sumo cuidado. De su interior brotaron los tesoros logrados en la reciente
incursin: pendientes, aljfar y ristras de granates, topacios, y amatistas. Haba tambin
cabujones, nices y gatas. Con precauciones de experto, Rutago tom un pequeo rub color
sangre de paloma, le ech el aliento, y lo frot sobre la seda de su muslo hasta que la electricidad
esttica produjo chispazos en la tallada superficie de la piedra.
Me gusta este rub. Se lo he quitado a un mercader.
Se adelant hasta quedar frente a Logan, y lentamente desenrosc la gema que adornaba un
anillo estilo Borgia, y se la puso ante la nariz. Logan husme con cuidado sintiendo que se
ahogaba.
El amargo olor del hemodromo, el veneno ritual de los gitanos, se pegaba a su olfato. Una
pequea cantidad bastaba para provocar la muerte. A menos, de tomar un antdoto, la vctima
mora lentamente conforme la hemoglobina de su sangre absorba el veneno. No era un proceso
rpido. La agona duraba varias horas, entre grandes dolores. Logan apret los dientes de manera
instintiva.
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Rutago sonri, parpade sooliento y apartndose de Logan, se acerc a Jess, a quien dos
muchachas sujetaban por los brazos. Con suma destreza la oblig a abrir la boca y le verti el
hemodromo en la garganta. La joven se atragant y tosi violentamente.
Logan se arroj contra Rutargo, pero fue derribado por un golpe terrible.
O te portas bien o la muchacha muere dijo Rutago. Hay que ganarse el antdoto.
Una de las mujeres se acerc a Logan llevando un botiqun.
Vulvete le orden.
Logan as lo hizo. La mujer le cort las ataduras de las manos y lo despoj con cuidado de la
rota camisa, dejando al descubierto las heridas de su espalda. Ajust el botiqun, lo puso en la
parte superior de uno de los profundos cortes y lo fue desplazando lentamente hacia abajo. Un
rastro de roja piel sinttica se fue formando conforme la herida cicatrizaba. Cur del mismo
modo las dems heridas y contusiones mientras otra de las mujeres se ocupaba de Jess.
Entregaron a Logan una camisa limpia y botas con las que calzar sus maltrechos pies.
Logan saba que no era posible librar a Jess del veneno sin disponer del antdoto. Pero aunque
quedaran libres, no podra llevar a la muchacha a una zona poblada donde fuera posible
encontrarlo, debido a la flor negra de su mano. Era una fugitiva y estaba condenada a morir.
Ahora bien, disponan realmente del antdoto aquellos gitanos? Tal vez su jefe mintiera. Sin
embargo, no le quedaba otra solucin que confiar en l. No dispona de ms alternativas.
Qu he de hacer para que nos des el antdoto? pregunt a Rutago.
El gitano sonri e hizo una seal de asentimiento en direccin a las muchachas, las cuales se
acercaron a Logan. Sus ojos eran azules, castaos, avellana, verdes, dorados y grises. Y todos
irradiaban un clido fulgor.
Qu le pasar a Jess?
Rutago volvi a meter las alhajas en la alforja. Con ademn ceremonioso ofreci su brazo a
Jess y la condujo hacia la escalera.
Uno de los hombres dijo con expresin afable:
Rutago es. un loco pero tambin un buen amante. Despus de l, todos nosotros. La fugitiva
tiene suerte.
Las siete mujeres condujeron a Logan fuera de la sala principal, siguieron a lo largo de un
vestbulo, y llegaron a una especie de gabinete, dominado por una enorme cama sobre la que
haba un cobertor de color plido hecho con seda importada.
Dirigidas por la Muchacha Gris, las mujeres despojaron a Logan de sus ropas, y lo llevaron a
una sala de aseo, donde ajustaron la temperatura la de su cuerpo y lo empujaron hacia los
dispositivos de espuma. Luego fue secado con clidas corrientes de aire, le pusieron perfume y
polvos, y le administraron una inyeccin de Amor Eterno.
Las mujeres pasaron al gabinete. Cuando l entr estaban desnudas, mostrando sus dorados
cuerpos, reclinadas a los pies de la cama sobre el que se haba tendido la Muchacha Gris, cuyo
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aspecto sugera aislamiento, opacidad y hermosura. Tom de la mano a Logan, lo mir a los ojos
y le sonri con expresin felina.
Hazme el amor como un salvaje le susurr con voz ahogada pasndole la mano por un
muslo. Clmame de placer.
Las dems sonrieron tambin. La de ojos verdes exclam:
S, hazle el amor como un salvaje. Y luego hzmelo a m.
El primer orgasmo fue agradable.
El segundo estuvo bien.
El tercero result indiferente.
El cuarto le caus dolor.
El quinto fue una agona.
El sexto una verdadera desesperacin.
Dnde estara Jess y qu haran con ella? Dnde encontraran el antdoto?
Rutargo esperaba en la habitacin de arriba. Haba esparcido las joyas por el suelo donde
brillaban como charcos de fuego. La puerta de la sala de aseo se abri. Rutago hizo una seal de
asentimiento.
Acrcate a m, fugitiva dijo.
Jessica avanz por el suelo cubierto de gemas. Su rostro no expresaba ninguna emocin.
Llevaba un vestido muy fino de tela de plata.
El gitano la despoj de l y la atrajo hacia s.
Pero ella estaba rgida como una estatua de madera.
La acarici.
Ella no vari de actitud.
La bes apasionadamente y la acarici de nuevo con manos vidas.
Pero Jess continu impasible.
Jessica estaba junto al largo bar mientras Rutago paseaba por la estancia, con el rostro
contrado por la clera.
Cumple tu promesa le dijo Logan:. Adminstrale el...
El antdoto? No!
Logan apret los puos.
Los dos hicimos lo que pedas.
Rutago sonri salvajemente mirando a Jess.
He sido engaado por una fugitiva. No ha hecho el menor esfuerzo. Utilizar otro sistema.
Arrncale un diente sugiri uno de los gitanos con expresin cruel. O una ua.
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La Muchacha Gris tena el rostro congestionado por el dolor; los ojos parecan ir a salirle de las
rbitas y su boca estaba contrada.
Rutago qued inmvil, sin saber qu partido tomar.
Responde! le apremi Logan, incrementando su presin.
Tercer dedo, mano izquierda farfull la Muchacha Gris.
Disgustado, Rutago extendi la mano en la que llevaba el anillo. Logan lo oli y qued
satisfecho.
Rutago verti el contenido en un vaso de agua que entreg a Jess. Temblorosa y con la piel
mojada por el sudor, la joven bebi el lquido.
Logan hizo sea a Jess para que lo siguiera al exterior.
Toma uno de los reactores y vete a buscar la pistola le dijo. Ya me reunir contigo.
Jess camin cojeando hasta la puerta y la traspuso. Se oy un ruido metlico y desapareci.
Logan esper a que Jess se hubiera alejado lo suficiente en el vehculo. Luego retrocedi
lentamente sosteniendo a la Muchacha Gris ante l. Levantndola de pronto la arroj con todas
sus fuerzas contra el grupo de gitanos, que se dispers.
Volvi a salir y mont sin prdida de tiempo en el reactor ms prximo, accionando el pedal de
puesta en marcha. El vehculo parti a gran velocidad entre grandes llamaradas.
Saba que los gitanos emprenderan inmediatamente su acoso. Las ramas de los rboles le
golpearon cuando se abra camino por entre ellas. Procuraba mantenerse a poca altura, rumbo a la
comarca herbosa, intentando eludir a sus enemigos antes de ir a donde estaba Jess.
De nio le haba gustado mucho cabalgar en artefactos similares, pero aqul no era de fcil
manejo. Tena una fuerza de reaccin poderossima y en extremo caprichosa y era necesaria
mucha habilidad para gobernarlo. Sus repentinos encabritamientos amenazaban con tirarlo de la
silla. Sin embargo, fue adquiriendo confianza conforme se acostumbraba a las extravagancias de
la mquina y acab por sentirse tranquilo cuando avanzaba raudo, sintiendo la gozosa sensacin
de que sus heridas estaban curadas y que tena libres las manos.
Los gitanos podan perseguirle cuanto quisieran.
Logan vio a sus adversarios en el momento en que traspona una alta roca. Eran seis y lo
seguan muy de cerca. Se sumergi en el hueco que formaba el lecho de un arrollo, casi rozando
el suelo, con las llamas del escape calcinando la tierra.
Haba tomado el reactor que usaba la Muchacha Gris, y que estaba dotado de una velocidad
muy superior a la de los otros. Vio cmo gradualmente sus perseguidores quedaban atrs hasta
perderse de vista.
Se encamin hacia donde deba encontrarse Jess.
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De pronto observ que uno de sus adversarios se haba destacado del grupo y se acercaba a l
volando en rfagas vertiginosas sobre los pliegues y ondulaciones del terreno. Los rayos del sol
poniente arrancaban brillantes destellos a las piedras preciosas que adornaban su mquina.
Era Rutago.
Logan apret a fondo el acelerador, pero el otro continuaba reduciendo la distancia, milla a
milla.
Logan distingui a Jess cuando entraba en Lame Johnny. Estaba a cosa de una milla de
distancia y segua una ruta irregular. La muchacha se senta dbil por la prdida de sangre y no
poda controlar debidamente su vehculo. Si haba llegado hasta all era por simple fuerza de
voluntad, pero los nervios podan fallarle de un momento a otro.
Logan aceler cuanto pudo, con el fin de alcanzarla.
Rutago hizo lo propio, sonriendo pictrico de gozo.
Lame Johnny se encontraba bajo ellos, y Logan se tambale en su silla, conforme las rpidas
corrientes atmosfricas daban contra el reactor. Vir hacia la derecha cortando el lecho del ro y
reanud su velocidad meterica. Rutago estaba ya casi encima de l.
El rey lo haba alcanzado; el hombre que consiguiera cabalgar sobre el Cable. Logan haba
odo hablar de aquella gesta legendaria, que muchos intentaron aunque sin lograr coronarla.
Tratbase de asirse al cable de durasteel que cruzaba el Atlntico de costa a costa sobre las olas
y las tempestades. Slo uno logr recorrerlo de un extremo a otro, desafiando los vientos y las
tempestades, el fro y las nieblas, y ste era Rutago. Rutago, el rey.
Logan se dispuso a defenderse. Pero ante su profunda sorpresa, el reactor de Rutago pas junto
a l como una exhalacin acercndose a Jess.
El gitano maniobr de manera que la fuerza de su propulsor alcanzara el vehculo que ocupaba
la joven, la cual vacil en su asiento. Una nube de humo surgi del reactor, y ste empez a caer
mientras la muchacha se esforzaba para dominarlo. Entretanto, Rutago describa tranquilas
vueltas en el aire, guiando diestramente su mquina, jugando con su vctima.
Jess consigui recuperar la estabilidad, pero el otro volvi al ataque acorralndola contra los
rojos muros de granito del acantilado. El rostro de la joven estaba contrado por el terror. En
cualquier momento poda perder el equilibrio y caer de la silla.
Logan dispar su vehculo hacia arriba con nimo de atraer a su antagonista. Pas a su lado
como una flecha y logr desplazarlo en una maniobra arriesgadsima. Luego continu sobre el
lecho del ro rozando las paredes del barranco, mientras el agua herva y se agitaba bajo l.
Rutago no pudo resistir la tentacin y haciendo uso de su magnfica destreza, se dispuso a
perseguir a Logan, lanzndose hacia adelante con la velocidad de una centella. Logan crey
volver a los lejanos tiempos de su infancia cuando torpemente intentaba cabalgar en su primer
reactor. En cambio, su enemigo maniobraba framente con un total dominio de su arte. Pero qu
pasara en cuanto se cansara de aquel juego?
Volvera al ataque contra Jesse... a no ser que l consiguiera abatirlo antes. Pero cmo?
77
Logan describi un crculo y lanz su reactor contra Rutago. ste vir a la izquierda, y Logan,
hizo lo propio, poniendo suma atencin en la maniobra y acelerando al mximo. Rutago qued
boquiabierto unos momentos, al ver cmo Logan saltaba de su silla, y empezaba a caer hacia el
Lame Johnny, cuyas aguas espumeaban abajo. La larga zambullida en el vaco lo llevaba
directamente "hacia los rpidos.
La punta del tubo reactor haba alcanzado a Rutago por debajo de las costillas, arrancndole el
estmago conforme prosegua su ruta hasta estrellarse en la pared del barranco.
Logan cort las aguas como un cuchillo y los rpidos lo envolvieron, lo arrastraron,
absorbindolo en sus torbellinos. Volvi a emerger casi ahogado, esforzndose por mantenerse a
flote. Un poco ms all, grandes rocas surgan de las aguas.
Lo ltimo que vio Logan antes de hundirse otra vez fue el rastro de humo de la averiada
mquina de Jess, trazando una lnea en el cielo.
78
4
Sabe que la flor de la chica se ha vuelto negra. Que es una fugitiva.
Pero su presa ha vuelto a desaparecer detrs de Crazy Horse.
Comprueba el cuadrante en Rapid City. Pero no consigue nada. El Rastreador permanece a
oscuras.
Est seguro de que Logan y la chica saldrn pronto de su cobijo.
Cuando esto ocurra, se encontrar dispuesto.
Estar en el lugar adecuado para interceptar su paso.
LA TARDE.....
79
Jess yaca inconsciente en el suelo iluminado por un plido sol, junto a su estropeado reactor.
Tena una mejilla herida, all donde haba rozado contra el negro asfalto, y la sangre brotaba an
palpitante de su muslo.
No oy los suaves pasos ni las voces qu sonaban a su alrededor. Catorce brillantes pupilas
permanecan fijas en ella.
Ohhhhhhhhhhh! se oa exclamar.
Muy guapa! Muy guapa!
Siete minsculos muecos vestidos con delantales rosa se hicieron atrs, alarmados, cuando
Jess se movi, gimi e intent volver en s. Los nios se agacharon para ver mejor a la inmvil
figura. Con expresin perpleja le tocaron el pelo, los suaves labios, las largas pestaas de sus
cerrados prpados.
Qu ser?
Es... gente. Oh! Qu grande!
Es una gente cansada.
Se echaron a rer y decidieron que deban ponerla en una cuna. Dispuestos a ello, empezaron a
arrastrarla hacia el Cuarto de los Nios.
Catorce ojos seguan fijos en ella mientras Jess permaneca tendida de costado en una cuna tan
pequea que la obligaba a hacerse un ovillo. La cuna estaba dotada de dispositivos que,
detectando su dolor, le administraron synthaskin para cerrarle las heridas. La joven dorma
profundamente, sin que los nios dejaran de observarla un solo instante.
ESTADOS DE DAKOTA
JARDN DE INFANCIA INDUSTRIAL
UNIDAD K
Bajo el letrero, Logan examin la valla de tela metlica gris. Era dos veces ms alta que un
hombre y estaba coronada por una triple franja de microalambre, cuyos hilos finsimos podan
cortar los dedos de quien pretendiera salvar aquel obstculo.
Ms all de la valla, sobre la lisa superficie del terreno de juegos de aquel Jardn de Infancia,
vio los restos del reactor de Jessica. sta deba encontrarse, pues, dentro del edificio. Quizs
estuviera en manos de la Autoinstitutriz. Otros fugitivos haban tratado de esconderse en aquel
vasto recinto, pero las Autoinstitutrices estaban programadas para hacer funcionar una alarma. Y
caso de salir bien parados de los robots, tenan que habrselas con los nios mayores, condicionados y magnetizados contra cualquier intruso.
Sea como sea he de encontrarla.
80
Tuvo que recorrer una milla a lo largo de la valla antes de ver el rbol. Sus ramas se curvaban
hacia el interior y una de ellas casi tocaba los alambres. Logan trep al rbol, avanzando por la
rama hasta el mximo. Medio metro ms all y un poco ms abajo brillaban los mortales hilos del
microalambre.
Empez a balancearse cada vez con ms fuerza. Si tocaba los alambres, stos lo partiran como
si fuera un pedazo de queso. Cuando le pareci tener bastante impulso se solt, torciendo el
cuerpo. Cay en el patio sin mayor dao, rod sobre s mismo y se qued en cuclillas. El silencio
era total. No haba sonado ninguna alarma.
Cruz el ancho espacio asfaltado, dirigindose al enorme edificio del Jardn de Infancia. Una
vez ante los muros de aquella fortaleza se detuvo para orientarse. l tambin se haba criado en
un lugar semejante. Las clases de hipnotismo deban hallarse en el ala occidental; los dormitorios
hacia su izquierda. Estaba en la parte exterior del lugar destinado a los recin nacidos. Si entraba
por all correra menos peligro de ser descubierto. Muy arriba, una hilera de ventanas se abra en
la pared de ladrillo.
Logan empez a subir aferrndose a las irregularidades del muro. Un pie le resbal; pero pudo
recuperar el equilibrio y continu subiendo.
La primera ventana estaba cerrada.
Se desplaz a lo largo de un estrecho saliente notando la tensin que sufran sus brazos. La
ventana siguiente estaba sin el pestillo asegurado; pero cerrada tambin. Intent abrirla apretando
la vidriera y sta cedi poco a poco. Logan se desliz hacia el interior, se dej caer al suelo y
escuch. Se encontraba en una especie de almacn.
Dnde estara Jess? Poda hallarse en cualquier lugar del laberntico recinto. Tal vez herida o
moribunda en algn corredor, o cada bajo una cinta transportadora, u oculta en algn rincn. O
acaso no hubiera entrado all, despus de todo. El silencio lo anim a proseguir. Si Jess estaba
dentro del edificio, era evidente que no la haban descubierto todava.
Cruz la habitacin y abri la puerta. En la distancia poda or el rumor procedente de un aula.
Examin el vestbulo. Estaba desierto. Avanz hacia la puerta siguiente. El smbolo de forma
circular pintado en ella, le indic que se trataba de una Sala de Juegos inactiva en aquellos
momentos.
Los balones vibradores estaban inmviles en sus soportes, sin rebotar en las paredes segn los
esquemas previstos. Las muecas habladoras permanecan mudas en sus estuches. Ni rastro de
Jess. Cerr la puerta.
La siguiente estancia estaba asimismo vaca y en silencio. Era una Sala de Partos.
Logan comprob los transportadores y mir fascinado el reloj y los cristales fosforescentes de
la esfera que otorgaba a cada recin nacido su derecho a vivir, su flor del tiempo radiactiva. Se
mir la mano en la que su flor parpadeaba pasando velozmente del rojo al negro y viceversa.
Haba recibido su flor de cristal en una dependencia como aqulla, sindole incrustada en la
mano derecha, donde permaneci hasta que su color se volvi oscuro al llegar el momento
81
previsto, igual que un tomo de cesio muere en un reloj de radio, cambiando inexorablemente del
amarillo al azul y al rojo... y finalmente al negro.
Logan sali a un largo corredor. Habra pasado Jess por all? Le pareci infructuoso continuar
la bsqueda; pero no poda desistir en modo alguno, a menos que alguna grave circunstancia se lo
impidiera.
Oy un zumbido que conoca muy bien por haberlo escuchado con tanta frecuencia en su
niez. La Autoinstitutriz se aproximaba.
Abri una puerta a su derecha y la traspuso velozmente. La puerta se cerr tras de l. Dentro
reinaba profunda oscuridad y el ambiente era clido.
Oh! Mi nio bonito exclam una voz.
Lo invadi una sensacin de levedad y de dulzura.
Mi pequeito. Mi amor sigui diciendo la voz del Cuarto del Amor Materno, en un
susurro tenue y musical. Ven. Ven.
Logan intent resistirse, pero los dispositivos lo retenan tierna pero firmemente; lo
acariciaban, lo apretaban contra un clido regazo; lo mecan con suave ritmo.
Mi amor, mi pichoncito...
No es posible... dijo Logan desesperado.
Pero la madre sigui abrazndolo con ternura.
No puedo quedarme. Me tengo que ir.
Duerme dijo la madre.
Un fuerte anhelo emocional invadi a Logan como una clida oleada.
Mam te quiere... te quiere... te quiere... segua diciendo la madre.
No! exclam Logan. Tengo que irme.
Duerme repiti la voz.
Tengo que...
Duerme. Duerme segua diciendo insistente la voz que emanaba del recinto.
Tengo que... dormir suspir Logan.
Y dicho esto, se qued dormido.
Cuando en el curso de su inspeccin horaria, la Autoinstitutriz penetr en el Departamento L16, pudo ver en l a una mujer dormida.
Con toda calma se desplaz hasta el corredor y activ el" Sistema de Alarma contra Intrusos.
Se oyeron campanadas y sirenas.
Jess se despert sobresaltada, salt de la cuna y ech a correr.
El Jardn de Infancia defenda a sus pupilos. Se cerraron puertas y verjas, y los vehculos de
comunicacin interior quedaron detenidos. Las cubiertas de las cunas se abatieron. De los suelos
brotaron barreras que cerraron las distintas secciones.
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Intrusos!
Dispositivo de defensa!
Proteccin!
Sistema de desalojo!
La puerta de la Sala del Amor Materno se abri de par en par. La joven pudo ver a Logan.
Por aqu, Jess! dijo l.
Entre el fragor de los sonidos de alarma, corrieron a lo largo de un pasillo atestado de nios
que miraban con curiosidad. Una Autoinstitutriz se desplaz hacia ellos exhalando una especie de
cloqueo. Logan desbarat su mecanismo mediante un terrible golpe de taln. Se lanzaron por una
rampa descendente, traspusieron una puerta en el momento de cerrarse, evitaron una mquina
cuidadora, y corrieron hacia el primer piso mientras la puerta de salida se deslizaba por sus bien
lubricadas guas metlicas.
De prisa! grit Logan.
Lograron trasponer el macizo portaln con slo unos segundos de margen. Su borde golpe el
hombro de Logan, hacindole perder el equilibrio. Pero haban logrado salir.
Corrieron por el inmenso patio en direccin a la puerta exterior.
Estaba cerrada.
Logan se meti en la cabina de cristal que gobernaba su mecanismo, dio un golpe al panel que
se hizo aicos, y tir del dispositivo de apertura.
La puerta gir sobre s misma dejando el paso libre.
El robot que guardaba aquel sector trat de detenerlos, pero Logan logr liberarse, y agarrando
a Jessica por un brazo, los dos salieron al campo libre. En seguida desaparecieron en un barranco
cubierto de vegetacin que conduca hacia los bosques.
Cuando llegaron a la plataforma junto a la red viaria de Rapid City, sus habitantes atestaban el
lugar. Logan haba recuperado la pistola que estaba escondida en su cinto. Jess mantena apretado
el puo derecho para ocultar la flor. Pero Logan estaba seguro de que algn aparato detector
acabaa por descubrirlos, caso de querer utilizar los vehculos.
Qudate aqu, junto a la pared advirti a Jess.
Se introdujo por entre la muchedumbre. Tropez con un hombre de cara rojiza, que llevaba las
manos llenas de recuerdos de los Estados occidentales. Un bandern triangular le penda del
cuello, proclamando: Souvenir de los tiempos de la frontera cheyenne. Sobre el montn de
envoltorios vease una casita tallada en madera de secoya. A causa del encontronazo, la casita
cay al suelo. Logan la recogi, volviendo a ponerla sobre el montn de paquetes. Gracias,
ciudadano. Yu... huuu!
Yu... huu! repiti Logan forzando una sonrisa. Lleg adonde estaba la caja del detector, la
abri con naturalidad, como si fuera el encargado de repararla, y manipul en su interior.
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Una vez de nuevo junto a Jess la empuj hacia uno de los pasadizos de acceso. La muchacha se
tambale y alarg una mano para conservar el equilibrio. En aquel breve instante su palma qued
expuesta mostrando la flor negra. Una mujer grit:
Fugitivos!
Se produjo una inmediata confusin y se oyeron exclamaciones y gritos.
Un hombre estaba a punto de subir a uno de los vehculos. Logan lo apart de un empujn y
ambos abordaron el transporte.
La airada multitud qued rpidamente atrs, perdindose en la distancia conforme el vehculo
se deslizaba por su tubo. La tierra se desplazaba como una exhalacin por encima, por debajo y a
ambos lados de su ruta.
Logan saba bien los peligros a los que se expona. A menos de que los Vigilantes fallaran y
no fallaban nuncahabra ya algunos en la plataforma de Rapid City comprobando su partida. A
los pocos segundos sabran cul era el coche que ocupaban y por qu tnel discurra, y lanzaran
mensajes para alertar a las unidades instaladas a lo largo de la ruta.
De pronto, el coche aminor su marcha hasta que finalmente se detuvo en un apartadero.
Nos han parado dijo Logan. Salta!
Dnde estamos? pregunt Jess.
No hagas preguntas... Corre!
Una vez se hubo abierto la escotilla y salieron del vehculo, Logan percibi un tenue fulgor en
la pantalla del parabrisas.
El letrero deca lo de siempre: Precaucin. No correr.
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pulverizada. Burnside dej los prismticos y se acarici las largas patillas. Representaba tener
unos veinte aos.
Vamos a dar una paliza a esos rebeldes, declar. Se acordarn de este da.
El ayudante del general pareca preocupado.
Creo que Lee est en aquella vaguada con Longstreet dijo. Stonewall Jackson manda su
ala derecha. Va a ser muy difcil, seor.
Pero Burnside no le hizo caso.
La guerra nunca es fcil, comandante. Cada uno hace lo que la patria espera de l.
El ayudante salud y volvi junto a sus hombres.
Ambrose E. Burnside no era ms que un robot, un autmata construido segn la forma exacta
del famoso general de la Guerra Civil. Y sus soldados, asimismo autmatas vestidos de azul,
combatiran contra sus oponentes grises durante un da y una noche en aquella reproduccin
exacta de la sangrienta batalla de Fredericksburg que tuvo lugar en 1862 y en el que ms de doce
mil hombres murieron en las laderas de Virginia. Las piezas de campaa disparaban desde
emplazamientos ocultos. Los edificios se derrumbaban segn un plan previsto. Las balas de
can caan entre las masas de soldados, a los que arrancaban brazos, piernas y cabezas con un
realismo escalofriante. La tierra cubierta de nieve estaba manchada por la sangre de los cados,
realizada en fluido rojo.
Logan y Jess se abrieron camino por entre la aglomeracin de excitados turistas y de
ciudadanos de Virginia, que llenaban el lugar.
El deber! proclam un altavoz por encima del clamor de los espectadores. Eso es lo
que hoy se exalta aqu, ciudadanos. Y tambin la lealtad y el valor. El deseo de morir por la patria
con el fin de salvarla de la destruccin. En la Guerra Civil lucharon muchachos de diecisis y
diecisiete aos. Nunca pusieron en duda su misin ni se arredraron ante el peligro. Se sacrificaron
gustosamente y para ellos fue la gloria. Ved cmo cargan contra el enemigo, ciudadanos, en la
heroica batalla que aqu se reproduce tal y como se libr hace doscientos cincuenta y cuatro aos.
Y recordad que en Fredericksburg no hubo fugitivos!
Jess mir la escena. Una niebla creada artificialmente cubra el terreno. Los disparos de las
bateras resonaban sobre el tableteo de los fusiles. La tierra se levantaba en surtidores al ser
herida por la metralla.
Logan condujo a Jess en direccin al ro. Una profunda trinchera de drenaje llevaba hasta las
tiendas del campamento de Burnside. La siguieron agachados para que nadie los viera.
La trinchera formaba un ngulo hacia la retaguardia del campamento. Logan saba que los
androides nunca daran la alarma porque slo estaban programados para desempear su parte en
la batalla.
Subieron la pendiente de la trinchera y se introdujeron bajo la lona de la tienda unionista. Dos
autmatas perfectamente realizados, permanecan inmviles, dispuestos a salir cuando sus
circuitos lo ordenasen. Sus caras de mozalbetes estaban inmviles y yertas.
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3
Sabe que los tiene al alcance de la mano. Pero la muchedumbre dificulta su accin. Su
confianza aumenta.
Saborea el triunfo igual que un gato a punto de atrapar a su presa. Est muy cerca. Muy
cerca.
ULTIMA HORA DE LA TARDE...
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ROSTROS. Miles
Contaba diecisis aos y el inmenso desierto de Nevada herva bajo el calor. Logan estaba
sentado a la sombra de un cactus saguaro, inmvil excepto por los ojos. Tena ante s cien millas
de desierto que cubrir sin alimento, sin bebida y sin armas. Aquella prueba formaba parte de su
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Contaba siete aos. Su flor cambiaba de color y haba llegado el tiempo de despedirse del
Jardn de Infancia y empezar su existencia en el mundo. Logan tena miedo. Le hubiera gustado
llevarse a Albert 6, su mueco favorito; pero no se lo permitieron.
Por qu?... Por qu?... sollozaba.
Prohibido le respondi la Autoinstitutriz, llevndose a Albert.
El mueco corri tras de Logan, produciendo un suave rumor con sus piececitos, sobre el suelo
del recinto.
Loge! Loge! Nunca te olvidar. Nunca te olvidar.
Pero atraparon a Albert y lo guardaron en una caja.
Y aunque Logan grit y grit, sus lamentos fueron intiles.
Tena nueve aos. Una flor roja se incrust en su cara. Estaba rodeado por cuatro hombres. Su
jefe le increpaba.
Lame mis botas! orden.
Pero Logan movi la cabeza negativamente. El hombre lo volvi a golpear.
Venga! Haz lo que te digo!
Trat de escabullirse; pero fue empujado por detrs y casi cay al suelo.
Iba hacia Yellowstone para encontrarse all con Iron Jack, que cabalgaba en caballos de
verdad. Pero se tropez con aquel grupo en una plataforma y fue agredido sin razn alguna.
Lame mis botas! repiti el jefe. En cuanto lo hayas hecho, te dejaremos libre.
Logan mir a los cuadro hombres. No haba duda de que ardan en deseos de hacerle dao.
Se agach y lami el polvo de la bota del jefe. Sus adversarios parecieron decepcionados.
Vmonos! dijo el jefe. Hay que buscar a otro con ms arrestos.
Y se perdieron entre los tubos de la red viaria.
No voy a echarme a llorar, se dijo Logan parpadeando violentamente y sintiendo las
lgrimas corriendo clidas por sus mejillas.
Era l.
Senta el calor del aire.
Estaba limpio y pulcro.
Pletrico de vida.
Tena trece aos y cabalgaba en un tubo reactor sobre la Piazza de San Marcos en Venecia. El
viento le daba en pleno rostro. Abra la boca para absorberlo, sintiendo la inmensidad telrica
latiendo bajo sus pies. Era libre. La flor impresa en su mano Atena un color azul idntico al del
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cielo italiano. Nunca cambiara; nunca se hara viejo; siempre conservara aquel plido azul
veneciano, aquel azul mediterrneo, azul, azul para siempre...
Tena tres aos. La cinta grabadora le estaba diciendo que A2+B2 = C2 y hablaba de senos y
cosenos...
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Tena seis aos. Estaba jugando y Rob corra por el asfalto ante l.
Soy un Vigilante! gritaba Logan. Te atrapar. Quieres esconderte; pero te he visto.
Voy a dispararte mi pistola.
Levant su arma de madera, mientras Rob se ocultaba detrs de un columpio, fingiendo ser un
fugitivo.
Bam! exclam Logan. Un proyectil dirigido! AAAAAzzzzz... pum!
Pero Rob no cay al suelo.
Has fallado le dijo.
No.
S.
No. Los proyectiles dirigidos nunca fallan. No puedes escapar a un proyectil dirigido.
Haba cumplido los diecinueve aos y una voz fantasmal sonaba en tono quejumbroso.
Oh! Negro, Negro. NEGRO!
Se hallaba de permiso en New Alaska, en compaa de una bailarina cuyo cuerpo estaba
recubierto de escamas brillantes. Fuera, las palmeras cultivadas artificialmente ondulaban bajo el
cielo.
Escuchaban la Cantata para bongo en Do menor, cuyos ochenta y ocho tonos slo Deutcher 4
poda extraer de un modo limpio y claro del tambor. Toc luego Single Sung Tingle y
Milkbelly y Angerman la saga de los Vigilantes, con sus 103 estrofas.
Angerman estaba enfadado,
Era a la vez juez y jurado,
Dispar contra el que hua,
Aquel a quien persegua.
En su Arma prepar el proyectil.
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Logan se senta orgulloso de estar all, entre sus amigos, vistiendo un bonito uniforme negro,
mientras la brillante y sinuosa mujer le acariciaba en lugares secretos acelerando los latidos de su
corazn.
y......
Tena catorce aos y la flor de su mano se haba vuelto repentinamente azul. Sus deberes eran
ahora los de un adulto. Hasta entonces haba vivido en libertad porque era adolescente. Le
alegraba transformarse en un hombre, porque as podra realizar lo que siempre haba deseado.
Siempre...
y....
Haba cumplido los veinte y segua la pista a un ser humano. La muchacha haba obrado con
suma habilidad, cruzando el ro para engaarle; pero estaba atrapada, con la espalda contra una
alta valla de madera.
Logan avanz hacia ella.
La muchacha se aferr con las uas a la valla, rompindoselas contra la dura superficie. Luego
cay a los pies del muro. Logan levant la mano en que empuaba la pistola, dispar y el
proyectil dio en el blanco.
Permaneci de pie sintiendo una profunda sensacin de angustia. Por qu aquella muchacha le
haba obligado a disparar? Por qu no acept someterse al Sueo? Por qu pretendi escapar?
.....escapar
........escapar
... Escapar!
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Sube.
Se elevaron por encima de las nubecillas que formaban las descargas de la artillera mientras
los hombres del general Burnside se disponan para otro asalto. La fusilera crepitaba. Bati un
tambor. Se oyeron las notas lejanas de un pfano.
El agente vestido de amarillo suspir.
Bonito espectculo, verdad? Yo vengo todos los aos, tanto si estoy de servicio como si no.
Por nada del mundo me lo perdera. Me gusta ver a estos bravos soldados morir por lo que
consideran una causa justa. Confiere un propsito a la vida; un sentido del honor muy
confortante.
En efecto dijo Logan.
Eran ideales muy dignos continu el polica. Libertad, justicia. Ahora las cosas son
distintas. Todo se nos sirve en bandeja. No hay nada por lo que luchar.
Logan hizo una seal de asentimiento.
Envidio a esos muchachos porque combatan por su futuro. La mirada del polica se hizo an
ms triste. En cambio, el Sueo... ! Para ti, maana. Para m el prximo ao. Yo era religioso.
Sola pensar en que debe existir algo, ms all. Pero la verdad es que ya no lo s. Fui Zen-bautista
por algn tiempo. Luego me cambi a...
Ah! Djame ah dijo Logan interrumpindole y sealando un lugar bajo ellos. Al
extremo de esos rboles.
El vehculo se pos en un paraje despejado, y Logan descendi dando las gracias y agitando
una mano.
Me alegro de haberte podido ayudar dijo el guardia. Ests seguro de que llegars a
tiempo?
Espero que s.
Puedo quedarme y llevarte otra vez...
No, no. Gracias.
El agente se encogi de hombros, observ a Logan con su penetrante mirada de polica y
volvi a partir en su vehculo.
La entrada a la red viaria del viejo Fredericksburg necesitaba una mano de pintura. Una
bandada de aves sali de su escondrijo cuando Logan se aproxim. Era evidente que Jess no se
encontraba all. Pero habra estado por aquellos parajes?
Examin la escalera. En el polvo haban quedado impresas las huellas de unas botas de
Vigilante.
Logan esgrimi su pistola y descendi con cautela los escalones. La plataforma estaba desierta.
Se acerc rpidamente a la caja de control y desmont el dispositivo de rastreo. El pasillo de
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entrada a los vehculos cesara de ser verificado por la mquina y sera posible meter a Jess en un
coche. Es decir, si lograba encontrarla.
Logan volvi arriba. Habra entendido Jess dnde estaba la red viaria? Debi haberle dado
instrucciones ms claras. No le quedaba ms remedio que esperar, confiando en que finalmente
apareciera. Pero era mejor aquello que confiar en la suerte. Si la joven an estaba con vida. Y
libre...
Se acomod bajo las ramas bajas de unos rboles desde donde poda observar la entrada. Un
pjaro cant burln en las proximidades. Una ardilla sali al claro y avanz moviendo su
tembloroso rabo. El animalito se acerc, mirndolo con sus ojillos como cuentas de cristal, alertas
e interrogadores. Logan la mat de un golpe en el cuello, la despellej y la ensart en un palo. El
hambre le contraa el estmago, y su boca se llenaba de saliva al pensar en la carne que pronto
estara dispuesta.
Retir de su Arma los cuatro proyectiles que an quedaban: punzador, vapor, desgarrador y
dirigido. Apret el gatillo y el estallido de la unidad energtica prendi fuego al montn de hojas
y ramitas que haba preparado. Luego as la ardilla sin dejar de alimentar el fuego con nuevas
ramitas, y se la comi.
De pronto, oy pisadas sobre la tierra arenosa.
Apag el fuego y se ocult.
Las pisadas seguan sonando cada vez ms de prisa, sobre las ramas secas.
Jess emergi de la maleza.
Logan le sali al encuentro.
De prisa! solloz la muchacha. Me persiguen.
Un Vigilante?
No. Se oyeron pasos. Dos muchachos. Me han visto la mano.
Entremos en los tneles dijo Logan arrastrndola hacia la escalera.
Durante la batalla... qued separada de ti... Cre haberte perdido... tem no poder llegar...
No importa respondi l. El caso es que has llegado.
La plataforma segua desierta.
Washington, D. C. dijo Logan al vehculo que haba acudido a su llamada.
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2
Juega con ellos, los rodea, los vigila.
Sabe a dnde van y est tranquilo.
El Detector los sigue. Conforme se mueven, la luz se mueve tambin. La flor negra en la mano
de la muchacha mantiene la conexin. Estoy aqu, aqu, aqu.
Acabar por atraparlos.
Ya no se siente irritado ni indeciso.
Est tranquilo y muy seguro de sus movimientos.
Los ratones han entrado en la trampa.
ATARDECER.....
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Obstculo a cincuenta millas de aqu, advirti el comunicador del coche al tiempo que ste
aminoraba su marcha.
Obstculo a veinticinco millas, dijo poco despus.
Obstculo a cinco millas.
Obstculo al frente. Espero instrucciones.
Logan y Jess ordenaron al coche que retrocediera a lo largo de otro tnel.
Seguiremos a pie dijo Logan.
Frente a ellos la red quedaba bloqueada por una roca. Una parte del techo se haba derrumbado,
llenando la zona de barro y de cascotes. Rebasaron la obstruccin siguiendo un estrecho sendero
que los condujo a una plataforma abandonada.
STANTON SQUARE
El aire estaba impregnado de humedad y ola a podrido. Espesos bejucos se enroscaban en los
peldaos que conducan hacia la calle. En el rellano casi impracticable por la vegetacin, Logan
se detuvo unos instantes y respir con fuerza. Volva a observar huellas de botas, esta vez en
sentido ascendente.
Francis debi de haber llegado antes que ellos.
Quizs espera arriba, se dijo Logan oprimiendo con fuerza la culata de su Arma.
Espera arriba para matarnos.
El primer combate de la Guerra Menor tuvo lugar en la encrucijada de las calles Quince y K,
frente al Sheraton Bar and Grill, en el mismo centro de Washington. Desde haca ms de un
mes muchos jvenes afluan a la ciudad, concentrndose para una gran marcha de protesta contra
la Enmienda Treinta y Nueve a la Constitucin. Igual que otras prohibiciones establecidas con
anterioridad, aquella Ley de Control Obligatorio de la Natalidad era imposible de poner en prctica, y los jvenes la haban convertido en causa propia, por creer que infringa sus derechos. Las
ms enconadas crticas se dirigan contra las dos ramas del gobierno encargadas de aplicar la ley:
el Consejo Nacional de Eugenesia y la Comisin Federal para el Estudio de la Poblacin. Segn
los manifestantes, Washington no tena atribuciones para decir a cada ciudadano cuntos hijos
deba tener. Los disturbios se transformaron en rebelda abierta.
Los debates a que le ley fue sometida ante el Tribunal Supremo no produjeron el menor
resultado. Y una oleada de furor sacudi las filas de la juventud. En su discurso acerca del Estado
de la Unin, el presidente Curtain haba insistido mucho en el problema de la caresta de vveres,
conforme la poblacin mundial se acercaba a los seis billones de habitantes. Apelaba a los
jvenes para que ejercieran un eficaz autocontrol que hiciera posible superar la crisis. Pero k
visin del obeso y bien alimentado presidente en las pantallas tridimensionales de todo el pas,
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hablando de deberes y de restricciones, produjeron un efecto negativo entre la poblacin. Por otra
parte, el hecho de que el presidente tuviera nueve hijos, haca inevitable un estallido de violencia.
A las 9.30 de la noche, segn el Horario Unificado, del martes 3 de marzo del ao 2000, un
joven de diecisiete aos, natural de Charleston, Missouri, llamado Tommy Lee Congdon, se
mantena desafiante frente al bar Sheraton, animando con febril intensidad a sus colegas para
que lo siguieran en una marcha hasta la Casa Blanca.
Si tantas ganas tenis de andar, por qu diablos no os volvis a vuestras casas y metis en la
cama? pregunt un protestn panzudo, de edad indeterminada y cuyo nombre nunca se
averigu.
Dijo aquello en el lugar y el momento ms inadecuados, y en un tono francamente ofensivo,
por lo que no tardaron en originarse discusiones que degeneraron en insultos y golpes.
La Guerra Menor haba estallado.
A la maana siguiente, la mitad de Washington estaba ardiendo. Senadores y miembros del
Congreso fueron sacados violentamente de sus casas y ahorcados como criminales en faroles y
rboles. Unidades de la polica y de la Guardia Nacional quedaron deshechas en las primeras
oleadas de violencia. Se incendiaron edificios y s utilizaron explosivos. En medio de semejante
confusin, un guardin del parque zoolgico dej libres a los animales para que no perecieran
entre las llamas. Jams se les pudo volver a encerrar.
Se moviliz al Ejrcito, y los carros blindados se desplegaron en las calles que irradiaban desde
el Capitolio; pero slo quedaron unos cuantos hombres para manejarlos porque la mayora de los
soldados tenan menos de veintin aos y simpatizaban con el movimiento rebelde. En todos los
servicios se produjeron defecciones en masa, y a lo largo de la Pennsylvania Avenue, se vean
regueros de uniformes abandonados.
El movimiento se extendi a los otros Estados. Pero fuera de la lucha en Washington, la
revuelta result notablemente inofensiva. Grupos de jvenes tomaron las capitales y ocuparon los
ayuntamientos y dependencias en todo el pas. Temerosos de perder la vida, gobernadores y
alcaldes desertaron de sus puestos, para no recuperarlos nunca.
Transcurridas dos semanas, las riendas del poder estaban en manos de la juventud. La Guerra
Menor haba acabado.
Durante los disturbios, el brigadier general Matthew Pope autoriz el uso de una pequea
bomba atmica de tipo tctico, que poda llevarse en un bolsillo.
Aqul fue el ltimo acto de su vida, y ninguna otra arma nuclear fue utilizada en la Guerra
Menor. Una de ellas explot en la sede de la Smithsonian Institution, y el crter resultante fue
conocido a partir de entonces como el barranco de Pope. La bomba produca unas emanaciones
en extremo nocivas, y durante dos semanas Washington result prcticamente inhabitable, hasta
que los contadores Geiger indicaron una cifra de polucin lo suficientemente baja como para que
los tcnicos entraran en la ciudad para comprobar su atmsfera. Entretanto los animales del
zoolgico haban empezado a reproducirse.
101
Al ao siguiente tuvieron lugar los grandes debates sobre de qu modo poda superarse la crisis
de poblacin que sufra el mundo.
Chaney Moon dio la respuesta. Tena diecisis aos aos y estaba dotado de una voz poderosa,
una mirada electrizante y un gran sentido de lo que constituye el destino particular de cada ser
humano. Muy convincente para la masa, posea la rara habilidad de hacer interesante cualquier
tema y convertir en aceptable el ms insensato proyecto. Conforme expona una propuesta tras de
otra, su voz atronaba, dominando el tumulto de un modo arrollador. Sus opiniones encontraron
inmediato apoyo, En el Piccadilly Circus de Londres habl ante una muchedumbre de 400. 000
jvenes. En Pars, y expresndose en un francs impecable, cautiv al doble de oyentes,
aglomerados en la orilla oeste del Sena. En Berln las gentes lo abrazaban. Moon era un nuevo
Mesas salvador del mundo.
A los seis meses, los seguidores de Chaney Moon sumaban varios millones. Sus detractores
llamaron la atencin sobre el hecho de que casi todos tenan menos de quince aos; pero su falta
de madurez quedaba compensada por un fanatismo indomable.
Cinco aos despus se aprobaba el Plan Moon. Y Chaney, que haba cumplido ya los
veintiuno, demostr su fe en el sistema siendo el primero en someterse pblicamente al Sueo.
La joven Amrica acept de buen grado aquel nuevo y atrevido sistema de autocontrol, y el
Pensador fue instaurado para que lo gobernase. Los ciudadanos que sobrepasaban los veintin
aos fueron ejecutados, y la primera de las gigantescas instalaciones para producir el Sueo
qued inaugurada en Chicago. Los jvenes estaban bien seguros de una cosa: nunca jams volveran a dejar su destino en manos de una generacin ms vieja.
Haba empezado la era del gobierno por computadoras. Luego de acordarse el lmite mximo
de edad, se formaron las primeras unidades de Vigilantes.
Al llegar el ao 2072 el mundo estaba habitado exclusivamente por jvenes.
Logan ascendi por la oscura escalera. No pretenda engaarse a s mismo. Francis era un rival
imbatible. Un enemigo al que temer y respetar. Y se encontraba arriba, a poca distancia de ellos,
vistiendo su negro uniforme que se confunda con las tinieblas.
Angerman estaba enfadado... un proyectil aguardaba en su pistola.
Logan sinti lstima por Jess, cuando observ que, no obstante, la mscara de dolor que
contraa su rostro, ste continuaba siendo bello. Y pareca tan joven! Haba vivido toda una vida
y, sin embargo, segua conservando un aspecto vulnerable y delicado.
Le hizo seas de que volviera a la oscuridad del tnel. Ella intent protestar, pero Logan la
oblig a que se callara. En seguida, en medio de un completo silencio, empez a ascender la
escalera. Una vez en el rellano se apoy contra la barandilla, tratando de disimularse al mximo.
Arriba no se escuchaba ruido alguno. Aunque en realidad tampoco hubiera sido lgico esperarlo.
102
Francis era un cazador y no aguardara a que Logan apareciera ante su vista para disparar contra
l. Logan levant la cabeza con cuidado. Todo segua tranquilo.
Subi centmetro a centmetro los restantes peldaos, y se protegi contra el saliente de la
entrada, observando con cuidado el terreno.
Una bandada de mosquitos se abati sobre l, pero no le hizo caso. Permaneci inmvil hasta
saber positivamente que su enemigo no se ocultaba detrs de ningn tronco ni de ninguna roca.
Luego sigui adelante.
Se lanz hacia adelante por el claro y fue a caer sobre una maraa de bejucos, rod unos
metros y se puso de pie tras de un tronco medio podrido. Una vez ms, examin los alrededores
buscando algn detalle sospechoso; pero la tranquilidad segua siendo absoluta y no se observaba
ningn movimiento que pudiera alarmarle.
Se encontraba en una selva poblada por toda clase de sonidos. Un mono parloteaba en un rbol.
Un guacamayo lanz su grito estridente. En un lugar lejano, un len dej or su rugido profundo.
Logan vigil la zona que rodeaba la entrada a la red de tneles, y que estaba cubierta por una
espesa vegetacin tropical. Gigantescas higueras de Bengala haban tendido sus races por
doquier, sirviendo de punto de apoyo a lianas, helechos y especies trepadoras. Plantas y flores
exticas crecan en el limo, prximas a rboles espinosos. Las hierbas laminadas hacan imposible ver el resto de la jungla que se extenda entre una confusin de verdes diversos. Por el suelo
corran arroyos, y en los estanques, grandes nenfares brotaban por entre el agua espumosa
surcada por inquietas liblulas.
Recorri lentamente la zona. Ranas y serpientes chapoteaban sumergindose a su paso. Los
mosquitos se cernan por doquier, picndole los brazos y la cara. Se sinti inundado de sudor, y
las ropas se le pegaron al pecho y a la espalda cual si estuviera en un invernadero. Tena los
pantalones empapados hasta las rodillas.
Pero ni rastro de Francis.
Logan volvi a la boca del tnel.
Jess! llam suavemente.
La muchacha sali a su encuentro y se qued perpleja contemplando la selva con expresin de
maravilla.
El calor de la explosin nuclear, almacenado en capas sucesivas bajo la superficie de la tierra,
segua exudando despus de tantos aos. Dicho calor de horno, al mezclarse con la alta humedad
de la atmsfera, haba creado un bosque tropical. Ya no exista l invierno en Washington. Aquel
lugar que antes fuera un pantano, haba vuelto a su condicin de tal.
Por encima de los rboles pudieron ver la cpula del Capitolio teida por el sol. A Logan le
pareci que era el lugar adecuado para buscar a Ballard. Avanzaron por la plaza, adentrndose en
las profundidades de la selva.
Los insectos se abatan sobre ellos: moscones, abejorros, legiones de mosquitos y de caros, de
araas y de hormigas. Las espinas les desgarraban las ropas, las pas de algunas hojas de palmera
103
les atravesaban la piel. Plantas venenosas se enredaban en sus miembros. La jungla se expresaba
en la voz del mono de la India y del chimpanc, del cerdo silvestre, de los pjaros de largas
plumas y de los yubartas.
De pronto, se escuch un sonido distinto, semejante a un eructo, profundo, infinitamente
malvado y cruel: el rugido de un tigre de Bengala. La jungla entera guard silencio.
Un felino dijo Logan. Y de gran tamao.
Sinti cmo se le erizaba el pelo de la nuca. Se toc la profunda cicatriz de su brazo izquierdo,
recordando a aquel leopardo negro...
104
Cuando alcanzaron la escalinata del Capitolio, Jess se tambaleaba por el cansancio. Su blusa
estaba rota y manchas de sangre oscurecan la tela. Contusiones moradas le surcaban el rostro.
Logan la ayud a subir los escalones, evitando las races que haban hendido la piedra. El zumbar
de los mosquitos los sigui hasta el interior del edificio.
El vestbulo no era mucho mejor que la selva que acababan de dejar atrs. Las plantas
trepadoras haban tejido sus intrincadas formas por todos los lugares de la estancia. Las ventanas
estaban rotas, y el suelo corrodo y hmedo bajo una espesa capa de hojas muertas.
Jess se desliz junto a una de las paredes. Logan la segua. No era preciso hablar. Ballard no
estaba all. El Santuario segua siendo una ilusin inalcanzable.
Cerraron los ojos, intentando descansar bajo el hmedo calor.
Sobre ellos se produjo un deslizamiento suave y aceitoso. Un cuerpo de cobre, moteado de
varios colores, se desplazaba lentamente. Eran tres metros de espesos msculos y anillos. La
serpiente anaconda, no haba quedado satisfecha con su ltima comida. El joven bice y las dos
grandes ratas no bastaron para saciar su voracidad, y con los prpados levantados fijaba su
atencin en los dos seres que acaban de entrar en la estancia.
La anaconda se desliz hacia abajo por entre la hojarasca, dirigindose a su indefensa presa,
abatindose sobre ella con resplandeciente suavidad, afirmando el extremo de la cola como punto
de apoyo, resbalando, descendiendo...
Jess exhal un suspiro y movi la cabeza para apoyarla en el hombro de Logan. A travs de la
niebla de sus prpados observ el movimiento de las hojas. Una de las ramas le pareci distinta a
las dems. Se mova. Se desplazaba...
Jess dej escapar un grito.
Los dos saltaron en el momento en que el reptil los atacaba y su acometida se fue a perder en el
vaco. Los anillos formaron sobre el suelo una convexidad estremecida y palpitante.
Hubiera solucionado todos nuestros problemas dijo Logan mientras se dirigan a la
escalera. No habra necesidad de seguir buscando a Ballard.
En los salientes y cornisas del Senado anidaban los buitres. Cuatro de ellos, de cuellos
desplumados, miraban hacia abajo con ojos codiciosos. Fuera, en la selva, algo dej de existir y
los buitres batieron sus alas.
Jessica se estremeci.
Qu horribles animales! dijo. Aqu no estamos seguros. Por todas partes nos acecha la
muerte.
Pero Logan segua avanzando con paso decidido. Ballard tiene que hallarse en este sitio.
Un fuerte olor a musgo de invernadero, agua pantanosa y vegetacin podrida los envolvi,
cuando cruzaban un amplio espacio de terreno descubierto. Algunas columnas corintias de blanco
mrmol de Georgia estaban derrumbadas en el suelo.
Se deslizaron por entre ruinas en las que campeaba
105
una diversidad de estilos: francs, romnico, renacimiento, clsico... Un tro de pilares jnicos
permaneca milagrosamente en pie, como dedos suaves que sealaran el cielo. Entablamentos y
arquitrabes estaban sumergidos en un mar de plantas trepadoras. Volutas, urnas, guirnaldas, liras
y diseos con rayos solares aparecan y desaparecan entre la lujuriante vegetacin.
No oyeron las suaves pisadas que les seguan sin un momento de respiro. No vieron a la bestia
con la piel moteada de amarillo solar y de negro nocturno que se deslizaba por entre las columnas
cadas. Un tigre de Bengala con pecho manchado de rojo, pero an pletrico de vida.
El cielo se fue oscureciendo sobre Washington, y la lluvia empez a caer. El ruido acompasado
de las gotas se convirti en rumor de torrente, mientras el agua se abata furiosa sobre la selva
cual si quisiera forzarla a que le dejase empapar su superficie.
Los pies de Jessica tropezaron con un trecho de fango espeso cuando intentaba pasar por
encima de una aglomeracin de arbustos que le bloqueaban el camino. Logan la cogi por el
brazo, echndola hacia atrs, y con sumo cuidado apart los matorrales hmedos.
Es un nido de serpientes dijo.
En la oscura concavidad pudieron ver un amasijo de cuerpos negruzcos, entrelazados entre s.
Las cabezas triangulares se levantaban sobre el fango verde, con las fauces abiertas. Su interior
era blanco y suave como el algodn, exceptuando los prominentes colmillos que se arqueaban
surgiendo agresivos de la mandbula superior.
Continuaron su camino bajo el aguacero.
Ballard no est aqu , dijo Jess. Es imposible. Nadie puede vivir en esta selva.
No lo s contest Logan.
Se encontraban en un llano cubierto de hierba de sabana. Era la zona correspondiente a la plaza
de la Estacin. La lluvia se abata sobre ellos como una slida cortina plateada. Logan vio en la
hierba un brillo dorado. Su cuerpo se tens.
El tigre! exclam. Est ah otra vez. Nos sigue los pasos.
Sac la pistola y comprob su carga. Los proyectiles dirigidos no servan de nada contra un
animal. Ello significaba que slo dispona de un desgarrador.
Continuaron su marcha, mientras tras de ellos, el tigre iba dejando un rastro oscuro sobre el
mar de hierba.
En el llano se levantaba un rbol de la especie Jacaranda. Logan apoy la espalda en su rugoso
tronco y puso a Jess a su lado.
El tigre se acercaba pisando con cautela.
Por encima de la hierba, a la claridad velada que permita la lluvia, una luz brill en Capitol
Hill. El corazn de Logan lati apresurado.
Est ah! exclam. Ballard est ah! Seal la mole de piedra de Indiana que
destacaba contra el cielo.
Es la Biblioteca del Congreso aadi. No me he equivocado. Es natural que se refugie
en un lugar tan elevado.
106
El tigre de Bengala se haba detenido a unos diez metros. Sus ojos amarillos centelleaban entre
la hierba, fijos en las dos figuras; dispuesto a atacarlas de un momento a otro.
De pronto y con la misma brusquedad con que haba empezado, la lluvia ces.
Logan y Jess se alejaron de la Jacaranda, aunque procurando mantenerla entre ellos y el felino.
Las hierbas despedan una broza que provocaba fuerte picor al darles en el rostro. Jessica
respiraba entrecortadamente, al borde de sus fuerzas fsicas y mentales.
Logan se pregunt si habra muchas mujeres como ella, dispuestas a sufrir pruebas tan duras
con el slo propsito de conservar la vida. La voz femenina entre la muchedumbre volvi a
resonar en sus odos. Trat de recordar cundo haba odo por vez primera el nombre de Ballard.
De pronto, le vino a la memoria la cancin. Una de aquellas tonadas populares moduladas con
acompaamiento de guitarra por intrpretes de piel oscura en algn cuchitril impregnado de olor
a tabaco. El olfato de Logan pareci percibir otra vez las emanaciones de la nicotina conforme la
letra sonaba en sus odos...
El felino carraspe.
Estaba ya muy cerca, hacia su izquierda, deslizndose por, entre la hierba, sin perderlos de
vista.
Si consiguieran llegar a la biblioteca estaran a salvo. Tal vez Ballard dispusiera de un arma
con la que ayudarles a rechazar a la fiera.
El tigre se desplaz en un amplio crculo para cortarles el paso.
Hay que hacer ruido dijo Logan empezando a batir palmas. Jess le imit. El tigre se
detuvo unos momentos, sorprendido por el ruido, y a continuacin cambi de rumbo.
Llegaron a la escalinata de la biblioteca y empezaron a subirla a toda prisa. De pronto se oy
tras de ellos el roce de unas garras sobre la piedra. El tigre exhal un rugido en el momento de
atacar. Logan levant su Arma. El enorme y musculoso felino estaba en el aire, con las fauces
abiertas, cuando el proyectil parti.
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Con un repentino espasmo convulsivo el tigre muri. Momentos antes era todava una masa de
nervios, garras y msculos compactos. Ahora quedaba convertido en un montn de carne inerte
que se enfriaba con suma rapidez.
Logan liber su pierna y logr incorporarse, aunque con dificultad.
El arco de Ballard haba seguido su movimiento, con la flecha apuntndole al pecho.
Jess mir al viejo con expresin airada.
Habras dejado que lo matara! exclam.
S repuso l con voz profunda y spera. Naturalmente que s.
Logan movi los pies para desentumecerlos y se desplaz un poco hacia la izquierda. Ballard
apret las mandbulas y tir de la cuerda hasta que el extremo emplumado de la saeta le roz el
odo derecho.
Es un fugitivo explic Jess. Me ha salvado la vida.
Y tambin es Logan 3, de profesin Vigilante contest Ballard.
El arco sigui tensndose. Logan se dijo que haba llegado su hora.
Pero Jess se lanz hacia Ballard, dndole un golpe que le hizo perder el equilibrio, y en seguida
alarg las manos hacia su rostro para araarlo; pero con un brusco movimiento Ballard la apart
de s arrojndola sobre los escalones.
Entretanto Logan, aprovechando la ventaja que le ofreca aquel breve forcejeo, se haba
precipitado al oscuro interior de la biblioteca. La flecha pas silbando junto a su cabeza en el
momento de agacharla. Continu su marcha tratando de acostumbrarse a la penumbra. Tropez y
cay bruscamente. Una segunda flecha le pas rozando, para hundirse en la mesa de libros de una
estantera.
Sigui adentrndose en la pesada atmsfera del edificio. Libros de todas clases y tamaos
estaban tirados en el suelo o se apilaban sobre las mesas. En las estanteras reinaba una terrible
confusin y los tomos aparecan desparramados por doquier. El lugar ola a papel deshecho y a
encuadernaciones podridas. Ratas y lagartos se escabullan conforme se abra paso por entre anaqueles derrumbados.
Un rayo de luz perfor las tinieblas desplazndose rpidamente de un lado a otro, y finalmente
se pos sobre l. Logan trat de apartarse, se agach y volvi a ponerse en pie. Pero la luz lo
segua de modo inexorable. Evit otra flecha de acero que fue a incrustarse en una mesa con
sordo golpe.
Se hizo atrs y su mano tropez con un grueso y pesado volumen. Lo tom y dio la vuelta a
unos cajones llenos de peridicos. El rayo de luz trataba de seguirlo. Le arroj el volumen con
todas sus fuerzas. Las pginas volaron por el aire mientras describan su trayectoria, y el libro dio
de lleno en Ballard, haciendo oscilar violentamente la luz.
Pero un libro no era arma adecuada contra un arco y unas flechas.
Logan mir a su alrededor en busca de algo ms efectivo. Pero al no encontrar nada se registr
maquinalmente los bolsillos. La luz segua buscndolo insistentemente. Sus dedos tropezaron con
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Quisiera saber algo dijo Logan fijando la mirada en la mano derecha de Ballard donde
brillaba una flor roja. He visto casos raros, pero ninguno como el tuyo. Artistas del tatuaje,
cirujanos, qumicos... todos trataron de duplicar la flor; pero est a prueba de falsificaciones. En
cambio, t has vivido dos vidas y tu flor parece real. Cmo lo has conseguido? Cmo pudiste
prolongar tu existencia tanto tiempo?
Viviendo cada da de manera total respondi Ballard con un atisbo de sonrisa.
Logan baj el Arma.
Te dir otra cosa aadi Ballard. El saberlo no va a servirte de nada.
Logan no poda mirar cara a cara a Jess.
Soy un fallo mecnico continu el viejo. Cuando yo nac algo se estrope en los
dispositivos de la Casa Infantil. El Reloj que marcaba mi hora incrust en mi mano un cristal
imperfecto. No lo supe hasta cumplir los veintin aos y observar que la flor no parpadeaba, que
segua siendo roja y que yo viva mientras los dems iban muriendo a mi alrededor.
No deseo saber nada ms dijo Logan.
Y acercndose al final de la escalera se hizo bocina con las manos y llam:
Francis!
El grito repercuti en la selva; pero su eco fue acallado por el calor y por la oscuridad.
Francis! volvi a llamar. Por aqu! Esper. Francis no apareca.
Ballard se volvi hacia Jess.
Es un Vigilante. Vive la clase de vida para la que fue adiestrado. Sigui hablando en voz
baja mientras Logan observaba la selva: Slo nos queda un consuelo. Jams encontrar a los
otros; a los que se acogieron al Santuario.
Jess lo mir fijamente.
Entonces... existe realmente ese Santuario? Un lugar donde es posible hacerse viejo, tener
familia y criar a sus hijos?
S. Existe.
Logan volvi a llamar, pero no hubo respuesta. Regres junto a ellos y dijo:
S que no podr obligarte a que me digas dnde se encuentra el Santuario. Pero en cuanto
hayas muerto, la conexin quedar interrumpida.
Ballard no contest.
Logan levant su pistola en la que haba puesto un proyectil dirigido, cuya carga los matara a
los dos de un solo disparo.
Adis, Jess dijo dulcemente. Me veo obligado a hacerlo.
Apret el gatillo. Pero su mano se haba quedado rgida como si fuese de piedra. El dedo no se
curv. Lo intent de nuevo pero los msculos no le obedecieron. Su cara estaba gris. Vea el
rostro de Jessica, slo su rostro, en forma de blanco valo destacando contra la oscuridad del
edificio, expresando dolor y recriminacin.
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1
Respira profundamente.
Sus ojos estn cerrados.,
Ahora sabe cul es la ruta que lleva al Santuario.
LA NOCHE....
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Logan lleg a la plataforma de la red de transporte con el cuerpo dolorido y la mirada vidriosa.
Haba pasado un brazo por los hombres de Jessica, y sta le serva a un tiempo de apoyo y de
gua.
La joven llam a un coche.
Logan caminaba con la cabeza cada, respiraba fatigosamente y su cara estaba blanca como el
yeso. Pareca no darse cuenta de dnde se encontraba ni notar que el vehculo se haba puesto en
movimiento.
No te preocupes. Todo saldr bien le dijo Jess sostenindolo contra s con la misma
ternura con que lo haba abrazado el dispositivo del Cuarto del Amor Materno, a la vez que le
hablaba dulcemente. Estamos en camino hacia la etapa final. La que lleva al Santuario. Ya
nadie podr detenernos. Unos minutos ms y no seremos fugitivos. Nuestros problemas se habrn
acabado.
Logan no respondi.
El vehculo avanzaba como una exhalacin, por los profundos tneles.
Ya no tendrs que luchar ms contigo mismo. Hube de impedir que Ballard te hiciera dao
porque lo que le dije es verdad. Te amo. No es fcil dejar a un lado toda una existencia, como
hiciste t. Pero ahora eres libre.
l levant lentamente su mano derecha. La flor parpadeaba vivamente.
Se estremeci.
Se volvi negra.
Sus veinticuatro horas haban finalizado.
Una penetrante sirena de alarma empez a sonar en el vehculo.
El Arma! dijo Logan como en un trance.
Slo nos quedan quince minutos solloz Jess. Se irn sin nosotros.
Salieron otra vez al exterior. De pronto vieron a un Vigilante.
La mente de Logan trabaja febril. Era un joven recin incorporado. No tendra ms de diecisis
aos. Los fugitivos huyen. Nunca atacan.
Pero Logan atac.
En el rostro del joven Vigilante se pint una expresin de dolorosa sorpresa conforme el golpe
lo derrumbaba.
Una vez ms en los tneles.
Es intil, verdad?
Pittsburgh dijo Logan.
Cmo?
La ciudad de acero. All no habita nadie. Quiz podamos refugiarnos en ella.
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Molibdeno
Cromo
Vanadio
Hierro
Tantalio
Carbono
Aluminio
Nquel
Acero
Pittsburgh.
Una enorme y ruidosa fundicin; una maraa de recipientes, transportadoras, poleas, palancas,
martinetes, estampadoras, flexores, matrices, muelles, tornos y herramientas diversas. Mineral y
carbn afluan gobernados por impulsos elctricos. Al exterior salan productos metlicos y
piezas que se distribuan por toda la nacin.
Pittsburgh: una mquina enorme, pavorosa, controlada por interruptores, contactos trmicos y
circuitos programados. Una continua vibracin, una actividad sin lmites, un fuerte hedor a metal
fundido, una nube de humo negro y de cenizas, de holln y de petrleo, en medio de un ambiente
de sobrecogedora contaminacin.
Nadie viva en Pittsburgh desde haca un siglo. Nadie hubiera podido vivir all.
La escotilla se abri.
Una vaharada acre, de humo y de acidez, los ceg. Toda la zona estaba envuelta en una niebla
oscura.
La blusa dijo Logan.
Jess movi la cabeza, sin comprender. El ruido del metal le haca imposible or las palabras de
su compaero.
Logan se quit la camisa, y luego de comprimirla se la puso en la boca. La muchacha hizo lo
propio.
Sali del coche y corri hacia el dispositivo de control. De un puetazo rompi el cristal.
Ahora podan dirigirse a Steinbeck. Una vez rota la caja supervisora nadie podra detectar la
direccin de su marcha. Los Vigilantes quedaran desorientados por el momento.
Pidi otro coche; pero Jess le tir del brazo sealando hacia atrs. Logan se volvi. Un
vehculo se haba parado en la plataforma, con la escotilla abierta.
Logan agarr a la chica y retrocedi hacia la zona impregnada de humo. Sus pulmones ardan,
sus ojos lagrimeaban. Se agacharon tras de un mecanismo rotor.
Un hombre baj del vehculo. Era un Vigilante. La mscara circular que cubra su rostro lo
haca irreconocible por completo.
115
Y si fuese Francis?
El recin llegado se agach en posicin de ataque y observ la zona, pistola en ristre. Avanz
cauteloso por entre los torbellinos de humo, se detuvo, se agach otra vez y examin el suelo.
Logan sinti fro. Porque all, perfectamente impresas sobre el polvo, estaban las huellas de sus
pies. El Vigilante se irgui y dirigise hacia ellos.
Logan retrocedi an ms en aquel laberinto de metal, llevando a Jess consigo. La oblig a
agacharse junto a unos soportes, y le hizo seas de que permaneciera all.
El Vigilante estaba cada vez ms cerca. Sera Francis? Logan no hubiera podido asegurarlo.
Se le asemejaba en estatura, y actuaba con el aplomo y la seguridad de un veterano. Logan se
puso en pie, observ el funcionamiento de la mquina y corri por entre la espesa niebla, hacia
una cinta transportadora. El otro lo sigui, dispuesto a darle caza. Logan se desliz por un
estrecho canal, entre unas ruedas dentadas. Se sujet a un saliente y se dej caer de nuevo al
suelo.
Haca un calor sofocante. Las manos de Logan tocaron metal. Sufri una sacudida y se hizo
atrs. Aquel infierno de enloquecedores ruidos le destrozaban los nervios. El aire le quemaba los
pulmones. Notaba el gusto del holln entre los dientes.
Sigui avanzando hacia el interior de la vasta ciudad de metal, con el Vigilante siguindole la
pista.
Se desliz por entre un martinete estampador y una cabria, y agarrndose a sta se dej elevar
por los aires.
Una carga de nitro retembl bajo l. La gra ces de funcionar. Logan salt a una pasarela
metlica y corri a lo largo de ella. Un proyectil desgarrador arranc un pedazo de la barandilla.
Est afinando la puntera, se dijo Logan. Es un buen tirador; no cabe duda.
Descendi una escalera y al llegar a su fondo, corri por una gra de desplazamiento lateral.
Haba logrado despistar a su rival. Pero no por mucho tiempo.
Un arma. Necesitaba un arma.
Mir a su alrededor desesperado. A la derecha haba un soporte para herramientas. Agarr una
llave graduable, la ajust y destornill tres tuercas de la parte frontal de un vehculo
transportador. Luego extrajo un pedazo d cable delgado con el que at las tres tuercas formando
una especie de clava.
Se iz hasta una cinta transportadora. El Vigilante haba hecho lo propio un poco ms all y
vena hacia l, mirando a travs del humo, con la pistola en la mano. Las dos cintas se movan en
direcciones opuestas, llevando enormes fardos que soltaran a cosa de una milla de distancia.
Logan se agach tras de uno de aquellos bultos y acarici el embalaje de madera, calculando sus
posibilidades.
Las cintas corran a una velocidad de cinco millas por hora. No saba cul iba a ser el punto de
interseccin; pero decidi arriesgarse.
116
Unos convertidores vertieron sobre l una nube de chispas de metal incandescente mientras el
acero fundido caa en un gran molde. La humareda lo ahogaba. Dnde estara su rival? Se
mantuvo agachado tras de la caja. Cont hasta cuatro y se irgui.
El Vigilante se hallaba justo frente a l, acercndose a gran velocidad. Haba que obrar sin
prdida de tiempo.
La clava volte en el aire formando una sombra sutil sobre su cabeza.
La pistola le apuntaba.
Logan solt el cable.
El arma no lleg a disparar. Cay de la mano del hombre vestido de negro, cuando ste recibi
el fuerte impacto de las tuercas y del cable que se enrosc a su cuerpo. Perdi el equilibrio, y la
mscara le cay del rostro. No era Francis.
Tal vez exhalara un grito. Pero en la cacofona que cilindros, palancas y pistones formaban
movindose entre metlicos chasquidos no le fue posible or nada.
El Vigilante cay describiendo una espiral, con las piernas abiertas; rebot contra un paso
elevado y continu cayendo hasta dar sobre un montacargas que lo sostuvo unos momentos para
precipitarlo finalmente contra una polea que lo lanz a las profundidades de la ciudad de acero.
El crepsculo se cerna sobre los cayos de Florida cuando Logan y Jess emergieron de la red
viaria. El firmamento occidental estaba teido de un color pizarroso que se iba oscureciendo bajo
las franjas rojas de las nubes. Pronto sera totalmente de noche.
Vieron los almacenes y cobertizos de Cape Steinbeck sobre una amplia extensin asfaltada. La
zona estaba inmersa en un ambiente gris, carente de signos de vida.
Esto es el Santuario? pregunt Jessica con voz en la que sonaba una profunda decepcin.
Logan describi un lento y cauteloso crculo. No se escuchaba ruido alguno. El silencio era
total. Pero saba que muchos ojos los estaban espiando.
Empezaron a andar hacia los edificios.
La voz de un amplificador rompi el silencio, repercutiendo sobre el asfalto.
Alto! Identifquense!
Se detuvieron. Logan dej escapar un suspiro. Con voz apagada contest:
Logan 3 - 1639.
Y Jessica aadi:
Jessica 6 - 2298.
Contrasea?
Santuario dijo Logan.
Estis entrando en un campo de minas. Deteneos. Un gua os indicar el camino.
Logan estaba al cabo de sus fuerzas. Una fatiga inmensa lo dominaba. Le dolan los msculos
y huesos, y el respirar le resultaba un gran tormento. Sus pasos carecan de precisin. Daba
traspis y pareca ir a desplomarse de un momento a otro.
Quietos! orden la voz.
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Logan se qued junto a Jess, mientras una figura se destacaba del edificio envuelto en sombras
y avanzaba hacia ellos. Su paso era lento y describa minuciosos zigzags.
Se acerc frunciendo el ceo. Sus facciones expresaban extremada dureza. Y esta misma
sensacin emanaba igualmente de la lnea de sus hombros y de su cabeza asentada sobre un
cuello muy grueso.
Habis tardado mucho dijo. Haced exactamente lo que os diga. Quedan siete minutos
escasos y no podemos perder el tiempo hablando. Estamos en el lmite de un campo de minas. Un
paso en falso y os quedaris sin piernas. Entendido?
Logan asinti torpemente.
Seguidme.
A Logan las piernas le pesaban como si fueran de plomo. Se negaban a obedecerle. Perda el
equilibrio a cada paso, y le costaba recuperarlo. Saba que, caso de caer, volara en mil pedazos.
El avanzar le resultaba dificilsimo. Era uno de los esfuerzos ms duros que haba tenido que
hacer en toda su existencia. Jess estaba en parecidas condiciones.
Finalmente dejaron atrs la zona minada.
Penetraron en un amplio almacn y pasaron ante hileras de bultos enormes.
Logan trat de fijar su atencin en aquellos grandes embalajes. Contenan unos objetos
plateados de forma cilndrica, sujetos por tirantes asimismo metlicos. A sus lados se vean
nmeros y letras: TITN... STARSCRAPER... FALCONER...
Saba que se trataba de msiles, embalados, amontonados y olvidados all.
Salieron otra vez al exterior.
Logan entorn los prpados. Ante ellos se extenda una amplia extensin de fino csped en la
que destacaba una alta torre metlica que sostena una forma maciza y afinada.
Era un cohete de pasajeros.
Logan trat de poner orden en sus confusos pensamientos. Cape Steinbeck no era ms que un
centro de almacenamiento en el extremo de los cayos. Una especie de territorio muerto, como
Catedral, Molly o Washington, hitos en la ruta que conduca al Santuario, donde cohetes y
msiles quedaron olvidados cuando se desisti de los viajes espaciales. Sin embargo, ahora uno
de aquellos cohetes se dispona para partir, lo que significaba que el Santuario estaba emplazado
en un lugar del espacio extraterrestre. Pero dnde? Los planetas que forman el sistema solar no
tienen vida. Las estrellas continan siendo inaccesibles.
Vamos. Seguid apremi el gua.
Avanzaron hacia el cohete, de cuya parte inferior se escapaban nubecillas de humo originadas
por los vapores del oxgeno lquido y del hidrgeno al condensarse y evaporarse, mientras
esperaban ser activados para convertirse en fuerza propulsora.
Logan se sinti invadido por una sensacin de oscuridad. Una oscuridad que pareca originarse
dentro mismo de l. Una oscuridad que descenda del firmamento, y que emanaba tambin de una
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forma vestida de negro. De un hombre muy alto que se acercaba a ellos. De un cazador con su
uniforme color de noche. Angerman, juez y jurado...
Logan pens que suceda lo que tena que suceder. Porque aquel hombre era Francis.
Un sentimiento de desesperacin lo anonad; lo aplast literalmente producindole una
sensacin de inmenso agobio. Nunca haba sentido una angustia as.
Al ver al Vigilante, Jess ahog un grito.
Logan la empuj hacia el gua.
Llvatela. Que suba al cohete. Yo tratar de enfrentarme a ese hombre.
El individuo de rostro duro no vacil un instante.
Tomando a Jessica del brazo la empuj hacia el vehculo espacial. Ella forceje por libertarse.
No, Logan! No! gritaba.
l trat de ignorar el dolor y la alarma que sonaban en su voz, y dijo mascullando las palabras:
Escucha, Francis. Escucha. Tengo que HABLAR contigo. He de decirte tantas cosas!
Un estremecimiento sacudi su cuerpo. El suelo se haba vuelto como una especie de goma
esponjosa, en la que se iba hundiendo, y en la que acabara por desaparecer. Dobl una rodilla e
intent incorporarse. La oscuridad lo anonadaba. Trat de rechazarla parpadeando.
El Vigilante se encontraba muy cerca. Su rostro estaba contrado y sus ojos miraban framente.
Era tanto lo que hubiera querido decirle! Que el mundo se iba a hacer pedazos; que aquel
sistema, que aquella cultura se estaban muriendo; que el Pensador no poda seguir gobernndoles;
que un nuevo mundo se formara en algn lugar. Que vala ms morir que seguir viviendo de
aquel modo; que el morir jvenes era un despilfarro de energa, una vergenza y una perversin.
Los jvenes no construyen nada positivo; tan slo utilizan lo que ya existe. Todas las maravillas
de que se enorgullece la Humanidad han sido conseguidas por hombres maduros, por sabios que
habitaron este mundo antes que nosotros. Hubo un Viejo Lincoln despus de que existiera el
Joven.
El cansancio lo agobiaba. Su respiracin se haba hecho jadeante.
Francis llenaba todo su campo de visin. Esgrima la pistola.
Vale la pena hablarle? Me escuchar?
Pronunci palabras. Produjo sonidos guturales e inarticulados.
El mundo... se muere... no puede salvarse... he visto los lugares sin vida... el corazn del
sistema est podrido... habr ms fugitivos... muchos... No podris... detenerlos... estbamos...
estbamos... equivocados, Francis... la muerte no es ninguna solucin... Tenemos que construir...
no destruir... estoy cansado... de matar... es malo... es un error... Yo... yo... Se oy un estruendo
ensordecedor que repercuti como un trueno en su cerebro. Iba a partir el cohete sin l? De ser
as, que se marchara cuando quisiera. Que alcanzara el Santuario. El intenso rugido adquiri una
nueva pulsacin y se intensific. Una oleada negra lo anonad llenndole los ojos y la boca. Se
produjo un sonido tambin negro. Francis se oscureci todava ms. Y el Arma...
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