Carla Lois Imagen Cartográfica e Imaginarios Geográficos

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REVISTAELECTRNICADEGEOGRAFAYCIENCIASSOCIALES
UniversidaddeBarcelona.ISSN:11389788.DepsitoLegal:B.21.74198
Vol.XIII,nm.298,1deseptiembrede2009

[NuevaseriedeGeoCrtica.CuadernosCrticosdeGeografaHumana]

IMAGENCARTOGRFICAEIMAGINARIOSGEOGRFICOS.LOS
LUGARESYLASFORMASDELOSMAPASENNUESTRACULTURA
VISUAL
CarlaLois
UniversidaddeBuenosAires
Recibido:20denoviembrede2008.Devueltopararevisin:14demayode2009.Aceptado:30dejuliode2009.

Imagencartogrficaeimaginariosgeogrficos.Loslugaresylasformasdelosmapasennuestra
culturavisual(Resumen)
Elinterscrecienteporelanlisisdelasimgenesylavisualidadenlasculturascontemporneasha
dadolugaraloquesedenominavisualturn,unarevisindelovisualencasitodaslasdisciplinas[1].
Lageografanoeslaexcepcin:diversasrevisionesdelatradicingeogrficacoincidenenrecuperar
larelacinentrevisualidadyconocimientogeogrfico.Porunlado,esosanlisisasumenqueunade
las tareas de los gegrafos ha sido desarrollar lenguajes visuales que expresaran grficamente las
concepcionesyexperienciasespaciales.Porelotro,dentrodeesatradicinvisualqueselereconocea
ladisciplina,lacartografahaocupadounpapeldestacable:tantoentrelosgegrafoscomofueradela
comunidad acadmica, el mapa es unnimemente aceptado como uno de los dispositivos visuales
convencionalesdelageografa.
Este trabajo examina las potencialidades y las limitaciones asociadas a la propuesta de pensar la
imagencartogrficacomopartedelaculturavisualcontemporneadesdeunenfoquequecomparta
lasclavesdeldebateconotroscamposdesaberquetambinexaminanimgenes.
Palabrasclave:imagen,mapa,imaginariosgeogrficos,culturavisual.
Cartographical image and geographical imagery. Places and shapes of maps in our visual
cultura(Abstract)
Increasinginterestaboutimagesandvisuallityincontemporaryculturestookshapetoaperspective
called visual turn, which basically calls to the attention for a visual reexamination of almost all
disciplines[1]. Geography is not an exception: several revisions of the geographical tradition agree
withthenecessitytohighlighttherelationshipbetweenvisuallityandgeographicalknowledge.Onthe
one hand, those analyses assume that one of the geographers tasks has been to developed visual
languagestoexpressspatialconceptionsandexperiencesingraphicterms.Ontheotherhand,within
that accepted visual tradition in Geography, Cartography has been given a remarkable place: as for
geographers as for the general audience, the map is unanimity accepted as one of the most
conventionalvisualdeviceinGeography.
Thisarticleaimstoexaminepotentialitiesandlimitationsofconceivingthemapconceivedaspartof

thecontemporaryvisualcultureandthensharingmethodsandtheoreticaldebateswithotherfieldsof
knowledgethatalsoexamineimages.
Keywords:image,map,geographicalimagery,visualcultura.
CuandoelastronautaJohnGlennregresabadesuprimervueloorbitalexpresconperplejidad:Ican
seethewholestateofFloridajustlaidoutlikeonamap[2].Apesardelaexcepcionalidaddelpunto
devistaquetenaGlennenesaoportunidad,sucomentariosintetizayexpresaunmododepercibirlos
mapas ampliamente compartido en gran parte de las sociedades modernas: parece que los mapas
mostraranelmundoy,mstodava,esaposibilidaddevisualizarloqueofrecenamenudonosllevaa
olvidar que, en realidad, nunca tuvimos la oportunidad de observarlo con nuestros propios ojos. La
ancdota de Glenn ilustra la elocuencia que han tenido y tienen los mapas para organizar nuestras
ideas sobre un objeto que creemos conocer (la Tierra o porciones de ella) aunque, curiosamente,
jamsvimos.
Esa elocuencia de las cartografas ha sido desgranada analticamente por muchos especialistas
interesadosenentenderelfuncionamientosocialdelosmapas.Todosparecencoincidirenunpunto:
elpoderdelosmapasradicaenquetodomapasirveainteresesaunqueesperfectamentecapazde
enmascararlos[3]. Pero hace tiempo que se ha abandonado la obsesin por develar la mstica
panpticayhastaconspirativaqueparecahaberseinfiltradoenlosmapasdesdequelacartografase
consolidaracomounaprcticaestatalenelsigloXIX.Inclusoseharesaltadoquelosinteresesque
sirve el mapa pueden ser los suyos y que cualquiera puede hacer un mapa[4]. No obstante ello,
estasasuncionesnoalcanzanatrasvasarfueradeunncleorelativamentereducidodeespecialistas.
Porelcontrario,tantoelpblicoengeneralcomoloscientistassocialessiguenmostrndosebastante
pasivos frente a los mapas. As, la metfora del mapa como ventana ha dejado de ser una figura
retricaysehavueltounaformademirarlosmapas:secreequesemiraatravsdelmapaparaver
otracosa,peroelmapaenspormomentospareceinvisible.Sibiennosinteresamsespecficamente
examinar qu vemos en el mapa y cmo vemos de nuestro mundo en los mapas, tal vez todava
tenemos que empezar un poco ms atrs: vemos el mapa? o vemos el mapa y creemos ver el
mundo?
Estetrabajoseafirmasobredospremisasbsicas.Porunlado,seasumelaconviccingeneralizadade
quevivimosuntiempodeimgenes.Noconsideraraqutodoslosotrostiemposdeimgenesque
aparecensimiramoshaciaatrs(lahistoriamodernaestsaturadadetiemposdeimgenes,tiempos
enlosquelaimagentomnuevasformasgraciasalaperspectiva,laimprenta,lafotografa,elcine,
etc. y adquiri un nuevo protagonismo en la sociedad, sin contar los efectos que tuvieron el
telescopioyelmicroscopiocomodispositivosdevisualizacindeobjetosyfenmenosquenopodan
percibirse a simple vista). Tampoco discutir la solidez de la presuposicin de que vivimos en una
sociedadoculocntrica(DusselyGutirrez,2006,p.11)porqueloquesostendresquecuandoeso
sevuelveunacreenciacompartidageneraciertapredisposicinhacialasimgenesengeneralyhacia
losmapasenparticular.
Porotrolado,darporsentadoqueniellegonielacadmiconegaranquelosmapasencualquiera
desusvariantessonunadelasimgenesmsfamiliaresycorrientes,queutilizanconfinesdiversosy
reconocencomopartedesuculturavisual.Peseaello,haypocostrabajosquereflexionenconmtodo
y sistematicidad sobre los modos en los que los mapas participan de nuestro pensamiento visual
(Arnheim,1969).UnadelasescasasexcepcionesesellibrodeWardKaiseryDenisWood(2001):
asumiendoquevemosatravsdelosmapasyreconociendoelrotundopoderdelasimgenespara
modelar nuestra visin del mundo, los autores ensayan uno de los pocos intentos por instar a los
lectoresaadoptarunamiradamenosingenuaymsinquisitivasobrelosmapasqueusamosenlavida
cotidiana.
Tomandocomopuntodepartidaquenuestraculturavisual,caracterizadaporlasobrecargavisualen

lo cotidiano[5], pone en juego una red compleja de asunciones espaciales que, en gran medida,
adquieren legibilidad a travs de los mapas, este trabajo pretende recuperar esas discusiones para
resituarlarevisindelanaturalezadelosmapasdentrodelhorizonteculturaldenuestrotiempo.
En la primera parte, la propuesta de pensar el mapa como imagen es encuadrada en una red de
tradicionestericasparaexaminarloslmitesylaspotencialidadesdeunabordajedelascartografas
desde lo visual. En este sentido, desde un punto de vista historiogrfico, aqu se propone que el
anlisisdelosmapascompartalasclavesdeldebateconotroscamposdesaberquetambinexaminan
imgenes.
En la segunda parte se discute la naturaleza de la representacin cartogrfica, especficamente para
revisarsilapotenciadelmaparadicaenloqueparecereflejaroenlamemoriaqueactiva.
En la tercera parte se busca problematizar aquello que el mapa activa, es decir, delinear el espesor
simblicodelaimagencartogrfica.Conestoselementosdeanlisisseexploralarelacinentrelos
mapas,elsentidocomngeogrfico(compartidoenunacomunidadmuchasveces,decortenacional
y/onacionalista)ylascondicionesinstitucionalesqueintervienenparaquelasimgenescartogrficas
operenenciertaculturavisual.

Pensarelmapacomoimagen:desafostericosyobstculosmetodolgicos
Intelectuales, polticos, periodistas y comunicadores en general afirman que la omnipresencia de la
imagen es una marca de nuestra poca. Es probable que, en cierto modo, esa percepcin tan
ampliamentecompartidaseaunadelasmotivacionesquemuevenalosinvestigadoresaampliarcada
vez ms el espectro de los registros utilizados como fuentes que ya no quedan restringidas a los
documentos escritos y, en particular, a incorporar cada vez ms registros visuales. Esto se explica
tambinlafuerzaqueestadquiriendoeldebateentornoalascuestionesmetodolgicasaplicadasal
trabajoconimgenesenlainvestigacinsocial[6].
Parecequelacrisisgeneraldelaracionalidad,tpicadelaerapostmoderna,hafavorecidoenmuchos
sectores la revalorizacin del pensamiento analgico y, en ese contexto, la imagen conoce una
suerte de rehabilitacin[7] que la redime de ese lugar secundario e ilustrativo al que pareca
condenada. Desde las reflexiones de los griegos en torno a la razn, la filosofa occidental ha dado
primaca a la lgica como mtodo de formulacin de la verdad (expresable en categoras simples y
relacionesabstractasdelpensamiento).Enesecontexto,recurriralaimagen,alacomparacinyala
metfora, se vea severamente reprimido, en todo caso controlado, vigilado, a fin de poner la
especulacinabstractaalabrigodelasseduccionesydelaimprecisindelosjuegosdellenguaje[8].
La recuperacin del formalismo lgico en las diversas corrientes de pensamiento positivista
decimonnicoreforzesahostilidadhacialaimagen[9]quesehabraheredadodePlatn(Ricouer,
2000), y consagr el papel subsidiario de las imgenes: al no ajustarse a las exigencias del
pensamiento formado, fueron asociadas a la vulgarizacin de la experticia[10] y quedaron casi
restringidasaladivulgacindetemasvariosentreunpblicolego.
Para entender el inters que tiene hoy el anlisis de las imgenes y la visualidad en las culturas
contemporneas hay que subrayar el visual turn que resuena en casi todas las disciplinas[11]. La
geografa no es la excepcin: en las lecturas del pasado de la disciplina, la geografa aparece
oportunamentedefinidacomounaempresatradicionalmentecentradaenlarepresentacinvisualdel
mundo[12]einclusoserescatadelolvidoqueHalfoldMackinderafirmabaquelageografaesuna
formaespecialdevisualizacin.
En efecto, diversas revisiones de la tradicin geogrfica coinciden en recuperar la relacin entre
visualidad y conocimiento geogrfico, fundamentalmente a partir del anlisis de los ensayos que se

hicieron para desarrollar lenguajes visuales que expresaran grficamente las concepciones y
experiencias espaciales (Driver, 2003 Godlewska, 1999 Schwartz y Ryan, 2003 Cosgrove, 2008).
Casi todos ellos admiten que existe un cuerpo sustancial de literatura particularmente dentro de la
geografa histrica, la geografa cultural y la historia de la geografa que indaga la variedad de
culturasvisualesengeografa,desdelaproduccinyvisualizacindepaisajeshastalaprcticayel
lenguajedelmapeo(Ryan,2003,p.232).Sinembargo,todosesostrabajoscompartenunmalestar:
encuentraninexplicableque,pesealreconocidopesodelavisualidadenlatradicingeogrfica,los
estudiossobrelarelacinentrevisualidadygeografasonpocosyerrticos.Anteestediagnstico,los
autores adoptan un tono fundacional o inaugural (citan apenas un puado de estudios recientes que
comparten el enfoque, y abren sus artculos con preguntas provocativas que buscan marcar ciertas
clavesparaeldebate)yhacenmilitantesllamamientosareconsiderarsistemticamentelavisualidad
en geografa. Estos autores proponen un distanciamiento explcito respecto de los enfoques
tradicionales(querelegabanelestudiodelasimgenesoloincorporanmuyesquemticamente)y,al
mismotiempo,ciertodistanciamientorespectodelamodadesobredimensionarlovisual.Poreso
algunos insisten en la necesidad de preguntar en qu sentido exactamente la geografa es visual
(Rose, 2003). Estos llamamientos no pretenden slo revisar el lugar que la imagen ha tenido en el
pasado de la disciplina sino que, ms bien, apuntan a instalar que la cuestin de lo visual en
geografadeberademandarmayoratencin[13].Estoimplicaratantoexaminarlasolidez(omejor
dicho,ladebilidad)delainstruccinvisualqueproponeladisciplinaenelmbitoescolar(Hollman,
2008a) como analizar los modos en que las imgenes participan de la disciplina y de la prctica
profesionaldelosgegrafosenlaactualidad[14].
Esindiscutibleque,dentrodeesatradicinvisualqueselereconocealadisciplina,lacartografaha
ocupado un papel destacable: tanto entre los gegrafos como fuera de la comunidad acadmica, el
mapa es unnimemente aceptado como uno de los dispositivos visuales convencionales de la
geografa(SchawrtzyRyan,2003,p.4).InclusoCarlSauersealabaqueelmapaerafundamentalen
laeducacindeungegrafoydesafiabaaquiendudaradeello:enseadmeungegrafoquenolos
necesiteconstantementeniquieratenerlosasualrededor,ytendrmisdudassobresihaelegidola
profesincorrectaensuvida[15].Ennuestrosdaseldebateacercadelarelacinentregeografay
cartografa conoce un renovado vigor[16]. No podemos decir que se trata de una preocupacin
totalmentenovedosa(habraquerecordarqueFranoisDainvilleyasehabainspiradoenestetema
para escribir el maravilloso libro Le langage des gographes. Termes, signes, couleurs des cartes
anciennes,publicado 1964 y, desde entonces, ese tema nunca hadesparecido del todode laagenda
acadmica[17]).Talvezlanovedadresideenlaspreguntasquesehacenparaabordaresosvnculos.
Elgrupodetrabajocongregadoalrededordelmegaproyectoeditorial,TheHistoryofCartography
encabezadosucesivamenteporJ.B.Harley,DavidWoodwardyMatthewEdney,desde1987hastala
actualidad,enlaUniversidaddeWisconsinhageneradounprofundomovimientoquedevinoenla
consolidacindeunaconcepcintericay,msampliamente,deuncampodeconocimientoquese
distancia considerablemente de aquellos marcos interpretativos. A partir de entonces, numerosos
estudios sobre historia de la cartografa desarrollados en las ltimas dcadas desde una perspectiva
culturalasumenexplcitamentequeelmapaarticulaunainterpretacindeciertasrelacionesespaciales
y, si bien mantiene determinados vnculos (desde ya, no especulares) con un referente emprico, es
mselresultadodeunprocesointelectualsocialehistricamentedefinidoqueunareduccingrfica
matematizadadeunespacioabstracto.UnodelosaportesmsperdurablesdeHarleyhasidoproponer
unafilosofadelahistoriadelacartografa,cuyoejeestpuestoendeconstruirelmapa[18]yechar
luz sobre la articulacin entre conocimiento, mapa y poder una articulacin que, por cierto, parece
haberatravesadolaproduccincartogrficaenlassociedadesdetodoslostiempos.Recurriendoauna
sugerentearticulacindediversasperspectivastericas(lasemitica,laiconografadePanofskyyla
sociologadelconocimientofoucaultiana)proponeabordarlasrelacionesdialcticasentreimageny
poder [que] no pueden ser encontradas con los procedimientos empleados para recuperar el
conocimientotopogrficoconcretodelosmapas[19].Lalecturaharlianadelosvnculosentremapa

y poder, la intencionalidad poltica y el carcter social de la cartografa se apoya en dos pilares


tericos:FoucaultyDerrida,aunquereconocequesuenfoqueesdeliberadamenteeclcticoporque
en algunos aspectos las posturas tericas de estos dos autores son incompatibles[20]. Del primero
recuperalaideadeformacindiscursivaparapensarlacartografayparaindagarsobrelasreglasdel
discurso que la constituyen en diferentes coyunturas histricas[21]. Del segundo rescata el enfoque
deconstructivista para demostrar que incluso en el nivel supuestamente literal, el mapa es
intensamentemetafricoysimblico[22].
Incluso aquellas crticas que han objetado el desarrollo filosfico de Harley, algunas de ellas muy
sesudas[23], no dejan de reconocer que sus reflexiones fueron un impulso potente para renovar la
discusintericayfilosficasobrelosmapasysobrelahistoriadelacartografa.Laimprontaqueha
dejadoestarenovacinesirreversible,sobretodosiseconsideraquesetratadecamposque,haciala
dcadade1960,noparecaninteresaraloscolegasgegrafos,algunosdeloscualeshabanllegadoa
comparar la historia de la cartografa con la filatelia, por su inters supuestamente no crtico en la
diferenciacinyenumeracindeobjetosmateriales[24].
Debidoalprofundoimpactoquehageneradolafilosofadeconstructivistadelosmapaspropuestapor
BrianHarley,ladenunciacontraelsupuestodesintersquelosgegrafoshanprestadoalarelacin
entre representacin visual e implicaciones ideolgicas (tales como modernidad, memoria e
identidad) suele eximir explcitamente a los estudios sobre la representacin cartogrfica[25]. Pero
aunasnosonpocoslostrabajosancladosexplcitamenteenelcampodelahistoriadelacartografa
quetambinabrensuanlisisconquejasparecidas,sobretodocuandoseproponenabordarmapas
menos convencionales, como los que aparecen en publicidades y en ilustraciones de diverso tipo
(Edney, 2007). Cmo interpretar esa insatisfaccin repetida y recurrente cuando se comprueba la
creciente cantidad de artculos y libros que abordan la cuestin de la geografa, la cartografa y la
visualidad?
Paraempezarabuscaralgunaspistasqueayudenaresponderesteinterrogantehabraqueconsiderar
que,apesardequepersistelacreenciaenunarelacinnaturalentrelageografaylacartografa
[que] circula masivamente en el sentido comn[26], la cuestin cartogrfica ha abandonado el
reducto de la ciencia geogrfica y est interesando a profesionales de reas diversas, como el
periodismo y diseo grfico (Ovenden, 2003) y el arte (De Diego, 2008). Por otra parte, hay que
sealardebidamenteloslmitesdeesarevitalizacinconceptualymetodolgica:sibienenlasltimas
dcadaslacasiingenuaformulacinoriginaldeHarleyhaalcanzadoungradoderefinamientoterico
considerable,sumsprofundaeirreversibleimprontasecircunscribealostrabajossobrehistoriade
lacartografaycartografashistricas,mientrasquelosmapasdenuestrotiempotodavanofueron
puestosbajolamismalupay,portanto,noparecenpoderdialogarconotrosobjetosdesucultura(que
ssonanalizadosapartirdeenfoquesrenovadoresvariadosque,ensuconjunto,seidentificancomo
estudios culturales). Bajo estas circunstancias, los anlisis tradicionales siguen resultando
insatisfactorios.
Eldiagnsticopreliminarescontundente:raravezelmapaesinterpeladocomounobjetosignificativo
delaculturavisualdenuestrotiempo(odeotros)y,mstodava,eltratamientoanalticodelosmapas
enlainvestigacinsocialsiguepresentandodificultades.Lascausasdeesasdificultadessonvariasy
demuydiversanaturaleza.
Laprimeradeellasseinscribenetamenteenelsentidocomn,quepercibeelmapacomounobjeto
tcnicoyaltamenteespecializado,talvezunlenguajecifrado.Esciertoquealgunostiposdemapas
estnbasadosenunatramadeprocedimientosmatemticosygeomtricosquenosresultantotalmente
ajenos: la altimetra y la planimetra de los mapas topogrficos[27] suelen parecer un campo
sofisticadamente codificado y ajeno. Eso podra ser la causa para que muchos de nosotros
permanezcamos impasibles ante los mapas, casi indefensos. Y tambin para que muchos

investigadores de diferentes disciplinas desechen a priori cualquier tipo de mapa debido a esa
naturalezaextraa.Sinembargo,esosmapastopogrficosformanungrupomuyreducido(notanto
porquesetratedeuncorpuspoconumerososino,msbien,porquesusmbitosdecirculacinson
relativamenteacotados).Porelcontrario,convivimosconuninmensonmerodemapastemticos[28]
queparticipandenuestraculturademodosmuyvariados.Dichodeotromodo:nosomosanalfabetos
cartogrficos: vemos, usamos y decodificamos muchos tipos de mapas e incluso podemos leer
mapas temticos que han renunciado al espacio euclideano (como los cartogramas) y a otras
convencionescartogrficas.Entonces,culessonlosobstculosquebloqueanesetrabajo?
En primer lugar, todava hoy hay algunos resabios de concepciones encuadradas en enfoques
tradicionales que asumen que los mapas constituyen un reflejo especular y no problemtico de su
referente emprico, que son productos tcnicos y neutrales. Este enfoque ha alcanzado un punto de
maduracinconlasemiologacartogrficadeBertin(1973):retomandolasbasesdelestructuralismo
saussureano, sita la clave del acto comunicativo en la decodificacin correcta del significado de
cada significante, que estara garantizada por una acertada seleccin de las formas de los signos de
partedelcartgrafoyporunacorrectainterpretacindeesossignos(ajustadaalaleyenda)departe
dellector.
Desde ese enfoque que se limita al estudio de la materia significante se asume que los mapas
evolucionaron desde imgenes poco precisas hacia representaciones fidedignas. As, los mapas
parecen ser, cada vez ms, apenas una expresin del desarrollo de saberes tcnicos aplicados a la
representacin del mundo y a la confeccin de instrumentos para medir la superficie terrestre. Slo
porsealarunodelostantosproblemasqueentraaestaposturadiremosquesielcorpuscartogrfico
serecortasiguiendoesasconsideraciones,unamplionmerodeimgenescartogrficasquedafuera
de competencia. Tal vez haya que empezar, entonces, por reflexionar acerca de la naturaleza del
mapaysuidentidadgrfica.
Lanaturalezacartogrfica:quesunmapa?
Ladiscusinsobrequeselmapayculessunaturalezaesmuyextensa.Losespecialistasnoponen
endudaqueloquesehadadoenllamarlaideamapaexistedesdetiemposmuyremotosy,aunque
sus orgenes resultan inciertos para gran parte de los historiadores de la cartografa, se sospecha,
incluso,quealgunasideascartogrficasaparecieronantesqueellenguajeescrito[29].
A lo largo de la historia y en las diferentes sociedades, los mapas han tenido una gran variedad de
soportes o medios, donde las imgenes son producidas y (re)conocidas: desde algunos ms
tradicionales,comolaspiedras,elvidrioylospapiros,hastaelpropiocuerpodondesetatuabanlos
mapas los habitantes del archipilago de las islas Carolinas (Jacob, 1992). De ello puede
legtimamente desprenderse que, a pesar de la importancia que tiene la materialidad del mapa, la
naturalezadelsoportenohacesinodiferenciarlasfuncionesylosdestinatariosdeesosmapas,yque,
encambio,noesdefinitoriaacercadelaespecificidaddelasimgenescartogrficas.
Para hablar de imgenes que hoy consideraramos mapas pero que han sido producidas cuando no
existan entornos institucionales que las invistieran como tales, Smail (1999) elige privilegiar dos
rasgosdistintivosdelaimagencartogrfica:ellxico(lostopnimos)ylagramtica(elmarcoquele
dasentidoallxico)[30].Encambio,ChristianJacobsostienequeunmapasedefinemenosporsus
trazosformalesqueporlascondicionesparticularesdesuproduccinyrecepcin,porsuestatusde
artefacto y de mediacin en un proceso de comunicacin social[31] en el que las imgenes
cartogrficas son animadas. Esto permitira abandonar el significado o ciertas cualidades del
significante como criterio determinante para la delimitacin del corpus estrictamente cartogrfico
dentrodeununiversomuchomsampliodeimgenes.
Ms desprendido de las asunciones lingsticas implcitas en la formulacin de Smail, David

Buisseret, en cambio, desplaza el foco nodal de la especificidad cartogrfica hacia la capacidad de


representarrelacionesespaciales:
Loqueenrealidadhacequeunmapaseaunmapaessucualidadderepresentarunasituacinlocaltal
vezdeberamosllamarloimagendesituacinoinclusosustitutosituacional.Lafuncinprincipalde
esa imagen es transmitir informacin situacional, distinguindola as, por ejemplo, de una pintura
paisajstica que, aunque transmitiendo esa informacin incidental, busca principalmente un efecto
esttico. En trminos cognitivos, el mapa tiene que basarse en la percepcin que el cerebro tiene del
espaciomsquedelasucesin(Buisseret,2003,p.16).

Siguiendo una lnea argumentativa muy similar, Tolas finalmente destaca el elemento que parece
clave: la representacin analgica. En efecto, un mapa es una forma especializada de lenguaje
visual y una herramienta para el pensamiento analgico. Tal como ha remarcado Harley, un mapa
sirve, entre otros cosas, como una herramienta mnemotcnica, es decir, un banco de memoria para
datosrelativosalespacio[32].
Elmapa:deimagenatextoydetextoaimagen
Aunqueintuitivamenteelmapaesasumidocomounaimagenporpartedelosusuarios,lamayorade
los trabajos que se preocupan del tema imagen (en sus aspectos tericos, en metodologas de
interpretacin y en clasificaciones de tipos de imgenes) generalmente ha omitido mencionar
cualquiertipodemapas[33].Yesllamativoquegranpartedelostericosdelacomunicacinvisual
quessehanocupadodelanaturalezadelosmapastodavasigaubicandoalmapadentrodelcampo
delacienciapositivay,portanto,diferentedeotrasimgenesculturales[34].
Enlosaspectosmsconceptuales,hayciertaresistenciaatratarlosmapascomoimgenes,enparte,
porqueesosabordajestodavasonpercibidoscomoherederosdeunatradicincentradaenteorasde
larepresentacin.
Si el linguistic turn y la renovacin en el campo de los estudios culturales han quebrado
definitivamentelasasuncionesilusionistasyladicotomamaterial/simblicoquehabansubsumidoa
lasrepresentacionesaunestatusinferiorysubordinadorespectodeloreal,elpesodeesatradicin
qued firme en el sustrato del imaginario sobre los mapas. La potencia de la semiologa grfica de
Bertin y la capacidad instrumental de los mapas han reforzado esos presupuestos. Las visiones
dicotmicasquepolarizabanlarealidadversuslarepresentacinubicabandefinitivamentealmapaen
elplanodelarepresentacin.Estohaballevadoaderraparcasienformainadvertidahacialecturas
quesecentrabanenrecomponereselazoinvisiblequeconectaralarepresentacinconlarealidad.Y
as, las representaciones fueron evaluadas respecto de cunto se asemejaban o diferenciaban de la
realidad (o de un original). Dicho en otros trminos, la preocupacin por las formas de lo visual
[]suelequedardesplazada,endetrimentodeunpesodeloreal,delapreguntaporlorealquelo
visualparececanalizardemodoprivilegiado(pesodelcontenido,pesodelreferente)[35].
Dentrodelcampodelosestudiosculturaleshahabidounareaccincontraesatendenciaafocalizarel
estudiodelasimgenessloensudimensinsignificante.Ciertamente,estosplanteamientosemergen
cuandolaiconografaesacusadadecarecerdedimensinsocialydemostrarunagranindiferencia
porelcontextosocial[36]ycuandotambinlaiconologadePanoksky[37]espuestaencuestinpor
serconsideradaunmtododemasiadoprecisoydemasiadoestrictoenunosaspectos,ydemasiado
vagoenotros[38].Loscuestionamientosparecenconcentrargranpartedesuscrticasenlosmtodos
de abordaje y eso ha obligado a rever el uso de las imgenes en el trabajo profesional de los
historiadores. Sobre este punto, Burke deca que los historiadores necesitan la iconografa, pero
tambindebentrascenderla.Tienenquepracticarlaiconologadeunmodomssistemtico,cosaque
implicara hacer uso del psicoanlisis, el estructuralismo y especialmente de la teora de la
percepcin[39].Estanecesidaddetrascendereinnovarenlosmtodostradicionalmenteadscriptosa

disciplinasy/oobjetosparapoderanalizarlasimgenesfueespecialmenteremarcadaporHarleyen
relacinalestudiodelacartografa:paraestudiarlosearlymapselhistoriador
quiz tenga que volverse experto en las historias de distintos tipos de mapas, saber acerca de las
tcnicas de navegacin y topografa, estar familiarizados con los procesos mediante los cuales se
compilaban, dibujaban, grababan, impriman o coloreaban los mapas, y saber algo acerca de las
prcticas comerciales de los libros y los mapas. Cada mapa es producto de varios procesos que
involucrandiferentesindividuos,tcnicaseinstrumentos.Paraentenderlos,necesitamosdesplegarun
conocimientoespecializadodetemastandiversoscomolabibliografa,lapaleografa,lahistoriadela
geometra y las declinaciones magnticas, el desarrollo de las convenciones artsticas, emblemas y
herldica,ascomolaspropiedadesfsicasdelpapelylossellosdeagua.Laliteraturacorrespondiente
estigualmentedispersaenungrannmerodedisciplinasylenguasmodernasqueformanpartedela
historiadelaciencia,delatecnologa,lashumanidadesylascienciassociales.Sinembargo,elprimer
pasoenlainterpretacineslamaneraenqueelolosautoresdeunmapalograronhacerlodesdeun
puntodevistatcnico(Harley,2001,p.65).
Enconsonanciaconeserechazoalosmtodosiconogrficoseiconolgicos,unabuenapartedelos
estudiospostmodernosdedicadosalanlisisdelacartografasehadedicadoadiscutirsielmapaes
unaimagenountexto,dandoporsentadoquelaideadeimagensuponaunareaccinpasivadelos
usuariosyqueeraunresabiodeunaconcepcinatadaalsometimientomimtico[40]sostenidapor
los cartgrafos. Aparentemente, ms sencillo que desarticular ese nudo problemtico de races
estructuralistas, ha sido deslizar la naturaleza de los mapas hacia la textualidad y, de ese modo,
incorporardimensionesquehabanquedadomarginadasdelanlisiscartogrfico(talescomoelpoder,
lapoltica,elrelativismocultural,lasubjetividadylasideologas).
JohnPicklesiniciasuartculoafirmandoquesupuntodepartidaesunacrticaalabordajetradicional
que se afirma sobre nociones de correspondencia y representacin y que los mapas tienen un
carctertextualdebidoaquetienenpalabrasasociadasaellos,utilizanunsistemadesmboloscon
supropiasintaxisyfuncionancomounaformadeescritura(oinscripcin)y,sobretodo,porqueestn
discursivamente incrustados dentro de contextos ms amplios de poder y accin social[41]. En esa
lnea,J.B.Harleyhabaafirmadoquelosmapassontextosenelmismosentidoenquelosonotros
sistemasdesignosnoverbalescomoloscuadros,lasimpresiones,elteatro,elcine,latelevisinyla
msica.Losmapascompartenmuchosinteresescomunesconelestudiodellibroalexhibirsufuncin
textualenelmundoysersujetosdecontrolbibliogrfico,interpretacinyanlisishistrico[42].
SiconsideramosqueHarleyestabadiscutiendoconunmododepensaryhacerlosmapasentendido
como la produccin de conocimiento verdadero, progresivo, preciso, tcnico y neutral, podremos
alcanzaraverlafuerteapuestaqueimplicalatextualidaddelosmapasqueproponeycunrupturista
era eso en la dcada de 1980. Efectivamente, si hay algo que seduce de la idea de pensar el mapa
comotextoeslaposibilidaddequeelmapaseaobjetodelecturas,deinterpretacionesydejuiciospor
parte de quien lo observa. Ubica al mapa dentro de un conjunto de objetos culturales y debilita su
(sobrevalorado)perfiltcnico.Descartalanocindedecodificacin que haba quedado slidamente
instalada de la mano de la estandarizacin de las tcnicas de la cartografa y la consagracin de la
cartografa topogrfica como mapa base de una infinidad de mapas temticos. Invita a leer entre
lneas[43].
Peropormsseductoraqueparezca,esaidearesultaengaosaporvariosmotivos.
En primer lugar, porque las consideraciones que sugieren saltear las diferencias entre el texto
lingsticoylaimagendejan,enrigor,deconsiderarcualidadesconstitutivasdelaimagenmisma,su
naturalezagrfica.
En segundo lugar, porque esa conceptualizacin ha servido tambin para estudiar mapas en forma

aislada,imaginarelcontextocomoalgototalmenteoenparteexterioraltextoyarmarcatlogos
demapasconexhaustivasdescripcionesdecadatextocartogrfico.
Yfinalmente,porquelaspropuestasdelatextualidaddelosmapasparecenindicarquelotextualesel
mododeaproximacinynosonlosuficientementeconvincentesdequelotextualseaelobjeto,osea,
elmapa[44].
Estasreconsideracionesseinscribenenunatendenciamuyrecientey,portanto,pococonsolidadaque
pretenderepensarelestatusepistemolgicodelosmapas.Elncleodurodeesaspropuestasconsiste
enpensarlosmapascomoprcticas,enlaqueelmapayanoesunobjetoestableyunvocosinoun
emergente que resulta de una mezcla de prcticas creativas, reflexivas, juguetonas, afectivas y
cotidianas,todasellasafectadasporelconocimiento,laexperienciaylahabilidaddelindividuopara
mapearyparaaplicaresosmapeosparalacomprensindesumundo.Elresultadodeelloesunobjeto
quesecaracterizaporsumutabilidad,unapropiedadquedevienedeesatransduccinenlaque
un dominio estructura una solucin parcial e incompleta a un problema relacional[45]. Aunque
hasta hace muy poco discutamos si esto es un refinamiento del andamiaje terico planteado por
Harleyosiesunnuevoparadigma,pareceinnegablequeestamosasistiendoaungiroteortico[46].
Si acordamos pensar el mapa como imagen, arribamos a una discusin que, en trminos generales,
todava provoca controversias: qu vemos o reconocemos en esa imagen? Ver se opone a
reconocer? Planteado en otros trminos ms afines con la argumentacin que sostenemos aqu: la
potenciadelaimagencartogrficaradicaenloquecapturaoenloquedispara?

Ver/reconocer.Entrelaficcinespecularylamemoriacolectiva
Veryreconocernosonaccionesmutuamenteexcluyentesnicontradictorias,aunquetalvezsintetizan
dos modos de mirar el mapa. El ver recrea una ficcin especular, la idea de que el mapa es un
espejo.Elreconocerapelaaunrecuerdodealgoaprendidoyalmacenadoenlamemoriacolectiva.
Cmooperalaideadevisibilidadquelateenamboscasos?
Elespejo
Se ha insistido mucho sobre la idea de que el mapa representa algo ausente o algo que no se ve.
SvetlanaAlpersyChristianJacob,entreotros,handesarrolladosendasafirmacionesenestesentido:
elmapapermitavercosasdeotromodoinvisibles[47]elmapainvitaaveryapensaraquelloque
nosevenisepiensacuandoseobservaelespacioreal[48].
A pesar de ello, la figura del espejo cuya naturaleza reside en reflejar algo presente ha sido
ampliamente utilizada para pensar el mapa, fundamentalmente desde el Renacimiento, cuando el
trminoespejosetransformenunafrmulahabitualenttulosdemapasyatlas[49].Elastrnomo
JacquesFocarddecaqueascomoporelastrolabiosetieneconocimientodeloscielos,porelespejo
o mapamundi se lo tiene sobre la Tierra y sus partes[50] En ese contexto, la figura del espejo
entraabadosconcepcionesmuycompatiblesconlarevolucincientficaytecnolgicarenacentista:
lafidelidadylaprecisin.Desdeentonces,tantolaunacomolaotradevinieronendemandasquelas
sociedadesharanalosmapasenlosucesivo.
Aunqueenlamodernidadtempranalapinturaylacartografacompartanelintersporlatopografa,
elpanoramayelpaisaje,desdeelsigloXVIIenadelante,unaprogresivabifurcacindiolugarala
vapaisajsticayalavatopogrfica[51].Estaltimaparticularmentereconocibleenelimpulso
cartogrfico del arte holands (Alpers, 1980) retuvo la premisa del isomorfismo y la pretensin
comunicativa de cierta informacin sobre el medio fsico. Si bien en un principio esto implicaba la
elaboracinderepresentacionesrealistasqueeranconcurrentesconexperienciasvisuales(talescomo
lasvistasdeciudadesdenominadasavuelodepjaroporsuperspectivaoblicua),conelcorrerde

los siglos y especialmente durante el siglo XIX la representacin topogrfica fue perdiendo su
tradicinsensibleyfueganandoabstraccin[52].Escuriosoque,eneseproceso,laficcinespecular
mantuvierasuvigencia,aunquesulegitimidad(osuverosimilitud)dejderecaersobrelaexperiencia
visualparapasaraapoyarsesobrelaexperienciaespacialquepermitaelusoinstrumentaldelmapa.
Desdeentonces,esacapacidadinstrumentalquedincorporadademaneraabsolutaeirreversibleala
ideamodernademapa[53]ysiguepesandoconunareflexividadmsomenosexplcitaennuestras
concepcionessobrelosmapas.
El espejo tambin sirvi para pensar el mapa por la negativa: Gombrich opone el mapa y el espejo
paraexplicarquenoesposiblecartografiarlasaparienciasporquemientrasqueelprimerobrinda
informacinsobreelmundofsico,elsegundolohacesobreelmundoptico[54].Sinduda,laclave
deestadiscusinsobrelametforaespecularestenlavisualidadqueofreceelmapa.
Al igual que otras imgenes, la presencia icnica del mapa hace visible la ausencia (en este caso,
definitivaeinexorable)delobjetoquerepresenta.Enrigor,elobjetoestpresenteyestamosparados
sobre l, pero no lo vemos o, mejor dicho, no podemos verlo como objeto total. Es decir, es una
ausenciavisualynounaausenciadelobjeto.Perolarepresentacindelobjetoesunaimagenqueno
slo preexiste al objeto sino que, al constituirse en una mediacin permanente, lo reemplaza: la
representacin construye al objeto. En otras palabras, el mapa nos ofrece una realidad que excede
nuestravisin,nuestroalcance,[...]unarealidadalaquenoaccedemosporotroscaminos[55]. En
nuestramiradasobreelmapafuncionanuestravoluntadderelacionarinstintivamentelapresenciaa
la visibilidad[56]. En la animacin de la imagen cartogrfica pareciera que no vemos el medio o
soporte: vemos el mapa y creemos ver el mundo. Tal vez, porque confiamos totalmente en las
imgenes para las que no existe un modo alternativo[57]. Pero tambin porque el desarrollo de
tcnicasyprocedimientosmatemticoscadavezmssofisticados,pensadospararesolverelproblema
defigurarendosdimensionesunobjetoquetienetres,hacontribuidoapensarquelacartografaesun
objeto transparente respecto del objeto que pretende representar, ms real que otros objetos
culturales,comosilaimagencartogrficafueraelproductonecesariodeunaoperacintcnicaque
consistirasimplementeenponerenelpapellarealidaddeunlugar(incluso,delmundo).
Muchos estudios recientes ponen en discusin la ilusin de transparencia que ofrece la fotografa y
analizan los mecanismos que llevan que sea percibida como una verdad no mediada, como una
evidencia de lo que representa[58]. A primera vista, la fotografa y el mapa funcionan de modos
diferentes:mientrasquelaprimeraoperaactivandounailusinrealista,elsegundocifraelpaisajeen
clavecientfica.Sinembargo,enamboscasoseselrealismoqueirradianesdecir,lapercepcinde
coincidenciaentreunarepresentacinyaquelloqueunasociedadasumecomosurealidad[59]lo
quelesaseguraciertaeficaciacomunicacional.Unapartedeeserealismoconsisteenpresuponerque
tantolafotografacomoelmapasonregistrosmscircunscritosensurelacinconlanaturalezaque
otras formas de representacin en las que, en cambio, el punto de vista es ms visible (hasta hace
pocas dcadas, en la interpretacin de las imgenes fotogrficas o cartogrficas no se reparaba
demasiado, sino nada, en el fotgrafo o el cartgrafo). Ahora bien: incluso luego de sopesar la
subjetividad de quien produce la imagen, la ilusin de realismo pervive bajo otras claves: si el
realismo de la fotografa est basado en la experiencia visual sensible, el del mapa est casi
exclusivamentebasadoenelreconocimientoqueresultadelaprendizajeydelamemoriacolectiva.
Lamemoria
Los tericos de la imagen y la comunicacin siguen discutiendo si la experiencia perceptiva es el
resultado final de un proceso de categorizacin previo o si, por el contrario, existen categoras no
aprendidas que funcionan dentro de la experiencia directa[60]. Tal vez porque la cartografa est
fuertementeasociadaalaideadeunlenguaje,elposicionamientodelosespecialistasesunnime:el
mapafuncionaindisociablementeunidoaotrosprocesoscognitivos.Evitaremosentrarenelterreno

delafenomenologaylapercepcindelosmapasmentales(GouldyWhite,1974)porqueinclusola
fenomenologa de la memoria de los lugares parece presa, desde el comienzo, en un movimiento
dialcticoinsuperablededesimplicacinmutuaencualquierprocesoquepongaenrelacinlopropio
yloextrao.Podraunoconsiderarseprximodealguiendistintosinunbosquejotopogrfico?[61].
Planteadoenestostrminos,inclusolapercepcineinterpretacinindividualdelosusuariosdelos
mapas supone necesariamente una experiencia colectiva que le da sentido/s a esa experiencia
individual.
Por otra parte, Horacio Capel nos recuerda que la escuela de Piaget conclua que la realizacin de
acciones repetidas y la utilizacin de numerosos objetos, adems de la percepcin visual, estaba
relacionadaconlatendenciaprogresivahacialapercepcindeunespacioeuclidiano[62].Entreesos
objetosalosquesealudehayqueincluir,tambin,alosmapas.Efectivamente,alpreguntarnossila
potenciadelaimagencartogrficaresideenloquelaimagencapturaoenloquelaimagendispara,
nopodemosdejardereconocerqueloprimeroquehacemosanteunmapaesconectaresaimagencon
lo que sabemos y aprendimos previamente, activar la memoria. La familiaridad con la que
reconocemos los referentes geogrficos a los que remite la imagen no se apoya en la evidencia
emprica(Jacob,1992,p.442)nienlaexperienciasensible.Msbien,lalecturadelmapaexigeuna
cultura compartida acerca de las formas del mundo. Nuestra memoria cartogrfica nos permite no
solo reconocer ciertos mapas ya aprendidos sino tambin reproducir formas y figuras diseadas
grossomodosinningunaprecisinque,asuvez,sonreconocidascomoobjetosgeogrficosporotros
dentrodeciertacomunidad.RudolphArnheimreproducenueveesquemasdelcontornogeogrficodel
continenteamericanorealizadosporestudiantesyseleccionadosalazarparademostrarqueexiste
una tendencia hacia percibir y memorizar las estructuras mas simples en tensin con una
contratendenciaapreservary,dehecho,recuperarlascaractersticasdistintivasdelpatrn[63].
Cuestionessimilaresalasaquplanteadashansidoampliamentediscutidasenrelacinconunadelas
imgenesdelmundomsconocidas:elmapamundibasadoenunaproyeccindesarrolladaenelsiglo
XVI (ms conocida como proyeccin Mercator) pero masivamente difundida en el siglo XX como
mapa bsico utilizado con fines educativos. En efecto, esta proyeccin permite construir mapas del
mundocuyagrilladecoordenadasgeogrficasestformadaporparalelosymeridianosquesecortan
en ngulos rectos. Esta propiedad grfica ha resultado tan til a diversos fines didcticos que ni
siquiera los muchos y bienintencionados intentos que buscaron reemplazar los mapas basados en la
proyeccin Mercator han logrado desplazar las imgenes mercatorianas del mercado (incluso, entre
lasreaccionesquesiguieronaesemovimientocrticosecuentaunanuevaversindelmapamundide
proyeccinMercatorquedesplazaelcentroyledaprotagonismoalocanoPacfico,perotampocoha
tenidolarecepcinesperadaentreelpblicomasivodeconsumidores)[64].
Es bien sabido que la proyeccin Mercator conserva los ngulos y distorsiona las reas, y que la
distorsinaumentaamedidaqueaumentalalatitud,yqueesotraealgunasimplicanciasenlaimagen
cartogrficaqueresulta:GroenlandiaparececasitangrandecomoSudamrica(cuandoenrealidadsu
territorioequivaleaproximadamenteaunoctavodeldeAmricadelSur),elhemisferioSeptentrional
parece ms expandido que el Meridional (cuando la proyeccin toma como referencia un cuerpo
esfrico)ylosPolossonlneas(cuandosonpuntos).Porqunovemosenestounantagonismo?Por
qu, aun cuando advirtamos esta falta de correspondencia entre el mapa y el objeto que representa,
seguimosinterpretndolocomounaimagentransparente?
Hay que enfatizar que la proyeccin Mercator no supone ninguna distribucin espacial
predeterminadayesdudosoquepuedanatriburselealgunasdelasimputacionesdecortepolticoque
han buscado impugnarla desde ngulos ideolgicos[65]. Sin embargo, las imgenes mercatorianas
msdifundidastambincoincidenenseguirubicandoelocanoAtlnticoenelcentrodelaimagen.
Independientementedeldebatesobrelosmotivos(intencindeliberadaoprimacadefinesprcticos),
esaimagenquepodemosmencionarlaxamentecomoimagenmercatoriana,msporelmodoen
queselaconocequeporatribuirlealgunaautoradeGerardMercatoraesagrficahatenidoalgunos

efectosenelmodeladodenuestrasconcepcionesdelespacioydenuestracapacidadparaestablecer
relacionesespaciales.Porejemplo,diferentesestudioshandemostradoqueengranpartedeEuropa
occidentalyenAmrica,tendemosaimaginarunmapadelmundoenelqueubicamosaEuropa,Asia
y frica en el lado derecho, y a Amrica en el izquierdo, y le asignamos a cada continente ciertas
propiedades(extensin,formayproximidad,entreotras)queprovienendeeseesquemamercatoriano.
Atalpuntonosparecenormal,queunaproyeccinpolarnosdesorienta,yreaccionamosbuscandoy
reconociendo las relaciones espaciales definidas por el esquema mercatoriano. En otros trminos,
encontramos un antagonismo entre la imagen mental mercatoriana que hemos internalizado y otras
imgenescartogrficasconfeccionadasapartirdeproyeccionesdiferentes[66].
En la representacin mercatoriana del mundo parece claro que las imgenes no slo reflejan el
mundoexteriorsinoquesonparteintegraldenuestropensamiento[67].Noobstanteello,cuandose
piensa en las imgenes cartogrficas se sigue asumiendo que tienen una relacin umbilical que se
presume,directaconesemundoexterior.Aunqueseadmitesindemasiadoproblemaqueesaimagen
es el resultado de una reduccin (escala), de una adaptacin (proyeccin) y de una seleccin
(simbolizacin),sehanaturalizadobastanteesereferenteomundoexterior,enpalabrasdeBelting
respecto del cual se realizan esas operaciones. La ilusin realista que refuerzan las imgenes
satelitarias sirve para postergar ms todava la reflexin respecto de la cuestin del referente (que
tradicionalmentehasidoformuladacomounapregunta:culeselobjetodelarepresentacin?).
Elproblemadelreferente
Tantolametforadelespejo(quereflejaalgo)comolaideadelamemoria(queactivaunaideaoun
modelo) nos recuerdan que la cartografa propone una imagen de un referente. Hay una tensin
intrnseca a la representacin cartogrfica: la tensin entre la copia (el mapa) y el original (el
referente): si bien se da por sentado que el original de la imagen cartogrfica es un referente
emprico es decir, la superficie terrestre, un objeto intuido, calculado y an circunnavegado, pero
nuncavisualizadoenformantegraysimultneaqueelmapanohacesinoretratarlomsfielmente
posible dentro de ciertas condiciones de posibilidades tcnicas, el original de nuestra imagen del
mundoparecesereseesquematannaturalizado(que,independientementedesusformas,representa
una distribucin relativa de tierras y aguas) y la geografa imaginada asociada a l. Dicho en otros
trminos, la imagen del mundo cartografiado parece haber tenido la potencia suficiente como para
desplazar al objeto Tierra del lugar del original y ocupar ella misma el lugar del original, para
funcionar como un canon y un parmetro con el cual medir las otras imgenes cartogrficas. Ese
desplazamiento del original nos habla de la trascendencia que han tenido algunas imgenes en esos
procesosintelectuales.
Ahora bien, despus de cuatro siglos de vigencia del esquema mercatoriano, tal vez estemos en el
despuntedeunnuevooriginal:eldesarrollodelatecnologadigitalylosmapassatelitariosrecreanla
ficcin especular que la proyeccin Mercator haba introducido como una novedad, pero ahora esa
ficcin adquiere renovada vigorosidad porque esas imgenes son cada vez ms precisas y ms
parecidas a lo que podramos llegar a ver con nuestros propios ojos (como pudo comprobar John
Glenn).Elmapaabsorbeelrealismoquesedesprendedelafotografa:esenuevorealismoreactivala
idea de transparencia, refuerza la naturalizacin del mapa y confirma la intuicin: el referente del
mapaeslarealidad.
Esto nos sita ante una nueva encrucijada: mientras se multiplican los estudios culturales que,
abandonandolabsquedadeunoriginal,problematizanelmapacomoartefactohistricoysocial,los
mapas digitales recrean y fortalecen, la ilusin especular, y parecen prometer la posibilidad de
acceder,despusdecientosdeaosdeinfructuososintentosycopiasmalogradas,aunverdadero?
original. Sin importar demasiado el camino que tomemos ante esta encrucijada, todava hay que
recordarquelaslneas,loscoloresylaspalabrasqueseinscribenenlosmapas(noenlasuperficie
terrestre)nosayudannosloaconcebiresereferentesino,sobretodo,averloquenohemosvisto
(aunquenosresultereconocible).

Mapasyculturavisual:propagandaocomunicacin?
Elprimerinterroganteparalaindagacinacercadelosmodosenqueparticipanlosmapasdenuestra
cultura visual apunta a identificar contextos o situaciones en los que nos encontramos con
cartografas. Es probable que si el lectorintenta ensayar unarespuesta propiarecurra asumemoria
pararecuperarescenasenquelasusunmapaparaalgo.Ylomsprobableesquerecuerdehaber
usadoelmapacomoinstrumentoparadefinirsuposicin,disearunitinerario,identificarlaestacin
de subterrneo en la que se tiene que bajar. En efecto, nuestra experiencia cartogrfica est
indisociablemente unida a nuestra experiencia espacial. Sin embargo, hemos sealado que la
capacidadinstrumentaldelacartografaesunrasgodominantenotantodelosmapascomodenuestra
concepcin sobre los mapas. En este sentido, aqu nos interesa ponderar esa conexin entre
experiencia cartogrfica y experiencia espacial en un sentido ms amplio, que involucre tanto la
experienciasensiblecomolamemoriaeidentidadcolectivas.
Cualquierteoradelacomunicacinadmitequeelmododepresentarlainformacinincidesobreel
mensajemismo(mejordicho,formapartedel),yesoesvlidotambinparalosmapas.Sesabeque
laeleccindesignos,coloresytipografasquecomponenelmapadispone(conmayoromenorgrado
deintencionalidad)ciertosefectosdesentido(MarkMonmonierrevisalosmodosenquediferentes
estrategiasgrficaspuedensesgardemodosdistintoslainformacinenunlibroquellevaelsugerente
ttuloCmomentirconmapasMonmonier,1996).Peronosetrataslodeeso.
Losmapasquerepresentaninformacinestadsticagozan,adems,deunprestigioadicional,quese
apoyaenladobleconfianzaqueresultadelcrucededoslenguajescientficos:eldelaestadsticayel
delacartografa.Enesaautoridadcientficaqueparecerespaldarlarigurosidaddelosprocedimientos
que dieron lugar a las imgenes radica gran parte del poder persuasivo de esos mapas que los
convierte en objetos sumamente convincentes e incontestables. Slo unas pocas veces se cae en la
cuenta de que esos datos son necesariamente manipulados y que esa manipulacin puede estar
sesgando deliberadamente la informacin: el modo en que se seleccionan y agrupan los datos as
comolasvariablesvisualesseleccionadaspuedensugerirrelacionescausalesoexplicativasambiguas,
diferentes o contrarias respecto de otras interpretaciones que se podran hacer a partir de una
disposicin diferente de los datos. Esa opaca transparencia de los lenguajes cientficos combinados
hacequeunadelasformasenquelosdatosestadsticospuedenserpeorinterpretados[sea]mediante
unmapa[68].
Podemos desplegar una serie de precauciones para revisar las fuentes de informacin e incluso los
procedimientos de seleccin y simbolizacin de los datos. Pero, cmo abordar el carcter tambin
persuasivodeotrosmapasqueaparecenenpublicidadesypropagandasdediversandole,enlasque
ciertos contornos cartogrficos solos o provistos de la iconografa mas variada activan ideas,
sentimientosodeseos?Pararesponderestapreguntaesnecesariodaralgnrodeoyremontarsealos
tiemposdelosprocesosdeconstruccindelanacionalidadenlosestadosmodernos,cuandoelmapa
adquira nuevas funciones: al mismo tiempo que la cartografa se consolidaba como una empresa
estatalconsagradaalrelevamientotopogrficodesuterritorioyalinventariodetodoloquehayen
l[69],elmaparedefinasusfuncionessimblicas.
Cartografasypropagandanacionalista
Cuando Benedict Anderson conectaba el censo, el mapa y el museo como tres instituciones que
moldearonprofundamenteelmodoenqueelEstadomodernoimaginsusdominios(lanaturalezade
los seres humanos que gobernaba, la geografa de sus seoros y la legitimidad de su linaje[70])
estabaaportandoelementosesencialesquepermiteninscribiralmapaenunconjuntomsampliode
estrategias nacionalizantes. Tambin iluminaba la dimensin institucional de los mapas: el mapa
hechoyusadoporelEstadoenelsigloXIXfueunadeesasnuevastcnicasdevigilanciayarchivo
[que] ejercan influencia directa sobre el cuerpo social[71]. En este sentido, el mapa puede ser

equiparado con la fotografa y con otras nuevas tcnicas de representacin y regulacin que tan
esenciales fueron para la reestructuracin del Estado local y nacional en las sociedades
industrializadas y para el desarrollo de una red de instituciones disciplinarias polica, prisiones,
manicomios, hospitales, departamentos de salud pblica, escuelas e incluso el propio sistema fabril
moderno(Tagg,1988,p.12).
Perosepodrairunpocomsalldeesafiliacindellinajeinstitucionalsitambinsepiensaenlas
relaciones que, en ese mismo contexto, los mapas pueden haber establecido con otras imgenes o,
mejortodava,conotrasformasdeleerimgenes.Entrminosgenerales,setratadeunapocaenla
quelasclasesmediasoccidentalestendieronahacerinterpretacionesnacionalistasdelaliteratura,del
arte,delaciencia,delaculturaydelpaisaje.Lastradicionesylasiconografasnacionalessetratede
aquellasyaexistentesodeotrasnuevas,dealgunasyainventadasodeotrasemergentescargaronel
pesodesimbolizar,estrecharosustentarlacohesindelanacin[72].Setratdeundobleproceso:al
mismotiempoquesepopularizabanesasiconografas,seinducaaunareinterpretacinnacionalista
deciertoselencosdesmbolos.
El mundo geogrfico tambin fue capturado en clave nacionalista. En este sentido, las polticas
culturales nacionalizantes a menudo implementaron diversas estrategias que apuntaban a la
nacionalizacin de la naturaleza, que se convirti en un smbolo de la madre o de la patria[73],
fundamentalmenteatravsdelaideadepaisaje.Laeficaciadeestasestrategiasnopuedeescindirse
de la conviccin ampliamente compartida en la poca acerca de que el entorno fsico formaba el
carcter de sus habitantes y, por lo tanto, los paisajes y las imgenes de paisajes fueron entendidas
comorepresentacionesdelaesenciadelcarcternacional[74].
En ese contexto, una reelaboracin muy particular de la idea romntica del cuerpo de la nacin
consisti en atribuir esa encarnadura al territorio[75]. Dentro de ese horizonte, la metonimia
cartogrficalediovisibilidadaeseterritorioo,loqueterminarasiendolomismo,aesecuerpodela
nacin. A partir de ello, el mapa se transform en otra imagen nacional en la que los ciudadanos
tendran que reconocerse. Cmo funciona ese reconocimiento? Por un lado, las imgenes
cartogrficas decimonnicas tendieron a volverse ms estables en sus formas y, por tanto, ms
fcilmente reconocibles. Para ello convergieron dos procesos: a) el desarrollo de la cartografa
topogrfica concebida como una empresa encarada por los estados, y b) la tendencia a la
estandarizacindelossmboloscartogrficosqueseimpusocomounanecesidadimpostergableenla
comunidadcientficainternacionaldesdefinesdelsigloXIX.
Porotrolado,almismotiempoqueelmapaadquiraformasmsestables,lasinstitucionespblicasy
las empresas privadas recurrieron a esas figuras cartogrficas estables como formas sencillas de
enunciar el carcter nacional de reparticiones pblicas, programas, emprendimientos y productos.
As, el mapa entr en una serie infinitamente reproducible, que poda colocarse en carteles, sellos
oficiales, marbetes, cubiertas de revistas y libros de textos, manteles y paredes de los hoteles. El
mapalogotipo,alinstantereconocidoyvisiblepordoquier,penetrprofundamenteenlaimaginacin
popular,formandounpoderosoemblemadelosnacionalismosqueporentoncesnacan(Anderson,
1991, p.245). La repeticin en serie de siluetas cartogrficas hizo que el mapa nacional se
transformara en una imagen tan visible y omnipresente que cualquiera podra reconocerla. Hay que
agregarelconjuntopolticasquetendieronacuidarconextremaatencinloselementosinvolucrados
eneselogotipo(queenmuchoscasosincluyeronnormaslegalesqueprescribieronlaincorporacino
modificacindeciertoselementosenlosmapasoficiales)[76].
Noobstante,laeficaciadeldispositivocartogrficoparasimbolizarlanacinnosedebesolamentea
esa lgica repetitiva de la reproduccin de imgenes ni recae exclusivamente en las estrategias de
divulgacin y vulgarizacin de figuras simples. Fundamentalmente debe inscribirse en el marco de
tantasotrasprcticaseinstitucionesorientadasamodelarunanuevaconciencianacional,entrelasque
sedestaclaescuela.Lainstitucinescolar,fundamentalmentelacurrculageogrfica,hagarantizado

elreconocimientoylaincorporacindelafiguraterritorialdelEstadocomoequivalentedelanacin
misma. Una multiplicidad de recursos regularon y regulan el aprendizaje del mapa por un lado, el
mapapegadoenlaparedquesesueleverenlasaulasdelasescuelasprimariascontribuye,sinduda,
paralasedimentacindellogotipoterritorialdelEstado(Jacob,1992,p.436)porotro,elcalcadodel
mapa y el uso del contorno territorial como base para distribuir un nutrido inventario de datos
refuerzaneseaprendizaje.
Los modos en que todas estas dimensiones se articularon presentan tantos matices que se revela la
necesidaddeseguirrealizandoestudiosapropiados.Sloparadelinearunodelosderroterosquetom
lacuestincartografanacionalismo,aquapuntaralgunasnotassobreelcasoargentino.
Al igual que tantos otros procesos independentistas latinoamericanos, en el caso de la Argentina el
estadoprecedialanacin.TraslasancindelaConstitucinNacional(1853),sepusoenprcticaun
conjuntoarticuladodepolticaspblicasorientadasaconsolidarelaparatoestatal,definirelterritorio
yformarciudadanos.EnlasltimasdcadasdelsigloXIX,almismotiempoquesediseabaunmapa
que inclua todas las provincias y los territorios nacionales, nuevas polticas pblicas impusieron la
obligatoriedad,lagratuidadylalaicidaddelsistemaeducativo.Siesesistemaeducativotenaentre
sus principales objetivos formar argentinos crear ciudadanos de un pas que no tena tradicin
nacional,eldiscursogeogrficodesarrolladoenlaenseanzaformalfueabsolutamentefuncionala
eseproyecto[77]: los textos y las imgenes de ese discurso geogrfico contribuyeron a instalar, con
pocasvariaciones,unesquemageogrficomonolticobsicoquebuscabamostrarlanacincomoun
espacio conglomerado (cuya premisa constitutiva era la complementariedad armnica de regiones
diversas,tambinexpresadaenlamuyutilizadafraselaunidadenladiversidad[78]).
Adems,elmodeladodellogotipocartogrficoincluyunaseriedeintervencioneslegales,muchasde
ellasrelacionadasjustamenteconelusodemapasenelsistemaeducativo.Eldecreton75.014del18
de octubre de 1940[79] expresa que el Estado tiene la facultad indeclinable de supervisar las
imgenes cartogrficas del territorio argentino y se reserva lo dispuesto por la ley de Propiedad
Intelectualparavigilarlacartografaamparndoseenelderechopatrimonialyenlavigiliadelinters
pblico.Elobjetivodeesamedidaesevitarladivulgacindemapasconerrores(sic)especialmente
encasosde obras destinadas a la ilustracin del pueblo, que se utilizan en la enseanza (Boletn
Oficial26/X/1940).
En1946seprohibilapublicacindemapasdelaRepblicaArgentina:a)quenorepresentenentoda
su extensin la parte continental e insular del territorio de la Nacin b) que no incluyan el sector
Antrticosobreelqueelpasmantienesoberanayc)queadolezcandedeficienciasoinexactitudes
geogrficas, o que falseen en cualquier forma la realidad, cualesquiera fueran los fines perseguidos
contalespublicaciones(Decreton8.944de020919446BoletnOficial,28denoviembrede1946).
Este decreto legitimaba un territorio inventado, que se consagraba en una figura antes que en una
realidadpoltica.Esafiguraponaencirculacinlospilaresdelsentidocomngeogrficonacional:la
armnica articulacin tripartita de un sector continental, otro insular y otro antrtico (cuya
consecuenciainmediataesladuplicacindelasuperficiedelterritorioargentino[80],almenos,enel
plano de la estadstica oficial) y la naturalizacin (despolitizada) de los reclamos de soberana
territorialdelEstadosobrereasqueseencuentranfueradesusoberanaoenlitigiodiplomtico.
Lasestrategiasparaintervenirsobreellogotipocartogrficonuncaparecensuficientementesegurase
inviolables.En1983,bajogobiernomilitar,sesancionalaLeyN22.963cuyoartculo18prohbe
la publicacin de cualquier carta, folleto, mapa o publicacin de cualquier tipo que describa o
represente, en forma total o parcial, el Territorio de la Repblica Argentina, sea en forma aislada o
integrando una obra mayor, sin la aprobacin de Instituto Geogrfico Militar (Boletn Oficial
8/IX/83). La misma ley determina que el autor ser asimismo punible si stas contuvieren
inexactitudesgeogrficasquemenoscabenlaintegridaddelterritorionacional.Idnticassancionesse
aplicaranaquienhicieseingresaralpasodistribuyeseenelmismo,cualquierobraquecontengauna

descripcin o representacin total o parcial de la Repblica Argentina no aprobada por el Instituto


GeogrficoMilitar.ElPoderEjecutivoadosaesteproyectountextoquejustificabalanecesidadde
laley:Alosefectosdeconsolidarunaconciencianacionaldelterritorioyevitardiferenciasenla
informacingeogrficasobrelaRepblicaArgentina,esindispensablecontarconunanicaversin
oficial del territorio sometido a nuestra soberana, y que toda publicacin que toque el tema, en
cualquier formato y con cualquier propsito, sea coincidente con ella. (Nota del Poder Ejecutivo
2/XI/1983losdestacadossonnuestros).Estapreocupacinporinterveniractivamentesobreeldiseo
de un mapa oficial sugiere, cuando menos, que se asume que la imagen cartogrfica es formativa e
instructivarespectodeciertosvaloresnacionales.
Semejante poder pedaggico, formativo y nacionalizante atribuido a los mapas justificara por s
mismo la utilizacin de la metfora cartogrfica en la propaganda poltica. Los pocos estudios
dedicadosalacartografadepropagandainsistenendosaspectos:a)setratademapaspersuasivos
y, por tanto, emparentados con otras imgenes que tambin buscan deliberadamente influir en el
lectoryb)lapolticayelnacionalismosonlosdostpicosmsusadosenlosmapaspropaganda[81].
Bajo estas premisas, esos estudios indagan los contextos (Pickles) y las componentes visuales
(Monmonier)quediferencianaldiscursopropagandsticodelcientfico:elprimerobuscasercrebley
convincentemientrasqueelsegundoperseguiraelconocimientoverdadero[82].
En la Argentina, la fecunda participacin de la silueta cartogrfica en los materiales grficos ms
variados alcanz un punto notable en el marco de ciertas polticas comunicacionales en el periodo
peronista.La variedad y la cantidad de registros visuales que los gobiernos peronistas (19461955)
produjeron,publicaronypusieronencirculacinfueronlosuficientementeampliascomoparaquela
dirigencia se asegurara una intervencin sostenida en la radio, el cine, la prensa, los espectculos
pblicos y en casi todos los dominios de la cultura popular. Especficamente, la Subsecretara de
InformacionesyPrensa[83]desplegunaseriedecontrolessobrelasartesgrficasconcebidascomo
elvehculoprivilegiadoparavisualizarlaaccinylosobjetivosdegobiernoquesetradujoenuna
normativa precisa en cuanto a temas y figuras (Gen, 2005, p.19) que circularon bajo diversos
formatos y configuraron cierta cultura visual propia de su tiempo. El repertorio temtico de ese
imaginariovisualpivoteentornoatemasyfigurasrecurrentes,queidentificaronsimultneamente
Movimiento, Partido y Estado[84]. En trminos generales, la iconografa peronista estuvo
concentradaenexplotarlaimagendeltrabajador,delafamilia,delpropioPernysumujerEvitasin
embargonofueronlasnicas:elrepertoriotemticotambinincluylametforacartogrfica,quefue
ampliamentemovilizadaenlosmsdiversostextosparahablardelaArgentina.
Seleccionemos dos ejemplos. El primero de ellos forma parte un voluminoso libro que llevaba por
ttulo el eslogan del Primer Plan Quinquenal (19471951)[85]: Argentina, Libre, Justa y
Soberana[86], publicado por la dependencia Control de Estado de la Presidencia de la Nacin (a
cargo del Teniente Coronel Vicente A. Sosa Molina) en colaboracin con la Subsecretara de
Informaciones. A lo largo de sus casi 800 pginas, una inconexa sucesin de imgenes, grficos
estadsticosymapasseesfuerzanparacomunicarlaobradegobiernoperonistaasimiladaalaideade
progreso material, modernidad y justicia social. En particular, se apela recurrentemente a la figura
cartogrficaparasintetizarinterpretacionescomplejassobrelaorganizacingeogrficayterritorialde
la Argentina. Se trata de dibujos cartogrficos: siluetas rellenadas con informacin estadstica,
iconografa alusiva y otros elementos de propaganda persuasiva. Es evidente que no se trata de
retratos cientficos del territorio. Sin embargo, a pesar del uso explcito y deliberado de recursos
grficosretricosydesuaspectodecontract,lasfigurascartogrficasestnenperfectasintonacon
las mencionadas normativas legales que el gobierno peronista se preocupaba por aplicar a la
produccincartogrficaoficialgeneral:inclusocuandoelmapaformapartedelfondodelaimagen
sin ninguna funcin especfica (figura 1) como cuando se lo utiliza para ubicar ciertos fenmenos
(figura2),serepiteconinsistenciaeserecorteterritorialporentoncesnovedosoqueincluaelsector
antrticoylasislasMalvinas.

Figura 1. Argentina Justa, Libre y


Soberana,1950,p.63.

Figura 2. Argentina Justa, Libre y


Soberana,1950,p.63.

ElotroejemplocorrespondealaportadadelnmerocincodelarevistaArgentinapublicadoel1de
juniode1949.Ningunaotrailustracinparecamsapropiadaqueunmapa:elttulodelapublicacin
estambinelttulodelaimagen.

Figura3.RevistaArgentina,n5,1de
juniode1949.BuenosAires.

El mapa muestra los contornos de la Argentina continental, insular y antrtica, con dos flechas
laterales que indican la extensin de los dos tringulos: 3.702 km para el cono del extremo
continentaly3.339kmparaelconoantrtico.Enlaprimerapginaseexplicalailustracindelatapa:
ElmapadelaRepblicaArgentinaconstituyeeltemadenuestracubierta.Eselprimermapanacional
ntegroquesepublicaenunarevista.Incluyetotalmentenuestraheredad:tierrasdelContinenteamericano
propiamentedicho,insularesdenuestraPlataformasubmarinaytierrasfirmesdeAntrtidaargentina.Este
mapa,asconcebido,presentaentonorojoloqueesindiscutibleyexclusivamentenuestro.Apartedelas
razones histricas inconmovibles que asisten a nuestros derechos, sealamos, con la sola presentacin
grfica de nuestra configuracin fsica, las tambin inconmovibles razones de ndole geogrfica y
geopolticaquelosconfirman,ratificanycertifican.Sobredospautasbienvisiblesenformadeflecha,y
conintencininformativa,expresamoslalongituddenuestraPatria,superioralossietemilkilmetrosa
unsoloviento:elquemarcalaCruzdelSur.Estaslargasmilcuatrocientasleguasequivalenaladistancia
quesalvaeltrenrpidoentreSanFranciscoyNuevaYorkenunasemanademarcha,consusdasysus
noches.LaQuiaca,allenelparalelo22,yelpuntomsaustraldenuestraAntrtida,estnseparadospor
una distancia igual a siete veces la existente entre Mendoza y Buenos Aires. Y viajando siempre por
tierrasyaguasargentinas!.

Eltexto,sibieninnecesarioparalacomprensindelaimagen,ordenalossentidosquevehiculizala
metfora cartogrfica. Ms an: la utilizacin del color rojo para pintar homogneamente todo el
territorionacionalesunguioalritualcartogrficoquelosEstadosimperialeshabaninstaladopara
ilustrar sus dominiosen los mapas dedivulgacin(especialmente,Inglaterrausaba el rosaoelrojo
paradarvisualidadasusterritoriossobreunmapaplanisferio[87]).Enefecto,enunoyotrocasose
tratademapasquehacenpropagandapolticaquepretendenpersuadiralobservadorapelandoauna
seriedeestrategiasgrficas(nfasisdeformasapropiadas,supresindeinformacincontradictoria,
eleccindesmbolosprovocativosodramticos)quetambinseutilizanenotrasreasdemarketing

(Monmonier,1996,p.87).
Sinembargo,envistadelarsenaldeestrategiasqueintervieneneneldiseodelacartografaoficial
delaArgentinaylosmecanismosdecontrolqueescudrianmuydecercaelcumplimientodeesas
normas, habra que reconsiderar si el mapa oficial de un Estado, tomado por vlido, verdadero y
cientfico, puede ser, al mismo tiempo, un mapapropaganda cuya eficacia comunicacional se
garantizatambinconelsilenciosobrelaspolticasqueanimanesasintervencionessobrelaimagen.
As ha buscado servir para la evangelizacin de los ciudadanos en la religin del nacionalismo
territorial. Suelen caracterizarse por una preocupacin sistemtica orientada instalar ciertas ideas
sobreelterritorioylanaciny,enesoscasos,losmapassepronuncianexplcitamentesobredisputas
fronterizas, territorios en litigio, tierras prometidas, identidades territoriales (incluso en pequeos
sellospostales,comoanalizaRegueraRodrguez,2007[88]).
Qupasasinosajustamosaesaideaqueapriorisostienequeunmapapropagandaeselresultadode
una intervencin deliberada sobre la imagen a los efectos de sesgar un mensaje, incorporando o
eliminando elementos que, en caso de seguirse el protocolo de procedimientos segn la ciencia
cartogrfica, deberan componer la imagen? Entonces no parece pertinente limitar el concepto de
mapapropagandaalasilustracionescartogrficasqueinterpelanalobservadorconfinespersuasivos
msomenosexplcitosyvisibles(comolastiraolacaricaturacartogrfica).Sinembargo,escierto,
habra que diferenciar la propaganda podramos agregar, oficial que se ajusta a la poltica
cartogrficadelEstadoyrecurrealoslenguajesdelacienciaydelatcnica,deotrostiposdemapas
propagandadeliberadamentemsencuadradosenelcampodelagrficaylacomunicacin.Perolos
puentesentreambostipossonmsslidosdeloqueparecenasimplevista.
Elmapafueradelacartografa
Hemos visto que la aparente ingenuidad de ciertas imgenes no invalida el poder sugestivo y
adoctrinadorquepuedantener.Dehecho,lacapacidaddepersuasindelasimgenesyanosediscute
en trminos de la fidelidad ni de ligazn transparente respecto de un referente. Esto es vlido
tambinparaaquellasformascartogrficasquenoformaronpartedeunprogramaestticoopoltico
racionalmentevertebrado.Ellosehaceevidenteconlaseleccinyelusoquelosdiseadoresgrficos
hacen de las imgenes cartogrficas en publicidades: el mapa del terruo, las siluetas de territorios
nacionales o el globo terrqueo a menudo son llamados para recordarnos un lugar o alguno de sus
atributoscorporizadoensuterritorio(elatributomsrecurrenteeslaunidadmismadeeseterritorio,
inclusocuandoesaunidadformapartemsdeunimaginarioquedeunarealidad).
Porotraparte,esciertoquelarecurrenciadelasimgenescartogrficasentodossusgnerosforma
parte de nuestra cultura visual. Pero, en rigor, la ubicuidad de los mapas no es algo nuevo. Baste
recordar los mapas pintados en las paredes de la Galera de los mapas del Vaticano o los mapas
colgados en una sala palaciega en El Escorial durante el siglo XVI para rememorar la funcin
ilustrativa y didctica. O tambin el juego de naipes con motivos cartogrficos que revela la visin
inglesa de los pueblos y pases del mundo[89]. Es decir: los mapas no estn slo en los libros de
geografa. Por el contrario, cada vez son ms los mapas que se confeccionan fuera de los mbitos
especializadosenlaproduccindemapasy,msinteresantetodava,cadavezsonmslosmapasque
circulan entre consumidores que no han recibido un entrenamiento especializado en la
interpretacin de mapas. Ese amplio abanico de mapas concebidos y consumidos fuera de la
cartografa se sigue desplegando: hoy en da los mapas son un insumo ms para los diseadores
grficosy,asociadoaello,lainclusindemapasenmaterialesdeampliacirculacin(losmapasdel
turismo[90], de las publicidades de las lneas areas[91] y de los sellos postales[92], entre otros)
desafanuestracapacidaddeinterpelarlos.
Reconocer las dimensiones que tiene ese desafo nos lleva necesariamente a admitir que sera
imposiblehablardetodoslosmapasenesteartculoohacergeneralizacionesqueseanvlidaspara
analizartodoslosmapas.Porlotantononosquedasinoconformarnosconabrireljuego.Esconesa

intencin que apuntar algunas consideraciones breves sobre otros dos gneros de mapas que se
producen y circulan fuera de la cartografa las caricaturas cartogrficas y los mapas en el arte
contemporneoapartirdeloscualespretendemosarticularlaspropuestasdesarrolladasenlaprimera
partedeesteartculo.
Convengamosqueambosgnerosestnhabilitadosparatomarselicenciasrespectodeconvenciones
que no seran admisibles dentro de las reglas que impone el campo de lo que podramos llamar
cartografacientfica.Sinembargo,paraconstituirlaidentidaddelaimagentiendenciertoslazoscon
eldiscursocartogrfico.
Talvezlaprimeramarcaineludibleeslareferenciaalterritorio.Enefecto,enmuchascaricaturasel
mapa ocupa el lugar del territorio para pronunciarse satricamente sobre disputas territoriales. El
territorioaparececosificadoensuimagencartogrfica.LaclebrecaricaturapolticaLeGateaudes
Roysque condenaba la actitud de los principales artfices de la particin de Polonia en un mapa de
1772 publicada en Londres por el editor y vendedor de mapas Robert Sayer parece haber
funcionado tan bien que fue retomada y reformulada para expresar situaciones similares en otros
contextos: en El pudin de ciruela en peligro (1805), James Gillray adapta la idea al Napolen
BonaparteyelprimerministrobritnicoWilliamPitt[93].
Lafronteraesunodelostemasterritorialesmsrecurrentesenlascaricaturaspolticas.Enelanlisis
que Zusman y Hevilla hacen de la representacin de la frontera chilenoargentina en la caricatura
poltica,llamanlaatencinsobreunpunto:mientrasquelasdecisionespolticasquehandefinidolos
lmites de ambos estados fueron tomadas lejos de la frontera, la mayor parte de las caricaturas
publicadasendosdelosperidicossatricosdemayorcirculacindelapoca(CarasyCaretasyEl
Mosquito), eligieron hacer uso de la frontera como escenario de los encuentros, los dilogos y los
desacuerdos entre los polticos (Zusman y Hevilla, 2004).Hayque decirque enesas caricaturas,la
frontera argentinochilena fue representada con variadas estrategias grficas (por ejemplo, el dibujo
delperfilmontaosodelacordilleradelosAndes),perotambinconelementoscartogrficos.Y,en
este sentido, uno de los recursos ampliamente utilizado es la lnea de frontera. Esa lnea marca con
contundencialoquehayquever.Esalnealedavisibilidadaunodelosaspectosmenosvisiblespero,
al mismo tiempo, uno de los ms vistos cuando se observa ese territorio. Es uno de los menos
visiblesporquelademarcacindelafronteranoescontinuay,dehecho,esincompleta.Peroesuno
delosmsvistosporlasusceptibilidadquegeneralafronteraenuncontextodemutuaacusacinde
apropiacionesterritoriales.
Elterritoriohechopapeldejaalavistaunaambigedadquelacaricatura,lejosderesolver,desnuda:
porunlado,elterritorioestanfamiliaryreconocibleapartirdellogotipocartogrficoquepareceun
objeto natural por otro lado, el territorio dispuesto sobre una mesa bajo la pluma o el comps que
amenazan con modificarlo, revela su artificialidad y, por tanto, que es pasible de ser intervenido,
repartido,redibujado.
Enlamayoradelascaricaturaspolticaselmapafuncionaapenascomoescenariodondesedesarrolla
laaccin,comomerosoporteocoordenadas.Elescenariotomaformaapartirdeciertoselementos
cartogrficosseleccionadosqueguanyorientan,comoloslmites,eltrazadourbanooelsistemade
referenciasgeogrficas.Peroaunesterecursoaparentementebanalactivaciertasfibrassensiblesque
operan en el discurso geogrfico. No se trata de forzar la atribucin de cierto discurso territorial al
caricaturista (que seguramente estaba ms concentrado en combinar estticamente las iconografas
quemejorlepermitieranexpresarlastira).Peroprecisamenteelhechodequeelcaricaturistatome
esos recursos para articular una imagen de alto contenido simblico puede ser sintomtico de un
sentido comn geogrfico compartido en una sociedad. Desde el punto de vista metodolgico, los
elementos cartogrficos incorporados en una caricatura tomados como transparentes o, al menos,
comprensiblesporlaaudienciapuedenserindagadosparadesarmaraquellosimaginariosgeogrficos
que, de tan consagrados, forman parte del sentido comn y no son sometidos a crtica (incluso, en
registrosexplcitamentecrticos).

La otra marca que los mapas fuera de la cartografa recuperan es el orden o, dicho en trminos
especficos,lasrelacionesespaciales.EnMap,deJasperJohns,elmapaeseltemacentraldelaobra
(anunciadoinclusoenelttulo),perosonlosnombresdelosestadosescritosenletrasdemoldelos
quenoshacenbuscarelmapa.Porsupuestoquepodremosidentificaresereferente,msalldeque
no tiene ningn rasgo preciso (en el sentido que ese trmino adquiere para la cartografa). Sin
embargo,esostopnimosllevanacomponerunordenyatejerlasrelacionesespacialesquepermiten
restituir una imagen de Estados Unidos que es de hecho cartogrfica. Incluso resulta sugerente que
JasperJohnshayarealizadounaseriedeobjetosnacionales(entrelosquesedestacanlasbanderas)o,
en otras palabras, que en el campo de las artes, la tematizacin de la cartografa tambin implique
ciertasconnotacionespolticasynacionales.
El hecho de que el mapa entraa un orden preestablecido y, en cierta medida, rgido ha sido mejor
percibido por los artistas: aquellos que se sintieron convocados a trabajar con mapas coinciden en
alterar su posicin, activar un antagonismo. No parece casual el hecho de que los artistas
latinoamericanos,ciudadanosdelhemisferiosur,concuerdenendarvueltaelmapa.Elmapadela
Sudamrica invertida del artista uruguayo Joaqun Torres Garca (1943) se ha transformado en un
conoreutilizadocomologodeconferenciasacadmicasypublicidades.Lasubversindelaposicin
delmapaesunavaparaimpugnarelordenintrnsecoalaconvencinmodernadeubicarelnorteen
lapartesuperiordelmapay,as,darprimacaaespaciospercibidoscomopostergadososometidos.
Yaen1929elordenmundialhabasidocriticadoporlosartistasapartirdelrediseodelaimagen
cartogrfica: los surrealistas crearon un mundo diferente en un planisferio[94], en el que algunos
pasestienenterritoriosdescomunalmenteextensosmientrasqueotros,sencillamente,fueronborrados
del mapa, el Ecuador es una lnea inquietantemente ondulada, y el continente europeo aparece
mutiladoyreescrito(DeDiego,2008,p.12).Parecequeestarcontraelmapa[95]esestarcontrael
orden.
Elordencartogrfico,comoclaveparaelreconocimientoocomoideologacontralaquesellamaa
rebelarse, nos recuerda que los fenmenos de representacin entre ellos, los fenmenos
mnemnicosfigurarnasociadosregularmentealasprcticassociales[96].Estareflexinfcilmente
desembocara en la ya tan reiterada denuncia contra el orden social y poltico impuesto en la
cartografa moderna. Pero tal vez sea el momento de dejar de luchar contra los molinos de viento,
abandonarlosclichsyproponerunamiradamenosingenuaacercadenuestrarelacinconnuestras
representaciones, los modos en que las recuperamos, las construimos, las manejamos, las
transformamosylasreproducimosporqueesopodraredundarenprcticassocialestambinmenos
ingenuasentodaslasescalasposibles.
La polifona de las imgenes cartogrficas tiene que ser una invitacin a desandar los caminos que
proponen los mapas, tambin los mapas extraos[97]. Todos esos mapas extraos podran ser
blancodelecturasgeogrficassisepartieradeunaconcepcinampliayflexibledelobjeto.Conestas
reflexionessepretenderevisarsimultneamentelasdostendenciasalamiopaqueafectanlarevisin
crtica de las imgenes cartogrficas: los mapas cientficos tienen que ser pensados como objetos
grficosdeunaculturavisualmsampliaynoslodesdesusdirectricespreformativasalienadascon
ciertodiscursocartogrficoalmismotiempo,losmapasproducidosfueradelacienciacartogrfica
debenserexaminadosendilogoconelimaginariogeogrfico(consolidadoenelsentidocomnalo
largodeunaseriedeprcticaseducativas,comunicacionales,polticasehistricas)queinterpelan.

Notas finales para un balance provisorio: la bsqueda de la imagen entre los


plieguesdelmapa
En un contexto en que los imaginarios se han posicionado como objetos de estudio legtimos,
relevantesycomplejosentrelosintelectuales,laimagenadquiereunespesorconceptualqueparece
redimirladefinitivamentedeesedestinosubsidiarioymarginalalquehabaquedadorelegada.

Aunque nadie discute que ver no es creer, sino interpretar[98] y tambin reconozcamos que la
percepcinnopuedeserconfinadaaloquelosojosregistransobreelmundoexterior[99],enelcaso
de los mapas todava no parece saldada la indagacin acerca de qu vemos y qu interpretamos
cuando miramos un mapa. Por eso cabe preguntarse una vez ms sobre qu es lo que muestran los
mapaso,mejordicho,queesloquevemosenellos.
Esa inquietud inspira una examinacin crtica del mapa en la que el objeto cartogrfico es concebido
comounaimagenque,sibienparticipajuntoaotrasdeunaculturavisual,tieneciertaespecificidaden
tanto articula caractersticas grficas y funciones que le son propias. Este trabajo ha propuesto una
reflexin sobre esas caractersticas propias de los mapas con el objetivo de reinsertar al mapa en esa
culturavisualy,as,ampliarlaspreguntasquelointerpelan.
Dos claves de lectura aparecen como nodales: los vnculos con el nacionalismo y la cuestin de la
representacin. En la prctica acadmica, estas dos lneas indagacin han transitado caminos casi
paralelos.Noobstante,ambastienenuncruceineludibleenlacuestindelavisualidad.
Porunlado,laabundantebibliografaquehaexaminadolosvnculosentrecartografaynacionalismo
desde una perspectiva crtica demuestra slidamente que las prcticas cartogrficas y los mapas
contribuyeronalaformacindeidentidadesnacionales.Losmaticesqueseregistranenlosdiferentes
casosnoinvalidanlareglageneral:laselitesintelectualesyprofesionaleshicierondelosmapasuna
herramientaparalacohesinsocialenclavenacional.
Sinembargo,pocosehaindagadoacercadelasresonanciasquetienenesosprocesosfueradeesos
mbitos explcitamente coercitivos en los que los dispositivos cartogrficos fueron manipulados
desdearriba.Lacrecientecantidadyvariedaddefigurascartogrficashacepatentelanecesidadde
explorar esos otros circuitos. El uso del mapa como metfora de la nacin todava tiene que ser
analizadodesdeunenfoquemsamplioquepermitaintroducirmaterialesempricos(otrosmapas)de
apariencia menos cientfica pero articulados en un mismo discurso (territorial y/o nacional). Un
repasodelcasoargentinohademostradoque,endiferentescontextos,elusorepetitivoyloguificado
de mapas aparentemente ingenuos no slo no contradeca las normas prescritas en el decreto
cartogrficoqueobligabaalarepresentacinntegradelterritoriosinoquereforzabaunconjuntode
ideasgeogrficasaprendidasenotrasinstituciones.
Algunosejemplospuntualeshanservidoparadejarplanteadoque,dadalaubicuidaddelasimgenes
cartogrficas dentro de nuestra cultura visual, todo el anlisis no puede agotarse en las polticas
cartogrficas oficiales. Incluso aquellos mapas que tambin activan (o al menos buscan activar) la
frmula territorio = nacin muchas veces lo hacen a partir de una reapropiacin de sentidos y no
comopartedeundiscursomonoltico.Enestesentido,laeficaciadeesasprcticasdeconstruccinde
sentidos nacionales y nacionalistas en torno a los mapas ha dado forma a cierto sentido comn
geogrfico que circula ms ampliamente y que ya no est atado a las polticas de instruccin o de
difusin. Esta advertencia, adems de prevenir sobre el riesgo de atribuir intencionalidades
anacrnicas a ciertos mapas, pretende ser un llamado de atencin para reconsiderar ms
detenidamentelasredesculturalesenlasquelasimgenescartogrficassoncomprendidas.
Por el otro lado, la filosofa de la representacin intrnseca a la idea misma de mapa parece haber
llevado a recaer recurrentemente en la revisin de la relacin entre la imagen y un original, un
modelo,unreferente.Enestooperaunapresuncinderealismocompartidaconotrasrepresentaciones
visuales pintura, fotografa. Mientras que antes se debata si las imgenes visuales parecan reales
porque verdaderamente se asemejaban a lo real o porque representaban con xito la realidad, ahora
existe cierto consenso para afirmar que las imgenes no se definen por una cierta afinidad mgica
hacialoreal,sinoporsucapacidadparacrearloqueRolandBarthesdenominelefectorealidad.
Las imgenes utilizan determinados modos de representacin que nos convencen de que son lo
suficientemente verosmiles para acabar con nuestra desconfianza. Esta idea no implica en modo
alguna que la realidad no exista o que sea una ilusin, sino que ms bien acepta que la funcin

principal de la cultura visual es probar y dar sentido a una variedad infinita de la realidad exterior
mediante la seleccin, interpretacin y representacin de dicha realidad (Mirzoeff, 1999, p.66). A
partir de estas premisas, el diseo cartogrfico impreciso deja de ser entendido como un dficit de
racionalidadocientificidaddelaimagenparaserinterpretadocomounareafirmacindelapotencia
quetieneellogotipocartogrficoparafuncionarcomounametforadelanaciny,enestesentido,
paraaprehenderconjuntosdesignificacionesanudadasenlocotidiano[100].Elefectorealidadno
estanudadoalafidelidadrespectodeunreferente.
La cuestin de la representacin cartogrfica podra ser iluminada desde un ngulo diferente si las
formasdejarandeserevaluadasdesdelospreceptosdelammesis.Elmapacomocuestinvisual
(Carli, 2006, p.85) reclama un estudio de sus formas que, por ejemplo, permita volver a discutir la
naturalezadesufuncinrepresentacional.Enestesentido,elestudiodesuscontextosdeproduccin,
desusconnotacionesideolgicasydesupotenciadiscursivapuedeserenriquecidosiseincorporasu
dimensin visual. Incluso hara posible darle entidad cartogrfica a otros mapas que debido a su
ethos ilustrativo han sido considerados superficialmente o, incluso, ignorados (tales como las
caricaturas cartogrficas o las siluetas territoriales en logos de merchandising y otros mapas
decorativos). Sus objetivos son menos deliberados y sistemticos que aquellos que movieron a las
burocraciasestatalescuandodecidieronintervenirsobrelaproduccinyelcontroldelosmapas.Su
aspectoesmenoscientficoenmuchoscasos.Acasodebidoaellolosgegrafoslehanprestado
poca atencin? Acaso debido a ello algunos de esos mapas han sido estudiados por otros
especialistas en sus dimensiones grfica, iconogrfica, esttica o comunicacional? Ese universo de
mapas que circulan masivamente y que participan de nuestra cultura visual todava espera una
examinacin crtica que vaya ms all de la casustica. Sobre todo porque esas consideraciones
centradasenlaestticadelosmapasnosiempresonlavaparacomprenderunaspectocrucialdelos
mapas:losecosdelosimaginariosgeogrficosqueresuenanensusformas.
La densidad de las imgenes cartogrficas no puede ser recluida a su capacidad metonmica para
encarnarlanacin.Inclusosinosrestringimosalosusosdelafiguracartogrficadelterritorioestatal,
eluniversoesmsamplioqueelquedefinenlasprcticasdelacienciageodsicaytopogrfica.El
desafohoypasaporabordarelmapainterpelandotodasucomplejidadculturalysupotenciavisual.
Esto no implica negar ni desmerecer las nada despreciables funciones que efectivamente se le
reconocenalmapa(estoes,herramientaparalocalizarfenmenosoilustrartextos).Peroesnecesario
trascender esa forma elemental de concebir la cartografa en la investigacin histrica y social. Es
probablequeelloseaposiblesielmapaesinstaladodefinitivamenteenelcampodelasimgenesy
asumidocomounobjetoculturalquefuncionaenunaculturavisualespecfica.
Los mapas pueden ser interpelados como parte de una cultura visual si sus formas visuales son
recuperadas como algo ms significativo que una superficie grfica o, su contracara, la mera
expresindeotrosdiscursosquelosatraviesan.Losmapasparecenanimarsecuandosusformasysu
cuestinvisualsonreinstaladasenlareddeinstituciones,saberes,prcticas,tradiciones,polticas
educativas,sentidocomngeogrfico,sentimientosnacionales,estrategiasgeopolticasqueloshacen
comprensibles para una sociedad. Si en lo simblico todas las conexiones no estn trazadas de
antemanoyelpasajeentrelosensibleylointeligiblepuedeserpensadoalavezcomounavarecta
ycomounlaberinto[101]talvezestiempodeusarlosmapasparaexplorareselaberinto.

Agradecimientos
Este texto es el resultado de unas reflexiones que he tenido la suerte y el honor de compartir con
diversoscolegasyamigos.QuieroagradecerespecialmentelaslecturasdeHoracioCapel,Matthew
Edney,PerlaZusman,JeanMarcBesse,LucianodePrivitellio,JulinGmezyMalenaMazzitelli.

Notas

[1]Larevisinretrospectivadeladimensinvisualdelasdisciplinasnoesexclusivadelageografa.Entrelosaportes
tericosdesarrolladosenotroscamposhayquemencionar,sinduda,eltrabajodePeterBurke(2001)sobreelusodela
imagen como documento histrico. Desde la filosofa, JuanJacques Wunenburger (1995) repasa diversas tradiciones
filosficasparareexaminarelmundodelasimgenesyAlbertoMangel(2000)noshaceleerimgenessiguiendoun
recorridomuypersonalatravsdelahistoriadelarte.HansBelting(2002)proponeunaantropologadelaimagenque
recuperetantolaespecificidaddelassociedadesenquelasimgenessonanimadascomolamaterialidadenlaqueesas
imgenessonreconocidas(Belting,2007,p.1370).InsDusselyDanielaGutirrez(2006)convocanaespecialistaspara
discutirlaspolticasylaspedagogasdelaimagenenelmbitoeducativo.
[2]CitadoenWilford,1981,p.ix.
[3]LasexpresionesentrecomilladasfuerontomadasdelttulodellibrodeDenisWood(Elpoderdelosmapas)ydelos
ttulosdeloscaptulos:"Losmapastrabajanalserviciodeintereses""Losmapasestnembebidosenlahistoriaqueellos
ayudanaconstruir""Cadamapamuestraesto...peronoaquello""Elintersalquesirveelmapaestenmascarado""El
intersestincorporadoenelmapaensignosymitos""Cadasignotieneunahistoria""Elintersquesirveelmapa
puedeserelsuyo"(Wood,1992,p.3,ndice)
[4]Wood,1992,p.182y184.
[5]Mirzoeff,1999,p.27.
[6]Respectodeladiscusinsobrelasimgenesenlainvestigacinsocial,unainiciativanotablefueelPrimerCongreso
InternacionalsobreImgeneseInvestigacinSocial,organizadoporelLaboratorioAudiovisualdeInvestigacinSocial
delInstitutoMora(CiudaddeMxico)en2002.VaseAguayoyRoca,2005.
[7]Wunenburger1995,p.34.
[8]Wunenburger,1995,p.35.
[9]Mirzoeff,1999,p.28.
[10]Driver,2003,p.229.
[11]Larevisinretrospectivadeladimensinvisualdelasdisciplinasnoesexclusivadelageografa.Entrelosaportes
tericosdesarrolladosenotroscamposhayquemencionar,sinduda,eltrabajodePeterBurke(2001)sobreelusodela
imagen como documento histrico. Desde la filosofa, JuanJacques Wunenburger (1995) repasa diversas tradiciones
filosficasparareexaminarelmundodelasimgenesyAlbertoMangel(2000)noshaceleerimgenessiguiendoun
recorridomuypersonalatravsdelahistoriadelarte.HansBelting(2002)proponeunaantropologadelaimagenque
recuperetantolaespecificidaddelassociedadesenquelasimgenessonanimadascomolamaterialidadenlaqueesas
imgenessonreconocidas(Belting,2007,p.1370).InsDusselyDanielaGutirrez(2006)convocanaespecialistaspara
discutirlaspolticasylaspedagogasdelaimagenenelmbitoeducativo.
[12]SchwartzyRyan,2003,p.3.
[13]Ryan,2003,p.233.
[14]Larevisindelarelacindelosgegrafosconlasimgenesincluyeelanlisisdelosmodosenquelosgegrafos
usantransparenciasopresentacionesdePowerPointencongresosyclases(Rose,2003)yelanlisisdelaproduccinde
imgenesporpartedejvenesqueseexpresansobrelacuestinambiental(Hollman,2008b).
[15]CarlSauer,Laeducacindeungegrafo,reproducidoenGarcaRamn,1984,p.40.
[16] Algunos trabajos discuten especficamente el vnculo entre geografa y cartografa (Girardi, 2003 Crdoba y
Ordez,2001Quintero,2007).Pero,adems,loslazosqueemparentanalosgegrafosconlosmapasaparecencomo
tema central y convocante en reuniones acadmicas (El mapa com a llenguatge geogrfic, Societat Catlana de
Geografia,29al31demayode2008,Barcelona).

[17]VaseRobinson,1979Borchert,1987Woodward,1992.
[18] Una antologa de la propuesta terica de Brian Harley se encuentra sistematizada en la obra pstuma La nueva
naturalezadelosmapas.Ensayossobrelahistoriadelacartografa(2001).Porotraparte,MatthewEdneynarralos
orgenes y el desarrollo de las teoras cartogrficas de Harley en el nmero monogrfico de Cartographica. The
InternationalJournalforGeographicInformationandGeovisualization(n54,2005).
[19]Harley,2001,p.83.
[20]Harley,2001,p.188.
[21]Harley,2001,p.18990.
[22]Harley,2001,p.199200.
[23]UnodelosinterlocutoresmscrticosdeHarleyhasidoJ.H.Andrews,quienhatenidoasucargoelensayoque
antecedelostextosdeHarleyenellibroLanuevanaturalezadelosmapas.Ensayossobrelahistoriadelacartografa
(2001).AllAndrewsdesarrollaalgunosdesuscuestionamientos,p.a)rechazalaretricacartogrficaharlianaporque
staasumequelosmapastienensignificadosintrnsecos(31)b)refutalaideadeimagentotalqueHarleyusabapara
incluir la ornamentacin lateral del mapa como parte del mapa mismo y, en cambio, la ubica como un ejercicio
marginal(32)quenopuedeadscribirsealcartgrafosinoaunconjuntodesujetosqueparticipandelmapaadhocc)
critica duramente las generalizaciones que, segn l, Harley hace sobre la naturaleza poltica de los mapas y los
enunciadossimblicosasociadosaella:atacaelmtodoyafirmaqueesosenunciadosnosedesprendendeloqueest
escrito en los mapas sino que son inferidos del contexto de produccin casi sin considerar el mapa mismo: Harley
muestraaloshistoriadorescartogrficosesencialmentecomoimportadoresdeideas,casinuncacomoexportadores.()
Introducelacartografaenlacorrienteintelectualdominantedesupocayseencuentraconquesuesenciasediluye
hastahacerlairreconocible(55).
[24]Andrews,2001,p.23.
[25]Casey,2002SchwartzyRyan,2003.
[26]Quintero,2007,p.557.
[27] Entre los rasgos que definen a los mapas topogrficos de siglo XIX suelen mencionarse el mayor detalle y
expresividaddelosmapasquesepublican,lacrecienteprecisinlogradaporelempleodegrandesescalas,lamejoraen
los sistema de representacin del relieve, y la generalizacin de levantamientos topogrficos que se apoyan en redes
geodsicas homologadas internacionalmente, [as como la] creciente uniformidad de la produccin cartogrfica,
propiciadaporlahomogeneizacindelasimbologaylainternalizacindelsistemamtricodecimal.Falta,noobstante,
aadirloprincipal.LacartografadelsigloXIXnoestanslounacartografaexpresiva,precisaydebasecientficaes,
sobretodo[...]unaempresadelEstado(NadalyUrteaga,1990,p.9losdestacadossonnuestros).
[28]Elmapatemticosecaracterizaporlaselectividaddelainformacinquearticulaycombina,acotadaaunoovarios
temas.Suelerecurriraciertasconvencionesgrficas(porejemplo,elusodesmbolosdeimplantacinpuntual,linealo
areal) que conocieron una progresiva estandarizacin en los ltimos dos siglos. En particular, el mapa temtico es
asumido como algo distinto del mapa topogrfico (que representa el relieve), aunque las bases y los lmites de esa
distincinsiguensiendodiscutidosporlosespecialistas(elrelievenopuedeserconsideradountemay,as,elmapa
topogrficonoseraotracosaqueuntipoespecficodemapatemtico?).Sinembargo,ladiferenciamssustancialparece
radicarenlascapacidadesylastcnicasusadasparahacerunoyotro:mientrasqueparahacermapastopogrficosse
requierederelevamientoenelterrenoeinstrumentaldemedidas,parahacermapastemticosalcanzaconordenarsobre
unmapabaseunconjuntodedatos(conlocual,laelaboracindeunmapatemticodejadeserunaexperticiapropiade
un cartgrafo y, en cambio, puede ser asumida por un diseador o por otros profesionales). Esta bifurcacin data de
principiosdelsigloXIX,cuandolacartografayamostrabasuslmitescomoherramientadeinventario:luegodevarios
siglosdeacumularydesplegarinformacinsobreelmapaalcompsdelasexploraciones,elmundoparecayacapturado
en una red de informaciones que podan articularse (encuestas de naturalistas, observaciones meteorolgicas,
oceanogrficas,censos,estudiosmdicosysociales).Enesecontexto,lacartatopogrficanopodaseguirrespondiendo
a todas las curiosidades sin perjuicio de su eficacia de comunicacin y pareca imprescindible disear algn otro
instrumentoderepresentacinquepermitieraprofundizaresosconocimientos.Paraestasntesishistricamehebasado

enelexhaustivoestudiodeGillesPalsky(2003).TambinvaseJoly,1976,p.3031.
[29] Algunos de los historiadores que han trabajado con interpretaciones similares son Harley y Woodward (1987),
Wilford(1981),Thrower(1996),Jacob(1992).
[30] Ms especficamente, un lxico cartogrfico consiste en todos los topnimos o nombres de lugares que los
hablantesdeunlenguajecompartidoadscribenasupaisaje.Esoslenguajes,encambio,configurantopnimossegnuna
gramticacartogrfica,unmarcolingsticoocognitivoquepodramosllamarplantilla[template,eneloriginal].Juntos,
topnimosyplantilla,constituyenunacienciacartogrfica,ounmododeconoceryclasificarelespacio(Smail,1999,
p.xi).
[31]Jacob,1990,p.29138.
[32]Tolas,2007,p.639.
[33]Parailustrarestaomisindelasuntocartogrficoenestudiossobrelasimgeneselegimoscitarsloalgunosdelos
trabajos ms slidos y originales sobre imgenes, cuyos aportes han sido, de todos modos, muy sugerentes para esta
investigacin: Barthes, 2001 Burke, 2001 Belting, 2002b Manguel, 2000 Wunenburger, 1995. La ambiciosa
colectnea titulada The Visual Culture Reader, editada por Nicholas Mirzoeff (1998), incluye sesenta artculos que
recorrenunagamamuyampliadetemasrelacionadosconlaculturavisualennuestrassociedadescontemporneasque
incluyedesdetextosclsicosdeJacquesLacan(WhatisaPicture?)yRolandBarthes(Therethoricoftheimage)hasta
artculospostmodernos,comolosartculosdeReinaLewis(Lookinggood:thelesbiangazeandfashionimagery)y
Ann McClintock (Softsoaping empire: commodity racism and imperial advertising) sin embargo, ninguno de esos
artculosabordalacuestindelosmapas,comosilasimgenescartogrficasnoconstituyeranunaspectoesencialde
nuestrasexperienciasvisuales.
[34]Gombrich,enElespejoyelmapa:teorasdelarepresentacinpictrica(1982,p.172214)reconocelanecesidad
derepensarloslmitesylosalcancesdelarepresentacinpictricapero,encambio,asumeconcepcionesrgidassobrela
imagencartogrfica.Afirma,porejemplo,quelosmapaspresentanalparecerproblemasmenosesquivos:conocemosel
tipo de informacin que ofrecen, sabemos que contienen una leyenda que explica los smbolos que se utilizan para
representar universales tales como iglesias, oficinas de correos, lneas ferroviarias y ros. Sabemos asimismo que su
escalanospermitereducirlasdistanciasentresmbolosdelmapaadistanciasenlaciudadoelcamposabemosquela
cuadrculanospermitelocalizarcualquieradeloselementosdelalistaenuncuadradoconcreto.Enseguidaaprendemos
laaplicacinyloslmitesdeestastilesherramientas.Pero,qunosdiceexactamentelafotografacongranangular?
Dndeestnsuslmites?(Gombrich,1982,p.174).
MauricioVitta(1999)publicunodelospocosestudiossobreimgenesqueincluyeunapartededicadaalanlisisdelas
cartografas.PeroesaparteaparecebajoelttuloImgenescientficas(captulo3delaterceraparte),loqueensmismo
defineunenfoquelimitadosobrelanaturalezadelosmapas.Esoquedaclaramentemanifiestoporlaoposicinquemarca
respectodelcaptuloqueloantecede,Imgenesdelarte(captulo2delaterceraparte).Estetipodeplanteoshaceagua
cuando se pretende abordar mapas renacentistas, donde el lmite entre el arte y la ciencia de hacer mapas no puede
discriminarsecontantaclaridad.
SantosZunzuneguiDez(1989),aunqueintentaprivilegiarunaaproximacinalaimagencomolenguaje(11)loque,
al menos en apariencia, se ajusta muy bien al anlisis cartogrfico ya que se ha sido uno de los enfoques ms
desarrolladosdesdelasemiticadeBertinenadelanteapenashaceunamencinmuysuperficialalosmapas(menosde
unapginadeextensinydbilensucontenido)yquesiguelamismalgicadelostrabajosquecitamosunaslneasms
arriba:elapartadoLarepresentacindelmundoenimgenesquevagamentealudealacartografaformapartedel
captuloXII.ElperiododelaimagennicadentrodelatercerapartedenominadaElementosparaunahistoriadela
imagen.
Harley cita otros trabajos que adoptan enfoques similares, como Umberto Eco en su Tratado de semitica general y
RudolfArnheimenNewessaysonthepsychologyofart(Harley,2001,p.313).
[35]Carli,2006,p.86.
[36]Burke,2001,p.51.

[37]EnlaformulacinoriginaldeEdwinPanofsky(1939),lainterpretacindelasimgenessedivideentresniveles.El
primeroopreiconogrficoconsisteenlaidentificacindeobjetosapartirderelacionesnaturales.Elsegundonivel,el
propiamenteiconogrfico,procuraabordarelsignificadoconvencionalosimblicodelaimagen.Finalmente,elnivel
iconolgicoapuntaadesentraarelsignificadointrnsecodelaimagen,esdecir,losprincipiosquelaestructuran.Este
enfoque recibi un importante impulso del grupo de Hamburgo del que participaron Fritz Saxl (18901948), Edwin
Panofsky(18921968)yEdgarWind(19001971),entreotros.
[38]Burke,2001,p.52.
[39]Burke,2001,p.53.
[40]Harley,2001,p.191.
[41]Pickles,1992,p.193.
[42]Harley,2001,p.62.
[43]CuandoHarleyusaesaexpresinapuntaadevelarlaagendaocultadelosmapas,apartirdeunaepistemologa
alternativa,arraigadaenlateorasocialmsqueenelpositivismocientfico(Harley,2001,p.189).ChristianJacob
retomalaideadeHarleyydaesenombrealaintroduccindesutratadosobreteoradelacartografa:Introduction:
Entreleslignesdelacarte.Afirmaqueelpuntodepartidadenuestroprimerrecorridoeslaconviccindequeelefecto
desentidopropiodelosmapasgeogrficosresultatantodelositinerariosydelahermenuticadellectorcomodela
intencionalidadydelosartificiosvisualesdelpropiocartgrafo(Jacob,1992,p.25).
[44]Enestepuntocabeunacriticaauntrabajoanterior,enelqueproponaclavesacercadelatextualidadcartogrfica
(Lois,2000).Afirmabaqueconceptualizarlosmapascomotextosrequieresuperarlasinterpretacionesderivadasdela
lingstica saussureana y que es cierto que si se retoman estas postulaciones, el mapa no puede ser considerado un
texto.Perotambinesciertoqueestaspostulacionesserefierenauntipodesignoespecfico:elsignolingstico.En
rigor,sonestascualidadesdelcdigolingsticoynodeltextopropiamentedicho.Finalmente,elaporteeraconsiderar
que las estrategias metodolgicas del anlisis del discurso eran pertinentes para el estudio de los mapas: los objetos
empricos textos pueden abordarse en trminos de discurso, analizando las huellas (materializadas en las materias
significantes)quesemanifiestaneneltextoyquedependendedistintosnivelesdedeterminacin.Lainterpretacinde
taleshuellasseorientarhaciaelanlisisdelasoperacionesdiscursivasqueenelprocesodeproduccindeesediscurso
lashaninvestidodesentido(251).
[45]KitchinyDodge,2007,p.341.
[46]Siesciertoqueestamosconstruyendounnuevoparadigma(procesualsegnKitchinyDodgerepresentacional
segnEdney)esporqueyahemosincorporadolosplanteosdeHarleyperonecesitamossuperarlosparadarrespuestaalos
interrogantesdenuestrotiempo.Yanoestamosbuscandosignificacionesocultasenlosmapasnicreemosqueelpoder
quetienenlascartografasradiqueenunaesenciantimapropiadelanaturalezadelosmapas.Estaformadeplantearlas
discusiones recientes sobre los estudios sobre la cartografa y sobre la historia de la cartografa debe mucho a una
conversacinquetuveconMatthewEdneyenMadisonenfebrerode2009.Hebasadolasinterpretacionesqueexpongo
aquenreflexionescompartidasydebatidas,peroloeximodecualquierdesaciertodemispostulados.
[47]Alpers,1983,p.195.
[48]Jacob,1992,p.50.
[49] Algunos de ellos fueron: William Cuningham, The Cosmographicall Glasse (1559, Londres) Grard De Jode,
SpeculumOrbisTerrarum(1578,Amberes)yWaghenaer,SpieghelderZeervaert(1583,Amberes).Sobreelusodela
metforadelespejo,vaseBesse,2003,p.277yHarleyyZandvliet,1992,p.10.
[50]"EtcommeparlastrolabeonhalacongnoissanceduCiel,parleMiroiroumapemondeonauracelledelaTerre&
desesparties"(Focard,1546,p.147).PocosesabedelavidadeJacquesFocarddeMontpellier.Seconoceellibrosobre
astronoma, geometra, trigonometra, geodesia y cosmografa que compuso en Lyon en 1546 del que consult el
ejemplar:Focard,Jacques.Paraphrasedelastrolabe,contenantlesprincipesdegeometrie.Lasphere.Lastrolabe,ou,
declaration des choses celestes. Le miroir du monde, ou, exposition des parties de la terre. Lyon, 1546. John Carter
BrownLibrary,Providence,E546F652p.

[51]Casey,2002,p.12.
[52]MehallamadolaatencinqueEdwardCaseymencioneque,dentrodeciertahistoriografadelarteamericano,la
tradicintopogrficaesledacomounaetapapreliminaromsprimitiva,unasuertedetopofilialiteralstica,luegode
lacualelretratodiopasoalapinturaenunasuertedeevolucinhaciaformasmscreativas.Escuriosalacoincidencia
entre esa descalificacin y los modos en que los enfoques historiogrficos ms tradicionales de la historia de la
cartografaafirman,asuvez,quelosmapasdeeseperiodosonprecientficosyque,coneldesarrollotcnico,seiran
transformandoenverdaderasrepresentacionesgeogrficas.
[53] En su crtica a los presupuestos de precisin y realidad que encarnan los mapas hoy, Harley y Zandvliet han
identificadoenlametforadelespejolasracesdeeseroldeverdadquepareceasumirelmapaindiscutidamente:Es
posiblerastrearlosorgenesdelacreenciaenlaobjetividaddellenguajeconceptualdeloscartgrafosenelsigloXVI.El
roldelaverdad,escribiMercatoraOrtelius,fuedescuidadoenmuchosmapas,yagregaquellosprovenientesde
Italiafueronespecialmentemalosenesteaspecto.En1592PetrusPlanciusafirmabaquesusmapaserandibujadoscon
lamsgrandiosaprecisin(HarleyyZandvliet,1992,p.11).
[54]Gombrich,1982,p.172214.
[55]Wood,1992,p.4.
[56]Belting,2002b,p.12.
[57]Belting,2002b,p.12.
[58] Desde La cmara lcida. Notas sobre la fotografa, de Roland Barthes (1980), muchos otros han retomado los
interrogantesabiertosporelsemilogofrancsentornoalarelacinentreimagen,realismoyrealidad.Especficamente
sobrelafotografaylaimaginacingeogrfica,vaseSchwartzyRyan,2003.
[59]Bryson,1983,p.13,
[60]UndetalledeestadiscusinenArnheim,1969,p.81.
[61]Ricoeur,2000,p.65.
[62]Capel,1973,p.72.
[63]Arnheim,1969,p.8183.Enelcasodelcontinenteamericano,seremarcalatendenciaaalinearambasmasasde
tierradeformamssimtricadeloqueenrealidadestn.Estoconectaconlanaturalezasimblicadelosmapas:aligual
queotrossimbolismos,elmapacomoimagensimblicaponeenjuegounadoblepropiedad:porunlado,perteneceaun
rgimendeviolenciaintrnseca,delazofuerteentresentidoyfigura,loqueporotrapartedacuentadelauniversalidady
delcarcterinvariantede[]lossmbolospero,porelotro,conoceunrgimendelibertadinterior,dejuego,demargen,
que facilitad precisamente la creatividad simblica y permite individualizar los procesos de interpretacin
(Wunenburger,1995,p.5556).
[64] En 1923, John Paul Goode, el jefe de la ms afamada oficina privada de cartografa de Estados Unidos (Rand
MccNally), dise una proyeccin homolosina con el objetivo explcito de contestar y desafiar las distorsiones
perpetuadasporlaproyeccinMercator.LatibiarespuestadelpblicohizoqueRandMacNallydecidierapublicarlos
mapasdeGoodeparaelpblicoescolarperomantuvolosmapasmercatorianosparalosproductosdedicadosalpblico
genera(Shulten,2001,p.13).
[65]UnodelosdebatesmsresonanteseselpromovidoporArnoPeters,quien,recuperandounaproyeccindiseadaen
1885porJamesGall,installaquevendraaserconocidacomoproyeccinPetersalmismotiempoquemilitabaen
favor del uso de proyecciones equiareales para evitar lecturas distorsionadas de la geografa mundial basadas en
proyeccionessesgadaspolticamenteconvalorescuestionables,talescomoeleurocentrismo.Paraunasntesisdeldebate,
vaseMonmonier,2005.
[66]DenisyKaisercitanelestudioquehizoThomasSaarinen:elanlisisdelosmapasdelmundodibujadospor3568
estudiantesde75universidadesubicadasen52pasesdiferentesrevelaque,aunquelamayoratiendeaubicarsupropio

lugar en el centro del mapa y a dibujarlo con mayor nivel de detalle, la mayora reproduce algunos principios
mercatorianos:elsobredimensionamientodelhemisferionorte,laduplicacindeltamaodeEuropaylaexageracinde
Groenlandia(WoodyKaiser,2001,p.36).
[67]Belting,2002a,p.15.
[68]Huff,1954,p.11.
[69]Sobrelarelacinentrecartografatopogrficayestadosnacionales,vaseNadalyUrteaga,1990Thrower (1996
especialmenteloscaptulos8Cartografamoderna:mapasoficialesysemioficialesy9Cartografamoderna:mapas
privadosymapasinstitucionales)Capel,1982Capel,SnchezyMoncada,1988Harvey,1990.
[70]Anderson,1991,p.229.
[71]Tagg,1988,p.12.
[72] El trabajo de Simon Schama (1995) sobre nacin y paisaje es una referencia ineludible. Sobre la relacin entre
fotografaynacionalismo,vaseJger,2003.
[73]Burke,2001,p.55.
[74]Jger,2003,p.117.
[75]ElestudiomsrefinadosobreestetemasiguesiendoellibrodeThongchaiWinichakul(1994).
[76]UnanlisisdelasnormaslegalesquedeterminaronciertarepresentacincartogrficadelaArgentina,vaseenLois
yMazzitelli,2004.
[77]Paraelcasoargentino,sobrelaideadenacinenlaescuela,vaseRomeroetal.,2004(enparticular,elcaptulo3:
LostextosdeGeografa:unterritorioparalanacin).
[78]Laideadequehayunarelacinntimaentrelosfactoresgeogrficosylaunidadpolticahasidorecurrentemente
desarrollada, entre otros, por Federico Daus en sus conocidos libros de instruccin geogrfica escolar. Vase, Daus
(1967),GeografayUnidadArgentina,BuenosAires.
[79]EstedecretofuelarespuestaalapublicacindeunmapaenelprimertomodelaEnciclopediaSopenaconerrores
enlademarcacindelalneafronterizayenlamencindelugarespoblados(puesnofiguranlocalidadesconsideradas
importantes),yque,adems,noinclualosterritoriossobrelosqueelgobiernoargentinoreclamasoberana.Eldecreto
N75.014obligaainscribirenelRegistroNacionaldelaPropiedadIntelectualcualquiercartografadelaArgentinaya
laremisindelmapaapublicaralInstitutoGeogrficoMilitarparaqueseainspeccionadoconelobjetivodeestablecersi
contienedatoserrneos(sic).
[80]Sinelsectorantrtico,lasuperficiedelterritorioargentinocalculadaenladcadade1920eralos2.784.360km2.
Conesaanexin,lanuevasuperficiellegaa4.025.695km2(Mazzitelli,2008).
[81]VasePickles,1992Monmonier,1996(especialmente,captulo7MapsforPoliticalPropaganda).
[82]Pickles,1992,p.199.
[83]LaSubsecretaradeInformacionesyPrensahabasidocreadapordecretodelgeneralRamrez,presidentemilitarde
facto,enoctubrede1943.Incluacincooficinasespecializadas:DireccinGeneral,DireccindePrensa,Direccinde
Radiodifusin,DireccinGeneraldePropaganda(queinclualaDireccindeDifusinyladePublicidad)ylaDireccin
deEspectculosPblicos,alasqueluegosesumlaDireccinGeneraldeAdministracin,en1946(Gen,2005,p.32).
[84]Gen,2005,p.14.
[85]Elgobiernoperonistadiseeimplementdosplanesdegobierno(19471951y19521955,elsegundo,inconcluso

porelderrocamientodelgobierno)que,sibienestabancentradosenlaplanificacineconmicayenlanacionalizacin
delosserviciospblicos,abarcabantambinlossectoresdelaeducacin,lacultura,lasalud,laseguridadnacional,la
justicia,elcomercioexterior,eltransporteylasobraspblicas.
[86] El colofn agrega que "la direccin y realizacin del trabajo estuvo a cargo del Mayor Luis Guillermo Bhler,
secundadoporloseducacionistasLuisRicardoAragnyJosEdmundoCaprara".
[87]BenedictAndersonsostienequeelusodecolorescomoestrategiavisualqueasociacategorassimilares(dominios
territorialesdeunEstado)ydisociacategorasdiferentes(dominiosterritorialesdediferentesestados)tanpopularenlos
mapasbritnicos,queademsdeusarelrojoorosaparalosdominiospropiosusabaelprpuraparalascoloniasfrancesas
yelamarilloomarrnparalasholandesascontribuyainstalarlaimagendelmaparompecabezasquetanfuncionalesa
lamismaideademapalogotipo(Anderson,1991,p.244246).
[88]MarkMonmonierhallamadolaatencinsobrelapropagandacartogrficasutilynosutildeciertossellospostales
argentinosquemuestranlasMalvinascomopartedelterritorioargentino(Monmonier,1996,p.93).
[89]Eljuegocortesanodelageografaesunjuegodenaipesaparecidohacia1820.Cadaunodeloscuatrocontinentes
es(alegricamente)representadoconunpalo:Europa,corazonesAsia,diamantesAmrica,espadasfrica,bastos.Elas
correspondealmapadelcontinente,ylospasessonordenados(conlanumeracin)jerrquicamenteenelrestodelas
cartas. Se reservan las cartas de las figuras para los monarcas. El juego incluye una introduccin a la geografa con
descripcionesdeloscontinentesypasesrepresentados(Barber,2006,p.256).
[90]Fiori,2005Lois,TroncosoyAlmirn,2008Martinelli,1996MirandaGuerreroyEchamendiLorente,2005
[91]DeSyon,2007.
[92]RegueraRodrguez,2007Monmonier,1996.
[93]Barber,2006,p.226.
[94] El mapa en cuestin fue publicado en una doble pgina (2728) de la revista belga Variets, bajo el ttulo Le
MondeoutempsdelesSurralistes.
[95]ContraelmapaeselttulodelsugerenteensayodelaespaolaEstrelladeDiego,enelquelosmapasproducidos
enelcampodelartesonpuestosenescenadeunmodoprovocador.Elmapadelossurrealistasabresudiscusin,perola
autorahilvanaotrosmapasyotroscontextosendilogoconlosenfoquesdeanlisisderivadosdelapropuestadeHarley.
[96]Ricoeur,2000,p.170.
[97]Estaexpresinaludeexplcitamentealacoleccinrecopiladaenelblog<http://strangemaps.wordpress.com>.
[98]Mirzoeff,1999,p.34.
[99]Arnheim,1969,p.80.
[100]Wunenburger,1995,p.43.
[101]Wunenburger,1995,p.56.

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Barcelona:UniversidaddeBarcelona,1deseptiembrede2009,vol.XIII,nm.
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