Hay Amores Que Matan
Hay Amores Que Matan
Hay Amores Que Matan
Monografa: Hay amores que matan? La violencia contra las mujeres, expresin
extrema de amor o el mito del amor romntico como coartada1?.
Introduccin:
La presente monografa se enmarca como trabajo obligatorio de la materia
Introduccin a los estudios de gnero, de la facultad de Psicologa de la Universidad
de Buenos Aires. A lo largo de este escrito se intentar dar cuenta de que producto de
ideas errneas y/o imaginarios sociales fuertemente arraigados, se identifica a los
femicidas con locos enamorados, a tal grado que llegan a conductas extremas como lo
es el asesinato de una mujer, llevados supuestamente por la fuerza de ese amor; y cmo
el poder contar hoy con el
Muchas veces nos presentan en los medios de comunicacin a los femicidios con
crmenes pasionales, como conductas extremas de amor, podemos pensar que all no es
otro que el amor romntico el que se presenta como coartada, justificando e intentando
naturalizar aquello que no es posible, la muerte de una mujer. La mat porque la
amaba, dicen muchas veces los acusados, esta forma de amar que puede someter a una
mujer hasta llevarla a la muerte, se naturaliza este acto extremo de violencia hacia la
mujer, bajo el discurso de este ideal de amar construido en el seno de la cultura
patriarcal.
Adems del mito del amor romntico, las mujeres estn atravesadas por el mito de la
mujer =madre y el mito de la pasividad femenina, ambos refuerzan y complementan el
primero. Fernndez al hablar de ellos explica que estimulan y promueven formas
propias de los comportamientos y tomas de posicin respecto de la agresin, el temor, el
amor y la seduccin (1992, p.20). Esto permite entender como en muchos otros casos
el agresor sostiene que ama a aquella mujer que maltrata, insulta y humilla
sistemticamente y de igual forma que este, utiliza la violencia como recurso para
mantener el control sobre su vida, la mujer violentada utiliza el discurso del amor
romntico cargado de falsas creencias y expectativas para soportarla y justificarla.
Se disfraza al matrimonio y la formacin de una familia con el vestido del amor
romntico, donde para la mujer, la entrega al hombre, el sacrificio y la renuncia a sus
propios deseos en pos del cuidado de los otros (el hombre y sus hijos) son sinnimo de
amar. Para el hombre sin embargo el amar est relacionado al poder, al recibir, al poseer
y dominar. La violencia puede aparecer cuando la idealizacin cae y se develan estas
creencias y expectativas contrapuestas.
Cuando las altas expectativas generadas por el ideal romntico no se alcanzan, stas
pueden llevar a la frustracin, o a culpabilizar al otro por su falta de inters o amor por
alcanzarlas, para algunos hombres esta situacin puede herir su hombra y desatar su ira,
ms an si la situacin de pareja es tal que se plantea la posibilidad de una separacin,
sta puede ser vivenciada como la prdida de un objeto, que les pertenece, su mujer,
de ah que muchas veces escuchemos de los femicidas frases como la mat porque era
ma. Las mujeres formamos parte de lo privado del hombre y es en esa privacidad que
el machismo instala la idea de poder, dominio y propiedad al punto de disponer de
nosotras a su antojo. Hasta de nuestra propia vida (Benaglia: 2013, p.40).
raz de
del amor romntico, as como tambin el mito Mujer= madre, vehiculizado a travs del
juego (Jugar a la casita, a la mam y el pap, etc), transmitido a travs de los cuentos,
el cine, (sobre todo las pelculas de Disney), las canciones infantiles (claro ejemplo de
esto es la cancin Arroz con leche), donde las nias incorporan el deseo de
convertirse en princesas, encontrar su prncipe azul y como lo indican todos los finales,
vivir felices para siempre. Lo importante aqu es comprender las consecuencias de
estas mitificaciones, y como ellas operan ya desde temprana edad, explicando y
justificando modelos de masculinidad y femineidad que nios y nias debern adoptar
en la vida adulta a los fines de cumplir con los mandatos de gnero.
Este paradigma es actualmente el dominante en el mundo, llamado tambin por sus crticos como:
biologista, biomdico dominante o hegemnico.
cuenta por ejemplo los aspectos subjetivos, sociales, de derechos humanos, etc, ligados
a ella, reflejando esto la falta de y/o el conocimiento impreciso del contenido de la ley
26.485 actualmente vigente3. De esta forma se pierde de vista la complejidad del
fenmeno, acotndose el mismo a prcticas focalizadas en los sntomas, buscando
aliviar los mismos y/o restablecer la salud desde esta sola perspectiva. Un dato ms que
revelador de todo el trabajo que resta por hacer, es al que las investigadoras han llegado
mediante entrevistas a los profesionales de la salud, ellas encontraron que: En la
mayora de los campos relevados insiste la concepcin de que el ejercicio mdico es
sobre la lesin o el sntoma en trminos curativos y que del problema de la violencia
deben ocuparse otros (Tajer, Gaba, Reid: 2010, p.7). Si partimos de este dato se
entiende entonces todo el camino que resta por transitar para que los equipos de salud
puedan reconocer y visibilizar este problema como propio, como un problema poltico y
social. Queda en manos del Estado llevar adelante acciones para garantizar en el sistema
de salud, prcticas de promocin, prevencin y deteccin temprana de violencia de
gnero, acompaadas stas por un cambio en los dispositivos de atencin.
Ley de proteccin integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los
mbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales (Sancionada en 2009).
ayudar a prevenirla y a comprender que el amor no mata, que no es el amor sino el amor
romntico propiciado por el mito el que, vivido a partir de las formas que este estructura
y organiza las relaciones sociales, incrementa el riesgo de las mujeres a ser vctimas de
actos violentos, llegando estos en su extremo al femicidio.
Conclusiones:
El Femicidio4 es una de las formas ms extremas de violencia hacia las mujeres, es el
asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad.
A partir de este concepto y sumado al recorrido realizado en este trabajo puede
entenderse el valor de poder contar hoy con l, puesto que permite comenzar a romper o
desarticular los mitos y visibilizar las relaciones inequitativas de gnero, posibilitando
clarificar y dar cuenta de aquello que quedaba invisibilizado debajo del discurso de
crimen pasional. Resulta esencial entonces, como lo explicita Herrera Gmez (2012)
empoderar a las mujeres para no quedar encadenadas al ideal de amor, y tambin
ayudar a los hombres a gestionar sus emociones y a que comprendan que las mujeres no
somos un objeto ms de su propiedad, sino compaeras de vida.
Por ltimo, creo importante trabajar para que el sistema de salud se encuentre preparado
mediante un sistema de asistencia integral para recibir y brindar tratamiento a mujeres
vctimas de la violencia de gnero, teniendo en consideracin tambin, la legislacin y
normativas vigentes, tanto en relacin a los derechos humanos como a la violencia
contra la mujer.
Bibliografa