Guatemala y El Bicentenario
Guatemala y El Bicentenario
Guatemala y El Bicentenario
La crisis del imperio colonial espaol se inicia en 1808 con la ocupacin de Espaa por
las tropas francesas y la abdicacin de los reyes espaoles en favor de Napolen
Bonaparte. A lo largo del continente americano se desencadenan levantamientos en
apoyo a los reyes cautivos, que rpidamente pasan a reivindicar la independencia de
las colonias americanas. Centroamrica, durante la dominacin espaola conocida
como Reyno de Guatemala, no permanecera al margen de tales acontecimientos.
Esta colonia, como el resto del imperio colonial espaol, atravesaba entonces una
profunda crisis en sus estructuras polticas, econmicas y sociales.
A los guatemaltecos no dejar de causarles extraeza, y tal vez hasta molestia, que la
mayor parte de los pases latinoamericanos inicien este ao las celebraciones del
bicentenario de los movimientos independentistas contra la dominacin espaola.
Puede ser que les moleste verse excluidos del mapa de los levantamientos, que de
Mxico, saltndose Guatemala, no as El Salvador y Nicaragua, se pase a la Amrica
del Sur, hasta Venezuela, Bolivia, Ecuador, Buenos Aires. Mxico celebra doble: 1810
en alusin al Grito independentista del Padre Miguel Hidalgo y Costilla del 16 de
septiembre, en el pueblo de Dolores, incitando a sus feligreses a levantarse en armas
contra la dominacin espaola; y 1910 en conmemoracin del inicio de la Revolucin
mexicana, que entroncaba con los ideales de un siglo atrs, sobre todo con los ideales
de las masas campesinas pobres lideradas por el caudillo Emiliano Zapata.
La crisis del imperio colonial espaol en Amrica se inicia en 1808 con la ocupacin de
Espaa por las tropas francesas y la abdicacin de los reyes espaoles en favor de
Napolen Bonaparte. A lo largo del continente americano se desencadenaran
levantamientos en apoyo a los reyes cautivos, que rpidamente pasan a reivindicar la
independencia de las colonias americanas, cuya mayora de pases proclamar una
dcada despus. La monarqua espaola, caduca, aliada a las fuerzas oscurantistas
de la Santa Alianza europea, perteneca definitivamente al pasado. .
Vicisitudes de la Independencia centroamericana (1811-1814)
Centroamrica no permanecera al margen de los acontecimientos. La regin
atravesaba una profunda crisis en sus estructuras polticas, econmicas y sociales,
vinculada con las grandes transformaciones que introducen la Independencia
norteamericana de 1776 y la Revolucin Francesa de 1789, que significaran el fin de
una poca, sobre todo para la Amrica espaola. Desde Chiapas hasta Costa Rica, el
entonces Reyno de Guatemala, gobernado por una Audiencia localizada en la ciudad
de Guatemala, se hace sentir la efervescencia independentista que sacude al resto del
continente americano. La regin se encontraba en medio de la tormenta anticolonial, y
aunque las autoridades locales no se cansaban en resaltar el espritu pacfico de sus
habitantes, se tena el temor fundado de que el levantamiento encabezado por el
Padre Hidalgo, que continuar el tambin eclesistico Jos Mara Morelos, se
derrotados porque los criollos, que al principio los apoyan, los abandonan o traicionan
temerosos ante sus dimensiones populares.
En la Centro Amrica colonial, como en las otras posiciones espaolas, existan dos
bandos, los que se oponan al rgimen colonial y los que, en una u otra forma, lo
sostenan, que es donde entra el papel oscuro que desempea la provincia de
Guatemala en los independentistas, entonces principal garante del orden colonial en el
Istmo y el motivo ltimo que hoy nuestro pas se est perdiendo la celebracin de este
bicentenario. Ya a finales de 1811 el cabildo guatemalteco se jactara, de que en el
convulsionado continente, slo el dichoso Reyno de Guatemala, el fidelsimo de
Lima, y la constantsima Isla de Cuba, se mantenan leales a la corona espaola.
Con la misma euforia se celebr el fusilamiento del Cura Hidalgo y de Ignacio Allende
en Mxico, a mediados de 1811. Los lderes mexicanos, como los insurrectos de la
Amrica del Sur, fueron llamados por el cabildo guatemalteco: hijos malvados de
Can, hienas, monstruos insurgentes. El Arzobispo Casaus y Torres celebraba en
los mismos tonos la derrota de los movimientos independentistas centroamericanos.
Guatemala, bastin del rgimen colonial
La elite criolla guatemalteca no poda quejarse entonces de ser un grupo golpeado,
perseguido por la dominacin espaola. Al contrario, disfrutaba ya las mieles del
poder; controlaba buena parte de los puestos pblicos, incluyendo altos cargos de la
Audiencia. El cabildo de la ciudad capital, como inform el Presidente Bustamante y
Guerra, lo controlaba la elite guatemalteca desde tiempos inmemoriales. Lo mismo
suceda con la economa local, cuyo control se facilitaba por la ocupacin de los
principales cargos administrativos. De los setecientos cuarenta puestos del aparato
administrativo, cerca de setecientos se encontraban ya en poder de empleados
americanos, sobre todos criollos de la provincia de Guatemala. A este control
parasitario del aparato administrativo atribuy un funcionario real el atraso
prevaleciente en la colonia: en Guatemala se adelanta tan poco [porque] un corto
nmero de personas [sirven] todos los empleos pblicos, aunque sea reuniendo un
individuo varios. Las familias criollas guatemaltecas, los Aycinena, los Pavn, se
consideraban la nobleza de la colonia y la ciudad de Guatemala la cabeza dirigente,
la Corte de las otras provincias. Prejuicios y parasitismo, que como el grupo mismo,
no desapareceran con la proclamacin de la independencia.
A pesar de los privilegios coloniales, del poder que acumulaba, la elite guatemalteca
era un grupo dominante dbil, inseguro de su dominacin sobre las otras provincias,
las cuales defendan igualmente sus propios intereses y rechazaban abiertamente el
protagonismo colonial guatemalteco, pues les haba significado el control parasitario
de sus economas, como suceda con el ail en El Salvador y la ganadera en
Nicaragua, ni la propia Costa Rica, la mas lejana de las provincias escapaba de este
control guatemalteco.
La elite guatemalteca, por otro lado, tampoco se senta segura en su propia provincia;
donde literalmente era una minora, rodeada de una inmensa poblacin indgena de
cuyo trabajo y explotacin viva, que le inspiraba un miedo profundo, desconfianza,
sentimientos de extranjera, que los indgenas con su aplastante mayora lo hacan