Imagen y Culto de Astarte en La Peninsul

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SEPARATA

EC ARAMBOLO
L

50 AOS DE UN TESORO

M. Luisa de la Bandera Romero


Eduardo Ferrer Albelda
(Coordinadores)

Sevilla 2010

Serie: Historia y Geografa


Nm.: 165
Comit Editorial:
Antonio Caballos Rufino
(Director del Secretariado de Publicaciones)

Carmen Barroso Castro


Jaime Domnguez Abascal
Jos Luis Escacena Carrasco
Enrique Figueroa Clemente
M. Pilar Malet Maenner
Ins M. Martn Lacave
Antonio Merchn lvarez
Carmen de Mora Valcrcel
M. del Carmen Osuna Fernndez
Juan Jos Sendra Salas
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro
puede reproducirse o transmitirse por ningn procedimiento electrnico
o mecnico, incluyendo fotocopia, grabacin magntica o cualquier
almacenamiento de informacin y sistema de recuperacin, sin permiso
escrito del Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla.
Esta publicacin ha sido financiada por el Departamento de Prehistoria y Arqueologa de
la Universidad de Sevilla; por el Proyecto de Investigacin La construccin y evolucin de
las entidades tnicas en Andaluca en la Antigedad (siglos VII a.C - II d.C.) (HUM-200603154/HIST); Proyecto de Investigacin Sociedad y Paisaje. Economa rural y consumo
urbano en el sur de la Pennsula Ibrica (siglos VIII a.C. - III d.C.) (HAR 2008-05635/HIST)
y Proyecto de Investigacin Historiografa y Patrimonio Andaluz (HUM-402).
Diseo de la cubierta: Plural Asociados
SECRETARIADO DE PUBLICACIONES
DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA 2010
Porvenir, 27 - 41013 Sevilla.
Tlfs.: 954 487 447; 954 487 452; Fax: 954 487 443
Correo electrnico: [email protected]
Web: http://www.publius.us.es
M. Luisa de la Bandera Romero y
Eduardo Ferrer Albelda (coordinadores) 2010
De los textos, los autores 2010
Impreso en Espaa-Printed in Spain
Impreso en papel ecolgico
I.S.B.N.: 978-84-472-1218-7
Depsito Legal: SE-5.872-2010
Diseo, Maquetacin e Impresin:
Pinelo Talleres Grficos, S.L. Camas-Sevilla

NDICE

PRLOGO..........................................................................................................

Visiones historiogrficas sobre


El Carambolo (1958-2002)
Tarteso-Turdetania o la deconstruccin de un mito identitario................ 17
Gonzalo Cruz Andreotti
Carriazo y su interpretacin de los hallazgos de El Carambolo en el
contexto de los estudios sobre Tartesos.......................................................... 53
Manuel lvarez Mart-Aguilar
El Carambolo y la construccin de la arqueologa tartsica...................... 99
Jos Luis Escacena Carrasco

LAS NUEVAS INVESTIGACIONES (2002-2008)


El Carambolo: Entre la cornisa del Aljarafe y la vega del Guadalquivir...
Francisco Borja Barrera, Csar Borja Barrera
El Carambolo. Aproximacin geoarqueolgica............................................
Francisco Borja Barrera
El Carambolo, secuencia cronocultural del yacimiento. Sntesis de las
intervenciones 2002-2005...................................................................................
lvaro Fernndez Flores y Araceli Rodrguez Azogue
Estudio arqueomtrico del registro de carcter metlico y metalrgico
de las campaas 2002-2005 en el yacimiento de El Carambolo
(Camas, Sevilla)....................................................................................................
Mark A. Hunt Ortiz, Ignacio Montero Ruiz, Salvador Rovira Llorens, .
lvaro Fernndez Flores y Araceli Rodrguez Azogue
El Tesoro de El Carambolo: Tcnica, simbologa y poder.........................
M. L. de la Bandera Romero, B. Gmez Tubo, M. . Ontalba Salamanca,.
M. . Respaldiza y I. Ortega Feliu

151
177

203

271

297

Los elementos de oro prehistricos y protohistricos de las ltimas


campaas de excavacin (2002-2005) en el yacimiento de El Carambolo
(Camas, Sevilla).................................................................................................... 335
Mark A. Hunt Ortiz, M. ngeles Ontalba, Ins Ortega Feliu, .
Blanca Gmez Tubo, Miguel ngel Respaldiza, lvaro Fernndez Flores,
Araceli Rodrguez Azogue
Del mar al basurero: Una historia de costumbres..................................... 345
Elosa Bernldez Snchez, Esteban Garca-Vias, Esther Ontiveros.
Ortega, Auxiliadora Gmez Morn y Aurora Ocaa Garca de Veas
En torno a la conservacin de El Carambolo. Realidades, ficciones,
intereses y reflexiones......................................................................................... 387
Fernando Amores Carredano

EL CARAMBOLO EN EL CONTEXTO DEL


MEDITERRNEO
El proceso de la precolonizacin del Mediterrneo oriental en Iberia....
Manuel Pellicer Cataln
Fencios no territrio actualmente portugus: e nada ficou como antes 
Ana Margarida Arruda
Astart en Mediterrane. Reflexions sur une identit divine une et
plurielle...................................................................................................................
Corinne Bonnet
Astarte a Malta: il santuario di Tas Sil..........................................................
Mara Giulia Amadasi Guzzo
Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica. I: Las fuentes griegas
y latinas...................................................................................................................
M. Cruz Marn Ceballos

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IMAGEN Y CULTO DE
ASTART EN LA PENNSULA
IBRICA. I: LAS FUENTES
GRIEGAS Y LATINAS*
M. Cruz Marn Ceballos
Dpto. de Historia Antigua Universidad de Sevilla
INTRODUCCIN
A solicitud de los coordinadores de esta monografa se presenta ahora
la ocasin de volver sobre un tema que fue objeto de uno de mis primeros
trabajos de investigacin hace aos (Marn 1978). No es un tema fcil y
el tiempo transcurrido desde entonces, si bien ha enriquecido el acervo de
conocimientos para abordarlo, conlleva, sin embargo, el haber adquirido
una actitud ms crtica y rigurosa en la interpretacin de las fuentes. Afortunadamente, la labor de investigacin sobre la personalidad de la diosa
realizada durante aos por distintos especialistas, entre los que ocupan un
lugar preeminente dos participantes en este congreso, nos facilita enormemente la tarea, aunque es evidente que an queda mucho por hacer.
As pues, desde la conciencia de los muchos problemas que an plantea el
estudio de la figura de Astart en el contexto hispano, se intentar exponer
los datos a nuestro alcance y valorarlos luego de la manera ms objetiva
posible.
En funcin de los diversos tipos de fuentes, hemos dividido el trabajo
en dos grandes bloques. En un primer apartado, del que nos ocuparemos en
esta ocasin, se examinarn las referencias de los autores griegos y latinos.
Una segunda parte, que ser abordada en un trabajo posterior, tratar de
las fuentes epigrficas desafortunadamente muy escasas y arqueolgicas
en general.

* Este trabajo se ha realizado en el marco de las actividades del grupo HUM-650 del Plan
Andaluz de Investigacin y del proyecto HUM2007-63574 del Ministerio de Educacin y Ciencia.
Aprovecho la ocasin para agradecer a Antonio Chvez su valiosa ayuda.
. Las profesoras Bonnet y Amadasi. El artculo de C. Bonnet en este mismo volumen me
exime de extenderme en generalidades sobre la personalidad divina de Astart.

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Mara Cruz Marn Ceballos

LAS REFERENCIAS DE LAS FUENTES GRIEGAS Y


LATINAS
Dadas las caractersticas de las fuentes clsicas a nuestro alcance, las
referencias que pueden ser tiles a nuestros fines se limitan a dar cuenta de
lugares costeros que se dicen consagrados a deidades femeninas, tras cuyas
interpretationes tradicionalmente se ha querido ver a divinidades femeninas
del mbito fenicio o pnico que de alguna manera podramos relacionar con
Astart. Podramos clasificarlas del siguiente modo:
1. Enclaves costeros consagrados a Afrodita-Venus
2. Enclaves costeros consagrados a Hera-Juno
3. Enclaves costeros consagrados a deidades o epclesis afines
1. Islas, cabos, templos (naos, fanum) y puertos consagrados a
Afrodita-Venus
1.1: Templo (naos, aedes) de Afrodita en Baria
V. Max. III 7, 1: Esta confianza en s mismo la ejercit tambin
en Hispania. Cuando asediaba la ciudad de Badia, orden a los que
se presentaban ante su tribunal que compareciesen al da siguiente
en el templo que se encontraba dentro de los muros del enemigo. E
inmediatamente, despus de haberse apoderado de la ciudad, dict
sentencias en el sitial puesto al efecto en el momento y el lugar que
previamente haba dicho.
Plu. Apoth. Scip. Mai. 3: Mientras asediaba la ciudad de Bacia, cuyo
templo de Afrodita todo lo dominaba, orden que se garantizara all
la seguridad para escuchar a los litigantes durante dos das en el templo de Afrodita. Y esto lo hizo, como previamente haba dicho, cuando hubo tomado la ciudad.

. Traduccin de Lpez Moreda et alii: 2003. Eademque in ipsa Hispania usus est: nam cum oppidum Badiam circumsederet, tribunal suum adeuntis in aedem, quae intra moenia hostium erat, uadimonia
in posterum diem facere iussit continuoque urbe potitus et tempore et loco, quo praedixerat, sella posita ius eis
dixit. Actualmente no plantea dudas la localizacin de esta Badia, Bacia o Baria en el yacimiento
de Villaricos (Almera) (Lpez Castro 2005).
. Traduccin de Lpez Salv 1987: Poliorkw=n de\ po/lin Baqei=an, hj u(perefai/neto
nao\j A f rodi/thj, e)ke/leusen e)kei= ta\j e)ggu/aj o(mologei=n, w(j ei)j tri/thn e)n t%= i(er%=
th=j A frodi/thj a)kouso/menoj tw=n diadikou/ntwn: kai\ tou=t e)poi/hsen, w( proei=pe, th=j
po/lewj a(lou/shj.

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

Gell. VI 1, 8-11: Cierto da, sentado en el campamento administraba


justicia, y desde ese lugar se divisaba a lo lejos esa plaza. Entonces
uno de los soldados que estaban junto a l en el tribunal, conforme
a la costumbre pregunt en qu da y lugar ordenaba que prometiesen comparecer, y Escipin, extendiendo la mano hacia la ciudadela
misma de esa plaza que era sitiada: Que pasado maana dijo- comparezcan en aquel lugar. Y as se hizo.
1.2: Cabo y santuario (fanum) de Venus
Avien. Ora 437-438. Y hasta el templo de Venus y el cabo de Venus
un litoral se recuesta; tambin en ese litoral se levantaron numerosas
ciudades en tiempo anterior, y una muchedumbre fenicia tuvo primeramente estos lugares.
1.3: Cabo de Venus
Avien. Ora 158-60: Avanza luego sobre el abismo el cabo de Venus
y el ponto ruge alrededor de dos islas deshabitadas por la escasez de
los lugares.
1.4: Puerto y templo (hieron) de Venus
Str. IV 1, 3: El litoral se extiende desde all (ro Var) hasta el santuario de Afrodita Pirina, que es el lmite de esta provincia con la
Ibrica.
. Traduccin de Gaos Schmidt: 2002. Et quodam die ius in castris sedens dicebat, atque ex eo loco
id oppidum procul visebatur. Tum e militibus qui in iure apud eum stabant interrogavit quispiam ex more in
quem diem locumque vadimonium promitti iuberet; et Scipio manum ad ipsam oppidi quod obsidebatur arcem
protendens: Perendie inquit sese sistant illo in loco. Atque ita factum.
. Traduccin de Gonzlez Ponce 1995. Fanumque ad usque Veneris ac Veneris iugum lit[t]us recumbit.
Porro in isto lit[t]ore stetere crebrae civitates antea Phoenixque multus habuit hos pridem locos. Hay acuerdo general en ubicar este cabo y templo de Venus en el actual Cabo de Gata (Almera). En opinin de Schulten (1955: 128) sera el mismo cabo que Ptolomeo (Geog. II 4, 7) llama Xaridh-/mou a)krwth/rion.
. Traduccin de Gonzlez Ponce 1995. Procedit inde in gurgites Veneris iugum circumlatratque
pontus insulas duas tenue ob locorum inhospitas. Para Schulten (1955: 100-101) sera el Cabo Higuer,
punto ms occidental de los Pirineos, al fondo del Golfo de Vizcaya. Sin embargo varios autores
defienden un emplazamiento en el cabo Ortegal y quiz en la conocida como Punta da Muller Maria, proyeccin hacia el Este del monte del Viso, en la comarca de Bares, cuyo nombre habra
conservado el recuerdo de su antigua denominacin (vase Gonzlez Ponce 1995: 146, n. 21;
Blanco Freijeiro 1958: 301-302).
. Traduccin de Meana y Piero 1992. )Enteu=qen me\n oun h( parali/a paratei/
nei me-/xri tou= i(erou= th=j Purhnai/aj Afrodi/thj tou=to d esti\n orion tau=thj te th=j
e)parxi-/aj kai\ th=j )Ibhrikh=j. Para Schulten (1955: 140) sera el Cabo Bar, cerca de Port

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Mara Cruz Marn Ceballos

Mela II 84: Luego entre los cabos del Pirineo est el Puerto de Venus en el golfo Salado, y Cervaria, lugar que pone fin a la Galia.
Plin. Nat. III 22: [] y el ro Ticer. A cuarenta mil pasos de ste, (el
templo de) la Venus Pirinea al otro lado del cabo.
Ptol. Geog. II 6,11: El costado de hacia el Levante invernal queda
delimitado por el Pirineo desde el mencionado promontorio hasta la
punta del Mar Nuestro en la que se asienta el Templo de Afrodita,
cuya situacin es 20 20 42 20 10.
2. Enclaves costeros consagrados a Hera-Iuno
2.1: Isla de Hera, con su santuario (hieron) en la parte mediterrnea de
las Columnas
Str. III 5, 2: Junto a stas (las Columnas de Heracles) hay dos islitas, a una de las cuales denominan isla de Hera; incluso hay quienes
llaman Columnas a stas11.
Str. III 5, 5: Algunos supusieron que las Columnas eran Calpe y
Abilix [], otros que eran las islitas que se hallan en las proximidades de uno y otro, a una de las cuales dan el nombre de Hera; Artemi-

Vendres, cuyo nombre vendra de Portus Veneris. De la misma opinin es Garca y Bellido (1968, 4
ed. n. 435, p. 237-8) para quien el ro Oaros sera el Var, que desemboca cerca de Niza.
. Traduccin de Guzmn Arias 1989. Tum inter Pyrenaei promunturia Portus Veneris in sinu salso
et Cervaria locus Galliae finis.
. Traduccin de Fontn et alii. [] flumen Ticer. Ab eo Pyrenaea Venus, in latere promunturi
altero XL. Segn Garca y Bellido (19684: n. 100, p. 234-235), el ro sera el Ter y el promontorio
el Cabo de Creus.
10. Traduccin de V. Bejarano 1987. H de\ pro\j qerina\j a)natola\j pleura\ o(ri/zetai
tv= Purh/n$ a)(po\ tou= ei)rhme/nou a)krwthri/ou me/xri th=j e)pi\ th\n kaq h(ma=j qa/lassan
a)krwrei/aj, kaq hn idrutai i(ero\n )Afrodi/thj, ou qe/sij k g mb g.
11. Traduccin de Meana y Piero 1992. Pro\j au)taij de\ du/o nhsidia, wn qa/teron
Hraj nh=son o)noma/zousi: kai dh/ tinej kai tau/taj Sth/laj kalou=sinSe ha supuesto
que estas islas son las mismas que cita Avieno (Ora 350-369) segn relato de Euctemn, autor ateniense del s. V. Gavala (1992: 102-103) no concreta su localizacin. Para Pemn en cambio (1941:
83-84) seran los peones de Gibraltar y Monte Hacho, supuestamente antiguas islas, hiptesis
que es retomada por Prez 1998, cap. 15. Para Schulten (1963: vol. II, 151-152) las dos islas
seran la de La Paloma en la costa hispana (prxima a Punta Carnero) y Perejil en la africana, al
oeste de Ceuta. Segn Bravo Jimnez (2003: 86) la nica isla al sur del Estrecho sera la Yezina
Maadnus, con 68 ms de altura, situada justo enfrente del Yebel Muza, aunque Gozalbes Cravioto
(citado por l mismo) piensa que sera la pennsula de Al Mina, por la similitud del Monte Hacho
con una isla.

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

doro habla, en efecto, de la isla de Hera y de su santuario, pero dice


que se trata de otra isla distinta []12.
2.2: Promontorio, cabo y templo (naos) de Hera-Iuno
Marcian. Peripl. 2.3: Saliendo del Estrecho Heraclio, y en direccin
al templo de Hera y ste est a la derecha al salir del Estrecho- se
presenta el Ocano13.
Marcian. Peripl. 2.9: Desde la desembocadura del ro Belono al promontorio, donde el estrecho y templo de Hera, entre 200 y 150 estadios14.
Mela II 96: Luego Melaria, Belo y Besipon ocupan la orilla del Estrecho hasta el cabo de Juno. ste, prolongndose con un saliente
sesgado hasta el Oeste y el Ocano y frente al cabo Ampelusia, que
dijimos que estaba en frica, pone fin a Europa por el lado de nuestros mares15.
12. Oi de\ ta\j plhsion e(kate/rou nhsidaj, wn th\n e(te/ran Hraj nh=son o)noma-/
zousin. Artemidwroj de\ th\n me\n th=j Hraj nh=son kai iero\n le/gei au)th=j, allhn de/
fhsin einai tina. En relacin a esta ltima frase existe divergencia entre los traductores. La
razn est en cierta incoherencia sintctica en el texto estraboniano, sospechndose por parte de
algunos incluso que falta una palabra. El ltimo editor, Radt (2005: 438) le da un sentido distinto,
que es el que hemos reflejado en nuestra traduccin. Segn Escimno (Orbis Descriptio 143-146,
THA IIB, 561) entre estas islas habra una distancia de 30 estadios (21.312 ms) aproximadamente,
aadiendo que cerca de una de ellas estara Mainake. Schulten (1963: 152) relaciona esta referencia con la isla de la Luna de Avieno (350-369) y con la Noctiluca que se sita en Mlaga (Avien.
421-435). El propio Schulten (ibidem) supone que la isla consagrada a Hera sera la ms prxima a
la costa hispana, debido a que Artemidoro en su viaje por dicha costa slo vio sta, la otra podra
haber estado consagrada a Heracles.
13. Traduccin de Garca Moreno 1996. Diekpleu/santi de\ to\n Hra/kleion porqmo\n kai to\n nao\n th=j Hraj (outoj de\ e)n deci#= kata\ to\n ekploun tou= porqmou=
keitaie)kde/xetai me\n o( wkeano\j.
14. Taduccin de Garca Moreno 1996. Apo\ de\ Belwnoj potamou= e)kbolwn e)pi to\
a)krwth/rion, e)n % o( porqmo\j kai o( nao\j th=j Hraj, sta/dioi , sta/dioi rn. Acerca de
la identificacin del ro Belono o ro de Baelo las opiniones se dividen entre los que piensan en el
ro Barbate (a 18 km al Oeste de Baelo), el ro del Valle (a 7 km) o una pequea rambla, antiguo
arroyo, que antiguamente desembocara en Baelo (Schulten 1963: 45; Parodi 1998:112).
15. La traduccin es de Carmen Guzmn Arias 1989. Tum Mellaria et Bello et Baesippo usque ad
Iunonis promunturium oram freti occupat: illud iam in Occidentem et Oceanum obliquo iugo excurrens atque
ei quod in Africa Ampelusiam esse dixeramus adversum, qua nostra maria sunt, finit Europen. Parece haber
acuerdo sobre el hecho de que este templo de Hera-Iuno estara situado en el Cabo de Trafalgar.
Sin embargo es controvertida la identificacin que autores como Schulten (1955: 120, en realidad
para l sera el monte Meca, inmediato al cabo), Pemn (1941: 81), Garca y Bellido (1957: 479),
y, entre otros, Parodi (1998: 112), hacen de este lugar con el Sacrum Iugum que menciona el Pseudo Esclax (112), o el Hiern Akroteron de Estrabn (III 1, 9), que para la mayora se situara en el
Cabo de San Vicente (Salinas 1988: 135). Prez (1998, cap. 13) enumera los restos arqueolgicos

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Mara Cruz Marn Ceballos

Plin. Nat. III 7: Los montes Harenos, el ro Betis, la costa Curense,


con el recodo de su baha enfrente de la cual est Gades de la que
se hablar entre las islas-; el cabo de Juno, el puerto de Besipo, la
poblacin de Belo, Melaria16.
Ptol. Geog. II 4, 5: De Trdulos: Puerto de Menesteo 6 36 20. El
promontorio desde el cual comienza el Estrecho y en el que est el
templo de Hera 5 45 36 5. Desembocadura del ro Bailon 6 10 36
10 17.
2.3: Isla de Iuno, Afrodita o Venus Marina, con templo (templum),
orculo y cueva en Gadir
Plin. Nat. IV 120: Por la parte por donde mira a Hispania, a cien
pasos ms o menos, hay otra isla de mil pasos de largo y otros mil de
ancho, en la que en su tiempo estuvo la poblacin de Gades. foro y
Filstides la llaman Eritea, Timeo y Sileno Afrodisiade, los naturales
de la zona la denominan isla de Iuno18.
Avien. Ora 314-317. Del lado de la fortaleza por donde se pone el
da est una isla consagrada a la Venus Marina, y en ella un templo
de Venus y un profundo subterrneo y un orculo19.
2.4: Templo (naos) y altar de Iuno
Mela III 4: En el primer golfo est el puerto que llaman Gaditano
y el bosque al que llaman Oleastro, despus la fortaleza de bora, en
la costa, y lejos de la costa la colonia de Hasta. En el exterior est el
ara y templo de Juno, en el mismo mar el sepulcro de Cepin, colocado en un escollo ms que isla20.
hallados al sureste del Promontorio, restos que pudieran haber correspondido a un templo de
poca romana.
16. Traduccin de Fontn et alii 1998: Hareni montes, Baetis fluvius, litus Curense inflexo sinu, cuius
ex adverso Gadis inter insulas dicenda, promunturium Iunonis, portus Baesippo, oppidum Baelo, Mellaria...
17. Traduccin de V. Bejarano 1987. Tourdou/lwn: Menesqe/wj limh/n l g. To\
a)krwth/rion, a)f ou o( porqmo/j, e)n % Nao\j Hraj e Ld l ib(.
18. La traduccin es de Fontn et alii 1998. Ab eo latere, quo Hispaniam spectat, passibus fere C
altera insula est, longa M passus, M lata, in qua prius oppidum Gadium fuit, vocatur ab Ephoro et Philistide
Erythea, a Timaeo et Sileno Aphrodisias, ab indigenis Iunonis.
19. Traduccin de Gonzlez Ponce 1995. Ab arce qua diei occasus est, Veneri marinae consecrata est
insula templumque in illa Veneris et penetral cavum oraculumque.
20. Traduccin de Guzmn Arias 1989. In proximo sinu portus est quem Gaditanum et lucus quem
Oleastrum adpellant; tum castellum Ebora in litore et procul a litore Hasta colonia; extra Iunonis ara templumque est, in ipso mari monumentum Caepionis scopulo magis quam insulae impositum. Garca y Bellido

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

3. Santuarios e islas consagrados a deidades con epclesis afines


3.1: Santuario (hieron) de Fsforo o Lux Dubia
Str. III 1, 9: Partiendo de all encontramos la corriente del Betis, la
ciudad de bura y el santuario de la diosa Fsforo, a la que llaman Luz
Incierta21.
3.2: Isla consagrada a Noctiluca
Avien. Ora 425-431: Cerca de estos (los tartesios), adems, est luego el cabo Barbecio, y el ro Mlaca, con la ciudad del mismo nombre, la cual fue llamada Mnace en una poca anterior. Aqu una isla
de jurisdiccin de los Tartesios est frente a la ciudad, a Noctiluca
por sus habitantes consagrada antes. En la isla tambin una laguna y
un puerto seguro. La ciudad de Mnace encima22.
3.3: Isla de la Luna
Avien. Ora 350-369, segn noticia de Euctemn: El ateniense Euctemn [...] cuenta que entre el territorio del suelo de Libia y el litoral
de Europa yacen dos islas; dice que se las llama Columnas de Heracles; hace saber que distan treinta estadios; que por doquier estn
erizadas de bosques y siempre son inhospitalarias para los navegantes; asegura que en ellas hay templos y altares dedicados a Hrcules;
que las naves extranjeras se acercan a hacer sacrificios al dios y se
marchan rpidamente: se considera un sacrilegio demorarse en estas
(1957: 478-479) relacion el ara y templo de Iuno con el santuario de Phosphros que cita Estrabn
en III 1,9 (vase infra), lo que parece bastante probable si atendemos a su ubicacin.
21. Traduccin de Meana y Piero 1992. )Enteu=qen d o( tou= Bai/tioj a)na/plouj e)sti\
kai\ po/lij )Ebou=ra kai\ to\\ th=j Fwsfo/rou i(ero/n, h(\n kalou=si Loukemdoubi/an.
22. Traduccin de Gonzlez Ponce 1995. Hos propter autem mox iugum Barbetium est Malachaeque flumen urbe cum cognomine Men[e]ace prior<e quae> vocata est saeculo. Tartesiorum iuris illic insula
antistat urbem, Noctilucae ab incolis sacrata pridem. In insula stagnum quoque tutusque portus. Oppidum Menace super. Acerca de la localizacin de esta isla se ha discutido mucho. La propuesta ms reciente
de Aubet (2000: 27-42) supone que la identificacin de Mainake con Malaka se basa en el traslado
de la poblacin del Cerro del Villar a Malaka en fechas posteriores al s. VI a. C. De este modo, la
isla consagrada a Noctiluca no sera otra que el yacimiento del Cerro del Villar. Al mismo tiempo y
siguiendo a otros autores (Schulten 1955: 126-127; Blanco 1958: 309, entre otros muchos), identifica esta isla con la que en otro prrafo de Avieno (v. 367) se menciona como isla de la Luna. Pese
a su indudable atractivo, esta hiptesis no resuelve los muchos problemas que este texto, junto con
el de Estrabn III 4, 2, plantea. En la descripcin de Avieno, la isla, con su laguna y su puerto,
parece estar situada frente a Malaka, situndose Mnace super, es decir, aparte y en lo alto.

497

Mara Cruz Marn Ceballos

islas; cuenta que el mar en torno y el ms cercano continan siendo


muy poco profundos en una gran extensin, que las embarcaciones
cargadas no pueden acercarse a estos parajes por la poca cantidad
de agua y por el espeso lodo del litoral. Pero si la voluntad empuja
fuertemente a alguien a acercarse por razn del templo, dice que dirige la quilla hacia la isla de la Luna, libera la nave de peso y, con la
embarcacin aligerada, apenas si se desliza por la masa salada23.
*******
En el Mediterrneo antiguo fue comn la sacralizacin de enclaves caracterizados por el hecho de destacar en la lnea de costa, de tal manera que
constituyeran a lo largo de los tiempos puntos de referencia para los navegantes24. Estos enclaves se situaban en promontorios, cabos, islas y puertos
abrigados, muchas veces asociados entre s. Pueden haber destacado, en el
caso de los promontorios, por su color, en especial los de color blanco lechoso que, iluminados por la luz de la luna, relucen en la oscuridad (Giangiulio
1996: 261-263), resultando as de gran utilidad para el marino. Ellen Churchill Semple, tras una minuciosa labor de estudio de las fuentes griegas y
latinas, recogi en 1927 ciento setenta y cinco de estos enclaves situados en
promontorios, pero este trabajo no fue ms que un primer intento y llamada
de atencin hacia la importancia de este fenmeno. En sus conclusiones
Semple destacaba el hecho de que muchos de ellos se encontrasen en lugares de especial peligrosidad por la accin de vientos y corrientes, mientras
que otros, por el contrario, marcaran la proximidad de puertos abrigados,
espacios, en definitiva, de refugio y acogida para los que vienen por mar.
Sealan, por supuesto, puntos clave en las rutas comerciales, pero tambin
sacralizan espacios culturales, es decir, marcan hitos de control del espacio
por parte de navegantes de distintas nacionalidades.
23. Traduccin de THA IIA: 46. Atheniensis dicit Euctemon [] caespitem Libyci soli Europae et
oram memorat insulas duas interiacere; nuncupari has Herculis ait columnas; stadia triginta refert has distinere; horrere silvis undique, inhospitasque semper esse nauticis. Inesse quippe dicit ollis Herculis et templa at
aras, inuehi advenas rates deo litare, abire festino pede: nefas putatum demorari in insulis. Circum atque iuxta
plurimo manere tradit tenue prolixe mare. Navigia honusta adire non valent locos breve ob fluentum et pingue
litoris lutum. Sed si voluntas forte quem subegerit adire fanum propter, ad Lunae insulam agere carinam, eximere classi pondera, levique cymba sic superferri salo.
24. Son varios los trabajos de carcter general dedicados al estudio de santuarios costeros
en la Pennsula. En primer lugar la obra de Inmaculada Prez Lpez (1998), desgraciadamente
poco divulgada, que resulta muy til. Entre los trabajos de conjunto ms recientes, Beln 2000 y
Ferrer 2002.

498

Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

La adscripcin de estos enclaves a divinidades concretas lgicamente


va en conexin con el auge de las navegaciones que tiene lugar a comienzos
de la Edad del Hierro, teniendo como protagonistas a fenicios y griegos,
aunque es indudable que determinados puntos de especial significacin ya
habran tenido una denominacin ligada a nmenes autctonos o de navegantes de tiempos pretritos. A veces se ha podido concretar la relacin de
determinadas sacralizaciones con unos viajeros concretos; as, parece que
en poca arcaica los eubeos fueron los creadores de una geografa mtica
en la que Gigantes y Titanes protagonizaron la apropiacin simblica del
espacio por ellos frecuentado (Polignac 1998: 24)25.
Como era de esperar, los cultos marinos mejor conocidos son los de los
navegantes griegos, no slo por las dimensiones que alcanz su actividad
martima en el Mediterrneo, sino tambin porque es de la que nos ha quedado ms documentacin (Wachsmuth 1967; Romero Recio 2000). Entre
las divinidades griegas que mayor incidencia tuvieron en la navegacin se
han de contar, adems de los Gnies des passes et des dfils que estudiara F.
Vian (1952), Hera, Afrodita, Poseidon, Los Cabiros, Apolo, Atenea, etc.
Sin embargo, en muchos casos los navegantes griegos, o al menos aquellos
que han dejado constancia escrita de sus viajes, interpretan a su manera las
advocaciones de deidades no griegas, ofrecindonos as nombres griegos
para divinidades que en origen no lo fueron. Es el conocido fenmeno de
la interpretatio, en este caso graeca, aunque en otros puede ser latina, fenmeno que dista de ser tan simple como pueda parecer. Conviene decir que
la interpretatio no implica necesariamente un proceso sincretstico26, aunque
tambin es verdad que quien la realiza atribuye a la deidad en cuestin el
nombre de otra sentida como afn27, lo que puede esconder realidades muy
distintas entre s.
As pues, muchos de los enclaves con denominacin griega o latina
que se nos han transmitido en las fuentes escritas fueron originariamente
consagrados por colonos o navegantes de origen fenicio a sus propias divinidades protectoras de la navegacin, pero no siempre resulta fcil determinar sus nombres. Astart ocupa un lugar destacado entre ellas, como
es patente en la documentacin textual y arqueolgica, tanto en Oriente

25. Recurdese la denominacin Columnas de Briareo que ellos habran dado a las posteriormente llamadas Columnas de Hrcules (Gras 1992: 34-35)
26. Sobre los procesos de sincretismo y los distintos grados de identificacin entre divinidades vase Motte-Pirenne Delforgue (1994), Xella (1999) y bibliografa por ellos citada.
27. Cette appropiation nominale implique la reconnaisance de certaines similitudes, relles
ou suposses (Motte-Pirenne Delforgue 1994: 21).

499

Mara Cruz Marn Ceballos

como en diversas colonias del Mediterrneo28. Entre las interpretationes ms


comunes de la diosa est la de Afrodita-Venus, pero tambin lo es la de
Hera-Iuno. La relacin con Afrodita es muy estrecha desde pocas arcaicas
(Bonnet 1996: 147-150; Ribichini 2005: 446-447). C. Bonnet y V. PirenneDelforgue (1999)29 hablan de interaccin efectuada a lo largo de los siglos
entre sus personalidades divinas. Sus rasgos comunes se concretan en el
aspecto celeste, ertico y de proteccin de la navegacin, rasgo ste ltimo que se hace especialmente ostensible en el mbito griego (Bonnet 1996:
87-96). En cuanto a la interpretatio como Hera-Iuno, est igualmente bien
documentada en las fuentes griegas y latinas (Ribichini 2005: 447). Tambin Hera tuvo un papel muy destacado en el mundo griego como deidad
protectora de la navegacin, documentado en las leyendas (Argonautik),
los santuarios (por ej.: Samos, Perachora, Cabo Lacinio), y las ofrendas en
ellos depositadas (Polignac 1998: 28; Parisi Presicce 1985: 62-67), adems
de ser divinidad privilegiada en la expansin eubea en Occidente (Valenza
Mele 1977). En realidad stas y otras interpretationes no son sino el reflejo de
distintos aspectos de la Astart fenicia.
De la documentacin conocida, no se deduce necesariamente la existencia de edificaciones de carcter sacro en estos lugares consagrados a
deidades marinas: un promontorio rocoso, un bosque, una cueva o cualquier otro rasgo natural de especial carcter numinoso bastaba para contextualizar su sacralidad. Sin embargo, es muy posible que con el tiempo,
y dependiendo de las circunstancias, se haya construido all un ara, una
pequea capilla o incluso un templo de mayor envergadura. Por otra parte, no siempre le es posible al marino detenerse en estos puntos. Como se
desprende del estudio de Wachsmuth (1967: 394-397, 405 ss.) si el viento
es favorable el marino no se detiene, pero s realiza distintos ritos, que l caracteriza como Zwischenopfer y que pueden conllevar salutationes, libaciones,
cnticos (nauticus sonus), etc. Cuando, por el contrario, puede o debe detenerse, desembarca y realiza un sacrificio u ofrenda de distinto tipo ante la
divinidad. Recoge Wachsmuth, adems, la costumbre de muchos marinos
de pocas recientes de reparar o enlucir ellos mismos las pequeas iglesias
o capillas existentes en algunos de estos puntos (1967: 423), obviamente no
conectados con comunidades locales de tipo alguno.

28. Sidn, Chipre (en especial Pafos), Cos, Delos, Tas Silg en Malta, Eryx en Sicilia, Pyrgi
en Etruria [Bonnet (1996); Ribichini (2005); Marn (e.p. b)].
29. Sobre los aspectos marinos de Afrodita vase Pirenne-Delforgue (1994: 433-437), quien
subraya el matiz diferenciador entre la diosa y Poseidn en este terreno.

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

En santuarios situados en determinados puertos de especial relevancia


pueden haberse realizado transacciones comerciales, en cuyo caso podramos hablar de santuarios empricos, pero en general esta nocin de santuarios marinos responde a condicionantes bsicamente ligados con la navegacin misma, no necesariamente con el comercio.
Nos atenemos ahora al caso concreto estudiado aqu: las referencias de
los autores griegos y latinos a lugares consagrados a divinidades que pudieran ocultar, tras su interpretatio graeca o latina, a la diosa Astart.
Observamos en primer lugar distintas categoras entre los topnimos
teforos costeros dedicados a Afrodita-Venus. Como hemos visto, suelen
ser accidentes geogrficos destacados de la lnea de costa: cabos, promontorios, puertos, islas, cuevas (en el caso de Gadir). En la mayora de ellos se
menciona algn tipo de construccin religiosa templum, fanum, naos, hieron30,
aunque a veces no se especifica su existencia.
El cabo de Venus en el Atlntico (Avien. Ora 158-60), sea el Higuer o
ms probablemente el Ortegal, as como el Portus Veneris (Str. IV 1,3; Mela
II 5; Plin. III 22; Ptol. Geog. II 6,11), junto al cabo Bar en el Pirineo, constituyen claramente hitos territoriales en relacin con la pennsula Ibrica, que
bien podramos relacionar con la presencia fenicia. Del mismo modo, debe
ser un punto importante para la navegacin, en aguas frecuentadas por los
colonos y comerciantes fenicios, el cabo de Gata, donde se sita un fanum de
Afrodita-Astart (Avien. Ora 437-438).
Por otro lado habra que considerar el templo de Afrodita en Baria (V.
Max. III 7, 1; Plu. Apoph. Scip. Maior, 3; Gell. VI 8-11). Situado en un lugar
alto, pero dentro de la ciudad, en opinin de Lpez Castro (2005) en lo que
Siret llam acrpolis, no es un santuario marino propiamente dicho, pero
s evidencia la existencia del culto a la diosa Astart en una ciudad costera
fenicia.
En cuanto a las referencias a lugares consagrados a Hera-Iuno, como
puede verse en el mapa, se circunscriben a un espacio muy concreto, entre
el Estrecho y la desembocadura del Guadalquivir. Una de las ms problemticas es la llamada isla de Hera (Str. III 5, 2 y 5). En primer lugar por su
relacin con la confusa ubicacin de las llamadas Columnas; por otro lado la
30. En cuanto a los significados originarios de estos trminos, Templum es un espacio acotado,
originariamente descubierto y consagrado por los augures para realizar los augurios, por tanto
inaugurado; por extensin, tambin edificio consagrado a alguna deidad. Fanum es un trmino
ms genrico, designando en principio simplemente lugar consagrado. Podramos traducirlo por
santuario. En cuanto a naos y hieron, lejos de ser sinnimos, significan, el primero, el edificio en
s, que a veces puede ser monumental, pero no necesariamente consagrado (= aedes) mientras que
hieron es el lugar consagrado, que puede ser o no un edificio, por tanto ms similar a templum.

501

Mara Cruz Marn Ceballos

referencia a Artemidoro en Str. III 5, 5 nos hace sospechar que esa otra isla
es la de Gadir, que sabemos le estaba consagrada. Ningn problema plantea
el cabo, con su naos consagrado a la diosa (Marcian. Peripl. 2.3; 2.9; Mela
II 96; Plin. Nat. III 7; Ptol. Geog. II 4, 5), que sin duda se sita en el cabo de
Trafalgar, importante accidente geogrfico a sealar para los marinos que
cruzan el Estrecho en una u otra direccin. Como bien ha sealado I. Prez
(1989: cap. 13), se trata de una singladura de especial peligrosidad, que requera de una especial proteccin.
Sin duda que el de Gadir fue con diferencia el ms importante centro de
culto de todos los estudiados. Recordemos que, segn Plinio (Nat. IV 120)
la isla pequea, donde se encuentra el ncleo ms antiguo de la ciudad, era
llamada Erita por foro y Filstides, Afrodita por Timeo y Sileno y Iuno
por los indgenas. Avieno, por su parte, dice que la isla estaba consagrada
a Venus Marina y que en ella haba un tmenos con un templo, una cueva o
subterrneo y un orculo consagrados a la diosa (Ora 314-317). La condicin insular del enclave, junto con la referencia de Avieno a tal diosa, nos
indica claramente que se trata de un culto a Astart en su acepcin marinera. Culto que en este caso se da tambin en una ciudad, con un templo
y un orculo que debieron ser famosos en la zona. Pero no olvidemos un
detalle importante que nos refiere Plinio: para los indgenas es la isla de
Iuno, aunque autores como foro y Filstides recurran al nombre mtico de
Erita31, y otros, de formacin griega igualmente, como Timeo y Sileno la
denominen Afrodisias. Sorprende pues la doble interpretatio, pero al mismo
tiempo nos muestra justamente la variabilidad de las interpretationes de una
misma divinidad. Para los indgenas, es decir los fenicios de Gadir, la deidad
latina ms afn es Iuno, aunque para los griegos, y sin duda en este caso a
ellos responde la tradicin recogida por Avieno, es Afrodita-Venus. Desde
Garca y Bellido (1957: 478-9; 1967: 148-149), diversos autores, entre los
cuales quien esto suscribe (1983: 16), hemos cado en el error de pensar que
al referirse Plinio a Iuno, la correspondencia fenicia haba de ser Tinnit32
31. Algunos han relacionado este nombre con el culto de Astart en Eryx, as, en comunicacin personal M. Beln, y coincidiendo con ella M J. Pena (1995: 313).
32. Es necesario advertir que, en lo poco que conocemos de la personalidad de la diosa Tinnit,
sta no presenta rasgos de divinidad marina. Hvidberg-Hansen (1979: 115-116) le atribuye tal faceta por la identificacin que l postula entre la diosa de Cartago y la Athirat ugartica, uno de cuyos
eptetos era el de Athirat del Mar, epteto que por cierto an no ha recibido una explicacin adecuada. Sin embargo, tal identificacin, que tambin defiende Brody (1998: 30-33), dista mucho de
estar demostrada. El propio Hvidberg-Hansen (1979: 116) reconoce que la diosa no muestra rasgos
marinos, excepto por los smbolos de peces, y alguna embarcacin, representados en las estelas del
tofet de Cartago. En otro lugar (Marn e.p. c) hemos comentado que no hay por qu atribuir a la diosa o a su paredro Baal Hammn cuantos smbolos aparecen en las estelas de los tofets, que pueden

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

pero, como ms arriba se ha indicado, contamos con testimonios fehacientes


de que tambin Astart era interpretada por los griegos y romanos como
Hera-Juno (Ribichini 2005: 447).
Todo hace pensar que el santuario excavado en el Cerro del Tesorillo en
la Algaida (Sanlcar de Barrameda, Cdiz), se correspondera con el de Fsforo (Str. III 1, 9). En un trabajo reciente (Marn e.p. a) se ha revisado toda
la documentacin existente, tanto textual como arqueolgica, relacionndolo
tambin con la referencia de Mela (III 4) a un ara y templo de Iuno, en un
punto prximo a bora (Garca y Bellido 1957: 469-70). El trmino Phosphros, literalmente portador/a de luz, en una de sus acepciones ms comunes se aplica a la estrella de la maana, es decir el planeta Venus (LiddellScott 1968)33, lo que viene corroborado por el epteto latino utilizado por Estrabn: Lux dubia (luz dudosa o incierta). En definitiva, planteamos que en
origen pueda haberse tratado de un culto, probablemente local (Corzo 2000:
147-150), de tipo auroral, que presenta rasgos comunes con la deidad del
santuario emprico de Pyrgi, puerto de la ciudad etrusca de Caere, donde se
veneraba a la Uni etrusca (la Iuno latina), identificada con Astart, segn las
famosas lminas de oro bilinges, e interpretada como Leucothea (D.S. XV
14, 3) divinidad griega menor relacionada con la navegacin y con la maternidad, y como Ilithya (Str. V, 226), de connotaciones igualmente maternales
(Bonnet 1986: 68-71). En resumen, todas ellas muestran rasgos matronales
y marineros en cuanto que diosas aurorales (Bloch 1973: 117). As pues, la
deidad que se esconde bajo el trmino Phosphros puede haber sido o Astart
directamente o un numen local que adquiere sus rasgos, como ya sospecharan Tovar (1961-1962: 814) y luego Blanco y Corzo (1982: 123)34.
Ms complicado es el caso de Noctiluca. Ciertamente que el epteto:
la que luce en la noche lo aplican Varrn y Horacio a la luna (Blnquez
tener interpretaciones diversas. Por tanto, este argumento, como reconoce el propio autor, resulta
muy pobre. Otros estudiosos como Fantar (1993: 27) o Ruiz Cabrero (2007: 98), mencionan este
carcter marino de Tinnit, sin aportar documentacin al respecto. Por otra parte, lo que s es cierto
es que Astart y Tinnit son diosas con grandes afinidades entre s. Entre otros rasgos comparten el
aspecto celeste, no obstante lo cual Ribichini (1995: 18) y Bonnet (2000: 1299-1300), siguen diferencindolas claramente. Tambin Tinnit fue identificada con Hera-Iuno (Hvidberg-Hansen 1979: 25)
y la iconografa muestra que tuvo connotaciones lunares.
33. Ribichini (2005: 448 y nota 21) recoge varias referencias de autores tardos como Teodoreto, Suida, Giorgio Amartolo y Giovanni Lido que proponen etimologas griegas del nombre
de Astart refirindolo a astron (en griego) y relacionndolo con Lucfero (Eosfros en griego),
la estrella de la maana, que los mitos consideran su hijo. El propio Agustn (Civ. Dei VII 15) recuerda la identificacin de la Luna con Venus y observa oscilaciones entre los nombres de Iuno y
Venus para Lucfero.
34. I. Prez (1998: cap. 6) no se muestra partidaria de identificar el santuario de Fsforo con
el yacimiento del Cerro del Tesorillo de La Algaida, fundamentalmente por motivos cronolgicos.

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Mara Cruz Marn Ceballos

1967, s.v.), pero lo cierto es que puede ser adecuado tambin a otros astros,
en especial Venus. Generalmente se ha pensado que la isla consagrada a
Noctiluca era la misma de la Luna que cita Avieno (Ora 350-369), transmitindonos una enigmtica noticia de Euctemn, autor ateniense del s. V.
ste se refiere a dos islas del Estrecho en las que habra altares y templos a
Hrcules, a los que los navegantes no podan acceder con sus naves cargadas, a causa, no queda muy claro, si de los bajos fondos que las rodeaban, o
de una prohibicin expresa por parte del sacerdocio local. En todo caso, si
tenan inters en acceder al templo, habran de dirigirse a la isla de la Luna y
descargar all sus naves previamente. Garca y Bellido (1963: 130-131) pens, con motivos fundados, que en la narracin de Euctemn se confundan
varias cosas y que las islas citadas seran las gaditanas, lo que ciertamente
encajara con el carcter insular y el reducido tamao del islote de Sancti
Petri, donde se hallaba el santuario de Melqart. En otro lugar (Marn e.p. b)
hemos planteado nuestras dudas de que las transacciones se realizaran en la
propia isla. Recordemos que, segn Filstrato (VA V, 5), la nave del templo
ocupaba todo el territorio insular y nada hay en las fuentes sobre el santuario relativo a actividades comerciales. No parecera descabellado pensar
que esas transacciones se efectuaran en algn punto cercano, quiz alguna
de las otras islas del archipilago que podra haber llevado el nombre de la
Luna. Pero lo cierto es que no podemos negar la posibilidad de que la cita
de Euctemn sea correcta y se trate de dos islas situadas en el Estrecho, en
cuyo caso no tiene sentido pensar que los navegantes fuesen hasta Mlaga
para descargar sus naves. Podra ser un islote prximo a la costa gaditana y
no hay por qu confundirla con Noctiluca35.
Respecto a esta ltima, es imposible definirse. La reciente propuesta de
Aubet (nota 23) de que se tratase del cerro del Villar, pese a explicar algunas
cosas, deja otras en suspenso. En todo caso, para la cuestin que aqu nos
atae la localizacin no resuelve gran cosa. Sea sta cual sea, es evidente
que el nombre hace referencia a una deidad astral, que bien pudiera ser
Venus o incluso la propia Luna, y en ambos casos puede establecerse una
relacin con la diosa fenicia como deidad de la navegacin, que ilumina en
la noche a los marineros. La identificacin de Astart con Selene est constatada en poca tarda (Luc. Syr. D., 4; Hdn. Ab esc. Divi Marci V, 6, 4-5), y

35. Como ms arriba se ha indicado (n. 11), C. Pemn (1941: 84 ss.) pensaba que las dos islas
del Estrecho eran los dos peones, el de Gibraltar y el Monte Hacho. Segn esto, la isla de la Luna
habra de estar prxima, probablemente en la Baha de Algeciras. De la misma opinin se muestra
I. Prez (1998: cap. 15), que postula una consagracin a Melqart para la cueva de Gorham.

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

se justifica en su carcter astral, urnico y en su identificacin con Europa e


Isis (Ribichini 1985: 87-89; 2005 447-448; Bonnet 1996: 36-37)36.
Dada la importancia que debi de tener el culto en Gadir, as como la
centralidad de sta en las navegaciones y la colonizacin fenicia en Occidente, resulta bastante probable que muchos de los enclaves reseados le
estuvieran dedicados (Marn e.p. b). En ese sentido cabe interpretar el siguiente dato: Delgado (2001: 32 ss.) ha revisado la cita pliniana (Nat. VI
202-205) de dos islas denominadas Iunonia, una de ellas minor, en el archipilago canario, la mayor generalmente identificada con Lanzarote, en la
que se advierte que slo haba un templete construido en piedra (Nat. VI
204). Destaca el autor que el hecho de que Seboso (apud Plin. Nat. VI 202)
anote que desde all haba DCCL (milia) passus hasta Gades, podra indicar
que el culto all existente tena una relacin de dependencia con el de la ciudad hispana. Abundando en esta idea, y partiendo de la interpretacin del
santuario de Gadir como consagrado a Tinnit, supone que tambin lo estaba
el canario y pone en relacin todo esto con el teforo BDTN[?], que probablemente contiene el nombre de la diosa, documentado en los grafitos arcaicos de Mogador (Xella 1992: 143). Puesto que se ha estimado, basndose
en paralelos cermicos, que la poblacin de Mogador proceda de Gadir o
su entorno (Lpez Pardo y Ruiz Cabrero 2006: 216-217), resultara de todo
ello una atribucin a la Tinnit fenicia que no cartaginesa tanto del santuario gaditano como de la Iunonia canaria. El trabajo resulta atractivo y bien
argumentado en muchos aspectos, aunque hay algunas cuestiones en las
que diferimos de su interpretacin. La primera de ellas es la constatacin de
que Astart, como ms arriba se ha indicado, y especialmente en Occidente,
era conocida tambin como Iuno. Por otro lado, difcilmente un santuario
de Tinnit podra haber sido interpretado como de Venus Marina, aparte del
hecho de que en Gadir, donde tenemos documentado un importante culto a
Melqart, lo lgico es esperar el de su paredra en Tiro, Astart. Una presencia temprana de Tinnit, aunque no imposible, no podra competir en importancia con la Astart de Tiro. En cambio s resulta atractiva y probable su
idea de la relacin de estas islas de Iuno con la de Gadir, entindase pues con
una advocacin de Astart.
Por ltimo y en relacin con El Carambolo, que da nombre y sentido a
este Congreso, se ha de resear la identificacin que Escacena e Izquierdo
(2008) hacen del santuario, enclavado en un lugar elevado en la antigua desembocadura del Guadalquivir, con la siguiente referencia de Avieno (261):
36. Hay que recordar tambin el monte destacado en Lusitania (Selh/nhj oro, Ptol, Geog.
II 5, 3), que Blanco identifica con el Cabo de Roca (1958: 310).

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Mara Cruz Marn Ceballos

Mapa 1: Lugares consagrados a Afrodita-Venus y epclesis afines.

Inde, fani est prominens, luego est la prominencia de un templo (Gonzlez


Ponce 1995: 157), en relacin con otros lugares sagrados referidos en este
mismo prrafo de Avieno (Mons Cassius, Arx Gerontis) (vv. 259-264) que los
citados autores sitan en la desembocadura del Guadalquivir37. Es sabido
que otros estudiosos, adems de los citados (Beln 2000: 70-72) postulan
la dedicacin de este importante santuario a la diosa Astart, basndose
fundamentalmente en el hallazgo all realizado, al parecer antes de que se
encontrase el tesoro (Beln 2000: 70-71, n. 36), de la figurilla entronizada
conocida como Astart de El Carambolo. Esta cuestin ser examinada
en la segunda parte de este trabajo, no obstante lo cual adelantamos aqu
nuestra impresin, difcilmente constatable por el momento, de que, de ser
37. En los versos 304-309, Avieno vuelve a referirse a este espacio, en traduccin de Gonzlez
Ponce: A la fortaleza de Geronte y a la prominencia del templo, como arriba hemos dicho, las
tiene separadas un mar intermedio, y entre las cumbres de [estos peascos] se abre el golfo. Para
otras interpretaciones geogrficas vase Marn y Jimnez (2009: 381-382).

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Imagen y culto de Astart en la Pennsula Ibrica I: Las fuentes griegas y latinas

Mapa 2: Lugares consagrados a Hera-luno.

cierta tal sospecha, el culto pudiese haber sido trasladado desde Gadir. Una
de las muchas interpretaciones del epteto hr que acompaa el nombre de la
diosa en el epgrafe sobre el escabel que le sirve de base, es el de cueva, de
tal modo que tendramos la epclesis Astart de la cueva, que se crey la
Astart de Gadir (Delcor 1969). Esta idea goz de gran predicamento entre
los estudiosos hispanos, pero hemos de decir que no es compartida por el
resto de los especialistas38. Tal hecho, unido a la falta de paralelos vlidos
para el recinto excavado, nos obliga a mantener la atribucin a Astart del
yacimiento en el terreno de la hiptesis, pese a su indudable atractivo para
todos nosotros.

38. La interpretacin hoy ms aceptada es la de Bonnet y Xella (1996): Astart hurrita (o


siria), trabajo que puede consultarse para la refutacin de otras opciones.

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Mara Cruz Marn Ceballos

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