El Mundo Naval Ilustrado. 1-2-1898

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ANO II

MADRID i. DE FEBRERO DE i!

NUM. 19

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S U M AR I O
por Z). Vctor M. Caneas, Capitn de Navio.

CRNICA NAVAL DE LA QUINCENA,


MARINA MERCANTE.^ARSENALES

D-Josi-Ricarty
LA

Giralt.

CIVILES QUE SON MILITARES

..

PRENSA Y LA M A R I N A .

Y ARSENALES

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-'.

por D. Rafael Monlen, conservador-restaurador del Museo Naval.

1 Imparcial,

por Uti Marino.

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^

INVENTOS D E ESPAOLES APLICADOS LA NAVEGACIN, p o r D. Cesreo

Fernndez

ISLA DE Y E S O Y LOS ABORGENES DEL JAPN, p o r D.

POR LAS NUBES,

AUTORES,

UNA CONVERSIN

"\

Mdico de la Armada.

COSMOPOLITAS.

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MISCELNEA.

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Y D , MANIEL'

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y D. Francisco Ca'rrasco.

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por El Marqus de Arellano

EXPLICACIN DE LOS GRABADOS. ";

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por Nenio d Voluna.

ANCDOTAS Y CIISTES PIISTRICOS,

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(cuento), por i ? . jP. i7r;a;2afe're%.

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por J/ar/? iar;c.

DESDE LA ISLA DE CUSA,

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IX T-Ol^iS' BR-ETN

de Lar a.

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MSICOS: D . RUPERTO CHAP, D . JERNIMO IMNE/.,

por i9. Manuel Manrique

'

T e n i e n t e de Navtp.

por D. Roque F. Yzaguirre.

GENTE CONOCIDA.NUESTROS

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- ' *'

/,

por D. J. Daz Navarro,

NOTAS DE LA VILLA Y CORTE,

TEATROS

-|

por D. Mario Rubio y Muoz.

E L TRABAJO INTELECTUAL,

NIETO,

C. Iigo,

Lhiro.

M A R T N F E R R E I R O , FUNDADOR DE LA SOCIEDAD ESPAOLA D E SALVAMENTO.


LA

por^

MILITARES QUE SON... CASI NADA,

LAS COFAS MILITARES Y OTRAS ANTIGUALLAS,


LOS COVACHUELISTAS DE

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a-K^-A-BAIDOS
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Retrato del LMO.

0.

S R . D . MARTIN FERREIRO Y PERALTA,

Nufragos. : ; ;
Retrato de D,

MARINA MERCANTE FRANCESA.\j&.


ARSENAL DE FERROL:

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Capitn de Fragata.

Perseverance., buque velero de 3.100 toneladas."

Sala de glibos. ' '

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fundador de la Sociedad' Espaola de 'Salvamento de

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MANUEL A N T N IBOLEN,

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Dique de la Campana: r ^

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SOCIEDAD ESPAOLA DE SALVAMENTO DE NUFRAGOS.ESTACIN D LA BUENA MADRE. EN L A TUNAI^A;-(LNEA P E


LA C O N C E P C I N ) :

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Aparato lanzacabos Spandau disparando sobre'el/v77'/?/'a;. Bote salvavidas fuana

de Dios, sistema Forrest.

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Salvamento de la tripulacin del. brigbarca Fortunata.

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Directores y brigada d e la estacin que realiz el salvamento.!;. *


Retrato del

S R . D . ANTONIO D.LOSSJCH.,

Y Cientco de'Moutevideo. ,....


MARINA

armador de la Repblica del U r u g ^ a y y Presidente del Ateneo Literajp

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DE GUERRA FRANCESA."R\ ^am^eguierry,

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acorazcdo de primera, clase,-:.

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NUESTROS MSICOS:

D. Ruperto Chap.
D.Jernimo Jimnez.

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D. Toms Bretn.
D. Manuel Nieto;

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JAPN.HABITANTES DEL PUEBLO, AINO DE EDOMO.

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klSTRADO.
DIRECTOR: D . PEDRO NOVO Y COLSON, Alcal, 37.

AO

II

MADRID

ADMINISTRACIN: HERNANDO Y C.^, Quintana, 31.

I." DE FEBRERO DE 1898.

N U M . 19

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I L M O . S R . D.

MARTIN FERREIRO Y

PERALTA

FUNDADOR DE LA SOCIEDAD ESPAOLA DE SALVAMENTO DE NUFRAGOS

EL MUNDO NAVAL

ILUSTRADO

antes que se vean los resultados de tal medida resulte ya deficiente, sin embargo, el paso dado es muy grande, y siempre estaremos en mejores condiciones que hoy. Felicitamos, pues, calurosamente al Sr. Ministro de Marina, tanto por la reforma en cues
tin, como por el modo enrgico con que la ha puesto en prctica
y sin demora.

NAVAL DE DA QUINCENA
Opsculo sobre desembarcos.Reformas imporlantes para obtener oficiales ms
jvenes.En Injlaterra, p o r el contrario, han tenido que aumentar la edad.
Lo mismo en otros pises.Una patente menos.Aparato de buzo para grandes profundidades.E.xjilosin e s p o n t n e a . \ u e v u torpedo automvil en
proyecto.Dos desengaos.Primas de construccin en Francia.A travs
del Atlntico.Vapor incendiado en el mar Rojo.

Comandante de Infantera de Marina D. Federico


k BO^'X''-" '^-''-''^'^os acaba de publicar un interesante librito que
^iS-^C'^l trata de los desembarcos pasajeros con las tripulakti'^'T'r.^A clones de los buques de guerra, cuyo estudio ha sido
recomendado por el Gobierno,
Este trabajo viene llenar un vaco en nuestra biblioteca militar, pues se ocupa de una operacin de guerra justamente calificada entre las ms difciles, y la que unas veces se han pediio
imposibles y otras hubiera convenido tener sentados princip3s
fijos, para que las exigencias naturales de tal operacin de guerra
no parecieran fuera de lugar.
El libro del Sr. Obanos ser consultado, seguramente, ms de
una vez: muchos, como nosotros, lo conceptuarn de indiscutible
utilidad.
*
* *
Nada de ms inters en nuestra Marina que la orden expedida
por el Sr. Ministro del ramo rebajando la edad de ingreso en la
Eicuela Naval diez y seis aos y medio como mximo, y en su
consecuencia reformando, no el plan de estudios, como se ha dicho equivocadainente, sino la manera de estudiarlo.
No es esta reforma cosa fcil ni balad, ni siquiera de orden
puramente interior de la corporacin, en cuyo caso no nos hubiramos .Ocupado de ella en estas crnicas, sino cuestin de gran
trascendencia, en que se busca la solucin de un dilema que
preocupa todas las naciones del mundo, como es la necesidad
de que los oficiales de sus flotas tengan la masa colosal de conocimientos que necesitan para saber, aunque sea someramente,
cuanto les es indispensable, lo que requiere muchos aos de estudio y de academias, y que la par tengan poca edad, es decir,
la rigurosamente precisa para conservar el vigor fsico que requiere la vida abordo de esas imposibles embarcaciones que nos ofrece la industria, carsimas y de dudosa utilidad en la mayora de
los casos. Dicho sea como aclaracin, la utilidad dudosa es para la
defensa del pas, que respecto constructores, inventores y proyectistas, la utilidad no debe ser pequea, juzgar por su manifiesta y escandalosa prosperidad.
Y volviendo al programa de la Escuela Naval y anticipando
que las opiniones en la Armada estn muy divididas, como es natural, pues se trata de problemas cuya solucin definitiva es imposible, creemos que el Almirante Bermejo, actual Ministro de Marina, les ha dado la solucin ms favorable, que en vano se buscaba
desde hace aos en que vena demostrndose que era una verdadera necesidad.
En efecto, el programa de ingreso se ha aligerado, en consonancia de la menor edad de los opositores; algunas de las asignaturas de la Escuela Naval se han convertido en elementales, y para
su ampliacin se ha instituido un curso de un ao, en edad an
joven para que la naturaleza no rechace el rgimen escolar, y la
par que la experiencia de algunos aos de servicio y de oficial
hayan facilitado un trabajo que as podr hacerse en un ao,
mientras que al principio de la carrera no sera bastante doble
tiempo.
Necesita la Armada oficiales instruidos; pero antes que nada
son necesarios hombres sanos y robustos, de edad suficiente para
que, sin ser una excepcin, lo mismo en tiempo de guerra que en
paz puedan resistir la vida en los buques modernos, sin consumir
en breves das sus energas fsicas, sin las que el hombre ms sabio no sirve para nada, en la ruda prctica de las operaciones navales y militares; y aunque nuevos delirios de la industria y nuevas irresistibles presiones de la opinin pblica, que est hoy
hipnotizada por los vampiros que le llevan el dinero, harn que
50

Adems de la extensin ciantca de la carrera, el fabuloso


aumento del coste del material de Marina ha trado en todas las
naciones gravsimos perjuicios al personal, que est tan atrasado
en todos los empleos, tal punto, que en Francia se quejan de
que sus Tenientes de Navio alcanzan cuarenta y siete aos de
edad con diez y siete de clase, en la seguridad de que se llegar
los cincuenta de edad y veinte de empleo, sin esperanza, por
tanto, de que se formen Comandantes que renan las difciles
condiciones que debe tener hoy el Comandante de un gran buque
de combate. Lo mismo ocurre en los Estados Unidos, donde hay
Almirantes y Capitanes de Navio que no lo son sino unos meses
para obtener el retiro por edad, que aunque esplndidamente
pagado en aquel pas, no por eso da Jefes con el vigor fsico intelectual que necesita el rudo y difcil ejercicio del mando de un
acorazado.
Y sobre la necesidad de mover las escalas dijo con mucha razn el Secretario de Marina de este ltimo pas, Mr. Hebert, en
un discurso famoso: Sera una verdadera locura gastar 4 5 mi>llones de dollars en un acorazado, y al mismo tiempo ahorrar
algunos miles sobre las energas de los oficiales que deben man>darlos. El estancamiento de oficiales que existe en la actualidad
>e3 muy duro para esos o.'iciales, que sin compensacin suficiente
se pasan en situaciones subalternas casi todo el tiempo de su
carrera en actividad; pero este inconveniente es un pequeo mal
en relacin del peligro que resultara al pas de la falta de Capi>tanes experimentados.
Las palabras de Mr. Hebert pueden an tener un alcance mucho mayor para nosotros, pues mientras en la construccin de buques se interesan los arsenales y astilleros, localidades y todas las
corporacio;ie3 y personalidades civiles y polticas, no pareciendo
locura gastar 20 30 millones en construir un buque, parece intolerable el gasto de algunos miles en el presupuesto ordinario
para tenerlos armados y de muy pocos miles de pesetas ms para
que hagan las debidas maniobras; y es que para obtener los pri-'
meros millones claman muchos interesados en que se hagan y
luego se arrumben, para que haya dinero con qu hacer otros en
la localidad, mientras que el que se sostengan en buen estado de
conservacin y de eficacia militar compete slo la sociedad annima Espaa, en cuyo inters hablan los Almirantes y Capitanes
de su flota de combate, sin gran esperanza de ser odos ni de que
se aprecie su desinters por los propios asociados.
En Inglaterra se ha instalado definitivamente la Escuela Naval
en tierra. Hoy la tienen tambin en tierra Alemania, Austria, Italia, los Estados Unidos, Rusia, Dinamarca, Suecia, Noruega, Holanda y Portugal, quedando flote solamente en Francia y Espaa.
Nosotros la tuvimos tambin en tierra, y quizs la mejor de Europa, no hace muchos aos, hasta que las ideas predominantes sobre la necesidad de q u ; los alumnos se acostumbraran la vida
de bordo la llev un pontn, sobre cuya conveniencia estn
en perfecto desacuerdo las opiniones de la Armada.
Y basta de noticias escolares de dentro y fuera de casa! De lo
contrario, los pacientes lectores de esta crnica todava me enviaran la escuela.
En la crnica del 30 de Septiembre dimos noticia de una variacin hecha en Inglaterra en sentido contrario, pues en aquella
Marina subsista el ingreso desde casi nios, recibiendo una instruccin totalmente elemental y deficiente, por lo que aumentaron la edad hasta los quince y medio aos y con ello los programas, buscando un trmino medio, que es el que creemos que hemos obtenido marchando al contrario y separndonos un poco del
sistema tan en boga entre nosotros, de hacer de la juventud un
pozo de ciencia costa de la vida, del cansancio y de perversin
de ideas hacia las ciencias de aplicacin, de que padece casi sin
excepcin toda la sociedad espaola.

** *
Los botes plegables Berthon, que el buen pastor protestante
que los invent ha colocado en todos los torpederos, dndole,
como es consiguiente, muy buenas libras esterlinas, van sufrir
un rudo golpe con la disposicin del Gobierno francs de construir botes rgidos de tela que, pesando lo mismo que los Berthon, no tienen los inconvenientes de aqullos, cuyos dobleces los
hacan intiles en poqusimo tiempo. La medida es lgica no
poder ms, y seguramente ser imitada por todo el mundo, no
habiendo realmente ms razn del privilegio y de la intil contribucin que hasta hoy se ha pagado Berthon que la de que,

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


siendo un asunto tan secundario, nadie se haba tomado la
molestia de reflexionar que los consabidos botes valan bien
poca cosa.
*
* *
Parece que se ha ensayado con buen resultado un aparato de
buzo que se titula Buchanam-Gordon, y cuya especialidad consiste en (jue el traje es una verdadera coraza para que la presin del
agua no acte contra el individuo.
El lmite reglamentario de inmersin para los buzos son 30 metros, pero se ha extendido hasta los 50, excitando la codicia de
los pobres buzos, que han quedado inutilizados y condenados
una muerte cierta corta fecha, mientras que con el nuevo aparato se ha probado los 52 metros sin fatiga para el hombre. Y si es
as, no hay duda que ser bien recibido en el mercado, donde
hace aos que se siente la falta de un aparato de esta ndole.
ARSENALES CIVILES QUK SON MILITARES Y ARS/.NALES MILITARES
QUE SON... CASI NADA

El da 29 de Noviembre ltimo, al abrir un po'vor.'n en Inglaterra, se encontr una granada reventada, es cierto que sin hacer
estallar las dems; pero alarmara la opinin, como es de suponer, si se llega reconocer la posibilidad de las explosiones espontneas. La cosa es muy grave y tiene cierto inters para todos los
que nos echamos dormir tranquilamente dos metros de mil
granadas cargadas, que su vez tienen en inmediata vecindad una
tonelada de algodn plvora y otros elementos tentados de cosquillas, que no estn para bromas tan pesadas como la consabida
descubierta el 29 de Noviembre.

Habla la prensa profesional inglesa de un nuevo torpedo automvil, invencin de varios Je es que han regenteado mandado
la escuela de torpedos de aquel pas. El tal torpedo est slo en
proyecto y de l, como en estos casos sucede siempre, se prometen maravillas. No negaremos la posibilidad; pero una invencin
entre cuatro, y del mundo oficial, nos parece muy difcil, pues
en esta clase de invenciones se emplea poco papel en proyectos
y mucho dinero en experiencias, para ir con ellas modificando la
idea primitiva, que es precisamente !o contrario que ocurre en todas partes, sin excepcin, al tratarse de dicho mundo oficial, en
que se quiere que el expediente sustituya toda clase de ensayos.
Esto, y no otra cosa, es lo que ha dado nacimiento las grandes casas constructoras de material de guerra; y todas las naciones dejan en libertad sus militares, y otros servidores, de buscar socios capitalistas que corran con los gastos de las experiencias, para comprarles despus la patente si da resultado. En este
tiempo de inventores y proyectistas, lucido estara el presupuesto
si tuviera que atender la inventiva de todos sus dependientes;
pero del mismo modo no puede impedir que los hombres eminentes se abran paso y obtengan plaza en el mundo de las pesetas,
que es el mejor de los mundos habitados.

En Francia han suprimido las primas la adquisicin de buques


en el extranjero, riue creemos que eran la mitad de las que se
daban lo construido en el pas, y los constructores franceses han
aumentado sus precios de un modo tan exorbitante y se dan tal
maa para no cumplir los plazos de entrega de los buques, que
las quejas por tal abuso h aran necesario volver al antiguo sistema en beneficio del comercio. Debemos, sin embargo, observar
que esta anotacin la tomamos de una revista inglesa que, como
es consiguiente, pide para sus pobres, por lo que, sin ser inverosmil lo que dice, puede muy bien no ser completamente exacto.

** *
Mr. Lemieux, ingeniero francs, y el Sr. Carello, italiano, han
presentado un proyecto completsimo para alumbrar la derrota
desde Nueva York Euiopa por medio de faros flotantes colocados cincuenta millas uno de otro. El presupuesto para esta
gran empresa' flucta entre 75 y 100 millones de duros oro, y el
coste del entretenimiento anual sera de unos dos millones de la
misma moneda.

* **
El crucero ingls Edgar, de 7.350 toneladas, encontr en el
mar Rojo un buque cargado de petrleo, con fuego bordo, y
despus de reconocer la imposibilidad del salvamento y de recoger la tripulacin, lo ech pique caonazos; pero para ello
hubo de tirarle 70 tiros de 15 y de 23 centmetros, una distancia de 1.200 meirjs, lo que da un resultado no ciertamente muy
halageo para el crucero, y mas si, como se cree, tiraba con granada,
VCTOR M . CONGAS

Capitn de Navio.

Carta abierta al Sr. D. Benito de Alzla y Minando, Inspector de


Ingenieros de la Armada.
Ya (jue la Divina Providencia d o t E s p a a y
otros Reinos de Su Majestad de todos los materiales
necesarios para los armamentos de mar y tierra, ser
acertado que, agradecidos este beneficio, nos apliquemos disfrutarle con las providencias correspondientes, as p o r tener aseguradas estas provisiones
dentro de los mismos dominios de Su Majestad, sin
estar pendientes del inconstante arbitrio de potencias
extranjeras ni de temporales y accidentes de los mares
del Norte, como por evitar la extraccin de los millones que sin duda nos sacaran si hubisemos de comprar en ellas todas la mayor parte de estas cosas,
adems de lo que se suele aventurar en la buena calidad de los mdteriales.
(Tliorici y prActici de Comercio y de Marina,
D . J e r n i m o Ustriz.1774.)

por

I uv estimado seor mo: Un hecho reciente ha motivado


que vuelva nuevamente leer su precioso libro Zas
[U^\f>up\ primas la construccin naval y la nat^egacin, que
^i>-kw^ casi nunca dejo de tener sobre mi mesa de trabajo
y lo consulto con frecuencia; tanta es la enseanza que encuentro en sus pginas. El hecho que motiva estas mal trazadas lneas, y que expondr luego, me ha producido algunas dudas
que no veo resueltas claramente en su luminoso trabajo, y ste
es el motivo que me dirija usted, que consulte al maestro, y
he credo que sentaba muy bien como cabecera la misma que
tan acertadamente pone usted en su libro, las lneas debidas al
ilustre Secretario de S. M. en el Consejo y Cmara de Indias,
D. Jernimo Ustriz, que condensan todo un programa de pod e n o naval y son tan de actualidad hoy como en 1774, pues la
Divina Providencia lo mismo ha dotado Espaa de hierros y
bronces y carbones para la moderna Marina que de las maderas
y camos que necesitaban los antiguos tres puentes.
Con motivo de haberse terminado el acorazado Carlos Ven los
talleres de Vea-Murgua y que, segn parece, honrar este buque
la industria patria, lo mismo que los tres gemelos hermosos que
salieron de los talleres del Nervion, se ha visto el Sr, Ministro de
Marina asediado por comisiones gaditanas cuya pretensin fu
que se concediera la construccin de un barco de guerra la antes citada casa constructora.
Las ltimas noticias son que los astilleros de Vea-Murgu:'a
construirn un crucero costeado por nuestros hermanos de Mjico, de lo que he tenido una verdadera satisfaccin, as como que
en el Arsenal de la Carraca se construir otro buque costeado por
los espaoles del Plata.
Dios bendiga estos hermanos de Ultramar, pues con su
bolo dotarn la patria con dos nuevos barcos y proporcionarn
el panem nostrum cotidianum los obreros gaditanos, que teman
verse sin trabajo! Pero hay que confesar que es muy original lo
que pasa en este pas. Vienen los peridicos acriminando un da
y otro al Ministerio de Marina porque mantiene en los tres Arsenales del Estado tantos gandules, pues que no hay trabajo para
todos, y por otra parte se le obliga dar la construccin de los
barcos de guerra las factoras particulares, como si los Arsenales del Ferrol, Cdiz y Cartagena no fueran espaoles, costeados
por todos, y cuyos productos son industria nacional lo mismo por
lo menos, que los barcos salidos de los llamados arsenales civiles.
Y la verdad es que desde que el Estado ha sancionado la existencia oficial de etos arsenales civiles, encargndoles la construccin de barcos de guerra, viene moralmente obligado prestarles
todo su apoyo, pues al nacer una factora naval de tanta importancia, se crean muchos intereses en la localidad, acuden all inteligencias y brazos, y todos estos elementos de riqueza patria no
pueden abandonarse, pues no tan solamente se daa los que
quedan sin trabajo, sino que tambin se perjudica la riqueza del
pas SI desaparece se cierra un centro industrial que da vida
SI

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO

D. MANUEL ANTN IBOLEON, CAPITN DE FRAGATA.

M a r i n a m e r c a n t e f r a n c e s a . - L A ,PERSEVERANCE>, BUQUE VELERO DE 3.100 TONELADAS

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


una comarca. El Gobierno tena que pensarlo antes de encargar
trabajo los arsenales civiles, tena que ver si los tres arsenales
del Estado estaban la altura de la nueva Marina de combate y
si haba trabajo suficiente en ellos; pero, una vez construidos los
arsenales civiles la sombra de la proteccin del Estado, ste
debe seguir apoyndolos.
El tiempo ha demostrado ya que les tres cruceros Oqiiendo,
Mara Teresa y Vizcaya estn la altura de los construidos en los
mas afamados arsenales ingleses, y hasta el presente slo elogios
merece el Carlos V. La Maquinista Terrestre y Martima de Barcelona construye mquinas de 15.000 caballos, lo que quiere decir que tambin construira mquinas de 30.000. De manera que
en construccin de buques de guerra estamos buen nivel.
En uno de los estados de un precioso libro leo que desde 1885
la mencionada factora mecnica de Barcelona ha construido mquinas para buques de guerra por valor de 18.278.000 pesetas. Si
a esto aadimos el valor de los tres cruceros de Bilbao, el acorazado construido por Vea Murgua y los tres cruceros-torpederos
que se terminan en la factora Vila, de la Grana, seguramente resultarn cerca de 90 millones de pesetas que el departamento de
Marina ha dado la industria privada.
Y en cambio, qu hace el Ministerio de Fomento para proteger nuestras industrias metalrgicas? Qu providencias protectoras ha tomado para que no venga del extranjero todo el material
de construccin y limpia de nuestros puertos y todo el material,
tanto fijo como mvil, de los ferrocarriles y dems obras pblicas.'
Por qu tuvieron que venir de Inglaterra los pequeos botes
de vapor de las Direcciones de Sanidad de los puertos.'
ror qu se ha construido en Inglaterra el dique flotante de la
ilabana, cuando la Maquinista termina para el puerto de Barcelona uno capaz para levantar 6.000 toneladas de peso?
Ue manera que slo Marina debe tener el patriotismo de proeger las empresas particulares, dejando descuidados los arsenas propios, en los que nunca hay trabajo suficiente para las necesidades de nuestra Armada y distan mucho de estar la altura
^e los grandes arsenales del extranjero, teniendo necesidad de
^ ir all para obtener muchas piezas y objetos que por su taano o condiciones particulares no se construyen en Espaa y
que ^ t r a n en la arquitectura y habilitacin de los modernos acorazados. Y esto no es por ignorancia ni por desidia de nuestro
Uepartamento de Marina, bien lo sabe usted que es autoridad en
estas cosas como Ingeniero naval es porque no hay dinero, pues
cuando los particulares huelen que la Marina puede disponer de
millones, reales ficticios, han cado sobre el pobre Ministro de
Marina los ruegos, las influencias, las recomendaciones y, por fin,
las exigencias de amigos, diputados, senadores, corporaciones
particulares, ayuntamientos, diputaciones y hasta el clero, para
construir los buques de guerra, no habiendo lugar en el litoral que no se crea con derecho para construir al menos un escampava. Y los Ministros de Marina, como almas en pena, bajo
la enorme presin de tantas influencias y la amenaza de cierre de
tiendas y de manifestaciones ms menos pacficas, no les queda
otro camino que dejar los arsenales oficiales sin trabajo para darlo a los particulares.
inH^'^f^'^^ ^' Ministerio de Marina, tenemos muy adelantadas las
maustrias metalrgicas; bien demostrado lo tiene usted en su li. .: '^^^ oien, yo no s comprender el por qu estos arsenales
civiles, que tan perfectamente construyen acorazados de 9.000 toneladas y maquinas de 15.000 caballos, no construyen el crecido
tonelaje mercante que importamos de Inglaterra continuamente.
^
r o r exactos datos estadsticos sabemos que en los seis aos
de I 91 a 1896 se abanderaron 94 buques de hierro acero, todos de vapor, que suman I17.320 toneladas y costaron 63.183.761
pesetas, a cuya cantidad hay que aadir las 25 pesetas por tonelada conio derecho de abanderamiento, resultando 66.366.761
pesetas. Adems hay que tener en cuenta ,que el cambio de las
lloras a noventa das fecha ha oscilado entre 26 i p y 30, siendo
ei promedio de 28,9 pesetas por libra, que hace un 16 porioo
^r?-'^',' ""portando para los 66.366.761 pesetas la importante
cantidad de 10.618.682 pesetas, las que, sumadas con la partida
HP ^ o ? ' '''^^^'*^" 76.985.443 pesetas, como cantidad desembolsan,ii^ '
" ' ' ' ' " ' ' ' ' P""^ ls 94 buques, resultando para cada bupes^tas
P'"""'^'' 818-994 pesetas, y por cada tonelada 604,5
En cambio, construidas en Espaa estas 127.320 toneladas, hu ^ . f . n ' " ^ ; ^ ^ ^^^ 10.618.682 pesetas del cambio, ms 75 pesetas por tonelada como prima la construccin, que suma para
el citado tonelaje la cantidad de 9.549.000 pesetas que, sumadas
con el valor del cambio, resultan 20.167.682 pesetas, cantidad
que representa un 26 por 100 del valor total de los 94 barcos.
Ahora el cambio pasa de 33, y pesar de esto, en i. de Octubre ultimo haba en construccin en los astilleros del Reino
UnidOi por cuenta de navieros espaoles 17.180 toneladas en buques de vapor; dos de ellos, los Enero y Febrero, de 5.000 toneladas de caiga, y otros dos, los Pleticia y Arminza, de 3.500 toneladas, tambin de carga.

Vuelvo, pues, preguntar; por qu este tonelaje de buques


mercantes no se construye en los arsenales particulares, dejando
para los arsenales del Estado la construccin de barcos de guerra?
Usted mismo confiesa que basta la prima de 75 pesetas la construccin, y sera contraproducente aumentarla, como lo demostr
muy claramente Mr. Siegbried al tratar de la concesin de primas
la Marina francesa, y yo opino de la misma manera, as como
sospecho que las primas la navegacin, tal como rigen en Francia Italia, no daran gran resultado en nuestra Marina.
Yo opino, quiz no est acertado, que lo que necesita nuestro
comercio es fijeza de criterio econmico en los Gobiernos, desterrando las teoras engaosas y las exageraciones. El dinero es
muy miedoso, y crea usted que no ir la Marina mientras tengamos tanta movilidad en los aranceles y tanto desacierto en asuntos coloniales y tratados de comercio. En nuestra patria hay energas suficientes para volver ser nacin martima el da que se
descargue los buques de tantas gabelas como pesan sobre ellos,
esto es la mejor prima; el da que las tarifas consulares se pongan
al nivel de la nacin que las tenga ms bajas, el da que la pesca
de altura y la navegacin nuevos mercados est libre de todo
derecho, y otras maneras hay para favorecer el comercio martimo sin necesidad de recurrir las primas la navegacin, sin esto
querer decir que no se acuda tal sistema, si necesario uere.
Es indudable que los talleres que construyen acorazados pueden
construir trasatlnticos. El da 9 del pasado mes de Diciembre se
bot al agua en la factora de la Compaa Trasatlntica en Cdiz
un vapor de acero de 1.750 toneladas y mquina de Coo caballos.
De los mismos astilleros sali tambin el magnfico Joaqun del
Pilago, de 841 toneladas. En su libro cree usted que era un entorpecimiento para la construccin nacional el que los buques para
poder cobrar la prima tenan antes que verificar un viaje un
puerto de Amrica Asia. Pero esta obligacin qued derogada
por el Real decreto de 23 de Octubre de 1894, y pesar de esto,
nuestros navieros acuden Inglaterra y no los astilleros nacionales.
Italia, que no rene con mucho las condiciones naturales para
ser nacin martima que tiene nuestra patria, ha sabido emanciparse del extranjero para la construccin naval. Los arsenales,
tanto los oficiales como los particulares de Ansaldo, Orlando y
Odero, construyen desde la quilla la perilla los acorazados de
combate, como los colosos Sardegnay Sicilia, y los trasatlnticos
rpidos, como los Ccnro-Atnrica y Saroya. Y no tan solamente
los arsenales civiles de Italia trabajan para su Marina, si que tambin han sabido conquistarse mercado extranjero: as tenemos el
Cristba Coli, de nuestra Aimada, y el Ganbaldi, de la Armada
argentina, salidos de la casa Ansaldo, y el crucero portugus
Adajuasor, construido por Orlando, c'e Liorna.
Yo entiendo que precisa estudiar la manera para procurar que
nuestros arsenales civiles sean efectivamente civiles, y que los arsenales militares trabajen e veras, y slo cuando stos tengan
exceso de trabajo, es cuando debe acudirse los primeros para
construir buques de guerra.
Nuestra Marina mercante, con su tonelaje en buques, con lanchas, aljibes, trenes de limpia y dragado, waTes y dems obras
anejas los puertos, puede mantener muy bien las factoras de
construccin naval y de mquinas que existen en Espaa.
Desamparar los arsenales del Estado favoieciendo las casas
particulares entiendo que es muy peligroso. Una nacin martima
viene obligada tener arsenales montados con todos los adelantos, no tan slo para la construccin de barcos y mquinas en
tiempo de paz, si que tambin para poder servir de base de operaciones en tiempo de guerra, poder habilitar la Escuadra en corto plazo y arreglar las averas recibidas en combate fortuna de
mar en el menor tiempo posible. Una potencia martima no debe
estar la disjoosicin de los arsenales civiles, cuyo objeto es el
negocio y, por lo tanto, pueden pasar ser propiedad de capital
extranjero de una manera declarada oculta, como resulta con
una parte de nuestro tonelaje de vapor, que slo tiene de espaol
la bandera y parte nutica y marinera de la tripulacin.
Fcil es comprender que en caso de guerra con la nacin
cuyo pabelln pertenece el capital nos quedaramos sin los arsenales civiles. Existe otra razn muy poderosa para tener siempre en actividad los arsenales oficiales, y es que la maestranza y
los buenos operarios no se improvisan; as es que cuando no hay
trabajo suficiente en los arsenales, una de dos, hay que mantenerlos en holganza, en cuyo caso sale la prensa gritando que los
Arsenales son hospicios, hay que despedirlos, y si se toma este
partido, viene un momento de apuro, como el conflicto de las
Carolinas, el levantamiento de Baire, una genialidad yankee otro
cualquiera, que nunca nos faltan gangas por el estilo en esta desventurada Espaa, y entonces telegrama del Gobierno los Capitanes generales de los departamentos para que se armen los buques de repente y salgan la mar. Y aqu del apuro. En dnde
encontrar los forjadores, caldereros, carpinteros y calafates que
en mal hora se despidieron? Como es natural, fueron en busca de
_t,rab&jo otra parte, y no queda otro remedio que admitir opera.:f%% ocasin, que en general suelen ser malos y caros.
" ^^ ^ repetido hasta la saciedad que las poblaciones de Ferrol,
'^:'V,

>

MJ!'-

":

53

EL MUNDO N A V A L ILUSTRADO
Cdiz y Cartagena vivan de los arsenales, y esto se dice como
caso de derroche. Qu ms podramos pedir los espaoles que
constaran en nmina desde el prroco de la poblacin hasta el ltimo basurero, mientras todos trabajaran!
Aqu viene de molde el siguiente caso, que si non vero i ben
trvalo: dcese que los hijos del pueblo de Comillas se creen todos
con derecho ser mantenidos por el Marqus cuyo ttulo es el
nombre de este pueblo, lo que nada de extrao tiene, pues son
muchos los espaoles de Comillas y de fuera de Comillas que meten la mano en el bolsillo del bueno de D. Claudio, el cual, deseando en este caso particular aminorar el perjuicio causado por sus
amigos, pens hacerles ganar jornal en una fbrica de loza instalada en la playa de aquel pueblo para el servicio de mesa de la
Trasatlntica, que segn parece gasta todos los aos un dineral
&a platos rotos. No s lo que hay de verdad en este hecho, que me
cont como cosa cierta un ingeniero que vino consultarme sobre
los problemas de mareas, para ver si poda utilizarlas como fuerza
motriz aplicada la fbrica de loza.
Creo que es asunto de patriotismo encontrar la solucin para
que los arsenales civiles construyan todo el tonelaje que necesita
nuestra Marina mercante, y que ahora viene de Inglaterra, saliendo de Espaa, por este slo concepto, un cajntal importante que
se quita nuestros jornaleros y al progreso de las industrias metalrgicas, y procurar al mismo tiempo que los tres arsenales
oficiales trabajen, esto es, que se les dote de diques, talleres, maquinaria, buenos ingenieros y buenos operarios para que alcancen
la importancia de los mejores del extranjero y que, ejemplo de
Francia, Italia, Alemania, Rusia y los Estados Unidos, podamos
construir completamente los grandes barcos de combate sin tener
que a c u d i r / a r a nada Inglaterra.
Es tan ridculo, mi ver, que se d los talleres particulares
el trabajo que necesitan los arsenales del Estado, como ridculo
sera que stos, el da que les sobrara trabajo, lo dieran talleres
del extranjero con preferencia los talleres nacionales.
Yo no s, Sr. Alzla, si he estado muy acertado en estas lneas;
no me corresponde m dar la solucin problema tan complejo
como trascendental; esto corresponde usted y los que, como
usted, son autoridades en el asunto: slo deseo con mi escrito llamar la atencin de los inteligentes sobre el mismo, felicitndome
al mismo tiempo por tener ocasin de repetirme de usted atento
amigo y servidor, Q. B. S. M.,
JOS R I C A R T Y GIRALT
Barcelona 6-t-Q8.

LA PRENSA Y LA MARINA
Trmino de la polmica.Nuestras censuras los Arsenales.Atraso de Ei
Princesa de Astu*'i!i,Escasez de operarios.Lo que ocurre en Inglaterra.
Problema complejo.

o."4 gran satisfaccin hemos visto que


nuestro estimado colega 1 Imparcial parece asentir con su silencio
cuanto expusimos en el artculo anterior. Solamente se ocupa en sostener que un Ministro de Marina debe
no ser tcnico, contestando apreciaciones que en contrario sentido se
hacen por un ilustre colaborador que
firma Un Marino.
Hemos llegado, pues, al trmino de
la polmica. Ya la prensa peridica
no sostiene sus acusaciones injustas por lo exageradsimas; ya no se repite que la Administracin de la Armada ha derrochado miles de millones ni que carecemos de barcos tiles para la guerra, y ha
llegado, por consiguiente, el momento de que comencemos cumplir lo ofrecido, revelando sin atenuantes ni vacilaciones los defectos de aqulla Administracin, para que procure su enmienda
quien sea de ello capaz.
Anticipamos nuestra creencia de que la empresa es ardua. No
se nos oculta que ha de restarnos muchas simpatas y aun crearnos grandes enemigos el culto que debemos la verdad, en cumplimiento de nuestra ms importante misin. Corrigiendo procurando que se corrijan ciertos males inveterados que han dado
pie y algn fundamento esas acusaciones desquiciadas, prestaremos un gran servicio al pas y la Marina.
Por fortuna, y aunque otra cosa puedan discurrir los maliciosos, nadie debemos proteccin ni de nadie dependemos. Nuestra independencia es absoluta. Los hechos lo comprobarn.
Comenzaremos nuestra tarea dicindole El Imparcial noblemente: la organizacin de los arsenales del Estado es verdadeS4

ramente digna de censura. De los arsenales nacen casi todos los


derroches, trastornos y deficiencias que se notan en la Administracin de Marina.
Ahora citaremos, aunque ligeramente, algunas de las causas,
para hacer ms adelante un amplio examen crtico y un plan de
soluciones que merezcan estudiarse.
En nuestro anterior artculo dijimos, por ejemplo, que el Princesa de Asturias se hallaba en igual perodo de adelanto que el
Cisneros, con diferencia de faltarle colocar parte de las placas de
la faja, etc., y es exacto; pero no dijimos ms, porque tratbase
de combatir la afirmacin de que estos cruceros no estaban construidos. Hoy que ya sabe el pas que estn construidos y flote,
conviene sepa tambin el tiempo que racionalmente ha de tardar
en su total armamento, dados los recursos que al objeto se utilizan.
El taller de herreros de ribera del Arsenal de la Carraca consta
en efecto de 460 hombres, pero dicho taller se hallan asignados
todos los operarios viejos, muchos escribientes y no pocos empleados pasivos y burocrticos; de manera que, si adems de stos descontamos los que se ocupan en otras faenas, solamente 160
trabajan para el Princesa de Asturias, distribuidos as: lOO dentro
de los talleres y 60 en el buque mismo.
Estos 60 hombres son los encargados de colocar las planchas
del blindaje, para lo cual necesitan ir en cuadrilla al parque en
donde aqullas se hallan, luego embarcarlas, conducirlas bordo
y afirmarlas al costado. A este paso, puede calcularse que en la
faena se emplearan bastantes aos. Es de advertir que en la Carraca casi no se cubren bajas de operarios desde hace dos lustros.
Si admitieran 300 tiles, el Princesa podra terminarse antes de
diez meses, pesar de la carencia de dique y de una buena machina.
Por qu no se arbitran esos remedios? Quin es culpable de
tanto abandono? Ya llegaremos respuestas categricas, y sepa
El Imparcial que nunca haremos acusaciones inconcretas y sin
comprobacin, nico medio de que resulten eficaces y provechosos nuestros escritos.
Pero tampoco crea El Imparcial que los defectos indicados y
que indiquemos sean patrimonio exclusivo de nuestra Marina;
huyamos siempre de las exageraciones. Para apreciar bien la trascendencia de un mal servicio hay que relacionarlo con los homogneos que se efectan en otras naciones; sabemos que en la
ms grande, potente, prctica y rica del mundo, como es Inglaterra, se originan retardos considerables en la construccin de
buques, debidos, no la falta de elementos y personal, sino, en
primer trmino, las divergencias de opiniones y disputas constantes de los ingenieros; as del programa de construccin de
1896-97 se hubieran terminado los acorazados Csar, Illustrious
y Hannibal de no haber ocurrido la escisin tcnica. El Canopus,
botado en Octubre ltimo, sufrir un retardo de doce meses en
su armamento por la misma razn. Los cruceros tipo Diadem,
Spartiate, Argonout, Amphitrite y Ariadne tambin se terminarn
con gran demora causa de la tarda entrega de sus calderas y
mquinas. Los cuatro buques del tipo Arrogant, construidos en
los arsenales del Estado, se han atrasado considerablemente por
la falta de entrega de las calderas tubulares y por la disputa de
los ingenieros. El Furious adelanta en la construccin de su casco, pero calclase la de sus mquinas un retraso considerable,
y el Vindictivc espera pacientemente en el arsenal de Chatham sus
calderas tubulares.
En general, todos los buques contratados han retrasado mucho
su terminacin por dificultades en la entrega de material. De los
90 destroyers construidos en construccin durante el ao ltimo,
todos han necesitado dominar imprevistas dificultades y no han
sido ni sern entregados en las fechas pactadas.
Vase, pues, cmo no son suficientes el oro y la ms firme voluntad para resolver en absoluto el complejo problema de una
buena administracin en el ramo naval.
Nuestra aspiracin, pues, ha de concretarse un justo medio.
En la Marina espaola hay mucho que enmendar, porque lucha
no slo con iguales dificultades que las primeras potencias, sino,
adems, con la falta de recursos materiales, que es la mayor de
todas.
Pedimos, pues, la opinin pblica que no separe jams de las
crticas que hemos hecho y hagamos las atenuantes justificadas,
evitando caer nuevamente en los pesimismos y exageraciones que
tanto hemos combatido. Slo as ser fructfera nuestra campaa;
slo as continuaremos hablando claro. De otro modo, habra que
recordar al pas, ms bien la prensa peridica, la fbula del
buey y la cigarra:
Arando estaba el buey y poco trecho
la cigarra cantando le deca;
iAy, ay, qu surco tan torcido has hecho!
Pero l la respondi: Seora ma;
si no estuviera lo dems derecho,
usted no conociera lo torcido.
Mas si me habr entendido
el que tachar se atreve
en obras grandes un defecto leve?

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO

LAS COFAS MILITARES OTRAS ANTIGUALLAS


iHiL nvum sub sol. Sentencia es sta
que en fuerza de repetida y manoseada se lia hecho ya cursi (i) y desacreditada, y que, sin embargo, cada
da vemos por todas partes ms justificada, no sindolo menos que en
otras artes y ciencias en la de la
construccin naval y en algunas prcticas de la Marina, alcanzando en
muchos casos mayor trascendencia
que la (jue el pblico le supone,
pues no solamente la antigedad
nos ha dado la pauta de muchas
prcticas que aliora calificamos pomposamente de invenios, sino que al
aplicarlas de nuevo para satisfacer
anlogas necesidades, no hacemos
en ellas ms que cambiar de procedimientos y sustituir antiguos y toscos materiales con otros ms apropiados nuestro nuevo modo
de ser y modernas facilidades mecnicas, pero desvirtuando
muchas veces su concepto primitivo.
Tal sucede, entre otras muchas cosas que hemos copiado de los
antiguos, con las cofas militares.
No es nuestro propsito criticar los modernos ingenieros navales , que tanto han contribuido al desarrollo y perfeccionamiento de las embarcaciones (particularmente al de las pertenecientes
a la Marina militar), pero s hacerles notar que, por grandes que
sean sus progresos, por notables que aparezcan sus nuevas creaciones, tienen todas una base slida, inquebrantable en la ciencia
los antiguos, ciencia muy incompleta, muy escasa ciertamente
comparada con lo que sabemos hoy, pero sin la cual no hubiramos llegado adonde alcanzamos y en la cual se encuentran todos
os grmenes de las grandes ideas, de los grandes adelantos, de
los prodigiosos inventos con que con tan poca modestia nos engalanamos.
I tengase en cuenta (jue si hoy somos ms instruidos, ms plelos y meticulosos, que si tenemos nuestra disposicin numerosas tablas y tormularios, perfectas nociones de fuerzas y resistencias, extensos conocimientos en matemticas, los antiguos posean
mayor intuicin y ms caracterizadas aptitudes para sus oficios,
que suplan con ellos las deficiencias de su saber, y pronto lo veremos probado en su manera de establecer las cofas militares.
Aplicronse stas las embarcaciones con distintos nombres
I corbita, cesta; cavea, caja gavia; cophinus, cesto capacho hondo); desde la ms remota antigedad, y ya en los bajorrelieves
egijcios que representan los triunfos navales del gran Faran
Sesostris, aparecen las naves del Rey provistas de un fuerte cesto
colocado en lo alto del palo y desde el cual combaten los honderos.
Igualmente se ven provistas de cestos algunas naves asiras y fenicias representadas en los bajorrelieves de Nnive y otros no menos antiguos y notables. Los etruscos y los griegos usronlos
tambin, pero slo para el servicio de los vigas y rara vez de los
combatientes, ponjue generalmente abatan los palos de sus naves al disponerse la batalla, navegando al remo, en cuyo manejo fueron muy diestros, aun(|ue en las circunstancias ordinarias
servanse de inmensas velas cuadras que impulsaran sus ligeras
naves. Pero si los griegos usaron poco las cofas militares, conviene hacer notar de pasada que ellos los primeros discurrieron los
reductos, mejor peor defendidos y blindados, ya con planchas de
bronce, ya con cueros endurecidos, ya con gruesas maromas,
sencillamente con espesa capa de lana empapada en vinagre,
para apagar y evitar los terribles estragos del clebre fuego
griego.
Los romanos copiaron las cofas en forma de cesto de los mercaderes fenicios, que llamaron rbita-; pero servan slo para los
vigas, y rara vez se establecan en ellos combatientes. No sucedi asi en loa comienzos de la Edad Media: el empleo del fuego
griego, no ya lanzado con cerbatana, y por consiguiente en pequenas cantidades, sino encerrado en orzas botes de barro, se
generalizo, y necesariamente para que su efecto fuera ms seguro
y su manipulacin ms fcil haba que lanzar estos botes desde
un punto muy elevado con respecto al que ocupaba el enemigo,
y volvieron a ponerse de moda las cofas, mejor dicho castilletes
militares, en los famosos dromones, especie de pesadas galeras de
dos ordenes de remos y con completo aparejo de vela, que por
entonces constituan las principales entidades de las flotas armadas en guerra, y ei Emperador Len, en el siglo X, las menciona
() Permtasenos esta palabra, si no castellana, bastante expresiva, y que emplea mos con el minio deiccho que ios que dicen mpviler, espO'lDo y otros

neologismos ms 6 menos cursis.

en su notable Tctica naval. Pero estas cofas no estaban instaladas, como las de egipcios y fenicios, en lo alto del palo ni eran
simples cestos de miml^res cubiertos de cuero: eran de madera,
ms slidas y mejor defendidas (jue a(}ullas, mas con la circunstancia especial de que, comprendiendo los constructores navales
(BO ingenieros] cjue un peso tan considerable instalado perpetuamente en un punto tan elei'ado conifiromea seriamente la estabilidad
del barco, discurrieron hacerlas volantes, es decir, movedizas, y
colgadas de fuertes cadenas se suban y bajaban lo largo de los
palos la altura conveniente y absolutamente necesaria, y no ms,
para batir al enemigo dominando su bordo, dejndolas arriadas y
descansando sobre el puente 11 en el curso ordinario de la navegaci(')n, evitndose as el peligro del gran desplazamiento del
centro de gravedad cuando la embarcacin daba fuertes balances.
;No podran nuestros ingenieros de hoy, que tantos y tan poderosos aparatos mecnicos poseen para levantar grandes pesos,
adoptar anlogo sistema para el emplazamiento de las cofas militares? ;Qu necesidad hay de (jue estn permanentemente instaladas en lo alto de los palos, comprometiendo as la estabilidad
de los barcos? i2j
Rpidamente modificronse los dromones y panfilos, disminuyendo su bordo, y asemejndose cada vez ms las ligeras galaias
galeras) 13^, barcos esencialmente remeros y cuyos pequeos
mstiles no podan soportar el peso de las grandes cofas castilletes, armaron como stas en lo alto de los palos unas jaulas de
madera estrechas y hondas modo de cesto, que subsistieron
casi hasta nuestros das en los barcos de aparejo latino con el
nombre de gatas; pero las naves de alto bordo, de aparejo de
cruz, continuaron usando las cofas redondas de madera forradas
de cuero con el nombre de gavias; no todas aqullas tenan suficiente porte y estabilidad para aguantar en la extremidad de su
rbol tal balumba, y por eso cuando se quera dai una idea de la
grandeza imi)ortancia de una de ellas se deca nao de gavia.
Algunas de estas cofas militares en las embarcaciones normandas
fueron cuadradas, al menos tal aparecen en algunos antiguos sellos I siglos XII, XIII y XIV) que las reproducen. A principios
del XV en las mayores naves ya se largaban pequeas velas en el
matelerillo en ijue remataba el mstil, (jue se recogan y guardaban en la gavia y por eso tomaron el mismo nombre, y al comenzar la 16." centuria estas velitas no slo se ponan sobre la mayor
(') papahgos, sino que tambin en el trinquete, provisto de su correspondiente cofa. A medida que creca el porte de las naves,
aumentaba su aparejo, y por tanto, las cofas gavias se hacan
ms amplias y resistentes, hasta el punto de poderse asegurar en
sus bordes los obenques que sostenan el mastelero de gavia, que
su vez llevaban tambin su pejuea cofa para sostener el de
juanete; pero ya en el siglo XVII estas gavias, aunque conservando su figura redonda, no tenan forma de taza ni de cesto, sino
(}ue consistan en una plataforma circular provista de un pasamanos y de algunos palletes para abrigo de los combatientes que
ellas se encaramaban, y poco poco fueron transformndose hasta
tomar comienzos del siglo XVIII la forma de una D mayscula,
(jue conservaron definitivamente hasta la adopcin de las actuales,
construidas de planchas de hierro de acero; hasta entonces llamronse gavias, pero como el mismo nombre tenan las dos velas
ms importantes de los barcos de cruz, para evitar confusiones se
adopt para designarlas la voz cofa cofa, del latn ,ophinus,
como ya hemos dicho, y que si no corresponda con exactitud
una sencilla plataforma tablado sin otjuedad alguna, recordaba
al menos el primitivo cesto capacho [cofi en lemosn) que debieron su origen. En los grandes navios y fragatas las cofas no
slo servan para arraigar los obenques de los mateleros, sino que
hacan un gran servicio militar, pudindose instalar en ellas algunos pedreros y esmeriles que, hbilmente manejados por su guarnicin, daaban considerablemente al enemigo, en la proporcin
natural en que por entonces estaba el porte y alcance de todas
las piezas de artillera, y por consiguiente, merecan tan bien como
todas las anteriormente usadas y las actuales el nombre de ?nilitares, que estas ltimas tan pomposamente se les adjudica modo
de indicacin de un gran progreso peregrino invento, no ser
que con ello se quiera indicar que no juegan ningn papel en el
aparejo y maniobra de un buque. Pondrese cuanto se quiera su
exquisita construccin con finas lminas del ms dctil y resistente acero, sus fesimas formas de embudo o de garita, enslcese
su utilidad conveniencia en el combate (hasta ahora no justificada), pero no se celebren como moderna invencin ni se reputen
como lucubracin de aventajada ciencia.
RAFAEL M O N L E N
''Onservador-restaurador del Museo Naval.
(I)
LOS dromones tenan un puente cubierla corrida y sobre el otra cubierta mAs menos completa y volante.
(2) En nuestros cruceros de segunda clase Isla de Cuba hU de Luzn construidos en Inglaterra, se nota mucho este defecto, que les obliga dar balances
hasta de 17" por banda, por poca mar que se levante y les coja de travs
(3) Del griego yaayos, pez espada, emperador, p o r estar armadas de uu largo y fuerte espoln en la p r o a .

55

EL MUNDO N A V A L ILUSTRADO

A r s e n a l de Ferrol.SALA DE GLBOS

Arsenal de Ferrol.-DEQUE DE LA CAMPANA

E L MUNDO NAVAL

ELlSiS i 11 liPARCIiL,,
oNFESAMOs ingenuamente nuestra profunda decepcin ante la extraa rplica dada por El Imparcial nuestro anterior artculo.
Cuando esperbamos que haba de
contestar las cifras y datos nutridos
con que rebatamos sus apasionadas
afirmaciones en contra de la celosa y
buena distribucin de los crditos de
que ha dispuesto la Administracin de
Marina, as como la especificacin
de los trabajos de organizacin naval
y militar realizados ltimamente para
poner en pronta disponibilidad todos
los servicios martimos, vemos con
sorpresa que vuelve insistir en que
el Ministerio de Marina, en vez de estar desempeado por un tcnico que conozca los organismos, el material y los servicios todos,
tan mltiples y complejos, que constituyen la especialidad que est
llamado regir, sea un profano que de nada entienda, que necesite cada paso un lazarillo experto que lo gue; que no pueda
nioverse ni respirar sin el auxilio de un Consejo de tcnicos paniaguados, que de antemano le vayan trazando el camino que debe
seguir y las resoluciones que debe adoptar.
reregrino talento, sutil inenio, inteligencia privileiiada y saf,i iiaoria menester para salir airoso en su gestin el profano
que ecnara sobre sus hombros la ardua tarea de regir, sin cono'^'^'^q^'ur"^'^''^^^'^'"" ' ^ " variada y difcil como es la de la Armada en
su doble aspecto naval y militar.
rarecia lgico que cuando El Imparcial haba prescindido tan
gauardamente, para robustecer su famosa tesis, de cuanto en moentos muy recientes se ha hecho para mejorar todos los servicios de la Administracin general de la Armada y en materia de
organizacin naval, ponindosele por delante el testimonio irreragable de los hechos, que destruyen por completo su argumentacin dijera algo en defensa de sus anteriores razonamientos;
pero, lejos de ser as, en vez d s preocuparle lo fundamental de la
cuestin que ss discute y que es ea rigor la que la opinin \,i\Dlica le interesa dilucidar, emplea su fa-undia periodstica en manitestar que al silln ministerial de la Marina deben ir profanos,
como si esto fuese para El Imharctal lo nico transcendental
importante, aun cuando para justificar su teora incurra en aseveraciones desprovistas de exactitud.
En efecto, como si se tratara de conquistar el vellocino de oro,
'f%""-^ arremete furibundo contra los tcnicos del Ministerio de Marina, les niega toda intervencin en el rgimen y goDierno de la Armada, y despus de una accidentada y tortuosa
Odisea en pro de los indoctos y declarar sede vacante la poltrona
martima, se consagra la ingrata tarea de remover los huesos
ae ilustres patricios que desde los comienzos de su carrera en la
Armada consagraron su actividad, su inteligencia y sus estudios
ai mayor esplendor de tan noble como gloriosa institucin, todo
para venir a parar en que debe ser Ministro de Marina cualquier
descubridor de Mediterrneos, con tal de que no haya vestido el
honroso botn de ancla, que le quita el sosiego, le saca de quicio
y le produce verdadera obsesin.
Y lo maravilloso es que ni aun as le sale el argumento El Imparcial, que muy donosamente dice:
Contra semejante necesidad del tecnicismo en las funciones
ministeriales hablan los hechos y con sobrada elocuencia. En e!
ramo de que se trata (el de Marina, claro est) fueron Ministros
Vam ' ' " ?^^='^^='ista; Ensenada, un profesor...
P/ r, 1^ ^ ver ahora lo que eran estos ilustres proceres que
Ni P . K ' " " ''^''^'' olmpicamente de covachuelista^.
nrr,r-,n^= " "* '^'.Marqus de la Ensenada, su continuador, eran
rio nert^n"' i""^'^ ^ e n o s extraos la Marina, antes, al contra^ Ipvnrnn ! ' ? " "^ '^"^' y c o " US talentos, su saber y su ciencia

co:'::tisfa"cdcS'iSsaio"f"'' ''7 T H^"" "^^^" y

crlnrinQr.c o^i
. ,"^^ 'o^ Considera la Armada como sus mas
gloriosos y esclarecidos hijos
la Ituu^T''^
*^^'f'; ^'"istro de Marina, que lo fu en 1726,
iarrer.%n L P A ' " "^f ^'""'^ -^^ ^'P^^d, era ya en 1717, por su
Zlu
v^^'t' Intendente enerl de Marina cargo que
TJ^
orgamzacin de entonces resuma todas las atribuciones y
responsabilidades propias de la honrosa profesin de Marina, es
aecir, que era de hecho y de derecho un tcnico de primera
merza; y_ como tal Intendente general, prepar en Barcelona la
expedicin martima destinada la isla de Cerdea, navegando
Jfn .'^''^.^ -P^i>-ona y Santa Teresa. Unific luego las galeras
del Mediterrneo con los navios de r e n t e y las galeras de In-

ILUSTRADO

dias, cuyos-trabajos y otros muchos de organizacin y construccin de bajeles le llevaron al alto puesto de Ministra de Marin^i.
Tocante Ensenada, que tambin abraz desde muy joven la
carrera de Marina, con decir que en 1720 era oficial del Ministerio de Marina, que en 1725 ascendi Comisario d e matrculas-,
que en 1726 se hallaba destinado en el Astillero de Guarnizo, eiT
Santander, para activar las obras de construccin naval que all
se haban emprendido; que en 1728 ascendi Comisario real d
Marina, y como tal se le mand embarcar en la Escuadra de Oran;
efectundolo en el navio San Felipe, y que por su buen comportamiento en dicha expedicin ascendi Ordenador en 1732; que
al ao siguiente, y de orden superior, embarc en la Escuadra organizada en Cdiz para la conquista de aples y,-Sicilia, otorgndole en aples el Rey de las dos Sicilias Carlos III el titulo
de Marqus en premio de sus brillantes servicios en tan gloriosa
empresa; con aadir que en 1737 era ya Intendente de Marina;
que en 1743, nombrado ya Ministro de Marina, se le cojifiri el
cargo de Lugarteniente general del Almirantazgo, y, porfin,que
en 1747 obtuvo los honores de Capitn General de la Armada,
queda evidenciada la sinrazn con que se le tacha por El Imparcial de covachuelista.
,
/
Resulta, pues, contra lo aseverado por el colega,, que tanto Patino como Ensenada fueron marinos de carrera, tan entendidos,y
expertos que sus mximas y sus consejos constituyen an el fundamento esencial para todas las reformas, adelantos y mejoras
experimentadas por la organizacin militar y martima de la
Armada.
Estos son, repetimos, los que El Imparcial llama covachuelistas; mas, pesar de sus afirmaciones, no consigue el colega pastjr
la esponja sobre la gloriosa y acertada gestin de los tcnicos.
UN

MARINO

INVENTOS DE ESPAOLES
APLICADOS
RUEDA

A LA N A V E G A C I N
HIDRULICA

LASCO de Garay no discurri la aplicacin del vapor de agua al movimiento


de los buques, copio han credo, muchos y algunos siguen creyendo. .La
idea errnea naci .del liallazgo e;t el
Archiv de Simancas, por Dv Toms
Gonzlez, de ciertos documentos que,
mal interpretados, y con entusiasjio
remitidos D.. Martn Fernndez de
Navarrete, sirvi-eron este ilustre escritor para incluir,en su obra monumental de los Viajes y descubrimientos que hicieron por mar los espaoles la
A^oticia del 7tgeniodel Capitn de 7nar Blasco
-' -
di Garay, ensayado eii B.arcelott ao IS43
presencia del Emperador Carlos V, para hacer, Didar^las nao$ sin
remos ni velamen.
'
. ,
'",:< \.
Con [oosterioridad han parecido otros papeles, en-su nrrier Un
memorial del mismo Blasco de Garay, ofreciendo al Emperador,
en 1539, construir un ingenio con 'qde'se moviet-am los navos^Sn
tiempo de calma sin auxilio de remos. Ofreca al mismo tjerSo
otros mecanismos, saber: para extraer-del fondo del mar efectos
y naves; para permanecer los hombres dentro del agua; para mantener luz en ella; para hacer potable la del mar; para hacer agva
sin agua, y para moler granos. De estos inventos no se sabe que
se experimentara ms que el prinjerfe, que es al que los Sres. Gonzlez y Navarrete se refirieron y tctcafdel ca? nis datos han parecido. Consta que Garay puso un galen ele'boo totieles's^is
ruedas en los costados y que movindolas anduvo: que en otro e'nsayo aplic las ruedas un galen mayor, de 350 toneles, y cjue
en'un tercero, verificado en Barcelona, simplific la disposicin de
las paletas y redujo las ruedas dos, con lo cual, y el trabajo. ,de
50 hombres, anduvo la nave legua por hora, haciendo la ca-bga
en la mitad del tiempo en que lo verificara una galera. Presenciaron las pruebas el General D. Bernardino de Mendoza,-el Comendador mayor de Len I). Enrique d Toledo y el proveedor Francisco Verdugo, que dieron informes varios, ro.siendo ,desfavorables los ltimos, sin embargo de lo cual no se concedi imi:
ipoiiancia al ingenio.
. , ,
Parece, pues, bastant? .claro que en e s t e n o iptervcna-Lvappr
de agua, lo que no es bice para que a. memoria, de dMasGO ,<le
Garay, como hombre inteligelite mecdriica,.fsica y'cjumica,
sea digna de encomio. A la rueda hidrulica,'que impulsada poi" el

/. T

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


salto d e agua hace girar el eje, dio aplicacin inversa; girando el
eje hizo mover la rueda y con ella impuls la nave, invencin
no insignificante, aceptada por Fulton en 1803 al ensayar por vez
primera la navegacin con buque de vapor por el ro Sena, y que
persevera en nuestros das, preferida como motor de bajeles en
trayectos fluviales y para los de recreo y gran velocidad.
De la destilacin del agua del mar he tratado en otro artculo;
de las dems ofertas de Blasco de Garay no he visto noticia precisa anterior las disposiciones oficiales que voy extractar.
CAMPANAS DE BUZO Y MOLINOS
Real cdula de S. M. y Seores del Consejo en que se concede
privilegio exclusivo por trmino de diez aos D. Pedro ngel
de Albizu, arquitecto mayor de Cdiz, para usar en los puertos
del Reino una mquina que ha inventado con que se puede operar
dentro del agua. Madrid, imprenta de la viuda de Marn, ano 1793,
Cuatro hojas en folio.
Invencin del Teniente de Navio D. Jaime Martorell de una
mquina para sacar agua, aplicable molinos de trigo, trapiches
de azcar, sierras de madera, por medio de una potencia horizontal impelida del viento. Gaceta de Madrid de 10 de Agosto
de 1798.
Real cdula de S. M. y Seores del Consejo en que se concede
permiso y privilegio por diez aos D. Manuel Snchez de la
Campa, buzo mayor de la Real Armada, para usar en los puertos
de Espaa de una mquina hidrulica que ha inventado, con la
cual se puede extraer lo que se encuentra en el fondo del mar.
Madrid, Imprenta Real, ao 1799. Cinco hojas en folio.
CESREO FERNNDEZ DURO

MARTIN FERREIRO
FUNDADOR DE LA SOCIEDAD ESPAOLA DE SALVAMENTO

Primeros esludios de Ferroiro. Su ingreso en la Direccin de Hidrografa.


Importantes trabajos que efectu.Cmo naci su idea de fundar la Sociedad
de Salvamento.Historia importancia de esta Sociedad.La Estacin de La
Tunara.Salvamento del Fortunata.

uiN no conoce en Espaa el nombre de


Martn Ferreiro? No slo figura entre los
de aqucllosque se han distinguido como
hombres de vastsima ilustracin, slida
ciencia infatigable laboriosidad, sir.o
que tambin, y lo que es atin ms noble y hermoso, entre los que han legado la historia un recuerdo imperece
?-' dero como bienhechores de la humanidad.
Hubicrale bastado seguramente al
ilustre Ferreiro su ttulo de iniciador de
la Sociedad Espaola de Salvamento de
Nufragos (de la cual hablaremos ms
adelante) para merecer bien de la patria
y la estimacin y respeto de los hombres honrados.
Nacido en Madrid el 10 de Marzo de 1830, y despus de recibir esmerada educacin y el ttulo de bachiller, dedicse al estudio de aquellas ciencias y artes que ms se avenan con su temperamento y aficiones, las matemticas, idiomas, geografa y dibujo, acariciando la
idea de seguir la carrera de ingeniero, propsito que causa de las
especiales circunstancias por que atraves entonces su familia no pudo
realizar.
Dedicado trabajos especiales, no tard en demostrar su vala tomando parte en los del Atlas de Espaa, empresa encomendada don
Francisco Coello, actual Presidente de la comisin ejecutiva de la Sociedad de Salvamento de Nufragos, y con este motivo hizo multitud
de itinerarios y recorri durante once aos muchas provincias de Espaa, entre ellas las de Castelln, Tarragona, Barcelona, Zaragoza,
Teruel, Huesca, Avila, Len, Oviedo, Ciudad Real, Badajoz, Cceres,
Crdoba, Jan, Granada y Almera; hizo asimismo una triangulacin
desde las costas de Granada hasta Madrid, y al Oeste de dicho meridiano hasta Llerena, Medelln y el puerto de Minarete, y levant planos de varias poblaciones, tales como Vera, Motril, Castropol, Luarca,
Cangas de Tineo, Infiesto, Covadonga, etc.
Obtuvo luego, mediante oposicin, la plaza de delineador constructor de cartas en la Direccin de Hidrografa, y en este centro prest
su valioso concurso la redaccin de la edicin oficial espaola del
Cdigo internacional de seales, trabajando primero con el Capitn de
Navio D. Salvador Moreno y luego con el Teniente de Navio D. Pelayo Alcal Galiano.
Tradujo esta obra de la edicin inglesa de Larkins. Tanto por este
servicio como por otros especiales que realiz con singular pericia, se
le concedieron los honores de Teniente de Navio de primera clase, y
fu adems condecorado ^con una cruz del Mrito Naval de primera
clase y dos de segunda.
58

Al instituirse en Madrid la Sociedad Geogrfica se le confiri el cargo de Secretario, y ms adelante fu elegido Secretario general perpetuo, explicando en aquella poca durante cinco aos la clase de
geografa de Espaa en la Asociacin para la Enseanza de la Mujer.
Adems de las Memorias sobre progresos de la geografa, que por
entonces redactaba semestralmente, public muclios y notables artculos y trabajos relativos Marina y geografa, las obras Diccionario martimo espaol^ Anuario de mareas en colaboracin con los seores D. Jos de Lorenzo y D. Gonzalo de Murga, y prest tambin su
ayuda al Sr. Coello para la traduccin de la magnfica obra de Reclus titulada Nueva geografa universal. La tierra y los hombres. Por
la publicacin de su Mapa histrico de Espaa en el siglo XVI fu
nombrado individuo correspondiente de la Real Academia de la Historia (1872).
Era el inolvidable D ; Martn Ferreiro corresponsal de la Sociedad
de Geografa de Lisboa, posea el diploma y la condecoracin de Oficial de Instruccin ptiblica de Francia y de Oficial de la Corona de
Italia, medalla de p)lata de primera clase de la Sociedad francesa de
Topografa, medallas de las Exposiciones martimas de aples y del
Havre, diploma de la Exposicin universal deViena, medalla de oro de
la universal de Barcelona, etc., etc., y por Real decreto de 4 de Agosto
de 1888 se le concedieron los honores de Jefe superior de Administra
cin civil, premiando su incansable laboriosidad el Ministerio de Marina con un sobresueldo
Se le haba encomendado Ferreiro (en 1866) la formacin de la
estadstica que anualmente publica la Direccin de Hidrografa de los
naufragios ocurridos en las costas de la Pennsula y Baleares.
La lectura de los partes que detallan estos dramas martimos le
conmova; vio con dolor profundo que los resmenes por l formados
arrojaban en un perodo de quince aos la espantosa cifra de i.800
personas ahogadas, y grabndose en su alma las imgenes de estas
vctimas de las tempestades, concibi la realizacin de su pensamiento, tan grande como noble y humanitario, trabajar en favor del salvamento de nufragos.
Solo y sin recursos de ningn genero, en la creencia de que pocos
esfuerzos seran bastantes despertar las simpatas generales en favor
de su ideal, acudi la prensa peridica, moviendo la opinin pblica,
primero desde las columnas de La poca, y luego en la Revista de
Marina, que se estableciera una Sociedad Espaola de Salvamento
de Nufragos. Con el apoyo del Almirante Rubalcava, pudo cimentar
las bases de institucin tan humanitaria como patritica.
Publicados sus estatutos, la Sociedad mereci desde luego el concurso de la Real Familia; fu puesta bajo el patronato de S. M. la
Reina D." Mara Cristina y proteccin de la Infanta Isabel; nuestro
malogrado Monarca D. Alfonso XII honr las listas de socios siendo
el primero de sus protectores, y de todas partes del litoral, como de
las pol)laciones del interior, se reciban adhesiones, viendo as recompensados Ferreiro sus sacrificios infatigable propaganda; y prueba
de modo elocuente su fe y constancia en procurar auxilios para la
Sociedad, haber obtenido en su principio que extranjeros generosos
contribuyeran, unos con valioso material, y otros con donativos y
premios al engrandecimiento de la obra debida su iniciativa.
Los interesantes progresos alcanzados, hijos son de sus trabajos.
Avivado el estmulo de nuestra poblacin de mar, se han creado 64
juntas de salvamento, que llevan salvadas directamente 802 personas
y premiado el de otras 4.005. Cuntas de stas al oir el nombre de la
Sociedad derramarn lgrimas de gratitud recordando que ella deben
la vida, y cuntas familias salvadas del luto y la miseria merced sus
auxilios bendecirn tan noble institucin y harn votos por su prosperidad!
La narracin de los rasgos de verdadero herosmo, de valor temerario, de abnegacin sublime, realizados por los que han prestado sus
servicios esta humanitaria Sociedad desde su fundacin, podra
llenar un grueso volumen y proveer de abundante material para escribir cien dramas martimos. Ni aun para enumerarlos hay suficiente
espacio en estas columnas.
La Sociedad, patrocinada por todos los hombres de corazn, ha ido
adquiriendo grandes vuelos y sobreponindose en importancia otras
extranjeras de su ndole, contando con multitud de Juntas instalaciones en diversos puntos del litoral espaol, as como de un rico material de salvamento.
Entre las varias estaciones fundadas merced al desprendimiento de
generosos donantes, merece especial mencin la que se halla en el
punto denominado La Tunara, inmediato Gibraltar, cuya creacin
hllase relacionada con asuntos de honor nacional. No podemos resistir la tentacin de dar cuenta algo detallada de este acto nobilsimo.
Aos hace que por los Ministerios de Estado y de Marina se indic
que era muy sensible para el Gobierno verse en la necesidad de permitir el paso de la lnea los ingleses de Gibraltar (aunque por motivos humanitarios) conduciendo caones y fusiles de salvamento,
siempre que ocurra en la inmediata costa espaola el naufragio de
un buque.
El Gobierno invitaba, pues, la Sociedad fundar en aquel sitio
denominado La Tunaraxmdi estacin de salvamento. Tiempo haca ya
que el Consejo superior de la Sociedad haba proyectado lo mismo que
entonces se le indicaba oficialmente; pero si bien pareca fcil que habiendo instalado 54 Juntas locales estaciones pudiera establecer
otra en la dicha costa de Tunara, era, sin embargo, empresa mucho
ms difcil, porque no se trataba de levantar el espritu de una poblacin para que las cuotas de sus socios sostuvieran sus gastos y utilizar slo para los salvamentos y ejercicios marineros y pescadores
all residentes en gran nmero, sino que en la costa de La Tunara, donde no hay poblacin, se haca indispensable sostener de continuo una
brigada dispuesta siempre funcionar y dedicada de un modo exclusivo al objeto de salvar vidas; por otra parte, una estacin de salvamento en aquel punto vecino de los ingleses no poda ser imperfecta;
necesitaba un buen bote insumergible, con un can lanzacabos del
mejor modelo y una caseta edificio donde se conservaran todos les
tiles de salvamento y que pudiera guarecer sus hombres.

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


A pesar de los sacrificios casi insuperables, con relacin sus recursos, que impona la Sociedad esta empresa, fu considerada tal
extremo patritica importantsima, que el Consejo superior acord
unnimemente proceder al establecimiento de una estacin de primer
orden en La Tunara, presuponiendo para ello ms de 9.000 duros de
gastos, cuyo acuerdo se comunic al Ministerio de Marina para su satisfaccin.
La Sociedad, persistente en su propsito, haca tiempo que vena
economizando cuanto le era posible, no obstante el material que enva
las Juntas pobres.
Mucho tiempo ms hubiera an necesitado la central para reunir lo
indispensable aquella fundacin, cuando inopinadamente recibi la
siguiente carta del Sr. D. Luis de Isasi, vecino de Jerez:
Deseando mis hermanos y yo conmemorar con algn acto benfico
el 29 de Febrero pr.ximo, primer centenario de nuestra buena y querida madre la Sra. D.* Juana de Dios Lacoste, viuda de Isasi (q. D.h.),
nos ha parecido que lo que cumplira ms nuestro propsito sera
ofrecer esa Sociedad 25.000 pesetas para que las destinara las
atenciones ms urgentes, si bien nos sera muy grato que con esa cantidad tuviese bastante para la construccin de un bote salvavidas que
se llamase la Buena Madre, y que lo destinase al punto de las costas
que esa Sociedad considerase podra prestar mejores servicios.
Y h aqu que, merced este donativo cuantioso, qued cubierto uno
de los sitios de la costa espaola ms frecuentes en siniestros con un
personal y material inmejorables.
La comisin ejecutiva contest al r. Isasi manifestndole que la
estacin de La-Tunara sera bautizada con el nombre dolaBuena Madre y el bote con el de Juana de Dios; que adosada al edificio se
construira una capilla donde pudieran dar gracias la Virgen los nufragos socorridos y luego volver los ojos la Buena Madre, cuyo busto pondrase al pie del altar y con su nombre y apellidos, para que los
librados de las olas conserven en su corazn el bendito recuerdo de
aqulla quien despus de Dios le deben la vida.
El Consejo superior concedi estos generosos donantes la medalla
de oro de cooperacin y el ttulo de socios de mrito.
Prueba bien elocuente de la grandsima utilidad que reporta los
barcos que navegan cerca de aquel litoral la instalacin de La Tunara,
es l salvamento que vamos bosquejar, efectuado el 5 del pasado
mes de Enero:
Al amanecer de dicho da apateci encallado hacia la playa de Levante (Lnea de la Concepcin) y en muy apurada situacin el brigbarca italiano Fortunata, que haba corrido un fuerte temporal y
estaba y partido y casi punto de hacerse mil pedazos. Demandaban
auxilio sus tripulantes, y sin prdida de tiempo acudi la orilla la
brigada de la estacin de salvamento, llevando el lanzacabos. Con
extraordinaria rapidez se practicaron las operaciones para salvar
los nufragos, y con tal pericia que al primer cohete qued el cabo
lanzado en poder de los tripulantes, de modo que en el intervalo de
una hora pudieron quedar salvo y en tierra todos ellos, cuyo nmero
ascenda trece.
Es digno de notar que, segn costumbre, vinieron auxilios de la
estacin de salvamento inglesa, instalada en la inmediata plaza de
Gibraltar; pero cuando llegaron al lugar del siniestro, viendo los magnficos aparatos que utilizaba la estacin de La Tunara y el acierto
con que sus hombres efectuaban las difciles operaciones de salvamento, hubieron de permanecer inactivos y como simples espectadores, aplaudiendo con entusiasmo el brillante servicio que la estacin
espaola efectuaba, salvando la vida aquellos infelices que slo en
Dios confiaban ya, esperando hallar la muerte entre las encrespadas
olas. Poco despus, los restos del buque, que se deshizo por completo,
flotaban en las aguas, y muchos fueroh arrojados la playa. El imponente aspecto del mar, la tremenda rompiente, hubiera impedido en
absoluto utilizar el magnfico bote salvavidas que tambin posee esta
estacin.
Hemos credo oportuno extendernos en algunos detalles referentes
la Sociedad Espaola de Salvamento de Nufragos, para conmemorar as el i8. aniversario de su fundacin, cumplido en fecha reciente;
el ilustre fundador, Martn Ferreiro, ciue en vida supo conquistarse con
su modqstia y afable trato el cario de cuantos tuvieron la honra de
llamarse US amigo?, su muerte, ocurrida el s de Abril de 1896, ha
dejado n nombre de imperecedero recuerdo, el de hombre honrado,
el de sabio y el de bienhethe^'.'
feiV?:.'^;.L;..

LA ISLl DE YESO Y LOS ABORtelS DS. JiPR


A isla de Yeso, cyft'liiotnbfe oficial en
Japn es Hokkaido, es la ms septentrional de las mayores del Archipilago, est situada entre los 41 1/2
y 45 1/2 grados de latitud Norte, y
aunque en anloga latitud que el Norte de Espaa y Sur de Francia, sus
condiciones climatolgicas son distintas, pues pasa seis meses en el ao cubierta por las nieves. Asimismo se diferencia mucho de las otras que forman el Archipilago japons en la flora
y en la fauna, y aun los fsiles encontrados difieren en estas islas,
si bien de formacin cretcea semejante. La gran profundidad del

estrecho de Tsugar, que separa Yeso de la isla Mayor de


Hondo, demuestra que al menos en pocas geolgicas recientes no
formaron parte una de otra.
Sin restos de templos ni monumentos, excepto algunas reliquias
de la Edad de Piedra, no ofrece recuerdo histrico alguno, pero
es interesante por la hermosura que all presenta la naturaleza y
por conservar los pocos ejemplares de la raza de los <:ainos>, que
en un tiempo poblaron gran parte del Japn.
La raza japonesa, si raza puede llamarse la de este pueblo,
que no es ms que una mezcla de malayos, chinos y coreanos, y
por consiguiente monglica, no conserva rasgo alguno de la raza
aina, que fu la de los primitivos habitantes del Norte del Archipilago y que, como hemos dicho, habita hoy en escaso nmero, decreciente cada vez, la isla de Yeso. Las uniones sanguneas de estos aborgenep con los propiamente japoneses no es fructfera, bien desaparece en la segunda lercera generacin.
Los ainos corresponden una raza especial, que se distingue
anatmicamente por el aplastamiento de ciertos huesos del brazo
y de la pierna (el hmero y la tibia); etae observado solamente
en algunos de los primitivos hombre* d Eijfj
La diferencia entre ainos y japon^ses-.i''^ " |fcadsima, "no slo
i son de raza monfsica, sino moralmente. Desde luegoio>'|^ ,^^
glica; su abundante y rizada calje^^ifc:, lada barba, alta
* carencia
estatura y regular conformacin; su^ pacatiafl
de instruccin y de literatura, hasta l extrern de desconocer la
. escritura, formando su historia tan slo narraciones y cnticos
transmitidos de generacin en generacin; su religin, constituida
por un cidto la naturaleza, deificando al sol, al viento, al oso, etc.;
continan en el mismo estado que en los ms remotos tiempos;
sus casas son chozas infectas, desconocen la limpieza y el bao;
sus armas consisten en puales de hierro, envainados en fundas
de madera toscamente labradas y arcos y flechas de formas primitivas; su bardo traje con dibujos regulares de tela aplicada, y
sobre todo la triste cualidad de una desmedida aficin las bebidas alcohlicas, forman el conjunto de los rasgos principales de
esta raza.
Las mujeres, bien proporcionadas por regla general, llevan tatuado en negro alrededor de la boca una especie de bigote, y se
dice que el origen de esta extravagancia fu para engaar al enemigo en las guerras contra los invasores, para que las tuvieran por
hombres y no privasen los ainos de sus compaeras. La ocupacin de los ainos la constituyen la. caza y la esca para su propio
sustento. Su carcter parece dulce inofensivo, pero receloso.
Las misiones catlicas en aquella isla sacan jioco partido de su
ficticia conversin, que no dura ms que el tiempo que permanece entre ellos el misionero;.^(gS|jtt(le socorrer con algo.
En el pueblo aino de EdSmi, donde logr hacer algunas fotografas, venciendo con algunas monedas su resistencia servir de
modelos, tuve ocasin de convencerme de una de sus cualidades,
vindoles al siguiente da e n t r ^ a d o s los deleites del alcohol que
pudieron adquirir 'Con aguel dinero
Su lenguaje ^Jaiccitioso y sencillo; tiene paredd
al japon^:,:y^a"^stema de contar es engorxa"*^*^
eJSi^Io, para decir una persona q u e .
edad, se expresa diciendo: Yo terjgd'''
decena.
La influencia de la-civilizacin
las
sangrientas luchas que les hicieran ;
primitivos. Tan slo queda como s^lo d
isla
de Hondo algunos nombres, como Noi
za en el mar del Japn {notto en aino ;
negawa ro Tone, cerca de '^ciao (ionn
gua aBa)itc.
Los japoneses hasta el x^lo XVII no hi
para la colonizacin de ^sSo. E a ^ 6 o 4 , el wv.
y regente) premi un taimiov^eor feudal)
en el SW de la isla, con el gonefnc) de ella
tal en Matsumae. Los suoesetes.de^'

mo hasta ht bolieiStti
los infortunados aiOfl^^ i
se le in^fuyera y. '

tanzas.
El actual Gobierno es l^v
' y trata con dulrai'^pero
sin sacarlos del ^-^i^^
,
"fit se encuentran,^4^
,. Los hombres fe l^st^dStjC^.^, ^meojpons, Jl^ffiian el
sistema de colomrd<5n^9ilB^^ ' cf eouni^oficma especial
llamada Kaitakttshi; contrataron on^\^^_ listn aniericana,
,
^ gast^^_
ronse grandes sumas (ae calcula ett,5p'iJ!ll^^iolax4p"q'ue
Yeso ha costado al Goberao) n t*acM .i^bliccgs-.ttqp^ando
una era de prosperidad. Hoy da est suprimido el Katiakushi, y
la administracin de la isla est asimilada al resto del imperio en
forma de prefectura.
Como dato histrico contemporneo citaremos que esta isla,
en 1868, se dirigi al mando de la Escuadra revolucionaria del
Shogun, el actual Almirante Enomoto; captur Matsumae y
Hakodate proclamando una repblica, pero se rindi al poco tiempo vencido por los buques del Emperador.
Las producciones principales y de exportacin son el pescado
59

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO

l l

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO

SOCIEDAD ESPAOLA DE SALVAMENTO DE NUFRAGOS-ESTAClC'F DE LA BUENA MADRE. EN LA TUNARA

(LNEA DE LA CONCEPCIN)

^^>Si,

APARATO LANZA-CABOS SPANDAU DISPARANDO SOBRE EL .FORTUNATA

SALVAMENTO DE LA TRIPULACIN DEL BRIG-BARCA FORTUNATA

^
A

feOE SALVA-VIDS JUANA DE bOS, SISTEMA RREST

bikECTORES V BRIGADA D E LA ESTACIN QUE REALIZ EL SALVAMENTO

EL MUNDO NAVAL
y el carbn y una especie de algas (kombii) muy apreciadas en
China y Japn como artculo de comida.
Los medios de comunicacin por mar son diferentes lneas de
pequeos vapores japoneses, y por tierra un ferrocarril que une
taru,Mororan y Saporo con algunos ramales las minas principales de carbn. El resto lo constituyen malos caminos y el centro de la isla est ocupado por el bosque virgen.
I-as principales poblaciones son: Saporo (la capital), donde reside el Gobierno de la provincia. Tiene una granja modelo, un museo regional, hipdromo, jardn botnico y una cra caballar propiedad del Gobierno, quiz la ms importante del imperio; en sus
in'oximidades hay un presidio montado con los ltimos adelantos de
la penitenciara; misiones catlica, protestante y ortodoxa, etc. Ihi
curioso detalle ocurri cuando se traz esta ciudad, que deba haber tenido sus calles orientadas NS. y EW.: la comisin se equivoc en la correccin de la aguja y la aplic con signo contrario, resultando en una orientacin oblicua la deseada; ste es un caso
en que el error ha resultado conveniente, pues en un pas como el
que nos ocupa, tanto en invierno como en verano, con su crudeza
exagerada, la orientacin al NS. y E W . de las casas las hubiera
colocado en la menos confortable posicin.
Hakodate es la ms europea de las ciudades, pues es el puerto
donde recalan todos los buques extranjeros mercantes y de guerra.
Tiene un gran movimiento comercial. Su topografa le da alguna
semejanza Gibraltar.
Otaru es una nueva ciudad y un nuevo puerto floreciente, por
el gran mercado de exportacin de pescado.
Mororan, magnfico puerto que en un tiempo pens el Gobierno japons utilizar para sitio de un arsenal naval, proyecto al
pare:er abandonado. Es uno de los almacenes de carbn para la
Marina.
,_ - .
Akkeshi, clebre por sus ostras.
'
Nemuro, con un colegio de agricultura.
Fukuyama, nombre moderno de la antigua capital Matsumae.
Y, por fin, como poblacin puramente alna, Piratori es la de
mayor importancia.
C. IGO
-)./;>/ r'
Teniente de Navio.

ILUSTRADO

para motejar de b/iijos sus anunciadores, y si bien el hombre, eij su


constante afn del plus-ultra y atendiendo sus necesidades modernas
de investigacin y deseo de explicarse el por qu de todo, insaciable
siempre, ni ceja ni descansa en el continuo avance de esta ciencia,
menester es confesar que en los recientes tiempos hemos dado un gran
paso en los adelantos lueteorolgicos.
Los observatorios se han extendido con profusin por todo el orlie,
y el telgrafo, poderoso auxiliar que, borrando distancias, ntimamente
los liga, facilita los medios consiguientes para poder seguir paso
paso la luarcha de las evoluciones atmosfricas en sus leyes fundaiuentales. Aos y siglos do trabajos no interrumpidos nos han revelado los
principales datos del arcano, y puede decirse que hoy, en los pases civilizados que tienen el servicio lueteorolgico bien montado y que viven d la modenia, no habr tormenta (vulgarmente hablando) que con
la antelacia debida o se prediga y anuncie en las publicaciones diarias oticiales... pero el marino en su nave, en la mar, luiles de leguas
de estas fuentes de informacin, falta de datos tan preciados, menester es que cuente con medios propios que le amparen de las sorpresas peligrosas de su constante enemigo, y as, con los minsculos auxiliares que, cual luadre prdiga y cariosa, la ciencia meteorolgica le
entreg como talismn, al dejar el puerto, con el vulgar barmetro y
sus inseparables termmetro y psicrmetro, unidos los ltiinos cousejos y predicciones que recibj al zarpar, lnzase confiado esa lucha,
de la que slo la constante observacin de aquellos instrumentos fieles y su prctica y experiencia podrn sacarle airoso. Pero no se limitan sus observaciones continuas la lectura del barmetro, la medicin del grado de humedad relativa de la atmsfera, la temperatura del ambiente y la direccin y fuerza del viento, no; otros detalles
y datos no menos importantes investiga su afn, y aquellos curiosos
lectores de Ei. MUNDO NAVAL ILUSTRADO que hayan cruzado el Atlnti-

co el Indico recordarn asimismo el balde de agua salada que saca


el timonel desde el puente, al finalizar la guardia, para medir la temperatura del agua del mar; el constante mirar d las nubes del Capitn
celoso con costumbre inveterada, y sobre todo, lo minucioso que apa
rece en dita, faena en los momentos del primer saludo del sol al apun
tar el da y en su despedida al terminar la jornada. No caen, corno
suele decirse, en saco roto tanto mirar y tanto medir; minuciosamen
te anotados y recopilados, encontraris ms tarde estos datos en el
cuaderiio de bitcora, que legaliza con su firma el oficial de guardia
al descender del puente despus de las cuatro horas de constante acecho, y all, en aquellas pginas, estudia el marino, cuando el caso lo
requiere, la futura borrasca qu trata de sorprenderle.

Lejos de nuestro nimo y de la ndole de este artculo est la idea


de tratar, siquiera fuera ligeramente, el problema complicado de la prediccin del tiempo en la mar con estos datos, siendo asunto que absorbe hoy, como hasta aqu lo hizo, inteligencias completas de hombres de ciencia y.volmenes enteros, y no menos intempestiva sera la
descripcin y anlisis, estudio y explicacin de los instrumentos meteorolgicos que antes quedan reseados por harto conocidos; pero
ms de una vez hemos odo hacer preguntas curiosas y atinadas algn pasajero observador, en su afn de investigarlo todo, fijndose en
esa insistencia del hombre de mar que mira las nubes, y satisfacer
Les nuages nous offrent a tout instant l'image fideesa curiosidad, harto lgica y natural, de aquellos mis lectores que la
le d'une boiissole celeste, dont la'marche repuliere
tengan, aunque sea ligeraiuentc, ya que el espacio me tasan, tienden
guide nos pas dans la conaissance des lois de la mlos presentes mal redactados renglones.
canijue terrestre.
Recordemos que las nubes son el producto resultante de las corrientes atmosfricas que cruzan los espacios. Masas de aire de distintis temperaturas y desigualmente cargadas de vapor de agua, que al
N antiguo' refrn dice: TTotnhrc prc-<c.jiido encontrarse en sus caminos, con trabajo se mezclan, y en sus acciones
y reacciones motivan esos meteoros nubosos que cual ninguna otra
'jalepor dos, y esta mxima vulgar, hija
manifestacin atmosfrica atraen la atencin de todo ciudadano pacfi
de la experiencia de los siglos y de la
co, tanto del viajante, del agricultor y del marino, quienes en sus pems rudimentaria lgica, es la base funculiares anhelos, con ojo interrogador, con inquietud deseos, segn
damental origen y razn de ser, de esa
sus necesidades sociales, aspiran prever en ellos el buen tiempo el
rama de los estudios n-iartimos denomalo del da de maana.
minada Meteorologa y prediccin de
La posicin geogrfica, las condiciones orohidrogrficas y topogrfilos tiempos.
cas y la constitucin climatolgica imprimen en cada lugar un carcEl ingeniero naval y el armador proter particular las nubes; pero son estas diferencias deforma tan slo
curan desde luego, con toda buena fe,
debidas distintos grados de actividades fsicas, nunca intrnsecas, y
<iue la nave, hija jiredilecta del ingenio
bajo todos los climas, sus evoluciones, sus estructuras fundamentales,
del uno V del capital del otro, encierre
sus efectos entre s ntimamente ligados y sus influencias sobre el esen sus entraas las armas esenciales de
tado general atmosfrico es anlogo.
defensa propia, desgraciadamente no
Las nubes son, por as decir, un gran libro abierto en el finuaiuensiempre suficientes, que han de servir
to, que semejanza de brjula directiva marcan en cada instante la
en manos de Capitn experto para la
velocidad, direccin y altura de las corrientes superiores, que poco
feliz travesa del bajel costoso al cruzar
sM.
poco descendern las superficies inferiores. Mientras persista una
los traviesos y traidores elementos que
sola nube en nuestro horizonte tenemos, vlgame la frase, una veleta
le acechan; y como quiera que el empleo justo de las propiedades inindicadora, espejo fiel de la circulacin atmosfrica ante nuestros ojos.
herentes de los buques, el seiralamiento de la derrota y todas sus conRoetas y artistas, entre otros Aristfanes, Leonardo de Vinci, Thomptingencias forman, por as decir, la ciencia esencial del luarino, ste,
son, Goethe y muchos ms, han descrito en sus obras con plumas
; desde luego, incumbe el conocimiento previo de los peligros que le
inspiradsimas por los caminos del idealismo estos meteoros impresioamenazan, para, cual general en vsperas do batalla decisiva, por la
nistas; nosotros, ms prosaicos hoy, diremos tan slo que las distintas
importancia supuesta del enemigo y situacin de ste, preparar y disformas de las nubes emanan de su estructura, y sta su vez de la
;tribuir convenientemente sus propias huestes.
temperatura y de la manera de efectuarse la precipitacin del vapor
i Base de la buena estrategia en una guerra es el estudio prior/, de
de acfua. Si el vapor de agua se transforma en agujas de hielo, tendre:las armas enemigas, y el empleo de espas en los ejrcitos es auxiliar
mos el tipo llamado cirrus; si resultan cristales de nieve, el cirro'indispensable para un buen plan de batalla; as pues, el malino, en la
cumulus; si vesculas acuosas, el cumulus y sus derivados.
""constante acechanza de los elementos batalladores que le rodean, jus
La forma estratificada de velo filamentada da lugar las denomito es dedique largos estudios conocerlos, investigar su poder,
nadas strtris, y la precipitacin del vapor de agua en forma de lluvia
calcular sus fuerzas destructoras, saber su manera de manifestarse,
por efecto de condensaciones rpidas descargas elctricas en las
sus consecuencias, etc., as coiuo tambin, y con doble importancia,
masas nubosas reacciones entre las distintas especies familias,
conviene que presienta con toda la mayor antelacin posible la menor
seala otra variacin m;s en las clasificaciones, denominada nimbus
revolucin atmosfrica en sus orgenes de formacin, para con tiempo
palium, segn autores modernos que estas fechas an no estn de
y calmoso juicio trazar el plan de defensa de su minscula nave, hecompleto acuerdo en estos nombres descriptivos.
roico gladiador, pigmeo al lado de sus contrincantes en la pelea, los
Las combinaciones de estos nombres bsicos dan lugar muchas y
grandiosos y abruiuadores elementos desencadenados de las supremas
variadas denominacioees y estructuras que alargaran estos renglones.
fuerzas libres.
Fijemos nuestras explicaciones tan slo en las principales fundaLa Meteorologa, al unsono del progreso cientfico general del siglo
mentales.
presento, nos ofrece hoy ya muchos problemas resueltos, que seguraLa familia cirrus son las nubes ms altas del firmamento; se manmente en tiempos no muy remotos hubieran sido suficiente motivo

POR LAS NUBES

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


tienen en regiones que alcanzan 9.000 metros de altura; sealan los
En sus caracteres fsicos se encuentran diferencias muy notables si
efectos de las corrientes atmosfricas superiores, y como consecuencia
se les c o m p a r a con los individuos dedicados trabajos corporales: el
inmediata presagian con gran antelacin las futuras revoluciones de
sistema muscular en los hombres de estudio es muy excitable y por
las capas inferiores. De aqu esos rabos de gallo phimifarmes
anunlo general poco desarrollado; las funciones fisiolgicas d e los diferenciadores de cicln baguio en nuestras posesiones ultramarinas, que,
tes sistemas de que est constituida la organizacin, en completo desno obstante hermoso tiempo y atmsfera serena, preocupan nuesequilibrio, marcndose el predominio del sistema nervioso sobre los
tros observatorios y marinos tan seriamente.
dems, y de aqu que sobrevengan trastornos, al principio sin importancia, y que ms t a r d e han de desarrollarse con cierto incremento
En las capas intermedias en altura (7.000 metros 3.000) se manafectando, ya al orden fsico, ya al psquico.
tienen los cumtilus y sus derivados, ese ciclo aborregado nubes monL a falta d e equilibrio entre el ejercicio intelectual y el trabajo,
taosas que tan frecuentes son en nuestros climas d u r a n t e el da. Numejor, la gimnstica muscular, afecta de un modo nocivo la salud
bes de verano inofensivas que nacen generalmente con el sol, cuando
del que se dedica al estudio; ocupados sus centros nerviosos en t r a b a la evaporacin terrestre y la corriente ascendente dan principio, y fejos de ndole que slo puede ser sedentaria, el sistema muscular ha d e
necen con la luz del da, cuando el enfriamiento nocturno tiene lugar.
encontrarse en un grado de debilidad y atona suma: si esto se aaSus caprichosas formas ms de una vez inspiran la fantasa h u m a n a
de las posiciones forzadas q u e
y la imaginacin del observador detalla en sus contornos
tiene que adoptar el cuerpo, el
encorvamiento de la columna
toda clase de p a n o r a m a s y figu- .-- - -yj^.,_,5rr--..~.*- ;_r-; ! - ;
vertebral, la inclinacin de la
ras fantsticas: cundo una baI
cabeza, la posicin de los brah a c o n promontorios, cabos, iszos, etc., etc., se comprender
las, pennsulas y arrecifes; cunprimera vista cuan defectuosa
do ros, mares, barcos y vastos
;
es la higiene bajo el punto de
continentes; otros figuras hui
mira de la gimnasia.
manas y de animales m o n s t r u o
sos curiosamente delineados.
Es incompleto y hasta falso
el sueo en esta clase de sujeL o s ?iitnbus son las nubes de
tos, y se explica fcilmente: tietempestad que se a r r a s t r a n hasnen que dedicar toda su activita el nivel del suelo, el cliubasco
dad cerebral sus trabajos, las
que llaman los marinos, cuyo
clulas nerviosas adquieren una
color obscuro amenazador por
excitacin irritabilidad tal,
dems es conocido.
que dura aun despus de termiAvanzan veces con rapidez
nada la tarea del estudio; as es
vertiginosa y la buena prctica
que el sueo se concilla con
distingue en sus formas y cologran dilicultad, y si logran cores si trae m u c h a agua mugerlo, no es tranquilo, sino que
c h o viento. Un refrn antiguo
est p e r t u r b a d o por ensueos
entre la gente de m a r seala
fantsticos.
como ms peligrosos aquellos
No quiero h a b l a r ni meterme
chubascos que empiezan desfoen las consideraciones que afecgando en agua y poco v i e n t o .
tan los agentes csmicos que
Los autores modernos no eslos rodean, que influyen sobretn acordes en la clasificacin
manera hacindoles anmicos y
stratiis, que hasta aipi ha fordestruyndoles poco poco su
mado la cuarta familia fundaorganizacin. A stas y otras
mental de las nubes. Dejemos
muchas condiciones antihigic]ue los sabios doctores acaben
nicas corresponde una patolode discutirla.
ga especial en las profesiones
Las continuas observaciones
intelectuales. El exceso de vida
sobre las nubes y los efectos
cerebral acciona como apuntade cada una de ellas, as como
mos en el sistema nervioso, allas manifestaciones peculiares
ternando entre otras funciones
que transmiten los instrumenhsiolgicas las digestivas: as
tos meteorolgicos, jicrmiten
son recuentes las gastralgias,
hoy con algn acierto predecir
S.ii-,
las digestiones penosas, difcilos cambios atmosfricos en un
les, las congestiones crnicas
observatorio, y ciertos caractedel hgado con todas sus conseres g e n e r a l e s universalmente
cuencias, y hasta hay algunos
c o m p r o b a d o s estn tambin al
que aseguran h a b e r notado la
alcance de la gente de mar en
frecuencia del epitelioma (cnsus relativamente imperfectos
cer) del estmago entre los pamedios de observacin.
decimientos propios de los suIntimamente ligada estos
jetos que someten su cerebro
datos, y sobre todo p a r a la deun crecido trabajo intelectual.
bida apreciacin de los mismos,
Estas mismas causas danS R . . A J S T T O N T O X). L X ' S S T C H
es menester que vava la prctambin lugar las enfermedaARMADOR DE LA REPELICA DEL URUGl'AY Y PRESIDENTE DEL A 7 E N E 0 LITERARIO
tica y el conocimiento de la lodes del encfalo, predominando
calidad, que slo fuerza de
Y CIENTFICO DE -MONTEVIDEO
los derrames cerebrales,las aluaos, sinsabores y escarmientos
cinaciones, la hipocondra, la
consigue el h o m b r e de mar. Las
monomana y hasta la enajenacin m e n t a l .
circulaciones atmosfricas tienen sus leyes inmutables y los continenUn gran nmero de h o m b r e s clebres fallecieron por d e r r a m e ceretes y corrientes marinas influyen con sus acciones parciales en la marbral: Linneo, Corvisat, Renard, Malpighio, Saint-Hilaire, Spanllanzani,
c h a general de los meteoros; n o obstante, y prescindiendo de aventuRicharsond, L a Bruyre, Coprnico, W a l t e r Scott, Rousseau y varios
rados augurios, hijos del lucro, que ocultndose bajo falsa ciencia emm s . Como casos de parlisis y de locura ctase al eminente crtico
baucan al vulgo, predicindole gtie el da 24 de Julio de u)oo liar
Manuel de la Revilla, Donizetti, Becquerel y Cazeau.x.
calor habr tormenta das cuatro de la tarde, la ciencia meteorolEl continuado y excesivo ejercicio del rgano de la visin es causa
gica verdad encierra preciados secretos arrancados con sin igual pade afecciones oculares: conjuntivitis, hiperhemias, miopas, etc.: Monciencia la naturaleza, que permiten sin ser adivino estipular la martesquieu, Buffon, Rousseau, Voltaire, Thierry, Beethoven; estos dos lcha general probable en plazo no lejano de las evoluciones atmosfritimos perdieron totalmente la vista.
cas-., pero recuerdo el final de un librito de refranes martimos debido
Influye de un modo evidente, demostrado en la prctica, la vida se e x p e r t a pluma y recopilacin de larga prctica.
dentaria que tienen que hacer los h o m b r e s de estudio, pues llegan
Dice as:
desarrollarse en ellos las afecciones en las vas urinarias, sobre todo
Del tiempo predecir,
las de la vejiga de la orina, y las calenturas, ocasionando molestias d e
es e.xponerse menlir.
consideracin siempre graves y muchas veces m o r t a l e s . E n t r e los
MARIO RUBIO Y MUOZ
hombres eminentes citados por el clebre Civiale, que padecieron
clculos urinarios figuranD'Alembert, Aymont, Bacon, Bossuet, Buffon,
Cal vino, Chamfort, Dessaugier, Dubois, E r a s m o , Fagon, Fournier, H a r veo, Linneo, Luther, Leibnitz, Miguel ngel, Montaigne, Newton, Portal, Riolano, Rousseau, Scarpa, Volney, Voltaire y Walpole.
Con lo dicho vemos el sinnmero de afecciones que con frecuencia
estn predispuestos padecer los h o m b r e s cuyos trabajos consisten
principalmente en un continuado ejercicio de la inteligencia: son sin
duda una de las clases d e la sociedad q u e rinden ms t r i b u t o la patologa. En la Escuela politcnica de Pars, en donde los alumnos se
J ^ o s hombres de ciencia, los literatos y todos aquellos que se distinguen en ms menos escala en sus producciones intelectuaencuentran en las mejores condiciones de higiene posible, las rudas y
les tienen un carcter especial.
pesadas tareas del estudio dieron lugar un aumento de afecciones;
Mr. Reville-Parise los ha descrito magistralmente: son sujetos poseslo d u r a n t e tres aos, de 586 alumnos h u b o 650 entre leves y graves,
aos de una especie de irritabilidad inquieta, celosos, impacientes, sus
que d a u n a proporcin de n i p o r 100.
constituciones orgnicas necesitan un sinnmero de precauciones y
Varios autores han hecha estudios, e n t r e ellos Casper y Mantezaga,
continuas lisonjas su amor propio.
muy completos s o b r e la vida media de los h o m b r e s de ciencia y d

EL TRABAJO INTELECTUAL

63

EL MUNDO NAVAL
letras, agrupando los matemticos, filsofos, historiadores, abobados, mdicos, polticos, fsicos, naturalistas, periodistas, etc., y ha
calculado que entre cada loo individuos slo 25 llegan la edad de
setenta aos.
Si se tiene en cuenta todo lo dicho sobre la perniciosa inHuenciaquc
ejerce en el organismo humano el continuado ejercicio intelectual y la
vida que indispensablemente tienenque llenar aqucUosquc se dedican
esta clase de trabajos, lgico es, y sobre todo de gran importancia, el
establecer un rgimen especial higinico con que se modifiquen y se
aminoren en lo posible las referidas influencias y los efectos nocivos
de tantas alteraciones patolgicas.
Pues si la higiene, esa joya de precio inestimable es la base primordial de la conservacin de la vida en perfecto estado de salud, y con
ella la humanidad se preserva de tantos males fsicos; si es el dique
donde se detienen todas las enfermedades, las terribles epidemias y
un sinnmero de catstrofes que afectan directamente los individuos,
alas familias, los pueblos, las colectividades, etc.; si es, en fin, la
segunda madre de la naturaleza, que vela incesantemente por la salud,
y si la salud es la esencia de la vida, que todo da excelente gusto
(cuyos placeres son permanentes y su riqueza inagotable), se comprender sin esfuerzo la importancia que tiene esta rama de la antroi)0loga.
No hemos de enumerar las reglas higinicas relativas la capacidad
y pureza del aire en la habitacin en donde se han de llevar cabo
los trabajos intelectuales, ni tampoco el continuado ejercicio cerebral
durante las horas en que los rganos digestivos entran en funcin.
Para compensar la inaccin de los que se dedican las penosas tareas del entendimiento, deben hacerse excursiones frecuentes al campo, ejercitndose mucho en la caza. No slo es conveniente sino indispensable el pasear por sitios despejados, amplios y donde lavegctacin
sea abundante y se respire oxgeno en mayor proporcin del que existe en la atmsfera siempre viciada del interior de las poblaciones.
Con estas ligeras bases de higiene (que sern otro da ms amplias),
y evitando que la sobreexcitacin nerviosa ahuyento el sueo y sea
ste el ms tranquilo y reparador posible, por medio del trabajo corporal, haciendo uso de la gimnasia de saln una ducha templada an- _
tes de acostarse, y empleando en lo posible pantallas traslcidas para
matar la accin inmediata los ojos del foco luminoso y alternando la
lectura con la escritura, que se deber hacer en cuartillas de papel agarbanzado amarillento, procurando que los renglones sean trazados en el
mismo sentido transversal (desechando la forma apaisada), podremos
al menos modificar las alteraciones fisiolgicas que en el organismo produce el ejercicio continuado y habitual de las profesiones intelectuales.
J. DAZ NAVARRO
Mdico (le la Armada.

* -:,

El estreno de Cleop:Ura.La santa indij^iiacin de los revisteros.


L a s compaas italianas y la prensa de Londres.

AMHUlN la indisciplina tiene sus encantos. No habria


Tenorios, no habra hroes sin la arrebatadora y
sedienta emocin del peligro. Ese ilustre general
Saussier, quien el buen pueblo de Pars acaba de
tributar espontnea manifestacin de entusiasmo, ha dicho que
todo ejrcito debe profesar la religin del silencio. Pero esta elocuencia del mutismo, fuera de los hombres de armas (jue tienen
por gloriosa misin todos los sacrificios, nadie ms se le debe
exigir en la tierra.
Hay entre la gente de letras una disciplina convencional y tcita que ningn profeso se atreve romper. Todos los desenfados de los escritores que pasan ])or independientes se emplean
aqu por lo general en corregir, castigar y enrojecer los infelices que aspiran introducirse en corral ajeno.
Y todo esto viene cuento, en vista del vocero (|ue han organizado los amigos de Selles la semana anterior en la prensa. No
ha gustado Cleopatra al pblico.^ Pues duro contra el Hiblico, que
para eso tiene grandes espaldas y no ha de quejarse por zurriagazo de ms menos, que bien sentada tiene su reputacin de
callado y sufrido, con ms de que no hay por ello para nadie alusin y por lo tanto nadie la recoge.
Y as habrn ledo una y mil veces con la ms evanglica
64

ILUSTRADO

mansedumbre todos los asistentes al estreno de Cleopatra los


calificativos de ignorantes, retrasados y pervertidos con que los
obsequia la crtica corriente. Notoria injusticia, mis nobles y discretos hermanos, porque el pblico que asisti al estreno de marras hallbase exclusivamente compuesto de periodistas, autores
dramticos, acadmicos y dems autoridades consagradas en el
templo de las ledras, y de ese selecto y culto auditorio que figura
en todos los estrenos y concurre ellos peso de oro.
Por la Comedia y por otros teatros de la coronada villa han jasado Ernesto Rossi, la Marini, Emmanuel, la Duze, Novelli y algunas otras celebridades del difcil arte de la declamacin, y todos
estos artistas han representado con deleite y aplauso del pblico
las obras del primer autor dramtico de la literatura universal, y
Adelaida Ristori, la famosa Marquesa de Capranica del Grillo,
segn dicen los que recuerdan la insigne trgica italiana, alborot nuestros padres en 1857 representando Cleopatra.
Mme. Clairon alcanz tambin ruidosos triunfos con esa hermosa
figura evocada por el genio de Shakespeare.
En esta comedia ideada y no sin travesura por todos los (|ue
amamos Selles, hemos repartido al pblico el papel de lego y
precisamente por los zurriagazos recibidos, el pblico pacientsimo
se ha impuesto en el secreto. Y ahora ha dado en preguntarse:
;Dnde est la pluma inmaculada de Selles.' Por ventura es el primer fracaso que sufre en la escena el autor de El cielo el suelo
y Las esculturas de carne?
Oh pblico desventurado! T asistes con verdadero amor al
teatro, t revelas la culta y resuelta aficin que te lleva all todas
las noches con un entusiasmo y una constancia superiores la
constancia y al entusiasmo del pueblo francs, en donde las empresas viven exclusivamente de la poblacin flotante; t no hablas en crculos, oficinas y reuniones de otra cosa que del teatro
y de las novedades del teatro, t aprendes y refieres todas las
ancdotas de bastidores y todas las particularidades ntimas de
los artistas y de los poetas y compras sus retratos y asistes con
solicitud incansable sus beneficios; t que vives con escasez y
al da sacrificas las primeras necesidades del hogar en provecho
de las empresas y sin embargo, te hacen responsable de todo, del
gnero chico y del gnero hbrido y de los gallos del Real y de
los atrevimientos y profanaciones que tantos suspiros te cuestan.
Por eso es lgico tambin que el pblico dolorido por los recientes azotes se pregunte:
cQu necesidad haba de mutilar las escenas inmortales del
sublime Guillermo.' Era el deseo de la empresa, era la aspiracin
de Mara Guerrero dar conocer la obra de Shakespeare, mostrarse intrprete de creacin tan alta? Pues con habernos dado
una fiel y respetuosa traduccin, con todos los miramientos y fervores que el insigne crtico Menndez Pelayo puso en traducir
algunas hermanas de Cleopatra, no habra responsabilidades para
nadie y nos hubiramos evitado esos donaires y cuchufletas que
nos envan los peridicos de Londres, y cuyos estirados colegas
no podemos gritar: Ha sido un acadmico!... Nosotros no tenemos la culpa!... Ramn Guerrero desconoce el ingls!
Hace pocos das Eugenio Selles del brazo de un seor italiano,
cuyo nombre no recuerdo, nos dio conocer en la Princesa la
obra que lleva por ttulo Infiel?, que tampoco fu del agrado del
ig:norante pblico y que la empresa del lindo coliseo de la calle
del Marqus de la Ensenada apresurse retirar del cartel. Como
hubo de fracasar en una produccin italiana el Sr. Selles, quiso
exhibirnos y revelarnos otra inglesa y de factura inmortal, merced por la que le hemos quedado harto reconocidos...
Esperemos el turno inevitable para aplaudirle de veras en una
obra espaola que por lo menos lo parezca...
Y que Dios, el literato y sus excelentes amigos nos perdonen si
hemos faltado las Ordenanzas generales que andan vigentes por
saloncillos y cerveceras.
RoouE F. YZAGUIRRE

GENTE CONOCIDA
NUESTROS

MSICOS

DON RUPERTO CHAP


6 ) LANDO se escriba su biografa extensa y meditada, habr que
compararle con los compositores ms notables de que pueda
envanecerse el arte musical.
Su precocidad fu tal, que pudiera creerse que naci sabiendo de su
arte lo que muchos autores todava ignoran al morir.
Cuando apenas contaba diez aos, diriga en Villcna, pueblo de su
naturaleza, una banda de msica, cuyos infantiles instrumentistas,
aunque mayores que l en edad, le respetaban como verdadero
maestro.
Su ima"inacin do nio, con la hermosa audacia de quien est segu-

2
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Marina de guerra francesa.-EL " J A - O R E G T J I B E R R Y , . ACORAZADO DE P R I M E R A CLASE

i-

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


ro de su i)ropi() valer, le hizo desear otro campo [jara sus aptitudes.
Al buscar en Madrid lo que su tii rra no le brinilaba, trajo de ella la
melanclica poesa que le inspiraron sus boscjues de granados y palme
ras. Aun hoy su msica, llena de pasin, deja adivinar la nostalgia de
aquellos lugares que fueron un da albergue de la hermosa civilizacin
de Oriente, y todas sus composiciones, escritas en pocas y lugares
diversjs, tienen siempre, como delicioso recuerdo del pas de su infancia, el sabor nacional bebido en los cantos r a l ) e s d e las costas levantinas .
Su Fantasa morisca, compuesta cuando tena veinte aos, ha sido
fuera de Espaa la ms admirable representacin de nuestro arte, y es
entre nosotros la ms celebrada de todas nuestras obras de concierto.
Ninguna como t-lia rene la vigorosa concepcin imaginativa la realizacin artstica magistral, sumando en un conjunto rara vez alcanzado la fuerza y la poesa.
Digna compaera suya es otra o b r a escrita algunos aos ms tarde:
Ai'.r v;iii'>mos de La Alhambra Si la Fantasa morisca se inspir en las
fiestas y en los amores de los rabes granadinos, Los gnomos de la
ALIiaiiihra nacieron de la visin del mundo sobrenatural poblador de
encantados alczares. P a r a penetrar en el misterioso recinto, Chap
llev Zorrilla de gua, como D a n t e Virgilio. L a o b r a del compositor
es complemento de la del poeta, y nos hace llegar por medio del
arte de los sonidos la regin remota de las .sensaciones, cuya evocacin, por cima de la palabra, est reservada al arte musical, donde ste
encuentra su verdadero dominio.
El mismo mundo sobrenatural que en I,os pioiitos de, la AUiamhra
haba abordado Chap en su hermossimo oratorio Los ngeles, escrito
durante su permanencia en Roma, y cuyo plan, trazado por l mismo
al poeta Arnao, fu acaso engendrado por la contemplacin de los
frescos inmortales de la capilla Sixtina.
T a n t o estas obras, como sus peras La hija de 'Je/te, Las naves de
Corts y Roger de Fljr, por ser de tan alto mrito, han valido su autor la inmensa indiscutible fama de que hoy goza, por todos acatada, y aumentada todava por las zarzuelas que despus ha escrito.
L a manera de estar organizados nuestros conciertos impide que los
compositores espaoles estn en constante relacin con el pblico, y
en cuanto al T e a t r o Real, en lugar de ser nuestro t e a t r o nacional de
pera, es slo sucursal de los teatros de Italia. Chap, huyendo de tales
trabas, comenz en buen hora enriquecer el repertorio de nuestro
teatro con o b r a s tan admirables como La tempestad y Aa i>ruja, ennobleciendo con su clsico estilo el gusto del pblico y transformando
al propio tiempo la antigua zarzuela, degeneracin hasta entonces de
la pera italiana, y convertida por Chap en algo muy diferente,
cuyos antecedentes hay que buscarlos en lo ms elevado del arte
alemn.
Solo ste ofrece algo semejante los primores que con facilidad
incomprensible brotan de la pluma del maestro espaol, algunas de
cuyas partituras, e n t r e las muchas que ha dado al teatro, pueden se.r
comparadas, por lo original de su inspiracin y la maestra de su forma, las pginas ms clebres que avaloran el arte de un Mozart o de
un Weber.

DON JER^NIMO JIMNEZ


n H . . STK notable compositor gaditano es una de las figuras m.s [lopu^-^
lares de la msica espaola y una de las que ms mritos tienen
p a r a serlo.
Desde que estren su Polaca de concierto pudo admirarse en l un
compositor que conoca todos los procedimientos de su arte, y desde
sus primeras zarzuelas se vio en l al autor dramtico conocedor experto de lo que es el teatro.
Con tales cualidades no es de e x t r a a r que el xito haya sido constantemente su esclavo, ni que sus o b r a s hayan alcanzado aplauso
unnime en los gneros y estilos ms opuestos.
Algunas de ellas estn inspiradas en los cantos andaluces, los cuales
bajo su pluma reciben brillante forma orquestal; otras vencen con
singular gallarda las dificultades que p r e s n t a l a msica aplicada al
sanete, donde, por regla general, toda elevacin lrica est fuera de
lugar. Pero donde su inspiracin se ha mostrado ms ntimamente potica y ms llena de delicada efusin h a sido en aquella cancin del pajarito de su zarzuela De vuelta del vivero, pgina que bastara para
hacer la reputacin de un maestro.
Jimnez tiene la doble naturaleza de compositor y de director de orquesta, y bajo ambos aspectos hay que estudiarlo.
Cuando hace algunos aos lleg de Pars, en cuyo Conservatorio halu'a perfeccionado su educacin, la amistad de Chap le llev al
teatro de la Zarzuela, donde Ducazcal organizaba una excelente compaa. All dirigi la Carmen, de Bizet, representada entonces por primera vez en Espaa, y IM l>ri/ja, de Chap.
E n ellas se revel como admirable director, nutrido en una tradicin
de arte y dotado de una instruccin que no posean en general nuestros
msicos.
Desde entonces pudo predecirse el alto puesto que haba de llegar
ocupar entre ellos, y a nadie que hubiese admirado sus condiciones
artsticas pudo sorprender que andando el tiempo fuese elegido por la
Sociedad de Conciertos p a r a ocupar su direccin.
Al frente de ella ha mantenido y mantiene brillantes campaas que
siempre ha contado como triunfos, dirigiendo con singular maestra el
repertorio clsico de las escuelas alemanas, y no excluyendo las obras
de los modernos compositores franceses y rusos, que l ms que nadie
ha popularizado e n t r e nosotros.
Su dominio de la b a t u t a es sorprendente y su confianza en los msicos que tiene bajo su direccin, tan completa que, sin exigir de ellos
sacrificios de tiempo y de trabajo en numerosos ensayos, obtiene casi
sin esfuerzo el efecto que se propone.
Alterna al frente de los conciertos con los ms famosos directores y
compositores extranjeros, y mientras algunos de stos, que vienen
66

precedidos de reputacin inmensa, no consiguen consolidarla, antes


bien la debilitan destruyen, el maestro Jimnez sigue en su puesto
recibiendo aplausos y asistiendo con igual impavidez la exaltacin
de los unos al d e r r u m b a m i e n t o de los otros.

DON TOMAS BRETN


I f A figura artstica del autor de J^a verlnna de la Paloma inspira
simpata y respeto.
Soando con u n ideal elevado, vino el maestro Bretn al palenque
del arte llevando por emblema la sinceridad, y en sus o b r a s musicales, en sus escritos literarios, en sus lides de director de orquesta,
proclam una y otra vez sus convicciones, afirmndolas con arrogancia y defendindolas con tesn y denuedo.
Si encontraba la causa del mal, la haca conocer con ruda franqueza; si surgan obstculos, arremeta con ellos p a r a allanar el camino; y
en su lucha con todos, vencedor vencido, se agigantaba su figura y
creca su reputacin, como si su contextura ciclpea se endureciese
con los trabajos y mejorase con los ardores de la pelea.
Nada le importaba que el pblico se prosternase ante ciertos dolos,
ni que se distrajese con despreciables frivolidades. Su voz robusta
clamaba contra los idlatras llamaba los frivolos, t r a t a n d o de congregarlos en el templo del verdadero arte
As, con igual sinceridad adverta los compositores principiantes
de los peligros que ofrecen las novedades que se admiten con poca
meditacin, como fulminaba anatemas c o n t r a las eminencias que
eran, su juicio, valladar infranqueable del progreso.
Predicando con el ejemplo ha producido obras en que se unen el
respeto de las antiguas formas y las aplicaciones ms delicadas del
novsimo arte instrumental, impregnadas todas del tono pico y robusto que es la caracterstica de su estilo.
Parece como que el maestro salmantino abriga en su alma todas las
viejas epopeyas leonesas y castellanas, y las vierte con mano prdiga
en las pginas de sus partituras. En todas ellas, su m a n e r a de sentir,
potente y severa, se revela llena de viril energa y los sentimientos de
los personajes dramticos estn siempre expuestos en un tono heroico
robusto y avasallador.
De este modo se comprende que su imaginacin persiga siempre
los asuntos de mayor tensin de afectos y procure que su msica tenga la dignidad de los antiguos hroes y sea noble como su pensamiento y fuerte como su brazo.
Por esta disposicin espontnea de su espritu ha podido sentir la
grandeza de la visin apocalptica del discpulo predilecto de Cristo.
Por ella ha encontrado tan apropiado acento p a r a expresar los encou'
trados afectos que torturan el alma de La Dolores, en aquel magistral
ltimo acto, donde la mujer ultrajada siente despertar su amor al
tiempo mismo que puede satisfacer su sed de venganza. Por ella ha
descrito con medrosa negrura la pasin repugnante de Juan Garin, el
ermitao de Montserrat, hacia la infortunada virgen cuyo sacrificio
narr Zorrilla en su Azucena milagrosa. P o r ella, en fin, ha podido
prestar tan acertado color los malaventurados amores de Isabel y
de Marsilla y pintar con tal justedad su funesto fin en aquella hermossima escena de Los amantes de Teruel, en que las preces de los sacerdotes, expresadas con los solemnes giros del canto llano, las piad(jsas quejas del coro, las elegiacas exclamaciones de Isabel y su admirable oracin, forman un conjunto conmovedor y profundamente
ijramtico.

DON MANUEL NIETO


l ^ ^ o c o s msicos espaoles pueden envanecerse de haber llegado tan
'^~'
hondamente como el maestro Nieto al corazn del pueblo.
En sus zarzuelas no hay que buscar efectos premeditados de combinaciones instrumentales, ni conjuntos que sean alarde intempestivo
de ciencia. L o primero se aviene mal con su manera de trabajar,
siempre rpida, y lo segundo, aunque lo completo de su instruccin
tcnica le permitira conseguirlo si lo desease, cae fuera de sus propsitos. Ms que nada busca en sus composiciones la sencillez que
permite destacar la meloda por cima de todo y que la hace perceptible aun la imaginacin indocta de la masa del pblico.
Su larga prctica del teatro, en cuyo contacto ha vivido siempre, le
ha hecho conocer el gusto de los ms, y con fino instinto, en medio de
los fragmentos casi repentizados de sus zarzuelas, coloca hbilmente
algn nmero cuya belleza meldica, mezcla de giros populares y
achulados, est llena de novedad y elegancia.
En este gnero ha producido verdaderas obras maestras, cuyo
recuerdo est en la memoria de todos. Los tangos de Certamen nacional y del Corro frigio han sido tarareados por todos los espaoles, y
el famoso schotis que cantan aquellas saladsimas chulapas vestidas
vcon una bata de percal plancha
y unos zapatos bajos de charol
ser siempre uno de los fragmentos musicales en que ms ntimamente
palpita el alma del pueblo madrileo.
MANUEL MANRIQUE DE LARA

EL MUNDO NAVAL

El personal femenino en el teatro.A ionio y Clenpatra, de Shakespeare, y


Ceopatra, de Eugenio Selles.La dama de las camelUs en la Princesa.
El dinero de San Pudro y Mimo en Lara.Reapertura de Eslava.Comedia.
La Gioconda en el Real.

^ / A I ^ ' H O R A que se vuelve hablar del teatro Ubre, y hasta


/ < ^ ^ 1 ^^ ^''^^ 'l^^ ^^ ^ instalarse uno en Madrid por el esV ^ ^ ^ tilo del parisin de Mr. Antoine, acude mi memo'^'^ ' ^ ria un prrafo de D. Juan Valera acerca de tan manoseado asunto.
Deca el discretsimo escritor en un Lunes de El Imparcial:
Otra cosa de que importara muchsimo que cuidase la Junta
directiva es de que el personal (para el teatro modelo) fuese muy
guapo, en particular las mujeres.
Ay! Y cuntas veces recuerdo esta atendible recomendacin
que las empresas hace el Sr. Valera! Sobre todo en el gnero
zarzuelero, da compasin ver algunos coros de seoras.
Sin agraviar nadie, porque eso de la esttica es cosa que da
Dios, la verdad es que los empresarios, con el afn de buscar seoras seoritas que tengan voz, descuidan de un modo lamentable \d/orma externa.
Ya lo dije en otra ocasin y vuelvo repetirlo ahora. Cuando
se aproxima las candilejas (usando del antiguo tecnicismo) el
coro de seoras desplegndose en ala... qu piernas, qu brazos;
qu clavculas y qu omplatos nos ensean! Eso s, hay variedad:
gordas y achaparradas, esculidas y larguiruchas; aqullas insultando al pudor con redondeces monstruosas, stas lisas y llanas,
las ms con las tibias en forma de parntesis, las otras en cualquiera otra forma rara y antiesttica... Espectculos as son para descorazonar cualquiera.
Y si el f<almito compensase las dems imperfecciones!... pero ni
eso... Confiesen mis amables lectores que se les habr ocurrido
ms de una vez pensar como D. Juan Valera, porque, en efecto,
hace falta en el teatro, libre no libre, ms cuidadosa seleccin
del personal femenino destinado al benemrito cuerpo de coros.
Y como, no dudarlo, est de Dios que toda la mayor parte
de esta revista se emplee en tratar asuntos lastimosos, dejando
un lado la falta de esttica femenina en el teatro, voy decir
algo, muy poco, de otra lstima ocurrida en el Teatro Espaol.
No hay para qu decir que me refiero al desdichado estreno de
la tan anunciada y previamente elogiada Ceopatra, de Shakespeare, no vertida, sino pervertida la espaola escena por don
Eugenio Selles.
No he de extremar mi particular censura, aunque bien se la
merece, al desfacedor de la grandiosa obra, por temor que se
interprete mi modestsima y leal opinin como encono manifiesto
empeo decidido en menoscabar los mritos literarios de Sells. No, porque... ya llueve sobre mojado, y en ocasin oportuna
dije que me pareca rematadamente malo su arreglo e nfielf,
estrenado en la Princesa. Y si entonces juzgu desacertada la
eleccin de la obra, ahora que se trata nada menos que del inmortal dramaturgo ingls... qu remedio me queda ms que decir que ni contigo ni sin ti, ni con originales buenos ni malos, acierta Selles dar pie con bola.? Aqu de Iriarte.mi preceptista favorito, que siempre pone al alcance de mi pecadora pluma algn pintiparado ejemplo en sus fbulas.
Deca el bueno de Iriarte:
Unos traducen obras celebradas
y en asadores vuelven.las espadas;
otros hay que traducen las peores
y venden p o r espadas asadores.

Con incluir D. Eugenio en ambos grupos, haciendo constar su


escasa fortuna cuando pretende darnos asadores disfrazados de espadas, estoy del otro lado.
Todo esto sorprender grandemente los que han clasificado
Selles entre los genios; recurdese que Kasabal se atrevi presentarnos esta trinidad estupenda: Plutarco, Shakespeare y Selles;
muchos y m no nos sorprenden los fiascos teatrales de este
ltimo, pues si como escritor no dramtico merece justos elogios,

ILUSTRADO

cuando aspira reverdecer los laureles de El nudo gordiano, mca de sus obras teatrales digna de aplauso, da sendos traspis, no
sabe por dnde va, sufre tremendas equivocaciones.
En su intento de trasplantar la escena espaola la colosal tragedia de Shakespeare, adaptndola al moderno mecanismo del teatro, al gusto del pblico actual, ha habido mucho de soberbia; no
as como as se manejan figuras tan gigantescas como las de Ceopatra y Marco Antonio, sintetizando en un par de escenas lo que
es y debe ser un acto entero, preparando y justificando de ese
modo trgicos sucesos que el espectador de nuestros tiempos no
digiere si no se los ofrece un talento vigoroso y de primera fuerza... No hay sino espigar en el campo del genio los frutos ms selectos y en sazn para venderlos como inmejorables, con slo nombrar la procedencia.? Es preciso saberlos presentar (siguiendo el
smil mercantil), de lo contrario, el comprador los reputar por
falsificados... Los que hubieran podido con fortuna asimilarse el
pensamiento y la inspiracin del dramaturgo ingls, Tamayo y
Echegaray, no han intentado el arreglo...
Y no sigo porque promet criticar menos de lo debido al autor
espaol de Ceopatra.
La libre opinin de algunos peridicos pretendiendo probarnos
que el equivocado, el no entendido y el poco nada culto es el
pblico, no merecen refutacin, porque esa ofensa colectiva nadie daa en particular, ni nadie les ir pedir explicaciones en
nombre del... pblico.
En algn colega, por ejemplo La poca, han aparecido espritus valientes diciendo las cosas por su nombre sin pararse en barras para declarar la verdad y dando en el clavo, como vulgarmente se dice; por mi parte voy dar fin y conclusin las pocas
lneas que dedico al Sr. Selles, declarando que estoy en un todo
conforme con esto que dice mi simptico amigo Fernndez Shaw
en el citado colega:
...No somos partidarios de que las obras maestras que nos legaron los grandes autores dramticos de otros tiempos sean de
tal modo refundidas que la estructura entera, la construccin
de la nueva obra, parzcanos, en definitiva, muy otra de la que
tiene la original. Por algo las escribieron como las escribieron
Shakespeare, por ejemplo, Lope, Caldern Tirso, y slo pueden
ser exacto reflejo de la personalidad literaria de su autor en
cuanto las modificaciones imaginadas y llevadas cabo por los
refundidores no alteren la primitiva obra en lo que tiene sta de
esencial, que siempre es mucho.
Y si esto es as, como es, qu diremos del que convierte en
asadores las espadas.?
Doblemos, pues, la hoja y pasemos otro asunto.
Muchas noches se ha estado poniendo en la Princesa la celebrada obra de Dumas, hijo. La dama de las camelias, y con ser ya archiconocida y haberse hecho de ella varias traducciones y haber
sido interpretada por famosas actrices, hizo la simptica y siempre hermosa Mara Tubau una tan seductora y potica Margarita
Gautier, que le sali ovacin por noche; con ella compartieron
los aplausos de la concurrencia la Sra. Alver, los Sres. Garca
Ortega, Valero, Medrano y cuantos figuraron en el reparto.
Con gran propiedad y lujo de decoraciones se estrenar muy en
breve en este teatro la comedia de Sardou La corte de Napolen,
que en el original francs tiene por ttulo Madame. Sans Gene.
La empresa prepara adems el estreno de las siguientes obras.
El tercer partido, de < El capitn Adelante^; El pedestal, de Ruiz
Contreras; Buen corazn quebrattta mala fortuna, del Sr. Prez
Seoane, y La comida de las fieras, del Sr. Benavente.
Gracias Dios, se estrenaron en Lara dos obras con xito, El
dinero de San Pedro, de los Sres. Domingo de Santoval y Emilio
Mario (hijo), y Mimo, comedia en dos actos y en verso de Miguel
Echegaray. Es la primera una obrita la cual viene como de molde la consabida denominacin de juguete cmico, algo de brocha,
pero con mucho ingenio, mucha gracia y chistes porrillo... que
es adonde iban parar los autores y el pblico; ste, muy complacido y perdonando alguno que otro chiste pardo, la celebr,
se ri y exigi que salieran repetidas veces al palco escnico los
papas de la criatura. Mimo poda haberse reducido un acto, y
tal vez andando el tiempo se verifique la transformacin. Con ser
uha obra de no mucha novedad, y estar algo diluida, como queda
indicado, el pbhco la recibi con aplauso merced al talento del
autor, que supo suplir aquellos lunares con una versificacin fcil, chistes de mucho efecto y escenas por extremo cmicas y animadas. La interpretacin de ambas comedias correspondi la
fama de que gozan aquellos artistas.
La noche del 14 verificse la anunciada reapertura de Eslava
ponindose las obras de repertorio El cabo primero, Viva mi nia!
Los dineros del sacristn y Las mujeres. La nueva compaa es
muy aceptable, y distinguironse en las citadas zarzuelitas las tiples Srtas. Cubas y Oro y el Sr. Jurez, que es un actor y un cantante de mucha discrecin.
En la Comedia debutaron con fortuna el matrimonio PinedoGarca y el tenor cmico Sr. Palmada, muy querido este ltimo
del pblico barcelons, que le ha aplaudido durante muchos aos
en Eldorado. A ste, la Srta. Pretel, la Sra. Mejia y el Sr, Marn
se les confi el estreno de una obra que fu recibida con mani67

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


fiesta frialdad, lo cual no impidi que salieran escena los autores. Es de creer que la empresa conseguir compensar este fracaso con un xito. El precioso teatro de la Comedia est animadsimo todas las noches.
Decididamente nos quedamos sin la Darcle en el Real, pesar
de las gestiones que en pro de su regreso ha hecho la empresa.
De todas las peras cantadas hasta ahora en el regio coliseo ha
sido sin duda la mejor interpretada La Gioconda, de Ponchielli,
que se puso para debui de la soprano dramtica Srta. De-Macchi,
artista de voz agradabilsima, dominante y bien timbrada en los
agudos y que sabe emitir con arte exquisito. La De-Macchi y la
Sra. Guerrini cantaron de un modo tan magistral el do de tiples, que el fascinado pblico les tribut una ovacin delirante. El
tenor Beduschi puede estar plenamente convencido de que ha
conquistado al exigente pblico madrileo, y no volvern repetirse los temores de las primeras noches, que restaban mritos
sus positivas condiciones de artista; hizo muy bien su papel de
Euro y fu tan aplaudido en el dueo con el bartono, del acto
primero, como en la romanza del segundo, luciendo su hermosa
voz. Lstima es que no la tenga ms educada! Blanchard, como
siempre, inimitable.
MARIN

LORBAC

21 Enero.

OTTEITTO

UMA aOM;
uANDO, de pie, al borde
del malecn, se prestaba que el ingeniero en
persona, con solicitud
de amigo entraable, le
hiciera la complicada
toilette, y le atornillaba
el casco de cobre estaado y anudaba escrupulosamente las bridas
metlicas del espaldar
con el collarete, el de
Casa-Reglez temblaba
como un azogado dentro de la para l extraa vestimenta.
Se le ocurri porque
si, por hacer de todo;
nada de apuesta considerable, ni asomo de
amor propio ms menos gravemente herido;
se encerraba en la escafandra del humilde
trabajador del mar por
el gusto de v e r algo
nuevo... As que estaba
l poco harto de la vida
en seco! <Si haba corrido? Una friolera, casi
todo el globo en su parte slida; conoca todos
los rincones del mundo,
de todos los mundos,
el grande principalmente con sus five o'dock montonos, convencionales, con sus estrenos
dramticos y sus martes de tal cual embajada y los viernes de este
aquel ttulo nobiliario, y tantas partidas de polo, de tennis, de tiro
y excursiones veraniegas, muy divertidas superficialmente, pero todo
aburrimiento, todo splcen en cuanto se profundizaba un poco; adems,
aquellas conversaciones insustanciales donde hacan elgasto las mismas
palabras y los mismos lugares comunes siempre; no pareca sino que
en el gran mundo todo el diccionario de la Academia, con sus mil y
pico de pginas de significados castizos, se reduca un cuaderno de
entrega donde campeaban unas cuantas palabrejas exticas y de difcil pronunciacin en su mayora.
El de Casa-Reglez poda pasar por uno de tantos muchachos de
buena casa, que pasean su ignorancia de buen tono por los salones
ms aristocrticos y por los crculos ms confortables, y sin embargo,
Reglez se pareca los dems por fuera; en el interior, en nada...
Solo en el mundo, con un patrimonio respetabilsimo, sin gravamen alguno, consecuencia de hipotecas obligadas por deudas de juego devaneos mujeriles, viva sus anchas, metido en el gran mundo pero
aburrido. Espritu soador con ribetes de acentuado romanticismo, no
encontraba en los placeres de aquella vida agitada el encanto que sus
compaeros, y se dejaba arrastrar en el torbellino sin poner resistencia, pero descontento porque se le alcanzaba fcilmente que la misin
de un hombre en la tierra se reduce algo ms que tener el carnet
68

repleto de compromisos, abatir con nueve (cuando se poda) y retirarse todas las noches al hogar las ocho de la maana...
Nunca haba estado en Cdiz. De odas, s lo conoca.
Algo haba ledo, y por la historia estaba al corriente de toda la
importancia que encierra aquel rincn andaluz, donde, como han dicho algunos escritoras cursis, cay abatido y destrozado el ejrcito
>napolenico, no por las armas de los valientes defensores, sino por
>el fuego mortfero que dejaban escapar las hermosas vieras, con
>slo abrir los ojos y mirar al invasor intencionadamente.
Y Cdiz fuese Reglez, y como era el suyo carcter simptico y
tena algo del ngel andaluz, bien pronto hizo amistades con lo ms
escogido de aquella sociedad.
Agradeci sobremanera la que le dispensaron dos muchachos ingenieros civiles que en el hotel donde l cay vivan, y una tarde y otra
acompabalos la Punta de San Felipe, y pasaba muchas horas absorto contemplando la baha desde aquella estrecha lengua de piedra
que atrevidamente se permita cortar el mar; as se enfurruaba ste,
que ruga estrellando sus olas estrepitosamente, babeando espuma contra a obra de fbrica.
Un da que presenciaba el descenso de los trabajadores encargados
de asentar bloques pesados en el fondo de la baha para continuar las
obras de la Punta, ocurrisele Reglez bajar al mar tambin, para
empaparse en una impresin desconocida, de una novedad para l
asombrosa.
Cuando sobre su cabeza se cerraron las ^ u a s , sinti impresin inexplicable, parecile que ya no era de este mundo, algo como si encerrado en un atad se hallara y sintiera caer sobre ste las paletadas
de arena que rellenaban el nico hueco momentneo que deja un hombre aqu abajo, el de la tumba abierta.
Aquel espectculo maravilloso que soara del fondo de un mar, prdigo en magnificencias, de efectos desconocidos, de tesoros de perspectiva y de color, no exista; capas de agua de un gris verdoso, sucio,
le rodeaban, y hacale perder la cabeza aquella inmensidad igual, pesada, montona, hasta el punto de darse duras penas cuenta de su
situacin; deba bajar hasta 20 metros, y sin embargo, continuaba el
descenso, sin encontrar un punto de apoyo donde poner el pie, ni un
bloque, ni obreros, nada, siempre el agua gris y siempre la cuerda
que bajaba y bajaba. .
No le caba duda, de eso s se enteraba porque el movimiento era
pronunciado; no slo descenda el cable, le llevaba mar adentro un
mar sin fin, colgado siempre como grotesco personaje de Guignol inmenso. Los ojos del de Casa-Reglez, hundidos, extintos casi de vida,
vean como travs de niebla espesa rastros de naufragios espantables, trozos de barcos y jarcias y cascos hechos aicos, y hacinamientos de hierro, planchas, anclas, cadenas, que recordaban brickbarcas airosos saliendo de puerto viento en popa, desplegado el velamen, atiborrados de carga y llevando bordo tripulacin numerosa, gente alegre que dejara en tierra esposas, hijos y novias rezando
por ellos y anhelando su vuelta... No era el que contemplaba Reglez
cuadro repugnante, ni causbale impresin de miedo vulgar, sino de
recogimiento, de temor respetuoso; nada de cadveres en actitudes
espantosas, jirones humanos, masas informes de carne putrefacta;
nada de peces descomunales que devoraban con avidez despojos sangrientos, que surcaban las aguas buscando presa y chocando los
cuerpos parduzcos y grasicntos contra el cristal de la escafandra...
El mar estaba desierto; Reglez acert leer en un trozo de madera Felicidad, nombre acaso de una corbeta espaola, y Britannia y
Santsima Trinidad crey leer en cascos destrozados, recuerdos de
hecatombe que vivir por siempre en nuestra memoria, y Reina Regente ley en algo que debi ser la proa de un crucero...
De lejos vena vago rumor acompasado como de voces misteriosas
que murmuran una plegaria, y confusamente vio como entre gasas,
cual si de una apoteosis de final de acto de las que tantas haba pateado el de Casa-Reglez en los coliseos madrileos se tratara, que
ascendan travs de las aguas seres fantsticos, impalpables, figuras
vaporosas, con las manos cruzadas sobre el pecho; eran las vctimas
del mar y volaban adonde van las almas de los hombres de bien, de
los que mueren vencidos en el trabajo, cumpliendo su obligacin, y
Reglez cay de hinojos y parecile que l era tambin una vctima
del mar, que haba de quedarse por siempre solo, all abajo, sin esperanza de subir como aqullos, porque l qu haba hecho de aprovechable en el mundo? Para qu serva? Dejaba familia que llorase?
Problemas pendientes que interesaran la sociedad? Y su alma de calavera empedernido sufri radical transformacin, y cerr los ojos y
rez fervientemente su manera, sin oraciones aprendidas de memoria, porque nunca las supo.
Qu tal la inmersin?le preguntaba el ingeniero mientras dos
obreros despojaban al buzo novel del embarazoso traje.Ha sentido
usted emociones nuevas?
Reglez miraba en derredor sin contestar, como si saliera de un
sueo.
Y all lo lejos recortbase sobre el cielo el perfil de Cdiz. En la
Alameda de Apodaca los acordes de una msica militar distraan los
paseantes que tomaban el fresco; sobre la muralla se destacaban Iostrajes claros de las mujeres y parecan escucharse las risas de los pequeuelos, y all, en el horizonte, el sol en su ocaso, que se hunda en
el agua y pareca deshacerse en ella tindola de tintas rojizas; el cielo, que por entre los altos rboles del Parque de Genovs resplandeca
como una aurora boreal, iba gradualmente oscurecindose, y en lo alto
apareci de un gris azulado muy obscuro donde brillaban algunas estrellas.
Algunos cohetes surcaban el espacio, suban con arrogancias visibles como si trataran de llegar las estrellas, impotentes cuando an
le$ faltaba mucho, caan avergonzados deshacindose en lgrimas de
:fij|D..
P. HERNNDEZ ERENAS
'.Vfiicieinbre 97.

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO

NUESTROS

D. RUPERTO CHAPI

D. TOMS BRETN

MSICOS

D. JERNIMO JIMNEZ

D. MANUEL NIETO

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO

I.A

V7DA

K:N' L A

HABAIS^A

UNQUE ustedes crean que el confort de Europa es lo mejor del mundo para la vida
del hombre, no estn en lo firme; si ah se
goza de grandes comodidades, aqu la existencia es ms difana.
Difana, s, seor; sa es la palabra.
Aqu no nos ahogan los gruesos cortinajes de tapices, ni se apagan nuestras pisadas en las polvorientas alfombras, ni
respiramos un aire enrarecido por el tufo
de la chimenea el chuberski.
Aqu todo lo tenemos abierto al aire y la luz.
Mientras por Madrid andan ustedes tientas con el auxilio
de las cerillas por los corredores de entresuelos y />ritcij>aes, nosotros en Cuba vemos desde la puerta de nuestra casa el ltimo
rincn, siempre limpio y blanco, con la blancura y limpieza del
mrmol.
Una de las particularidades que aqu tenemos, y que no se conocen en la corte de Espaa, son las habitaciones para hombres
solos casi solos.
Son departamentos formados de dos piezas, instalados en casas
hermosas y modernas y en los mejores sitios de la capital; los
suelos son de mrmol, los paredes de estuco, y en ellas se encuentra perfectamente acondicionado todo lo necesario para la
vida.
El inquilino puede amueblarlas su gusto tomarlas ya amuebladas, y la administracin da luz de gas elctrica y todo servicio de criados.
En cuanto hacis el contrato con el administrador conserje
recibs un llavln, y desde aquel momento sois el dueo absoluto
de vuestra habitacin; all entra y sale quien os d la gana y sin
que nadie lo vea, porque el sistema es rigurosamente celular.
Slo existe en la casa un lugar comn, que es la saleta recibimiento; en esta pieza, adornada con cierto lujo, estn los peridicos del da, pagados por la administracin, y el telfono, que
facilita el servicio con las ventajas propias de este invento; pero
esta especie de saln ya se procura situarlo de tal modo tjue desde l no puedan fiscalizarse los actos de los que viven en la casa.
En suma, son establecimientos ad hoc para una vida por completo independiente.
No vayan figurarse los lectores, por lo expuesto, que describo
una casa sospechosa en la que reine la anarqua moral; todo lo
contrario, en estos sitios impera el mayor orden y cualquier
hora del da de la noche que lo visitaseis podras oir el vuelo de
una mosca.
*
* *
Tambin existen en la Habana casas de stas cuyos reglamentos no prohiben la concurrencia del bello sexo, y lo mismo se alquilan los departamentos seoras que hombres solos.
Pero entre stas y aqullas hay una diferencia enorme, y perdnenme las seoras.
Yo viv en una casa de las primeras y hoy vivo en otra de las
segundas y... Dios me favorezca!
Hay muchas inquilinas en la casa?le pregunt al conserje
cuando fui tomar mi habitacin.*
No, seor; slo tenemos, por ahora, aquella seora que lee
La Unin Constitucional; los dems son hombres solos.
Mir la seora y me satisfizo; es decir, sus condiciones, porque era una dama de avanzada edad, de aspecto distinguido y de
venerables cabellos blancos que cubra con una pequea cofia de
encajes negros.
Si es asdije al conserje,desde ahora me quedo con el
cuarto.
Al otro da me hallaba instalado en mi nuevo nido.
Pero oh desdicha! la respetable seora vecina ma tiene un
loro, vecino mo tambin.
Y q u i o r o ! Es un portento.
Por las maanitas temprano, con la fresca, y una perfeccin
asombrosa, comienza tocar diana como el mejor corneta de
nuestro heroico ejrcito.
A las siete en punto le da su duea el chocolate y empieza la
instruccin.
Tara-ra-raaaa!... Firmes! Ta-ta-tar-taraaaa!... Media vuelta la derechaaaa!... Media vuelta la izquierdaaaa!... Deee
frente!
Todos los desdichados huspedes hacemos en nuestras camas
las mismas evoluciones para ver de reanudar el sueo, pero ya
escampa! la instruccin se prolonga hasta las ocho, hora en que
70

la venerable inquilina da al animalito un pedazo de pan mojado


en vino, alimento que, no dudar, despierta en el loro los sentimientos del ms puro patriotismo y acendrado amor las instituciones.
Lorito real, real, real, para Espaa y no para Portugal.
Viva Espaa, lorito! Viva Espaaaaa!... Vivaaaa!... Truuml
Puum!
Despus de estos desahogos, que no duran menos de dos horas,
las diez se abre la propia arca de No, y con igual perfeccin
que la corneta imita el loro al gato, al perro, al gallo, al burro
y hasta la merluza.
Entonces, ya fuera de m, me arrojo de la cama, y ojeroso, plido, falto de sueo y desesperado, me lanzo la calle como alma
que lleva el diablo.
Almuerzo mal, llego tarde al trabajo, y aun en la oficina, s i m e
llama el jefe para preguntarme sobre algn expediente, me figuro que voy encontrrmele dentro de una jaula de hoja delata y
que va decirme, imitando el sonido de los besos:
Uno, dos, tres, para el lorito, qu rico que es!
Ya ven ustedes si aqu la vida es difana, sobre todo para m.
NEMO DE V O L U N A

Y (^HIjTEj

HIjTI^I^Oj

Un tuno patentado.
Es usual que la llegada de buques de guerra puertos extranjeros
acudan ofrecer sus servicios la plana mayor multitud de industriales, abastecedores, lavanderos, etc., que exhibiendo sendos certificados de sus mritos y habilidades, expedidos por anteriores clientes, se
disputan la preferencia invocando las recomendaciones consignadas.
Los tales certificados, extendidos con frecuencia por oficiales de
buen humor, son veces un verdadero tejido de todo genero de horrores, insultos y dicterios que los poseedores, en su ignorancia del
idioma, atribuyen los ms honrosos y encomisticos significados, dndose caaos como el de un mercader chino residente en Hong-Kong,
puntual en presentarse boido la llegada de todo buque de guerra
espaol, mostrando ufano un documento suscrito por los oficiales del
crucero X, redactada en ampuloso y humorstico lenguaje y refrendado con todos los sellos existentes bordo, en el que, vuelta de otros
eptetos cual ms injuriosos, se le declaraba el ms fino y redomado
tunante entre sus congneres.
Era de ver aquel hijo del cielo esforzarse en alcanzar la eleccin,
y abrindose paso entre el grupo de sus competidores, acercarse los
oficiales ensendoles orgulloso la credencial, que crea darle derecho
de prioridad, y sealando aquellos sellos autnticos revestidos de simblicas anclas y coronas, decirles chapurreando:
~ Capitn, Capitn! Yo verdadero tmiante! Yo picis tunante qii:
todos!

Un indulto fcil.
bordo de una corbeta de vela haca cierto viaje la esposa de su
Comandante, dama no por sus afinidades con la Marina iniciada lo
ms mnimo en asuntos martimos, y aun menos si cabe en la tecnologa facultativa.
Sucedi que, hallndose una tarde, segn acostumbraba, dedicada
dentro de la chupeta sus labores de mano, tuvo lugar un cambio de
viento que oblig al oficial de guardia bracear convenientemente el
aparejo, y como los marineros colocados en las brazas de perico (una
de las velas del palo mesana) se descuidasen hablando ms de lo necesario, aun despus de la voz de amarra! dada por el oficial, ste
hubo de repetirla en tono enrgico y amostazado, exclamando iracundo: Amarra perico! i Ese perico no oyen que lo amarren?
Momentos despus entraba el Comandante en la chupeta, y tras de
algunos rodeos indecisas insinuaciones, pudo descubrir en su cara
mitad seales de mal contenida compuncin y como deseos de infringir por una vez siquiera las recomendaciones de no inmiscuirse en los
actos interiores de bordo.
Solicitada por su marido deponer sus vacilaciones y revelarle el
motivo de sus inquietudes, la seora en actitud suplicante reclam de
los bondadosos sentimientos de aqul gracia y perdn para el pobre

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


P e n c o , quien el Teniente X, llevado de un acaloramiento, sin duda
justo, pero quizs atenuable, a c a b a b a de m a n d a r a m a r r a r p a r a infligirle algn d u r o castigo.
Las francas carcajadas del Comandante, coro luego con las del despiadado oficial, que llamado por su jefe se acerc, enterndose de la
graciosa traduccin dada sus voces de mando, trocaron pronto en
animada b r o m a la conmiseracin de la inexperta y caritativa Comandanta, que en los tiempos presentes hubiera incurrido en plancha,
aunque d s hermoso y disculpable gnero.
E L MARQUS DE A R E L L A N O

Era un poeta.
,' J'i^." Capitn, el sabio, modesto y notable humanista, compaero de Lista, era catedrtico del tercer ao de Latn, Ret(Jrica y Poica en el Instituto y colegio de Jerez, cuando al mediar el curso del
44-45, en que an rega el antiguo plan de estudios, sealo cada u n o
sus discpulos una composicin potica, con metro determinado,
para que la presentasen en el primer da hbil de clase despus de algunos festivos.
I T ,'>,^'^'^ '^' momento oportuno, orden S. que dijera la fbula que
, haba tocado en suerte, el cual, sin desconcertarse, empez leer
la muy conocida de El caballo y la ardilla, sin ms variante que la de
poner, en vez de son de alguna utilidad (las idas y venidas, las vueltas y revueltas), ite sirven para ahj? A lo que tranquilamente contesto el profesor:
J
e
i
-1
Como t, hijo mi, para nada!
Siguile el turno M., el que ley una octava real sobre tema de la
historia de Espaa, y,hacindosela repetir, le dijo:
~<J-/as hecho t eso? {t solo?
A^la afirmativa de M. contest D. Juan.
i ues si t solo la has hecho, t sers un buen poeta. Qudate al
terminar la clase para h a b l a r un ratoenmendndole entonces los
pequeos defectos que encontr en la composicin,
el Av ^'"'^'"O fu, a n d a n d o el tiempo, y como predijo el Sr. Capitn,
a e h c a d o poeta y autor dramtico Dmaso Luis Martnez
E-uilaz,
que tantos lauros conquist en nuestra escena.

Un kilo de bacalao.
villa" d^ 1 " '""^^ jvenes cigarreras p o r el postigo d e la Carne, en Seuna 'de^ll ^^'^^ m a a n a se establece un mercado ambulante, cuando
clam' e.xcitada sin duda con la vista de los comestibles, cx-

MIj@EDNEA
EL .MUNDO NAVAL Y EL CORRESPONSAL DEL NEW-VORK HERALD

El sbado pasado, Mr. Aubrey S t m h o p e , corresponsal especial del


New- York Herald, visit espontneamente la redaccin de E L MUNDO
NAVAL ILUSTRADO y celebr una larga intervieu con su Director, el
Sr. Novo y Colson.
Considerando dicha Revista como representacin en la prensa de la
Marina espaola, quiso que sta le constara que nunca haban sido
ms amistosas las relaciones entre nuestro pas y les Estados Unidos,
y dese tambin conocer la opinin que dominaba en los elementos
navales desde la entrada del Maine en la Habana.
Es ciertopreguntque E s p a a proyecta enviar New-York
su Escuadra d e acorazados? Esto sera muy grato Mac-Kinley.
No lo dudocontest SIovo y Colson,pero ignoro los propsitos
del Gobierno. S, en cambio, que la llegada del Maine sorprendi p o r
lo inmotivada.
No oljedeci las razones que he ledo en la prensa, sino
haberse sabido en mi pas que iban visitar la H a b a n a buques d e
varias naciones; sin embargo, el Cnsul Mr. Lee ignoraba efectivamente el viaje del Maine. Est usted convencido de q u e su presencia
no producir conflicto aun cuando ocurra cualquier suceso desagradable.
Ms vale as.
Supongo que ser un error d e la prensa indocta h a b e r dicho que
los destroyers iran Cuba para vigilar el Cauto.
Y supone usted bien. Esos tipos de buques, q u e creo no poseen
ustedes todava, no se han hecho para tales servicios, sino p a r a decidir quizs del xito en un combate entre acorazados.
Con efecto... E n mi pas se conoce muy bien el estado de la Marina espaola y causa admiracin su rapidsimo engrandecimiento en
estos ltimos aos. Ustedes podran hoy disponer de una Escuadra
respetable...
Sobre todo, de un personal muy instruido, disciplinado idlatra
de su patria.
Nuestros buques de combate tienen buena artillera y velocidad,
pero muy poco radio de accin; en casi todos no pasa de 3.000 millas
y en los vuestros excede de 10.000: es una gran ventaja. H e traducido
p a r a el Nez^'- York Plerald los artculos descriptivos q u e h a hecho de
los buques espaoles E L MUNDO NAVAL.

lo oue e^ que redi, m a n d a r que se compre ahora por kilo! Yo s


^ ^ ' ^ " ^ \mx-a. de carne, u n a c u a r t a d e manteca... pero un kilo...
es que es un kilo?
^
de la ^^''^ "^omento p a s a b a el q u e suscribe p o r su lado, y al ver otra
<=R 1 '",'^<^"^chas mi larga y esculida figura, le contest en seguida,
sealndome con el dedo
T a u f ^^'''^^ ' ^^^ '^^ " " '^'''' ^ " ^ '"''^ '^" '^'' ^^ bacalao.
A^
gracia m e hizo la oportunidad de la frase, q u e no pude m3nos
de soltar la carcajada.
>H
v

Tecnicismo torero
to^p'^^^'^ '^M " " conocido notario de Sevilla lleg una mujer con objed e lara
"" " " ^ ^^"^^ "^^ T r i a n a que aqul administraba, y despus
viH,r,
''^g^teo, qued p o r suya. Mas al da siguiente volvi la indi- D o A ^"'=^''^"^se con el notario, le dijo:
nup^tn !
,,", '^^y "=ida de lo dicho ayer; no me queo con la casa,
Por m ^ n ^ " ' > \ ' " ^ e r t o un tsico,
metindoir. *"^ ^ - Jos quiso convencerla de lo contrario, y aun p r o so en jarras T
P^'^edes por si tena aprensin, la trianera se pumadi^'^m?;^ "^"r'^ a//|}'?^, la banderill
iiidure quien vivir en ella

y la mate, no es la hija de mi
FRANCISCO CARRASCO

COSMOPOLITAS

(Confa usted en que los datos sean fidedignos?


S; los tenemos c o m p r o b a d o s y a h o r a complementados.
En qu funda usted su creencia de que los Estados Unidos sean
hoy m s amigos de E s p a a q u e hace poco tiempo? Por q u supone
que todo conflicto sera difcil?
Porque el verdadero pueblo no desea la guerra ni le conviene, y
as opina Mac-Kinley.
Pero hay planteado un problema de compleja solucin.
Cul es?
La nota de reclamaciones por daos y perjuicios que ha de darse
luz, que asciende muchos millones de duros, y que E s p a a (supongo yo) jams sancionara.
Esa cuestin no se plantear sino de cierto modo y en r e m o t a
fecha, como ocurri con la indemnizacin Mora.
Siempre sera inaceptable. f'No tienen otro fundamento sus
creencias?
S, y quiero decrselas. El tratado de comercio entre Espaa y los
Estados Unidos, muy beneficioso para a m b a s naciones, YA ES UN HECHO.
L o aseguro con toda firmeza.
Es y a un hecho? Puedo manifestarlo as?
Seguramente. Mis informes son de origen autorizadsimo.
Pronto
los ver confirmados; y este t r a t a d o de comercio ser base de u n a
amistad duradera, empequeeciendo y solucionando, p o r su importancia
trascendental, todas, absolutamente todas las
cuestio?tespendientes.
El ilustrado y activo corresponsal del Meio York Herald se despidi
del Director de E L MUNDO NAVAL p a r a ir conferenciar con el Ministro
de Marina, en solicitud, tal vez, de noticias que no poda obtener p o r
otro conducto.
CASA J. ET A. NICLAUSSE

la m f r l " ^ ^"'^'^ ^'^'^ - e x c l a m D.^ Elisa, c o n t r a r i a d a : - h a y trece en


catorce.""^^'^'^' ' " ^ ^ 2 " ^ Juanito.Yo comer p o r dos, y seremos

*
!^/'-'^'^''^"^demiel:
q u e pueda subiTla?^''* "^^ " " " ^ pendiente. No h a y ningn borrico para
Ei- - A p y a t e en m, amor mo.

p o f t a ' " ""^''''-'Puede usted decir el modo d e llegar ser buen

L a casa Niclausse ha recibido del Gobierno francs los i m p o r t a n tes pedidos siguientes:
Crucero acorazado Henri IV, de 11.500 c a b a l l o s .
Acorazado Requin, d e 7.000.
Crucero acorazado Gucydon, de 20.200.
Crucero acorazado Kleber, de 18.000.
Crucero torpedero Fleurus, d e 4.000.
Caonero Decide, de i .000.
El torpedero d e alta m a r Temeraire, 1.500.
Cuatro remolcadores d e 500 c a d a uno, 2.000.
A consecuencia de los notables resultados obtenidos d u r a n t e el funcionamiento prctico y cont nuo de muchos aos en diversas aplicaciones, como el Friant, el Menhir, etc., el Ministro d e la Marina francesa decidi extender este excelente tipo de calderas, que la Marina
espaola pos2e y a en dos d e sus buques, el Cristbal Coln y Pelayo.
CARTA DE BARCELONA

Dl(ftHmi!"'^'""u' " " a sociedad de admiracin mutua. Yo, por ejemJF/zf % I " ' '^''"osos ojos. Qu admira usted en m?
iLua.'xx buen gusto.

Hecho ya el ajuste de este nmero, hemos recibido u n a i n t e r e s a n t e


c a r t a del Sr. Fernndez Fras, de Barcelona, q u e nos p r o m e t e m o s
contestar en el correspondiente al del 15 de este mes.

EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO


tanto afean muchos acorazados franceses. Un potentsimo barco, en
suma, que honra la industria naval moderna.

EXPLICACIN DE LOS GRABADOS

FRAGATA DE ACERO, DE VELA, P E R S E V E R A N C E . L o s b u q u e s de vela


E L ACORAZADO FRANCS DE PRIMERA CLASE J A U R E G U I B E R R Y . U n o

de

los mejores buques flote del mundo. As lo d a entender lord Brassey


en su Naval AnnuaL de 1897. Al estudiar las condiciones militares del
formidable/("tv/o^v;, quizs el ms acabado de todos cuantos posee hasta
a h o r a Inglaterra, n o le encuentra otro rival en
c o m b a t e ms q u e el Jaureguiberry.
No son el
Renown y el Jaure'giiiberry acorazados de gran
desplazamiento, pero s de extraordinario p o der ofensivo y defensivo. L o s monstruos de
14.000 y 15.000 toneladas, del tipo Royal Sovereign y Magnificcnt, tienen ya detractores entre
los marinos, porque presentan mucho blanc o , son difcilmente manejables, no sortean
bien los peligros del m a r y n o aumentan en
ellos las condiciones militares en la medida q u e
aumentan el coste, la dotacin y el tonelaje.
El Renown, con sus 12.500 toneladas, y el Jaureguiberry, con sus 11.824, pueden vencer en
batalla al Royal Sovercign, con sus 14.150,
y al Csar, al Magnificent
y al Mars, con
sus 15.140. H a y y a indicios marcados en t o dos los Almirantazgos del m u n d o , de q u e
se a b a n d o n a r n definitivamente los tipos de
buques d e combate monstruosos, como se h a n
a b a n d o n a d o ya p o r intiles los enormes caones de ICO y 120 toneladas. Al
Jaureguiben-y,
que desplaza p r x i m a m e n t e 12.000 toneladas,
se le considera como u n a de las mquinas de
guerra m s poderosas q u e hayan ideado los
hombres. L a energa en el fuego d e su artillera representa 253.564 unidades L a del Renowi 251.323. H a sido construido el Jauregiiiber/y en los astilleros de L a Seyne, pertenecientes la Sociedad francesa Forges et Chanticrs de la Mediterrande, bajo la direccin y los
planos del ilustre ingeniero de aquella Compaa, M r . L a g a n e . Botado al agua e n O c t u b r e
de 1893, h a entrado prestar servicio h a

no estn definitivamente desterrados, como se haba credo.


Algunas casas navieras de Inglaterra, del H a v r e y de Burdeos tienen y a su servicio fragatas de vela q u e proporcionan grandes
beneficios en la conduccin de cargamentos desde el Norte y SudAmrica y el lejano Oriente E u ropa.
L a Perseverancc, de 3.100 toneladas, cuyo grabado damos en este
nmero, forma parte de u n a nota
de ms de veinte barcos mercantes de esta clase q u e h a construdo y tiene en construccin la Sociedad Forges et Chantiers de la
iXlediter ranee.
D. ANTONIO D. LUSSICH, ARMADOR DEL TREN DE SALVAMENTO DEL
Ro DE LA PLATA.Es u n o de los

hombres que honran la Repblica Oriental del Uruguay, y ha llegado constituir p o r su solo e s fuerzo personal la ms importante Compaa de salvamento del
Sur de Amrica. El Sr. Lussich
posee un desinters y u n a filantropa grandes y es un h o m b r e de
mar de verdadera vocacin. Muchos son los servicios prestados
por Lussich desde que contaba
solamente con dos remolcadores,
hasta el da de hoy, q u e posee
ms de 20 buques expresamente
construidos p a r a el salvamento.
T o d a s las naciones de E u r o p a cuyas marinas navegan por aquellas
aguas le han colmado de condecoraciones cual ms honrosas.

E s p a a le concedi la Cruz de
2."' clase del Mrito Naval p o r
ms de un a o . H o y est incorporado la escuadra del Mediteel salvamento del Ciudad de Santander. Uno de sus recientes hechos
rrneo. L a s dimensiones principales de este b u q u e son las siguienha sido el salvamento de la fragata inglesa Danon, ida pique en medio
tes: eslora, 108,50 m e de la baha de
tros; manga, 22,15; cala- ; -
,
,
, >
Montevideo.
do popa, 8,45; puntal,
H a b a quedado
14,60. Desplazamiento,
sepultado en 18
11.824 toneladas. El cas. \ . - ,,
pies de fango y
co es todo de acero de
j
con 12 pies de
diversas clases, segn
. ^-'
V,
agua sobre su cula resistencia que h a de
b i e r t a . El seor
ofrecer en cada seccin
Lussich, q u e esdel buque. L a protectaba enfermo,
cin consiste en una maa b a n d o n el lesa de acero en toda la
cho p a r a dirigir
longitud del barco cuyo
l o s trabajos en
espesor vara entre 275
medio de un temmilmetros en las extreporal q u e dur
midades y 450 milmediez das, despus
tros e n el centro. L a
de los cuales pucubierta protectriz es
do conseguir p o de 100 milmetros. Con
ner flote el buestas p r o t e c c i o n e s , el
que nufrago. Esbuque se halla resguarto revela su consd a d o contra la accin
tancia, su a b n e de los proyectiles explogacin y su labosivos. L a artillera, sisriosidad, y tales
tema Canet, se compodotes u n e la de
ne d e 2 caones de 30
ser un distinguic e n t m e t r o s montados
do publicista y
en torres p r o a y p o notable literato.
pa en el eje del barco,
Adems, el seor
con un campo de tiro de
Lussich es popu250; 2 caones de 27
larsimoen la Rec e n t m e t r o s montados
pblica del Urutambin en torres b a guay, y especialJ a p n . H A B I T A N T E S D E L PUEBLO AINO D E EDOMO
bor y estribor, con cammente en su cap o de I So", protegidas
pital.
D. MANUEL ANTN E IBOLEON.Fu guardia marina en Dicon corazas de 370 milmetros; 8 caones de 14 centmetros, de tiro r ciembre de 1866. Permaneci cuatro aos asignado la E s c u a d r a del
pido montados en torres giratorias; 4 caones de 65 milmetros, de tiro
Ro de la Plata. Ascendi Alfrez de Navio en 1871, y pas Filipirpido, 12 de 47 milmetros de id., 8 caones de 37 milmetros, 6 tubos
nas, donde prest buenos servicios. Mand la divisin de Pollok y el
lanzatorpedos. L o s ingenieros de Forges et Chantiers, inventores del
caonero Mariveles. T o m p a r t e en las c a m p a a s de Mindanao, Jol
procedimiento p a r a aplicar la fuerza elctrica al movimiento de las t o y Tawi-Tawi, siendo recompensado con el empleo de Capitn de Inrres, lo h a n perfeccionado en este buque. E n l la electricidad juega
fantera de Marina. Ascendi Teniente de Navio en 1878 y dirigi los
principalsimo papel, pues no solo el alumbrado, sino el girar de las
trabajos del nuevo Arsenal de Subic. De Teniente de Navio de i.* fu
enormes masas de acero que encierran la artillera gruesa, la puntera
n o m b r a d o G o b e r n a d o r de las Carolinas Orientales y Palaos. Mandanhorizontal y vertical de las piezas, el t r a s p o r t e de municiones desde
do el Pizarra fu la isla de Cuba; el 25 de Abril de 1896 dirigi el
los paoles hasta los caones, etc., se verifican mediante a p a r a t o s
c o m b a t e de Marav, que sostuvo contra ms de 600 insurrectos. F u
elctricos que podran ser fcilmente manejados p o r un nio. Todos,
gravemente herido al principio del c o m b a t e y c o n t i n u sobre el puente
sin embargo, estn dispuestos p a r a sustituir en el acto, en caso de
hasta la terminacin gloriosa. Caus inmenso dao al enemigo y apag
avera, la electricidad p o r la fuerza mano. L a distribucin de las
sus fuegos, hacindole huir. El buque fu acribillado, habiendo tenido
piezas y la celeridad de la carga son tales, q u e mientras haya muni28 bajas en la tripulacin. P o r este hecho se le concedi la Cruz de 2.*
ciones b o r d o pueden disparar simultneamente siete caones. Un
clase d e Mara Cristina y se le forma juicio contradictorio p a r a la d e
volcn de fuego! L a s dos mquinas del acorazado, movidas p o r veintiSan F e r n a n d o .
cuatro calderas sistema d'AlIest y Lagrafel, pueden hacer girar sus dos
hlices razn de cien vueltas p o r minuto, desarrollando u n a fuerza
de 15.800 caballos y alcanzando u n a velocidad de 18,07 millas p o r
n o S E D E V X J E L V B N - XjOS O H . i a - I 3 S r A - L E S
h o r a . L a s formas del Jaureguiberry son finas y elegantes. El autor del
proyecto, Mr. Lagane, h a huido de esas pesadas superestructuras q u e
MADRID.Imprenta de los Hijos de M. G. Hernndez, Libertad, l6 dup.
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