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Psicopatologa y Humanismo
Mtra. Adriana Martnez Ramos

Quiz uno de los elementos que identifica al enfoque humanista de la psicologa y la

psicoterapia es la concepcin que se defiende acerca del ser humano como nico, irrepetible
e indivisible. En este enfoque se entiende al ser humano, su patologa y, por supuesto, su
tratamiento, como un todo integrado.
El presente enfoque humanista-existencial surge como movimiento de la psicologa entre las
dcadas de 1950 y 1960 con claras influencias de la filosofa existencial, tradiciones filosficas
humanistas, sociales y culturales. Llegndosele a nombrar Tercera Fuerza de la Psicologa, ste
movimiento se diferenci de las dos primeras, Psicoanlisis y Conductismo por la bsqueda de la
comprensin del ser humano desde la completud de su propia experiencia, vivencia y
existencia en el mundo.
El ser humano es visto, pues, como el protagonista de su existencia; es, por tanto, el centro de
inters, el sujeto de estudio y no un objeto, con una experiencia nica e irrepetible, diferente
cada uno de cualquier otro individuo. Es preciso resaltar la importancia de la dignidad del ser
que se brinda desde cada lnea humanista, entendiendo que es importante comprender al ser
humano desde su particular punto de vista antes que explicarlo como una generalizacin. As
pues, para comprender al ser, ser importante centrarse en los fenmenos tal como le ocurren
a cada individuo en especfico, esto ha llegado a conocerse como fenomenologa interna. Es
as que se brinda entonces un nfasis protagnico a la existencia holstica del ser y sus grandes
capacidades de autoactualizacin, descubriendo sus propios significados sin prejuicios
preconcebidos por parte de los profesionales, sin, por ello, olvidar la existencia en el mundo
social en que nos desarrollamos.
El paradigma humanista-existencial se fundamenta en una visin Holista, integradora del ser, en
donde ste es concebido con capacidad de eleccin y decisin, pues se construye,
deconstruye y reconstruye en el proceso de su propia existencia; se considera que posee una
tendencia a desarrollar sus propias capacidades, recursos y potencialidades pues la tendencia
al xito y autorrealizacin es inherente a su condicin humana; lo anterior en los niveles
existenciales de la conciencia de s, de autorrealizacin, de finitud, de construccin-

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destruccin, se encuentra ligado con el sentido que el ser humano desarrolla de la
trascendencia. Tambin es el ser humano considerado como un ser sano por naturaleza y que
tiende a la salud, fomenta su propio crecimiento, desarrollo y funcionalidad tanto ontolgica
como antropolgicamente.
El enfoque humanista-existencial de la psicologa nunca ha desconocido o negado (como de
manera errnea se ha llegado a considerar) la existencia de los desordenes mentales, tambin
llamados, patologas o enfermedades; este enfoque, por el contrario, reconoce que as como el
ser humano desarrolla sus propios recursos y habilidades, tambin, de acuerdo con el sentido y
percepcin de su existencia en el mundo y a la realidad de ste, construida para s, tambin
llega a desarrollar por s mismo y de acuerdo con su contexto y momento existencial, aquellas
patologas que afectan de manera parcial o total la funcionalidad de su ser, manifestndose en
sus cuatro dimensiones de desarrollo: Motora, emocional, cognitiva y social, considerando
tambin la dimensin espiritual retomada por la psicologa transpersonal.
Se torna, por tanto, indispensable comentar que el modelo humanista de la psicopatologa, si
bien no ha sido estandarizado, asume que las fuerzas psquicas internas favorecen el
establecimiento y la manutencin del modo y estilo de vida y comportamental a completud
individual, siendo cada sujeto, capaz, en primera instancia de restaurar el equilibrio u
homeostasis organsmica a lo largo de toda su vida, mas cuando el momento existencial facilita
un desequilibrio que le resulta imposible de manejar, es la misma persona quien causa sus
propios desajustes, favoreciendo as la aparicin y desarrollo de las patologas.
Este enfoque, plantea, desde sus fundamentos, que cuando el individuo se encuentra en
distona con las exigencias del afuera, cuando sus expectativas no se corresponden con los
logros obtenidos, cuando la realidad interna no es congruente con la realidad fenomenolgica
externa, entonces sobreviene la vivencia de ansiedad (llamada en algunos modelos
humanistas, angustia), que al llegar a niveles en que el individuo no es capaz de responder ante
la culpa existencial de manera constructiva, deja de ser funcional en sus contextos de accin,
desencadenando as las enfermedades, desordenes o trastornos.
Se sostiene que aun en los casos de aparicin y existencia de psicopatologas, el individuo sigue
siendo responsable de su existir, as como de la construccin de su propia realidad de acuerdo
con el sentido de su experiencia y el sistema de valores sobre los cuales fundamenta la misma,
defendiendo as su siempre existente capacidad de auto-actualizacin y autorregulacin
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organsmica. Siempre ser necesario integrar dos partes importantes que, desde el quehacer
del profesional de la salud mental, visto desde el enfoque que nos concierne, son indispensables
para poder brindar una atencin tica e integral; estas son:

La comprensin de los significados particulares: Implica comprender el sentido de la

existencia individual de cada persona (el llamado enfermo mental) desde los cmos
y los para qus para as comprender el sentido individual que tienen para el s mismo
sus sensaciones, sentimientos, impulsos ideas y comportamientos que construye a partir
de la propia experiencia. Relacionndolos directamente con

La construccin Terica: Que constituye el fundamento explicativo de la psicopatologa

desde la ciencia mdico-psiquitrica por ejemplo, que nos brinda los por qus y que
es resultado de fundamentadas investigaciones y ha favorecido el desarrollo de
tcnicas e instrumentos para su comprensin y diagnstico, tal y como lo ha sido el DSM
hasta su versin ms actual, IV-R, y de relativamente pronta aparicin, el DSM V.

La comprensin de los significados particulares, sera falta de informacin y no habra una

comprensin total si no se toma en cuenta la construccin terica. Asmismo, tomar en cuenta
solo la construccin terica no permitira comprender la experiencia de cada individuo y slo se
identificaran sus sntomas.
As pues, considerando la psicopatologa como el estudio de los trastornos mentales y el
humanismo-existencial como el enfoque que considera al ser como un todo indivisible, Desde
ste enfoque cabe la pregunta Qu son los trastornos mentales?, sabemos ya que existen
bases psiquitricas, neurolgicas, psicobiolgicas claras e irrefutables, que nos ayudan a
comprender varios de los procesos propios de cada uno de los trastornos existentes; mas, si
tomamos en cuenta la experiencia del ser humano, aunado con los criterios diagnsticos que,
de cada trastorno expone claramente el DSM, podremos quiz comprender que el trastorno no
es solo el trastorno sino la persona misma que construye su experiencia del modo tal que es
acorde con dicho desorden o patologa, en donde, visto desde la sociedad normal
estadstica

sana

se

identifican

ciertas

disfunciones

conductuales,

emocionales,

intelectuales, sociales de dicha persona individual, cuyo actuar en completud resulta

inesperado e incluso inaceptable con el contexto de la realidad fenomenolgica externa;
dicha experiencia con sentido interno que construye el ser, se encuentra directamente
relacionada con la vivencia de la angustia y por lo tanto la disfuncionalidad que presenta y es
observada en su entorno.
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Entonces, estando la psicopatologa, desde el enfoque humanista-existencial, directamente
relacionada con la vivencia de la angustia (o ansiedad, termino mas aceptado en la
generalidad y manejado desde la ciencia mdico-psiquitrica), ser conveniente hablar
acerca de la misma, desde la perspectiva que hoy nos concierne.
As pues, retomando el trmino ms utilizado: Ansiedad, implica ante todo, una reaccin
emocional de tipo displacentero y el conjunto de respuestas que engloba en las dimensiones
motora-fisiolgica, intelectual y comportamental que, generalmente suelen ser disfuncionales y
escasamente adaptativos. Sin embargo y aun cuando se trata de una reaccin emocional
displacentera, no implica que sea necesariamente ante situaciones displacenteras, ya Alberto
de Castro, psiclogo investigador de Colombia, expone que toda experiencia de ansiedad:
1. Aparece ante la sensacin de amenaza ante algo significativo para el individuo
2. Aparece ante la necesidad de tomar decisiones sin la certeza de las consecuencias de
las mismas
3. Aparece ante expectativas, proyectos o metas en el futuro
4. Aparece de forma abrumadora
Y si observamos y pensamos en ello, el punto No. 1, ante la sensacin de amenaza, sea real o
imaginaria, por supuesto que implica la existencia de una situacin desagradable; mas en el
punto No 2, Ante la necesidad de tomar decisiones sin la certeza de sus resultados, bien, aqu, la
vivencia de la incertidumbre conlleva en s misma el punto No. 3, que implica la expectativa
hacia el futuro, y estos dos puntos no implican necesariamente que la situacin sea
displacentera o etiquetada como negativa socialmente hablando, aunque la reaccin
emocional se pueda vivir en lo displacentero, e incluso se propone que en ciertas situaciones
(tomando en cuenta la experiencia individual), incluso la emocin se puede vivir en lo
placentero. Y aqu es donde se hacen ciertas distinciones en algunos enfoques humanistas entre
la ansiedad y la angustia, renombrando ansiedad a aquellas reacciones emocionales producto
de la vivencia ante una fantasa anastrfica, mientras que la angustia es producto de la
vivencia ante una fantasa catastrfica.
Mas la ansiedad, tambin discutida y analizada por los existencialistas, y de gran influencia para
la psicologa humanista-existencial, ya se puntualizaba como parte de la existencia, la ansiedad
de vivir o la dureza de la vida marca quiz una de las primeras polaridades del existir expuestas
por los existencialistas: la clara existencia de la vida y de la muerte; el mundo de los objetos, ese
perteneciente a la realidad real y compartida, provee a los individuos tanto de dolor como
de placer, el contacto con las personas provee de amor y afecto, mas tambin de soledad y
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angustia; y el ser humano en su experiencia individual, personal, vive la ansiedad y la culpa
existencial (relacionada sta con la deuda ante nuestro propio existir) de acuerdo con los
sentidos vividos en su partculas experiencia de vida, y todo ello es parte del existir. As pues,
algunos existencialistas, con gran influencia en este enfoque psicolgico y psicoteraputico,
han llamado ansiedad/angustia a la aprehensin a la incertidumbre, al miedo y desasosiego
ante la necesidad de elegir; para el enfoque humanista-existencial la ansiedad es pues un
estado emocional del ser.
As pues, en el terreno de la psicopatologa desde la perspectiva humanista-existencial, hemos
de recordar que lo los trastornos mentales, se consideran, s, estados de enfermedad de origen
multicausal determinado e individual, a pesar de la necesaria generalizacin estadstica; que
dicho trastorno o enfermedad ha de ser siempre considerado desde la particular relacin que el
individuo tiene con el mundo y que ha establecido en base a sus experiencias tempranas y
posteriores experiencias de vida.
En la cultura globalizada en la que vivimos, la experiencia distnica entre el ser interno y externo
est a la orden del da, as como tambin lo est la capacidad de autorregulacin y
autoactualizacin del ser. Por ello ser siempre necesario considerar tanto el nivel de
comprensin de significados que propone el humanismo-existencial, como el nivel de
construccin terica que brindan manuales como el DSM. Es necesario conocer la
psicopatologa desde el origen psiquitrico y conocer acerca de prevalencia, criterios,
diferenciales etc., y realizar una integracin con la comprensin de la experiencia y el
otorgamiento de significados que el individuo atribuye a sus patrones comportamentales
disfuncionales.
Como ya se ha mencionado los trastornos mentales son, pues, vistos como experiencias
personales construidas por el s mismo, reflejo de la vivencia de la angustia, parte de un proceso
escasamente adaptativo a alguna situacin especfica y es de origen multicausal. La persona
se obliga a s misma a desorganizarse al estar en la paradjica bsqueda de una organizacin
de experiencia interna ms llevadera que, por supuesto pueden ser explicados y necesitan ser
diagnsticados desde las pautas generalizadas y generalizables de modelos medicopsiquitricos.
La psicopatologa, como ya se sabe, estudia y explica sobre causas y tratamientos para
diagnosticar, evaluar y tratar los trastornos mentales; pues bien, el humanismo propone una
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lnea de tratamiento integral basada en la interconexin de la comprensin psicofisiolgica
psiquitrica del trastorno y la comprensin de la persona en su realidad vivida con dicho
trastorno: cmo influyen las alteraciones psicofisiolgicas en la percepcin de su realidad y
viceversa? Qu significa para el individuo la vivencia de cada uno de los criterios
diagnsticos? De qu manera se pueden entonces abordar para abogar por una mayor
funcionalidad en todos los mbitos de su vida? Y es que es necesario considerar tambin las
construcciones sociales y prejuicios que stas conllevan en la sociedad globalizada de nuestros
das, en donde se dictan normas sociales para definir lo que es sano y lo que es enfermo o
loco, algunas de ellas basadas tan solo en prejuicios, tabes y falsas creencias; otras, en
cambio, en procesos serios de investigacin que llevan a la estandarizacin y existencia de los
manuales como el DSM, que brindan una catalogacin seria y funcional para los tratamientos
y la integracin de los mismos en la inter y multidisciplinareidad.
La lnea psicoteraputica humanista-existencial insiste en la necesidad del profesional de la
salud mental de conocer la Psicopatologa de origen psiquitrico para conocer las causas
psicofisiolgicas y comprender los mecanismos de accin orgnica que cada trastorno
conlleva, adems de permitirle ser capaz de comprender y comunicarse hbilmente con otros
profesionales de la salud y ser capaz de estableces las categoras diagnosticas y diferenciales
entre los trastornos; al mismo tiempo que cada experiencia vivida por parte del individuo es
considerada como esencial para la comprensin del sentido que tiene para cada sujeto y el
cmo y para qu de su actuar viviendo el trastorno, pues este ltimo corresponde a un
esfuerzo de adaptacin que deviene en un proceso de desadaptacin de la estructura
psicolgica de la persona, considerando, pues, al trastorno como uno ms de los procesos de
cambio y transformacin personal en que el individuo desenfoca su percepcin de la realidad
actual, relacional y social, presentndose as los trastornos en un espectro, mediado por
diferentes intensidades o magnitudes, que va de lo neurtico (no psictico) a lo psictico. As, al
contemplar las psicopatologas como esfuerzos de adaptacin, se realiza una descripcin de la
dinmica psicolgica interna y externa de cada paciente, individualizando siempre en casos
especficos para identificar los mltiples factores que dieron origen al trastorno, y de la misma
manera, los mltiples factores que facilitaran su proceso de readaptacin a su realidad con
entrega y responsabilidad, aludiendo a la capacidad intrnseca del individuo a la
autorregulacin. Queda por tanto, postulado, que es de suma importancia integrar la
comprensin de significados particulares y la comprensin terica para brindar la atencin
integral que el sujeto requiere para readaptarse armnica, adecuada y ptimamente a su
medio en todos los contextos en que se desenvuelve.
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