Hebreos Parte 1 Introducion
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http://bdigital.sib.uc.pt/poc/arq/Monografias/LivroAntigo/UCBG-2-9-4-8/UCBG-2-94-8_item1/P9.html
IV.
B.
Amor en el dominio religioso
Conclusin 13.1825
13.717
INTRODUCCIN
Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apstol a los gentiles, honro mi
ministerio,
Romanos 11:13
Autor Clemente de Roma cita pasajes entero de ella y parafrasea otros en su carta los
Corintios, escrita el ao 96. Hallamos huellas probables de nuestra epstola en Justino
Mrtir (165) y en Tefilo de Antioqua (hacia 180). La versin siraca Peshita la contiene
mas no la atribuye a Pablo; la coloca a continuacin de las epstolas dirigidas por el apstol
a particulares. En la Iglesia de Alejandra, una antigua tradicin parece haber designado a
Pablo como autor de la epstola a los Hebreos.
Panteno, el fundador de la escuela de Alejandra, deca en otro tiempo que era porque el
Seor mismo haba sido enviado por el Todopoderoso, como apstol, a los Hebreos (He.
3:1); y que Pablo, enviado a los gentiles, no se haba titulado por modestia, apstol de los
Hebreos. Clemente mismo estimaba que Pablo no haba firmado su carta porque los judos
tenan prejuicios contra l y les era sospechoso. Para explicar el estilo particular de la
epstola, Clemente pretenda que Pablo la escribi en hebreo y que Lucas la tradujo para
uso de los griegos.
Orgenes, impresionado de la diferencia de estilo entre este escrito y los otros del mismo
apstol, recurre la hiptesis de que los pensamientos son de Pablo mientras que la frase y la
composicin seran de otro que habra recogido las enseanzas del maestro.
Los concilios de Antioqua (264), de Nicea (325) y de Laodicea (360) citan sin vacilar
nuestra epstola como un escrito de Pablo. Tertuliano, muerto por el ao 230, cita la
epstola a los Hebreos atribuyndola a Bernab.
En el concilio de Hippona en 393 por la autoridad de Agustn, cediendo l mismo, como lo
afirma, a la autoridad de las iglesias de Oriente, fue nuestra epstola introducida en el
canon, con esta frmula: Epstolas de Pablo apstol, trece, y una a los Hebreos. El
concilio de Cartago, en 419, registra por fin, las epstolas de Pablo, catorce en nmero, y
desde entonces la epstola a los Hebreos es admitida, mas no sin algunas dudas ms tardas
an, por toda la cristiandad hasta el siglo XVI.
Con el renacimiento reaparecieron las dudas sobre su autor, Cayetano y Erasmo fueron los
primeros en expresarlas. Mas el concilio de Trento tap la boca a los sabios catlicos
decretando el origen paulino de la epstola.
Lutero era de la opinin (compartida tambin por Melancton) de que poco nos importa
no saber quin ha escrito la epstola, nos contentamos con la doctrina que el autor funda
constantemente en la escritura.
Calvino se expresa como sigue en su prefacio a la epstola: Ahora, en cuanto a m, yo la
recibo sin dificultad ninguna entre las epstola apostlicas, y no dudo que no haya ocurrido
por astucia de Satans, que se haya encontrado en otro tiempo gente que ha querido
cercenar esta epstola del nmero de los libros autnticos Por lo dems, de saber quin la
ha compuesto, no hay que preocuparse mucho Por mi parte, no puedo creer que San
Pablo sea su autor
Los argumentos que Lutero invoca a fin de probar que la epstola no es de Pablo son
principalmente sacados del Cap. 2:3 y de pasajes tales como 6:4 y sig.; 10:26 y sig. 12:17
donde el autor de la epstola quita a los que recaen toda esperanza de arrepentimiento y de
salvacin.
La opinin tradicional encontr nuevamente defensores entre los telogos protestantes y
volvi a ser dominante en el siglo XVII. No es contradicha sino por los arminianos y
socinianos. Mas desde fines del siglo XVIII y durante el XIX, sobre todo despus del
notable comentario de Bleck (1828), crticos en nmero creciente y perteneciendo a todas
las escuelas, reconocieron que Pablo no poda ser ni directa ni indirectamente el autor de la
epstola a los Hebreos.
Caractersticas propias de la epstola
1) La forma: Carencia de direccin. La epstola a los Hebreos no tiene direccin
alguna. II Tes. 3:17 Este hecho es extrao. Pablo pone en el encabezamiento de sus
cartas su firma y el nombre de aquellos a quienes las destina.
2) El estilo. La epstola a los Hebreos es, de los escritos del Nuevo Testamento, el
redactado en el griego ms puro y diferente al de Pablo.
3) Las citas del Antiguo Testamento. Son hechas exclusivamente segn la versin
griega de los Setenta. Las citas son puestas en boca de Dios, aun cuando en ellas se
trate de Dios en tercera persona (1:6-8; 4:4 y 7; 7:21; 10:30). No se encuentra en la
epstola a los Hebreos las frases de Pablo Escrito est ni la escritura dice.
4) La doctrina de la epstola. El autor ha sufrido la influencia del apstol de los
gentiles; con l, admite el destino universal de la salvacin (2:9,11,15 y 5:9) y
proclama la derogacin de la ley y el fin de la antigua dispensacin (7:8 y sig. 8:7 y
sig.). Su cristologa es, en sus rasgos esenciales, la misma; el Hijo es la imagen del
Padre y el intermediario de la creacin (1:1-3 comp. II Cor. 4:4 * Col. 1:15-16); su
humillacin momentnea ha sido seguida de su exaltacin (2:7-9 comp. Filip. 2:811). Sin embargo Pablo ve la redencin como una obra que se cumple en la
conciencia del pecador; el pecador se apropia por la fe la muerte que Cristo sufri
por l Rom. 3:22-25 esta muerte y la resurreccin de que fue seguida, asegurndole
el perdn, le procuran la paz Rom. 5:1 y sig. Y la liberacin de la potencia del
pecado. Rom. 6 y 7. Recibe el Espritu de adopcin; sabiendo que es elegido de
Dios, tiene la seguridad de su salvacin eterna Rom. 8 para el autor de la epstola a
los Hebreos, la obra redentora se cumple por entero fuera del pecado. El sacrificio
de Cristo es un oficio sacerdotal, que, empezando sobra la tierra, son consuma en
los cielos. La resurreccin de Jesucristo, que Pablo no separa jams de su muerte, es
apenas mencionada en nuestra epstola (13:20) y no juega ningn papel en la
doctrina de la salvacin. Pablo ve en la ley del Antiguo Pacto, ante todo, la ley
moral, el mandamiento que es santo, justo y bueno y conduce a la vida, pero
que causa la muerte del pecador, porque el pecador est esclavizado a la carne Rom.
7 al autor de Hebreos, la ley del Antiguo Pacto aparece como una ley ritual que
constituye ceremonias que no pueden limpiar los pecados basada en la descendencia
sacerdotal 7:16 y que ha sido impuesta hasta una poca de reformacin 9:10 la fe,
segn Hebreos, es, bajo el nuevo como bajo el Antiguo Pacto, la confianza en las
promesas de Dios y su complimiento. No es, como en Pablo, el sentimiento que nos
une a Cristo y que se torna en el principio de una vida nueva. La oposicin de la fe y
las obras, que ocupa tan grande lugar en la argumentacin del apstol de los
polumerw/j
B
C
heredero de todo v. 2 Mt. 21:38 este trmino explica por una parte la
subordinacin del Hijo al Padre, su entera dependencia de Dios, de quien recibe
la herencia; y, por otra parte, su absoluta soberana, puesto que todas las cosas
le pertenecen como su legtima propiedad. Mt. 28:18 * Mr. 12:7 * Rom. 8:17
por quien asimismo hizo el universo es creador. v. 2 *Jn. 1:3 * Col. 1:16
el resplandor de su gloria v. 3 es la manifestacin visible de Dios. Luz de
(parte de) luz. [Credo Niceno]. Quin es tan fatuo como para dudar el eterno
ser del Hijo? Pues cundo se ha visto luz sin refulgencia? [Atanasio
contraArrio, Oratatio, 2]. El sol nunca se ve sin su efulgencia, ni el Padre sin
el Hijo. [Teofilacto.]Jn. 1:14 ; 12:45 y 14:8-9
Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.
Unin hipostticaEs un trmino tcnico que designa la unin de las dos naturalezas,
divina y humana, en la persona de Jess. Cristo es Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col.
2:9; Juan 8:58; 10:30-34; Heb. 1:8). El es plenamente Dios y plenamente hombre (Col.
2:9); as, tiene dos naturalezas, la de Dios y la humana. Decididamente, no es "mitad
Dios, mitad hombre". Nunca perdi su divinidad, ni hubiese podido hacerlo.(1)
Continu existiendo como Dios cuando se encarn y agreg la naturaleza humana a
Su eterna naturaleza divina (Fil. 2:5-11). Consecuentemente, en Jesucristo est la
"unin, en una sola persona, de una plena naturaleza humana y una plena naturaleza
divina". (2)
http://www.vidaeterna.org/esp/preguntas/union_hipostatica.htm
F
G
II.
B.
C.
Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.
III.
Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.
B.
C.
Carson, D.A.; France, R.T.; Motyer, J.A.; Wenham, G.J., Nuevo Comentario Biblico:
Siglo Veintiuno, (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones) 2000, c1999.
3.
rb'D
dab_ar (
'). La raz de esta voz significa lo que est por detrs, de modo
que cuando se la traduce como palabra tambin significa sonido
significativo; tambin puede significar cosa. De acuerdo con una
caracterstica comn de la psicologa hebrea, se considera al dab_ar de un
hombre en cierto sentido como una extensin de su personalidad, y adems
como con existencia sustantiva propia. La Palabra de Dios es, entonces, su
autorrevelacin a travs de Moiss y los profetas; puede emplearse para
designar tanto visiones y orculos aislados como todo el contenido de la
revelacin total, y por consiguiente en forma especial el Pentateuco. La
Palabra posee un poder semejante al del Dios que la formula (cf. Is. 55.11) y
efecta su voluntad sin obstculos. Es por ello que el trmino puede referirse
a la palabra creadora de Dios. En la literatura sapiencial el poder creador de
Dios se menciona como su sabidura, y en cierto nmero de pasajes se habla
de l como una hypostasis distinta de l (vase especialmente Pr. 8.2230:
Sabidura de Salomn 7.21ss). Influido por el AT y el pensamiento helnico,
Filn hizo frecuente uso del trmino logos, al que dio un significado
altamente evolucionado y un lugar central en su esquema teolgico. Deriv
esta voz de fuentes estoicas, y, de acuerdo con su descubrimiento del
pensamiento gr. en las Escrituras heb., lo emple tomando como base
pasajes como el Sal. 33.6 para expresar los medios por los cuales el Dios
trascendente puede ser el Creador del universo y el Revelador de s mismo
ante Moiss y los patriarcas. Desde el punto de vista gr. equipara al Logos
con el concepto platnico del mundo de las ideas, de modo que se convierte
tanto en el plan de Dios como en su poder de creacin. Desde el punto de
vista de la exgesis bblica se identifica al Logos con el ngel del Seor y el
nombre de Dios, y se lo describe por medio de una variedad de trminos,
como Sumo sacerdote, Capitn y Timonel, Abogado (Paracleto) e Hijo de
Dios. Se habla de l como un segundo Dios, y por otra parte, se lo describe
como el Hombre ideal, el modelo de la creacin terrena de Dios. A pesar de
toda esta terminologa de personificacin, sin embargo, el trmino sigue
siendoinevitablemente, en vista del acrrimo judasmo de Filn (por lo
menos en intencin)un trmino y una herramienta de carcter filosfico y
teolgico. Otro posible factor determinante en el uso de Logos en los pasajes
que tenemos que considerar es el uso del trmino para significar el mensaje
del evangelio. El trmino se emplea absolutamente (p. ej. para predicar la
Palabra) y con un nmero de genitivos (la Palabra de Dios, de Cristo, de la
cruz, de reconciliacin, de vida, etc.). Todas estas demuestran que en el NT
se considera el evangelio esencialmente como una presentacin de Jess
mismo; l es la Palabra que se predica. Pero de ninguna manera est siempre
implcito esto en la frase. Tenemos tres lugares en los que se ha tratado de
emplear el trmino logos en sentido tcnico: Jn. 1.1 y 14; 1 Jn. 1.13; Ap.
19.13. Jn. 1.1 es el nico caso sin ambigedades. Aqu nos encontramos con
un prlogo del evangelio sumamente metafsico, en el cual se interpreta
teolgicamente la significacin del Cristo. Los eruditos no concuerdan sobre
Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz,
Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982.