Ki La Energia Primordial

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KI,

LA ENERGA PRIMORDIAL
Por Carmelo Ros
El KI, la energa que anima y crea todas las formas de
existencia es, a pesar del aura de misterio que a menudo
la envuelve, lo ms evidente sobre esta tierra, pues
vivimos literalmente sumergidos en un ocano de Ki, pues
es la sustancia o la vibracin que se manifiesta en
infinitas formas naturales. La ciencia comprende ahora
algo que los sabios de la antigedad ya conocan, que la
materia no es sino un sonido, una vibracin. Pero
especulando hasta lo infinito, intuyen que esa materia no
es otra cosa que luz densificada o cristalizada.
Pitgoras, hace ms de 2500 aos afirmaba que una piedra
era en realidad msica petrificada.
Los sabios instructores de yoga, meditacin, sanacin
o de artes marciales con un designio espiritual nos
aconsejan ser extremadamente cautos en cuanto al uso o el
desarrollo del ki o prana, pues no dejan de insistir en el
hecho de que la energa, el ki, chi o prana, es
absolutamente neutral, totalmente impersonal, como la luz
energa solar o la electricidad, y que nutrir nuestras
tendencias e inercias, al igual que la luz del sol puede
hacer crecer una flor de loto o de opio. El muy antiguo
axioma hermtico nos dice que la energa sigue al
pensamiento, y por ello, si deseamos entrar en contacto
con la Fuente del Ki, debemos observar cuidadosamente la
calidad de nuestros pensamientos, palabras y actos,
encontrar el ncleo de donde surgen, y comprobar si stos
manan de nuestro amor, de la compasin y de la alegra, o
de nuestro deseos y nuestros miedos, con todas su
positivas o fatdicas consecuencias. A ese respecto,
diremos que algunos de los libros publicados sobre el arte
de pranayama (las antiguas tcnicas para absorber la
energa del ki o prana por medio de la respiracin) son
muy nocivos, pues raramente advierten a los estudiantes
acerca de los riesgos derivados de una indiscriminada

prctica. No olvidemos que trabajar con la energa del ki


sin un gua que conozca la ciencia del uso de la energa y
la anatoma del cuerpo humano, es literalmente jugar con
fuego.
Por otra parte, las tcnicas de Aikido y de otras
vas como el arte de la espada o el karate-do tradicional,
que
incorporan
numerosas
formas
de
ejercicios
respiratorios, hacen desarrollar muy rpidamente una gran
cantidad de ki hrico, y si no existe una conducta elevada
guiada por grandes valores humanos, compasin, noviolencia, desapego y ecuanimidad, veremos aparecer
sntomas de una exacerbacin de nuestros defectos de
carcter, de nuestras pasiones dominantes, nuestras
tendencias latentes (smskaras) e inercias mentales
(vasanas).
Los maestros nos dicen que el ki puede expresarse de
dos formas bien distintas: como tariki, el ki creativo,
feliz, pacfico, alegre, expansivo, inclusivo, alegre y
fluido, que surge desde el corazn y de los centros
(chakras) superiores, o el yoriki, el ki nefasto,
destructivo,
egocentrado,
impetuoso,
individualista,
tendente a la agresividad e incluso a la violencia. Este
es el ki del hara o cerebro reptiliano y abdominal, con
todas
sus
nefastas
e
imprevisibles
consecuencias.
Precisamente ese tipo de ki negativo, anclado en el hara
es el que desarrollaban muchos guereros samurai, y por
desgracia una gran mayora de practicantes de artes
marciales y de profesores que no han tenido la fortuna de
ser instrudos por un profesor compasivo, pacfico y
sabio.
LA CIENCIA DEL KI
Si deseamos profundizar en los misterios de Ki,
deberemos ineludiblemente digigir nuestra mirada hacia la
Madre India, donde los grandes sabios, yogis, ascetas e
inciaciados realizaron profundas investigaciones durante
miles de aos sobre la estructura esotrica del cuerpo
fsico, etrico y mental del ser humano, aliados a la
ciencia de la respiracin.

Sensei Michel Coquet nos dice:


El prana tiene su fuente en el sol mismo que es el
gran animador y aquel que confiere a las formas un
movimiento propio. En la respiracin, el prana no es el
movimiento de inspiracin y expiracin que podemos
observar, sino su causa. Imprime ese movimiento para
repartirse por todo el organismo.() Digamos simplemente
que el prana es la suma de las energas csmicas en
acin, es la fuerza de la vida en s misma. Es la
energa inherente a cada uno y en el csmos. ( )La
importancia del control del prana viene por el hecho de
que el prana camina a la par que manas (la mente) y que
manas controla los sentidos.(1)
Cuando el Ki penetra una forma, le concede una vida, una
vibracin
y
un
movimiento.
Podramos
expresar
simblicamente este concepto como una semilla que posee en
s misma la conciencia o la informacin gentica necesaria
para convertirse en una flor o en un poderoso rbol, y que
ser el ki solar el que haga despertar la vibracin que le
permitir expresarse y evolucionar como una expresin
consciente y orgnica de energa. Cuando el Ki nutre una
determinada forma de vida, desde un tomo, un electrn, un
ser vivo o toda una galaxia, le infiere un triple
movimiento. Primeramente una pulsacin, luego una rotacin
sobre s mismo, y finalemente una forma energtica de
espiral ascendente. Notemos, de paso, la similitud de esta
definicin del ki con los movimientos mismos del Aikido.
Es
evidente
que
O-sensei
conoca
perfectamente
el
misterioso funcinamiento del ki, y que reflej esta
arquitectura sagrada de la energa creativa en la
estructura misma de Aikido. Por esta razn, Morihei
defina su arte como una forme de inclurse o de adaptarse
al movimiento mismo del Universo. O-Sensei escribi:
En el principio fue la fuerza original que llamamos Ki.
Esa fuerza original se manifest por un sonido y cre el
mundo en que vivimos. Como consecuencia, nuestras vidas

son una parte del Universo, y cada uno de nosotros,


hasta el ms dbil posee una fuerza interna muy grande
que le fue dada en su nacimiento.
Inspirndose en la metafsica del Shinto esotrico, y
sobre todo en las enseanzas de su maestro, Onisaburo
Deguchi, lder de la escuela esotrica O-Moto-Kyo, Morihei
Ueshiba tambin concibi ese eterno fluir de la energa
del ki Creador como Kannagara-No-Michi, la ola de
Dios, el flujo de la fuerza creativa que une el pasado
con el futuro, que recorre el espacio y el tiempo y crea
las formas de existencia en todos los mundos, planos y
dimensiones de consciencia. Para O-sensei, Kannagara es
un camino de perfeccin que no comporta doctrinas del
bien ni del mal. Una va que encuentra la verdad y la
realidad divinas, sin cesar en bsqueda de formas cada vez
ms perfectas de existencia.
Kannagara es un camino de libertad suprema, pues
para que la accin est en armona con la Naturaleza,
debe ser el resultado de una obediencia espontnea al
Kami, creador y origen del Universo. Las montaas, el
viento, los ros, los rboles, las hierbas llevan su
nombre
Mitsuji Saotome
Integrarse, fluir, incluirse en el Kannagara es ser
Uno con el Universo, hacerse Uno con el Tao, pero el
ser humano debe antes liberarse de numerosas tensiones y
bloqueos fsicos, emocionales y mentales. Por esta razn
los primeros tiempos en la prctica del Aikido deberan
ser consagrados a una dinmica de purificacin (misogi) y
de liberacin del cuerpo fsico y emocional para que el
buen Ki, la energa vital, pueda circular libremente sin
obstculos. La prctica misma del Aikido es en s misma
una sabia forma de crear y templar un instrumento musical,
una disciplina que refina y purifica nuestro cuerpo sutil
para hacerlo accesible y sin riesgos a energas de elevada
tasa vibratoria, como lo son las diferentes asanas del

hatha yoga. Estas prcticas de desbloqueo de energas


tienen mucho en comn con los puntos de vista de Wilhelm
Reich o Alexander Lowen. El propio Reich, que designaba al
Ki con el nombre de Orgon, escribi: El pensamiento
funcional no tolera ninguna condicin esttica. Por esta
razn, todos los procesos naturales estn en movimiento,
incluso en el caso de formas rgidas o inmviles. Tambin
la Naturaleza fluye en cada una de sus funciones como una
totalidad.
Nuestros temores, miedos, traumas, ambiciones, amores,
desamores,
orgullos
y
odios,
deseos
y
pasiones,
contractan, bloquean y colapsan algo en nosotros, tanto
fsica como psquicamente. Debemos saber que el contacto
directo
con
el
ki
puede
aportarnos
un
notable
despertamiento de las facultades psquicas y mentales, una
apertura a las sutiles energa de la Naturaleza, una gran
mejora de nuestro carcter, un refinamiento de nuestros
sentidos, de nuestros pensamientos, palabras y actos, y
una especial sensibilidad que nos permita percibir los
planos o campos energticos sutiles (no astrales) y una
mejora de nuestra salud y de de nuestra intuicin, o por
el contrario, un oscurecimiento de nuestra mente, une
retorno a formas primitivas y salvajes del pensamiento, de
la palabra y del acto, y fsicamente, una visible
retroversin de nuestra pelvis, por una sobre-alimentacin
de los chakras inferiores, que conllevan el aumento de las
pasiones, de los deseos conpulsos, de los miedos, y una
negativa tendencia a la animalidad, con todas sus
fatdicas consecuencias.
Recordemos que la astucia, la clera, el instinto de
seleccin natural, los deseos obsesivos, la codicia, la
lascivia, la crtica destructiva, la infamia, la delacin,
la injuria, la calumnia entre otros, no son cualidades del
alma, no perteneciente al hombre espiritual sino a nuestra
herencia selectiva del reino animal con todas sus
tendencias latentes en nuestra subcosnciencia procedentes
de nuestro paso por los diferentes reinos de la
Naturaleza.

FORMAS DE KI
La Tradicin sagrada nos ensea que si bien el Ki, la
Suprema Energa, es nica, esta se expresa de diferentes
formas o soplos (vayu) mas sutiles o mas densos, como los
colores del arco iris que son la expresin visible del
blanco puro de la luz, as, podramos definir estas
expesiones del ki o del prana de la siguiente forma, segn
la tradicin:
- Prana del aliento o de soplo vital. Este ki se
espresa
por
la
inspiracin
que
recibimos
por
la
respiracin y que se extiende desde la nariz a la
garganta, el corazn y los pulmones. Se ocupa de absorber
la energa solar o fotnica. Es un ki vertical,
procedente del espacio, de la luz, del Sol y del oxigeno.
Este ki se relaciona con el color rojo rub. Como
ancdota, diremos que Onisaburo Deguchi y la orden
esotrica O-Moto-Kyo enseaban a sus seguidores una
tcnica de respiracin purificadora que permita separar
el ki del oxgeno y reconducirlo hacia los centros
superiores, y que esta tcnica sobrevive an en ciertas
escuelas de Aikido esotrico o espiritual, aunque no puede
ser revelada en una publicacin debido al riesgo que puede
conllevar para el nefito o el imprudente estudiante que
no posee un gran dominio de su cuerpo fsico y astral.
La segunda forma es samana, o aliento medio, o prana de
asismilacin, que fluye desde el corazn al plexo solar y
con el proceso digestivo y la asimilacin de los
nutrientes. Tiene que ver con la retencin del aliento. Es
una
energa
de
construccin,
de
curacin
y
de
sostenimiento de la vida. Se dice que este ki ser el
responsable de la elevacin de la energa hacia los
centros superiores y de unir el Cielo y la Tierra. Su
color es blanco puro o trasparente como el cristal de
roca.
El tercer tipo de ki es apana, el soplo ascendente,
tiene que ver con la espiracin (exalacin) y es muy
querido por los grandes ascetas y yogis, pues se ocupa de
la excreccin y por tanto de la purificacin de los

rganos, que en la prctica de los diferentes yogas o del


las
artes
marciales
superiores
es
extremadamente
importante, pues con la espiracin llega la eliminacin de
los residuos y txicos bio-qumicos resultantes de la
oxigenacin y de la digestin, y tambin se limpian los
diferentes nadis o canales de energa, y los rganos
etricos, una verdadera red etrica formada por millares
decanales (bien conocidos por los acupuntores) que
conducen el ki o prana. Su color deriva del blanco al
rojo.
Udana, es un soplo an mas elevado, tambin muy querido
por los yoghis y los practicantes de mantrayama y kototama
(la ciencia esotrica de los sonidos), pues tiene que ver
con la voz, con el sonido, con el lenguaje y con los
rganos superiores, y por tanto con el cuerpo etrico, de
ah la extrema importancia para un estudiantes o
instructor de purificar su verbo, es decir, de sus
palabras, pues la energa del ki ir directamente a su
cuerpo sutil o etrico, alimentndolo de vitalidad. Muchas
enfermedades, sobre todo mentales, tienen su origen en un
uso negativo de las palabras.
A su vez, se relaciona con ciertas glndulas endocrinas
de enorme importancia en la vida espiritual, como la
pineal y la pituitaria, que recordemos, era donde Leonardo
da Vinci y Ren Descartes (entre otros muchos) situaban la
sede del alma. Su color es azul celeste.
Vyana es el ki o prana superior, pues es la suma de los
anteriores, el total de las energas prnicas. Tiene que
ver con el proceso de la muerte y del renacimiento. Es a
travs de este prana que los grandes lamas iniciados
consiguen abandonar este mundo por la pate superior del
crneo en plena consciencia, si atravesar los planos
intermedios o bardos. Este soplo surge del corazn
secreto hacia el exterior en una forma espiral. Su color
es dorado.

EL ARTE DE LA RESPIRACIN

Como sabemos, el aire y la energa solar son la


principal fuente de alimento de los seres vivos.
Recordemos que nosotros, los seres humanos, respiramos
unas veintiuna mil seiscientas veces al da, y que en un
solo ao, consumimos unos sesenta mil metros cbicos de
aire atmosfrico. Podemos permanecer das sin agua, sin
aliento o sin sueo, pero unos escasos minutos sin
respirar pueden provocar una patologa irreversible e
incluso la muerte.
En Aikido, la expresin del soplo vital se define como
kokyu, una diflmente traducible palabra que expresa la
idea de proyeccin de ki, de extensin de la menteespacio, de apertura, de creacin constante, o de vida
abundante. Kokyu es tambin la expresin de nuestro Yo
Superior, de nuestro espritu o esencia inmortal. Tambin
se habla en Aikido de de kokyu-ryoki, o poder de la
respiracin y de sucho-ryoki, la facultad de concentrar
ese poder en un punto externo o interno. En Aikido es muy
importante el concepto de kokyu-Ho, el arte a la va de
respirar con el otro, la Naturaleza o el Universo: Esta
es una enseanza sagrada y muy esotrica, que fue
redescubierta e incorporada a la prctica por Onisaburo
Deguchi y Morihei Ueshiba.
Precisamente en griego y otras lenguas clsicas se
hablaba del Espiritu Creador como agyon pneuma, el
solpo creador y divino, asimilable al Espritu Santo del
Cristianismo, la energa poderosamente creativa que los
antiguos consideraban como le fuerza maternal y femenina
de Dios. Precisamente en la escuela Pitagrica se llamaba
pneumticos a aquellos haban logrado el encuentro con esa
energa superior, y por tanto la maestra en la
respiracin y en el uso de los sonidos creadores.
Los antiguos sabios conocan muy bien la estrecha
relacin que existe entre la mente, el espritu y la
respiracin, pues el universo mismo (nos dice la India
vdica) respira con el aliento de Brahmn, en ciclos
inconmensurables de espiracin-actividad-consciencia o

Manvatara y de inspiracin, quietud e inmovilidad o sueo


csmico, Pralaya. En las enseanzas sagradas se nos dice
que la respiracin est vinculada estrechamente con la
mente (manas), o mejor dicho, con los vitris, las
frecuencias u oleadas de pensamiento, como enseaba
Patanjali. Sabemos que es el pensamiento el que hace que
nuestra respiracin se calme como las aguas de un lago
inmvil o que se levanten las olas como en una tempestad
interior. En Aikido buscamos la calma de la mente
prioritariamente,
durante
la
accin,
que
repercute
inmediatamente en la respiracin y por tanto en los
diferentes cuerpos, por ello algunos expertos definen la
prctica del Aikido como la calma en el movimiento. Pero
no olvidemos que aquello que hace que nuestra respiracin
se modifique, se calme o se acelere es sobre todo la
actividad emocional, el temor, la ansiedad o la alegra y
el afecto.
Sri Ramana Maharshi, el gran sabio de la
colina santa de Arunachala, nos ensea:
Si la mente est controlada, la respiracin queda
automticamente
controlada.
Es
por
ello
que
el
pensamiento
intelectual
y
la
respiracin,
la
circulacin y las actividades vegetativas so unas y
otras diferentes aspectos de la misma vida individual.
De todos los sistemas o tcnicas que estn vinculadas
con la respiracin, las mas tiles e inocuas para nosotros
los estudiantes de Aikido, de yoga, meditacin o artes
marciales espirituales son aquellas que propicien o
acenten la correcta espiracin pues se basan en ventilar
nuestro cuerpo y sus rganos, y eliminar el gas txico
procendente de la metabolizacin celular, pero tambin
permiten la expansin de la mente y la expresin del
espritu. Debemos rechazar cualquier sistema que propicie
la retencin del la respiracin (khumbaka) pues acumula
una gran cantidad de prana, sobre todo a nivel cerebral,
que puede nutrir cualquier patologa, incluso tumores (no
olvidemos que un tumor es una forma de vida) y provocar
graves consecuencias sobre la salud, fsica, pero sobre
todo psquica. No son pocos los practicantes de tcnicas

de yoga y pranayama que han sufrido graves accidentes


debidos a la congestin y la acumulacin de prana o ki,
sobre todo a nivel ventral (hrico), pues el prana, no lo
olvidemos, es una forma de fuego.
En la practica de Aikido se ensea el uso de ko-kyuho,
la tcnica de armonizarse o hacerse uno con la
respiracin del otro, pero no solo con nuestro compaero,
sino con la respiracin de la Naturaleza y por extensin,
del Universo. Kokyu-ho nos permite respirar con los
rboles, con las montaas, con las mareas, con la brisa,
con la luz del sol, y con el gran movimiento de expansin
y contraccin del csmos. Por la intensa prctica de
Aikido, pacfica y bien dirigida a un fin preciso, el
cuerpo, el corazn y la mente se unifican y se abren y
nuestra respiracin recupera la perdida amplitud del
espacio, la profundidad del ocano, la belleza de las
montaas, la potencia del viento y la fluidez del agua. Se
tiene entonces la sensacin de no haber respirado de
verdad hasta ese momento. A esa forma de respiracin
conectada con la Suprema Fuente se la denomina ShinKokyu, el soplo creador pero para que esta energa
poderosamente creativa se exprese a travs de nosotros,
debemos convertirnos en un cero, no ser nada, no esperar
nada ni ambicionar nada.
Cuando la fuerza original, el Ki, penetra y anima un
cuerpo, exige dirigirlo plenamente. Exige tambin una
capitulacin completa del yo y el control de nuestras
facultades intelectuales. Exige que el cuerpo se someta
a ella misma. Reclama los talentos de virtuosismo
tcnico y las capacidades del cuerpo que va a utilizar
para protegerlo. Quiere utilizar la habilidad total de
aquel en quien ha penetrado. Para ella, la mente, el
yo, es un obstculo.
Andr Nocquet

CENTROS DE ENERGA
La Tradicin nos dice que tanto en la Tierra, como en
el espacio exterior y en el cuerpo humano, existen
vrtices de energa, los llamados chakras o ruedas.
Estos
se
ven
directamente
afectados
por
nuestros
pensamientos,
tanto
positvos
como
negativos,
y
alimentados por la energa del ki.
Se nos ensea que si bien su nmero es mucho mayor, son
siete los principales chakras en la estructura etrica del
cuerpo humano. Tres son de naturaleza negativa, y estn
situados bajo el diafrgma, otros tres son de polaridad
positiva, y uno, central, el del corazn, es un centro de
sntesis energtica que puede derivar hacia abajo o hacia
arriba, segn la frecuencia de nuestra vibracin, nuestros
sentimientos o pensamientos.
PELIGROS DEL HARA
Mucho se ha dicho y enseado sobre este difcil tema, y
algunos libros muy conocidos, escritos por autores serios
pero poco preparados en materia de esoterismo, sanacin o de
anatoma espiritual, ensalzan sobre manera la practica de
haragei, sin advertir a de los riesgos que conlleva la
acumulacin de ki en los chakras inferiores, que provocan
grandes problemas de salud sobre el cuerpo fsco, etrico y
mental, y que han sido la causa de accidentes psquicos e
incluso de enfermedades muy graves (sean o no conscientes de
su causa) en un buen nmero de practicantes. No olvidemos
que el hara es realidad la expresin de nuestro
subconsciente, de nuestro cerebro reptliano, donde han
quedado impresas miriadas de millones de experiencias en
nuestro recorrido desde el mundo animal al humano, y que de
ah surge esa cualidad instintiva y a menudo premonitorio o
teleptica del cerebro abdominal, el de la supervivencia,
la seleccin natural, la caza o la huda. Es por ello un
cerebro o mente absolutamente animal, primitivo y muy
antiguo, que debe estar al servicio del corazn y de la
mente esclarecida o consciencia lcida.

As como en la India vdica y en las grandes vas ygicas


y espirituales se concede una importancia muy relativa y
limitada a estos centros inferiores, parece ser que en Japn
y otros pases limtrofes se le dio la desorbitada dimensin
de una disciplina superior de elevacin espiritual. Ello tal
vez se deba a que su uso aumenta la fiereza, exacerba las
cualidades
instintivas
de
seleccin
natural
y
de
supervivencia, (o de ataque) y potencia la sensacin
material de estar anclados en la tierra. Pero la historia
est llena, en realidad, de los fatdicos efectos de esta
siniestra doctrina tan querida por los samurai de todos los
tiempos y latitudes. No cesaremos de advertir a los incautos
estudiantes e incluso a muchos profesores serios y
comprometidos, que practicar Aikido, una disciplina yguica,
otro arte marcial o una forma de meditacin concentrndose
en los centros inferiores es un grave error desde un punto
de vista metafsico y espiritual, y sobre ello los maestros
nos previenen constantemente. La acumulacin de ki o prana
en estos centros inferiopos, que sirven como receptores de
energa electro-magntica o telrica puede conllevar, y a
menudo lo hace, una exacerbacin del instinto natural, un
acrecentamiento de las pasiones sexuales, del egocenrismo,
del individualismo, y como consecuencia, una acentuacin del
sentido de separatividad. Los sntomas de esta verdadera
patologa del hara, que en lo absoluto son la expresin de
una
elevada
espiritualidad
o
de
una
expansin
de
consciencia, son el egocentrismo, las explosiones de clera,
la
irritabilidad,
el nimo desequilibrado,
triste
o
eufrico, las depresiones, el carcter obsesivo-compulsivo,
narcisista, egocentrado, irritado, dominante, duro, difcil,
astuto,
manipulador,
y
sobre
todo
significativamente
reconocible en el verbo procaz, falaz, lascivo, hiriente,
cnico o crtico, en la tendencia a propagar rumores, a la
calumnia, a la delacin, a la traicin, es decir, a formas
de seleccin natural, que como dice un gran sabio, son el
realidad canibalismo evolucionado, que hacen sufrir mucho
a los que las padecen y por desgracia a quienes les rodean.
Es la causa ms comn de la separacin de las personas, de
la destruccin de los grupos positivos, del fracaso de
intenciones sanas y santas.

El hecho de la consciencia hrica afecta al uso de la


palabra, por una relacin de simpata o sincronicidad con el
chakra de la gargana (vishuda) no ahace albergar ninguna
duda a los grandes sanadores o vientes. Por otra parte,
tambin sabemos del nefasto efecto que unas negativas
palabras provocan sobre nuestra salud, particularmente sobre
nuestro sistema inmunitario y cardio-vascular. En los
ltimos tiempos se estn realizando investigaciones sobre el
efecto de las palabras sobre las glndulas endocrinas, que
son verdaderos mini-cerebros capaces de segregar hormonas y
otras sustancias fundamentales para nuestra salud y nuestra
vida y que son la exteriorizacin fsica de los vrtices de
energa o chakras.
Por otra parte, esta hiper-estimulacin afecta a otros
centros superiores, amarga el corazn, entristece el
espritu, provoca obsesiones, insomnio, pesadillas, causa
dolor y sufrimiento y hace cometer grandes errores vitales,
pues genera que la persona viva continuamente en un mundo
astral, emocional y subcosnciente a flor de piel, como es el
caso de muchos artistas, videntes, visionarios e incluso
instructores de meditacin, de yogas o expertos de artes
marciales.
Todos los practicantes de Aikido y otras artes conocemos
por experiencia los sntomas evidentes y visibles de esta
enfermedad del cuerpo etrico, pues hemos visto a expertos,
incluso de un muy elevado nivel tcnico, que eran vctimas
de sbitos arrebatos de clera, de grandes cambios de humor,
de una mentalidad suspicaz, desconfiada, agresiva e incluso
violenta, producto, repetimos, del desarrollo del fuego
hrico, sin el aadido del agua de la misericordia, de la
alegra y de la compasin.
PRACTICA DEL KI
Como
sabemos,
las
glndulas
endocrinas
son
la
exteriorizacin fsica de los centros mayores o chakras, que
son particularmente sensibles a los sonidos y a las
frecuencias de las palabras, as, una mala noticia, un
disgusto, una conversacin negativa, la propagacin de
embustes, de calumnias, de injurias, un deseo auto-

destructivo, pueden cambiar radicalmente la polaridad de


estas sustancias vitales y provocar el vertido de un
autntico veneno sutil pero cuan mortreo en nuestro
organismo, con todas sus fatales consecuencias.
Poco o nada se investiga (y menos aun se difunde) en la
actualidad acerca del efecto nocivo, incluso letal que
provocan sobre la salud de las personas las malas noticias,
la msica horrsona, las imgenes espeluznantes de crmenes,
violaciones,
violencia,
delincuencia,
las
profecas
negativistas,
los
escndalos
continuos
de
corrupcin
poltica, social o religiosa, que vierten el ponzoosos
veneno
de
la
pesadumbre,
del
escepticismo,
de
la
desmoralizacin, de la tristeza, del negativismo, sobre todo
en la juventud, que constantemente son difundidas por los
medios de comunicacin, y que bombardean con armas de miedo
el
corazn
humano.
Tarde o temprano quedar demostrado el efecto que sobre
nuestra salud individual y de la sociedad ejercen las
palabras de los dems y las propias. Muy a menudo creemos
que la vida es injusta, que somos las vctimas, y nos
preguntamos
qu
hemos
hecho
para
merecer
ciertas
circunstancias adversas, pero raramente reflexionamos acerca
de cmo son nuestros pensamientos, nuestras palabras y
nuestros actos hacia esa misma Vida, que nos da tanto sin
pedir jams nada a cambio. Si conociramos el efecto
devastador que las palabras negativas, hirientes, tristes,
depresoras y a veces malvadas ejercen sobre nosotros, jams
las pronunciaramos, ni siquiera con el pensamiento. Aun por
nuestra propia salud y la edificacin de una positiva autoimagen, deberamos pronunciar siempre palabras compasivas y
creativas, de perdn, de compasin, de armona, y guardar
silencio sobre los supuestos defectos o errores de los
dems. La positivacin del pensamiento y de las palabras
debera ser una parte fundamental de cualquier terapia
fsica, psicolgica, educativa o espiritual, pues las
palabras unidas a imgenes mentales y estados emocionales,
como ha descubierto la fsica cuntica y como siempre han
sabido los grandes sanadores (recordemos el llamado efecto
placebo) tienen el poder de modificar la realidad.

El tono, la calidad, la belleza, la profundidad, la


creatividad, y tambin la fealdad de nuestras palabras son
altamente diagnsticas de nuestro estado espiritual y de
la localizacin de nuestra consciencia y energa. Segn
nuestras palabras podemos fcilmente averiguar en que centro
energtico
habitamos, desde que dimensin de consciencia
actuamos y cuales de nuestros chakras se encuentran mas
activos, sin necesidad de consultar a un vidente. As, las
palabras que contienen sentimientos de deseo oscuro,
lascivia,
ira,
envidia,
celos,
resentimiento,
destructividad o competitividad, evidencian que estamos
focalizados a nivel de los centros inferiores o haricos,
es decir, focalizada en el sacro y el bajo vientre
(muladhara, svadistana y manipura chakras).
Si nuestras palabras contienen tristeza, amargura,
inquietud, depresin, ansiedad, es muy posible que nuestra
energa se encuentre polarizada hacia el centro del plexo
solar. Si nuestro verbo evidencia alegra, belleza, amor,
compasin, expansin, perdn, sntesis y libertad, es
evidente que nuestra energa se expresa desde el centro del
corazn (anahata chakra). Y finalmente, si nuestras palabras
son
creativas,
armoniosas,
intuitivas,
inteligentes,
unificadoras,
luminosas
y
espirituales,
expresan
abiertamente que su energa fluye de los centros superiores
(vishuda, ajna y sahasrara chakras).
Todos experimentamos como la energa asciende hacia
arriba, ligera, sutil, liviana, inundando los centros
superiores y sobre todo el corazn, cuando hablamos
positivamente, cuando decimos la verdad, cuando estamos
enamorados, cuando contemplamos un bello paisaje, leemos un
conmovedor poema, escuchamos una hermosa msica o recordamos
eventos felices; y por el contrario, como la energa
desciende hacia abajo, densa, pesada, oscura, provocando esa
siniestra sensacin de incertidumbre, de inquietud e incluso
de
temor,
cuando
escuchamos
o pronunciamos
palabras
malsanas, crticas, profticamente negativas o duras. Un
estudiante espiritual- y un verdadero practicante de Aikid,
absolutamente debe esforzarse por purificar sus palabras,
que surgen de sus pensamientos y de sus emociones. Esa

simple actitud equilibra y sana el, a menudo devastador,


poder del hara.
Para las grandes vas espirituales, como el sufismo, la
kalachakra tibetana, la gnsis cristiana, el bakthi-yoga,
o las formas superiores de Aikido, el chakra del corazn
(anahata) es el mas importante y fundamental, sobre todo
en la poca actual, caracterizada por grandes y rpidas
expansiones de consciencia, pues equilibra, alinea, nutre
y sintetiza las energas o vibraciones de todos los dems
centros.
Si bien en las enseanzas ygicas existen tcnicas,
sonidos, mantras e incluso colores, aromas y msicas
descubiertas
o
diseadas
especficamente
para
el
desarrollo de este chakra, los maestros de la gran
tradicin suf, los grandes lamas, los nuevos adalides de
la mstica oriental y occidental de la actualidad,
conociendo la forma de vida de la sociedad contempornea
en la constante y difcil interaccin o friccin de los
egos en la vida de las grandes ciudades, con su crnica
falta de una necesaria preparacin preliminar fsica, pero
sobre todo psicolgica, y sabiendo que muchos discpulos
de la actualidad arrastran karmas muy duros y traumas
sociales, unidos a la falta de un verdadero instructor,
nos aconsejan trabajar directamente con la causa, es
decir, con la cualidad espiritual o moral que despierta y
hace expandirse este chakra tan sumamente importante. Es
evidente que la energa que mas acelera el proceso de
equilibro de los chakras y sobre todo el del corazn, el
amor puro, la compasin, el inegosmo, el sacrificio del
si mismo en beneficio de los dems.
El secreto del Aikido es armonizarse con el movimiento
mismo del Universo. Aquel que ha descubierto el secreto
del Aikido tiene el Universo en si mismo y puede decir
yo soy el Universo! Despojaos de vuestra escoria,
quitaos las sucias vestiduras de vuestro espritu, abrid
vuestro corazn a la evolucin celeste y brillad!.

Para O-Sensei, Ai, la armona, el amor puro deba


ser alcanzado en un cierto grado antes de que la energa
interior, el Ki, fluyera con naturalidad y sin riesgos. Osensei nos previene:
Si el corazn es impuro, estaris llenos de tensin
interior, de orgullo, de desorden, de confusin, de mil
enfermedades fsicas, mentales y emocionales. Jams
podris comprender el Aikido si vuestro corazn no se
purifica. Debis lavarlo para tener paz en vosotros
mismos y con el mundo, no siendo enemigo de nadie, no
viendo a nadie como vuestro enemigo.
A pesar de existir de forma continua en nosotros y a
nuestro alrededor, esa energa puede expresarse de maneras
extraordinariamente
poderosas
en
circunstancias
particulares, a menudo tras momentos crticos o de gran
tensin que nos conducen a un abandono o capitulacin del
sentido del yo. Cuando todos nuestros recursos fsicos e
intelectuales han resultado estriles, entonces, el gesto
preciso, la actitud correcta, el conocimiento intuitivo o
el poder necesario se manifiestan en forma casi milagrosa.
Sobre el tapiz, cada aikidoka se sita a s mismo en
el Centro del Universo, pero tambin los dems lo estn.
Para sensei Andr Nocquet: Es preciso proyectar en el
corazn del adversario y en la ms oscura conciencia una
fuerza benfica tal que venceremos por su causa y tambin
por la nuestra.
Recordemos que la palabra japonesa kami (equivalente a
Dios-Creador) est formada por los ideogramas ka (fuego)
y mi(agua), y que de la interaccin de ambas energas
surge el ki, cuyo kanji expresa la idea de vapor de
agua. En la prctica de Aikido recreamos constantemente
el Universo, cuando el atacante (uke), que aporta la
polaridad yang-fuego, es literalmente absorbido por el
agua (yin) de tori, del que asume o recibe la energa del
ataque. De esa armoniosa, conciliadora y no violenta

interaccin, surge y se expresa el ki creador. Ese ki es


una energa en contacto con la Gran Fuente, con el
manantial de la vida en el Universo, poderosamente
creativo y cohesivo, que tiene a reunir, a unificar, a
reconciliar los pares de opuestos, a recrear la Unidad. Es
precisamente nuestro ki el responsable del impulso
vehemente que sentimos por retornar al Origen, a la causa
Primaria, al ncleo secreto, al Sol Invisible e Inmortal
de donde surge nuestro Ki, y por tanto, nuestra Verdadera
Vida.
Para terminar, unas sabias palabras del maestro de
Aikido y uchi deshi (discpulo directo) de O- Sensei
Morihei Ueshiba, Andr Nocquet:
Un verdadero aikidoka debe dejarse llevar por el Ki
hasta el desprecio mismo de la muerte. Esta es la
verdadera forma de pasar de la muerte a la vida. La fe
en esta creencia, la certeza absoluta de que el Ki
protege y no abandona a aquel que ha renunciado a su
voluntad propia, vuelve al aikidoka fuerte y resuelto.
Aquellos que no se han encontrado en peligro de muerte
no pueden percibir el verdadero espritu del Aikido,
que es aquel de trascender la vida y la muerte
mismas.
Bibliografa:
1) Michel Coquet : MUSASHUGYO, LA RECHERCHE DE LA VOIE.
Ediciones Vega, Pars.
(2) Mitsuji Saotome: AIKIDO O LA ARMONA DE LA
NAURALEZA. Kairs, Barcelona.
(3) Michel Coquet y Carmelo Rios BUDO SECRETO,
Obelisco, Barcelona.

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