Los Modelos de Comunicacion en La Interaccion Social
Los Modelos de Comunicacion en La Interaccion Social
Los Modelos de Comunicacion en La Interaccion Social
Dominique Picard
La interaccin
social
Cultura, instituciones
y comunicacin
ediciones
PAIDOS
Barcelona-Buenos Aires-Mxico
SUMARIO
INTRODUCCIN
1. Una perspectiva nueva en las ciencias humanas . . . .
2. La nocin de interaccin social
3. Orientaciones
11
12
14
16
PRIMERA PARTE
INTERACCIN Y COMUNICACIN
1. Los
1.
2.
3.
4.
modelos de comunicacin
Los modelos tcnicos
Los modelos lingsticos
Los modelos psicosociolgicos
Los modelos interhablantes
21
21
23
27
34
2. La
1.
2.
3.
4.
aproximacin sistmica
Estructura de la interaccin
Dinmica de transacciones
Equilibrio y regulacin
Juegos y estrategias
39
41
45
48
52
3. La
1.
2.
3.
4.
59
59
65
69
71
LA INTERACCIN SOCIAL
SEGUNDA PARTE
SITUACIONES Y CDIGOS SOCIALES
1. El marco
1. La estructuracin del espacio
2. La estructuracin del tiempo
77
77
84
2. La
1.
2.
3.
institucin
La comunicacin en la organizacin
Status y roles
Anlisis estratgicos
91
92
95
98
3. Los
1.
2.
3.
4.
5.
6.
rituales
Cdigo y ritual
La situacin y los actores
Lo que se juega
Reglas y principios constitutivos
Las estrategias
Tipologa
-.
105
105
107
109
111
114
115
TERCERA PARTE
MBITOS DE INVESTIGACIN
1. El
1.
2.
3.
4.
anlisis conversacional
La etnografa de la comunicacin
La pragmtica lingstica
La aproximacin interaccionista
Los niveles de anlisis
123
124
127
132
134
2. La
1.
2.
3.
comunicacin no verbal
Semitica de la interaccin corporal
Funciones de signos corporales
Cuerpo y lenguaje
143
144
146
149
3. La familia
1. Las interacciones precoces
- El apego
- Las competencias comunicativas del beb
- El anlisis de las interacciones precoces
- Intereses y lmites de una visin interaccional . . .
2. La fratra
155
155
156
158
159
161
163
SUMARIO
3. El sistema familiar
La aproximacin psicosociolgica de los roles . . .
La aproximacin sistmica
- La concepcin grupalista analtica
4. La
1.
2.
3.
influencia social
Influencia y negociacin
Relacin de influencia y percepcin social
Las relaciones de poder
BIBLIOGRAFA
NDICE DE AUTORES
NDICE ANALTICO
168
168
169
171
175
175
182
188
195
205
209
INTRODUCCIN
12
LA INTERACCIN SOCIAL
quien presenta el S mismo como una estructura social resultante de las interacciones colectivas. Despus, en los aos cincuenta,
G. Bateson, inspirador de la Escuela de Palo Alto, ha propuesto
una concepcin nueva de la comunicacin y funda la aproximacin sistmica en psicologa; R. Birdwhistell ha reintroducido la
gestualidad en el lenguaje, rompiendo as con la hegemona del
verbo; E. T. Hall ha sentado las bases de una antropologa
del espacio; E. Goffman ha construido una especie de gramtica de
los ritos de la interaccin que regulan las relaciones sociales de la
vida cotidiana; H. Garfinkel, Fundador de la etnometodologa, ha
reorientado la sociologa americana hacia la observacin de las
prcticas sociales y sobre todo hacia las prcticas de comunicacin...2 Se ha hablado de una especie de colegio invisible de
investigadores que haban tenido las mismas influencias, que tenan orientaciones comparables, que trabajaban separadamente
pero que se encontraban para confrontar sus metodologas, sus
investigaciones y sus resultados. Lo que les une es una manera
original de abordar los fenmenos relacinales, lo que se ha podido llamar nueva comunicacin. 3
1.
INTRODUCCIN
13
de orden ciberntico, su causalidad de naturaleza circular, retroactiva, y la informacin, constituyndose en elemento central, tiene por
objeto los procesos de comunicacin en el interior de los sistemas en
el sentido ms amplio del trmino (P. Watzlawick, 1981, pg. 15). Es
esta orientacin epistemolgica, ms que el simple recurso a la
nocin de interaccin, la que une en profundidad las diferentes
corrientes de investigacin que se acaban de evocar.
La convergencia es tambin metodolgica. La mayor parte de los
investigadores que se han mencionado han seguido los pasos de la
etnografa o la etologa.5
As E. Goffman ha subrayado lo que sus trabajos sobre las interacciones deben a los etlogos; stos, para analizar las relaciones animales, han tenido que elaborar conceptos y procedimientos originales: Ms importante an, han puesto a punto un trabajo-de campo
que les permiti estudiar muy de cerca las conductas de los animales
manteniendo el control de las ideas preconcebidas. Han cambiado la
actitud de recortar en sus puntos de articulacin el flujo de la
actividad animal aparentemente fortuita. Bast con hacer resaltar al
observador las secuencias comportamentales para que cambiase su
visin (1973, t. 2, pg. 18). Se podra mostrar una actitud similar en
numerosos investigadores (Bateson, Hall, Bowlby, Scheflen...).
Esta actitud metodolgica conlleva ciertas caractersticas esenciales:
Confiere primaca a una va de observacin y de descripcin
que se apoya en diferentes formas de registro (fotografa, magnetfono, cine, vdeo...).
- Privilegia una observacin naturalista, un trabajo de campo, que se esfuerza en aprender y analizar las situaciones de la
vida cotidiana, las interacciones reales y autnticas, y no las
situaciones provocadas y estudiadas en el laboratorio por el investigador.
Se centra en el proceso de comunicacin considerado como un
fenmeno global que integra muchos modos de comportamiento (la
palabra, la mmica, la mirada, los gestos, la distancia interpersonal...).
- Finalmente, implica en la construccin del objeto el abandono del sujeto mondico en provecho de la interaccin (Cosnier,
14
LA INTERACCIN SOCIAL
2.
Hasta aqu, el contenido de este concepto ha quedado implcito, pero conviene en este momento proponer una definicin
precisa.
El trmino, en su misma etimologa, sugiere la idea de una
accin mutua, en reciprocidad. Se encuentra esta idea, aplicada a
las relaciones humanas, en la definicin propuesta por J. Maisonneuve: La interaccin tiene lugar cuando una unidad de accin
producida por un sujeto A acta como estmulo de una unidad de
respuesta en otro sujeto, B, y viceversa (1968, pg. 51). La expresin viceversa remite a la nocin de feedback, trmino que viene de
la ciberntica y que designa un proceso circular (formado por
bucles de retroaccin) donde la respuesta de B se convierte a su vez
en un estmulo para A. En esta definicin la interaccin parece
cercana a la influencia. Los dos trminos pueden incluso parecer
sinnimos; existe sin embargo una diferencia entre ellos, por si se
puede hablar de influencia entre dos sujetos cuando los comportamientos y las cogniciones de uno son modificadas por la presencia
o la accin de otro, es la reciprocidad, la conducta en retorno, lo
que confiere a las conductas, a la consideracin del otro, su carcter de interaccin (G. de Montmollin, 1977, pg. 21). El autor
precisa que percibir a una persona no es un hecho de interaccin;
por el contrario, en la medida en que la percepcin del sujeto que
percibe es modificada por la espera de una reciprocidad, hay interaccin social. Por lo mismo, el hecho de que el sujeto percibido se
sienta percibido, puede llevarle a modificar su apariencia, sus actitudes, sus palabras, sus conductas, es decir, los indicadores que
sirven de base a los juicios del que percibe, lo'que transforma su
INTRODUCCIN
15
16
LA INTERACCIN SOCIAL
ORIENTACIONES
INTRODUCCIN
17
Primera parte
INTERACCIN Y COMUNICACIN
20
INTERACCIN Y COMUNICACIN
Captulo 1
LOS MODELOS DE COMUNICACIN
1.
22
INTERACCIN Y COMUNICACIN
RECEPTOR
23
2.
24
INTERACCIN Y COMUNICACIN
CONTEXTO
(F. referencial)
EMISOR
(F. emotiva)
-----
DESTINATARIO
(F. conativa)
25
26
INTERACCIN Y COMUNICACIN
"marco psicolgico" o la forma en que un acontecimiento se encuentra culturalmente definido como un cierto tipo de escena).
(D. Hymes, 1980, pg. 140.)
- Participantes: Se trata no solamente del destinatario y del
emisor, sino tambin de todos los que participan en la escena y que
influyen en su desarrollo a causa de su presencia.
- Finalidades (ends): Componente bipolar en el que es necesario
distinguir los objetivos-intenciones (lo que se desea hacer comunicando) y los objetivos-resultados (lo que se ha logrado).
- Actos (acts sequences): Doble componente que expresa a la vez
el contenido del mensaje (los temas abordados) y la forma del
mensaje (el estilo en la expresin).
- Tono (keys): Este componente permite moldear el contenido
del mensaje mostrando el acento, forma, o el espritu "donde el acto
se ejecuta, y corresponde en cierto modo a las modalidades de las
categoras gramaticales (pg. 142); actos idnticos con un mismo
marco pueden diferir por el tono, segn sea ldico o serio, rebuscado o negligente; un tono que se opone al contenido puede incluso,
anularlo, como en el caso del sarcasmo.
- Instrumentos (instrumentalities): Componente bipolar que agrupa los canales y las formas de la palabra. Escoger un canal significa
escoger un medio de transmisin de la palabra (pg. 143), pero es
tambin indispensable determinar los modos de utilizacin de los
canales (ya que un canal oral, por ejemplo, podr utilizarse para
cantar, hablar, silbar...). Para determinar las formas de la palabra, se
deben tener en cuenta tres criterios: la, procedencia histrica del
lenguaje (lo que se entiende habitualmente por lengua o dialectos); la presencia o ausencia de mutua comprensin (o cdigos), y
la especializacin del uso (llamado generalmente variedad o registro).
- Normas (norms): Componente bipolar que comprende las normas de interaccin y las normas de interpretacin. Las normas de
interaccin agrupan los componentes particulares y las propiedades
que estn ligadas a la comunicacin el hecho de que se tenga el
derecho de interrumpir a los dems o que no se tenga, por ejemplo-
(pg. 144), es decir, todos los mecanismos de regulacin interaccional de la conversacin (turnos de palabra, interrupciones...). Las
normas de interpretacin implican el sistema de creencia de una
comunidad (pg. 145) y suponen que los mensajes son transmitidos
y recibidos en funcin de un sistema de representaciones y hbitos
socioculturales.
- Gnero: Esta palabra se aplica a categoras como: poema,
27
28
INTERACCIN Y COMUNICACIN
neas, incomprensiones paradjicas, los ms flagrantes contrasentidos, los conflictos ms evidentes (1971, pg. 133). Intenta integrar
la situacin de los que hablan y sus campos de conciencia (porque
en la realidad entran en contacto, no una "caja negra" emisora y
una "caja negra" receptor, sino un "hablante" y un "hablado", generalmente dos o ms personalidades participan en una misma situacin comn y debaten mediante significaciones, pg. 133).
Proponen un esquema que abarca el campo de conciencia de los
que hablan y seala los filtros sucesivos que se interponen entre la
intencin del hablante y la recepcin del hablado. Este muestra
tambin que la respuesta a los estmulos que constituye el mensaje
del que habla puede tomar dos vas: la de una respuesta verbal
directa, o la indirecta de una accin (las dos constituyen el jeedback
del mensaje inicial):
Respuesta (indirecta, por ejecucin de una accin)
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
aspectos simblicos y conceptuales, importantes elementos interoceptivos, posturales y motores, rasgos de las motivaciones, actitudes
y estados emocionales experimentados por este sujeto a travs de las
experiencias del referente) (B. Rim, 1984, pg. 435).
Esto subraya el hecho (que no habamos tenido en cuenta hasta
este momento) de que la comunicacin no es solamente verbal sino
que tambin implica gestos, mmica, movimientos, actitudes posturales; aspectos que se han definido habitualmente por la expresin
de comunicacin no verbal. Los lingistas han minusvalorado
generalmente estas manifestaciones y han sido sobre todo los psiclogos quienes las han estudiado de forma sistemtica.
2. El lenguaje del cuerpo aparece entonces como una dimensin
fundamental de la interaccin. Los especialistas en- esta materia
como Birdwhistell (1970) y Argyle (1975) han sostenido que la parte
ms importante de la comunicacin no pasaba por las palabras. Sin
embargo, la expresin corporal constituye un lenguaje al mismo
nivel que la lengua? Si algunos gestos (como mover la mano para
decir adis) pueden actuar como signos, otros no responden a una
intencin comunicativa y no transmiten informacin sino que transmiten impresiones sobre el estado emocional y afectivo del locutor.
Varias experiencias muestran que la gesticulacin que se utiliza
hablando no se inscribe en la lgica del cdigo tal como se expresa
en la lengua (Rim, 1984).
La Escuela de Palo Alto ha diferenciado por su parte dos formas
de lenguaje: una digital (la lengua fundada sobre signos arbitrarios) y
una analgica (la expresin corporal fundada sobre signos motivados (Watzlawick y otros, 1972). Sin embargo, esta distincin parece
insuficiente para dar cuenta de la complejidad de la comunicacin
no verbal.
Lo que importa en efecto en el anlisis del proceso de interaccin, no es tanto el origen de los signos como la funcin desarrollada
en razn de su naturaleza. Y ya que se demuestra que ciertas funciones pueden ser aseguradas a la vez por signos verbales y no verbales,
se puede pensar que esta distincin es sin duda insuficiente.
Vale la pena partir de la base de la existencia de una multicanalizacin de comunicacin humana. Este concepto significa en una
interaccin cara a cara, por ejemplo, que cada interactuante emite (y
recibe) un enunciado total, heterogneo, resultante de la combinacin generalmente sinrgica de varios elementos: unos bucoacsticos, reconocidos como los ms antiguos, constituyen la parte
verbal del enunciado (la "verbalidad" estudiada por los lingistas) y
31
32
INTERACCIN Y COMUNICACIN
33
simple medio de transporte de informacin sino como una dimensin esencial de la cultura donde se inscriben la mayor parte de los
valores y de las representaciones sociales que rundan el intercambio
y las prcticas colectivas.2
c) La comunicacin se ha revelado no solamente como una
relacin entre un emisor y un receptor sino fundamentalmente
como el establecimiento de una forma de relacin psicosocial entre
dos personas (Rim, 1984, pg. 420). Por relacin psicosocial hay
que entender una relacin determinada por la identidad social de los
interactuantes (su edad, sexo, rol, status', es decir, un cierto lugar en
la estructura y la jerarqua social...) y por la posicin respectiva y el
tipo de relacin que une estas identidades unas con otras.3
d) En fin, la aproximacin psicosociolgica permite precisar el
concepto de contexto que tiene, como se ha visto, al menos dos
sentidos y designa, a la vez, los hechos del lenguaje y los hechos sociales.
En el primer sentido, el contexto es un entorno semitico que
puede ser el entorno lingstico inmediato de un signo, un enunciado, un mensaje (lo hemos designado como co-texto). Puede ser
tambin, ms ampliamente, el universo de significaciones, discursos
y representaciones a que se refiere un mensaje (se le llama intertexto).*
En el segundo sentido, se hablar de situacin, designando este
trmino el marco y las circunstancias en las que se desenvuelve una
interaccin. Se trata sin embargo de un concepto muy amplio en el
que parece oportuno distinguir varios niveles:
- En principio, el marco donde se sita el encuentro; es a la vez,
el entorno fsico, el lugar donde sucede y la temporalidad en la que
se inscribe. Como se ver, el marco no es un simple entorno neutro,
34
INTERACCIN Y COMUNICACIN
La evolucin entre los modelos que se han presentado lleva progresivamente a destacar la dimensin interactiva y convencional de la
comunicacin. Este punto de vista encuentra su ms clara expresin en
las aproximaciones que introducen el concepto de interlocucin en el
centro de su reflexin. Estas aproximaciones se sitan en el encuentro
entre la lingstica pragmtica y la psicologa social.
1. Proponen la hiptesis de un hecho relacional irreductible
segn la expresin de F. Jacques (1986, pg. 115) sealando que la
comunicacin es la primera forma de reconocimiento entre los
hombres y el campo donde se funda la intersubjetividad antes de
toda apropiacin personal.
En la palabra intercambio se expresa un principio de reciprocidad que sostiene las relaciones humanas. Para l, los interlocutores
estn atrapados en una actividad de cooperacin verbal donde son
inseparables; no se trata de una actividad comn sino de una actividad conjunta, ya que el enunciado de cada uno se apoya sobre el
enunciado del otro. F. Jacques muestra, por ejemplo, que la refe-
35
36
INTERACCIN Y COMUNICACIN
37
^^^W^MB|^^M
Captulo 2
LA APROXIMACIN SISTEMICA
40
INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA APROXIMACIN SISTMICA
41
1. ESTRUCTURA DE LA INTERACCIN
Para aclarar la estructura de la interaccin, en principio, debemos distinguir varios niveles de comunicacin: el significado y el
sentido, el contenido y la relacin.
1. Sentido y significacin
Un mensaje transmite dos tipos de informacin:
Primero, la significacin lingstica explcita de los enunciados
que lo componen. Pero existe tambin la intencionalidad implcita que conlleva, es decir, la accin que el locutor busca ejercer por
el mensaje, los efectos que busca en la persona a la que habla.3 Se
puede designar esta dimensin del mensaje por el trmino de sentido
(que remite, a la vez, a la significacin, pero tambin a la direccin
de la enunciacin). Si digo, por ejemplo, a una amiga: Sabes, esta
pelcula no ha tenido una buena crtica; la significacin explcita es
que tengo apreciaciones negativas sobre esta pelcula; pero el sentido implcito puede ser, segn el contexto: preferira ver otra o no
tengo ganas de ir al cine, hagamos otra cosa...
Estos dos niveles estn ms o menos marcados segn dos tipos de
comunicacin.
2. Contenido y relacin
Se une a la diferenciacin precedente, la que se puede establecer
entre el contenido y la relacin. Todo mensaje transmite, en principio, un contenido (informaciones, opiniones, juicios, sentimientos,
esperas...), pero al mismo tiempo intenta instaurar ms o menos
directamente una cierta relacin entre los interlocutores. Si, por
ejemplo, un hombre pregunta en un caf a una chica solitaria que
est en la mesa de al lado: Tiene hora?, el contenido es evidente3. El concepto de intencionalidad no significa necesariamente un acto consciente y voluntario.
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA APROXIMACIN SISTMICA
43
3. La relacin de lugar
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA APROXIMACIN SISTMICA
45
2. DINMICA DE TRANSACCIONES
En este apartado nos apoyaremos, a ttulo de ejemplo, en el
modelo propuesto por el anlisis transaccional7 que tiende a tomar
la comunicacin en trminos de transaccin, es decir, de intercambio, de accin y reaccin, donde cada intervencin de un locutor
desempea el papel de estmulo y arrastra una respuesta en el interlocutor.
1. Se inscribe en una perspectiva psicolgica y se instala en un
6, Por ejemplo, para que su nio progrese, una madre le ayuda a hacer los
deberes. La reaccin del nio es de contar cada da ms con el soporte materno y, por
tanto, a hacer menos esfuerzo personal, lo que refuerza la necesidad de ayuda
materna, etc... No obstante, en un cierto momento, el nio podr reaccionar a la
dependencia que se instaura en relacin a su madre y desear ms autonoma, lo que
har modificar la relacin.
7. El anlisis transaccional es, a la vez, una teora de relaciones interpersonales y
un mtodo teraputico fundado por el psiquiatra americano E. Berne en los aos 1960
y que ha conocido despus una amplia difusin (vase Berne, 1975 y 1977).
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA APROXIMACIN SISTMICA
47
/K
*-
48
INTERACCIN Y COMUNICACIN
3. EQUILIBRIO Y REGULACIN
El equilibrio aparece intuitivamente como una exigencia fundamental de la relacin. Esto se observa en el hecho de que la mayora
de la gente considera satisfactoria una relacin equilibrada e insatisfactoria una relacin que no lo es.
1. Ciertas investigaciones experimentales han intentado dar una
formulacin ms rigurosa a este principio y se han propuesto verificar su alcance.
8. El concepto de puntuacin que fue aportado por la aproximacin sistmica no
aparece en el anlisis transaccional.
LA APROXIMACIN SISTMICA
49
50
INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA APROXIMACIN SISTMICA
51
3. El concepto de regulacin remite al hecho de que la interaccin social no es un fenmeno anmico sino que se encuentra
sometido a principios generales de estructuracin y de funcionamiento que hacen posible y facilitan la comunicacin y las relaciones sociales. Estos principios son de naturaleza convencional y pertenecen a varias categoras, normas, reglas y obligaciones.10
a) Se puede llamar norma a una prescripcin fijada por una
institucin en la que la no-observancia acarrea una sancin.11 Esta
sancin puede ser de naturaleza legal en el caso de normas jurdicas
(el Estado considera prohibido en las relaciones sociales, la muerte,
violencia, atentados sexuales, injurias graves...) y puede ser tambin
de naturaleza social; la transgresin de normas de la vida cotidiana
que ordenan las relaciones sociales, no provoca sanciones, legales
pero suscita la reprobacin o separacin del que las viola.
b) El concepto de regla es, a menudo, sinnimo de norma, pero
podemos utilizarla de una manera distinta para designar los principios que constituyen un sistema (en el sentido en que se habla, por
ejemplo, de las reglas de un juego); lo propio de una regla es ser
aplicada; la no-aplicacin no provoca sanciones aunque puede hacer
el intercambio imposible, difcil o bloquearlo. Por ejemplo, la comunicacin exige que los interlocutores respeten las reglas lingsticas
(ciertas modificaciones pueden ser tolerables y no perjudicar gravemente la intercomprensin); pero deben respetar las reglas conversacionales (como la de hablar cada uno a su turno o participar en el
intercambio cuando an no ha sido cerrado).
c) El concepto de obligacin designa una habilidad comunicativa; puede situarse en el aspecto discursivo (como respetar ciertos
principios lgicos en una argumentacin) o en el interaccional
(como el hecho de manifestar claramente que se ha terminado una
intervencin y que el interlocutor puede tomar la palabra). La obligacin tiene la propiedad de ser ms o menos cumplida y su cumplimiento representa una facilitacin de la comunicacin.
Si nos ha parecido til distinguir estos diferentes tipos de regulacin, es necesario indicar tambin que un mismo principio puede
10. Esta distincin es propuesta por J. Moeschler (1985, pgs. 11-13); est lejos,
no obstante, de ser uniforme y a menudo, normas, reglas y obligaciones pueden ser
objeto de usos diferentes de los que aqu se indican.
11. Es uno de los posibles sentidos de norma; para un anlisis ms completo de
este concepto, vase J. Maisonneuve, 1973, cap. 3.
52
INTERACCIN Y COMUNICACIN
JUEGOS Y ESTRATEGIAS
LA APROXIMACIN SISTMICA
53
sobre las estrategias ptimas que son las que un individuo adoptara
si se comportase de forma perfectamente racional: nos muestra
cmo deberan reaccionar las personas, y no cmo actan.12
a) En esta perspectiva el concepto de juego tiene un sentido
muy preciso, se trata de una situacin que hace intervenir, al
menos, a dos jugadores interdependientes en donde los intereses
se encuentran en conflicto; cada uno posee un abanico de posibilidades para ponerse en accin (llamadas estrategias); una parte est constituida por la eleccin simultnea de una estrategia
por cada uno de los jugadores y el resultado que se deriva conduce
a cada uno de los jugadores a una cierta ganancia, o una cierta
prdida. El valor que le atribuye cada jugador se llama utilidad.12
b) Se distinguen tres clases de situaciones que definen tres tipos
de juegos:
Los juegos en los cuales el grado de convergencia entre los protagonistas es nulo y su orden de preferencia totalmente opuesto,
donde el conflicto es absoluto; se les llaman juegos de suma cero:
es decir, que lo que uno gana corresponde exactamente a lo que el
otro pierde (el prototipo podra ser: el pquer).
Los juegos en los cuales el grado de convergencia entre el orden
de preferencia de cada jugador es total; no existe ni conflicto ni
negociacin y los nicos problemas que surgen son del orden de
la coordinacin y la organizacin; es el caso de toda actividad
donde existe un acuerdo total de los participantes sobre los fines y
los medios.
Entre estos dos extremos se sitan los juegos en los cuales existen
a la vez rdenes de preferencia divergentes y rdenes de preferencia convergentes; el conflicto est latente pero no es inevitable (su
evitacin constituye justamente una de las soluciones posibles de
la interaccin); son los juegos de suma no cero donde todos los
54
INTERACCIN Y COMUNICACIN
13. Este juego es interesante en la medida en que los jugadores pueden escoger
entre la cooperacin y la competicin. Los jugadores son dos prisioneros colocados
en celdas diferentes y sin posibilidad de comunicarse entre ellos. Acusados conjuntamente de un crimen pero sin ninguna prueba que demuestre su culpabilidad, dependen de su confesin. Pero si los dos confiesan, son condenados; si ninguno confiesa,
los dos continuarn con una pena media por la que estn encarcelados; si uno
confiesa y el otro no, el ltimo aumentar su pena pero el que ha confesado ser
liberado inmediatamente. Partiendo de aqu se pide a los jugadores que determinen su
eleccin.
LA APROXIMACIN SISTMICA
55
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA APROXIMACIN SISTMICA
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Captulo 3
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
LA FENOMENOLOGA EXISTENCIAL
60
INTERACCIN Y COMUNICACIN
Sartre retoma la problemtica hegeliana pero intenta reponerla en el plano de la experiencia concreta y vivida. La aprehensin
de los otros no es para l un objeto de conocimiento externo, sino
un dato intuitivo e inmediato de la conciencia de s mismo; es
negacin interna, lo que significa la unin sinttica y activa de
dos trminos en el que cada uno se constituye negando al otro
(1943, pg. 298).'
a) A travs del fenmeno de la mirada es donde el significado
profundo de la relacin con el otro puede percibirse mejor: Es
suficiente que el otro me mire para ser lo que soy. Pero la mirada
del otro tiende a percibirme como cuerpo y, por lo tanto, a objetivarme; a travs de l, me tomo como objeto desconocido de apreciaciones reconocibles, sin que pueda actuar sobre estas apreciaciones. Mi
cuerpo es no solamente vivencia subjetiva, sino tambin objeto de
puntos de vista que no puedo aprehender y que se escapan; es ese
perpetuo fuera de mi dentro ms ntimo; pero slo el otro puede
verme tal como soy y me transmite eventualmente esta visin por
el lenguaje. Es necesario resignarse a verse por los ojos de los dems
y a conocer nuestro ser por las revelaciones del lenguaje de los
otros. Pero la objetividad de mi cuerpo para los dems no lo es para
m; es lo que se me escapa y me hace sentir: Por la mirada de los
dems, me veo inmovilizado en medio del mundo, en peligro, irremediable (pg. 314). Por eso la mirada de los dems me convierte
1. Sartre aade: No es suficiente que me niegue al otro para que los dems
existan, pero (...) es necesario que el otro me niegue a s mismo simultneamente a mi
propia negacin (pg. 348).
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
61
62
INTERACCIN Y COMUNICACIN
misma manera al otro con el que yo estaba en relacin: el Nosotrosobjeto solamente se descubre en el sentimiento experimentado de
solidaridad con los otros. En este sentido el Nosotros es una brusca
prueba de la condicin humana como introducida entre los dems
ya que es un hecho constatado objetivamente. Sartre (pg. 470) da
como ejemplo la conciencia de clase, en la cual los oprimidos
experimentaban su solidaridad por el hecho de que son mirados y
pensados por las conciencias que se les escapan (esta comunin se
constituye y existe en la mirada de los dominantes en posicin de
terceros). Esto significa que yo descubro el nosotros en donde me
encuentro integrado o en "la clase" fuera, en la mirada del tercero y
asumo esta alienacin colectiva diciendo "nosotros" (pg. 472).
El Nosotros-sujeto no se constituye ms que en un segundo
tiempo y en el establecimiento y aceptacin de una finalidad comn.
Pero no se trata de una especie de totalidad intersubjetiva que
tomara conciencia de s misma como subjetividad unificada; una
concepcin as no puede ser ms que la expresin simblica de un
sueo de unidad y de la aspiracin a superar la separacin ineluctable entre subjetividades.
He aqu (explicados rpidamente) algunos matices sobre la forma
en que Sartre ha planteado el problema de la intersubjetividad.
Su investigacin ha ejercido una influencia profunda en la corriente de la psicologa existencial y sobre todo en el psiquiatra
britnico Ronald Laing, quien contribuy de forma importante a la
comprensin de las relaciones interpersonales.3
2. La fenomenologa social de R. Laing
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
63
cia (lo siento de una cierta manera y le atribuyo uno u otro significado) y viceversa.
La experiencia que cada uno tiene del otro es invisible a ste pero
condiciona los comportamientos desde su punto de vista. La intersubjetividad resulta de la interaccin entre comportamientos y experiencia
(la experiencia que cada uno tiene del comportamiento del otro). Su
campo es la nter experiencia: El comportamiento es una funcin de la
experiencia y la experiencia y el comportamiento estn siempre relacionados con algo o alguna cosa diferente del "Yo" (mo).
Hay que ser consciente de que no existe ningn acceso inmediato
a la experiencia del otro (si no es lo que l mismo pueda expresar).
No se puede ver o entender por los ojos y los odos del otro. Todo
lo que se siente, experimenta o presiente de l implica la
inferencia a partir de la experiencia que se tiene del otro, de
la experiencia que el otro tiene de s: las inferencias que se atribuyen a la experiencia del otro, a partir de las percepciones reales o
inmediatas, que se tiene de sus actos, forman parte de la categora de
actos de atribucin (Laing, 1971, pg. 31).
No se puede tener una idea de la experiencia del otro ms que a
partir de sus comportamientos y de su testimonio, lo que permite
una cierta deduccin de la experiencia que l tiene de s mismo.
Pero esta deduccin no es su experiencia y forma parte de mi
experiencia de l.
Nuestro entorno, las relaciones en las que nos hemos envuelto,
son fenmenos compartidos; no obstante, la experiencia que cada
uno tiene de estos fenmenos es diferente, ya que vivimos, de hecho,
en universos diferentes; estos universos representan para nosotros la
realidad.
Existen diferentes modalidades de experiencia: memoria, imaginacin, percepcin, sueo... Igual que se distinguen habitualmente
varios gneros de experiencia: interior y exterior; real e irreal; llena
y vaca; significativa o ftil; privada o pblica. Pero todas estas
modalidades no son inteligibles ms que cuando se considera al
individuo en situacin y sobre todo en la red de relaciones que l
mantiene con los otros individuos (red constituida por la forma en
que percibe a los dems y se conduce ante ellos y stos lo perciben y
actan en relacin a l).
Para analizar la relacin intersubjetiva Laing se basa en un cierto
nmero de herramientas conceptuales.
a) Un primer concepto propuesto es el de complementariedad',
define esta funcin de la relacin interpersonal como aquella por la
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
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LA APROXIMACIN PSICOANALTICA
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
raramente, y en casos completamente excepcionales, hacer abstraccin de relaciones que existen entre el individuo y sus semejantes. Y
es que el otro juega siempre en la vida del individuo el rol de un
modelo, de un objeto, de un socio o adversario, y la psicologa
individual se presenta desde el principio como siendo al mismo
tiempo, por un lado, una psicologa social, en un sentido amplio,
pero perfectamente justificado, de la palabra social (1972, pg.
83).
Un cierto nmero de conceptos psicoanalticos pueden ilustrar
ms especialmente la relacin con el otro. Las recordamos brevemente:
1. Una primera nocin importante es la de relacin de objeto.
Designa el modo de relacin del sujeto con los dems-, en tanto que
este modo est marcado por los movimientos pulsionales, por la
estructura de la personalidad, por la va fantasmtica y por los
mecanismos de defensa que le son dados. El trmino objeto define a
la persona del otro tal corno es buscada por las pulsiones (libidinales
y agresivas) -y los deseos que suscitan- y tal como es capaz de
aportarle una cierta satisfaccin. En esta relacin, el sujeto no escoge solamente sus objetos, sino que est ampliamente constituido a su
vez por esta eleccin que presta su coloracin especfica a los diferentes estadios de evolucin de la estructura pulsional (as se habla
de objeto oral, anal o flico, segn est ms o menos marcado por las
caractersticas especificadas de cada uno de sus estadios: la incorporacin, el dominio, la penetracin, etc.)
Existe, pues, un modo relacional propio en cada estadio (segn
este estado haya tomado un carcter dominante en la estructuracin
de la personalidad), igual que una tipicidad del objeto que le es
dado.
2. En tanto que est estructurada por la va pulsional, la relacin de objeto se inscribe tanto en el orden de lo imaginario y del
fantasma, como en la realidad. Est marcada tambin por los mecanismos de defensa que el Yo elabora para contener los movimientos
pulsionales desencadenados por la interaccin con los dems. Es
decir, que estos mecanismos fsicos se encuentran simplificados con
procesos relacinales.
Existe, pues, un doble movimiento de interiorizacin de los factores relacinales (por el cual los aspectos intersubjetivos se transforman en relaciones intra-subjetivas) y de proyeccin (por lo cual los
mecanismos intrasubjetivos se exteriorizan en la interaccin).
En la interiorizacin se dan, pues, caractersticas relacinales
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
69
3.
EL INTERACCIONISMO SIMBLICO
La intersubjetividad parecer ser algo que concierne a una psicologa clnica. No obstante, la psicologa social puede esclarecer ciertos
aspectos, mostrando que la colectividad no es ajena a la relacin ms
ntima, pero tambin que la interaccin est en el centro de todo
fenmeno social. G. H. Mead, miembro eminente de la Escuela de
Chicago, fue uno de los primeros en desarrollar esta problemtica
de forma coherente (1973). Aunque este punto de vista est anticuado, no es intil evocarlo ya que ejerci una influencia directa en
la importante corriente del interaccionismo simblico del que
E. Goffman es el ms conocido heredero.
1. Para G. Mead el S-mismo -la conciencia de s mismo- se
constituye progresivamente: Se desarrolla en un individuo determinado como resultado de las relaciones que este ltimo mantiene con
la totalidad de los procesos sociales y con los individuos que all
participan (1963, pg. 115).
El individuo se experimenta a s mismo como tal, no directamente sino slo adoptando el punto de vista de los otros o del grupo
social al cual pertenece. Se percibe como S-mismo solamente considerndose como objeto, tomando las actitudes de los dems hacia l
en el interior de un contexto social donde estn todos atrapados. Lo
que permite a G. Mead afirmar que El S-mismo, en tanto objeto
para s, es esencialmente una estructura social y nace en la experiencia social (pg. 119).
Esta interiorizacin del punto de vista del otro aparece en el
dilogo interior donde el individuo dice algo, despus replica a lo
que ha dicho y esta rplica desencadena a su vez una reaccin de su
parte. Por y en el lenguaje el individuo toma conciencia de s mismo
y se convierte en un S-mismo. Es esto lo que confiere a la comunicacin su importancia mayor. Es en el proceso de la comunicacin
social donde se elabora la conciencia de s mismo y las diversas
facetas del S-mismo reflejan diversos aspectos del proceso social (y
sobre todo la diversidad de los roles sociales).
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
2. Si la conciencia es un producto de la comunicacin, reconoce, pues, al lenguaje y al smbolo, que son sus fundamentos. Es lo que
distingue a la sociedad humana de la animal; en esta ltima cada
individuo reacciona directamente al estmulo que representa el comportamiento de los otros individuos. En la sociedad humana, la
interaccin est mediatizada por los smbolos significativos: se pasa
de la comunicacin por gestos al lenguaje. No existe simplemente
un lazo automtico entre el estmulo y la respuesta sino tambin la
interiorizacin y anticipacin por el individuo de la conducta de los
dems que lo llevan a regular su propia conducta; esta operacin es
posible debido a que el smbolo supone revestir para los dems el
mismo significado que para s mismo y porque en la conversacin
interior, cada uno vuelve presentes a los dems en el desarrollo de
su pensamiento. En razn de esta presencia, el individuo puede
decidir conformarse a la comunidad o no: en esta experiencia el
S-mismo se afirma conscientemente frente a los dems pero siempre
en relacin a ellos. Lo hace, como sujeto, como Yo (moi) respondiendo a partir del conjunto de reacciones que los dems provocan en l (el
Yo [moi]) actuando, por lo mismo, en la situacin.
Otra estructura necesaria en la formulacin del Yo (moi) es el
juego. En el juego el nio aprende a desempear roles, es decir, a
tomar el lugar de otros individuos reales o imaginarios, y a reaccionar como ellos; aprende tambin a adaptarse a ellos en una conversacin donde ocupa sucesivamente su lugar (de ellos) y el suyo
(propio). En el juego reglamentado, llega a ser capaz de asumir
todos los roles que implica el juego y de mantenerlos en interaccin
con los otros, interaccin regida por reglas (as en el juego del
escondite puede ser el que busca o el que se esconde).
El juego reglamentado, donde cada uno debe poder tener un
rol cualquiera, lleva a la nocin de los otros generalizados, es
decir, la posibilidad de situarse en la perspectiva del juego en su
conjunto, del equipo. El S-mismo completo implica la percepcin
del S-mismo como miembro de un equipo, de una comunidad: Es
bajo la forma del otro generalizado como el proceso social afecta al
comportamiento de los individuos que estn implicados o que lo
realizan; es decir, que la comunidad ejerce un control sobre la
conducta de sus miembros (pg. 132).
Tal es el proceso, por tanto, por el cual a travs del lenguaje y el
juego se construye la conciencia de s mismo y de los dems; en los
dos casos, la capacidad de tomar el rol del otro se revela como
esencial. Por esto el S-mismo aparece como un ajuste y una respuesta al otro y sobre todo al otro generalizado; un individuo posee una
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
LA RELACIN INTERSUBJETIVA
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INTERACCIN Y COMUNICACIN
Segunda parte
SITUACIONES Y CDIGOS SOCIALES
El anlisis de la interaccin social como proceso de comunicacin nos ha mostrado que no se debe abordar como una especie de
cierre que la reduce a la relacin y a los intercambios inmediatos
entre los interlocutores. Hace intervenir, como lo hemos sealado
en varias ocasiones, el contexto en el que se inscribe. No obstante,
esta formulacin puede ser engaosa; el contexto no es solamente el
entorno de la interaccin; el conjunto de circunstancias en las que
se inserta. Es fundamentalmente un campo social (conjunto de sistemas simblicos, estructuras y prcticas) que constituye a la vez un
referente, un sistema convencional y un orden que hace posible el
intercambio y le otorga sus mayores significaciones.
Este campo social aporta cdigos indispensables a la comunicacin; por supuesto, se trata de la lengua pero tambin de otros
sistemas semiticos como la simbologa del espacio, el vestido, la
presentacin de s mismo y, ms ampliamente, el conjunto de rituales que organizan las relaciones sociales.
Impone tambin normas y reglas de conducta que no tienen
solamente un efecto limitador sino que ejercen una accin reguladora que favorece la socializacin de las pulsiones (sexuales, agresivas
y de autoconversacin), el intercambio, el equilibrio y la reciprocidad.
Remarcamos ciertos aspectos del contexto, o de forma ms precisa de la situacin: el marco, la institucin y los rituales.
El marco sita y circunscribe el encuentro en el espacio y el
tiempo; veremos cmo estas dimensiones marcadas por la diversidad de las culturas impregnan la interaccin (cap. 1).
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Captulo 1
EL MARCO
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1. De la etologa a la proxemia
EL MARCO
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3. Uno de los discpulos de Hall -J. A. Scottj intent establecer la edad en la que
se toman estas distancias (vase Hall, 1971).
4. As, en la relacin, por ejemplo, entre el juicio llevado por los profesores a sus
alumnos y el lugar que les atribuyen en la clase, los del primer rango estn favorecidos (vanse los trabajos de Shwebel y Cherlin, 1972); otras investigaciones han
mostrado que exista una estrecha relacin entre distancia fsica y jerrquica pidiendo
a los sujetos que encontraran la relacin jerrquica existente entre dos personajes
filmados en mudo en su lugar de trabajo; hubo pocos errores de apreciacin.
EL MARCO
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factor de distancia debe ser corregido por la accesibilidad visual, factor que se revela (...) determinante. Se puede hablar junto a
la distancia fsica real, de una distancia funcional que tiene en cuenta la distancia y el ngulo entre dos sujetos as como los obstculos
en la comunicacin que pueden constituir los otros sujetos (R. Lcuyer, 1975, pg. 553).
' El espacio es, pues, una variable importante de la interaccin; no
obstante, los modos interactivos pueden diferir considerablemente
segn que se site uno en un espacio definido como pblico o
privado; un estudio del marco espacial debe tener en cuenta esta
oposicin.6
b) La oposicin entre espacios privados y pblicos interviene a
dos niveles: en el de lugares y modos de conducta con que estn
relacionados (existen comportamientos que se deben tener en pblico y otros que no pueden tenerse ms que en privado) y en el
de territorios que se reivindica para su uso exclusivo (y all lo
privado se hace ntimo). Estos aspectos han sido analizados por E.
Goffman (1973) a travs de los conceptos de regin y de reservas
del Yo (moi).
Segn E. Goffman, las actividades sociales estn repartidas en
actividades pblicas (las representaciones) en las que los actores
ejercen un control estrecho en sus comportamientos y en actividades ms o menos privadas durante las cuales el control se relaja.
Porque a cada tipo de actividad le corresponde una regin que es un
lugar relativamente delimitado (una habitacin, una sala, una oficina...). La regin anterior es el lugar donde se desarrolla la representacin y la regin posterior (o bastidor) es la que est en
relacin con la representacin dada, pero donde los actores escapan
a la atencin del pblico (E. Goffman, 1973, t. 1). En la primera se
llaman el efecto Steinzor y que demuestra que la relacin cara a cara favorece el
intercambio verbal. Este efecto no se verifica ms que cuando se trata de una tarea y
no de intercambios informales.
6. Y, sin embargo, es a veces difcil determinar con precisin lo que es espacio
privado y lo que es espacio pblico ya que depende en gran parte de la actividad que
se ejerce, personas con las que se encuentra y de la forma subjetiva en que se reviste:
un apartamento privado puede convertirse en pblico cuando se recibe; un lugar
pblico puede ser vivido como privado si se encuentra solo (como la mujer de la
limpieza en las oficinas despus de las seis de la tarde) o si ha sido creado a este efecto
(como los lavabos pblicos, por ejemplo); de la misma manera un lugar pblico
donde una nica compaa es la de los amigos puede convertirse en casi privado (es el
caso de un compartimiento de tren ocupado por una sola familia).
EL MARCO
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parte de las reservas, el espacio personal (el cual, como hemos visto,
designa esta burbuja que envuelve al individuo y donde toda penetracin es a menudo sentida como molesta, fuente de desagrado); el
lugar (ya sea estable como el lugar ocupado por cada uno alrededor de la mesa familiar- o momentnea -como el espacio marcado
por una toalla en la playa-...); el espacio til, reivindicado en funcin de una actividad (como el terreno escogido para jugar a los
bolos y donde los jugadores esperan que quede libre en el tiempo
que dura la partida); los efectos personales (vestuario, bolso, toalla,
cigarros, vaso) que constituyen una especie de prolongacin del yo
(moi) y que los otros no pueden tocar o desplazar sin precaucin.
Podemos extender tambin el concepto de reserva a ese espacio
metafrico que es la intimidad de cada uno (sus pensamientos interiores, sus sentimientos, sus relaciones afectivas, sus secretos, su
vida privada) donde no se puede penetrar ms que con tacto y
prudencia; o incluso la esfera de familiaridad que instaura una
conversacin entre dos o ms personas y en la cual un individuo
exterior no puede inmiscuirse sin ser invitado o sin disculparse.
Esta forma de territorialidad vara sensiblemente segn las culturas,
los grupos sociales, el status de los individuos, la situacin y la personalidad (ya que las reservas del yo no son el orden de los datos objetivos
sino de los fenmenos subjetivos, y su modo de apropiacin depende
tanto de factores psicolgicos como de determinantes sociales).
As, el espacio social apareci como un elemento clave de la
interaccin, fuertemente regulado por normas culturales, sociales,
psicolgicas y anclado en la relacin intersubjetiva entre protagonistas. Constituye a la vez un determinante y una proyeccin simblica
de la relacin.
2.
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Captulo 2
LA INSTITUCIN
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1.
LA COMUNICACIN EN LA ORGANIZACIN
LA INSTITUCIN
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LA INSTITUCIN
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LA INSTITUCIN
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Captulo 3
LOS RITUALES
CDIGO Y RITUAL
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Un paralelismo sugestivo puede establecerse entre el ritual animal y los rituales sociales humanos como los del trato social,2 en
los dos casos un comportamiento (teniendo, a menudo, una dimensin corporal) pierde su significado instrumental para adquirir una
funcin simblica (la funcin primaria puede, en ciertos casos, reencontrarse: as, la inclinacin del busto que aparece en ciertas culturas como expresin de deferencia ha podido constituir en su origen,
una manifestacin de sumisin).
En el ritual animal se observa una exageracin de los elementos
prototpicos; se encuentra tambin esta exageracin mmica en los
rituales sociales: una sonrisa sostenida significa benevolencia; la
inclinacin de la cabeza muestra que escuchas a tu interlocutor; el
pestaeo de los ojos traduce el asombro..., etc.
El estereotipo y la amplificacin de la mmica tienen una funcin
expresiva: permiten una identificacin del comportamiento como
signo y lo despojan de toda ambigedad.
En fin, se puede demostrar que la funcin de los rituales sociales
es desactivar la agresin, facilitar la unin entre los individuos y
reforzar la cohesin del grupo; la prueba se encuentra en que su
ausencia se siente como una manifestacin social y una ofensa: la
supresin intencional de un rito convencional (como no tender
la mano a un interlocutor que nos saluda) equivale a un comportamiento abiertamente agresivo.
2. Utilizar el concepto de ritual (o de rito) parece pertinente para
designar el cdigo de conducta que preside las interacciones sociales cotidianas. Pero, es legtimo hablar de cdigo? El trato social
puede aparecer a primera vista como una coleccin de prescripciones puramente convencionales, definidas por y para cada situacin
(como la gramtica tradicional se presenta como una serie de reglas
puntuales). Pero un anlisis ms profundo de los rituales de interaccin muestra que se puede poner en evidencia una lgica a la vez
formal y simblica que le es subyacente y que genera cada prescripcin. En este sentido el trato social constituye un sistema, a la vez
modelo normativo que asegura una estructuracin de los intercambios sociales y un verdadero cdigo que permite la comunicacin y
LOS RITUALES
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Para dar cuenta de las interacciones cotidianas, E. Goffman utiliz una metfora teatral: la vida social puede ser comparada a una
escena donde los actores representan e interpretan papeles de acuer3. Nos apoyaremos especialmente en la investigacin de los estudios de E. Goffman y en nuestras propias investigaciones (vase Picard, 1983).
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LOS RITUALES
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LO QUE SE JUEGA
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busca preservar). Debido a esto, los rituales del trato social introducen una barrera clara entre lo que es privado y lo que es pblico; los
comportamientos que pueden ser legtimos en un espacio y no serlo
en otro. Esta ruptura se proyecta incluso en el cuerpo; tambin
presenta zonas pblicas que deben ser objeto de una puesta en
escena cuidada (el exterior del cuerpo, la fachada: la ropa, la cara,
el peinado, el maquillaje...) y zonas privadas (todo lo que remite al
interior del cuerpo) que es necesario ignorar o disimular cuidadosamente. El cuerpo ritualizado es un territorio y una representacin; se
encuentran all lugares nobles y vulgares; zonas privadas y comunes, una escena y los bastidores (Picard, 1983, pgs. 48-53).
La imagen se expresa, en lo que atae al comportamiento del
actor, en los modales; es la puesta en escena efectiva del Yo (moi) a
travs del mantenimiento corporal, la ropa, la forma de hablar y de
presentarse a los dems. Los modales sirven para mostrar a su
entorno que se es una persona dotada de ciertas cualidades favorables o desfavorables (Goffman, 1974, pg. 69). Un individuo que
sabe estar manifiesta su dominio del ritual, su grado de socializacin, el que no sabe estar exhibe su falta de civismo o su marginalidad. En el interior de un grupo social determinado se suele exigir
que se sepa estar antes de darle confianza y de admitirlo como
posible participante en una relacin. De ah la importancia de los
modales en la educacin y en el trato social.
El ritual quiere que los participantes en el intercambio cooperen
para confirmar la imagen que cada uno reivindica a travs de su
estar, con la condicin que sea legtimo y no se imponga a expensas de los dems. Lo que Goffman llama un acuerdo de superficie y
que no se encuentra necesariamente unido a los sentimientos reales
(una joven podr aceptar las alabanzas y galanteras de un joven
educado sin que este ltimo despierte la ms mnima emocin en
ella; no lo ver por sus reacciones como joven-hombre-espiritual-yseductor... caracterstica, que, es probable, forma parte de la imagen
que l reivindica).
2. Conducir al reconocimiento de una imagen positiva de s
mismo no es lo nico en el juego de la interaccin. Se trata de
permitir el contacto cuando ste se desea mutuamente. Porque la
instauracin de una relacin (como su interrupcin) es un momento
delicado en la medida que comporta arriesgarse a una posible intromisin en el territorio de los dems y, por lo tanto, de un rechazo
que implica que los participantes encuentren la distancia favorable necesaria a cada uno. La funcin del ritual es facilitar el acerca-
LOS RITUALES
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miento con el mnimo de riesgos para la imagen de los interactuantes (asi el baile es un medio ritualizado para iniciar un contacto
sensual entre participantes, dejando a cada uno la libertad de limitar
este contacto o de prolongarlo).
Por lo mismo, el ritual debe permitir interrumpir un intercambio
sin que esta interrupcin pueda ser sentida como una ofensa para
uno de los interactuantes.
Por eso, el acercamiento y la separacin, la apertura y la clausura
de la comunicacin, las ofertas y las demandas de servicios, las
invitaciones, las presentaciones y las despedidas, son momentos ritualizados.
4. REGLAS Y PRINCIPIOS CONSTITUTIVOS
Lo que constituye el ritual es su carcter normativo, doblega los
comportamientos a formas predeterminadas; de manera ms profunda, introduce una regulacin de los intercambios sometindolos a
ciertos principios de equilibrio.
1. El compromiso
A partir del momento en que el encuentro social tiene lugar -y se
traduce como conversacin, cuando se prolonga, debe ser la actividad principal de todos los que participan. Otra actividad mantenida
en el perodo de encuentro toma inmediatamente un carcter secundario: en una comida amistosa, la calidad de la comida no puede ir
en detrimento del contacto con los dems; las madres que charlan
haciendo punto en el jardn, hacen punto maquinalmente charlando con las otras; ojear un peridico en una reunin no es tolerable
ms que si se contina participando en los intercambios.
Existe, pues, una obligacin de comprometerse en la interaccin.
Infringir esta regla es una falta de correccin y puede incluso ofender. La prueba es la reaccin que comporta generalmente, la impresin de no ser escuchado, que se traduce por una ligera llamada al
orden (me escuchas?) por una manifestacin de irritacin (para
qu sirve movilizar al staff un sbado por la maana si los seores
del servicio comercial leen la relacin en la sesin?), o por una
sancin cuando se est en una posicin de poder (el cero del
alumno sorprendido cuando no escuchaba a su profesor).
Aunque est prescrito, el compromiso debe parecer espontneo
112
(un compromiso demasiado formal puede sentirse como una incorreccin); si es simulado, debe serlo de forma suficientemente creble como para parecer natural.
2. Intercambio y reciprocidad
A la norma de compromiso se aade una regla esencial del
intercambio; puede incluso parecer que esta regla constituye el
fundamento de toda vida social; es lo que puso en evidencia
C. Lvi-Strauss, ampliando el concepto de don y reciprocidad que
M. Mauss indic que era esencial en la vida social de las diferentes
culturas (El intercambio, fenmeno total, es en principio un intercambio total, que comprende la alimentacin, los objetos fabricados
y esta categora de temas tan apreciados, las mujeres, Lvi-Strauss,
1967, pg. 71). El ritual lleva no solamente a instaurar una relacin
de intercambio (de palabras, de atenciones, de favores..,), sino que
tambin implica que cada uno coopere en su relacin y en su
equilibrio: No estando satisfecho de conservar un compromiso
conveniente, el individuo debe actuar de tal modo que los dems
hagan lo mismo. Se lo debe a su calidad de interactuante, abstraccin hecha de sus deberes hacia ellos ya que participan de otras
cualidades: sea cual fuere el rol que se tenga, hay que tener en
cuenta el del interactuante (Goffman , 1974, pg. 103). Esta obligacin de intercambio supone que cada uno haga un espacio a los
intereses y a las intervenciones de los otros y module sus actitudes y
su participacin en funcin de los suyos. Esta regla hace que, en la
tradicin, una buena anfitriona deba siempre orientar la conversacin de forma que cada invitado tenga la posibilidad de expresarse y
si es posible de destacar.
La obligacin del intercambio asegura un equilibrio en las relaciones sociales; conduce a que todo lo que es dado a los otros, cree,
para los beneficiarios, la obligacin de devolver un don de naturaleza comparable. Una sonrisa invita a otra sonrisa, una comida genera
otra invitacin, un favor prestado, un servicio devuelto... Proceso
muy bien descrito por C. Lvi-Strauss a partir de la oferta ritual del
vaso: El compaero que tena el derecho de mantenerse reservado, es inducido a salir; el vino ofrecido llama al vino devuelto; la
cordialidad exige la cordialidad. La relacin de indiferencia, a partir
del momento en que uno de los invitados decide escapar, ya no
puede reconstruirse tal como era; no puede ser, en adelante ms que
de cordialidad o de hostilidad: no existe la posibilidad de rechazar sin
LOS RITUALES
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5.
LOS RITUALES
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de alejamiento es lo suficientemente largo para que el acceso mutuo sea considerado como un retorno (se habla de reencuentros);
se instaura una ceremonia especial (que puede traducirse, segn el
caso, por efusiones'particulares clidas), un tiempo de intercambio
ms largo, o incluso el desplazamiento a un lugar particular (caf,
restaurante o casa de uno de los interactuantes). Cuando el contacto se hace ms frecuente, estas marcas se diluyen para volver a la
forma habitual. Si, en cada uno de estos nuevos contactos, los
participantes reviviesen todos estos ritos, veran pronto su actividad
obstruida por el ritual. Es necesario, pues, un acuerdo que permita
a los individuos deshacerse progresivamente de las obligaciones
iniciales; debe existir una "regla de atenuacin" (Goffman, 1973,
t. 2, pg. 92).
Los ritos de separacin manifiestan a la vez el placer del contacto, el lamento de tener que interrumpirlo y la esperanza de reanudarlo pronto. Tambin, cuanto ms se prev una larga separacin,
y mayor es el grado de proximidad, la despedida debe ser ms
clida.
2. Los rituales de confirmacin deben responder a las expectativas y a las necesidades psicolgicas manifestadas en la comunicacin, para confirmar la imagen que cada uno desea dar, y expresar la
atencin, el inters y la deferencia que se da a los dems.
a) La deferencia designa un componente de la actividad humana
cuya funcin es expresar mediante reglas la estima que se tiene a
otro, o a alguna cosa de la cual l es smbolo, extensin o agente
(Goffman, 1974, pg. 50); sus manifestaciones ms visibles son el
saludo, los cumplidos y las excusas. Decir mis respetos, seor cura
es expresar, a travs de la persona, el respeto que se tiene a su
ministerio; excusarse de molestar a alguien es reconocer la importancia que se otorga a sus funciones; felicitar a una persona por una
distincin, equivale a destacar su consideracin, etc... La deferencia
puede revestir numerosas formas, pero las dos principales son los
ritos de deferencia positivos y los de evitacin. Los rituales de deferencia positivos son actos especficos por los que el individuo da a
conocer al beneficiario cmo lo considera y cmo lo tratar en el
curso de la interaccin futura (1974, pg. 63). Tiene como objetivo
mostrar al beneficiario que no se encuentra aislado en s mismo y
que se le trata con respeto y consideracin. Adems de los saludos,
comprenden igualmente las invitaciones, los cumplidos, los regalos,
LOS RITUALES
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LOS RITUALES
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Tercera parte
MBITOS DE INVESTIGACIN
En las partes precedentes hemos expuesto los principales conceptos, modelos y puntos de vista tericos que podan ayudar a describir, analizar y comprender la interaccin social.
Empezaremos ahora a explorar algunos mbitos fundamentales
de investigacin donde este concepto ha estado implicado y elaborado. Esto permitir precisar e ilustrar su trascendencia, pero tambin
profundizar y completar ciertos aspectos evocados anteriormente.
Dos aspectos esenciales del proceso de comunicacin, las interacciones lingsticas y la expresividad corporal, han suscitado numerosos trabajos. Han llevado a la constitucin de dos campos
particularmente fecundos: El anlisis conversacional que se ha desarrollado en la encrucijada de la lingstica, de la etnografa de la
comunicacin y de una observacin de las relaciones cotidianas
(captulo 1); y el estudio de la comunicacin no verbal que ha
delimitado sobre todo el lugar y el papel de la mimogestualidad en la
interaccin (captulo 2).
Otro mbito privilegiado para abordar la interaccin es el grupo
familiar. Primero, porque constituye el marco ms importante y ms
constante en los primeros aprendizajes y permite, por tanto, estudiar
la gnesis de los procesos relacinales. Despus, porque es all
donde la perspectiva interaccional ha encontrado su mejor aplicacin y ha modificado profundamente nuestra concepcin del desarrollo del nio y de la institucin familiar (captulo 3).
Finalmente, tomaremos la problemtica de la influencia social
que es el centro del proceso de interaccin y que hemos tratado
hasta aqu de forma parcial e indirecta (captulo 4).
Captulo 1
EL ANLISIS CONVERSACIONAL
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1.
MBITOS DE INVESTIGACIN
LA ETNOGRAFA DE LA COMUNICACIN
EL ANLISIS CONVERSACIONAL
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126
MBITOS DE INVESTIGACIN
ras como los mtodos que los miembros utilizan para mostrar estas
actividades visiblemente racionales y relacionables con finalidades
prcticas, es decir, descriptibles (Garfinkel, 1967, pg. VII).
La postura etnometodolgica consiste en preconizar un camino
de observacin y descripcin de las prcticas cotidianas; no obstante, conduce menos a lo que la gente hace o en el porqu de sus
acciones, que a cmo lo hacen, la forma en que las realizan y pueden
dar cuenta de ello.
En este proceder, la etnometodologa encuentra el lenguaje
como una de las prcticas principales a travs de la cual se constituye la vida social. Porque la mayora de las actividades cotidianas
(privadas, sociales, profesionales, culturales, etc.) implican intercambios de lenguaje. En el anlisis de estos intercambios, la etnometodologa encuentra sensiblemente las mismas preocupaciones que
la etnografa de la comunicacin.2 Aporta, no obstante, ciertos conceptos especficos; podemos citar, por ejemplo, el concepto de indexicalidad: designa en lingstica trminos decticos donde el
sentido no se da ms que haciendo referencia a la situacin, al
momento y al lugar del enunciado y a los sujetos hablantes;3 tienen
como funcin designar, mostrar con el dedo los elementos del
contexto. La tesis de Garfinkel defiende que el conjunto del lenguaje
natural es indexical; ya que cada miembro utiliza el lenguaje
cotidiano en referencia al contexto que es el suyo; las palabras no
tienen significados inmutables, objetivos y transituacionales. Existe siempre una determinacin, al menos parcial, del sentido, por el
contexto. Se ve que las aproximaciones etnogrficas y etnometodolgicas han tomado ciertos conceptos de la lingstica, pero le otorgan
un nuevo matiz.
No obstante, el anlisis conversacional ha sido elaborado en el
mismo interior de la lingstica y la filosofa del lenguaje a partir de
la perspectiva pragmtica.
EL ANLISIS CONVERSACIONAL
2.
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LA PRAGMTICA LINGSTICA
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MBITOS DE INVESTIGACIN
EL ANLISIS CONVERSACIONAL
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MBITOS DE INVESTIGACIN
sostienen (Grize, 1976 y 1982), ya sea bajo el ngulo de los procedimientos lingsticos por los cuales se expresa (Anscombre y Ducrot,
1983; Moeschler, 1985; Roulet 1985).
a) Principalmente, son los estudios del lgico suizo J. B. Grize los
que han servido de base al estudio de la argumentacin como actividad lgico-discursiva. Se esfuerzan en mostrar las operaciones del
pensamiento, la lgica natural (opuesta a la lgica formal) que
se utiliza en los discursos cotidianos.
La actividad discursiva tiende a construir una esquematizacin
lingstica de las representaciones del universo del locutor para
obtener un cierto efecto en el que escucha. Esta esquematizacin es
de naturaleza dialgica y apunta a la verosimilitud (de acuerdo con
lo que el oyente tiene por verdadero en el sentido comn del trmino); propone imgenes (del sujeto, de su interlocutor o del tema) al
oyente. No obstante, la comunicacin supone la reparticin de ciertas representaciones, especie de ncleo comn de significado relativo a una cultura determinada, que Grize llama lo preconstruido
cultural; este preconstruido se deriva a la vez de las caractersticas
de los objetos, de los discuros que suscitan y de las ideologas que
transmiten los valores que le conciernen, valores propios de los
diferentes grupos sociales. La esquematizacin se da, pues, en parte
del contexto cultural, pero tambin se expresa segn una lgica
natural entendida como las operaciones del pensamiento que permiten al locutor construir y proponer en el discurso sus representaciones a un auditorio.
La lgica natural es una lgica concreta, en situacin, que elabora constantemente los objetos que manipula por el movimiento
mismo del discurso (objetos anclados en lo preconstruido cultural,
pero tambin constantemente reelaborados a partir de nuevos elementos). Comporta al mismo tiempo una articulacin de enunciados, un encadenamiento de elementos en un conjunto argumentativo (sobre todo, por las conjunciones de coordinacin y
subordinacin).
El proyecto de J. B. Grize y de algunos continuadores (como
Vignaux 1978) es la formalizacin de las operaciones lgicodiscursivas por las que el discurso del locutor intenta construir una
representacin dirigida al interlocutor para influir en su juicio, en el
interior de una situacin cultural y socialmente situada y que obedece a una cierta lgica natural.
b) El anlisis lingstico de la argumentacin busca, por su parte, la constitucin de una especie de gramtica del discurso.
EL ANLISIS CONVERSACIONAL
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MBITOS DE INVESTIGACIN
LA APROXIMACIN INTERACCIONISTA
La tesis fundamental de la aproximacin interaccional es la conveniencia de considerar la conversacin como un 'encuentro social. Este concepto implica que todo encuentro est determinado
por su contexto.
El concepto ya ha sido abordado, pero se subrayar aqu, sobre
todo, de qu manera completa y relativiza la aproximacin lingstica.
1. Goffman muestra los lmites inherentes de la aproximacin
lingstica que da, a menudo, al concepto de contexto un sentido
estrictamente discursivo. Expone cmo, en numerosos casos, este
contexto (tal como puede establecerse en una transcripcin escrita del discurso) no constituye el marco de referencia obligado
del locutor. En principio, porque deja de lado ciertos elementos
de enunciacin como la prosodia (sobre todo la entonacin y
acentuacin de ciertas palabras), que comporta en s misma una
fuerza ilocutoria que puede transformar la orientacin y el significado de un enunciado.7 Se encuentra tambin en todos los elementos no verbales (gestuales, mmicas, posturas...) de la comunicacin.
Pero, aunque el anlisis pragmtico llegase a integrar estos elementos que escapan a la transcripcin del discurso, hay que tener en
cuenta otros factores, de esencia no lingstica. As, no es extrao
que un enunciado haga menos referencia al turno de palabra precedente que a lo que est presente en este momento en la conciencia
del locutor y donde el turno de palabra precedente no es ms que un
posible elemento: puede, por ejemplo, hacer referencia al tema
general de la conversacin, de los objetos o los acontecimientos del
7. Es la diferencia entre Vienes? y Vienes!
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Como lo seala P. Bourdieu (1982): Un comportamiento comunicativo se inscribe en un juego (social) necesariamente portador de
un contenido.
a) Los contenidos pueden ser operatorios e instrumentales (y
tener un efecto en la realidad), pero son tambin de orden simblico. Las interacciones sociales implican, casi siempre, como lo muestra E. Goffman, imponer o defender una imagen valorizada de s
mismo frente a los otros (conservar el tipo o no perder la imagen). La definicin ms amplia de lo que est en juego puede ser
la bsqueda de una satisfaccin, de una ganancia o un provecho
(real o simblico). Se pueden distinguir, aqu, dos tipos de estrategias: una que tiende a maximizar los beneficios y otra a minimizar
los riesgos (la primera puede ilustrarse por el comportamiento del
que, en una conversacin, busca brillar; la segunda, por el comportamiento del que guarda una cierta reserva para no cometer equivocaciones).
La bsqueda de una satisfaccin o de una ganancia puede especificarse segn modos relacinales diversos, de los que algunos parecen ocupar un lugar dominante: las relaciones de poder y las relaciones de seduccin.
La relacin de poder define un juego competitivo que cada uno
intenta ganar (tener razn, decir la ltima palabra, dar una mejor
imagen, ser el ms fuerte...); es un juego de suma cero.
La relacin de seduccin instaura un juego cooperativo y mimtico donde se expresan el reconocimiento recproco, la afinidad, la
valorizacin mutua;11 es un juego de suma no cero.
En la realidad, evidentemente, estas dos relaciones pueden alternarse o incluso combinarse (la bsqueda de poder puede utilizar la
seduccin y la seduccin comporta una finalidad de poder).
b) En cuanto a los actores, lo que est en juego influye en los
procesos de expresin y de comunicacin. Del lado del locutor, el
discurso efectivo puede aparecer como una especie de compromiso
entre un movimiento expresivo (inters, motivacin, intencin...)
que le empuja a hablar y una fuerza de represin (inhibicin, censura, precaucin...) que le lleva a controlar sus propsitos.12 De este
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MBITOS DE INVESTIGACIN
conflicto resulta la divisin entre lo dicho y lo no-dicho y las modalidades semnticas y sintcticas del discurso. Del lado del oyente,
opera un proceso de interpretacin que conduce, en razn de su
posicin, a poner en marcha mecanismos de seleccin y de inferencia que son tanto reacciones a la intencin del locutor como la
forma en que l percibe a travs del prisma de su subjetividad. As,
cada receptor contribuye a producir el mensaje que percibe apreciando y dando importancia a todo lo que tiene que ver con su
experiencia singular y colectiva (Bourdieu, 1982, pg. 16).
Este proceso es un proceso interactivo, no solamente porque
comporta efectos de feedback y una alternancia de posiciones de
emisin y recepcin, sino tambin porque en cuanto al locutor, la
fuerza represiva se alimenta, por una parte, de la anticipacin que l
puede hacer de las disposiciones, de las expectativas y de las reacciones del oyente.
El juego interactivo y los compromisos que implica se inscriben
en la forma misma del discurso. Cl. Chabrol mostr, por ejemplo, en
la estructura lingstica de los intercambios, los fenmenos de ambigedad que manifiestan a travs de la produccin de enunciados
de compromiso, la imposibilidad para el sujeto hablante de conciliar
simblicamente, en un momento determinado, las inyunciones sobre los modelos normativos opuestos o los comportamientos efectivos y su puesta en palabras (1984, pg. 84).13
c) As, la conversacin aparece como un proceso de negociacin,
negociacin entre expresin y represin, negociacin entre los nteractuantes de lo que est en juego, del sentido y de los lugares que
ocupan. Como seala E. Roulet: Si se mira bien, todo se negocia
constantemente en una conversacin: las modalidades de apertura y
clausura de la interaccin, las identidades de los interlocutores, las
relaciones de imgenes y de lugar entre stos, el marco de referencia, la participacin de los turnos de palabra, la pertinencia de las
intervenciones y de los encadenamientos, el sentido del mensaje
(1986, pg. 8).
Comporta, a menudo, de forma ms o menos acusada, la existen12. Esta fuerza represiva se traduce por ciertos mecanismos que marcan el discurso (dudas, eufemismos, frases inacabadas...) y que se puede acercar a los mecanismos
de defensa estudiados por el psicoanlisis. Resultan del control del Supery sobre la
actividad expresiva del Yo (moi).
13. Vase tambin Cl. Chabrol, 1985. La ambigedad se observa en los titubeos, las
rupturas, la confusin del discurso y su estructura argumental.
EL ANLISIS CONVERSACIONAL
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Captulo 2
LA COMUNICACIN NO VERBAL
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MBITOS DE INVESTIGACIN
LA COMUNICACIN NO VERBAL
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La actitud corporal, siendo indicio de un estado emocional interno, puede igualmente traducir la implicacin del sujeto en la interaccin (a menudo los dos estn unidos).
As, el evitar la mirada puede expresar cierta reserva ante el
carcter personal de determinadas preguntas (Exline, 1972); los brazos cruzados puede significar una actitud defensiva frente al interlocutor; un alzamiento de la ceja acompaa, a menudo, una atencin
amistosa (Eibl-Eibesfeldt, 1973).
Ciertas actitudes pueden ser indicio de las relaciones que unen a
dos personas (abrazarse, cogerse de la mano, hablar de pie con los
brazos cruzados o en los bolsillos, etc.): es lo que Goffman llam
signos de lazo que no transmiten propiamente un mensaje pero s
una indicacin sobre la naturaleza del vnculo entre los interactuantes.
La percepcin de los indicios corporales puede ser un proceso
consciente de identificacin e interpretacin; pero se puede pensar
que constituye, a menudo, una aprehensin intuitiva ampliamente
inconsciente y que provoca una especie de reaccin inmediata (incluso cuando el receptor no puede decir sobre qu indicios se apoya
y sobre qu descodificacin).
2. El smbolo, comparado con el indicio, supone una cierta
elaboracin del comportamiento corporal en el sentido de una codificacin cultural y de una proyeccin comunicativa. La relacin
entre el significante y el significado no es un lazo directo de causaefecto sino una relacin analgica e imaginada.
El comportamiento simblico puede ser la reproduccin mimtica y voluntaria de una expresin de indicio (como pasarse la lengua
por los labios para expresar que algo nos gusta). Puede consistir en
un gesto en el que el movimiento describe analgicamente una
figura o una idea (todos los gestos ilustrativos que significan la
distancia, la forma de un objeto, la cantidad...). Este segundo tipo de
smbolos cinticos muestra un aprendizaje y puede, por consiguiente, diferir segn las culturas y los grupos sociales.
El porte, en lo que tiene de afectado y consensuado (el vestido,
el aseo), puede aparecer como una forma de comportamiento simblico; as el maquillaje tiende a acentuar ciertos rasgos de la feminidad: el pronunciar y avivar los labios acenta su significado sensual;
la coloracin de los prpados intensifica la mirada, etc.
3. Los signos corporales actan como los signos lingsticos:
tienen como finalidad transmitir un mensaje, permiten suponer la
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MBITOS DE INVESTIGACIN
LA COMUNICACIN NO VERBAL
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MBITOS DE INVESTIGACIN
c) Las seales corporales desempean una funcin muy importante en la regulacin de los intercambios: Es en gran parte gracias a
los gestos como se asegura la distribucin, el compartir el uso de la
palabra y el mantenimiento de la interaccin. Su mal uso hace corta
la conversacin, ya que son una condicin necesaria, hasta casi
suficiente (Cosnier y Brossard, 1984, pg. 16). Una serie de experiencias llevada a cabo por B. Rim y su equipo (Rim, 1984) ha
podido mostrar que si se obliga a los sujetos a comunicarse sin verse,
el elemento ms afectado era la sincronizacin (se producen ms
accidentes en el discurso, silencios, pausas).
Se puede observar tambin que el cambio de turno del uso de la
palabra se efecta a partir de signos corporales (entonacin, posturas, miradas). A menudo el locutor aparta su mirada cuando empieza
a hablar y, al contrario, la fija en su interlocutor cuando acaba de la
misma manera; la toma de palabra se marca a menudo por un
avance del busto inclinado ligeramente hacia delante, mientras que
el abandono de la palabra se acompaa de una retirada del busto.
W. S. Condn mostr que exista generalmente a nivel corporal una
sincrona interaccional a lo largo de un intercambio. Designa por
esta expresin el hecho de que los auditores se mueven en perfecta
sincrona con la estructura articuladora de la palabra del locutor (e
incluso) en sincrona perfecta con el discurso del locutor, como el
locutor mismo (Condn, 1984, pg. 57). Se produce cuando el que
escucha est atento, y parece universal, ya que ha sido observada en
numerosas culturas. La sincronizacin mimogestual no tiene como
nica funcin regular la comunicacin, regula tambin la relacin;
contribuye a mantener la distancia buena (fsica y psicolgica)
entre los participantes y a asegurar una relacin tnico-emocional
propicia para el intercambio. Este proceso de sincrona comprende
todos los fenmenos de ecos corporales (ya sea el contagio de
sonrisas y tos, el mimetismo de posturas o las actividades de ecolalia)
que sitan, con una limpieza muy particular, la naturaleza del proceso de interaccin corporal que observaremos ms adelante.
Podemos aadir tambin a la funcin reguladora los gestos autocentrados que tienen como efecto descargar la ansiedad, la tensin
o la excitacin interna (como agitar las manos o pies, la manipulacin de objetos, la automanipulacin, el rescate, el balanceo...).
LA COMUNICACIN NO VERBAL
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3. Funcin simblica
Un cierto nmero de movimientos, gestos o posturas tienen un
valor simblico y no tienen sentido ms que en el interior de
un ritual. Es el caso, por ejemplo, de los gestos realizados en los
rituales religiosos (signo de la cruz, manos juntas, prosternacin...).
Esta funcin simblica se encuentra en todo ritual tanto en una
cofrada, un cuerpo instituido o un medio cultural.
Despus de este anlisis de las funciones de los signos corporales
en la interaccin, es necesario sealar (como se ha hecho para la
naturaleza de los significantes) que estas distinciones no son tan
netas en la prctica; un mismo comportamiento puede asumir varias
funciones y una misma funcin puede estar asegurada por varios
elementos expresivos. Es otra de las razones por las que la' comunicacin no verbal es compleja y que exista dificultad para darle una
formalizacin rigurosa. Las tentativas en este sentido calcadas a
menudo de la lingstica, como la cintica de R. L. Birdwhistell
(1970), son muy engorrosas y poco operativas.4 Por otra parte, tienden a descomponer el proceso de comunicacin, lo que no tiene en
cuenta su carcter global y el hecho de que cada elemento significante no tiene sentido ms que por sus relaciones en la totalidad del
proceso. Como lo seala R. Ghiglione: Lo que importa no es tanto
saber si el gesto es portador de sentido, de forma aislada o no, sino
poner de manifiesto el modo de elaboracin del sentido que produce, en relacin con los otros subsistemas de signos (1986,
pg. 179).
3. CUERPO Y LENGUAJE
No se debera tratar de interaccin corporal sin precisar la forma
en que interfiere en la interaccin verbal; tanto es as que el
comportamiento verbal y el no verbal se combinan en la perspectiva
de una comunicacin total (Frey y otros, 1984, pg. 223).
150
MBITOS DE INVESTIGACIN
1. Esta unin ntima entre los dos se resalta por el hecho de que
la actividad corporal y la verbal van a menudo en el mismo sentido;
as, parece que existe una relacin estrecha entre la complejidad
gestual (es decir, el nmero de dimensiones implicadas simultneamente en la gestualidad) y la cantidad de palabras (es decir, el
nmero de sonidos emitidos) (Frey y otros, 1984, pg. 223). Cuanto ms aumenta la densidad de un intercambio verbal (si se compara, por ejemplo, un test de memoria inmediata de una serie de
cifras -densidad de comunicacin base- y una entrevista sobre un
tema determinado, densidad alta) tanto ms aumenta la actividad
corporal; ms an, se observa una gestualidad comunicativa ms
rica en los sujetos que hablan muy bien que en los sujetos que no lo
hacen tanto (Rim, 1984). Todo esto podra llevar a pensar que la
gestualidad forma parte del proceso de codificacin: A fin de
cuentas, la actividad no verbal del locutor sera un aspecto visible
del proceso de actualizacin de las representaciones, en el cual este
locutor debe necesariamente engancharse si quiere comunicar estas representaciones a los dems. Sin esta actualizacin, le ser
imposible realizar la difcil y delicada funcin de seleccin de los
elementos conceptuales y de las formas lingsticas propias para
traducir adecuadamente la experiencia de la que habla (Rim,
1984, pg. 436).5
2. Existe, adems, como hemos indicado, una serie de gestos,
los gestos co-verbales, que sostienen y acompaan al discurso. Es
posible clasificarlos en tres categoras: los paraverbales, los expresivos y los ilustrativos (J. Cosnier, en Cosnier y otros 1982).
Los gestos paraverbales subrayan los rasgos fonticos, sintcticos
o semnticos, por ejemplo, participan en la escansin de la comunicacin ya que en cada uno de los cambios de unidad verbal, cambian
de direccin diferentes partes del cuerpo al mismo tiempo (Scheflen, 1965).
Los gestos expresivos connotan el discurso verbal dndole una
coloracin afectiva y de evaluacin asumiendo por esto una funcin
metadiscursiva: se cambia de tono y de mmica para sealar el
humor o el sarcasmo. Apoyan as la dimensin performativa de la
palabra: cuanto ms persuasivo quiere ser un locutor, ms mirar a
5. El autor precisa: El locutor tiene necesidad de seleccionar lo mejor posible las
palabras y las frases apropiadas para comunicar su experiencia global, para lo cual tiene
que estar en contacto directo con esta experiencia. En esta operacin, las representaciones son necesariamente reavivadas y los elementos interceptivos, posturales y motores, portadores de sentido, se esbozan en la gestualidad del locutor (pg. 436).
LA COMUNICACIN NO VERBAL
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MBITOS DE INVESTIGACIN
inconscientes:8 Las disposiciones psicolgicas profundas del interlocutor, sus intenciones latentes, pueden ser susceptibles de hacerse
transparentes a pesar suyo, a travs de sus posturas, su mimogestualidad y concurren con las otras informaciones visuales (morfotipo,
vestido, etc.) a inducir en el "que escucha" una impresin permanente o pasajera que influir en el curso de la interaccin (Cosnier
y Brossard, 1984). Esta dimensin se puede ver, por ejemplo, en la
conversacin histrica donde, en cierta manera, el cuerpo habla
pero de forma ininteligible para el sujeto mismo y solamente la
verbalizacin (ayudada por la interpretacin del analista) puede
llevar a su conciencia los significados simblicos del sntoma.
As, en ciertos casos, expresin verbal y expresin corporal pueden estar totalmente disociadas. Nos encontramos as con dos formas de mensaje, eventualmente contradictorias: una madre, por
ejemplo, puede expresar con sus palabras su ternura hacia su hijo
mientras que su cuerpo traduce una falta de emocin o un rechazo.
G. Bateson ha sealado bajo la expresin de doble vnculo el
carcter perturbador para las relaciones humanas de este tipo de
interaccin (Bateson, 1980).
4. Nos podemos preguntar si existe un modo de comunicacin
propio del intercambio corporal que sea diferente, en su misma
naturaleza, del proceso verbal que implica la codificacin, la transmisin y la descodificacin de un mensaje. Es lo que sugiere Sartre
cuando habla del carcter inmediato del modo de percepcin de la
expresividad corporal: As, no es necesario recurrir por analoga al
hbito o al razonamiento para explicar que comprendemos las conductas expresivas: estas conductas parecen originalmente comprensibles en la percepcin; su sentido forma parte de su ser como el
color del papel forma parte del ser del papel (1943, pg. 397).
No obstante, si el sentido aparece en la expresin corporal como,
confundindose con el comportamiento, es al mismo tiempo polismico y slo emerge en la interpretacin (incluso no consciente) del
que observa este comportamiento.
Pero esta interpretacin no recurre, probablemente, a los mismos mecanismos cognitivos que el lenguaje.9 Es lo que sugiere, por
8. La capacidad de expresin corporal para traducir procesos inconscientes le ha
dado un lugar importante en la prctica teraputica: psicodrama, anlisis bioenergtico, terapia guestltica (Marc, 1987).
9. Rim subraya que la percepcin de los aspectos mimogestuales no ocupa ms
que la periferia de la atencin del interlocutor y que contribuye menos a la
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MBITOS DE INVESTIGACIN
Captulo 3
LA FAMILIA
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1. El apego
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LA FAMILIA
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LA FRATRA
La fratra ofrece un terreno nico para el estudio de las relaciones entre iguales, que son casi obligatorias, cotidianas, fuertemente
valoradas por el entorno y que se desarrollan en un lapso de tiempo
bastante largo; y es en el anlisis de las relaciones en el seno de la
fratra donde desde hace tiempo se busc una de las fuentes de las
actitudes sociales del nio.
1. Bajo este ngulo, han dominado durante largo tiempo dos
grandes marcos de referencia: la teora de Adler y la teora psicoanaltica, las cuales tienen la particularidad de subordinar las relaciones
fraternales a las relaciones verticales entre padres e hijos.
A. Adler (1949) fund, de forma preponderante, su teora en la
importancia del rango de nacimiento en la actitud que toma el nio
frente a sus hermanos y hermanas y en la formacin de su carcter:
el primognito tiene, en principio, el inters y el afecto de sus padres
para l solo, ms tarde ser destronado por el ms joven con quien
los deber compartir; para compensar esta prdida, intentar atribuirse un lugar privilegiado de poder en la fratra y de atencin
por parte de sus padres. La finalidad confesada por Adler era desembocar en una tipologa caracterial; numerosos estudios anglosajones
fueron inspirados por l en los aos 1960-1970. El arquetipo de estos
estudios puede residir en los de W. Toman (1987) que sistematiz las
teoras adlerianas a travs de su teora de la duplicacin que tiene
tn cuenta la posicin fraternal de los padres para esclarecer las
relaciones que mantiene un nio con ellos (...) Las constelaciones
familiares son consideradas como sistemas influenciados por la generacin precedente y que interactan con la siguiente (pgs. 1820). No obstante, los resultados de estas investigaciones son, a menudo, contradictorias y pueden prestarse a discusin.
De forma ms compleja, la aproximacin psic o analtica sita las
relaciones entre hermanos y hermanas (a menudo estructuradas en
la rivalidad) en el sistema relacional familiar. Tiene sus orgenes
en los estudios de Freud quien, a travs de los casos que estudi
(sobre todo los del pequeo Hans y del Hombre a los lobos) y
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MBITOS DE INVESTIGACIN
LA FAMILIA
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3.
MBITOS DE INVESTIGACIN
EL SISTEMA FAMILIAR
La familia no se reduce a la suma de interacciones entre padreshijos y relaciones fraternales. Como institucin no puede ser considerada una suma de elementos de que se compone; forma una
totalidad dinmica que asume una doble funcin de diferenciacin y
de lazo entre sexos y entre generaciones. Obedece a ciertas normas
que rigen la divisin de roles y funciones, las relaciones entre miembros y con el exterior.
Dadas estas caractersticas y la relativa estabilidad del grupo
familiar, se puede considerar que ste constituye un sistema interactivo. Es un sistema abierto ya que mantiene numerosos intercambios
(econmicos, culturales y sociales) con el entorno, asegurando la
reproduccin de generaciones, la socializacin de base en los nios
y la transmisin de los valores, de los ideales, de las formas de
pensamiento que fundan la sociedad. La familia aparece, pues, como
la agencia de la sociedad que reproduce, a travs de su propia
estructura relacional, las estructuras sociales fundamentales.9
Esta forma de concepcin familiar no estaba ausente en una
cierta tradicin psicosociolgica, pero, sobre todo, ha sido desarrollada por la corriente sistmica y recientemente por una concepcin
grupalista de inspiracin psicoanalista.
1. La aproximacin psicosociolgica de los roles
La psicologa social, despus de G. H. Mead, ha propuesto un
anlisis de las relaciones familiares en trminos de status (jerarqua,
relaciones de autoridad y de influencia, toma de iniciativa) y de roles
(diferenciacin de roles entre el padre, la madre, los nios, los
abuelos, expectativas unidas a los roles, consensos y conflictos).10
Se pueden citar en los EE.UU. los trabajos de Burgess " quien
concibe a la familia como una unidad de personas en interaccin,
donde cada una ocupa una posicin definida por un cierto nmero
de roles (y de expectativas de roles de los otros) ms o menos
influidos por grupos de referencia; los de Brossard o Barker y Wrigt
9. El concepto de agencia de la sociedad se debe a Wilhelm Reich.
10. En un artculo de referencia, Hill y Hansen (1960) proponen cinco marcos
conceptuales para el estudio de la familia: interaccional, estructuro-funcional, institucional, interaccional y de desarrollo.
11. Estudios presentados por A. Michel (1978).
LA FAMILIA
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que aaden a esta unidad de personas en interaccin las influencias exteriores a las que est obligatoriamente abierta por la situacin social, para considerarla como unidad de estmulo que acta
sobre el nio; o bien los de E. Duvall y R. Hill que estudian el anlisis
de los roles, de normas de los roles y de evoluciones de los roles en
funcin del envejecimiento de los protagonistas en el seno de la
familia. Se pueden aadir tambin los trabajos de T. Caplow (1984)
sobre la trada familiar en la que analiza las posibles coaliciones
entre padre, madre e hijo segn el tipo de familia y la edad del
2. La aproximacin sistmica
No obstante, fue con la escuela sistmica, nacida de los estudios
de la Escuela de Palo Alto,13 con quien se desarroll un estudio
profundo de las interacciones familiares.
Considerar la familia como sistema es sentar el principio de
que constituye un conjunto organizado, regido por reglas de funcionamiento, diferentes de las que orientan las conductas de cada
miembro tomado aisladamente, es, pues, tomarla como un todo
dinmico en el que el comportamiento de cada uno depende de las
relaciones que lo unen a los dems miembros de la familia. Estas relaciones estn reguladas por los valores y las normas que
constituyen una especie de modelo de orientacin de conductas y
aseguran a la familia un funcionamiento relativamente estable.
a) El modelo familiar es un modelo cultural en el sentido en que
cada cultura (y dentro de ella cada grupo social) propone una cierta
concepcin de la familia, de los roles de los diferentes miembros, de
sus funciones y del tipo de relaciones afectivas y operativas que
tienen los unos con los otros (se puede hablar, por ejemplo, de un
modelo patriarcal, propio de sociedades tradicionales, fundada sobre
una estricta diferenciacin de sexos y roles, sobre el poder dominante del padre, sobre los valores de autoridad, respeto, sentido del
honor...). Pero a partir de este modelo, cada familia puede elaborar
su propia variante personal. Toma, a menudo, la forma de una
12. En Francia se pueden destacar estudios como los de A. Michel (1978) sobre la
diferenciacin de roles en el seno de la familia, o los de H. Touzard (1977) sobre el
dominio en la familia (visto bajo el doble aspecto de la decisin y la ejecucin) segn
el tipo de familia considerada (autonmica, autocrtica, leadership, sincrsica).
13. Vase E. Marc y D. Picard (1984).
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MBITOS DE INVESTIGACIN
14. En la pareja tradicional, la mujer espera que su marido le aporte una cierta
seguridad; a cambio, el marido espera el reconocimiento de su autoridad y una
cierta admiracin...
LA FAMILIA
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MBITOS DE INVESTIGACIN
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Captulo 4
LA INFLUENCIA SOCIAL
1. INFLUENCIA Y NEGOCIACIN
Los procesos de influencia son relativos a los cambios de opiniones, actitudes y conductas que en un individuo (o grupo) desencadena el hecho de ser reforzado por los de los dems (o grupo).
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LA INFLUENCIA SOCIAL
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LA INFLUENCIA SOCIAL
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interactivos ms complejos; han sido mejor vistos a partir del momento en que se han tenido en cuenta el hecho de que la influencia
poda acarrear tambin el cambio y la innovacin, y no slo el conformismo.
2. Consenso, conflicto e innovacin
La influencia como proceso de innovacin ha sido particularmente destacada por los trabajos de Moscovici.
Como l subraya, la influencia social no tiene como nica funcin reducir las diferencias entre los individuos, imponerles una
visin uniforme de la realidad y eliminar a los desviantes. Se ejerce
para modificar el medio o la organizacin y permite a Un grupo
perseguir sus fines o transformarse recurriendo a los recursos de sus
miembros, comprendidos los desviantes (...). Solamente considerando que cada miembro del grupo, sea cual fuere su posicin, es a la
vez un emisor y un receptor potencial de influencia, es como mejor
podemos ver lo que tiene lugar en una interaccin social real
(S. Moscovici, 1984, pg. 54).
Cuando las investigaciones sobre la influencia no se centran
solamente en el conformismo, revelan e integran fenmenos como
la reactancia, la desviacin y la influencia minoritaria.
a) El comportamiento de reactancia (Brehm, 1966) designa un
movimiento de reaccin unido al sentimiento negativo de prdida de
independencia; se traduce por una resistencia a la influencia. Esta
tendencia a resistir contrarresta la tendencia al conformismo.
Este doble movimiento confirma la existencia de un juego dinmico,
en la relacin social, entre la dependencia (la necesidad de sentirse
semejante, aceptado e integrado) y de afirmacin contra-dependen-
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181
de negociacin (tcita) en la medida en que los procesos de influencia social tienen lugar en el marco de una interaccin donde cada
miembro del grupo tiene buenas razones para reducir el conflicto o
el desacuerdo y parecen ser muy prximos a los procesos de negociacin (...). Cada tipo de influencia corresponder pues a un tipo
particular de negociacin, a una forma particular de hacer frente al
conflicto (Doms y Moscovici, en Moscovici, 1984, pgs. 60-61).
As, el estudio de la influencia conduce, por una parte, al del
proceso de negociacin.
3. La negociacin
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2.
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de experiencias acumulativas y progresivas como los sujetos elaboran nuevos instrumentos cognitivos, a travs de interacciones en las
que el sujeto es esencialmente activo (en Doise, Deschamps, Mugny,
1978, pg. 255).13
3.
Si el concepto de poder est fuertemente implicado en los procesos de influencia y negociacin, se ha visto que no es como una
caracterstica intrnseca de los actores (como una especie de propiedad que le es dada) sino un fenmeno relacional. El poder aparece
as como una forma de relacin que une a uno o varios actores,
relacin que conviene ahora profundizar.
Nos apoyaremos en un anlisis clsico de French y Raven (1959)
ya que se sita precisamente en esta perspectiva y ha ejercido una
influencia duradera sobre la concepcin del poder.
1. Las bases del poder
French y Raven definen el poder en trminos de influencia y la
influencia en trminos de cambio psicolgico. El poder es la influencia potencial mxima que un agente O (individuo, grupo, norma...) es capaz de ejercer sobre la persona P; es el resultante de dos
fuerzas, una que empuja al cambio y la otra que expresa la resistencia del sujeto (no existe solamente accin de O sobre P, sino tambin
accin de P hacia O y es esta interaccin la que instaura el
poder).
French y Raven designan como base de poder, la forma de relacin entre P y O que motiva el proceso de influencia. Definen cinco,
que aparecen de forma habitual.
a) El poder de recompensa, fundado en la percepcin de P, de
que O tiene la posibilidad de procurarle recompensas (satisfacciones, gratificaciones, ventajas...).
b) El poder de coercin, fundado en la percepcin de P, de que
O tiene la posibilidad de imponerle castigos (sanciones, sufrimientos, prdidas, rechazos...).
13. Mugny seala que si el nio no participa activa y plenamente en la interaccin
conflictiva, no progresa.
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204
LA INTERACCIN SOCIAL
NDICE DE AUTORES
206
LA INTERACCIN SOCIAL
Filipcova, B., 77
Fischer, R., 182
Fivaz, E., 161
Flahaut, F., 43
Flanders, A., 96
Freedman, N., 146n
Frejaville, A., 162
French, J., 188
Freud, A., 164
Freud, S., 65, 68, 163
Frey, S., 147, 149
Friedberg, E., 101
Friedrich, W., 165
Friesen, W.V., 144, 146n, 151n
Garfinkel, H., 12, 125, 126
Gaulejac, V. de, 99
Gergen, K.J., 15
Ghiglione, R., 32, 35n, 129,
Girard, A., 72
Goffman, E., 12, 13, 15, 43,
93, 107, 107n, 108, 109,
114, 115, 116, 117, 118,
135, 139, 145
Gori, R., 15In
Grice, J.-B., 130
Gumperz, J.-J., 25, 124
Gurvitch, G., 84n
146n, 149
69, 79, 82, 83,
110, 111, 112,
132, 133, 134,
Hall, E.T., 12, 13, 77, 78, 79, 80, 86, 87, 90
Hediger, H., 78
Hegel, G.W.H., 60
Heider, F., 49, 50, 184, 185
Herzlich, C, 186
Hewstone, M., 185
Hill, R., 168, 169
Hoffman, J.-P., 146n
Hubert, H., 84n
Hymes, D., 25, 26, 27, 124
Isambert, F., 106
Jackson, D.D., 170
Jacques, F., 34, 36, 61n
Jacques, E., 94
Jakobson, R., 23, 25, 27, 322,
Jefferson, G., 224, 225
Jones, E.E., 185, 186n
Joule, R.V., 178n
Jung, C.G., 165n
Kaes, R., 171
Kahn, M.D., 165
Katz, D., 78
Kelley, H.H., 185
Kelman, H.C., 178n
Kerbrat-Orecchioni, C., 134, 136
Kestemberg, E., 158
Keisler, C.A., 177
Klein, M., 67
Koch, H.L., 167
Krout, M.H., 144
Labov, W., 135n
Lacan, J., 166
Laing, R, 62-65n, 172
Lamb, M.E., 165n
Lapassade, G., 91
Lebovici, S., 158n, 161, 162
Lcuyer, R., 79, 81, 82
Lemaire, J.-G., 73
Lesser, R.-M., 165
Levinas, E., 152
Lvi-Strauss, C., 112
Levy, D.M., 167
Lindenfeld, J., 125
Little, K.B., 79
Lorenz, K., 78, 105
Loutre-Du Pasquier, N., 157
McKersie, R.B., 182
Maffesoli, M., 11
Main, M., 157
Maisonneuve, J., 14, 15, 51, 71, 72, 73, 95,
97, 106
Malcuit, G., 158
Marc, E., 39, 152n, 169n
Martin, J.-Y., 27
Maslow, A., 62n
Mauss, M., 16, 17, 84n, 112
May, R., 62n
Mayo, E., 94
Mead, G.H., 11, 16, 69, 71, 95, 168
Mehabian, A., 151
Michel, A., 168n, 169n
Miermont, J., 170
Milgram, S., 112
Moeschler, J., 51n, 127, 129, 130, 131
Moles, A., 11
Montmollin, G. de, 14, 176n, 178, 183
Morgenstern, O., 52
Moscovici, S., 15, 16, 50, 81, 101, 176, 179,
180, 181, 185, 186
Mouton, J., 95, 186n
Mugny, G., 176n, 180, 187
Nadel, J., 160n, 166
Neumann, J. von, 52
Newcomb, T., 49, 50
Ochs, E., 125n
Pags, M., 99, 99n, lOOn
Paicheler, G., 176, 180
Papousek, H., 160, 161
Parsons, T., 95, 96
Pcheux, M.G., 158
NDICE DE AUTORES
Prez, J.A., 176, 180
Piaget, J., 31
Picard, D., 39, 107n, 110, 143, 154
Pomeranz, A., 96
Pomerleau, A., 158
Provonost, G., 85n
Pruitt, D., 182
Rapoport, A., 53n, 54
Raven, B., 188
Reich, W., 153, 168
Rim, B., 29, 30, 33, 148, 150, 152
Robin, M., 159, 161
Rocheblave-Spenl, A.M., 95, 97
Rogers, C., 62n, 74
Rondal, J.-A., 160
Roulet, E., 130, 140
Ruwet, J.-C., 78
Sacks, H., 125
Sarbin, T.-R., 97
Sartre, J.-P., 60-62, 152
Saussure, F. de, 25
Schachter, S., 179
Schaffer, R., 160, 161
Scheflen, A.E., 13, 150
Schegloff, E., 124
Scherer, K.R., 146n
Schieffelin, B., 125n
Schooler, C., 164n
Schwebwl, A.I., 80n
Scott, J.A., 80n
Searle, J.R., 127, 128
Shannon, C.E., 21, 23
Sherif, M., 177, 186n
Simmel, G., 11, 190
Simonin, J., 125n
207
NDICE ANALTICO
210
LA INTERACCIN SOCIAL
Interlocucin, 34-38
Interpretacin, 42, 47, 140
Intersubjetividad, 35, 59-74
Intertexto, 33
Juego, 16, 36, 40, 43, 52-57, 64, 65, 70, 89,
101, 103, 109-111, 139, 140
Lenguaje del cuerpo, 30, 143-154
Locutor (el que habla, hablante), 28, 35,
41, 135-136
Lugar, 42-43, 44, 47
Marco, 17, 25, 33, 77, 135
Mecanismo de defensa, 67
Mensaje, 24, 41-42, 46, 93, 152
Metacomunicacin, 42
Modales (porte), 110, 143, 145
Multicanalidad, 34
Negociacin, 53, 108, 131, 140, 181-183
Norma, 16, 26-27, 51, 75, 133, 176-177
Obligacin, 51
Organizacin, 92
Participante, 26
Percepcin, 184, 193
Personalidad, 27-28, 46, 67, 71
Poder, 44, 103, 170-171, 188-190
Pragmtica lingstica, 11, 128-129
Proxemia, 78-80
Proyeccin, 66
Psicoanlisis, 17, 65-68, 73, 89, 156-157,
163-164, 165, 171
Puntuacin, 48
Reciprocidad, 34-36, 50, 113, 137
Regla, 36, 51, 75, 99, 170
Regulacin, 22-23, 40-41, 51, 52, 71-72, 98101, 111, 132-138, 147-148
Relacin, 11, 12, 13, 14, 15, 41, 42, 43, 47,
48-49, 55, 63, 66, 71-74, 145-146, 147-148,
160, 161, 163, 169, 182-184
-jerrquica, 44-45
-social, 14-15, 28, 33, 95
Representacin, 22, 32, 130, 184, 186
Retroaccin, 22, 39, 40, 170-171
Vase tambin Feedback
Ritual, 17, 34, 76, 89, 105-106, 113, 115-119,
120, 137, 149
Rol, 18, 43, 55, 70, 94-98, 107-108, 136, 168
Sentido, 41, 42, 152
Seal, 30-32, 105, 146
Significacin, 29-30, 32, 34, 39, 41, 42, 47-48
Signo, 31, 33, 105, 146
Smbolo, 29, 31-32, 70, 145-146, 149
Simetra, 44-45, 49, 113
Sistema, 13, 31, 38, 39, 52, 92, 101, 168171
Situacin, 25, 27, 33, 107-109, 135, 136, 191192
Status, 43, 93, 94-96
Teora de los juegos, 52-54, 182
Territorio, 78, 84, 109, 110
Tiempo, 84-90
Transaccin, 45-47
Transferencia, 67
Esta obra se propone otorgar un contenido riguroso al concepto de interaccin social, as como mostrar sus implicaciones y su alcance en el terreno de
la psicologa, sin olvidar claro est sus aportaciones en otras disciplinas como la antropologa, la
lingstica, la etologa, la sociologa, etc. Pero, qu
es en realidad la interaccin social? Se trata de un
concepto que se ha convertido en bsico para las
ciencias humanas y que ha permitido un cambio de
perspectiva y un destacado avance en numerosos
campos, como por ejemplo el estudio de las interacciones precoces en psicologa gentica, el anlisis
de los rituales en etologa o psicosociologa, el retorno a las relaciones cotidianas en sociologa, la
etnometodologa, etc. En todos estos dominios de
investigacin, la nocin de interaccin aade fundamentalmente una nueva perspectiva epistemolgica: sita en primer plano en la comprensin de
los fenmenos humanos los procesos de comunicacin y de informacin, los principios de causalidad circular y de retroaccin, la consideracin del
contexto y de la dinmica propia de cada sistema
relacional... De este modo, el libro presenta diferentes aproximaciones y modelizaciones de los procesos de comunicacin, e indica el modo en que la
cultura, las instituciones y los rituales sociales estructuran y regulan estos procesos. Finalmente,
aborda ciertos campos de investigacin en los que
la nocin de interaccin social se revela particularmente fecunda: el anlisis conversacional, la comunicacin no verbal, las relaciones familiares, los
mecanismos de influencia...