Monografía, Teología Latinoamericana
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Monografía, Teología Latinoamericana
TEOLOGA LATINOAMERICANA
Josu Blasco.
16 de marzo de 2015
Introduccin.
Surgimiento.
Teologa de la liberacin.
Uno de los principales ejes de la teologa latinoamericana es la teologa de la
liberacin. Esta otra forma de hacer teologa surge en el tercer mundo, o en mbitos de
opresin principalmente por sectores del primer mundo contextualizando la reflexin
teolgica y ubicndose como parte integral de las prcticas de liberacin. Intenta
desenmascarar el pensamiento clsico de que la teologa es universal y con cuestiona,
adems el discurso androcntrico. Juan Jos Tamayo en su libro Para comprender la
Teologa de la Liberacin, dice que es hacer una re-lectura de la Biblia desde la ptica del
oprimido. El proceso por el cual pas esta teologa es largo, por lo que, en este escrito, solo
se describir muy breve tomando parafraseadamente las ideas de Phillip Berryman6
Estas ideas se remontan a la poca de conquista espaola. Algunos misioneros,
como Bartolom de las Casas, protestaban por el trato cruel que se les daba a los nativos.
El tema de la liberacin de los pueblos latinoamericanos puso a la iglesia catlica en crisis.
Mientras la mayora de los obispos se proclamaron a favor de la Corona espaola (e incluso
los papas hicieron declaraciones en contra de la lucha por la independencia), muchos
clrigos apoyaban este movimiento libertador. Ms adelante algunos acontecimientos
polticos como la revolucin cubana y la experiencia de Brasil a principio de los aos
sesenta, comenzaron a provocar cuestionamientos institucionales, y esto afect
grandemente a la Iglesia. Esta crisis llev a la Iglesia Catlica, histricamente
conservadora, a elaborar nuevos planteamientos. Esto fue lo que sucedi en el Concilio
5 Juan Mackay, El otro Cristo espaol (Casa unida de publicaciones, Mxico, 1998). 243.
http://escriturayverdad.cl/wp-content/uploads/Historia/elotrocristoespa%C3%B1ol.pdf
6 Phillip Berriman, Teologa Latinoamericana (Siglo XXI Editores, Mxico, 1989)
Vaticano II en 1959. En este concilio la Iglesia dio un giro de 180 grados. Antes del
concilio a los catlicos se les enseaba que su principal deber en la vida era permanecer en
estado de gracia y alcanzar el cielo. La iglesia era la mediadora de la gracia y la verdad.
En este semejante esquema los asuntos terrenales eran francamente insignificantes. Luego
del Concilio Vaticano II, aceptando el trabajo de telogos por aos, la Iglesia acept su
condicin de peregrina, que camina al lado del resto de la humanidad. Posteriormente, la
Iglesia comenz a considerar al progreso humano como evidencia de la labor de Dios en la
historia humana. En 1968 el Consejo Episcopal Latinoamericano, se reuni en Medelln.
Uno de los telogos consultados por el consejo fue el peruano Gustavo Gutirrez, quin
hizo nfasis sobre la pobreza en la Iglesia. Fue en ese entonces donde los telogos
comenzaron a considerar conscientemente a Amrica Latina como su contexto para los
cuestionamientos nacientes, rompiendo de forma consiente con la matriz europea. Entonces
los telogos latinoamericanos descubrieron que no slo trataban asuntos diferentes, sino
que su mtodo, la forma misma en que se comprometan con la teologa era diferente. Eso
significa que a Dios se le encuentra en la lucha del pueblo por la liberacin. De la misma
manera su preocupacin no es dictar reglas especficas sobre cmo luchar por la justicia.
Sino que el creyente se comprometa responsablemente dentro del conflicto manifestando
evidentemente el amor al prjimo.
Perspectivas.
I.
Teologa feminista.
Si bien las mujeres cristianas tuvieron gran influencia en la praxis libertadora de los
movimientos populares y en los grupos cristianos, los modelos clsicos de teologa las
marginaban. Recin cuando las mujeres comenzaron a involucrarse en la reflexin
teolgica y participaron en la reformulacin de la fe cristiana, comenz a corregirse el
carcter androcntrico del discurso cristiano y se empez a poner atencin a las
discriminaciones de gnero.
Teologa y economa.
III.
IV.
Teologa indgena.
Conclusin.
La realidad que hoy vivimos en Amrica Latina debe despertar nuestra necesidad intrnseca
como cristianos de conocer al Dios vivo y verdadero. Cuando pensamos en sa
afirmacin debemos entender que Dios es un Dios infinito, que no cambia, pero que est
totalmente contemporneo a nuestra realidad. Dios no tiene lmites temporales, culturales y
sociales. Esto debe replantearnos si estamos comunicando un mensaje eficaz, o solo
repitiendo los modelos aprendidos sin acudir a un estudio del texto bblico como fuente de
la revelacin. Tambin queda para pensar si los modelos de iglesia en los que ministramos
estn siendo relevantes a las necesidades de las personas hoy en da. Respecto al
compromiso que deberamos tener con la sociedad, est la iglesia teniendo el impacto que
debera? La realidad es que la teologa latinoamericana nos ha abierto una brecha en cuanto
a un cambio de cosmovisin del evangelio. No obstante la tarea debe continuar. Amrica
Latina est impregnndose cada vez ms de postmodernismo, Cmo vamos a hacer frente
a este pensamiento basndonos en los modelos que hemos heredados de siglos atrs?