Legalizacion Produccion Venta y Consumo Marihuana Peru
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com
Introduccin
Marco legal actual del Trfico Ilcito de Drogas en el Per
El Trfico Ilcito de Drogas en la legislacin comparada
Hacia la legalizacin de la marihuana en el Per: Discusin Poltico Criminal en
torno al Trfico Ilcito de Drogas
Conclusiones
Recomendaciones
Fuentes consultadas
Anexo
Introduccin
La elaboracin de este trabajo responde a nuestra inquietud por contribuir a la reflexin sobre un tema de
indudable trascendencia para nuestro pas y los dems miembros de la Comunidad Internacional: La
legalizacin de determinadas drogas y su incidencia directa sobre el Trfico Ilcito de Drogas
Igualmente, y de manera especial, aspiramos a que esta investigacin sirva no solo para el debate
acadmico de una materia tan compleja y difcil para nuestra seguridad y desarrollo futuro, sino tambin
para sensibilizar e impulsar a nuestras autoridades a asumir la responsabilidad de combatir el narcotrfico
con la seriedad, compromiso y eficiencia que el momento demanda, buscando liberar a nuestro pas de la
ms importante amenaza a su seguridad, y la urgencia de abordarlo desde una perspectiva integral y en
forma coordinada con otros Estados y organizaciones internacionales pero desde una perspectiva, tal vez
distinta o atrevida.
La situacin interna de nuestro pas, con un crecimiento sostenido del narcotrfico, a lo que debe sumarse
los elementos de violencia subversiva y de sicariato, que hacen an ms complejo el panorama nacional; la
situacin internacional, concretamente, con la presencia de diversos factores que vienen impactando
negativamente en la lucha antidrogas en el Per; la presencia de crteles mexicanos en nuestro pas que
incrementan el poder econmico de estos grupos mafiosos, incluyendo sus posibilidades de corrupcin; el
debilitamiento de la lucha antidrogas en Bolivia, con evidente impacto negativo en nuestro pas; entre otros.
Todo ello nos coloca en un punto crtico, esto es, en la imperiosa necesidad de revertir de inmediato las
tendencias de crecimiento del narcotrfico en nuestro pas, sino queremos en muy corto plazo caer en
situaciones inmanejables, como ocurri con Colombia hasta hace pocos aos y viene ocurriendo
actualmente con Mxico.
En ltima instancia, a travs de este trabajo, buscamos reforzar la conciencia respecto a la necesidad de
implantar en nuestro pas una cultura de la legalizacin, y es que realmente, pese a que la prensa y la
informacin policial describen siempre al traficante como un delincuente sumamente peligroso, resulta
probable que el peruano de a pie siga temiendo ms a los "cogoteros" (asaltantes) y a los secuestradores,
que a los narcos; incluso, que le produzcan mayor inquietud los "actos terroristas".
Todo lo dicho hasta aqu no quiere decir que no seamos conscientes que, el consumo de drogas, constituye
un problema de salud pblica muy importante, sino todo lo contrario, sabemos y comprendemos que hay
que tratar a las drogas ilcitas precisamente como un problema de salud y no como un problema de
orden pblico o delictivo. Pero es acaso que los que se oponen a esta idea de legalizar ciertas drogas
no se han detenido en meditar un poco ms en el asunto? Sera recomendable sacarnos la venda de los
ojos y s pues, aceptar que sin demanda de los estupefacientes no existiran los comercializadores, que
quienes ofertan estas sustancias en el mercado ilegal (porque an mantenemos el conservadurismo de
antao y no la hemos legalizado), siguen obteniendo grandes sumas de dinero. Todo esto resulta lgico
dentro de la actual "espiral de violencia".
PROBLEMA: La legalizacin de la marihuana es un mecanismo que genera mayor
impunidad o es un instrumento adecuado para iniciar la verdadera lucha contra el
narcotrfico en el Per?
HIPTESIS:
- La legalizacin de la marihuana una adecuada solucin para empezar a combatir la
criminalidad del narcotrfico, de tal manera que el dinero que se invierte en la represin
sirva para prevenir y rehabilitar.
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protuberancia en la mejilla, esta actividad es conocida como la chacta de coca. La piedra fue encontrada en
la fase Valdivia en la costa del Ecuador 3, 000 A.C. Estos datos en definitiva no dan a conocer con certeza
el origen y antigedad de la coca, ya que las evidencias de botnica nos demuestran que la coca es una
especie original de la selva peruana.
A continuacin se narrarn dos breves mitos que cuentan cmo se dio el origen de la coca. As
tenemos que, en el Per se dice que el origen de la coca es sagrado, porque en pocas preincaicas la
Mamaquilla derram en ciertos lugares del centro del pas las semillas de la planta de la coca, todo esto
realizado por orden del dios Inti, para que los Incas al probarlas se les pasara la fatiga, el hambre y les diera
ms fuerza. El segundo caso se da en Bolivia, segn los Aymaras, Cuno (Dios de las tormentas) molesto
por el humo de fogatas, decidi que abrieran las puertas de la tempestad. La tormenta destruy todos los
sembros e inund la tierra. Las personas que lograron sobrevivir ya que se encontraban dentro de las
cavernas, al sentirse dbiles y llenos de hambre probaron todo lo que encontraban a su alcance, hasta
encontrar las hojas de un arbusto que al macerarlas sintieron que el hambre desapareca y volvan sus
fuerzas. Desde ese momento la planta fue tenida por divina y le colocaron de nombre, Coca.
En Lima, entre los aos 1567 a 1569 el concilio de esta ciudad consider que era muy daino el
consumo de la hoja de coca. En los Comentarios Reales, el Inca Garcilaso de la Vega dice que la mayor
parte de la renta del obispo y de los cannigos, adems de ministros de la iglesia del Cuzco provena de los
diezmos de la coca y que el transporte y la venta de este producto enriquecan a muchos espaoles. Sin
embargo, y pese a distintas disposiciones emanadas de Reales Cdulas que se remontan al ao 1569 y an
dentro de la gesta emancipadora, las hojas de Coca continuaron siendo consumidas en modo cada vez
mayor.
Las Drogas en el Mundo Antiguo, en el papiro Erbes (1550 a. C.) se cita los grano de opio,
mezclado con excrementos de masca y hecha una masa, administrndola cuatro das, haca cesar los gritos
o llanto de los nios.
Herclito de Ponto (340 a. C.) deca que era costumbre en la isla de Keos suprimir a las personas de edad
avanzada con opio para evitar los inconvenientes de la vejez. Los griegos daban muerte a los condenados
por medio de una infusin de cicuta y adormidera: aquella mataba el cuerpo y este dorma el espritu.
En la edad Media, adems del uso y elaboracin de las drogas provenientes de la antigedad, se
descubrieron nuevas materias primas y procedimientos para obtenerlas. Hasta el siglo X cuando la Iglesia y
el Imperio eran una unidad sin fisuras, emplear drogas con fines teraputicos poda ser sinnimo de hereja.
La Edad Moderna y el Permisivismo Racional, el racionalismo y la ilustracin aportan el manto del
oscurantismo que se haba desplegado sobre las ciencias, en donde las drogas son objeto de anlisis y
experimentacin cientfica. A esto se une el auge de las democracias parlamentarias y el afianzamiento de
la libertad y la responsabilidad del ciudadano que, en buenas cuentas significa que tanto el estado como la
Iglesia no podan suplantar el juicio del adulto en materias de conciencia o de usos.
La prohibicin del comercio del opio entre chinos y europeos, dispuestos por el emperador
Manch Yu Cheng en 1729, tuvo entre sus principales motivos preservar las reservas imperiales de
metales preciosos. El trueque de t, especias y seda por opio, resultaba desfavorable para la economa
China. Posteriormente el emperador Chia-Ching prohibi en 1793 no solo la importacin de opio, sino el
cultivo de adormidera en todo el territorio proporcionando as una definitiva ventaja al contrabando.
El ao 1806, Federico Guillermo Setuner, logra aislar del opio un alcaloide que produce el sueo
que bautiza con el nombre de "morfina". La cocana es aislada por primera vez en 1859, y pronto se
comercializa a gran escala.
Otras drogas que se descubren en el siglo XIX son: la Codena (1832), Atropina (1833), Cafena
(1841) y la Mescalina (1896). A principios del siglo XX se descubren los Barbitricos (1903), en 1910 Burger
y Dale, ponen a disposicin de la teraputica y de la voracidad humana una peligrosa sustancia psicoactiva:
Las Anfetaminas.
Posteriormente, por influjo del puritanismo y la progresiva liquidacin del Estado mnimo en los
Estados Unidos, surge una corriente prohibicionista del uso y comercializacin de algunas drogas
calificadas "Ilegales".
2. Concepto de Drogas
Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir dependencia, estimulacin o depresin del
sistema nervioso central, o que dan como resultado un trastorno en la funcin del juicio, del comportamiento
o del nimo de la persona.
El trmino drogas visto desde un punto de vista estrictamente cientfico es principio activo,
materia prima. En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la farmacologa y dentro de
la medicina con un frmaco, es decir que droga y frmaco pueden utilizarse como sinnimos. Los
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"blandas" son buenas o menos malas y no es as, ya que a partir de determinadas dosis y segn
la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las
"duras."
2.1.2. Segn sus efectos
Narcticos: La palabra narctico es un vocablo griego que significa "cosa capaz de
adormecer y sedar". A pesar de que esta palabra se usa con frecuencia para referirse a todo
tipo de drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actan sobre el psiquismo del individuo, el
campo de los narcticos se pueden dividir en la actualidad en varios grupos, que son los
siguientes:
Opio, opiceos y sucedneos sintticos.
Neurolpticos o tranquilizantes mayores.
Ansiolticos o tranquilizantes menores.
Somnferos o barbitricos.
Grandes narcticos o anestsicos generales.
Se trata de drogas con composiciones y orgenes distintos, que tienen en comn su efecto en
el organismo, aunque ste se manifieste en manera y en grado diferentes.
Pero el elemento fundamental que las une consiste en que todos los narcticos causan
adiccin fsica.
Neurolpticos o tranquilizantes mayores: Se trata de sustancias utilizadas para tratar la
depresin, las manas y las psicosis, y muchas de ellas se venden sin prescripcin mdica en
la mayora de farmacias. Entre stas se encuentran las fenotiazinas, el haloperidol y la
reserpina.
Conocidos como neurolpticos (del griego neuro, "nervio", y lepto, atar), producen un estado de
indiferencia emocional, sin alterar la percepcin ni las funciones intelectuales.
Sumamente txicos, poseen efectos secundarios tales como parkinsonismo, destruccin de
clulas de la sangre, arritmia cardaca, anemia, obstruccin heptica, vrtigos, retencin
urinaria, estreimiento, irregularidad menstrual, atrofia testicular, congestin nasal, bruscos
ataques de parlisis muscular, sndromes malignos como hipertermia y muerte inesperada.
Ansiolticos o tranquilizantes meno: Habitualmente usados para tratar las neurosis, la
etimologa de su nombre, ansiolticos, significa "liquidador de la ansiedad".
Segn estadsticas farmacolgicas actuales, estas drogas constituyen la mitad de todos los
psicofrmacos consumidos en el mundo, a pesar de que producen un sndrome de abstinencia
muy grave.
En dosis mayores funcionan como hipnticos o inductores del sueo; tambin algunos se usan
como relajantes musculares. Producen letargia, estupor y coma, con relativa facilidad. En caso
de adiccin pueden inducir a la aparicin de alteraciones hemticas.
Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios depresivos, desasosiego o insomnio,
que suelen ser muy duraderos.
Somnferos o barbitricos: Estas sustancias se popularizaron cuando en Estados Unidos
aparecieron las primeras leyes que prohiban el alcohol, el opio y la morfina.
Grandes narcticos: Existen varias sustancias usadas en anestesia general que merecen
estar incluidas en este grupo por su capacidad de producir sopor o estupefaccin, mayor que la
de cualquier estupefaciente en sentido estricto. En dosis leves produce una primera fase de
excitacin cordial, como el alcohol, y luego sedacin y sopor. Tambin generan tolerancia y, en
consecuencia, adiccin, pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e incluso la muerte.
El fentanil, posee cuarenta veces ms potencia que la herona y es el ms usado actualmente
en las intervenciones quirrgicas, debido a su bajo ndice de toxicidad para el corazn y para el
sistema nervioso
El Opio y sus derivados, es un polvo de color tostado. Se extrae de los granos que contiene
el fruto y entre sus usos medicinales se encuentran la supresin del dolor, el control de los
espasmos y el uso como antitusgeno. Entre sus derivados se encuentran la morfina, la
herona, la metadona y la codena. Todos ellos pueden brindar extraordinarios beneficios
teraputicos si son recetados y controlados por un mdico, pero el uso descontrolado produce
efectos devastadores.
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El opio produce adiccin, tolerancia y dependencia fsica y psquica. La intensidad del sndrome
de abstinencia, y su gravedad, depende de varios factores: tipo de droga, tiempo de uso,
personalidad del consumidor, etctera.
Alucingenas: Son frmacos que provocan alteraciones psquicas que afectan a la
percepcin. La palabra "alucingeno" hace referencia a una distorsin en la percepcin de
visiones, audiciones y una generacin de sensaciones irreales. La alucinacin es un sntoma
grave de la psicosis de la mente y su aparicin distorsiona el conocimiento y la voluntad. Los
Alucingenos se consideran productos psicodlicos que inhiben los mecanismos de defensa
del yo, y facilitan la distribucin de la sensibilidad as como la aparicin de imgenes
desconcertantes.
El LSD es una sustancia semisinttica, derivado del ergot, extracto ste del cornezuelo del
centeno, usado en medicina al final de la Edad Media. Tambin fue muy utilizado en obstetricia
para evitar hemorragias puerperales y promover la contraccin del tero. En un principio fue
utilizado con fines teraputicos en alcohlicos, cancerosos y otros enfermos terminales para
ayudarles a superar el trance. Posteriormente fue abandonada la prctica al comprobarse los
resultados adversos, tales como suicidios a causa de las engaosas imgenes y terrorficas
visualizaciones. Tambin se comprob que poda desencadenar esquizofrenia y deterioros
mentales variados.
xtasis o Mdma: La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente conocida como
"xtasis" o "X-TC", es una droga sinttica psicoactiva con propiedades alucingenas de gran
potencial emotivo y perturbador psicolgico, con propiedades similares a las anfetaminas.
Metanfetamina: La persona que usa "Ice" piensa que la droga le proporciona energa
instantnea. La realidad es que la droga acelera el sistema nervioso, haciendo que el cuerpo
utilice la energa acumulada. Al no descansar lo suficiente y dejar de alimentarse-por la prdida
del apetito-el "Ice" causa dao permanente a la salud.
Cannabis sativa - Hachis Marihuana: El cannabis sativo es un arbusto silvestre que
crece en zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis metros, extrayndose
de su resina el hachs.
Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman
directamente, en resina del arbusto o en aceite desprendido de ste ltimo. De la modalidad en
que se presente la droga depender su denominacin: "marihuana" es el nombre de las
hojas del camo desmenuzadas, que despus de secarse y ser tratadas pueden
fumarse.
El hachs se obtiene de la inflorescencia del camo hembra, sustancia resinosa que se
presenta en forma de lminas compactas con un caracterstico olor.
II.2. Estimulantes
Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el hambre y el desnimo, los estimulantes
provocan una mayor resistencia fsica transitoria gracias a la activacin directa del sistema
nervioso central.
A. Estimulantes vegetales
El caf, el t, el mate, la cola, el cacao, el betel y la coca son plantas que crecen en muchas
partes del mundo. A pesar de que algunas de estas plantas suelen consumirse repetidas veces
al da durante buena parte de la vida, son sustancias txicas que poseen efectos secundarios.
Coca: La hoja de coca del arbusto indgena americano Erythroxylon coca, pertenece al
grupo de los estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de Latinoamrica, donde
es una prctica habitual mascar las hojas, siendo una gran mayora de los consumidores de las
zonas donde se cultiva. Su efecto sobre el sistema nervioso central es menor que los de la
cocana.
B. Estimulantes qumicos
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destruccin celular, las sensaciones que eran placenteras en sujetos recin iniciados se
convierten en efectos desagradables como agitacin, llanto, irritabilidad, alucinaciones visuales
auditivas y tctiles, delirio paranoide, amnesia, confusin, fobias o terror desmedido, ansiedad,
estupor, depresin grave y tendencias suicidas.
Crack: Tambin denominado "cocana del pobre", acarrea un grave riesgo social y
sanitario, por la dependencia que provoca y los efectos nocivos que ocasiona en el organismo.
Se obtiene de la maceracin de hojas de coca con kerosene y compuestos sulfurados, que
lavada posteriormente con ciertos elementos voltiles, se convierte en el clorhidrato de
cocana.
La intoxicacin por esta sustancia implica cuadros delirantes seguidos de procesos depresivos
intensos. Sus consecuencias nocivas sobre el organismo son equiparables a las de las
anfetaminas administradas por va endovenosa, desestructurando la personalidad, y
colocndola en una adiccin compulsiva. Las lesiones orgnicas son evidentes e irreversibles.
Con fecha 29 de julio de 2004 se promulg la Ley No. 28305, Ley de Control de Insumos Qumicos, que en su artculo
1 establece que dicha ley tiene por objeto establecer las medidas de control y fiscalizacin de los insumos qumicos y
productos que, directa o indirectamente, puedan ser utilizados en la elaboracin ilcita de drogas derivadas de la hoja
de coca, de la amapola y otras que se obtienen a travs de procesos de sntesis. Su artculo 4 nombra cules son los
insumos qumicos que sern fiscalizados, cualquiera sea su denominacin, forma o presentacin.
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sobre los fenmenos de toda ndole (personales, influencias micro sociales o interpersonales e
influencias ambientales globales) que facilitan, en ciertos sujetos, el desarrollo de pautas
disfuncionales de consumo de sustancias psicoactivas.
4. Las drogas y su Trfico Ilcito en el mbito del derecho sustancial
Despus de los delitos contra el patrimonio es el delito ms frecuente en la criminalidad nacional e
internacional, con una cifra negra de delitos desconocidos muy elevada, pues no se suelen descubrir ms
all del 2 o 3% de los delitos que se cometen. Es un gran problema para la Administracin de justicia a
todos sus niveles, incluyendo Ministerio Pblico, la Polica, pues buena parte de los procedimientos y
logstica estn dedicados a la lucha contra esta forma de criminalidad, de ah que, junto con otras razones,
se haya planteado la legalizacin del cultivo y trfico de estupefacientes, por lo menos para las sustancias
que no causen grave dao a la salud. El problema, cada vez ms grave, no encuentra vas de solucin,
pese a los esfuerzos realizados.4
4.1. Concepto de Trfico Ilcito de Drogas
En este punto debemos partir de sealar que la expresin trfico ilcito de drogas resulta ms
apropiada para calificar lo que comnmente se denomina narcotrfico. En primer lugar, porque
no todo trfico es ilcito, pues hay muchas drogas que se venden legalmente en las
farmacias; en segundo lugar, porque no toda droga traficada ilegalmente es un
narctico.
Por otro lado, cuando hablamos de drogas, nos referimos a toda sustancia natural o sinttica
que al ser introducida en el organismo humano por cualquier medio, produce en menor o en
mayor grado, estimulacin, depresin o disturbios en la personalidad del usuario, modificando
las percepciones sensoriales y creando una necesidad continua de su uso.
Esta definicin comprende a las denominadas drogas estupefacientes, psicotrpicas,
estimulantes, depresivas, delirantes y alucingenas o narcticas, tales como la cocana, la
herona, el opio, el LSD, la marihuana, el xtasis, entre otras.
En este sentido, podemos definir el trfico ilcito de drogas como aquella actividad ilcita
que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas txicas, estupefacientes o
sustancias psicotrpicas, mediante actos de fabricacin, comercializacin o trfico de
estas sustancias.
4.2. Tipificacin
En nuestro Cdigo Penal junto al mantenimiento de tipo bsico, de carcter abierto, tienen
asiento conductas cuya aptitud lesiva sobre el bien jurdico es harto discutible, y en el que,
consecuentemente, se opera un adelantamiento de la barrera punitiva, equiparando: tentativa
y consumacin, la prevencin de una irracional tendencia unificadora de
comportamientos tpicos relativos a conductas de autora y participacin, portadores de
contenido de injusto claramente desiguales. Las circunstancias agravantes se modifican y
amplan, con criterios polticos - criminales poco claros, que acercan las novedades ms hacia
un uso simblico del Derecho penal que a un Derecho penal ms justo y eficaz 5.
Hay que tener presente, dice Serrano Gmez, que estamos ante delitos de peligro y
consumacin anticipada, as como que el Cdigo Penal Espaol distingue entre sustancias o
productos que causan grave dao a la salud y los dems casos, es decir, los que no causan
ese grave dao. La STE del 29.9.1997, anota: para determina si una sustancia incluida en las
listas de drogas txicas, estupefacientes o sustancias psicotrpicas a los efectos de la ley, que
pueda reputarse que cause o no grave dao a la salud, habr que atender a sus efectos sobre
la conducta, comportamiento, psiquismo y, en general, la salud personal. 6
4.3. Autoconsumo
El autoconsumo no es punible. La cantidad de droga poseda es un elemento para la prueba
del elemento subjetivo del tipo y no un elemento objetivo del mismo. Esta diferencia es
importante, puesto que la cantidad de droga poseda puede y, en su caso, debe ser
4
SERRANO GMEZ / SERRANO MALLO. Derecho Penal. Parte Especial. Dikyson, 16 edic., Madrid, 2011, p. 711-712.
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valorada junto con otros elementos de juicio que permitan inducir el propsito de
traficar. Por el contrario, si fuera un elemento objetivo, bastara con la comprobacin de la
cantidad, sin ms. Los problemas se presentan con frecuencia es cuando el drogadicto, a su
vez, es traficante, ya que con los beneficios del trfico adquiere la dosis que precisa para su
propio consumo. Hay que tener en cuenta que un consumidor no traficante puede llegar a
adquirir cantidades muy superiores para su consumo, pues a mayor cantidad adquirida se
consigue ms barata; por otra parte, depende de la situacin econmica para adquirir
cantidades importantes.
As tambin, en la Constitucin ecuatoriana, en el Artculo 364 se seala que las adicciones
son un problema de salud pblica, y que al Estado le corresponder desarrollar programas
coordinados de informacin, prevencin y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias
estupefacientes y psicotrpicas; as como ofrecer tratamiento y rehabilitacin a los
consumidores ocasionales, habituales y problemticos. En ningn caso se permitir su
criminalizacin ni se vulnerarn sus derechos constitucionales.
Es interesante revisar y profundizar sobre los estudios realizados sobre este controvertido tema
del consumo personal de drogas y saber cules han sido los fundamentos poltico criminales
que llevaron a considerar tales conductas como indiferentes para el Derecho Penal. As
tenemos a Alonso R. Pea Cabrera Freyre 7, que seala que no se les considera impunes
porque sean atpicas o antijurdicas o culpables, sino porque punir el consumo de drogas
prohibidas, significara desmantelar las bases del Estado Constitucional de Derecho al
penalizar conductas privativas de la personalidad humana, aquella esfera ntima del
individuo, indicador de la libertad del ser humano, de hacer con su propio cuerpo u organismo
lo que le plazca, al margen de aquellos que an no han logrado un desarrollo gensico pleno o
antes sujetos manifiestamente inimputables.
Es interesante analizar cmo el consumo de drogas importa una conducta desprovista de
relevancia jurdico - penal, constituyendo una eximente de responsabilidad penal, al reconocer
el Estado, segn los valores que inspiran una democracia de Derecho, que los individuos son
libres de autoconducirse de acuerdo a su propio sentir y entender.
Se trata de la posibilidad de la persona de determinar libremente, de conformidad con dicha
determinacin sin que esa actuacin, siempre que sea lcita sufra interferencias o
impedimentos por parte de terceros y, especialmente, por parte de los poderes pblicos 8.
Alonso R. Pea Cabrera Freyre apunta que en la doctrina, el Estado nacido de las modernas
constituciones se caracteriza, entre otras cosas, por la funcionalizacin de todos sus poderes al
servicio de las garantas de los derechos fundamentales de los ciudadanos, mediante la
incorporacin limitativa en su Constitucin de los deberes pblicos correspondientes, es decir,
la prohibicin de lesionar los derechos pblicos de libertad y las obligaciones de dar
satisfaccin a los derechos sociales.
Si es que el ESTADO DECIDE PROHIBIR EL CONSUMO DE DROGAS ILCITAS,
PENALIZANDO UNA CONDUCTA QUE REVELA UNA DECISIN BASADA EN UN
RECONOCIMIENTO A LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES-, NIEGA ASIMISMO, SU
PROPIO BASAMENTO BASILAR, EN EL SENTIDO DE RESPETAR LA AUTONOMA INTER
SUBJETIVA DE LOS INDIVIDUOS, PLATAFORMA ESENCIAL EN UN ESTADO
CONSTITUCIONAL DE DERECHO.
As las cosas, es acaso difcil de comprender, o mejor dicho, dejndonos de hipocresas,
aceptar de una vez por todas, que si estamos reconociendo la LIBERTAD DE CADA UNO, de
consumir drogas (si as cada quien lo desea), porque estamos en un Estado Constitucional de
Derecho y ah s las libertades se respetan, tambin deberamos legalizar la forma en que las
drogas llegan a ellos o cmo es que debemos entender que llegan los estupefacientes a las
manos de esos consumidores libres?, no es acaso de las manos de quienes
microcomercializan y deben esconderse para ello, y que yendo de retroceso, y tratando de
cerrar el crculo, finalmente todo ello ha partido de los grandes crteles que, ilegalmente, S,
ILEGALMENTE, hicieron posible que la droga, que en estos momentos muchos de aquellos
ciudadanos libres (porque para ellos s existe el Estado Constitucional de Derecho) estn
consumiendo
7
PEA CABRERA FREYRE, Alonso R. La poltica criminal en materia de drogas ilcitas y el consumo personal impune.
Dilogo con la Jurisprudencia. Revista N166, Primera Edicin, julio 2012, p.161.
8
GARCA MORILLO, J, y otros. Derecho Constitucional. Vol I, Madrid, 1997, p.231.
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No es absurdo permitir que se consuma (a escala de personal) las drogas pero sin que se
quiera que existan organizaciones bien estructuradas que las proporcionen? O sea, se puede
consumir pero no se permite que haya quien las proporcione? Absurdo o no? Cmo es que
si hemos reconocido que con la entrada en vigencia del Estado Liberal de Derecho se garantiza
el respeto hacia las libertades fundamentales, esto es, que el Derecho Penal no debe intervenir,
cuando se identifique un plano de autorrealizacin personal, desprovisto por tanto, de todo
rasgo de lesividad social; siendo ello as, mientras la conducta humana no desborde un mbito
de circularidad, le est vedado intervenir al poder penal estatal, por ende, que dicha expresin
de la personalidad humana sea objeto de represin; se intenta reprimir (o mejor dicho, no
legalizar) la comercializacin de la droga, que finalmente aliviara toda la gran carga que el
Estado se echa cuesta arriba cada vez que intenta combatir el narcotrfico de cada da que es
la que tantas penas y muertes ha costado para que los ciudadanos que deciden y tiene la
libertad de drogarse (porque no se les ha prohibido tal conducta) lo hagan?
Llevados los argumentos esbozados, al tema que es esta seccin nos ocupa, se tiene que el
articulado in examen-, exonera de responsabilidad penal a quien posee drogas ilcitas
para su consumo personal (e inmediato); lo cual genera una serie de reflexiones, tanto
desde una perspectiva de poltica criminal como de orden dogmtico, en el sentido de
escudriar las razones y/o motivos por los cuales, una conducta as concebida no es
objeto de sancin por parte del Derecho Penal.
3.4. Delito de peligro abstracto
La jurisprudencia espaola, seala: estamos en presencia de un delito de peligro
abstracto, de simple actividad y consumacin anticipada, en el que se ha optado por
anticipar la consumacin de la infraccin criminal a un momento anterior al de la realidad del
trfico, estimando perfeccionado el acto punible por la mera tenencia de la droga, probado el
nimo de destinarla al consumo de otras personas; resultando de tal modo suficiente la
coincidencia de los dos elementos integrantes del delito, como es el corpus (la tenencia
o posesin de la droga) y el animus (el elemento tendencial de destinar la droga al
trfico). En estos delitos se pretende proteger la salud de las personas; no se trata de evitar la
creacin de riesgos que minoren el nivel de salud general del pas. Y se protege este nivel
general cuando el ataque se hace mediante conductas genricas e inespecficas (no tienen por
objeto proteger la salud de persona o personas determinadas).
3.5. Anlisis del delito de Trfico Ilcito de Drogas, segn el Cdigo Penal peruano
3.5.1. Artculo 296
El que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas txicas, estupefacientes o
sustancias psicotrpicas, mediante actos de fabricacin o trfico o las posea con este ultimo
fin, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor, de quince aos,
con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco das-multa e inhabilitacin conforme al articulo
36, incisos 1, 2, y 4.
El que posea drogas txicas, estupefacientes o sustancias psicotrpicas para su trfico ilcito
ser reprimido con pena privativa de la libertad no menos de seis ni mayor de doce aos y con
ciento veinte a ciento ochenta das multa.
El que provee, produce, acopie o comercialice materias primas o insumos para ser destinados
a la elaboracin ilegal de drogas en cualquiera de sus etapas de maceracin, procesamiento o
elaboracin y/o promueva, facilite o financie dichos actos, ser reprimido con pena privativa de
la libertad no menor de cinco mayor de diez aos y con sesenta a ciento veinte das multa.
El que toma parte en una conspiracin de dos o ms personas para promover, favorecer o
facilitar el trfico ilcito de drogas, ser reprimido con pena privativa de la libertad no menor de
cinco ni mayor de diez aos y con sesenta a ciento veinte das multa.
Bien Jurdico protegido:
Cdigo Penal Peruano: Seala la EXPOSICIN DE MOTIVOS DEL CDIGO PENAL, que
el Trfico Ilcito de Drogas, anteriormente comprendido en una ley especial, ahora es incluido
dentro de los delitos contra la salud pblica. Lo que se pretende proteger es, precisamente, la
salud pblica. Respecto de la legislacin anterior, el Cdigo, adems de variacin en cuanto a la
penalidad de los tipos legales, precisa que la posesin de droga para que sea delito, debe tener
como finalidad el trfico. Se establece, adems, criterios para determinar si la droga poseda tiene
como finalidad el consumo: correlacin peso-dosis, pureza de la droga y aprehensin de la misma.
Tambin se reprime el favorecimiento al cultivo.
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En el primer prrafo, cuando se seala que Promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal,
el bien jurdico protegido es la salud pblica. Este vocablo indica la salud de los individuos que
componen la sociedad, sin olvidar, obviamente, la salud individual, porque si sta se daa tambin
aquella se resiente. En estos casos la colectividad se yuxtapone a la persona y, frente al individuo
concreto -lesionado-, aparece el conjunto social como sujeto pasivo.
En el segundo prrafo, cuando se seala que El que posee drogas txicas, estupefacientes
o sustancias sicotrpicas para su trfico ilcito, tambin lo que se busca es preservar la salud
pblica. Esta modalidad delictiva implica, sin embargo, una puesta en riesgo ms remota al bien
jurdico. Es un delito de peligro abstracto, que puede llevarse a cabo, con el concurso de sujetos
que slo contribuyen a transportar la droga de un lugar a otro, sin participar en la venta directa a
consumidores. De all que no se requiere, para la consumacin, que el Juez determine que la
posesin con fines de trfico haya implicado una efectiva promocin, favorecimiento o facilitacin
para el consumo de terceros. La posesin de droga debe estar orientada hacia un acto posterior
del trfico, es decir, de comercializacin. La tipicidad no exige la presencia de un elemento
subjetivo especial distinto del dolo de aquellos a los que la doctrina califica como de tenencia
interna trascendente. El agente debe subrepticiamente proponerse un fin ulterior a la posesin,
esto es, destinar la droga poseda al trfico ilegal (por eso, tal estado, se dice que es de carcter
permanente). Por lo antes dicho, se excluye de entrada, los casos de promocin para propio
consumo y otros fines lcitos.
En cuanto al tercer prrafo, El que provee, produce, acopie o comercialice materias primas
o insumos para ser destinados a la elaboracin ilegal de drogas., el Bien jurdico es la salud
pblica. El comercio de las materias primas y de insumos qumicos para fines del TID-, constituye
una conducta que pone en peligro abstracto al bien jurdico.
En relacin al cuarto prrafo, El que toma parte en una conspiracin de dos o mas
personas para promover, favorecer o facilitar el trfico ilcito de drogas, que ingres con la
modificacin que se hizo mediante el Dec. Leg. 982 del 22/7/2007. Se castiga al que toma parte en
una conspiracin de dos o ms personas para promover, favorecer o facilitar el TID (asociacin
ilcita, especfica), se mantiene la proteccin del mismo bien jurdico: la salud pblica.
Los psicotrpicos son cualquier sustancia, natural o sinttica, o cualquier material natural de la Lista I, II, III y IV
-Anexo del Convenio-, Psilocibina, LSD-25, Anfetamina, Metanfetamina, Amobarbital, Secobarbital, etc.
10
R.N. N 1669-2003-Hunuco.
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Si bien es cierto que genricamente este delito arremete la salud pblica, como bien jurdico, no
debe olvidarse que los efectos de esta agresin inciden directamente en la salud fsica y mental de
la persona humana, con efectos muchas veces irreversibles, causando inclusive la degeneracin
gentica con imprevisibles consecuencias futuras para la humanidad y por el mismo motivo la
incidencia de estos delitos tambin afecta la estructura social, poltica, cultural y econmica de los
Estados11.
Tipicidad objetiva:
Cdigo Penal Peruano: La accin tpica, como se ve en el primer prrafo, es el fabricar,
traficar drogas, logrando como resultado promover, favorecer o facilitar su consumo ilegal
de drogas txicas, es una accin de peligro concreto.12
Con los trminos PROMOVER, FAVORECER O FACILITAR, se comprueba cmo nuestro
legislador sigue la tendencia omniconprensiva en lo que se hado en llamar ciclo de la droga,
es decir, la penalizacin de todo comportamiento que suponga una contribucin, por mnima
que sea, su consumo13.
Pero hay que precisar que el Cdigo Penal, en su primer prrafo, no castiga toda
promocin, favorecimiento o facilitacin del consumo ilegal de droga, sino solo
aquellos comportamientos que se realizan mediante actos de fabricacin o trfico o
que consistan en su posesin con dicho fin.
Se entiende por fabricacin todos los procedimientos, distintos de la produccin, que
permitan obtener estupefacientes, incluidas la refinacin y la transformacin de unos
estupefacientes en otros (tambin en mismo sentido, el Convenio de 1971). Habr que
entender como estupefacientes las sustancias comprendidas en las Listas I y II que figuran a
continuacin del Convenio nico 1961, y las dems que adquieran tal consideracin en el
mbito internacional con arreglo a dicho Convenio, ms lo que se declare expresamente en el
Per;
El trmino TRFICO se refiere a todo acto de comercio, negociacin o actividad que busca la
obtencin, venta, almacenamiento, distribucin, transporte, etc. Entonces, ACTO DE
TRFICO es la comercializacin o negocio de la droga, se incluye la distribucin, el
transporte y el almacenamiento.
Y son ACTOS DE POSESIN, la relacin de hecho que une al sujeto con la droga, se
reprime la posesin con fines de comercializacin no la simple posesin. El sujeto que
posee para su consumo no ser reprimido con una sancin punitiva; tiene que ser una
posesin con fines lucrativos.
Tambin se considera o estn inmersos dentro de este delito aquellos que tienen posesin de
droga para su consumo y comercializacin (traficante-consumidor), este responde como
autor del delito de TID.
En el segundo prrafo, tenemos: i) sujeto activo: cualquiera que posea droga con el fin de
traficar. Aqu encaja la actividad del comercializador directo que, para llegar al mercado de
consumo, traslada la droga de un lugar otro (el traslado implica aqu posesin). Diferente es
el caso del poseedor que trafica slo transportando (llevando la droga de un lugar a otro),
pero no comercializa o vende a consumidores (tpico, los burriers). La pena resulta
atenuada, si le compara con la de la comercializacin del 296-A del CP, empero, ser mayor
para los comercializadores que usan de los burros (296, 1p), siempre y cuando hayan
logrado vender la droga trasladada por dichos paseros a los consumidores finales; ii) sujeto
pasivo: el Estado. No obstante, como la posesin afecta muy remotamente al bien jurdico, la
pena es atenuada (peligro abstracto); iii) objeto material: igual que del 1p, del 296; iv)
accin tpica: poseer, aunque sea temporalmente, drogas txicas, para traficar, llevndolas
de un lugar a otro o a los consumidores finales, pero en este ltimo caso, sin llegar a
concretar la venta; caso contrario, se le aplicar la pena mayor del 1p. del 296 CP; v) en el
prrafo segundo, se configura una hiptesis de peligro abstracto.
11
12
13
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En el tercer prrafo i) el objeto material, lo integra las materias primas e insumos dirigidos a la
produccin de drogas. Este prrafo, describe las actividades de comercializacin de materias
primas oriundas del Per (hoja de coca y su procesamiento de PBC), a diferencia de la produccin
de insumos qumicos que vienen de pases industrializados; en nuestro caso, se ejecuta la tarea
primaria o bsica que se agota fundamentalmente en el pre-refinado y el refinado intermedio de la
coca en bruto; ii) el tipo subjetivo: es con dolo directo (nimo de comercializar); iii) no se admite la
culpa; iv) en el tercer prrafo, se estara ante una criminalizacin autnoma de actos
preparatorios; v) el legislador est tipificando con carcter autnomo y especfico un acto anterior
a la fabricacin o al trfico de drogas: actos preparatorios, por razn de prevencin general, son
criminalizados de modo independiente.
Objeto tpico:
Cdigo Penal Peruano: Se considera droga cualquier sustancia que, independientemente de
su utilidad teraputica, acta sobre el sistema nervioso central modificando la conducta del
individuo, pudiendo crear, tras su uso continuo, una frmaco dependencia.
As, se entiende por frmaco - dependencia segn la organizacin Mundial de la Salud (OMS), a
todo estado psquico, y a veces fsico, causado por la interaccin entre un organismo vivo y un
frmaco; se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por otras reacciones que
comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar el frmaco en forma continua o peridica a
fin de experimentar sus efectos psquicos y a veces para evitar el malestar que produce su
privacin.
La administracin de los medicamentos es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central del
individuo hasta provocar en l una alteracin fsica o intelectual, la experimentacin de nuevas
sensaciones o la modificacin de su estado fsico. Esa modificacin condicionada por los efectos
inmediatos (psicoactivos) o persistentes (crnicos), predispone a una reiteracin continuada en el
uso del producto. Su capacidad de crear dependencia, fsica o psquica, en el consumidor es
precisamente una de las caractersticas ms importantes a la hora de definir una sustancia como
droga.
Pero la dependencia no viene determinada exclusivamente por esa interaccin entre la sustancia y
el sistema nervioso central que, real y objetivamente, tiene efectos bioqumicos agudos,
persistentes o crnicos a corto, medio o largo plazo. Es una situacin ms compleja, en la que
tambin intervienen la estructura social donde se desenvuelve el sujeto, sus relaciones dentro de
un grupo humano y la agresividad en los mecanismos del mercado del producto. En este factor
dependencia est basada, precisamente, una de las clasificaciones ms controvertidas de las
drogas: duras o pesadas, cuando crean adicin fsica, y blandas o ligeras cuando no la crean.
En el tipo penal se alude a drogas txicas, estupefacientes o sustancias psicotrpicas.
Todos estos trminos encajan dentro del concepto de drogas txicas, esto es, aquella que
causa un dao a la salud; si debido a cualquier circunstancia, perdieran dicha propiedad y se
tornaran inocuas, no se configurara el delito de trfico ilcito de drogas, dada la ausencia de
peligro motivada por impropiedad absoluta del objeto material, lo que nos permitira hablar de un
delito imposible14.
Tipicidad subjetiva:
Cdigo Penal Peruano: En el comportamiento del primer prrafo del articulo 296 se requiere
necesariamente el dolo, pero en el caso de posesin se exige, adems, un elemento subjetivo del
tipo consistente en la intencin de destinar la posesin de droga al trfico.
En el comportamiento recogido en el segundo prrafo del artculo 296 del Cdigo Penal se
requiere, tambin aparte del dolo, un elemento subjetivo consistente en la intencin de destinar
el comercio a la elaboracin de drogas txicas.
En el segundo prrafo, se requiere del dolo, bastando la mera tenencia o posesin de la droga
con fines de trfico ilcito; el agente, subjetivamente, debe proponerse comercializar o transportar
la droga como un fin ulterior a la posesin. No es necesaria la comercializacin efectiva, bastando
slo la intencin. Por ello, la posesin para el propio consumo o con finalidad distinta al trfico
ilcito, carece de relevancia penal.
Doctrina: En este primer prrafo, siendo como dice PRADO, un delito de peligro concreto,
resulta indiferente la verificacin material de daos al bien jurdico salud pblica. La amplitud del
tipo bsico 296 CP permite extender el crculo de posibles sujetos activos a todos cuantos
intervengan con actos que puedan calificarse como de las conductas que dicho tipo seala.
14
BRAMONT ARIAS, Temas de Derecho Penal, Tomo V, Lima, Editorial San Marcos, 1998 Pgina 91.
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Autora:
Cdigo Penal Peruano: La amplitud de la redaccin del tipo bsico, permite extender el crculo
de posibles sujetos activos de este delito a todos cuantos intervengan con actos que puedan
calificarse de fabricacin o trfico. En realidad el 296 similar al 368/2010 CPE-, incorpora un
concepto unitario de autor, conforme al cual se califica de tal a todo el que contribuya
causalmente de algn modo a la realizacin del delito; se deja as de lado los artculos 24 y 25 del
Cdigo Penal, sobre instigacin y complicidad (por ello, por ej., se considera autores a los
intermediarios). Empero, nada impedira, en correcta aplicacin de los criterios legales, apreciar
complicidad en casos de cooperacin necesaria (25 del Cdigo Penal), como cuando alguien
indica dnde se puede adquirir droga o prestar dinero para adquirirla; el nico problema ser, igual
que en cualquier otro delito, la dificultad de distinguir entre cooperacin necesaria y complicidad 17.
Jurisprudencia: El Tribunal Constitucional, ha dicho que, uno y otro delito son conductas
distintas, simultneas o sucesivas. Empero, siendo que, al ser la ratio legis en ambos delitos, la
misma, es preferible la tesis de concurso de leyes (48 CP) y castigar slo la infraccin ms
gravemente penada en el caso concreto.
Tentativa y consumacin:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo del Art. 296 el delito se consuma cuando se
promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas mediante actos de fabricacin, trficos o
posesin. Es admisible, igualmente, la tentativa en el tipo base del delito de trfico ilcito de
drogas.
Jurisprudencia: El TSE en fallo de 4.2.1985, ha dicho: que haba tentativa al ser los
individuos detenidos en el portal del edificio donde se realizaba el trfico; como fueron
sorprendidos antes de recibir la droga debe estimarse como tentativa ya que la cadena o ciclo de
trfico (favorecimiento) qued interrumpido, no habiendo siquiera la posibilidad de poder
continuarlo. En otro caso, el TSE dijo: por ser detenido en el aeropuerto antes o justo en el
momento de encontrarse con el pasajero que transporta la droga. En suma, el TSE ha aceptado
como posible una tentativa de tenencia de droga, cuando el autor ha intentado hacerse
15
LUZN PEA: Trfico y Consumo de drogas en Reforma Penal de 1982; citado por Muoz Conde.
R.N. N 3070-2004-Callao.
17
STSE de 305.1991: acompaante en el auto donde se transporta la droga, cmplice; STSE de 30.6.1993: vigilante
en la puerta del local donde se vende la droga, autor. En el fondo, estas jurisprudencias se mueven ms por principios
de proporcionalidad y de necesidad de pena, que por consideraciones estrictamente dogmticas.
16
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Concepto mdico:
Cdigo Penal Peruano: Para algunos penalistas habra una omisin sensible en la redaccin
del art. 296 del Cdigo Penal (no as en Espaa), pues, la realidad de este ilcito tan extendido en
la sociedad, exige recurrir a criterios mdicos o sanitarios, y de ese modo decidir el mbito ms
omnicomprensivo de la prohibicin. Del Convenio de N.Y. 1961, se deduce que no slo son los
criterios mdicos o sanitarios los que se tienen que tener en cuenta a la hora de decidir cules son
las sustancias cuyo trfico debe ser prohibido. As, se incluye sustancias que desde el punto de
vista estrictamente mdico, no tienen las caractersticas antes aludidas (cannabis y sus derivados)
o que, en todo caso, no son ms nocivas que otras cuyo consumo y trfico es legal o incluso
fomentado pblicamente como el alcohol, tabaco.
Jurisprudencia: Empero, un sector de la doctrina y la jurisprudencia espaola, considera que
el concepto de droga txica o estupefaciente viene determinado por los Convenios
Internacionales [El TSE, reconociendo que Espaa ha ratificado dichos convenios, sostiene que el
concepto de droga de la cannabis o hachs se har sobre la base de estar en la Lista I del
Convenio nico ONU].
3.5.2. Artculo 296 A
El que promueve, favorece, financia, facilita o ejecuta actos de siembra o cultivo de plantas de
amapola o adormidera de la especie papaver somnferum o marihuana de la especie cannabis
sativa, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho aos ni mayor de quince
18
R.N. N 16-2005-Junn.
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aos, y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco das multa e inhabilitacin conforme al
artculo 36, incisos 1,2 y 4.
El que comercializa o transfiere semillas de las especies a que alude el prrafo anterior ser
reprimido con pena privativa de la libertad no menor de cinco ni mayor de diez aos y con ciento
veinte a ciento ochenta das multa.
La pena ser privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de seis aos y de noventa a ciento
veinte das multa cuando:
1. La cantidad de plantas sembradas o cultivadas no exceda de cien.
2. La cantidad de semillas no exceda de la requerida para sembrar el nmero de plantas que
seala el inciso precedente.
Ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y cinco
aos el que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a la siembra o cultivo o al procesamiento
ilcito
Bien jurdico:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo, el bien jurdico es la salud pblica,
constituyndose en un delito de peligro abstracto, aunque ello implique un adelantamiento
desmesurado de la punicin. Ello no libera al juzgador considerar el principio de lesividad y
proporcionalidad al aplicar la pena, porque no es igual sembrar marihuana que amapola ni,
eventualmente, sembrar o cultivar, que dedicarse a financiar, promover o favorecer dicho cultivo.
En el segundo prrafo, el bien jurdico es la salud pblica; aqu, se nota ms claramente- un
serio quebrantamiento del principio de proporcionalidad y lesividad en la intervencin penal:
debera considerarse que slo son actos preparatorios en el iter criminis de la produccin de
drogas. Es un delito de peligro abstracto. En el tercer prrafo, el bien jurdico es la salud pblica
Tipo objetivo:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo se seala que: son i) sujeto activo, cualquiera,
incluyendo los autores mediatos e inmediatos (generalmente campesinos que, eventualmente,
pueden participar); ii) sujeto pasivo: el Estado; como es delito abstracto la agresin a la salud
colectiva puede ser remota, sobre todo si el tipo implica una excesiva anticipacin de intervencin
penal; iii) objeto material: plantas de amapola y marihuana. Este prrafo no prohibe la obtencin
de los derivados del opio o marihuana. Tampoco prohbe el cultivo del arbusto de coca. En
Turqua, Pakistn y otros pases del Asia, el ltex de opio extrado de la amapola se utiliza en los
ritos religiosos y mgicos llevados a cabo por tribus milenarias; iv) accin tpica: promover, facilitar,
financiar, favorecer o ejecutar actos de siembra o cultivo de amapola o marihuana.
Para el tercer prrafo: i) sujeto activo, cualquier persona o asociacin delictiva, incluso con
autora mediata; ii) sujeto pasivo, el Estado, pero tambin el que recibe directamente la accin
contra su libertad; iii).accin tpica: obligar a otro, mediante la violencia o amenaza a sembrar; iv)
pena: debi medirse, principalmente, en base al grado de afeccin del bien jurdico libertad
individual y no al bien jurdico salud pblica. Es ms, es un error equiparar penas, caso de aquel
que obliga a otro cultivar arbustos de coca que no est prohibido.
Tipo subjetivo:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo es la Consumacin: El tipo exige dolo. La
consumacin, desde el momento en que se lleva a cabo actos que impliquen promover, etc. En el
segundo prrafo, se requiere del dolo: comercializar en pequea cantidad. Se trata de atacar los
primeros eslabones de la produccin, aunque sea una circunstancia atenuante con peligro leve
para el bien jurdico (al parecer se ha hecho pensando en la posible participacin del campesinado
pobre). Se observa que la cantidad de semillas no es determinable en nmero exacto.
3.5.3. Artculo 296 B
El que importa, exporta, fabrica, produce, prepara, elabora, transforma, almacena, posee,
transporta, adquiera, vende o de cualquier modo transfiere insumos qumicos o productos, sin
contar con las autorizaciones o certificaciones respectivas, o contando con ellas hace uso
indebido de las mismas, con el objeto de destinarlos a la produccin, extraccin o preparacin
ilcita de drogas, la pena ser no menor de 5 ni mayor de 10 aos, y con sesenta a ciento veinte
das multa.
3.5.4. Circunstancias agravantes
Artculo 297: La pena ser privativa de libertad no menor de veinticinco aos; de ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco das multa e inhabilitacin conforme el articulo 36, incisos 1), 2) , 4),
5) y 8) cuando:
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Tipo objetivo:
Cdigo Penal Peruano: a) Sujeto activo.- Cometen delito de trfico ilcito de drogas
agravado, en calidad de autores mediatos, aquellos que utilizan a menores de edad para que
introduzcan droga al interior de un establecimiento penitenciario, oculta dentro de los vveres que
van a entregar a sus familiares, el da de visitas 20. El Artculo 297.5 exige como presupuesto para
su tipificacin, que el agente se valga o utilice para la comisin del delito a menores de edad o a
cualquier persona inimputable, esto es, que el sujeto activo comete el delito por mediacin de
personas que carecen de capacidad de entendimiento, autocontrol y voluntad 21. La agravante del
delito de trfico ilcito de drogas, en funcin al nmero de sujetos intervinientes, exige que exista
una concertacin entre ellos y a su vez un reparto de funciones, que suponga una cierta
19
Fundamento 52 de la Sentencia expedida por el Tribunal Constitucional en los Expedientes acumulados Ns. 000252005-PI/TC y N. 00026-2005-PI/TC; en http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/00025-2005-AI.html
20
21
http://jurisprudencia.pj.gob.pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp
Exp. N 272-96-B-LA LIBERTAD.
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organizacin mnima, aunque ocasional, transitoria o espordica, y un conocimiento del hecho por
parte de cada agente. Es decir, se exige que acten en co-autora o coparticipacin. 22
En el segundo prrafo, El cabecilla tiene ocasional y subordinada participacin en funciones de
mando, mientras que el dirigente es el iniciador o impulsador de la agrupacin para comercializar
drogas ilcitas. El fundamento de esta tipificacin no slo radica en la pertenencia al grupo
dirigencial sino tambin en el soporte de la autora mediata.
En el tercer prrafo, El sujeto activo es un agente miembro de la organizacin terrorista, el cual
emplea el narcotrfico para autofinanciarse. b) Sujeto pasivo: La sociedad.
23
24
considerado como cmplice secundario aquel que teniendo conocimiento de la intencin de otro sujeto de traficar las
drogas que posee, preste su colaboracin para el cumplimiento de dicho propsito.
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Exp. N 4647-95 Lambayeque de 25/01/1995 en HURTADO POZO, Jos. Manual de Derecho Penal. Editora Jurdica
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Accin tpica: POSESIN, es el tener en su poder las materias primas para su posterior
comercializacin. La posesin de materias primas en pequeas cantidades es merecedora de
atenuacin. FABRICACIN, es producir los objetos en serie generalmente por medios mecnicos;
en el caso de drogas implica que aquellos que lo hacen en reducidas cantidades tienen los medios
adecuados para realizar estas acciones pero no para hacerlo en grandes proporciones.
EXTRACTAR, es obtener el extracto o sustancia de un vegetal mediante presin mecnica.
Mediante la extraccin se obtiene la PBC, la materia prima empleada para este objeto es la hoja
de coca. Preparar, es hacer las operaciones necesarias para obtener un producto. DISTRIBUIR es
dividir una cosa entre varios, designando lo que a cada uno le corresponde, segn voluntad,
conveniencia o regla. Esta accin puede ser realizada por una o ms personas con el fin de hacer
al narcodependiente o consumidor la cantidad de droga que necesita para su consumo.
Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo puede ser cualquier persona. En la segunda
parte, el agente tiene la profesin de educador o se desempea como tal en cualquiera de los
niveles de enseanza; o, es mdico, farmacutico, qumico, odontlogo o ejerce otra profesin
sanitaria; o, el hecho es cometido en el interior o en inmediaciones de un establecimiento de
enseanza, centro asistencial, de salud, recinto deportivo, lugar de detencin o reclusin; o, el
agente vende drogas a menores de edad, o los utiliza para la venta o emplea a una persona
inimputable; o, el hecho es cometido por tres o ms personas, o en calidad de integrante de una
organizacin dedicada al trfico ilcito de drogas o que se dedique a la comercializacin de
insumos para su elaboracin.ii) El sujeto pasivo es la colectividad.
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Objeto material del delito: Lo constituyen los insumos, materias primas y las drogas
estupefacientes producidas y comercializadas en parvas cantidades.
3.5.6. Posesin no punible
Artculo 299:No es punible la posesin de drogas para el propio e inmediato consumo, en
cantidad que no exceda de cinco gramos de pasta bsica de cocana, dos gramos de clorhidrato
de cocana, ocho gramos de marihuana o dos gramos de sus derivados, un gramo de ltex de
opio o doscientos miligramos de sus derivados o doscientos cincuenta miligramos de xtasis,
conteniendo MDA, MDMA, Metanfetamina o sustancias anlogas
Se excluye de los alcances de lo establecido en el prrafo precedente la posesin de dos o ms
tipos de drogas.
3.5.7. Suministro Indebido de Droga
Artculo 300: El mdico, farmacutico, qumico, odontlogo u otro profesional sanitario que
indebidamente receta, prescribe, administra o expende medicamento que contenga droga txica,
estupefaciente o psicotrpica, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cinco aos e inhabilitacin conforme al artculo 36, incisos 1, 2 y 4.
Conceptos:
- Recetar.- Prescribir el mdico un medicamento indicando su dosis y perodo de
administracin.
- Prescribir.- Recetar el uso de un medicamento o un remedio.
- Administrar.- Aplicar, dar o hacer tomar una medicina.
- Expender.- Vender al por menor o al menudeo.
Bien jurdico protegido: Es la salud pblica.
Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo es el mdico, farmacutico, qumico, odontlogo u
otro profesional sanitario. Ii) El sujeto pasivo es la colectividad. iii) La conducta tpica consiste en
recetar, prescribir, administrar o expender indebidamente medicamentos que contengan droga
toxica, estupefaciente o psicotrpicos. iv) El objeto material de este delito son los medicamentos
que contienen droga txica, estupefacientes o psicotrpicos.
Tipicidad Subjetiva: Es el dolo.
Consumacin y tentativa: Este delito se consuma cuando se receta, prescribir, administra o
expender indebidamente medicamentos que contengan droga. Es irrelevante que se haya
comprado o ingerido el medicamento que contiene droga. Es posible la tentativa.
3.5.8. Coaccin al consumo de droga
Artculo 301: El que, subrepticiamente, o con violencia o intimidacin, hace consumir a otro una
droga, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de ocho aos y
con noventa a ciento ochenta das-multa.
Si el agente acta con el propsito de estimular o difundir el uso de la droga, o si la vctima es una
persona manifiestamente inimputable, la pena ser no menor de ocho ni mayor de doce aos y de
ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco das-multa.
Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo como el pasivo pude ser cualquier persona. En el
segundo prrafo, el agente hace consumir una droga a otro con el propsito de estimular su
consumo o si el estimulado es una persona incapaz o inimputable. Debe tenerse en cuenta que
una persona incapaz o inimputable no puede tener la experiencia o madurez para apartarse del
posible dao del agente. ii) En el primer prrafo, la persona que consume droga debido a que se
utiliz en su contra violencia o intimidacin. En el segundo prrafo, la persona incapaz o
inimputable.
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NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios
Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, p. 7.
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Precisamente, a continuacin, se pasa a analizar los diferentes niveles en los que el trfico ilcito
de drogas se manifiesta como amenaza.
1.2.1 En el mbito social
a) Afecta gravemente la salud: Uno de los peores efectos del consumo de drogas es el grave
deterioro fsico y psicolgico que se deriva de ste. Las drogas generan efectos letales para la
salud de las personas.
Un indicador representativo en materia de consumo est dado por las solicitudes de tratamiento
originadas por el uso de ciertas drogas en diferentes partes del mundo. As, en la mayor parte
de Europa y
Asia, los opiceos representaron el 62% de las solicitudes de tratamiento; en Amrica del Sur,
la cocana supuso el 59% de solicitudes; mientras que en frica, el cannabis ocupa el primer
lugar con 64%.
En cuanto a tendencias que vienen observndose respecto al consumo, el uso del cannabis
est creciendo en Amrica del Norte, Europa, frica y Amrica Latina. La cocana, entretanto,
ha disminuido en Amrica del Norte y se ha incrementado sustantivamente en algunos pases
de Europa (fundamentalmente, en Espaa, el Reino Unido e Italia), mientras que en Amrica
del Sur y frica ha tenido un incremento ligero.
Esta ltima tendencia se encuentra vinculada a un cambio en los circuitos de distribucin de la
cocana producida en los pases andinos, la cual se transporta a Europa utilizando las rutas de
pases sudamericanos y africanos; en el caso de estos ltimos, no slo crece el consumo de
cocana, sino que se estaran empleando los canales de acceso al mercado europeo usados
por los traficantes de cannabis.
En lo que al opio y sus derivados respecta, cabe destacar la notable disminucin en la
produccin de Laos y Myanmar (antigua Birmania) aunque, a manera de contraste, existe un
espectacular crecimiento en la produccin proveniente de Afganistn. El acceso al mercado
europeo del opio es a travs de diferentes rutas, entre las cuales reviste especial importancia la
que atraviesa Turqua y los Balcanes.
Por otro lado, en ciertos pases latinoamericanos se ha detectado un ligero crecimiento en las
plantaciones de amapola o adormidera, e, incluso, se han localizado algunos laboratorios
clandestinos; es el caso de Mxico y Colombia. En el Per, habra alrededor de mil
quinientas hectreas dedicadas a este cultivo ilcito.
Una tendencia preocupante es que existen grupos de consumidores en regiones del mundo,
como algunos jvenes en pases de Europa, que utilizan ms de una droga a efectos de
conjugar sus efectos; ello viene ocurriendo, por ejemplo, con la cocana y la herona, empleada,
en ciertos casos, a travs de la inhalacin y no por va intravenosa.
Paralelamente, un consumo que, en el mundo entero, se incrementa en trminos
exponenciales es de las anfetaminas, metaanfetaminas
y xtasis. Al hacer esta constatacin, resulta importante no perder de perspectiva que la
elaboracin de estas drogas se realiza utilizando productos farmacuticos, lo cual obliga a
extremar las precauciones y a considerar algunos de stos en las listas de productos sometidos
a control y fiscalizacin.
Especficamente, en el caso del Per, el consumo de drogas ilcitas tambin se ha
incrementado en los ltimos aos, en especial, la marihuana, el clorhidrato de cocana,
drogas de tipo anfetamnico y drogas sintticas. Segn datos de CEDRO el nmero de
consumidores en el Per se habra elevado a la fecha a alrededor de doscientas mil
personas, nmero bastante elevado si tenemos en cuenta la poblacin del Per y que la
tendencia va en crecimiento30.
Finalmente, cabra sealar que el incremento mostrado en el uso indebido de drogas en el
mundo no slo viene afectando la salud de millones de personas, sino que, especficamente,
sigue siendo una de las principales causas de propagacin del VIH/SIDA. Contribuyen a esto
ltimos la utilizacin de jeringas contaminadas; las relaciones sexuales con consumidores; los
comportamientos sexuales de alto riesgo derivados del consumo de drogas; y la transmisin de
madres gestantes afectadas a sus hijos.
30
VASSILAQUI, Alejandro. La droga consume dignidades. En: Diario El Comercio, 17 de mayo de 2007.
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b) Incrementa los niveles de violencia: Otro efecto pernicioso del trfico ilcito de drogas es
que incrementa los niveles de violencia en todos los pases donde se desarrolla por tres
razones fundamentales. En primer lugar, porque el propio trfico ilcito de drogas implica la
existencia de una red delincuencial destinada a asegurar el enriquecimiento ilcito del grupo,
mediante asesinatos, extorsin, amenazas, etc. En el caso del Per, por ejemplo, entre 1980
y 1987, ms de diecisiete mil personas fueron detenidas y procesadas por el delito de
narcotrfico, mientras que, en 2003, fueron detenidas mil setecientas noventa y siete
personas por trfico ilcito de drogas y ocho mil cuatrocientos noventa por sospecha de
micro comercializacin31.
En segundo lugar, el trfico ilcito de drogas tambin incrementa la violencia por la apetencia
compulsiva e irrefrenable de los adictos por conseguir la droga que los lleva a cometer robos y
otros delitos conexos.
Finalmente, en tercer lugar, el uso indebido de drogas puede llevar al individuo a la prdida de
conciencia y a la comisin de delitos, normalmente con mayor ferocidad que un delincuente
comn y dentro de su propio entorno social y familiar.
c) Otros efectos sociales: El trfico ilcito de drogas genera otros impactos negativos en la
sociedad. As, implanta una cultura del miedo y de inseguridad, pues le impone al ciudadano la
disyuntiva de vivir a favor de l o en contra de l. La ola de ejecuciones selectivas y
ejemplificadoras suele ser una constante en sociedades donde el narcotrfico tiene una fuerte
presencia. En Colombia, por ejemplo, jueces como Carlos Valencia
o polticos destacados, como Luis Carlos Galn, que se enfrentaron al narcotrfico terminaron
siendo asesinados32.
Por otro lado, el narcotrfico produce una profunda distorsin en materia de valores, creando
una subcultura de opulencia, arrogancia, riesgo y violencia, que, finalmente, afecta las
posibilidades de desarrollo de una sociedad.
Asimismo, el narcotrfico contribuye a ahondar las desuniones familiares, sea por el
hecho que alguno de sus miembros incurre en el vicio de la droga o porque uno de ellos se
incorpora al negocio. Igualmente, en los lugares donde se desarrolla el narcotrfico, se genera
una corriente de comercio sexual, involucrando a jvenes y adolescentes en la promiscuidad y
el libertinaje. Con frecuencia, el narcotrfico tambin involucra la explotacin de nios, al ser
forzados por sus propias familias a trabajar en alguna de las dimensiones del negocio de las
drogas ilcitas. Esto ltimo va aparejado de un consumo mayor entre nios y jvenes y de un
elevado ndice de desercin escolar.
Ejemplos de todo esto los encontramos en realidades vividas en ciertas regiones del
Per, como San Martn y Hunuco, entre otras33.
1.2.2 En el mbito poltico y de la gobernabilidad
a) Atenta contra el estado de derecho y la democracia: El narcotrfico atenta contra
elementos claves de una democracia y de un estado de derecho, tales como la existencia
de sistemas judiciales y policiales probos y eficientes, de instituciones y mecanismos de
participacin ciudadana, una prensa libre e independiente, partidos polticos slidos, entre
otros. Y es que este delito busca corroer todas las instituciones del Estado y de la sociedad
(polticos, empresarios, periodistas, jueces, policas) en cuanto las desprestigia
instrumentalizndolas y vacindolas de contenido, lo que facilita enormemente su accionar. Por
esta misma razn, las bandas de narcotraficantes se oponen a todo tipo de organizacin social,
llegando, incluso, al asesinato de sus lderes a efectos de lograr este propsito. Esta situacin
se aprecia tanto en el Per como en Colombia, donde, entre 1987 y 1999, fueron
asesinados alrededor de dos mil quinientos dirigentes de organizaciones de
31
Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, p.
17.
32
NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios
NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios
Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, pp. 20-21.
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NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios
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37
http://www.devida.gob.pe/Documentacion/Impacto_ambiental_del_cultivo_de_coca.ppt
DEVIDA. Estrategia nacional de lucha contra las drogas 2002-2007. Lima. DEVIDA, 2004, pp. 18-19.
DEVIDA.
Estrategia
nacional
de
lucha
contra
las
drogas
2002-2007.
Lima.
DEVIDA,
2004,
20.Vase:http://www.devida.gob.pe/Documentacion/Impacto_ambiental_del_cultivo_de_coca.ppt
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p.
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Ratificada por el Estado peruano el 21 de abril de 1964. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 22 de julio
de 1964. A su vez, el Per ratific el Protocolo de Enmienda a la Convencin de 1961, suscrito en Ginebra, el 25 de
marzo de 1972, mediante Instrumento de fecha 6 de julio de 1977, depositado el 12 de septiembre de 1977.
39
Art. 4.
40
Arts. 23 y 26.
41
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como Bolivia estn impulsando el retiro de la hoja de coca de dicha lista; tambin en el
Per se han alzado algunas voces en ese sentido, provenientes fundamentalmente de
lderes del movimiento cocalero. Este planteamiento resulta sumamente grave por la
distorsin que pretende consagrar; un eventual retiro de la hoja de coca de la lista 1 de
la referida Convencin implicara negar una realidad, cual es que la hoja de coca tiene
alcaloide, y, por tanto, es una droga, as como que ms del noventa por ciento de su
produccin en el Per se destina al narcotrfico.
b) Convenio sobre Sustancias Psicotrpicas de 1971 43: En virtud del presente Convenio, del
cual son partes alrededor de ciento ochenta pases, los Estados se comprometen a realizar
acciones preventivas y represivas contra el trfico ilcito de sustancias psicotrpicas contenidas
en las listas anexas a dicho tratado. En ese sentido, los Estados se obligan a prestarse apoyo
mediante el intercambio de informacin, cooperacin judicial y lucha coordinada contra el
trfico ilcito44.
Especficamente, respecto de las sustancias contenidas en la lista I, las Partes se
comprometen a prohibir todo uso, excepto el que con fines cientficos y mdicos realicen
personas debidamente autorizadas45. Tratndose de las sustancias incluidas en las listas II, III y
IV, las Partes debern exigir que la fabricacin, distribucin y comercio de las mismas estn
sometidas a un rgimen de licencias y fiscalizacin, y que solamente puedan ser suministradas
con receta mdica46.
La Convencin sobre Sustancias Sicotrpicas de1971 ampli las polticas internacionales de
forma que incluyeran sustancias sintticas como las anfetaminas, benzodiacepinas,
barbitricos y psicodlicos o alucingenos. El concepto de sustancias psicotrpicas fue
inventado como forma de excluir a la amplia gama de frmacos psicoactivos incluidos en la
Convencin de 1971 de los controles ms estrictos contenidos en la Convencin nica. En sus
comentarios a sus leyes modelo contra las drogas, el Programa Internacional de las Naciones
Unidas para el Control de Drogas, recomend no utilizar la distincin artificial en la legislacin
nacional, reconociendo que la clasificacin internacional de drogas narcticas y sustancias
sicotrpicas de acuerdo a si la sustancia se rige por la Convencin de 1961 o la de 1971, no
tiene ninguna base conceptual. La definicin legal de muchas sustancias sicotrpicas es
completamente aplicable a las drogas narcticas, y en muchos casos, lo contrario es
verdadero.
Unas 235 drogas sicoactivas, tanto provenientes de plantas como sintticas (ya sea con
efectos narcticos, estimulantes o alucingenos) se encuentran cubiertas por estos tratados
internacionales. La gran mayora de gobiernos son signatarios de estos tratados
internacionales para el control de drogas, que establecen la ilegalidad del uso, venta, trfico y
produccin de drogas como la herona, cocana y cannabis, y tambin de la metadona, morfina
o diazepn para cualquier finalidad que no tenga propsitos mdicos y cientficos. Sin embargo,
al firmar, ratificar o acceder a un acuerdo, un Estado retiene el derecho de firmar con reserva,
la cual busca excluir o modificar el efecto legal de ciertas clusulas del tratado en su aplicacin
ha dicho Estado47.
c) Convencin de las Naciones Unidas contra el Trfico Ilcito de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrpicas de 198848: En virtud de la presente Convencin, de la cual son
partes ciento ochenta pases, los Estados se obligan a promover la cooperacin entre s para
hacer frente al trfico ilcito de estupefacientes y sustancias psicotrpicas. En el plano interno,
43
El Estado peruano se adhiere a este Convenio mediante Instrumento de fecha 28 de noviembre de 1979, depositado
el 28 de enero de 1980.
44
Art. 21.
45
Art. 7.
46
Arts. 7, 8 y 9.
http://www.oas.org/documents/spa/press/Informe_de_Escenarios.pdf
47
48
Ratificada por el Per el 26 de noviembre de 1991. El Instrumento de ratificacin es de fecha 12 de diciembre de 1991,
el mismo que se deposita el 16 de enero de 1992.
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cada una de las partes deber tipificar como delitos la produccin, distribucin y
comercializacin de la adormidera o amapola, la hoja de coca, el cannabis y cualquier otro
estupefaciente. Merece resaltarse que este tratado atribuya tambin carcter delictivo a la
organizacin, gestin o financiacin de las actividades antes mencionadas, as como a la
conversin o transferencia de bienes con el objeto de ocultar o encubrir su origen ilcito 49.
Merece resaltarse que el Per formula una reserva al momento de ratificar la presente
Convencin, en el sentido que la calificacin como delito del cultivo de estupefacientes
debera estar circunscrito al cultivo para fines ilcitos. Ello se explica por la presencia en
nuestro pas de un consumo tradicional, que, no debe perderse de perspectiva, reviste
proporciones menores en relacin al conjunto de la poblacin.
d) Convencin Internacional para la represin del financiamiento del terrorismo 50: Esta
Convencin, adoptada a fines de 1999, resulta particularmente importante para el Per
debido a las conexiones actualmente existentes entre los remanentes de la subversin
senderista y los crteles del narcotrfico. As, consagra como delito la accin de proveer o
recolectar fondos con la intencin de que se utilicen, o a sabiendas de que sern utilizados,
para cometer en otro Estado un acto de terrorismo o cualquier otro acto destinado a causar la
muerte o lesiones corporales graves a un civil o a cualquier persona que no participe en las
hostilidades en una situacin de conflicto armado51.
Adicionalmente, dispone la obligacin de cada Estado parte de sancionar estos delitos con
penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su carcter grave 52.
e) Convencin de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional 53
f) Convencin de las Naciones Unidas contra la corrupcin54:
2.1.2 Mecanismos
a) Comisin de Estupefacientes
b) Junta Internacional de Fiscalizacin de Estupefacientes
(JIFE): En relacin al Per, la JIFE ha instado al gobierno peruano a reforzar las medidas
en materia de prevencin, tratamiento y rehabilitacin, destacando, de otro lado, la
intensificacin de las acciones de fiscalizacin de precursores (insumos) qumicos 55. No
obstante, ha expresado su preocupacin por las iniciativas de algunas autoridades
regionales y locales destinadas a aprobar normas que legalizan todo cultivo de hoja de
coca, sin distinguir el destino o la finalidad que fuera a drsele. En efecto, los gobiernos
regionales del Cuzco y Hunuco dictaron en 2005 unas ordenanzas destinadas a
legalizar los cultivos de hoja de coca, sin discriminar el destino de stos ni importar que
los productores estuvieran incluidos en el Registro que lleva la Empresa Nacional de la
Coca ENACO S.A. Ello, a todas luces, resulta manifiestamente inaceptable, pues
violenta de manera flagrante todos los compromisos internacionales asumidos por el
Per en la materia, donde se establece con meridiana claridad la obligacin de erradicar
todo cultivo ilcito e, incluso, penalizar a quienes participen en el cultivo ilcito, su
procesamiento, comercializacin y dems actividades vinculadas o derivadas de ste.
Afortunadamente, el Tribunal Constitucional declar la inconstitucionalidad de tales
49
Arts. 2 y 3.
50
Aprobada por Resolucin legislativa 27544, del 25 de octubre de 2001. El Per ratifica este tratado por medio de
Arts. 2 y 3.
52
Art. 4.
53
Aprobada por Resolucin Legislativa 27527, del 4 de octubre de 2001. El Per ratifica este tratado por medio del
Decreto Supremo 088-2001-RE. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 23 de enero de 2002.
54
Aprobada mediante Resolucin Legislativa 28357, de 5 de octubre de 2004. El Per ratifica este tratado por medio del
Decreto Supremo 075-2004-RE. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 16 de noviembre de 2004
55
JIFE. Informe correspondiente a 2006. Nueva York: Naciones Unidas, 2007, documento nmero E/INCB/2006/1, p.27.
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El Convenio para Combatir el Uso Indebido y la Produccin y el Trfico Ilcitos de Drogas entre la Repblica del Per y
los Estados Unidos de Amrica fue firmado en Lima, el 23 de julio de 1996, y se ratific a travs del Decreto Supremo
N 030-96-RE, del 9 de agosto de 1996. Lo que aparece citado entre comillas corresponde al prembulo del mismo.
58
http://www.elnuevoherald.com/2013/05/22/v-fullstory/1482274/oppenheimer-la-oea-y-lamarihuana.html
59
http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-194/13
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mercado regulado. Es un trmino que se asocia a menudo con la liberalizacin o con algunos
regmenes en los que ha cesado la prohibicin de ciertas drogas sin que se hayan impuesto
necesariamente controles estatales estrictos. Tambin se asocia en algunos casos a los regmenes
en los que se ha impuesto una regulacin para controlar el comercio de la produccin y la
distribucin. El trmino, por ende, se usa en este contexto para que haya mayor claridad en
nociones como las de legalizacin y regulacin o legalizacin de mercados libres.
Se hace necesario aclarar que aunque los trminos legalizacin y despenalizacin son
empleados con frecuencia como sinnimos, no lo son. As, las drogas ilcitas son ilegales por
razn de una norma jurdica; las penas se aplican a las personas y a sus actos cuando stos
son punibles. No se puede, pues, despenalizar las drogas ni legalizar a las personas
(aunque s a ciertos actos que las personas realizan). Lo propio es referirse entonces, a la
posible legalizacin de las drogas y a la legalizacin de las acciones relacionadas con ellas: la
produccin, el transporte, la posesin y el consumo. Se acepta, por supuesto, que la sola legalizacin
modificara lo dems, aunque tendra que existir, de cualquier modo, una reglamentacin o
regulacin del consumo que considerara la edad, el lugar, la cantidad, entre otros.
Descriminalizacin: Es donde un pas conserva sus leyes sobre ofensas por drogas pero, ya
sea a travs de un acuerdo en un cambio de la poltica, o a travs de una nueva orientacin a
ser llevada a cabo por las autoridades, decide reaccionar contra algunas de estas ofensas a
travs de procesos administrativos ms que por el sistema de justicia penal. Algunos pases
vienen tratando hace tiempo una serie de ofensas a travs de sanciones administrativas, y tienen un
amplio tratamiento de las ofensas por drogas en este sentido. Para otros pases (tal como fue el caso
de Portugal), esto sera un cambio significativo para haberlo establecido en la prctica. Podra
sealarse que, en muchos casos, las penas administrativas para las ofensas por drogas han sido
actualmente ms severas que las sanciones penales, entonces la descriminalizacin no siempre
debe ser vista como una va menos punitiva para el uso de drogas.
Regulacin: Es un concepto que engloba un amplio rango de marcos regulatorios que
permiten que las drogas controladas estn disponibles legalmente para otros propsitos
diferentes a los medicinales o los cientficos pero siempre bajo control estatal, cuyos
parmetros difieren segn los riesgos a la salud que se deriven del consumo de cada
sustancia. Los instrumentos de control administrativo previstos en cada marco regulatorio pueden
incluir la prescripcin y el despacho en farmacias, licencias condicionadas para la produccin y la
distribucin, polticas fiscales para mantener el nivel de precios que se considere adecuado,
restricciones segn la edad y diversos estndares de calidad, entre otros.
Consumo dependiente de drogas: Es el consumo que puede catalogarse como habitual y
compulsivo a pesar de sus efectos negativos a nivel social y sanitario.
Consumo problemtico de drogas: Es el consumo que empieza a tener consecuencias negativas
en la salud y que causa efectos perjudiciales tanto en todos los aspectos de la vida de la persona
como en otros aspectos relacionados con los individuos, las familias, los amigos y la sociedad.
Drogas ilcitas: En general, se puede afirmar que no hay sustancias que per se sean ilegales pero
que s pueden ser producidas o distribuidas ilegalmente en mercados ilegales. Por eso, un trmino
ms preciso puede ser el de sustancias controladas, en el que se contemplan los usos y los
mercados lcitos e ilcitos. Es un trmino distinto al de drogas controladas, que se limitan
esencialmente a las que tienen usos mdicos y cientficos. Tambin es distinto al de sustancias
reguladas, como el tabaco y el alcohol.
Hoy en da la democracia respecto al problema del TID, juega un papel importante y protagnico
para hacer frente al Narcotrfico.
Dentro de la Unin Europea, Espaa, Italia, Portugal y Luxemburgo no consideran que la tenencia
de drogas para consumo personal sea un delito punible. La tenencia para uso personal sigue siendo ilegal
en los Pases Bajos, Alemania y la Repblica Checa, pero se establecieron directrices para que la polica,
los fiscales y los tribunales no impongan pena alguna, ni siquiera multas, hasta cierta cantidad. Otros pases
imponen sanciones administrativas y solo unos pocos, como Suecia, Letonia y Chipre, contemplan
sentencias de prisin por la tenencia de pequeas cantidades.
A continuacin, trataremos brevemente sobre la legislacin comparada, respecto de su tratamiento
de las drogas:
Argentina: En agosto de 2009, la Corte Suprema argentina declar en un fallo histrico (el
"fallo Arriola) inconstitucional enjuiciar a los ciudadanos por utilizar medicamentos para su uso
personal.
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Portugal: Hasta el primero de Julio del 2001, las penas por el uso, posesin y compra de
pequeas cantidades de droga en Portugal eran castigadas con hasta tres meses de prisin o una
multa. Las cantidades que exceden el abastecimiento para tres das eran sancionadas con hasta
un ao de prisin o una multa. El abordaje Portugus a las drogas ilcitas estaba, entonces,
oficialmente caracterizado por un modelo prohibicionista, visto por los expertos portugueses
destacados como inefectivo.
El primero de julio de 2001, Portugal se convierte en el primer pas de la Unin Europea en
abolir los castigos penales por posesin de droga a nivel personal. Adems, los usuarios
deben cumplir con terapias en lugar de sentencias que provoquen prisin.
Investigaciones del Cato Institute dirigidas por Glenn Greenwald, encontraron que cinco
aos despus del comienzo de la descriminalizacin, el uso de drogas ilegales por parte de
los jvenes ha decrecido, la ratio de infecciones de VIH entre usuarios ha cado y las muertes
por herona y drogas similares ha sido reducida a ms de la mitad, duplicando, a la vez, el nmero
de persona que buscan tratamiento por adiccin.
En Portugal se legaliz la marihuana -droga blanda- hace muchos aos sin que haya trado
consigo el aumento de consumo de las drogas fuertes, que es lo que suelen alegar que
ocurrir los opositores60.
Uruguay: Es uno de los pocos pases que nunca ha criminalizado la posesin de drogas para
uso personal. Desde 1974, la ley no establece lmites de cantidad dejando a la discrecin de los
jueces la determinacin sobre si la intencin era el uso personal.
VARGAS LLOSA sobre el reciente proyecto de Ley del Uruguay para legalizar la Marihuana
(2012), seala que poco a poco, la batalla por la legalizacin de las drogas va abrindose camino
y haciendo retroceder a quienes, contra la evidencia misma de los hechos, creen que la represin
de la produccin y consumo es la mejor manera de combatir el uso de estupefacientes y las
cataclsmicas consecuencias que tiene el narcotrfico en la vida de las naciones. Alguien tiene que
ser el primero -dice refirindose al Presidente uruguayo Jos Mujica propulsor del proyecto-,
porque estamos perdiendo la batalla contra las drogas y el crimen; que el Ministro de Defensa de
este pas, seala como razn central de este paso audaz, que la prohibicin de ciertas drogas
le est generando al pas ms problemas que la droga misma.
Ecuador: La legislacin ecuatoriana en materia de sustancias controladas es una de las ms
duras de Latinoamrica. Con el fin de acogerse a la normativa internacional y bajo la fuerte presin
poltica de Estados Unidos, durante los aos ochenta y principios de los noventa, los pases
andinos en particular, consolidaron subsistemas penales inconsistentes con la legislacin interna y
los principios fundamentales del derecho penal. Esta normativa no inclua una sensitividad cultural,
ni un reconocimiento de las profundas desigualdades sociales, ni la salvaguardia al respeto a los
Derechos Humanos.
La norma ecuatoriana la Ley 108 (1990) se centra en la criminalizacin indiferenciada de
consumidores, transportistas de pequeas cantidades conocidos como mulas, pequeos
expendedores, y grandes redes de traficantes. No es excepcional encontrar personas en la crcel
condenadas a 15 aos de prisin por transportar cantidades pequeas de pasta de cocana, o por
vender la misma en las calles.
El espacio fsico que el Estado tiene a su disposicin para albergar los presos es formalmente de
alrededor de 8.000 plazas, producindose un hacinamiento extremo. Aunque la tasa de
encarcelamiento en Ecuador es ms bien una de las ms bajas en Amrica Latina, el grado de
hacinamiento se encuentra entre los ms elevados de la regin, cercano al de Brasil y Per,
aunque ms bajo que, por ejemplo, Bolivia y Surinam.
En enero de 2009, la Direccin Nacional de Rehabilitacin Social seal que se obtuvo la
liberacin de 6.600 personas al agilizarse los procedimientos legales y por el otorgamiento del
indulto a quienes padecan de enfermedades terminales y por micro-trafico de narcticos. El
nmero de indultados para esta ltima categora ha sido de alrededor 1.500 personas.
El fundamento de la idea de sacar de las crceles a la gente detenida por traficar o
transportar droga est enmarcado en lo que el Gobierno de Ecuador llama la
humanizacin del sistema de rehabilitacin social y el cumplimiento de los deberes
fundamentales como es respetar y hacer respetar los Derechos Humanos.
Asimismo hay suficiente indicacin de que en la nueva ley, o la ley reformada, se tomar en
cuenta el enfoque que parte del principio retenido en la misma Constitucin: que el consumo
60
Mario VARGAS LLOSA. La Marihuana sale del armario. Diario La Repblica, 1/7/2012, p. 7.
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La segunda iniciada a fines de los 40, en la cual se asegurara que el Estado pretenda
encarar la existencia en el desarrollo de las organizaciones destinadas al comercio ilcito de
drogas y, por tanto, se conoci por primera vez la respuesta poltico-criminal. Esta se limit a lo
represivo;
La tercera empieza a fines de los 60, poniendo como muestra que el asunto de las drogas
origina un problema social y que por consiguiente, generan un caos y disturbio emocional en la
sociedad.
Nuestro pas a lo largo de los tres periodos que hemos registrado, ha tomado las concepciones y
el modelo de las legislaciones extranjeras. En consecuencia no se ha elaborado un modelo propio de
legislacin para abarcar todos los problemas de las drogas.
El Per es parte de la Convencin nica de 1961 sobre estupefacientes enmendada por el
Protocolo de 1962, Convencin sobre Sustancias Psicotrpicas de 1961 y la Convencin de Viena de 1988.
Conforme a la primera Convencin, el CULTIVO DE COCA slo est permitido con fines de preparacin
como agente soporfero que no contenga alcaloide y por tanto, cualquier cultivo con la finalidad diferente es
prohibido.
2. Venta e Incautacin de Drogas en el Per
61
http://www.eluniversal.com.co/cartagena/actualidad/la-marihuana-ya-es-legal-en-washington100895
62
http://peru21.pe/mundo/eeuu-colorado-regula-marihuana-uso-recreativo-2133304
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2.1.Ventas de droga
La frontera que tiene el Per con Bolivia es el lugar preferido de los narcotraficantes para
transitar cargamentos de cocana en busca de grandes mercados, los cuales son
posteriormente enviados a Europa y EE.UU.
El lago Titicaca se ha convertido en otra ruta preferida para llevar droga a Bolivia y luego a
Brasil, Chile y Argentina.
Otra ruta para trasladar mayores volmenes de drogas a EE.UU. y Europa es desde el mar
lambayecano, especficamente, la isla de Lobos de Tierra lmite de embarque donde llegan
toneladas de clorhidrato de cocana para su posterior embarcacin rumbo a alta mar en
bolicheras, para finalmente ser transportadas en buques de mayor capacidad.
2.2. Incautacin de drogas
Para hablar de incautacin debemos primero referirnos a los decomisos. En su totalidad los
decomisos no se cumplen, debido a que si bien estos insumos son objeto de control, slo lo
son en algunos lugares, donde se viene dando la actividad cocalera, pero no en otras zonas
donde impera el libre comercio, en donde estos insumos son trasladados hacia los centros de
produccin de estupefacientes. Siendo uno de estos insumos qumicos decomisados, como el
kerosene y el xido de calcio.
La poltica de decomiso de drogas ilegales en nuestro pas no ha alcanzado resultados
positivos fundamentalmente por las siguientes razones: a. Altos niveles de corrupcin de
algunas autoridades involucradas en el decomiso de drogas; b. La falta de asignacin de
recursos econmicos suficientes por parte del Estado peruano para realizar mayores operativos
policiales y aplicar una estrategia de decomiso eficaz y permanente; c. Al igual que la
erradicacin, se ha confiado el financiamiento de la tarea de interdiccin 63 casi exclusivamente
a la cooperacin internacional (particularmente la estadounidense), la misma que se
increment en el 2010, pasando de US$.11.5 millones en el 2008 a US$20.0 millones en aquel
ao64.
Incautacin es la toma de posesin por un tribunal u otra autoridad competente, de dinero o
bienes de otra clase65; privar a alguien de alguno de sus bienes como consecuencia de la
relacin de estos con un delito, falta o infraccin administrativa.
3.
63
Interdiccin: Es la interceptacin de drogas de contrabando por aire, mar o tierra por parte de las fuerzas
encargadas del cumplimiento de la ley y de garantizar la seguridad. Usualmente se hace en aguas o zonas
internacionales.
64
65
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66
MARTINES ARULU, Vctor Jimmy. Medidas de Prevencin y pena de inhabilitacin perpetua para condenados por
delitos de terrorismo, violacin sexual y TID. Gaceta Jurdica - Actualidad Jurdica. Tomo 231. Febrero 2011. Lima Per.
Pg. 27 - 30.
67
Entrevista a Fernando HENRIQUE CARDOSO, ex Presidente del Brasil: Diario El Pas, Espaa: 26.8.2010.
Opinin distinta es la de Berna GONZLES HARBOUR: El error de legalizar la venta de drogas. Diario El Pas,
10.2010.
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Las drogas se han convertido en uno de los enemigos a los que Estados Unidos ha declarado la guerra. Todo el
material blico y las policas se refuerzan para la batalla, pero lo que no se fortalece con la suficiente eficacia son los
servicios de sanidad. Siguen faltando asistentes sociales y terapeutas. Vase a Hans-Georg Behr en La droga,
potencia mundial. El negocio con el vicio, Planeta, Barcelona, 1981, pp. 242 y 243.
69
Por ejemplo en Bolivia, donde desde hace tiempo no existen problemas de insurreccin, la excusa de la lucha contra
la coca permiti, durante aos, reprimir con mayor dureza cualquier intento de oposicin. Muestra de ello, fue la
represin contra los movimientos campesinos, en los que se utiliza la excusa de la guerra contra las drogas para
cometer todo tipo de violaciones de derechos, masacres incluidas. Ver Martn Barriusso en Las Naciones Unidas y la
poltica internacional de control de drogas: factores para una inercia prohibicionista, en Drogas: cambios sociales y
legales ante el tercer milenio, Dykinson, Madrid, 2000, p. 143.
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(como la que existe hoy). Los gobiernos deberan tutelar el trfico de estas sustancias
como un negocio lcito y aceptar la droga en s, como una mercanca ms. Si los
gobiernos tutelaran el trfico de sustancias psicoactivas como un negocio lcito, se
reducira en gran medida el enorme costo social y econmico que se deriva de las
legislaciones prohibicionistas y de su ejecucin.
f. Los sistemas represivos se limitan a practicar una poltica asistencial concentrada
nicamente en los consumidores que se encuentran en las condiciones de adiccin ms
extremas, no estn orientados a mejorar las circunstancias personales y sociales de los
adictos y generan incertidumbre acerca del carcter real de su actividad; pues es difcil
determinar con certeza, si realizan un trabajo de asistencia social o en realidad ejercen
un control social con consecuencias manifiestamente insanas.
Segn un sector de cientficos mdicos y bilogos, la drogadiccin debe tratarse como un
mal epidmico. Sostienen que, si se invirtiera una pequea parte del dinero gastado en
combatir el narcotrfico en la investigacin de antdotos, educacin de jvenes y tratamiento de
drogadictos, se obtendran resultados incomparablemente mejores. Tal vez lo ms importante:
desaparecera el inters de los traficantes por conseguir nuevos clientes. Desaparecera el
adicto que, para obtener droga, es reclutado como vendedor y se convierte en criminal.
Una de las drogas ms adictivas y dainas es la pasta bsica de cocana. Esta droga, adems
de inutilizar al adicto para funcionar en la sociedad, es responsable de gran parte de los asaltos
y robos registrados en las zonas metropolitanas de Estados Unidos. Uno de los argumentos
para la legalizacin de la droga es la desaparicin de la pasta. Por ser un subproducto del
proceso de refinacin, la pasta dejara de existir al desaparecer las cocinas de cocana. El
fabricar pasta sola no es negocio.
La legalizacin de determinadas drogas, como la marihuana, traera como consecuencia
la necesidad de clasificar, legislar y administrar estupefacientes en forma permanente.
Somos conscientes que las drogas dejan de ser un problema no slo de salud, sino que
evolucionan en un problema social-familiar, por lo que es determinante a nivel interno la
orientacin y el dilogo constante de padres e hijos y viceversa y no quedarse con una mera
charla informativa que se pueda recibir en una Institucin Educativa. Recordemos que la mayor
causa que conlleva a consumir drogas es el abandono familiar, luego le sigue el excesivo
autoritarismo y la falta de autoridad.
Se podra demostrar con muchos ejemplos el problema evidente de las drogas y la culpa de la
sociedad como conductor y originador de consumistas, hasta el punto de decir que debido al
problema de la violencia y mala educacin en nuestra sociedad nuestros nios y
adolescentes se convertirn en unos drogadictos sobre todo en zonas en las cuales no
llega una buena educacin o donde no hay compromiso de parte de las autoridades de
dichas comunidades. As, uno de los ejemplos claros para saber cuanto de culpa tiene una
sociedad debido a sus problemas naturales y originales seran las teoras de la ecologa
social, que interpretan la ciudad como un marco ecolgico en el que la lucha por el espacio
acarrea conflictos sociales y un cierto nivel de desorganizacin social, el consumo de drogas se
inserta en aquellas zonas urbanas donde la desorganizacin social es predominante y tiene la
caracterstica de una conducta aprendida.
Si por el contrario, tuviramos una sociedad, con ciudadanos bien educados, autoridades bien
pagadas y respeto a los valores morales, tal vez se pudiera ganar la guerra al narcotrfico.
Gastar enormes sumas de dinero en una batalla ftil es un cargo de conciencia. En nuestra
opinin, la legalizacin es el menor de los males y al parecer, la solucin 70.
g. Si en lugar de reprimir estas conductas, se les quitara su carcter criminal, el trfico y
las muertes por consumo de drogas ilcitas adulteradas disminuira. El mayor peligro de
estas drogas se encuentra en el hecho de que circulen en el mercado clandestino; ya
que este carece de control oficial. Quien compra droga no tiene ninguna garanta sobre la
calidad de la sustancia que est adquiriendo, por esto, el libre comercio de drogas en el que el
gobierno se limitara a garantizar la pureza de la sustancia y la presencia de la etiqueta,
constituiran una mejor opcin. Con ello se lograra reducir la cantidad de muertes accidentales
por sobredosis de drogas prohibidas.
4.2. Tesis de los defensores de la prohibicin de las drogas
70
http://www.fundesa.org.gt/cms/content/files/publicaciones/Boletin_de_Desarrollo_Despenalizacion_de_las_Drogas.pdf
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De impulsar una poltica tolerante en nuestro pas respecto a las drogas, se estar
pensando principalmente en el de marihuana, una droga que tiene efectos menos perjudiciales en
comparacin con otras sustancias prohibidas. Sin duda alguna, cualquier tipo de droga, tanto legal
como ilegal, tiene un efecto perjudicial para la salud, hblese de tabaco, alcohol, caf o Cannabis. Es
necesario apoyarse de la ciencia para conocer los efectos nocivos de cada una de las drogas, en
especial la marihuana. Una de las experiencias internacionales en esta materia sera el caso de Holanda,
pas en el cual desde los aos 70 implement una poltica tolerante hacia el consumo de marihuana y
actualmente discute la posibilidad de permitir el consumo de otras sustancias como la cocana y el xtasis.
Cul es la sustancia que ms se consume en nuestro pas? A saber, segn datos de la Encuesta
Nacional de Adicciones 2008, la marihuana es la droga ms consumida en nuestro pas, que adems ha
reportado un aumento en su consumo respecto a los aos anteriores. No obstante, este panorama no es
exclusivo de Per puesto que segn datos del Informe Mundial Sobre las Drogas 2009 (IMSD2009) la
marihuana y el cannabis son la droga ms consumida en todo el mundo, por lo cual constituye el
mayor mercado de drogas ilcitas; casi el 90% de pases y territorios la producen, se encuentra estimada
entre un total de 13.300 toneladas mtricas y 66.100 toneladas mtricas. Segn Datos del IMSD2009 la
mayora de las incautaciones de marihuana en el mundo durante el 2007 fueron en Per (39%) y junto
con Estados Unidos conformaron el 65% del total incautado, lo que los sita en los dos pases con mayor
mercado de marihuana en la tierra.
Investigaciones recientes han demostrado que el consumo de marihuana, considerado como
un problema de salud en comparacin con otras drogas permitidas, por ejemplo el alcohol y la nicotina, no
es tan preocupante, pues hasta el momento, se han registrado mayores efectos nocivos por su consumo
que por el de Marihuana. En una nota publicada por el New York Times, se argumenta que el Dr. Jack E.
Henningfield del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA) y el Dr. Neal L. Benowitz de la
Universidad de California en San Francisco construyeron cinco indicadores (Retiro, Refuerzo, Tolerancia,
Dependencia e Intoxicacin) con los que se puede medir bajo una escala de 1 a 6 la problemtica de la
adiccin, donde 1 es ms grave y 6 menos grave. Para ello tomaron como punto de referencia 6 sustancias
(Marihuana, Herona, Cocana, Alcohol, Cafena y Nicotina) dentro de las cuales la marihuana fue
calificada como una de las menos perjudiciales.
Conclusiones
1. Al no estar legalizada la produccin, venta y consumo de las drogas en nuestro ordenamiento
jurdico, podemos concluir que el narcotrfico atenta contra la soberana, la democracia y el estado
de derecho, adems de violentar los derechos ms elementales del ser humano, repercutiendo de
manera muy negativa en el mbito econmico.
2. En el contexto de la legislacin comparada, el Trfico Ilcito de Drogas constituye una amenaza a
la seguridad, en el que concurren tanto la intencin de perjudicar al Estado y la capacidad de
afectarlo.
3. En nuestra opinin, por ahora, la legalizacin de todas las drogas en nuestro pas no es lo ms
recomendable, pero legalizar la produccin, venta y consumo de marihuana podra ser un
paso conveniente para empezar a combatir la criminalidad del narcotrfico, poniendo fin a los
crteles y otras actividades delictivas como el terrorismo, trfico de armas, trata de personas,
corrupcin de funcionarios; de tal manera que el dinero que se invierte en la represin sirva para
prevenir y rehabilitar, brindado la asistencia mdica y teraputica a quien lo requiera, determinando,
asimismo, el expendio comercial de drogas en farmacias, hospitales, sanatorios, clnicas,
ambulancias y servicios especializados, entre otros, que sea realizado por personal idneo y con la
debida asepsia, para lo cual se deber organizar la asignacin y administracin estatal de los
impuestos, ayudas y subsidios necesarios.
Recomendaciones
El grupo, despus del estudio concienzudo de la legislacin peruana as como comparada que aborda el
Trfico Ilcito de Drogas, hemos podido concluir que a pesar de las varias modificaciones que ha tenido
nuestro Cdigo Penal, no se ha podido ganar la batalla a este flagelo que afecta a todo el mundo, as como
tampoco se han podido reducir los ndices de comisin respecto al TRFICO ILCITO DE LAS DROGAS.
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En tal sentido, consideramos oportuno y necesario que el Per adopte una nueva estrategia en su lucha
contra el narcotrfico, nos estamos refiriendo a la LEGALIZACIN DE DETERMINADAS DROGAS, en
especial, la marihuana, lo que no significa transformar a nuestro pas en un paraso turstico de drogas.
Es por ello que, cumpliendo con los requisitos que se necesitan, el grupo ha tenido parabin presentar como
PROYECTO DE LEY: La legalizacin de la produccin, venta y consumo de marihuana, el mismo
que se presenta como Anexo de esta investigacin.
Fuentes consultadas
LIBROS:
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28. PEA CABRERA FREYRE, Alonso R. La libertad por exceso de detencin: el derecho de ser
juzgado en un plazo razonable, Actualidad Jurdica. N 136. Gaceta Jurdica. Lima, marzo,2005.
29. PRADO SALDARRIAGA, Vctor. El tipo bsico en el delito de TID: Rev. Derecho y Sociedad,
N11, Lima, 1996.
30. VARGAS LLOSA, Mario. La Marihuana sale del armario. Diario La Repblica, 2012.
31. VASSILAQUI, Alejandro. La droga consume dignidades. Diario El Comercio, 2007.
SITIOS WEB:
32. http://es.shvoong.com/exact-sciences/1690049-problemas-que-ocasionan-las-drogas/
33. http://www.fundesa.org.gt/cms/content/files/publicaciones/Boletin_de_Desarrollo_Despenalizacio
n_de_las_Drogas.pdf
34. http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/00025-2005-AI.html
35. http://jurisprudencia.pj.gob.pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp
36. http://www.devida.gob.pe
37. http://www.wordreference.com/definicion/incautacin
38. http://www.venumperu.com
39. http://www.oas.org/documents/spa/press/Informe_de_Escenarios.pdf
40. http://www.oas.org/documents/spa/press/Introduccion_e_Informe_Analitico.pdf
41. http://www.oas.org
42. http://www.eluniversal.com.co/cartagena/actualidad/la-marihuana-ya-es-legal-en-washington100895
Anexo
PROYECTO DE LEY: LA LEGALIZACIN DE LA PRODUCCIN, VENTA Y CONSUMO DE
MARIHUANA.
Las ciudadanas y ciudadanos que suscriben, ejerciendo el derecho ciudadano de Iniciativa legislativa,
previsto en el Artculo 31 de la Constitucin, proponemos el siguiente Proyecto de Ley:
Ttulo Preliminar
Artculo I: Objeto de la Ley
El objeto de la Ley es establecer las reglas necesarias para promover la legalizacin de la produccin, venta
y consumo de marihuana, orientado a proteger el bien jurdico: salud.
Artculo II: Finalidad de la Ley
Es finalidad de esta Ley, que el Estado alcance mayores niveles de eficacia y eficiencia y proteja
efectivamente a la sociedad contra los efectos que ocasiona el Trfico Ilcito de Drogas, as como promover
la prevencin del consumo de la marihuana.
Ttulo I: Disposiciones Generales
Artculo 1: mbito de aplicacin
La presente Ley regula la produccin, venta y consumo de marihuana a nivel nacional, as como aquellas
entidades, designadas por el Estado, que estarn encargadas de la prevencin del consumo de marihuana,
vigilancia del cumplimiento de las entidades que la comercializarn y rehabilitacin de los adictos a esta
droga.
Artculo 2: Procedimiento y envasado de la marihuana
La nueva legislacin contempla que el cultivo de la marihuana debe hacerse bajo la vigilancia de una
entidad que se encargar de supervisar su cultivo as como las correctas formas de envasado, para lo cual
deber tomarse las medidas de seguridad e higiene que la entidad exija, mantener un estndar para todos
los que cultiven esta droga, los mismo que debern estar previamente registrados e inscritos en un Registro
nico de productores y abastecedores de marihuana.
Artculo 3: Comercializacin de marihuana
Las tiendas autorizadas para comercializar la marihuana no debern tener la marihuana expuesta al
pblico, sino tras los mostradores.
El personal deber acreditar, mediante constancia emitida por el Ministerio de Salud, la capacitacin sobre
el uso, consumo, prevencin y rehabilitacin de drogas. Las tiendas que incumplan estas medidas sern
sancionadas con el cierre temporal de 03 meses; y en caso reincidan en su incumplimiento sufran el cierre
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definitivo, adems de aplicrsele un impuesto del 15 UIT, las mismas que sern destinadas a la construccin
de escuelas y centros hospitalarios.
Artculo 4: Impuesto
La venta de marihuana estar afectada por un impuesto del 15% del total de las ventas mensuales, cuya
recaudacin estara destinada en un 10% a la construccin de escuelas y centros de rehabilitacin para los
drogodependientes, y un 5% en proyectos educativos que permitan concienciar a la poblacin con la
finalidad de que no la consuman.
Artculo 5: Grados de consumo de marihuana
El Estado permite a los adultos mayores de 18 aos poseer hasta una onza de esta droga (unos 28
gramos), o comprar en las tiendas autorizadas para su expendio. Los visitantes mayores de 18 aos no
podrn comprar ms de un cuarto de onza (7 gramos) en una sola transaccin comercial, a pesar de que
podrn poseer legalmente la onza completa.
Artculo 6: Obligacin de informar de las entidades comercializadoras
Los propietarios de las tiendas donde se expenda marihuana, debern informar a las entidades que el
Estado sealar, cualquier actitud extraa o sospechosa por parte de un nacional o extranjero consumidor,
que haga prever que se pretende atentar contra lo prescrito en esta Ley.
Artculo 7: Obligacin de denunciar
Toda persona, consumidor o no, tiene la obligacin de denunciar los actos contrarios a esta Ley por parte de
los entes productores o comercializadores de marihuana. Las normas reglamentarias establecern los
mecanismos para la adecuada canalizacin de las denuncias y aplicacin de las sanciones respectivas.
Disposiciones finales
Primera.- Deber entenderse que en lo previsto en los artculos 296, 296 - A y 296-B, con las expresiones
promover, favorecer, facilitar, no se considerar a la marihuana como droga ilegal. Solo se sancionar el
incumplimiento de lo previsto en esta Ley en relacin a las medidas de higiene, registro y cantidades
previstas para el consumo, produccin y venta de marihuana.
Dedicamos este trabajo
a nuestros padres por estar siempre en los momentos importantes de nuestras vidas, por
ser el ejemplo para salir adelante y por los consejos que han sido de gran ayuda para nuestro
crecimiento personal y profesional.
Gracias a Usted querido Maestro,
Dr. Jos Mara Balczar Zelada,
por sembrar en nosotras el espritu del estudio,
dedicacin y, sobretodo,
por motivarnos a realizar una tarea tan difcil como es la investigacin.
Enviado por:
Liz Labrin
[email protected]
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