Legalizacion Produccion Venta y Consumo Marihuana Peru

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La legalizacin de la marihuana y su incidencia en la lucha contra el trfico ilcito


de drogas en el Per
1.
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8.

Introduccin
Marco legal actual del Trfico Ilcito de Drogas en el Per
El Trfico Ilcito de Drogas en la legislacin comparada
Hacia la legalizacin de la marihuana en el Per: Discusin Poltico Criminal en
torno al Trfico Ilcito de Drogas
Conclusiones
Recomendaciones
Fuentes consultadas
Anexo

Introduccin
La elaboracin de este trabajo responde a nuestra inquietud por contribuir a la reflexin sobre un tema de
indudable trascendencia para nuestro pas y los dems miembros de la Comunidad Internacional: La
legalizacin de determinadas drogas y su incidencia directa sobre el Trfico Ilcito de Drogas
Igualmente, y de manera especial, aspiramos a que esta investigacin sirva no solo para el debate
acadmico de una materia tan compleja y difcil para nuestra seguridad y desarrollo futuro, sino tambin
para sensibilizar e impulsar a nuestras autoridades a asumir la responsabilidad de combatir el narcotrfico
con la seriedad, compromiso y eficiencia que el momento demanda, buscando liberar a nuestro pas de la
ms importante amenaza a su seguridad, y la urgencia de abordarlo desde una perspectiva integral y en
forma coordinada con otros Estados y organizaciones internacionales pero desde una perspectiva, tal vez
distinta o atrevida.
La situacin interna de nuestro pas, con un crecimiento sostenido del narcotrfico, a lo que debe sumarse
los elementos de violencia subversiva y de sicariato, que hacen an ms complejo el panorama nacional; la
situacin internacional, concretamente, con la presencia de diversos factores que vienen impactando
negativamente en la lucha antidrogas en el Per; la presencia de crteles mexicanos en nuestro pas que
incrementan el poder econmico de estos grupos mafiosos, incluyendo sus posibilidades de corrupcin; el
debilitamiento de la lucha antidrogas en Bolivia, con evidente impacto negativo en nuestro pas; entre otros.
Todo ello nos coloca en un punto crtico, esto es, en la imperiosa necesidad de revertir de inmediato las
tendencias de crecimiento del narcotrfico en nuestro pas, sino queremos en muy corto plazo caer en
situaciones inmanejables, como ocurri con Colombia hasta hace pocos aos y viene ocurriendo
actualmente con Mxico.
En ltima instancia, a travs de este trabajo, buscamos reforzar la conciencia respecto a la necesidad de
implantar en nuestro pas una cultura de la legalizacin, y es que realmente, pese a que la prensa y la
informacin policial describen siempre al traficante como un delincuente sumamente peligroso, resulta
probable que el peruano de a pie siga temiendo ms a los "cogoteros" (asaltantes) y a los secuestradores,
que a los narcos; incluso, que le produzcan mayor inquietud los "actos terroristas".
Todo lo dicho hasta aqu no quiere decir que no seamos conscientes que, el consumo de drogas, constituye
un problema de salud pblica muy importante, sino todo lo contrario, sabemos y comprendemos que hay
que tratar a las drogas ilcitas precisamente como un problema de salud y no como un problema de
orden pblico o delictivo. Pero es acaso que los que se oponen a esta idea de legalizar ciertas drogas
no se han detenido en meditar un poco ms en el asunto? Sera recomendable sacarnos la venda de los
ojos y s pues, aceptar que sin demanda de los estupefacientes no existiran los comercializadores, que
quienes ofertan estas sustancias en el mercado ilegal (porque an mantenemos el conservadurismo de
antao y no la hemos legalizado), siguen obteniendo grandes sumas de dinero. Todo esto resulta lgico
dentro de la actual "espiral de violencia".
PROBLEMA: La legalizacin de la marihuana es un mecanismo que genera mayor
impunidad o es un instrumento adecuado para iniciar la verdadera lucha contra el
narcotrfico en el Per?
HIPTESIS:
- La legalizacin de la marihuana una adecuada solucin para empezar a combatir la
criminalidad del narcotrfico, de tal manera que el dinero que se invierte en la represin
sirva para prevenir y rehabilitar.

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- La legalizacin de la marihuana en nuestro pas es un mecanismo arriesgado ya que


puede generar mayor impunidad.
OBJETIVOS:
- Explicar el marco legal actual del Trfico Ilcito de Drogas en el ordenamiento jurdico
peruano.
- Determinar cul es el tratamiento que recibe el Trfico Ilcito de Drogas en la legislacin
comparada.
- Establecer un marco legal que regule la legalizacin de la marihuana en el ordenamiento
jurdico peruano.
MTODOS:
Histrico: Mediante este mtodo se ha podido explicar la evolucin que ha tenido el objeto
materia de la investigacin a lo largo del tiempo, as como desarrollar las ideas con orden,
claridad y lgica para lograr, finalmente, llegar a las conclusiones de la investigacin.
Comparativo: A travs de este mtodo hemos estudiado la aplicacin del Trfico Ilcito de
Drogas en otros ordenamientos jurdicos, as como las consecuencias de su legalizacin.
Inductivo Deductivo: Se parti de aspectos generales referente a definiciones de
conceptos bsicos llegando hacia el planteamiento de las ventajas que traen consigo la
legalizacin de la marihuana en nuestro ordenamiento jurdico.
TCNICAS:
Recojo de informacin: A travs de libros de la Biblioteca Especializada de nuestra
Facultad, as como de material bibliogrfico brindado por nuestros docentes.
Cabe mencionar que el recojo de la informacin tuvo como caracterstica fundamental de
que fue selectiva, porque es evidente que siempre es necesario seleccionar lo ms
importante y reciente.
La Lectura: Importante tcnica que ayud en la captacin de frases, separando lo principal
de lo accesorio, las ideas ciertas, afirmativas y discutibles; y fue la que ms se utiliz en la
presente investigacin.
Subrayado: Resaltando las ideas principales y separndolas de las secundarias para
facilitar nuestro trabajo y seleccionar mejor la informacin.
Fichaje: Las fichas fueron de gran ayuda e importancia en la investigacin por cuanto
mediante ellas se pudo obtener datos y almacenarlos adecuadamente. Se emplearon fichas
bibliogrficas, de resumen y textuales.
FACTORES
Factores Positivo:
Apoyo de nuestro docente para brindarnos asesoras respecto al adecuado enfoque del
tema de investigacin.
Uso del Internet, como medio de investigacin, que nos permiti tener acceso a informacin
actualizada sobre ordenamientos jurdicos de otros pases.
Factores Negativos:
Escasa informacin actualizada, en la Biblioteca Especializada de nuestra Facultad.
Corto tiempo para llevar a cabo la presente investigacin; sin embargo, lo hemos realizado
con un intenso trabajo mediante reuniones que nos permitieron discutir sobre el tema y
llegar a unificar conceptos.
CAPTULO I:

Marco legal actual del Trfico Ilcito de Drogas en el Per


1.
Las drogas: Origen y actualidad
Desde las pocas de nuestros antepasados, hasta la actualidad, el consumo de drogas es
inevitable, ya sea su uso de manera legal o ilegal. Aproximadamente, 4 000 aos A.C. se cultivaba el
camo (planta que contiene propiedades estupefacientes e hipnticas). As como esta, en Amrica haban
plantas psicoactivas que eran conocidas desde hace muchos aos atrs por poblaciones antiguas, por
ejemplo la hoja de coca y otras.
Segn datos de algunos investigadores, se puede saber que en donde ahora es territorio
actual boliviano, fue donde se dio uno de los sucesos ms antiguos del uso de la coca . Otros
estudios que se dieron en el Ecuador registran casos con la misma antigedad o mayor aun del origen del
uso de la coca; en una piedra se encontr tallada la figura de hombre cuyo rasgo ms saltante es una

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protuberancia en la mejilla, esta actividad es conocida como la chacta de coca. La piedra fue encontrada en
la fase Valdivia en la costa del Ecuador 3, 000 A.C. Estos datos en definitiva no dan a conocer con certeza
el origen y antigedad de la coca, ya que las evidencias de botnica nos demuestran que la coca es una
especie original de la selva peruana.
A continuacin se narrarn dos breves mitos que cuentan cmo se dio el origen de la coca. As
tenemos que, en el Per se dice que el origen de la coca es sagrado, porque en pocas preincaicas la
Mamaquilla derram en ciertos lugares del centro del pas las semillas de la planta de la coca, todo esto
realizado por orden del dios Inti, para que los Incas al probarlas se les pasara la fatiga, el hambre y les diera
ms fuerza. El segundo caso se da en Bolivia, segn los Aymaras, Cuno (Dios de las tormentas) molesto
por el humo de fogatas, decidi que abrieran las puertas de la tempestad. La tormenta destruy todos los
sembros e inund la tierra. Las personas que lograron sobrevivir ya que se encontraban dentro de las
cavernas, al sentirse dbiles y llenos de hambre probaron todo lo que encontraban a su alcance, hasta
encontrar las hojas de un arbusto que al macerarlas sintieron que el hambre desapareca y volvan sus
fuerzas. Desde ese momento la planta fue tenida por divina y le colocaron de nombre, Coca.
En Lima, entre los aos 1567 a 1569 el concilio de esta ciudad consider que era muy daino el
consumo de la hoja de coca. En los Comentarios Reales, el Inca Garcilaso de la Vega dice que la mayor
parte de la renta del obispo y de los cannigos, adems de ministros de la iglesia del Cuzco provena de los
diezmos de la coca y que el transporte y la venta de este producto enriquecan a muchos espaoles. Sin
embargo, y pese a distintas disposiciones emanadas de Reales Cdulas que se remontan al ao 1569 y an
dentro de la gesta emancipadora, las hojas de Coca continuaron siendo consumidas en modo cada vez
mayor.
Las Drogas en el Mundo Antiguo, en el papiro Erbes (1550 a. C.) se cita los grano de opio,
mezclado con excrementos de masca y hecha una masa, administrndola cuatro das, haca cesar los gritos
o llanto de los nios.
Herclito de Ponto (340 a. C.) deca que era costumbre en la isla de Keos suprimir a las personas de edad
avanzada con opio para evitar los inconvenientes de la vejez. Los griegos daban muerte a los condenados
por medio de una infusin de cicuta y adormidera: aquella mataba el cuerpo y este dorma el espritu.
En la edad Media, adems del uso y elaboracin de las drogas provenientes de la antigedad, se
descubrieron nuevas materias primas y procedimientos para obtenerlas. Hasta el siglo X cuando la Iglesia y
el Imperio eran una unidad sin fisuras, emplear drogas con fines teraputicos poda ser sinnimo de hereja.
La Edad Moderna y el Permisivismo Racional, el racionalismo y la ilustracin aportan el manto del
oscurantismo que se haba desplegado sobre las ciencias, en donde las drogas son objeto de anlisis y
experimentacin cientfica. A esto se une el auge de las democracias parlamentarias y el afianzamiento de
la libertad y la responsabilidad del ciudadano que, en buenas cuentas significa que tanto el estado como la
Iglesia no podan suplantar el juicio del adulto en materias de conciencia o de usos.
La prohibicin del comercio del opio entre chinos y europeos, dispuestos por el emperador
Manch Yu Cheng en 1729, tuvo entre sus principales motivos preservar las reservas imperiales de
metales preciosos. El trueque de t, especias y seda por opio, resultaba desfavorable para la economa
China. Posteriormente el emperador Chia-Ching prohibi en 1793 no solo la importacin de opio, sino el
cultivo de adormidera en todo el territorio proporcionando as una definitiva ventaja al contrabando.
El ao 1806, Federico Guillermo Setuner, logra aislar del opio un alcaloide que produce el sueo
que bautiza con el nombre de "morfina". La cocana es aislada por primera vez en 1859, y pronto se
comercializa a gran escala.
Otras drogas que se descubren en el siglo XIX son: la Codena (1832), Atropina (1833), Cafena
(1841) y la Mescalina (1896). A principios del siglo XX se descubren los Barbitricos (1903), en 1910 Burger
y Dale, ponen a disposicin de la teraputica y de la voracidad humana una peligrosa sustancia psicoactiva:
Las Anfetaminas.
Posteriormente, por influjo del puritanismo y la progresiva liquidacin del Estado mnimo en los
Estados Unidos, surge una corriente prohibicionista del uso y comercializacin de algunas drogas
calificadas "Ilegales".
2. Concepto de Drogas
Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir dependencia, estimulacin o depresin del
sistema nervioso central, o que dan como resultado un trastorno en la funcin del juicio, del comportamiento
o del nimo de la persona.
El trmino drogas visto desde un punto de vista estrictamente cientfico es principio activo,
materia prima. En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la farmacologa y dentro de
la medicina con un frmaco, es decir que droga y frmaco pueden utilizarse como sinnimos. Los

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frmacos son un producto qumico empleado en el tratamiento o prevencin de enfermedades, pudindose


elaborar a partir de plantas, minerales, animales, o mediante sntesis.
Existe una segunda concepcin que es de carcter social, segn sta las drogas son
sustancias prohibidas, nocivas para la salud, de las cuales se abusan y que en alguna forma traen un
perjuicio individual y social.
Como se ve, un elemento importante es la intencionalidad y el propsito de alterarse mentalmente
en algunas de las formas, ya sea deprimindose, alucinndose o estimulndose. Luego nos queda el
problema dnde actan estas sustancias, ya que todas estas drogas tienen un elemento bsico en el
organismo que es el sistema nervioso central el cual es la estructura ms delicada y el ms importante que
tiene el ser humano, y si estas sustancias actan sobre esas estructuras dandolas, perjudicndolas,
indudablemente que van constituir un elemento grave y peligroso para la colectividad; para la salud
individual y lgicamente para la salud pblica.
Respecto al concepto de droga, la jurisprudencia espaola recoge lo siguiente: Cualquiera que
sea su uso, droga es en general todo preparado o sustancia medicamentosa de efecto estimulante,
deprimente, narctico o alucingeno.
II.1. Clasificacin de las drogas
Al afrontar el tema de la droga, y casi en el mismo momento de su definicin, nos encontraremos
con una serie de trminos tales como tolerancia, adiccin, dependencia, etc., ntimamente
relacionados con l. Es as que se entiende como dependencia al estado psquico y a veces
fsico del individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un deseo de ingerir alguna
sustancia. Si ste deseo se mantiene por mecanismos metablicos y su falta crea un sndrome de
abstinencia1, se denomina dependencia fsica. Si la dependencia se mantiene por mecanismos
psicosociales, suele definirse como dependencia psquica o psicosocial.
La tolerancia es, por el contrario, un efecto eminentemente fsico, caracterizado por la necesidad
biolgica de aumentar continuamente la cantidad necesaria para obtener el efecto deseado.
Mientras que la adiccin supone un estado caracterizado por la necesidad fsica imprescindible
de una adecuada cantidad de droga en el organismo para el mantenimiento de la normalidad del
mismo, llegando la dependencia hasta tal punto que la ausencia de la droga provoca en el mismo
una serie de trastornos mentales o fsicos que forman lo que se denomina sndrome de
abstinencia, cuyas caractersticas dependen de la droga que haya creado la adiccin.
II.1.1. Segn su grado de dependencia
Podemos clasificar, segn el grado de dependencia en:
Drogas Duras: Son aquellas que provocan una dependencia fsica y psicosocial, es decir,
que alteran el comportamiento psquico y social del adicto, como el opio y sus derivados, el
alcohol, las anfetaminas y los barbitricos.
Drogas Blandas: Son las que crean nicamente una dependencia psicosocial, entre las
que se encuentran los derivados del camo, como el hachs o la marihuana, as como
tambin el tabaco.
Esta divisin en "blandas" y "duras" es cuestionada por muchos estudiosos del tema ya que
consideran que se podra sugerir con ella que las "duras" son malas y, por consiguiente, las
1

El sndrome de abstinencia en una persona que

desarrollado una completa dependencia fsica respecto a los

opiceos, es una experiencia desgarradora.


Durante todo este periodo del sndrome, el infortunado toxicmano no puede ni dormir ni descansar. Calambres
dolorosos lo mantienen en la cama presa de una agitacin incesante. Bien se levanta y pasea, bien se echa en el suelo.
Salvo cuando se trata de un individuo excepcionalmente estoico (y pocos toxicmanos los son, puesto que
normalmente los estoicos no se entregan a los estupefacientes), llena el aire con gritos de desesperacin.
La cantidad de agua que segrega por los ojos y por la nariz es enorme, la cantidad de fluido expulsado proveniente del
estmago y de los intestinos, increble y el sudor que emana de su cuerpo es lo bastante abundante como para
empapar la ropa de la cama y el colchn. Sucio, sin afeitar, desgreado, embadurnado con sus propios vmitos y
excrementos, el toxicmano presenta ahora un aspecto casi infrahumano. Sin comer sin beber, adelgaza rpidamente
y en veinticuatro horas puede perder cinco kilos.

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"blandas" son buenas o menos malas y no es as, ya que a partir de determinadas dosis y segn
la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las
"duras."
2.1.2. Segn sus efectos
Narcticos: La palabra narctico es un vocablo griego que significa "cosa capaz de
adormecer y sedar". A pesar de que esta palabra se usa con frecuencia para referirse a todo
tipo de drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actan sobre el psiquismo del individuo, el
campo de los narcticos se pueden dividir en la actualidad en varios grupos, que son los
siguientes:
Opio, opiceos y sucedneos sintticos.
Neurolpticos o tranquilizantes mayores.
Ansiolticos o tranquilizantes menores.
Somnferos o barbitricos.
Grandes narcticos o anestsicos generales.
Se trata de drogas con composiciones y orgenes distintos, que tienen en comn su efecto en
el organismo, aunque ste se manifieste en manera y en grado diferentes.
Pero el elemento fundamental que las une consiste en que todos los narcticos causan
adiccin fsica.
Neurolpticos o tranquilizantes mayores: Se trata de sustancias utilizadas para tratar la
depresin, las manas y las psicosis, y muchas de ellas se venden sin prescripcin mdica en
la mayora de farmacias. Entre stas se encuentran las fenotiazinas, el haloperidol y la
reserpina.
Conocidos como neurolpticos (del griego neuro, "nervio", y lepto, atar), producen un estado de
indiferencia emocional, sin alterar la percepcin ni las funciones intelectuales.
Sumamente txicos, poseen efectos secundarios tales como parkinsonismo, destruccin de
clulas de la sangre, arritmia cardaca, anemia, obstruccin heptica, vrtigos, retencin
urinaria, estreimiento, irregularidad menstrual, atrofia testicular, congestin nasal, bruscos
ataques de parlisis muscular, sndromes malignos como hipertermia y muerte inesperada.
Ansiolticos o tranquilizantes meno: Habitualmente usados para tratar las neurosis, la
etimologa de su nombre, ansiolticos, significa "liquidador de la ansiedad".
Segn estadsticas farmacolgicas actuales, estas drogas constituyen la mitad de todos los
psicofrmacos consumidos en el mundo, a pesar de que producen un sndrome de abstinencia
muy grave.
En dosis mayores funcionan como hipnticos o inductores del sueo; tambin algunos se usan
como relajantes musculares. Producen letargia, estupor y coma, con relativa facilidad. En caso
de adiccin pueden inducir a la aparicin de alteraciones hemticas.
Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios depresivos, desasosiego o insomnio,
que suelen ser muy duraderos.
Somnferos o barbitricos: Estas sustancias se popularizaron cuando en Estados Unidos
aparecieron las primeras leyes que prohiban el alcohol, el opio y la morfina.
Grandes narcticos: Existen varias sustancias usadas en anestesia general que merecen
estar incluidas en este grupo por su capacidad de producir sopor o estupefaccin, mayor que la
de cualquier estupefaciente en sentido estricto. En dosis leves produce una primera fase de
excitacin cordial, como el alcohol, y luego sedacin y sopor. Tambin generan tolerancia y, en
consecuencia, adiccin, pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e incluso la muerte.
El fentanil, posee cuarenta veces ms potencia que la herona y es el ms usado actualmente
en las intervenciones quirrgicas, debido a su bajo ndice de toxicidad para el corazn y para el
sistema nervioso
El Opio y sus derivados, es un polvo de color tostado. Se extrae de los granos que contiene
el fruto y entre sus usos medicinales se encuentran la supresin del dolor, el control de los
espasmos y el uso como antitusgeno. Entre sus derivados se encuentran la morfina, la
herona, la metadona y la codena. Todos ellos pueden brindar extraordinarios beneficios
teraputicos si son recetados y controlados por un mdico, pero el uso descontrolado produce
efectos devastadores.

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El opio produce adiccin, tolerancia y dependencia fsica y psquica. La intensidad del sndrome
de abstinencia, y su gravedad, depende de varios factores: tipo de droga, tiempo de uso,
personalidad del consumidor, etctera.
Alucingenas: Son frmacos que provocan alteraciones psquicas que afectan a la
percepcin. La palabra "alucingeno" hace referencia a una distorsin en la percepcin de
visiones, audiciones y una generacin de sensaciones irreales. La alucinacin es un sntoma
grave de la psicosis de la mente y su aparicin distorsiona el conocimiento y la voluntad. Los
Alucingenos se consideran productos psicodlicos que inhiben los mecanismos de defensa
del yo, y facilitan la distribucin de la sensibilidad as como la aparicin de imgenes
desconcertantes.
El LSD es una sustancia semisinttica, derivado del ergot, extracto ste del cornezuelo del
centeno, usado en medicina al final de la Edad Media. Tambin fue muy utilizado en obstetricia
para evitar hemorragias puerperales y promover la contraccin del tero. En un principio fue
utilizado con fines teraputicos en alcohlicos, cancerosos y otros enfermos terminales para
ayudarles a superar el trance. Posteriormente fue abandonada la prctica al comprobarse los
resultados adversos, tales como suicidios a causa de las engaosas imgenes y terrorficas
visualizaciones. Tambin se comprob que poda desencadenar esquizofrenia y deterioros
mentales variados.
xtasis o Mdma: La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente conocida como
"xtasis" o "X-TC", es una droga sinttica psicoactiva con propiedades alucingenas de gran
potencial emotivo y perturbador psicolgico, con propiedades similares a las anfetaminas.
Metanfetamina: La persona que usa "Ice" piensa que la droga le proporciona energa
instantnea. La realidad es que la droga acelera el sistema nervioso, haciendo que el cuerpo
utilice la energa acumulada. Al no descansar lo suficiente y dejar de alimentarse-por la prdida
del apetito-el "Ice" causa dao permanente a la salud.
Cannabis sativa - Hachis Marihuana: El cannabis sativo es un arbusto silvestre que
crece en zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis metros, extrayndose
de su resina el hachs.
Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman
directamente, en resina del arbusto o en aceite desprendido de ste ltimo. De la modalidad en
que se presente la droga depender su denominacin: "marihuana" es el nombre de las
hojas del camo desmenuzadas, que despus de secarse y ser tratadas pueden
fumarse.
El hachs se obtiene de la inflorescencia del camo hembra, sustancia resinosa que se
presenta en forma de lminas compactas con un caracterstico olor.
II.2. Estimulantes
Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el hambre y el desnimo, los estimulantes
provocan una mayor resistencia fsica transitoria gracias a la activacin directa del sistema
nervioso central.
A. Estimulantes vegetales
El caf, el t, el mate, la cola, el cacao, el betel y la coca son plantas que crecen en muchas
partes del mundo. A pesar de que algunas de estas plantas suelen consumirse repetidas veces
al da durante buena parte de la vida, son sustancias txicas que poseen efectos secundarios.

Coca: La hoja de coca del arbusto indgena americano Erythroxylon coca, pertenece al
grupo de los estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de Latinoamrica, donde
es una prctica habitual mascar las hojas, siendo una gran mayora de los consumidores de las
zonas donde se cultiva. Su efecto sobre el sistema nervioso central es menor que los de la
cocana.
B. Estimulantes qumicos

La cocana: En los casos de intoxicacin aguda, sus efectos, que consisten en la


hiperestimulacin, el aumento de la presin sangunea y la aceleracin del ritmo cardaco,
seguidos de una subestimulacin, con parlisis muscular y dificultades respiratorias, puede
terminar en un colapso cardiocirculatorio.
La cocana estimula el sistema nervioso central, actuando directamente sobre el cerebro. La
cocana es una droga extremadamente adictiva, cuyos efectos se perciben en un lapso de 10
segundos y duran alrededor de 20 minutos. Acta directamente sobre los centros cerebrales
encargados de las sensaciones del placer. Dada su alta capacidad de producir daos y hasta

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destruccin celular, las sensaciones que eran placenteras en sujetos recin iniciados se
convierten en efectos desagradables como agitacin, llanto, irritabilidad, alucinaciones visuales
auditivas y tctiles, delirio paranoide, amnesia, confusin, fobias o terror desmedido, ansiedad,
estupor, depresin grave y tendencias suicidas.

Crack: Tambin denominado "cocana del pobre", acarrea un grave riesgo social y
sanitario, por la dependencia que provoca y los efectos nocivos que ocasiona en el organismo.
Se obtiene de la maceracin de hojas de coca con kerosene y compuestos sulfurados, que
lavada posteriormente con ciertos elementos voltiles, se convierte en el clorhidrato de
cocana.
La intoxicacin por esta sustancia implica cuadros delirantes seguidos de procesos depresivos
intensos. Sus consecuencias nocivas sobre el organismo son equiparables a las de las
anfetaminas administradas por va endovenosa, desestructurando la personalidad, y
colocndola en una adiccin compulsiva. Las lesiones orgnicas son evidentes e irreversibles.

Las anfetaminas: Fueron utilizadas como estimulantes, luego en forma de inhalaciones


para el tratamiento de catarros y congestiones nasales, ms tarde como pldoras contra el
mareo y para disminuir el apetito en el tratamiento de la obesidad y, finalmente, como
antidepresivos.
El consumo de este excitante est ampliamente extendido y distribuido por todas las clases
sociales. A diferencia de lo que sucede con la cocana que la consumen preferentemente los
sectores medios y altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que pretenden
sobreexcitacin como por amas de casa que buscan un anorxico para sus dietas o por
estudiantes que preparan exmenes.
II.3.
Productos Qumicos
Son veintisis los Insumos Qumicos Fiscalizados (IQF) que se utilizan en el Per, para
fines lcitos. Sin embargo, a veces, ellos son obtenidos por los Traficantes de Drogas, usando la
colaboracin de algunos fabricantes, exportadores, importadores, sus empleados o terceros
que se encuentran coludidos con los traficantes de drogas desde el momento en que los IQF
son adquiridos para fines aparentemente lcitos.
De estos Insumos unos reciben la denominacin de PRECURSORES, porque se utilizan para
la produccin, fabricacin y elaboracin de sustancias psicotrpicas, o de aquellas que
producen un efecto similar. Hay otro grupo denominado ESPECFICO, que es reemplazado por
otro insumo para la obtencin de una droga, stos pueden ser los solventes reactivos o
catalizadores, que son utilizados en la produccin, fabricacin, extraccin y preparacin de
sustancias psicotrpicas, as como otras similares por sus efectos.
Mientras que, los IQF en el mundo llegan actualmente a un total de 88 y son fiscalizados
principalmente por Argentina, Ecuador, Brasil, Colombia, EEUU, Mxico, Per, Hong Kong,
Tailandia, Asia Sur Oriental, as tambin por intermedio de los organismos internacionales.
Los Insumos Qumicos Fiscalizados2 que se utilizan en la Elaboracin de las Drogas en
el Per son los siguientes:
cido Sulfrico: Conocido tambin como sulfato de hidrgeno, aceite de vitriolo, leum; es
una sustancia que se usa como sustituto del cido ntrico. Es utilizado para extraer la
cocana de las hojas de coca y en la conversin de la pasta bruta en PBC. Este producto
qumico se utiliza en la fabricacin de abonos, papel, cola o pegamento. Tambin en la
purificacin del petrleo, en la oxidacin de metales y otras materiales como secante,
ingrediente de los detergentes, compuestos antioxidantes, solucin electroltica para
acumuladores de automviles, agricultura, fertilizantes, aceites, productos qumicos, para la
curtiembre entre otros usos.
Acetona: Es un solvente que los traficantes de drogas utilizan en la elaboracin de herona,
as como para la conversin de la pasta bsica de cocana al clorhidrato de cocana, en
caso de no contar con la acetona sta es sustituida por el ter, metilisobutil cetona, thinner,
alcohol isoproplico. Los usos lcitos que tiene la acetona como solvente son el la fabricacin
de plsticos, pinturas, lubricantes, cosmticos, aceites, resinas, cauchos, lacas, as como
2

Con fecha 29 de julio de 2004 se promulg la Ley No. 28305, Ley de Control de Insumos Qumicos, que en su artculo
1 establece que dicha ley tiene por objeto establecer las medidas de control y fiscalizacin de los insumos qumicos y
productos que, directa o indirectamente, puedan ser utilizados en la elaboracin ilcita de drogas derivadas de la hoja
de coca, de la amapola y otras que se obtienen a travs de procesos de sntesis. Su artculo 4 nombra cules son los
insumos qumicos que sern fiscalizados, cualquiera sea su denominacin, forma o presentacin.

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tambin en la produccin de cloroformo, cido actico, yodoformo, para la elaboracin de


explosivos, pelcula fotogrfica y de video, entre otros usos.
Acido Clorhdrico: Es utilizado generalmente como precursor, porque no tiene sustitutos,
para la obtencin de los clorhidratos de algunas sustancias ilegales, como el clorhidrato de
cocana. El cido clorhdrico es tambin conocido como cido muritico, cloruro de
hidrgeno.
Benceno: Es un solvente empleado en la conversin de la cocana bsica en clorhidrato de
cocana, as como en la elaboracin den la fenciclidina. A este qumico se le conoce como
benzol, anuleno, hidrato de fenilo, ciclohexatrineo, nafta de carbn, ciclohexanotrieno. Es
utilizado como solvente de ceras, resinas y aceites, para la preparacin de etilbenceno,
cumeno y ciclohexano, fabricacin de barnices y lacas, tambin como ingredientes de
ciertos combustibles de motores y para la produccin de bateras o pilas secas.
Carbonato de sodio: Se emplea para preparar pasta bsica de cocana bruta, cocana
bsica y otras sustancias, neutralizando el efecto del cido. Tiene como sustitutos al xido
de calcio, carbonato de calcio, bicarbonato de sodio, carbonato de potasio, hidrxidos de
sodio y potasio e hidrxido de amonio. Es producto de uso general, usado en la preparacin
de sales de sodio, fabricacin de vidrio y jabn, blanqueo del hilo y del algodn, lavado de
telas, detergente de uso general, industria fotogrfica y en qumica analtica.
Carbonato de potasio: Se le emplea como alcalizante en la preparacin de pasta de coca,
cocana bsica y otras sustancias de elaboracin clandestina. Conocido tambin como
potasa cusica, sal trtara, cenizas de perla. Tiene como sustituto al xido de calcio,
carbonato de calcio, bicarbonato de sodio, etc.
Eteretlico: Es un solvente usado para la conversin de la herona y cocana bsica en
clorhidrato de herona y de cocana, respectivamente. Es conocido como ter, ter sulfrico,
ter anestsico, etoxietano.
Hipoclorito de Sodio: Usado como oxidante en la purificacin de la cocana, a veces como
sustituto del permanganato de potasio. Conocido como leja y agua del barraque. Puede ser
sustituido por agua oxigenada.
Kerosene: Es utilizado en la extraccin de la cocana en su fase inicial. Se presenta como
kerosene industrial o domstico. El industrial se diferencia del domstico porque a ste se le
ha adicionado un colorante marcador de color rojo, para identificarlo y poder detectar su
presencia cuando se mezcla con otros combustibles. El kerosene es un hidrocarburo
aliftico lquido. Industrialmente se usa como fuente de iluminacin y calefaccin, en el
curado del tabaco, en incubadoras, equipos de secado de granos y forraje, en cocinas y
refrigeradoras a kerosene. Su fabricacin parte del refinamiento a travs de los destiladores
ligeros del petrleo.
Metiletilcetona: Sustancia utilizada en la conversin de la cocana bsica en el clorhidrato
de cocana. Tambin es conocido como MEK, meco, etilmetil cetona, butanona. Tiene los
mismos sustitutos de la acetona. Es un lquido incoloro, brillante, movedizo, de penetrante y
agradable olor caracterstico, muy voltil e inflamable.
Permanganato de potasio: Sustancia utilizada como oxidante para extraer impurezas de la
pasta de coca, tambin para oxidar la efedrina en efedrona. Es conocida como sal potsica
del cido permangnico, camalen mineral. Se le sustituye con el hipoclorito de sodio y el
agua oxigenada. Requiere de mucho cuidado pues explosiona al entrar en contacto con
cidos y sustancias oxidables.
Sulfato de sodio: Se encuentra en dos formas: Anhidra (sulfato sdico anhidro, sulfato
sdico desecado, torta de sal) e Hidratado (sulfato sdico decahidrato). Es empleado en
esta forma para el secado de solventes orgnicos como ter, acetona, etc, y ser utilizados
nuevamente.
Tolueno: Solvente usado en la conversin de la cocana bsica a clorhidrato de cocana y
otras sustancias ilcitas. Es conocido como toluol, metilbenceno, fenilmetano, metacide,
metilbenzol. Tiene los mismos sustitutos que la acetona.
Amoniaco: Insumo gaseoso que para ser utilizado se le hace burbujear en agua, formando
una sustancia alcalina que se emplea para producir pasta de coca y cocana bsica. Es un
gas incoloro, picante, olor lacrimgeno, soluble en agua. Es txico si se inhala, deteriorando
las vas respiratorias.

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Cloruro de amonio: Se presenta en forma de cristales incoloros o polvo granular blanco,


inodoro, de sabor salino y con tendencia a apelmazarse y es soluble al agua. Se le conoce
como sal amoniaco. Se utiliza para extraer la morfina del opio y para la elaboracin de
herona. Tambin se usa para cubrir el hierro de zinc, las pilas secas, bateras para producir
corriente elctrica y detergente. Se prepara de la unin directa del amoniaco gaseoso con el
cido clorhdrico, tambin por reaccin del amoniaco con dixido de carbono.
Gasolina: Sustancia universalmente utilizada como combustible de automotores y
maquinarias. Mezcla de hidrocarburos lquidos incoloros, voltiles y fcilmente inflamables,
obtenidos en la destilacin y craqueo del petrleo. Es utilizado en la extraccin de la
cocana en su fase inicial.
Oxido de Calcio: Es una materia alcalina que se emplea en la preparacin de pasta de
coca, cocana bsica y otras sustancias, y puede ser de dos maneras, como material
alcalinizante, que con el agua solubiliza la Cocana, y como material de limpieza permitiendo
que las partculas inorgnicas que estn suspendidas en la solucin rica de cocana se
precipiten.
3.

Problemas que ocasionan las drogas


Los factores relacionados con la gnesis del consumo de drogas se han agrupado en tres
categoras: factores personales, influencias micro sociales o interpersonales, e influencias ambientales
globales3.
3.1. Factores Personales: Se ha considerado la existencia de una serie de rasgos de
personalidad que hacen ms vulnerable a los sujetos para iniciarse y llegar al consumo abusivo
de las sustancias psicoactivas. Caractersticas tales como: inconformismo social, baja
motivacin para el rendimiento acadmico, independencia, rebelda, tendencia a la bsqueda
de sensaciones nuevas e intensas, tolerancia a la desviacin, tendencias antisociales
tempranas (agresividad, delincuencia). No existiendo una "personalidad" propia del
drogodependiente, en general s se afirma que individuos con problemas de socializacin, con
un bajo umbral para la frustracin, el fracaso y el dolor, que buscan la satisfaccin inmediata,
que carecen de habilidades de comportamiento para enfrentarse a los problemas de la vida y a
las demandas de la sociedad.
3.2. Factores Sociales: Cada joven tiene un entorno interpersonal y social que es nico y
comprende a sus padres, hermanos, compaeros y otros adultos importantes para su vida y
desarrollo. En el contexto familiar se pueden dar circunstancias y ciertos factores que
favorezcan el acercamiento de los jvenes al consumo de drogas. El joven est continuamente
expuesto a modelos que presentan una conducta adictiva. El consumo por los padres y
profesores de drogas legales: tabaco, alcohol y frmacos es motivo de observacin por los
hijos o alumnos; por imitacin se adopta la tendencia a consumir drogas, aprendindose a que
stas son consideradas una solucin siempre que surge algn tipo de problema. Los intereses
y las expectativas de los compaeros contribuyen en gran medida a determinar que una
persona ensaye o no una droga causante de dependencia. La mayora de jvenes
consumidores de drogas, las obtienen de personas de su edad y no de adultos. El deseo de
integrarse en el grupo y de tener intercambio social dentro de l puede dar por resultado que se
inicie y se mantenga el uso de drogas si algunos miembros influyentes de ese grupo son
consumidores intermitentes o habituales.
3.3. Factores Ambientales Globales: Asistimos a una creciente medicalizacin de los
problemas humanos. La medicacin, "la pastilla", constituye la solucin mgica de todo tipo de
problemas. Se genera as un hbito farmacolgico con uso abusivo del medicamento. Los
nios estn acostumbrados a observar cmo sus padres acuden al frmaco como solucin a
cualquier desajuste personal; siendo sencillo generalizar el culto del frmaco al uso de las
drogas. El drogodependiente es siempre vctima de una situacin social determinada. Los
seres humanos a travs de su comportamiento buscan la adaptacin a su medio. En la
adolescencia se facilita la conducta de probar. Es en la adolescencia, durante el proceso de
socializacin y cuando el control de la conducta de los sujetos deja gradualmente de estar en
manos de los padres para ir adquiriendo un cierto grado de autocontrol, el momento genrico
de mximo riesgo. As pues, prevenir la drogodependencia supone incidir de forma directa
3

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sobre los fenmenos de toda ndole (personales, influencias micro sociales o interpersonales e
influencias ambientales globales) que facilitan, en ciertos sujetos, el desarrollo de pautas
disfuncionales de consumo de sustancias psicoactivas.
4. Las drogas y su Trfico Ilcito en el mbito del derecho sustancial
Despus de los delitos contra el patrimonio es el delito ms frecuente en la criminalidad nacional e
internacional, con una cifra negra de delitos desconocidos muy elevada, pues no se suelen descubrir ms
all del 2 o 3% de los delitos que se cometen. Es un gran problema para la Administracin de justicia a
todos sus niveles, incluyendo Ministerio Pblico, la Polica, pues buena parte de los procedimientos y
logstica estn dedicados a la lucha contra esta forma de criminalidad, de ah que, junto con otras razones,
se haya planteado la legalizacin del cultivo y trfico de estupefacientes, por lo menos para las sustancias
que no causen grave dao a la salud. El problema, cada vez ms grave, no encuentra vas de solucin,
pese a los esfuerzos realizados.4
4.1. Concepto de Trfico Ilcito de Drogas
En este punto debemos partir de sealar que la expresin trfico ilcito de drogas resulta ms
apropiada para calificar lo que comnmente se denomina narcotrfico. En primer lugar, porque
no todo trfico es ilcito, pues hay muchas drogas que se venden legalmente en las
farmacias; en segundo lugar, porque no toda droga traficada ilegalmente es un
narctico.
Por otro lado, cuando hablamos de drogas, nos referimos a toda sustancia natural o sinttica
que al ser introducida en el organismo humano por cualquier medio, produce en menor o en
mayor grado, estimulacin, depresin o disturbios en la personalidad del usuario, modificando
las percepciones sensoriales y creando una necesidad continua de su uso.
Esta definicin comprende a las denominadas drogas estupefacientes, psicotrpicas,
estimulantes, depresivas, delirantes y alucingenas o narcticas, tales como la cocana, la
herona, el opio, el LSD, la marihuana, el xtasis, entre otras.
En este sentido, podemos definir el trfico ilcito de drogas como aquella actividad ilcita
que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas txicas, estupefacientes o
sustancias psicotrpicas, mediante actos de fabricacin, comercializacin o trfico de
estas sustancias.
4.2. Tipificacin
En nuestro Cdigo Penal junto al mantenimiento de tipo bsico, de carcter abierto, tienen
asiento conductas cuya aptitud lesiva sobre el bien jurdico es harto discutible, y en el que,
consecuentemente, se opera un adelantamiento de la barrera punitiva, equiparando: tentativa
y consumacin, la prevencin de una irracional tendencia unificadora de
comportamientos tpicos relativos a conductas de autora y participacin, portadores de
contenido de injusto claramente desiguales. Las circunstancias agravantes se modifican y
amplan, con criterios polticos - criminales poco claros, que acercan las novedades ms hacia
un uso simblico del Derecho penal que a un Derecho penal ms justo y eficaz 5.
Hay que tener presente, dice Serrano Gmez, que estamos ante delitos de peligro y
consumacin anticipada, as como que el Cdigo Penal Espaol distingue entre sustancias o
productos que causan grave dao a la salud y los dems casos, es decir, los que no causan
ese grave dao. La STE del 29.9.1997, anota: para determina si una sustancia incluida en las
listas de drogas txicas, estupefacientes o sustancias psicotrpicas a los efectos de la ley, que
pueda reputarse que cause o no grave dao a la salud, habr que atender a sus efectos sobre
la conducta, comportamiento, psiquismo y, en general, la salud personal. 6
4.3. Autoconsumo
El autoconsumo no es punible. La cantidad de droga poseda es un elemento para la prueba
del elemento subjetivo del tipo y no un elemento objetivo del mismo. Esta diferencia es
importante, puesto que la cantidad de droga poseda puede y, en su caso, debe ser
4

CARMONA SALGADO. La Circulacin y entrega vigilada de drogas y el agente encubierto en el marco de la


criminalidad organizada sobre narcotrfico. En Estudios jurdicopenales y polticocriminales sobre trfico de drogas
y figuras afines. Coord. Morillas Cuevas; Madrid, 2004. Tambin ver en la misma obra: MARTNEZ RUIZ, J. La
proteccin de peritos y testigos en las causas criminales.
5
Jos VALLE MUIZ y Oscar MORALES GARCA. Tratamiento jurdico penal del trfico ilcito de drogas txicas. En
AAVV, Dir. Quintero Olivares y Morales Prats: Comentarios a la parte especial del derecho penal; Espaa, 5 edic.
2005, p. 1377.
6

SERRANO GMEZ / SERRANO MALLO. Derecho Penal. Parte Especial. Dikyson, 16 edic., Madrid, 2011, p. 711-712.

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valorada junto con otros elementos de juicio que permitan inducir el propsito de
traficar. Por el contrario, si fuera un elemento objetivo, bastara con la comprobacin de la
cantidad, sin ms. Los problemas se presentan con frecuencia es cuando el drogadicto, a su
vez, es traficante, ya que con los beneficios del trfico adquiere la dosis que precisa para su
propio consumo. Hay que tener en cuenta que un consumidor no traficante puede llegar a
adquirir cantidades muy superiores para su consumo, pues a mayor cantidad adquirida se
consigue ms barata; por otra parte, depende de la situacin econmica para adquirir
cantidades importantes.
As tambin, en la Constitucin ecuatoriana, en el Artculo 364 se seala que las adicciones
son un problema de salud pblica, y que al Estado le corresponder desarrollar programas
coordinados de informacin, prevencin y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias
estupefacientes y psicotrpicas; as como ofrecer tratamiento y rehabilitacin a los
consumidores ocasionales, habituales y problemticos. En ningn caso se permitir su
criminalizacin ni se vulnerarn sus derechos constitucionales.
Es interesante revisar y profundizar sobre los estudios realizados sobre este controvertido tema
del consumo personal de drogas y saber cules han sido los fundamentos poltico criminales
que llevaron a considerar tales conductas como indiferentes para el Derecho Penal. As
tenemos a Alonso R. Pea Cabrera Freyre 7, que seala que no se les considera impunes
porque sean atpicas o antijurdicas o culpables, sino porque punir el consumo de drogas
prohibidas, significara desmantelar las bases del Estado Constitucional de Derecho al
penalizar conductas privativas de la personalidad humana, aquella esfera ntima del
individuo, indicador de la libertad del ser humano, de hacer con su propio cuerpo u organismo
lo que le plazca, al margen de aquellos que an no han logrado un desarrollo gensico pleno o
antes sujetos manifiestamente inimputables.
Es interesante analizar cmo el consumo de drogas importa una conducta desprovista de
relevancia jurdico - penal, constituyendo una eximente de responsabilidad penal, al reconocer
el Estado, segn los valores que inspiran una democracia de Derecho, que los individuos son
libres de autoconducirse de acuerdo a su propio sentir y entender.
Se trata de la posibilidad de la persona de determinar libremente, de conformidad con dicha
determinacin sin que esa actuacin, siempre que sea lcita sufra interferencias o
impedimentos por parte de terceros y, especialmente, por parte de los poderes pblicos 8.
Alonso R. Pea Cabrera Freyre apunta que en la doctrina, el Estado nacido de las modernas
constituciones se caracteriza, entre otras cosas, por la funcionalizacin de todos sus poderes al
servicio de las garantas de los derechos fundamentales de los ciudadanos, mediante la
incorporacin limitativa en su Constitucin de los deberes pblicos correspondientes, es decir,
la prohibicin de lesionar los derechos pblicos de libertad y las obligaciones de dar
satisfaccin a los derechos sociales.
Si es que el ESTADO DECIDE PROHIBIR EL CONSUMO DE DROGAS ILCITAS,
PENALIZANDO UNA CONDUCTA QUE REVELA UNA DECISIN BASADA EN UN
RECONOCIMIENTO A LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES-, NIEGA ASIMISMO, SU
PROPIO BASAMENTO BASILAR, EN EL SENTIDO DE RESPETAR LA AUTONOMA INTER
SUBJETIVA DE LOS INDIVIDUOS, PLATAFORMA ESENCIAL EN UN ESTADO
CONSTITUCIONAL DE DERECHO.
As las cosas, es acaso difcil de comprender, o mejor dicho, dejndonos de hipocresas,
aceptar de una vez por todas, que si estamos reconociendo la LIBERTAD DE CADA UNO, de
consumir drogas (si as cada quien lo desea), porque estamos en un Estado Constitucional de
Derecho y ah s las libertades se respetan, tambin deberamos legalizar la forma en que las
drogas llegan a ellos o cmo es que debemos entender que llegan los estupefacientes a las
manos de esos consumidores libres?, no es acaso de las manos de quienes
microcomercializan y deben esconderse para ello, y que yendo de retroceso, y tratando de
cerrar el crculo, finalmente todo ello ha partido de los grandes crteles que, ilegalmente, S,
ILEGALMENTE, hicieron posible que la droga, que en estos momentos muchos de aquellos
ciudadanos libres (porque para ellos s existe el Estado Constitucional de Derecho) estn
consumiendo
7

PEA CABRERA FREYRE, Alonso R. La poltica criminal en materia de drogas ilcitas y el consumo personal impune.
Dilogo con la Jurisprudencia. Revista N166, Primera Edicin, julio 2012, p.161.
8
GARCA MORILLO, J, y otros. Derecho Constitucional. Vol I, Madrid, 1997, p.231.

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No es absurdo permitir que se consuma (a escala de personal) las drogas pero sin que se
quiera que existan organizaciones bien estructuradas que las proporcionen? O sea, se puede
consumir pero no se permite que haya quien las proporcione? Absurdo o no? Cmo es que
si hemos reconocido que con la entrada en vigencia del Estado Liberal de Derecho se garantiza
el respeto hacia las libertades fundamentales, esto es, que el Derecho Penal no debe intervenir,
cuando se identifique un plano de autorrealizacin personal, desprovisto por tanto, de todo
rasgo de lesividad social; siendo ello as, mientras la conducta humana no desborde un mbito
de circularidad, le est vedado intervenir al poder penal estatal, por ende, que dicha expresin
de la personalidad humana sea objeto de represin; se intenta reprimir (o mejor dicho, no
legalizar) la comercializacin de la droga, que finalmente aliviara toda la gran carga que el
Estado se echa cuesta arriba cada vez que intenta combatir el narcotrfico de cada da que es
la que tantas penas y muertes ha costado para que los ciudadanos que deciden y tiene la
libertad de drogarse (porque no se les ha prohibido tal conducta) lo hagan?
Llevados los argumentos esbozados, al tema que es esta seccin nos ocupa, se tiene que el
articulado in examen-, exonera de responsabilidad penal a quien posee drogas ilcitas
para su consumo personal (e inmediato); lo cual genera una serie de reflexiones, tanto
desde una perspectiva de poltica criminal como de orden dogmtico, en el sentido de
escudriar las razones y/o motivos por los cuales, una conducta as concebida no es
objeto de sancin por parte del Derecho Penal.
3.4. Delito de peligro abstracto
La jurisprudencia espaola, seala: estamos en presencia de un delito de peligro
abstracto, de simple actividad y consumacin anticipada, en el que se ha optado por
anticipar la consumacin de la infraccin criminal a un momento anterior al de la realidad del
trfico, estimando perfeccionado el acto punible por la mera tenencia de la droga, probado el
nimo de destinarla al consumo de otras personas; resultando de tal modo suficiente la
coincidencia de los dos elementos integrantes del delito, como es el corpus (la tenencia
o posesin de la droga) y el animus (el elemento tendencial de destinar la droga al
trfico). En estos delitos se pretende proteger la salud de las personas; no se trata de evitar la
creacin de riesgos que minoren el nivel de salud general del pas. Y se protege este nivel
general cuando el ataque se hace mediante conductas genricas e inespecficas (no tienen por
objeto proteger la salud de persona o personas determinadas).
3.5. Anlisis del delito de Trfico Ilcito de Drogas, segn el Cdigo Penal peruano
3.5.1. Artculo 296
El que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas txicas, estupefacientes o
sustancias psicotrpicas, mediante actos de fabricacin o trfico o las posea con este ultimo
fin, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor, de quince aos,
con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco das-multa e inhabilitacin conforme al articulo
36, incisos 1, 2, y 4.
El que posea drogas txicas, estupefacientes o sustancias psicotrpicas para su trfico ilcito
ser reprimido con pena privativa de la libertad no menos de seis ni mayor de doce aos y con
ciento veinte a ciento ochenta das multa.
El que provee, produce, acopie o comercialice materias primas o insumos para ser destinados
a la elaboracin ilegal de drogas en cualquiera de sus etapas de maceracin, procesamiento o
elaboracin y/o promueva, facilite o financie dichos actos, ser reprimido con pena privativa de
la libertad no menor de cinco mayor de diez aos y con sesenta a ciento veinte das multa.
El que toma parte en una conspiracin de dos o ms personas para promover, favorecer o
facilitar el trfico ilcito de drogas, ser reprimido con pena privativa de la libertad no menor de
cinco ni mayor de diez aos y con sesenta a ciento veinte das multa.
Bien Jurdico protegido:

Cdigo Penal Peruano: Seala la EXPOSICIN DE MOTIVOS DEL CDIGO PENAL, que
el Trfico Ilcito de Drogas, anteriormente comprendido en una ley especial, ahora es incluido
dentro de los delitos contra la salud pblica. Lo que se pretende proteger es, precisamente, la
salud pblica. Respecto de la legislacin anterior, el Cdigo, adems de variacin en cuanto a la
penalidad de los tipos legales, precisa que la posesin de droga para que sea delito, debe tener
como finalidad el trfico. Se establece, adems, criterios para determinar si la droga poseda tiene
como finalidad el consumo: correlacin peso-dosis, pureza de la droga y aprehensin de la misma.
Tambin se reprime el favorecimiento al cultivo.

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En el primer prrafo, cuando se seala que Promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal,
el bien jurdico protegido es la salud pblica. Este vocablo indica la salud de los individuos que
componen la sociedad, sin olvidar, obviamente, la salud individual, porque si sta se daa tambin
aquella se resiente. En estos casos la colectividad se yuxtapone a la persona y, frente al individuo
concreto -lesionado-, aparece el conjunto social como sujeto pasivo.
En el segundo prrafo, cuando se seala que El que posee drogas txicas, estupefacientes
o sustancias sicotrpicas para su trfico ilcito, tambin lo que se busca es preservar la salud
pblica. Esta modalidad delictiva implica, sin embargo, una puesta en riesgo ms remota al bien
jurdico. Es un delito de peligro abstracto, que puede llevarse a cabo, con el concurso de sujetos
que slo contribuyen a transportar la droga de un lugar a otro, sin participar en la venta directa a
consumidores. De all que no se requiere, para la consumacin, que el Juez determine que la
posesin con fines de trfico haya implicado una efectiva promocin, favorecimiento o facilitacin
para el consumo de terceros. La posesin de droga debe estar orientada hacia un acto posterior
del trfico, es decir, de comercializacin. La tipicidad no exige la presencia de un elemento
subjetivo especial distinto del dolo de aquellos a los que la doctrina califica como de tenencia
interna trascendente. El agente debe subrepticiamente proponerse un fin ulterior a la posesin,
esto es, destinar la droga poseda al trfico ilegal (por eso, tal estado, se dice que es de carcter
permanente). Por lo antes dicho, se excluye de entrada, los casos de promocin para propio
consumo y otros fines lcitos.
En cuanto al tercer prrafo, El que provee, produce, acopie o comercialice materias primas
o insumos para ser destinados a la elaboracin ilegal de drogas., el Bien jurdico es la salud
pblica. El comercio de las materias primas y de insumos qumicos para fines del TID-, constituye
una conducta que pone en peligro abstracto al bien jurdico.
En relacin al cuarto prrafo, El que toma parte en una conspiracin de dos o mas
personas para promover, favorecer o facilitar el trfico ilcito de drogas, que ingres con la
modificacin que se hizo mediante el Dec. Leg. 982 del 22/7/2007. Se castiga al que toma parte en
una conspiracin de dos o ms personas para promover, favorecer o facilitar el TID (asociacin
ilcita, especfica), se mantiene la proteccin del mismo bien jurdico: la salud pblica.

Doctrina: ENRIQUE BACIGALUPO, habla que la salud pblica es un bien jurdico


totalmente difuso, que implica una cierta desvaloracin de la salud individual. En suma, en
este delito no puede invocarse la proteccin de la salud individual como inters protegido (el
derecho a la autodeterminacin, a la libertad, impedira castigar las lesiones consentidas a la
propia salud, lo cual, por lo dems, sera contradictorio con el orden jurdico).
ANTONIO BERISTAIN, viene sosteniendo que el artculo 344 del Cdigo Espaol, es un tipo penal
en blanco, puesto que al referirse a las sustancias objeto del delito, no las determina, dejando esa
tarea a la normatividad extra penal nacional e internacional. De all que este autor proponga que
se consideren como objeto del delito las sustancias que precisan las listas anexas a las
Convenciones ONU de 1961 y de 1971, con las consideraciones complementarias que contienen
la Ley17/1967 sobre estupefacientes y el Real Decreto 2829/1977 sobre sustancias y preparados
psicotrpicos9.
FRANCISCO MUOZ CONDE, parte de considerar que el delito de Trfico Ilcito de Drogas, es un
atentado a la salud pblica, por lo que con independencia de su clasificacin farmacolgica o de
sus efectos clnicos, lo fundamental es que las sustancias objeto de criminalizacin sean
peligrosas.
JOS MARA LORENZO SALGADO y LUS ARROYO ZAPATERO, sostienen la necesidad de
establecer catlogos cerrados de las sustancias fiscalizadas que pueden constituirse en objeto
potencial del Trfico Ilcito de Drogas.
BRAMONT ARIAS seala que el bien jurdico protegido en el trfico ilcito de drogas es la salud
pblica, lo cual esta, a su vez, enmarcado en el Cdigo Penal en los delitos contra la seguridad
pblica. Por tanto nos encontramos ante un bien jurdico macro social, la salud pblica.
Jurisprudencia: El bien jurdico protegido en el trfico ilcito de drogas es la salud pblica,
y siendo que este delito se encuentra enmarcado en el cdigo penal en los delitos contra la
seguridad pblica, se puede concluir que nos encontramos ante la proteccin de un bien jurdico
macrosocial - la salud pblica como inters estatal.10
9

Los psicotrpicos son cualquier sustancia, natural o sinttica, o cualquier material natural de la Lista I, II, III y IV
-Anexo del Convenio-, Psilocibina, LSD-25, Anfetamina, Metanfetamina, Amobarbital, Secobarbital, etc.
10
R.N. N 1669-2003-Hunuco.

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Si bien es cierto que genricamente este delito arremete la salud pblica, como bien jurdico, no
debe olvidarse que los efectos de esta agresin inciden directamente en la salud fsica y mental de
la persona humana, con efectos muchas veces irreversibles, causando inclusive la degeneracin
gentica con imprevisibles consecuencias futuras para la humanidad y por el mismo motivo la
incidencia de estos delitos tambin afecta la estructura social, poltica, cultural y econmica de los
Estados11.

Tipicidad objetiva:
Cdigo Penal Peruano: La accin tpica, como se ve en el primer prrafo, es el fabricar,
traficar drogas, logrando como resultado promover, favorecer o facilitar su consumo ilegal
de drogas txicas, es una accin de peligro concreto.12
Con los trminos PROMOVER, FAVORECER O FACILITAR, se comprueba cmo nuestro
legislador sigue la tendencia omniconprensiva en lo que se hado en llamar ciclo de la droga,
es decir, la penalizacin de todo comportamiento que suponga una contribucin, por mnima
que sea, su consumo13.
Pero hay que precisar que el Cdigo Penal, en su primer prrafo, no castiga toda
promocin, favorecimiento o facilitacin del consumo ilegal de droga, sino solo
aquellos comportamientos que se realizan mediante actos de fabricacin o trfico o
que consistan en su posesin con dicho fin.
Se entiende por fabricacin todos los procedimientos, distintos de la produccin, que
permitan obtener estupefacientes, incluidas la refinacin y la transformacin de unos
estupefacientes en otros (tambin en mismo sentido, el Convenio de 1971). Habr que
entender como estupefacientes las sustancias comprendidas en las Listas I y II que figuran a
continuacin del Convenio nico 1961, y las dems que adquieran tal consideracin en el
mbito internacional con arreglo a dicho Convenio, ms lo que se declare expresamente en el
Per;
El trmino TRFICO se refiere a todo acto de comercio, negociacin o actividad que busca la
obtencin, venta, almacenamiento, distribucin, transporte, etc. Entonces, ACTO DE
TRFICO es la comercializacin o negocio de la droga, se incluye la distribucin, el
transporte y el almacenamiento.
Y son ACTOS DE POSESIN, la relacin de hecho que une al sujeto con la droga, se
reprime la posesin con fines de comercializacin no la simple posesin. El sujeto que
posee para su consumo no ser reprimido con una sancin punitiva; tiene que ser una
posesin con fines lucrativos.
Tambin se considera o estn inmersos dentro de este delito aquellos que tienen posesin de
droga para su consumo y comercializacin (traficante-consumidor), este responde como
autor del delito de TID.
En el segundo prrafo, tenemos: i) sujeto activo: cualquiera que posea droga con el fin de
traficar. Aqu encaja la actividad del comercializador directo que, para llegar al mercado de
consumo, traslada la droga de un lugar otro (el traslado implica aqu posesin). Diferente es
el caso del poseedor que trafica slo transportando (llevando la droga de un lugar a otro),
pero no comercializa o vende a consumidores (tpico, los burriers). La pena resulta
atenuada, si le compara con la de la comercializacin del 296-A del CP, empero, ser mayor
para los comercializadores que usan de los burros (296, 1p), siempre y cuando hayan
logrado vender la droga trasladada por dichos paseros a los consumidores finales; ii) sujeto
pasivo: el Estado. No obstante, como la posesin afecta muy remotamente al bien jurdico, la
pena es atenuada (peligro abstracto); iii) objeto material: igual que del 1p, del 296; iv)
accin tpica: poseer, aunque sea temporalmente, drogas txicas, para traficar, llevndolas
de un lugar a otro o a los consumidores finales, pero en este ltimo caso, sin llegar a
concretar la venta; caso contrario, se le aplicar la pena mayor del 1p. del 296 CP; v) en el
prrafo segundo, se configura una hiptesis de peligro abstracto.
11
12

13

Exp. N 2113-98-Lima.Caro Coria, p. 555.


RODRGUEZ DEVESA, J. M. Derecho Penal, PE (actualizado por Serrano Gmez).
MUOZ CONDE, Derecho Penal: Parte Especial, Madrid, 1992, Pgina, 492.

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En el tercer prrafo i) el objeto material, lo integra las materias primas e insumos dirigidos a la
produccin de drogas. Este prrafo, describe las actividades de comercializacin de materias
primas oriundas del Per (hoja de coca y su procesamiento de PBC), a diferencia de la produccin
de insumos qumicos que vienen de pases industrializados; en nuestro caso, se ejecuta la tarea
primaria o bsica que se agota fundamentalmente en el pre-refinado y el refinado intermedio de la
coca en bruto; ii) el tipo subjetivo: es con dolo directo (nimo de comercializar); iii) no se admite la
culpa; iv) en el tercer prrafo, se estara ante una criminalizacin autnoma de actos
preparatorios; v) el legislador est tipificando con carcter autnomo y especfico un acto anterior
a la fabricacin o al trfico de drogas: actos preparatorios, por razn de prevencin general, son
criminalizados de modo independiente.

Objeto tpico:
Cdigo Penal Peruano: Se considera droga cualquier sustancia que, independientemente de
su utilidad teraputica, acta sobre el sistema nervioso central modificando la conducta del
individuo, pudiendo crear, tras su uso continuo, una frmaco dependencia.
As, se entiende por frmaco - dependencia segn la organizacin Mundial de la Salud (OMS), a
todo estado psquico, y a veces fsico, causado por la interaccin entre un organismo vivo y un
frmaco; se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por otras reacciones que
comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar el frmaco en forma continua o peridica a
fin de experimentar sus efectos psquicos y a veces para evitar el malestar que produce su
privacin.
La administracin de los medicamentos es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central del
individuo hasta provocar en l una alteracin fsica o intelectual, la experimentacin de nuevas
sensaciones o la modificacin de su estado fsico. Esa modificacin condicionada por los efectos
inmediatos (psicoactivos) o persistentes (crnicos), predispone a una reiteracin continuada en el
uso del producto. Su capacidad de crear dependencia, fsica o psquica, en el consumidor es
precisamente una de las caractersticas ms importantes a la hora de definir una sustancia como
droga.
Pero la dependencia no viene determinada exclusivamente por esa interaccin entre la sustancia y
el sistema nervioso central que, real y objetivamente, tiene efectos bioqumicos agudos,
persistentes o crnicos a corto, medio o largo plazo. Es una situacin ms compleja, en la que
tambin intervienen la estructura social donde se desenvuelve el sujeto, sus relaciones dentro de
un grupo humano y la agresividad en los mecanismos del mercado del producto. En este factor
dependencia est basada, precisamente, una de las clasificaciones ms controvertidas de las
drogas: duras o pesadas, cuando crean adicin fsica, y blandas o ligeras cuando no la crean.
En el tipo penal se alude a drogas txicas, estupefacientes o sustancias psicotrpicas.
Todos estos trminos encajan dentro del concepto de drogas txicas, esto es, aquella que
causa un dao a la salud; si debido a cualquier circunstancia, perdieran dicha propiedad y se
tornaran inocuas, no se configurara el delito de trfico ilcito de drogas, dada la ausencia de
peligro motivada por impropiedad absoluta del objeto material, lo que nos permitira hablar de un
delito imposible14.

Tipicidad subjetiva:
Cdigo Penal Peruano: En el comportamiento del primer prrafo del articulo 296 se requiere
necesariamente el dolo, pero en el caso de posesin se exige, adems, un elemento subjetivo del
tipo consistente en la intencin de destinar la posesin de droga al trfico.
En el comportamiento recogido en el segundo prrafo del artculo 296 del Cdigo Penal se
requiere, tambin aparte del dolo, un elemento subjetivo consistente en la intencin de destinar
el comercio a la elaboracin de drogas txicas.
En el segundo prrafo, se requiere del dolo, bastando la mera tenencia o posesin de la droga
con fines de trfico ilcito; el agente, subjetivamente, debe proponerse comercializar o transportar
la droga como un fin ulterior a la posesin. No es necesaria la comercializacin efectiva, bastando
slo la intencin. Por ello, la posesin para el propio consumo o con finalidad distinta al trfico
ilcito, carece de relevancia penal.
Doctrina: En este primer prrafo, siendo como dice PRADO, un delito de peligro concreto,
resulta indiferente la verificacin material de daos al bien jurdico salud pblica. La amplitud del
tipo bsico 296 CP permite extender el crculo de posibles sujetos activos a todos cuantos
intervengan con actos que puedan calificarse como de las conductas que dicho tipo seala.
14

BRAMONT ARIAS, Temas de Derecho Penal, Tomo V, Lima, Editorial San Marcos, 1998 Pgina 91.

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Jurisprudencia: Segn la jurisprudencia espaola, para la verificacin objetiva de la


finalidad de trfico, puede apreciarse a travs de la prueba indiciaria; al conjunto de
circunstancias concurrentes, como cantidad poseda, condicin de consumidor ocasional o
habitual del poseedor, variedad, la oportunidad, el lugar de la detencin, lugar donde se
incaute la droga, utensilios para su preparacin, capacidad adquisitiva del agente,
naturaleza de las dems especies incautadas como dinero, cigarrillos, balanzas de
precisin15. En suma, adems del dolo, subjetivamente, el agente debe proponerse un fin
ulterior a la posesin: que finalidad deba ser la de destinar la droga poseda al trfico ilegal.
La consumacin: poseer, aunque temporalmente, con fines de trfico.
Jurisprudencia peruana indica que El tipo subjetivo del delito de posesin de drogas txicas, exige
no solo la posesin de drogas, sino tambin el poseerlas con la finalidad de destinarlas al trfico
ilcito. La determinacin de tal finalidad est en funcin de las circunstancias concurrentes en cada
caso concreto16.
Sujetos:
Cdigo Penal Peruano: Tenemos: a) sujeto activo, cualquiera; b) pasivo, el Estado, como
titular del bien jurdico. Sin embargo, directamente es la colectividad, la sociedad en su conjunto.
En el caso del transporte de droga de un lugar a otro, puede hacerse mediante el uso de
cualquier vehculo o medio de locomocin, o mediante portadores como los burros, paseros,
burriers. Empero, stos (captados slo para transportar) deben ser reprimidos con el segundo
prrafo, del 296, porque llevan a cabo una actividad que, en realidad, los hace slo poseedores o
depositarios temporales. Su actividad, claro est, tiene el designio de facilitar la comercializacin;
es una posesin con fines de trfico: slo en el sentido de trasladar la droga de un lugar a otro. Su
contribucin slo es una forma de facilitar la actividad de quienes expendern la droga
directamente: los consumidores finales. Su participacin se restringe, en todo caso, a una etapa
previa a la venta final de las drogas.

Autora:
Cdigo Penal Peruano: La amplitud de la redaccin del tipo bsico, permite extender el crculo
de posibles sujetos activos de este delito a todos cuantos intervengan con actos que puedan
calificarse de fabricacin o trfico. En realidad el 296 similar al 368/2010 CPE-, incorpora un
concepto unitario de autor, conforme al cual se califica de tal a todo el que contribuya
causalmente de algn modo a la realizacin del delito; se deja as de lado los artculos 24 y 25 del
Cdigo Penal, sobre instigacin y complicidad (por ello, por ej., se considera autores a los
intermediarios). Empero, nada impedira, en correcta aplicacin de los criterios legales, apreciar
complicidad en casos de cooperacin necesaria (25 del Cdigo Penal), como cuando alguien
indica dnde se puede adquirir droga o prestar dinero para adquirirla; el nico problema ser, igual
que en cualquier otro delito, la dificultad de distinguir entre cooperacin necesaria y complicidad 17.
Jurisprudencia: El Tribunal Constitucional, ha dicho que, uno y otro delito son conductas
distintas, simultneas o sucesivas. Empero, siendo que, al ser la ratio legis en ambos delitos, la
misma, es preferible la tesis de concurso de leyes (48 CP) y castigar slo la infraccin ms
gravemente penada en el caso concreto.

Tentativa y consumacin:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo del Art. 296 el delito se consuma cuando se
promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas mediante actos de fabricacin, trficos o
posesin. Es admisible, igualmente, la tentativa en el tipo base del delito de trfico ilcito de
drogas.
Jurisprudencia: El TSE en fallo de 4.2.1985, ha dicho: que haba tentativa al ser los
individuos detenidos en el portal del edificio donde se realizaba el trfico; como fueron
sorprendidos antes de recibir la droga debe estimarse como tentativa ya que la cadena o ciclo de
trfico (favorecimiento) qued interrumpido, no habiendo siquiera la posibilidad de poder
continuarlo. En otro caso, el TSE dijo: por ser detenido en el aeropuerto antes o justo en el
momento de encontrarse con el pasajero que transporta la droga. En suma, el TSE ha aceptado
como posible una tentativa de tenencia de droga, cuando el autor ha intentado hacerse
15

LUZN PEA: Trfico y Consumo de drogas en Reforma Penal de 1982; citado por Muoz Conde.
R.N. N 3070-2004-Callao.
17
STSE de 305.1991: acompaante en el auto donde se transporta la droga, cmplice; STSE de 30.6.1993: vigilante
en la puerta del local donde se vende la droga, autor. En el fondo, estas jurisprudencias se mueven ms por principios
de proporcionalidad y de necesidad de pena, que por consideraciones estrictamente dogmticas.
16

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con la droga (materializado el intento de acciones prximas a su obtencin), sin haber


logrado su disponibilidad efectiva.
En cambio, el mismo Tribunal ha rechazado la aplicacin de la tentativa, dada la estructura del
tipo penal, cuando el autor no ha logrado los fines o metas, como el trfico de droga propiamente
dicho, perseguidos con la tenencia, porque el delito se consuma con la tenencia; en este caso, el
autor tiene la droga y tiende a un fin futuro y extratpico que no alcanza, mientras que en el
anterior caso, el autor ha comenzado la ejecucin con el fin de lograr la tenencia, sin alcanzarla.
Que estas conclusiones son consecuencia de una concepcin de la tentativa, aceptada en
general, que la define como un defecto del tipo objetivo, es decir, como un caso en el que
realmente no concurren todos los elementos del tipo objetivo, pero en los que el autor ha supuesto
dicha concurrencia. Por tal razn, en la doctrina se considera que la tentativa es un error de tipo
inverso. Como es claro, desde este punto de vista, la tentativa de los delitos de pura actividad o de
los delitos de peligro, no ofrece ninguna dificultad conceptual.
El TSE seala que, la imposibilidad de la consumacin del delito de trfico de drogas no
excluye su punibilidad como tentativa, pues, la introduccin del adverbio objetivamente en el
16 CPE/95-2010, no limita los casos de las tentativas punibles a las inidneas; quiere significar
que, el plan o actuacin del autor objetivamente considerado, son racionalmente aptos para
ocasionar el resultado. Se trata de supuestos en los que la intervencin penal se justifica
plenamente porque el autor ha decidido vulnerar el bien jurdico tutelado, a travs de una accin
que no resulta ajena a la rbita del tipo, utilizando los medios generalmente idneos, aun cuando
no lo sean en el caso concreto. Que, de todos modos, no se trata de una tentativa inidnea,
porque el juicio de idoneidad est bsicamente condicionado por la estructura del tipo penal.
Por ende, en un delito en el que la tipicidad se agota en la realizacin de una accin, este juicio no
necesita ser referido a la potencialidad causal de un medio para la produccin de un resultado
que implica una modificacin en el mundo exterior. Es decir, el juicio sobre la idoneidad en un
delito de actividad o de peligro abstracto, slo se debe referir a la aptitud de la accin para
la realizacin del tipo, sin ninguna vinculacin a un posible resultado proveniente
causalmente de la accin. Asimismo, el Tribunal ha dicho: que el enviado por el recurrente a
Madrid en busca de la droga no regres a Barcelona con ella, sino unos paquetes que al
contrario de lo supuesto por ellos- no contenan cocana u otro tipo de droga. Es decir, que el
recurrente crey tener en su poder droga, aunque realmente no era as, pues ste slo recibi
paquetes con otro contenido; es decir, que obrando con dolo completo, realiz acciones que le
hubieran permitido conseguir la droga, si el proveedor se la hubiera proporcionado.
Tribunales peruanos han sealado que Incurre en tentativa de trfico ilcito de drogas quien
comenz con la ejecucin del delito imputado al intentar comercializar la droga, tratando de
conseguir comprador18.

Concepto mdico:
Cdigo Penal Peruano: Para algunos penalistas habra una omisin sensible en la redaccin
del art. 296 del Cdigo Penal (no as en Espaa), pues, la realidad de este ilcito tan extendido en
la sociedad, exige recurrir a criterios mdicos o sanitarios, y de ese modo decidir el mbito ms
omnicomprensivo de la prohibicin. Del Convenio de N.Y. 1961, se deduce que no slo son los
criterios mdicos o sanitarios los que se tienen que tener en cuenta a la hora de decidir cules son
las sustancias cuyo trfico debe ser prohibido. As, se incluye sustancias que desde el punto de
vista estrictamente mdico, no tienen las caractersticas antes aludidas (cannabis y sus derivados)
o que, en todo caso, no son ms nocivas que otras cuyo consumo y trfico es legal o incluso
fomentado pblicamente como el alcohol, tabaco.
Jurisprudencia: Empero, un sector de la doctrina y la jurisprudencia espaola, considera que
el concepto de droga txica o estupefaciente viene determinado por los Convenios
Internacionales [El TSE, reconociendo que Espaa ha ratificado dichos convenios, sostiene que el
concepto de droga de la cannabis o hachs se har sobre la base de estar en la Lista I del
Convenio nico ONU].
3.5.2. Artculo 296 A
El que promueve, favorece, financia, facilita o ejecuta actos de siembra o cultivo de plantas de
amapola o adormidera de la especie papaver somnferum o marihuana de la especie cannabis
sativa, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho aos ni mayor de quince
18

R.N. N 16-2005-Junn.

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aos, y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco das multa e inhabilitacin conforme al
artculo 36, incisos 1,2 y 4.
El que comercializa o transfiere semillas de las especies a que alude el prrafo anterior ser
reprimido con pena privativa de la libertad no menor de cinco ni mayor de diez aos y con ciento
veinte a ciento ochenta das multa.
La pena ser privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de seis aos y de noventa a ciento
veinte das multa cuando:
1. La cantidad de plantas sembradas o cultivadas no exceda de cien.
2. La cantidad de semillas no exceda de la requerida para sembrar el nmero de plantas que
seala el inciso precedente.
Ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y cinco
aos el que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a la siembra o cultivo o al procesamiento
ilcito

Bien jurdico:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo, el bien jurdico es la salud pblica,
constituyndose en un delito de peligro abstracto, aunque ello implique un adelantamiento
desmesurado de la punicin. Ello no libera al juzgador considerar el principio de lesividad y
proporcionalidad al aplicar la pena, porque no es igual sembrar marihuana que amapola ni,
eventualmente, sembrar o cultivar, que dedicarse a financiar, promover o favorecer dicho cultivo.
En el segundo prrafo, el bien jurdico es la salud pblica; aqu, se nota ms claramente- un
serio quebrantamiento del principio de proporcionalidad y lesividad en la intervencin penal:
debera considerarse que slo son actos preparatorios en el iter criminis de la produccin de
drogas. Es un delito de peligro abstracto. En el tercer prrafo, el bien jurdico es la salud pblica

Tipo objetivo:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo se seala que: son i) sujeto activo, cualquiera,
incluyendo los autores mediatos e inmediatos (generalmente campesinos que, eventualmente,
pueden participar); ii) sujeto pasivo: el Estado; como es delito abstracto la agresin a la salud
colectiva puede ser remota, sobre todo si el tipo implica una excesiva anticipacin de intervencin
penal; iii) objeto material: plantas de amapola y marihuana. Este prrafo no prohibe la obtencin
de los derivados del opio o marihuana. Tampoco prohbe el cultivo del arbusto de coca. En
Turqua, Pakistn y otros pases del Asia, el ltex de opio extrado de la amapola se utiliza en los
ritos religiosos y mgicos llevados a cabo por tribus milenarias; iv) accin tpica: promover, facilitar,
financiar, favorecer o ejecutar actos de siembra o cultivo de amapola o marihuana.
Para el tercer prrafo: i) sujeto activo, cualquier persona o asociacin delictiva, incluso con
autora mediata; ii) sujeto pasivo, el Estado, pero tambin el que recibe directamente la accin
contra su libertad; iii).accin tpica: obligar a otro, mediante la violencia o amenaza a sembrar; iv)
pena: debi medirse, principalmente, en base al grado de afeccin del bien jurdico libertad
individual y no al bien jurdico salud pblica. Es ms, es un error equiparar penas, caso de aquel
que obliga a otro cultivar arbustos de coca que no est prohibido.

Tipo subjetivo:
Cdigo Penal Peruano: En el primer prrafo es la Consumacin: El tipo exige dolo. La
consumacin, desde el momento en que se lleva a cabo actos que impliquen promover, etc. En el
segundo prrafo, se requiere del dolo: comercializar en pequea cantidad. Se trata de atacar los
primeros eslabones de la produccin, aunque sea una circunstancia atenuante con peligro leve
para el bien jurdico (al parecer se ha hecho pensando en la posible participacin del campesinado
pobre). Se observa que la cantidad de semillas no es determinable en nmero exacto.
3.5.3. Artculo 296 B
El que importa, exporta, fabrica, produce, prepara, elabora, transforma, almacena, posee,
transporta, adquiera, vende o de cualquier modo transfiere insumos qumicos o productos, sin
contar con las autorizaciones o certificaciones respectivas, o contando con ellas hace uso
indebido de las mismas, con el objeto de destinarlos a la produccin, extraccin o preparacin
ilcita de drogas, la pena ser no menor de 5 ni mayor de 10 aos, y con sesenta a ciento veinte
das multa.
3.5.4. Circunstancias agravantes
Artculo 297: La pena ser privativa de libertad no menor de veinticinco aos; de ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco das multa e inhabilitacin conforme el articulo 36, incisos 1), 2) , 4),
5) y 8) cuando:

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1.- El agente comete el hecho abusando del ejercicio de la funcin pblica.


2.- El agente tiene profesin de educador o se desempea como tal en cualquiera de los niveles
de enseanza.
3.- El agente es mdico, farmacutico, qumico, odontlogo o ejerce profesin sanitaria.
4.- El hecho es cometido en el interior o inmediaciones de un establecimiento de enseanza,
centro asistencial de salud, recinto deportivo, lugar de detencin o reclusin.
5.- El agente vende drogas a menores de edad, o los utiliza para la venta o emplea a una persona
inimputable.
6.- El hecho es cometido por tres o ms personas, o en calidad de integrante de una organizacin
dedicada al trfico ilcito de drogas o que se dedique a la comercializacin de insumos para su
elaboracin.
7.- La droga a comercializarse o comercializados excede las siguientes cantidades: veinte
kilogramos de pasta bsica de cocana, diez kilogramos de clorhidrato de cocana, cinco
kilogramos de ltex de opio o quinientos gramos de sus derivados, y cien kilogramos de
marihuana o dos kilogramos de sus derivados o quince gramos de xtasis, conteniendo
Metilendioxianfetamina MDA, Metilendioximetanfemina MDMA, Metanfetamina o sustancias
anlogas.
La pena ser privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y cinco aos cuando
el agente acta como jefe, dirigente o cabecilla de una organizacin dedicada al trfico ilcito de
drogas o insumos para su elaboracin.
Igual pena se aplicar al agente que se vale del trfico ilcito de drogas para financiar actividades
terroristas.
Conceptos
- Abusar.- Usar o aprovecharse excesiva o indebidamente de algo o de alguien.
- Funcin pblica.- Una interpretacin constitucionalmente adecuada del concepto "funcin
pblica" exige entenderlo de manera amplia, esto es, desde el punto de vista material como
el desempeo de funciones en las entidades pblicas del Estado 19.
- Educador.- Persona que se dedica a la docencia.
- Inimputable.- Es aquella persona que no puede razonar por s misma sea por
incapacidad o por alguna otra razn y que ante un delito sus actos deben ser juzgados
desde su incapacidad y desde el punto de vista de cuanto puede llegar o no a ser culpable.
- Organizacin.- Formacin social o grupo institucionalmente independiente.
- Jefe.- Persona que manda o dirige a otras.
- Dirigente.- Persona que ejerce una funcin en una asociacin, organismo, etc.
- Cabecilla.- Persona que est a la cabeza de un grupo.
- Terrorista.- Que comete actos de terrorismo, que es la forma violenta de lucha poltica
mediante la cual se persigue la destruccin del orden establecido o la creacin de un clima
de temor o inseguridad.

Bien jurdico: La salud pblica.

Tipo objetivo:
Cdigo Penal Peruano: a) Sujeto activo.- Cometen delito de trfico ilcito de drogas
agravado, en calidad de autores mediatos, aquellos que utilizan a menores de edad para que
introduzcan droga al interior de un establecimiento penitenciario, oculta dentro de los vveres que
van a entregar a sus familiares, el da de visitas 20. El Artculo 297.5 exige como presupuesto para
su tipificacin, que el agente se valga o utilice para la comisin del delito a menores de edad o a
cualquier persona inimputable, esto es, que el sujeto activo comete el delito por mediacin de
personas que carecen de capacidad de entendimiento, autocontrol y voluntad 21. La agravante del
delito de trfico ilcito de drogas, en funcin al nmero de sujetos intervinientes, exige que exista
una concertacin entre ellos y a su vez un reparto de funciones, que suponga una cierta
19

Fundamento 52 de la Sentencia expedida por el Tribunal Constitucional en los Expedientes acumulados Ns. 000252005-PI/TC y N. 00026-2005-PI/TC; en http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/00025-2005-AI.html

20
21

http://jurisprudencia.pj.gob.pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp
Exp. N 272-96-B-LA LIBERTAD.

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organizacin mnima, aunque ocasional, transitoria o espordica, y un conocimiento del hecho por
parte de cada agente. Es decir, se exige que acten en co-autora o coparticipacin. 22
En el segundo prrafo, El cabecilla tiene ocasional y subordinada participacin en funciones de
mando, mientras que el dirigente es el iniciador o impulsador de la agrupacin para comercializar
drogas ilcitas. El fundamento de esta tipificacin no slo radica en la pertenencia al grupo
dirigencial sino tambin en el soporte de la autora mediata.
En el tercer prrafo, El sujeto activo es un agente miembro de la organizacin terrorista, el cual
emplea el narcotrfico para autofinanciarse. b) Sujeto pasivo: La sociedad.

Tipo subjetivo: el dolo.


Cdigo Penal Peruano: Se elimin las agravantes constituidas por la calidad del sujeto activo
de ser: funcionario o servidor pblico encargado de la prevencin o investigacin de cualquier
delito o que tiene el deber de la aplicacin o vigilancia de su ejecucin; y, ser autoridad pblica
elegida por sufragio popular.
La ley prev una sancin ms grave para los situados en la cspide de la organizacin de dos o
ms personas y/o jefes, dirigentes o cabecillas, pero nada dice respecto a los pequeos
traficantes, situados en los ltimos escalones de aqulla. La cosa es ms grave, si se observa las
penas por circunstancias agravadas, que tambin son mayores a las penas por los delitos
comunes, como por ej., de lesiones graves (121), ataque a la libertad sexual (170). La
comparacin resulta ms ilustrativa: la pena es mucho ms grave que la de los delitos de peligro
abstracto y concreto, como de tenencia ilegal de armas de fuego e incendio. La ley no distingue
las distintas formas de participacin, pues, el favorecimiento de trfico constituye autora,
haciendo muy difcil las normas relativas a la complicidad (la instigacin e induccin es slo para
el consumo del 302 CP). Esta situacin es altamente criticable, desde la perspectiva de un
derecho penal basado en el principio de culpabilidad, que exigira distinguir distintos niveles de
respuesta penal23.
El trfico ilcito de drogas posee diversas modalidades de comisin en nuestra ley penal. A
continuacin, se analizar brevemente los criterios que la jurisprudencia nacional ha asumido con
la finalidad de determinar cundo se configura la agravante prevista por el inciso 6 del artculo 297
del Cdigo Penal: concurrencia de tres o ms personas en la perpetracin del ilcito.
Respecto al tipo base en el trfico ilcito de drogas, debe tenerse en cuenta que sujeto activo ser
aquel que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas txicas, estupefacientes o
sustancias psicotrpicas mediante actos de fabricacin o trfico o, cuando su posesin sea
realizada con este ltimo fin.24
La Concurrencia De Agentes:
Jurisprudencia: En el Acuerdo Plenario N 3-2005 de fecha 30 de setiembre de 2005, se
indic, respecto a esta circunstancia agravante que ella no solo consista en la determinacin de
una mera cantidad de participantes en la perpetracin del ilcito, sino adems en la mediacin de
otros elementos como, es el caso, de la concertacin de los intervinientes.
En tal sentido, la sola verificacin de la intervencin de tres o ms personas en la realizacin del
hecho delictivo no ser suficiente para afirmar la circunstancia agravante del artculo 297, inciso 6
del cdigo Penal, sino que por el contrario, atribuir ya la agravante con ese solo dato podra
comportar una abierta vulneracin del principio de proscripcin de la responsabilidad objetiva
(artculo VII del Ttulo Preliminar del Cdigo Penal).
Ahora bien, es posible plantearse la problemtica referida a los casos en los que pese a existir una
imputacin a tres o ms implicados, solo dos de ellos resultan condenados y el tercero o dems
absueltos de los cargos. Al respecto, la jurisprudencia indica que, en estos supuestos es comn la
solicitud de adecuacin de los hechos al tipo previsto por el artculo 296 del Cdigo Penal, es decir
el tipo base. Debemos recalcar que este tipo de pedidos son fundados, cuando en realidad se ha
22

23

24

R.N. N 246-2005-HUNUCO de 25 de abril de 2005.


En http://jurisprudencia.pj.gob.pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp
JAN VALLEJO. Derecho Penal Aplicado. Jurista Editores, Lima, 2002; p. 149.
R.N. N 284-2002 Lambayeque de 15/05/2002 a su vez, la jurisprudencia indica que por lo mismo, no puede ser

considerado como cmplice secundario aquel que teniendo conocimiento de la intencin de otro sujeto de traficar las
drogas que posee, preste su colaboracin para el cumplimiento de dicho propsito.

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verificado la no culpabilidad de uno de los encausados; mas no se puede solicitar, a efectos de


suprimir la imputacin por la agravante.
En tal sentido, al menos del tenor del tipo se desprende que en ningn caso podra condenarse a
una persona por la agravante del artculo 297.6 del Cdigo Penal cuando no se haya comprobado
(cuando menos) la intervencin o participacin de tres o ms personas. Sin embargo, ello no
significa a contrario sensu que esa participacin de tres o ms personas sea suficiente para
configurar la agravante.
El acuerdo plenario citado supra indica adems que resulta imperativo el conocimiento de
cada uno de los participantes de que su intervencin ser realizada (o se est realizando)
conjuntamente con dos o ms personas. La existencia e intervencin de tres o ms agentes
en el trfico ilcito de drogas debi ser conocido por el agente, debido a lo cual en la
comisin del ilcito habr tenido que contar (conocer) con este dato.
Adems de ello, no debe perderse de vista que ejecutar conjuntamente el delito es una frmula
que supone de un lado, la decisin colectiva de realizar la infraccin y, de otro, la
colaboracin conjunta consciente y voluntariamente. En tal sentido, la Corte Suprema pone de
manifiesto las condiciones que ello comporta: a) Decisin comn: entre los intervinientes ha
existido decisin comn de realizar el delito; b) Aporte esencial: el aporte individual que ha
realizado cada uno de los acusados es y ha sido esencial o relevante, de tal modo que si uno de
ellos lo hubiese retirado, el plan de ejecucin podra haberse frustrado, y c) Tomar parte en la fase
de ejecucin; cada acusado ha tenido un dominio parcial del acontecer, circunstancia que da
contenido real a la coautora25.
En una decisin anterior, la Corte Suprema, asumiendo los criterios descritos lneas arriba,
enlaza la interpretacin de la agravante de pluralidad de agentes con el conocimiento de la
intervencin de tres o ms sujetos y la funcionalidad de cada uno de ellos. As seala que Si
quien participa en el hecho como parte de un plan determinado, no conoce que en el mismo
interviene o necesariamente intervendrn por lo menos tres personas, incluidas l, no ser posible
ser castigado por dicha agravante; y, la decisin conjunta o comn del hecho en sus rasgos
esenciales de por lo menos tres personas, sin perjuicio de su concreta actuacin material, es
esencial para poder vincular funcionalmente los distintos aportes al delito en orden a la agravante
en mencin26.
No es necesario que los roles impuestos a los participantes sea de carcter permanente o
duradero. La agravante del delito de trfico ilcito de drogas, en funcin del nmero de
sujetos intervinientes, exige que exista una concertacin entre ellos, y a su vez un reparto
de funciones, que suponga una cierta organizacin mnima, aunque ocasional, transitoria o
espordica, y un conocimiento del hecho por parte de cada agente 27. Por ello se afirma que
en la configuracin de la agravante, la ejecucin del ilcito por parte de los agentes puede
identificarse tareas especficas, desplegadas por cada uno de ellos, y por la naturaleza del delito,
puede devenir en transitorio, o duradero en el tiempo.
En el injusto penal de trfico ilcito de drogas puede caber, a efectos de la agravante
materia de comentario, la imputacin a ttulo de coautora o coparticipacin 28. Nuestra
legislacin establece pues que en algunos supuestos de participacin (induccin, complicidad
primaria) el cmplice ser reprimido con la pena que corresponda al autor del hecho punible.

La circunstancia agravante en los correos de droga: burriers


Jurisprudencia: Conociendo la trascendencia y actualidad de esta modalidad agravada del
trfico ilcito de drogas, la Corte Suprema retom nuevamente la concurrencia o pluralidad de
agentes como tema a abordar en un reciente pleno jurisdiccional, que dio lugar a un acuerdo
plenario del 18 de julio de 2008.
El acuerdo seala que, en muchas ocasiones, se detiene a los denominados burriers sin que se
identifique adecuadamente a los que se dedican a reclutar personas con la finalidad de transportar
droga o precursores y, en su caso, sin que se descubra la estructura y lgica de funcionamiento de
las organizaciones criminales, que por lo general se ubican detrs de ese acto de transporte
delictivo. Adems, que dentro del conjunto de actividades destinadas a la promocin,
25

Exp. N 4647-95 Lambayeque de 25/01/1995 en HURTADO POZO, Jos. Manual de Derecho Penal. Editora Jurdica

Grijley, 2005,p. 875.


26
27
28

R.N. N 1500-2006-Piura, Sala Penal Permanente del 17/07/2006.


R.N. N 246-2005-Hunuco.
El Cdigo Penal en su jurisprudencia, p. 365.

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favorecimiento y facilitacin del consumo ilegal de drogas se comprende a actividades como la


distribucin y el transporte.
Es en este ltimo supuesto donde se ubica el acto de desplazamiento de dichas sustancias de un
lugar a otro, el que se realiza especficamente por medio de los denominados correos de droga o
burriers. Tambin en este caso, para configurar la circunstancia agravante, seala el
acuerdo que el sujeto activo ha de estar involucrado o haber participado en otras fases o
actividades distintas de las propias o especficas del acto singular de transporte, tales
como la obtencin, en cualesquiera de sus variables y de manos de terceros, de los citados
bienes delictivos, o la determinacin o ubicacin autnoma de los que recibiran tales
bienes, asimismo, en la realizacin de otras fases, esta vez no anteriores o inmediatamente
posteriores al transporte, pero concomitantes, en tanto sean funcionales y de aportacin no
reemplazables al transporte; actos de intermediacin, actos de guarda previa o almacenaje,
actos de aportacin de personas o bienes instrumentales, entre muchas conductas de
similar entidad valorativa.
De esa forma, en este caso el agente ya no sera un mero correo de drogas, sino un
coautor incurso en el subtipo agravado del inciso 6), artculo 297 del Cdigo Penal, y como
tal deber ser sancionado.
3.5.5. Microcomercializacin, microproduccin de droga
Artculo 298: La pena ser privativa de libertad no menor de tres ni mayor de siete aos y de
ciento ochenta a trescientos sesenta das multa cuando:
1.
La cantidad de droga fabricada, extractada, preparada, comercializada o poseda por el
agente no sobrepase los cincuenta gramos de pasta bsica de cocana y derivados ilcitos,
veinticinco gramos de clorhidrato de cocana, cinco de ltex de opio o un gramo de sus derivados,
cien gramos de marihuana o diez gramos de sus derivados o dos gramos de xtasis, conteniendo
metilendioxiantefamina MDAM o Metilendioxianfetamina MDMA, Metanfetamina o sustancias
anlogas.
2.
Las materias primas o los insumos comercializados por el agente que no excedan de lo
requerido para la elaboracin de las cantidades de drogas sealadas en el inciso anterior.
3.
Se comercialice o distribuya pegamentos sintticos que expelen gases con propiedades
psicoactivas, acondicionados para ser destinados al consumo humano por inhalacin.
La pena ser privativa de libertad no menos de seis aos ni mayor de diez aos y de trescientos
sesenta a setecientos das multa cuando el agente ejecute el delito en las circunstancias
previstas en los incisos 2,3,4,5 o 6 del artculo 297 del Cdigo Penal.

Accin tpica: POSESIN, es el tener en su poder las materias primas para su posterior
comercializacin. La posesin de materias primas en pequeas cantidades es merecedora de
atenuacin. FABRICACIN, es producir los objetos en serie generalmente por medios mecnicos;
en el caso de drogas implica que aquellos que lo hacen en reducidas cantidades tienen los medios
adecuados para realizar estas acciones pero no para hacerlo en grandes proporciones.
EXTRACTAR, es obtener el extracto o sustancia de un vegetal mediante presin mecnica.
Mediante la extraccin se obtiene la PBC, la materia prima empleada para este objeto es la hoja
de coca. Preparar, es hacer las operaciones necesarias para obtener un producto. DISTRIBUIR es
dividir una cosa entre varios, designando lo que a cada uno le corresponde, segn voluntad,
conveniencia o regla. Esta accin puede ser realizada por una o ms personas con el fin de hacer
al narcodependiente o consumidor la cantidad de droga que necesita para su consumo.

Bien jurdico protegido: Es la salud pblica.

Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo puede ser cualquier persona. En la segunda
parte, el agente tiene la profesin de educador o se desempea como tal en cualquiera de los
niveles de enseanza; o, es mdico, farmacutico, qumico, odontlogo o ejerce otra profesin
sanitaria; o, el hecho es cometido en el interior o en inmediaciones de un establecimiento de
enseanza, centro asistencial, de salud, recinto deportivo, lugar de detencin o reclusin; o, el
agente vende drogas a menores de edad, o los utiliza para la venta o emplea a una persona
inimputable; o, el hecho es cometido por tres o ms personas, o en calidad de integrante de una
organizacin dedicada al trfico ilcito de drogas o que se dedique a la comercializacin de
insumos para su elaboracin.ii) El sujeto pasivo es la colectividad.

Tipicidad subjetiva: Es el dolo.

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Objeto material del delito: Lo constituyen los insumos, materias primas y las drogas
estupefacientes producidas y comercializadas en parvas cantidades.
3.5.6. Posesin no punible
Artculo 299:No es punible la posesin de drogas para el propio e inmediato consumo, en
cantidad que no exceda de cinco gramos de pasta bsica de cocana, dos gramos de clorhidrato
de cocana, ocho gramos de marihuana o dos gramos de sus derivados, un gramo de ltex de
opio o doscientos miligramos de sus derivados o doscientos cincuenta miligramos de xtasis,
conteniendo MDA, MDMA, Metanfetamina o sustancias anlogas
Se excluye de los alcances de lo establecido en el prrafo precedente la posesin de dos o ms
tipos de drogas.
3.5.7. Suministro Indebido de Droga
Artculo 300: El mdico, farmacutico, qumico, odontlogo u otro profesional sanitario que
indebidamente receta, prescribe, administra o expende medicamento que contenga droga txica,
estupefaciente o psicotrpica, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cinco aos e inhabilitacin conforme al artculo 36, incisos 1, 2 y 4.
Conceptos:
- Recetar.- Prescribir el mdico un medicamento indicando su dosis y perodo de
administracin.
- Prescribir.- Recetar el uso de un medicamento o un remedio.
- Administrar.- Aplicar, dar o hacer tomar una medicina.
- Expender.- Vender al por menor o al menudeo.
Bien jurdico protegido: Es la salud pblica.
Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo es el mdico, farmacutico, qumico, odontlogo u
otro profesional sanitario. Ii) El sujeto pasivo es la colectividad. iii) La conducta tpica consiste en
recetar, prescribir, administrar o expender indebidamente medicamentos que contengan droga
toxica, estupefaciente o psicotrpicos. iv) El objeto material de este delito son los medicamentos
que contienen droga txica, estupefacientes o psicotrpicos.
Tipicidad Subjetiva: Es el dolo.
Consumacin y tentativa: Este delito se consuma cuando se receta, prescribir, administra o
expender indebidamente medicamentos que contengan droga. Es irrelevante que se haya
comprado o ingerido el medicamento que contiene droga. Es posible la tentativa.
3.5.8. Coaccin al consumo de droga
Artculo 301: El que, subrepticiamente, o con violencia o intimidacin, hace consumir a otro una
droga, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de ocho aos y
con noventa a ciento ochenta das-multa.
Si el agente acta con el propsito de estimular o difundir el uso de la droga, o si la vctima es una
persona manifiestamente inimputable, la pena ser no menor de ocho ni mayor de doce aos y de
ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco das-multa.

Bien jurdico protegido: Es la libertad personal y la salud pblica.

Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo como el pasivo pude ser cualquier persona. En el
segundo prrafo, el agente hace consumir una droga a otro con el propsito de estimular su
consumo o si el estimulado es una persona incapaz o inimputable. Debe tenerse en cuenta que
una persona incapaz o inimputable no puede tener la experiencia o madurez para apartarse del
posible dao del agente. ii) En el primer prrafo, la persona que consume droga debido a que se
utiliz en su contra violencia o intimidacin. En el segundo prrafo, la persona incapaz o
inimputable.

Tipicidad subjetiva: Es el dolo.

Consumacin y tentativa: Este delito se consuma cuando al sujeto pasivo se le hace


consumir una droga txica. Se admite la tentativa.
3.5.9. Induccin al consumo de droga
Artculo 302: El que instiga o induce a persona determinada para el consumo indebido de drogas,
ser reprimido con pena privativa de libertad, no menor de dos ni mayor de cinco aos y noventa a
ciento ochenta das-multa.

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Si el agente acta con propsito de lucro o si la vctima es persona manifiestamente inimputable,


la pena ser no menor de cinco ni mayor de ocho aos y de ciento ochenta a trescientos sesenta
y cinco das-multa.
Bien Jurdico Protegido: Es la libertad personal y la salud pblica.
Tipicidad Objetiva:
Cdigo Penal Peruano: i) El sujeto activo es cualquiera. En el segundo prrafo, el agente
instiga o induce a otro para que consuma una droga para lucrarse o cuando instiga o induce a una
persona manifiestamente inimputable. ii) El sujeto pasivo es la colectividad. En el segundo
prrafo, la persona que es inducida a consumir droga. iii) La conducta tpica consiste en instigar o
inducir al sujeto pasivo al consumo indebido de drogas. iv) En el caso que la victima sea
inimputable o que el agente actu con el propsito de lucro ese delito se agravara.
Tipicidad Subjetiva: Es el dolo.
Consumacin y tentativa: Este delito se consuma cuando al sujeto pasivo consume la droga.
Se admite la tentativa.
3.5.10. Expulsin
Artculo 303:
El extranjero que haya cumplido la condena impuesta ser expulsado del pas, quedando
prohibido su reingreso.
CAPTULO II:

El Trfico Ilcito de Drogas en la legislacin comparada


1. El trfico ilcito de drogas como amenaza a la seguridad
En el contexto internacional actual, existe consenso sobre la presencia de nuevas amenazas a la
seguridad que tienen un correlato interno, pero tambin una dimensin transnacional. Entre ellas, destaca
ntidamente el trfico ilcito de drogas.
En ese sentido, y a efectos de justificar que el trfico ilcito de drogas constituye una amenaza
para el Per y la Comunidad Internacional en su conjunto, se presentan a continuacin dos conceptos
bsicos, fundamentales para la comprensin de la materia: la nocin de amenaza a la seguridad y la de
trfico ilcito de drogas.
1.1 Nocin de amenaza a la seguridad
Si bien internacionalmente se discute qu debe entenderse por amenaza a la seguridad, la
doctrina contempornea, as como las reuniones hemisfricas sobre seguridad, coinciden en
resaltar que para que se configure una amenaza a la seguridad deben concurrir dos elementos:
I) La intencin de perjudicar al Estado, esto es, la voluntad de causar un dao o afectar
negativamente algn inters del mismo.
Entonces, un hecho de la naturaleza, como un terremoto o un huracn no constituye una
amenaza a la seguridad en cuanto est ausente la intencionalidad humana.
II) La capacidad de afectar al Estado. Ello est referido a que la intencin no basta por s sola
para constituir una amenaza, sino que ha de ir acompaada de un poder, sea poltico,
econmico o militar, capaz -en trminos reales- de perjudicar un inters del Estado.
1.2 Niveles en los que se expresa como amenaza
De la revisin de los dos conceptos anteriores, se desprende que el trfico ilcito de drogas
constituye una amenaza a la seguridad nacional y global de los Estados, en tanto concurren los
dos elementos para entender que ella se configura: de un lado, la voluntad de las mafias y los
crteles de la droga de causar un dao a los Estados para facilitar sus actividades ilcitas, y, de
otro, la gran capacidad de movilizacin de recursos materiales y humanos con que cuentan estos
grupos delictivos.
Sobre esto ltimo, se estima que el comercio de drogas en el mundo moviliza alrededor de 500 mil
millones de dlares al ao, representando casi el 8% del comercio mundial. Si a ello le agregamos
que las Naciones Unidas calculan que anualmente se lavan aproximadamente 200 mil millones de
dlares en el sistema financiero mundial, se puede fcilmente concluir que el narcotrfico implica
una amenaza real para la estabilidad y seguridad de los Estados 29.
29

NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios
Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, p. 7.

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Precisamente, a continuacin, se pasa a analizar los diferentes niveles en los que el trfico ilcito
de drogas se manifiesta como amenaza.
1.2.1 En el mbito social
a) Afecta gravemente la salud: Uno de los peores efectos del consumo de drogas es el grave
deterioro fsico y psicolgico que se deriva de ste. Las drogas generan efectos letales para la
salud de las personas.
Un indicador representativo en materia de consumo est dado por las solicitudes de tratamiento
originadas por el uso de ciertas drogas en diferentes partes del mundo. As, en la mayor parte
de Europa y
Asia, los opiceos representaron el 62% de las solicitudes de tratamiento; en Amrica del Sur,
la cocana supuso el 59% de solicitudes; mientras que en frica, el cannabis ocupa el primer
lugar con 64%.
En cuanto a tendencias que vienen observndose respecto al consumo, el uso del cannabis
est creciendo en Amrica del Norte, Europa, frica y Amrica Latina. La cocana, entretanto,
ha disminuido en Amrica del Norte y se ha incrementado sustantivamente en algunos pases
de Europa (fundamentalmente, en Espaa, el Reino Unido e Italia), mientras que en Amrica
del Sur y frica ha tenido un incremento ligero.
Esta ltima tendencia se encuentra vinculada a un cambio en los circuitos de distribucin de la
cocana producida en los pases andinos, la cual se transporta a Europa utilizando las rutas de
pases sudamericanos y africanos; en el caso de estos ltimos, no slo crece el consumo de
cocana, sino que se estaran empleando los canales de acceso al mercado europeo usados
por los traficantes de cannabis.
En lo que al opio y sus derivados respecta, cabe destacar la notable disminucin en la
produccin de Laos y Myanmar (antigua Birmania) aunque, a manera de contraste, existe un
espectacular crecimiento en la produccin proveniente de Afganistn. El acceso al mercado
europeo del opio es a travs de diferentes rutas, entre las cuales reviste especial importancia la
que atraviesa Turqua y los Balcanes.
Por otro lado, en ciertos pases latinoamericanos se ha detectado un ligero crecimiento en las
plantaciones de amapola o adormidera, e, incluso, se han localizado algunos laboratorios
clandestinos; es el caso de Mxico y Colombia. En el Per, habra alrededor de mil
quinientas hectreas dedicadas a este cultivo ilcito.
Una tendencia preocupante es que existen grupos de consumidores en regiones del mundo,
como algunos jvenes en pases de Europa, que utilizan ms de una droga a efectos de
conjugar sus efectos; ello viene ocurriendo, por ejemplo, con la cocana y la herona, empleada,
en ciertos casos, a travs de la inhalacin y no por va intravenosa.
Paralelamente, un consumo que, en el mundo entero, se incrementa en trminos
exponenciales es de las anfetaminas, metaanfetaminas
y xtasis. Al hacer esta constatacin, resulta importante no perder de perspectiva que la
elaboracin de estas drogas se realiza utilizando productos farmacuticos, lo cual obliga a
extremar las precauciones y a considerar algunos de stos en las listas de productos sometidos
a control y fiscalizacin.
Especficamente, en el caso del Per, el consumo de drogas ilcitas tambin se ha
incrementado en los ltimos aos, en especial, la marihuana, el clorhidrato de cocana,
drogas de tipo anfetamnico y drogas sintticas. Segn datos de CEDRO el nmero de
consumidores en el Per se habra elevado a la fecha a alrededor de doscientas mil
personas, nmero bastante elevado si tenemos en cuenta la poblacin del Per y que la
tendencia va en crecimiento30.
Finalmente, cabra sealar que el incremento mostrado en el uso indebido de drogas en el
mundo no slo viene afectando la salud de millones de personas, sino que, especficamente,
sigue siendo una de las principales causas de propagacin del VIH/SIDA. Contribuyen a esto
ltimos la utilizacin de jeringas contaminadas; las relaciones sexuales con consumidores; los
comportamientos sexuales de alto riesgo derivados del consumo de drogas; y la transmisin de
madres gestantes afectadas a sus hijos.
30

VASSILAQUI, Alejandro. La droga consume dignidades. En: Diario El Comercio, 17 de mayo de 2007.

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b) Incrementa los niveles de violencia: Otro efecto pernicioso del trfico ilcito de drogas es
que incrementa los niveles de violencia en todos los pases donde se desarrolla por tres
razones fundamentales. En primer lugar, porque el propio trfico ilcito de drogas implica la
existencia de una red delincuencial destinada a asegurar el enriquecimiento ilcito del grupo,
mediante asesinatos, extorsin, amenazas, etc. En el caso del Per, por ejemplo, entre 1980
y 1987, ms de diecisiete mil personas fueron detenidas y procesadas por el delito de
narcotrfico, mientras que, en 2003, fueron detenidas mil setecientas noventa y siete
personas por trfico ilcito de drogas y ocho mil cuatrocientos noventa por sospecha de
micro comercializacin31.
En segundo lugar, el trfico ilcito de drogas tambin incrementa la violencia por la apetencia
compulsiva e irrefrenable de los adictos por conseguir la droga que los lleva a cometer robos y
otros delitos conexos.
Finalmente, en tercer lugar, el uso indebido de drogas puede llevar al individuo a la prdida de
conciencia y a la comisin de delitos, normalmente con mayor ferocidad que un delincuente
comn y dentro de su propio entorno social y familiar.
c) Otros efectos sociales: El trfico ilcito de drogas genera otros impactos negativos en la
sociedad. As, implanta una cultura del miedo y de inseguridad, pues le impone al ciudadano la
disyuntiva de vivir a favor de l o en contra de l. La ola de ejecuciones selectivas y
ejemplificadoras suele ser una constante en sociedades donde el narcotrfico tiene una fuerte
presencia. En Colombia, por ejemplo, jueces como Carlos Valencia
o polticos destacados, como Luis Carlos Galn, que se enfrentaron al narcotrfico terminaron
siendo asesinados32.
Por otro lado, el narcotrfico produce una profunda distorsin en materia de valores, creando
una subcultura de opulencia, arrogancia, riesgo y violencia, que, finalmente, afecta las
posibilidades de desarrollo de una sociedad.
Asimismo, el narcotrfico contribuye a ahondar las desuniones familiares, sea por el
hecho que alguno de sus miembros incurre en el vicio de la droga o porque uno de ellos se
incorpora al negocio. Igualmente, en los lugares donde se desarrolla el narcotrfico, se genera
una corriente de comercio sexual, involucrando a jvenes y adolescentes en la promiscuidad y
el libertinaje. Con frecuencia, el narcotrfico tambin involucra la explotacin de nios, al ser
forzados por sus propias familias a trabajar en alguna de las dimensiones del negocio de las
drogas ilcitas. Esto ltimo va aparejado de un consumo mayor entre nios y jvenes y de un
elevado ndice de desercin escolar.
Ejemplos de todo esto los encontramos en realidades vividas en ciertas regiones del
Per, como San Martn y Hunuco, entre otras33.
1.2.2 En el mbito poltico y de la gobernabilidad
a) Atenta contra el estado de derecho y la democracia: El narcotrfico atenta contra
elementos claves de una democracia y de un estado de derecho, tales como la existencia
de sistemas judiciales y policiales probos y eficientes, de instituciones y mecanismos de
participacin ciudadana, una prensa libre e independiente, partidos polticos slidos, entre
otros. Y es que este delito busca corroer todas las instituciones del Estado y de la sociedad
(polticos, empresarios, periodistas, jueces, policas) en cuanto las desprestigia
instrumentalizndolas y vacindolas de contenido, lo que facilita enormemente su accionar. Por
esta misma razn, las bandas de narcotraficantes se oponen a todo tipo de organizacin social,
llegando, incluso, al asesinato de sus lderes a efectos de lograr este propsito. Esta situacin
se aprecia tanto en el Per como en Colombia, donde, entre 1987 y 1999, fueron
asesinados alrededor de dos mil quinientos dirigentes de organizaciones de
31

NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El

Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, p.
17.
32

NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios

Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, p. 18.


33

NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios

Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, pp. 20-21.

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trabajadores, es decir, a un promedio de un asesinato por cada dos das en el lapso de


trece aos.
b) Debilita la soberana del Estado: Adicionalmente, el narcotrfico puede llegar a colocar al
Estado donde se desarrolla en una situacin de vulnerabilidad e injerencia externa, con la
consecuente afectacin de su autonoma. En efecto, la actividad del narcotrfico violenta en
muchos casos los espacios bajo soberana o jurisdiccin del Estado no slo en el mbito
terrestre, sino tambin a nivel martimo y areo. Por lo dems, cuando la infiltracin del
narcotrfico en el Estado alcanza proporciones muy significativas, cabe hablar de un narco
Estado, el cual representa un peligro para la seguridad y estabilidad de sus vecinos, los
mismos que pueden verse tentados a intervenir en los asuntos internos de aqul a efectos de
evitar la expansin a sus territorios de las actividades ilcitas derivadas del narcotrfico.
c) Restringe la plena vigencia de los derechos humanos: La presencia del narcotrfico en
cualquier pas implica necesariamente la violacin de los derechos ms esenciales del ser
humano, como son la vida, la libertad personal, la integridad fsica y psicolgica, entre otros.
Prueba de ello es la llamada pesca milagrosa que tiene lugar en Colombia, mediante la cual
los narcotraficantes establecen controles a lo largo de las carreteras y secuestran a los viajeros
al azar, para luego extorsionar a sus familias, o el uso de los collares explosivos que son
colocados a los rehenes para ser exhibidos ante sus familiares y obtener as un mejor
rescate34.
1.2.3 En el mbito econmico
a) Desalienta el crecimiento y el desarrollo econmico: Uno de los principales efectos del
trfico ilcito de drogas es el desaliento del crecimiento y el desarrollo econmico. As, en
primer lugar, el narcotrfico inhibe la inversin en aquellas zonas donde opera, en tanto el clima
de violencia en que se desarrolla ahuyenta a eventuales inversores nacionales y extranjeros.
En segundo lugar, el narcotrfico incrementa el gasto pblico en la prevencin y sancin de
este delito, evitando que recursos que podran ser utilizados en combatir la pobreza, generar
empleo productivo, brindar mejores servicios de salud y educacin, o incrementar los
programas de apoyo social, sean empleados con estos fines.
En tercer lugar, si bien el narcotrfico puede generar de manera inicial un bienestar aparente,
acaba incrementando la pobreza, pues, finalmente, son las cpulas de las bandas las que se
hacen de las ganancias. Segn datos de Naciones Unidas, slo el 1% de la industria ilegal de
narcticos queda en manos de los productores del insumo bsico: la hoja de coca; el resto del
dinero va a manos de los crteles de la droga. En consecuencia, los campesinos no obtienen
riqueza por el cultivo; por el contrario, terminan expuestos a la exclusin social y la crcel.
Por ltimo, el narcotrfico pervierte el sistema financiero, en cuanto utiliza ste como canal para
el financiamiento de sus actividades y a efectos de operaciones de lavado de dinero.
b) Crea una economa inestable y supeditada a los vaivenes del mercado de la droga: En
efecto, el ingreso de dinero sucio a la economa formal de un Estado crea una economa
paralela o narcoeconoma, lo que puede llevar a ste a una dependencia peligrosa para la
seguridad y estabilidad de su economa, a la prdida de control de la poltica monetaria por la
inundacin de divisas en el mercado, y a alterar la tasa de cambio; a ello se suma el hecho
que, por su volumen y clandestinidad, la economa de la droga es siempre inflacionaria. Todo
esto genera una economa inestable y precaria.
1.2.4 En el mbito ambiental
La actividad del narcotrfico puede llegar a generar efectos letales en el medio ambiente
de un Estado. Ello depender del tipo de droga, as como del conjunto de acciones empleadas
para su elaboracin.
Un dramtico ejemplo lo ofrece el Per por las consecuencias derivadas del cultivo
ilcito de la hoja de coca y su procesamiento para obtener pasta bsica y cocana . Entre
estas consecuencias, merecen destacarse las siguientes:
a) La deforestacin: sta es provocada por la tala ilegal y la quema de bosques naturales a
efectos de aumentar los espacios destinados al cultivo de la hoja de coca, as como a construir
pistas de aterrizaje, laboratorios o campamentos para los narcotraficantes. Segn
34

NOVAK, Fabin y Sandra NAMIHAS. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico. Lima: Instituto de Estudios

Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2005, p. 22.

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estimaciones de la Comisin Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA,


durante las ltimas dcadas, la deforestacin en el Per ha alcanzado 2.5 millones de
hectreas, lo que equivale a una prdida aproximada de cuatro mil quinientos millones
de dlares35.
b) La erosin y desertificacin del suelo: Ocasionada por la tecnologa usada en el cultivo
de la hoja de coca, esto es, los deshierbos y labranzas que se realizan despus de cada
cosecha (entre tres y seis al ao) y, en algunos casos, la remocin del suelo hasta quince
centmetros de profundidad, lo que despoja a los terrenos de toda proteccin ante las lluvias
frecuentes, acelerando el proceso de erosin, y, por ende, de desertificacin. A su vez, los
cultivos de hoja de coca tienen mayor capacidad para extraer los nutrientes del suelo. Todo
esto queda evidenciado en los estudios hechos por la Universidad Nacional Agraria de la
Selva, en Tingo Mara, segn los cuales el cultivo de coca genera una erosin promedio
de treinta metros cbicos por hectrea al ao, lo que arroja durante el ltimo quinquenio
la cantidad de 5.2 millones de metros cbicos de suelo erosionado 36.
c) La contaminacin de cursos de agua: Provocada por la utilizacin de insumos qumicos y
productos contaminantes, como el kerosene, la acetona, el cido sulfrico, el cido clorhdrico,
entre otros, que, al concluir el proceso de maceracin de la hoja de coca, son vertidos en
suelos y ros, contaminndolos en forma inmediata, convirtiendo las aguas en no aptas para el
consumo de seres vivos, y ocasionando un grave perjuicio en la flora y fauna silvestres.
Adicionalmente, los cultivadores de coca en el Per emplean gran cantidad de
agroqumicos como fertilizantes foliares, insecticidas y fungicidas, muchos de uso
prohibido, creando un ambiente hostil para las diversas formas de vida. Se calcula que,
en el ltimo quinquenio, han sido arrojados ciento dieciocho millones de litros de
sustancias altamente contaminantes37.
d) La prdida de diversidad biolgica, como consecuencia de los tres efectos que acaban de
mencionarse.
1.2.5 Conexin con otras amenazas
Existe consenso en la Comunidad Internacional respecto a la estrecha interrelacin entre el
narcotrfico y otros delitos de carcter transnacional, tales como la trata de seres humanos
(especialmente, mujeres y nios), el blanqueo de dinero, la corrupcin, el trfico ilcito de armas
y de precursores qumicos, y el terrorismo. Todos estos crmenes constituyen serias amenazas
a la seguridad de los Estados, aunque tienen la particularidad de rebasar en sus actividades y
alcances las fronteras de los mismos.
En efecto, diversas resoluciones e instrumentos de las Naciones Unidas y de la Organizacin
de Estados Americanos, que se analizarn ms adelante, reconocen esta conexin y sealan la
responsabilidad comn y compartida de todos los Estados, organizaciones y otros actores en la
lucha contra las referidas amenazas. En ese sentido, estos mismos documentos exigen no slo
esfuerzos nacionales, sino un planteamiento integral basado en la cooperacin internacional.
El problema de esta interconexin es que los crmenes referidos se retroalimentan entre s,
constituyndose en soporte uno del otro.
Ello hace ms difcil la lucha contra estos flagelos, en tanto una accin integral supone fortaleza
institucional, cuantiosos recursos materiales y humanos, estrategia y decisin poltica, que
muchas veces no estn presentes en nuestros pases.
En el caso particular del Per, la interrelacin apuntada es evidente en trminos de la
conexin del narcotrfico con los remanentes de la subversin terrorista de Sendero
Luminoso en algunas zonas del pas, pero tambin con la corrupcin, el lavado de dinero
y el trfico de armas. Todo ello, si bien dificulta y hace ms compleja la accin del Estado para
hacerle frente, tambin implica un mayor nivel de compromiso de la Sociedad y del Estado en
su conjunto.
2. Instrumentos y mecanismos internacionales de lucha contra el narcotrfico
35
36

37

http://www.devida.gob.pe/Documentacion/Impacto_ambiental_del_cultivo_de_coca.ppt
DEVIDA. Estrategia nacional de lucha contra las drogas 2002-2007. Lima. DEVIDA, 2004, pp. 18-19.
DEVIDA.

Estrategia

nacional

de

lucha

contra

las

drogas

2002-2007.

Lima.

DEVIDA,

2004,

20.Vase:http://www.devida.gob.pe/Documentacion/Impacto_ambiental_del_cultivo_de_coca.ppt

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p.

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La conviccin de que el trfico ilcito de drogas constituye una amenaza a la seguridad


internacional ha llevado a los Estados y a diversas organizaciones internacionales a promover la celebracin
de diversos tratados y a la creacin de una serie de mecanismos, en los planos universal, birregional,
regional, subregional y bilateral, destinados a promover la cooperacin en la lucha contra este flagelo y otros
delitos conexos.
En el caso del Per, debe destacarse su condicin de parte en los referidos instrumentos y
mecanismos internacionales, lo cual conlleva la obligacin de ajustar su comportamiento a tales
compromisos.
2.1 En el marco de la Organizacin de las Naciones Unidas
2.1.1. Instrumentos
a) Convencin nica de 1961 sobre Estupefacientes, enmendada por el Protocolo de
197238: En virtud de este tratado, del cual son parte ms de ciento ochenta pases, los Estados
miembros se comprometen a adoptar todas las medidas legislativas y administrativas
necesarias para limitar la produccin, fabricacin, exportacin, distribucin, comercio, uso y
posesin de estupefacientes para fines mdicos y cientficos 39.
En ese sentido, los Estados miembros deben erradicar los cultivos ilcitos de amapola o
adormidera, cannabis y hoja de coca. Sin embargo, conviene llamar la atencin que esta
obligacin debe contrastarse con lo establecido por la Convencin de las Naciones Unidas
contra el Trfico Ilcito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrpicas de 1988 que admite el
uso tradicional de la hoja de coca donde exista evidencia histrica comprobada.
Por otro lado, los Estados que permitan el cultivo legal de la hoja de coca deben designar
un organismo nacional que centralice las funciones de otorgamiento de licencias y
establecimiento de zonas donde se permitir el cultivo lcito; a su vez, a dicho organismo
le corresponder de manera exclusiva la importacin, exportacin, comercializacin
(interna e internacional) y distribucin de la totalidad de la produccin con fines lcitos 40.
Esta entidad, en el caso del Per, es la Empresa Nacional de la Coca (ENACO S.A.). De
esto se desprende que no resultara compatible con las obligaciones internacionales
asumidas transferir tal empresa a un gobierno regional, puesto que las funciones que,
con exclusividad se le atribuyen, excederan el mbito de competencia de aqul; ello ha
quedado igualmente consagrado en la sentencia del Tribunal Constitucional del 27 de
septiembre de 2005 a propsito de ordenanzas dictadas por los gobiernos regionales del Cuzco
y Hunuco en relacin a la hoja de coca.41
No obstante, merece resaltarse que hay limitaciones para la comercializacin internacional de
productos derivados de la hoja de coca; en efecto, la misma podr realizarse en relacin a
agentes saporferos, siempre que no contengan ningn alcaloide 42.
Asimismo, los Estados asumen la obligacin de considerar como delito todas aquellas
actividades vinculadas al cultivo, produccin y distribucin de estupefacientes para usos no
admitidos por la presente Convencin, debindose castigar a los infractores con penas de
privacin de la libertad.
Finalmente, un aspecto importante a destacar respecto a la hoja de coca es su inclusin
en la lista 1 de la Convencin relativa a estupefacientes sujetos a fiscalizacin
internacional, en razn a su contenido de alcaloide. Sin embargo, recientemente, pases
38

Ratificada por el Estado peruano el 21 de abril de 1964. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 22 de julio

de 1964. A su vez, el Per ratific el Protocolo de Enmienda a la Convencin de 1961, suscrito en Ginebra, el 25 de
marzo de 1972, mediante Instrumento de fecha 6 de julio de 1977, depositado el 12 de septiembre de 1977.
39

Art. 4.

40

Arts. 23 y 26.

41

Sentencia del Tribunal Constitucional de 27 de septiembre de 2005, a propsito de la demanda de

inconstitucionalidad interpuesta por el Presidente de la Repblica contra la Ordenanza Regional N 031-2005-GRC/CRC,


promulgada por el Presidente del Gobierno Regional del Cuzco, y las Ordenanzas Regionales N 015-2004-CR-GRH y
027-2005-E-CR-GRH, promulgadas por la Presidenta del Gobierno Regional de Hunuco.
42

Arts. 24, 27, 30 y 31.

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como Bolivia estn impulsando el retiro de la hoja de coca de dicha lista; tambin en el
Per se han alzado algunas voces en ese sentido, provenientes fundamentalmente de
lderes del movimiento cocalero. Este planteamiento resulta sumamente grave por la
distorsin que pretende consagrar; un eventual retiro de la hoja de coca de la lista 1 de
la referida Convencin implicara negar una realidad, cual es que la hoja de coca tiene
alcaloide, y, por tanto, es una droga, as como que ms del noventa por ciento de su
produccin en el Per se destina al narcotrfico.
b) Convenio sobre Sustancias Psicotrpicas de 1971 43: En virtud del presente Convenio, del
cual son partes alrededor de ciento ochenta pases, los Estados se comprometen a realizar
acciones preventivas y represivas contra el trfico ilcito de sustancias psicotrpicas contenidas
en las listas anexas a dicho tratado. En ese sentido, los Estados se obligan a prestarse apoyo
mediante el intercambio de informacin, cooperacin judicial y lucha coordinada contra el
trfico ilcito44.
Especficamente, respecto de las sustancias contenidas en la lista I, las Partes se
comprometen a prohibir todo uso, excepto el que con fines cientficos y mdicos realicen
personas debidamente autorizadas45. Tratndose de las sustancias incluidas en las listas II, III y
IV, las Partes debern exigir que la fabricacin, distribucin y comercio de las mismas estn
sometidas a un rgimen de licencias y fiscalizacin, y que solamente puedan ser suministradas
con receta mdica46.
La Convencin sobre Sustancias Sicotrpicas de1971 ampli las polticas internacionales de
forma que incluyeran sustancias sintticas como las anfetaminas, benzodiacepinas,
barbitricos y psicodlicos o alucingenos. El concepto de sustancias psicotrpicas fue
inventado como forma de excluir a la amplia gama de frmacos psicoactivos incluidos en la
Convencin de 1971 de los controles ms estrictos contenidos en la Convencin nica. En sus
comentarios a sus leyes modelo contra las drogas, el Programa Internacional de las Naciones
Unidas para el Control de Drogas, recomend no utilizar la distincin artificial en la legislacin
nacional, reconociendo que la clasificacin internacional de drogas narcticas y sustancias
sicotrpicas de acuerdo a si la sustancia se rige por la Convencin de 1961 o la de 1971, no
tiene ninguna base conceptual. La definicin legal de muchas sustancias sicotrpicas es
completamente aplicable a las drogas narcticas, y en muchos casos, lo contrario es
verdadero.
Unas 235 drogas sicoactivas, tanto provenientes de plantas como sintticas (ya sea con
efectos narcticos, estimulantes o alucingenos) se encuentran cubiertas por estos tratados
internacionales. La gran mayora de gobiernos son signatarios de estos tratados
internacionales para el control de drogas, que establecen la ilegalidad del uso, venta, trfico y
produccin de drogas como la herona, cocana y cannabis, y tambin de la metadona, morfina
o diazepn para cualquier finalidad que no tenga propsitos mdicos y cientficos. Sin embargo,
al firmar, ratificar o acceder a un acuerdo, un Estado retiene el derecho de firmar con reserva,
la cual busca excluir o modificar el efecto legal de ciertas clusulas del tratado en su aplicacin
ha dicho Estado47.
c) Convencin de las Naciones Unidas contra el Trfico Ilcito de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrpicas de 198848: En virtud de la presente Convencin, de la cual son
partes ciento ochenta pases, los Estados se obligan a promover la cooperacin entre s para
hacer frente al trfico ilcito de estupefacientes y sustancias psicotrpicas. En el plano interno,
43

El Estado peruano se adhiere a este Convenio mediante Instrumento de fecha 28 de noviembre de 1979, depositado

el 28 de enero de 1980.
44

Art. 21.

45

Art. 7.

46

Arts. 7, 8 y 9.
http://www.oas.org/documents/spa/press/Informe_de_Escenarios.pdf

47
48

Ratificada por el Per el 26 de noviembre de 1991. El Instrumento de ratificacin es de fecha 12 de diciembre de 1991,
el mismo que se deposita el 16 de enero de 1992.

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cada una de las partes deber tipificar como delitos la produccin, distribucin y
comercializacin de la adormidera o amapola, la hoja de coca, el cannabis y cualquier otro
estupefaciente. Merece resaltarse que este tratado atribuya tambin carcter delictivo a la
organizacin, gestin o financiacin de las actividades antes mencionadas, as como a la
conversin o transferencia de bienes con el objeto de ocultar o encubrir su origen ilcito 49.
Merece resaltarse que el Per formula una reserva al momento de ratificar la presente
Convencin, en el sentido que la calificacin como delito del cultivo de estupefacientes
debera estar circunscrito al cultivo para fines ilcitos. Ello se explica por la presencia en
nuestro pas de un consumo tradicional, que, no debe perderse de perspectiva, reviste
proporciones menores en relacin al conjunto de la poblacin.
d) Convencin Internacional para la represin del financiamiento del terrorismo 50: Esta
Convencin, adoptada a fines de 1999, resulta particularmente importante para el Per
debido a las conexiones actualmente existentes entre los remanentes de la subversin
senderista y los crteles del narcotrfico. As, consagra como delito la accin de proveer o
recolectar fondos con la intencin de que se utilicen, o a sabiendas de que sern utilizados,
para cometer en otro Estado un acto de terrorismo o cualquier otro acto destinado a causar la
muerte o lesiones corporales graves a un civil o a cualquier persona que no participe en las
hostilidades en una situacin de conflicto armado51.
Adicionalmente, dispone la obligacin de cada Estado parte de sancionar estos delitos con
penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su carcter grave 52.
e) Convencin de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional 53
f) Convencin de las Naciones Unidas contra la corrupcin54:
2.1.2 Mecanismos
a) Comisin de Estupefacientes
b) Junta Internacional de Fiscalizacin de Estupefacientes
(JIFE): En relacin al Per, la JIFE ha instado al gobierno peruano a reforzar las medidas
en materia de prevencin, tratamiento y rehabilitacin, destacando, de otro lado, la
intensificacin de las acciones de fiscalizacin de precursores (insumos) qumicos 55. No
obstante, ha expresado su preocupacin por las iniciativas de algunas autoridades
regionales y locales destinadas a aprobar normas que legalizan todo cultivo de hoja de
coca, sin distinguir el destino o la finalidad que fuera a drsele. En efecto, los gobiernos
regionales del Cuzco y Hunuco dictaron en 2005 unas ordenanzas destinadas a
legalizar los cultivos de hoja de coca, sin discriminar el destino de stos ni importar que
los productores estuvieran incluidos en el Registro que lleva la Empresa Nacional de la
Coca ENACO S.A. Ello, a todas luces, resulta manifiestamente inaceptable, pues
violenta de manera flagrante todos los compromisos internacionales asumidos por el
Per en la materia, donde se establece con meridiana claridad la obligacin de erradicar
todo cultivo ilcito e, incluso, penalizar a quienes participen en el cultivo ilcito, su
procesamiento, comercializacin y dems actividades vinculadas o derivadas de ste.
Afortunadamente, el Tribunal Constitucional declar la inconstitucionalidad de tales
49

Arts. 2 y 3.

50

Aprobada por Resolucin legislativa 27544, del 25 de octubre de 2001. El Per ratifica este tratado por medio de

Decreto Supremo 084-2001-RE. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 10 de noviembre de 2001.


51

Arts. 2 y 3.

52

Art. 4.

53

Aprobada por Resolucin Legislativa 27527, del 4 de octubre de 2001. El Per ratifica este tratado por medio del
Decreto Supremo 088-2001-RE. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 23 de enero de 2002.
54

Aprobada mediante Resolucin Legislativa 28357, de 5 de octubre de 2004. El Per ratifica este tratado por medio del
Decreto Supremo 075-2004-RE. El Instrumento de ratificacin fue depositado el 16 de noviembre de 2004
55

JIFE. Informe correspondiente a 2006. Nueva York: Naciones Unidas, 2007, documento nmero E/INCB/2006/1, p.27.

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ordenanzas segn consta en la sentencia anteriormente citada del 27 de septiembre de


200556.
c) Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito
(ONUDD)
2.2 En otros escenarios
2.2.1. Amrica Latina y el Caribe y la Unin Europea
En la reunin del Consejo Europeo (integrado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la
Unin Europea) que tuvo lugar en Madrid, en diciembre de 1995, se plantea la creacin de un
Mecanismo birregional de Cooperacin y Coordinacin entre Amrica Latina y el Caribe (ALC) y
la Unin Europea (UE) en materia de Drogas. Posteriormente, ya creado el Mecanismo, en abril
de 1999 y partiendo del principio de responsabilidad compartida, se aprueba el Plan de Accin
de Panam; el mismo identifica cinco reas en las que se centrara la cooperacin birregional:
(i) reduccin de la demanda; (ii) cooperacin judicial, policial y aduanera; (iii) cooperacin
martima; (iv) control de precursores; y (v) lavado de activos. Al ao siguiente, en Lisboa, se
definen cuatro reas prioritarias: (i) reduccin de la demanda; (ii) desarrollo alternativo; (iii)
lavado de activos; y (iv) cooperacin martima.
En ese sentido, cada ao se celebran reuniones donde intervienen altos representantes de los
Estados de ambas regiones y de la UE, con vistas a realizar un seguimiento de las acciones
emprendidas conforme al Plan de Panam y los criterios aprobados en Lisboa. En lo que al
rea andina se refiere, resulta importante resaltar el nfasis atribuido a la financiacin de
proyectos de desarrollo alternativo, integral, sostenible, e, incluso, preventivo, como el
Laboratorio de Paz, en Colombia, y el ejecutado en Pozuzo Palcazu, en el Per, por ms
de veintids millones de euros.
2.2.2. Los pases andinos y los Estados Unidos de Amrica
a) ATPDEA: En la perspectiva de una accin integral contra el trfico ilcito de drogas, deben
abordarse distintas tareas de manera conjunta: de un lado, labores de erradicacin de cultivos
ilcitos y de sustitucin de stos por otros lcitos, y, de otro, acceso a nuevos mercados
(nacionales e internacionales) y construccin de infraestructuras que posibiliten hacer llegar los
productos a tales mercados.
En ese sentido, y desde una visin de responsabilidad compartida, los Estados Unidos
de Amrica crearon un mecanismo de carcter unilateral destinado a favorecer el acceso
al mercado estadounidense, con exoneracin total de aranceles, de una muy amplia
gama de productos provenientes de los pases andinos especialmente afectados por el
problema del narcotrfico (Bolivia, Colombia, Ecuador y el Per). Como contraparte, los
Estados beneficiarios deben cumplir los compromisos internacionales asumidos en la materia,
que incluyen la erradicacin de cultivos ilcitos, el control de precursores e insumos qumicos, y
la lucha contra el lavado de activos, entre otros, contenidos en tratados multilaterales y
bilaterales entre los Estados Unidos y los pases beneficiarios.
En el caso de pases andinos, como Per y Colombia, que han celebrado recientemente
acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos, el acceso preferente al mercado
estadounidense estar sometido a las reglas contenidas en los mismos y no depender
ya de un mecanismo unilateral, con duracin limitada, como el recogido en la ATPDEA.
Sin embargo, no debe perderse de vista que se mantiene el condicionamiento de la
certificacin antinarcticos para cualquier ayuda o prstamo de los Estados Unidos.
b) Los Acuerdos con el Per: El 23 de julio de 1996, el Per y los Estados Unidos
celebraron un Convenio para Combatir el Uso Indebido y la Produccin y el Trfico
Ilcitos de Drogas, con vistas a reforzar la cooperacin bilateral en el marco de los
compromisos asumidos conforme a la Convencin de las Naciones Unidas contra el Trfico
Ilcito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrpicas de 1988. Tal instrumento parte de afirmar
el principio de responsabilidad compartida y la participacin de ambos pases en la lucha contra
las drogas a nivel internacional en proporcin a sus capacidades econmicas. Al mismo tiempo,
este tratado confirma, segn viene sostenindose en el presente documento, que la
56

Sentencia del Tribunal Constitucional de 27 de septiembre de 2005, a propsito de la demanda de

inconstitucionalidad interpuesta por el Presidente de la Repblica contra la Ordenanza Regional N 031-2005-GRC/CRC


promulgada por el Presidente del Gobierno Regional de Cuzco, y las Ordenanzas Regionales N 015-2004-CR-GRH y
027-2005-E-CR-GRH, promulgadas por la Presidenta del Gobierno Regional de Hunuco

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produccin, transformacin, comercializacin y consumo indebido de drogas representa un


problema que afecta a la humanidad en general y a ambos pases en particular y que
constituye una amenaza a sus seguridades nacionales, la salud y la seguridad de sus
ciudadanos, y un creciente peligro para su medio ambiente 57.
3. El Informe de la OEA: El problema de las Drogas en las Amricas
Los presidentes latinoamericanos que respaldan la despenalizacin de la marihuana ganaron una gran
victoria diplomtica cuando la Organizacin de Estados Americanos (OEA) dio a conocer un informe pocos
das atrs en el que incluye esa medida como una de varias opciones para reducir el narcotrfico y la
violencia en la regin.
El informe de la OEA, de 400 pginas y titulado El problema de la droga en las Amricas haba
sido encargado por los pases latinoamericanos en la Cumbre de las Amricas del 15 de Abril del 2012,
celebrada en Cartagena. Este informe se debatir en la Asamblea General de la OEA que se celebrar en
Guatemala en junio del 2013.58
El Secretario General indic que el informe pide mayor flexibilidad en las polticas anti-drogas, y
seala que hay tendencias que tienden a la despenalizacin o legalizacin de la produccin, la venta y el
uso de la marihuana. Y agreg que tarde o temprano, habr que tomar decisiones en esta rea. Lo que se
busca es mostrar el problema tal cual es y cmo se manifiesta, de diferentes maneras, en nuestros
diversos pases y subregiones; mostrar el volumen de dinero que mueve y quines se benefician de l;
cmo erosiona nuestra organizacin social y cmo debilita la salud de nuestros pueblos, la calidad de
nuestros gobiernos y an de nuestra democracia.
Explic que aunque el impacto del fenmeno de las drogas afecta a los pases de manera diversa,
la preocupacin por ellas nos une a todos, porque la relacin entre drogas y violencia es uno de los
principales factores del temor de nuestros ciudadanos y ha contribuido a llevar el tema de la seguridad a los
primeros asuntos de preocupacin para los ciudadanos de todo el Hemisferio.
En el detalle de cmo se estructura el documento que, a travs del Presidente Santos, entrega a
todos los mandatarios de la regin, el Secretario General Insulza puntualiz que el Informe, se compone de
dos partes: el Informe Analtico, que explica las razones que inducen a la sociedad a preocuparse por el
consumo de drogas y la llevan a tratar de controlar sus efectos en la salud humana; y el Informe de
Escenarios, que es un examen de los caminos que podra seguir el fenmeno en los prximos aos en el
continente.59
4. Legalizacin de las Drogas segn diferentes pases
Definicin de conceptos en materia de polticas sobre drogas
Despenalizacin: Alude a la eliminacin de las sanciones penales por el consumo y posesin
no autorizada de sustancias controladas, usualmente en cantidades lo suficientemente reducidas
como para que califiquen nicamente como dosis personal. En un rgimen con despenaliza cin del
consumo y de la posesin, ya no hay lugar a sanciones penales como el encarcelamiento, aunque en
algunas jurisdicciones pueden dictaminarse sanciones administrativas como multas, servicio
comunitario o citaciones de comparecencia ante las respectivas autoridades.
Despenalizacin de hecho (a veces denominada como legalizacin de hecho): Se refiere a la
no aplicacin en toda su extensin de las leyes que penalizan la produccin, distribucin o
consumo de una sustancia. Ocurre cuando el sistema de justicia penal omite la aplicacin de la
sancin, por accin o por omisin, sin haber perdido formalmente el poder para hacerlo. Usualmente
es una consecuencia de la evolucin de las costumbres en una sociedad, en la que algunos hbitos
comienzan a ser aceptados socialmente a pesar de que legalmente an sigan prohibidos. Tambin se
puede deber a la sobrecarga del sistema de justicia penal, que lleva a que no haya una interven cin
en delitos menores debido a la necesidad de darle prioridad a conductas criminales ms graves.
Legalizacin: Hace referencia al proceso de eliminacin de las prohibiciones legales sobre la
produccin, la distribucin y el consumo de sustancias controladas para otros propsitos
diferentes a los medicinales o los cientficos, generalmente a travs de la sustitucin con un
57

El Convenio para Combatir el Uso Indebido y la Produccin y el Trfico Ilcitos de Drogas entre la Repblica del Per y

los Estados Unidos de Amrica fue firmado en Lima, el 23 de julio de 1996, y se ratific a travs del Decreto Supremo
N 030-96-RE, del 9 de agosto de 1996. Lo que aparece citado entre comillas corresponde al prembulo del mismo.
58

http://www.elnuevoherald.com/2013/05/22/v-fullstory/1482274/oppenheimer-la-oea-y-lamarihuana.html
59
http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-194/13

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mercado regulado. Es un trmino que se asocia a menudo con la liberalizacin o con algunos
regmenes en los que ha cesado la prohibicin de ciertas drogas sin que se hayan impuesto
necesariamente controles estatales estrictos. Tambin se asocia en algunos casos a los regmenes
en los que se ha impuesto una regulacin para controlar el comercio de la produccin y la
distribucin. El trmino, por ende, se usa en este contexto para que haya mayor claridad en
nociones como las de legalizacin y regulacin o legalizacin de mercados libres.
Se hace necesario aclarar que aunque los trminos legalizacin y despenalizacin son
empleados con frecuencia como sinnimos, no lo son. As, las drogas ilcitas son ilegales por
razn de una norma jurdica; las penas se aplican a las personas y a sus actos cuando stos
son punibles. No se puede, pues, despenalizar las drogas ni legalizar a las personas
(aunque s a ciertos actos que las personas realizan). Lo propio es referirse entonces, a la
posible legalizacin de las drogas y a la legalizacin de las acciones relacionadas con ellas: la
produccin, el transporte, la posesin y el consumo. Se acepta, por supuesto, que la sola legalizacin
modificara lo dems, aunque tendra que existir, de cualquier modo, una reglamentacin o
regulacin del consumo que considerara la edad, el lugar, la cantidad, entre otros.
Descriminalizacin: Es donde un pas conserva sus leyes sobre ofensas por drogas pero, ya
sea a travs de un acuerdo en un cambio de la poltica, o a travs de una nueva orientacin a
ser llevada a cabo por las autoridades, decide reaccionar contra algunas de estas ofensas a
travs de procesos administrativos ms que por el sistema de justicia penal. Algunos pases
vienen tratando hace tiempo una serie de ofensas a travs de sanciones administrativas, y tienen un
amplio tratamiento de las ofensas por drogas en este sentido. Para otros pases (tal como fue el caso
de Portugal), esto sera un cambio significativo para haberlo establecido en la prctica. Podra
sealarse que, en muchos casos, las penas administrativas para las ofensas por drogas han sido
actualmente ms severas que las sanciones penales, entonces la descriminalizacin no siempre
debe ser vista como una va menos punitiva para el uso de drogas.
Regulacin: Es un concepto que engloba un amplio rango de marcos regulatorios que
permiten que las drogas controladas estn disponibles legalmente para otros propsitos
diferentes a los medicinales o los cientficos pero siempre bajo control estatal, cuyos
parmetros difieren segn los riesgos a la salud que se deriven del consumo de cada
sustancia. Los instrumentos de control administrativo previstos en cada marco regulatorio pueden
incluir la prescripcin y el despacho en farmacias, licencias condicionadas para la produccin y la
distribucin, polticas fiscales para mantener el nivel de precios que se considere adecuado,
restricciones segn la edad y diversos estndares de calidad, entre otros.
Consumo dependiente de drogas: Es el consumo que puede catalogarse como habitual y
compulsivo a pesar de sus efectos negativos a nivel social y sanitario.
Consumo problemtico de drogas: Es el consumo que empieza a tener consecuencias negativas
en la salud y que causa efectos perjudiciales tanto en todos los aspectos de la vida de la persona
como en otros aspectos relacionados con los individuos, las familias, los amigos y la sociedad.
Drogas ilcitas: En general, se puede afirmar que no hay sustancias que per se sean ilegales pero
que s pueden ser producidas o distribuidas ilegalmente en mercados ilegales. Por eso, un trmino
ms preciso puede ser el de sustancias controladas, en el que se contemplan los usos y los
mercados lcitos e ilcitos. Es un trmino distinto al de drogas controladas, que se limitan
esencialmente a las que tienen usos mdicos y cientficos. Tambin es distinto al de sustancias
reguladas, como el tabaco y el alcohol.
Hoy en da la democracia respecto al problema del TID, juega un papel importante y protagnico
para hacer frente al Narcotrfico.
Dentro de la Unin Europea, Espaa, Italia, Portugal y Luxemburgo no consideran que la tenencia
de drogas para consumo personal sea un delito punible. La tenencia para uso personal sigue siendo ilegal
en los Pases Bajos, Alemania y la Repblica Checa, pero se establecieron directrices para que la polica,
los fiscales y los tribunales no impongan pena alguna, ni siquiera multas, hasta cierta cantidad. Otros pases
imponen sanciones administrativas y solo unos pocos, como Suecia, Letonia y Chipre, contemplan
sentencias de prisin por la tenencia de pequeas cantidades.
A continuacin, trataremos brevemente sobre la legislacin comparada, respecto de su tratamiento
de las drogas:
Argentina: En agosto de 2009, la Corte Suprema argentina declar en un fallo histrico (el
"fallo Arriola) inconstitucional enjuiciar a los ciudadanos por utilizar medicamentos para su uso
personal.

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Brasil: Cambios legislativos en 2002 y 2006 resultaron en una legalizacin parcial de la


posesin para uso personal. Las penas de prisin ya no se aplican y fueron sustituidas por
medidas educativas y servicios comunitarios. Una investigacin realizada en 2009 sobre procesos
criminales por trfico de drogas, en Rio de Janeiro y Brasilia, demostr que el sistema penal es
selectivo, y que los que venden pequeas cantidades de drogas, constituyen 60% de los
condenados.
Canad: El cultivo de Cannabis es actualmente ilegal en Canad excepto para uso mdico. En
cualquier caso, el uso del cannabis por parte del pblico general est tolerado hasta cierto grado y
vara en funcin del lugar y la jurisdiccin, existiendo una vigorosa campaa para la legalizacin.
En 2001, el peridico Globe and Mail ofreca una encuesta con datos del ao 2000 segn la cual el
47% de los canadienses estaban de acuerdo con la frase "El uso de la marihuana debera estar
legalizado", frente al 26% que opinaba lo mismo en 1945.Una encuesta ms reciente mostraba
como ms de la mitad de los canadienses apoyaban la legalizacin.
Mxico: En abril de 2009 el Congreso adopt el Decreto del Narcomenudeo, eliminando todas
las sanciones por cantidades para uso personal: 5 gramos de Cannabis, 2 gramos de Opio, 0,5
gramos de Cocana, 50 miligramos de Herona o 40 miligramos de Metanfetamina. Los adictos
sern sometidos a tratamiento obligatorio solamente despus del tercer arresto. El decreto entr
en vigor en agosto de 2009.
La ley define estrictamente la dosis personal y establece umbrales de cantidades muy bajas. Por
ello, esto podra conllevar a fuertes condenas de crcel para los que sean agarrados con
cantidades mayores a las que permite la ley, porque se asumir que son pequeos traficantes
incluso si no hay otras indicaciones de que la cantidad poseda estaba destinada a la venta.
Repblica Checa: El 14 de diciembre de 2009, la Repblica Checa adopta una nueva ley que
tiene efecto el 1 de enero de 2010 y permite a una persona la posesin de hasta 15 gramos de
marihuana o 1,5 gramos de herona sin cargos penales. Estas cantidades son mucho mayores que
en otros pases de la Unin Europea, haciendo de la Repblica Checa el pas ms tolerante del
mundo en esta materia
Pases Bajos: La revisin de la Ley del Opio de 1976 introdujo la descriminalizacin legal del
cannabis. El consumo dej de ser un delito y la tenencia de hasta 30 gramos se convirti en un
delito menor, mientras que la tenencia de ms de 30 gramos sigui siendo un delito penal. Desde
entonces, los cafs (coffee shops) holandeses, donde los consumidores pueden comprar una
cantidad limitada de cannabis, ocupan un lugar altamente simblico como paradigma de polticas
liberales en materia de cannabis.
Contra lo que habitualmente se piensa, la tenencia de cannabis en los Pases Bajos no el
consumo est tipificada como delito. La poltica holandesa es una descriminalizacin de facto de
la tenencia, la compra y la venta de cantidades para el consumo personal de cannabis, aunque de
iure estas actividades no estn permitidas. Esta poltica est basada sobre el principio de
conveniencia, una opcin discrecional dentro del derecho penal holands que les permite a las
autoridades abstenerse de interponer acciones penales. Tambin se admite el cultivo de hasta
cinco plantas por persona para consumo personal.
El rgimen se rige por las directrices nacionales oficiales emitidas por la fiscala: se tolera la venta
minorista de cannabis siempre que cumplan con los criterios: nada de publicidad manifiesta, nada
de drogas duras, nada de disturbios o alteraciones del orden pblico, nada de venta a menores y
nada de ventas en grandes cantidades. La fiscala asign la prioridad judicial ms baja a las
investigaciones y acciones contra la tenencia para consumo personal y otorg una amplia
discrecionalidad a los municipios
As, los Pases Bajos pasaron de la tolerancia cero a la legalizacin de facto, al menos en
la puerta principal, es decir, los cafs en los que se vende cannabis. Los problemas continan
en la puerta de atrs: los propietarios de los cafs deben comprar el cannabis en un mercado
que sigue siendo ilegal. Los proveedores todava pueden ser procesados por transportar cannabis
a los cafs y es posible detener a los propietarios de los establecimientos por adquirirlo, a pesar
de que tienen permitido venderlo
En 1996 el gobierno decidi endurecer las directrices de modo de conservar la esencia del
modelo. La venta se redujo de hasta 30 gramos a 5 gramos por transaccin, y se estableci un
lmite de 500 gramos de cannabis de tenencia in situ. Adems, la edad mnima de admisin en los
cafs pas de 16 a 18 aos. El gobierno habilit nuevos instrumentos legales para que los
municipios pudieran reducir la cantidad de cafs, entre ellos la opcin de prohibirlos.

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Portugal: Hasta el primero de Julio del 2001, las penas por el uso, posesin y compra de
pequeas cantidades de droga en Portugal eran castigadas con hasta tres meses de prisin o una
multa. Las cantidades que exceden el abastecimiento para tres das eran sancionadas con hasta
un ao de prisin o una multa. El abordaje Portugus a las drogas ilcitas estaba, entonces,
oficialmente caracterizado por un modelo prohibicionista, visto por los expertos portugueses
destacados como inefectivo.
El primero de julio de 2001, Portugal se convierte en el primer pas de la Unin Europea en
abolir los castigos penales por posesin de droga a nivel personal. Adems, los usuarios
deben cumplir con terapias en lugar de sentencias que provoquen prisin.
Investigaciones del Cato Institute dirigidas por Glenn Greenwald, encontraron que cinco
aos despus del comienzo de la descriminalizacin, el uso de drogas ilegales por parte de
los jvenes ha decrecido, la ratio de infecciones de VIH entre usuarios ha cado y las muertes
por herona y drogas similares ha sido reducida a ms de la mitad, duplicando, a la vez, el nmero
de persona que buscan tratamiento por adiccin.
En Portugal se legaliz la marihuana -droga blanda- hace muchos aos sin que haya trado
consigo el aumento de consumo de las drogas fuertes, que es lo que suelen alegar que
ocurrir los opositores60.
Uruguay: Es uno de los pocos pases que nunca ha criminalizado la posesin de drogas para
uso personal. Desde 1974, la ley no establece lmites de cantidad dejando a la discrecin de los
jueces la determinacin sobre si la intencin era el uso personal.
VARGAS LLOSA sobre el reciente proyecto de Ley del Uruguay para legalizar la Marihuana
(2012), seala que poco a poco, la batalla por la legalizacin de las drogas va abrindose camino
y haciendo retroceder a quienes, contra la evidencia misma de los hechos, creen que la represin
de la produccin y consumo es la mejor manera de combatir el uso de estupefacientes y las
cataclsmicas consecuencias que tiene el narcotrfico en la vida de las naciones. Alguien tiene que
ser el primero -dice refirindose al Presidente uruguayo Jos Mujica propulsor del proyecto-,
porque estamos perdiendo la batalla contra las drogas y el crimen; que el Ministro de Defensa de
este pas, seala como razn central de este paso audaz, que la prohibicin de ciertas drogas
le est generando al pas ms problemas que la droga misma.
Ecuador: La legislacin ecuatoriana en materia de sustancias controladas es una de las ms
duras de Latinoamrica. Con el fin de acogerse a la normativa internacional y bajo la fuerte presin
poltica de Estados Unidos, durante los aos ochenta y principios de los noventa, los pases
andinos en particular, consolidaron subsistemas penales inconsistentes con la legislacin interna y
los principios fundamentales del derecho penal. Esta normativa no inclua una sensitividad cultural,
ni un reconocimiento de las profundas desigualdades sociales, ni la salvaguardia al respeto a los
Derechos Humanos.
La norma ecuatoriana la Ley 108 (1990) se centra en la criminalizacin indiferenciada de
consumidores, transportistas de pequeas cantidades conocidos como mulas, pequeos
expendedores, y grandes redes de traficantes. No es excepcional encontrar personas en la crcel
condenadas a 15 aos de prisin por transportar cantidades pequeas de pasta de cocana, o por
vender la misma en las calles.
El espacio fsico que el Estado tiene a su disposicin para albergar los presos es formalmente de
alrededor de 8.000 plazas, producindose un hacinamiento extremo. Aunque la tasa de
encarcelamiento en Ecuador es ms bien una de las ms bajas en Amrica Latina, el grado de
hacinamiento se encuentra entre los ms elevados de la regin, cercano al de Brasil y Per,
aunque ms bajo que, por ejemplo, Bolivia y Surinam.
En enero de 2009, la Direccin Nacional de Rehabilitacin Social seal que se obtuvo la
liberacin de 6.600 personas al agilizarse los procedimientos legales y por el otorgamiento del
indulto a quienes padecan de enfermedades terminales y por micro-trafico de narcticos. El
nmero de indultados para esta ltima categora ha sido de alrededor 1.500 personas.
El fundamento de la idea de sacar de las crceles a la gente detenida por traficar o
transportar droga est enmarcado en lo que el Gobierno de Ecuador llama la
humanizacin del sistema de rehabilitacin social y el cumplimiento de los deberes
fundamentales como es respetar y hacer respetar los Derechos Humanos.
Asimismo hay suficiente indicacin de que en la nueva ley, o la ley reformada, se tomar en
cuenta el enfoque que parte del principio retenido en la misma Constitucin: que el consumo
60

Mario VARGAS LLOSA. La Marihuana sale del armario. Diario La Repblica, 1/7/2012, p. 7.

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problemtico de drogas es un tema de salud pblica, y en cuanto a los usuarios en ningn


caso se permitir su criminalizacin ni se vulneran sus derechos constitucionales.
EEUU:
Colorado se convirti el mircoles 29 de mayo del 2013 en el primer estado de Estados Unidos en
regular la venta, la produccin y los impuestos sobre la marihuana para uso
recreativo despus de que su gobernador, John Hickenlooper, firmara un paquete legislativo sin
precedentes.
La nueva legislacin contempla cmo debe procederse al cultivo y el envasado, el lmite de
compra para los que visiten el estado y un nuevo lmite de marihuana para la conduccin, como
los establecidos para la cantidad de alcohol en sangre.
Los ciudadanos de Colorado y Washington61 votaron el ao pasado a favor de una
enmienda en la Constitucin estatal para aprobar el uso recreativo de la marihuana. El estado
permite a los adultos mayores de 21 aos poseer hasta una onza de esta droga (unos 28
gramos), o comprar en las tiendas autorizadas que se espera abran a partir del prximo enero.
Los visitantes mayores de 21 aos no podrn comprar ms de un cuarto de onza (7 gramos) en
una sola transaccin comercial, a pesar de que podrn poseer legalmente la onza completa. La
ley tambin especifica que las tiendas que la comercialicen no debern tener la marihuana
expuesta al pblico, sino tras los mostradores.
Hickenlooper, que antes se mostr en contra de la legalizacin de la hierba, consider tras la
firma que se trata de una medida de sentido comn, aunque dijo creer que el Gobierno federal
puede argumentar que la legislacin va en contra de las leyes federales sobre drogas.
Si los ciudadanos de Colorado lo aceptan el prximo otoo mediante votacin, la marihuana
tendra un impuesto especial del 15%, cuya recaudacin estara destinada a la construccin de
escuelas o bien un 10% aadido a los impuestos locales y estatales para las ventas. En este caso,
la recaudacin se invertira en la regulacin de la marihuana y nuevos esfuerzos educativos
para concienciar a los nios de que no la consuman62.
CAPTULO III:

Hacia la legalizacin de la marihuana en el Per: Discusin


PolticoCriminal en torno al Trfico Ilcito de Drogas
1.
Antecedentes Legales
Existieron tres etapas muy relevantes para la legislacin peruana, con respecto al trfico ilcito de
drogas:

La primera a partir de 1920, que control, supervis y mejor la produccin y el comercio


dentro del mercado formal;

La segunda iniciada a fines de los 40, en la cual se asegurara que el Estado pretenda
encarar la existencia en el desarrollo de las organizaciones destinadas al comercio ilcito de
drogas y, por tanto, se conoci por primera vez la respuesta poltico-criminal. Esta se limit a lo
represivo;

La tercera empieza a fines de los 60, poniendo como muestra que el asunto de las drogas
origina un problema social y que por consiguiente, generan un caos y disturbio emocional en la
sociedad.
Nuestro pas a lo largo de los tres periodos que hemos registrado, ha tomado las concepciones y
el modelo de las legislaciones extranjeras. En consecuencia no se ha elaborado un modelo propio de
legislacin para abarcar todos los problemas de las drogas.
El Per es parte de la Convencin nica de 1961 sobre estupefacientes enmendada por el
Protocolo de 1962, Convencin sobre Sustancias Psicotrpicas de 1961 y la Convencin de Viena de 1988.
Conforme a la primera Convencin, el CULTIVO DE COCA slo est permitido con fines de preparacin
como agente soporfero que no contenga alcaloide y por tanto, cualquier cultivo con la finalidad diferente es
prohibido.
2. Venta e Incautacin de Drogas en el Per
61

http://www.eluniversal.com.co/cartagena/actualidad/la-marihuana-ya-es-legal-en-washington100895
62
http://peru21.pe/mundo/eeuu-colorado-regula-marihuana-uso-recreativo-2133304

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2.1.Ventas de droga
La frontera que tiene el Per con Bolivia es el lugar preferido de los narcotraficantes para
transitar cargamentos de cocana en busca de grandes mercados, los cuales son
posteriormente enviados a Europa y EE.UU.
El lago Titicaca se ha convertido en otra ruta preferida para llevar droga a Bolivia y luego a
Brasil, Chile y Argentina.
Otra ruta para trasladar mayores volmenes de drogas a EE.UU. y Europa es desde el mar
lambayecano, especficamente, la isla de Lobos de Tierra lmite de embarque donde llegan
toneladas de clorhidrato de cocana para su posterior embarcacin rumbo a alta mar en
bolicheras, para finalmente ser transportadas en buques de mayor capacidad.
2.2. Incautacin de drogas
Para hablar de incautacin debemos primero referirnos a los decomisos. En su totalidad los
decomisos no se cumplen, debido a que si bien estos insumos son objeto de control, slo lo
son en algunos lugares, donde se viene dando la actividad cocalera, pero no en otras zonas
donde impera el libre comercio, en donde estos insumos son trasladados hacia los centros de
produccin de estupefacientes. Siendo uno de estos insumos qumicos decomisados, como el
kerosene y el xido de calcio.
La poltica de decomiso de drogas ilegales en nuestro pas no ha alcanzado resultados
positivos fundamentalmente por las siguientes razones: a. Altos niveles de corrupcin de
algunas autoridades involucradas en el decomiso de drogas; b. La falta de asignacin de
recursos econmicos suficientes por parte del Estado peruano para realizar mayores operativos
policiales y aplicar una estrategia de decomiso eficaz y permanente; c. Al igual que la
erradicacin, se ha confiado el financiamiento de la tarea de interdiccin 63 casi exclusivamente
a la cooperacin internacional (particularmente la estadounidense), la misma que se
increment en el 2010, pasando de US$.11.5 millones en el 2008 a US$20.0 millones en aquel
ao64.
Incautacin es la toma de posesin por un tribunal u otra autoridad competente, de dinero o
bienes de otra clase65; privar a alguien de alguno de sus bienes como consecuencia de la
relacin de estos con un delito, falta o infraccin administrativa.
3.

Crtica a polticas antidrogas del Per


- El comportamiento que tiene y que presenta el estado peruano al ejercer una poltica soberana
con respecto al tema, es objetable en cuanto los programas de cultivo alternativo no se encuentran
a cargo del Ministerio de Agricultura sino por un conjunto de ONGs privadas financiadas por parte
del gobierno norteamericano.
- En cuanto a la industrializacin de la Hoja de coca sera una buena alternativa, pero
tendra que empezar en poca escala debido a la situacin actual en que vivimos, en que el
narcotrfico es su mayor contendor para que no se pueda hacer realidad la Industrializacin de la
hoja de Coca.
- Los organismos especializados, que podan hacer frente ante el narcotrfico, como el caso de
DEVIDA (no es un rgano autnomo), se convierten en un impedimento ms que en ayuda, por lo
cual se debe buscar en corto plazo reformar este ente rector. Pero, existen realmente
instituciones Antidrogas? Cumplen sus funciones DEVIDA, ONGs? Como lo seala RICARDO
SOBERN GARRIDO, el Per ya es un Narco-estado tanto por los contactos que ha venido
teniendo el pas con Estados Unidos, personalidades cuestionadas y controvertidas; la presencia
del lavado de activos con relacin a nuestro pas; el ingreso de insumos qumicos mediante
contrabando a la vista y paciencia de las autoridades.
- Sin embargo, una crtica a favor de nuestro ordenamiento es la Ley N29988, publicada el 18
de enero de 2013, que estableci medidas extraordinarias para el personal docente y
administrativo de instituciones educativas pblicas y privadas, implicado en delitos de
terrorismo, apologa del terrorismo, violacin de libertad sexual y trfico ilcito de drogas.
Esta ley ha adoptado dos tipos de medidas: administrativas como separacin y destitucin de

63

Interdiccin: Es la interceptacin de drogas de contrabando por aire, mar o tierra por parte de las fuerzas
encargadas del cumplimiento de la ley y de garantizar la seguridad. Usualmente se hace en aguas o zonas
internacionales.
64
65

IDEI. El Mapa del Narcotrfico en el Per. Lima: IDEI-PUCP, 2009, p.409.


http://www.wordreference.com/definicion/incautacin

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condenados y procesados; y penales como la inhabilitacin perpetua. Se establece que son


destinatarios de la norma los condenados con sentencia consentida o ejecutoriada por los
delitos de terrorismo, apologa de terrorismo , violacin sexual o trafico ilcito de drogas a dichas
personas se les separa o destituye, as como se les inhabilita a perpetuidad. Dichas entidades de
las que es destituido e inhabilitado para ingresar o reingresar son: Instituciones de educacin
bsica, Institutos o escuelas de educacin superior, Escuelas de las fuerzas armadas o de la
polica nacional del Per, Ministerio de educacin o en sus organismos pblicos descentralizados,
Ministerio de educacin, capacitacin, formacin, resocializacin o rehabilitacin. La Ley N29988
dispone que es el Ministerio de Educacin la entidad estatal que debe supervisar anualmente,
dentro de los primeros treinta das de iniciadas las clases, que ninguna institucin e
educacin bsica ni instituto o escuela de educacin superior, ni academias de preparacin
preuniversitaria creados por iniciativa privada posean en su plana docente o administrativa,
personal condenado con sentencia consentida o ejecutoriada por cualquiera de los delitos
sealados66.
4.
Poltica criminal
Desde una perspectiva roxiniana sobre la Poltica Criminal, lo que se intenta es desarrollar una
estrategia decidida de lucha contra el delito, es por ello que en las lneas siguientes explicaremos nuestra
posicin sobre la solucin de combatir eficazmente el Trfico Ilcito de Drogas as como los delitos que van
de la mano junto a este.
Hemos llegado a la conclusin que la guerra contra las Drogas no funciona sino que hay que
legalizarla, como sugieren los ex presidentes Henrique Cardoso, Ernesto Zedillo, Csar Gaviria, Felipe
Gonzles, y los intelectuales Mario Vargas Llosa, Noam Chomsky, Milton Friedman, entre otros. Creen que
con la represin, no se est disminuyendo el dao, sino aumentndolo, pues, es una cuestin
cultural.
En el mundo existen pases que tienen una nocin de libertad individual muy fuerte, como
Holanda, all se acepta que el que quiere drogarse, se drogue. Disuadir al consumidor para quebrar la
cadena es lo fundamental. Invertir tanto en combatir la produccin no conduce a nada. Fijmonos en el
caso de Afganistn, donde el cultivo del opio no hace ms que expandirse67.
4.1. Tesis de los partidarios de la legalizacin de las drogas
El punto de vista de los defensores de la legalizacin, caracterizada por su rasgo testimonial,
expresa la opinin mayoritaria de un sector partidario del cambio radical en la poltica criminal
contra el narcotrfico. En trminos generales, esta postura se caracteriza por ser ms cercana
a la tutela de las libertades fundamentales, que al resguardo decisivo de la salud pblica; ms
consciente y tolerante del respeto hacia aspectos simblicos y culturales, y en otros casos
apegada a criterios que buscan reducir el alto costo econmico y social que representa la
prctica de una poltica prohibicionista.
Los argumentos de quienes estn a favor de la legalizacin de sustancias prohibidas se
centran en una crtica profunda a la percepcin actual que tienen los gobiernos - especialmente
los occidentales sobre el consumo de droga y sus efectos, porque consideran que la postura
gubernamental no parece comprender la esencia de estas sustancias.
Los defensores de la liberacin de drogas txicas sostienen entre otros, los siguientes
argumentos:
a. El uso de las drogas con distintos fines ha estado presente en todas las sociedades sin
representar un peligro social, su peligrosidad no proviene de la drogas en s mismas, sino
de la relacin que el hombre establece con stas. La droga es un problema hoy en da, no
tanto por sus peculiaridades o caractersticas propias, sino ms bien, por el furor de su
consumo, que olvida aspectos de purificacin y renuncia que fueron los que caracterizaron al
consumo religioso y social que se ejecut durante siglos en las sociedades ms antiguas.

66

MARTINES ARULU, Vctor Jimmy. Medidas de Prevencin y pena de inhabilitacin perpetua para condenados por
delitos de terrorismo, violacin sexual y TID. Gaceta Jurdica - Actualidad Jurdica. Tomo 231. Febrero 2011. Lima Per.
Pg. 27 - 30.

67

Entrevista a Fernando HENRIQUE CARDOSO, ex Presidente del Brasil: Diario El Pas, Espaa: 26.8.2010.
Opinin distinta es la de Berna GONZLES HARBOUR: El error de legalizar la venta de drogas. Diario El Pas,
10.2010.

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Ciencias como la etnologa, la antropologa cultural o la historia, entre otras, evidencian


que el colapso social de la convivencia pacfica entre sociedad y droga nace del auge
del activismo y del delirio comercial de los europeos y no de cualidades intrnsecas de
las drogas.
b. Son prohibidas las sustancias que no estn incluidas dentro de la esfera social (el
hachs y la marihuana, por ejemplo) y se fomenta el uso y abuso de otras que s se
encuentran dentro del modelo cultural y que por lo mismo gozan de permisividad el
alcohol y el tabaco- aun cuando impliquen iguales o mayores peligros para la salud que
las sustancias prohibidas.
Si se recuerda la ley seca que prohibi la venta de alcohol en EE.UU. Esta no impidi su venta
ni el alcoholismo, pero tuvo consecuencias desastrosas. Las mafias dedicadas al trfico ilcito
del alcohol adquirieron gran poder, corrompieron autoridades y causaron ms muertes, pero
cuando se legaliz el alcohol, sigui causando dao, pero los recursos, que no haban
alcanzado para combatir el crimen, se dedicaron a fines tiles. La criminalidad descendi, se
inici el tratamiento de los alcohlicos y desapareci una fuente importante de corrupcin.
c. La incriminacin del trfico de drogas en el mbito de actividades ilcitas, tiene
finalidades polticas, pero no poltico-criminales. La tipificacin de las conductas propias del
trfico de drogas responde a finalidades ulteriores, como las de: (i) Mantener el estereotipo de
que es necesario combatir el consumo y la produccin de droga; justificando con esto la
existencia de un Estado bienhechor, indispensable para enfrentar a tan peligroso enemigo
pblico68. (ii) Utilizar esta actividad como un estigma que acte de cortina de humo en
situaciones crticas; como el hecho de que los fundamentos de la autoridad se debiliten 69 o se
presente una situacin econmica insostenible o un escndalo poltico; (iii) Servir como chivo
expiatorio para atribuir culpas y descargar la represin, ya sea desviando la atencin de las
contrariedades ms graves o canalizando las preocupaciones y ansias subversivas de la
poblacin; (iv) Justificar la propaganda pro-estatal encubierta, utilizando los medios de
comunicacin para generar admiracin y respeto por las personas e instituciones del
sentido de solidaridad con sus instituciones y gobernantes; (v) Ser el antifaz que disfrace
los valores polticamente aceptados y oculte otros que son perjudiciales, como la corrupcin
pblica y en determinados casos; (vi) Ser un instrumento de presin poltica.
d. En la actualidad est plenamente demostrada la ineficacia de la estrategia represiva como
forma de enfrentar el problema de los narcticos. Lo nico que se consigue con esto es un
efecto mediato o inmediato totalmente opuesto al pretendido; es decir, no se evita que la
droga contine a disposicin de quien quiera obtenerla, sino que se eleva el costo de las
sustancias txicas (debido a la ausencia de control oficial) favoreciendo la aparicin de
poderosas organizaciones de traficantes y contribuyendo al establecimiento de un
lucrativo mercado negro. En ciertas circunstancias, lo anterior obliga a delinquir a una parte
considerable de consumidores que no poseen recursos suficientes para costear sus dosis. Esto
agrava la percepcin social que se tiene de los adictos relegndolos a espacios de
marginacin. Son varios los argumentos a favor de la legalizacin de las drogas. La lucha
contra el narcotrfico al menos hasta ahora parece condenada al fracaso. Las propias
autoridades encargadas de combatir el trfico de droga admiten que solo detienen un pequeo
porcentaje, y el esfuerzo por detener el narcotrfico es en cierto sentido autodestructivo, pues
al subir los precios beneficia a los narcotraficantes.
e. El trfico internacional de estupefacientes, el lavado de dinero, el asecho a los
circuitos bancarios, la corrupcin y el soborno a funcionarios, entre otros aspectos;
dejaran de ser un problema si hubiera una poltica criminal permisiva y no represiva
68

Las drogas se han convertido en uno de los enemigos a los que Estados Unidos ha declarado la guerra. Todo el
material blico y las policas se refuerzan para la batalla, pero lo que no se fortalece con la suficiente eficacia son los
servicios de sanidad. Siguen faltando asistentes sociales y terapeutas. Vase a Hans-Georg Behr en La droga,
potencia mundial. El negocio con el vicio, Planeta, Barcelona, 1981, pp. 242 y 243.
69

Por ejemplo en Bolivia, donde desde hace tiempo no existen problemas de insurreccin, la excusa de la lucha contra
la coca permiti, durante aos, reprimir con mayor dureza cualquier intento de oposicin. Muestra de ello, fue la
represin contra los movimientos campesinos, en los que se utiliza la excusa de la guerra contra las drogas para
cometer todo tipo de violaciones de derechos, masacres incluidas. Ver Martn Barriusso en Las Naciones Unidas y la
poltica internacional de control de drogas: factores para una inercia prohibicionista, en Drogas: cambios sociales y
legales ante el tercer milenio, Dykinson, Madrid, 2000, p. 143.

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(como la que existe hoy). Los gobiernos deberan tutelar el trfico de estas sustancias
como un negocio lcito y aceptar la droga en s, como una mercanca ms. Si los
gobiernos tutelaran el trfico de sustancias psicoactivas como un negocio lcito, se
reducira en gran medida el enorme costo social y econmico que se deriva de las
legislaciones prohibicionistas y de su ejecucin.
f. Los sistemas represivos se limitan a practicar una poltica asistencial concentrada
nicamente en los consumidores que se encuentran en las condiciones de adiccin ms
extremas, no estn orientados a mejorar las circunstancias personales y sociales de los
adictos y generan incertidumbre acerca del carcter real de su actividad; pues es difcil
determinar con certeza, si realizan un trabajo de asistencia social o en realidad ejercen
un control social con consecuencias manifiestamente insanas.
Segn un sector de cientficos mdicos y bilogos, la drogadiccin debe tratarse como un
mal epidmico. Sostienen que, si se invirtiera una pequea parte del dinero gastado en
combatir el narcotrfico en la investigacin de antdotos, educacin de jvenes y tratamiento de
drogadictos, se obtendran resultados incomparablemente mejores. Tal vez lo ms importante:
desaparecera el inters de los traficantes por conseguir nuevos clientes. Desaparecera el
adicto que, para obtener droga, es reclutado como vendedor y se convierte en criminal.
Una de las drogas ms adictivas y dainas es la pasta bsica de cocana. Esta droga, adems
de inutilizar al adicto para funcionar en la sociedad, es responsable de gran parte de los asaltos
y robos registrados en las zonas metropolitanas de Estados Unidos. Uno de los argumentos
para la legalizacin de la droga es la desaparicin de la pasta. Por ser un subproducto del
proceso de refinacin, la pasta dejara de existir al desaparecer las cocinas de cocana. El
fabricar pasta sola no es negocio.
La legalizacin de determinadas drogas, como la marihuana, traera como consecuencia
la necesidad de clasificar, legislar y administrar estupefacientes en forma permanente.
Somos conscientes que las drogas dejan de ser un problema no slo de salud, sino que
evolucionan en un problema social-familiar, por lo que es determinante a nivel interno la
orientacin y el dilogo constante de padres e hijos y viceversa y no quedarse con una mera
charla informativa que se pueda recibir en una Institucin Educativa. Recordemos que la mayor
causa que conlleva a consumir drogas es el abandono familiar, luego le sigue el excesivo
autoritarismo y la falta de autoridad.
Se podra demostrar con muchos ejemplos el problema evidente de las drogas y la culpa de la
sociedad como conductor y originador de consumistas, hasta el punto de decir que debido al
problema de la violencia y mala educacin en nuestra sociedad nuestros nios y
adolescentes se convertirn en unos drogadictos sobre todo en zonas en las cuales no
llega una buena educacin o donde no hay compromiso de parte de las autoridades de
dichas comunidades. As, uno de los ejemplos claros para saber cuanto de culpa tiene una
sociedad debido a sus problemas naturales y originales seran las teoras de la ecologa
social, que interpretan la ciudad como un marco ecolgico en el que la lucha por el espacio
acarrea conflictos sociales y un cierto nivel de desorganizacin social, el consumo de drogas se
inserta en aquellas zonas urbanas donde la desorganizacin social es predominante y tiene la
caracterstica de una conducta aprendida.
Si por el contrario, tuviramos una sociedad, con ciudadanos bien educados, autoridades bien
pagadas y respeto a los valores morales, tal vez se pudiera ganar la guerra al narcotrfico.
Gastar enormes sumas de dinero en una batalla ftil es un cargo de conciencia. En nuestra
opinin, la legalizacin es el menor de los males y al parecer, la solucin 70.
g. Si en lugar de reprimir estas conductas, se les quitara su carcter criminal, el trfico y
las muertes por consumo de drogas ilcitas adulteradas disminuira. El mayor peligro de
estas drogas se encuentra en el hecho de que circulen en el mercado clandestino; ya
que este carece de control oficial. Quien compra droga no tiene ninguna garanta sobre la
calidad de la sustancia que est adquiriendo, por esto, el libre comercio de drogas en el que el
gobierno se limitara a garantizar la pureza de la sustancia y la presencia de la etiqueta,
constituiran una mejor opcin. Con ello se lograra reducir la cantidad de muertes accidentales
por sobredosis de drogas prohibidas.
4.2. Tesis de los defensores de la prohibicin de las drogas
70

http://www.fundesa.org.gt/cms/content/files/publicaciones/Boletin_de_Desarrollo_Despenalizacion_de_las_Drogas.pdf

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Quienes estn en contra de la despenalizacin de la droga, argumentan que las razones en


favor de la legalizacin son superficiales, y aunque aceptan que algunas de las explicaciones
de las tesis liberadoras pueden contener aspectos asumibles, coinciden tambin, en que estas
no parecen tener un sustento cientfico, ni una base emprica.
Este sector, tiene la idea de que la propuesta de legalizacin responde ms a la desesperacin
y frustracin de un grupo de penalistas que carecen de imaginacin y compromiso con la
ciencia y la sociedad, que a un reparo importante al sentido comn. En general, sus objeciones
expresan las siguientes crticas y observaciones:
a. Opinan que la prohibicin debe seguir estndolo, puesto que se trata de dos utopas
opuestas: la utopa de un mundo sin drogas, y la utopa de un mundo sin
narcotrfico. Sobre la primera, la ambicin es la estrategia que adopt la ONU/1998, para
constatar luego en el 2008, el fracaso del modelo de la represin ante una sociedad que
consume ms, ante mafias que se valen de nuevas vas y nuevos mercados (los crteles
de Colombia y Mxico son los que controlan el negocio internacional de la droga. Per ha
pasado a ser un simple productor-acopiador). Y el opio procedente de Afganistn va
dejando un reguero de adictos en Pakistn, Irn, Turqua y otros pases de paso, antes de
llegar al mercado mayoritario europeo.
Y ah es donde llega la segunda utopa, ya que eliminar la drogodependencia es
imposible (lucha contra deseo natural de los jvenes y mayores que, incluso,
desafan los lmites de las dosis): legalicmoslas! Nuestra opinin es que mejor es que
asumamos que la droga existe, est ah y dmosle un marco legal, que evite los infames
productos letales que llegan al mercado. Y sobre todo cerremos las patas del trono en el
que se sientan los capos de la droga. Que esto provoque un aumento espordico del
consumo, no debe frenarnos ante una ambicin superior, que es la de evitar las miles de
muertes que la droga deja en el camino.
b. Lo nico que se lograra liberando la oferta y eliminando las barreras actuales que impiden
la circulacin de las sustancias prohibidas, sera la disminucin del costo de tales
productos. Sin embargo, esto no evitara que el negocio de la droga siguiera siendo
rentable; slo hara que pasara de las manos de los traficantes a las de los dueos de los
oligopolios multinacionales y nacionales (legales), quienes comerciaran las sustancias de
acuerdo con el esquema del libre mercado.
c. La legalizacin de ciertas drogas (como la marihuana) ocasionara una nueva ola de
problemas poltico-criminales, tanto en la poblacin adulta, como en la juvenil.
Resulta muy equivocado pensar que el hecho de facilitar el acceso a las drogas implique la
reduccin de su consumo. Lo nico que se lograra con esto, sera incrementar la cantidad
de consumidores de sustancias txicas.
d. La idea de que la liberacin de las drogas frenara el desarrollo de la mayor parte de las
bandas de delincuencia organizada que operan actualmente, es tan equivocada como
afirmar (como se hace comnmente) que el prohibicionismo contribuye gravemente al
avance de la delincuencia organizada y que por el contrario, la legalizacin la hara
desaparecer. Estos criterios parecen desconocer que las grandes estructuras del crimen
organizado tienen: (i) Una considerable capacidad de transformacin; (ii) Una gran
habilidad para tolerar la presencia de otras organizaciones ilegales en el mercado o para
expulsarlas cuando se convierten en un obstculo; (iii) La facilidad de abrir su mercado a
menores e incapaces que permanecen tutelados por las leyes contra las drogas; (iv) La
sagacidad para crear un mercado paralelo a las sustancias legalizadas similar al que
ocurre con el tabaco, entre otros aspectos.
En sntesis, la legalizacin de la droga, si se le puede llamar as, agudizara varios
problemas: a) aumentara la violencia y los actos criminales; b) agravara el dao a la
salud individual y colectiva; c) incrementara el costo social; d) disminuira la productividad;
e) atentara contra la cohesin familiar y social; f) lesionara el derecho de terceros a la
salud y a la seguridad; y g) no acabara con el narcotrfico ni con los delitos que genera.
5. Ventajas de la Legalizacin de la marihuana en el Per
Hoy en da la democracia respecto al problema del TID, juega un papel importante y protagnico
para hacer frente al Narcotrfico, la legalizacin se puede dar en nuestro Pas, pero en forma paulatina.

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De impulsar una poltica tolerante en nuestro pas respecto a las drogas, se estar
pensando principalmente en el de marihuana, una droga que tiene efectos menos perjudiciales en
comparacin con otras sustancias prohibidas. Sin duda alguna, cualquier tipo de droga, tanto legal
como ilegal, tiene un efecto perjudicial para la salud, hblese de tabaco, alcohol, caf o Cannabis. Es
necesario apoyarse de la ciencia para conocer los efectos nocivos de cada una de las drogas, en
especial la marihuana. Una de las experiencias internacionales en esta materia sera el caso de Holanda,
pas en el cual desde los aos 70 implement una poltica tolerante hacia el consumo de marihuana y
actualmente discute la posibilidad de permitir el consumo de otras sustancias como la cocana y el xtasis.
Cul es la sustancia que ms se consume en nuestro pas? A saber, segn datos de la Encuesta
Nacional de Adicciones 2008, la marihuana es la droga ms consumida en nuestro pas, que adems ha
reportado un aumento en su consumo respecto a los aos anteriores. No obstante, este panorama no es
exclusivo de Per puesto que segn datos del Informe Mundial Sobre las Drogas 2009 (IMSD2009) la
marihuana y el cannabis son la droga ms consumida en todo el mundo, por lo cual constituye el
mayor mercado de drogas ilcitas; casi el 90% de pases y territorios la producen, se encuentra estimada
entre un total de 13.300 toneladas mtricas y 66.100 toneladas mtricas. Segn Datos del IMSD2009 la
mayora de las incautaciones de marihuana en el mundo durante el 2007 fueron en Per (39%) y junto
con Estados Unidos conformaron el 65% del total incautado, lo que los sita en los dos pases con mayor
mercado de marihuana en la tierra.
Investigaciones recientes han demostrado que el consumo de marihuana, considerado como
un problema de salud en comparacin con otras drogas permitidas, por ejemplo el alcohol y la nicotina, no
es tan preocupante, pues hasta el momento, se han registrado mayores efectos nocivos por su consumo
que por el de Marihuana. En una nota publicada por el New York Times, se argumenta que el Dr. Jack E.
Henningfield del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA) y el Dr. Neal L. Benowitz de la
Universidad de California en San Francisco construyeron cinco indicadores (Retiro, Refuerzo, Tolerancia,
Dependencia e Intoxicacin) con los que se puede medir bajo una escala de 1 a 6 la problemtica de la
adiccin, donde 1 es ms grave y 6 menos grave. Para ello tomaron como punto de referencia 6 sustancias
(Marihuana, Herona, Cocana, Alcohol, Cafena y Nicotina) dentro de las cuales la marihuana fue
calificada como una de las menos perjudiciales.

Conclusiones
1. Al no estar legalizada la produccin, venta y consumo de las drogas en nuestro ordenamiento
jurdico, podemos concluir que el narcotrfico atenta contra la soberana, la democracia y el estado
de derecho, adems de violentar los derechos ms elementales del ser humano, repercutiendo de
manera muy negativa en el mbito econmico.
2. En el contexto de la legislacin comparada, el Trfico Ilcito de Drogas constituye una amenaza a
la seguridad, en el que concurren tanto la intencin de perjudicar al Estado y la capacidad de
afectarlo.
3. En nuestra opinin, por ahora, la legalizacin de todas las drogas en nuestro pas no es lo ms
recomendable, pero legalizar la produccin, venta y consumo de marihuana podra ser un
paso conveniente para empezar a combatir la criminalidad del narcotrfico, poniendo fin a los
crteles y otras actividades delictivas como el terrorismo, trfico de armas, trata de personas,
corrupcin de funcionarios; de tal manera que el dinero que se invierte en la represin sirva para
prevenir y rehabilitar, brindado la asistencia mdica y teraputica a quien lo requiera, determinando,
asimismo, el expendio comercial de drogas en farmacias, hospitales, sanatorios, clnicas,
ambulancias y servicios especializados, entre otros, que sea realizado por personal idneo y con la
debida asepsia, para lo cual se deber organizar la asignacin y administracin estatal de los
impuestos, ayudas y subsidios necesarios.

Recomendaciones
El grupo, despus del estudio concienzudo de la legislacin peruana as como comparada que aborda el
Trfico Ilcito de Drogas, hemos podido concluir que a pesar de las varias modificaciones que ha tenido
nuestro Cdigo Penal, no se ha podido ganar la batalla a este flagelo que afecta a todo el mundo, as como
tampoco se han podido reducir los ndices de comisin respecto al TRFICO ILCITO DE LAS DROGAS.

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En tal sentido, consideramos oportuno y necesario que el Per adopte una nueva estrategia en su lucha
contra el narcotrfico, nos estamos refiriendo a la LEGALIZACIN DE DETERMINADAS DROGAS, en
especial, la marihuana, lo que no significa transformar a nuestro pas en un paraso turstico de drogas.
Es por ello que, cumpliendo con los requisitos que se necesitan, el grupo ha tenido parabin presentar como
PROYECTO DE LEY: La legalizacin de la produccin, venta y consumo de marihuana, el mismo
que se presenta como Anexo de esta investigacin.

Fuentes consultadas
LIBROS:

1. BARRIUSSO, Martn. Las Naciones Unidas y la poltica internacional de control de drogas:


factores para una inercia prohibicionista, Drogas: cambios sociales y legales ante el tercer milenio,
Dykinson, Madrid, 2000.
2. BRAMONT ARIAS, Temas de Derecho Penal, Tomo V, Editorial San Marcos, Lima, 1998.
3. BUSTOS RAMREZ, Juan. Manual De Derecho Penal, P.E., 1993.
4. ESPINOZA V., Manuel. Delito de Trfico de Drogas Narcticas, El poder siniestro de la coca, Pan
American Books S.R.L., Trujillo, 1983.
5. GARCA MORILLO, J, y otros. Derecho Constitucional. Vol I, Madrid, 1997.
6. JAN VALLEJO. Derecho Penal Aplicado. Jurista Editores, Lima, 2002.
7. MUOZ CONDE, Derecho Penal: Parte Especial, Madrid, 1992.
8. MUOZ CONDE, Francisco. derecho penal. Parte especial, 18 edicin, Valencia, 2010.
9. NOVAK, Fabin y RUDA, Juan Jos. El Trfico Ilcito De Drogas en el Per: Una Aproximacin
Internacional, Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del
Per, Lima, 2005.
10. NOVAK, Fabin y NAMIHAS, Sandra. Amenazas Globales a la Seguridad: El Narcotrfico,
Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Catlica del Per, Lima, 2005.
11. QUERALT. Derecho Penal Espaol, P.E.; Espaa, 1996.
12. SERRANO GOMEZ / SERRANO MALLO. Derecho Penal. Parte Especial, 16 edic., Madrid,
julio 2011.
13. VALLE MUIZ, Jos y MORALES GARCA, Oscar. Tratamiento jurdico penal del trfico ilcito
de drogas txicas, Espaa, 5 edic. 2005.
JURISPRUDENCIA:
14. Exp. N 3154-2003-Piura Ejecutoria Suprema.
15. Exp. N 4647-95 Lambayeque.
16. R.N. N 1669-2003-Hunuco.
17. Exp. N 2113-98-Lima.
18. R.N. N 16-2005-Junn.
19. R.N. N 3070-2004-Callao.
REVISTAS:
20. CARDOSO, HENRIQUE, Diario El Pas, Espaa, 2010.
21. DEVIDA. Estrategia nacional de lucha contra las drogas 2002-2007. Lima. DEVIDA, 2004.
22. FLORES CHVEZ, Rosa Isabel. El derecho a ser juzgado en un plazo razonable y la aplicacin
del principio de favorabilidad en el proceso penal. Cuadernos Jurisprudenciales. N 36. Gaceta
Jurdica. Lima, junio de 2004.
23. GONZLES, Mara Isabel. Drogas, Marihuana, Descriminalizarla o no? La Repblica, Domingo,
2010.
24. GUILLN LPEZ, Germn. Discusin poltico criminal en torno al Trfico de drogas. Estudios
en Derecho y Gobierno, Universidad Catlica de Colombia, junio de 2009.
25. HANS-GEORG BEHR, La droga, potencia mundial. El negocio con el vicio, Planeta, Barcelona,
1981.
26. IDEI. El Mapa del Narcotrfico en el Per, IDEI-PUCP, Lima, 2009.
27. MARTINES ARULU, Vctor Jimmy. Medidas de Prevencin y pena de inhabilitacin perpetua
para condenados por delitos de terrorismo, violacin sexual y TID. Gaceta Jurdica - Actualidad
Jurdica. Tomo 231. Lima, Febrero 2011.

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28. PEA CABRERA FREYRE, Alonso R. La libertad por exceso de detencin: el derecho de ser
juzgado en un plazo razonable, Actualidad Jurdica. N 136. Gaceta Jurdica. Lima, marzo,2005.
29. PRADO SALDARRIAGA, Vctor. El tipo bsico en el delito de TID: Rev. Derecho y Sociedad,
N11, Lima, 1996.
30. VARGAS LLOSA, Mario. La Marihuana sale del armario. Diario La Repblica, 2012.
31. VASSILAQUI, Alejandro. La droga consume dignidades. Diario El Comercio, 2007.
SITIOS WEB:
32. http://es.shvoong.com/exact-sciences/1690049-problemas-que-ocasionan-las-drogas/
33. http://www.fundesa.org.gt/cms/content/files/publicaciones/Boletin_de_Desarrollo_Despenalizacio
n_de_las_Drogas.pdf
34. http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/00025-2005-AI.html
35. http://jurisprudencia.pj.gob.pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp
36. http://www.devida.gob.pe
37. http://www.wordreference.com/definicion/incautacin
38. http://www.venumperu.com
39. http://www.oas.org/documents/spa/press/Informe_de_Escenarios.pdf
40. http://www.oas.org/documents/spa/press/Introduccion_e_Informe_Analitico.pdf
41. http://www.oas.org
42. http://www.eluniversal.com.co/cartagena/actualidad/la-marihuana-ya-es-legal-en-washington100895

Anexo
PROYECTO DE LEY: LA LEGALIZACIN DE LA PRODUCCIN, VENTA Y CONSUMO DE
MARIHUANA.
Las ciudadanas y ciudadanos que suscriben, ejerciendo el derecho ciudadano de Iniciativa legislativa,
previsto en el Artculo 31 de la Constitucin, proponemos el siguiente Proyecto de Ley:
Ttulo Preliminar
Artculo I: Objeto de la Ley
El objeto de la Ley es establecer las reglas necesarias para promover la legalizacin de la produccin, venta
y consumo de marihuana, orientado a proteger el bien jurdico: salud.
Artculo II: Finalidad de la Ley
Es finalidad de esta Ley, que el Estado alcance mayores niveles de eficacia y eficiencia y proteja
efectivamente a la sociedad contra los efectos que ocasiona el Trfico Ilcito de Drogas, as como promover
la prevencin del consumo de la marihuana.
Ttulo I: Disposiciones Generales
Artculo 1: mbito de aplicacin
La presente Ley regula la produccin, venta y consumo de marihuana a nivel nacional, as como aquellas
entidades, designadas por el Estado, que estarn encargadas de la prevencin del consumo de marihuana,
vigilancia del cumplimiento de las entidades que la comercializarn y rehabilitacin de los adictos a esta
droga.
Artculo 2: Procedimiento y envasado de la marihuana
La nueva legislacin contempla que el cultivo de la marihuana debe hacerse bajo la vigilancia de una
entidad que se encargar de supervisar su cultivo as como las correctas formas de envasado, para lo cual
deber tomarse las medidas de seguridad e higiene que la entidad exija, mantener un estndar para todos
los que cultiven esta droga, los mismo que debern estar previamente registrados e inscritos en un Registro
nico de productores y abastecedores de marihuana.
Artculo 3: Comercializacin de marihuana
Las tiendas autorizadas para comercializar la marihuana no debern tener la marihuana expuesta al
pblico, sino tras los mostradores.
El personal deber acreditar, mediante constancia emitida por el Ministerio de Salud, la capacitacin sobre
el uso, consumo, prevencin y rehabilitacin de drogas. Las tiendas que incumplan estas medidas sern
sancionadas con el cierre temporal de 03 meses; y en caso reincidan en su incumplimiento sufran el cierre

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definitivo, adems de aplicrsele un impuesto del 15 UIT, las mismas que sern destinadas a la construccin
de escuelas y centros hospitalarios.
Artculo 4: Impuesto
La venta de marihuana estar afectada por un impuesto del 15% del total de las ventas mensuales, cuya
recaudacin estara destinada en un 10% a la construccin de escuelas y centros de rehabilitacin para los
drogodependientes, y un 5% en proyectos educativos que permitan concienciar a la poblacin con la
finalidad de que no la consuman.
Artculo 5: Grados de consumo de marihuana
El Estado permite a los adultos mayores de 18 aos poseer hasta una onza de esta droga (unos 28
gramos), o comprar en las tiendas autorizadas para su expendio. Los visitantes mayores de 18 aos no
podrn comprar ms de un cuarto de onza (7 gramos) en una sola transaccin comercial, a pesar de que
podrn poseer legalmente la onza completa.
Artculo 6: Obligacin de informar de las entidades comercializadoras
Los propietarios de las tiendas donde se expenda marihuana, debern informar a las entidades que el
Estado sealar, cualquier actitud extraa o sospechosa por parte de un nacional o extranjero consumidor,
que haga prever que se pretende atentar contra lo prescrito en esta Ley.
Artculo 7: Obligacin de denunciar
Toda persona, consumidor o no, tiene la obligacin de denunciar los actos contrarios a esta Ley por parte de
los entes productores o comercializadores de marihuana. Las normas reglamentarias establecern los
mecanismos para la adecuada canalizacin de las denuncias y aplicacin de las sanciones respectivas.
Disposiciones finales
Primera.- Deber entenderse que en lo previsto en los artculos 296, 296 - A y 296-B, con las expresiones
promover, favorecer, facilitar, no se considerar a la marihuana como droga ilegal. Solo se sancionar el
incumplimiento de lo previsto en esta Ley en relacin a las medidas de higiene, registro y cantidades
previstas para el consumo, produccin y venta de marihuana.
Dedicamos este trabajo
a nuestros padres por estar siempre en los momentos importantes de nuestras vidas, por
ser el ejemplo para salir adelante y por los consejos que han sido de gran ayuda para nuestro
crecimiento personal y profesional.
Gracias a Usted querido Maestro,
Dr. Jos Mara Balczar Zelada,
por sembrar en nosotras el espritu del estudio,
dedicacin y, sobretodo,
por motivarnos a realizar una tarea tan difcil como es la investigacin.
Enviado por:
Liz Labrin
[email protected]

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