Cuando Salí de La Plata Mario Arteca (CILC, 2009)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 32

Cuando sal de La Plata

Cuando sal de La Plata


Mario Arteca

Arteca, Mario
Cuando sal de La Plata - 1ra. Ed. Editorial Casi Incendio la Casa, Buenos Aires, 2009.
16,5x10,5 cm, 32 pgs.

Coleccin GAMA
preparada por Victoria Palacios
[email protected]
www.lapajaraveneciana.blogspot.com
*
Mario Arteca
www.mario-sketchbook-mario.blogspot.com
[email protected]
*
Editorial CILC
www.editorialcilc.com.ar
[email protected]

A Olivia Arteca, cuando pueda leerlo

PLATENSES SUFREN REVENTN


No es la distancia sino el estupor lo que ir pegndose
a las profundidades. Igual que incidir en sobresaltos
para una existencia que ya es puro contorno (mejor as:
ser previo que excluido). Imprecisa, floja ante tildes,
suya ser la pantomima. Mirada exponencial,
pupilar hacia el Cristo: aquel menudo servicio dominical
para platenses; detrs de toda luz encuentro el estampido
de las cosas: hay reflejo, vida semejante, y mientras
se mejora en el aspecto, ser constante el rompan fila.
El tris en que se lica una vida, tras ponerse en corto: es?
Ahora musgos, despus paneles, y la experiencia
circulando por una jungla de mallas hasta intoxicarse,
al punto de traducir grafas para estuches de betn.
Hasta el presente se ocupan de su objeto, luego
objetivo; despus, objecin. Ms tarde obstculos.

REVS DEL HROE


Ahora preguntara por aquellos
a los que el ostracismo les hizo
un beneficio expulsndolos,
y slo para decirles: "Hasta
ms ver, amigo".
Pero est claro que ciertos adioses
se realizan hacia dentro, con la consigna
cambiada, sin dejar chance alguna
de regresar. As, quien no viaja siempre
regresa al punto de partida.
Por eso no digas por arrepentimiento
lo que nunca hiciste por conviccin.
Cmo corre el agua en los cantones.
Hay tan pocos platenses en La Plata,
que un rasguo de roco los ahoga
de un plumazo. Y era tan sencillo vencerlos,
aunque toda la vida perdimos la cabeza
en devaneos, tcticas, miserias
de la preguerra, como si el adversario
fuese lo fuerte que pudiera ser este cenicero
que despido. Ya ni fumar se puede.

10

CIELO JABONOSO Y PRIMEROS AUXILIOS


Al incrementarse el dolor, un grito agrupa todo
ser, porque s congela. Cualquier dolor, una milsima
de tormento y espacios en la tarde: asiste la puntada.
Y no hay otra cosa por hacer si la enfermedad
es agua en un instante jams facsmil, desemejante.
Es el sentido que regresa a la idea, y as comprender
que estuvo junto a nosotros, relajada, durmiendo
en la inconsciencia, puesta hasta en los momentos
de mayor hidratacin, siempre. Que lo habitual
no incorpora, sino es creyente de las costumbres
como un patrono sponsorizado por el individuo.
Y bien: entendemos como fascinante nuestras vidas.
Lo que vivimos all, la plenitud del instante, es muy
pequeo para incorporarlo a la memoria. Lo neutro
nace hurfano cuando aplaca y revienta, a la caza
del testigo. Dcese: la rpida matriz de una pompa.

11

UN CUADRILTERO VENIDO DE LEONARDO


ES UN PATRIMONIO IMPOSIBLE
Walcott, si en el principio fue el aceite, entonces
los platenses pueden cubrirse con locin ultramarina
de alergias. Hay cierta higiene platense que debuta
ms all de toda industria. Platenses que debutan
y alisan bucos demode para cierta democracia
y un seto de tilos. Tallo comunal del patrimonio.
Caudales. Nuestra piel es eterna, pero la mano
de los platenses sitia el encaje del ro, en el santiamn
de echarse guantazos contra los murallones ocultos
por el tufo de un chip. Por monedas, la comuna
embebe el universo de chicharrones y grasa de cerdo.
Arena, no, barro de esos renuncios del mineral y a manera
de preterir operacin alguna. Lo local es agregarle
pretextos al cosmos-nebulosa-galaxia: poco, y cierta
inmovilidad de la nada. En el principio, la nada. 1882.
Loada sea. Escuchen qu bella multiplicacin de chiflidos.
1982. Apntese lo mismo: diagonal/tilo/petroqumica/
Catedral/Arana/La Cacha/dos mil aprox.

12

LOS UNIVERSITARIOS VUELVEN DE


VACACIONES: NUEVO CENSO POBLACIONAL
EN LA PLATA
La cara es la piedra; y la piedra, el puo
de un boxeador aejo en el rostro debutante.
En esas marcas tambin hay una lengua pidiendo
su escritura. Dicen poco y lo que pronuncian
se funde en un destino privado a la sabidura.
La ciudad soada tiene un aire de procesadora
paulista traveseada por la industria. Ir hacia
los actos de los otros como propios (adherir
entonces al estado general; relamerse en ello;
depurar padrones con multitud de muertos
sin encartar). As sucede lo que de veras importa.
Cierta opcin que la apata pone mil y una veces
sobre la mesa. Entre una habitacin y ellos
slo existen guiapos de sonido.

13

EXPUTATIO EN LA AVENIDA MONTEVERDE,


LUEGO CALLE 7
Voy del centauro a la tauromaquia, y no me desposo.
Un cnico en la cueva del perro; no me asustan tus narices.
En un concurso de clavados en Acapulco reviento por
prosovitico, ya no me inmiscuyo, me vuelvo antecedente
de mi propia calvicie. Defino, comulgo con una rodilla, cruzo
dedos, y a un sntoma la mierda se me impone farisea. Mejor
gritar el escabeche. Entre el debe y el haber, cosa alguna.
Y si escribo es para demonizar las mil razones que ech
cuando era racional y peludo. Una de estas maanas lo habr
visto todo, pero soy nocturno y remoln, implico arrogancia.
Fui aquella razn ltima en el peor momento, en situacin
favorable. Dnde colocarse? Si se fuma, se muere: si no,
da igual. De m se dicen tantas cosas, pero nunca una promesa
en ciernes. De la antologa de la estupidez, un tomo es mo.
Dicen: la realidad est tan apegada al signo que impide
la somnolencia. Ya no leo ni escribo: observo el piso
que se mueve y abre, succiona y todo lo arrastra. Ya no
rechino como un abrelatas, y sin embargo consigo un sonido
cuyo nombre desconozco y result familiar.

14

LA EX CULTURA PLATENSE AORA UN DON


QUE NUNCA TUVO DIOS
Mi permetro resiste ms all de las esquirlas.
Postradas, un arma que no volveremos
a cargar. Ahora la oscuridad exhibe
y refuta las cosas cuando advierte tu llegada,
mientras te prendes y apagas, y regress
con discrecin hasta apagarte. Tan extrao todo.
Sera ms sencillo si el sepia fuera vecino
del daguerrotipo, y los grises una interpelacin
sobre lo oscuro. A qu desocupar, entonces,
contornos de un aquelarre sin sangre?
Suprimira la luz de existir entre nosotros
ms de un visado. Es mi surtido.

15

CENTINELA PLATENSE REALIZA SU INFORME


MENSUAL
Este mirador podra ser un encuadre intermedio
donde la narracin se retrograda. El escrutinio
entre hombres es an cuchillo sin filo: la sangre
sigue circulando, y entre grises se termin
por fin la moda y cierta sujecin al diccionario.
Lo s: a imagen y semejanza nada bueno puede salir.
Colocamos del revs la media para que no se perciba
el sebo, y ahora, tan limpios, ni vale la pena escribirlo.
En los claroscuros se acoplan pisadas y humo,
sujetando un espacio por ignorar. De la existencia,
entonces, nada. Apenas un rulo cuando se tocan
la races y zarandea la memoria. Es as este saqueo
de las cosas, en el momento que asignan nombre
y nmero a cada agona del da, y a todo comienzo
tambin. Haberlo sabido: que el flujo de la ciudad
se concibe reacio, en lo mejor de cada juego. Anoto:
el deterioro es un boceto a lpiz, croquis no querido.
Sigo apuntando: fieles atiborrados por un clister.

16

LA QUEMA
10 mil caballos circunvalan el medioda platense
y en mitad de la planicie (del pavimento), se detienen:
encuentran explicacin en su amo que bosteza (
y millas que recorrer, al cuadrado) gracias a sus
24 horas, observando cmo las bombitas de luz
resuenan hasta tirar del espinazo del prpado.
Relinchan los dueos mientras los carros
se ensamblan por las suyas, sin intervencin.
Frente a la Curia el arzobispo prologa la libertad
de un nazareno, postizo (1977; 2003): Trakl?,
y ante un zurrn de nuseas puede convencerse
a Dios que todo acto suyo son buenas intenciones.
Ahora 20 mil elefantes trazan un cuadrado perfecto;
dicen: Vini, vidi, vinci: Leonardo acumula evidencia,
mientras todos los pecados del mundo se transforman
en capitales. Ningn patrimonio, ms que un trazado
enloquecido que distrae a los platenses y los hace
peatones de un extrao himeneo con la numismtica,
entre aromas de t y antiguo tilo. Cierran los ojos,
el efecto es real. 12 sbalos son la quintaescencia
de lo apostlico: se descubren ante el barro Villa
del Plata, donde grupos de anfibios suean con baarse
en arena. As es: los platenses crean arena a partir
de sus torres hasta el catafalco. No todas, pero ciertas
ciudades entienden que el color local lo es o no
por completo. Peatones + automviles = migraciones.
Por decenas de diagonales escapa una clula de alacranes,
sumndose a los encausados alrededor de una ignicin
de neumticos. Habr causas, pancutn, dentfrico,
y un adelantamiento de neblinas, all, en Los Hornos.

17

FUERA DE CASA, LA CASA


Siempre present que no me quedara
en La Plata. Aunque hubiese sido
hostil a su cultura catlica-patritica,
no confiaba tampoco en el nuevo poder.
Y no eran los meses de encierro lo que
inspiraba rencor, porque sin ser cristiano
soy capaz de perdonar.
Hablemos con franqueza: manejar
los hilos es escribir hipcritas cartas
de agradecimiento, con conocimiento
de causa, y a raz de una renovada
extorsin con dinero. Para qu
multiplicar los ejemplos.
Nadie tiene prisa en marcharse a un pas,
si no se identifica con los campos en disputa.

18

POEMA CUADRADO
Poco tiempo despus
se una a l, muy normalita.
Era tan espabilada como
nuestro arenque, porque la guerra
actual es una guerra de motores,
deca. Todo muy aberrante y favorable
a las comidas colectivas.

19

EL ARROYO EL GATO ATACA DE NUEVO


Y de pronto, por si no lo supieran, se abrieron
las aguas del arroyo, y una implacable mcula
de aceite para frenos se engull el oxgeno y acab
con el plancton. Las gaviotas venidas del Nutico,
antes obesas, ahora anotan nuevas coordenadas
donde aterrizar kilmetros ms all. Se afirma
un cementerio de antiguos terraplenes. El lecho
parece un cascabel de latas de 350 mililitros
de la ms ordinaria de las ordinarias de las cervezas:
los zorzales pestaean ante el desperdicio, pero
recogen con nusea la provisin de profilcticos
desdeados por la debacle nocturna. Cierta vez,
el activista Javier Prol ech sus maldiciones
por un rquiem servido en bandeja. La calle 526
lleva su nombre. Para quienes la transitan, se trata
slo de una seal rumbo a la boca de la nueva
autopista. Por ahora, lo que queda del macadn
siquiera propone un stock para cermicas.
Y aquellos que aseguran el pronto surgimiento
de las napas, desconocen de un cmulo de razones
para detener la caravana del riacho. Oscuro.
Ms de 30 ordenanzas no pueden detener el avance
de las aguas, mientras el arroyo es una pastilla
sublingual que se desliza por debajo de la city,
a la busca de cuidados menos intensivos. Nadie
cruz el lecho legamoso, y hasta los dioses
y el insigne Rocha, aguardaron en vano la llegada
de nuevos mandamientos. No innovar. Se regresa
al punto en que una nueva denuncia, ser
pregunta en la respuesta. Quien crea de ahora
en ms, deber vadear la orilla de los vivos
y cuidarse (en punta de pie, sobre superficie lquida).
20

PEQUESIMA SECUENCIA DE LAS FILIACIONES


Con lpiz en mano, ella, niita de su padre, l mismo
abusando rpidas meninas y cunto hubieran podido
contra ese alicado Velzquez, proveedor del efecto
en cadena, ligando puntos en otros. Qu ms. As
acontece en la lnea, luego obedece menos y toma
la curva, consigue un crculo perfecto donde antes
slo existiera idea y remanente de la nada; pgina
oficio, pgina (hoja, como cuchillo de alpaca limpio
tras previa inmersin en el barro, ya concluido un asadobarbacoa), incrusta la palabra pelota en tales mmicas,
solvente y para colmo tacha, re detrs del padre que
no observa sino arriba distrado en medio de una frase
para ponerla estanza, y mal. Sea cosa ms importante.
Fueren todas las dosis dentro de m, templndose
en camote, si de una vez supiese quin re
de esa forma, tan parecida a l que por momentos
es imitacin ante tanta severidad. Bien: tampoco
reira. Pero cmo son las cosas, repeta, si no pensaba
ms que reprenderla, calmarla con la mano.

21

MALA PRAXIS
No tomar con severidad esos intentos,
ya librado a la inepcia de una consideracin.
Lucien Sebag: en el fondo el marxismo
es una filosofa de la subjetividad. Se traduce:
la conciencia no es slo conciencia de la realidad,
sino de la propia existencia (Jean Paul). Se trata
entonces de suprimir lo existente. En todo arte, sera:
el rechazo de un pacto a viva voz con la ilusin.
Y por lo que: slo el mundo entendido es real.
Y no como Adorno, al decir: hay que esforzarse
por salir de la barbarie. Es preciso acabar
con la ceguera. Entonces: el objetivo de la praxis
acertada consiste en suprimirla. As referimos,
y luego preguntamos: Acaso no hay una total
exclusin?. Suficiente. Despus, no aceptar
lo dado como supuesto (Urs Jaeggi) y por ende
sigan alineados los primeros trminos
de una sola proposicin. Estamos enfocados.
Y cada cosa en sus comillas.

22

FERROSO EN LA PLATA
Y qu dice este predicamento, tanta conversin
a ninguna cosa suelta de cuerpo, desvestida, bajo
tembleques del dogal ceido en la cartida, pujando
el correctivo. Cunto sufre, Danton, en puntas de pie
avispado por el ltigo y haciendo las veces de cuyre.
Solcita, abandona su espina a las ampollas, varios
envases vueltos sanguijuelas mordiendo la grasada
intil y enferma por privacin del afecto. Danton
elevado a la ensima versin teatral francesa -bien
rapado por el minuto anterior al escamoteo-, rene
esas condiciones previstas por las favilas del antojo,
tiro corto la sisa, papel asimismo do oxigena el humo
despus de estamparle firma y presuncin de inocencia.
Chispero all donde antes hubo ciberntica, informtica,
fuelle entre cscaras de un civismo mitad pantano, para
otras forjas sumndose a un juramento de clase, amn
esos sitios donde se acumularn seseras sulfhdricasde un solo golpe, cuanto de invlido aparezca.

23

MISTRIAL
Estar muy bien aquello del manejo
de los recursos, bajo esta vida de apeos
y sensores, afecto a los tiempos
viciados de nulidad; una pila de juicios
y etcteras de aclitos a la hora de fortalecer
nuevo dominio. Dos veces mejor la manera
de deponer la piel, basada su gracia en la caricia
ajena y la perspectiva de la lisonja; el distintivo
del apareo sucio tras el ahorro de la palabra
ganada en abundancia. Desde un tiempo
a esta parte, series de tipos mnimos acuden
a sofocar las fosas en desacuerdo
y donde tambin fue menor el grado de tolerancia
al parabin. Son espacios de pavor en la curva
cernida de portentos (por ejemplo: una base
de asfalto hundindose cual maniobra rara
de cinagas y movedizas, tragndose al pariente
ms lejano del prjimo, hasta tornarlo ritual
de cenizas y pronto, ya su rbrica de zombie,
acata pues la seal de certidumbre).
Secuencias aliadas al retiro del asombro,
en Coventry City, en Maran, doblando
cada esquina entre intersticios sin estilo;
slo pauperizando la dispositio dejaremos
el buche en un grito, justo antes de saciar
el cido del da. As tripas nuestras repelern
un nico momento en que seremos por fin
apaisados. Fcula y conato del pescuezo.
Palabra cristiana y dobln de oro
-entre las muelas. Y un efecto: creer.

24

BODEK/TESTIGOS
Era como si ro y selva le estuvieran sealando
con el dedo, acercndose por medio de su propio
pasado. Extraa tapioca, la muerte. Qu absurdo.
Bien de salud, pese a los pequeos michelines
de grasa; digera bien; bastante sano el corazn
a pesar del exceso de tabaco y la bebida del medioda,
palpitaciones atribuibles al calor. El viaje ro arriba
era seguro, no corra peligro de caer en una celada.
Todava tena mucho que hacer por el menguante
Imperio colonial. Nunca volvera a su tierra, sera
por completo asimilado al nuevo pas. Dispensar
sus huesos corriente arriba, la tumba de un ingls
convirtindose en un santuario nativo cargado
de bananas y flores: propiciatorias. Prepara
el pncreas para nuevos refuerzos, advertan.
No tiene ningn inters en hablar alguna
de esas lenguas, mejor trabajarlas. Chium.
Le gustara besar, claro, pero no en el sentido
europeo: la nariz del amante se restriega
contra la mejilla del amado. Sebos y puntos
negros en torno al cuero de gallina de las criadillas,
ese flemn exclusivo acorde el ejercicio.

25

VENERACIN DEL CTRICO (LAGO DEL BOSQUE)


Lo que provoca el problema siquiera es el entorno,
conjuncin de ambos (el otro trmino queda inscrito
en un fuera de campo, usual en este tipo de miradas):
tas favoritas en un saln de la chimenea, ejecutan
combinaciones con sus agujetas de punta roma
lo mismo que floretes, sus espaldas hecha partculas
y en menor medida los raspones. Grandsima culpa,
Elsie Norris. Mal en su clase de costura con la seora
Virtue, ensalmada por la gracia de sus manos; da
igual del derecho, del revs de aquel boceto de Turner,
a modo de tapiz sin nivelar con el trazo el enfado
de las mareas cuando agota en la rompiente. Lnea
levgira en el calado de los ojos de aquella estudiante
maciza entre punturas. Absolutista, no tena tiempo
de pensar que las vacas existan a menos que estuvieran
delante suyo. Con todo, el ejemplo no era el ms adecuado.
Slo deca que la percepcin era pretexto, impostura,
y con ello su valor no suba ni bajaba. Acaso San Pablo
no afirm que vemos en un cristal oscuro y Wordsworth
a travs de visiones ms bien rpidas, en rachas, desde
otros sitios que no fueran un resplandor en la nieve?
Naranjas Navel de Espaa; jugosas de Jaffa; bien
a punto y de Sevilla. No era el da del Juicio Final, sino
una maana ms. El orden aparente cuando se olisquea
la entrepierna, capea como puede. Lo mismo un crculo
de tiza formando campos de fuerza alrededor. Despus
atrapa con dos dedos el pespunte y tira del mismo nimo:
posible acopio entre sus pechos. Y de todas maneras
lo neoclsico de ese temporal sajn (Turner, 1812)
se deja ver en instantneas junto al original, cellisca.

26

CERO, EN LA ESCALA DE RICHTER


Un cuento narrado tantas veces como fuera deshecho
de un manotazo, en el ahogo de la permanencia. Indicar
ni-una otra cosa. El cuerpo platense: insectos entre ramalazos
(cientos) vadeando la luz. Y antes que nada, habr
que medirse con esa horrible cscara de los tiempos,
para que un agente transmisor fuera llevado en su mxima
simpleza al azar. Dnde hay un trmino? Escucho sonidos,
centelleos en la pupila: el ojo canta lo que la caera mortifica.
Es as: hay un rpido shock de aire y menores cuidados
intensivos, antes o despus de la explosin. Por eso se vuelve
delicada la intimidad del extranjero. Y puedo traducirla.

27

POLIFAGIA
La economa moderna invalid
el aforismo de Xenofonte, segn
el cual la agricultura es la madre
de todas las artes. As, a medida
que se eleva el nivel de vida, la renta
de los municipios est cada vez menos
ligada a la produccin de bienes
alimentarios. Sin embargo,
no todo implica un aumento
de productividad agrcola o
modificar la situacin nutricia
de un grupo humano. La India invierte
por ao (1960) el ocho por ciento
de su renta en planes quinquenales;
China, cerca del doce por ciento.
La mayora de los pases no logran
reservas del cuatro por ciento
para volcarla en desarrollo econmico.
Inyeccin de capitales: segn Tibor Mende,
no pasa de ser un mito tanto en el sentido
cuantitativo como cualitativo. Andr Philip
deca que antes de ayudar hay que acabar
con el saqueo. Bien. Y en nuestras landas,
slo existe el comunismo de los indios
jams conquistados por la poltica universal.
Formas chafadas, modos del epicentro
ptolomeico bajo la absurda idea
de que todos los planetas giran en torno
a la Tierra. Mejor otros recursos.

28

VISITA GUIADA
a Luis Pereira
Qu chata es esta ciudad, deca el uruguayo,
su palabra en el dominio del trazado.
Los rboles se ofrecen como meras producciones
bonsai, barridos por el aluvin de una sombra
que llega sin el cuerpo que replica. Simulaciones,
camuflajes de un trazado, decamos, repeticin,
Eumnide puesta a flor de piel entre miritides;
roncas abusan del paludismo de la hora al cernirse
todo lo posible. Escuchs? Hay destino. Explorer.
Vasija del hambre. Hay hambre. En la inscripcin
est el bajo costo: moneda corriente, predileccin
por la demora, el fasto en viaje pierde la chaveta
cuando menos lo espera. Es al ras, donde surge
el sndrome tan benvolo, recortes de una city vuelta
y vuelta en la rasura, apenas el indicio y el uruguayo
escapa a la sancin de la pregunta. Nada que decir.
Detesta la ciudad y no lo dice: a sus integrantes nada,
ninguna cosa. Expele, dedica tiempo a nosotros
y come de nuestro huerto: la parrilla. Antes, otra cosa;
ahora slo el lento zumbido de las brasas alocando
el cuero duro. Otra palabra, en el quiebre la chatura,
como tallada a navaja, en nivel uno, por milmetros
no fue doble cero. Resiste el embate del argumento
y vuelve a Uruguay repleto, confunde la salida,
de nuevo ofrece disculpas. Emociona al despedirse.

29

CHIVO EXPIATORIO (PLATENSE MEDIO)


Dos animales, sus rabos en plena sacudida,
a base de un idioma interno de eficacia: sin control.
El centro de la cola y todo esto. Ncleo ms neurona,
axones, todo esto, y ms en la cresta del espasmo
va espuma (hidrfoba), acorde un pulverizador
por nombre y cuanto antes decapitacin, mala coyunda.
Los observan con ojos cuya tribulacin espantan
al ms desalmado. Uno de los dos ir al desierto
de arena de la playa de estacionamiento,
a respaldar su suerte con engaos de animal.
El que ocupe su lugar con el amo tampoco tendr
chance de una vida dominante: slo el gracejo
ser salida, ese mote de pequeo orzuelo de los nios
arrancado a mascota, toy vertebral, epitlico,
quitndose carrascos, fibras ahora hinchadas
por el crespn del bornizo otrora colado entre
arrumacos y junto a esos chicos de su padre,
cubrindolo del fro en invierno, descubriendo el lomo
en los veranos, ninguna cosa permanente e igual
a esos colmillos del socio. O ahogado en entretelones
de aceites bajo el verdn de apuro de las llantas. Tanto
sopor de fondo y un ladrido.

30

THE TRADITION OF THE READY MADE


Bautizo, y qu de los objetos industriales.
Encolado, relieve, tcnica del dechet, los combine
de Rauschemberg, pasaje del movimiento figurado
a la circunvalacin real, y ms ac, shaped canvas,
esculturas pintadas, bsquedas cool. As se describen
los pormenores de un panorama, pero nada puede
asombrarnos por ello. Dice Baxandall: El teatro
siempre ha enseado perspectivas sobre el pasado,
aunque retrocede, amn Racine. Esa diferencia,
la recomendacin surreal del paraguas sobre
la consola de avulsin de Rembrandt; tachismo,
bao ocular del borrado, seguida por marcas
de intermitencia y malos apoyos para una lectura
sinttica, aparece va junco en la masa del pantano.
Hule, plstico, acrlico, nen, madera; gomapluma:
la conciencia del material escogido ms emocin
rpida, utilitaria. Las grandes polis y sus temas
visuales, de la mano, adjuntos hasta el espinazo:
mitos de las capitales en el momento en que pasan
el pontn de la clase media. Luces lquidas
de Le Parc, tableros de ajedrez inmviles
de Vasarely, repitiendo en una suma de infinitos
frmulas ya directas por el ojo. Esos semantemas
no-op. La experiencia de imaginarse
sobre el cuerpo de un mueco de polister,
y as dejar un tnel en cuyas paredes
se estrellan sinfines de moscas.

31

Este libro se termin de imprimir en noviembre del 2009 en


Tecnoediciones, Araujo 3293, Villa Lugano.

32

También podría gustarte