Docentes Honorables y Estudiantes Sensatos PDF
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Docentes Honorables y Estudiantes Sensatos PDF
nmero 6/2015
DOCENTES HONORABLES Y
ESTUDIANTES SENSATOS
(notas en torno a la universitas studii)
Nelson G. Ferrufino R.
Docente FCyT - UMSS
Estudios Polticos
nmero 6/2015
Pregunta lanzada en medio del ltimo conflicto estamentario docente-estudiantil que padeci la
UMSS entre los meses de abril y agosto pasados. Pregunta que intent provocar y orientar ciertas
reflexiones en torno a algunos de los trminos ah en juego; pero, tambin, que invitaba a ir ms all
de los mismos: en direccin de explicitar y plantear verdaderas problemticas y problemas
universitarios, aquellos cuya invisibilizacin e irresolucin ya escandalosas (a estas alturas de la historia
de la aosa universidad reformista) mantiene a nuestra universidad en un sempiterno estado, no
solamente de crisis, sino de franca decadencia, de degradacin sistemtica, premeditada, animada y
sostenida por la exacerbacin de los corporativismos sindicalizados, tanto docentes como
estudiantiles, con la complicidad y desidia de una institucionalidad cogobiernista devaluada, dbil e
incapaz de respetar y hacer respetar la norma universitaria vigente!
Consideraciones reflexivas y trminos de anlisis relativos a dicha pregunta sern presentados
en la corta segunda parte de este texto; en la primera parte, nos ocuparemos del ltimo conflicto
sansimoniano aludido; lo anterior, a tiempo de resaltar un par de problemas fundamentales de la
universidad pblica boliviana.
Pero antes, en unos prrafos preliminares, explicitaremos dos o tres elementos de contexto, a
partir del llamado periodo de 'recuperacin de la democracia' (iniciado en octubre de 1982), que nos
ayuden a comprender mejor la lgica y la gestin del quehacer universitario y de sus conflictos ms
contemporneos.
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de lo que es o debe ser la universidad pblica, de cual o cuales son o deberan ser sus nuevas
funciones y como hay o habra que hacerla y gestionarla. En el fondo, proponen minimizar o
simplemente anular su funcin crtica a favor de una funcin sistmica.
De todos modos, lo que nos interesa, en este texto, no es, cada vez, la universidad as
adjetivada en s misma; sino, siguiendo a Julia Kristeva, la caracterizacin como
ideologemas3 de tales adjetivaciones connotadas. Ideologemas que marcan
(3) Segn Julia Kristeva (Semeiotik.
Recherches pour une semanalyse;
discursos, instancias, mecanismos, dispositivos, formatos y prcticas concretas de
Seuil; Paris; 1969; pp. 113-114), El
recorte de una organizacin textual (de
ocupacin e intervencin de y en la universidad desde el modo dominante del
una prctica semitica) dada con los
pensamiento ideolgico, social y poltico del perodo; es decir, desde
enunciados (secuencias) que asimila
en su espacio o a los cuales reenva en
racionalidades, discursos, consensos y poderes constituidos y organizados ajenos
el espacio de los textos (prcticas
a la propia universidad. Intervencin ciertamente deseada, invocada, convocada,
semiticas) exteriores ser llamado un
ideologema. El ideologema es esta
solapada, articulada, organizada y activada desde dentro de la universidad por
funcin intertextual que se la puede
emisores ideolgicos, pseudoacadmicos y doctrinarios quienes so pretexto de
leer materializada en los diferentes
niveles de la estructura de cada texto,
reformarla, de reformar la Reforma, de adecuar la universidad a la realidad,
y que se extiende a lo largo de su
de modernizarla, de hacerla competitiva, de comprometerla
trayecto, dndole sus coordenadas
y sociales. No se trata aqu
revolucionariamente o no con el pueblo, de adaptarla al cambio, lo que buscan histricas
de un enfoque explicativo
interpretativo, posterior al anlisis, el
es, simplemente, rendir el saber al poder.
A continuacin, presentaremos un momento de ocupacin e intervencin
de y en la universidad y una correlativa figura corruptiva de la universidad pblica
boliviana, vigente hasta hoy: el de la intervencin del discurso y polticas
neoliberales en la universidad. Digamos antes, unas palabras sobre la histrica
Reforma Universitaria, muy pronto constituida en una anacrnica y persistente
matriz de articulacin de ideologemas universitarios: una palabras pues sobre el
primerizo U+R.
La universidad reformista surgida de la coyuntura 1928-1930 est
definitivamente agotada y en estado de coma pluridecenal; an cuando los
agentes de la actual institucin universitaria anestesiada, no lo quieran reconocer,
menos admitir. Solamente ha quedado de ella, junto al demos universitario
constituido4, un producto constitucionalizado: la autonoma frente al orden estatal
y frente al orden social tambin (no lo olvidemos!). Una autonoma institucional
de corte jurdico y doctrinario, puramente defensiva, secuestrada e hipotecada a
intereses poltico partidarios y de grupos sectarios que operan a nombre de las
corporaciones, gremios y estamentos, tanto docentes como estudiantiles;
autonoma constitucionalizada que no lleg nunca a plasmarse en una verdadera
autonoma universitaria interna. Que, es ms, ha ido propiciando y animando (en
funcin del carcter de las contradicciones universidad, estado y sociedad
generadas por cada coyuntura nacional sucesiva) una serie de, podran
denominarse, comportamientos universitarios de trasfondo esquizoide; en
medio de lo que Kant (1999) caracteriza como conflictos ilegtimos.
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(5) Ayala Mercado sostiene en la
pgina 46 del texto citado, la
necesidad de que la Reforma se
proyecte al campo econmico poltico,
vale decir, la necesidad de que la
Reforma salindose de los estrechos
lmites universitarios, ingrese a una
segunda fase poltico-real, dado que
ninguna reivindicacin universitaria
puede obtenerse desligada de los
problemas generales de la economa y
la poltica. Necesitamos una
Universidad Social, afirma en la
pgina 51. Es ms, en la pgina 52,
predica lo siguiente: La nueva
Reforma Universitaria si caben los
trminosno ha de buscrsela dentro
de la Universidad, sino, fuera de ella,
alistndose al lado de las mayoras
obrero-campesinas y manifestndose
pblicamenteen fuerza poltica de
partido.
(6) Arturo Urquidi (ex rector de la
UMSS), articulando el ideologema U+P,
desde la matriz U+R, formula la tesis
que propugna la injerencia y
participacin en empresas productivas
de importancia por parte de la
universidad para fortalecer, en primer
lugar, su propia economa (p. 9-10 de
Algo ms sobre reorganizacin
universitaria; Editorial universitaria;
UMSS; Cochabamba; Bolivia; 1968).
Universidad productiva y Reforma
pedaggica (que corresponde a la
esfera de la superestructura social),
creando el Instituto de Ciencias
Bsicas (enseanza de las ciencias
bsicas, servicios acadmicos,
matricialidad), organizado por
departamentos y como ncleo de la
transformacin del rgimen
pedaggico de la Universidad,
adoptando (vase pp. 16-17) un
curriculum flexible (para la
especializacin tcnica y el desarrollo
de la cultura), enseanza tcnicoprctica; profesorado a medio tiempo,
tiempo completo y dedicacin
exclusiva (sistema de concurso de
mritos y exmenes de competencia)
integrado por departamentos.
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universitarias, a travs de estrategias animadas por una triple racionalidad sucednea: una
racionalidad instrumental (que subtiende y ordena la mercantilizacin de la enseanza convirtindola
en simple formacin y capacitacin), otra empresarial (que subtiende y ordena la empresarializacin
de la investigacin, convirtindola en simple dispositivo utilitario de resolucin de problemas) y una
tercera, gerencial (que subtiende y ordena la gerencializacin de la administracin universitaria,
vacindola de todo significante acadmico). Triple racionalidad sucednea que pretende y, de hecho,
lo hace hacer funcionar la universidad; primero homogeneizando el discurso universitario, luego,
contaminando el pensamiento crtico y finalmente, imponiendo criterios que convienen al logos y
ethos empresariales. Jerga perversa, puesto que, teniendo un valor performativo (crea la realidad que
nombra), se convierte en un autntico instrumento de control del pensamiento universitario, al modo
orwelliano.
Los resultados de una investigacin, realizada en 2003, en la Facultad de Ciencias y Tecnologa
de la UMSS, permitieron ilustrar tal emergencia del Newspeak de la performance y la competitividad
econmicas y del poder del Mercado en territorio sansimoniano: donde ms del 70% de docentes y
estudiantes (con el sexto semestre vencido) de una muestra significativa, adhiere al Newspeak, a la
consecuente transferencia de las reglas del mercado a la universidad y a las medidas que se deberan
tomar para que el logos y ethos empresariales se implanten en el campus; sin, por supuesto, llegar a
percibir los riesgos inherentes a tal implantacin. Empero, en un anlisis ms atento del discurso, se
perciben contradicciones notarias que reflejan actitudes o comportamientos de trasfondo
esquizoide. Por ejemplo, a pesar de existir una adhesin, igualmente mayoritaria, a la relacin con el
mundo laboral y empresarial, a la necesidad de adecuar el curriculum universitario a las exigencias del
mercado y a la conveniencia de que las universidades pblicas se comporten como empresas
productivas, adoptando los criterios de competitividad, calidad, eficiencia, eficacia, pertinencia, etc.;
cerca del 60% de docentes y 53% de estudiantes sostienen que la universidad no debe cambiar el
concepto de enseanza por el de formacin y temen que el sometimiento a las leyes del mercado
conlleve la desaparicin de la libertad acadmica. Un 63% de docentes y 73% de estudiantes creen
que la universidad no debe actuar como entidad de negocios. Finalmente, ms del 70% de docentes
y estudiantes consideran que la universidad debe mantener su misin plurisecular de cultivar la
independencia de pensamiento y la actividad intelectual creadora.
Qu nos queda? Por el momento afirmar solamente, y a la manera de
Perogrullo, que la universidad es universidad y nada ms7; pero, tambin, nada
menos. Y que todos los ideologemas posibles que se materializan en ocupaciones
e intervenciones de y en la universidad, solamente logran instrumentalizarla, desinstitucionalizarla, des-autonomizarla (tanto externa y, sobretodo, internamente),
llevndola, cada vez ms, a una suerte de imposibilidad estructural8. Intentando
ir por la direccin ms adecuada, anotemos brevemente lo que no es
universidad; dejando, empero, un margen suficiente para una posterior
caracterizacin de la misma en trminos ms propios, tanto histricos como
conceptuales, institucionales y relacionales:
La universidad no es Estado, ni Estado dentro del Estado, ni mini Estado;
por tanto, no puede dotarse de una estructura similar de poderes pblicos para
su funcionamiento institucional. Tampoco, en tal direccin, es ministerio pblico,
alcalda o gobernacin y el universitario docente no es empleado o personal
pblico.
La universidad no es Empresa ni mercado; por tanto, el saber no es una
mercanca, los universitarios (docentes y estudiantes) no son recursos humanos, ni
tampoco proveedores o clientes.
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trabajo administrativo, en gran medida,
intiles para el campo acadmico
strictu sensu (puesto que, de yapa,
duplican cargos facultativos); son,
tambin, espacios de
compartimentacin, fragmentacin,
burocratizacin y politizacin de las
funciones universitarias y las acciones
administrativas; espacios feudalizados
de impertinencia e indiferenciacin
epistemolgica de las disciplinas y
campos cognoscitivos; de vaciamiento
de sus objetivos y contenidos; de lucha
y ejercicio prebendado del poder por
el poder (y lo ms dramtico: poder
poltico sobre el saber), donde, por
ejemplo, en el caso de la gestin
financiera, sta est divorciada del
marco de los cuerpos colegiados y su
capacidad de decidir, adquiriendo un
carcter oligrquico y no
consensual (Ponce, 2009). Donde, a
mayor distancia e ignorancia
(positiva) de los campos disciplinares;
mayor impertinencia, ineficiencia e
ineficacia de la administracin
acadmica burocrtica y mayor poder
poltico de las cpulas directivas y,
sobretodo, de los estamentos
sindicalizados.
(8) De la crisis a la nueva reforma
(documentos de discusin para el I
Congreso Institucional de la UMSS);
FUL 88/89 Primera Lnea.
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docente que pueda preciarse de ser un real docente ordinario? Rematemos afirmando que,
tcnicamente hablando, no hay ms docentes titulares en la UMSS (Art. 102 del RGD).
3) Por tanto, el tema a tratar para dar una respuesta legal, institucional y acadmicamente
vlida a las reivindicaciones de los docentes extraordinarios es el tema de los derechos; y aqu,
podemos sostener que la titularizacin no es un derecho alguno; derechos son acceder a los
beneficios de la categorizacin y poder ser elegido para cargo de autoridad (Incisos b y d, Art. 14 del
RGD).
Es ms, la titularidad no es ms que la simple marca o sea de reconocimiento del carcter de
acceso a la docencia universitaria que resulta de una modalidad de admisin diferenciada; per se no
es garanta de calidad acadmica. Ms al contrario, la titularidad se ha convertido en una rmora, un
verdadero obstculo (quiz, el mayor) para el cambio acadmico y la transformacin curricular de los
programas de formacin profesional de la universidad.
Si vamos un poco ms atrs en el tiempo y revisamos el Estatuto Orgnico de la UMSS de
1954, encontraremos all otra comprensin de la titularidad, la misma que era opcional y vena luego
de un tiempo de ejercicio de la ctedra. Concretamente, el profesor solamente poda optar, una
primera vez, a la titularidad, luego de trabajar contratado como docente ordinario por 3 aos
(evidentemente, contratado luego de obtener la ctedra mediante concurso de mritos y examen de
competencia); poda ser ratificado por 5 aos ms, luego de cumplir algunos requisitos: si al cabo de
los 8 aos, el profesor no optaba (segunda oportunidad) a la titularidad, el Consejo Universitario
convocaba a concurso de mritos y examen de competencia para la provisin del cargo. De yapa, el
artculo 94 del mencionado Estatuto establece que, a solicitud expresa de algn (cualquier) postulante,
el Consejo Universitario poda tambin convocar a concurso de mritos y examen de competencia
para la provisin de la ctedra.
El Reglamento propuesto por el VI Congreso de Universidades (1986) establece que la
carrera docente ordinaria empieza con la categora de Docente Contratado que pasa a ser titular,
luego de ser evaluado despus de un ao de prueba; hay que aclarar que el docente contratado
(ordinario) es el profesional que habiendo superado el concurso de mritos y examen de
competencia firma con la universidad un contrato de trabajo (artculo 20). No estaramos lejos de
equivocarnos, para terminar, si sostuvisemos que, histricamente hablando, la gran mayora de los
docentes titulares se han dedicado ms a la Administracin acadmica burocrtica y a la poltica
universitaria que a la investigacin cientfica y tecnolgica, por ejemplo.
4) Pensamos que, enmarcndonos en una norma mayor Constitucin, Ley general del trabajo
y, eventualmente, recurriendo a la encomienda del Primer Congreso Institucional de tratar la
aprobacin en detalle del RGD (excepto en el Cap. VI!); se pueda activar la revisin y aprobacin en
detalle de los artculos relativos a los derechos docentes: acordando la equiparacin de tales derechos
y su adecuacin a la norma mayor. Equiparacin conjunta a la implementacin de la carrera de
docente universitario, carrera universitaria a secas para todos (investigadores y profesionales
administrativos que dan clases e investigan incluidos); que, por ende, se traduzca en una consecuente
categorizacin/recategorizacin de las prestaciones acadmicas del docente universitario, tomando
como referente las categoras mencionadas en el Art. 18 del Reglamento de la
(9) Tales categoras son las de
Carga Horaria y presupuestas en el Cap. VII del RGD9.
Y lo ltimo no menos importante por ltimo: es hora de
departamentalizar la institucin; puesto que el departamento es el espacio
disciplinar, institucional y acadmico natural para administrar la carrera docente
universitaria (integrando funciones) y gestionar tanto el Escalafn docente como
la evaluacin y la recategorizacin docentes; todo esto, con especificidad y
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(11) Incremento que se dio en la
Universidad de Buenos Aires, a partir
de una reforma iniciada en 1955, vase
Rotunno, Catalina y Daz de Guarro,
Eduardo; La construccin de lo posible
(la Universidad de Buenos Aires de
1955 a 1966); libros del Zorzal; Buenos
Aires; Argentina, 2003. [Adems, en
1955-56, los docentes fueron
declarados en comisin para hacer
posible una renovacin del plantel
docente mediante los concursos
docentes]. Una figura contraria y que
refleja el colmo de la restriccin en
relacin al nmero de docentes a
dedicacin exclusiva, lo encontramos
en la Resolucin 3a y 3b de la V
Conferencia de Rectores de la
Universidad Boliviana y el Consejo
Nacional de la Educacin Superior (21
de agosto de 1975), la cual determina
que: Los docentes sern designados
segn las Universidades: a) Tiempos
horarios en un ochenta por ciento
(80%) como mnimo; b) Dedicacin
exclusiva, tiempo completo y medio
tiempo en un veinte por ciento (20%)
como mximo, de acuerdo a las
necesidades de cada Universidad,
mantenindose las actuales
categoras.
*** Reconstituir
institucionalmente la
Universidad, no Reformarla. La
Universidad est instituida y
constituida plurisecularmente, ms all
de sus mltiples figuras histricas, a
partir de su concepto, de su Idea (a la
manera kantiana); de lo que se trata es
de re-constituir aquello que, por
efectos de ocupaciones o
intervenciones de poderes ajenos y,
generalmente, externosse ha
desvirtuado, o simplemente alejado de
su correcta constitucin en funcin del
saber. Esto no es vintage universitario
ni significa un anacronismo
conservador; todo lo contrario, es
simplemente un sapere aude!; un
proceso de resignificacin de los fines
universitarios y de recuperacin de las
aspiraciones y prcticas cientficas e
intelectuales ms crticas y creativas.
No reforma pues, ni reingeniera. Todas
las reformas siempre direccionadas
por un ideologema cualquierahan
fracasado; porque, terminan
convirtiendo la universidad en
organizacin instrumentalizada y
condenada a, permanentemente,
adaptar medios para alcanzar metas
particulares, ajenas a la misin y fines
autnticamente universitarios.
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1) En primer lugar, sobre la antiuniversitaria
(por decir lo menos) proporcin DP/DE (80%
de docentes a dedicacin parcial vs. 20% de
docentes a dedicacin exclusiva), proporcin
prcticamente constante a lo largo del
periodo revisado (es ms, constante desde la
dcada de los 60s, cf. Taborga, Huscar;
Mito y realidad de la universidad boliviana);
2) en las gestiones de 1999 a 2003, la carga
horaria de investigacin equivale a 200
jornadas completas (incluyendo, casi por
mitad, clases y otras tareas); en 2011,
equivale a 143 (incluida la carga de los
llamados investigadores, pagados por
planilla administrativa); 3) de 1997 a 2008, la
carga horaria total destinada a la
investigacin, es de alrededor del 12%
(incluye, a partir de 1998, la carga de los
llamados investigadores, pagados por
planilla administrativa) frente al un poco ms
de 60% aula, cerca de 20% administracin
acadmica y alrededor de 8% para
otros (extensin, produccin, servicios); 4)
en 2013 es de alrededor 15%; 5) en 2013, de
la totalidad de proyectos de investigacin
reportados por los DE (192, 11%),
Interaccin social (extensin, servicios y
produccin) y los de Fortalecimiento
Institucional: los de I+D representan el 52%,
el restante 48% est vinculado a proyectos
de Produccin acadmica; 6) el nmero total
de docentes en 2013 es de 1710: 361 DE, de
los cuales, el 46,8% cumple funcin
administrativa; 7) en relacin a los
estudiantes, en la FCyT (2005 2010)
tenemos : - ndice de aprobacin de
aproximadamente 45%, de reprobacin 31%
y de abandono 24%; en 2013: 39%, 27% y
34%; 8) el ndice de titulacin, menor al 25%
(todas las modalidades consideradas), en un
promedio de 16,7 semestres; cuello de
botella: el escaso nmero de docentes
tutores, asesores; 9) al 2002, en la UMSS, se
tiene un 27,3% de estudiantes trabajan (en
ms del 60%, de puestos tcnicos a
gerenciales) frente al 72,7% que no trabaja; y
lo ltimo, 10) el nmero creciente de
profesionales administrativos con grados de
licencia y ms y que estn, la gran mayora,
sobre calificados para las tareas que ejercen.
(12) Olivier Reboul, en la pgina 48 de su
Philosophie de lducation, sostiene que la
unidad de las funciones de la universidad
se encuentra en el estudio: el anlisis
lingstico, en todo caso, nos sugiere un
palabra que podra englobar todo, la
palabra estudio Pero, cul es la meta
del estudio? Si retomamos todos nuestros
anlisis, se ver que esa meta se resume
en una sola palabra: comprender,
Comprender, tal es la razn por la cual
existen universidades.
(13) Steiner, Georges; Matres et disciples;
Folio Essais; Gallimard; Paris; France;
2003; p. 29. Y en la pgina 27 sostiene lo
siguiente: La enseanza mediocre, la
rutina pedaggica, un estilo de instruccin
que, deliberadamente o no, apunta con
cinismo objetivos simplemente utilitarios,
son ruinosos. Extirpan la esperanza en la
raz. La mala enseanza es, casi
literalmente, fatal; metafricamente, es un
pecado contra el Espritu Santo.
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trabajo universitario en relacin al carcter propio de sus obras (productos). Ahora bien, saber
profesar o profesar un saber, saber producir un conocimiento, incluso, no es () producir unas obras:
la universidad es un lugar idntico as mismo que no da lugar sino a la produccin y a la enseanza
de un saber, cuya forma de enunciacin es terica y constatativa y no performativa, y si produce
acontecimiento es, sostiene, a partir del como si calificado por una convencin supuestamente
establecida. Con esto, Derrida defiende, para el trabajo universitario, un cierto
(14) Macheray, Pierre; La parole
teoricismo neutro como oportunidad de su incondicionalidad crtica y ms que
universitaire, La Fabrique ditions,
crtica (deconstructiva).
Paris, France; 2011; pp. 339 y 343.
Antes de terminar, hagamos una digresin sobre la nocin de
universidad. La palabra universitas significa en el latn medieval comunidad,
colectivo y la universitas studiorum o studii es una forma original de comunidad
de estudio que se rige a s misma y escapa a las obligaciones del derecho
comn; como tal, universitas sirve para designar entonces la universitas
studiorum, magistrorum et scholarium parisiensum (primer estatuto de la
universidad de Pars de 1215); es decir, el colectivo, la comunidad de estudios
(podemos hablar del estudio sansimoniano), de profesores y de estudiantes
reunidos en una nica y misma misin definida: el estudio y la enseanza. Ms
contemporneamente, institucin social donde se produce saber, mediante la
investigacin y se transmite saber, mediante la enseanza. Histricamente,
institucin que fue y es usada (ocupacin e intervencin ya ilustradas):
clericalmente, estatalmente, liberalmente, tecnocrticamente; empresarialmente,
democrticamente, etc. De ah que, Pierre Macherey caracterice la universidad
como cosa histrica, una cosa social, la cosa universitaria y sobre la que no se
trata de perorar; puesto que lo que hace falta sera hablar de la Universidad,
confrontndose directamente con sus problemas; cuya resolucin solamente la
podemos encontrar volviendo sobre un cierto pasado, contribuyendo a
reinsertar los problemas actuales de la Universidad en el contexto procesual largo
donde los mismos tengan la suerte de encontrar, eventualmente, una solucin, la
cual est enteramente por inventar(se)14. Lo que nos interesa es la reafirmacin
de que la universidad se realiza y se transforma, nica y exclusivamente, en tanto
comunidad universitaria15.
Volviendo al tema, qu es un profesor universitario?, cmo dar con la
identidad colectiva del cuerpo profesoral? Debido a la amplitud de este tema y
al no poder desarrollarlo convenientemente aqu, nos contentaremos con
mencionar dos cosas: 1) el reconocimiento de que, materialmente hablando, los
perfiles, roles y figuras, tanto de profesores como de estudiantes han ido
transformndose en los ltimos tiempos (por efecto, en gran medida, de las
presiones adaptativas externas y tambin como consecuencia del enorme cambio
tecnolgico que estamos viviendo); y, 2) la toma en cuenta de esta diversidad de
perfiles, roles y figuras, a la hora de transformar la universidad, no de mutarla.
Para, de todos modos, satisfacer el deseo del lector que decida introducirse en el
tema, se pueden leer con provecho los textos de Vincent Descombes (2009),
Plinio W. Prado Jr. (2010), Olivier Beaud (2012), Jos Garca Molina (2013),
Cristina Noacco et al. (2013) y otros ms.
No queremos acabar este artculo, sin dejar de transcribir la ancdota
reportada por Simon Leys en un pequeo ensayo sobre la idea de universidad, y
que la podemos leer en las pginas 8 y 9 del artculo de Descombes (2009):
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Estamos en Inglaterra. Un joven ministro de la Educacin que est de visita en una grande y muy
antigua universidad, se dirige al cuerpo profesoral reunido para escucharle, en estos trminos:
Seores, como todos ustedes, aqu presentes, son empleados de la Universidad Prontamente, uno
de los universitarios le interrumpe: Disculpe, Seor Ministro, no somos los empleados de la
Universidad, nosotros somos la universidad. Leys concluye que los administradores, en buena
doctrina, no son los empleadores de un personal que comprendera, entre otros, a los profesores; sino
que, al contrario, ellos son y estn, buenamente, al servicio de la universidad, la cual, se define por su
cuerpo profesoral. Esta conclusin es corporativista? Es en todo caso literalmente exacta: nuestro
colega britnico no eleva una pretensin discutible, se ha limitado a recordar lo que es,
histricamente, la definicin misma de la palabra universitas: reunin de profesores. El nico punto
que puede dar lugar a debate es aquel de saber si hay razones, hoy en da, para modificar esta
definicin. Nosotros somos la universidad. Seor Ministro, lo que usted quiera decir de la
Universidad, usted debe decirlo justamente al cuerpo profesoral enseante del establecimiento
concernido; puesto que, es de nuestras peticiones que usted habla cuando evoca las peticiones de la
Universidad a aquellos que la sirven, no hay deberes que tendramos en relacin de un empresa de la
cual seramos los empleados.
A modo de conclusin
La primera conclusin tiene que ver con el tema de la exigencia, del
mandamiento devenido mantra de la adaptacin al cambio16; sin contestar
(nadie lo hace) el hecho de que la universidad debe adaptarse a los profundos
cambios que marcan y que continan configurando nuestra realidad17; hay que,
previamente, responder obligatoriamente, siguiendo a Giroux, dos preguntas
esenciales: quin define los trminos de la adaptacin? Y, si la universidad
adaptada sobrevivir en tanto universidad? Entonces, sostiene Giroux citando a
A.N. Whitehead, adaptarse a los cambios querr decir, evidentemente, insistir,
tanto sobre la contribucin de la universidad al progreso social como sobre su
funcin cientfica; eso significa, asumir la responsabilidad del saber en marcha
en la cultura comn, buscar la simbiosis de la investigacin y la enseanza para
ponerlas al servicio de la imaginacin creadora.
La segunda con la cuestin de las relaciones poder y saber. Hay que
lograr desplazar la perversa conflictividad interestamentaria al espacio de la
confrontacin entre un poder que quiera saber y un saber que pueda18 (va la
recuperacin del sentido de universitas, de comunidad, de la reconfiguracin del
ethos universitario, entendiendo ethos como los comportamientos universitarios
habituales, apropiados y, finalmente, ticos). Por otro lado hay que recuperar y
reafirmar, ya lo dijimos, la funcin crtica de la universidad en relacin a los
grandes desafos que enfrenta hoy. Ms que caer en un romanticismo nostlgico
o aceptar ingenuamente las orientaciones instrumentalizadoras, pertenece a los
universitarios promover su responsabilidad crtica en tanto que intelectuales,
incluso si este trmino es hoy considerado como una tara social. Segn Derrida
(2002), la universidad es, por excelencia, el lugar donde debe ejercerse "una
libertad incondicional de cuestionamiento y de proposicin"; un lugar donde
debe estar garantizado el derecho a decirlo todo y a publicarlo todo. Esta
capacidad de examen crtico no debe dejar nada de lado.
Finalmente, la necesaria reintroduccin de un horizonte tico en la
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universidad (Ladrire, 2001) en trminos de una racionalidad que oriente y determine el sentido y las
prcticas de la gestinms la re-asuncin de un espritu crtico manifiesto en el ejercicio de la
libertad de pensamiento, hacen posible que la universidad actual pueda plantearse y concretizar una
agenda de transformacin post ideologema U+R; redefiniendo, al mismo tiempo, su responsabilidad
social. Sin temer demasiado por una cierta persistencia en el oldthink, reconociendo que la
universidad no tiene ms eleccin que la de encontrarse en medio del gora en tanto, espacio
pblico de la discusin; que la de tener su lugar en el centro del Mercado, este lugar (que) no es
aquel del socio adjunto, del concesionario, del gestionario, del proveedor de formaciones o de
personal de investigacin de la empresa. Es el lugar de Scrates. La universidad es la nica institucin
social cuya razn de ser es la del thaon de los atenienses, aqul que perturba, desconcierta,
desestabiliza; invita, incita y ensea a poner en perspectiva y en cuestin las ideas recibidas y los
discursos dominantes (Giroux, 2002).
Referencias bibliogrficas
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