“Así también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal; todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrán oído palabras semejantes, las escucharán. Admirados y confundidos. Oirán el testimonio de que Babilonia es la iglesia que cayó por sus errores y sus pecados, porque rechazó la verdad que le fue enviada del cielo”. (El Conflicto de los Siglos, pág. 592).
“Así también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal; todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrán oído palabras semejantes, las escucharán. Admirados y confundidos. Oirán el testimonio de que Babilonia es la iglesia que cayó por sus errores y sus pecados, porque rechazó la verdad que le fue enviada del cielo”. (El Conflicto de los Siglos, pág. 592).
“Así también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal; todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrán oído palabras semejantes, las escucharán. Admirados y confundidos. Oirán el testimonio de que Babilonia es la iglesia que cayó por sus errores y sus pecados, porque rechazó la verdad que le fue enviada del cielo”. (El Conflicto de los Siglos, pág. 592).
“Así también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal; todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrán oído palabras semejantes, las escucharán. Admirados y confundidos. Oirán el testimonio de que Babilonia es la iglesia que cayó por sus errores y sus pecados, porque rechazó la verdad que le fue enviada del cielo”. (El Conflicto de los Siglos, pág. 592).
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El Conflicto de los Siglos, pg.
592
Vi ngeles que apresuradamente iban y venan
de uno a otro lado del cielo, bajaban a la tierra y volvan a subir al cielo, como si se prepararan para cumplir algn notable acontecimiento. Despus vi otro ngel poderoso, al que se orden que bajase a la tierra y uniese su voz a la del tercer ngel para dar fuerza y vigor a su mensaje. Ese ngel recibi gran poder y gloria, y al descender dej toda la tierra iluminada con su gloria. La luz que rodeaba a este ngel penetraba por doquiera mientras clamaba con fuerte voz: Ha cado, ha cado la gran Babilonia, y se ha hecho habitacin de demonios y guarida de todo espritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Aqu se repite el mensaje de la cada de Babilonia, tal como lo dio el segundo ngel, con la mencin adicional de las corrupciones introducidas en las iglesias desde 1844. La obra de este ngel comienza a tiempo para unirse a la ltima magna obra del mensaje del tercer ngel cuando ste se intensifica hasta ser un fuerte pregn. As se prepara el pueblo de Dios para afrontar la hora de la tentacin que muy luego ha de asaltarle. Vi que sobre los fieles reposaba una luz vivsima, y que se unan para proclamar sin temor el mensaje del tercer ngel. Apocalipsis 18:1-3; Primeros Escritos, pg. 277
Vino entonces uno de los siete ngeles que tenan
las siete copas, y dijo: Te mostrar la sentencia contra la gran ramera, la que est sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicacin. Y me llev en el Espritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tena 7 cabezas y 10 cuernos. Y la mujer estaba vestida de prpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tena en la mano un cliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicacin; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mrtires de Jess; y cuando la vi, qued asombrado con gran asombro. La Babilonia que ha cado est constituida por las iglesias que no reciban el mensaje de amonestacin del primer, segundo y tercer ngeles. Rehusaron la verdad y aceptaron una mentira. Rehusaron los mensajes de verdad. El vino de Babilonia consiste en la exaltacin del falso da de reposo sobre el sbado que el Seor Jehov ha bendecido. Apocalipsis 17:1-6; Mensajes Selectos, tomo 2, pg. 77
Porque de dentro, del corazn de los hombres,
salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engao, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Que tendrn apariencia de piedad, pero negarn la eficacia de ella; a stos evita. Desde que Jess dej el lugar santo del santuario celestial y entr detrs del segundo velo, las iglesias han estado llenndose de toda ave inmunda y aborrecible. Vi gran iniquidad y vileza en las iglesias; sus miembros profesan ser cristianos. La profesin que hacen, oraciones y exhortaciones, son abominacin a la vista de Dios. Dijo el ngel: Dios no halla agrado en sus asambleas. Practican el egosmo, fraude y engao sin reprensin de su conciencia. (manto de la religin). Se mostr el orgullo de las iglesias nominales. Dios no cabe en sus pensamientos; sus nimos carnales se espacian en s mismos; adornan sus pobres cuerpos mortales, y luego se miran con satisfaccin y placer. Jess y los ngeles los miran con enojo. Dijo el ngel: Sus pecados y su orgullo han subido hasta el cielo. Su porcin est preparada. La justicia y el juicio pronto despertarn (de su adormecimiento). Marcos 7:21, 22, 2 Timoteo 3:5; Primeros Escritos, pg. 274
Haca que a todos, pequeos y grandes, ricos y
pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el nmero de su nombre. Hasta ahora se ha solido considerar a los predicadores de las verdades del mensaje del tercer ngel como meros alarmistas. Sus predicciones de que la intolerancia religiosa adquirira dominio en los Estados Unidos de Norteamrica, de que la iglesia y el estado se uniran en ese pas para perseguir a los observadores de los mandamientos de Dios, han sido declaradas absurdas y sin fundamento. Se ha declarado osadamente que ese pas no podra jams dejar de ser lo que ha sido: el defensor de la libertad religiosa. Pero, a medida que se va agitando ms ampliamente la cuestin de la observancia obligatoria del domingo, se ve acercrsela realizacin del acontecimiento hasta ahora (inverosmil), y el tercer mensaje producir un efecto que no habra podido producir antes. Todo est en juego ahora. El mensaje del tercer ngel debe ser considerado como el ms importante. Es una cuestin de vida o muerte. Apocalipsis 13:16, 17, El Conflicto Siglos, pg. 591, Manuscrito 16, 1900; Seventh-day Adventist Bible Commentary, tomo 7, pg. 980
Respondi y me habl diciendo: Esta es palabra de
Jehov a Zorobabel, que dice: No con ejrcito, ni con fuerza, sino con mi Espritu, ha dicho Jehov de los ejrcitos. El rey no se salva por la multitud del ejrcito, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destruccin de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Muchos... sern vistos corriendo de aqu para all impulsados por el Espritu de Dios para llevar la luz a otros. La verdad, la Palabra de Dios, es como fuego en sus huesos, y los llena con un deseo ardiente de iluminar a los que estn en tinieblas. Muchos, aun entre los indoctos, ahora proclaman las palabras del Seor. Los nios son impulsados por el Espritu para ir y declarar el mensaje del cielo. El Espritu se derrama sobre todos los que cedan a sus indicaciones, y arrojando de lado toda maquinaria humana, sus reglas limitativas y mtodos cautelosos, declararn la verdad con el poder del Espritu. Multitudes recibirn la fe y se unirn a los ejrcitos del Seor. Zacaras 4:6, Salmos 33:16, 2 Corintios 10:4, 5, Review and Herald, 23 de julio de 1895; El Evangelismo, pg. 508
Salid de ella, pueblo
mo, para que no seis partcipes de sus pecados, ni recibis parte en sus plagas
Otros ngeles fueron enviados
desde el cielo en ayuda del potente ngel, y o voces que por doquiera resonaban diciendo: Salid de ella, pueblo mo, para que no seis partcipes de sus pecados, ni recibis parte en sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Este mensaje pareca ser un complemento del tercer mensaje, pues se le una como el clamor de media noche se aadi en 1844 al mensaje del segundo ngel. La gloria de Dios reposaba sobre los pacientes y expectantes santos, quienes valerosamente daban la postrera y solemne amonestacin, proclamando la cada de Babilonia y exhortando al pueblo de Dios a que de ella saliese para escapar a su terrible condenacin.
Apocalipsis 18:4, 5; Primeros Escritos, pg. 277
El remanente volver, el remanente de Jacob
volver al Dios fuerte. Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de l volver; la destruccin acordada rebosar justicia. A pesar del decaimiento general de la fe y de la piedad, hay en esas iglesias verdaderos discpulos de Cristo. Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habr entre el pueblo del Seor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostlicos. El Espritu y el poder de Dios sern derramados sobre sus hijos. Entonces muchos se separarn de esas iglesias en las cuales el amor de este mundo ha suplantado al amor de Dios y de su Palabra. Muchos, tanto ministros como laicos, aceptarn gustosamente esas grandes verdades que Dios ha hecho proclamar en este tiempo a fin de preparar un pueblo para la segunda venida del Seor. Habr muchos que saldrn de las filas del mundo, de las diferentes iglesias aun de la Iglesia Catlica cuyo celo exceder en mucho al de los que han estado hasta ahora en las filas para proclamar la verdad. Isaas 10:21, 22; El Conflicto de los Siglos, pg. 458, Mensajes Selectos, tomo 3, pg. 441; Eventos de los ltimos Das, pg. 215