La Inmaculada Concepcion en Espana Religiosidad Historia y Arte Actas Del Simposium 14 Ix 2005 Tomo I PDF
La Inmaculada Concepcion en Espana Religiosidad Historia y Arte Actas Del Simposium 14 Ix 2005 Tomo I PDF
La Inmaculada Concepcion en Espana Religiosidad Historia y Arte Actas Del Simposium 14 Ix 2005 Tomo I PDF
La Inmaculada
Concepcin en Espaa:
religiosidad, historia y arte
NDICES
TOMO I
I. HISTORIA
Pgs.
I. Introduccin..................................................................
12
18
2.1.
2.2.
2.3.
2.4.
2.5.
2.6.
2.7.
3.1.
3.2.
3.3.
3.4.
3.5.
3.6.
Cceres. ................................................................
Ciudad Real. .........................................................
Cuenca. .................................................................
Guadalajara..........................................................
Madrid. .................................................................
Toledo. ..................................................................
12
13
13
14
15
16
16
18
19
19
19
20
21
NDICES
IV
Pgs.
22
V. Bibliografa. ..................................................................
22
22
23
29
I. Introduccin..................................................................
31
32
42
45
37
38
39
45
47
V. Conclusin. ...................................................................
49
53
I. Introduccin..................................................................
55
60
76
NDICES
Pgs.
89
I. Introduccin..................................................................
91
93
97
119
139
I. Introduccin..................................................................
141
143
146
IV. La Virgen de la Hiniesta y el fervor inmaculista del siglo XVII en Sevilla. ........................................................
153
161
I. Introduccin..................................................................
163
II. Los franciscanos y el culto a la Inmaculada Concepcin durante el siglo XVII. .............................................
165
III. Fiesta, leyenda y ritual en torno a la Inmaculada en Yecla desde el siglo XVIII hasta la actualidad ....................
167
NDICES
VI
Pgs.
190
194
198
201
I. Introduccin..................................................................
203
205
212
IV. Almonacid de Zorita: Convento de las monjas concepcionistas, iglesia de las Calatravas................................
217
V. Conclusin. ...................................................................
221
222
227
229
229
230
231
233
236
236
238
239
NDICES
VII
Pgs.
241
246
V. Conclusin. ...................................................................
252
241
242
243
246
248
257
I. Introduccin. ................................................................
259
260
261
264
268
270
271
278
281
285
NDICES
VIII
Pgs.
287
290
III. El autor..........................................................................
294
IV. El libelo.........................................................................
296
298
305
327
I. Introduccin..................................................................
329
333
352
337
343
361
I. Introduccin..................................................................
363
363
NDICES
IX
Pgs.
366
370
374
374
378
378
379
X. Conclusin. ...................................................................
384
385
397
389
391
392
397
402
404
398
399
401
NDICES
Pgs.
409
I. Introduccin. ................................................................
411
412
423
430
436
445
I. Introduccin..................................................................
447
449
452
IV. Cofradas.......................................................................
459
467
475
I. Arquitectura efmera.....................................................
477
479
479
481
V. El estafermo. .................................................................
488
489
490
492
NDICES
XI
Pgs.
IX. Conclusiones.................................................................
496
497
501
525
543
I. Introduccin..................................................................
545
549
III. Juramento y voto que hizo la Universidad en la Magistral en defensa de la Concepcin Inmaculada. .............
3.1. Promotores de la fiesta. ........................................
3.2. Actos religiosos.....................................................
3.3. Espectculos populares. .......................................
IV. Juramento y voto del Ayuntamiento por defender la Inmaculada Concepcin...................................................
549
551
552
553
554
556
557
V. Conclusiones.................................................................
560
562
559
563
NDICES
XII
Pgs.
567
575
577
580
582
584
585
588
589
III. CONGREGACIONES
Y ASOCIACIONES RELIGIOSAS
593
595
597
598
602
604
606
607
608
NDICES
XIII
Pgs.
621
I. Introduccin..................................................................
623
625
631
638
V. Bibliografa. ..................................................................
643
645
I. Introduccin..................................................................
647
650
668
2.1.
2.2.
2.3.
2.4.
650
652
654
655
659
662
664
665
666
667
669
NDICES
XIV
Pgs.
I. Prlogo..........................................................................
671
672
683
IV. Eplogo..........................................................................
690
691
I. Introduccin..................................................................
693
695
700
701
I. Historia
Albacete.
Alicante.
Ciudad Real.
Cuenca.
Guadalajara.
Madrid.
Toledo.
3.1.
3.2.
3.3.
3.4.
3.5.
3.5.
Cceres.
Ciudad Real.
Cuenca.
Guadalajara.
Madrid.
Toledo.
IV. Conclusin.
V. Bibliografa.
5.1. Manuscritos.
5.2. Transcripciones.
I. INTRODUCCIN
La devocin a la Inmaculada Concepcin en los pueblos de Espaa es algo que no hay que demostrar; vasta con recorrer someramente la historia y viajar por cualquier parte del pas para encontrar
abundantes testimonios que confirman la antigedad, extensin y
profundidad, que en aldeas, villas y ciudades, en instituciones eclesisticas y civiles, acadmicas y gremiales, tenan a esta advocacin
mariana 1. Quizs sea aqu el nico caso -o el mejor- donde de forma
evidente se haya podido confirmar el requisito de que el arraigo popular y la tradicin secular de un misterio religioso se converta en
una de las argumentos ms fuertes para la declaracin dogmtica de
esa verdad de fe.
A pesar de ciertos silencios y de las dudas significativas de algunos
importantes telogos, el pueblo cristiano fue empujando a la Iglesia
institucional para que encontrase el camino adecuado para formular
teolgicamente este privilegio de la Virgen Mara al tiempo que su
empeo haca que las escuelas y eclesisticos ms reticentes fuesen
aproximndose a la tesis inmaculista y a descubrir las pruebas que haba en la revelacin y en las enseanzas de los santos Padres como base doctrinal en la que poder fundamentar la aceptacin del misterio.
En libros litrgicos, actas conciliares y constituciones sinodales,
bulas y decretos episcopales, santorales y leyendas de santos, se pueden encontrar referencias a cultos y fiestas establecidas en honor de
la Inmaculada Concepcin de Mara; tambin hay datos de cofradas
fundadas en honor de la Inmaculada en la mitad del siglo XIV (Gerona, 1330; Zaragoza, 1333; Badajoz, 1351; Crdoba, 1397; Huesca,
1398), y en el siglo XV (Madrid, 1438; Jerez de la Frontera, 1440;
Cartagena, 1459; Cdiz, 1467; Barbastro, 1468, Burgos, 1476); incluso hubo alguna capilla erigida a esta advocacin a mediados del
1. PREZ, N., La Inmaculada y Espaa, Santander 1954; GMEZ, O., Juramentos Concepcionistas de las Universidades espaolas en el siglo XVII, en Archivo
Ibero-Americano (Madrid), 15 (1955).
10
11
defender el Misterio de la Inmaculada Concepcin, en la misma forma que se hace en las Universidades de Salamanca, Valladolid y Alcal8.
* * *
Las Relaciones Topogrficas fue un gran proyecto del reinado de
Felipe II consistente en recoger informacin de los pueblos de Espaa como paso previo para elaborar una historia basada en datos; autntico trabajo de campo que convierte a esta obra en un programa
pionero en su gnero entre los Estados nacionales de la Europa moderna siglos antes de que se haga otro semejante.
La informacin contenida en las Relaciones Topogrficas es ingente en volumen, variada en temas, rica en aspectos, sorprendente en matices, abundante en datos... Se trata de una obra de VIII vols. y 4321
fols. en los que se recogen las respuestas de 721 pueblos de la corona de
Castilla: reino de Toledo (buena parte), reino de Murcia (parte), reino
de Jan (parte) y provincia de Extremadura (parte). An sin analizar el
contenido, estas cifras globales nos sugieren la categora de estas fuentes, sin duda las ms importantes de la segunda mitad del siglo XVI Castilla la Nueva principalmente. Pensando en la proximidad de la redaccin de los dos cuestionarios -tres aos- y el rea geogrfica uniforme a
la que se refieren los datos, tenemos que aadir, adems, el del valor intrnseco, por la riqueza de informacin homognea que contienen.
En la obra de Felipe II tambin existe buena y abundante informacin de tema religioso, especialmente sobre la organizacin eclesistica y la prctica religiosa de carcter popular; nosotros vamos a
recoger y ordenar exclusivamente los datos que facilitan sobre la Inmaculada Concepcin respondiendo a las preguntas de los titulares
de las iglesias y los conventos, las advocaciones de las ermitas, los
votos existentes y por qu los hicieron, las cofradas y los hospitales
dedicados a esta advocacin mariana.
Desde el punto de vista de los datos que presentamos en este trabajo hay que tener en cuenta unas puntualizaciones que tratan de
ajustar con mayor precisin la informacin facilitada en las fuentes.
Solamente se recogen los edificios y las instituciones cuya advocacin titular es la Inmaculada Concepcin y explcitamente consta
8. Alejandro VIII a peticin de Felipe IV (24-I-1664) as lo haba establecido,
cfr. Novsima Recopilacin, I, I, 16-19.
12
aunque no lo citemos siempre en nota. Por lo que se refiere a las iglesias hay que tener en cuenta que son los nicos edificios religiosos
considerados como templos en los pueblos, y tienen la categora cannica de parroquias; as consta en las fuentes aunque alguna vez no
lo digan. Respecto a las ermitas, cofradas y hospitales, puede haber
en algunas villas interrelacin en el sentido de que una de esas instituciones ha originado la fundacin de la otra, por ejemplo, una ermita de la Concepcin puede ser sede de una cofrada de la misma advocacin, o la segunda haya dado origen a la edificacin de la primera, y un hospital de la Concepcin se puede sostener con las limosnas
de una cofrada homnima, etc. Dentro del apartado de los conventos
se constata que la orden de San Francisco es la que ms casas tiene
dedicadas a la Concepcin siguiendo la pronta vocacin inmaculista
que adopt la familia franciscana.
Para facilitar el conocimiento exacto de las fuentes y la consulta
de los investigadores, en las notas se indica el nmero de la pregunta
de los memoriales remitidos por la administracin de Felipe II a los
que respondieron en los pueblos. Una vez ms dejamos constancia
de cmo encontramos datos sobre el tema que tratamos en algn otra
respuesta distinta de dnde se preguntaba por ese asunto.
II. TITULARIDAD DE IGLESIAS, ERMITAS, COFRADAS, CONVENTOS Y
HOSPITALES
2.1. Albacete
Montealegre 19
10
111
112
Yeste
______________________________________________________
TOTAL
1
1
1
9. Est comenzada a fundar, n 40.
10. En la iglesia hay una capilla del Dr. Juan Fernndez de Cartagena con reliquias que se sacaron de Roma con dos licencias del Papa Clemente sptimo y una
bula firmada y sellada con doce sellos de doce cardenales con ciertas indulgencias
que se ganan el da de la Concepcin, n 51.
11. En la iglesia hay otra [capilla] dedicada a la Concepcin de Nuestra Seora que los cofrades de la dicha cofrada la hicieron de limosnas que dan ellos y todo
el pueblo, n 48.
12. Est unido a la cofrada, y es a do se recogen los pobres naturales y para
sustento anda un bacn en la iglesia los sbados y los domingos, y mircoles por el
13
2.2. Alicante
Villena
1
113
______________________________________________________
TOTAL
1
1
2.3. Ciudad Real
Arenas de San Juan
Argamasilla de Alba
Campo de Criptana
Caada de Calatrava
Carrin de Calatrava
Fuenllana
Herencia
Tomelloso
Torralba de Calatrava
*15
1
1
1
-
114
116
1
1
119
117
-
118
-
pueblo. Por la sierra anda al tiempo de coger los panes; algunos aos ha tenido treinta mil de renta, otros cuarenta y otros cincuenta mil maraveds, n 54 y 58.
13. Unido a una ermita o iglesia pequea. Lo edific don Pedro de Medina, tesorero que fue de la catedral de la Santa Iglesia de Cartagena, y lo dej por su heredero de sus bienes...; puede valer la renta de este dicho hospital en cada un ao cien
ducados, n 54.
14. Al alinde de este pueblo, a la salida de l... est... por acabar de tejar, n 51.
15. Se trata de una obra pa bien dotada. Diego de Oropesa, vecino de esta
villa, tiene hacienda de las sealadas que hay en esta villa y tienen fundado l y su
mujer un patronazgo en cabeza de Juan de Oropesa su hijo, con cargo de decir cada
semana una misa y hacer la fiesta de Nuestra Seora de la Concepcin y tomar tres
bulas de difuntos cada ao, en el cual puso unas casas principales que tiene en esta
villa, en la plaza de ella con lo que va edificando alrededor, y una quintera y tierras
con trescientas fanegas de tierras y siete pedazos de quiones para cebada junto a
esta villa de ciento y veinte fanegas, y en otros pedazos a cumplimiento de seiscientas fanegas y un majuelo de siete mil vides, que esto valdr cinco mil ducados, y que
el resto de su hacienda valdr otros ocho mil ducados, n 25.
16. La dicha ermita de la Concepcin est tornada a reedificar, n 51.
17. Hay un monasterio de frailes franciscos que se dice la concepcin de Muestra
Seora; tiene al presente seis frailes que vinieron a tomar posesin a veinte das del mes
de julio de mil y quinientos y setenta y cinco. Es el fundador Pedro Naranjo, vecino de
esta villa que vive y edifica hoy todava en el dicho monasterio, n 53; cfr. n 38.
18. No tiene renta salvo la limosna que se da, n 54.
19. Est fundada al un lado del dicho castillo, y para edificar la dicha ermita
Mari Garca de Belmonte, vecina de esta villa, a su costa hizo la una acera que faltaba con las dems de la parte del dicho castillo, y la acab de edificar y tejar y provey de algunos ornamentos; la cual es una ermita de mucha devocin y hay en ella
14
121
124
126
-
122
123
1
1
1
-
125
127
-
15
San Clemente
128
1
129
30
Santa Mara del Campo
1
Villaescusa de Haro
1
Villamayor de Santiago
1
______________________________________________________
TOTAL
4
6
2
1
3
2.5. Guadalajara
Almonacid de Zorita
Chiloeches
Espinosa de Henares
Fuentenovilla
Hueva
Iriepal
Renera
Romancos
Taracena
Torrejn del Rey
Usanos
Viana de Mondjar
1
1
1
1
-
1
1
131
1
132
1
1
133
No tiene an renta; vase labrando y hacindose mandas. Parece crecer y hace gran
pro. Piden los hermanos limosnas las vsperas de fiesta, n 54.
28. Es la capilla del hospital, cfr. n 54.
29. En el cual hay muchos cofrades, los cuales gozan de muchas gracias e diligencias [indulgencias] concedidas por los Sumos Pontfices, de las cuales tambin
gozan los dems que all quisieren rezar, los que las bulas conceden, y dar sus limosnas, que son muchas, y por muchos sumos pontfices concedidas. Y en l no
pueden ser cofrades si no fueren personas limpias de toda raza de moros ni de judos, ni nuevamente convertidos a nuestra Santa Fe Catlica, y de esto se hacen grandes averiguaciones. En este hospital se recogen de ordinario media docena de mujeres pobres, naturales, donde se les dan tan solamente una celda donde vivan y se recojan, en el cual se dicen cada da muchas misas por clrigos que all quieren ir a las
decir, por lo cual ganan indulgencias, n 54.
30. De trinitarios; de Nuestra Seora de la Concepcin... muy cercano a ella [la
villa], el cual fund don Antonio del Castillo Portocarrero, seor que fue de esta villa,
con voluntad, voto y parecer del Ayuntamiento de esta villa; la cual casa y monasterio
es de mucha religin... es casa nueva, hecha de quince aos a esta parte, n 42.
31. Junto a esta villa, como un tiro de ballesta, hacia do sale el sol, n 51.
32. En el trmino y jurisdiccin de esta villa... por bendecir, n 51.
33. La construy un vecino de esta villa que se deca Juan Ortega, n 39.
16
Ylamos de Abajo
134
______________________________________________________
TOTAL
4
9
2.6. Madrid
Ajalvir
1
Carabanchel de Arriba
135
Daganzuelo
1
Getafe
136
Morata de Tajua
137
Mstoles
138
Navalcarnero
139
Olmeda, El
1
Paracuellos de Jarama
140
Pozuelo de Alarcn
1
Rozas, Las
1
Tielmes
1
Valdavero
1
Villanueva de la Caada
1
______________________________________________________
TOTAL
3
11
2.7. Toledo
Camarena
141
34. Junto al pueblo, haca el saliente, junto al camino que va para Ylamos de Suso [de arriba]...; tiene diez mil maraveds dados a censo y al reparto de la casa, n 51.
35. Est cerca de este dicho lugar, n 51.
36. La que ms visitada es... est cerca del pueblo y es buena casa; no tiene
renta ninguna, hase hecho de limosna n 51.
37. Est fundada una congregacin de clrigos de prior y cuatro capellanes,
los cuales con los dems ministros sirven y administran la dicha iglesia, y cantan las
horas divinas cada da, n 38.
38. Nueva que mand hacer Diego Ruiz, hombre honrado y rico, vecino de esta villa, y dej algunas heredades para su reparo, n 51.
39. Muy importante era la iglesia y el edificio, o no tener claro el concepto,
cuando afirman que la iglesia que este pueblo tiene es catedral, n 38.
40. Alrededor del dicho pueblo..., junto al castillo, n 40.
41. Es de la orden de San Francisco de Paula de los Mnimos, y en el dicho
monasterio hay de ordinario quince o diecisis frailes, y el dicho monasterio fund
Alonso Rodrguez, mozrabe, y Mari Gmez su mujer, labradores y vecinos naturales de este dicho lugar, n 53
Casar, El
Castillo de Bayuela
Domingo Prez
Herencias, Las
Madridejos
Magn
Nombela
Orgaz
Otero
Puebla de Montalbn, La
Puerto de San Vicente
Quintanar de la Orden
Santa Cruz de la Zarza
Tembleque
142
1
1
1
-
1
144
1
1
146
1
148
143
1
-
17
1
145
-
1
147
-
18
Toboso, El
149
Totanes
1
Ugena
150
Valaguera
1
Villa de Don Fadrique
1
Villacaas
1
Villanueva de Alcardete
151
Villarrubia de Ucls
1
______________________________________________________
TOTAL
6
11
2
3
1
III. DEDICACIN DE FIESTAS POR VOTO
Pueblos
Por qu
Desde cundo
Qu hacen
3.1. Cceres
Fresnedoso de Ibor no dicen causa
no responden
no responden
Montehermoso
Por costumbre y
devocin52
no responden
Ayuno
________________________________________________________
TOTAL
2 das de fiesta
-
49. De beatas de la orden de San Francisco llamadas de la Penitencia, y la casa tiene por advocacin Nuestra Seora de la Concepcin; hay al presente trece religiosas, y estn sujetas y dada la obediencia al Prior de Ucls, que es ordinario. El
fundador fue Antonio Martnez Tarragona, clrigo, vecino del dicho pueblo, habitante en Toledo; tiene de renta en censos sesenta y cuatro mil maraveds, n 53.
50. Se deduce indirectamente cuando afirman que guardan las fiestas de las
Concepcin de Nuestra Seora y de San Sebastin y las ayunan las vigilias, y esto
por causa de las cofradas, n 52.
51. Es ermita de mucha devocin, en la cual hay seis reliquias, huesos de santos..., Las cuales reliquias estn en un relicario dentro de la dicha ermita con mucha
decencia, y habita en la dicha ermita un ermitao de misa, que se llama fray Alonso,
que tiene su casa pegada con la dicha ermita... y no tiene otra renta ms de las limosnas que se ofrecen en ella, n 51.
52. Se deduce indirectamente porque aseguran que de costumbre y devocin
ayunan todos los das de Nuestra Seora, la vspera, n 12.
19
Por la langosta
Inmemorial
Procesin
Por la langosta53 desde 1545
Abstinencia, libre
Por la langosta
no responden
Abstinencia
Por voto
no responden
no responden
Por voto54
no responden
no responden
Por mucha lluvia no responden
Procesin
Por promesa
no responden
no responden
Por la salud del
pueblo cristiano no responden
no responden
______________________________________________________
TOTAL
8 das de fiesta 3.3. Cuenca
Caavate, El
Por costumbre
no responden
no responden
Carrascosa del Campo no dicen causa
no responden
Abstinencia
Pedernoso, El
Por devocin55
no responden
Abstinencia
______________________________________________________
TOTAL
3 das de fiesta 3.4. Guadalajara
Almonacid de Zorita
Balconete
Berninches
Casa de Uceda
Ciruelas
Chiloeches
Fuentenovilla
Por la peste
Por mortandad
Por peste y piedra
Por devocin57
no dicen causa
Por peste, langosta
y necesidades
Por peste
Tiempo pasado
no responden
no responden
no responden
no responden
Abstinencia y caridad 56
no responden
Ayuno
Ayuno
no responden
Antiguo
no responden
Procesin
Abstinencia
20
Por peste58
no responden
Ayuno
no dicen causa59 no responden
no responden
Por peste
no responden
Abstinencia
no dicen causa
no responden
no responden
Por titular de la
parroquia
no responden
Ayuno, libre
Trijueque
no dicen causa
Inmemorial
Abstinencia
Uceda
no dicen causa
desde 1519
Abstinencia
Villaseca de Uceda Por necesidades Antiguo
no responden
Abstinencia y caridad60
Ylamos de Abajo no dicen causa
no responden
__________________________________________________________
TOTAL
16 das de fiesta Galpagos
Hurmeces del Cerro
Humanes de Mohernando
Mazuecos
Taracena
3.5. Madrid
Brea
Buges
Camarma de Encina
Carabanchel de Arribano
Fuenlabrada
Getafe
Loeches
Meco
Paracuellos de Jaramano
Rejas
Santorcaz
Por enfermedad61
no dicen causa
Por devocin
dicen causa
Por devocin
Por devocin62
no dicen causa
Por la peste63
dicen causa
no dicen causa
no dicen causa
Inmemorial
no responden
no responden
no responden
no responden
Muy antiguo
Mucho tiempo
desde 1507
no responden
no responden
no responden
Ayuno
Abstinencia
no responden
Ayuno
no responden
Ayuno, voluntario
no responden
no responden
Procesin y caridad64
Abstinencia
Ayuno, Vsperas,
misa y procesin65
21
Valdetorres
Por voto del Concejo Poco tiempo
no responden
Valdilecha
no dicen causa
no responden
Abstinencia
no responden
Ayunan67
Villar del Olmo
Por devocin66
______________________________________________________
TOTAL
14 das de fiesta 3.6. Toledo
Borox
Por peste o langosta68 no responden69 Abstinencia
Cabaas de la Sagra Por abogada del
Abstinencia71
lugar y obispado70 Antiguo
Escalonilla
Por devocin
no responden
Abstinencia, libre
Magn
Por cofrada
Antiguo
Abstinencia y ayuno72
Maqueda
Por devocin
Inmemorial
Abstinencia
Sesea
Por peste
desde 1507
Abstinencia
Tembleque
Por cofrada
no responden
no responden
Ugena
Por cofrada
no responden
Ayuno
______________________________________________________
TOTAL
8 das de fiesta -
22
RESUMEN:
Iglesias
Ermitas Cofradas Conventos
Hospitales Fiestas
Albacete
1
1
1
Alicante
1
1
Cceres
2
1
2
1
8
Ciudad Real 3 + 1 Obra pa 5
Cuenca
4
6
2
1
3
3
Guadalajara 4
9
16
Madrid
3
11
14
Toledo
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11
2
3
1
8
______________________________________________________
6
6
7
51
TOTAL 20 + 1 Obra pa 44
IV. CONCLUSIN
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bacete)", en Actas del Congreso de Historia del Seoro de Villena, Albacete 1987, pp. 92-94 78.
CEBRIN ABELLN, A., y CANO VALERO, J., Relaciones Topogrficas
de los pueblos del Reino de Murcia. Estudio y transcripcin.
Murcia 1992 79.
CONDE DE CEDILLO. Vase LPEZ DE AYALA, J.
CORELLA, P., y VILLARREAL, E., El antiguo y nuevo Legans, Legans 1987, pp. 17-20 80.
GARCA LPEZ, J. C., "Relaciones Topogrficas de Espaa. Relaciones de pueblos que pertenecen hoy a la provincia de Guadalajara", en Memorial Histrico Espaol (Madrid), 41 y 42 (1903); 43
(1905) 81. Reedicin en CD Rom, Guadalajara 2001, ed. de A. Ortiz, con introduccin y comentarios.
GARCA LPEZ, J. C., y PREZ VILLAMAIL, M., "Relaciones Topogrficas de Espaa. Relaciones de pueblos de Espaa que pertenecen
hoy a la provincia de Guadalajara", en Memorial Histrico Espaol (Madrid), 45 (1912) 82. Reedicin en CD Rom, Guadalajara
2001, ed. de A. Ortiz, con introduccin y comentarios; nueva edicin, Guadalajara 2003, en la que se incluye el texto de diecisiete
nuevas Relaciones.
GMEZ CENTURIN, J., "Relaciones de Arganda", en Boletn de la Real Academia de la Historia (Madrid), 71 (1917) 357-36683.
GUARDIOLA TOMS, L., Historia de Jumilla, Jumilla 1976.
78. No se publica el texto ntegro de la Relacin.
79. Aunque habla de estudio, se limita a una breve y pobre introduccin, pp.
9-28, cuya mayor parte ocupan los textos de los interrogatorios de Pez de Castro y
los de 1575 y 1578. Ignorando la bibliografa sobre el tema y citando obras buenas
pero muy antiguas. Teniendo en cuenta que es una obra que incluye Relaciones ya
transcritas y publicadas, su mrito se reduce a los ndices onomstico, temtico y topogrfico que cierran la obra, pp. 403-468. La transcripcin presenta errores de lectura, y en el prlogo se confunde a J. Pez de Castro y Juan de Ovando, con Prez de
Castro y Juan de Ovanedo.
80. Se trata de un resumen de las respuestas de la relacin de esta villa.
81. Transcripcin hecha sobre los Mss. de la Real Academia de la Historia, con
aumentos y notas aclaratorias. Cfr. CAMPOS, F. J., La Mentalidad, o.c., pp. 14-18 y
23-24.
82. Transcripcin hecha sobre los Mss. de la Real Academia de la Historia. Este cuarto volumen se public -ya muerto J. C. Garca Lpez- con los materiales preparados por el difunto, completados y organizados por J. Prez Villamil.
83. Transcripcin hecha sobre el Ms. de la Real Academia de la Historia.
25
HERNANDO ORTEGO, F.-J., y HOZ GARCA, C. de la, Relaciones Topogrficas de Felipe II. Relaciones inditas de la provincia de Madrid, Madrid 1987 84.
HONTANILLA CENDREO, J., Relaciones Histrico-Geogrficas de Felipe II. Villas de Castilblanco y Ala, en Revista de Estudios Extremeos (Badajoz), LVIII-2 (2002) 539-561 85.
LPEZ FERNNDEZ, S., "Relaciones geogrfico-histrico-estadsticas
de los pueblos de Espaa mandadas hacer por el Rey D. Felipe II:
Torralba de Calatrava", en Cuadernos de Estudios Manchegos
(Ciudad Real), n 17 (1987) 305-329 86.
LPEZ DE AYALA, J., Conde de Cedillo, Transcripcin de documentos
del siglo XVI de la provincia de Toledo. Real Academia de la Historia, Madrid, Ms. 9/2 armario de Cdices, 5 87.
MIGULEZ, M., "La Despernada, Patria de Barbarroja?", en La Ciudad de Dios (San Lorenzo del Escorial), 99 (1914) 18-30 88.
NAVARRO LPEZ, G., "Pueblos de Jan en las Relaciones Topogrficas de Felipe II", en Boletn del Instituto de Estudios Giennenses
(Jan), n 24 (1960) 33-63 89.
84. Se trata de la transcripcin de las Relaciones de ocho pueblos -cuatro ya publicadas- que por error se haban incluido o catalogado en otras provincias: Buenamesn, Fuente el Saz, Tielmes, Valdeolmos, Villamanrique de Tajo, Villamanta, Villaviciosa del Campo y Zarzuela.
85. Es la transcripcin de las Relaciones de estos dos pueblos extremeos por
los manuscritos originales del Escorial cotejado por las Copias de la Real Academia
de la Historia.
86. Se trata de una versin hecha por los Mss. de la Real Academia de la Historia. Vias y Paz publicaron dos Relaciones -Torralba y Torralva- que corresponden
al mismo pueblo: Torralba de Oropesa (Toledo). En el tomo de las Relaciones de la
provincia de Ciudad Real -pp. 519-522- se incluye las respuestas del segundo testigo de las publicadas en el tomo tercero de la provincia de Toledo, pp. 591-595, tomndose por Torralba de Calatrava.
87. El P. Migulez indica que "el seor Conde de Cedillo tiene encargo (de la
Real Academia) de publicar las de Toledo (Relaciones)". Catlogo, o.c., t. I, p. 278.
J. Ortega tambin asegura que "el Sr. Conde de Cedillo se dispone a publicar las de
Toledo y su provincia... quien, con una bondad que estimo como se merece, me ha
dejado sus manuscritos antes de mandarlos a la imprenta". Relaciones Topogrficas,
o.c., p. 7. esta obra no vi la luz. )La consultaron Vias y Paz cuando hicieron su
transcripcin?
88. Se trata de la transcripcin de la Relaciones de Villanueva de la Caada.
89. "Las contestaciones de estos pueblos... resumidas en lo esencial de las extractadas a su vez por el profesor Ortega y Rubio, las consignamos a continuacin
por orden alfabtico de pueblos", p. 12. No incluye Chiclana de Segura que si figura en la obra de Ortega Rubio; lgicamente no habla de Sorihuela de Guadalimar
que, aunque incluidas en los manuscritos escurialense, no las cita Ortega Rubio.
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texto. Se publica en una obra que incluye las Capitulaciones de 1542 y el ttulo de
Villa, otorgado por Felipe III, en 1612
95. Se trata de una edicin con comentario y apndice documental.
96. Incluye una pequea introduccin y los interrogatorios de 1575 y 1578.
97. Se publican conforme a los originales de la Biblioteca del Escorial, con introduccin, notas, apndices e ndices del P. Zarco. Nueva edicin presentada por
Dimas Prez Ramrez, Archivero diocesano de Cuenca. "Las caractersticas de la
presente edicin habrn de ser las siguientes: 1) Se conserva ntegro el texto de las
Relaciones segn la transcripcin que hizo de los originales el P. Zarco. As tena
que ser, puesto que reproducir estos documentos preciosos para la historia de Cuenca era el objetivo principal de la nueva edicin... 2) Ha parecido conveniente, respetando la edicin de Zarco, incluir en sta obra todas las Relaciones o pueblos cuyas
relaciones figuran en aquella, teniendo en cuenta la extensin del obispado de Cuenca por entonces, 1927, aunque hoy algunos de esos lugares no pertenezcan a esta
dicesis", pp. 8-9.
I. Introduccin.
V. Conclusin.
I. INTRODUCCIN
La devocin a la Inmaculada Concepcin fue sin duda una de las
manifestaciones ms distintivas e influyentes de la religiosidad en la
Castilla del barroco. El nacimiento del culto a la Inmaculada Concepcin no se puede precisar con exactitud en el tiempo, aunque a
mediados del siglo XII los cannigos de Lyon fijaron la festividad de
la Concepcin de Mara el da ocho de diciembre 1. Si bien, la polmica y el conflicto entre partidarios inmaculistas y detractores
maculistas apareci en el siglo XII y se mantuvo entre telogos
hasta el siglo XV 2. Mientras tanto, las fundaciones de cofradas marianas y congregaciones religiosas bajo la advocacin y proteccin
de la Inmaculada Concepcin fueron un reflejo de la devocin religioso-popular, aunque el problema surga cuando era necesario armonizar la generalidad del pecado original y la universalidad de la
redencin 3.
La Concepcin franciscana o concepcionitas fueron reconocidas
como orden religiosa propiamente dicha dentro del seno del franciscanismo por la bula Ad Statum Prosperum, que Julio II promulg el
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constituir una congregacin religiosa ilegalmente, adems de colocar el Santsimo Sacramento y la campana sin autorizacin ni provisin del Prior de San Marcos de Len en la villa santiaguista de Valencia del Ventoso (Badajoz), con la intencin de eludir la subordinacin a la Orden de Santiago 9. En 1543, apareci una situacin bastante parecida en Membrilla (Ciudad Real) a partir de un antiguo beaterio que deseaba transformarse en congregacin de concepcionistas, aunque el convento propiamente dicho no se constituy con los
correspondientes permisos hasta finales del ao 1547 10.
Asimismo, en los conventos femeninos fue muy importante la
dotacin econmica inicial, puesto que las religiosas vivan en clausura aisladas completamente del mundo seglar, por lo que era fundamental la donacin del fundador para constituir la congregacin religiosa dignamente y las dotes de las postulantas que decidan profesar
en el interior del claustro. Por el contrario, el clero regular masculino
desarroll una labor social y asistencial muy considerable que le proporcionaba sustanciosos ingresos econmicos para obtener da a da
el sustento material 11. Si bien, las concepcionistas a veces tuvieron
que acudir a los diferentes tribunales de justicia para recibir la dotacin fundacional completa. En mayo de 1622, un ao despus de la
fundacin del convento de concepcionistas de Guadalcanal (Sevilla)
por el indiano lvaro de Castilla y su esposa Mara de Loia Meneses
que proporcion diez mil ducados y su mujer se comprometi a facilitar cuatro mil ducados ms a la comunidad, las religiosas reclamaban dos mil ducados de dichas ofrendas de los fundadores que no podan cobrar porque los censos se encontraban impuestos sobre propiedades improductivas 12.
Sin embargo, la mayor cantidad de pleitos aparecen vinculados a
la sucesin del patronazgo de la capilla mayor de la iglesia conventual, que se convierte en el lugar de enterramiento de los fundadores y
descendientes de los mismos, junto al escenario de publicidad de los
linajes nobiliarios. En las licencias de fundacin, generalmente la
persona encargada de financiar el recinto monstico reservaba una serie de clusulas sobre la sucesin del patronazgo, adems de la perso9. A(rchivo).H(histrico).N(acional)., OO.MM(rdenes Militares)., Archivo
Histrico de Toledo, leg. 4070.
10. Ibdem, legs. 18.464, 56.198 y 57.330.
11. DOMNGUEZ ORTIZ, A. Las clases privilegiadas en la Espaa del Antiguo
Rgimen. Madrid 1973, pp. 327.
12. AHN, OO.MM., Archivo Histrico de Toledo, leg. 14.450.
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iglesias conventuales, que legalmente no le corresponden con diversos argumentos. En agosto de 1596, doa Ana Muoz, viuda del Licenciado Hernando Mexa, entreg sus propias casas de morada y
fortuna para acometer la fundacin de una comunidad de concepcionistas en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) 18. Tan slo tres
meses despus de obtener la fundadora la Provisin real para constituir el convento apareci en el Consejo de rdenes un pleito entre la
fundadora y el convento de San Francisco, porque los religiosos queran seguir disfrutando del patronazgo de la congregacin manchega
de concepcionistas. Doa Ana Muoz invirti ms de catorce mil ducados para construir la iglesia conventual, con la condicin de poder
enterrarse en la capilla mayor y disfrutar de todas las distinciones
honorficas del patronazgo. Ante la inversin de doa Ana reaccionaron los franciscanos con el argumento de que la construccin de la
iglesia era innecesaria, porque las concepcionistas posean un oratorio bastante digno donde tenan colocado el Santsimo Sacramento.
El Consejo de las rdenes sentenci que el patronazgo corresponda
a doa Ana Muoz porque era la verdadera fundadora de la comunidad religiosa, puesto que los frailes franciscanos slo deban ocuparse de la celebracin de los Oficios Divinos en la iglesia conventual y
de la confesin de las religiosas 19.
Entre 1640 y 1644, el Prior de Ucls y don Juan Martnez, patrono y capelln de la comunidad de concepcionistas de Membrilla
(Ciudad Real), pleitearon porque la autoridad de la Orden de Santiago arrebat al patrono del convento el privilegio de tener asiento en
las gradas de la iglesia conventual, con el pretexto de que el patronazgo de todos los recintos sagrados erigidos sobre el dominio de la
Orden de Santiago, donde por supuesto inclua a los conventos, pertenecan al Prior de Ucls o de San Marcos de Len 20. Tambin, en
1677, las religiosas concepcionistas de Manzanares (Ciudad Real)
retiraron la silla del patrono de la iglesia conventual porque ste no
proporcionaba ninguna renta extraordinaria a las religiosas que vivan en clausura, que en ningn momento aparece dicho privilegio en
el acta de fundacin fechada en 1592. Por ello, el Prior calatravo orden a las religiosas que respetaran las prerrogativas del patronazgo
enunciadas en el acta de fundacin y evitaran cualquier alteracin de
las mismas en beneficio propio 21.
18.
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da en principio en un Hospital 27. En septiembre de 1596, la congregacin de concepcionistas de Manzanares (Ciudad Real) necesitaba
reedificar la iglesia conventual porque a pesar de ser una fundacin
reciente las paredes de mampostera eran muy endebles y bajas,
amenazadas de derrumbe inmediato, por la pobreza que caracterizaba a las religiosas que no tenan un sitio digno para colocar el Santsimo Sacramento 28. Del mismo modo y por ltimo, en 1625, las concepcionistas de El Toboso (Toledo) necesitaban ampliar la casa conventual y edificar la iglesia, para lo que precisaban los terrenos prximos, cuyo valor tasaron los alarifes municipales para evitar cualquier engao o perjuicio, a pesar de la negativa de los vecinos para
vender las casas y solares con el argumento de que en el monasterio
no eran necesarias las obras de ampliacin 29.
A veces, las obras de remodelacin de las casas prximas al recinto monstico perturbaban el desarrollo interno de las congregaciones religiosas. En agosto de 1631, el convento de La Concepcin
de Mrida (Badajoz) se dirigi al Consejo de las rdenes porque las
azoteas de los vecinos contiguos perjudicaban y distraan a las religiosas en los trabajos diarios que realizaban en los claustros, por lo
era imprescindible levantar las paredes del monasterio para preservar la clausura e intimidad de la comunidad religiosa, o bien demoler
las nuevas obras de remodelacin de las viviendas colindantes 30. El
monasterio no es un elemento aislado del urbanismo, sino que est
sometido a la planificacin urbanstica. Adems, los conventos de
concepcionistas a pesar de la clausura mantienen relaciones con instituciones eclesisticas clero parroquial y clero regular masculino
e instituciones civiles Concejos y Mesas Maestrales, que explicamos seguidamente.
2.3. Relaciones con instituciones eclesisticas y civiles
Los conventos femeninos de la orden de la Inmaculada Concepcin requieren la asistencia espiritual del clero parroquial o de los
frailes de San Francisco. No debemos olvidar, que los conventos femeninos intentan proporcionar un medio de vida digno a las mujeres
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de la baja nobleza local que no pueden contraer matrimonio conforme a su posicin social, o aquellas doncellas que libremente deciden
consagrar su vida al servicio de Dios. Del mismo modo, estas comunidades de religiosas concepcionistas deben aceptar la Visita peridica, generalmente anual, del Provincial franciscano correspondiente para averiguar el estado material y espiritual de la congregacin.
Sin embargo, en 1674 el Vicario del convento de Cabeza Buey (Badajoz) no entreg las llaves al Provincial de la orden de San Francisco de la Provincia de San Miguel para que llevara a cabo la correspondiente Visita, segn las condiciones fijadas en las constituciones
de la orden franciscana, con el perjuicio que ello supone para la clausura 31.
No obstante, a pesar del aislamiento que caracteriza a los conventos femeninos, la poblacin seglar deseaba enterrarse en las iglesias
conventuales que no fue siempre bien aceptado por el clero parroquial. En 1556, Marina Escribana, esposa de Francisco Ortiz Hidalgo, fund el convento de concepcionistas de Almendralejo (Badajoz), que cuando conoci la noticia el prroco de Nuestra Seora de
la Candelaria mand sacar los restos de su hijo que estaban enterrados en dicha iglesia parroquial, porque consideraba que la donacin
de Marina Escribana al clero regular perjudicaba el derecho parroquial 32. Sin embargo, los curas parroquiales de Almendralejo siempre intentaron impedir los enterramientos de los feligreses en la congregacin de concepcionistas, por lo que en febrero de 1568 el Prior
de San Marcos de Len emiti una provisin para que todos los vecinos de Almendralejo que desearan inhumarse en la iglesia conventual pudieran hacerlo sin ningn problema, una vez que hubieran pagado los derechos acostumbrados a la parroquia que pertenecieran
como parroquianos 33.
Los conventos de concepcionistas disponen de la proteccin material de los Concejos, aunque a veces los cabildos municipales intentan anular determinados privilegios inmemoriales en perjuicio de
las religiosas. Por ejemplo, la comunidad de monjas de Cabeza Buey
(Badajoz) posea una prerrogativa, desde el momento de la fundacin, para que el ganado dedicado a la alimentacin de los individuos que constituan la congregacin pudiera pastar sin necesidad de
31. Ibdem, leg. 34.168.
32. Ibdem, legs. 51.212 y 58.455.
33. Ibdem, leg. 58.186.
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honrada para casarse con Dios 53. En los informes de ingreso al convento podemos observar un claro deseo de saber el mayor nmero de
datos posibles sobre la postulanta, que generalmente proporcionan
parientes de la candidata, por lo que es muy difcil tener un juicio
imparcial sobre las cualidades de la aspirante 54. Las religiosas cuando profesan renuncian a todos los bienes patrimoniales por va materna y va paterna, aunque en 1579 los parientes de doa Elvira de la
Cadena reclamaban una parte de la fortuna de esta profesa porque
pensaba que todava mantena despus de tomar el hbito en el convento de concepcionistas de Cabeza Buey 55.
Si bien, el pago de la dote se convierte en un problema porque a
veces es muy difcil de reunir la cantidad fijada por el Captulo General para acceder a la vida religiosa, despus de recurrir a contratos
de censos y otros recursos muy dispares. En junio de 1633, el patrono del convento de La Concepcin de Mrida no acept la profesin
de Mara Snchez Ximnez porque en la congregacin no poda haber ms de treinta monjas, a pesar de que en ese momento haba cuarenta y cinco religiosas que vivan con bastante penuria debido a la
escasez de recursos econmicos, adems de que la dote que poda
proporcionar la nueva postulanta era bastante reducida e insuficiente
para aliviar la pobreza 56. Tambin, en noviembre de 1668 doa Mara Ortiz Candelaria se enfrent al Vicario General de la Provincia de
Len porque a pesar de reunir todos los requisitos para acceder al
convento de concepcionistas de Fuente el Maestre (Badajoz), el Licenciado Maas intervino en el Captulo para votar en contra de doa Mara, sin ningn motivo aparente porque estaba dispuesta a entregar la dote correspondiente 57.
Por ello, generalmente en las licencias de fundacin aparecen un
nmero de plazas variable sin dote para las parientas cercanas al fundador, segn podemos observar en la licencia de fundacin del con53. VIGIL, M. La vida de las mujeres en los siglos XVI y XVII. Madrid 1986,
p. 212.
54. La primera preocupacin es conocer si la aspirante es hija legtima o de legtimo matrimonio de sus padres, junto a la libertad para profesar; pero quiz la
cuestin candente sea indagar si en la futura novicia existe algn antepasado judo,
converso o condenado por la Inquisicin. A.H.N., Clero, leg. 2.183. Profesin de
Sor Antonia de San Miguel en el convento de la Pursima Concepcin de Pastrana
(Guadalajara).
55. AHN, OO.MM., Archivo Histrico de Toledo, leg. 7663.
56. Ibdem, leg. 54.378.
57. Ibdem, leg. 66.009.
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* Las villas sealadas con * fueron enajenadas del dominio de las Ordenes Militares durante los reinados de Carlos V y Felipe II, a partir de la Bula de Adriano IV, en 1523, cuyos maestrazgos se incorporan a la Corona mediante una secularizacin, aunque pronto stos pasaran del abadengo
a seoro nobiliario.
CLAVE: BA: Badajoz, C.R: Ciudad Real, GU: Guadalajara y TO: Toledo.
I. INTRODUCCIN
En el conjunto de las numerosas advocaciones marianas en tierras
cordobesas a lo largo de los siglos XVI al XVIII sobresale la de la Inmaculada Concepcin que goza de un indudable arraigo popular.
Tanto en la capital como en las localidades del mbito diocesano la
importancia del fenmeno se refleja de forma harto elocuente a travs de indicadores significativos como la elevada cifra de fiestas y
cofradas instituidas en su honor.
Asimismo el intenso fervor se manifiesta en los festejos organizados con motivo de acontecimientos relevantes. Entre ellos cabe mencionar los que tienen lugar en 1617 por el breve de Paulo V que prohbe afirmar de manera pblica que la Virgen fue concebida en
pecado original. Los actos de regocijo se repiten en 1622 y 1662 con
el fin de expresar el entusiasmo por los decretos pontificios expedidos por Gregorio XV y Alejandro VII respectivamente. En la centuria del setecientos alcanzan bastante relevancia los llevados a cabo
por la proclamacin de la Inmaculada como patrona de Espaa y sus
reinos en 1760 por Clemente XIII, quien atiende la peticin de Carlos III.
La devocin a la Limpia Concepcin de Nuestra Seora en la ciudad de la Mezquita hunde sus races en la etapa bajomedieval con
una serie de iniciativas. La de mayor trascendencia en la propagacin del misterio va a ser realizada por el jurado del concejo Juan Prez, quien levanta en el templo parroquial de Santo Domingo de Silos una capilla dedicada a Nuestra Seora de la Concepcin en 1362
y en ella erige en 1397 la cofrada del mismo ttulo, integrada exclusivamente por los escribanos pblicos.
El cronista de la provincia franciscana de Granada fray Alonso de
Torres destaca la importancia de los citados proyectos que constituyen manifestaciones tempranas del fervor de los cordobeses a la concepcin sin mcula de Nuestra Seora:
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La cofrada de la Concepcin de Nuestra Seora de Crdoba forma parte del reducido grupo de hermandades erigidas en el siglo XIV
al misterio mariano en Castilla y Aragn, siendo una de las ms antiguas con una dilatada trayectoria. Las fundaciones continan en el
XV y proliferan a lo largo del quinientos 2.
Durante la centuria del cuatrocientos la hermandad cordobesa de
los escribanos pblicos se convierte en el foco devocional por excelencia de la susodicha advocacin mariana, cuya imagen titular recibe culto en la capilla de la iglesia de Santo Domingo de Silos.
La fiesta principal anual se traslada del 8 de diciembre al domingo siguiente, aunque se mantiene la tradicional solemnidad. Los beneficiados de la universidad de clrigos asisten a las vsperas y a la
funcin principal, reservndose el sermn a los franciscanos.
La devocin a la Limpia Concepcin de Nuestra Seora en la ciudad se intensifica en el ltimo tercio del siglo XVI, siendo un exponente bien representativo las numerosas fiestas instituidas en su honor dotadas por los vecinos que aparecen en las clusulas testamentarias.
Tambin corrobora el fenmeno la nueva capilla dedicada a la citada
advocacin mariana en el recinto catedralicio que funda en 1571 el racionero Gaspar de Jenzor, cuyo retablo se encarga diez aos ms tarde
al prestigioso entallador Francisco de Vera 3.
1. TORRES, A. de, Chronica de la Santa Provincia de Granada de la Regular
Observancia de N. Serfico Padre San Francisco. Edicin facsmil de la de 1683,
Madrid 1984, pp. 50-51.
2. LABARGA GARCA, F., El posicionamiento inmaculista de las cofradas espaolas, en Anuario de Historia de la Iglesia, XIII (2004) 23-44.
3. NIETO CUMPLIDO, M., La Catedral de Crdoba, Crdoba 1998, pp. 416-417.
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Por ltimo, las cuatro hermandades existentes en la urbe cordobesa bajo el ttulo de Nuestra Seora de la Concepcin desempean un
papel muy relevante en la propagacin de la devocin. Destaca la cofrada de los escribanos pblicos que goza de una gran vitalidad, reflejada en la renovacin de las constituciones llevada a cabo en la
primavera de 1570.
En este contexto salta en Crdoba la chispa que enciende la polmica concepcionista, cuyos ecos llegan a la Corte e impulsan al monarca Felipe III a constituir la Real Junta de la Inmaculada Concepcin y a pedir el reconocimiento del misterio mariano a la Santa
Sede 4.
El conflicto tiene su origen en el sermn predicado el 8 de diciembre de 1614 en la iglesia mayor por el dominico fray Cristbal
de Torres, quien se pronuncia de manera abierta contra la inmunidad
de culpa original en la concepcin de Mara. Las palabras del confesor del prelado de la dicesis fray Diego de Mardones causan un verdadero escndalo y provocan la oposicin inmediata del cannigo
lectoral lvaro Pizao de Palacios, como se desprende de su propio
testimonio:
Ocho aos continuos prediqu la fiesta de la purssima Concepcin
de nuestra Seora en la Santa Iglesia de Crdoua, sin que jams
uuiesse, ni de los lugares de Escritura, con que procur arrear el misterio, ni de las congruencias y razones fuertes, ocasin de diferencia
alguna: faltando yo un ao se predic la festiuidad, no como la celebra la Iglesia universal, sino muy al contrario, con despecho de los
Sabios y escndalo de la multitud; fue menester boluer por la festiuidad, oponindome como persona pblica y tan conocida a resistir
aquella nouedad, porque lo es ya, tal est de assentada en el centro
del alma la ms piadosa, a la qual la Iglesia Romana se inclina, y le
da festiuidad de Concepcin natural 5.
4. MESEGUER FERNNDEZ, J., La Real Junta de la Inmaculada Concepcin
(1616-1817/20), en Archivo Ibero-Americano, 59-60 (1955) 621-866. FRAS, L.,
Felipe III y la Inmaculada Concepcin. Instancias a la Santa Sede por la definicin
del misterio, en Razn y Fe, 10 (1904) 21-33, 145-156, 293-308; 11 (1905) 180192; 12 (1905) 322-336; 13 (1906) 62-75. POU Y MART, J. M., Embajadas de Felipe III a Roma pidiendo la definicin de la Inmaculada Concepcin de Mara, en
Archivo Ibero-Americano, 34 (1931) 371-417, 508-534; 35 (1932) 72-88, 424-434,
481-525; 36 (1933) 3-48.
5. PIZAO DE PALACIOS, A., Segundo discurso en confirmacin de la Concepcin Purssima de la Virgen y Madre de Dios, Reyna de los ngeles y Seora nuestra, Sevilla 1616, p. 2.
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haban rechazado y desafiado abiertamente los mandatos episcopales, publicados a instancia de los dominicos del influyente convento
de San Pablo. A partir de ahora el achacoso fray Diego de Mardones
adopta una postura contemporizadora y secunda las numerosas iniciativas que se desarrollan en la capital cordobesa a lo largo del XVIII
en favor de la inmaculada concepcin de Mara.
El fenmeno inmaculista tiene asimismo un fuerte arraigo en las
localidades de la dicesis como lo prueba de manera evidente la proliferacin de hermandades. Las cofradas ms antiguas dedicadas a
Nuestra Seora de la Concepcin en el mbito del obispado se documentan en los aos cincuenta del siglo XVI. Sin duda, una de las ms
pujantes es la fundada en el templo parroquial de Aguilar de la Frontera como lo evidencia el notorio incremento de los efectivos humanos:
Aos
Cofrades
1551
1552
1575
1577
963
1.014
1.266
1.507
60
des, sino que se proyecta en el conjunto de la dicesis como consecuencia de las predicaciones cuaresmales en las que tienen una notoria relevancia.
II. EL PAPEL DE LOS FRANCISCANOS EN LA PROPAGACIN DE LA
DEVOCIN EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
La fuerte implantacin de los franciscanos menores en la demarcacin andaluza tiene uno de sus exponentes ms significativos en el
elevado nmero de fundaciones que obliga a dividir el amplio territorio en tres circunscripciones que corresponden a las provincias de
los ngeles, Andaluca y Granada 8. Esta ltima se constituye formalmente el 19 de febrero de 1583, siendo elegido primer provincial
el bujalanceo fray Juan Ramrez.
El extenso reino de Crdoba se reparte entre las provincias franciscanas de los ngeles y Granada. En esta segunda demarcacin se
localizan nueve conventos, situados en su mayora al sur de la lnea
fluvial del Guadalquivir. A tenor de las referencias numricas que
aporta el censo de 1591, en el mencionado ao se contabiliza un total de 268 religiosos que se distribuyen de manera desigual entre las
distintas comunidades 9:
Conventos
Localidades
Crdoba
Montilla
Bujalance
Lucena
Priego
Crdoba
Baena
Adamuz
Rute
Religiosos
80
40
30
30
24
20
18
14
12
Los valores numricos del cuadro permiten constatar unos acusados contrastes en el reparto de los efectivos humanos. A la cabeza
figura el convento observante de San Pedro el Real, situado en la
8. Fuera de las mencionadas provincias se encuentran los conventos andaluces
de Vlez-Blanco y Vlez-Rubio que se integran en la de Cartagena.
9. Archivo General Simancas. Contaduras Generales, leg. 1301.
61
cntrica calle de la Feria de la capital cordobesa. Integran la comunidad 80 frailes que representan en el conjunto alrededor de un 30
por ciento.
Este cenobio es uno de los ms importantes de la provincia al tener la categora de casa grande, junto a los de San Francisco el Real
de Granada y Jan. Sus amplias dependencias albergan una elevada
cifra de novicios y coristas que cursan estudios de Teologa.
Los conventos medianos de San Francisco de Bujalance, Madre
de Dios de Lucena y San Esteban de Priego se encuentran en el interior del casco urbano y en sus respectivos templos se erigen cofradas en honor de la Concepcin de Nuestra Seora que gozan de una
gran vitalidad. Lo mismo ocurre en el de San Francisco de Baena
que tiene un reducido nmero de frailes.
Por razones obvias las hermandades estn ausentes en los tres
conventos recoletos de San Francisco del Monte en el trmino municipal de Adamuz, San Francisco de la Arrizafa de Crdoba y San
Lorenzo de Montilla. Aunque esas comunidades se encuentran distantes de los respectivos ncleos de poblacin, desarrollan en algunos casos una intensa labor en la propagacin de la devocin a la Inmaculada Concepcin. Tambin se encuentra alejado de Rute el de
Santa Mara de la Hoz que cuenta solamente con una docena de religiosos.
La fundacin del convento de San Pedro el Real de Crdoba se
lleva a cabo en el siglo XIII, tras la toma de la ciudad por las huestes cristianas de Fernando III en junio de 1236. Desde las postrimeras de la centuria siguiente se documenta de manera fehaciente
que la nutrida comunidad despliega una incansable actividad en favor del misterio mariano que se prolonga a lo largo de la Edad Moderna.
62
No cabe la menor duda de que la defensa a ultranza de la concepcin sin mcula de Mara de los frailes de la orden serfica es una de
las razones que justifican la decisin de encomendarles los sermones
de la fiesta principal que tiene por escenario la capilla levantada en
1362-1364 por el jurado Juan Prez en la iglesia parroquial de Santo
Domingo de Silos. Los franciscanos reciben en concepto de estipendio veinte maraveds para el sostenimiento de la comunidad de San
Pedro el Real.
La fiesta instituida en la capilla de la Concepcin contribuye a difundir en la sociedad cordobesa la devocin al misterio mariano. Este papel queda reforzado con la fundacin de la cofrada de los escribanos pblicos el 8 de agosto de 1397, fecha en la que el
mencionado Juan Prez hace la correspondiente dotacin y establece
que los sermones de la funcin de la titular corran a cargo de los religiosos de la calle de la Feria 10.
La vinculacin de los franciscanos con la hermandad de la Concepcin se mantiene en las centurias posteriores como lo reflejan las
nuevas constituciones aprobadas en 1570. Veamos el captulo dedicado a la funcin principal que reviste una gran solemnidad con la
presencia de la capilla de msica de la catedral:
Ytt. hordenamos que en cada un ao perpetuamente para siempre
jams, cumpliendo la voluntad del dicho seor Juan Prez, jurado,
celebremos la fiesta de la limpia Concepcin de Nuestra Seora el
primer domingo siguiente al da santo de la dicha advocacin, asistiendo a Vsperas e Misa con nuestras velas, e siendo llamados para
que la celebren los Beneficiados de la Universidad desta Ciudad e
los cantores e msicos de la Yglesia Cathedral desta Ciudad y que
diga el sermn fraile de la orden de san Francisco e los hornamentos
de la Capilla e Altar sean los mejores que pudiremos aver y se procuren perfumes e olores como se requieren para el culto divino, y romero o arraian para el suelo, e que en esta Fiesta de Vsperas e Misa
no falte ninguno Escribano en la dicha Capilla 11.
63
Los intentos de los escribanos pblicos por romper esta dependencia en 1678 no llegan a prosperar, debido a la oposicin del guardin de la comunidad de San Pedro el Real que esgrime como argumento el quebrantamiento legal de la fundacin:
[...] el ao de mil seiscientos y setenta y ocho intent el Hermano
Mayor del Colegio de los Escriuanos (que ass se llama esta Cofrada) que predicasse un Clrigo, sali a la defensa Fray Bartholom
de Castro, Lector Iubilado y Calificador de el Santo Oficio, como
Guardin que era en la ocasin, y el Ordinario prohibi con censuras
que predicasse dicho Clrigo, ni otro alguno que no fuesse Religioso
Francisco, y con efecto predic Fray Ioseph de Balberde, Lector de
Theologa de dicho Conuento 13.
64
A lo largo de la segunda mitad del seiscientos la hermandad experimenta un gran dinamismo que se manifiesta en una serie de proyectos. Entre ellos cabe destacar la nueva imagen titular adquirida en
Granada en 1660 como lo atestigua el franciscano fray Alonso de Torres:
La capilla ltima de esta vanda es de la purssima Concepcin, cuya Imagen, auindose hecho en Granada el ao de mil seiscientos y
sesenta, y trayndola la depositaron en una casa del Campo de la
Verdad, varrio separado de Crdoua, al otro lado de la puente 17.
65
Los franciscanos de San Pedro el Real son designados con bastante frecuencia para predicar los sermones de la fiesta de la Limpia
Concepcin de Nuestra Seora que se celebra en la iglesia mayor
con toda solemnidad y tiene un marcado poder de convocatoria. Ve18. ACC. Actas Capitulares, t. 39. 28-IX-1615, s/f.
19. PIZAO DE PALACIOS, A., Sermon a las honras del mvy reverendo padre
Fray Ivan Ramirez Prouincial de la Prouincia de Granada, de la Orden de nuestro
P. S. Francisco en su Conuento de la Ciudad de Cordoua; assistiendo por diputacion a dezir la Missa el Cavildo de la Santa Iglesia, y todas las Religiones, y el
Cauildo, y caualleros de la Ciudad, Crdoba 1618.
66
Predicadores
1686
1688
1689
1690
1691
1692
1693
1694
1695
1696
1698
1700
P. Honrubia
Jos de Len
Bernab del Campo
Jos de Len
P. Cabrito
Jos de Len
P. Honrubia
P. Mnguez
Jos de Len
P. Yerbas
P. Mnguez
Juan de Niela
67
Hermanos mayores
1579
68
1580
1585
1607
1611
69
En la nueva capilla de la Concepcin est establecida la hermandad del mismo ttulo que goza de numerosos privilegios concedidos
por Clemente VII, cuyo pontificado abarca los aos 1523-1534:
Otra Capilla de la Concepcin ms moderna haze rincn al mesmo
lado por la parte de la puerta de la Iglesia, cuya deuotssima Imagen,
parece ser trasladada de la Capilla de arriba, por no auer en ella Altar alguno, ni estar perfeccionada, an siendo tan antigua; sino es,
que a imitacin de sta se labr aquella; aunque otros quieren se
trasladasse de una hermita que est en la mesma calle: Hllase aqu
la insigne Cofrada de la Concepcin purssima, con Bula y muchos
Preuilegios, concedidos por Clemente Sptimo, que trae el Reuerendssimo Gonaga en este Conuento 28.
70
Mando que cada que de m suceda finamiento mi cuerpo sea sepultado en la capilla de la linpia concepcin de nuestra seora quest en
la yglesia de seor san Francisco desta villa 29.
71
72
El acuerdo tiene la aprobacin del obispo fray Alonso de Salizanes el 4 de agosto y dos semanas ms tarde se realiza en la iglesia
mayor el voto por vez primera con la presencia de las autoridades.
Asimismo la venerada imagen queda proclamada como patrona 34. El
acontecimiento se festeja con otros actos religiosos como las procesiones generales y el octavario en el que predica el ltimo da el prestigioso orador de la orden fray Bartolom de Castro:
Hzose el voto a los quinze de Agosto en la fiesta de la Assumpcin
de Mara Santssima en la Iglesia Parroquial de la dicha Ciudad,
donde lleuaron en processin general a la Sagrada Imagen, lo qual
acabado, la bolvieron a su Capilla del Conuento en la mesma forma,
auiendo precedido el da antecedente la publicacin y dems demostraciones de gozo que en semejantes ocasiones se acostumbran, como fue una Octaua en que assisti la Ciudad con Sermn el ltimo
da que predic Fr. Bartolom de Castro, Lector Iubilado, Calificador del Santo Oficio y Difinidor de la Prouincia. Concluyse el da y
Octaua con processin general a la tarde y deuoto concurso 35.
Al igual que en Bujalance, el convento de San Francisco de Baena es el epicentro de la devocin a la Inmaculada Concepcin en esta villa. En octubre de 1599 Mara Sarmiento de Mendoza, esposa
del tercer duque de Sessa, instituye una memoria pa con una suculenta dotacin para atender a los gastos de vestir a nueve nios y celebrar dos fiestas solemnes en honor de la Concepcin de Nuestra
Seora y de San Francisco de Ass por su alma y la de su ama Constanza Fanega respectivamente 36.
En los aos sesenta del siglo XVI se documenta en el templo franciscano una dinmica cofrada con una notoria presencia femenina
que llega a alcanzar el 60 por ciento. Los principales actos de culto
son dos fiestas religiosas que se celebran en honor de la Limpia Concepcin y de Santa Ana. Los recursos proceden exclusivamente de limosnas que se recogen por las calles. La documentacin aporta la
identidad de algunos hermanos mayores que ejercen sus funciones
en distintos aos:
Aos
1578
Hermanos mayores
Juan Prez de Ailln
1580
1587
1594
1610
1633
1634
73
74
La devocin a la Inmaculada Concepcin alcanza su mayor desarrollo precisamente a lo largo del siglo XVII, hasta el punto de ser
nombrada patrona de la localidad.
Idntico fenmeno encontramos en Montilla, donde las manifestaciones en pro de esta advocacin mariana se suceden en la centuria
del seiscientos, si bien los franciscanos del convento de San Lorenzo
quedan al margen. El cenobio, situado en la huerta del Adalid, se encuentra alejado del casco urbano y en octubre de 1577 pasa a la recoleccin.
La mayora de las iniciativas tomadas corresponde al municipio y
a los titulares del marquesado de Priego como seores de este importante ncleo de poblacin. As, el 4 de diciembre de 1628 el concejo
39. Vid. ARANDA DONCEL, J., La devocin a la Inmaculada Concepcin en tierras cordobesas durante el siglo XVII, en La Orden Concepcionista. Actas del I
Congreso Internacional. Len 1990, t. II, p. 561.
40. Nos los Exmos. seores Marqueses de Priego, Duques de Feria etc., con
los de nuestro benerable Clero de la yglessia parrochial desta ciudad de Montilla y
todos los de su Cauildo secular, juntos y cada uno de por s y en boz y bez de todos
los vecinos desta dicha Ciudad pressentes, ausentes y ad benideros, por quien pressentamos perssona y officio delante de Dios omnipotente Trino y uno, padre i hijo y
Espritu Santo y de la Soberana birgen Mara nuestra Seora y de todos los Sanctos
y Sanctas de la corte del zielo, segn y como a cada uno de nosotros y de nuestros
subessores puede conpetir y conpete christianamente esta deffenssa conforme a la
calidad y condicin de su estado y perssona: Juramos, votamos y firmemente prometemos por esta Sancta Cruz y estos Sanctos Evanxelios de tener, confessar y defender (si necessario fuere hasta dar la vida) la pa opinin que deffiende y affirma
que la gloriossima birgen Mara nuestra Seora madre de Dios fue conzevida sin
mancha ni culpa alguna de pecado original y que desde el primero ynstante de su
concepcin fue preservada de la dicha culpa por los mritos de su Unignito hijo
nuestro seor Jesupxo.: En la qual sentenzia y juramento estaremos y haremos estar
a todos nuestros subzesores constantemente, ajustndonos en nuestro juramento con
lo que el Sancto Conzilio de Trento con las constituciones de Sisto quarto y Po
quinto, tiene sobre este artculo declarado: y asimismo con los decretos y mandatos
de nuestros Sanctsimos Padres, de felice accordazin, Paulo quinto y Gregorio dzimo quinto; mientras otra cossa por la sancta Sede apostlica no se determinare.
75
acuerda zelebrar perpetuamente la fiesta solemne de la linpia y pura Concepcin de nuestra Seora todos los aos en su da en el convento de seora Sancta Ana desta ciudad de Relixiosas de la linpia y
pura Concepcin 39.
El 13 de noviembre de 1650 tiene lugar en la iglesia del convento
de Santa Clara una fiesta solemne en la que se realiza el juramento
del voto inmaculista 40. El sermn corre a cargo del renombrado orador agustino fray Nicols de Tamariz y el acto cuenta con la presencia de los marqueses de Priego, autoridades locales y un elevado nmero de vecinos. En el mismo intervienen el coro de religiosas
clarisas y la capilla de msica de la iglesia mayor.
El 9 de marzo de 1651 el municipio da a conocer una orden del
marqus de Priego por la que se insta a los capitulares a convocar un
cabildo abierto con el propsito de nombrar a la Inmaculada patrona
de la ciudad:
[...] son tantos los beneficios que cada da en mi cassa, ciudad y estado se experimentan y reciven de la serenssima Reyna de los ngeles Mara Seora nuestra, benerando el soberano misterio de su
ynmaculada Concepcin sin mancha de pecado original que, aunque
se an hecho algunas demostraciones por los seores de mi cassa y
cabildo de mi dicha ciudad de Montilla en honra y gloria del dicho
misterio, siempre me parece poco y hallarnos mucho ms obligados
a aber de corresponder siquiera en algo, adelantndonos en hacer algn seruicio mayor y no hallando otros con que poder gratificar dichos beneficios receuidos, me a parecido ser cossa conbeniente y de
grande gloria desta seora y de su ynmaculada Concepcin si le elixisemos por primera y principal Patrona in capite de nuestra iglesia
y dicha ciudad de Montilla en la forma y manera que disponen los
decretos de nuestro Santsimo padre Urbano octavo porque sea con
toda el autoridad y solenidad mayor que ser posible sea [...], para lo
qual mando y ordeno que juntos en cabildo pleno, como es costumbre se considere y confiera este punto y nuestra dicha obligacin y,
siendo de parezer que as conviene, como yo lo entiendo y deseo se
decrete y determine, se proceda luego sin dilacin a la execucin de
lo necesario, sealando da en que se tomen los votos secretos en cabildo avierto 41.
41. Archivo Municipal Montilla. Actas Capitulares. Sesin 9-III-1651, f. 224.
42. El 8 de mayo de 1650 los vecinos de Puente Don Gonzalo participan en un
cabildo abierto en el que se elige por patrona de la villa a la Pursima Concepcin.
76
77
Localidades
Crdoba
Montilla
Priego
Lucena
Bujalance
Baena
Adamuz
Crdoba
Rute
Religiosos
80
54
51
44
40
40
39
39
34
El papel jugado por los mencionados conventos en la incentivacin y fomento de la devocin a la Inmaculada Concepcin durante
el siglo XVIII resulta bastante desigual.
45. CORTS PEA, A. L., La poltica religiosa de Carlos III y las rdenes mendicantes. Granada 1989, pp. 371-372; AMORS, L., Estadstica de los conventos y
religiosos de las provincias franciscanas de Espaa en el ao 1768, en Archivo Ibero-Americano, 64 (1956) 421-443.
46. Vid. ARANDA DONCEL, J., Religiosidad popular en una ciudad andaluza del
Antiguo Rgimen: el movimiento cofradiero durante la segunda mitad del siglo
XVIII en Crdoba, en Boletn de la Real Academia de Crdoba, 113 (1987) 56-78.
78
El de San Pedro el Real de la capital cordobesa conserva su importancia secular como lo prueba el elevado nmero de religiosos y
el mantenimiento del noviciado y enseanzas de Teologa a los coristas. Sin embargo, la pujante y popular cofrada erigida en su templo bajo el ttulo de la Concepcin presenta claros sntomas de crisis
que preludian el estado de aletargamiento y postracin a mediados
del setecientos. La crtica situacin se agrava hasta el extremo de que
ha desaparecido en febrero de 1771, ya que no figura entre las hermandades existentes en esa fecha 46.
A pesar de ello, los franciscanos observantes de la calle de la Feria son fervientes seguidores del misterio mariano por lo que participan de manera asidua en los sermones de la solemne octava de la Pursima que se celebra en el templo catedralicio. Tambin llevan a
cabo una activa difusin de la devocin a la concepcin sin mcula
de Mara en el mbito diocesano como predicadores cuaresmales.
Entre las innumerables acciones documentadas cabe resaltar la
iniciativa de fray Benito Bravo, quien en diciembre de 1762 dirige
un memorial al concejo de Castro del Ro en el que solicita licencia
para levantar un triunfo a la Pursima en la cntrica Plaza Alta enfrente de las casas consistoriales:
En este Cauildo se bio un memorial dado por el M. R. P. Fray Benito Brauo, del orden de Nuestro Padre San Francisco, en que haze
presente su zelo, pidiendo se le conzeda lizencia para hazer Triumpho en la Plaza Alta de esta villa frente las casas de este Ayuntamiento a Mara Santsima de la Conzepcin con el ttulo de su Conzepcin Purssima y en reberencia del nuebo Patronato de las Espaas;
cuyo zelo por dichos Seores se agradeze a dicho Reverendo Padre
de que se le dan las ms debidas gracias conzedindole la lizencia
que pide 47.
El frustrado proyecto se enmarca en la euforia inmaculista originada por la declaracin de patrona realizada por Clemente XIII en
1760 a solicitud de Carlos III. Con este motivo en los aos siguientes
se celebran numerosos festejos en seal de regocijo y uno muy lucido tiene lugar en la villa del Guadajoz en agosto de 1762.
La hermandad de la Pursima Concepcin de Lucena, establecida
en el convento de franciscanos observantes de Madre de Dios, man47. Archivo Municipal Castro. Actas Capitulares. Sesin 11-XII-1762. s/f.
79
tiene una brillante trayectoria a lo largo del siglo XVIII, siendo una de
las causas determinantes las numerosas indulgencias que gozan sus
miembros.
Las abundantes limosnas y las rentas de los bienes patrimoniales
constituyen la principal fuente de recursos con los que afrontar los
crecidos gastos de los actos de culto. A mediados del setecientos la
cofrada posee 30 censos, 5 casas y 3 hazas de tierra calma.
Sin duda, los principales actos religiosos son la funcin votiva
que se celebra en el templo conventual de Madre de Dios con asistencia de la corporacin municipal en la maana del 8 de diciembre
y la procesin de la titular que recorre las calles de la ciudad en la
tarde del mismo da.
Encabeza el cortejo el estandarte o guin y a continuacin los religiosos de la comunidad y los hermanos de la cofrada que acompaan a la imagen de la Pursima Concepcin cantando coplas alusivas.
Tambin forman parte de la comitiva los capitulares del concejo e individuos de la aristocracia local.
El guardin del convento de Madre de Dios fray Gabriel Prez
Valdivia ofrece una interesante descripcin de la salida procesional
en el informe que remite al Consejo de Castilla en noviembre de
1774 con motivo de las disputas que mantienen los franciscanos y la
cofrada con el vicario y curas de la parroquia de San Mateo:
Fr. Gabriel Prez Valdiuia, actual Guardin del Comvento de Relijiosos obserbantes del orden de N. Padre San Franzisco de Ass en la
ciudad de Luzena, por s y en nombre de su comunidad, con la ms
profunda venerazin hago presente a V. A. que, en obsequio del Soberano Misterio de la Purssima Conzepzin de Mara Santsima, patrona de estos Reinos de Espaa, de tiempo ynmemorial a esta parte,
la tarde del da ocho de Diziembre en que Nuestra Santa Madre
Yglesia solemniza la festiuidad de tan soberana Reina, ha salido una
plausible Doctrina del referido Comvento de Relijiosos Franziscos,
como sale de los ms de los treinta y seis comventos que comprehende esta nuestra Provincia de Granada, y en la que vajo de un
Guin o estandarte a ydo siempre mi Comunidad, cantando por s o
por la Msica en festiua aclamazin del Misterio de la Ynmaculada
Conzepzin las comunes coplas de la Glosa, alade: Todo el Mundo
48. A(rchivo) H(istrico) N(acional). Consejos, leg 662.
80
en general, a vozes Reina escojida, diga fuistis conzeuida, sin pecado original. Acompaada de la Ylustre Cofrada de la Conzepzin,
que se sirue en el referido comvento, y de lo ms noble y luzido de la
expresada Ciudad, cuio Noble Ayuntamiento, a solizitud de Don
Bartolom Curado Fernndez de Crdova, Hermano maior de dicha
Yllustre Cofrada para el maior luzimiento de la dicha Prozesin
Doctrinal, y que la autorizase su concurrenzia, la acord en Cauildo
de diez y ocho de Octubre de 773, como se acredita del testimonio
que acompaa, segn que de mucho tiempo antes lo han practicado
y obserbado las ciudades de Andjar y Alcal la Real 48.
81
82
conjunto de devociones locales a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII, un fervor auspiciado continuamente por los franciscanos
del convento de Madre de Dios que juegan un papel muy activo en el
movimiento cofrade de la ciudad.
Idntico fenmeno se constata en Bujalance, donde el fervor a la
Inmaculada Concepcin se potencia y experimenta un auge notorio
con motivo de la trgica epidemia de 1738. En abril de ese ao el corregidor Juan Prez Prieto de Arroyo propone a los capitulares la renovacin del voto hecho por la ciudad en defensa de la limpia concepcin de Mara con el fin de que proteja a sus habitantes en
momentos tan calamitosos 51.
La iniciativa del corregidor tiene una acogida favorable y de inmediato los miembros del concejo acuerdan por unanimidad la renovacin del voto cada ao y el traslado de la imagen a la parroquia en
procesin, donde tendra lugar una fiesta solemne,
auiendo combocado antes a todo el pueblo para que con la maior
deuozin pidan a Mara Santssima ynterceda con su presiosssimo
hijo suspenda el azote de la epidemia general que se padece 52.
83
Otro exponente bien significativo del intenso fervor que profesan los habitantes de Bujalance a la Pursima viene dado por el hecho de ser la principal patrona de la ciudad. En esta poca el privilegio lo comparten dos advocaciones ligadas a los franciscanos y
54. Ibidem.
55. Vid. ARANDA DONCEL, J., La religiosidad popular en Bujalance a fines del
Antigio Rgimen, en Axerqua, 15 (1985) 102-107.
84
carmelitas descalzos, aunque la primaca corresponde a la Inmaculada. Los testimonios documentales confirman la situacin de manera inequvoca.
Entre las imgenes que figuran en la procesin general de rogativa celebrada el 28 de septiembre de 1800 se encuentran la gloriosa
madre y mstica Doctora Santa Teresa de Jess, patrona de esta Ciudad, y [...] Mara Santsima de la Concepcin nuestra Madre y Seora y principal patrona de esta Ciudad 55.
Adems de los actos con motivo de la fiesta del 8 de diciembre, la
venerada imagen de la Pursima Concepcin recorre las principales
calles de la ciudad el segundo da de pascua de Pentecosts por la
tarde en una multitudinaria procesin que saca la orden tercera de
San Francisco. Forman parte del lucido cortejo las autoridades locales, la comunidad de religiosos y las cuadrillas de hombres del campo vestidos con trajes populares y tocando el tambor. A lo largo del
itinerario los numerosos asistentes van cantando coplas alusivas al
misterio mariano y dando vivas a la venerada efigie.
Los supuestos excesos cometidos sirven de argumento al vicario
y clero parroquial para solicitar en mayo de 1815 al prelado de la
dicesis Pedro Antonio de Trevilla la supresin de la procesin:
Suplican a V. Y. se digne mandar y espedir las rdenes ms terminantes a fin de que se suprima la dicha procesin, como contraria a
los estatutos de la Yglesia, como indecorosa y tumultuaria, exigiendo para mayor seguridad la proteccin del Consejo de S. M. a cuyas
rdenes se sujete este corregidor y los dems partidarios de este desordenado y escandaloso acto, no dndoles lugar por este medio a
que susciten Pleytos ni desavenencias entre el Clero y parte del Pueblo como es de temer suceda segn el acaloramiento con que hasta
aora han procurado sostenerlo 56.
La polmica actuacin del obispo al decretar prohibiciones en esta secular manifestacin de religiosidad provoca un abierto rechazo
en la poblacin que tiene el respaldo del concejo, comunidad de
franciscanos y clrigos nacidos en Bujalance. La fuerte tensin estalla en 1816 con los desrdenes registrados en la procesin de ese ao
56. AHN. Consejos, leg. 3159. El escrito est firmado por el vicario Bartolom
Torralbo y Rojas y los presbteros adscritos a la parroquia Jos Rafael de Flores,
Francisco Javier Vargas y Sols, Pedro Jos de Crdenas y Jos Mara Lobo.
85
57. San Benito de Palermo goza de una indudable popularidad en Bujalance durante la centuria del seiscientos, cuya imagen veneran los negros residentes en la
ciudad. Un elocuente testimonio lo aporta el cronista de la provincia franciscana de
Granada fray Alonso de Torres:Para exemplo de los ms entronizados, dispone
Dios nuestro Seor muchas vezes el feruor, gastos y deuocin de los humildes, como se ve en una fiesta que hazen los Negros desta Ciudad todos los aos a San Benedicto de Palermo, cuya imagen , colocada en un Altar de este Templo, fue auida
por el siguiente milagro. Era Guardin deste Conuento Fray Sebastin de Herrera el
ao de mil seiscientos y uno: lleg a estar a la muerte e inspirado del Seor, inuoc
a San Benedicto de Palermo, prometindole, si sanaua, hazerle una Imagen de su estatura. Cess el achaque, confessaron los Mdicos ser la salud milagrosa; y conociendo era voluntad de Dios nuestro Seor, se emprendiesse la deuocin del santo,
se fabric al punto la Imagen, y se aument el feruor en la conformidad que se prosigue oy; pues los dichos Negros le han labrado nueua Capilla.
86
87
El templo parroquial sirve de escenario en la maana del 8 de diciembre a una funcin religiosa y por la tarde se celebra la concurrida procesin. El concejo sufraga en 1737 los gastos de una talla de la
Inmaculada que se encarga en Crdoba, donde tambin se realiza la
corona de plata. Tenemos constancia documental de la intervencin
del trinitario descalzo fray Juan de San Jos en el dorado de la imagen 61.
El municipio costea la fiesta de la Inmaculada, cuyos gastos experimentan unas acusadas variaciones cuantitativas a lo largo de la
61. En este cauildo se acord por sus mercedes que por quanto de ynmemorial
tiempo a esta parte se haze y zelebra fiesta en su da a Nuestra Seora de la Conzepcin por esta billa y su conzejo, y por no aber ymagen de Conzezin se a hecho y
costeado el ao prximo pasado para sacarla emprosezin en su fiesta, la qual dicha
ymagen tubo de costa, adems de su talla que se hallaba hecha y pagada, beinte y
ocho pesos de a ocho reales de plata que se le dieron al Padre fray Juan de San Joseph, trinitario descalzo, por hecharle barniz de colores y dorarla. Y asimismo ocho
pesos del costo de la corona de plata que se a hecho a dicha ymagen y beinte y un reales de traerle de Crdoba y de el cajn que se hizo para ello, que todo compone quinientos y sesenta y tres reales y quatro maraueds de belln.
62. ARANDA DONCEL, J. y SEGADO GMEZ, L., Villafranca de Crdoba. Un seoro andaluz durante la Edad Moderna (1549-1808), Crdoba 1992, pp. 272-275.
63. VARIOS, Historia y geografa de El Carpio. Crdoba 1992, pp. 114 y 258.
89
los aos 1710 y 1727 con 303 y 1.083 reales respectivamente. A par-
tir de 1762 las cifras se estabilizan en torno a los 600 reales 62.
Universidad de Crdoba
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
La Comunicacin que presento bajo el ttulo La festividad de la
Inmaculada Concepcin en las monjas jernimas cordobesas durante
la Edad Moderna, forma parte del proyecto de Tesis Doctoral Contribucin al conocimiento de la orden jernima en la Crdoba Moderna dirigido por la Dra. D Soledad Gmez Navarro, que se inscribe
plenamente en la actualidad historiogrfica que, desde hace unos
aos, est renovando y registrando la Historia de la Iglesia en nuestro
pas. Los objetivos principales de este proyecto de Tesis Doctoral son
estudiar en el largo tiempo y espacio, desde su implantacin en Crdoba hasta su extincin por la desamortizacin, toda la presencia de
la orden jernima en Crdoba y provincia, e incluso fuera de sta si
nos llega informacin al respecto, en todos los mbitos en que se haga aqulla presente, econmicos, sociales y culturales. Atendiendo,
pues, tanto a su rama masculina de San Jernimo, como femenina de
Santa Marta, se plantea un trabajo de investigacin que pretende reconstruir lo ms global, conjunta y profundamente posible el discurrir
de la tan genuinamente ibrica orden jernima.
Del mencionado proyecto de investigacin, esta participacin estudia la presencia de la festividad inmaculista en las jernimas cordobesas en la segunda mitad del siglo XVIII, celebracin entre otras
festividades que hunde sus races en siglos anteriores. Al hilo de la
temtica del Congreso de este ao examino y analizo las fiestas, fundaciones y otras solemnidades que tuvieron lugar, entre los muros
del convento de Santa Marta de la orden jernima de Crdoba, en
honor a la Inmaculada Concepcin, para lograr, como ltima finalidad y principal conclusin, un acercamiento al concepto de los gastos que significaba para las monjas el sufragio de estas festividades.
Con este trabajo, que en ningn caso pretende ser definitivo a la espera de la consulta de nuevas fuentes que puedan aportarme ms datos de esta ndole, pretendo desvelar la forma y fondo de las fiestas
instituidas centrndome en los siguientes aspectos fundamentales:
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93
Antes de mostrar los resultados de la investigacin realizada, paso a exponer unos datos fundamentales sobre el dogma de fe de la Inmaculada Concepcin y que justifican por s solos la importancia de
la festividad y su presencia en las fundaciones realizadas en el convento cordobs; ya que, como a continuacin expongo, a pesar del
intenso debate existente entre los telogos, la Inmaculada Concepcin de Mara encuentra el apoyo y fervor popular desde los orgenes, siendo un misterio muy extendido entre el pueblo.
II. LA DEVOCIN A LA INMACULADA CONCEPCIN EN LA
RELIGIOSIDAD POPULAR
En estas palabras de Po IX, la Inmaculada Concepcin se manifiesta como un misterio de amor que la Iglesia fue descubriendo con
el paso del tiempo. Hasta su definicin como dogma de fe en 1854,
2. ALCNTARA MARTNEZ, P. de, La Inmaculada concepcin, en Ao Cristiano, Madrid 1960, pp. t. II, 564-571.
3. bid.
94
95
cipal razn de esta circunstancia, y que provoca un proceso ms lento, fue la necesidad que aqulla tuvo de hacer frente a la defensa del
dogma de la universalidad del pecado original y sus consecuencias, y
con posterioridad al tratamiento de este hecho, la excepcin que encarna Mara, Madre de Jess, a esta ley universal del pecado.
No ser hasta llegados los siglos XIII y XIV cuando la cuestin inmaculista se exprese en su mximo esplendor, tomando fondo la
doctrina referida y quedando definida de forma mxima por el beato
Juan Duns Escoto, que dio el plumazo definitivo a la cuestin pulverizando con su teora todos los argumentos desfavorables a su opinin, probando que Mara s es Inmaculada, sin mancha del pecado
original. Las siguientes palabras podran resumir la doctrina de Escoto: Es ms glorioso para Cristo preservar a Mara que extraerla
del pecado; sufrir en la cruz para evitar que contrajese la culpa que
no para limpiarla despus de manchada, pues ello encierra un beneficio mucho mayor7.
Con tal claridad qued expuesta la teora de Escoto, que en el
Concilio de Trento no se present objecin alguna a sta, aunque,
ante la escasa madurez del asunto, con prudencia, no se enunci sobre la cuestin. Su teora supuso el arsenal necesario para la defensa
de la Gracia de Mara, a la que el transcurrir del tiempo no aadi
nada, porque nada necesitaba, llegando a la proclamacin dogmtica
tal y como su creador la haba enunciado.
Sobre este asunto no debemos olvidar la controversia inmaculista
que afectaba a la religiosidad popular espaola desde finales de la
Edad Media. Las disputas entre telogos enfrentaban a franciscanos
y dominicos, y esos enfrentamientos se reflejaban tambin entre las
gentes ms humildes del pueblo llano, llegando a ser necesaria la intervencin papal para mediar en este asunto, y as en 1483, el Papa
Sixto IV tuvo que imponer paz entre inmaculistas y maculistas
prohibiendo que se trataran entre ellos como herejes; dos siglos ms
tarde se prohben de nuevo estas disputas que llegaban a ser verdaderos tumultos callejeros, ciudades como Crdoba y Sevilla seran
escenario de altercados por esta causa 8. Como nos dice Domnguez
96
97
98
99
Por otra parte, los gastos que estos ingresos mencionados sufragaban y as se permita el mantenimiento de la vida de la comunidad,
eran de carcter vario; la parte ms importante del gasto de la comunidad se lo lleva la alimentacin; junto a ello, el servicio domstico
-las monjas adems del personal seglar que emplean en la administracin de sus bienes, tienen a su servicio un determinado nmero de
criados-; y mdico -la asistencia a las enfermas ocasiona unos salarios abonados a mdicos, cirujanos, boticarios y gastos de enfermera-; el culto y asistencia religiosa -servicio de la iglesia y la sacrista,
la asistencia espiritual de la comunidad, etc 17-; y otros gastos de carcter fiscal -impuestos ordinarios y extraordinarios-.
Entre los gastos mencionados anteriormente, destaco, por estar
relacionados directamente con el objetivo de esta Comunicacin, el
cumplimiento de memorias, festividades y otras voluntades, a los
que la comunidad deba de hacer frente. Las rentas de las monjas estn gravadas con ciertas cargas; generalmente, entraaban el cumplimiento de una obligacin de carcter religioso -misas, fiestas, memorias perpetuas, limosnas...-, que en ocasiones, era la contrapartida
al disfrute de unos bienes, cedidos para que fueran aplicados a un fin
piadoso, como la celebracin de misas o fiestas por el alma del bienhechor o de la persona que instituy la memoria 18. Los autores de la
dotacin a un convento, de una donacin o legado, generalmente imponan a los beneficiarios algunas cargas de tipo espiritual, que normalmente consistan en el cumplimiento de un determinado nmero
de misas y otros actos de culto. Son numerosas las donaciones hechas a las comunidades que contienen una clusula en la que se especifica que se habrn de cumplir determinados servicios religiosos
en cierta iglesia con cargo a la renta de la propiedad donada, por la
que se constituye un tributo sobre tal propiedad.
En el contexto, pues, de toda esta institucionalizacin y prctica,
inicio el estudio de las principales caractersticas que representaba la
festividad de la Inmaculada entre las jernimas cordobesas. Como
ya expuse al comienzo de esta Comunicacin, son varios los aspectos que interesa conocer sobre esta cuestin. Para el perodo en que
centro el anlisis, en sentido amplio, segunda mitad del siglo XVIII
(1745-1837), se han detectado en las fuentes un total de diecisiete
17. BARRIO GOZALO, M., Segovia, ciudad conventual.., o. c., pp. 215-226.
18. CERRATO MATEOS, F., Monasterios femeninos de..., o. c., pp. 101-102.
100
101
A continuacin tratar de forma ms detallada los diversos aspectos recogidos en el cuadro anterior.
En primer lugar, analizo los escenarios en los que tienen lugar las
diversas celebraciones expuestas, elemento que se conoce para todos
los casos, por lo que su afirmacin es contundente.
CUADRO N 2
LUGAR DE CELEBRACIN N DE CELEBRACIONES
20
14
80
Total
17
Como se observa, principalmente son dos los escenarios localizados; por una parte, el propio convento de Santa Marta donde tienen
ocasin la mayor parte de las celebraciones, en concreto catorce, que
suponen un 80%, frente al 20% que representa el escenario de la ermita de San Juan de Letrn. A travs de estos datos, se ve la tendencia de los dotantes a que las ceremonias litrgicas instituidas a favor
de la Inmaculada Concepcin de Mara se celebren en el propio convento 19, siendo menores las ocasiones en las que la eleccin del escenario es diferente, situacin en la que, adems, siempre aparece la
ermita de San Juan de Letrn 20, lugar emblemtico de la Crdoba
moderna, y donde las celebraciones seran llevadas a cabo por los
asistentes de la misma. De estos datos se extrae la conclusin del
afecto sentido por la mayor parte de los dotantes hacia el convento
cordobs, instituyendo as las celebraciones en el interior de los muros del cenobio.
A continuacin, se puede observar el nmero y porcentaje que representaba cada servicio religioso celebrado durante el perodo que
ocupa este estudio, as como a la vez expone los diversos conceptos
litrgicos bajo los que tenan lugar las advocaciones a la Inmaculada
Concepcin.
102
CUADRO N 3
SERVICIOS RELIGIOSOS
NMERO
Fiestas
10
58
Misas
42
TOTAL
17
21. AHPCO, Libros del clero, Libro 1093, ff. 115r- 117v.
22. MARTNEZ GIL, F., Muerte y sociedad en la Espaa de los Austrias, Cuenca
2000, pp. 178-186.
23. GONZLEZ CRUZ, D., Religiosidad y ritual de la muerte en la Huelva del siglo de la Ilustracin, Huelva 1993, pp. 423-460.
24. AHPCO, Libros del clero, Libro 1020, ff. 216.
103
tndose a lo largo del siglo XVII, llegando a estabilizarse en la segunda mitad del siglo XVIII.
De los servicios religiosos celebrados en el convento cordobs,
diez de ellos responden al concepto litrgico de fiesta, se trata de un
da del ao eclesistico de mayor solemnidad que otros, en el que la
Iglesia celebra la memoria de algn santo 25. En estos casos concretos, las fundaciones se instituyen el da en el que la Iglesia celebra la
festividad de la Inmaculada Concepcin. Entre ellas se diferencian
las fiestas celebradas por el propio convento de Santa Marta que son
de carcter extraordinario, como el siguiente ejemplo en el que la
fuente informa que su celebracin responde a: (...) fiesta de la Madre de Dios de la Concepcin por haber venido por patrona de Espaa (...) siete reales en funcin, misa y vestuarios, cuatro reales en dos
sobrepellices, ventiseis reales en cohetes, nueve reales para gasto del
locutorio... 26.
El resto de fiestas recogidas poseen un carcter perpetuo, y responden a la tipologa de donacin o dotacin, en la que como he dicho con anterioridad, se cede una determinada propiedad o cantidad
de dinero a la institucin religiosa, con la carga espiritual correspondiente. Como ejemplo de ello, aparece la fiesta que Elvira de Sandoval instituye a travs de una dotacin: Este convento cumple varias
memorias de fiestas y misas (...), por la dotacin que hizo doa Elvira de Sandoval una fiesta con Santsimo y Sermn en la Octava de la
Asuncin y lo mismo en la de la Concepcin, cumplidas hasta 1764
y que importan 212 reales 27.
Por otra parte, junto a la fundacin de fiestas, tambin se encuentra la institucin de otras ceremonias litrgicas, como misas; son siete los casos recogidos en las fuentes y que suponen un 42% del total.
Como dije anteriormente, la proliferacin de fundaciones de misas
va a ser ascendente a lo largo del siglo XVII, debido a que los fieles
ven en ello la mejor forma de asegurarse la salvacin y la redencin
de sus pecados; normalmente se celebraban por la intencin del alma
del difunto, y de ah su carcter perpetuo, como es el caso del siguiente registro: Fiesta llana que se cumple en la ermita de San
Juan de Letrn a Nuestra Seora de la Concepcin por la intencin
25. ALDEA VAQUERO, Q.; MARN MARTNEZ, T.; VIVES GATELL, J. (dirs.), Diccionario de Historia Eclesistica de Espaa, Madrid, 1972, t. II, pp. 245-267.
26. AHPCO, Libros del clero, Libro 958, ff. 78.
27. AHPCO, Libros del clero, Libro 287, ff. 125v.
104
TOTAL
TOTAL
44
35
13
11
11
11
11
11
11
142
105
so para hacer esta afirmacin, ya que hay una serie de servicios religiosos que no son recogidos por las fuentes con anterioridad a 1758 y, sin
embargo, s aparecen en el perodo posterior, lo que me induce a pensar
que su establecimiento puede haberse producido durante el ao referido.
Entre estas nuevas dotaciones podra mencionar el siguiente ejemplo:
Cumplimiento de varias memorias de fiestas y misas (...), por la dotacin de Beatriz de Molina de una fiesta en San Andrs y otra en la Concepcin que estn cumplidas hasta 1764 e importan 36 reales 32.
Como norma general las nuevas fundaciones que se producen en
este perodo poseen unas caractersticas similares. Las fuentes indican que su origen son dotaciones en las que el servicio religioso que
se establece es una misa celebrada en el da de la Concepcin, de una
cuanta de 3 reales y que tiene lugar en el propio convento de Santa
Marta; en cuanto a los dotantes, puedo decir que en su mayor parte
se trata de mujeres pertenecientes a la sociedad cordobesa y que poseen estrechos vnculos de afectividad con el convento.
En el siguiente cuadro se observa la interesante evolucin que la
fiesta sufre a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII:
SERVICIOS
RELIGIOSOS
FIESTAS
MISAS
TOTAL
CUADRO N 5
1752
1762
177233
1782
1792
TOTAL
14
11
106
entre los fieles y, por tanto, coincide con este punto lgido que aparece
en el cenobio cordobs 34. Para el final de la centuria, y siempre teniendo en cuenta el lapso temporal de 1772 y 1782 para los que no cuento
con informacin, se observa un descenso en el nmero de celebraciones; del estudio de las fuentes he podido deducir que ello se deba a un
probable incumplimiento de las mismas, ya que en los libros de cuentas del convento aparecen recogidas pero se informa que a tal fecha no
ha sido todava efectuada. Por otra parte, y debido a la ya mencionada
insuficiencia de datos que se padece, los motivos de dicha reduccin
seran de difcil fundamentacin. Junto al nombrado incumplimiento
de los sufragios, el estudio comparativo con otros cenobios, y siempre
a modo de hiptesis, podra revelar motivaciones tales como las econmicas, sobre las que extraera la conclusin de que esta reduccin
notable y progresiva durante la segunda mitad del siglo XVIII se debera a una ausencia de medios tanto por parte del propio convento, que
carecera de recursos para el cumplimiento de las celebraciones establecidas, como por la de los diversos estratos sociales, que implicara
la imposibilidad de realizar nuevas fundaciones 35.
El siguiente cuadro recoge el nombre de los donantes o dotantes
que instituyen estas celebraciones, uno de los puntos sobre los que
he recogido mayor informacin en las fuentes:
CUADRO N 6
DOTANTES
SERVICIOS RELIGIOSOS CUANTA (en reales de velln)
Benavides, Antonia
Fiesta
16 y ?
Benavides, Antonia 35 misas rezadas
70
Convento de Santa Marta
Fiesta
29
Convento de Santa Marta
Fiesta
Sin cuanta
Crdoba, Luis de
Fiesta
16
Fernndez, Francisca
Misa
3
Gonzlez, Jos
35 misas rezadas
64
Godoy
Fiesta
18
Molina, Beatriz de
Misa
3
Rivas, Beatriz de
Misa
3
Rojas, Sancha de
Misa
3
Sandoval, Elvira
Fiesta
15
Solier, Mariana
Misa
18
34. GMEZ NAVARRO, S., Una elaboracin cultural de la experiencia del morir.
Crdoba y su provincia en el Antiguo Rgimen, Crdoba 1998, p. 150.
35. GONZLEZ CRUZ, D., Religiosidad y ritual de..., o. c., pp. 303-356.
107
Entre los datos obtenidos, por una parte, destaco las tres fiestas
que el propio convento de Santa Marta celebra como instituyente por
diversos motivos que ya comentamos en un apartado anterior y que
tienen carcter extraordinario, y, por tanto, una determinada localizacin temporal; es decir, no responde a una dotacin de carcter perpetuo sino que se celebran en determinados aos y bajo ciertas circunstancias, y el gasto corre a cargo del convento en su totalidad, ya
que al no ser una dotacin, no se haya cedida una propiedad o masa
de dinero destinados a ayudar a sufragar tal gasto:
Gastos extraordinarios del culto divino (...), en 8 de diciembre de
1758 se hizo la fiesta de la Madre de Dios de la Concepcin de haber
venido por patrona de la Espaa y se gast en dicha funcin, la misa
y vestuarios 7 reales, el sermn 15 reales, dos sobrepellices en 4 reales y 26 reales en cohetes, y 9 reales que se le dieron a la prelada
para el gasto del locutorio que todo importa 61 reales 36.
108
109
testamentaria, como sucede en el caso de don Jos Antonio Gonzlez 43, hermano de doa Antonia Benavides, religiosa del convento de
Santa Marta de la ciudad de Crdoba, y en cuyo documento de ltima voluntad hace una declaracin de sus propiedades, siendo de mi
inters aqulla en la que refiere la propiedad de la mitad de unas casas en la calle del Aceituno, collacin de Santa Marina, que era la
otra mitad de su hermana, doa Antonia de Benavides, y sobre la que
establece, que, a su muerte, pasan a posesin de su hermana, y despus del fallecimiento de sta, al propio convento en el que era religiosa profesa; declarando, a su vez, los diferentes censos que sobre
dichas casas estaban impuestos, as como la institucin de una memoria perpetua de cinco misas rezadas en cinco das de la octava de
la Concepcin por su alma y la de sus padres, una vez fallecida su
hermana, a cargo del referido convento. Este ltimo dato es el que
ms interesa al estudio que estoy realizando, ya que en este testamento se instituye, en el cenobio cordobs, un servicio religioso en
el da de la Inmaculada Concepcin. El testamento era el cauce elegido por la mayora de los fieles para efectuar la fundacin de liturgias religiosas por el beneficio espiritual inmediato que ellas conllevaban y con objeto de ayudar a la salvacin de su propia alma. En el
siglo XVIII se va a producir un considerable aumento de las mandas
de misas recogidas en los testamentos 44.
Respecto a las personas beneficiadas con estas fundaciones, son
pocos los datos encontrados en las fuentes, tan slo aparecen dos casos sobre los que tengo conocimiento, coincidiendo ambos en los
Beneficiados de San Lorenzo: Paga igualmente la comunidad 16 reales y 17 maradevs a los beneficiados de San Lorenzo por la fiesta
que cumplen en San Juan de Letrn a la Pursima Concepcin (...)
est satisfecha hasta la respectiva de 1832 45.
Resultan curiosos estos casos, ya que, como vemos, el lugar de
celebracin corresponde a la ermita de San Juan de Letrn, sin embargo no es el personal de esta institucin religiosa la que se beneficia de la fundacin, sino que esta gracia se dirige a los beneficiados
de San Lorenzo, en cuyo barrio resida dicha ermita. Para el resto de
los casos no puedo aportar ms informacin a este respecto, no des43. AHPCO, Libros del clero, Libro 1020, ff. 116-119v.
44. GONZLEZ CRUZ, D., Religiosidad y ritual..., o. c., pp. 303-356.
45. AHPCO, Libros del clero, Libro 186, ff. 67.
110
111
%
39,7
21,55
18,36
6,8
4,4
2,9
2,7
2,2
0,9
112
tinado a sufragar los gastos que se derivan de las necesidades internas de la comunidad. De entre ellos, el gasto ms representativo es la
alimentacin con un 21,55%, seguido de los gastos de culto, administracin y tributo, gastos menores, censos, gastos de servicio y sanitarios. El dato que ms interesa es el porcentaje que representa el
gasto ocasionado por el concepto de censos -2,7%-, que dentro del
conjunto expuesto se trata de un porcentaje poco significativo. Este
hecho se equipara al de otros casos estudiados, en los que los gastos
censuales no constituyeron reducciones considerables en los ingresos de las rdenes religiosas 49.
Por ltimo, el inters del estudio de los gastos que la comunidad
lleva a cabo se encuentra en la finalidad de conocer el porcentaje que
representa en el total de stos los gastos ocasionados por las fundaciones que el convento tiene la obligacin de celebrar en el da de la
Inmaculada Concepcin. Esta serie de gastos estn incluidos en el
porcentaje perteneciente a los censos, y, para el perodo referido de
1752 a 1758, dentro de ellos representan un 0,58%, o lo que es igual,
750 reales de velln; a su vez, dentro del total de todos los gastos sufridos por la comunidad para el perodo referido, suponen, tan slo,
el nfimo porcentaje del 0,05%. Estas cantidades muestran el escaso
gasto que la realizacin de estos cultos supona para las arcas del cenobio cordobs, y, sin embargo, como contrapartida, y como hemos
podido ver a lo largo de este texto, los importantes beneficios que su
institucin conllevaba, al llevar anejas tales fundaciones, como normal general, la donacin de determinadas propiedades o importantes
cantidades de dinero. Con toda probabilidad, el gasto ocasionado por
estas celebraciones se incrementara con posterioridad a 1758 por el
aumento de fundaciones que se va a producir durante este ao, como
se observa en el siguiente cuadro.
SERVICIOS
RELIGIOSOS
FIESTAS
CUADRO N 8
1758
1759
1760
1761
1762
1763
1764
111
82
82
82
82
82
82
94
94
94
94
94
94
176
176
176
176
176
176
MISAS
94
TOTAL
(en reales de velln) 205
49. BARRIO GOZALO, M., Segovia, ciudad conventual..., o.c., pp. 215-226.
113
114
115
116
Se han estudiado los gastos que sufre el convento durante el perodo de 1752 a 1758, para identificar el volumen de gasto que el
sufragio de las festividades a la Inmaculada Concepcin representa para las arcas de las jernimas cordobesas. Este porcentaje
se ha establecido en un 0,05% -750 reales de velln-, por lo que
se ve el escaso coste que la realizacin de estos cultos suponan
para el convento, teniendo su contrapartida en los importantes beneficios que su institucin conllevaba, al llevar anejas tales fundaciones la donacin de determinadas propiedades o importantes
cantidades de dinero. Teniendo claro obviamente que no es lo
mismo nmero total de celebraciones que nmero pedido por cada dotacin -fiestas o misas-, ni tampoco las subsiguientes y correspondientes repercusiones econmicas en el gasto global, los
diecisiete servicios religiosos registrados en la segunda mitad de
la centuria del Setecientos representan un gasto anual de 258 reales y medio, lo que me permite asentar en quince reales la cantidad media por celebracin. Por una parte, esta cantidad es superada por ocho celebraciones, que en cinco ocasiones se trata de
fiestas -62,5 %-. Por otra parte, las celebraciones situadas por debajo de la media establecida se identifican en todos los casos con
la celebracin de misas.
Estos datos revelan que el sufragio de las fiestas supone un esfuerzo mayor para las arcas conventuales que el representado por
el cumplimiento de las misas, ya que, incluso en los dos casos
aparecidos de misas en los que la cuanta a abonar se sita sobre
los quince reales, hay tener en cuenta que se refiere a la celebracin de treinta y cinco misas; por lo que se observa, que, realmente, para ambos casos el precio de la misa se situara en torno
a los dos reales -cantidad sensiblemente inferior a los tres reales
pertenecientes a la mayora de los servicios religiosos de este tipo
registrados-. Frente a un total de setenta y cinco misas que representan un gasto de 164 reales, se encuentran seis fiestas que suponen una cantidad de setenta y ocho reales. Singularmente, a pesar de que el nmero de misas y su cuanta es superior al de las
fiestas, la realizacin de stas ltimas supone un esfuerzo mayor
para el cenobio, debido a que respecto de una media de trece reales por fiesta, el sufragio de una misa se establece en algo ms de
dos reales, por lo que la fiesta representa un gasto mayor para el
cenobio. Por ltimo, destacar -y siempre teniendo en cuenta el
lapso de 1772 y 1782 para el que las fuentes apenas nos proporcionan informacin-, que, con toda probabilidad, el gasto ocasio-
117
Murcia
Basndonos en el artculo de Molinero sobre el movimiento inmaculista en Murcia 1, hemos tenido como objetivo, por una parte,
atestiguar su verificacin archivstica; por otra, el grado de aceptacin e implicacin con que se acogi en el seno del Concejo murciano la exaltacin del dogma de la Inmaculada Concepcin, difundida
y defendida en la dicesis de Cartagena por el citado franciscano
fray Antonio Trejo, a principios del siglo XVII, a la sazn obispo de
dicha dicesis.
Las fuentes utilizadas han sido las Cartas Reales, donde se reflejan todas las pragmticas, decisiones y rdenes que los reyes enviaban al Corregidor de Murcia, como cabeza de su Reino, para su conocimiento y ejecucin en el Concejo murciano y en todo su territorio. As mismo hemos utilizado las Actas Capitulares, de notable valor histrico, porque en ellas se refleja el latir y el acontecer diario de
una ciudad. Ambas, referentes a los aos en que el obispo Trejo infunde y desarrolla la piedad inmaculista en Murcia. Igualmente nos
ha resultado bsico el artculo de Pedro Riquelme Oliva sobre este
mismo tema 2.
La implantacin y defensa en la Iglesia del dogma de la Concepcin Inmaculada, cuyo 150 aniversario se celebra a principios del siglo XXI, est intrnsecamente unida a la orden franciscana. Sus orgenes se aproximan al siglo XIV, con los primeros alientos, esfuerzos y
tesn del franciscano Juan Duns Escoto, clebre telogo y filsofo
ingls, llamado el doctor Sutil, fundador de la doctrina escotista,
opuesta a la de Santo Toms de Aquino (1274-1308).
1. MOLINERO, M. R., Fr. Antonio de Trejo y el movimiento inmaculista en la
Dicesis de Cartagena:, en Archivo Ibero-Americano (AIA), (Madrid) 15
(1995)1057-1071.
2. RIQUELME OLIVA, P., Luis Godnez OFM, telogo murciano en la Corte Real, al servicio de la Inmaculada en el siglo XIX, en CARTHAGINENSIA, XX (Enero-Diciembre, 2004) 231-264, con una extensa bibliografa especfica sobre la Inmaculada Concepcin.
122
123
124
yor del Ayuntamiento, todo lo cual fue realizado, como hemos expuesto, el 31 de agosto de 1621.
En esta misma sesin, se acuerda comisionar a dos regidores, don
Gernimo de Roda y don Pedro Lozano y a un jurado, Francisco Rodrguez, para que gestionen el acuerdo tomado, despachen y enven a
Madrid el acuerdo jurdico por el que se otorga un poder a los representantes de Murcia o Procuradores en Cortes, para realizar el voto y juramento acordado en el seno del Concejo, y adems, buscaran
la aprobacin de los seores Den y Cabildo de la Santa Iglesia de
Cartagena, para que stos notifiquen al rey cul ha sido la respuesta
del Cabildo municipal a la carta enviada desde Madrid 5.
En este aspecto, vemos que el Cabildo municipal solicita el respaldo y amparo de las autoridades eclesisticas cuando se trata de asuntos de envergadura que se han de defender ante el rey, el papa o cualquier otra instancia de gran importancia; se dira que ambos poderes,
el poltico y el eclesistico se unen, como en este caso, para la defensa de uno o del otro, segn el tema que haya que sacar adelante.
Dos aos ms tarde, hacia mediados de mayo, los regidores se
juntaron a cabildo ordinario segn lo han de uso y de costumbre en
la Sala de la Casa de la Corte. La sesin estuvo presidida por el Corregidor y Justicia Mayor como representante de su Majestad, diez
regidores y cuatro jurados. Una vez comenzada la sesin accedieron
a ella en representacin del seor obispo, su secretario y el racionero
y maestro de ceremonias de la Santa Iglesia Catedral, y les notificaron un edicto emitido por el seor obispo por el que manda celebrar
un snodo, y la fecha de su celebracin. En l se convoca a todos los
componentes del Concejo y a las ciudades, villas y lugares del obispado, segn las normas marcadas en dicho edicto. Una vez ledo ante los regidores por el secretario episcopal, el Racionero, en nombre
del seor obispo, les ruega que nombren a varios caballeros para que
asistieran al snodo representando a la Ciudad y traten todo lo referente al acto, hecho lo cual, ambos, secretario y racionero, abandonan la sala capitular.
Posteriormente, los regidores tratan sobre esta cuestin y deciden
nombrar cuatro personas, dos regidores: don Gernimo Torres y don
Diego de Avils, y dos jurados: Andrs Fernndez y Pedro Azorero,
5. AMMAC, 1621. Ordinario Martes 31 de Agosto, ff. 75-83.
125
para que asistan al snodo en representacin de la Ciudad, a los cuales se les da plena facultad para que gestionen todo lo necesario 6.
Ms tarde, el 30 de mayo, los regidores se renen otra vez en cabildo ordinario (segn uso y costumbre), pero especialmente para
leer una carta del da anterior en la que confirman y sustentan su opinin. Participan adems del Corregidor siete regidores y cuatro jurados, sobre la Sacratsima Siempre Virgen Ntra. Seora Santa Mara,
Madre de Dios, que fue concebida sin pecado original, segn manifestaron cuando se reunieron en cabildo ordinario el 31 de agosto de
1621 para elegir a los Procuradores de Cortes que representando a
todos los lugares del reino de Murcia votaran y juraran defender la
Virginidad de la Concepcin de la Virgen, como hemos referido anteriormente.
Por otra parte, en esta misma sesin de cabildo, se acuerda volver
a hacer el mismo juramento y voto en el snodo que fray Antonio de
Trejo, obispo de Cartagena, y perteneciente al Consejo de Su Majestad, ha mandado tener y convocar en la Santa Iglesia Catedral de
Murcia; se trata de reanudar la devocin a la Virgen Mara. Para ello
designan como comisarios a dos regidores: Gernimo de Torres y
Soto y don Diego Rodrguez de Avils y a dos jurados, que gestionaran todo lo referente al snodo en cuanto a que participaran en l representando a Murcia y a las dems ciudades, villas y lugares del reino, partido y provincia, as como por todos sus vecinos y moradores,
renovando el juramento, ya mencionado, pero esta vez conjuntamente con los seores Den y Cabildo Catedralicio, dignidades, personas, cabildos, concejos y universidades que as mismo manifestaran
su juramento y voto de defender la Virginidad de la Madre de Dios
ante el mencionado obispo don Antonio de Trejo y dems dignidades
asistentes al snodo, otorgndoseles las escrituras e instrumentos
necesarios que garantizaran y tuvieran la misma fuerza y valor que si
se hiciera y otorgase en el pleno del Ayuntamiento, representando a
todo el reino.
El juramento se inicia en el nombre de Dios Nuestro Seor y por
la Seal de la Santa Cruz y por los Santos Evangelios y se realiza de
la misma forma y manera que lo hicieron los Comisarios designados
para este fin. Por todo ello, la Ciudad les otorga libre franca y general administracin y con la relevacin de derecho necesaria.
6. AMMAC, 1623. Ordinario Sbado 13 de Mayo, ff. 308-309.
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En base a esta manifestacin, la Ciudad decide nombrar a dos regidores y a dos jurados como comisarios para que se ocuparan de
averiguar qu ha sucedido, y procurar que no se vuelva a alterar el
orden establecido, ni que se realice cualquier acto que en manera alguna vaya en menoscabo del decoro de la Ciudad, sino que se siga
conservando la forma y el protocolo que siempre se ha producido,
porque es lo ms conveniente. De forma entrevelada la Ciudad excusa cualquier tipo de manifestacin que haga valer la competencia
de la Iglesia en materia de esta innovacin, y otorga a la citada comisin el suficiente poder para acudir al rey y a la Corte a exponer
este caso 14. La fuente no explicita qu actuaciones realizaron los regidores y jurados comisionados.
Pocos das despus, se convoca un cabildo extraordinario, celebrado en la Casa de la Corte, con un solo tema puntual a tratar: recibir al padre fray Esteban en el seno del Concejo, Provincial de esta
provincia franciscana. Su misin consista en comunicar al Concejo
cmo se haba venido a Murcia para celebrar su Captulo General, al
que acudiran los prelados de los conventos y dems religiosos necesarios. As mismo se recibe al reverendo padre fray Bernardino
de Sena, Comisario General, y segn la fuente, persona tan cualificada en razn de su cargo, como de su persona, letras y loable vida,
electo como arzobispo de Loa y Pesquisidor General, el cual pide a
la Ciudad que continuando con la costumbre que siempre haba llevado a cabo con el convento de los franciscanos, pero especialmente
en esta ocasin en la que eran visitados por el citado comisario general, contine con ella. En lneas generales solicita a la Ciudad que autorice su procesin, misa y sermn que se celebrar en la Iglesia Mayor Catedral y en su coro, ya que gustosamente han sido cedidos por
los seores Den y Cabildo.
Una vez que estos seores abandonaron la sala de sesiones, el
Concejo delibera y adopta varios acuerdos. A travs ellos se puede
percibir cul es la cuestin que subyace a todo este asunto. As se decide: que dadas las circunstancias y por esta vez asistir al sermn y
misa que se celebrare en la Iglesia Mayor, organizada por la orden
franciscana; participar en la procesin que desde el convento franciscano llegar hasta la catedral. El padre y comisario general y los caballeros comisarios advertirn a los religiosos el gusto y placer
con que la Ciudad asiste en esta ocasin a estos actos para que tu14. AMMAC, 1623. Ordinario 19 de Diciembre, ff. 136-137v.
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vieran el decoro y comedimiento debido a la Ciudad y buena urbanidad. En base a esta urbanidad o cortesa, la religin en forma de
convento (la comunidad), deba salir a recibir a la Ciudad cuando
llegara al convento franciscano para participar en la procesin y despedirles cuando volvieran al convento formando parte de la comitiva. Como era habitual, la Ciudad designa a varios caballeros comisarios para que gestionen todo este asunto y como siempre ocurra daran cuenta en el seno del Concejo de todas sus actuaciones.
A nuestro juicio, en la estructura profunda de toda esta cuestin
subyace la manifestacin de un poder (el del Concejo), que tiene que
consolidarse y mantenerse a nivel pblico a travs de la ostentacin
de unos smbolos, jerarquizaciones y manifestaciones, o bien, con la
ocupacin de un lugar (asiento, lugar en una procesin, en un desfile, etc.). Es lo que podramos llamar el lenguaje social de la poca, y
quiz de todos los tiempos, a fin de demostrar una autoridad, un boato, una representatividad y un alarde, para que los vecinos perciban
el lugar que en la escala social ocupa cada estamento o individuo,
dentro de la estructura jerarquizada de los momentos en que viven. 15
Sin embargo, aparte de todas estas manifestaciones plsticas, el
espritu religioso contina impregnando la sociedad murciana, pues
a finales de 1624, en cabildo ordinario, la Ciudad recibe a los seores don Dionisio Esquivel, Maestre-escuela de la Iglesia Catedral y a
don Pedro Bernard, ambos cannigos. Representan a los seores Den y Cabildo eclesistico. Desean comunicar al Concejo una propuesta recogida en una carta redactada por el obispo Trejo. Sus aspectos fundamentales son: basndose en la continuidad de la devocin y afecto que siempre ha profesado la Ciudad y Reino de Murcia
al Santsimo Misterio de la Limpsima y Pursima Concepcin de
Mara y en consonancia con los votos y juramentos realizados por la
misma Santa Iglesia Catedral y por el Ayuntamiento murcianos, en el
ao anterior (1623), se ha determinado elegirla con el ttulo de Festivitatis Concepcionis, como patrona de la Santa Iglesia Catedral; se
desea celebrar este hecho con la solemnidad y demostraciones de
especialsima y principal, es decir, tal y como se merece la festividad de la adopcin del ttulo de Patrona. La ceremonia debe ser representada y poseer el carcter de primera clase, y sentido de perpetuidad, por lo que se establece su conmemoracin el segundo do15. AMMAC, 1623. Extraordinario 29 de Diciembre, ff. 142v-143.
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mingo de Adviento, celebrndose en conmemoracin de la dominica sin transferrsela como contraria por los acuerdos capitulares.
El deseo de adoptar y celebrar esta solemnidad, est auspiciado
por fray Antonio de Trejo, franciscano, obispo de la dicesis de Cartagena y perteneciente al Consejo de S. M., cuyo fervoroso celo
afecto y devocin a Mara Santsima le lleva a defender, extender y
celebrar este santsimo misterio. Aparte de haber sido aprobado y
confirmado en el cabildo eclesistico la adopcin del patronazgo, se
le ha concedido plenas indulgencias, que se extienden no slo a los
capitulares de la Santa Iglesia Catedral, sino a todos los conventos de
Murcia y su dicesis. A la fiesta de celebracin se le otorga el nombre y ttulo de fiesta especialsima y solemnsima. A los seores
Den y Cabildo eclesisticos se les ha otorgado la bendicin episcopal por su devocin y prontitud en la realizacin de este servicio a la
Virgen, y a cada uno de ellos cuarenta das de indulgencia y otros
cuarenta si cada da pronunciaran la frase: Alabado sea el Santsimo
Sacramento y la Pursima Concepcin de la Virgen Nuestra Seora.
Dicha carta est firmada por el obispo Trejo, en Murcia, en su palacio episcopal, con su sello, el 28 de diciembre de 1624 y entregada a
los miembros del Concejo para que tengan conocimiento de la situacin en que se encuentra este asunto, as como lo que se espera de la
devocin que siempre haban profesado a la Virgen. Una vez acabada su embajada, los dos cannigos abandonan la sala de cabildos
con el acompaamiento acostumbrado que la Ciudad suele observar
en semejantes ocasiones.
Es decir, sustenta lo que anteriormente hemos reflejado, cuando
nos referamos a que el corregidor y la Ciudad pedan algo semejante para asistir a la procesin a la que fueron invitados.
A partir de este momento se empieza a tratar sobre el contenido
de esta misiva. Se establece un turno de intervenciones en el que cada regidor expone su criterio sobre esta cuestin, en el que vemos
que en general, todos ellos son partidarios de mostrar su particular
devocin y afecto a este santo y piadoso misterio, y as manifestarlo bajo la frmula unnimes y conformes nemine discrepante por s
y en vos y nombre de la Ciudad. Lo aceptan en nombre del resto de
caballeros, escuderos, oficiales, hombres buenos de la Ciudad y de
su jurisdiccin, y en nombre de todas las ciudades, villas y lugares
del reino de Murcia, su partido y provincia y de los que les representan con su voto en las Cortes cuando son convocadas, y en resu-
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Universidad de Sevilla
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
La ciudad de Sevilla se ha distinguido desde la poca bajomedieval por su especial devocin a la Virgen, lo que le ha valido el popular calificativo de Tierra de Mara Santsima e, incluso, la incorporacin del ttulo de Mariana a su escudo de armas. El momento lgido del marianismo sevillano tuvo lugar en el siglo XVII con motivo
de la polmica suscitada en torno a la pa creencia de que la Virgen
fue preservada de la mancha del pecado original. Desde el primer
momento, los sevillanos tomaron partido por la causa inmaculista
defendida por franciscanos y jesuitas con el apoyo del arzobispo Pedro de Castro y Quiones, lo que tuvo su reflejo en multitud de funciones, sermones, procesiones e, incluso, algn que otro acto de violencia hacia los defensores de la opinin rigurosa, los dominicos. Especial protagonismo tuvieron en estas manifestaciones las hermandades y cofradas y las imgenes marianas que veneraban, a las que,
independientemente de su advocacin, se les aplicaron los atributos
y caracteres propios de la Virgen Inmaculada. Tal fue el caso de Santa Mara de la Hiniesta, de la iglesia parroquial de San Julin (fig. 1).
La Virgen de la Hiniesta es una devocin de origen medieval vinculada al ciclo de imgenes ocultadas en la invasin musulmana e
inventadas tras la reconquista castellana al que tambin pertenecen,
en el mbito sevillano, la Virgen de la Antigua, de la catedral hispalense, y la Virgen de Guadalupe, del monasterio extremeo. Si las
devociones de la Antigua y Guadalupe alcanzaron un carcter universal, gracias a su proyeccin americana, la de la Virgen de la Hiniesta se circunscribi al mbito local, aunque logrando un gran
arraigo por su fama milagrera. Alonso Morgado escriba a finales del
siglo XVI: La Iglesia Parroquial de San Julin es una de las mas frequentadas de toda Sevilla, por la singular devocin de una devotsi-
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Fig. 1
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ma imagen de nuestra Seora, que ha hecho muchos milagros, llamada comnmente de la Giniesta1. La Virgen de la Hiniesta lleg a
convertirse en uno de los referentes religiosos del pueblo de Sevilla
que recurri a ella repetidas veces en los momentos de dificultad. La
imagen fue sacada en procesin de rogativas en 1580, por la sequa;
en 1582, por la epidemia de peste; en 1588, por el xito de la Armada Invencible; y en 1649, por la epidemia de peste. En esta ltima
ocasin, el Ayuntamiento de Sevilla vot una funcin de accin de
gracias perpetua el 8 de septiembre, funcin que sigue celebrndose
puntualmente en nuestros das 2.
II. LOS COMIENZOS DEL CULTO A LA VIRGEN DE LA HINIESTA
El origen de la imagen de la Virgen de la Hiniesta se encuentra,
como en tantos otros casos de devociones medievales, inmerso en la
leyenda 3. Cuenta sta que el caballero cataln mosn Per de Tous se
encontraba cazando en los montes de su tierra un da de finales del
sigo XIV cuando su azor qued paralizado ante las retamas en las que
se haban refugiado las perdices que persegua. Extraado por el
comportamiento del ave, el caballero se ape de su caballo, mir
dentro del matorral y descubri una imagen de la Virgen con el Nio
en brazos con una inscripcin a sus pies que, en la versin latina de
Ortiz de Ziga, deca: Sum Hispalis de sacello ad portam qu ducit ad Corduvam (Soy de Sevilla, de una capilla junto a la puerta
que encamina a Crdoba). Del texto se deduca que la imagen era
una de aqullas que en tiempos de la invasin musulmana haban sido escondidas para evitar su profanacin y que milagrosamente se
haba conservado intacta a travs de los siglos a pesar de encontrarse
a la intemperie. Per de Tous condujo la imagen a Sevilla y la deposit en la iglesia parroquial de San Julin, por ser el templo en aquel
entonces ms prximo a la puerta abierta en las murallas de la ciudad
1. MORGADO, A., Historia de Sevilla, Sevilla 1587, p. 59.
2. CIUDAD SUREZ, M. M., y ROS GONZLEZ, F. S., Catlogo de la exposicin
La Virgen de la Hiniesta y Sevilla, Sevilla 1999; y DOMNGUEZ DOMNGUEZ-ADAME, M., La Virgen de la Hiniesta. Su vinculacin con la parroquia de San Julin y el
Ayuntamiento de Sevilla, 3. ed., Sevilla 2004.
3. Cfr. VELASCO, H. M., Las leyendas de hallazgos y de apariciones de imgenes. Un replanteamiento de la religiosidad popular como religiosidad local, en La
religiosidad popular. II. Vida y muerte: la imaginacin religiosa, Barcelona, 1989,
pp. 401-410; y CHRISTIAN, W. A., Apariciones en Castilla y Catalua (siglos XIVXVI), Madrid 1990.
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daba motivo sospechar si es la misma imagen, la misma la advocacin, aunque es tan recibido su hallazgo en Catalua, en cuyo
idioma propio se llama iniesta la retama, iniesta tambin algunas
de sus marismas por la amargura de su sal, que an dudarlo tuviera
temeridad la devocin de Sevilla 9.
La visin crtica de Ortiz de Ziga, sustentada en la pulcritud
documental de sus Anales, le llev a poner en duda la veracidad de la
leyenda del origen de la Virgen de la Hiniesta. El nico documento
fiable que exista era la inscripcin colocada en la reja que cerraba la
capilla de la Virgen en San Julin: ESTA CAPILLA, Y ASSENTAMIENTO
DE ESTA SANTA IMAGEN DE NVESTRA SEORA SANTA MARIA, MANDO FAZER MOSSEN PEDRO DE TOVS, CRIADO DE EL MVY ALTO, Y MVY NOBLE
SEOR REY D. HENRRIQVE, HIJO DE EL MVY NOBLE REY DON IVAN, Y DE
LA MUY NOBLE REYNA DOA LEONOR DE ARAGON, EN EL AO DEL NACIMIENTO DE N. SEOR IESV CHRISTO, DE M. CCCC. VII. EN QVE MANDO ENTERRAR A SI, Y A DOA IVANA DIAZ DE SANDOVAL SV MVGER. Para el
analista, el texto slo verificaba que Per de Tous coloc la imagen en
la capilla, que la traxo tambin es tradicin repetida en los plpitos,
con mas y menos circunstancias 10. Por cierto, la fecha de la reja,
1407, coincide con la de la primera referencia documental directa de
la Virgen de la Hiniesta. La Crnica de Juan II de Castilla de Alvar
Garca de Santa Mara cuenta que la devocin del infante don Fernando el de Antequera por esta imagen le llev a dormir en su capilla en la noche del 7 de septiembre de aquel ao 11.
III. LA INVENCIN DEL ORIGEN: UNA INMACULADA CONCEPCIN
EN LOS TIEMPOS APOSTLICOS?
El presbtero Francisco Lorenzo de Vera y Rosales (Sevilla,
1654-1712) public en 1688 el Discurso histrico de Nuestra Seora de la Hiniesta (fig. 2), una obra de juventud, la primera que su autor dio a la imprenta, cuyo propsito, como l mismo explic en el
prlogo, no era otro que el de divulgar por el mundo la fama y los
9. ORTIZ DE ZIGA, D., Anales eclesisticos, o. c., t. II, p. 214.
10. Sobre Per de Tous ver SNCHEZ SAUS, R., Caballera y linaje en la Sevilla
medieval. Estudio genealgico y social, Cdiz 1989, pp. 477-483, y SNCHEZ SAUS,
R., Linajes sevillanos medievales, Sevilla 1991, t. I, pp. 311-313, y t. II, p. 417.
11. CARRIAZO Y ARROQUIA, J. de M., Anecdotario sevillano, Sevilla 1988,
p. 26.
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Fig. 2
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En 1889 se publicaba el primero de los tres tomos de la Sevilla monumental y artstica de Jos Gestoso y Prez (Sevilla, 1852-1917), una
extensa obra en la que por vez primera se estudiaba de manera global
y cientfica el arte sevillano. El carcter erudito y acadmico de Gestoso rechaz todo aquello que documental o arqueolgicamente no poda demostrarse, caso de la supuesta antigedad de la Virgen de la Hiniesta, que lleg a examinar despojada de sus vestidos16. Concluy que
su hechura podra remontarse a la primera mitad del siglo XIV, lo que
haca verosmil la donacin de Per de Tous a finales de ese siglo, pero
en cuanto al origen visigodo que le atribuyen algunos piadosos escritores, repetimos que no puede sostenerse seriamente dicha tradicin.
La crtica contempornea ha refrendado la opinin de Gestoso. Hernndez Daz delimit un arco temporal de medio siglo, entre 1330 y
1380, para la ejecucin de la talla, dictamen que han seguido todos
cuantos posteriormente han tratado el tema17.
15. MATUTE Y GAVIRIA, J., Noticias de la imagen de Nuestra Seora de la
Iniesta, Patrona de Sevilla, en Correo de Sevilla, 117 (1804) 89.
16. GESTOSO Y PREZ, J., Sevilla monumental y artstica, Sevilla 1889, t. I, pp.
205-208.
17. HERNNDEZ DAZ, J., Iconografa medieval de la Madre de Dios en el Antiguo Reino de Sevilla, Madrid 1971, p. 33. Cfr. ROS GONZLEZ, F. S., La Virgen de
la Hiniesta Gloriosa. Historia, Arte e Iconografa, en Hiniesta, (1999) 56-62. La escultura gtica de la Virgen de la Hiniesta qued destruida en el incendio de la parroquia de San Julin en 1932. La que actualmente se venera es una rplica tallada por
Antonio Castillo Lastrucci en 1945.
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mente dichas, pues si bien existan imgenes las que desde muy antiguo se les vena dando culto propio de este ttulo, como ocurra con
Ntra. Sra. de la Hiniesta en esta Ciudad, repetimos que no pueden ser
consideradas como simulacros de este Misterio 24. Efectivamente, la
Virgen de la Hiniesta responde, como es habitual en el arte gtico, al
modelo iconogrfico bizantino de la Panagia Hodigitria o Madre
Conductora que nada tiene que ver con la Inmaculada.
IV. LA VIRGEN DE LA HINIESTA Y EL FERVOR INMACULISTA DEL
SIGLO XVII EN SEVILLA
Resulta llamativo que a pesar de la enorme repercusin que tuvo,
de la conmocin que durante aos caus en la ciudad, no se conozcan con exactitud los detalles del inicio del debate inmaculista en Sevilla a comienzos del siglo XVII. La fuente ms citada ha sido el analista Ortiz de Ziga, quien reproduce un memorial del fraile mercedario descalzo Pedro de San Cecilio 25. Todo comenz, al parecer, el
8 de septiembre de 1613, fiesta de la Natividad de la Virgen, cuando
un Religioso de cierta Religin, que dio infinito que padecer su
particular atrevimiento, mostr en un Sermn con claridad, que llevaba la opinin menos piadosa acerca de la Concepcin de la Reyna
de los ngeles, cuya inmaculada pureza, nunca tocada de la culpa
original, estaba tan firmemente creda en los nimos de toda esta
Ciudad. La defensa de la santificacin de la Virgen tras su concepcin abri la caja de los truenos. Tal fue el alboroto, tan graves fueron las consecuencias, que ningn cronista se atrevi a poner por escrito el nombre del orador ni la orden a la que perteneca ni el lugar
del sermn. No obstante, una lectura entrelneas de las prudentes palabras de Ortiz de Ziga descubre que el causante fue un fraile dominico: un Religioso de cierta Religin, que dio infinito que padecer su particular atrevimiento. Ninguna otra religin como la dominica padeci tanto en los aos posteriores por su obstinada oposicin a la pa creencia 26.
24. dem, p. 80.
25. ORTIZ DE ZIGA, D., Anales eclesisticos y seculares de la Muy Noble y
Muy Leal Ciudad de Sevilla, Metrpoli de Andaluca, Madrid 1796, t. IV, pp. 234238.
26. Cfr. VRANICH, S. B., Carta de un ciudadano de Sevilla. La guerra mariana
de Sevilla en el siglo XVII, en Archivo Hispalense, XLIV (1966) 231-274, y XLV
(1966) 59-77.
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La tradicin ha mantenido que el sermn se pronunci en el convento dominico de Regina Angelorum. As lo seala Serrano y Ortega, aunque aqu no lo indican las Crnicas, precisando incluso que
la actuacin del orador le llev a ser reprendido duramente por el
Superior de aquel convento y que fue obligado a marcharse de Sevilla 27. Esta idea parece proceder de la famosa copla que corri por
Sevilla dos aos despus, en 1615, y que an hoy da guarda la memoria colectiva de la ciudad: Aunque se empee Molina/ y los frailes de Regina/ con su padre provincial,/ Mara fue concebida/ sin pecado original.
La inclusin en la cancioncilla del nombre del entonces prior del
convento, fray Domingo de Molina, ha hecho que se le haya atribuido a l la paternidad del sermn. Carlos Ros no piensa que fuera l
quien lo pronunciara, sino un fraile annimo, uno cualquiera de su
comunidad 28, como tampoco cree que dicha pltica fuera la chispa
que provocara de inmediato el fervor inmaculista y los repetidos cultos de desagravio 29.
Lo cierto es que es un lugar comn considerar que en 1613 se
inaugur un perodo excepcional de fiestas tan extraordinarias, que
llamaron poderosamente la atencin por su nmero, por la fastuosidad con que se hicieron, por las circunstancias especialsimas de algunas de ellas, y sobre todo por el fervor y entusiasmo con que se realizaron 30. Segn Ortiz de Ziga, no qued Comunidad, ni qued
templo que no se esmerase: una voz la Ciudad toda detestaba la duda y los dubitantes; y clamaba aquella voz universal, MARIA concebida sin pecado original 31.
En opinin de Serrano y Ortega, la primera hermandad sevillana
en celebrar fiestas en honor de la Inmaculada Concepcin fue la de la
Hiniesta en aquel mismo ao 1613 32. El dato lo toma de Vera y Rosales: Entre las nobilsimas Hermandades, y Cofradas, que en estos
aos celebraron fiestas, y octavas a esta solemnidad, y desagrabio,
27. SERRANO Y ORTEGA, M., Glorias Sevillanas, o. c., p. 243, nota 2.
28. ROS, C., La Inmaculada y Sevilla, Sevilla 1994, p. 23.
29. DEM, p. 33. Tan confuso es el inicio de la polmica concepcionista que incluso es posible que no tuviera lugar en Sevilla. Cfr. ROS, C., La Inmaculada y Sevilla, o. c., p. 25-32.
30. SERRANO Y ORTEGA, M., Glorias Sevillanas, o. c., p. 324.
31. ORTIZ DE ZIGA, D., Anales eclesisticos, o. c., t. IV, p. 235.
32. SERRANO Y ORTEGA, M., Glorias Sevillanas, o. c., p. 325.
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pecado original, sobre el que haba una lmina de una vara de alto
con un escudo rematado por una corona que contena nueve letras
iniciales, cada una de ellas la inicial de una palabra: G. O. A./ O. M. P./
C. D. C. (fig. 3) 36. Segn Vera, se coloc en la parte superior de la reja de la capilla de la Hiniesta, en el lado que daba a la nave mayor del
templo, con motivo de las celebraciones concepcionistas de 1613. Ya
hemos visto que tales fiestas nunca tuvieron lugar, pero es que, adems, su colocacin se produjo en una fecha ms tarda. Este rtulo
de San Julin fue una rplica de aquel otro que en 1615, en pleno fragor mariano, se coloc en la Puerta Colorada de la catedral de Sevilla, la que hoy se llama de la Concepcin, y que en letras doradas
proclamaba MARIA CONCEBIDA SIN MACULA DE PECADO ORIGINAL, rematndose con una muy gallarda corona dorada y dos
palmas as mesmo doradas, que entravan por dentro de la corona, cuyas puntas salan arriba della. Segn Espinosa de los Monteros,
afervorizo esto los pechos de los piadosos Sevillanos, que a imitacin de sus superiores, no qued Yglesia, lugar publico, ni puerta de
casa donde no se pusiese la supraescripta empresa, sin pecado original, y la Imagen de la gloriosssima Reyna de los ngeles de la mejor y mas abentajada pintura que cada uno peda37. El rtulo de San
Julin permaneci en la reja de la capilla hasta 1681, cuando aqulla
se desmont, colocndose entonces sobre la puerta principal de la
iglesia por la parte de dentro.
El significado de las letras de aquel rtulo era desconocido, pero
Vera ofrece varias interpretaciones de cosecha propia. En primer lugar, sugiere que pudieran aludir al hallazgo de la Virgen por Per de
Tous: Genista Offert Aurbram/ Ocultam Mariam Petro,/ Capienti,
Dum Captat (La Genista, Retama, manifest la Aurora Maria,
que estaba oculta Pedro ( Mossen Per) que la hall, resibi
quando cazaba). Pero, a continuacin, dada la proclama concepcionista que lo acompaaba, plantea nuevas lecturas: Genitricem Omnipotentis Ab/ Originalis Macula Peccasi/ Conceptam Dicimus Corde (Dezimos, y confesamos de todo corazn, que la madre del
Omnipotente es Concebida sin la mancha del pecado Original) y
Genitrici Omnipotentis Ab/ Originali Macula Prservat/ Cultum
Dicamus, Consecramus (Este culto dedicamos, y consagramos a
la Madre del Omnipotente, preservada de la culpa Original). Y aca36. VERA Y ROSALES, F. L., Discurso histrico, o. c., pp. 439-443.
37. ESPINOSA DE LOS MONTEROS, P., Segunda parte de la Historia y Grandezas
de la Gran Ciudad de Sevilla, Sevilla 1630, f. 120v.
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Fig. 3
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Universidad de Valencia
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
Varias son las situaciones mediticas que instituyen el culto a la
Pursima Concepcin en la Europa Occidental (principalmente en
Italia, Francia, Portugal y Espaa), considerando el punto de partida
en su devocin el Concilio de Nicea, del ao 325, en el que se exalta
a la Toda Santa con eptetos encomisticos, seguido del momento
en que Sixto IV (fallecido en 1484) adopta para Roma la fiesta de la
Inmaculada, mientras que algn tiempo despus, el papa Alejandro
VII, por la Bula Sollicitudo se declara en 1601 a favor de la Inmaculada Concepcin, y Clemente XI en 1708 extiende la fiesta a la
Iglesia Universal, para alcanzar su apogeo el 8 de diciembre de 1854
con la definicin dogmtica de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Mara, por la bula Ineffabilis Deus, dada por Po IX 1, que fue
el ltimo seor temporal de los Estados Pontificios ante lo que sera
el Risorgimento italiano.
En el mbito hispano, la devocin inmaculista siempre goz de
gran predicamento, siendo fomentado su culto particularmente por la
Corona que la consideraba patrimonio de la Pietas Austriaca, extendida luego a tierras de Iberoamrica a travs del grabado y de la
pintura colonial (sobre todo en obras de pintores como Juan Correa
y Cristbal de Villalpando), y acrecentada por la declaracin de la
Inmaculada Concepcin como Patrona de Espaa y de las Indias en
1760 por las Cortes de Madrid a instancias del rey Carlos III, y acundose desde esa fecha dicho lema al pie de numerosas estampas
con su imagen, que ilustrarn multitud de devocionarios, jaculatorios
y gozos impresos.
Desde la decimosexta centuria importante fue la presencia franciscana en tierras del antiguo Reyno de Murcia, contando a promedios del siglo XVIII con 22 casas, de las 46 con que dispona la Pro1. Agradezco a la Dra. Asuncin Alejos Morn, Profesora Titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Valencia, las notas facilitadas en
torno al proceso seguido sobre el dogma inmaculista.
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Vista de la villa de Yecla a promedios del siglo XIX, (Archivo Fotogrfico Tan, Yecla)
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villa y Concejo, sobre todo en la limpieza de bandoleros)12, quienes marcharon a Vinaroz (Castelln) donde permanecieron acuartelados durante seis meses en la ermita de San Sebastin, sin tener que
intervenir en guerra alguna ni tener otra ocupacin durante la campaa, por lo que pasado el tiempo establecido regresaron a Yecla sin
producirse baja alguna entre sus filas. Ante esta circunstancia y en
acto de veneracin, la soldadesca decidir subir al Eremitorio del
Castillo (que haba sido la primera parroquia de la villa) disparando
arcabuces y orar en accin de gracias ante su titular Nuestra Seora
de la Encarnacin, efigiada en una pintura sobre tabla de La Virgen
de la Leche, obra hoy desaparecida que desde el siglo XV presidi el
altar mayor de dicha ermita. De posteriores campaas las noticias
son escasas, salvo las remesas de bandoleros yeclanos que finalizando el siglo XVII marcharon a la plaza africana de Orn a servir 13.
Sin embargo, la realidad histrica confirma que ser a partir del
ao 1711 cuando la fiesta en honor de la Virgen del Castillo surja
institucionalizada, momento en el que, por deseo expreso del monarca Felipe V, todos los pueblos de Espaa deban conmemorar los sucesivos triunfos alcanzados en la Guerra de Sucesin por las tropas
borbnicas, partidarias de la causa del monarca galo, hijo del Gran
Delfn Luis y nieto de Luis XIV, contra las tropas austriacas, favorecedoras del Archiduque Carlos, emperador de Alemania y pretendiente al trono espaol, en los campos de batalla de Almansa (1707),
Brihuega y Villaviciosa de Tajua (1710); tropas borbnicas a las
que Yecla haba contribuido con numerosos efectivos de su milicia,
particularmente en la primera de las batallas logradas, por lo que obtendra loables compensaciones del vencedor la villa (privilegios y
franquicias: ttulos, arriendos de tierras y exencin de gastos de propios). As, se decide que el da 16 de enero de 1711 y siendo alcalde el efmero Juan Caxa de Mora y Robles, se realice la primera bajada oficial de la Virgen (por esta poca se adquiere una imagen
vestidera de la Pursima Concepcin) desde el Eremitorio del Casti12. Sobre el legendario personaje y su genealoga, vanse PALAO MOLINA, F.,
El capitn Martn Soriano Zaplana, Revista-Programa de Fiestas de la Virgen.
Yecla, 1967, s/p.; BLZQUEZ MIGUEL, J., El Capitn Martn Soriano Zaplana. Yecla, 1983; y RUIZ MOLINA, L., Notas para la genealoga de Martn Soriano Zapalana. Programa de Fiestas de la Escuadra La Pursima Concepcin-1994. Yecla, 1994, s/p.
13. BLZQUEZ MIGUEL, J., Aportacin yeclana a la defensa de las costas en el
siglo XVII: Milicianos y bandoleros. YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos), 4
(1992-1993) 93.
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14. Sobre la arquitectura y el arte del edificio, vase DELICADO MARTNEZ, F. J.,
y CABOT BENITO, A., Espaa mariana. Yecla y el Eremitorio-Santuario del Castillo.
Arte y devocin. Yecla, 1990 (con 137 pginas de texto y 43 ilustraciones en blanco
y negro).
15. GIMNEZ RUBIO, P., Memoria histrica de la funcin que anualmente se celebra en la villa de Yecla, a la Concepcin de la Virgen Mara, Patrona de Espaa e
Indias, y particular de dicha villa. Yecla, diciembre de 1848. Transcripcin y notas
de Liborio Ruiz Molina. Yecla, 2004, p. 27, nota 46.
170
El ritual de la fiesta consistir en origen en un octavario (novenario desde 1793) celebrado en el mes de diciembre y dedicado a
Nuestra Seora de la Concepcin, en el que cada da se deca misa
mayor con sermn en la parroquia de la Asuncin, adems de la
procesin general que tena lugar en el da de la onomstica, tal y
como se recoge en un memorial titulado Lista de las Congregaciones, Hermandades y Cofradas fundadas en esta villa de Yecla, redactado en 1771, junto a otros de distintas poblaciones del Reyno de
Murcia, censados a requerimiento del conde de Aranda, en el que
tambin se da cuenta, aparte del uso habitual de la plvora, de ciertas irregularidades (adems de las borracheras habidas) surgidas entre la soldadesca y la Cofrada de la Pursima Concepcin durante la
fiesta y de ciertos gastos superfluos ocasionados entonces, segn se
desprende de la lectura del texto que sigue, inserto en el mencionado memorial:
En esta villa anualmente se celebra una octaba a N(uest)ra S(eo)ra
de la Concepcin con misa y sermn en cada un da, bajando la soberana Ymagen en su vspera desde la Y(gle)s(i)a del Castillo a esta
Parroquial para cuia funcin, como para la procesin general q(u)e
se celebra en su da, concurren y asisten ciento y cinquenta, o ms
vecinos disparando con arca(b)uzes y formando una compaa soldadesca gobernada por un capitn y alfrez tambin que salen a disparar; los dos expresados oficiales hacen crecidos gastos que entre
ambos ascendern a quatro mil r(eale)s, en dar un almuerzo suntuoso a todos los soldados y otras muchas personas, colaciones de frutos secos y otros gneros a los mismos cuando van y vuelven a sus
casas a acompaarlos, y aunque sta no es hermandad, ni cofrada,
ni menos tiene fondos para su subsistencia, sino es la devocin de
los vecinos que voluntariamente se ofrecen a ser mayordomos oficiales. 16
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limosnas del pueblo, teniendo por esta circunstancias violentos enfrentamientos con los franciscanos.
Como consecuencia de dicha Real Orden, quedara extinguida en
la villa la fiesta y cofrada dedicadas a la Pursima Concepcin desde 1771 a 1786, ao ste ltimo en el que con el fin de revivir la fiesta y ante las buenas cosechas habidas en la localidad, Ventura Gonzlez, en representacin de los presbteros Blas Lorenzo Ibez y
Pascual Carpena Vicente, eleva una splica al rey Carlos III, con el
deseo de festejar nuevamente a la imagen de la Pursima Concepcin, segn modo y forma que lo practicaban antiguamente y solicitando de que conceda licencia y permiso para celebrar la fiesta,
otorgando el monarca la licencia requerida por Real Provisin de 25
de septiembre de dicho ao, con prevencin, que hacemos al alcalde mayor y Ayuntamiento de la misma villa, de que celen el mejor
orden y arreglo en la formacin de que se trate.
Tambin, de 15 de Noviembre de 1786, datan las primeras normas o captulos relacionadas con la Fiesta de la Pursima Concepcin en Yecla, acompaadas de una serie de disposiciones legales,
las cuales en palabras del historiador y cronista oficial de la ciudad
Miguel Ortuo Palao- son la primera manifestacin escrita, de carcter obligatorio, referida a la actuacin de la soldadesca20.
Los captulos de la ordenanza que definen la fiesta y su ceremonial- fueron dados a conocer impresos por Pascual Gimnez Rubio,
en sus Apuntes para la historia de Yecla (Yecla, Imp. de Juan Azorn,
1865), en una versin muy modificada y falseada respecto del manuscrito de 1786, aadindose a la referida edicin respecto de la
del mismo autor dada a conocer en 1849- una adicin referente a la
Escuadra de la Retaguardia21. Recientemente en 1986-, el historiador y cronista oficial de Yecla Miguel Ortuo Palao ha transcrito con
fidelidad el texto del manuscrito original (conservado en el libro capitular del ao 1787) dndolo a conocer en su integridad y en el que
se haca mencin ya, a finales del siglo XVIII, del acto del beneplcito; del anuncio de la fiesta al pueblo; de la alborada, bajada de la
imagen y salve; de la funcin solemne y procesin; y de la subida.
20. ORTUO PALAO, M., Ordenanzas de las Fiestas Patronales de la Virgen del
Castillo, 1786-1986. Yecla, 1986, p. 6.
21. GIMNEZ RUBIO, P., Memoria de apuntes para la historia de Yecla. Yecla,
1865, pp. 134-141.
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modo que sta se concluya al toque del Ave Mara, y de ningn modo se pueda sta hacer, como en lo antiguo, a las nueve de la noche,
para precaver todo peligro.
4 Que el da ocho la Compaa, formada de los Mayordomos Oficiales
y devotos Soldados, que para congregarse habrn sido convocados
por los Tambores, asistirn en la maana a la funcin de Parroquia, y
en la tarde a la procesin, disparando en una y otra, y despus de
concluidas en la manera que se tiene de costumbre, y con la limitacin que en lo siguiente se previene.
5 Que de ningn modo se permita a los soldados disparar ni hacer fuego por las noches, y en los das expresados solamente en las funciones de soldadesca formada, y nicamente en aquellos sitios o lugares
en que lo hubiere hecho el Mayordomo Capitn, hacindose saber a
todos los soldados que en ello observen puntualmente lo acordado, y
mandndoles a este fin, que dejados en sus casas los Mayordomos,
deben inmediatamente apagar las cuerdas, para no poder disparar en
puertas, ventanas, ni en obsequio de persona alguna, que enteramente es a todos prohibido.
6 Que deben formar Compaa, compuesta de diferentes escuadras, de
cinco hombres cada una, colocando en el centro al Oficial Mayordomo, que lleva la bandera, y que en dichas escuadras ninguna persona, a excepcin de los Oficiales y parientes personales, alegue derecho y posesin de puesto ni de Escuadra, y todos vayan sujetos a la
direccin de los Oficiales y Ayudantes Mayores. Lo que igualmente
se entienda de la vanguardia y retaguardia, como tambin se prevenga que en dicha Compaa solo sean admitidos aquellos soldados
que vayan vestidos como tales, con casaca y sombrero de tres picos,
por ser correspondiente a la mayor decencia.
7 Que aunque el da de Nuestra Seora se permite a los mayordomos
oficiales convidar en sus casas, para que los acompaen a la mesa,
algunos amigos y parientes, cuiden sea todo esto sin profusin.
8 Que las colaciones se reduzcan en el presente ao y en los sucesivos
a dos vueltas de colacin, que darn los oficiales a la entrada y salida de sus casas en el da seis; tres de entrada y salida el da siete;
cuatro el da ocho, y para la salida de la Alborada de la maana del
da siete una vuelta de turrn y dos vueltas de colacin al regreso de
esta Alborada.
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cional, Sign. ms. 78), y que fue dado a conocer por Juan Blzquez,
aparecen dibujados los edificios de Yecla, entre ellos el del Santuario
del Castillo, acompaado de una cartela explicativa rotulada con el
nmero 24, en la que se puede leer, El Castillo, (h)oy Ermita de
N(ues)t(r)a S(eor)a de la Concepcin 25, aunque la titularidad la
sigui ostentando una imagen pintada en tabla sobre madera de
Nuestra Seora de la Encarnacin hasta 1819.
Sin embargo, cabe referir que esta festividad tuvo escaso protagonismo popular en el transcurso del siglo XVIII, siendo muy modestas
las cantidades que el ayuntamiento espordicamente asignaba a estos
festejos, sobrepasando muy raramente los 200 reales 26 y sucediendo de igual modo durante la primera mitad del siglo XIX si la situacin econmica era mala a principios de siglo, tras de la Guerra de la
Independencia era catica- considerndose entonces una fiesta decadente que perda importancia, advirtindose pocas en que el Santuario del Castillo, segn documenta Juan Blzquez, se hallaba en la
mayor indigencia, debido al descrdito y escaso celo mostrado por
los ermitaos que en l habitaron 27, pese a la gran facundia prosaica
que le tributar a uno de ellos el hermano Miguel Linares, fallecido
en 1822, que haba impulsado obras de remodelacin del eremitorioGimnez Rubio, en su libro titulado Apuntes para la historia de la
villa de Yecla (Yecla, 1865, p. 79). Tampoco a promedios del siglo
corri mejor suerte, hallndose en el peor momento de su historia (se
ha anotado que en 1852 la imagen se hallaba con escasez de ropas y
alhajas, por lo que se recurrir al amparo del Ayuntamiento de la villa), pese a que en 1856 se introdujeron mejoras en el santuario, al
dedicar una capilla al Cristo del Sepulcro (que haba librado de la
peste a gran parte de la poblacin el ao anterior 1855, ao de la
epidemia del clera), a la vez que se alberg la idea de dotar a la
imagen de la Concepcin de un camarn, que se edificara frente a la
puerta principal; pensamiento que no se llevara a cabo hasta aos
las ltimas dcadas del siglo.
De promedios del siglo XIX data la descripcin que, sobre el acontecer y desarrollo de la fiesta, hace el visionario y liberal Pascual Gi-
25. Reproducido y comentado en el opsculo de BLZQUEZ MIGUEL, J.: Un mapa de Yecla en el siglo XVIII. Yecla, 1984.
26. BLZQUEZ MIGUEL, J., Yecla en su historia, o.c., p. 236.
27. Ibidem, p. 262.
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guos arcabuces de mecha y llamador, y en orden y con cajas se refiere a los tambores-, van disparando a la puerta de la parroquia de la
Asuncin, en la cual se encienden algunas hogueras esta costumbre
se ha perdido en la actualidad- y se hacen algunas salvas o descargas
cerradas las atronadoras arcas cerrs, acompaando el volteo de
campanas, y en medio de la algazara y regocijo q(u)e) todos demuestran; y finado este acto que se titula la alborada en el art. 3
de las Ordenanzas, se retirn en formacin a tomar las colaciones el
popular calentico: caf y ans, acompaados de pastas-, y a prepararse y vestirse para la bajada de la Imagen que se verifica a las nueve.
A esta hora suve toda la soldadesca de uniforme y armada, a vanguardia de la procesin, hasta la iglesia del Castillo. Se hacen incesantes disparos por escuadras, y en el centro se lleva la bandera del
Alfrez, con una grande escuadra de escolta. Detrs sigue el acompaamiento, el Clero y la Corporacin municipal; y entre descargas,
aclamaciones y volteo de campanas e indecible jvilo, toman la imagen algunos sacerdotes y la bajan a depositar en la iglesia principal.
En sta hay preparado para colocarla un trono magnfico de
construccin particular, cuyo gradero suve y baja gravemente por
medio de una mquina oculta, marcando su movimiento un sol de
oro que gira a la espalda de la imagen sobre un precioso dosel purpreo de damasco y terciopelo. Se cantan solemnemente los oficios
divinos y la soldadesca se retira despus de tomar las colaciones.
En la tarde del mismo da suve segunda vez la soldadesca armada y ordenada haciendo disparos a la iglesia, en donde se canta la
salve con solemnidad; y terminado todo bajan disparando en formacin al atrio del exconvento de S(a)n Francisco en donde se obsequia a la Virgen con muchas salvas.
Esta vespertina demostracin prevenida en el art. 4 de las ordenanzas, se verificaba segn unos a las ocho de la noche, y segn
otros a las seis de la tarde, que se voltea la campana del castillo.
Tambin, se refiere que antiguamente acompaaban en este acto a la
Soldadesca dos venerables eclesisticos ancianos, y dos ayudantes
jubilados, siendo recibido todo el cortejo por la Comunidad del Convento en el atrio del mismo: y que al tiempo de dispararse las descargas, estas heran las encargadas de prorrumpir en vivas y aclamaciones que se repetan con jvilo por todo el contorno.
Es de advertir, que siempre que se hacen descargas o fuego nutrido a discrecin, se coloca el Alfrez en el centro de la armada que
por lo regular forma crculo a su alrededor, y est jugando u ondean-
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do la bandera con aire marcial nterin duran los disparos, y es acompaado por un redoble general de cajas no interrumpidos.
El da ocho por la maana asiste la soldadesca a la misa y sermn, y por la tarde a la salve y procesin, en la cual es conducida la
Virgen en un magnfico carro triunfal, que representa un ameno pensil; este carro es tirado por una porcin de nios vestidos de ngeles,
bajo la gua de un eclesistico respetable.
La entrada de la Virgen en la Iglesia al retirarse la procesin ofrece el espectculo ms grandioso y fausto digno de presentarse. La
muchedumbre que con avidez se agolpa en la plaza para participar
del mismo: los dulces cnticos que se dirigen a la Virgen; las continuas aclamaciones; el incesante y sostenido fuego de los disparos
por toda la circunferencia; los cohetes y dems fuegos artificiales
que se tienen preparados para aquel acto; el clamoroso informe de
las campanas; los ecos armoniosos de la orquesta militar (...); derraman en los observadores un inefable encanto, unido a una reverente
satisfaccin.
Favorece ms aquellos momentos, que esta entrada se verifica en
las tinieblas de la noche, lo que contribuye mucho a presentar un
contraste ameno y delicioso, deviendo advertir que la iglesia en su
interior se adorna con innumerables luces colocadas de modo que
forman diferentes figuras alegricas, que simbolizan el misterio de
la Concepcin28
Este da principia el solemne octavario religioso por maana y
tarde; y durante el mismo solo asisten los mayordomos sin trage de
ceremonia, aunque llevan insignias de mando, y les acompaan los
pages vestidos de gala y las cajas de guerra, con algunas familias
convidadas. Pero no asiste la soldadesca, pues solo vuelve sta a salir el da de la subida de la imagen al Castillo, en que se repiten los
disparos y dems descrito, con la misma solemnidad.
La tarde de la suvida presenta el monte la vista ms pintoresca:
es una verdadera gira y muchas familias de los pueblos circunvecinos concurren este da por ser el que ms se disfruta, con el paseo y
reuniones amistosas y fraternales que el acto proporciona.
En ninguno tanto como en este se marca el entusiasmo fervoroso
y la devota adoracin que profesan los Yeclanos a su patrona; es preciso presenciarlo, para creer el arrevato de algunos vecinos en sus
splicas de despedida, y en sus exaltadas demostraciones; pero no es
tanto que se cometan excesos, ni mucho menos que se profieran expresiones vituperables, como calumniosamente han querido inventar
algunos mal intencionados. Los yeclanos llevan la sinceridad de su
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culto casi hasta el delirio; pero jams olvidan los lmites del respeto
en esta parte, ni extravasan una prudencia religiosa.
Cuando queda colocada la imagen en su Santuario, se baja la soldadesca y el acompaamiento, y de dirige aqulla a casa de los mayordomos, para hacer entre descargas y estrpito de cajas, las entregas de insignias a los clavarios u oficiales que remplazan para el ao
siguiente; terminando la funcin, con acompaar a estos a sus casas
con los honores correspondientes.
Y a continuacin subraya:
Ha perdido esta funcin infinito, de la gravedad que la distingua en
lo antiguo en todas sus partes29.
29. GIMNEZ RUBIO, P., Memoria de apuntes para la historia de Yecla. Yecla,
1865, p. 122.
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Y sobre la atencin prestada a la imagen de la Pursima Concepcin en el Santuario del Castillo, seala:
A fines del pasado ao 1864 se ha formado una suscripcin para
atender el culto a la Pursima, en la que cada socio contribuye anualmente por una mdica cantidad. Con estos productos que llegan ya a
una cifra considerable, se sostiene el duodenario que mensualmente
se dedica a la Virgen por maana y tarde de cada da ocho, o el siguiente festivo, con regular solemnidad. Se ha restaurado el servicio
de la sacrista del santuario, que bastante descuidado haca tiempo,
se hallaba en un deterioro hasta repugnante: se han encargado varios
ornamentos; y se procura mejorar cuanto sea posible, en trminos de
que haya sino lujo al menos la decencia modesta que corresponde a
este templo predilecto de los yeclanos30.
Figura destacada, liberal y progresista, en el fomento de la devocin a la Inmaculada Concepcin, Patrona de la villa de Yecla, fue la
del arcipreste y prroco de la Pursima, Antonio Ibez Galiano 31,
quien en 1868 (en pleno triunfo de La Gloriosa) crea la Cofrada
de Nuestra Seora de la Concepcin y redacta luego su Reglamento 32, que ser aprobado el 12 de Julio de 1880 por Diego Alguacil
Rodrguez, Obispo de Cartagena, erigindose cannicamente y otorgando para mayor estmulo y utilidad de los fieles 40 das de Indulgencias en el acto de inscribirse en ella; otros 40 para el exacto cumplimiento de cada uno de sus artculos e igual nmero para asistir a
cada uno de los actos religioso que por ella se practiquen 33, e instaurando en 23 de mayo de 1870 la devocin de la Felicitacin Sabatina (el autor del libreto haba sido el sacerdote Juan Garca Navarro, natural de Biar), consistente en el rezo de cuatro padrenuestros, rosario, jaculatoria y una oracin de felicitacin y splica 34.
Tambin, a partir de 1869 se ordenar un nuevo itinerario en la procesin de la Virgen, al ser trasladada la categora parroquial de la
30. Ibidem, p. 80
31. Vase su biografa en ORTUO PALAO, M., El Cura-Obispo Antonio Ibez
Galiano, Murcia 1982, pp. 25-26.
32. El Reglamento de la Cofrada de la Pursima Yecla, 1880.
33. AAMY (Archivo de la Asociacin de Mayordomos de Yecla). Libro de Actas de la Cofrada de la Inmaculada Concepcin, de Yecla. Aos de 1880 a 1954,
Ms. en 1 h en f.
34. El opsculo, ha sido reeditado recientemente. Cfr. Felicitacin sabatina a
la Pursima Concepcin, Patrona de Yecla. Yecla 1984, 12 pgs. (La explicacin final, escrita por Miguel Ortuo Palao, sin firmarla).
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to a la estampa doblada de la
Patrona que haban quemado,
un retrato de Pablo Iglesias.
Con el inicio de la autarqua
franquista y etapa de una gran
mediocridad escolstica-, en
1940, con una sociedad diezmada y empobrecida, se reconstituye la Asociacin de
Mayordomos y se procura otra
imagen de la Pursima Concepcin, de similar impronta a la
desaparecida, al escultor alcoyano Miguel Torregrosa Alonso, que es a la que se tributar
culto y deviene participando
en las Fiestas Patronales.
En 1954 se cumpla el centenario de la definicin dogmtica de la Inmaculada Concepcin y Yecla se moviliza en torno a su Patrona, haciendo coincidir dicha efemrides con la
coronacin cannica de la imagen (idea que se vena gestando a instancias de su cofrada, por aprobacin en Junta Ordinaria de 2 de Diciembre de 1945), autorizada mediante documento o Breve Pontificio, dado en Roma el 15 de Septiembre de 1954 siendo papa Po XI, y en acto multitudinario celebrado con gran pompa, fastos, boato, banderas y luminarias el da 8 de diciembre del referido ao en el recinto del parque de la poblacin 41, y
del que se hizo eco la prensa nacional 42. En esta ocasin, junto a la alborada, misa de alba y procesin general en el da de la fiesta segn itinerario de costumbre (que introdujo como novedad por vez primera
una ofrenda de flores a la Patrona), fueron varios los actos culturales
habidos durante el octavario, con la representacin de autos sacramentales, celebracin de conferencias y la presencia de las bandas de m41. AAMY, Libro de Actas......, 1880-1954, ff. 100-108.
42. Diario Lnea. Murcia, 8 de Diciembre de 1954; y Diario ABC. Madrid, 8 de
Diciembre de 1954. Cmo Yecla coron a su Patrona, Yecla 1979.
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sin interrupcin desde 1949 hasta la actualidad y que cuenta con una
tirada de 3.000 ejemplares. Tambin, son diversos los boletines informativos (El Yeclano Ausente, La Alborada, etc.) que se vienen publicando desde 1988, dando noticia a travs de la Memoria
de Secretara de los diversos actos socioculturales que se celebrarn
en su seno, tales como conferencias, recitales, concursos literarios en
prosa y verso, conciertos, exposiciones pictricas y escenificaciones
teatrales, y abarcando cada vez ms aspectos de la vida social y cultural de la ciudad.
Preocupacin al amparo de la devocin mariana en el municipio
ha sido la creacin, en tiempo reciente, de un Museo dedicado a la
Fiestas Patronales, edificado sobre la que fue aneja residencia-hospedera de los ermitaos (de 1742 a 1835) y de la comunidad franciscana (de 1915 a 1931) al Santuario del Castillo, en cuyas dependencias, renovadas y convertidas en salas de exposiciones, se exhiben los usos y costumbres de las fiestas (indumentaria, estandartes,
insignias, objetos de liturgia y otros pertrechos), y acoger un importante archivo documental y biblioteca.
Son las descritas unas fiestas que, como ha sealado Liborio Ruiz
Molina, representan uno de los bienes patrimoniales ms importantes que atesora esta vetusta ciudad.50 Las mismas constituyen, pues,
un valor que son fiel reflejo histrico de un pasado que deber saberse legar en todo orden a las generaciones venideras.
IV. LA ESTAMPERA INMACULISTA AL SERVICIO DEL DOGMA
MARIANO
El arte calcogrfico tambin servira como medio de difusin para fomentar la devocin en torno de la Pursima Concepcin en Yecla. As, finalizando el siglo XVIII, se decide dedicar un novenario a
la Pursima, expresin popular basada en la que en 1738 escribiera
Diego Jos de la Encina, Doctor en Teologa y Cura propio y Vicario
de la ciudad de Cartagena, con el ttulo de Novena a Mara Santsima en su Concepcin en Gracia..., que fue editado por la Hermandad de Mara Santsima en su Concepcin en Gracia, en Yecla, el ao
50. RUIZ MOLINA, L., Presentacin a la edicin facsimilar del libro de GIMRUBIO, P., Memoria histrica de la funcin que anualmente se celebra en la villa de Yecla, a la Concepcin de la Virgen Mara... Yecla 2004.
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lio Pascual, Jos Mara Falgas, Pascual Prez, Alfonso Muoz, Juan
Ortuo, Felipe Nohales, Ricolpez y otros.
V. ESTUDIO ANTROPOLGICO ACERCA DE LA FIESTA DE LA
INMACULADA CONCEPCIN EN YECLA
Cada pueblo de nuestra geografa ha gozado siempre de sus santos patronos, al igual que cada oficio o profesin se asoci en el pasado a algn gremio, hermandad o cofrada. Lo mismo ocurre con
las gentes que se afanan en las tareas del campo, en esa bsqueda de
los santos abogados, que en su invocacin les protegern de una mala cosecha, enfermedad o pedrisco.
El culto a la Virgen del Castillo, puesta bajo la advocacin de la
Pursima Concepcin, es de singular importancia en el caleidoscopio
yeclano desde el siglo XVIII.
Se trata de una imagen de acendrada devocin que subjetiviza el
estado de nimo y va dirigido no a la memoria, sino al sentimiento, a
suscitar afectos y emociones (bajada y entrada en la iglesia parroquial,
y subida y despedida en la puerta de su santuario) que conduzcan a su
identificacin emptica con aquello que la imagen representa.
Venerada en el camarn de un eremitorio sirve ste -como en general todos los camarines, tal y como apostilla R. Otto 54- para proteger y aislar a la sobrenatural imagen, pero al mismo tiempo para
mostrarla a los fieles, conteniendo de esta manera las dos fases dialcticas que caracterizan a lo sagrado y numinoso, es decir, la atraccin emptica y el temor reverencial.
En la religiosidad popular local, las imgenes de la Pursima
Concepcin y del Cristo del Sepulcro, patronos de la ciudad desde el
siglo XVIII, sern consideradas en el devenir de la historia como de
rango mayor: guardarn y auxiliarn en todo tipo de enfermedades y
necesidades pblicas y privadas. As, ambas imgenes se darn cita
en determinadas rogativas llevadas a cabo, bien de tipo penitencial,
de splica ante alguna calamidad pblica o desastre natural (plaga de
langosta o ante largos perodos de sequa) o para conmemorar importantes acontecimientos (proclamaciones de reyes, acciones de
54. Lo santo: lo irracional y lo racional en la idea de Dios, Madrid 1980, pp.
190 y ss.
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en el fragor del combate eclesistico contra el liberalismo, disponindose la iglesia espaola a celebrarlo con gran pompa y solemnidad, mientras que dos aos despus, en 1856, el Ministerio de Gracia
y Justicia enviaba una circular a los prelados diocesanos para que
tanto las autoridades civiles como militares lo celebraran con gran
solemnidad, con misa de pontifical y una procesin general, y derivando con ello hacia una religiosidad instrumental. Destacado es sealar que en Murcia la declaracin del da de la Concepcin de
Nuestra Seora como festivo en 1709, signific la celebracin de
una procesin general y sendas manifestaciones de gozo y alegra, y
supuso este hecho un momento de fuerte creencia en la Inmaculada,
representado en hechos tales como la exigencia bajo juramento a los
miembros de cofradas o corporaciones de artesanos, as como en la
elevada presencia de temas relacionados con dicha advocacin en la
posesin de cuadros y estampas particulares 56.
En Yecla, la imagen antigua de Nuestra Seora de la Concepcin,
adems de participar en el octavario/novenario que se le dedicaba,
hay que manifestar que era frecuentsima su presencia en las rogativas ad petendam pluviam, es decir, para implorar las lluvias -pues
la villa vena padeciendo acuciantes sequas-, concurriendo en tales
circunstancias a las de los aos de 1778, 1808, 1861, 1876, 1877 y
1878 (con la participacin en ese ao de los gremios portando hachones encendidos y soldadesca uniformada de tiradores, y permaneciendo la imagen en la iglesia parroquial hasta que llovi), siendo
clebres las rogaciones (pues estaban a la orden del da) ordenadas
por el cura Antonio Ibez Galiano 57, siendo bajada en andas por estrechos y tortuosos senderos (el camino del santuario ser apto para
carruajes a partir de 1883, tras delimitarse su trazado por el ingeniero Luis Pedro Mrquez unos aos antes, en 1879); mientras que por
acontecimientos reales, se baj en 1789 para conmemorar la proclamacin del rey Carlos IV, y en 1823 para celebrar la entrada en Madrid del nefasto monarca Fernando VII; al igual que en acto de accin de gracias en noviembre de 1865 se baj para solemnizar la funcin religiosa por haber librado a la poblacin ese ao del clera
morbo, invitndose a los devotos a travs de bando municipal para
que la acompaen en la procesin... con la ropa y armas de costumbre; y junto con el Cristo del Sepulcro, en 1868, descendi para re56. PEAFIEL RAMN, A., mentalidad y religiosidad popular murciana en la
primera mitad del siglo XVIII. Murcia 1988, p. 95.
57. ORTUO PALAO, M., El Cura-Obispo Antonio Galiano o.c., p. 25
197
198
61. Cfr. el documento reproducido por DELICADO MARTNEZ, F. J. y CABOT BEA.: Espaa mariana: Yecla y el Eremitorio-Santuario del Castillo. Arte y devocin. Yecla 1990, p. 41.
NITO,
199
62. DELICADO MARTNEZ. F.J.: Retablos cermicos en el trazado urbano de Yecla. YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos), 1 (1989) 35-36.
Ajalvir (Madrid)
I. Introduccin.
VI. Bibliografa.
I. INTRODUCCIN
Durante todo el ao 2005 la dicesis celebra el Ao de la Inmaculada en el 150 aniversario del dogma de la Inmaculada Concepcin; con este motivo hablaremos, oiremos conferencias y veremos
exposiciones donde la protagonista ser la Inmaculada Concepcin.
La devocin a la Virgen es algo consustancial con el cristianismo.
Hay testimonios de cario que siempre tuvieron los cristianos a la
Santsima Virgen en las catacumbas, donde se refugiaban durante las
persecuciones romanas, y testimonios quedan del siglo IV sobre iglesias dedicadas a la Seora en las ciudades ms importantes de la Espaa romana. Tambin la iglesia visigoda se distingui, entre otras
cosas, por el amor y la devocin que los obispos de la poca tuvieron
a la Virgen, a la que ofrecieron fiestas con carcter nacional, dedicaron iglesias y monasterios y divulgaron, ese amor.
Una de las devociones ms arraigadas del pueblo espaol fue
siempre el cario a la Virgen Inmaculada que, en el siglo XVII, se manifiesta en votos hechos en ciudades y universidades que suponan
un compromiso solemne de defender como dogma de fe de la Iglesia
que la Virgen Santa Mara haba sido concebida sin mancha de pecado original.
Cindonos al tema de este Simposium, hemos elegido el estudio
arquitectnico de tres conventos en la provincia de Guadalajara, que
tienen en comn su advocacin a este misterio mariano de la Inmaculada Concepcin, ya que existen veintiocho iglesias parroquiales,
tres conventos, tres monumentos conmemorativos, nueve ermitas y
catorce pueblos con cofradas y fiestas patronales dedicadas a la Inmaculada en toda la provincia, decantndonos por la arquitectura
conventual para desarrollar y entresacar de todo esta gran variedad
de ttulos inmaculistas que se nos ofrece. La arquitectura surge como
necesidad que todas las religiones procuraron codificar, de tal modo
que el templo ha sido durante siglos el hilo conductor de la historia
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de julio 1569 5. Para esta fundacin trajo la santa como priora a doa
Isabel de Santo Domingo, subpriora a Isabel de San Pedro y, adems,
una doncella de su amiga doa Antonia Bronces, que se llam Beatriz del Sacramento.
Durante tres meses permaneci Santa Teresa en este convento organizando su futura existencia y la del convento de frailes carmelitas
de San Pedro (hoy convento del Carmen situado a las afueras de Pastrana). Por motivos de incompatibilidad de caracteres Santa Teresa y
la princesa de boli chocaron frontalmente y las desavenencias entre
ambas frustraron la realidad del convento, que perteneci a la reforma del carmelo durante casi cinco aos, hasta que tras estos problemas fue ocupado por monjas franciscanas concepcionistas.
Aquel enfrentamiento no debi sorprender a Santa Teresa, bastante acostumbrada a las exigencias y caprichos de las seoras de la
nobleza, y contemporiz con ese ambiente porque la mayora de estas seoras al final la apoyaban en sus proyectos de renovacin carmelitana, aunque cuando alguna amenazaba con distorsionar su
obra, Teresa no lo consenta y eso fue lo que Ana de Mendoza pretendi: imponer su criterio en algunos aspectos de la fundacin del
convento de monjas carmelitanas de Pastrana, sumando a todo ello
su fuerte genio. Por suerte, Ruy Gmez, su marido, estaba all para
amortiguar los golpes. Teresa agradeci la intervencin del prncipe
de boli al que atribua mucha cordura. Pero aquella fundacin estaba abocada al fracaso.
Tras morir en 1573 el duque don Ruy Gmez 6, su mujer doa
Ana, princesa de boli, abatida con la pena de tan sensible muerte,
se enclaustra en este convento esa misma noche e ingresa con dos
sirvientas para profesar como monjas carmelitas. Muy pronto surgieron los problemas con las monjas. doa Ana se enfad con la comunidad, retirndose a una parte aislada del convento, mandando hacer
una puerta para tener acceso directo a la calle. Al enterarse de esta
resolucin la priora, la madre Isabel de Santo Domingo, exclam:
la duquesa monja? el convento deshecho, y as fue. doa Ana no
5. Cfr. P. SILVERIO DE SANTA TERESA, Historia del Carmen VII; PREZ CUENRecuerdos teresianos en Pastrana; Madrid 1871 p. 13 y ss, e Historia de Pastrana, p. 77.
6. La fundacin de concepcionistas franciscanas tena como fin el cumplimiento del testamento de Ruy Gmez de Silva, segn el cual en este convento se debera
hace oracin continua de da y de noche.
CA,
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haca caso de la regla carmelitana por lo que el caos tuvo como corolario que las monjas abandonaran enseguida el convento; las trece
religiosas que entonces lo habitaban salieron una noche rumbo a Segovia dejndolo vaco. Inmediatamente doa Ana se ocup de poblarlo con otra orden, y al ao siguiente, en 1574, llegaron las franciscanas concepcionistas de Toledo que inmediatamente se hicieron
cargo de l y que hoy todava lo ocupan. Con ella profes en 1592 la
hija de la princesa de boli, doa Ana de Silva Mendoza, tras la
muerte de su madre de la que se ocup los dos ltimos aos cuando
se encontraba prisionera en su palacio de Pastrana.
Cuando llegaron a esta villa las religiosas franciscas concepcionistas, fund de nuevo la seora doa Felipa de Acua y Mendoza,
en sitio muy reducido, en unas casas que estn debajo del convento
de San Francisco, y tocan con la huerta de Moratn por detrs debido
a que la iglesia no se haba llegado a cubrir, y de aqu se trasladaron
al convento, que dejaron las carmelitas, segn constan en una escritura que se conserva 7:
Memoria del da, mes y ao de la fundacin de este santo convento
de la Limpsima Concepcin de Nuestra Seora desta villa de Pastrana, que fue el da del glorioso Santo Toms de Aquino, 7 de marzo de 1576 aos. Fue primera Abadesa y Fundadora la Sra. Doa Felipa de Acua y Mendoza; vinieron con su merced por compaeras
fundadoras del convento de la Concepcin de la ciudad de Toledo,
que es la primera casa desta orden, Isabel de San Jernimo, vicaria;
Catalina de Jess, Maestra de novicias; y Mara de los ngeles, tornera. Estuvieron las Religiosas los dos primeros aos de la Fundacin en unas casas que compraron de Alonso Fenid, que estn junto
al convento de San Francisco, y viendo nuestros prelados que esta
casa no era capaz para convento, y que el que tenan y dejaron las
Carmelitas Descalzas era mayor, y que tenan ya las paredes de la
iglesia hechas, y otros edificios de mucha costa, mand nuestro Padre Fray Juan de Bobadilla, ministro provincial desta provincia, que
pasasen las Religiosas a este convento, donde permanecen y permanecern a honra y gloria de Dios Nuestro Seor, y de la limpia Concepcin de Mara Santsima, su Madre.
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Los conventos al igual que la villa viven su esplendor en la primera mitad del siglo XVII, cuando de la mano de fray Pedro se amplia la
Colegiata. La villa se transforma en una autntica ciudad barroca donde el ceremonial y la vida religiosa lo invaden todo. Los conventos adquieren en este momento su ms amplia dimensin dentro de la vida
ciudadana, convirtindose en elementos dominantes de ella.
El siglo XVIII trajo a Pastrana una serie de cambios importantes. A
la crisis econmica que vena desde finales del XVII, se une el absentismo de la casa ducal, sobre todo cuando el ttulo qued unido al de
Infantado en la persona del V duque de Pastrana; con este absentismo no solo se produjo el abandono del palacio como residencia de
los duques, y por tanto el inicio de su lenta ruina, sino tambin la desaparicin de la corte ducal con el conjunto de criados, servidores y
otros oficios que esto generaba, as como el montante de rentas extradas de los vasallos, que eran enviados a Madrid.
Estas prdidas produjeron una lenta transformacin de las villas
ducales que culmin con un cambio de rgimen y de estructura social en el XIX. Las villas ducales dejaron de estar en primera fila de
las transformaciones polticas, sociales, econmicas, urbansticas o
arquitectnicas, para pasar a la marginalidad de plegarse a las lneas
de evolucin que se marcaban desde otros centros de poder, de este
modo las religiosas del convento de Fuentelencina se trasladaron
este de Pastrana el 28 de noviembre de 1804 17.
En cuanto a la arquitectura y el urbanismo esta lenta transformacin se hace plenamente evidente en dos hechos: por una parte, la
congelacin de los ncleos en cuanto al desarrollo urbano, que a veces llega hasta el XX, y por otra la ruralizacin y popularizacin de la
17. PREZ y CUENCA, M., Historia de Pastrana, Guadalajara 1997, p. 291.
Fuentelencina tuvo un convento de religiosas franciscas concepciones, fundado por
doa Mara Heredia y Nestrosa, vecina de Guadalajara, en 22 de diciembre de 1599;
ms su iglesia no se bendijo hasta el 7 de abril de 1608, cuya bendicin hizo el Excmo., Ilmo. y Rmo. Sr. don fray Pedro Gonzlez de Mendoza, natural de Pastrana.
Esta comunidad se incorpor la de religiosas de dicho Pastrana en 26 de noviembre de 1804; trajeron siete religiosas que vivieron poco tiempo.
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arquitectura que fundamentalmente se manifiesta en aquellos edificios que pertenecen a la denominada arquitectura culta -palacios y
conventos-, arquitectura que en muchos casos fue puntera y cuya popularizacin se convirti en la imagen de la decadencia de los ncleos en los que se encontraba.
El clero se constituye como el estamento dominante, una vez desaparecida la nobleza que acompaaba a la corte ducal, e impuso las
normas de la comunidad; los conventos pasaron a ser los puntos neurlgicos de la vida de la villa; incluso se conformaron sus recorridos
urbanos, estos recorridos llegaron a su mximo expresin en los recorridos procesionales.
Con la desamortizacin de Mendizbal en 1836 sus tres instituciones eclesisticas fueron desamortizadas y nicamente la comunidad de
monjas concepcionistas franciscanas pudo permanecer en su convento, a partir de ese momento solo subsistirn gracias a la generosidad de
las gentes de Pastrana que han socorrido todas sus necesidades.
Pastrana salt a la actualidad en el verano de 1994, al intentar las
monjas franciscanas concepcionistas llevarse a otra poblacin las
obras de arte del convento, debido a una crisis que ya pas, y en la
actualidad, adems de la comunidad religiosa de la Inmaculada Concepcin de las que quedan cinco monjas, el monasterio de San Jos
alberga desde hace treinta aos, un restaurante en rgimen de alquiler, que se levanta sobre el ala oeste del claustro del monasterio de
religiosas donde se mantiene todo el ambiente del siglo XVI. El saln
principal, en el que podemos disfrutar de los cuadros con los retratos
de la princesa de boli. Sobre el suelo de rojas losetas, todava se
puede ver la separacin de los tabiques que formaban las estancias
de un antiguo espacio dedicado a las celdas de las monjas. Pegado al
propio claustro, corre una galera en la que se conserva lo que fue cocina o lavadero, junto a una letrina de la misma poca.
III. GUADALAJARA: CONVENTO DE LA CONCEPCIN, HOY IGLESIA
DEL CARMEN
El convento de la Concepcin, fue fundado por don Pedro Gmez
de Ciudad Real y Mendoza 18, para que lo habitasen las franciscanas
menores observantes. En 1545, an sin terminar el convento las
18. LAYNA, F., Los conventos antiguos de Guadalajara, Madrid 1943, pp. 275294.
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huerta era lo suficientemente grande y productiva, como para mantener de ella a ms de setenta religiosos que por entonces formaban la
comunidad.
Para llevar a cabo la construccin de este gran convento, hubo
que pedir previamente la licencia del concejo para construir el nuevo
edificio e instalar en l una comunidad. El mismo fray Alonso de Jess Mara, como fundador del desierto de Bolarque, fue quien apoy
la idea ante los ediles reunidos, los cuales dieron su licencia, pero
imponiendo la condicin de que se hiciera fuera de los muros de la
ciudad y en parte despoblada sin que sea necesario derribar casas.
Adquirieron para ello unas casas que haban sido de Luis de Medina,
escribano, en el arrabal de San Antonio, bordeando la muralla de la
ciudad, ya por entonces prcticamente arruinada y por los suelos.
Comenzaron inmediatamente las obras de la iglesia y convento, de lo
que qued muy contento el municipio, pues esta parte de la iudad
que ahora sest deslucida por ser de casyllas y muros caydos se adornar y compondr de modo que suba de ostentacin y quite la fealdad que ahora ay.
Durante el siglo XVII y gracias, sobre todo al paulatino ingreso en
conventos de las linajudas damas alcarreas, la hacienda y posesiones de las concepcionistas de San Acacio fueron dilatndose y progresando hasta el punto de ser tenidas muy en cuenta en asuntos de
inters municipal. Seoras de la familia Mendoza, Gmez de Ciudad
Real y de la Cerda ingresaron entre sus muros para all llevar su desconsolada soltera o viudez: doa Catalina Gmez de Ciudad Real y
Mendoza, hija del fundador Alvar Gmez, lleg a ser abadesa de la
comunidad; doa Elena de Orozco, doa Mara Zapata de la Cerda,
doa Mariana de Mendoza, tambin nieta del fundador, y muchas
otras que con los ducados de sus dotes dieron poder, an ms del que
tena, a la religin franciscana en Guadalajara.
En 1835 qued vaco el gran edificio que se us para depsito de
militares, Instituto de enseanza y Crcel pblica; volviendo a ser
ocupado en tiempos de Isabel II, se emple como albergue de una
comunidad de monjas concepcionistas fundada por sor Patrocinio22,
religiosa espaola conocida popularmente como la monja de las lla22. Muchos han sido los estudiosos que se han ocupado de la biografa de esta
singular monja, Luis Cordavias, Benjamn Jarns, Surez Puga con interesantes
trabajos de recopilacin de datos relativos a su vida y sus estigmas.
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gas que por un tiempo fue priora. Mara Rafaela Quiroga, que as se
llamaba la sor, fue muy popular en la Espaa de su tiempo a causa de
unos pretendidos milagros que se le atribuyeron, entre ellos la impresin en su costado y en sus manos de las llagas de Jess. Como
consecuencia, la Iglesia levant un sumario para estudiar estos hechos para lo que se dispuso su alejamiento de Madrid, instalndose
entonces en Guadalajara. Cuando volvi aos despus a la corte, sin
que su asunto fuera nunca aclarado, se gan la simpata de la reina y
lleg a tener sobre ella una gran influencia y ocupar el cargo de confesora. Con la llegada al gobierno de Bravo Murillo fue trasladada a
Roma con lo que perdi gran parte de su popularidad. Al morir fue
enterrada en esta iglesia del Carmen, en un sepulcro situado tras una
reja en la nave de la epstola.
Abandonado y destruido el convento durante la invasin napolenica, volvieron a l las monjas concepcionistas, para abandonarlo definitivamente en 1835, tras la desamortizacin de Mendizbal, fecha
en que lo malvendi el Ministerio de Hacienda a un particular, que lo
utiliz para viviendas. Las vicisitudes del convento del Carmen son
las mismas que las de su llagada fundadora: al ao siguiente sale de
su nueva casa y, por consejo del arzobispo de Toledo, que conoce los
nuevos rumbos que van a tomar los acontecimientos polticos en el
pas, se traslada a Bayona, desde donde seguir dirigiendo sus sucesivos conventos fundados. All se fueron a fines de ese mismo ao 1868
las concepcionistas de Guadalajara, que abandonaron su convento del
Carmen en el que apenas haban residido unos meses.
Unos aos despus, en 1877, sor Patrocinio regresa a Guadalajara, con sus monjas, desde Francia, volviendo a abrir las puertas del
convento ya definitivamente, debido a la accin intermediada de Alfonso XII, pero cuando llegan lo encuentran todo destrozado.
En el siglo XX fue an poblado por una comunidad de religiosos
pales, pero al ser incendiado en 1936 durante la Guerra Civil, el
mayor abandono cay sobre su vieja figura de convento espaol del
Siglo de Oro hasta acometerse su reforma en 1945 23.
La iglesia del Carmen, llamada as, por sor Patrocinio, en recuerdo de la orden que ocup primitivamente el solar que formaba parte
del convento de los Santos Reyes de la Epifana; fue trazada en 1632
por el famoso arquitecto montas, el fraile carmelita fray Alberto de
23. AGA, Regiones devastadas n 18/20274.
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de la epstola del crucero hay una gran reja desde la que puede contemplarse el sepulcro de sor Patrocinio la monja de las llagas, que
pas aqu los ltimos aos de su vida, muriendo el 27 de enero de
1891. Adems esta iglesia fue importante porque alberg algunas
preciadas reliquias, entre ellas, la cabeza de San Acacio, huesos de
San Felipe, y San Blas, de los gloriosos Inocentes y de San Mauricio,
un hueso de San Mateo apstol y otros ms 25.
En 1936 con la guerra sufri daos y desperfectos, principalmente en la residencia y el colegio, padeciendo de nuevo el desvalijamiento y la destruccin. Al final de la guerra fue habilitado el edificio para crcel con lo cual los daos fueron incrementados, cayendo
definitivamente en 1941 en que se acomete la pertinente reforma que
termina en julio de 1945 26. Dos comunidades de padres franciscanos
y monjas concepcionistas de clausura poblaron de nuevo el convento con su amplia huerta y sus interminables pasillos.
IV. ALMONACID DE ZORITA: CONVENTO DE LAS MONJAS
CONCEPCIONISTA, IGLESIA DE LAS CALATRAVAS
Del anterior convento de concepcionistas de San Acacio de Guadalajara, salieron monjas a fundar Escariche, Fuentelaencina, Alcal
de Henares y Torrelaguna 27; poco despus de aposentarse en el convento, seguramente por causas de acondicionar y mejorar el edificio,
las monjas se fueron, en 1580, una temporada a Almonacid de Zorita, al igual que iba a ocurrir en 1703, con ocasin, ahora, de lo turbulento de los tiempos, metidos en guerras y poco respeto hacia el estamento religioso. Entre una y otra fecha, en 1646, solicitaron del captulo privado de la orden jernima, reunido en Lupiana, su traslado
al convento concepcionista de Guadalajara del que haban salido las
fundadoras. Su deseo fue complacido, pero por arcanos motivos y
25. LAYNA SERRANO, F., Los conventos antiguos de Guadalajara, Madrid 1943,
p. 502. NUEZ DE CASTRO, A., Historia eclesistica y Seglar de la Muy Noble y muy
leal Ciudad de Guadalaxara, Madrid 1653, p. 83.
26. AGA, Regiones Devastadas n 18/4156. La capilla del XVIII, la residencia y
colegio forman un cuerpo aadido hace algunos aos que desdice del conjunto de la
capilla.
27. Aportan datos para esta institucin Juan Catalina Garca, en sus aumentos a
la Relacin de Escariche enviada a Felipe II, tomo XLIV del Memorial Histrico
Espaol, p. 80, y en su otro libro Bibliografa de escritores de la provincia de Guadalajara y bibliografa de la misma hasta el siglo XIX, Madrid 1899.
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cada fiel cristiano que confesado se acercara a visitar la ermita los das de la Concepcin, la Navidad, la Asuncin, la Anunciacin de la
Virgen y el Viernes Santo 34.
El conjunto del templo y convento es obra del siglo XVI y resulta
muy interesante desde el punto de vista artstico y ambiental. El espacio conventual queda unido a la iglesia tanto por la planta baja como por el primer piso; en la planta baja se han realizado aadidos
modernos como dependencias anejas. Principalmente se basa en amplios y largos pasillos, distribuidas las celdas a los lados, siendo stas de distintos tamaos. Un pequeo claustro realizado en ladrillo y
cerrado por ventanas sirve como distribuidor de las zonas comunes,
como son el refectorio, la cocina..., etc., situados en la planta baja,
mientras que en el primer piso se sita la zona de descanso y correspondiendo con los pies la nave, la tribuna de las siervas de Dios con
un pequeo altar y las celosas para poder seguir desde all el oficio
de la misa y cerrado el espacio con bveda de crucera. Varias escaleras comunican las dos plantas por distintas zonas.
El convento se enmarca en un amplio cuadrado cerrado por valla
de piedra donde se situaba la huerta, el patio y el jardn con rboles
frutales.
La iglesia de las concepcionistas tiene una severa portada clasicista en el lado de la Epstola, dentro del estilo serliano, formando
arco de medio punto y rematada la parte superior con una hornacina,
protegida por pequeo prtico sobre cuatro columnas toscanas de esbeltsimas y sencillas colocadas sobre pedestal. Realizado todo ello
en piedra con contrafuertes, y los muros en sillar y sillarejo. En las
enjutas lucen rojas y brillantes dos cruces de Calatrava. Esta es la entrada principal, desde la calle que utilizan los feligreses, mientras
que las monjas lo hacen desde la puerta interior que se encuentra a
los pies de la nave.
El interior del templo consta de una sola nave muy elegante. El
arco triunfal hecho en piedra, apuntado; sus bvedas se forman por
complicadas trazas de nervaduras que forman variados dibujos geomtricos, dentro del estilo de finales del gtico y principios del renacimiento. Al ser una nave difana, sin capillas, los pilares se corres34. Se conserva en el Archivo Municipal de Almonacid de Zorita, per-mod 11,
un precioso documento en pergamino con los sellos de los diez cardenales pendientes del documento.
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Universidad de Valencia
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
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rios. El espaol Juan de Segovia, que asista al concilio como telogo delegado del rey Juan II de Castilla, pas varios aos alegando argumentaciones irrefutables a favor del dogma y desmontando y tirando por tierra las objeciones que llegaban de parte de telogos, religiosos y padres conciliares que no estaban de acuerdo con la virginal concepcin de Mara. Se escribi el decreto que la reconoca, pero al darse la situacin cismtica de separacin entre el concilio y el
papa, la decisin y el decreto conciliar no fueron considerados legtimos y qued sin valor dogmtico.
Estas circunstancias histricas fueron las culpables de que el reconocimiento del dogma no tuviera lugar en el siglo XV y hubiera
que esperar hasta el siglo XIX, cuatro siglos despus. Pero eso no fue
obstculo para que fuera admitida la Pursima Concepcin Inmaculada de Mara por buena parte de la cristiandad seguidora y partidaria del sacro concilio y de sus decretos, contribuyendo a arraigar en
los fieles tan piadosa creencia que hunda sus races en la ms remota antigedad de la Iglesia.
1.2. La Inmaculada y la teologa
Los telogos han visto en el captulo III del Gnesis la revelacin
ms antigua del dogma inmaculadista al entender que la mujer triunfante sobre el maligno ofidio es Mara, poseedora del singular privilegio de verse libre del pecado original por los mritos de su hijo Jesucristo, redentor del gnero humano, y reconocido en la salutacin
del arcngel Gabriel al anunciarle: Dios te salve, llena de gracia.
Los santos padres tambin reconocieron desde antiguo la ausencia de pecado en la Madre de Dios, entre ellos San Ireneo, San Cirilo, San Hiplito, San Ambrosio, San Agustn (Quin podr gloriarse de ser puro de toda iniquidad, sino la santa e inmaculada Madre de Dios, preservada de toda corrupcin y de toda mancha de pecado?, etc.), as como Orgenes, Tertuliano, Firmio, etc. Aun sin
estar reconocido oficialmente el dogma, la Iglesia celebr bien tempranamente la fiesta de la concepcin sin mcula de Mara, habiendo incluso algn autor que lo remonta al siglo V, por mencionarse
en el Typicon de San Sabas ( en realidad se celebraba la Concepcin
de Santa Ana, la madre de la Virgen). Al parecer, es un aadido posterior, sealndose como documento fechado ms antiguo el canon
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fueron los franciscanos y, sobre todo, Raimundo Lulio 3, a cuya influencia se atribuye su extensin por todos los reinos de la Corona de
Aragn, y Juan Duns Escoto, quien con difana claridad estableci
los verdaderos fundamentos del dogma y desmont las argumentaciones en contrario. Los adversarios del dogma alegaban que si Mara fue concebida sin mancha de pecado, Jesucristo, su Hijo, no la redimi y ya no se poda afirmar que haba sido el Redentor de todo el
gnero humano. A esta argumentacin Escoto replicaba que la haba
preservado del pecado por sus infinitos mritos y que la haba redimido incluso de manera ms amplia preservndola de todo pecado;
tambin adujo la explicacin de Eadmer, Decuit, potuit, ergo fecit,
o sea, Era conveniente, pudo, luego lo hizo, que en otros tratadistas aparece como Potuit, voluit, ergo fecit, es decir, Pudo, quiso,
luego lo hizo, con lo que la influencia de Escoto en la defensa y
arraigo del dogma fue definitiva y los defensores se multiplicaron
por todo el orbe cristiano.
Hacia finales del primer tercio del siglo XIV, la piadosa tradicin segn se deca en la poca- de la Concepcin Inmaculada de Mara
estaba tan extendida que prcticamente era una cuestin generalizada en la cristiandad. Un siglo despus es cuando tiene lugar el Concilio de Basilea, el ao 1439, del que se ha hecho mencin al principio y donde se jugaron combates dialcticos entre los contrarios y
los partidarios de la Inmaculada.
Solo el momento cismtico que viva la Iglesia en aquellos tiempos impidi su reconocimiento y proclamacin oficial, si bien no supuso menoscabo para su extensin y aceptacin por todo el orbe
cristiano. Naciones, ciudades y pueblos, universidades y otras instituciones, celebraban la fiesta de la Inmaculada, pese a no estar refrendada por la Sede Apostlica. As, Barcelona acordaba en una ordenanza municipal de 1390 guardar como da festivo el 13 de Diciembre, previo acuerdo de la autoridad eclesistica. Juan I de Aragn orden mediante un decreto suyo el 1 de marzo de 1391, en Zaragoza, que se celebrara la festividad de la Inmaculada en la capilla
de su real palacio de Barcelona, y lo hizo extensivo a todos sus dominios el ao 1394 mediante un decreto firmado en Valencia el 14 de
marzo de ese ao, sancionando con pena de destierro a los que com3. NARBONA VIZCANO, R., La Inmaculada Concepcin, en Calendario de
Fiestas de Otoo de la Comunidad Valenciana, Valencia 2002, pp. 279-301.
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batieran la Concepcin Inmaculada de Mara, como igualmente ocurri en las Cortes de Barcelona de 1454-58.
Las universidades europeas, por lo general, tambin fueron inmaculadistas, entre ellas las de Pars, que en 1496-97 introdujo en sus
estatutos el voto y juramento de defender a perpetuidad todos sus
doctores la Pursima Concepcin y la prohibicin de admitir a graduarse en ella a quienes no hiciesen ese juramento de defensa de la
Inmaculada. A la de Pars le siguieron las universidades de Oxford y
Cambridge y, un poco ms tarde, las de Maguncia y Colonia, siendo
en Espaa la de Valencia la primera que en el ao 1530 hizo el juramento (su efigie se hallaba incluso en su escudo, del que ha sido descabalgada hace unos aos por torpes razones). El papa Sixto IV haba aprobado el 28 de febrero de 1476 la fiesta de la Inmaculada para toda la Iglesia mediante la constitucin Quum Praecelsa, pero las
disputas entre favorables al dogma y contrarios, que seguan muy enconadas y recurriendo a trminos gruesos, le llev a publicar el 4 de
septiembre de 1483 la constitucin Grave nimis, prohibiendo bajo
pena de excomunin que los de una conviccin llamaran herejes a
los que no pensaban como ellos sobre este tema.
1.4. El concilio de Trento. El caso de Espaa
La convocatoria del concilio de Trento (1545-1563) abri de nuevo la posibilidad de dilogo y exposicin de argumentos a los partidarios y detractores del dogma, y donde de nuevo brill un espaol
como defensor de la Inmaculada, el obispo de Jan Pedro Pacheco,
aunque en principio no le apoyaron muchos padres conciliares, quienes prefirieron mejor aplazar o descartar el tema; pero, al redactar el
decreto y ser examinado el 8 de junio de 1546, Pedro Pacheco de
nuevo alz su voz oponindose a la manera de estar redactado y
aceptarse la transmisin del pecado original a todo el gnero humano, lo que pareca incluir tambin a la Virgen Mara, por lo que abog por la excepcin privilegiada, como la tradicin piadosa dice de
la Madre de Dios; ah s que consigui Pacheco la adhesin de la mayora de los padres conciliares, entre ellos los obispos espaoles de
Astorga, Cdiz, Huesca y Canarias, si bien an hubo de alzar enrgicamente su voz en contra de textos sinodales, formas de redaccin y
opiniones contrarias de algunos padres conciliares.
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En una anotacin de 11 de enero de 1746 que recoge nombramientos para la mayordoma, se hace referencia a la Cofrada de
Nuestra Seora de la pura y limpia Conzencin, lo que viene a confirmar ese entusiasmo popular y reiterado fervor por la Inmaculada,
donde no se deja pasar ocasin, por insignificante que fuera, de ponerlo de manifiesto. No parece que sea una cofrada rica y con posesiones en la localidad al estilo de otras cofradas y hermandades
existentes que s disponan de propiedades (tierras, vias, casas, bodegas, etc.), pues se excusan de la obligacin de dar cuentas anuales
por esa carencia patrimonial, recurriendo al repartimiento por partes
iguales entre los doce individuos que la formaban.
2.3. Cargos de la cofrada
Una anotacin del 8 de Diciembre de 1748 recoge el nombramiento del crucero de la Cofrada, cargo u oficio de portacruz en
las procesiones propias de la cofrada o en las que participaba oficialmente. El cargo de mayordomo, o mximo responsable, era doble, es decir, haba dos mayordomos, que cambiaban cada ao el
mismo da de la fiesta de la Inmaculada, donde se elegan otros dos
nuevos teniendo en cuenta el criterio de mayor edad. En realidad, lo
que elegan eran cuatro mayordomos, los dos que ejercan el cargo
en el ao y otros dos acompaados o acompaantes que son los
que al ao siguiente pasan a ser los mayordomos oficiales. Precisamente el folio primero del libro de la cofrada hace relacin de los
mayordomos habidos desde el ao 1748 al 1754 15, con indicacin de
mayordomos y acompaados; no siempre coinciden los acompaados de un ao con los mayordomos del siguiente, quiz por renuncia o muerte de alguno de ellos, dndose tambin el caso curioso
de la presencia de una mujer, Mara Monedero, que aparece como
acompaada el ao 1750, costeando el cargo por Andrs Lpez de
Fras, y como mayordoma al ao siguiente, 1751, en compaa del licenciado don Martn Sauquillo Real. No es el nico caso de presencia femenina en la cofrada, pues en la visita del 8 de Diciembre de
1733 tambin se cita a una tal Cathalina Alarcn, fallecida, a la que
hay que nombrarle sustituto.
15. Libro de la ermandad de nuestra Seora de la Concezin, o. c., s. p.
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Cofradas dedicadas a la Pursima Concepcin hubo y hay todava muchas extendidas por todo el pas. Tambin fue bastante usual
la prctica del vtor, pero son ms escasos los lugares donde se ha
conservado. Joan Amades 19 recoge en su obra que en el siglo XIX, siglo de la proclamacin dogmtica, fue costumbre extendida por Catalua el colocar detrs de las puertas de las casas o en un lugar bien
visible de la entrada, un impreso o cartel que pregonaba la pureza de
Mara : Ave Mara sin pecado concebida (saludo muy frecuente en
las clausuras femeninas y que en Campillo tambin se usaba al llevar
de casa en casa esas pequeas capillas de piedad domstica con imgenes de la Virgen), exclamacin que serva para saludar a los visitantes y para indicar que los moradores de la casa eran devotos y crean en el misterio de la Concepcin Pursima de Mara; este cartel se
cambiaba cada ao en el da de la Inmaculada y se le daba al acto una
cierta solemnidad familiar. Tambin fue frecuente encontrarse sobre
las puertas de algunas casas el aviso o vtor siguiente : No traspase
este umbral / quien no jure por su vida / que Mara fue concebida /
sin pecado original. En las tiendas, igualmente, se sola colocar un
cartel parecido en lugar bien visible, encima de la puerta, por ejemplo, cartel que por medio de un gracioso jeroglfico deca : Todo el
mundo en armas aclama esta flor y dice que sois concebida sin pecado original.
3.1. El vtor de Horcajo de Santiago
Afortunadamente, en la provincia de Cuenca, en un pueblo llamado Horcajo de Santiago, perteneciente al antiguo priorato santiaguista (y una vez ms se une la Pursima y el apstol Santiago), se ha
conservado la prctica del vtor a su patrona la Inmaculada, una
prctica festiva de encendido fervor por la causa de la Concepcin
Pursima de Mara 20. La vspera del da 8 de Diciembre, por la noche,
el estandarte de la Inmaculada es entregado por el sacerdote que har la predicacin el da de la fiesta, en medio de tremendos forcejeos
19. AMADES, J., Costumari catal, Barcelona 1950-1956, vol. V, p. 866.
20. HORCAJADA GARRIDO, A., Una herencia que atrae y enloquece. El vtor,
imn de Horcajo, en Olcades. Temas de Cuenca, vol. 1, pp. 59-66.
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cado que todo lo que sabemos al respecto viene dado por la informacin que transmiten las crnicas agustinas, si bien en Campillo se
conservan todava algunos restos de prctica festiva en honor de la
Inmaculada, como es la costumbre de hacer hogueras la noche de la
vspera en las calles de la poblacin, para quemarle los picos a la
Virgen, segn dice la expresin popular del pueblo, que puede referirse a su deseo de destruir cualquier pico o mancha de pecado que
se le pudiera atribuir a la Virgen y contribuir as a iluminarla, a liberarla del pecado y a proclamar a los cuatro vientos su limpieza de pecado original. El fuego de las hogueras en la fra noche de Diciembre
se prestaba, y se presta, a prcticas de comensalismo y de diversin
entre los vecinos, sobre todo de los ms jvenes, y entre los visitantes. Tambin ha permanecido la costumbre de tirar esa noche de la
vspera de la Inmaculada las carretillas, que no son otra cosa que
los cohetes voladores (o algo parecido) tirados por los caballeros que
abran la comitiva del vtor al inicio de su recorrido por toda la poblacin, segn vimos antes.
IV. LA PURSIMA TURRONERA
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podido llegar del Oriente eterno y profundo, cristianizndose y adaptndose, como tantas otras cosas, a nuestro medio cultural.
V. CONCLUSIN
Para acabar este recorrido en torno a la Inmaculada, podemos
concluir diciendo y recordando la mala suerte oficial que tuvo la
proclamacin del dogma en el siglo XV, por las circunstancias cismticas que viva la Iglesia en ese momento, y la extraordinaria fortuna
oficiosa y popular de que goz en todas las tierras de Espaa, que
se empecinaron en que la proclamacin de la Pursima Concepcin
de Mara tuviera xito -y lo tuvo- con la participacin de todos, desde los reyes hasta el ltimo labriego, aunque con cuatro siglos de retraso. Cada ciudad, cada organizacin, las rdenes religiosas, las
universidades, los pueblos grandes y los pequeos, todos, tomaron el
tema como una cuestin personal e hicieron cuanto en su mano estuvo. Hemos visto lo que un pueblo pequeo de la espaa rural haca
en el siglo XVIII y an antes: funda y refunda una cofrada para extender su devocin, celebra la fiesta del Vtor en su honor, una fastuosa cabalgada barroca, y se regala el paladar con la Torta de la Virgen o dulce turrn para el cuidado del cuerpo y del alma por la proteccin de la Pursima hacia los devotos que coman tan divino manjar fabricado para cantar sus alabanzas. Y no olvidemos que en Francia , hasta el siglo XVII, el azcar se venda en las farmacias y eran los
boticarios los que hacan el turrn.
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I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
La villa de Castilleja de la Cuesta est situada en la comarca sevillana del Aljarafe, a 6,5 km de la capital, en el camino de Huelva y al
final de la cuesta del Caracol de la que toma su nombre. Tiene su origen en la reconquista de la ciudad de Sevilla por Fernando III El
Santo en 1248. En el repartimiento de Sevilla, llevado a cabo en
1253 por su hijo Alfonso X El Sabio, fue dividida en dos zonas. Una
parte, Castalla Talacalar a la que el rey puso el nombre de Alija,
fue cedida a don Rodrigo Alonso, quin la cambiara en 1267 con la
orden de Santiago por una heredad prxima a Benavente 1. La otra
parte, Alfoncina 2, conocida como la Calle Real, continu bajo jurisdiccin de realengo y del Concejo de Sevilla, dependiendo eclesisticamente del arzobispado hispalense 3.
Para ambas partes de la actual Castilleja de la Cuesta, la historia
trascurri de diferente forma. En el caso de la Calle Real -cuya administracin y jurisdiccin dependa del Concejo de Sevilla- exista
desde la reconquista una pequea aldea -heredad, alquera en origen,
perteneciente a la Mitacin de San Juan de Aznalfarache 4. En cam1. GONZLEZ JIMNEZ, M., La repoblacin de la zona de Sevilla durante el siglo
Salamanca 1993, p. 72.
2. GONZLEZ, J., Repartimiento de Sevilla, Sevilla 1998, t. II, p. 347.
3. HERRERA GARCA, A., El Aljarafe Sevillano durante el Antiguo Rgimen, Sevilla 1980, pp.55-56.
4. BORRERO FERNNDEZ, M., El mundo rural sevillano en el siglo XV: Aljarafe y
Ribera, Sevilla 1983, pp. 181-182. Las Mitaciones, eran unidades jurisdiccionales,
que se caracterizaban por mantener en su territorio ms de un ncleo de poblacin.
La de San Juan de Aznalfarache inclua los ncleos poblacionales de Tomares, Camas, Duchuelas, Zaudn y los vecinos residentes en la Calle Real de Castilleja de la
Cuesta y en el Valle de San Juan.
XIV,
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bio, la orden de Santiago durante el siglo XIV intent en varias ocasiones la repoblacin de la heredad en su parte de Castilleja. En primer lugar en 1334, al entregar dicho territorio el maestre don Vasco
Rodrguez a doa Elvira, mujer del almirante Alfonso Jufr Tenorio,
con la obligacin de poblarla; y posteriormente en 1367, cuando el
maestre don Gonzalo Mexa otorg la primera carta puebla, al estar
la mencionada heredad destruyda y despoblada e yerma, vindose
truncados los deseos repobladores de la Orden 5. La causa no era otra
que, tanto los reyes como el Concejo de Sevilla, intentaron evitar en
este periodo que los seoros de la comarca del Aljarafe, tan necesarios para la Ciudad, salieran de su control 6. En 1370, terminada la
guerra civil con la muerte del rey Pedro I El Justiciero, el maestre
don Gonzalo Mexa renov la carta puebla 7.
Por una Real Cdula fechada en Toledo el 19 de diciembre de
1538, se desligaron de la orden de Santiago los bienes de esta encomienda en Castilleja, que pasaron a ser propiedad de la Corona. El
23 de mayo de 1539, Carlos I vendi a don Pedro de Guzmn, conde
de Olivares, los citados bienes8. En el ao 1564 se produjo el primer
intento de la compra de la Calle Real por el mencionado conde para
unificar la Villa bajo su jurisdiccin, pero este deseo qued frustrado
por la oposicin ejercida por el Concejo de Sevilla y las poblaciones
limtrofes con Castilleja9. El 11 de diciembre de 1625, otra Cdula
Real orden dar la posesin de la Calle Real de Castilleja, desgajndose del trmino de Tomares y San Juan de Aznalfarache, al condeduque de Olivares, don Gaspar de Guzmn, aunque el privilegio real
de la misma venta no se expidi hasta el 30 de diciembre de 163410.
A partir de esta fecha, el seoro y el realengo de la Villa de Castilleja de la Cuesta, quedaron unidos bajo una misma jurisdiccin.
II. LA ERMITA DE LA CALLE REAL
Desde la reconquista de Sevilla y el Aljarafe por el rey Fernando
III, se le llama Camino Real a la va entre Sevilla y Huelva, que a
5. GONZLEZ JIMNEZ, M., La repoblacin de la zona..., o.c., p. 72.
6. BORRERO FERNNDEZ, M., Historia del Aljarafe: El Aljarafe cristiano en la
Baja Edad Media, en El Mirador, ( 7 / 13-XI-1995) 20-21.
7. GONZLEZ JIMNEZ, M., La repoblacin de la zona..., o.c., p. 73.
8. HERRERA GARCA, A., El Estado de Olivares, Sevilla 1989, pp. 54-55.
9. Iddem, pp. 62-63.
10. HERRERA GARCA, A., El Aljarafe Sevillano durante..., o.c., p. 106.
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Para fomentar la piedad de los vecinos de la Calle Real, los frailes terceros comenzaron a dar culto a una imagen de Santa Mara de
la Concepcin, talla de finales del XV o principios del XVI, siguiendo
el modelo de otras imgenes de la Santsima Virgen de la poca 19.
Gracias a una ventana que posea la ermita, los numerosos viajeros
que transitaban por el Camino Real que conduca a Niebla, Huelva y
el Algarve, podan orar y encomendarse a la Santsima Virgen de la
Concepcin. Uno de estos viajeros fue Cristbal Coln, que probablemente descans en una de las seis tabernas -o quiz en el mesnque por entonces estaban en activo en la Calle Real 20. Curiosamente,
a la segunda de las islas que descubri en el Nuevo Mundo la llam
Santa Mara de la Concepcin.
17. Ibdem.
18. APO, leg. Castilleja de la Cuesta: Pleito sobre la jurisdiccin de la iglesia
parroquial de Nuestra Seora de la Concepcin de Castilleja de la Cuesta, 1755.
19. TOBAJAS VILLEGAS, M., La iconografa sevillana de la Virgen Inmaculada, en La Orden concepcionista, Len 1990, t. II, pp. 80-81.
20. HERRERA GARCA, A., El Aljarafe durante..., o.c., pp. 391-392.
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a semejanza de la cofrada de la Vera Cruz, establecida en el convento Casa-Grande de San Francisco de Sevilla. Por bula de S.S.
Gregorio XIII, del 4 de junio de 1578, esta corporacin fue agregada
a la archicofrada del Santsimo Crucifijo de la iglesia de San Marcelo de Roma.
El seor provisor del arzobispado hispalense aprob nuevas reglas el 18 de mayo de 1538, que fueron ampliadas el 28 de marzo de
1624. En el captulo sexto, que trata de las fiestas que se han de
hazer y dezir cada ao figura: Diciembre. La fiesta de la pura y
limpia Concepcin de Nuestra Seora (...) a la que tienen que asistir
todos los hermanos con cera en su mano, bajo pena de un real.
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En el ao de 1625, y dada la importancia que iba tomando la feligresa de la iglesia parroquial de la Concepcin, los religiosos terceros
franciscanos iniciaron un pleito con el arzobispado para recuperar el
beneficio de la Calle Real; el fallo fue favorable a los religiosos, los
cuales volvieron a tomar posesin de la iglesia 27. Un ao antes se obtuvo una bula de S.S. Urbano VIII, donde se conceda indulgencia plenaria y perpetua a los fieles que confesados y comulgados visitaran:
a la cofrada de la Vera Cruz y Concepcin de Nuestra Seora que
est instituida en la iglesia parroquial de la Concepcin de Nuestra
Seora de la Villa de Castilleja de la Cuesta, dicesis de Sevilla, en
los das y fiestas, de la Invencin de la Santsima Cruz, Ascensin de
Nuestro Seor, Concepcin, Natividad y Asuncin de Nuestra Seora, desde sus primeras vsperas hasta el mismo da puesto el Sol 28.
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Fueron muchos entonces los Concejos -y tambin las hermandades- que efectuaron o renovaron el Voto Concepcionista en accin de
gracias con motivo del terremoto. As en 1760 el Concejo de la villa
de Castilleja de la Cuesta jur por primera vez dicho voto:
y que guardarn todas las ordenanzas, y dems facultades, y preeminencias de esta Villa, y defendern la Pureza de Mara Santsima,
en su Pura Concepcin, y as lo acordaron, firmaron y sealaron 32.
270
En el ao de 1806 Carlos IV dict un Real Decreto por el que devolva a la jurisdiccin arzobispal la parroquial de la Concepcin.
Entre 1825 y 1834, ocupando la sede hispalense el arzobispo don
Francisco Javier Cienfuegos, se construy un nuevo templo con las
aportaciones
de los fieles, de un cierto devoto llamado Don Jos de Oliber que
fue el que presto mas con sus bienes y persona, y el Excelentsimo
Seor Cardenal Arzobispo de Sevilla que dio seis mil reales de limosna 37.
En 1898, a expensas de Mercedes Rodrguez y Martnez se realiz la espadaa del templo, proyectada por el arquitecto provincial
Francisco Aurelio lvarez; entre 1914 y 1916, el maestro de obras
Jos Adorna restaur el templo, y el 6 de diciembre de 1918, el arzobispo de Sevilla don Enrique Almaraz bendijo las mejoras verificadas en el templo -entre ellas la construccin de una nueva bveda-,
bajo la direccin del contratista Francisco Hidalgo Oliva, con el legado instituido por Carmen Nez Rodrguez. El 23 de diciembre de
1923, el arzobispo de Sevilla don Eustaquio Ilundin bendijo la capilla sacramental, realizada por el mencionado Jos Adorna.
El 8 de diciembre de 1854 S.S. Po IX proclam el dogma de la
Inmaculada Concepcin, comunicando la noticia en privado a la In36. RODRGUEZ NAVARRO, A., Resumen histrico en VI centenario de Devocin Concepcionista 1400-2000 Castilleja de la Cuesta, Sevilla 2000, pp. 37-38.
37. Archivo de la Parroquia de Santiago y Pursima Concepcin de Castilleja
de la Cuesta (en adelante APS y PCCC). Libro de Colectura de la Parroquia de la
Pura y Limpia Concepcin de Nuestra Seora de Castilleja de la Cuesta ao 1680,
p. 65.
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La visin de la Virgen de la Concepcin durante el siglo XVIII, segn el inventario de 1744, debi de ser majestuosa y radiante, al
mostrarse la imagen ataviada y adornada con ricos vestidos y joyas:
Primeramente en el altar Mayor la Imagen de Nuestra Seora de
la Concepcin de vestir en su candelero colocada en un tabernculo
de talla dorado y estofado, que se adorna con una Corona con su
diadema de plata que tiene la Virgen de la Concepcin. Muy importante era la coleccin de joyas que posea: trece Joyitas de plata sobredorada que tiene la Imagen de la Concepcin siempre puestas en
el Altar Mayor, y cinco Anillos, los tres de oro y piedras de jacintos, rubes y esmeraldas, y los dos de plata sobredorada y piedras falsas. En cuanto a vestidos se contabilizan cuatro, uno de tela celeste, que estaba guarnecido de puntilla angostita de plata toda fina,
indica que tiene galn de plata por abajo y en las alas tambin, y en
los cuchillejos lo mismo que en las puntas como un palmo; el segundo es tambin azul de raso con flores anteadas y blancas, y los
dos ltimos son blancos, uno de tela de montera y encaje de oro en
el telar sobre blanco, y otro de lama labrado con galoncillo de plata al parecer falsa. El nico manto que figura es de raso liso celeste forrado en tafetn sencillo anteado descolorido y guarnecido en un
encaje de hilillo de plata y humillo de oro alrededor. En cuanto a los
escapularios, se mencionan cuatro, el primero de tela blanca con
puntillita de hilillo de plata fina con humillo e oro que dio dicha Seora Juana Romero con el vestido de tela azul celeste, el segundo
de cuatro cintas de plata y seda azul sin guarnicin alguna, el tercero de lamilla de plata y seda celeste guarnecido de puntilla de plata muy angosta, y el ltimo de de raso azul y flores de colores con
un encaje de plata fina con humillo de oro 50.
Durante el siglo XVII, el ajuar de la Inmaculada sigui creciendo.
As, en 1766 Miguel Martnez hizo testamento: y mando doce varas
de damasco carmes para que con el haga la Hermandad del Santsimo de la Calle Real, un manto a Nuestra Seora de la Concepcin de
esta Villa y se guarnezca con la punta de oro que tiene el vestido que
Juan Pacheco Navarro tiene en su poder. En enero de 1767 se pagaron veinte reales por la confeccin del manto de la Virgen, que ese
mismo ao estren 51. Pocos aos despus, en 1775 estren la Inma50. PRIETO GORDILLO, J., Inventario de bienes de la Iglesia Parroquial de
Nuestra Seora de la Concepcin de esta Villa de Castilleja de la Cuesta, ao de
1744, en Calle Real, 51 (III-2001) 24-28.
51. RODRGUEZ NAVARRO, A., La Inmaculada Concepcin y Castilleja de la
Cuesta (XLVIII), en Calle Real, 63 (III-2005) 75.
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nuestra tierra, con mantillas y tocas virginales. Todo esto sin olvidar
la tradicional ornamentacin sevillana de las Vrgenes de Gloria 56.
Del ajuar de la Virgen, adems de las alhajas que posee y otras
prendas ya citadas, podemos destacar el manto de terciopelo celeste
bordado en oro y sedas por el taller de Sobrinos de Caro en 1970,
la saya de tis de plata bordada en oro y sedas por Esperanza Elena
Caro en 1973, y el vestido de piel de ngel blanco bordado en oro y
sedas por Josefa Maya en 1998. Tambin posee tres sayas confeccionadas con vestidos de luces: la blanca y la rosa de ternos que pertenecieron a Ruperto de los Reyes y la celeste de uno donado por Jos
Antonio Campuzano. Por ltimo hemos de citar un vestido y un
manto de raso marfil con aplicaciones en oro, confeccionados ambos
con un traje que perteneci a la Emperatriz de Francia Eugenia de
Montijo, y un manto verde agua con aplicaciones en plata, confeccionado con la cola del mencionado traje 57.
Para concluir, cabe destacar la cantidad de exvotos que se conservan de siglos pasados, en recuerdo y agradecimiento por una gracia
o favor recibido. Hoy en da como gratitud, se mantiene una hermosa costumbre, el donar el traje de novia de las recin casadas para
que se le confeccione con l un vestido a la Inmaculada.
VIII. CULTOS Y PROCESIONES
De los cultos anuales que se le dedican, sobresalen los que se celebran durante el mes de mayo, organizados por asociacin de las
Hijas de Mara, congregacin que fue fundada en la dcada de los
ochenta del siglo XIX. Todos los das se reza el ejercicio diario que
corresponde a la jornada y adems durante el mes hay ofrendas florales, recital de poemas por los nios de la Villa, y funcin y besamanos a la imagen. Tambin destacan los tradicionales cultos con
motivo de la festividad de la Inmaculada Concepcin, que datan de
la llegada de los terceros franciscanos en 1400, y que la cofrada ha
celebrado siempre de manera singular, como vimos antes en las Reglas de 1538, y tambin en las de 1800: en diciembre la de la Pura y
Limpia Concepcin (...) se ha de decir Misa Cantada por las Almas
de los hermanos difuntos, salud de los vivos rogando a Dios por la
56. Ibdem.
57. Ibdem, p. 78.
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conservacin de nuestra Santa Iglesia, y por la salud de nuestros Monarcas y Pontfice 58.
Las primeras noticias de la celebracin de la octava de la Inmaculada aparecen en las Memorias de Misas cantadas de la Iglesia de la
Concepcin Calle Real de esta Villa, donde se hallan recogidas las
misas que los vecinos haban fundado con motivo dicha festividad, y
que pagaban con los tributos cobrados por el arrendamiento de diferentes propiedades: En ocho de Diciembre una Misa Cantada de la
Concepcin o en dicha octava (...) por las Almas de Juan Lpez Cordovs y su mujer Francisca Pelades cada ao, se inicia en 1709 y se
termina en 1768. Tambin, En ocho de Diciembre una Misa Cantada de la Concepcin o en la Octava por Bartolom Ruiz y Leonor de
Tobar su mujer difuntos, vecinos que fueron de esta Villa, comienza en 1711 y en 1803 se hallaba al corriente y cumplida. Y por ltimo, El ocho de Diciembre Misa y Vsperas cantadas o en la Octava
de Nuestra Seora de la Concepcin por las Almas de Diego Ortiz
Navarro y su mujer Mara Cabrera y sus herederos cada ao que se
inici en 1718 y que en 1803 se hallaba al corriente y cumplida 59. Para concluir, mencionar la memoria de 1819 fundada por don Juan
Navarro Navarro y Mara Oyega su mujer, de dos misas resadas a
seis reales cada una; y una cantada con Sacramento. Y si alcanzare
Sermn, lo que se ha de cumplir las dos en la octava, y la cantada en
el da octavo de Nuestra Seora de la Concepcin.
A partir de 1960 los cultos del mes de diciembre quedaron establecidos de la siguiente forma: en primer lugar un octavario; la noche del da 7 rosario callejero con el Simpecado; el da 8 solemne
funcin, a cuya conclusin tiene lugar la bajada de la Inmaculada
desde el altar de cultos al presbiterio, entre el repicar de campanas,
lluvia de ptalos de flores sobre la imagen, traca de cohetes, vtores
y ovaciones, para quedar posteriormente en besamanos y concluir
con la presentacin de los nios recin bautizados.
Tradicionalmente la Inmaculada efectuaba dos salidas procesionales anuales acompaando al Santsimo Sacramento, si la economa
lo permita. Una el Domingo de Resurreccin por la feligresa de la
parroquia -al organizar la hermandad de la parroquia de Santiago
58. AHICCC, Ordenanzas de la Cofrada Sacramental de la Villa de Castilleja
de la Cuesta, 1800.
59. PRIETO GORDILLO, J., Inventario de bienes de la Iglesia Parroquial de
Nuestra Seora de la Concepcin de la villa de Castilleja de la Cuesta, ao de 1804
(II), en Calle Real, 53 (XII-2001) 63-64.
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otra procesin-, que estudiaremos en el siguiente captulo, y la segunda que ya desapareci, el da de su festividad litrgica por toda la
poblacin: sobre las procesiones pblicas (...) la de la Pursima
Concepcin en el [da] de su Inmaculada Patrona 60.
Las primeras noticias de un paso procesional de la Inmaculada
aparecen en el inventario parroquial de 1744: dos Pariguelas, una
mayor que otra que sirven a la Concepcin y al Rosario. Hasta un
inventario de finales del XIX no hallamos nuevas noticias de Un paso de madera tallado y dorado para la Inmaculada adquiridos por los
hermanos Mayores Antonio Quintanilla Negrn y Fernando Carmona Cansino en el ao de 1889; ms adelante se cita una nuve estofada con cuatro arcngeles sin vestir, y por ltimo, en 1898, la realizacin de cuatro respiraderos dorados para el paso de la Virgen de
la Concepcin, y en metal plateado cuatro candelabros de nueve
luces61. Las actuales andas, de madera tallada y dorada, fueron concluidas por el tallista Jos Gil en 1917.
Perdida la procesin del 8 de diciembre, la imagen de la Virgen
ha salido de forma extraordinaria en varias ocasiones en dicho da:
en 1929, con motivo del Congreso Mariano en Sevilla, presidiendo
el paso el Infante don Carlos de Borbn, cuya hija doa Mara de las
Mercedes, madre de don Juan Carlos I, curs estudios en las Irlandesas de Castilleja; en 1941, por la unin de Falangistas y Requets de
la Villa; en 1950, con motivo de la proclamacin del dogma de la
Asuncin y en 1954, por el centenario del dogma de la Inmaculada.
Tambin ha salido en otras fechas, sobresaliendo la realizada el 10
de septiembre de 2000, con motivo del VI centenario de la devocin
concepcionista en la Villa y la del 12 de septiembre de 2004, por el
CL aniversario del dogma de la Inmaculada.
Tambin, en el aspecto penitencial, la cofrada realiza estacin en
la madrugada del Viernes Santo con las imgenes de Nuestro Padre
Jess del Gran Poder y Mara Santsima de los Dolores, cuyo cortejo
mariano es una exaltacin a la Inmaculada Concepcin: los nazarenos visten de blanco y celeste, portan cirios del mismo color, todas
las insignias estn dedicadas a la Pursima, y el paso de palio tiene
60. AHICCC, Decreto del Arzobispado de Sevilla sobre procesiones en Castilleja de la Cuesta, 1870.
61. AHICCC, Inventario de la hermandad Sacramental de la Parroquia de
Nuestra Seora de la Concepcin, 1899.
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tonalidades azules, donde figura la Inmaculada en la gloria del baldaquino y en el respiradero de las andas.
IX. EL DOMINGO DE RESURRECCIN
La fiesta grande de Castilleja de la Cuesta es la festividad del Domingo de Resurreccin, que en 1999 fue declarada Fiesta de Inters
Turstico Nacional de Andaluca por la Consejera de Turismo y Deporte de la Junta de Andaluca, donde son clebres los actos organizados por la hermandad de la Calle Real en honor a la Inmaculada
Concepcin.
Sobre el origen, ya aparece en las citadas reglas de 1538, donde
figura en el apartado de fiestas a celebrar: La Missa de Pasqua de
Resurreccin. Cantada. Y en la bula de S.S. Paulo V de 1624, donde se concede indulgencia plenaria perpetua a la cofrada el tercer
da de la Pascua de Resurreccin. En 1643 se encarg la imagen de
un Cristo resucitado:
Sepan cuantos esta carta vieren como yo Sebastin Leal maestro
escultor vecino de Sevilla otorgo y conozco que estoy conbenido y
concertado con Francisco Hurtado mayordomo de la Cofrada de la
Concepcin cita en la Iglesia de la Calle Real de la Villa de Castilleja de la Cuesta (...) por la presente me obligo de hacer una hechura
de un santo Christo de la Resurreccin de seis cuartas de alto sin la
peana de madera de cedro buena y bien acondicionada y la peana a
de ser quadrada de pino con su cruz y potencias doradas y encarnado
a satisfacin y bisto de oficiales que lo entiendan por el precio de setecientos e treinta y un reales en moneda de bellon 62.
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78.
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Universidad de Murcia
III. El autor.
IV. El libelo.
V. Apndice documental.
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nes de siempre vinieron a sumarse otras tales como la inconveniencia de introducir un nuevo dogma que alejase todava ms a la Iglesia catlica de las otras confesiones cristianas, y la dificultad insuperable de explicar esa doctrina con argumentos cientficos.
Pero desde 1800 el triunfo de las corrientes ultramontanas en
gran parte del orbe catlico, manifestadas sobre todo en el apoyo incondicional de los creyentes a un papado inconmovible en medio de
cuantos peligros se cernan sobre su doble autoridad espiritual y temporal, hizo que proliferasen las peticiones a favor de una declaracin
dogmtica de la doctrina inmaculista, corriente de opinin estimulada por hechos tales como la aparicin de la Virgen a Catalina Labour en 1830 y la difusin de la medalla conmemorativa de tal suceso.
De momento no se fue ms all de introducir en los respectivos obispados, y siempre que lo solicitaran expresamente, la palabra Inmaculada en el prefacio de la fiesta de la Concepcin de la Virgen, y
agregar esa invocacin a las letanas marianas.
Desde 1840 se multiplicaron por parte de obispos y corporaciones
catlicas las peticiones de una declaracin dogmtica, a partir de una
solicitud inicial en tal sentido de cincuenta y uno prelados franceses.
Pero la oposicin de otro sector de la jerarqua eclesistica de Francia,
de la de los pases anglosajones y sobre todo de la del episcopado de
Alemania, donde los telogos catlicos formularon serias reservas sobre los fundamentos de tal doctrina, hizo que Gregorio XVI aparcara
tan polmica cuestin. Con la llegada del cardenal Mastai al pontificado en 1847 como Po IX se reabre el debate, dado que el nuevo pontfice era un firme partidario de las tesis inmaculistas. El detonante fue
la publicacin de un tratado favorable a las mismas por el jesuita
Gionvanni Perrone, profesor del Colegio Romano y clebre telogo y
controversista antiprotestante, quien al distinguir entre la tradicin patente y latente, y estimar que basta la ltima para la definicin dogmtica de una doctrina, pudiendo por tanto ser considerada revelada por
fundamentarse en la Tradicin aunque no lo fuera en las Escrituras, segn era el caso, resolvi para los seguidores del inmaculismo el ltimo
1. NEMBRO, G. da, La definibilit dell Inmaculata Concenzione negli scritti e
nell activit di Giovanni Perrone. Milano, 1961 (reedicin). La conexin de las tesis inmaculistas de ese autor a otras suyas netamente antiprotestantes puede verse en
su clebre Catechismo intorno al Protestantesimo (Roma 1848), traducido a casi todos los idiomas modernos. Al espaol: Catecismo del Protestantismo, para uso del
pueblo. Trad. de F. de Dou y J. Morgades, Barcelona 1856.
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290
dad con que Jesucristo tena investido a su vicario en la tierra cuando habla ex cathedra. Como puede verse, el dogma definitivo, el de
la Inmaculada, abra camino a un segundo dogma, el de la Infalibilidad pontificia, proclamada tres lustros ms tarde.
En cuanto a Espaa, el episcopado espaol se haba pronunciado
en bloque a favor del dogma inmaculista, primero al ser consultado
por escrito, y luego a travs de la delegacin desplazada hasta Roma.
La declaracin dogmtica fue acogida con generalizado entusiasmo
desde la corte a la ltima aldea. La reina Isabel II remiti al papa una
tiara conmemorativa valorada en 2.000.000 de reales, y los festejos
cvico-religiosos organizados con tal motivo se prolongaron durante
meses 3. En ellos participaron, sin excepcin reseable, los cuadros
de los partidos Progresista y Unionista, entonces en el poder, no obstante ser no pocos de sus militantes conocidos anticlericales. Sin duda un ejercicio de posibilismo poltico. Claro est que tampoco aqu
no podan faltar voces discordantes, desde luego minoritarias, y en
Espaa casi excepcionales, pero que tambin las hubo.
II. ES DETECTADO Y CONFISCADO EN MLAGA EN 1859 UN
FOLLETO ANTI-INMACULISTA
En efecto, contra el nuevo dogma no dejaron de alzarse varias
opiniones discrepantes, pronto acalladas por un general clamor de
signo contrario. Entre aquellas acaso la de superior resonancia la de
Braulio Morgez, dominico exclaustrado y antiguo catedrtico de
teologa en la Universidad de Alcal, autor de unos Dilogos 4 contra
esa doctrina fechados en 1852 y que por tanto se anticipan a la declaracin dogmtica, obra a la que siguieron unas Cartas 5 aparecidas
en el siguiente ao, y una Exposicin 6 dirigida a las Cortes en 1855
protestando contra la aceptacin oficial del nuevo dogma, reimpresa
3. Vase descripcin detallada en La Esperanza, (Madrid), enero-diciembre
1855.
4. MORGEZ, B., Dilogos ..., Madrid, 1852.
5. IDEM, Cartas entre un ilustrado de moda y un prroco imbuido de doctrinas
rancias, Madrid 1853.
6. IDEM, Exposicin que lleva a las Cortes de Espaa Fr. (...), Torino 1855
[reimpresa luego en Espaa varias veces con el ttulo Juicio doctrinal].
7. GIMNEZ Y TEIXID, J., Observaciones..., Madrid 1855. Del mismo autor y
en el mismo lugar y ao: Nulidad de la definicin dogmtica de Su Santidad Po
IX acerca del Misterio de la Inmaculada Concepcin.
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varias veces. Los escritos de Morgez son suficientemente conocidos, as como, entre otros, los del doctor Jos Gimnez y Teixid 7,
las refutaciones que merecieron ambos autores 8, y los debates suscitados en la prensa de la poca sobre tal cuestin, sobre todo entre los
peridicos madrileos Correo Nacional y La Voz de la Regin 9, secundado este ltimo en sus respuestas por los mejores tratadistas catlicos del momento. Desde el cardenal Miguel Garca Cuesta, desde
poco antes arzobispo de Santiago 10, al tambin futuro purpurado y ya
entonces afamado controversista Antoln Monescillo, por entonces
cannigo de Toledo 11.
Por mi parte me centrar en el caso del tratadista disiente Toms
Beltrn Soler, cuya personalidad y obra es conocida en sus rasgos
ms generales a partir de Marcelino Menndez Pelayo 12, Carlos Seco Serrano 13 y Juan B. Vilar 14, pero en la que intentar profundizar
con referencia a una documentacin nueva.
En abril de 1859 la polica detect en Mlaga la circulacin de un
folleto con el provocador ttulo de Imposturas del Pontfice Rey y de su
Satnica Curia, firmado con el seudnimo de Barn de Santmotrels, y
con el pi de imprenta de Gibraltar en la oficina de la Iglesia Espaola
Reformada, confesin esta ltima de corte presbiterial establecida poco antes en el enclave britnico por el emigrado cataln Francisco de
Paula Ruet, converso al protestantismo y cuya nueva iglesia qued aso8. Entre otras, GARCA RUIZ, M., Impugnacin al folleto titulado Nulidad de la
definicin dogmtica de S.S. Po IX acerca del Misterio de la Inmaculada Concepcin, Madrid 1855.
9. El debate se remonta a 1839. Vase La Voz de la Religin, Madrid 1839, t.
III ss.
10. GARCA CUESTA, M., Pastoral del Excmo. e Iltmo. Sr. D. (...). Arzobispo de
Santiago, al Clero y Pueblo de su Dicesis, Santiago 1854.
11. MONESCILLO Y VISO, A., Sermn que en la solemne fiesta consagrada a celebrar la Definicin dogmtica de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Pursima ..., Toledo 1855.
12. MENNDEZ PELAYO, M., Historia de los Heterodoxos espaoles, Madrid
1956, t. II, p. 1050.
13. SECO SERRANO, C., La opcin catalanista del conde de Montemoln, en
C. Seco Serrano, Trptico carlista: Estudios sobre historia del carlismo, Barcelona
1973, pp. 61-120.
14. VILAR, J. B., Tres casos de rechazo en Espaa del dogma concepcionista,
en torno a su definicin en 1854, en Haciendo historia. Homenaje al Prof. Carlos
Seco, Madrid 1989, pp. 315-325.
15. Sobre Ruet y la Iglesia Espaola Reformada vase VILAR, J. B., Intolerancia y libertad en la Espaa contempornea. Los orgenes del Protestantismo espaol actual, prlogo de R. Carr, Madrid 1994, pp. 47-65, 228-38 y 373-84.
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ciada a la Presbiteriana de Escocia, previamente implantada en Gibraltar 15. Segn esto, pareca tratarse de una publicacin protestante ms,
de las muchas que desde la base gibraltarea eran difundidas en Espaa
por la londinense British and Foreing. Bible Society, la Spanish
Evangelization Society, de Edimburgo, y por otras asociaciones de
propaganda y evangelizacin britnicas y norteamericanas.
Examinado ms en detalle el folleto incautado pudo comprobarse
que apuntaba en dos direcciones. De un lado se trataba de un virulento ataque contra la que era calificada como ridcula doctrina de
la Inmaculada Concepcin 16 por entender el autor que careca de todo fundamento en las Sagradas Escrituras e incluso en la Tradicin
cristiana. Una doctrina que cinco aos antes (1854) Roma haba elevado al rango de doma de fe.
De otro, el libelo contena un ataque frontal contra el pontificado
en su doble dimensin espiritual y temporal, cuestin esta muy debatida en la poca, en momentos en que los Estados Pontificios estaban
a punto de ser absorbidos por el nuevo reino de Italia, con el consiguiente despojo del papa. Sobre todo este ltimo, Po IX, era objeto
en las pginas del folleto de la ms dura descalificacin, presentndosele como traidor a la causa de la reunificacin italiana y del liberalismo en general, e incluso tachndosele de excomandante [al
servicio] del supremo dictador que tiraniz a Europa -alusin a Napolen I- y de ex-venerable de los francmasones 17. Su autoridad
espiritual tambin era cuestionada, y refutada la doctrina de la infalibilidad pontificia, cuya transformacin en dogma no se dejara esperar, sindolo en efecto en 1870 en el marco del concilio Vaticano I.
El asunto de la incautacin y confiscacin del folleto de referencia fue llevado personalmente por el gobernador de Mlaga. Lo era
por entonces el valenciano Antonio Guerola, eficiente funcionario
que a lo largo de su carrera estuvo al frente de una decena de gobiernos civiles, para ser despus director general de Beneficencia, subsecretario de Gobernacin y consejero de Estado, ejecutoria personal
que nos es bien conocida por haber dejado el interesado constancia
16. SANTMOTRELS, Barn de, Imposturas del Pontfice Rey y de su Satnica Curia. Por el Caballero (...), s.l. (Gibraltar), s. d. (1859), p. 4.
17. Ibid.
18. GUEROLA, A.: Memorias del gobernador (...), Introduccin y edicin por F.
Surez, Sevilla 1995, 8 vols. (la obra se centra en el paso de Guerola por los gobiernos de Mlaga y Sevilla, pero la biografa es reconstruida por el editor en su bien
documentada introduccin t. I, pp. 27-56).
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pormenorizada de la misma en unas Memorias recientemente publicadas por Federico Surez en ocho volmenes18. Siendo Guerola individuo de creencias catlicas firmes y militante del partido Moderado, se mantuvo siempre atento para impedir cualquier actividad que
cuestionara o amenazase los privilegios de la Iglesia catlica en Espaa, pas convertido en Estado confesional en virtud del artculo 11
de la entonces vigente Constitucin de 1845 19, una realidad ratificada posteriormente en el Concordato con la Santa Sede de 1851 20.
Lo primero que hizo Guerola fue informar al obispo de la dicesis de la circulacin en la misma de un folleto protestante introducido desde Gibraltar, al tiempo que le remita varios de los ejemplares intervenidos para que procediera a su examen y adoptara las medidas que creyera pertinentes. El gobernador, por su parte, sin esperar la respuesta del mitrado, y a la vista de los contenidos del folleto,
curs sin demora una circular a los alcaldes de la provincia, previnindoles para que, ... valindose de todas las medidas que les sugiera su celo y estn al alcance de sus facultades, impidan la circulacin del mencionado folleto con arreglo al artculo 4 de la Ley vigente de imprenta, y recojan los ejemplares del mismo que puedan
ser habidos, los cuales remitirn a este Gobierno de provincia 21. En
el mismo da -3 mayo de 1859- envi un detallado oficio al ministro
de la Gobernacin ponindole al corriente de este asunto.
Por su parte, el obispo de la dicesis, que ya en 30 de abril haba
enviado a los prrocos una circular avisndoles de la circulacin del
que tildaba de impo folleto, distribuido clandestinamente por todo
el obispado, das ms tarde (10 mayo) hizo pblica una extensa Carta Pastoral de diecisis pginas, ensalzando el misterio de la Inmaculada Concepcin de Mara, as como a Po IX y su declaracin
19. La Religin de la Nacin espaola es la Catlica, Apostlica, Romana. El
Estado se obliga a mantener el culto y sus ministros cfr. Constituciones Espaolas
y Extranjeras, Edicin de J. de Esteban, Madrid 1977, t. I, p. 160. (Las restantes
confesiones cristianas ni siquiera son mencionadas, por tanto no se prev tolerancia
alguna porque jurdicamente no existen).
20. PREZ ALHAMA, J., La Iglesia y el Estado Espaol. Estudio histrico-jurdico a travs del Concordato de 1851, Madrid 1967, pp. 330-331 (la unidad catlica).
21. BOPM (Boletn Oficial de la Provincia de Mlaga), 4 de mayo 1859. (La
circular aparece fechada el da anterior).
22. CASCALLANA, J. N., Carta Pastoral del Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Mlaga, en defensa de la definicin dogmtica del Misterio de la Inmaculada Concepcin de Mara, Mlaga 1859.
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De acuerdo con el Sr. Obispo 30, que va a publicar sobre ese folleto una
razonada impugnacin 31, he credo conveniente publicar en el Boletn Oficial de maana 32 la circular de que incluyo copia, mandando recoger los
ejemplares que puedan ser habidos de ese folleto, con arreglo al artculo 4
de la ley vigente de imprenta; sin perjuicio de proseguir yo mis investigaciones secretas para ver si puedo descubrir algo ms, respecto al original
del citado folleto.
Dos circunstancias notables han ocurrido despus en este asunto.
Don Toms Beltrn Soler, anciano ya, literato que ha estado muchos
aos emigrado, y que ahora reside en esta Ciudad, trat de publicar un escrito titulado La cuestin de Italia, y lo present antes confidencialmente al
fiscal de imprenta. Este le manifest, por indicacin ma, que no eran oportunos dos prrafos que intercalaba, relativo el uno al supuesto yugo del
Pontfice 33 sobre los Romanos, y atribuyendo en el otro al Emperador de
los franceses 34, como mvil de su conducta en la cuestin de Italia, la necesidad de dar Coronas a dos individuos de su familia.
El Sr. Beltrn Soler se me present entonces para hablarme sobre esto,
quedando conforme en retirar dichos prrafos; pero enseguida me present
otro folleto manuscrito titulado De la autoridad de los Prncipes de la Iglesia y dedicado al Congreso de Diputados en apoyo del pensamiento del Gobierno en su proyecto de ley de imprenta.
Examinado por m este segundo folleto, he visto que a pesar de su dedicatoria no habla del proyecto de ley de imprenta ms que en sus cinco ltimas lneas. Todo el resto del folleto tiene por obgeto combatir la autoridad
de los Papas, suponindola de origen humano y ambicioso, y tratando de
probar que en los primitivos tiempos de la Iglesia esta estaba enteramente
sujeta a la potestad civil. De este principio arranca tales consecuencias en
todo lo relativo a la disciplina de la Iglesia, dispensas matrimoniales y otros
puntos, [de forma] que viene a ser el folleto un verdadero plagio o copia de
esa manoseada y siempre rebatida doctrina de los escritores protestantes. V.
E. podr servirse ver si estoy equivocado en esta apreciacin por la adjunta
copia del citado escrito que he mandado sacar rpidamente 35.
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III. Nuevos informes de Guerola al ministro sobre Soler y su huda a Gibraltar. Introduccin en la provincia de propaganda protestante (mayo,
1859) 37
Excmo. Sr.,
Hace algn tiempo que, por noticias de mis confidentes y por varios datos que he ido recogiendo, tengo la conviccin de que los propagandistas
protestantes redoblan sus esfuerzos para difundir en Espaa las doctrinas
religiosas de la Reforma, valindose para ello de los libros y folletos en que
se combate y ridiculiza la autoridad del Papa; en cuyo trabajo esta provincia
es de las que ms se prestan a tales miras por su proximidad a Gibraltar.
V. E. recordar, tal vez, lo que tuve el honor de manifestarle en mi comunicacin reservada de 3 del corriente respecto al folleto titulado Imposturas del Pontfice Rey, sobre el cual he adquirido nuevas noticias reservadas, las cuales no me dejan duda de que el autor, el titulado Barn de Santmotrels, es el D. Toms Beltrn Soler, como indiqu a V. E. en dicho escrito. Este sugeto, huyendo al parecer del procedimiento criminal incohado en
uno de los juzgados de esta capital para descubrir al autor del mencionado
folleto, march a Gibraltar hace algunos das.
Ahora ha ocurrido un nuevo incidente. En virtud de las instrucciones
que tengo comunicadas para que se egerza la mayor vigilancia con el fin de
impedir la introduccin clandestina de libros de esta clase, el oficial de Carabineros encargado del fondeo de los buques en este puerto sorprendi hace tres das en el vapor procedente de Gibraltar 27 ejemplares del adjunto
folleto titulado Preservativo contra Roma, si bien con la desgracia de no haberse podido descubrir el pasagero a quien perteneca.
Si V. E. se digna ojear ese folleto, cuya circulacin fue ya prohibida por
la Real orden que V. E. se sirvi comunicarse en 2 de Diciembre ltimo, podr V. E. observar que encierra el catecismo de la Reforma, y el compendio
de todo cuanto han dicho sus partidarios para destruir y ridiculizar nuestras
creencias catlicas. Segn se deduce de su contenido, est escrito por un antiguo clrigo espaol, que debe ser anciano y residir en Inglaterra 38. He dado conocimiento de esta apre[hen]sin de libros al juzgado para formacin
de la correspondiente causa, y he reiterado las rdenes para que en todas
partes, pero especialmente en las procedencias de Gibraltar, se ejerza la mayor vigilancia sobre este asunto. Obro en todo lo relativo al mismo, de
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acuerdo con el dignsimo Sr. Obispo de esta Dicesis, el cual animado del
mayor celo por la defensa de la fe catlica, ha publicado la pastoral de que
incluyo dos ejemplares 39.
Doy importancia a este asunto, Excmo. Sr., porque puede tenerla grande
en Mlaga. Las doctrinas protestantes que tanto tienden a debilitar la autoridad eclesistica, e indirectamente la civil, son una semilla que puede producir tristes frutos arrojada entre los elementos revolucionarios que abriga
esta capital y de modo que no solo lo miro como cuestin religiosa, sino como de una gran trascendencia poltica.
Dios ...etc. Mlaga, 31 de Mayo de 1859. ANTONIO GUEROLA.
Excmo. Sr. Ministro de la Gobernacin del Reyno.
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Universidad de Mlaga
La vinculacin de la Inmaculada con el ejrcito espaol es de sobra conocida y ha sido ampliamente tratada por historiadores y estudiosos, tanto desde el punto de vista de la historia social del grupo
castrense, como desde la ptica de la religiosidad. En el siglo XIX tratadistas militares de gran prestigio como Clonard 1, Estbanez Caldern 2 y Barado 3 reflejaron en sus estudios histricos el papel y la influencia de la Inmaculada sobre la infantera espaola, una de las Armas ms tradicionales de nuestro ejrcito.
En efecto, la tradicin de la Inmaculada como patrona del arma
de Infantera, el grupo ms numeroso de militares que integran el
ejrcito de tierra, se remonta al siglo XVI y a ello se han referido, en
el pasado siglo, otros escritores siguiendo la lnea trazada por los tratadistas decimonnicos. De la atencin que durante el siglo XX despert la idea del patronazgo de la Inmaculada en el mbito castrense
nos sirve de ejemplo la Revista Ejrcito, que durante la segunda mitad de aquella centuria recogi en sus pginas diversos trabajos y notas relacionadas con este tema. Sin nimo de ser exhaustivos recogemos algunos de ellos.
As, Alfonso Moreira situa el inicio del patronazgo oficial de la
Inmaculada en un Decreto (sic) de 12 de diciembre de 1892, firmado por la Reina Mara Cristina; pero considera que naci, en realidad, a partir del hecho de la isla de Blommel en el que el Tercio del
1. SOTTO, S. Mara de, conde de Clonard, Historia orgnica de las armas de infantera y caballera espaola, Madrid 1850. Obra que rene en diecisis volmenes la historia general de estas dos armas y la de cada uno de sus regimientos.
2. ESTBANEZ CALDERN, S., Historia de la Infantera espaola. Obra que no
lleg a publicarse pero de cuyos apuntes y borradores se tiene constancia tanto en el
Archivo General Militar de Segovia como en la Real Academia de la Historia.
3. BARADO Y FONT, F., Museo militar: historia del Ejrcito espaol, armas indumentaria, sistemas de combate, instituciones y organizacin del mismo desde la
antigedad hasta nuestros das, Barcelona 1882 1886.
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Maestre Bobadilla escap del asedio de los holandeses cuando se hel la superficie del mar, permitiendo a los soldados saltar a los barcos
y alcanzar una de las victorias ms rotundas de Alejandro Farnesio,
despus de que un arcabucero cavando una trinchera, se encontrara
un lienzo con la imagen de la Virgen Mara, a cuya intercesin atribuyeron el milagro de la helada. Esta especial relacin con la Virgen
se contina en Bruselas ya que aquel Tercio para perpetuar el hecho
y su devocin a la Inmaculada, levant una iglesia bajo su advocacin, en la Plaza de los Pajes. Para este autor la correspondencia del
Arma de Infantera y la Pursima se mantena an en el momento de
escribir su artculo (1991) por lo que sealaba:
Nuestra Infantera, que se enorgullece de ser depositaria de las glorias de tan afamados Tercios, tiene hoy otra dama a quien demostrar
su galantera, rindiendo a los pies de su trono los arreos marciales:
esa Dama es la virgen Inmaculada, su Patrona espiritual que, con la
fidelidad a la Patria y el culto a su Bandera, son las tres devociones
ms puras y venerables de los que amor vida les consagran 4.
Unos aos antes, la misma revista haba publicado un artculo dedicado a la Patrona de la Infantera, escrito por Luis Grvalos Gonzlez y titulado Nuestra Seora de la Infantera 5. En el se recoga de
forma algo ms extensa la historia del patronazgo de la Inmaculada y
su evolucin a lo largo de cuatro siglos.
La accin de Bommel la sita en 1585, destacando la actuacin
de Alejandro Farnesio que pona todo su genio y ciencia militar en el
intento de evitar la fragmentacin de los Pases Bajos. Su relato parte del asedio de los espaoles en diciembre de ese ao; para el Tercio
Departamental de Holanda, al mando de don Francisco Arias de Bobadilla, conde de Puoenrostro, diciembre empezaba muy poco prometedor, pues los holandeses lo tienen sitiado en la isla de Bommel;
al enemigo se le resiste valerosamente pese a que una escuadra le
presta mayor poder de fuego en el estrecho asedio que mantiene. Los
espaoles, responden con eficacia, aunque escaseen municiones y
vveres; Bobadilla enva mensajeros al caudillo Farnesio y al conde
de Mansfeld; regresan heraldos anunciando refuerzos que nunca lle4. ALFONSO MOREIRA, P., Valerosos y Galantes, en Revista Ejrcito (Madrid),
n 623 (1991) 104-106.
5. GRAVALOS GONZLEZ, L., Nuestra Seora de la Infantera en Revista Ejrcito (Madrid), n. 539 (1984) 71-75.
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garn, el da 6 se ven arder en la lejana los buques portadores del auxilio prometido.
El espritu, sin embargo, no decae. Al da siguiente confiesan, comulgan y se preparan para lo peor mientras cavan trincheras donde
detener el inminente asalto o ser enterrados en ellas. Un soldado,
mientras inscribe en el terreno su voluntad de resistir a toda costa, topa con un objeto duro, se arrodilla, mete sus manos entre la tierra fra
y hmeda y de ella extrae una tabla pintada con vivos colores; quiz
ms por curiosidad que por otra cosa, la limpia con una esquina de su
rada ropa y oh, jbilo! Lo que aparece ante l es una imagen de la
Inmaculada Concepcin de Mara. Da voces. Todos acuden a verla,
coinciden en considerar el hallazgo como un feliz augurio, la llevan
en procesin hasta la iglesia del pueblo y la colocan en un trono bajo
la bandera del Tercio, saludndola con una Salve.
Cuando llega un mensajero del conde de Holack, que manda la
escuadra enemiga, intimidando a la rendicin Bobadilla responde:
Los espaoles han probado siempre que prefieren la muerte a la
deshonra y no he de ser yo quien les seale otro camino. El enemigo, en un nuevo intento de someterles, abri un boquete en los diques, las aguas subieron y la tropa hubo de replegarse a tres pequeas dunas que todava emergan y al bosquecillo de Emplem. Mal
vestidos, peor alimentados, mojados y ateridos de fro el fin pareca
inevitable.
Bobadilla rene en consejo de guerra a sus capitanes y les dice:
Queris que se quemen las banderas, se inutilice la artillera y
abordemos de noche las galeras, prometiendo a la Virgen ganarlas o
perder todos, sin quedar uno, la vida? La respuesta es unnimemente afirmativa; esa tarde un recio vendaval rasga el tupido manto de
celajes que cubra el firmamento y, sucediendo el temporal a la calma, un fuerte viento barre las aguas mientras que un agudsimo fro
comienza a congelar el Mosa. Cambia la situacin, Holack, temeroso de que sus naves queden atrapadas en el hielo, busca aguas ms
salobres, profundas y seguras mientras exclama: Parece que Dios es
espaol, pues ha obrado tan gran milagro.
En la madrugada del 8, sobre el hielo, a pie enjuto, el Tercio alcanza a asaltar diez navos, sorprende a los efectivos terrestres enemigos y captura dos mil prisioneros, artillera y municiones. En accin de gracias y por el favor, atribuido a la intercesin de Mara, llevan su imagen hasta el Bois le Duc, proclaman a la Inmaculada Pa-
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Lo cierto es que la revista no se limitaba a publicar solamente trabajos como el que hemos resumido. Entre los historiales de las unidades del ejrcito, publicados a lo largo de varios aos, se recogieron
311
los de algunos de aquellos regimientos de infantera que, como sealaba la RO. de 1892, haban tenido desde mucho antes a la Inmaculada como Patrona, tales como:
Regimiento de Infantera Zamora n 8. Es el heredero del Tercio de Bobadilla, creado en 30 de abril de 1580 por don Francisco
Arias de Bobadilla, conde de Puonrostro, su primer Maestre de
Campo; contaba inicialmente con tres mil plazas agrupadas en doce
compaas, gran parte de sus miembros procedan de la provincia de
Zamora. Dos aos ms tarde se le denomin como Tercio de las Azores, en memoria de su destacado comportamiento en el combate naval de San Miguel; en 1585 pasa a Flandes, tomando el nombre de
Tercio Departamental de Holanda. En 1710 fue repatriado a Espaa,
siendo designado a partir de 1713 como Tercio de Valois; la reorganizacin de 1718 le fusiono con el regimiento de Zamora levantado
en 1704. Segn Becerra tuvo siempre por patrona a la Inmaculada
Concepcin de Mara Santsima, de la que fue hallada una imagen
enterrada en la isla de Bommel (Holanda) el 7 de septiembre de de
1585 por uno de los soldados del Tercio6.
312
mente se compuso de veintisis compaas con cerca de mil hombres, la mayora naturales de la provincia de Madrid. En 1664 se le
dio la denominacin de Tercio Provincial de Burgos, pero fue ms
conocido como Tercio de los Amarillos Viejos, debido al color de la
prenda de abrigo (la hungarina 8) que usaban sus componentes. En
1702 fue reconvertido, en Barcelona, a un batalln de trece compaas y dos aos ms tarde, en 1704, se le constituy en regimiento de
doce compaas. El nombre de Guadalajara le sera asignado por la
Ordenanza de 1707. Desde su fundacin tuvo por patrona a la Inmaculada Concepcin 9.
Pero el patronazgo de la Inmaculada no es exclusivo de la Infantera y se extiende, progresivamente, a otros integrantes del Ejrcito
de Tierra, adems de los infantes. As podemos comprobar que en el
ao 1979 se felicitaba a los diplomados de Estado Mayor y a los integrantes de distintos Cuerpos que, por aquel entonces, existan en la
organizacin de nuestro ejrcito y tenan tambin por patrona a la Inmaculada; celebrando, igualmente, la festividad el 8 de diciembre.
Estos otros protegidos eran los jurdicos, los interventores, los veterinarios, los farmacuticos, el clero castrense (Cuerpo Eclesistico)
y los miembros de Oficinas Militares (Cuerpo de Oficinas Militares) 10.
La celebracin de la patrona ha sido siempre acompaada de festejos y paradas militares, as lo recrea Moreira: Las celebraciones del
da en el que la invicta Infantera espaola honraba a la Inmaculada,
su valedora celestial, eran antao compartidas por un pueblo noble y
encariado con sus soldaditos. El paso de la compaa de honores
que desde su cuartel se diriga al inmediato templo, para rendir homenaje de filial devocin a su excelsa Patrona, era presenciado por
8. Segn Manzano Lahoz, el vestuario de los Tercios Provinciales de Infantera
se compona en 1652 de: una camisa de lienzo de Bravante; un jubn de lo mismo;
una hungarina de pao pardo catorceno; unos calzones de lo mismo; unas medias de
pao con pies de lo mismo; un par de zapatos de cordobn; coleto de badana; sombrero de color; pauelo para el cuello; espada y tahal. MANZANO LA HOZ, A. El Siglo XVII. Reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II, en conferencia del II Curso
de Uniformologa Militar Espaola, Servicio Histrico Militar y Museo del Ejrcito, Madrid 1993.
9. BECERRA DE BECERRA, E., El Regimiento de Infantera Guadalajara n 20,
en Revista Ejrcito (Madrid), n 503 (1981) 69-74.
10. Segn felicitacin inserta en el nmero de Diciembre de ese ao. Revista
Ejrcito (Madrid), n 479 (1979) 33.
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un abigarrado pblico [] tiempos en los que los ciudadanos se recreaban con el vistoso desfile 11.
Las citas recogidas hasta ahora no dejan de tener cierta ambigedad, quizs por tratarse de artculos divulgativos. Un carcter ms riguroso y que pretende recoger el suceso de Bommel con ms amplitud y apoyndose en fuentes documentales coetneas a lo all acontecido tiene el trabajo de Ms Chao y Snchez de Toca, titulado La
Piedad y la Fura12. Estos autores se separan de los anteriores optando por denominar al hecho como El milagro de Empel ya que la localizacin exacta de los tres tercios viejos de infantera espaola, aislados y cercados por la flota rebelde era el dique de Empel frente a la
isla de Bomel, en Flandes. La forma en que escaparon a la destruccin fue calificada por los catlicos de Milagro, mientras que los historiadores protestantes consideraron que haba sido debido a una
desafortunada concurrencia de circunstancias inslitas. Coincidiendo en que el llamado Milagro de Empel propag en la Infantera espaola la devocin a la Pursima que tres siglos despus tomara rango oficial.
Sin embargo, la denominacin no es nueva, ya en 1947, Luis Fumarola inclua entre los cien hechos ms destacados de la historia
militar espaola el hecho de Emple, situndolo en una humilde aldea
as llamada que estaba en la isla de Bommel y destacaba que el culto
a la Pursima naci all, acrecentndose por su carcter milagroso 13.
El relato de Ms Chao y Snchez de Toca recoge detalladamente
los antecedentes, la situacin inicial de las fuerzas que intervienen y
la sucesin de acontecimientos que daran lugar a la adopcin de la
Inmaculada como patrona de la Infantera espaola muchos aos
ms tarde. Por ello creemos adecuado realizar un apretado resumen
de l para enmarcar definitivamente el origen de esta tradicin tan
arraigada.
En 1579 los siete estados del norte de Flandes (Geldres, Holanda, Zelanda, Utrecht, Frisia, Overijssel, y Groninga) firmaron la
11. ALFONSO MOREIRA, P., Pasa la Infantera en Revista Ejrcito (Madrid), n
611 (1990) 102-105.
12. MAS CHAO, A., y SNCHEZ DE TOCA, J. M, La Piedad y la Furia en La
Infantera en torno al Siglo de Oro, Madrid 1993, pp. 95-128, esp. 100-116.
13. PUMAROLA ALAIZ, L., Cien ejemplos gloriosos de nuestra historia militar,
Barcelona 1947, pp. 96-98.
314
315
14. Del relato del testigo presencial Alonso Vzquez. Cfr. MAS CHAO y SNDE TOCA, o.c., p. 108.
CHEZ
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317
16. MS CHAO y SNCHEZ DE TOCA, o.c., p. 111. El relato est reconstruido por
los autores a partir de dos fuentes distintas: la historia del citado Alonso Vzquez y
la obra de Estrada.
318
319
Hasta aqu el relato de los inicios de una devocin profundamente arraigada hoy entre los infantes espaoles y el devenir histrico
hasta su consolidacin oficial. Las investigaciones realizadas en el
siglo XX, citadas anteriormente, tuvieron sin embargo un antecedente casi inmediato al inicio del patronazgo oficial.
En efecto, ya en el ao 1904, apenas ocho despus de la proclamacin de la Inmaculada como nica Patrona del Arma de Infantera, el Capitn Antonio Garca Prez present una memoria en el certamen Mariano de Sevilla -celebrado a principios de diciembre de
ese ao-; su trabajo, titulado Glorias de Mara Inmaculada en los hechos de armas ms salientes del Ejrcito Espaol, sera merecedor
de un premio extraordinario otorgado el 5 de dicho mes.
Creemos que esta memoria sera el primer trabajo que se presenta en el reinado de Alfonso XIII, iniciado formalmente tras su nacimiento como hijo pstumo de Alfonso XII y efectivamente el 17 de
mayo de 1902 (al ser declarada su mayora de edad y jurar ante las
Cortes), y por tanto debera ser considerada como antecedente directo de los ya mencionados. A este primer estudio, unira el joven autor
otros dos -presentados al ao siguiente en Zaragoza, en el Congreso
Mariano celebrado en la capital aragonesa- que completaban sus estudios sobre la Inmaculada: Influencia en el Arma de Infantera de su
Patrona la Pursima Concepcin, que obtendra un primer premio, y
el titulado Porqu la valerosa Infantera espaola adopt como Patrona nica la Inmaculada Concepcin? que fue distinguido con una
Mencin Honorfica.
Su trabajo en el campo mariano no era su primera incursin en el
difcil mundo de la escritura ya que su primer ttulo presentado a la
luz pblica fue un estudio profesional realizado en 1895, siendo Segundo Teniente de Infantera y prcticamente recin salido de la
18. Ibdem, p. 115.
320
Academia de Infantera, titulado Nomenclatura del fusil mauser espaol, modelo 1.893, obra que le hizo merecedor de una mencin
honorfica por el celo y laboriosidad revelados en ella segn consta en su hoja de servicios 19.
Antonio Garca Prez fue un oficial con una larga trayectoria,
tanto profesional como intelectual. Nacido en la ciudad cubana de
Puerto Principe, el 3 de enero de 1874, ingres como cadete en la
Academia General Militar situada por entonces en la ciudad de Toledo el 7 de julio de 1891, iniciando sus estudios en aquel centro el
30 de agosto de ese ao (con 17 aos). Tras tres aos de aprendizaje
y formacin, repartidos entre la citada academia y la de Infantera
pero siempre en Toledo, fue promovido al empleo de 2 Teniente de
Infantera 20, el 10 de julio de 1894.
En ese periodo toma contacto por primera vez con la idea del patronazgo de la Inmaculada. En efecto, la disolucin de la Academia
General Militar -decidida segn un Real Decreto de 8 de febrero de
1893- llevada a cabo por decisin del Ministro de la Guerra, el malagueo Jos Lpez Domnguez, supuso la incorporacin de los alumnos que en ella cursaban sus estudios a las Academias de sus respectivas armas a partir del 1 de julio de ese ao. Garca Prez, junto con
el resto de sus condiscpulos pertenecientes a la Infantera, vivira as
la segunda celebracin de la Inmaculada como nica Patrona del Arma el 8 de diciembre de 1893, aunque ya haba participado como cadete de la Academia General en los festejos del ao anterior.
Es de suponer que este hecho sera uno de los recuerdos y motivaciones que le impulsarn pocos aos ms tarde a investigar y escribir sobre el origen y la significacin de la Virgen Inmaculada como patrona de la Infantera.
Durante su formacin en Toledo estudia un extenso programa de
asignaturas entre las que podemos citar, las Ordenanzas, Geografa
19. A(rchivo) G(eneral) M(ilitar) de S(egovia), Seccin 1, Divisin 1, leg. G10. Expediente Personal de Antonio Garca Prez. Todas las referencias a este Oficial estn extradas de este Expediente, salvo indicacin expresa.
20. Este empleo era el ms bajo del escalafn de oficiales, y para los oficiales
procedentes de las Academias de Infantera y Caballera (las denominadas Armas
generales) supona el inicio efectivo de su carrera profesional. En cambio para los
llamados Cuerpos Facultativos, Artillera e Ingenieros, slo supona un paso ms
en sus estudios, iniciando su carrera profesional, fuera ya de la Academia respectiva, con el empleo de Primer Teniente. (nota del autor)
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tor de la Diputacin provincial de Cceres, al Magistrado del Tribunal Supremo don Carlos Zumrraga, el 4 de enero de 1933:
Del trato de este Jefe con los republicanos de esta capital he de aadirle, que en cierta ocasin, en plena Dictadura, el capitn de artillera y aviador don Ramn Marino Gonzlez de la Croix que me
acompaaba, por resistirme yo a quitarme de la solapa un lazo tricolor que quiso arrancarme un Polica, prorrumpi en vivas a la Repblica, por lo que fue detenido y llevado al palco del Coronel Sr. Garca Prez, presente en aquel lugar.
El Coronel suavemente habl al artillero, llamndole compaero, invitndole y obsequindole, dejndole en libertad y defraudando a la
Polica. Persona de correcto trato y espritu delicado, comprendi
que no deba consentir ni amparar la humillacin que se nos impona.
Y por este carcter suyo, que le movi a fomentar la cultura y dar
buen trato al soldado, creando en el cuartel la biblioteca, el gimnasio, las salas de estudio y recreo, un pequeo museo, etc la Junta
de Capitanes que entenda la Administracin de los fondos del Regimiento sin duda de otro modo, choco con l.
Sea de una forma o de otra la lnea iniciada por este infante, diplomado de Estado de Mayor, aunque ignorada por los historiadores
actuales creemos que merece nuestra atencin para futuros trabajos;
por ello estamos trabajando para localizar y recuperar sus estudios
sobre la Inmaculada como Patrona de la Infantera.
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
Los modestos orgenes de la Universidad toledana se remontan a
1485, cuando el Maestrescuela de la catedral, Francisco lvarez de
Toledo y Zapata 1, alcanza la aprobacin pontificia para establecer un
Colegio para treinta escolares pobres 2, en el que habra dos ctedras,
una de gramtica y otra de cnones. Cuando consigui aumentar las
rentas proporcion unas casas propias al Colegio, aument el nmero de ctedras y obtuvo del papa la facultad de conferir grados, con
lo que el Colegio se transformaba en Universidad segn el modelo
Alcalano 3. Pero en esta unin, el Colegio dominaba a la Universidad, que est sometida en los rganos de gobierno y carece de locales propios en los que desarrollar su actividad, compartiendo los de
Santa Catalina pero satisfaciendo anualmente la cantidad de siete mil
maravedes.
1. De familia conversa, haba sido en Roma familiar del papa Sixto IV. Colaborador de los arzobispos Mendoza y Cisneros, por los cuales tom posesin de la dicesis en 1483 y 1495 respectivamente; su fundacin se encuentra en la lnea de la
establecida en Sigenza, donde era prelado Mendoza y vicario general un Cisneros
todava no franciscano. Vid. breves notas biogrficas del Maestrescuela toledano, de
Ramn Gonzlvez en Piedras vivas, Toledo 1992, pp. 42-43, y ngel Fernndez
Collado, La catedral de Toledo en el siglo XVI, Toledo 1999, pp. 62-63.
2. Bula Etsi Nos de Inocencio VIII; Roma, 7 de mayo de 1485, Archivo Histrico Provincial de Toledo (= AHPT), Instituto, leg. 4/1. El Colegio, con el ttulo de
Santa Catalina, se abri en unas casas que le cedi el cabildo catedralicio, pertenecientes a la Obra y Fbrica, en la colacin de San Andrs. Los treinta escolares quedaron pronto reducidos a 12, ms 12 capellanes, todos ellos becados.
3. Len X, Roma 22 de febrero de 1520. Muerto el fundador en 1523, encarcelado en Valladolid por su participacin en la Comunidad, su sobrino, el tambin Maestrescuela Bernardino de Zapata, dot al Colegio-Universidad de sus primeras
Constituciones, que fueron aprobadas por la reina doa Juana y su hijo el Emperador el 12 de mayo de 1529. Sus dieciocho constituciones slo se ocupaban de la colacin de los grados de bachiller, licenciado y doctor en las Facultades de Artes, Cnones y Leyes, Medicina y Teologa.
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4. Entre ellas estaba la de griego, para el maestro lvar Gmez. Para la Universidad era evidente su subordinacin al Colegio, pues el testamento del Maestrescuela detraa de las nuevas rentas de los beneficios 30.000 mrs para las Capellanas. La
bula de Julio III, Roma 19 de enero de 1552, AHPT, Instituto, leg. 4/1; el testamento, 5 de marzo de 1556, leg. 4/4.
5. Archivo Histrico Nacional (= AHN), Consejos, leg. 5490/1: Bula de Pablo
IV, Roma 23 de marzo de 1557 y Constituciones de la Universidad de Toledo de
1557.
6. sta fue la razn de no darlas a las prensas. Las Constituciones de la Universidad de Toledo no se imprimiran hasta 1695. Sus sesenta y nueve constituciones
regulaban: los oficios, las ctedras y los catedrticos, las obligaciones de los estudiantes, la ordenacin acadmica, la administracin de la hacienda y la organizacin
de actos y fiestas por la Universidad. De acuerdo con la Constitucin 7, las ctedras
eran 18: Cuatro en cada una de las Facultades de Teologa (Prima y Vsperas de Santo Toms, Escritura y Durando), Cnones (Prima y Vsperas de Decretales, Decreto
y Sexto de las Decretales), Leyes (Prima y Vsperas de Digesto nuevo y viejo, Cdigo e Instituciones) y Artes; adems de una de Retrica, dos de Griego y otra de
Matemticas; y slo dos ctedras en Medicina (Prima y Vsperas de Galeno e Hipcrates). Los salarios van desde los 30.000 mrs de las Ctedras de Prima de Teologa,
Cnones y Leyes, a los 7.000 mrs de la de Retrica. AHPT, Instituto, leg. 4/6.
331
Estas procesiones, con mazas e insignias doctorales y magistrales, son extraordinarias y no estn recogidas en las Constituciones
que slo incluyen actos solemnes en la inauguracin del curso, el da
de San Lucas, y en las fiestas de Santa Catalina, la titular del Colegio, y de San Ildefonso, el patrn de la ciudad. Pero las fiestas universitarias toledanas son siempre modestas, si las comparamos con
las celebradas en otras universidades, ms ricas y con mayor nmero
de maestros y estudiantes. Veamos un ejemplo.
En 1616, tras concluir la nueva capilla de la Virgen de Sagrario,
toda la ciudad se apresta para su inauguracin y el traslado de la imagen al que asistir el rey. Tanto el ayuntamiento como el cabildo catedralicio van confeccionando sus programas de festejos con suficiente antelacin, invitando a participar a los diversos estamentos,
corporaciones y gremios ciudadanos, sin olvidar al particular gremio
que constituye la Universidad. As, el 28 de agosto, comparecen ante el claustro el regidor Juan Pinelo y el jurado lvaro Soto, comisionados por el ayuntamiento, para solicitar que la Universidad hiciese alguna demostracin de fiestas el da de la traslacin de Nuestra Seora del Sagrario a su capilla 8. Tras escucharlos, el asunto se
trat en el claustro tomando la determinacin de enviar sendas comisiones a las universidades de Salamanca y Valladolid para ver qu se
hace en ellas en ocasiones semejantes, al tiempo que se comunicaba
a la ciudad el deseo grande que la Universidad tiene de servirla y
que tiene nombrados comisarios para ver en qu modo se han de hacer las dichas fiestas, conforme a la autoridad de la Universidad 9. El
4 de septiembre informaban al claustro los comisionados de las costumbres usadas en las universidades de Salamanca y Valladolid en
ocasiones semejantes, que era haciendo mscaras y haciendo carros
triunfales 10. El secretario no recogi en el acta del claustro el efecto
que esta informacin produjo en los asistentes que inmediatamente
7. Relacin y memoria de la entrada en esta cibdad de Toledo, del rey y reina,
nuestros seores, don Felipe y doa Isabela, y del recibimiento y fiestas y otras cosas, ao de 1561 en Relaciones y Histricas Toledanas de Sebastin de Horozco,
Toledo 1981, p. 184.
8. Universidad de Toledo. Actas de claustros celebrados desde el 30 de agosto
de 1612 a 13 de julio de 1680, AHPT, Instituto, 429, f. 10.
9. Ibdem, f. 10.
10. Ibdem, f. 10v.
332
debieron calcular el coste y acordaron remitir a los seores comisarios hiciesen las fiestas en el modo que mejor les pareciese, de suerte que se cumpliese con la autoridad debida, al tiempo que sealaban que
el gasto saliese del dinero que hubiese en las arcas de grados, y lo
que faltase se pagase de los grados que hubiese, quitando a los seores doctores y maestros la mitad de las propinas hasta estar pagado el
gasto que se hiciese en las dichas fiestas11.
As pues, la Universidad estaba dispuesta a participar en las fiestas con la pompa y lucimiento que correspondan a su autoridad, pero no a costa de vaciar sus arcas e hipotecar su economa. Esta preocupacin por la buena administracin de sus escasos recursos condiciona, como ms abajo se ver, el desarrollo de las fiestas universitarias, en las que lo habitual es la procesin solemne de la corporacin,
con insignias y mazas, a lo ms con msica de acompaamiento.
Esto fue lo que aprob el claustro del 24 de octubre de aquel ao
para ir a besar las manos a Felipe III, que haba llegado a Toledo para asistir a la traslacin de la Virgen de Sagrario:
y despus de conferido y tratado, determin el seor Maestrescuela
y claustro fueren a besar las manos de su majestad y altezas, y que
fuese la Universidad a caballo, con sus insignias y maceros delante12,
333
acompaamiento en el convento de Santa Isabel la real de esta ciudad, a las nueve del da 13.
334
19. En 1270 Esteban, obispo de Pars, conden trece errores contra la fe corrientes en el pensamiento de la poca. Aunque no se aluda a ningn autor en concreto se refera a las teoras de Averroes y posiblemente tambin a las de Toms de
Aquino. La condena se encuadra en la oposicin general a las nuevas doctrinas contra las que igualmente se haba manifestado Buenaventura en 1268. Toms de Aquino muri en 1274 y tres aos despus su sistema sufri un ataque an ms duro: la
condena del obispo se ampli a 219 proposiciones. Para defender a su antiguo discpulo en el debate se desplaz a Pars desde Colonia el anciano Alberto. La polmica
segua abierta y en el inmediato Captulo General de la Orden, celebrado en Miln
en 1278, los dominicos aceptaron las enseanzas de Toms haciendo de ellas sus
doctrinas oficiales.
20. Es necesario hacer notar que los franciscanos haban incorporado la celebracin litrgica a su calendario en el Captulo General de 1263, celebrado en Pisa,
siendo Ministro General el mismo Buenaventura.
21. Representante de la Universidad de Salamanca y de Juan II de Castilla en el
Concilio, en el que acta como perito telogo, recibi el encargo sinodal de defender la doctrina de la Inmaculada Concepcin.
22. Dominico y cardenal desde 1436, participa en el Concilio como telogo
pontificio designado por Eugenio IV.
23. P. de Alcntara, La redencin y el dbito de Mara segn Juan de Segovia
y Juan de Torquemada, en Revista Espaola de Teologa, 16 (1956) 3-51.
335
la singularsima gracia de la voluntad divina no estuvo nunca sometida al pecado original, sino que siempre se vio intacta de la culpa
original y de la actual y fue santa e inmaculada, debe ser aprobada
por todos los catlicos como una doctrina piadosa y conforme con la
costumbre eclesistica, la fe catlica, la recta razn y la Sagrada Escritura [...] y que en adelante no se permitir a nadie que predique o
ensee en contra de ella 24.
Pero como esta definicin lleg tras la divisin del concilio y las
sesiones posteriores al traslado ordenado por el pontfice no tuvieron
reconocimiento cannico, la declaracin de la pa doctrina slo fue
aceptada por los conciliaristas que reconocan plena autoridad a lo
acordado en Basilea. Entre stos se encontraba la Universidad de Pars que, tras la adopcin de la fiesta, pronto decret que los que quisieran incorporarse a ella deberan jurar defender y mantener la pa
doctrina de la Inmaculada Concepcin de Mara.
A la larga, la declaracin de Basilea retras el reconocimiento
pontificio de la Concepcin Inmaculada al provenir de una asamblea
conciliarista. En la segunda mitad del siglo XV los defensores de la
potestad pontificia frente al concilio la atacaron como doctrina hertica y predicaron contra ella, como lo hicieron los dominicos Nicols
de Pornissio y Vincenzo Bandello en Lombarda 25. Sixto IV, que en
1477 haba aprobado la misa y el oficio Sicut lilium que para la celebracin de la fiesta entre los franciscanos compuso el protonotario
apostlico Leonardo de Nogarola 26, conden en dos ocasiones estas
predicaciones declarndose a favor de la libre aceptacin de la doctrina escotista 27. Durante este pontificado se desarrollar ampliamen24. Sesin XXXVI, 17 de septiembre de 1439, en MANSI, J. D., Sacrorum Conciliorum nova et amplisima collectio, XXIX, cols. 183 b, c.
25. A instancia del prncipe Hrcules de Este, duque de Ferrara, en 1477 se celebr una disputa pblica entre el dominico Vincenzo Bandello y el franciscano Bernardino de Feltre.
26. El Papa, Francisco della Rovere, que era franciscano y haba sido Ministro
General (1464-1469), no slo aprob la liturgia sino que concedi indulgencias a los
que participaran en ella: Constitucin Cum praeexcelsa, 27 de febrero de 1477. Algunos autores le consideran autor de un Tractatus de conceptione beatissimae Virginis, no publicado. El Oficio y Misa pueden verse en Lucas Wadding, Annales Minorum, tomo XIV (1472-1491), Quaracchi 1933, Ad annum 1477, nn. 170-171, pp.
195-197.
27. En ambas ocasiones lo hizo por medio de la Constitucin Grave nimis; la
primera, en 1482, va dirigida contra los predicadores en Lombarda; la segunda, con
el texto ligeramente retocado, tiene un alcance general contra los que llaman herejes
a los defensores de la pa doctrina y fue publicada el 4 de septiembre de 1483.
336
337
En diciembre de 1567 el telogo se retract, pero poco tiempo despus inst a que se hiciera una revisin y envi al papa una defensa de
su propia doctrina. Po V, el 13 de mayo de 1569, repiti en un breve la
condena de las proposiciones, y el 20 de junio de 1569 Bayo abjur
nuevamente de sus errores. Pero estas reiteradas abjuraciones no cerraron el debate y en 1579 se abri en Roma un proceso contra los partidarios de Bayo, preludio de la amplia controversia de auxiliis.
En 1570 el papa dominico Po V prohibi, una vez ms, las disputas
y los sermones sobre la cuestin inmaculista, salvo que los debates tuvieran lugar ante personas versadas en Teologa, as como escribir sobre el asunto en lengua vulgar, porque la pa doctrina haba abandonado las aulas para debatirse acaloradamente en auditorios populares. Pero los decretos pontificios fueron en todas partes ignorados pblicamente. Adems, el partido de los favorables a la opinin piadosa se vio
incrementado notablemente cuando los jesuitas se adhirieron oficialmente a ella en la Congregacin General de 1593. Poco a poco se iba
enrareciendo el ambiente entre los defensores de ambas posturas, que
termin por convertirse en enorme tumulto popular en Sevilla, en 1613,
cuando un dominico predic contra la piadosa opinin desde el plpito
de su convento. Desagravios, novenas, procesiones, octavarios... se sucedieron en la ciudad durante todo el ao de 1614 31.
2.1. Embajadas y votos
Felipe III, con el fin de poner trmino a las controversias doctrinales y los disturbios populares entre los defensores y adversarios de la pa doctrina 32, constituy en 1616 una Junta de Prela-
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dos 33, primer paso de la futura Real Junta de la Inmaculada 34, y envi una embajada a Roma 35, presidida por el abad benedictino fray
Plcido Tosantos 36, solicitando al papa Pablo V la definicin del
dogma de la Inmaculada Concepcin de Mara 37. Para hacer fuerza, junto a estos movimientos diplomticos, el 14 de octubre el
monarca se dirige a todas las Iglesias y Universidades del Reino
para que concurran a Roma con peticiones solicitando del papa la
declaracin.
La Universidad de Toledo recibi la carta del rey y la ley en el
claustro que el ltimo da del mes de octubre se reuni para tratar
asuntos de grados. El secretario la trascribi completa en el libro de
actas 38:
Concepcin..., impreso en Madrid por la viuda de Alonso Martn, 1616; y Relacin de
las fiestas que a la Inmaculada Concepcin de la Virgen N. Seora se hizieron en la
Real Ciudad de Lima... ao de 1617, impreso en Lima por Francisco del Canto, 1618.
33. Qued formada el da del Corpus, 2 de junio, con Juan Beltrn de Guevara,
arzobispo de Santiago, Andrs Pacheco, obispo de Cuenca, Francisco Sobrino, obispo electo de Valladolid, y presidida por el nuncio Caetani.
34. Juan Meseguer Fernndez, La Real Junta de la Inmaculada Concepcin
(1616-1817/20), en Archivo Iberoamericano, 2 poca, 15 (1955), pp. 621-866.
35. El nuncio Caetani, actuando de acuerdo con el Vaticano, haba intentado
impedir el envo de la embajada, y con el mismo propsito se hizo pblico en Roma
el breve Regis pacifici, firmado por Pablo V el 6 de julio, que renovaba las penas
contenidas en los decretos de Sixto IV y Po V a las que aada: la de privacin ipso facto de la facultad de predicar, leer, ensear e interpretar con perpetua inhabilidad para ello y privacin tambin de voz activa y pasiva en cualesquiera elecciones,
remitiendo el proceder contra los culpables a los Ordinarios e Inquisidores. Cuando el Breve llegue a la Corte, ser retenido al tiempo que se enva la embajada al
Pontfice. Lesmes Fras, Felipe III y la Inmaculada Concepcin, en Razn y Fe,
10 (1904) 21-33, 145-156 y 293-308; 11 (1905) 180-198; 12 (1905) 322-336, y 13
(1905) 62-75.
36. Nacido en Belorado (Burgos) en 1562, era entonces el General de la Congregacin de San Benito de Valladolid. Como premio de su embajada fue promovido al episcopado: el 30 de agosto de 1620 fue consagrado obispo de Guadix y Baza,
de donde pas a la sede de Zamora, el 27 de abril de 1624, donde muri el 30 de
agosto.
37. La documentacin existente en el Archivo de la Embajada de Espaa en
Roma fue publicada por el franciscano Jos Pou y Mart, su archivero entre 1915 y
1940: primero en una serie de artculos en Archivo Iberoamericano, 34 (1931) 371417 y 508-534; 35 (1932) 72-88, 424-434 y 481-525, y 36 (1933) 5-48; y luego en
el volumen Embajadas de Felipe III a Roma pidiendo la definicin de la Inmaculada Concepcin de Mara, Vich 1933. En el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid se encuentra una Relacin histrica, teolgica, poltica de lo sucedido en el santo negocio de la Inmaculada Concepcin de Mara, leg. 39, exp. 15.
38. AHPT, Instituto, 429, ff. 12-12v.
339
El Rey.
Venerable Rector y Claustro. Ya habris entendido las veras con que
deseo que su Santidad declare el misterio de la Pursima Concepcin
de la Virgen Nuestra Seora, a cuya solicitud he enviado a Roma al
padre fray Plcido de los Santos, y aunque por mis cartas he suplicado a su Beatitud el general deseo que en estos mis reinos se tiene de
verlo definido, todava ser muy importante para mover su nimo
que ms en particular lo entienda por otras vas, y as os ruego que
por una parte manifestis a su Santidad lo que cerca de esto siente
esa escuela y el consuelo que causar universalmente el haberlo definido, para que la aclamacin de todos obligue a su Santidad a caminar en este negocio; y la carta que en razn de ello escribiredes a
Roma me la enviaris a manos de Jorge de Tobar, mi secretario, para que se encamine a Roma, que en ello recibir de vosotros agradable servicio. De Lerma a catorce de octubre de mil y seiscientos y
diez y siete.
Yo el Rey. Por mandado del Rey su secretario Jorge de Tobar.
340
dos entendieron que el contenido del decreto, que conceda la segunda peticin del memorial regio, favoreca la opinin pro concepcionista y enseguida fue confirmado por el rey con la emisin de un voto de defensa de la doctrina, imitado de inmediato por multitud de
instituciones a lo largo del reino: la Universidad de Toledo lo hizo el
10 de diciembre de 1617, y el da 15 fue secundada por el Ayuntamiento en la iglesia del monasterio de San Juan de los Reyes 41.
41. Archivo Municipal de Toledo (= AMT), Libros Capitulares, n. 37, ff. 509515.
42. La confirmacin lleva fecha de 12 de julio de 1618. F. Marcos Rodrguez,
La Universidad de Salamanca y la Inmaculada, Roma 1957. El nmero 15 de Archivo Iberoamericano, 2 poca, (1955), fue un monogrfico dedicado al primer
centenario del dogma; en l se encuentran, adems del artculo del padre Meseguer
citado ms arriba, los de Odilio Gmez, Juramentos concepcionistas de las universidades espaolas en el siglo XVII, pp. 867-1045, y Jenaro Alenda y Mira, Relacin de solemnidades y fiestas pblicas de la Inmaculada en Espaa.
43. En la misma ceremonia juraron defender la pa devocin de la limpia y pura Concepcin de Mara el cabildo catedralicio y el Corregidor con el concejo de la
ciudad.
44. Miscelnea franciscana y de la Inmaculada, BN de Madrid, ms. 9956, f.
102.
45. Se acord que las fiestas se prolongaran hasta el da 5 de febrero. Cristbal
Bernardo de la Plaza y Jan, Crnica de la Real y Pontificia Universidad de Mxico, Mxico 1931, tomo I, libro III, cap. XXIV, n 119, p. 257.
341
31 de diciembre tuvo lugar, en la capilla de la Universidad, una reunin preparatoria de los actos que deberan comenzar con las vsperas del da 2 de febrero de 1619, festividad de la Candelaria45. Y efectivamente, el domingo 3 de febrero en la capilla de la Universidad
durante la misa solemne el Rector, en su nombre y en el del claustro
pleno, emiti el juramento en una ceremonia que aos despus se recordara espontnea, aunque paralela al creciente movimiento inmaculista que estaba teniendo lugar en toda Espaa y tambin en la
Corte. En Mrida de Yucatn, por influencia del relato de lo sucedido en Sevilla 46, la ciudad formul su voto en defensa de la pa doctrina el 8 de diciembre de 1618, en medio de solemnes fiestas en las
que no se repar en gastos. La vspera hubo plvora seguida de una
mscara muy luzida en representacin de todas las naciones del
mundo, con carros de vistosa fbrica y arquitectura. Y al da siguiente de la fiesta se corrieron toros y hubo juegos de caas. Todava en la noche de la octava tuvo lugar una ltima mascarada, organizada por negros y mulatos y as todos manifestaron el piadoso
afecto con que veneraban la pureza de la Virgen.
342
Todos estos votos universitarios, junto con los que tambin emitieron las ciudades, algunas rdenes religiosas e incluso ciertas dicesis hispanas, sirvieron de apoyo a la nueva demanda de declaracin pontificia en favor de la Inmaculada Concepcin presentada en
Roma por el franciscano fray Antonio de Trejo, obispo de Cartagena,
en el curso de su embajada iniciada a fines de 1618 y concluida sin
xito dos aos ms tarde 48. Sin embargo, las constantes presiones de
la corte dieron su fruto el 4 de junio de 1622 al hacerse pblico el decreto Sanctissimus de Gregorio XV por el que se prohiba que en
adelante se pudiera defender la tesis maculista, no slo en pblico sino tambin en privado. De inmediato los partidarios de la pa doctrina, viendo condenados al silencio a sus contrarios, multiplicaron los
votos, las celebraciones y la magnificencia de las fiestas, siempre
alentados por los franciscanos 49. En Zuera, el mismo cielo aprob
con un milagro los votos y juramentos de la villa 50, prodigio que fue
aprobado por el arzobispo de Zaragoza, el franciscano fray Pedro
Gonzlez de Mendoza; en Cartagena su obispo, fray Antonio Trejo,
celebr un snodo diocesano en el que se acord, el 28 de mayo de
1623, hacer el solemne juramento concepcionista, y declar a la Inmaculada patrona de la catedral, de la ciudad y del Reino el 28 de
noviembre de 1624. Sin embargo, las multitudinarias fiestas de Valencia no contaron con la asistencia de su arzobispo, el dominico
48. Noticia de la embajada, con los doce memoriales que present fray Antonio
Trejo, en la obra del analista franciscano Lucas Wadding, Legatio Philippi III et IV
catholicorum regum hispaniarum, Lovaina 1624. Durante su segunda audiencia con
el Papa, el 19 de diciembre de 1618, fray Antonio le hizo entrega de una gran cantidad de cartas de los prelados, ciudades, cabildos, religiones -salvo la de Santo Domingo, claro est- y universidades, en quince legajos. Son el resultado de la peticin
hecha por el rey el 14 de octubre de 1617.
49. El decreto pontificio contena una clusula a la que se acogieron los maculistas para seguir sosteniendo sus opiniones: despus de afirmar que nadie poda
sostener en sermones o escritos privados la opinin contraria a que Mara fue concebida sin pecado original, aade exceptis tamen quibus a Sancta Sede Apostolica
fuerit super hoc specialiter indultum. Dos meses despus, los dominicos consguan
ese indulto por medio del breve Eximii atque singulari.
50. Relacin de un milagro que ha obrado nuestro Seor por una imagen de la
Inmaculada Concepcin: en confirmacin de este mysterio, y aprobacin de los Votos y Iuramentos, que se le han hecho, sucedido en la villa de uera, del reyno de
Aragn y arcobispado de aragoa, en 17 de marzo deste ao de 1621. Calificado
y autenticado por mandado del Illustrissimo y Reuerendissimo Seor Don Fray Pedro Gonalez de Mendoza, arobispo de aragoa, del Consejo de su Magestad,
Zaragoza 1621, impreso, con sello de placa. BN de Madrid, ms. 4011, ff. 141-146v.
343
El Libro de Actas del claustro no nos informa del proceso que desemboc, un mes ms tarde, el 3 de diciembre, en el acuerdo unnime de la emisin del voto de defender la limpia y pura concepcin de
Mara por todos los miembros de la Universidad de Toledo y de incorporar a sus Constituciones la misma obligacin para los que en
adelante se graduaran en ella. Aquel da determinaron, tambin, el
solemne ceremonial con el que habran de pronunciar el juramento
en la iglesia del monasterio franciscano de San Juan de los Reyes de
Toledo, cuya primera parte vuelve a ser una solemne procesin, con
insignias y maceros, en la que participar toda la comunidad universitaria sin excepciones: catedrticos, doctores, maestros, licenciados,
bachilleres y escolares. As, con la autoridad correspondiente a tan
particular gremio se trasladarn desde las casas del Colegio, sede
tambin de la Universidad, al monasterio con acompaamiento de
clarines, trompetas y chirimas 52.
Sin duda el acontecimiento super las previsiones ms optimistas, tal como aparece descrito en el acta del da 10 de diciembre53. A
la hora sealada, se encontraba reunida la Universidad en las casas
del Colegio de Santa Catalina donde se
fueron ordenando y disponiendo la procesin y acompaamiento
de ella, a que dio principio un guin de tafetn blanco en que por un
lado iba pintada con mucho primor y gallarda la imagen de Nuestra
51. CREHUADES, J. N., Solenes y grandiosas fiestas que la ciudad de Valencia
ha concedido a favor de la Inmaculada Concepcin de Mara, Valencia 1623.
52. AHPT Instituto, 429, ff. 14r-15r. La trascripcin del Acta puede verse en el
n 1 del apndice documental.
53. AHPT Instituto, 429, ff. 15r-16v, n 2 del apndice documental.
344
Cerraban la comitiva las autoridades acadmicas -el Maestrescuela de la Universidad y el Rector del Colegio- y el corregidor de la
ciudad.
El templo tambin estaba preparado para la ocasin. Se haba dispuesto un estrado en la capilla mayor y en l un bufete cubierto de
terciopelo carmes, donde estaba una cruz de oro que guarneca una
parte de la de Nuestro Seor Jesucristo y, al pie de ella, un misal
abierto por la parte de los Evangelios. Mientras los asistentes iban
ocupando sus lugares no dej de sonar la msica interpretada tanto
por el coro del convento como por la capilla musical que haba prevenido la Universidad con
mucha variedad de msica y alegras, con diferentes instrumentos,
chirimas, rganos, clarines y trompetas, que todo junto y a un tiempo haca una folla y consonancia agradable, y con ella fueron prosiguiendo y no cesaron hasta que de la parte y sitio donde estaban se
reconoci que ya estaban todos quietos y sentados.
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2. Lo segundo, que el dicho da, a las ocho de la maana, est junta la Universidad en este Colegio de Santa Catalina, y que todos los licenciados y
graduados y estudiantes matriculados acompaen delante a la Universidad
sin que falte ninguno, sub pena prestiti iuramenti, y que los catedrticos,
doctores y maestros de todas facultades vayan con sus insignias, sin que falte ninguno, so la dicha pena y de dos propinas, las primeras que ganaren de
su facultad, aplicadas para el gasto de esta fiesta, y que el maestro de ceremonias y maceros de la Universidad vayan con sus insignias en la forma
acostumbrada.
3. Lo tercero, que los seores doctores Eugenio de Andrada y Francisco
Lpez, a quien se nombran por comisarios, conviden en nombre de esta
Universidad para esta fiesta al guardin y convento del dicho monasterio de
San Juan de los Reyes para que el convento est prevenido y se disponga en
l, para esta fiesta, lo conveniente.
4. Lo cuarto, que si el seor maestrescuela, que est en Madrid, hubiere venido a tiempo para que se halle en esta solemnidad, diga la misa el seor
doctor don Carlos Venero, Vicescolstico y si su merced no viniere la diga
el seor rector; y que los diconos sean los seores doctores Villalobos y
Francisco Ruiz; y el sermn lo haga el seor doctor Martn Ramrez, con su
insignia de doctor.
5. Lo quinto, que los seores doctor Juan Vzquez y doctor Alonso de Narbona el mayor ordenen y pongan en forma la constitucin y juramento que
se ha de hacer, la cual leer el seor maestro Yepes al tiempo del ofertorio,
y habindola ledo juren, dando la antigedad que cada uno tuviese; de dos
en dos irn llegando a donde los diconos estuvieren con el lignum crucis y
misal, que para este efecto tendrn, y tocando la cruz y poniendo la mano en
los Evangelios dirn ita iuro yo fulano, cuyos nombres el secretario ir escribiendo as como fueren jurando; y los que ya hubieren jurado irn dando
la vuelta con mucha autoridad y tan buen orden que no perturben a los que
en orden fueron tras ellos a jurar.
6. Lo sexto, que acabada la misa, la Universidad, doctores y maestros, licenciados, bachilleres y estudiantes matriculados vuelvan en la misma forma que fueron hasta llegar a este Colegio de Santa Catalina, sin que ninguno falte so la pena dicha.
7. Lo sptimo, que los seores doctor Alonso de Narbona el mayor y doctor Pedro de Toro, a quien se nombra por comisarios, gobiernen el acompaamiento, el ordenamiento de l; y para su adorno e alegra lo que fuere menester as en razn de clarines, trompetas y chirimas, como en todo lo dems que les parezca convenir.
8. Lo octavo, que los seores doctores Eugenio Narbona y Alonso Ortiz, a
quien se nombra por Comisarios, escriban en nombre de esta Universidad a
los seores doctores o maestros que estuvieren fuera de esta ciudad y que
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con comodidad pudieren venir a esta fiesta, acudan a ella para que se haga
con ms autoridad.
9. Lo noveno, que el seor rector y el seor don Bernardo de Rojas como
prebendados de la Santa Iglesia de esta ciudad, prevengan la msica y capilla de la dicha Santa Iglesia.
Todo lo cual qued as acordado y determinado por el dicho claustro, unnimes y conformes. Ante m, que doy fe. Diego de la Cruz Daz, secretario
(rubricado).
AHPT Instituto, 429, ff. 14r-15r.
2
Juramento que se hizo de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Santa
Mara Nuestra Seora
10, diciembre 1617
En la muy noble y muy leal ciudad de Toledo, domingo diez de diciembre
de mil y seiscientos y diez y siete aos, en ejecucin y cumplimiento del
claustro y acuerdo antes de estos escritos, la muy insigne Universidad de
Toledo y seores maestrescuela, rector, doctores y maestros de la dicha
Universidad se juntaron en este Colegio de Santa Catalina de esta ciudad,
que es donde est sita la dicha Universidad, ctedras y escuelas de ella, para ir desde aqu al monasterio real de San Juan de los Reyes de esta ciudad,
que es de la orden del serfico padre San Francisco, a hacer y celebrar el juramento y promesa que de la pura y limpia concepcin de la Virgen santsima nuestra Seora Santa Mara madre dignsima de Nuestro Seor Jesucristo tienen prometido y acordado. Y estando as juntos, por ante m, el presente secretario, los seores doctores Alonso de Narbona el mayor y Pedro
de Toro, comisarios para este caso, fueron ordenando y disponiendo la procesin y acompaamiento de ella, a que dio principio un guin de tafetn
blanco en que por un lado iba pintada con mucho primor y gallarda la imagen de Nuestra Seora de la Concepcin, y por el otro un escudo bordado y
muy costoso y lucido de las armas de esta Universidad, a que seguan en
dos muy concertadas hileras mucho nmero de estudiantes de las escuelas y
estudios menores; y, a fin de ellos, la msica de clarines y trompetas; y tras
ello, haciendo diferente comportamiento seguan en la misma forma mucho
nmero de estudiantes de las escuelas mayores de esta Universidad, a que
inmediatamente seguan los catedrticos, bachilleres y licenciados graduados en esta Universidad y fuera de ella; y al fin de ellos, haciendo otro compartimiento, iba la msica de todo gnero de chirimas y tras ellas entr siguiendo con mucha orden y gran autoridad y lucimiento la Universidad y
claustro, con sus dos maceros delante, vestidos de terciopelo morado, ropas
largas, calzas y gorras, a los cuales iban siguiendo los maestros, doctores y
decanos de la dicha Universidad, por su orden y antigedad, con sus capiro-
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tes y borlas de sus ciencias y facultades, que con la variedad de sus colores
hacan una deleitable y agradable vista; y al fin de todos ellos, y en preeminente lugar, iba el seor doctor don Gabriel Ortiz de Sotomayor, maestrescuela y cannigo de la Santa Iglesia de esta ciudad, cancelario de esta Universidad, con su insignia de tal, que es una muceta obispal de terciopelo negro aforrada en raso carmes, por su facultad de Cnones y Leyes, a quien
llevaban en medio y forma colateral el seor licenciado Gregorio Lpez
Madera, del Consejo de su majestad y alcalde de su casa y corte, corregidor
de esta ciudad, que como tal llevaba el lado y mano derecha de aquel lugar,
y el licenciado Jernimo Serrano, racionero de la dicha Santa Iglesia, rector
del dicho Colegio, que llev el siniestro lado y lugar; y algo ms adelante,
en medio del cuerpo y mbito de la dicha Universidad iba yo, el infrascrito
secretario, llevando un libro en las manos, las cubiertas de l de brocado
guarnecido y tachonado de lazos y engastes de plata bruida y labrada con
gran primor, en el cual estaba escrito el juramento y promesa que de este
santo misterio haba de hacer la dicha Universidad, la cual en esta forma y
con el orden y aviso que daban sus comisarios fue caminado desde el dicho
Colegio hasta el dicho monasterio de San Juan de los Reyes de esta ciudad,
que para esta festividad fue de acuerdo y por el claustro diputado, en el cual
y en su capilla mayor estaba hecho y prevenido un suntuoso y curioso sitial,
y en l un bufete cubierto de terciopelo carmes, donde estaba una cruz de
oro que guarneca una parte de la de Nuestro Seor Jesucristo y, al pie de
ella, un misal abierto por la parte de los Evangelios; y en contorno de dicho
sitial estaban todos los asientos y lugares diputados para sola la Universidad que los fue tomando por su orden y antigedad, hacindose en este intermedio, as de la parte y coro del convento como de la capilla y prevencin de la Universidad mucha variedad de msica y alegras, con diferentes
instrumentos, chirimas, rganos, clarines y trompetas, que todo junto y a
un tiempo haca una folla y consonancia agradable, y con ella fueron prosiguiendo y no cesaron hasta que de la parte y sitio donde estaban se reconoci que ya estaban todos quietos y sentados. Y estndolo, se dio principio a
la misa, que la dijo el seor doctor don Carlos Venero y Leyva, cannigo de
la Santa Iglesia de esta ciudad, vicescoltico de la dicha Universidad, y la
epstola el seor doctor Francisco Ruiz, y el evangelio el doctor Villalobos,
catedrtico de prima de Cnones, y el sermn lo dijo y predic el doctor
Martn Ramrez de Zayas, catedrtico de prima de sagrada Teologa de esta
Universidad. Y los cantores y msicos ms graves y diestros de la Santa
Iglesia de esta ciudad oficiaron la misa con mucho aplauso y gran solemnidad, especialmente la hubo en los villancicos, canciones y motetes que cantaron del santsimo misterio de la pursima concepcin de Nuestra Seora,
que fueron muy excelentes, agradables y gustosos; y antes de acabar la misa, al tiempo del ofertorio, en altas e inteligibles voces, se ley el juramento y promesa que para este efecto iba escrito y ordenado en el dicho libro,
que a la letra dice as:
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legios, universidades, cofradas, cabildos y comunidades, a imitacin de esta insigne Universidad, han hecho el mismo juramento y celebran su fiesta
en cada un ao con la mayor autoridad y demostracin que les ha sido posible, a que tambin acuden con largueza y liberalidad muchos prelados, seores y dignidades eclesisticas y seglares y otras muchas personas particulares, dejando y situando renta para la celebracin y festividad de este santsimo misterio tan agradable y po a la devocin cristiana, y lo que ms es
que con autoridad apostlica y real est ya fundada de la pura y limpia concepcin de esta Santsima Seora una religin militar tan ilustre, noble y lucida, como es notorio, con particular instituto de morir en su defensa. Y si
bien con todos estos fundamentos tan fuertes y famosos, y con otros muchos que de ello hay, y con los que han dicho y escrito tanto nmero de santos y autores graves, antiguos y modernos, que es cosa innumerable, parece
que esta devocin y festividad ha de ser eterna en toda la cristiandad y que
no podr faltar hasta que el mundo falte. Con todo eso, en el nterin que este santsimo misterio se define por artculo de fe, como muy presto se espera con la voluntad de Dios, ser muy agradable a su divina majestad que todos sus fieles e hijos de su iglesia honren y festejen a su Santsima Madre
en este particular, todo el tiempo que vivieren; y as su proposicin es que
esta Universidad, como proveedora y alentadora de todas las dems que a
su imitacin tienen jurado el misterio de la Pursima Concepcin de Nuestra Seora, ensanchando su nimo y devocin le pongan, ahora nuevamente, en que todos los aos, por claustro y Universidad, se realce y autorice su
voto y juramento haciendo festividad y conmemoracin de l en el real monasterio de San Juan de los Reyes de esta ciudad, que es de la orden del glorioso y serfico San Francisco, as por estar en l la imagen y capilla de
Nuestra Seora de la Concepcin y ser all donde hizo esta Universidad
aquel su primer voto y juramento, con tanto lustre, lucimiento y grandeza
que no faltar su memoria para siempre, y mucho ms con esta renovacin
y nueva festividad, la cual se haga en uno de los das de su octava o novena,
y que la misa se diga y cante por preste, dicono y subdicono de esta Universidad y se predique del misterio por predicador de ella; y para que esto
se adorne con ms autoridad y lucimiento, tiene por acertado y conveniente
que todos se juntasen y concurriesen el da de la fiesta en este Colegio de
Santa Catalina virgen y mrtir, de donde se saliese en forma de Universidad, con sus maceros y ministros delante, y los maestros y doctores con sus
insignias doctorales y magistrales, pues con la variedad de sus colores vistosos y agradables sern en esta parte de mucho lustre y gala a la festividad.
Con lo cual el dicho seor don Francisco dio fin a la dicha proposicin y
pidi al claustro su voto, acuerdo y parecer.
Habindose tratado y conferido, en razn de la dicha proposicin, y facilitndose algunos inconvenientes y otras cosas que por algunos de los seores del claustro se dijeron y propusieron, se acord por la mayor parte que
todos los aos desde este en adelante se haga a la Pursima Concepcin de
Nuestra Seora la fiesta y solemnidad propuesta por el dicho seor Vices-
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colstico, sin obligar al claustro a que vayan desde este Colegio al dicho
monasterio de San Francisco en forma de Universidad ni con insignias, por
algunos inconvenientes que cerca de ello se ofrecieron, sino que todos los
seores doctores y maestros que pudieren y quisieren ir a la dicha festividad
se junten en la sala del captulo del dicho monasterio y desde all salgan en
forma de Universidad, con sus maceros y ministros delante, y en esta conformidad qued de acuerdo.
Acordose, asimismo, que el da de esta festividad, para este ao y los dems, sea uno de los de su octava, y sealadamente la fiesta de este ao, no
habiendo inconveniente, el mismo da de de Nuestra Seora, y si le hubiere
el da de Santa Luca, y si cayere en domingo el da de Santa Leocadia.
Y el sermn en la fiesta de este ao lo haga y predique el seor doctor Perales, catedrtico de prima de sagrada Teologa de esta Universidad, y los dems aos por antigedad, como el sermn de la fiesta de Santa Catalina.
La misa en la festividad de este ao la diga y cante el seor doctor Andrada,
catedrtico de prima de Cnones, y los dicono y subdicono de ella sean el
seor doctor Francisco Snchez y el seor maestro Francisco Fernndez, y
los dems aos por antigedad, en la forma que el sermn.
Y en esta forma qued acordada y pasada por el claustro la dicha fiesta para este presente ao y para los dems venideros. De que doy fe. Diego de la
Cruz Daz, secretario (rubricado).
AHPT Instituto, 429, ff. 29r-30v.
Real Monasterio
San Lorenzo del Escorial
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
A travs de la historia de la salvacin, emerge una mujer singular inseparablemente unida al Salvador. Comenz ya en el llamado protoevangelio donde se la anuncia como quebrantadora de la cabeza de la
serpiente, signo del maligno, y dar a luz al que destruir el poder de
aquel 1. Se la presenta figurada en varias de las mujeres del Antiguo
Testamento. T eres la gloria de Israel, t la alegra de nuestro pueblo,
el orgullo de nuestra raza, como cantaron a Judit, que libr a su pueblo
del enemigo. Con Ester, que salva a los israelitas de la aniquilacin. En
el N. T. el ngel de Seor la llama bendita entre las mujeres y llena de
gracia. La Iglesia la ve en la mujer vestida de sol y coronada de doce estrellas, segn la visin de San Juan en el Apocalipsis. En la liturgia la
aclama: Toda hermosa eres, Mara, y no hay en ti mancha original.
En la vida de la Iglesia, pronto naci la doctrina, segn la cual, la
que haba de ser Madre del Salvador, adems de Virgen, tal como la
presenta la profeca y el evangelio, deba de ser inmaculada desde el
mismo instante del su concepcin, conforme se intuye en la divina revelacin. De hecho, de la misma Palabra de Dios, sale la luz que la descubre sin mancilla. No obstante la declaracin dogmtica de este misterio de fe se hizo esperar siglos. En ese prolongado intervalo existe una
historia muy larga y rica, incluidas las controversias inmaculisitas, como se ha de recordar en algn momento de este simposium y que, como es obvio, no se puede abordar en estas pginas, que tienen por objeto un punto muy concreto, dentro de ese largo proceso histrico.
II. PRIMER VOTO EXPLCITO
En el contexto de las controversias inmaculistas, en medio del
florecimiento de las grandes escuelas teolgicas de la Edad Media,
1. Gn 3,14-15.
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2. CALVO, L., o. c., pp. 126-127. Cita la conclusin entera del Congreso Internacional Mariano de 1908. He tratado de citar directamente la fuente del Congreso de
Zaragoza en varias bibliotecas. Recogen y hacen suya la afirmacin los siguientes:
VV. AA., CATLOGO DE LAS EDADES DEL HOMBRE, Remembranza Zamorana,
Zamora 2002, pp. 598-599.
VV. AA., INMACULADA, Catedral de la Almudena, Madrid 2005, pp. 200-2002.
GUTIRREZ-CHIMENO, P. Villapando y su Tierra por al Inmaculada, Zamora
1966, p. 48.
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la de San Andrs. Fue residencia del Condestable de Castilla, que tena su palacio-castillo, del que no queda sino unos muros. La villa lleg a tener diez parroquias, ocho de las cuales permanecieron hasta el
arreglo parroquial de 1897, que se redujo a una sola. As mismo, Villalpando tuvo la categora de arciprestazgo, anejo al prroco. Actualmente conserva el ttulo, pero la funcin se turna entre los prrocos de
la demarcacin, con nombramiento del seor obispo diocesano.
Vista la entidad de Villalpando, conviene dar una brevsima nota
histrica de cada uno de los otros doce pueblos. Son los siguientes
por orden alfabtico, como suele hacerse ahora, para evitar pugnas
de preferencias:
Caizo. Consta como poblacin, en la jurisdiccin de Villalpando, al menos en el ao 1092, si bien se le considera existente en el siglo IX. Siempre tuvo su iglesia parroquial dedicada a San Pelayo, nio de 14 aos, de origen gallego, mrtir de Crdoba. Celebran su
fiesta el 26 de junio. Lo curioso es que perteneci a la dicesis de
Zamora, mientras los otros pertenecieron a Len. Se encuentra en la
carretera que va de Villalpando a Zamora.
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5. CALVO, L., o. c., p. 345. sta va o calzada era la que una la va de la plata
desde Zamora hacia Zaragoza. Corresponda parcialmente a la llamada actualmente
senda zamorana en Villamayor.
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10. El ao anterior se desat el problema sucesorio de Casilla y Len. Un grupo de los enfrentados no reconoca la legitimidad de la infanta Juana, apodada la
Beltraneja, por considerala fruto de la infidelidad de la reina con Beltrn de la Cueva, y la impotencia del monarca. Sabemos por la historia, que no se acab tan pronto por la actitud de los contendientes hasta que consigui la paz Isabel la Catlica,
reina a raz de la muerte de su hermano el rey Enrique IV el 1474.No obstante pasaran unos aos, donde no vamos a entrar.
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esta dicha Villa e a su Tierra e a todos los que agora vivimos e vernan
despus de nos para siempre jams[...].
Los fieles cristianos de Villalpando y su Tierra confan plenamente, sin desfallecer, en el poder de intercesin de la Madre del cielo.
V. QUINES INTERVINIERON EN LA SUSCRIPCIN DEL VOTO
En el acta notarial se dice quines fueron las personas que sancionaron el voto con su presencia y firma en nombre de todos los vecinos de los trece pueblos. As consta en la escritura pblica:
Conoscida cosa sea e manifiesta a todos los que la presente escritura del voto vieren y oyeren, en como en la villa de Villapando, sbado da de Todos los Santos, que fue primero del da de noviembre
ao del nascimiento de Nuestro Seor Jesu-Cristo de mil e cuatrocientos e sesenta e seis, estando dentro de la iglesia del Seor San
Nicols conllegados todos los infrascritos de un acuerdo e voluntad
por son de campana taida, es a saber:
375
Hay que advertir que, en la mente de los representantes y representados de acto tan solemne y de trascendencia, el voto tiene carcter de perpetuidad, lo cual se indica con la frase por siempre jams,
tan expresiva y tajante en el leguaje de aquella poca, en la que la palabra dada era sagrada, mucho ms an si era escrita.
Adems de haber manifestado antes de la frmula los motivos,
indica luego los fines y los compromisos. Los fines son honrar a la
Santsima Virgen, a la que insiste en llamar Madre de Dios y limpiamente concebida, consisten en ser seal de servicio y verse libres de las guerras, recibir la ayuda, amparo y proteccin de la misma Virgen Mara. Son implicaciones del voto, aparte de la guarda de
la fiesta como compromiso central, las siguientes:
a) La defensa de la doctrina sobre la Pursima Concepcin de Mara que est permanentemente presente en todo el texto. De ah la insistencia y repeticin en confesar que Mara fue concebida sin pecado en el vientre de Santa Ana su Madre. Se expresar una y otra vez
en cada uno de los refrendos histricos.
b) Celebraciones festivas. stas comienzan con la preparacin en
la vspera con prescripcin de ayuno y abstinencia de carnes, obligatoria para todos los vecinos de Vila, y su Tierra, a quienes obliga, por
edad y salud en tiempo de cuaresma. Para ello no se debe vender car-
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los cuales impondrn las convenientes multas o sanciones a los contraventores. Pero adems recuerda la obligacin moral de cada uno,
por lo que incluso se llega a amenazar a los inobservantes con ciertas
imprecaciones al uso en la poca 13.
VII. IGLESIA DEL VOTO
Es interesante anotar el lugar concreto de la pronunciacin de este histrico del voto. Tanto ms que en aquel tiempo existan varias
parroquias en la Villa, como queda constancia, dos de las cuales llevaban por titular a Santa Mara, una de Asuncin del Templo y la
otra de la Antigua. El voto se proclam en la parroquia de San Nicols de Bari. Dice la escritura notarial: Estando dentro de la iglesia
del Seor San Nicols [...]. En otro documento posterior se afirma:
Aqu ( iglesia de San Nicols) se haba hecho en 1466 el primer voto del mundo defendiendo que la Virgen Mara haba sido concebida
sin pecado original. sta es la mayor grandeza de San Nicols 14.
Con ocasin de la clausura del V centenario de la proclamacin del
histrico voto, el 1967 se coloc una placa conmemorativa en la pared del referido templo, de este tenor:
EN ESTA IGLESIA PROCLAM VILLALPANDO Y SU TIERRA, EL 1 DE NOVIEMBRE DE 1466, EL PRIMER VOTO DE VILLA EN HONOR DE LA CONCEPCIN INMACULADA. RECUERDO DEL QUINTO CENTENARIO 18 - 6 - 1967
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22. Expresin literal del acta notarial, tomad del citado trabajo de D. Primitivo
Gutirrez Chimeno, p. 39. El protocolo lo firma el notario pblico Eloy Gmez Sili.
23. GUTIRREZ-CHIMENO, P., o. c., p. 40.
24. GUTIRREZ CHIMENO, P. En apuntes personales, p. 44, de los que ha tenido
la bondad de facilitarme copia, por lo que le agradezco desde aqu, una vez ms, su
generosidad. Consigna la presencia de doa Carmen Polo, la del Ministro de Justicia, seor Oriol, y otras autoridades nacionales.
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tural de la dicesis de Zamora, acompaado en concelebracin por numeroso clero secular y regular, oriundos de los pueblos de la Tierra.
Cada uno de los trece pueblos llev la imagen de la Inmaculada o la
patrona del lugar. Todas ellas quedaron expuestas en San Nicols.
X. CONCLUSIN
Villalpando y los otros doce pueblos no son los nicos, son los primeros en hacer un voto de tanta profundidad mariolgica. Lo han hecho universidades, numerosas ciudades y municipios, hasta que Po IX
defini como dogma de fe el misterio de la Inmaculada Concepcin
por la Bula Ineffabilis Deus, con fecha del 8-XII-1854. Ya no es objeto de nuevos votos, es una realidad aceptada y vivida por la iglesia entera. Los artistas han plasmado esta manifestacin de fe en bellsimas
imgines, lienzos o esculturas. Basta acercarse hoy a la exposicin de
la catedral de la Almudena en Madrid sobre la Inmaculada, para contemplar una riqueza impresionante de cuadros, telas, esculturas y otros
objetos religiosos, cuyo centro es la Inmaculada, procedentes de ciudades y pueblos de distintas partes de la geografa espaola.
Y terminar con la sencillez de unas quintillas, canto popular, que
recitan y cantan las gentes de Villapando y su Tierra:
Si la infernal sutileza
contra Vos erige bando,
defiende vuestra pureza
con su Tierra Villalpando,
aunque pierda su cabeza.
El patrocinio especial
que en vos hall Tierra y Villa
ha sido causa total
de votaros sin mancilla
de pecado original 27.
27. Estos versos, que transcribo sin puntuacin, estn tal cual figuran a los lados de una imagen, alojada en su hornacina en la portada del ayuntamiento de la Villa. Datan de 1830, atribuidos al maestro de la escuela don Manuel Bravo Cepa, si
bien, don Luis Calvo afirma que, a su parecer, son de don Juan de Antn Gutirrez,
prroco de San Nicols. No da razn que lo pruebe. La versin que transcribe don
Luis, en su libro (p. 127), difiere en dos versos de la versin escrita en la referida
porta municipal. Sin duda aquellos debieron ser corregidos para ajustarse a la realidad. La versin correcta, que figura arriba, la transcribo del varias veces citado don
Primitivo Gutirrez Chimeno, o. c. p., 35, es la que todas las gentes de la Tierra recita y canta y puede leerse en la entrada del ayuntamiento.
I. Introduccin.
III. Conclusin.
I. INTRODUCCIN
En el 2004, al celebrarse con bastante solemnidad el quinto centenario de la muerte de Isabel la Catlica en Medina del Campo, se
record que ella, por recomendacin de fray Martn de Crdoba, fue
muy devota de la Santsima Virgen, especialmente bajo la advocacin de la Inmaculada Concepcin de Mara, modelo de nobles doncellas y de reinas. Al ser esta villa una de las que hizo el voto de defender la Inmaculada Concepcin de Mara el 5 de mayo de 16191, se
quiere recordar esto, especialmente con motivo del 150 aniversario,
es decir, el sesquicentenario de la definicin dogmtica de la Inmaculada. Medina del Campo tiene una Historia gloriosa con su devocin a la Concepcin Inmaculada de Mara que la coloca en una posicin destacada con relacin a este misterio desde el siglo XV.
Se continuaba as la tradicin de otros pueblos de Espaa, especialmente de Castilla, donde se inici en la Iglesia de San Nicols de
Villalpando el voto en defensa del misterio de la Concepcin Inmaculada de Mara. Tuvo lugar el da 1 de noviembre del ao 1466 con
la mancomunidad de trece pueblos, entre los que destacan, adems
de Villalpando, los de Villamayor de Campos, Villanueva del Campo, Castroverde, etc.2
Como los historiadores de Medina del Campo, que trataban del
voto de la Pursima Concepcin, no daban las fuentes documentales
y diferan en cuanto a la fecha, ya que para unos era el 5 y para otros
el 15 de mayo de 1619, copindose unos a otros, incluso con las co1. Archivo Diocesano de Valladolid, Medina del Campo, A.- San Antoln, 19,
Libro de Acuerdos del Cabildo de los aos 1608-1623, n. 4, ff. 233v-234r. Cf.
CAMPO DEL POZO, F., Isabel la Catlica fiel hija de la Iglesia, y la Hispanidad, La
Ciudad de Dios, 217 (2004) 240.
2. CARMOMA MORENO, F., Villamayor de Campos, sus iglesias, tradiciones religiosas y expresiones de la fe de un pueblo, San Lorenzo de El Escorial 1999, pp.
113-114, donde se da la bibliografa pertinente.
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populares en honor de la Madre de Dios, especialmente bajo la advocacin de la Inmaculada. Su fiesta se viene celebrando desde el siglo XV el da 8 de diciembre, tanto en Medina del Campo como en la
Orden de San Agustn, con un oficio propio y comn de Bernardino
de Bustis y Nogarolis, que aprob el papa Sixto IV el 17 de febrero
de 1477 para toda la Iglesia. La Inmaculada ha sido fuente de inspiracin de muchos artistas, poetas, clebres pintores y renombrados
escultores, como lo reconoci Pedro Valdivia, cuando dijo que la
Inmaculada es la Virgen Espaola 7.
El voto inmaculista de Medina del Campo tiene ya sus albores
desde los siglos XIV y XV, como en otros pueblos de Castilla, con una
manifestacin que toma auge en siglo XVI y llega a su mayor apogeo
en el siglo XVII. De los trece hospitales que haba en Medina del
Campo en el siglo XVI, cuatro estaban dedicados a la Santsima Virgen: el de Ntra. Sra. de la Piedad, el de Ntra. Sra. del Castillo, el de
Ntra. Sra. del Amparo y el de las Bubas (enfermedades venreas) bajo la proteccin de Ntra. Sra. la Concepcin Inmaculada de Mara.
Exista la Cofrada de la Inmaculada para el hospital de las Bubas
desde finales del siglo XV. Sobresali en el siglo XVI la Cofrada de
la Salve, que tiene amplia y buena documentacin desde 1577 hasta
1747 8. Esta cofrada y el canto de la Salve estn relacionados con
Ntra. Sra. de Ppulo y Concepcin Inmaculada de Mara como luego
veremos.
1.1. El Hospital de la Inmaculada Concepcin y de San Diego de
Alcal
Aunque en el siglo XVI haba trece hospitales en Medina del Campo atendidos por cofradas, no se dispona de los medios necesarios,
ni se poda atender a todos los enfermos con las debidas garantas,
por lo que don Simn Ruiz de Embito, regidor y cambista, que era
varn de acrisolada piedad y muy devoto de la Limpia Concepcin
de Mara, pens en un amplio y buen hospital. Ya entrado en aos
con una cuantiosa fortuna quiso hacer una obra benfica, donde tuvieran acogida los pobres enfermos, que estaban en las distintos asilos y pequeos hospitales existentes.
7. CAMPO DEL POZO, F. La Virgen en la Caada, Maracaibo 1957, p. 50. Cf.
MENENDEZ VALLINAS, M., El culto litrgico de la Virgen en la Orden de San Agustn, Valladolid 1964, pp. 86-88.
8. Archivo Diocesano de Valladolid, Medina del Campo, A.- San Antoln, n. 42.
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Se desconoce el motivo por el que le faltan las manos a la escultura de piedra de la portada y a otras imgenes de la Inmaculada en
Medina del Campo.
1.3. Capilla y balcn de Ntra. Sra. de la Concepcin y de Ppulo
en la colegiata
Dentro de la colegiata de San Antoln est la capilla dedicada a
Nuestra Seora de la Concepcin y de Ppulo, edificada entre 1516
y 1523 por cuenta de Alonso Garca del Rincn, arcediano de Cullar, abad de Compludo (dicesis de Astorga) y cuarto abad de la colegiata. Desde esta capilla se accede al balcn abierto en la pared de
la mano izquierda, en la parte de fuera, que da a la plaza, donde se
deca la misa en los das de feria para el pueblo, como aparece en el
acta fundacional, del 15 de marzo de 1516, segn bula del ao 1513
del papa Len X. En el captulo cuarto se afirma que esto se haga y
cumpla como dicho es, solamente en los tiempos y das en que fueren feria en la dicha villa, desde el primer da de cada una de las ferias hasta el final de ellas 16.
Se poda celebrar ms de una misa, incluso por otros sacerdotes
distintos de los capellanes; pero no se quera restar fieles a las iglesias parroquiales. Por eso se ordenaba que se utilizase este altar urbano slo en los das que no fuesen festivos durante la celebracin
de las ferias. No deba celebrarse cuando hubiese tempestad con
fuerte viento y agua que verisilmente en el dicho altar alto no se
pueda celebrar sin temor de acaecer algn inconveniente o peligro.
Se dejaba esto a la conciencia y juicio de los capellanes. De esta manera podan ver y adorar al Santsimo desde la plaza y desde las tiendas. No slo oan la misa mientras compraban y vendan, sino que,
segn la tradicin, los contratos hechos se consideraban vlidos o
surtan efecto desde ese momento. Esto permita a los cambistas y
mercaderes realizar sus actividades comerciales y or misa sin necesidad de entrar en la iglesia. Este balcn que da a la plaza, en el muro de Evangelio, de forja castellana, fue construido sobre grandes
mensulones de piedra, adornados con labores renacentistas. En el interior est un pequeo altar dedicado a la Virgen de Ntra. Sra. de la
16. RODRIGUEZ Y FERNNDEZ, I., Historia de la muy noble, muy leal y coronada villa de Medina del Campo, Segunda parte, pp. 475-476 y 549.
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Concepcin o de Ppulo. Se trata de un retablo de madera policromada (1520-1523) de 195 x 155 cm. Su autor annimo reproduce el
famoso icono bizantino, que se venera en la Baslica de Santa Mara
la Mayor en Roma. La imagen (140 x 50 cm.) tiene un manto que infunde respeto. Le falta la mano derecha y sostiene sobre su mano izquierda al Nio Jess, al que le faltan las manos. Segn el modelo
romano, con la derecha bendecira al pueblo, mientras que con la izquierda sujetaba la Biblia. En aquella poca, en la que la representacin de la Inmaculada no estaba bien definida, no debe extraarnos
de que se utilizase la imagen de la Virgen con el Nio bajo esa advocacin. La restauracin se finaliz en 1998. La imagen ha sufrido
posteriormente algunos daos al ser derribada por una tempestad y
estar a la intemperie. Se piensa colocar en su lugar una rplica.
El balcn est cubierto con un frontn o tmpano triangular, sobre friso liso, en cuyo centro aparece, sostenido por ngeles, el escudo del cannigo don Alonso Garca del Rincn. Tiene especial importancia e inters este hecho, porque es un antecedente inmediato
de las capillas abiertas o de indios, construidas en los conventos
mexicanos durante el siglo XVI 17.
Esta capilla tuvo otro antecedente en la que levant el arzobispo
Carrillo de Albornoz en el convento de San Francisco de Valladolid,
el ao 1455 con el mismo motivo, y ha desaparecido. Se pretenda
que los fieles pudieran or la misa en grandes aglomeraciones, como
se hizo con las capillas exteriores para indios, que an subsisten en
iglesias y catedrales de Hispanoamrica 18. En Medina del Campo se
sigue abriendo el comercio los domingos y das de fiesta con un mercadillo y se cierra los jueves.
Imagen de la Inmaculada (150 x 47 cm.) que se encuentra en la capilla interna de Ntra. Sra. de la Concepcin. Es de madera policromada por el
pintor Miguel lvarez de Pazos. Se la considera de Juan Rodrguez segn
contrato de 1667. Aparece pintada de blanco con pretensin de imitacin
marmrea. Puede ser de poca anterior.
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jas 19. Se termin su construccin en 1523 segn consta en una inscripcin que recorre la imposta de la capilla interior, cuando haca ya
tres aos que don Alonso Garca del Rincn haba conseguido la dignidad abacial.
Desde la capilla de abajo o interior se puede subir al balcn y entrar a lo que era saln de los Cabildos, que la Cofrada del Santsimo Sacramento construy en 1691 a sus espaldas y por su cuenta. El
balcn de Ntra. Sra. de la Concepcin o de Ppulo, se sigue comunicando con la capilla de Ntra. Sra. de la Concepcin. En esta capilla
se encuentran dos retablos: uno que est en el centro entre las dos
puertas que dan acceso una a la capilla exterior y otra a las estancias
interiores 20, y otro lateral neoclsico de finales mediados del siglo
XVII (430 x 310 cms.) con una imagen de la Inmaculada (150 x 47
cm.) de mediados del siglo XVII, que fue cuando se fabric el retablo.
Est repintada de blanco quizs con pretensiones de imitacin marmrea como opina Antonio Snchez del Barrio que la identifica con
la que contrat para la colegiata el escultor Juan Rodrguez, de Salamanca, en 1667. Fue policromada por el pintor Miguel lvarez de
Pazos. La imagen puede ser anterior 21. La reja que protege esta capilla se atribuye a Juan Francs. Se han hecho estudios especiales con
motivo de la restauracin del templo en el ao 2004.
Estaba muy extendida y generalizada la devocin a la Pursima
Concepcin de Mara en la muy noble leal y coronada Villa, cuyo
mote era y sigue siendo ni el rey oficio ni el papa beneficio. Como
otras muchas ciudades, pueblos y villas de Espaa y Amrica se sinti obligada a formular el voto a la Inmaculada, adelantndose ms
de dos siglos a la definicin dogmtica.
19. RODRIGUEZ Y FERNANDEZ, I., Historia de la muy noble, etc. pp. 548-549. Se
trata del cap. II de la Fundacin, que publica tambin GAVILAN SANCHEZ, F., Medina
del Campo. Miscelnea y Curiosidades, III, Valladolid 2004, p. 18.
20. El que est actualmente en el centro fue construido en 1940 y se coloc en
l a Santa Brbara. Ha quedado vaco al ser cerrado oficialmente el Cuartel Marqus
de la Ensenada en el ao 2002.
21. AHP, Protocolos, leg. 5975, f. 66r. Cf. ARIAS MARTINEZ, M., HERNNDEZ
REDONDO, J. I., y SNCHEZ DEL BARRIO, A., Medina del Campo, Catlogo Monumental, pp. 80, 91-92, donde aparece la bibliografa existente; URREA FERNNDEZ,
J., y PARRADO DEL OLMO, J. M., El arte en Medina del Campo, p. 686.
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devocin y voto de Medina del Campo a la Inmaculada. Se conservan varias tallas y cuadros tambin del siglo XVII, como el retablo de
la Inmaculada con la imagen, obra de Felipe de Espinabete , en la
iglesia de las Madres Agustinas, donde hay un lienzo (60 x 50 cm.)
en el altar mayor y otro en el coro bajo (210 x 190 cm.) realizado por
el pintor madrileo Alonso del Arco en el ltimo cuarto del siglo
XVII. Dentro de la clausura hay varios cuadros como un leo sobre
lienzo de annimo vallisoletano (190 x 130 cm.) y otro del siglo XVIII
(183 x 130 cm.) 35.
El convento de las Madres Carmelitas Descalzas est dedicado a
la Inmaculada Concepcin de Mara y al glorioso San Jos, como
aparece en el friso de la capilla mayor. En el zagun hay un lienzo al
leo de la Inmaculada Concepcin (116 x 88 cm.) del siglo XVII. En
el pasillo de las celdas est una escultura de la Inmaculada (97 cm.
de altura) de madera policromada, atribuida a Jos de Rosas 36.
Tanto en los dems conventos, como en las iglesias parroquiales
existentes, hay cuadros de la Pursima Concepcin de Mara. Algunos son modernos. Han desaparecido algunas imgenes y cuadros,
que haba de los conventos de Ntra. Gracia, San Francisco, San Saturnino, San Facundo, etc. Algunos pueden verse en casas particulares, como suceda con uno que tena la familia Garrido y no saba dar
respuesta a su procedencia, junto con un Cristo de marfil. Algunos
lienzos han sido adquiridos con supuestas ayudas y limosnas. Otros
proceden de familiares de clrigos, etc. Los suelen tener con mucha
devocin
III. CONCLUSIN
Estaba muy generalizada la devocin a la Pursima Concepcin
de Mara en la muy noble leal y coronada villa, cuyo mote era y sigue siendo ni el rey oficio ni el papa beneficio. Se adelant, como
otras muchas ciudades, pueblos y villas de Espaa y Amrica, junto
con no pocas universidades, a la definicin dogmtica hecha por Po
IX el 8 de diciembre de 1854. Fue recibida la noticia con mucha alegra en Medina del Campo ese ao.
35. Ibd., pp. 179-182 y lminas, 262, 363 y 391.ste de Toms Peasco.
36. Ibd., pp. 188 y 190, lmina n. 434.
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se nombre y llame de la Concepcin sin mancha de la siempre Virgen Mara, cuya festividad se celebre como una de las principales.
En Medina del Campo se sigue celebrando solemnemente la fiesta de la Inmaculada por el Centro Obrero Catlico que fund don
Eusebio Girald Crespo el 30 de abril de 1913. Asisten los miembros
del centro y otros muchos fieles a la misa que se celebra en la iglesia
de la Inmaculada Concepcin del Hospital Simn Ruiz, puesta bajo
su proteccin. En ese acto se suele recordar el voto hecho a la Inmaculada el ao 1619 en de Medina del Campo, como se hizo de un
modo especial el 8 de diciembre de 1996, al recordar los 83 aos de
la benemrita fundacin del Centro Obrero Catlico, que la tiene por
patrona junto con San Jos. Con una madre comn, la Inmaculada,
se sienten los medinenses verdaderamente hermanos, especialmente
los obreros catlicos. Que se conserve esta hermosa devocin mariana y que la Inmaculada les colme de bendiciones.
IV. APENDICE DOCUMENTAL 37
EXTRACTO DE LA FUNDACIN DE LA CAPILLA TITULADA DE NUESTRA SEORA DE LA CONCEPCIN Y DEL PPULO, HECHA POR DON ALONSO GARCA DEL
RINCN, ABAD QUE FU DE COMPLUTO, CON CUATRO CAPELLANAS SITUADAS
EN LA INSIGNE IGLESIA COLEGIAI, DE ESTA VILLA DE MEDINA. (Se extracta lo
referente a la capilla de Ntra. Sra. de la Concepcin y del Ppulo).
In nomine Dei. Amn. Sepan cuantos este pblico instrumento de fundacin y dotacin vieren, cmo en la ciudad de Segovia, a quince das del
mes de Marzo del nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mil y quinientos diecisis aos, en presencia de m, el notario y de los testigos de suso escritos: presente el Rdo. Sr. D. Alonso Garca del Rincn, dijo que esta
escritura de suso escrita que me entregaba, era dotacin de la capilla que l
haba hecho y ordenado en la villa de Medina del Campo y que segn y como en ella se contena y deca, as lo otorgaba y otorg, y conceda y concedi, y dijo y declar ser esta su voluntad ltima de as lo dotar, fundar y
ordenar, segn que ms largamente le era, auctoritate apostlica, dado y
concedido, as como parece claramente en bulas y gracias apostlicas, para
ello a l concedidas, sigiladas y plomadas a uso y estilo de la Corte y oficios
37. RODRIGUEZ Y FERNANDRZ, I., Historia de la muy noble, etc., pp. 546-553.
Las fuentes documentales se encontraban en el Archivo de la colegiata y han pasado
al Archivo Diocesano de Valladolid. Hizo la transcripcin y lo public por primera
vez don Antero Moyano, Gua de Medina, pp. 106-108. Se menciona a esta capilla
como terminada con su verja en el testamento hecho por don Alonso Garca del Rincn en 1623, Archivo Diocesano de Valladolid, Becerro, f. 84.
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406
la dicha capilla, porque las gentes vayan a or las Misas mayores a sus iglesias o adonde por bien tuvieren; y otros: mandamos que la dicha Misa, se
celebre cada da como queda dicho, salvo si fuera da de tanto viento y
agua, de tanta tempestad que verismilmente en el dicho altar alto no se
pueda celebrar sin temor de acaecer algn inconveniente o peligro cerca de
la Misa o del Santsimo Sacramento, que en tal caso mandamos que no se
diga all la Misa ese da, sino en el altar bajo, en la otra capilla, y esto dejamos al albedro y determinacin de dichos capellanes que a la sazn fueren
semaneros, sobre lo cual les encargamos las conciencias que slo por la otra
causa lo dejen y no por otra negligencia.
CAPITULO V
Item: que los semaneros residan en la capilla desde la maana hasta las
once horas, o el uno de ellos y el sacristn, en verano hasta las diez horas,
porque allende de las dos Misas que se celebren, faciliten a otros sacerdotes
servicio para otras Misas que quisieren decir.
CAPITULO VI
Item: ordenamos que los cuatro capellanes y el sacristn se junten todos
los das del mundo para siempre jams amn a la hora de la Salve en dicha
capilla, y canten la Salve todos los sbados y vsperas y das de nuestra Seora y los de todas las Pascuas, y que ardan dos hachas en las gradas del altar y cuatro cirios en el altar, que el sacristn reparta cien velas de cuartern
entre los hombres y dueas ms cercanos al altar, y despus las torne a recibir, y que sea obligado a taer y hacer seal a la Salve en ponindose el sol.
CAPITULO VII
Item: que haya dos lmparas en la capilla, de que cuide el sacristn, o la
candelera de la Iglesia, dndole alguna limosna para ello.
CAPITULO XI [Resumen pasando del VII al XI]
Item: que los sbados acudan los cuatro capellanes y el sacristn, y se
diga cantada la Misa en la capilla a la hora del alba, que es la misma que en
tales das se celebra en Santa Mara de la Antigua, y en otras capillas; que
concluida la Misa se diga responso en su sepultura cantado si la Misa lo
fuere y si no rezado.
CAPITULO XIV [Se pasa del XIV al XVIII]
Item: que el da de las Animas digan una Misa de Requiem y el patrono
haga llevar una fanega de pan cocido y una cntara de vino y dos libras de
cera, hecha en candelas para ofrecer a la Misa.
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CAPITULO XVIII
Item: que una de las Misas sea a la hora de prima, y la otra, en invierno,
despus de las diez y media, y en verano despus las nueve y media, sin
perjuicio de lo que dispongan patrn y capellanes, segn los tiempos y las
circunstancias.
CAPITULO XX
Item: que uno de los capellanes se llame Rector porque vigile el cumplimiento de la fundacin.
CAPITULO XXI [y siguientes hasta el XXVIII. Resumen]
Item: nombra por primer patrono a su sobrino el licenciado Alonso Garca del Rincn, sus hijos varones mayores de edad despus, y luego las
hembras: en faltando esta descendencia al hijo de su hermana Isabel Hernndez del Rincn y sus descendientes, luego a otros hijos de la misma; y
como tercer llamamiento los que desciendan de su to Alonso del Rincn.
Que el patrono sea varn o hembra se llame o nombre del Rincn.
CAPITULOS XXVIII, XXIX y XXX
Item: que tenga los bienes el primer patrono, y cita luego casas de su
morada en la calle de vila y otras en el arrabal de la calle de Salamanca, y
una heredad en trmino de La Golosa, aldea de Medina y unas alamedas y
palomar en Moraleja, aldea de Medina.
CAPITULOS XXXI, XXXII Y XXXIII
Item: que el patrono nombre capellanes y si en el linaje de los llamados
no hubiese presbteros, puedan llamar a los de prima tonsura, y mientras se
ordenan pongan sustituto: y que en virtud de las facultades que por sus Bulas le otorg Su Santidad, que haga la colacin e institucin el Abad que
fuere del monasterio del Seor San Saturnino, extramuros de dicha villa.
CAPITULO XXXVII [se pasa del XXXIII al XXXVII]
Dispone que si el que disfrute de la capellana comete algn delito o delitos contra Dios nuestro Seor o contra su Rey o contra persona alguna,
gravsimo o grave o no grave, de cualquier suerte, por el que merezca o tenga pena de confiscacin de sus bienes, pasen al siguiente, que debiera sucederle, y si ste se halla en igual caso, pasen al siguiente del mismo modo.
CAPITULO XXXVIII
Otros: porque mientras Dios nos diere vida queremos nombrar los capellanes y Rector y sacristn de la dicha nuestra capilla, por ende queremos
nombrar nuestros primeros capellanes a los siguientes: primeramente al venerable, el Bachiller Pedro Hernndez del Rincn, nuestro sobrino, cannigo en la Iglesia de Segovia y de la santa iglesia de San Antoln, el cual que-
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remos asimismo que sea primero rector de la dicha nuestra capilla. Por segundo, nuestro sobrino el licenciado Lope Rodrguez de Oralverde, racionero de la dicha iglesia. Tercero a Francisco Vzquez de Bonilla, cannigo
de idem. Cuarto a Antonio Hernndez del Rincn: a los cuales y cada uno
de ellos elegimos y nombramos por nuestros capellanes para el servicio de
nuestra capilla y para que lleven el salario por dicho servicio, etc.
CAPITULO XXXIX
Manda que si algn presbtero capelln quiere ir a estudiar a los estudios
universales de Salamanca, Valladolid o Alcal, pero por siete aos a lo ms,
y que el patrono apruebe el nombramiento de sustituto, que aqul har, llevando el salario, menos el de 20 ducados que se sealan de salario al que
vaya a estudiar; y si no es presbtero, que vaya por fuerza diez aos a estudiar y cada dos vea el patrono por medio del Guardin de San Francisco u
otras personas, averige si es til para el estudio y en caso afirmativo sirva
la capellana 38.
38. RODRIGUEZ Y FERNANDEZ, I., Historia de la muy noble, etc., I, p. 553. Siguen
otras capillas como la de Ntra. Sra. de las Angustias, que se llam tambin del regazo,
como se la denomina en un milagro obrado en favor de don Luis Canovio. Esta familia colabor tambin para la fundacin del convento de la Inmaculada Concepcin en
Medina del Campo. En 1904 era capelln el licenciado en Teologa y Jurisprudencia
don Antonio Torres Alonso, natural de Medina del Campo ibd., p. 476.
Universidad de Valladolid
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
En su obra sobre la Pursima Concepcin, el padre Antonio Daza
nos relata un hecho acaecido en 1618 en Valladolid, cuando era presidente in capite del convento de San Francisco 1. Un vecino de buena opinin y fama, que mantiene en el anonimato por estar vivo, fue
el protagonista. En 1616 y 1617 haba acudido a las fiestas celebradas en este convento por la Concepcin. Aunque oy grandes excelencias deste sagrado misterio, no le movieron su nimo para creer
que la Virgen Nuestra Seora fue concebida sin pecado original, por
averse criado, y tratado mucho tiempo (...) con los de la opinin contraria. Hasta que, debido a una grave enfermedad ha de recibir el
vitico. Despus de confesarse se qued dormido con toda quietud y
sosiego. Fue entonces cuando sucedi lo siguiente:
Y estando desta manera, oy una voz que le dixo: Apretad a esse incrdulo de mi Limpia Concepcin. Y al punto sinti en todo el cuerpo unos dolores espantosos (...), los quales padeci estando durmiendo con unas ansias de muerte, con las quales y con la fuera de
los dolores despert. Y abriendo los ojos, vio clara y distintamente a
la Virgen Nuestra Seora con gran resplandor y magestad, que le dixo con voz suave y amorosa: Creed mi Limpia Concepcin. A lo
qual, con la mayor devocin que pudo, respondi con muchas congoxas y ansias, diziendo: Virgen Santssima concebida sin pecado
original, yo lo creo. Y entonces le bolvi a dezir la Madre de Dios:
Creeldo y dezildo, y publicaldo (sic). Y el enfermo respondi: Virgen Santssima concebida sin pecado original, para que las gentes
crean que vos lo dezs, dadme salud. Y Nuestra Seora le dixo: Tendrasla, como la pides. Y dichas estas palabras desapareci. Y el enfermo qued sano.
1. Libro de la Purssima Concepcin de la Madre de Dios..., Madrid 1628, ff.
121v.-126. Biblioteca Nacional (BN) 3-55075.
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2. En el Archivo Histrico Provincial de Valladolid (AHPV), Protocolos Notariales, no figura este escribano; en el Archivo de la Catedral de Valladolid (ACV), s
aparece pero precisamente faltan estos aos.
3. GMEZ, O., Juramentos Concepcionistas de las Universidades espaolas en
el siglo XVII, en Archivo Ibero-Americano (AIA), 15 (1955) 1003-1010 (Valladolid); IRAOLA, J. M., La devocin a la Inmaculada en la provincia franciscana de la
Concepcin, en AIA, 18 (1958) 5-91.
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sentencia,/ contra successin de Adn,/ mas parntesis (Mara)/ desta clusula fatal.// (...) // Doncella, y Madre se ostenta, / y en todo
muy sin ygual,/ quien la dio estos privilegios,/ pudo aquella inmunidad
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En 1502, la entonces villa fue ya escenario de un sonado escndalo entre franciscanos y dominicos, a raz del sermn predicado en
la iglesia mayor el da de la Concepcin. No en vano, esta fiesta parece que ya se celebraba en el siglo XIV en la dicesis de Palencia, a
la que perteneca Valladolid 10. Convertida en sede episcopal, el 8 de
diciembre figurara entre sus fiestas de precepto 11. A su vez, tenemos
constancia como la iglesia mayor, al menos desde finales del XVI ya
dispona de una imagen de este misterio 12.
En los aos de mayor efervescencia coincidiran en Valladolid
fray Antonio Daza y Francisco Sobrino, fervorosos defensores de este misterio. El fraile franciscano fue el gran impulsor de esta devocin durante sus aos como presidente in capite del convento de San
Francisco -en las fuentes tiende a figurar como padre guardin(1616-1619) 13. Francisco Sobrino, obispo de Valladolid (16161618), participara en la manifestacin ms palpable de la identificacin entre la Inmaculada y la Monarqua Hispnica, en la Real Junta
encargada de lograr del papado su definicin dogmtica, entre 1616
y 1618, cuando fallecera 14. A su vez, en 1617, como chanciller, intervino en la redaccin del memorial que a peticin de Felipe III la
Universidad envi a Roma 15.
Manuel Canesi, historiador local del XVIII, ensalza la figura de
fray Juan Merinero, fraile franciscano y obispo de Valladolid (16471663), a quien denomina el orculo de esta monarqua 16. A l, jun10. FRAS, L., Origen y antigedad del culto a la Inmaculada Concepcin en
Espaa, en Miscelnea Comillas, 22 (1954) 84.
11. Constituciones sinodiales hechas y promulgadas en el primer snodo que se
celebr en la ciudad de Valladolid..., Valladolid 1803, p. 130 (tuvo lugar en 1607)
12. En 1597, esta imagen, propiedad del Cabildo, que estaba en una caja de madera junto a la pila bautismal, fue colocada en la capilla de Santa Ins, ACV, legs.,
leg. 17, Exp. 35.
13. Tambin impuls la pa devocin con sus escritos. Vid., IRAOLA, J. M., La
Inmaculada..., pp. 27-28.
14. MESEGUER FERNNDEZ, J., La Real Junta de la Inmaculada Concepcin
(1616-1817/20), en AIA, 15 (1955) 619-866. Sobre este obispo en Ibid., pp. 634 y
641-643; Vid., BURRIEZA SNCHEZ, J., Virtudes y letras. La familia de los Sobrino
de Valladolid, en GARCA FERNNDEZ, M. y SOBALER SECO, M. A., Estudios en homenaje al profesor Tefanes Egido, Valladolid 2004, pp. 184-192.
15. Archivo Universitario de Valladolid (AUV), Libros de Claustros, n 6, 17VIII-1617, ff. 306-306v. El rey haba acudido a los Prelados de las distintas rdenes
y a las Universidades.
16. CANESI ACEBEDO, M., Historia de Valladolid (1750), Valladolid 1996, t. III,
pp. 354-358.
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toda la ciudad. El 23 de noviembre de 1616, el padre guardin se dirigi al Ayuntamiento y a la catedral. La participacin de estas instituciones era vital para que las fiestas en honor de la Inmaculada alcanzaran una repercusin urbana 22. No faltara la funcin en la catedral a la que asistira la Ciudad -el 8 de diciembre-, la solemne procesin general, animada por los gigantes y danzas, para llevar la
imagen de la Concepcin de vuelta a San Francisco, donde continuara el octavario, as como las luminarias y los fuegos de artificio. Se
dara una perfecta simbiosis entre elementos sacros y profanos, propio de aquella sociedad que no entenda de fronteras entre los dos
mbitos.
Al ao siguiente, se encadenaron varios acontecimientos que dieron lugar a una gran explosin festiva. Son los nicos regocijos que
cuentan con una Relacin, escrita por el padre Daza Fueron las ms
deslumbrantes? Ciertamente pudo ser as, aunque no nos debemos
olvidar del tono hiperblico de este tipo de literatura y ms teniendo
en cuenta su autor 23. De todas formas, ya slo la presencia de la
Chancillera, que asista a las funciones religiosas de manera selectiva, pone de manifiesto la trascendencia de estas fiestas 24.
En 1617, los franciscanos deciden encomendar una imagen a
Gregorio Fernndez, la que sera su ms famosa Inmaculada, hoy desaparecida25. Sali tal de sus manos, que ms parece obra de ngeles que de hombres. Fue colocada en la capilla de San Antonio,
donde el obispo Francisco Sobrino la bendijo el 25 de noviembre
con mucha msica y fiesta.
La realizacin de esta imagen estuvo rodeada de una gran expectacin y publicidad. Y tanta devocin se tom con ella, que antes
22. Archivo Municipal de Valladolid (AMV), Libros de Actas, n 40, 23-XI1616, f. 175v. y sesiones siguientes; ACV, Libros del Secreto, n 3, 23-XI-1616, f.
105v. y sesiones siguientes.
23. DAZA, A., Libro de la Purssima..., ff. 175v-189. Utilizamos principalmente esta fuente, por su novedad, aunque no descartamos algn error.
24. Archivo de la Real Chancillera de Valladolid (ARChV), Libros del Acuerdo, n 7, 8-XII-1617, ff. 152v. No figura recogida su participacin en 1616 ni 1618,
si bien en 1616 fue convidada por el Cabildo, ACV, Libros del Secreto, n 3, 25-XI1616, f. 106.
25. Tras la desamortizacin del convento (1836) se pierde el rastro de esta imagen. Vid., MARTN GONZLEZ, J. J., El escultor Gregorio Fernndez, Madrid 1980,
p. 233, y URREA, J., Gregorio Fernndez, en Vallisoletanos, n 31, Valladolid 1984,
p. 94.
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ras se encontraban sembradas de letreros que decan Mara Santsima Concebida sin pecado original. Aquella noche, el Regimiento
puso luminarias en el Consistorio, y lo mismo se hizo en toda la ciudad, acompaadas de msica y disparos de arcabuces y cohetes, a la
vez que se quemaron magnficas invenciones de fuego en la Plaza
Mayor. Las funciones continuaran en San Francisco, donde no faltaron los altares de arte efmero, ni las poesas, jeroglficos y laberintos en alabanza de la Inmaculada. Cada da corri a cargo de una comunidad religiosa. El ltimo era el turno de la Ciudad y el Cabildo 27.
Por la tarde se dieron los premios del certamen potico y se celebr
una procesin dentro del convento para colocar la imagen en su altar,
en la capilla del conde de Cabra, a la que tambin asisti la Ciudad.
Pocos aos despus, en 1622, sera ya trasladada a la capilla mayor.
En palabras del padre Daza, el juramento de la Concepcin realizado por su cofrada fue el primero que se hizo en esta ciudad. Al
comps de muchas ciudades espaolas, el Ayuntamiento y la Universidad hicieron el voto en las fiestas de 1618, que siguieron el modelo de los aos anteriores. Mientras, el Cabildo se excusara de celebrarlo ante la falta de obispo 28. En el Ayuntamiento del 18 de mayo,
los regidores juraron y votaron creer y defender la Linpia Concepcin de Nuestra Seora y decidieron hacer voto pblico 29. Tendra
lugar el 8 de diciembre en la catedral, ante ya la famosa Inmaculada
de San Francisco 30. Como recordatorio, se repartieron a cada miembro del Ayuntamiento dos imgenes de la Concepcin, con las armas
de la Ciudad. Y como no, la noche antes hubo regocijo de luminarias
y fuegos artificiales, con castillo incluido, en la Plaza Mayor.
Fue Felipe III quien solicit a la Universidad que realizara el juramento 31. En el claustro del 26 de noviembre se acord hacerlo y
27. El Cabildo al final no asisti debido a un problema protocolario tan tpico
entonces, ya que la Ciudad no fue a acompaarle en la procesin que haba de hacer
hasta el convento. ACV, Libros del Secreto, n 3, f. 130v.
28. AMV, Libros de Actas, n 41, 1-XII-1618, f. 453. Por ejemplo, en Granada,
los capitulares eclesisticos y civiles- celebraron el juramento conjuntamente en
1618; CORTS PEA, A. L., Andaluca y la Inmaculada..., p. 123. En cuanto a las
Universidades, la de Valencia fue la primera en hacerlo en 1530; en 1617 lo hicieron
las Universidades de Alcal, Osuna, Sevilla, Zaragoza, Granada y Toledo; en 1618,
les toc el turno a Salamanca, Valladolid, Baeza y Barcelona; en 1619, lo hara la
Universidad de Oate; GMEZ, O., Juramentos Concepcionistas..., pp. 867-1045.
29. AMV., Libros de Actas, n 40, 18-V-1618, ff. 525.- 525v.
30 Ibid., 1-XII-1618, ff. 453r.-453v. y sesiones siguientes.
31. AUV, Libros de Claustros, n 6, 13-VII-1618, f. 318v; Ibid., 26-XI-1618, ff.
345-345v.
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que as lo juren los que de nuevo se graduaren (...) y en esto se reserve por agora la religin de Sancto Domingo y sus religiosos hasta
la decisin de la Iglesia 32. La ceremonia tuvo lugar en San Francisco, el 15 de diciembre, anunciada por mucha fiesta de luminarias y
fuegos. All fue la Universidad en comitiva y con ms de 2.000 estudiantes. El rector, canciller, doctores y maestros, conservadores y licenciados realizaron el juramento, aprobado por el rey al ao siguiente.
Aos ms tarde, en el Claustro del 28 de febrero de 1664, se leera una Real Cdula de Felipe IV 33. Animado por la bula de Alejandro VII, ordenaba que todos los que recibiesen los grados, desde el
de bachiller hasta el de doctor, as como los que se incorporasen en la
Universidad, digan y declaren las palabras de la Pursima Concepcin en el primer instante de su animacin. La orden sera obedecida, sealando que ya desde 1618 se observaba en los grados de licenciados y doctores. Slo habra que aadir al juramento anterior
las palabras desde el primer instante de su animacin juxta Bullam
Papae Alexandri septimi.
Volvamos a las grandes celebraciones de principios del XVII. Como seala Suzanne Estratton, se asisti a una intensificacin del esfuerzo de los eclesisticos espaoles para extender el culto de la Inmaculada, con la esperanza de elevar la doctrina a rango de dogma
de la Iglesia 34. Entre los medios para su popularizacin nos encontramos con el arte y la literatura, que tambin tuvieron una gran difusin en Valladolid 35. Exista otro de ms amplia, fcil y profunda penetracin, como era la fiesta, tan demandada en aquella sociedad sacralizada y festiva, la cual provocaba una autntica explosin de los
sentidos 36. No en vano, las celebraciones religiosas constituan el
32. Esto mismo se aprob en Salamanca. RODRGUEZ-SAN PEDRO BEZARES, L.
E., La Universidad Salmantina del Barroco, Salamanca 1986, t. II, p. 736.
33. AUV, Libros de Claustros, n 9, 28-II-1664, ff. 1.-2.
34. La Inmaculada..., pp. 53-59 y 68. Sobre estas ideas, que a continuacin desarrollaremos, vid. tambin CORTS PEA, A. L., Andaluca y la Inmaculada..., pp.
128 y 143-148.
35. Vid., ALCOCER Y MARTNEZ, M., Catlogo razonado de obras impresas en
Valladolid, 1481-1800, Valladolid 1993 (ed. facsmil). La proliferacin de imgenes
de la Inmaculada en los conventos e iglesias vallisoletanas qued patente en la exposicin celebrada del 5 de mayo al 5 de junio de 2005 en los salones de la Cofrada de las Angustias, titulada Sin Pecado Concebida. La Inmaculada Concepcin
en el mbito vallisoletano, del que fue comisario J. Burrieza Schez.
36. Sobre la manipulacin de la fiesta por el poder, desde la Monarqua y la
Iglesia, hasta sus representantes a nivel local, como medio idneo para fortalecer
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principal cauce de expresin pero tambin de excitacin y fortalecimiento, de aquella extremada religiosidad barroca, dominada por la
exteriorizacin y teatralizacin de sus prcticas. As, las grandes celebraciones de estos aos, promovidas y protagonizadas por los grupos dominantes, trataban de despertar el entusiasmo pblico por la
doctrina, en lo que estaba comprometida la Iglesia y tambin la Monarqua. En ellas nunca faltara el sermn, el principal medio de comunicacin, de creacin de opinin entonces 37.
Las diversas instancias eclesisticas y civiles promueven y alientan el delirio colectivo por las tesis inmaculistas. Esta labor continuara a lo largo del XVII, especialmente hasta la publicacin de la
bula de Alejandro VII, e incluso en el XVIII, aunque en el terreno festivo no alcanzara en Valladolid la intensidad de los aos 1616-1618.
Adems, ya impuesta la devocin, tambin nos encontraremos con
manifestaciones ms propias de la religiosidad popular, siempre
encauzada y controlada, y muy especialmente excitada durante
aquella explosin inmaculista, en las que tampoco faltara la fiesta.
Aunque no nos debemos olvidar de la labor realizada por otros
conventos 38, el de San Francisco continuara siendo el principal proaquella sociedad dominada por los principios del Absolutismo y la Contrarreforma,
vid., entre la amplsima bibliografa, CUESTA GARCA DE LEONARDO, M. J., Fiesta y
arquitectura efmera en la Granada del sigo XVIII, Granada 1995. El poder alienta
y aprovecha la necesidad festiva de aquella sociedad, debido muy especialmente a
su mentalidad sacralizada, que tiende a exteriorizar su extremada religiosidad, e imbuida de los ideales aristocrticos, ms inclinados al ocio que al trabajo; EGIDO LPEZ, T., La religiosidad colectiva de los vallisoletanos, Valladolid en el siglo
XVIII, Valladolid 1894, pp. 157-260; BENNASSAR, B., Los espaoles, actitudes y
mentalidad, Barcelona 1976, p. 138.
37. Algunos estudios centrados en estas celebraciones: PEDRAZA, P., Barroco
efmero en Valencia, Valencia, 1982 (fiestas de 1662); ALAUSTRE CAMPO, I., Alcal
de Henares y sus fiestas pblicas, Madrid 1990, pp. 262-278; FERNNDEZ BASURTE,
F., El concejo en las fiestas de la Inmaculada en Mlaga. 1640, en Espacio, Tiempo y Forma, Serie VI, Historia Moderna, 7 (1994) 195-209; ESCALERA PREZ, R., La
imagen de la sociedad barroca andaluza, Mlaga 1999, pp. 355-410. Sobre la profusin de la predicacin inmaculista: RECIO, A., La Inmaculada en la predicacin
franciscano-espaola, en AIA, 15 (1995) 105-200; NEZ BELTRN, M. A., Complejidad de las vida religiosa en la Sevilla barroca. Doctrina, devocin y polmicas
inmaculistas desde las predicaciones del siglo XVII, en La Orden Concepcionista,
o.c., t. II, pp. 563-580.
38. As, por ejemplo, el 28 de agosto de 1620, las religiosas del convento de
Santa Isabel -terciarias franciscanas- firman como confederadas de la Hermandad
de Defensores de la Pursima Concepcin, creada por la Madre Mara Luisa de la
Ascensin y patrocinada por el propio monarca. BN, Ms. 8540, ff. 154v-155v.
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El 8 de diciembre de 1661, Alejandro VII despachaba la bula Sollicitudo omnium ecclesiarum, en la cual se expresaba que Mara fue
preservada del pecado original desde el primer instante de su concepcin y que tal misterio era aceptado por la Iglesia de creencia y
culto. Se haba en gran parte logrado lo que con tanta ansia y tesn se
llevaba deseando tanto tiempo. No qued comunidad, cofrada, parroquia, ni convento que no mostrase su cordial devocin y ms que
todos, como ms obligado, ste de San Francisco 46. All las fiestas
comenzaron el 23 de abril y duraron tres das, cada uno a cargo de
una cofrada: la del Santsimo Sacramento, la orden tercera y la de
San Francisco, contando con aventajados predicadores. El ltimo da
por la tarde se celebr una procesin por la Plaza Mayor. Este tambin fue el escenario donde se corrieron toros enmaromados, por
cuenta de la cofrada de San Francisco.
La catedral, ante la llegada de la bula y de la orden del rey para
que la celebrase, el 11 de febrero tuvo luminarias y al da siguiente
misa y sermn con asistencia de la Chancillera 47. Por su parte, la
Ciudad tambin lo festejara el 17 y 18 de febrero en la parroquia de
San Lorenzo, con la que tena una especial vinculacin por acoger a
la patrona oficiosa de Valladolid, y tampoco faltaran las luminarias
y fuegos de artificio 48. Despus, el 12 de marzo, asistira a la catedral, ante la llegada de la orden regia para que lo celebrase con el Ca44. Sus funciones de tabla eran: Nio Perdido (San Ignacio), Candelas (San Benito) y la Magdalena (casa pa de la Aprobacin), las cuales se seguiran incrementando. A su vez, asista a los sermones de Cuaresma en la parroquia de Santiago y,
junto con el Cabildo, a multitud de procesiones generales de carcter anual.
45. AMV, Libros de Actas, n 56, 5-IX-1653, ff. 119v-120. El convento de los
capuchinos se haba fundado en 1638 bajo el patronazgo de un regidor, Juan de Zamora Cabreros. Segn su testamento, despus de su mujer recaa el patronato en la
Ciudad, quien tom posesin en 1661.
46. CANESI ACEBEDO, M., Historia de Valladolid..., t. I, p. 653. AMV, Libros de
Actas, n 59, 19-VI-1662, ff. 1059-1059v.
47. ACV, Libros del Secreto, 6-II-1662, f. 660.
48. AMV, Libros de Actas, n 59, 15-II-1662, ff. 1014-1014v.
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ga. Ruidosa fue la disputa que a principios del XVI mantuvieron dominicos y franciscanos con motivo del sermn que predic en la
Iglesia Mayor el guardin de San Francisco, fray Martn de Alva, el
da de la Concepcin de 1502 54. Nada menos que tuvo que intervenir
el Presidente de la Chancillera para poner cierto orden y sosiego en
un conflicto que haba trascendido al pueblo. Pero centrmonos en la
centuria siguiente.
Haca 1617 fue publicada la oracin latina que el doctor Meja de
la Cerda haba pronunciado en el convento de San Francisco el sptimo da de la octava de la Concepcin de 1616, junto con la parecer
del obispo de Osma, fray Francisco de Sosa 55. Se trataba de una clara victoria de los inmaculistas, tras los problemas planteados al orador, que haba sido denunciado al Santo Oficio.
La tesis de la discordia, en latn, era la siguiente:
Ninguno de los hijos de Adn nace sin que le toque Satn, y por lo
tanto llora vociferando por este tacto, a excepcin de Mara y de su
hijo Puede haber algo ms claro? Porque esto lo afirma casi literalmente el Santo granadino Tesifn. A Mara, dijo, no le toc para nada el primer pecado. El mismo Santo Tesifn y el Santo Cecilio escriben que esto acerca de Mara fue ya definido en el Concilio celebrado por los apstoles: Aquella Virgen, aquella Mara, aquella Santa, fue preservada del pecado original y fue inmune de toda culpa. Y
el que otra cosa sintiere, no conseguir la salvacin eterna.
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defensable y que tiene por su parte muchos sanctos; que de las dos
opiniones, la que afirma ser concebida sin pecado original tiene
ms de voluntad que de entendimiento y as ms de piedad que de
verdad; pero la otra tiene ms de entendimiento que de voluntad, y
as ms de verdad, porque sta se toma del entendimiento. Insisti
en la persecucin injusta de la que estaban siendo objeto: que su religin en esta parte contra todos los reyes y prncipes y pueblos tena
a Dios por ayuda y defensa (...); que as como en tiempo de Julin
Apstata la Iglesia padeci por la verdad que contra l defenda, as
los de su religin andavan aotados por la verdad 59. En consecuencia, todo el sermn fue un escndalo para el pueblo y para la Universidad, adems de contravenir el decreto papal de 1617. De esta forma, no faltaron durante su oratoria voces de bjate, bjate.
Llama la atencin que el padre Ricardi, sin ningn problema haba formado parte de los comisarios que organizaron el juramento, se
haba ofrecido a predicar el sermn y, adems, momentos antes haba hecho el voto que despus quebrantara. Fue condenado a que no
volviera a predicar ningn sermn de Nuestra Seora en la Universidad, dos aos de privacin de voto activo y pasivo en el claustro, as
como del salario de su ctedra por un ao. Parece que el castigo no
qued ah, segn relata el padre Sobremonte. El escndalo lleg hasta Felipe III y fue condenado al perdimiento de su ctedra y destierro de estos reynos. As, march a Roma, donde muri en 1640.
Esta fue la manifestacin ms clara de los dominicos contra el
fervor inmaculista que se estaba desarrollando por entonces, si bien
su ausencia en las celebraciones dispuestas por el convento de San
Francisco ya la haba puesto en evidencia 60. A su vez, vemos como
aunque la aprobacin del juramento por el Claustro no plante a sim59. Proposiciones que el Padre Maestro Ricarte, religioso de la orden de Santo
Domingo, predic en el convento de San Francisco de Valladolid en el da octavo de
la Concepcin de la Virgen Santsima despus de aver jurado la Universidad, Real
Academia de la Historia, 9-1.014, f. 106 (manuscrito). Tambin en BN, Ms. 9.956,
f. 112. Posiblemente est un tanto exagerado lo dicho por este fraile.
El sermn manuscrito figura en la Biblioteca Provincial de Toledo, segn seala LPEZ, A., Descripcin de los manuscritos franciscanos existentes en la Biblioteca Provincial de Toledo, en AIA, 25 (1926) 230-231. Este autor nos ofrece ms
noticias interesantes sobre este genovs. As, al parecer, los dominicos pretendieron
que fuese enviado a Roma con fray Plcido Tosantos (1616) pero, acertadamente,
propuso la Junta Real de la Inmaculada al rey que no convena esta embajada.
60. No aparece en 1617, por lo que posiblemente tampoco asistira en 1616 ni
en 1618.
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ple vista problemas, a diferencia que en Salamanca 61, tampoco faltaron los conflictos. Las aguas volvera a su cauce, incluso los religiosos de Santo Toms tendieron a hacer este juramento con anterioridad a 1664 62. Mero formulismo?
Los conflictos afloraran de nuevo en el mbito acadmico en
1649. El P. M. fray Diego Enrquez, de la Orden de la Merced, catedrtico de Escritura, haba impreso un acto que habra de defenderse
en la Universidad el 13 de abril, bajo su presidencia. Pero ste se retrasara hasta el 9 de mayo, ante diversas presiones. No en vano, los
decretos de 1617 y 1622 slo permitan a los inmaculistas defender
sus ideas63, pero los excesos podan ser motivo de censura, ya fuera con buen celo o sin l.
El 29 de abril se ley en el Claustro una peticin de varios religiosos lectores de conventos y colegios de la ciudad64. Se quejaban
de que si bien pocos das antes el sustentante del acto, que iba a ser
fray Francisco Castelvi, lo haba defendido en Salamanca, aqu no
slo no se haba celebrado sino que fray Diego Enrquez haba publicado unas segundas conclusiones. En stas haba suprimido la que
afirmaba que el misterio de la Pursima Concepcin est cercano y
prximo a ser definido, y todas aquellas palabras que directa o indirectamente favorecan la Pureza de la Concepcin de la Virgen. Los
religiosos suplicaban que se tuviesen las primeras conclusiones y
que en la deliberacin del asunto se mande que los cathedrticos de
la Orden de Santo Domingo y de la Merced no sean convocados a la
conferencia por ser declaradamente las partes interesadas. Los maestros y licenciados de la facultad de teologa no condenaron dicha
proposicin, por lo que se mandaronn defender al da siguiente las
primeras conclusiones. Pero tampoco tuvo lugar, segn parece por el
recado de un inquisidor, que haba tratado el asunto con unos religiosos dominicos. Lgicamente, el sealar que la Inmaculada Concep-
61. La oposicin dominica se hizo sentir tanto en 1617, en la redaccin del memorial solicitado por el monarca sobre la Inmaculada, como en 1618, en la aprobacin del juramento inmaculista. RODRGUEZ-SAN PEDRO BEZARES, L. E., La Universidad..., pp. 530-534 y 736.
62. En el acto de incorporacin de licenciado y maestro en Teologa y posesin
de Ctedra de Prima de Santo Toms, por el P. Gaspar Ruiz, hizo el dicho juramento de la Pursima Conceptin segn y como lo an echo los dems seores doctores y
religiosos de su orden. AUV, Libros de Claustros, n 8, 7-IX-1649, f. 312v.
63. El decreto de 1617, como hemos sealado, prohiba a los maculistas defender sus ideas en pblico, y el de 1622 lo ampliaba a tambin al mbito privado.
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al misterio, una frmula ya muy extendida, con lo que sucedieron algunos escndalos en Soria, Logroo, Madrid y Bilbao 67. El rey intervino, publicando el 20 de abril de 1661 una Real Cdula, en la que
mandaba a todos los prelados y superiores regulares obligasen a sus
sbditos a comenzar todos los sermones con tal frmula. Como algunos dominicos no cumplan con sus mandato y con las disposiciones
de Alejandro VII, expidi nuevas rdenes, entre ellas un Real Decreto, el 29 de octubre de 1662, ordenando que las justicias ordinarias
cuiden atentamente de cuanto toca a la exaltacin deste santo misterio en la forma que se acostumbra. Por su parte, el confesor del rey,
el dominico P. Prado escribi un memorial al monarca en que defenda a su orden, que fue contestado por algunos inmaculistas.
Este era el ambiente en el que se inscribiran los problemas acaecidos en Valladolid en 1662. No hay duda que la bula de Alejandro
VII haba encendido algunos nimos. El 21 de noviembre de 1662,
un regidor asisti a la fiesta de la Presentacin de Nuestra Seora en
el convento de Santa Catalina, de monjas dominicas, donde predic
el P. M. lvarez, de dicha orden, y no dijo las palabras de alabado
sea el Santsimo Sacramento y la Pura Concepcin de Mara Santsima concebida en el primer ynstante sin mancha de pecado original,
de la que se hio mucha nobedad y caus escndalo 68. As, la Ciudad, teniendo en cuenta el Real Decreto del 29 de octubre, nombra
comisarios para que junto con el teniente de corregidor hagan las
averiguaciones al respecto. Pese a visitar al prior de San Pablo y
abiendo prometido que por l ni sus religiosos no se dara ocasin a
alborotos ni escndalos, no hubo sermn como era acostumbrado el
da de Santa Catalina, de nuevo en el convento de dicha advocacin,
ni el domingo siguiente en San Pablo y que se presume que fue por
no decir las palabras 69. Para contrarrestar lo sucedido, la Ciudad decidi hacer nueva fiesta a la Inmaculada Concepcin, que terminara
por suspender debido a la falta de dinero, aunque en compensacin
aumentara el boato de la que celebraba en los capuchinos, con msica y luminarias la noche antes.
Tambin la catedral tomara medidas al respecto. El sermn del
primer domingo de Adviento le haba correspondido al convento de
San Pablo, que avia determinado el venir a predicar su predicador
67. RECIO, A., La Inmaculada en la predicacin..., pp. 136-139.
68. AMV, Libros de Actas, n 59, 22-XI-1662, f. 1263v-1264.
69. Ibid., 27-XI-1662, ff. 1268-1269.
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(...) pero con calidad que no ava de decir las palabras que ordinariamente se dicen de la Inmaculada Concepcin. El Cabildo determin
dar el sermn a un jesuita, que tambin se encargara de predicar el
segundo da de Navidad si fray Pedro lvarez se negaba a decir dichas palabras 70. Por su parte, la Chancillera recibi una carta acordada del Consejo, fechada a 20 de abril de 1663, para que al igual
que el resto de tribunales de la corte, no permitiera que en los sermones a que asistiera se dejara de decir la alabanza a la Pursima Concepcin tal como qued establecida tras la bula de Alejandro VII 71.
La solucin definitiva llegara cuando el P. Prado, dirigi el 1 de
junio de 1663 una carta circular a todos los conventos y monasterios
de la Provincia dominica de Espaa, en la que, conformndose con
la orden del Padre General, ordenaba a todos los religiosos que dijeran el elogio acostumbrado de la Pursima Concepcin y que despus de recibir esta carta en todos los conventos se hiciera una fiesta
a este misterio. A esta orden debe responder la fiesta celebrada por el
convento de San Pablo de Valladolid, integrante de esta Provincia 72.
Se trataba de todo un signo de concordia que pona fin a la polmicas
y a la agitacin inmaculista de aquellas dcadas.
IV. EL SOSIEGO TRAS LA TEMPESTAD
El 19 de noviembre de 1716, reunidos en Acuerdo General, el
Presidente y oidores de la Real Chancillera tomaron el acuerdo siguiente:
dixeron que por quanto los tribunales y consexos de su magestad,
que residen en su real corte, zelebran la festividad de la Pursima
Conzepcin de Nuestra Seora, haziendo cada uno fiesta particular
en los templos que sealan, y que a su exemplo y ymitazin es justo
que este Real Acuerdo aga la misma zelebridad en obsequio de tan
gran misterio y demostrazin de su devozin. Acordaron que de aqu
en adelante se asista y concurra en el real comvento de San Francis-
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No tenemos constancia de que la Ciudad ni el Cabildo hicieran celebraciones ante esta buena nueva 78. Mayores fueron los regocijos en
otros lugares, como Sevilla, aunque sin las estridencias del siglo anterior 79. Ya no eran necesarias aquellas manifestaciones multitudinarias
de fervor religioso, con las que se buscaba incrementar la devocin entre el pueblo, combatir a los partidarios de la opinin contraria y convencer al papado para la definicin del dogma. Si bien continuaron las
embajadas a Roma, los nimos estaban apaciguados y ms an cuando
en 1664 Alejandro VII concede a Espaa el derecho de celebrar de
precepto el oficio y misa de la Inmaculada. Adems, desde 1683, el
convento de San Francisco y todo Valladolid tena una nueva causa en
la que concentrar sus esfuerzos como era la canonizacin del hijo de la
ciudad fray Pedro Regalado, lograda en 1746 80.
77. PREZ, V., Diario de Valladolid (1885), Valladolid 1993, p. 342.
78. Los vecinos de la Plaza Mayor aprovecharn el motivo para solicitar la celebracin de fiestas de toros, tal como tendran lugar pero sin que podamos considerar que tuvieran ninguna connotacin inmaculista. AMV, Libros de Actas, n 88, 27VII-1761, ff. 44v.
79. GONZLEZ GMEZ, M., Reflejos de la perfecta hermosura. Escultura, iconografa y devocin inmaculista en Sevilla, en Inmaculada..., pp. 101-102.
80. AMIGO VZQUEZ, L., El Santo celebrado por los vallisoletanos, en BURRIEZA SNCHEZ, J., La Ciudad del Regalado, Valladolid 2004, pp. 62-93.
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An as, este convento y toda la orden tuvieron algunos otros gestos extraordinarios de devocin a la Inmaculada. Las fiestas del 8 de
diciembre volvieron a revestir una especial solemnidad en 1685, con
la colocacin de la Inmaculada, San Pedro Regalado y San Francisco de la Parrilla en sus nuevas aras 81. En los Captulos Generales de
la orden celebrados en Valladolid en 1670 y 1740 tambin se dej
sentir el profundo entusiasmo franciscano por este misterio. As, en
1740, las conclusiones del primer da, el 26 de mayo, se dedicaron a
la Pursima Concepcin. A su vez, este fue el tema del sermn del 7
de junio. Sin embargo, a ojos de todos los vallisoletanos, la principal
muestra de devocin tuvo lugar el 5 de junio, da en que se celebr la
procesin. Iban en ella todos los santos de la orden y en el ltimo
puesto, el ms preeminente, la Pursima Concepcin 82. Esta imagen
tambin haba sido sacada en 1670, cuando tenemos constancia de
que los regidores haban llevado las varas del palio 83.
El fervor de la Monarqua por la Inmaculada continuara con Carlos II. Tampoco decaera con el cambio dinstico y especialmente se
hara patente en tiempos de Carlos III. As, en Valladolid, no slo lleg el decreto de 1761. En agosto de 1777, una Carta Orden prohibi
que se defendieran conclusiones en la Universidad que directa o indirectamente impugnasen la Pursima Concepcin. En 1779 una Real Cdula incidi en que los graduados de todas la universidades del
Reino hicieran el juramento de la Inmaculada, imitando a los de Valladolid, Salamanca y Alcal 84. A su vez, en 1788, el obispo reciba
una Real Cdula para que se observase lo dispuesto en las bulas de
1760 y 1761, una vez obtenido el Patronato, y celebrase en todas las
Iglesias el da de la Inmaculada y su octava con rito doble de primera clase y el oficio y misa que usaba la Orden de San Francisco. El
obispo transmitira esta orden a todos los vicarios, prrocos y prelados de su dicesis 85.
81. CEGAMA, F., Altar animado y mstico con privilegio e gracia en el punto en
que se anima... sermn que dixo... en 15 de Diciembre de el ao de 1685, da ltimo
del Sacro octavario que se celebr ene l dicho Convento en ocasin de aver colocado en nuevas aras a la imagen de la Concepcin y las de S. Pedro Regalado y S.
Francisco de la Parrilla..., Valladolid 1686.
82. CANESI, M., Historia de Valladolid..., t. I, pp. 659-664.
83. AMV, Libros de Actas, n 62, 14-V-1670, ff. 291v-292.
84. TORREMOCHA, M., Ser estudiante en Valladolid en el siglo XVIII, Valladolid
1991, pp. 318-319.
85. Biblioteca Histrica de Santa Cruz, Impresos en Valladolid, leg. 1, n 85.
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y XVIII, la religiosidad colectiva, que defina y modelaba aquella sociedad sacralizada, va a tener a la Pursima Concepcin como una de
las principales advocaciones marianas. Nos vamos a detener en algunas de estas manifestaciones, que no se limitaban al estricto mbito
de lo religioso, debido a aquella cotidianidad de la trascendencia.
A travs del anlisis de las escrituras testamentarias e inventarios
post-mortem, Mximo Garca Fernndez ha hecho hincapi en diversos aspectos claves de la religiosidad colectiva durante el perodo
1650-1834, en la ciudad de Valladolid y otras localidades de su entorno rural provincial 94. Podemos rastrear la presencia de la Inmaculada Concepcin. En el interior de las viviendas, siempre con referencias sacras, Nuestra Seora, la Virgen Mara, o advocada bajo sus
mltiples misterios constituy el tema pictrico ms frecuente. Como seala este autor las imgenes de la Soledad y la Inmaculada estaban presentes siempre en todas las casas, tanto a mediados del siglo XVII como en la dcada de los aos treinta del XIX. Muy especialmente debemos valorar la presencia de la Concepcin, cuya devocin era mucho ms reciente. Incluso en la onomstica, caracterizada por su inmovilismo, Mara Concepcin, junto con otros nombres compuestos con el topnomo Mara comienzan a abrirse paso a
partir del XVIII. Tambin de forma especial, ante la muerte, los castellanos acudiran a la Inmaculada 95. En las solicitudes de intercesin,
en el encabezamiento de los testamentos, su Concepcin Inmaculada
fue adquiriendo una mayor importancia. A su vez, este misterio estaba muy presente en la peticin de misas perpetuas.
Durante la Edad Moderna, una de las vivencias claves de la religiosidad popular era la cofrada, el cauce asociativo ms generalizado, con multitud de implicaciones tambin en el mbito asistencial,
laboral y festivo 96. Ventura Prez, al describir las fiestas que tuvieron
lugar en 1742, con motivo de la colocacin del Santsimo en la nueva iglesia del convento de Santa Clara, seala como a la solemne
93. Archivo de la Diputacin de Valladolid (ADPV), Seccin de Obras Pas,
Caja 53/1365.
94. El recurso al santoral en Castilla, del Barroco a la Ilustracin, 1650-1834,
en Hispania Sacra, 50 (1998) 123-173.
95. Vid., tambin, PASCUA SNCHEZ, M. J. de la, La devocin a la Inmaculada
Concepcin en Cdiz durante el setecientos, en La Orden Concepcionista..., pp.
605-619.
96. ARIAS DE SAAVEDRA ALAS, I. y LPEZ-GUADALUPE MUOZ, M. L., La represin de la religiosidad popular. Crtica y accin contra las cofradas en la Espaa del siglo XVIII, Granada 2002.
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esta parroquia se localizaba la capilla de la Concepcin, donde la cofrada coloc sus imgenes.
Durante el siglo XVII el convento de San Francisco se convirti en
el gran foco irradiador de la devocin concepcionista. En 1617 se
funda la cofrada de la Pura y Limpia Concepcin de la Virgen, integrada fundamentalmente por relatores y otros oficiales de la Real
Chancillera y en la que eran cofrades el padre Daza, el Doctor Meja de la Cerda y el propio Gregorio Fernndez 109. El convento le cedi para sus fiestas la capilla donde se colocara la famosa Inmaculada y sus cofrades estaban obligados a asistir a la fiesta de la Concepcin, que haca el convento. Sin embargo, el 7 de diciembre de 1628,
la cofrada hace escritura por la que acepta las condiciones impuestas por el convento para marcharse. Se ira a otra iglesia, se fusionara con otra cofrada o simplemente desaparecera?
En tiempos de fray Matas de Sobremonte (a mediados del XVII),
la cofrada de Mercaderes de San Francisco ya celebraba en la iglesia del convento la funcin del 8 de diciembre 110. Sin embargo, cuando se funda en 1590 slo aparece bajo la advocacin de este santo,
que era la nica fiesta que estaba obligada a celebrar 111. Es a partir de
mediados del siglo XVIII cuando comienza en la documentacin a
nombrarse por las dos advocaciones de la Pursima Concepcin y
San Francisco 112 . Se trataba de una cofrada rica que dispona de diversas capellanas y memorias. En 1765, al crearse el Cuerpo General de Comercio formado por los cinco gremios mayores, en sus Ordenanzas aprobadas por Carlos III, se mantendra esta cofrada, a
reserba de no admitir en lo subcesibo en ella yndibiduo alguno que
no sea del comercio 113.
que asiste y queda la hermandad de los seores barberos, llevaba ya muchos aos
cumplindola y costendola en su mayor parte, correspondindole a la cofrada slo
un pequeo gasto. Pudo ser el origen de que la cofrada comenzara a titularse tambin de la Concepcin, como ya aparece en 1658 cuando acepta esta memoria? Desgraciadamente, carecemos de documentacin anterior al respecto, Ibid., Caja
20/496.
109. AHPV, Protocolos Notariales, Cajas 1048 (escrituras de 1617-1618) y
1801, ao 1628.
110. Noticias chronogrficas..., ff. 161-161v.
111. Regla de la cofrada de San Francisco de mercaderes de Valladolid, BN,
Ms. 6.298.
112. IRAOLA, J. M., La devocin..., p. 47.
113. Informe sobre las cofradas en Valladolid realizado por el Intendente ngel Bustamante, 1773. ADPV., Seccin Obras Pas, antiguo legajo 31.6.
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Por su especial devocin inmaculista, tambin hemos de mencionar a la Orden Tercera de San Francisco. En 1655 tuvo lugar la consagracin de su nueva capilla, que estara presidida por una imagen
de la Inmaculada, as como el juramento de este misterio. Desde entonces festejara todos los aos a la Concepcin, durante tres das de
su octava, en los que estaba patente el Santsimo y se ganaba el Jubileo de las Cuarenta Horas 114.
En el siglo XVII, adems de la del convento de San Francisco, surgiran otras cofradas dedicadas a este misterio. Posiblemente tambin entonces adquiriese la de barberos esta advocacin, donde no
podemos descartar la fusin con otra cofrada. En el Valladolid de finales del setecientos existan cuatro cofradas tituladas de la Concepcin de Nuestra Seora sitas en las parroquias de San Juan, San Pedro, San Julin -luego unida a la de San Miguel- y San Andrs. No se
trataban entonces de cofradas ricas y su composicin era heterognea 115. Todas haban sido creadas al amparo de la explosin concepcionista 116, siendo la ltima la de San Andrs, en 1663, que se situ
en la recin construida capilla de la Concepcin, fundada y dotada
por don Pedro de Pesquera, cannigo de la catedral 117.
Debemos apuntar tambin la posibilidad de que otras cofradas,
como suceda con la Orden Tercera de San Francisco, tuvieran una
importante devocin hacia este misterio sin figurar con esta advocacin. As lo hemos comprobado en cuanto a la Hermandad del Rosa114. SOBREMONTE, M. de, Noticias chronogrficas..., f. 311v.
115. Las de San Pedro y San Juan estaban compuestas de artesanos y labradores, la de San Julin de miembros de distintos oficios y la de San Andrs por artesanos oficiales de lana y panaderos. Sus rentas no eran muy abundantes -aunque hay
que tener en cuenta que los datos proceden de finales del XVIII en un momento de
crisis para muchas cofradas- y la de San Julin viva de la contribucin de sus cofrades. ADPV, Seccin de Obras Pas, Libro Becerro de la Primera Agregacin;
Ibid., Caja 62/1565 (San Julin), Caja 52 (San Juan y San Andrs), Caja 53 (San
Juan y San Pedro) y Caja 75 (San Pedro).
116. En 1616 se fundan las de San Pedro y San Juan. Sin conocer el ao de su
creacin, en 1650 era aprobada por el obispo la de San Julin. En 1663 se fund la
de San Andrs. ADPV, Seccin de Obras Pas, Libro Becerro de la Primera Agregacin.
117. ADPV, Seccin de Obras Pas, Caja 52/1353. Desde 1678 se conocera
como cofrada de la Concepcin y el Rosario, al unirse con la Congregacin de
Nuestra Seora del Rosario -creada haca pocos aos tambin en dicha parroquia.
Si bien a finales del XVIII ya no se menciona esta segunda advocacin.
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racin del dogma no tuvo lugar hasta 1854. Sirvan como eplogo las
celebraciones que tuvieron lugar por este motivo. Hubo diversas
funciones religiosas, entre las cuales sobresali la suntuosa que tuvo lugar en la Santa Iglesia Catedral los das 5 y 6 de mayo de 1855,
donde se celebraron vsperas y al da siguiente misa solemne con
sermn. El ltimo da por la tarde se hizo una concurrida procesin
general por las calles y plazas que circundan la iglesia, llevando a la
Inmaculada en carro triunfante. En palabras de Casimiro Gonzlez
Garca-Valladolid, resultaron verdaderamente conmovedores y
grandiosos el jbilo y la piadosa devocin con que los fieles asistieron a ellos y dieron a conocer la alegra inmensa que inundaba sus
corazones en acontecimiento tan grato para los amantes de la gloria
de Mara 122.
II. Fiestas.
III. Votos.
IV. Cofradas.
I. INTRODUCCIN
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As tenemos: Hasta diez parroquias: Aguilar del Ro Alhama, Logroo, Mansilla de la Sierra, Njera, Ochnduri, Poyales, Rivas de
Tereso, Valdemadera, Velilla y Villarejo. Numerosas ermitas, entre
ellas las de Anguciana, Arrbal, Briones, Calahorra, Enciso, Matute,
San Vicente de la Sonsierra y la magnfica de cabecera romnica de
Treviana. Un convento en Alfaro y un colegio en Logroo; veinte
cofradas de las que trataremos ms abajo; trminos, calles, plazas y
monumentos, que manifiestan lo arraigado de esta devocin inmaculista en una tierra tan profundamente mariana como es La Rioja.
Y no fueron slo los franciscanos, tambin otras rdenes y congregaciones, como jesuitas, carmelitas y mercedarios, se implicaron
en la defensa de la entonces piadosa creencia. Aunque, por encima
de todas, y debido precisamente a su carisma peculiar, destac la Orden de la Inmaculada Concepcin, las monjas concepcionistas fundadas por Santa Beatriz de Silva a finales del siglo XV y que cuenta,
hasta el da de hoy, con dos histricos monasterios en La Rioja: el de
Madre de Dios en Logroo y el de la Concepcin en Alfaro.
El convento de Madre de Dios de Logroo data de 1531; se debe
a la devocin del caballero regidor de la ciudad don Juan de Enciso,
Contador Mayor del emperador Carlos V quien haba solicitado autorizacin al pontfice Clemente VII para fundar un convento en su
ciudad natal donde ingresaran sus hijas. Su idea primera era traer a
las monjas clarisas, pero enterado de la existencia de una Orden nueva cuyo carisma era defender la pursima Concepcin de la Virgen,
de la que tan devoto era el fundador, mud su parecer y consigui establecer una comunidad de seis religiosas concepcionistas, de las
cuales tres eran sus hijas. El edificio conventual se levant junto al
palacio de los Enciso, donde se hosped Felipe II a su paso por Logroo, quedando instalados los aposentos de la reina en el propio
convento. Madre de Dios cont con elevadas rentas y en l ingresaban las hijas de lo ms selecto de la sociedad logroesa, de forma
que tena cierto halo de aristocrtico. Posea amplios viedos, heredades y veinte edificios, entre ellos una posada en la calle del Cristo, que les reportaban buenos ingresos, hasta el punto de que poda
permitirse ayudar a las necesidades pblicas, como en 1677, cuando
la comunidad prestaba dinero al Ayuntamiento de la ciudad. Sin embargo, el esplendor del edificio decay mucho a partir de la invasin
francesa y de las sucesivas desamortizaciones del siglo XIX. Finalmente, debido al incendio que sufra el 14 de marzo de 1936, el edificio quedaba completamente arrasado, aunque no la comunidad que
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roso squito; terminada la funcin religiosa, el ayuntamiento se diriga nuevamente a la iglesia de donde saliera la comitiva, haca en
ella oracin y regresaba a la casa consistorial.
Con el recuerdo de estas prcticas que poco a poco han ido cayendo en el olvido, la abadesa del monasterio de la Madre de Dios
doa Mara Josefa Alcelay se dirigi por escrito en 1856 al ayuntamiento, pidiendo dispusiera se celebrase en dicho ao la fiesta de la
Concepcin con toda la solemnidad que se practic en 1845; y el
concejo logros, teniendo en cuenta que dicha funcin era un voto
de la ciudad, acord asistir en corporacin y entregar a las religiosas
por va de limosna 320 reales, que es con lo que cada ao contribuye
para el da de la fiesta, reducida hoy, como es sabido, a la funcin de
iglesia en dicho convento 10.
Pero no slo en Madre de Dios se daban muestras del fervor inmaculista de los logroeses; en la Redonda se poda ganar indulgencia plenaria el 8 de diciembre desde 1781. De igual forma en las parroquias de Santiago y Palacio, y en los diversos conventos y monasterios de la ciudad, la fiesta se celebraba con gran solemnidad, al
igual que en el resto de ciudades y pueblos de la dicesis:
En la localidad serrana de Ortigosa de Cameros la fiesta de la
Concepcin se celebraba con gran solemnidad, de acuerdo con un
antiguo voto relacionado igualmente con la celebracin de la fiesta
de su patrona, la Virgen del Carmen. En este da, tras la misa mayor
en San Martn, la procesin recorra el pueblo detenindose bajo el
centenario olmo bajo el que aquel se haba realizado.
En Alfaro, la fiesta de la Concepcin resultaba de gran esplendor.
La organizaba la cofrada de su nombre, radicada en la colegiata, y
acudan tanto el cabildo como el ayuntamiento precedido ste por su
estandarte. Tras la misa, la procesin recorra las calles de la localidad 11.
En numerosas localidades se celebra esta fiesta, preparada ya
desde la vspera con hogueras o marchas como en Cornago y
Fuenmayor. No podemos olvidar tampoco las ferias de la Concepcin de Santo Domingo de la Calzada. En Cervera la fiesta cuenta
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de Seor Santiago de esta Ciudad, habiendo salido por votos de mayor parte que se escribieron en membrete y papel aparte, y as mismo
se acord y sali por mayor parte de votos aprobada por el Seor Corregidor, se hiciese el dicho juramento en manos de S. S. el Sr. Don
Pedro Gonzlez del Castillo, obispo de este obispado de Calahorra y
Lacalzada (sic); y si por falta de salud u otra ocasin no pudiese asistir en la Iglesia de Santiago a el dicho voto y solemnidad dl, o por lo
menos a recibir el dicho juramento, se pida y suplique a uno de los
Sres. Inquisidores el ms antiguo asista a la solemnidad del juramento, y faltando lo uno o lo otro lo haga el Doctor D. Andrs de Zarzosa, Abad de San Juan, por ser dignidad presentada por esta Ciudad y
tocarle directamente acudir a las cosas della, y no viniendo la dicha
Iglesia de Santiago en dejar hacer la solemnidad en la forma acordada, se haga en la Iglesia de Seor San Francisco desta Ciudad.
Y as mismo se acord que en cualquier parte que sea, haya sermn y misa cantada, y que el sermn por esta vez se pida lo haga el
padre Mena, Calificador del Santo Oficio y Definidor de la Orden de
Seor San Francisco; y que en la dicha misa procuren comulgar los
caballeros regidores y dems personas que van en cuerpo de Ciudad,
y que el dicho voto lo haga la dicha Ciudad, los presentes Justicia y
Regimiento en nombre de todos los vecinos della que son y fueren
desde aqu adelante prestando cautin de Rate, y que el da que se seala para este voto y juramento sea el tercero de la Pascua de la Natividad de Nuestro Seor Jesucristo, da de la Natividad del glorioso
Apstol y Evangelista San Juan; y en este mismo da se haga fiesta
de misa y sermn todos los aos, para agora y para siempre jams,
comulgando como est dicho todos los Caballeros y dems personas
que van en cuerpo de Ayuntamiento, con que el voto de la Comunin
no obligue a pecado mortal ni ms que a una devocin y costumbre
justa; y haya su sermn, eligiendo el predicador la Ciudad, y la fiesta se ha de hacer cada ao en las Iglesias Parroquiales de esta Ciudad
alternando de una en otra, empezando por la deste ao en la del glorioso Santiago por ser Patrn de Espaa, y su Iglesia la ms antigua,
donde se hicieron los Ayuntamientos de la Ciudad y estn sus archivos; y as mismo se acuerda que la vspera del da de la dicha fiesta,
que viene a ser segundo da de Pascua, haya luminarias a la noche y
se pregonen con (ilegible) para celebracin de la dicha festividad y
devota opinin; y para la presente fiesta y hacer todas las diligencias
necesarias en ella, se nombra por comisarios a los Sres. Juan de Molina, D. Diego de Fonseca
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Una vez realizado el voto, el secretario de la Corporacin lo anotaba en el correspondiente libro de Actas:
En la ciudad de Logroo y en la yglesia del convento del Seor
San Francisco, da del glorioso Evangelista San Juan, tercero da de
la Pascua de la Natividad de Nuestro Seor Jesucristo, a veinte y siete das del mes de Diciembre de mil y seiscientos y veinticinco aos,
en presencia y por ante m, Pedro Miguel de Enderica, Escribano del
Rey Nuestro Seor y del nmero y Ayuntamiento de la dicha Ciudad,
se juntaron los Sres. Justicia y Regimiento della donde asistieron en
forma de Ciudad desde la Casa del Consistorio de Ayuntamiento
(). Estando as todos juntos los dichos Seores Justicia y Regimiento de la dicha Ciudad, celebraron la fiesta de la Limpia e Inmaculada Concepcin, e dijo la Misa Mayor el Doctor don Andrs Zarzosa, su Abad de San Juan, Juez subdelegado de la Sta. Cruzada,
Doctor y Beneficiado en la Iglesia de San Bartolom desta dicha
Ciudad, que fueron la dicha Ciudad desde su Ayuntamiento en el acto pblico junto el dicho seor Francisco Fernndez, Regidor ms
antiguo de la mano izquierda, el cual dijo la misa con su dicono y
subdicono y mucha msica; y despus de la haber celebrado la dicha Misa Mayor y predicado en ella el padre Mena, Definidor de la
dicha Orden de San Francisco, Calificador del Santo Oficio de la Inquisicin, y comulgado en la Misa Mayor el dicho seor Corregidor
y la mayor parte del dicho Ayuntamiento, estando revestido el dicho
seor abad de San Juan y sentado en una silla encima de las gradillas
de la dicha yglesia, y puesto delante dl un bufete pequeo con su tapete de terciopelo colorado y un libro misal, y mucha gente en la dicha Iglesia que ocurri al dicho acto, yo el dicho Escribano le pblicamente la promesa y juramento antes desto contenida segn y de la
forma y manera que est escrito, y despus de lo haber ledo pblicamente, los dichos seores Justicia y Regimiento y dems personas de
su Ayuntamiento hicieron el dicho juramento y promesa comenzando por el seor D. Juan Ramrez Freyle y Arellano, Corregidor de la
dicha Ciudad, y todos los dems de su Ayuntamiento cada uno por su
antigedad como estaban sentados, de todo lo cual doy fe, etc., etc.
Ante mi Pedro Miguel de Enderica 12.
No sabemos el motivo por el cual el cabildo de la iglesia de Santiago no acept que se celebrara en su templo el voto inmaculista;
12. Archivo Municipal de Logroo, Libro XIX de Acuerdos Municipales (16241625), ff. 346-347; GMEZ, o. c., pp. 408-409.
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respecto a la ausencia del obispo, quedaba justificada por sus continuos achaques que debieron ser graves pues era pblicamente conocido que profesaba tierna devocin al misterio de la Inmaculada,
contando con una talla en su oratorio privado del palacio logros en
que habitaba, contiguo a la Iglesia Colegial de Santa Mara de la Redonda. Aos ms tarde en los muros de este templo se pintara con
sangre de toro, para perpetua memoria, un vtor recordando la devocin inmaculista de los logroeses, y que se ha conservado hasta la
actualidad. Por su parte, los regidores de la ciudad tuvieron que prestar este juramento antes de tomar posesin del cargo prcticamente
hasta el momento de la definicin dogmtica.
Por tradicin se sabe, adems, que el voto se hizo ante la imagen
de la Virgen del Oriente, una talla de la Inmaculada de gran veneracin que tena capilla propia junto a la portera del convento franciscano de Logroo 13 y bajo cuya advocacin, junto con la del evangelista san Lucas, exista una ilustre cofrada que agrupaba a los escribanos de la ciudad 14. Afortunadamente, la imagen todava se conserva en el contiguo monasterio de Madre de Dios a donde fue a parar a
raz de la desamortizacin.
El voto de Calahorra data de 1652, pero vena preparndose desde tiempo antes: el 19 de diciembre de 1648 hubo una reunin entre
comisiones del Cabildo y del Ayuntamiento con el fin de ir preparando la celebracin del juramento inmaculista; a este fin decidieron informarse de cmo se haba realizado en otros lugares, por lo que los
muncipes decidieron escribir una carta a sus homlogos de Valladolid mientras que los cannigos, por su parte, hacan lo propio enviando una consulta a los de Palencia. Lo cierto es que el tiempo iba pasando y, en vistas de que los del Ayuntamiento no se decidan, el 13
de abril de 1652 el obispo don Juan Juniz de Echalar urga al Cabildo para que realizara el voto por su cuenta comunicando adems que
tena intencin de fundar un aniversario perpetuo para el da 8 de diciembre; la reaccin municipal no se hizo esperar ya que el 6 de mayo los regidores solicitaban realizarlo conjuntamente, lo que les fue
13. GARAY, Fr. M., Compendio Chronolgico con nuevas adiciones a la primera parte de la Chronica de la Santa Provincia de Burgos, Pamplona 1742, pp. 3132; HERAS, Fr. A., Novenario Espiritual, y afectuosas deprecaciones a Mara Santsima de el Oriente, venerada en su Santa Capilla y Convento de N.P.S. Francisco de
la Ciudad de Logroo, Pamplona s.d. (1786), p. 12.
14. LOPE TOLEDO, J. M., Una antigua cofrada logroesa: La hermandad de
San Lucas Evangelista y la Virgen del Oriente, en Berceo 25 (1952) 675-698.
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concedido, as como tambin a la Universidad de curas de las iglesias parroquiales de Calahorra. Para una mejor organizacin se nombraron unos comisarios con el cometido de solemnizar lo ms posible la celebracin del voto.
La funcin tendra lugar el 20 de mayo, lunes de Pascua de Pentecosts. Con tal motivo, el ayuntamiento dispuso que hubiese luminaria y fuegos, () una corrida de toros, danza y cvica. Adems, el Cabildo haba adquirido plvora, fuegos y luminarias, as
para la torre de la Santa Iglesia, como para la plaza de ella. Ya desde la vspera, la ciudad manifestaba el ambiente de fiesta grande: al
atardecer comenz la Cvica a pasear las calles con muchas galas y
la danza a hacer su oficio; a la noche, entre ocho y nueve, se comenzaron a repicar las campanas en la torre de esta Santa Iglesia y a encender fuegos en ella, y los ministriles a alegrar la fiesta con canciones en la plaza de ella: hubo los tiros pequeos de la Ciudad y rboles con muchas invenciones de plvora de todas maneras, que dichos
Sres. Comisarios previnieron. A un mismo tiempo, en las iglesias parroquiales y conventos empezaron a repicar las campanas a tiempos,
gobernndose por la Santa Iglesia, de manera que toda la Ciudad estaba tan clara como si fuese de da, con muchas alegra y regocijo.
Por su parte, el ayuntamiento dispuso que hubiese luminaria y fuegos, () una corrida de toros, danza y cvica. Adems, el Cabildo
haba adquirido plvora, fuegos y luminarias, as para la torre de la
Santa Iglesia, como para la plaza de ella.
Para la ocasin, la Catedral haba desplegado sus mejores galas:
los Sres. Comisarios tenan la Iglesia bizarramente adornada, de
colgaduras, cuadros y otros aderezos costosos, las capillas y altares,
de la misma manera, con muchos gneros de rimas y otros versos de
academias, que hablan del misterio; en el altar mayor hicieron un
trono alto con sus gradas, que todo estaba ricamente adornado y tena muchos candeleros de plata con velas; en el remate de l estaba la
Imagen de Nuestra Seora de la Concepcin, la cual el Sr. D. Diego
Martnez Zarzosa, Obispo de Cartagena y Murcia, natural de esta
Ciudad, envi algunos aos ha a la iglesia parroquial de San Andrs,
donde fueron sus padres parroquianos, y de secreto, el da antes, se
baj a la Catedral.
El da fijado, tras la celebracin de Prima y Tercia, el cabildo fue
a buscar al obispo a palacio, y en comenzando a salir de la Iglesia,
repicaron las campanas hasta volver a ella con su Prelado, y los mi-
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ninguno sea admitido por Prelado o Prebendado de esta Santa Iglesia, por Abad o Beneficiado de dichas Parroquiales, por Corregidor,
Alcalde Mayor o Regidor de esta Ciudad, sin que primero hagan el
mismo Voto que hacemos nosotros por todos ante vuestra sacratsima imagen. As Dios nos ayude y estos santos Evangelios, salvo en
todo el sentir de la Santa y Catlica Iglesia Romana.
Seguidamente, comenzando por el prelado, todos los presentes
por su orden pasaron a prestar su juramento de fidelidad sobre el libro de los Santos Evangelios. Habiendo concluido el juramento prosigui la ceremonia de la Misa, en la que se interpretaron dos villancicos alusivos al acontecimiento; al finalizar, el obispo imparti la
bendicin y se retir a Palacio, acompaado por todas las instituciones y el numeroso gento presente 15.
Ya por la tarde tuvo lugar la procesin con la Imagen de Nuestra
Seora que estaba en el trono del altar mayor, puesta en unas andas
doradas perteneciente a la parroquia de San Andrs. Dentro del fervor concepcionista del momento, el cabildo de esta iglesia acordaba
tambin que los predicadores, mxime si estos eran dominicos, deberan comenzar siempre sus sermones en aquel templo con una frmula de alabanza al Santsimo Sacramento y a la Concepcin Inmaculada.
Al ao siguiente, 1653, lo juraron con parecido protocolo Santo
Domingo de la Calzada, Njera y Arnedo. Poco despus, en 1659, la
Justicia y Regimiento de Haro, movidos de los ejemplos que ha habido en todas las ciudades y villas de esta provincia y comarca, y de
las excitaciones y amonestaciones de los plpitos para que se cumpliesse en esta villa acto tan piadoso 16, decidi al fin convocar concejo general el 10 de agosto de dicho ao en el que unnimemente se
acord hacer el voto 17. Cabe decir, por ltimo, que slo unos aos
antes lo haban jurado tambin las villas de Briones y San Asensio.
El Ayuntamiento de Cervera de Ro Alhama jur igualmente el voto,
nombrando a la Virgen en el misterio de su Inmaculada Concepcin
su patrona probablemente en estas mismas fechas, lo cual es difcil
15. Archivo Capitular de la Catedral de Calahora, Libro de Actas Capitulares
1650-1658, acta del 25 de mayo de 1652; Archivo Municipal de Calahorra, Libro de
Actas Capitulares. Ao 1652, f. 168; BUJANDA, F., El voto de la Inmaculada de la
ciudad de Calahorra, en Berceo, 4 (1947) 383-395.
16. HERGUETA, N., Noticias histricas de Haro, Haro 1906, p. 387.
17. Archivo Municipal de Haro, leg. 58, letra BN.
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1920 haba sido 5466 los miembros de esta cofrada de la Concepcin de Calahorra, hoy lamentablemente desaparecida 22.
La cofrada de la Concepcin de Cenicero tambin data de mediados del siglo XVI. Dada la decadencia generalizada de las cofradas de esa localidad, un siglo despus, probablemente en 1674, hubo
de unirse con otras, si bien la festividad del 8 de diciembre fue siempre la ms importante, celebrndose al da siguiente una misa por los
hermanos difuntos; los gastos ocasionados por el adorno de la iglesia
y la luminaria, el sermn y los estipendios, la colacin y dems
originados a lo largo del ao se sufragaban en buena parte gracias a
los ingresos aportados por las vias propias de la cofrada 23.
En Ortigosa exista la Confrada de los Quince Misterios, Asumpcin y Concepcin de Nuestra Seora 24. Haba sido fundada en
1605. Sus reglas sealan cmo se han de celebrar ambas festividades, para las que los hermanos han de estar confesados y comulgar.
El captulo primero manda que se adorne el altar de la Virgen de la
parroquial de San Martn ya para las primeras vsperas. Al da siguiente, se celebrara una solemne Misa de rquiem por todos los
hermanos fallecidos (cap. 2). Sus hermanos estaban tambin obligados a estar presentes el da de Pascua de Resurreccin en la Missa y
procesin que se hazen a la alba para sacar la ymagen de Nuestra Seora en la dha procesin (cap. 3). La junta anual se celebraba el 8 de
septiembre, fiesta de la Natividad (cc. 6 y 11). Slo admita 15 cofrades, por el nmero de los misterios del Rosario. En 1750 el ttulo de
la cofrada haba variado un tanto, como muestra de las polmicas
sobre el misterio de la Inmaculada, y as es conocida como Cofrada
de los quinze misterios de Nra. Seora, Asuncin y defensa de su Pursima Concepcin 25. As aparece tambin los aos siguientes.
En general, la proliferacin de cofradas en honor de la Inmaculada Concepcin se dio gracias al decidido impulso de los franciscanos. En 1620 el padre Comisario General, Juan Venido, estableca
que se fundara la cofrada de la Inmaculada en cuantos lugares fuere
22. GUTIERREZ, P., Breve resea histrica de la Cofrada de la Pursima Concepcin de Nuestra Seora la Virgen cannicamente establecida en la Iglesia del
Salvador de la ciudad de Calahorra en el ao 1550, Calahorra 1921.
23. SAINZ RIPA, E., La vida religiosa, en VARIOS, Cenicero histrico, Logroo
1987, pp. 332-333.
24. AHDL, Ortigosa de Cameros, Libro de la Confrada de los Quince Misterios, Asumpcin y Concepcin de Nuestra Seora, caja 14.
25. Idem, f. 123.
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posible. Concretamente, y por lo que se refiere a la Provincia franciscana de Burgos, sabemos que ya en 1648,
Fr. Juan Bautista de Loyola, Ministro Provincial de la dicha Provincia, present dos libros manuscritos, los quales hizo su Paternidad sacar del archivo de la Provincia que est en el Convento de San
Francisco de la ciudad de Logroo, en los quales se contiene una Cofrada que de orden y mandato de N. Rvdmo. P. Fr. Juan Benido, Comisario General que fue desta Familia, y de los Seores Obispos de
Calahorra, Pamplona, Tarazona y Arzobispo de Burgos, se fund en
todas las ciudades, villas y lugares del distrito de la dicha Provincia,
debaxo del ttulo de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Nuestra
Seora, en la expedicin del Captulo Provincial que se celebr en el
convento de San Francisco de Njera, en veinticinco de julio del ao
1620. En el qual, el dicho Reverendsimo P. Comisario General y el
Definitorio de dicha Provincia dieron su autoridad al R.P. Fr. Juan de
Tordesillas, Predicador y Definidor de la dicha Provincia, para que
fuesse y discurriese por todas las ciudades, villas y lugares de toda
ella, y dems lugares comarcanos a dicha Provincia, y publicasse la
dicha Cofrada, y con su exemplo y predicacin los moviese a la devocin de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Santssima, y los
asentase por confrades. Y aqu las comunidades de Cabildos y Regimientos, jurassen defender el misterio de la Inmaculada Concepcin
de la Virgen Santissima, como efectivamente lo hizo y juraron en
forma todas las ciudades, villas y lugares, y se asentaron confrades 26.
La labor de fray Juan de Tordesillas pronto comenz a dar fruto
pues no slo las ciudades y corporaciones comenzaron a jurar el voto (por ejemplo, la de Logroo lo hizo ya en 1622), sino que el establecimiento de la cofrada alcanz cifras sorprendentes en el obispado de Calahorra, donde se erigi en ochenta y seis lugares, mientras
que en el los dems el nmero resultaba mucho ms modesto: cinco
en el de Palencia, cuatro en el de Osma, tres en el de Tarazona y tan
solo dos en las dicesis de Pamplona y Burgos.
En La Rioja son varias las cofradas fundadas bajo el ttulo de la
Concepcin Inmaculada a raz de este impulso franciscano, entre
ellas la de Santo Domingo de la Calzada erigida en el convento de
los frailes menores. Esta cofrada celebraba especialmente, adems
de la fiesta del 8 de diciembre, el da de san Jos, con misa y sermn.
Una parte de sus rentas se invertan en alumbrar permanentemente la
imagen de la Virgen en su altar y tambin en el sueldo del andador,
463
que deba avisar a los hermanos para que asistieran a las celebraciones, juntas y entierros 27.
De igual forma, en Navarrete se haba erigido la cofrada de la
Concepcin en el conventto de Nro. Pe. San Franco extramuros de
esta dha villa y en su Capilla Mayor () que se compone de seis
confrades, personas principales de estte dho pueblo; su abad era el
guardin del convento y participaba en las procesiones organizadas
por la comunidad, tanto el domingo de la infraoctava del Corpus como el da de san Francisco; la festividad principal de la cofrada era
el 8 de diciembre con vsperas, procesin y misa; en ese da sus hermanos confiessan y comulgan; est confirmada por el Papa
Adriano sexto y aprobada por el Obispo de estte dho. Obispado 28.
Fuera de los conventos franciscanos podramos citar los casos de
Alfaro, Briones o Munilla. Tambin otras antiguas, como la de Enciso, aprovecharon para revitalizarse. La cofrada de Alfaro exista la
cofrada ya en 1620 29. Organizaba la fiesta en San Miguel a la que
acuda el cabildo colegial y el ayuntamiento. Los hermanos tenan
ese da una comida 30.
Por su parte, las reglas de la cofrada de la Concepcin de Briones
eran confirmadas por el vicario general, don Julin de Cortzar, cannigo de La Calzada, el 11 de abril de 1614. Establecan la celebracin anual de cuatro festividades marianas, siendo obviamente la
principal la de la Concepcin. En ese mismo ao de 1614 hay ya numerosos gastos de obras en la ermita de la cofrada, extramuros de la
villa a unos cuatro kilmetros en el camino de Valpierre 31 y a la que
se acuda el da de la fiesta en diciembre y el tercero de Pascua, das
a los que los libros se refieren como jubileo 32. All era encendida
una lmpara ante la imagen de la Virgen todas las fiestas marianas y
sus vsperas. En las cuentas correspondientes a 1692 aparecen gastos
26. ALVA et ASTORGA, P., Armamentarium seraphicum et regestum authenticum
universale pro tuendo titulo Inmaculatae Conceptionis intemeratae Virginia Mariae, II, Madrid 1649, pp. 551-553.
27. AHN, Seccin Consejos, exp. 7093.
28. AHN, Seccin Clero, sign. 6104: Libro de Reglas de la cofrada de la Concepcin y su esposo San Jos.
29. Libro ndice de Protocolos Notariales de Alfaro, cuaderno V, f. 606.
30. LABARGA GARCIA, F., Las Cofradas de Alfaro, en Graccurris, 8 (1998)
252-255.
31. AHDL, Briones, caja 47, Libro de cuentas de la cofrada de la Concepcin.
32. AHDL, Briones, caja 47, Libro de cuenta y razn de los confrades de Nuestra Seora de la Concepcin, f. 3.
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de obras en la ermita y en las del ao siguiente, los de dorar el retablo, trabajo realizado por Bentura de Olavarrieta 33.
El 10 de marzo de 1701 se presentaban ante el notario eclesistico, de una parte, el alcalde ordinario de la villa con los regidores y,
de otra, el abad, mayordomos y confrades de la purissima Concepcin de nra S, serensima Reina de los cielos, la Virgen Mara:
Y dijeron que por quanto por parte de la dha Villa, Consejo y
Rexidores de ella se les ha significado a dhos Sres. Abad, Prior, Mayordomos y dems Hermanos que siempre han tenido de si y de sus
mayores mucha devocin con nra S de la Concepcin, que han frecuentado con mucho fervor, haciendo romera en general con solemnes prozesiones con que han ido a su hermita sita en el Camino Real
que se ba al termino de Valpierre y otras partes, que comnmente se
le llama el paraje termino de nra Sra. de la Concepcin y siempre se
ha procurado practicar dhas celebridades con mucha debocin y
asistencia popular y de ambas comunidades en debido olocausto de
tan soberana princesa y pues por algunos contratiempos se ha zesado
en la repeticin de dhas prozesiones y Romera y considerando que
de la pausacin al parecer se ba resfriando la debocin y que podr
llegar tiempo en que totalmente se acave por este medio de la desercin en que se ba a perder el mrito que se puede interesar de tan
santa correspondencia y tan reverencial como sublime servicio, desea el Ayuntamiento fomentar la devocin e impulsar la cofrada 34.
Para ello proponan extender los sufragios que la cofrada ofrece
por sus hermanos a todos los habitantes de la villa. Para ello, se admiti como hermana y cofrada a la Villa en su conjunto. A partir de
ese momento, el Alcalde -o su teniente- debera acudir a todos los actos celebrados en la ermita. Por su parte, el Ayuntamiento dot la celebracin de la Misa en la ermita todos los domingos y festivos de
guardar desde el da de San Juan Bautista hasta el da de la Asuncin con el fin de favorecer el cumplimiento dominical de quienes se
encontraban por aquellos parajes dedicados a las labores de la siega.
Hasta la actualidad se viene celebrando una popular romera a esta
ermita de la Concepcin en los primeros das de Pascua de Pentecosts, a la que acudan tambin devotos de las localidades cercanas de
Gimileo, Ollauri y Rodezno 35.
33. Idem, ff. 45-48.
34. Idem, ff. 58-60.
35. IBARNAVARRO, A., Pueblos de La Rioja: Briones, Zaragoza 1946, pp. 45-47.
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en 1730 hubo un gasto de obras que se hizieron en el hospital destta Villa, propio de dha Confradia 47; poco despus, hacia 1770, anotaba el gasto del predicador tambin el domingo de la infraoctava de
la fiesta 48. Por ltimo, tenemos la cofrada de la Pursima Concepcin de San Vicente de la Sonsierra, que daba comienzo en 1739 49.
Pero no slo las cofradas puestas directamente bajo el patrocinio
de la Inmaculada eran firmes partidarias y defensoras del misterio.
Hay unanimidad en todas ellas a la hora de proclamarse a favor de la
creencia y en pedir a sus hermanos que la impulsen. Por sealar slo
algunos ejemplos, la cofrada del Rosario de Muro de Cameros comienza sus reglas de la siguiente forma: Alabado y ensalado y glorificado sea el Santissimo Sacramento del Altar y la pura y limpia
Concepcin de Nuestra Seora la Virgen Mara conevida sin mancha de pecado original en el primer instante de su ser natural. Amn
Jess 50. La misma claridad y precisin teolgica aparece en la regla
de la cofrada de la Soledad de Ausejo 51 o en la de Canales de la Sierra 52, por sealar slo algunos casos.
V. DE LA DEFINICIN A NUESTROS DAS
La tan deseada definicin dogmtica tuvo lugar, finalmente, el 8
de diciembre de 1854 mediante la bula Inneffabilis Deus del beato
Po IX, pero no lleg, sin embargo, en buen momento para la catlica nacin espaola que se vea diezmada por una epidemia de clera
morbo y, como dice el padre Nazario Prez, por otra peste mucho
ms negra, los progresistas 53 del gobierno liberal de ODonell. As
que los festejos fueron poco sonados, a ms de que el gobierno retuvo inexplicablemente las bulas hasta el mes de mayo del ao siguiente. El Boletn Eclesistico de la Dicesis recoga, sin embargo,
la noticia de la definicin dogmtica en su nmero del 15 de enero de
47. AHDL, Ochnduri, caja 8, Libro de cuentas de la cofrada de la Pursima
Concepcin (1729-1828)
48. AHN, Seccin Consejos, exp. 7093.
49. AHDL, San Vicente de la Sonsierra, caja 18, Libro para quentas de la Confradia de la Purssima concepcin de Mara Sma. S n fundada en la Igl Parroquial de la V de San Vizente de la Sonsierra de Navarra.
50. AHDL, Muro de Cameros, Libro I de la Cofrada del Rosario, f. 1.
51. AHDL, Ausejo, Libro de la Cofrada de la Soledad y Animas, f.
52. AHDL, Canales de la Sierra, Libro I de la Cofrada de la Soledad, f.
53. PEREZ, N., La Inmaculada y Espaa, Sal Terrae, Santander 1954, p. 334.
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nueva fundada bajo esa advocacin, la de las Misioneras de la Inmaculada Concepcin, fundadas en Matar en 1850 por la madre Alfonsa Cavn, religiosa francesa perteneciente con anterioridad a la
Congregacin de la Sagrada Familia de Burdeos. Llamadas por la
duquesa de la Victoria, doa Jacinta Martnez de Sicilia, esposa del
general Espartero, llegaban a Logroo en 1865 para hacerse cargo de
un colegio de nias emplazado en la calle Barriocepo, luego trasladado a la calle Mayor y, finalmente, a la plaza de la Cadena. En esta
ciudad falleci la fundadora, siendo enterrados sus restos a la iglesia
de Santa Mara de Palacio. Posteriormente atendieron actividades
apostlicas en Calahorra y Quel.
Al comenzar 1904, ao del cincuentenario del dogma, el administrador apostlico de la dicesis, fray Gregorio M Aguirre, exhortaba
a celebrarlo por todo lo alto invitando especialmente a los terciarios
franciscanos y a las muchas y diversas asociaciones piadosas erigidas en este Obispado para honrar a Mara, al tiempo que se eriga
una comisin diocesana para preparar los actos. Finalizaba el prelado lanzando un reto: Calahorra, que desde los ms remotos tiempos
celebr la fiesta de la Inmaculada, y puso su imagen en la Catedral y
la honr con culto extraordinario, esperamos seguramente que sabr
como siempre corresponder en esta ocasin a lo que de ella exige su
historia gloriossima 56.
El 22 de abril fray Gregorio publicaba en el Boletn una carta pastoral con motivo del aniversario inmaculista 57 y otra ms prximo ya
el fin del ao jubilar 58 en la que animaba a los riojanos a peregrinar a
Roma para manifestar la adhesin al Papa. Por su parte, el gobernador eclesistico, Dr. Ildefonso Gonzlez Pea, enviaba una circular
dando instrucciones a los prrocos para preparar el nimo de los
fieles de tal manera para celebrar de modo extraordinario tan fausto
suceso que, sin duda alguna, el da de la Inmaculada ser este ao el
gran da de los catlicos. Concretamente, se estableca la celebracin de un triduo en todas las parroquias y templos de la dicesis, en
el que se poda exponer el Santsimo, y que deba concluir el da de
la Inmaculada con magnfica procesin en la que sea llevada en
triunfo la Reina de cielos y tierra, preparando una concurrida y fervorosa comunin general, para que los cultos dedicados a la que ja56. BEOC 1904, pp. 72-75.
57. BEOC 1904, pp. 221-225.
58. BEOC 1904, 465-474
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Por la tarde, tras cantar a toda orquesta la Salve de Eslava, los peregrinos se dirigieron hasta la iglesia de los Santos Cosme y Damin,
donde fueron despedidos por el prroco don Prudencio Buuel 65.
Contribuyeron tambin a renovar la arraigada tradicin concepcionista devociones nuevas como la medalla milagrosa y Nuestra Seora de Lourdes. Por su parte, los claretianos lo hicieron difundiendo la devocin al corazn inmaculado de Mara o los jesuitas con sus
congregaciones marianas. Las Hijas de Mara Inmaculada para el
Servicio Domstico, fundadas por Santa Vicenta Mara, se instalaban en Logroo en 1911 y desde su residencia se irradiaba el fervor
inmaculista, siendo ltimamente el emplazamiento de la parroquia
de Mara Inmaculada.
En 1954 se celebraba el centenario de la proclamacin dogmtica, por lo que el papa Po XII lo declaraba Ao mariano universal
por medio de la encclica Fulgens corona. Toda Espaa se prepar
para festejarlo de la forma ms solemne posible, tambin nuestra
dicesis para lo cual el nuevo obispo, monseor Abilio del Campo,
daba las instrucciones oportunas 66. La apertura tuvo lugar con toda
solemnidad el 8 de diciembre de 1953 en la catedral de Calahorra,
as como en la colegiata de Logroo 67. Para coordinar todos los actos
se constituy una junta diocesana, cuya comisin ejecutiva estaba
presidida por el abad de la Redonda, don Benjamn Salas 68. Los hubo numerossimos y de todo tipo: religiosos, culturales destacando
una exposicin de arte mariano celebrada en el Instituto Sagasta de
Logroo, etc., pero, sin duda, el ms destacado en La Rioja fue la
coronacin cannica de la Virgen de Valvanera, que tuvo lugar en el
paseo del Espoln de Logroo el 15 de octubre de 1954 con la asistencia del entonces Jefe del Estado y su esposa, as como del Nuncio,
varios obispos, numerosas autoridades y una inmensa multitud de
riojanos que aclamaba a su patrona 69.
Monseor del Campo particip en algunas de las grandes peregrinaciones organizadas, a Valvanera, a la Vega de Haro, a Vico y otras 70. El
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Bibliotecaria
Real Academia de San Carlos
Valencia
I. Arquitectura efmera.
X. Apndice documental.
La celebracin mas antigua de la fiesta de la Inmaculada en el siglo XVII fue la que hizo Valencia con motivo del nuevo Decreto concedido por Gregorio XV el 24 de mayo de 1622, relatada por
Crehuades con el ttulo de Solenes y grandiosas fiestas
Las segundas celebraciones tuvieron como motivo la publicacin
del Breve de Alejandro VII sobre el Misterio de la Concepcin Inmaculada de Mara firmado el 8 de diciembre de 1661 da de la Inmaculada.
Estas fiestas se hicieron en 1662 tanto en Valencia como en su
Reino. Conocemos las celebradas en Alzira y las de Valencia, ambas
con gran fervor y relatadas por cronistas: Alonso las de Alcira y Valda las de Valencia. A esta se aade la escrita por Francisco Torre y
Sebil, Luzes de la Aurora, de 1665.
La estructura de las fiestas barrocas en Valencia era similar ya se
tratara de fiestas religiosas o profanas, como una canonizacin, una
boda real, una conmemoracin o centenario de cualquier efemride,
etc.
I. ARQUITECTURA EFMERA
Las calles y plazas del recorrido se adornaban con arquitecturas
efmeras: altares, arcos de tiunfo y luminarias.
Los altares tambin se colocaban en los patios de conventos, interior de los templos, o adosados a los edificios. La estructura de stos
sola tener forma piramidal, constituida por tablados sobre los que se
colocaban peldaos con diferente anchura hasta la parte superior que
tenia formas diversas, en la que se montaba el elemento protagonista
relacionado con la fiesta.
Estas estructuras solan estar cubiertas con ricas telas, rodeadas
de colgaduras adornadas con jeroglficos y rematadas por doseles de
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terciopelo con galones dorados. El color de los adornos estaba relacionado con los festejos, en este caso era azul, blanco y plata. En las
gradas se colocaban infinidad de jarrones, adornos, velas, candelabros, espejos e imgenes de ngeles, santos, etc.
El motivo principal era la Inmaculada pisando el dragn, aunque
algunos altares se dedicasen a otras figuras.
Tambin podan ser los altares en forma de escenarios con personajes ficticios o muecos que a veces se movan con mecanismos especiales.
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4. Idem, p. 149.
5. ALONSO, J., Festividad gloriosa que consagr la Villa de Alzira a la nueva
feliz del Decreto de S. Santidad, por el objeto de la fiesta de Maria Inmaculada a su
primero instante, Valencia 1663.
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dos los fieles a este Santo Misterio, assi lo advierto, y aviso a vs. ms.
que guarde Dios.
Real de Valencia y Febrero, ocho de mil setecientos sesenta y dos.
El Marques de Camarasa
Conde de Castro
Captulo III. Deliberacin de los Seores Jurados y electos de la Junta.
y para que los gastos ordinarios huviere pronta satisfaccin,
sin diferirse a los mayores, libr en Junta mil ducados a disposicin
de Agustin Gari Generoso, segn la ocurrencia de lo que se iria ofreciendo, porque con menor dilacin se executaria lo dispuesto, y con
mayor brevedad se dispondra lo ejecutado
Captulo IV. Publicacin de las Fiestas y algunos pormenores.
Los Sres de la Junta mandaron manifestar en un pregn a las puertas
de la Casa del Ayuntamiento, en la Plaza Mayor y puestos acostumbrados las fiestas que la Villa de Alzira avia determinado solemnizar
por la nueva Feliz del Decreto de S. S. a la festividad de Maria Sra.
Ntra. Y seal para su empleo los tres dias Domingo, Lunes y Martes,
16, 17, 18 del mes de Abril de 1662, celebrndose en ellos en la Iglesia
Mayor de Sta. Catalina Mrtir, los divinos y misteriosos Oficios, con
elegantes Sermones, Sonoros Coros de msica y muchos agudos jeroglficos.
Publicronse para las luminarias las noches de los dias referidos,
con invenciones de fuego y salidas de coetes en los puestos de la
plaza Mayor, Casa del Ayuntamiento y Torres de Santa Mara y San
Christbal, mandando tambien a todos los oficios y Gremios, que
para el domingo despus de medio da, se hallasen en la plaza y
puertas de Sta. Mara, con sus estandartes y banderas para ir a la
procesin en los puestos que cada uno acostumbre, exortndolos a
la ingeniosa disposicin de algunos carros triunfales, en manifiesto
de su buen afecto, y en loor de su mayor lucimiento, acordando asi
mismo que los que habitan en la calle Mayor cuidaran de aderezar las paredes y las puertas de sus casas Y para que el aplauso
desta funcin fuera de toda suerte admirable, se dieron noticias
del acuerdo generoso que la Nobleza avia hecho de correr el Estafermo
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servan en la Ciudad de Valencia, en su fuerte e ilustre Casa, para custodia y defensa de todo el Reyno
Las ventanas de las casas se vieron ilustradas de muchas y bien
compuestas Damas, sacando para da tan festivo las mas primorosas
y vistosas galas hermoseadas de tanta bizarra...
Y cuando los Sres. Bayle y Jurados asistieron a sus puestos, se
oyeron los ecos de dos sonoros clarines .. a cavallo, seguiendo tambien a cavallo los Maeros de la Villa con maas de plata entraron
los Padrinos a cavallo vestidos de tafetn negro, cabos blancos, mangas y tahely de lama passada, circuidos los sombreros de rizos plumajes. Siguen cuatro lacayos con vistosas libreas y las diez parejas que se formaban como sigue:
1. Francisco Garca de Tonda y Luis Garca de Tonda, hermanos.
2. Luis Lluqui y Giusepe Charte de Iudicis, vestidos de lama de azul
y plata.
3. Agustn Generoso y Giono? Foldi, de amarillo y plata.
4. Pedro Pujalt y Diego Pujalt, de negro y plata.
5. Honorato Miquel y Patricio Garcia, de blanco y plata.
6. Antonio Charte de Iudicis y Jacinto Pujalt, de tafetn de plata.
7. Pedro Juan Navarro y Nicols Masenes.
8. Giusepe Calde y Giacomo Calde, hermanos, de plata.
9. Pedro Costa y Mari Piera, con traje turco.
10. Pedro Casass y Francisco Casasus, hermanos, de tafetn ncar.
Todos llevaban sustuosos atuendos: lama de azul y plata, amarillo y plata, negro y plata, blanco y plata y lazos azules, tafetn plata,
tafetn y ncar. En general se respetaron los colores de la Inmaculada: blanco, azul, plata y ncar, como hemos visto en todos los altares
y adornos de las fiestas.
Si comparamos estas lujosas vestimentas con las lucidas por la nobleza valenciana en las cuadrillas de los juegos de caas celebrados
en Valencia en 1662, relatados por el Caballero de Arts en el libro de
Valda, encontramos similares tejidos y colores: tela nacarada con
adornos de plata, terciopelo blanco con adornos de plata y ncar, azul,
pajizo y plata con adornos de plata y ncar, verde y plata, gamuza y
plata, color leonado con cabos azul y plata, negro y plata. 6
6. VALDA, J. B., Solenes fiestas que celebro Valencia a la Inmaculada Concepcin de la Virgen Maria. Por el supremo Decreto de N.S.S. Pontfice Alexandro
VII, Valencia 1663; cfr. PEDRAZA, P., o. c., pp. 350-351.
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Salan los cuadrilleros y su cuadrilla con la adarga en el brazo izquierdo y se colocaban en cada extremo de la plaza. A la seal de los
padrinos los caballeros corran al centro enfrentndose de dos en
dos, luchando con espadas, dando vueltas con toda clase de cabriolas
y figuras que demostraban su entrenamiento y habilidad en manejar
el caballo.
VII. DOCUMENTOS DE MESTRE RACIONAL 1662
Relacionados con estas fiestas ofrecemos en el Apndice documental unos documentos del Archivo del Reino con los gastos realizados por Mestre Racional, con motivo de las fiestas de la Inmaculada de Mayo de 1662.
En ellos se recogen pagos a Sim Rom, verger, para lluminaries y festes de caas y bous, que san de fer en 12- 13-14 de maig per
la nova bula de S. Santitat tocant a la Inmaculada Concepcin de la
Verge Maria, Mare de Du y Sra. Nostra, (A.d. n. 1).
Otros pagos a Thomas Llobera, alguacil, por antorchas de cera
blanca, cohetes de toda municin y candelas para las luminarias de
dichas noches. (A.d. n. 2, 3, 4). El polvorista Gaspar Carlos cobra
por cohetes de toda municin para el Real Palacio, (A.d. n. 5).
Se registra otro pago a Sim Rom por los gastos de llevar antorchas, candelas, cohetes y furons, para las casas de los ofciales Reales y
Patrimoniales de los Tribunales de la Baila General, por los trabajos
de repartidor de aguas, vino, nieve y azcar para hacerlas, y portes de
sillas, taburetes a los tablados y guardarlos de noche, arrendar cortinas
y llevar al Real Palau y otras cosas que sean necesarias para las luminarias de las noches del 12-14, Caas y Bous que se correran en la Plaza de los Predicadores los das 19 y 20 de mayo 1662, (A.d. n. 6).
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Se completaban estas luminarias con cnticos de coros en el Palacio Real como se refleja en el pago a Juan Mollas, colector de menestriles y cantores, por haber asistido a dos capillas de menestriles,
una en la Torre quemada y otra en la del Consell, la noche de luminarias, (A.d. n. 10). En este sentido, sealan Ort y Valda que mientras duraban las luminarias sonaban las campanas de la ciudad.
Tambin se realiz pago a Isabel Torre y de Ort, por veintids capazos de yeso para aderezar los muros en los terrados y otras partes
del Real Palacio y casas de oficials Reals y Patrimonials de dichos
Tribunales para las luminarias hechas por tal razn, (A.d. n. 12).
Por todos estos gastos, vemos que el Virrey y autoridades de los
Tribunales y de la Baila, se preocupaban de celebrar dignamente las
fiestas oficiales dando ejemplo con sus luminarias, hogueras, caas y
bous y dems eventos en los que participaban, como corresponda a
su rango y responsabilidad.
VIII. JEROGLFICOS, EMBLEMAS Y EMPRESAS
En la sociedad del barroco eran frecuentes los jeroglficos o empresas, que aparecan en las fiestas completando las representaciones
de todo tipo. Los jeroglficos estaban pintados en tarjas o escudos y
se colocaban en las colgadiras de las iglesias, calles, plazas, conventos, en los altares efmeros, en los carros o rocas, etc. Consistan en
una representacin dibujada o pintada al leo, llamada cuerpo, y una
frase breve en latn, llamada alma o lema, y una copla en valenciano
o castellano denominada letra, que aclaraba a explicaba el significado del resto 13.
En los libros de fiestas de la Inmaculada abundan los jeroglficos
y empresas, puesto que el tema se presta bastante a ellos. En el que
mas abundan es en el de Francisco de la Torre, Lvzes de la Aurora
en 1665. Segn este autor, hubo un juego de lanzas en el Mercado de
carcter mariano en el que intervinieron seis cuadrillas capitaneadas
por don Felipe Boil de La Escala, seor de la Barona de Manises, y
Jos Calatayud y Palls, Baron de Agre y Sella, vestidos de negro
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Explica el autor que no se trata del amor humano sino del divino:
Aquel espacia sus tiros en la ceguedad, este recoge sus aciertos en
la luz: el uno cuando quiere sanar hiere. El otro cuando quiere herir
sana 14.
La empresa del segundo caballero, que luch contra el primero,
consista en una pirmide cubierta de yedra por la que trepaba un
amorcillo. Mara estaba representada por la pirmide, que une el cielo y la tierra, y el cupido al amor divino, similar al anterior.
El sentido sola ser fcilmente entendible por el espectador y se
basaba en juegos de palabras o adivinanzas. No se debe olvidar que
el hombre del Barroco estaba inmerso en una cultura conceptista y
este tipo de artificios lingsticos le eran familiares. El smbolo, el
artificio, el jeroglifico, el emblema o la empresa, eran elementos cotidianos entendidos desde el punto de vista alegrico.
El jeroglifico del libro Lvzes de la Aurora puede servir de ejemplo: est grabado por F. Q. F. y su lema es Conciliavit nos Pietas, con
la letra De la Gracia los Reflejos son ya mi Objeto constante. Por
formarse en un instante. Se trata de una bella corona de hojas de laurel rodeada de tallos y flores que contien la escena de un mar movido, con una fortaleza a la izquierda el cielo con nubes alberga a un
sol cuyos rayos y cara se reflejan en el agua y llegan hasta un murcilago que vuela sobre elcastillo. Su autor es Gaspar de la Figuera,
caballero de Montesa y Baile General de Morella..15
Otro tipo de emblemas eran los dirigidos a estudiantes de la Universidad o a la clase culta, cuyo contenido tenia a gala su oscuridad
y artificio. Haba un arte de la Emblemtica, con reglas precisas y
complicadas que serva de apoyo para difundir ideas polticas, morales y sociales de la poca y cuyas claves de entendimiento estaban
inmersas en la misma cultura del barroco.
Relata Valda que los catedrticos de las disciplinas de literatura y
gramtica decidieron montar un Monte Parnaso, en un patio de la Universidad, en vez del tpico altar de contenido religioso. El mito del Parnaso utilizado en sentido mariano, era frecuente en la poca y fue descrito por Francisco de la Torre en su libro Luzes de la Aurora:
14. TORRE Y SEBIL, F., Lvzes de la Avrora, dias del Sol, en fiestas de Mara Santssima. Motiuadas por el nuevo indulto de Alexandro VII, Valencia 1665, p. 543.
15. Idem, pp. 346-347.
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X. APNDICE DOCUMENTAL
Documentos del Archivo del Reino de Valencia, Real Cancillera 1162.
Mestre Racional 258 (ao 1662, incompleto)
Luminaries
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Item. En 23 de Maig 1662, pagu per taula a Thomas LLobera, Alguacil del
Office de Mestre Racional, six cents quaranta lliures, dos sous y tres diners, pera pagar als ofrficis dels Reals Patrimonials dels Tribunals de la Ballia General y Offici de Mestre Racional, per les sues porcions de coets de
tota monici, que san tocat en les lluminaries san fet les nits de 12-13-14
de maig 1662, por la nova bula de S. Santitat tocant a la Inmaculada Concepci de la Mare de Du Verge Maria y Sra. Nostra, en virtud de dita Deliberaci de la Exa y Junta Patrimonial de 22 de Abril 1662, con albar del
offici de Mestre Racional de 21 de Maig de 1662.
4. 1662, mayo, 23. Pago a Thomas LLobera, Alguacil del offici de Mestre
Racional, 142 libras, 8 sueldos y 6 dineros por las porciones de candelas
que les han tocado en las luminarias que se han hecho para el Real Palau en
las noches de 12-14 de mayo, por dicha razn en virtud de la dicha Deliberacin. (ARV, Mestre Racional, 258, f. 191).
Item. Dit dia pagu per dita taula al dit Llobera, cent quaranta dos lliures,
huit sous y sis diners, per a pagar als officials Reals Patrimonials dels Tribunals de la Ballla General y offici de Mestre Racional per les porcions de
caneles quels an tocat en les lluminaries han fet en les sobre dits nits de 1213 y 14 de Maig 1662, per dita ra y en virtud de la sobre dita Deliberaci,
con Albar del offici de Mestre Racional de 21 de maig 1662.
5. 1662, mayo, 23. Pago a Gaspar Carlos, polvorista, 31 libras, 10 sueldos
por los cohetes de toda municin para las luminarias del Real Palau en las
noches de 12-13 de mayo. (ARV, Mestre Racional, 258, f. 190v).
Item En 23 de Maig 1662, pagu per dita taula a Gaspara Carlos, polvorista,
trenta una lliures y deu sous, per les coets de tota monici para el Rl. Palau
en les nits de 12-14 de maig 1662, que agu lluminaries per dita ra, y en
virtud de la ya dita celebraci, av albar del office de Mestre Racional de
21 de Maig de 1662.
6. 1662, mayo, 24. Pago a Sim Rom, Verger del office de Mestre Rl., 82
libras, 11 sueldos, 2 dineros, a cumplimiento de 92l, 11s., 1 d., que han subido los gastos que ha hecho en los portes de antorchas, candelas, cohetes y
furons, por los trabajos de repartidor de aguas, vino, nieve, azcar para hacerlas, y portes de ellas y sillas y taburetes a los tablados de dichos Tribunales y guardarlos por la noche. (ARV. Mestre Racional, 258, fol. 191).
Item. En 24 de dits, pagu per dita taula a Sim Rom, verger del office de
dita Mestre Rl., huitanta dos lliures, once sous, y un diners, acompliment de
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aquells 92l, 11s., 1, que an puchat les bestretes que afet en los ports de antorches, caneles, coets, y furons per les cases dels officis Reals y Patrimonials de los Tribunales de la Ballia General y offici de Mestre Racional, cost
de paper per a fer furons, per les treballs de repartir les aigues, v, nu, sucre, pera fer les ports dellas, de cadires y taburets als cadafalchs de dits Tribunals y en portar a les sues cases, guardar de nit les cadafalchs, lloguer
cortines y portar el Real Palau lo que foro menester y altres coses que tot
fonch pera les lluminaries que san fet les nits de 12-13 y 14 de Maig 1662,
Caas y Bous que corregueren en la Plaa de Predicadors en 19 y 20 de dits,
per dita ra y en virtud de dita Deliberaci, av Albar del offici de Mestre
Racional de 23 de maig de 1662.
7. 1662, mayo, 25. Pago a Geroni Crespo, carpintero de las obras Reales, 27
libras 11 sueldos y 1 dineros por trabajos de su oficio que se han hecho en
el Palacio Real y en las casas de los oficiales Reales y Patronos de la Bailia,
para las lluminarias de los dias 12-14 de mayo 1662. (ARV, Mestre Racional, 258, f. 191v).
Item. En 25 de maig 1662, pagu per taula a Geroni Crespo, fuster dels
obres Reals, vint y set lliures, once sous y un diner per tratos qan pactat les
jornals y bestretes de son ofici en les taulets y per a fer os encendre, adobar
graelles y altres coses, per las lluminaries que sant fet en les nits de 12-13
y 14 de Maig de 1662, per dita ra y en virtud de dita Deliberacin que tot
termi aix en lo Real Palau com en les cases dels officials Reals y Patrons de
la Ballia Gral. y offici de Mestre Rl., av Albar del offici de Mestre Racional de 24 de Maig de 1662.
8. 1662, Mayo, 31. Pago a Diego Ballester, obrer de Vila de las obras Reales, 64 libras, 8 sueldos y seis dineros, por jornales y gastos de su oficio hechas en el Palacio Real para las luminarias de las noches de 12-14 de mayo
por dicha razn y en virtud de dicha Deliberacin. (ARV, Mestre Racional,
258, f. 91v).
Item. En 31 de dits, pagu per dita taula a Diego Ballester, obrer de vila de
les obres Reals, sesenta y quatre lliures, huit sous y six diners, per tots an
pactat, les jornals y bestretes de son offici fetes en lo Real Palau recorrent
los furons y es lo cost de la lea per a les graelles y altres coses per las lluminaries que san fet las nits de 12-13 y 14 de Maig de 1662, per dita ra y
en virtud de dita Deliberaci de dia 22 de Abril 1662, avi Albar del offici
de Mestre Racional.
9. 1662, mayo, 31. Pago a Batiste Teixidor, candeler 30 libras, 7 sueldos y 2
dineros, que valen las candelas que han adornado el Palacio Real y algunas
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Becaria del Centro de Estudios Andaluces (CENTRA), Consejera de la Presidencia de la Junta de Andaluca.
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4. LLORDN, A., Mlaga y la Inmaculada Concepcin, Mlaga 2004, p. 5, y ESCALERA PREZ, R., o.c., p. 356.
5. FERNNDEZ BASURTE, F., y CASTELLANOS, J., o.c., p. 30.
6. ESCALERA PREZ, R., o. c., p. 356. Sobre los jesuitas en Mlaga, SOTO ARTUEDO, W., La actividad de los jesuitas en la Mlaga Moderna (1572-1767). Crdoba 2004, pp. 296-297; OJEDA, P. de, Informacin eclesistica en defensa de la limpia Concepcin de la Madre de Dios... de la Compaa de Jess, Sevilla, por Alonso Rodrguez Gamarra, 1616.
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aleza. Y en una fecha tan temprana como 1281, el obispo de Barcelona orden que se realizara una fiesta a la Inmaculada en la catedral. Aos ms tarde, la devocin se extendi por toda Espaa, siendo aceptada por amplios sectores de la Iglesia desde finales del siglo
XIV.
Tambin muchas corporaciones culturales, y entre ellas las Universidades, decidieron jurar la defensa del privilegio concepcionista,
siendo la primera la de de Valencia en 1530. Ya en el siglo XVI, Carlos V pidi que se fundasen cofradas de la Concepcin en todo el
pas. A mediados del Seiscientos, en 1664, se extendi este juramento a las Universidades de Alcal, Salamanca y Valladolid, por un Real Decreto de Felipe IV, siendo obligatorio para todas las espaolas
desde 1779 10.
Con los Austrias menores la presin de los reyes espaoles ante el
papado se intensific. Felipe III estableci tres Reales Juntas (1616,
1617 y 1618), para lograr que el Pontfice definiese el dogma, pidiendo asimismo la cooperacin de todos los obispos, con lo que esta doctrina recibi el apoyo poltico, que sera ms contundente en la
persona de Felipe IV.
En la especfica e intensa implicacin de este monarca abiertamente inmaculista, que apoy con gran entusiasmo la declaracin
dogmtica de la Inmaculada, adems de las influencias familiares,
desempearon un papel fundamental las ideas inculcadas por su consejera espiritual, Sor Mara de Jess de greda, a travs de la correspondencia que mantuvieron durante 22 aos, desde 1643 a 1665. Sor
Mara de Jess de greda, priora del convento franciscano de la Inmaculada Concepcin de greda (Soria), era una defensora a ultranza del misterio; escribi una biografa de la Virgen y su inters de
que se definiese como dogma la doctrina inmaculista, se observa claramente en las cartas a Felipe IV 11.
En el siglo XVIII, continu esta identificacin y Clemente XIII a
peticin de Carlos III, declar Patrona de los Reinos y Dominios Espaoles a la Inmaculada Concepcin, fundando el rey la Orden que
lleva su nombre en 1771, dedicada a la Inmaculada, jurando los ca10. ESCALERA PREZ, R., o.c., pp. 356-358.
11. Ibdem, pp. 358- 360. GREDA, M J. de, Mystica ciudad de Dios, milagro
de su omnipotencia y abismo de la Gracia: historia diuina y vida de la Virgen... Madrid, por Bernardo de Villa-Diego, 1670.
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balleros que entraban en ella, investidos de un manto azul y ostentando en el pecho y espalda la banda azul sobre el traje blanco, que
son los colores simblicos de la Inmaculada 12.
En Andaluca, la devocin a la Inmaculada tuvo igualmente una
especial significacin, sobre todo a partir de 1613, ao en el que algunos religiosos dominicos mostraron su disconformidad con el misterio inmaculista. As, fray Cristbal de Torres predic un sermn en
la catedral cordobesa el 8 de diciembre de 1614, en el que se manifestaba en contra de la falta del pecado original en la Virgen; para aumentar la polmica, el obispo fray Diego de Mardones, tambin de la
orden de Santo Domingo, prohibi la fiesta en honor de la Inmaculada, lo que ocasion que el Cabildo catedralicio y municipal entablaran un pleito. Como respuesta, el cannigo Pizao de Palacios march a Sevilla, ciudad en la que public dos discursos a favor de la Inmaculada, por lo que fue denunciado por la Santa Inquisicin, ya que
su afirmacin transgreda las bulas papales, aunque finalmente fue
absuelto. Un ao despus, en 1615, se public en Sevilla un libro con
argumentos en contra de la Inmaculada, opinin que fue rpidamente contrarrestada por las numerosas fiestas que se celebraron en su
honor durante los aos siguientes, a las que acudi un gran nmero
de personas, dando fe de la popularidad de este misterio 13.
La concepcin nacional de esta defensa tena su proyeccin en
el mbito municipal, manifestndose en los votos o juramentos que
los Cabildos realizaban en favor de las tesis inmaculistas y en las
fiestas y celebraciones ldico-religiosas que se realizaban, que proliferaron.
En Mlaga, desde la incorporacin de la ciudad a la Corona castellana tras la conquista de los Reyes Catlicos el 18 de agosto de
1487 se erigieron iglesias, ermitas y capillas en su honor, y se fundaron hermandades a la Pura y Limpia Concepcin 14.
En 1495 los Reyes Catlicos instaron a las monjas clarisas a fundar un convento en lugar cntrico, bajo el ttulo de Mara Santsima
de la Pursima Concepcin 15. Existen asimismo noticias de la funda12. ESCALERA PREZ, R., o.c., p. 361.
13. Ibdem, pp. 361-362. ARANDA DONCEL, J., La devocin a la Inmaculada
Concepcin en tierras cordobesas durante el siglo XVII, en Actas del I Congreso
Internacional sobre la Orden Concepcionista, Len 1990, pp. 549-562.
14. FERNNDEZ BASURTE, F., o.c., pp. 29-32.
15. LLORDN, A., o.c., p. 2
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esposa Micaela de Cabiedes 21; y Juan Romero de Narvez dejaba estipuladas nueve misas a la linpia conzepin de Nuestra Seora sin
pecado orijinal en sus nuebe festibidades del ao en el convento de
la Merced, adems de solicitar que perpetuamente se le dijese una
fiesta y misa cantada a la Inmaculada en el citado convento en la capilla de las Vrgenes de la que era patrono 22.
El 8 de septiembre de 1616 se organiz una fiesta solemne en honor
de la Inmaculada en el colegio de San Sebastin de la Compaa de Jess, acudiendo la Ciudad a vsperas, sermn y misa cantada, con la presencia del obispo don Luis Fernndez de Crdoba. Con tal motivo se
haban decorado la iglesia y el altar. Por la tarde, antes de las vsperas
hubo repiques, fuegos, luminarias y grupos de ministriles invitando a la
poblacin a acudir al templo colegial. Asimismo tuvieron lugar procesiones con gran clamor popular. Se colocaron imgenes de la Virgen en
diferentes partes de la ciudad, en las calles ms cntricas, con sus nichos y balcones costosamente labrados y con lmparas de aceite que ardan continuamente. Desde esa fecha hasta 1625 hubo una imagen de la
Inmaculada en las casas del Cabildo, segn una crnica que relata la
Historia de la Compaa de Jess en Mlaga 23.
A mediados del siglo XVII, las Cortes de Castilla, los embajadores
espaoles en Roma y la pertinacia de nuestros gobernantes, a raz de
ciertas doctrinas contrarias a los decretos pontificios, motivaron la
reanudacin con mayor insistencia de las gestiones favorables al
misterio. Una de las consecuencias fue el juramento de defender pblica y privadamente la Inmaculada Concepcin de la Virgen. As lo
hicieron los caballeros de Santiago en 1650, los de Calatrava en
1652 y los de Alcntara en1653 24.
La Ciudad se sumaba a cuantas celebraciones y actos de apoyo al
misterio se hicieron y as cuando en 1662 Felipe IV inst a que Ale21. (A)RCHIVO (H)ISTRICO (P)ROVINCIAL DE (M)LAGA., legajo 1969, ff. 217
y ss.
22. AHPM., leg. 972, s/f.
23. LLORDN, A., o.c., p.6. Sobre la Historia de la Compaa de Jess en Mlaga, SOTO ARTUEDO, W., La fundacin del Colegio de San Sebastin. Primera institucin de los Jesuitas en Mlaga, Mlaga 2003; Los jesuitas de Mlaga y su expulsin en tiempos de Carlos III, Mlaga 2004; y La actividad de los jesuitas en la Mlaga Moderna (1572-1767), Crdoba 2004, pp. 296-297.
24. LLORDN, A., o.c., p. 9. MASCAREAS, J., Forma del iuramento, y voto que
por el Misterio de la Inmaculada Concepcin de la Virgen ... hizo la Religion, y Cavalleria de Calatrava, ... en el Convento de San Martin ... de la Orden de San Benito, Lunes 23, Diziembre de 1652.
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taba la Ciudad en la Santa Iglesia Catedral y todos los elementos tpicos de las fiestas barrocas como los fuegos, los cohetes, las luminarias, las cargas de juncia o alfombras colocadas al paso del cortejo,
la cera, o los atabales encargados de publicar la fiestas, hasta el pago
a los danzantes, sus vestiduras, zapatos y aderezos. Asimismo, se incluan los 42 maraveds del papel sellado en el que el escribano mayor del Concejo haba asentado todos los escritos relativos a la organizacin de la celebracin 29.
La primera tarea de los regidores distinguidos con esta diputacin
de festejos era contactar con algn elemento culto e ilustrado de la
comunidad que aportara sus conocimientos eruditos para perfilar los
contenidos simblicos y alegricos que deban aparecer en el discurso de la fiesta, tarea que recaa en sabios locales, casi siempre religiosos, encargados de inventar los jeroglficos, emblemas y otros ingenios de profunda carga didctica destinados a ilustrar los misterios
de la fe, principios dogmticos y polticos hbilmente fusionados. El
conjunto visual iba acompaado de carteles y leyendas en latn y
romance para aclarar y desvelar al espectador el oculto mensaje de
los smbolos. Concluido el proyecto iconolgico se cometa su ejecucin material a los artistas y artesanos locales con quienes se
concertaban los correspondientes contratos, as como el resto de individuos que, directa o indirectamente, intervenan en la configuracin de la fiesta 30.
Las Actas del Cabildo secular dan cuenta de cmo era costumbre
que el da antes de la procesin, jinetes en caballos lujosamente enjaezados, recorriesen las principales calles de la ciudad, anunciando
la fiesta, precedidos de timbales y cornetas. La Fuente de la Plaza
Mayor se adornaba con variedad de invenciones decorativas y este
ao cuid su aderezo el artesano Lorenzo Lpez. En la noche de la
vspera las Casas Consistoriales se hallaban profusamente embellecidas con hachas y luminarias de velas y farolillos. El platero Jorge
Muoz fabric los cohetes, ruedas y fuegos de artificio que en aquella noche se quemaron.
El da de la festividad tuvo lugar la solemne funcin religiosa y
despus el desfile procesional, al que asistieron miembros de los dos
29. FERNNDEZ BASURTE, F., o.c., pp. 195-210. y AMM, Propios, leg. 41, expediente 19, ao 1640.
30. PREZ DEL CAMPO, L., y QUINTANA TORET, F. J., Fiestas barrocas en Mlaga. Arte efmero e ideologa en el siglo XVII, Mlaga 1985, pp. 57-58.
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cabildos: el obispo, cannigos, dignidades, parroquias, rdenes religiosas y gremios con sus cruces, estandartes, guiones y otros atuendos litrgicos; y el Corregidor, Diputados de la Ciudad, porteros del
Cabildo y otros oficiales con sus mejores galas, siendo el recorrido
amenizado con danzas y msicas, todo ello entre repiques y notas de
campanas y clarines 31.
Las celebraciones se extendan a toda la urbe, entendida como escenario principal que ofreca el espacio predilecto para las festividades religiosas y profanas, convirtindose, especialmente la Plaza Pblica -en Mlaga, la conocida como Plaza de las Cuatro Calles, actualmente Plaza de la Constitucin, donde se ubicaban los principales edificios representativos de la organizacin poltico-administrativa- en el teatro ideal.
Ante este tipo de representaciones ldicas, que cumplan con su
misin de descanso teraputico, medio de evasin de la vida cotidiana y confraternizacin, la Plaza Mayor, habitualmente abierta, se cerraba 32: el Ayuntamiento cobraba cien ducados en concepto de cesin de la Plaza y sta se acondicionaba montndose andamios para
las gradas y arreglndose los balcones y ventanas de las casas que rodeaban el recinto 33.
El espacio urbano se converta por tanto en el centro de la accin
ldica, en punto de encuentro de la ciudadana, que asista a la vez a
un espectculo y a una liturgia mediante la que se reafirmaba el escalafn social. La fiesta deba salir a la calle, donde se manifestara
con todo su esplendor, y podra ser vista y gozada por un mayor nmero de personas a las que deba llegar el mensaje de una forma rpida y segura 34.
Existan una serie de elementos comunes en las celebraciones barrocas, que aparecen por igual en las de carcter religioso y en las
profanas, entrelazndose de manera indisoluble y, en ocasiones, grotesca, desde la perspectiva actual.
31. LLORDN, A., o.c., pp. 9-10, y ESCALERA PREZ, R., o.c. p. 363
32. AGUILAR GARCA, M D., Mlaga:1487-1550. Arquitectura y ciudad, Mlaga 1998, p. 119.
33. SARRI MUOZ, A., Religiosidad y poltica. Celebraciones en la Mlaga del
siglo XVIII, Mlaga 1996, p. 139.
34. ESCALERA PREZ, R., o.c., p. 367.
515
Ibdem, p. 25
Ibdem, pp. 31-32.
PREZ DEL CAMPO, L., y QUINTANA TORET, F. J., o.c., p. 63.
ESCALERA PREZ, R., o.c., p. 369.
Ibdem, p. 31.
Ibdem, p. 367.
PREZ DEL CAMPO, L., y QUINTANA TORET, F. J., o.c., p. 63.
516
Los artificios que introducan en el discurso de la fiesta elementos sorpresivos e insospechados, eran recursos espectaculares muy
del gusto barroco. A menudo esta obsesin por conseguir el asombro
popular conduca a la creacin de obras estrafalarias, en las llegaba a
sacrificarse todo refinamiento y buen gusto cayendo en un vulgar
populismo; no obstante, esto no era gratuito sino que obedeca a una
intencionalidad estudiada, que buscaba la adhesin de las masas populares para difundir e imponer ciertos valores y pautas. Naturalmente estos excesos, que rayaban en el paroxismo con la aparicin
de la tarasca, los gigantes y danzantes en la procesin eucarstica, indignaban y escandalizaban a los extranjeros y an a ciertos intelectuales nacionales que no dudaban en calificar estas costumbres como irreverentes 42.
Es decir, existe una clara intencionalidad de la fiesta barroca en la
Espaa del XVII: se convirti en un instrumento propagador de los
valores y principios ideolgicos esenciales de la sociedad barroca,
como son los de autoridad, subordinacin, jerarquizacin..., relacionados con unas detalladas normas de protocolo y prelacin que regulaba la posicin de los distintos estamentos en correspondencia a la
categora y funcin desempeada en la sociedad 43. Pero adems, en
Mlaga, por su carcter portuario y su riqueza agrcola, confluan
numerosos ciudadanos extranjeros -ingleses, holandeses, belgas,
franceses, hanseticos- dedicados a actividades comerciales y practicantes, algunos de ellos, de otras confesionalidades: luteranismo,
calvinismo, anglicanismo 44. Esta realidad aportaba otros matices a
las festividades religiosas, al producirse la necesidad de exteriorizar
pblicamente la fidelidad a la Iglesia catlica. Sin olvidar que religin y poltica estaban ntimamente entrelazadas al haberse transformado la unidad confesional en uno de los principales elementos de
integracin entre los diversos reinos, instituciones y estamentos que
componan la monarqua de los Austrias 45.
42. Ibdem, pp. 55-57
43. Ibdem, pp. 55-57 y 63.
44. MENDOZA GARCA, E., La relacin de los comerciantes extranjeros y los escribanos pblicos malagueos del siglo XVII, en VILLAR GARCA, y M B., PEZZI
CRISTBAL, P., (eds), Actas I Coloquio Internacional Los extranjeros en la Espaa
Moderna, Mlaga 2003, t. I., pp. 481-492.
45. PREZ DEL CAMPO, L., y QUINTANA TORET, F. J., o.c., pp. 65 y 69-70; REDER
GADOW, M., Religiosidad institucionalizada en el Municipio malagueo, en Baetica (Mlaga), n 17 (1995) 437-458.
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El momento culminante de la vinculacin de Mlaga con la Inmaculada Concepcin tuvo lugar el 8 de diciembre de 1654, cuando
las dos mximos representantes del poder temporal y espiritual dentro del mbito local, esto es, el Cabildo Municipal y el Eclesistico
juraron solemnemente el voto en defensa de la Inmaculada.
La iniciativa parti del municipio, siguiendo el ejemplo de otras
ciudades que la haban precedido, entre 1615 y 1620, en tal decisin,
como fue el caso de Granada en 1619. Ambas instituciones malagueas iniciaron los preparativos para efectuar dicha proclamacin de
forma conjunta y en el marco de un amplio programa de celebraciones donde se inclua un solemne octavario en la Catedral a partir del
da 8 de diciembre fecha en la que se realizara el juramento.
Para esta ceremonia, se encarg la realizacin de un estandarte de
terciopelo azul, con un valo en el centro donde se representa a la Inmaculada, bordada sobre sedas, y decorado todo el contorno con
bordado de plata, que actualmente se encuentra en el Ayuntamiento
de Mlaga 46.
Este voto de fidelidad es definido por el P. Llordn, autor al que
seguimos en esta exposicin, como uno de los ms gloriosos en los
anales marianos de la Ciudad de Mlaga 47.
Los regidores Alonso Martnez Caballero, Baltasar de Zurita, Antonio de Pedrosa y Martn Delgado Sols, expresaron las motivaciones de tal pretensin:
Que la Ciudad de Mlaga atendiendo y conociendo los grandes beneficios que reciben cada da de la poderosa mano de nuestro Seor
y por el fervor que tienen a esta Soberana Seora han determinado
que esta ciudad jure en pblico defender la Concepcin de Ntra. Sra.
el da de su festividad ante el Sr. Cardenal sobre lo cual les nombr
el Cabildo secular para que lo suplicasen a su Eminencia lo permitiese as y al Cabildo eclesistico en la misma forma 48.
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tra Seora, a quien tiene por protectora y amparo en todas sus necesidades y, desde que esta ciudad s gan a los moros, la eligi y coloc en su Iglesia Catedral, y manifestando su reconocimiento y lo
que debe a esta Seora Santsima y Limpia Concepcin en que la da
la fe y crdito que permite la Santa Sede Apostlica y nuestra Madre
la Iglesia, y en consecuencia de los actos tan piadosos que han celebrado todos los reinos de Espaa y todos los catlicos del orbe, las
ciudades, las ms comunidades, cofradas y colegios y por ltimo
los seores Maestres caballeros de las rdenes Militares en que ha
dado piadossimo ejemplo el Rey nuestro seor D. Felipe IV (que
Dios guarde), como maestre y administrador general de las dichas
rdenes Militares, y, siguiendo tan grande ejemplo, en cumplimiento de las muchas obligaciones que esta Ciudad reconoce para manifestar su devocin con la mayor demostracin que pueda acuerda
[...] juntarse en la Iglesia Catedral y hacer juramento de ensear y
defender en pblico y en secreto que la Virgen Mara Ntra. Sra. fue
concebida sin mancha de pecado original 49.
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Por ltimo, debemos resear cmo fray Nicols de la Iglesia escribi en 1653-1654 el primer libro de emblemas dedicado exclusivamente a la Inmaculada titulado Flores de Miraflores, hieroglficos
sagrados, verdades figuradas, sombras verdaderas del Mysterio de
la Inmaculada Concepcin de la Virgen y Madre de Dios Seora
nuestra. Este libro, analizado por Escalera Prez, se encuadraba en
lo que se puede denominar Emblemtica mariana, esto es, textos
que intentaban explicar a los fieles el sentido de los diferentes smbolos que se relacionaban con la Virgen, convirtindose, al igual que
numerosos libros de piedad, sermones, oraciones o relaciones de
fiestas, en verdaderos ensayos marianos 56.
con un romance a la Compaa de Iess compuesto todo por Alonso Daz, en Mlaga y por su original impreso en Seuilla por Matas Clauijo, 1615; Carta expostulatoria que imbia un religioso del Orden de N. Seora del Carmen a los seores arobispos y obispos de Espaa: en la qual les suplica pidan a su Santidad la determinacin de la deuocin de la Concepcin de la Reyna de los ngeles Mara concebida sin mancha de pecado original, impresa en Mlaga por Iuan Ren, 1616. Destaca Glossas de diferentes autores a la Inmaculada Concepcin de la Madre de Dios,
concebida sin pecado original sobre la Copla que dize: todo el mundo en general,
con ms una chanoneta y un bayle pastoril muy gracioso. Lleva al fin un Soneto
recogido de una fiesta que se hizo en Jan a la Limpssima Concepcin de la Virgen,
por Alonso Prez, vezino de la misma ciudad. Publicado en Mlaga por Juan Ren
en 1615. Su inters radica en que partiendo de una coplilla popular muy repetida a
partir de 1613, las glosas de varios poetas ilustran el misterio de la Concepcin de la
Virgen sin mancha de pecado original
56. ESCALERA PREZ, R., Jeroglficos de la Inmaculada Concepcin. Flores de
Miraflores de fray Nicols de la Iglesia (1659), en ARANDA DONCEL, J. (coord.),
Actas del I Congreso Nacional Las advocaciones marianas de Gloria, Crdoba
2002, t. II, pp. 165-178.
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ren y juraren en nombre de la dicha Ciudad de aqu y en adelante hacer todos los das de su limpsima concepcin una fiesta la ms solemne que se pudiese en este convento de Nuestro Padre San Francisco acudiendo a ella por ciudad a vsperas, misa y sermn; y en regocijo de la dicha fiesta se pongan luminarias generales en toda la
ciudad la vspera de ella y ans lo prometieren y juraren. Y estando
presente el padre fray Marcos Ramrez de Prado, guardin que de
presente es del dicho convento, habiendo odo y entendido lo referido, en nombre de la sagrada Religin y reverencia de la Virgen Mara Nuestra Seora concebida sin pecado original acept el dicho voto y contrato y dio gracias a la Ciudad por ello (...).
Con anterioridad en los recibimientos de los corregidores se seala en las actas que hacen el juramento acostumbrado u otras expresiones similares.
En cuanto a los dems miembros de la Corporacin la especificacin del juramento concepcionista no la encontramos hasta 1733,
cuando es recibido como regidor don Juan Pascual Ramrez del Pulgar y Molina, quien
ha de hacer el juramento que se acostumbra de usar bien y fielmente el dicho oficio de regidor e incontinenti lo hizo segn forma de
derecho de guardar el misterio de la Concepcin Pursima de Nuestra Seora y de servir bien y fielmente su empleo de tal regidor 15.
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en cabildo 16. En el Decenio Absolutista se emplea la frmula que comienza jurando por Dios Nuestro Seor defender el Misterio de la
Pursima Concepcin 17. Poco despus del motn de La Granja, el juramento del alcalde 3 de Lucena refleja claramente el clima poltico
progresista:
Juris por Dios y por los Santos Evangelios sobre que tenis la
mano guardar y hacer guardar la Constitucin Poltica de la Monarqua Espaola sancionada y promulgada en Cdiz el ao de 1812 y
ser fiel a la Reina nterin la nacin reunida competentemente en Cortes no la modifica o d otra arreglada a las necesidades de la Nacin
y luces del Siglo? Juris guardar sigilo en cuantos asuntos se traten
en esta Corporacin? 18.
El juramento concepcionista de los profesionales tambin est recogido en la documentacin municipal. La resea ms antigua que
hemos encontrado corresponde al abogado don Juan del Valle en
1658 cuando la Corporacin acuerda que
sea recibido al uso y exercicio de tal abogado y haga el juramento
que es obligado, y hecho, se le d testimonio de este recibimiento y
el susodicho lo hizo en forma de derecho de hacer bien y fielmente
su oficio defendiendo y afirmando la Concepcin de la Virgen Santsima sin mancha de pecado original y ayudando a los pobres de
balde 20.
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AHML/AC, 1698-5-15.
AHML/AC, 1847-10-30.
AHML/AC, 1627-2-23.
AHML/AC, 1628-12-4.
AHML, Cuentas de propios, 1702.
AHML/AC, 1781-12-23.
AHML/AC, 1690-8-7.
AHML/AC, 1824-6-30.
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Las constituciones de 1697 de esta fundacin lucentina son idnticas a las del colegio de Nuestra Seora de la Piedad, de Crdoba 35,
excepto en lo referente a la advocacin, como se recoge en la constitucin I:
Siendo Mara Santsima nuestro patrocinio, con justa razn debe
este Colegio valerse de la advocacin de su gloriosa Concepcin 36.
En 1715 se decide dotar a este colegio de la Pursima de una iglesia. El administrador solicita licencia a la Corporacin para que una
parte reducida de la obra pudiese salir a la va pblica, lo que se le
concede37. Esta iglesia fue terminada en 1720 y una de las fiestas de
su dedicacin corri a cargo de la Corporacin municipal 38.
La devocin inmaculista se hace presente per se en los libros capitulares. En 1656 y 1657 nos encontramos cmo el libro capitular
comienza con la siguiente invocacin:
En el nombre de Dios Nuestro Seor y de su Bendita Madre la Virgen Santsima Concebida sin mancha de pecado original.
En 1679 nos encontramos con otra alusin mariana en la invocacin de principio: En el nombre de Dios Nuestro Seor y de su Ma35. ARMAYOR GONZLEZ, H., Pedagoga cordobesa del siglo XVII, Crdoba
1971, t. II, p. 482.
36. Constituciones y Reglas para el Colegio de Nias Hurfanas del ttulo de la
Pursima Concepcin de Nuestra Seora que en la ciudad de Lucena..., Impreso en
Crdoba 1697, f. 1.
37. AHML/AC, 1715-5-17.
38. AHML/AC, 1720-12-12.
39. CABELLO MORALES, P.V., La Inmaculada Concepcin, en Servicio de Publicaciones de Cajasur (ed.), Gratia Plena, Crdoba 2004, p. 297.
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A mediados de octubre de 1773 se invita a la Corporacin municipal a asistir a la suntuosa procesin con Mara Santsima de la
Concepcin, titular de la cofrada residente en el templo franciscano
43. AHML, leg. 90, Pragmticas Reales, 1680.
44. LPEZ-FE y FIGUEROA, C. M, o. c., p. 67.
45. AHML/AC, 1761-7-3.
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ya referida. El Cabildo acepta y as se lo comunica al hermano mayor. El 3 de diciembre el vicario de Lucena se dirige a los capitulares
manifestndoles que la procesin no iba a ser formal ni suntuosa,
puesto que no iba a concurrir el clero ni la cruz parroquial. En vista
de esto, el Ayuntamiento revoca el acuerdo de asistencia. El da 7 el
hermano mayor insiste en su invitacin a los capitulares, indicando
entre otras razones que desde muy antiguo se sacaba la procesin sin
la asistencia de la Parroquia. A medioda del 8 de diciembre, cuando
la Corporacin regresa de la funcin en honor de Mara Santsima de
la Concepcin que haba tenido lugar en la iglesia franciscana, decide de nuevo asistir a la procesin. Al da siguiente el Cabildo conoce
que el vicario ha promovido diligencias judiciales con respecto a la
procesin de la tarde anterior. El teniente de corregidor inform que
en la procesin estando la Imagen mariana inmediata a la parroquial
vio cmo, rompiendo la costumbre, no era conducida para entrar en
ese templo. Ello era debido a que la Parroquia no estaba dispuesta a
recibir a la Corporacin, por lo que el guardin franciscano haba ordenado que no se entrara en la iglesia. Pero para evitar escndalo en
el pueblo, expuso el teniente de corregidor a sus compaeros la conveniencia de entrar y as se hizo, faltando el repique de campanas y
el recibimiento por parte del clero secular. ste mantena por entonces con los franciscanos diferencias que fueron el origen de estos incidentes procesionales y en cuyo estudio no entramos ahora. En enero de 1775 todava estaba pendiente el pleito entre la Corporacin y
el vicario y curas sobre la concurrencia a la procesin de Mara Santsima de la Concepcin. Cuando en 1777 el Ayuntamiento recibe la
invitacin del hermano mayor para la procesin, acuerda una ao
ms asistir, pero con la condicin de que asista tambin la Parroquia,
decidiendo adems satisfacer sus derechos parroquiales de los caudales municipales, sin que ello fuese ejemplo para aos sucesivos 46.
No debi de ser ajeno a este pleito el hecho de que un clrigo secular
y hombre de gran influencia en la Lucena de su tiempo, don Fernando Ramrez de Luque, publicase en 1776 una obra histrica sobre la
defensa de la Concepcin por parte del clero secular 47.
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El presidente municipal propuso a la Corporacin que sta y todos los funcionarios y empleados del Ayuntamiento realizaran dichos actos de culto mariano. La propuesta se aprob por unanimidad. En la misma sesin propuso el alcalde la consagracin de la ciudad de Lucena al Corazn Inmaculado de Mara, que fue aceptada
unnimemente por los asistentes, quienes
facultan a la Alcalda para la realizacin de los actos necesarios para ello, incluso para el exorno del templo con alguna iluminacin extraordinaria, levantar algn tablado o lo que se considere necesario 50.
Para concluir esta comunicacin expongo acerca de dos actuaciones de la Corporacin municipal lucentina respecto al tema que nos
ocupa con posterioridad a la celebracin del Concilio Vaticano II y a
la entrada en vigor de la Constitucin Espaola de 1978.
En sesin ordinaria celebrada por el Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Lucena el 29 de abril de 1997 se acord efectuar los oportunos trmites para la inclusin del adjetivo Mariana en el lema
del escudo herldico municipal. Esta propuesta proceda de la Real
48. AHML/AC, 1855-10-18.
49. TENLLADO Y MANGAS, F.A., Noticias aracelitanas pertenecientes al siglo
XIX, copia mecanografiada del manuscrito.
50. PALMA ROBLES, Lf., Paz, Esperanza, Lucena, Lucena 2005, p. 42.
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Archicofrada de Mara Santsima de Araceli, la cual la haba formulado para que formase parte de las actividades de la Corporacin
conmemorativas del Cincuentenario de la Coronacin Cannica de
Mara Santsima de Araceli. En enero de 2000 el BOJA publicaba el
Decreto 17/2000 por el que se autoriza al Ayuntamiento de Lucena
para adoptar su lema y escudo herldico municipales, en donde se
aprueba que el escudo lleve en su contorno el lema de muy noble,
muy leal y mariana ciudad de Lucena. Tres vecinos de sta recurrieron la inclusin del trmino mariana en el referido blasn municipal. Por sentencia de marzo de 2003 el Tribunal Superior de Justicia de Andaluca deneg la pretensin de los recurrentes.
Con motivo de la celebracin del sesquicentenario del dogma inmaculista, la Agrupacin de Cofradas de Lucena solicit del Ayuntamiento la correspondiente licencia para la ereccin en espacio pblico de un monumento a la Inmaculada Concepcin. La idea haba
sido expuesta en 2001 por el influyente cofrade y registrador de la
propiedad don Agustn Antrs Roldn, a la sazn hermano mayor de
la cofrada de Nuestra Seora de la Soledad, indicando en su propuesta como lugar para la colocacin de tal monumento el centro del
llanete de San Agustn 51. Este lugar fue precisamente el solicitado
por la Agrupacin a los responsables municipales en agosto de 2004.
El proyecto presentado era el de un monumento de cinco metros de
altura, compuesto de un templete de mrmol en cuyo interior figuraba la reproduccin en bronce de la imagen de la Inmaculada del antiguo convento de franciscanos descalzos, considerada sta de gran
valor artstico. El presupuesto ascenda a 60.000 euros.
La Comisin Municipal de Bienestar Social desestim el lugar de
colocacin, aduciendo para ello las excesivas dimensiones del monumento respecto del espacio pblico solicitado y propuso otro lugar
menos cntrico y cercano al templo parroquial de Nuestra Seora del
Carmen. Esta determinacin de la comisin fue ratificada por el Pleno municipal. Los solicitantes reformaron el proyecto con la eliminacin del templete y reduciendo a cuatro metros la altura del monumento, as como su valor econmico, que pas a ser de 30.000 euros.
Ante estas nuevas condiciones, el Consejo Local de Participacin
Ciudadana no vio inconveniente en que el monumento se erigiera en
el llanete de San Agustn y el Pleno municipal as lo aprob. El 7 de
diciembre fue inaugurado el monumento, que se haba situado en un
51. ANTRS ROLDN, A., Lucena Mariana, en Soledad, Lucena, 5 (2001) 94.
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I. Introduccin.
V. Conclusiones.
A la Pursima Concepcin/ Mara de gracia llena sin pecado original/ por siempre alabada sea1.
I. INTRODUCCIN
Segn la tradicin, en los inicios del cristianismo nuestra patria
fue visitada por la Madre de Dios en su aparicin al apstol Santiago
en el Pilar de Zaragoza, esta devocin se vio refrendada desde los albores de la Edad Media por los diferentes monarcas pues en su lucha
contra los moros se acompaaban por una imagen de Nuestra Seora, en sus distintas advocaciones, fundando los mismos, monasterios,
ermitas, capillas e iglesias, las cuales ponan bajo alguna de estas advocaciones, o bajo el nombre de santos o santas de su especial devocin.
Entre doctores, telogos y santos medievales es necesario destacar la intervencin de Santo Domingo de Guzmn y San Bernardo de
Claraval, en extender y defender la Concepcin Inmaculada de Mara. Singular fue, en la Corte de los reyes de Aragn, la influencia
ejercida por Raimundo Lulio sobre la doctrina de la devocin a la Inmaculada Concepcin, hecho que tuvo especial relevancia posterior.
La devocin fue fervorosamente vivida y fomentada por los Reyes Catlicos y se extendi por toda Espaa y Amrica cuando en
1942 se consigui la unidad territorial y religiosa y se incorporaron
1. Texto de una capa pluvial, bajo el capillo, del taller toledano de Alonso Medrano, 1725, sita en el Museo de la Catedral de Coria-Cceres. MUOZ SANTOS, M E., Los
ornamentos sagrados de la Catedral-Magistral (El esplendor de las artes decorativas).
Actas del IX encuentro de Historiadores del Valle del Henares, pp. 679-718.
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El hecho de la fundacin est referido en la copia y base del cuadro pintado por Eugenio Caxes en 1604. El 22 de mayo de 1517 el
papa Len X concedi a toda Espaa el privilegio de celebrar el oficio nuevo de la Inmaculada Concepcin con su correspondiente octava4. El apoyo de los reyes fue menos decidido durante el siglo XVI;
no significa que los monarcas Carlos I 5 y Felipe II, no fueran devotos de la Inmaculada, pero dado que el concilio de Trento no se haba
definido sobre el tema, a pesar de la insistencia de los telogos espaoles, ms las continuas guerras y su prematuro retiro a Yuste, motiv que el emperador no hiciera hincapi en el tema teolgico de la
Inmaculada Concepcin, aunque en 1616, el telogo Pedro de Ojeda
escribi que haba encontrado un viejo libro en la biblioteca del
colegio de San Hermenegildo en Sevilla con una disposicin del
Emperador Carlos V a favor de la Inmaculada Concepcin y de la
cofrada real fundada en su honor 6.
Por el contrario s lo hicieron de una manera decidida y personal
los reyes Felipe III, Felipe IV y Carlos II, quienes siguiendo el impulso marcado por el clero inmaculista, ponen todo su empeo en
3. Ibid., p. 31.
4. FERNNDEZ LOPEZ, R., El voto del Concejo de Alcal y de la Universidad
por la Pursima Concepcin, Patrona del Arma de Infantera. Semanario Puerta de
Madrid, 27/XI/2004.
5. La devocin del emperador era conocida por todos pues en su armadura llevaba una representacin de la Virgen Mara, la que seguramente hered de su madre, que haba establecido un convento bajo la advocacin de la Inmaculada Concepcin en Palma de Mallorca (1508), y de la Corte de los Augsburgo austriacos.
STRATTON, S., o.c., p. 31.
6. Ibid., p. 31.
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defender y propagar el culto a la Inmaculada Concepcin, lo que motiva la decidida y especial devocin del pueblo espaol, el cual debido a su especial intuicin, sensibilidad y sencillez, ms el seguimiento de las prdicas del clero y el ejemplo pblico de los reyes y
nobles de la Corte espaola aceptaron con fervor la doctrina inmaculista, exponente de lo mismo sern las diferentes manifestaciones de
culto y festivas en su honor.
Aunque no se consigui la definicin del dogma de la Inmaculada Concepcin, s se sembr la devocin y se persisti en el empeo
de conseguirlo, esto se realiz por tres frentes diferentes: el primero
la campaa emprendida para extender la devocin popular del culto.
El otro frente fue una continua correspondencia directa de lo reyes
de Espaa con el papa (Felipe III y Felipe IV), esta fue decisiva por
virtud de la sucesin de emisarios especiales a Roma entre ellos los
telogos complutenses. El tercero fue realizado por los artistas (pintores, iluminadores, rejeros, escultores, orfebres, imagineros, bordadores, tejedores,...todas las obras hechas por los mejores artistas y
materiales, segn el momento histrico y artstico en que se realizaban.
La imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepcin ideada por
telogos y artistas de finales del siglo XVI, y con mayor abundancia
en el siglo XVII, fue el modelo iconogrfico del dogma que logr mayor aceptacin durante toda la historia de la Iglesia Catlica Romana. Ser el monarca Carlos III el que a peticin de las Cortes, en
1760, suplique al papa Clemente XIII que aprobase y confirmase por
patrona de Espaa y de las Indias a la Pursima Concepcin.
En 1892, aunque algunos Regimientos de Infantera tenan por
patrona a la Pursima, un grupo de Tenientes coroneles solicitaron
ante el ministro de guerra don Marcelo de Azcrraga y Palmero, de
que fuera la Inmaculada Concepcin la patrona universal de todos
los ejrcitos del Arma de Infantera, solicitud que fue aceptada y firmada por la Real Orden dada por la Reina Regente doa Mara Cristina de Habsburgo Lorena 7. Otros ejrcitos llevarn el nombre de
otras advocaciones marianas como de Loreto, Covadonga, presente
en Alcal de Henares durante muchos aos 8.
7. FERNNDEZ LPEZ, R., El voto del Concejo de Alcal..., o.c.
8. El cuartel del Arma de Infantera de Covadonga estaba situado en la actual
Facultad de Derecho.
549
Alcal de Henares, seoro prelaticio de los arzobispos de Toledo, fue ao tras ao visitado y beneficiado por los mismos, y ellos,
fieles a su misin inculcaron junto con la devocin al Seor, el amor
a los santos Nios y a nuestra Seora del Val 10.
En 1453 el arzobispo Carrillo fund en Alcal el convento de la
orden de San Francisco de Santa Mara de Jess, vulgo de San Diego, los cuales con su ejemplo y predicacin motivaban a los alcalanos, en su triple credo, a seguir las doctrinas catlicas. l har el
traslado de la parroquia de Santa Mara desde su ubicacin a la ermita de San Juan de los Caballeros, en las proximidades de la Plaza del
Mercado, con el nombre de Santa Mara la Mayor. Pasado el tiempo,
el cardenal Cisneros 11, ser quien, como hemos visto, escriba en Alcal las ordenanzas de la nueva cofrada de la Inmaculada Concepcin.
9. Con tal motivo la dicesis de Madrid ha organizado una magna exposicin
dedicada a la Inmaculada. La Almudena, Mayo-Octubre de 2005.
10. Nuestra Seora del Val, es patrona, alcaldesa y doctora de la Universidad de
Alcal. Ella y los santos Justo y Pastor, son los patronos de la ciudad.
11. Adems de sus benefactoras obras de urbanizacin, as como la construccin de toda una Ciudad del saber con la fundacin de la Universidad, ms la
construccin de nueva planta de la colegiata, posterior magistral (1497-1514), fundacin del Hospital de Santa Isabel y colegio-convento de San Juan de la Penitencia, legislador con el Fuero Nuevo de Alcal, entre otras muchas obras seeras.
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En la copia del cuadro de Eugenio Caxes en 1604, es donde consta: el eminentsimo seor sierbo de dios don f. franco ximnez de
cisneros fundador de la cofrada de nuestra seora de la concepcin
ao 1515. (Rectorado, inv.137) 12.
De la devocin del prelado a la misma, junto con otras advocaciones, y el empeo porque fuera venerada por medio de los franciscanos y franciscanas, reformados por l, y multiplicados por todo el
territorio espaol, por tanto tambin en ultramar, es un hecho conocido. Desde tiempo inmemorial entre las mltiples oraciones y frases
alusivas a la devocin de la Virgen Inmaculada est el -Ave Mara
pursima con la respuesta conocida -sin pecado concebida que se
deca y seguimos diciendo.
Los franciscanos tenan el mismo saludo situado en los zaguanes
de sus conventos y que deca as:
Poco cristiano sera
El que a esta puerta llegare
Y por vergenza dejase
De decir Ave Mara.
Y menos aquel que oyendo
Esta palabra de Vida,
No respondiera diciendo,
Sin pecado concebida 13.
En el libro de las constituciones de la Universidad Complutense,
entre sus fiestas dedicadas a Mara, estaba la Concepcin (8 de diciembre), pues aunque todava no se haba declarado el dogma de la
Pursima, sin embargo se celebraba con gran honor y devocin, como
una de las ms importante de la Universidad, por ello sus doctores me12. PREZ SNCHEZ, A., en Artificia Complutensia, Madrid 1989, pp. 24-25.
Sorprende constatar cmo el pintor Caxes en el leo el cardenal cisneros visionando la toma de orn, quiso por medio de los atributos parlantes del prelado hacer
una sntesis de su vida: el cardenal mirando de perfil el escenario de la batalla, revestido de alba y muceta roja, de cardenal, sobre el hbito franciscano, est sentado
sobre silln frailero artsticamente claveteado, lleva en la mano derecha el bastn de
mando, as como en el suelo estn los guantes de militar, haciendo alusin a su poder temporal, como gobernador y regente que fue; la mesa ensayalada con borlas pareadas en las esquinas, ms el escudo de cardenal en el lateral del pao rojo de la
misma; sobre y debajo de la mesa estn 2 tomos de la Biblia polglota complutense.
(descripcin de la autora).
13. FERNNDEZ LPEZ , R., El voto del Concejo de Alcal y de la Universidad
por la Pursima, o. c.
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diante escritos, predicas y actos acadmicos insistieron para conseguirlo14. Destacada fue la labor de los telogos espaoles en el concilio
de Trento, especial la de don Pedro de Pacheco, obispo de Jan.
2.2. Colegio y conventos con la advocacin de la Concepcin
Inmaculada
Y como no poda ser menos, Alcal se distingui muy pronto por
su devocin a la Pursima, as entre los colegios menores de regulares y colegios-convento, tenemos algunos con dicha titularidad:
En 1539, se funda el Colegio de Mercedarios Calzados bajo la advocacin de la Pursima Concepcin.
En 1545, se fundar el Colegio Mximo de Jesuitas bajo la advocacin de la Concepcin y Expectacin.
En 1485, lo hacen los Franciscanos de Santa Mara de Jess, vulgo de San Diego de Alcal.
En 1525, se fundan los Trinitarios calzados, bajo la misma advocacin, de Santa Mara de Jess.
En 1566 (1697) Se funda el Convento de Dominicos recoletos bajo la titularidad de la Madre de Dios15.
En 1562, las Carmelitas de la Inmaculada Concepcin, vulgo de
la Imagen, por la preciosa Inmaculada que hay situada en una
hornacina en el tmpano semicircular rodeado de angelotes y trgalos, junto con el escudo carmelitano insertado en el friso, dintel
de la puerta, de estilo plateresco. A esta ubicacin en 1575 se trasladaron las Carmelitas desde la Plaza de la Victoria, con la imagen regalada por doa Leonor de Mascarea, aya del rey Felipe
II, su inicial valedora 16.
14. GONZLEZ NAVARRO, R., Universidad Complutense. Constituciones originales Cisnerianas, Alcal de Henares 1984, p. 99.
15. GIL GARCA, ., Colegios Menores Cisnerianos de la Universidad de Alcal de Henares, en Actas del III Encuentro de Historiadores del Valle del Henares,
Guadalajara 1992, p. 370.
16. ...a este modo pues, hubo otras Casas intituladas de la Concepcin, que posea y sola venir a ellas la nobilsima y exemplarsima Seora Doa Leonor de
Mascarea,...Y el ao de 1562 las dio esta Seora a la Venerable Madre Mara de Jess, para que fundase en ellas un convento de Carmelitas descalzas y fue condicin
se intitulasen de la Concepcin, como las mismas casas... .
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- En 1574, el monasterio de monjas Concepcionistas Franciscanas de Santa Ursula, fundacin inicial de Beatriz de Silva, como dijimos y que reza as en su libro de Oro: En el muy religioso convento de Santa Ursula de Alcal de Henares, que es de la limpsima
Concepcin de la Reina de los ngeles Mara, de la orden de nuestro
Serfico Padre San Francisco... 17.
Hemos comprobado el estar bajo la advocacin de la Inmaculada
Concepcin varios conventos y colegios-conventos, pero adems
las comunidades religiosas de once conventos alcalanos y el colegio de San Pedro y San Pablo pertenecan a la Hermandad de Defensores de la Pursima Concepcin, de la que eran confederados la familia real y muchos conventos de Madrid y otras ciudades castellanas 18.
III. JURAMENTO Y VOTO QUE HIZO LA UNIVERSIDAD EN LA
MAGISTRAL EN DEFENSA DE LA CONCEPCIN INMACULADA
El tiempo pasaba y el papa no se pronunciaba sobre el dogma de
la Inmaculada, salvo el breve de Alejandro VI, ya citado, por lo que
fueron los reyes siguiendo el impulso de los telogos y el sentir del
pueblo en general, los que llevaron a que en Alcal se hiciera un Voto solemne de defender la Limpia y Pura Concepcin sin pecado original de Nuestra Seora, por la Magistral, Universidad, y Concejo,
en continua emulacin estas dos entidades, as como los festejos, de
carcter religioso y profano, celebrados en su honor 19.
Los mltiples actos se manifestaban, como ya he citado, a todos
los niveles; de ah las misas, celebraciones religiosas, litrgicas, sermones, teatros, comedias, poesas, certmenes literarios, motetes,
cantos, procesiones, altares procesionales, jeroglficos, enramadas,
danzas, chirimas, luminarias, toros... Se insertan dentro de una atmsfera de fervor, exaltacin, defensa y proclamacin del misterio
de la Inmaculada Concepcin, en el que nuestra nacin, con su rey a
17. Librito de la Esclavitud de amor a la Virgen. De Sor Ins de San Pablo, Alcal de Henares 1980.
18. ALASTRU CAMPOS, I., Alcal de Henares y sus Fiestas Pblicas (15031675), Alcal 1990, pp. 267-268.
19. El tema de las fiestas ha sido trabajado doctamente por Isabel Alastru
Campos; en gran parte, aunque poseo algn documento, me referir a su trabajo, haciendo hincapi en las artes decorativas presentes en los diferentes acontecimientos
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la cabeza, fue pionera, sin olvidar las grandes fiestas que se celebraron en ciudades y villas as en Toledo, Madrid, Sevilla, Crdoba, Salamanca, Valencia.., en sus concejos y universidades, y tantos, tantos
pueblos de la geografa nacional.
Del inters demostrado por el rey Felipe III, como cit, se hace
eco Baltasar Porreo:
...hizo raras, y extraordinarias diligencias, para que esta devocin
fuese firme, y estable en todo el Mundo, con vniversal definicin de
la Iglesia Santa. Y ass escribi muchas y devotas Cartas, al Papa
Paulo Quinto, y con santo zelo, y cuidado solicit todos los Arobispos y Obispos de sus Reynos, y los Prelados de las Religiones,
y los Catedrticos de todas las Universidades de Espaa, para que
todos escribiessen su Santidad, representndole las razones en abono de esta piadosa peticin... 20.
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Se nos narra como al llegar a la iglesia Magistral, se puso la imagen de la Virgen de la Concepcin, procedente de los franciscanos,
en un trono. El abad celebr misa solemne. En el ofertorio, como
Cancelario que era de la Universidad, tom el juramento y voto de
defender la Concepcin Inmaculada de Nuestra Seora, a los graduados universitarios, ante un misal. Don Digo de la Fuente, como
Rector, jur en primer lugar, y a continuacin lo hicieron los dems
graduados por orden de su antigedad. La relacin valora mucho el
sermn del padre jesuita Horencio 23, que fue el encargado de realizarlo en un da tan sealado. Regres la procesin, despus de cinco
horas, al Colegio Mayor a la una del medio da.
El cronista se hace eco de la gran cantidad de gente que particip
en el acontecimiento, en los actos religiosos y festivos. Hace notar
que no ocurri nada desagradable, interpretndolo como debido a la
intervencin de la Madre de Dios. Intercalados entre los componentes del cortejo, de trecho en trecho, iban los danzantes que interpretaban sus bailes y cantos: hubo veinte y cuatro danzas, todas diferentes, con extraos aderezos de muchas galas y muchos coros de
msica, con muchos versos y motetes y chanzonetas, a la limpia
Concepcin de nuestra Seora. No faltaron las manifestaciones de
poesa mural de la que no nos desvela su contenido salvo: hubo
en todas las calles, y casas particulares jeroglficos, sonetos, y versos
en su honor de aquel santsimo Misterio.
3.3. Espectculos populares
El da 8 de septiembre, da en que se iniciaron las fiestas, se hicieron representaciones teatrales en la plaza de Santa Mara y ante el
Colegio de San Ildefonso. Contina el cronista refiriendo los espectculos taurinos y el modo de torear, la bravura y singularidad de los
toros de la ribera del Jarama, as como la gran afluencia de pblico,se descolg todo Madrid, que hubo los das posteriores en la
Plaza del Mercado 24:
Al da siguiente se trajeron veinte y ocho toros los ms bravos que
se pudieron hallar en toda la ribera del Jarama, a la fama de ellos se
23. El detalle del orador lo tomo de Alastru Campos, no consta en los documentos que conozco.
24. Alcal conserv el nombre de Calle del Toril, actual, Bustamante de la Cmara, donde se situaban los toros para despus entrar en la citada plaza en la corrida.
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Hemos visto y trabajado el juramento efectuado por la Universidad, con el rector a la cabeza, pero el Ayuntamiento tambin celebr
solemnemente su voto en presencia del cabildo Magistral, fue el da
26 de abril de 1625. Actas del Ayuntamiento del 11 de mayo de 1625
(documento n 2).
IV. JURAMENTO Y VOTO DEL AYUNTAMIENTO POR DEFENDER LA
INMACULADA CONCEPCIN
La corporacin municipal ha ido a la Santa Iglesia Colegial de
San Justo y Pastor de esta villa, por la maana, para celebrar la santa
misa, al llegar el momento del ofertorio, estando arriba en el altar
mayor los seores Abad Mayor, dignidades y cannigos y racioneros
de la dicha santa iglesia, los seores Justicia y Regimiento de esta
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Las representaciones de la Tota Pulchra, Pursima, con sus atributos de la letana laudatorios y la presencia de Dios Padre en lo alto
proclamando su virginal pureza, han sido mltiples y variadas en todos los diferentes soportes materiales y tcnicas artsticas como hemos citado. Como no poda ser de otra forma, los diferentes templos,
colegios-conventos, monasterios, universidad, personas particulares,
posean imgenes de la Pursima, en diferentes formatos, estilos y
materiales:
En el convento de las Magdalenas, en la puerta del ostensorio
haba una bella Inmaculada de J. Antolnez, y un San Agustn y un
San Nicols de Tolentino, del mismo autor, en los estilobatos. En
uno de los retablos colaterales, la Anunciacin de Pereda; en otro, la
Inmaculada de Francisco Rizi, y en los sagrarios de los tres, lindas
tablas atribuidas a Escalante.
En el convento de San Juan de la Penitencia, en la pequea lonja o comps de bellas proporciones con las estatuas de San Francisco
y San Diego, una de la Virgen en la portada y otra de la Pursima de
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alto relieve, en el zagun de desconocida procedencia30 Se le atribuye al Convento de Santa Mara de Jess, al igual que las estatuas de
los santos citados. Los PP. Clrigos menores tenan un altar con
Nuestra Seora de la Concepcin.
Muchas otras referencias de Inmaculada Concepcin conozco
por documentos presentes en las treinta y ocho iglesias y diecinueve colegios, a los que hace mencin Antonio Ponz, o haber participado en las procesiones de los siglos XVII y XVIII, pero no las refiero
por no conservarse y hacer muy largo el trabajo; por ello citar y estudiar alguna de las conservadas.
6.1. Catlogo
Todos los estudiosos y conocedores del cuadro, han coincidido en afirmar lo que dice don Elas Tormo una esplndida Inmaculada, obra maestra
y firmada de Jos Antolinez, el mejor cuadro de Alcal31. Jos Antolinez,
pintor madrileo, 1635-1675, el xito de Antolinez fue su creacin ms persona: un tipo de Inmaculada que repiti muchas veces en versiones que han
llegado a importantes Museos y colecciones de Espaa y del Extranjero;
una conserva el Museo del Prado, pero entre las mejores hay que contar la
de las Juanas de Alcal, y la de la Pinacoteca antigua de Munich 32.
Representante de la Escuela Madrilea de la segunda mitad del siglo
Sus obras muy personales, se caracterizan por su colorido brillante.
Fue el ms destacado discpulo de Francisco de Rizi, recogiendo en su arte
lo mejor de la Escuela Madrilea, con cuadros de gran luminosidad y brillante colorido de tonos claros y a menudo armonas de azul-gris-plata.
XVII.
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de algunos otros detalles, como las alas de los ngeles o las telas del rico
vestido, de calidad tan veneciana, hacen pensar que sea enteramente suya,
aunque de no demasiado empeo. Exhibida en la Exposicin de don Antonio de Pereda (1611-1678) y la pintura madrilea de su tiempo (Madrid,
1978-79, n 5) 35.
5. Inmaculada Madrilea del monasterio de Dominicas de Santa Catalina de Siena.
leo sobre lienzo. En el reverso en el centro del lienzo S. Pintura madrilea de la segunda mitad del siglo XVII; por sus modelos, composicin y
riqueza cromtica parece obra de alguno de los discpulos de Antonio Pereda. Por medio de la informacin de Azaa, en los ltimos aos del siglo, no
posea la Comunidad ningn cuadro ni efigie de mrito alguno, debe proceder, por tanto de algn otro edificio religioso. Debido a su tamao y estilo coincide ms con las Inmaculada de Francisco Sols, lo que no sera nada
extrao, mxime si tenemos en cuenta la S que con grafa del siglo XVII aparece en el reverso de la pintura. (Castillo de Oreja, 1986).
Sin embargo, bien pudiera ser de Mateo Cerezo, hacia 1661. Por su original diseo de caminar entre nubes y ngeles, aunque ms voluminosa que
la de San Sebastin, por la iconografa de atributos parlantes marianos portados por los ngeles, y estos muy semejantes, en la misma disposicin que
los del cuadro citado. Aportamos. Cerezo es, sin duda, una sorpresa y sus
obras merecen el puesto ms elevado entre las obras maestras de nuestro Siglo de Oro. Sus Inmaculadas junto con las de Escalante, se convirtieron en
un modelo muy imitado por otros artistas 36.
6. La Inmaculada del presbiterio del monasterio de San Bernardo de
Alcal
ngelo Nardi (1584-1647). Pintor toscano. El programa iconogrfico
fue propuesto por Luis de Oviedo, primer secretario del arzobispo fundador, don Bernardo Sandoval y Rojas. El contrato se firm el 17 de agosto de
1619, y Angelo Nardi debi ponerse inmediatamente al trabajo, pues cinco
de los cuadros ostentan la firma de 1620.
Segn Prez Snchez, por su complejidad anglica, preludia las Inmaculadas posteriores de la Escuela de Madrid, aunque el gesto es ms recogido y los rayos luminosos ms arcaizantes. Iconogrficamente, dadas las
condiciones del contrato, se desarrolla todo un programa que incluye santos
de la orden Bernarda, que era la depositaria del convento. La devocin mariana, tan viva en Espaa y tan ligada a la toledana de San Ildefonso, los pri35. Catlogo de Las clausuras Alcal. Exposicin de 1986, p. 91.
36. QUESADA, J. M, La pintura barroca madrilea. Historia 16. Madrid, pp.
23-24.
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meros mrtires, los dos grandes apstoles, y los fundadores de las rdenes
mendicantes.
Los signos de manierismo son evidentes en gestos, anatomas y ritmo
compositivo. Elementos venecianos, aparte del recuerdo del Tiziano, hay
algunas cosas que podran referirse remotamente a Verons, como los ngeles mancebos en la Inmaculada (lmina 25), de rizada cabellera y ricos vestidos, e incluso los grupillos de ngeles nios, tan torpes sin embargo, pero
que enlazan con algo mucho ms evidente: la influencia de los Basanos....
Firma: NGELUS NARDI REGIS FELIPE III PICTOR FACIEBAT ANNO MDCXXXII. 37
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Habindose sealado la mayor parte y lugares ms principales de Espaa, al santsimo y piadoso voto de la Limpsima Concepcin de Nuestra
Seora; la insigne Universidad de Alcal de Henares, Madre y escuela de la
sagrada Teologa. querido dar a entender a Espaa, cual justa causa es celebrar, y tener esta santsima opinin, y para lo cual el Rector mando juntar
la Universidad, a donde le declaro, sera dar a entender su deseo, juramento
y voto, que todos hiciesen de tenerle, y que cualquiera que a estas Escuelas
de nuevo viniese, como de los que antes estaban, todos con pblico voto se
obligasen a ser perpetuos defensores deste po y santsimo misterio, lo cual
juraron cumplir, y morir sobre ello, si menester fuere, y en nombre de cada
Colegio y Escuela lo firmaron los catedrticos y Maestreescuelas, lo cual
hecho con contribucin general, que cada uno ofreci conforme a su calidad, se trat de hacer una insigne fiesta a la virgen Santsima en la dicha
Universidad, ofreciendo el Rector y Colegios gran suma de dineros para
ello, y as precediendo primero, y ante todas cosas la procesin general, se
ordeno que hubiera arcos y toros, y juegos de caas, y luminarias por ocho
das continuos, lo que todo as ordenado, se previno a ms de 50 lugares que
tiene la jurisdiccin de la dicha Villa, para que para el da sealado que fue
la vspera de Nuestra Seora de Septiembre, se hallasen los clrigos, Cruces
y religiosos de todas aquellas villas y lugares, lo cual as ordenado, venido
el da sealado se hizo la junta de toda la Universidad en el Colegio de San
Ildefonso, de adonde a las ocho de la maana, comenz a salir la procesin,
yendo en orden los estudiantes de cada colegio, cada uno por su antigedad,
y a este tono todos los dems, luego le seguan las Religiones, cada una con
la presidencia que le tocaba, en que este da hubo numero de mil religiosos,
luego se segua el numero de la clereca que fue de mas de 1300 clrigos,
hubo 150 estandartes y 90 cruces, que la riqueza dellos y mangas de Cruz
era cosa muy sealada de ver. Sacronse ms de 100 insignias de Santos y
24 danzas, todas diferentes con estraos aderezos de mucha gala, y cada esquina de calle un altar a donde paraban con la santa Imagen, que la riqueza
que en el menor hubo se apreci en ms de milln y medio, prestado para
esta fiesta su riqueza y joyas la famosa Villa y corte la gran Madrid, quedando para lo ltimo de la procesin la Imagen de Nuestra Seora, que fuera de ser Milagrosa su hechura, en perfeccin de bien acabada y adornada
de joyas preciosas y de diamantes, que deslumbraba la vista de sus resplandores.
Tras ellas seguan el Rector de las Escuelas y el abad Mayor y muchos
Grandes de Castilla y ttulos que por prolijidad se dejan de decir, y todos
con tanta cera blanca, que pareca imposible juntarse tanta, hubo muchos
coros de msica de trecho en trecho, con muchos versos, chanzonetas y mo-
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tetes a la limpia Concepcin de Nuestra Seora, las calles con tanta riqueza
de colgaduras, que cada una de ellas haba bien que mirar, y aun que admirar, en que bien mostr Alcal el rico vecino que este da le ayud a celebrar
su gran fiesta con toda esta solemnidad.
Sali esta gran procesin del Colegio de San Ildefonso y vino a la colegial
de San Justo y Pastor, y con la misma entr a la una despus del medio da en
el dicho Colegio de San Ildefonso, hubo en todas las calles y casas particulares hieroglficos, sonetos y versos en honor de aquel santsimo misterio.
Hubo este da comedias en la plaza de Santa Mara y delante del Colegio de San Ildefonso. Al da siguiente se trajeron veinte y ocho toros los
ms bravos que se pudieron hallar en toda la ribera del Jarama, a la fama de
ellos se puede creer que se despobl medio Madrid de damas y caballeros
para verlos, y aun para jugar las caas, corrindose dos das arreo con extraordinario regocijo, que hubo harto que ver por haber sido los toros extremados, hubo muchos rejones y lanzadas muy de ver, aunque ninguna desgracia en persona. El da siguiente hubo otros catorce toros y juego de caas
de seis cuadrillas de a diez caballeros, con tanta rareza de telas de roto fino
de diferentes colores, que pareca que se haba juntado la riqueza del Potos
para esta fiesta, pues se sabe por muy cierto que casi no hubo grande en Madrid que no diese lo mejor de su casa para este da, jugaron las caas con
tanto orden y concierto que no hubo nada que afear, ni pedir, los toros fueron as mismo extremados, y hubo ni mas ni menos que el da de antes muchos rejones y lanzadas seguanse a la noche las luminarias y comedias, y
todo con tanto orden y concierto que bien pareca que le daba la Autora destos regocijos, pues con haber tanta maquina de gente de Madrid, y aquellos
alrededores no sucedi desgracia ninguna.
Los dems das hasta el octavo hubo siempre danzas y luminarias por la
noche, y dios, los toros fueron as mismo extremados, y hubo ni mas ni menos que el da de antes muchos rejones y lanzadas e fin a esta celebrada
fiesta con un gran sermn que se hizo en el colegio de San Ildefonso, y otro
en la colegial de San Justo y Pastor.
La Villa por mostrar que fuera de la Universidad se haba de celebrar fiestas y que no era menos devota que ella, orden otra procesin para el da 15
de septiembre, que a no haberse sealado tanto los colegios hubiera bien que
ver en ella, con extraordinarias inversiones de juegos, y fiestas y regocijos de
fuegos de plvora, chirimas y trompetas, que cierto a sido de mucho ver.
El gasto que esta insigne Villa a hecho en honra de la Virgen Mara
nuestra seora, jurado la Villa y el Corregidor en nombre de todos los vecinos, de ser perpetuos defensores de la limpia Concepcin, con que se dio fin
a esta famosa fiesta39
39. FERNNDEZ LPEZ, R., o.c., quien lo toma de la Biblioteca Nacional
R.12677.
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Constancio Gutirrez escribe sobre el decreto inmaculista Sollicitudo: Ya el 25 de septiembre de 1661comunicaba el embajador y
obispo Crespi a Madrid que el Papa se haba ratificado ltimamente
en que hara despachar el breve antes de cumplirse los dos aos de su
llegada a Roma. El 5 de diciembre de 1661 volva a confirmarlo.
Acordados los trmites de estilo, contina diciendo Gutirrez, que
para la publicacin y envo a Espaa del pergamino original de la bula Sollicitudo fue por fin suscrita por el Papa el da mismo de la Inmaculada 8 de diciembre de 1661 despus de celebrar la Misa. Luego la mand imprimir y el 11 de diciembre la hizo promulgar solemnemente en Roma con las formalidades de costumbre.
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Cosa parecida escriba tambin del Papa el cardenal Aragn refiriendo que al salir un da de cierta Congregacin en Roma le tom
aparte Su Santidad Alejandro VII para insinuarme, aade, el consuelo con que ava quedado de aver exercido su apostlica y soberana jurisdiccin con tanta satisfaccin y quietud de espritu. Sigue
narrando Gutirrez: Puede imaginarse el jbilo que embargara al
obispo de Plasencia. Comunicando las primeras noticias no encontraba palabras para expresarse, porque a m me ocupa tanto el alborozo que no me dexa el curso libre y mas viendo el sumo aplauso con
que se ha recebido en Roma esta declaracin. Si esto ocurra mas
all de nuestras fronteras podemos figurarnos lo que ocurrira dentro
de la Pennsula en Espaa.
Aqu la proclamacin dogmtica del misterio concepcionista
constitua desde haca muchas generaciones un supremo anhelo nacional que imantaba las ms nobles aspiraciones. Cuando salga a luz
la copiosa documentacin de la Biblioteca Hispano Concepcionista
que prepara para su publicacin la Universidad Pontificia de Comillas en Cantabria se tendr ocasin de ver mejor cual fue la actitud
que adoptaron ante este documento los dos bandos contendientes, el
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Ponce por su parte felicitando al mismo Vicecanciller por las gestiones de su hermano Crespi proclama sin rebozo que a ste es
a quien se debe el alivio del Rey en esta ocasin y el consuelo de la
christiandad con la victoria que a conseguido con su aplicacin a todas oras con sus letras facilitando dificultades y con su exemplo edificando a toda su Corte sin faltar al mismo tiempo a la dezencia de su
representacin fuera y dentro de su cassa como si no profesase otra
cosa. Y ltimamente est cierto V. Seora Ilma.,como se lo escribo al
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Rey que este negocio se asegur quando Su Majestad pusso los ojos
en el seor obispo (Crespi). Pues lo que a obrado en esta Corte dudo
yo mucho que ningn otro prelado por grandes y doctos que sean los
de Espaa lo huviera acertado tanto. No lo tenga V. S. Ilma. por encarecimiento ni lisonxa ni por efecto de loyo le amo y estimo. Porque le
digo la misma verdad delo que passa. Y tambin lo es que se le debe
nicamente esta victoria. Pues no solamente la a merecido con su
grande aplicazin pero a encaminado la inteligencia que no tenan los
que lo havan de discurrir y resolver. Ass me lo ha dicho Su Santidad
(Alejandro VII) y yo se lo repito al rey. Y lo que queda por conseguir
para la ltima definicin deste santo misterio se dever tanvin al seor obispo (Crespi) pues lo dexa facilitado. Y en la forma con que Su
Santidad discurri ayer conmigo nos lo podemos prometer brevemente. En la posdata dice: Aseguro a V. S. Ilma. que tiene aqui un
hermano que s gloria de su casa y del reyno en que naci.
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Pedro Canisio, dice Jos Escudero, menciona entre los adversarios ala sentencia inmaculista a Chemnicio, quien, para debilitar la
autoridad de Sixto IV y del concilio de Trento sobre la Inmaculada
habla de milagros, visiones, revelaciones y fbulas que dicen han
fundado esta doctrina y de tal manera corrompe a la doctrina de San
Agustn que le viene a hacer decir lo que l quiere.
Para acentuar ms su triunfo y con tino de veterano controversista
va acorralando a los herejes que no quieren hacer caso de los Santos
Padres y Concilios con testimonios claros de sus padres y doctores
Lutero y Erasmo.
Digno y justo era que esta persona estuviera preservada del pecado
original de quien Cristo haba de tomar carne que superara todas las
cosas.
Llevado del mismo espritu por la fuerza a que a ellos les pudiera hacer aunque no sean telogos menciona Pedro Canisio a Budeo y a
Rodolfo Agrcola de notoria fama entre los protestantes.
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ella. Tiempos antes el jesuita Padre Vzquez gran telogo catedrtico de la Universidad de Alcal escribi: Nuestra Compaa de Jess profes siempre en todas partes esta doctrina inmaculista.
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Asegura que San Pedro Pascual pone el recuerdo de la zarza probablemente de una antfona litrgica del tiempo de Navidad.
San Pedro Pascual prosigue en su argumentacin inmaculista (II,
6), As, pues, es mas conveniente que Dios se una a una mujer que
a una zarza. Sobre todo porque aquella mujer era virgen, hija de
Adn, criatura racional a imagen y semejanza de Dios. Inmediatamente despus (II, 7), ampla la doctrina inmaculista con el ejemplo
de Eva a la que Dios
cuando la form no la despreci, del mismo modo puedes entender
y creer que Dios se comunic con la Virgen Mara elegida por el
mismo para reparar la ruina de Eva. De ella tom carne humana y de
ella naci verdadero Dios y verdadero hombre permaneciendo su
cuerpo sincero, puro, intacto y virgen.
Finaliza el santo indicando que el Mesas no fue concebido en corrupcin como los dems hombres y que una Virgen es reparada por
otra Virgen. Une la virginidad de Mara con la santidad plena de Mara. No solamente habla de la virginidad corporal de Mara sino afirma la santidad total de Mara.
VII. FIESTAS POPULARES EN HONOR A LA INMACULADA
CONCEPCIN
Las fiestas populares del siete y ocho de diciembre en Extremadura: en Jarandilla de la Vera, en Aldeanueva de la Vera, en Madrigal
de la Vera y en Torrejoncillo, reflejan en nuestro siglo todava los recuerdos de las devociones tradicionales. En estos pueblos extremeos hay hogueras en la noche del siete de diciembre. Hay procesin
nocturna en siete de diciembre y por la maana del ocho de diciembre se celebra la misa solemne en honor a la Inmaculada Concepcin. Hay estandarte para la procesin y una Imagen en la iglesia.
En el siglo XVII haba una famosa cabalgata nocturna o encamisada en la ciudad de Soria hasta las orillas del Duero por la ermita
del patrono de la ciudad, San Saturio. Haba luminarias y peticin de
donativos para los gastos de los festejos. Hay una crnica del siglo
XVII que narra esta cabalgata. En Betanzos, en Galicia, hay documentos que hablan de esas procesiones festivas en honor a la Virgen
donde hay luminarias y festejos nocturnos f fuegos artificiales. En
Torrejoncillo los capitanes del festejo en caballeras portan el estandarte mariano mientras los escopeteros dan salvas. Aqu recuerdan
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En toda la comarca al pasar por las casas los que pedan limosna
decan: -Ave Mara Pursima, y -sin pecado concebida, haba
que contestar; similar es el saludo que en el torno de los conventos
femeninos de clausura se sigue haciendo con el visitante que llega a
aquellos recintos de sosiego y paz.
Al estandarte inmaculista se llama el Viva, viva. En muchas procesiones y luminarias de los pueblos de Extremadura en estos das se
cantaba: Alabado sea el Santsimo Sacramento del Altar y la Virgen
concebida sin pecado original. Tambin se entonaba la cancin:
Toda hermosa eres Mara, sin pecado original. Y el cantar latino:
Tota pulchra es Maria. Et macula originalis non est in te. Otra cancin popular dice: Eres ms pura que el sol, mas hermosa que las
perlas que hay en los mares. Ella sola en todos mortales del pecado
de Adn se libr. Que ms pura que tu solo Dios.
Mucho del fervor mariano en la comarca de la Vera de Plasencia,
en Cceres, se deba al influjo del convento franciscano construido
en Jarandilla de la Vera el 14 de septiembre de 1493 por fray Juan de
la Puebla de Alcocer que primeramente estuvo en Ass, en el monasterio franciscano, y volvi a Extremadura. Fray Juan de la Puebla est enterrado en el monasterio extremeo de Guadalupe. El segundo
guardin franciscano de este monasterio fue fray Juan de la Guadalupe que muri cerca de Roma en olor de santidad.
III. Congregaciones
y Asociaciones religiosas
Los institutos religiosos fundados despus de las exclaustraciones que fueron una de las consecuencias de la cada del antiguo rgimen, hasta los primeros aos del siglo XX, son uno de los fenmenos
ms densos y ricos de la historia de la Iglesia. No vamos a hacer en
torno a ellos juicio de valor alguno. Entonar un himno sera fcil.
Aunque con algn esfuerzo, tambin sera posible verlos a travs de
un prisma negativo. Pero lo indudable es la adecuacin de tantas respuestas a una situacin radicalmente cambiada y difcil. Nos parece
que los femeninos franciscanos 1 que quisieron recordar en su nombre el dogma y la devocin inmaculistas son lo bastante numerosos y
dispersos en el espacio y el tiempo como para constituir un botn de
muestra lo bastante representativo. Las Hermanitas de los Ancianos
Desamparados fueron fundadas en nuestra Primera Repblica con el
nombre de Pobres Desamparados. Hubieron de cambiar su nombre
por las quejas de las Hermanitas de los Pobres francesas de la madre
Jugan. Pero stas ya se haban establecido en Espaa y la homonimia
poda dar lugar a equvocos perjudiciales para unas u otras. En otro
caso, y baste una ojeada al azar a lo nutridos volmenes del Dizionario degli Istituti di Perfezione, slo quedaran vigentes unos pocos
casos de la nomenclatura de la vida consagrada.
I. LEGADOS DE LOS OTROS TIEMPOS
En Palagno, junto a Mdena, hubo unas hermanas franciscanas
desde el siglo XV, o en todo caso el XVI, hasta la exclaustracin napolenica. Mara Luisa Zauli (1860-1924) y otras tres franciscanas
1. A menudo agregados a la orden franciscana masculina.
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junto al cual luego habitaron ellas. Esas mujeres, cuyo nmero haba
de oscilar nada ms que entre siete y nueve, no emitan votos, pero
en 1709 nos consta que se las llamaba Hermanas de la Tercera Orden
de San Francisco. Su dedicacin se extendi a los enfermos, incluso
a domicilio, y los ancianos, y tambin a alguna cooperacin parroquial, como la catequtica. En 1911, cuando slo eran cinco, entr
Iva Milin, a cuyo dinamismo se debi que en 1923 el obispo Jos
Marcelic las constituyera en la congregacin de las Hermanas de la
Inmaculada Concepcin de la Orden Tercera de San Francisco. Esta
sede, la ciudad de San Blas, nos recuerda la visin que Fernand
Braudel tena del catolicismo de Ragusa, tejido con hilos de oro,
perfumado de poesa bizantina, animado por un profundo sentido
monstico.
En 1876, Francisca Pascual Domenech fundaba en Valencia las
Franciscanas de la Inmaculada Concepcin. Pero sus races estaban
en un beaterio medieval, unas terciarias franciscanas de vida destacadamente penitencial, surgidas en el siglo XIII al amparo del convento masculino prximo, habiendo tenido por superiora a una hermana de san Vicente Ferrer, Margarita Pascual, quien dio a la comunidad un impulso de caridad ms activa. Por eso cuando las beatas
que quedaban aceptaron la popuesta de sor Domenech, entrada en
1873 5, y surgi la nueva congregacin, dedicada inicialmente sobre
todo a la instruccin de los ciegos y los sordomudos, no tuvo lugar
ruptura alguna. En 1909 se encargaron de la leprosera de Fontilles,
y desde 1931 se extendieron en Hispanoamrica 6.
II. LA NOSTALGIA CONTEMPLATIVA
En 1836, el prroco de Champfleur, Louis Fouchet, en la dicesis
de Le Mans, gobernada entonces por el obispo Bouvier, cuyos disgustos con dom Guranger tras la fundacin en su circunscripcin de
Solesmes han dado lugar a libros enteros, fund all un monasterio
femenino, costeado por la marquesa de Perrochet, bajo la regla ursulina, pero en 1865 adoptaron la de la Tercera Orden Franciscana y
fueron agregadas a la orden capuchina. Aunque llevan a cabo tareas
5. El mismo ao de la Primera Repblica en que nacan en la misma Valencia
las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de santa Teressa Jornet.
6. ALCOVER SERRES, E., Historia de la Congregacin de Religiosas Terciarias
Franciscanas de la Inmaculada, Valencia 1974 y 1976, 2 ts.
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En 1881, el capuchino Ludovico da Pietradefusi 16, Antonio Acernese (1835-1916) en el siglo, fund en este lugar de la dicesis de
Benevento, del que siguiendo la prctica de su familia religiosa haba tomado el nombre, las que llam Franciscanas Inmaculatinas, para resolver el problema de la enseanza en el pueblo. El fundador,
que dej la carrera de leyes para entrar en el convento de San Agnello de Sorrento, fue luego enseante de filosofa y teologa, pero suprimida su orden en su tierra llev a cabo una labor infatigable para
mantenerla disimulada en Irpinia, a la vez que muy difusora confraternalmente de la Orden Tercera, y por medio de la predicacin. Restaurada la Orden, como provincial de Npoles se ocup de la reintegracin de los exclaustrados dispersos 17. Sus religiosas, desde un
principio adoptaron la regla terciaria franciscana, pero hubieron de
conformarse con sucederse emitiendo votos privados, hasta que ya
en 1945 el arzobispo de benevento, Agostino Mancinelli las aprob,
y enseguida la Santa Sede reconoci sus constituciones que haban
sido redactadas por otro capuchino, Lzaro dArbonne.
En 1883, el franciscano Alfonso Mara de la Cruz, en el siglo Fernando Sardinas (1842-1902), luego obispo de Hunuco, con la madre Clara lvarez Salas (1861-1924) 18, de padre espaol y madre peruana, que no haba podido entrar en clausura por las circunstancias
de la poca, fundaban en Lima las Franciscanas de la Inmaculada
Concepcin del Per, en un antiguo beaterio cedido por el gobierno.
Haba una gran demanda social de religiosas enseantes, habindose
aadido ms problemas derivados de la guerra al trauma de la ruptura con el pasado colonial. En 1899 abrieron en la misma capital otro
colegio titulado El Seor de la Misericordia. Pero su desarrollo slo
fue posible mediante la incorporacin a ellas de otras congregaciones, a saber las Terciarias Franciscanas de Santa Rosa de Viterbo de
Lima en 1911 y de Huars en 1922, las Franciscanas de la Pursima
Madre de Dios de Ocopa en 1914, las Hermanas de la Caridad Franciscanas en 1916, y las Hermanas de Santa Rosa de Chachapoyas en
1959. Hasta el monasterio de las benedictinas, el antiguo de la Santsima Trinidad, en 1966.
16. DA RESINA., A., P.Ludovico Acernese, cappucino, fondatore delle Suore Immacolatine di Pietradefusi (Avelino), Npoles 1961; PARENTE, M.G., Sulla scia di
San Francesco: le Immacolatine, bid., 1975; In memoria del P.Ludovico A. da Pietradifusi, Benevento, 1917.
17. Fue escritor: Vita di San Antonio, Scafat 1885; Prose e Versi, Npoles,
1886; Nuove Prose e Versi, Benevento, 1887.
18. Madre Clara del Corazn de Mara, Lima 1962.
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cin de una Tercera Orden Regular, las Franciscanas de la Inmaculada de Macornay, vinculada a los capuchinos. En 1865 la casa de
Charpennes, en un suburbio de Lyon, se separ y sor Charlotte dio
origen con ella a las Franciscanas del Sagrado Corazn de Jess de
Villeurbanne, y poco despus, las suizas de Saint Maurice, la ciudad
del Valais clebre por su antiqusima cannica regular llena de tesoros de arte e historia, a las llamadas Hermanas de Saint Maurice sin
ms. Todava, el mismo ao de 1867, la casa de Grenoble, que haba
sido erigida para ex presidiarias y arrepentidas, alcanz una autonoma bajo la denominacin de Hermanitas de Santa Margarita de Cortona, abolida aqulla en 1952. De 1876 a 1883 fundaron tres casas en
la Armenia otomana, desarrollando su actividad hasta la Gran Guerra, debiendo marchar luego a Siria y el Lbano, donde el capuchino
Jacobo Haddad de Ghazir pidi su concurso para su propia fundacin de las Franciscanas de la Cruz del Lbano. En 1867 fue abolida
la distincin entre coristas y legas, en 1973 se aprobaron sus primeras constituciones, y la definitiva se la dio Len XIII en 1893. Una
devocin particular suya fue el escapulario de San Jos, que sor Mara de Jess difundi mucho en Francia21.
En 1852, en la tan conocida ciudad inglesa de Greenwich, Mary
Elizabeth Lockhart (1811-1870)22 fund las que luego seran llamadas, Franciscan Sisters of the Inmaculate Conception, despus de
Braintree. Pero su primer nombre fue Hermanas de la Caridad de la
Preciossima Sangre, Sisters of Charuty of the Precious Blood. Su
inspirador fue el futuro cardenal Manning. ste haba conocido a
Mary Elizabeth, hija de un pastor de la iglesia episcopal, cuando todava era anglicano, y la puso al frente de una escuela parroquial y
luego de una comunidad religiosa anglicana, hasta su paso al catolicismo en 1850. En 1858 adoptaron la regla de las de Glasgow de que
hemos dicho, donde se haban formado la fundadora y su primera
compaera. Manning pens adems que la Santa Sede no aprobara la
regla primitiva que con su denominacin anterior se haban dado.
Trabajaban con los Oblatos de San Carlos, fundados por Manning
cuando era arzobispo de Westminster su predecesor Wiseman y a instancias de ste.. Los estragos de una gripe las obligaron a deshacerse
de su casa de Bayswater, a la que se haban mudado por consejo de
21. La Congrgation des FIC de Lons-e-Saulnier, Lyon 1941.
22. The Prioress who become a Novice. A Woman of the Oxford Movement, en
Catholic Fireside, 2-4-1959.
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cuenta de la repercusin en los demas de sus propias reacciones, lo cual dio lugat en
su vida a una constante confictiva.
27. Lugar al que se traslad la casa madre en 1890.
28. Commemorazione funebre di monsignore Olinto Fedi, Montespertoli 1923.
29. En 1922 trasladada la casa madre a Acireale (Catania).
30. Antes Giovanna.
31. J-A.CASTAGNA, La roccia e lo spirito. Madre F.P., Bari, 1967; ALO CASCIO,
Un piccolo strumento nelle mani della Provvidenza. Madre F.P. fondatrice delle
Suore Francescane di Lipari, 1873-1956, Palermo 1975, Madre P.F. fondatrice,
Mesina 1976; 22.7.1900 Allegany- 22.7.1950 Roma. Omaggio alla rev.madre F.P.,
fondatrice e generale dellistituto delle SFICL, Roma 1950.
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Las Franciscan Sisters of Inmaculate Conception and Saint Joseph for the Dying, remontan a una escuela surgida en San Carlos
Mission, de la dicesis norteamericana de Monterrey, en 1894. Hasta 1915 ensearon all las Hermanas de San Jos, llegadas de San
Diego. Vueltas en 1917, madre Otilia, antes Mara Haupeltshofer
(1875-1954) entr en contacto con el franciscano Hugolino Storff
(1859-1948), nacido en la dicesis de Colonia, emigrado a los Estados Unidos con motivo del Kulturkampf, que estaba difundiendo la
Pa Unin de San Jos para los moribundos 32. A fin de darlas una
orientacin franciscana, consigui su unin a las Franciscanas de
Rock Island que ya conocemos. En 1920 el obispo John Cantwell las
erigi en congregacin de derecho diocesano con el nombre, enseguida cambiado por el actual, de Hijas de Mara Inmaculada y de
San Jos para los moribundos. Se ocuparon de fidundir las oraciones
para los agonizantes. Se desarrollaron muy poco. En 1923 eran veintidos profesas en tres casas.
Dying, en los Estados Unidos a los umbrales del siglo XX, resulta un arcasmo?. Ante todo conviene evitar la extrapolacin. Porque
el gran cambio ha tenido lugar desde esa fecha hasta los tiempos de
hoy, no antes. En todo caso ningn problema tan constante y universal como el de la muerte. La actitud concreta del hombre ante sta ha
sido uno de los temas ms desarrollados en la ltima historiografa,
desde Michel Vovelle, Philipe Aris y Pierre Chaunu. ste tom por
mbito geogrfico el Pars del Antiguo Rgimen, con base en los
protoclos notariales sobre todo. Uno de sus descubrimientos fue que
en la tan poblada capital de la monarqua francesa se mora mucha
gente sola en esos siglos. Yo acabo de ver en el archivo del antiguo
Hospital de la Cruz de Seplveda que lo raro era que los forasteros
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macin, siguiendo muy de cerca su acuacin en el postrimero Captulo General de Alcal de 1830.
Desde 1878, ao en que dej Santiago, donde el cardenal Pay 45
le haba nombrado examinador sinodal -cargo que ya tena en la de
Cuenca y otras dicesis- y visitador general de las religiosas, se ocup de restaurar la vida franciscana en la provincia de Cartagena
(Murcia, Orihuela donde instal una imprenta), Cehegn Belmonte
de Cuenca, como comisario designado a esos fines 46, renunciando al
cargo en 1890 por tener dbil la vista. Su plan inicial fue el establecimiento de un colegio en Santiago, la sede de una obra pa y la enfermera en Orihuela, y la restauracin de Santa Catalina de Murcia,
el punto ms ameno que creo habr en todo el globo, pues desde all
se ve toda la inmensa huerta de Murcia y Orihuela. Le pareca negativo el monopolio de los estudios franciscanos por el colegio de
Santiago, una localizacin con el inconveniente del clima, a su vez
determinante del predomio abrumador de los gallegos en el reclutamiento, incluso llegndose a un cierto nacionalismo, y lleg a acusar
a la Comisara de Tierra Santa, de la que Santiago dependa y el busc la segregacin para su colegio, de admitir en mayora a pretendientes notoriamente incapaces e indignos del hbido. l supo moverse con habilidad en los crculos cortesanos, desde una visita de
Alfonso XII a la ciudad del Apstol, aunque no consiguiera entregarle entonces en mano el memorial con la peticin de la venia gubernamental para sus planes, y ello hasta el extremo de que las dificul-
45. Con el cual y con Garca Cuesta tuvo ptimas relaciones. Algo que no tuvieron en cuenta quienes luego le pronosticaron dificultades con la jerarqua levantina.
46. Por el breve Praelatorum institutionem, en 1867. Su dificil carcter determin tuviese contradictores la designacin. Su maestro y preceptor Godnez escribi de su historia funesta, desde que desgraciadamente se acogi al Colegio de
Priego, aportando consigo los conatos vehementes de absorberlo todo, dominar y
prevalecer a todos, ser rbitro nico e independiente, sin consultar otro consejo fuera del suyo, por la experiencia larga de multiplicados desatinos, marcados inconvenientes; el vicecomisario Francisco Sanz de Urturi le defini como un hombre
impertinente, de tarsiego constante entre Cehegn, Orihuela, Madrid y Santiago,
siempre sin avisar, presentandose de improviso [...] es un sabio y aun dira un santo,
pero no ha trabajado nada en vencerse. Godnez haba propuesto en su lugar a Carlos Benito, que llen el vaco de la exclaustracin con una intensa vida apostlica en
Molina de Aragn. Vase Restauracin de la Orden Franciscana en Espaa. La
Provincia Franciscana de Cartagena, 1836-1878. El Convento de San Esteban de
Cehegn, 1878-2000.Historia y arte, dir. P. RIQUELME OLIVA; Murcia 2000, 181-90,
331-5 y 381-3; con un informe grafopsicolgico de A.Glvez,.
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sobre su extica isla natal, Noni y Mani. Ello en el terreno de la excepcin naturalmente.
Podramos decir lo mismo de los fundadores de los institutos?
Naturalmente que en mucha mayor medida 60. En todo caso podemos
reflexionar a propsito de los ejemplos aducidos en estas pginas.
De los dos componentes de la onomstica de estas congregaciones,
el franciscano implicaba casi siempre alguna vinculacin a una u
otra de las grandes rdenes franciscanas masculinas, menores sin
ms, capuchinos, terciarios regulares. El inmaculista se queda ms
en el mbito de la inspiracin ideal, la nostalgia gozosa, algn vislumbre escatolgico. San Leonardo de Porto Mauricio no fue tmido
al escribir: La cosa ms importante del mundo, el asunto ms grande de todos los que se tratan y se han tratado jams en todos los parlamentos y en todas las asambleas, es el gran asunto de la Inmaculada Concepcin61. Tomamos, para hacer el acuerdo siguiente, por
nuestra abogada, a la gloriossima Virgen Mara, concebida sin mancha de pecado original en el primer instante de su animacin sagrada, una frmula que encontramos en la Casa de Caridad de San
Cristbal de Seplveda el 31 de diciembre de 1720, al acatar la llamada sentencia de graduacin, para la distribucin de sus rentas y limosnas, del provisor de Segovia, y redactar sus constituciones. En
esta ptica mariana recordamos unas palabras del cardenal Ratzinger- muy poco despus Benedicto XVI- en la oracin fnebre de
Juan-Pablo Segundo, la visin del papel de la Virgen Mara en la vida del mismo como una compensacin de la Divina Misricordia 62,
manifestada en esa maternidad, a la soledad familiar de aqul. As
60. De ello trata el libro de CIARDI, F., Los fundadores, hombres del Espritu.
Para una teologa del carisma de fundador, Madrid 1983.
61. Cfr., ALFARO, J., Significatio Mariae in mysterio salutis, en Gregorianum
40 (1959) 9-37; LANG, W., Die Stelung Marias in Heilsplan Gottes, Una Voce Korrespondenz 35 (2005) 26-35; CATAL GORGUES, M. A., Cartujos valencianos en el
exilio: el caso insigne de don Manuel-Mara Garca Navarro [y su Felicitacin sabatina]: Biar, 1820/ Pont-Saint-Esprit, 1903, en Actas del Congreso Internacional
sobre las Cartujas Valencianas, Salzburgo 2005, t. I, pp. 295-307.
62. De trascendencia en la historia de la espiritualidad contempornea nos parece la devocin a la misma de Santa Mara-Faustina Kowalska, la religiosa canonizada por el mismo pontfice. A propsito de ese denso papel recordamos haberse publicado en el Acta Apostolicae Sedis en los ltimos tiempos de Po XII una prohibicin de dfiundir la estampa tan popularizada de la visin de esta santa, el haz de rayos saliendo del Corazn de Cristo. Lo apunto como uno de esos datos del mximo
inters para caracterizar una situacin, una poca, un personaje, un contraste, que a
veces pasan desapercibidos.
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las cosas, podra argursenos que el dogma inmaculista es demasiado intelectual para entroncar en esa inmersin piadosa patrimonio de
todas las gentes? Sabida es la deformacin popular del mismo, atribuyendo ese misterio a la concepcin, no de Mara, sino de Cristo.
Unamuno coment que uno de sus partcipes haba sido nada mennos que ngel Ganivet. Pero el pueblo sencillo no se equivoc al comulgar plenamente con la exaltacin implicada de la madre de Dios.
Despus de una larga existencia dedicada en buena parte a la historia de la vida religiosa, pido la venia para transmitir aqu un recuerdo personal. En mi pueblo natal, Seplveda, yo llegu a conocer
un censo de cinco clrigos. La desamortizacin haba terminado con
el Cabildo Eclesistico, cuyas funciones, las ms solemnes llamadas
de capas y cetros, eran un entramado de fundaciones de aniversarios
y memorias de parroquia en parroquia, los muertos en dilogo continuo con los vivos en el lenguaje de las campanas y los cantos latinos.
Pero las supervivencias eran abundosas todava y mantenan su dignidad, merced a aquella liturgia romana de antao de sorprendente
universalidad. Recordamos la complacencia de Maurice Legendre al
or en Las Hurdes las tres misas del Dos de Noviembre. Un rito impresionante y majestuoso, s. Pero en la capilla de las Franciscanas
de la Divina Pastora, casi siempre la liturgia reducida a la misa rezada, se respiraba una suavidad femenina, una delicadeza que los benemritos sacristanes de las grandes iglesias ni se lo propusieron ni
habran sido capaces de transmitir. Aquellas religiosas, al frente de
un parvulario, permanecieron en la Villa unos cincuenta aos, a partir de 1910. Sor Montserrat y Madre Jacinta llegaron a ser de las personas con ms prestigio y raigambre en el lugar. A punto ya de tramontar el Novecientos, cuando la solemnidad ritual haba pasado y
un entrecruzarse de fenmenos, uno de ellos pero no el nico el estiaje vocacional, determina que el nico prroco de Seplveda tenga
a su cargo ms pueblos que clrigos haba en la poblacin antes, las
Franciscanas de la Pursima, cuya historia hemos visto relacionarse
con la de sus predecesoras en la Villa, acudieron a hacerse cargo de
la residencia de los ancianos, una nueva institucin al servicio de una
necesidad de da en da ms acuciante 63, una de las realizaciones
contempornea de un lugar que hace mucho pretende ms glorias pasadas que haberes actuales. La sucesin, que todos esperamos sea
63. Se edific en el terreno hasta entonces ocupado por la casa de las cofradas
de Plagas y de Duruelo, los nombres oficiales de ambas respectivamente de la Veracruz y las Cinco LLagas y de la Transfiguracin del Seor. La de Plagas tena a su
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La congregacin
de las Hijas de Mara Inmaculada,
y su fundacin logroesa
Madrid
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
La agudizacin de la generalizada crisis social durante el siglo
qued avalada por la continuada y precaria situacin econmica
junto a las desgracias, hambrunas y colectivas epidemias reclamatorias del novedoso sistema de caridad vinculado al mbito sanitario
gracias a relevantes y preclaras figuras de la santidad. Entre estas,
destacaron sin duda la madrilea Soledad Torres Acosta, o la navarra
y fundadora de la conocida popularmente como las religiosas del
Servicio Domstico, Vicenta Mara Lpez y Vicua.
XIX,
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asol Espaa entre 1833-1835. La gran desamortizacin de Mendizbal quebr las relaciones diplomticas con la Santa Sede, prembulo en 1840 de la abdicacin de Mara Cristina y la proclamacin
de las Cortes, como regente, del duque de la Victoria, general Baldomero Espartero. El papa Gregorio XVI escriba una encclica sobre
los padecimientos de la Iglesia en Espaa, mientras la reiterada crisis
econmica provocaba la cada en 1843 del citado militar.
En 1845 se publica una nueva constitucin de carcter moderado,
derogndose la anterior progresista de 1837, con el general Narvez
como hombre fuerte y sucedindose los gobiernos que van inclinndose al moderantismo; el concordato firmado con la Santa Sede (1851)
comienza a restaar muchas heridas. El bienio progresista
(1854-1856) es un pequeo parntesis donde se demuestra que la
unin de Espartero y ODonell no es natural y la nueva Constitucin
progresista del 56 queda como non nata. Junto a la industrializacin
del pas, a la implantacin del ferrocarril, a la desamortizacin civil de
Madoz, los pronunciamientos militares se siguen produciendo y los
movimientos sociales muestran los sntomas de crisis larvada en que
se encuentra el pas. El fracaso del pacto de la Unin Liberal y los moderados va minando la situacin y acelerando el fin del reinado de Isabel II y de la monarqua, como se haba pactado en Ostende. La Gloriosa, revolucin y constitucin, abre el perodo ms convulso de todo el siglo XIX espaol, sexenio revolucionario (dos gobiernos provisionales, monarqua de Amadeo de Saboya, y una repblica unitaria
que deviene en federal con otra constitucin non nata), comenzando
a aflorar grandes temas de la Espaa contempornea: autonomismo,
socialismo, republicanismo, laicismo, derechos humanos, proletariado, atentados anarquistas, conflictos sociales, marxismo, etc.
Con el pronunciamiento del general Martnez Campos en sagunto, se restaur la monarqua, en la persona de don Alfonso de Borbn, hijo de Isabel II (1875-1885), junto a la presidencia durante seis
aos de Antonio Canovas del Castillo, la nueva constitucin de 1876
que vino acompaada del reconocimiento de la religin catlica como religin del Estado y la admisin y tolerancia de cultos. La Iglesia recobraba el control de la enseanza oficial, incluso de la universitaria. Fallecido Alfonso XII en 1885, su segunda esposa, Mara
Cristina de Habsburgo ejerci la regencia hasta 1902, con la alternancia en el poder de conservadores y liberales segn el Pacto del
Pardo. Madrid contaba con 143.543 habitantes en 1787, y pasaba en
1897, a los 512.150, en parangn a los hitos marcados por la Exposi-
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matrimonio formado por Jos M Lpez y Nicolasa y nacida la segunda, un 22 de marzo de 1847 en Cascante, nuestra biografiada que
llevara el mismo nombre de la fallecida, Vicenta Mara Deogracias
Bienvenida, sera llamada a la santidad. En Cascante vivan tambin,
su to sacerdote, to-abuelo, d. Joaqun Garca y doa Dominica, hermana de su madre, su abuela paterna y una hermana de su padre en
un entorno familiar de acusada piedad cristiana 2.
Pronto Vicenta Mara aprendi a leer y su to Joaqun le enseaba
a recitar en latn y leer a Santa Teresa. A los siete aos, con motivo de
la profesin religiosa de su ta Dominica en las Salesas fue a Madrid
en compaa de sus padres, hospedndose en casa de sus tos, los seores de Riega. Manuel Mara sustituira a su padre en las labores
docentes y Vicenta Mara, gustara pronto de acompaar a su ta Mara Eulalia en sus habituales visitas a los hospitales y a la casita, siendo penoso el regreso a Cascante, por lo que sus padres decidieron enviarla a Madrid al contar con la proteccin de sus tos. En su educacin influyeron tres aspectos: el cario de sus tos (no tenan hijos),
la austeridad y la caridad. Se convino en principio repartir su estancia anual de junio a octubre con estancia en la casa paterna y el resto
en Madrid. En Cascante tuvo algn pretendiente y se cita que, el
mismo rey Francisco de Ass, a su paso por dicha localidad, camino
de los baos de Fitero, pregunt al alcalde por la joven Vicenta Mara, respondiendo el regidor, es una santita, sobrina ma, siendo la
respuesta real, as debe ser porque tiene un rostro angelical 3.
La Congregacin naci para garantizar la continuidad de una
obra de beneficencia a favor de las jvenes sirvientas, fundada por
doa Mara Eulalia Vicua y Garca de Riega, secundada por su hermano Manuel Mara, al abrir una casita, en la madrilea calle Luciente, el da de la Inmaculada de 1853. Ambos hermanos se sintieron apremiados para favorecer a las jovencitas, que no eran recibidas
en el Colegio de Desamparadas y pusieron en marcha una nueva fundacin. Al pequeo recinto de la calle Luciente sigui en 1854 otro
ms capaz en la calle del Rubio y, antes de cumplirse un ao, la fundacin ya tena su tercer domicilio en la calle Humilladero. Ante el
considerable aumento de muchachas se pens en un Instituto religioso que se encargara del gobierno interno. El servicio domstico
constituy por lo general, la nica salida laboral de una joven, a mi2. Ibidem, p. 11.
3. PRADA ESPADA, M P., Vicenta Mara Lpez y Vicua, Estella 1975, p. 41.
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tad del siglo XIX, realidad afirmada, aunque no bien estudiada. Los
papeles pertenecientes al archivo de Manuel Mara Vicua fueron
salvados por tres sirvientas durante la contienda civil de 1936 y conservados en la Curia General de las religiosas de Mara Inmaculada
en Roma, por lo que, constituyen la ms valiosa fuente informativa y
documentada para el presente estudio 4.
Vicenta Mara recibi de sus tos la ms preciada herencia, una
obra apostlica con una significativa proyeccin social. La funcin
hospitalaria fue asumida por diversas rdenes religiosas dedicadas al
cuidado de enfermos como fueron, los hermanos de San Jun de
Dios, las hermanas de San Vicente Pal, o las Siervas de Mara, fundada por la madrilea Mara Soledad Torres Acosta (1826-1887). Segn Hauser, las madrileas casas de vecindad albergaban a fines de
siglo, a ms de 52.000 personas, en su mayor parte, jornaleros y familias de escasa fortuna. Benito Prez Galds en Fortunata y Jacinta, describe con detalle las hacinadas viviendas, al igual, que a sus
directos moradores. Las tertulias y las charlas de caf eran comunes
actividades entre los madrileos de todo tipo. Para muchas nias y
jovencitas, la nica posibilidad de escapar de este ambiente cuando
conseguan liberarse de la prostitucin, era el servicio domstico,
bien como empleadas o bajo la tutela de una honrada familia, sometidas al peso de los trabajos domsticos y a los malos tratos. El ideal
de la mujer durante el siglo XIX espaol era el de esposa y madre, por
lo que, en general, la formacin intelectual de las nias, no pasaba de
escribir y contar. Socialmente, la mujer tampoco contaba mucho salvo contadas aristcratas como la marquesa de Alcaices, la condesa
de Zaldvar, la seora de Tejada, aunque nunca fueron reconocidas
por su nombre de pila. Hubo algunas excepciones como la propiciada por Concepcin Arenal (1820-1893), adalid de la emancipacin
femenina como se advierte en su marcada proyeccin sociopoltica 5.
La mujer se inclua en la cultura de adorno, sin ms futuro que
conseguir el encanto de una joven casadera hasta lograr el matrimonio y alcanzar el reconocimiento social negado a la mujer soltera.
Fernndez Bremn recoga en la Ilustracin Espaola y Americana
4. DAZ PREZ, M. D., Historia de la Congregacin: Religiosas de M Inmaculada, Algunas noticias sobre el origen, fundacin y desarrollo de nuestro Instituto
(1843-1890), Madrid 2002, pp. 5-15.
5. LACALZADA DE MATEO, M J., Mentalidad y proyeccin social de Concepcin Arenal, Imprenta GrfIcas Galaico, Corua 1994.
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Resultaba alarmante a fines del siglo XIX el analfabetismo reinante, si bien, en sintona con la constitucin de 1876, iba a surgir un
nuevo instituto religioso que responda a la necesidad de la Iglesia y
de la sociedad espaola. El inicio de la obra estuvo comandado por
los hermanos Vicua. En la localidad navarra de Estella se conserva
el solar solariego familiar cuya estirpe se remonta a la primera mitad
del siglo XVI. En 1843 se fundaba la Asociacin de la Doctrina Cristiana con sede en el Hospital de San Juan de Dios, siendo don Manuel
Mara y doa Mara Eulalia, los encargados de mantener el fervor de
los asociados. Haba que contabilizar en la sociedad espaola de
1860, la existencia de 15.658.586 habitantes, de los que, 2.354.000
eran jornaleros del campo y 818.000 de sirvientas 8.
Con motivo de la canonizacinde Vicenta Mara por Pablo VI, el
25 de mayo de 1975, hoy se visita en Cascante su casa natalicia con
el recordatorio lapidario de su biografa, si bien, su inicial seguimiento fue realizado y documentado por su sucesora, Mara Teresa
Ort (Andjar, Jan, 8-VII-1855/Madrid, 23-III-1925), directa heredera de su estancia madrilea y portadora de la obra apostlica que
desembocara en un instituto religioso de indudable proyeccin social. Sin embargo, sus primeras vivencias en Cascante pasaron un
tanto desapercibidas, aunque fuera en su templo de Santa Mara donde recibi las aguas bautismales en 1847, el sacramento de la confirmacin en 1851, y los de penitencia y eucarista en 1857 por primera vez. De nia iba a la iglesia con su to-abuelo, Joaqun y cultivaba
la devocin al popular y cascantino Cristo de la Columna y a la Virgen del Romero, a la que llam en ocasiones, nuestra compatrona.
En sendas cartas de 1867 a sus tos Vicua, D Eulalia y Manuel Ma7. FERNNDEZ MARCO, J. I., Santa Vicenta Mara y Cascante, Navarra, Temas
de Cultura Popular, n 376, Pamplona 1983, pp. 3-8.
8. PRADA ESTRADA, M P., Vicenta Mara Lpez y Vicua, o. c., pp. 3-20.
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Al contar veintin aos, la santa fundadora revela sus futuras intenciones al obispo don Ciriaco Mara Sancha, con el consiguiente
enfado paterno al abandonar Cascante sin adoptar ninguno de los estados establecidos por la Iglesia, sin renunciar al matrimonio ni desistir de ingresar como religiosa. Se precipitaban los acontecimientos y, si en Cdiz estallaba la revolucin, el veintiocho de septiembre
perda Isabel II su regia corona, mientras enfermaba Vicenta Mara
de calenturas y mora su to Manuel Mara, impulsor y animador de
la obra caritativa. Vicenta Mara intensifica su vida apostlica desde
su traslado en 1868 al nmero 8 de la plazuela de San Miguel, En
1871 se inicia la vida comunitaria de las seoras que conviven dentro del Asilo de Sirvientas. Sienta las bases de la vida de oracin y el
cultivo de ciertas virtudes. Con entera dedicacin planifica su apostolado en Madrid y dirige entre 1870 y 1875 los ejercicios espirituales a 285 muchachas en tandas de uno a tres das. En su decidido esfuerzo cont con la ayuda de los jesuitas P. Medrano y, especialmente, del tambin P. Isidro Hidalgo y Soba (Revellinos de Campos, Zamora, 23-III-1832 / Madrid, 23-I-1912), nombrado director general
de la Archicofrada Espaola de la Guardia de Honor del Sagrado
Corazn, instituida por el santo jesuita almeriense Jos M Rubio y
Peralta 11.
Don Ciriaco M Sancha y Hervs, ascendido al episcopado el 28I-1876 por Po IX, fue figura clave en el paso de la Pa Asociacin de
Hermanas del Servicio Domstico a la Congregacin religiosa nacida con el mismo fn, el 11-VI-1876. Miembro de humilde familia y
sptimo hijo de un modesto matrimonio, ocup las sedes episcopales
de vila y Madrid, donde sucedi al primer obispo diocesano, don
Narciso Martnez Izquierdo (Rueda, Valladolid, 29-X-1830/18-IV1886), asesinado un domingo de Ramos al acudir a celebrar la bendicin de palmas en la antigua catedral madrilea. Desempe el
cargo desde el 8-IX-1886 hasta su nombramiento como arzobispo de
Valencia, el 14-VII-1892. Reconocido animador del Primer Congreso Eucarstico Nacional celebrado entre el 20 y el 25-XI-1893 fue
promovido, un ao despus al cardenalato por sus trabajos apostlicos en Cuba, vila, Madrid y Valencia, hasta ocupar la sede de Primado de Toledo, el 5-VI-1898; fue enterrado en su imperial catedral,
tras su fallecimiento, el 25-II-1909 12.
11. DAZ PREZ, M D., Historia de la Congregacin, o. c, pp. 215-217.
12. BLAZQUEZ DE YEZ, D., El asesinato del primer obispo de Madrid-Alcal,
Madrid 2000, p. 17.
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Primeras Fundaciones: Madrid; 11-VI-1876 / Zaragoza: 7-XII1876/ Jerez de la Frontera: 2-VI-1877 y 19-XII-1936 / Sevilla: 13III-1885 / Barcelona: 10-II-1888 / Burgos: 7-XII-1889 / Bilbao:
1892, Valladolid, 1898 / Granada, 1899 / Toledo, 1901 / Mlaga,
1903 / Valencia, 1903 / Madrid (Ros Rosas, 1905) / Vitoria, 1905 /
Crdoba, 1907 / Almera, 1908 / Oviedo, 1911 / Logroo, 1911 /
Pamplona, 1916 / Ciudad Real, 1918 / San Sebastin, 1919 / Estella,
1924 / Salamanca, 1928 / La Corua, 1930 / Melilla, 1930 / Cascan14. DAZ PREZ, M D., Historia de la Congregacin, o. c., p. 449.
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Noticia destacada fue el fallecimiento y enterramiento el 27-XI1933, de la Hermana. Crescencia Ofradalegui, o la azarosa y festiva
jornada en honor a la Inmaculada del 8 de diciembre con el ruidoso
tiroteo nocturno, con el que nos obsequiaron los revolucionarios
hasta las cuatro de la madrugada, anuncio y prolegmeno de futuros
disturbios. Sin mayores agobios se lleg hasta el 28-III-1936, en que
estando reunida la comunidad en la capilla, se escucharon varias descargas que obligaron a desalojar la casa. Formaban la Comunidad,
ochenta religiosas, treinta internas y veinte pensionistas. La salida
por la puerta fue impensable al impedirlo las turbas, por lo que, se hizo por la huerta hasta un garaje prximo auxiliadas con dos escaleras, pudimos saltar la tapia, refugindonos en un almacn por dos
horas. Entre el 16 y el 20 de julio fue habitual el estruendo de las
ametralladoras; fueron momentos y das interminables que nos oblig a dormir en pisos particulares. El cinco de agosto volvieron a reproducirse las algaradas y el triste resonar de fusiles y metralletas.
Hubo pocos muertos y muchos heridos, mas no tard en regresar la
calma a la poblacin. Se hizo habitual previa a tan convulsa etapa,
la visita y la doctrina impartida en distintas charlas y ejercicios por
religiosos jesuitas como los padres Merino, Jos M Otegui, Aurelio
Yangas, Ereo, Usoz, Grpide o Adolfo Gomara. Tambin frecuentel fue la presencia de algunos escolapios entre los que destacaron,
Mozota y Otal 17.
La prensa local recoga, el 12 de julio de 1953, la bendicin de la
primera piedra del nuevo templo anexo al Colegio de Mara Inmaculada. Ondeaban las banderas nacional e inmaculista y comunidad y
colegialas se rodeaban de numerosos pblico, presidido por el entonces obispo diocesano don Abilio del Campo y de la Brcena que, a
las 11 h. de la maana, acuda al acto inaugural acompaado entre
otras autoridades por el abad de la colegiata don Benjamn Salas, del
arquitecto diocesano don Andrs Agapito del Valle Lpez (Murillo
del Ro Leza, La Rioja, 18-IV-1895 / Logroo, 1-XI-1969), autor del
recinto del templo y del capelln del colegio, don Nicols Dez, que
record los inicios de la Institucin en un sencillo piso, en el ao
1912. Se dedic un emotivo recuerdo a don Po Morga y su esposa,
doa Mara Jess Rey, y a doa Carmen Bretn, fundadores y bienhechores del colegio. El nuevo y espacioso templo neogtico ocupa
una extensin de 597 metros cuadrados, con tribuna alta, espacioso
17. Cuaderno de Notas Internas, Crnica Cotidiana, Aos 1933-Julio de 1938.
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coro y nica nave central, de 39 m. x 14 m. de ancho y 19,5 m. de altura. Cuenta de remate con elevada espadaa con dos campanas y
cruz central de hierro forjado. Sobre la fachada central destaca la
magnfica vidriera ojival emplomada, en cuyo centro figura el escudo de la Congregacin, en campo azul celeste 18.
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V. BIBLIOGRAFA
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I. Introduccin.
III. Conclusin.
I. INTRODUCCIN
La devocin a la Inmaculada Concepcin tiene su gnesis en Mlaga a partir de que los Reyes Catlicos la conquisten en 1487, aunque este fenmeno religioso no logra desarrollarse con bro hasta
bien entrado el siglo XVII. En efecto, en esta centuria los Cabildos
eclesistico y municipal juraron defender el dogma inmaculista el 8
de diciembre de 1654. Con posterioridad a esta simblica fecha, en
nuestra ciudad se form un movimiento mariano que tuvo por objeto
la fundacin de asociaciones de fieles que se encargaran de rendir
culto pblico a la Virgen, bajo la advocacin de la Inmaculada. La
primera que se conoce fue la Hermandad de la Pura y Limpia Concepcin, constituida en las primeras dcadas del referido siglo en el
convento de San Luis el Real de la Orden religiosa de San Francisco de Ass, que haba demostrado, desde el medievo, su veneracin y honra hacia Nuestra Seora con esta intitulacin.
Por el paso dado al frente en ambos Cabildos, se produce un punto de inflexin en la vida de las asociaciones del tipo que fueren,
pues ese ritual de la jura y defensa va a estar presente, de ahora
en adelante, en cada una de ellas, se plasme o no en sus Reglas. La
primera corporacin nazarena que formaliz el voto concepcionista
fue la Archicofrada de la Vera Cruz el 25 de marzo de 1659 1; y de
beneficencia la Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro Seor Jesucristo, que plasm en sus Constituciones, aprobadas el 16 de mayo
de 1682, que cualquier hermano que fuera admitido, antes de tomar
1. Archivo Daz de Escovar (ADE), caja n 135, leg. 23, Constituciones y preceptos que ha de observar la Ilustre hermandad de la Sclavitud del S. Sacramento.
Sita en la Iglessia Parrochial de los Santos Martires, S. Ciriaco y Sancta Paula,
desta Ciudad de Mlaga. 1645-1655; LLORDN SIMN, A. y SOUVIRN UTRERA, S.,
Historia documental de las cofradas y hermandades de pasin de la ciudad de Mlaga, Mlaga 1969, p. 212.
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Tras este evento se siguieron llevando a cabo, en meses posteriores, otras funciones religiosas, como por ejemplo una misa de accin
8. Ibdem, Mlaga, 31 de mayo de 1855.
9. Ibdem, Mlaga, 22 de mayo de 1855.
10. Ibdem, Mlaga, 5 de junio de 1855.
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de gracias a la Inmaculada Concepcin por haber librado de la funesta plaga que ha afligido a esta ciudad 11.
A partir de ese ao, y siempre que las condiciones fueran favorables, el Cabildo catedralicio celebrara con gran boato la festividad
de la Inmaculada Concepcin, como se puede entrever de esta informacin periodstica: (...) el templo ha estado brillantemente iluminado, particularmente en la (...) vspera, con miles de luces que ardan en el altar mayor, en las capillas, en la cornisa y en gran nmero
de araas. Una orquesta numerosa y bien dirigida, y muchos cantantes, profesores y aficionados de esta ciudad, han contribuido la mayor magnificencia de estos actos religiosos 12.
Pero la llama de amor hacia Nuestra Seora no se apag en el siglo XX. La ciudad de Mlaga, una vez ms, testimoni su devocin a
la Inmaculada a travs de los siguientes hechos y acontecimientos:
erigindole un monumento, renovando el voto de la defensa de la Pura y Limpia Concepcin, celebrando el centenario de su proclamacin con unos solemnes cultos en la Santa Iglesia Catedral e instaurando nuevas formas de exaltar las glorias de la Reina de los Cielos.
En el siglo XXI, y coincidiendo con el 150 aniversario de la declaracin del dogma inmaculista, se ha vuelto a poner de manifiesto el
fervor popular a la Virgen con la celebracin de actos culturales, funciones religiosas y procesiones callejeras.
II. RELACIN DE FRATERNIDADES DE MBITO INMACULISTA
Tras esta breve introduccin presentamos a una serie de cofradas,
hermandades, asociaciones y congregaciones penitenciales o letficas
de las que sabemos por la escasa documentacin que obra en los archivos de Mlaga, que rindieron culto en siglos pasados o lo mantienen actualmente en honor y gloria de la Inmaculada Concepcin.
2.1. Archicofrada de la Vera Cruz
Es la institucin cofrade de Semana Santa ms antigua y se estima, por un libro de actas existente de la propia Hermandad registra11. Ibdem, Mlaga, 21 de septiembre de 1855.
12. Ibdem, Mlaga, 9 de diciembre de 1856.
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do en los fondos del Archivo Municipal de Mlaga, que sus primitivos Estatutos datan de 1505. Por ello, y en este ao de 2005, se celebra la efemride del V centenario de la fundacin. Pero la causa de
esta resea no consiste en resaltar tal acontecimiento, sino en dar a
conocer que la Vera Cruz fue la primera Cofrada que estableci -el
25 de marzo de 1659- el voto, tras el de los Cabildos eclesisticos y
secular, de defender en pblico y en privado la pureza virginal de
Mara, la Madre de nuestro Seor Jesucristo. Esta fraternidad se convirti, una vez dejada la sede del hospital de Santa Ana y asentada en
el convento de frailes franciscanos de San Luis El Real en 1584,
en la matriz de un grupo de hermandades filiales: el Santo Sudario
(1627), Nuestra Seora de los ngeles (1644), San Juan Evangelista
(1644), el Santo Cristo Crucificado (1646), la Esclavitud Dolorosa
(1647) y San Diego de Alcal (1647), que adoptaron, aun no contemplndose en sus Constituciones, el juramento inmaculista 13.
Esta Cofrada permaneci en San Luis hasta la desamortizacin de
este inmueble conventual en 1835, pasando a residir a la iglesia de la
Concepcin (antiguo templo de los Clrigos Menores, situado en C/.
Nueva), hasta el ao 1895, fecha en que se produjo el traslado definitivo a su actual sede, la parroquia de San Juan Bautista 14. Durante su estancia en la Concepcin, la Archicofrada de la Vera Cruz coincidi
con asociaciones de espritu inmaculista (como se ver ms adelante)
y efectu tres salidas procesionales (segn las noticias halladas en la
prensa existente de la poca) en 1884, 1892 y 1893, y es de suponer, a
tenor del juramento realizado en el ao 1659, que entre sus insignias se
encontrara un estandarte con la figura de la Inmaculada 15.
2.2. Archicofrada de los Dolores
La Archicofrada de los Dolores de la parroquia de San Juan Bautista, fundada a finales del siglo XVI, fue una de las fraternidades pe13. LLORDN SIMN, A. y SOUVIRN UTRERA, S., o. c., pp. 207, 275, 553 y 649;
CAMINO ROMERO, A., Peculiaridades de la Hermandad de la Esclavitud Dolorosa
de Mlaga, Simposium Religiosidad Popular en Espaa, San Lorenzo del Escorial
1997, pp. 83-98; CABELLO DAZ, M. E., Dos cofradas franciscanas perdidas en la
historia: Hermandad de Nuestra Seora de los ngeles y Hermandad del Seor San
Diego, La Saeta de Otoo (Mlaga), n. 24 (1999) 62-68.
14. DE LAS PEAS ALABARCE, J. M., Vera Cruz: cinco siglos de fe, historia y
devocin, Sur (Cuadernillo de Pasin del Sur), Mlaga, 25 de marzo de 2005.
15. El Avisador Malagueo, Mlaga, 9 de abril de 1884, 14 de abril de 1892 y
30 de marzo de 1893.
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Desde entonces, y con gran xito, se viene celebrando anualmente. Han participado, a lo largo de las 23 ediciones, ilustres y renombrados oradores, tanto eclesisticos como seglares. En la ltima de
ellas, la del ao 2004 -precisamente cuando se conmemoraba el CL
aniversario de la proclamacin del dogma inmaculista-, el pregn
fue pronunciado por el obispo de la dicesis malacitana, Antonio
16. LLORDN SIMN, A. y SOUVIRN UTRERA, S., op. cit., p. 235.
17. LLORDN SIMN, A., La ciudad de Mlaga y la devocin a la Inmaculada
Concepcin de la Virgen Mara (Edicin facsmil). Estudios complementarios: MATEO AVILS, E., de, y MERINO MATA, P. F., Mlaga 2004, p. 80.
18. Este escrito fue remitido al que suscribe esta comunicacin a finales del
mes de noviembre de 1983.
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Dorado Soto. El acto suele estar amenizado por intervenciones musicales, polifnicas e instrumentales, de temtica estrictamente mariana. Para este fin, se han rescatado del Archivo de la Santa Iglesia Catedral de Mlaga partituras de msicos malagueos, que han sido interpretadas como preludio de la funcin.
Durante el transcurso de unos aos el marco para su celebracin
haba sido la iglesia de la Concepcin, adscrita a la Congregacin de
las Esclavas Concepcionistas, dado que el lugar reuna una condicin especial: la entronizacin de la efigie de la Inmaculada en altar
mayor. La restauracin del templo oblig a la Cofrada de los Dolores a realizarlo ya de manera definitiva en la parroquia de San Juan,
sede corporativa de la misma.
Con este logro, la Archicofrada de los Dolores no ha pretendido
nicamente defender el dogma de la Inmaculada Concepcin de Mara, sino proclamarlo y difundirlo por la Mlaga cofrade 19.
2.3. Cofrada de la Pura y Limpia Concepcin
Segn las indicaciones del estudioso agustino P. Andrs Llordn
Simn, esta Hermandad de carcter penitencial fue constituida entre
la primera y segunda dcada del siglo XVII en el convento franciscano de San Luis el Real, con objeto de tributar culto a la Santsima
Virgen Mara bajo este ttulo. Al parecer sta decidi efectuar la salida penitencial del citado cenobio cada Mircoles Santo, participando
en ella (como por ejemplo en la de 1635) la Hermandad de la Humildad de Cristo Nuestro Seor y Redentor, fundada en ese ao y agregada a la Pura y Limpia Concepcin. Posteriormente, y con objeto
de impulsar la procesin de Semana Santa, se fueron incorporando al
cortejo las imgenes de las siguientes hermandades filiales: la Columna, la Cruz a Cuestas y el Santo Sudario, as como la inclusin de
otros pasos como los del Lavatorio y San Pedro, la Coronacin de
Espinas y la Cena. Esta informacin nos da idea de la pujanza que
adquiri esta Hermandad en un corto espacio de tiempo.
Los cofrades de la Pura y Limpia obtuvieron de la Comunidad
franciscana en 1673 que su Titular tuviera un altar propio en el inte19. LLORDN SIMN, A., La ciudad de Mlaga y la devocin a la Inmaculada
Concepcin de la Virgen Mara (Edicin facsmil). Estudios complementarios: ...,
pp. 80-82.
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rior de la iglesia conventual, pues hasta esa fecha la imagen de Nuestra Seora de la Concepcin reciba culto en una casa particular, pese a contar con bastante devocin y predicamento entre las clases populares. Al pasar la venerada efigie a ocupar el retablo de la capilla
mayor, se encarg de su cuidado el P. Sacristn, que tena encomendada, entre otras funciones, la de vestirla y adornarla, disponiendo
para ello de sus vestidos, joyas, alhajas y utensilios.
La Hermandad celebraba la fiesta de Nuestra Seora como era
natural el 8 de diciembre de cada ao, con la solemnidad que la ocasin requera, pudiendo decidir si sacaba en procesin a la efigie en
la festividad de la Inmaculada o, por el contrario, en la jornada del
Mircoles Santo.
Por circunstancias desconocidas esta Hermandad de la Pura y
Limpia Concepcin desapareci del concierto procesionista en las
postrimeras (de 1695 data el ltimo documento) del siglo XVII 20.
2.4. Cofrada de Nuestra Seora de la Concepcin Dolorosa
La aparicin de esta Hermandad pasionista hacia 1730, con idntica advocacin y en la misma sede que la anterior Corporacin, nos
hace pensar que fuese una renovacin de la misma, algo realmente
posible por casos similares que se haban producido 21.
Una condicin o requisito indispensable de todo aquel devoto o
fiel interesado en ingresar en la Cofrada, radicaba en prestar el juramento de defender pblica y privadamente el misterio de la Pura y
Limpia Concepcin de Mara Ssma. Ntra. Sra. 22.
Permaneci en el convento de San Luis Real hasta la exclaustracin de Mendizbal de 1835, pasando a establecerse en una capilla de la nave derecha de la parroquia de los Santos Mrtires Ciriaco
y Paula, sede en la que contina 23.
20. LLORDN SIMN, A. y SOUVIRN UTRERA, S., o. c., pp. 451-471.
21. La Hermandad de la Caridad se fund en 1488, dedicndose a la asistencia
de pobres y enfermos hasta 1680, ao en que qued extinguida. Luego, en 1682, esta Hermandad se renov pasndose a llamar, para diferenciarse de la anterior, de la
Santa Caridad de Nuestro Seor Jesucristo.
22. ADE, caja n 135, leg. 22, pza. 4.
23. URBANO CARRERE, R. U., Gua de Mlaga para 1898, Mlaga 1898, p. 56.
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Dos das ms tarde, el referido peridico volva a recordar los trabajos de iluminacin y de adorno que se desarrollaban en la fachada
de la iglesia de los Santos Mrtires para la funcin religiosa del domingo 8 de julio de 1855:
Las puertas estn adornadas con arcos formados de verdes ramas y
todo alrededor de la fachada hay un zcalo tambin de ramaje. De
trecho en trecho en grandes tarjetones trasparentes hay composiciones poticas a la Virgen, y sobre la puerta de la fachada principal hay
una Concepcin pintada, sobre una basa que contiene tambin unos
versos. La iluminacin de vasos de colores debe estar vistosa, particularmente los colocados en las columnas de la puerta principal entre el verde ramaje de que estn revestidas. Hay multitud de banderas en la calle y en la torre de la Iglesia. La iluminacin y la msica,
debe haber llevado anoche a la plaza de los Mrtires y alrededores
una gran concurrencia 25.
Nuevamente la prensa nos informa de cmo se desarroll la ceremonia tan ansiada por los hermanos y devotos de Nuestra Seora de
la Concepcin: (...) ha sido solemnsima, y digna de su objeto. El
templo estuvo bien adornado y brillantemente iluminado, como tambin el altar de la Virgen. La concurrencia de fieles fue extraordinaria 26. Tambin se destaca en la informacin que, una vez concluida
la misa, y ya en el exterior del templo, una banda de msica interpret diversas piezas hasta hora bastante avanzada y se procedi al reparto de 600 panes, como se haba anunciado.
24. El Avisador Malagueo, Mlaga, 6 de julio de 1855.
25. Ibdem, Mlaga, 8 de julio de 1855.
26. Ibdem, Mlaga, 10 de julio de 1855.
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procesin de vuelta a la parroquia de los Santos Mrtires. Al da siguiente, domingo 12, el obispo Antonio Dorado Soto ofici una funcin religiosa en honor de Nuestra Seora, dndose por concluidos
los actos conmemorativos 32.
2.5. Venerable Orden Tercera de Penitencia de San Francisco de
Ass
Esta Congregacin se fund y estableci cannicamente en la
iglesia de la Comunidad de Religiosas de Santa Clara a comienzos
del siglo XIX 33. En este templo, enclavado en el popular barrio de Capuchinos, permaneci hasta finales de 1951 o comienzos de 1952 34.
Los asociados a la Venerable Orden se dedicaron a practicar el culto
interno (Jubileo de la Porcincula, fiestas del Serfico Padre y de
Santa Clara, ejercicios mensuales, etc.) y portaron a la efigie de San
Francisco de Ass -en alguna ocasin- en la procesin que la Congregacin de la Divina Pastora organizaba en honor de su excelsa Titular cada mes de mayo, recorriendo las calles del referido barrio 35.
La veneracin que este brazo seglar de la Orden franciscana tena
hacia la Virgen Inmaculada origin que se acometiera el 4 de octubre
de 1921 una de las actuaciones ms sobresalientes que se conozcan
de su particular historia: levantar un monumento en su honor. Con el
fin de alcanzar tal objetivo, sus componentes, guiados espiritualmente por el presbtero Toms Jimnez del Ro, se dirigieron al Ayuntamiento de la Ciudad para obtener el permiso municipal que les permitiera colocar en la plaza de Capuchinos (situada a pocos metros de
la sede cannica), y sobre el pedestal alzado en el centro de una
fuente, una estatua de Nuestra Seora. En el Cabildo de 9 de septiembre de 1921, se ley una instancia presentada, pasando a ser de32. RODRGUEZ DE TEMBLEQUE, S., Actos en honor de Nuestra Seora de la
Concepcin, La Saeta n 35, Mlaga 2005, pp. 102-107.
33. La primera referencia escrita hallada de esta Asociacin, hasta la fecha actual, data de 1801 [Archivo Municipal de Mlaga (AMM), lib. 191, cabildo de 22 de
junio de 1801, f. 469]. Con anterioridad, y en un listado de hermandades, cofradas
y congregaciones redactado en 1795, no se registraba dicha fraternidad [Archivo
Cabildo Catedral de Mlaga (ACCM), leg. 215, pza. 6].
34. CAMINO ROMERO, A., La iglesia de San Julin de Mlaga: un lugar para el
culto del Santsimo Sacramento, en Simposium Religiosidad y Ceremonias en torno a la Eucarista, San Lorenzo del Escorial 2003, pp. 487 y 488.
35. El Avisador Malagueo, Mlaga, 23 de mayo de 1893.
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batida por las formaciones polticas de la Corporacin. Tras la exposicin de ideas y pareceres, se someti a votacin, prosperando la
propuesta defendida por el concejal ngel Fernndez Ruano (15 votos a favor y 3 en contra) de acceder a lo demandado 36.
Esta iniciativa de los Terciarios de San Francisco tena dos objetos fundamentales: uno, conmemorar el VII centenario de la fundacin de la Orden y otro, erigir un triunfo dedicado a la Inmaculada
en Mlaga ante la ausencia de ste 37. Invitaron al Cabildo Catedral
para que se sumara al acto del descubrimiento de la estatua de la Inmaculada y para que el Obispo celebrara una misa pontifical el da 4
de octubre, fiesta del Santo de Ass 38.
Anteriormente a la fecha reseada, la Comunidad de Religiosas
de Santa Clara y la Venerable Orden Tercera haban organizado un
triduo durante los das 2, 3 y 4 de octubre en honor y gloria de San
Francisco de Ass, participando como oradores: Eugenio Marquina,
dignidad de Arcediano de la Santa Iglesia Catedral de Mlaga; Jos
Alcntara Muoz, prroco de Nuestra Seora de la Merced; y Francisco J. Camacho Trivio, cannigo de la Baslica de Mlaga. Los
cultos revistieron una gran solemnidad, como demuestra el hecho de
que las naves del templo se encontraran repletas de numeroso pblico.
En la jornada de la fiesta principal, el obispo Manuel Gonzlez
Garca ofici el pontifical, estando asistido por prebendados de la
Catedral 39. Luego, y ya en el lugar del acto, procedi a inaugurar el
monumento. Pero antes de que procedamos al relato, vase el anuncio del peridico La Unin Mercantil sobre la imagen de la Virgen
y el lugar donde quedaba emplazada:
La plaza, que se eleva del nivel del suelo cerca de un metro, se hallaba cubierta de ramajes que nada favoreca al ornato de la misma y
36. AMM, lib. 320, cabildo de 9 de septiembre de 1921, f. 196 v.
37. Segn el historiador Elas de Mateo Avils el monumento construido en la
plaza de San Pedro de Alcntara en el siglo XVIII -trasladado en fechas posteriores al
camposanto de San Miguel- nunca despert el inters y entusiasmo de los malagueos
[LLORDN SIMN, A., La ciudad de Mlaga y la devocin a la Inmaculada Concepcin de la Virgen Mara (Edicin facsmil). Estudios complementarios: ..., p. 66] .
38. ACCM, lib. 78, cabildo de 30 de septiembre de 1921, f. 208.
39. El Cabildo eclesistico acord el 30 de septiembre de 1921 que asistieran
de presbtero asistente el Sr. Den; de diconos de honor, los Sres. Roso y Doctoral;
y de diconos de oficio, los Sres. Lumpi y Prez.
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cin, toda vez que ahora ms que nunca nuestro pueblo y nuestro
Ejrcito esperan la eficaz ayuda que siempre les prest la Patrona del
Arma de Infantera42. La situacin blica que se viva, por entonces,
en el norte de frica justificaba de alguna manera que las palabras
del regidor fuesen dirigidas a pedir a la Virgen Inmaculada la proteccin de los combatientes. En ese sentido, y segn la informacin que
obtenemos del Boletn del Obispado de Mlaga, se destacaba que
la primera autoridad municipal se encontraba presente en este acto a
pesar de que, en ese momento, se desembarcaba en el puerto de la
ciudad a heridos procedentes de la Guerra de Marruecos 43.
2.6. Hijas de la Pursima e Inmaculada Concepcin de Mara
La fecha de arranque y la sede donde qued emplazada se desconocen, pero a travs de la existencia de un ttulo de asociada de esta piadosa Institucin (integrada solo por mujeres), se sabe que ya
funcionaba en la dcada de los aos sesenta del siglo XIX. En el dorso del citado ttulo, se expresaba que visitara un da (se supona que
el que le correspondiera) de cada mes a la imagen de la Virgen en el
altar o iglesia en la que se venerase bajo el ttulo de Inmaculada Concepcin. La afiliada rezara cinco padrenuestros, cinco avemaras y
gloria al Padre, letana y salve. En las plegarias a la Santsima Virgen
figuraban los siguientes aspectos:
1. se digne conservarlas puras de cuerpo y alma; 2. por el feliz
acierto en la eleccin de estado; 3. por el aumento de estos coros;
4. por la conversin de los pecadores; 5. para que se mitigue el rigor de la Divina Justicia, que tanto se provoca por el infernal vicio
de la impureza 44.
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Los asociados de la Congregacin se dedicaban a recorrer diariamente (puede que sta fuese una norma estatutaria) las distintas iglesias y parroquias de la ciudad para tributar culto a Nuestra Seora
bajo las ms diversas advocaciones. Por citar dos ejemplos, la prensa facilitaba la noticia que para el da 6 de julio de 1855, estaba previsto visitar a la imagen de Nuestra Seora de la Concepcin, venerada Titular de la Hermandad penitencial del mismo nombre a la que
ya nos referimos, en la parroquia de los Santos Mrtires Ciriaco y
Paula 54; y el 26 de noviembre de 1856, a Nuestra Seora de los ngeles, en la iglesia de la Concepcin 55.
2.9. Asociacin de la Felicitacin Sabatina a Mara Inmaculada
Se erigi en la iglesia de la Concepcin el 22 de abril de 1864,
siendo aprobados los Estatutos por el obispo Juan Nepomuceno Cascallana y Ordez el da 18 del mes siguiente. Tena por objeto perpetuar la fecha en que se defini dogmticamente el misterio de la
Pursima Concepcin y promover entre los fieles la atencin espiritual y corporal a los ms necesitados.
Las funciones religiosas se practicaban todos los sbados del ao
y se prestaba especial atencin al triduo en honor a la Inmaculada.
Adems, en las festividades de la Purificacin, Anunciacin, Natividad y Concepcin, se tendra una misa por la maana y el ejercicio
de la Felicitacin por la tarde o noche. Tambin, y en los das que determinase la Junta, se celebrara una misa rezada en el altar de la Institucin para felicitar a Mara Inmaculada.
La Junta de Gobierno estaba formada por un presidente-director
(el cura prroco), un vicepresidente-subdirector y siete consiliarios
(3 eclesisticos y 4 seglares, de estos ltimos, tres desempearan los
cargos de secretario, juez-contador y tesorero). La primera Junta elegida estuvo integrada por los siguientes miembros: el P. Juan Oliver,
vicepresidente; los PP. Pablo Ruiz Blasco, Antonio Zern y Antonio
Castillo, vocales eclesisticos; Antonio Muzo, Bartolom Laffore
(juez-contador), Jos Snchez (tesorero) y Constantino Grund (secretario), vocales seglares.
54. Ibdem, Mlaga, 5 de julio de 1855.
55. Ibdem, Mlaga, 26 de noviembre de 1856.
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La ausencia de actas de juntas de gobierno y de cabildos pertenecientes a la dcada de los aos cuarenta, nos impide conocer los motivos exactos que movieron a los hermanos de la Cofrada del barrio
de la Trinidad a ejercer el juramento en el ao 1947. En los documentos revisados en su Archivo no hay indicios de la adopcin de
este acuerdo. De todos modos, sorprende este hecho, pues en cultos
posteriores no se volvi a realizar, ni tampoco en los Estatutos aprobados en 1950 (los primeros de los que se dispone del texto) se inscribe nada sobre este asunto. Adems, por esta poca las hermandades penitenciales ya no prestan este juramento por resultar anacrnico y ms cuando ya se haba proclamado en 1854 la pureza de la Virgen Mara 58. No obstante, puede que sea el deseo de adquirir algn
tipo de notoriedad lo que moviera a esta Hermandad del Lunes Santo a ponerlo en prctica para la ocasin, cerrando as un ciclo iniciado siglos atrs por la Archicofrada de la Vera Cruz.
III. CONCLUSIN
sta ha sido, a grandes rasgos, una muestra de la veneracin de
los malagueos hacia la Santsima Virgen Inmaculada a travs de los
siglos. El compromiso adquirido por las asociaciones religiosas y
ms especialmente por las cofradas penitenciales de la defensa del
misterio de la Pura y Limpia Concepcin, se pone de manifiesto en
las funciones religiosas que se realizan a lo largo del calendario litrgico. Por si esto no fuera suficiente, stas lucen insignias, pinturas, piezas o figuritas en los tronos y enseres procesionales alusivas
al dogma de la Inmaculada en los das de la celebracin de la Pasin,
Muerte y Resurreccin de Nuestro Seor Jesucristo 59.
Seminario Mayor
Toledo
I. Prlogo.
I. PRLOGO
Con fecha del 8 de septiembre de 1996 las monjas concepcionistas de Alczar de San Juan recibieron la gran alegra de la aprobacin
pontificia de unas modificaciones a las Constituciones Generales de
la orden de la Inmaculada Concepcin con las que el Espritu Santo
las llamaba a revivir en la Iglesia el carisma primigenio de la misma
orden fundada por Santa Beatriz de Silva en Toledo y aprobada por
Inocencio VIII con la Bula Inter Universa el 30 de abril de 1489. Pero este da glorioso para estas monjas concepcionistas haba supuesto un largo tiempo de preparacin y maduracin de la renovacin
conciliar que peda tambin a la orden de la Inmaculada una vuelta
a las fuentes, es decir, una reforma de la vivencia espiritual de las
concepcionistas conforme al carisma de la fundadora.
Nuestro trabajo tiene como principal objetivo resaltar en este ao
de la Eucarista y de la Inmaculada, cmo Dios mismo ha querido
que esta orden recuperase en plenitud su primigenia inspiracin, es
decir, el carisma fundacional concepcionista, que ha de informar todo el ser y la misin de esta orden en la Iglesia, y que no es otro que
la contemplacin y alabanza del misterio de la Concepcin Pursima
de la Virgen Mara y su vivencia fructuosa en el claustro por parte de
las concepcionistas, de modo que la humanidad entera retorne al conocimiento y amor del Padre, origen y fin de todas las cosas. sta fue
la obra de Santa Beatriz, fundadora de esta nueva familia de vrgenes
en la Iglesia y sta es la que ha sido retomada y vivida de una manera singular por la Sierva de Dios Mercedes de Jess, en obediencia al
Espritu Santo y a la misma Iglesia. Todo esto, nos lleva al agradecimiento a la Santsima Trinidad por las maravillas que hizo en la Inmaculada Virgen Mara y a considerar la importancia de la orden
concepcionista en su aportacin particular al cario del pueblo espaol hacia la Madre de Dios en el soberano privilegio de su Concepcin Inmaculada.
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dese la santidad de Dios amando profundamente el misterio eucarstico de Jesucristo y abrazndose a su pasin redentora.
Durante esos aos de estancia en el monasterio, Beatriz, como
Abraham, como Mara, aquilat su fe guardando en su corazn las
palabras de la Seora, acogiendo el desierto, la soledad, la aridez y el
desarraigo para ser terreno fecundo para su Esposo. Numerosos son
los testimonios que afirman que su oracin era continua y fervorosa.
Dios mismo, como dice la oracin colecta de su fiesta litrgica la
hizo resplandecer por su altsima contemplacin, adornndola con
una devocin singular para con la Virgen Mara en el misterio de su
Concepcin Inmaculada. Creci en el silencio monstico, viviendo
la clausura con un profundo sentido de intimidad con el Amado y
ocultando su rostro con un velo que llevara de por vida como signo
de su unin esponsal con Cristo. A l sigui e imit en su obediencia
al Padre hasta la muerte (cfr. Flp 2, 8), obedeciendo a las superioras
y prelados del Monasterio como la tima de todas. Tras una treintena
de aos en el Cster toledano, la Virgen Inmaculada vuelve a aparecrsele para urgirle ya la fundacin de la nueva orden. Y Beatriz, impulsada por el Espritu Santo, acepta el mandato de Mara para incrementar la santidad de la Iglesia y levantar la fe del pueblo espaol, en que desde siglos reinaba la devocin inmaculista.
La ocasin vino dada por la reina Isabel la Catlica, que don a
Beatriz los palacios de Galiana, contiguos a la capilla de Santa Fe, a
los que se traslad en 1484 con doce compaeras para iniciar la nueva forma de vida, convirtiendo aquellas instalaciones en el primer
claustro concepcionista. Pasados cinco aos, Beatriz, pidi a la Iglesia la aprobacin de su orden que Inocencio VIII definitivamente
confirmara el 30 de abril de 1489 por la ya citada Bula Inter Universa. En ella quedaban expuestos los aspectos esenciales de la orden concepcionista: regla del Cster, abadesa, hbito blanco y manto
azul celeste con la imagen grabada de la Virgen Mara, Oficio divino
de la Concepcin, clausura y sumisin al ordinario del lugar.
La bula fundacional fue anunciada prodigiosamente a Santa Beatriz por un mensajero celestial, San Rafael, a quien ella tena devocin desde pequea. Pero la prueba de fuego que afianzara en la fe a
la Santa Madre sera la noticia del naufragio del barco que traa la
bula a Espaa. De esta forma, al permitir Dios este contratiempo, se
consum la perfeccin de Beatriz, y se puso de manifiesto que la
nueva vida concepcionista le perteneca a l. Beatriz, purificada con
la aceptacin amorosa del designio de Dios, esper en l y encontr
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de forma milagrosa la bula al abrir un cofre. En el 1491, tras una solemnsima procesin por la ciudad de Toledo, se ejecut la bula por
la que se eriga cannicamente el primer monasterio de la Pursima
Concepcin.
Despus de todo sto, Beatriz recibi la visita de Mara, que le
anunci que pronto ira a gozar de la presencia de Dios en el cielo.
Pero antes de ese momento, un da, estando ella en oracin, vio que
la lmpara del Santsimo Sacramento estaba apagada y que luego,
volva a encenderse. Escuch una voz advirtindole de las persecuciones que como la Iglesia sufrira su orden, pero tambin, que al fin,
sera ensalzada y extendida por todas las partes del mundo. Esta revelacin, cumplida posteriormente, y los prodigios que acompaaron la muerte de Santa Beatriz, nos hablan de la categora de su santidad. Al serle administrada la uncin sali un brillo resplandeciente
de su rostro y una estrella apareci en su frente hasta su expiracin.
Luces y estrella cerraron los ojos a esta vida el 17 de agosto de 1492,
en el octavario de San Lorenzo. Con Jess agonizante en la cruz, pudo exclamar Todo est cumplido (Jn 19, 30).
No podemos olvidar tambin, por otro lado, que una vez que las
apariciones de la Virgen Mara vestida de blanco y azul a Santa Beatriz de Silva se divulgaron, los seglares comenzaron a llevar sobre
sus pechos y espaldas trozos pequeos de tela azul con la imagen de
la Inmaculada, siendo el papa Julio II el que posteriormente concediese indulgencias a los que lo portasen. De esta manera surgi el
Escapulario azul en Castilla, antes de que se propagase con la Venerable rsula Benicasa 4.
La beatificacin de Beatriz de Silva por va de culto tuvo lugar
el 28 de julio de 1928 por el papa Po XI, y la canonizacin por va
de no culto, movida principalmente por las Concepcionistas de Tacubaya (Mxico), el 3 de octubre de 1976 por el papa Pablo VI. Actualmente la Orden de la Inmaculada Concepcin cuenta con alrededor de 150 monasterios extendidos por Europa y Amrica.
Pero para profundizar en el conocimiento de su carisma fundacional, que como hemos visto est contenido en el ttulo de la orden, no
podemos perder de vista algo que nos pone en relacin directa con lo
que el Espritu Santo ha suscitado en la Sierva de Dios, Mercedes de
Jess. Nos referimos a la vuelta a las fuentes que el concilio Vati4. PREZ, N., Historia mariana de Espaa, Toledo 1993, t. I , p. 760.
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cano II ha impulsado en el decreto Perfectae Caritatis: La adecuada renovacin de la vida religiosa comprende, al mismo tiempo, un
retorno incesante a las fuentes de toda vida cristiana y a la inspiracin originaria de los institutos, y una adaptacin de stos a las condiciones de los tiempos, que han cambiado. Hay que promover esta
renovacin, bajo el impulso del Espritu Santo y la direccin de la
Iglesia [...](PC 2) 5.
Y es que conforme a los datos tan bsicos y esenciales que de la
vida de Santa Beatriz, si tuviramos que destacar una palabra que definiese, es decir, que enmarcase con precisin la espiritualidad propia de la orden, sta no sera sino la de Inmaculada. El carisma primigenio de la orden es el concepcionista. Esto ha de ser acentuado,
pues ste ha sido el designio de Dios que la Iglesia ratific con la
aprobacin fundacional de la orden a finales del siglo XV. Se nos
plantea, ahora pues, el hecho de que muchos monjas de la orden reciban el calificativo aadido al de concepcionistas de franciscanas,
e incluso que se considere a la orden como franciscana, a excepcin
de algunos monasterios, que sin serlo, continan perteneciendo a la
misma. Se trata, pues, de abordar el hecho de la franciscanizacin
de la orden de la Inmaculada.
Sin minusvalorar la riqueza y la abundancia de santidad que la familia franciscana ha aportado a la Iglesia y respetando ante todo la
propia espiritualidad franciscana que caracteriza a toda la familia de
San Francisco, hemos de afirmar que la orden que fund Santa Beatriz, en su origen, no es ni puede denominarse franciscana. Para ello,
recurrimos a las tesis aportadas por la Sierva de Dios, Madre Mercedes, en su ponencia El Carisma fundacional de Santa Beatriz de Silva tenida lugar en el Primer Congreso Internacional de la Orden
Concepcionista en Len con motivo del V Centenario de la Bula Inter Universa, en el ao 1989. No vamos a desarrollarlas, sino que
nos acercaremos a ellas para comprender mejor la espiritualidad
concepcionista.
En primer lugar se debe recordar que Santa Beatriz no era franciscana, aunque hubiera entablado buenas relaciones con algunos
franciscanos y que su orden no recibi de ella el espritu franciscano,
pues como veremos en la Segunda Minuta de peticin de la funda5. Decreto Conciliar Perfectae Caritatis, en Concilio Ecumnico Vaticano II,
Constituciones. Decretos. Declaraciones, Madrid 1999, p. 471.
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cin, ella no escogi la regla de San Francisco para su orden. Adems, el papa Pablo VI, en el decreto Preclara Ordinis sobre la canonizacin de Santa Beatriz del 3 de octubre de 1976, denomina por
cuatro veces a las monjas de la orden de la Inmaculada concepcionistas 6.
En segundo lugar, se debe afirmar que todas las influencias franciscanas de la orden concepcionista se deben a los observantes de
Castilla, los cuales, en el ambiente de reforma, encauzaron a la naciente Orden Concepcionista por la observancia franciscana, cambindole su propio modo de ser o esencia. Luego, la franciscanizacin de las concepcionistas bien puede decirse ser fruto de la reforma dirigida por el cardenal Cisneros, y no deseo de la fundadora,
Santa Beatriz. As, el 19 de agosto 1494, la Bula de Ex Supernae
Providentia, de Alejandro VI, extingua la regla del Cster para las
concepcionistas e institua la de Santa Clara, y ms tarde, el 1 de septiembre de 1494, la Bula Apostalicae Sedis extingua la orden de San
Benito en el Monasterio de San Pedro de las Dueas de Toledo, fusionndolo con el de la Concepcin, bajo la regla de Santa Clara,
transfiriendo al mismo todos los bienes del monasterio extinguido.
La Bula Pastoralis Officii, del 19 de febrero de 1506, mandara el
traslado de las concepcionistas del monasterio fundado por Santa
Beatriz, al de San Francisco donde se encuentran actualmente, dejando extinguido el Monasterio Cuna y Casa Madre de la orden de la
Inmaculada Concepcin. Finalmente, el papa Julio II concedera una
regla propia a la orden por la Bula Ad Statum Prosperum del, 17 de
septiembre de 1511, documento en el que, salvndose el carisma de
Santa Beatriz, se percibe una gran influencia de la observancia y espiritualidad franciscanas. Esta regla deja a las concepcionistas bajo
el cuidado de los frailes Menores.
Pero pasemos a tratar los elementos constitutivos de la orden que
aparecen en las Minutas de las peticiones de la Santa Madre al papa
Inocencio VIII para la aprobacin de su forma de vida monstica y
en la bula fundacional de la orden concepcionista.7 En la Primera
Minuta, del 5 de febrero de 1489, la reina Isabel la Catlica, junta6. BAZ, J., El Calvario de un Lirio, Estampa sobre la vida de Santa Beatriz de
Silva, Fundadora de las Monjas Concepcionistas, Alczar de San Juan 1982, pp.
165-171.
7. Regla, Constituciones Generales y Estatutos de la Orden de la Inmaculada
Concepcin, Alczar de San Juan 1996, pp. 9-25.
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En estos textos vemos cmo las concepcionistas, tienen una especial obligacin de imitacin de la Virgen Mara. Si todo cristiano ha
de vivir tambin como mariano, porque ciertamente es hijo de la
Santsima Virgen, cunto ms estas monjas han de vivir conforme a
lo que son: concepcionistas, es decir, seguidoras de la santidad original de Mara, significando en el mundo y en la Iglesia, aquel primer
pensamiento de Dios sobre el hombre, de llamarlo a la comunin ntima con l, proyecto roto libremente por el hombre con el primer
pecado pero recuperado y ampliado infinitamente por la sangre de
Cristo, que limpi a Mara en su concepcin, de la herencia de Adn.
Ella es la Nueva Eva que coopera de forma magnfica a la obra redentora del Nuevo Adn.
Espiritualidad de santidad, podra ser el resumen del rasgo distintivo de esta orden, surgida en Espaa en un momento de clara decadencia en la vida de la Iglesia. Y espiritualidad que, aunque con cinco siglos de historia, est an por redescubrirse en toda su plenitud.
Ciertamente que Beatriz, en este Ao de la Inmaculada, quiere invitarnos a mirar a Mara, y en esta contemplacin, guardar como Ella
en el corazn (cfr. Lc 2, 19), todo lo que Dios ha hecho y quiere seguir haciendo por el hombre. En Mara, el Padre contempl la morada perfecta para su Hijo, el Arca Sagrada del Redentor. Cristo la asoci a sus Misterios constituyndola en Corredentora y Madre de todos los hombres. El Espritu Santo obr en Ella el milagro de su santidad original a la que Ella cooper con una fe integrrima y un amor
perfecto. Esposa y Templo del mismo Espritu, ahora acompaa a la
Iglesia y a su orden concepcionista en su peregrinar hacia el cielo,
que no es sino el fin del hombre, Dios mismo. El pecado no tiene la
ltima palabra, sta corresponde a Dios. Bendito sea Dios, Padre de
nuestro Seor Jesucristo, [...] por cuanto nos ha elegido en l, antes
de la fundacin del mundo, para ser santos e irreprochables en su
presencia, en el amor (Ef 1, 3-4).
Por eso, con todas las concepcionistas alabamos y bendecimos a
la Inmaculada Virgen por medio de las palabras de la antfona mariana Tota Pulchra: Toda pura eres, Mara. Toda pura eres, Mara. Y
mancha original no hay en Ti.13.
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Faustino Sanz Herraz, Grupo escultrico del Misterio de la Inmaculada Concepcin, Alczar de San Juan, 1973.
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Cristiana y concepcionista, imit el silencio y la clausura de Santa Beatriz, dedicndose mucho a la oracin, al recogimiento y ala vida interior. Fue una autntica madre para sus monjas y para los fieles
que se acercaban al monasterio. Su bondad se dej ver con cuantos
trataba, as como su profunda humildad. Infunda paz y sosiego porque viva de Dios y su corazn rebosaba en amor al Seor. Como
abadesa, ejerci este servicio con seriedad y responsabilidad, siendo
como la ltima de las monjas. Busc sobre todo la gloria de Dios,
queriendo hacer siempre su santsima voluntad. Mujer fervorosa, invitaba a la devocin a cuantos la vean y muy mortificada para el Seor. Practic una gran austeridad tendiendo siempre a la perfeccin.
Porque llevaba a Dios dentro de s, vivi la misericordia para con su
comunidad, siendo una autntica maestra espiritual. Lejos de mostrarse lejana para con los hermanos, con todos ejercit la caridad,
manifestando con su comportamiento, el amor del Padre. Muy unida
a la cruz de Cristo, pas por grandes sufrimientos sin queja alguna.
Tuvo un especial cario al Padre celestial, de ah que pidiese le
fuese cantado en el momento de su despedida de este mundo las palabras de Jess a Mara Magdalena Subo al Padre mo y Padre vuestro, al Dios mo y Dios vuestro (Jn 20, 17). Asimismo vener con
gran ternura a la Inmaculada Virgen Mara y a Santa Beatriz de Silva. Su vida y su muerte han sido un testimonio elocuente de la presencia y de la accin de Dios. No tienen ningn desperdicio las palabras de la Sierva de Dios acerca de su propia experiencia espiritual
que recogemos del artculo Con Mara, tu Madre, que escribi en el
libro Felicidades, Jesucristo!16: Dejando atrs aquel da en el que
entend mi misin, algo que hablaba de cielo, de recogimiento, de
perfeccin; algo que despus de consagrada a ti, mi Dios, la Iglesia,
mi Madre, el carisma fundacional, y el misterio de Mara en su limpia Concepcin desvel. Dejando esto, mi Cristo, recuerdo aquel
fluir de tu amor que a mi espritu alcanz, con el que t quisiste decirme qu era yo. Y me llevaste a tu Padre, y me metiste en su amor.
[...] Pero qu es sto que siento, Padre, que mi alma jubil -le dije-,
que amndote impulsada por la fuerza de tu Amor, hllome amndome yo? Cmo no ha de ser as -su luz divina me habl- si tu principio est en m sin haber separacin? Yo soy tu Creador, tu Padre, el
Dios que te alumbr! Te di mi carne, mi sangre, mi espritu!, me di-
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jiste, Cristo, que soy parte de ti, Redentor, a causa de mi pecado, que
tu carne inmol. Ciertamente que estas palabras reverberan el amor
de Dios y la experiencia de un alma henchida de l. En ellas late con
gran fuerza el carisma concepcionista de retorno a los brazos limpios
de un Dios que no abandona al hombre tras el pecado (cfr. Plegaria
Eucarstica IV) sino que en Cristo y en Mara, le ha tendido un brazo
para que suba hasta l.
Y esta espiritualidad, ya sin ningn aadido franciscano, es la que
es la que est recogida en las Constituciones Generales de 1996 que
ya hemos mencionado, a lo largo de las cuales se palpa la vocacin
concepcionista, como llamada particular de Dios a desposarse con
Cristo, el Seor, siguindole con Mara en obediencia, pobreza, castidad y clausura y hacindose un slo espritu con l, secundando la
accin del Espritu Santo. Para ello cuentan con los poderosos instrumentos de la oracin y la penitencia vividos en comunin con las
hermanas de la misma comunidad y siguiendo los ejemplos de Cristo y de su dulcsima Madre. Es tambin la que se refleja en el escudo
de la orden, constituido por una parte por los elementos caractersticos de la fundadora: la estrella y el len, sobre fondo rojo y el bculo abacial, y por otra, por el anagrama de Mara con las palabras Tota Pulchra referidas al Misterio de la Inmaculada Concepcin, sobre
fondo azul. Todo ello coronado por la Cruz de Cristo.
La consagracin concepcionista es considerada por madre Mercedes en la obra Hacia el amor perfecto, desde el Monte Santo de la
Concepcin, que es su principal legado espiritual, como una escalada
que la monja de esta orden hace hasta el monte escogido por Dios para habitar, para encarnarse, para redimir y santificar al hombre, que es
Mara Santsima. En este libro, tras un prembulo en el que se justifica la publicacin de esta obra y un captulo donde se nos presenta la
razn del ttulo, se describe con gran fineza espiritual el carisma propio de la orden concepcionista. Los captulos de esta obra van precedidos de algunos prrafos de los Estatutos del monasterio alcazareo,
donde se concentran los distintos temas. Adems, a modo de hilo conductor aparece continuamente el Cantar de los Cantares.
As, el punto de partida es la creacin del hombre. Dios Trinidad
es el fundamento de la espiritualidad concepcionista, porque stas
viven su vocacin especfica en la Iglesia, guardando en el corazn
la iniciativa divina de llamar al hombre, en su propia creacin, a la
santidad, y contemplando que este proyecto fue alterado por el pecado de Adn y salvado en la Virgen Inmaculada, por medio de la re-
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cogido y aceptado libremente los designios divinos. Vaco de las cosas, a esto tiende el despojo de la concepcionista. Y es tambin la Inmaculada la que hace experimentar a la concepcionista la pobreza de
Cristo que ha liberado al hombre por su Encarnacin y por su Pascua
de las tres pobrezas en que el hombre haba cado por el pecado original: de la carencia de Dios, de libertad y del desorden moral.
La concepcionista realiza su oblacin por medio de la clausura,
segn el deseo de su fundadora, Santa Beatriz. As, el monasterio se
convierte en el recinto de bsqueda continua del Dios que slo puede saciar su alma. Por todo ello, el silencio y la soledad monsticos
son instrumentos imprescindibles para la unin y configuracin con
el Divino Esposo. Silencio creativo sanador de la propia mente, gestador de la Palabra de Dios, que ilumina la vida espiritual, pacificador, que propicia el mbito de encuentro con Dios y de bsqueda,
que consuma dicho encuentro. Esta clausura tambin se nutre principalmente de la oracin, de la Lectio divina, de la liturgia, en especial
de la Santa Misa y el culto eucarstico fuera de ella, el Oficio divino,
el sacramento de la penitencia y la mortificacin, que hace ms vigorosa la fe en Cristo, conduce al crecimiento del amor y lleva a su
fin la redencin. En este sentido apunta la Sierva de Dios: As nos
desea el Seor para l, puras e ntegras. Purificadas [...] Como el lirio entre cardos as hemos de florecer para Dios. Totalmente segregadas del mundo, como Mara, nuestra Madre Inmaculada, Huerto
cerrado, Fuente sellada, Buscadora de Dios, la del corazn contemplativo, en eterno silencio adorador ante la Palabra divina, la
Pacificada, que nos entreg al Prncipe de la paz, la de la vida
orientada plenamente a Dios (cfr. Estatutos 46, 3)18.
Estos votos monsticos la concepcionista los profesa incorporndose a una comunidad. La espiritualidad concepcionista exige de cada una de las monjas un constante esfuerzo y generosidad en la vivencia de la comunin monstica, prolongacin del amor trinitario al
crear al hombre a su imagen y semejanza y del amor supremo de
Cristo hasta la muerte. La comunidad concepcionista es la de la nueva creacin, donde cada uno de sus miembros estn unidos como
Mara Inmaculada lo estuvo a su Hijo. Para ello es necesaria una
continua purificacin y superacin en las virtudes cristianas.
Por ltimo, el libro nos presenta el broche final, la realizacin
mxima de todos los anhelos de la concepcionista: Mara Inmacula18. Ibid., p. 477.
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da. En esta parte, la reflexin es un canto de alabanza a la Toda Hermosa. Es la misma oblacin a la Virgen Inmaculada, la que conduce a su veneracin e imitacin por parte de la concepcionista. Ella es
la nica criatura en la que Dios salvaguard su primer pensamiento
de santidad sobre el hombre. La transformacin en Cristo por medio
de Mara es la forma de la espiritualidad concepcionista, que otorga a la orden una fisonoma especficamente mariana. La concepcionista mira a la Virgen como esclava del Padre, Discpula perfecta de
Cristo y receptculo del Espritu Santo. La imitacin de las virtudes
de la Virgen hace que su santidad influya en la concepcionista y la
prepare para que el Espritu Santo haga de ella un alma pura, con los
rasgos de Mara y entregada, como Ella, a su accin santificadora.
La concepcionista no se puede santificar si no es viviendo con Mara el misterio de su santidad original, su pureza inmaculada19.
IV. EPLOGO
Las hijas de la Sierva de Dios, conservan en las celdas del monasterio la inscripcin Tu vida ha de ser redencin para los dems.
No podemos sino acabar cantando las excelencias de la Virgen Madre en el misterio de su Limpia Concepcin y las glorias de la orden
benditsima de Beatriz de Silva. Mara Inmaculada ha sido la primera beneficiaria de los frutos de la redencin y de una manera extraordinaria, pues ha sido preservada de toda mancha de pecado. Ya hemos visto cunta riqueza espiritual se concentra en el carisma concepcionista. De ste manantial de aguas puras siguen bebiendo las
concepcionistas, a ejemplo de la fundadora, la savia de su propia vocacin.
Pero esta espiritualidad tan antigua y tan nueva, puede ser tambin programa de vida para otros cristianos de nuestro mundo actual,
tan necesitado de Dios. stos y aquellas han de prolongar en este
mundo la redencin de Cristo, por quien recibimos la vida divina,
siendo para los hombres blsamo y medicina que los arrastren hacia
Dios. Nuestra Madre Inmaculada, fiel intercesora ante el Dios Trino,
ayude a todos los hombres, a retornar al amor del Padre, y del Hijo y
del Espritu Santo.
19. DE JESS EGIDO, SOR M., o. c., p. 482.
Seminario Diocesano
Mlaga
I. Introduccin.
I. INTRODUCCIN
El amor y el culto a la Madre de Dios est muy enraizado al pueblo fiel. Bien lo evidencian tantos templos y santuarios que se han
construidos en honor a la Virgen, fiestas, peregrinaciones, cnticos y
rezos con que la reina de cielos y tierra es ensalzada, con preferencia
a todos los ngeles y santos del cielo. Con este clamor popular concuerda la Iglesia orante que es la Iglesia, a ningn santo por importante que sea, se le dedica tanta atencin como a la Virgen Mara.
La honra con solemnidad, como la Inmaculada y la Asuncin, y
con frecuentes festividades. La razn es clara, Mara es la Madre de
Dios, no tuvo jams mancha alguna de pecado, ni el original, desde
el primer instante de sus ser, desde su concepcin. Fue totalmente sin
pecado, Inmaculada. La doctrina sobre la Inmaculada Concepcin y
la veracidad de su total preservacin de toda mancha de pecado desde su concepcin, tal y como hoy se ensea en la Santa Madre Iglesia, es el resultado de un largo proceso en el devenir de los siglos,
tanto del pueblo de Dios como de los estudiosos de la materia 1.
Entre los antiguos escritores de la Iglesia, tanto griegos como latinos, son mltiples los testimonios que pregonan a Mara como la
llena de gracia y absoluta pureza. Hay quienes comparan a la Virgen
con Eva, por algn tiempo inmaculada e incorrupta, sin estar sujeta
al pecado original, pero sin caer despus como ella en la esclavitud
del pecado, al ser engaada por la serpiente 2. Por su pecado, Adn,
en cuanto primer hombre, perdi la santidad no solo para l sino para toda la humanidad. La Pursima Concepcin, al haber sido preservada de todo pecado, permanece ante Dios y antes toda la humanidad como signo inviolable de la eleccin por parte de Dios 3, en Ma1. BASTEROS DE ELEIZALDE, J. L., Mara, Madre del Redentor, Pamplona 1995.
2. Inmaculada, 150 aos de la Proclamacin del Dogma, Crdoba 2004.
3. MARTNEZ PUCHE, J. A., El libro de la Inmaculada; doctrina, historia, poesa y arte sobre la Inmaculada Concepcin de Mara, Madrid 2005.
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Finalmente con Po IX (1846-1878) Ineffabilis Deus: Carta apostlica en la que est contenida la definicin dogmtica de la Inmaculada Concepcin de Santa Mara Virgen, 8 diciembre 1854;
dice as:
declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelado por
Dios, y por consiguiente, que debe ser creda firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la santsima Virgen Mara fue preservada inmune de toda mancha de culpa original
en el primer instante de su concepcin, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atencin a los mritos de Jesucristo,
salvador del gnero humano... 4.
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los serensimos Reyes Doa Isabel y D. Fernando, con celo y devocin que tenan de esta santa Iglesia, ordenaron que se hiciese y celebrase en ella por su vida y estado y por memoria suya y del prncipe D. Juan y por los otros sus hijos e hijas que Dios les ha dado y
diere en adelante, el da de la Concepcin de Nuestra Seora una
fiesta siempre jams, para esta dicha fiesta y otras dos, que en este libro van declaradas, situadas por su privilegio en las Alcabalas de la
villa de Mora, de esta dicesis de Toledo 6.
Aunque nada se dice aqu del origen o causa de esta fiesta, como
se puede constatar en el manual El rito Mozrabe y la Inmaculada
Concepcin de Mara, afirma que fue para dar gracias por haberse librado don Fernando de la cuchillada que le dio un demente en Barcelona, ya que este suceso ocurri en Vsperas de la Inmaculada. Sin
embargo don Fernando de Aragn se lo atribuye a la Virgen del Pilar
el haberse librado de la muerte; y por eso envi a Zaragoza el collar
partido por el golpe, que sirvi para adornar el vestido de la Santa
Imagen.
Don Fernando, desde Burgos, solicit indulgencia para la cofrada de la Concepcin 7. El 5 de abril de 1508, el rey Fernando pidi
tambin indulgencias para los que dijeren u oyeren una misa de la
5. PREZ, N., La Inmaculada y Espaa, Santander 1954.
6. Ibidem
7. Tomado por Nazario del Archivo General de la Corona de Aragn. Registro
3685, segn nota del P. Fita.
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Poco falt para que la hazaa se hubiese llegado a cabo, prendiendo fuego a la ciudad. Esto fue impedido por uno de los compaeros, que puso en alarma a los moros. Al poco se form el gran alboroto; y no fue pequea maravilla, que sin derramar gota de sangre
saliera libres de la ciudad Pulgar y los suyos y llegaran todos salvos
a Alhama. Pero el nombre de la Virgen qued colgado de las puertas,
como presagio de la prxima conquista.
Frente de Granada se levanta la nueva ciudad de Santa Fe, a cuya
colegiata dio Isabel el nombre de Santa Mara. El rey don Fernando
viendo que ni sus armas, ni su hbil poltica acababan de darle el
triunfo, habl con Isabel, convoc su ejercito y ante la imagen de la
Inmaculada Concepcin juraron todos consagrarle un templo. As lo
afirman autores contemporneos, aunque no hay quienes lo duden.
Descubrimiento de Amrica
Mucho deben los leones de Castilla a Mara Santsima por haberles hecho seores de la principal parte del Nuevo Mundo que descubri Coln, as escriba el Inca Garcilaso de la Vega, y as lo prueba
la historia de todos los descubridores y conquistadores de Amrica,
que siempre reconocieron a la Virgen por capitana.
Cristbal Coln como toda su gente antes de partir pidi a la santsima virgen su bendicin y comulg, segn el P. Luis Coloma, esta
virgen era Nuestra Seora de los Milagros de la Rbida.
La Capitana en que parti a descubrir el Nuevo Mundo, la que antes se haba llamado Marigalante, para tener nombre digno de la empresa que iba a llevar a cabo, se llam entonces Santa Mara9. Su
bandera era de raso grana con letras de oro y bordado llevaba las esfinges de Jess y de Mara. Notan tambin los autores que parti de
Palos la expedicin colombina, vspera de Nuestra Seora de las
Nieves y descubri la primera tierra americana vspera de la Virgen
del Pilar y en su da puso los pies en ella, hay que destacar que en
aquel tiempo no se celebraba la Virgen del Pilar el 12 de octubre, si8. PERZ, N., La Inmaculada, o.c.
9. Ibidem.
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10. Tomado por N. Prez de Iris de Paz en crnica del congreso Hispano-Americano.
11. PREZ, N., La Inmaculada, o.c.
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12. Debemos estos curiosos datos a un libro impreso en 1661 por don Pablo de
la Pea y Lazcano, caballero del hbito de San Mauricio, Maestresala y Secretario
del Cardenal Moscoso, titulado Informacin histrica y eclesistica en que se prueba que el glorioso Doctor San Ildefonso, Arzobispo de Toledo y Primado de las Espaas, afirm en diversos lugares de sus escritos de la Pursima Virgen Mara, que
fue concebida sin mancha, etc Es claro que no prueba lo que se propone, pero en
cambio nos da otras tiles noticias. Tomado por Nazario Prez S.J en La Inmaculada y Espaa, o. c.
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14. GARCA LOBO, V., Documentos en torno a la fundacin de la Orden Concepcionista. Estudio Diplomtico, en La orden Concepcionista. Actas del I Congreso Internacional, Len 1990, t. I, pp.119-140.
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Silva y Meneses con la realeza, para explicar la venida de doa Beatriz desde su tierra de origen a Espaa. El 22 de julio de 1447 en la
villa de Madrigal de las Altas Torres (vila) Juan II de Castilla se
desposa con Isabel de Portugal, de cuya unin nacera doa Isabel de
Castilla. El monarca contrajo matrimonio en segundas nupcias tras
quedar viudo 19. El 19 de mayo de 1445 lleg a tierras de Castilla Beatriz de Silva, como dama de la reina 20. El ambiente cortesano no era
el ms adecuado para una doncella angelical y espiritual. No era de
extraar que aquellos caballeros inmersos en el mundo de los combates, amores y galanteos, agasajasen a Beatriz, llegando incluso a
enfrentamientos y desafos.
Nuestra joven exceda a todas las dems damas en hermosura y
gracia, cabalmente femenina y mujer plenamente normal. Esto suscitaba la envidia y el celo de las damas casaderas que vean como esta
recin llegada cautivaba la mirada y el corazn de muchos donceles.
Ahora bien, nos podemos preguntar como una mujer tan cortejada
logr mantenerse distanciada de todo tipo de compromiso.
La madre Mariana de Luna habla de un voto de castidad, pero
ms bien pudo ser un compromiso y no un voto formal, aunque no le
faltara en su pensamiento la idea de consagrarse a Dios y a la Virgen,
ya que la blanca limpieza de la Virgen fue siempre su ideal, clave
que nos deja entrever la lucha moral y espiritual que tuvo que sostener Beatriz de Silva durante su estancia en la corte. Fue tanta su belleza y gracia, que la propia Isabel de Portugal tuvo celos de ella y de
su esposo don Juan II. Beatriz supona un obstculo y era necesario
hacerla desaparecer.
La reina la hizo encerrar en un cofre, en la villa de Tordesillas,
donde permaneci tres das y tres noches sin injerir alimentos, condenada a morir asfixiada. Al transcurrir estas setenta y dos horas fueron a ver el cuerpo sin vida de la joven dama y sin embargo, Cul
seria la sorpresa? La joven doncella sali fuerte y fresca como si nada hubiese pasado 21. Estando en dicho cofre se le apareci la Virgen
Mara, cuya intercesin suplic Beatriz, la cual no tardo en consolar
su afligido corazn. La Santsima Virgen se le manifest con hbito
blanco y manto azul y el Nio Jess en brazos.
19. Juan II contaba alrededor de cuarenta y dos aos.
20. Ibidem, p. 68.
21. OMAECHEVARRIA, I., Origenes de la Concepcin de Toledo, Burgos 1976,
p.60.
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