Semana Santa Murcia
Semana Santa Murcia
Semana Santa Murcia
UNIVERSIDAD DE MURCIA
FACULTAD DE LETRAS
DEPARTAMENTO DE LITERATURA
ESPAOLA,
TEORA DE LA LITERATURA Y
LITERATURA
COMPARADA
V B
EL DIRECTOR
LA LICENCIADA
AGRADECIMIENTOS
Al profesor D. Francisco Javier Dez de Revenga, Director
de esta tesis, por su silenciosa autoridad para orientarnos y por la
delicadeza con la que nos ha aceptado toda iniciativa y
protagonismo en la realizacin de este trabajo, sin obstruir, nunca,
nuestros propios planteamientos.
Al tribunal, que en su momento ha de censurar nuestro
trabajo y lo ha de calificar, del que aceptamos con sumo respeto el
veredicto emitido, quedndole a todos muy agradecida por su
participacin.
A las personas que se han llenado de paciencia y atencin
y nos han ayudado con sus conocimientos sobre Semana Santa,
facilitndonos numerosos libros, desinteresadamente, y han
contestado a todas nuestras preguntas, que han sido muchas, entre
las cuales destacamos a los siguientes Sres: Antonino Gonzlez
Blanco, Ricardo Martnez-Moya Asensio, y Juan Pedro Hernndez
Gonzlez.
Alfonso Cern Aledo, Elas Hernndez Albaladejo, Manuel
Herrero Carceln, Rosa Garca, Marcial Garca Garca, Manuel
Gea Rovira, Antonio Gonzlez Barns, Jos Hernndez Navarro,
Antonio Labaa, Pascual Martnez Ortiz, Jos Antonio Melgares
Guerrero, Vicente Montojo Montojo, Maximiliano Olivares
Morales, Daniel Pineda Novo, Antonio de los Reyes, Fulgencio
Snchez Riquelme, Federico San Nicols, Francisco Toms
Ortuo, Carlos Valcrcel Mavor y Mara Teresa beda.
Agradecimiento por la ayuda recibida de los Directores y
Auxiliares de las siguientes Entidades y Bibliotecas Municipales:
Alhama de Murcia, Alguazas, Jumilla, Lorca, Mazarrn, Torre
Pacheco y Blanca. Asamblea Regional Murciana, y los Cabildos
de las Cofradas: Marrajos en Cartagena, Cristo de la Sangre,
Nuestro Padre Jess Nazareno, El Perdn, El Refugio y Santo
Sepulcro en Murcia.
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NDICE
PREMBULO.................................................................21
APUNTES METODOLGICOS.27
Captulo I: VISIN GENERAL DE LOS
COMPONENTES DE SEMANA SANTA
(Primera parte)
1.0.- La Cuaresma en la Liturgia Romana.........................33
1.1.- Ayunos Cuaresmales.................................................37
1.2.- Mircoles de Ceniza..................................... ............38
1.3.- Liturgia..........................................................40
1.4.- Estaciones Cuaresmales Romanas.................42
1.5.- Cofradas pasionarias y Religiosidad Popular...43
1.6.- Fiesta y Semana Santa...................................54
1.7.- Signos Externos de Penitencia........ ..............57
1.8.- Pasos de Semana Santa..................................60
1.9.- Procesiones de Semana Santa....................................64
Captulo II: SEMANA SANTA PUEBLO A
PUEBLO
2.0.- Visin General................................................69
2.1.- Semana Santa Pueblo a Pueblo.......................79
2.2.- Jumilla.......................................................................177
2.3.- Caracol Smbolo de Resurreccin.193
2.4.- Los Armaos de Jumilla y la Danza del Caracol.194
2.5.- Los Armaos en la Literatura..198
2.6.- Los Armaos en los Hechos de la Pasin....201
2.7.- Los Armaos de la Hdad del Cristo Amarrado a la
Columna de Jumilla203
Captulo III: TEXTOS LITERARIOS DE LA
PASIN
(Segunda Parte)
3.0.- Datos convenientes........................................307
3.1.- Publicaciones en Prensa (1875-1899)............311
3.2.- Textos publicados en diversos medios (1900-1936)..334
3.3.- Textos publicados en distintos medios (1937-1975)..359
3.4.-Textos publicados en diversos medios
(1976-2005).386
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PREMBULO
El objeto de nuestra investigacin es la Semana Santa murciana,
pero no su descripcin fsica o litrgica meramente, sino la imagen que
de ella ha surgido en la literatura; de ah el ttulo. En consecuencia el
estructurar el presente texto nos obliga a no prescindir, como punto de
partida, de describir las peculiaridades de nuestras principales fiestas
religiosas pues, sin la misma, sera difcil ni entender, ni valorar los
textos que dichas fiestas han inspirado.
Dividiremos en dos partes nuestro trabajo, y la primera la
comenzaremos con una sntesis sobre la historia y trayectoria de la
Cuaresma y Semana Santa en la Iglesia y en la regin murciana,
destacando los actos litrgicos y los impulsados por la religiosidad
popular, as como las formas particulares que los pueblos de Murcia
han adoptado ante ellos. Esta exposicin general ser punto de partida
de los Textos Literarios de la Pasin que connotaremos en la segunda
parte.
Por tanto, peculiaridades de los murcianos ante las fiestas de
Semana Santa, y los textos surgidos, fruto de estos eventos religiosos y
festivos, ha sido bsicamente lo que nos ha motivado a la eleccin del
tema, con una gran conviccin de los valores religiosos que expresan y
la riqueza cultural que conllevan.
En este estudio planteado tendremos la oportunidad, a travs de
los propios textos literarios y de las distintas fuentes consultadas, de
profundizar en los impulsos religiosos que llevan a las personas a
escribir sobre la Pasin de Cristo; ello nos obliga a escrutar en sus
manifestaciones, prioritariamente, sobre qu origen y trayectoria tienen
esos actos.
Somos conscientes de que estos textos nos han de dar a conocer
los valores de esta fiesta, vivida por las gentes tanto desde su versin
litrgica eclesial como desde la cultura y liturgia popular. Algunos de
ellos arrojan, a veces, composiciones de menor calidad literaria, que
pudieran ser incluso toscas e inspidas, ya que no hay en el fondo del
que escribe cualidades compositivas innatas, ni tampoco acadmicas;
ms a pesar de ello, suelen ser aceptables por su espontaneidad y
sinceridad al expresar sus sentimientos. Tambin los hay que son
admirables por el grado de sensibilidad e inspiracin que alcanzan sus
autores.
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APUNTES METODOLGICOS
Realizadas las convenientes aclaraciones que preceden al
desarrollo del tema de nuestra tesis, iniciaremos la redaccin de los
correspondientes captulos. Sobre los mismos no haremos una
introduccin global sino que, en cada uno de ellos, ofreceremos unos
apuntes que permitan conocer los rasgos ms caractersticos del tema a
desarrollar, de su entorno espacial, circunstancias histricas,
socioculturales y polticas, todo ello intentando ubicar el tema en un
contexto lo ms prximo posible.
En el primer captulo estructuraremos sntesis histrica sobre la
Cuaresma, partiendo de su gnesis; tambin sintetizaremos los
componentes ms especficos de la Semana Santa. Ya ha quedado
apuntado en el prembulo el esquema de nuestro trabajo, as como la
necesitad de ofrecer este resumen, pues no sera fcil entender el
desarrollo de la Semana Santa sin conocer la organizacin de la
Cuaresma, incluso la del Carnaval, al cual dedicaremos algunas
referencias, lo mismo que no sera fcil entender los textos literarios de
la Pasin de Cristo, sin conocer previamente la estructura procesionista
de la Semana Santa.
En el segundo capitulo plasmaremos sobre cada pueblo la
simbiosis que desarrollan entre dos valores antagnicos, como son de
una parte la penitencia, el sacrificio, la austeridad y los sufrimientos
fsicos, y de otra los ricos bordados, el terciopelo, las flores, la msica
y esos arbotantes cuajados de luz que flanquean los tronos y que
configuran el evento en acto religioso, as como en candilejas
coloristas.Conoceremos de cada localidad las procesiones tradicionales
y esas caractersticas concretas que le imprimen identidad.
A partir del captulo III iniciaremos la segunda parte en la cual se
expondrn y estudiarn Textos Literarios de la Pasin, cuyos
contenidos permitirn profundizar en la religiosidad de las personas y
en sus sentimientos, construyendo as la proyeccin sociocultural de la
celebracin pasionaria y el desarrollo que ha ido alcanzando. En primer
lugar sern contemplados textos ms comunes, como son artculos,
noticias de prensa, crnicas, entre otros varios.
Los captulos IV, V y VI, estarn dedicados -en el mismo orden
que son enumeramos- a: Autos de Pasin, Cuentos y Pregones de
Semana Santa. En el captulo VII expondremos distintos textos sobre el
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CAPTULO I
(Primera parte)
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RAU, LOUIS. Iconografa del Arte Cristiano, Nuevo Testamento, pg. 420. (Serbal. Barcelona,
1999). Se ofrece en este magno manual sobre iconografa cristiana un detallado estudio a travs de
obras famosas sobre el tema en cuestin.
4
El resumen que ofrecemos est extrado del manual de MARIO RIGHETTI, autor del libro,
Historia de la Liturgia. 2. Volumen, pgs. 736-778. (BAC. Madrid, 1955). El desarrollo que ofrece
este manual es bsicamente histrico y est complementado con abundancia de fuentes
bibliogrficas. El ejemplar consultado figura en el Instituto Teolgico Franciscano de Murcia. Al
ser la edicin de 1955 no comprende las reformas producidas en el Concilio Vaticano II. Este ser
el texto que sigamos a lo largo del presente trabajo. Tambin puede ser consultada otra de las
amplias obras sobre Liturgia, como es la escrita por PIUS PARSCH. De autores actuales est:
LPEZ MART, Julin, El Ao Litrgico. (BAC, 1997). BERNAL LLORENTE, Jos Manuel,
Celebrar un reto apasionante. Bases para una comprensin de la Liturgia (Edibesa, Salamanca
Madrid, 2000).
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El nacimiento del domingo no forma parte del tema de Semana Santa, ms vamos a ofrecer unos
apuntes sobre este acontecimiento por la importancia de su institucin: El trmino domingo para
designar el da que sucede al sbado y el primer da de la semana, se encuentra ya al finalizar el
siglo I, y en el Apocalipsis de San Juan (1,10). Sobre el origen no se conocen datos precisos. San
Pablo tambin lo cita en su Primera Carta a los Corintios (16,2), escrita alrededor del ao 56 d-C.
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El origen de estas tres semanas complementarias no es muy cierto; pero hay que buscarlo, sin
duda, en la diversidad de disciplina vigente en la antigedad con respecto al ayuno cuaresmal.
RIGHETTI, pg. 728.
7
En tiempos ms cercanos a nosotros fueron instituidos otras solemnidades, preferentemente de
carcter cristolgico, como: La Trinidad, el Nombre de Jess, el Corpus Christi, el Sagrado
Corazn, la Preciossima Sangre, y Cristo Rey; pero, aunque adquirieron rango de importancia,
todos fueron engastados en los dos ciclos dichos y subordinados a ellos. (RIGHETTI, Historia de la
Liturgia, pg. 639).
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Todos los datos ofrecidos correspondientes a este prrafo vienen documentados en notas a pie de
pgina en el manual de RIGHETTI, pgs. 736-737.
37
Hombres y mujeres que practicaban duros ayunos de siete das. Eran verdaderos especialistas de
esta clase de penitencia. (Diario de Egeria, pg. 98).
38
En la segunda parte de nuestro trabajo, a travs de los Textos Literarios, irn siendo ampliados
estos temas.
11
Reginn de Prm, religioso y cronista alemn de finales del siglo IX y comienzos del X, fue
preboste del Monasterio de Prm en 885, del que ms tarde fue elegido Abad, y ms tarde lo fue de
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Sobre Documentos del Vaticano II, relacionados con los dictados sobre la Cuaresma, puede
consultarse un libro de bolsillo titulado precisamente, Documentos completos del Vaticano II.
Mensajero. 18 edicin. 2001. Para concretar las directrices marcadas por el Concilio Vaticano II,
est el libro: Directorio sobre la Piedad popular y la Liturgia. BAC-documentos. Principios y
orientaciones, Madrid, 2002. Este libro es muy interesante, pues fue publicado tras la Congregacin
para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; en l se analiza en profundidad las
conductas de religiosidad popular, buscando su integracin y adaptacin a las formas dictadas por la
Iglesia. Con este motivo los Obispos de Andaluca emitieron una carta a sus feligreses
recomendndoles unas pautas de comportamiento, muy en particular en los das de Cuaresma y de
Semana Santa. Tambin hay editados por Verbo Divino una serie de cuadernos con temas
monogrficos sobre pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Son muy didcticos y amenos y
relatan toda la Pasin del Seor. El n. 30, escrito por Michel Gourgues, lo titula precisamente:
Jess ante la Pasin y Muerte. El n. 112, de Simn Lgasse, titulado: Los relatos de la Pasin, no
slo es histrico sino que ensaya sobre el tema.
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Entendamos lo de forma solemne el decir las ideas en forma de oracin, con cierto tono
trascendente, que es en definitiva la base de todo acto litrgico. Oracin viene del latn precari
que significa rezar. En la Biblia rezar es dirigirse a Dios a l exclusivamente- como a un T
benvolo, justo y todopoderoso, que lee en los labios y en los corazones Diccionario de la Biblia.
Espasa, 1996.
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Feria tiene un significado de reunin para hablar de Cristo, de ah que a los das
conmemorativos de su Pasin, de forma particular se les denomine como ferias; por ello cuando
no se celebraba ese tipo de reunin se dice que eran das alitrgicos. La Semana Santa sin embargo,
denominada como Semana Mayor, celebra actos religiosos todos los das. Esta es una situacin que
ya se daba en el siglo IV ya que Egeria en su Diario alude a estas celebraciones.
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Gracia Lagarda, Luis Antonio. Cartas a un cofrade. Cuadernos de Pastoral Cofrade, pag.22.
(Delegacin Diocesana de Catequesis. Zaragoza, 1999).
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PASIONARIAS
RELIGIOSIDAD
Cofradas que entonces llevaban el nombre de Corporaciones se registran desde el siglo IV a.C.
conocindose en este tiempo nueve corporaciones sujetas a orden jerrquico. Encabezaba la lista la
corporacin de Msicos. Tenan por objeto defender los intereses materiales de sus miembros, pero
tambin asegurarles funerales y una sepultura decente. Cada corporacin se sita bajo el patronazgo
de una divinidad particular. HACQUARD, Georges. (1995). Gua de Roma Antigua, pg. 47. Palas
Atenea.
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Se est realizando tesis doctoral sobre los testamentos femeninos en la 1 mitad del siglo XVI, en
la Universidad de Murcia. De los testamentos transcritos para tal investigacin, ms de la mitad
aluden a alguna cofrada, no siempre pasionaria, dejando constancia la testante de ser su ltima
voluntad el que vaya acompaado su fretro por miembros de una determinada cofrada, que han de
cantar durante el entierro los cantos acostumbrados en estos casos, y ha de honrar, con su presencia,
a su persona.
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Las cofradas pasionarias estn vinculadas, de base, a la religiosidad popular. Estas reacciones de
las gentes nos remiten al siglo IV en el que tuvo lugar el descubrimiento de la Vera Cruz (segn la
tradicin), Por ello entre las cofradas ms antiguas suele figurar en muchos lugares sta que fue
impulsada, adems, por los franciscanos, lo cual determina que sea una advocacin mucho ms
urbana que rural.
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Gregorio Fernndez cada vez que iba a esculpir una figura de la Pasin se internaba en un
convento de religiosos llevando en el mismo igual vida que cualquier monje o fraile de la
comunidad. Quera as impregnarse de esa sensibilidad y sentimiento que necesitaba para
expresarse religiosa y artsticamente. Salzillo era, segn nos confirman sus bigrafos, hombre de
firmes convicciones religiosas, que se haca rodear de ambiente fervoroso. Nos preguntamos si su
arte sera el mismo sin esas circunstancias y convicciones. Hay excepciones en este campo y una
puede ser la del escultor granadino Alonso Cano que llevando una vida desordenada, lograba una
inmensa espiritualidad y dulzura en sus personajes religiosos, siendo buena muestra de ello su
Inmaculada de la sacrista de la Catedral de Granada. Las cofradas en estos ltimos aos,
efectivamente, se les puede censurar la supeditacin de valores iconogrficos a expresiones de
simple belleza, naturalismo o realismo, sin otro criterio que el de buscar esnobismos o, en cualquier
caso, llamar la atencin. Hemos de destacar que los escultores de los siglos XVI, XVII y XVIII,
independientemente de ese impregnarse de ambientes religiosos, casi msticos, tambin cuidaban, y
mucho, su formacin tcnica. Gaspar Becerra, por ejemplo, viaj a Roma en 1562 muri en 1570-,
en donde realiz los dibujos para el tratado de: Anatoma del Doctor Valverde. Estos dibujos
sirvieron de base para el estudio y el conocimiento de la medicina hasta mediados del siglo XIX;
con ello se certifica la exhaustiva formacin del escultor, y que no es excepcin, sino regla, entre
los grandes escultores de entonces. Salzillo, junto a otros intelectuales, fund una Academia de
dibujo artstico.
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Vamos a transcribir un prrafo del libro, Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de la Buena
Muerte, de Zamora, pg. 11. Coordinado por, GARCA LVAREZ, Pedro. Zamora, 2000. Explica
la profundidad religiosa con la que fue creada la Hermandad y la bsqueda por parte de los jvenes
que asumieron este proyecto de que cuanto hicieran transmitiera esa devocin y ese deseo de crear
una asociacin que contemplara inquietudes y convicciones religiosas. El prrafo dice as: Era una
imagen ante la que haban rezado muchas generaciones de zamoranos. Acertadamente haba sido
lograda por el artista y al contemplarla inspiraba amor y devocin Esta es la imagen que estos
jvenes andaban buscando para la cofrada. La haban encontrado. No les vala un Cristo de los
fabricados en serie, frgil y endeble, propio de un cristianismo asptico, acomodaticio, permisivo,
que tiene como norma principal los instintos. Ese cristianismo hoy no podra atraer. Queran que
representase el cristianismo actual de la fe personal y autntica que cuesta, que exige, que
compromete; que fuera capaz tambin de sacar del trono amorfo de nuestro propio ser el Cristo que
llevamos dentro como imgenes de Dios. (La imagen del Cristo de la Buena Muerte, referido, est
esculpido en madera de nogal, es su autor Juan Ruiz de Zumeta. El escultor cobr por hacerla 45
ducados; precio escaso, o bajo, comparado con los de poca. Se entreg la imagen en 1576). La
vestimenta adoptada por esta cofrada es una tnica, blanca, con capuchn grande que oculta
bastante el rostro del nazareno. Es una esttica medievalista. Todos los signos incorporados a esta
cofrada, creada en 1973 por un grupo de personas menores de treinta aos, son austeros y
netamente penitenciales. En 1974, se creaba la Hermandad del Cristo del Santo Espritu, con las
mismas caractersticas que la anterior, tambin en Zamora; son muy interesante de estudiar sus
normas; pero en el caso de la cofrada del Cristo del Santo Espritu, la imagen titular data, segn sus
caractersticas fsicas, del siglo XIII, aunque documentalmente sus primeras referencias son del
siglo XVII y, desaparecida la imagen en 1936, apareci, emparedada, en 1963).
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Uno de los prrafos de estas sinodales (Jan, pg. 35), dice lo siguiente: Item, hordenamos e
mandamos que alguna persona nin personas de nuestro obispado, legos, nos sean osados de fazer
nueva cofrada sin aver para ello nuestra licencia expresa o de nuestro provisor.Conforme a
derecho es que las cosas que se inventan para servicio de nuestro Seor y augmento del culto divino
no se hagan sin consultarlo a los prelados. Vemos cmo se inicia lo que hoy es regla asumida
sobre las cofradas inscritas en el Obispado de Murcia. Todos saben que no pueden figurar como
tales sin la licencia obispal correspondiente.
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En Alicante, en los archivos de la Catedral de San Nicols, se encuentra una carta fechada el 2 de
abril de 1603, donde se habla de una cofrada que: Sale todos los aos, vistiendo con tnicas azules
como el manto que viste la Virgen. Revista de SEMANA SANTA, pg. 67 Prensa y Semana
Santa. Alicante, 1999.
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Trento, sesin XXIV, cap. II. Traduccin de Ignacio Lpez de Ayala. Madrid, 1819, pgs. 314315. Tambin, independientemente de este Directorio, algunos Obispos emiten cartas a sus
feligreses sobre esta cuestin de los comportamientos en los actos pblicos de religiosidad popular
durante la Semana Santa; un ejemplo de ello fue que en 1989, los obispos del Sur, hacen pblica
una carta pastoral sobre hermandades y cofradas y uno de sus prrafos dice: Que las salidas
procesionales y estaciones de penitencia puedan llegar a ser, si se hacen con devocin y dignidad
cristiana, valiosas catequesis plsticas en sus recorridos por las calles. VV AA. Coordinado por:
CHECA, Francisco. La Semana Santa de Motril vista desde la antropologa. Pg. 103.Universidad
de Granada, 1992. Por ltimo citamos, retrocediendo a los siglos XVI y XVII, las numerosas
sinodales que se celebraron para perfilar el tema de las cofradas y de su participacin en Semana
Santa: Almera, snodo de 1635. celebrado por el obispo Antonio Gonzlez de Acebedo/ Cdiz,
snodo de 1591, celebrado por el obispo Antonio Zapata y Cisneros/ 1663, snodo celebrado por
Alfonso Vzquez de Toledo./ Crdoba, snodo de 1565-67, celebrado por Cristbal de Rojas y
Sandoval. Guadix, snodo de 1622 celebrado por Plcido de Tosantos./ Jan, snodos de 1511
celebrado por Alfonso Surez de la Fuente del Sauce y snodo de 1586, celebrado por Francisco
Sarmiento de Mendoza./ Mlaga, snodo de 1565 y 1574, celebrados ambos por Francisco Blanco
Salcedo./ Sevilla, snodos de 1582 y 1592, celebrados por el arzobispo Rodrigo de Castro Osorio./
Estas sinodales tienen un comn denominador que es fomentar la dignidad ante expresiones de
piedad popular, as como informar al Obispo de todo acto estructurado por las cofradas. Se insista
en la conducta de los cofrades y en que cumplieran con las normas dictadas al respecto por los
consiliarios y por el obispo. En este sentido llama la atencin que el discurso de hoy en da es, de
fondo, el mismo; la carta que este ao 2005 ha dirigido el obispo de la Dicesis de Cartagena, D.
Manuel Urea, a los cofrades, dice lo siguiente en uno de sus prrafos: Efectivamente, aunque los
presidentes y hermanos mayores hayis sido elegidos por vuestros respectivos cabildos o juntas, no
podis olvidar que nadie es constituido en su puesto sino tras la confirmacin de la autoridad
eclesistica competente de la que recibe la misin para actuar en representacin suya. En
definitiva, todas las actuaciones, de una cofrada, en cualquiera de sus mbitos estn sometidas a la
regulacin del Derecho Cannico de la Iglesia Catlica. Puede ser comprensible que gran parte
de los componentes de las cofradas y hermandades no tengan en cuenta toda esta realidad, dadas
las motivaciones que les han llevado a formar parte de vuestras agrupaciones y que no suele ser otra
que la de salir en la procesin. Pero sera impensable que los Seores Presidentes o Hermanos
Mayores, es decir, aquellos que han sido constituidos como tales en virtud de un decreto del Obispo
diocesano, actuasen como si de una parcela propia se tratase. Como vemos esta carta insiste, al
igual que las sinodales de los siglos anteriores, en dirigir desde las dicesis los actos de las
cofradas, particularmente los actos celebrados en Semana Santa.
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Los jvenes suelen ser el punto de mira en estas opiniones que se emiten sobre una sociedad
excesivamente laizada y concretamente en el tema de las cofradas se les acusa de irreflexivos.
Mariano Avieso, presidente del Cabildo de Semana Santa de San Pedro del Pinatar, dice que: El
empuje de la gente joven, ha modernizado las procesiones; tambin que La devocin de los
vecinos por los ritos de Semana Santa ha permitido hacer cada ao mejoras y ampliaciones en las
procesiones de este pueblo marinero. (La Verdad. 16 de marzo de 2005. pg. 15). Manuel Marn
Torres, de 29 aos, empresario, Nazareno de Honor de la Cofrada del Santo Sepulcro, declara en
prensa (La Opinin, 18 de marzo): No es cierto que la gente joven pase de las cofradas. Es un
mito dice- que los jvenes prefieran irse a la playa en lugar de apechugar con las
responsabilidades que conlleva ser miembro de una cofrada. Cada vez hay ms jvenes; basta ver
los grupos de cornetas y tambores que desfilan en nuestras procesiones y los cuales ensayan durante
todo el ao. Al final concluye que l cree que muchos jvenes de 20 30 aos, encuentran en las
cofradas un espacio para recobrar la espiritualidad de la infancia. No cabe duda que estas
declaraciones constituyen una gran esperanza.
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La misin de los capuchinos en Guinea Ecuatorial es levantar infraestructuras de primera
necesidad, como hospitales, escuelas, etc.
52
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En 1565, Granada, en sus Constituciones Sinodales ya figuran normas de conducta para los
cofrades penitentes como podemos apreciar por el prrafo siguiente: Y estos cofrades tengan
cuidado que todos los de su casa sepan bien la doctrina cristiana, ensendosela ellos o trayndolos
a las platicas. Item estos cofrades se han de confesar cada mes una vez. Item que rezen cada da el
rosario de nuestra Seora y por cada vez que hiziesen cualquier cosa destas les conceda el prelado
cuarenta das de perdn Pg. 495.
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En Alcorisa, el joven que encarna a Cristo transporta una cruz de ms de cien kilos de peso.
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Caro Baroja, Julio. Razas, Pueblos y Linajes, pg. 64. Universidad de Murcia, 1990.
Esta cofrada tiene su sede en la iglesia de Nuestra Seora del Carmen, que titula el barrio y que
es de los ms castizos y bizarros de toda Murcia; como lo es tambin la propia cofrada, a la que
por el color de sus tnicas se les denomina los coloraos y tambin en funcin de su sede se les
denomina, carmelitanos.
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Conocemos un Edicto publicado en un pueblo andaluz que dice: Hago saber, a todos los vecinos
del pueblo, que estn obligados de proceder a la limpieza, al blanqueo y encalado de las fachadas de
sus casas, con objeto de un mayor embellecimiento y decoro del pueblo, pudiendo ser sancionado,
en el caso de que en dos meses no haya realizado el blanqueo Este Edicto se publica con motivo de
la proximidad de las fiestas de Semana Santa. Fiesta y Religin en la cultura popular andaluza.
Pg. 22. Universidad de Granada, 1992.
55
El carnaval, el que hemos conocido personalmente, por lecturas, o por narraciones de nuestros
mayores, tena un ingrendiente revanchista acusado, que por fortuna se ha olvidado. Durante el
periodo franquista estuvo tremendamente reprimido y ello le daba unas notas patticas unas veces
e ingeniosas otras; la situacin de la postguerra de padecer mucha precariedad alimenticia exager
los comportamientos. Ahora es una fiesta popular convertida en refinada cultura; incluso en
algunas ciudades es toda una puesta en escena con las mejores galas y con gran nivel de
creatividad. Paralelamente a este cambio se ha producido otro, que es el alejamiento cultural
vinculado a la religin, que es lo que le dio razn de ser. Ha pasado a ser una fiesta alegre, cada da
menos esperpntica y ms cuidada plsticamente, pero sin el ms mnimo atisbo de reflexionar en
ella como conjunto de valores contrapuestos a vida espiritual pasionaria. El carnaval de hoy no
forma parte, culturalmente, de la Semana Santa. Slo se mantienen las fechas de su celebracin.
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La primera ceremonia eucarstica, como todos sabemos, fue la Cena del Seor junto a sus
Apstoles, pero tal como la conocemos en la actualidad la eucarista, llamada misa, existe desde el
siglo XIII. Hacia 1260, en el Sur de Francia y Norte de Italia, existan varios movimientos
religiosos muy singulares en los que la gran diferencia con relacin a la religin cristiana-romana
era que no reconocan la presencia real de Cristo en la Eucarista; sin embargo defendan unas
prcticas religiosas muy integrales, pues su esencia era vivir el cristianismo desde los postulados del
propio Jesucristo de: pobreza absoluta, asistir a los necesitados, etc. Entre estos movimientos
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Las sociedades primitivas se alumbraban con fogatas de lea, teas o antorchas confeccionadas
con estopas impregnadas de resina. A partir de la llamada Edad de Piedra se generalizaron las
lmparas con mechas alimentadas con aceite o grasa animal. Sobre la elaboracin de cirios no hay
constancia arqueolgica ninguna de quienes lo crearon, si los egipcios o los griegos. Parece ser que
fueron los Etruscos, cuya civilizacin floreci mil aos antes de la era cristiana, los que inventaron
los cirios. Los romanos copiaron de los Etruscos el sistema y a partir de ellos se extendi por todo
Oriente y Occidente. Numerosos escritores han dedicado reflexiones filosficas a partir de la
imagen de un cirio encendido; DIEGO DE MURILLO, franciscano y escritor, en el siglo XVII en
sus: Sermones Catequticos, escritos en 1607-1611, dice: As como la candela se consume toda en
nuestro provecho para darnos luz, todo se consumi como cera en utilidad nuestra para desterrar las
tinieblas del pasado. SAN GREGORIO NACIANCENO, escribi: El cirio representa a la
brillante lmpara de la fe con la que las almas puras y vrgenes salen al encuentro del divino
esposo. SAN JERNIMO, razonaba lo siguiente: Si nosotros usamos cirios es para velar con
su luz y evitar dormirnos como vosotros en la oscuridad y las tinieblas.
42
El cirio pascual en su origen no era ms que una columna revestida de planchas de cera donde el
patriarca de Alejandra escriba anualmente las fechas movibles de las celebraciones litrgicas.
Todos los aos se encomendaba a este jerarca consultar a los astrnomos de su ciudad para que
datasen el primer domingo siguiente al decimocuarto da de la luna de marzo, y con arreglo a su
respuesta, se determinaba la Pascua y las restantes fiestas del calendario. Se grababan las fechas en
la columna y se remita a Roma. Paulatinamente este curioso datador se troc en el cirio que
conocemos, de rica alegora y asociado a la resurreccin de Cristo.
43
Los Cristos crucificados, dolientes, con signos de penitencia, se crearon en el siglo XII, siendo la
Catedral de Chartres la primera en esculpir este tipo de imagen. Lo hizo en su fachada Sur.
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Hay un libro de VV AA, que recoge las singularidades ms destacadas de Semana Santa en toda
Espaa; se titula: Rito, Msica y Escena en Semana Santa. Dirigido por: BRISSET, Enrique
Demetrio. Editado por: Comunidad de Madrid. Consejera de Educacin y Cultura, 1994.
45
D. Antonino Gonzlez Blanco. Conferencia Signos externos penitenciales impartida en el
Centro Cultural Las Claras, Fundacin Caja Murcia. Ciclo Textos Literarios de la Pasin.
Publicada en: Revista Las Claras, n. 9, pg. 6, diciembre 2004. (Este ciclo se realiza a propuesta
de un proyecto, del cual soy responsable, presentado a la Asociacin Universitaria Rector Sabater
del Aula de Mayores de la Universidad de Murcia, y a D. ngel Campos Gil, Director del Centro
Cultural Las Claras de Fundacin Caja Murcia. La cuarta edicin de este ciclo tendr lugar del 20 al
24 de marzo de 2006, ambos inclusive)
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Llamazares Rodrguez, Fernando. Los pasos de Semana Santa de Len. Pg. 7. Junta Mayor de
la Semana Santa de Len.
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Entre los contenidos est ste: Capuz es hombre que atraviesa una crisis de ansia de modernidad.
Su preocupacin de renovarse le llev al estudio de estilizaciones formales, que, al propio tiempo
que le permiten huir del realismo, acentan el gesto, en busca de mayor expresin.
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Del centro peninsular, hacia el norte, por los manuales y libros consultados se aprecia predominio
de cofradas dedicadas a Cristo. En la otra mitad, hacia el sur tienen mucha presencia las cofradas
pasionarias de advocaciones marianas, siendo la Virgen de los Dolores la ms extendida. Hay un
hecho singular y es que Toledo, ciudad mariana por excelencia, pues ya en el ao 636 dedic una
iglesia a la Virgen, cuenta con 18 cofradas pasionarias pero ninguna est dedicada a la Virgen de
los Dolores. Sobre Semana Santa son muchos los apartados que estn por estudiar. Desde luego en
la Regin de Murcia, la Virgen de los Dolores es Patrona de varios pueblos y procesiona
prcticamente en todos.
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CAPTULO II
SEMANA SANTA PUEBLO A PUEBLO
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El siglo XVII ha pasado a la Historia como Siglo de Crisis en toda Europa. As lo define
Miguel Avils Fernndez, Universidad de crdoba, en: Historia Universal, vl. 16, pg. 12. En este
mismo volumen pg. 73, Carmen Mara Cremades Grin, Universidad de Murcia, define a los
monarcas reinantes en Espaa en este ltimo tiempo de gobierno como Austrias menores. Con
referencia al reinado de Felipe IV, dentro del periodo en el cual fue primer ministro el Conde
Duque de Olivares, expone: Respecto a la tensin interior del pas se reflej una inquietud y
reaccin contraria a los planes gubernamentales. La decisin del primer ministro de imponer
tributos a provincias exentas de ellos como aconteca en Catalua, Galicia Vizcaya o Portuagal,
elev numerosas protestas y provoc los incidentes en los citados lugares. CLub Internacional del
Libro Madrid 1986. Y Antonio Eiras Roel, Catedrtico de Historia Moderna de la Universidad de
Santiago de Compostela, en Historia del Mundo Moderno, vl. 4, pg. VI Cambridge University
Press/ Sopena, Barcelona, 1974, expone lo siguiente: En tiempos de Olivares y Richelieu, el
nmero de los europeos, los recursos monetarios, el producto del diezmo agrcola y ganadero, o el
volumen de las contrataciones en grandes ferias ganaderas era mucho menor que en los tiempos de
Granuela y Guillermo de Orange. Antonio Domnguez Ortiz, en su libro Historia Universal, pg.
71
72
Los datos ofrecidos corresponde al padre R. Fco. Ortega, o.f.m. de su obra: Crnica de la
Provincia Franciscana de Cartagena. Reproduccin facsimilar de la nica edicin (1740) de
Crnicas Franciscanas de Espaa
73
El auge de las cofradas en la primera mitad del siglo XVIII, el patrimonio que algunas de ellas
alcanzaron, ocasion una revisin estatal para someterlas a gravmen fiscal, para lo cual Aranda,
adscrito a la presidencia del Consejo de Castilla, orden que se le facilitara afiliacin de cofradas,
hermandades, congregaciones y dems asociaciones. Este encargo en nuestra tierra recay en don
Antonio Garrido de Mendoza cuyo informe lo completan ms de mil pginas, hoy conservadas en
el Archivo Histrico Nacional. En esta relacin se pone de manifiesto que de los setenta y un
pueblos murcianos que recoge el intendente Garrido, slo cuatro no disponan de cofradas, los
sesenta y ocho restantes de la provincia tenan 668 cofradas y sus gastos se elevaban a 767.645
reales V.V.A.A. La Hermandad de Nuestra Seora de los Dolores. De los orgenes a la
actualidad, pg. 22 (Alhama de Murcia 1999)
55
Anes, Gonzalo. Director de la Real Academia de la Historia. Las Procesiones de Semana Santa
en el Siglo de las Luces. (Peridico de ABC. 23 de marzo de 2005)
56
Este intento de culturizar al clero tanto como al pueblo, lo desarroll Felipe II que encarg que se
escribieran catecismos para facilitar la predicacin. El primero de ellos, de esta etapa, se edit en
1588 y fue su autor el padre Pere Cardes. En el siglo XV se editaron otros como el de Hernando de
Talavera, quizs el ms famoso de entonces. El Cardenal Jimnez de Cisneros tambin escribi un
catecismo en 1498. Campaas de formacin cristiana son peridicas. Precisamente hay que matizar
que la emprendida por Carlos III era particular porque ms que una formacin cistiana lo que
prentenda era una actitud racional ante la religin.
57
Los Ejercicios Espirituales de San Igancion de Loyola precisamente fueron escritos en Espaa en
1522. Concretamente en la iglesia de Manresa la cual posee una cueva, lugar donde se refugiaba el
Santo para escribir. Agustn Alcaraz Peragn. ECOS DEL NAZARNO Pg. 6. (Cofrada de
N.P.J.N. Cartagena 2005).
74
El trmino popularizarse es aplicado a ese tiempo en concreto, pues los sermones existieron
desde los tiempos primeros de la Iglesia. Precisamente en el siglo XVI tuvieron importancia por el
movimiento mstico y la gran espiritualidad que se produjo en Espaa. El libro de GELABERTO,
Mart, La palabra del predicador, Contrarreforma y supersticin en Catalua (Siglos XVII-XVIII)
Milenio, 2005, trata en su primer captulo de los Fundamentos de la evolucin histrica de la
catequesis y la predicacin en Espaa; en la pgina 33 habla de la importancia de los predicadores
y los sermones.
59
Una vez que el Conde de Aranda tuvo en su poder los informes solicitados sobre las
asociaciones religiosas laicas a nivel de toda Espaa, se remiti en particular a las de Toledo la
siguiente explicacin: Con 1887 cofradas, que gastaban ms de un milln de reales al ao sin
contar las ms que probables ocultaciones- y celebraban ms de 6000 funciones anuales, el mundo
cofrade toledano representaba bien al conjunto de las cofradas espaolas. Slo 68 hermandades de
75
ese total gozaban de aprobacin real y casi mil no tenan ni siquiera la eclesistica, lo que Aranda
consideraba una autntica usurpacin de la real autoridad.ARIAS DE SAAVEDRA-ALAS,
Inmaculada, y LPEZ-GUADALUPE MUOZ, Miguel Luis. La represin de la religiosidad
popular. Crtica y accin contra las cofradas en la Espa del siglo XVIII, pg. 323. Universidad
de Granada, 2002. En el mismo libro, pg.325, hay esta crtica formulada por Aranda que dice:
Frente a la religiosidad que representan las cofradas, fruto de la ignorancia o ingenua piedad,
debe fomentarse una religiosidad articulada en torno a las parroquias, a cuyas necesidades podan
contribuir las cofradas, sobre todo, al mantenimiento de instituciones sociales, tales como
hospitales, hospicios y escuelas.
60
En el libro de Pedro Daz Cassou, Serie de los Obispos de Cartagena, sus hechos y su tiempo,
Madrid, establecimiento tipogrfico de Fortanet, impresor de la Real Academia de la Historia
(1895), ofrece los datos ms relevantes de la trayectoria de cada uno de los obispos de la Dicesis
de Cartagena.
61
La planta de la barrilla crece a orillas del mar y en terrenos salinos; de sus cenizas se obtiene
sosa, producto muy empleado en la vida cotidiana en los tres ltimos siglos, lo cual haca que en
torno a la comercializacin de esta planta, muchas personas vivieran de ello. En el Archivo de la
Catedral de Murcia hay ingente documentacin sobre este menester y tema correspondiente a varios
siglos, muy en particular el XVIII y XIX. Legajos enteros, sin catalogar, contienen informacin
sobre ella. La Barrilla pagaba diezmos.
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Alejandro Dumas, en la Dama de las Camelias, desarrolla una frase que tiene mucho de religiosa,
de filosofa y de enseanza. El contexto en el que la emplea no es religioso, pero s es ejemplar y
dice as: Lo grande est en lo pequeo. Pequeo es el nio, y contiene al hombre. El cerebro es
estrecho, y alberga el pensamiento. El ojo es slo un punto, y abarca leguas
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Esta supresin es ms grave porque existe un Acta Municipal de 10 de marzo de 1856 en donde
se instituye la Festividad de Viernes de Dolores, con el asiento literal de de que se respetara esta
fiesta por los Ayuntamientos sucesivos.CERDN CASADO, Antonio. Cronista oficial de la
Villa. SEMANA SANTA DE GUILAS, pg. 28. Ayuntamiento de guilas 2002.
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Los colores adoptados en las cofradas son un tanto distorsionados si se tiene en cuenta el
simbolismo tradicional. En guilas, la cofrada de Nuestro Seor de la Columna visten sus
nazarenos tnica blanca con capa roja. Tradicionalmente las advocaciones de Jess Nazareno que
comprende los episodios de Cristo amarrado a la columna o Cristo azotado, Cristo prendido y
Cristo con la Cruz a cuestas, visten tnicas moradas y sin capa. En Murcia Nuestro Padre Jess
Nazareno es ejemplo de ello, tambin en zaragoza y muchos pueblos ms. La tnica roja y capa
del mismo color, en el caso de llevarla, se viste en las cofradas del Santsimo Cristo de la Sangre.
Las tnicas blancas y capa roja o blanca la adoptan los nazarenos de San Juan Evangelista.
74
Aqu encontramos el hecho de desfilar dos advocaciones pasionarias, la Virgen de los Dolores,
que procesiona en el Santo Entierro, y la de La Soledad que lo hace en la procesin del Silencio
Jueves Santo en la noche, y tambin Viernes Santo en la noche. En guilas, ambas imgenes
visten de oscuro, La Soledad de blanco y negro, la Virgen de los Dolores de morado, sin embargo
al desfilar Jueves Santo en la noche queda trastocado el orden. Segn la iconografa en la mayora
de localidades, entre ellas Murcia, La Dolorosa o Virgen de los Dolores procesiona en la
representacin de los episodios del camino del Calvario. La Virgen de las Angustias o de la
Caridad, que recoge en su halda el cuerpo muerto de Cristo desfila en el Santo Entierro, pero lo
hace antecediendo a. La Soledad que, vestida de riguroso negro acompaa a su Hijo muerto; ya
no es la Virgen Dolorosa que presencia los sufrimientos del Hijo, sino la Soledad porque su Hijo
ha muerto; por ello viste de negro y de blanco, colores de luto en las religiones cristiana y juda,
respectivamente. Un artculo publicado en la revista de Semana Santa de guilas, ao 2002, pg.
33, firmado por S.S.C., dice: Nuestra Seora de los Dolores. La Madre est all, aterrada, pero sin
desmayarse, desgarrada. Ve al Hijo como una piltrafa humana. El dolor ms vertiginoso la llena,
pero lo acepta. En otro prrafo expone: Por la noche el Santo Sepulcro y la Soledad de Nuestra
Seora, parecen indicar que todo est concluido.
75
No hay ms datos sobre esta representacin viviente. Los aportados me han sido facilitados por
el Presidente de la Junta Central de Hermandades don Sebastin Muoz Muoz. Las revistas de
Semana Santa editadas por esta entidad me han sido cedidas por D. Juan Ruiz Parra, unas; otras por
D. Ramn Madrid, pero ninguna habla del tema. Lo que surge es la conveniencia de aclarar que el
Paso Azul se define as precisamente por vestir la Virgen con ese color y tambin los cofrades.
En guilas la Virgen de los Dolores viste de morado tanto tnica como manto, pero optan por
emplear el azul cian o celeste en el dorso del palio bajo el cual desfila y en los cngulos y capas de
los cofrades.
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No disponemos de documentacin para poder aclarar si estos desfiles son anteriores o posteriores
a los de Lorca, ni el grado de influencia de unos en otros, que debe de haberlo. El sentido de la
lgica indica que la pionera en este tipo de desfiles fue Lorca por la tradicin del bordado. En
cualquier caso lo que comprobamos es que a pesar de precariedades econmicas frecuentes en estos
aos, ya que dependan los pueblos de la agricultura y sta dependa del tiempo climatolgico, las
representaciones teatrales estaban muy asentadas. Desfiles con carrozas escenificando pasajes
bblicos slo conocemos los de Lorca, guilas y Caravaca. Actos distintos son los Autos de Pasin
representados en varios pueblos de nuestra Regin. (Archena, Albudeite, Villanueva, Ceut, Puebla
de Soto, entre otros.). Los datos han sido extrados, en parte, de: MUOZ ZIELINSKI, Manuel.
Calendario Festivo: Costumbres, Usos y Fiestas de la Regin de Murcia. 1840-1936. Murcia, 2004.
Tambin hemos consultado peridicos de la poca.
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y otra con 36 nias. Hospital y unas 2.868 tahullas de las cuales 1.574
eran de riego directo del ro Segura82. Era, pues, un pueblo con
abundante riqueza natural y un nivel de desarrollo apreciable; un
pueblo sensible a la historia de la Pasin del Seor, como as lo indica
Jos Antonio Caride de Linn (Cofrade Mayor de Alcantarilla, 1994)
cuando dice: La fiesta de Semana Santa es la ms antigua de las que
se celebran en alcantarilla83.
Segn nos facilit en entrevista personal, Fulgencio Snchez
Riquelme, Cronista oficial de este pueblo, La Semana Santa data del
siglo XVIII y cuenta con once cofradas y unos 3000 cofrades. Es
llamativo el nmero elevado de asociados que cada una de estas
hermandades tiene -nada frecuente en nuestros pueblos- pues cuando
alcanzan el nmero de 200 consideran sus dirigentes ser cofrada
numerosa. En Alcantarilla sobrepasan este nmero casi todas ellas.
Celebra ocho procesiones comprendidas entre Viernes de Dolores
y Domingo de Resurreccin en las que participan 26 pasos, casi
todos de autor; acompaa a cada uno de ellos banda de msica. Cuidan
mucho las calidades de toda la infraestructura, pero por lo que ms
destacan es por el arreglo floral de los tronos.
Las procesiones de Semana Santa de Alcantarilla, tal cual las
conocemos en la actualidad, estn vinculadas a las de Cartagena ya que
en 1939 se propusieron reactivar esta fiesta y se dirigieron a esta
ciudad, al Cabildo Superior de Cofradas para recabar datos y
experiencias que posteriormente adoptaron ellos en su localidad.
Precisamente uno de los rasgos estilsticos de Alcantarilla, como
igualmente lo posee Cartagena, es la severidad en los desfiles. Es
explicable esta actitud, pues ambas ciudades acogen destacamentos
militares, aflorando, por tanto, la influencia castrense de estas
poblaciones.
En Alcantarilla es singular la atencin que su Junta de Cofradas
presta al apartado de la msica, pues con las bandas que acompaan a
cada paso logra una gran marcialidad y empaque. Sobriedad,
recogimiento y correcta compostura mantenida por cofrades y pblico
en general es el rasgo que los distingue.
Viernes de Dolores. Organiza la procesin la cofrada de Ntra.
Sra. de los Dolores que, como es lo habitual en esta advocacin, es
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A travs de este captulo observaremos que los mismos cargos son definidos con nombres
distintos, y esto se produce segn poblaciones. En Murcia, por ejemplo, a los cofrades que portan
los pasos les llaman estantes y en Alcantarilla costaleros (este trmino es ms propio de
Andaluca y radica en que, efectivamente, debajo de los tronos, ocultos por las faldas que envuelven
el carro, van una serie de cofrades cuyo sostn lo ejercen con la parte alta de la espalda). Tambin
se les define como portapasos (este trmino est muy arraigado en Castilla, sobre todo en Zamora
y Valladolid. Exponemos aqu la necesidad de un trabajo lingstico sobre terminologa pasionaria a
nivel de toda Espaa).
85
Jos Planes esculpi para Jumilla imagen de Cristo Yacente idntica a la de Alcantarilla
realizada en fecha posterior-. Se distinguen ambas por una policroma cuidadsima de tanta calidad
como las que hicieron famoso a Gregorio Fernndez. Jos Planes se caracteriza por unos planos
grandes, elegantes, expresiones serenas y mesuradas.
86
Archicofrada del Santsimo Cuerpo de Cristo Seor del Mundo y Santo Entierro. SEMANA
SANTA DE ALCANTARILLA Junta de Hermandades y Ayuntamiento de Alcantarilla 2004.
92
Son evidentes las conexiones que Alcantarilla tiene con Cartagena; una de ellas es la advocacin
de la Virgen del Amor Hermoso, no slo con el nombre sino con muchos ms detalles igualmente
concordantes. Por ejemplo en ambos lugares procesiona bajo palio, al estilo andaluz, modo poco
arraigado en nuestra regin.
88
GALLEGO MARTNEZ, Martnez, Bartolom. Revista de SEMANA SANTA DE ALEDO Pg.
24. Aledo 2000. expone lo siguiente: No existe dato alguno en los archivos de la Iglesia Parroquial
referidos a la celebracin de las procesiones en Semana Santa, ni de otros cultos religiosos.
Tambin lo manifiesta Joaqun baguena en su libro La Historia de Aledo. Otro testimonio viene
dado en la pg. 17 de la misma revista que expone lo siguiente: A raz del Concilio de Trento
(1545-1563) y como reaccin a la reforma protestante que prohiba el culto a la Eucarista y a las
imgenes, adquieren gran auge las manifestaciones religiosas en espacios pblicos y abiertos,
aparecen los autos sacramentales, las procesiones de Semana Santa, en un principio, slo con la
imagen de Cristo Crucificado. JIMNEZ SNCHEZ, Enrique. SEMANA SANTA DE ALEDO.
2000.
93
Gorro rizado es como definan al capuz, sin estructura rgida interna, lo que hace que el gnero de
confeccin adopte la forma de la cabeza y el resto del capuz caiga doblado sobre s mismo.
94
95
Los arreglos florales adornando los pasos se han utilizado desde siempre. Primero, en los siglos
XVI y siguientes, fueron de flores silvestres y plantas aromticas (as al menos lo expone en
Historia de Jumilla Don Lorenzo Guardiola); suponemos que sera igual en el resto de pueblos y
muy en particular en nuestra clida regin que las habra en abundancia. Este tipo de arreglo era
compartido con flores de papel o de tela. Hacia los aos de 1920 empiezan a ser adornados los
tronos, parcialmente, con flores naturales ofrecidas como exvotos por los ciudadanos. Sera en la
dcada de los sesenta cuando ya se generaliz el arreglo a base de flor natural cultivada y
comercializada cuyo costo econmico era asumido por el Camarero del paso o por la hermandad.
94
Sobre los datos ofrecidos en torno a la hermandad de San Juan en Aledo, hemos seguido los
ofrecidos por la propia hermandad en: Apuntes sobre el artculo: Orgenes e Historia.
NUESTRA SEMANA SANTA DE ALEDO (Aledo 2000.
95
(Lucas, 2, 34-35). Mira: ste est puesto para que todos en Israel caigan o se levanten; ser una
bandera discutida, mientras que a ti una espada te traspasar el corazn; as quedar patente lo que
todos piensan. Nuevo Testamento. Traducido por Juan Matos. Ediciones Cristiandad. Madrid.
1982.
96
Francisco Martnez Hernndez, y Lina Martnez Jimnez. Revista deSEMANA SANTA DE
ALEDO PG. 41 (Aledo, 2000). VV AA. La Hermandad de Ntra. Sra. de los Dolores. De los
orgenes a la actualidad, pg.18.(Alhama de Murcia. 1999).
96
del
las
del
los
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En 1771 la cofrada ms implantada en el Reino de Murcia era la de Ntra. Sra. del Rosario con 71
cofradas; 27 de la advocacin de La Pursima y 22 de la Virgen de los Dolores. Bajo la advocacin
de Ntra. Sra. de la Soledad slo haba 11.ARIAS-SAAVEDRA ALAS, Inmaculada y LPEZGUADALUPE MUOZ, Miguel Luis Luis. La Represin de la Religiosidad Popular, Pg. 156.
Universidad de Granada. 2002.
97
LIZN HERNNDEZ, Luis. Los Orgenes de las procesiones de Semana Santa de Alguazas.
(Todo el material del cual disponemos nos ha sido facilitado por mediacin de la bibliotecaria de
Alguazas Sta. Carolina Matencio Pons, que remiti nuestra peticin a D. Federico San Nicols
Ruiz, que es el que nos lo ha enviado, desinteresadamente).
99
La Represin de la religiosidad popular: Crtica y Accin contra las Cofradas. Pg. 153.
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Teirse la cara de azulete es una costumbre que data del siglo XVIII. Hacia 1975, a
requerimiento de las autoridades eclesisticas, esta costumbre fue prohibida alegando que al hacerse
en la Plaza de la Iglesia Parroquial de San Onofre, su fachada sufra daos y manchas de dicho
producto, cosa que la perjudicaba. (Esta fachada mudejar, est declarada por la UNESCO,
Patrimonio histrico-artstico de la Humanidad).
104
Los pasos de la Virgen suelen llevar formada, en cada lado del trono, con flores, la letra inicial
de Mara. Suelen ser blancas, smbolo de pureza. En otros tronos incluso, con las flores crean una
especie de cuello de cisne sobre cuya simbologa se sabe que A causa de que le gustan las aguas
lmpidas, y de su plumaje ms blanco que el de la paloma, en los pases del Norte, que no se vieron
turbados por el mito meridional y clsico de Leda, el cisne se convirti en uno de los emblemas de
la castidad total, de la que Cristo es en el pensamiento cristiano -junto a su Madre la Virgen Maranicos exponentes absolutos. I. CHARBONNEAU-LASSAY. El Bestiario de Cristo. Vl. II,
pg.545. Sophia Perennis. Para la presente edicin ha sido el tracductor: OLAETA de, Jos J.
Palma de Mallorca. 1997.
105
El Concilio de Trento dict decreto que deca: Respecto a las imgenes, que la de Cristo, la de
la Virgen, y las de los Santos, se deben guardar en los templos y rendirles los debidos honores, no
porque en ellos exista divinidad o virtud alguna, sino porque el honor redunda en lo representado,
ya que por medio de las imgenes se adora a Cristo y a los Santos cuya semejanza tienen. Novena
sesin, 2-3 de diciembre de 1563. La imagen cercada de bellas flores, vista desde la perspectiva que
indica este Decreto aludido, representa rendirles los debidos honores.
106
(Jn. 12, 3). Mara tom una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, le ungi los pies
a Jess y se los sec con el pelo. La casa se llen de la fragancia del perfume.
103
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tuvieran las puertas limpias e iluminadas con luz elctrica, con velas, o
con luminarias de aceite (A esta costumbre hacemos referencia en el
captulo primero, apartado 1.5, prrafo ltimo). Ms no siempre se ha
podido sostener el nivel de calidad y colaboracin planteada y han
surgido etapas de decadencia que lo han impedido. Entre los periodos
de declive se encuentra el posterior a la Guerra Civil; en el ao 1947,
por ejemplo, tuvieron que desfilar los nazarenos sin tnica por no
tenerlas y se pusieron en el brazo un lazo con el color de su
hermandad. Sin embargo a partir de 1925 las procesiones de Alhama
se realizan con un derroche excesivo de lujo. El Liberal, 16 de abril,
segn nota de Cern Aledo, A. 1996. Posteriormente hacia los aos de
1960 se inici una nueva etapa de atencin al tema que ha ido
creciendo ao tras ao sin decaer en ningn momento hasta nuestros
das.
Viernes de Dolores. La Hermandad de Ntra. Sra. de los Dolores,
desfila con su imagen titular, obra de Snchez Lozano (1949) por la
que se le pagaron 3000 ptas.; esta Cofrada se sabe que en 1760
disponan de la Virgen del Primer Dolor, de autor y fecha
desconocidos; pero en 1925 adquirieron nueva imagen, obra de
Carmen Snchez Araciel, de aspecto esculido y devoto; trono del
alhameo Jos Rubio Cern. Al ao siguiente, esta Virgen estren un
vestido barroco y un aparatoso manto; Tambin se estren un palio de
bambalinas en tis de plata. En 1927 nuevo trono que desfil adornado
de cuatro ramos de flores artificiales y ocho guirnaldas, llevando como
iluminacin 164 bombas110 con luces111. En 1936 imagen y ajuar
fueron quemados. En 1949 la Hermandad encarg a Snchez Lozano
una imagen de Ntra. Sra. de los Dolores antes citada- que deba ser a
imitacin de la imagen de Salzillo. En 1960 esta Cofrada aprob sus
primeros Estatutos.
Domingo de Ramos la procesin es tpica pues desfilan los
cofrades vestidos con atuendo hebreo y portando palmas o ramas de
olivo. Alhama convirti esta procesin, como tantos otros pueblos, en
un reflejo de la pirmide social local. Desfilar en ella requera cierta
110
Aclaramos que en el argot cofradiero bombas le llaman a las tulipas que protegan la llama de la
vela o bien la bombilla de luz alimentada por batera. Hay una ancdota aqu en Murcia y es que
haciendo estacin de penitencia en la Catedral la Cofrada del Cristo de la Sangre, ante un giro
brusco de los estantes, alguien que lo presenci tuvo la impresin de que estas tulipas (bombas)
iban a rozar contra el muro y se iban a romper, por lo cual grit las Bombas! las Bombas! La
gente interpret que haba una bomba en el interior del Templo y empezaron a amontonarse unos
contra otros buscando salir al exterior. Aquello produjo pnico y algunos lisiados. Es noticia
ofrecida en el Liberal en la Semana Santa de 1904.
111
CERN ALEDO,C. Alfonso. Cofradas, procesiones y Tradiciones Religiosas de Alhama,
pg. 108.
105
El Alcalde elaboraba una lista de invitados formada por los miembros del Concejo, funcionarios,
personal de justicia, mayores contribuyentes, y personas influyentes de la villa, a las cuales se les
facilitaba la palma para la procesin. Estar en la lista de invitados por el Concejo era signo de
distincin social. Ibidem, pg. 123.
113
Esta imagen tuvo un problema y fue que el cura prroco, Don Sebastin Blesa Parra, al
destaparla vio el generoso escote que la buena mujer luca por obra y gracia del escultor y,
automticamente, la volvi a embalar y a remitir de nuevo al taller. Encarg la cofrada otra
imagen, esta vez a Lozano Roca, que cost 20.000 ptas., tomando el escultor como modelo la de
Roque Lpez de la Archicofrada de Los Coloraos de Murcia. ROSA GMEZ, Fernndo y
CABRERA MARTNEZ, Gabriel. Los Alhameos y su Semana Santa, pg. 27.
106
Bailar a las imgenes es costumbre propia de Andaluca. Los cofrades ms clsicos censuran
que en Murcia se haga, porque alegan que no tenemos tradicin en ese aspecto y que adems es
impropio. Sin embargo es hecho que se extiende e impone porque, como podemos apreciar, cada
ao las procesiones de Semana Santa, externamente, son ms espectculo y menos expresin de
luto y dolor.
107
Esta expresin de Sbado de Gloriase debe a que en las fechas en las que escribe Vicente
Medina el poema, la Funcin religiosa de la Resurreccin tena lugar Sbado en la maana. El
Concilio Vaticano II incorpor a la nueva liturgia el celebrar Vigilia de Resurreccin a partir de las
nueve de la noche de ese da, por lo cual pas a denominarse Sbado Santo y el da siguiente
Domingo de Gloria o de Resurreccin.
116
MEDINA TORNERO, Manuel Enrique, Cronista Oficial de Archena, Miembro de la Real
Academia Alfonso X el Sabio, Profesor de Psicologa de la Universidad de Murcia. La Semana
Santa en Archena: Apuntes histricos. Pg. 32. Revista de SEMANA SANTA DE ARCHENA.
2004.
108
En los distintos pueblos de nuestra Regin es comn que durante el recorrido de las procesiones,
los nazarenos den caramelos; esto distorsiona, altera el orden e interrumpe el desfile. Entre las
gentes no slo es aceptada esta ddiva sino que es deseada. En los lugares donde se impone una
absoluta disciplina y recogimiento lo primero que eliminan es el dar caramelos. Cartagena, San
Pedro del Pinatar, Archena, Alhama y tambin Murcia en determinadas procesiones suelen eliminar
esta DDIVA, muy asentada en todo Levante. Nivel aparte alcanza la costumbre, parece ser que
surgida entre los huertanos de Murcia, de dar otras viandas como son huevos cocidos, habas,
monas, bocadillos, etc.
118
Hermandad Santsima Virgen de los Dolores, SEMANA SANTA DE ARCHENA 2003..
109
110
111
los muchos archeneros con su Semana Santa. Quitar las espinas, los
clavos, bajar los brazos y descender al Seor al Sepulcro la Cama,
como le llamamos los archeneros- impresionaba profundamente y
dotaba de realismo, pattico pero religioso, aquella tarde del Viernes
Santo.
Comparto modestamente la idea de quienes creen que este es un
acto que debera revitalizarse. Me parece un patrimonio cultural de la
historia y devocin de un pueblo. Joaqun el Maricoto a quien vea
diariamente porque viva frente a su casa, no era slo por su proverbial
bondad reconocida por todos, sino porque haba tocado al Seor,
porque lo bajaba de la Cruz y lo llevaba a descansar. Por la poca, de
nio an, yo pensaba que tocar a Dios era cosa de sacerdotes120.
El profesor Esteban Albert dice no conocer datos concretos sobre
la antigedad y origen de esta representacin. En la actualidad, en la
mayora de los pueblos que escenificaban este episodio ha sido
eliminado el sermn; hasta los aos sesenta era frecuente ofrecerlo el
da de Viernes Santo, con gran boato y cuidada oratoria, dentro o fuera
de las iglesias. En Aledo y Archena, segn las referencias en nuestro
poder, son de los pocos pueblos de nuestra regin que se sigue
representando el acto del Desenclavamiento, aunque sin sermn.
BALSICAS es un pueblo pequeo que vive de la agricultura, pero
su enclave cercano a la ruta de la costa martima del sureste le produce
cierto movimiento turstico, hoy disminuido por el paso de la Autova
por las afueras del pueblo; antes la carretera comarcal cruzaba el centro
del casco urbano y era paso obligado para llegar a las playas del litoral
de Murcia y Orihuela.
Sus fiestas de Semana Santa son sencillas pero con bastante
entidad. Sorprende de sus gentes que con tan pocos medios logren
sacar a la calle una procesin de tanta envergadura; en ello todos
colaboran y se obligan hasta conseguir casi un milagro.
Viernes de Dolores rezan en procesin el Va Crucis desde la
iglesia Parroquial de Ntra. Sra. del Rosario hasta la Ermita El Pasico
acompaados por la imagen del Cristo de la Cruz, de gran devocin
para los que viven all.
120
Don Manuel Esteban Albert, me remiti personalmente este texto ofrecido y me facilit
informacin sobre la Semana Santa de Archena. Don Daniel Gonzlez Martnez me ha donado
distintas revistas de Semana Santa de Archena.
112
113
Los datos facilitados nos han sido dados de voz por el secretario del Cabildo de Cofradas de
Blanca, ngel Ros. Destacamos de este prrafo la antigedad en el culto a la Virgen de los
Dolores, pues fue una advocacin poco expandida hasta 1727 en que Benedicto XIII la extendi a
la Iglesia universal. Es cierto que desde el siglo XVI se le reconoce como Patrona de algunos de
nuestros pueblos, como es el caso de Alhama, aunque aqu se le denominaba Virgen de la
Esperanza.
114
115
116
MELGARES GUERRERO, Jos Antonio. Pregn de Semana Santa de Bullas. 2004. Este Cristo
crucificado, realizado en hierro, permanece al aire libre, en el cruce de caminos, esperando a todos
los que caminan hacia all, hacia l.
130
Ibidem. Pregn de Semana Santa de Bullas, 2004.
131
Este escultor que realiz varias imgenes de esta advocacin, las haca con esta iconografa de
aparatoso atuendo y ricos bordados; tnica y manto solan ser del mismo color; el manto lo
alargaba hasta dejarlo caer con holgura hasta descansar en el suelo, ensanchando y tomando
forma piramidal el contorno de la escultura en su conjunto; creaba adems la parte baja del manto
un plegado voluminoso, de clara influencia flamenca; las manos de la Virgen van abiertas, al igual
que los brazos, en actitud de splica y abatimiento; conformando la composicin se le adhiere
corona sobre la cabeza compuesta por doce estrellas.
132
Por toda Espaa estn ritualizados ciertos pasajes relacionados con la bsqueda de Jesucristo,
que tiene su origen en el hecho de, tras su muerte, hallar la tumba vaca en la que fue enterrado.
117
Encontrar a Cristo es un imperativo. Las gentes dan fuerza a su religiosidad idealizando una serie de
representaciones investidas de simbolismo que se resuelven con el encuentro del Seor,
materializado al exponer las imgenes de Cristo resucitado y de la Virgen, frente a frente, ya que se
interpreta que la Virgen estaba buscando a su Hijo junto a los dems. En cinco pueblos castellanoleoneses, dos gallegos y uno valenciano, relacionado con esta costumbre, se hace entrega de un
Nio Jess a la Virgen, como si la resurreccin fuera equivalente a un nuevo parto. En una
poblacin gaditana la imagen de la Virgen recorre los templos en busca de su Hijo. En otra,
toledana, se busca su sepulcro. En un pueblo malagueo son los fieles los que buscan en el
cementerio la imagen del Resucitado; y en otro de la misma provincia los fieles secuestran al Santo
Nio y recorren con l los caminos, como si estuviera perdido. En otros lugares incluso le hacen
intervenir a la imagen de San Juan que suele ir corriendo desde donde est la Virgen hasta donde
est la imagen de Cristo, actuando como mensajero. Pues bien, en Bullas realizaban esa bsqueda y
la simbolizaban reuniendo a todas las imgenes que antes haban procesionado por recorridos
distintos, hasta reunirlas todas en la Plaza, porque Jesucristo haba sido encontrado, haba
resucitado. Las imgenes son colocadas formando con ellas un crculo -figura tambin muy
simblica que nos advierte de que no se colocan as por capricho, y que es necesario reflexionar
sobre ello-. La alegra es general ya que todos haban colaborado en dicha bsqueda y que todos son
beneficiarios de ese encuentro, de esa resurreccin. El crculo representa la idea de Dios; es la
forma perfecta. Valor que ha trascendido al lenguaje cotidiano pues cuando cualquier hecho se
desarrolla de forma favorable se suele decir que ha salido redondo (Esta fuente pertenece a
Horacio que al explicar la forma ms bella de hablar, adverta que deba de ser quedo redondo).
Concluimos expresando que las citas de los pueblos aludidos en esta nota, estn extradas de: Rito,
Msica y Escena en Semana Santa. VV AA. Dirigido por BRISSET, Demetrio Enriquez.
Comunidad de Madrid, 1994.
133
Observamos cmo en el siglo XIX, y con frecuencia hacia mediados del mismo, se fundan
nuevas cofradas; dato que se repite bastante en cada pueblo y que asienta el criterio expresado al
comienzo del presente captulo de que, aun considerado de conflictivo por los divesos avatares
blicos y polticos -y particularmente desafortunado y doloroso con las prohibiciones aplicadas a la
religiosidad y al patrimonio de la Iglesia-, es tiempo de honda renovacin en la esperanza cristiana
y de convicente profesin de fe.
134
GONZLEZ CASTAO, Juan. Pregn de Semana Santa, 2000. Bullas. El pregonero encauza
este pregn como medio de explicar la trayectoria religiosa y de Semana Santa del pueblo de
Bullas. Por ello alude a los orgenes y habla de la concesin de instalar pila bautismal con lo cual
se produca la independencia religiosa y su separacin administrativa de la vicara de Cehegn,
localidad a la que pertenecan los bullenses como habitantes de una aldea. Tal concesin les lleg
en 1689. Para obtener esta importante concesin -Segn dice Gonzlez Castao- adujeron algo que
era una realidad, la de que muchos enfermos a consecuencia del mal camino y las dificultades de
trasladarse por l hasta Cehegn, moran sin recibir los auxilios espirituales.
118
119
De este prrafo destacamos que la imagen de Santiago Apstol, de forma individual, desfila en
poqusimas procesiones de Semana Santa en los pueblos murcianos. As tambin la advocacin de:
Virgen de la Esperanza est escasamente arraigada en nuestra tierra, en la que prolifera mucho ms
la de: Virgen Dolorosa o de los Dolores.
120
136
Los datos aportados me han sido facilitados en conversacin telefnica por D. Damin Guirado,
Vicepresidente de la Cofrada del Cristo de la Sangre de Bullas.
121
122
Revista de SEMANA SANTA DE CALSPARRA PG. 16. Calasparra 2002. La familia Valera
ocup la casa de referencia durante muchos aos y fueron los que cuidaron de la imagen del Ecce
Homo; despus de ellos la habit la familia Lpez Fernndez, que hicieron otro tanto, ambas
desitenresadamente. La imagen estaba en la ermita ubicada al lado de la casa, por eso la cuidaban.
Durante la Guerra Civil la imgen fue tirada al ro y los Valera recogieron la cabeza que, rota en
pedazos toda la imagen, esta parte qued intacta y que la familia Valera al trmino de la guerra
segua conservando dicha cabeza. (Esta familia al terminar la guerra dej de vivir en la casa,
ocupndola entonces la familia Lpez Fernndez). Al trmino de la contienda se encarg una nueva
imagen del ecce Homo, que es la que hoy en da procesiona en Semana Santa. La ermita se hundi
y se edific de nuevo (1943) la nueva imagen estuvo depositada durante varios aos en la Casa
Valera, que es el nombre por el que se le conoce y cuentan estos tres hermanos que la colocaron en
la habitacin en la que ellos dorman. Aos despus la imagen fue depositada en la iglesia y era
desplazada cada Semana Santa hasta la ermita para ser all arreglado el trono y prepararlo para los
desfiles.
123
Slo hay dos Cabildos Superiores de Cofradas Pasionarias presididos por mujeres, uno es el de
Calasparra y el otro el de Balsicas. Histricamente las mujeres han tenido prohibido no slo el
124
ocupar cargos sino incluso el asistir a las Juntas. Los Estatutos de Nuestro Padre Jess de Murcia
as lo especifican. Desde el ao 2003, la Archicofrada de la Sangre aprob en Junta General que la
mujer pudiera ser Mayordoma. Un ao antes as lo aprob la Cofrada de N.P.J.N. de Murcia. Sobre
el cargo de Camarera nunca ha sido nombrada una mujer, las que han ejercido a lo largo de toda la
historia han sido, siempre, camareras consortes. En la prctica han ejercido con tal dedicacin que
en la sociedad lo que ha arraigado es el nombre de Camarera.
125
126
127
El Lignum Crucis est en la ciudad de Caravaca desde 1232. Prcticamente todos los Papas le
han concedido alguna gracia o indulgencia. Lo ms sublime es la concesin del Culto de Latra que
la equipara al que recibe el Santsimo, y fue concedido en 1736. Otro episodio sobre Caravaca es
que en 1885 D. Quintn Bas Martnez escribe, Historia de Caravaca Recopilada y Adicionada. Fue,
publicada por la tipografa local La Luz Este taller editaba adems cada semana peridico local.
Gracias a estas fuentes se conoce, en parte, la Historia de esta ciudad. Sobre la Cruz de Caravaca
todava no hay realizado, con profundidad y rigor, un estudio; en el presente se est investigando el
tema y se escribe Tesis Doctoral sobre ello.
142
SAN JUAN DE LA CRUZ,. Poesas completas. Pg. 87. Clsicos de la Literatura. 2003.
143
La Orden religiosa de los Templarios, o Caballeros del Temple, fue creada en el ao 1119, por
Hugues de Payns para proteger a los peregrinos en Tierra Santa. Sus reglas eran muy prximas al
ascetismo. Contradictoriamente a partir de 1128 se enriqueci rpidamente, gracias a numerosas
donaciones. Crearon en todo el mundo establecimientos que en Occidente eran similares a los
Seoros, aunque se les denominaba Encomiendas, y se calcula que posean unas 9000. Enrique IV
de Francia, acusando de corrupcin a la Orden, orden la disolucin el 3 de abril de 1312. En el
libro escrito por MELGARES GUERRERO, Jos Antonio, Crnicas para la Historia de Caravaca.
Ed. Ayuntamiento de Caravaca. 1991, no contempla estudio alguno sobre las rdenes religiosas
que residieron en el Castillo-Santuario, pero da una visin amplia de las tradiciones de esta Ciudad.
144
LLOPIS, Miguel. Documentos del S. XIV y XV: Seoros de la Orden de Santiago. Academia X
el Sabio. Murcia, 1991. De este autor tambin se puede consultar: Historia de Murcia. Ed. Regional
Murciana. 1998.
128
El nombre es puramente prctico pues al tener esta ermita en el frente una ventana con reja
provoc la denominacin.
146
MELGARES GUERRERO, Jos Antonio. Crnicas para la Historia de Caravaca. Pg. 195.
Ayuntamiento de Caravaca, 1991. De este Cronista hemos recibido, desinteresadamente, el libro
citado, as como otros documentos y largas conversaciones sobre la Semana Santa de Caravaca.
147
Ibidem. Crnicas para la Historia de Caravaca; en la pg. 196 dice: Desde el siglo XVI y hasta
que la Desamortizacin de Mendizbal dio al traste con los bienes de las Cofradas religiosas a
partir de 1835, la Cofrada de Nuestra Seora de la Concepcin y San Juan de Letrn, que construy
en su da para sede propia la actual parroquia de La Pursima, organizaba, cada mircoles de
cuaresma, su miserere. De 1595 tenemos las primeras noticias sobre esta prctica religiosa que,
segn el libro del cabildo de dicha Cofrada, perteneciente a esta poca, era usual desde antiguo
129
En 1956 se pagaba a cada cantor del coro y msico de la orquesta 8 reales por miserere. Slo
conocemos el nombre del maestro de la capilla, en esta fecha, Francisco Baquedano, que cobr 8
ducados por su educacin global y la del bajo, Vicente Cebrin.
148
Ibidem, pg. 196
149
Ibidem. El captulo IV, (Pgs. 190-280) titulado Etnografa, habla de tradiciones cuaresmales,
algunas muy curiosas, y que, al igual que como tantas otras tradiciones se repiten en la mayora de
pueblos, pero cada uno les imprime alguna particularidad
150
Ibidem. Pg. 197.
151
Ciertamente el Sermn de las Siete Palabras est en franca decadencia, pero ha surgido en varios
pueblos de Andaluca un tipo de Literatura de Semana Santa, expresada a modo de alocuciones,
normalmente ofrecidas por un sacerdote que intenta llevar el mensaje de la Redencin al pueblo. Se
ha dado en llamarle con muy diferentes nombres. En Gdor (Almera): Sermn de las Lgrimas.
En Campillos (Mlaga): Sermn del Calvario. En Mairena de Alcor (Sevilla): Sermn de la
Soledad En Castro del Ro (Crdoba): Pregn de la Traicin de Pedro. Rito Msica y Escena en
Semana Santa, pag. 28).
130
131
RIGHETTI, Mario. Historia de la Liturgia, 2 volumen, pgs. 781-782. BAC Madrid 1954
132
Del libro Crnicas para la Historia de Caravaca, pg. 210, de MELGARES GUERRERO, Jos
Antonio, recogemos el origen de la procesin del silencio que lo expone diciendo: Tuvo su origen
en las fras tierras de Alemania, como promesa de un grupo de voluntarios de la Divisin Azul,
cuando regresaran a su tierra tras la conclusin de la Segunda Guerra Mundial. Unos cumplieron
personalmente el voto; otros, los que encontraron all la muerte, fueron representados por su
familia. La fundacin cannica se hizo en la iglesia de los frailes carmelitas (de ah los colores de
sus tnicas: hbito marrn y fajn y capucha blancos. Al pecho de la capucha se le aadi la cruz
roja, de Caravaca, en 1981, con motivo del Ao Jubilar). El lema y consigna de la entidad pasional
recuerda una frase inscrita en el cinto de los soldados del ejrcito alemn en aquella contienda:
Dios con nosotros y nosotros con Dios y con la Patria.
154
Es denominado Sermn de las Siete Palabras pero en realidad slo es una breve reflexin sobre
los hechos de la Pasin que pronuncia el Consiliario de la Cofrada organizadora de esta procesin.
155
MELGARES GUERRERO, Jos Antonio. Crnicas para la Historia de Caravaca, pg. 212.
Explica acerca de la procesin celebrada Domingo de Pascua lo siguiente: La documentacin que
poseemos de su existencia data de finales del S. XVI, concretamente de 1596, fecha en que la citada
133
134
135
161
Se sigue celebrando el acto, slo que la onza de oro es el smbolo de la donacin econmica que
el Ayuntamiento hace cada ao al Cabildo Superior de Cofradas. Siempre haca esta ofrenda un
hombre, el Alcalde. Fue en 1996 cuando por primera vez lo hizo una mujer, Doa Pilar Barreiro,
por ser alcaldesa de Cartagena.
162
La llamamos famosa porque hasta hace unos treinta aos este consentimiento lo peda cada
cofrada por separado, en el mismo da y a la misma hora. Durante el recorrido, cuando dos de ellas,
que rivalizaban, se cruzaban, enfrentaba en exceso a los protagonistas; el mutuo hostigamiento
terminaba siempre con rencillas y comportamientos poco ortodoxos.
136
La aparicin de Cofradas penitenciales que tienen por titular a Nuestro Padre Jess Nazareno,
surgen en numerosos pueblos de Espaa a lo largo de los aos finales del siglo XVI y primeros del
XVII. No es una excepcin la Dicesis de Cartagena, donde dos cofradas de dicha advocacin, con
sede la una en Murcia (1600) y la otra en Cartagena (1641) se cuentan entre las ms antiguas.
RUBIO ROMS, Jos Emilio. Las Cofradas Dominicas del Dulce Nombre de Jess Nazareno.
Pg. 8. ECOS DEL NAZARENO Semana Santa, Cartagena 2005.
137
138
166
Por lo extensa que es la lista de estas Agrupaciones optamos por no dar las fechas de fundacin;
todas fueron creadas en el siglo XX. Daremos estos datos al hablar de los pasos en Cartagena
denominados la mayora de veces tronos. El grupo de cofrades es numeroso; la forma de
estructurar las asociaciones difiere de cmo lo hacen en el resto de cabildos de los dems pueblos
regionales. Cada Cofrada (cuatro en la actualidad), suelen tener varios Tercios, separados sus
hermanos por edades, hasta 16 aos los infantiles; a partir de esa edad los de mayores. Cada uno de
ellos es lo normal que se constituya en Agrupacin y que con la imagen titular desfilen en los actos
organizados por la Cofrada madre. En cualquier otra ciudad est la Cofrada compuesta por
determinados pasos, cada uno con su propio vestuario, pero siempre regidas por los mismos
estatutos; en definitiva Hermandad y Tercio son equivalentes.
167
Lo de llevar cola las tnicas nazarenas tena una interpretacin de humildad. Llevarla era lo
comn en cualquiera de los pueblos. Estaba generalizado, como lo estuvo el que desaparecieran y
que fue a mediados del siglo XX. Hay cofradas, la del Perdn en Murcia es una de ellas, que como
recordatorio de cmo fueron antes estas tnicas desfilan unos pocos nazarenos vestidos con ellas.
Lo de signo de humildad es cuestionable ya que sola haber en los pueblos un grupo de nios
encargados expresamente de ir arreglando estas colas a lo largo del recorrido con el fin de que
fueran abiertas, planchadas, y dieran en conjunto solemnidad a la procesin. Cabe pensar que se
lucan ms por costumbre y que cayeron en ser elemento de vistosidad y elegancia, antes que signo
de humillacin o humildad.
168
Para recaudar fondos y hacer frente a los gastos econmicos de sacar las procesiones a la calle,
ms mantener el rico patrimonio de imgenes que tanto hermosean las procesiones, han recurrido a
todo tipo de nobles espectculos. Incluso los Marrajos formaron su propia compaa lrica, pues la
representacin de zarzuelas ha sido hasta mediados del siglo XX su principal va para obtener
ingresos. Han organizado corridas de toros, bailes y fiestas. En los ltimos aos la venta de lotera
ha sustituido a lo de los espectculos.
139
Expresar en el ttulo los trminos cofrada y hermandad se debe a que hoy en da est
constituida como cofrada, pero cuando se fund en el ao 1691, lo hizo como hermandad. De todas
formas ambas expresiones son empleadas indistintamente y ya est tan extendido el uso que es
imposible situarse cundo se refieren a cofrada como asociacin que procesiona varios pasos o
cundo a hermandad que se estima as porque slo procesiona un paso. El mnimo cuidado en el
empleo de los dos trminos no se suele tener en cuenta y hay ocasiones que crea confusin.
140
141
170
Las cofradas, tanto la de los Marrajos, como la de los Californios, acogen a numerosas
Agrupaciones en sus dos escalas de hermanos mayores de diecisis aos, y menores de esta edad.
171
VICENT, Manuel. ESCRIBI EN EL PERIDICO El Pas, pg. 54, el da 20 de marzo,
Domingo de Ramos de 2005, lo siguiente: No existe en el mundo un pas donde haya, como en el
nuestro, tantas procesiones, suenen tantas campanas, se celebren tantas fiestas religiosas presididas
por las autoridades civiles, creyentes o agnsticas, pero todas ellas muy encorbatadas.
142
Madrugada de Viernes de
Dolores
Pasin de Cristo pletrica de
Amores
Por las calles de Cartagena
Va Crucis doloroso camino de penas
La Procesin es presidida por: Cristo del Socorro, de M. Ardill172
(1965) y Virgen de la Soledad, del escultor murciano Garca Mengual.
La Cofrada del Socorro, pues, tiene el privilegio de abrir la Semana
Santa, no slo en Cartagena sino tambin en toda Espaa173. Es de
extrema austeridad y recogimiento porque as lo mandan sus
constituciones. Realiza estacin a las seis horas en la iglesia de La
Caridad en donde todos los nazarenos asisten a misa, que desde 1973
es oficiada por D. Manuel Azagra Obispo Emrito de la Dicesis de
Cartagena.
Pontificia, Real e Ilustre Cofrada de Nuestro Padre Jess en el
Doloroso Paso del Prendimiento y Esperanza de la Salvacin de las
Almas -conocida popularmente como Cofrada de los Californios174-,
saca a la calle, a las veinte horas, desde la parroquial de Santa Mara de
Gracia, la segunda de las procesiones correspondiente a Viernes de
Dolores, con los siguientes tronos: La Despedida de Jess a la
Santsima Virgen del Rosario175 y el del Cristo de la Misericordia, obra
de Salzillo, portado por 130 hermanos. Con la Virgen del Rosario, a la
llegada a la iglesia de Santa Mara de Gracia, se vive uno de los
momentos ms emotivos cuando se levanta el trono, a pulso, y con l
en alto se escucha el himno nacional y se canta La Salve. Otro
momento especial se vive al regresar el Cristo de La Misericordia que
espera la llegada de la Virgen del Rosario en la puerta de la iglesia y en
el transcurso de ese encuentro se canta una saeta.
172
La talla original del Cristo del Socorro, que fue destruida en 1936, tena un color tan cetrino que
dieron en llamarla popularmente: Cristo Moreno.
173
As lo piensa Fernando Navarro, hermano mayor del Socorro. Entrevista que le realizaron en la
Verdad en la semana Santa del ao1998.
174
Denominada as por figurar en la cofrada varios marineros que haban estado en tierras de
California en la Nueva Espaa y que en Cartagena aportaban notables ingresos para realizar las
procesiones.
175
Este trono fue en la Semana Santa de 1998 el que por primera vez, las mujeres, actuaron de
portapasos, sin participacin de hombre alguno. Pertenecen a la Agrupacin del sculo, que data
del siglo XVIII, aunque sera en 1939 cuando nuevamente fue fundada como Agrupacin. La idea
de incorporar un trono portado exclusivamente por mujeres surgi en una Junta y fue hecha por
varios miembros, masculinos, en el ao 1994. Se consideran los primeros en dar este paso hacia
delante rompiendo una tradicin de siglos. Esta Agrupacin tambin fue la primera en sacar a
hombros un trono portado slo por jvenes entre catorce y dieciocho aos. El presidente del sculo,
Manuel Latorre, dice estar haciendo historia con estas novedades; criterios nada compartidos con
otros destacados cofrades.
143
176
Los Carros Bocinas sustituyen a la tradicional Llamada, celebrada en Cartagena, parece ser
que desde el siglo XVIII; el acto est tan arraigado que sera inoportuno, y casi imposible de
conseguir su desaparicin. Las Llamadas eran tantas como cofradas haba y se producan
Mircoles de Ceniza (citadas antes) y en Semana Santa los das de procesin. Desfilando por las
calles irrumpan con marchas granaderas, establecindose entre Marrajos y Californios un
inadecuado enfrentamiento o rivalidad que generaba gran distorsin en el ambiente de las calles por
las que desfilaban. Esta situacin se zanj en 1969 que se avinieron a realizar la Llamada,
conjuntamente y de forma organizada para, tambin conjuntamente, cumplir el requisito clave que
es pedir autorizacin al Alcalde para poder realizar las procesiones; as pues que las cofradas,
juntas, se desplazan al Ayuntamiento para solicitar a la primera Autoridad municipal que puedan
realizar La Llamada, o sea, anunciar al pueblo que en Semana Santa habr procesiones. El
Alcalde los recibe, les dedica unas palabras, les da la conformidad solicitada y les entrega un
cheque por valor de una significativa cantidad de dinero. En la actualidad los Carros Bocina
mantienen el nombre de siempre y consisten en pequeo trono o alegora y que con el emblema de
la Cofrada organizadora abre todas las procesiones. Antes tenan el mismo nombre y consista en
unas gigantescas trompetas, montadas sobre un pequeo carro con ruedas, que iba delante de cada
uno de los tercios. En 1985 la agrupacin de La Oracin del Huerto rescataba del olvido Las
Llamadas haciendo un carro copia de los que antes desfilaban. LPEZ PAREDES, Manuel. La
Llamada: Cartagena Mes a Mes. De este libro se ha redactado una nueva versin titulada: La
Lanzada. Ha sido editado por: Real e Ilustre Cofrada de N.P.J.N. Cartagena 2001.
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147
El apelativo se debe a que unos pescadores de la Azoha capturaron en sus redes en los aos
treinta del siglo XVII un marrajo que trajeron a Cartagena, el cual se troce y vendi pblicamente
en la Reja de la Pescadera. Lo recaudado pas a las arcas de la Cofrada y desde entonces se adopt
la costumbre de darle a esta hermandad el dinero de la venta de los pescados de esta especie,
dependiendo las procesiones de cada ao de estos ingresos.
148
149
raso a dos caras; tras ella figuran los gallardetes donados por todas las
Agrupaciones de la Cofrada California y por ltimo el Tercio de
fusileros. Como curiosidad cabe destacar que estos fusiles son en su
mayora originales del siglo XVIII, llegaron a Cartagena en el ao
1890. Los sables fueron hechos en Toledo, y datan de la misma fecha
que los fusiles.
Santa Cena que desfila por primera vez en 1883 y es agrupacin
desde 1935. Debido a la Guerra civil deja de salir hasta la Semana
Santa de 1940. Son sus emblemas: estandarte de 1936, de tis de plata,
bordado en oro. El varal es de plata cincelada con motivos florales;
tiene un copete y bello remate en plata representando una nube de
donde emerge el Cliz con la Sagrada Forma. El varal mide 1,07 m. de
ancho por 3,09 m. de largo; es el estandarte ms alto de cuantos posee
la cofrada. Los hachotes en bronce y plata fueron hechos en Valencia
por la Casa Fuster, segn un diseo del Mayordomo Sr. Avils, en
1943. Tnica de raso blanco, capa y capuz de raso amarillo oro viejo,
siendo el fajn de terciopelo blanco bordado en oro. El Trono fue hecho
por Latorre, de peana baja, en madera de caoba, lo adorna va crucis en
plata repujada a lo largo de los costados del trono. Las imgenes fueron
obra de Garca Talens, discpulo de Mariano Benlliure.
Oracin en el Huerto, 1758, fundndose como Agrupacin en
1928. En primer lugar desfilan los volantes, antiguos ayudantes que en
el siglo XVIII traan y llevaban ordenes en la procesin; el volante
pertiguero o guin desfila con una prtiga de plata repujada y el libro
de regla; dos volantes alumbrantes con faroles; un volante muidor,
con un carrilln de cinco campanas que avisaba de la proximidad de
los hermanos178 y un volante bacineta, con un plato de plata, a modo de
cepillo o capacha, con la que se sola pedir limosna para el
sostenimiento de la Hermandad. Estandarte (1931) de terciopelo verde
esmeralda, bordado en oro y pedrera en el Asilo de San Miguel,
llevando enmarcado el motivo central que es un cliz con potencias,
sobre una cruz en terciopelo rojo. Tnica negra con botonadura verde,
178
La figura del muidor era comn a todos los pueblos que organizaban procesiones. Hoy en da es
una costumbre que al no tener utilidad, pues estamos en la poca de las comunicaciones, se ha
perdido prcticamente. Cartagena lo incluye y lo hace desfilar, hecho muy loable por parte de la
cofrada. Tambin en Zamora sigue vigente y desfila en determinadas procesiones para avisar al
vecindario del paso de la procesin. Sigue en activo el llamado Barandales que, campailla en
mano, alerta a todo el pueblo de que ese da hay procesin. En definitiva, salvo excepcin, el
muidor es personaje desaparecido de la cultura procesional de Semana Santa mientras que antes
era asiduo y generalizado, y el Barandales, muy similares los dos, sigue actuando en Zamora,
Valladolid y otros pueblos de la Alta Castilla. Esta funcin en la actualidad ha quedado sustituida
por carteles, notas en Medios de Comunicacin, etc., pero el halo de humanidad que desprende el
pregonero, eso, se ha perdido. El barandales es un personaje romntico que inspira intimidad
creada, tal vez, por el tintinear de su campanilla.
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La Historia de la Pasin nos dice que a Jess lo prendieron soldados judos enviados por el
Sanedrn. Despus, seran soldados romanos, enviados por Pilatos, los que vigilaron, que no
custodiaron ni velaron, la tumba en la que estaba enterrado Jesucristo. Desde el siglo XVIII,
popularmente en toda Espaa, se les nombra por Armaos basndose en que sus armaduras estn
hechas con hierro.
180
Esta escenificacin que hacen incluyendo a Pilatos en el desfile del grupo de Armaos, es
original de Cartagena. En algunos pueblos, como es el caso de Marchena (Sevilla), tambin con
intervencin de los Armaos, se hace la Lectura de la Sentencia de Pilatos, que es el mismo
episodio pero presentado de forma distinta.
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Hachote es una rica pieza de orfebrera con el escudo de la Agrupacin que llevan en la mano los
capirotes o capuruchos.
183
Que interpreten este pasodoble no es arbitrario, se debe que en la procesin, en pleno desfile,
suele tintinear el gallo que a impulsos del movimiento que le infieren al trono los portapasos, se
mueve tanto, a veces, que da la impresin de que el gallo se va a caer. El ao de 1933 fue de tal
calibre la vibracin del gallo que provoc que los espectadores instintivamente gritaran: el gallo!,
el gallo! Los msicos de la banda que acompaaban al paso interpretaban con esa exclamacin
que les pedan que tocaran el pasodoble de El Gallo y as lo hicieron; poco a poco la composicin
musical pas a ser emblema de los desfiles en los que participaba la imagen de San Pedro, y sus
recorridos los hace al son del dicho pasodoble.
184
Se entiende por estilo cartagenero los tronos que llevan desbordante arreglo floral de estructura
alta; a veces casi tapan las flores a la propia imagen. Los tronos son portados por estantes. Los
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157
El pfano es un instrumento de aire, muy usado en las bandas militares. Produce un sonido muy
agudo. Su forma es parecida a la de una flauta pequea.
158
Son numerosos los escritos que llaman a la Sbana Santa Sudario de Cristo. Como tal se le
define al pauelo blanco con el que se limpiaba el rostro de los difuntos. El Santo Sudario de Cristo
se venera en la Catedral de Oviedo, desde el siglo IX; es el mismo que, segn San Juan, cubri la
cabeza de Cristo en su crucifixin. El centro espaol de Sindonologa, en su proceso de
investigacin, ha detectado sorprendentes coincidencias con la Sbana de Turn, pues ambas telas
estn impregnadas del mismo tipo de sangre. El Sudario conserva restos de mirra y loe, adems de
trazas de la corona de espinas (Grandes Documentales. Director Andrs Garrido).
188
Esta Virgen tiene una curiosa historia. La Dolorosa, conocida popularmente como la
Pequeica, se atribuye a Francisco Salzillo. Fue encontrada en un almacn en la dcada de los
cuarenta y fue la que desfil sustituyendo a la imagen que hasta entonces procesionaba, obra de
Jos Snchez Lozano.
159
160
Bibliografa sobre la Semana Santa de Cartagena: ABASCAL FUENTES, J. Jos Capuz escultor
e imaginero valenciano del siglo XX. (Boletn de Bellas Artes XXI-XXII. Real Academia de Bellas
Artes). VVAA, Bajo Palio. (Ed. Agrupacin del Amor Hermoso. Cartagena, 1996). BASTIDA
MARTNEZ, D.A. La Agrupacin de Jess Nazareno (Cartagena 1996). CASAL MARTNEZ, F.
Cartagena y sus Procesiones (Ed. Casa. Cartagena, 1928). V.V. A.A. Cincuentenario de la
presencia de la Agrupacin de San Juan Evangelista (Californios, Cartagena 1990). V.V. A.A. En
el Parque de Artillera (Cartagena, 1990). DAZ Y GOMARA, M. de los Santos. Cartagena:
Circular sobre Procesiones y Cofradas. (Murcia, 1946). MS GARCA, J. Anales de la
Agrupacin de San Juan Bautista (Cartagena, 1953). RUIZ VINADER, E. Historia de la Piedad
de Cartagena (Cartagena 1995). VVAA. Las Cofradas Pasionarias de Cartagena. (Asamblea
Regional de Murcia, Cartagena.1991).
190
Es un acto popular celebrado en todo el Archipilago canario. All le ponen rostro a Judas, que
suele ser el del poltico, o personaje social meditico, que ha protagonizado hechos no aprobados
por el pueblo y entonces lo castigan simbolizando en el castigo infligido a Judas, el que desean
infligirle al aludido, al que humillan con este procedimiento. En Cantabria la noche de los judas es
otra de las celebraciones ms arcaicas y que sigue perviviendo; aqu lo ahorcan en un rbol
improvisado en la Plaza Mayor. (Ritos, Msica y Escenas de Semana Santa.ENRIQUE BRISSET,
Demetrio, Director. Comunidad de Madrid. 1994.
161
Sabemos que el acto del lavatorio se fue integrando al ceremonial litrgico de Semana Santa en
Jueves Santo; el oficiante lava los pies a doce personas, normalmente eran escogidos doce ancianos
de algn centro benfico. En 1529 en Mantua (Italia), el recin coronado Emperador Carlos V,
quiso sufrir la humillacin de lavar los pies a doce indigentes en recuerdo de tal hecho. (Rito,
Msica y Escena en Semana Santa). Pg.10. En Cartagena no es este el lavatorio representado sino
el de Pilatos cuando se lava las manos.
192
LANZN, Juan, msico contemporneo nacido en Cartagena, Director del Coro Tomas Luis de
Victoria. .
193
LANZN MELNDEZ, Juan. La Msica en la Pasionaria cartagenera. Corresponde al
libro: Las Cofradas pasionarias de Cartagena. Pg.838., y uno de los prrafos de este apartado del
libro dice: El concepto de msica religiosa es bastante ms amplio que el de msica litrgica y
162
163
Hasta tal punto se puede constatar esta simbiosis que las primeras referencias que existen en
nuestra regin sobre procesiones de Semana Santa (1521) se refieren al pago de honorarios por
haber facilitado cera, y tambin a msicos por haber tocado en la procesin, llegando al extremo
que en 1884 por no disponer de banda de msica se opt por suspender la procesin; esto ocurri en
Jumilla.
197
Cehegn edita cada ao una revista de Semana Santa. En cada una de ellas hay colaboraciones
hablando de los actos programados sobre msica. En la del ao 2000, pg. 63, leemos: Estamos
preparando la tercera edicin en la que hemos vuelto a buscar bandas muy cotizadas de los ms
diversos lugares de Espaa. Espero que consigamos la mxima repercusin a nivel nacional/Una
de las cosas ms tradicionales de nuestra Semana Santa es la msica pasional, otro de los retos que
esta cofrada (Caballeros del Santo Sepulcro y la persona que escribe es su Presidente, D. Diego
Fernndez Llorente) se ha planteado para este ao es formar una banda de Cornetas y Tambores
juvenil, la cual est compuesta por cuarenta miembros que oscilan entre las edades de tres a catorce
aos, y con carcter mixto, la cual desfilar por primera vez en la Semana Santa de este ao, en
nuestra localidad. Otros actos programados en este ao de referencia son: Concierto Sacro de
Semana Santa en la. Iglesia de la Pursima concepcin, despus de la misa de 7 de la tarde.
Concierto de Marchas Pasionarias por la Banda de la Sociedad Musical de Cehegn, dia 24 de
marzo de 2002, Domingo de Ramos, Iglesia de la Concepcin, a las 20 horas . En la pg. 147 de la
misma revista viene un artculo Semana Santa Musical de Antonio Gonzlez Noguerol, que lo
inicia diciendo: Cehegn es msica en Semana Santa, esta cuestin es evidente.
164
Cehegn cuenta con Auditorio y es una de las poblaciones que acogen programas culturales muy
relevantes como es el de Las tres Culturas. Ciclos de conciertos de msicos jvenes, noveles;
ciclos de Conferencias, etc.
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Liberar a un preso cada ao en Semana Santa es costumbre extendida en toda Espaa hasta
mediados del siglo pasado. (En Mlaga sigue vigente). La pelcula de, Amanecer en Puerta Oscura,
de Jos Mara Forqu (1957), interpretada por Francisco Rabal, trata este tema, inmortalizndolo.
La historia de tal costumbre parte del siguiente episodio. En Mlaga la Cofrada de N.P.J.N. data
del siglo XV, cuenta con un arraigo mximo. Viernes Santo de madrugada celebra, desde siempre,
una procesin emocionada en la que desfila la imagen titular y Nuestra Seora de Los Dolores; por
ambas los malagueos sienten verdadera devocin; Slo va alumbrada por las velas encendidas de
los nazarenos. Durante el reinado de Carlos III, en Mlaga, se detect una epidemia lo cual llev a
las autoridades a suspender esta procesin; los presos enterados de ello se amotinaron y abrieron las
puertas de la prisin para ir y sacar a hombros al Nazareno, como as lo hicieron. Devuelta la
Imagen a la Iglesia todos regresaron a sus celdas. Lo sucedido lleg a odos del Monarca que
concedi a la Imagen, denominada desde entonces Jess el Rico, el privilegio de liberar un preso
todos los aos en dicha Procesin. Paulatinamente este privilegio le fue siendo concedido a las
imgenes titulares de N.P.J.N. cuyas Cofradas lo solicitaban, y que fueron la inmensa mayora. En
Murcia se le concedi a Nuestro Padre Jess de la Merced y fue aplicado el indulto hasta los aos
sesenta. La imagen era trasladada Domingo de Ramos por la tarde, en procesin, a la crcel.
Dispona entonces de un brazo articulado que funcionaba con un motor durante unos segundos
durante los cuales el Cristo imparta la bendicin. En la crcel, previamente seleccionaban tres
presos y aqul que la mano del Nazareno sealara al trmino de la bendicin era el indultado, y
durante la Semana Santa se incorporaba a las procesiones, siempre detrs de la imagen de Jess
Nazareno; lo haca con la cara tapada.
168
ANDA es el nombre de la revista que sobre la Semana Santa de Cieza edita el Cabildo Superior
de Hermandades y Cofradas. Hay una frase que se dice mucho en esta ciudad y que es: Anda y
que la Magdalena te gue. La Magdalena era el primer paso que procesionaba en Semana Santa,
de ah surgi el ttulo aplicado a dicha revista.
201
RUIZ LUCAS, Ana M. El Templo, sede histrico-artstico de las procesiones. ANDA,
1990. Cabildo Superior de Hermandades de Cieza.
169
Todo parece indicar que el paso de La Soledad pudo desfilar en el siglo XVII dentro de la
Cofrada de la Preciossima Sangre de Cristo.
203
Datos que nos han sido facilitados a travs de los libros editados por la Junta Central de
Cofradas de Semana Santa de Cieza.
204
Se define como lloronas a las mujeres que acompaan a la Virgen, vestidas de riguroso luto,
portando velas encendidas. A finales del XIX dara lugar a las mujeres ataviadas con teja y
mantilla, tan inadecuadamente llamadas manolas que tambin suelen desfilar detrs de los
pasos de la Virgen y del Santo Sepulcro. (En este siglo la Reina Isabel II, y tambin la Duqesa de
Alba, pusieron de moda vestir en los actos religiosos traje negro con teja y mantilla).
170
que no pongan en las andas sombreros ni gorras los que las conducen,
ni aun las de otros que van con cirios, pues es costumbre fea y
vituperable. En marzo de 1891 El Combate censura a los
catastrofistas que aseguraban que la lluvia impedira lucir los tronos; a
esto le contestaron los aludidos: Los Das de Semana Santa han sido
esplndidos, magnficos y las fiestas de tales das se han celebrado con
todo esplendor y solemnidad. Se han realizado las tres procesiones de
costumbre que con la que hoy ha de tener lugar completan el cuadro de
las fiestas religiosas de Semana Santa en esta villa. Ha llamado la
atencin el lujo y elegancia de los pasos.
Siglo XX. Cieza ha creado a lo largo del tiempo un basto
patrimonio pasionario; cuenta con treinta y ocho pasos y dieciocho
cofradas que desfilan siguiendo los relatos evanglicos, configurando
con ello una fiesta compleja que conviene conocerla, intentando no
tener una visin sesgada de la enorme riqueza cultural y religiosa que
todo esto comprende.
Carlos Valcrcel Mavor, al visitar esta ciudad, reflexion y
escribi: Al llegar a Cieza nos hizo comprender que all vive un
pueblo que siente y vibra ante su Semana Santa (ANDA. 1990).
Antonio de Hoyos tambin exalt a Cieza y a su Semana Santa
diciendo de ella: Cuantos han tenido la dicha de mirar, en su plenitud
de la primavera, el trnsito de los desfiles, perciben el hecho de una
realidad que sita a nuestro pueblo, entre los ms distinguidos de las
procesiones espaolas Pregn de Semana Santa de Cieza, 1999.
Sus cofradas. La de Nuestro Padre Jess Nazareno es la ms
antigua, pues figura en la relacin del bachiller Alonso Marn y Mena
(1579) con el nombre de Santsimo Nombre de Jess. Una carta de
1858 expone el orden de los pasos en las procesiones que, ha de ser dice- el que marca la historia de La Pasin de Cristo, excepcin hecha
al Hermano Mayor de la Cofrada de Jess que, atendiendo al derecho
de antigedad le correspondera el primer puesto en el orden
procesionista. La imagen titular actual es obra del valenciano Ignacio
Pinazo (1942) que desfila sobre trono de Garca Mengual. La Imagen
se venera desde 1680 que ya figuraba en la capilla de la iglesia de La
Asuncin, y que fue destruda en 1936.
La Cofrada de Mara Santsima de la Soledad fue fundada hacia
1730, pero la tradicin de rendir culto a su imagen arranca de mucho
ms antiguo, y su participacin en la procesin del Santo Entierro est
171
205
En Semana Santa Pueblo a Pueblo constatamos que el siglo XIX es muy prolfero en
fundaciones en todos nuestros pueblos, sorprendentemente, como ya hemos comentado. Hay
algunas opiniones que dicen que: El siglo XIX es de decadencia de las manifestaciones
religiosas. Pero parece estar claro que la entrada del siglo XIX signific una interrupcin de las
fundaciones propias de la celebracin de Semana Santa V.V. A.A. La Hermandad de Nuestra
Seora de los Dolores. De los orgenes a la actualidad, pg. 30 (Alhama 1999). ARIAS DE
SAAVEDRA ALAS, Imaculada, y LPEZ-GUADALUPE MUOZ, Miguel Luis, en su libro: La
represin de la religiosidad popular. Crtica y accin contra las cofradas en la Espa del siglo
XVIII, pg.332, tras centrar su discurso en el siglo indicado, estiman con respecto al XIX, que fue
Al mismo tiempo, un cambio de mentalidad que relegaba cada vez ms la consideracin social de
las cofradas. Efectivamente acabamos de sealar cmo para ingresar en una cofrada se exiga
ascendencia noble, pero es una noticia inusual. Otra realidad de los siglos anteriores era la
unificacin, segn escala social y de ocupacin de sus componentes; los sacerdotes formaban su
propia cofrada; continuamente leemos que de las cofradas se hacan cargo los gremios, sin
embargo a partir del siglo XIX las cofradas son mucho ms abiertas que lo fueron en los siglos
anteriores.
172
173
El paso titular de esta Cofrada de La Oracin del Huerto, representa a los apstoles dormidos,
de ah el llamar a sus cofrades dormis.
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207
Hasta los aos veinte del siglo XX las procesiones en Cieza se iniciaban en Jueves Santo; al
incorporarse como Prroco don Mariano Aroca, quiso que Jueves Santo se reservara solamente
para celebracin solemne de la Eucarista y traslad las procesiones al Mircoles, dejando as la
Iglesia de la Asuncin libre, pues en ella se guardaban las andas de las imgenes, las cuales
estorbaban la solemnidad de los Oficios. Por ello el Prendimiento que se efectuaba el mircoles,
pas a celebrarse el Martes y de esta forma salan las procesiones el Mircoles y Viernes Santo.
175
El tema de los nios en las procesiones es bastante polmico. En Murcia se les define como
remolacha a esos pequeos vestidos con la tnica del titular con el que desfilan, que van en grupo
junto al estandarte. Hay quienes censuran su presencia aludiendo que restan vistosidad y
solemnidad. Otros, entre ellos D. Carlos Valcrcel, defiende su presencia por considerarla
imprescindible para la continuidad de esta vocacin cofradiera. En los colegios, tanto estatales
como privados, desde hace unos diez aos se celebran procesiones en el interior del recinto
docente. Desde hace unos cinco aos algunos de estos centros salen a la calle y tienen bastantes
seguidores; esto se hace en pueblos como Jumilla, Cieza y otros ms. Los nios elaboran sus
propios pasos; por ejemplo este ao 2005 en Jumilla el paso de La Cena lo hicieron con los doce
apstoles y cada uno de ellos lo crearon con un huevo al que le pintaron rostro, le pusieron peluca y
todos los detalles del vestuario es a base de papeles de color. Tambin los hacen con plastilina. Un
arte popular o naif, segn se valore, ingenuo y alegre, a pesar de que represente escenas de dolor.
209
La Caracola, fsicamente es el mismo movimiento que el Caracol que se hace en Jumilla, Aledo,
Alhama, y otros pueblos.
210
SAURA MIRA Fulgencio, pg. 15 de su libro, Aspectos mgicos de la Villa de Fortuna, dice as:
Y a su sombra, en su regazo, dormitan cerros, se acurrucan grietas, aparecen pequeas cuevas
donde anidan los aguiluchos y por all merodean las cabras negras, los rebaos de pastores; por all
se escapa el sol de las albas.
176
En estos atuendos de basquia estn basados los aplicados a la Virgen Dolorosa. Es cierto que la
iconografa fue importada de Austria pero en definitiva se trataba de la vestimenta adoptada por las
viudas de alta sociedad. Las novias en Espaa, en ese siglo, vestan de negro porque no prevaleca
el simbolismo de pureza que representa el vestido blanco, sino que prevaleca el de solemnidad y
severidad; por eso viudas y novias vestan la misma prenda y del mismo color. A la Virgen en sus
advocaciones de la Pasin, particularmente la Dolorosa, cuando se exponen las prendas con las que
viste, se suele denominar a la tnica bascuana (que era prenda, como hemos dicho, que vestan
las novias, predominantemente las de nivel social medio y alto) que consiste en un vestido hasta los
tobillos, negro, o blanco, y que suele ir adornado con pasamanera en hilo de oro o plata, con
encajes bien de blonda o chantilly. El manto es lo ms valioso porque es la pieza ms espectacular
por sus medidas y bordados que lo adornan. (Un manto estandar suele medir tres por cinco metros).
En muchos lugares enmarcan la cara de la imagen con el llamado rostrillo que suele ser de encaje,
almidonado para que permanezca rgido a modo de orla que cerca el valo de la cara de la Virgen.
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212
El Cannigo Don Juan Lozano Santa que a finales del siglo XVIII escribi la Historia de
Jumilla. Despus, en 1976, don Lorenzo Guardiola escribi nueva versin.
213
San Vicente Ferrer, dominico, naci en Valencia, 1350-1419. Fue canonizado en 1458.
Permaneci en Jumilla los das 18-19-20 de abril de 1411 (sbado, domingo y lunes,
respectivamente). Entr a Jumilla montado en burro y precedido de una muchedumbre de personas
de su compaa, los cuales el mismo da de llegar formaban procesin de disciplinantes. El
pueblo recibi a la comitiva con vtores y aclamaciones de alegra. Es interesante que en el texto del
que hablamos viene la traduccin de los dichos sermones; se trata de: CANICIO CANICIO,
Vicente. Jornadas de Temas Jumillanos. Pg. 82 y ss. Ayuntamiento de Jumilla, 2003. Tambin
GUARDIOLA TOMS, Lorenzo, recoge los datos sobre los das de estancia del santo dominico en
esta ciudad en su libro: Historia. de Jumilla, pg. 69, y apunta que han sido extrados segn el
historiador de S. Vicente Ferrer, Serafn Toms Miguel. En el libro de: Semana Santa de Jumilla,
2004, pg. 86 (nota 1), se habla de la cofrada del Rosario, fundada con motivo de la estancia en
Jumilla de este importante predicador. Al respecto Jos Tevar Garca da como fecha de fundacin
de la cofrada citada el ao 1411. Vicente Caninio Caninio, y Lorenzo Guardiola, ambos, la fijan a
partir de 1430. Pg 97, y 69, respectivamente, de los libros reseados de cada uno.
214
Este tema de los franciscanos en Jumilla y sus dos conventos pueden ampliarlo consultando el
libro: Iglesia y Liberalismo: Los franciscanos en el Reino de Murcia, 1768-1840.RIQUELME
OLIVA, Pedro, o.f.m. Ed. Espigas y Azucenas. Murcia, 1993. LOZANO PREZ, Jos Mara:
Nuestro Padre Jess Nazareno: Origen de su Imagen y Hermandad en Jumilla, pgs. 15-30.
Nazareno, 1801-2001. Jumilla Cofrada de Ntro. P.J.N. 2001.
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215
180
De Fray Pedro Lobo se cuenta el milagro de la divisin de las aguas (1581) narrado por
GUARDIOLA TOMS, Lorenzo en: Evocaciones, leyendas y milagros de Santa Ana. Pg. 35.
CANICIO CANICIO, Vicente, en: Jornadas de Temas Jumillanos, pg. 103, da como fechas de
estancia en Santa Ana de Fray Pedro Lobo la de 1590-1614. La Crnica de la Provincia de San
Juan Bautista, escrita por el P. PANES, o.f.m. en 1665, nos dice: fundada la hermandad de La
Cruz, hallndose en la villa de Ciezaacompaando a otro religioso de las hermandades de la
Cruz, que despus fund en las ms de lugares donde ay conventos de la Provincia. CANICIO
CANICIO, pg. 105, de su libro antes reseado, estima que ante la falta de documentacin
primitiva correspondiente a la Hermandad de la Vera Cruz (Libros de Actas, Cuentas,
Constituciones, etc.), en poder del jumillano D. Juan Olivares, Maestro Nacional, residente en
Murcia a principios del siglo XX; en consecuencia es oportuno pensar que la primera hermandad
de la Vera Cruz se funda en Jumilla, y en su convento de Santa Ana del Monte, propio de la villa de
Cieza por aqul tiempo, por sustentarlo con su limosna de pan y especies hasta 1681. Como vemos
fecha no seala. S que la concreta TEVAR GARCA, Jos, que dice ser la de 1609. Semana Santa
de Jumilla, pg. 87 (nota 2). Junta Central de Hermandades 2005.
219
Ibidem. Pg. 381.
220
Santa Mara de Gracia fue nombrada Patrona de Jumilla. Hisoria. de Jumilla. Pg. 40.
GUARDIOLA TOMS, Lorenzo.
181
Los autores de esta investigacin aludida dicen que: En cuanto a la distribucin de las
hermandades por tipologas, la realidad murciana es bastante parecida a la de otras zonas del pas en
aquellos momentos. Las cofradas ms numerosas eran las marianas y las de Santos, que en este
caso tenan valores muy parecidos y representaban algo ms del 30% del total. La devocin
cristolgica estaba distribuida en dos tipos de cofradas, sacramentales y de Cristo propiamente
dichas; se advierte que tenan menos importancia, pues juntas no alcanzaban la cuarta parte de las
existentes, siendo las sacramentales las ms numerosas. ARIAS DE SAAVEDRA ALAS,
Inmaculada, Y LPEZ-GUADALIPE MUOZ, Miguel Luis. La Represin de la Religiosidad
Popular. Crtica y accin contra las cofradas en la Espaa del siglo XVIII. Pg.155-156.
Universidad de Granada. 2002.
222
S que hay estudios locales como los de: MUNUERA RICO, Domingo. Cofradas y
Hermandades pasionarias en Lorca. Murcia, 1981. GARCA GARCA, Marcial. Ermitas y
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Si se visita este paraje de Santa Ana del Monte, a la entrada hay un indicativo que dice:
Monasterio del siglo XVI. Los frailes explican que el franciscanismo es cercano al pueblo, estn all
para compartir con las gentes la vida espiritual cotidiana, por lo tanto el trmino monasterio no
responde a su misin apostlica, de ah que se suela nombrar como convento. Los franciscanos no
quieren ser definidos ni como monjes, ni sus iglesias como monasterios. Quieren ser nombrados
como frailes, y sus iglesias como conventos. El da 2 de enero de 2002 se ley en Santa Ana el
Pregn de Navidad, con este motivo dirigi unas palabras el Padre Guardin, Rvdo. Juan Pedro
Snchez Hortelano y explicaba estos conceptos, que a su vez tambin fueron citados por la
pregonera, que fue una humilde servidora.
189
El padre Francisco Javier Gmez Ortn, o.f.m. es el autor de definir la obra influenciada por las
esculturas de Salzillo, como salzillanas y no como salzillescas. Alega que el trmino
salzillesca tiene connotaciones despectivas y que por lo tanto es ms correcto y dulce decir
salzillana
231
Jumilla posey una imagen de N.P.J.N. obra de Roque Lpez, que fue el alumno de Salzillo de
ms clara influencia del insigne maestro. Esta imagen fue destruida en 1936.
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Es imagen salvada en 1936 gracias al arrojo de una mujer, sencilla, que desafiando a las turbas,
la guard en su propia casa.
233
A lo largo del recorrido los vecinos hacen un arco con las ms bellas y artesanales colchas,
cobertores y mantones, a los que les dan forma semiesfrica, de abanico, corazn, o cuadrado
simplemente y que, combinadas, enlazadas y sujetas a una cuerda, longitudinalmente, son colgadas
a la altura de la primera planta de las viviendas de forma perpendicular a las fachadas de las casas;
la cuerda cruzando la calle de acera a acera sobre la altura de sus vanos es sujetada en alcifares o
balaustradas de rejera, cuando las hay, quedando formado de esta manera el llamado arco bajo el
cual se desarrolla la representacin aludida del monlogo de Jess. Constituyen estos arcos un
decorado de gran plasticidad y belleza, muy originales y una de tantas vas por las que las gentes
sencillas y piadosas muestran su amor a Jesucristo. Lo suelen hacer en la parte artstica, las mujeres,
que aportan el artesano material, y los hombres que trabajan incansables en la parte tcnica de fijar
las colgaduras. La Procesin de las Palmas, de Jumilla, es una maravilla de luz y color y todo un
canto espiritual tras el cual los claveles bordados, las puntillas de bolillos y ganchillo, all en lo
alto, alaban a Dios y son smbolo de las manos que puntada a puntada rezaron a Dios mientras las
daban, rosario a rosario, cuenta a cuenta. Los redobles de los tambores de la seccin de armaos
avisan al cielo de que estn ah, caminando, un ao ms. Los nios, pletricos por su protagonismo,
lucen las galas que sus madres les han vestido y palma en ristre inician tambin el camino, camino
para ellos gozoso con el cual, de momento, establecen una parablica con el Domingo de Gloria,
ignorando las trascendencias del sufrimiento conmemorado en los das de esa Semana Santa.
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Esta procesin penitencial, titulada con el nombre del Cristo que la preside, Cristo de la Vida,
fue creada en 1971 para sustituir a la del Silencio, que sala en la madrugada del Viernes Santo,
hasta 1965. En la actualidad un grupo de penitentes, en riguroso silencio y sin ms luz que la de las
velas de los penitentes alumbrantes, o las hogueras ardientes que a lo largo del recorrido hay
encendidas, se vive uno de los actos de penitencia ms emotivos y profundos.
235
Hay publicado un libro, El Auto Religioso en Espaa, de varios autores y dirigido por Teresa
Vico, editado por la Comunidad Autnoma de Madrid (1991), que est estructurado por
Comunidades. Sobre la de Murcia, pg. 185, escribe Juan Gonzlez Castao que: Las
manifestaciones populares de carcter dramtico en la Regin de Murcia se dan, como en tantos
lugares de Espaa e, incluso de Hispanoamrica, en dos momentos particulares del ao: Navidad y
Semana Santa, con representacin centrada, respectivamente, en la infancia y en la muerte de Jess,
pero no son las nicas. Hasta hace no muchos aos, en que el despoblamiento de los campos y la
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La Junta Central de Hermandades de Jumilla, publica cada ao un dignsimo libro antes revistaal cual, junto a su perfecta y alta calidad de encuadernacin, acompaan unos textos muy bien
escritos, muy rigurosos en muchos casos, con una gran belleza la mayora de sus colaboraciones
literarias. Dicha publicacin data desde 1928, slo interrumpida durante los tres aos de la Guerra
Civil Espaola. Para interesados en el tema pueden consultar: Pregones de Semana Santa 19591999. Y, Poesa y Semana Santa; ambos editados por la Junta Central de Hermandades de Semana
Santa (1999).
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CARACOL
Y LA DANZA DEL
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No disponemos de estudios realizados sobre la presencia de esta danza en los pueblos de Espaa.
De las preguntas que hemos formulado a miembros de distintos Cabildos como son los de
Valladolid, Madrid, Orense, y otros, en ningn momento se nos aport noticia particular alguna
sobre ello. Sacamos la conclusin de que la danza de El caracol no est muy divulgada; digamos que
son minora los pueblos que en Semana Santa la realizan; destaca la zona de Levante, Catalua y
Andaluca. En Castilla desciende mucho este referente y ms todava en el Norte peninsular. Vascos
y Gallegos son los ms ausentes de este rito.
244
CAMPBELL, J. Las mscaras de Dios: Mitologa primitiva. Alianza Editorial Madrid 2000, pg.
94.
199
Grandes sabios como fue Sneca, o ms recientemente Benavente, han destacado el valor de lo
pequeo. GARCA LORCA, F, tambin reflexiona en este matiz y referido a Fray Luis de Len,
dice: Es Fray Luis quien, en la Introduccin al smbolo de la fe, habla de cmo resplandece ms la
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En Castilla fue el primer lugar donde se produjo Teatro Sacro. Parece ser que fueron los
franciscanos los primeros en representar en sus conventos, la Pasin; de uno de ellos se conserva el
Auto de la Huda a Egipto, fechado en 1446. Antes, algunas leyes de Alfonso X el Sabio, o normas
de snodos eclesisticos, apuntan a manifestaciones dramticas imprecisas, realizadas por juglares.
(Datos recogidos de la conferencia dada por D. Francisco Javier Dez de Revenga, en el ciclo de
conferencias: Textos Literarios de la Pasin, en el Centro Cultural Las Claras, el 24 de marzo de
2004, sobre Los Autos de la Pasin en el Siglo de Oro
252
Fue un encargo que le hizo a Salzillo el Padre Guardin, Manuel Guardiola Rueda, del convento
de franciscanos de Santa Ana del Monte. En el mismo haba una hornacina con una estampa del
Ecce Homo. En aquellos tiempos este convento acoga para su formacin a los novicios. El Padre
Rueda estim que para que pudieran adorar a Cristo en su Pasin y meditar sobre esos hechos, era
necesario que la hornacina la ocupara una imagen de Cristo azotado, ensangrentado y realista, que
comunicara los valores del Barroco, entonces ya muy asentados en la sociedad. El pueblo, nada ms
verlo, sinti una devocin muy especial y pronto dieron las gentes, tanto locales como forneas, en
peregrinar hasta el convento, rezar y hablar con Cristo en el Sagrario, pero a travs de ese Cristo,
iconogrficamente, Amarrado a la Columna.
205
En este apartado sobre la Semana Santa de Jumilla, o en cualquier otro, obviaremos hablar sobre
el tambor, de gran tradicin en Semana Santa y entre los Armaos. Lo hemos decidido as ya que
entrar en la historia de este instrumento es complejo y sobre todo porque el tambor, su mstica y su
historia, requiere un trabajo en exclusiva, riguroso, que en estos momentos est sin investigar.
206
calles del pueblo alegremente e invitando con sus notas y sonidos a que
todos participen en la procesin254.
El Domingo de Ramos se complementa con el acontecimiento
clave para los jumillanos, iniciado en 1851, que es bajar al Cristo
Amarrado a la Columna, a hombros, desde su santuario de Santa Ana
del Monte, hasta la Parroquia Mayor de Santiago. Desde la fecha
sealada baja todos los aos en este da, para regresar de nuevo a su
convento en romera el segundo domingo de mayo. La Imagen participa
por este motivo en todas las procesiones de Semana Santa.
Sobre los trajes de los Armaos de la Hermandad del Cristo
Amarrado a la Columna del pueblo de Jumilla, sabemos que a lo largo
del tiempo han cambiado algunas prendas del uniforme, a las que se le
ha impreso algunos nuevos complementos de mayor expresividad,
calidad y belleza. Primeramente fueron confeccionados en raso, tanto la
tnica como la capa, que eran ambas piezas de diferente color. Slo hay
un documento referencial a los mismos que dice: El 24 de febrero de
1951 se tom el acuerdo de mejorar estos trajes por estar los actuales
muy deteriorados; sobre ello figura una partida econmica por valor de
70.000 pesetas para 50 trajes de soldados romanos y 10 tambores.
Tambin de nueve cornetas por valor de 6.365 pesetas. Siendo
Presidente Don Juan Garca Carrin, en el ao 1972 estrenaron unos
artsticos trajes de terciopelo, bordados en los talleres de Doa
Consuelo Escmez de Cartagena, con vistosos cascos y corazas
repujadas.
El organigrama de estos Armaos es de carcter militar; se
denomina a su sede cuartel cuando en la realidad es una dependencia
de la iglesia de Santiago. En sus cargos, segn el escalafn, hay:
254
207
208
255
TORRES, Cipriano. Fiestas de Semana Santa en Murcia, 2001. Pg. 79. Ayuntamiento de
Murcia 2001.
209
GARCIA SNCHEZ, Carlos. Recopilacin sobre Librilla: Geografa, Historia y Semana Santa.
Pg.15. Edita el autor. Murcia, 2003.
257
Los datos son extrados del libro de Carlos Garca Snchez. Recopilacin sobre Librilla. Pg.
48. Este libro me fue facilitado por el autor, desinteresadamente, para el presente trabajo.
258
El malogrado da de la quema de las imgenes de la iglesia de Librilla, uno de los enajenados
que prendieron fuego a la imagen de Jess, subi al camarn para extraerla y arrojarla a las llamas, y
al cogerla en brazos fue abrazado a su vez por los de Jess que dej al agresor perplejo. (La antigua
imagen posea movilidad en los brazos, puesto que mediante cuerdas le eran activados, y bendeca a
los feligreses). Ibidem. Pg. 49. Sobre la imagen del Seor atado a la columna, Salzillo parece ser
que hizo cinco imgenes de este episodio. La primera, de la que hay documentacin, corresponde a
1756. y se venera en el convento franciscano de Santa Ana de Jumilla. Las siguientes fueron para
Helln (1770), Almera y Murcia (1783).
210
En la barriada de Can Oriach (Sabadell, Barcelona) hace muchos aos se desplazaron varias
familias murcianas. Las calles, de tierra, estaban limitadas por barracas, que ms tarde se fueron
transformando en casas, de tal forma que se cre un pueblo murciano, con sus casas, tiendas,
comercios, bares, gastronoma y costumbres. Esto conllev a que se fuera formando una colonia a
imagen cultural de Murcia, la cual tambin se procur una imagen de La Virgen que an perdura en
la actualidad. Fue comprada esta imagen de Ntra. Sra. de la Consolacin al escultor Jess Carrillo;
representaba a una Dolorosa al estilo andaluz (Imgenes muy humanas que manifiestan los
sentimientos tal cual son sentidos; el sufrimiento cubre su rostro de lmigras, acusando la fatiga y el
cansancio; son conmovedores, pero todo con unos rasgos fsicos de mujer joven, bellsima, y una
bondad infinita). Esta imagen lleg a Can Oriach, all por el ao 1950. Se sacaba en procesin
desde alguno de los almacenes de la zona, por no tener iglesia o ermita donde establecerla. Despus
de deambular de un lado para otro se consigui que en la Iglesia del Sagrado Corazn de Jess,
donde se venera una Virgen de la Fuensanta gracias en parte a estos inmigrantes, se le acogiera y
diera culto. Tras varias vicisitudes y siendo el destino final de esta imagen el ser destruida, una
gestin personal de Carlos Garca Snchez posibilit que la Virgen de la Consolacin viniera a la
211
212
Esta costumbre de ondear emblemas de cofradas en los balcones durante los das de Semana
Santa es reciente, pues lo que se haca hasta los aos setenta era colgar colchas, mantones y prendas
grandes, bordadas y lujosas, con el nimo de embellecer las calles por las que transcurra el desfile.
Estas colgaduras quedaban reducidas a das de pleno gozo como era el del Corpus Cristi, Domingo
de Ramos, da del Patrn local, etc. Ha sido en los ltimos cinco aos cuando ha surgido este
recurso iconogrfico de difusin cultural y religioso, ya no slo en las calles que acogen desfiles
sino en todas las del pueblo, convirtiendo dicha colgadura en testimonial.
213
Sobre la definicin de Desfiles bblicos Pasionales hay opiniones diversas. Los Carteles, por
ejemplo, los hay que dicen: Desfiles Bblicos-Pasionales. Semana Santa. Lorca 1990.
Procesiones de Semana Santa en Lorca 1902. ARCAS CAMPOY, Mara Francisca; en su libro
Semana Santa de Lorca: Una historia en tres tiempos. Ayuntamiento de Lorca, 2003, defiende que
no son desfiles sino procesiones, y alega: Nuestras Procesiones, en efecto, son religiosas en toda la
amplitud de la palabra. Se hace una errnea distincin entre procesin bblica y procesin religiosa,
omitiendo con ello que la Biblia es un libro religioso. Las de Lorca nacen de una idea religiosa y
expresan una idea religiosa. Esto lo dice en defensa de que el trmino desfile tiene una
connotacin pagana, algo de lo que se censura a dichos desfiles lorquinos. Sin embargo el
Presidente actual de la Hermandad de Labradores, D. Jos Antonio Mula Garca, define el evento
como Auto Sacramental. Revista de Semana Santa pg. 53. Lorca 2002. En este trmino se
insiste mucho. Sabemos que Auto Sacramental es el que versa sobre Sacramento, sobre la
Eucarista o Sangre de Cristo. Habra que matizar esta expresin. D. Antonino Gonzlez Blanco,
Catedrtico de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, conversando sobre este tema defina
las procesiones de Semana Santa, incluidas las de Lorca, como Autos de Pasin.
214
215
VALCRCEL MAVOR, Carlos. Semana Santa en la Regin Murciana. Pgs. 77 y ss. Ediciones
Mediterrneo. 1981. Sobre la Semana Santa de Lorca cita al historiador lorquino Espn Rael, que
sita los orgenes de las procesiones de Semana Santa en Lorca en el S. XVI. La cita de Valcrcel
es aplicada a las fiestas religiosas pasionales celebradas desde un aspecto netamente penitencial; en
esas tempranas fechas es impensable un desfile de lujosos atuendos a base de escenas del Antiguo
Testamento. El viajero portugus Pinheiro da Veiga con referencia a Valladolid y a principios del
siglo XVII cita celebracin de procesiones con hermosas esculturas. MARTN GONZLEZ, JJ.
Escultura Barroca en Espaa. Ctedra.1991.
264
En Lorca, el Cabildo Superior de Cofradas se organiza de forma muy diferente a como lo hacen
en el resto de Cabildos. Como decimos antes, en cada procesin participan las seis Cofradas.
Preside la que organiza, que invita a las dems a participar y que le preceden en la procesin.
265
El manto tiene nombre propio El Manto y el Reflejo. Su historia es que Francisco Cayuela,
inspirado ante una sencilla Virgen a la que contemplaba, decidi abandonar el paso Blanco al que
por tradicin perteneca, y tambin los pinceles, pues era pintor. Desde el momento sealado solo
vivi para el bordado, buscando a travs de ello enaltecer a la Virgen de los Dolores, pues de
inmediato ingres en la Hermandad de Labradores (Paso Azul). Fue su obra maestra. Fue la Virgen
y su Manto el gran amor de su vida. Se inici el bordado de esta prenda el 28 de noviembre 1904 y
se termin a finales de 1905; es de raso de seda azul, bordado en sedas en el taller de cayuela y bajo
su frreo control; se bordaba por turnos, de da y de noche. Era Cayuela persona catalogada como
algo extravagante o irregular en sus reacciones, pero a partir de este trabajo pas de ser Cayuela
genial. Su fuerza creadora no pudieron coartar siquiera los barrotes del Manicomio Provincial de
Murcia en donde fue ingresado. Muri de tuberculosis en 1933.
216
217
218
219
Los datos son extrados del artculo publicado en la revista de Semana Santa pg. 91, Lorca
2002, escrito por: SNCHEZ ABADIE, Eduardo.
267
HAUSER, Arnold. Historia Social de la Literatura y del Arte. Vl. II, pg.96. Labor. Barcelona,
1992.
220
MUNUERA RICO, Domingo. El Rezo de los Pasos Loquitos. Caja de Ahorros de Alicante y
Murcia. 1984. En este libro el autor recoge la historia de los Rezaores ms famoso que ha habido
en Lorca.
269
Revista de Semana Santa pg. 35. Ao 2000.
270
El Motete es el nico canto que se suele cantar en latn. Por su estructura musical es idneo
para ser cantado en el Va Crucis. Es uno de los cantos religiosos ms representativos del
Renacimiento. Al analizar el Motete se observa que el planteamiento formal se origina en la propia
estructura del texto. Partiendo de las distintas frases en que este se divide, la obra musical estar
compuesta por una serie de episodios o secciones que se corresponden con las frases literarias. Cada
uno de estos episodios se caracteriza en primer lugar por el tema musical, que suele ser distinto en
cada uno de ellos. En cuanto al tema musical es muy notorio del motete su severidad temtica; esto
quiere decir que en cada episodio aparece un tema musical, el cual no ser repetido, a menos que
tambin se repita el texto. LPEZ BALLESTER, Miguel ngel. El Motete Renacentista.
Opomsica. Murcia 2003.
271
Bibliografa sobre el Va Crucis y Procesiones de la Semana Santa de Lorca: ARCAS
CAMPOY, Mara Francisca. Las Procesiones de Semana Santa en Lorca: Una historia en tres
tiempos. Lorca, Ayuntamiento, 2003./ CAMPOY GARCA, Jos Mara. Paso Blanco Ilustre
Archicofrada de Ntra. Sra. Del Rosario. Lorca. Fundacin Santo Domingo-Semana Santa, 1999./
GALIANA, Jos Mara. Semana Santa de Lorca: Procesiones, desfiles y bordados./ MOLINA,
Alejo. La Pasin segn el Va Crucis lorquino. Lorca, Ayuntamiento, 2003./ MOLINA, Alejo. El
Paso Azul. Lorca. Hermandad de Labradores./ Munuera Rico, Domingo. Cofradas y Hermandades
pasionarias en Lorca. (Editora Regional Murciana). 1981./ MUNUERA RICO, Domingo. El Va
Crucis lorquino y el Paso Morado. Lorca, Ayuntamiento. 2005./ Mas la revista Semana Santa
de la que se edita un ejemplar cada ao en esas fechas rememorativas.
221
Datos recogidos del libro: Historia de Lorqu. Pg. 14. escrito por: MONTES BERNARDEZ,
Ricardo. Ayuntamiento de Lorqu 1994.
273
En esta procesin del Resucitado es curioso cmo las advocaciones marianas llevan ttulos
alegricos, de gran dinamismo. As tenemos en Cartagena La Virgen del Amor Hermoso. En
Alguazas La Virgen de la Alegra, en Lorqu la Virgen de la Luz, etc. Las que desfilan en Viernes
Santo se titulan: Virgen de las Penas, de las Lgrimas, etc. Siempre buscando la consonancia con la
situacin.
222
Segn los textos que tengo en mi poder, slo la localidad de los alczares no celebra procesiones
de Semana Santa. Tambin est el dato de que en casi la totalidad de nuestros pueblos estas
procesiones datan del siglo XVII y XVIII; algunas, como es el caso de Jumilla, datan de 1525.
223
224
Con este paso del Cristo Amarrado a la Columna, se recoge una tradicin antiqusima con
hondas races en la religiosidad popular, como es la advocacin del Sagrado Corazn de Jess y de
Mara Santsima. Vemos que en Mazarrn, sin ser agrupacin pasionaria, la Real Congregacin de
los Sagrados Corazones de Jess y Mara, colaboran en la organizacin de esta procesin. El tema
del Sagrado Corazn de Jess, as como el tema del Santsimo Sacramento, est muy confuso en las
pocas citas o referencias que de ello se hacen en los temas de Semana Santa. Ambas devociones
cuentan en el calendario litrgico con fiesta propia. Y ambas estn vinculadas a los episodios del
cenculo.
225
226
277
En todo este recuerdo me vino a la memoria aquel relato, llamado Escondrijo que dice as:
Hubo un maestro que lleg a ser una verdadera leyenda viviente. Era sabio y tan mstico que se
deca incluso que en una ocasin el mismo Dios le pregunt al maestro: Qusiera jugar al escondite
con la humanidad. He preguntado a mis ngeles cul es el mejor lugar para esconderme, y unos me
han dicho que en el fondo del oceano, otros me han dicho que en la cara oculta de la luna o alguna
estrella lejana. Qu me sugieres proponer t? Entonces el Maestro respondi: Escndete en el
corazn humano. Es el ltimo lugar en el que pensarn que ests, es el ltimo lugar en el que las
personas te buscarn.
227
278
Es muy antigua la devocin a San Roque en Molina de Segura; parece ser que surgi en la Edad
Media con motivo de llegarles la epidemia de la llamada Peste Negra (1348). El paraje est
extramuros de la ciudad y en la actualidad la ermita es utilizada como depsito de imgenes de las
que desfilan en Semana Santa, as como punto de formacin de casi todas las procesiones. Su
arquitectura y su historia est estudiada por D. Manuel Arnaldos en Biblioteca molinense. Y por
Don Antonio de los Reyes que en Cuadernos: Centro de Estudios Molinenses en la pg, 5 dedica
un artculo a La Ermita de San Roque.
228
279
El nombre de la iglesia damos el dato como nota curiosa-, responde a la historia de la Virgen
del Rosario que intercedi en la victoria, sobre la que cuenta Antonio Ballester Ruiz que el rey
Jaime I de Aragn, antes de entrar en Murcia conquist la ciudad vecina de Callosa de Segura en la
que estuvo varios das, llevando consigo a la imagen de la Virgen del Rosario, que finalmente
dejara en Murcia. En 1604, en Murcia, se fund la cofrada de Nuestra Seora del Rosario por el
testimonio que de estos hechos dio el Maestro General de la Orden de Santo Domingo, el Revdo.
P. Fray Antonio Cloche, el 29 de julio de 1589. Hay una versin de don Javier Fuentes y Ponte en
su Espaa Mariana Regin de Murcia, en la que asegura que la imagen fue trada a Murcia por
San Pedro Nolasco cuando acompaaba a Jame I. Pero es el propio autor el que en otra obra suya,
escrita en 1890, Historia del Culto de la Virgen en Espaa, el que afirma que San Pedro Nolasco
muri en 1278, es decir, nueve aos antes de que Jame I tomara Murcia
280
El Presidente de la Asociacin del Tambor de Moratalla, D. Nicasio Marn Lpez, me aclaraba
personalmente que no se denomina tamborada, sino Toque de Tambor. Puede tener su
explicacin, el presidente est de acuerdo que en Moratalla cada tamborista toca segn su libre
eleccin y modo personal de hacerlo. La tamborada es aquella en la que todos los tamboristas se
atienen a una composicin determinada que todos interpretan a la vez, bajo unas reglas.
229
230
231
Los datos ofrecidos corresponden, bsicamente, al libro de: GARCA GARCA, Marcial.
Ermitas y Cofradas: La religiosidad Popular en Moratalla. Editado por la Asociacin Cultural
Nuestro Padre Jess Nazareno. Moratalla, 2003. Dicho libro me ha sido facilitado por el autor,
desinteresadamente, as como informacin de la Semana Santa de Moratalla en conversacin
personal mantenida con l.
232
En Moratalla se publicaba El Progreso, en el ejemplar del 13 de abril de 1911, una crnica que
deca lo siguiente: Aqu la Semana Santa es todo lo contrario de lo que es en otros pueblos; sus
das son das de alegra, pero de una alegra desbordada. La gente re, se divierteLos hombres,
unos tocan, otros ven tocar, y casi todos beben como en los ms alegres das de fiesta. Y si a esto se
le aade que la borrachera, el insulto en todas sus groseras, son el resultado de esta bacanal sin
freno, se tendr un retrato fiel de la tradicional costumbre que ha borrado con su energa y entereza
el actual alcalde de esta villa, Don Jos Teruel Escobar. MUOZ ZIELINSKI, Manuel.
Calendario Festivo. Pg. 211. Tambin en, Ermitas y Cofradas, su autor, GARCA GARCA,
Marcial, que ofrece en el Apndice Documental varios textos recogidos de prensa, contratos de
cofradas sobre adquisicin de prendas suntuarias, etc. Contrastado con el texto antes expuesto se
tiene otro que da una visin muy diferente; su autor es Jos Luis Snchez, que en el peridico de La
Verdad el da 28 de marzo de 1996, pg. 22, dice: La Semana Santa de Moratalla, la Fiesta del
Tambor, est declarada de Inters Turstico Regional. A ello ha contribuido el esfuerzo de todos los
moratalleros-tamboristasDesde su creacin la Asociacin de Tamboristas viene organizando una
serie de actividades y actos culturales de los que anteriormente careca Moratalla. Entre ellos, la
edicin de un programa-revista con artculos y fotografas referentes a la Semana Santa, tanto en lo
concerniente al tambor como a los desfiles procesionales. Hay un libro de VV AA, titulado: El
Tambor en la Semana Santa de Moratalla, Editado por el Ayuntamiento y por la Tertulia Cultural
HISN Muratalla. 1997, en el cual se hace un profundo estudio del instrumento y de la tamborada
de esta localidad.
283
GARCA GARCA, Marcial, realiza un estudio muy documentado sobre el origen del tambor:
El Tambor en la Semana Santa de Moratalla (Pags. 11-36).
284
Datos que me han sido ofrecidos, en conversacin telefnica, por Marcial Garca Garca.
Seguimos sus trabajos sobre la Semana Santa de Moratalla, y agradecemos su ayuda que nos
merece toda credibilidad, as como las fuentes que aporta.
233
234
Sobre este milagro pueden consultar el libro de: Ermitas y Cofradas, de Marcial Garca Garca.
(Asociacin Cultural de Nuestro Padre Jess Nazareno. Moratalla. 2003). De este libro extraemos la
mayora de los datos ofrecidos sobre Moratalla. Tambin por la informacin dada en entrevista
personal con este autor.
235
236
286
GARCA GARCA, Marcial, en su libro Ermitas y Cofradas, estima que Santa Elena es titular
frecuente en cofradas pasionarias. Por lo que respecta a nuestra regin slo en Moratalla la hemos
hallado, bien es cierto que estudios sobre cofradas como el que para Moratalla ha desarrollada este
autor, escasean tanto que apenas hay unos pocos, como puede ser el realizado en Lorca y Alhama por
Domingo Munuera y por Fernando Rosas Gmez, repestivamente, y aun ni estos segn nuestra
estimacin- son tan rigurosos y amplios, en este tema, como el de Marcial Garca.
237
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287
Apellido noble a cuyo primer miembro se le concedi el Ttulo de Marqus de los Vlez. Lope
de Vega tiene una obra titulada: El Primer Fajardo, que narra la biografa del primer titular del
marquesado. En Murcia son muy conocidos porque en la primera mitad del siglo XVI alcanzaron
altas cotas de poder y cargos de gobierno como el de Adelantado de Murcia. El Marqus de los
Vlez mand construir una capilla en la Catedral (1497-1507) de estilo Gtico (inspirada en la del
Condestable de la Catedral de Burgos), siendo la ms espectacular y de mrito arquitectnico de las
que acoge nuestra Catedral. La Capilla de los Vlez es visitada por numerosas personas.
239
240
241
291
La primera imagen de Jess Nazareno, Juan Gonzlez Castao sita su hechura entre 17681824, Dice que fue la ltima en ser adquirida; antes lo fueron Nuestro Seor Atado a la Columna y
La Virgen de las Angustias, que posiblemente corresponda a la imagen inventariada en 1768.
Tambin en 1939 se public una estampa de Nuestro Padre Jess Nazareno en la que se lea: Esta
piadosa imagen del siglo XVII y de gran valor artstico, fue brbaramente mutilada y arrojada al
fuego por los comunistas y masones en el ao 1936. Seor, que todos los muleros trabajen para
restablecer las procesiones de Semana Santa con el antiguo esplendor. GONZLEZ CASTAO,
Juan. MUOZ CLARES, Manuel. La Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmn de Mula.
Pg. 50. Ayuntamiento de Mula. 2000. La actual imagen de N.P.J. que procesiona, es obra de Jos
Snchez Lozano. La fotografa realizada por Almagro hacia 1890, presenta la imagen del Nazareno
clsica, con grande cruz a cuestas apoyada sobre el hombro izquierdo. En este caso Jess est a
punto de caer, sus rodillas marcadas a travs de la tnica, dibujan un ngulo claro que indica su
agotamiento, sufrimiento e inmediata cada. La imagen realizada por Snchez Lozano, es de las
mismas caractersticas que la anterior aunque Cristo est ms erguido y su mirada est ausente, lo
mismo que en la anterior, pero la diferencia estriba en que aquella tiene los ojos casi cerrados y
sta completamente abiertos y dirigidos al frente.
292
Semana Santa en Mula. La Verdad. Pg. 23. 1996.
293
De la antigedad de las procesiones y del esplendor nos da razn el siguiente prrafo escrito en
el libro La Iglesia Parroquial de Santo Domingo, antes citado, que dice: Precisamente en un
acuerdo del nico libro conservado, los cofrades deciden, el 25 de marzo de 1852, hacer un sorteo
entre todos para saber quines velarn el Monumento el Jueves y Viernes Santo y los que han de
acudir, en representacin de la institucin, a la procesin del Santo Entierro. Tambin indican que
tras los Oficios de Jueves Santo, pasen a visitar los monumentos de los otros templos. Todo esto
deja claro lo estructurada que ha tenido siempre la Semana Santa en Mula y cmo se cuida y
organiza todo con suma atencin. Hay en Mula una devocin significativa que en la actualidad no
se le presta atencin en los medios cofradieros; se trata del Nio Jess de Beln, al que aun
denominndolo as, lo visten con tnica morada y cruz a cuestas. En esta localidad surgi una
progresiva devocin por el Nio a raz de la aparicin en 1648 (segn la tradicin), a Pedro Bota,
en el paraje del Balate. Como tantas facetas de la historia esta de la iconografa del Nio Jess
Nazareno est sin investigar en nuestra Regin; pero intuyo que tras saber que en numerosos
pueblos se celebran unos ritos particulares el Domingo de Gloria teniendo al Nio Jess Nazareno
como protagonista, que debi de haber durante largo tiempo tradicin de ello en toda Espaa y que
en Murcia tambin la habra. Por ejemplo en Bogarra (Albacete) Sbado Santo por la noche las
gentes se apoderan del Nio Jess (Resucit) y le llevan de aldea en aldea y a su paso las gentes le
echan flores, plantas de trigo y de cebada con la creencia de que con ello aseguran sus cosechas. El
da no puede ser ms simblico. En Tomelloso (Ciudad Real), Viernes Santo procesiona El
niete imagen de Nio Jess Nazareno. (Rito, Msica y Escena en Semana Santa. Comunidad de
Madrid, 1994).
242
243
La caa en este episodio no es elemento de castigo sino de humillacin, lo mismo que la corona
de espinas.
244
y la lengua enmudecida,
con la color ennegrecida,
cargado todo de penas,
y los miembros destorgados,
los ojos todos sangrientos,
los dientes atenazados,
lastimados,
los labios con los tormentos
La Vernica, de Jess Carrillo, adquirida en 1947 por suscripcin
popular. La Cada. El Seor de la Agona, de autor desconocido. Y San
Juan, de Snchez Lozano.
Cerrando la peregrinacin penitencial La Virgen de los Dolores, a
la que acompaan devotos que llevan velas encendidas creando esa
emocin que con acentuado lirismo resume Laffn en el siguiente
prrafo: Ante las Vrgenes Dolorosas las candelarias de cirios
plurales tienen sobre las andas la capacidad lrica del caaveral
sonoro, del mito y de los tubos polifnicos de los rganos
caudalosos296.
Sobre el itinerario que recorre sta y todas las procesiones, tiene
su significado y no es elegido al azar297; Intentan ajustarlo al entorno
de la sede desde la que parte y a la cual regresa, pero marcando con el
recorrido una intencin premeditada.
296
Laffn, Rafael. De su libro: Ditirambos, quince aos despus (1941), extrajo una serie de
contenidos que l reestructur, en formato de Pregn, en varios captulos. Al titulado Ardor de
cera: Capricho, pertenece el prrafo ofrecido (pag. 15-16). Discurso de las Cofradas de Sevilla.
Escelicer, S.L. Cdiz-Madrid. 1941. (Estos datos han sido extrados de: PINEDA NOVO, Daniel.
La Semana Santa de Sevilla en la Generacin del 27. Ayuntamiento de Sevilla. 2002.
297
Los itinerarios de las procesiones son muy importantes, de ah que se intelectualicen. Las
procesiones de carcter ms penitencial recorren las calles ms escabrosas, rampantes, incmodas,
pobres y sin ninguna posibilidad de lucimiento plstico por estar normalmente poco alumbradas y
arregladas las calles, pues suelen corresponderse con el casco antiguo de la localidad, en su parte
ms pobre y desarraigada. En ellas desfilan una, dos o tres imgenes como mucho; suelen estar
organizadas por cofradas cuyo rasgo esencial es la penitencia y la pobreza, por lo cual suelen llevar
tnica, capuz alto o romo pero que les cubre el rostro, y no suelen llevar capa. Es condicin
determinante que la austeridad y el recogimiento prevalezcan ante todo. Las de carcter
denominadas de catequesis, son mucho ms espectaculares por desfilar en ellas un nmero
considerable de pasos en ricos y adornados tronos, acompaadas por bandas de msica, bandas de
cornetas y tambores, y todo en ellas es brillante, pues no en balde los atuendos de la mayora de las
cofradas son en colores contrastados y de gran viveza. Llevan es lo frecuente- vaporosas capas
que al donaire del nazareno se inflaman y como quiera que llevan capuz puntiagudo y la tnica
llega hasta los tobillos, resulta cuerpo esbelto que ante la grandilocuencia que alcanzan las capas,
sobre todo estas que van al bies y le imprimen un aspecto de suntuosidad y figura extraordinaria.
Todo queda realzado porque flanqueando a este mayordomo nazareno jacarandoso, permanecen las
dos filas de nazarenos, vestidos igualmente, pero estticos en su actitud de moderado movimiento y
escaso vaivn; sus capas no se llenan de aire al impulso de grandes zancadas; a toda esta
escenografa hay que aadir la perla del espectculo que es el trono, seorial y ricamente
ornamentado que, en su conjunto, evidencia el barroquismo de las procesiones desde el siglo XVII.
245
ORTIZ MUOZ, Luis. Pregonero de la Semana Santa de Sevilla, 1943. Pregones de la Semana
Santa de Sevilla, pg. 56. Guadalquivir. Sevilla 1992.
246
Para los interesados ofrecemos la siguiente bibliografa: Bando de la Huerta de 1854. Primer
bando escrito en Panocho que se conserva. Alcantarilla. Asociacin de amigos del Museo de la
Huerta de Murcia, 2000./ RAMREZ SARRI, Jernimo. El Panocho. Vocabulario popular
murciano y otros apuntes de inters. Murcia, 1927. Tipografa Carlos Garca Martinez./ VELA
URREA, Jos Mara. Los diez aos de El Panocho (1988-1997). Murcia. Ed. el autor. 1997./
VELASCO. Romancero Panocho. Cuadernos Murcianos. Murcia 1974.
247
ciudad de la luz. El Tro las Vegas la defini en los aos sesenta como
cachito de cielo que Dios una tarde dej caer. Doa Emilia Pardo
Bazn, entre otros varios escritores, habl maravillada de su luz, de su
huerta, de su escultura religiosa (Escribi un Artculo titulado: Por
Tierras de Levante). Carmen Conde, Jos Ballester, Jaime
Campmany, entre otros escritores murcianos, hacen mucho hincapi en
esta propiedad fsica de nuestra tierra300.
En la Historia de Murcia encontramos personajes tan importantes
como: Jacinto Polo de Medina, Diego Ramrez Pagn, Saavedra
Fajardo; todos ellos en el campo de las Letras. Manuel Fernndez
Caballero, Bartolom Prez Casas, Jos Verd, todos ellos en el
campo de la Msica. Y en el de la Pintura, tenemos a Villacs, Pedro
Snchez Picazo, Joaqun, Gaya, Pedro Cano, Jos Lucas y bastantes
ms. En el campo de la escultura han sido citados a lo largo de este
trabajo, y lo seguirn siendo numerosos imagineros, pero oportuno es
que recordemos a Francisco Salzillo de los de antes y a Jos Hernndez
Navarro de los de ahora. Y como quiera que nuestra Ciudad a lo largo
del tiempo va acumulando mucha historia sobre cofradas pasionarias y
procesiones de Semana Santa, nos disponemos a hablar de ello.
Partimos de la circunstancia de que sobre asociaciones religiosas
nuestra capital, bsicamente, no difiere en su desarrollo y trayectoria de
las del resto de nuestros pueblos, y las diferencias son las naturales
que marcan las situaciones econmicas y de auge social y urbano e
infraestructura; pero cultural y religiosamente, sus impulsos son
similares en todos los pueblos y en la ciudad.
La cofrada ms antigua de Murcia, segn el Catastro de la
Ensenada, corresponde a La Orden Tercera de Mara Santsima de la
Consolacin (1401), lo cual no quiere decir que no las hubiera
anteriores a esta fecha, pues sabido es que hasta el siglo XVI hubieron
muchas, operativas, pero que no se sometieron a la autorizacin del
Obispado ni a estatutos. Precisamente se hace mucho hincapi hasta
nuestros das en este requisito, y don Manuel Urea en su
Exhortacin a los cofrades, con motivo de la Semana Santa del ao
2004, as lo reclamaba.
De estas Asociaciones religiosas pasionarias la primera fue la
Hermandad del Cristo de la Sangre, fundada el 11 de abril de 1411, que
300
TORRES FONTES, Juan, recopil una serie de Artculos publicados en prensa de escritores
murcianos y forneos que fueron reunidos todos ellos en un volumen editado por la Academia de
Alfonso X el Sabio de Murcia en 1977, bajo el ttulo de: Salzillo, su Arte y su Obra en la Prensa
Diaria. El ttulo responde a que todos tienen como eje direccional la escultura religiosa de Salzillo.
248
Se denomina cofrade de tarja a aqul que entrega la cuota que le parece bien o que puede. A
este sistema pertenecan cofrades acaudalados y cualificados como mdicos, jueces, etc. y solan ser
de tarja porque parece ser que eran muy generosos.
302
Real y Muy Ilustre Archicofrada de Nuestro Seor Resucitado. Dado por el otorgamiento de
Bulas Concedidas por los Pontfices Gregorio XIII, Clemente VIII, y confirmadas por su Santidad
Paolo V, con fecha 10 de febrero del ao del Seor de 1615, dcimo ao de su Pontificado. En su
primera etapa estuvo Hermanada con la de Santiago de Roma, llamada de Los Espaoles. Fue
fundada por la Orden Trinitaria, establecida en su primer Convento de Murcia situado en
extramuros de la ciudad en el ao del Seor de 1272. En un principio fue una procesin claustral y
eran solamente dos imgenes las que eran procesionadas: Nuestro Bien Resucitado y Nuestra
Seora de la Cabeza. LPEZ MARN, Francisco. SEMANA SANTA pg. 75. Cabildo Superior
de Cofradas, Murcia, 2000.
249
Sobre la Ermita de San Sebastin, TORRES FUENTES, Juan, la situa ya construida en 1412, en
su artculo De la Ermita de San Sebastin a la ermita de Jess NAZARENOS pag. 70.
Cofrada de N.P.J.N. Murcia 1998. Sobre la Ermita de San Benito, DAZ CASSOU, en su libro
Serie de los Obispos, pgs. 57-58, dice que fue construida en el ao 1451, durante el mandato del
obispo don Diego Comontes. pg. 57-58, que fue construida por del Den Martn Selva. Daz En su
famosa obra, Pasionaria Murciana, pg. 118, dice que Santa Quiteria fue erigida en 1400. sta,
junto a la de San Gins, fueron durante cuatro siglos espacios ascticos a los que acudan cofrades
disciplinantes tres veces por semana. De ambas se conservan el nombre porque se les puso a las
calles en las que estuvieron ubicadas, ya que fueron destruidas tiempo despus. De ambas habla un
artculo que recoge la historia de la cofrada de, El Perdn, en la revista MAGENTA nmero
extraordinario (1896-1996).
304
Melendreras Gimeno, Jos Luis. LOS COLORAOS pg. 13 (Mircoles Santo, XXXIV.
Cofrada de la Sangre)
250
251
308
DAZ CASOU, Pedro. Pasionaria Murciana, pg.124. Dice acerca de la cofrada de la Sangre:
Primero naci como Hermandad, pero en 1603 fueron aprobadas las primeras Constituciones en
las que ya se le defina como Cofrada; su organizacin era sencilla que estaba reducida a que el
Prior del Carmen reuniera a los cofrades en su celda, y a propuesta del mismo, y por sufragio
universal, nombraran a mayordomos de ciudad, huerta y campo, que recogieran limosna para
costear la fiesta, o sea, el sermn y procesin de Mircoles Santo.
309
Parece ser que uno de los actos pasionarios ms antiguos que se conocen en nuestra pennsula
es el Descendimiento y Sermn de las siete palabras celebrado en Valladolid en el ao 1450. Esta
referencia se debe al profesor SNCHEZ HERRERO, recogida en su libro: Las dicesis del reino
de Len, siglos XIV y XV, pg. 292. Len 1978.
252
253
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255
256
315
El tambor sordo -lo aclaramos en otra nota cuando hablamos del pueblo de Moratalla- consiste
en aflojar los tensores y poner un pao sobre la piel. Este sonido adulterado se considera de burla,
humillante por la devaluacin a la que someten la entereza de su sonido; de ah que en determinados
pasos como es el Prendimiento, Ecce Homo, o Jess Nazareno, se toque as con el fin de hacer
ms realista la humillacin padecida por Jesucristo. Sin embargo esto no resta solemnidad al sonido
en s pues al ir matizado por el pao pierden estridencia pero gana en potica e intimismo; o lo que
es ms preciso, gana en solemne religiosidad.
257
Los datos van a ser recogidos, bsicamente, de la revista de Semana Santa, 1998. Cabildo
Superior de Cofradas. Murcia.
258
259
La autora es discutida; unos estiman que ambas imgenes son autnticas de Salzillo, mientras
que otros slo las catalogan como fruto de su taller. El listado de ambos lados es numeroso, sin
embargo a nivel popular todos las dan como autnticas de Salzillo. Este hecho es ms o menos
frecuente. En la actualidad el padre franciscano Francisco Javier Gmez Ortn realiza una
investigacin bibliogrfica sobre Salzillo y una nueva catalogacin, sobre todo de las obras
atribuidas, como es el caso de las de referencia.
260
261
Don Juan Pedro Hernndez Gonzlez es Presidente del Cabildo Superior de Cofradas
Pasionarias de Murcia. Quiero reconocer en esta nota mi gran agradecimiento hacia l, pues el
material que me ha facilitado ha posibilitado el poder ofrecer en mi trabajo muchos datos sobre las
distintas cofradas y procesiones de la Semana Santa, tanto de Murcia como de la Regin.
262
Sobre la Iglesia de San Juan de Dios, estimada como joya del Barroco, existe un estudio
pormenorizado sobre sus caractersticas arquitectnicas (cercanas a Sant Andrea al Quirinale, obra
maestra de Bernini, en Roma, 1658-1670), realizado por la Profesora de Historia del Arte de la
Universidad de Murcia Doa Mara del Carmen Snchez Rojas Fenoll. La Iglesia de San Juan de
Dios. Estudio Arquitectnico de la Sede Cannica de la Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva
Asociacin del Santsimo Cristo de la Salud. Tambin hay un estudio sobre su iconografa
realizado por don. Jess Rivas. La escultura de la Iglesia de San Juan de Dios de Murcia. Y un
tercer estudio corresponde al Profesor don Jos Carlos Agera. La Pintura en la Iglesia de Santa
Mara de Gracia y San Juan De Dios de Murcia. Un conjunto figurativo de los siglos XVII al XVIII.
263
Cofrada del Rescate, data del siglo XVIII ya que desde esa poca
existen pruebas histricas de que era ya venerada la imagen en el
Convento de los Trinitarios de Murcia, extramuros de la ciudad. La
devocin por el Cristo del Rescate en nuestra capital es histrica y muy
generalizada tanto en la ciudad como en la huerta. La imagen del
Divino Cautivo Nuestro Padre Jess, est envuelta en un aire de
leyenda, no probadas, pero tremendamente arraigadas en el pueblo
llano y sencillo que siempre ha buscado en ella el consuelo a sus
penas.
La imagen es de autor desconocido. Cerrado el convento por una
serie de avatares, el Cristo del Rescate fue trasladado a la Iglesia de
San Juan Bautista. Adquiere particular relevancia desde marzo de 1946
que fue constituida su Hermandad, con la finalidad de rendirle un
mayor culto. Esta devocin se extendi con rapidez, pues precisamente
la Iglesia de San Juan haba sido crcel y muchos que estuvieron
presos en ella haban rezado ante esta imagen.
La procesin de la esclavitud pas a llamarse del Cristo del
Rescate; se celebra Martes Santo en la noche y la caracteriza la
sobriedad, severidad y austeridad, Naci precisamente con estas reglas
para llenar ese hueco de recogimiento particular que ninguna otra
procesin ocupaba. En 1948 se convierte en cofrada, pues acoge el
nuevo paso de Nuestra Seora de la Esperanza, cuya imagen se le
encarg a Snchez Lozano y que, junto a la del Cristo, constituyen un
foco notable de devocin, que ofrece escenas de honda piedad en la
capilla que ambas imgenes ocupan en la citada Iglesia de San Juan
Bautista. Desde esta fundacin se celebra el tradicional Besapi al
Cristo del Rescate, cada primer viernes de marzo, de masiva afluencia.
Viste la cofrada tnica de color morado con capa y capuz blanco
y los cofrades de la Virgen de la Esperanza, tnica morada, capa y
capuz verde. Los Estandartes de ambas agrupaciones fueron bordados
en los talleres Lucas de Murcia. Es Hermano Mayor de la Cofrada D.
Pedro Antonio Llamas Soubrier. Mencin especial merecen las dos
filas de personas que acompaan al Cristo del Rescate, sin vestir
tnica, portando una vela encendida y que suelen hacerlo cumpliendo
una promesa.
Real, Muy Ilustre, Venerable y Antiqusima Archicofrada de
la Preciossima Sangre de Nuestro Seor Jesucristo320 (1411)
320
En el Museo de la Sangre me han sido donadas las revistas Los Coloraos editadas en los
ltimos aos, as como diferentes libros sobre la Archicofrada de la Sangre. Agradecemos a
264
265
266
Este periodo est investigado por RIQUELME OLICA, Pedro, franciscano, en su libro (Tesis
Doctoral): Iglesia y Liberalismo Los franciscanos en el Reino de Murcia (1768-1840) Ed.
Espigas. Murcia, 1993. Libro muy complementado con tablas sobre religiosos y conventos en
nuestro reino durante el periodo sealado, as como de bibliografa al respecto.
323
Este paso se le conoce tambin por el Berrugo.
267
Sobre la fecha de fundacin de la Cofrada de Jess, hay varias opiniones. El carcter de nuestro
trabajo no contempla exponer la historia de las cofradas, sino escuetamente los datos ms
esenciales; pero pueden consultar el libro de VALCRCEL MAVOR, Carlos, Semana Santa en la
Regin Murciana, en el que dedica un captulo a la fundacin de la cual hablamos y en el que
expone los criterios en los que se han fundamentado para fijar el origen de esta Cofrada en fechas
que comprenden desde finales del siglo XVI al umbral del siglo XVII. Tambin DAZ CASSOU,
Pedro, en su famoso libro, Pasionaria Murciana, habla sobre la fundacin de la cofrada de Jess y
la de La Preciossima Sangre.
268
269
325
Queremos manifestar al hablar de la cofrada de Nuestro Padre Jess Nazareno que cuando
solicitamos ayuda a don Ricardo Martnez-Moya, dio las indicaciones oportunas para que me fuera
facilitada la consulta a cuantos documentos posee la Cofrada (que, tristemente, son escassimos en
la actualidad), as como los libros de la Biblioteca del Museo Salzillo. Tambin para que me fueran
donadas, desinteresadamente, todas las revistas editadas de NAZARENOS. Posteriormente, don
Rafael Cebrin ratific esta atencin y me fueron donados los folletos con las distintas
constituciones publicadas. Las personas que atienden el Museo Salzillo nos han mostrado mucha
atencin. Agradezco a todos su estimable ayuda y consideracin.
270
271
En estos momentos parece ser que D. Jos Cuesta, exdirector del Museo Salzillo, ha hallado unos
documentos que confirman que La Roldada no es la autora de dicho ngel.
327
SEMANA SANTA EN MURCIA pg. 70, 1998, ofrece un resumen de la historia de la
Cofrada del Santo Sepulcro en donde relata las vicisitudes padecidas por la posesin de la imagen
titular entre franciscanos y cofrades, y las distintas fechas que se estiman como fundacionales. Se
sabe que en 1600, procesionaba con una imagen yacente, y que en 1694 Nicols de Bussy entreg
una imagen de Cristo Muerto, que es la que dio lugar al pleito mantenido entre franciscanos y el
Santo Sepulcro, el cual fue favorable a los franciscanos. Desde 1872 la cofrada tiene su sede en la
Iglesia de San Bartolom de Murcia. En otro artculo, ste publicado en LA CONCORDIA pg.
18-22, escrito por Luis Luna Moreno, da muchos ms datos sobre la historia de la Concordia del
Santo Sepulcro, que, segn este autor, naci de la Concordia de Comerciantes y Mercaderes de
272
273
329
LUNA MORENO, Luis. Sobre la Historia de la Cofrada del Santo Sepulcro en Murcia LA
CONCONRDIA Pg. 18-23, ao 2004, dice que: Se conocen datos que demuestran la existencia
en el Convento de San Francisco, al menos desde 1749, de la Cofrada Gremial de los Mercaderes,
bajo la advocacin de la Soledad, que sacaba la procesin del Santo Entierro, lgicamente en la
tarde de Viernes Santo. Este comentario se basa en un prrafo ofrecido por Manuel Muoz
Barbern en un artculo publicado en el nmero extraordinario de Semana Santa ofrecido por La
Verdad, en 1986, pg. 26, que dice: Las primeras noticias de nazarenos datan de 1582.
274
275
GONZLEZ BARNS, Antonio. Jess del Gran Poder. El nazareno del Viernes de Dolores
murciano. Pg. 60. Murcia 2001
276
Jess del Gran Poder, pasada la procesin de Viernes de Dolores, Domingo de Ramos es llevado
en procesin a su convento del Paseo del Malecn. Recientemente fue solicitado y concedido que
en el regreso un tramo del recorrido fuera portado por mujeres nazarenas.
277
278
279
Reflejamos esta historia porque es muy humana y de ella se desprende un tipo de cultura, pero
sobre todo, una vez ms, la pasin de una madre y la fuerza de una mujer, pues como se ha dicho, el
sayn Aurelio fue guardado en un almacn totalmente tapado sin que nadie osara ultrajar el amor
subjetivo de Mara, madre de Aurelio que ni en razn de reflejar la historia quera que su hijo fuera
sayn. Un sentimiento de proteccin social hacia el hijo y tambin de amor a Cristo. En este sentido
conocemos que ciertas ciudades, entre ellas Cartagena, al paso de los Armaos, all llamados judos,
son vilipendiados, ofendidos y castigados verbalmente por el hecho de relatar los Evangelios que
fueron ellos los que prendieron a Cristo y lo crucificaron. La tradicin es hermosa pero, a veces, es
cruel, pues hace realidad lo representado. Buen ejemplo es el acabado de citar, as como los hechos
escenificados con el personaje de Judas, del que hablaremos en la segunda parte de nuestro trabajo.
333
Por haber citado en el apartado de Cofradas tanto las imgenes que procesionan como sus
autores, optamos por no repetir de nuevo esos datos y limitamos los comentarios a las procesiones,
que lo haremos de forma descriptiva.
280
334
Sobre el hecho de liberar a un preso hemos explicado su origen al hablar de la Semana Santa de
Ceut, en el presete captulo.
281
282
Relacionado con las mujeres, despus de varios siglos de historia han sido autorizadas a ejercer
como mayordomas. Las primeras que han sido nombradas como tales en el ao 2005 son: Toi
Frutos, Carmen Lorca, Mara Dolores Iniesta, Fuensanta Cabrera, Inmaculada Alcntara y Mara
del rosario Alczar. Las seis son personas muy jvenes, de menos de veinte aos..
283
otras sin ella; los coloraos no llevan capa; Suelen vestir el atuendo
clsico de tnica hasta los tobillos los nazarenos Mayordomos con
cargos responsables del desarrollo y orden de la procesin.
La costumbre de dar caramelos, que en la procesin de los
coloraos alcanza su mximo exponente, data del siglo XVIII; se
produjo, parece ser, por necesidades de mantenimiento fsico de los
nazarenos y estantes. El huertano en aquella poca, que no haba
vehculos motorizados, sala de su casa muy de madrugada, pues tena
que andar durante varias horas para llegar a la hora establecida a la
iglesia de Nuestra Seora del Carmen, sede de la Archicofrada del
Cristo de la Sangre. A continuacin tena que procesionar otras tantas
horas, y por ltimo, andando de nuevo, regresar a casa. Las mujeres,
atentas y resolutas, estimaron ponerles en la sen unas viandas que
consumidas por el nazareno de turno, impidieran que el cansancio le
provocara desmayo. El huertano, noble y generoso por naturaleza, dio
en compartir con las personas que presenciaban la procesin, lo que
llevaba en la sen.
Otro argumento, segn opinin de Carlos Valcrcel Siso, entre
otros autores, es que los comerciantes que a veces se les pasaba la
mano en el peso, siempre en beneficio propio, reponan los efectos de
sus despistes, devolviendo a las gentes lo que antes les haba tomado y
por tanto donaban esos alimentos (monas, habas, bacalao, etc.)337.
El da de Mircoles Santo, desde la maana, tienen lugar actos
particulares, uno el de la convocatoria, antes explicada. El otro,
protagonizado por Nuestro Padre Jess Nazareno, que es el tradicional
traslado que se realiza desde el convento de las Agustinas hasta la
iglesia privativa de la cofrada. Este traslado, en recorrido inverso,
tiene lugar todos los aos diez das antes de Viernes Santo, a fin de que
las monjas preparen la imagen para procesionar en el gran da. Las
monjas son sus camareras desde hace cuatro siglos Ya en las fechas de
1672 realizaban tal misin338.Este ao de 2005, las monjas han ejercido
de camareras supervisando la gestin, pero no lo han ejecutado ellas,
alegando que son mayores todas las hermanas y requieren ayuda.
Como nota original del traslado de Mircoles Santo, este ao,
apuntamos que la imagen fue llevada a hombros por una Brigada de las
337
284
Murcia, como veremos, cuenta con dos procesiones, pero numerosas pedanas de las cuales no es
posible el hablar porque haramos demasiado extenso el trabajo, tambin celebran procesin en este
sealado da de Jueves Santo; citamos en esta nota algunas de las ms destacadas. La mayora se
denominan del Silencio y las hay de gran austeridad y sobriedad. Entre las ms originales de las
celebradas se encuentra la de la barriada de Santiago el Mayor, que procesiona imagen del Cristo de
la Salud, cuyos cofrades visten el traje tpico huertano. El cortejo se acompaa del sonido de las
postizas a modo de repiques; resulta una escenificacin pasionaria muy colorista por los atuendos;
pero si reflexionamos en ello, adems de la ya dicha originalidad, tambin es profunda Por qu no
acompaar al Cristo con el casticismo, y por qu no con el sonido de las postizas? La Alberca, una
de las ms antiguas pedanas, organiza procesin del Silencio la Cofrada del Perdn y la
Hermandad de Nuestra Seora del Rosario; los Hermanos del Rosario van vestidos de blanco
guardando luto con este color, que es con el que lo guardaba el pueblo hebreo; los nazarenos del
Perdn visten con tnica negra y capirote alto. La Arboleja, uno de los parajes contiguos a la
capital, ms populares, es muy interesante y tpica la procesin que organizan este da ya que
desfilan las imgenes en absoluto silencio, slo acompaadas por las voces de los Auroros; el
cortejo est iluminado por antorchas y discurre por parajes huertanos. Zarandona, procesiona al
Cristo de la Paz, talla de Juan Lorente (1977); visten las tnicas al estilo murciano; esta pedana, por
su proximidad a Murcia es ya, fsicamente, un pueblo, y no pequeo; celebran una Semana Santa
con mucha entidad.
340
Agradecemos a D. Pedro Zamora, cabo de andas de la Oracin del Huerto, las explicaciones que
nos facilit, in situ, y en posterior entrevista, sobre los pormenores del montaje de la palmera que
procesiona Viernes Santo en la maana en el paso de La Oracin del Huerto. Coment que
algunos aos le ha creado mucho desasosiego conseguir palmera con dtiles, pues el calor de
285
Murcia en algunos aos ha sido intenso en los primeros meses del ao, y ello ocasiona que en las
fechas de Semana Santa no se encuentren palmeras con fruto, ya que el periodo de maduracin es
en diciembre. Ha habido aos nos deca- que ha tenido que recorrer toda la provincia de Murcia y
parte de la de Alicante en busca de palmera. Cuando en los lugares a los que acude explica para qu
la necesita, nunca ningn propietario le ha cobrado por facilitarle tal material. Toda su familia est
concienciada que esta tradicin es una bendicin de Dios, y por nada del mundo faltarn a la cita.
En este ao (2005), estuvieron montando la palmera tres generaciones: Antonio Zamora, dos de sus
hijos y dos de sus nietos. El tronco es de palmito de palmas enanas. Las palmas se van metiendo en
unas argollas y posteriormente se colocan los racimos de dtiles y todo se ata con hilo de color
verde. A los que presencian el meticuloso y laborioso proceso, en la Plaza de San Agustn, se les
obsequia con una copa de mistela y dtiles maduros frescos.
341
Era tradicional que en los das de Semana Santa cantaran los Auroros las Correlativas que
constan de tres partes y numerosas frases musicales, separadas por prolongadas pausas; cada una de
ellas se basa en una sola slaba pero que existe constante correlacin entre cada una de ellas. La
Correlativa, junto con la Oracin de Pasin y Tercia, constituye el ms arcaico y glorioso fondo del
Canto de la Aurora. Las dos ltimas, Oracin de Pasin y Tercia, se perdieron para siempre. Datos
estos extrados de: Los Auroros en la Regin de Murcia: La Aurora vista por los investigadores,
escrito por: VALCRCEL MAVOR, Carlos.
342
Los datos que vamos a facilitar son extrados del libro de: Los Auroros en la Regin de Murcia,
y corresponden a los captulos escritos por: VALCRCEL MAVOR, Carlos. FLORES
ARROYUELO, Francisco Javier. PREZ MATOS, Jos. Dicen lo siguiente: Las Campanas de
Auroros del entorno de la Huerta de Murcia, tiene sus orgenes en el siglo XII y XIII segn el
musiclogo Agustn Isorna (1961). En 1962, el profesor Manuel Garca Martos considera que el
canto de la Aurora es uno de los productos ms bellos, tpicos y admirables del folklore murciano.
Su oscuro origen lo sita hacia el segundo tercio del siglo XVII o principios del XVIII. D. Jos
Prez Mateos, sita el origen de los cantos de la Aurora en el siglo VI, en tiempos de la dominacin
bizantina. Basa el doctor Prez Mateos su afirmacin en la abundante presencia de melismas, algo
que Bizancio prodiga en su creacin musical. Los Auroros en la Regin de Murcia, pgs 19-22. VV
AA. Editora Regional Murciana. 1993. En septiembre de 2001 se desarroll un Seminario sobre
Folklore, en el cual intervino Joaqun Gris con el tema: La Aurora murciana, obra maestra del
patrimonio oral e inmaterial de la humanidad. Todas las conferencias de este ciclo estn publicadas
por Caja Murcia y Museo de la Ciudad. Conocemos una revista editada por las Consejeras de
Turismo y de Educacin y Ciencia de la Regin de Murcia, y por El Excmo. Ayuntamiento de
Caravaca, que contiene un monogrfico sobre las Cuadrillas. (Barranda. 1979-2003). En Murcia se
presta mucha atencin a estos temas editndose: REVISTA MURCIANA DE ANTROPOLOGA.
Tambin se puede consultar para ampliar el tema de Los Auroros, Pasionaria Murciana, de DAZ
CASSOU, Pedro.
286
adscritas, que es como denominan a las damas que salen detrs del
Cristo del Refugio, vestidas de riguroso luto, teja y mantilla.
Tambin se celebra la Procesin de La Soledad, a partir de las
doce de la noche. Est organizada por la Archicofrada del Cristo de la
Sangre. La preside La Virgen de la Soledad, obra de Gregorio
Fernndez-Henarejos, tallada en el ao 2000343, que este ao
procesiona por primera vez; su iconografa es la de una mujer joven,
angulosa, triguea de rasgos y esbelta de facciones. Su cara expresa
realismo y fuerza racial para enfrentarse al dolor. Durante la procesin
la Virgen lleva entre sus manos el Lignum Crucis, propiedad de la
cofrada. Desfila tambin la imagen del Cristo de la Humillacin, obra
de autor desconocido, atribuida a la escuela granadina (S. XVII)344: es
imagen de vestir y su iconografa es de forma distinta a todas las
imgenes del Nazareno porque lleva la cruz al revs345.
Viernes Santo. Religin, Arte y Cultura. As podramos catalogar
Viernes Santo en Murcia. Si Mircoles Santo se vive desde la eclosin,
el impulso y riqueza cultural de la Huerta, Viernes Santo la paleta es
ms sobria y su acervo lo pregona el color morado. Ambos das estn
llenos de nazarenos, de huertanos o capitalinos, da igual, pues todos
pasean por nuestras calles impregnadas de aromas de membrillo, rosas
de terciopelo, alheles plidos y esbeltos como la espiga del trigo,
gladiolos transparentes que compiten en elegancia con la flor ave del
paraso tan utilizada en el arreglo de los tronos. Murcia emerge este
da, tmida ante tanta exhuberancia y expectacin.
Desde altas horas de la madrugada muchas son las casas que
tienen una luz encendida porque en ellas se desarrolla el primer ritual
del da, que es vestir a los nazarenos. Mientras esto tiene lugar, cada
343
287
346
El ttulo corresponde a un Artculo publicado en el libro: Artculos Adocenados, escrito por Don
Emilio Dez de Revenga, y que ser expuesto en el captulo de nuestra tesis Textos Literarios de la
Pasin.
288
Ha sido costumbre de toda la vida, que antes de pasar por las calles una procesin los vecinos
barrieran las calles, las rociaran con agua y quitaran las piedras o tiles que pudieran estorbar el
paso del trono muy en particular. Referido a la procesin de Domingo de Ramos, leemos: De
modo que, dentro de los deberes concretos del veedor de dicha Santa Iglesia, estara la necesidad
de mandar barrer y rociar la vuelta por donde ha de ir la Procesin. PEAFIEL RAMN,
Antonio. LOS COLORAOS pg. 20. n. 41. 1980. De hecho, en la actualidad, cada ao, unos
cuantos cofrades de Jess Nazareno, recorren calle a calle por las que desfilar la procesin,
asegurndose de que no hay ningn obstculo fsico que ponga en peligro el transcurrir de los
pasos
348
Sobre esto llama la atencin VALCRCEL MAVOR, Carlos, en su libro Semana Santa en la
Regin Murciana, pg. 42, razonando que los que afirman que desde 1603 procesiona por primera
vez la Cofrada de Jess, quedando configurada, tal cual la conocemos hoy, desde 1690, es una
falsedad. DAZ CASSOU, Pedro, en su libro: Pasionaria Murcian, pg. 158, es el autor de la
afirmacin aludida. Estimamos que procesionaba tal cual la conocemos hoy a partir del segundo
tercio del siglo XVIII, que es cuando se le incorporan pasos de Salzillo. A propsito de este
comentario insistimos en la necesidad de investigar el tema de cofradas y procesiones de Semana
Santa. Ceido a la Regin de Murcia, nuestro trabajo ser el primero que ofrezca una visin general
del mismo. Humildemente lo realizamos convencidos de que aportar, siquiera, un primer paso
hacia ese estudio que descomprima y muestre la informacin inmensa e interesante que existe
acerca de ello pero que, hoy por hoy, conocemos muy deshilvanada y parcialmente.
349
La convocatoria es una tradicin tan antigua como las propias procesiones y es tpica de Murcia,
dicho un poco a sentimiento, ya que es asunto por demostrar. El barandales de Valladolid y Zamora,
por ejemplo, es en toda regla una convocatoria, pero muy distinta de la ejecutada en nuestra tierra.
Posiblemente s sea original de Murcia el bullicio y vitalidad que le imprime al realizarla a base de
cantos e instrumentos, antes populares, ahora de cuerda y percusin en su versin clsica. Se haca
la vspera de la procesin. Iban varios nazarenos acompaados por un tambor y una corneta y
289
tanto es correcto decir que, desfilando todos los pasos de Salzillo que
posee la cofrada, la procesin, desde siempre, se ha celebrado Viernes
Santo en la maana.
Viernes Santo por la tarde hay dos procesiones una est
organizada por la cofrada del Santsimo Cristo de la Misericordia, con
sede en el iglesia-Museo de San Esteban; tienen su salida a las 16,30
horas. Acompaando al titular, realizado por Domingo Beltrn, siglo
XVI, va el Sagrado Descendimiento de Ntro. Seor Jesucristo, de
Hernndez Navarro (2001), y la Santsima Virgen de la Misericordia,
de Jos Snchez Lozano, 1922.
A las 1930 horas sale a la calle la Procesin de los Servitas, con
sede en la Iglesia de San Bartolom; procesiona la Virgen de las
Angustias, una de las obras cumbres de Francisco Salzillo. Desfila
desde este ao 2005 el ngel de la Pasin, obra de La Roldana; dato
citado en la introduccin a la Semana Santa de Murcia350.
Por ltimo desde San Bartolom sale a la calle la Procesin del
Santo Entierro, organizada por la Cofrada del Santo Sepulcro de
Nuestro Seor Jesucristo. Sale treinta minutos despus que la anterior,
y esta Procesin est considerada como la ms oficial, pues en ella
participan todas las cofradas, que hacen acto de presencia con sus
respectivos pendones.
Viernes Santo en Murcia son cuatro las cofradas que despliegan
sus alas y otean la religiosidad de las gentes que asisten atnitas a la
leccin de catequesis que los diecinueve pasos que desfilan por sus
calles ofrecen en sacra conversacin. Con cada una de estas imgenes
los murcianos son impregnados de la Pasin del Seor. Adoran estas
imgenes haciendo realidad la conclusin emitida por el Concilio de
Nicea que dijo: quien venera una imagen, en ella venera a quien est
representando.
terminada la msica que interpretaban recogan dinero que las gentes presentes les donaban.
Tngase en cuenta que las cofradas nacieron como mendicantes. Con el paso del tiempo la
costumbre fue alterada y la convocatoria consista en ir a la puerta de la vivienda de los
mayodormos e interpretar unas marchas; entonces el mayordomo les reciba y les entregaba un
donativo para la cofrada. En la actualidad se recorren las calles ms cntricas de Murcia y las del
entorno por las que pasar despus la procesin. Van tocando marchas alegres ya que es frecuente
que la convocatoria se haga con banda de msica.
350
Jos Cuesta ha hallado un docuemnto que certifica que La Roldada no es la autora, sino que lo es,
parece ser, el escultor Vicente Hernndez Copuqyet. Dato el ofrecido pendiente de que sea
confirmado por el autor de esta investigacin.
290
291
292
351
Agradecemos a Jos
reseado.
293
En Ricote hay en la iglesia de San Sebastin una imagen de Francisco Salzillo. Tambin hay un
rgano rococ, tabular, construido por el maestro organero Jos Meseguer, en 1743. Est hecho en
madera de pino y tiene un cuerpo de seis pilastras que enmarcan las cinco calles en el que se divide
el dicho cuerpo.
353
Otros pueblos costeros, han optado por preparar para estos das actividades junto al mar a base
de deportes nuticos; es el caso de Los Alczares que no programa procesiones ni acto popular
religioso alguno. Lo mismo ocurre con Lo Pagn en donde slo se celebra Viernes Santo un Va
Crucis pblico, o Santiago de la Ribera que celebra Procesin de las Palmas.
294
Las manolas salen en la Procesin de Las Promesas y tambin Viernes Santo en la del Santo
Entierro; en ambos desfiles visten mantilla negra, pero en la procesin del Resucitado que tambin
participan, lo hacen con mantilla blanca. Damas ataviadas de teja y mantilla en el desfile
procesional de Domingo de Gloria slo tenemos noticia de que lo hagan en San Pedro del Pinatar.
Ese da es motivador y entraable; la otra cuestin es el que el protagonismo se les de a los nios y
como personaje moralizante al diablo al que suelen llevarlo preso precisamente los nios. Una de
las imgenes que verdaderamente merece la pena observar en la procesin del Resucitado de
Murcia es la cara de los nios, cmplices con el diablo, que gozosos y posedos de su protagonismo
miran a los espectadores demandando reconocimiento por llevarlo atado y salvar de tan nefasto
personaje a la sociedad. Aqu en San Pedro del Pinatar ocurre lo mismo; el diablo en este caso,
bendito de Dios, pacientemente se deja bambolear de un lado para otro al impulso de las cuerdas o
cadenas, sin rechistar, haciendo que los inos desarrollen su funcin con todo el entusiasmo que
sienten por dentro por tan encomiable misin. Es una estampa, repetimos, entraable, tierna y
conmovedora.
295
355
CNOVAS CANDEL, Francisco, Cronista Oficial de Santomera. Semana Santa ao 2000. Los
datos ofrecidos los extraeremos de este artculo, as como de informacin facilitada por Manuel
Herrero Carceln, Cronista Oficial de El Raal, y tambin del artculo publicado en prensa, La
Verdad, 28 de marzo de 1996, pag. 30, firmado por GONZLEZ, Jos Alberto.
296
297
ROSA LPEZ, Gins, en la Revista de SEMANA SANTA DE TOTANA pg. 21, ao1994,
dice: No s qu tiene esta Semana Santa que nace y muere en el rito de la tnica negra, un atuendo
cuyo significado se nos escapa y va mucho ms all del rigor de los desfiles, un objeto que en
Totana alcanza una especie de culto y que trasciende de su puro significado de distintivo nazareno
para covertirlo en el atuendo colectivo.
357
Los nazarenos vestidos con severas tnicas negras aparecieron aos despus con el cortejo de
engrillados y empalados a finales del siglo XVI. GUARDIOLA TOMS Lorenzo. Historia de
Jumilla, pg. 381. Estos procesos se registran en todo el reino de Murcia y prcticamente en toda
Espaa, con pocos aos de diferencia, y, desdeluego el vestir los nazarenos con tnica negra era lo
general en ese siglo y parte del siguiente. La diferencia estriba en que Totana lo mantiene hasta
nuestros das y la inmensa mayora de los pueblos a finales del XVIII ya era casi general el emplear
colores simblicos en las tnicas, siendo los ms empleados el morado, rojo, verde y azul claro.
298
299
Este paso emociona mucho y despierta mucha devocin. Longinos es biografiado por Santiago
de la Vorgine en La Leyenda Dorada, y dice que el soldado padeca de cataratas y al pinchar el
costado de Cristo salpic sangre a sus ojos, que quedaron curados en el acto y produjo en el
malhechor arrepentimiento y revelacin de que Cristo era el verdadero Dios. El pasaje evanglico
dice: Mas al llegar a Jess, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de
los soldados con la lanza le abri el costado, y al instante sali sangre y agua (Juan. 19,32,34). La
tradicin ha querido identificar al soldado romano con Longinos, legionario, isurico de nacimiento
y muerto mrtir en Cesrea de Capadocia.
300
Padre
Cristo
Cristo
Cristo
301
Este tipo de demostraciones suma de habilidades de los anderos y de cierta coreografa artstica,
tienden a ser eliminadas pues el sector de cofrades clsicos califica de vulgar estos movimientos a
los que suelen llamar bailar las imgenes; actitud contrastada con el sector ms innovador y
menos vigilante de las tradiciones que estima que es escena de alegra y que realizarla Domingo de
Gloria est de moda y no es nada censurable.
361
Es una consecuencia inevitable que el auge de estas tradiciones balancee segn la ideologa del
partido gobernante. Pero en el caso de Villanueva del Ro Segura puede pensarse que dependa
exclusivamente de que hubiera dinero o no y esto se produca en razn de las cosechas de los
productos propios de estas tierras.
302
303
362
El peridico, Diario de Murcia, del 23 de marzo de 1901, pg. 4, ofrece la siguiente noticia:La
Iglesia Vieja. Para los yeclanos siempre ha sido ese templo una joya inapreciable quizs exagerando
su vala por el exceso de cario por pertenecer al terruo, por el que sentimos idolatra, si cabe.
Hoy, con la visita del distinguido y fecundo escritor, nuestro queridsimo amigo don. Jos Martnez
Ruiz (Azorn), se ha confirmado nuestra creencia. El autor de La fuerza del amor tiene en
preparacin un libro que titular Las Iglesias de Espaa en colaboracin con Po Baroja, que es
esperado en esta ciudad de un da a otro. En esta nueva obra figurar un estudio de nuestra Iglesia
Vieja, relatando escrupulosamente las bellezas que atesora la torre y chapitel con su artstica
pirmide final.
363
Estos datos ofrecidos sobre Yecla, han sido posible a varias publicaciones. Sobre los datos
ofrecidos en cada pueblo aclaramos que hemos intentado para cada uno de los pueblos de Murcia
obtener informacin, y para ello hemos escrito a cada uno de sus Ayuntamientos, a sus respectivas
Concejalas de Cultura y Festejos, tambin a cada Director de cada Biblioteca Regional, en
demanda de fuentes, documentos y bibliografa que nos facilitaran el poder ofrecer, con el mayor
rigor, la mayor cantidad de datos relacionados con el tema tratado. No hemos sido correspondidos
en unos casos, y en otros lo hemos sido con amplia generosidad. Como hemos comentado en otros
apartados de nuestra tesis, en los Archivos y Biblioteca Regional de Murcia hay poco material para
consultar ya que las revistas editadas por cada cofrada no tienen costumbre sus cabildos de
enviarlas a estos Centros, as como la mayora de libros que publican. De ah nuestras dificultades
para hablar de la Semana Santa de los pueblos que no han respondido a nuestra llamada. Entre los
ayuntamientos, bibliotecas, cofradas, y paisanos entusiasmados por expandir la cultura de sus
respectivos pueblos, hemos de destacar a: guilas, Alhama de Murcia, Alguazas, Balsicas, Jumilla,
Mazarrn, Moratalla, Mula, entre otros. Tambin a: Alicante, Almera, Barcelona, Badajoz,
Huercal Overa, Medina del Campo, Melilla, Tarancn, Tarragona, Valladolid, Zamora, Zaragoza,
entre otros. Como dato curioso tenemos archivadas unas 200 cartas escritas a Ayuntamientos y
Bibliotecas de toda Espaa, ms otras tantas a las entidades de la regin de Murcia. Tambin ha
sido prodigiosa la ayuda prestada por el Presidente del Cabildo Superior de Cofradas de Murcia, D.
Juan Pedro Hernndez Gonzlez.
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CAPTULO III
(Segunda parte)
308
309
364
En la revista CARTHAGINENSIA vol. XVI, n 29. pgas. 29-81, editada por el Instituto
Teolgico de Murcia, dirigido por PP Fransicanos, escribe el profesor de Teologa, MARTNEZ
FRESNEDA, Francisco, el artculo Creer y pensar con los Padres: Boletn de Patrstica. Es
realmente esclarecedor este texto que se inicia puntualizando el trmino Padre de la Iglesia,
Doctor de la Iglesia y Escritor Eclesistico. Delimita los trminos sobre Patrologa, Patrstica y
Literatura Apostlica y Postapostlica. A los Padres aclara- citando al autor que as lo defini, les
atribuye la propiedad de ser Testigos de la Tradicin. En este artculo tambin se hace un estudio
de los textos apcrifos.
365
Nuevo Testament, pg. 15. Traducido por MATOS, Juan. Ediciones Cristiandad. Madrid, 1982.
310
DEZ DE REVENGA, Francisco Javier. Los Autos de Pasin en el Siglo de Oro. Conferencia
impartida en: Centro Cultural Las Claras. Publicada en revista Las Claras n. 9. pg.5.
311
312
del Barroco. Ofrece sntesis de las ms significativas tradiciones de Semana Santa y realiza ficha de
sus ms famosos pasos. Ed. Ayuntamiento de Murcia. Concejala de Turismo, Fiestas y
Congresos. 2002./ TORRES, Cipriano. Fiestas de Semana Santa. Regin de Murcia. Destaca las
procesiones ms famosas, como es en Murcia la de los Salzillos Viernes Santo en la maana;
tambin lleva informacin y comentarios sobre lo ms importante de las procesiones celebradas en:
Jumilla, Yecla, Moratalla, Mula, Cieza, San Pedro del Pinatar, Alcantarilla, Alhama de Murcia,
Archena, Calasparra, Las Unin y Abarn. Ed. Consejera de Turismo y Cultura. Murcia. 2001./
VALCRCEL MAVOR, Carlos. Semana Santa del Azahar, en el que desarrolla lenguaje muy
lrico, una prosa poetizada y una gran sensibilidad; abarca las distintas procesiones, as como los
espacios en los que transcurren. Ed. Cabildo Superior de Cofradas de Murcia. 1958.
369
Los textos aportados sern tratados preferentemente desde una visin histrica y tambin por su
contenido sobre costumbres y tradiciones de carcter religioso y popular, vinculado todo ello a las
celebraciones de Cuaresma y de Semana Santa, pero, particularmente destacando la proyeccin y
evolucin de la Semana Santa en la sociedad. De los textos seleccionados sern transcritos los
prrafos ms significativos que irn en grafa distinta a fin de diferenciarlos de nuestros propios
comentarios y nuevos datos que aportemos cuando as pueda ser. Buscaremos con ello el
enriquecimiento complementario del texto tratado. Los expondremos por orden de fechas, si bien
los dividiremos en periodos concretos marcados por cambios apreciados en la evolucin de la
sociedad; figurar el nombre del autor, el ttulo y nombre del pueblo en el cual se desarrollan los
hechos narrados. Al final de cada uno de los apartados sealados plasmaremos las impresiones
causadas. En el presente captulo expondremos artculos y crnicas, bsicamente, pues los
siguientes los ocuparn, como ya reflejamos en Apuntes Metodolgicos, otros Gneros como:
Autos de Pasin, Cuentos, Pregones, Va Crucis y Sermones.
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genios. Acaso haya sido la msica la ltima de las Artes que ha venido
a dejar sus divinas creaciones sobre tan bellsimo asunto. Cuando
Rafael de Urbino, cuando Rubens, Velzquez y Murillo, alcanzaban en
sus creaciones el ms alto lmite de la belleza, an no haban
empezado, si se exceptan a Pergolens, o a Palestrina, la serie de
obras maestras que despus han escrito en el gnero religioso, Bach,
Haydn, Mozart, Beethoven, Rossini y Verdi. Si en esta semana potica
y conmovedora que acaba de pasar, os acercis a un templo catlico y
llegis a escuchar tras los Salmos y las Lamentaciones, el Miserere del
Mircoles y Jueves Santo, es imposible que permanezcis indiferentes
por muchas dudas que el fro anlisis de nuestro tiempo haya arrojado
a vuestras almas, es imposible que no os conmueva tan hermoso
cuadro.
Desde el primer versculo se advierte resueltamente que el autor
ha comprendido que el gnero religioso no est reido con todo lo que
el progreso del Arte de la msica ha hecho para que este Arte agrande
todos sus medios de expresin. Creo que no hay incompatibilidad
ninguna entre el desarrollo a que ha llegado la msica dramtica y la
msica religiosa.
Para cantar a Dios todos los medios artsticos sern escasos.
Cuando la msica esencialmente vaga e indeterminada por su
naturaleza se junta con la poesa para expresar ideas y sentimientos,
es preciso que la fusin sea completa de tal manera que ninguna de las
dos artes se supedite una a la otra. La idea, el concepto, pudiera
decirse que es el dibujo, el tejido armnico y meldico. Pues bien, en
el Ecce enim ha realizado el Sr. Verd ese verdadero milagro, ese
desideratum de la msica con palabras. Es un coro de bajos, al unis,
de corte majestuossimo, al que prestan extraordinario colorido
aquellos acordes sueltos del metal que van acompaando.
La Literatura es otra de las Bellas Artes, que se da la mano con la
Msica, particularmente el Gnero de la Poesa; ambos exponentes son
eternos enamorados, adolescentes, que al rozar su piel un escalofro
calienta su corazn. Si los versos nos hacen soar despiertos, qu no
har la cadencia de las notas perfectamente medidas, las slabas de
cada salmo, las pulsaciones de la inspiracin del hombre arrepentido
La msica vaga por formas indeterminadas pero que sin embargo
expresan ideas concretas. En esta ocasin la msica est vinculada a
una escena de la Pasin, a travs de un cntico elegante, trmulo, suave
y lleno de recogimiento.
322
VERD FERNNDEZ, Antonio. Crnica sobre la Semana Santa de 1883. Jumilla SEMANA
SANTA. Pg. 21-24. Junta Central de Cofradas. 1994.
323
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382
El uso masivo de la mantilla hizo que la de blonda y encaje fuera prenda estimada. Las hicieron
clebres las encajeras de Almagro y Catalua. En el siglo XIX pusieron de moda la mantilla de
encaje dos mujeres espaolas: La reina Isabel II y Eugenia de Montijo. Anterior a las fechas de
1868 la mantilla sola ser de tafetn, bayeta o pao. Se sabe que usaban la mantilla larga desde el
siglo XVII y que la llevaban, preferentemente, las mujeres de mal vivir. LASHERAS, Francisco
Miguel. Peineta y Mantilla. ECOS DEL NAZARENO. Cartagena 2002.
326
Banana es un fruto tropical, pero en nuestros pueblos tambin se designaba con este nombre a las
banastas, especie de cestas de mimbre, redondas, con tapadera, que serva para guardar comestibles
y animales de abastecimiento domstico.
384
Los Evangelios Apcrifos. Pg. 413.BAC.Madrid, 1996.
385
Este episodio se da como iniciado por el rey Carlos III, cuya historia y fuente correspondiente
se ofrece en el captulo II; un resumen de ello es que surgi por una rebelda de unos presos que no
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los que podemos llamar clsicos, los ms antiguos, y los que estn
escritos, con mejor, ms castizo y ms hermoso castellano: los ms
antiguos, s; los que rezbamos cuando nios guiados por nuestras y
celosas madres; los en Murcia nicamente conocidos y ejercitados
hasta la hora menguada en que gentes de un gusto estragado dieron en
echarlos a perder queriendo mejorarlos con ediciones, supresiones y
enmiendas subversivas; los que, en fin, el de buena memoria el
venerable anciano profesor de primeras letras D. Juan Trigueros nos
haca aprender en su ejemplar escuela para rezarlos luego, coram
pblicum et in chorum parvulorum, en los histricos de Santiago y
tarde de los viernes quadragesimales.
Don Po expresa con irona su pesadumbre y se rebela ante lo que
define como gusto estragado. Pero lo que interesa aqu es constatar
que a lo largo del tiempo se repite el sentimiento de rechazo, y
posiblemente de frivolidad, a las prcticas cristianas391. No es, por
tanto, este hecho, como se suele escuchar, patrimonio de los tiempos
presentes. Conforta para los cristianos practicantes que ante tal tipo de
agresiones la religiosidad popular ha reaccionado siempre con
entereza.
Hemos intentado encontrar un ejemplar del va crucis de
referencia, pero no lo hemos logrado. Seguro que duerme en las baldas
del archivo de algn biblifilo. Vamos a ofrecer la parte que en el
presente texto refleja Po Tejera, suficiente para captar su inters:
Y cmo no sentir molesta indignacin en ojos y orejas, al ver
oir en los modernos devocionarios alterada la redondilla, por ejemplo,
de la sptima estacin?
391
En estas fechas el Gobierno de Espaa lo presida D. Antonio Cnovas del Castillo, liberal
conservador, catlico practicante, hombre culto que se estima en unos 30.000 ejemplares la
biblioteca que posea; esto, obviamente, no era impedimento para que se produjeran las situaciones
comentadas. Reinaba Alfonso XIII, persona tambin catlica practicante, pero esa rebelda por parte
de algunos sectores de la sociedad debemos entenderla, pues los nimos reinvidicativos de los
obreros estaban a flor de piel y, como la Historia nos ha legado, en el colectivo obrero han sido
frecuentes entre sus reivindicaciones sociales y laborales luchar por la anulacin de las prcticas
religiosas. En las fechas de las que trata el texto de referencia se haba aprobado la Asociacin del
Movimiento Obrero. El Papa Len XIII en 1891 haba publicado la Encclica Renum Novarum, en
la que condenaba el socialismo pero incentivaba los derechos laborales de los obreros. El Sufragio
Universal haba sido aprobado en 1890. La sociedad haba alcanzado logros significativos en pocos
aos. Estos acontecimientos se reflejan quizs, ms que en ningn otro apartado, en la religiosidad
popular, en las actitudes de ese pueblo obrero que es el gran seguidor de las tradiciones, sobre todo
cuando es abanderado por las mujeres. Alcanza trascendencia que las influencias de las nuevas
corrientes ideolgicas, como eran las socialistas, no mermaran las creencias religiosas, sino que,
slo alteraban de forma pasajera las actitudes, de ah esos cambios en el texto tradicional del Va
Crucis.
331
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FUENTES Y
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334
En la revista NAZARENOS, pg. 105, (2003), TORRES FONTES, Juan, escribe el artculo
La imagen de Jess Nazareno, explicando con minuciosidad el proceso de realizacin y la
intervencin precisa que en ella tuvo Juan de Aguilera (el apellido ya lo da corregido); tambin
facilita los costos econmicos que ocasion.
335
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Este Poema parece ser que lo escribi un Juglar de Medinaceli, tal vez hacia 1140, cuando ya
haca cerca de cuarenta aos de la muerte del Cid Campeador. En el siglo XVIII es cuando se
publica gracias al hallazgo que del mismo tuvo Toms Antonio Snchez
399
En Murcia estas obras de Lucas Fernndez estn muy divulgadas por ser escenificadas cada ao
durante la Cuaresma en numerosos pueblos de la Regin por la Compaa de Teatro Tespis
segn la adaptacin que de estos textos hizo en 1997 Lorenzo Piriz-Carbonell.
400
GUARDIOLA TOMS, Lorenzo, en su libro: Historia de Jumilla, pg. 382, dice que: Con
objeto de mantener vivo el entusiasmo de los jumillanos por la Semana Santa, han aparecido a lo
largo de los aos infinidad de revistas, cuya edicin fue patrocinada por el elemento oficial.
338
El origen de la procesin de los ramos hay que buscarlo en las costumbres de la iglesia de
Jerusaln en el siglo IV. La entrada triunfal de Cristo en la ciudad santa, que se cumpli segn la
profeca de Zacaras (9,9), haba sido considerada desde el siglo II como una de las ms grandes
afirmaciones de su mesianidad; motivo por el cual al conmemorar en Jerusaln su recuerdo no tena
una razn histrica, sino un carcter apologtico singular. Refiere la peregrina Egeria que en la
dominica anterior a la Pascua, a la hora sptima (alrededor de las trece horas), el pueblo, con el
Obispo, se reuna en el monte de los Olivos, entre las baslicas Eleona y la Imbomon o de la
Ascensin. Comenzaban a cantar himnos y antfonas, intercalados con lecturas escritursticas y
oraciones; despus a la hora undcima (alrededor de las diecisiete horas), ledo el evangelio que
describe la entrada de Jess en Jerusaln, se levantaban todos y, teniendo en sus manos ramas de
olivo y de palmas, entre el canto de himnos y salmos alternados con el estribillo Benedictus qui
venit in nomine Domini, descendan procesionalmente con el Obispo a la ciudad. Se iba as hasta
la iglesia de Anastasis, donde se terminaba la funcin con el canto del oficio lucernario. Ninguna
alusin se hace a una bendicin de los ramos. Con el tiempo el pintoresco rito hierosolimitano
creci en importancia y en solemnidad, porque en el siglo VI eran cinco las estaciones en las cuales
se paraban durante el recorrido, y otras iglesias orientales, entre ellas Edesa y Constantinopla, la
haban introducido en su ritual GONZLEZ BLANCO, Antonino. REDOBLE. Pgs 127128.Semana Santa de Helln, 1994.
402
En el captulo II: Semana Santa pueblo a pueblo, figura un resumen de cada procesin. La citada
de los azules, en la actualidad, corresponde a la formada en la iglesia de San Nicols Viernes de
Dolores, mientras que la Virgen de las Angustias desfila Viernes Santo en la tarde y los nazarenos
servitas visten tnica negra con fajn azul. En las fechas de 1902, el Domingo de Ramos, por la
tarde, se sacaba el paso de la Virgen de las Angustias, con los smbolos en azul, y se realizaba un
corto recorrido durante el cual se rezaba el Santo Rosario. Tambin constitua una verdadera
procesin el traslado que se haca de esta imagen desde el convento de las Agustinas a la Parroquia
de San Bartolom y que se verificaba mircoles de Pasin; segn Martnez Tornel en su artculo:
Diario de Murcia de, El Liberal, 18 de abril de 1905, refirindose a este traslado dice que es
verdadera procesin.
403
Popularmente se dice que desde Torre Vieja hasta la Costa Brava, Espaa es musical. Sobre
Msica no se le reconoce a Murcia esta intuicin y sensibilidad, ni apartado cultural; sin embargo a
travs de las marchas pasionarias se podra elaborar una trayectoria de msicos y conciertos de
Bandas musicales que demostrara lo contrario. Curiosamente la palabra procesin deriva del
latn processum, del verbo procedo, que significa adelantarse, avanzar, marchar. Se llama as
porque las procesiones se hacan convocando a cuantos deban de tomar parte en ellas y avanzando
el clero con las cruces, estandartes y coros musicales, a los que segua finalmente el pueblo.
Algunos cantores a estas procesiones las llamaron coros ambulantes. Destacamos que en este
menester Cartagena es pionera. Las cofradas pasionarias de Cartagena, pg. 844. La Msica en
la Pasionaria cartagenera. LANZN MELNDEZ. De esto se colige que la msica, desde
siempre, es parte integrante de las procesiones, hasta el extremo, como est certificado que ocurri
en Jumilla en el ao 1884, que al no disponer de banda de msica se suspendi la procesin. Otro
dato a tener en cuenta es que en Cartagena se conoce la composicin del Miserere Marrajo desde el
siglo XVII. Y en Murcia desde el siglo XIX conocemos el Miserere de Jos Verd. Marchas
pasionarias compuestas por msicos de Cartagena las hay desde 1881 (Eco de Cartagena). De
Lorca es Juan Antonio Gmez Navarro (1877-1916) compositor de Salve a la Reina de los
Dolores, y el famoso msico Bartolom Prez Casas; esto por citar tan solo dos msicos.
339
340
Un texto que conecta con el prrafo al que nos referimos es la Encclica Mater et Magistra, de
Juan XXIII; en la pg. 60 habla de las ideologas defectuosas y advierte al lector que: La razn de
este declinar la encontramos en que son ideologas que solamente consideran algunos aspectos del
hombre y, frecuentemente, los menos profundos. Pues no tienen en cuenta las imperfecciones
humanas inevitables, como la enfermedad y el sufrimiento Apostololado de Prensa. Madrid, 1961.
341
Salzillo diseaba los atuendos de sus personajes tanto en vestido como en complementos, e
incluso haca los patrones, que enviaba al taller para su confeccin.
408
Salzillo copiaba de modelo natural para formar los personajes que esculpa. Dicen las crnicas
que uno de los sayones del grupo del Cristo de los azotes, corresponde a un tal conocido como el
carbonero por ser ese su oficio; era natural de Pliego, y lo viste con ropajes desordenados y
anacrnicos.
409
La Dolorosa aludida en la carta que nos ocupa, hemos de aclarar que, efectivamente, Salzillo
incluye en el atuendo de esta imagen una blusa de la que asoma un vivo a la altura del escote y que
corresponde a la blusa murciana que vestan las damas de esa poca, pero el resto de prendas es
precisamente el implantado generalmente para todas las imgenes de esta advocacin, y que se da
como posible que fuera importado de Austria en donde su caracterstica ms destacada es que la
tnica es de color magenta o rosa ms claro y el manto lo es en cin, o azul ms plido.
342
343
En 1966 fue nombrado Director, D. Juan Torres Fontes que desempe el cargo hasta 1993.
DEZ DE REVENGA, Emilio. Artculos adocenados. Sucesores de Nogus. Murcia. 1930. En
la pg. 51 escribe: Aquellos antiguos Mayordomos lucharon por reivindicar, la independencia del
estuche en que tales joyas haban de guardarse; los de ahora, para honor de Murcia y asistidos de los
murcianos, todos amantes de su tierra, deberamos convertir aquel recinto en santuario, Museo del
Arte cristiano. En la pg. 96, nuevamente se aborda el tema, esta vez a partir de una dedicatoria
que en el Album de la Cofrada de Nuestro Padre Jess Nazareno escribiera el escultor Benlliure y
que dice: Deseo firmar en el Album del futuro Museo Salzillo dedicado a conservar la obra del
inmortal escultor, siendo la creacin de aquel Museo el ms grande homenaje que Murcia, y al decir
Murcia, digo Espaa, puede rendir al glorioso Maestro. Es evidente la preocupacin habida por
levantar el ansiado Museo. D. Emilio Dez de Revenga Torres, fue uno de los recios impulsores
para hacer realidad el proyecto.
415
344
345
PARDO BAZN, Emilia. Viaje por Tierras de Levante. Una Cautiva. LETRAS DE MOLDE
1905. RUBIO JIMNEZ, Jess. MURGETANA N. 105. Pags. 93-111. Real Academia Alfonso
X el Sabio. Murcia. 2001.
346
347
Las esculturas del Partenn conservan restos de pintura, perdiendo as su valor plstico
primigenio. El drama era representado tanto en la piedra como en la pintura con bastante
expresividad y valindose de colores de fuerte tono; buen ejemplo es El sacrificio de Ifigenia, que
cubrindose el rostro llora en actitud atormentada (Museo Nacional de Npoles. Supuesta rplica de
un original de Timantes, discpulo de Paraso).
348
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FOCILLON, Henri, historiador francs nacido en Dijon en 1881. Escribi: La vida de las
Formas, en el que defina al arte como la vida de un ser humano, en tres grandes etapas: pubertad,
juventud y vejez. La pubertad equivala a la fase primera del nacimiento de un estilo, en el que sus
formas no estn suficientemente definidas por acusar influencias del estilo al que reemplazan. La
juventud equivale a ese periodo de contundencia y de lozana en las formas del nuevo estilo. La
vejez representaba el decaimiento del dicho estilo, que se repeta pero no se renovaba sino que por
el contrario se converta en recargado. Al trasladarlo a una poca que sirviera como ejemplo,
Focillon, elega la Antigedad, en donde el Arte arcaico representaba el primer periodo o de niez,
el siglo de Pericles representaba la juventud y el Helenstico representaba el periodo de vejez o
recargamiento; proceso que se daba sistemticamente en todos los estilos artsticos.
349
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Los desfiles bblicos de Lorca en estas fechas ya eran reconocidos. As se desprende del
siguiente comentario: El alcalde liberal, Nicols de los Ros Soler, intentar que una
representacin de los grupos bblicos vaya a Madrid a unirse a la programacin festiva organizada
con motivo de la mayora de edad de Alfonso XIII, el 14 de marzo de 1902, y conceder una
subvencin municipal de mil pesetas, a repartir entre Blancos y Azules, por partes iguales; aunque
la cantidad de la ayuda sea ms simblica que real, crear precedente, elevndose a 3000 pesetas en
1903, siendo considerada insuficiente por los pasos cofradieros; alegaban que dado el prestigio que
a la ciudad daba la forma de presentar los desfiles, que pagaban los lorquinos, era hora de
responsabilizarse los hombres que gobernaban la ciudad. Domingo Munuera Rico. Blancos y
Azules y el Cortejo Bblico Pasional de Lorca. Pg. 128. (Excmo. Ayuntamiento de Lorca, 1990).
En este libro se desarrolla un estudio del nacimiento de las cofradas y de los desfiles bblicos
pasionales de Lorca.
425
Contaba Narciso Yepes en una entrevista que le hizo Jos Mara igo, en TVE, que para ir a
que le dieran clases de guitarra en Lorca, como sus padres vivan en una pedana, se tena que
desplazar, cada semana, montado en burro.
353
intervienen, los costos son altos y al ser Lorca una ciudad rural,
dependiente econmicamente de las cosechas, provocaba que aos
climticos nefastos lo fueran igualmente para las celebraciones de
Semana Santa.
La prensa de Lorca, recoge la inquietud del pueblo por sobrevivir
en el periodo de sequa y precariedad, as como ciertos entresijos
acerca de las cofradas y los desfiles de Semana Santa. Evidencia, una
vez ms, la simbiosis entre la religiosidad y aspectos comerciales o
interesados que les lleva a buscar, legtimamente, solucin a sus
problemas.
Hay estudios muy serios como es el libro de: El hambre y la
abundancia, de Massimo Montanari. Crtica, Barcelona 1993, en el
cual se estudia la religiosidad del hombre en los momentos crticos de
su supervivencia, como son los que se crean cada vez que la
climatologa es adversa, y, por otra parte, cuando el exceso de viandas
lo lleva a darle gracias a Dios por tan feliz estado, o a cierto grado de
glotonera, que ambos aspectos son los que contempla el libro. Al
estudiar los comportamientos del hombre en estas situaciones, la
religiosidad suele estar muy presente; en la escasez por los cultos de
rogativas y dems rezos; en la abundancia por los cultos de accin de
gracias, por la infraestructura y ornamentos suntuarios que se fabrican
y por el pragmatismo con el que se viven estas situaciones.
La noticia de prensa, a modo de crnica, pone de relieve un
aspecto incipiente en aquellos momentos, pero despus por todos y
cada uno de los pueblos muy desarrollado, como es el planificar el tipo
de procesiones que han de presentar sus mejores galas y su mejor
ingenio a fin de convertir el hecho en fuente de ingresos y beneficios
econmicos, prestigio y expansin cultural. Aqu tenemos por primera
vez reflejado en un texto de Semana Santa tal engranaje, hoy en da tan
instalado en nuestra cultura.
1907. Jos Martnez Tornel. Diario de Murcia426.
Esta crnica trata de un tren, popular, llamado el botijo que
trasladaba desde Madrid y hasta Murcia a un grupo de periodistas y
curiosos intelectuales a presenciar nuestras procesiones pasionarias y
otras fiestas locales427. Hecho que inici e impuls Don Toms
426
354
estas civiles o mundanas, porque una de las acepciones ms propias de la palabra fiesta es
significativa de una solemnidad de la Iglesia; mientras que festejos son demostraciones pblicas que
se hacen en obsequio de alguien. Las fiestas son siempre las mismas, sobre todo en Semana Santa; y
los festejos varan, o pueden variar. Y se hacen en obsequio de los forasteros. Pues bien, cuando
suene el toque de gloria, estamos ya en plenos festejos.
428
En el mismo peridico, pgina y da de la anterior nota, viene reseada la noticia de la llegada a
Murcia, como todos los aos, del llamado tren botijo madrileo al que tambin se le conoca
como tren popular. Va titulada como El saludo anual. Viajaban desde Madrid a nuestra ciudad
una serie de personas que cada ao venan a presenciar nuestras procesiones; eran recibidas
oficialmente por las Autoridades locales y constitua todo un clsico de la Semana Santa murciana.
En el peridico, Diario de Murcia, de 9 de abril de 1898, ya se habla de Don Ramiro Maestre
Martnez, periodista muy vinculado a Murcia al que se le promete ayuda para traer a la Feria de
nuestra ciudad el tren botijo del que el periodista era responsable. Parece ser que este tren era un
mensajero de buena voluntad que se desplazaba por toda Espaa, en sus fiestas ms emblemticas, a
fin de promocionar tanto a la ciudad, como a la fiesta en s y, de paso, hacer turismo sus ocupantes.
En ese protagonismo que tena el tren los peridicos difundan mucho los nombres de los viajeros
ilustres; as por ejemplo en el que reseamos aqu de 9 de abril de 1898, se informa de que parte
para Cartagena, en el tren correo, despus de haber permanecido en Murcia y presenciado las
procesiones de Semana Santa, el Sr. D. Marcelino Menndez Pelayo.
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356
357
430
El apelativo Dominica Palmarum que este da recibi en el curso litrgico desde los tiempos de
San Isidoro de Sevilla, ha hecho olvidar aquel otro ms antiguo y originario De passione Domino,
recordado en los sermones de los Padres latinos de los siglos IV y V, as como otros no menos
antiguos. La liturgia actual est constituida por la unin de dos ritos de origen y carcter muy
diversos: a) la bendicin y procesin de las palmas; b) la celebracin solemne de la Pasin de
Cristo, ritos que en el curso de los siglos se han desarrollado muy variadamente a pesar de quedar
siempre netamente distintos. RIGHETTI, M. Historia de la Liturgia, pg. 777. B.A.C. 1959). En
las pgs.779-80, en el mismo libro y autor, sobre la procesin de las palmas continua diciendo: El
deseo de reproducir en el campo litrgico las circunstancias de la entrada triunfal de Jess en
Jerusaln dio a la procesin de las palmas en el Medievo un movimiento dramtico tan vivo y
profundo, que quiz no encuentra igual en otras solemnidades del ao. De ordinario todo el pueblo
encabezado por el obispo y el clero, se reuna en una iglesia fuera de la ciudad o en un lugar
elevado como para representar el monte Olivete. Aqu, despus de la lectura del xodo (c. 15,27,
que dice: De all pasaron los hijos de Israel a Elim, donde haba doce manantiales de aguas y
setenta palmeras, y acamparon all junto a las aguas. Tras la lectura bendicen los ramos de palma,
de olivo y de otros rboles con una larga serie de oraciones y se distribuyen. Entonces se pone en
marcha la procesin, en la cual la persona del Seor est representada por el libro de los Santos
Evangelios, envuelto en un tapiz purpreo, puesto sobre un portatorium, una especie de fretro
ricamente adornado y llevado por cuatro diconos, o bien por un gran crucifijo descubierto y
rodeado de guirnaldas de fresco verde.
431 BERNAL PREZ Juan. El Lenguaje de las Campanas. Pgs. 3-4. SEMANA SANTA DE
JUMILLA Junta de Hermandades. 1929.
432 La carraca se empleaba para llamar a los ejercicios de Semana Santa; eran una especie de
planchas de madera en aspa engarzadas por una rueda denticulada cuyo rozamiento produce un
sonido, leve, montono y un tanto desafinado. Tambin se usaba la matraca que consiste en dos
partes de madera que golpean madera contra madera; su sonido es ms seco y carente de tono.
358
359
Sobre el tema de las tabletas, sus diferencias con relacin a la carraca, su estructura, sus
orgenes, etc. pueden consultar: GONZLEZ CASTAO, Juan. Algunos datos sobre las tabletas
de Totana. Revista de SEMANA SANTA DE TOTANA pg. 13. 1994, en donde da explicaciones
tcnicas, detalladas, sobre la composicin fsica de la Tbula, la Carraca y la Matraca.
434
DEZ DE REVENGA, Emilio. Artculos adocenados, pg. 95-98. Sucesores de Nogus. Murcia.
1930. Sobre la Historia de este Museo pueden consultar Tesis de Licenciatura de: MARN
TORRES, Mara Teresa. (Directora del Museo Salzillo). Universidad de Murcia, 1996 y 1999.
360
361
Don Emilio Dez de Revenga, adems de gran impulsor del Museo Salzillo, fue mayordomo de
Jess desde 1927. Secretario desde 1932 y Presidente de la Cofrada desde 1946 hasta 1971, que
por decisin propia renunci al cargo. Desde 1932 y hasta su muerte en 1981 fue camarero del
paso La Cada. En 1972 el Cabildo Superior de Cofradas de Murcia, instituido en 1947, le
concedi el primer ttulo de la historia de Nazareno del ao, en reconocimiento a su labor
durante tantos aos. Por los mismos motivos le concedi tambin el ttulo de Nazareno del Siglo
en 2001.
362
Semana Santa de Murcia y era de ley que las esculturas que tanta fama
le han dado tuvieran un espacio adecuado para poderlas contemplar
Viernes Santo en la maana por las calles de Murcia y el resto del ao
en esta sede.
3.3.- TEXTOS PUBLICADOS EN DISTINTOS MEDIOS (19371975)
1942. Pedro Martnez Eraso. Pasin y Resurreccin de Espaa:
Una doctrina falangista436.
Este es un texto especial y de estas caractersticas podramos
resear bastantes ms, pues en los tiempos en los que fue escrito
prevaleca esta filosofa propagandstica. Su discurso religioso es
simultneo al poltico; es este un pasaje con marcadas diferencias de
lenguaje e ideologa, si lo cotejamos con el resto de los expuestos en
nuestro trabajo de tesis; el autor lo desarrolla con manifiesta
conviccin437
Estamos ante un discurso cuya urdimbre maneja los hilos, en este
caso las palabras, con vehemencia, con convencimiento y honestidad.
Eso -teniendo en cuenta que el motivo del texto es religioso y requiere
mayor esmero en las opiniones vertidas- no es nada balad. El juego
ideolgico y psicolgico radica que al hablar de la Pasin, de la entrega
de Cristo por salvar a los hombres del pecado original, surja la idea de
asociar el espritu de entrega a los dems que llevaba en esos tiempos
al Gobierno de Espaa a implantar un Estado confesional.
Leyendo los pregones de Semana Santa de Sevilla hemos visto
que varios pregoneros hacen uso de este subterfugio438. Sabemos que la
palabra siempre ha sido contenedora de las ideas y el discurso una va
de transmisin de ellas; por eso hay mltiples textos con mltiples
ideas y tendencias culturales e ideolgicas. Un ejemplo que refleja un
particular talante propagandstico es la obra de Enrique Daz-Retg,
Pericles, en el que se intenta ensalzar al general Franco, estableciendo
cierto paralelismo con la trayectoria poltica del estratega griego439.
437
D. Pedro Martnez Eraso, era alcalde de Jumilla en las fechas que escribe el artculo. Hombre de
una exquisita educacin y discrecin. Era falangista y siempre vesta con camisa azul y corbata
negra. Su presencia era en s un icono del rgimen imperante; hombre de reconocida honestidad y
fidelidad en sus creencias e ideologa. Era persona muy cualificada profesional e intelectualmente.
439. Se puede consultar el tomo I de: El Pregn de la Semana Santa de Sevilla. Guadalquivir.
Sevilla. 1992.
439 DAZ RETG, Enrique . Pericles (499-429). Araluce. Barcelona, 1952. 3 edicin. Trata de la
biografa de Pericles, idealizada, acompaada por escenas grficas como la de la boda entre Pericles
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364
365
ORST ROMN, Juan. Fray Nicols de Bussy el ms original de todos los imagineros. Real
Sociedad Econmica de Amigos del Pas. Sucesores de Nogus, Murcia. 1945.
366
442
Al final del presente captulo ofreceremos dos artculos que hablan de Nicols de Bussy en los
cuales figura precisa informacin sobre el escultor.
443
D. Andrs Baquero Almansa fue uno de los historiadores ms reconocidos de Murcia. Estudi e
investig de manera expresa la imaginera pasionaria, de ah que sobre Salzillo y sobre Bussy sea
frecuente encontrar citas bibliogrficas suyas. BAQUERO ALMANSA, Andrs, colabor
precisamente en: Catlogo de artistas murcianos. En 1913 escribi: Los profesores de Bellas Artes
murcianas.
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MIR, Gabriel. Figuras de la Pasin, pg. 89. Clsicos Libertarias. Madrid. 1998. La cita dice:
Sali Elifeleth de la cmara familiar, y sus padres se miraron. Las tres hermanas, recostadas en los
almohadones, se desabrochaban las armillas de sus muecas y las ajorcas de esquilitas de plata y
las cadenicas de los codos, y las que atan los tobillos entre s para que el paso sea menudo que es
el andar patricio de las hebreas-; y tambin se quitaron la delgada toca de lino, y los partidores de
las trenzas, y el thorim de torzalejos con sartas de gemas y brinquios, y pias de oro que caen por
las mejillas, y resbalan en la garganta, y bajan y se mueven en la dulzura de los pechos; y como
algunos dijes y lunetas se prendan tenazmente en el tocado, las hermanas se socorran riendo y
besndose en el delicioso nudo de la trenza y la joya.
375
Juan, 4,17-19. Ve a llamar a tu marido y vuelve a ac. La mujer contest: -no tengo marido,
Jess dijo: -Muy bien dicho que no tienes marido, porque has tenido ya cinco, y el de ahora no es
tu marido. En eso has dicho la verdad.
450
BALLESTER, Jos. Una influencia dieciochesca.LOS COLORAOS pg. 14. Archicofrada
de la Sangre. Murcia.1958.
451
La labor profesional de Don Jos Ballester, estuvo vinculada al peridico de La Verdad de
Murcia; en l cre, junto a Don Raimundo de los Reyes, distintos apartados literarios en los cuales
se dieron a conocer muchas de las creaciones literarias de diversos escritores murcianos. Estamos
ante un periodista, escritor costumbrista, a cuyo estilo ha dedicado la mayor parte de su trabajo,
reflejado en ttulos como: Alma y Cuerpo de una Ciudad. Mi Murcia entre dos siglos El
Licenciado Cascales Amanecer de la prensa peridica en Murcia, etc. De su entusiasmo por la
Literatura son admirables los esfuerzos que hizo porque el peidico de La Verdad publicara
trabajos realizados por poetas y escritores tanto murcianos como forneos. Sobre estas
publicaciones precisamente hay bastante informacin, pues de estos espacios dedicados en la
prensa a este menester conocemos varios, entre ellos: Pginas Hojas Revistas Boletines
etc.) y que tuvieron su desarrollo ms lgido en el segundo tercio del siglo XX. Don Francisco
Javier Dez de Revenga, al cual ya hemos citado sobre este mismo tema, ejecut un trabajo,
paciente, meticuloso y pormenorizado, en el que estudia y explica la significacin de estas
plataformas editoriales, as como el concepto de Literatura local y su aportacin a la Literatura en
general. Tambin es interesante su libro, Pginas de la Literatura Murciana Contempornmea, por
el anlisis crtico que hace de cada autor. Este tipo de publicaciones en estos medios, la mayora de
las veces era obra indita.
376
Esta es una matizacin en el texto que nos ocupa aplicada a Roque Lpez, pero su antecendete
explcito est en Salzillo. El talento y la importancia que tuvo Salzillo al desarrollar pasajes de
Cristo con varios personajes y otros elementos importantes. como los propios protagonistas. Este
tema, hasta la fecha de hoy, no ha sido explicado en profundidad. Salzillo fue el primero en revestir
a los personajes con otros elementos y valores entre los que predominan los de carcter simblico.
La Oracin del Huerto, por ejemplo, ha dado lugar a que pueda ser presentado con olivo y palmera,
ambos de origen sagrado. La Cena es una sacra conversacin en donde los manjares de la mesa
hablan de comunin y de compartir. De algn modo la riqueza en las composiciones que plasma
Salzillo, tanto fsicas como psicolgicas, dan lugar a esos complementos que como en el caso de la
palmera- se han creado. La Dolorosa con su mirada hacia el cielo y sus manos gesticulantes, crean
un paisaje abierto; sobre todo los acertados angelicos que revolotean a sus pies constituyen toda una
escena de familia muy tierna. Mucho se podra analizar la obra de Salzillo si se describiera el
paisaje y la escenografa derivada de gestos y actitudes que el autor plasma. Roque Lpez es
discpulo de Salzillo y en el paso de La Samaritana transmite muy bien estos valores al situar a
los dos personajes dialogando, pero con el brocal en medio, contenedor del agua viva.
377
Esta aseveracin de don Jos Ballester, puede ser contrastada si miramos el retrato de Miss
Louise OMurphy (Museo del Louvre) pintado por Francois Boucher. Tambin otro ejemplo es el
cuadro de La Adivina (Gal. Dell ccademia, Venecia) pintado por G.B. Piazzeta, alejada su
fisonoma de los refinamientos y sofisticados retratos franceses de principios del XVIII. Incluso en
la pintura de esa misma poca, en Londres, podemos apreciar esas mismas caractersticas nada
menos que en Gainsborough, pues al retratar a sus hijas ya marca esos rasgos. (Victoria and Albert
Museum).
454
Esta imagen la inici Nicols de Bussy y la termin Roque Lpez respetando cuanto haba
iniciado el primer autor.
378
COSSO, Jos Mara. Los Salzillos en la calle. Peridico de ABC. Madrid. 16 de abril de
1958.
379
La Pasin segn Pemn, pg. 48. Edibesa. 1997. La expresin de referencia le imprime
originalidad. Un ingls, por poner un ejemplo, nunca hubiera asociado al pao de la Vernica
semejante simil.
457
A Salzillo se le ha encasillado como escultor barroco. Su arte se clasifica en tres periodos; de
ellos, el tercero, se considera de decadencia. En este perfil hay un artculo escrito por don Germn
Ramallo, Catedrtico de Arte de la Universidad de Murcia, que estima que no es decadente este
tercer periodo sino de evolucin hacia los nuevos postulados del neoclasicismo, imperantes en toda
Europa en esos tiempos. Revista IMAFRONTE n. 14. Cosso curiosamente emplea el trmino de
riguroso clasicismo en una obra esculpida en 1756, o sea, en el considerado periodo barroco de
mayor y ms acusada madurez de este escultor. Estos interesantes artculos, tanto el de Cosso como
el de Ramallo, dan margen para rectificar en la idea del aislamiento de Salzillo y sobre ese tercer
periodo de decadencia que varios estudiosos de la obra de Salzillo le atribuyen. Con este talante
renovador, que no decadente, es coherente el replanteamiento y admitir el hecho evidente de que
aun sin salir de Murcia, no viva de espaldas a las corrientes artsticas, y que en cada obra supo
aplicar lo que ms convena.
380
458
El tema del velo rasgado es muy simblico. Ya el profeta Isaas alude a este smbolo (Is.
25.6,10).
459
Entre 1835 y hasta 1885 hubieron unos periodos de dificultades muy acuciantes por el tema de
las desamortizaciones. En 1875 por la famosa riada de Santa Teresa, que tanto afect a Murcia, y en
1885 por una epidemia de peste. En los primeros aos de 1900 porque hubo extrema sequa. Y otro
periodo conflictivo fue el de la dcada de los aos treinta; tanto a primeros de siglo, como en este
periodo de guerra, las cofradas se quedaron prcticamente sin cofrades. Un ejemplo es la
Archicofrada de la Sangre que lleg a quedarse con tan solo cinco hermanos a primeros del siglo
XX
460
LPEZ JIMNES, Jos Crisanto. El Berrugo del Carmen. Notas documentales. LOS
COLORAOS Pg. 6. Archicofrada de la Sangre. Murcia, 1964.
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388
blanca. Los nazarenos que llevan los pasos a hombros llegan de las
huertas verdes que rodean la ciudad con su morenez rabe. Llevan la
tnica corta, no ms debajo de la rodilla, y ese da se calzan unas
medias gruesas, de punto complicado, que por aqu llaman de
repizco, porque parece que la malla hubiese sido hecha dando
pellizcos al tresbolillo.
Los nazarenos penitentes ocultan el rostro y llevan cruz a cuestas.
Caminan despacio, alzando la cruz de madera sobre el hombro, en dos
filas interminables. A los nazarenos penitentes se les conoce por los
pies, descalzos o calzados con leves sandalias de caminante. Hay pies
que son como dos historias gemelas de una vida larga y triste, llena de
fatiga y pesares, de luchas y caminos.
Jayme Campmany con estas explicaciones verifica la
trascendencia de la procesin de los Salzillos y que, vestir la tnica de
N.P.J.N, es cosa que imprime carcter. Ya lo deca Po Tejera en el
comienzo de este captulo que los recuerdos vividos en torno a la
procesin de Viernes Santo llenaban parte de su vida y trascendan
hasta la hora de su muerte. Ambos personajes son murcianos, cofrades
de Jess, periodistas y escritores. Si comparamos sus respectivos
textos, al estar escritos sobre experiencias y sentimientos personales en
la procesin famosa, comprobaremos la semejanza de trminos e ideas.
3.4.- TEXTOS PUBLICADOS EN DIVERSOS MEDIOS (19762005)
1973. Lorenzo Guardiola Toms. Penitentes465. Jumilla.
Los hebreos, y los paganos tambin, era costumbre entre ellos el
encenizarse, como qued expuesto en el captulo primero, apartado 1.2.
Se vestan de cilicio, que corresponda a un pao tan rstico que
pinchaba o rozaba desagradablemente sobre la piel. El evangelista
Mateo (11. 21) ya alude al tema con la frase: !Ay de ti, Corozan, ay
de ti, Betssaida! Porque si en Tiro y en Sidn se hubieran hecho los
milagros que en vosotras, hace tiempo que habran hecho penitencia,
cubiertas de sayal y ceniza.
La visin que de la penitencia pblica nos da don Lorenzo
Guardiola es sobrecogedora, para justificarla hay que intentar ubicar
los conceptos en los tiempos en que se desarrollaban los hechos; para
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466 CANO LPEZ, Vicente. La Santa Sbana: Quinto evangelio del siglo XX LOS
COLORAOS. Archicofrada de la Sangre. Murcia. 1979.
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393
467 POVEDA ARIO, Jos Mara. La Pasin de Jesucristo y el dolor humano. La Verdad.
Semanal. 4 de abril, 1982, pg. 12 a 15.
468 Varios son los mdicos espaoles que estudian este tema de la Sbana Santa. Adems de los
citados en el artculo est el Dr. HERMOSILLA MOLINA, Antonio, que escribi: La Pasin de
Cristo vista por un mdico.
469 BARBERT, Pierre. Biblioteca Sindoniana. Manual n. 6. La Pasin de Nuestro Seor
Jesucristo vista por un cirujano. Ed. Promesa. Mjico. 1983.
470 IVES DELAGE. Relaciones cientfica Sul Lenzuolo de Torino, en Quaderniaperti, n. 2 Trani.
1986.
471 PREZ, Jos. Entrevista realizada el pasado mes de febrero de 2004 en el programa emitido
por TVE2. El Da del Seor realizada por la Directora de dicho programa Mara de los ngeles
Fernndez.
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395
396
LOZANO PREZ, Jos Mara. SEMANA SANTA DE JUMILLA pg. 35-38. Testimonios
del ayer. Junta Central de Hermandades. Jumilla. 1988.
397
Para el estudio del desarrollo corporativo de las cofradas se puede consultar el Expediente
General de Cofradas del Reno de Murcia que se encuentra en la seccin de Consejos del Archivo
Histrico Naciona, y que lo concerniente a Murcia est en el legajo 7094-95. Comprende ms de
mil pginas
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402
478
CARO BAROJA, Julio. Razas, Pueblos y Linajes. La frase citada est extrada de MOLINA
MOLINA, Angel Luis. La vida cotidiana en la Murcia Bajomedieval, pg. 121. Academia Alfonso
X el Sabio. 1987.
403
La portada de la revista del ao 1928 dice: Ao 2. Nmero II. Va firmada por C. Guardiola.
Imprenta Vilomara. Jumilla. 1928. No hemos conseguido averiguar si se public un primer nmero
en el ao 1927. Sus pginas van sin numerar pero la revista comprende 34 pginas. La descripcin
que hace Pascualita Morete sobre el recibimiento que las gentes de Jumilla hacen al Cristo cada
Domingo de Ramos, tambin lo expone en esta revista Estanislao Abelln. Entre las
colaboraciones literarias figura una poesa titulada La Mantilla de don Lorenzo Guardiola, que
formula requiebros a las manolas, lo que nos indica que Jumilla tambin fue temprana en incorporar
los recorridos de capuruchos y manolas, Jueves Santo en la tarde, que iban a cada una de las
iglesias o ermitas a rezar las estaciones. Esta costumbre, en Jumilla, data de primeros del siglo XX.
Uno de los artculos habla de la intervencin en la procesin de Viernes Santo de Longinos; lo haca
sobre caballo palafrn, portando una gran lanza. Longinos actuaba vestido de soldado romano con
luenga y cerrada barba, con manto grana y el caballo cubierto con arzn, que sola ser alazn y
entrenado para un andar jacarandoso; acompaaba a jinete y caballo un escudero de porte
bellamente arrogante. Era un espectculo en las calles de Jumilla, adems de un emblema de gran
entidad en la Pasin del Seor.
480
MALDONADO, I. 1990. La Religiosidad popular. Nostalgia de lo mgico.
404
405
481 KSRL KERENYI. Die Antike Religion. Citado por Jos Mara Gmez Tabanera, en El folklore
Espaol. Inst. de Antropologa Aplicada. Madrid, 1968. Pg. 133.
406
Esta fuente tambin figura en la pg. 88 del libro de D. Lorenzo Guardiola: Jumilla en sus
tradiciones.
407
483
408
Gonzlez Castao, Juan. Origen y desarrollo de la tamborada de la ciudad de Mula. Pags. 7-29.
(Asociacin de Tamboristas. Mula. 1994). Historiador, natural de Mula, autor de un nmero
considerable de libros publicados. El tema de su Tesis Doctoral lo ocupa, los sistemas de regado
de la ciudad de Mula.
485
Sobre esa intemporalidad del toque de tambores incide Miguel Franco Anadn en su trabajo La
voz del bajo Aragn Revista TAMBOR n 2. (Asociacin de Peas de Tamborileros. Helln,
1990). Citado por Juan Castao en el libro: Origen y desarrollo de la Tamborada en la ciudad de
Mula.
409
Se dice que el ejrcito de Muhamad, derrotado junto a Chinchilla, se retiraba hacia la sierra
dejando tras s rastro de horror talando campos y degollando a sus moradores. En la noche de
Viernes Santo de 1332, las fuerzas mahometanas se hallaban en las inmediaciones de Helln.
Sustituyendo a las campanas, que los rabes haban prohibido que sonaran, los cristianos se servan
de carracas, tambores y caracolas, y con ellos acompaaban al paso de la procesin. (Sobre el dato
de que hubiera procesin en estas fechas, es perfectamente posible, pero sera, a lo sumo, algn
crucifijo o crucificado presidiendo algn desfile de penitentes). Los musulmanes al avistar el pueblo
quedaron sorprendidos de aquel fragor y de la multitud de lucecitas que brillaban como un
minsculo firmamento. Preguntado un pastor ese pastor que nunca falta cuando la leyenda lo
requiere- minti asegurndoles que se deba a la llegada de fuerzas cristianas, lo que determin la
huida de los moros. Enterado Alfonso IV de Aragn y III de Catalua, dispuso que se celebrara
todos los aos el singular suceso que solo a la voluntad de Dios poda atribuirse, acompaando a las
procesiones, a partir de entonces, con estos sonoros instrumentos. MUELAS PREZ DE SANTA
COLOMA, Federico. MACANAZ. N. 5, 1953.
410
411
487
Ver para mayor abundamiento sobre este tema a GONZLEZ CASTAO, Juan, Una Villa del
Reino de Murcia en la Edad Media. Mula, 1500-1648. Real Academia de Alfonso X el Sabio.
Ayuntamiento de Mula, Comunidad de Regantes del Pantano de la Cierva y Caja de Ahorros del
Mediterrneo. Murcia, 1992.
488
Nota 10 del libro Revolucin burguesa, Oligarqua y constitucionalismo (1834-1923) Volumen
8 de la Historia de Espaa dirigida por MUN DE LARA, Manuel. 2 ed. Editorial Labor.
Barcelona, 1981, pg. 198.
412
413
San Vicente Ferrer cuando estuvo en Murcia y en varios pueblos cercanos a ella, viajaba con su
compaa, y el primer acto a realizar la primera noche de estancia en el pueblo de turno era
precisamente la procesin de disciplinantes. Los religiosos que lo acompaaban y el propio San
Vicente, practicaban disciplina de sangre a diario. Si leemos de don Lorenzo Guardiola su libro
Evocaciones, leyendas y milagros del monasterio de Santa Ana, en su pgina 79, habla de las
ermitas del monasterio; estas eran para retiro nocturno de los frailes franciscanos que all moraban
y que en ellas practicaban oracin, meditacin y disciplina. Tambin en el trabajo de, Lejarza,
Fidel Orgenes de la descalcez franciscana AIA, XXII, 1962, se explica la finalidad de estas
ermitas, ubicadas algo retiradas de los conventos y que fueron invencin de los franciscanos para el
fin antes sealado. Lo que empez siendo costumbre en las rdenes mendicantes pas al pueblo,
que tras el rezo del va crucis se practicaba entre los hermanos de determinadas cofradas, muy en
particular las tituladas por Cristo flagelado y las de La Vera Cruz.
414
DAZ CASSOU, Pedro. Pasionaria murciana, pg.29-48. Explica con detalle el origen de la
cofrada, llamada del pecado mortal fundada en Sevilla e introducida en Murcia por el Cardenal
Belluga; a ella perteneci Francisco Salzillo. Tambin habla de la ermita de San Gins, que junto a
la de Santa Quiteria eran sede de cofradas penitenciales.
415
492. Este Cristo titular de la cofrada del Perdn, podemos afirmar que ya procesionaba en el rezo
del Va Crucis del Malecn y cuya denominacin parece proceder de un devoto lienzo Cristo de
los Afligidos venerado con anterioridad en un altar colateral de la Parroquia al que sustituy en
1896 el Cristo del Perdn-; lienzo de probable devocin por alguno de los desgraciados salvados de
la persecucin de la justicia. Curioso es el mote de afligiores que daban los huertanos en la
Arboleja a quienes, representando a la cofrada y en nombre de la ley, iban por casas y barracas
haciendo algn reclamo para la justicia.
493 La historia de la cofrada del Perdn, resumida, la pueden consultar en el nmero extraordinario
que ha editado en Magenta 1896-1996.
416
Jos Guilln Selgas los datos que ofrece anteriores a 1896 hablan
de procesin de disciplinantes. Cuando Jumilla, Lorca, Molina de
Segura, y otros muchos pueblos hablan de procesin en fechas tan
antiguas no describen cmo eran; es posible que todas tuvieran como
fin bsico las prcticas penitenciales y sus atuendos fueran los clsicos
de tnica en tegido pobre y spero. Incluso en las representaciones
vivientes que se hacan, que eran numerosas, aunque apenas si hay
noticias sobre ello, se llevaba a unos lmites el castigo fsico que en
varias ocasiones los improvisados actores corrieron serio riesgo de
fallecer, como ya expondremos en los captulos siguientes.
Retomamos el tema de la implicacin de miembros de la realeza
en los actos de Semana Santa. Hasta primeros del siglo XX tenan
mayor presencia fsica en los actos pblicos. En 1907 El Liberal de 31
de marzo anuncia la posible presencia de Alfonso XIII en las
procesiones de Cartagena; hecho que no se produjo, aunque visit esta
ciudad semanas despus.
En la actualidad la Casa Real apoya a estas asociaciones
pasionarias concedindoles ttulos honorficos y el hacer uso en sus
insignias y estandartes de emblemas reales. Sobre prcticas religiosas
slo hacen pblica la de asistir al Besapi del Cristo de Medinaceli el
primer viernes de marzo de cada ao. Es curioso el seguimiento que se
podra hacer de las distintas familias reales sobre sus costumbres
religiosas practicadas en Semana Santa, desde el Emperador Carlos I.
En la actualidad son Presidentes de Honor el Rey Juan Carlos I y el
Prncipe de Asturias en cientos de cofradas de toda Espaa.
1998. Antonio Barcel Lpez. Los Sonidos de la maana de
Viernes Santo494. Murcia.
El tema de las bocinas en Semana Santa es uno de los ms
confusos, como ya ha quedado reflejado en el captulo II. Antonio
Barcel es un gran conocedor e investigador de la Semana Santa
murciana, en particular del tema de la msica. Actualmente es el
director del grupo de romanos que forman Banda de Tambores y
Cornetas de la Archicofrada de la Sangre de Murcia.
En la presente ocasin escribe sobre las bocinas que forman parte
en la procesin de Viernes Santo en la maana. Estos instrumentos,
494 BARCEL LPEZ, Antonio. Los Sonidos de la maana de Viernes Santo. NAZARENOS,
pg. 15-17. Cofrada de N.P,.J. Murcia. 1998. Este autor tiene publicados numerosos artculos y
libros sobre Semana Santa, en particular sobre la Archicofrada de la Sangre.
417
418
Revenga.
Escritores
495
Como curiosidad apuntamos que don Antonio Florenciano Hurtado, de profesin calderero, es
el nico taller que mantiene el oficio aqu en Murcia. l se resiste a cerrar el taller, pero nos deca
cuando nos entrevistamos para que nos hablara de la restauracin de las bocinas, que durante
bastantes aos el oficio estuvo a punto de dejarlo por falta de trabajo, pero que desde hace unos
veinte aos, el oficio ha resurgido y son muchos los encargos que recibe en su taller, sito en Avda
de Almera. Restaur para la cofrada de N.P.J.N. una bocina en 1966 y otra en 1995, adems de
construir una bocina nueva por tener la cofrada ocho y querer as formar tres grupos de tres bocinas
cada grupo. El material empleado en dicha construccin fue latn y como caracterstica especial
cuenta con los siguientes datos: Mide 3,5 metros de longitud, siendo de un metro la longitud del
tubo, con remate acampanado, y de 050 de dimetro, ms una serie de tubos cilndricos cuyo
dimetro menor es un tubo de 10 milmetros de dimetro. Restaur tambin en 2002 una bocina
para la Archicofrada de la Sangre de Murcia. Estima que las bocinas de Murcia son grandes y que
las habidas en los pueblos, que son pocas, su dimensin es ms reducida. Sobre su oficio nos dijo,
grosso modo, que en los finales de la dcada de los setenta la aparicin de materiales industriales
dio al traste con este tipo de trabajo, pues no tena encargos y estuvo tentado de cerrar el taller; diez
aos ms tarde se rehabilit, resurgi la ocupacin y desde entonces el oficio est pujante.
496
DEZ DE REVENGA, Fco. Javier. Escritores contemporneos ante Salzillo. NAZARENOS
pg. 28-29. Cofrada N.P.J. Murcia, 1998.
497
Consltese: DEZ DE REVENGA, F.J. Revistas murcianas relacionadas con la generacin del
27. Academia Alfonso X el Sabio. Murcia, 1979. Y, Pginas de Literatura Murciana
Contempornea. Real Academia Alfonso X el Sabio. Murcia, 1997.
419
420
DEZ DE REVENGA, Francisco Javier. Revistas murcianas relacionadas con la Generacin del
27. Academia Alfonso X el Sabio, 1979. Aqu no cita nada sobre Semana Santa pero es muy
interesante porque selecciona obras que en algunas ocasiones fueron escritas expresamente para
Murcia.
501
Los artculos que don Francisco Javier cita, la mayora de ellos estn expuestos en el presente
captulo de nuestro trabajo, colocados segn el ao que fueron publicados en la prensa nacional o
local.
502
Azorn. Poltica y Literatura. (Fantasas y devaneos) Alianza. Pgs. 76-91. Biblioteca
fundamental de nuestro tiempo.1984. Habla en este captulo de su estancia en el convento
mencionado y la rica experiencia espiritual que le proporcion. En su obra: Meditaciones de un
pequeo filsofo, Cita la Semana Santa de Yecla, pero nada sobre la de Jumilla, ni la imagen
aludida del Cristo Amarrado a la Columna.
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422
El ttulo definitivo del poema segn aclara el profesor Dez de Revenga- ser Nave de
Getseman. Se incluira en el libro de Gerardo Diego titulado Versos Divinos en 1971.
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429
El obispo Arias asisti a la apertura de la tercera sesin del Cocilio de Trento.DAZ CASSOU,
Pedro, lo define como hombre piadoso en su libro, Serie de los Obispos, pg.91. Las primeras
sinodales que cita Juan Hernndez Franco fueron publicadas por el obispo Manrique, el 30 de
marzo 1584, al que Daz Casou lo define como hombre sumamente conciliador (Ibidem, pg. 97).
430
DAZ CASSOU, Pedro. Serie de los Obispos de Cartagena. Sus hechos y su tiempo. Madrid.
Establecimiento tipogrfico de Fortanet. Impresor de la Real Academia de la Historia. 1895. En
sus pgas.99-102, habla de los hechos del Obispo Sancho Dvila, que fue confesor de Santa Teresa
de Jess.
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436
512
437
SALAS ORTIZ, Antonio. La msica y las bellas artes. Nazarenos. Pg. 88. Cofrada de N.P.J.N.
Murcia. 2003.
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514
De este ciclo citado somos coordinadora y podemos decir que est previsto dedicar
prximamente dicho ciclo a la Msica y a la Poesa sobre la Pasin. En dicho ciclo don Antonio
Salas tendr la oportunidad de explicar la msica pasionaria a travs de imgenes representativas.
515
El msico murciano D. Jos Verd, compuso un Toque de Bocinas que se suele interpretar en
las procesiones de Mircoles y Viernes Santo. Tambin, inspirado en el Miserere del mismo autor,
don Jos Salas padre del autor del ensayo tratado- compuso, Marcha al Santsimo Cristo de la
Sangre.
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Los dos ltimos prelados de la Dicesis de Murcia, Don Antonio Caizares primero, y despus
el actual Don Manuel Urea, plantearon seriamente prohibir la ddiva de caramelos. La sociedad
murciana puso el grito en el cielo y como es lgico, el contertulio al que diriga esos gritos, lleno
de bondad, estim que no estaba reida la penitencia con el amor de compartir, con ese gesto
amable, pastillas cargadas de azcar. Que siguieran dando caramelos que en el cielo era cosa bien
acogida.
452
con la solemnidad del acto, que de esta manera la pierde. Desde otro
ngulo est la interpretacin que da don Antonino Gonzlez Blanco
que estima el hecho como signo externo de penitencia y el caramelo es,
espiritualmente, la comunin fsica entre los participantes de la liturgia
procesionista.
El texto que tratamos, por ltimo, estimamos que desde su
planteamiento histrico y antropolgico, nos da unos datos suficientes
como para comprender que dar caramelos est muy arraigado en
Murcia, que el estudio realizado sobre ello no categoriza que naciera en
esta ciudad aunque hay causas que as lo determinan-, que es gesto
desenfadado, de amabilidad; hecho necesario para mitigar el cansancio,
acto de penitencia, y, como dice Don Antonino Gonzlez Blanco, acto
espiritual, comunin con el acto litrgico que es en s toda procesin
sobre la Pasin de Cristo.
Es insostenible la idea de que esta costumbre naciera en Jumilla,
y mucho menos que sea algo propio y exclusivo. El texto aporta sobre
esta costumbre tpica de la Semana Santa un escaln ms para su
estudio y conocimiento; y como tambin sugiere formas muy opuestas
de interpretarla, queda claro, en cualquier caso, que el tema de dar
caramelos est, como tantos otros, por ampliar su estudio y considerar
si es dviva, penitencia o comunin.
2004. Jos Alberto
tradiciones524. Murcia.
Fernndez
Snchez.
Mantener
las
524
FERNNDEZ SNCHEZ, Jos Alberto. Mantener las tradiciones. LOS COLORAOS pg.
42-43. Archicofrada de la Sangre. Murcia. 2004.
453
454
La procesin del Corpus Cristi en Murcia, estuvo acompaada por grandes fastos cvicos, que
quedaron olvidados. Entre ellos destacaba el festivo cortejo de pasos procesionales acompaados
por bandas de msica. Se procesionaba triunfalmente a las imgenes ms representativas de la
ciudad; la Virgen del Rosario, San Patricio (portado por la guardia municipal), la Virgen sedente
del coro de la iglesia de la Merced, la popular Virgen del Carmen, San Lorenzo y San Antoln,
455
526
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458
Una rigurosa consulta a cada una de las 71 dicesis que hay en Espaa, que realizamos para
nuestra tesis, nos dio un total de cofradas instituidas, segn Derecho Cannico, de 6.242 en toda
Espaa. El Arzobispado de Sevilla cuenta con 536. El Obispado de Madrid con 401. Murcia, que
ocupa el tercer lugar, cuenta con 360; en 1771 tena 132. Estos datos son exclusivamente de
cofradas pasionarias. Si se incluyen las de gloria y las devocionales, entonces las cifras son mucho
ms altas.
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460
461
En otras pginas hemos apuntado como ao de entrega a la Cofrada de la Imagen del Cristo de
la Sangre el 1703, consignando en cada cita la fuente de la cual era extrada la fecha. Son
distorsiones que se producen al aparecer nuevos documentos o datos que obligan a rectificar. En el
caso de la fecha que ofrece el profesor Ramallo hemos de tener en cuenta lo reciente de su estudio y
su trayectoria profesional en el campo de la investigacin de Historia del Arte.
529
Desde el arte arcaico griego, sus esculturas han ido perfeccionando su canon de belleza y
proporcin, hasta llegar a esas grandes calidades anatmicas en el siglo IV y V; la lnea inguinal ya
se marca desde la escultura arcaica. Desde el siglo IV, periodo clsico; al imprimir a los cuerpos
cierto movimiento por el recurso del contraposto esta lnea quedaba marcaba de forma expresa;
462
conseguida mucho menos en las esculturas de absoluta frontalidad. Estos detalles, clsicos por
excelencia, fueron desarrollados en otros periodos, incluso en el Barroco que luch no contra las
formas del clasicismo sino contra su esttica y pragmtica filosofa sobre el movimiento de las
imgenes.
530
GARCA GARCA, Marcial. Ermitas y Cofradas: La religiosidad popular en Moratalla.
Pg.32. Este libro est muy enriquecido por las numerosas referencias documentales que aporta;
desarrolla un estudio muy severo del tema de la religiosidad y de las cofradas.
463
464
SNCHEZ-ROJAS FENOLL, Mara del Carmen. Nicols de Bussy. LOS COLORAOS pg.
11. Archicofrada de la Sangre. Murcia. 2004.
465
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467
Varios son los escritores crticos de este siglo; seleccionamos un prrafo de Mariano Jos de
Larra que en 1833 en su obra El pobrecito hablador, deca: !Ah van, pues, mis incultas ideas, tal
cuales son, mal o bien compaginadas, y derramndose a borbotones, como agua de cntaro mal
tapado. No se lee en este pas porque no se escribe, o no se escribe porque no se lee?
533
A este respecto uno de los tericos progresistas, Jos de Revilla, escriba en esas fechas de 1851:
No est lejos el da que, siguiendo el sendero por donde hemos entrado desde 1851, suceda lo que
presiento. Y ay de nosotros y de la futura grandeza de Espaa! Desaparecern cuantas esperanzas
nos hizo concebir la revolucin de ideas regeneradoras del siglo presente, y seremos espectadores
pasivos del engrandecimiento de las dems naciones, mientras todo lo esperaremos de la fecunda
semilla de los seminarios. Entonces el clero se har dueo de la enseanza; y no debemos perder de
vista, que quien de ella se apodere se har igualmente dueo del Estado.
468
469
CAPTULO IV
AUTOS Y REPRESENTACIONES DE LA
PASIN
470
471
Sobre el Misterio de Elche, que en teora data del siglo XIII, segn la tradicin, no existe
ninguna referencia en los archivos locales que confirmen este suceso, a pesar de la insistencia que
muchos investigadores han puesto en confirmarlo. La copia ms antigua de la msica y el texto de
la representacin es la consueta, correspondiente a 1625, escrita por Gaspar Soler Chacn. La
primera noticia sobre la Venida de la Virgen se encuentra en el libro Ao Virgneo de Esteban
Dolz de Castelar (1687). El siglo XVII se declar profundamente religioso; fue un tiempo
particularmente mariano en el que los procesos dogmticos al respecto iniciaron su andadura hasta
su declaracin como tales Dogmas; en 1848 se declar el de la Inmaculada por Po IX, y en 1950
el de la Asuncin por Po XII.
536
GUERRA, Jos Antonio. San Francisco de Ass. BAC. Pgs, 380-381. Habla sobre los estigmas
y dice: Francisco segn aparece claramente en el decurso de toda su vida- fue prevenido desde el
principio con los dones de la gracia divina, enriquecido despus con los mritos de una virtud nunca
desmentida, colmado tambin del espritu de profeca y destinado adems a una misin anglica,
todo l abrasado en ardores serficos y elevado a lo alto en carroza de fuego, como un hombre
jerrquico. Por todo lo cual, bien puede concluirse que estuvo investido con el espritu y poder de
Elas. Asimismo se puede creer, con fundamento, que Francisco fue prefigurado en aquel ngel que
suba del oriente llevando impreso el sello de Dios vivo, segn se describe en la verdica profeca
del otro amigo del Esposo: Juan, apstol y evangelista. En efecto, al abrirse el sexto sello -dice Juan
en el Apocalipsis- vi otro ngel que suba del oriente llevando el sello de Dios vivo. Que este
embajador de Dios tan amable a Cristo, tan digno de imitacin para nosotros y digno objeto de
admiracin para el mundo entero fuese el mismo Francisco, lo deducimos con fe segura si
observamos el alto grado de su eximia santidad pues, viviendo entre los hombres, fue un trasunto de
472
473
Estas representaciones estn relacionadas con el movimiento mstico de los flagelantes, iniciado
en Perugia en el 1258 por Fr. Reniero Fasani y despus extendido a muchas regiones de Italia. Estas
turbas de penitentes que pasando de pas en pas, predicaban la paz y la concordia entre los pueblos,
fueron muy numerosas y extendidas por todos los pueblos y ciudades.
474
Estos datos corresponden al artculo de: BOBES, Carmen, Caldern y la cultura europea.
Centro virtual. Instituto Cervantes. 2002-2004.
540
El auto sacramental es definido como pieza dramtica en un acto referente al Misterio de la
Eucarista, que se representa espectacularmente con motivo de la fiesta del Corpus Christi y su
octava. GRACIA SANTOS, Mara de, Evolucin e interpretacin del mito clsico del auto
sacramental de Psiquis y Cupido. Universidad de San Pablo-CEU. 2002.
475
TORRES NAHARRO, Bartolom de. Torres Naharro y su Propaladia, estudio crtico por
MENNDEZ Y PELAYO. Madrid, Imp.de Fe. 1990. notas bibliogrficas: CORATELO, Emilio.
pg. 559-562. ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEO. Madrid. T. IV.
542
BRUCE W. WARDROPPER. Introduccin al Teatro Religioso del Siglo de Oro. La Evolucin
del Auto Sacramental: 1500-1648. Revista de Occidente. Madrid 1953.
476
477
478
543
Esta obra se imprimi en Madrid en los talleres tipogrficos Atenas Raimundo F. Villaverde,
25. Se titula Pasin Muerte y Resurreccin de Jess. El prlogo corresponde a D. Gins Blanco,
que informa que a la obra original de Enrique Zumel se le han ido acoplando cuadros
complementarios para su embellecimiento. Se representa en Albudeite Jueves y Viernes Santo. Son
sus intrpretes gentes del pueblo. (El texto me ha sido facilitado, generosamente, por Don Juan
Gonzlez Castao, al cual agradecemos esta ayuda, as como otros textos que tambin me han sido
facilitados por l
544
Este pasaje ya lo reseamos en captulo II. Repetimos que el Antiguo Testamento se considera
prefiguracin del arrepentimiento de los hombres y es prefiguracin del mismo el episodio de los
Amonitas que pelean cinco veces sin obtener la paz. (Jueces).
479
Magdalena
Nazareno es un Drama Sacro en tres actos y doce cuadros, escritos en verso. El da 4 de abril de
1946 se represent en el Teatro Principal de Madrid con decorados exprofesos segn anuncia el
cartel. De este autor en el ao 2001 la galera Durn Subastas Arte, subast nueve cartas inditas de
Enrique Zumel dirigidas a Luis Mariano de Larra, fechadas en Madrid en 1879. Las nueve cartas
ms un soneto dirigido a Lope de Vega, se cerr la subasta en 40.000 ptas.
480
546
ROMERA SNCHEZ, Cndido. La Agona. Nuestra Semana Santa Pg. 8-13. Aledo.
Cabildo de Hermandades de Semana Santa. 2000.
547
El Sermn por antonomasia en los das de Semana Santa es el de Las Siete Palabras. Tambin
se daba el mismo sermn, all por el siglo XIX y primera mitad del XX, con otro enunciado, en esta
ocasin aplicado por la irona del comn de las gentes al que llamaban el sermn de las tres horas
en algunos comentarios, que lamentamos no disponer de la fuente, hemos ledo que lo llamaban el
el sermn de la siesta. Suponemos que al ser tan largo y durar tres horas la gente se dorma
escuchndolo. En definitva el sermn consiste en largas meditaciones sobre la Pasin de Cristo.
481
482
483
549
Esta costumbre parte del siglo XVII y por un mal entendido. Desde el siglo XI, el medievalismo
potenci el simbolismo creando el Monumento, tradicional ya desde el siglo VII, en un altar expreso
y adornndolo con luces y flores. El sacramento era transportado en procesin y acompaado de
cantos eucarsticos hasta depositarlo en el dicho Monumento. Cierto sector de la iglesia, sobre todo
en los pueblos, estimaron que haba que levantar otro monumento, esta vez mortuorio, pues
depositar la eucarista en el Monumento equivala a depositar el cuerpo de Cristo en la tumba; de ah
el tmulo colocado normalmente el el crucero, flanqueado por cuatro cirios, y al que desde el siglo
XVII velaban los Armaos. Esta costumbre se ha mantenido hasta el Concilio Vaticano II.
550
Mateo. 27.57-61/ Marcos. 15.42-46/ Lucas. 23.50-56/ Juan. 19.38-42.
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Se suele decir ante este hecho que los soldados velan el cuerpo de Cristo. No es as, pues no eran
creyentes ni estaban all por sentimientos espirituales, sino por mandato del gobernante. Vigilaban
el cuerpo de Cristo, tratando de impedir que se cumpliera la anunciada resurrecccin al tercer da de
su muerte, que manifest el propio Jesucristo y tratando de que el cadver fuera robado
553
MUOZ ZIELINSKI, Manuel. Calendario Festivo. (1840-1930) Pg. 207-208. La Paz. 1867.
Murcia.
554
Sobre Caravaca hemos recibido mucha ayuda de: MELGARES GUERRERO, Jos Antonio, que
nos ha facilitado no slo los textos sino sus amplios conocimientos sobre costumbres de esta
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En este caso los judos se refiere a los soldados romanos ya que en Cartagena son llamados as.
CARO BAROJA, JULIO. Apuntes Murcianos (De un diario de viaje por Espaa, 1950)
561
MUOZ ZIELINSKI, Manuel. Diario Murciano. 1904. Costumbres, usos y fiestas de la Regin
de Murcia. 1840-1930. Pg, 208. Murcia 2004.
560
492
493
494
D. Roque Molera, resida en Jumilla porque era mdico y estaba destinado all. Para el tema de
la Semana Santa fue un mecenas y un gran impulsor. A l se debe la fundacin de la Hermandad
del Cristo Amarrado a la Columna en 1848, fechas muy cercanas a las de la llegada de los cmicos
de referencia. Tambin se crearon a iniciativa suya, interviniendo como Presidente de la
Hermandad, la seccin de Armaos con el fin de que acompaaran a Cristo Nazareno en los
desfiles de Semana Santa; al ao siguiente de esta determinacin fue cuando estimaron que deban
de constituirse en Hermandad, y as lo hicieron, para al siguiente ao, 1849, procesionar ya como
tal. D. Roque estuvo muy vinculado a la Cofrada de Nuestro Padre Jess Nazareno, de Jumilla,
fundada con anterioridad, pues sobre esta Cofrada data, segn referencia documental, de 1801,
fecha en que se le encarg a Roque Lpez la imagen titular, destruida en la Guerra Civil espaola.
Con ambas entidades colabor, las protegi y ayud, econmicamente, Don Roque Molera.
565
Con motivo del 150 aniversario de la Hermandad del Cristo Amarrado a la Columna, se public
una edicin especial que recoge el texto del Prendimiento siguiendo lo investigado por Carmen
Guardiola y Antonio Verd, que es la fuente utilizada para el presente trabajo. Junta Central de
Hermandades. Semana Santa. Jumilla, 1999.
495
Vamos a referir una ancdota expuesta con todo respeto hacia el protagonista Antn Risicas.
Su voz era estentrea, su cuerpo frgil y gil, su mirada muy penetrante, multiplicada en el
momento de la representacin por llevar toda la cara pintada con carbn, su boca, ms grande de lo
normal porque as se la dibujaban con la pintura, tena pareja dentadura que tras su enmarcacin en
rojo carmn, una fila horizontal de dientes, perfecta, apareca con brillante blanco marfil; as, pues,
sus palabras, y sus gestos, penetraban en el espectador doblemente. Los versos comprendan las
tentaciones a Jess, representadas en el cuadro segundo, escena primera; Risicas se sala del
guin e improvisaba y cuando le dice a Jess segn el texto-: El plazo Expira y no puedo seguir.
Habla. Qu esperas? No quieres renunciar al sacrificio?; Risicas deca -dirigindose a
Jesucristo- con nfasis: Lo has melitado bien?. Lo del melitado se convirti en otro de los
clsicos en este hombre que haca el papel de demonio, pero estaba lleno de bondad, talento y
mucha expresin humilde y cndida en sus gestos; l por meditado deca melitado. Ana mara
Toms, joven escritora jumillana, en una intervencin que tuvo en el pueblo para presentar el libro
de Semana Santa el ao 1999, improvisaba una escena entre San Pedro y Antn Risicas que en
esas fechas ya haba fallecido, y deca: Cuando Risicas muri, subi al cielo y en la puerta llam a
San Pedro que pregunt Quin eres? Soy el demonio- Anda, no seas tonto y pasa para
dentro!. Efectivamente, entr en el cielo. (Saludos, Antn Risicas: que lo pases muy bien desde ese
cielo por ti tan merecido).
496
Esta distorsin que ofrece el dato de Hermandad de Jess Nazareno se debe a que la dicha
Hermandad, ahora es Cofrada de Nuestro Padre Jess Nazareno, pero carece de Acta Fundacional
de fecha 1801 cuando, tomando como referente el documento sobre el encargo de la imagen del
titular a Roque Lpez, se da por muy posible su existencia como tal Hermandad, an a pesar de no
haber acta que lo acredite. Sin embargo s posee Acta Fundacional de 1848, la cual coincide
literalmente en los contenidos, con la que a su vez tiene la Hermandad del Cristo Amarrado a la
columna, crdito de su fundacin en 1848. Al respecto escrib un artculo De Historia y Memoria
sobre la Semana Santa de Jumilla (Siglos XV-XIX). Pags.73-84. Semana Santa. Junta Central de
Hermandades. Jumilla. 2004. Es un tema este que habr que seguir investigando porque a pesar de
que es una situacin que no interfiere en el desarrollo ni relaciones de ambas entidades implicadas,
s sera eficaz poder testificar lo que, por carecer de documento ni citas contundentes, sigue siendo
un vaco histrico en esta entidad de la Cofrada de Jess Nazareno.
497
a Abdaron a Benjamn
y a Ans, vuestro seor suegro,
que son de Jerusaln
los ms sabios fariseos.
El segundo cuadro de esta primera escena, lo ocupan Caifs, Ans,
Abdarn y Benjamn que deliberan cmo aplacar el tumulto de la
poblacin levantada contra Jess, que ha infringido la Ley.
La tercera escena es para dar resolucin del conflicto planteado y
ser Ans el que seale la accin a seguir con su sentencia. En la
escena cuarta entra en accin el personaje ms significativo de la
trama, pues sin l la historia sera muy distinta; es Judas que ofrece su
colaboracin a los romanos para prender a Jess, que ya en el segundo
cuadro aparece orando en el Huerto de los Olivos, que ha de ser el
lugar de ese prendimiento, urdido, con el que se inicia la Pasin
propiamente. Su primera escena la desarrolla Lucifer, que durante
tantos aos interpretara Antn Risicas. Los cuadros van
transcurriendo y el Prendimiento termina con la escena de Pilatos
lavndose las manos, y diciendo la frase fatdica:
Atendiendo a su delito
la sentencia profer;
lo que una vez escrib
quiero permanezca escrito.
De la Entrada de Jess en Jerusaln hablamos al describir la
procesin de Domingo de Ramos. Este acto representa el anuncio de la
destruccin de Jerusaln a travs de un monlogo recitado por
Jesucristo, que se manifiesta una actitud apesadumbrada y se dirige al
pueblo con nimo de advertirles la destruccin de Jerusaln,
representando dicha alocucin una alegora, una prefiguracin de su
propia Pasin. Ninguno de los Apstoles interviene, slo Jess para
recitar los famosos versos que se inician con los siguientes versos:
Oh ciudad noble y real,
un tiempo la ms dichosa!
ya tu ruina fatal
contemplo, en pena forzosa,
de tu conducta desleal.
Cuando tan reconocida
a mi amor deba verte,
vil y desagradecida,
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Coro:
Deo Gratia!
Oid mi voz dolorosa!
Oid los vivientes del mundo
Oid la Pasin rabiosa
..
Ay de m, desconsolado
para qu quiero la vida?
qu har yo ya desdichado?
Ya mi bien es acabado
507
Tu fe robusta
Encendida,
Tu limpieza, tu pureza,
cmo cay en tal vileza
que tan presto fue vencida?
En la segunda escena tiene lugar el encuentro entre San Pedro y
San Dionisio que establecen un dilogo lleno de comprensin,
razonamientos y entendimiento, pues mientras el uno se aflige por su
comportamiento, al no defender su relacin personal con Jess, el otro
anda meditando en los sucesos que a Jess le estn ocurriendo, y
apesadumbrado est por no entender del todo el sacrificio de Dios, que
todo lo puede y sin embargo se somete a las afrentas de sus inferiores;
uno y otro expresan pensamientos hondos durante la escena cuarta,
que se inicia tras hacer su aparicin Mateo. Los tres en acongojada
conversacin siguen con el tema, pormenorizando sobre los tumbos
que da Jess en manos de sus opresores, pues Mateo les explica, como
testigo que se confiesa, los vaivenes de Jess:
Mateo
508
576
509
era muy apreciado por estimar las gentes del pueblo que lo haca muy
bien y que su actuacin tena mucho mrito.
Don Jos Antonio Franco Manzano cuenta que Cantar la Pasin
fue hecho que se potenci en las dcadas de 1940-60. Evidentemente a
partir de 1959 el Vaticano II introdujo el notable cambio de que los
actos litrgicos fueran desarrollados en lenguas vernculas. Cantar La
Pasin en latn no tena sentido. Aunque parezca extrao, aqu se inici
el declive de este acto, hoy en da no recuperado.
Lo cierto y verdad es que entr en declive hasta dejar de ser
cantada. La traduccin del texto al castellano no se ha producido ni se
ha intentado rehabilitarlo de ninguna de las formas. Lo triste es que, de
momento, no existe ni siquiera el texto en los archivos de la Parroquia,
y tampoco hay inters pensamos- por recuperar tan entraable
tradicin.
Sobre el Prendimiento nuestro amigo cronista comenta que su
abuela Doa Dolores Manzano Zamora, nacida en 1842, deca que se
haca en su poca, pues hablaba de las chicas que interpretaban los
personajes de la Vernica o de la Samaritana y otros. Estos actos no se
hacan todos los aos; dependan del nimo que mostrara el cura
prroco; tambin influa el periodo de ms o menos esplendor
econmico que atravesara el pueblo. En la actualidad siguen
celebrndose procesiones de Semana Santa, ms en funcin del
impulso del cura prroco que de ninguna otra circunstancia.
Enlazado a lo ya expuesto sobre Puebla de Soto, vamos a hablar
de actos celebrados en distintos puntos de Espaa para fortalecer que
este tipo de hechos religioso-culturales dan prestigio a la poblacin en
la que se desarrollan. Hay pueblos en Espaa en los cuales han tomado
mucho auge y sus gobernantes, ojo avizor, han optado por ampliar el
repertorio y divulgarlos a fin de atraer visitantes al pueblo en esos das.
En Murcia, por ejemplo, con esta intencin proliferan las
agrupaciones que en los das de Semana Santa cantan la Pasin por las
calles; tambin se celebran recitales de poesa, exposiciones de arte
pasionario, y otros eventos que llamen la atencin y categoricen el
desarrollo cultural.
Fuera de Murcia en estos tiempos tiene mucha fama la Pasin
viviente de Alcorisa (Teruel); Jorge Martn interpret el personaje de
Jesucristo durante 26 aos. El pueblo presume de tener el Calvario ms
510
PEIR ZARZO, Luis, en el artculo publicado por la Cofrada de la Sangre de Ilria, ya citado,
expone que el origen del Teatro Sacro est en esa lectura solemne de la Pasin que se realiza en
ceremonias litrgicas.
511
512
Al hablar de Albudeite, era reseado un Auto de Pasin, obra de Enrique Zumel (1822-1902).
Estas fechas encajan con la expresin de que el Prendimiento representado en Torres de Cotillas se
haca desde ms de cien aos atrs, lo cual da vigencia a esta representacin desde 1868. Dato
este que asienta a Enrique Zumel como autor del Auto y que en el texto que tratamos no figura autor
ninguno, pero que, por caractersticas de la obra, trayectoria del citado autor y fechas plasmadas,
han dado bastantes muestras como para darlo como autor, y as lo hacen en el pueblo de Las Torres
de Cotillas.
513
514
Samaritana
La cuerda que sujeta el cntaro portado por la Samaritana, recordamos que junto a otros detalles
recargados, fue motivo de controversias entre algunos intelectuales de Murcia que detestaban que
la Samaritana esculpida por Roque Lpez para la Cofrada de la Sangre, desfila en primer lugar en
la procesin de los Coloraos Mircoles Santo en la tarde, y que fuera vestida con tanto lujo y
anacronismos nada acordes con el personaje. Por cuerda lleva cadena de oro.
515
Magdalena
Mi corazn se desgarra
con tu dolor y tus quejas
Madre, deja que el aliento
516
No me toques Magdalena,
porque he de subir al Padre.
Despus de verme mi Madre
Y de quitarle su pena,
Me aparezco a ti este da.
avsales t, presto hoy
a los dems, porque voy
a darles esta alegra.
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518
Los armaos con esta actuacin distorsionada y ruidosa al toque de Gloria ante la Resurreccin
del Seor, no eran los nicos en alborotar, pues en esos minutos posteriores al dicho toque de
campanas, los pueblos enteros eran un puro teatro y un puro escenificar, llamando la atencin a
base de ruidos. La alegra expresada, por la trascendencia del momento, era comn. A este respecto
Martnez Tornel en El Liberal de Murcia, 7 de abril de 1912 (noticia recogida por Zielinski),
explica este hecho que dice: Ayer maana a las diez dieron las campanas de la Catedral el toque
de Gloria y seguidamente lo repitieron las campanas de todas las dems iglesias, llenando de alegra
la poblacin. Los muchachos dispararon algunos petardos; los hombres hicieron, desde los terrados,
disparos al aire; las vecinas de las calles apartadas arrojaron pucheros y otros tiestos viejos, y
Aleluya!. Queremos recordar que el toque de campanas est plenamente estructurado y que ante
cualquier acontecimiento la primera campana en sonar es la de la Catedral del lugar, si la hay.
Despus las iglesias parroquiales, en tercer lugar las iglesias adjuntas, campanas de los conventos o
monasterios y la de las ermitas. Sobre esta costumbre, que data del siglo XI, parece ser que derib
siglos despus la costumbre de tirar enseres viejos por las ventanas Sbado de Gloria, y que dicha
costumbre naci en Italia. Tambin era costumbre que las mujeres en sus casas dieran fuertes
golpes detrs de las puertas, con algn objeto duro para que sonara fuerte, primero para hacerse eco
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CAPTULO V
522
523
5.0.- INTRODUCCIN
Vamos a hablar de los cuentos de Semana Santa, que haciendo
gala de su caracterstica primordial, ser relato breve con brevedad lo
trataremos. Todos esperamos del cuento que, efectivamente, no sea
explicacin ni extensa ni complicada y que conmueva nuestra fibra
ms tierna; en definitiva, esperamos que el relato -con protagonistas
del tipo que sea-, nos hable de la vida o de la muerte, del bien o del
mal, su lxico sea clido y su hilo conductor se enhebre al corazn
henchido de poesa, acaparando nuestro pensamiento, bien para
moralizarnos, entretenernos, ensearnos o demostrarnos afectos.
Si transpusiramos el cuento a trminos paisajsticos y pictricos,
en ellos veramos ribazos llenos de amapolas y campanillas; estanques
azules en los que las nubes se dan un bao; gorriones revoloteando en
conversacin con las abejas; mariposas proyectando su terrenal arco
iris; piedrecillas resbaladizas que juegan con nuestros pies; risas
alegres de los caracoles que asomados a su puerta extienden sus
antenas sealando que cielo y tierra, aire y agua, sol y sombra, son sus
esencias y se deciden a salir a disfrutar de ellas; voces de violn finas y
sensibles que, traslcidas, se fijan en pautado papel, creando con ello
una especie de olas marinas; cuerdas de arpa que traviesas hacen zigzags entre una y otra y expanden su meloda para advertirnos de su
presencia; perlas de cristal que caen a modo de cascada y cantan al
dolor, ya que de todo hay en la via del Seor. Todo esto, y ms, es lo
que los cuentos nos acarrean, nos llevan y nos traen en sus letras de
piar infantil, arrebatndonos el corazn.
Sus padres, los creadores de cuentos, son profesionales que estn
muy cerca de los payasos; ren para llorar; lloran para rer. El ejemplo
de sus moralejas son ellos mismos que, mimetizando el lenguaje,
narran cuentos en breves escenas; y lo bonito es que el argumento del
cuento, la bondad y la sensibilidad ante los hechos son sus grandes
protagonistas, pues en los cuentos los buenos son buenos del todo y los
malos slo son malos al principio porque, normalmente, al final, se
vuelven buenos. El esquema no puede ser ms difano y alentador si
nos ceimos a cuentos amables y no a los que argumentan sobre
situaciones lmite; bien es cierto que los cuentos de Semana Santa
rozan esta cuestin, aunque es salvada por la gran fe y amor que los
envuelve, su mensaje espiritual tan alentador y esa fuerza que imprime
el que en la rememoracin de estas historias participen todos.
524
525
584
TOMS HERRERO, Ana. El santo del caramanchn. Semana Santa de Jumilla. Pg. 55-57.
Junta Central de Hermandades. 1996.
585
En Caravaca en la tercera planta del Santuario de la Vera Cruz existe una capilla denominada
Capilla del Conjuratorio. MELGARES GUERRERO, Jos Antonio, la describe como un espacio
cuadrangular con dos puertasDesde la estancia se pueden divisar los cuatro puntos cardinales por
grandes vanos dispuestos en las cuatro direcciones. En su interior se han venido celebrando hasta
nuestros das la original ceremonia del conjuro. Sobre la liturgia que la conforma aade que: es en
s una sencilla ceremonia cuyos protagonistas son la Santsima Cruz, el sacerdote y el piadoso
espectador que asiste de manera voluntaria; en ella el presbtero, revestido de sobrepelliz, estola y
pao humeral rojo, trasladaba la Reliquia, desde su capilla en la iglesia al conjuratorio, cuando una
tormenta amenazaba desgarrar el cielo azul de Caravaca. La campana de la torre empezaba a taer
en ese momento, mientras el clrigo, en cada una de las ventanas por donde se divisan los campos
hasta perderse en el horizonte, rezaba una oracin en latn y con la Cruz elevada de sus brazos
extendidos. El fiel caravaqueo, avisado desde la torre, rezaba un credo porque saba que su Cruz le
estaba bendiciendo desde lo alto del Castillo Crnicas para la Historia de Caravaca. Pg. 215).
526
solemnemente por sus manos serva para bendecir desde los cuatro
lados de la torre toda la huerta de Murcia586.
Dirigir las amonestaciones al norte, sur, este y oeste, era lo
establecido para conseguir lo propuesto, que en este caso sola ser el
alejamiento de fenmenos atmosfricos que daaran los cultivos de la
huerta murciana de desencadenar su actividad sobre ella. Cuando el
problema era apremiante y prolongado en el tiempo se recurra a las
rogativas, que comprenden una actitud tan mgica como meditada y
que en el cuento que nos ocupa constituye parte del argumento.
De rogativas y de amores con el Seor va este relato; tambin de
desamores con el Apstol traidor. En esta ocasin ocurre que, en vez
de llover, que para ello se invocaba al Cielo, diluvia y crea una tragedia
colectiva. Ana Toms ejerce de lazarillo dndonos a conocer esta
dramtica historia, resumida en los siguientes prrafos:
El pueblo era pequeo. Tan pequeo como un hatillo de ovejas y
cabras pacientes y asustadizas. O como una troje donde el centeno y
las panochas apenas rebasaban el costal587 de la pleita. Casi, si me
apuran, tan pequeo como un corro de escuela de aldea.
Un edificio principal con balcones de forja y cobijndolo todo la
torre esbelta, vigilante para alejar el mal y amorosa para acoger la
necesidad, de la Iglesia, con su puerta carcomida y su espadaa de
campana sesuda y de son acompasado.
En este lugar, pueblo y habitantes se dejaban vivir, trampeando,
cayendo aqu y levantando all, con gozos, amarguras, carestas, todo
se soportaba con tal de que no apareciera la terrible sequa. Esa era la
bestia feroz del cuentecillo.
Y sucedi que el tan temido como seguro visitante de la comarca
lleg. Ni los ms viejos recordaban una sed tan terrible como aquella
que se abata sobre terrones, animales y personas. Se tom una
586
Archivo de la Catedral de Murcia. Legajo 220 (sin catalogar). En este documento no se expone
el texto de los conjuros ni el proceso en detalle de la ceremonia ya que el documento sobre este
hecho lo motiva el enumerar los cargos que cada cannigo ostentaba. Slo aclara que iba
acompaado por el sacristn y que cada da, durante los meses de abril y septiembre, a las doce de
medio da, se realizaba el acto. Aparte de esas fechas establecidas se realizaba cada vez que el cielo
amenazaba tormenta.
587
Jumilla es un pueblo de secano, muy abastecido de esparto sus diversos montes. Antes de los
aos veinte, cuando los materiales industriales no haban hecho todava su aparicin, el esparto era
primordial para los enseres utilizados en las faenas agrcolas, que eran las que se desarrollaban en el
pueblo; as pues, que los sacos, o los costales en Jumilla no slo eran de tela fuerte sino hechos de
esparto a base de pleita, que como sabemos es un trenzado a seis, nueve y hasta doce guedejas,
produciendo un caparazn fuerte y resistente que cosidas estas cintas entre s formaban los llamados
capazos, cortinas para las ventanas, diversos enseres para el campo y tambin estos rsticos costales
en los que se almacenaba el panizo, entre otros productos.
527
528
La bajada del Cristo desde su sede en el Convento de Santa Ana del Monte, que dista de Jumilla
cinco Kms., hasta la Iglesia Parroquial de Santiago, se produce cada Domingo de Ramos, entrando
en el pueblo al anochecer y recorrindolo en procesin por varias de sus calles, acompaado por
muchsimos devotos. Es el evento de mayor arraigo religioso de esta localidad. Para los jumillanos
este Cristo Amarrado a la Columna es su verdadera gua espiritual. El amor que le tienen es
verdaderamente exacerbado. Las madres llevan a sus hijos a esperar al Cristo al punto ms popular,
que es la confluencia del camino de Santa Ana con el pueblo, paraje conocido como San Agustn
por haber all levantada desde el siglo XVII una ermita as titulada. La bajada se produce con
motivo de que la imagen desfile en las procesiones de Semana Santa. Pasado el acontecimiento, el
segundo domingo de mayo, en romera, es trasladado de nuevo al Convento franciscano.
529
En esta procesin celebrada en la madrugada del Jueves a Viernes Santo, y a pesar de haber sido
suspendido todo acto de penitencia pblica truculenta en 1777, tanto por el Rey Carlos III, como
por el obispo de la dicesis de Cartagena Manuel Rubn de Celis, Jumilla sigui teniendo penitentes
que no hacan prcticas exageradas, pero que eran portadores de pesadas cruces, gruesas cadenas
atadas tanto a su cintura como a sus tobillos, pies descalzos, y que hacan un recorrido por calles en
pendiente, pedregosas, por las que discurran haciendo brotar sangre de aquellos pies; amn de una
respiracin agitada y fatigosa que conmova y estremeca, aun sin ver sus rostros, pues apagaban
todas las luces de las calles por las que pasaba el desfile y slo algn pobre farolillo que protega el
pbilo dbil de una vela ardiendo en su interior y facilitaba orientarse en el trayecto, ya que ver se
vea poco. El recorrido tena lugar en los llamados Pasos Altos. Jumilla est ubicada en la ladera
de un montculo, por lo cual sus calles son rampantes. En el siglo XVIII se crearon una serie de
hornacinas con imgenes de la Pasin de Cristo impresas en cermica y que constituan el Va
Crucis. La calle de Los Pasos cruza el pueblo de norte a sur. El especificar Pasos Altos es porque
dicho Va Crucis fue establecido en la parte ms alta, ms hacia el norte de dicha calle.
592
Como en toda procesin de Semana Santa, desde finales del siglo XIX, la Virgen bajo sus
distintas advocaciones, Soledad, Dolorosa, etc. va acompaada por dos filas, a veces interminables,
de mujeres ataviadas con teja y mantilla y riguroso vestido negro. Jumilla as lo hace desde
principios del siglo XX.
530
593
531
532
LLAMAS RUIZ, Pedro. Juan Procesiones. Comunidad de Regantes del Oantano de la Cierva y
amigos de Pedro Llamas. Mula. 1996.
595
Sobre la Tamborada de Mula se puede consultar a: GONZLEZ CASTAO, Juan. Origen y
desarrollo de la Tamborada de la ciudad de Mula. Ed. Asociacin de Tamboristas de la ciudad de
Mula. Ayuntamiento de la ciudad de Mula. 2001.
533
534
nazareno de toda la vida, cay boca abajo sobre las tres ltimas
escalinatas, con el brazo derecho extendido sobre la placeta,
sealando hacia la puerta principal de la ermita. Se apart a Juan
junto a un lado de la barandilla. Unos minutos despus lleg el
facultativo de guardia, el cual slo pudo certificar la muerte de Juan
Procesiones.
La procesin, mientras tanto, haba acelerado su llegada. Los
ltimos cofrades, capirote en mano, descendieron cabizbajos y
entristecidos. En lo alto del cielo, raso como ojo de saltamontes, la
invariable luna llena brillaba con luz de plata.
Pedro Llamas, escritor y poeta, dedicaba mucha de su fuerza
fsica e intelectual a la Semana Santa de Mula, lo cual nos induce a
creernos que detrs de cada persona hay una montaa de razones
espirituales y que Pedro Llamas tena muchas. El relato es
conmovedor, ms si se tiene en cuenta que recoge las convicciones
profundas del autor, motivo por el cual, cada ao en Semana Santa,
compona un relato con sus propias experiencias como cofrade, aunque
ninguno tan lrico y real como el de Juan Procesiones.
En este cuento se exponen situaciones y detalles sobre el paisaje y
procesiones de Mula. Se palpa el esfuerzo sobrehumano de un cofrade
por llegar hasta el final del recorrido, hasta el final del camino. Se
siente el lenguaje cargado de sinceridad. La Semana Santa emociona, y
lo hace por la fe que el hombre tiene en Dios, por el convencimiento de
la vida espiritual del ms all.
Este testimonio, como vemos, est presente en numerosos textos
que reflejan una emocin esttica ante las procesiones, las imgenes, el
propio recorrido, el atuendo, la msica y los sonidos. Tambin
destacamos la importancia de conocer las angustias de un nazareno
convencido de su misin en el desfile, nada balad, y de sus
sufrimientos ante la angustia de no poder llegar a la meta. Identifica
este relato cmo piensa un nazareno lleno de fe y de amor a Dios y
que, ser nazareno en una procesin es algo grande, exento de
anecdotismo y frivolidad.
535
DAZ CASSOU, Pedro. Cuento extrado del libro Pasionaria Murciana. Pgs. 231-236,
publicado en 1898. Impreso en Sucesores de Nogus. Edicin realizada por la Academia Alfonso X
el Sabio, 1980.
598
CHARBONNEAU-LASSAY. El Bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigedad y
la Edad Media. Dos volmenes. Traduccin de Francesc Gutirrez. Ed. Sophia Perennis. 1997.
599
El cuento, como comentamos antes, est escrito en Panocho y optamos por adaptarlo al
lenguaje usual por hacer ms funcional su lectura.
536
han dado e incluso por pesadumbres que ellos han tomado.... Vamos!
como le pas a una zagala donde tienen la mejor hacienda el Conde de
Roche600, que perdi el habla cuando entraron ladrones en su casa sin
recuperarla hasta que vio pasar a uno y lo abord en el acto: pllalo!.
Si me equivoco o no me equivoco a m no me lo vuelves a decir,
porque no ests trabado sino a puerta abierta y no hay sermn largo....
has entendido, Pepico?....Pues bueno, el primero que se qued sin
habla fue el perro que se haba arrimado a Abel, ya saben ustedes, el
del Frauri; remanente del susto que se llev, el pobre animal,
cuando le mataron a su amo por envidia y por sus virtudes....Va, usted,
to Pedro, a decirnos el Frauri con preguntas y respuestas.
Lo que digo es que eres un destripacuentos y lo que os digo a
todos es que, si me harto, anda que se pueden quedar.
Bueno, to Pedro, termine usted con el perro.
Pues, encuch al perro cuando le soltaron un lapo (bofetada o
golpe en la cara) y una pedr... que sale pitando y chillando la
palabrica que le ha quedado en la memoria y que es la injuria ms
grande que el pobre sabe: Can..., Can...., Can...., que me parece
que es darle alguna cosa al que le pega, llamarle Can.
Muy bien dicho, to Pedro core el auditorio-. Pues en cuanto
los animalicos, unos pollicos, estn que dicen y dicen:
Cris...to...naci! y otros le dan la respuesta: Ya lo s... yooo! Para...
morir!
Y a un gallo viejo, y ms si es conchichino o de las amricas:
Naci y muri! Porque fue tanto el disgusto del gallo cuando vio
que San Pedro negaba al Seor, que desde entonces el animalico no
hace nada ms que proclamarlo y confesarlo, chillando todo lo que
puede el pobre601.
600
El Conde de Roche es un Noble murciano muy vinculado por sus cargos y su mecenazgo a la Cofrada de
Nuestro Padre Jess Nazareno, y a la Semana Santa de Murcia en general.
601
Tras las aves de caza, halcones, azores, gerifaltes y otros, que son las ms nobles, viene
inmediatamente el gallo, cuya fiereza, valor y vigilancia se han convertido en cualidades
proverbiales e hicieron que lo tomasen como emblema o insignia en todo el mundo antiguo grupos
humanos muy diferentes. Por eso encontramos esta ave, desde antes del siglo VI, en las artes de las
ms hermosas civilizaciones antiguas. El gallo, emblema directo de Cristo, se debe a su voz, que no
es un grito si no que es algo como un sonido de fanfarria y seal de alerta. Es la voz del padre
atento. Es el cuerno del triunfador que toca a los cuatro vientos su triunfo y su alegra Una prctica
muy antigua (siglo X) es poner en el punto ms elevado de las iglesias la imagen del gallo
emblemtico. (I. Charbonneau. El Bestiario de Cristo. Pg.634-636) Sophia Perennis. 1997.
537
602
Este cuadro corresponde a la profeca de Abacuc que dijo que el Mesas se manifestara entre
dos animales. Traduccin que parece ser errnea. Otra fuente sobre el buey es del profeta Isaas que
dice: El buey conoci a su amo y el asno el pesebre (Isa. I,3) El Buey en el pesebre aparece
consignado en el siglo VI, en el evangelio apcrifo del Pseudo Mateo. Los Evangelios Apcrifos.
Pg.204. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, 1996.
538
539
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603
SEGADO DEL OLMO, Antonio. La tnica del morisco. Cuentos para leer en Miercoles
Santo. Pgs. 31-34. Academia Alfonso X el Sabio Murcia. 1986.
542
543
SEGADO DEL OLMO, Antonio. Cuentos para leer en Mircoles. Pgs. 55-58. Real Academia
Alfonso X el Sabio. Murcia 1986
544
545
SEGADO DEL OLMO, Antonio. Cuentos para leer en Mircoles Santo. Pgs. 69-71. Real
Academia Alfonso X el Sabio, Murcia 1986
546
Lo principal es, como ella misma confiesa, que la vida siga, que
las tradiciones, en este caso la de participar en la procesin de
Mircoles Santo vistiendo la tnica color, no se pierda, y que los
pequeos detalles que conformaron durante aos su particular aliciente
de Semana Santa, sean sustituidos por otros que tambin van cargados
de nuevas esperanzas y motivos para seguir participando.
La penitente plasma su estado psquico de mujer a la que el
tiempo le impone otras compaas, se esfuerza por no dejar espacio al
hundimiento, si no todo lo contrario; su actitud es constructiva
moralizante y ello es el mensaje primordial de lo relatado que se
desarrolla as:
Desde haca ya varios aos nadie iba a buscarla al regreso de la
procesin. Era ese momento en el que haba un cansancio de esfuerzo
en el aire; olor intenso a cera quemada y perfume de flores y ptalos
apretados de esencia... Antes, todos los aos, su hermano y su cuado
le ofrecan la mitad de los ramilletes que ellos haban cogido de la
Samaritana, de la Dolorosa... S, justamente haca seis aos de lo de
su cuado. Su pobre hermano se haba ido antes, y fue un extrao el
que tuvo que heredar la tnica y el puesto. Ahora un sobrino suyo sala
desde haca tres aos. Le haba dado a ella alegra saberlo. Sinti ese
pequeo orgullo familiar de ver que la tradicin contina, que se
respetan y se siguen las inclinaciones y devociones de los mayores.
No intent ni siquiera decirle a su sobrino que la esperara y la
acompaara. Se haba ilusionado pensando que l se lo iba a decir,
pero pronto supo que amigos suyos, amigas o novias, o lo que ahora
fuera, desfilaban tambin en la procesin y regresaran formando una
ms de esas pandillas que ella vea. No podra entonces decirle al
muchacho que su padre y su to y ella regresaban juntos durante
muchos aos cuando la procesin terminaba.
Un grupo de tres estantes pas junto a ella. Mir a los tres
cuando pasaron a su lado y uno de ellos pareci como sorprenderse.
Por un momento fue como si aquel mocetn la reconociera, pero ella
saba que no... De pronto, aquel que haba mirado dej a los otros y
regres hacia ella con una sonrisa un poco tmida. Le tendi el
pequeo ramillete que llevaba, -Perdone usted seora, pero es que
547
548
Segado del Olmo, tan elaborados a pie de los hechos, observando los
pequeos detalles y seleccionando las escenas ms queridas e
importantes, a modo de parbolas catecismales.
Murcia. 1980. Dionisia Garca. La vestimenta606.
Dionisia Garca es una escritora vinculada a Murcia, ms conocida
en la actualidad por llevar su nombre un Certamen de Poesa
organizado por la Universidad de Murcia. Su estilo literario en la
narracin presente est muy cercana a la de Antonio Segado del Olmo.
Tambin ella elije una escena cotidiana dentro del ambiente vivido en
los das de Semana Santa. Se expresa con esa maternidad, ese
proteccionismo hacia el ambiente que fluye. El mimo hacia ese relato
busca que sea entendido, que sea querido y reconocido; que nunca se
olvide ni se desve de su gran arraigo y que sea respetada la tradicin
por encima de toda tentacin.
En La vestimenta describe el ambiente fsico y psquico que
envuelve a los cofrades que procesionan Mircoles Santo en la tarde.
Su visin personal, calada de esa delicadeza y minuciosidad que pone
hacia la estampa que va a plarmar. Se viste para ello de su mayor
intuicin, su madurez, su actitud literaria cargada de poesa,
componiendo con su mejor intencin un cuadro que no por conocido y
presenciado deje de sorprender y formar al lector.
Sobre la idiosincrasia de la vestimenta del nazareno colorao, ha
hablado de ello Antonio Segado del Olmo, y es tema aludido en otros
textos, pero en todos ha quedado latente la uncin del nazareno durante
la liturgia de su vestidura y la emocin que le embarga llevar la tnica
por lo mucho que para su alma representa. Recordemos cmo
explicaba este ceremonial Jayme Campmany, que en su familia decase iniciaba a altas horas de la madrugada, definindolo como rito.
Una nota es obligada destacar y es el reconocimiento que se hace
de las madres al explicar este rito o ceremonial. Si expusiramos de
forma correlativa todas estas opiniones, comprobaramos que tienen un
denominador comn: hablan del sacrificio de estas madres que cada
606
549
ao airean cada prenda, las sacan por unas horas de su altar soterrado
que suele ser el arca; un hecho domstico que una vez al ao moviliza
a toda la familia. La escena en este caso es descrita por Dionisia
Garca, ceida a un nazareno colorao. En ella veremos el respeto por
este ceremonial que es vestir a un nazareno, y cmo subyace en las
casas una visin litrgica del hecho.
La autora nos transmite en este cuento el pensamiento de un chico
que, a partir de tomar conciencia del paisaje que lo rodea, de la huerta,
de su hacer de cada da, reflexiona sobre qu ha hecho de l ser un
nazarenos creyente, llegando a la conclusin de que han hecho mucho,
de que han sido las vivencias con su familia el germen y capacidad de
emociarse en su edad de adulto ante estos hechos religiosos cargados
de fe.
Se considera un nazareno portador de la antorcha de la tradicin
fraguada en su casa, junto a los suyos. Este tipo de conclusiones son
comunes a muchos cofrades. Detrs de todo est el alma de la Semana
Santa, que, en cada cuento la descubrimos desde una nueva dimensin,
menos formal, y mucho ms ntima.
Los cuentos sobre Semana Santa no es literatura que se prodigue
en nuestra Regin; abunda mucho ms el ensayo, o el Artculo. Y
llama la atencin que sea la Procesin de los Coloraos la que ms
cuentos genera; no s si se debe al ambiente ms popular que la
caracteriza, o radica en la idiosincrasia huertana que la avala.
La devocin de sus cofrades, desbordante y desbordada cada
Mircoles Santo, dan mucho de s para estos relatos bizarros y audaces
que slo caracteres como el de un huertano murciano puede transmitir.
Sacar al Cristo en procesin es un efecto in crescendo, que empieza a
la madrugada en el interior del hogar, se sublimiza en la puerta de la
iglesia del Carmen y alcanza todo su significado en la cima del Ro.
Estas narraciones vividas en los momentos previos al desfile son
oraciones de agradecimiento, de presencia real ante el Cristo, yendo
cargadas de sereno nerviosismo, y su meta es portar la Imagen,
acompaar a la Imagen, pedirle a la Imagen, volcarse en la Imagen
mientras el nazareno huertano medita en su tierra, su casa, su familia,
su atuendo, su propio pensamientoque da sentido a esta participacin
550
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Pensamos que sigue siendo conocida la terminologa del panocho, pero posiblemente puede
surgir alguna persona joven que le resulte extrao el trmino enfisao, en este caso sustituye al
verbo ver (han visto)
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del porrn con los amigos. Pero Antn ha tomado con tanto tiempo la
cosa que los tragos se van multiplicando y produciendo sus efectos
los vapores ingeridos en su interior.
El nazareno colorao va tejiendo por sendas y camino su
andadura, pero en vez de ir aguerrido, erguido, recto, en la lontananza
aparece como surgiendo de un campo de ababoles609 y se confunde
unas veces con ellos y otras con los claveles reventones y las rosas
pimpantes y lozanas.
Pero Antn ha salido temprano... y se recrea en el porrn que ha
empinao la copa de lechans610 que le invitan los amigos... va
perdiendo gallarda y se convierte en un pato mareao... Un
bandanzo da el mozo y cae todo lo largo que es en el azarbe que va
por su derecha. Los chiquillos que le esperan en el cruce del camino
gritan con alaridos y dan la voz de alerta... Van todos al lugar y se
aprestan a sacar al zagal... Pena da ver al Antn en aquel estado.
La ta Dolores lo lleva a la barraca de esta. All lo vuelven en s
de la borrachera. La Ta Dolores se apresta a prepararle la tnica y
dems arreos611 cambindolos por los de su Farroco, que est en la
mili... Y su marido le hace volver de la turca612... Y as, arreglado,
seguro que llegar en condiciones de meter el hombro613.
En tanto los padres de Antn y su novia salieron para verlo pasar
como si no hubiera pasado nada y haran todo para atajalla por la
Platera614.
609
Es una planta herbcea, anual, de la familia de las Papaverceas. Es muy frecuente en toda la
regin. Se llenan de ababoles los sembrados de cereales y los ribazos de la huerta. La flor es de rojo
intenso. Su nombre genrico es amapola aunque en nuestro entorno predomina el de ababol.
610
La expresin corresponde a la mezcla de beber agua mezclada con ans que origina un lquido
blanquecino, lechoso, de ah el nombre. En otros pueblos, ms localizados en el altiplano murciano
y en la Mancha, a esta combinacin se le conoce con el nombre de paloma.
611
Arreos son una serie de correas que se le ponen a las caballeras para desarrollar algunos de los
trabajos en los que actan como motor de fuerza. Las gentes de la huerta son tan sencillas y
prcticas que, a su manera, convierten el lenguaje en propiedades particulares dndole a algunas
palabras acepciones no reconocidas por la Real Academia de la Lengua..
612
La turca, en este caso, es borrachera que el marido que tena ms conocimiento en el hecho y
es por tanto el que supuestamente le facilit los mejunjes que despabilaron al nazareno embriagado.
613
La expresin meter el hombro equivale a la de estante en el momento de sostener el trono,
que era el cargo que ostentaba el nazareno embriagado. Estas formas propias de hablar en
determinados entornos son las que suelen dificultar el entendimiento del lenguaje
614
En el captulo III, Po Tejera ya deca que l iba atajando calles para ver pasar la procesin ms
de una vez. Es algo muy comn que los entusiasmados practican. La ternura de este prrafo est en
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DAZ BAUTISTA, Antonio. Cuentecillo de una tarde de Mircoles Santo. LOS COLORAOS
Pg. 31. Archicofrada de la Sangre. Murcia. 1991.
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ojillos para estirarse en los pmulos salientes. La boca era grande, los
labios muy finos, una nariz enorme, aguilea y puntiaguda. Vesta de
oscuro, con chaleco abierto por el que asomaba su camisa blanca con
los botones negros.
El recin llegado se dirigi al bancal y empez a recoger habas
con cierta prisa. Yo lo observaba, tan afanoso en su tarea. De pronto
me dijo, queriendo entablar pltica: Qu? Pintando? El tipo no me
resultaba grato pero tuve que replicarle algo. Pues s, ya ve Ud....
pintando un ratico...
Por encima de la sierra empezaban a asomar, como palomas
blanquigrises, unas nubecillas inocentes; un leve viento estremeci las
caas de la acequia. El de las habas mir al cielo como un perro viejo
que olisqueara el ambiente. Se qued pensativo y afirm: Esas nubes
vienen de levante. Son de agua. A ver si se moja la procesin, le
dije, y en su cara chupada se dibuj lo que quera ser una sonrisa,
pero era una mueca repulsiva. Me contest: En cuanti que estn los
tronos en la Glorieta, va a empezar a caer agua. Lo deca con tal
delectacin que me indign por su mala sombra.
De pronto se oyeron voces en la casa vecina; una mujer deca:
Ya lo tis too preparao encima de la cama Anda vstete no te
shaga tarde Y un hombre contestaba: Nena amos a coger las
habas. El de la bicicleta tom su capazo, lo at presuroso detrs del
silln y me dijo con mirada recelosa: Geno, ya tengo bastantes
Qudese Ud. Con Dios, gen hombre y se fue por el carril...616.
616
El personaje Berrugo tan popular en el paso del Pretorio de la procesin de Mircoles Santo,
ya ha quedado definida su idiosincrasia, segn el acerbo huertano. Queda claro que en el cuento de
Daz Bautista pone el acento en ese hombre mezcla de incordiante actitud y de talante humano al
mismo tiempo. La historia de las habas que, segn la leyenda, las robaba, es un motivo de singular
filosofa. Para las personas que no conocen muy bien la idiosincrasia huertana, aclaramos que las
habas son un producto culinario de los ms socorridos en la alimentacin de esta tierra; son muy
sabrosas; van envueltas en una spera corteza que slo es comestible cocida y aderezada con aceite
y limn, pero la semilla que son los granos, son muy jugosos y se comen en crudo; por abundar este
producto en la huerta los nazarenos suelen echarse a la sen un puao; antes era un producto
considerado pobre, lo daba la huerta en abundancia; ahora es muy apreciado por sus propiedades
dietticas. El Berrugo, que es hombre sin patrimonio y un mano larga para coger lo que no es
suyo segn la leyenda robaba las habas sin que nadie lo pudiera descubrir por ms que lo
acechaban. Por este comportamiento y por su fsico enjuto y spero, ha adquirido en nuestra
sociedad carta de naturaleza como personaje de actitud enigmtica, cargado de sabidura y filosofa
ya que robaba lo justo y por necesidad. En definitiva es un personaje entraable, acrrimo del Cristo
de la Sangre. En el paso del Pretorio est representado como esbizrro, lo que contribuye al
rechazo que se muestra por l. Tiene, como dice don Antonio, cierta mala sombra en su semblante,
al mismo tiempo que es interesante por su capacidad de observacin y su particular ojo avizor. En
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CAPTULO VI
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Esta informacin nos la ha dado en conversacin telfnoca el hijo del ltimo pregonero de oficio
que hubo en Jumilla y que segn recuerda- su madre comentaba lo poco que ganaba su padre.
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Econmicamente alcanzan dos extremos; la mayora de pregoneros son personas cultas de bello
discurso, que ejercen el oficio de pregonero sin remuneracin alguna, y ciertos profesionales
populares del mundo de la moda y la cancin que cobran, como diran en mi pueblo un pastn.
Dos ejemplos se han producido en los ltimos 24 meses, uno en Jumilla en cuyas Fiestas de la
Vendimia fue pregonero el cantante Ramoncn y cobr 400.000 ptas. Se produjo en agosto de 2002;
otro el de la Feria de Cdiz pregonada por Roco Jurado y que TVE coment haba cobrado un
milln de ptas. Hace un par de aos en Mazarrn fue pregonera Mis Mazarrn, que no s si cobr,
e Isabel Pantoja, en la misma ciudad recientemente fue pregonera y slo se coment que haba
cobrado mucho por tal menester. En el peridico de La Verdad de abril de 2003, se public un
artculo que escribimos sobre este tema. Titulado Pregoneros y pregones que habla de todo este
engranaje.
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La Vanguardia. pg. 13, 1939
626
Esta cita de nuestra ciudad hemos intentado constatarla, pero no ha sido posible por no tener
ninguna referencia el Cabildo Central de Cofradas de Semana Santa en Murcia. S sabemos que
Don Federico Garca Sanchs dio una charla sobre Semana Santa en la ciudad de Cartagena, cuya
fecha tampoco nos han podido precisar. Garca Sanchiz era Acadmico, tambin lo era Don Jos
Mara Pemn, miembros del Nacional Catolicismo, conocidos coloquialmente como Charlistas.
En su labor intelectual, apostlica, recorrieron numerosas ciudades de Espaa y de Hispanoamrica.
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La Semana Santa de Sevilla, 1942-1958. Vl. I. Pg. 27. Guadalquivir, Sevilla, 1992.
El primer pregn de Espaa se ley en el ao 2001. En 2002 lo ley Don Jess Fonseca
(periodista). Peridico de La Razn de 17 de Febrero.
629
ARVALO GARCA-GALN, Juan Pablo. Pregoneros y Pregones. Ferias y Fiestas de San
Pedro y San Pablo. Pg. 19. Burgos, 1988.
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GUARDIOLA TOMS, Lorenzo. Es autor de varias obras literarias. Sus primeras poesas
fueron publicadas en 1926, cuando slo tena 18 aos. Cuenta con varios premios literarios, entre
ellos el premio Jauja de Valladolid. Finalista en el concurso de novela organizado por Sinergia, en
Barcelona. Accsit en los Juegos Florales en Torrijos de Toledo. Autor entre varios trabajos de
Historia de Jumilla (Edicin patrocinada por Bodegas Cooperativa San Isidro, 1976). Don Jos
571
Antonio Martnez Torres realiz su Tesis Doctoral sobre este Ilustre jumillano titulada: Lorenzo
Guardiola Toms y su Obra Indita, dirigida por D. Francisco Javier Dez de Revenga, publicada
por la Asociacin Amigos de Jumilla, 1996.
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Hasta tal punto el pregn de don Juan Hernndez es paradigmtico y sigue tan de actualidad que
es frecuentsimo que la mayora de los pregoneros, con mayor o menor amplitud, aludan a este
pregn sobre algunas de sus frases. Es una realidad que desde su lectura, el pregn de Don Juan
Hernndez se convirti en un pregn paradigma de pregones.
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Es frecuente, a pesar de los aos que hace que muri Don Juan Hernndez, que en prensa
aparezcan artculos recordando su labor sacerdotal y su entrega como cofrade en cada Semana
Santa. Nosotros mismos tuvimos la satisfaccin de que se publicara en la Verdad de Murcia uno de
estos artculos que recordaban y reconocan su labor.
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En el captulo Semana Santa pueblo a pueblo, aludimos a Santa Ana del monte como espacio
sagrado, pero no la ubicamos fsicamente ni presentamos sus mnimos datos histricos, cosa que
hacemos ahora. Santa Ana es la titular de un monte que dista del pueblo de Jumilla unos cinco
kilmetros y medio. Su picacho ms alto est a 714 m. sobre el nivel del mar. Est plagada de pinos
pioneros y de arbustos aromticos; su espacio ms popular es la Fuente de la Jarra cuyo chorro
de agua las gentes devotas le atribuyen propiedades curativas y sagradas. Cerca de esta fuente se
edific, por frailes franciscanos, un Monasterio cuya iglesia se dise con las caractersticas
arquitectnicas de la iconografa franciscana, o sea, nave nica, estrecha, de pequeas dimensiones,
oscura, austera, con destacada presencia del tema cristolgico. Desde el ao 1756 mora en su
particular hornacina la imagen del Cristo Amarrado a la Columna, obra, preciosa, de Francisco
Salzillo. Esta imagen, desde su llegada al convento -y como por revelacin divina-, es la imagen
querida de los jumillanos que hicieron de Santa Ana su camino de peregrinacin, su espacio
espiritual e intelectual, ya que las decisiones ms trascendentes son dilucidadas entre aquellos pinos
y delante del Cristo. Desde el comienzo de la comunidad franciscana en este lugar se tuvo una
imagen de Santa Ana, gtica, hoy restaurada y convertida en barroca (Su manto puede ir bordado,
estofado, etc., pero su cara ser siempre la de un rostro enjuto, de rasgos desproporcionados, ojos
que miran a travs de un rostro lleno de experiencia, comprensin y bondad, cara alargada, aspecto
rstico y manos grandes de largos dedos). Sus rasgos fsicos son realistas pero no atildados, sus
pmulos son angulosos, como el estilo que la vio nacer, severo y de reciedumbre. Esta imagen es
la abuelica, que es ms que abuela -como deca una nia llamada Cristina-. Se le quiere mucho y
en ella descansa la vigilancia amorosa hacia los que entramos a visitarla y por cuyo motivo ocupa
la hornacina central del retablo mayor. Participa del amor al Cristo, es viga del Sagrario y est
feliz de vernos a los que la visitamos tan confiados en la vida por ese amor a Cristo que, bajo la
iconografa de Amarrado a la columna, tanto buscamos, tanto queremos, tanto necesitamos.
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GUILLN, Jorge, a sus 86 aos, fue pregonero de las fiestas de San Mateo en Valladolid,
ofrecido en su Plaza Mayor en 1979 -muy anterior al de Joaqun Navarro de Valls- y ya pregon
no las procesiones ni sus famosas esculturas, puesto que era un pregn impregnado de religiosidad,
pero no de Semana Santa. Pero lo citamos porque ya plante en esta ocasin la lucha del hombre
contra el desnimo y por la solidaridad, dndole a su discurso una esttica moral que, encauzada
por los sentimientos religiosos, el hombre se enfrentara, cara a cara, a esa filosofa de la vida y de la
muerte, asombrosa. En uno de sus prrafos dice: No, no hay va eficaz en el abandono a la
inaccin escptica o desesperada. Siempre se puede, se debe iniciar una tentativa; hacer algo
positivo con cierta fe, o sea, con cierta esperanza. Claro que la crtica de la realidad ya general, ya
social, se ejerce de modo inevitable. En definitiva en estas tempranas fechas ya asitimos a un
pregn cargado de catequesis pero desarrollando la realidad que da a da rodea al hombre.
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ROS GARRIGS, Elas, es toda una institucin profesional para los que han continuado su
oficio. Desde 1952 hasta 1989, retransmiti las procesiones de Semana Santa de Murcia,
hacindose famoso particularmente por la de Viernes Santo en la maana.
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Para conocimiento sobre el castizismo de los barrios de Murcia, sus procesiones y fiestas, etc.
consultar: VALCRCEL MAVOR, Carlos. Viejos recuerdos: Gentes, fiestas, cosas y costumbres
de la vida de Murcia, hace medio siglo. Academia Alfonso X el Sabio. Murcia 1987. D. Carlos
Valcrcel posee en la actualidad un nmero de carnet de cofrade de los ms antiguos, pudindose
decir de l que es cofrade de toda la vida. Es autor de: Semana Santa del Azahar. Ediciones del
Cabildo Superior de Cofradas. Murcia 1958. Es un Ensayo muy lrico, en el que retrata la
conexin con el mundo cofrade y las tradiciones de las gentes de la huerta murciana, con gran
ternura, claridad y acierto y una particular palabra cargada de poesa. Tambin cuenta con el libro:
Semana Santa en la Regin de Murcia. Ediciones Mediterrneo. Murcia 1981. En este libro habla
de la Semana Santa de Murcia y diez pueblos ms, entre ellos Cartagena y Lorca.
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Ttulos que acreditan a don Carlos Valcrcel Mavor, antes fueron expuestos.Ahora aadimos:
Asociacin de la Prensa. Su presencia en la vida cultural y a social de Murcia. Asociacin de la
Prensa. Murcia 1994.
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GONZLEZ CASTAO, Juan. ha sido pregonero de la Semana Santa de otros pueblos, entre
ellos el de Bullas en el ao 2000.
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Hablando con Juan Gonzlez Castao, nos explica que en Mula era costumbre que un grupo de
muchachos, vestidos de nazarenos, con antifaz, fuera su misin gastar bromas inadecuadas a las
muchachas. Es el nico lugar donde tenemos noticias de semejante cuestin. Es evidente que este
tipo de comportamiento revela esa simbiosis de religiosidad-diversin que tiene lugar en los das de
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Semana Santa, como buena fiesta que se precie. Fueron tajantemente prohibidas estas bromas en la
dcada de los sesenta. La autoridad gubernamental del momento que contaba con pleno poder para
hacer o deshacer, segn conviniere al sistema, tal de cuajo la costumbre. Es posible que fuera ms
significativa la madurez del propio pueblo que dicha autoridad, pues como es sabido las gentes
obedecen momentneamente las rdenes impuestas desde el gobierno, pero pasado un tiempo
vuelve a actuar por sus propios fueros.
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Pregones de Semana Santa, pg. 419-430. (Junta de Cofradas de Semana Santa. Valladolid
1995). El pregn de referencia ledo por don Julin Maras, glos la Semana Santa a travs de
hablar exclusivamente del origen de Castilla y articular el tema con una visin poltica sobre la
unidad de Espaa; ofrecemos un prrafo del dicho pregn: Es curioso cmo la imagen de una
Espaa unitaria y clara se debe precisamente a su inexistencia poltica, ya que por consiguiente, no
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La Iglesia de la Soledad fue la nica no destruida en Cehegn durante la guerra del treinta y seis.
La Virgen permaneci escondida en su interior y tambin se salv de la quema. Junto a ella
aparecieron tambin imgenes de San Pedro, San Juan Evangelista, el Seor de los Azotes y el
Santo Sepulcro. Era el da 29 de marzo y Domingo de Ramos era el 2 de abril; se celebraron en este
ao procesiones de Semana Santa gracias a estas imgenes y para mayor verismo como no se
dispona de imagen de Jess Nazareno, ya que fue destruida, se pidi prestada la habida en la
iglesia del Salvador de Caravaca.
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En el siglo XIX trabaja en Cehegn, como escultor, Santiago Baglietto, oriundo de Gnova y
residente en Madrid en fechas de la invasin francesa. Huyendo de la Revolucin se dirige a
Cartagena y al pasar por Helln le aconsejan los franciscanos que se quede en Cehegn, en donde le
nacen dos hijos. Se instala definitivamente en Murcia donde se conservan importantes imgenes
pasionarias. (Los datos ofrecidos han sido extrados del pregn de don Miguel cija).
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Es indito este dato que da el pregonero. Sabemos que ya en el siglo XVI, en Jumilla, la
procesin de Viernes Santo iba acompaada por un grupo de msicos. Lo que resulta novedoso es
el tipo de instrumentos pues el laud, la guitarra, la bandurria, eso no es lo habitual; los que
intervenan por aquellos tiempos eran el tambor, la trompeta, la chirima y el clarinete. En Molina,
noticia sobre el acompaamiento musical en estos actos se tiene referencia desde el siglo XVII. Al
retomar las procesiones en 1945 ya no actuaba este tipo de msicos populares sino la clsica banda
con instrumentos de viento y de percusin. Precisamente en estos momentos se est produciendo un
nuevo cambio, curioso cuanto menos, y es que las bandas que desfilan en nuestras procesiones
estn alterando el canon de configuracin de estos grupos al incorporar instrumentos que diez aos
atrs hubieran sido censurados, y sin embargo ahora no lo son, como por ejemplo los violines y las
violas; en cierto modo no hay nada de exptraar a raiz de lo comentado en la nota anterior sobre el
chelo. Histricamente tanto las bandas populares, como las sinfnicas, no han contemplado los
instrumentos de cuerda en su configuracin. Ahora no slo estn integrados instrumentos como el
fagot, nada convencional en una banda de msica clsica, sino los violines, que realmente son
sorprendentes. Es cierto que en el siglo XX, a principios, detrs de algunos pasos iban sonando
violines, pero esto es distinto; aqu la sorpresa apuntada no es el violn, ni el fagot en s, sino su
intrusin en una banda.
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Sabemos que desde el siglo XIV a las procesiones religiosas y despus a las de Semana Santa, se
incorporaban unos danzantes, negros nativos o blancos con la cara pintada de negro; en esa poca
esclavos africanos abundaban en Murcia al servicio de familias pudientes. Otros personajes eran los
que pintados de negro y rojos labios encarnaban al diablo; actuaban de danzantes y su misin era,
ms que nada, hacer ruido constituyendo una de las ms variopintas atracciones de los desfiles de
Semana Santa.
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La mona se le dice a un panecillo redondo amasado con harina, aceite, azucar y otros
ingredientes aromticos, como corteza de naranja rayada; es tradicional comerla al da siguiente de
Pascua de Resurreccin; de ah lo del comerse la mona o el da de la mona. Sin embargo en
Jumilla no se celebra ni se emplea el trmino de mona. All se celebra el Domingo de Panes y lo
que se come es el hornazo, hecho con los mismos ingredientes pero se le da distinto nombre y
formas capichosas de animales u objetos, como una cesta o una figura geomtrica, adornadas con
uno o ms huevos sobrepuestos.
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En este captulo hemos reseado 22 pregones, pero en nuestro archivo puede que haya 2000 quizs ms-, de los cuales la mitad ms o menos, son pregones de Semana Santa. En ellos lo ms
visible son las emociones ntimas de los autores de cada pregn. Agradecer el haber sido propuesto
para ejercer tal misin queda por encima de todo protocolo para expresar, sinceramente, lo que
sienten.
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Estos dos autores, el primero en La Dama de las Camelias, el segundo en Los Intereses
Creados, significan y reivindican el valor de las cosas sencillas, definidas como pequeas.
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Santa Eulalia es uno de los Barrios castizos de Murcia, parece ser que fue el primero en
configurarse como tal. Sus fiestas patronales, a las que alude don Francisco Javier, son muy
celebradas en Murcia y en ellas participan sus gentes con visible gozo. Don Carlos Valcrcel Mavor
explica con amplitud el entramado cultural, los hbitos de los murcianos durante los meses de
verano, y de manera especial las fiestas patronales de estos castizos barrios en los cuales Santa
612
que este que os habla -alumno de un colegio de monjicas cercanorecibi el sacramento de la Confirmacin cuando tena cinco o seis
aos, ocasin que siempre recordar porque fue la primera en que vi a
un Obispo de cerca653.
Esta Iglesia que nos sirve de marco para el pregn, nos va a
integrar e introducir, como ninguna otra, en el mundo barroco y de
fingida ilusin que es toda nuestra Semana Santa, semana de dolor y
de alegra. Mirad a vuestro alrededor.
Estamos en la iglesia cuyas pinturas son de un italiano genial
que vino a Murcia en el siglo XVIII, en la magna poca de Salzillo.
Era Paolo Sstori654, un pintor que derroch imaginacin y cre la
gran fantasa de la ilusin barroca que tan presente est en nuestra
Semana Santa... Santa Eulalia de Murcia, iglesia vinculada al punto
final de la Semana Santa, a la que ahora, hace diez aos vino a
pronunciar su Pregn, en una ocasin como sta, el Padre Juan
Hernndez, nazareno entusiasta como el que ms, al que yo ahora
quiero recordar con respeto y emocin.
Sobre el prefesor Dez de Revenga, que nos habla de la ilusin
Barroca que es nuestra Semana Santa, aadimos que l tuvo la misin
de transmitir en el ao 1.993, la procesin de Viernes Santo, la de Los
Salzillos para toda Espaa a travs de TVE, e imprimir en el nimo de
los televidentes esa ilusin Barroca y esas escenas de claroscuro de las
que aqu habla655.
Eulalia destaca significativamente; lo hace en su libro, Viejos recuerdos: Gentes, fiestas, cosas y
costumbres de la vida de Murcia hace medio siglo, citado en pginas atrs.
653
El obispo Emrito de la Dicesis de Cartagena, don Manuel Azagra, contaba en TVM que visit
en un colegio el aula de los alumnos ms pequeos y uno de ellos le dijo a su madre: Mam, hoy
he visto a un obispo, y es un hombre!. La candidez siempre es hermosa, cuando se produce y
cuando se recuerda.
654
Paolo Sstori, adems de las pinturas de la Iglesia de Santa Eulalia, tambin intervino en la
Iglesia de Nuestro Padre Jess, en donde realiz una serie de pinturas en el ao 1792. Y en la
iglesia de San Juan de Dios de Murcia.
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El Barroco, Estilo artstico universal, ha sido definido de muchas formas, pero todas incluyen el
catalogarlo como estilo de formas ilusionistas, exuberantes, dinmicas y de prolfera
ornamentacin. Algo importante signific este estilo en la guerra de 1.944, pues terminada se
reunieron intelectuales de diversos paises para estudiar qu tena Europa en comn que pudiera
reavivar de nuevo la unin entre sus pueblos. Las sesiones de trabajo se desarrollaron en la Abada
de Pontigni; los intelectuales all reunidos trataron de, teniendo en cuenta el pasado, desolados ante
el presente, mirar con ilusin hacia el futuro, buscar el nexo de unin por el cual se pudiera
reconstruir Europa y desterrar el concepto de que estaba rota por no haber nada que la uniera.
Llegaron a un punto en comn en esa bsqueda y fue que una de las cosas que todava una a
Europa era El Barroco. Europa era cristiana por antonomasia y el espacio en donde arraig la
cristologa como en ningn otro; ese es otro de los vnculos que de la mano del Barroco ha
generado ms tradicin y cultura europea. Su Literatura, su Arquitectura y su Escultura, son, por
esencia, piezas clave representadas en escenarios y calles. La Msica es tambin otro gran factor de
unin. Eugenio DOrs, representante de Espaa en las sesiones de Pontign, escribi un ensayo
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una especie de galera de arte de la que penden todas las historias del
mundo, amn de ser acto social que reune a amigos y familias.
Se puede decir que el pregn de Semana Santa nunca podra dar la
sensacin, al leerlo, de que se asemeja a una novela, por ms historias
que exponga; el pregn es otra historia; es, en definitiva, el gran
portavoz de la Semana Santa de la postguerra en particular y de la de
siempre, en general.
Tambin queremos sealar de este pregn, que en su forma, en
general, representa a muchsimos ms, que esa aportacin a la difusin
de esta fiesta es eficacsima, y que ha creado un estilo literario
suficientemente definido que bien merece la pena o la alegra- de
mimarlo y cultivarlo. Se trata de que, todo pregn que se precie lo
componen unas secuencias armnicas, con versos o poemas; datos de
historia local, constumbres, etc.
El primer pregn expuesto en el presente captulo, ledo en Jumilla
por Don Lorenzo Guardiola, est escrito en verso; ya dijimos que es
excepcin, de hecho slo hay unos cuantos, menos de cinco, en este
gran gnero literario; uno en Valladolid ledo en 1979. Sin embargo
alternando la prosa con versos, o algn poema completo, estn escritos,
aproximadamente, el 75%.
Cada pregn de Semana Santa es una leccin especial sobre
multitud de asuntos; como ejemplos volvemos a citar el ledo por Don
Julin Maras. Esa es su dinmica y su estructura; pero, cada vez ms,
el pregn de Semana Santa es asunto importante ya que sigue siendo
una oportunidad de comunicar sentimientos, tradiciones y
conocimientos.
1.999. Eduardo Zaplana Hernndez. Jumilla.
Natural de Cartagena y en estos momentos conocido por todos por
su ejercicio poltico. El protocolo con el que inicia su pregn es
escueto y clsico. Confiesa no ser experto en arte ni esttica, ni
tampoco un estudioso de costumbres y tradiciones. A pesar de su
confesin, quizs con una visin ms pragmtica que analtica, expone
en el texto que el Mediterrneo ha conseguido una sntesis para vivir la
Semana Santa entre lo profundo, cargado de significado, y cierta
recreacin externa.
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Cuando nos remitimos a otros captulos no especificamos pgina ni apartado porque la estructura
de la tesis facilita el localizar cualquier pueblo ya que los exponemos por orden alfabtico y cuando
no es as tratamos nuestro tema, como es el caso del cptulo II, Seman Santa pueblo a pueblo,
mantenemos un orden cronolgico de fechas.
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En varias ocasiones le hemos preguntado sobre datos de la Semana Santa de Cartagena a los
cuales nos ha contestado, siempre, amablemente., motivo por el cual hacemos pblico nuestro
agradecimiento.
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La Asamblea Regional ha publicado, en dos volmenes la obra escrita por V.V. A.A, dirigida y
coordinada por FERRNDIZ ARAUJO, C. y por GARCA BRAVO, A. J., Las Cofradas
Pasionarias de Cartagena. Asamblea Regional de Murcia. Cartagena, 1991. Entre estos autores
destacamos a: HERNANDEZ ALBALADEJO, Elas. BELDA NAVARRO, Cristbal. Y
MONTOJO MONTOJO, Vicente.
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CAPTULO VII
VA CRUCIS
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Santa Brgida de Suecia viaj a Tierra Santa en 1371, pero no dej referencias de su viaje,
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Es un himno, medieval, escrito en latn. La forma la constituye un poema sobre la Virgen Mara
y su dolor profundo cuando presenci la muerte de su Hijo. El ttulo completo en latn es Stabat
Mater Dolorosa. La versin en espaol se conoce como Estaba la Madre dolorosa junto a la
Cruz.
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Los laberintos estn formados por un camino sinuoso difcil de recorrer, como muy bien expone
el mito griego del Minotauro y Pasfae. Quizs por ello las danzas rituales de culturas antiguas,
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Los Pasos en Jumilla, es un artculo publicado en una de las revistas de Semana Santa de este
pueblo, que no lleva fecha pero por las fotografas impresas en ella calculamos que corresponde a
los aos sesenta. Da como fuente de la creacin del primer Va Crucis en Jumilla, a los
franciscanos, en el siglo XVI, fecha en que se establecieron en Santa Ana del Monte, que dista del
pueblo casi cinco kilmetros. En el propio pueblo se establecieron, en el Convento de las Cinco
Llagas, otra comunidad de franciscanos que, aprovechando la subida desde dicho convento hasta las
estribaciones del Castillo, edificaron las pequeas capillas indicadoras de las escenas de La Pasin,
de donde le viene el nombre a las calles de: Los Pasos y Pasos Altos. Esta segunda calle lo de
Pasos Altos corresponde por estar al pie de un montculo formando la parte ms escarpada de esta
va. La calle de Lios pasos va desde la parte sur de Jumilla cruzando la ciudad hacia el norte y que
en su confluencia con la calle transversal llamada de El Calvario, es el segundo tramo ya llamado
de -repetimos- Pasos Altos. La serie de ermitas levantadas, en el siglo XVIII, se les incorporaron
los pasajes de la Pasin impresos en cermica de Manises. stas han sido restauradas y otras
reinstaladas de nuevo, segn diseo de don Jos Mara Tevar. Jumilla, en el entorno de las calles
citadas y a lo largo y ancho de toda la ciudad hay distintas calles tituladas por pasajes de la Pasin,
como son las calles de: La Amargura, El Calvario, La Cruz, La Vernica, Mara Magdalena, entre
otras.
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Y VA
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Cada uno de los siete Dolores de la Virgen, han generado variedad iconogrfica, sin que se haya
establecido por el momento una definicin concreta acerca de las mismas. Cada autor compone su
obra de arte y la reviste de atributos, smbolos, colores y dems distintivos, segn su personal gusto
o interpretacin. As pues, no podramos dar una iconografa -sin confundir- sobre los Dolores de la
Virgen. Parece ser que en los tres dolores primeros hay mayor unanimidad ya que la Virgen es
ataviada con manto azul, simbolizando su pureza, por lo cual en otras ocasiones, como por ejemplo
la famosa Huda a Egipto de Joaquin Platinir presenta el episodio con una composicin piramidal
en la que el manto es blanqusimo y envuelve al Nio Jess, simbolizando con su resplandor la luz
de Cristo; con la forma de pirmide simboliza la certeza, la solidez y el asiento inquebrantable de la
misin redentora de Cristo. La tnica de la Virgen suele ser de color rojo para simbolizar con ella
la Pasin de Cristo. En los dolores producidos durante el Calvario, el cuarto corresponde al episodio
de la Virgen llena de lgrimas por su amargura de encontrar a su Hijo en tan insufrible situacin;
pero en esta representacin su vestimenta suele ser de tnica rosa magenta, con manto tono cian; su
corazn, a veces, va atravesado por una sola espada ya que es el primero de los dolores pasionarios,
pero a pesar de ello hay imgenes que representan a la Virgen con estos colores pero tres, cuatro, y
hasta siete espadas atravesando su corazn; hay pues una distorsin continua entre el discurso
histrico y el escultrico. Parece ser que se va perfilando el representar a la Virgen Dolorosa con
los colores ya sealados y un solo pual; mientras que, representada como Soledad, se la viste de
negro, pues ya ha muerto su Hijo, y se le atraviesa el corazn con siete espadas. Las manos, como
Virgen Dolorosa, las lleva suplicantes, como corresponde a su peticin de clemencia para el
sufrimiento del Hijo, mientras que como Virgen de la Soledad, las manos son orantes porque reza y
llora por la muerte del Hijo; por eso viste de negro, por eso es La Soledad. La corona suele ser de
estrellas y suele llevar doce. Sobre la imagen de la Dolorosa, o el Primer Dolor, en la Historia del
Arte ha sido muy divulgada la iconografa que creara Gaspar Becerra, escultor de Cmara de Felipe
II, que al venir a Espaa su tercera esposa Doa Isabel de la Paz, mand al clebre escultor que
labrase una imagen de Nuestra Seora de La Soledad a semejanza de otra que ella haba trado de
Francia pintada en un cuadro. Terminada esta obra, la Condesa viuda de Urea, camarera mayor de
la Reina, don un traje propio que consista en basquia blanca y manto negro. (Son numerosas las
fuentes que repiten esta explicacin. Figura en varios Museos, por ejemplo en el de Escultura de
Valladolid ante una Dolorosa de Gregorio Fernndez. As lo expone tambin don Miguel cija en la
revista de Semana Santa de Cehegn del ao 1997. Y el peridico El Eco de Orihuela dedicado a
la Semana Santa en el ao 1910, pg. 4) Esto hizo que la Virgen de la Pasin no vistiera con
modelo hebreo sino en principio vistiera el de origen austriaco y despus el castellano. Lo del
manto negro y bascua blanca no sabemos si fue premeditado o circunstancial del estado de viudez
de la donante. Al margen de esta historia, lo coherente es pensar que se le vista de color, o de luto,
segn el episodio representado. Salzillo, a su famosa Dolorosa la viste con el atuendo clsico que
corresponde al que lleva tnica en tono rosa y manto en tono azul; aparte la adereza con detalles de
dama dieciochesca murciana como es la camisa interior o la blonda de sus encajes que adorna la
pechera del vestido y en ocasiones le cubre la cabeza bajo el propio manto. En verdad que
atenindonos a las advocaciones pasionarias de Primer Dolor, Dolorosa, Virgen de los Dolores,
Angustias, Piedad, o Caridad, en ellas debiera de ser vestida la Virgen con basquia roja y manto
azul ya que acompaa a su Hijo o lo tiene en su halda recin descendido de la Cruz. Pero como
Virgen de la Soledad que desfila en el Santo Entierro, debiera ir vestida con los colores de luto,
blanco y negro, y con las siete espadas en su corazn, pues no cabe mayor dolor, ni mayor Soledad.
Hemos de decir que estos modelos son casi siempre respetados.
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Este nmero correspondiente a la revista AZARBE, tuvo una tirada de 200 ejemplares,
numerados del 1 al 200, para suscriptores y 50, sin numerar, para la venta. La que hemos consultado
es ejemplar sin numerar y se encuentra, sta y todas las publicadas, en el Archivo Municipal de
Murcia. Es una revista creada por Jaime Campmany, Juan Garca Abelln, Salvador Jimnez y Jos
Manuel Dez. El presente nmero 12 (1948) est dedicado ntegramente al Va Crucis que
redactaron diversos escritores y poetas, e ilustraron otros tantos pintores. Las lminas estn en
blanco y negro.
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AZARBE aparece como revista potica y literaria y se publica en Murcia entre 1946 y 1948.
Constituy la ms significativa empresa literaria de los aos cuarenta en Murcia. Dio a luz quince
entregas, denominacin dada a los nmeros de la publicacin, que bien poda contener
colaboraciones de varios escritores reunidos en torno a un determinado asunto o bien podan editar
un libro completo de uno de los escritores del grupo. (Dez de Revenga, Fco. Javier. LAS
CLARAS, pg. 18. Murcia, Julio 2003).
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El murcianista D. Pedro Daz Cassou dice en su libro: Pasionaria Murciana, pg. 2, que el
hombre padece dos muertes, la natural y la del olvido; la segunda quizs ms verdadera.
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Este libro, de tamao reducido, lleva impresa una nota que transcribimos: Esta edicin se hace
en homenaje de devocin al Cristo de la Preciossima Sangre que se venera en la iglesia del Carmen
de Murcia, y el autor la ofrece a la Cofrada de la que el Cristo es titular, destinndose los ingresos
que se obtengan a beneficio de la misma. Se han impreso 50 ejemplares en papel especial,
numerados y firmados por el autor; al precio de 50 pesetas cada uno, y el resto hasta 500, en edicin
corriente, se vendern a 25 pesetas. Impreso en 1951.
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Este texto, autntico Va Crucis, es una excepcin, de ah que, pese a su existencia, digamos que
en 1948 se compuso el ltimo con carcter de obra literaria a difundir, aqu en Murcia. Estas
meditaciones son bastante particulares del autor GARCA IZQUIERDO, Carlos. El texto fue
publicado en el Dominical de La Verdad del 22 de marzo de 1978, pgs. 11-14. Tambin otros
poemarios que a continuacin expondremos son Va Crucis pero escritos de forma aislada, no
difundidos y sin carcter de continuidad ni difusin alguna.
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En Murcia uno de los momentos cumbres de la Semana Santa, a nivel emocional y plstico, es
cuando la Dolorosa de Salzillo cruza el umbral de la iglesia de Jess; lo hace justo a la hora en que
los rayos del sol naciente en Viernes Santo inciden en el vano de salida, proyectando en el rostro de
la Virgen una luz mgica que invade su rostro, potenciando al mximo su hermosura; la
sensibilidad de los presentes que viven con gozo casi mstico la aparicin de la Dolorosa encendida
por tan subyugante resplandor se emocionan, apluden, rezan y cumplen con un impulso interior que
los lleva desde muy tempranas horas a ocupar sitio preferente desde el cual vivir la experiencia en
todo su fluir espiritual.
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Son famosas las revelaciones de Santa Brda que se iniciaron en 1319, a raz de escuchar un
sermn sobre la Pasin de Cristo que la impresion mucho. Fund la Orden del Santsimo Salvador.
Santa Brgida es Mstica y Patrona de Suecia. Peregrin a Tierra Santa en 1371, falleciendo a su
regreso de dicha peregrinacin. Por orden del Concilio de Basilea, Juan de Torquemada, que fue
ms tarde cardenal, examin el libro de las revelaciones de la Santa y declar que poda ser muy til
para la instruccin de lo fieles. Benedicto XIV dijo: Aunque muchas de estas revelaciones han sido
aprobadas, se les debe el asentamiento de fe divina; el crdito que merecen es puramente humano,
sujeto al juicio de la prudencia, que es la que debe dictarnos el grado de probabilidad de que gozan
para que creamos plenamente en ellas. El libro de sus revelaciones fue publicado por primera vez
en 1492. Del Seor recibi quince oraciones, que constituyen en realidad un Va Crucis.
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Las revelaciones de Santa Brgida de Suecia dicen que la Santa haba deseado saber los latigazos
que haba recibido Cristo en su Pasin; y que cierto da se le apareci Jesucristo dicindole: Recib
en mi cuerpo cinco mil cuatrocientos ochenta latigazos le pidi que dijera durante un ao,
diariamente, quince veces el Padre Nuestro y el Ave Mara, lo que significara haber honrado cada
una de sus llagas. Este y otros episodios similares dieron lugar a las dichas quince oraciones que, a
modo de Va Crucis, forman quince meditaciones sobre la Pasin.
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Este va Crucis fue rezado por el Papa en Viernes Santo del ao 2003, ltimo que pudo rezar de
viva voz. Lo escribi en 1976 cuando era Cardenal Arzobispo de Cracovia con ocasin de los
ejercicios espirituales que predic a Pablo VI y a la Curia Romana en el Vaticano.
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La muerte de Juan Pablo II, se ha producido en el tiempo de redactar nuestra tesis en sus
captulos ltimos. Recopilar los textos lo hicimos en fechas anteriores a su muerte. Cuando
obtuvimos ste nos sentimos muy motivados a que el Va Crucis que l escribi formara parte de
este captulo. Hoy con el desenlace de su muerte nos obliga ms todava a recordarlo y a que sea su
voz la que nos conduzca durante esta breve resea.
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tiempo camin a su lado, dando muestras de que no tena nada que ver
con el condenado, con su culpa, con su condena? Cunto tiempo
anduvo as, dividido interiormente, con una barrera de indiferencia
entre l y ese Hombre que sufra? Estaba desnudo, tuve sed, estaba
preso (cf. Mt. 25. 35-36). Llevaba la cruzLa llevaste conmigo? La
has llevado conmigo verdaderamente hasta el final?
VI Estacin: La Vernica limpia su rostro. La tradicin nos habla
de la Vernica. Quiz ella completa la historia del Cireneo. Porque lo
cierto es que aunque como mujer, no cargara fsicamente con la cruz
y no se la obligara a ello- llev sin duda esta cruz con Jess; la llev
como poda, como en aquel momento era posible hacerlo y como le
dictaba su corazn, limpindole el rostro. Este detalle, referido por la
tradicin parece fcil de explicar en el lienzo con el que sec su rostro
y han quedado impresos los rasgos de Cristo. Puesto que estaba todo
l cubierto de sudor y sangre. Pero el sentido de este hecho puede ser
interpretado tambin de otro modo, si se considera a la luz del sermn
escatolgico de Cristo. Son muchos, indudablemente, que preguntan:
Seor, Cundo hemos hecho todo esto? y Jess responder:
Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a
m me lo hicisteis (Mt. 25,40). El Salvador, en efecto, imprima su
imagen sobre todo acto de caridad, como sobre el lienzo de Vernica.
Fuera de referencias al texto de Juan Pablo II, exponemos, de
forma general, que no todas las estaciones o va crucis estn inspirados
en los Evangelios cannicos; las hay inspirados en los Evangelios
Apcrifos Acta de Pilatos o Evangelio de Nicodemo. Tambin los
hay creados por la tradicin popular. Los Va Crucis de base cannica
se basan en los siguientes salmos evanglicos:
Primera, Mt 27,1-31; Mc 15, 120; Lc 23,1-25.
Segunda, Jn 19,17.
Quinta, Mt 27,32; Mc 15,21; Lc 23,26
Octava, Lc 23,27-32
Dcima, Mt 27,35; Mc 15,24; Lc 23,34
Undcima, Mt 27,25; Mc 15,24; Lc 233
Duodcima, Mt 27,50-51; Mc 15,37; Lc 23,46; Jn 19,30-33
Dcimo tercera, Mt 27,57-59; Mc 15,42-45; Lc 23,50-53
Dcimo cuarta, Mt 27,55-61; Mc 15,42-45 Lc 23,50-53
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Cristo de la
Sangre
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y gimen aldabones
en festivo silencio,
mientras, en el pasado,
crecidos aparecen
los das numerales
de otras generaciones,
manteniendo los hitos
sin olvidar las huellas,
instantes recreados
en amargura y gozo
de Calendario Santo
1980. Carmen Conde. Murcia.
Afrontadla aunque hiera,
no desoigis el mandato.
Cierto ser que al quitarla
un mundo de gusanos precipite
su invasin en la luz.
Alguien
dejar sus vendas sucias.
Alguien
las pisar en el suelo, manchndolo.
Apartada la piedra, l, el hombre
hermtico prorrumpir.
Aunque palabras digan
no podr o no querr, contestarlas:
silencio macizo en su boca
masticar el hombre.
Retroceden atnitos
aceptado el prodigio
qu milagros no saben anentre la verdad y la nada
ven solamente la piedra:
la que movi el tan fcil
empujn de una mano.
Mantener la esperanza fue gloria
ms que sobrehumana. Aquel hombre
muerto estuvo tres das, slo era
de voraces gusanos el haz.
Pronunciado el mandato solemne
piedra y hombre saltaron
de los oscuro e inmvil a radiante luz
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CAPTULO VIII
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8.0.- INTRODUCCIN
Los Sermones sobre religin, como puede ser apreciado por todos,
no son gnero literario de mucha difusin en la actualidad, ya que han
quedado reducidos en las iglesias a contadas festividades o
celebraciones. En el desarrollo de la litrgica el sermn podemos decir
en un argot coloquial que ya no se lleva aun cuando su contenido es
esencial para instruir en las verdades del evangelio y sobre actitudes
moralizantes.
Lo habitual es que forme parte en ceremonias en honor expreso a
una advocacin o devocin particular, o con motivo de un
acontecimiento conmemorativo, constituyendo a su vez una loa del
personaje o hecho exaltado. Suele ser extenso e insistente en la idea
central, que en el caso de los sermones cuaresmales, es la Pasin de
Cristo. Estas caractersticas de insistencia posiblemente sea lo que lo
haya replegado a segundo plano, siendo la homila, ms breve y de
contenidos ms generalizados, la que se realiza en todos los actos
eclesiales en general, por resultar ms afn con las actitudes religiosas
de los fieles en estos tiempos.
Quizs la homila, aun cuando sigue siendo un sermn -basta con
consultar el diccionario y ver la definicin de ambos trminos-, es
valorada como ms consecuente a los esquemas socioculturales
presentes, pues, aun cuando sermn y homila vengan a ser lo mismo,
la homila est despojada, conceptualmente, de la trascendencia y
solemnidad del sermn. Hoy en da que lo funcional se impone en
todo, hace que est ms de moda la homila.
El Sermn, que posiblemente se centre ms en valores teolgicos,
de lo que no cabe duda es que ha sido crtico con la sociedad y gua
para la conducta de los cristianos, caracterstica perenne en todos ellos
y en todos los tiempos683.
La misin del orador ha sido, sobre todo, explicar los dogmas
cristianos, los grandes preceptos de la Iglesia, y crear en los cristianos
conciencia de su conducta religiosa, as como propsito de enmienda
ante los actos constitutivos de ofensa a Dios. Por ello, el Sermn, es
censor, es la voz de la Iglesia y de la conciencia de los fieles
683
El Nacional Catolicismo tuvo un gran apogeo durante la etapa gubernamental del General
Franco. Adems del discurso del clero secular y regular, hubo un grupo de laicos, intelectuales de
mucho prestigio que se autodefinan como charlistas y recorrieron Espaa e Hispanoamrica
haciendo una labor de apostolado a travs de sus charlas, fiel reflejo de los sermones eclesiales.
680
La cita de estos Santos la hacemos por ser ascetas natos, ya que la diferencia entre asceta y
anacoreta es significativa. El asceta haca una vida contemplativa, pero sin renunciar a una
actividad religiosa social que les impona tener contacto con el mundo, escribir y divulgar sus
escritos y realizar cuanto estuviera en sus manos una vida de apostolado. El anacoreta se retiraba
del mundo y no tena contacto con l; su vida estaba dedicada en exclusiva a la oracin y la
contemplacin de la naturaleza como obra de Dios.
681
Ciertamente los Dominicos ya haban realizado una gran tarea en este sentido; recordemos que
San Vicente Ferrer a primeros del siglo XV recorri nuestros pueblos con su compaa compuesta
por adultos, e incluso nios, que se mortificaban durante la procesin ritual que celebraban desde la
primera noche de llegada a esos distintos pueblos o villas.
686
Martn Lutero trat de introducir en la sociedad la doctrina de que la salvacin era posible, slo
por la fe, prescindiendo de las obras. A este revolucionario pensamiento lleg tras profunda lectura
de la Biblia, y la clave la encontr en la epstola de San Pablo a los Romanos El justo se salva por
la fe (1, 17). Partiendo de este concepto expuso su doctrina en 1517 estructurada en 95 tesis; en
ellas niega la autoridad del Papa, la jerarqua, el culto de los santos, el purgatorio y la misa. La
Iglesia, para defenderse de esta oposicin, celebr el Concilio de Trento en el que se disearon las
frmulas eclesiales para clarificar y defenderse de los postulados de Lutero.
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Padre GONZALO COLOMA, S.J. Tomo X. 2 edicin. Pg. 151. Bilbao, 1933. Sermones sobre
la Cruz de Jesucristo (En la nota 1 de este libro se dice que estos sermones debieron formar parte
de algn novenario de Jess Nazareno, predicado por el autor en Sevilla).
688
GUARDIOLA RUEDA, Manuel. Sermones para la Novena de Los Dolores de Mara Santsima.
Segunda edicin. Imprenta de San Pantalen Aznar. Carrera de San Jernimo, Ao de 1796.
Madrid, Biblioteca Nacional, 3-22015. Madrid, Archivo Municipal, 9-H-8. (La copia que obra en
nuestro poder nos ha sido facilitada de los Fondos Antiguos del Instituto Teolgico, Franciscano, de
Murcia). (Otra obra de este Autor es: El Iris de Moratalla. Oracin Panegyrica de SS Christo del
Rayo, Patrn de la Villa de Moratalla. Murcia. Felipe Teruel, 1769). Tambin escribi, Misin y
Cuarema Dolorosa (1782) Exhortaciones para los das de la octava de la Inmaculada Concepcin
(Madrid Archivo Histrico Nacional. Consejos. Leg. 5554 (7).
683
El abad Suger es el creador de la expresin Dios es luz cuya idea y simbolismo desarroll en la
arquitectura de la iglesia de la Abada de Saint Denis, considerada como arquitectura teolgica.
Suger se inspir en los escritos del Santo Patrn Dionisio el Areopagita, llamado tambin el Seudo
Dionisio, que es el autor de una importante obra titulada Teologa Mstica. Fue el primer autor en
estructurar tanto lo sagrado como lo eclesial, en su famosa obra: De la jerarqua celeste-De la
jerarqua eclesistica. El tema de Dios es luz, y de la obra del abad Suger puede ser estudiado en
DUBY, Geroges, autor de, La poca de las Catedrales: Arte y Sociedad, 980-1420, pgnas 83-130.
Ctedra, Madrid 1976
684
El Novenario queda muy complementado tanto por las numerosas citas de Autores de la
Antigedad, Padres de la Iglesia y autores contemporneos. En la parte final del libro se publican
unas meditaciones particulares sobre cinco Dolores de la Virgen escritas en verso, dcimas cuyo
enunciado dice: Advertencia: Indice de las cosas ms notables. En este curioso ndice y en la
letra b se expone lo siguiente: Bailes. Quan malditos sean. En ellos se comenten muchos
pecados. Visin de un siervo de Dios acerca de los Bayles. Los que baylan se burlan de Christo,
y de los Dolores de su Madre. Traspasan los pies, y manos de Christo, As lo dixo el Demonio. En
la c expone: Quan malas sean, segn los Santos Padres, y Doctores. Cuantos males se siguen a
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los que a ellas asisten. Son ilcitas, y pecaminosas. Son invencin del Demonio. Abominables a
Dios, y gustosas a los Diablos. El Demonio fue visto ir abrazando a los que salan de una comedia.
Hacen ms mal que una nube de piedra..
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PADRE GONZALO COLOMA. S.J. Sermones Varios (Tomo X. Las Siete Palabras. 2. Edicin.
Administracin de El mensajero del Corazn de Jess Bilbao 1934)
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El padre Luis coloma (1863-1915), tambin jesuita, estuvo destinado en Murcia, dedicndose a
labores educativas. Es autor de la famosa novela Pqueeces, y sus sermones fueron comentados y
escuchados.
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CAPTULO IX
CONCLUSIONES
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Consideramos que hay que aprender de los Maestros de la Escultura su sentimiento emocional y
espiritual al esculpirlas recordemos lo que haca Salzillo, y antes que l, Gregorio Fernndez- lo
dems, se le dar al buen escultor por aadidura.
698
Rito, Msica y Escena en Semana Santa. VV AA, Direccin de D. Demetrio Enrique Brisset
(Universidad de Mlaga). Coordinacin y supervisin: Norberto A. Albaladejo Imbernn. Obra que
ha sido realizada por el Centro de Estudios y Actividades Culturales de la Consejera de Educacin
y Cultura de la Comunidad Autnoma de Madrid. Imprenta de la Comunidad de Madrid, 1994. En
esta obra han sido recopilados los actos ms singulares de la Semana Santa de cada ciudad o pueblo.
702
captulo III por Juan Bernal Prez. (1929) y por Pascuala Morote
Magn (1991).
Sobre la liturgia pasionaria est la cannica, diferenciada de la
popular, pues mientras una es idntica en toda la cristiandad catlica y
apostlica, la otra vara en cada lugar. Ambas conforman la Semana
Santa pero, en este caso, la popular est mucho ms arraigada y mueve
un mayor y variado volumen cultural y humano.
Se puede decir que el auge de esta rememoracin pasionaria es
fruto de las asociaciones religiosas laicas y de la liturgia generada por
ellas, antes que por la emitida desde la Iglesia, pues pensarlo as- nos
lo ha proporcionado -entre otras razones- el espectculo de ver que las
calles estn abarrotadas de gentes que hacen seguimiento extrovertido
de los desfiles procesionales, mientras que las iglesias estn poco
asistidas de gentes en general y de jvenes en particular.
Un pilar importantsimo que sostiene la Semana Santa, e
incluso le imprime auge, es precisamente la juventud masculina que
cada ao se va incorporando al colectivo nazareno. Aqu en este punto
hemos llegado a la conclusin de que el motor vertebral del apostolado
de esa religiosidad semanasantera y nazarena es, desde siempre, la
mujer, aunque la accin externa la ejecuten en la mayora de los
casos- los hombres desde antes, ahora y, posiblemente despus.
Las mujeres son el vehculo que ha recorrido el tiempo y el
espacio llevando las devociones a cada generacin, a la meta del
tiempo, al escenario de ese teatro ntimo, escatolgico, en el que todos
somos actores. Sin las madres, sin las abuelas, sin las esposas, sin todas
las mujeres la Semana Santa no sera la fiesta honda y vital que es;
liturgia sta muy a tener en cuenta.
En las Cofradas de Semana Santa las mujeres son artfices del
esplendor y brillantez plstica que conforman cada procesin de las
que oganizan, a las que convierten en autntics Autos de Pasin.
Hemos de reflexionar que procesiones litrgicas la Iglesia slo realiza
la de Las Palmas en Domingo de Ramos y la del Santo Entierro; el
resto de procesiones son invencin de la religiosidad popular
proyectada y encauzada a travs de las cofradas pasionarias.
La Semana Santa como fiesta conmemorativa de la Pasin,
Muerte y Resurreccin de Jesucristo ya se en la Iglesia perfectamente
organizada en el siglo V, destacando en estos comienzos los signos
703
Repetidas veces a lo largo del captulo II se ha dado este dato. Para poderlo ampliar puede ser
consultado el tomo segundo de Historia de la Liturgia de M. Righetti, desde la pgina 753 Liturgia
cuaresmal hasta la 769. En el evangelio de Mt. 11,21, se alude al tema de los encenizados. En
Almanaque de curiosidades histricas, pg. 117, queda expuesto que, Los penitenciados
confesaban sus culpas a los sacerdotes, y estos despus de orlos les vestan un saco o silicio,
cubran sus cabezas de ceniza y los rociaban con agua bendita. Luego, postrados en tierra cantaban
los salmos penitenciales delante de ellos y al fin, a estos penitentes, los arrojaban descalzos del
templo con el palo de la cruz, dndoles a entender que con ese tratamiento dado, se imitaba la
justicia divina, que para castigar la desobediencia de nuestros primeros padres, los ech del
Paraso.
700
Durante el Gobierno de Carlos III se potenci mucho la Artesana a nivel industrial y particular,
pues, precisamente, se intentaba hacer de ella fuente de creacin artstica y, sobre todo, entre las
clases pobres desviar su atencin hacia estas labores, alejndolos de los fanatismos religiosos,
segn la mentalidad de esa poca. Campomanes, por encargo de Carlos III, escribi: Discursos
sobre la Educacin popular de los Artesanos. Tambin por encargo del mismo Rey, Antonio Poz,
escribi en dieciocho volmenes, Viaje por Espaa, estructurando dicho texto en el gnero
epistolar, tan desarrollado entre los ilustrados. Esta obra incluye una catalogacin de Monumentos
en el cual al hablar de la escultura pasionaria arremete contra ella de forma destructiva. La
religiosidad popular se identificaba mucho con la expresividad del barroco, con la exteriorizacin de
los sentimientos y con la exaltacin de todo estado de nimo. La devocin se viva desde esos
parmetros, contrarios a los que defenda el Gobierno Ilustrado, tanto eclesial como poltico,
704
705
Los valores simblicos de los gasterpodos son muy llamativos; entre ellos el caracol es smbolo
de la resurreccin del Seor, y las conchas bivalvas simbolizan las dos partes determinantes del
hombre, su alma y su cuerpo.
703
El pasaje del lago Tiberades lo narra Juan, 6, 2-14. El pasaje de La cena de Emas, Lucas.
24.13-33. Sobre el significado de fiesta, celebracin y el banquete de la misma, BERNAL
LLORENTE, Jos Manuel, en su libro Celebrar un reto apasionante pg. 13-28, habla de ello
desde su personal visin que en este caso es partir de los hechos cotidianos de celebraciones
familiares, as como de los estatales para, como conclusin, analizar la celebracin eucarstica.
706
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El tema de las tradiciones es tan vital que la propia UNESCO envi a los pases miembros
propuestas para que presentaran candidaturas de aquellas tradiciones y manifestaciones culturales
que merecan ser reconocidas como PATRIMONIO ORAL E INMATERIAL DE LA
HUMANIDAD. Con esta iniciativa se haba potenciado la expresin de religiosidad popular,
destacadsima artfice de esas tradiciones queridas, smbolo de una entraable y sabia cultura
centenaria, ya que las procesiones de Semana Santa son un gran exponente de todo ello.
705
Por lo delicado del tema no debemos dar nombres ni de pasos, ni de pueblos, ni de autores; pero
si observamos algunos de los que desfilan en Semana Santa, en varios pueblos, comprobamos que
los cuerpos desnudos y los rostros doloridos tradicionales de Cristo crucificado, distan mucho de
transmitir esa espiritualidad sublime que ha hecho famosos a otras imgenes de Cristo en siglos
anteriores. En alas de un realismo pleno se esculpen rostros muy perfectos pero sin un estudio
psicolgico, que es precisamente lo que les da vida. El Arte es tal, por su expresin, y lo del
realismo o las proporciones, los colores, los atuendos, etc, el buen arte los cuida, los mima, los pule,
pero a partir de los logros psquicos de los rostros, de las actitudes de la imagen, del mensaje que
predica.
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El Diccionario de la Lengua matiza que imaginero es la persona que esculpe o talla figuras
religiosas. Suelen ser autodidactas los autores de la mejor imaginera de nuestras procesiones; han
aprendido el oficio en el taller de un Maestro. Esto les confiere una escuela particular en la que
saben lo suficiente para desarrollar la parte tctica, pero sin embargo suelen saber mucho de arte
religioso y, normalmente, son personas creyentes y asiduas de ceremoniales religiosos porque
asisten a ellos, adems, como si de centros acadmicos se tratara. La escultura y el canto religioso,
la msica sacra o pasionaria, son artes que se enmarcan en un tronco genrico pero que requieren
ser tratados con actitudes y frmulas muy especficas tanto personales como culturales.
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Exponemos este hecho en presente pero recordemos que en Lorca en 1905 ya se hablaba de la
necesidad de celebrar las procesiones porque reciban a muchos forasteros a presenciarlas, lo cual
reportaba dividendos, situacin que ante el mal momento econmico de la ciudad era un factor a
tener muy en cuenta. Tambin sealbamos la llegada a Murcia del tren botijo que transportaba a
personalidades de Madrid para presenciar las procesiones, valorndose este hecho como un auge del
turismo hacia Murcia, y que llevaba a las autoridades a darle tratamiento casi oficial, pues era
recibido por personalidades y ofrecerlo en la prensa como gran acontecimiento.
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CEPEDA CELDRN, Vicente, escribe en la revista TIARA editada por la Agrupacin de San
Pedro Apstol (Californios) de Cartagena, Semana Santa 2003, pg.12, un artculo titulado El
componente humano en el que dice: Pues observando el ilusionado trasiego de estas fechas no
puedo sino entender que continuamos en un mundo donde la integridad, la virtud y la nobleza,
siguen siendo actos positivos. En definitiva que, pese a actuaciones contradictorias, en las
personas prevalece el respeto por los actos de Semana Santa.
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En el captulo II, se resean las procesiones, atuendos de cada pueblo. Sobre el perfeccionismo
aludido, en la revista TIARA 2003, pg, 18, ESPINOSA PREZ, Pedro Jos, es autor del texto
Los fundadores de San Pedro: destajistas de jarcias y calafates del Arsenal de Cartagena.
Explica el origen de estos pocos usuales trminos especficos del oficio desarrollado en las
Maestranzas del Arsenal. Es admirable cmo el oficio imprime carcter y ello queda patente en esa
marcialidad, disciplina y perfeccionismo de los cofrades de San Pedro de Cartagena.
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Esta actitud es conocida desde siempre y se produce en todas las cofradas y hermandades; basta
un solo ejemplo concentrado en determinados prrafos de las Constituciones de la Cofrada de
Nuestro Padre Jess Nazareno, en su libro de idntico ttulo, de 1979, pg. 10 y 12, referidos a sus
primeros tiempos dicen: Era costumbre la de disputar del seno de los Gremios o Hermandades, a
algunos individuos encargados de ordenar las manifestaciones de aquellos, encargndolos de
recoger las limosnas para su sostenimiento y para ejecutar los acuerdos adoptados nombrndoles
Mayordomos.. Por numerosas razones, cuyo pormenor no hace al caso, venan en el desarrollo
del cargo de Mayordomos, desde los ltimos tiempos, personas de alcurnia y linaje de la Ciudad
que, liberalmente, atendan a los gastos para impedir que la Cofrada desapareciera Como
curiosidad para entender la dedicacin de los Mayordomos y su arraigo en la estructura de las
cofradas, as como el costo econmico que asumen al aceptar el cargo, ofrecemos dos nuevos
prrafos que dejan claro que dedican muchas horas cada ao al buen funcionamiento de la cofrada
y el costo econmico aportado: Estos Mayordomos, pues, dejaron de ser elegidos peridicamente y
se convirtieron en una clase permanente dentro de la Cofrada y responsables de su gobierno y
desarrollo, conservando a su vez, las aejas tradiciones que, por su intermedio pasaron de padres a
hijos (Artculo 45): Adems de la limosna de entrada y de la cuota anual, ser tambin de
particular obligacin de los Mayodormos el cubrir a prorrateo o partes iguales, entre todos los
existentes, el dficit en el que, por circunstancias extraordinarias o imprevistas, el captulo de gastos
excediese al de los ingresos, o cualesquiera otra derrama o pago que el Cabildo acordara a propuesta
de la Junta Particular. En cuanto a los Mayordomos menores de edad, las cantidades que stos
hayan de satisfacer, en su caso, por uno u otro concepto, sern abonadas por sus padres o tutores.
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CAMPMANY, Jaime, publica un artculo NAZARENOS pg. 19, Murcia 2003, titulado:
Aleluya por las mayordomas del que ofrecemos unos prrafos: A ver, que alguien haga sonar en
el rgano de la catedral un aleluya gregoriana para acabar con este destierro que sufren las mujeres
desde los aos fundacionales, apartadas de la orden mayor de nuestra Cofrada. Ha sido una
discriminacin injusta y prolongada Si tenemos en cuanta la larga historia de exclusiones de la
mujer y de exclusividades rectoras en beneficio del varn, este paso que ha dado la Cofrada de
Jess aparece como una anticipacin. Por eso, otra vez, aleluya. Mayordomo quiere decir el
mayor de la casa. Hasta hoy, el mayor de nuestra casa poda ser un muchacho, un nio, incluso un
mamoncillo recin llegado al valle de lgrimas, pero no una mujer. En el diccionario ltimo de La
Academia, la primera acepcin de mayordoma la define como mujer del mayordomo.
Recordamos que, La Cofrada de la Preciosisima Sangre, al ao siguiente aprob en sus
constituciones el poder ser mayordoma una mujer. Es algo que ya est incorporado a la mayora de
las cofradas pasionarias, alcanzando con ello la normalidad y la no discriminacin, pues el resto de
las que todava no lo han hecho ser ms por obstculos burocrticos que por actitud de la junta.
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RUBIO JIMNEZ, Jess, en el artculo que edita en MURGETANA, n. 105, pgs. 93-100,
acerca del publicado en 1900 por PARDO BAZN, Emilia, titulado Por tierras de Levante
expone que en la revista LETRAS DE MOLDE publicada en Madrid entre enero y marzo de
1900, convivieron en ella autores como, la ya nombrada, Blanca de los Ros, Leopoldo Alas
Clarn, Serafn y Joaqun lvarez Quintero, Victor Balaguer, Jacinto Benavente, Eusebio Blasco,
Vicente Blasco Ibez, Javier de Burgos, Juan Antonio Cabestany, Joaqun Dicenta, Jos
Echegaray, E. Ferrari, Ely Garca de Quevedo, Vicente Lamprez, Jos de Laugi, Jos Lpez
Silva, Federico Oliver, Manuel Palacio, Ceferino Palencia, Antonio Palomero, Jos Mara de
Poereda, Jacinto Octavio Picn, Jos Ponsa, entre otros varios. (pg. 93).
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Un ejemplo lo ofrece el libro de PINEDA NOVO, Daniel, titulado: La Semana Santa de Sevilla
en la Generacin del 27. (Ayuntamiento de Sevilla.2002). Bsicamente este libro desarrolla el
encuentro de la mayora de los escritores de dicha Generacin que se renen en Sevilla
precisamente para vivir, in situ, el espritu de las procesiones de Semana Santa en Santa y analizan
la devocin cofradiera y la incursin que estas devociones proyectan en la vida cotidiana de los
afectados y en las creaciones literarias. Entre los protagonistas tratados en el libro estn: entre los
Poetas andaluces, Lorca y Alberti. Poetas afincados en Sevilla, Pedro Salinas y Jorge Guilln.
Poetas sevillanos: Luis Cernuda y Fernando Villaln. Como prosistas figuran Manuel Chaves y Jos
Mara del Rey. Incluye tambin a Jos Mara Pemn, que aun sin pertenecer por edad a dicha
Generacin, s lo es por esttica compositiva. Vamos a transcribir un prrafo de este libro que
plasma una escena de Jorge Guilln, hombre que am a Murcia y a la cual est vinculado por haber
sido profesor de nuestra Universidad. La cita dice: S, el grupo de Medioda, el grupo de la
fraternidad, sinceramente unido, vea cada ao al discurrir de los derfiles procesionales por los
lugares ms idneos, bien por la Campana, la Plaza de San Francisco o la calle de las Sierpes; por la
de Europa, la calle de la Feria o en sus propios barrios, bien en rincones apartados y silenciosos,
donde gozaban sus almas con el arranque jondo de una autntica saeta por seguiriya o por ton. A
veces, les acompaaba el maestro Jorge Guilln que llor visiblemente ante la Virgen de la
Macarena. (Daniel Pineda Novo. La Semana Santa de Sevilla en la Generacin del 27. (Distrito de
Triana Los Remedios. Ayuntamiento de Sevilla. 2002). Es este un libro muy bien hilvanado, con
una excelente aportacin de obras de los protagonistas, de manifiesto lenguaje literario y de una
clara exposicin del espritu de la Generacin del 27, en este intento que desarrollaron por analizar
fenmenos sociales y culturales a travs de la Semana Santa de Sevilla.
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Estas fechas ofrecidas acerca de las Constituciones de estas dos Cofradas cuentan con personas
que las discuten, pues ambas se esfuerzan por patentar ser las primeras en emitirlas. Son datos que
en nuestro trabajo no alteran el contenido global, de ah que no entramos en artculos de las mismas
explicativos de las citadas costumbres, y mucho menos en polmicas que hoy en da estn, en el
fonfo, superadas.
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PO TEJERA, Jos, en el Diario de Murcia, 9 de abril de 1898, pg. 1, trata en una exaltada
crnica titulada Aniversario. Procesin de los Salzillos, dando una visin de la misma y relatando
comportamientos curisosos En ese ao precisamente esta procesin era presenciada por don
Marcelino Menndez Pelayo. El escritor lo expone as Y decimos que nuestra procesin ha tenido
esta dicha, porque si, es de esperar, ha logrado llenar el ojo del sabio publicista, seguramente que
habr de consagrarle algn elogio con el cual no pueda competir ningunos de los que hasta hoy
conocemos, un elogio digno de tal objeto y de tal pluma. Y el seor Menndez Pelayo, que es ya
una gloria nacional, podr muy bien por este medio conseguir tambin el mismo galardn para
nuestro tambin eminente escultor Salzillo, quien no obstante sus indisputables mritos de superior
calidad, todava no es ms que una gloria murciana, por causa nicamente de no ser an conocidas
de la mayora de los espaoles, sus admirables y preciosas producciones. Este lenguaje de respeto
y reconocimiento hacia Salzillo y hacia Mendndez Pidal demuestra esa admiracin convencida, y
esa aceptacin de piramidal superioridad, por parte de articulista. Hemos de decir que Po Tejera
era un escritor y periodista muy reconocido en Murcia. Muri en 1902, slo cuatro aos despus de
escribir esta crnica.
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En Jumilla, en el libro de Semana Santa de 1943, se inicia con el siguiente titular: Meditacin
en la Semana Santa: UNA DOCTRINA FALANGISTA. (El subrayado y las maysculas son
literales); el dicho texto termina as: VIVA FRANCO! VIVA ESPAA! El Jefe Local del
Movimiento. Uno de los prrafos explica la situacin de la siguiente manera: !Salve, oh Cristo,
Redentor y Maestro!, que por tu senda hemos recobrado a Espaa convertida en falanges azules de
sangre moza. Salve, oh Patria querida, que ya endulzas nuestra fiebre y enjugas nuestro llanto
porque tu regazo materno nos cobija!.... Al pie de la Cruz que sobre la cima est clavada iremos a
rezar diariamente, ungidos al yugo del sacrificio y a las flechas del amor que son norma y smbolo
de nuestra era. Que el Hroe ha sido ya coronado con laureles de victoria entre las palmas que
portan los ngeles y nuestro Caudillo nos conduce hacia la totalidad del triunfo
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teniendo como tema la Pasin, son de carcter laico. Esta es quizs una
de las caractersticas importantes en los cambios apreciados entre la
Semana Santa de hace medio siglo y la actual.
IV
El teatro es una constante histrica e intrnseca al hombre. Don
Manuel Esteban Albert, ya expona en su pregn de Semana Santa de
Archena en el ao 1994 que, La vida es teatro y que todos somos
actores, y que el teatro ha servido para representar las ms bsicas
ideas y pasiones humanas. Tomando como base este axioma, para
teorizarlo se establece un preteatro pasionario, sin texto, cercano a la
remota jerigonza717 que con ese trmino se expresaba la accin de
aqul que representaba una escena complicada a base de movimientos
exagerados, sincronizados. A Cristo se le humill de distintas formas y
en ese teatro que representa las ms bsicas ideas y pasiones humanas,
cabe situar el representar la Pasin de este modo, que se ajusta ms a
escenifarlo con gestos que con palabras, ya que sas haba que
escribirlas. El tiempo y la creatividad han ido dando forma a estas
representaciones hasta convertirlas en excenas ms intelectualizadas.
Es lamentable que slo se cuente con unos pocos textos sobre
Autos de Pasin y que al limitar el tema a los de raigambre murciana
todava ha sido ms reducido el nmero de ejemplares reseados.
En contraposicin, Pregones de Semana Santa se han escrito
tantos en nuestra regin que sera complicado reunirlos todos. Un
trabajo sobre Poesas pasionarias sera necesario un volumen de varios
cientos de pginas para acoger parte de ellas; artculos, crnicas y
ensayos, tambin son abundantes.
Sin embargo Autos de Pasin hay pocos y pertenecen a aos
atrs; de nueva creacin no hay ninguno y los que figuran son rehechos
de textos ms antiguos y, en otros casos, Autos que datan de finales del
XIX o primeros aos del XX, a los que se les ha incorporado nuevas
escenas.
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Como nota curiosa apuntamos que la semana pasada, febrero de 2006, entrevistaron en TVE al
escritor Arturo Prez Reverte, y contest a la pregunta de por qu se lee tan poco en Espaa? Que
eso no es verdad, que lo dicen personas no enteradas del asunto, que en Espaa se lee bien y mucho.
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La variedad en los pregones de Semana Santa es infinita. Los retazos literarios bellsimos, surgen
por doquier. Vamos a ofrecer un prrafo del pregn ledo en Valladolid el ao 1963 por don Blas
Piar: La procesin no es otra cosa dicen los canonistas, que un desfile del clero y de los fieles,
con fin de alabanza de expiacin o impretatorio, cerca de Dios, de la Virgen y de los Santos. Y
dentro de esta definicin amplia que comprende todas las Procesiones se encuentras las Procesiones
de nuestra Semana Mayor. Largas trompetas de plata, tnicas de seda, cirios y un hormigueo de
estrellas festoneando el camino, como las define entre nosotros Manuel Machado. De la misma
ciudad, ao 1965, fue pregonero Gaspar Gmez de la Serna del que recogemos esta frase: Por eso
poda decir Po XII, hablando de Fray ngelico, pero refirindose al artista en general, que cuando
este adopta como tema, contenido y finalidad de su obra los que Fray ngelico escogi para su arte
es decir el tema de lo santo-, entonces se eleva a la dignidad del ministro de Dios. Precisamente
porque la obra de arte sacro se convierte en un signo de lo santo, en una llamada directa de la
atencin del hombre hacia Dios, no le es indiferente a la Iglesia la forma que esa obra revista. De
don Jos Mara Pemn, pregn de la Semana Santa de Sevilla, 1942, dice: La msica, la poesa, no
son precisas para vivir y sin embargo se conocan antes que las armas y la moneda. Y as, en el
Prtico de la Gloria de nuestro Santiago, fueron esculpidos ngeles con ms de ochenta
instrumentos de msica, mientras Espaa todava tena muy poco para vivir Por ltimo como
muestra de esa gran variedad y belleza al expresar conocimientos y sentimientos el pregonero,
elegimos a nuestro pintor lorquino Manuel Muoz Barbern, que pregon la Semana Santa de
Jumilla el ao 1985: El Prendimiento, Qu es? Diez rollizos, veinte tablones, unas cuerdas, telas y
alfombras pobres encontradas, vosotros sabris dnde. Unos actores improvisados, que apenas
saben la medida de un verso, que ignoran las leyes o dictados de la declamatoria. Y con sla esta
pobre, sencilla preparacin, el ambiente del atardecer impregna, de pronto, de toda la gracia de un
antiguo Lope de Rueda que saba poner en sus toscos y sencillos montajes.
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Eugenio DOrs deca que el mejor cicerone era el mudo porque cuando te mostraba el
monumento no hablaba. Estas capillas son as, mudas y un cmulo de datos para saber cmo eran
nuestros mayores y cmo eran los pueblos. Los pasajes representados suelen ser de aspecto ingenuo
y su estilo artstico es popular en la mayora de los casos. En estos tiempos, si un Va Crucis
pblico fuera instalado, se requerira a los pintores y grabadores ms famosos, pues la calidad de lo
realizado empezara a partir de la fama del autor y de las cantidades abonadas por tal trabajo. En
este sentido el arte religioso popular ha perdido mucho de su encanto entre otras razones porque ya
casi ni existe.
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749
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Atado a la columna, Medina de Campo 1993
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1981
Tabarra (Albacete)
50 ANIVERSARIO DEL CRISTO DE LA COLUMNA 19542004 Hermandad del Cristo de la Columna, Tabarra 2004
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