ESSER, Joseph - Principio y Norma en La Elaboración Jurisprudencial Del Derecho Privado PDF
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ESSER, Joseph - Principio y Norma en La Elaboración Jurisprudencial Del Derecho Privado PDF
PRINCIP10 Y NORMA
~EN LA ELABORACIN
JURISPRUDENCIAL
DEL DERECHO PRIVADO
CJJ'IQI
PAC'tJLDAD! DE DIIIIN
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IS. 1961
N. R. 98- 1%1
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MAX RHEINSTETN
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1NDICE GENERAL
PRtMERA PARTE
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37
52
88
SEGUND.\ PARTE
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MCUIJ)ADE DE DliEI"
llll.lOfF.CJ
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'37
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lndicc gmer.J
XI. Anlisis comparativo dd papel de los princpios m los dos sistemas juridiCOl, axiomtico y problemtico .
~I
278
CmRTA P.-\RTE
XII. Los princpios generales como base de b interpretacin creadora y de! progreso dei Derecho .
XIII. La relacin de principio y precedente en la elaboracin judicial
de los Derechos continentales .
XIV. Importancia de los principias desarrollados por la jurisprudencia
para la estabilidad y conrinuidad de! Derecho .
XV. La participacin de la ciencia dei Drrecho en d dcsarrollo de
los princpios elltralegales
309
.Ho
367
3Si
Q~.:I:-..1.-\ PARTE
XVI. El destino de los princpios antL los cambias dei Dcrccho nacional.
XVII. Situacin de los princpios cn cl cspacio dejado entre los diversos ordenamientos jurdicos
XVIII. Los princpios univcrsales como base de la comparacin funcional de las instituciones de Dcrccho privado
4'5
426
438
ABREVIATURAS
ABGB . . . . . . . . . . . . = Allgcmcines Brgcrlichc:s Gc:sc:tzbuch (austraco)
AcP . . . . . . . . . . . . . = Archiv fr die vilistischc: Praxis
AkDR . . . . . . . . . . . . = Akademic fr Dcutsches Rcchr
Am. Bar Ass. ] . . . . . . . = Amcrican Bar Association Joumal
Am. ]. lnr. L .......
Amcrican Joumal of Internacional Law
Am. Joum. of Comp. L .
Amcrican Journal of Comparativc: Law
Am. Jur. . . . . . . . . . .
Amcrican Jurisprudcncc:
Ann. lnst. Phil. . . . . . . = Annuairc de l'lnscitut Internacional de philosophie du droit ct de sociologic: jwidiquc
Arb. J. . . . . . . . . . . . = Arbitration joumal
Arch. Giur. . .
. . . . = Archivio giuridico
Arch. off. R. .
= Archiv des offcnclichcn Rechts
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Can. Bar R. .
Cass. . . . . . . . . .
c. c. . . .
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c. can . . . . . . . . . . . . .
Civ. . . . . . . . . . . . . .
Clunc:t . . . . . . . . . . . .
Col. L Rev .. . . . . . . .
ComeU L Q. .......
C. proc. civ. . . . . . . . .
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Cour de Cassarion
cdigo civil
codcx canoni
Couc de Cassation (sc:ction civile)
Joumal de dcoit internacional priv
Columbia Law Revicw
ComeU Law Quacrerly
Codc de procc:lurc civile (codice di proccdura
civilc)
D. . . . . . . . . .. . . . . _ Dalloz
D. H. ... ..... ....
DaUoz hebdomadairc
DJZ .. : . . . . . . . ...
Dcutsche Jurisrcnzcitung
DRW . . . . . . . . . . . . = Deutschc Rechtsl\"ssc:nschaft
DRZ . . . . . . . . . . . .. = Deutsche Rcchtszcitschrift
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GIUNF .
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A brcviaturas
Gruchot.
GrnhutsZ
Harv. L Rcv .. .
Hdwb. d. R\Viss.
lher. Jb ...
lnt. H K.
Iherings Jahrbcher
lntcrnarionale Handelskammcr
Rivisra Inrcrnazionale di Dirino Romano c Anuco
IURA . . .
JBI. . . . . .. . . . . . .
J Compolcg. and lnt. Law.
!- droit inr. .
Jur. Rdsch.
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Mlanges Hauriou .
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Nouva Riv. dir. comm ..
RabelsZ . o o ..
Nota
Rev. crit. .
Revo trimo.
Recuei) lambert
Juristische Blattcr
Journal of Comparati\oe Lcgislation and lmemaonal Law
vid. Clunet
Juristische Rundschau
Jurisriche \V ochenschrift
Jurisrenzeirung
Pri\'atrccht
Recuei! dcs Cours-Acadmic de droit internacional
Recuei( de la Cour lnrernationale de Juscice
Recuei) d'tudes sur lcs sourccs du droit en
l'honncur de F. Gny
Recuei) d'tudcs en l'honncur d'Edouard Lambcrt
Rcvuc critique de droit intcrnational
Revuc de droit intcmational et de droit
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A breviatNras
XI
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Trav. a~s. Capitant.
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CAPTULO
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.ctrLDADE DE omsrr.
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derecho, y finJlmeme princpios generales superiores que por definicin informao "todo derecho".
De todo cllo se deduce un:1 idca muy clara: no es posible dar una
contestacin unitaria a la preguma :~cerca de la narur:1lcza de estos
princpios. Antes bien. al investigar la medida cn que cales princpios
consmuyen derecho positivo, hc. tos de empezar trazando una adecuada
cxposicin de! fenmeno encero; slo cmonces podremos abordar cuestiones rales como fuemcs, obligatoriedad , reYisibilidad, etc. Pero incluso un cuadro puramente objetivo queda siempre matizado por las
ide.1s en cada caso dominantes acerca de la misin de! juez en e! proccso de elaboran dei derecho, y acerca de su relan con la masa
de normas de derecho material (rufes, reg/e;) y con los princpios que
las dirigen (principies, dircctives ). Sera, por tanto, amiciemfico enfocar
el tema a partir de una determinada doccrina nacional.
Pero la significacin que los prinpios poseen para la evolucin jurdica, sufre tambin importames cambios de una poca a otra. Hoy en
da, ni siquiera los sistemas de derecho civil codificado se dan por
sacis fechos con los prin pios sacados por inducn de los textos legales
en los que antes pareca estribar todo e! problema. Su descubrimiemo
fuc ya un gran mrito de la ciena jurdica de! pasado siglo. Hubo
un tiempo en que se consi der~ .:orno un gran adelanto una scntena
dei Tribunal Supremo alemn: 2 "Atae a la jurisprudena, y sobre todo
a la judicatura (cu~a funcin consiste en corrobor:tr los dict.1dos de
aqulla mediante una directa ntef\encin en las situaones prcticas)
el sacar a luz los prinpios que. aun sin estar concretados en una norma
general, cst:n sin embargo expresados en la ley, y aplicarlos a los casos
que la ley no menciona expresamente. pero nos viencn dados por la
vida y caen bajo aqudlos princpios".
El carcter de innovacin precursora que pose:a c.sta rcsolun no se aprecia bico hast:a que se la Ice cn rek1cin con la rubsrancia concreta de la sentencia
correspondiente. Hoy sra nos parece la cosa ms e\identc: y trl\;al. Pero en su
tiempo oblig ai Tribunal Supremo a co rrar cn consideraones de ndole fundamental acerca dd alcar:ce que podia darsc a la aplican jurisprudencial de
los princpios, frente a la auroridad dd texto legal. Cun en scrio se tomaba
e! Tribunal esta brech;~ 2bierta cn d dcrecho legislado. nos lo muestra ya el
tono ddcnsivo y e."<posrulatorio en gue se expresa: "i'\ o puede exigirse dd
z RG I. ZS.
2.2.1~,
RGZ
24,
50.
legislador que expong:~ todos los principies generales en arculos de tal clarid:~d,
que de ellos puedan deri,arse, por una simple deduccin, las consccuencias
aplicables a todos los casos especiales que caigan bajo los principies en cuesrin.
Adems, no es wnpoco misin del legislador sentar una norma esp<."Cial para
todos y cada uno de los supuestos concretos que la vida \ ' 3 presentando. Fin:~l
mente, no incumbe al legislador adivinar todas las argucias tcnicas que pueden
imaginarsc para frustrar el propsito de la ley (frente a una jurisprudenci:~ que
se aciene exclusivamente a la letra de b mism:~). At:uie ms bien a la jurisprudencia ... " (sigue la nueva dirl:ctiva citada ms arriba).
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jCunco se ha ampliado hoy. en cambio. e! horizonte de b elaborJn jurisprudenal! El presidente de! T ribun:1l Supremo Feder:1l da
por supuesto que el juez, en bs numerosas posibilidades que se le
ofrecen de crCJr derecho, adems de :1quellos "pens.1mientos jurdicos
generales" de la ley, atiende tambin a los princpios d~ un "dere.:ho
superior y previo" al escrito. Es m:s: no slo deben inspirJrle r:!les
"princpios supr~mos de univers:tl obligaroriedad'' de un "derecho \':lido para todos los tiempos", sino que aun los princpios estructur.1les
de la configuracin aparentemente tcnica y conceptual de! derecho. le
han de dar a conocer "aquellos princpios ideales )' p:mones de valor"
que constituyen la ratio dei sistema jurdico vigence.3
~Han sido realmente necesarias las conmociones de la ltima guerra
y posguerra, para que la jurisprudencia se diera cuenca de que los "meros conceptos jurdicos" y el "sistem;~" positivo no estn en situacin
de suministrar ningn criterio de \'alor aplicable a tareas no conocidas.
o no reconocidas hasta ahora? Ningn jurisconsulto experimentado ha
dejado de ver nunca que la "armadura IgicJ de la ley slo conduce
hastJ el punco ... en que surgen bs cuestiones de valor decisivas", p:1ra
las cuales "la ponderan de los imereses no es ninguna varilb mgica", si faltan los princpios a que em ponderacin debe subordinarse. 4
La culpa de tal supersticin, la tienen las escuelas. La jurisprudencia
prctica, la continental incluso, y dentro de sca b alemana, ha explorado estos problemas dei valor, a pesar de toda su "fidelid:1d a la ley".
Su conocimiemo le ha permicido sent:Jr princpios, sostenidos a despecho de la presin poltica, que en substancia, si no en la forma, signi3 WElNJt.AtWP, Ricbterrum und Rechtsfindung in Dcuuchland, conferencia (r952) 15, r6, zo, 22, 25.
WetNKAUFF
I.
c. 25, 27.
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s' 349; JW
os. 84:
12o,
ns. 3'
toria, da lugar, en iguales conRictos de imeresc:s, a soluciones coincidemes- an en ausencia de "ley" y de todo "concepto" doctrinario. En
cuanro a la subrogacin real, demostrar lo dicho en h parte comparativa,' en cuanto a1 "pensamiento" dd t6z BGB. me rcmito ai .-\BGB
austrJco, donde la ausencia de un artculo anlogo no ha impedido
que exista una jurisprudencia en el mismo senrido. 8
Ko nos dejernos, puc:s, extravi:IC por lo exterior 9 en la comprobacin dei fundamento objetivo de un principio que, emre otras cosas,
puede p venir previameme cbdo en b eleccin de un detcrmin:1do
orden:1miemo (libertad contmctual, autonoma privada), organizacin
o insritucin. 10 As, nuestto juicio sobre los criterios de \'alor que se
siguen de un sistema o de! "simple concepro de derecho", no ser tan
negati\'o como el que d horror a una estril lgica conceptual hace
emitir a una escuela conrempornea, sino que acaso aprendamos a \'3lorar la forman de conceptos : sistemas en su condicin de acervo de
principios. 11 En este sentido. "sistematismo" no es una arbittariJ construccin geomtrica, sino el en.:uadramiento necesariameme consecuente
dei individuo en su inmanente \'nculacin a determinados problemas
permanentes de un complejo problemcico igualmente determinado y
rd, como "el negocio jurdico", "la perturbacin del trfico", ''la proteccin de la confianza", "la seguricbd dd trfico", "el ricsgo de em7 Jnfra pgs. 213 ss., 462. Cf. tamb~rin DE~IOGL"E en Rc;uc Critique 30
(1901), 236, 295 346 r DAWSOS, L'njusr Enrichmcnt (19)1), I4~ 192.
8 Cf. R.EICHEL, Ge.setz und Richterspmch ( 191 s) 118, quicn remi te tambin a las sentencias correspondicntcs ai "pc:nsamiemo" dd 181 BGB; cf.
tambin REICHEL en el programa inaugural de Zurich ( 1914) r 12. Cf. tambin
el safea/ing tTMStee.
9 "Una cosa es el mtodo de disposicin, otra c! anli~is de un principio
legal; sin embargo, este ltimo es ei asunto real de h jurisprudencia", obscrvaba
BucKu:-;o ya 6o anos atrs en sus "Difficulrics of Absrract Jurisprudcncc":
6 L Q. Rev. 436 (444), y: "No habr ya unidad de principio obscurecida por
diferencias de term.inologa, sino difcrcnciacin de principio, bajo la influencia
de causa.s sociales, en cuanto a las lcyes gencrales que pueden ser institudas."
10 Esto lo ba puesto en claro por primcra vez FRJTZ VoN HrPPEL, Zur
Gesetzmassigkei_c juristcher Systcmbildung ( 193 r).
I1
a. mu rtudios: Elemenri di diritto naturale ncl pcnsiero giuridico
dogmarico, y La garanzie ddla dogmarica dei diritto ed i! cosidctto formalismo
giuridico: Nuova Riv. Dir. Comm. 5 (1952) 1 y z84. Ms dctalb infra ca-
presa", etc. 12 Tal complejo problemtico se presenta en forma sorprendentemenre afn en todos los sistemas jurdicos de una misma cultura,
y es enfocado y resuelto con medios sorprendentemente parecidos: he
ah la verdadera base de un derecho comparativo realista.
Sin embargo, este s~a, que podramos IJamar funonal, no es en
modo alguno idmico al histrico y dogmtico que ha ~s~e
cin en la estructuracin positiva de las leyes y codificaciones dei Derecho civil. A este ltimo lo !lama remos el sistema doctrinario o terico.
Los princpios de valoracin y ~e ~rden quelaprctica desarroll;:-inventa
o p~te~extraer de la ley - citemos, por ejemplo, d "principio de
la conlianza" - son sicmpre descubiertos y comprobados en ua-probkmTtica concreta, "de modo que -es el problema, y no el "sistema" en
s~~al, lo_g~e consriruy~~cem:o_dei eensall}iento _iur~ico. 13
Hasta tal punro es as que algunos autores modernos, consecuemes
en la aplican de un mtodo jurdico que valora los ntereses en juego,
slo reconocen, como "elementos" puesto a disposicin dei juez, regias derivadas de los problemas, o sea principias en su "ponderacin",
y quieren ponerlos en lugar de las construcciones vinculadas a un sistema y de las subsunciones a base de los supuestos de hecho. 14 Pues
el petrificado sistema doccrinal, con su lgica de conceptos, se revela
cada vez con mayor claridad como un obstculo para la moderna jurisprudencia, enfrentada con la discusin de problemas ticojurdicos y
con la necesidad de formular princpios. Slo que hay que pregunrarse
si justamente estos "obstculos" no constiruyen insubstitubles garantas dei derecho e importantes puestos de control. Acaso sea tambin
cierro que todo principio, separado de su problemtica original, conduce
a unilatcralidades y antinomias, 15 pero no es menos verdad que la
~.J.A
12 "lu cont6t~ eJ l;gislador a estas pregunta.s, crea uo cdigo de Derecho ci\;)", VoN HIPPEL, I. c. (nota ro), 9
13 Cf. ltimamente VIEHWEG, Topik und Jurisprudenz (1954) &t-75 y
sobre ello infra P sB S., 278 ss.
14 As \V1LBURG, Entwicklung einc.s bcweglichen Systems im brgerlichcn Rccht (r951); sobre e.sc obra mi rcccnsin en AcP r5r, 555 y RabdsZ r8
(953) r6;.
15 As WILBt!RG 1. c. 12 ss., quien denuncia la prctica de oponer uno
a otro los diversos principias, por ejemplo d de "culpa" contra d de "ne.sgo",
aunque sin distinguir claramente entre principias materiales y tericos. Es wn-
lO
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lA ;urisprudcncia de principias
11
19
--
12
I.
D~slind~
Con eso no pretendemos en modo alguno pasar por alto los penosos
casos en que el trmino "pensamiento jurdico" no es sino un manido
recurso para salir dd paso, cuando d juez es incapaz de precisar un
punto dogmcico o no sabe extraer con exactitud b substanica positiva de las resoluciones anteriores- o sea, la rufe propiamente dicba. 20
Pero aparte de tales :~.busos de b tcnica, en el hecho de que los jueces
:~.pden a los "pensamientos" que se esconden detrs de las "normas"
jurdicas positivas, se anuncia una nueva concepcin de su labor de
elaboracin dei derecho: ss expresa la idea de que dicha labor en modo
alguno se limita a co~'ir blancos y llenar lagunas, sino que obliga al
juez en general 4lorienter atl-de/4 de Lt lettre.21 Siempre que se trab:1je
con un franco espritu de creacin de derecho, al m:1rgen de toda interpretacin escolar, es inevitable que suqa la pregunta de cuiJ..Es la _&lente
de la re dimana la ~utorid ad xJa fuerz..!._eersuasiva de la nueva fr,ElUla e soiucin~ pues, despus de todo, el juez no la saca "de la
nada".22 Aqu, la remisin :1 los pensamientos y principias jurdicos que
se han "descubierto", ofrece una legicimacin de las normas formuladas
por d juez que por lo menos deja a salvo d "sisten1a". Sin embargo,
desde este punto de vista la significacin de los precedentes aparece a
una luz totalmente nueva para el sistema continental. 23 An m:s intion juridique" a la Semaine internationale de droit, en Paris, octubrc de 1950,
organizada por la Associacion Herui Capitant y la Socit de Droit Compar,
citada aqu por su versin itali:ma en Riv. Dir. Comm. 49 (1951) 257 ss.: Si
u~de mo/to sp~sso i/ gi11dice (41~ pp~/lo i principi ... etc. (p. :zp). Es rambin
instruccivo Du PASQUIER, Les lacunes de la loi et la jurisprudcnce du Tribunal
fdral suisse sur !'art. 1"'. CCS: Basler Srudien zur Rechtswiss. 31 (1951) 10,
45 ss., y d mismo, Modernisme judiciaire ct jurisprudence suisse: Recuei! de
travaux publis par la facult de droit de I'Univer .: de Ncuchtel (1929) y
Introduction la thorie gnrale et la pbilosophie du droit3 ( 1948) VIII:
lnterprtation.
2.0 Cf. por ejemplo, PAuNDTt, nota 8 ai 8z3 BGB con rderencia ai
RGZ 12.1, 404 como material dei llamado "pensamiento jurdico" dcl dcber de
atender a la seguridad del trfico. Se puede demostrar que esto no concuerda
en absoluto. Cf. EsSER (N. 15} 132 ss.
21 Du PASQVIER (N. 19) 111; cf. mi recensin cn RabelsZ 17 (1953) 167 s.
22 En este sentido BoUL.ANCER (N. 19} 272, quien por esta razn eleva
precipitada y sumariamente los principias generales a derecho positivo.
23 Cf. GERMANN, Pdijudizielle T ragweite hchstinstanzlichcr Urtcile:
ZSR 68 (1949) 2&] ss. Ms sobre esto infra cap. XII y XIII.
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IA IINtoridt~d de loJ prinripioJ
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significac:n
d intenro
segn "los pro pios pensamicntos bsico~ de s r a : 1~ 1 5c:gtn las nccesidadcs ."
cxperiencias de la \'da, sicmprc que no 5c opongJ :1 cllo 1~ 1 tkcididamcntc l:t
cxigencia de salnguardar la seguridad U<l rr.f-ico" lp. ~14. Sobre 1:1 ciencia dd
derecho como fucnte, se escriben r o !in.: as: k incumbe un.1 mi<in d!rectiva.
pcro no una "fucrza de crcacin de der.:.: ho". Scgn til o. los principias jurdicos
slo existen como auxiliares de la interpobcin y el dcsrubrimienro de! derccho
en las lagunas ofrccidas por la ley (ibd.}. Este nico pucHo concedido a la
creacin judicial ni siquiera ha conducido a la adopcin d~: una acricud clara
ame el problema de la formacin de princpios y ante d de las fucnrcs. en la
discusin ya clsica sobre em: punto (cf. las citas en E:-.:GISCH, Der rcchtsfreic
Raum : Zr. Sr\V 1o8 [ 1952 J 385 ss., 426: n, ~s dctalles infra cap. XV). Es ejcmplar ai respecto: RADBRI:CH, Einfhnmg in di c Reclmwi~'cnKhafr9 ( 1952) ed.
por ZWEIGERT, 86. As ya siempre: cf. sobre d problema de la~ lagunas )' b
prohibicin de negar la justicia, su estudio en Are h . Soz. \\'is'. 22 ( 11)06) 355 ss.
En general se prdicren formulaciones que no compromcc.:n a nada, como:
"Derecho realmente (!) vigenre no cs ya lo que figura en la lcy, sino lo que la
jurisprudencia reconoce y aplica como mandara dcl dcrcchu'' (b.:DHI.\:-.:c-:, Die
Rechcsqucllen des brgclichcn Rechts und ihre Auslcgung: Di c RG-Praxis im
dcutschen Rechtslebcn I [ 1929J 148). Mcjor ya REICHEL (0:. 8) 1 34
En cl dcrecho francs se ha dado una evolucin ms antigua que ha conducido al an:lisis de la formacin jurispmdcncial dei dcn:cho, cf. PERREAU,
Tcchnique de la jurisprudencc en droit priv I (192 3) XVII. Para e1 compararisca, cl reconocimicnto dei fait jurispmdentie[ es cosa hacc tiempo decidida.
Cf. RABEL cn RabclsZ r6 (1951) 345 y L.,MBERT, La fonction du droit civil
com par I ( 1903) 2o8 ss.
29 El llamado "positivismo armnico", cf. EssER, Grudbgcn und Entwicklung der Gefahrdungshafrung (1941) 6J Sobre este punto ahora tambin
LESS (N. 28) 21.
30 Repetido as con todo nfasis: FRITZ voN HIPPEL, primero en For-
Los principtos
y el positwismo
'5
(46r ).
IHERI:\G,
J!
FHT RB.\CH,
t6
JU
Jignficacin
gracia, semej:mte apologtica se introduce subrepciciJmente en los esrudios filosficos dedicados a nuestro tema, 34 haciendo ver en ste una
oportunidad parJ. llevar el agua al molino de unJ. decermimda doccrina
de derecho natural, miencras se ignora b imporcancia re.tl y metdica
que el fenmeno mismo posee para la formacin jurisprudencial de derecho positivo. Particularmente seductora parece ser estJ tendencia
para tericos del derecho de gentes, parJ los cuales los principes gnrtUIX dtl droit reconnus par /es nations civilises segn el art. 38, ap. I,
nm. 3 de los estarutos de! T buml Imern:~cionJI PermJnente (r a hora
del Courc of Justice de las N.U.) constituyen derecho de gentes comn
y positi\'o - o, segn otras doccrin:1s, pueden' lleg:1r :1 serlo por sentencia judicial. jCun narural es que se inrenre corrobor:1r unJ conccpcin
iusnaturJlisra dd derecho de gemes con b demostr.tcin de que estos
"princpios" uni\'ersales de rodos los derechos ci\ilizados forman p:~rte
del derecho n:Jtural! 35 La polmic:J. que bs cscuel.ts sostienen acercJ de
naturaleza de estos princpios : de bs fucntes de! derecho de gentes,
34 A.s especialmente en DEL VECCHIO, quien ha tratado con predileccin este tema, cf. Sui principi general i dei Diritto (Bologna e Modena 1921 ),
as como Les prncipes gnraux du droit, en Recuei! Gny 11 &) ss. A esto se
aiade todava la inrromisin del concepto romano de! itH naturae, cf. BRL'Gt,
I principi generali dd diritto e il diritto naturalc: Arch . Giur. go (1923) 100 ss.
Aderns P.KCHIO~I. ibd. vol. 91 {rgz4) 133 ss.; ~flCELU: Riv. Dir. Civ., 1923,
33 ss., y ScADL'TO. SuBa idemificazionc dei principi gmcrali di diritto (Pemgia,
1926). Pero cun hondo ha cahdo en nucstro pensamil'ntu civilista la idea de
que todo principio sea vrai ans to11s leJ temps et touJ les leux, lo demuestra
la poncncia de RouaJER, un crtico normalmente tan agtrdo, cn la Semaine
internationale de droit de Paris (frav. Ass. Capitam \"I [1952] 47 ss.). "La
mthodc dcpuis lc Code Civil de 18o4 au point de vuc de IJ tcchnique juriclique" (p. 51). Vase de momento d tratado ele dcrccho internacional general
de RoL'SSBU, Prncipes gnraux du droit inrcmational puhlic I ( '9'14) en la
pan:e III: "Les sourccs subsidiaires" (p. 891 ss. con bibliogrJfJ completa sobre
el tema, p. ~/890). Volvemos sobre este punto inf1 cap. 111 y IV.
35 As sobre todo VERDROSS, Les prncipes gt:nra ux du droit daru la
jurisprudence internationale: Recuei! des Cours (1935 11) 19-) ss. y AcHON
en Rev. Droit Int. 1931, 446 ss. Cf. tambin V. D. HEYDTE, Glosscn zu einer
Theorie der allgcmcinen Rechtsgrundsatze, Fricdcmwam: 33 (1933) 289. La
presentacin filosfica sufre de suyo- en oposicin a la hecha desde el punto
de vista del derecho internacional, como la de ERtCH K.-\L'F~l.\!'1:--1 - de una subvaloracin de! problema de la positivizacin. Cf. infra p. 37 ss., 1J2 ss., r 32 ss.
'
17
--
r8
encuesta precisa sobre la labor judicial y cientfica, o sea, "jurisprudencial" en distintos sistemas jurdicos puede :mojar luz sobre el papel real de
los principios de derecho.
CER, adcms de una prime:ra caracterizac10n de las di,ersas clascs de principios
(por ejc:mplo, de la diferencia: princpios de derccho poltico, princpios materiales y principios especulativos jurdicos) y de una serie de obscrvaciones pre,ias
que slo parecen tri,iales, ofrece sobre todo critcrios dementales para distinguir
entre regia y principio, y una porcin de ideas felices.
'
C APTULO
11
.
li. L. cut1cin jNrisprMdennal
calonamiento") de nuestr:ls fuentes de derecho.n En todo dlo las repercusiones del punto de partida terico son demasiado Yariadas, para que
pudiera yo omitir precisarias despus de una debida exposicin del estado internacional de este debate, tantas veces pasado por alto en nuestra literatura, aunque ello significara recatgar las not:ls ai pie de pgina.
Finalmente, en cuanto a las panes comparativas. me hubier:m parecido excesivamente fragmentarias de haberme limitado a explic:u b
distinta situacin de los princpios en el proceso de creacin jurispmdencial. sin destacar la notable similirud substancial que adquieren bs
instituciones de las ms distintas estrucruras nacionales y fonnaciones histricas, cuando se las enfoca bajo el ngulo de los princpios inm:~
nentes que vienen determinados por los problemas. e Tal semejan41 Esta concepcin, opuesta ai posmnsmo comin,ntal. era en su origen
una pieza de! progr:tma sociologicojnrclico cl.sico ele G'i', l\'Y, H\t"RlOL',
RADBRUCH y ocros: partir, no de axiomas polticos de l:t fonnacin dei clerecho,
sino de los hechos de la expcriencia. Sobre el estado actual cf. los trabajos de
GURVITSCH, L'ide du droit social (1932) y L'expriencc juridique et la philosophic pluraliste du droit (r935), adem:s los autores france<es citados en d caprulo
siguiente y en el XIV -los juristas iralianos, con pocas excepciones (5-~.:-.Tt RoMANO, y entre los actuales sobrt'! todo AsC.\REl.ll, vase infra nota I. 55). picnsan de un modo rotalmente estatalista - as como las monografas esp:ulolas
de DuALDE, Una revolucin cn la lgica del dcrecho (concepro de la interprccacin de derccho privado) (r933). HERZOG, Lc droic jurisprudentid et le
Tribunal Suprmc cn Espagne, cuaderno 6 de ttudes de droit priY espagnol,
de I'Inscitnt de droit compar de Toulousc (1942.) y PL'IG BRUTAU, La jurisprudencia como fuente dei derecho (Barcelona, sin aiio, 1951 1952). Este ltimo
trabajo, que mert'!ci ser destacado por y....,THf..\ en I Am. Journ. of Comp. L
(952) 291, intenta esublecer e! enlace con la Analytical School y se apoya en el
artculo tan frtil en sugerencias, de Pot.::-.'D, Hicrarchy of Sources and Forms
in Different Systems of law: 7 Harvard L Rev. 475 ss., trad. francesa en Mm.
Acad. Int. 11 2 (1934) 9 ss. En cambio, b tcora escandinava realista de las
fucntes del dc:recho (ALF Ross) sigue, como es sahido, un camino propio.
DetaUes infra, cap. XIV.
42 Este hecho ha Uamado muchas vcces la atencin en cl derecho comparado. Cf. RABEL, Internacional T ribunals for Priva te Matters: The Arbirration Journal r948, 209 ss. {2n): "Sin embargo, en dcrccho privado existcn
principies generalcs dd modo ms efectivo y amplio. la histeria legal y los
modernos sistemas de derecho presentan una gran riqueza de idcas comunes.
Common Lzw y civil law nunca han sido tan antagnicos como presume el
prejuicio tradicional, y ms recientementc se han apreci.:~do cl uno ai otro cn
Zl
za, en el campo de la iniciativa jurisprudencial, que va amplindose por doquier, llega a menudo a convertirse en pura y simple uniformidad,43 lo que la hace acreedora a un creciente inters por parte
dd Derecho comparado y dei Derecho internacional privado, este
ms de un rcspecto". La teora genaal belga habla acertadamente de rgularits
fondamenules tJetJant de la 114/ure de l'institution: HAESAERT, Thorie gnrale
du droit (1948) Z90 ss. BouLANGER, en la mencionada Semaine intemationale
de droit celebrada en Paris, reparti entre los poncntcs de los diversos pases
sobre cl tema "Interpctation judiciaire" cucstionarios acerca de hasta qu punto
eran rcconocidos determinados grupos de prinpes gnbt~ux. El resultado fue
d siguiente: "Spars par leurs r~gles et par leurs concepts, les diffrents droits
positifs se rejoignent par leurs prncipes, qui sont essentiel." BouLANGER concluye que "l'affirmation des prncipes est mene atJec un instinct si sr qu
tratJers les Jroits positi{s de 14 mme fami/le spirituelle, lu mmes prncipes
apparaimnt" (Trav. Ass. Capitant VI [1952] 63). Pero el juicio de RAsrL sobre
d Common L.zw nos cs confirmado una y otr.l vez en famlias jurdicas radicalmente distintas. Cf. DoLLE. Theorctische Jurisprudenz in Nordamerika: Gruchot 68, 492, quien observa a propsito de HoHFELDT, Fundamental Le~
Concepcioru, publ. por \V. WHEELER CooK (1923): "EI jurista alemn sacar
la imprcsin de que, aunque los fundamentos positivos dei derccho ... scan di~
tintos de los nuestros en ms de un respccto, sin embargo los resultados de
principio coinciden en un lado y otro."
43 Lo cual no consiHe slo en la crecicme unidad de la moderna vid1;1
jurdica y en b uniformidad de su problemtica y de sus ideas conductoras,
$ino rambin en (;~ inAuencia unificadora qu~ la doctrina y la \;da pueden' cjerccr sobre la formacin jurisprudencial, y que cs ms imensa que la cjercida
sobre d poder legislarivo nacional. d. infra c;~p. XV.
44 La comp4ratitJe jurispr~dence se conviertc ms y m: en d centro
dcl derccho comparado a rrulo de csrudio comparativo de los fundamentos,
y sobre todo como anli.sis comparativo de la jurisprudcncia, y ello no slo cn
cl peruamiemo angloamcricano, sino rambin en d continental. Francia soSre
todo posec aqu, desde LA~IBERT, una gran tr3dicin, cf. la exposicin de CoRNIL, La complcxit dcs sourccs du droit compar Q;~ terminologa cs equvoc;~)
Recuei! lambert (n. 28) I, 358 ss., pero ya tambin PERREAU (n. 28) p. XVII.
T 3mbin Italia cn estos ltimos decenios ha apartado algo la mirada de la
comparacin legislativa. Cf. SCARFATil cn 38 L. Q. Rev. 371 ss. y las meritorias
serics de "Giurisprudcnza comparata" que el Istituto Italiano di Studi Legislati\-i
cominu publicando hasta cn las difciles circunstmcias de la guerra bajo la
dircccin de G.o\LGANO. El derccho comparado alem:n ha contrado mritos
sobre rodo en lo refn-cnte a la doctrine comp41h, que ha sido siempre su fuertt
gracias a la tradicin de la =da histrica; dlo y los esfuerzos de la lgislatio11
compare por obtener uniformidad en las nuevas regulaciones, le ha hccho dejar
Plan d~ la inut'stig11cin
2J
.J).t
46
(::-.J. 29)
JZ
129 ss.
47 Esro me ha inducido a cxponer con alguna exrensin la bibliografia
extraniera, rccargando las nor:.s :.1 pie ms de lo que hubicra deseado. La jnrispmdma comparir como rJma modem:. de la imcscigacin sociolgicojurdica
cs propi.1rncntc una creacin de L\\ISERT. Son fundarnenralcs: Le gouvernernent
des jug~s er la lutte comre l.1 lgislation soci:.lc aux trars-Unis (1921) ~ La
lucre judiciaire du capir:.l er du rravail organiss :.ux ttats-Unis (1924). Su
ex tens:. obra- cf. la bibliografia en los csrudios a l dedicados "lntroduction
l'rudc du droir cornpar
1938) 7-10- tendi a ser incornprendida como
I" (
----
( '950) 28 ss.
48 3 partes, T ubinga 195<>-1951; cf. mi rcscra en AcP 152, 87 ss. y
386 ss.
49 En la n:seiia AcP r 52, 386 in fine.
so Esto no se aplia slo ai common law, sino tambin a los Jems mbitos dcl ca.se-law, sobre todo eqity y .uimiralty. pcro en gracia a la scncillez
usaremos regularmente slo d trmino common law. Cf. cap. X.
._
l]
55 Cf. Asc.-\RELLI. Stucli di cliritto comparara c in tema di interpretazionc= ( 1952), prdmbulo IX-XI. que= dcficndc con insistcncia la Compar.Jti~t J,.
rispTHmu, d Laa in Action. Pero cf. tambin la fund.:~mc=ntal crtica dcl punto
de vista continental en la docrrina de= las fuentes cn Ross. Theorie der Rechtsqucllc:n ( 19z9) cn la primera parte (histrica) de la obra, donde cn particular se
enjuicia rambin la emancipacin de la docttina inglesa de las fucntes. dd dogma de: un dcrccho material "prejudicialmente" existente de concepcin estatal
o romntica (dcrccho consuerudinario), hacindose resaltar su importancia para
la compr-cnsin de la crcacin jurisprudencial.
;6 Cf. Pnc BRn.u: (n. 41). especialmente 79 ss.. quien cnrrc los autores
continemalcs cs quien mcjor ha aplicado a nucstra problem:rica las sugerencias
de la nt~lyticl school.
57 Sino que all est slo "sobre cl papel", d. LLEWELLYK y HoEBEL,
Thc Cheycnne Way (1941) 6o.
;8 Asc.-\RELLI (n. 55) XLIII.
59 "Autorizados puntos de partida para cl razonamiento jurdico", dice
Pu1c BRl'T.o\U (n. 31) 83, siguiendo a Pout-.'D.
6o GRAY, JurisprudcnccS (1930) 2 .
c --
::t8
ran sarcsticamentc: denunci:1da por I<.ANT. Si import:J.nte es h "invesngacin emprica dei proceso judicial" para e! c:studio de: los principias
efecrivos dd derecho, es tambin, )' en la mism:1 medida, incapaz de:
fundamentar dichos principias. Ahora bien, h excusJ del "realismo
jurdico" es que por lo menos "explica" el proceso, es decir, hace de
la perspecci va sociolgica una perspecriva psicolgicl.
Su r.:pre~ntantc ms cn vista cs }ERO~lE FR.\~K. los ttulos de cuyas obras
("Courr:s ;n T ria!" , "What Cauns do in Face'', "Are Judgcs Human?") anunciao ya la disolucn pscologista dcl dcrecho cn acros mcnrales. Su obra capital,
" Law and the Modem Mind" (1949) conticnc un psicoan:l~is de la hipocresa
judicial, que rienc: que sacisfacer la neccsidad burguesa de una autoridad paternal y omniscicnre y el deseo infanril de sentirse prorcg1do por un cuerpo jurdico material fijo, completo y calculable. A este " miro b.~ico" (pgs. 3 48 ss.)
opone FRA~K la tesis de que "las regias no existen preYiamente" (p. _16), pues
"la ley consiste cn decisione5, no en regias" (p. 128). las cuales en todo caso
podran llamarsc cufemsticamente, con C\ROozo, ''ht)-'<;tcsis provisonales"
(p~gina 236). La lcy existente tras la jurisdiccin e~ un pbtonismo (p. 96 ..
nacido de un ilusorio mundo infantil, {'O el q ul' la nt'Cl''iJJJ de autoridad. la
magia n:rbal y la fe en la ~guridad )' el control ptc~:-to de la vida conduccn
al '\crbalsmo" y ai "universalismo" (p. 82). El nico rcm edio cs aqu "deshao:rse de la neccsidad de la autoridad paterna" {p. 2431 ~- la fran ca confesin
de que tras la dcci~in no existe nunca una rufe o un principie dotado de
rc:1lidad, y no slo dentro de lo "discrecional" , como crce Pm-~D {p. 207 S'-
213 ss.). La scgucid:1d jurdica cs una Ju ,n (p. 237 ss. 1 ~ las prcricas judiciJ!es se dirigcn slo a revestir de un antcndo racional. :tntl' s y los dcm~.
lo que no es sino emocional (p. 27-30). Lo nico que punk haccrsc es trazar
una cartografia de la mentalidad de los jueccs cn su calidad de:- "orculos vivientes" (p. 32). Tanto en FRANK como en las e~pcciales cxpcr:l'ncias hechas con un
cipo nacional de juez y de tribunal, se trata evidentemente de una siruacin
urgentemente nccesirada de anlisis ; sin emhargo. la tcn(kni,1 ha hecho escucla.
Su ltima fase parec~ ser la tr:ora "cgolgica" de C.o~.RI.os Co.!>SJO, la cual,
pu<sco que e1 derecho no consiste en normas, sino cn accionc~ humanas, toma
como objeto de interpretacin no las normas , sino d obrar humano, por ejemplo
la conducra de los jueccs. 61
61 Cf. Coss1o, La teoria egolgica dcl dcrccho }' rl conccpto jurdico
de libertad ( 1944); el mismo, El derecho cn d dcrccho judicial ( 1945). y Panor:~ma de la teora eg?lgica del derecho ( 1949). La tcora brir:nica de la
jurisprudencia, con su ms firme enlace histrico {HoHFELD, GoODHhRT, ShL
~to:-.;o), se ha mantenido conservadora, y ticnde a dcr\ar las tcsis de la sociological school- principal ~prcsmtantc ingls: ALLE:-< (Law in chc Making2
[ '9]0])- de la perspectiva histrica perfeccionada por Snt~lR Mht:o-:E (sobre
E/
r~alismo
jNrdico
JO
11. LJ
cr~an11
j11risprudmcial
Riq1uza de
1111
"corpus iuris"
3'
J2
\ ..
33
dad dogmtica dcl legislador, cuyas falsas reprcsentaciones han provocado a menudo inciles seudoproblemas, y han impedido o dificultado la
adopcin de soluciones de urgente necesidad, 74 se ha desmoronado ta.mbin una parte de la idea dei milagro de b codificacin, y los descubrimientos de un solo civilista o procesualista son capaces, segn sea su
filiacin, de prolongar la vida de un sistema durante una generacin
ms o de derribarlo. la crecienre complicacin de bs tareas jurdicas y
los fallos cada vez ms frecuemes dei poder legislativo - pinsese en
nuescra reforma dcl derecho de famlias- obligan a volver la atencin hacia aquella mulriplicidad de ideas y princpios jurdicos no sistematizados, que cn la prctica fucron sicmpre el apoyo de la casuscica
jurisprudencial y que si se negaban, era slo por el deseo de encasillar
axiomticamente todas las verdades jurdicas en un sistema lgico de
conceptos. Este cambio, que desde el punto de vista legalista aparece
como crisis funcional de los "mtodos de interpretacin", 76 es un hecho,
34
no un.1 cuesoon de "permisibilid:J.d" que pueda resolverse dogmcamente. 76 los fenmenos de h jurisprud~I)Cil s_e gn principio~ y de bs
modern.l~ formas de formacin de precedentes y redJccin de direccrices
no piden ser justificados, sino encauzados _,. a;ud:1dos.
"Decisiones segn principias" hoy bs hay en dos sentidos: en el tradicional, como fij:Jcin de un criterio o de un resultado interpretati\'o cn
una cuesrin concreta de derecho que hast.l ahorJ habJ sido tr.lCJd.,
di\'cr.samente; \' en un sentido nue\'O, como eb.1cin de un principio
que hast.l :1ho;a slo en casos singubres habJ gozado de la consider.lcin de posit:iYo. a la condicin de "pensamiemo jurdico gencr~d '. En
an~ho> C.l505 se trata de formaLn judici:J.l de dcre.:h,-.. con un sedimento ,
penmnc:me en h pdctica ; en b doctrn.1, que por !:~ public.Jcin de
su .. s;.;bst:J.ncia direcriv:t" en !os comemJrios. colc.::cioncs de osos ,.
obr.1$ de consult.I, va de~t.lc. ndosc ms " m:s fn.mc .1! hecho
mente . CJSLJStCO J dJdo UOJ sob \ez. T.1111 !J~n f' lr.l el COntI1l'I1<:C
es s!o cicr:o .::on rcserYas que ui for!nacin iu2:.:::d e dcrccho s!gnitiquc ~;:1 s.Krincar el ide:1l e b "segurid:~d it::i.~!.:.l en ;~r:J.s de l.t
eyolucin sociJ! y de la adapt:~cin jurdic;~. Pues umbin esta creJcin
de derecho ofrccc destacadsimJs g.lrantas de estabilidad, es ms, en
cuamo a ccminuidad, puede incluso comcrtirse cn un sostn de b
segund:!d jurdica freme a un poder lcgisbti,o que por rJZones polticas
se lu alej.1do de b objeti,idad.~' En la bibliogrJfa comparati,-:~ se encucntra con frccuencia la esquem.lric3 Jhrma.:in de que en e! derecho
c~sustico b jurisprudencia tiene car:ctcr fonmti\'o \'estabilizador, mientras que en cl codificado actJ como un bctor de ;1gilidJd. 7 ~ Freme :l
esta ~e pucdc dcmostrJr que t:~mbin h juri~prudencia continental posec
'so:.;.
76 A< BoEH~fER (n. 48) 3 Cf. m cambio mis ob~t-n-:~eioncs AcP ~153
389.
1
C f. !.1 intcn:santc obra de RIPERT, Ll' dclin du droit ( 1949\. m.:s a
fonJo infra, c.tp. XIV.
;8 Cf. por t"j~mplo H r:RZOG (n. 41) 221: LJ jurisprndence cst appcle ,I
rle difft!rent dans chaquc systi:me juridiq11e: dans les pays aoglo-sllt:ilt' doit donna un caractl-re de certitude sm ordonnanament rwdu
,onfus p11r l'.:b.sen,< de codificatwn; duns les hnts d11 comncnt europ;en e!lc
cst charge d'as.sonplir 1me Ugisl.ztion cri.sta/list!( f.JT les codes. Cf. desde b
rxr~rx-cti\ a anglo,ajnna : GOOI>II \RT m ;o L Q. Rn. ( IQ)4'l 40, J8o y I (I(); d
mi,mo t~mlJi~n c-n 51 L Q. Re\'. 333 44' '! sB )' Cll Ann. In~r. Phil. J r
Droi' (l<t3~/35) 37 Ms detal!t:s mfra cap. XI.
joua
xnJIS,
tm
..
35
Cf. STOSE, Fallacies of the Logical Form in English Law, en: lnterpretations of ~fodem Legal Philosophies ( '947) ~ ss., y en la obra citada
cn n. 54 Una buena \isin de conjunto en 5.\DIO:O."D (n. 73) 190 ss. y en GoooH.-\RT en 40 Tale L. J. (1930) 161 ss. Del lado alemn L\t.."N, Sta.re decisis1
(1
947).
83
cf.
tam-
095
CAPTULO
UI
manca producida en las mism:1s condiciones dichos principias consciruyen tambin un "derecho detrs del derecho" re:~lmente cornpanble.8i No que los principias comunes pued:~n deri\'lrse sin ms ni ms
de la "naturaleza humana" como necesJrios, segn afirmao las escuebs
iusnatur:1listas - pues esdn t:1mbin afect:1dos por las v:1riantes de b
vida social - , pero la insticucin posicin concreta nos lleva. desde d
detalle de la solucin nacional, :1 b identidad de principias ~ funciones.
cuando son iguales las tareas.88 Un:t razn princip:1l que abonaba el desdo de la ciencia frente a toda comparacin "J.histrica" de principios,
consista justamente en b reaccin conrr:t aquella especubcin racionalistJ a partir de la "naturaleza" hum:tna. 88 3 De todos modos, no dejJ. de
ser frucrfera la idea de gue los concepros dementJ.les de b propi:t cultur:1
jurdica estn acordes con un itu ntturale, quo omnes uttmtur, como lo
demuestra la concepcin romana y modern:t de un i11s gentium. Desgr:tciad:tmenre, no puede decirse lo mismo dei positivismo conceptual.
de act!rud tambin ahistnca, e! cual considera ideJ.lmente necesanos no
lo.~o princpios materiales, sino la esrructura dogmtica de su derecho nacional. h:tciendo caso omiso de bs continuas :tlter:tciones imroducidas
por la evolucin social y, por consiguiente, cerrando los ojos :1 b evolucin de hecho, o considerndola como un capricho de b naturaleza sabstrado a su responsabilidad. Argumentos cales como: tal o cual institucin es desconocida del BGB o dd "derecho alemn", tienen una base
de parcida por completo inur:ilizable como perspectiva cientfica. Con
todo, esta base se encucntrJ no slo en el pens:tmiento :~histrico gue
priva bajo los regmenes codificados. sino incluso en el common law
tradicionalista. As, por ejemplo. la famos:t repudiacin dd contrato
a favor de terceros en d derecho ingls hecha por LoRD H-\LD:\;'I;E en
Dunlop Pneumatic Tire Co. Ltd. v. Selfridge y Co. Ltd. 89 con b afirnucin de que "n uestro dcrecho n:tda sabe de un IH qt~aesitum tertio,
nacido por contrato", es tan antihistrica como el partir de la doctrin:t
L4 comparacin ft~nciorwl
39
'
derecho de obligacioncs vase especialmente NtPPERDEY, Gesetzgcberische Vr::rcinhcitlidmng des Rcchts der Schuldvcrha.lmissc (1939).
9l) Sobre cl desarroUo judicial de la proteccin ai deudor en d C. c. francs cf. ScHUMAl'."N, Die Forderungsabtretung im deutsehcn, franzsichen und
englichen Recht (1924) 162 ss. y AR!'.'DT, Zessionsrecht t. Teil : Rechrsvr::rgleichung (1932) ]6 ss .
dicialcs.
99 lbd. 6JI, Estoppcl by silence or ma<tion (estoppd por silmcio o inaccin), descansando tambin sobre cl principio: "Quicn ca!b cuando dcbcra
hablar, no seria odo si hahla cuando <kbna callar.'' lgualmmtc 65o: "~o se
permitir a una de las partes Gue ocupe posiciones discordantes, o que con rcspccto a unJ materia dada asuma una ro<icin que cs dircctamentc opur~ta,
o incompatible con otra previamente asumida por ella." "La parte que ha tomado una posicin gracias a la cual se ha beneficiado a expensas de otro, queda
impedida ( cstopped) de repudiaria y de tomar otra posicin inconsccucnte cn
pcrjuicio dd ouo."
100 Hoare v. Ren,ie, 5 H. N. 19; Pollock, C. lJ. and Duke of St.
Albans v. Shorc, I H. 81. 273 segn RHE!NSTE!!'I, Die Srruktur des veruaglich en Schuldvcrhiiltnisses im anglo-amcribnischcn V crtragsrccht ( 1932) 221.
Estmct11r.~
43
lo87.
102 Cf. \\'ISFIELD en Pouoc.-. Principies of Contractll (1946) 421 : "La
regia no lo es de ley substantiva cn el sentido de que no esublece ningn
dcrecho o prctcnsin inmcdiatos. Es una regia de prueba, pero cap3Z de tener
los ms graves cfccros sobre los derechos substmtivos de las partes."
103 Cf. RHEISSTEL-.; op. cit., tambin R\BEL (n. 44) 343; ms detalles
infra, cap. X\'III.
104 (1~) 2 Campb. 317105 Se ha inrroducido en el stat11te law, cf. Third Parties (Rights against
lnsurers) Acc (1930), \\'orkmans Compensation Act (1925) c. 84, sec. 7 () y
Road Traffic Act (1930) c. 43 sec. 36 (4).
106 C f. CoRBIS, Contracrs for che Bcncfir of Third Persons: 46 L Q.
Rev. 12. ss. y el anlisis crtico sobre este tema de K.\SER, Vercragliche Drittrechte im englischcn Common Law (tesis, T ubinga, 1952.) 48 ss. Detalles infra,
captulo XVII.
III. lmportancia
d~l D"~cbo
compar.Jdo
oon de los sistemas, 107 se producen llam:nivas coincidencias en los dementos,108 que nos descubren la existencia de princip!os generales en la
base de instuciones de anloga finalidad )' nos sugieren una teorJ
comparativa de las instituciones desde el aspecro de h funcin. Algunos
pasos en este sentido ha dado, como hemos dicho, el Derecho lmernaonal Privado, en d que no podra obrener c:.1rt:1 de n:ttur::~leza ni un
107 As, por cjcmplo, en e! derccho de familias. que en estados federativos puedc seguir siendo totalmente partia.1lar, a dcspecho de lo cual la comunidad de culmra y de historia (laicizacin de los elementos crisrianos) da con
frecuencia lugar a inesperadas uniformidades. :\si los mismos supucstos dei divorcio <on en lo dc:meotal idnricos, sin habc:r !do mucho m.s all. dd adulterio.
las insidias y sevicias, y la desmio malitiosa, sicmpre que la 1dea de disolucin
- tambin sra cntenclida siemprc: cn el mismo sentido- no haya eliminado
enreramcnte la tcnica de los supue.~to~ de hccho. como cn las democracia~
pop:1larcs (ley checoslovaca de 7.12..1949 ley polaca d~ 2i-6.19;o: cf. ukase
de! Pres. dcl Sovic:t Supremo de 8.7.1944 y la imtruccin :JI rcspecto dcl Comisano dd Pucblo, racifiada d 27.11.1944; no asi Yugo(l,l\ ia, cuya ley de
31 1946 conserva supuestos de hc:cho). Como tantas orras vcccs, se salen completamente de la lnea las originalcs soluciones de Sm~cia cn la lcy de 1 1.1 r. r920,
captulo XI, art. 3-5. Pcro la evolucin general dei pcn<amiento de disolucin
es completamente homogneo. Si unirarias son bs \'crificaciones de b idea cristi:ma del sacramento, igualmente uniformes son los mtodos por los que se ha
efecruado cn la prctica la secuJar.z;lan )' Eberahzacin dei derecho matrimonial (fucra de los estados totalitarios y de los confesionab). (Cf. RHrE~STEI:O.:,
Trends in Marriage and Divorce Law of \Vestem Countries: law and Contem porary Problems 18 [I 853 J .) Carentes de unidad cn b misma medida son
empero las repcrcusiones sentimcntaJcs de la idea de la culpa dentro dei problema de Ja averiguacin, tanto si reconocen una "docuina de recriminJein"
oficial como si en la prctica dan una imporcancia legal an mayor ai concepto
de la culpa pro pia en d "derc:cho de contradiccin" t n d caso de disolucin
( 4B li ley matnmonial aJemana) que en la accin por faltas matrimonialcs
( 43 li ley matrimonial).
108 Como se comprc:n<k, donde m:s claramente visiblcs qucdan los principies generales racionales, es e: d dcrc:cho contractual. Cf. por ej., la absoluta
coincidencia de los supuestos & impugnacin, en los que la heterogcneidad de
los conceptos (como dur~ss y viol~nce, o 1md11e mflu~ncc y vis compulsiva)
no es obstculo para el desempeio de una idntica funcn. Ms pormenores en JuCA, La violcnce comme vice de contract et du conscntemcnt cn
droit compar (1930) y en H.\t.;PT, Die Entwicklung der Lehre vom Irrtum
bcim Rechtsgeschaft seit der Rczept.ion (1941). :\qu clCisten jummcnte princpios jurdicos universalcs dcsarrollados a pnrtir dei problema.
45
109 Sirva de: ejemplo c! trabajo de ScER:"I, l'abuso di dirino nci rapporti
internazionali ( I9JO), especialmente 55 55., 115 ss. Para informacin \"J<t> <ubrc
wdo el esrudio citado infra n. r 19 de RIPERT. Seric:s comparativas proptas :r.fra.
captulo XVIII.
1to Cf. RIEZLER, lntt:rn:J.tionales Zi\ilFozessrccht (1949) 233 ss. L'r.~ fcrmulacin s lo disrinta cn apuiencia es la usual : que la institucin. l ' ll c11anro
a su dicacia, no ha de ser exrr.u'iJ a la le:c fori. Cf .. p. cj., \VE:o-;GLER In. 45\ 18.
11 r A~ la 1113\'0ra d~ doctrinas nacionall's, cnrre las contincnta!cs sohr~
tcdo In francc~a y a italian.l. Cf. t-..f.~L'RY, Regles gn~rales des C(lnBits des
!Jis: Recuei I dcs Cours 57 \1936 III) 333 ss., 476 ss., y Aco, Regb g~r.~r.~les
des conflits dcs lo:s: Recuei! des Cours ;8 i 1936 IV) 245 ss., y lrimammte,
con mayor moderac:n, en Scienza giutidica c diritto inremazion.1k , :q:;o).
Por desgrJcia, cl plano de c~lificaci,)n est vincubdo con la polmi ~a csco!jstica
subre IJ teora "internaciona!isu" con respc.::ro a la fnente de nlidc:z Je! drl~!w
internacional pn\ado. As 'L' explica 1.1 tenaz resi)tcncia contrJ !~ , ;( ,:, de
R~BEL (Das Problem der Q:dilikation, Rahel<Z 5 [I9Jl] 2 ..p '", :'\n 'F.R
(Der Sinn der imcmational pri\atrechtlichcn 0.'orm, Eine Kritik da Q uJI tikations tl1coric [ 1932]) y NlEDERER (Dic: fragc der Qualilikation ais Gnmdrrohlcm dcs IPR (1940]); cn d mismo sentido ya FR.\:-;KENSTEIN, IPR l. 2 ~8: cf.
1\[AURY loc. cit. 504, pcro rambin los rccicmcs csfucrzos de dis:i n.::in de
\\'E="GLER op. ciL entre el plano supranacional de la calificKn (! 1 " ' ~ c!
pr,>ccso nacional crcativo de la decisin (::!.JL E! mismo tam~!l Jnt.:s .: n
R.1bdsZ 8 ( 1934} 148 ss. sobre la ncccsidad de: converrir en base de cJ!i~i,.Ki,)n
conceptos precst:mcruralcs en d sentido de principies de! dcrccho uni\ersal. \fi,
propias consideraciones sobre d papel de los principies jurdicos cn d problema
lll.
lmportJilCJ..I
dd Derecho
comparado
47
fuentes, y que con \'EIWRoss (noc.1 36) 207 hay que distinguir de los
principias eb:~dos J droit commun des gens en sentido positivo, sea
por estar universalmente reconocidos, sea por darse un:~ coincidencia
cfectiva dentro de los distintos ordenamiemos mcionales: En este ltimo
caso los principias slo valen en derecho de gemes porque coinciden en
tener validez en los dercchos particulares, como p:me de ordenamiemos
positivos. Pero entonccs conscituyen fuemc primarias del dcrecho imermcional, y no su bsidiariJs, corno aun puede leerse en los tratados modernos.1u
En CJmbio, b clsic.1 concepcin alemana de que los principio)
gene rales son de rango superior :1l rr:~tado imernacioml, 115 slo esr
justificJda cuando no se rratJ de los prncipes gnraux dei art. 38.3,
sino de los princpios bsicos de! mismo derecho de gemes: por ejernplo,
el principio de neurralidad (donde por lo dems la "Cour" senrenci:
el cratado tiene preceden.:i:t, pucs b declaracin de neucralid:~d ricne slo
carccer unibceral; un:J funesta confusin). Los principias de los derechos nacionales positiYos mcncion.1dos en la cifra 3 de! art. 38 slo
vJ!en en tercer lugar. : nicJmcme porque est:n "reconocidos por las
naciones civiliz:~das" : en b medicb en que lo escn . .-\.umcntJ la confusin la ausencia de rodo cr.cerio sistem:itico en }J enumcr:~cin, lub:tualmeme indiscrimin.1d.1. de
imcirucioncs "reconocidas" (como incereses en oso de mor.!. prcs~ripcin. fuerzJ ma~or, resarcimienro por .:ost:ls procedes) :11 L1do de pnnci pio~ que pertenecen genuimmeme ~1!
derecho de gemes~,. junto .1 ouos principias indispens:~bles que LrmarJn
parte de! dercd10 imern.JCioml aunq ue no fueran mencion:~dos en e!
:~rtculo 38 (como p.;ct.z st~tzt _ia;_.:nda, prohibicin de! :~buso del dere.::ho.
principio de! ''derecho bien adquirido", principio de la aucoridad de b
cosa juzgada) y por ltimo regias pur:1mente heursticas (por eiernplo.
regias de imerprecacin ~ sobre b orga de L! prueba. regl.u de b "lgic.1
jurdica" como nemo plus iuris tr.msferre potes!, q11.1111 ipse IJ:obet). rod.1~
las cu:des son :1plicadas indistintamente como derecho internacional por
e! Tribunal perm:~nente (' en p.me y:~ por e! Tribunal Arbitral permanente) y figurao en los m:mu:~les con la mism:1 promiscuid:1d. 116 L:1
l,,,
(1923l 4i
rr8
49
rer de "principio" sin presentJrse como partes dei derecho consuerudinario internacion:.l, 172 y que por tanto en la prcrica de! Tribunal son
De~bo
Prindo
III.
lmport.znciJ
dd Dnaho
<Jr>lf.JrJdo
aplic:tdas en gran p:trte con :~;ud:t de h nornu de rccepcin dei :m. 38,
3 dei Estatuto. 123 Lo cual, repetimos, no es de cxrr.':tr, si se piens;~ en
que justamente las ordemcioncs de de~e..:ho ..::,it comienen unJ gr:m
Jbund:mcia de doccrin:\5 ,. soluciones de '.t!:Jez ~ened, que h.1n penetrado en calidad de co~cepciones b:i~c.ts cn los- derechos continentJles .,. JnCT!osJjones,
a despecho de su .lifcrcr.:u ele esrructura. Por t.:l
o
razn e! derecho prindo, con e.<t.:.< p.mes . ..:,onsriru;e un ril .meml
pJr.l el desarrollo de! dcrec~10 ptblico. ,. ~'~-' es iust.tmcnre r.tmbin
en e! derecho imernacion:~l b CJ.us.l de l.t tr.tnsformxin. 1z' Slo que
el derecho internacion:tl, con m menor densicl.td 1 ~ 5 ~- con su estructurJ
JjustJdJ a b solucin de problcm.ts. ,. no .1 un determin.tdo sistem:t,
proporcion:t J la docnin.1 ; :1 los prin.:i pit'1s : m:xim:ts gener:tb por
dia des:molbdos, un nu:or gr.1do de etic.K:.1 _,. un m:~ Jmplio CJmpo
de actu:tn que e! derc.:ho intr.Ie<t.lt.tl. <:>Sre rodo el codificJdo. Es
ms, en la funcin de los principias gener.1:es h.1y que distinguir dos
estadios: e! Jnteri lr a lJ coditlc.tc:n ,. cl F'<:crior J ell.t. En estas estJdios son tambin discinros lm m~rodus de .1/!c;tn de los principio<
y rendremos que considerar por scparJdo e! p.tpel de! principio o de!
"pensamiento" en d proceso de fornucicn de normas, en el case !a~u
de un:t parte, )' en e! derecho co di HcJdo fC>r Nr.L
Resumiendo, tres perspecri\'JS se :tbren F1n nucstro tr:tbajo: 1. Los
principias jurdicos en l.t consrru.:cin tk ,xJen.tmemos de derecho
0
privado; 2. los prin pio~ jurdico~ cn su de<.nollo por obra de l.t :~ccin
judicial, tanto (a) en e! dere.:ho c:t5usri.:o Cil lllo (b) cn e! codific;~do; y.
?.' los princpios jurdicos en cl e~p:tcio de: .1cliJ por sstclms disrintos,
especialmente como base p:trJ la comrJr.l..::r~n institucional de los de0
cl derc:cho de gentes y en cl derc:dw imnn.Kioml pm.tdo nos ha suminisrt.1do :tlgums ensenanzJs: No nos scr.1 posi~~e set'.1r:u Je antcm.lno los pnncipos de lll1 orJerun~Ienro ro<tl\0. (.lnto si COnstitu\en
p:mc:s de] orden:~miemo jurdico m.mn.1l ct,mo princi pias tericos o
pt:ctcos de la construccn jurisprudenc:tl. de )os f'rlncJ.'iOs de h "mera"
ticJ jurdica. An ms difcil resu!tar:i tij.tr b lr.::J di\isoriJ. entre un
principio "teortico" Je b doctrin.t ; uno qt:e \tnp determinado por
los problemas y, por t:ll1to, se:t por necesidad "rnmJncnte" a un:t insritucin. Sin cmb:trgo, deberemos siquier.J \"Cr de lulbr b linde que separa los meros postubdos o guidt>s de hs p.mes pe>sici us, oblig:tror::ts
y sancion.1d:ts (j revisin 1) de un orden:tmiento jurdico \'i geme. Jusr.tmente :~qu b prcrica (y no slo el!.t) se comcnn con b inco~ml'hb!e
atribucin de un principio a b ratio legi>. PtrJ ~i esra ratio mismJ es
/ex o slo ethos. consti ru:e una cucsrin q uc rc-.--ibc di ~ti nt:ts respucstJs
segn b posicin ideolgic:t y polri..:.t ljlle ~e :lC!opLc. A5 se luce comprc:nsiblc que, por eicmplo, b renJenci.t mcr.d:z.mtc de l.t concep.:in
crisriana seJ c:~pJZ, incluso cn sus rcprcscnt.lntc~ m:s constructiYos. de
disolver en lo "metajurdico" tll1J do~m.1cic.l conccptu:llmentc pcrrificada, 126 mientras que los sistem:ts no J ogm.ci::os no ven Jiticu lr:~J
alguna en la incroduccin de posrubdos mor:~b cn oliJ:td de princpios
de derecho, una vez iniciada la descomposicin de la fuerz::t Yncu btori:~ de las formas histricas, como ocurre hoy c:n b pr:ctica dei com mon
126 Cf. RIPERT (n. 40).
"Lex" y
"~thos"
53
127
pcro :1hor:1 con arrolladora vclocidad, en lngbterra. En t:Iles sistemas, a la pregunta: "Los
ide:1les de estJ suene (o se.1, los moralcs), que se acept:m, ~forman parte
de! derecho?", se conte\ta <in c! menor reparo: ''l-by idcalcs autorizadamente rcconocidos que forman parte de! derecho en b misma medida
que los preceptos". Y tambin: "Es un errar destacar el elemento ideal
como algo que posea una VJ!idez independicnte por encim:~ dei derccho - como en el Jntiguo sistema de l.l ley natural" . 128 El alcance
de este :t'erro y b profundidad dei problem:t metodolgico no se advierten ha~r.1 que un caso (Oncreto pane a la vista, de un modo igualmente
inexp!ic:tdo y dement:tl. las ;wrinomias de lo tico }' de la ''certeza
legal". 128 No se trata de desvalorizar los princpios como meros guides,
sino de h:~cer SJ!ir a b luz el propio proceso de posirivacin que es decisivo p:1ra b dicacia configur:~dora re:~l de los principi0s. Por orro lado,
un:t consider:tcin di<cnminador;~ deber deshacerse de la simplisu idea
de que todos los princpios pose:m, como "elementos dei dcrecho natur:tl", un:1 ,;~lidez indcpendicnte de la configur.:~cin estatal posiciva m
- pues :~qu debemos referimos a la pretensin de validez jurdica, no
lgica ~_. epistemol~ca. Es perfect:Imente posible que una onrologh
del derecho, o un:1 filosof:I m:1ren:tl de los valores consiga est.:~blecer
una jerJrqu:I J:: "supremos v:dores jurdicos"Y 0 de los que e! filsofo
pud:1 dc.-i r que "son verd1dcros en todos los riempos ~ lugares"; 131
pero n;~d ie nc~;~r por cllo b mutabilid:td hi strica. en su vigencia como
derecho. de los pr.ncipios po<itinmente recono.:idos, siempre que no se
confund.tn rodas bs cJregor:ts de "princpios" ,. se los proclame indiscril ~~ Cf.. por cjcmplo, la acttud de LoRD sn~ER contra la atc-nuacin
"equitarin" . '' ~ f.~:-;SF1ELD en la ,;ction of monry bad a11d reaived en SincLur
\'. Brougl.;m p Q 14 1 .-\. C. 3QS.
128 P.:w~o: 47 HJrY. L. Rcv. 3'4
t !S .;
<:>obre esta dtltmt:acion metodolgica cf. FtLLER, Reason and Fiat
in Ca'c bw. 49 Har\'. L R. {1046) 376.
r 29 A~ VERDRoss (n. 36) 205 ss. Cf. infra cn cl ttxto a nota 137
130 Cf. lrimamcnt-: Cor:-.;G, Die obcrstc Grundsarze des Rrchn, Ein
\'crmch zur ~eugrndung dcs ~aturrcchr5 (1~U). cl cu.:1l cmpero en ltimo
trmino posnrla un:! innsr!g-:rcin emprica dei derccho narural (p. 155) y,
lo mismo que nosotros, considera d anlisis jumprudencial como el punro de
partida.
111
As Rot181ER en la poncnci.:1 citada supra (n. 34).
54
minadamenre "fuemes de derecho" - blt:1 en b que por desgr:~cil incurren incluso rr:ttadistas bien inform:tdos. 132 No es beneficioso ni par.1
b esrabilidad ni par:~ la evolucin de! dered\0 e! 0.:u!ur de este modo
el punro crti.:o en el que, con pahbrJs de FH ERB.-\.C'll, "11.1: que s.1lir de
lo posirivo p:tra volver a entrar en lo posirivo". Debemos distinguir
entre los princpios que son derecho \igenre. : .1quellos que slo adquieren r:tl condicin parJ. un determinado cr~ulo de .:.1~os ;ra.::.ls .1 un.l
jurisprudcnCJ:l concordJ.nte- dentro de! m.1r.:o de Lls norm.1s formulad:~s judici:dmenre. Muchas cos.1s pueden ser dlid:ts lgicamenre.
~in ser por cllo derecho posrivo. Tampoco la f'riorid.1d ontolgica
de u n principio implica su \'.lli,lez; b rositi\id.Jd depende mj~
bien de b incorpor.lcin hisrrica en el corp:l5 ilm.<. :\unl1lle rodJmos
dc..::ir. cn el senrido del realismo c~coLst:co: pnr.crptum eJt prm11m,
.1 qr1o .;/it~d oritm, debemos tJmbin recono.::cr L dt,;::n.:-in :tristorlio
<e~n :.1 ctul un principio segn n.ltur.J lcz:t ( :: :,~: ::,-,. 7.?'J'j2!) no significa pr:ncipio p.1r.1 nosotros ( ::0~:2!'."'' ::r,6 ~ -i.l'i.~ \. \' que b caEhc.1n
jurd1c.l de principio slo se iJ .1 'lo q.ue d,ur.mcc. ~:f::os se h.1 \enidn
us:~ndo como solucin concretJ. aisl.1d.uncmc \' ~in .1lor fund.1mem.d.
Esto no es bice para que slo la formubcin tc,1ri~J de un princip:o h:~~a
fXlSihlc d cstablt:cimic:n to de un dcrccho comn mj, .lnl~'Eu. Ah rad1ca !.1
fuern cnaJtr.l c!t: Jerccho de glo~adurn v coment.lr:,t.l<. ,,,!-ore.: todo dc<ru.:s
de mc.liJdc" de.:! ' \\. Cf. a este pwp,\sito el ejcmplo ,!,1 .:cs.1rrollo dcl p~in
ci1,io de <nri ...p!c:<.:imicnro c:n D.\\\'SO:-> :u. 7). F.n-orcCI<. l''tl' proct<o L1 circumwncia ,] que, ~-n lugar de hc:tc:rog~nco~ fjft1pos dt: ca<o< !'udinan introducir'c
carc:gora< ck "causa", cn cuanto cl concepto ari-rorlic,, ,]_- CJII.>J, cn sus diversas nlltzac:onc.:s escolsticas, hubo :~barcado tr 11< !Js formas del saber,
inaugmando un mtodo cientfico uni,Trs.ll. Sobr, las ntlt'\',1~ c.ltc~oras de cama
se.: p;oce,li primc:ro a sis tematizar 1.1< fuentc<, ~- la intr<'dti-cn 'd..: un si~tem,l
racional signific, para el principio y lo, primnos trabJj<" ,k !.1 doctrin.l, lihc:r:~rsc clt !Js angosturas de b ex.:goi~ casustica. Emf'l'lJ l ' :o:lcts la C:poc.1
producti\'a de IJs "cscuclas" continc:ntalc<. fi ,iglo .\1'\ ' ' t.m ri co cn xito'
;loctrinab. que no ~lo vYen de clla< 1.1~ codifica'r.onc:s ,i, ii.,t;'ls n:~cid:t< cn "11<
t'lltimo< Jnos, sino que tambin en cl derccho imcrnJCI<'rl:!l bs opinioncs d .. ,-.
trinalcs y la ky son concluycntcs pari pnsstl para d cstablecimit:nto de "pnn-
132 Como tambin Rot: BIER loc. cit. 51 ss., donde: r1r c:jcmplo el principio de la no rctroactividad de la l..:y (art. 2 C. c.) l'S cit~do junto con cl dcl
p.ut.J mnt srrvand11. Cvn plena comccucnci~. R. pidc IJ codific:~cin de todo$
los principias dcl Jcrccho (').
55
c ipios gcncralmentc reconocidos.1 3 3 Y a cn 1795 encontramos exactamcntc delimitado como supucsto de hccho y usado el conc<'pto de fucrza mayor cn el
famcso 4faire NEPTL"N: cs dcrccho comn, no cn virtud de la cosrumbre, sino
ya en virn1d de la docrrin;~. Finalmente, cn lo que afc:ctJ a los principies ~spe
cficamentc de dnccho de gentes, slo existe un origen clsico: cl de la doetrina, que asumi cl p:~pcl conducror con GRont:s.
s6
damente una nueva significacin: 2Son, pues, "idmicos" ambos "principias'', en funciones y sisren1lrizaciones tJn distintas~ 136
P.m pronunciamos sobre b nautraleza jurdica de los principias, dcbcremos. pues, examinar dos disrimas cuesriones ...ie referencJ.: I) bs
cJ.tegor.Js de los principias en su origen y funcin. P.1rJ los princpios
que afectan al derecho internacional, la tJre:l !lJ s!dv iniciada por \'.ERD!WSS.137 fsce propone la clasificacin s:guiente: Pr:n-:il':r.s idealmeme
necesarios (principes tirs directement de l'idc~e du drort, entre los cualcs
cu ema, junto con otros, el principio de b bucn.1 ic ~;. de un modo
t:tmbin discuttble, ciertas regias de interptet:tcin, como 11t m.tgis t.:,; lc.zt qu,;m pereat); princpios incorpor.1dos en inscicuciones (principe.r
dons implicitement 4tJet: une institt~tion). v en cer.::cr lug.u los princlpios aludidos en el an. 38, 3 dei Estatuto Jel T rib:md Permanente <.1e
b HJyJ (les prncipes 4ffirms par /e droit po,itif cb n.;tions ciuilises).
Los princirios ele las dos primeras cbscs son ,lid, ~ .::on inJcpendenc1.1
de b norm:1 de tr:msformacin de; Est.ltuto, pera no cJbe decir en g~:
ncral Con \'ERDROSS que sean "supra-posit\os" _'" que cn Sll arlicac! n
la jurisprudencia sea la instancia de posiri vacin cre.1dor.1 de derecho.
Esta conccpcin iusnaturalista, que tiene mucho en su fayor, no cs
sJt:i sfactoria en el caso de los princpios inst!tuciomles "inmJnences",
que son derecho positivo junto con la instituccin. T arnpoco es ,erdJd
que ha_v.1 aqu "lagunas", como dice VERDHoss; disr!m cs la situacin
en el caso de que ni la institucin como a tal. nt lo5 dcrcchos positivos
de las nacioncs civilizadas coincidentes en el sentido de! :m. 38, 3 perrniten sentJr un principio, y en evitacin de un no 1 liquet h:~y que
decidir libremente segn los "principias generales ue la justicia y b
equidad". 138 Esro tampoco justifica la afirm:tcin gcncul de que todo~
esros princpios no pueden ser derogados por c! dere.:: ho positivo, puesto
r 36 Esta ~.e aplica a la mayora dL" parcmias \' brocardu~. que :tpo~aJo~
en un:t supuesta autoridad clsica (d. cl famoso catlogo de! Di~nto L 50, 1 j
De divaJJ r('guliJ iuris antiq11i), han obtenido cn la pr:nic:~ . ~ no slo Jd continente, una central importancia como ~oluconcs a problcm:~~. con aplicacin
disrinra scgn el derccho de cada lugar.
137 (N. 36) 204 ss. Anlogamentc para d dnccho con~titucional H. J.
WoLFF (n. I 36 a) 39 s.s.
r 38 Cf. LoRD PHILLIMORE y cl Prnidcntc DEscntPS cn b comisin de
re<bccin, citados por VERDROSS 222, 224.
Sisuma abicrto y
sist~ma
a"ado
57
q uc comcitu:cn su b.tse. 13 ~ En c:tmbio, no se ha empezado an :1 invesrig:tr Lt influeiK:t que: los tipos constructi.,.os de los sistemas jurdicos
cjcrcen sobre cl c:tmbio de sentido y funcin de un principio aparentememe idmico. 2) El cscudio comp:trati\'o debe, pucs, cn segundo
lugar, sep:tr:tr bs c:~tegoras de sisrem:ttiz:~cin jurdica, para entender
los efe~ros d, principias que :~pareceo como sicndo dei mismo tenor o
di screp.tntcs. A. este propsito, y de :~cuerdo con lo apuntado ms
:~rrib.t, disti nguir grosso modo entre dos form:~s de construccin: e!
''sis rcm.1 cerr.tdo", tal como vicnc represem:~do por b idea de la codificacin. \' cl "sisrema :~bicrto", cuyo prototipo moderno ser el mtodo de!
Ocrecho Jel CJSO ingls : :~nglo.Hnericano. 140 En efecto, de la estrucrura
.txiom:ticamentc cerr.1d.1 o problematicamente abierta de un sistema
juridico d epende que los pensamiemos bsicos sean principia en sentido
;~rstoclico, :1 p:mir de los cuJles se "concluye" deducYamente, o criterios pragmticos (topvi) de la justici:J material o, en su caso, de los
hnes hj:~dos por la poltica jurdica, que renuncian a una conexin
Jedu.:rin cohereme , . :ttJcan el problema , en su encidad ap:~rememente
:~islad.1, particndo Ebremente de los dicta.dos gener:tlmente reconocidos
de la r.1zn, dei com mon sense, como puntos de ataque "retricos"
(cn el sentido a;'tiguo) de la argumemacin.
1 _\q
'ERDROSS (n. 361 :w;!zo6 rcmiticndo a Vos DER HEYDTE (n. 35)
z8q. E, en c.1mbio muitorio d intento de distincin, ya que la pdctica dcl
dcrecho intcrnacion. 1 dc,dc siempre h:1 confundido los "principias generales"
con L1s reglcs dt> droit ~~~~crscllcmmt ruonues admitidas por el art. 38. Cf.
I.ORD PHILLI"ORE op. cic. )16, adem.s, por cjcmplo, la sentencia cit:lda arnba
;,, re F.Jbi.mi, as como la scmenciJ arbirr:~l de 293 1900 en cl asumo de la
conccsin fa~oviana de Loureno ?>. brques. Pasicrisie [mcrnacionale (19<>2) 402,
Y !J jurisprudli .. iJ de la Cour Permanente d'Arbicrage, citada por VERDROSS
:.!I:!- ! t.
1-10
Los trminos '\i,ccma :~biato" y "ccrr:~do" proceden, que )'O scp:1,
de hiTZ ScHt'LZ. Prinzipicn dcs Rmischen Recht.s (1934) c History of Roman
Lcg:.l Scic:nce (1946), obttnicndo accc~ en la docrrina compar.~tista. La adapto
a causa de su cxpre~i\idad. El '\istema abit:rto" no cs ncccsariamente evoluaGnista. Su car.ner progrcsi,o o su conscrYadunsmo casustico dependcn de los
f.1ctorcs rolcicos bajo los cu:~lcs cnbajan los juristas. En Roma los pretores, d:~da
b libertad de que gozabJn, podan crear un derecho casustico evolucionista:
los juristas clsicos ren:~n que aplicar su arte de modo que sw rnponstJ fueran
frunuosos para los rdicr.::r- inacccsibles a un estudio ms profundo de los princ;pios- y desarrollar stos, si no se conceda una 4Ctio in f4ctum.
--
El
D~recho
romano clsico
59
6o
Tpicos y princpios
62
casustica vincubd:~ a problemas se han e.scablecido, como isloces aparentemente exrraiios al sistema, dentro del m3rco de L~< d:usubs generales,
norm3s en bbnco e inscituciones de recieme creJcion . .-\.s observ.lmos,
una ai bdo de otr:t, rres cbse.s de principias: Princpios axiom:ticos en e!
semido construcvo moderno, princpios problem:ricos o iJeas b:sic.1s
en el sentido retrico, y princpios dogm.cico~. Es \ erdad que scos
surgieron en un mamemo dado en \irruJ Je unJ u.1c1n hiscric.1,
pero hoy est:n de r:~l modo fundidos con h csrrucmrJ jurdica o !J
"lgica" de un sistema posicivo, que pJrecen poseer un \".1lor Je deduccin ucilizable independiencemence. Slo !J iunsprudencia de incereses, ques la gr3n irrupcin del pensamienco problemtico en nuestro
pemamienco codificador a la que ho~ ::tsiscimos ("imers" es purJ ;
simplemence un topos), 159 h:~ hecho luz sobre su \Jior de consrruccin
pur::tmence pragmtico, resuingicndo su lgic.1 .. J h incerpreucin
objet\".l de los problenus. Un prir.cipio ::tx.iom.ci.:o de nuemo Jerecho
civil ser:1, por ejemplo, la liberud de contr.tu.:-:6n o umbin la rebcivid:~d de una vinculacin oblignoriJ ; un pri ncir:,l rcrrico serJ !.1
" ide:~ de enriquecimienro" o rambi~n d !lanudo "!-'r;ncipio de !J confianza" en d crfico jurdico; 160 pens.unicnros do:;m.1ticos (ms propia159 Dt' ah cl gran xito ~.. IHERI'\G (en su s~~unJa bsc) cn IJ filosofJ
le2"al angloamericana.
v
rbo~ Sobre ambas clascs, como tipKn~ llt1ckos t!c cnst.1lizacin de una
evolucin dcl Jerecho judicial obsc:rY;:hlc cn todJ~ parte<, inirJ cJp. X\'!11. Ot'
los principios hgados a problem~s )' con un :mbiro pr.:ci~amcnre delimitado,
podran distinguirsc los princpios ''heurstico~" de: ]J /~x .rrris jurdica, los cuaks
(generalmcnrc en forma de parem ias }' Jdagios, como error izms baud cxczzs.Jt)
encierran a menudo un sentido y un campo de aplicJcin hctcrogneos, a pc'ar
de lu cual son expresin de una acreditada cicncia juridic.1. La primcra raz: :.
de ser histrica de semejantes princpios slu:k ser de indu!.: h<:urstic~ }' ntric.l
(En d conocido ejemplo de PAt:Lo D. 22, 6. 9 5 in fine q~<otl impemz.J /.zp>t
legis Falcidiae ben!!'ficio usi non sunt, sciant ig1wrntiam f.Jcti, non iuris protlou
nec stultis solere mccurri, sed I!'TTcZIItilms.) Tul'o q uc \"(:nir una poca de c'pritu
moralizante y sistematiz.ador para que, ai l'OContrarsc con este material, sacar J
de l un principio racional.
E! trnsiro a los princpios problemticos es Aucruante. Cf. la famou
frmula: In p_ari .turpitHdine melior eJt CdiiSd dt'fendtii/ (r .sidentis), cuyos
campos de aphcac1n son m:s estrechos o m.s ancho~ scgtn sta el pcnsamicnto
bsico que aqu s.e descubrc {cf. la clean h.mds-doctrilte dt' la t'quity), y que
mtre nosotros vactla todavia entre las dos ~ignificaciom''
..
lrrupcin dt loJ principias tpicoJ cn d sistema
Esta ancicipacin de la ulterior clasificacin de los princpios era inexcusable porque la discrepancia de estas rres formas b3sicas impide toda
definicin unit:u:' del concepto, lo que explica la disparidad de las
definicioncs propuescas, segn se::t el tipo en que piense el :tutor.161 As.
161 As n CICER:>: usa ese trmino referido a uno de sus temas favoritos, cn distinto. '<'ntido: como concepto filosfico de la lgica y como principio
162 As
cit.
rl'3 A.s la CCl:Kcpci'n axwm. t:ca- crrnt'.Jrncntc llam.1Ja "c:scol:stica aunque tambin pucdc prcscnrar nuticl'S, no <]o rac!cnJbt~<. sino organi~i):as.
He aqu, por ejcmplo, cmo empicza BELu:-;t su csn!dio "11 principio g..:nera]c
dell'effecttivit nell'ordinamento intemazionale" (Anuario di dir. comp. e di
srudi legi(l. 27 [1951} 225): Un ordin.1ml'tllo non e rm.1 pt~ra somm.1 di t:alut.zzioni giustaposte. Esse si combi11.mo in rm complcsso org.w:w gaarchicamolte
ordwato. la primcra fra se es ... equvoca, por cuanro 1111 ordinamento pn~u
pone una unidad si~tem:tca. que dado el plm:~li < mo de nuesttas fuen tn de
clerecho _v el encabalgamienro histrico ~ la~ n<:ce<~ra< antnomi:~s de ntH:~ !n<
"supremos valores jurdicos" nunca estamos cn ~itu Kn de \crificar. Con <:stc:
petitio principii enlaza cl mito ele una "construccin" orgnicamenre homog~
nea, cuyos stanos son la casustica, las normas de supuestos la planta baja, las
re::las gencralcs cl piso superior, v los princpios la techumbre (p. 228). Huclga
dccir que tambin los principias csr:n a su \TZ clara y limf'iamente esrrucnzrados scgn jcr:~rqua. Se tsrablecc una con ci!iJci<~n entre l:ts fuenres cpi~remulr)
gicas y las jurdicas tn sentido histrico, v de la rcalidad tcnica de un utilitario
y graduado complejo de normas se dcdu~c una metafsica definicin de csencia.
Se lcvanrd con razn contra la idea de un:1 jLrarqua de los principies Si\IO~Il'S
op. cir. 240. No exi~tl' un "principio supremo", y:t que todas las funcionl'S t!cl
derecho se pueden exprcsar en principias que cada vez actan antinmicamenre.
164 Generalmente los autores se cxprcsan con vaguedad. Cf. STATI, Lc
standard juridiquc (Par~. 19:27) 56: Le principe juridique differe de la rrgle
juridique par /e dfallt de prcision. Con igual vaguedad ~:: insina lueg o c!
concepto de principio axiomtico: en derccho e! principio cs algo qui est 14
base de p/,uieurs r(gfes jrridiqHes (loc. cir.). De todos modos se contraponen
principio y regia de un modo que en modo alguno es de accpcacid glncral.
es perfectamente acertada desde d punto de vista dei pensamiento axi(}mcico. En ste los principios "autnticos" poseen valor de deduccin.
Pero tales limitaciones a una deterrrnada tcnica jurdica son prema~
turas. De momento slo puede procederse ai establecimiento de una
terminologa untaria. A este fin me parece importante la formulacin
negativa, aplicable a todos los tipos, de que un principio jurdico no
es un precepto jurdico, ni una norma jurdica en sentido tcnico, en
tanto no contenga ninguna instruccin vinculante de tipo inmediato
p:ua un determinado campo de cuestiones, sino que requiere o presupone b acuiacin judicial o legislativa de dichas instrucciones. Los
principies jurdicos, a diferencia de las normas de derecho, son contenido en oposicin a forma, aunque cl uso de estas categoras aristotocas
no debe inducirnos a pensar que la forma sea lo accesorio de algo csencial. Puede h:~ber pocas de la cultura que, argumentando sobre la
base dei contenido eticojurdico, "expliquen" o tambin dejen de lado,
las formas dei derecho. 165 Histrica y efectivameme, la forma, entendida procesalmente como medio de proteccin dei derecho o materialmeme como nornu, es siempre lo esencial, lo nico que puede conferir realidad y significacin jurdica a aquel contenido fundamental,
aunque no sea reconocido an como ratio. 1" Por dlo tampoco en nues-
sean innocuas, pucs fomentao la confusin de los lrnircs dei dcrecho positivo,
)' estn descin.1das a fomentaria, como demuestran los propios trabajos de RtPERT.
El consuelo de St~IO:-.lUS, de que la ddirnitacin de los conceptos no es decisiva,
con tal que sea conocido el alcance de cada preccpto (n. .24, 241), resulta tardo,
si se manejan principios no positivados pura y simplemenre como normas dd
derecho positivo, sin reconocer que se procede a crear derecbo, y por tanto sin
posibilidarl de control.
r6; Cf. las indicaciones de RHEINSTEIN, r8 Univ. Chicago L Rev. 407.
Encontramos esto confirmado cn el ejcmplo de la formacin de princip:os c:n la
poca ele los glosadores y postglosadores (v.tse infra, p. 74/75 quL bajo la
influencia de las concepcioncs jurdicas eclcsi:iscicas y moralizantes fundi sin
cl menor reparo en principios totalmente ahistricos (por ejemplo, la prohibicin
ele enriquecimiento Ntmintm cum damno altmus loc,pletiorem fim) disposiciones dsicas de ndole formal (como las de las condictiones).
166 En este sentido los sistemas de dcrecho narural son intentos ahistDricos de conmuir tambin los demcntos formale.s partic:ndo de principies racionales.
6.- Esser.- O..reebo Pri....to
66
ya
y rufe.
En ste el problema de la aplicabilielad burocr:rica ~ tcnica de la regb no se pbntea en los mismos trminos que enrre nosorros. Lo que en
nuestro sistema distingue el pnncipio J e la normJ, no es b "JbstrJccin"
o el "carcter general", sino la posibilid:~d de prccim los casos de oplicacin, que es lo que caracteriza :~l "prccepto". T:1nto si esta posibilid.td
viene dada por un supuesto l :;:~1, tanto si d :mbito de aplicacin cst.:
fijado casuscica o institucionalmente, tanto si los crirerios para h oplicacin son precisados por "hechos jurdicos", por convencin, dogm:tica
o juicios de valor colectivos (como "buena fe")- en ~odos los casos,
incluso en la Uamada "clusula general", el precepto jurdico do una
instruccin para grupos detallables de casos, Jej.:mdo un espacio m:1yor
o menor a la discrecin dc:l juez. Segn la concepcin conrinent.ll, el
\ ..
68
I
i
.p L Q. Rn. 3.Vi
17.! Cf. C.\RDOZO, Paradoxes of rhe Legal Scimce ( 1928) 59 (Sclcct
\\ "ririn~s p. :86) c ibd. 6o: "E I dcrecho tiene ~us intuicioncs agudas. S\1~ momentos de rensin :~.pocalipticos." La fertiEdad de talrs mom,ntos depende de
que cl caso, que da lugar al paso decisi,o, sc:J. realmente rpico y fundamental,
es dccir. fmcfcro !lara cl desarroUo del dcrecho. y no slo emociomlmentc provoca,o o abstruso cn su situ;!cin. A rales c~us se rcficrc cl adagio: H ud cast"s
m.:kt" b,; ! l.r.J.'.
'
173 r:on rc:pecto ai proc~o de posirivacin de los pnncipios, no debc
desconoccrse la J;Tiportancia de los votos p;~rticulares oficia)t"s de los jueces. Sin
cmb:~.rgo, incluso .::-- principio "reconocido" llcvar en d momento de nacer la
de
1nflucncias
id~olgicllS
73
ca", esta ltima en r:tnto no sea una pura tcnica de Jeduccin axtom:ric.l, sino que designe la lgica objetiva y la escimacin conservadas
en e! concepro jurdico. 181 EI papel de la lgica jurdica no podra tener
la importancia constitutiva que de hecho posee, si no fuera un reAejo
de ltimas valoraciones y decisiones de justicia. 182 Y csto no slo en base
a concepros "guarnecidos" de ideas de valor, sino por el continuo paralelismo en gue discurren e! pcnsamiento finalista y la frmula lgica,
b cu:1! expone lo jurdicameme :1decu:1do presentndolo simplificadameme como um necesidad mental. T ai necesidad slo es, pues, dcrivati\a, condicionad.1 por e! fin. El v:llor puramente heurstico de
semcj.wres frmubs se demuestr:l, por ejcrnplo, en su polifactica
aplicabilidad. P/us q~~am semel res metJ esse non potest no slo declara
"lgicamenre" superAu:1 la duplidad en el acro de transmisin, sino
que con ello impidc:: l.1 pusi bilidad de que se ailad.ln carg.ls a un dcrecho
que se ha ad,r:irido p desgr~n:1do. Electa una via non datt~r rtcursus
,zd alter.;m es un principio con el que se pucde dar formubcin lgicJ
a los m:ls disrimos cipos de proteccin, segn sea el cipo de proceso, etcterJ.183
T :1mpoco c! concepto jurdico dogm:cico o tcnico posee el valor
substJntYo que p:1rece Jtribuirle su tr~lt 1 ..,iento cscoi:stico ai final de
un;:1 br;:t cvolucin: frmula de dcmand.1- supuesto de hecho aislado
o ideogr~hco - principio general o "narur:l!" - formacin dogm:ric:1
de C:ltegoras y siscem.ltizacin J~ los supucstos - concepto jurdico
tcnico especificado topogr:lflca y funcion:1lmente. En ningn caso,
d. Schweiz Jur. Ver. (1924) 282 ss. An m:s importante m .sentido mt>rodolgico: R.\D!lRL'CH, Dic 0/:lrur der Sachc ais juriscische Denkfom1: Festschr. f. R.
Laun ( 1948) 157 ss. Sobre el papel cl:sico en cl sigla XIX: NEt."JHVS, Savigny
und clic Rechr<finclun~ aus dn :--: atur der Sacht>: RabelsZ I 5 {1949) 364 ss.
1S1
Cf. mi tr:tbJjo c:tJJa supra (n. 11) sobre cl "contenido iusnaturalista"
dd concc-pro jurdico y de la consrruccin jurdica. Sobre la complejidad de b
lgica material y de esrrucrura EsGISCH, Logische Srudien zur Gcscrzcsanwcndung, Hcidc.'lbergcl :\kad. d. \Viss., Phil.-Hisr. KI. 19-11/41. y lrimamente
ScHEL'ERLE. Rcchr~anwcndung ( 1952).
18. :\fis esru,!:"S (n. 11\ v ya antes C\t OGERO, La logica dd giudice ed
i! conrrou._ ;n c:,5azione (19-n'~: .
183 Sobr. l sra signific~cin y funcin de los principias heursticos, m
especial de las Fremias de .krccho comn, cf. cap. VI, 1; vase rambin captulo X, 4
--
74
g~naal~s
dd
D~uho
ni siquiera en la jurisprudencia conceptual de hn de siglo, que no comprendi su valor de ndice, el concepto jurdico lu sido objeto de! Clpricho sistemtico o instrumento de ocurrenciJs :~rbitrlnls, sino siemrre CUStodo de un compJejo de COSlS )' tJrCJS (Junque doctnn:~n:~mente
distrazado) frente al puntillismo de los juristas : la imperiosidad legi~
bciva: Representa justamente un "pensamiento jurdico'', an no Jcotado conceprualmente, vinculado l los problem.1s : :mnro l la objct\idad.18'
Ejemplos escolares de la c\olucin de un supuc~to de hecho singular h.1st.l
comenirsc cn principio, wn las demandas por delito \' las rcsponsabili,IJJes
por cnriguccimiento. E! common [.J;<' nos ofrecc d m.s \ Yo cu.1dro de ca~os
de proteccin de un derecho originanamtnrc d.-s\ :n..:ulado , l~s di>rinras ac.:i.-nt'
de torts t>specficos y los remrd1e.s aun hov difu<cs cn !Js matni~s <jt!t' <t)!,,
doccrinariamentc se han fundido en una figma limo <'nnqtecimiemo u~ju<r,,
[un jtut rnricbmem]), y tn nuestro d,rtcho j, d k>< <t!!'u<,tu< de dd iw< \' de
cnriguccimit>nto mu:.-stran una tcn ,~cnc.l ;cncrJI a 1.1 ex~i:1,j,::-: de ptnsJm t,t~:o<
fundamcntJics y elt>mcntos grn<."ralc:<. Los do, tih:mc" <;! < no< h;m :~p(~udv
una sene de profundos esrudio' ~obre eJ car.Ct<f c:i<:~. \ F'OStci.sco dd t'tl!ccpto d<." causa, y sobre la teora de b ,ondtctt". qu<' J:t'<ti~uJn umb.<n b
primaca d~ la casustica. Remira J las obras de rR!'\(.<;H[I\1. Sclil'LZ, s~,Fl
LIPPO, ctc.IB5 Segn cllos se mantuYo en pie cl uso primiri,,,mcnt~ no rcni.:u
y ''a.<stcm:rico" dcl conccpto de cJma. a~ corno IJ i~~~~ d, rdac<.n de b , ...;.
dictio ci,l con la "idea de cn :!ecimiento". Sobre t'<tL> n imrmcti\o wr o'lln o
a la accn a certa puuna S]o ...J dt'!t'Cho prcturio anad< n:ra c/1{ tti q un.i f'' ruenit, cmu la cienci:~ de las escuda< bizantina< .:cnhnt' d],,Ki~ no sr>lo a i,k_,,
cnstana\ \' aristotlicas, sino tamhin a la< d e !.1 :Jflt[::UJ filt>'Ofa f'<ptJ!.l~
(estoica), ai fundir en una condictio gwcr:z!ts m d sC'mido de D. 12, 6. t.l ;;
D. _50, 17 206 los obiur dieta de la tpic:t n:tric.l de los cl:sicos. y cmo ><lu
cntonccs itf.ltll cau.s4 recibi una significacin c<J-.ccfica. ;\;o mmos instn!Cti,-,,
c< cl descubrimicnto cn la Edad \fedi.1 de la< C.He<>or.l<, ,.,col.,ricam<n:; '''n
ccbid:ts, de la causa (jin4lis, etc.) cn >ll ~ignificaci~ p.1ra la modcrn:~ cr<'.t( tn
de sisrcm:Js jurdicos y la daboracn cspcculatYa de un uni:;rr.sal prinop/, de
la prohibicin de cnriquecimiento cn ]o, glosadore< (sobre rodo \hRn:o-;L ~ ' ~o
bre la cual, s<."gn DAWSON (p. 64 ss.). los posrglo>adl>ff'> more it:Jiico 1 ~~~brc
75
En las distintas macerias jurdicas, cl grado de este revestinenro tcnico y dogmtico. y por canto de posi bilid:td de "solucin" formubria
y lgica, de problemas constantes tpicos, es muy distinta segn sea la
tradicin, b necesidad de seguridad y IJ i .. bilidad poltica de una disciplina. Pero incluso en las partes doccrinariamente solidificad:~s, como
en la doctrina general del derecho pen:~l o en la dei derecho de oblig:~
ciones, el pens:~miento jurdico, slo heuristicamente traducido en frmulas teric.ts y conceptu:~les, vela con su valor cico substancial sobre
la fin.tlidJd de la inscirucin. Esto es cierco incluso all donde ello no
se h:tce visible gr:~cias a la perm:~ncnre anttesis de dos "ceorbs", que
represem.1n abiemmente b multiplicidad de valores y postulados en
colisin. Por doquier se hace \isible que se trata siempre de juicios de
valor, b:ts:tdos en criterios prejurdicos, o se:1 ticos y de poltica social,
los cu:tles sin embargo nece~ic:m ser tr:msform:tdos en verdades jurdiC:JS, parJ que ruedan encajar en Un compJejo deductVO ya existente
con vigenci.1 posov:~. En el 99 por ciento de los casos est:l tarea es
llevad.1 a cabo por los mtodos trJdicionJies de interpret:tcin, y d
problem.t coninnco de b relacin enrre la jacin prejurdica de valores
y la :tcuacin de normas, puede designarse, en un profundo sentido,
como un probkma de imerpret:~cin. Pero incluso en sistemas cerrados
aparentemente bien meditados quedan como resduos aquellos no re-
D~ lo dtico
a lo jurdico
77
79
J. of Pubhc L
tl
(1952) 287.
8o
la reaccin de la reora posicivisca, que cierra los ojos al contenido iusnaturalisu de su labor de construccin. As lo~ iusnaturalisus monscicos
y los positivistas dualscicos puros compiten infructuosameme en formulaciones ancinmicas, cada una de las cuales recibe de la unilareralidad de! parcido contrario ("sistemacismo metodolgico") argumentos
suficientes para enmasc:trar sus propias deficiencias. La central importana de la labor judicial de rransformacin por incermedio de los topoi,
sea dei mundo dogmcico o conceptual, sea de los pnncipios que fijan
la E~o~a jurdica, pasa inadvercida por ambos bandos. De este modo
no se obciene ninguna represeman adecuada de lo que signific:m
realmente para e! proceso de formacin de! derecho erapas especficas de
transformacin rales como bona fides o Treu rmd Gl.111be. Se nita aqu
reconoccr las "irrupciones" de crirerios ticos de nlidez jurdica en el
ordenamiemo de! derecho. dndose :ts un:t imagen de lo ms insatisfactoria de! proceso de tr:tnsform:tcin. Luego se inrent:t mantener b
unidad del enjuiciamiemo jurdico con representlclones msticas rales
como la de que derecho y moral conscituyen un "rapiz de normas", en
e! que se deben "distinguir los distintos hilos normativos", pero sin
"cortar" e! tapiz. 11.(
Por lo dems, debemos guardarnos de atribuir una significacin
intemporal a alguna de esr fases de transformacin en e! proceso de la
posicivan de! derecho. Tambin dias nacen, se exrienden ham cubrir
e! horizonte jurdico universal, se resrringen luego :1 campos especiales.
que en una codificacin tan enteramente axiomatizada como e! BGB (:t
diferencia dei ABGB austraco), h:tcen ms bien e! efecto de coros tolerados. La idea dd "sistema cerrado" de un:t codinc:tcin, que como e!
BGB pudiera apoyarse sobre el sistematismo doctrinariamente omnicomla conferencia de E. ScHMJDT, Gcsctz und Richtcr, Wert und Unwert dcs
Posivismus (195:1), que no slo es una apologa de la labor jurdica cn cstc
sentido (d. p. 22.: "d positivismo ha mucrto, vi\"a d positivismo"), sino que
mucstra tambin los requisitos de semeantcs daboracin y aplicacin positivas
dei derccho: vuelu a un conccpto de ley, que m:s all: de los "dmeros oportunismos" permita conoccr la intencin de contestar, objcti\'amcntc y Je acucrdo
con los problemas, las cuestiones de usticia inmanentcs a la 0sa.
194 VEADROSS, Die systematische Verknpfung von Rccht und Moral:
Forum der Rechtsphilosophie, ed. por s.,UER ( 19;o) 9 ss. Sobre la dclimitacin
de princpios ticos y urdicos, d. infra cap. VIII.
I
'
'I
81
19; a Es sin embargo caracterstico que su remisin a los "principies naturalcs dei clcrecho" no hap tcnido ni una &accin dei xito de nuestro 242
BGB : los prim;nios doctrinalcs-conua lo que cra d s. xvm-no suministran norma alt,nna; pcro la a~quit4J es la indispensable cmara obscura en la
que la jwisprud, ncia, c~pucsta a la luz dd caso, revela la tica en forma de derccho, hasta que la doctrina forma una instirun sobre el desarrollo "puntual";
vase infra cap. XV.
6. -
Esser. -
~""bo Pnvado
82
Deraho
{1873/75) pudo llevar su existencia propia como sistema separado ai lado del
common Lfw. Entra en la naruraleza de lo jurdico el que una formacin de
derecho polca y estrucruralmente independientc, puesro que actu~ba como
anragnica a parrir de la idcl de equiclad, dcbiera pctnlic.me hi~tricamcnt~
por s misma, lo mismo que el dcrccho escricto, hasta qu~ por fin sus ele.
mentos de justicia penet:ran uno eras ouo en este lrimo, cado nz c::n las forma~
que haban recibido cn la hi~toria ( .zctio11s). Formalmente. t:wro la eqttity como
cl i11s bonorari11m siguen sienclo una propia masa de derc::chL. y los Judicarurc
Acrs no signilicaron una fusin de los sistemas, sino slo de r~ org.mizacin
judicial. Pcro de hecho los remcdtS ,It l.z:..~. y los eqr,;rable remcdtcs fueron
usados promiscuamente.19 La "subsidiaridad" de los eq11ity-remedies se redujo
a mera docaina, puesto que apenas ha, un solo campo que no cst tan imbudo de equitable principies como emn: nosotros de los princpios de la buem
fe, de= la apariencia jurdica. dei pr.ncipo dd riesgo. etc. b cue~rin esco!Jr de
si la "cama de la accin es por mruralcza legal o equitat\'a", es dtcr. si l.:t
materia demuestra \In carctcr "equitari,o", no impid t 1:! aplicacin de un
cq11itable remedy, si no hay a mano n;ng-n tJdcqu.:tc ro>:c'.iy .zt /.::l'. T amhi.:n
en los EE. UU., donde en algunos :<tJdos !J, bcult:Jdc< de e<l!ldad de los rribunales de common la:..: es;.n w,b,-:l restringidas ,. dond~ no existe un.1
jurisprudmcia uniforme sobre b curstin de h;su q ;r punro, cn siru.1ciont:s
strzcti iurs (por cjemplo, en materia de ttulos \'Jlor 1. ha dt: agotar~c:: hast.l
el limite los r~medi~s legales d isponibb, 196 en los tribunab fcderab se admire
siempre la (tjtlitable drfenu. Pues la cquidad ya no cs (solamcnte) "un sistema
de jurisprudencia", sino que ai m>mo ticmpo significa "los principio~ de criterias en este sistema", tan r~ :mdamente inrroduc!dos en d sisttma legal,
que ya se h a dicho: "Equitat\o e incquitati\"o significan ju ~to e injusto." 19
De este modo la equid ad recorre las si;uienres fases: en cl tribunal n:al. juri~
prudenci:~ Ebre dcl canciller sohrc una base pcrsonal (cl dicho de que la equidad
depende de lo que apriete cl zapato a! Lord Canciller. esd hiHricammtc- no
metodolgicamente- mejor fundado que el chistc que ~c oye cn nuestras
conferencias: es inmoral lo que repugna ai scntimiento de decoro de todos lm
jucccs federalrs de la sala competente, que picn,an segn lo~ dictados de b
jmticia y la razn) entendida como p.1liarivo contra b rigidtz de un d crcchu
csrricto puramente m ednico con sus trabas de ndole grcmial desde Eduar
do Ili (1348/ 49); imtitucionalizacin de la Court of Chancery: desde Ri cardo li (finales del sigla XIV); emunuracin por mcdo d..- doctrinas y precedentes: desde el sigla XVII; pasajera atemracin cn cl sentido de dejar ms libre
L Q. Rev.
'\
La idca de la "equidad"
campo a la justicia natural de nu1o racionalista cn cl siglo XVIII {LoRD Mr\NSFIELD); incorporacin por obra de la accin judicial: desde 1873; incorporacin
de los principios en los campos de la pura mareria dcl common Lzw: desde la
primcra guerra mundial, conforme a la evolucin ocurrida entre nosotros y a la
substitucin de la escucla analtica positiva por la direccin sociolgica.198
slo como una necesaria perspectiva d e justia social dentro de! mtsmo
sistema de orden:uniento.:roo
Sobre la conexin .sociolgica de la 4tqflit4s y d sentimiento civil ya en el
derecho romano clsico, d. PRt:'\GSHEIM,201 aunque ste separa por completo
los procedimientos de la ~zvr, retrica y 1.:~ funcin procesal de la llt:qNiW, pero
sin dejar de ver la "subcomente" de ambos aspectos en el S<.'ntimiento \'ital de)
ciL"is Rom.znus. La acentuacin terica de la llt:qt~itas en el dcrecbo no cl~sico
(In omnibt~s qu;J~m. maxime tamtn in i11re, aequitas spectanda est, D . ;o, 17,
90) como contrapeso tico ai rigor formal de los juristas y como perspectiva
.social de la "escncia de la transaccin", de la incipiente separacin categoria]
del contenido y la forma del derecho, es perfcctamente posible que, como
proclama continuamente PRtSGSHEnr, sea bizantina. En cambio, explicar sin
ms ni ms la equidad como un producto de! pensamiento romano oriental, significaria sobrevalorar la fucna configuraci\'a de la ciencia escolsrica y su doetrinas en un estado rotalir.uio. para poner de amerclo la causa r 13 forma de
una acritud espiritual. Por esto. aunque cl topos nat11r.1 atquum ~st 20~ sca en
cuanto a su forma inequ\'ocameme aristotlico (traduc. literal de! c;;~:m ~iY.~!o; )
no es por dlo un pensamienro de Bento y Bizancio.203 La hisroria de las
200 Cf. Du PASQUIER (n. 19) 44 y mi reseiia (n. ~) 1~. De ah se pasl
luego a la tajante negacin de la equidad como un principio jurdico de nanJraleza consuucti\a, es decir, se la considera como un postulado instructi,o de
muy diversa significacin pr.1.:mrica (RMELIN, Die Billigkcit im Rechr [ 1921)
1;, 39 ss.), que slo puede cr. enderse como "princ!pio regulador" (GR\~fSCH,
Die Billigkeit im Recht [ 1938] 10 ss.), cu ando no se le confunde con el cuadro
ideal de! "dcrecho jusro", cn bu~ca del cual se supone que andan todos los sistemas (SE.\GLE, Wdtgeschichte des Rechts [ 1941 ], ed. ale mana [ IC61] 26i)
o bien se lc declara ser un principio tico que, segn se adopte una actituJ
iusnaturalista o positivista, es prcsentado como ajeno ai derecho positivo y
acruando rn scnrid.> correcrivo de stc (RoTO:'\DI, Equit c principi geneuli
del diritto ncll'orclinamento giuridico italiano: Rccud Gny li 403 s v por
t3nto s]o vlido en eJ caso singuJ.u cn virrud de auronzacin posit\'3 (8Rl:'JI
[n. 34] 164 ~s.), o a la inversa, como aqucl ncleo tico por naruraleza inm~
nente que se deja sentir siempre que no S<.'a postergado por la razn poltica
(RIPERT [n. 119) 573 ss., y en sus monognfas [n. 40] y Lc d~lin du droit
[ 1949]; sobre eUo in&a, cap. XI\').
201 Bonum et Aequum, 52 ZSS rom. A. (1932) 78 ss.
202 D. 12, 6, 14, D. 50, 17, 200, etc.; PRtNGSHEJM (p. 145 ss.) rene
no menos que 28 lugares semejJntes justamente dei campo dd enriquecimiento,
que as y con-giros isotpicos revdan su formulacin bizantlnJ..
203 Cf. la correspondiente y puramente docrrinal rcmisin de la natll
r41is ratio, en el sendo de la escuela romana de los s. 111, 'tv, a la cica estoica
via Cicern-Panecio en COINC (n. 67) 42.
\ ..
85
ideas no es historia de las funciones. Para cl sencido dcl topos natur.Ju ratio cn
la consttuccin dcl ius gmtium ms ali dcl conccpto gtiego y filosfico dd derecho natural, l:u inscitucioncs de Garo suministrm d ms abundante materiaJ.204 Pcro incluso temporalmente cl topos de lo natura aequssm en cl sentido
de adecuado a la cosa, no se restringe a una poca detenninada. La rcpre-<entacin de "modos narurales de adquisicin de la propiedad" co d campo de acto5
adquisicivos originarios 205 cs, en cl mtiguo derccho romano, una parte de! mis.
mo pensar que, por cjemplo cn Gayo, fundamenta como iNs gentium la adquisicin por tradicin (D. 41, 1 , 9 3). Slo ahoroa ha recibido una forma escolstica
y puedc argumentar particndo de nuevas pmebas, aqu, por cjemplo, del dogma
de la voluntad: nihii enim t4m conveniens est natura/i aequitati quam volun&aUm domini volentis rem suam in alium transferre r11tam haberi.
Sobre la gnesis, desarroUo y supcracin del dualismo iu.s 4cquit4S en la
poc:~ moderna, debemos rambin limirarnos a unas pocas sugerencias. Si se quisiera haccr visible la retrar.sformacin de este pcnsamiento cscolscico dualista co
un pcnsa.miento problemtico polifactico dentro del mismo sistema jurdico,
habra que exponcr los puntos culminantes de esta evolucin, por ejemplo, en los
leading CIISes del derecho ingls. Como tal punto culminante en la etapa de Uenar
d pcuificado sistema de equity con un conteqido tico de "justicia natural", que
a su vez haba de haccr posible forzosa la transformacin de instiruciones jurdicas por obra de crirerios de las "doctrinas equitativas", debera figurar el caso
Mo.se.s v. M4cferlan.206 En cl campo del problema de la restitucin, este avance,
ms tarde repudiado, de LoRD M.,:-.:SFIELD sit!Tlinca la primera irrupcin en una
exclusive 4Ction .ct lllw (for moncy had and rectived) de un pcnsamiento de
equidad, que ya no est orientado hacia cl sistema histrico-tcnico de la equidad dcl Lord canciller, sino hacia el concepto, originariamente no tmico, del
.-
86
~~eqm tt bonm. ai que d siglo XVIII ha infundido nueva vida. Sobre la reaccin del positivismo cf. luego, por ejemplo, LoRo SL':\f.I'E R cn Sindair v. Broughm,207 quien devuclve la money bad .m r uti~td :~I lugar que le corre~pond:~
C1l d common Lzw C1l calidad de cuasiconrrato, )' CU:!ndo no CS posibJe ~J fingir
ninguna promesa implcita, renuncia a 1ma solucin .lt la:~. ~- exige una :aphcJcin sistemtica de los cq11itble remtd1cs (aunque por orra pane los sel<:ccion :t
segn sus elementos susceptibles de e\olucin denrro de) derech o moderno. aqu
el tracing en el cor~str~Ktwe tr11st). El rirmo de estJs fases. que signiF.can :~Roj:~
mienro y robusrecimiento, moralizacin y form ahzacin de un dc:recho. dJst:~
mucho de ser uniforme, y la mor:~lizacin de los derechos que pucd<: scguirse
en conjunto (en Roma desde bacia los anos 6o dd ltimo siglo a. C. con la
ctio de dolo maio de Aquilio Galo). en ninguna cultura jurdica consticuye un
proceso dotado de continuid:td, sino q ue a cada m omenro p.na por 3ses de recroceso. Influencias opuestas, como la morabanr<.' de la lgl<'~ y la formahz.1dora
de la socied:ad feudal, pu~en conducir. como indica el ejcmplo de Inglar,rra. a
una superposicin de los sistemas de ordenJmicnro. En cl ab1garramienw dt" formas de soberana existentes en el conrincnrc: ~- iJ md, f"'Illh,nre formacton de
derecho por parte de prncipe y pas. grcmto ~- mac.1do. wruna e iglesiJ . 'cml'jante pluralismo tena d carcter d t: lo "o~g.:mco". Pero b concepcin Jc un
estado nacional y el centralismo econmico no toleran la coexistencia de los sistemas, y por tanto fuerzan a la equidad a volver a asumir d papel d<: un topos
tico dentro de un sistema nico, como el de un cdigo. para lo cual la docrrina
del derecho racional ha realizado una labor de rrc:pJr Jc:n por ambos lados. La
plurivalencia de la consideracin tpico-problemtica c:n el "proceso interpretativo" substituye entonccs el duo~l~>mo de derecho estricto y derecho equirati\o,
del cual no quedao ahora ms q .le algunas idras borrosas.20S Prro tambt~n d
derecho judicial anglosajn con la unificacin de la organi zacin de justiciJ h.1
experimentado el inicio de semejante fmin de los principies ordenadores c:n 1111
nuevo concepto del derecho, en el que fucron absorbidos los ~quitabl~ doctr111cs
y remeics- cada vez ms descompuestos - . y q uc no deja ni siquiera ai rbitro espacio para una decisin asistemtica a ,,~quo ct bono,209 fuera de los ca<os
en que as lo estipulara la voluntad de las panes (cf. art. 38 11 dei Estatuto dei
Tribunal Permanente de La Haya). Por comiguienrc. d t~rmin o equitabh es
usado en un doble sentido: cn sentido tcnico-$istcm.:tico y en sentido no t~c
nico y tico. Pero tampoco esta significacin tpica de " lo que se considera jmto
y razonable dadas las ciccunstancias" legaliza arbitraricJad algJma, sino slo una
aplicacin, enriquecida por ideas de equidad, de normas jurdicas substanc:Jks
(rNics).2lO Junto a la aeqit.as los dems princpios de convcrsin arriba eirados
'\
Equidad, razonab1lidad
CAPTULO
\ ..
2.14 Sobre todo con los mt'dios del pensamiento jurdico, en la mt'dida
en que sirv:m para llevar a cabo juicios de valor extrajurdicos. Que estas juicios
no sean en absoluto de la incumbencia de los juristas, slo lo ha credo aqul
positivismo conceprualista del s. XIX, ai que d simbolismo de las deducciones
de la lgica no le dej ver d irremirente trabajo de valoracin jurdica y de tica
social. Justamente los topo; generales citados de estimacin substancial, en d
proceso de interpretacin y daboracin dan un ments a esta prohibicin positivista de los previas juicios de valor. Pera la misin impuesta ai juez ha de
permitir tomar una decisin S<'gn los criterios de la justicia y la convcniencia
objetiva dentro del marco de tales topo; jurdicos. Dcbe contener, por tanto,
una cues,rn de ordenarniento que, partiendo de un fin S<'ialado por la poltica
jurdica, slo es accesiblc a la razn jurdica discursi,amentc, o 5<'3, de modo
que su problcmatica inmaneme y la solucin de sta constiruyan un asunto de
adecuacin jurdica.
215
El primero es d anciguo punto de vista de! positivismo legal, d S<'
gundo es el del positivismo sociolgico. J:.ste ve con razn que una ley no S<'
hace positiva por su promulgacin y en el S<'ntido que ai ser promulgada S<'
daba a su texto, el cual S<' conscna rodava sin la mt'nor alrerac:in literal
(Ltw in th~ books), sino por su intcrpretacin acrual y con todo d aparato que
_ ....,...
V. Princpios
constit11cional~s
164, 1951).
'\
I
Cf. t.lmbin E. v.
HIPPEL,
ibd. 63 ss.
a. p, 45: "Parece discucible si puede tambim sa includo en la
consritucin (no .:scrita) d dcrccho supralegal, cuando sre no ha sido positi,-izado por su comcrsin cn dcrccho conscirucional escrito." Sobre la aplicacin
dcl Dcrecho "supralegal" d. ibd. 31.
KRCl:R
219
V. Princpios constit1uiomzlcs
220
521
s.s.
JZ 1953.
93
Hemos dejado sentado que un principio puede ser derecho positivo, sin que en s mismo posea el conteni~:> de un precepto de derecho
material.223 ~Qu ocurre, empero, cuando no suministra ninguna indican clara, ni siquiera en unin con instituciones concretas de nuestro
derecho, porque su sentido no est an precisado, y porque la elecn
de un orden jurdico slo tendr lugar despus de una polmica dentro
de la conscitun? Es evidente que hay princpios que no necesitan
2.
V. Priraripios constit11cionala
94
polmicas de esca clase, puesto que se deducen de pormenores posmvamente reconocidos que sin ellos no seran rectamenre imeligibles, o
porque consciruyen los presupuesros indispensables p.1ra el funcionamiemo de una inscitucin positiva. A est:ls notJs constimcivas de instiruciones positivas puede drseles el nombre de princpios ''necesarios''.
o bien, en :nencin a su utilizacin real en el sistema, normativos''.
Y hay princpios que slo son incorporados a un sisrema posici,o en calidad de postulados de naruraleza tica o poltica: han sido ya anelados
en l esrrucruralmente, pero hace falta an un proceso en d que la
vinculaci-5n jurdica quede separ:~da de! ideal poltico. lbando a cabo
aquella transaccin que confiere esrJbilidad a los princpios. En est:-t
trans:Jcci-5n se verifica el paso de un ideJI a un principio de derecho.
apto para encarnarse en supuestos de hecho ~- en conctpros jurdicos.
A rales princpios, que necesiran una pre,ia rr.1spo~icin a! campo jurdico, porque no figuran an en la sisrem.ri..:.1 :tctu.ll de sre, sino que
cada vez deben serle incorporados despus de un.1 de.:isin de principio
an no decruada y despus de la solucin pos1t1n de conAicros de
imereses existentes, se les ha dado el nombre de princpios '"riles",
com pletando as la p:~reja de concepros escolstica.
Esta propuesta, que cienc en su favor la rradicin, y en contra la expt
riencia, procede de RAI>BRUCH .22 Este autor llega a limitar los l'rincipios "neccsarios" a los que debcn ser hallados analiticamente (cn el sentido de K.\:>.1), \"
lcs opone todos los detns en calidad de '"nles" cn cl sentido de la utilidad
social, apoyndosc para ello en A usnN. Yo creo que hay muchos ms princpios
que vienen dados inmanenremente, y cn todo caso dcclarara positivo todo lo
que N ELSON hace entrar en el "concepto" de dcrccho. Pcro ~obre todo son
tambin "neccsarios", en mi opinin, los principies que han entrado ya en la
cstructura de un ordenamiento, pucsto que ste no pucdc r>~:marsc sin aqullos;
actan "normativamente", cualquiera que sea su origcn histrico, y ranto si fue
acertada o crrnea la maocra corno fueron entendidos en tm comienzo. Se han
convertido en elementos maestros de un ordenamenro jurdico. As ocurrc tambin con la llamada lgica jurdica y su aparato conceptnal dentro de un -imma
determinado. Hablaremos ms a fondo de cllo cn lo que sigtc y cn los c.1ps. X, 5
y XI, 5 Por lo dem.s RAI>BRUCH protesta con razn ontr.a lJ estrcchcz de
miras que suele reinar eo el positivismo cstatalista, d cual comidera que todos
los princpios de que l no puede prescindir, son univcrsak~ hasta d punto de
que "sin ellos es inconcebible un sistema de derecho, o un sistema de: dcrecho
224
N. I 88 a, 532.
95
Acendiendo a la funcin, y para que no parezca que semejame predicado prejuzga cl dictamen objetivo, resulta ms recomendable adaptar
los trminos de princpios "inmanentes" e "informativos".227 Tales
princpios an no "incorporados", a falta de cualquier otra forma de posicivacin, no son derecho substancial (o n.:~~rial, para decido con nuestra
terminologa usual), sino "directrices" ( guides ). A veces obligan allegi.sbdor, y en este caso en e) derecho constitucional se habla de "directivas",228 mas para el individuo no constiruyen derecho efeccivo. Les falta,
At:sn~
7/8.
228 La do~,rina general dcl Derccho francesa usa d trmino Jirectiue
con otro significado. Cf. M.-\L"RY, Observations sur lc.~ modes d'exprcssion du
droir: Reglc-s et Directives: Recuei! Lambcrt (Introduction l'rude du droit
compar) I (1938), 421 ss. Directiue es aqu una tcnic:~ legislativa, a saber rodo
lo que nosotn llam:unos clusulas generales, normas en blanco, etc., incluycndo
los standards, o ~eJ, una norma positivamente substancial con renuncia a la
f~rmacin de supucsto~ de hccho o con una ampliacin de las facultacles discrecsonales del juez. Es prorocipo de la crcan dcl dcrccho judicial dentro de la
V. Princpios
con.stitNcion.sl~s
en efecto, aqudla precisin que es indispensable a una instruccin objetiva. Pera rambin pueden obligar ai juez a que acuda ai principio constitucional para sacar de l derecho inmediato y material. Esta es lo qt!e
se quiere indicar al hablar de b "validez actu:t!'' de un principio. bra
validez constiruye, en general, b caracterstica de nuestros actuales dcrechos fundamemales y ha sido reconocida chrameme por b jurisprudencia en otros casos, como en el art. 6 de h Constitucin.~~ 9 En e~te
estado embrionario se halb hoy tambin el principio de b equipJr.lon
en derechos, que en virrud de un:1 ordenanzJ constitucional posiun
fu decbrado expreumcme como derecho efecrivo. E! problcilu comiHc
slo en si semejame decbracin puede subsanar b Jusencia de un.1 formalizacin jurdica, mejor dicho, de un:t autmica cleccin jurdic.1 de
ordenamienro. Pues tal posicivacin es slo forrnJI. L:~ luch.1 parbmentaria en torno a la signilicacin dcl pri ncirio dmtro del orden.1miemo.
en mrno a su rransformacin cn instituciones dxJd:ls de un ;:ont.:nido jurdico, no h:r dado rjngn resulrJdo concrt: ... Por es: no h.1.:
mda gue pueda Ilenar b bguna que dejari.1 :~biertJ h :tnubcin ,lc
lo que hasr:1 :1hora fu derecho m:~rerd, por eicmplo en c! derecho m.ltrimonial ~, de filiacin. J) aplicarse el .:m. r 17 I de b Consritucin. De
.:1h se ha s.1cado la consecuenci:t de que e! Jrt. r 17 I. al blr:nle los requisiros para su efectivid..:d. no es aplicable en t:lnto que no se ha;:t
creado an e! nuevo derccho m:rterial.
Ahora bien, el trabajo de inferir normas de un principio inform:ltivo, as como la puest:1 en prctica de una direcriv:1. puede tambin
confiam: a la jurisprudencia, 3 la formncin de! derecho por el jucz.
libertad, legislarivamcnte rcconocida, dei argumrntar sohrc los prohkma<. A.q1:
el jucz, cn virtud de la cbridad dcl problema en .sentido jurdico y de lv<
standards legales o socialcs, se cncuentra en siruacin de dcsarrollar wu ca~u.<
rica que llena de substancia una disposicin que. por ~ mi~ma, cst: "v.1ca".
229 Cf., por ejemplo, BGHZ 6, 360 s~. Cf. rambin la ancigua rradicilll
dd Tribunal Supremo suizo sobre diversos princpios de la constin1ci~n hehica, que no c:s tcnida en cuenta por d Tribunal comtiruoor.J[ feder:~!- p<>r
ejemplo, sobre la prohibicin de la doblc triburacin cn cl art. 46 II de la Const.
suiza -, prctica que ha inducido a los observadores amencanos a dictaminar.
sin duda precipitadamente, que en Suiza los rribunalcs son 'intrpretes" gcmralc:s de la Conscirucin, con excepcin de las normas c:~lificadas de poltic:~s.
As RtcE, The Position of lntetnation:~l Treaties in Swiss I.aw: 46 Am. J.
lnt. L. 64r.
97
Peco cnronces este principio dcbe sicmpre dar a conocer una eleccin
entre los distintos rdenes, cleccin que permite jurdicamcme la formacin de la norma singular, facilitando su concrecin en el caso
individual. Mas no cs ste el caso cn los princpios polticos, a diferencia de los ligados a problemas, que conscituyen d punto de partida tpico dei derecho judicial. Ni siquicra la incorporan al texto constitucional :tlrera esta situacin, como demuestra el art. 3
dei que se han
230
Le falta un deslinde
inferido ya las ms absurd:ts consecuencias.
elemental y una fijacin de objetivo - cosa comprensible, dada la historia de su origen. Cu:mdo el poder poltico siema un postulado como
principio, debera tambin asumir la responsabilidad de transformado
en instmcciones jurdicas claras. Es muy duro para una judicatura oficialmente privada de funciones creadoras tener que cubrir la brecha que
debera ser cerrada por e! poder legislativo, justamente en el punto en
que faltao no slo patrones axiolgicos racionales para la multiplicidad
de posibilidades de solucin construcciva, sino cambin puntos de vista
utilizables judicialmente o que se deduzcan clarameme dei sistema. Es,
pues, comprensible que algunos de los rribunales que han tenido que
ocuparse de tales casos, en ausencia de un principio objetivamente aprovechable y con s lo un postulado sentado lv 10 derc:cho constituon:tl
efeccivo, se haya negado a considerar caducado el antiguo derecho marenal a tenor dei art. I I7 I y a proceder a la formacin de un derecho
casuscico.231 Abom su actitud la inadecuacin de nuestro acrual procedi-
n.
230 No era slo en d derecho ~nal (d 175 C. pm. alemn ~es ahora
anticonstirucional?) y en d derecho internacional privado (~no existe ya ningn
enlace unilateral?) que se podan or "consecuencias" que movan a asombro
(sobre ello l'JEUHAUS: JZ 1952, 523 ss.); tambin en derecho laboral (equiparacin de hs disposiciones de protcccin, admisin de ,rones en las bolsas de
trabajo fen . ~inas o como ayudantes de partos no titulados sc:gn la ordenanza
de comadronas. p:trl no hablar del de~cho de tarifas) se: han defendido las
conclusiones ms curiosas. Sobre los dcctos dei matrimonio en materia pasonal
y patrimonial cf. entre otros trabajos el esrudio de DLLE citado in&a n. 231.
231 As OLG Frankfurt del Main, sent. de 22+1953, NJW 1953. 746,
LG Giessen 18.4.1953 JZ 1953 281 ss. y otras ~50luciones recientes de tribunales temtoriales, ecopiladas en PATSCHU: BB 1953. 490 las cuales estimao
necesario que se prescnten mociones al Tribunal constitucional federal para
comprobar la constirucionalidad dei art. 117 I, mientras que la mayora de
tribunalcs se adscribe a la opinin predominante en los autores (compilacin
7.- Esur.- Del'ftbo Prl..ado
V. Principios constiwcionalu
'\..
Funcin
99
la institucin jurdica singubr, familiar o laboral. En cuanto a la organizacin, todas las cucstiones quedan igualmente abiertas. Ni d contenido ni la orienracin dei principio pcrmiten saber con qu figuras dd
derccho positivo dcbe cubrirse un objetivo conocido, cmo, por ejemplo, debcn aplicarsc elementos dei derccho laboral o social ai caso de
cnyuges que cjerzan una profesin, o cmo se r 'Kuadran en d derecho
laboral bs formas de b proteccin pblica al obrcro, o puntos de
vista policiales.
V crdad cs que un princip1o constitucional nunca pucde ser consrruct:ivo,
Ofx:rar cn sentido constructivo, sino selutivo. Lo
que en nuestro dcrecho vigente R'a incompatiblc con la idca de la equiparacin
jurdica de marido y mujcr. dcbe ser o anulado o adaptado. Esto resulta sobre
rodo evidente si nos remitimos a los arts. 3 111 y I '7 I. Pero esto no significa
que esta fuerza "actual" dcl principio de la equiparacin echc ai suelo sin ms
ni ms wdo lo que parezca serle inconciliable ("teora de la tabula rLSa"). En d
esrud;o antes eirado he expuesw la ncccsidad y la posibilidad prcrica de una
"reora de adaptacin", scgn la cu a! cl arr. 3 11 invita a pmceder a una adaptan interpretat:iva y constructiva de las instiruciones vigentes. Peco, debemos
pregunramos aqu, ui imiucin ~es realmcme eficaz y vinculante, ms ali
de las posibilidades de inrcrpreracin propiameme dichas? ~De dnde sacar
el juez los pensamicntos consttuctivos? ~Podemos ai menos utilizar d principio
para perfi!Jr caso a caso d alcance y la orienran de nuevas disposiciones?
T omldo en s mismo, cl princip!o nos falia tambi~n en esto. Un principio que
deja en la obscuridad los cntcnos que hay que usar cn la sdeccin, ni suminisrra
ai jucz un justificame para la nuc\a construccin. ni permite distinguir claramente entre los preccptos dcl derecho hasta ahor:1 ,igenre que dcbcn ser definitivamente anulados y los que deben subsistir aunquc cn forma modificada. Dicho
con mayor prec:isin: EI principio solo no informa sobre estos extremos. Pues
los critcrios exactos para juzgar lo que es compatible con d "principio de la
cquiparacin" y lo que no lo es, no dependeo slo de: la concepcin jurdica,
sino de! conjunto de idcas que informan !:1 cultura en su tot:~lidad. Que e!
legislaJor rccurre con frerucnci:~ a los elementos formalcs prejurdicos del derecho, nos es de sobras conocido. Y tambi~n cl juez conoce este proceder, sobre
todo con rcfcrcncia a las conccpcicmes y usos dd trfico. co d derecho matrimonial a propsito de normas en blanco rale~ como "conducta antimatrimonial",
"apreciacin moral o recra de la n:1ruralcza dcl matrimonio", "mal uso" de un:1
cxigcn~a. "restablccimicnto de una convivlncia de. acuerdo con 1.1 naruralcza
del m:~trimonio", etc. En cl postulado de la equiparacin de dercchos, ai que
faltan hasta normas positivas 5ingulares de! tipo de las en blanco. el juc:z no
puede acudir ni siquiera a rales "venr:anas" de I:JS normas; su siruacin es la
dd legislador en otr:JS matcn:JS: dcbe pascar libremc::ntc su mirada sobre el
campo entcro de los valores sociales admitidos en c1 mlmdo contemporneo,
JOO
V. Principias
constitucion.Jles
162
IOI
33
captulo.
l02.
V. Principies constitucionales
axiomas con valor deducO\'O lgico, de una parte, y las ma:-.:1mas vinculadas a
los problemas de la lgica objetiva. del common uns( y de !J public polh)'2~~
Hoy vemos que incluso axiomas dcl rango de los grandes princpios dd dcrechu
de obligaciones: :mronoma privada. libcrtad de concraucin. Ilde!id.Id a In
pactado, rc:l ividad dd vnculo concracrual, para estar de acucrdo con la vcr.l.1d
han de sujer;u-se a lmites y correccioncs que van implcita< tn la rtalidad (pcrmsibilidad del derecho, causa lcira, l(g.llity of obJ<'Ct. inrerpretaci0n scgn
c:~trerios ohjetivos rales como uso~ dei rr:fico, buenJ fe. etc.\. T Jmbi~n dlus
atienden cad:1 vez a una sola faceta c!, la protcccin cltl inrn~s. la u!J] por su
p:~rte depende de la conccpcin juriclio que en aquel momento prive y que n
ll que en cada poca derermina la mtJ a seguir mtre los princpios. Pues esta>
soluciones realcs nu vienen en modo alg:tmo d.:tcrminJd:!~ rur los Jxioma~ de
csaida, nece<:uiamc:-nte unilareraln. El jua s:gue la< iclcJ< de m tiempo. las
cualcs fijan la smacn po~tn entre CSfOS pr;ncpos CJte~rC05 : scio d.: un
modo impcrfecto se reflejan en cl cdigu. En rodo casu. ..principim" son
slo d perfil de la solucin, no la snluci>n mi<mJ. S(n t<irrnu b < qut o~'tr,J:I u1
St'ntidos opu.:Hos. Si d ..principio d.: la \olurHJtl .. txprt 'l nccn.lr.llllt'ntc I'
proreccin clt las p.lrtn en s:1 ltb<"rtld ,!c ,olt.-i,;n ,. <~<' t ~'lip~-c. ,.J rrin~ it-'i'
de la contiJnza representa 1.:~ pr-'tt'CCI'n de! tdfic'' :\<m1,mc.. IJ J-X>'ibilidJd de
principio de impugnar contrato< .:-ckbr.1Jos tkc.;:-:Hh.lnl< nt<: co <k obtcncr <:;
rcso!ucin jmlicial, c~t dirigida por los inrcreses d, b prot~:ccin de! rr:fiw.
que exigcn tambin que estas posibilidades _v sus ciccro< <c~n tn principio limi tJdas en atl:ncin a n.:rcnus y a b~ ~iruaciom, JHridicts que 'e han crcaclu
dchniti,amcntc, y ti.:nen por tJnW cl cJrcter de reJlcs. Pr r2:11hit:n cHabl,ctn
una razonablc comptnsacin de aqud primcr pt ::1cipio r-.r mcc\.,, clt :~dccu.;cf.I,
modalidades de procc:dimiemo. a,: como por ullJ rn:ra di,rribucn dd r;<''C:''
bajo cl lema de "daiios a la confianza". La opo~ic:.'n enrn l:os -upnmos obj,mt"
de la protn:ct'm jnrdica pro\oca rambin en toda, partL'' - ~ l'sto no dcbtnw >
234 En la propia constmcci,n cudtficadorJ ap.1:<c.: cah '.Tz m.J, clar.l
mente la identidad de los principttl~ de: \alor ma:ai.1ln ,. (,,, ~'nnci~ios con -ttuctivos, porqll(' e.stos ltimos son p exprni,)n de 1111 ,!L !t'rmitutlo rro;r~nl.l
de poltica jurdica, mimtras los primcros implican ttn;J dcttTmin;Jtb estniCtur.t
cin tcnica. Es sahido que si ha~ dl'<armona entre c! fin de h protc:cci,;n o !.1
cleccin de! valur y la <:Structur.1 dogmtica, d rtstdtJdo ... n ~ra\,., incon~w,n
cias y anomalas en bs figuras jundicas currnpondicntt<. f n t''nnal la J,',f.;i.:.l
objetiva se conquista una forma imtitucional a,kcuada, aunquc rrnga que
Vf'ncer la rcsistencia de csrrucruras histricas. Publicic!Jd, numems cl.zujtD.
principio de rango, etc., son princpios de la lgica ohjctiv:~. que tn el dcrtclhJ
de cosas se han ganado un car:ctn dugm:rico no inft.rior ai de la acccsoricdad
de los derechos de prenda: funcionan, por as drcir, a cicga<: a pesar de que
hemos aprendido a comprobar caso a caso cl car.ctcr Jxium.itico a partir de h
situacin de los int<:reses, o sc:a, de la substancil ,!d problema. DctJllcs infr:1.
caprulo IX.
"
"'3
perdcrlo de vist:~ en I:~ simacin aparememcmc tan confusa creada por d principio de equip:uacin de derechos- una tensin polar entre varios princpios.
En d pcnsamicnto constructivo dogmtico ya los conceptos jurdicos ticncn cn
cuenta ena contuposicin, pues contienen ya en forma fijada tcnicamente una
previa cleccin de los conAictos propios del problema, es decir, necesariamentc
vinculados a su tarea de ordenacin, indepcndientemcnte de la solucin histrica
especial.
Por todas estas razoncs la rderencia clel juez a aqud acervo de criterios
ticos )' ele common-smu. cs un frnmeno que se produce sicmpre que se saca
a colacin un principio dcl dcrecho. No es un sintoma de falta de "justiciabilidad''- siempre que exista dectivanKnte aqud acervo de critcrios, que permita
y garantice un juicio segn la "naturaleza de la cosa", la aequitas y la nalllralis
ratio, dcl modo que m:s arriba hemos descrito bajo cl epgrafe de "pensamiento
problt"mtico".235 Vuclvo a insistir en que este acervo est formado por las inAuencias religiosas }' filosficas que, en el curso de la historia, han orientado
cada vez cl pensar Jurdico. Aqu slo hemos hccho atencin a trcs concepctones
que se remontao a la tradicin aristotlica, cstoica y crisciana y que desde
entonces han sido reconocidas uni\crsalmente, canctcrizndolas como las categorias cn la~ que se realiza de un modo tpico la transfonnacin de juicios de
valor prejurdicos y princpios no justiciablcs en autnticas esti.maciones de
derccho: son las ideas fundamentales de naturaleza de la cosa o de la naturalis
ratio, de la aequitas y de la llamada lgica jurdica- esta ltima en la medida
en que no se limita a ser una deduccin esquemtica, sino que sigue la lgica
de la cosa y la valoracin conserndas dentrO dd concepto jurdico. En cfecto,
la lgica jurdica no podra desempenar aqud papel constitutivo, si en ltimo
trmino no fuera un reAe1o de valoracionn y decisioncs acerca de la justicia.
Y esto no slo por el rccur~o de conccptns ~argados de elementos valorati\os,
sino por un continuo paralelismo entre ideas utilitarias y frmulas lgicas, que
reproduce lo juridicamente adecuado simplitic:ndolo como con~tatacin lgicamente nccesar-ia. El conc~pto jurdico entendido tcnicamcntc, cuyo maneJO
sistemtico constituye el trmino de una larga e\olun, tampoco representa
un valor por s mismo. :-.=unca, ni siquiera en la jurisprudencia conceptual de
fin de siglo, que cerraba los ojos ante su valor de smbolo, obra como instrumento de arbitrnrias ocurrencias, sino que en todas parres es guardin de un
complcjo natural frente a la tirana legisla ti\ J. Representa un pensamiento jurdico an no acatado conceptualmcnte, sino expresado en una reg11la i11ris,
una paremia o m.xima. Que este pcnsamiento se apoye rtoalmente en la tr:~di
cin que se le supone, no es un punto decisi\'o. jDc cu.nras de estas frmulas
no ha dcmostrado la romanstica de los ltimos decenios que cran "fahificaciones" debidas a glosadores o postglosadorcs! Si se quisiera partir de la simple
auroridad histrica de un texto, se descubrira que toda la dogmtica de nucstro
...........
104
V. Princpios
con.stit-.cio~s
dcrecho a\il, que tom como vcrd.ldes de dcrecho comn aqudlas idcas de los
comentaristas, se sostiene sobre pies de barro.
Pues bien, en este puma descubrimos la gran dificuJud de nuesrro "principio": podra parecer que hoy carecemos de aqudla concicnci.J tot:U d~ orden.tcin social que es capaz de preformar la solucin de nuescro crculo de P'"obkmas, handolo accesible a la :~ccin creadora de la judic:~rura. Por lo visto,
esta es lo que remen precisamente los butores de una utihzacin constructi,a
dd art. 3 Il de [J Constirucin, los cuales quisier:m fingir un principio jusriciablc cn sentido positivo, o sea, constructivo, con cl que sin Jtrncin a cstJ
concicncia cultural se pudicra fundamentar detcrmin:~J:~s soluciones pani.:ubrc:s
dndolas sin ms ni ms como dtrecho vi;zcmeP6
por estar libre de r:rabas
ideolgicas se ve imfX'dido d juez de In Jntar b \ista desdt: lo estrictJmenre
jurdico a las uadicione~ culturaks de su pas r ai actual sentimicnto \'tal de
su pucblo. Esta no significJ que dcba sumisamc:ntc avcrigu:~r cu.l es l:t idca
que la mayora numrica abng.1 acerca de la adecu:tda rel.lcin de los sexos, ni
siquiera en cl dcrccho de fam ilJ5.~3 El scnrimiento jurdico ,1;: todos los qu e
"picn<an justa y recramentc" 5iempre h:~ sido dcCldiJo por cl r~op: o jucz. Pera
cHc PJf'Cl directivo y creador es pr su p:!rte tm:~ funcin de: la concicncia soc:!i
- no de !J idcologa estatal. A lo mc:jor d EHadG no f'O>cL' tdcn!oga a!guna.
o las conccpcioncs polticas andan mu_v di\'ididas. :\JdJ d... c~to cs un obstculo
para el juez. El tipo normal de un ordenamicnto social drmocdrico - dirN:
casi que: ya no podemos imaginrnoslo- no es aq:td en que falta, aclcm.s de
una ideologa estatal, tamb!n una conccpcin so-:i:~.l hcmwgnca. y d tipo
normal d... un fl!'ncipio jurdicf) no est, cn un~ comrin~in democrtica. anelado , :] una determinada ideologia rolric:t.
I TO all donde las fucrzas ~oc:1k~ no muestran niaguna nue,a orientacin
dominante y clara, que cl jucz dc:..~.J atender CO'llO cdigo do? costumbrc' y
del sentir comn de su tiempo, e! dcrccho slo ticne um mi~i,'m, y de! t odo
clemental: b sah-aguarda de una rradicin cultural que sigue an \'\'a en b
conciencia gene, J! de la socicdad. E. Dw:cho y la justicia son, c:n cu:mto a su
:-:o
236 As, por ejemplo, Di:iLLE (n. 231) 353 s~. (155). Cf. las soluciones
particulares c:laboradas en sentido constnictivo que han ~ido Jcclucidas como
dcrecho vigente para d derccho de descenJcncia (p. 36o). E, c:n cambio. cauteloso cl enjuiciamiento de las cucsriones patrimoni:~lcs de! derecho matrimonial
(p. 358 ss.), que se limita a dirigir 1 .-comendaciones a la fuwra l::tbor judicial de
configuracin.
237 Quiz es por esro que se ha renunciado de antemano a utilizar los
mtodos modernos de pulsar la opinin segn cl sistema Gallup, para fundamentar las proposiciones de reforma . Sin t:mbargo, p3ra la OfX'<n prctc3. por
ejcmplo, en materia de la siruacin de los bicncs, tal mtodo seria completamente
adecuado. Cf. d uabajo inspirado por m, de un docrorando de Mainz, ALE
BRA!'.'D, Eine Enqu~te zur Rcform des ehclichen Gtcrrechts, publicado fragmentariamente en AcP 152 (1953) 373
\ ..
Tradicin e ideologa
106
V. Principias comttuonllln
240 .-\~i tJmbin \'o:--: z,,.E:, '"IH. quien cn ~\l nota: Gkichbcrcchrigun::;jud;e mJJe? JZ rq-53- 248. parte sin reparos de la <uposicin de que no se trJtJ
sino de un paraklo con d mtodo dd Dcrccho de! caso, que ,]c antig:uo vicnc
practicando cl Derccho judicial panicndo de principias. Pcro d Dcn:cho dd
caso cs una crcacin dd Dcrecho comn tr:tnsmirida por la hisrori a ~- libn: de
toda intrornisin poltica. Sus principi0<, como veremos. cst.n 'inculado< :1 lc<
problemas y dotados de una e<tructur ~ jurdica. Cuandt' inttniC'nc con >ti
planificacin el statr1t~ law, rales ;'nncrp;<Js pierdcn su eficacia. Por ~u p.trtl'. ,]
programa implcito cn la cleccin de un dcrcrminaJo or,[,nJmllltu. t:llc(i,:l
realizada con sentido poltico, debc ser interpretado de m odo autnomo, o ,,,1.
partiendo slo de la ordcn dictada por c:l soberano. Las rr.1dic:ionc' de la crtaci<,n
judicial dd Derecho, SllS legej u.ts y i ' pnncipios de D('fc(h() cumtn dn.mollados sobre los problemas, le son exuanos. Ms d.-rallcs infra cap. XII, 7
2<P Su sanci. jurdica se mucstra entre otras cosas cn la rc>l" 'll~3hili,l.ld
de un no[3rio cuando ai ascsorar las partes hace caso omiso de una jurispnrdcncia constante. Aunque su opin: ~n sca acertada scgn el "Dnccho librcKo" , su
intransigcncia frente d "Dcrecho cn accin", ts crror tcnico. M~s sobre tstc
rema infra cap. VII.
242 Cf. mi estudio JZ '953 521, en cl que establezco una cuidadosa dj,.
cincin entre las inscgundades de las innovaciones casusticas y las posibili,l.ldcs
positivas de una autntica interpretacin.
\ ,,
Cr~acin jt~dicial
"libre''
10]
acrccdores, "cl derecho", o sea, la norma judicial pa.o a paso liberada de las
deform:~ciones dd pcnsamiemo casustico.
Que este prccio sca demasiado elevado dcp<:nJc principalmente dd valor
a que se cotice la scguridad jurdica, que cn la tabla de los antinmicos "supremos \'alorcs jurdicos" cambia de puesto :~1 comp:s de las distintas culturas
y concepciones sociales. T oda\'a en ciempos de RAonRUCH, o se:~ bajo 1:~ Con.stitucin de \Veim:~r, la l~gal catainty vala tambin entre no~otros como principio supremo c indiscutido. La Europa actu:~l est. tratando de compensar la
ausencia de e~tabilidad poltica y las ddicien, iu de( poder legislativo por medio
de un dcsplazamiento de cstos valores JUrdico~. reconocicndo la existcncia de
un daccho judicial elaborado sobre los problemas mismos, por desgraci:~ sin
bs rradiciones y privilegio~ de un common la:u- y esto en c1 mismo momento
en que cl mundo angloamericano los e~t: cfemolicndo pieza a pieza en fa,or
de statlltes de planificacin sociaJ.U3
I IA\IS,
108
V. Principias constitucionalu
jante '\:reacin" slo puede conducir a arbitrarias expres10nes de opiniones subjecivas.u. Slo podemos llamar jurdico, en el sentido de
jusciciable", un procedirniento que se:t comprobJb!e racionalmente
segn notas suscepcibles de precsn, pues as demuestra poseer unJ
fundamentacin inequvoca y compleja. 245 El abandono de las posibilidades de deduccin axiomtica obliga adem:s a establecer nn apar:ttCI
de hjaciones metdicas para el procedimento del des:mollo judiciJI de
los problemJ.s. Esto explica la rendenCJ. que obser\':bamos a propsito
de la "lbre" creacin de dereo seg>~n el art. r li ZGB. pero existente
rambin entre nosonos, a proteger bs nue\'as creaciones extrai.as a nuesrro sisrema con una arencin a los preceJences que c.lrece Jc reconocimiento oficial en nuestro mbito j::~idico. El hecho de que rodJ incitacin allibre descubrimiento dd derec':;:J sea una gu;mera, si slo conceJe
un lug:~r de honor a los reales b::wres de confornu.:in ~- nncuLKin
de b docuina y los precedentes.:g nos fuerzJ :1 pbnrc.1rnos la pregunt::
de qu cuctet jurdico poseen ~lqL;ella s rcg:bs t~cnic.ts de b cre.1cin
judicial que han sido siempre obsc~\ adas efe~tYameme : que oblig.1n
a] juez a que, en la formubcin de princpios .r pensamiemos gener:tles
dei derecho fuera de un sistema cerrJdo, no proceJ:1 de cualquier modo.
!'ino lege artis et doctrinae .247 Pues si es cierto que tc:r.tl'lo~ que "b:Jrrcr
los escombros de una doctrina de las fuentes del derec~o q ue nos result.l
inutilizable - incluso cuando el juez b hace ~CrYir de cobertur.l" - . no
es menos verdad que esta labor slo puede llc.:g:u :1 fe:iz trmino si pre viamente hemos establecido, por mcdio de un estudio compar.ttivo. qu
tipo de vinculacin incumbe por esencia a la creacin jurisprudenci:ll.w
244 la norma, ni existe ya, ni c~ "crcoJa librcnwnte. ~ino que.: c.:~ cn
todas partes rcintcgrada cn caliJad de mil'. part;t'lld\J de la .1dccuacin cfcctin
ai Clso y dd programa hasta cnronccs rlcnnoodo. Para nta coopcracin cntn:
libcrrad }' vinculacin constiruyen, en cuanto a la funcin, garamas rqui\alcntc~ el pcmamicnto axiomtico de b lgic.1 jurJica ~_. cl legal reasonning sobre.:
precedcntt y atcoindose ai problema.
245 Cf. mi rescia dei discurso r<"ctoral de \\.ttBt:RG: Emwicklung cino
bewcglichcn Systcms im brgerlichen Recht, cn R:~belsZ 18 (1953) 165- (167).
246 As el coincidente rcsullado Je la investigacin citada supra (n. 19)
de Du PASQUIER y MEtER-HAvoz sobre el art. 1 11 ZGB. As tambin Zwet
CERT, Juristische lnterpretation: Srudium Gcncrale (1954) 380 (385).
247 As mi plantcamiento cn b r.:sciia citada '74/ '75
248 lbd. 175 contra la idea Jc \\'ttBt:RG de que se puede realizar su
\ ..
'09
110
V. PrincipioJ comtitucionai(J
\.
SEGU~DA
PARTE
CAPTULO
VI
RIPERT
8.- E.uer. -
(n.
119)
6so ss.
De""'bo Privado
114
11,
"Gmd~s"
princ1pio.s imtitucionale.s
4 N. I 39 55
116
JqUI , sin ms ni ms, 6 y el interpreudor no tienc que hJcer sino descubrirlos. De Jh que opine que b ciencia no crea pnncipios, puesto que
stos "existen" aunque no se:m descubienos ;6 pero m:s tJrde riene
que admitir que algunos descubrimiemos de la reora, como por ejemplo /'ide du risque de 5ALEILLES (1~). en modo alguno pod:10
encontr:lCSe preanunciados en e! sistema del Cdigo ciYil. y que la bmosa resolucin de la Cour de Cass:lton dei '32.1930. con su afirm.lcin de que e! :Jrt. I -384 C. c. es unl expresin de di.::ho principio, o
sea, que quien dirige una empres.1 debe soportar tambin sus riesgos,
es en reJiid.1d un acro de creacin de derecho.' ~ f:s adeLmte vokeremos sobre el problem:l de los orgenes. En rodo c1so. en b bibliograf.l
ft:lOCeSJ b frmu!:J; f'interprh;t/011 a donn nJi.<s,;nce Hne reg/r: jtJridiqM .8 no luce sino encubnr a medi.1s la situJcin re.J! de L! "cre:~cin
de derecho por parte de los Jue-.-es. De,pus dt lo dicho se comprcnder: que nuestr:l cbsihc:~cin de los princpios en "'r.orm.1tivm"' e 'inrormativos" no debe consider.me delinici,:~ en e! senti do de que c.:~c'
cacegorJs se enfrencen inconcill.lblcmcnte emre s. sino que los pnnci pios que est:n :ti margen del derecho material se conYierten en normati\'os" cu:wdo obtiencn reconoc:miento demro de un derermin.1do
crculo de problemas. 9
Hech:1 esr:1 reserva . podrcmos proceder .1 csublecer h primera disrin-
5 Op. nt. 5i
6 Op. cir. 6i.
7 Op. cit. 68. Cf. tambi~n Jos,[R.~:\"D, D.: la rc<pomJbilit~ du fa it d< <
choscs (1930). Es ~Jbido gue IJ it~<rcmtrJ JlcmanJ. J p<~.lr ,Je b :tmpli.tci<n ,~,
los supuestos Jc hccho legJies, no lu :ulo pt:tdu t<ta teori,J. De :~hi la cltfi.:-ult.t<l
de dcmostt;lr la culpa. Es, por otr:t p:trtl', s:aishctorio <ptc d T nhunal Suprrmn
Federal hJya n:JccionaJo ncgJtvaml"ll!<' J la rcnJmcia a ~ub,tituir los suru<'srus
de hccho por "pcmamicnto~ ~cn< r.1k~ .. ; "E I dl-recho ,-i~cntc no conOCl" una
respomabilidaJ dai\Jda de lncirios gcncr.:~lcs" (8GB 14-1.1 9-)4. II ZR
221/5z,
NJW 54 913).
8 BvULA:O.:CER op. cir. ~9 Esta se Jplica tambin a los princtptos doctrinalcs, cf. SPERDL"Tl (n. I
227) 9 e infra cap. XV. SPERDLTI dice con razn Jc los principi scimtifr
que, Hna volta affermati, dcviml'll igualmente principias normJti,os (cn !J imtirucin correspondiente). En nm<tra doctrina hJsta ahorJ st: ha desconocidn
la importancia de los principias cientficos en este sentido. Insistiremos sobn: cll,,
en d curso de este cJprulo.
117
____,
118
'\..
prnCJptos matcriJles de b lgica objetiva), prinpios polticos trasladados a la escab de valores jurdicos, luego princpios de orden moral,
de razn y buen sentido (con la misma confusin de gneros arriba scnalada), y finalmente princpios de caracter pragmtico (por ej.: e"or
com munis fttcit it1s) y princi pios de organizacin tcnica de las relaciones jurdicas. Los cjemplos que se dan no consiguen convencer de
que se haya dado aqu con una dclimitacin certera. Se aproxima ms
a nue~tr.1~ ide:1s y a nuesrros intentos de clasificacin la postura de 5PERDVTJ,17 CJUien e.~tablece la divisin siguiente, aunque sin caracterizar b
import.mcia objetiva de la~ disrintJs cJtegoras : r. princpios cientficos;
princpios normativos; 3." princpios informativos. Estas tres categorbs corresponden respectivamente a las siguientcs: 1 princpios sistem:ricos ~ doctrin:~lcs . as como los de la le:x arti.s jurdica; 2." princpios inm:~nentes de bs instituciones positivas y los princpios lgicos
que se imponen inmediat:~mente ai pcnsamiemo jurdico; 3o princpios
de b justicia material. en tanto que no hayan recibido una incorporacin positiva ..' ' orros princpios directivos o guides. A esta ltima categor3 perrenecen tambin los principias llamados polticos y los heursticos de b teora. De todos modos, SPERDUTI hace de stos un grupo
especial. y prosigue enumerando: 4." las regias dei arte, princpios de la
inrerpretacin y regias de la prueba; 5: los axiomas de la lgica y la
experienci:~ jurdic:~ s. ~ fin.Jlmcnte, 6: bs mximas y regulae iuri.s, :mnque cn su opinin - ! nmmo preconiza un sistema axiomtico - su
nlor es ms didctico que construccivo o subst:Ultvo. Ms :~delante
veremos que la teorJ de! Derecho de! c:~so parte cn este punto de una
concepcin totalmente disrinra, tal como haba bccho tambin la jurispmdencia ronun::1 de la poca cHsica.
2:
N. I 22], 7 ss.
r8 N. I 41, r7r-2o7.
I]
no
rg
N. I 41, 483.
D~ruho
UI
que debe ser creado.21 De ah que los redaccores de mtestro BGB suptimieran, como la cosa m:s natural, la remisin a los "princpios que
se desprendan dei espricu de! ordcnamiemo", cal como era corriente
en las codificacioncs anteriores y haca an c! 1 dei Proyecto.
El deslinde de derecho posicivo y principio pre-positivo o guide es,
por tJmo, impor.mte en diversos aspecros. En el captulo anterior nos
hemos ocupado dei problema de la calidad jurdica de los princpios
consritucionales escritos y no escritos. Pcro en todos los campos se impone la constatacin de que los textos formulados como cales nunca
agor:tn la cocalidad de un:t maceri:t jurdica posiciva. 22 Aunque los princpios no sean "regias jurdicas", ai menos en e! sentido tcnico de este
trmino, consticuyen en cambio, corno ratio legis, un derecho positivo
posible, expresado en la incerpretacin y transformado as a un grado
ms concreto. Por ocra parte, tarnbin los princpios que han nacido
como simples guides del razonamiemo jurdico (mximas retricas y
docrrimles), gracias a su formubcin judicial dentro de una tradicin
jurdica, pueden recibir el carccer de normas de derecho positivas (creacin de derecho en sencido propio). 23 En todo caso, lo cierto es que
todo corpus iuris consta de una riqueza de normas muy superior a la
textualmenre formulada . Bas:ndose en est.1 observacin PoUND 24 clasifica las normas segn las si guientes cacegonas: 1: rufes o reglas de
derecho en sentido escricto (nornucivas ~ nocativas), 2." principies, o sea,
princpios que son parte de! derecho mJtetial, sin constituir supuestos
de hccho fijos y que sirven de simple "pauta" ( pattern) para una situacin recurrenre, en b que falr:t aun la legal 4uthority o los precedentes que sieman una regia propiarnente dicha; 3." legal conceptions,
o sea, lo que nosocros llarnamos concepcos jurdicos, fecundos para la
21
Con lo cual no se contesta la prcgunta acerca de la cualidad creador.a
de normas de la intcrpretacin. tsta cs cxplic.acin de normas (,ase infr:1 pgina 322 s~.). es decir, aplicacin de normas y ai mismo ticmpo creacin de nom1as
(de un grado ms concrero).
22 As con r:~zn RHEI:-;STEI:'i (n. I 191) 295
23 Pon;o, Philosophy of Law, en Twentieth Cmnuy's Philosophy
(1943) 82.
24 Potr.-.1> loc. cit., y tambin en "Lc:s diverses sourccs du d.roit, lrur
quilibre et lrur hirarchie, dans le.s divcrses systemes juridiqucs", Annuaire II
( '934)-
122
~n
smt1do
~stricto
dogmtic:~;
Los "standards"
12.3
VI. T1pos
ya en los derechos :mciguos, en los que no faltaban oi crircrio.s generales de ndole racional y social ni concepros de culo ideolgico que
fijaban la conducta exigible. Por consiguienre. el cJr:crer general de
h norma standard no debe hacemos creer que se trate de un simple principio. El principio descansa en s mismo, ramo si es una mxima como
un axioma. En cuJnto a tal, ni procede de una derermimJ.1 corxep..:in
ni suminisrra crirerios. E! standMd proporciom un criteno. por el proccdimienro de remitir a las concepcioncs YYenres de lo que cs \a!or.
deber o dligencia, o rambin por inclusin de un ..:oncepco \'.llorati\o
que ha de ser subsranciado a discrccin del juez.~ En cambio. en modo
alguno se trJtJ tJmpoco :1qu de unJ eHinucin libre. sino que sicmpre se hace rem isin :1 bs nlorJci0nes tJUC pn\'Jn en los re,pecti\us
Crculos dei tr:hco. Lo que en rodo CJso pucde obsL'n".lr<e :lllU es. no
un principio como base de la argumenr.~cin iucL..:i.1l. ~i no un.1 dcrrrmnJdJ rcn!cJ de h form:~cin de norm.~s .
Sin embJrgo. cl fenmeno de! _<t.;nd.;rd merc-:e t.lmbi~n unJ especial arencin ai csrudiJr b rehci(' n existente entre prin..:r pio \. norm.t,
pues desempena un plpel ccnr~.J .dl donde no ex:ste un s!~rem.1 de
deduccin Jxiom.rico par.1 1.1 fornu::in de concepws j ur cli-:\)~. E< et
robor jurdico'' 36 que sirYC p:~r.1 formJr norm.1s en .1uscnci.1 de re~l.1S
lijas. "en este sentido represenra cl corrchto dcl j1rncip:,) propi.m;eme
dicho. 3 ~ b preYsibiJidad, que de otro modo sJo po<Ce J.1 !lOrn~.l tij:td.<
con :tn1dJ de conccptos lgicos, es obtenidJ :1qu por rcmisin ai "t~p0
"_nornllt\o" en e! sentido del concepto hoy usuJl, n decir. cu;>J dic:~ci.1 no conSiste cn un aserto sociolgico, sino en una ordcnacin jurdo \ ncul.wte.
35 Cf. sobre este punto HAUHoL. Pulict judiciairc ct fond du t!roit: Rc\' .
trmestriclle (192.6) 265 ss., quien <Jllisicra distinguir tn ntc stntido e! swuiJr.l
de la dirnthe.
16 Ht:TCHESO:\', Recuei! Gny 11 537 Sohre b importancia Jd st.md,ml
en d derecho intnnacional. cf. VERDROSS, La jouissJncc ct l'exercicc des droits
civils par rapporr la nationalit: Artes Ju Congrs !nt. de droit Pri\', \oi. 2.
de la scric de! Instituto para la unificacin dc.:l Dctlcho privado (Roma. 1951)
83 (Bs).
37 Cf. CARDOZO, The Nature of thc Judicial Procm ( rqn) 112: "~li
anlisis del proceso se rcduce, pues, a esta y a poco m:s: Lgica, hisroria y
costumbre, urilidad, y los prototipos accptaJos de la conJuna corrccta, talrs son
las fuerzas <JUC, aisladas o en conjuncin, informao cl progrcsn dcl Dcrecho."
Cf. tambin Pou~~:o, An lntroduccion to the Philosophy of Law 7 (1946) 118 s~.
Los "standards"
nornul" de una "conducta social correcta de esta categorJ". En la elaboracin judicial del derccho cs ste un cnterio dcl todo suficiente, pues
los precedentes pcrmiten inferir el grado media de diligencia y cumplimienro del deber que en cl campo respectivo lu de ser exigido por el
juez. El standard del comerciante ordenado, de la compctencia honrada.
de LI .nform:tcin periodsrica lcita, de h seguridad del rr:fico, de la
lcalt.ld en el trabajo, etc.. determinao, cada uno en su mareria, el O"rado
::~plicable de tolerancia jurdic1. Y aunc1ue esr cn dependencia de la
opinin pblic:1 de b poca, 38 mucstra sin embargo la tendcncia a petrific.me en formJs fij:1s que es caracterstica dcl mundo jurdico. En efccro,
just:1mente cn cl derecho judici:1l es frecuente que durante decenios se
n_,an aplicando st,rnd.:rds prescritos por una cradicin venerable que
lun dei:1do ~3 de estar de acuerdo con las concepciones de b socied:~d. 39
En el razonJmemo problemtico de h nolucin de! dcrecho dei caso.
]8 Cf. C\ROOZO cn: Pocora v. lValmh Aira.:y Co., 292 US Rq'OrtS
(1934) ~ : "Lo~ st.md.zrds de conducta son 3 veces formulados por los rrbunales,
pcro son aplicados a los hcchos de la vida." Con e:oc:tensin ~n rn3:or cn:
Schrcbo:.nki " Hoffm.zmr (1933), 231 N. Y. 3~ en relacin con los dcbcrcs
de fiJeicomi<.1r io dc un l!otario: "Nuesrros conceptos de los debercs jurdico;
no ~t m:~micncn e<r.cico< cn un mundo C3rnbi~nte, sino que crccen y cambian
a mnliJ.1 que m rf!rn nm\a< condiciones." Cf. ramb;n The Resraterncnt of
the L1,,. of T ores ll. ~c~ligcncc, c:1p. 19 500 ss. sobre el tema: "Diligenci:~
razon.1blc v blt.1 de sr~urid.Jd . Ofrcce buenos ejernplos sobre todo cl dcrecho
de \'tcim!.ld. ~ficnrras nosocros slo paramos mientcs cn los carnbios f.1cru:~les
dei cu.hln) cu!cm.1l cn e! t:H.Jdo y cl L.md (c:~so Obcrh:~usen. RGZ '5+ 161 \ b
juri>pn1dcncia nortc.Jmcricana dcl common /.Ja admite tambic!n abicrt:J.mcnte
b nc.:-c<id:.d de nlorar atendicndo 3 la polrica social y estatal. C f. los conocidos
C.J~os St<"~cns ,._ Rockfort GrcJnit~ Co., :u6 M:m. 486; 104 N. E. 37': Ann.
C a<. IQI ~ B. 1054 y S11s111~h.mn.1 Fmilizcr Co. v. Jfalon~ 73 Md. 268: 1 0 A
qoo: Q L R. A. 737: z; Am. St. Rcp. ~5 con ascrtos como los 5iguieme<:
"En un.1 rtpblica cu:a prospcridad material depende hasta tal g-rado de!
continuo dcsarrollo : ampliacin de la fabricacin de di,crsas nricdadcs. no
pucden imponrrsc derechos extremos." Ouos cjemplos cn 39 Am. Jur. 315 ss.,
1\:ui-;ance ~ 45 Sobre el st.md.rrd cn e! derecho de ,-ec:indad francb cf. ALS\~HOl'RY (n. li 32) 152 ss.
39 Aunquc esto tampoco es raro en nucstros standards, sobre todo en
m;~rrria de "sensibilidad moral'', en que la judicatura se siente llamada a \elar
(formalmente) por Ia virrud. Por esro cn la junsprudencia rd:lti\'a a marerias
talcs como adultcrio, etc., podemos ver los campos favoritos de la hipocresa
jurdica.
126
\'I. Tipos
J~
principios
jt~rdicos
m smudo cstricto
\ '
'
Principio y mxima
n8
Principio
y axioma
130
\ ..
La "natur11ltza' dt la cosa"
131
VI. Tipos
d~
\.
Necesidad y adecuacin
33
134
t:n
untdo t:stricto
La tutela exige que se de!Lmite el :mbito de funcin de! tUtor, b tubridad de los derechos reale.s hace indispensable la publicLdad, la libertad de comraucin ob!Lga a una delimitacin de los negocies jurdicos ileg:des no admitidos pur el Derecho, ecc. 60 1'-:ada de esco es una
pura orgJnizacin t~cnic:-~, sino que rodo Yiene predeterminado por la
misin sealada a una instiru.:in. No e.s el concepro de contrJto. si no
las condiciones de su funciommLento lo que obliga a tratJr hs cuestiones
concretas atendiendo a b realidad: empez;mdo desde la equip:1racin
de las p:mes, b consideracin :t bs bltas de ,olunt:ld y leabd .:d contraro, hasta b s formJs necesarils de correccin de! com:r.lto por imer\'en cLn iudicial.Gl No h:~~ que oh-id:~r aqu el conflicto que por doquicr
se present.l entre los fines de !.1 auronom.J priud.1 : los de! c-lcn.lmiemo pb:ico. T ambin ste ha Jado lug:-~r :1 un:t cenden.::iJ lu.:i.1
el inter. cr.cion<mo guc ~e dcs.1rru!l.1 pJr:lebmcn~c t.:n r.Jno; !"' 'l<relll.ls nJcionJie~. y que tienc fOr cc>nsecl!l':',;.l ur..1 o tr.1ordimri:~ s:mrbr!dJd en b eYolucin instiru.:ion.J! de L15 L1i n~rs.1s n.1~iones. 6 ~
i\'o por esto h:~: <.Jue p:1s:~r por :dto los prin.:ip!os de l.l rn:1 nJcionJI. "Ko es un:1 mera cuc.:<rn tcni c.J 1.1 de s:1hcr si un ~isrem.1 reconoce un derecho heredit:uio forzoso o no (ln o:rbte~r.l ~ - si LI sucesin
heredicaria : la responsabilidad de los hcreder~ es t.:stablecid.l por L
entrada inmedi:~ta del sucesor o por .1fcctacin de h herencia por \a
adminisrrariva (AustriJ), etc. En cod.1s p:trtes se trata de nlor.Kiones
que en una determinJda concepci()n soci:d pueden ser inAexibles .1ntc
una regubcin extra:~ y emonces :-tdopt:~n el orcter dei "orden pt!blico". 63 Freme a esto, los princi pios construccivos y estructurlles p:~s:-~ n
a un segundo plano, como elementos puramente doctrinJrios, y sin
embargo t.1mbi~n ellos rienen comecuenci:1s inmediatas de car:-::tcr
6o Cf. AssoN, Principies of the English law of Contracts li 1, 1929)
219 ss.: li legal Contracts, VI Chap. 51, r -726 ss., con cnumcracin C:l~u>tica
de los lmitcs reconocidos uni\'crsalmrmc.
61 Cf. sobre la interpretacin complemcntacia de un contrato loRD
WR!CHT en el caso Fibrosa (1943) A. C. 32 (170).
62 Cf. la expo~icin infra cap. XVIII, 8 b.
63 Cf. Lvl, L'ordre public commc but esrmirl de tout ordre juridique,
Annuaire de l'lnst. lntern. de Phil. du Droit ct de Sociol. juridique ~ ( 1938)
66 ss.; tambin JossRANI> (n. li 7) y K.\HN (n. li 53). Cf. tambin H .\L"RIOL'
(n. II, 35)
E/ orden pblico
&f Cf. ya Mol'<TESQUIEU, Esprit dcs lois XXVI, rs: 11 ne f4td point
rgler p4r les prncipes du droit politique les choses qui Jpendent Jes principes
du Jroit citJil.
65 Esta divisin no es simplcmcnte dogmtica, sino impuesra por la
rcalidad. El intento de sentar, cn una codificacin iusnaturalista corno c! ABGB,
un principio comt'm como stc: "Todo dano inferido culpablemcnte debe resarcirsc" ( 1.295) no conducc a ningn resultado palpable. Bienes jurdicos, intcresados, cuestioncs de causalidad y antijuridicidad, rcsponsabilidad para los auxiliares, etc., tienen de suyo cn cl trfico de los negocios jurdicos lmites de
moclalidad distintos que cn cl dcrecho de accidentes. Es un retroceso, confundir
estos limites procediendo a la catalogacin de todas las formas posiblcs de responsabilidad; cf. los csfucrzos de BrE~E~FELD, Dic Hafrungen ohne Verscbulden
( 1933). De hecho la jurispmdencia sobre base doctrinaria ha hecho en todas
panes las mismas disrincioncs que la lcgislacin alemana; en Austria, por
ejemplo, la novela de 1916 ha entretcjido con d sistema de contratos una
disposicin especial sobre los auxiliares dcl cumplimiento que se corresponde con
nucsrro 2i8 ( '3'3 a ABGB). Sobre el derecho francs cf. E. WAHL,
Vertragsansprche Dritter im fr.mzosischen Recht, unter Vergleichung mit dem
deutschen Rcchr, dargestellt an Hand der Falle der action directe ( '935) 204 ss.
Una cuestin distinta es luHa qu punto la c\olucin histrica puede hacer tiles
para d dcrccho contracmal IJs formas de conccbir el delito. El common 14w ingls o&cce cn este punto ejemplos intcresanres. Breach of contr4ct no cs segn la
conccpcin acrual un tort (deliro civil), sino una forma de u-Tong (daiio), y sigue determinando la comersin de la rc:sponsabilidad convencional cn delictual. Cf. }.1. \VoLFF c:n AR~Il.'JO~-NoLDE-\VoLFF (n. I 62) III io. Disch4rg~ by breach significa libcracin de: ambas partes del deber de cumplimic:nto
y nacimiento de un dcber de rc:sarcimiento, que a partir del s. XVII ~ prestado
generalmc:nte por d indebit:Jlus assumpsit, de cuya naturaleza originariamente
dc:licrual cs fcil convc:ncerse. Esta accin, que slo a falta de un partido mejor
se incluyc: entre los "cuasi contraros", cs una accin por quebrantamiento de: la
confianza. Cf. A~t"ES (n. 11 .p) r.p: "EI quid de la accin es cl cngaiio al
q uc:brantar una promesa, confiando en la cual cl demandante h a sido inducido
a dc:spttndersc: de dinero o de otra propiedad." Sobre: las formas ulteriores de:
la antigua action of 4ccount (desde: el s. XIY), incluso por parte: del propietario
frente ai reui:.~cr o b:Jilu, etc., as como de la accin de detinue en cosas que
poscc el detentor, umbin la accin de quarltum meruit (forma anterior:
IJU4ntum v.Jeb.mt) significa un derc:c.ho a quedar liberado de ulterior cumplitnic:nto, por lo que obedece necc:sariamenrc a otras condiciones que nucstra liquidacin dcl contrato en caso de impedimentos para la prcstan. Cada pccu-
tn s~ntido
estricto
liaridad de un simma est aqu enlazada con todas las dems. As, por ejemplo,
cl derccho ingl~ nccesira un concepto formal de dano, puesto que e! resarcimicnro por daios cs b sancin de todo br~a.cb of contraa. EI sinalagma
funcional, que cn nucstras di~posiciones acerca de la reciprocidad conduce a una
liberacin alternativa de la responsabilidad, elebe ser proporcionado por una fi.
gura, Ia considera.tton, que se propone misiones totalmenre distintas de las ele
nucstra causa. La tcnica de semejame sin:Jiagma cor.dicional plantca requisito;
fin:1les distintos que h tcnica alemana de la Jcsaparicin de la base dei negocio
o que la C11use fr:mcesa. ;\fs detalles sobre la posibilidaJ ele comparar la substancia de rales figuras estrucruralmente di,ersas infra cap. X\'IJL
CAPTULO
VII
38
\.
L4 ~xp~ritncia jnrdica
39
r4o
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IP
'
142
~1 d~scubrimimto
da
Da~cho
s6o. r
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ccrlc los "criterios objetivos" que elevao el juicio por encima dd plano de
la argumentacin tcnica para situarlo en el dei "hallazgo" del derecho objetivo.81 En modo alguno se limitao a ser regias meramente "accesorias" de la tcnica y de la prctica, como tampoco lo son los princpios de la validez local y temporal dei Derecho, o las regias de la ccr
rrespondencia, o de la 'rolongacin personal o temporal en el Derecho
internacional privado, o los princpios de validez y las normas de rango
en el Derecho de genres. 82 Slo la mayor antigedad de una tradicin
y b m:tyor consistencia de una determinada disciplina permite medir
b disrancia que separa el "Derecho" de la "tcnica dei Derecho". Viceversa, es frecuente que un principio, que en su origen era una /ex artis
sujeta ai conrrol de la tica corporativa y que en el rgimen de un
"derecho judicial" (judge made law) an hoy viene determinado por
la tica y las rufes of co11rts autnomas, pase a ser una parte dd orden:~miemo codificado, reconocido como a tal por el Estado. La pertenencia
prctica ai corpus iuris positivo queda ya asegurada por la sola circunstancia Je que un principio goce de la plena proteccin de los tribunales.
y que e! desatenderia ac:mee una reconvencin. El acto definitivo de
incorporacin de un principio, es su reconocimienro como revisable. 83 E!
81 Cf. Pou!', Thcorie en practijk der rcchtsvinding (1953) 14, 19"45
76 ss. Con cl descubrimicnto de la duplicidad de elementos de juicio, racionalcs
c irr:~cionalcs, queda ncccs:~riamcnrc modificada nuestra posicin ante d esquema
"forma }' contenido" de b claboracin dcl derecho y ante c! papel de b dogmtica como garantia de la scguridad jurdica. Cf. POL\K op. cit. 71 ss.
82 Cf. cl cstudio de BELU:o.;J (n. I 163). Sin embargo, este autor so1o
conoce principias "inmanentcs" del derccho, puesto que le~anta una construccin "escolstica", dando como base de todo ordenamiento positi,o un sistema
jedrquico de valores. Venuja: los principias "tcnicos" son reconocidos como
partes integrantes de un ordenannto positi,o: "Los principias no consrituycn
ni un priM ni un posUri11s en las consideraones dcl ordenamienro, sino que
son, por 3S decir, algo inmancmc. fonnan parte dcl ordenamiento mismo"
(p. u9f2JO). An:logamentc ya BRt:GI (n. I 34) 164 y Bosco, Lezioni di
diritto intemazionale ( 19-P I 42) I s6.
83 El dcs:~rrollo no ha terminado todava. Las decisiones fundamentalcs
alcmanas en favor de la revisibilidad se encuentran desde RGZ 99 7' en
juri<pmdencia constante; cf. adems OGHBrZ. MDR 19;o. 156 y desde RGSt
61, 1~ y 6.f, 352 constantemente. La ampliacin de los principias revisablcs
se hace paso a paso. Cf. tambin RGZ 104, 30 sobre la ~sibi1idad de las
regias de interprctacin, que slo debe concedcrsc cuando csus regias "emanan
+1
por su pane del derecho re,isable". Es fcil el crculo vicioso implcito cn esta
escapatoria. Pues una regia de intcrpretacin "emana del dcrecho re,isable
cuando su reconocimiento como pdctica judicial tiene como cfecto el que se
la adscriba ai derecho posici,o. Subterfugios anlogos con respccto a los principias llamados "cientificas" en Bay. ObLG 20, 19;. Cf. tambin 8.\DIB.-\CH,
ZPQ20, nota 1 B al ;49 ZPO para la exclusin de los principias lbmados de
"filosofia juridica''.
84 Una frm ula as es empleada para las soluciones ms diversas, cn el
derccho de cosas, en materia de cesiones, de formacin de patrimonios separados, etc., incluso en vinculacioncs puramente obligatorias, como dentro dcl
marco de una rcl:~cin sinalagmcica. As en la prctica francesa, cuyas comtrucciones h:m dado ya pie a la teoria para lanzar un grito de alarma contra d
tratamiento de las obligaciones con arreglo ai derecho de cosas, cf. \V.\HL
uw
I
f
\ ..
45
De~o
Privado
q6
f'l'" ~t domlm"mimto
dc-1 Daaho
aqu un papel ms importante que las frmulas docnimles. l'm maxinu como Qui facit per alium fadt per se, 91 Responde.;t suprrior, 9 ~ etc.,
:J...::Jba obreniendo cl rango de una mie, como hizo h regla Res ipst~ loqr:iwr.~3 Por lo dems, el car:cter pur:1mente heur~tico es a9u un
c:-itica. ms bien han contribudo a estrechar cl horizonr~ . .-\si. f'c'r cjrmplo,
b infunJ.lda descsrimacin de una compemacin d, wntJjJs :- rcqui:ios, sic:mpre que sta no sea ms gravosa de lo que hubicra si,!o cl cumplimicnto, o deo~os surrogados apropiados de la prestacin. como cs posib!c. por cj~mrlo. scgn
la doctrina de la fmstr.Jticn c:-n e! daecho ingb. Pucdc pens.use .:n b posibiliJad de lkgar a un tratamiento unitario en los CJSO~ dt imposibihd.}(l ulterior
~- dcsaparicin de la base de! negocio; cf. ~1EI)ER~ . La force obli~.1ton: d.:s
conrrats c scs modification~ dans les droi ts m0dnncs: .-\cte< du Con~. h t.
de dr0ic pri\. publ. del lnst. para unific. dd D,-r Pri\. I! 1O)I , 100 ~
01
E>ra parcmJ no constiru~e una Jt>ctr:n~ t''!';ir:c .lnll'r.:, !:~,:;,.,.1. si1w
r..:conocida cn codJ; partes donde falta unJ rcsl3 C'f'<:~i.ll ,,,~re,r..: :1Jiemc a
r.l:<'<rro ~ 278 BGB. Cf., por ejemplo, :\usrria .J!l:,.< t~, :.1 nc 1 ,;J ::c:al q;1z
tntrodujo ~ 1. 313 .z en d ABGB, la resoluclt;n Jd OHG cn GIL'~ F I 3 nmero 4-~: "En tal caso la c:-jccucin de un murgo no c< pJ;,1d.1 <:\ Jb<olmo
a una tcrcera pcnona, sino que es d comisionado mi<m .) cl que !.1 lit1a .1 c.1bo.
aungut no scJ con su trabajo fsico, sino ~ tr:l\ ~s ,!c ~ll' J:nili.!rc~. que son sl!S
r~anos. De ah resulta que !as acciones dailn,Js aJliz~d.l' rcr los :n::-.iliJrcs cn
la cjccucin de su trabajo, deben considerarse como acc:unrs propH dd c,,m:.
<onJdo 1 como a cales deben ser estimadas cn Dcrtcho."
92 La "prucba dd descargo" es desconocidJ er: osi co,).. , k'> ,L-rcchos.
cf. \\.E!GfRT. R\~!. HJ\Vb. IV (1933) 43 ss., 5o ss. Sobre rodo d d,ndw angloamericano y tambin el art. 1-384 dd C. c. frarcs C\"ta nunrrn de,dicllJdo
831 BGB. Sobre sus efectos antisociales y la nccc<idad de r~form~~ k>. cf. pginas 5o-63 dd ArbBcr. n. 0 14 de la Academia dd Drrccho :\lcm:n v E:-:--:EccERL's-LEH\t\:-::-: (19;o) 26, IV, 109. \'aSt. adtm.s la siruaci<'>n J':lralda cn
Suiza, que con cl art. 55 OR no es ms s:n! sfacrnril que con la nue<rra dcl
831 BGB. La prctica dcl Tribunal Frd..:ral suizo .:ra t.u1 ri_t~mo~a cf. \\'EI GERT loc. cir.), que la revisin convirti !a diligcnci.1 " rxigible" cn dill~t'llci:~
''clt-bida". Pero esto volvi a conducir a un agr.namilnto de las rccl.!m.lconc~.
d. \'. TL'HR-S!EGW.\RT, Allg. T. dei SOR I ( 19-F) ~ 49 J80 ss. ~- S!\10:'\ll"S
(n. I 24) 88. El Rmarcmem (Tons, chapt. '5 Topic 7., 416 ss."! distingue
entre la rcsponsabi!idad de contratistas indcpcndicntcs y dcpcndi.:nrcs, y cn
d c~so de los pnmeros, entre trabajos inhcrcnrcmcmc pdigro<os, d,berc~ no
ddcgables (entre ellos el deber de atender a la scauriJad
Jd trfico), obras cn un
0
lugar pblico, crc.
93 Regia tpica, con la que la ars iudicis (prucba prima f.zcic) y d dcrccho
"material '' aparcccn indisolublcmc:-nte unidos. Cf. mis ob,cr\'acionc~ sobre b
doctrina y prcrica angloamcricana cn JZ '953 p. 130 y las obscn Jconcs ,k
..'
Cut~litlttd
\Vt:ssow (n. 11 78) to, de que se hace un tenaz abuso de tal "prueba" en el
sentido de una "regia de equidad" social (RGZ n6. 7;; 127, z8; qo, 3;9;
r 34 24 I, etc.), de modo que cn rcalidad no es ya l!na norma de prueba, s:no
una "regia general de cquidad. incomrarible con la ley". No es distinta la
prctica de EE. ULT aunquc se afim1e que cn la regia "no se \ 'C ms que una
regia de prueba. no una regia substanti,a de derecho" (as 38 Am. Jur. 994
Negligence, 29; ss.).
94 Uni\'(~rsalmente: Cf. H'ing v. AngrJ:..'t! (t86o), 8 H. L. 183.
9; Primada de lo soCial ~obre lo biolgico en Derecho. justificada no slo
por la ho~ disipada obscuridJd dcl Patcr sempa inartlls (P.\l'Ll'S D. 2, 4 ;;
cf. ya Odisea t, 216), sino por la heterogona de los fines: idca pmimomal,
idea de\ respcto a las decision<'s privada. aspecto econmicos ~ de higiene
social, efccto escabilindor de reservas ntimas de responsabilidad. rodo esto
basta para fund:~menrar scmejant<' principio de un modo indcpcndienre.
~ Cf. ya RIPERT (n. I IJQ) 64;: ":-.:o se trJta aqu de !J administt:~cin
de las pruebas, establecida por d proccdimiento ci,il scgn bs regbs tcnicas
propias de cada kgislacin. sino de la cucsrin de la admisibilidad de la prueba
que toca ai fondo mismo de! derecho civil. ya que se crara de hacer conoccr ai
juez la vcrdad y de pro,ocar su con,enc:miento."
97 Vase tambin su inRuencia sobre el derecho suizo (art. 8 ZGB: "Si
la ley no dispone otta cosa. cada parte tiene que probar los hechos 9ue aduce
para fundamentar su derecho.'}.
~ Quisquis ccnutt~r bon"s donec contr.Jrif4m probn,r, pues la natura-
-~
148
t- d
Jescubrimiento dd Drrecbo
probandi incumbit ei qui dicit" etc., y b fuerza lgica de estas aforismos, cimentada en las rcunstanas mismas del licigio o en b rdacin
emre regia y excepcin, les ha conferido una validez uni,ersJI, a diferencia de las formas de prueba y de las cuesciones de la obligan de
probar. 100
Que los ptincipios interpretativos son algo m3s que simples regbs
rucin:uias de los pr:ccos, se infiere ya de su centrJI importancia con
vistas a la posibilidad de una interpretacin vinculante. cu:a exisrencia
depende de b vinculan a una convencin clara. 101 Por esto no es
an necesario entender la regia vinculante de imerpretacin, cn sentido
posicivisra, como un subrogado de b des:tp:lrecida fidelida d ai texto
l~za dei nrden~mi~nto jurdico no tolo-a ql!e como regb <c <o~pechc de nadic.
cf. JossR.\~L>. Cours de Droit Civil Pos. Fr. IQ1~ ,,\, 'ia cd. 10~8'4o) I.
nmo-o Blx>: Vocr.-:, La bonne foi (1939) 24;: no a.t ~~tando b cxperienc=~ d<."
la vida crea n:glas especiales, como: Fr<~us inter propllquos f.Jnlr pr.Jrs11mitt1r
(Vot:IS, op. cit. 246), casos de:- notoriedad reconocida. ~o c< rJra la codifi.:-acin
"Xpresa d~ la regia fund:~mental. As en art. 2.268 C. c. francs con rcspecto a
los supuc)tos de hecho de pn:scripcin, ~n el Jrt. dd ZGB mizo. !lJsta como
regia gencral. Independientemente de esto, es admir=da Unt\ cnalmcnte por la
judicarura. Cf. arrt n.0 7 dei Tribunal Permanente de 2;.8.191;: '"Un abuso
de do-echo no ~ presume, sino que incumbe a quic:-n lo alc:-g:t el dar l:t prueba
de su alegacin." Igualm~ntc univcrsal es la mxima In dt~bio cotJtr,, profrrcnum (Atf. V.'imbledon, arr. n.0 I, y Aff. Manom:mtis. arr. n. 0 :;\.o ln fa~orrm
librrtatis, es decir, los do-echos o cargas espcciales neccsitan una dcmomac:n
propia. Cf. rambin la regia fundamental: Rcns in exapflone fit actor.
99 Formulacin ms general del conocido On11s prob.1nrl1 incumbit .,,,-.
tori y de la forma d.: inversin citada aniba. Cf. RIPERT (n. I 119) 646.
0
100 Es sorprendente que la Cour Permanente (arrt n. 7 scric:- A. p. 72)
comido-e que la libre valoracin de la prueba constituya un principio uniwrsal
en el sentido dcl art. 38, 3 del Estaruto. Le sigue VERDROSS (n. I 36) 248/ 49
quien ve aqu, por la naruraleza de la instirucin, un caso de:- \'al idcz uni\'t<rsal
de cuio iusnaruralist.a. De todos modos cl sistema de las pmebas lcgales o formales no ~ ha extinguido en absoluto, a pesar de haberse marchitado su raz
histrico-mgica; es sabido que ~ive en los derechos rom:nicos como una
pieza dd procedimiento contencioso, por razones de "higiene jurdica" (obligatoriedad dcl documento). Acertadamente RIPERT op. cit. 648.
101 Definicin de interprter scgn LlTTR: Donnrr 4 ullt chose, par
de cert4ines regles Otf inalfCt011S, "" SUIS rel 014 imagin4ire. Sobre la neccsidad
de proceder a un ordenamiento obligatorio de las regias de imerpretacin, cf. LAt:TERPACHT, 43 Ann. Anst. Phil. (1950, I) 373 ss. y Lo Ro BECKETT, ibd. 435
' I..
49
n.
150
-.
c,aJ,dad de la interpretacin
incorpor:tcton cn una codificacin.m Basta mostrar lo que una interpretacin cualquicra conticne en cu::tnto a determinan de la voluntad y
juirio de valor, para hacer evidente b cualidad jurdica de la norma de
interpretacin 112 y dcmostrar su rcvisibilidad, aunque no incurramos
p en las ilusiones codillcadoras de! siglo XIX procediendo a establecer
una lista de principios elementales de la imerpretacin 1 ~3 o al menos
:dgunas directrices "lapidarias". 114
( _
Cuando decimos que la cualidad jurdica es evidente, nos referimos
a la perrenena a la masa del derecho positivo, pero no necesariamente
a la pertenencia rambin ai derecho material. 115 Sin embargo, sera mias, por ejemplo, de las demandas por omisin, enriquecimiento, inquietacin,
etctera.
111 Cf. supra p. 120. la doctrina no est anticuada en modo alguno.
C f. todavia BRI:SIS, Ober die Objektivitat der Rechtsprechung ( 1949) 62. ss.,
quicn considera las regias hcrmenuticas positivas vinculantes para todo cl
derccho en forma de Iey, y slo queda pcrplejo ante esta pregunta: {quin da
las regias para interpretar estas regias de intc:rpretacin? Por otras razones esta
conccpcin se mantienc: tambin en el mbito ingls. Cf. Bu.cK, Handbook of
the Consm.~ction and lnterpretation of Laws2 (19rr) 9: "Las regias o dnones
de la construccin no son regias dei derecho positivo, a menos que vengan e:tpresamente dadas por la ley (!). Descansao en la autoridad de los tribunales y
no son imperativamente vinculantes en e! mismo sentido que las leyes".
112 En este punto es muy meritoria la labor de BoBBIO, quien en L'analogia nclla logica dcl diriuo (Iq38; ha n:furado a fendo e! prejuicio de que las
regias dd pcnsamicnto no lo scan dcl Dcrecho (p. 123 ss.).
1 13 C f. e! 1 dcl primcr proyccto dcl BGB de I 888, por fortuna diminado.
I 14
Cf. 2 I de Grundregcln und Buch I eines BGB de HEDHl\:\""SLEH:\l\SS-SIEBERT (I942) y art. 3 de la ley italiana de 12.12.1938. esta ltima
con la bien intencionada, aunque disparatada, receca de que no hay que
atribuir a b ley otro sentido que cl que se desprenda con evidencia dei sentido
propio de las palabras, de su comcxco, )' de b intencin dei legislador. Sobre
la comro,ersia entro: cl mtodo de interpretacin histrico y la doccrina dd
"sentido claro", cf. lo siguiente.
1 I 5 Sobre la im~rtancia de la revisibilidJd como sntoma de la naruraleza jurdica de un pm:c:pto, cf. ya \V.K H. Handbuch des Deutschcn Zivilprozessrechts I ( t885). Sobre la cualidad de norma de los precepcos de la
expcricncia habl ya G. KLEI:-1 en Abh. Ost. Zeitg. (t~) 73 ss.; la exposicin
ms moderna con cxamen de la jurispmdencia es la tesis de ~faguna de
BRi:Sil"G, Die Re,isibilitat der Erfahrungss:itze im Rahmen der Tatsachc:nfeststdlung (1953). Sobre el desarrollo de la revisibilidad de los errores de interURGI
MCULDADE DE D1J11W
,tUJOfECJ
152
rar de un modo demasiado unilateral las nom1ls de la proteccin jurdica, como rambin las de la daboracin del Derecho, en su funcin
viu!, si ai ejemplo de la ena procesal dei siglo XIX se las encuadrar:m
sin ms ni m:s en el derecho procesal o fonml. Encontramos cn elbs
un campo ai que viene ai dedillo la califican, inventada a otro propsito, de "derecho judicial material". Figurao en ! no slo las formas
y condiciones de la protecn jurdica, sino tarnbin las formas y regias
de la elaboracin dei Derecho, o sea las leges artis de la constitucin
judicial dei Derecho material, pero tambin la concretizacin y desarrollo judicial dei derecho positivo "dado" por va de "aplicacin" e "interpretacin". Pues tarnbin esro es formacin de derecho en el sentido
de una mayor positivacin, en la que no slo se "aplica" Derecho, sino
que tarnbin es formulado de nuevo y hecho eficaz con ayuda de principies no susceptibles de "aplicacin" tcnica, de rationes y pensamiemos jurdicos (y con :~yuda de las leges arts que determinao su
alcance y utilizacin).
Para el derecho dei caso, esta unidad de aplicacin ~, formacin de la
regia, es algo que se entiende de suyo. La fueme dei derecho es el precedente 116 - y no, por tanto, la masa annima de la tradicin. sino
aqueila sentencia concreta que di forma a la regia. Desde este punto
de vista se explica la pugna, inevitable porque descans:t sobre una
apora, enrre la "escuela re:~lista" y la clsica doctcina de bs fuentes
del Austinianismo. 111 No ocurre de otro modo en el Derecho codificado.
pretacin fuera dcl campo de la "ley", d. MA~IGK, Die Revisibilitat der
Auslegung von Willenserklrungen, en 'RG Pra.xis n. F. VI (1929) ~ ss.; cf.
tambin RGZ 152, 166; 158. 115; OGHZ 1, 39 y 1, 156. Sobre la significacin
de las leges rtis para d conccpto de proccdimiento "ordinario", cf. la ponencia
de Eo. J. Coun:RE, Montevideo, sobre la definicin del concepto Due Prouss
of Lzw en el Congreso Internacional de procedimiento civil en Viena, 6.10.1953
116 Cf. SALMOND, Jutisprudcnce (1947) 176: "Un precedente judicial cn
Inglaterra habla con autotidad; no es una simple prueba dcl derecho, sino
fuenre de ste; y los tribunales virnen obligados a seguir el dcrecho as establccido."
u7 Cf. los autores citados supra n. 53-61, quienes en el mbito dd
common Ltw ven en la doctrina del swe dtcisis la demostracin de la exclusiva
cualidad de fuentc de dcrecho que posce la sentencia judial, tras de la cual
no existe ningn otro derccho comn positivo: "Los princpios y regias, en s
y por s mismos, no son derccho; no son otra cosa que explicaciones expeti-
''
53
sr-s6.
---
154
U
mer::~menre tecruca .
La ms conocida de cales antinomias es la que se produce entre la
significac:n acrual, usual en el tdfico, :1corde con el estado presente
de las costumbres y bs comiccioncs jurdicas, o sea, el sentido objetivo
de un:1 declar:~cin o nornu materializad:ts, y el fio subjetivo, que no
slo da a conocer el objeto a inrerpret:Jr en sentido esuicto, sino tam-
rs6
bin la historia de su namiento y la restante conducta de: los interesados. No cabe: duda que son distintos los mtodos a aplicar en el caso de
un testamento (fauor testammti ), que c:n un contrato c:levado a la
condin de pblico ( 1"'17 BGB). Pero si en el contt:lro mismo los
postulados de la adecuacin objeva al orden:tmiento y la dc:scripcin
"subjetiva" de una voluntad histrica de las partes entran en un inevitable conAicto- conRicto que se tiende ms y ms a resoh-c:r en el
sentido de una intervencin judicial y de la liberacin del contrato de
sus circunstancias histricas, "objetivamente" no reconocidas - . cunto
mayor no ser esra tensin en la inrerpreracin de un texto legal. donde
por una parte inreresa respetar un "sic uolo" de una autoridad completamente distinta, y por otra parte, en atencin a la independencia espiritual de un ordenamiento que vive dentro del tiempo, comiene tambin afirmar con energa su independencia frente a los pensamiencos que
detc:rminaron histricamence su nacimienro. As, slo a primera ,isca
parecen concordar los principies interpretativos reconocidos universalmente m tanto para los conrraws como sobre rodo para las leyes. Nos
encontramos con una serie de mximas que no hay que hJcer ms que
seguir, como: Odiosa sunt restnngmda, Exuptio non est prttrsummda,
Expressio unit~S, exclusio altuius, 124 cuya problematicid :td slo se ,islumbra dc:spus de un examen ms atemo: ~Quin decide lo que es
odiomm, lo que es exceptio, lo que es expresmm , y en virrud de qu
norma positiva se efecra esta dcrerminacin? AI pregunr:tr as sobre
la base de la constirucin jurdica judicial. rebasamos el horizonte de
la teora tradicional de las fuentes, y abandonamos h di syunt\'a dualista
planceada entre e! "positivismo" y el "iusnaruralismo". Tcnic:~meme,
123 El mcjor crtero cs la prccica dd Tribunal Permanente de L~ Haya,
cuya acntud frente 3 los "principios gencrales reconocdos por las n:~ciones
civilizadas" en d sentido dd art. 38, 3 del estatuto ha sido analizado por los
internacionalistas citados arriba, n. I 112 y 11 ro6. Han sido tambin tomadas
cn consider"_in las regias hcrmenutic:~s universalmeme reconocidas, cf. VERDROSS op. cit. 244-248. Los ltimos volmcncs de Semcnci:.s (Recuei! dcs
.Arrts) aportar! tambin importante material. Un auxiliar valioso: RocssEAU
(n. I 34) y la poncncia de LMJTERPACH, De l'interprtation des traits. en la
u. sc:sin de la cornisin dd lnstitut de D roit lotem. en Bath, Annu:aire
de l'lnscitut, vol. 43 I (195o).
1:!.4 Recuei! Jes Arrts (1947/48) 61 ss., 90 101 ss., cf. AzEVEDO en
Recueil (1950) 27 (DissentirJg opinion a Avis de 3-3'950).
I
'
1 57
donde m:s impresionante resulta esta falb, es en el intento de remontarse cada vez ms francamente a las propias "fuentes" y dccir, por ejemplo: Lo que est "expresado" en d texto, se infiere del conjunto de la situacin o de! "contexto" . 125 Pero, ~quin determina el conjunto de la
situacin, quin su penenencia ai contexto, y en vinud de qu? ~Cmo
se mide la efficacit de una interpretacin como supuesto criterio, si
diversos inrereses designao como efficax cosas contrapuestas, cmo se
juzga en tal caso lo que es mitius, si se pone por delante la innocua
m.lxima Tn dubio mitius? 126 O~ acuerdo con la ley, desde luego, o el
c~~-trato, o el instrumento positivo correspondiente, pcro: csegn el texto
o seg~n el sentido? Y en este ltimo caso, segn qu sentido: ~el que
f!_asa _por "n:ttur:tl", l se!!s_!!!dinaire, el plain meanin g, o segn c: I que
histricamc:ncesc acribuye ai legislador?
-
~ste es el punto cruci:tl de la interpretacin positivista, expresado
en la antinomia "validez objetiva" - "averigu:tcin de la volunt:td de!
legislador". Y la :mcinomi.1 no tiene solucin ni siquiera en la m:tnera
de tr:ttar cl contrato, en la que suele ponerse una ai lado de otra m:ximas
rebcivamente innocuas como las siguientes: 127 r." /e respect du texte,
pero siempre que cllo no d resultados fuc:ra de razn o absurdos; 128
z." el respeto a la voluntad de las panes, pero siempre que no entre en
colisin con el derecho objetivamente vinculante o b moralid.td; 129 3-" la
precedencia dad::~ a un texto "inequvocamente claro", aunque se pueda
demostrar que er:t otrJ la ,oluntad de la parte, suponiendo que se
est de Jcuerdo sobre lo que est: expresado "claramente", y los medios
n;
126
127
nente.
1
(_
11
---
158
a que hay que acudir p:tra resolver esta cuestin de! sens clair. 130 Pero
esto est totalmente obscuro, de modo que b doctrina del sens clair es
tan contradictoria como la remisin ai sens ordinaire.181 Como ltimo
remedio (y por unto, como base real de imerpretacin). se ofrece en
cada caso un criterio "objetivo" exterior ai texto: buena fe. 132 el "fin" de
una inscitucin o de un ordenamiento colectivo. 133 o los "principios que
130 Op. cit. serie A n. 0 2~; serie B n.0 n. Con esto se vueh-e a tropczar
con la problemtica de la urilizacin de los materia!es o trc1~-.wx prtparatoirts,
que la interpretacin "objeti,a" daba ya por superada, y que desempena un
papel de primera importancia en el dw~cho uni,ersal. cf. Recuei! 111 ( 1935)
37 ss., contra lo cual dice la serie B n.0 14 p. 31: ~o hay que acudir a los
rrabajos previos, si hubiera que modificar el "sentido nan1ral" drl texto (!);
tambin ~crie B nms. 10 y 16: no hav recurso si el texto es claro. Parece
imponcrse cada vez ms un~ mayor moderacin en cl rccm<o a lo~ matcrialcs
en e1 sentido del mtodo histrico (cf. L\L"TERPACHT, op. cit. 190 ss., y su proposicin en n.0 2 op. cir. 443). contra la actin1d inglesa cl<ica EJ texto del
tratado. una vez firmado, asume, por dccirlo as, una espccie de \ida propia"
(LoRD BECKErr sobre la ponencia de bLJERP.\CHT op. cit. 444), y a dcspecho
de las justificadas objeciones ai "completo irrealismo de la rcmisin a la supuesta
intencin del legislador ... cu ando de hecho es casi scgmo que el caso que se
plamea es uno que jams se le ocurri ai legislador"' (ibd. p. 435). Aunque no
se pueda acudir a una supuesra \olunrad de las partes, just:lmente en un punro
sobre el que las partes no podan formar~c ninguna opinin coincidrnte (ibd.).
sin embargo cn cl caso de tratados bilatcralcs csto est de acuerdo con 1:. prct:ica del Tribunal (cf. VERDROSS n. I 36, 2~5. que cita 6 arrts conformes). los
reparos contra la disolucin de la fucrza ordcnadora dcl texto (cf. LoRD BEcKETT op. cit. 439) no son aqu tan graves como en los acuerdo~ plurilatcrales
o colectivos, mientras que los puntos Aacos de la intcrpretacin "sistemrica"
wn relativamente m:s claros.
t31 El cual, como observa l.\t.:TERPACHT (p. 383). demasiado a mcnudo
es idnrico con el sentido literal. Por lo dcms, como demucstr:. LAuTERP.\CHT
(p. 381 ss.) con ejcmplos de 1:. prctica dd Tribunal (c:.so U0(0, Recuei! 1948.
f.3 y caso Lotus, scrie A n.0 10, p. 16), hay la tentacin de incurrir cn una peticin de principio: cal ificar de "claro cn s mismo" el p:.so discutido, descartando as todos los afanes de intcrpretacin que no intercsen. Con toda r:.zn dice
HYDE (lntemational law2 11, 1470, citado scgn LALTERP.\CHT op. cir. 378/9)
que es intil y anticicntfico entender exprcsioncs primero scgn su "significado
narural" y luego intentar armonizar este sentido con las intencioncs o pcnsamientos y acti~d de las partes.
132 Ejcmplos en LAurERPACHT op. cit. 426.
133 LAUTERPACHT ibd. ~28. Pero cl cjemplo principal me rarece ser
d Avis de 3-3'950 sobre competencia de la Asamblea General para la admi'
1 59
domin:m l.t ma teria" . 134 Con ello queda cerrado d crculo. La doctrina
dd uns c/air exige una valoracin previa o posterior segn princpios
jurdicos positivos, cosa que est tan fuera dei alcance dd positivismo
estatal como de una escueb iusnaturalista bas.tda en la tica jurdica.
De ah el intento de substraer cl scns clair a toda clase de imerpretacin,
es decir, de aplicarlo ciegamentc:: sin justificaria y sin acudir a la ars lcgis,
c::n otras palabras, a dar una interpretacin arbitraria. 135 El mtodo
histrico, ai no tomar en consideracin d fin que actualmenre intercsa
proteger, ni la funcin y misin dei texto a interpretar, hace que ste
resulte impotente en los casos difciles. 136 Pcro si uno no quiere ser es-
ston a las Naciones Unidas (C. I. J. Recuei! 1950, 7 ss.), en cl que haba que
interpretar el art. 4 2 de la Carta, scgn d cual la admisin a la ONU se
haca por acucrdo de !.1 Asamble:1 General "a propucsta de! Con~jo de Seguridad", y un reconocimiento Jcl "sentido claro" de esta colaboracin cumulativa
sin rcconocimicnto de la misin obEgada de ambos rganos, y por tanto sin
aplicacin de! criterio dcl abuso de! derccho, haba de conducir forzosamente a
una paralizacin de! principio esencial de admisin de la ONU: la universalidad de b comunidad de derecho internacional. En este sentido son acertadas
las disunting opinions de LV.-\RU y AzEVEDO (cf. infra n. II 137).
'34 Recuei I dcs Arr~rs. etc., serie A n.0 23 p. 26. cf. tambin RocsSE.\t:
(n. I 34).
r6o
161
138 Coincidcn en general : VERDROSS (n. I 36) 244 ss. y RIPERT op. cir.
648 ss. ~ls prroso en muchos detallcs: 1\hRn, Rle du juge dans l'inraprtation, p<>nencia de 25-3.1949 en b Associ:uion Hcnri Capitant, Travaux de
I'Associarion V (1950) 8.t ss. En efecto, M ...RTY entra en la interpreucin
complementJdora dei contr:Ho (p. 94) y en cl redresscment des contrats dfectumx, sohf-e todo en las relaciones obligatorias duradaas. Sin embargo, se
ciie ai dcrecho francs, dd que saca inreresantcs ejemplos sobre la t~ca de la
jurispmdcncia de sacar principies hcrmenuticos gencralcs de noml:ls parciculares (art.s. 1.157 1.161, 1.164 C. c.) o de entender la ayuda que presta la ley
por medio de nom1as subsidiarias y la remisin a la equidad o los usus dd
trfico, como la concesin aJ juez de la facultad de proceder a una interprctacin
1.1)5 1.159 I.J6o c. c.). Cf. umbin la intervencomplecin (arts. 1.1)4
cin de LEREBOt:Rs-PIGEO~~IERE, ibd. 103 ss., sobre todo acerca dd desarrollo
dcl intcrvencionismo judicial aun tratndose de una "clusula dara y precisa".
139 Esta limiracin se hace en todas partes. Cf. sobre: la prctica alemana:
m.
REI!'."JCKE,
11. -
NJW
user. -
1952, l.OJJ
O..~bo
Pri ...do
162
140 La gnesis histrica es en cada caso completamente original. Cf. sobre la rtgula citada cn ltimo lugar BERGER cn "Seminar" (suplemento anual
a "The Jurist") IX ( 1951) 36 ss. con refcrcncia a pas;1jes. como D. ;o. '7 ;6:
lB, 43 etc. Sobre Magis valeat cf. el pasaje de Juliano D . .l4 5 12; por lo
dems, vale: aqu (o dicho supra, cap. (V, sobre fa falsa idea que se time accrCJ
de la concepcin casustico-problemtica de los clsicos: l;1 utilizacin sitcmtic:~
de cales topoi ai estilo dei tNSNS mc.lcrnus cs complet<~mentc ant:histrica,
prescindicndo ahora de la cuestin de las fuentes, generalmente discutida. ~c
nos convincentes son todava las perspectivas filosficas, como la de BESELER,
que en la rtgNI.t D . ;o. 17, s6 crce ver "el triunfo de la benignidad sobre la
lgica jurdica" (cf. la cita cn BERGER, loc. cit.). T an distinto como la gnesis
es cl revestimicnto doctrinal. Regia de prueba - regia de interprctacin - norma material subsidiaria: todas ellas son a menu do revcstimicntos substancialmente equivalentes de una misma r4tio. As, por ejcmplo, el mbito jurdico
'
Conflictos d~ la intcrpr~tacin
166
a dtst:Hbrimimto dd Derecho
168
'\
CAPTULO
VITI
149 "Los idealc:s reconocidos de este tipo, {forman parte dcl derecho?",
pregunta Pot:l'>'D (n. I 41) 1 ss., )' contesta: "Hay ideales aurorizadamenre
reconocidos que consciruyrn una parte de! derecho en la misma medida que
.. . los preceptos." "Es un error destacar el elemento ideal como algo de valide7
independiente por encima del derecho, como cn los anciguos sistemas de derccho natural..." Por ideales enciende aqui (cf. p. 11) tanto los princpios como
tambi~n las ideas bsicas dogrnacizadas, o sca, no los rlltiomJt!s que sirven
meramente de guas, sino los fundamentos conccprualmcnte corroborados de
las rHlt!s, o sea las inscirucionc:s jurdicas transmicidas por la teoria, de las que
dice M.\!TLAI';'D: "Derecho erueiiado es dcrecho resistente" (T1111ght L.w is
tot~gh Lzw). No vale esto menos en el derecho de acciones que en cl sistemtico
de! tipo dd Derccho comn: "Este cuerpo de ideales, transmitido en los libros
de derecho, ledo por los esrudiantes y enseiiado consciente o inconscientemente
por los maestros como parte de los fundamentos dd pensamiento jurdico, time
una vida mucho ms larga que las regias particulares de la ley, y los idcales
1]0
--
1]2
Con esto queda ya contestada la segunda pregunta: ~son los princpios una fuente especial dc:l derecho? Lo son en cuanto p:me dcl
corpus iuris cocal ai que pertenecen. Pero no lo son como verdades existentes en potena, que deben ser descubiertas o valoudas, fuera de lo
que ha recibido una realizacin institucionaL Aqu son guides para
las "autoridades jurdicas", que gracias a dias cre:tn derecho: el poder
legislativo y la jurisprudencia, son aqu hs fuemes de derecho, puesro
que no se limitao a elaborar mJteriales dotados de autoridad )' reconocidos. Presndiendo de momento de la polmica ideolgica acerca
de la comperena dei juez para formular prinpios generales, se trata
aqu en primer lugar de un problema de concepcn y de termnologa:
~por "fuente dei derecho" emendemos el proceso de posirivacin, o se:~
d hecho social o la inscitucin que conscituye derecho positivo (:~cricud
realista), o ai modo de h doctrina iusnarurahsta y de los ausrinianos
damos aquel nombre ai acervo tora! de \'Crdades jurdicas ' objerivas ., . o
sea en cada caso evidentes, que yo propondra ms bien llamar, con mayor preCJSn, fuenre para el conocimienro de! derecho? 15 ~ La polariI ;4
Cf. mi expostaon del problema de las fuemes r dd proceso de
positivacin en Einfhrung in d!e Grundbegnffc, p. 16 ss. All el material
positivo es pre~ntado como "fuentc de conocimiento", sin atrevcrme empero
a calificar de "fucnte de dcrecho" ai proccso de formacin de derecho. Peco
va~ mi esrudio n. I 220 y la delimitacin: Dcrccho na rural y actos de positivacin, cap. IV, p. 52 ss., 63 ss., 76 ss. El problema dd austianismo se
plantea de un modo algo distinto, por cuanto en l se discute slo la rivalidad
entre la masa de derecho transmitida y la sentencia judicial como acto de
creacin, micntras que en nuestro caso las verdades "pre-positivas" de un derecho racional o narural pretendeo poseer d cadcter de ltimas fuentes. Vase
la nota siguicntc:. En la medida en que aqucllos principios de dc:recho narural
cxpresan complcjos objetivos y lcyc:s funcionales dei derccho, constituycn parte
de un ordenamiento positivo que arranca de tales presupuesros o planteamicnto<
de tareas (cf. en este sentido SIMO="IUS [ n. I 24] 124 ss.). Asimismo, cn (J
medida en que, como hir. 1 instancia de lo que RIPERT (n. I ~. p. 12) lbma
una trologa moral secularizada, forman parte del contcnido tico rcconocido
de un ordenamicnto juridico y de sus instituciones. En ambas formas los
"princpios de dcrecho narural" fucron siempre vivientes cn la sistcmatizacin
doctrinaria y cn cl pcruamiento codificador (cf. RIPERT sobre el C. c. francs;
Ea. ScHMIDT [n. I 193) 6 ss. para nuestro derc:cho privado). En t:~l sentido, la
consigna de "supcracin dd positivismo" ha subestimado much:~s vincubcionc:s
iusnaruralistas de nuestro sistcm~ conccptual y de nuestra dogmtica, a los que
..
73
fu~nt~ d~ Du~cho
cansa en una Jegalizan sJo formal (por ejemplo, est.ltal), 156 que sJo
reorricamente nos permite hablar de un "plano de Jo que debera ser" , 167
sino que en vircud de su misma substancia representa un:1 entidad ideal,
que gracias a su esrructura valorativa, su Jtmcturt idi.1/e, comierce en
fuente de derecho la suma de los acros empricos, :cmo ocurre que este
orden de valores consiga penetrar este otro mundo. totalmente discinro,
de las expresiones de poder, y cmo pueden estas expresiones llegar a
participar de la cualidad de aquella encidad ideJ!? 158 Son bmosas por
verdaderas (!) fuentes de derecho, pero estn muy lejos de serlo siempre" {p:gma 234). la "rcalidad lgica" cs un ser dcl que no puede decirse sin ms ni
ms que ?revalezca sobre el plano dei ser social.
rs6 Que semejante legicimacin formal y delegada no cs suficiente. hoy
lo admite todo el mundo; no ~ admite, en cambio. que casi nunca sca intenuda por si sola; cf. las dos notas anteriores. Es tambin un mero fantasm:t
la legirimacin puramente epistemolgica en c1 sentido de la "pura doctrina
jurdica" clsica. Es digno de nota que, de un modo especial se haya admitido
la imuficiencia de la legitimacin estatal en e1 concepro tradicional de la fuente
formal de derecho. E! coincidente resultado de 14 ponencias (DEL VECCHIO,
GOODHART, ~fORJ!", SISZHEIJ-IER, etc.) en la 1. sesin dei lnstintto Incem. de
Fuosofa dei Dcrecho ( 1934) fue d rechazar como inutilizable cl conccpto formal
de fuente de! derecho en este ~ntido. Sobre el conocimirnto de la jurisprudencil
creadora de derecho, cf. lo que sigue y en caps. XII-XIV. En Gb:Y encomramos adems cl intento de cuadrar las fuentes formales con la 1111Ctoritl1s. v las
fuenres de hecho (por ejemplo, la sentencia judicial) con la r1111o. llama a l:ls
primeras fuentes "primarias", eficaces ration~ impeni, las ltimas fuentes
"subsidiarias", eficaces rationis mperio. Pero no es sta la siruacin real. Las
fuerzas de ratio e imp~riMm operao en todas las fuemes, y tampoco cs cierto
que las fuentes no autorizadas formalmente por el imperium poltico sean
subsidiarias, sino necesar!as y ubicuas. Con esta reserva y rcconocimiemo. por
otra parte, de que la organizacin de las fucrzas creadora de dcrccho no constituye una nota distintiva necesaria para separar las fuentcs formalcs y la< no foml3les, y que slo se da en las formas de soberania legal provistas de una burocracia
propia (as DEL VECCHIO, le problcme dcs sourccs: Ann. Inst. Phil. I [ 1934]
20 ss.), puede mantcnerse esta divisin, usual en todas partes (cf. RoL'BIER
(nota I 47] ). Me parece de todos modos discutible desde el punto de vist1 de
la teoria jurdica el acierto de distinguir con RoUBIER en el ltimo grupo las
fuerzas de un "orden social e.spontneo". Ms clara cs la disrincin hecha supra
cn el sentido de los tipos de MAX WEBER. Cf. d texto antes de la nota 11 164.
157 As la teora jurdica neokantiana en el sentido de KELSEN, cf. Ross
en el esrudio citado seguidamente, p. '79
158 As la clara exposicin dd problema en Ross, Thcoric der Rcdm-
,
Crtacin jurisprudencial como fumte de/ Derecho
'75
r.-:.
'I
E/ hecho .social
Dcr<"Cho Privado
'.
I
79
es aqu c! acto dcl est:ttuto, ni la formacin de un derecho consuetudin:trio internacional, ni tampoco l:t conclusin del tratado, sino la jurisprudencia de! Tribunal, que ha recibido el encargo de crear normas
positivas de derecho imern.JCional. Pcro en vista de los reparos que el
comit de la Socied:td de Naciones opuso a que se confiriera ai Tribunal
una plena facult:td ..:gisbdora ai estilo del puro derecho judicial (iudg~
mad~ Lzw) (RooT y LoRD PHILUMORE), 167 se tom el partido de restringir la autoridad de la sentencia singular a la eficaa de la cosa juzg:tda, y de limit:tr la inevit.1ble elaboracin judicial de! derecho, por medio de la vinculacin a los princpios universalmente reconocidos, a la
medida en que es practicada en codas partes, incluso en los. pases de derecho codificado. Por consiguiente, la mencin de los prinpios generales
en e! prrafo 3 que aparentemente ampla las materias positivas de los
p:rrafos t y 2, no posee carcter de fuente de derecho, ni receptivo, ni
constitutivo, sino que se limita a constatar una norma conscitucional de
l.t juscici:~. Los princpios jurdicos generalmente reconocidos aun sin
esta disposicin hubier:tn conscitudo b base necesana de la jurisprudencia de\ Tribunal -lo habl sido ya para el Tribunal de Arbimje - ,
pero la estipulacin dei p:rrafo 3 cierra formalmente e! corpus ;uris
de esta jurisprudencia, de modo que su estructura quede asegurada
como derecho de regbs. no como derecho c:tsustico.158
167 VERDROSS (n. I 36) 222.
168 VERDROSS op. cit. 205 ss., 220, subraya con razn que el prrafo 3
no conr:icne ninguna autorizacin de dectos constitutivos, y que la jurisprudencia segn los principies gcncralcs no nrcesitaba esta "delegacin", txro no
llega a resultados claros en b cuesrin de las fuentes, ya que considera los
princpios como una fuentc dd derecho narural (en contra acenadamente
STRl'PP, Rectleil I [ '9341 336: Rot'SSE.\l' n. I 341 &J2 y RIPERT n. l 1191
577 ss.), que por cons:guienre no puede derogar (!) d derecho internacion:al positi,o de Jo5 p:rrafos I ~ 2 y ror tanto no choca cn absoluto COn el problema
I"Sttucrural de la creacin juri5pmdencial dc:l Tribunal y con b importancia de
los p:rrafos 1 y 2. Tampoco RotssBt y RrPERT \'en este aspecto dcl problema,
pues cons:dcran d p:rr:~fo 3 como b recepcin material y la transformacin
de un dcrccho estat:~l posir:i\'o ( principu... rtconntu) cn c1 dcrccho intcrnaonal
que :J~ queda "c<'rrJdo".
..'
TER CERA
pARTE
CAPTULO
IX
I
a. P 10, 57 ss. la sobrevaloracin de la "ceguera" axiom:rica dd pensamiento jurdico continental ha dado lugar, por otra parte, a los ms singulares
prejuicios de los common lau.y~rs contra la dogm:rica civilista. Muchos J.,
--
184
Enfrentamos aqu la ideologa dei derecho casustico y la dei codificado, no la dei "sistema legal", pues dada la variedad de significaciones
y tcnicas dei conccpto de /~x. 2 ello podra conducir a equvocos. ~as
codificaones en d sentid9 d_!l siglo XIX repres~ntan un pensamiento
aximtico totalmente unicario, que se caracteriza por devaluar e ignorar los principias valorativos abiertos, las docrrinas, mximas, paremias, etc., los "puncos de partida dei razonarniemo", como las regias
de la /ex artis de los juristas. En lugar de ellos pone en primer plano
las ration~s l~gis, los prinpios formales de la estructura )' de b lgica
jurdica, que se acredita en el uso constructivo de! sentido dei ordenam.ienro tal como est guardado en el concepto, hasta que un da
el pensamiemo de los juristas, con el desarrollo judicial de "pensamientos jurdicos gener:des", constrine a esta orgullosa construccin sistemtica a parar mientes en los progresos de b vid:~.
De todos modos, no quisiera limitarme a mostrar cmo !J modern:t
vida de! derecho con sus "consideraciones acerca de los pnnpios" y
con la ampliacin, a medida de las necesidades, de algunos "pensamientos jurdicos generales", va socavando e! sistema escolstico de nuestras codificaones; sino que mi propsito es cmpezar exponiendo lo que
tiene de caracterstico la accirud originaria de las codificaciones ante la
relacin entre principio y nom1a. Emran en este captulo: los grados variables y las razones de su aficin a sentar principias; la posibilidad de
atisbar las ideas direcrrices que constituyen el espriru de una codifican; la clandad o la naruralidJd con que son puestos en obra los pcnsamientos sobre el fin y la funn de las instiruciones singulares; b
considerao como un engendro dei mos gtomttriws con un mrodo Jc pensamiemo puramente deductivo, d. infra cap. XIII 5 n. IV 236. Son contados
los juristas contincnralcs que salen ai paso de esta supersticin, cf. por cjemplo
E. M. MEIJERS, Case Law and Codified Sysrems in Privare Law: J. Comp.
Lcg. and Int. L 33 (1951) 8. En este breve e incisivo ensayo -una conferencia
dada t:n Oxford- MEIJERS expone irnicamentt: y con deliciosas imgcnes los
malentendidos a que la siruacin ha dado lugar- y no slo del lado anglosajn - : que el juez a>ntnentai no es un rgano creador de derecho, que sus
precedentes no poseen autoridad jurdica, que la aplicacin de la ley es un ano
lgico de subsuncin, que los st11ndards no ejercen aqu la menor influencia, que
d dcrecho legal es menos elstico que el dcrecho dcl caso, C'tC.
2
Ms detallcs en e! cap. VI de mi Einfhrung (n. I 88) 129 ss.
II
~mUm11tiucin
de los princpios
r8s
186
narural, 5 mientras que el Code civil francs contempor:neo, a despecho de su predileccin por las frmulas elememales y lapidarias, es
en este punto mucho ms comedido. Esto nos obliga a poner atencin
en los antecedentes polticos e ideolgicos de las codiiicaciones: El ABGB
es obn de eruditos, un testimonio de la ilustracin filoshcJ de b A r~f
kliimng de! mundo austraco, con su aire siempre p:miarcal. 6 El Code
civil es "ilustrado" con una accitud enciclopdica cpicameme frances.t,
reforzadJ. por la volunrJ.d de un nue,o emper.tdor dei pueblo de conferir
a su obra una senciUez dsica }' una inceligibilidad gener:~l.' Originariamente la A.ssemble gnral~ quera s:1lir del p:~so con un cdigo popular de slo unos pocos cenrenares de :Jrt.:ulos, : e! propio Cdigo
Napolen ostenta an rastros de estJ. concepcin grandios:J, segn b
cual una ley no poda antiparse nt a la e\olucin de los ciempos ni
a los progresos de la docrrin:~, como dice PoRT.\LIS en el Discorm prliminairr.8 Visco retrospectiv:~meme. e) codr C5: :~hi5trico, por ser here5 Para no sal ir de! empleo drl enriquecimiento injusto: d principio,
concebido totalmente en sentido tico, es tamb;n rcsponsablc dd rigorismo
que priva en la condictio ob turpem causJm. :\st cxplican los mat,riales \H.\RR.\SOWSl, Cod. Ther. m, 339 n. 4 que cl principio X c mo .mditnr . .. no
sufre cxcepcin alguna, ni siquicra en el caso de un mutuatario ,ctima de usura.
Cf. adcms cl desarrollo de la prohibicin de usura en la forma tpica de la
i.usio enormis, 934 ABGB. Esto dio lugar a una formubcin tan gen{-ral de
la figura de la actio de in rem !J(f"so propia dcl d,recho comn. que poco a
poco hubo que apartarse de este concepto; cf. \\"nLSP.KHER, \'crsio in n:m
(1900) 44 ss., y adems el acrual 1.041 ABGB: anlogamente cl ALR. cf.
Ew.~LD, Gruchot
150 ss. Sobre la propia prohibicin de ennquecimicnto,
cf. Cod. Ther. 3 XIX, 38 y XX, 2, 5-68. Sobre el principio cntero: D.~wso:-:
(n. I 7). Detallcs infra cap. IX, p. 214 ss. n. lll 119.
6 a. SwoBODA, Das ABGB in Lichtc der Lehren Kants (1926), y con
res~cto a la aficin a los principios, sobre todo D~IESTR.\~SKI, Dic natrlichtn
Rcchrsgrundsiitze: Festschr. z. Jahrhuntertfeier des A.BGB II (1911) 25 ss.
7 Hizo una cuestin de honor cl cumplir h promesa hecha por Si~ycs
de dar .m codt compiet et simpie. Cf. cl instructivo ciclo de conferencias de
G.\L'DEMET, L'interprtation du Code civil en Fr:mce depuis 18o4, Basler Studien
zur Rechtswissenschaft Heft 8 (1935) y RIPERT (n. I 4o) 14.
8 FNET, Recuei! complct des travaux prparatoires du Codc civil, 15 vols.
(182]-1832) vol. I 4~ ss. Cuando se lee esto, o frases como la siguiente: "La
cicncia dei magistrado consiste cn poncr en accin los princpios dei cdigo"
(472) uno crcera tener ante s 3 un jurista que ha ~upcrado la est:rrchez exegtica. Pcro los tiempos no estaban an maduros. Cuando PoRTAUS habla de la
6s.
t4B
r88
'I..
pocas de convulsin, la aficin mayor o menor a los princtptos depende tambin de la mentJlidad de! reformador, quien se ve obligado
a "esculpir en bronce" para su ticmpo lo que cn pocas ms estables pareda una perogrullada que no nccesitaba confirmacin alguna. 16 Sin embargo, existen mbitos c:n los que pnnci pios, que en otras partes pasan
por evidentes y slo se mencionao por razones sistemticas o de inreligibilidad, siguen siendo una pieza del ordenamiento positivo, objeto
de continuas discusiones. As, por ejemplo, la prohibicin dei ague in
fraudem legis en los ordenamientos imracstacales de hoy es una verdad
inconcestable, pcro no lo era ni mucho menos en pocas en que la
substancia del derecho e.~raba encarnada en la forma jurdica como tal. 16
En el derecho incerestat:d y en d de colisin, donde un trato de favor
justificado da lugar a abusos y a b circunvencin de las barreras cerridt> proclamar tab principies t>n conscituciont>s y lcycs, por d simple procedimicnto de induirlos en la redaccin. T ambin d jurista crec que basta csto para
que d principio ~ com'erta t>n parte dcl ordenamicnto. Cf. BRUGt (n. I 34}
I64. Sobr. d problema de la insuficiencia de las codifiacioncs, infra ap. XVI.
I5 a. StM0:0.1US (n. I 24) 252/253 sobre c) principio de la fiddidad ai
contrato, cuya formulacin cn las modernas codificacioncs de dcrecho civil SCI.l
simplcmcntc banal. Cf. en cambio cl rclicvc dado a una proteccin jurdica
nucva, como la dcl dcrt>cho de la pt>rsonalidad, cn el art. I9 OR, frt>ntc a la
accitud dd Code civil c incluso dei BGB, o un principio como art. 2 ZGB
(ninguna proteccin ai abuso de! dt>recho), que, desarrollado casusticamente en
ocros lugares, aqu ~ ha convertido cn representante de un principio que no
cst an asegnrado dogm3ticamentc. Slo que no hay que confundir las ausas
con los efectos y crccr que el csublecimicnto de rales principies significa d inicio
de una evolucin. Significa, s, un afianzamicnto y un estmulo para sta, pero
su comienzo y desarrollo cs obra exclusiva de la jurisprudencia. Un principio
como el del derccho general de la pcrsonalidad, ai que hasr:1 ahora ~ haba
atendido de manaa suficiente con d conccpto de "buenas costumbres", ai Uegar
a un determinado cstadio de la cvolucin queda maduro para ser formulado.
Emonccs su fijan cstatutaria es d punto final de un dcsarrollo judicial
"abicrto", pcro lo cs tambin de un proccso de pensamiento dogmtico, y una
fijacin de lo as con~guido.
I6 Son famosos los pasajcs dcl Digcsto r, 29 de lcg. t, 3 y r, 30 de lcg. r,
3; cf. tambin I, 5 C. de leg. I, I4 de las Const. Thl"odosiana y Valentiniana.
Tambibt Cod. lur. Can. c. 84 de R. 1.: CNm q,.;J una uia prohibttar, .J id
alia non dtbet admitti. la antigua expcricncia jurdica: lVo lez uor.an, d11
fraNs gesp;~n, cs tarnbin hoy popular en las culturas jurdicas dominadas por
el formalismo: "H<'cha la lcy, hccha );~ trampa."
190
codi{ict~do
Pelrgros dr la formulacin
d principio de culpa), o su acicrto viene comprob;ldo por su capacidad de adaptarse a supuestos de hecho que ella ha d~:jado
abiertos; cf. los elementos singulares de la responsabilidad que son decisivos en
matena de contratos, delitos y enriquccimiento injusto, y que son pasados por
alto por todos los princpios: causa o considrration, legalidad, razones para la proteccin, concepto de dano, causalidad, crculo de los intcresados, alejamiento
dei dano o concepto de causa prxim:~, concepto de culpa, relacin entre enriquecirniento y empobrccimicmo, etc.
2.1 Primeramente se establcci el derecho judicial a la analogia- cf. artculo 1 I ZGB- y luego se hizo rernisin a los "principies que se desprenden
dei cspritu dcl ordenarnienco", con lo que se subraya el sentido conjunto y la
armona de todas las partes positivas de un derecho, sin remontarsc a las "fuemes
auxiliares". la disposicin fue eliminada con razn en una segunda lectura
por ser "pesada, docrrinaria c innccesaria" (Prot. I p. 1). Cf. en cambio la versin
:~n puramente estatalina dei art. 3 li de las Disposizioni sull'applicazione drlle
leggi in gtna.zle de b lc~ italiana de 12..12.19)8. segn la cual en conrroversias
que "no pucden ser decididas segn una disposicin leg:~l precisa", hay que
remontarse a prcccptos que regulcn casos o materias anlogas; si aun as el
caso siguc sicndo dudoso, hay que resolverlo con arrc:glo a los principies gt>neralcs de! ordcnamiento estatal (!). Los :1\Jotivos subrayan que e~to no es una
modificacin mcramt"nte formal de la vcrsin de r86;. con su remisin a los
''princpios gcnerales dei dcr<cho...
22 Ley sobre JusticiJ y fuemcs de dcrecho en m:neria civil de 8.6.1875
13 Basci-Lmd, Fcciburg y orros, cf. Ht:BER, Sysrem und Geschichte des
schweiz. Printrcchts IV ( 1~3) 63 ss. Sobre cl pscudoproblema "equidad"
como fuc:nre dcl dcrecho, cf. RoTO'.l>t (n. I 2.00) 409 ss., espec. 412 n. 7 ta~:
l>!n :\ (EJER-Hwoz (n. I 6q) 31. En contra supra p. 83 ss. y m3s adclante p~nJ 195 ss.
24 Por esto la literatura positivista valora el hecho de que, con eUo los
princpios reconocidos se convicrtc:n c:n partes positi\as de este sistema. Cf.
r9:z
'
\ ..
Es.an. -
Derecho Pri.-.do
194
con r~seiia en AcP 152. ( 1953) 445 ss. Sobe~ este tema tambin S.\l"ER, Jurisrische ~fet:hodenlehre ( 1940) 334 quien aUana demasiado la diferencia entre normas en blanco ~n sentido estricto y conccptos de esrimacin (ZrrEL\1\'") o
de r~ahzacin de un nlor {LEH\f.\""' como elementos narurales dt IJ norma
y de su interpretacin. lcirnamente: B.\CHOF, Beurteilungsspielraum, etc. JZ
'955 97 Sobre d complejo general "arbtrio y concepto jurdico indeterminado"
vase las conferencias de la 6. Asamblea anual de la Asociacin de presidentes
de tribunales administrativos de la zona federal de! z8.zo.1954 en Coblenza,
separata de la gaceta oficial de Renania-Palatinado. 1955. Sobre la dclimitacin
entre la faculrad discrecional, normas en blanco cn sentido estricto y clusulas
generales, ~ase la tesis de Maguncia de HLMER, Richterfreihei~ und Be~ndungspRicht ( 1953). Sobre las normas llam3das de equidad, vase lo sigutente.
34 Ejemplos sobre la base emprica y convencional de la "objerividad"
de esros critcrios en RIPERT (n. I 40) 43 ss., tambin en Pu:-.;JoL-RIPERT li
(Bouu.:-.:cER) n. 0 3.o65 y VI (EsMEIN) n. 0 2.25 ss. Sobre la hipocrcsa social y
jurdica que en esto inrerviene: op. cit. 49 ss. Sobre cl poder judicial efc:ctivo
en la "objerivacin" de los crirerios, HoESJCER, Riskante Rcchtsausbung
(1917), PL\:-.;JOL-RIPERT, Trait lmcntairell (1939) 11, n.0 2.40: "Es sta una
cuesrin de apreciacin y de senrimienro, que dcja a los jueces una liberraJ poco
menos que: completa." Sobre la intrincada situacin cn la distincin entre la
cuestin de dc:rc:cho y la textual: EsGJSCH, Logischc: Srudic:n wr Gcserzcsanwendung ( 1943) 96 ss., 113 ss., con eiras. Sobre: d carcter con\'encional de esta
distincin misma: DoHNA, Suafprozessrccht2 (1929) 187; WEHLI cn Fesrschzift
f. Wach I (1913) 415 y RADBRUCH cn la miscelnea Kant Je Arch. R. Phil.
(192.4) I~.
35 Sobre: la cuestin sistemtica cf. LL!JiDSTEDT, The General Principies
of Civil Liability in Different Legal Systems: Mm. Acad. lnt. 11 2. (1934)
367 ss.; espc:c. 378 ss. con ocasin dd tratamicnto de: nuestro 8z6 BGB. Hacc
tambin una crtica de los mtodos Bo:o..':'IECASE, La norion juridique dcs bonncs
moeurs, etc., l:tudc:s de droit civil 3 la mmoire de H. Capitant (939) 91 ss.
Crcacin de la norma
dor, sino que son puntos de partida para la formacin concreta de norm:ts por parte de la judicatura. 36 La verdad aparece slo en los comentarias: la norm:t no es aqu sac;~da dei principio por va de interpretacin,
sino que es creada por una smesis judicial. Slo la casustica nos dice
lo que es de derecho. De todos modos, e! trnsiw a la creacin mterpretativa de regias adheridas a un supuesto de hecho, es gradual. Pues la
multiplicidad de estratos de todo ordenamiento jurdico da lugar en
todJs partes a instrucciones de distintos grados de generalidad o concrecin. De ah que el contenido substancial de "Ineas directrices y
casustica" 37 se sitc siemprc cn diversos planos: en e! mundo de valores
de! legislador y en e! del juez. 38
Sobre el "orden pblico" como brecha cn cl sistema, d. GUTZWILLER, IPR
(1931) 1573/74 y supra p. 134 n. 11 6336 As con rcferencia a JtandardJ, supra p. 122 e infra cap. XI, 2 p. 285.
Sobre la opinin "de [Odos los hombre.s que piensan justamente y con equidad" como criterio "objetivo": jurisprudencia conmnte del Tribunal de! Reich
desde RGZ 48, 114. Sobre ello C01:-:c (n. I 67) 107. Sobre el "cambio de la
opinin general'", que .sin embargo no libera a los juece.s dd debcr de atenerse
a lo que cllo.s creen "justo y equicacivo", cf. RGZ 120, 144.
37 V. HtPPEL, Richtlinie und Ka~uistik im Aufbau von Recht.sordnungen (1942), habla de distintos gr:~dos de "dcvacin" y "proximidad ai rudo",
trminos con los que c:ll"acteriza d horizonte legis!Jtivo y judicial. Cf. las
ccrteras obscrY3cioncs sobre la correccin casuisticamente inruitiva de "grandes
pcnsamienros" legi~lati\os a propsito del caso !\lcnzd RGZ 130, ~ ss. (p. 17).
Sobre este punto supra c:~p. 1\', 2. La concepcin axiomtica de: un "arriba"
y un "abajo"' corrc.sponde en cierto grado a la conccpcin ab.stracca y concreta
de los prinpios de valor, que en modo alguno cu:1dra con d pc:nsamiento que
se aticne a los problemas. l\f.s imporrante cs la califican de criterios "normativos" rgidos, tpicos de la concepcin de la aplicacin subsumidora de b
lcy. y los supuestos de hecho "notaci,os", que conticnen un juicio de ,aJor, pcro
dc-jan ai juez la tarca de decidir scgn la 5iru:1cin (\\'. G. BECKER, Rerum
noriria, Die Ent.schcidung aus dc:m S;tchvcrhalt: Jur. Rundsch. r949 4~
523 y 19;o, 5). t stos pueden tener el cadctc:r de una "clusu!J general" o
"direcciva", de un standard o de una "norma en blanco", o bica estar formulados en normas adheridas a un supuesto de- hecho y "fijadas notacivamcnte",
que pcrrniten (y eJtigen) deducir los "pcnsamiemo.s fundamcnt:1lcs" para la
valoracin.
38 La anttesis dogmtica de: "regia y direcciva" (M.WRY en RecueiJ
Labert I [ 1938} .p1 ss.) tiende a prescindir de esto. Pero en la rdan entre
"supuesto de hecho general" (cf. 823 I, 8z6 BGB, y ms todavia cn art. r-382
19l>
En la estrucrura normativa de las codificaciones no e.xiste un pnncipio material de equidad, que pueda encarmrse en normas de equidad.39 En el sistema codificado, la equidad (; .. !<:!7.<:~o.) no es un pnncipio en virtud del cual pueda decidirse ex aequo et bano, sino slo un
concepto general para todos los elementos notat\'OS, 40 que en cada
caso son entendidos como contrapeso casustico al rigor lgico de las instituciones fijadas dogmticamente, aunque \'engan ya dados en la ratio
/egis .41 As como la exceptio do/i es imaginada como comraposicin a
una acn dada, tambin aqu se opone el \'alor de la forma y la instirucin ai valor material de justicia. 42 Una vez ms, es una concepcin
anscoclica la que informa esta distincin. Su valor pragmtico es innegable, aunque slo sea porque hay problemas de ordenamiento de mayor y menor rigor formal, que acosrumbramos designar con los trminos de ir~s strictum y ius aequum. Pero la divisin falb nundo un.1~
valoraciones ticas reconocidas no depcnden de la "equidad", sino que
son admitidas ya ratione iuris y confieren a h propia institucin su ,id:t
jurdica; 43 la concepcin dualscica de "forma y conrenido" pasa adems por alto la continua coexistencia de supuestos de hecho formales
(normacivamente fijados o absolutos) y m:~teriales (notaci\'amenre fijados o relativos); 44 y no debe ocultamos el hecho de que, incluso denrro
Cd:go civil francs) y "supuesto de hecho especial" destaca claramente el ca
deter de "pensamiento fundamental" y con ello la necesidad de concrerar los
principios por la casuscica, lo cual obliga a reAexionar ante cualquiera ampliacin judicial, d. V, CAEMMERER (n. III so) 399 S. sobre e! "derecho a ejerccr la
industria rnstalada ".
39 Cf. E~sECCERt:S-NtPPERDEYu 50, 191 y mis obst>rvaciones supr:~
captulo VI n. 11 27.
40 Con esta clasificacin de los supucstos de hecho scgn d tipo de
fijacin y cxprcsin de la ratio del ordenamicnto, BECKER ha dado cn la obra
citada la ms clara exposicin de la estructura de las normas cn blanco y de
equidad. Cf. Ill a propsito de la cita de STAMBER.
41 a . EMGE, Sicherheit und Guechtigkeit, Abh. d . Preuss. Ak. d. Wiss.
H 9 (1940) 26 ss.; SAUER (n. III 33) 274; GRAMSCH (n. I 200) 10 ss.; HLMER
(n III 33)
42 "La equidad considera el hccho, ms all3 de la forma."
43 Cf. mis obscrvaciones sobre "la formacin judicial de instituciones"
infra p. 316 ss. Tambin RlPERT (n. I 40).
44 Ejemplo : los supuestos de divorcio cn casi todos los derechos, con
la yuxtaposicin de motivos absolutos (pcrentorios, normativamente fijados) y
'I
E/ principio e eq11i.J
47 As con razn \ 'on:-= (n. li ~) ~. contra H\CRIOC: "Equid:~d o supcrlegalidad, no es eso lo que hay que buscar en los principias genc:Tales dd
derecho, puesto que, m:s arriba o ai margcn, escamos siemprc con ella fuc:Ta
de la simplc legalidad." Igualmente DE VrscHER, Thories et ralirs cn droit
int. public. (1953) 402.
1~
.:1
ce
Principio y valor
'99
52 Cf. 817 prop. :z BGB. 1.174 ABGB. art. 66 OR, art. r.3o; C. c.
cspaiiol, art. li91 C. c. pormgus, cn otras partes la jurisprudencia, d. Cass.
Bdgc 4.6.1903 Pas. Belge 1903 I 276, para Francia RrPERT (n. I 40) 192 ss.
53 !\fxima inglesa de cquidad: "i'! adie dcbc sacar provecho de su propia iniquidad u obtener ,entJja de su acto ilcito." Sobre la aplicacin cn EE.
UU. d. 1 Am. Jur. 4r.l, Acrions 16. Sobre su importancia cn d dcrecho universal, infra cap. X\'IIl, 3 ~ 5
54 \(s dctalb en cap. XV, 3
55 Cf. HE:-.'KEL. Strafrichtcr und Gcsctz im ncucn Staar ( 1934). \'ase
tambim RIPERT (n. I /i) 116 ss., con alusioncs ilusttati\'as a la crisil de la
tcnica legal, que con nue\'OS concepros tales como indignit ntJtiontJJ~. ttid~
dirut~ ou indirtcU l'Allem~gne, etc. (Ord. de 26.12.1944; otros ejemplos dd
dcrecho econmico, ibd.) hizo ilu<orio aqud concepto. Sobre d problema de la
rctroacti,idad, que en apariencia cs de ndole puramente politicojuridica, cf. mis
Fikuonen 14 p. 171. De la bibliografia francesa Bo:--:-:EC..\SE (n. III 35) 91
y ~fERus cn Bo:--~'EC.\SE, Prcis de droir ci,iJ2 I. n.0 t 10.
56 d. mi Einfhrung p. 19, 28 ss.
--
200
rn
201
202
tm
(protcccin al acreedor, proteccin al deudor, todos los topoi de los intereses indiv1duales y coleccivos) condicionao una determinada construcn de aqullos. 14 La ausencia de un principio axiolgico claro o su
oculcamiento bajo la superposicin de formas estrucrurales arbitrarias,
no adecuada.s a la problemtica objetiva, conduce a graves perturbaciones del desarrollo y a anomalas de las figuras respeccivas. 65 En general, la lgica de los hechos o la "naturaleza de la cosa" se impone
incluso conrra los obstculos de un principio formal histrico, si no en
la codificacin o en la doctrina oficial, en h jurisprudencia prctica . En
sta se muestra lo que es "derecho positivo", aunque rinda un aparente
homenaje a los principias oficiales.66 Los realia de b legislacin determinao incluso una "aucolimit.lcin dd sistema positivo".'7 Por consiguien64 Cf. supra p. 9 y d t.rabajo citado all cn nota 12 de F. V. HIPPJ:L.
Aplicacin de esta tesis a cuestiones singulares dcl derecho pri\ado en Das
Problem der rechtsgcschaftlichcn Privatautonomic ( 1936), basado a su vez en la
teoria de los mzlia de El"GES HL"BER y en la lgica objeti\a de \V.~LTER BcRCK.~RDT. En la concepcin ~ exposicin de semcjante cstructura valorativa y
lgica de las instiruciones y de su contexto cn los cdigos, sigucn sin rival los
rrabajos de FR.\..-.;Z KLEIS. Sobre este punto mi estudio Franz Klein ais Rcchtssoziologe, en e! Festschrift para d cincuentenario dd ZPO austriaco (\'iena,
1948) 35 ss. La ventaja didctica y la superioridad de esta concepcin para cl
derecho comparado se hace especi.1lmente visible en la obra psruma de KLEIS:
Der Zivilprozess Osterreichs. vol. 3 de la scrie: Das Zivilprozessrecht der Kulrumaaten ( 1927).
65 Cf. MLLER-FREJESFELS, Dic Anom;~lic der \c:rdeckten Stellvertrctung des englischen Rcchts: RabelsZ 17 (1952) 578 y 18 (1953) 12, as como
The Undiscoled Principal: 1-.lod. L Rev. 1953. 299 ss., espec. 312 ss.: "The
Anomalies in the Devdopmcnt of Undisclosed Agency Originating in the
Lack of Undc:rlying General Principies."
66 Si, por ejemplo, el "principio de la sucesin universal", cn e1 sentido
de la herencia en cuotas, no en cuantos, domina d dc:recho sucesorio dei BGB
(cf. la polmica sobre la rdacin de 2.o87 11 BGB con el 1.922 I BGB en
la jurisprudcncia contempornea de OLG Colmar, Rspr. 7 357 y Rspr. 9,
398; sobre ello GoLDSCHE cn DJZ 1912, 343), queda siempre el reC"urso de
interpretar la institucin de hercdero para una cuta r~s como dirigida a una
cuota de valor con la corrcspondiente orden de particin; cf. ScHENZER, Erbein
setzung .1uf hestimmte Gegenstinde (tesis, Erlangen, 1934). As el dicho
escolstico: "tal cosa es extrana ai BGB", vale slo a reserva de las salidas c:fec\as que encuenrre la jurisprudenci.1.
67 As AsCARELLI (n. I ss) p. 20.
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Principias institlfcio,lalts
2o6
'
207
vamc:nre :mlogo- por ejemplo, c:n el dc:recho contractual: la obligacoric:dad y cumplimic:nto de prc:sracin y conrrapresr.acin c:n caso de:
obstculos y frustracionc:s de b prestacin - , 81 aunque desempc:fen una
funcin universalmente comparable, formao sin embargo una parte
esrrucruralmentc: nica e inconfundi ble de aquella sistemtica positiva en
cuyos princpios dogmticos se h:~ orientado y formado.86
o8
rx.
Dtdt~ccin
de los principias
210
trina 95 eran persistencmJente desatendidas, hasta que lleg un momento en que tan abrumadora fu la masa de material acumulada, que hubo
que aceptarse b propuesta conciliadora de LEO!\H.\RD, 96 de establecer una
responsabilidad por culpa in contrabmdo al menos cuando ms tarde
se llegaba a una condusin vlida dei conrrato.97 El avance realizado seguidamente por autoridades como ,-o~ Tt.:HR, SJBER y ERTM.\!\:-.1 anim luego a la jurisprudencia a dar un paso ms y reconocer b responsabilidad incluso en las negociaciones que no desembocabm en una conclusin vlida. Se empez intentando ampliar. de modo purJmeme
casufstico y con diversas distinciones sobre la naturaleza y causa de la
nulidad, d concepto de deudor a los efectos del 276 BGB, hasta
que finalmente en 1920 pudo ya designarse como "doctrina dominante"
la responsabilidad general por roda culpa incurr!da en las negociaciones
conrracruales.98 Pero el prinpio no alc.mz su .15ent:.miemo definitivo
hasta una tercera fase, segn la cual lo que impon:.1 no es que se Intentara la celebracin de un contrato aunque sta quedara frustrada, sino
que la "relacin preparatoria" como :1 t:Jl fundJmenraba ~a la responsaHidad cualificada.99 Y aun en esta fase qued.1ban por dar importantes
p:hos. para completar segn un principio dogmricameme asenr:1do b
independizan de dicha responsabilidad freme a la derivada de! contrat ' El primer paso fu la admisin de una "relacin de confianz:t
an:bga a la con tractual" 100 - tambin sta considerada de un modo
aucnricamente pragmtco y casustico 101 - . el segundo, todava hoy
discutido, es el de una "rercera causa de responsabilidad" totalmente independiente, que se intenta justificar con razones rales como "conracto
211
102 Cf. Hn:PT, Faktische Vertragsvcrhaltnisse (1940); DLLE, Aussergesctzlichr Schuldpflichtcn: ZtStW 103 (1943) 67 ss.; WIEACKER, AZakR
1943. 33; tambin EssER. Schuldrcchc p. 20 s. Cf. la correspondiente cvolucin de la aplicacin del 278 BGB, en la que d problema en cuestin cncucntra prccicamente su verificacin principal en las obligaciones que se dan
denuo de la compcmacin por culpa ( 254 BGB), EssER JZ 1952, 257
En rcalidad, tambin en la cuescin general de cHipa in contrahendo la objetiva
dclimitacin de las siruacioncs de rrsponsabilidad no puede hacerse con estas
teoras, sobre todo la solucin unitaria "danos a la confianza" no cuadra con
algunas situacioncs cn que cl comerciante reclama fundadamente que se 3L .da
a la scguridad de! intcrs de cumplimiento. Por esto NIRK op. cit. 138 ss.
distingue con razn las situaciones siguicntes: 1.0 casos de un precontrato;
0
2.
culpa (incluso innoant misrepromtatior1) en la fase de negociaciones;
J 0 culpa que llc:va ai fracaso. nuliJad o impugnacin del conuato; 4.0 culpa
en una conducta observada "con ocasin" de las ncgociaciones, donde el C.l
rcter delicmal slo con rclacin ai 278 BGB queda recubierta por la responsabilidad "de contacto", y 5.0 culpa en casos de contacro, que produce daiios
no in contrahmo, sino de ouo modo (por ejercicio de la profcsin, utilizacin
de un establccimiento, en situacin "anloga a un contram"). En los dos ltimos
grupos de casos se da plena resronabilidad ddicrual con .!eber de responder
scgn el 278 BGB.
103 Como es propio dd pcmanumto problemtico de los sistemas "abiertos". As c:1 desarroUo de una rcgb a p:trcir de un Tespo nsum en el derecho romano. como la de la compcnsacin por culpa en caso de danos a la cosa
dcl D . 9 2, 11 pr.. o la divisin dcl riesgo cn cl contrato de obra de! D. 19, 2,
36 y otros, cf. lo dicho sobn la tpica supra p. 57 ss. Con refcrencia especial
ai derecho romano: ScH\BRZ, Bcgriffsanwendung und Interessenwerrung im
romischen Recht : AcP r;z (1952) 2o6 ss.
104 Es altamente ilustrativo cl "descubrimiento" de nuestro pcnsamiento
general de la culpa in contr.zhmdo en lHERISG, Ihcr. Jb. 4 (1861) como supuesta
212
goras dogmcicas son includas en el conjunto dei sistema, considerndolas como inrnanemes a sre: si el " poder", la discinn entre "derecho" y "ejercio de un derecho" son instiruciones dei sistem.l positivo,
es slo en virtud de la crean jurisprudencial, por mucho que se insista,
en nombre de la fidelidad a la ley, en que el pensamiento general puede
..deducirse" de los prrafos 185 dei 399 BGB. dei 1.059 BGB del 857
li ZP0. 105 En este sentido, un principio como e! del resarcimienro de
los danos y perjuicios por las expectativas despertadas, con una distribucin equitativa dei riesgo que trasciende en su alcance ei problen1a de
la culpa, puede ser luego presentado por una doctrina nacional como
"emanacin" de pasajes sucltos de la ley. As sucede, por ejemplo con
los 122, 179. 307, 309 663. 675 BGB, 362 HGB, 16, 17 VVG,
etcu:ra. 106 Pese a ello, es bien sabido que se tr:ua de un principio uniYersal, cuya fundamentacin positiva se h:~ce depender metdicamcnre
de los azares de la estrucrura y de! texto histricos. Queda a cargo de b
teora el cuidado de poner de acuerdo sus frmulas para la mejor protecc:n de las garanras de terceros, con la ratio de aquellos pasajes
pos!11 vos. 107
base < cinco lugares en las fuentes. Esta composicin, criticada con razn por
los r .nanistas, merece la ms alta admiracin por la genial captacin de la
problemtica lgico-objetiva: aparicncia jurdica y daios a la confianza. Lo
que le importa a IHERt:-;c no cs la vcrdad histrica, sino la objetiva: "Nada
me importa la jurisprudencia romana", cscriba cl propio lhering en aquella
1 oca, "ms bico creo que es un dcrecho y un debcr de la jurisprudencia actual
lib rarsc de las trabas de aquUa". (Ciudo en EHRE:-:BERC, Rudolf v. lhering
in Briefcn an scine Frcunde [ 1913] 6;/66.)
105 Cf. KRl:CKMAJI."!'l en AcP 139 26 ss. (3o ss.), y cn su colaboracin en
RG-Praxis im dr. Rcchtsleben, op. cit. 11 83 ss. y passim, as como en ZbiJurPrax. 1932, 771 ss. Jna buena ojcada cn LL"DEWIC, Dic allgemeinen Rechrsgrundstzc der Erma ttingung nach brgerl. Redu (resis, Marburgo, 1921). Sobre cstos conceptos --~ntrales se levanran luego nuevas scries cvolutins, como
por ejcmplo la de los poderes para cobrar, cf. RGZ 117, 72, A. ScHMtD en
Gruchot 57 241 ss., ZrrELMANNS AcP 99 68 ss. y STAUDINCER-RtEZLER,
nota 4 ai r85 BGB.
to6 a. las numerosas diferencias en la fundamentacin de las sentencias
dei Tribunal dei Rcich. As, por ejemplo, la 2. Sala de lo Civil en RGZ 159
se apoyaba todavia co estas deducciones, cuando ya las haba abandonado
la 4. Sala en RGZ 151 , 537
107 a . para Austria: KLANc, JBI. 61 (1932) 366: " ... en {\0 pcnsamiento
s6.
Enc~~ttdramimto
de los principios
213
3 I,
1.
214
tanto aqu, 110 como en la g~stio ntgotiorum,m aquella rderencia ttptcamente suya a la a~quitas de la inscitucin, que eleva a b. condicin
de paremia de! derecho comn el dicho: Prttilm1 sucudit in locum
r. 112 Liberado de la significacin que le era propia cn el derecho feuda l
y dotado de un imers puramente erudito en la jurisprudencia, es usado
ocasionalmente 113 en las nuevas codificaciones (as en arts. 1.407. 1.413,
I 434 C.c. francs), para luego, eras el descubrimiemo de! complejo de
problemas de los "parrimonios separados", ser conodo como figura
general por una teora ya ms evolucionada. 114 Ningn sistema positivo
puede dejar de lado este crculo de problemas. El BGB alem:n, por ejemplo, con la restriccin que aporuba :ti concepto dei crdito oblig:ttorio y
su fraccionamiemo de b funcin p:ttrimonial, pareca poder pasarse de la
ide:1 fundamental de aqudla figura. 115 Pero no por ello dejaba de subsistir la problemrica de la \inculacin de los derechos a su fin, :ts como
la necesidad de una adminimacin separad:t de los patrimonios. As la
doctrina tuvo que completar las ideas fundament:t!es. Puesto que la ley
no reconoca una subrogacin real general, 116 ruvo que acudir a la nterpola..:in caso por caso dei ''pensamiemo jurdico" en p:rrafos sueltos
(como 281, 816, 1.212 BGB. 392 HGB). Era ine\-itable, sin emb:ugo,
que las deducciones "lgicas", resp~:.::to al alcance de cales instituciones,
resuhran sorprendemememe antinmicas, segn fuera la accitud me
tdicJ. Dependa en cada caso dc:l intrprete el considerar d caso concreto
como caso especial o corno irrupcin de un principio general. 117
4
110
Com. ibd.
J, 23.
la formulacin originaria era: In i~tdiciis univcrsalibus prt!tium mccedit loco rti d res loco pretii. Sobre el conjunto de la cuestin: 0 .\WSO:"-: (n. r 7)
]l ss.
u3 DAwso:-. :'lC. ct.; cf. tambin KoHLER, ArchBrgR. 22, 1 ss.
J 14
Cf. CAPIT ,T, Essai sur la subrogation rdle : Rev. trim. 1919, 38;
y ya 0EMOGUE, Esa1 d'une thorie gnrale de la subrogaton relle: Re\'. crit.
1901, 326 ss., pero aun sn un principio te. co claro, interpolado a partir de
pasajes singulares como art. 256 )02, etc., c. c.
115 Cf. mi rcseia de Ptso, Il patrimonio separa to ( 1951): RabelsZ 18
(1953) 18o S.
116 a. RGZ 94 22; M. WoLFF, Derccho de cosas 161 III, RGR
Komm. obs. 4 al 1.212 8GB; STAl.'DJSGER-KOBER, obs. 2 ibd.; pero d . ya
v. Tt:HR, Allg. T. d. Schw. OR 1 (1924) 345
117 Cf. por una parte MLER-ERZBACH: lhe r. Jb. 53 321 ss. cn pro de
JJJ
J 12.
Por otra parte, la aptitud de los pasajes textuales para servir de puntos de insercin de pem.unientos generales, no se linta a ser una cuestin de la formulacin. Existen supucstos de hecho generales o formas
de proteccin dcl derecho ( remedies ), que no hacen ya referencia a
ningn principio m:s profundo o ms amplio, 118 y hay recursos totalmente hetcrogneos desde el pu mo de 'i~r histrico y tcnico que son
uni\'ersalmcnte considerados como "expre~in" de uo principio, aunque
el legislador los haya omitido en su sistema. As las formas, estructuralmente distintas, de rcsponsabilidad por enriquecimiento injusto,
para las cuales c:l vigenre ABGB :lUstrbco no posee en absoluto una accin unitaria, mientras el Code civil francs slo riene una y an limirada, y el common law no conocc ni siquiera el concepto, miemras la
junspmdencia en la prctica y la domina est concorde en que aqui
b construccin de las formas concretas de un "pensamiento superior" ha
sido dejada a los azares de la historia, lo cual justifica que e! juez proced:~
a interpolar lo que f-4: .1. 119 Las figuras singulares de rc:sponsabilidad y
la deduccin de un pensamiento jurdico general dei 392 C. com. y de los
casos de subrogacin en d dcrecho matrimonial de bienes; por otra parte,
WAHL (n. Il 65) r7r, en favor de la ms estncta limiracin a las situaciones
rraradas. "J! como ordena la casustica legal; a su va, en pro de la simple analogia en d caso singular: Ri.:HL, Eigcntums,ocbchalt und Abzahlungsgescbaft
( r930) 43; o en todo caso cn fa\'or de la limitacin a la institucin en cuestin,
por ej., la "representacin mcdi:~ra": u~z~ER, Hdwb. d. RW. v. 830 ss.
r r8 Sea porque abarcan ya por enrero un tema de ordenamicnro cerrado
en s (as las demandas ddictualcs generales), sea porque slo representan la
forrna comn de fines de proteccin totalmente heterogneos (como la demanda
gent"ral de comisin).
r 19 Mit"ntras d c<Fgo glico occidt"ntal (3 383), siguiente al Cd. Ther.
(3. XIX, 38 y :z, XX, 5-68), posea una id(a uniraria dd enriquecimiento, que
comprenda incluso la gescin de negocias sin mandato, el derecho austraco
en los r.43r ss. ABGB slo conoce la angosra forma de la condictio indebiti.
o sea que no slo carece de una "accin unitaria por enriquecimienro injustificado", sino rambin de un supuesto general de hecho de la condrctio sine ca11stl
como nuestro 812. BGB. La docrrina, cn conjuncin con la judicatura, part:icndo de la figura general de la actio de in rtm tJerso y de los casos singulares
de una condictio ( 91r, ~. r.041, I.I74 r.43r, r-435. 1-447 ABGB) ha
reconstruido el "pensamienro fundamental" que e! Cod. Thcr. conoca como
principio en su cap. XX 5 sobre "acros que esrn justificados por la simplc
equidad natural". (Sobre lo cual observa ZENKER, Der. Cod. Thcr. und seine
Umar~itungen lii [ 1884 J 336 n. 2, que este principio del D. 50, r7 no
216
rr.
o..
2.18
puest:Is a fundir con este principio incluso elementos heterogneos. Luego b casustica tuvo que llenar aquel principio vaco con diversos supuestos de hecho adecuados a las siruaciones, 121 lo que ame la desdich:~da
confusin de tan complejos problemas de compensacin, no poda dectuarse sacisfaccoriamente en el 812 BGB. 1!!2
La fuerza motriz de semejames procesos es, pues. la Yoluntad siscemacizador:t de un legislador o de un:t doccrinJ, que al fim! se ,.e sin
embargo obligada a dejar a la prctica judicial la fijacn de los supuestos de hecho concretos.
El afn de descubrir una estructura unit:~ria dentro de la confusa
multiplicidad de precepros posici,os. precisamente en d ejemplo que
hemos elegido, en ningn lugar aparece t:m claramente como en S.-n-1Gl'Y. tste es op:1z de junrar en un sisrenu orgnico todos los casos de
condictio, incluso la posesoria, "a pesar de lo exrr.10rdinariameme variados que nos p:~recen a primera vista''. 123 S.>.YIGXY demuestra poseer una
\sin casi profcica al entresacar el ''pensamiemo de! enriquecimiemo
injusto" de pasajes que a veces atrihuye errneamc~te a b histOJ de la
condictio ind~biti, puesto que ejerce una autmicJ jurisprudencia de
miento concebido de un modo gmeral. Sobre la esterilidad dcl mero e incoloro
"principio" y sobre la crica de la formacin de tipos en cl derecho alemn,
d. V. C.-~..en.IERER, Bereicherung und unerlaubte Handlung. Festschr. f.
Rabel l ( 1954) 333
121 Sobre ello infra cap. XIII, p. 344 ss.
122 Cf. la certera crica de V. C.-~onn.rERER (n. III ;o) 335 ss.
123 N. li 12 vo. V (184r) 51 r ss. "Sin embargo", prosigue S.nIG:-IY,
"pueden reducirse a un principio muy sencillo, que ha sufrido este rico desarrollo
por su pura enetga creadora, sin apenas intervcncin de la legislacin. Las
adiciones que no puedan deducirse dcl principio, y son por tanto totalmente
positivas, son pocas: y aun stas no son slo imignificantcs, sino definidas como
excepciones y como a rales reconoc:idas en las fuentes, por lo que antes confirmao
que impugnan la verdad del principio." Y sigue diciendo : "Para dcscubrir aqud
principio, parto del anlisis de un negocio jurdico nico, dd que con uxb
seguridad nace una condictio. o ~a dei muruo ... " La primitiva y rom:ntica fe
en la energa creadora de un "ptincipio de configuracin", accesible slo ai
pcnsamiento cientffico, en la que no se ha despertado an la actirud propia de
las ciencias de la naruraleza, trabaja no "histricameme" en sentido racional,
sino im:aginativamente en d ~ntido de la Morfologia de GoETHE y C-~oRUS.
Su punto dbil consiste en despreciar los "aditamentos slo positivos", con lo
que se escamotea la "demostracin" (cf. p. 507).
---'--~
220
IX. Principios
RAoBRUCH
221
27 ss.
133 los princpios jurdicos generales no estn a resguardo de la ideologa
nacional, ni siquiera en los pases que los rcconocen .formalmente como parte
de una codificacin. Cf. 5.\B.\DIE (n. I 26) 73/74 sobre art. 6 li C. c. espaiol,
a pesar de la clara dclimitacin en Espaiia de los principias nacionales en la ley
de Bases de 1888.
134 Cf. e! excelente esrudio histrico.dogmcico de ELEMR 8.\LOGH
sobre la relac:n entre ciencia dd OtC'recho y ley, que presc:nta modesumente
como inrroduccin de su ponencia sobre los interescs de la mora en e! III Congreso en la Haya de la Acad. Int. de Derc:cho Comparado (1928), publicado
en 't-. fm. Acad. Int. I ( 1932) 371 ss.
13; U. \\'o LFF op. cit. 265j66. Slo es errnea su opinin de que e!
ordenamic-nto como a tal ostenta los rasgos de sus "fuentes". Adernas, que d
"espriru" de una ley sea "d espriru de sus senores". Su cxposicin, e."tcesivamenre cscuetl, de la c\olucin social de nucstro BGB en los focos de elaboracin judicial, como 138, II, 242, 617, 8z3 I y II, etc., no consigue hacer
"isible este punto. las dos pginas (!) que escribe sobre la escuela dd derecho
libre y la jurisprudencia de inreceses, para tomar en consideran las tendencias
modemas de la doctrina, slo pueden dar ai lector no iniciado una bisa ide.1
acerca de los logros J e nuestra doctrina. No citar los logros conseguidos por los
tribunales, significa desfigurar el derecho prindo vigente.
--
---
.2.22
<'11
el
Derccho
ci~,[ codific.uio
-Lt
El cspritlf de
1111111
codificacin
223
224
La "ratio legis"
bgun:ts, que supone distinto dd ms general de la interpreracin, 149 o
justifica msticamente la interpreracin hacindola pasar como d descubrimiento de un sentido que "dorma" en el texto como la Bella en d
bosque, pera est;tba desde un principio implcito en l. 150 Pues e1 descubrimiemo de los complejos funcion:tlcs reales en el proceso hermenutico,
pasa por ser "filosofa jurdica" sin b menor fuerza vinculante, y la doctr n:t comente lo ignora con aire condescendiente_l 51
Y a en otro Iug.tr hemos trabado conocimiento con esta peculiar siCtJ:lCn de! positi\'ismo lcg.1l. 152 : hemos observado que e! mtodo histrico de interprcra.::in er:1 una relquia de! absolutismo, 153 pues la
226
227
para poder dar un valor absoluto ai texto, 166 sin que nadie ose confcsar
abiertamente la imerpret:tcin teleolgica que para ello es neccsaria ni
reconocer en la docuina de las fuemes el poder efectivo que posce d
juez.167 As, ante la injusticia de una resolucin, se puede cmod:tmente
cin comparativa, que por lo dcms no va ai fondo de las cos:IS y a mi cntlndcr
no aprecia dc:bidamente bs peculiaridades dcl stdute law ingls, en C.wtH~T.
Les travaux prparatoircs et l'interprtation dcs !ois: Recuei! Gny Il, 204 ss
rs6 La llamada doctrina dcl scns c/,,;,, Cf. BLAcK (n. 11 146) l i : "1\:o es
permisible, so cnpn de imerpreracin, con\'ertir a una ley cn algo distinto de lo
que cl cuerpo lcgi)lati\o cnttmila dictar." De ah se sigue (p. 4;J: "Si cl sentido
es claro, la interpret::Kin debe ser literal, aunque la imcrpretacin literal anulara la finalidad pro pia de la disposicin." Y por otra parte: "Si es ambguo,
debe haber una investigacin dcl sentido, pcro no libertad parJ poner en su
lugar las idl'J' pcrson:~les dd jucz." f.stc cs uno de los aspectos de !:1 absolutizacin dcl texto: la dcsconfianza ante la facultad de la jurisprudencia de obten.r
normas objeti'I.'JS. El otro aspcno es d desprendimiento dei contexto histnco,
que obligan'a a una mterpn:tacin crtica. Cf. G~'Y .l\.fthode I, p. 3' acerca
de las razones de esta prohibicin de pnitrer resprit d'lme /oi )' de limitarse
a las tcnicas de la imerpretJcin wrbal. La rigidez en la interpretacin inglesa
de los statmes (la "regia :url'J .. : "Una vez exprcsada la imencin dd legislador,
lo que importa es la cxpresin. no la imencin") es dcbida a la e\olucin poluca
dei poder lcgis!Jti,o anglosajn. ai cual se aplica el principio, dlido tamb1n
en EE. UU .. de que slo ticnc !J misin "bastante precisa'' de "dictJr le~es.
misin que le ha sido a>ignadJ temporalmente, pero no la de imponcr s: \'oluntad a sus con.::i:1dadanos. ni siquicra dentro de lmitcs (R.\01~, loc. cit.). La
emancipacin dd poder legislati\"0 frcnre ai soberano r c:l primado de! commml
law ("El common i.r.J: controla las leycs dei Parlamento") colaboran aqu en
obtcncr una cierra degrJdacin dd conccpto de ley. Por el lado judiciJI intervienc tambin b cmancipacin dei "tem~r poder" de IJ autoridad real. descrita
por PuusETT ln. 111 ljJl (crisis dei trono en ciempos de Edumlo 111. JO.II.
IJ40), lo qu(' si de un lado SUf.'Onr un aumento de prescigio de la judicatura.
por otro significa tambi~n lllla prdida de poder. Un:1 ley sociolgica acopla
de tal modo IJ ,inculacJn ~x>litica y la situacin por encinu dd texto. que !J
liberacin de la primera ticnc ror comccuencia !J re,aloracin de l.1 autori(bd
dcl texto. la judicatur.t. orgJnzJda grcmialmcntc, se cont<nta con una Jcti,idJd
de tipo artes:mo y. tambin en el commo11 law. se crca con la compibcin de
precedentes en los Yc:~r Books y Rcports. los materiales textualc< con los que
la artcsan13 judiciJ( ptcde lle\ar a cabo sus tarcas.
'57 As ~a REtcHn (n. I 8) 64-92. Censura no slo cl capricho cn IJ
utilizacin de los matcriales (desde c! punto de vista de! fin perseguido), sino
tambin la disimulacin de la imcrpretacin tcleolgica bajo la represenracin
"deontolgica" de lo que c! legislador hubicra "CJcionalmcntc" permitido.
___,.
--
228
..
lA "voluntad de/
r~gisllldor"
2JO
231
medida; en rales casos se super:~ incluso la "sistemtica" de la codificacin, r:~chndola de anticuada. Los "princpios" sociales de la poca
anterior, que son justamente los que definen d "espritu dd Cdigo",
encuentr:tn una decidida repulsa de pane dei nuevo cuadro social: la
evolucin dd derecho toma la forma de una creacin judicial abierta.
El sistema del Cdigo es vulner:~do con plena conciencia.
Citemos como cjemplo la famosa sentencia dcl Tribunal del Reieh (sala 3.
de lo Civil) de 6.2.1923, que ya no hace entrar bajo las categoras de imposibilidad y mora accipit:ndi establecidas por cl BGB los danos producidos por una
huclga parcial, sino que lcs aplica la figura nueva y extraa ai dcrecho civil
dei "riesgo de empresa".l73 Aqu d Tribunal dd Reich sita d sistema acrual
de ordenacin en su conjunto por cncima de las ideas de! BGB: "Para llegar a
una solucin satisfactoria dcl litgio, no hay que partir en absoluto de la~
prescripcioncs de! Cdigo Civil, ames conviene rcner a la vista la siruacin
social ral como ha evolucionado desde emonces y ha bailado tambin expresin
concreta cn la lcgislacin de los ltimos tiempos." Los jueces se sienten obligados a apartarse abienamenre dd espriru dcl Cdigo: "EI Cdigo Civil, concorde con las circunstanaas de su poca, se sita en un punto de vista individualista. Pero en el cnttetiempo se ha difundido y adquirido aceptacin el
pcnsamicmo de la comunidad social de ttabajo y de empresa, que es cl que
domina la relacin entre cl pattono y los empleados, ai menos en las grandes
empresas dd tipo de la que es cucstin aqu." La nucv-a problemtica exige una
solucin nuc\a: "No se trJta slo de la rclacin entte cl obrero singular y su
pattono, sino de una regulacin entre dos grupos de la sociedad, emprcsarios y
trabajo." Esta solucin viene detcrminJda por el caso y por la jusricia concreta.
La fundamenucin empicza de un modo puramente casustico y antidogmrico:
"Si se quisiera adoptar ou-a solucin, se crcara una siruacin inadmisible." L:~
solucin conforme ai texto de la lev es rcchazada como un atentado contra los
nue,os principies del ordenamiem~ jurdico total: "Esto es incompatible con
la idra de la comunidad de trabajo como base de b empresa." Slo ahora se
procede .1 examinar la posibilidad de haccr encajar dogmticamentc la nuen
solucin cn d marco conceptual dei antiguo sistema, y se demuestra que lo que
aqui se ha hecho es slo Jlt'nJr una ''lagun::~", sin entrar en conAicto declarado
con las instituciones dei BGB. que ~ub~istcn. pcro no llegan a abarcar la nueva
situacin: "Este resultado. que cs d que arrojao las circunsr:mcias sociales,
puedc ser tambin encuadrado sin dificultad dentto de las prescripciones de!
Cdigo Civil." Pero ai final de los argumentos siguicntes, dirigidos ::1 demostrJr
que slo se ha colmado una laguna, se n.tehe a rcconoccr francamente la \erdadera fuerza motriz de la reforma: La cvolucin dt: facto obliga a crear nuC\as
instiruciones praeur legt'm. A este propsito, el dcsarrollo judicial es valorado
como un sntoma indepcndiente y se salud::~ o se critica la existencia o la ausen-
z32
social" 1'14
'
33
Cf. la opinin de
WEINK....UFF,
loc. cit.
178 Excepciones: Eb. ScH~IlDT (n. 1 193), quien termina con estas palabras: "EI positivismo ha mucrto, viva el positivismo." Adems RIEZLER (n. I
190). Sobre ello mis obscrvactoncs en JZ 1953, 521/522.
179 Desracado especialmente por BEm (n. II 5) 173 ss. Sobre mis reparos
contra su idea de una "autointegracin", d. las obscrnciones en JZ 1953.
52.3 nota z6.
18o Todo esto es ms fcil de ver en la comparacin con la argumentacin "abicrta" en el common la:.u. All ha ido tambin ms lejos d anlisis del
proceso de formacin de normas, cf. in&:1 c:1p. X. As, sobre nuestro tema,
podemos citar 135 p:1labr35 de
RDOZO: "~fi propia idca cs que el jucz cicne
cl dcbcr de 01catar los st11ndards aceptados de la comunidad. los mores dcl ciempo" (Thc Judge as a Legislator, 3. conferencia de la serie "The Nantrc of the
Judicial Process" [ 1921 J <)8 ss.
Sclccted Writings. p. 148 ss.). Cf. tambin
la 4. conferencia: The Subconscious Element in the Judicial Process, p. 142 ss.
c,
(= p. r68 ss.).
181 Sobre esto mis consideraciones acerca de la rdacin entre le:c y law.
infra cap. XI\', p. 383 s., y ya en JZ 1953, 521 ss.
182 Sobre esto supra cap. IV, 2 e infra cap. XI, 6 y XIV, 6.
183 PETRUS ANDREA G.\M~HRUS, De cxtensionibus, en T. U. J. vol. 18,
c. 248 (cf. n. IV 105).
--
CAPTU LO
' ..
I
35
---
dei derecho romano clsico y luego dd pretorio 188 - . sino los precedentes y las regias (rufes) corporizados en eUos. En efecco, el ruonamienco
jurdico, que procede de precedente a precedenre, y que concinuamenre
reintegra aquellas regias, las transforma, precisa, refina, ampla, se aferra
a la ficcin de. que la regia respectiva est ya fijada como parte inregrantc
del derecho materiai. 1st Y as es como, lo mismo que en los sistemas
codifi<:ados, el principio de roda una serie evoluciva se conviene en su
"pensamie.mo jurdico" que, rebas:tndo sus primeros lmites, permite
corregir la regia, ai ciempo que se de.scubre la idea de la idencidad de
las dos regias, la angua y la nueva, y cuando no la idencidad, s ai
menos la continuidad. 190
Por consiguiente, los principies en el Derecho dei caso anglononeamericano poseen una doble funn : 1.0 como punto de partida dei razonamienro jurdico, que en d pensamienro problemtico ponen de
relieve en cada caso un aspecto de la misin fundamental de una instinlCn determinada, misin nece.sariameme ancieconmica, invitando a
un tratamienco dialctico de un problema que, siendo anciguo, se presenca siempre en casos nuevos. 191 De e.ste modo actan los princpios
188 Cf. PciG BRLTAU (n. I P) 190, luego BcCKL-\~1> y ~fc.-.;.-\JR, les
sources du droit romain ct du common law: Recuei! lambert 11, 18 ss.
1~ A despecho de los ataques de la relllistic school (supra p. z8 ss.),
predomin:t la idea de que la jurisprudencia es un proceso de descubrimiento
("de precedente a precedente emerge una regia", C.-\ROOZO, The l\:ature of the
Judicial Process 11 [ 1941 J 48), y cuando despus de shaping the r~~le sta
queda ai /in asegurada ("la regia queda sentada, cantaron las sirenas", LLEWELLYN, The Ballad of the Glory of Rules, en: Put in this thumb [ 1931 J).
conocc una aplicacin constante (lEvt: "Se supone que d Dcrccho es un sistem:t
de regias conocidas aplicado por un juez ... "). A mi entender, cl primero que.:
hace luz sobre d autntico papel de las rules en cl proccso de la decisin y
sobre la "aplicacin de docmnas establecidas", es W AUMB.-\l.'GH, The Study of
Cases2 (1~). Cf. tambin OtCUNSON cn su brillante estudio legal Rulcs:
Thcir Function in the Proce.ss o f Decision: Uni v. of Pa. L. Rev. ]Q ( 1931)
8JJ 1052. ~ste mucstra cmo toda "aplicacin" es al mismo tiempo "claboracin" y desenhe el desarrollo de las regias que marchao hacia su espccializacin.
En su acica de "cmo hallar las doctrinas de un caso", WAMBAUGH se ha anticipado en muchos puntos a los autores posteriores.
190 Cf. lrvr op. cit. 15 sobre la "regia inhcrentemente pcligrosa".
191 Cf. MARSH, Principie and Discrction in the Judicial Process: 6S
L. Q. Rev. (1951) z26 ss.; tambin DAWSON (n. I 7) z5.
I
'
'I
PNntos t partida d razonamitnkJ ;-/ico
37
como topoi en el sentido de la casustica retrica. 111 2., como recapitulaciones de ndole heurstica (no obligatorios conccptualrneme) de la
ratio iuris. A este propsito, su tarea es la de caracterizar tdeolgicamente determinados pbnreamientos y las series de sentencias que a
ellos se refieren.
En todo aucnrico Derccho dei caso el concepto de "principio" posee
un carcter heurstico, no dogmtico. Del misrno modo que el case law
encero, con su mtodo pragmtico, cede gustoso, con wdo el respeto
pcro sin envidia, ai mtodo idealista dei Derecho codificado la venraja
del "sistema", as tambin sus princpios renuncian a toda forma de
validez axiomtica. 193 La necesidad de compendiar los conocimienros a
que el caso ha dado lugar en un principio que no est paralizado por la
dudosa distincin entre lo que en los precedentes fu ratio decidendi y
dictum, ni amenazado por los artificios forenses de la construccin, ni
constrcnido por los lmires formales dei stare decisis, no ciene un
origen metodolgico, sino puramente prctico. 1. . Pero este aspecto
prccico: eleccin de los precedentes que cuadran a1 caso presente, da
siempre origen a la idea de que la sentencia no podra encontrarse prefigurada en los precedentes, si a stos no les subyaciera, como fundamento, una "doctrina general". Esta docrrina es lo que hay que descobrir y "aplicar", piensa rambin cl common lawyer}16
192 d. supra p. 44 ss., cf. tambin LlPPS, lkispid, Exc:mpd. Fali und
das Vcrh.ilrnis dc:s Rccht.~blls zum Gcsetz (1931); sobre d mtodo de! Dcrccho
dei caso, cspecialmcntc DE.\K, Lc role du cas dans lc: com.mon droit ct en droit
civil, Recuei! Lambere I, 467 ss.
193 Sobn: este: pragmatismo y su peculiarid:~d, cf. la obra fund:uncnt.al
de STO:-\E, Thc Province and Funcrion of l.av.-2 (1950) espec. .1'7 ss., 355 ss.,
451 ss.
194 Sobre: csto STO:-\E op. cit. 186 ss. ("The Systern of Preccdcnt, based
on thc Ratio Decidcndi", "Proct"dents as Practical Means of Marshallin!?; Past
Expcrimce for Prescnt Choice", etc.). Sobre cl problema total de la "deiimitacin" d. GoooH.-\RT, Dc:tcrmining the Ratio Dccidendi of a Case: 40 Yale
L. J. {t9JO) 161, y C-\ROOZO, Thc: Narure of the Judicial Processll (r94r). El
estado acrual de: la polmica en FRIEDMANN, Legal Theory2 (1949) y J. FR.~NK,
Couru in Trial (1950). a . tambin ya WAMB.\UCH op. cit. 8 ss., y MoscHZISKER, Stare Decisis, Rc:s Judicata, etc. (1929) y MEIJERS, Scare Decisis (1942).
Dctalles in&a p. 246 ss.
195 WAMBAUGH, op. Ct. 8, 15, 29, 73
X.
"Principl~
CtJSO
'95 a Cf. DBK, WADIBAl:GH as como los amores citados en n. lli '94
lntroduccin general en LLEWELLY~. Einfiihrung in das amerikanische Prjud.i.zienwescn ( 1 9z8). La mcjor crcica en F RJED\1 \:\":". 28i ss. l'm "jusrificacin"
clsica y autocrtica tle la tcnic1 de respctar la autoridad de los precedentes
acatando cl mandato de stare duiJis, pera de pasar por cncima de d!J ( o~rrm
ling) por una nucva orientacin de los princpios fundamentale~ y por medio
de distinciones nuevas, hechas en atencin ai fin propuesto. la da DE:":"IS
LLOYD, Reason and Logic in the Common Law: 6~ L. Q. Rc,. ( 1948) 468
(482): "En un sistema jurdico que, como cl common l.1w, est fundado sobre
precedentes vinculantes, los tribunalcs chocan naturalmente con severas limitaciones ai aplicar ~te proceso "racional", cn virtud de la necesidad de conformarsc con precedentes anreriores. Sin embargo, tn tal sistema. entre cl caso
plantcado y las sentencias anteriores, queda toda,.I un ;~mplio margrn para d
juez, con d recurso de establecer distinciones entre los hechos. En este sentido.
pues, desde d punto de vistJ de! juez, d Dcrecho hasta cicrta medida se rcduce
ai arte de establccer discinciones y, desde cl punto ele vista de! prctico, ai arte
de 'I'C\'er Jas distinciones que cs probable que cl juez esublezca."
~~ Material cn STosE op. cit. 137 ss., sobre todo cn c:l captulo chsico
"FaUacies of the Logical Form in Legal Reasoning", 149-214, as como cn
fRlEDMANN, Joc. cit,
197 Es ilustrativo en este pumo CARDOZO cn ;l!cPbersol/ v. Buick, 1.17
N. Y. 382, 111 N. E. 1050 ( 1916). LEVJ loc. cit., muestra cmo en rales casos
la r.Jtio es, en rcalidad, definida de nucvo, porque cl principio sigue su propio
camino, ms ali de la obligacin de st<Jre dwsiJ.
'\
I
..
Eltmt:ntos uolitiuos
2 39
..1
J~
199
STOLJ.\R
8.~)
(n.
192.
I 24) 2.39
X. "Principie nd
,..,[~" ~n ~1 DtT~cbo
dtl Ctt.So
\
Las acciones tm d act11ttl "case law"
De hecho, hoy d monopolio de las acciones, que antiguameme impeda que se cubricran las lagunas existentes en el derecho ingls y
norceamericano,207 no significa barrcr:t algun:t para la daboracin judicia1.208 Es ms bico- ms :tll de la vinculacin a los precedentes, que
ha de ser penosamente soslayada por e! procedimiento dei overruling la :msencia de una ucilizacin conscrucciva de los princpios reconocidos,
lo que induce a la prctica del common /aw a volver ai sistema de acciones. Un pensamiemo construccivo en este sentido ha de poder apoyarse
cn un sisccmatismo dogmtico. La mentalidad jurdica anglononcamcricana cs la tpica de los prccicos, y as ai common /Awyer la concepcin de! dcrecho comn formada dogm:cicamence por d usus modernus
lc parece ya d colmo d.- la osada sistemtica; es ms, a) af n construccivo de los comcntadores, que tan ingcnuo nos parece a nosocros, e incluso e) Corpus luris, compilado con can poca crtica, le hacen el efecto
de obras maestras dei pcnsamiemo sistcmcico. 209
dente de un WTit, los funcionarias de la cancillera se pondrn de acuerdo para
formar un uTit nuevo; y si no pueden ponerse de acuerdo la cosa ser dejada
para cl Parlamento prximo, en cl que se redactar un WTt por consemimiento
de los peritos en Derecho, para que no ocurra que el tribunal del Rey Nuestro
Sc:iior dej~ de hacer justicia a los que la demandan."
207
La nica forma de desarrollo era la "formacio de normas" de las
frmulas de demanda en la amncin caso a caso de un supuesto equivalente.
Protocipo: TrespttSs on the case. El uTit of trespttSs cs slo un modelo externo.
Su origen es muy discutido. El antiguo u:rit of right era una frmula de proteccin dei Rey contra el desposcimiento de tierras, por medio de un prat'npe
real ai shire-ruve y tm breve de recto tenendi ai propietario. Desde 1265
(Eduardo I) se convierte en un assiu real general de los poscedorcs contra los
abusos de los seiiores feudales que obran vi ct ttrmis contra pacem nostr.tm
(Assize of Novd Sissrizin, originariamente: <~ppe.zl on jury en lugar de tri.JI
by battle). Es caracterstico que c:~da u.Tit, como privilegio real, sca un pr~ecipe
nico y singular, nus por ocr.1 parte es concebible para toda clase de prestaciones, y por tanto tambin como debt- deti1111e- (ms tarde) convtmant- account.
Pero todo csto no alcanza a explicar el desarrollo del rrespLS.S.
:zo8 Esto vale sobre todo en EE. UU., donde no son raros los dict4 dd
tipo del siguientc, y en las obras de los prcticos (d. I Am. Jur., 413, Action)
ofrccen un.l impresionante mucsrra de la concepcin judicial: "Es deber de
los tribun:~Jcs adaptar su proccica ... en l:1 medida de lo posible ai cst:Jdo acrual
de la sociedad ... c imponer dercchos para los que no se halla otro rcmedio"
(St.:rte v. Ohio Oi/ Comp~ny, 150 lnd. z1; 49 N. E.~; 47 L R. A. 627}.
2CJ9 Cf. por ejcmplo STOXE (n. III 193) s6/s7: "Los pandeccistas rraba16. -
Esur.-
De~bo
Prhado
A medida que la moderna conciencia social exige r~medi~.r independientemente de los tipos tradicionales de acciones, crece la desproporcin entre la importancia pr:ctica de los princpios en el common law
y su rudimemaria elaboracin y fecundidad dogmticas. As, por um
parte, Icemos afirmaciones como la siguienre: ''La ausencia de precedentes no es razn suficiente para negar asistencia si es posible halbr un
slido principio de derecho que rige o que, por analoga, debera rcgir"210- ms por otra p:Hte ccbmos de menos aquelb precisin concepn1:1l o aquel enlace sistem:nco, que sita el principio y llja su alc:lnce. o sea, que permite darle um fuerz:~ \incubnte : proporciona un
control de los predicados "slido'', ''principio de dcrecho'', "rige'', ''dcbera rcgir", y sobre todo un contrai de los mtcdos con los que se de.~
aJbren ~ dcfinen estos principias. Esta necesidad explic:~ los esfuerzos,
que t.lnto llam:m hoy b Jtencin. p;lr.l cons truir un s:srem.l de conceptos. cos:t que la hisroria dei com mon l.:;J. no nos har.1 esperJr, peco
que J5egurarJ just:~mente b funcin de .1que!los princpios cu.n ::unplirud de aplicacin no esd del todo cubiert.l por lo~ prcccdenres.~ 11
El moderno common /tJu: renunciJ :~ h nccin de que d derecho m:~
ceri:tl se halla contenido slo en los precedemes ; que slo puede ser
definido J p:1rrir de la :tccin.21 ~ Pero mienrr.1s ningun.1 insricucin permita entablar una demanda con fundamemos materiales ba~:1d.1 cn princpios reconocidos, riene que Jrreglrselas, :1 p:me de las regbs tkducid.,,
de los precedentes, acudicndo a concepws en bbnco como "bb de b
.Iiigencia debida" (recurso que tampoco nosotros desconocemos) o a
taurologas como h siguiente: "surge un motivo de accin cuJndo nn
jaban sobrc ri corpus iuris de Ju.Hiniano, cl cual de su\u rcprncntaba un;l ari
racin sin cjcrnplo y un monummto de comi~ttncia lgica."
210 H ill v. Cbmp~ak~ & P. Trlepb. Cc> .. 42 App. D. C. 170; ;t L. R.
E/ Dtrecbo maUrial
2I3 Ri11cr ,., Ri11~r. I66 Pa. 6I], 3I A 347; Am. St. Rcp. ~3
2I4 "Aunque hemos enterrado est:ls formas de :1ccin, nos gobicrnan tod:l,a desde sus sepulcros", :-.f\ITL-\:>.1> (n. I I~) 226.
2I5 V:1sc supra p. 70; en detalle cf. mi estudio: Die Zweispurigkeit
unsercs H:lpfpAichrreclus (n. I I s) 22I ss., sobre todo cn las notas compar:ati\'35. La salida no cs la 11ction, sino el principl~: "(lntcn;cne aqui algn otto
principio?" consciruye la prcgunt:1 claYe en Secnrity Sto~~ & JU. F. G. Co. v.
AmtriCilll &il:c11y Ry. Exprm Co. (I932), 227 Mo. App. 175. SI S. \V. z
d 572. cn \'sta de que la doctrina Hddlry " B.JX~ndo~le, que decidia d caso
cn opinin de la I . instancia (r~li.mce- intrrtJt, ,ase infra cap. X\.III, 8 a) no
proporcion:1ba ningn result:~do adccuado.
216
lntroduccin cn lengu:1 alem:1na: FRIED\1.\:"'1: (n. 111 no); ,-:lse umbin RabelsZ IO {I936) 426.
2I] Cosa que los entendidos cn la matcria y en sus rrmrdi~s histricos
atacan como incompatiblc con cl sistema, cf. la poncncia de SE.\\i' y Scorr
rn 54 L Q. Re,. 29: en conrra \V1:-.:FIELD ibd. 529. Pero cf. umbin l:1 primcra y uj:mte crtica de WI:"FI.ELD en "law" (A Ccntury of Progres.s Ili
( '937) r): Los rrstaum~nts son todavia excesi\'amente C:lsttStcos, carecen de
claridad dogmcic:t cn los conceptos, par:1 poder dar regbs :lutnticamente
matcriales.
218 \VI~FIELD, The Pronnce of the Law of Tort (19:pl L-fi, obsern
certeramente que la nueva jurisprudencia sobre la resttrs.riOII slu L"n apariencin
.se ba.s:~ en el implied contTact ("que es slo ~u fachada"). cn realidad se apoya
50bre la ,dea de "beneficio injusto"_ Cf. el mismo en 53 L Q. Rcv. 448 y
FRIED'l"'~"' ibd. 451. Como antes el indebitatus assumpJit tambi~n el qtJntum
m~mit experimenta una ampliacin en d sentido dcl derecho natural bajo la
bandcra rlel implied contract, de modo que la libre facultad discrecion:~l de!
rribunal apenas queda velada. Cf. LoRD \VRIGHT en Krook'5 Wbarf and Bull's
Wbarf v. Goddm4n (r937) I K. B. 534 (545): "La obligtZtio es impucsta por el
uibunal stmplemente en atencin a las circunstancias del c:tso !' a lo que cl T ribunal decide que es justo y razonable, habirla cuenta de la rdacin de las
partes." Sobre la crtica ahora tambin v. C.~EM~IERER (n. lii 50) 335
219 Moses v. MacferLm (176o), 2 Burr. 1005; 97 Engl. Rcp. 676.
22.0 HANBRY, The Recovery of Money: 40 L Q. Re\'. 31, observa co:1
relacin a Holt v. Markham (1923) I K. B. 504, 92 L. K. B. 4o6: "El Trhun.1!
.de apelacin ... ha agitado liger:~mcnte con un bastn d grue~o rlcp,iro dL
capricho que yace bajo la supcrficie de la accin por dinero tenido y rccibido ...
Cf. rambin la polmica de fRIED~f.,:-;:-;: 53 L. Q. Re\'. 449, en pro ele un1
forrnacin de autnticos gmpos de casos, exenta de b "nccesid:~d de ficciones"'.
21.1
HANBURY op. cit. 34- con la bonita observacin: "1\h:-.-SFIELD cn
Mo.res v. Macferilzn cruL definitivamente el puente excesivamente angosro
que lleva desde la tierra firme de! implied contract a las movedzas arenas de la
oequidad natural" (ai conceder el tWHmpsit cuando no se poda implicar ningn
enforce4blc contract).
222 P. H W. en 6o L Q. Rcv. 205 y WINFIELD ibd. 341. Un primcr
ensayo a fondo para llevar a un sist~rna escolstico de "relaciones obligarorias
legales" d uatamiento abierto de los casos de enriquccimiento, con :~ccioncs
histricamcnte modificadas, partiendo de l:t catcgora prctica de! cuasiconuato,
45
CIZSO
226
2.48
CIL10
235 Cf.
SALMOND,
Jurisprudence1,
201.
I
'
'I
Z'19
"Ovastaum~nt"
y "ovarHling"
C:l5C::
X. "Principie n nJ~" m d
D~rtcbo
d caso
'\
2 53
253
258 L' na contraposicin clara cn GR:\Y (n. III 2 38) 272 ss.
259 E. C S. W. a Lynn v. B.zmber (1930), 2 K. B. 72 cn 46 L Q. Rev.
259
prctica moderna declare decisivos los dieta que "sigan siendo de valor"
cuando e! punto debatido sea la quaestio iuris como tal. 264 T ales dieta
no han sido pronunciados obitu. Se llega a proponer que se extienda
el alcance de la ratio decidendi a lo "jurdicameme fundamental'',
puesto que de hecho los rribunales "tienen la responsabilidad de afirmar
los princi pios generales dei derecho" .266 Hasta ahora la autoridad de
ciertos jueces era ya tJn grande, que sus dict.t er:1n aceptados sin disputa como vinculames. 266 Por esta hoy se convicne en que los dieta careceo
de auroridad institucional, pero pueden adquirir autoridad a travs de
la prccica, a) por la categora de! tribunal, b) por la personalidad dei
juez, y c) por la convincente fuerza de la fundamemacin. 267
Aqu nos interesa slo esta tercera causa de autoridad, que indica
una nueva actitud de respeto ante el pensamienro dogmtico. En virtud
de ella, principias que doctrinalmente no haban sido reconocidos como
elementos vinculantes dei common law, son reconocidos en proporcin
creciente como princpios judiciales. Esto no vale slo de los princpios
que han recibido una formulacin axiorncica, sino tambin de las
"ideas jurdicas" (legal ideas ). que estn todava en la fase de pensaDer Begriff der Considcracion im anglo-amerikanischen Schuldrecht (1940), y
KESSLER, Einige Berrachnmgen zur Lchre von der Considcration: Festschrift
fr Ernst Ra bel I ( 1954) 2; 1.
264 R. E.?l.f. en 6o L. Q. Rev. 222, sobre Rn .'\te Elligot (1944) Ch. 216,
caso de un tr~~.st de beneficencia.
265 P.uo~ y S.-\WER, Ratio Decidendi and Obiter Dieta. in Appellate
Courts: 63 L. Q. Rcv. 461 (477), con cita de series de sentencias que adolecen
de falta de unidad en la atencin concedida a los aforismos jurdicos que oficialmente pertenecen ai campo de los obiur dieta y sin embargo constiruyen el
ncleo propio del problema.
266 Cf. las obsernciones de KocOL"R I K (n. III 232) 465/ 466 sobre Hov
~IES. Lo mismo puede decirse de C.-\RDOZO. cuyos famosos dieta en 1938 fueron
editados por SAI:-:ER bajo c1 ttulo "L~w is Jusrice, Notahle Opinions of ~f r.
Jusrice Cardozo". Cf. en el presente captulo los textos que se rcproducen de esta
obra, muy adecu:1d:1 para inrroducir ai lecror continental en el arte de rratar,
de un modo autoritario y sin embargo discursi\o, de los problemas fundamentales del derecho en formulaciones fundamentalcs '" cortadas a la medida de! caso.
267 STo:-:E (n. III 143). cf. tambin HoLL-\:-.:0, Elcments of Jurisprudence12 (1916) 6;. con la comparacin con la autoridad de los r~sponsa no legalizados por la ley de Valentiniano III. SADI0:-."0 (n. IIl 232) 379 distingue los
precedentes investidos de fuerza "autorit:uia" y los que la cicncn "persuasiva".
CHIPMAN
2.
271
casos slo son ilustracin de los principias, cosa que de momento suena
muy extr:~amente a los odos dei common lawy~r. 213
<!No ser, pues- y hacia esro apunta nuestro estudio- que los prin~
cipios mismos consrituyen derecho positivo? ~Son de veras slo guides,
y no law? Exacramente como en e! derecho continental, son derecho
positivo dentro dei marco de su acuacin judicial y su reconocimiento
institucion:~l cn figuras jurdicas permanentes. En la prctica, esta tesis
equivale :1 lo que hoy es comnmente admitido en b doctrina norreametic:ma y. gracias a Pot:ND, tambin en la judicatura. All e! principio
es considerado "dotado de t:lnta auroridad como los preceptos mismos
que Jecerminan cl punto de p:~rtid:t dei razonamiento jurdico, la marchJ
dei r:tzonamienco e incluso, con frecuencia, d proceso encero que !lamamos interpretacin y aplic:~cin". 274 Oc:~sion:~lmente, como cn CARDOZO,
enconmmos formubdJ la idea de que los princpios jurdicos son las
autmicas normas jurdicas en e! sentido de b teora de EuGEN EHR~
UCH, 2 ;s miemras que las regias son simples "normas para b resolucin".2i6 En un discurso de este tenor, CARDOZO cita un dicho de
PoLLOCK: "La auroridad judicial no perrenece a las p:~labras exacras
pronunciadas, ni siquiera a todas las rlZones alegadas, sino slo a los
princpios reconocidos o aplicados como fundamentos necesatios de la
decisin" ,m p:1labras cuya claridad es mendi:~na. De rodos modos,
puede discutirse si PoLLOCK no h:1br usado aqu e! trmino principl~
como sinnimo de mie, cosa que no es raro que ocurra ni a las plum:1s
m:s cuidadosas. Pues just::~meme b docrrina inglesa concede un especial dor a fij:tr m:s resrricci \'a mente los lmites de b :tutoridad jurdica y considerar slo como guides a los pnnpios que no h::~n sido
formubdos concret:Jmente en regias establecidas.2 ' 8 Sin emb:~rgo, PoL~
2i3 Puc BRn.u : (n. I 41) 209, con refcrencia a Rmos (n. Il 146) 1 y
34;. lS como Roez~so~. Law and thc Lawyen {193i) De rodos modos, d
trmino se prcst:l a equ\'oos y st:-gn HotDSWORTH (Some Lcssons from Legal
History r1928] 17) proccd::. lo cu a) es Clracterstico, de LoRD ~ I.\~SFIELD:
"EI Oerccho no esr formado de casos particulares, sino de princpios gencrales,
que $On ilustrados y explicados por aquellos casos."
2i4 Pm.::-.1> (n. I 41) 11.
2i; Soziologic des Rechts, 366 ss.
2i6 (N. II( 1~) 104 (= S~lect Wricings, 1;o).
277 New York State Bar Adress (1932) m Select Wricings, 33
2i8 Cf. Lwm (n. Ili 195): "Tales princpios son, huelga decirlo, ente17.- E e r . - De~ho Prin<lo
CIUO
la desin" en
d sentido de principias normacinmeme dicaces, y por tanto dogmatizados, que se han introducido en las regias.
Ahor:1 bien, de hecho rales principios substanciales desde siempre han
sido considerados como parte de! common L1w. Segn KENT z;g el
common law consta de principias, usos y regias ... "cuya autoridad no
descansa sobre ninguna ley expresa o posicin ni sobre orra declaran
escrira, sino sobre afirmaciones de princi pios hallados en la decisin de
los tribunales". KE'\T subraya que no consiste en una sim pie ''repar::tcin de des:~fueros" o en la "proteccin comrl :~gravios; por el contrario, cs la encarnacin de princpios amplios, no escritos". Como
hemos dicho, el reconocimiemo de esre papel de! principio como parte
de la masa jurdica positiva es rodavb ms f nco cn la jurisprudencia
norteamerican:l.!!SO El uso puramente mecnico de bs doccrinas y mximas, es cosa de! pasado. E! centro de gr:ned:td de los elementos docrrinarios est en el propio concepto jur dico formubdo.:!S l La pugn:t
entre e! derecho de los juristas y e! derecho popubr no se reAeja ;a en
el antagonismo, Yisible en BucKsro~E , entre m:xm:1s v costumbrcs.
Adem:s. de la gran popularidad de que gozJron las n~:xim .1 s en cl
siglo nu Y~ una vez marchitado el estilo de la Ilustr::tcin, no ha queramente cxt:ranos (' ) a las regias mismas dd Derccho y sin duda estar.n cnt:remezclados con otros faccorcs de carctcr "irracional" o "puramente emocional".
1.79 Commentarics, 471.
z.Bo Cf. PoLr:-;o (n. I 41 ).
:z8r Por esto subraya Pon.;o op. cic., que d "corpus de matcrialcs investidos de autoridad'' dcl common l.sw no scra inteligiblc sin una tal "gradacin
autoricaciva" de sus inst:ruccioncs y formas. Entre ~stos elementos del ordenamiemo que inccrvicnen en la formacin de la scnrencia, distingue cn comecuencia: mies, principies, leg4i concepts, doctritus y st4ndards. A este propsito destaca por primcra vez la ~ignificacin n" rmativa de la formacin de
conceptos: "E! desarrollo doct:rinal de las conccpcioncs es cn la pdctica la base
significativa de la decisin, cualquicra que sca la jcrarqua de las formas" (p. I5)
Desde enconccs se encuentran rambin en otras partes otr:u formacioncs de
categoras anlogas y equivalentes; cf. KocovREK (n. il[ 231.); MARSH (n. IIl
191); FRJEDMANN (n. I 83); STONE, The Common Law in the M. S., en Thc
Fucure of Common Law ( 1937) 131, etc. Ms dctalles sobre el papel dei legal
concept eo d apartado 5
z8z Com.icnza ya en BACON, "Maxims of the Law", ed. de Spcdding,
VIr, 3z:z, ciudo segn }oLOWJCZ (n. II 47) 1.15.
283 Cf. JoLOWJCZ loc. cir. Derallcs infra en apartado 6 de este captulo.
284 "Cada mxima es una amoridad suficiente de suyo", JoLOWJCZ, lugar udo.
z8; As CoKE LJTILETO~. eirado segn JoLOWJCZ 21;: "Mxima cs una
proposin que ha de ser profesada por todos los hombrcs y concedida sin
neces:dad de prueba, argumento o discurso. Contra m~gantem principia non
est disputandum." Hoy concepros rales como "justicia natural" y "sentido
conn'm" sigtc-n an desempenando un papel pcrentorio semejanre, pero ya no
cn forma de mximas y resis doctrinalcs. Cf. S.\U.to~o (n. 111 232) 376 (38c}).
En la poca dd Derecho narural los axioms of inulligent rtason conscim:m un
importante apoyo de la prctica norream~ricana frente a las mies y doctrines
dei dcrt'Cho metropolitano ingls, cf. los ejemplos cn \VE~GLER (n. Ili 183 11)
s8. En ef~-cto, en aquclla poca. cl common la:L pasaba slo, incluso en cl
Nuc\o Mundo, como "la pcrfeccin de la razn", dc- modo que una doctrina
que chocase contr.J las conccpcioncs iusnamralistas de los primeros estados, era
eliminada sin ms ni ms como "injusta e indefendible".
286 Sobre este papel principal de las mximas, cf. la exposicin en 1 Arn.
Jur. 423, Actions 29 ad toam "De minimis non curat !ex".
AmusmlcJzt
Cn.
file.,
z:;o
~-
Y. 49 (19z9).
CARDOZO
( I927)
289 Un beiJo ejemplo de un overmling "fro" a partir de una tcora y
opinin jurdicas que en el entretanto han cambiado.
290
Cf.
WENGLER
262
P~eccionamimto d~
Segn dias, pareca, cn efccto, un start duisis que las prcticas religiosas de sectas que crecn cn la "curacin por el espritu" (Chritian
Science, etc.) no ateman contra d monopolio de los mdicos. CARDOZO
dieta una rcsolucin verdadcramcme salomnica y al propio ciempo moderna, que por su car:cter de exposicin de principio es un dictJtm, pero
cuya fucrzJ convincente es inesquivable: la regia: "La ley no exige
licencia para un tratamicmo efeccu:~do slo por la oracin" slo se refiere a actividades puramente religiosas, en las que se ayuda ai enfermo
estimulndole J una m:~yor sumisin cn su fe, pero no a formas de
psicoterapia revestidas de Jtuendo religioso, en las que e! enfermo no
colabora como creyente, sino que en calidad de paciente constituye e!
objeto sobre e! que operan las fuerzas de la sugestin. 297
Peco el ejemplo ms instructivo sobre el poder de los dieta que contienen un fundamental perfeccionamiento de una doctrina, es sin duda d
famoso caso J1ac Pherson v. Buick Motor Co. 298 Se trata de la responsabilidad que incumbe a un fabricante de autos y a sus dependiemes
frente a un comprador que slo estuvo en tratos con una casa de ventas,
por un accidente sufrido a causa de la defectuosa fabricacin de una rueda construda en serie por un tercer fabricante de toda confianza. Existen diversas series de precedentes que establecen responsabilidad por la
"introduccin en el trfico" de cosas "peligrosas" ,299 pero lo que falta
- lo mismo que en nucstra jurisprudencia relariva ai tema - es una
clara formulacin del principio que rige est:l responsabilidad, y de los
elementos de la imputacin (adecuacin, culpa, asuncin de riesgos) que
lo delimitao. CAROOZO propuso una frmula, ni demasiado amplia, ni
demasiado estrecha, que ha sido admitida desde emonces: el conocimienro de que un tcrcero est expuesro a un peligro no simplemente
posible, sino probable, por causa de un determinado proceso, obliga ai
que domina este peligro J inrervenir activamente, de modo que la
297 "la profcsin )' pr:ctica de la rcligin dcbe consticuir por s misma
la curacin." En c:unbio Vogelgesang haba suministrado drogas "inocuas",
que esrimulab;m el proceso espirirual. C\RDOZO cita 3 este propsito ei dicho
de VoLT.\IRE, que los conjures mgicos serm c3p:1ces de destruir un rebaio
entcro, si se les rdorzab:1 con la pertinente dosis de :1rsnico.
2~
N. Y. 38z (1916).
299 LEVT (n. III r87) las toma como punto de arranque de su desaipcin
dei razonamiento de caso a caso.
X.
"Principl~
4nd rNI~" en
omisin de este deber precautorio es "negligencia". La formulacin racional de este principio: "EI conocimiemo ancicipado de las consecuencias que probablememe habrn de causar dano, implica la creacin de
un deber de imervenir", es nueva, y es el aucmico logro conseguido
por la sentencia, que viene despus de una brga casuscica, desarrolbda
paso a paso y sin comrol. 800 Liberado de este lasrre de particularidades y
concentrada sobre el problema general, la antigua regb de Thomas v.
Winchester (1852): "El conocimiemo ancicipado de las consecuencias
implica b creacin de un deber", recibe una significacin nueva. imemporal, con carcter de "principio". Pero una significacin que no se nos
presenta abstractamence, como teora dei deber de atender a b seguridad de! trfico, sino como integracin de la amigua regb en la rebcin
de los fabricantes con personas discimas de los clientes i nmediaros. y
que sin embargo. ai hacerlo :~s, consolida h cnrera in$tirucin de b
seguridad de] trfico en ramo que derecho positi,o .
Debemos const:Jtar que e1 cor:~zn propiameme dicho dei precedente
es e! principie, no b ru/e. 301 Slo aqul determina la pre5elcccin de
las sentencias anteriores, en las que se encuemr:~ !.1 regia buscada -:; capaz de ad:.ptacin. En efecto, los precedentes no son vincuhmes sin m:s
ni ms. sino que lo son slo par:~ la problemtica guc cn dlos se busca
y se reconoce. Ju stamente esca pnmera pregunr:J: ":Precedentes de
qu?" 302 presupone que se est de acuerdo sobre el principio comn. 303
Y la adapcacin de la regia preenconrrada no se convierce en un otermling franco, sino cuando e! pnncipio como a cal es abandonado rota! o
parei almente. 304
rdico, ello abre tambin una perspectiva sobre su posicin clave para
lo que incluso cn el common law riene que lbmarse "sistemtica". Slo
que el hecho de que las regias formadas histricamente y que siguen
vigentes merced a los mltiples cambios y rcfinamientos sufridos, no
hayan sido nunca codificadas, irnpide que dichas regias pued~n cuajar
con precisin conceptual en un sistcm:t oficial que se preste ai traba)J
deductivo axiomtico. A su vez, este defecto dificulta la forrnacin y la
organizacin de los princpios en un sistema escolstico, y obliga cornpulsori:~mente a estudiar, en sentido tpico, los problemas singulares
des:~rrollados sobre el problem:~. 305
Sin embargo, el carcter heurstico de este pensarnienro adherido a los
problemas no irnpide el desarrollo de conceptos dogmticos y de un
control lgico regido por ellos. Un clsico dei common law como
Hou.rES podJ an decir en tono autnticarnentc pragmtico: "La vida
dcl derccho no ha sido lgica; ha sido experiencia" .306 El moderno
common lawyer anJde: "Pero HoLMES no nos dice que haya que dejar
de lado la lgica, cu:~ndo la experiencia calb". 307 Pero la pugna de la
lgica jurdica contra la "experiencia muerta" no es slo un simulacro
de lucha dei juez para recobrar b autoridad que ha perdido por el desprecio J rnenudo dem:~siado evidente de la tcnica jurdica y por lo
subjetivo dei punto de p:~rrida adoptado (aquella "corazonada", hunch,
que :mnque sea muy popubr, no por esro deja de estar libre de la
sospecha de arbitraricdad).308 Es tambin un sntoma de los avances
realizados por d pensamienro conceptual senrado sobre una base dogmtica, un pensamiemo que desarrolla un mrodo en sentido escolstico sin caer en b ilusin de que el sistema jurdico constituya un cuerpo concluso.309 La teora dei common law, ya antes de las revelaciones
heclus por la escuela realista, ms rodad:t, antes de la importacin de la
enjundiosa crtica de EcGEN EHRUCH, ha reconocido cbrJmente lo en
305 Cf.
LLEWEU\-:-;,
3
( 1933)
309
DtcKtNSON (n.
III 247).
para nuevas tareas, puede incluso cn un caso extremo saltar fuera de!
marco tradicionll de las accioncs (Hard cases make bad law ). 316 Los
conceptos jurdicos fijados, no pucden en cambio imerpretarse a volumad.
Pues no son unos simples productos de b ciencia escolstica y de! arte
profesional, sino cada vez expresin de un mandato de justicia, siempre
repcridu y atendido, en un determinado complejo situacional. Esto
explio su importancia constructiva y la confianza que inspirao. En el
common law, por falt:J de las repercusiones axiomticas, este papel no
recae sobre el sistema conjunro de! Derecho en la misma medida que
en e! Dcrccho civil, pera se m:wifiesca de un modo tanto ms insistente
en b tcnica de! deslinde de problemas y de! enlace a las sees de precedentes existentes. 317 Los conceptos jurdicos son aqu los hitos indicadores
para la elcccin del maten:d casustico segn los problemas que permanentemente se repiten. Con ello consricuyen una base para b resolucin prctica, no para la mera formacin doctrinal. Misrepresentation
(decbracin errnea) abarca, no slo sistemticamente, sino tambin
valorativamente el crculo de problemas de la responsabldad por declaracin, de la promesa y de! errar (innocent misrepresentation ), del
deber de notificacin, de! errar sobre b base del negocio y del engao
culposo (fraudulent msrepresentation ), haciendo de e!! os un crculo
problemtico independienre en cada caso, que no slo por el azar histrico, sino por necesidad funcional ocupa e! lugar que tiene en e! sistema
ingls de! Derccho contractual.
316 As la resolucin de loRD Ano:-;s en Donoghtu v. StevenJon (r9J ~).
\V. ='1. 139: 48, T. L R. 49+ encomioda muchas veces como prorotipo de libre
rech:rcb~; se rdiere :1 la odmisin de pretensiones convencionales de indemnizocin que c! compr:1dor r:icne dircctomenrc &ente ai bbricante, o sea. ms ali
de ];r Yinculacin del contrato (anlogamcnte :r b accin directa), cf. \\'oRTHlEY
(n. I! 102) ::8. Como tantas \"Cccs in cxtrcm, aqu se echa mano de! comm on
sense como de un orgumento re\olucionlno; e! sistemo jurdico no podra sin
ms ni ms olvidar hasta tJI pumo las concepciones y nccesidades sociales, que
un rcmdy fall:rra en un caso en que "eYidentemente" se produce injuscicia.
Cf. nuestros orgumentos iguolmcnrc ineptos cn la liquidacin de doiios a
rcrceros.
317 "Si la socicdad ha empczado a ver ciertos simil.1ridadcs o difercncios
significoti\a.s, la comparacin emerge con una palabro. Cuando la palabra es
finalmente accptada, se comierte en un conccpro jurdico. Su sentido contino
cambiando. Pero no es simplcmente dcducci\'o," LHJ (n . IIl r87) 3
..,....-
268
Los conceptos jurdicos son concrecin de ideas y discinciones referidas inmediatamente a la cosa. Sus discrepancias nacionales corresponden a las solicic.aciones de su respectivo ~istema local. bs di ferenci.H
advertibles entre mutual mistake y common mist11ke por una parre, y
los concepws que les corresponden funcion:tlmente en nuestro sistema,
disenso y error bilateral sobre la base de! negocio, son exactameme bs
que eran de esperar dada la sstem:rica conjunta del contract. Breach of
contract y brea.ch of warranty se discinguen de nuesrr:~s represent:~cio
nes del incumplimiemo y de la viobcin de los deberes de gar:~m:t ,
dei mismo modo que las ideas generales de condition y u:arr:mty se
aparran de nuestros conceptos de sinalagma y deberes de presracin
accesoria. Pero todas las parejas de conceptos son, cad:~ um dentro de
su respecriYo sistema, fijaciones adecuadas de problem:Js, de bs que deben
p:~rrir bs soluciones constructvas en el sentido de! sistem:~ total. Puecle
ocurrir. pues, que una fonnacin de conceptos blle all donde otrJ llenrb ms lejos, como por ejemplo nuesm "imposibilid:~d" se deciene
ante un campo de perturbaciones a la prestacin que b doctrin:t de b
frustration cubre satisbcroriamente. y ai que nosotros debemos atender
:tcudiendo a h reora de b base de! negocio: y a la im-ersa, b doctrin:~ de
la fmstrlltion puede fallar all donde nuestra docrrina de h desaparici n
dei fin de! negocio es an c:1paz de rendir soluciones :~decuacl:~s; 318 de
ah que esros conceptos no sean imcrc:1mbi.1bb. ni se pued:t su bsri ruir
e! uno por el otro. Pues en cada caso representao un encauzamiemo segn sistema del rrat:uniemo )' deslinde de los problemas. 31 ~
Aunque h moderna jurisprudencia se h:1;J ap:tmdo tJnto de b
doctrina Justiniana de las necessary notions o f la<t', ho; vuelven 320 a
318 Cf. las cigideccs drl Coror1ation Cau. o sca, C handlcr ,.. W ebstrr
(1904) 1 K. B. 493 (499) y tambi~n de! caso Fibro~a. Pera cf. tambin los caso~
de past consideration .
319 Vasc infra cap. Xlll, 2 ; XIV, 5 y XVlll, 4
320 Cf. A usnN, Lecture 11 ( 18~) 1.100 . "Entre los pnnctp!oS, ideas y
distinciones que son los temas de la jucisprudcncia general, algtmos pucdcn
crecrse necesarios. Pues no podemos imaginar coherentemente un sistema de
Dcrecho .. . sin concebirlos como formando parte de l." Esto cs impugnJbk cn
cuanto a la tesis iusnaturalista de que talcs conccptos no son cn cada caso
funcionales, sino necesacios de un modo absoluto, o sca m calidaJ de catcgoras
omolgicas o epistemolgicas de! Drrccho en general. As R.\DilHt:CH (n. ( SS a)
530 (532). El simple desplazamiento de la ideologia iusnaturalista ai plano de
descubrirse la necesidad funcional y la coherencia de los concepros encuadrados segn sistema y la energa constructiva que han recibido de
su desarrollo orientado hacia un fin. Sobre codo, esto se destaca frente a
la direccin realista, que de acuerdo con su ya ancicuada tesis sociolgica
de un derecho libre, slo reconoce vigencia a estos conceptos bajo la
etiqueta Je "moderna mgica jurdid' y explicndolos como partes de
un mundo ilusorio e infantil o como manifestaciones de una necesidad
de autoridad, propia de geme inmacura. 321 Los conceptos jurdicos, en su
incerpretacin establecid:.~ de cara :!1 problema, se dan ccitamente como
supuestos cn cl Derecho judicial. El famoso dicho de CARDOZO: "Detrs de los precedentes escn los conceptos jurdicos bsicos" 322 se refiere
no slo ai trasfondo psicolgico o a los presupuestos gnoseolgicos de la
utilizacin de los precedentes, sino a la situacin misma de su autoridad , que est en la consecuencia jurdica de una argumentacin, o sea,
no en el azaroso conrenido de juscicia presente en la casustica, sino
en su domnio tcnico.323
Verdad que no es el pensamiento lgico, en el sentido de un clculo
"logartmico", lo que hace frucdferos estos conceptos, sino un pensamiemo funcional que parta de la misin propia dei concepto.32' En el
"crecimicnto del Derecho" los conceptos slo pueden ser semillas, si
antes fueron fmtos. Encierran en s los resultados dei conocimiemo
la necesidad epistemolgica no significa an una superaaon de aquella seudoproblemtica que tambin hacc esrrechas las concepciones de Ausn~: los
principies "necesarios" tendran que ser o cualidades objetivas de criterios jurdicos o presupuestos inmanentes dei pcnsamic:nto. T ambin e! nominalismo
neokantiano de cuaJquier maciz que sea incurre aqu en intentos sistemticos
:~histricos.
321 FR.\l'K (n. 227): tambin en Courts on Trial (1950) 37 ss. Cf. en
cambio, a pesar de todas las concesiones a la libre recherche, Kocol.'REK
(n. III 232) y los trabajos fund2mencales de CoRBIS, Legal Analysis and Terminology: 29 Yale L J. (1919) 163 y HoHFELD, Fundamental Legal Conceprions and other Legal Essays, ed. por \V. \VHEELER CooK (r923).
322 (N. III 1~). 19.
323 lbd. 44 113, 129, etc.
p4 CARDOZO (n. I 172) 62 (Select Writings 288): C. opone aqu cl uso
mecamco de los conceptos ("lo hacen mejor con logarirrnos") y cl funcional
("los conceptos son tiles, necesarios incluso, si se los mantic:ne en su lugar
dcbido").
X. "Principk
'2.]0
t~~nd
rule" en
judicial hasta entonces obtenido.325 De ah que el proceso judicial plasme continuamente d concepto, pero al nsmo tiempo abre d acceso
a sus elementos constantes, es decir, a los re4li4 que, como exige la "naturale.za de la cosa", siguen siendo la piedra angular dd tratamiento de
los problemas, incluso ms ali de un esquema de acciones que la historia ha hecho angosto. Entonces los elementos comunes de responsabilidad destacao cada vez ms por encima de los puncos de partida formales.
Por ejemplo, en ma teria de delitos civiles ( law of torts) las acciones
clsicas con sus caractersticas situacionales desapareceo pdcticameme
detrs de los conceptos bsicos: viobcin de un bien jurdico- causalidad- deber de obrar (legal duty to take careJ- culpabilidad (en
pme incorporado a ttulo de "previsibilidad" en el elemento de
cauSJ!idad) - imputabilidad ( according to the circumstances)- :Jsttncin dei riesgo ( unre4s<m4ble risks ), etc. En el resultado, se reAej.1 e!
annce de un derecho general de d:u1os )' perjuicios, libre de todo !ame
histrico. que supera desde dentro las anrigu:ts formJs de responsabilid Jd.:n6 El pensamiemo institucional que aqu, de un modo totalmente
antihisrrico, elige por alojamienro bs formas m.s dctiles de accin
(por eiemplo, la negligence), no argumenta ~-:~ con mies romad:1s realmente de los modelos histricos, sino con principies, cu_o alc::Jncc tcnico viene definido con conceptos dogm:ricos. Para b responsabilid.1d
por danos no tenemos ms que remirirnos a la famosa resolucin de
C.o\RDOZO en e! caso Palsgraf v. Long lsland Company.m Aqu el trmino "inrers jurdico", de ser un incoloro concepto marginal, se co nvierte en una figura clave y central ai modo de nuestro "bien jurdico",
gue es por excelencia el punto de partida de la responsabilidad dehctu:tl.328 E! paso siguienre consiste en extraer dogmticamente e! elemen1~) 48.
Cf. d ttabajo anterior de KESSLER, Die Fahrlissigkcit im nord-amerik~nischcn Oeliktsrecht (1932), sobre todo 72-125, que repre~enta un trabajc
precunor cn la comparacin funcional: lo que es distinto es la mancr.a de
operar, nn la estructura dogmtica, y toda pcculiaridad es analizada cn su
significacin para d Jistema en que se ha desarrollado y cn d que cumplc su
misin acrual.
327 z48 N. Y. 339 (19z8).
3.28 URDOZO op. cit.: "La negligencia no da lugar a una accin a meno>
que incluya la invasin de un intcrs jurdicamcme protegido, la violacin de
271
----
X. "Principk UJ rule"
l'tl
a Derecho dei
CdJO
]mi.rprudencia dt:
nt(T~Jt:S
2 73
2 75
sistema 343 y dei enfoque cicojurdico que les es propio, ei cual slo
remire ai derecho estricto cuando ambas partes se escudan en princpios
de equidad igualmente atendibles. 3 H
Por tanto, siempre que se quiere cjercer una dcfensa en "equidad"
- por ejemplo, un equitable estoppel- debe ser atendida en todo
proceso at law. 345 En can1bio, k recursos de equidad slo valen como
base de una demand:~ cuando b materia prcsenta un carcter "equitacivo", o sea, en la prccica: cuando no cae bajo ei rigor de forma que priva,
por ejemplo, en materia de ttulos valores y orros campos ahnes. 346 T ambin se manricnc el principio de la subsidiaridad de los recursos equitables, segn ei cual la existencia at Lzw de una proteccin suficiente
excluye un equitable remedy. 347 Ahora bien, el campo de la defensa
segn equidad abarca todos los principias, desde la prohibicin dei abuso de derecho hasta la proteccin de los deberes de decencia y de la
divisin dei riesgo dei proceso, que acuan en forma dogmarizada los
modernos criterios de justicia. 3 ' 8 Precisamente esto caracteriza la substancia de los principias de equidad como algo prescrito no por la historia,
sino por la conciencia jurdica vivienre.3 'g
Tambin la arbitration se basa en gran parte en principias que, independicntemenre de la estructura del common law, valen como fundamentalitt it1ris. La significacin material de los "principias jurdicos gene343
lbd. P 39
' \..
277
__,...
CAPTULO
XI
ANLISIS COMPARATIYO DEL PAPEL DE LOS PRINCIPIOS EN LOS DOS SISTE:\L\.S JURDICOS, A.,'XIOMTICO
Y PROBLEJ\LiTICO
r. Hemos designado como axiom:ici co un sistema jurdico lgica-
357 Cf. }.hcMrLL~~ (n. III :!38) )' GR.\JG (n. IIl 83'1 ;o ss., pcro tamoi~n
ya PoL~TI. A Comparison of Ideais o f Law: 47 Harv. L. Rcv. ( 1933) 1 ss.
358 Cf. DA\\'SON (n. I 7) 25: "Es una cxpcrimcia conocida qur pJr:l
cada cuestin qt;c mcrezca plantcar un problema, podemos hallar ai menos dos
proposiciones diametralmente opuc, tas, y con frccucncia muchas ms. la misin
de! juez o de! letrado en gran parte con~i~te cn sclcccionar entre las proposicionc>
y siruar e! caso dentro de la esca!J, J la luz de todos los intcreses y expectac;om's
que pueden guiar adecuadarnente su cleu:in."
359 El trmino procede de FRJTZ Soll'LZ, Hisrory of Roman leg.1l
Science (1946) ~ Habla de la "eterna investigacin dialctica" entre las continuas antinomias de l;u exigcncias de justicia y describe e1 arte retrico de l:t
discusin de los casos ad exemplum, que de un modo dcsconccrtante para nuestr:ls ambiciones sistemticas, renuncia a los complejos dcductivos superiores cn
favor de una tpica exacra. Cf. el mismo auror en Prinzipien dcs romischen
Rechts ( 1934) 36 ss. Este arte no h a sido desplazado por el pcnsamienro li amado
"escolstico", sino slo por la moderna idcologa cartesiana. Cf. e! trabajo supra
citado de V!EHWEG, quien iluStra el mrito de VICo (De nomi temporis srudio-
la solucin justa sobre el caso concreto que cada vez se plantea. 380 Esto
significa que los princpios renuncian aqu, incluso oficialmente, al papel
de ser claves mecnicas para determinadas soluciones, y que en lugar de
las frmulas dogmticas, lo que constiruye la base de la sentencia son
criterios intuitivos sacados de la vida, como el standard dei bonus paterfamilias, dcl "cuidado razonable", etc.
En ningn sistema constituye la "regia" una disposicin independiente dd ordenamiento. Su contenido normativo viene siempre fijado por los
princpios dei ordenamiemo tot:.~l y de l:t jurisprudencia. Esto puede decirse lo mismo de las normas fij:.~das con arreglo a un supuesto de hecho
en ei Derccho codificado, y de la fijacin segn precedentes de! Derecho
judicial. Tanto si la ratio legis se decide de caso a caso en abierta argumemacin sobre el conAicto pbnteado como problema- so/uitur ambu/ando - , como si es gobernada por la pretensin que un sistema cerrado ciene de poseer una fuerzJ. lgica de conviccin en las frmulas
de la dogmtica constructiva: en uno y otro caso un anlisis realista dei
proceso de imerpretacin revela ei emrelazamiemo funcional de principio y regb, de intuicin y construccin, de lgica jurdica perentoria
y discusin abierra dei caso.361 Lo nico que es distinto en uno y otro
sistema es la jerarqua de estos factores de la creacin de normas.36z
rum rationt>, 1 7o8) ai renovar d pensamiento problemtico retrico como forma
redescubierta de los antiguos "tpicos" y anteponerlo ai pensamiento geomtricod~ductivo, sin restringir el nou11s methodns a su papel crtico.
36o Sobre esto ya 0.\81~ (n. II 45) 239 ss. (249). Vasc tambin supra
pginas 57 ss., 127 ss. y en lo siguiente.
361 a. PUJG BRLI.\U op. cit. 132. Llamo perentoria a una lgica jurdica
que. ms ali de su utilidad como instrumento, quiere hacer de! pensamiento
silogstico el nico medio dei descubrimiento dd dc:recho, y tanto en la tmica
codificadora como tambin en la construccin especulaciva dogmtica subordina
los critt"tios pragmticos a la necesidad de perfeccin conceprual. Que en esto
lo singular ~a simplificado. m or/! gl!oml!trico, convirtindose en elemento de un
supuesto conjunto, no cs un rasgo printivo de las codificacioncs modernas,
sino propio de toda planificacin legislativa en oposicin ai tratamiento judicial
de los problemas: "EI juez nunca piensa en sentar un principio, sino en resolver una dificultad", observa HERZOG (n. I 41) 13;.
362 Esto lo ha subrayado sobre todo Pot::o-"0, cf. su esrudio Hit"tarchy of
Sources and Forms in different Systems of L:~w (n. I 41 ), :~de ms en lntroduccion to the Philosophy of Law (n. li 37) y en comunicaciones a la Am. Bar
Ass. (n. 11 33).
probl~mtico
r.v.
--
--
370
a. w.
G.
BECJ:ER
2,
6 etc.
-que iba cobr:mdo h perspcctYa propi:uncme histrica, par:~ que tambin cl cdigo de x~ fuera colocado en su lugar debido. No olvidemos
-que pnrtiendo de esta consideracin histrica, lHERING se convirti en
el primer jurista de intereses, 371 y no es un azar que su obra sea la
nicn que, desde SAVIGSY hasta EucEN EHRLICH, llam la ntencin de
h teor:l jurdica angloameric:m:~. Desde que la teorJ haba entregado
372 los medios dei
;l la crtica general los prejuicios del ''sistenu cerrado",
pemnmienro problem3rico - induccin, :~naloga, etc. - han vuelto a
ocupar un puesto de honor. rcconocido incluso ofici:tlmente. No quiero
exrendermc aqu sobre las ampli:~s brech:~s que b menralidad problemtica lu abierto fuera dei Derecho civil. Sera sobre todo interes:tnte el
c:tso dei Derecho imernncional pn\':Jdo, con sus problemas de c:tlificacin
)' enbce. Me limito slo a recordar que topoi como los de "incers justificado", "ordcn pblico". "naturaleza de b cosa", constituyen aq u
los ejes de toda una disciplin:t. Pero :va en cl campo de! BGB puede
observ:1rse la importancia de t:J!es topoi, o sea, supuestos notativos en
lugar de norma ti vos, pensamientos jurdicos gene rales en lugar de apliociones singulares y fijas de una ratio, y sobre todo el alcance dei establecimiento judicial de standards, que crece a ojos \isca, en la misma
medida en que, recprocameme, en d common law se puede comprobar
una aproxi macin :1 b prctica de cror supuescos de hecho fijados conceptu:d y normativ:uncnte. 3' 3 Ambos ~i cemas coinciden en cl esfuerzo
para hal!ar princpios matenales ~ sin embargo dogmticos ~ especficos.
que permiran su urilizacin conrrolable cn h prctica cotidiana judicial,
sin que sean un obstculo para proceder a b correccin de los precedentes y los supuestos dc hecho lcgales. P Jr:l los dos es, pues, acert:tdo
e! diagnstico de Pot-:-..t>, que la norm:t completa consr:t de v:1rios de
cstos cuatro elementos: el elemento fornul de b norma jurdic:t (mie),
d mJterial dei pnncipio. el r~cnico de! concepto jurdico y e! judicial
dei st.wdard. 3 a En ambos crculos jurdico~ ldbremos fnrm:ts especfi371 Cf. mis observacionc:s en Einfhrung in die Grundbegriffc dcs Rcchtes und Staatcs ( 1949).
372 La expresin y su cmplco procc:d.:n de: PH. HE:-\CK (n. li 76\. pera
ya Gw (~ f~thodes Il [ rqr9J 356) haba dc~crito c! cJ.mbio metoduk;gico.
373 Cf. supra p. 266 ss.
374 POL"-"1> (n. I 4 r) 173 {n. li 33); 44~ ss.; cf. tambin l:\~IBERT, le
gouvememenc des jugcs (1921) z.o;j206, y Puc BRCT.-\1: (n. I 41) 179 ss. Por
~Uiom.tico
probl~mtico
lo dems PoLso (y con l Puc BRLT.>.t:) considcrJ arcai(o~ los supucsro s d.:
hccho normativos "rgidos". En rlaliJad, la forma~in notati\'3 de supucscos
de hecho con notas rgidas y exteriores, cs ]3 ms amigua. Lo que probablemcnte se quiere dccir es: la formulacin apodcrica sin dar al jua ni la ratio legis ni
el principio (que no cstaba an formulado n siquiaJ r~ n~aJo). Es cn todo caso
crrnco equiparar estas "regias cstrictas" con el iuJ cogms. As Pt:tG Btn.:-
'73
375 Sobre esto lmamcntc V. MEHRE:-1 (n. Ill 311) 67 (76).
375a Rcsutcmcnt of thc Law of Contracts (19]2): of Agency (1933); of
Torts ( 1935); of Restirurion, Quasi-Contracts and Construction Truts {1937);
of Judgem~nts (1942); Model Codc of Evidcncc (1942).
375 b As, por cj~mplo, ~n matcria de competcncia, y adems d gmpo 3
dcl Law of Torts, cuad~mo 17 (1938).
TAU,
pensamiento jurdico superior. 376 c Otro ejemplo es el papel desempenado por los stt~ndards cn ambos sistemas.376 Su creciente 1mportancia
como criterio extradogmtico p:tra nuestro desarrollo jurisprudencial de
soluciones adaptadas a los problemas, cs bien conocida desde las "Clusulas Generales" de HEDEMANN. Menos sabido es que en el common law
su importancia va disminuyendo paulatinamente en beneficio de los
conceptos fundamentalcs dogmticos. Sin duda alguna los standards of
rigbt condt~ct formao la espina dorsal dei enjuiciamiento problemtico
abierto. De ellos sigue viviendo cl common law, y para verlo no hay ms
que seguir, por ejemplo, el desarrollo de los torts.m Peco entretanto
el juez americano ha descubierto que este standard no es de naruraleza
empnca, 378 sino que exige una decisin valorativa que tiene por norte
un sist~ma positivo. 379 Los princpios de! sistema delimiran los standards
y les dan substancia normativa. Lo que sea "descuido" ( carel~ss ), "irrazonabilidad" ( unreasonablen~ss ), etc., nunca viene fijado por precedenres;380 justamente porque lo emprico no puede constituir por s
37; c Cf., por ejemplo, parte 1, cap. XX dei Rest. of Tons, Tencacive
Drafr n. 0 12 (1935): Absolute Liability. Topic 1: Liability of Possessors and
harbours ot animais. Ticle A: T respass of Livestock. Ticle B: Otherwise. 5o6
conccpto dcl animal "salvaje", "domado" y "manso"; 507, soB delimitacin
de la responsabilidad por riesgo y culpa cn ambos casos; 509 pcligros espc
cialcs con animalcs domsticos; to Vis maior y culpa &ente a terceros; 511
culpa concurrente, propio pcligro dei trespasurs; ;u responsabilidad por
omisin de! deber de advertir dcl peligro incluso a este ltimo; s 3 responsabilidad frente a licensus; ;14 responsabilidad dcl tencdor de! animal; etc.
En el T OJ'IC 2 sigue un sistema de responsabilidad por riesgo referido a oeras
"ac\"dade$ ultrapeligrosas", de nue\o con todas las excepciones por concurr~ncia en cl peligro, fundamcntacin dcl propio pcligro y culpa concurrente en
estricto sentido. La naruraleza puramente acadmica de las formulaciones es
subrayada cada ,ez por reserns. ( c.:~Lrat) y sus explicaciones. No ocurre igual
cn todos los manuales. ~[uchos centros de los EE. UU. usan hoy compendies
sistcm:ricos como si fucr:m textos de ley.
376 Sobre esto supra p. 12 J
377 V~ase supra n. I 174 li 78, III 61, etc. ~f:s detalles cn PROSSER
(n. I 17;) sobre todo cap. \'I, z2o ss. y ;\hRSH, Dcduction and Induccion in
the Law of Tons: A comparati\"e approach: 33 J. Comp. Leg. and Inr. L
(9; 1 ) ;9
378 Cf. C.\RDOZO (n. I 172) 51 (= Select \Vritings 281).
379 a. Pot:~l> (n. I 41) 19.
38o As acerradamente STOLJAR (n. I 84) 2o8.
381 Esto lo dcmuestra ya muy bcn un representante dcl positivismo escandinavo : Lu:-.;osTEDT {n. lii 35) 367 ss. (376 ss.). Cf. tambn STOSE (n . IIl
193) y, siguindole, Pu1c BRLTAU {n. I 41) 2o6.
382 Para la comprensin dd carcter normativo del tipo jurdico 1d~al
cf. incluso una coleccin tan poco terica como la American Jurisprudcnce
{38 Negligence 676).
383 Cf. PROSSER op. cit. 175 ss.
3l4 Cf. el descubrimiento dd complejo de antijuridicidad por C.\ROOZO
en d caso Palgraf, supra n. III 327.
385 UIU>OZO {n. 11 37) 19- 45 y passim.
"R~ason"
2.88
Wl,
(blameworthi~
ness ).3!13
Pero cada vez que un principio pretende poseer fuerza coactiva jurdica, no le es difcil al investigador observar b multiplicidad de los pensamientos que en l acran y la d.isconformidad de la ideologa oficial
con la verdad histrica que le di namiento. DAHM ha demostrado esto
con rebcin ai principio N ulla poena sine lege, 39 ~ aunque lo hiciera
con una segunda imencin re:~lmeme :mriciemfica, o se:~ la de h.Ker
sentir des,o hacia la "vlidez absoluta e imemporal" de este principio
por los resabios que en l quedJn de ideas "ilustradas". A s, no debemos
despreciar el principio "prejurdico" de la rJZonabilidad :1 causa de b
historia de su formulacin ni a causJ de los cambios histricos que
- como todos los princpios jurdicos - hJ experimemado en el entretJnto. La e:xJctitud jurdica desembocJ en estJs e\'idencias fundJmentJles: ".['\ Jda es menos razonable gue las deilniciones un\'erdes y detalbdas de lo razonable. Lo que seJ razonable debe derermi n:me con
referencia a un tiempo. lugar : circunsrancias definid:1s". 395 Lo que
perdura a travs de los tiempos cs slo Jquelb rendencia r:Jcion.lbta. q ue
desde e! sigla XVI!l informa e! arre profesion:J! de! j uri ~ta angloameric:1no
y confiere a su ideologa aquelb nota "ilusmda" que le h::ce equiparar
b reason con la tica jurdicJ : "Pues b rnn es b ,;da de! Derecho,
es ms, el common law mismo no es orra cosa que rJZn ... " 396
3 JustJmente, porque Derecho es tambin recta rtio, cualquiera
que sea la manera como la ideologJ de la pocl lo formule, el Derecho
es tambin sicmpre sistema, y los princpios objetivos y funcionales de
cada materia poseen una significacin universal. El principio de! "orden
pblico interno" o de la res licit.z vale independiemememe de que hay.1
~93 Cf. SALMOND (n. I r71 ) 424 y Law of Torts5, 8 as como LL'SDSTEDT
op. ctt. 375 ss.
394 Conservacin o derogacin de! principio : N ui/a pomtJ Jine l~g~:
Dcutsche Landcsrderate zum lnt. Kongress f. Rvgl. Il ( 1937) 514 ss. Una salida mctdicamente clara de este callt-jn : d derccho comparativo; vase a este
propsito GusER, Nullum crimcn snc lege: 24 J. Comp. Leg. and Inr. L
(1942) y las propuesta.s de AuBIN, RabelsZ 18 (1953) UI y G.~LUS ibd. 123.
395 Pou:--.'0, Some Thoughts about Compararivc Law (n. lll 255) 7 (n).
3g6 CoKE sobre LrrrLET0:-1, libro 2 , cap. XI, sec. r.
sido acunado como norma y, dado el caso, se le haya codific:~do (cf. art. 6
Code civil, 20 OR, 134, 138 BGB), y se concreta en b dogmtica
de toc!o sistcm:1 positivo, tanto cn b doctrina de! objeto lcito (&wful
object) como en h de b caus:1 ( retlsonable cause, redelijke oorzaak). La
misma idea de la m:ueria judclica positiva como expresin de una ratio
scripM, fu lo que disp:u b primcra olcacla de codificaciones en cl continente. Hemos de consider.1r est::t creencia como un fenmeno humano
fund.lmenr:~l, as como b neccsidacl ele ;ldorar todo lo que en el mundo
de la natur:1lez:1 y dei espritu h:ty de vivo en smbolos "muercos", en
pcrsonificaciones, cuyo culto constituye un ::trte profesional.
En este sentido, rodos los productos de la poca moderna, las codificaciones, los Restaternents, son material de una disciplinJ especializada
"positiv:~'". pero tambin representantes y smbolos de las ideas dei
ordenJmienro que no se agotan en la m::tteria: en una p:1labra, dei sistema. El "espritu" son los princpios de un mundo jurdico formado por
d poder legisbtivo, b judicatura y b doccr1na, que se nos prcsenta como
un ordenamienro jurdico nacional y cerrado.397 Ningn corpus iuri.s
es slo mas:1, sino que en primerJ lnca es un sistema, fijado por los datos
de esta masa, de princpios que permiren ai juez la seleccin, aplicacin
y creacin ele normas positi\:ts. 398 Nosotros, juristas conrinenrales, pensJmos cn esta funcin de los principias J propsito, en primer lugar, de
b inrerpretacin, es decir, legis mpplcndt~e grafia, pero no se nos h:~ce
menos \isible la m3s extensa fuern de inregr:Kin de los princpios,
cuando consideramos h e\olucin de una codific:ICn anterior. Los
princpios son "instrumento de b uni,bcl org:nica y de b inregridad del
orden:1micnro". 399 Con ellos e! Derecho no slo se hace "utilizable", sino
que slo con ellos recibe su carcter de ordenamienro jurdico. La lgica,
la amlog:l ~ b cre:1cin ulterior no son posibles en \irtud de una lcgJlizacin positi\:t ele esros pnncipios, 400 sino por la esencJ y b pretensin
funcion::tl de! mismo orclenamiemo. Con esto no Jhrmamos una ierarquJ inrempor:~l de los pnncipios ni neg:tmos h complejid:~d histrica
y poltica de las masas de derecho positivo. Es anrihiscrico y poco
397 Cf.
3~ Cf.
R.\BEL
GREES,
399
DEL VECCHlO,
400
As DEL
VECCH!O
--
El "stat11te law"
cn c:l aparato de las leyes, miemras por otra parte rambin los princpios dcl Dcrecho dei caso pasan de su originario papel de guas a ser
pumos de arranque de un pensamicnto institucional y, por tanto, sistemtico. Emonces los precedentes son slo comprobantes de la existencia
de un principio jurdico reconocido, y lo que domina la situacin es la
"doctrina de! caso", no un arbitr.1rio corte a travs de todas las sentencias anteriores referentes a problemas anlogos.
Debemos hacer constar, adem:s de esto, que tambin en el derecho
angloamericano hay un bien delimitado enclave de pensamiemo axiomtico, inaccesible a los princpios dei common Ltw: el statute law. Ya me
he referido a los dos fenmenos supra, cap. VII, y aqu afado algunos
estudios particulares sobre esta m:lteria. 404 La diferencia en el modo de
imerpret:~cin usado en e! case law y en e1 stats1te law descansa en la
accntuacin de la autonomb dei poder legislativo, que no encaja en los
princpios de derecho comn de! Derecho judicial. 405 Lo que all vale no
es la sabidura judicial, sino la \'oluntad dei Estado.46 La doctrina y la
tradicin de! derecho comn no poseen en este campo la menor fuerza
404 Por ejemplo, en JZ 1953, 129 y 521; adems, sobre el st4tuU Lr.v,
en RabelsZ t8 I 1953) 751.
405 Cf. BucK (n. li 146); adems M .\XWELL (n. li 145), PLl!cK:O.:ETT
(n. I! JOZ) 434 ~- GL'TTERIDGE (n. li 145) 105. RAo1:-.: (n. li 147) 86:1 ss. es en
cambio un ontsiclu, cuando cree que los "statllus son afirmaciones de princpios" (866).
4o6 ~hxwELL op. cir. empieza la pg. 1: "Un stat11U es la voluntad
dd legi~lador, y la regia fundamental de inrerpret3cin, a la cual se subordinan
todas las dem:s. es que tm st.JWU debe ser explicado de acuerdo con la intcncin de los que lo hicieron." Cf. S.\LMO~"D (n. I 171) 8;: "La mxima fundamentJI de b sana interpreu.cin es: ira script11m ~st, y no cs misin de los
jueces ser ms sabias que las le~es y amoldarias sobre las opiniones judiciales
de lo que es justo o injusto. La letra de la ley es la ley misma." Asimismo
BucK op. cir. 1 1_.!12: "La cicncia. la pmdencia o la oporrunidad de la legisb.cin, cs una materia de la que los cribunalcs no ticnen que oOlparse en ;bsoluto. Si una ley es o no adccu:~da para obtener cl dccto requerido, es una
cucstin que no entra en la compctencia de los tribunales, ni puedcn C::stos
corregir lo que juzgucn cxccsos u ornisioncs de la legislacin." Cf. las intrincadas regias tcnicas en escos manuales, as cn BucK cn p. 141-6Jo los 12 caprulos especiales sobre "a~-udas intrnsecas y extrnsecas" de la interpreracin
dcl common lo~:t y de la de los st.ltM~s. distinguicndo entre mandt~tory, dir~c
tory statlltes by amlndmtnts, rctisr:d st.ltuUs anel r~amt:ncl~d statutes, etc.
411
P~tri{icacin
doctrilla/
93
ru
431 Cf. National Mall~ab/~ CII.Stings v. lroq11ois S. " f. Co. (1929}, r65
N. E. 203.
432 Cf. la scric de cstudios de L\:'1.1)():'\, Pu:CK:\"ETT y otros sobre 'The
Origin of the Action on the Case" cn 47 L Q. Re\. 334; 52, 68 y 220; ;3. ;68.
433 QNinn \'. athm (1901), A. C. ;o6.
434 LoRD SI\10:\l>S cn la Cmara de los Lores 1947 (A. C. en pa. r8o}.
prob/~mtico
Lgic~
y e:r:peritncia
Ia
los conceptos jurdicos sean desarrollados de un modo puramente heurstico, b verdad es que, una vez fijados, asumen tambin en el derecho
casu~tico la condicin de claves para b comprensin jurdica de! problema.m Slo merced a ellos surge de : s precedentes "un corpus de
regbs".H6 Peco tambin aqu la lgica jurdica se pone ai lado de la
comparacin inductiva de los casos, que ahora ya no son meros precedentes de una determinada siruacin problemtica, sino un paradigma
para una determin:~da estructuracin orgnica de! Derecho. 446 Esto no
signific:~, empero, como se ha temido a menudo, que el Derecho de! caso
pierda su carcter y haya llegado a la "esterilidad de un sistema plenamente des:~rrollado".m Pues aqu el concepto lleva slo a la sentencia,
opera slo como un medio de enlace y delimitacn; para salir de! conAicto por l precisado, slo acta de gua la valoracin en virtud de los
precedentes h:~llados, que son los nicos que ofrecen autoridad. La
lgica sob es aqu siempre ambivalente. 448
6. E! salto caracterscico desde la comprensin de la justicia de un
caso y b construccin conceprual ha recibido en la teora americana e!
peculiar nombre de hunch ('"corazonada"). m La desilusin de las partes
ante una com~ccin que no est fu ndada lgicamente, obliga ai juez a
revescir de un atuendo con.strucrivo su razonamiento, que en ltimo
trmino ha sido reali z:~do ad hoc: "Pues aunquc e! juez pueda ser arbitr:~rio, no puede ap:~recer como t:ll. Debe por lo menos parecer razonable, y si no halla un:1 categora que en apariencia ai menos apoye su
opinin, se sentir incmodo.so O sea, que aquel btmch, "que es el
444 Cf. HOGG, Legal Conception from Practical Point of View: 22 L.
Q. Re,. 172.
445 Ponm, 1-.fechanical Jurisprudencc: 8 Co!. L. Re\. (t~) 6o5.
446 ld. (n. I 41) 15.
447 ld. (n. III 445) 6o6.
448 Cf. C.\RDOZO, Growth of the Law, 100 (= Select \Vritings 229):
"Ahora la \erdad es que, como un simple juego di.Jlctico, estas analogias conduciran ai juez a un c.J!Iejn sin salida. Ningn proceso de deduccin meramente lgica podri:1 determinar la eleccin entre ella.s."
449 Cf. sobre todo HtTCHI:\'SON (n. III, 272) 531 s.s.
450 HL'TCHJII:SO:\ op. cit. 549
JOO
lntuicin y <~rgumtnt4cin
301
75) 2 49
47 459;
so. 2 9:
CoRBIS
)02
probl~mitio
As, como base de una responsabilidad no se toma ya la accin histrica y su concesin segn regias existentes, sino que cada causa de responsabilidad debe posct:r una validez dogmtica general, incluso en
los casos en que nunc.1 fu generaliz:1da histricameme. 463 Las instituciones no son entendidas ya en su peculiaridad histrica, sino como
expresin de un principio general.464 fsra es tambin la valoracin inrrnseC3 para la estructuran de los Restatements segn conceptos consregias
histricas. 465 Incluso las enciclopedias se estructivos v no seQn
::>
~
fuerzan en dar exposicione.s sistemticas. 466 Por ejemplo, la solucin dd
problema de! deber de ayuda entre automo\ilisras no se entiende como
resultado de una determinada jurisprudencia, sino que se hace remontar
a una "regia general de conductl social" .' 6 ; }.fenos an puede renunciarse a una frmula como "deber general de no causar danos a otros'' ,468
y sta obliga luego a! tratamienro sistemtico de 1.1~ ous:~s \. elementos
de responsabilidad.469
46?
trin~
1 "constmccin" en
JOJ
EI resultado de nuesrras observaciones sobre la nolucin comergente de l.t utilizacin de los princpios en d Derecho dei c:tso ." en el
pensamienro codificador, no tiene por qu sorprendernos. A b larga.
tampoco la evolucin "abierra" de los problem:ts puede pasarse de un
complejo deducrivo que opcr:t sobre conceptos ~ nlores. graas ai
470 Cf. HncHJ:\SO:\ (n. III 272) 531 (541 .ss.); STo:-.'"E (n. III 439) 1~ ss.
471 As certeramente OOu.E (n. III 456) 23 ss. (z;).
472 Cf. ScHW.\RTZ (n. III 103) '93 ss.
304
XI.
S~
valoraciones abiems, hasta que stas se condensan en princpios adheridos a los problemas (pensamientos jurdicos) y adoptan un revestimiento dogmtico. An hoy este proccso dura decenios. Pinsese en los
crculos de problemas de la vinculacin social de los derechos (abuso dei
derecho), de la proteccin a la confianza (responsabilidad por la apariencia jurdica), de la atencin a la equiv:tlencia de la prestan (base dcl
negocio), de la compensacin por nuevos riesgos comunes (rcsponsabilidad por sacrificio y riesgo), etc.
La construccin y la desimegracin de! pensamiento sistemtico se
reAejan en la preferencia de cada poca por la asunn de un determinado estilo jurdico o ai menos en su reconocimiento, sea inconsciente o
motivada por consideraciones cientficas. El comienzo dei pensamiento
sistemtico continental en los postglosadores se caracteriza por una actitud ingenuamente histrica frente a aquellos estratos del material de
las fuemes romanas que ms apropiadas er:w para la generalizacin y
la armonizacin en un "sistema".m De ah la preferencia de esta poca
por los postcl:sicos romanos, de los que se emresacaban los pasajes mejor
utilizables para el concepto contemporneo de la equidad, intuyendo
obscuramente la afinidad de las situaciones. 474 Hoy nuestra preferencia por el pensamiento clsico parece tambin ir de la mano con la
moderna restauracin dei pensamiento problemtico y de la desaparicin de b ciega confianz:t en el sistema, que haba tenido su punto
culmin:wte en la axiomtica de los derechos subjetivos, animada todava
por d espritu dei derecho racional. 476
Cualesquiera que sean los cimientos de tal sistema cerrado, su herencia espiritual y el alimento poltico recibido, es innegable su superioridad en fuerza ordenadora, elascicidad y claridad freme ai tratamiento
473 Sobre csto MEIJERS, Tijdskr. v. R. XVII, 120, y H . L...~cE, ZS$
de A 7' (tq;4). 328.
474 Cf. H. L,o.;o.;cE, Die V erarbeinmg klassischer und nachklassischer
Lehre in der ma. R\Viss., ZSS romA 72 (1955), 211. Cf. tambin D.\WS0:-1
(n. I 7) 64 ~s.
475 Sobre esto ltimo rccicntemente Co1~c cn su discurso rcctoral ~e
Frankfurt de 14.11.1955: "Geschichte und Bcdcurung des Systemdenkens m
der Rechtswissensch:t'' (Frankfurt 1955). Una notable pJradojJ de esta cvolucin secuiJr cs, en mi opinin. que la voluntad sistem.ca de! s. XL'< fue atestiguada y esmulada, ms que por nadie, por S.\\'IG:".'Y (d. supra p. r).
20.- E!~r.-
De~ho
Prhado
--
probl~m.itio
CuARTA PARTE
CAPTuLo
xn
XII.
JIO
lntf!'rprrttlCII CTI!'tJdor.z
ocultrsde el hecho de que el p.1pel de b legisbcin judici.1l es tambin mu: impomnte en el Derecho pnYJdo codiflcJdo. J. despecho de
b teorJ de que el juez "no ciene que sentJr un dere.::ho nue\'a, si no
slo ap!icar c! )'a existente". 3 La .1utorid.1d polticJ de este dogma pane
,,} juez conrinencal en una siru.1cin ::~pur.1d.1 freme .1! enc.1rgo ofici.1l
de ebborar el derecho de un modo unitJrio ( 1Yi Le: Consr.). sobre
rodo cu:mdo se enfrentJ con el problemJ de dnde !u de .t.:udir parJ
crear este derecho nuevo. 4 t-1uchas Yeces no encomr.1r~ otrJ cosJ que
b justici.J concreta de una solucin que contr:tdicc ai Jntiguo sistema,
y que. por r:.amo, "no puedc haber sido h Yolunt:Jd de! legi5bdor". Esta
!e .1utoriz.1 J colmar bgunas y a aplicar unJ imerprccJCin correctora,
pero no le suministra otro p.1trn que el de dcterm!r..1d.1s circunsr:JncJs
soci::~le~ o econmicas "desconocidas an por e! le;: sL~or'' .-\unque se
decida :1 prescindir del sistema de su .::tclttic.t.:in \' .:.~midcr:~r bs circunstJnci:~s sociJles tal como se h.1n descnn1c~co lus~.l :~!hlr.l \' lun ido
recono.::id.1s expresamenre en la legisb:in m.s re.::e:-:re.:;. no pucde
juzgar esros nue\os conAictos de inrcresc\ s!n .1po:Jm: en un principio
de dere..::ho implcito al nuevo orden:1micnto gcncd.
Ahora bien, e! fenmeno soci.1l no llcn dentro de s los criterios de
valorJcin. Ll cla\'e de la ordenacin h.1 de ser un l'en<lmicnro jurdico
reconoc:Jo
en otras panes (aqu. J'Or qcmplo: cl .:!e L1 comunichd
de empresJ). La creacin judicial s!o p ucdc lb.tr .1 .:: ..
su misin de
orden2cin sistemtica, cu:mdo :lnte b sucicd.1d aclnl'[J una postura lo
bamnre crtica para superar el sistermri~mo le;-.1! incnmp:Jrible con b
nuev3 r.ecesidad de ordenarniento, )' a b \'CZ lo b.lstJnte dogm;tic:t
p:1r:1 poder ~er reducida a un nuevo principio jurdico consrructi\',lmcntc
fecundo. L:~ sentencia quedarJ como un c:1so .1isbdo, sin efic:~ci:~ lcgislati\'3, si el tribunal, apane de los :1rgumcntos tld hoc de la "justicia
soci:1l" o de la "equidad", no pudiera demostr:tr h ''idca fundamenr::d " ,
o sea la regia, que de un modo u otro h.1 sido .r.l reconocida por l:t
sistemtica positiva. Esta regia debe m:mifestarse en la nueva rcsolu-
:a
:JJ
..
Fidclidad 14 lcy
y nuev
cmtcin
311
de normas y en oaos casos (cf. 31 11 BVerGG)- sino el reconocimienro cn dla apresado de un pensamicnto jurdico perfilado casuscicamcnte.
2.. El papel de los pnnpios gcnerales cn csre proceso creador puede
fcilmeme conducir a subestimar la influencia de la doctrina. Con todo,
la forrnulacin dei pnnpio ~prcsenta ya una erta conexin, que
presupone el reconocimiento casuscico dei "pensamienro".1 Cierro que
hay pocas de la hisrona del Derecho que arnbuyen a la doccriru un
destacado papel de gua. 11 Pero la conso1idacin de un "derecho comn" propiamcnte dicho es obra de la prccic.:~, como demuesrra el
derecho internacional no menos que la hiscoria dei common l.::w y de los
sistemas continentales anteriores a la codificacin. T ampoco hoy puede
negarse una vivaz influencia recproca entre doccrina y prctica en la
forman de los "principios generales", pues cada fase dogmtica de!
mismo pensamienro (tnimputabilidad, lnire de! sacrificio, imposibilidad
econmica, etc.) proporciona nuevos punros de vista dogmricos. 1z As
d propio principio recibe luego a menudo d nombre de una "reorb" (por
ejcmplo, teora de la impre\sin). De ah que seJ ran fcil p:m d
common L:wy(r educado en d Derecho del caso. caer en e! prejuicio de
que el juez continental concede menos atencin y respeto a los precedentes que a una cita de un "libro de texto" de b doctrina. Es innegable
que las formulaciones de nuestra doctrina jurdica ejercen una ms intensa accin estimuladora e informativa sobre b prctic:t que en cualquier orro sistema de: Derecho. Pero eso no nos ha de ocultar que de
las frmulas doctrinarias no sale nada que no haya sido pre\amenre
buscado y aprobado por la jurisprudencia. E! acto Yolici vo determina cl
en
BouLANGER
'
Doctrina
y prtcticll
313
XII.
lnurpr~LIUin cru.or11
pie cxposicin basta para suscitar las iras de todos los prccos "biempensanr:e.s", como demuestra la discusin que sigui :1 aquella sensacional
ponencia de BoULANGER. 18 Sin embargo, d gouuernement des juges
cn la mayoria de materias dd Dc:recho civil es ya clsico en Francia, 19
y las regles jurisprudentielles constuyen aliado de las regles legislatiues
una categoria independiente de la teoria juridica general. 20
Ya PERREAU llen un volumen encero de su 'Technique de la jurisprudence en droir priv" ,21 con ejemplos de aurncico derecho judicial,
cuya lesin da lugar a casacin. Por impugnable que pueda ser su tesis
de que "el juez en los libros de derc:cho slo busca h frmula de sus
decisiones", 22 e! material que aduce para Jhrrnar que "en la prccica
los rribun:1les poseen un derecho muy vecino ai de b abrogacin o derogacin" 2 ~ es ran convincente como la exposicin de h creacin independic:nre de: normas partiendo de mximas y pens:tmienros fu ndamentJ!es dei tipo de la prohibicin de enriquecmiento a costa ajena,
de! abuso de! derecho, etc.
Buena parte de esta imensa labor judicial se atribu~e a "la fuerz:1
normacin de lo hctual", que impulsa a legalizar los estados norm:tles
y a condenar los "insoportables". 24 Sin duda algun:~ este punto de
vista explica e! aumento de b lc:gisb cin judici:1l cn pocas de cri sis
social y cultural, no slo como consecuencia de b necesid:td sino tambi n
18 Cf., por ejemplo, bs vchementes protestas de FR~flCOL'RT, Prsident
honoraire de la Cour de Cassation (n. III 142) ~. pero p tambin la oposicin
c los prct.cos a la anterior pcmencia de BouLASGER (n. I 39) 61 ss. (74 75).
19 Cf., por ejemplo, S.H"ATJER, Le gouvcrnement des juges (supra p. il )
453 ss.
20 Cf. RousiER (n. I 47) 7 ss.; VlALJSE, Le pouvoir normatif de la jurisprudence, etc.: ~rudes G. Scellc 11 (1950) 612 ss. (617 ss.); CHRTJE:-.1, La
regle de droit d'origine jurisprudentielle (tesis, Lillc 1936); sobre c! derecho
espano! lcirnamente Pu1c BRUTAl.: (n. I 41 ); 5obre la doetrina legal cf. HERZOG
(n. I 41) 205. AU mismo indic:~ciones para la formacin de princpios judicialcs
de derecho penal. Sobre ltalia BETn (n. I] sr) 218 ss. Sobre Portugal la exposicin de ANGEL (n. I ~) 250.
21
2 volmenes (1923) d. YOI. 2, 12 ss., 59 ss., ~ ss.
22
Vol. J, 4
23 Vol. 1, 21 ss.
24 Cf. la legalizacin de! "pensamento de b comunidad de empresa
cn la huelga parcial; RGZ J<X, 272 (276).
2; RotetER
(869).
29 Cf. la compilacin cn VonN (n. li 9B) 28; ss., H4 ss. Dctalles infra
caprulo XHI. 8.
30 Cf. Si:O.!O:-;IL"S, Die Bedeurung des Vcrttaucnsprinz!ps in der Vertrags~
lehre; Fesrgabe der Basler Juristenfakultat zum Juristentag ( 1942) 23; ss.;
tambin ~IEIER-H\YOZ, Das \'enrauensprinzip beim Ver:tr.~gsabschluss: Zrchcr Beicrage. Hefr 151 ( 1948), y ltimamentc P.nRY, Le prncipe de la confiancc du conttat cn droit suisse, rcsis, Gincbra, 19;3.
3 Podemos decir que d principio crece de b prctica y con la pr:ccica, y lo que recibe de la doctnna no es vida sino forma, una forma,
empero, que ya por la mera liberacin dei pensamienro fundamental de
sus ataduras casusticas, puede constituir el inicio de una nueva prctica.
En vittud de esta interacn, un corpus iuris contemporneo es siempn:: un producto de la judicatura, aterda a la substancia y a b docrr1na
estructuradora. 33 Las insrituciones jurdicas vivientes nacen slo de la
31 "EI punto fuerte de la vida jurdica akman~ es d estilo de perfecta
coincidencia de cicncia y prcric:1 en b actitud ante la ley, en la fidc:lidad a 13
ley, en su evolucin y mejoramiento, el mtodo de invesgar con independencia
y espritu crtico las ideas jurdicas capaccs de vida." RicH. ScHMIDT, Das
Rcchr und die deutsche Rechtswis~enschaft (n. IIf 172) 293 ss. (297).
T~ SAVATIER op. cit. 78.
33 A veces puede tambin ocurrir, como destaca KoscHAKER (n. II 155,
63 ss.) con refercncia ai dcrecho comn, que una amalgama casi caprichosa
de una casustica ancicuada y nuevos comentarias eruditos (glosas) dominen la
masa jurdica actual. Pero rambin entonces es menestcr una larga pr:ccica
armonizadora, hasta que dcl amorfo amasijo salga un "Derecho comn" funcionalmente sacisfactorio. Semejante prctica slo se convicrte en _"sistema", cn
31 7
colaboracin de estas dos fuerzas, y los xitos obtenidos por las frmulas
legislativas slo transitoriamente pueden obscurecer la continuidad de
la evolucin surgida de estas fuentes. 34 Es, en efecto, un erro r creer que
una problemtica est dominada por un conjunto de supuestos de hecho
que, por su parte, slo reciben una significacin exacta gracias a un
engranaje reconocido de casustica y docrrina. Recordemos ei desarrollo
de la idea dei enriquecimiento a partir de las condictiones y, en el derecho anglosajn, de los remedies histricos. 35 Toda frmula textual, incluso la t:m elaborada dei 812 BGI3, slo es legitimacin de una doetrina ya desarollada y requiere ser Ucnada de substancia por una nueva
casustica. Por esto una fijacin como la de los Restatements of the Law
of Restit11tion se limita desde el principio a lo fundamental. Un principio como el expresado por sec. I: "Una persona que se ha enriquecido injustamente a expensas de otra est obligada a restituir a esta otra",
slo se convierte en norma jurdica por obra de la casustica, que es la
que da a cada elemento dei supuesto todo su alcance dogmtico, despus de haber superado el aislamiento histrico de las formas de acciones.36
Ejemplos de desarrollo judicial de un principio general hasta convertido en una institucin propia, antes de toda legislacin y con independencia de ella, los hay en abundancia: el catlogo de las evoluciones puramente casusticas con las correspondientes repercusiones de la
doctrina, va desde el "abuso dei derecho" hasta la "inimputabilidad". La
reaccin doctrinal puede favorecer decididJmente ei proceso- as en
la concepcin del derecho de autor- o dejarla seguir libremente su
XII. lntrrpreurin
cuador11.
319
--
constante desarrollo de los problemas por parte de los jueces. En Fr:mci2, d reconocimieruo legal de este concepto Qey de 3o-6-1926 y de
3-9-1947) no ha surtido ningn efecto sobre la evolucin, ni favorable
ni desfavorable. Aun en los casos de un reconocimiento legislativo, b
jurisprudencia sigue siendo duea de la rnateria por ella des.:mollada,
como ha demostrado grficamente AsCARB.LI en el tema de los derechos
derivados de la condicin de socio ames y despus de b reforma ntroducida por la ley italiana de tC>-12-t948: nunca se interrompe la cominuidad de b judicatura, en sus esfuerzos por liberarse dei antiguo derecho, en la cuescin de distinguir entre derechos individuales y de socio,
entre las rent:ts afect:tdas de nulidad y las gue slo sufren :tnulabilidad,
en la cuescin dei abuso de derecho de l:t mayorJ y en la de las formas
de proteccin a la minoria, etc ..s
las necesidades jurdicas enen por efecro gue bs construcciones
judiciales especialmente frucrferas se aclim:uen en los sistemas m:s refractarios. El c:tso ms conocido es la uni vetsalidad dei concepto ngls
de truJt, que ha realizado un:t verd:tdera marcha triunfal mundo a
travs. 49 Pero aun sin estas figuras unitari:ts, cuando b necesidad es la
Verviers; con excepcin d 13 primcra, que slo ha sido publicada en traduccin
italiana en Riv. Dir. Comm. 49 333 publicadas en Trav. fus. Capitant VI
(1951) ]6-ts8. Cf. tambin las contribuciones a la discusin ibd. '59 ss.,
179 ss. y los materiales sobre d mbito jurdico espano! en Sod DE C.\~IL\RES,
ibd. 174 ss. Sobre la evolucin histrica dd concepto de emprcsJro, ya las
ponencias de DcRAND, METZLER y fRDRIQ cn Trav. Ass. Capitant III (1948)
45 ss. El estado de la jur.~prudencia a!emana est profundamente analizad:~ en
BREcHER, Das Umemehmcn ais Rechtsgegenstand ( 1953).
48 AscARELLl, Sui poteri dcl!a maggioranza nc!la societ per azioni ed
alami !oro limiti; Riv. Dir. Comm. 48, t6c].
49 Cf. LEP.~ULLE, Trait thorique et pratique des tniSI.s en droit intcrne,
en droit fisd et en droit internacional ('93'); sobre e!lo las resenas de H. G. H.
en 48 L. Q. Rev. 590; adems la poncncia de LEPAt:LLE sobre "Le phnomene
de migration du trust": Actes du Congres lnt. de droit priv, Publ. par I'Institut pour l'unilication du droit pr\v (Roma, 1951) 197 ss. Anlogam{'nte ya
AMos: 50 Harv. L. Rev. 1.263 y la.s ponencias de DEMOGUE, SAv.~nER, GuiSAN,
AzEVEDO y otros cn la Semaine lnt. de droit, Pars, '937 Publ. de la Socit
de gislative Compare V ( 1938): La fiducia en droit modcmc. d. tambin
WEJSER, T rusts on the Concinent of Europe ( 1936). Sobre la historia de los
trusts ingleses cf. WoRTHLEY en la ponencia "La notion de trust ct ses appliations dans les divers systemes jurdiques". Actes loc. cit. 185, y HART, The
\ ..
J21
misma, aparece una judicatura idntica: as, por ejemplo, es universal la pr<"tica de acencuar d deber de publicidad en los contratos de
seguros, tanto si se conoce la categora de uberrimae fidei contracts
como si se habla de contrat.s de bonne foi u otras e.xpresiones similares.10
la necesidad de llenar lagunas parece estimular especialmente la
formacin de instituciones universales .61 No es extrano, pues es precisamente aqu donde los pensamientos generales desempean un papel
ms fundamental. Se ha dicho con razn que el problema de las lagunas
slo se puede resolver con :~yuda de principios acunados por la jurisprudencia. 62 Esto se aplica tambin, como h a demostrado BouLANGER, 63
a la jurisprudencia continental, pese ai cuidado que pone en colmar las
lagunas "segn el espritu de laley". Tambin aqu el positivismo legalista niega :t b jurisprudencia el carcter de fuente de derecho 64 e intenta,
por una pane, reducir el alcance dei problema de las lagunas, y por otra,
tender un puente hacia la autoridad de b ley gracias a la analoga, entendida como un mtodo de deduccin lgica. Pero con todos los elementos
sistemticos y lgicos con que la analoga sistemtica se distingue de la
Placc of T rust in Jurisprudence, 28 L Q. Rev. 290. Sobre la variedad nortcamcricana cf. A. W. Scorr, The Laws of Truts (1939) y la reseia de HoLDSWORnl :
56 L Q. Rev. 405; sobre ello tambin el Am. Restatement to thc Law of Re.stirution y las observaciones de \VJ:-FIELD 54 L. Q. Rcv. 529. Sobre la variedad
alcmam cf. ERJCH Ht:sER en Acres du Congres, ibd. 2o8 ss., y E. CoHN,
Truts in Gcrman l:lw: 50 L. Q. Rcv. 122.
50 Sobre la prcrica francesa, que Jmpla d art. 348 C. Comm., y sobre
la crtica de la terminologia. cf. RrPERT (n. l 4o) ~/90
51 Sobre d estado dei problema: lagunas de la ley y lagunas dd derccho,
cf. E~GISCH, Der Bcgriff der Rechtslcke: Fesuchr. f. W. Sauer ( 1949) 85.
Un resumen de los mtodos en REJCHEL (n. I 8) 92 y en \VEGELIN, Dic Lcken
im Rccht: IllCI. Jb. 88, r . Sobre la actua( siruacin metdica d. la p<>nencia de
Bol'U~GER (n. I 38) 6r, as como lcimameme Dt: P.\SQl!lER (n. I 19) y mi
reseii:. (n. r &j).
5:z C.o~.RDOZO (n. 11 37) r6 (=Sei. Wrirings 111).
53 (N. I 39).
54 As d propio REICHEL op. cit. 1o:Z, a pesar de su optmon, por lo
dem:is ac~tada, de que la intcrpreracin usual en re:~lidad saa de quicio a la
ley ( 1 34). Sobre la modem a visin de la legislacin judicial en d derecho
continental d. infra ap. Xlll, 4 y XIV, 2. As hoy mismo d comentario dd
RGR (10. ed. 1952.) no tiene reparos en calificar la jurisprudencia como una
"fuente de dcrccho" (vol. I, 4/S)
21. -
Essn.-
De~bo
Privado
55 Cf. BoBB!O (n. II 112) 10 ss., r '3 ss., donde se incluye una excelente
exposicin de la historia de! mtodo.
56 ~- IV 16) 3 Ya la sola (y decisiva) pregunra de si hay que admitir
la exi.stencia de una "laguna" en la ley, constiruyc un juicio valorarivo y un:J
decisin de la voluntad.
Si As certeramc:nte Rot:sSEAU (n. I 34) ~~ ; tambin ya WE!GEU:-1
op. cit. '3 discucicndo la docoina dd encubrimiento de KlSS (lher. Jb. s8.
465) y ottos, que desaibe la solucin analgica como parte integr:1l de la ley
y confunde las frontaas con la simple intcrprctacin ampliadora. En contra
tambin BoBBIO loc. cir. Cf. rambin R-\DBRt:CH (n. I z8) 100. ltimo intento
en favor de esta docttina: H-~.ss-PmR FRIEDRICH, Die Analogie ais Minei
richterlicher Rechtsfindung: Z . .Xhw. R. 71 (1952) 439 Pcro "medio" no es
"fuente" (d. RoussEAu loc. cir.) y justamente e! art. r 11 ZGB marca claramente la distancia entre analogia y "aplicacin de la ley".
58 Precisamente por esto la formacin por analoga est prohibida en cl
sttJtuu !tJw, exigindose "aplicacin estticta y drecra" (PoL"ND, Common Law
and Legislation: 21 Harv. L Rc\'. [ uJOS 1 385). El casus omissus queda entonces inaccesiblc incluso ai juez; cf. BLACK (n. 11 148) 8o; tambin M.-\X\\'ELL
(n. 11 145) 183.
59 Vase supra p. 294 ss.
6o As acertadamente BoBBIO op. cit. 123; tambin ya DEL VECCHIO
(n. I 34) ~ Ertneo y con Wla clara mala intclgencia de Boaa10: BELUI'J
(n. I 163) n. 3
61 La analogfa, como observa GMUR ai art. 1 ZGB, "sienta cuando menos
un pie en d firme suelo de la ley'' (Die Anwendung des Rcchts nach Art. 1
des schweizenschen Zivilrechtsbuchs [ ~~ ~). Sobre la prctica dd Tribunal
A plicacin e interpretacin
simple rcconstruccin de lo que poda haber sido la voluntad del legislador. 58 Aunque la escucla histrica disimulaba esta verdad con su tesis
de la tota~d.ad orgnica de cad.a fuente sujeta a imerpretacin, 6 ~ lo que
con ello emenda en d fc.ndo era la unidad funcional de una disciplina,
no la unidad histrica genuina. En todo caso, con esta representacin
de una conexin inmanente dei ordenamiemo, m:s fuerte que todo
arbtrio positivo del legislador, suministr la legicimacin de la nterpretacin objeciva o sistemcica. 70 Esto es lo que permici descubrir e!
problema de las lagunas como una tarea de la imerpretacin, la cu::d
puede emresacar, dei "estado no adulterado de la ley", e! pensamiento
incompler.amente formulado dei sistema. 71 Segn esta concepcin, la
laguna es un fenmeno patolgico cuya curacin incumbe ai juez, en
virtud de la funcin imerprer.adora de ste. 72 Quedaba reservado al posicivismo legal el efectuar la radical reseccin del problema de las bgunas
re.stringindolo ai caso en que "la ley calla", y en el que por ta mo
termina la faculrad imerprer.adora de! juez, el cual se ve obligado a acudir a la autoridad de otras fuemes. 73
68 Cf. mi e.studio eirado supra. Ahora ms extensamente Bern, Zur
Grundlegung eincr allgemeinen Auslcgungslchre: Femchr. f. E. Rabel II
(19;4) 9 ss. Cf. ~. 129 (volunt.ld y sentido), 99 {inmanencia), 102 (conexin
total), 1 O<) (relacin de fin), 112, I 2 3 etc. (actu:~litad), 133 (intencin norm:~ti
va), 138 (problemtica de la "lealtad").
6cJ SAVIGNY op. cic. 21.
70 Cf. SAVIGNY (n. I 21 I) 35 p. 222. Merece la pena insistir sobre e.sto,
porque los tericos dcl Dcrecho natural dejaron muy bien delim.itad3S las cuesrioncs de la interpretacin dd derecho positivo.
71 5AV1GNY, loc. cit.
72 A5 todava GNY (n. 111 12) 59'
73 Esta distincin domina todava hoy (cf. Du PASQUIER [n. I 191) y
est incluso a la base de la "jurispn1dmcia de interescs" (cf. HECK AcP I 12.
2.31). Distintamente la concepcin romana de t~x e inurpr~tatio (cf. Po~IPO:->IUS,
D. r, 2, 2, 5 y CAJUS 1, 165) y rambin la inclusin que hace d Dcrecho
comn dei derecho "no escrito" cn la interprctacin (cf. PucHTA, Kursus der
lnstitutionen' I, 78, 316/3I7 y K1ss: [n. li 105] 58, 413 ss.), mientr:~s
que d st4t14t~ l.aw anglosajn limiu la interprc:tacin de la exgc:sis ("exploracin
dd texto ~rito"): BLAc& (n. 11 146). Sobre este fenmeno y sus razonC$ d. d
texto siguiente, 7 Sobre la evolucin en Francia desde la col~ d~ ~xg~s~.
d. la ponencia de BouL..ANGER, Mthode d'intcrprtation juridique: Trav. Ass.
Capitant V, 61 ss., tambin en Riv. Dir. Comm. 49 257 ss.
En modo alguno queremos con esto prescindir d e la diferenci a cuantitativJ entre el uso, por pJ rte de! juez, de los pri ncpios g enerales en la
"aplicacin imerpretJtva", y su uso construccivo para "colmar lagunas"
en el derecho legislado, ya que la necesidad de la creacin judicial slo
se comprende en su plenitud si se tiene en cuenta lo limitado de las posibilidades de la adaptacin interpretativa de la lcy." Pero s queremos
acemu:1r, de acuerdo con los n:od ernos crticos de la ideologa codificadoca y de! monopolio poltico de la creacin de derecho, 75 la importancia que reviste b formacin judicial de normas a partir de otras "fuentes"
-sobre todo los princpios jurisprudcnciales- cn los dos campos senalados, de los cualcs la funcin de colmar lagunas slo representa la situacin "lmitc" y macroscpica de una elaboran incesante hecha a base
de elementos n o escricos. 76 En este sentido, no existe una diferencia
substanci:~l corre la inrerpretacin extensiva y el llenJr lagunas por
analoga.77 El recurso a los princpios de la doctri na o de la prctica
no queda restringido a una determinada indicacin de la ley para el
caso de una laguna, como sera el art. 1, 111 dei ZGB con su remisin
a "la doctrina y trJdicin acreditadas". 78 De h echo tal recurso se observa
e n todo acto de inrerpretacin que busque algo m s que una mera
documentacin histrica e "integre" los pasajes textuales en una unidad
funcionJI. 79 las normas legales son simplemente m odelos o "formaS
representativas" par::t un precepro cu~o comenido el jucz ha de deter-
74 Cf. d estudio citado supr:t JZ 1953- 521, cn IV. Cf. Brrn (n. IV 68)
163: "No hay que confundir. pues, el plano de: la in\c:ncin crc:adora con el
de la interprc:tacin."
75 Cf., por todos, Asc.\RELLI (n. I s;) 62 ss., tambin c:n Studi di dirino
comparato (1952) r6; ss.
76 Prescindic:ndo esta \ez de: las frmulas de: dclc:gacin, igualmente capaces de sentido, de: las nom1as en blanco y de: los legal st4mfards, d. AsCARELLI op. cit. 64/6;.
77 As tambin Brrn (n. li ;r) I78/t79
78 A n:logamc:nte el art. 22 Legge sulle fonti dcl diritto dc:lla citcl dd
Vaticano.
.
79 Cf. RETil op. C[. 385; contra la idea de la "aucoinregracin" (173 ss.)
abrigo todos los reparos que puean oponcr los sociolgos contra la autonoma
"ontolgica", o sea entendida histricamcnte (en el fondo rom ntica) de las
realidades cspiritualcs.
minar. 80 Su ratio, la m~ l~gis que: hay qu~ reconstruir, no es descubriblc: sin acudir a los critaios de: la superior idc:a funcional (o sea,
de: los principios): sin acudir, pues, a las ideas que la judicatura se hace
al respc:cto c:n virtud de su tradicin jurdica y de los princpios generales por dla reconocidos.81 Con otras palabras, la m4ssim4 da ricauare
no se desprende de una exgesis textual histricamemc: orientada que
aprecia la ley como expresin de una volutad, sino de: los principios jurisprudenciales que represeman las "fuentc:s de valoracin jurdica" en e!
derecho actual y que ni estn escritos ni la prccica los ha solidific:~do
en una norma construcciva formal. 82
5 La ilusin de una genuinJ posibilidad de interpreocin histrica
que pudiera ejercer su funcin rectora y orientadora prescindiendo de
los princpios de vigencia acrual, hoy se ha desvanecido en todas partes. 83
E! camino que desde el descubrimiemo de h posicin prc:-posirin de!
juez, realizado por BL"ww, ha llevado ai reconocimiento por parte de
lsAY de los elementos volitivos en b imerpret:~cin, lu sido brgo y .:10
es revc:rsible. 84 Llc:gados al cabo de eso evolucin, sabemos que en derecho toda reproduccin de normas es, en realidad. produccin, y que toda
reconstmccin presupone una construccin propa, 85 tanto en el derecho codific:~do como en el cJsustico. En ambos sistemas la "imerpretacin" de un texto no es el inicio de un proceso cognoscitivo, sino que
depende de la comprensin que se ha adquirido de la situacin objetiva
y el fin de! ordenamiemo actual, bajo la perspectiva de principias
jurdicos existentes que histricameme no vienen dados como "positivos". "La imerpretacin es, pues, el resultado de su resultado", observa
8o Cf. BETTI 3 pero tambin mi Einfhrung 178.
8r Cf. Bmt op. cir. 171.
81 HELLWIG, Lchrbuch des Zivilprozesses 11 (r 9r 9) 168, y anlogamcn re
hoy BoCLAl"GER (n. IV 73) 68.
83 Cf. DARMSTADTER (n. III 151). Obscrvacioncs de derccho comparado
en HERBERT A. SM!TH, lntcrpretation in English and Continental Law : 9
J. Comp. Lc:g. and lnt. L. (1927) '53 {156}; vase ya supra cap. VII, p. 157 ss.
y cap. IX, p. :u8 ss.
84 BliLow, Gesetz und R.icbteramt (diSCl.lrso rcctoral de: Tubinga 1885);
IsAY (n. IV rz).
85 Cf. W. C. BECKER (n. [[[ 364) 3 n. 15; BETTI op. cit. 385, ASCARELU op. cit. 61.
.
'
IA inttTpretacin objetiva
certeramenre RAoBRUCH.86 El elemento volitivo, el bunch de la sentencia, es lo primario. "EI medio de b interpretacin no es elegido sino
cuando se ha decidido ya d resultado, los llamados instrumentos de
interpretacin en realidad slo sirven para fundamentar sobre el texto
lo que ha sido ya hallado gracias a un acto creador de complementar el
"texto". "El error de creer que la regia singular dorma ya en el texto
"como la esta rua en el bloque de mrmol", slo puede acept:me como
una saludable traba a la arbitmiedad judicial" .81
Que la interpretacin "objetiva", es independienre de la ''volumad"
histrica dei legislador, est hoy reconocido tanto en el dere.:ho civil
como en el common. RADIN, apoyndose en HECK, habla de b mezcla
de argumentos histricos y teleolgicos en la interpretacin calific:ndola
de "bigamia metodolgica", y dice bajo el lema de incerpretacin sistemtica: "El propsito de bs entidades legales es mucho m:s simple,
aparente y evidente en el carcter de la cosa misma, que la intencin de!
legislador".88 As como la finalidad de un instrumento se hace ....ible
en su construccin, independiencemente de lo que sobre l pensara el que
lo ha fabricado, y as como su empleo se modifica, amplindose o restringindose, ai comps dei cambio de las necesidades, as ocurre t:tmbin con la finalidad de una insticucin.
En la jurisprudencia conti.nemal es un mrito de W ACH haber descubierro la autonoma de la ratio legis frente a la intentio legislatoris.
"Interpretar b ley no significa escudrinar y descubrir una volunrad que
ha sido la fuenre de b pabbra, sino una volunrad que consticuya e!
contenido de la ley". 89 Esta eliminacin de los motivos histricos, que
corresponde ::1 la "regia de oro" inglesa, obliga :~1 juez a buscar cn e!
presente las fuerz:~s que d.Jn vida ai texro. El estatalista lo ve de otro
modo: La ley es considerad:t como una voluntad que pretende poseer
228
ss.
~
91 lbd.
92 Op. cit. 258. W ACH infiere de ello una .scrie de conclusiones acertadas,
inauditas para su poca, contra la sobrevaloracin de los materialia de la ley
(258-265). De todos modos mantiene firmememe d axioma de que "h1y un
semido inmanente de la ley" (258), aunque cllifica la doctrina dd "sentido
claro" de "contradiccin interna", pues para decir de algo que cs unvoco hay
que haberlo previamente interpretado. Las palabras, separadas del sistema, no
tendn'an "nunca cn s y por s un sentido determinado" (168). W.-.cH slo se
muestra hijo de su tiempo ai dud- la cuestin de quin controla en realidad
d sentido supucstamente inmanente de un sistema.
93 a. la ponencia de v. MANGOLDT: VerOff. der Tagung deutschcr
Staatsrechtslehrer to ( 195~) 56 (s8); adem.h mi ponencia citada supra (n. IV
63) 372 ss.
lA autonom;a el texto
--
--
33
Nat11ral~za J~
la int~rpr~ucin judiciAl
--
33 2
sus prinpios, de modo que encaje dentro de la le:.c scripta. El proceclimiento de subsuncin queda, pues, redudo a una demostracin. Por
d:trse cuenta de esta fuerza realmente "normativa" de la junsprudencia
hace tiempo que la escuda realista ha reconocido que una aplicacin del
derecho en sentido tradicional no existe. Toda cbsificacin jurdica
presupone la daboracin e imerpretacin de casos, y sta a su vez condiciona una coociencia del sistema (o sea, una comprensin del ordenamiento) mucho ms amplia e independienre de la disposicin positiva.
Incluso d intrprete continental pide ames que rodo "que se examine
si el caso a decidir cae bajo una norma de derecho y si est o no regulado por sta". 106 Pero (qu significa caer bajo una norma o estar regulado por sta, si el proceso no es necesatio y auromtico, s!no que
depende dd "caso" que aqu vea y construya el juez?
La ideologa de la aplicacin dei derecho quita importanci:t ai preponderante p:tpel de los principia iuris a artis, que en virtud ele est:l
delimiracin, scleccin y encuadram!enro de los casos dominJn el proceso enrero de subsuncin. 107 Cuando una ley procesal habla de la
"apreciacin de los hechos" (cf. 590 lll ZPO), lo que pretende es hacer
creer, apelando a um idea comencional, que la cuesrin de hecho se
pucde separar claramente de la cuesrin de derecho. Pero la verdad es
que tal separacin no es posible, ni en la seleccin dei caso ni en la
apreciacin de la norma. Si un aparato es "peligroso", una enfermedad
"repugnante", un empleo "artstico", todo ello son calificaciones que
presuponen ya la comprensin de la norma. Pero no ocurre de otro
modo con la comprobacin factual dei enriquemiento, de la amplian, de la desfiguracin, de la lesin, etc.
Resulta, pues, que no slo en la eleccin de los precedentes h seleccin de los supuestos de hecho, que pretende pasar por escueramente
factual, en realidad constituyc e! acto de valoracin decisivo para el
'
333
108 Cf. GoooH.\RT (n. III 194): "Es por su deccin de los hechos materiales que el juez crea dcrecho"; igualmente en la jurisprudencia y en el Common law (1931) 10.
'09 Cf. E:o.:GISCH (n. III 34) 15; sobre ello tambin mi esrudio citado
supra. Elementi di dirino narurale (n. I 11), I. c. 3 Tambin ya PERRE.\U
(n. I z8) XVIIj:\."VIII.
110 Sobre d lo S.\L\'.HORE RmH:-.:o, Osservazione sullc qualifiche "di
farto" e "di dirirro". ?\liscelnea e.n honor de Sanci Romano IV ( 1940) r27 ss.
1I 1
Cf. STO:O.:E (n. III 193) 193/ '94
112 Cf. rambin los anlisis repecidamc:ntc: citados de C\RDOZO, por
c:jcmplo en The Narure of thc: Judicial Process (1911) ~. ro8, 112, 141, c:tc.
(=Sei. \Vricings 148 ss.).
334
a. BEm (n.
IV 68) r 35
u8 DE
119 Cf.
5
38) 65 sobre la "teoria dei riesgo", "que de!
artculo 1.3B4 I C. c. ha deducido un principio general.. . y dcst:lcadu de un
texto la substancia de una regia que el legislador jams so cn dictar... Cf.
335
Las concepciones jurisprudenciales de derecho comn, que: se aplican "desde: arriba" (como dice RADBRUCH) a los textos de la legislacin
poltica, constituyen un bcror de concinuidad que une los cambiantes
aspectos polticos dei poder legislativo. Sera errneo querer contar entre
los princpios jurdicos que aqu dominan, a los axiomas doctcinales de
una poca. Justamente ellos est:n :11.clados en el espritu de una determinada poca legislati\'a. Las m:s veces, lo "irrazonable" de unas consecuencias, es decir, lo insoportable para la concienca jurdica de un
perodo. procede slo de semej:tntes prejuicios doctrinaros. 120 Los conAictos que se plamean entre una solucin legal, originariamente satisfactoria, y nuevas concepciones vitales o nuevos fenmenos sociales, tampoco pueden resolverse apelando ai espritu de una doctrina tan ligada a
su poca. Para entrJsJcar de las palabras de la ley las normas jurdicas
ocultas en dias, no hay que mirar lucia atrs con objeto de hacer vivir
y confer\.t: \'d:t independieme ai espritu que duerme en el texto legal, 121
sino que h:~y que praccicar una jurisprudencia orientada en la realidad social actual e inspirada por la concencia jurdica de su ciempo:
unJ concepcin del Derecho en modo alguno ingenua, sino controlada
por b dogmtica establecida, aquilatada y hecha experra en el tratamiemo de los problemas concretos, estabilizada por la tcnica del procedimiento casustico. lo que podemos llamar una "mc:ncalidad jurdica'' .m En dia, y no en b :mgosta concepcin docttinal, radican las
fucrzas capaces de deducir "pensamientos fundamenrales" de la masa
histrica de textos. pensamienros que ningn legislador haba renido
~' que la "heterogeneidad de los fines" oculta en toda instirucin hace
uci lizables para su tie.rnpo. con independenC:1 de toda r4tio l~gis histrca.123 Lo que una jurisprudencia h:1 excogir::1do en el plano de la
tambin las palabras de! Tribunal Fedcr:tl suizo citadas por Dt.: PASQt:JER op. t.
12: "lo deci~i\'o, no es lo que quera d legislador en d momento de dictar
un3 disposicin. sino lo que se pucdc sacar de la ley a la luz de las concepciones
generalcs dei dcrccho."
120 Cf. los ejemplos cn BoEH\tER (n. I 74) 6 ss. Sobre dlo las reseas de
P.KLL'S: JZ 1().53 62 y ma. AcP 1;z (19.53) 387.
121
As SPEISER (n. III 1 ;o) 554
122 F. BEYERLE, Der dingliche Vemag: Festschrift fr G. Boehmer
(19.54) 164.
n
3 Cf. GER~I.\:-.;o.: (n. III 155) 17 ss. y la jurisprudencia suiza all citada.
--
poltica jurdica para ser luego desarrollado consecuentemente en la tradicin de su dogmtica, est ms ali de la pregunta de: cul sea la
genuna iru~ntio l~gis. No c:s que en d mbito de: la creacin jurisprudencial haya sido allanado el conflicro entre la obsc:rvancia dei dc:rc:cho y su renovacin. 12 ' Pero ha sido sacado dei plano de: la ideologa
de la codi6can y situado en el plano superior de una progresiva daboracin fiel al sistema o - cal como e! historiador lo vc:- "crecida org:nicamenre", un plano en e! que la autntica teora posee plen:t soberanb
para la derermi nacin de lo acertado y lo errneo. 125
7 Tales poderes concedidos a la jurisprudencia y los princpios generales que informao a sta presuponen que todo el ordenamiento jurdico interior de: un Estado es concebido como un sistema. No pueden
darse, en cambio, all donde: coexisten un derecho comn y un derecho
legislado como dos mbitos polcica y culturalmenre heterogneos, como
es tradiciorul en lnglaterra.m De ah la impotencia de los principias
jurisprudenciales en la progresiva ebboran o incluso en la correccin
dd statuU L:w. 121
Los statutes son actos de legislacin poltica, y su vigencia no es
afectada ni por el decurso de! tiempo ni por la casustica. 128 Pera si aqu
no se conoce ninguna desuetudo, d common law no puede penetrar en
la zona de los statutes, y todas las interpretaciones debc:n limitarse a ser
c:xgesis del texto. 129 Hay que apreciar ya como una gran concesin a
la libc:rtad judicial el que no se prescriba e! mtodo inrerpretativo histrico, que: por lo dems apenas hubiera podido imponc:rse ya que no se
124 Cf. los ejemplos de GER~IANN loc. cit., y tambi~n en su esrudio citado supra: Zur Oberwndung des Positivismus (n. IV 101) 129 ss.
125 BEY.ERLE op. t. r76.
126 Esra grieta quc:da ms y ms superad.1 en !.1 doctrina moderna, pera
d reconocmiento de los princpios del common w para completar y rcalzar
el Jtlltte Ltw no es an sufimte para quitar los obsculos que la stt:tNtory
in1npre14tion aislada y cmicu impone ai jucz; d. mi reseiia de \VlLLlAMS
(n. 11 148).
127 Va'!>e supra p. rli.f ss., 391 ss.
128 Cf. WoRTHLEY (o. 11 102) 20 ss.
129 Cf. BLAcK (n. 11 146) u, 45 ss. y MAXWEL (o. 11 145) 55 70, rr7,
134, etc. Para la historia: PLUCICNETT (n. H ro2) 434 ss.
\
'
'
337
zzs) 388.
140 Vase supra n. IV 55 Sobre la infraccin clsica ele em prohibtCln
d . SToSE (n. III 193) r6;jr66 sobre wdo n. 92.
142
'I
339
terpretacin, coino b regia eiusdem gmers ("las palabras genricas siguen a las ms especficas"), slo proporcionao una ayuda tcnica. 147
Segn esto la extensin de una forma a objetos nuevos est permitida,
cuando slo se trata de una especic de un gncro ya reconocido en la ley.
Pero cuando la ley no toma ninguna posicin de principio, el intrprete,
desprovisto de la ayuda de los princpios, se enfrenta con la paradjica
necesidad de sacar de la ley princpios que no estn en ella. De hecho,
13 ceora inglesa de b interpretacin ha desarrollado una rbrica especial
respecto a esta cuestin: "!menciones que se atribuyen ai legislador,
cuando ste no expresJ ninguna". 148
'47 ?-.f.-\X\\"ELL las curnta con razn entre los "principias subordinados"
(op. cit. 3o8 ss., 336).
148 ~I....XWELL op. cit. 355 SS.
CAPTuLO
XIII
(PAULL"S, D.
so. 17,1).
'I
\
Los preudentes en d Daubo , .m tinent11l
dei complejo positivo dcl ordenanemo. 153 Ni una sola de todas las
frmulas racionalcs de este tipo conducc a una solucin exacta, si no
se incluycn los fines concretos de su aplicacin y h cvaluacin de la
problemtica corporeizada cn las precedentes. E! principio slo es una
frmula p:1ra una serie de puntos de vista dpicamente certeros. En los
casos atpicos o cu:10do se produce un cambio, por pequeno que sea,
de los criterios de valor que en e! curso de la historia dieron vida al
principio, cabe que la solucin sea exactamente la contraria, y nunca
bbr la manera de justificaria acudiendo a una ratio legis. Pero la resolucin "segn princpios", que por primera vez aclara un problema
discutido por la dogmtica, resolvindolo de manera autncica en el
sentido de la suprema concepcin judicial, es tambin un precedente,
nada ms ni nada menos. El reconocimiento de un deber de operar "en
principio", co casos inaplazables en que el paciente est sin conocimiento, queda limitado por los precedentes que establecen un deber
igualmente "de principio" de informar ai paciente en todos los dems
casos, y cstos ltimos lo est:n a su vez por precedentes relaci vos ai tacto
necesario con que e! mdico ha de notificar b necesidad y los riesgos
de la operacin con el resultado de que, para la decisin dei caso concreto, se dispone de normas dotadas de la suficiente extensin y suscepribles de ser valorad:1s.
D:~do el carcter que en el continente poseen rales precedentes-, aunque los comemJrios les conced:1n un lugar preferenre en cJlidJd de
"decisiones segn princpios", el juez de insrancia posee liberrad para
enjuici:1r su :~lcance y fuerza de comiccin. Lo que le liga, no es b
sentencia, sino el reconocimienco gener:1l de! principio en unJ larga casustica que precede a aqulla. En esta cJsustica tiene que buscar los
patrones par:t su ,alor:~cin jurdic:~, sin de.ime inAuir por b aparienciJ
abstr:lcta o aurnticJ asumida por el nue,-o postulado, a lo cual puede
a~udar la modern:l tcnica de la redaccin de postulados.
Con orras palabrJs: la sentencia segn princpios en s misma es .slo
e! producto de precedentes anteriores que siguen tom:mdo parte en la
formacin de norm:1s, y por su p:1tte l:ts sentencias siguientes son elementos de este proceso, no simples "aplicaciones" dei postulado. Si se
habb de "sentencias segn principios" que pretendeo esrablecer de ance-
153 Cf_ mi
r~ia
de
\VJLBt:RC,
citada supra.
--
342
D~echos contin~ntAles
343
1;8 T~mbin d desarrollo amcric~no de 13 compcns~cin dd obrero enl:!z~ con la regia esrablecida cn d famoso caso Pri,stl(y , .. Fo:Lia, 3 ll.f & \V 1
(Exch. 1837), para la compensacin enrre "senor y cri.tdo"; la rcsponsabilidad
por riesgo cnlaza con las autoridades dsicas sobre pura "ncgligcna", cf.
EHRE:'\ZWEIG, Negligence v.;thout Fault (1951).
159 Sobre todo csto Rtcc:~.-BARBERIS, Diritto d'ingiusto arrichimenro:
Arch. giur. 142, 100 ss., y cn Rcucil Gny li, 112 ss. Sobre la c\olucin de la
jurisprudencia suiza cn esta dclimitacin de la causa en sentido lcnico y moral, cf. Smosn;s (n. IV 30) 267-271 y J...:-.~ER, Wandlungcn der B('!'eicherungslehre im Schweizcr Rechr, Basler Studicn H 16 (1943). El increm<'nto de!
inAujo tico sobre la concepcin francesa de la CtJHs~ ha sido descrito por
RIPERT en "la regle morale" (n. I 40) 2.44 ss. Cf. tambin Rot:BIER y EsMEIS,
Trav. As.. Capitant IV (1949) 38 ss., 9' ss. Es caractei)tica que la difcrenci:~.
sea su: la falta dd principio de condictio en e1 C. c. francs ha obligado a la
jurisprudcncia a proceder a una fonnacin de supucstos de hccho cada \TZ ms
precisos (vase supra, en el texto), hasta que finalmente .~ta tuvo que ser
abandonada a su vez y apareci una teorb especial del mrichumwt s,;ns
ca.u~ en lugar de la antigua fundamentacin textual, de modo parecido a
nocstra teoria dd desplazamiento dei vaL fundada por STA~fPE; cf ~f.\t:RY,
Essai sur la notion d 'quivalena en droit civil franais 11 (1920). la jurisprudencia suiza se vea inmediatamcnte ante la obligacin de atenuar en sentido
tico e1 concepto tcnico de enriquccim.ienr.o dd art. 70 OR (versin anrigu:~. =
= nueva ralaccin art. &); cf. SlllONJUS op. cit. 268, con referencia ai BGE 64,
u7; 73 11 to8; 70 li 120, etc.
I6o
F. ScHULZ:
rom. A. 43 I]J (228 s., 240 ss.)
lVY, ibd.
5o, 648. Vas,e ya supra cap. IX, p. 213-219.
a.
zss
'I
E/
"enriqt~uimiento
njMsto"
345
1;.6.1~2, Req.
49 344
16<j Op. cit.
12.
Femon d( la casuistica
347
3-fS
349
que las regias de colisin no sean derecho substancial, sino slo l~g~s
t~rtis, o que no puedan ser objeto de codificacin. 175 Slo hay que insistir
en que una "aplicacin" de las normas de colisin se distingue de la
tcnica tradicion:tl de! ordenamiento jurdico en el mismo sentido en
que la judicatura segn principios se distingue de la judicatura segn
supuestos de hecho. Verdad es que las normas de colisin contienen
supuestos de hecho (de! "enlace"), y que en la remisin al derecho competente se puede divisar formalmente la "consecuencia jurdica" de la
norm:t. Pero ambas cosas, d supuesto de hecho y la consecuencia jurdica, dependeo de la cbsificacin sistemtica de las relaciones a subsumir y de las cacegoras positivas, lo que se llam:1 la calificacin; y s ta
a su vez viene determinad:t por los pensanentos fundamentales que
rigen la regb de colisin. Semejante regr~sms pucde comprobarse cn
toda interpretacin, y tambin aqu se puede hablar sin reparos de la
"interpretacin" de las normas de colisin, 176 con slo que se entienda
la necesaria imperfeccin de estas ltimas como sntoma de una mera
estructura de principio, que exige una interpretacin cn sentido complecivo, y no exegcico_l7'1
3 Principio y casustica constituyen una unidad funcional. Segn el
sistema continental, ninguno de los dos posee una autoridad legal por
separado. Incluso en d caso de que b codificacin admita formalmente
los princpios reconocidos como parte de la ley, la infraccin de un
principio slo es causa de casacin cuando puede demostrarse que se
ha conrravenido una jurisprudencia dei tribunal supremo que utilizaba
350
XIII.
Ebor~n
'
_....
--
39
procesal careceran de toda fuerza formalmente vinculante) una formulacin lo suficientemente precavida y llena de reservas, para no impedir
su paulatino perfeconamiento en manos de la casustica. 186 La autoridad est al sc:rvicio de la exactirud en la formacin de la sentencia
'
es decir, de una comprensin del problema que slo alcanza su optimum
gracias a la extdl.Sn y duracin de los conocimientos casusticos, para
prc:scindir ahora de los factores que operan los cambios de b concepcin
jurdica. Por esto h autoridad, por su parte, no slo presupone una -amplia mdicin casuscica, sino que debe hacc:rb posible. Entre: el vacilante juicio de equida<f, que resulta tan penoso para e! juez como para
e! que acude en busca de derecho y no quiere depender de! bon pais
du roi sino de la regularidad de regias coordinadas, y la subalterna "aplicacin" que se va congelando en un esquc:ma de precedentes autoritarios,
se sita la casuscica en progresin continua, que sigt;e reniendo p:trticipacin en la creacin de normas sin dejar por c:llo de constituir un bctor
de estabilizacin, puesro que, como toda jurisprudenci:~ . acta en e! sencido de formar regias, por Aoja que sea su constirucin. 18&
E! z~!lding case, e! conocimic:nro dei principio, siguc: siendo siempre
un micmbro de una cadena de experiencias )' sentencias, que c:n un:t
comunidad jurdica vivic:nte se impone siempn: con mcdio5 c:ncubiertos o
francos ( overmling) contra una autondad formal de los precedentes,
cuando estos ltimos se han hecho objetivamente insostenib~cs. Por
consiguiente, no puede darse un ms burdo desconocimc:nto de los
factores constiruyentes de los autnticos precedentes y del papel medi:tdor
de las resoluciones a travs de las cuales se efecta este proceso de elaboracin, cualquiera que sea el sistema jurdico, que el que revela b pro185 As, cuando una reaccin en cuestioncs de principio contra exigencias
polticas cxtrajurdicas toma la forma de una sentencia, entonccs justamente sra
debe evitar un rigorismo que impedira hallar una solucin singular adecnad:1.
De qu modo se lleva esto a la prctica lo rnucstra rnuy bicn la resolucin RGZ
151, 3,.S {= JW 1936, J.Hz), que se opone por principio a la concepcin
totaliraria dd "derecho profcsional" dd mdico para inrcrvcnir a un paciente
en contra de la voluntad de ste. El principio de que en todo caso es necesan:.
la conformidad .de! paciente, sufre <'Xcepciones irnposibb de prrYer todas
priori. Aqu se deja, abicrta, por ejcmplo, la posibilidad de que d silencio
de! paciente sea simplemente indicio de miedo, y por tanto no era entendido
"seriamente", o -lo cual 5a"a una disculpa - poda no ser tomada en seno.
r86 Cf. J. W . SnrN, Oassify:ng Arbitration: Arb. J. 7 (1952) '53 ss.
353
187 Cf.
KJRCH:'-:ER,
23. -
Esser. -
O..~bo
Privado
354
suden ser muy a menudo seguidos de una cessation du dueloppment 1 ~ o de un ch4ngement t~rgumenution, m antes de que
una judicatura firme pueda confirmar que aquel pcimc:r revirement ha
macin
192 Ejcmplos dd dcrecho francs cn PERREAt.:, 57 ss., sobre b supcracin de la actio d~ in r~m verso con cl nuevo reconocimicnto de concratos cn
favor de terccros.
193 Ejemplos ibd. 6o ss.
1.94 lbd. 62. ss.
195 As para la jurisprudencia de! T nbunaJ Federal suizo GERM.\:-oN (n. III
155) 145, 146; cf. tambin "10o Jahre Schweizer Rccht" (n. IV, 101 ) 13;.
r~ Cf. las comprobaciones de ANGEL y W ARLOM NT, y sobre todo de
Bout.ANGER : Trav. Ass. Capitant V, 6r (72) y VI, 63 (6.t).
197 AscAR.ELLI (n. I 7o) 79
..
I
'
'
355
19B
199
200
201
\\'EIGEw: (n.
IV 51).
As tod;)va
R.EJCHEL
(n.
I 8) 134 ss.
3s6
..
'
'I
357
358
ontin~ntt~les
cn n. lii 194
213 GoooH.-\RDT en Ann. lmt. Phil. (1934/ 35) 37
Prcccdc:nr in English & Contintntal Law: so L Q. Rc\'. 40, J8o, I~; 51 333 441 so7;
RA:"D.\LL, Case Law on the Conrinent: 35 L. Q. Re\'. 101; A~CEL (n. I ~:
MEIJERS (n. IIl 1); ScHWARZ, Das Zivilrecht Englands (1931); GERU~n. L.Ht
BERT y orros en: Science of Legal Mcthod, Modem Legal Philosophy. Scrics IX
(1
91 7)-
359
la funcin de llenar lagunas en sentido creador y de realizar una nterpretacin correctiva, la introduccin a menudo esquemtica de u na
casustica llenadora de conceptos cn blanco, en los comentarias que
inAuyen sobre la prctica forense cotidiana, y la fusin de los princpios
e instituciones de formacin judicial con el tcxro legal para formar con
l un sisrema toralmenrc nuevo, entonces se comprende l:t frase antes
citad:t de RABEL: 217 que a pes:tr de rodas las discrepancias esrructurales
en d efecto precedencial de las decisiones dcl tribunal supremo, las
diferencias prcticas "debcn buscarse con lupa". 218
5 La antinomia "realismo" y "fidelidad a la ley" parece encontrar
su solucin en la conexin, funcionalmenre necesaria, de principio y
precedente, supucsto de hecho y empleo segn conccptos formados jurisprudencialmente, blancos de la lcy y casustica, textos e "ide:~s jurdicas"
incerpobdas. De hecho, la fidelidad a la ley no cs ni fidelidad ai texro
ni ai principio en arencin a la ley misma. Es la constans ac p~rp(tua
uolutas en e! mantenimienro de un sistema, que aunque parte de 1:1
ratio l(gis, se regenera continuamente a lo largo de la evolucin problemtica por medio de los precedentes y la doctrina.219 La contradiccoria doctrina de que el juez slo ciene que aplicar la ley. pero sin dejar
de seguir perfeccionndola, y que este perfeccionamiento es parre de la
lcy, pues el derccho simplcmente judicial slo tiene un fuerza persua-
36o
'I
ky
dada en un complejo objetivo y de ordenamic:nto. As d acto de la decisin se convierte en acto de conocimiento; el precedente no es slo el
mcdio a travs dei cu:~l se hace visiblc un principio hasta ahora mal
comprendido: no, el principio no existira sin el precedente. Y a la
inversa: la casustica no es un puntillismo decisiol.st2, sino un destaqu~.: fragmencario de regularidades continuas que d caso da a conocer:
"En la decisin de cuestiones nuevas, los autnticos principias dei derecho no se transparentan cbramente... tal como vemos d paisaje a
travs dei cristal de una vemana. E! hombre mismo es parte de lo que
decide. Por otra parte el derecho es mucho ms que d fillt de un juez
nico cu:~lquiera o de un grupo de jueces ... Es la personificacin de
ciertas normas generalmente reconocidas que estn ms all de todo
individuo singular. Lo que sobre todo impone la obligacin de obedecer
b ley es el reconocimiento ucional de las verdades y valores objetivos
presences en aqulla. Las regias de rccieme formulacin, los jueces no
las cortao de una pieza. Son encresacadas del cuerpo de regias ya existentes gracias a una bwsqueda y por analogia. Es por tanto legtimo
reconciliar las dos partes de la secular controversia diciendo que los
jueces haccn la ley con los mac:enales que descubrcn ... " 1211
sc::~ es exactamc:nte b situacin de la creacin judicial dei dc:recho
en el continente, en lo que respecta a los principios y pensamientos
ocultos de la lc:y. El contenido de la ley lo determina la casustica: "L:~
ley es slo un documento y nad:~ ms, y un simple <locumento para la
imestigacin jurdica". "Desde este pumo de vista, es perfectame:lte
exacto decir que la jurisprudencia representa el verdadero derecho positi\o".229 Pero esta casustica no acra segn inspiraciones arbitrarias,
sino que viene determinada por la mxima de objecividad dd sicut l~gis
/4tor, gracias a la cual su sentencia tiene sentido y fuerza de conviccin
como regia en un sistema histricameme dJdo. 230 De ah que los prin-
228
CH.-\FEE,
loc. cit.
230
'949) 85 ss. As se explica d tan criticado deseo dd juez continental de "apoyarsc" en criterios legales, cuando podra gozar de la facultad de acar libremcntc; cf. mi rcseiia de Du P... SQUJER y MEJER-H\YOZ (n. I ~) 168, 172 y las
36a
pios estructurales y valorativos de este sistema, sus nexos objetivos, todos sus pensamiemos jurdicos "que la legislacin no ha acabado de expresar perfectameme",zst sean en esta casustica objeto de un autmico esfuerzo en busca dei conocinento. Peco ese conocimiento no se limita a
ellos, sino que son slo pane de su fundamento, un fragmento de la
escala de valores determinada por el sistema conjunto dd derecho vigeme. Las insciruciones legales de un cdigo no son un ndice definitivo de valoracin para el juez, sino slo instrumentos para los conAictos sociales y bs posibilidades de solucin que el legisbdor en
su tiempo reconoci como necesitadas de regulacin segn su "modelo
social".
E! legislador no es la autondad que podra determimr cl campo definitivo de accin y la practicabilidad tcnica de las instiwciones legales.
Es la tcnica de! propio derecho lo que ante un nue"o caso decide sobre
la adecuacin, aptitud o necesidad de mejorar los instrumentos: lo
obligatorio no son ellos, sino el fin de la operacin. "Los jueces no son
infalibles, pero son mucho m:s competentes para extender ~; exponer b
ley que los legisbdores, que son siempre ignorantes ~' generalmcme cJrgados de prejuicios .. " 2 ~2 Es posible que stJ seJ una opin::-~ extrema
nacida dei resemimiemo especfico de un escamemo de juristJs educado
en d common law, pero en las cuestiones centrales del derccho comn
vale tambin para nosotros d juicio siguiente: "A cualquiera que
reAexione sobre el crecimiento del derccho ingls, acaso parezca pbusible
la ceora de que el pas ganara mucho si se extendiera la leg!sbcin
judicial y se recortara la dd Parlamento". 233 La doctrina de! derecho
comn y la continuidad de b evolucin de los problemas constitu~en un
facto r de estabiliz:~cin, no slo en la variedad de ocmrenci:~~ legisla ri \\IS
de los polticos; este derecho de juristas no ha abandon:~do
papel
conductor ni siquiera :1nte hs grandes codificaciones, pues ~sras no
;li
L. Q. Rev. 364.
233
376;
20,
'\
cienen otra vida que la que les insuflao la ciencia dei derecho y la prctica judicial. 234
Todo esto es nuevo para el com mon lawyer. Cree ste que cl juez
continental acta en gran parte bajo l:t ilusin de su "sistema cerrado"
y de la dogmtica que le di origen. 235 No advierte el origen jurisprudencial de los princpios que permiten cl funcionamiento de este sistema; le hacen el efecto de axiomas inmanentes de las insttuciones y conceptos codificados. Con esto se atribuye a este cosmos una armona y
:llltonoma fabulosas, y se quica importancia a la elaboracin judicial,
explicndola como un empleo puramente lgico de aquellos principios. 236
Estos prejuicios ocultan el hecho de que tambin nuestro derecho est en
z34 AscARELLI (n. I 70) 41 ss. (59 ss.), ya cn el prembulo ai estudio
Je dcrccho comparado, ibd. 7 En su revisin dd Derecho sucesorio de KIPP,
CoJ~G da continuamente ejcmplos de cmo los jueces alemanes prosiguen cl
tr:Jtamiento de los problemas llevndolo ms all: dcl nivd dei Tribunal Federal; cf. tambin su estudio cn JZ 1952, 61 I ss.
235 Vasc supra cap. IX, n . III 1.
236 Cf., por ejemplo, \VALTO~ cn su coponencia: Dclictual Responsibility in the modem Civil Law (more parcularly in the French Law) as compared
with the English Law of Tons: Mm. Acad. Int. li 2 (1934), 445 ss. (453):
"Comparada con esta law of torts inglesa, que parece un vetusto y retorcido
roblt>, llcno de asperezas e itregularidades y con algunas rama.s medio muertas,
la I.t:t.J of torts francesa es un 5stcma simple y coherente (!).'' "En el derecho
..:onnental empczamo~ por los princpios, y los casos son meras aplicaciones de
stos", etc., ibd. 454 anlogamentc en 49 L Q. Rev. 70. Es tambin caracte
rstica su crrnea intdigcncia dd alcance dogmtico de un cdigo, por ejemplo
cn Cmu and Considuo~tion in Contracts: 41 L Q. Rev. 3o6, con la idea de
que es importante que un cdigo mencione la causa como parte esencial de la
oblig:Kin. Su polmica con C.\PIH:\1 parte dcl hecho de que las doctrinas de
ste no se "encuentran" en d Code ci"il. Pero acaso nucscra jurisprudcncia
no cch:~ mano umbin, si d caso \iene, de este tipo de argumentacin? Una
b:cmenidJ n'Ctificacin de esta nlJia imdigencia dd "sistematismo" continental,
que sigue siendo tpica dei coonmon f,t:J:yer, en N. S. 1\.f..o.RSH (n. Ill 377) 59
1\f.\RSH se enfrenta con la teord de \\',.o.LTO~ y llega a la cuesn central:
"Cu ando establccemos una compaiacin con d derec.ho continental, lo que
deseamos saber cs si los princpios son racionalizaciones tx post facto de deci~iones que. en realidJd, se haccn pragmticamente de caso a caso, o si los
princpios son autnticamente tales en d sentido de permitimos predecir la
decisin en casos que no se han prescntado toda\'a ante el tribunal" (op. cit. 6.t)
Esta c.s justamente l:a cuestin que espero habcr contestado, en toda su complejidad, cn cl presente captulo.
36-f
14f; J
:ZJ8
a. KoscHAK.ER
;e.
24p
:z.o
W ALINE
6z.t ss.
ss., 630.
Autonomia de la junsprudenn
366
ob!igatorio d texto de la ley, la cosa no tiene slo un fundamento ideolgico. El ane profesional dei juez continent3l ha entrado en las leges,
tanco en d usus modem11s como en el derecho codific:~do, y en estrecho
cont3cto con la docttina ha penetrado e informado e! "derecho material".
Por esro el siglo XIX no se fij en Ia funcin del derecho judicial como
fueme especial de derecho, y del puro efecto de los precede.mes, dogmticamem:e improductivos, no qued otra cosa que el mos iudiciorum
metajurdico, la simple costumbre de los tribunales, ms ali de las verdaderas fuemes de derecho. 2 9 Est de acuerdo con el estilo continental
dei juez doera, d que no sea su oficio, sino su jurisprudencia, no su sentencia sino su aponacin a la dogmtica lo que crea derecho. De ah que
ya \'JG:>."Y en la famo~ controversia en torno a D. I' 3 .38 y
8 slo
reconozca la autoridad de las res iudicatae como testimoro de b realidad
jurdica pre-forense, no como fuenre en d sentido de! stare decisis. 250
La significacin normativa de b source jtmspmdentielle no est en e!
mero hecho dei si c uolo de un Tribunal supremo. sino en la fuerza de
conviccin de la formulacin dogmtica, que g:~rantiza la repeticin.251
Fuenre de derecho lo es este proceso como unidad. no la sentencia si n gubr.m Nunca est termin:~do, y b nstancJ de revisin o de casacin C:ene siempre a mano b posibilid:~d de tolerar una dcsviacin d e
su jurisprudencia o de revocarb como "infrJccin de b lev", afirmando
con esto su propia interpretacin como p:~ne de! corptts . iuris vigente .
Los criterios y lctores valorativos de una judicatur:~ llcgan a ser parte
subruncial de las leyes, no de otro modo que los conceptos y figuras de
b doctnna aceptadJ, pero su exactirud actual se hace de nuevo impugnable en cada proceso, y debe comprobarse otra vez sobre e! nuevo
caso. La regb se ha de comprobar constantemente. v con cada uno de
estas cambias el principio se integra de nuevo.
.
s...
c.
249 Cf. por cjcmplo \VL\Ss.u;, Kritischc Stndien zur Thcurie der Reclu ~qudlen (1884) 134.
250 (N. Jl 12) IJ, 1.,S SS.
251 BoeeJo op. cit. 49 ss.
252. Rot:AST, La mthodc dcpuis lc cO<Ic civil de 18o4 au point de vuc
des sour-ces: Trav. Ass. Capitant VI (1952.) 41 ss.; de otra opinin DJL>"ARA,
Quelqucs Considrations sur la narure dcs sources ct sur la formation du droit
positif. .!:rudes de droit civil l'honneur de Henri Capitant (1939) 219 ss.
(233). Sobre cllo supra cap. VIII, p. 175 ss.
CAPTULO
XIV
XIV.
Esubi~MJ
y contin,idlfd
d~l Dtr~cbo
'
T~ora
ma de estos elementos, los medios que necesita para llevar a cabo toda
su misin. He aqu el principio esencial de mi tesis".U8
La "degradacin" de! concepro de ley por efecto de actos polticos
de oportunidad meramente efmera 269 ha provocado, c:n efecto, una
revisin de la teora estatalista de las fuenres del derecho, tanto por parte
de la teoria continental, de inspiracin iusnaruralista, como tambin
por parte de la doctrina sociolgica. Ambas rendencias, la de examinar
la estructura real dei derecho legislado y la de separar los elementos
regulativos polticos de las aportaciones independientes y creadoras de
la jurisprudencia, pueden agruparse bajo la rbrica de "teora pluralista de las fuenres". 260 La comprensin de la decadencia dd sistema
legislado por prdida de las superiores conexiones de ordenamiento,
inaugurada, por ejemplo, por RIPERT y EsERHARD SCHMIDT, es completada por d descubrimienro de la base jurisprudencial de las autncicas
codific:~ciones y de la continuid:~d del tratamiento judicial de los problemas, en princpios, regias y precedentes, ms ali de la "sabidura
dd legislador". Esta escuda sociolgica, autorizada con nombres como
EHRLICH, HusER, LvY, LMrBERT, MooR y SrNZHEIMER, recibe constantemente nuevo material por la importancia que modernamente han
cobrado las fuenres extraestat:~les en e1 derecho laboral y en los procedimiemos arbitr:~les 261 y se defiende con toda razn contra una termino2..
37
Du~cho
[/ Drrcchn m accin
37 1
'
373
"Les diverses sources du droit, leur quilibre et leur hirarchie dans
lcs divers systemes juriJiques" 273 cita, sacndolas de un discurso dei
ministro italiano de Jmticia Rocco, las siguientes tesis con motivo de
la constitucin de una comisin para rccopilar d derecho consuetudinario
it:!liano:
Slo e! Est.Jdo p1scc la bcultad de ser fuente de derecho.
0
2. El Estado moderno no pucde conceder participacin en este atributo
de su soberana a ninguna otra fuerza social. 3." Por esto las cosrumbres
slo pueden ser complemento e interpretacin de! derecho legislado,
aun cuando pretendeo "rcjuvenecerlo, vivificado y modernizarlo".2 7t
!\:'.1da tiene, pucs, de extraio que en I ta li:~ la liberacin polricl ha y:~
causado un abandono dei concepto estatal de la ley, el cu a! llevaba , por
ejemplo, a la absurda conclusin de que la huelga, como base de! contrato de tarifa creador de derecho objcri vo, era una especic de acto legisbci..,.o de! Estado. 275 Un fcnmeno pcculi:Jr es, empero, la ausencia de
reacciones similares en Alemania - si prescindimos de la resurreccin
repetidamente citada de algunas concepciones inusnatur:1listas en la
Constitucin, la doctrim y la :1dmi.nistracin de justicia. E! primer indicio animador es la preparacin de un:1 ley judicial, que s:~car a los
jueces del status general de los funcionarias. Pero ~no vendr demasiado
t:~rde, y no surgirn otras realid:1des que se opondrn a que se rest:~ure
e! conccpto de b judic:~tura como fucnte de! derecho?
L:~ renovacin de una comiccin de! ius commune extr:1polrico debe
ir de h nuno con un.1 concercin ms profunda de la fertilidJd de la
dogm3rica jurdic:1. L:1 teorJ plur:ilista de las fuemes se.ab con razn
la substancial funcin de justicia que b formacin de conceptos y sisrem:ls confa a b jurisprudencia. 2 ' 6 Encra tambin en este la supcracin de todos los intentos de despoj:1r ai derecho de juristas de su carctcr genuno, - y por as decir, de ocultarlo ya como fenmeno - ,
r:
cd!cc ... . f'<TO tambin cl c;rud:o de \' ASS.\Lll, Estrastatualit dei dirirro
c\ ik cn: "Doctur com muni~" ( 1952) 128.
276 Cf. la conferencia de Gt:.\RI!'O en la 46! rcunin de la Socied Ita.
lima per il Progresso dcllc Scienze, Perugia, 1-4-71952, publ. tambin en Arch.
giur. 142, 3 Adem:ls BETII (n. IV 101) 387.
374
por d rodeo de una "ccora de fases escalonadas" y otras tesis ddegacionistas.111 Pcro lo que sobre todo hay que evitar es el hacer depender
-.:1 reconocimiento de los principias jurdicos de una artificiosa remisin
a los prrafos de la ley .211
La recepcin de princpios de derecho comn en la /ex scripta corre.sponde a la pretensin totaliraria dei legislador, que con esta incorporacin pretende dar por ddinitivamenre cerrado el sistema y hacerlo
formalmente invulnerable. Semejante aut:1rqua pertenece ai ideal enciclopdico de la codilicacin como un "cuerpo completo )' aurosuficiente
de regias y princpios, que no ha de ser ni desarrollado ni modificado
por disposiciones leg1slativJs".219
Hemos mencionado en otro sitio el clsico solpsismo de! pensamiento
codificador francs. 280 La utopa enciclopdica de un "cdigo simple, y
completo" iba :1 la par con la hostilidad contrJ el estamemo judicial
dei ancicn rgimc 281 y condujo a b :~mbicin de populandad de b
legislacin napolenica, que como expresin del Cesarismo no podb
tolerar ninguna tr:~dcin profesion:~J.2 82 Todo i me mo de inrerpretacin de su obra, era mirado por ~bpolcn como swpect, idologie st~b
t;ersiue et prncipe d'anarchie. 283 El servilismo de sus junst.ls cobbor,
con dciles auto:~cusaciones, a la divinizacin de! texto: "La~ buenas
leyes se explicao por s mismas" .284 "Si d texto parece silencioso ai que
277 A este peligro sucumbe, por ej~:mplo, ZA~OBJ~I, Gcrarchia c panta
fra le fonti, en: Scritci in onorc di J. Santi Romano I (IV z6o) 59' Se oponc
de un modo claro y convincente a estas mixtificaciones: BETII op. cir. 383/384.
278 Lo que corresponde a la prctic.a del Tribunal Supremo cspaol, no de
otro modo que a la francesa y alemana, cf. HERZOC (n. I 41) 201 j zm..
279 Col"RTE:-.:'.\Y ILBERT, Lcgislativc Mcthods and Forms (90) 1~2; cf.
tambin la p<>ncncia arriba citada de MIICMILU:-1, To w~ys of Legal Thinking
(n. III 2 38).
28o Supra cap. IX, p. r86 ss.
2.81 RosESPlERRE cn 18.1I.Ij9D ante la Asamb!.:a Constituycntc: "El
trmino junsprudencia de: los ttibunalcs debe ser borrado de nucstra kngu;~."
2.82 Cf. ll exc.dente exposicin de esta poca y de la evolucin ulterior
dd ude civil en G.\lJDEMET (n. HI ?)
2.83 GAUDEMET op. cit. '3 Es conocida la cxclam.1cin de Napolcn,
cuando en 18o5 aparcci c:l primer volumcn dcl modesto comcntario de M.~
LEYilLE: Mon cod~ ~st perd.
2.84 THIERI.ET m un di.Jcurso de r8o8, citado por G...uonru 16.
R~d~Jt:ubrimi<'llto
375
lo Ice por encima, los princpios que sentJ son clocuemes para el que
se :~plica a meditar sobre ellos".285 "Es, por tanto, en cl Cdigo Na-polcn, donde hay que csrudiar el Cdigo Napolen". Cada laguna
cs un fracaso dei juez, "que calumnia a la lcy" .28'
No puede hallarsc una ms elocuenre ilumacin de la impotenca
de una junsprudcnCia cncadcnada ai E~ ..1do, y de la fuerza liberadora
de la comparacin de los dcrcchos, que b que estos hechos nos proporcionao: el tenaz empeno de la doctnna en entender cl cdigo "por s
mismo", la ngenua amalgama, en b pnmera poca exegtica.' de
fidelidad ai texto, "buen sentido" y "costumbres", la inauguracin en
d segundo perodo de una nueva sistemtica terica con inAuencias
dei derecho comn (ZACHARIA), las perfecras frmulas que en el momento culminante de esta autarqua acun el anlisis conceptual, hasta
que la vista de otras y ms modernas codificaciones da lugar a una
crtica comparativa y una mediracin realista que ernpuja ai espritu
sociolgico a disranciarse dei sistema y a reflexionar crricamenre sobre
e! "mtodo". Dada la exisrencia de excelentes estudios sobre este punto,287 nos limitaremos aqu a destacar slo un fenmeno: la jurisprudencia que los tribunales de Alemania occidental desarroUaron sobre el Code
Napolon, no tard en demostrar que no era el espricu de la ley, sino
las mdiciones dei estamento de los juristas, su doctrina y su mtodo,
lo que determinaba el derecho positivo.288 Se ha observado cerrera-
(549)290
RoMN,
Deruho comn y
D~r~cho
inUm4ciorutl
377
unit:uio que valga como fuente, en tanto no haya actos estatales legisbtivos que reconozcan formalmente una solucin. Que con esto se deja
de bdo la cuescin fundamental, lo demuestta d permanente problema
de la calificacin, cuya historia conscituye un veredicto de la concepcin
estatal dd derecho. 292 La frecuente mezcla dd plano judicial de la calificacin con la /~x fori material en sentido estatalista, caracteriza la ceguera respecto a la autonoma de los conceptos jurisprudenciales de
ordenamiento. En vano esperan los positivistas recalcitrantes que el
conAicto de significaciones pueda rcsolverse por una concordancia meramente terminolgica, en lugar de proceder a la elaboracin de autnricas ecu:~ciones funcionales en las diversas estrucruras.283
T ambin en d derecho de gentes e! desconocimiento de la eficacia
productiva de la jurisprudencia - o d miedo a dia - cs la ltima
razn de que se mantenga, como base de obligatoriedad, d dogma de
la voluntad dei Estado, dei acuerdo estatal, de la "voluntad colectiva
de los estados", etc. 2" Sin embargo, en la teora moderna de! arbicraje
internacional privado los partidarios de la concepcin cstatalista son precisamente los que se acreven a avenrurarse en d inseguro sudo de la
doctrina pluralista.291 Los obliga a hacerlo la clara y creadora inde292 "E! problema de la calificacin cs la secuela de la teora positiva
nac:onalisra del Oerecho prindo internacional, tal como se desacroll en e!
contnente en la 2. miud dei siglo xtx", dice NEL'NER en su precursor trabajo
citado infra (9). Cf. la cxposicin cn NtEDERER (n. I 111) 7-28, JO ss., 8o ss.
La teora de la "calificacin" autnoma cncuentra su frmula dsica cn R\BEL
(n. I r11 ). Cf. una visin de conjunto cn NtEDER.ER, Einfhrung in die allgcmcine Lchrc des IPR (r9;4) 246. Sobre d estado actual de la discus!n cf. ~ht:R'l
(n. I 111) s64 ss. con bibliografia completa, y RoBERTSON, Characterization in
the Conflict of Law (1940). Ms noticias en c! texto siguicnte.
293 Asi todavia \V. BLRCK.\RDT en el Festschrift fr E. Huber (1919)
276. En contra NtEDERER )1 )5
294 Cf. la exposin dd estatismo d sico en derecho internacional y su.s
apoeias desde Acsns y ZoRs hasta AsztLOTT1 y KAUFMAJI.'N en Aro (n. 11
149) 16 ss. No es convincente el distanciamiento de Aro dd normacivismo
de KELSE:-l.
295 a. precisamente de! lado italiano: Scl...LOJA, Gli arbitra ti liben, cn:
Sc:ritci in onore di A. Marghicri (1921) 458; S.u n, Contributo alia dotrina
dell'arbitrio pnvato (1931); SA!'.TA?o.lARIA (n. IV 261) y AsCARELLI en NussbauiiU
Jb. I ( 1926) ]6. Ms bibliografia en ScH:-.IKE (n. III 3;2) 1; sobre cl art. II r
del Prot. de Ginebra especialmente ScHRDER ibd. 30.
--
XIV.
Esu~d y
continuidad dd Dcrubo
2.cjJ Sobre todo cUo NaEDERER (n. I ''' ). Un precursor cientfico cs RoBERT NEUNER (n. I r 11); d mismo cn Dic Ankniipfung im IPR: Rabc:lsZ 8
E/ problema de la calificacin
379
(1934) 81 ss. Cf. tambin \'. STEIGER, Dic Bcstimmung der Rc:chtsfragc: in
IPR, Ein Beitrag zum Qualifibt!onsproblcm (1937). Fundamental hoy: R...BEL,
ConAict of laws I (1945) 49 ss.
297 \VESGLER, Die Vorfragc im Kollisionsrccht, I: Dic: Bildung dc:s
!nhalts prajudizidlcr BcgriHe: RabclsZ 8 (1934) 148; RuPE, Recuei! IV (1934)
401 ; ~ht:RY, ibd. IIl (1936) 554; \VE:-.;GLER (n. I 45) r.
2~ As acc:rtad:~mc:nte v. STEIGER op. cit. 11 ss., 13.
299 ?\ht:RY op. cit. 471 ss.
Acctn
~stabilizadora d~
la itrisprudmcitl
captulo V, 125 ss.: "Erramos por en medio de restos de leyes, unas completamente arruinadas, otr:IS an parcialmente en pie y consolidadas de cualquier
modo" ( 131 ), mientras c1 oportunismo poltico va concertando sus componendas,
anulando sin el menor escrpulo y con cfecto retroactivo unas leyes, rcstableciendo otras, etc.
304 H\RPER, The Forces behind and beyond Juriscic Pragmacism in America: Recuei! Gny 11, 243 (261).
J05 a. las advertencias de GJERKE, que he tomado por lem3 en rui tr.lbajo "Enrv.~cklung und Bedeutung der Gefiihrdungshafrung" ( 1941 ). Sobre
dlo ahora tambin VASSALU, Estrastatualit dei diritto civile: Doctor Communis Ijll ( 1952) u8.
3o6 R\BEL, Deutsches und Amerikanisches Recht: RabdsZ x6 (1951) u8.
tucin.101 La concepcin "autoriraria" dei derecho es en s misma sospa:hosa- y con razn- para e./ common wyer.s 08 Mira con ojos
tttdosos toda reforma que cienda a rellenar el foso de seguridad que
se abre entre: d puro dettcho de junst:Js y el mbiro estatal del statute
w, menoscabando la ancigua divisin precemralisra de las competencias.109 Y el mismo jurista concinemal, en los pases en que existe
una tradicin de juristas inmcrrumpida, se niega a reconocer las sanciones o abrogaciones legislativas de! derecho judicial o consuerudi~
nario. 310
307 Cf. PouoCK y M.\ITL\'D. History of English Law bcfon: the Time
of Edward 12 (1905); USKI, The R& of Europcan Libcralism (1936) 1o6; comprense las intilcs advertencias de nucstros juristas a p:mir de GIERH, y no
slo de los alemanes. Cf., por ejemplo, las palabras linalcs de BoL"L.\~GER cn su
ponencia arriba citada (n. IV 287).
3o8 Uase, por ejemplo, d folleto, instructivo a este rcspccro, "Thc
Place o f Law in Germany": 53 L Q. Rcv. ( 1943) 34 All se menciona como
algo npicamcme alem :in: "Segn la opinin prevalentc ~n Akmani:~, y no ~lo
enrre los nazis, c1 derecho deriva su autoridad del poder dctcnrado por cl
legislador." "EI dcrccho no est por encima cl gobicrno. ~ino que es una n:gla
establecida por d gobicrno." "Los hcchos polticos .Y milit.Jrcs, no los ddin:dos
legalmente, ><in lo,quc detcrminan la lcgitimidad." "Una cxfX'rimcia tan !Jrga
ha ensciado a los alemancs a concebir d dcrccho como una cman:tcin de! poder poltico", etc.
309 C f. IW>1N, Anglo-Amcrican Legal History ( 1936) 1 t;; cl mismo
(n. lii 225) 338.
)IO
Para el dcrecho privado rspanol: HERZOG op. cit. '97
Jll IW>rN, The law and Mistc:r Smith (938) 40.
/urisprudmcia y dogmticll
xy.
315 Por eso 1.-.~ luch.ts cn torno a un dogma en una dtsc1phna norm~ttn
no son un:t mera polmica erudira. sino pugn:.s idcolgic:.s en torno :1 cuc:stiones
de: v:llor. L:. ortodox;a no cs una ..cuestin de fomta ... la materia dogm:tica
es slo d :nedio de la Incha, no su causa.
316 BoLu:-o;GER (n. IV 17) 62. "As las soluciones franccs:.s en m:.tena
de fund:.concs se agrupan cn torno a los conccptos de patrimonio y de pcrso-
---
D~ecbo
valoracin d concepto su&e mod.i.ficaciones que alterao su futura significacin dentro dei ordenamiento, en d sencido de que la significacin
cspcc6camente dogmtica de un concepto, al comienzo incoloro, le viene
ada por la jurisprudencia. Lo hemos observado en la evolucin dei
concepto de causa en d pensamiento romano dsico, pero puede tambin observarse in vivo en cualquier concepto moderno que sea todava
ajeno a la cod.ificacin. Un concepto semejante, por ejemplo, e! de "patrimonio separado", conduce desde problemas singulares determinados
a la captacin dogmcica y "de principio" del conAicto de imereses
tpico, y por medio de su empleo segn las regias dei arte permite a la
judicatura proceder con una constancia y uniformidad muy por encima
de los argumentos ligados al caso. El problema prejurdico se tr:msforma
cn jurdico. 117 Ms all. del lenguaje metafrico, y a menudo discucible,
de un ciego positivismo conceptual,m el trmino tcnico certeramente
apoyado en una casustica de suficiente amplirud sirve para fijar todas las
cuestiones reconocidas de valoracin en un plano substrado a la luch:t de
los sencimientos y a sus argumentos ad hoc. 3 n En este plano b valoracin de intereses no queda desplazada, sino que se la hace "conforme
a la justicia" por medio dei esrudio y aprovechamiento de los crirerios
fundamentales de solucin reunidos en d concepto. EI "substrato social",
"el conjunto de datos reales" no queda recubierto de un modo dualscico por la red de los conceptos; 320 todo lo contrario, "es siempre posible discernir los datos amalgamados con la construccin", 321 y su experiena controla la construcn "lgica" a parr de la notitia rerum. Pero
ninguna judicatura podra resolver las eternas cuesciones de juscicia
parendo slo de! smile de! precedente, si renunciara a considerar las
conexiones teleolgcas y sus necesidades de ordenamiento a travs dei
prisma de las inscituciones jurdicas. Formalizan es aqu transposicin de! problema de la juscicia al encrelazarniento de soluciones y
efectos ya existentes. Lo que en la perspectiva predogmtica es problema
nalidad moral." Cf. umbin b contribucin de Sn.fONlUS
ibd. 6].
3'7 Cf. mi resdia de PINO (n. III 115) 18o.
318 Cf. V. HrPPEL (n. I w).
3'9 EssER, Enfhrung J86-r9~.
32o En contra ya GNY (n. 111 u) 1-zo y 351-.p.z.
311 EJ mismo, IV, 'P
la controversia,
Ess~r.
- D<!recbo Prhado
D~ecbo
miemo dogmtico de los principias subyacemes. Lo ticarncnce elemenal es traspuesro cada vez ms al plano ccnico, la T4tio iuri.s queda en
apatiencia desplazada por la puliaridad institucional- en apariencia,
pues para d experto todo concepco jurdico es sinnimo de la cotalidad
de valoraones que la jurisprudencia ha condensado cn l.
Queda as aclarado d reproche que se hace a la dogmtica, de ser
incapaz de captar adecuadamente cl "pensamiento bsico" de una institucin.327 Su tarea, que es moldear conceptos jurdicos que puedan ser
usados rcnicamente de un modo aurnomo (accesoriedad, subrogacin,
parte inregr:mte, pertenencias, mora, etc.), la aleja en apariencia de los
conceptos elementalcs inmediatamente evidentes (como culpa, reprochabilidad, buena fe) en direccin hacia lo consnuctivo. Pero los fundamentos ticos subsisten, y los rrnsiros de lo "notativo" a lo "normativo" son visibles en sus diversas gradaciones, - tambin aqu segn
la novedad o tradicin de una evolucin (cf. "ricsgo de empresa", "base
del negocio", V~rwirkung, "inimputabilidad"). Acaso no se ha visto
que incluso las formas hisrricamente enrrelazadas de la forma.:in de
princpios en e! derecho de obligaciones y de cosas, han renido que ceder
sus secretos valorativos a los medias hermenuticos de la jurisprudencia
de intercscs y a bs explicaciones de la hisroria de! derccho, como siendo
producto de una docrrina y una tradicin en otro tiempo acreditadas? ~ 8
Los concepros dogmticos no poseen una energa normativa que opere
por s misma, sus declaracioncs slo arrojan juicios de valor "anJ!ticos"
en d sentido kantiano, no "sintticos". 829 Su reduccin ai contenido tico,
ms ali de toda forma histrica, muesrra que carece de sentido querer
enfrentar los princpios "de derecho natural" a las construcciones de la
dogmtica, y que tal proceder slo se explica por el fracaso de esta
ltima, cuando se ha desvanecido Ia conciencia de la funcin. Aqu es
cuando el "principio" se rebela contra la "consrruccin".
J2]
a.
RJPERT
(n. I
40) ~
'
'
CAPTULO
XV
Comrtttln de /,,
l'S<
te da
sacisbccoria cn canto no se comp:tgine con las de los problemas corrcspondientes, y que ningn concepto produce por s slo esta coordinacin, si previamente y de un modo unnime no se han fijado su alcance
; su funcin. Ambas cosas son cometido de la escueb, de la docuina.
Donde falte su inAuencia, la jurisprudencia se lll de atener exclusivamente :1 bs fornus histricas, cuyos resduos e~rorban luego bsra cal
pumo h funcin cocal dei sistema, que no alcanza ya a remediarlo cl
derecho judicial, sino que h.ty que acudir a b intervencin de la ley.
Em e~ la sicuacin dei derecho ingls. 333 Por ramo, doctnna y dcrecho
JUdicial en d sentido de creacin institucional. van de pareja. De hecho,
una pam: de lo que nosocros esperamos de la doccrina, en el derecho
americano lo ejccuta el jucz, o sca, en sus opinions, que iluminao las
cucstioncs construcciv:ts. En efecto, ~st:ts son sicmpre- en cl sentido
e<col:scico dei case law- obiter dieta, y por tanto no pueden sent:trse
con efectos vincubmes. Y sin emb:trgo, sus efectos son a menudo mucho
ms amplios que los de la propia ratio decidmdi, con gran sorpresa de
todo d mundo (vase supra, cap. XII. 4). As debe ser, si un derecho
judici:tl pretende lograr una aucntica formacin instcucional con base
dogmtica.
Salta a b vista que la funcin de ordenamiento de la dogmtica,
descrita en e! captulo anterior, no puede realizarb a partir dcl caso. Los
conccpros jurdicos son cl producco de una sntesis: no de un:t smesis
arbimria, sino cnlazad:t a h1s cosas e incluso ai lugar. En el est:tdio dei
derecho dei caso predogmcico es vlida b afirmacin de que "la expresin es creadora, pero en s misma ciega codada".334 Su cometido casustico !e oculta de momento el horizonte dei principio; es ms, en todo
autntico derecho judicial se pone el mayor cuidado en soslayar los peligros de una deduccin :1 partir de un principio: Omnis definitio in iure
so.
39 1
Fuau legulatita
de /.1 doctrma
393
39't
355 ASCARELU, que crabaj como abogado doce aios cn So Paulo, dcca
sin rebozos que an hoy all 5e cienc ms xito en un pleito con una eira de
WJNDSCHEID que con un texto de! Cdigo.
356 Vase supra cap. XIII, p. 342. ss.
395
364 Cf. c1 csrudio, hccho rnuy a fondo, de B.~LOGH (n. 111 I 3-1) )ji-~5
especialmente 371. ss., p6 ss., 436 ss., 479 ss.
365 Cf. la ponenca de MEIJERS (n. li 90) 99
366 Cf. la tb;orie du risque (PERRBU fn . l 28 J 57 ss.), la t horie de
l'imprroision o bicn la doctrine of frustration (cf. p. 312, 450, etc.) y la modcrn:t
lcgislacin inglesa (Frustratcd Contracts Act). Sobre ello la vsin de conjunto
de CooPER, LEE, D ..wm, Com;, etc., sobre: Thc T rcatmmt of "Frustration
of Conrract" in Foreign Legal Systcms : J. Comp. Leg . and lnt. L 28 (I946) 1.
367 Cf. las proposiciones de ME I)ERS op. cit. I I 3 como prototipo de: sc mcjantc evolucin. Finalmente, cs tarnbin incvrable aqu d dcscubrimcnto
de una rcora general de la represcntacin : The re/,ltion of agency .zrise.<.
wbenroer ... , etc. Cf. EvANs en H~LS BURY Laws of England I (I952) 147
~td vocem "agency" n. 0 JZ] . Es caracterstica de la evolucin cn Francia: PtLOS,
Essai d'une thoric gnrale de la rcprsentation ( 18~).
368 El cual, c:n lugar de una doctcina general de la rcprescnt:~cin, dcs arroUa doctrinas singulares para las relaciones : principie and agmt, mastu and
servant, bNsb4nd and wife, parent tmd child, glfardian 11nd ward, etc.
3~ As tambin AUEN (n. l I]r) contra la xparacin que cstabkcc
SALMOND entre legtd sources e bistorict~l sources.
397
observacin supera aqu los horizontes dd pcnsamiento puramente casustico, y conduce desde: un "decisionismo" que: erroneamente se: hacc:
pasa.r como una propia idc:ologa ordenadora,114 a la consideracin de
complc:jos de soluciones propios y extraos. Sin este esrudio histrico,
sistemcico y comparacivo no es posiblc: una formacin de inscituciones,
y la influencia de talcs frutos de: la teora pura sobre: los derc:chos particulares, la famosa eficacia "uniformadora" dd dc:rc:cho de los juristas,
desctnsa sobre la superioridad de: dicho horizome.m Las instuciones
no se: "reciben" o imitao como parte de una legislacin c:xtraa y presa las "disposiciones en favor de terceros", y los recursos hallados por la dogmtica, que entretanto ha allanado cn Francia estos obstculos (Cou:-~-CAPIT.\:O.:T,
Trait: lmcntairelS [1949) 219). As se explica tambin d art. 1.411 de)
nuevo Codice civile italiano. No as la jurisprudcncia inglesa, cf. \VJLUSTO~,
On Comracts2 li (1936) r.o3o ss.
374 las frmulas que da C.~RL ScHMIDT, o:e drei Arten dc.s rechtsv.ssenschaftlichen Denkcns ( 1934), son punto por punto irreal iscas. la "lrim.1
idea" no es cn ninguna parte o norma o decisin u ordenamicnto, en ninguna
parte puede hallarse un pensamiento institucional sin casustica o sn concicncia
de forma o de sistema -la antinomia de forma y contenido valorat\'o es
idealizada tendenciosamente por ScH!IITr- y cn ninguna pane concucrda con
la realidad aquella arrogancia "decisionista" frente a los presuntos idcalcs burgueses de seguridad; y menos que cn parte alguna en cl common Lz:v. El
funcionan1iento de un autncico Derecho dd C3so en Inglaterra est ran mal
comprendido (p. 53) como la evolucin de un derecho del caso continental,
que SCHMTTT parece haber credo que estaba en el nvel de Ia '~:cole de
f exgse, para poder explicar su esquema. Tanto ms satisfactoria resulta su
ulcc:rior apologa de la jurisprudencia como un "resoro" de una conciencia
jurdia suprahistrica y especialmente "europca", a la que ScHMITT apela para
dirigir una insistente llamada a nuestra ciencia para que en lo sucesi,o no se
contente con desempenar el papel de "comentarista e intrprete de las cada vez
ms numerosas ordenanzas positivas emanadas de la.s autoridades cstatales"
(Die Lage der europaischen Rechtswissenschafr, 1945). Si aiguna vez se acomod
a desempenar este papel subalterno, fu, entre otras causas, porque ciertos
especuladores de las novedades polticas c:charon a perder cl prestigio de la teora
~lida, y con razonamicntos de filosofa dcl derecho devaron arcos de triunfo ai
acvismo poltico de la poca.
375 Esta doetrina se abre camino incluso en "sistemas" cxrrafios y en
condiciones desfavorables. a . DAVID, L: doctrine de l'erreu.r dans Pothier et
son nterprtation par la Common law d'Anglererre: ~rudes de droit civil
la mmoirc de H. Capitant (1939) l"fS
I
'
399
t~g!Osa, sino en virtud de la fuerza de conviccin con que una doctrina
ha traslad:~do ai plano dogmtico unos principios reconocidos. 876
Si falta esta adecuada comprensin de los pnncipios, si falta e! aprovechamiento histrico-sociolgico de lo que errneamcnte se llama d
"substr:lto" de la ciencia de! dcrecho, tal como se ofrccc sobre todo en la
formacin dei derecho casustico, no se pucde hablar de una aurntica
rcorJ dei dcrecho. Una dogmtica que, por una falsa rigidez metdica,
cierre los ojos a las verdades "merajurdicas" de sus impulsos y fines sociales y ticos, no debe llamarse "normativisra", sino "doctrinarisra" .317
Significa desconocer el conrenido y las prcmisas de la autntica teora,
e! separ:1r e! problema "substancial" dei "mecodolgico", las categoras
cognoscitivas de las valoraciv:1s, y d creer en un:1 :1ntinomia o :1l menos
en un:1 mezcla de las tareas teortico-empricas y prctico-releolgicas, 378
donde la ciencia prcrica en e! scnrido kantiano no puede conocer la
materi:~ sin recurrir a un armazn de valores, ni "fundamentar" la norma sin una teora adecuada.3 ' 9
Los principias de! pcnsamiemo jurdico y de la labor cientfica en
376 d. RABEL (n. IV 3o6) 348: "desde entonces lo que aparece como
fenmeno singular no es tanto cl BGB como el sistema jurdico alcmn". Exposicioncs gencrales de la influencia ejcrcida por instiruciones del civil law sobre
el pcns:~miento jurdico angloamcricano en CoL VIS, The Path of the Civil Law
in the United States. lts Geographical Dissemination and its Institucional Fusion with Common Law, etc. Mm. Acad. Int. II 2 (1934) to8.
377 Leyendo la clara e.xposicin de S.WIG:'-."Y de los dos aspectos del mtodo jurdtco (que l Uama "histrico" y "filosfico", cf. la conferencia inaugural
editada por \VESEKBERG [n. I 66]), no se comprende la ceguera de una "pura"
doctrina del dcrccho que se hace pasar por "normativista", que ai sacrificio
de la iliSti atqu~ iniusti scimtia anadi an el de la r~rum notitia, para no ser
molestada en su ocupacin con la cuestin de las categorias. d. mi esrudio
ber \Vissen und Glauben im Kampf um das Rechtsgesetz: Festschr. f. Boehmer ( 19;4) t.
378 Asi todo el Neokantismo, incluso R~DBRUCH (n. I 28) 247/248; m3s
todavia el Neohegclianismo, d. BI:O..l>ER, Die Wissenschaftlichkeit der Rechtswisenschaft, Kant-Srudicn Heft X>..'V, 335 En contra EssER, Hundert }abre
Anklagezustand ber der Jurisprudenz DRZ 1947. 31 5
379 Es tambin errnea la popular distincin encre una teora jurdica
que no ~ra nonnaciva, y una tcnica, que no seria cientfica, cf. BonBIO (n. I 86)
6 ss., 47-50: el jurista no es nunca cientfico y prctico en una misma pa-sona,
si practica la exgesis debe rraicionar la ciencia, etc.
XV.
Du~UToUo
general ( principi scienti/ici) no pueden ser tmados como hechos metajurdicos; se imponen a la legislacin como princpios e.strucrurales de
la dogmtica y son la red cristalina de la formacin judci:tl "abierta"
dei derecho. La doctrina del Derecho internacional privado h:t sido la
primera en darse cuenta de esto.380 Las cuesciones de enlace, lo mismo
que e! problema de cali6can, son tareas que no se resuelven por media de un encuadramienro histrico ni por una decisin polcica, sino
por la recti6can cientfica de las concepcione.s de los juristas y por el
traslado de estas conocimienros a h dogmtica }' ai mtodo de la prctica.381 E! camino seguido por la teora caracteriZJ siempre la stmcin
de la prctica, 382 y los restos de doctrinas tiempo ha super:1das siguen
an hoy inAuyendo en la polmica ideolgica y nos inviran a rcAexionar sob(e la responsabilidad de una ciencia "prctica". 383 Pero, ~acaso
no sucede lo mismo en las restantes disciplinas jurdicas, en el derecho
penal, e! privado, por no habbr dei constitucional? b docrrin:t no es
slo "comadrona", ni slo un factor en b realizacin de princpios ~- nor-
381 Cf. M ..u:RY (n. I I r) J29 RoBERTSO~ (n. IV 29) y Co01::, The logical and legal Bases of thr ConAict of Law ( 1942). Hay que tmcr rambin en
ct. .:nta que las categorias de la donrina nacional !'<: incorporan sicmpn: cn la
estructura de! ordenarn;emo y las institucioncs dd derccho de cosas, de! modo
que la docrrina recilx: fucrza constitutiva desde dos aspeccos distintos. H3bida
cuema de esta es ambgua la tes;s de Nr:t:l"ER (n. I I 11 , 97) de que "sra
metodolgicarnente inadmisible dcri\ar de una c:~lificacin puramente cieotfica ... una consecuencia normativa". Si aplicamos dcrecho extr3njero, h a de ser
con su docrrina, incluso cuando sta es dej3da de lado para decidir rn matcria
de colisin, ya que hemos de apoyamos m una caracterizacin "uni\ersalmcnre"
ucilizable de la norma por d fin, funcin, natuulez3 de la cos:~, etc.
382 Cf. para el complejo de problemas "colisin temporal, dcrcchos bico
adquiridos" y frauJ l~gis, I:~ cxposicin de! desarrollo cn HoRST Mi..:L.LER, Der
Grundsatz der wohlerworbcnen Rcchte im intemationalcn Priv:~trccht (r935).
y VERPLI.ETSE, la fraude la loi cn droit internacional prin: ( 1938).
383 Ejemplo: El prinr;oio lonu rcgit actt1m, cup histori3 pucdc scguirsc
hasta la opinin de los postgJosadores de que cn el dcrccho romano existi una
r~gio ubi contractum fuit. Es conocida la extensa inAucncia de la teoria de
S,\VJGNY sobre la "sede de la obligacin". Cf. la exposicin cn B.-I.R~lH, De
regei locus regit actum in het lntemationaal Priv3atrccht (19)6). pcro tambin
la crcica de GmzwtLLER en su "Derecho Privado internacion3[": Stammlers
Enzyklopadie VIII (193l) r.6o1 ss.
.\Jximas y parcmitls
ntmtiaTJt, superficies solo cedit, res perit domino. nemo subrogat contra
se, semel heres semper heres. Su influencJ h:1 sido frecuentemente aracad:t por e! espntu codificador. As DEMOLmfBE se rebela contra la
mhima: nemo auditur propriam t~~rpitudinem allegans, y pregunta:
Q,l donc est-elle crite cette maxime? Et cn vertu de que! texte prononce-t-on contre tme p.:zrtie figur.mt en justice une telle indignit.> 386
La amgedad de estas m::ximas siempre ha salido vencedora de la fidelidad ala ley, cada vez m:is quebradiza: Le reproche est aujourd'hui sans
porte. La reg/e a un assez beat4 p.~ss pour ne p.ls avoir besoin de l'appui
d'un texte du Code ciuif.3Si De hecho b casustica francesa que se adVase supra cap. \'II, p. LU ss.
385 As p bs rcgul.:c iuri, .mtiqni rom:mas }' los famosos dieta gene-
3S4
,~"''I.DADE DE
DIIID9
UWOTBC&
IH"'
..
I
'
Qui facit per alit~m facit per u, apareceo a la vista los tipos de la res
ponsabilidad por los auxiliares. Slo cuando dejo de argumentar partiendo de D 50, 17 203: Quod quis ex culpa ma damnum sentit non
intellegitt4r damnum sentire, y me pongo cn busca de una solucin institucional en el sentido de b compensacin por culpa, supero los rigores de una plena desescimacin de la demanda y. partiendo dd "princ!pio", encuentto tambin el camino que conduce a una nivelacin del
nesgo.
Las mhimas poseen un valor permanente como pumos de partida
de nue,os desarrollos, libres an de incrusraciones dogmticas, en los
que un "pensamienro", como e! de nuestro 817, 2 BGB, rompe los
marcos de su sistema y en su forma amigua, In pari turpitudine melior
est c11wa possidentis, pane a la vista las conexioncs universales con insriruciones estructurad:~s de otro modo (abus de droit, estoppel in pais,
clean handsdoctrine). Las parcmias pueden incluso pasar como pratotipos de la formulacin de princpios universales dei derecho. Hasra cn
sus :tcunaciones especficamenre nacionalcs (como, por ejemplo, possession uaut titre) emerge pronto la ubicuidad de los princpios que las
subyacen.u2
7 La "teorb" aislada (dei negocio jurdico, por ejemplo, princtpto
de la decbr:tcin o de la ,.oJumad) no ha ejcrcido sobre la prctica una
inAucncia tan grfica y clara como la "mxima", pero su inAuencia es
m:s directa. Pues las consecuencas lgico-dogmticas de una reorJ
semejante ("teora de la declaracin", "teor3 de! acceso", cf. las numerosas teoras de la doctrina pen:tl gener:~l sobre tcnt:~tiva, p:~rcicipacin,
error, etc.), en cuanro stJ es reconocid:~, adquieren fuerz:1 vinculante.
Emonces, tod:t infraccin a b docttinJ es conculcacin de la ley.893
392 Cf. sobre d ejemplo eirado el 19 Am. Jur., 775 (Estoppel. n8):
"La posesin es una notificacin consmtcti\a dirigida :1 todo cl mundo, de que
la parte poseedora sostiene ser cl titulu legtimo o segm equidad de la propied;~d", etc.. con lo que se fund:~mentl el riesgo de un t'stopprl (silencio) por
parte dcl tirulu material.
393 Sobre este :.spccto de la eficaci:. ,incul.mte de los principios docoinab, cf. Smoxn.:s (n. I 24) 242; el mismo (n. IV 30) 235 ss. Sin embugo. csre
proceso no se deriene nunca, ya que cl jlJCZ continental es ,irrua.lmente libre
de preferir "su" teora a la oficial, y adem:s la doctrina lu tenido an fucrzas
XV.
DeS~~FToUo
'
atormentada por toda suerte de crisis, estaba reservado descubrir la problematicidad de una rigurosa fidelidad contractual; verdad es que entonces apareci en toda su extcnsin el problema dei intervencionismo
judicial, con todas sus facetas obscuras, y la lucha para fijarle fronteras
ya no se limit al reconocimiento de una conmuccin dogmtica.'"
Siempre que hay que discutir ab ouo las ltimas cuestiones de valor,
los problemas de construccin aguardao en un segundo plano. Pero se
engana el que minimiza, ya cn esra fase de la decisin, el poder conducror de la reora. Ningun:t valoracin de conjunto puede prescindir
dei conocimiento de los valores lgico-objetivos de! ordcnamiento, como
los que con respecto a este tema han sido formulados por la teoria
general de la asuncin dei riesgo.'00 La "teora" en este sentido reduce
las doctrinas, aparentemente aisladas, a su valor funcional y fija, desde
un horizonte ms amplio, aqu el del "riesgo exigible", la siruacin de
diversos princpios.
8. Segn esro, las "insrituciones" en el tradicional senrido de la romanscica,401 son obra conjunta de la jurisprudena prccica y de la
teoria, que se estimulao o frenan la una a la otra, ddimitan las formulaciones o las amplan por enma de sus lmites, usando alternativamente la casustica, la fidelidad a la ley y b doctrin:t para la integracin
de un "pensamiento", de un "principio'' o de un "concepto fundamenr:d", y exponiendo luego las regbs singulares como "formas de manifestacin" de este concepto. La unidad de la figura no es comprendida
~:lSta ms tarde y a menudo queda como una convencin puramente
escolar. La "responsabilidad por enriquemiento" slo pudo convertirse
en "inscirucin" siguiendo un largo camino que llevaba del caso nico de
de Craponne, en
de Cassacion, O.
399 Cf. la
las "Joumes de
(I 939) 63 SS.
400 Por primera \'C:Z: S..\!'\CHEZ ]1M!'\EZ, EI ricsgo en la vid:t de! derccho
p:i\'3do ( 1929).
401 No en d sentido dd "inscimonalismo" o de las teorias de H\URJOU
951.
405 Aunquc intervengan abiena o inconscientemente cn un prublcm:t
E/ Cdrctrr imtit11cional
droit canonique dans la doctrine eles contr.HS, Acres du Congrb nt. de droit .
priv, ed. lnst. para b un!ficacin dcl Derccho prindo 11 (1951) 131 ss.
4o6 Cf. ?--IEtJERS (n. 11 90) 102 ss.
407 DE P.\GE, Trait lmentairc de dro:r bclge 11 n. 0 579 "Es prccisameme porque c1 mal es general, que se mponen igualmente remcdios de
orden oeneral. Ahora bien, apenas hav necesidad de decir que semejante tarea
cs de I~ mcumbencia de! ltgislador, /no dcl jucz. T ai es, en nuestra opinin,
uno de los principales motivos de que b impre\is!n no pueda ser admitida
como princirio de derecho comm. El remedio casi sicmpre rebasa las posibilid:lC!es de intenencin dd jucz.''
4o8 Cf. an. q67 C. c. italiano (nucvo), art. 388 C. c. griego, a.rt. 1 '17 I
Cdigo civil egpcio. ~l:is claro el art. 2~ de! C. de obligaciones polaco de 1934
E! que ms a fondo va es e! art. 1.550 I dd rroyecto de C. c. hngaro de 1928.
"Si d.:spus de la conclusin d.: un contrato bilateral. se producc en b situacin
econmica general un profundo cambio que excede considerablememe de!
riesgo corriente en los contratos, cambio con e! que las panes no podan razonablemente contar y por cl cual se anu!J cl equilibrio econmico que haban
imaginado entre prestacin y contraprcstacin o desaparece cualquier otro
presupuesto bsico dei contrato, de modo que una parte consiguiera un provecho
inesperado, desproporcionado y contrario a la bucna fc, y la otra rufriera una
prdida en la misma proporcin, entonces c! Tribunal puedc modificar las
obligaones redproca.s de las partes segn cquidad o autorizar a una parte a
resolver el contrato, .siempre reparticndo las prdidas segn cquidad." Renuncio
a reprodur d ap. 11, que es de parecido tenor, puc.s basta la parte transcrita
para mostrar que todo lo que hizo el legislador fue reunir las notas de todas
las doctrinas en un slo texto, y por erto muy desma.~ado. Pcro una cosa
es d pcnsam!cnto de "escuela" y otra d arte de rcdactar una lcy, y c:n los
puntos cn que no alcanzan los supuc:stos de: hc:cho c:xactos, mcjor cs atcnerse
a una "tc:Ora acreditada". Comparacin de: otras formulacionc:s c:n KEGEL, Gu
tachten zum 40. Dt. Jur. Tag., Verh. d. 40. De. Jur. Tags I (1953) 234-236.
409 a . ad voccm on~r~ ALLARA, Le nozioni fondamc:ntali del diritto
privato I (r939 :z.. c:d. 1949).
410 Con F. ScHWARZ (n. lii ro3) r~ ss.
411 As tambin hoy la tc:Ora italiana, que aJ principio era de: tc:ndencia
conceprual: BARBERA. Sistema istiruzionale del diritto privato italiano (1949);
CANDIAN, Nozioni sciruzionali di diritto privato (1946); TRABUCCHJ, lsciruzioni
di diritto civiJe ( 1950).
412. ScHW ARZ loc. cit. cnfunde todava estos trcs grupos: "A esto se:
aiiaden todava los Uamados princpios, regias jurdicas en forma de: consignas,
ideas de valor, que coocic:nc:n un programa legislativo (c:ntindase: nucvo)."
Forman11
dt: ""
sisll'ma
12.1 y 148.
420
VON GlERKE.
E/ principo r.uwn.JI de
1111<1
mstitucin
422 Cf. Gl.-\CCHI, La caus.1 n.:gh arti amnunisttati\i canonici: Scritti giuridici in onorc di Sanci Romano I\' (1940) 249.
423 Cf. PL'GLJ..\TTl, i':uon aspc:tti del problema deUa causa ne1 negozi
giuridici, misccl.nc.1 ''In ?o.lemoria di Giacomo \'cnczian" (1934) 188; para la
inRumcia sobre b ttorJ dd acto aclministrativo, cf. }zE, Lcs prncipes gnraux
du droit adm:nimatif3 I ( 1920) 210. y Essa i c!' une thorie gnrale sur l'inJ Ruc:ncc drs motifs drerminants sur la nlidit dc:s actes juridiques cn droir
j pnblic franais: Rcv. de droit pubhc 1qz2. 377 El rcvl."rso de esta ampliacin es,
naturalmente. IJ cocxist.:nciJ d.: din~rsos I."Stratos de un mismo pcnsamiento,
con la consiguilnre confusin d.: conc.:ptos, tal como bailamos, por ejemplo, cn
la domina de la causa. Cf. C.\PJT.\:-.T. De la cause des obligacions2 (1924).
424 Cf. HoLDSWORTH, Thc Formation and Brcak of Conttact: ~fm.
Acad. In r. 11 2 ( 1934) 472 (479-481 ).
42; \'ase RHEJli>STEJ:-; (n. I 100).
XV.
D~
,.
.
\
QUI~TA PAUTE
'
C APTULO
XVI
1
As rambin DEL VECCHIO (n. I 34) (rraducido como suplemento 16 de
AR\VPhil. 1923), 8, 12, 37 ss. Cf. tambin E. F. C. "Racional'' and "Posirive"
L3w : 30 L Q. Re\". 504 y b rescna de la obra de CoHES, Echical S~scems and
Legal Ideais ( 1933) cn ;o L Q. Rev. 114.
2
a. SA\"ATIER, L'tat de nccssir et la responsabilit civile extracontracrudle : Erudcs de droit '"il la mmoire de H. Capitant (1939) 29 (751).
41 7
lucin "normal" es aquclb sclcccin ponderariva de las cuestiones stngubres entre los princpios axiolgicos, supuestamente ltimos, dd
sistema positivo, la scgur:chd jurdica, cl bien comn, etc., 9ue es tan
caracterstica de las formulaciones de los ms altos tnbunales 8 y que
la antinomia de estas princpios hace inevitable. 0
El moderno dcrech0 codi~ono ha halbdo una nueva salida en bs
"cl:usulas gencralcs", p:tr.l mancener formalmente intacta la axiom:tica
Je valores del dcrecho csrricto: sin conflicto exterior con la esrructura y
b autonoma de ste, bs valoracioncs ric::1s 9ue lo conrradiccn son
:\Cogidas por l en c::JlidJJ de b "cara interna" de las instiruciones. 10 Lo
accos singulares de los Chanccry Conrts (or=ginariamente abundantes y asistcm:ticos), como "custodios J~ !J conciencia dei Rey", cf. H.~NBURY (n. lii -~32)
2: "E I ro del dcrecho, cuyo m:Jnantial era la Cancillen'a, iba a parar a una
e'clmJ cuyos guardianes erJn los jueces del common law, y slo un tenue
hilillo de agua sala por el otro bdo."
8 Cf. la resolucin dd Tribunal del Rcich (cit.a~a ya ai comicnzo d~
este libm, p. 5) sobre d prcblemJ dcl derecho de los mdicos a intcrvenir:
RGZ 151, 349: "o un inters general superior (!) e inmediato (!) ... ".
9 Debcmos a IV.DBRL"CH la ms clara exposicin de estas antinomia~.
Cf. su poncncia "le but du droit" en la 3 sesin del Inst. lnt. de Phil. du
Droit et de Sociol. Jurid. lQ)7 Ann. Inst. Phil. III (1938) 48. Tambin el
escrito lntcs citado de C.\R0070 est por encero dedicado a este fenmcno. Cf.
Paradoxcs 4 (= Sclecr. \\'rirings 254): "la conciliacin de lo inconciliablc, el
a!lJnamiento de las anrtesi<. !.1 s:mc<is de los contraios, rales son los !!I"ant!~~
problemas de! dcrccho (entindJse, cl judicial). Podriamos decir que "nomos"
cs hijo de antinomias, nacido cn un parto doloro'>O." l\fs lejos, p. 5: "las
exigmciJs de la esrabilidad dcbcn ~cr armonizadas con las dd progrcso. Hemos
de reconciliar b l:bcrtad con b i:::::ua!J.1d v ambas con el orden. Debemos rcsp::tar los dcrcchos de propicd:~d de-! indi,id~o. pcro guardndonos de c:nrem:!rlos
hasta un punto cn que pu cn amenJzar cl bicncstar o la seguridad de b
mayora. Hemm de conscrnr a la justicia su cualidad universal, y sin embargo
Jej.1rlc !J po5ibilidad de ser indiv=dual y p:utie11br. E! preccdcnt<", o b lcy,
aunque duros, dcben ~cr obedecidos. pero obcdccidos deben ser tambin. y no
raras ,cces con s.1cr!ficio de b pabbra escrita, los preceptos de la equidad y la
conciencia smccptiblcs de int~oducir una mcjora." Transformando una frase de
DnroGCE, afirma C.\ROOZO: "La meta de! c::sfucrzo judical no es la smcss
lgica, sino cl compromi ~o", un proceso que rC\da a la compremin cienrfica
un secreto parecido ai de b acti\'idad de los :tomos, que en apariencia cs continuo pero de hccho procede por "quanta": "la meta cs alcanzada a saltos"
(p:gina 3).
10 Sobre esta funcin. en comparacin con la (quity: J\f.\Rn:-; \\'oLFF
~7.-
...
XVI. Los ct~mbios
da D~rtcbo n4cion.J
mismo sucede con todo concepto en bbnco que est abierto a b estimacin tica, y hasta con los conceptos de aparienciJ pur:unentc "rcncJ", hJsta IlegJr Jl despotismo de la forma en el derecho de cosas 0
procesal. Cuando sros se resisten ai "Jbbnd:~miemo'', quedJ como
ltimo recurso el cchar mano de figuras como b exceptio do/i, b objecin de: b obtencin subrepcicia de una sentencia firme, cl Jbuso de la
fornu, etc. E! Jrte legal moderno busca abrirse um nue\'a va con c!
concepto dcl "rigor excesivo". T Jmbin puede ocurrir que b docrrin.1
se ve.1 forzJda a desarrolbr, junto J los amiguos concc~'tos de! dc:recho
esri.:ro que por razones de seguridJd desatienden la "c:~r.J inrerna" ,
conccptos plr.Jlelos que luego ayudan a que b ju sricia individual sc.1
reconocida segn patrones de jusrici:t mJreriJl (as ei concepto de ''base
dei negocio" junro ai de "causa''). 11 Finalmente, el moderno estudio
de b nrerpreraciJn hl demostrado que el juez, incluso en el sisrem:l
cerrado de bs instiruciones codifica da.~ . en su i nccrpret.Kn se dci.1
inconscientemente guiJr por b esrim:~c in que su poca hace de ~eme
jantes componendas entre valores, 12 dd mismo modo que el common
/awyer en la cleccn de los precedcnres Y en SU te\"OCICn ( O!.:ermfing).13 LJ pareja siamesa dei derecho emicto y de! cqui tati,o H hoy
parece un arcasmo, pero se explct por b menor li berud de interpretacin que posea b amigua judic:~tura, y cs d ejcmplo ms p.dmario
de la permanente antinomia en que esdn los ''y;t]ores jurdicos supremos".
2.
y cnsa-
'I
nerles un:~ franc:~ repuls:~. Por fortuna la demental prudencia dei juez y
su :me se submacn a la !erra impresa de los holecines legislativos. E!
inventario programtico de los "dcrechos fundamentales" de una nacin
cs incumbencia dcl demagogo, y c! jurista tiene slo la ingrata misin de
construir, tr:ts estas imponentes fachadas, una barraca que resguarde
cu.wdo menos lo que cn derccho cs re.a lmente indispcnsable - en el
bico cmendido que su rccho no ser nunca impermeahle. jCun confusas
pJrecen aquclbs :tn;lcrnicas y "acadmicas" compilacioncs de dere~
chos fundamemales. conrr:~dictorios entre s y por cso acredir:tdos, en
los moderno~ textos constitucionales! 15 jCun suspecto es cl ceio de los
sistem:ts totalirarios, para dor:tr la infalibilidad de su consrirucin pol~
t1ca por l:t inco rpor;lc!n de b cicncia y la tradicin autnoma de los
jurisr:1s! 16 iQu dcgraciJ serb que el actual desencanto sobre el valor
de bs lcgisb ciones estaralcs se cxtendiera a los principias objetivos de
la jcrarqua jurdic:1 de \'Jiorcs! i Y cun sin sendo, y aun pernicioso,
scnrJr afirmacione~ sobre princip:os su bsrancialcs de valor, que ai cabo
de pocos :u1os se re,ebn neccsic1dos de correcn! 17 b \'Crd:~d no la
csr:~blcce la lcgislacin. sino unJ in\'esrigacin somecida a comprobaci~
ncs ccnsr:~mes. Pero los catlogos que slo concienen resduos de ver~
dades. son falsos.
La ,-ida jurdic:1 no cs un emdo, sino una pieza de la evolucin cu!~
La "tl'ndencia social"
193/94. n. 32-36.
~2
~cion.J
ociones "dsicas" de los conceptos son muy d uras de m orir, pero las
fuerzas sociales que sobre dias operao no cejan un momento.35 El trend
of life que transforma nuestros principias, no se detiene ante los conceptos de la dogmtica. Cada nueva problemtica especial y las funciones
de ordenamiento social que con dia se descubren, repercuten sobre la
tocalidad de la dogmtica.
4 Verdad es que an hoy conviene guardarse de subesrim:tr los
coeficientes de est:tbilidad de la ancigua doctrina. Un edificio docttin:tl,
aunque haya quedado vaco, se sostiene durante largo ciempo slo por
su mole. Aunque a su bdo las formaones independientes de los "campos especiales" se establezcan en nuevos conceptos y principies, poco a
poco, la nueva formacin va corroyendo el anciguo edificio, pues ste
no est ya sostenido por b '~da econmical real, 31 y slo est habitado
por los modestos moradores de sus Stanos- acaso por los profesores,
que en sus ruinas llevan una vida aparatosa con fnebres ceremonias del
viejo estilo.
En conjunto, la actual docrrina civilista ha superado estas \ anidades
y se afana en controlar sus principias atendiendo a la prctica legislativa
y judicial. El foso CJUe separaba bs frmulas tericas y las concepciones
de los prcticos es rellenado sin cesar desde ambos lados, precis:tmente
en virtud del proceso descrito del nuevo pensamiento problemtico.
Ninguno de los atJques que la poca lanza contrJ el es'luema legal deja
de cener alguna repercusin sobre las ideas dogmcicas de la escuela.37
la doctrina dd abuso de! derecho d. PERREAU 11, 1&; LA'MBERT, Inttoduccion,
pginas 9 y 11; ScERNI (n. I 109) especialmente 32 ss.
35 Del ant;guo concepto de propicdad dice ALLEN, Legal moraliry and
l us Abutendi: 40 L Q. Rev. 164: "En Inglaterra resistir mucho antes de
morir; pero cuanto antes lo haga, mejor para la jurispmdencia inglesa."
36 Cf. E. BRUCK, L'volutioo des prncipes grnraux du droit civil grce
au droit des transports ct au droit de l'assurance, conferencia ante la Socicdad
jurdica de Zurich, separata de la Re\ue gn. assuranccs terrestres (19.~6) n.0 r,
10 ss. (r5): " ... cmo el seguro privado ha pulverizado sw consccuencias, segn
un proceso ligado ai dcsarroUo econmico". "EI derecbo comn de la rcsponsabilidad civil, un macizo legislativo antes infranqueable, slo ticne ya una aplicacin exclwiva cn las relaciones de panicuJar a particular; co todos los dems
campos cede d paso a regias nuevas."
37 Cf. RINCK, Zur Wukung der Preisgcsetze scit 1939: AcP 152, 482
.,'
I
'
Topoi acreditados como la "naturaleza de la cosa" acran como primeros mediadores, hasta que el pensamiento construccivo h:t renovado los
concepros sistemricos.88 Los precursores ms conocidos de estos procesos
de transicin son las clusulas generales y st4nd4rds con sus plenos poderes para la formacin de supuestos de hechos notativos. El incremento
de la liberud de valoracin notativa es precisamente una caracterstica
de la formacin de un derecho judicial en los nuevos problemas, y no
est desacertada la comparacin que se ha hecho entre este campo y la
categora de las action~s in factum conceptae .89
Hay mbitos jurdicos que a causa de sus notas polticas o religiosas
siemen re,elo ame una revisin franca de los princpios. En ellos se hace
esperar ms el proceso normal de adaptacin dogmtica y de refinamiemo y correccin de los supuestos de hecho conceptuales. Tambin ai
legislador le es bienvenida la tcnica de colocar, como amortiguador,
entre los supucstos normativos cnvejecidos cscimaciones judiciales noutivas. Esto explica, por ejemplo, el avance observable por doquier de
los llamados motivos de divorcio "relativos", incluso en crculos jurdicos
que, como el ingls, hasta ahora slo los haban conocido "absolutos".'0
Se puede decir de una manera muy general que la tcnica legal slo
hace uso de supuestos esquemticameme fijos y enumerativos en materias en las que es inevitable la fijacin normativa en inters de la seguridad. Pero :tll donde los critenos jurdicos vienen determinados por
standards sociales, org:mizaciones econmicas y una communis opinio
sensible a los \':tlores culturales, el legislador deja la justa nivelacin de
los imereses en manos de la creacin judicial y de la accin de los precedentes.
(5o8): "atendiendo a los resultados, el poder que d (~nterior) detecho de precios
ten:~ plr:! complctJr el contrato, er:l ms fucrte de: lo que hJSta ahora supon~
b juri<pmdcncia". Sobre la doctrina de! "contrato corregido" BoEHMER (n. I 74'
38 A t>stc prop6siro cf. la rr~olucin citada por Rt:-;cK, RGZ 88, 250. En
la refom1a dcl dcrecho de famlias, los cjemplos que doy en JZ 1953. 521.
39 PERRE:\U (n. I 28) Il, 233
40 Cf. SI~IS0:-1, Les tramformacions du dro:t curo~n du divorce depuis
dix am: Rcv. Droit lnt. 23 (1949) 25 y LE BRAs-AxcEL, Di\orce et Slfparation
de corps dans le monde contemporain I (1952) (fravaux de rccherche de
I'Instirut de Droit Compar de I'Universit de Paris, n. 0 8); completa C$tOs
estudios aportando d punto de vista norteamcric:mo: RHEr:-ISTE!N (n. I ro2).
-CAPTULO
XVII
.p8
art. 1 de los
Resttltements ameria.nos del Conflice of lAws.
48 En Aoo (n. I 111) 245 ss., ~ncontramos d ltimo rcfinamiento de ~stc
positivismo neokantiano sobre base estatalista.
49 Sobre esto MAuay (n. I 111).
"
I
4JO
.,'
La uora "autonomista"
43 1
--
433
M ...t:RY.62
3 Hay un campo, cada vez ms extenso, de formacin uniforme
de derecho judicial, que nos hace dirigir la atencin sobre el fururo que
cn el derecho universal aguarda a los principios de origen jurispruden-
i34
\.
'
E/ arbitraje internacional
435
malmente las partes quieren que se les den razones jurdicas que sean
tambin comprobables. ~Pera razoncs jurdicas de qu nvel? No dei
derecho nacional que es competente segn e! Derecho Internacional
Privado, entre otras razones porque las cuestiones de enlace, con su
impenetrable fatalidad, no resultan simpticas ni a las partes ni a los
rbitros, en general carentes de especializacin jurdica." En lugar de
la primitiva alternativa entre cl dcrecho nacional y la equidad, se exige
con insistencia crecieme una prctica universal de principias universalmente reconocidos a tenor dei artculo 38.3 dei Estatuto del Tribunal
de Arbitraje. 66
res". Todo esto se refiere ai aspecto material. Que d proccdim!ento est por
cntcro some rido a la autonoma privada (arts. 15-:2.1) con excepcin de las uadicionales reservas dei orden pblico. etc. dd pas ai que se pide d exequatur
(art. 26), y de las posibilidades de anulacin {setting IUide) en caso de ultra
vires, de graves defectos de forma en la constitucin dd rr:bunal o en la redaccin de la sentencia (art. 29 ss.), es algo que se stgue de la naturalcza dd
procedimiento arbitral y est tambin reconocido en Ingl:nerra. Por desgracia
falta una prerensin sobre la vinculacin a princpios de proced:mienro generalmente reconocidos, d. la critica de DAVID, Un projer de loi uniforme sur l'arbirrage: Recmil Lambert 11 (1938) 884 y d "Rapport explicatif" sobre d proyecto III, publicado como U. d. P. 1940, Projet UI.
65 As R.~ BEL (n. I 47) 209 ss.: "E I inconveniente es que un opaco velo
de mistcr:o oculta roda la operacin." "El sistema ingls de reservar cl derecho
de una parte para un 'caso especial' y la regular resefia de las decisiones dei
rribunal ha sido saludada por muchos juristas brinicos."
66 Cf. R-.BEL loc. cir., mimrras los rrabajos legislativos de la 14. comisin dei Inst. de Droir Int. buscan !ncilmente b solucin sobre la base de un
dcrecho nacional que debe ser sefiaJado por d derecho internacional privado.
Cf. Ann. Inst. Phil. 44 I (1952) 4~ ss., sobre todo las conclusiones p. 471 ss.
y 593 ss., as como las observaciones de los miembros, p. 4]6 ss.; cnrre las
exposiciones cientficas, vase sobre todo la dd ponente SAUSER-HRL sobre
le droit 11pplic4ble a" fond du litige, p. 570 ss. De rodos modos tambin aqu
se presupone pC:mariamente una resolucin segn derecho, no segn equidad
(Jrts. 11 y 12). Exrrcmadamcnte obscura cs aqu lJ actitud de los proyectos de
Una foi intt'Tn4tOn4/e Sllr ( ltf"bitragt: t:1l Jroit priv, que por Jo vUtO esperan
1 una resolucin segn dcrecho, pcro dejando abierta su basc. No se espera en
cada caso un acuerdo sobre la aplicacin de un derecho nacional o la vinculacin
' a las regias dei derecho internacional privado, sino que se considera posible
una impugnacin por conculcacin dd derecho incluso cuando la base est slo
1
constituda por los "principios generales", si una tal vinculacin era querida.
XVII. Los
div~sos
orden4mimtos j11rdicos
..'
Coordmt~eJn
d( las legislaciones
437
4 La importancia de esta prctica uniforme sobre princtptos generalmeme reconocidos, para matcrias unificadas o coordnadas, salta a la
vista. Tanto si hay una ley unitaria, como la propuesta por el proyccto
de ley de compraventa en su arrculo tt Il, que coloca cxprcsamente
los princpios generales de su sistemtica ame las peculiaridades de los
derechos nacionalcs (exclue /'application des !ois nationales). como si
no existe, la cxistencia y d rcconocimiento y comprobacin prcticos
de "regias comunes" y "princpios dei razonamicmo jurdico" es un
presupuesro funcional para un ordenamiento supranacional de este tipo.
Esto se aplica a los princpios materales y a las leges ::;rtis, a las regias
de imcrpretacin con inclusin de los mtodos de calcular los d:uos, a
las regias de la carga de la prueba y a rodo~ los st11nd11rds, judiciales
(estimacin de la prueba) y materiales (riesgo o diligencia razonable).
Las leyes unitarias no pueden remitir a los derechos nacionales, ni para
colmar lagunas, ni en el necesario recurso dogmtico a figuras jurdicas
generales (por ejemplo, del contrato). Si quieren inaugurar una prcca
uniraria, han de construiria sobre un derecho comn de juristas, en el
sentido de los princpios generalcs del derecho, y de la comparacin funcional de insruciones ai modo de la escuela "universalisra" de! Derecho
Internacional Privado. 69
Commercial Arbitration: 39 Am. Bar Ass. J. I9J Vcrdad es que en EE. UU.
lo que ms preocupa es la unificacin dei procedimiento. Pues all, adcms
dd Federal Arbitracion Act de J07I947 hay an 49 leyes de los estados que
formao parte de los stat11Us o codu en ruestin con un promedio de 10 a 15
secciones en d captulo sobre "Arbitration and Award", cf. la compilacin
cn Arb. J., op. cir. r82-187, y el proyccto de un Arbitration Act debido ai
Arbitrarion Act Committce o f the Am. Arbitraon Associ:ttion: ibd. 201-209.
Pcro dentro dd cuadro de esta unificacin dei procedimiento se quiere conseguir
un extenso control objetivo por medio dei recurso ai juez ordinario ( orJ"s
vacating a:card ), as por ejemplo por recusacin de solicitudes de pruebas
"pertinentes e importantes para la controversia" (sec. '7 lit. c.): lo cual es ai
menos un primer camino para lograr la publicidad de los precedentes.
~ En este sentido tambin las intervenciones de BREGSTEr.-.1 en el debate
que sigui a la ponencia (no publicada) de DoLLE sobre el proyecto de ley d<"
compravenra en la asamblea de jurHas germano-holandeses del JO.IO.I95J
en Dssddorf.
C.uTULO
xvm
70 "Casi siempre existe erta pugna entre una irutitun como esauctura y la finalidad a que ha de servir", Purc BRUTAU (n. I P) 18.,
.,
"
I
439
71 BouL'-'CER, Riv. dir. Comm. 49 273: "La concordana de los princpios en las diversas jurisprudenas nos obliga, pues, a rendir homenaje ai juez
por la fiddidad que sabe conservar ai cspriru del derecho positivo... y la
operacin es conducida con un instinto tan seguro, que a lo largo de los daechos posiri\'os de la misma famlia espirirual apareceo los mismos prinpios."
72 R\DBRL'CH comprende mal esta ley en su polrnica, transida de escepcicismo pragmtico, contra las "noones necesarias dd daecho" de At:STIS.
a. su ensayo {n. I 88 a) 530 (532): Los princpios jurdicos, incluso los de
naturaleza fundamenral, son comuncs a varios sistemas de derecho no por dccto
de una nccesidad lgica, sino slo por una coincidcna ms o menos osual de
la.s condiciones sociales y la sensibilidad jurdica." La "casual" coindcncia
de circunstancias y convicciones no conduce, por su parte, "casualmente" a
soluciones que son substanc:almcnre anlogas. Fue un mrito dei Dcrccho natural alemn d captar el valor demostrarivo ontolgico de talcs coincid~:ncias. No
es casualidad que fuaan las grandes comentes iusnaturalistas de las filosofias
estoica, aristotlic~escolstica e "ilustrada", las que dcstacaron d c:~dcrer universal de! Derttho.
73 Aqu h:~sta en las medidas legislativas la uniformidad salta oda vez
ms a la Yuta. a. la discusin acerca de las formas de la interveno estatal
en d daecho econmico (por ejemplo, de HUBER, Bana), Veroff. d. Vaeinigung dtsch. Staatsrtthtslehrer XI (1954) 113 (12J)
XVIII. Princpios
,.nitJ~ules
74
a.,
JZ 1953 754
75 a. Rn, Essai
BoEHMER :
]6 a ..
'
'I
443
168 ss.
85 En este aspecto, el mismo tema es tratado de un modo incomparablemcnte ms fecundo por F.-\BRE-SL'R\"EYER en su ponencia (n. V 32); en cambio,
la coponcncia de LID."DSTEOT, ibd. 367 ss., aplica criterios excesivamentc apriorscicos y francamente ilusorios a la racionalidad de las figuras jurdicas. Un
esperanzador programa para la superacin de la comparacin idiogr:fica de las
inscirucione.s en CRAIC (n. III 83) 50.
3 La lgica ohjc:va y la homogeneidad de las rareas del ordenamiemo demuc:stran muchas vc:cc:s su energa uninc:~dora ya en los conc~ptos fundamentalc:s de: la tica jurdica. Si estas conceptos, en esrrucruras tan diversas como las del derecho ingls y continent:~l. result:~n
no slo comparablc:s funcionalmente, sino que:, c:n grJn parte:, son
incluso snnimos de suyo, de modo que podemos traducir sin ms
void por "nulo" y voidabl~ por "anulable",'1 la causa consiste: slo c:n
86 (1866) L R. r Ex. 265. (1868) L R. 3 H. L 330.
87 l.cading case; Dlyth v. Birmingham lVatt'r.L'OTks Co. ( 1856). 11
Exch. 781.
88 Con rel.acin a la cau~a. medida y crculo de personas protegidas,
cf. l.a c.-volun que va ~e Thomas v. Quataffl4in (1887), 18 Q. h. D. 685.
y L.ne v. Cox (t&)7), 1 Q. B. 115 hasta Donogh1u v. Suvenson {1932),
A. C. 56z y Bo,.rhill v. Yo11ng (1943). A. C. 9z.
~ Ya BBCJCSTONE (Commenraries 3 s) define: "Todo lo que inquieta
o pcrjudiC<ll contrariammte a d~cho a otra ~rsona, es nuis~na."
90 Citas y material cn 38 Am. Jur. 8oz s.s. y 39 'l]) (Joo-326).
91 Sobre d sorprmdente paralelismo con la doctrin.a funcesa que se da
'
445
Lmius m la compar.zbilidad
"147
'
Ej~mplos
de so!t~cionrs 1111iuemzles
449
Q. B.
483.
\.
A. C.
ros.
453
"desnaturaliza" el principio formal, crcando, por ejemplo, nuevas catcgoras dd lAw of Restitution; 112 pero a cambio de un precio aurncica
mente jurdico: los criterios ticojurdicos que se transparentan todava
en cl concepto de la "justa causa" y que tod.1va en el de la lawful consideration exigen un juicio concreto sobre lo que va "contra la equidad y la
rccra conciencia", son ahora formaliz:tdos cn ,emido tcnico o bien "devaluados norm:uivamemc" .113 La dogmtic:1 transforma el pensamiemo
tico del enriquccimiento en regias del Derccho posicivo, situndolo as
en d plano tcnico y regubtivo de los actos comprobables, ms ali de
los motivos y de los juicios sobre la intencin. Slo e! coto reservado de
la turpis causa sigue siendo comprobable "notativamente", puesto que
fraus y dofus presuponen criterios ticos que no pueden subscituirse
por un concepto aurnomo de frt~us "en sentido jurdico" .114
La comparacin de los princpios ve en la superposicin continuamente renovada de formas y fines jurdicos una secuela de la evolucin
de figuras tradicionales dotadas de una finalidad dentro dd ordenamiento,
hasta convertirse en instrumentos racionales de valoracin y en un sistema que lleva an consigo aquellas antiguas formas de pensamiento,
de modo que deben tomarias en cuenta incluso las necesidades universales. Por eso las "regularidades fundamentales que proceden de la naruraleza de la inscirucin" 115 no alcanzan el mbito de las categoras
dogmticas. El principio fLo!a fLoiw~ no se aplica a las leyes culturales,
cn
y por tanto
la comparacin de insciruciones jurdicas no halla su material cn lo csttuctural, sino en lo funcional.
Podemos decir, con ~n: una misma necesicbd no obliga a derechos escructuralmente distintos a desarrollar figuras idnticas, sino slo
principias similares de ordenamiento, que son aplicados por medio de
figuras dispares. Aparte de las influencias de la escuela y de construcciones racionales, que slo flojamente enlazan con la propia tradicin, 116
las instiruciones slo son comparable:s en cuamo a su funcin, no en
cuanto a su posicin y concepcin tcnica. lnt~plead slo se puede
comparar con d "nombramienco de autor" alemn en cuanto ai fin de la
proteccin, no en su consttuccin,111 ya por el hecho de ser distintos
los supuestos dei dera:ho de cosas (por ejemplo, no hay rdacin de
mediacin po.sesoria). Las injmctions .slo pre.sentan coincidencias con
nuestras "medidas provisionales" (prescindiendo ahora de todas las discrepancias dd procedimiento) en lo referente a la necesidad de proceccin, no en cuanto a su alcance y siruacin en el sistema, puesto que
los supuestos de hecho materiales son distintos; pinsese slo, en el caso
de las "preteruiones de omisin", en las divergentes figuras de la doe~
oina dd ultr.s vires y de la nuis~nce. 118 As ocurre por doquier y ahora
hacemos caso omiso de conceptos de ordenamiento totalmente singulares, que dan una ordenacin distinra a series enceras de problemas.
As, formas mentales tcnicas como nuestra categora de "relacin interna y externa" pueden perfilar aspectos tpicos de los imereses y cuestiones
de imputacin en un concepto superior que se avenga con el esquema
de abscraccin de la escuela de Derecho comn, miemras que el
common law agrupa las mismas (y otras) delimitaciones bajo la categora,
ms notativa e intuitiva que conceptualmente caracterizada, de la privity,
la cual en las ms variadas cuesciones de la comunidad y sucesin jurdicas ( priCiity of blood, of contract, of estate) abre una amplia perspectiva que nosocros desconocemos.
I 16 Q. fa figura de ~gency of ne&essIJ como repruducon de Ja negotiorum gestio dd daccho civil sin la posicin sistemtica de sta. Ms dctalles
.,
455
--
122
Am. Jur. 19, 743 (Estoppcl 78) con material. lbd. 746 t3mb:n
sobre la funcin dcl moppel c:-n la prdida de derecho por adquisicin de buena
fc y c:-n dclxres de proporcionar y prestar garanr~.
123 Cf. ANSON, On Conr:racts (ANsoN-MJLES-BRIERLY, Principies of the
English Law of Comracts18 [ 1937] 379 ss.). Es de notar que tamrco aqu
rige una ciega lgica jurdica, sino- estamos en el reino de la equity -la valoracin de los interescs. Por ejemplo, cl derecho dd /u.u- que segn cl
sistema del commoTJ law cs un estale dcl dcrecho de cosas - no cs alcanzado
por d cfccto de! mcrger, si otros disfrutes o imcrcscs quedaran pcrjuJicados por
ello; cf. GotDSCHMIDT, artculo Real Propcrry cn R\gl. Hdwb. VII, B. Leadi11g
ca.se: in re Flercher (1917) 1 Ch. 339
u4 Sobre ello WtLLISTON (n. li 85) 1.865 y 3.r86; material cn Am.
Jur. 39 253 ss. La asunn de deuda acra tambin en scnndo novador
( t866), pc:ro ya no el assignmeru (cesin) scgn la ltima opinin (en otro
sentido todava ANsoN loc. c!t.), ya que la obligacin ancigua no cs discharged,
sino merely trllnsferred ( 1.86] A).
IZ5 Cf. los artculos de KNICHT, LAUTERPACHT, WtNFIELD y otros cn
38 L Q. Rev. 207; 52, 494 y 524; 54 '55 y t6z; 64, 230, 347 y 440.
'
457
Una y otra vez tropezamos con el fenmeno que nos anima a buscar
los pensamientos idnticos escondidos bajo la heterogeneidad de formas
mentales: que dcl extraro mosaico dogmtico resalta una imagen de
justicia que nos es familiar, pucsto que est determinado por la realidad
y la cultura. Y a en orras ocasiones nos hemos referido a los problemas
de b responsabilidad ddictual y de! dcrecho de daos y perjuicios,
tomndolos como ejemplo. 126 El tratamiento :~plicado por el common
law partiendo de los rem~di~s histricos, tal vez haya dificultado b formacin de un sistema :1 ba~e de instituciones y supuestos de hecho en el
que los princpios racion:~les aninconan cada vez ms la auroridad de bs
regbs, pero en modo alguno ha podido detenerb. 127 Hemos visto como
la n~gligence se ha convertido en una doctrina cada vez ms firmemente
cimentada sobre los princpios racionales de responsabilidad, que en
conjuncin con la nt1isanu tiene por misin resolver los modernos
problemas dei trfico y de! riesgo de empresa.u8 Los problemJs as disfraz:~dos de la strict liability, por dangerous chattles y por personal,
h:~ce ciempo que no c:~ben en los vicjos vestidos de la doctrina de r~s
ipsa loquitur y de la categora de master and urvant. En todas partes
son objeto de la mism a ponderacin, solucin y esrimacin crtica, tanto
si se trara de la seguridad dei trfico, como de la responsabilidad por
los auxiliares o la del Estado por sus rganos. 129
'I
459
v;
'\
IA figura dd trust
141
Porque "la considuation dcbe salir dcl promi.s:trio". De rodos modos pucden admitirse los ca,os cn que un cercc:ro coma a su cargo d cumplimiento en lug;u- del dcudor, cf. RHEt:>;STEt:>; (n. I 100) I I 3
142 Tweddel v. Atkinson (I861), I B. 8.5. 393; reconocido como luding
case desde Dunlop Pneumatic Tyre Co., Ltd. v. Sdfridge & Co., Ltd. {1915)
A. C. 847 LoRD Hu.nA:-:E decl:tr finalmcncc que el derccho ingls nada saba
de un ius quaesit1m tertio. :tl.fs comprensiv:t cs la prctica norceamericana,
cf. ya lAu:rence v. Fox (1859) 20. N. Y. 2~.
143 Desde la escisin de legal right.s y equitable interests, o bien desde
el dualismo cn la proceccin jurdica del legal state y dcl beneficia/ owner.ship.
Fundamento: cl Stacuce of Uses de Enrique VIII {I535). a . RoTH, Der T rust
in sc:ner Entwicklung vom Feoffce to Uses zum Ameribnischen T n1st Co.
{1928). Aqu se formaron los uso como un medio cquit:ttivo de evicar la infcudacin de tierras cn caso de marrimonio o muerte por medio de un tm.st
{feoffment u:ith deliuery of seisin para toda la vida), tambin con "supresin
dcl uso pasivo", de la contraprescacin, cn la que d seiior feudal hubicra podido
intcncnir. Desde r66o cl Canciller prorc:gi los uses en calidad de tmst en cod:t
conueyllnu. aiiadimdo mito and to tbe use of X in tmst for Y. Cuando falcaba
este aiiadido, c1 cnajenmtc pasab:. por beneficiatio de un remlting tm.st, cf.
HAXBL.RY (n. IV 332) I66. Desde 1925 la figura de los 11se.s ha quedado anticuada incluso formalmente, ya que la conueyllnce (en equity) procurJ d pleno
derecho real, y d fee simple incluye la absolute posse.ssion in lau.. La antigua
definicin Equitable rights and interests are i11rll in pcrsonam, 110t iura in rem
(as todavia MAITUf'o.'D, Equiry, I 2) ha perdido hoy su validez; cf. HoHFEI.D
(n. Ill 321) I 15 ss. Pero cs tambin falso consider:tr cl tmst como figura dd
dc:rccho de cosas, cf. H.~l'\Bt:RY op. cit. 2 3
impomntc, con una secular autoridad incluso en este campo. E l promisario es considerado como trMSke dd tercero, cuyos derechos vienen
entonces a corresponder a los del bmeficry de un er,st.m Aunque
falta1 los fondo!! de un trMSt, y aunque cn d contrato no suele tampoco
hacerse mencin alguna dd trust, esta forma se ha impuesto por ser adecuada a la defensa de los intereses, 1 ~5 e incluso las leyes hacen de ella
un uso oficial para legalizar la citularidad de un tercero. 1" Es cierto
que d sedimento histrico producto de su particular procedencia dei
derecho de cosas, resulta un obstculo para su papd equiuble en d
Dem:ho de obligaciones. Una vez aceptada la existencia de un tmst,
ste no puede ya ser derogado por las partes contratantes solas; 147
menos S2sfactorio es an que d beneficiaria, por su parte, no pueda
accionar, o en todo caso no pueda hacerlo sin la colaboracin del trustee. A pesar de todos sus intentos, la prctica no ha bailado hasta ahora
rungn camino adecu:Jdo 148 para dar ai favorecido por un contrato
144 Cf. CoRBTh: (n. I 1o6' 12 (r7). Sobre la evolucin de la equity hasta
d . MATTL\t-1> op. cit. 44, y HANBURY op. cit. 117.
145 a . despus de los intentos anteriores: Tomlinson v. Gil/, ( 1756)
Ambler 330, Gregory v. Wi/liams (r817) 3 Mc:r. 582; lAmb v. Vice (t846).
6 M. & W. 46]; la fundamental resolucin Robertson v. W.Ut (r851). L. J.
Exch. 209 con las palabras de PARKE, caractersticamente antidogmticas: "No
tcngo duda alguna de que los demandantes, como trustees de E. & Co., rienen
dcrecho a recobrar la cantidad entcra." En los casos pontT.orcs se bace simplemente remisin a estos precedentes; as en Touche v. Metropolittlin &ilway
(t871), L R. 6 Ch. 6]1, y, despus de promulgada la Judicarun: Act, en
Uoys v. H~~rper (188o), 50 L. J. (Ch.) 140. El crdito que subsiste en la
rdacin interna de los contratantes se coruidcra como una especie de trustfonds
( tTiutres), lo que es claramente un circulo vicioso.
<t6 Es caracterstico que la primera vez apareci~ra como ficcin: d.
seccin 11 de la Married Women's Propeny Act (t88:z) respecto ai seguro
de vida.
147 a. PoLLOCX, Principies of Contract (1946) 163.
r<fl! Ejemplos en CoRBIN op. cit. r8-zo. T oda.s las argumentaciones careceo de jwtificacin dogmtica. a. fa.s exposiciones de T OMLIN en Royal
Exchnge Assltlrilnc,e.v. Hope (1928), Ch. 179: cuando d "vetdadero contenido"
dd contrato JCa que Wl.1 de las partes contrata para d terccro como trNstee,
entooces es "claro" que slo podra reclamar judicialmente sus derechos en favor
dd tm:cro. Pero si d tr~tu no quisicra reclamar peoonalmente, tambin el
bmefici6ry podrCa hacerlo en ausencia de aqul, etc.
este punto,
ajeno la posibilidad de deducir demanda, de modo que quedara exactamente en la posicin jurdica dei trustee.ue
Es conocido d empleo que hacen los juece.s de la figura de! trust
como mocivo para encablar una demanda encamiruada a.Ia re.stitucin en
la relan propietano- poseedor en caso de adquisin in vlida ( constructiue trust) o para la pretensin de entrega del enriquemiento
contra la disposicin eficaz de un no titular ( resulting trust) y en
general como equitable remedy en caso de enriquecimiemo injusto. 150
Pero esta vinculacin fiduciaria, aceprada como substancia implcita dei
contrato, de la q ue se ha dicho que "todo bien considerado, es la contribucin ms importante de la equity", se encuentta tambin usada
como instrumento de vinculacin en el testamento recproco, 1n para
comervar ai cirular los resultados obrenidos por otro en el negocio, 152
para la liquidacin de danos a tcrceros, 163 para d negocio de comisin, 16
y para rodos los casos posibles de proteccin jurdica inmediara dei que
ha sido afectad o por la actividad de otro, sea negotiorum gestor, agent,
tenat for life, partner o employu. 165
Con una 6nalidad muy semejance, la action directe de! Derecho
fr:mcs abarca casos de este pensamiento fundamental en los que el
derecho de un:1 persona formalmente inceresada ha de ponerse ai servicio de los imereses dignos de proreccin de un tercero- sin atender
a bs excepciones derivadas de la situacin ju rdica personal de! mediador.~&& La prctica puramente judicial ha desquiciado la opuesta teorb
154 T nm for Sale, M. WoLFF (n. V 84} III, 78; sobre las cuestiones
obscuras (problemas de soporrar d nesgo) HANBl:RY op. cit. 6g.
155 0.\WSO~ op. t. 33
s6 Sobre csto cl trabajo fundamental de \VAHL (n. Il 6;). Sobre d
conjunto dd problema d. HEINZ WAGNER, V ertragswirkungen gegcnbcr dem
Einzelrechtsnachfolgcr im franzosischcn Rechr. Ein B~itrag zur Lehre von der
Rdativ:itat der Venrage. Diss. Mainz, '955
\.
' I..
FeTtllidad
d~
La figura dei trust y la mu!titud de creaciones en que la jurisprudencia inglesa ha formado a partir de la estrecha proteccin especial
de! usus, nunca hubieran podido vencer con tanta facilidad las dificultades derivadas de la privity of contracts, si d principio fiduciario no
estuviera tan ncimamente avenido con el peruamiento jurdico germnico.m Sin embargo, un principio semejame, como hemos observado, carece de vida propia, y slo da pruebas de su existencia, manifestando sus puncos fuertes y dbiles, en las formas creadas jurisprudencialmence. As resulta que ningn otro derecho, ni siquiera el alemn - impregnado y vinculado como est ai mundo de formas romanscico- ha encontrado una "expresin" equivalente para cal situacin
de intereses y para su solucin. E! "pensamimto" de la fiducia, a pesar
de! favor de que acadmicamente goza su peculiaridad y con todos los
sutiles :mlisis que se han hecho de sus funciones,ua sigue simdo entre
nosotros una plida imagen, cuyos reAejos en la doctrina de la representacin y el contrato de! derecho comn se haban casi desvanecido,
cuando una vez superado e! esquema de codificacin de la dogmtica,
consigui reencontrar sus huellas en las nuevas creaciones de la vida
econmica e incluso en los tipos concractuales de! BGB. 164 Con [Qdo,
en los campos ms importantes de la participacin de terceros, de la represemacin indirecta, dd poder y de! ejercicio fiduciario de un derecho,
las perspectivas romansticas como escisin dei derecho, etc., escaban
ya demasiado afianzadas para que la nocin de la fiducia pudiera desarrollar aqu una eficacia anloga a la de la nocin de! trust,u5 y por lo visto
ltimamcnte por \VAHL (p. 220) de "casos que esc.apan por completo a una
clasificacin general". La relacin con la idea jurdia que acta en cl principio
de subrogacin :1parcce t:lmbin en la figur:1 paralela de la action obliq11~
(\VH.\L t8 ss., 115 ss.).
162. Cf. BEYERLE, Die Treuhand im Grundriss des deutscheo Privatrechts
(19J2).
163 Cf. SIEBERT, Das rcchtsgcschaftliche Treuhandverhltnis (1933). Este
autor distingue acertadamente: funcin de simplifiacin, de circumenn, de
ocultJcin, d~ seguridJd, de administrJcin, etc.
&f Cf. BEYERLE loc. cit. Acerca de la influencia sobre 1:1 sistencia dd
derecho de obligaones, d. mi l chrbuch dcs Schuldrechts, 34 y 249 ss. ad
uocem tipos de Tr~Nhtmd.
165 Cf. StEBI.iRT op. cit. 2.14 ss., 232 ss. Sobr~ cl cstanamiento de las
30.- Esaer.- De~bo Privado
su ayuda no nos cs tampoco en absoluto nccesaria en materia de enriquecim.ic:nto.1" As la figura anglosajona dd ln~st en sentido corporativo
queda en Alemania, lo nsmo que c:n otras partes, como un bloqu"e
errtico que destaca aislado c:n~ la sistemtica de las pretc:nsiones deJ
Dero:ho vil.167 Un suelo mS favorable halla en d derecho de saedades.
El avance de! trust ingls con su incomp:~rable daboracin de! pensamiento jurdico, le asegur un papel conducror c:n las cuesciones de
la asociacin cconmica por c:ncima de orras soluciones nacionales, que
a partir de su estructura no podan ofro:er ninguoa forma de organizan dotada de la misma capacidad de adaptacin y de cal adecuacin
ohjetiva.168 En d phnomene de /11 migr11tion du trust aparece clarafiguras al~anas de Trel4bt~nd cn ottos campos (derecho de cosas, procesal}
d. WRDIGER, The German Trust: J. Comp. leg. and lnt. L. 33 (1951) 31.
166 "En apariencia"; d., en efecto, los dilemas que se plantean ai querer
bailar una solucin con d 816 BGB, as cuando d disponente no tirular ha
t"najenado por su parte sin il4sta cal4sa. En lugar de la doble condictio. BoEH
MER ( [ n. I 74 J 27) propone considerar ai mediador como trl4stee dc:l empobrecido; esto es common law.
167 "El trl4st ingls se ha implantado por todas partes como un cuclillo
en el nido de los derechos derivados dd romano", observa con injusta e instructiva hostilidad LEPAULLE en la coponencia seguidamente citada remicicndo
a las observaciones de AMos sobre la carccra triunfal dd trl4st: 50 Harv. L.
Rcv. 1.263.
168 a. la ponencia de WORTHLEY', la notion de "Trust" et ses applicacions dans lcs divers systnes juridiques: Actcs du Congres lncern. de
Droit Priv (Roma, 1950); Anales dd Inst. romano para la unificacin dd
Dcrecho privado 11 ( 1951) 185. Adems la coponencia de LEP.-\ULLE ante-; citada ibd. 197 ss. LEPAULLE describe esta migwion por Nom y Sudamrica,
la influencia sobre la concepcin cspaiiola e italiana de la rdacin fiduciaria, los
t"sfuerzos de los autores alcmancs para delimitar y dasificar este elemento extrano; explica luego su recepcin legislativa en Sud:~mrica, CanaJ, J:~pn, hasta
en cl derecho internacional (sobre cllo los informes de los di<imos p:~ses, ibd.
209-221). UPAULLE caracteriza la repugnancia del pcnsam1cnto romansrico
bacia las figuras poco claras y d abandono de este prejuicio ante la marcha
de los ticmpos, que por su p;u-tc es tambin obscura y difcil de calcular: "la
agilidad dd trMst es d corolario de la imprevisibilidad del fururo." 'Todos los
que han visto hijos arruinados por las regias de la rutcla y mujcres reducidas
a la miseria por el rgimen dou!, me comprendern lo bastante para que sea
intil insistir." Pero este autor pasa por alto d origen demcntalmente jurispru-
"
remontarse a su conexin funcional, ai "sistema interno" de las instituciones, para hallar el pumo donde puede establecerse la comparan.
Enronces se ve que la coincidencia de los resultados, y hasta de las
propias doctrinas, no ciene nada de casual. Concordancias tan extensas
como las que muestta la tcora de los vcios de la voluntad en e! contrato, por ejemplo, vienen determinadas por la rcalidad, puesto que
son decisiones ticas y no polticas las que prescriben la solucin, cuyas
consecuencias singulares estn fijadas por la conexin funcionaJ.m Lo
nico que hace la diferencia tcnica de los conceptos es destacar con
mayor fuerza e! hecho de que en los diferentes mbitos jurdicos e! mismo juego de factores conduce a soluciones equivalences. 118 Con slo
poner b atencin en b misin scalada a una figura nacional p:m
conseguir una determinada regulacin de los intereses, se advierte en
seguida que las discrepanas de la construccin dogmtica sirven precisamente para llegar a los mismos resultados p:~rtiendo le sistemas
distintos.
Esta comparacin funcional vienc a veces dificultada por e1 hecho
de que muchas cuestiones modernas son tratadas por la tcnica oficial
a partir de figuras dogmticas fundamentales que histricamence poscen
unJ significacin de! todo distinta. Estas figuras persisten :~un despus
de la introduccin de nucvos pensamientos, hasta que stos se han conquistado un lugar firme en la doctrina. Entonces las mximas clsicas
se superponen con las nuevas soluciones concretas y conservao su valor
de ordenamiento para los nue,os campos del Derecho, en los que
apadrinan una nueva judicaturaY' Es bien conocida la conservacin
171 As con razn RIPERT (n. I 40) 75 ss. Entre ocras cosas dcscribe d
abandono de: la doctrina realcicoconceptual de! 11iu dn contrat cn fa\or de
una conccpcin rdcolgica de la prorcccin a la confi:wza y la atcncin a la
adccuJcin material dcl contrato, por cjcmplo cn razn de una lacsio enormis.
1 i3 Jcc.-~. lo prueba por medio de: un completo cxamen de los sinnimos
jurdicos (d14rcss, etc.) de "violcncia" (n. I 1o8).
lj4 As b citada teoria de la "asuncin voluntaria dd riesgo'' cn materia
de viajes de favor, Jel nivdamiento de danos c:n supuesros de responsabilidad
escricta, etc., cn una palabra, en los nuevos campos de: una discribucin dd
ricsgo cn los que no cabe aplicar la mxima volenti 110n fit iniuria, ms bicn
hay que emblecer: "se ha obrado a su propio riesgo"; d. Smerkinicb v. N~o.~.
port Corp. (1912), ~ L P. 454 y Gilmour v. Utlfast H.ubotiT Commissioners
.,'
E/ prinpill de la mn{ianz11
47 1
.........
.
cin por d solo cfc:cto de la voluntad no puedc: justificarse ni p.sicolgicamc:nte ni por los dogmas de una metafsica jurdica, sino q~e una
de.cisin que acie:nda a la justicia prccic~ dehe atender ms bien a la
siruan de la contraparte del dc:clarante. Este conflicro de inrereses
entre d dc:clarantc y d que conHa en la dc:claracin se nos aparece
en todos los sistema.s como un problema dd Derecho: ~Quin soport4
c:l riesgo de la seguridad de una dedaracin, sea cn caso de discnso y
error comn O mutuo, sea c:n caso de culp in contr4hendo, . de error o
de misrepmmution? Por un lado encontramos posibilidades de reso.
lucin, ms por el otro tambin de indemnizacin por daios a la confianza.m Pero tambin encontramos en todas partes prinpios anlogos
179 El "pcnsamiento jurdico" implcito en 122. BGB es universal y
tambin en d common Lr.u es entmd!do como principio iodependientemente
dcl problema de la esauctur.a: "Cu ando una prdida o dano ha de caer sobre
una de dos panes inocentes, debcra ser soportado por la pane causante del
error que ha exaa\-iulo a la oaa", Afmson v. B11nks, 18o lowa 1o66, r63 N. W.
6o8, L R. A. 1918 D. 4Bz. Sobre la dogmtica en la esauctura dd common Lzw
cf. FULLER y PERDUE (n. III 107) 52 y 373 Es significativo que se pana de la
inculpacin deEctual, tal como est tambin a la base dd breach of contraa
y de la accin dei .ssNmpsit. la responsabilidad contractual descansa sobre la
promesa (= ccepud offer, que antes era por principio no obligatoria) como
un "tomar sobre sf' dd que bay que responder. De todos modos, ya aqui se
parte dd conocimiento y de! dc:ber de confiar del oferente, cf. Dickinson
v. Dodds (18]6), z Ch. D. 463. Sobre la concepcin del breach of contrae1 como
un caso de tort por abuso de confianza ( deceit) cf. RHEtsSTEIN op. cit. ZZJ4
La frad,Ieru misreprtsenwtion no ofrece, a partir de aqui, ningn problema
para la IICtion of deuit (pero d. Perry v. Ptell [r~). 58 L. J. Ch. D. 864~). mimtras que innocmt misreprtsenwtion presenta ms bien d carcter de
una cuestin de riesgo; cf. Pouoc.-, Principies of Conaactll (1946) 4:11; ANSON (n. V 123) r65; WJLUSTON-THOMPSON op. cit. (1937) 4152. No se aatl
aqu de indemnizar el daio entero, sino el "inters de la confianza". Partic:ndo
rlel 4JsHmpsit, esta motivacin en la rcscisin es bano problemtica. Hara falta
un lcding c.se "duro", como Britto11 v. THrneT (r834) N. H. 481, y aun entonces ~guira rigendo la regia, difcilinentc soportable: "no se concede ti.SsNmpsit por obra y trabajo, cuando no pucde denegarse el cumplimiento parcial";
cf. supra cap. VI o. 11 65 sobre Hadley v. Baxcndttle. Un caso extremo de la
atencin continental a la proteccin de la confianza en materia de error: la ley
sueca de 11.6.1915 (lftlwl Llgb) en 3% I, que, a la manera del estar estopped.
en caso de supuestos de error no conocibles no permite la impugnacin, ni
siquiaa contra compensacin de los daiios a la confianza. As rambin el 9CI
'\..
E/ principio
d~
14 confianu
473
17-1
conttamos de una parte en los contratos aleatorios y, de otra parte, en los
contratos ,bnrimu flei.
La idea de la "proteccin dd trfico" conoce tambin stanars. exteriormente uniformes. En primer trmino da lugar a una s~e .de axiomas' sistemticos: as la denegacin de la nceptio ex iMre tertii, la naturaleza "absrraeta" dd poder &ente a la relacin interna, etc. 181 Luego
procede a crear aqudla innovadora judicatura sobre la responsabilidad
por apariencia jurdica en supuestos de hecho putativos, que hoy se
abre camino por todas partes y ejerce importantes repercusiones sobre
nuestta dogmcica de la "causa" de la vinculacin obligatoria en d
contraco. 181
"concuJcacin positiva dd conuato" sean tambin muy afines en ouos derecbos; d. Am. Jur. 19, 70 y 86 (Equir:y, 47 y 7o). Sobre la evolucin y la
ddiruiracin en Inglaterra d. NtRK op. cit. 337/339
181 d. PERREAU (n. V 25) 187-1 ~.
r8z Cf. EtCHlER, Die Rechtslchre vom Veruauen (195o); peco ya tambin HARTMA!Ioo'N, Wort und WiUe im Rechtsverkehr : lher. Jb. 20 (t88z) I
(adems AcP 72 [r888J r6r); WsusPACHER, Veruauen auf ausscre Tatbestiinde (t9<J6}; Hn.DEBRANDT, Erklarungsbaftung (1931) y ouos. Derecho comparati,o : PATRY, Le prncipe de la conliance et la fonnation du conuat en
droit sui.sse, tesis, Ginebra 953 Para la evo)ucin francesa, los supuestos de
hecho putativos cn PERREAU op. cit 199 ss. y en Vouts (n. 11 ~) 285 ss.,
444 ss. Este termina sus consideraciones sobre la bonne foi d.ms f t~pparence con
esta obsnvacin : "No hay, pues, ms remedio que consideraria como una
institucin onginal, cuyo artesaoo es una juri.~prudencia abundante (a saber,
JObre las especies dd estado de hecho, sociedades de becbo, contratos de hecho, etc.), apoyada c:n una docttina que la aprueba" (op. cit. 444). En
coincidencia con la doctrina italiana (STOlFI, l'apparcnza dd diritto [ 1934)
y otros) formula los pensamic:ntos jurdicos dd contenido: las siruaciones de:
hecho a las que por lo regular com:sponde un supuesto de hecho jurdico, pueden ser equiparadas, para el trfico digno de proteccin, a los supuestos de
hecho juridicamente dicaces de instiruones correspondientes. Quic:n crea o
tolera dentro dd mbito a su alcance un supuesto de hecbo de tpica relevancia
jurdica, de modo que un terccro, por medios de! cxamen que le es cxigible, no
puede reconocer este vicio, debe pa.sar porque el supuc:sto de becbo sea eficaz
contra s misn10 (teoria de: la apariencia, op. cit. 361 ss.). Eo sus fines esto
corresponde a lo que bace d derecho anglonorteamericano con d estoppJ in
fllis (by cond11ct, by silence, etc.), d. supra cap. III, n. I 99 y los casos en Am.
Jur. IC). 799 ss. (Estoppd r48 ss.); d ., por ejemplo, Sugg v. Connecticl't
M,t. L. lns. Co., 10 Wall (U. S.) ;BC). 19 L c:d. I.OJ8, res~., a un agente
\.
'I
Lmit~s d~
la /1b~rtad de contratacin
475
477
---
si d comparatista
+1132
191 As RJPERT eo ru muy detallada cnumeracin (n. I 119) 643/+1
479
Derecho civil se nos aparecen las mismas tendencias de soLucin con sus
expresiones dogmticas adecuadas, tanto en la esfera contractual como
en la delictual. 192 Consignas como force obligatoire du contrat, relatiuit de l'obligation, consentemmt tadte, tborit de fapparence, cause
licite, impossibilit ordre pubc. forman, en unin de las correspondientes doctrinas de otros sistemas, una unidad de sentido fundada en la
lgica objetiva a la que, dadas las mismas condiciones, obedece la recta
elaboracin de una eleccin de orden:tmiento hecha de una vez p:tra
codas. 193 Y no de otro modo ocurre ms 11l. de las inscituciones de derecho material en sentido estricto, lo mismo si consideramos los princpios reconocidos del ejercio dd derecho o los de la prueba o la imerpretacin.194
El recurso a la "naturaleza de la cosa", aux prncipes qui rgissent
la matiere, pierde, visto desde aqu, el penoso aire de recurso para salir
de apuros, que presenta en la prctica de los rribunales inrernacionales. 195
Ahora es ms bien expresin de la atenn prestada a las leyes interiores que regulan la relan entre los ptincipios sus fines, tanto en el
Derecho axiomtico como en d pragmtico. Esta perspectiva lo nsmo
vale para las docrrinas de! ca.se law como para las figuras dogmticas
de los sistemas cerrados,
con ello nos proporciona la clave para su
calificacin en elDerecho imernaonal.19' Cmo un principio ~emejante
se hace valer tcnicamenre, sta es una cuesrin de la estrucrura dogm-
239 ss.
'95 VERDROSS op. cit. 247.
1!1) AGO (n. I 2:17) 6r ss.
.J
--
tica. La usura puede tratarse como un caso especial de ne influence; 1" d resarmiento del mandatario puede construirsc, al modo romnico, con una Actio contrAriA, o derivndolo de la rdan 6duaria o
de la idea de enriquecimiento; la imputan de danos extraordinarios
puede sc:r delimitada con d concepto de remoteness; los danos a soportar
en caso de morA AcdpienJi pueden tratarsc: segn la figura continental
o segn la anglosajona dd tender: 198 pero una prctica y una legislacin
inte.macionales habrn de partir siempre de las ideas bsicas que operan
detrs de cada una de estas figuras. 191 Ella.s son las que en las series de
las judicaturas nacionales producen aquella coindena cantas veces
observada de los result:\dos, incluso en los pases en que b jurisprudena enfoca d problema con medios dogmticos totalmente distintos.200
r97
1~
a. 3 r dd .vw ugb.
v.,,
\
Regularidt~d
intcrntl de un Derecho
Eaer. -
De~ho
Pri\'lodo
'
453
440, 466
Bohlcn, 127, 246, 421
Bollnow, 3~ 391
Bonnc:casc, 33 r87, 194.
199
418, 475
153,
252,
265,
286,
4I],
250,
26-t,
285,
416,
n.
Fifoot, 2.40, 44 r .
Frank, Jerme, z8, 237 2.46, .z~, 351
Frankenstein, 46, 430
Frmicourt, 223, 314
Fryer (-Benson), 35 201, 301
Friedmann, 26, 35 165, .zo7, 238, 243,
2.44,258, 295, 2'fi,3o2,337 345441,
452
Fries, 109
Fuller, 39 21 3 295
Gaudemet, 186, 188, zo8, 371 375
Gny, 20, IJ7 170, 224, 227, 232, 248,
283, 324, 361, 368, J84, 393 477
Gerland, 353 356, 358
Germ:mn, 12, 226, z32, 330, 335 354
v. Gierke, 0., 381, 382, 410
Gooderson, 249 .z;o
Goodhart, 28, 34 35 174 7.34 237 7.45
249 z5o, 2 51 333 35 358, 372
Gramsch, 84, 1rj}
Gray, J. Ch., 25. 2i, 249. 254
Green, L, 141, 2~
Gurvitch, .zo, 3~ 370
Gurteridge, 25, 165, 291, 337 422, 477
Gutzwillcr, 72, 132, 195, 348
Haesaert, 21, nz, 140, 311, 365, 453
Halsbury, 1&t, 297. 3'fi
Hanbury, 83, 244, 274, 388, 417, 418,
461
Haupt, G., 44 211
Hauriou, zo, u4, 134 197. 313, 405
Heck, 141, 225, 232, z83
Hedcmann, 122, 151
Hellwig, 326, 36o
Hcrzog, 20, 30, 34 165, 279, 314, 342,
349 353 356, 357 374 395
v. d. Heydte, 16, 57
Heymann, 115 386, 422
v. Hippd. F., 8, 9 14, 25, 38, 195. 202.
203, 281, 384
Hoebel, 27, 370
Hohfeldt, 21, .z8, 2~, 461
...
'
'
'I
Casustica
- Y (ormaciO de priocipios. 32, lU SS., 312 SS., )16 SS., 310 SS., 3'f9 SS.,
353 3cfi ss.
- y Dogmtica, 75 33'f. 350 ss., 394
Causa, como ejcmpJo dd proccso de fusin cn la COO<%pcin si.s~tica, 58 ss.,
.,'
49 1
-~o
judicial
su legitimacin con pttuamicnros jurdicos gmaalcs, u, 311 ss., 333
357 ss.
- nettsidad de garantiur su objc:tividad, z3 36. 66 ss., 350, 382 ss.
Derecho judicial como fum~ de ~o (vid. umbin "Prccedemes"), 15:1 ss.,
-,6 ss., 11)9. 352 359> 3li4 ss.
Dcrecho natural
- c.arctcr positivo de los "supremos principias dd ~o", 6, 52 ~-. 68 ss.,
343 4 2 4o8
Eq,ity
-
..
'
'I
493
Equity
- principl~s and maxims of, 129, 274 ss.
- y ~~~quittts en cl Derecho codificado, 78, 8I, 86, 310, 4I8
Equivalencia de las figuras dogmticas (vid. tambin "Comparacin funcional").
7 ss., 9 42 343 ss. 440 ss., 442 ss., 452 ss., 457 ss., 4li? ss.
Espr:itu de la ley
- punro de partida: '90 223, 231 ss., 333 ss., 395
- y docnina, r88, 221 ss., 372, 394
Estatalismo
cn la tl'ora ele las fuenrcs dcl Dcrccho, '4 ss., I31, 163, 365 ss.
y rcpudiacin cld Dcrccho dl juristas, 191 s., 309 J27 368, 372 ss.
y d problema de la calificacin cn cl Dnecho Internacional Privado, 13I,
170, 376 ss . 427
Estoppel. 41, I62, 274 s., 403, 448, 455
Estructura y comparann d~ institucionrs, 377 ss., 409 ss., 429 ss., 440
Ltica
- y "pensamicntos fundamemalcs", 68, 75 ss., r8<f, I88
- y dogmtica, 39 78. 286 ss., 48. 453 ss.
- y creacin de pr:incipios, 39 75 452, 467 ss., 4]6 s.
- verdades ricas y princpios prejurdicos, 19, 39 40, 68, 75 78, 94 I88, 421
45 1
21,
39B
ss., 436
Im~visin, teoria de
la. 312.,
8-J,
404
27 378 434
Jurisprudencia constructva
- su justilicacin, 61 ss., 78 .s.s., 2o6, 303, 383, 424 s.
- rn el common l11w, 237 .s.s., 300, 337 .s.s.
Justiciabilidad de los princpios, 91 .s.s., 103 .s.s., 356, 384
lndia analtico
d~
conaptos
495
Leges 11rtis, 105, 117, 138 ss., 266, 279 332, 399
Legislacin judicial, 5 11, 23 s., 30, 247, 310, 323, 340 ss.
Ley, su conccpto, formas y cambies, 3' 309 ss., 367 ss. 38o
Libcrtad de contratacin, 62, 90 204, 420
Libre rech~rche sr:imtifique (vid. rambin "Doctnna acrediuda"), 104 ss., 22,q,
13 1 141' 197
de un sistema y mtodo dcl hallazgo dcl Derecho, 67, 141, 286 ss., 301
su importancia para cl Dcrecho material, 144 ss., 197 ss., 2~ ss., 379
- y mtodo dei Dcrecho dei Caso, 29, 265 ss., 2~
- y Leges tJrtis, 119 ss., 141 ss., 399
Lgica objetiva
- elemento de la crcaein judicial, 72., 8o, 93 ss.
- causa de uniformidad cn las soluciones, 20, 130, 203, 439 ss.
- hctor de sistematizacin, 7 ss., 39. 62, 103, 137, 266, 299, 479
-
Mximas
- equivalcncias de la reora, 117 s., 144 ss., 401 ss.
- su importancia en d "sistema abierto", 105, 127 ss., 259 ss.
- su concrccin en dogmas, 127, 138, 402 ss.
Monopolio poltico dcl Derecho (vid. tambin "Estatal.ismo')
- y dccadencia dei Derccho, 33 38o ss.
- e incorporacin de los princpios jurdicos, 17, 1~
Mutabilidad de los princpios, '90 222, 4'5 ss., 438 ss.
Nacioncs civilizadas, princpios jurdicos rcconocidos por todas las, 16, 37 44 ss.,
56. 478
Nacuraleza de la cosa (vid. tambin "Lgica objcci\a")
- en la transformacin de los posrul:~dos ticojurdicos, p, 87, 103, 129 ss.,
Ordu public (public polir:y). 68, 77 92, '34 283, 456, 475
Oucrruling, &). 239 ss., 26o, 352, 418
Ouerst4Umtnt, 250 s., 350 s.
f,.J;ce
~rJU&ico de couceptos
3n.
..
34
Pr:cricos, Derecho y conccpciones ele los, 10, 6r, 143 ss., 282, 3'3 344 ss.,
'
497
37 ss., 399
11, 34 36,
)o6,
SS,
4?6
55.,
55.,
J! 3 337 344
331
5' 79