Carla Poth . Semillas transgnicas y modelo agroalimentario: un debate cientfico?

Estudios Rurales, Vol 5, N 10, ISSN 2250-4001, CEAR-UNQ, Buenos Aires, mayo de
2016 pp 1-11

SEMILLAS TRANSGNICAS Y MODELO AGROALIMENTARIO: UN DEBATE

CIENTFICO?

(Por Carla Poth)1

Sin dudas, las controversias en torno al uso de la ingeniera gentica como forma de
obtencin de organismos genticamente
modificados (OGMs) ha crecido
considerablemente en los ltimos 25 aos.
Especialmente, en lo que refiere a su uso
Y en este juego en el que se agrcola, centrado en la generacin de
juegan millones, el rol que ha semillas transgnicas, los debates y
cumplido la ciencia ha sido resistencias en torno a sus efectos en la

central. No slo porque es la salud han crecido en paralelo a su

formidable expansin global que ha
productora y reproductora
alcanzado ms de 181,5 millones de
constante de este tipo de semillas
hectreas, en 2014 (Clive, 2015).
GM, sino porque adems ha
aportado los principales Luego de tantos aos, el modelo de
argumentos que sostienen esta produccin agrcola, en cuyo corazn se
forma de produccin, por un lado, encuentran las semillas transgnicas, se
y que resisten y critican, por el sigue sosteniendo sobre dos

otro. aseveraciones que, al da de hoy, es

1
Licenciada y Profesora en Ciencia Poltica y doctoranda en Ciencias Sociales de la
Universidad de Buenos Aires. Investigadora de la UNSAM en temas relacionados con las
transformaciones en la estrutura agraria y el modelo de produccin de conocimiento
biotecnolgico. Docente de la UNGS.

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necesario poner en perspectiva. Por un lado, aquellos que se ponen el modelo al

hombro plantean que los cultivos transgnicos seran, son y sern capaces de
alimentar al mundo. Bajo una lectura neo- malthusiana del crecimiento poblacional y la
escasez de alimentos, la posibilidad de potenciar la produccin de granos conllevara,
para estos gures, a saciar el hambre global. Por el otro, y descansando sobre las
aguas de la anterior afirmacin, estos mismos gures plantean la inocuidad de estas
semillas tanto para el ambiente como para la salud humana y animal. Bajo ambas
perspectivas, la produccin biotecnolgica expande sus mercados, con el aval de los
marcos regulatorios globales.

Y en este juego en el que se juegan millones, el rol que ha cumplido la ciencia ha sido
central. No slo porque es la productora y reproductora constante de este tipo de
semillas GM, sino porque adems ha aportado los principales argumentos que
sostienen esta forma de produccin, por un lado, y que resisten y critican, por el otro.

En esta nota buscamos poner estos argumentos en blanco sobre negro,

contrastndolos con datos concretos que, lejos de ratificar, desmoronan el castillo de
naipes construido por los apstoles de este modelo basado en el uso de transgnicos.
En esta cruzada analizaremos los principios cientficos que fueron fundamentales para
avalar la expansin de esta produccin, pero tambin repondremos las corrientes
cientficas cuyos principios producen otras formas de conocimiento. En esta fina lnea
en que el hacer cientfico se torna en praxis poltica (sea este proceso reconocido o
no) es que se juega un proyecto de mundo que requiere ser develado.

Ms produccin y ms hambre

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En la actualidad, la produccin de granos (de soja, maz, trigo y girasol) en el plano

global casi duplica los niveles producidos hace dos dcadas atrs. Si para la campaa
1996/97 se producan 1.800 millones de toneladas de granos, para 2014/15 la
produccin alcanz los 3033 millones de toneladas2.

Sin embargo, an al da de hoy, y con estos nmeros que muestran el crecimiento

cuantitativo de la produccin agraria, no se ha acabado con el hambre. Un informe de
la FAO de 20153 ratifica que ms de 790 millones de personas padecen hambre
crnica y ms de 2000 mil millones poseen hambre encubierta, es decir, son
carentes de nutrientes. Es decir, esta
cadena alimentaria no ha generado los
alimentos necesarios para eliminar el
hambre.

La produccin de granos, en el plano

A esto se suma que la misma no es la
global, casi duplica los niveles
principal fuente proveedora de los
producidos hace dos dcadas sin alimentos globales. De hecho, slo
embargo, no se ha acabado con el provee el 30% de los alimentos utilizando
hambre. Un informe de la FAO de entre el 70 y el 80% de la tierra
2015 ratifica que ms de 790 millones cultivable4, mientras que la produccin
de personas padecen hambre crnica campesina brinda el 70% restante. Y a

y ms de 2000 mil millones poseen pesar de la ineficiencia de esta cadena

hambre encubierta, es decir, son mal llamada alimentaria, las

consecuencias de su expansin no han
carentes de nutrientes. Esta cadena
sido menores. Podemos citar la
no ha generado los alimentos
homogeneizacin de los patrones de
necesarios para eliminar el hambre,
consumo mundiales a la lgica de los
pero utilizando entre el 70 y el 80% de
pases centrales (consumidores de
la tierra cultivable slo provee el 30% animales de feed lot), la reduccin de la
de los alimentos. El otro 70% lo diversidad agrcola a slo 150 cultivos
aporta la produccin campesina. estandarizados (fcilmente
comercializables y apropiables a travs de patentes) y el constante avasallamiento de

2 Datos de la Bolsa de Comercio de Rosario,

https://www.bcr.com.ar/Pages/gea/estimaProd.aspx.
3 http://www.fao.org/about/what-we-do/so1/es/
4
Como contraparte, la industria agrcola utiliza ms del 80% de los combustibles fsiles, y un
70% de agua. Adems, deforesta ms de 13 millones de hectreas de bosques al ao

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As, de primera mano, los datos nos
la agricultura campesina que, en slo 30 aos ha sido dicen que la cuestin del acceso a los
capaz de desarrollar ms de 7 mil cultivos diferentes. alimentos no slo no ha sido resuelta,
si no que en contraposicin la
Ahora bien, si la cadena no produce alimentos,
entonces qu produce? Esta cadena s ha
expansin de este modelo pone en

multiplicado las ganancias de grandes corporaciones peligro las fuentes seguras de

globales que controlan los circuitos de los insumos alimentos sanos y diversos
agrarios (semillas y agrotxicos), las cadenas de
distribucin y de consumo. Hoy, Monsanto, Dupont,
Bayer, Syngenta, Basf y Dow Agrosciences controlan el 60% del mercado global de
semillas y el 76% del mercado mundial de agrotxicos, definiendo las dinmicas de
produccin de las regiones agrarias en todo el globo. El control que poseen las
empresas de estos insumos centrales, les brinda el poder de definir qu cultivos sern
la base de nuestros alimentos, si sern sanos o no y cul ser su calidad nutritiva.

As, de primera mano, los datos nos dicen que la cuestin del acceso a los alimentos
no slo no ha sido resuelta, si no que en contraposicin la expansin de este modelo
pone en peligro las fuentes seguras de alimentos sanos y diversos. Derribado este
mito, sobre el que hasta los cientficos se paran con el fin de justificar sus mltiples
investigaciones financiadas por multinacionales productoras de semillas transgnicas,
al menos nos queda pensar que quienes s comemos, estamos accediendo a
alimentos saludables. Pero, lo hacemos?

Qu comemos cuando comemos?

Las semillas genticamente modificadas se originan en los laboratorios donde, a

travs de tcnicas de manipulacin de germoplasma, se insertan genes de inters en
una especie determinada. As, la ciencia ha creado este tipo de semillas pero tambin
se tornado central en la evaluacin de salubridad de las mismas. En este sentido, la
ciencia ha tenido un rol poltico primordial en la configuracin de las regulaciones y la
legitimacin de los transgnicos, pero tambin (y cada vez con ms fuerza) se ha
configurado como un actor fundamental en las resistencias. Veamos los argumentos
centrales que recorren la discusin sobre si las semillas transgnicas son saludables o
no.

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Sobre las incertezas? de los organismos genticamente modificados.

Los argumentos que sostienen la inocuidad del OGM se sustentan en aquellos

preceptos tericos que dieron origen a estas tecnologas: hacia 1970, cuando la
confluencia de la Teora Gentica de la
herencia de Mendel y las lgicas de
evolucin del darwinismo, daban origen al
denominado Dogma Central del

La nica certeza contundente, entre Determinismo Gentico. Esta teora

reconoce que el germoplasma est
tanta incertidumbre sobre los efectos
protegido de las influencias ambientales,
de los transgnicos, es que los
lo que significa que si bien transmite la
organismos GM son inestables y, por
informacin gentica para determinar las
lo tanto, incontrolables
caractersticas del organismo, no recibe ni
intercambia informacin con el ambiente5.
Por esta razn los genes son inmutables y sumamente estables (salvo por
excepcionales mutaciones), lo que permite que [] identificando un gen, se puede
predecir un rasgo deseable o indeseable, cambiando el gen se cambia el rasgo,
transfiriendo un gen, se transfiere ese rasgo (Ho, 2007: 54)

Tal y como plantea Ho, para quienes desarrollaron y expandieron estas lgicas de
conocimiento el germoplasma toma el lugar del alma inmortal cuando la ciencia
reemplaza a la religin cristiana (108). Bajo estas perspectivas, la prctica de la
ingeniera gentica que produce estos transgnicos se sostiene sobre la creencia de
que la manipulacin gentica tiene el potencial para resolver todos los problemas del
mundo, dado que los genes determinan las caractersticas del organismo (59). En
este sentido manipulando los genes correctos se puede adaptar el organismo a
nuestras necesidades (59). Control, manipulacin y previsibilidad sern el caballito de
batalla de quienes encontrarn en la generacin de semillas genticamente
modificadas la gallina de los huevos de oro. La neutralidad del conocimiento
cientfico que las produca, sera la garanta de la que las empresas se valdran para
acrecentar sus ganancias a travs de la consolidacin de un nuevo mercado (el de las
semillas transgnicas) y la fusin de y concentracin de viejos mercados (semillas y

5 Esto es conocido como barrera de Weismann

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() han surgido investigaciones
agroqumicos) (Lpez Monja, et. al., 2009). que muestran la aparicin de
Transnacionales como Du Pont, Monsanto o Merck nuevas toxinas y agentes
invirtieron millones de dlares en sus propios
alergnicos-generacin de
laboratorios y tentaron a investigadores que se
enfermedes desconocidas, e
transformaron en los mesas de una neutralidad pro-
incluso enfermedades
transgnica (Goldstein, 1989). Ciencia y empresas
intestinales (por el consumo de
consolidaban as una cosmovisin y un lenguaje
comunes.
alimentos derivados de OGMs)

Pero esta no fue la nica mirada. Al mismo tiempo

que una parte de la ciencia festejaba los grandes avances en manipulacin gentica
(...)cientficos franceses y belgas
y se acercaba a la investigacin aplicada de las grandes transnacionales, muchos
han encontrado que el ADN
cientficos advertan que tanto el mtodo, como el producto, no podan ser
extrao
considerados inocuos de antemano. Desde las Conferencias inserto en
de Asilomar se las variedades
propona
considerar los posibles riesgos en las biotecnologas y GM
regular en aprobadas
consecuencia. La para
comercializacin
moratoria voluntaria sobre estas investigaciones denominada Moratoria Berg- en Europa
que fue
6
producto de esta preocupacin y antecedente inmediatodesde
del principio
2003,precautorio
han mutado,en y
biotecnologas, nunca pudo ser implementada (Lander, ahora2006:75). Sin embargo
son diferentes desde el
cristalizaba la cosmovisin de las nuevas Teoras del flujo gnico, que
momento en criticaban
que fue las
liberado
aseveraciones del dogma central y mostraban un nuevo paradigma de funcionamiento
para su produccin y consumo
de los genes.

Los investigadores de esta corriente demostraron que los genes funcionan en una red
compleja con causas multidimensionales, no lineales, interactuando con el ambiente y
retroalimentndose de su informacin. Esto hace que los genes y el genoma no sean
estables sino fluidos y dinmicos, cambiando en relacin directa con el ambiente del
que reciben informacin y generando mutaciones adaptativas y saltos horizontales
entre genes, que se mueven del lugar del genoma en el que fueron puestos para
recombinarse. Bajo esta perspectiva, el funcionamiento gentico exige mirar los
organismos integralmente, tanto en sus caractersticas como en su interaccin con el

6 El principio precautorio, o de precaucin, est definido en el PCB en su artculo 11 de esta

manera: El hecho de que no se tenga certeza cientfica por falta de informacin y
conocimientos pertinentes suficientes sobre la magnitud de los posibles efectos adversos de un
organismo vivo modificado en la conservacin y utilizacin sustentable de la diversidad
biolgica en la Parte de importacin, teniendo tambin en cuenta los riesgos para la salud
humana, no impedir a esa Parte, a fin de evitar o reducir al mnimo esos posibles efectos
adversos, adoptar una decisin, segn proceda, en relacin con la importacin de ese
organismo vivo modificado destinado para uso directo como alimento humano o animal o para
procesamiento Posteriormente veremos que significa su implementacin en trminos polticos.

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ambiente, ya que es este proceso el que

definir la ignorada evolucin de su
genoma y sus expresiones. Por todo esto,
() tanto antes como ahora, no hay forma de prever los resultados de
muestran que la ciencia es parte este movimiento gentico. Aun
de la disputa poltica sobre el manteniendo variables estticas en el
modelo deseable de produccin marco de un laboratorio, las condiciones
cambiantes del ambiente pueden exponer el genoma a modificaciones sustanciales en
agraria
mediano y largo perodo de tiempo. La nica certeza contundente, entre tanta
incertidumbre sobre los efectos de los transgnicos, es que los organismos GM son
inestables y, por lo tanto, incontrolables.

Previsiblemente, a pesar de los debates, los primeros argumentos fueron los que
primaron y con ellos, los marcos regulatorios que, en todo el mundo, se plasmaron
sobre la idea de la equivalencia sustancial7. Es decir que, incluso para las
regulaciones, los organismos genticamente modificados seran iguales a los
organismos convencionales, por lo que no tendran efectos diferentes que analizar.

Sin embargo, hoy, frente a la expansin de estos cultivos y con fuertes presiones para
ser ocultadas, han surgido investigaciones que muestran la aparicin de nuevas
toxinas y agentes alergnicos-generacin de enfermedes desconocidas, e incluso
enfermedades intestinales (por el consumo de alimentos derivados de OGMs) (Pusztai
y Bardocz, 2005). Incluso, cientficos franceses y belgas han encontrado que el ADN
extrao inserto en las variedades GM aprobadas para comercializacin en Europa
desde 2003, han mutado, y ahora son diferentes desde el momento en que fue
liberado para su produccin y consumo (Ho, 2003; 2004).

Con el tiempo, estos hechos han puesto en evidencia que la controversia cientfica
tuvo una rpida resolucin poltica que privilegi las ganancias del capital por sobre la
incertidumbre de los efectos en la salud. Pero adems, tanto antes como ahora,
muestran que la ciencia es parte de la disputa poltica sobre el modelo deseable de
produccin agraria. En esta lgica, los gures pro- transgnicos continan negando la
inestabilidad de estas tecnologas, y por tanto siguen frenando la implementacin del
principio precautorio, dado que se lo considera un freno al libre comercio.

7 El principio de equivalencia sustancial establece que los OGM son sustancialmente iguales a
su homlogo convencional. Esto supone que, al no haber diferencias, no hay riesgos
considerables en su produccin.

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Los algodones, apsitos
femeninos y tampones
utilizados cotidianamente
De las incertidumbres a la certeza de enfermedad
poseen residuos de
Ahora bien, estos cientficos pro-transgnicos no slo agrotxicos. Las aguas del
niegan que las semillas GM son inestables. Tambin ro Paran, que constituyen
se niegan a observar su funcionamiento de una las napas de agua
manera integral. Es por esto que, cuando evalan la consumible) bajan con
salubridad de los genes, desconocen (de manera
grandes acumulaciones de
deliberada) la relacin intrnseca que hoy tienen las semillas transgnicas con los
agrotxicos. La exposicin es
agrotxicos.
tan grande que incluso se
han
Lo cierto es que tal y como planteara una referente encontrado
de CONAMURI 8 altos
con los
porcentajes
transgnicos, el agrotxico se ha transformado en comestible. de agrotxicos
La dependencia de
estas semillas es evidente cuando vemos que ms del en sangre
90% de y orina
las semillas GM quede
circulan por el mundo contienen una modificacin que hace quede
habitantes ese
lascultivo sea
ciudades.
tolerante a un herbicida, o que contenga el herbicida en su propio genoma. Entonces,
cmo separar uno de otro?

Si slo miramos en Argentina, las 36 semillas GM liberadas para la comercializacin

tienen tolerancia a algn txico agrcola. Cada ao, el 60% de la superficie de nuestro
pas es fumigada con 300 millones de litros de agro txicos, cuyo uso ha crecido 983%
en los ltimos 25 aos9.

Aquellos que poseen una perspectiva integral de la problemtica han mostrado, en los
ltimos aos, la constante exposicin de los seres humanos a estos txicos. Al da de
hoy, un tercio de la poblacin argentina (13 millones de habitantes) se encuentran
directamente expuestos a las fumigaciones. Pero no es la nica forma de exponerse.
En las ciudades, los productos derivados de cultivos GM se encuentran por miles en
cualquier negocio de comidas, y en ellos, estos componentes qumicos (cuyo tiempo
de persistencia en los alimentos es real, pero todava se desconoce). Los algodones,
apsitos femeninos y tampones utilizados cotidianamente poseen residuos de

8 CONAMURI o Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indgenas de

Paraguay es una organizacin que desde hace muchos aos lucha contra la expulsin de
comunidades campesinas en manos del agronegocio para la produccin de la soja y el algodn
transgnicos.
9 Informe del III Congreso de Mdicos de Pueblos Fumigados, 2013.

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agrotxicos10. Las aguas del ro Paran, que constituyen las napas de agua
consumible) bajan con grandes acumulaciones de agrotxicos11. La exposicin es tan
grande que incluso se han encontrado altos porcentajes de agrotxicos en sangre y
orina de habitantes de las ciudades. Una muestra de que estos qumicos estn en el
corazn de este modelo12.

Al mismo tiempo, no son pocos los estudios que evidencian que esta exposicin a los
agrotxicos tienen efectos dainos sobre nuestra salud. En el 3er Congreso de
Mdicos de Pueblos Fumigados, se ha demostrado que la exposicin slo al glifosato
(uno de los tantos venenos utilizados en los campos) afecta la salud reproductiva,
aumentando los ndices de abortos espontneos y malformaciones congnitas (en
Chaco se pas de 19,1 casos de malformacin cada 10000 nacidos vivos a 85,3 casos
en 2008, siendo ms fuerte el crecimiento en regiones de alto uso de glifosato como
en La Leonesa). El aumento de los indicadores de cncer infantil (que triplican las
incidencias), el constante crecimiento de problemas endcrinos como hipotiroidismo y
trastornos del desarrollo neurolgico o cognitivo son slo algunos de los efectos
demostrados. Los estudios de Andrs Carrasco (Universidad de Buenos Aires), Ma.
Fernanda Simoniello (Universidad
Nacional del Litoral), Delia Aissa
(Universidad Nacional de Ro Cuarto),
entre otros a nivel nacional, e
investigaciones realizadas en Otawa y
En Chaco se pas de 19,1 Winchester (EEUU), McMaster (Canad)
casos de malformacin cada y en otras universidades extranjeras
10.000 nacidos vivos a 85,3 ratifican y refuerzan estos datos.
casos en 2008, siendo ms
Y aun as, el modelo sigue caminando.
fuerte el crecimiento en
regiones de alto uso de
glifosato

10
Www.exactas.unlp.edu.ar/articulo/2015/10/21/encuentran_glifosato_en_algodon_gasas_isopos
_toallitas_y_tampones
11 Ronco, A.E; Marino, D., Abelando, M. et. al. (2016) Water quality of the main tributaries of
the Parana Basin. Glyphosate and AMPA in surface water and bottom sediments, en
Environmental Monitoring and Assessment.
12 Estos estudios fueron parte de dos campaas iniciadas por investigadores de la Universidad
de Mar del Plata y el grupo BIOS, que se llamaron Mala Sangre (2014) y Fuera del
Tarro(2015)

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Frente a los planteos de que
Algunas ideas finales para comenzar los transgnicos alimentarn
al mundo, el mundo muestra
A lo largo de nuestros argumentos hemos visto cmo
que el modelo de produccin,
la realidad supera la investigacin. Frente a los
planteos de que los transgnicos alimentarn al
basado en semillas

mundo, el mundo muestra que el modelo de transgnicas, est muy lejos

produccin, basado en semillas transgnicas, est de producir alimentos. Y, en
muy lejos de producir alimentos. Y, en los hechos los hechos fcticos, la
fcticos, la tendencia del monocultivo transgnico tendencia del monocultivo
promueve la eliminacin de las fuentes primordiales de alimentacin
transgnicosanapromueve
y de calidad. la

eliminacin de las fuentes

Algunos me dirn que el problema no es la tecnologa, sino cmo se implementa. Lo
primordiales de alimentacin
cierto es que, para suponer esto, debera partir de la idea de que el proceso de
sana y de calidad.
produccin de conocimiento en el que nacen los transgnicos es un espacio neutral. Y,
lejos de esto, los debates sobre la (no) inocuidad de las semillas transgnicas nos
muestran que la produccin de conocimiento cientfico no slo no es un mbito neutral,
sino que est sumido en el antagonismo propio de las relaciones sociales que dan
origen a esas formas: el capitalismo.

Por un lado, los argumentos cientficos que sostienen esta produccin se enrazan en
las prcticas de control, previsibilidad y ganancia de las lgicas del capital. La
transgnesis parece ser, a cierto mbito de la ciencia, lo que el dinero para el capital.
En esta lnea quienes producen conocimiento han sido un pilar central para la
creacin, expansin y consolidacin del modelo, amparndose en la neutralidad del
determinismo gentico, cegndose a las evidencias, y velando la centralidad que las
semillas transgnicas tienen para la acumulacin del capital.

Mientras, por el otro, algunas perspectivas cientficas se han vuelto centrales para dar
la disputa. No slo porque generan argumentos contra- hegemnicos, sino porque
proponen nuevas prcticas cientficas que antagonizan con todos y cada uno de los
principios que sostienen la produccin de conocimiento actualmente vigente. La
observacin integral y procesual de la investigacin, el dilogo de saberes, el uso de la
historia como elementos fundantes de la produccin de conocimiento, se vuelven
mecanismos en los que el mtodo, lejos de describir y aceptar los datos presentes,
problematiza y critica la realidad vigente.

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Esto que se ha dado en llamar Ciencia Digna usa el principio precautorio como una
herramienta politica, porque tiene la certeza de que las semillas transgnicas no son
tecnologas aisladas, sino que expresan una relacin social (Gramsci, 170)
absolutamente desigual. El reconocimiento del rol poltico de su praxis cientfica,
construye nuevos conocimientos que ponen en debate para quin y cmo se investiga
y comprometen su trabajo con los damnificados. En esta lnea rechazan el modelo de
produccin de semillas transgnicas, e izan la bandera de un modelo basado en la
seguridad y la soberana alimentaria que no slo asegure alimentos para todos y
todas, sino tambin la posibilidad de definir democrticamente qu comer, cmo
producirlo, y cmo consumirlo.

Bibliografa

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Grupo ETC (2012) Quin nos alimentar? La cadena industrial de produccinde

alimentos o las redes campesinas de subsistencia, GRAIN.

RECIBIDO: 23/3/2016 APROBADO: 30/04/2016

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