El Enfoque Fenomenologia Hegemonico en Antropologia - PDF - Art Revista
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Resumen
Abordamos en este texto aspectos de la perspectiva terico-metodolgica de Marcelo Brmida; figura vinculada a las
primeras dcadas de la antropologa en Argentina y que marcara fuertemente la orientacin de la misma a nivel disciplinar,
con actuacin bsicamente en contextos de gobiernos de facto. La obra de Marcelo Brmida es muy amplia y abarca
investigaciones sobre temticas arqueolgicas, de antropologa fsica y etnolgicas. En este ltimo campo podemos diferenciar
los textos que se refieren a aspectos terico-metodolgicos y aquellos que abordan una casustica particular. Esta distincin
repara solamente en los objetivos explicitados en cada trabajo, dado que frecuentemente los primeros ejemplifican con las
investigaciones realizadas en campo por Brmida y sus discpulos, as como tambin, los textos ms etnogrficos son
estructurados (y recortados) con el fin de confirmar los supuestos tericos fundantes de su concepcin fenomenolgica. La
unicidad y homogeneidad de los trabajos etnogrficos en la obra de nuestro autor es consistente y puesta en funcin de
consolidar su propuesta terica. En este artculo analizamos tres tpicos que adquieren centralidad en la obra del autor: el
tratamiento de lo econmico, su concepcin de la historia y el enfoque sobre el relacionamiento entre lo material y lo simblico.
Abstract
In this text, we analized some of the aspects of the theoretical and methodological perspective of Marcelo Brmida; as a figure
linked to the first decades of Argentinas anthropology marks the orientation of the discipline in contexts of military governments.
Marcelo Brmidas work is large and it goes from archaeological research to physic anthropology and ethnology. In the latter
field, we can differentiate the theoretical-methodological texts from the cases. This distinction repairs only on the objectives of
each works, because the firsts ones exemplified the research on field conducted by Brmida in and his disciples, as well as and
the most ethnographic texts are structured (and cut) to confirm the theoretical assumptions of his phenomenological approach.
The uniqueness and homogeneity of this authors ethnographic work is consistent to consolidate his theoretical proposal. In this
paper, we analyze three topics that acquire centrality in the authors work: the treatment of economics, his conception of history
and focus on the relationship between the material and the symbolic.
* Doctor en Antropologa. Profesor Facultad de Filosofa y Letras (UBA), Universidad de Buenos Aires/ Universidad Nacional
de Lujn, Buenos Aires, Argentina. Correo-e: [email protected]
** Doctora en Antropologa. Profesora Instituto de Ciencias Antropolgicas (ICA), Facultad de Filosofa y Letras (UBA), Universidad
de Buenos Aires, Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET) Correo-e: [email protected]
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ese breve perodo, que se caracterizaba por un que dej en la formacin terico-metodolgica
fuerte compromiso con los sectores populares. de distintas generaciones de antroplogos.
A mediados de 1974 fallece el presidente La alta conectividad que hubo entre el desa-
Pern y lo sucede la vicepresidenta Isabel rrollo de las Ciencias Antropolgicas y los
Martnez de Pern, y a los pocos meses la procesos polticos en Argentina es una carac-
Universidad de Buenos Aires es intervenida, terstica que tuvo fuertes implicaciones en el
asumiendo su conduccin sectores de ultra- desarrollo disciplinar. Las concepciones ms
derecha. El regreso de M. Brmida al mbito elitistas en cuanto a las incumbencias del hacer
universitario fue inmediato. Rpidamente defini antropolgico y etnocntricas en relacin a lo
un nuevo Plan de estudios para la carrera de estrictamente terico-metodolgico, se profun-
Ciencias Antropolgicas que incorporaba plena- dizaron en los perodos ms autoritarios de
mente en la estructura curricular su perspectiva las distintas dictaduras militares que marcaron
disciplinaria. nuestra historia. El desinters y la indiferencia
maysculos hacia desarrollos tericos acae-
El trgico golpe cvico militar del 24 de marzo cidos en otros mbitos acadmicos y la nega-
de 1976 dio inici a la ltima dictadura cvi- cin ms absoluta a problematizar los procesos
co-militar en Argentina. Esta implement una sociales de nuestro pas, constituyeron un freno
metodologa represiva, constituyndose como para el diseo de una antropologa comprome-
el ms sangriento y autoritario de los regmenes tida capaz de producir un conocimiento crtico.
ya mencionados. Sus consecuencias devasta-
doras, la violencia ejercida sobre la poblacin La apropiacin de las versiones ms dogm-
y su poltica econmica no han sido supe- ticas de la escuela Histrico-cultural desa-
radas y saldadas todava en su totalidad hoy rrolladas por Imbelloni y profundizadas con la
en da. En esos aos trgicos en los cuales se incorporacin de Oswald Menghin a la Univer-
contaban entre los desaparecidos docentes y sidad de Buenos Aires acaecida hacia fines de
estudiantes, Brmida continu conduciendo la la dcada de 1940, tuvieron su continuidad y
carrera de Ciencias Antropolgicas. Su cruzada perfeccionamiento a partir del afianzamiento de
contra el materialismo marxista iba en lnea Brmida en los mbitos acadmicos.
con la aplicacin de la Doctrina de la Segu-
ridad Nacional implementada por el gobierno Este trabajo, ms que incursionar en el campo
de facto. de la historia y de la teora de la antropologa
argentina, se origina en preocupaciones relacio-
En 1978 M. Brmida fallece, pero sus segui- nadas con el tratamiento de ciertas temticas
dores continuaron dirigiendo la carrera en abordadas en la obra de Marcelo Brmida, las
la UBA y hegemonizando la disciplina en el cuales resultan relevantes para el rediseo de
CONICET hasta el inicio del periodo democr- una matriz terica que permita comprender la
tico en 1983. dinmica de los procesos socioculturales de
amplio rango (objetivo de improbable cumpli-
La trascendencia de M. Brmida no se debe al
mentacin dentro de los parmetros del
reconocimiento de sus aportes a la produccin
programa bormidiano).
de conocimiento, sino ms bien a las marcas
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La obra del autor es muy amplia y abarca La siguiente cita ilustra sobre el posiciona-
investigaciones sobre temticas arqueol- miento de Brmida, acerca de la objetividad del
gicas, de antropologa fsica y etnolgicas; nos etngrafo as como tambin sobre su concep-
centraremos fundamentalmente sobre estas cin de lo econmico.
ltimas. Dentro de este campo podemos dife-
() describiendo la pesca entre los Mataco, el etn-
renciar los textos que se refieren a aspectos
grafo tradicional dar por cumplida su misin cuando
terico-metodolgicos y aquellos que abordan haya relatado que esta actividad econmica es peculiar
una casustica particular. Tal distincin repara del varn segn la divisin sexual del trabajo vigente
solamente en los objetivos explicitados en cada en este grupo-, que se organiza colectivamente sobre
trabajo, dado que frecuentemente los primeros la base de una determinada organizacin familiar y
tribal-, que se utilizan en ella ciertas tcnicas y ciertos
ejemplifican con las investigaciones realizadas
elementos ergolgicos el acorralamiento de los peces
en campo por Brmida y sus discpulos, as y la red de tijera- que alterna estacionalmente con otras
como tambin, los textos ms etnogrficos actividades econmicas; podr adems agregar infor-
son estructurados (y recortados) con el fin de macin acerca del aprovisionamiento y la conservacin
confirmar los supuestos tericos fundantes de pescados y de todo aquello que de un modo o de
otro, considere vinculado con la actividad pesquera de
del Programa fenomenolgico bormidiano. La
este grupo chaquense () Agotada concienzudamente
unicidad y homogeneidad de los trabajos etno- una descripcin sobre la base de estos esquemas,
grficos en la obra de nuestro autor es consis- estar muy conforme con su objetividad () conside-
tente y se halla en funcin de consolidar su rar haber consignado en el dato lo que viera y todo
lo que viera con respecto al hecho que le interesa3
propuesta terica. A partir de su estudio, en este
(1976b:14).
artculo analizamos tres tpicos que adquieren
centralidad en la obra de Marcelo Brmida:
el tratamiento de lo econmico, su particular Metodolgicamente el campo de debate se
concepcin de la historia y el enfoque sobre el reduce a la fidelidad de la descripcin. La misma
relacionamiento entre lo material y lo simblico. parece ser un fin en s mismo y la discusin pasa
porque tan fiel resulta. Desde esta perspectiva,
el grado de adecuacin de los datos a los
El dato, el hecho y la reduccin economicista hechos es lo que determina el xito o fracaso
de la investigacin. En relacin a lo que Brmida
Brmida plantea la interferencia del obser- entiende por lo econmico la inclusin sin ms
vador entre el hecho cultural y el dato. Segn de los aspectos ergolgicos y tecnolgicos al
el autor, dicha interferencia hace que necesa- interior del amplio campo de este concepto da
riamente el segundo deje de ser el fiel reflejo indicios de su clasificacin disciplinar. Su mate-
del primero perdiendo as su objetividad. Esta rialidad los encuadra dentro del esquema terico
ingenua exigencia de objetividad lo lleva a del autor en los bordes de la ciencia del espritu
plantear la necesidad de prevenir los riesgos de que encarna la etnologa.
determinados reduccionismos. Los prejuicios
del observador y la proyeccin de las catego- La inadecuacin entre el dato y el hecho es
ras de la cultura occidental (de la que proviene fruto de la proyeccin de esquemas cognitivos
el etngrafo) impediran captar en su totalidad propios del investigador en el anlisis cultural.
las complejidades del hecho cultural. El resultado de esta prctica metodolgica es la
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comienzo del ciclo agrcola. Pero es evidente que, en los postulados de ambas disciplinas a sus
esta acepcin lo econmico trasciende la significacin
versiones ms pobres y lineales, es una prc-
emprica corriente y se transforma en un valor universal
por lo cual, considerando un hecho cultural en su
tica argumentativa corriente en nuestro autor9
aspecto universal de utilidad es decir, en aquello que que atenta respecto de la presentacin de los
tiene en comn con otro cualquier hecho- no agotamos problemas en toda su riqueza y complejidad.
su complejidad ni captamos su originalidad (dem:62).
Lo reseado del Programa fenomenolgico
bormidiano hasta aqu, nos lleva a reflexionar
Lo econmico tendra una dimensin sobre:
universal, pero se hallara desprovisto de sus
acepciones corrientes y estara vinculado (casi 1. Cul es la propuesta terica y metodolgica
estrictamente) a la utilidad. Desde una concep- que nos permita producir un conocimiento
cin relativista, el autor plantea que cada cultura validado universalmente, as como tambin
imprime un sentido particular a lo til7. cules son las caractersticas gnoseol-
gicas de la propuesta bormidiana que solo se
Seguidamente: si se rescata exclusivamente permite afirmaciones de tipo particular.
el sentido universal de lo til y a partir de esta
proyeccin lo econmico se convierte en un valor 2. Las limitaciones del programa para enunciar
universal, se dificulta abordar la originalidad y la formulaciones de tipo general. Paradjica-
complejidad de los hechos culturales. La tras- mente, el autor no renuncia a la universalidad
cendencia de las significaciones empricas de de la ciencia etnolgica, pero en la prctica
lo econmico nos impide captar la riqueza del cae en un marcado particularismo. La nica
registro etnogrfico. Una manera muy parti- expresin general de la propuesta fenome-
cular y muy frecuente de enfocar racionalstica- nolgica consiste en sealar la existencia de
mente [sic] los hechos culturales es verlos en una conciencia mtica que estara presente
funcin de la utilidad que proporcionan, es decir, en todos los mbitos culturales.
en su aspecto econmico (dem: 58).
La universalidad se lograra sobre la base
Al relacionar lo econmico con la utilidad, de las vivencias particulares a partir de la
Brmida da pautas sobre su concepcin de bsqueda de estructuras generales de exis-
lo econmico. Las teoras utilitaristas han tencia o esencias vivenciales (1976b:30),
sido profusamente criticadas tanto desde la siendo la reduccin eidtica el paso metodo-
Economa (a partir de Veblen (1951) hasta lgico que permite aprehender el objeto de la
Kahneman (2008)8, como desde la Antropologa ciencia etnolgica: la cultura vivida.
Econmica (abarcando a Godelier (1966) hasta
autores como Douglas e Isherwood (1990). 3. C
ules son los lmites y posibilidades de una
Limitar lo econmico al mbito de la utilidad metodologa comparativa. Para Brmida
implica desconocer la amplitud del campo disci- lo econmico se convierte en una gene-
plinar, sus potencialidades para el estudio de ralizacin etnocentrista de la cultura occi-
los procesos socioculturales y en el plano epis- dental cuya proyeccin sobre los pueblos
temolgico confinarlo a las expresiones ms etnogrficos oscurece la aproximacin
ingenuas del empirismo. Por otra parte, reducir fenomnica a la cultura vivida. De acuerdo
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a esto, la ausencia de caracteres hom- Cabe la pregunta: para M. Brmida existe una
logos en las prcticas econmicas concep- lgica interna en las sociedades que pauta las
tualizadas desde la cultura occidental con condiciones de surgimiento y evolucin de las
las actividades de produccin (caza, pesca, mismas (obviamente distinta de la concebida
recoleccin, horticultura, cra de animales, por el marxismo u otras corrientes tericas)
etc.), de distribucin (reparto de bienes, o bien plantea su inexistencia. Dicho de otro
mecanismos de ayuda mutua, prcticas modo: Contempla jerarquas causales dentro
reciprocitarias; etc.), y de consumo (formas de su programa de investigacin? Lo explicitado
en que es asignado y utilizado el producto en sus textos tericos pareciera negar esto
social), impide segn Brmida cualquier ltimo; sin embargo, el tratamiento desarrollado
comparacin. en la casustica otorga clara preponderancia a
lo ideacional. El horizonte mtico es, segn su
Este ltimo punto sirve a nuestro autor para propuesta, la piedra de toque que permite aden-
invalidar al marxismo y a la sociologa positi- trarse en el corazn de la cultura.
vista como dispositivos tericos para estudiar
la economa etnogrfica.
Un marxista convencido y militante tendr una dispo- Etnologa, historia y sujeto histrico
sicin ms o menos consciente a delimitar la economa
etnogrfica sobre la base del concepto que es propia Es interesante la valorizacin positiva realizada
de su ideologa y, en consecuencia, a excluir de la
por Brmida en los trabajos anteriores a su formu-
actividad econmica lo referente a las motivaciones y
recursos mtico-religiosos (Op.cit.:40). lacin fenomenolgica, sobre los intentos de la
Escuela Histrico-cultural por diacronizar el registro
Un socilogo positivista ver en los nexos de paren- cultural. No obstante, hacia fines de la dcada
tesco un conjunto de relaciones socioeconmicas,
de 1950, la influencia de su maestro J. Imbelloni
basadas en la integracin de diferentes status y roles
en la divisin del trabajo, le ser entonces difcil admitir
comienza a mermar. La crtica al concepto de ciclo
que estas relaciones no se agotan en lo socioeco- cultural no se limitaba al aspecto terico. El oceo-
nmico sino que incluyen relaciones de otra natura- nocentrismo, la falta de inters por el estudio inte-
leza, tales como las mgicas o las mticas en las que gral y orgnico de las diferentes culturas elemen-
frecuentemente se halla el sentido ms profundo de las
tales (Brmida, 1956: 14-15) y el uso y abuso
relaciones que le interesan () (dem: 40-41).
de las cartografas etnolgicas, constituyeron las
primeras formas argumentativas del cuestiona-
Para el autor el anlisis de las relaciones miento. Sin embargo, la ms sustancial de las dife-
econmicas es un reduccionismo que oscu- renciaciones consisti en el planteo ecumnico,
rece la riqueza y la complejidad del fenmeno dado que es recin a este nivel que el ciclo cultural
etnogrfico, pero el estudio de las relaciones adquiere segn Brmida, consistencia.
mticas y las prcticas mgicas, por el contrario,
Ciclos culturales concretos y unitarios como los
permiten captar los sentidos ms profundos de expuestos por la Escuela Histrico cultural clsica no
la cultura sin por ello constituir dicha eleccin han existido jams. Un ciclo es tan slo un sistema
ninguna reduccin. de isoidas10 que expresa un tipo de civilizacin
abstracto, reflejo subjetivo de un conjunto cultural
polimorfo (Op.cit.:19-20).
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Por el contrario, en los pueblos primitivos el nismo de esta propuesta, es evidente pero
tiempo de los mitos estructura toda secuencia nunca aceptado.
cronolgica. La diacrona se resuelve en la
constitucin de un primer tiempo indiferen- 3.
La estructuracin dialctica entre pensa-
ciado, el tiempo mtico que se proyecta (y miento racional y pensamiento mtico no se
opera) sobre el presente. Herrn (1990) seala resuelve en una nueva sntesis, sino que
la diferenciacin que realiza Brmida entre es constitutiva de la esencia humana. La
el hombre histrico y el hombre etnogr- primaca de una de ellas por sobre la otra
fico. El primero se caracteriza por tener clara diferencia el salvajismo (o barbarie como
conciencia de la sucesin de acontecimientos, seala Brmida) de la civilizacin.
clasificndolos y ordenndolos cronolgica-
4. El hombre mtico para el autor no es sola-
mente, por el contrario:
mente una construccin terica, una forma
El hombre etnogrfico () pasa casi sin transicin particular de concebir el espacio y el tiempo,
desde los recuerdos vivos de la tradicin familiar a un
sino que se define por una experiencia exis-
lapso relativamente cercano, en que hechos humanos
y divinos, tradicin y mito se confunden en una caren-
tencial, una forma de estar-en-el-mundo.
cia de perspectiva temporal. De este modo el tiempo
de los mitos llaga a los umbrales de su vida de todos 5. La construccin terica de M. Brmida postula
los das (Brmida 1969-1970:19). un hombre mtico pero tambin seala la
existencia de una conciencia mtica, propi-
ciando la creacin de una ciencia especfica,
En el hombre etnogrfico se postulan nexos diferenciada, dedicada no solo al estudio
cronolgicos diferentes a los que establece la
de las religiones sino tambin de la feno-
historiografa occidental. Mito e historia, clara-
menologa de las religiones, que permitira
mente separados en esta ltima, se imbrican
describir la cultura desde adentro tal como
con contigidad y sin contradiccin en el
la vive el hombre mtico.
primero. La propuesta de L. Levy Bruhl, cons-
tituye para Brmida, el sustento terico de lo Esta vivencia no puede ser estudiada a
sealado precedentemente. partir de las clasificaciones occidentales: Un
etngrafo puede muy fcilmente describir
Hasta aqu:
una cultura partiendo de la economa o de
1. El autor concibe sujetos histricos trascen- la organizacin social y considerar todos sus
dentes que forjan los procesos histricos que dems aspectos en funcin de estas catego-
definen el devenir de la humanidad y pueblos ras; de este modo distorsionar irremedia-
cuya participacin en dichos procesos se blemente todo el conjunto (Op.cit.:44).
resuelve marginalmente.
En cambio: Una etnologa fundada en
2. La relevancia del estudio de estos ltimos, los una ciencia de la conciencia mtica intenta,
pueblos brbaros, consiste en que en ellos se en primer lugar, buscar las estructuras gene-
encontraran pistas del hombre prehistrico, rales y permanentes que dan sentido a los
en definitiva, de nuestro pasado. El evolucio- hechos culturales particulares (dem: 48).
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patentiza la transformacin del mismo, sino que terico-metodolgica, como una idea viviente
se manifiesta la potencia del rgon. El horizonte (Op.cit.:6). Esto invita a dos consideraciones:
mtico se proyecta sobre la sociedad a travs de
la materialidad del prototipo. En primer lugar, sealar el lamento romn-
tico de que sean guardados en una vitrina
Entre lo humano y el ente primigenio (el proto- (Ibdem) evidencia la imposibilidad de pensarlos
tipo donado) se constituye un campo ambiguo como resultado de un proceso histrico que los
no solo atinente a cuestiones morfolgicas sino confin y redujo a objetos de museo.
tambin pragmticas16.
En segundo lugar, muestra las limitaciones
La forma del rgon es, en cierto modo, la forma del (o desinters?) por reconocer y analizar a
nanibahi que se metamorfose en l (1976a:31). estos objetos como resultado de determinadas
relaciones sociales, econmicas y polticas.
La forma del rgon ayoreo es a travs de su prototipo,
el producto de la actividad no ya del hombre sino de
un nanibahi. El origen de la forma de un artefacto se
El intento de del autor al abordar lo material
halla, entonces () no en la iniciativa del hombre sino est orientado para refutar lo que l entiende
se funda en el horizonte mtico originario. La forma de por pensamiento positivista y aquello que en
rgon se independiza, entonces de su artfice humano filosofa se concibe como materialismo. La
y se percibe como algo dado en el prototipo de una vez
riqueza cultural de un artefacto (Ibdem)
y para siempre (Op.cit.:37).
estriba en tanto trasciende su materialidad, uso
y funcin. En definitiva, en tanto es resultado de
En definitiva, segn el autor, para los ayoreo un contenido de conciencia carecen de impor-
el rgon no es resultado en principio de la tancia los aspectos histricos y las relaciones
actividad humana sino que est configurado sociales que definen su produccin, circulacin
previamente. y consumo. En lnea con lo sealado nada nos
dice de los mecanismos de apropiacin ni de las
() lejos de considerar la idea que preside a la condiciones de alienacin de los pueblos origi-
fabricacin del rgon como el producto de la inven- narios, sujetos de sus investigaciones.
tiva de un hombre, el Ayoreo traslada casi siempre
su formulacin originaria a la actividad de una
La materialidad concebida por Brmida,
teofana; a sta se remite la aparicin del prototipo
del rgon del que los hombres actuales no son sino
escinde lo material y lo simblico. Su propuesta
fieles imitadores (2005:18). lleva a la renuncia expresa de realizar cualquier
diseo relacional. La imposibilidad de plantear
La presentacin del rgon, es reducida a su las vinculaciones entre la naturaleza, el trabajo
dimensin morfolgica, a una rplica de los (siempre social), la organizacin social y los fen-
contenidos de conciencia previos, y aplica como menos ideacionales, hace que su explicacin de
un reduccionismo (similar al tipo de operaciones la cultura material (usando sus trminos), tenga
que preocupaban al autor). en la prctica una explicacin monocausal. En
sus trminos, el rgon es fruto de un contenido
M. Brmida advierte sobre el riesgo de concebir de conciencia y dicho esto, cualquier aspecto
el rgon como objeto muerto frente a la posi- social, econmico, histrico etc. carece de impor-
bilidad de interpretarlo, merced a su concepcin tancia para explicar su existencia.
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Notas
1
Este artculo forma parte de una investigacin en curso. 11
No es ste quiz un caso (no tan extrao por otra parte)
2
Partido poltico, surgido de la divisin de la Unin Cvica en que el etnlogo se deja engaar por el indgena? Y no por el
Radicalen1957. indgena en general, que no existe, sino por un grupo indgena ().
3
En lnea con esto las restricciones a la pesca que regulan la En este caso en lugar de aplicar hasta el final sus principios, Mauss
actividad econmica de los wichi son entendidas como manifesta- renuncia a favor de una teora neozelandesa que tiene gran valor
ciones de la conciencia mtica. Ilh, dueo del ro y del pescado como documento etnogrfico, pero que no deja de ser una teora
retirara los animales si se pescara ms de los animales necesarios (). No hay motivo para que, porque unos sabios maoris se hayan
para alimentarse. Se descartan explicaciones ecologistas sobre la planteado los primeros unos problemas y los hayan resuelto de una
regulacin de los recursos, as como tambin las prescripciones forma atractiva, pero poco convincente, tengamos que aceptar su
elaboradas a partir de un intenso trabajo clasificatorio. interpretacin (Lvi-Strauss, 1979:33).
4
Dentro de las reducciones racionalistas que impiden la captacin 12
En su trabajo La parte ideal de lo material, Godelier seala
del hecho etnogrfico, el autor incluye crticas a la antropologa que toda relacin social () incluye una parte ideal, una parte de
clsica. Tylor y Frazer son cuestionados en la medida que su abor- pensamiento, de representaciones; estas representaciones no son
daje racionalista les impide comprender los sentidos profundos de nicamente la forma en que reviste esa relacin para la conciencia,
la religin y la magia. En otros trabajos la crtica se extiende sobre sino que forman parte de su contenido () lejos de ser una instancia
Bacon, Descartes, Lamarck y Darwin (Brmida, 1958-1959b:70-78) separada de las relaciones sociales, de ser su apariencia, su reflejo
por su intento de crear una historia natural. deformado-deformante en la conciencia social, forman parte de las
5
Muchos aos antes del desarrollo de la fenomenologa bormidiana, relaciones sociales desde que comienzan a formarse y son una de
Boas escriba: La teora del determinismo econmico no es ms las condiciones para su formacin . Pero si hay algo de ideal en todo
adecuada que la del determinismo geogrfico. No hay razn para lo real social, no todo es ideal en ese real (1989:157).
considerar las dems fases de la cultura como una superestructura 13
Hemos utilizado para el trabajo Ergon y mito. Una herme-
levantada sobre una base econmica (1964:197). nutica de la cultura material de los Ayoreo del Chaco Boreal las
6
Brmida se basa en dos trabajos de Godelier (1966) Sobre el publicaciones: Archivos. Departamento de Antropologa Cultural
Modo de produccin asitica (1966) y Racionalidad e irracionalidad (2005) y Scripta Ethnologica. Archivo para una fenomenologa de
en la economa (1967). la cultura (1976a).
7
Afirmamos esto pese a los intentos de Brmida por despegarse 14
No queremos dejar de sealar la concepcin de Brmida sobre
del relativismo. Su planteo consiste en procurar la reduccin de lo el grupo que lo iba a recibir para que realizara su trabajo de campo.
subjetivo en el proceso de conocimiento (reduccin fenomenol- En la introduccin del trabajo citado el autor nos advierte que ()
gica). Esta reduccin nunca es completa, sino que consiste en una los Ayoreo constituyen un grupo muy agresivo y que su progresivo
actitud cognoscitiva que procura disminuir (en lo posible eliminar) contacto pacfico con la Civilizacin Occidental se remonta apenas
el saber adquirido por el etngrafo que se proyecta en sus juicios y a unos veinte aos (2005:8).
categorizaciones (1976b:68). 15
M. Bormida seala que En la categorizacin tradicional de
8
D. Kahneman es el mximo referente de la economa conduc- la cultura se entiende por Ergologa el estudio de los productos
tista. Premio Nobel en el ao 2002 por sus trabajos de investigacin materiales de la actividad fabril, destinados a satisfacer ciertas
(realizados conjuntamente con A. Tversky), procuraron establecer necesidades del hombre. As definido el concepto de ergologa
fuertes nexos entre la economa y la psicologa. Su inters consista apenas se diferencia del de Tecnologa (2005:17).
en explicar los mecanismos que operan en la toma de decisiones. Los 16
A lo largo del trabajo de referencia, la eficacia mgica aparece
estudios de ambos representan un desafo para la teora econmica soterrada, aunque nunca es reconocida explcitamente por Brmida.
clsica, segn la cual los individuos siempre actan racionalmente. Cuando el Arco era persona haba dos de ellos: Oroho era el Arco
9
Cuando analiza las influencias de las corrientes materialistas que falla y Asnakai el Arco que acierta () (Bormida1976a:32).
en el pensamiento etnolgico cita como ejemplo a Vogts cuando () el Ayoreo considera que pueden interferir en su actividad fabril
asimila que el cerebro produce pensamientos como el hgado, bilis factores que no dependen de su intencionalidad. Estos factores se
y los riones, orina (1958-1959b: 63-64). remiten al horizonte mtico o a una revelacin; no tomarlos en cuenta
10
Brmida considera este trmino como un Neologismo introducido implica no slo el fracaso de la obra sino tambin un peligro para la
por el indoeuropeista V. Pisani por analoga con el de isoglosa de la integridad o para la vida misma de quien la realiza () (2005:17).
Lingstica (1956:14). El registro y la comparacin de los patrimonios 17
Nos referimos a su trabajo Ergon y mito. Una hermenutica
culturales permiten la constitucin de grupos culturales regionales. de la cultura material de los Ayoreo del Chaco Boreal publicado en
La configuracin de bienes comunes posibilita la enunciacin de un sucesivos nmeros de Scripta Ethnologica.
sistema orgnico de isoidas (1956:14).
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Referencias Bibliogrficas