Teoría de La Conciencia Del Gordo y El Flaco

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Curso de Capacitacin en Tcnicas

Y Recursos de Arteterapia

Mdulo 4

Colores, manchas y
emociones

Ps. Social Leila Ojeda


Ps. Social Gabriel De
Marco
Curso de Capacitacin en Tcnicas y Recursos de Arteterapia
Mdulo 4

PENSA
R

TEORA DE LA CONCIENCIA DEL GORDO Y


EL FLACO
Experiencias cumbres
Si nos vamos a mediado del siglo XX hubo un precursor
llamado Colin Wilson que ya haba incursionado y le dedic
tiempo al estudio de este fenmeno.

Colin Wilson deca lo siguiente:

En nuestro cerebro conviven Ollie y Stan (refirindose a los


clebres y famosos el gordo y el flaco). El hemisferio
izquierdo es el gordo, el lado de la lgica y el lenguaje. En
el derecho habita Stan, que es intuitivo y en ocasiones algo
tonto, pero est a cargo el abastecimiento de energa. Si
pudiramos no quedar siempre atrapados por Ollie, si la
mutua cooperacin entre los dos hemisferios se diera
fluidamente, accederamos con ms facilidad a eso que
artistas y msticos llaman Experiencias cumbre, y que no
son sino nuevas reas de conciencia.

Que lo llev a estudiar este fenmeno y ser uno de los


pioneros en esta temtica de inteligencia emocional?

Colin Wilson cuenta que escribir el libro El disconforme,


que apareci en 1956, era tratar el problema de algunos
romnticos del siglo XlX que habiendo experimentado
fuertes sensaciones de xtasis y revelaciones, a la maana
siguiente se preguntaban si la cosa no haba sido un delirio
total; de ah la altsima tasa de suicidios entre los
romnticos. Nunca dej de obsesionarme la gente que
despus de haber tenido flashes de discernimiento los
perda y se senta capaz del suicidio, porque yo haba tenido
esta misma experiencia desde chico. No fue hasta ms
tarde que empec a ver que este es un problema que
experimentan muchsimas personas (la versin original dice
todo el mundo, pero prefiero poner muchsimas
personas).

Hay un caso bblico, del profeta Elas que luego de tener


una experiencia gloriosa y un xito resonante en la cumbre
de una montaa, pas al otro da a una profunda depresin
donde estuvo muchos das sin comer ni beber y cuando un
ngel de Dios vino a asistirlo, Elas le dijo, djame morir!!
Para luego encerrarse en una cueva con un cuadro de una
profunda depresin en la cual, dice el relato bblico, Dios
mismo tuvo que acercarse a la cueva para animarlo con
palabras alentadoras. El problema de Eliseo fue, que luego
de una experiencia cumbre y un xito resonante, le
sobrevino un gran temor y fantasmas imaginarios
injustificados.

Es algo muy recurrente que despus de tener experiencias


cumbres se pase a un estado de desnimo e insatisfaccin
que puede devenir en un episodio depresivo severo.
El mayor problema que tenemos, aunque ni siquiera nos
demos cuenta normalmente, es que todo el tiempo estamos
perdiendo energa. Es como si uno anduviera por ah con
cortes en las muecas, sangrando. El mundo externo nos
chupa energa continuamente. Cualquier problema,
cualquier cosa que provoque esa sensacin en la boca del
estmago, esa sensacin de Ay, no! est de hecho
chupndonos energa como un vampiro. No estamos para
nada acostumbrados a estados en los que esto no sea as,
en los que de pronto experimentemos una sensacin
extraa de presin interna. Esa es la respuesta: la presin
adentro.

Herman Hesse dice, en La travesa a Oriente, qu como


msico del grupo, se acostumbr a concentrar toda su
atencin en cosas poco importantes, y esto lograba el
extrao efecto de elevar su vitalidad y renovarlo. Todos lo
hemos hecho cuando nos sentimos aburridos y mal; de
golpe cualquier cosa en la que uno concentre su atencin,
tapa los agujeros.

ESCALAR HACIA LA EXPERIENCIA CUMBRE


Nuestra existencia se parece a ese juego de chicos, el
gallito ciego, donde a uno le tapan los ojos, lo marean y lo
largan. Siempre estamos en esa situacin.

Me encuentro continuamente teniendo sbitos vislumbres


brillantes, los pierdo a los cinco minutos; y mi mente es
bastante buena en eso, me paso la vida tratando de atrapar
vislumbres.

Hace unos aos, por ejemplo, manejando tarde de noche y


en cierto lugar me di cuenta de que haba percibido algo
significativo, pero no poda acertar a decir qu. Lo olvid
hasta seis meses ms tarde, cuando al pasar por el mismo
lugar lo record y trat con todas mis fuerzas de
identificarlo y no pude. Pasaron otros seis meses y en esa
ocasin lo consegu. Llevaba conmigo un grabador, as que
lo registr, pero despus lo olvid. Seis meses despus, al
pasar por ese sitio otra vez, pens Qu era lo que haba
visto? Escuch todos mis casetes, uno por uno, hasta que
al final lo encontr dos aos despus de la experiencia
original.
Y lo que deca en la cinta era lo siguiente: tenemos tres
sistemas de valores. Uno es fsico: nuestros valores fsicos
cambian a cada minuto, a las diez nos sentimos brbaro y
luego a las once terriblemente mal porque tenemos
hambre, o dolor de cabeza.

Todos conocemos estos valores fsicos. Ms arriba en la


escala estn los valores emocionales, que tambin son
bastantes cambiantes, pero no tanto como los fsicos. Y
finalmente estn nuestros valores intelectuales, que hacen
lo mejor que pueden, a fin de cuentas. Cuando nos
enojamos o deprimimos, los valores intelectuales nos dicen
que somos unos papa fritas, y en definitiva, sabemos que
tienen razn. Es ms, pueden irritarnos al decir estas
cosas. No obstante, uno
sabe que dicen la
verdad; realmente,
hacen lo que pueden y se
mantienen ms o menos
en una estabilidad sin
altibajos.
Con respecto a estos dos ltimos niveles, el intelecto
debera estar por encima y las emociones abajo. Cuando
eso ocurre, cuando estamos en esos estados de relajacin y
felicidad, se tiene la extraa sensacin de que todo est
bien. Lo que suele ocurrir, desgraciadamente, es que estos
valores tienden a estar patas para arriba: los valores
emocionales se ponen por encima de los intelectuales. Casi
podra expresar a lo Confucio: cuando el intelecto es el
emperador y las emociones el gran visir, el pas est sereno
y en orden. Cuando el gran visir -las emociones- usurpan el
trono y convierten al intelecto en sirviente, el pas se
sumerge en el caos, la miseria y la confusin.

Con seguridad todos conocemos a gente que anda patas


para arriba, tanto que sus pies parecen globos y sus
cabezas cuelgan para abajo.

Esos son los que permiten que sus emociones dominen sus
vidas por completo, y lo que es peor, tratan de justificarlas
intelectualmente. Son los ms peligrosos.

Cuando esto se me ocurri lo grab; pero aun as, despus


lo olvid. Cuando encontr la cinta, vi que haba sido una de
las percepciones ms importantes de mi vida. Nuestro
problema fundamental es que perdemos las cosas tan
rpidamente. Despus que se public mi libro, me empez
a interesar la obra de Abraham Maslow, quien me escribi
dicindome que haba ledo otro libro mo, La importancia
del hombre. Le fascinaba mi afirmacin de que en el siglo
XX la mayora de los seres humanos estn expuestos a lo
que llam la falacia de la insignificancia: la sensacin de
que no son importantes. Maslow me cont que una vez les
haba preguntado a sus estudiantes Quin de ustedes cree
que llegar a ser un grande? Ellos lo miraron
desconcertados y l les dijo: Si ustedes no, Entonces
quin?. De golpe entendieron: alguien tiene que hacerlo.

En esa misma carta, Maslow me contaba que la gente sana


empez a fascinarlo porque nunca hablan de su salud,
mientras que los enfermos viven hablando de sus
enfermedades; y crey que haba que aprender a estudiar a
gente sana. Les pregunt a sus amigos quin era la persona
ms sana que conocan, y ellos les presentaron a algunos
de sus amigos que eran llamativamente sanos. Y al
estudiarlos descubri algo que nadie haba visto antes,
porque a nadie se le haba ocurrido estudiarlos: con gran
frecuencia, toda la gente sana tiene lo que Maslow llam
experiencias cumbres, experiencias burbujeantes de
felicidad absoluta y embriagadora.

Me encontr con l en la Universidad de Brandeis, donde fui


a dar unas conferencias. Le dije que l haba dado con algo
realmente importante. Yo haba estado escribiendo sobre
los romnticos del siglo XlX, como Van Gogh, que pint
aquel cuadro de una noche estrellada con ese cielo
maravilloso explotando en estrellas y se suicid despus de
dejar una nota diciendo La desdicha no tiene fin. ste es
el problema de los grandes disconformes: expuestos a
tremendos cambios de puntos de vista, no pueden decidir
cul es el verdadero. Para m lo que Maslow vena a decir es
que esta gente sana tiene constantemente estas
experiencias. La experiencia de intensidad es lo verdadero,
el aburrimiento es de alguna manera una mentira.

Maslow coincidi. Es as. El nico problema es que a esto


no se le puede hacer ir y venir a voluntad. Las experiencias
cumbres vienen cuando quieren y se van cuando se les
antoja, y no hay nada que hacer. Excitado le contest que
eso no poda ser cierto. Si lo que usted dice es verdad, y
no somos esclavos sin esperanza ni ayuda posible en
nuestro medio, y si la gente sana tiene experiencias
cumbres todo el tiempo- porque est altamente motivada-,
entonces debe ser posible crear experiencias cumbres a
voluntad. Maslow lo neg, pero de alguna manera se haba
contradicho, porque descubri qu al hablarles a sus
alumnos sobre este tipo de experiencias, ellos empezaron a
recordar las que haban tenido en el pasado y que
mantenan casi olvidadas; como si la hubieran dado por
sentada la felicidad como una experiencia agradable que
luego olvidamos.

En mi opinin, en base a experiencias propias y tras leer


estos conceptos geniales, de dos grandes como Abraham
Maslow y Colin Wilson, y es lo siguiente: creo firmemente
que ambos estaban en lo cierto, esto es, que las
experiencias cumbres a veces vienen sin que las
provoquemos o sorpresivamente a modo de inspiracin y
otras veces podemos trabajar para crearlas o generarlas
para que se den. (1)
Lo interesante fue que tan pronto como empezaron a hablar
de sus experiencias cumbres, empezaron a tenerlas todo el
tiempo.

Era
Era simplemente
simplemente cuestin
cuestin de
de volver
volver la
la mente
mente en
en
esa
esa direccin.
direccin.

En otras palabras, en cuanto comenzaron a ver instintiva e


intuitivamente el mecanismo de una experiencia cumbre,
supieron cmo hacerlo. As que, en realidad, bsicamente
todos somos capaces de tener una experiencia cumbre
cuando quiera que lo deseemos.

Me solicitaron que escribiera un libro sobre Maslow y tuve la


suerte de conseguir todo ese material suyo justo alrededor
de un ao antes de su muerte; muri de un ataque al
corazn en 1970. Escrib Nuevos senderos de la psicologa
sobre l, y pens que era un avance enorme. El sostena a
lo largo del libro que los seres humanos somos capaces de
controlar el propio destino; capaces de controlar nuestros
estados de mentales. Podemos, hasta cierto punto, sin
siquiera usar drogas o alcohol. Podemos lograrlo con casi la
pura razn, solamente. Esta era la idea realmente
extraordinaria.

Colin Wilson / Abraham Maslow

(1) Gabriel De Marco

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