Exploracin y colonizacin en

Guinea Ecuatorial
Junio 2014

Francesc Snchez Lobera

Trabajo Final del Master de Estudios Histricos

Tutor: Ferran Iniesta

Universitat de Barcelona

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ndice

1. Introduccin...................................................................................................................3
Hiptesis.........................................................................................................................4
Marco terico y metodolgico....................................................................................5
Exploraciones e imperialismo.....................................................................................7
Ideologa para la conquista........................................................................................10
Cientficos y aventureros...........................................................................................12

2. Imperialismo europeo a finales del XIX..................................................................18

Motivaciones: mercados, competencia y prestigio.................................................18
El reparto de frica tras la Conferencia de Berln.................................................20

3. Explorando Fernando Poo y el Muni......................................................................23

Los viajes de Manuel Iradier.....................................................................................26
Todo aquello que puso hacerse................................................................................31
Las ltimas exploraciones..........................................................................................34

4. La colonizacin de Guinea........................................................................................37
Las misiones claretianas.............................................................................................38
La trasmisin de la civilizacin..............................................................................40
Las plantaciones..........................................................................................................44
Las prestaciones..........................................................................................................47
La Primera Guerra Mundial......................................................................................49

5. Conclusiones...............................................................................................................50

6. Anexos.
Mapas..........................................................................................................................54
Prensa..........................................................................................................................66

7. Fuentes y bibliografa................................................................................................86

2
Introduccin

El presente trabajo va de exploradores y colonizadores. De descubiertos y colonizados. De

cmo los europeos iniciaron una serie de viajes exploratorios para llegar a tierras
desconocidas que ocupaban espacios en blanco en los mapas del momento que estos
exploradores consiguieron rellenar. De cmo los europeos conquistaron a los pueblos que
se encontraron y luego los colonizaron para transmitirles la civilizacin occidental mientras
extraan todo tipo de materias primas de sus territorios. Dejar constancia y explicar todo
esto en una introduccin sera tanto como relatar toda la historia de los europeos desde la
expansin de los primeros estados en la Antigedad hasta el neocolonialismo en la
actualidad. Por lo tanto iremos entrando en materia. Este trabajo se va a centrar en la
exploracin y colonizacin africana por parte de los europeos, que iniciaron los
portugueses en sus viajes de cabotaje, creando toda una serie de enclaves comerciales en
islas y promontorios que sern las bases de la posterior colonizacin, que se llevar a cabo
durante todo el siglo XIX, muy marcadamente en su ltimo tercio de siglo, y en que forma
esto tuvo que ver tambin con Espaa en un territorio que llamaban el Muni.

El continente africano objeto de estudio de este trabajo empez siendo un inmenso

territorio del que extraer seres humanos que fueron esclavizados y enviados por los
europeos por mar hacia las colonias americanas para trabajar en las plantaciones de azcar,
algodn y otros bienes convertidos en productos, que a su vez eran enviados a Europa para
su transformacin en manufacturas que entre otros lugares terminaran en el continente
africano, cerrndose as un tringulo comercial que permiti a los europeos, sumado a otros
factores, llevar a cabo la Revolucin Industrial. A finales del siglo XVIII y durante todo el
XIX aparecieron toda una serie de individuos que exploraron el continente y las primeras
conquistas por parte de las potencias europeas. La Abolition of the Slave Act que promulgaron
los britnicos en 1807 fue el primer paso para la prohibicin de la esclavitud y como
veremos un componente ideolgico no solo para intentar finiquitar el trfico esclavista y
mercantil del resto de naciones europeas si no tambin para introducirse y civilizar el
continente.

Esto son algunos de los antecedentes histricos de las exploraciones y las colonizaciones
que generaron el imperialismo desde el ltimo tercio del siglo XIX hasta bien entrados en
el siglo XX. Fenmeno y espacio temporal en que se va a centrar este trabajo. El
continente de un lado ms desconocido y ms difcil por su clima y las enfermedades y de

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otro ms apetecible por sus riquezas naturales y su potencial fue el africano. Las potencias
europeas conquistarn el continente africano compitiendo entre si y se lo repartirn
oficialmente a partir de la Conferencia de Berln celebrada entre 1884 y 1885. Acuerdo que
no evitar que estas mismas potencias imperialistas se enfrenten unas dcadas despus en la
Gran Guerra.

He elegido el territorio que hoy conocemos como Guinea Ecuatorial como un caso de
estudio particular porque form parte de ese imperio espaol en decadencia, tras la prdida
de las islas de Cuba y las Filipinas, que se quiso resarcir con las conquistas africanas, que se
iniciaron en el ltimo tercio del XIX con las exploraciones de unos cuantos individuos,
que se afianzaron con las grandes plantaciones de monocultivos y las misiones que
quisieron evangelizar y transmitir la civilizacin espaola, y se terminaron al final del
franquismo en la segunda mitad del siglo XX cuando la mayora de las colonias africanas ya
se haban independizado.

Hiptesis

Espaa entr tarde y mal en la colonizacin africana. La prdida de sus ltimas colonias de
importancia, Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam, despus que el continente americano a
principios del XIX se independizara de la metrpolis, deja al pas tan solo con unas
posesiones en el norte de frica y unas islas improductivas en el Golfo de Guinea, siendo
la ms importante de ellas Fernando Poo, que ya dispona de un pequea colonia, y otras
deshabitadas por los blancos. La primera hiptesis es que las exploraciones que llevaron a
cabo los exploradores europeos en el continente africano fueron un agente necesario de la
etapa que conocemos como imperialismo y fueron por lo tanto el precedente tambin
necesario para la conquista y la colonizacin. En el caso espaol las exploraciones que lleva
a cabo el explorador Manuel Iradier en la regin del Muni por su cuenta y riesgo son la
avanzadilla de una expedicin ms organizada que quiere tomar para Espaa todo aquello
que pueda. Por lo tanto las exploraciones de Manuel Iradier sirvieron para la posterior
colonizacin. En que medida estas exploraciones fueron ms o menos importantes definen
la segunda hiptesis, la que nos conecta la exploracin con la capacidad espaola, tanto
estatal como empresarial, para financiar estas expediciones y la posterior conquista, en un
contexto en el que se estaba haciendo el reparto del continente entre las potencias
europeas. Mi idea es que tanto Iradier como otros exploradores hicieron lo que estuvo en
sus manos teniendo detrs una Espaa dbil poltica y econmicamente hablando que se
lanz precariamente a la conquista por prestigio internacional. La tercera hiptesis que

4
planteo es que esa colonizacin que llevo Espaa en Guinea en sus inicios fue muy dbil
pero finalmente terminar encontrando con la explotacin de monocultivos su lugar
conforme vamos avanzando en el siglo XX.

Marco terico y metodolgico

La estructura de este trabajo se define por una introduccin del fenmeno de las
exploraciones y el imperialismo en el siglo XIX, analizando la ideologa de la sociedad del
momento, mencionando los principales exploradores que fueron al continente africano, las
motivaciones que tuvieron los estados europeos para hacer efectiva la colonizacin en lo
que se conoci como la puja por frica, que termin con el reparto a partir de la
Conferencia de Berln celebrada entre 1884 y 1885, el papel de los exploradores espaoles
en el Muni, y la colonizacin que se puso en prctica sobre la isla de Fernando Poo y el
territorio continental desde finales del XIX hasta la primera treintena del XX, prestando
atencin al fenmeno de las misiones, el sistema educativo, las plantaciones y las
prestaciones.

Para la realizacin de este trabajo he utilizado sobre todo fuentes bibliogrficas. Para
introducir el fenmeno de las exploraciones y relacionarlo con el imperialismo, as como la
ideologa necesaria que los permiti, el primer libro que le y reflexion fue Orientalismo de
Edward Said, en el que el autor nos dice que el relato que nos transmitieron los
exploradores en el siglo XIX cre una visin sobre oriente tambin sirve para frica
opuesta a occidente que hizo posible la posterior colonizacin. La obra de Ojos imperiales.
Literatura de viajes y transculturacin de Mary Louise Prat, aunque la autora no menciona a
Edward Said, va tambin en esta lnea, aqu tenemos que los relatos de los exploradores,
bien sean ms cercanos al movimiento imperialista o crticos con ste, crean la realidad de
las nuevas tierras que posteriormente sern conquistadas. La obra colectiva Imaginar frica.
Los estereotipos occidentales sobre frica y los africanos dirigida por Antoni Castel y Jos Carlos
Sendn aporta una panormica sobre como los occidentales han visto a los negros y al
continente africano, desde una perspectiva histrica de la mano de Ferran Iniesta, pasando
por como ve el periodismo al africano trada por Antoni Castel, a una visin ms actual y
cuotidiana, normalmente poco conocida, apuntada por Donato Ndongo. Para las historias
propiamente de los exploradores me ha venido bien la obra colectiva dirigida por Robin
Hanbury, Grandes exploradores, el pequeo libro de Anne Hugon, La gran aventura africana:
exploradores y colonizadores, y he tenido presente y consultado los relatos que escribieron los

5
exploradores Mungo Park, David Livingstone, Richard Francis Burton y Henry Morton
Stanley.

Para las cuestiones ms generales del imperialismo y el reparto del continente africano en el
proceso que empez antes, durante y despus de la Conferencia de Berln me baso en gran
medida en las obras Los imperios coloniales desde el siglo XVIII y Economa e Imperio de David
Fieldhouse, La era del Imperio 1975-1914 de Eric Hobsbawm, y El mundo segn los victorianos
de David Newsome, aunque tambin he utilizado y me han venido bien Kuma. Historia del
frica negra de Ferran Iniesta y Historia del frica Negra: de los orgenes a las independencias de
Joshep Ki-Zerbo. Para lo que tiene que ver con el contexto poltico y social que haba en la
Espaa del momento he utilizado El fin del imperio espaol de Sebastian Balfour y el manual
dirigido por Santos Juli y Miguel Martorell, Manual de Historia Poltica y Social de Espaa:
1808-2012. Como complemento y parar aportar mapas sobre el avance de los europeos en
el continente africano y el reparto del mismo he utilizado el Atlas de los pueblos de frica de
Jean Sellier y el Atlas de frica: el continente olvidado de Philippe Lemarchand. Estos mapas
aparecen en un anexo al final del trabajo.

Para la exploracin de los territorios guineanos he echado mano frica, Viajes y trabajos de la
Asociacin Eskara La Exploradora, el voluminoso relato que escribi el explorador Manuel
Iradier sobre sus dos viajes al Muni, que adems de narrar sus aventuras es una muestra
etnolgica cuando esta disciplina estaba empezando a andar, sin olvidar tampoco la
polmica sobre que es lo que se quera tomar para Espaa y que es lo que se pudo tomar,
que en este trabajo forma parte de una de las hiptesis. Para saber ms sobre este
explorador he ledo primero la biografa Manuel Iradier de ngel Martnez Salazar, y despus
la de Miguel Gutirrez Garitano, Apuntes de la Guinea. Vida, obra y memoria de Manuel Iradier y
Bulfi, en la que aparte de hablar de la vida y viajes del vasco aporta informaciones sobre
otros exploradores de la regin, y un buen mapa del Muni confeccionado por el explorador
que tambin he incorporado. Del mismo autor, La aventura del Muni, es un relato que
compagina las experiencias personales del autor en Guinea Ecuatorial con la historia de las
exploraciones en el Golfo de Guinea, y los posteriores aos de la colonizacin. Para estos
tiempos que precedieron a la colonizacin me ha sido bastante til tambin Espaa en
Guinea: construccin de un desencuentro: 1778-1968 de Mariano de Castro y Donato Ndongo. He
incorporado tambin Exploracions centrafricanes (1887-1901) del P. Joaquim Juanola de Jacint

6
Creus, un sacerdote que formaba parte de la orden misional de los claretianos que realiz
tambin exploraciones sobre todo en Fernando Poo.

En cuanto a la colonizacin de los territorios de Fernando Poo y del Muni, que se

convertirn en la Guinea Espaola, los primeros libros que me le fueron los de Gustau
Nern, el que a travs de las vicisitudes de Julin Ayala, un oficial de la Guardia Colonial,
Un guardia civil en la selva, nos explica llanamente el desligue militar, la represin de las
fuerzas vivas, y la corrupcin a luz del da de los guardias, y despus el de La ltima selva de
Espaa, que profundiza ms en todo el proceso colonizador, y que yo sobre todo he
utilizado para introducir el trabajo de los negros en las plantaciones y los trabajos forzados
que se conocan bajo el nombre de las prestaciones. Nuevamente un libro de Jacint Creus,
El pare Joanquim Juanola (1852-1912) i l'inici de la colonitzaci de Guinea Equatorial, me ha
servido para acercarme al fenmeno de las misiones en el territorio, verdaderas precursoras
de todo el proceso colonizador. En cuanto al sistema educativo y la transmisin de la
cultura espaola he utilizado nuevamente el libro de Espaa en Guinea: construccin de un
desencuentro: 1778-1968 de Mariano de Castro y Donato Ndongo, concretamente los
captulos de ste ltimo, y tambin otro libro de Donato Ndongo, Historia y tragedia de
Guinea Ecuatorial. Finamente he querido mencionar como afect la Primera Guerra Mundial
a la colonia espaola aprovechando que se cumplen cien aos del conflicto.

Como soporte, para sealar algunas cuestiones, y como fuente primaria aparte de los
relatos de los exploradores he utilizado artculos publicados en el peridico La Vanguardia,
el ABC, y su suplemento Blanco y Negro, que aporto en el anexo dedicado a la prensa en el
final del trabajo. Durante este trabajo he utilizado otras obras para cuestiones menores que
aparecen en la bibliografa.

Exploraciones e imperialismo

El continente africano probablemente haba sido circunnavegado por mar tempranamente

en la Antigedad por los fenicios por cuenta de los egipcios pero ms all de unas
referencias1 que hace el griego Herdoto en Los nueve libros de la Historia sobre Libia2 no nos
han quedado ni testimonios ni ms menciones sobre esto. Algo parecido sucede con el
periplo del cartagins Hannn, al que hacen referencia Plinio el Viejo y Pomponio Mela, y

1
Estas referencias se pueden consultar en Historia de Herdoto, libro cuarto Melpmee, XLII.
2
Los griegos llamaban Libia a todo el continente africano.

7
que habra llegado ms all del Golfo de Guinea. Con la pujanza del comercio que
expandieron los rabes en la Edad Media sabemos que stos mantenan en el interior tanto
rutas terrestres, que transportaban sal, armas y telas desde el norte hasta el sur, y oro marfil
y esclavos a su regreso, como rutas martimas que circunnavegaban el continente desde el
mar Mediterrneo y el ocano Atlntico hasta llegar a las Indias en el ocano Indico. Ibn
Battuta, Ibn Hauqal o Al-Idrisi fueron algunos de estos viajantes que dieron a conocer el
continente africano. Los primeros europeos que bordean la costa africana son los
portugueses en el siglo XV, stos, como decamos en la introduccin, crean toda una serie
de factoras comerciales en y frente a la costa occidental, donde intercambian mercancas
manufacturadas por productos exticos, y finalmente esclavos con los estados africanos
que se encuentran (entre ellos el imperio del Mali y los estados Karanga, siendo el reino de
Monomotapa el ms importante). En la siguiente centuria los portugueses ya han
reconocido bien toda la costa africana y establecen nuevas factoras en el este donde
interactan con los mercaderes rabes africanos, los suajili. El portugus Vasco de Gama
para llegar a la India en sus viajes entre los aos 1497 y 1524 navega por la costa del
continente africano, y ms tarde, entre 1519 y 1522, la expedicin espaola de Fernando de
Magallanes y Juan Sebastian Elcano ser la primera en hacer la circunnavegacin del globo.
Los portugueses desde sus factoras extraen toda una serie de materias primas pero pronto,
como decamos, la extraccin de seres humanos se convierte en el negocio ms lucrativo3.
En este negocio participaran todas las naciones europeas que arriban al continente, tanto si
disponen de colonias de plantacin al otro lado del ocano Atlntico o ms all en el
ocano Indico, o simplemente lo efectan como intermediarios.

El interior del continente seguir siendo una incgnita en la que los cartgrafos ms que
constatar fidedignamente los mapas se los imaginan prcticamente hasta finales del siglo
XVIII, momento en el que el impulso de la Ilustracin hace plantearse a la lite europea
que hay en esos grandes espacios desconocidos, en que forma se puede remediar esta
ignorancia, y la respuesta vendr dada por los exploradores. Esto ir de la mano del sistema
de clasificacin de la naturaleza que ide el sueco Carl Linneo en el ao 1735: cientos de
botnicos y expertos en otras disciplinas cientficas se enrolaron en expediciones alrededor
del mundo para clasificar y dar a conocer al mundo todo lo que encontraron. Dos aos
despus se llevaba a cabo una doble expedicin organizada por la Academia de Ciencias
Francesa que tena como objetivo hacer una serie de mediciones cerca del Polo Norte y en

3
Podemos ver el mapa de estas factoras en el ao 1785 en el anexo de mapas.

8
Sudamrica para saber si la Tierra era esfrica como mantena la geografa cartesiana o un
esferoide achatado como propona Isaac Newton. La expedicin sudamericana resultara ser
un fracaso pero sus miembros, entre ellos Charles Marie de La Condamine, realizaran un
relato de sus andanzas que ser tomado como ejemplo por los exploradores europeos en el
continente africano que han de llegar. Aos despus el capitn ingls James Cook realiz
tres largos viajes entre 1768 y 1779, el primero de ellos con rumbo a los Mares del Sur con
propsitos cientficos (observar el transito de Venus que permitira determinar la distancia
entre la Tierra y el Sol e ir a la bsqueda del gran continente austral) que le llevar a dar la
vuelta al mundo, el segundo lo lleva al crculo Polar Antrtico, y el tercero, donde perder
su vida frente a los nativos en las Islas Hawai, pretenda buscar el paso del Noroeste que
una el ocano Atlntico con el ocano Pacfico. Todos estos viajes buscaban ampliar tanto
los conocimientos cientficos como abrir nuevas rutas comerciales e iniciar la conquista de
un nuevo mundo que a partir de entonces ya poda localizarse.

En Londres en el 1788 se crea la Sociedad Africana, precisamente bajo esta preocupacin:

Al menos una tercera parte de las tierras especialmente casi toda frica permanece hoy
desconocida (Hugon, 1998). La Sociedad Africana y la Real Sociedad de Londres enviarn
al continente africano a toda una serie de exploradores, entre ellos Mungo Park del que
hablaremos ms adelante, para engrandecer el conocimiento cientfico en todas sus ramas
del saber (geografa, etnologa, literatura, botnica, zoologa, etctera.). En 1830 se funda la
Real Sociedad Geogrfica que financia a otra serie de exploradores como Richard Francis
Burton, John Hanning Speke, o David Livingstone, que buscarn las fuentes de los grandes
ros y terminarn de rellenar los espacios en blanco. En el resto de potencias europeas van
apareciendo tambin toda una serie de sociedades geogrficas con los mismos propsitos.
Richard Burton y James Hunt en enero de 1863 fundan la Sociedad Antropolgica de
Londres que en un ao pasa de once miembros a quinientos. Esta asociacin, que en
palabras de Richard Burton era para dar a conocer aquello de las tierras lejanas que no
poda darse a conocer en otro lugar se fusiona con la recin creada Sociedad Etnolgica y
da como resultado el Real Instituto Antropolgico de la Gran Bretaa. En 1875, diez aos
antes de la Conferencia de Berln, que ser el punto de partida para el reparto del
continente y en donde se establecern las reglas del juego, Leopoldo II convoca un
Congreso Internacional de Geografa en Bruselas, al que acudieron representantes de Gran
Bretaa, Francia, Alemania, Rusia, Austria e Italia, en el que se pretenda introducir la
civilizacin en frica central. Las pretensiones cientficas del congreso, como apunta

9
Manuel Corachn, rpidamente son sobrepasadas por la obtencin de tratados con los
indgenas que finalmente reportarn ms de un milln de kilmetros cuadrados que
bordeaban el ro Congo para el monarca belga.

En Espaa las sociedades geogrficas aparecen tarde. La primera de ellas es la creada por
Manuel Iradier en Vitoria en 1868, La Exploradora, integrada por amigos y entusiastas del
joven explorador. Esta sociedad al mismo tiempo que promueve excursiones por la regin
alavesa dinamiza la sociedad vitoriana culturalmente. Tenemos que esperar uno ao ms,
habiendo realizado Iradier su primer viaje, para que se establezca en 1876 la Sociedad
Geogrfica de Madrid4, fundada por el coronel Francisco Coello, el ingeniero de caminos y
arquitecto Eduardo Saavedra, y el director general de Instruccin Pblica Joaqun
Maldonado. Sin embargo esta asociacin pierde en pocos aos la mitad de sus socios, el
inters del pblico y la prensa es nulo.

La institucin no poda por tanto pensar en la organizacin de expediciones exploradoras ni

aludir intentos de empresas mercantiles. Para lo primero no contaba con dinero. Para lo
segundo no lo haba en ninguna parte. (Martnez Salazar, 1993).

La situacin empieza a cambiar en el ao 1883 cuando llega a la asociacin Joaqun Costa y

Julio Raparaz, circunstancia que se da con un cambio poltico que trae cierta estabilidad en
las estructuras del estado que conocemos bajo el nombre de la Restauracin. Joaqun Costa
propone la celebracin de un Congreso Espaol de Geografa Colonial y Mercantil, con el
objetivo de alentar dos expediciones y la creacin de estaciones comerciales en la regin del
continente africano que aos antes haba explorado Manuel Iradier. Para llevar a cabo este
plan Joaqun Costa funda la Sociedad Espaola de Africanistas y Colonialistas, una
organizacin presidida por Alfonso XIII, homologa a la creada en Blgica por Leopoldo II.

Ideologa para la conquista

En la Europa que alumbra el siglo XIX gran parte de los sbditos del monarca de turno se
han convertido en ciudadanos con una serie de derechos y libertades inspirados por las
ideas de la Ilustracin que crean en los derechos del hombre y en el progreso de la
humanidad. En Inglaterra este cambio se haba producido cien aos antes durante la
Gloriosa Revolucin en la que el monarca qued subordinado al Parlamento. En el

4
Ms tarde se conocer con el nombre de Sociedad Geogrfica Espaola y despus Real Sociedad
Geogrfica.

10
continente a finales del siglo XVIII se ha pasado del Antiguo Rgimen a los estados
constitucionales liberales en los que la capacidad econmica suplanta la ascendencia
estamental. Es el momento del Tercer Estado, ese que, interpretando libremente al abad
Sieys, no haba sido nada y, tras la Revolucin Francesa, lo ser todo. Esta ideologa
bienintencionada que en Europa y los Estados Unidos dara un nuevo sentido para la vida
de muchos tiene su contrapartida en la percepcin del resto del mundo. Si occidente era la
luz el resto del mundo era la oscuridad.

El sistema de clasificacin natural de Linneo del que antes hablbamos fue una forma de
constatar cientficamente la naturaleza pero tambin de construirla a travs del lenguaje.
Este sistema que para Linneo pona el orden en el caos, como Ariadna enseaba al hroe
salir del laberinto siguiendo el hilo que haba desenrollado a su paso, se aplic en el mundo
vegetal, mineral, animal hasta llegar al ser humano quedando el homo sapiens dividido en seis
variedades definidas por algunos trazos fsicos pero tambin por diferentes connotaciones
etnocentristas, positivas para los europeos y negativas para el resto de variedades5. En esta
lnea el filosofo francs Arthur de Gobinau entre 1853 y 1855 escribe El ensayo sobre la
desigualdad de las razas humanas. La aparicin de la teora biolgica de la seleccin natural con
la publicacin en 1859 de El origen de las especies de Charles Darwin, donde el naturalista
ingls argumenta que sobrevive el que mejor se adapta, es apropiada por la lite de las
sociedades europeas reconducindola en lo que se ha venido a conocer como darwinismo
social, considerndose estas lites en la cspide de la civilizacin mientras el resto del
mundo era percibido como subdesarrollado. El continente africano era percibido como un
lugar incivilizado en el que reinaba la barbarie y por lo tanto era legitimo civilizar a sus
ignorantes habitantes a travs de la evangelizacin y la transmisin de la cultura europea.
Esta labor la llevaran a cabo los militares, los comerciantes y los misioneros.

El esclavismo, del que los europeos se haban servido hasta haca bien poco a travs de la
trata y la incitacin a la captura de seres humanos sin alma a los dbiles estados africanos,
desde su abolicin en Gran Bretaa en 1807, en Francia en 1848 y en los Estados Unidos
5
El homo sapiens segn Linneo se divida en el salvaje (un cuadrpedo, mudo y peludo), el americano
(de color cobrizo, colrico, erecto; cabello negro, lacio, espeso; fosas nasales anchas; rostro spero; barba
escasa; obstinado, contento, libre; se pinta con finas lneas rojas; lo regulan las costumbres), el europeo
(de tez blanca, sanguneo, fornido; cabello rubio, castao, sedoso; ojos azules; amable, agudo, con
inventiva; cubierto con vestimentas ceidas al cuerpo; lo rigen las leyes), el asitico (oscuro, melanclico,
rgido; cabello negro; ojos oscuros; severo, arrogante, codicioso; cubierto con vestiduras sueltas; lo rigen
las opiniones), y el africano (negro, flemtico, relajado; cabello negro, rizado; piel sedosa; nariz chata;
labios tmidos; taimado, indolente, negligente; se unta con grasa; lo rigen los caprichos). (Pratt, 2010:
73,74)

11
tras la guerra de Secesin entre los aos 1861 y 1865, ser denunciado y perseguido por los
britnicos siendo una de las argumentaciones a la luz del da para empezar la conquista del
continente. El trfico de esclavos y la produccin en grandes plantaciones en Amrica que
llevaron a cabo e hicieron posible los europeos fue como decamos uno de los factores que
facilitaron la Revolucin Industrial en Europa y ms tarde en Estados Unidos, ahora la
lucha contra la esclavitud ser la justificacin para la colonizacin africana. El explorador y
misionero David Livingstone estaba convencido de que la nica manera de terminar con la
trata de esclavos era a travs de la colonizacin. Las motivaciones menos declaradas claro
eran otras: la extraccin de todo tipo de materias primas, el establecimiento de
plantaciones, y la generacin de un mercado cautivo colonial para la produccin imparable
de la fabrica del mundo que constitua la Europa del momento. Hasta Rudyard Kipling, un
gran conocedor de culturas extraeuropeas por haber nacido y vivido de joven en la India,
en 1899 escribe el poema La carga del hombre blanco, donde justifica el dominio y el tutelaje
por su bien de los blancos sobre las naciones tumultuosas y salvajes.

El explorador Samuel Barker expona de esta manera lo que muchos pensaban en su

tiempo sobre los negros: Mostrar al salvaje tal como es, tal como lo he observado, en
toda imparcialidad. El hombre de frica, brutal, duro, sin piedad, no tiene esta fe en Dios,
este instinto sagrado que la naturaleza parece habernos plantado en el corazn. Los nativos,
abatidos por un calor sofocante, son ms propensos al descanso que al trabajo. Al no tener
ningn problema que resolver, la inteligencia languidece y acaba casi por apagarse. La falta
de industria y la debilidad de carcter acarrean consecuentemente el amor a la facilidad y el
lujo. (Hugon, 1998: 63)

Cientficos y aventureros

Vista la teora brevemente pasamos a hacer una semblanza de unos cuantos de estos
exploradores que se fueron de viaje al continente africano. He elegido a Mungo Park
porque fue uno de los primeros exploradores que se introdujo en el continente con
intenciones exploratorias y comerciales, Richard Burton porque es un ejemplo de agente
imperial y aventurero que se fundi con los otros, David Livingstone porque tena aparte de
empuje motivaciones tanto religiosas como comerciales, y Henry Morton Stanley porque
represent muy bien la relacin de la exploracin y el imperialismo.

Mungo Park (1771-1806) al poco de licenciarse en Medicina por mediacin del que ser su
cuado, James Dickson, conoce a Joseph Banks, fundador de la Sociedad Africana (una

12
sociedad que tiene como cometido enviar a exploradores a las profundidades del
continente africano para llenar los espacios en blanco en los mapas), presidente de la Real
Sociedad, y consejero cientfico del gobierno. Park en 1783 se convierte en medico
ayudante en un barco de la Compaa de la Indias Orientales con destino a la isla de
Sumatra. El planeamiento inicial de Joseph Banks no era tanto colonizar frica si no ms
bien indagar para establecer contactos comerciales y con este cometido convence a Park
para su primer viaje en 1795.

En su primera expedicin la Sociedad Africana le encarga navegar aguas arriba por el ro

Gambia, seguir por tierra hasta el ro Nger del que tena que descubrir su curso, por aquel
entonces desconocido, y continuar hasta la ciudad de Tombuct. Park nada ms llegar al
ro Gambia contrae la malaria, circunstancia que le permite en su convalecencia aprender
algo de la lengua mandinga. Reemprende el viaje con un interprete y un criado pero los
conflictos locales le obligan a dirigirse hacia el norte donde es hecho prisionero durante tres
meses por un moro seminmada llamado Al que piensa que Park es una avanzadilla de los
europeos y por lo tanto una amenaza. El explorador logra huir y se dirige hacia el suroeste
en la bsqueda del ro Nger hasta que llega a Sgour a escasos das de Tombuct, donde
un jefe local le dice que los moros le van a matar. Park no las tiene todas consigo y decide
regresar a Inglaterra. Tras un viaje que durar diecisiete meses llega a Londres y es recibido
como un hroe. Park entonces decide volver a Escocia, escribir un relato de sus aventuras
(Viajes a las regiones interiores de frica), casarse y trabajar como mdico, pero en 1805 vuelve
a las andadas. Esta vez las circunstancias internacionales han cambiado: los franceses han
logrado asentar su influencia comercial en el ro Senegal y Joseph Banks piensa que los
britnicos tienen que controlar el ro Nger. Por lo tanto la segunda expedicin de Mungo
Park es ms ambiciosa: le acompaa un destacamento militar de cuarenta y tres soldados
con el objetivo de llegar a Tombuct y establecer enclaves comerciales en el curso del
Nger. Nada ms llegar al continente africano tres cuartas partes de sus hombres mueren
por enfermedad. Al llegar a Sgour han muerto treinta y nueve. Sin embargo Park con tan
solo cuatro hombres continua con su viaje y va ms all de Tombuct llegando a la gran
curva del Nger ms all de las cataratas Bussa. Park muere en circunstancias desconocidas.

Richard Burton (1821-1890) se educa primero en Francia e Italia y despus en el Trinity

College de Oxford. En octubre de 1842 va a la India y se alista en 18 Regimiento de
Infantera indgena de Bombay donde ejerce de informador y aprende el rabe, el persa y el

13
indostan. Se crea un mtodo para dominar cualquier lengua que consiste en aprender la
gramtica en una semana y ponerse luego a traducir el Evangelio. Burton para
desenvolverse quiere hacerse pasar por nativo y por ello recurre al disfraz. En la India
conoce el sufismo a travs de autores persas y rabes. En 1853, tras una estancia de unos
aos en Inglaterra, se disfraza de mercader pastn y logra introducirse en las ciudades
rabes de la Medina y la Meca, hechos que quedan reflejados en su obra Mi peregrinacin por
Medina y la Meca. Richard Burton y John Hanning Speke exploran en 1854 las Montaas de
Luna en el interior de Somalia. Burton consigue entrar en la ciudad prohibida de Harar
pero la expedicin terminar siendo un fracaso por el ataque de los indgenas que hieren a
los dos exploradores. Entonces Burton pide que le enven a la guerra de Crimea donde
lucha en el estrecho de los Dardanelos. En 1852 los dos exploradores vuelven al continente
africano para descubrir las fuentes del Nilo. Iniciando su viaje desde Zanzbar descubren
los grandes lagos del frica central. Unas fiebres impiden a Burton continuar pero Speke
sigue por su cuenta y descubre el lago Victoria, el que considera la fuente del Nilo. A su
regreso a Inglaterra los dos exploradores entran en una polmica pblica sobre cual es el
origen del Nilo que Burton suspende cuando Speke muere durante una cacera, bien por
accidente o por su propia voluntad suicidndose.

Burton en 1861 se haba casado con Isabel Arundell, una mujer que apoy siempre al
explorador, hasta el extremo de quemar a su muerte todo tipo de documentos (entre ellos
el manual sexual rabe El jardn perfumado) que pudieran empaar su reputacin. Desde su
matrimonio Burton reconduce su vida hacia lo ms convencional en su poca, al menos
sobre el papel, aceptando el consulado de Fernando Poo, que convertir en su base de
operaciones para visitar Dahomey, Benn y Costa de Oro. De estos aos escribi
Vagabundeos por frica Occidental. En 1865 es destinado cuatro aos como cnsul a la ciudad
brasilea de Santos, en 1869 a Damasco, y en 1871 a Trieste. Cuando lord Salisbury le pide
consejo sobre que hacer con Marruecos, Burton le dice que la solucin es la anexin.
Burton tuvo tiempo para recorrer los Estados Unidos, donde conoci a los mormones de
Utah, Islandia, el Per y Paraguay donde inform sobre la guerra. Una de sus ltimas obras
fue una traduccin de Las mil y una noches.

David Livingstone (1813-1873) nace cerca de Glasgow en el seno de una familia culta,
devota y religiosa. De joven devora libros de ciencias y de viajes, aficin que le lleva a
estudiar medicina en el Anderson's College de Glasgow mientras trabaja en una fbrica para
pagarse estos estudios. En agosto de 1838 se desplaza por primera vez a Londres para

14
entrevistarse con la Sociedad de las Misiones de Londres donde le aceptan como misionero
mdico. Dos aos despus, en 1840, conoce a Robert Moffat el que le habla de su misin
en Kuruman, en el norte de Sudfrica. En el mismo ao escucha atentamente a Thomas
Fowell Buxton denunciar la trata de esclavos y proponer para su erradicacin un comercio
legal con el continente africano. Livingstone quera ir a China pero la primera guerra del
opio se lo impide, es entonces cuando decide irse a Sudfrica en 1840 como comisionado
por la Sociedad de las Misiones de Londres. Su labor es difundir el evangelio en la localidad
de Kuruman, en territorio tsuana, donde conoce al pastor Robert Moffat y a la que ser su
mujer, pero tras unos aos de tensin con los boers, que ven mal estas misiones,
abandonar esta localidad para continuar su evangelizacin en regiones inexploradas.

Livingstone se dirige al norte con su mujer y sus hijos atravesando el desierto del Kalahari
hasta llegar al lago Ngami en agosto de 1849, hecho que le ser recompensado por la Real
Sociedad Geogrfica. Entonces se dirige hacia el ro Zambeze pero tras la muerte de uno
de sus hijos decide acompaar a su familia a el Cabo para que partan haca Inglaterra y
continuar en solitario sus exploraciones. En 1853 prepara una expedicin que sale de
Linyanti con ayuda del jefe de los kololo, Sekeletu, que tiene como objetivo seguir el curso
del ro Zambeze, navegando y a lomos de un buey, hasta alcanzar la costa occidental del
continente. La expedicin llega a Sao Paulo de Luanda en mayo de 1854. Despus de
descansar y escribir un informe para la Sociedad Geogrfica decide retroceder en sus pasos
hasta llegar a Linyanti. Ha recorrido 4.000 kilmetros. Pero ahora quiere ir hacia el este
bajando por el ro dando con unos grandes saltos de agua, conocidas por los indgenas
como el humo que ruge que el bautiza como cataratas Victoria. En mayo de 1856 llega a
Quelimane, en el ocano Indico. Ha recorrido frica de costa a costa. Livingstone ha ido
confeccionando mapas, ha ido estudiando los pueblos que se ha encontrado, sus
intenciones son las de abrir el interior del continente a la evangelizacin y al comercio.
Regresa a Londres y es recibido como un hroe, le otorgan condecoraciones, hace
conferencias, y escribe Viajes y exploraciones en el frica del Sur, que se convierte rpidamente
en un xito de ventas. Livingstone en su viaje ha presenciado la trata de esclavos y est
convencido que la presencia de los europeos en el continente africano puede erradicarla.

Livingstone en 1858 inicia su segunda expedicin. Esta vez no est al servicio de la

Sociedad de las Misiones si no de la Oficina Exterior del gobierno britnico. Le
acompaaran seis compatriotas, entre ellos su hermano y el pintor Thomas Baines, y

15
sesenta africanos que hacen de porteadores. Descubren el lago Nyasa (hoy lago Malawi) y
remontan los ros Shire y el Ruvuma. Sin embargo la expedicin resulta ser un fracaso,
confirma que el Zambeze no es navegable y no pueden implantar misiones cristianas de
forma duradera, as que deciden volver a la Gran Bretaa.

La tercera expedicin de David Livingstone, en la que no le falta tampoco financiacin, le

lleva a la regin de los grandes lagos del frica Central. Esta vez el objetivo es la bsqueda
de las fuentes del Nilo. En enero de 1866 llega a la desembocadura del Ruvuma, y desde all
sigue rumbo al noroeste, hasta los lagos Nyasa y Tanganica. Descubre el lago Moero y el
ro Lualaba que Livingstone cree que es el Nilo. Enfermo e incapaz de comprobar su
hiptesis se traslada a Ujiji en el lago Tanganica. En 1871 nadie en Europa sabe donde se
encuentra, le dan por perdido o por muerto, as que el director del peridico New York
Herald le encarga a Henry Morton Stanley su bsqueda. Se lo encuentra y Stanley le espeta
la famosa pregunta El doctor Livingstone supongo?. Los dos exploradores emprenden
juntos la circunnavegacin del lago Tanganica durante un mes resolviendo que el ro Ruzizi
desemboca en el lago en lugar de salir del mismo por lo que no puede tratarse del Nilo.
Stanley intenta convencer a Livingstone para que vuelva a Inglaterra pero este prefiere
quedarse en frica recorriendo los ros. Livingstone muere de enfermedad y agotamiento
en la localidad de Ilala el 1 de mayo de 1873 convencido de que el Lualaba y el Nilo son un
mismo ro.

Henry Morton Stanley (1841-1904) nace en la localidad de Denbigh, en Gales, siendo hijo
de una sirvienta y bautizado como John Rowlands. Entre los seis y quince aos vive en un
hogar para pobres y al no encontrar trabajo estable en Gran Bretaa decide unirse a una
tripulacin que se dirige hacia Nueva Orleans. En los Estados Unidos se cambia el nombre
y cuando estalla la guerra de Secesin, encontrndose en 1861 en Arkansas, se suma al
bando de los confederados, hasta que es apresado en la batalla de Shiloh, y encarcelado por
los unionistas en Camp Douglas. Stanley es liberado cuando se enrola con los unionistas
pero cuando cae enfermo deserta. Recuperado, despus se probar suerte en varias
tripulaciones en el mar, se vuelve a unir a los azules, esta vez en la marina, de donde vuelve
a desertar. En un viaje a Saint Louis fue contratado como periodista en el Missouri Democrat.
Entonces con dos amigos decide iniciar un viaje por Asia que es truncado en la localidad
turca de Esmirna cuando son apresados por unos ladrones. La vida de Stanley se puede
decir que se encamina por lo que luego ser conocido cuando conoce a James Gordon

16
Bennet Jr., propietario y director del New York Herald, y ste le encarga que haga de
corresponsal de guerra en la invasin britnica de Abisinia. Sus dramticas crnicas han
gustado tanto que el director del Herald en octubre de 1869 le encarga la misin de
localizar a David Livingstone, desaparecido durante aos en el interior del continente
africano.

Henry Stanley vuelve a frica a finales de 1873 para cubrir la campaa britnica contra los
ashanti en la Costa de Oro. El encuentro y las exploraciones que realiza con Livingstone le
permiten encabezar una gran expedicin, constituida por 360 personas y un buque de 13
metros desmontable, financiada por el New York Herald y el Daily Telegraph, que consigui
atravesar frica central en mil das. Durante este largo viaje Stanley es el primero en
circunnavegar el lago Victoria y validar la teora de John Hanning Speke de que aquel era el
nacimiento del Nilo Blanco, tambin de comprobar la unin del ro Lualaba con el Congo,
localizando unas cataratas gigantescas que bautiza con el nombre de Stanley Falls. De este
largo viaje el explorador nos deja el relato A travs del continente oscuro.

Entonces Henry Stanley da un paso ms all y a finales de la dcada de 1870 trabaja al

servicio del rey de los belgas, Leopoldo II, facilitndole con sus exploraciones y otros
trabajos un imperio sobre la orilla izquierda del Congo. Esto es importante porque Stanley
no solo es la prueba ms clara de la relacin entre los exploradores y el imperialismo si no
que tambin con su incursin en el Congo aos despus se oficializar la presencia total de
los europeos y el reparto del continente africano por parte de las potencias. Stanley abre
rutas comerciales, inicia la construccin de una va frrea, funda Leopoldville y Stanleyville,
convence a los jefes africanos para que acepten la tutela del rey de los belgas y en la
expedicin de 1876 adquiere un montn de piezas de marfil valorado en ms de 50.000
dlares. La ltima misin de Stanley en frica se produce entre 1887 y 1889 y consiste en el
rescate del naturalista alemn Isaak Eduard Schnitze, conocido comnmente como Emn
Baj, que ha quedado aislado en el Sudn tras la revuelta del ejrcito del Mahdi, poco
despus de la muerte del general Charles Gordon en Jartum. Henry Morton Stanley cont
con amplios medios econmicos y humanos en sus expediciones, en las que algunos
testimonios dicen que tena un comportamiento brutal con sus subordinados, ms adelante
volveremos a nombrarlo cuando veamos el fugaz encuentro con el explorador espaol
Manuel Iradier.

17
Imperialismo europeo a finales del XIX

Los exploradores como hemos visto abrieron el continente al resto de europeos facilitando
primero el comercio y su posterior conquista y colonizacin. Las potencias europeas a
finales del siglo XVIII ya haban puesto sus pies en el continente africano6. Desde hacia
mucho los portugueses haban establecido sus enclaves comerciales y como decamos ms
arriba, al lado del resto de europeos, haban hecho realidad el comercio triangular que
durante mucho tiempo funcion por la trata de seres humanos. Conforme va avanzando el
siglo XIX los franceses establecen un protectorado sobre Tnez y la conflictividad que
genera la resistencia de los nativos les lleva a expandirse progresivamente por todo el
Magreb, en cuanto a los britnicos han invadido Egipto, y harn algo parecido cuando la
rebelin en el Sudn liderada por Muhammad Ahmed al Mahdi les lleva a invadir el
territorio. No olvidemos que los britnicos desde haca mucho tenan tambin la colonia
de El Cabo7. Esta sera la explicacin perifrica que mantiene David Fieldhouse que
sumada a otros factores que ahora veremos llev a las potencias europeas a apoderarse de
todo el continente. La idea era terminar de integrar al continente africano en el sistema
econmico global del que habla Immanuel Wallerstein en su teora del sistema mundo o
economa mundo en el que frica pasara formalmente a ser parte de la periferia
subdesarrollada del centro metropolitano desarrollado que constituan los estados
europeos. Hacia el ltimo cuarto del diecinueve se incrementa el nmero de potencias
imperiales y se adquieren ms territorios que durante los tres cuartos anteriores. Espaa y
Portugal se lanzan de nuevo a la conquista, y aparecen nuevos estados como Alemania,
Italia, Estados Unidos y la Blgica de Leopoldo II que nunca haban tenido una tradicin
colonial y que ahora querrn tener su imperio en ultramar. En los siguientes apartados
vamos a ver que llev a las naciones europeas a esta carrera imperialista que se convertir
en una verdadera puja por frica y como se repartieron el continente progresivamente
desde la Conferencia de Berln.

Motivaciones: mercados, competencia y prestigio

David Fieldhouse se hace la siguiente pregunta: Por qu algunas adquisiciones bien

delimitadas por parte de unos pocos estados como respuesta a problemas de la periferia
llevaron de improvisto a un reparto del mundo entre muchos estados? En un primer
momento se argument que el reparto del mundo obedeca a las necesidades econmicas

6
Se puede ver el mapa del continente africano de 1795 a en el anexo de mapas.
7
Podemos ver el mapa del continente africano de 1875 en el anexo de mapas.

18
que la industrializacin estaba provocando en Europa en la bsqueda de nuevos mercados
cautivos para colocar las manufacturas de la metrpoli convenientemente protegidas frente
a las de las dems potencias con aranceles. Las colonias seran una fuente segura para la
extraccin de materias primas, y seran las destinatarias de las inversiones procedentes del
excedente de capital en la metrpoli. Esta argumentacin fue defendida por el liberal J. H.
Hobson y el marxista Vladimir Ilich Lenin, para este ltimo la colonizacin de los pases
tropicales sirvi para prolongar el capitalismo europeo y aplazar el advenimiento de la
revolucin socialista. Una segunda argumentacin relaciona el imperialismo de esta poca
como una expresin del nacionalismo europeo. As tenemos que las colonias alimentaban
la potencia nacional y eran smbolos de prestigio. La incipiente presin del voto de unas
masas incultas en unas jvenes democracias europeas habra obligado a los estadistas a
asegurar nuevas colonias a la nacin. El reparto del mundo, manteniendo esta teora, fue
debido a la competencia entre los pases europeos. Una tercera argumentacin nos viene a
decir que el reparto del mundo fue una continuacin de una tendencia presente desde
principios del siglo XIX. Los pases europeos no habran tenido intenciones de ms
conquistas pero se habran lanzado a ellas por no tener otra eleccin. La conflictividad en la
periferia, dominada informalmente por los europeos que derivaba en crisis en los gobiernos
indgenas o haca una reaccin hostil haca las potencias, habra llevado a stas, frente a la
disyuntiva de batirse en retirada o lanzarse de lleno a la anexin oficial de stos territorios.
El reparto en el continente africano, en el Pacfico y en el Sudeste Asitico, se habra hecho
necesario por la colisin de las potencias europeas en estos territorios. Una ltima
argumentacin nos viene a decir que Europa no tena necesidad de colonias tropicales por
razones econmicas o propiciadas por la opinin pblica, si no ms bien que stas fueron
producto de la coyuntura poltica en el continente europeo y de la nueva diplomacia llevada
a cabo por el canciller Otto von Bismark, cuando en 1884 y 1885 reivindica colonias para
Alemania. Las colonias sern un elemento ms en la negociacin internacional.

Si una potencia no planteaba reivindicaciones, an infundadas, corra el riesgo de verse

excluida de una ulterior expansin. En resumen, un poltico de la Europa central impuso el
procedimiento continental a las potencias martimas que hasta ese momento haban
considerado las colonias como una especie de coto de caza enteramente suyo. Slo en estos
trminos es posible explicar el sbito reparto de frica y el Pacfico, o los acontecimientos
en el sureste asitico despus de 1882. (Fieldhouse, 1984)

19
El reparto de frica tras la Conferencia de Berln

Hay una serie de antecedentes que llevan a catorce estados abrumadoramente europeos8 a
oficializar internacionalmente su presencia en el continente africano sin contar para nada
con las entidades locales9 en la Conferencia de Berln entre a los aos 1884 y 1885. Las
ocupaciones alemanas sobre diferentes territorios son clave, pero tambin lo fue la crisis
del Congo cuando la Blgica de Leopoldo II reivindica este basto territorio, o el desacuerdo
entre franceses y britnicos sobre Egipto cuando stos ltimos en 1882 ocupan el pas.
Mientras Gran Bretaa ocupar todos los territorios en la vertical de El Cairo con la
Ciudad del Cabo, Francia intentar hacer lo propio horizontalmente adentrndose en el
continente desde el Senegal. Pero como se ha dicho las reivindicaciones africanas de los
alemanes precipitan el reparto del continente: en mayo de 1884 Alemania reivindica el
protectorado sobre Agra Pequea, la que se convertir en la frica del Sudoeste Africana
que equivale a la actual Namibia; en el mes de julio, el explorador Gustav Nachtigal, declara
el protectorado sobre Togo, al oeste de Lagos, y sobre el Camern; en febrero de 1885
Alemania reconoce los tratados firmados por el explorador Karl Peters acordados con los
jefes tribales de la costa oriental africana frente a la costa de Zanzbar, en lo que se
conocer como el frica Oriental Alemania que equivale a la actual Tanzania10. David
Fieldhouse mantiene que Otto von Bismark en su poltica internacional que desembocar
en el Conferencia de Berln no se dej llevar por la propaganda de los tericos del
imperialismo alemn ni por la de los comerciantes, aunque esta poltica probablemente le
hizo vencer en las elecciones del Reichstag en 1884, si no que buscaba ms bien la propia
seguridad de Alemania en el continente, franqueada al oeste por Francia y al este por Rusia,
y la debilidad de Gran Bretaa. Por esta razn habra apoyado y contentado a una Francia,
molesta en el continente europeo por la prdida de la Alsacia y la Lorena en la Guerra
Franco-Prusiana (1870-1871) y molesta en el continente africano por la ocupacin britnica
de Egipto, en el frica Occidental.

Bismarck haba demostrado que cualquier potencia lo bastante fuerte como para apoyar con
una cierta autoridad sus reivindicaciones poda asegurarse colonias incluso sin ocuparlas:

8
Los participantes en la Conferencia de Berln fueron de un lado los estados europeos de Alemania, Gran
Bretaa, Francia, Portugal, Espaa, el Imperio Austro Hngaro, Holanda, Italia, Suecia, Rusia,
Dinamarca, Blgica, y de otro el Imperio Otomano y los Estados Unidos.
9
Ferran Iniesta en Kuma, Historia del frica Negra destaca que no estuvieron ni Rabah (seor del Chad),
ni Samori Tur (jefe del Estado dyula), ni Cestwayo (rey zulu), ni Ranavalona II (reina de Madagascar),
ni el Madhi (vencedor de los britnicos en Khartum), ni Gll (rey de Abomey) ni siquiera Menelik II
(que derrotara a 10.000 italianos en Adua en 1896).
10
Esto puede verse en el mapa de 1895 en el anexo de mapas.

20
 bastaba con firmar ambiguos tratados con los jefes nativos. Estas fronteras eran importantes
porque los rivales solamente las podan cancelar haciendo a cambio otras concesiones a
Alemania. Lo que sucedi es que el resto de potencias plantearon reivindicaciones por temer
perder oportunidades o a tener que pagar luego un precio excesivamente alto por un
territorio que otros se hubieran reservado, esto les eximia de ocupar. El primer reparto fue
un ejercicio cartogrfico realizado en las chancilleras europeas y en muchos casos habra sido
arduo situar en el atlas las ms remotas de las nuevas posesiones. Haba donde elegir.
(Fieldhouse, 1984)

De esto tomaran nota tanto naciones como Espaa y Portugal que haban perdido un
imperio en otras latitudes pero en cambio quisieron mantener y acrecentar sus posesiones
en el continente africano, como otras naciones como Blgica o Italia que nunca haban
tenido ningn imperio. Para Otto von Bismark las colonias formaban parte en las
negociaciones internacionales, y en este juego entrarn el resto de potencias europeas. La
reglas del juego que ahora veremos en la Conferencia de Berln escenifican este
planteamiento.

La Conferencia de Berln reconoce las reivindicaciones de Leopoldo II sobre el Congo sin

cerrar el comercio al resto de potencias en el ro convirtiendo sus orillas en una zona
comercial franca. Los protectorados alemanes anteriormente mencionados son tambin
reconocidos. Las reivindicaciones francesas y britnicas son reconocidas dejando que estas
dos potencias diriman sus diferencias por su cuenta con la condicin de no limitar la
navegacin por el ro Nger a otras naciones11. En la Conferencia de Berln12 se definen
unas convenciones para las futuras reivindicaciones: 1. para los territorios costeros tiene
que implicar una ocupacin efectiva del territorio y conllevar la responsabilidad de la
proteccin de todos los europeos que se residan o se encuentren en dichos territorios, 2.
tiene que quedar asegurada la libertad de comercio, aunque no se eliminen los aranceles ni
las tarifas preferenciales, 3. finalmente se exige la ocupacin efectiva para los territorios que
se conviertan en colonias, esto no se aplica a los protectorados o las esferas de influencia.

11
Puede verse el mapa de la situacin poltica de frica en 1895 en el anexo de mapas.
12
En un artculo que aparece el 21 de agosto de 1885 en el peridico La Vanguardia, el redactor despus
de editorializar sobre como afecta la Conferencia de Berln a Espaa y de denunciar que nada se ha
hablado del continente de Oceana donde Espaa mantiene una colonia en las Islas Carolinas, seala
algunos puntos de acuerdo a los que han llegado las potencias para el continente africano. Puede
consultarse el artculo en el anexo dedicado a la prensa al final del trabajo.

21
 El congreso solucion pocas cuestiones, pero dio un enorme impulso a la expansin
colonial. Declar, en sustancia, abierta la partida estableciendo tambin sus reglas. Durante el
quinquenio siguiente hubo una febril actividad colonialista en todo el mundo no europeo.
(Fieldhouse, 1984)

La anexin de territorios se har firmando tratados con unos poderes locales que en la
mayora de los casos desconocen que consecuencias contraern dichos acuerdos. La
justificacin ideolgica y bienintencionada de la Conferencia de Berln fue la prohibicin de
la esclavitud en el continente africano pero como veremos ms adelante en el caso
particular de la Guinea Espaola los trabajos forzados no se diferenciaran en la practica
tanto de la esclavitud, y esto era extrapolable al resto de colonias.

La colonizacin que llevaron los europeos en el continente africano no fue ni mucho

menos fcil ni pacifica, contrajo resistencias y guerras que infligieron derrotas a las
potencias europeas a pesar de la desigualdad en el armamento. La definicin de las
fronteras de las colonias separ grupos tnicos y junt varios en un mismo estado. Esto
por si solo no hace necesaria la confrontacin pero cuando un grupo tnico quera imponer
su hegemona poltica sobre los dems empezaba el conflicto. Esta situacin conflictiva no
solo fue explotada por los colonizadores en su beneficio si no que en muchas ocasiones la
favorecieron para dividir a los indgenas y hacerse ms fcilmente con el territorio. Entrar
mucho ms en esto hara alargarme demasiado este trabajo pero en cambio si encuentro
necesario decir algo de como fue funcionaba el poder colonial. El objetivo que se marcaron
los europeos siempre fue el obtener el mayor rendimiento econmico posible de las
sociedades dominadas, y stas sociedades deban ser las que incrementasen el excedente en
favor de la colonia (Iniesta, 1998: 182). La administracin de las colonias deba tender
hacia la autosuficiencia ya que las metrpolis eran reacias a realizar inversiones en
territorios poco rentables o faltos de una infraestructura siempre elevada en sus costes. Por
esta razn los britnicos y los alemanes de la mano de las compaas coloniales, que
defendan los intereses privados, optaron por un gobierno indirecto (Indirect Rule) que
mantena el funcionamiento de los antiguos poderes precoloniales, pero encargados ahora
de recaptar los tributos y poner en marcha las fuerzas del trabajo. Este esquema favoreca
la no implicacin en los conflictos provocados por la propia colonizacin de la
administracin, que apareca en un segundo plano y quedaba cubierta por la pantalla de los
poderes tradicionales. (Iniesta, 1998: 185, 186). En el caso francs, italiano, belga, y
tambin espaol, hubo en teora una implicacin ms directa del estado en las funciones

22
coloniales pero a la prctica se busc sistemticamente la mediacin de poderes religiosos,
tnicos y locales. La nica posibilidad de organizar el territorio colonial de forma rentable
era aceptar la estructura africana, articularse en ella y presionar para transformarla en el
sentido de la rentabilidad. Y eso es lo que hicieron con mayor o menor fortuna, todas las
administraciones coloniales europeas. (Iniesta, 1998).

En 1914, a las puertas de la Gran Guerra, solo dos estados africanos son independientes, el
Imperio Etiope (la antigua Abisinia) que venci a los italianos en Adwa en 1876 y Liberia,
el estado creado por los esclavos negros norteamericanos que dcadas atrs se haban
emancipado en Estados Unidos. Gran Bretaa mantiene la vertical desde el Cairo hasta la
Ciudad del Cabo definida por Egipto, virtualmente en manos britnicas aunque siga
tericamente en el Imperio Otomano, el condominio del Sudn anglo-egipcio despus de
vencer a los mahdistas en 1897, Uganda, el frica Oriental Britnica (Kenia), Rodesia
Septentrional, Rodesia Meridional, Niasalandia, Bechuanalandia, y la Unin Sudafricana. A
estos territorios en el Atlntico se le suman Gambia, Sierra Leona, y ya en el Golfo de
Guinea, Costa de Oro y Nigeria. A las puertas del Mar Rojo, dando facilidades de
avituallamiento a las buques y conformando unas bases de seguridad para el comercio con
la India a travs del Canal de Suez, estn la Somalia britnica y Adn. Francia mantiene el
frica Occidental Francesa (en la que se encuentra entre otros Marruecos, Tnez y
Argelia), el frica Ecuatorial Francesa (en la que se encuentra el Gabn) y la gran isla de
Madagascar. Alemania se ha hecho con el frica Oriental Alemana, el frica del Sudoeste
Alemana, el Camern y el Togo. Los belgas tienen el Congo Belga. Los italianos mantienen
Libia y Somalia. Los portugueses tienen Angola y Mozambique. En cuanto a los espaoles
han mantenido una porcin de Marruecos en forma de protectorado, Ro de Oro (el Sahara
Occidental), y la Guinea Espaola (incluidas las islas del Golfo de Guinea)13. De este ltimo
territorio en manos de los espaoles es del que hablaremos extensamente en los siguientes
apartados.

Explorando Fernando Poo y el Muni

Habiendo visto una panormica general de las exploraciones y el reparto colonial que
llevaron a cabo los europeos en el continente africano pasamos ahora a ver un caso
particular en el que los espaoles se implicaron durante ms de un siglo. Nos referimos al
que tiene que ver con unas islas del Golfo de Guinea (Fernando Poo, Annobn, Corisco y

13
Puede verse el mapa de 1914 de la situacin poltica africana en el anexo de mapas.

23
las islas Elobey) y a la regin del Muni que se convertirn en la Guinea Espaola.
Empecemos por el principio.

Los primeros europeos que llegaron a Fernando Poo14 fueron los portugueses en el ao
1492 bautizando originariamente la isla con el nombre de Isla Formosa. Su funcin fue la
de un asentamiento comercial, principalmente para la trata de esclavos. El tratado de
Tordesillas del ao 1497 dividi el mundo entre una rea de influencia, y por lo tanto
susceptible de ser conquistada, para los espaoles y los portugueses: mientras la monarqua
espaola obtena prcticamente todo el continente americano (an Pedro lvares Cabral no
haba descubierto el territorio que ms tarde se conocer como el Brasil), los portugueses
obtenan derechos para todo el continente africano. Esta situacin cambia
substancialmente por los tratados de San Ildefonso de 1777 y el tratado del Pardo de 1778,
que ratifica el anterior, por los que los espaoles ceden a Portugal los territorios
sudamericanos de la colonia de Sacramento y la isla de Santa Catalina, obteniendo a cambio
derechos sobre los territorios insulares del Golfo de Guinea entre los que se encuentran las
islas de Fernando Poo y Annobn. Por el tratado de San Ildefonso se permite a los
espaoles tanto negociar con los comerciantes portugueses en la costa africana desde Cabo
Formoso hasta los puertos del ro Gabn, como buscar avituallamiento y cobijo en Sao
Tom y Prncipe. La intencin de Espaa era entrar en el lucrativo negocio de la trata de
esclavos.

Espaa de esta forma ahora tena la posibilidad de conseguir directamente esclavos

africanos para sus colonias americanas. Bajo este presupuesto se realiza en el mes de abril
de 1778 la primera expedicin espaola desde Montevideo, formada por dos fragatas y el
paquebote Santiago, comandada por el aristcrata Conde de Argelejo y el teniente de
artillera Joaqun Primo de Rivera, e integrada por carpinteros, herreros, operarios, soldados
y un ingeniero, que pretende establecer una factora en una de las islas adquiridas y realizar
un estudio de las posibilidades. Esta primera expedicin del Conde de Argelejo se convierte
en un autentico fracaso desde el principio. El comandante Argelejo nunca llegar a su
destino enfermando y muriendo durante la travesa, teniendo que tomar el mando Joaqun
Primo de Rivera, el que no conseguir el objetivo de la misin por la aparicin de las
enfermedades entre los miembros de la tripulacin, los que mueren por decenas, y la
irrupcin de un motn liderado por el sargento Jernimo Martn, en el que apresan al

14
Puede verse un mapa de la isla de Bioko al en el anexo de mapas.

24
comandante. Los amotinados deciden ir a la isla de Santo Tom donde liberan a Joaqun
Primo de Rivera y acto seguido son detenidos. La flota vuelve a Montevideo en el mes de
febrero de 1783, de los 547 miembros de la expedicin solo consiguen llegar 110.

Mientras los espaoles parece que se han olvidado de sus posesiones en el Golfo de Guinea
hacen acto de presencia los britnicos queriendo convertir la isla de Fernando Poo en una
base de operaciones y un tribunal en su cruzada contra la trata de esclavos. En 1827 envan
desde Sierra Leona la fragata Eden al mando del capitn William Francis Owen con el
propsito de establecer una colonia en la isla. En este primer asentamiento que los
britnicos bautizan con el nombre de Clarence se establecen militares, artesanos de
Plymouth, y trabajadores de Sierra Leona, conocidos por el sobrenombre de krumanes.
Este ser el ncleo original de los fernandinos que durante la posterior colonizacin y
prcticamente hasta nuestros das conforman una clase social aparte y privilegiada que
mantendr su propia religin protestante en su derivacin anabaptista e importantes
posesiones. Esta poblacin en Clarence se va incrementando con esclavos liberados hasta
llegar al millar de personas pero haca 1830 la aparicin de enfermedades y la falta de
vveres la empieza a diezmar. Estas dificultades hacen replantearse a los britnicos su
presencia en la isla pero no solo no desisten si no que la quieren oficializar con una oferta
de compra a Espaa en el ao 1841 por 60.000 libras. El gobierno espaol que recae en la
regencia del general liberal Baldomero Espartero acepta la oferta pero una campaa
patritica emprendida por la prensa que alienta a la poblacin, en un contexto de prdida
de todo el imperio americano frente a las lites criollas desde principios de siglo, lleva a los
diputados de las Cortes a oponerse al plan, y a volver a pensar en una nueva ocupacin de
las islas ms organizada con nuevas expediciones.

Juan Jos de Lerema es el encargado de comandar la primera expedicin haca las

profundidades el Golfo de Guinea. El bergantn Nervin, con 75 hombres, parte en el mes
de diciembre de 1842 hacia Fernando Poo, las pequeas islas de Elobey y Annobn. A
resultas de esta expedicin de Lerema el asentamiento de Clarence pasa a llamarse Santa
Isabel y su gobernador es cambiado por uno cercano a los intereses espaoles. Lerema
entonces se dirige al sur, primero haca Annobn donde descubre para su consternacin
como nos comenta Miguel Gutirrez Gartiano que los indgenas creen estar bajo
soberana portuguesa, y despus desembarca en Cabo San Juan, y se acerca a la isla de
Corisco, donde consigue actas de nacionalidad entre los indgenas, y nombra al rey benga

25
Boncoro como gobernador de la regin, ordenndole cobrar tributos a todo barco
extranjero. Guillermo de Aragn, cnsul espaol en Sierra Leona, lidera una nueva
expedicin entre 1844 y 1845, al mando de la fragata Venus, consiguiendo ratificar las actas
de nacionalidad entre los indgenas, y generando buenas expectativas a travs de sus
informes. Carlos Chacn y Michelena parte de Cdiz en octubre de 1854 comandando una
flota, constituida por el vapor Vasco Nez de Balboa, el bergantn Gravina, la goleta
Cartagena, y la urca Santa Mara, convirtindose en el primer gobernador espaol de
Fernando Poo. Entre sus primeras medidas, asistido por una grupo de jesuitas al mando de
Jos Irisarri, estn las de derivar cualquier culto no catlico a la esfera privada en una clara
cruzada contra el poder de los anabaptistas. Chacn entonces se dirigi al sur, haca la
baha de Corisco, donde ratific nuevamente las cartas de nacionalidad, sta vez en los
reyezuelos Munga y Boncoro II.

En el mes de septiembre de 1861 el reconocido explorador Richard Francis Burton llega a

Fernando Poo como cnsul de la Gran Bretaa. Su estancia en una isla en la que enferman
y mueren muchos de los colonos es discontinua porque aprovecha para visitar todos los
territorios del Golfo de Guinea como son Dahomey, Benn y Costa de Oro.

Los viajes de Manuel Iradier

En Vitoria hay un joven que suea con viajes y aventuras en tierras desconocidas, se trata
de Manuel Iradier (1854-1911), el que tras fundar la primera sociedad geogrfica espaola,
La Exploradora, realizar dos viajes exploratorios fundamentales para la anexin, conquista
y colonizacin para Espaa de los territorios guineanos. La idea de Manuel Iradier era
realizar un viaje por el continente africano desde Ciudad del Cabo hasta Trpoli,
atravesando una inmensidad de territorios mal conocidos o desconocidos por los europeos,
pero tras una breve entrevista en el ao 1874 con Henry Morton Stanley, cuando el
reconocido explorador se encontraba cubriendo en Espaa la Tercera Guerra Carlista, ste
le convence de un plan mucho ms realizable: aprovechar como punto de partida las
posesiones espaolas en el Golfo de Guinea y adentrarse todo lo que pudiera en el
continente en la regin ms all del estuario del Muni.

STANLEY. El proyecto de usted es grandioso y realizable y su edad la ms conveniente.

IRADIER. Qu ms puede hacer falta?
STANLEY. Dos cosas importantes: dinero y dinero.
IRADIER. He calculado en veinte mil duros el presupuesto de gastos.

26
 STANLEY. Es suficiente dada la organizacin que usted da la expedicin; pero, cuenta
usted con ellos?
IRADIER. Espero que el Gobierno de Espaa y las sociedades cientficas del pas me lo
faciliten.
STANLEY. Por qu no empieza usted la expedicin por el Golfo de Guinea frente a las
posesiones de Espaa?
IRADIER. Temo que el clima comprometa el xito de la empresa y al pensar as me apoyo
en recientes catstrofes.
STANLEY. Y si no pudiese usted reunir los veinte mil duros que necesita...?
IRADIER. Entrara al interior por el Golfo de Guinea para lo que me basta con veinte mil
pesetas.
STANLEY. Alcanzara usted el Ocano ndico?
IRADIER. No. Mi pensamiento es llegar a los grandes lagos vistos por Burton y Speke.
STANLEY. Si usted quiere apreciar un consejo de un viajero africano, realice primero este
pensamiento que despus yo le garantizo que encontrar los recursos que necesita para llevar
a cabo su gran obra de exploracin. (Iradier, 1994: 5, 6)

Manuel Iradier no encuentra ni apoyo institucional ni econmico para su primera

expedicin por lo que tiene que valerse por si mismo y costersela por su cuenta. El 16 de
diciembre de 1875 sale de Vitoria acompaado por su mujer y su cuada (Isabel y Manuela
Urquiola) hacia las posesiones espaolas del Golfo de Guinea. Un buque espaol le lleva
primero hasta la isla de Tenerife, donde tras unas semanas de aclimatacin, embarca en el
buque britnico Loanda, que despus de hacer varias escalas por las posesiones britnicas y
de otras naciones en la costa africana, dejando atrs la Costa de Marfil, la Costa del Oro y la
Costa de los Esclavos, le lleva finalmente a la isla de Fernando Poo. Una entrevista con el
secretario del gobernador en Santa Isabel le permite disponer de la casa del Gobierno
espaol, compartindola con el rey Combenyamango, en la isla de Elobey Pequeo,
emplazamiento frente a la Baha de Corisco, que se convierte en su base de operaciones.
Mientras su mujer y su cuada se quedan en Elobey Pequeo haciendo mediciones
meteorolgicas Manuel Iradier se dedica a hacer incursiones en el continente por la franja
costera y el estuario del Muni a bordo de la lancha La Esperanza para conocer tanto el
territorio como a sus gentes. Manuel Iradier en estos desplazamientos se rene cerca de la
costa con los reyezuelos de la etnia benga, entabla contacto en el interior con los para l
feroces pamues (fang) que como otros exploradores considera antropfagos, y recopila todo
tipo de informaciones sobre estos pueblos (a veces con prejuicios muy extendidos entre los
europeos sobre su idiosincrasia, otras con verdadero asombro cuando descubre por
ejemplo que estos pueblos contrariamente a lo que se pensaba tienen religin, y siempre
con respeto) que aos ms tarde relatar en su obra frica. Podemos aportar lo que
pensaba sobre la religin de estos pueblos:

27
 Tienen especial inters en ocultar al viajero todo culto externo, y con esto queda explicada la
causa que ha motivado a algunos para decir que estos pueblos carecen de religin.
Entendiendo, como yo entiendo, por religin el conjunto de creencias que se tiene de un Ser
o seres superiores que rigen los destinos del mundo, y por culto la manera de adorar a estos
seres, resulta que estos pueblos tienen religin y tienen culto, y que esta religin, en todas sus
manifestaciones, tiene grandsima relacin con el espiritismo, tal y como lo comprendemos
hoy en da en Europa. Admiten estos indgenas cuatro clases de hechos mesmricos. Entre
los mecnicos se citan flechas lanzadas por una mano invisible, golpes inexplicables, ruidos
desconocidos y transformaciones de chozas. Entre los fsicos hablan de lluvias sin nubes, de
luces nocturnas, de formacin repentina de ros. Entre los fisiolgicos citan la resurreccin,
la muerte instantnea, la aparicin inesperada de nuevos rganos, la formacin del monstruo
yemba, engendrado en los estmagos, y la curacin de la parlisis; y entre los psicolgicos
merecen especial mencin el aumento de las propiedades intelectuales, hasta el punto de
saber lo que pasa en todos los pueblos, lo que piensan los hombres y la prediccin de hechos
futuros. (Iradier, 1994: 108, 109)

Para Manuel Iradier la religin que mantienen los indgenas est basada en el animismo y es
positiva porque establece unas pautas sociales de obligado cumplimiento y un freno a las
bajas pasiones:

En medio de creencias tan absurdas, esta religin prohbe el robo, el asesinato y el adulterio;
y es tal el temor que tienen a los sacerdotes, jueces inexorables de los delincuentes y que todo
lo saben, que muchas veces ahogan su rencor, aplazando su venganza para el otro mundo.
(....) Estos datos son suficientes para convencernos que este pueblo, tachado de ateo, no lo
es; que adora a sus ridculos dioses con tanto fervor como nosotros al nuestro, y que su
religin, lo mismo que las religiones de todos los Estados, son un freno constante que se
opone al desbordamiento de las pasiones. (Iradier, 1994: 110)

Manuel Iradier no alarga mucho ms sus exploraciones cuando cae envenenado por uno de
sus criados y es salvado por otro tardando tres meses en recuperarse. Esto sumado de un
lado al paludismo que ha hecho mella tanto en l como en su mujer y su cuada, y a la
muerte de su hija que haba nacido poco antes en Elobey Chico, ponen punto y final a la
expedicin. A su regreso a Espaa nadie le espera y tan solo cuando llega en tren a Vitoria
le hacen un homenaje.

28
La segunda expedicin es mucho ms ambiciosa. Manuel Iradier tiene la intencin de
conquistar para Espaa todo lo que pueda del territorio de la costa y el interior de la regin
del Golfo de Guinea que hasta la fecha no haba sido ocupado por las potencias europeas.
Esta vez Manuel Iradier despus de intentar obtener de nuevo financiacin en los socios de
La Exploradora cuenta con el respaldo de la Sociedad de Africanistas y la Sociedad
Geogrfica Espaola, y con algo ms de recursos econmicos. Para la expedicin se
consiguen 27.000 pesetas (aportaciones de Alfonso XIII, del Banco de Espaa, del Banco
de Bilbao, el Marqus de Urquijo, potentados de Bilbao de la familia Iborra y de Barcelona
de la familia Puig, y como decamos ms arriba algunos burgueses vitorianos). Amado
Osorio, un mdico asturiano que ha aportado 5.000 pesetas, le pone como condicin
formar parte de la expedicin. Nada ms llegar los dos exploradores el 28 de septiembre de
1884 a Fernando Poo se dan cuenta de que mucho haba sido ya ocupado por otras
potencias:

Es cierto todo lo que nos han dicho le confiaba Iradier a Osorio al poco de llegar a la isla
espaola. No slo se han ocupado los territorios que venamos a incorporar a Espaa, si no
que nos han arrebatado los que eran nuestros. Queda todava un punto sin ocupar, el Muni,
pero bien pronto ser francs si Dios no obra un milagro. (Gutirrez Garitano, 2011: 132)

La expedicin partiendo de la isla de Elobey Pequeo se interna en el continente a travs

de estuario del Muni recorriendo todos sus afluentes donde despus de los intercambios
comerciales de rigor los exploradores empiezan a sellar tratados de anexin con las
primeras tribus que se encuentran convirtindoles ipso facto tanto a sus gentes como sus
tierras en espaoles. Miguel Gutirrez Garitano nos explica que los exploradores espaoles
estuvieron a punto de perder el Muni ante los franceses que haban llegado a bordo del
buque Basilic si no hubiera sido por la estratagema del comandante del buque britnico
Quisembo, cuando al llegar al Gabn les enga dicindoles que la bandera espaola haba
sido izada entre las tribus ribereas y dos buques de guerra estaban en el estuario. Durante
esta expedicin se logra la soberana sobre 101 jefes indgenas de las tribus pamues, vicos,
bijas, itemus, bundemus, valengues, dibues, bujebas, etctera. declarndose como territorio
espaol 14.000 kilmetros cuadrados15.

15
Puede consultarse el mapa de estas exploraciones en el anexo de mapas.

29
Manuel Iradier enferma y vuelve a Espaa pero Amado Osorio y el gobernador Jos
Montes de Oca emprenden una tercera expedicin continuando explorando el territorio y
consiguiendo 370 tratados de anexin ms con jefes indgenas de las cuencas del Muni, el
Noya y el Laa. Tanta era la determinacin de ambos hombres, que ni siquiera la noticia
de la muerte del padre de Osorio consigui hacerle desistir de su empeo, hasta que
Montes de Oca cay enfermo de fiebres y se vio obligado a regresar a Fernando Poo para
restablecerse (Gutirrez Garitano, 2011: 146, 147). An con stas Amado Osorio tras caer
enfermo Montes de Oca sigue con sus exploraciones:

Montes de Oca cuenta Osorio enferm tambin en 1886, por lo que hube de seguir yo
solo, con los porteadores y cuatro fusiles, la exploracin de la parte norte de la Guinea, desde
Ro Campo, hasta doscientos kilmetros de la costa. Durante este viaje visit las tribus de los
vijas, de los vicos, de los ilo hiten, de los bujebas y de los bundemus, entrevistndome con
un total de noventa y cuatro jefes de tribu, y recorr un territorio de ms de trece mil
kilmetros cuadrados. Gracias a ellos, la soberana espaola sobre Guinea pudo sumar
catorce mil kilmetros de posesin, alcanzando yo acuerdo con un total de ciento un jefes de
tribus, cuatro de las cuales rechazaron la soberana francesa para abrazar la espaola
(Gutirrez Garitano, 2011: 147).

Por lo tanto si la iniciativa de Manuel Iradier fue fundamental para la realizacin de las dos
primeras expediciones pero en honor a la verdad se ha de decir que cuando ste enferma la
labor recae en el gobernador Jos Montes de Oca y sobre todo en Amado Osorio
consiguiendo muchos ms tratados de anexin. Esto es importante porque cuando los dos
exploradores regresen a Espaa y Manuel Iradier publiqu su relato frica el mdico
asturiano inicia una agria polmica llena de reproches en el peridico El Da cuando afirma
que el vasco no adquiri nada que no estuviera anteriormente adquirido, acusndole de
tener de sbito un vrtigo de gloria y grandezas, que pretenda dar a su expedicin
proporciones picas, y lo ms grave, de la perdida de Camarones, el objetivo ltimo del
viaje.

Pese a las quejas de Amado Osorio el vasco Manuel Iradier tuvo en vida una gloria efmera.
Desempe trabajos en la compaa del Ferrocarril Anglo Vasco Navarro, realiz algunos
inventos como la Caja Sistema Iradier (una mquina tipogrfica que abreviaba el tiempo en
las imprentas), un contador de agua automtico, y un accesorio para la fotografa (permita
hacer fotografas a tamao natural), que no prosperaron. El desastre colonial de 1898 le

30
deprimi hasta su muerte el 19 de agosto de 1911 en la localidad segoviana de Valsan.
Durante aos Manuel Iradier permaneci en el olvido hasta que en tiempos franquistas fue
rescatado por el rgimen como una imagen de conquistador de una de las dos colonias
(reconvertidas en provincias) que an mantena Espaa en el continente africano (la otra
era el Sahara Occidental). As tenemos que en el ao 1956 en Vitoria se le hace un
homenaje levantndose un monumento con su busto en el Parque de la Florida16, en la
localidad de la provincia de Ro Muni antes conocida por Kogo y bautizada durante la
dictadura como Puerto Iradier se levant un monolito en su honor17, o ya habindose
independizado Guinea Ecuatorial, se vuelven a celebrar nuevos actos en Vitoria en su
honor, a los que asiste el vicepresidente guineano18. En tiempos ms recientes, ya en
democracia, la presencia de Manuel Iradier en Vitoria es notoria: la Asociacin Africanista
Manuel Iradier ha hecho revivir La Exploradora en forma de organizacin no gubernamental
con presencia humanitaria en Ro Muni en la localidad de Kogo, existe tambin una
asociacin excursionista, una logia masnica y una coral que llevan su nombre.

Todo aquello que pudo hacerse

La segunda expedicin al Muni liderada por Manuel Iradier y Amado Osorio ha sido capaz
de anexionar a Espaa veintiocho mil kilmetros cuadrados que hasta entonces, an
existiendo pequeas factoras comerciales europeas, solo pertenecan a los indgenas
africanos que ahora tras la firma de las cartas de anexin pasan a depender de la soberana
espaola. Sin embargo, la Sociedad de Africanistas est decepcionada y considera un
fracaso la expedicin porque esperaban la anexin de un territorio cuatro veces ms
extenso que el de Espaa, la cifra de dos millones de kilmetros cuadrados. La Sociedad de
Africanistas esperaba la anexin de la regin de Camarones y atribuye este fracaso al retraso
de los exploradores. Manuel Iradier mantiene que este fracaso se debe a que no pudieron
ocupar lo que estaba ya ocupado. En efecto por el norte los britnicos haban ocupado la
costa de la actual Nigeria, tomando posesin del territorio situado entre el Nger y el ro del
Rey, tambin en el norte el explorador alemn Gustav Nachtigal ha logrado anexionarse el

16
El artculo "Homenaje de Vitoria al explorador Manuel Iradier" de Hilario Dorao es propagandstico.
Fue publicado en el ABC el 14 de agosto de 1956. Puede consultarse en el anexo de prensa al final del
trabajo.
17
As lo recoge el apunte de "Municipios espaoles en el frica Ecuatorial" del suplemento Blanco y
Negro del peridico ABC el 30 de julio de 1960. Puede consultarse en el anexo de prensa al final del
trabajo.
18
"El vicepresidente de Guinea Ecuatorial asisti en Vitoria a los actos en honor del explorador Iradier"
aparecido en el peridico ABC el 10 de diciembre de 1968. Puede consultarse en el anexo.

31
territorio de Camarones, ms tarde conocido como Camern, mientras que por el sur los
franceses desde Gabn han llegado al estuario del Muni ocupando su orilla meridional.

Manuel Iradier se pregunta por los planes de la Sociedad Africanista y recuerda que no se
lleg a crear la compaa comercial con aportaciones privadas a cambio de acciones por lo
que las expediciones estaban faltas de una financiacin adecuada para llegar a sus objetivos.
Manuel Iradier mantiene que las tres expediciones han costado 52.000 pesetas, lo que
extrapolado a los kilmetros cuadrados anexionados, deja el kilmetro cuadrado a
cincuenta cntimos de peseta, un precio bastante ms barato que el que ha costado a los
alemanes, franceses e ingleses19, por lo que deja a las claras que estas naciones han
dispuesto a su antojo de fuerza y dinero (Iradier, 1994: 337).

Podamos haber hecho ms que lo hicimos? No, porque no haba ms dinero y es bueno
advertir que de las cincuenta mil pesetas, cinco mil fueron del Dr. Ossorio, quince mil del
seor Montes de Oca, diez mil de los misioneros de Fernando Poo y mil y pico de La
Exploradora. Esto sin contar con lo mucho que contribuyeron al resultado los miles de
pesetas que gaste en el pas en 1875 . (Iradier, 1994: 337)

Por lo tanto para Manuel Iradier la falta de financiacin es la clave para explicar porque no
pudieron extender tanto la exploracin como la conquista de ms territorios por medio de
cartas de anexin con los diferentes jefes tribales que hasta entonces no estaban asociados a
ninguna potencia europea. Una mejor financiacin habra permitido unas expediciones ms
numerosas y ambiciosas. Podemos aadir otros factores. Una lnea martima espaola que
comunicara regularmente la pennsula y las Islas Canarias con Fernando Poo habra
facilitado bastante las cosas, la expedicin de los espaoles se retras un mes por esta
cuestin, pero como nos recuerda Iradier era preciso primero terminar con el derecho de
visita que ejercan los buques britnicos sobre los espaoles desde 1835 con el propsito de
erradicar la trata de esclavos. Una mayor presencia militar en Fernando Poo tambin,
porque habra ejercido un efecto disuasorio frente a las flotas de otras naciones. Finalmente
lo que no menciona Iradier es que si los espaoles no hubieran publicitado en la prensa sus
intenciones sobre el Muni y otros territorios probablemente los dems no se habran
adelantado. La relacin epistolar entre Manuel Iradier y Gustav Nachtigal, miembro

19
"A los alemanes les cost a razn de diez pesetas, la misma unidad superficial; a los ingleses cinco
pesetas; a los franceses bastante ms, pues slo en siete meses (del 26 de Mayo de 1885 a fin de ao)
llevaba Braza gastados seiscientos veintisiete mil trescientos francos." (Iradier, 1994: 337)

32
tambin de La Exploradora, fue decisiva para que el explorador alemn se adelantara en la
toma de la regin de Camarones.

En cualquier caso con los medios que disponan hicieron lo que pudieron. Pero Manuel
Iradier no solo se preocup por la exploracin del Muni si no que propuso en sintona con
lo acordado por todas las potencias imperialistas en la Conferencia de Berln entre 1884 y
1885 una serie de puntos para mantener, asegurar la colonizacin de los territorios
anexionados, y extenderlos si cabe haca donde se pudiera.

Cmo la sostendr? Manteniendo destacamentos militares en los puntos convenientes para

no encontrarse fuera de la ley vigente de colonias, el tratado firmado por las naciones en
Berln.
Cmo las asegurar? Reclamando de Francia con la energa que el asunto merece, los
territorios que se nos han usurpado y comunicndolo a las dems potencias.
Cmo las har valer? Anulando el tratado firmado con Inglaterra en el ao 1835 en virtud
del cual Inglaterra tiene derecho de visita sobre nuestros buques mercantes y puede
detenernos y an apresarlos.
Cmo la extender? Organizando lo antes posible una expedicin oficial con los recursos y
poderes suficientes para extender nuestros dominios hasta el Congo por un lado y hasta el
paralelo 5 por el otro.
Qu necesita el Gobierno para obrar as? Dos condiciones: energa para no dejarse imponer
y mucho patriotismo para obrar. (Iradier, 1994: 354, 355)

Manuel Iradier marca una diferencia con el modo de proceder de otros exploradores por
parte de otras potencias cuando afirma que mientras ha habido viajeros que para llegar a la
boca de un gran ro, han tenido que reir treinta y dos sangrientas batallas, los espaoles
han tenido la gloria de que se reconozca centenares de leguas cuadradas la soberana de
Espaa sin haber derramado una sola gota de sangre. Grande y magnfico triunfo de la
civilizacin espaola, pero que no se ha conseguido sin duros sacrificios. (Iradier, 1994:
355). Y efectivamente fue as en su caso. La sangre se derramar unos aos despus cuando
los espaoles a principios del siglo XX se lanzarn a la conquista militar y sistemtica del
territorio del Muni.

En un artculo aparecido en el peridico La Vanguardia el 7 de agosto de 1902, titulado

"Guinea Espaola. Los territorios del Muni", Amado Osorio, el que fuera compaero de viaje
de Manuel Iradier, despus de hacer una disertacin sobre la denominacin de la colonia,

33
esboza tanto estos territorios como a sus gentes, sealando que en el Muni lo que lo nico
que hizo falta fue energa para defender nuestros indudables derechos, lo cual, si escase en
los Gobiernos, tampoco parece ser menos cierto que estuvo ausente un buen nmero de
veces del nimo de aquellos a quienes corresponda sostenerlos sobre el terreno, y lo que se
necesita ahora es una administracin inteligente, activa y honrada para hacer que aquella
comarca llegue en poco tiempo al grado de prosperidad de que es susceptible, para lo cual,
entiendo yo que no es preciso inventar apenas nada nuevo, si no que basta simplemente
con copiar lo que se ha hecho y sigue haciendo en las tan florecientes vecinas colonias de
otras naciones20. Y esto como veremos en otro apartado es lo que intentar llevar adelante
la administracin colonial, con ms o menos medios, con ms o menos corruptelas.

Las ltimas exploraciones

El tratado de Pars de 1900 establece los limites definitivos de la colonia en 26.000

kilmetros cuadrados, cifra bastante alejada de los 200.000 kilmetros cuadrados por los
que pugnaba Espaa. Un ao despus, en el mes de junio de 1901, se lleva a cabo una
expedicin de una comisin espaola a bordo del buque vapor Rabat para establecer
fsicamente esos limites de mutuo acuerdo su homnima comisin francesa21. Desde las
exploraciones de Manuel Iradier, Amado Osorio y Jos Montes de Oca hasta la creacin y
despliegue de la Guardia Colonial en 1907, aparecen toda una serie de personas que toman
el relevo. Estos exploradores vinculados a la Compaa Trasatlntica del Marques de
Comillas22 (primero Emilio Bonelli y Jos Valero Belenguer, y despus, Pedro Arriola
Bengoa y Bravo Carbonell) continuaran la labor exploratoria y ayudaran en todo lo posible
a la colonizacin del territorio. Las exploraciones de los misioneros claretianos (el padre
Joaquim Juanola) sirven para ocupar en Fernando Poo desde la Restauracin hasta la
actualidad el lugar que mantenan los jesuitas antes del Sexenio Democrtico. Estas
exploraciones servirn para desplegar las misiones, uno de los pilares sobre el que se
coloniz tanto el territorio como a los indgenas hacindolos productivos a travs de la
evangelizacin y la transmisin de la cultura espaola.

20
Puede leerse ntegramente el artculo "Guinea Espaola. Los territorios del Muni" de Amado Osorio en
el anexo dedicado a la prensa al final del trabajo.
21
Puede leerse la nota informativa del 15 de junio de 1901 en el suplemento Blanco y Negro del
peridico ABC al en el anexo dedicado a la prensa al final del trabajo.
22
La Compaa Trasatlntica del Marques de Comillas, Claudio Lpez Bru, en 1896 mantena una lnea a
Fernando Poo con cuatro viajes al con escalas en Las Palmas, puertos de la Costa Occidental de frica y
Golfo de Guinea. Puede verse el anuncio en el anexo de prensa.

34
Emilio Bonelli es un marino de guerra que particip en la ocupacin del Sahara Occidental,
territorio del que toma posesin en 1876, siendo nombrado por esto Comisario Regio.
Bonelli llega al Muni en 1897 para recorrer todos los afluentes del Muni, remontar el Benito
hasta los rpidos de Sendye, y confeccionar con la ayuda de la Armada un croquis del Muni,
su estuario y sus afluentes. Tras este reconocimiento de la regin se empiezan a establecer
toda una serie de factoras en Cabo San Juan, Elobey Pequeo, Elobey Grande, y en los
ros Benito y el Muni. Por su acciones en el Sahara y Guinea Bonelli fue nombrado
Vicepresidente de la Liga Espaola de Africanistas. Bonelli plasma sus experiencias en tres
libros: El imperio de Marruecos en 1882, El Sahara en 1887, y Guinea Espaola, nuestros territorios
en frica.

Tanto Emilio Bonelli como Jos Valero Belenguer como decamos eran hombres de la
Compaa Trasatlntica que llegaron al Muni para establecer factoras comerciales. Pero
como nos dice Valero la regin estaba ocupada por factoras extranjeras que ejercan una
feroz competencia:

La Compaa Trasatlntica lleg en circunstancias poco favorables; la cuenca del Muni

estaba excesivamente explotada por antiguas y fuertes compaas inglesas y alemanas, y por
una del Gabn, subvencionada y protegida eficazmente por las autoridades francesas; esta
ayuda y procedimientos poco escrupulosos aumentaban considerablemente sus
transacciones. El empleo de productos nacionales, ms caros que los extranjeros, exentos de
derechos, y el retraimiento de Bata y otros puntos para evitar rozamiento y conflictos,
aumentaron y aumentan los perjuicios, haciendo muy difcil la lucha sostenida, ms que por
utilidad, por puro patriotismo. Para que nuestro comercio prospere urge terminar con el
litigio con Francia. (Gutirrez, 2011: 165)

La primera expedicin de la orden religiosa de los claretianos23 llega a Fernando Poo en el

ao 1883 queriendo fundar un entramado de misiones fuertes y descentralizadas en todo el
territorio, teniendo como referente a los padres franceses del Espritu Santo del Gabn,
para lograr la evangelizacin de los bubis (ms tarde darn el salto al territorio continental)
y para transformarles en elementos productivos. En el ao 1885 se produce la segunda
expedicin en la que a bordo del buque Ferrolana aparece el Padre Joaquim Juanola,
encargado durante veintisiete aos de funciones administrativas eclesisticas en la Guinea
23
La orden religiosa catalana fundada por Antonio Mara Claret tiene su sede en la ciudad de Vic y es
conocida tambin por la denominacin de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazn de Mara.
(Informacin recogida en www.claret.org)

35
Espaola, pero tambin fue un explorador de la isla de Fernando Poo y Annobn. El Padre
Juanola, como nos apunta Jacint Creus24, dirigi la expedicin claretiana que fund la
Misin de la isla de Annobn, explor el este de la isla de Fernando Poo para instalar
primero la abada de la Concepcin y despus la abada de San Carlos. El Padre Juanola
localiza las aguas minerales de Riaka y Kioko, descubre el lago Loreto, pero probablemente
su mayor exploracin fue la de la zona prohibida de la Moka, donde resida el rey de los
bubis. El Padre Joaquim Juanola por estas exploraciones fue nombrado en 1896 miembro
de la Sociedad Geogrfica de Madrid. Aportaremos un par de fragmentos recogidos por
Jacint Creus donde el Padre Joquim Juanola relata sus expediciones, primero a la isla de
Annobn y despus a la zona de la Moka en el interior de Fernando Poo:

rase un da del mes de febrero, cuando quise realizar un pensamiento que desde muchos
das ocupaba mi imaginacin. (...) ste era el rodear por mar la solitaria isla de Annobn,
para luego poder hablar con alguna exactitud sobre ella, ya que por tierra antes la haba
seguido y ms o menos examinado. 25

El fin que se propuso la expedicin era altamente patritico y religioso, ya que nuestro
designio era atraer al amor de la religin y de Espaa a los pueblos bubis, y contraer amistad
con los butucus o reyes de la isla, que seran en nmero de 25, y sobre todo con el gran rey
de todos ellos, llamado Moca, quien se crea hasta hoy ser invisible para los blancos, y an
para muchos negros, y esto era una realidad. El Gobierno deseaba ganar su amistad, para as
dominar la isla, y la Misin permiso y benevolencia para establecerse en cualquiera de los
pueblos bubis. Todo se consigui como se deseaba. Te Deum Laudamus. 26

Arriola Bengoa llega al Muni en el ao 1892 y explora durante nueve meses los afluentes y
las selvas llegando al ro Ubangui, un afluente del ro Congo, mucho ms all del territorio
adscrito a los espaoles. Arriola Bengoa, considerado un hroe por las primeras familias de
colonos espaoles y temido por los indgenas, se adentraba en las profundidades del
continente en busca de marfil, cazando el mismo los elefantes o intercambindolo a los
indgenas por baratijas. Para Bravo Carbonell Ha sido acompaante necesario y utilsimo
por sus conocimientos de todas cuantas comisiones cientficas, comerciales o polticas han

24
En Exploracions centroafricanes (1887-1901) del P. Joaquim Juanola.
25
Fragmento de Memoria sobre la isla de Annobn del Padre Joaquim Juanola recogido por Jacint Creus
en Exploracions centroafricanes (1887-1901) del P. Joaquim Juanola.
26
Fragmento de Una excursin a los pueblos Bubis del Padre Joaquim Juanola recogido por Jacint Creus
en Exploracions centroafricanes (1887-1901) del P. Joaquim Juanola.

36
ido a Guinea, a las que la compaa de Bengoa evitaba o suavizaba los choques con los
pamues, guerreros reyes de los bosques. (Guitierrez, 2011: 168). La ltima expedicin de
Arriola Bengoa la lleva a cabo en 1909 ejerciendo como gua de la partida cientfica del
doctor Gustavo Pittaluga por las tierras de cabo San Juan, Ro Benito, Ayer y Ro Campo.
Arriola Bengoa tras esta expedicin decidi comprar 1.000 hectreas para la explotacin de
la palma aceitera y se situ al frente de la Cmara Agraria pero no obtuvo los resultados
que esperaba. Movido por la desesperacin de su fracaso econmico en 1920 se suicido de
un tiro en la cabeza. Arriola Bengoa admirado por el gobernador ngel Barrera siempre fue
partidario de la mano dura con los indgenas. Cuando ngel Barrera puso en marcha la
poltica de atraccin hacia estos indgenas Arriola Bengoa se opuso frontalmente porque
consideraba que esta poltica desprestigiaba a Espaa.

La colonizacin de Guinea

Solucionado el problema de los lmites con Francia del territorio explorado y anexado a
Espaa que pasa a conocerse bajo la denominacin de Guinea Espaola se inicia un
proceso colonizador que se desarrolla durante un largo perodo que comprende los aos de
la Restauracin, la Dictadura de Primo de Ribera, la Segunda Repblica y la Dictadura
Franquista, perodo ltimo en el que el territorio se convierte en regin espaola,
comunidad autnoma y finalmente en independiente, bajo la denominacin de Guinea
Ecuatorial el 12 de octubre de 1968. Debido a la extensin de todos estos periodos nos
vamos a centrar en los primeros momentos de colonizacin, para ver como fue ese
proceso, hasta la guerra civil espaola.

Podemos decir simplificando que cuatro fueron los agentes que llevaron a cabo o hicieron
posible la colonizacin tanto en las islas como en el territorio continental: el agente
constituido por los colonos y comerciantes que crearan toda una serie de factoras
comerciales, plantaciones de monocultivos (cacao, caf, pltanos, caucho y algodn) y
explotaran los recursos como la madera para su posterior exportacin a la metrpoli27, el
agente constituido por los misioneros y los maestros de escuela que con la creacin de la
misiones28 y las primeras escuelas transmitirn la civilizacin espaola convirtiendo a los
indgenas en cristianos, y hecho importante, en elementos productivos, el agente

27
En el peridico La Vanguardia en el mes de marzo de 1931 aparece un anuncio de llegada de
cargamentos de madera como el de La Compaa General de Colonizacin Africana como este que
recogemos en el anexo de prensa.
28
El presidente Cnovas del Catillo utiliz las misiones para consolidar la presencia espaola en todos los
territorios espaoles, especialmente donde haba algn litigio.

37
administrativo y militar, que con la creacin de una estructura de organizacin colonial a
travs de puestos de vigilancia avanzados repartidos por todo el territorio desde donde la
Guardia Colonial a partir de 1907 controlaba las fronteras y coercitivamente a los
indgenas, y finalmente el agente indgena, es decir el sistema de organizacin que
mantenan los indgenas constituido por los jefes de tribu, ahora controlados por la
administracin colonial, y el nombramiento de jefes de poblado entre los notables y
principales de cada pueblo.

El gobernador ngel Barrera en el ao 1907 confeccion las nuevas reglas del juego para el
agente indgena: Los jefes de tribu podan seguir siendo elegidos de acuerdo a las normas
tradicionales de sus respectivas etnias, pero deban presentarse inmediatamente ante la
autoridad espaola de su distrito, junto con su consejo, con el fin de recibir de ella el
nombramiento correspondiente, nica fuente de legitimidad, ante la cual eran responsables
de los actos de sus subordinados (Castro y Ndongo: 1998: 153,154). En cuanto a los jefes
de poblado eran los responsables de cuanto ocurriese en su pueblo. ngel Barrera buscaba
que los indgenas fueran modificando sus hbitos, usos y costumbres, adaptndose y
asimilndose a las nuestras que han de tratar de imitar en su contacto con nosotros. La
institucin del Patronato de Indgenas tena como misin defender, amparar, educar y
proteger a los indgenas: estos no podan contraer contratos, endeudarse, vender o ceder
bienes sin su autorizacin, en otras palabras no tenan personalidad jurdica.

En lo apartados que siguen vamos a centrarnos en el sistema de misiones que establecieron

los claretianos, el sistema educativo en el que tambin tuvieron un importante papel los
misioneros, el sistema de las plantaciones de monocultivos y los trabajos forzados que
llamaban prestaciones, y un apunte sobre como afect la Primera Guerra Mundial a la
Guinea Espaola.

Las misiones claretianas

Los primeros misioneros que llegaron a Fernando Poo fueron los jesuitas que se
establecieron, tras su primera expedicin en 1858, en Santa Isabel, Banap, Basup y la isla
de Corisco. Sin embargo esta presencia de los misioneros tras la poltica secularizadora en
la metrpoli del Sexenio Democrtico desaparece hasta que con la Restauracin y un
incremento importante financiacin vuelven a tomar protagonismo tanto en la pennsula
como en ultramar. El relevo en la colonia lo toma la congregacin catalana de los

38
Misioneros Hijos del Inmaculado Corazn de Mara, comnmente conocidos como
claretianos, que llegan por primera vez a Fernando Poo el 13 de noviembre de 1883.

El primer prefecto apostlico claretiano, el Padre Ramrez, realiz un viaje a Libreville para
estudiar el modelo misional de los espiritanos franceses. Este modelo de los espiritanos a
grandes rasgos consista en: 1. la creacin de capillas, escuelas e internados, 2. la creacin de
fincas para que las trabajaran los jvenes. 3. el aprendizaje de las lenguas locales, y 4. la
alimentacin similar a la de los indgenas. El objetivo de los espiritianos en la colonia
francesa del Gabn era tanto la conversin de toda la poblacin africana al cristianismo
como la de la transformacin de los indgenas en elementos productivos al servicio de la
misin. Este modelo totalizador ser imitado por el Padre Ramrez en la isla de Fernando
Poo con la creacin de un internado masculino en Santa Isabel y la adquisicin de una finca
en Banap que dependeran de la parroquia. Tal como nos cuenta Jacint Creus:

En primer lugar, cada parroquia tena que disponer de una escuela en rgimen de internado.
Se consideraba al internado como un elemento decisivo para la asimilacin de los chicos y
chicas indgenas, porque su rgimen implicaba que el alumno no poda recibir otras
influencias que la de los misioneros. En consecuencia, ahora no se construiran para atender
a los alumnos llegados de lejos, si no que se miraran de construir para todo el territorio, en el
mismo sitio de procedencia de los alumnos; no se trataba de recogerlos solamente si no de
cambiarlos por hombres nuevos.

En segundo lugar, cada parroquia tena que disponer, igualmente, de una finca que tendra en
su entorno dos funciones: ayudar a la manutencin de misioneros y de alumnos, y ensear a
los alumnos a cultivar la tierra. (Creus, 1998: 26)

Este modelo misional iniciado en Santa Isabel fue fcilmente replicable a lo largo y ancho
del territorio, primero en Fernando Poo y Annobn, y despus en la Guinea continental.
En el ao 1912, resueltos ya los limites de la colonia, los claretianos tenan ocho misiones
en Fernando Poo (Santa Isabel, Banap, Basile, Musola, San Carlos, Concepcin, Mara
Cristina, y Moka) una misin en la isla Annobn, una en la isla de Elobey, otra en la isla
Corisco, y dos en el continente (Ro Benito y Cabo San Juan). En la temprana fecha del 28
de enero de 1885 llegan a Fernando Poo cinco monjas de la congregacin de las Misioneras
de la Inmaculada Concepcin encargadas de la creacin del primer internado femenino en
Santa Isabel.

39
Los misioneros claretianos como decamos tenan el objetivo de convertir al cristianismo
los jvenes, en Fernando Poo los de la etnia bubi, sobre los que recaa en el sistema social
indgena todas las obligaciones tanto con su familia como con la comunidad (desde
trabajar, llevar alimento a la casa, hasta el mantenimiento de la familia). La misin claretiana
en cambio les ofreca por un perodo de cuatro aos una enseanza gratuita, un lugar
donde vivir, tres comidas al da, ropa, la posibilidad de aprender un oficio y la obtencin de
las herramientas que necesitase para ejercerlo, y hasta una clientela entre los colonos. Como
seala Jacint Creus:

La misin claretiana les ofreca otra va para llegar a destacar socialmente, por subir su
estatus: deslumbrados por la civilizacin occidental, que les pareca ms poderosa, ms rica y
con posibilidades de ganancias inmediatas, muchos jvenes bubis vean en los internados
aquella oportunidad de promocin que en su casa les faltaba o que, al menos, no podran
conseguir si no mucho ms tarde. Una oportunidad de situarse en un mundo nuevo, el de los
blancos, que vean como dominador en el futuro. (Creus, 1998: 26)

Los jvenes en las misiones no solamente participaban de las practicas litrgicas catlicas
(hacer oraciones o asistir a misa) si no que tambin se les haca dejar atrs sus ritos y
creencias ancestrales (como del culto a los antepasados que los claretianos asimilaban con
el diablo). El orden sexual de los bubis, desde su desinhibicin a la poligamia era
condenado. Por lo que se puede decir que los jvenes bubis que entraban en las misiones
dejaban de serlo porque dejaban atrs su sistema cultural para adquirir uno nuevo que les
vena de fuera. Todo esto gener no pocos conflictos con los bubis que fueron desde el
boicot a las misiones a expresiones de violencia que finalmente se saldaban a favor de las
misiones porque stas lgicamente contaban con la autoridad y la imposicin represiva que
representaba la administracin colonial.

Pero el paso por el internado solo era el principio, luego vendran los matrimonios
cristianos que crearan pueblos cristianos y trabajaran cristianamente sus propias pequeas
fincas de cacao, participando de esta forma en el sistema productivo de la colonia. Por este
sistema se crearon entre otros los pueblos catlicos de Mara Cristina de Batete y Corisco
en 1893, San Jos de Banap en 1894, San Joaqun en la misin de la Concepcin en 1895,
Santa Teresa de Banap en 1901, o San Jos de Musola (1903).

40
La trasmisin de la civilizacin
Una vez visto el sistema de las misiones de los claretianos, en el que la educacin era algo
fundamental para transformar a los nativos en cristianos, ahora pasamos a ver en mayor
profundidad como la administracin colonial despleg el sistema de enseanza para
convertir a estos mismos nativos en sbditos de Espaa y elementos productivos
preparados para trabajar en las plantaciones. El verdadero impulso para la instruccin de
los jvenes indgenas llega con la toma de posesin como gobernador de ngel Barrera
cuando en el mes de febrero de 1907 se pone en marcha el Reglamento de Enseanza para
suplir el estado primitivo en que se encuentran sus padres, tratando de formar sus vrgenes
corazones y grabar en ellos con caracteres indelebles el santo temor de Dios, el ms
profundo amor y agradecimiento a la madre Patria Espaa y el respeto a sus semejantes
(Castro y Ndongo, 1998: 160).

Los primeros intentos de establecer escuelas en la colonia nos hacen remitirnos primero al
ao 1864 cuando la administracin pens en abrir una escuela en la isla de Corisco, y
despus en 1868, a las vagas intenciones de Lpez de Ayala de establecer centros en
Fernando Poo. Para ambos casos no queda constancia de que estos planes se pusieran en la
practica, siendo como adelantbamos en el apartado anterior los misioneros claretianos los
que establecen en 1883 las primeras escuelas en la isla, y dos aos despus en 1885, estos
mismos misioneros fundan la primera escuela en territorio continental en la localidad de
Cabo San Juan. La creacin de escuelas por parte de los misioneros como contbamos en
el apartado anterior va ligada a la creacin de las misiones y de las primeras plantaciones.
En el ao 1902 se crean las dos primeras escuelas oficiales (una masculina y otra femenina)
en la localidad de Bata. En este ao en Fernando Poo haban diez escuelas, una oficial y
nueve a cargo de los misioneros (entre ellas dos femeninas), subvencionadas por el estado.
En el ao 1907 se crea en Santa Isabel la Escuela Oficial de Agricultura y Oficios Manuales
a cargo de cinco maestros y un capataz agrcola espaoles. Un ao despus, en 1908, se
suprimen las dos escuelas oficiales de Bata por insuficiencia de alumnos, pero en el ao
1911 con la entrada de financiacin se crean escuelas por todo el litoral en Asobla, Punta
Mbonda, Bitika y Elobey Grande. En el interior de Ro Muni son tambin los misioneros
los que crean la primera escuela en la localidad de Niefang en el ao 1926, un ao despus
en 1927, la administracin crea en Evinayong una escuela oficial. Donato Ndongo,
tomando referencias de Heriberto Ramn lvarez, nos apunta que entre 1927 y 1931
haban ms de sesenta centros escolares informales con al menos 4.500 alumnos

41
promovidos por el Patronato de Indgenas, la Guardia Colonial y los mismos poblados
indgenas repartidos por toda la colonia. Donato Ndongo deja constancia que en 1937
haba 43 escuelas y 5.375 alumnos:

De modo que, segn datos del Servicio Oficial de Enseanza, en 1937 haba en Guinea slo
43 escuelas, doce de ellas urbanas (ocho en Fernando Poo, dos en Bata y dos en Ro Benito,
en la franja costera). Las escuelas rurales estaban repartidas tambin de un modo desigual: 11
en Fernando Poo, una en Corisco, otra en Annobn y 18 en toda la zona continental, de las
cuales las ms hacia el interior eran la de Ebebiyn y Aisok. De los 5.375 alumnos
matriculados en aquel ao, 954 eran nios de centros urbanos de Fernando Poo, entre los
que apenas se encontraban nios bubis, siendo la gran mayora de familias fernandinas.
Haba un total de 56 maestros, de los cuales 10 eran espaoles y el resto auxiliares indgenas.
(Castro y Ndongo, 1998: 176,177)

Un anlisis de las cifras desde 1907 a 1937 muestra un incremento notable de escuelas y
alumnos pero deja entrever que las escuelas eran insuficientes y los alumnos tan solo una
parte de los jvenes. Por lo que la mayora de jvenes no disponan en muchos casos de
mucha formacin y en muchos otros de ninguna. Probablemente porque para ejercer de
braceros no necesitaban de dicha formacin.

Habiendo mostrado los aspectos cuantitativos que describen el nmero de escuelas y

alumnos pasamos ahora a los cualitativos que describirn como eran estas escuelas. Los
primeros planes de estudio que se ponen en marcha en Guinea establecen una enseanza
primaria para los nios de entre tres y catorce aos en los que se les ensea a leer y a
escribir, los principios de la gramtica castellana y ortografa, la doctrina cristiana, las cuatro
reglas de aritmtica, el sistema de pesas y medidas, un compendio de la historia y geografa
de Espaa, nociones de industria y comercio, nociones del cultivo de cacao, caf, algodn
vainilla y dems productos tropicales. Las nias en lugar de aprender estas ltimas nociones
practicas destinadas a los nios aprendan conocimientos y practica de las labores propias
a su sexo. Estas escuelas mantenan en todo momento una funcin ideolgica para
convertir a los jvenes en sbditos espaoles y buenos cristianos, dejando atrs sus
creencias ancestrales animistas y en los antepasados, por esa razn, no faltaban en las aulas
el retrato del rey, el crucifijo, la recitacin de oraciones, la entonacin del himno nacional, o
el gritar vivas a Espaa y al rey al finalizar la clase. No hace falta decir que toda la

42
instruccin se haca en castellano quedando prohibidas las diferentes lenguas maternas de
los alumnos.

En el mes de marzo de 1914 se produce una modificacin del reglamento establecindose

en la enseanza dos grados, uno primario y obligatorio, en contenidos similar al que haba
antes, y uno superior optativo, en el que se amplan los conocimientos con nociones de
historia, geografa, astronoma, principios de geometra y dibujo lineal, nociones de fsica y
mineraloga. La religin, moral e historia sagrada, presente en los dos grados, buscaba tanto
conseguir buenos como sbditos como buenos padres de familia.

Los encargados de esta enseanza en la mayora de los casos eran nativos, funcionarios con
la categora de auxiliares, sin ninguna preparacin especfica, mal pagados (unas 1.500
pesetas al ao) que haban aprendido el castellano, y reclutados en funcin de su
comportamiento favorable a la colonia que eran contratados la mayora de la veces por
recomendacin de un sacerdote. Los maestros controlaban tanto la aptitud como la
asistencia de los alumnos a las escuelas y en el caso de que stos no se comportaran como
deban o no acudieran a clase la administracin responsabilizaba a los padres pudindoles
multar o enviar a la crcel, circunstancia ltima que se traduca normalmente en la
realizacin de trabajos forzados. En el mes de julio de 1928 se pone en marcha un nuevo
reglamento para la enseanza en Guinea en el que se decide fundar el Instituto Colonial
Indgena:

La novedad ms importante aportada por este nuevo Reglamento fue la creacin del
Instituto Colonial Indgena. Dirigido por el inspector de la enseanza de la Colonia, su
finalidad era la formacin de los maestros auxiliares para las escuelas de primer grado, y la
preparacin de los nativos para las oficinas de la Administracin colonial, para servicios
sanitarios, correos, etc., y para empleados ms o menos cualificados de las empresas privadas,
en un momento en que la economa colonial iniciaba el despegue. Su importancia era
decisiva para el futuro del pas, pues de l saldrn todos los primeros funcionarios y buena
parte de los polticos del pas. (Castro y Ndongo, 1998: 166).

Por lo que a partir de este momento no solo los maestros auxiliares tienen una mejor
preparacin para instruir a los alumnos si no que se forma toda una serie de cuadros
funcionariales (desde escribientes, tcnicos sanitarios, telegrafistas, carteros, etctera.) con
los que administrar la colonia. Y esto ltimo no es algo menor porque representa el

43
despliegue efectivo del estado colonial que antes no poda alcanzar a todo el territorio por
el reducido nmero de funcionarios espaoles.

Mientras se desplegaba este sistema de enseanza la brecha y la segregacin racial o

apartheid entre las comunidades blanca y negra no solo se mantena si no que se
oficializaba. Prueba de ello fue la creacin en 1929 la Escuela de Nios Blancos de Santa
Isabel por la evidente marcada diferencia que en este respecto existe entre los nios
blancos y los indgenas. En los tiempos de la Segunda Repblica los maestros espaoles se
convierten oficialmente en jefes de los maestros auxiliares indgenas proporcionndoles
cursillos para su mejoramiento. Durante este perodo se crea tambin el certificado de
cultura primaria que daba prioridad a su titular para la obtencin de un puesto de trabajo en
la administracin colonial.

Las plantaciones
Las fincas de cacao que empezaron a cultivar los jvenes bubis en las misiones fueron solo
el principio de un sistema de explotacin a gran escala de plantaciones de monocultivos,
principalmente de cacao (en el ao 1911 la isla exportaba 3.496.611 kilogramos de cacao
con un valor de 3.733.260 pesetas mientras que en el ao 1932 haba alcanzado los
11.235.753 kilogramos con un valor de 30.712.272 pesetas.29), y en menor medida de caf,
pltanos, caucho30, algodn y yuca. Estas plantaciones pertenecan y eran dirigidas por los
colonos ms acaudalados que empezaron a llegar a isla de Fernando Poo. El cacao31, el
principal cultivo de Fernando Poo y de toda la colonia, por su elevado precio, siempre ms
alto que el producido en otras latitudes, se enva exclusivamente a la metrpoli espaola.
Miguel Hernndez Porcel, ingeniero jefe del Servicio Agronmico de la Guinea Espaola,
hace una disertacin en el peridico ABC en el mes de febrero de 1931 sobre el cultivo del
pltano como alternativa al cacao32, replica a los temores de los plantadores de las Islas
Canarias, y llega a la conclusin de que no habra competencia porque existen otros
mercados, pero afirma en cualquier caso que para emprender a gran escala estos cultivos
hara falta una importante inversin.

29
Recogido de La ltima selva de Espaa de Gustau Nern.
30
Un breve nota sobre el caucho aparecida en La Vanguardia, el 31 de octubre de 1910 prev una
demanda de 105.000 toneladas de caucho. Puede consultarse en el anexo de prensa.
31
Un anuncio publicitario de Gilabert aparecido en el ABC en 1947 utiliza la imagen y la hazaa de
Manuel Iradier como reclamo propagandstico. Puede verse en el anexo de prensa.
32
Puede consultarse el artculo de Miguel Hernndez Porcel en el anexo de prensa.

44
Pronto los bubis fueron insuficientes para trabajar en las grandes plantaciones de
monocultivos y por esa razn la administracin empez a reclutar a los hombres de la etnia
de los krumanes que procedan de Sierra Leona hasta que fueron derivados por Monrovia
al Estado Libre del Congo y al Panam para la construccin del canal, momento en que se
pens en contratar a los liberianos, muchas veces embarcndolos en contra de su voluntad,
pero siempre compensando econmicamente al gobierno de Liberia, hasta que lleg la
empresa norteamericana Firestone para explotar el caucho en este pas y volvi a dejar sin
trabajadores a Fernando Poo. Tanto los krumanes como los liberianos que trabajaban
como braceros en Fernando Poo tenan horarios excesivos, mala alimentacin, no tenan
atencin mdica y sufran agresiones y castigos fsicos. Esta mala situacin laboral de los
braceros, denunciada por una campaa que inici el liberiano Thomas J. Faulkner en los
Estados Unidos despus de haber perdido unas elecciones, llev en el ao 1929 a la
Sociedad de Naciones y a la legacin britnica en Fernando Poo a decir que se asemejaba a
la esclavitud, sin embargo, mantenan que en el Gabn, en el Congo belga y en Liberia, las
condiciones eran semejantes. Haciendo nuevamente falta braceros la administracin
colonial pens en traer a la isla a cualquier contingente de hombres procedentes de donde
fuera, desde la China, la India, Cavo Verde, Indonesia, Marruecos, Angola, etctera. Pero
salvo un plan de traer a dos mil chinos que finalmente qued en suspenso por temor a una
revuelta comunista nada de esto fructific. Entonces se pens en movilizar a las propias
fuerzas de la Guinea continental. En 1920 los plantadores ya lo haban propuesto sin
conseguirlo:

Los plantadores, irritados, empezaron a reclamar que se impusieran trabajos forzados en la

isla a los habitantes de la Regin Continental. En 1920 redactaron un proyecto para obligar a
miles de hombres continentales a ir a trabajar a Fernando Poo con un salario muy bajo.
Barrera se opuso: aleg que el sueldo era ridculo y el periodo de contratacin resultaba
excesivo. Adems, apunt que una recluta forzada poda tener efectos negativos a largo
plazo, ya que los parientes de los braceros rechazaran en el futuro ir a Fernando Poo.
(Nern, 2010: 213).

Pero esto cambi cuando se convirti en gobernador Miguel Nez de Prado. Entonces se
pens en substituir a los braceros liberianos por los guineanos de la etnia fang. Pronto
miles de hombres fueron trasladados del territorio continental a la isla de Fernando Poo:

45
 El Gobierno General, de acuerdo con la Cmara de Comercio de Fernando Poo, prepar
una campaa de captura de braceros, que encarg bsicamente a Ayala. Durante los meses de
agosto, septiembre y octubre de 1926 llegaron a Fernando Poo 4.604 braceros procedentes
del continente. Les acompaaban 1.181 mujeres, que a pesar de no firmar ningn contrato,
resultaban muy tiles en las plantaciones, pues se dedicaban a producir cultivos de
autosuficiencia con los que se alimentaba a los braceros (adems, algunas se dedicaban al
servicio domstico). (Nern, 2010: 224)

La implicacin de oficiales de la Guardia Colonial para llevar a cabo la recluta a cambio de

compensaciones econmicas por cada hombre contratado se convirti en algo corriente. La
Cmara Agrcola de Fernando Poo siempre pidi cooperacin porque saba que sin su
colaboracin nada poda hacer. Estos oficiales que participaron en la recluta se
enriquecieron enormemente y por esta razn se mantuvieron en la Guinea continental sin
querer promocionarse en su carrera. El oficial Julin Ayala con los beneficios de la recluta
compr fincas, abri factoras y cre un hotel en Bata.

Este tipo de recluta de hombres era de todo menos sincera. Los reclutadores podan
negociar con los jefes de cada poblado para que convencieran a sus fuerzas vivas y stos
gustosamente se quitaban de encima a los que cuestionaban su autoridad y sus adversarios,
tambin podan reclamar el pago de las deudas que estos jefes haban contrado
obligndoles a enviar hombres a las plantaciones. Los reclutadores tambin utilizaban el
comercio con los voluntarios tentndoles con productos en grandes fiestas que montaban
para el caso que stos podan utilizar como dote para la familia de la mujer elegida en
futuras nupcias.

Cuando vemos ms de cerca como funcionaba la recluta de braceros fang para Fernando
Poo ms cerca lo encontramos de la desaparecida trata de esclavos. Los reclutadores en el
traslado de estos hombres para evitar fugas los encarcelaban en los destacamentos de la
Guardia Colonial cada vez que realizaban una parada en su trayecto. Estos hombres iban
atados y llevaban colgado del cuello un cartel que llamaban la tabla con el nombre del
plantador al que se le haba reservado. Muchos murieron por el camino. El bracero
permaneca contratado por un perodo de dos aos y no poda deshacer el contrato, parte
de su salario era retenido hasta el final, y del que disponan, en efectivo o en forma de vales,
la mayora de las veces era gastado en productos en Santa Isabel o en las propias
plantaciones. Por lo tanto el negocio era redondo. Los braceros no podan salir de la isla,

46
con lo que Fernando Poo termin convirtindose en una gran prisin. Los malos tratos
hasta sus ultimas consecuencias como veremos en este fragmento que nos aporta Gustau
Nern eran frecuentes:

En la finca de los claretianos de Banap, en 1917, muri un bracero a causa de los malos
tratos infligidos por el hermano Porta. El Gobierno General investig el caso, lo que irrit a
los misioneros, que consideraban el suceso una nimiedad que se debera haber resuelto con
discrecin. (Nern, 2010: 231)

Los braceros cuando enfermaban por las largas jornadas de trabajo y la mala alimentacin
eran enviados al hospital y all terminaban muriendo. Lus Njera, mdico del Servicio
Colonial, aseguraba que una veintena parte de los braceros en Fernando Poo moran por
estas razones33. La desidia y dejadez por parte de los plantadores llegaba a tal extremo que
cuando los braceros moran en el hospital no se hacan cargo de sus cadveres para
ahorrarse el entierro. Esta situacin era conocida por el Gobierno General pero los
plantadores no queran ninguna intromisin en sus plantaciones, hecho que contrariaba a la
administracin colonial no tanto por humanidad si no por temer que cada vez hubiera
menos voluntarios para trabajar en la isla. El gobernador ngel Barrera se mostraba
paternalista con los indgenas pero nunca evit los malos tratos. El gobernador Miguel
Nez de Prado no solo no se preocup por esta cuestin si no que decret una ley que
castigaba a los que no trabajaran suficientemente. Sin embargo, el Gobierno General en el
ao 1929, presionado por la Direccin General de Marruecos y Colonias, dict una ley que
sancionaba a los maltratadores.

Las prestaciones
Acabamos de ver el sistema productivo guineano a travs de la recluta de braceros para las
grandes plantaciones de Fernando Poo, ahora vamos a ver como la administracin colonial
movilizaba por su propio bien en lo que llamaron prestaciones a todos los varones para
construir escuelas, puentes, capillas, caminos y carreteras. Esta movilizacin mostrada
como un bien para los propios indgenas por infundirles valores positivos era en realidad
un trabajo forzado sin ninguna compensacin econmica para intensificar la colonizacin
del territorio y de los propios indgenas en beneficio de la administracin y los colonos.

33
Recogido en La ltima selva de Espaa de Gustau Nern, pag, 231.

47
 Las prestaciones, en Guinea se legalizaron en 1908 cuando el gobernador interino Luis
Dabn estableci que todos los hombres negros de entre 15 y 50 aos que no trabajaran para
los colonos ni tuvieran propiedades registradas oficialmente deberan colaborar en las obras
pblicas. (Nern, 2010: 217)

Muchos indgenas se opusieron a realizar las prestaciones pero como vemos en el siguiente
suceso siempre encontraron la violencia del sistema colonial:

Uno de los incidentes ms graves sucedi en julio de 1927, en el pueblo de Ngomongomo

Esamvus, entre Evinayong y Abemelang. Una pareja de la Guardia Colonial fue a esta
localidad a buscar hombres para la construccin de caminos (llegaron all ya con 50
detenidos). El jefe del pueblo y 40 hombres se resistieron y mataron al scari Ndong Alogo
Oks. Cuando el cabo europeo al mando de la zona se enter de los hechos, fue al pueblo y
mat a dos hombres a cuchilladas y a cinco ms a tiros. El teniente Touchard fue el
encargado de juzgar los hechos: consider responsables del incidente a los siete muertos de
Ngomongomo y cerr el caso. (Nern, 2010: 221, 222)

Las prestaciones empezaron siendo cuarenta das al ao pero terminaron convirtindose en

algo arbitrario de duracin variable y aplicable a cualquiera que no trabajara en las
plantaciones. La prestaciones fueron demandadas por la lite colonial en los peridicos:

La prensa colonial presionaba a las autoridades de Santa Isabel para que impusieran trabajos
forzados, no slo a los que no tenan trabajo, si no tambin a 'los vendedores de absurdas
baratijas' y a los 'indgenas titulados angs (elegantes) de los astrosos'. Un lector de la Voz
de Fernando Poo incluso sugiri que se implantara una prestacin obligatoria de tres aos de
duracin para todos los negros de Ro Muni (l lo equiparaba al servicio militar de los
espaoles). (Nern, 2010: 223)

Estas demandas no fueron atendidas hasta ese extremo por el Gobierno General pero en el
ao 1926 aparece una ley destinada a los vagos y maleantes:

En mayo de 1926 se public una ley por la que se expulsaba de la colonia o se condenaba a
trabajos forzados a los negros vagos. Paralelamente, se dict una normativa mediante la cual
se encargaba a los comandantes de puesto detener a todos aquellos indgenas cuyo estado
habitual es la embriaguez e imponerles una correccin consistente en obligarles a trabajar en
obras de utilidad pblica durante tiempo ilimitado. A los borrachos no habituales se les

48
 condenaba a una multa y una pena de uno a cinco das de trabajos forzados. (Nern, 2010:
223)

En cualquier caso como nos dice Alfredo Serrano en su artculo "Algunas consideraciones
despus de un viaje a la Guinea continental espaola", publicado en el mes de agosto de 1931 en el
peridico ABC34, las prestaciones, estos trabajos forzados, no sirvieron siquiera para crear
buenas carreteras para comunicar las principales localidades. Alfredo Serrano aprovecha
tambin para denunciar que los hospitales son peores que las casas de los indgenas,
llegando a la conclusin que la administracin colonial, si exceptuamos las plantaciones de
monocultivos (me parece significativa la fotografa que aporta de un campo de
concentracin de braceros reclutados con un buen contrato para ir a trabajar a Fernando
Poo), ha dejado a su suerte a la colonia.

La Primera Guerra Mundial

La Gran Guerra (1914 - 1917) no solo hizo acto de presencia en el continente africano si
no que se puede interpretar que fue uno de los agentes que la hicieron posible porque las
naciones europeas enfrentadas ansiaban quitar a sus adversarias sus territorios, y esto lo
veremos al finalizar la contienda cuando los vencedores se reparten el imperio colonial
africano de los alemanes. Espaa permaneci neutral en esta guerra y se benefici en la
pennsula de la misma al brindar a los dos bandos enfrentados su produccin y
abastecimiento. La Guinea Espaola por su posicin geogrfica encajonada entre el
Camern alemn y el Gabn francs en multitud de ocasiones fue incapaz de defender sus
propias fronteras ante el avance de las columnas militares que perseguan a sus enemigos
adentrndose en territorio espaol, como de los propios indgenas desplazados que huan
de la guerra y que la administracin colonial espaola aprovechaba para convertirlos en
braceros. Los fang fueron reclutados por los alemanes y los aliados para luchar en esta
guerra pero tambin tuvieron su ltima oportunidad para rebelarse contra los
colonizadores. El gobernador ngel Barrera reprimi con dureza estos alzamientos:

Los hombres de Barrera no escatimaban medios para acabar con los insurrectos: en una
expedicin blica contra los clanes del norte de la colonia, en cuatro das, las tropas
espaolas dispararon 17.564 cartuchos y causaron la muerte de no menos de 21 fang. Una
ofensiva posterior se sald con 65 vctimas mortales. Las tropas espaolas quemaban los

34
Puede consultarse el artculo "Algunas consideraciones despus de un viaje a la Guinea continental
espaola" de Alfredo Serrano en el anexo de prensa.

49
 poblados rebeldes y destruan sus cosechas. Y para lograr que los guerreros fang se
entregaran, tomaban como rehenes a mujeres y a nios. El Ministerio de Estado aprobaba
aquellas prcticas y continuamente instaba a Barrera a llevar a cabo una represin
ejemplarizante a fin de mantener el respeto a nuestra soberana. (Nern, 2007: 38)

En enero de 1916 el imperio colonial alemn del Camern se desmorona y miles de

personas se baten en retirada hacia la Guinea Espaola huyendo de las tropas francesas y
britnicas que paran su persecucin al encontrarse con los puestos avanzados espaoles.
Entonces la administracin colonial espaola se encuentra con un grave problema: han
llegado 45.000 personas a Bata (en su mayora civiles cameruneses de la etnia ewondo) y no
hay manera de atenderles por lo que deciden deportar 25.000 automticamente al Camern.
Para complicar ms las cosas las autoridades britnicas no se fan de los alemanes y exigen
al gobernador ngel Barrera que les entregue los militares y ste finalmente llega a un
acuerdo: los 875 soldados y civiles alemanes son enviados en barco a la pennsula ibrica.
Quedan 6.047 soldados cameruneses, 4.500 mujeres (sus esposas), 440 nios, y 4.088
criados del ejrcito. Bata, una ciudad de mil personas, es incapaz de alojar y atender a este
nmero de personas por lo que se decide a enviarlos a Fernando Poo, donde se agruparan
en campos de concentracin.

Instalar all a los deportados fue extremadamente difcil: durante las primeras semanas de su
estancia en la isla murieron 1.031, muchos de inanicin y otros por enfermedades
infecciosas. El desencanto era cada vez mayor entre aquella multitud miserable y
hambrienta. (Nern, 2007: 41)

La Primera Guerra Mundial hizo desaparecer la potencia imperial alemana en el continente

africano pero tambin trastoc las relaciones de poder en toda la regin. Por primera vez
los negros vieron que los blancos no solo moran si no que se enfrentaban entre si y de ah
en parte las revueltas de los fang a las que aludamos antes. La guerra les moviliz para
luchar contra sus iguales y muchos de ellos se desplazaron a la Guinea Espaola huyendo
del infierno pero tambin resistiendo por ltima vez al poder colonial. La colonizacin de
ahora en adelante en Guinea se efectuara de forma brutal y sin contemplaciones. La
respuesta que dio la Guardia Colonial a una pequea revuelta del clan fang de los osumu
que no quiso integrarse en el sistema espaol y en la que muri un guardia indgena scari
ejemplifica esto que decimos: decidieron eliminar ntegramente a todo el clan mandando un
mensaje claro frente a cualquier resistencia.

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Conclusiones
Al empezar este trabajo me propuse confirmar o descartar tres hiptesis. La primera de
ellas era si los exploradores fueron un agente imperialista que hizo posible la colonizacin
del continente africano. Lo que he sacado en claro es que los exploradores movidos por
motivaciones diversas, desde cientficas, religiosas, comerciales y patriticas, fueron el
precedente necesario de la colonizacin. Sin ellos difcilmente los estados europeos se
habran podido mover e instalar tan fcilmente en frica pues ellos fueron los que
recorrieron selvas, sabanas, desiertos, navegaron por los ros, y subieron a las montaas
para luego confeccionar los mapas necesarios para cualquier invasin. Cuando Mungo Park
busca el curso del Nger est imbuido en un ambiente intelectual europeo hijo de la
Ilustracin que quiere conocer el mundo pero tambin busca expandir el comercio en esa
regin hasta entonces desconocida. Cuando Richard Burton y John Hanning Speke buscan
las fuentes del Nilo estn intentando responder a una pregunta que ha inquietado a los
europeos prcticamente desde el mundo griego pero nuevamente estn confeccionado
informes que luego sern utilizados por los estados europeos. Richard Burton cuando es
destinado como cnsul en Fernando Poo recorre multitud de localidades y ubicaciones
geogrficas registrando su potencial econmico. Cuando David Livingstone recorre todo el
Zambeze lo hace como un explorador pero no olvidemos que en un primer momento
estaba motivado por expandir el cristianismo a travs de las misiones para finalmente llegar
a la conclusin que el comercio puede erradicar la trata de seres humanos. Cuando Henry
Morton Stanley va al encuentro de Livingstone en la regin de los Grandes Lagos inicia una
labor exploratoria financiada por la prensa que considera que esas informaciones interesan
al gran pblico pero no perdamos de vista que al final se pondr al servicio de Leopoldo II
para confeccionar su imperio en el Congo. Cuando Manuel Iradier hace su primer viaje al
Muni es toda una aventura sustentada por l, su mujer y su cuada, pero cuando hace su
segunda expedicin con Amado Osorio va a conquistar para Espaa todo lo que puede.
Nada de esto evidentemente hace menor todo el conocimiento que aportaron a la
comunidad cientfica y el publico en general con sus observaciones geogrficas,
etnogrficas, lingsticas, histricas, botnicas, etctera. Tampoco se puede responsabilizar
a estos exploradores del genocidio cultural y la brutalidad colonial que llevaron a cabo los
ejrcitos de las potencias europeas en el continente africano pero s fueron como digo el
antecedente necesario para todo esto, porque la aportacin de ese conocimiento, que al

51
mismo tiempo que informaba construa una realidad africana desde los ojos occidentales,
luego fue utilizado por los que vinieron despus.

La segunda hiptesis era la de la importancia de las exploraciones iniciadas por Manuel

Iradier, cuanto territorio pudo anexarse y cual finalmente se integr en la colonia de la
Guinea Espaola, en un contexto en el que el resto de potencias europeas se haban
lanzado a la puja de frica. Y en esto me remito a lo que el propio Manuel Iradier deca
cuando mantena que se hizo lo que se pudo pero con matices. La segunda expedicin de
Manuel Iradier y Amado Osorio cuenta con una financiacin inferior a la que han llevado a
cabo otros exploradores europeos, y esto es un reflejo tanto de la falta de impulso y
decisin de la clase poltica y empresarial espaola como de situacin social y econmica
del pas, no olvidemos que Espaa apenas haba llevado a cabo su Revolucin Industrial y
que la inestabilidad poltica del siglo XIX era algo frecuente. La falta de un gran respaldo a
la exploracin y la colonizacin en Guinea es un reflejo de una poltica imperial que perdi
toda Amrica a principios del siglo XIX y perder Cuba y Filipinas en 1898. Cuando se
celebra la Conferencia de Berln y se establecen las reglas del juego para tomar el continente
africano las posesiones africanas de los espaoles son un tanto ridculas en comparacin
con las que tienen el resto de pases. Por todo esto la conquista de Guinea que durante
muchos aos no ser explotada econmicamente da la sensacin que tuvo ms de prestigio
internacional que de otra cosa. Cuando Manuel Iradier y Amado Osorio llegan a Fernando
Poo se enteran de que los alemanes han tomado Camarones, los franceses el Gabn y el
Congo, y los britnicos Nigeria, por lo que se tienen que conformar con el Muni. El matiz
que mencionaba antes fue la publicidad que se dio en la prensa en Espaa de la expedicin,
algo que fue aprovechado por alemanes y franceses para adelantarse en la conquista a los
espaoles. Gustav Nachtigal, el explorador que tom Camarones para Alemania era
miembro de La Exploradora, y se haba carteado con Manuel Iradier, por lo tanto conoca
de primera mano los planes de los espaoles.

La tercera hiptesis es la de la apuesta espaola finalmente por la colonia de la Guinea

Espaola. Desde las expediciones de los exploradores se ha empezado dbilmente a
explotar econmicamente Fernando Poo dejando a su suerte todo el territorio continental
pero esto empieza a cambiar cuando quedan claros los limites de la colonia, se establece
una lnea espaola de comunicaciones a travs de vapores con la Compaa Trasatlntica,
empiezan a funcionar las misiones de los claretianos y llegan los primeros plantadores. La

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Guinea Espaola parece que empieza a interesar cuando se ha perdido Cuba y Filipinas, en
cierta forma podra decirse que tanto el estado como los capitalistas espaoles intentan
resarcir la perdida de 1898 con los territorios guineanos. La colonia se convierte en una
gran finca de monocultivos, especialmente de cacao, en la que primero se buscan para
trabajar de braceros krumanes y liberianos, y luego se incentiva mediante engaos a la
poblacin fang, todos en unas condiciones muy semejantes a la esclavitud. Las prestaciones
en las que deben de participar todos los negros por su bien no son ms que unos trabajos
forzados. La evangelizacin y la educacin de los jvenes en los valores espaoles no son
ms que una forma de substitucin cultural en beneficio de la administracin colonial que
busca de un lado convertir al grueso de los negros en elementos productivos que trabajaran
de braceros en las grandes plantaciones, y a una minora en cuadros funcionariales con los
que administrar mejor la colonia.

frica es un continente castigado al principio por los rabes y los europeos con una trata de
esclavos de la que hicieron participes a los propios estados africanos hacindoles entrar en
una dinmica destructiva. Ferran Iniesta insiste en que esto ha dejado ms mella en frica
que la propia colonizacin de los blancos. Tanto un proceso como el otro fue posible
porque los europeos disponan del poder y porque los europeos no consideraban a los
negros sus iguales. En este trabajo hemos podido ver como el simple encuentro cultural
que iniciaron los exploradores en el continente africano cambi automticamente tanto a
los descubiertos como a los descubridores. Esa relacin en desigualdad tecnolgica y de
estructura estatal, como suele suceder benefici al que llevaba ventaja, benefici a los
blancos e hizo posible una colonizacin que aprovech a su favor las estructuras sociales y
polticas de los indgenas para luego subvertirlas. Espaa como la mayora de potencias
europeas entre finales del siglo XIX y principios del XX obtuvo, efectivamente, un imperio
en el frica subsahariana que llamaban el Muni, que fue un reflejo de la ambicin de las
lites de su poca que no podan ser menos que sus vecinos continentales, pero reflejo
tambin a fin de cuentas de las insuficiencias y bajezas de muchos de los que se
involucraron.

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 Anexos
Mapas
1. Mapa poltico de frica en el ao 1795. Recogido de Sellier, Jean (2005) Atlas de los
pueblos de frica. Cartografa Bertrand de Brum, Anne Lee Fur. Paids Orgenes.
2. Mapa poltico de frica en el ao 1875. Recogido de Sellier, Jean (2005) Atlas de los
pueblos de frica. Cartografa Bertrand de Brum, Anne Lee Fur. Paids Orgenes.
3. Mapa poltico de frica en el ao 1895. Recogido de Sellier, Jean (2005) Atlas de los
pueblos de frica. Cartografa Bertrand de Brum, Anne Lee Fur. Paids Orgenes.
4. Mapa poltico de frica en el ao 1914. Recogido de Sellier, Jean (2005) Atlas de los
pueblos de frica. Cartografa Bertrand de Brum, Anne Lee Fur. Paids Orgenes.
5. Mapa de cambios durante en frica durante la Primera Guerra Mundial entre 1914 y
1918. Lemarchand, Philippe (2000) Atlas de frica. El continente olvidado. Acento Editorial
6. Mapa poltico de frica en el ao 1939. Recogido de Sellier, Jean (2005) Atlas de los
pueblos de frica. Cartografa Bertrand de Brum, Anne Lee Fur. Paids Orgenes.
7.Mapa del Pas del Muni realizado por Manuel Iradier que muestra los territorios
explorados y adquiridos por l Amado Osorio. Aparecido en Gutirrez Garitano, Miguel
(2011) Apuntes de la Guinea. Vida, obra y memoria de Manuel Iradier y Bulfi. Ikusager. Coleccin
Correra. Vitoria.
8. Mapa de la Guinea Continental Espaola publicado por la Sociedad Anonima "Anuarios
Bailly Baillire y Riera Reunidos". Barcelona. Aparecido en Gutirrez Garitano, Miguel
(2011) Apuntes de la Guinea. Vida, obra y memoria de Manuel Iradier y Bulfi. Ikusager. Coleccin
Correra. Vitoria.
9. Mapa de la Guinea Continental Espaola Aparecido en Gutirrez Garitano, Miguel
(2011) Apuntes de la Guinea. Vida, obra y memoria de Manuel Iradier y Bulfi. Ikusager. Coleccin
Correra. Vitoria.
10. Mapa de la isla de Fernando Poo aparecido en Perry Castaeda Library Map Collection
de la Universidad de de Austin de Texas en Austin.
11. Mapa actual de Guinea Ecuatorial aparecido en Perry Castaeda Library Map
Collection de la Universidad de de Austin de Texas en Austin.

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 Anexos
Prensa
1. La Vanguardia, 21 agosto de 1885, "La Conferencia de Berln", dos pginas.
2. ABC, martes, 14 agosto de 1956, "Homenaje de Vitoria al explorador Manuel Iradier".
Repaso a Guinea. Artculo de Hilario Dorao.
3. Blanco y Negro, 30 junio de 1960, "Municipios espaoles en el frica Ecuatorial". dos
pginas. Monolito conmemorativo de Manuel Iradier.
4. ABC, martes, 10 de diciembre de 1968: "El vicepresidente de Guinea Ecuatorial asisti
en Vitoria a los actos en honor del explorador Iradier".
5. La Vanguardia, jueves, 7 de Agosto de 1902, "Guinea Espaola. Los territorios del
Muni". 2 pginas (Colonia de Biafra). Artculo de Amado Osorio. Panormica general. Falta
de energa para tomar. Copiar lo que han hecho otras potencias.
6. Blanco y Negro, 15 de junio de 1901: "La expedicin del Rabat a Ro Muni". (seis meses
para fijar los limites de la colonia de acuerdo con la comisin francesa).
7. Blanco y Negro, 23 de mayo de 1896: "Servicios de la Compaa Transatlntica de
Barcelona". (lnea de Fernando Poo).
8. La Vanguardia, mircoles, 4 de marzo de 1931. Anuncio de la Compaa General de
Colonizacin Africana (barcos con toneladas de madera).
9. La Vanguardia, lunes, 11 de octubre de 1910. "El caucho en Fernando Poo".
10. ABC, 22 abril de 1947, anuncio de chocolates Gilabert con la imagen de Iradier.
11. ABC, 7 de febrero de 1931, "Cultivo de pltanos en Fernando Poo". Artculo de Miguel
ngel Porcel. 4 pginas.
12. ABC, 6 de agosto de 1933. "Algunas consideraciones despus de un viaje a la Guinea
continental espaola" de Alfredo Serrano.

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 Fuentes y bibliografa
Bibliografa general:
- Balfour, Sebastian (1997) El Fin del imperio espaol, 1898-1923. Crtica. Barcelona.
- Castel, Antoni y Sendn, Jos Carlos (2009) Imaginar frica. Los estereotipos occidentales sobre
frica y los africanos. Libros de la Catarata.
- Corachn Cuys, Manuel (2013) Historia del frica negra precolonial. La historia que Occidente
ignor. Edicions Bernat..
- Corts Lpez, Jos Luis (1984) Introduccin a la historia de frica. Espasa Calpe. Coleccin
Austral. Madrid.
- Fieldhouse, David (1977) Economa e Imperio. Siglo Veintiuno Editores. Madrid.
- Fieldhouse, David (1984) Los imperios coloniales desde el siglo XVIII. Siglo XXI. Madrid.
- Gargallo, Eduard y Gili Alicia (2006) frica en l'imaginari occidental. Els mites europeus sobre
frica. Universitat de Valencia.
- Hanbury Tenison, Robin (2011) Grandes exploradores. Randon House Mondadori.
Barcelona.
- Hobsbawm , Eric (2005). La era del Imperio. 1975-1914. Crtica. Libros de Historia.
Barcelona.
- Hugon, Anne (1998). La gran aventura africana: exploradores y colonizadores. Gallimard.
Barcelona.
- Iniesta, Ferran (1997). Kuma. Historia del frica negra. Biblioteca de Estudios Africanos.
Barcelona.
- Kapuscinski, Ryszard (2000). bano. Anagrama. Barcelona.
- Ki-Zerbo, Joshep (2011). Historia del frica Negra. De los orgenes a las independencias.
Biblioteca de Estudios Africanos. Barcelona.
- Newsome, David (2001). El Mundo segn los victorianos. Editorial Andrs Bello. Barcelona.
- Riverain, Jean (1970) Diccionario de las exploraciones. Plaza y Janes. Barcelona.
- Juli, Santos y Martorell, Miguel (2012) Manual de Historia Poltica y Social de Espaa:
1808-2012. RBA. Uned. Barcelona.

Atlas:
- Lemarchand, Philippe (2000) Atlas de frica. El continente olvidado. Acento Editorial

56
- Sellier, Jean (2005) Atlas de los pueblos de frica. Cartografa Bertrand de Brum, Anne Lee Fur.
Paids Orgenes.

Bibliografa especifica:
- Campos Serrano, Alicia (2002) De colonia a estado: Guinea Ecuatorial, 1955-1968. Centro de
Estudios Polticos y Constitucionales. Madrid.
- Castro, Mariano de y Ndongo Bidyogo, Donato (1998) Espaa en Guinea: construccin del
desencuentro: 1778-1968. Sequitur. Madrid.
- Creus, Jacint (1998) El pare Joanquim Juanola (1852-1912) i l'inici de la colonitzaci de Guinea
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- Creus, Jacint (1995) Exploracions centrafricanes (1887-1901) del P. Joaquim Juanola. Agrupaci
Excursionista de Granollers. Granollers.
- Creus, Jacint (1997) Identidad y conflicto. Aproximacin a la tradiccin oral en Guinea Ecuatorial.
Los libros de la Catarata. Madrid.
- Gutirrez Garitano, Miguel (2011) La aventura del Muni. Ikusager. Coleccin Correra.
Vitoria.
- Gutirrez Garitano, Miguel (2011) Apuntes de la Guinea. Vida, obra y memoria de Manuel
Iradier y Bulfi. Ikusager. Coleccin Correra. Vitoria.
- Martnez Salazar, ngel (1993) Manuel Iradier. Diputacin Foral de lava. Departamento
de Cultura. Coleccin 'Los alaveses'. Vitoria.
- Nern, Gustau (2010) La ltima selva de Espaa. Antropfagos, misioneros y guardias civiles.
Catarata. Madrid.
- Nern, Gustau (2008) Un guardia civil en la selva. Ariel, 2008. Barcelona.
- Nern, Gustau y Bosch Alfred (2001) El imperio que nunca existi. Plaza y Janes. Barcelona.
- Ndongo Bidyogo, Donato (1987) Las tinieblas de tu memoria negra. Fundamentos. Madrid.
- Ndongo Bidyogo, Donato (1977) Historia y tragedia de Guinea Ecuatorial. Cambio 16. Temas
Cambio 16. Madrid.
- Pratt, Mary Louise (2010) Ojos imperiales. Literatura de viajes y transculturacin. Fondo de
Cultura Econmica. Antropologa. Mxico D.F.
- Rice, Edward (1992) El capitn Richard F. Burton. Siruela. Madrid.
- Said, Edward (2010) Orientalismo. Debolsillo. Barcelona.

Fuentes primaras:
- Burton, Richard Francis (2000). Vagabundeos por el Oeste de frica. Laertes. Barcelona.

57
- Herdoto (2006) Historia. Ctedra. Letras Universales.
- Iradier y Bulfi, Manuel (1994) frica: viajes y trabajos de la Asociacin Euskara la Exploradora.
Biblioteca de Viajeros Hispnicos. Miraguano Ediciones y Ediciones Polifemo. Madrid.
- Livinsgstone, David (2008) Viajes y exploraciones en el frica del Sur. Ediciones del Viento.
La Corua.
- Park, Mungo (1991) Viajes a las regiones interiores de frica (1795-1805). Ediciones Serbal.
Barcelona.
- Hemerotecas de los peridicos de La Vanguardia y el ABC.

58