Monografa Las Cuatro Caras de La Luna. Biodanza y El Ciclo Menstrual PDF
Monografa Las Cuatro Caras de La Luna. Biodanza y El Ciclo Menstrual PDF
Monografa Las Cuatro Caras de La Luna. Biodanza y El Ciclo Menstrual PDF
Monografa de titulacin
Formacin para facilitadores de Biodanza
Escuela de Biodanza Al-ndalus de Mlaga
octubre 2013
Christiane Northrup
Cuerpo de mujer, sabidura de mujer.
2
No tengan la menor duda de que un pequeo grupo de
ciudadanos serios y comprometidos
puede cambiar el mundo; en realidad
es lo nico que jams ha hecho.
Margaret Mead1.
3
NDICE
4
2. 1. El tab de la sangre. ........................................................................................................... 54
2. 2. El despertar del tero. ....................................................................................................... 59
Notas................................................................................................................................................. 95
5
Y Dios me hizo mujer
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cav por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Teji delicadamente mis nervios
y balance con cuidado
el nmero de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyect con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron as las ideas,
los sueos,
el instinto.
Todo lo cre suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los das
y por las que me levanto orgullosa
todas las maanas
y bendigo mi sexo.
Gioconda Belli.
6
Palabras previas
Suelo tener la mana, o la costumbre, de dejar la escritura de las palabras previas para el
ltimo momento, lo cual significa que me dirijo a quienquiera que est leyendo estas
palabras despus de haber escrito todas y cada una de las letras que conforman este trabajo.
Estas pginas que tengo ante m en la pantalla del ordenador forman la tercera monografa,
tesina o trabajo de investigacin de mi vida. A la tercera, dicen, va la vencida.
En los tres casos los temas de investigacin elegidos llegaron con relativa rapidez y ahora,
con la distancia, veo que en realidad los dos anteriores estn incluidos en este.
La primera monografa que escrib era en realidad la llamada tesina final de mi primer
mster. En aquel momento yo era profesora de espaol como lengua extranjera, lo que se
llama ELE, y el mster era precisamente sobre eso. Mi intencin era hacer un trabajo de
campo, investigar sobre lo que suceda en las clases, comprobar si los profesores realmente
llevaban a cabo la metodologa en boga que todos afirmaban seguir. Al no encontrar
conejillo de indias que quisiera someterse a la observacin de sus clases, acab haciendo un
estudio de las mas propias por lo que la investigacin se convirti en un trabajo de auto-
observacin.
Como tema final de investigacin eleg hacer un estudio de la poesa escrita por mujeres en
Espaa. Al hijo de tus palabras se titul. A este trabajo le guardo especial cario pues lo
siento como el comienzo de una nueva poca de vida. Investigar sobre las palabras de otras
mujeres hizo que escuchara las mas propias. Comenc a jugar con los versos, yo que nunca
me haba considerado capaz de escribir un poema, y a trabajar con grupos de mujeres: a
escucharlas y a escucharme. Y por sorpresa, como acto de magia, los hombres tambin
llegaron a mi vida. Pero esa es otra historia.
7
Gracias
A los nios de mi vida, en especial a Cris e Ire, por recordarme continuamente lo que es
amar incondicionalmente.
A mis amigas-hermanas con las que vamos poco a poco recuperando ese estar entre
mujeres y con las que voy, tambin poquito a poco, enganchndome al ciclo de la vida.
A Tuco Nogales, por mostrarme que los ciclos del sol se pueden danzar, entre otras
muchas cosas.
A todas las mujeres que participaron en el grupo experimental de Las 4 caras de la luna, a
las que asistieron un fin de semana y a las oficialmente tituladas como brujas, porque sin
ellas esto no tendra el mismo cuerpo.
A las mujeres de la Asociacin Grupo Motor del barrio de la Chana en Granada, por
abrirme las puertas de su centro y venirse conmigo a danzar sin dudarlo.
A todas las mujeres de la provincia de Granada que, sin saber a lo que van, acaban
danzando en nuestros talleres en busca de lo femenino. En qu los nos metemos, Nieves!
A Ana y Carlos, por permitir que su casa fuera mi casa durante los tres aos de formacin.
A la casa de la calle Tia nmero 13, lugar que me ha resguardado y dado cobijo durante
los tres aos de formacin y en la que llevo tantas cosas vividas.
8
Introduccin
Varios fueron los aos que estuve merodeando el entre mujeres antes de entrar a formar
parte de l.
Aunque no a todas las mujeres les pasa, siempre sent inters por temas como el
feminismo, la igualdad de oportunidades, la historia de mujeres y dems temas polticos
sociales que las tuvieran como protagonistas. Al igual que sucedi en otros mbitos de mi
vida, este inters se fue ampliando hasta llegar a abarcar los temas personales. Ms tarde
entend que lo personal es poltico2. Fue entonces cuando todo cuadr.
Hoy da no entiendo mi vida sin estas cuestiones, consecuencia de ello es esta monografa.
En mi bsqueda de un ser mujer diferente a lo que pareca que tena que ser encontr
algunas pistas que me fueron guiando por el camino. La puerta se abri y comenzaron a
llegar mujeres que me contaban sus historias y sus descubrimientos. Primero corr con los
lobos, despus me adentr en el conocimiento de las diosas de cada mujer y as segu hasta
comprobar que la luna tambin poda ser roja. Al igual que ocurri con las monografas, todas
las historias y todos los descubrimientos fueron a desembocar en el ciclo menstrual, como
todos los caminos llegan a Roma.
Primero me lleg informacin sobre el ciclo en forma de libro. Luna roja. Los dones del ciclo
menstrual de Miranda Gray hizo que pusiera cierta atencin a lo que me suceda durante el
mes. Despus lleg Cristina Hernndez con su taller Nacer mujer, hacerse mujer, donde
la intelectualidad comenz a difuminarse y surgieron otras formas de entender. Lo nico
que me faltaba era ponerle un poco ms de cuerpo ese aprendizaje.
Paralelamente eso dice mi hemisferio izquierdo que solo puede entender los actos de
manera paralela y lineal, mientras mes a mes iba siendo ms consciente de los cambios
que se sucedan en m segn la fase del ciclo menstrual en la que estuviera, la formacin de
biodanza me recordaba que la vida es una curva, un crculo, que hay subidas y bajadas,
luces y sombras, momentos para trabajar y para descansar, para entregarse y para marcar
9
lmites. Los caminos estaban ah, paralelos, solo faltaba algo que los uniera y que los
convirtiera en el mismo camino en forma de espiral.
En los cuentos de hadas suele haber un instrumento mgico que desencadena o resuelve la
historia. Este instrumento generalmente es de uso comn: una manzana, una mueca, una
espada vieja, un zapato de cristal, etc. En mi historia fue un hombre, Tuco Nogales, el que
con su trabajo con el sol y sus ciclos en forma de estaciones configur la pieza que uni el
ciclo menstrual y la biodanza dando lugar a todo esto que an est dando sus primeros
pasos.
Todos los ingredientes fueron necesarios para que Las 4 caras de la luna se diera de
forma natural. Todos y cada uno de ellos se unieron entre s y ya no hay forma de
separarlos. Tan unidos los siento que an me pregunto asombrada cmo no exista ya antes
este trabajo, cmo no se le haba ocurrido a nadie antes. El mundo es ancho y variado y
quizs s se le haya ocurrido a alguien antes, quizs s se haya hecho antes. Sea como sea,
parece que me tocaba a m poner un granito de arena.
Esta monografa es resultado del trabajo y del proceso vivido en los ltimos aos. La
Universidad y los estudios me han acompaado durante bastantes aos de mi vida por ello
este es un trabajo que definira como acadmico-personal.
Pero no va a ser todo intelectualidad. Este trabajo contiene tambin sentir. Contiene las
emociones, los descubrimientos personales y las sensaciones que me han acompaado en el
proceso. E imgenes, preciosas imgenes hechas por otras mujeres pues la imagen dibujada
no es lo mo. Y esquemas, porque, como ya sabemos, muchas veces vale ms una imagen
que mil palabras.
Espero que, quienquiera que se acerque a estas pginas, encuentre en ellas al menos una
parte lo que iba buscando.
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PRIMERA PARTE
Las 4 caras de la luna
Ilustracin de Juliaro
palomailustrada.blogspot.com
11
La cierva
Como cierva se mueve y
Me mareo y la siento corretea,
moverse como un ciervo. y pisa lo que sabe-
Lo que ms cuesta ahora Yo, que no s de letras,
es lavar en el ro, escribo para el mundo
cargarme la panera sin tinta ni palabras.
y cavar en la huerta.
Nadie sabe que tengo Su historia es la que escribo
las venas como cables y en mi vientre se inicia.
y la piel transparente de
vejiga Juana Castro.
soplada hasta romperse. Vulvas doradas y lotos.
12
Captulo 1. El ciclo menstrual
El ciclo menstrual
El ciclo menstrual es el ms bsicos y terrenal que tenemos (...) Los ciclos macrocsmicos de la naturaleza,
las fases crecientes y menguantes de la Luna, el flujo y reflujo de las mareas y los cambios de estacin, se
reflejan a menor escala en al ciclo menstrual del cuerpo femenino individual.
Christiane Northrup (2010:159)
13
Qu es, para ti, el ciclo menstrual?
Los mdicos de la era victoriana no estaban completamente equivocados cuando enfatizaban la importancia
de la menstruacin en la salud general de las mujeres, la relacin entre el tero y la psique, y la sabidura
del descanso durante la menstruacin.
Lara Owen (2008:14)
Si no se diera por hecho que cada reaccin del cuerpo es vivida de forma similar por todos
los humanos, las mujeres nos hubiramos visto pensando en esta pregunta. Si no se diera
por hecho que sangrar es negativo, que la menstruacin es algo molesto, si no hubiramos
aprendido tan bien estos mensaje, cada mujer habra podido preguntarse internamente qu
es para ella el ciclo menstrual, qu supone sangrar cada mes, cmo se siente antes, despus,
durante el sangrado, entre otras muchas posibles preguntas.
Personalmente no recuerdo que nadie me planteara esta cuestin antes de hacrmela yo
misma, pasada ya la treintena, cuando llevaba casi 20 aos menstruando y posiblemente
ms de la mitad de mis vulos expulsados.
De las mujeres a las que he podido preguntarles personalmente qu es para ellas el ciclo
menstrual, la mayora me han contado cmo acaban de entrar o estn entrando en sentir el
ciclo como lo que es, un proceso circular por el que pasamos cada mes con subidas y
bajadas, con luces y sombras y, sobre todo, con un fuerte sentimiento de vnculo con la
naturaleza. Pero no hace falta ms que echar un vistazo por blogs, webs, revistas y dems
lugares de informacin y opinin para ver que la mayora de mujeres de nuestra sociedad
patriarcal siente el ciclo menstrual como una carga a llevar por ser mujer. Tan buen trabajo
hemos realizado socialmente que sentimos el flujo que da la vida como un castigo.
Ambas formas de entender el ciclo, y muchas ms, conviven en este momento histrico del
final del patriarcado.
El ciclo menstrual refleja el modo en que la conciencia se convierte en materia y el pensamiento crea realidad.
Christiane Northrup (2010: 160)
En la sociedad en la que habito, sociedad occidental del siglo XXI, el ciclo menstrual es un
familiar lejano que apenas se conoce. Sabemos algo de su existencia pero en realidad si nos
lo cruzramos por la calle no podramos reconocerlo. Hay alguna prima que sabe algo ms
de este familiar lejano, una ta que a veces ha hablado con l por telfono y un sobrino que
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acaba de agregarlo a facebook, pero ms all de eso el resto de la familia poco o nada sabe
de l.
En primer lugar, poco o casi nada se oye hablar de ciclo menstrual. Las mujeres solemos
pasar por alto que lo que desemboca en la expulsin de sangre por la vagina es una parte
ms de un proceso, de un ciclo que se repite cada mes. Por ello, generalmente usamos los
trminos menstruacin, periodo y regla indistintamente para hacer referencia
nicamente al momento del sangrado, a pesar de que algunos implican periodicidad.
La palabra que muestra la relacin ms evidente con lo cclico es menstruacin, y lo hace
asociando el ciclo femenino al ciclo lunar. Mens proviene del latn mensis que significa
luna. Para los antiguos decir menstruacin sera como en la actualidad decir accin de
la luna, o tener la luna como dicen muchos pueblos de Hispanoamrica. Estas palabras,
como todas, crean realidad y decir tengo mi luna en medio del asfalto de nuestras
ciudades nos hara mirar hacia el cielo, hacia aquello que se llama igual que la sangre que
nos viene cada mes, y nos hara tener muy presente que esa sangre nos mantiene unidas a
su ciclo.
Otra de las palabras actuales ms comunes para hacer referencia al ciclo es la palabra
periodo, trmino igualmente usado para marcar el sangrado a pesar de que hace
referencia directa a un ciclo, a un periodo de tiempo. Pero el ciclo, con este trmino, se
presenta totalmente desligado de la luna y, con ella, de la naturaleza. Ante la ausencia total
de esta unin en la palabra periodo, al usarla constantemente para las mujeres deja de ser
realidad que su sangre menstrual est ligada al ciclo lunar y pasa a ser algo peridico, algo
que se repite, sin ms.
El ltimo de los trminos generales es regla. Al orla en boca de otras mujeres, incluso en
la ma propia, me viene rpidamente a la cabeza el deseo de nuestra sociedad de que el
sangrado y el ciclo sea precisamente eso, una regla casi matemtica: puntual, milimtrica y
recta, sobre todo recta. El querer hacer de un crculo una recta es el principio de todos los
problemas4...
Estas denominaciones crean una realidad, crean la realidad que designan: que a la hora de
hablar del ciclo menstrual este se reduce prcticamente al sangrado y a los das justamente
anteriores a su comienzo. Cada vez son ms las mujeres que comienzan a prestar atencin a
la menstruacin como ciclo completo que se desarrolla entre sangrado y sangrado, y con
ello a las palabras que usan para crear su realidad, por lo que poco a poco el ciclo va
configurndose como realidad frente al periodo o la regla.
Entre las mujeres, al igual que hay varias formas de denominar el ciclo menstrual, existen
diferentes realidades, diferente formas de vivirlo.
15
La maldicin de Eva
Mxima
En verdad les digo
no hay nada ms poderoso en el mundo
que una mujer.
Por eso nos persiguen.
Gioconda Belli.
La llegada de Eva supuso muchos cambios para la vida de las mujeres5. Una de las muchas
consecuencias de su existencia es la que hizo que Dios padre nos castigara pariendo
nuestros hijos con dolor. No saba lo que haca Dios padre, o s.
La realidad para muchas mujeres de mi sociedad es que la menstruacin, el tiempo de su
luna, tal y como vaticin nuestro Padre y como si de un pequeo parto se tratara, es un
verdadero sufrimiento. Comienza el suplicio varios das antes con lo que la doctora Dalton,
eminencia dentro de la ginecologa actual, bautiz como la enfermedad del Sndrome
Premenstrual en la dcada de los ochenta. Hasta ese momento tal enfermedad no exista y
las mujeres sentan una serie de cambios en su triple cuerpo que cada una llevaba como
mejor poda. Desde que la enfermedad fue bautizada, es una realidad que experimenta ms
del 60% de las mujeres.
Segn la doctora Christiane Northrup Hay ms de cien sntomas conocidos del sndrome
premenstrual. Cada uno de ellos est relacionado con inflamacin celular, consecuencia de
una compleja interaccin de factores emocionales, fsicos y genticos (2010:189).
Generalmente suelen aparecer durante la semana anterior al sangrado, aunque tambin son
comunes justamente a mitad del ciclo, cuando se produce la ovulacin. La lista de sntomas
es tan amplia que en ella caben desde la aparicin de acn, hasta la ansiedad por comer
dulces, cansancio, confusin, dolor de espalda, hemorroides, irritabilidad, orzuelos
pensamientos suicidas y, uno de mis favoritos, dificultades visuales, entre muchos otros
sntomas.
De los 10 factores que segn la Doctora Northrup favorecen el sndrome premenstrual, los
ms comunes apuntan directamente a la alimentacin, a su efecto en la produccin de
hormonas y en la inflamacin celular. Elevado consumo de lcteos, cafena, azcar y carnes
(estos dos ltimos causantes de la inflamacin celular), exceso de peso, niveles bajo de
vitaminas y magnesio, as como falta de ejercicio son altamente favorecedores del sndrome
(2010: 191-192). Adems de estos factores, est el peso del concepto que nuestra cultura
tiene sobre la menstruacin. Este concepto, preeminentemente negativo, afecta
emocionalmente a las mujeres sobre todo en la premenstruacin. En palabras de la Dra.
Northrup:
16
Dada nuestra herencia cultural y las creencias acerca de la enfermedad en
general y del ciclo menstrual en particular, no es difcil entender cmo las
mujeres han llegado a equiparar su fase premenstrual con una enfermedad o
maldicin y a no considerarla un periodo para la reflexin y la renovacin. De
hecho, se ha demostrado experimentalmente que el lenguaje empleado por
nuestra cultura para referirse al tero y a los ovarios afecta al ciclo menstrual de
las mujeres; una mujer a la que, en estado hipntico, se le dicen cosas positivas
respecto a su ciclo menstrual, es mucho menos propensa a sufrir molestias
relacionadas con la menstruacin. Por otra parte, en un estudio se comprob
que las mujeres a las que se les hizo creer que tenan problemas
premenstruales cuando en realidad no los tenan, decan que experimentaban
ms sntomas fsicos adversos que las mujeres de otro grupo a las que se les
hizo creer que no tenan problemas premenstruales. Estos estudios son
excelentes ejemplos de cmo los pensamientos y creencias tienen el poder de
influir en las hormonas, la bioqumica y la experiencia subsiguiente (2010: 166).
Tras el sndrome premenstrual llega el sangrado. A las molestias fsicas propias de esta
parte del ciclo, tales como calambres en el tero, dolor de ovarios y de riones, migraas e
incluso vmitos, hay que aadir cuestiones culturales como la vergenza y asco ante la
sangre vaginal, el uso de utensilios de higiene que aumentan la incomodidad fsica y la libre
expulsin de los tejidos, algunos incluso gravemente perjudiciales para la salud6, y el uso de
pastillas anticonceptivas que convierten el tiempo de la luna en una regla puntual y ficticia.
En el intento de vivir de la mejor forma posible el infierno que supone para muchas
mujeres el sangrado, usan cualquier cosa que ayude a tapar lo que necesita salir, a
esconderlo hasta el punto de llegar a hacerlo desaparecer7.
Cuenta Lara Owen del periodo de su vida en el que comenz a tomar conciencia de su
menstruacin:
Frente al infierno siempre est el cielo y, aunque a mi alrededor son pocas las mujeres que
afirman vivir su luna no ya con placer, sino sin molestias, hay testimonios de mujeres que
dicen sentir volar durante el sangrado. Para ellas tener su luna es entrar en un momento de
relajacin, entrar en una habitacin ntima, algo que a mi entender debe ser parecido a la
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habitacin propia de la que hablaba Virgina Woolf, esa habitacin en la que las mujeres
podramos encontrarnos con nosotras mismas y crear lo que quisiramos.
Entre el cielo y el infierno se sita la tierra y, en ella, las mujeres que dicen no sentir nada
durante el ciclo. Ni la ovulacin, sin sntomas premenstruales, ni los ovarios-teros-pechos,
ni nada de nada durante el sangrado. Muchas formas de sentir el ciclo, tantas como
feminidades.
Dicen tericas, estudiosas y pensadoras de los ciclos femeninos que todo radica en el tero.
El tero es un rgano-msculo, al igual que el corazn, que en nuestra cultura se ejercita
muy poco. Como el corazn, el msculo uterino se ejercita a travs de su latir, de sus
pulsiones, pero frente a aquel cuyo latido es constante hasta el momento de la expiracin, el
tero nicamente late en los momentos de placer. Al vivir en una cultura que lleva
culpabilizando el placer desde hace unos 5000 anos, el tero se encuentra atrofiado.
Cuando el tero realiza su movimiento serpenteante para expulsar, bien sea los restos del
vulo y el endometrio durante el sangrado menstrual, bien sea el cuerpo de un beb, sufre y
causa dolores, contracciones y calambres8.
Explica Mnica Felipe Larralde sobre el tero y los dolores que provoca:
El tero est constituido por un msculo muy extensible y poderoso con una
caracterstica peculiar: posee msculos circulares (que cierran el crvix) y
longitudinales (que empujan al beb hacia fuera). Ambos funcionan
sincronizadamente. El sistema nervioso simptico tiene que desactivarse para
que las fibras circulares se aflojen y no ofrezcan tensin al movimiento que
realizan las fibras longitudinales (que dependen del sistema parasimptico). O
lo que es lo mismo: si el miedo mantiene activo el sistema simptico, estas
fibras musculares no se pueden distender, ofrecern resistencia al parto y
producirn dolor. Este dolor tiene el mismo origen que el dolor experimentado
por muchas mujeres durante la menstruacin, ya que el tero tambin realiza
movimientos para expulsar el endometrio. (FELIPE LARRALDE, 2012: 8)
Por suerte, no todos los teros provocan los mismos dolores y molestias a las mujeres.
Bien por proceder de un linaje femenino que encontr la manera de seguir conectado con
el placer de su cuerpo, bien por flexibilidad innata, por alimentacin o por sentir la realidad
del poder femenino, hay mujeres cuyo sistema nervioso simptico no se opone a la
relajacin del crvix y permite que la menstruacin no sea ningn problema, es ms, les
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aporta la posibilidad de entrar muy dentro de s mismas y bucear en busca de una sabidura
que compartirn una vez que vuelvan a salir de las profundidades.
Los dolores, las molestias, el rechazo al ciclo y a la sangre menstrual son los efectos de una
sociedad dominadora y represiva sobre los cuerpos solidarios, concretamente sobre el
cuerpo ms tolerante de la especie humana, el cuerpo de la mujer: un cuerpo que se regula,
acopla y reordena para dar lugar dentro de s a lo que ser un cuerpo diferente. Dos en uno,
dos que son uno, uno que sern dos. Citando de nuevo a Mnica Felipe:
Nos han enseado a ser nias buenas, dciles, sumisas, asexuadas, obedientes y
calladas. Hemos aprendido a reprimir las emociones, a no expresar (sacar la
presin), a empequeecernos para encontrar nuestro espacio. Para el Tao, el
tero es el primer motor energtico del cuerpo de la mujer. Reprimir las
emociones, ideas, creatividad, vitalidad... solo ha sido posible si en algn
momento de nuestra infancia hemos contrado el caudal de energa y vitalidad
de este msculo. Esto hemos hecho la mayora de nosotras. Hemos cerrado el
canal de vitalidad que emerge de este rgano para poder adaptarnos a las
exigencias exteriores, bien por necesidad de afecto, bien para no desentonar...
Pero hemos pagado un alto precio (FELIPE LARRALDE, 2012: 7)
19
1. 2. El ciclo menstrual: sus diferentes caras.
Testimonios arqueolgicos de ms de seis mil aos de antigedad apuntan a que los primeros calendarios
eran huesos en los que se hacan pequeas marcas y que hacan las mujeres para llevar las cuentas de sus
ciclos.
NORTHRUP (2010: 168)
Es conocido por la sabidura popular que el ciclo lunar est ntimamente relacionado con el
ciclo menstrual femenino, de hecho, la misma palabra lo indica. Menstruare en latn
proviene de la palabra mensis cuyo significado es mes, como hemos visto, ciclo lunar y
lunacin. El sufijo aadido en castellano, tambin latino, -ation, aade accin, por lo que
el significado literal de menstruacin es la accin de la luna. El hecho de que otras
lenguas no latinas compartan la raz de la palabra menstruacin es debido al origen
indoeuropeo de la palabra latina, procedente de mon-/men- cuyo significado es
igualmente luna.
La relacin entre el ciclo lunar y el ciclo menstrual parece haber sido ms evidente en
tiempos remotos que en la actualidad. Muchos son los restos arqueolgicos encontrados
que muestran esta relacin, as como mitologas que asocian la luna con la mujer y sus
misterios9. Los primeros calendarios encontrados, en los que se simbolizan los das con
marcas realizadas sobre huesos, parecen reflejar esta relacin.
Explica ngel Daz10 en un artculo publicado en el peridico El Mundo:
Contina el periodista explicando que, dado que la fertilidad era una de las cualidades ms
idolatradas del paleoltico, no es de extraar que se crearan los primeros calendarios como
forma de observacin, conocimiento y control de la fertilidad femenina en relacin a la
luna.
20
En nuestra sociedad occidental e industrializada son algunas mujeres de los pueblos las que
an hablan de cmo la luna influye en los partos, en las siembras y en las mareas.
De estas tres influencias, la de las mareas parece ser la nica que los cientficos han
conseguido demostrar. Las dems, a pesar de la existencia de restos arqueolgicos y
pinturas que hablan de ella desde el paleoltico, parecen no ser reales para la ciencia.
Se ha demostrado cientficamente que la posicin de la luna y la gravedad que ejerce sobre
la tierra afecta a las aguas sobre las que se sita alterando las mareas de forma evidente
cuando las aguas son abiertas. Hasta aqu acepta el discurso cientfico. La influencia que
pueda tener la gravedad de la luna sobre cantidades de agua menores, al no ser medibles,
no pasa por ser demostrable cientficamente. Culturas antiguas y culturas actuales no
industrializadas no necesitan comprobar cientficamente este aspecto para creer en l y
asegurar que las fases de la luna afectan a nuestro cuerpo.
Adems de su influencia sobre el agua por la gravedad, est comprobada la influencia que
ejerce la luz de la luna llena en el sueo y en la regulacin del ciclo menstrual11.
21
Fases fisiolgicas del ciclo
Alrededor de 28 das es la duracin media del ciclo menstrual. Poco ms de 29 das tarda la
luna en dar una vuelta a la tierra. Cuatro fases tiene la luna. Cuatro caras, y cuatro fases,
pueden darse en el ciclo menstrual, como cuatro estaciones tiene el ao. Dos caras
definidas tiene la luna, como dos fases claramente diferenciadas fisiolgicamente tiene el
ciclo menstrual.
22
Fase folicular
Durante la primera semana, a la vez que se sucede el sangrado de entre 2-7 das, las
hormonas folicuestimulante y luteneizante producidas por la glndula pituitaria hacen que
dentro del ovario se active el crecimiento de varios folculos, clulas de entre las que saldr
el vulo. Los folculos en crecimiento liberan estrgenos en el flujo sanguneo para
preparar las paredes del tero formando el endometrio para el posible embarazo.
Alrededor del da 7 solo uno de los folculos contina creciendo alimentando ya a un nico
vulo. Alrededor del da 12, el folculo segrega una gran cantidad de estrgeno en el flujo
sanguneo que hace que la glndula pituitaria libere una gran cantidad de hormona
folicoestimulante y una gran cantidad de hormona luteneizante.
Alrededor del da 14, estas hormonas hacen que el vulo madure y se debilite la pared
folicular causando que el folculo debilitado libere el vulo. La primera es la encargada de la
maduracin del vulo en el ovario y la segunda la encargada de que el vulo salga del
folculo e inicie su descenso por las trompas. Es lo que se conoce como ovulacin. Las
fimbrias, pequeas terminaciones de las trompas de Falopio, recogen al vulo y los
transportan hasta la entrada de las trompas. All son las contracciones musculares las que
llevan al vulo hasta el tero. Despus de la ovulacin, el vulo vive entre 12 y 24 horas.
23
Fase ltea
Tras la ovulacin, las hormonas luteneizantes hacen que lo que queda del folculo se
transforme en cuerpo lteo, el encargado de la produccin de progesterona. Esta hormona
es la encargada de mantener el endometrio unido al tero, acomodarlo para acoger al vulo
en el caso de ser fecundado, llevar a cabo la implantacin y aumentar la temperatura basal
necesaria para el desarrollo del embarazo durante los tres primeros meses.
En esta fase la progesterona sufre un aumento que induce asimismo la produccin de
estrgeno. Si entre los 8 y 10 das despus de la ovulacin no aparece alguna seal de
presencia embrionaria, el cuerpo lteo inicia un proceso regresivo autnomo con cada en
la produccin de estrgeno y progesterona, lo que desencadena que el endometrio, ya listo
para albergar al vulo fecundado, se desprenda junto con el vulo degradado. Desde la
ovulacin hasta la bajada de progesterona y estrgenos que provoca la menstruacin pasan
14 das. La fase folicular suele variar en cada mujer de ciclo a ciclo, contrastando con la fase
ltea, que se mantiene siempre igual.
La Doctora Christiane Northrup reconoce la estrecha relacin que hay durante todo el
ciclo entre la psique de la mujer y el funcionamiento de sus ovarios, por ello afirma que se
dan cambios en cuanto a las cualidades que cada parte del ciclo ofrece a las mujeres, siendo
la fase folicular la que ofrece la capacidad de inspiracin y la ltea la que acerca la reflexin
al cuerpo de la mujer:
[La ovulacin] Es una buena poca para iniciar nuevos proyectos (...) El
aumento de nivel de estrgeno se ha relacionado con un aumento de la
actividad del hemisferio cerebral izquierdo (fluidez verbal) y una disminucin
de la actividad del hemisferio derecho (...) la produccin de testosterona
24
aumenta la capacidad visual-espacial y tambin la libido. La ovulacin
representa la creatividad en su grado mximo. (2010: 161)
Frente a esto, durante la fase ltea parece que las mujeres conectan ms fcilmente con la
parte derecha del cerebro, teniendo un acceso ms directo a la parte inconsciente de la
psique. En palabra de la Dra. Northrup:
Como conclusin, afirma la Dra. Northrup que durante todo el ciclo menstrual hay una
estrecha relacin entre la psique de la mujer y el funcionamiento de sus ovarios. Antes de la
ovulacin estamos extrovertidas y animadas; durante la ovulacin estamos muy receptivas a
los dems, y despus de la ovulacin (antes de la menstruacin) estamos ms introvertidas y
reflexivas.
Asimismo, la Dra. Northrup tambin relaciona las caractersticas propias de cada fase del
ciclo menstrual con las cualidades que desarrollan las diferentes fases de la luna.
25
FIGURA 4
Relacin de las fases de la luna con el ciclo menstrual y la produccin de hormonas.
(NORTHRUP, 2010:163)
Como se puede observar en la figura anterior, la doctora Northrup relaciona las fases del
ciclo menstrual con las fases lunares, concretamente sita la menstruacin durante la luna
nueva y la ovulacin durante la luna llena. Afirma la Dra. que cuando las mujeres viven en
ambientes rurales, su ovulacin tiende a ocurrir durante la luna llena, y la regla y el periodo
de reflexin durante la fase oscura de la Luna (2010: 161).
Muchas son las estudiosas del ciclo menstrual que afirman que las mujeres sangran en una
de estas dos fases lunares12. Partimos de que la duracin del ciclo menstrual es
prcticamente la misma que la del ciclo lunar (alrededor de 28 das). En la numeracin,
denominamos da 1 al primer da de sangrado. En un ciclo regular, la ovulacin se da
exactamente 14 das antes de que comience el sangrado, esto es, a mitad de ciclo o el da 14.
Por esto, dado que el ciclo lunar es de 29 das, si las mujeres sangramos en luna llena o en
26
luna nueva, la ovulacin se dar tambin en una de estas dos fases, en la opuesta a la del
sangrado.
La tendencia natural a ovular en luna llena se comprob en un estudio realizado con casi
2000 mujeres con ciclos menstruales irregulares en Estado Unidos. En este estudio se
someta a una ligera luz durante las tres noches ms cercanas a la ovulacin, una luz que
simulaba la luz lunar. Despus de unos meses, ms de la mitad de las mujeres regularizaron
sus ciclos a 29 das. (NORTHRUP 2010: 161)
Adems de la sincrona del ciclo menstrual con el ciclo lunar, las mujeres que viven juntas,
despus de unos meses de convivencia, acaban teniendo sus menstruaciones y ciclos
sincronizados. Cuando varias mujeres viven juntas, suele ocurrir que los ciclos se
sincronizan a uno dominante, generalmente el que esta ms sincronizado a la luna. De igual
manera que los hombres de forma inconsciente escuchan la llamada de las hormonas
segregadas durante la ovulacin, las mujeres tambin la sienten y el ciclo responde a esa
llamada sincronizndose para salvaguardar a la especie. Es sencillamente fascinante.
de golpe
ya
de nuevo
La vieja lentitud de la marea
debajo
de
mi
vientre
Nieves Muriel
27
Luna Roja vs Luna Blanca.
La duracin de cada fase depende de cada mujer. No hay lmites concretos entre las
diferentes fases sino que las energas van cambiando ms o menos progresivamente.
Incluso hay mujeres que distinguen tres fases en lugar de cuatro. En estos casos suele
suceder que anan la fase de la Hechicera y la Bruja en una, distinguiendo una fase de
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oscuridad (Hechicera y Bruja), una en la que la luz comienza a crecer (Virgen) y una en la
que la luz llega a su plenitud (Madre).
Haramos bien en recordar que todas las funciones corporales tienen una
fase activa (yang) y una fase receptiva (yin). El corazn se contrae durante
la sstole y enva sangre a los vasos sanguneos (...) El intervalo entre
contraccin y contraccin, llamado distole, es igualmente importante. Sin la
apropiada relajacin durante esta fase, sufre el sistema cardiovascular por
exceso de esfuerzo; lo mismo vale para nuestra vida y nuestro ciclo
menstrual. El ciclo menstrual est para ensearnos la necesidad de
inspiracin y espiracin en los procesos de nuestra vida.
Christiane Northrup (2010: 167)
MUERTE-GESTACIN
Ya hemos visto que durante la fase ltea es el hemisferio derecho el que est ms activo.
Durante estos das las barreras entre la mente consciente y la inconsciente se debilitan, por
lo que un mayor flujo de informacin inconsciente se nos hace consciente generalmente a
travs de sueos, intuiciones e inspiraciones. Por ello es un buen momento para pasar
29
revista a nuestra vida, para preguntarnos y esclarecer aquellos aspectos personales en los
que no terminamos de aclararnos. Es, en definitiva, un buen momento para profundizar en
nuestro conocimiento.
Para que la comunicacin entre la parte inconsciente y la consciente y el flujo de
informacin entre ellas sea posible es necesario parar, es necesario detenernos y
escucharnos. Esta reflexin es imposible de hacer en actividad. Haciendo las mil cosas de
cada da y pensando en las mil y una cuestiones externas que tenemos que resolver a diario
difcilmente vamos a poder escuchar con atencin los mensajes de nuestro inconsciente.
Estos llegan en estos das, estemos atentas o no, seamos ms o menos conscientes de ellos.
Si atendemos a ellos y actuamos en consecuencia, permitimos que el ciclo siga su curso sin
grandes impedimentos; si, por el contrario, hacemos caso omiso de ellos y seguimos en
nuestro tren de actividades, en algn momento el ciclo dar su seal de alarma, ya sea con
dolores durante el sangrado, con rabia e ira durante la premenstruacin de Hechicera, con
inseguridades y necesidad de reconocimiento durante la preovulacin de Virgen, o con
frustracin durante la ovulacin la Madre.
Para muchas mujeres, entre las que me incluyo, el sangrado menstrual es vivido como una
limpieza. Fisiolgicamente el tero se limpia del endometrio as como del vulo
desintegrado: el tero elimina aquello que ha estado formando pero que ya no tiene
utilidad.
Para que esta limpieza se realice el cuerpo segrega prostaglandina F2 alfa, la hormona que
se produce cuando se rompe el revestimiento del tero y que provoca contracciones para
que el endometrio y el vulo salgan con ayuda de la sangre. Si las contracciones son las
justas, el sangrado no suele ser doloroso y estos das son vividos como el momento en el
que es posible desprenderse de las cargas del ciclo que acaba de terminar. Entonces llega la
oportunidad para, limpias de las historias pasadas, prestar de nuevo atencin a nosotras
mismas y navegar dentro de nuestro subconsciente.
Afirma Miranda Gray que
30
Personalmente, cada palabra de este prrafo, me resuena. Lo que me ha ayudado a
comprender mejor mi estado de esos das es saber que no estoy para demasiados aspectos
terrenales. Tener que usar ms palabras de las deseadas para hacerme entender o tener que
pararme en cosas cotidianas hace que me irrite con facilidad. Pero no quiero que recaiga la
irritabilidad sobre la menstruacin y las hormonas, como bien se ha encargado de hacer el
patriarcado, sino que me hago responsable de esa ira pues bien podra mantener el estado
de meditacin que conlleva la menstruacin y decidir en qu actividades participar desde la
calma. No es la menstruacin lo que trae la ira, sino el que las mujeres en ese estado no
respetemos nuestro ritmo interno. Si lo respetramos o, al menos, decidiramos con
conciencia posponer el descanso, retrasar el viaje interior, la ira no se manifestara.
El tener las emociones ms a flor de piel afecta directamente a las relaciones sexuales, por
ello, durante estos das, la mujer suele buscar un encuentro mucho ms ntimo y desnudo
que en otros momentos del ciclo. Nos compartimos desde la oscuridad, desde lo ms
profundo de nuestro ser, lo que hace que si nuestra pareja est dispuesta a compartir tal
profundidad sea el momento propicio para vivir el encuentro sexual como una posibilidad
de descenso a la oscuridad donde nos purificaremos. La prctica sexual es una poderosa
prctica de sanacin que, realizada con consciencia, durante estos das puede ser una gran
herramienta de canalizacin de emociones escondidas en el inconsciente.
Otra de las caractersticas de esta fase es que, adems de ms horas de sueo, la mente
necesita ms tiempo para soar tanto dormida como despierta, ya que los sueos son el
principal vehculo a travs del cual el inconsciente nos habla. Para esto la no accin es
igualmente necesaria. La ensoacin, las fantasas y las visualizaciones son mtodos a travs
de los cuales podemos entrever la solucin a aquello que tanto nos preocupa, el deseo que
no terminamos de ver claro o las cosas de las que debemos deshacernos. Esta unin de la
mente consciente e inconsciente, esta capacidad de acceder a conocimientos a los que no
podemos acceder sino a travs de estados alterados de consciencia es el poder de BRUJA13.
Un concepto inseparable de Bruja es el de MUERTE, incluido dentro del ciclo de la
naturaleza de VIDA-MUERTE-VIDA.
Poco antes de encontrarme con Biodanza tom conciencia del ciclo de la vida gracias a uno
de los cuentos que analiza Clarisa Pnkola Ests en su maravilloso libro Mujeres que corren con
lobos. El ciclo de VIDA-MUERTE-VIDA lo explica en el cuento de Mujer esqueleto, del
que rescato las siguientes palabras:
31
Entiendo la muerte a la que podemos aproximarnos durante estos das del sangrado como
un lugar en el que nada ocurre, en el que no hago nada sino observar, en el que no me
sirven ni mi trabajo, ni mis ideas, ni mi casa/ciudad para identificarme, en el que mi yo se
difumina para brindarme la oportunidad de sentirme parte de otros yo, parte de todo lo
dems. Un lugar en el que, si consigo entrar, encontrar informacin valiosa para mi vida.
Afirman las 13 abuelas que durante la menstruacin las mujeres tenemos fcil acceso a un
estado alterado de consciencia, a un estado de meditacin constante. Durante los dos aos
que llevo observando mi ciclo e intentado respetar su ritmo en m, ha habido momentos en
los que realmente durante esos das me senta embriagada. No poda ver con claridad, ni
entender, ni hablar: era como estar bajo los efectos de alguna droga. Tambin he sentido
que la necesidad de estar activa, de continuar con mi vida ha hecho que esos sntomas
desaparecieran rpidamente. Dicen las 13 abuelas:
Muy importante para m esta reflexin: hay amor y miedo. Si nos movemos desde el miedo
estamos siendo nuestras propias esclavas; si nos movemos desde el amor, entramos en la
libertad.
En esta sociedad en la que vivimos muchas personas nos movemos desde el miedo. Desde
ah damos pasitos cortos, pequeos y casi siempre hacia lugares conocidos. Debido a este
miedo que nos gobierna, las fases del ciclo menstrual que nos llevan hacia nuestro interior,
lugar al que solo se puede llegar desde la no-actividad y la disolucin de la identidad, son las
ms rechazadas tanto por las mujeres como por la sociedad en general, miedosa tambin de
que un grupo de la poblacin tenga tan fcil acceso al poder interno.
Muy importante fue para m comprender que la vida se gesta en la oscuridad, que es la
propia muerte el germen de la vida:
32
No es slo que la muerte genera vida orgnica, como en el caso de nuestros cuerpos
muertos que sirven de abono y ayudan a que vida siga su curso, sino que la vida misma se
gesta en la oscuridad de la no accin.
Eso mismo ocurre durante la fase del sangrado cuando estamos en Bruja y nuestro cuerpo
nos pide descanso para poder morir, para poder deshacerse de todo lo pasado, para
limpiarse de identificaciones mentales, de esquemas encorsetados, de lneas rectas. Sacarnos
todo esto de encima puede provocarnos, adems del ya citado miedo, pena por la prdida
de todo aquello que creemos ser. En estos das sentimos claramente lo que es realmente
importante para nosotras y, si nos dedicamos el tiempo para preguntrnoslo seriamente,
nos sorprenderamos de las pocas cosas que realmente consideramos importantes. Este es
el balance que requiere la bruja.
A la vez que todo esto sucede, a la vez que Bruja nos lleva hacia la muerte hacindola
evidente en el sangrado, nuestro cuerpo comienza a nutrir a los folculos de los que saldr
el vulo que dar la oportunidad de una nueva vida. Me encanta ver los grficos y
comprobar que las hormonas, en esta fase del ciclo, se mantienen ms o menos estables. Es
como un estado de letargo en el que nada especial ocurre, todo se mantiene en calma
mientras que en la oscuridad estn comenzando a gestarse varias posibilidades de nuevas
vidas. Igual que ocurre en el cuerpo ocurre en la mente y en el espritu. As, de cada folculo
se desprende una idea nueva, un nuevo proyecto, un nuevo deseo. De todas las nuevas
posibilidades que Bruja nos muestra algunas se materializarn a la vez que sale el vulo del
folculo listo para ser fecundado. Pero esto es ya tarea de Virgen o Doncella.
33
Esta fase del ciclo viene marcada por un cambio completo de energas con respecto a la
anterior. Como todo en la naturaleza, este cambio se puede producir de manera ms o
menos drstica, al igual que algunos aos la primavera se instala de repente en el calendario
y otros su llegada es ms progresiva y paulatina. De la misma forma llega Virgen a la vida
cclica de la mujer, pues Virgen es, como veremos ms detenidamente en la segunda parte
del trabajo, de las estaciones del ao la primavera o de las pocas de la vida humana la
infancia y primera juventud.
Antes de centrarme en las cualidades de Virgen, quiero detenerme en el significado que este
sustantivo, nombre comn, usado tambin como adjetivo y en este trabajo como nombre
propio, tiene en relacin a las fases del ciclo menstrual.
Desde que Jean Shinoda Bolen nos regal su maravillosa recopilacin de arquetipos
femeninos bajo el ttulo de Las Diosas de cada mujer, Virgen viene a mi mente y a las mentes
de todas las que conocen el trabajo de la mdica, psiquiatra y analista jungiana como un
grupo de Diosas del Olimpo, las Diosas vrgenes.
Las Diosas vrgenes son completas en s mismas, aquellas que no necesitan nada externo
para ser ellas mismas14. Son Diosas que se sienten seguras y se sitan en el centro de su vida
teniendo siempre bien sujetas las riendas de esta. Este es el significado que le damos a la
palabra Virgen, adoptada como nombre propio para hacer referencia a la fase de la pre-
ovulacin dentro del ciclo menstrual. No soy frtil, dice Virgen en Luna Roja, y por lo
tanto no creo vida, me ocupo de m misma. Soy yo misma y mis energas son mas.
(GRAY, 2008: 27)
Cuenta la sabidura ancestral china que los nios, sin importar el gnero y/o sexo, son
completamente energa Yang. La diferencia de energa en relacin al sexo fisiolgico no
llega hasta el desarrollo sexual de la mujer, momento en el que la energa Yin interna en
nios y nias comienza a ampliarse poco a poco en la mujer. Por eso en ambos, nios y
nias, si consiguiramos verlos sin las implicaciones de las diferencias culturales de gnero,
veramos que son expansivos, determinados, lineales en el entender y el hacer. Todas estas
son las caractersticas que volvemos a revivir durante la fase de Virgen. En palabras de
Miranda Gray:
34
Virgen puede gozar de una energa complemente renovada. Si ha entrado en Bruja esta le
habr marcado la meta a la que llegar. La luz llega de nuevo al ciclo con Virgen y esa luz
nos hace tener las ideas muy claras.
DECISIN-SEGURIDAD-DIVERSIN
Virgen tiene las facultades y herramientas necesarias para trazar el camino a seguir con el
fin de llegar a su meta. En este punto es donde Virgen desarrolla su creatividad, analizando
qu hacer, cmo, por dnde y cundo ha de actuar. Fortaleza, seguridad, determinacin
son sustantivos que Virgen sabe conjugar perfectamente con diversin y entrega. Para
Virgen, desarrollar su capacidad de estrategia y probar con determinacin, sin importar
cuntas veces se falle, no deja de ser un juego. Aprender y superarse, como en los nios, es
lo ms divertido que puede hacer. Es un placer y una diversin adentrarse en el camino que
la llevar al objetivo perseguido, probar las posibilidades, buscar otras nuevas, otros
caminos, otras vas, otras formas. Explorar siempre con el objetivo bien claro. Virgen es la
ms aventurera de las cuatro caras de nuestra luna.
De nuevo, como los nios, Virgen es solidaria e intolerante ante cualquier situacin injusta,
por eso no duda en poner su energa y claridad mental junto a la de los ms desfavorecidos.
Es nuestra cara ms reivindicativa y solidaria.
En el plano fisiolgico, durante esta fase nuestro cuerpo elige uno de los folculos que han
estado creciendo durante la menstruacin. Todos, excepto uno, paran su crecimiento. El
elegido contina su camino hacia la maduracin y produce estrgenos que se encargarn de
preparar el tero para poder recibir al vulo en el caso de ser fecundado. La meta de
Virgen est bien clara. En este momento la fecundacin es prcticamente imposible, ya que
el vulo an no ha salido del folculo. Esto hace que Virgen no tenga que pensar en otras
cuestiones y pueda centrarse en su tarea: hacer crecer al vulo y avivar la energa creativa de
la mujer.
35
inocencia y el compartir. En estos das la seduccin se convierte en un juego con el
objetivo de divertirnos y probarnos, teniendo muy claro hasta donde queremos llegar.
Virgen, como las otras caras, est en nosotras. Su visita puede ser un viaje a otro momento
de nuestra vida en el que, como su propio nombre indica, nos sentamos completas en
nosotras mismas.
A pesar de ser una de las fases del ciclo menstrual socialmente mejor consideradas,
precisamente por favorecer aspectos muy fomentados por nuestra sociedad, Virgen
tambin puede traer problemas si no la dejamos hacer acto de presencia. Muchos pueden
ser los factores que hagan que una mujer no desarrolle su Virgen. No haber entrado en la
oscuridad de Bruja desde la que retomamos la claridad o tener una parte autocrtica tan
fuerte que no nos permita sentir la seguridad ni la posibilidad de llevar a cabo nuestros
deseos pueden ser causas que nos impidan sentir el esplendor de Virgen. Cuando esto
sucede inevitablemente sentiremos las consecuencias.
Los malestares de esta fase del ciclo no son tanto fsicos como emocionales y psicolgicos.
Impotencia por no saber dnde apuntar, qu hacer ni cmo actuar; frustracin por no
sentir la fuerza para emprender; envidia, la sagrada envidia15 de aquellas que hacen lo que a
nosotras nos gustara; ridculo y sentido de vergenza ajena al ver a otras hacer lo que en
realidad querramos estar haciendo nosotras. Una mujer que no desarrolla su Virgen puede
sentirse tal y como nos sentiramos de pequeos si tuviramos unos padres que nos
impidieran desarrollarnos, que nos cortaran las alas o nos pararan los pies. Y es que Virgen
o Doncella viene siempre de la mano de Madre.
36
Madre querida, madre tierra, madre alma, madre vida...
Para m, Madre es la totalidad. En el ciclo de luna blanca coincide con la luna llena, la luna
en su mximo esplendor, la que nos regala el da en la noche, la que llena de luz la
oscuridad de la bruja. Tras la luna llena est siempre la luna nueva. Como dice un buen
amigo, una persona especial donde las haya, la luna llena es la posibilidad que nos brinda el
padre sol, con ayuda de la luna, de mostrarnos su luz sin cegarnos16...
Madre tiene la capacidad de dar sin lmites porque se siente completa, llena, tal como la
madre tierra hace con todos los seres que la habitamos. Como hace el cuerpo femenino con
el vulo fecundado, hace la mujer en fase Madre con los que estn a su alrededor. No duda
en dar incondicionalmente lo que tiene. Esto lo puede hacer gracias a Virgen. Partimos de
la seguridad que ella nos aport para ofrecrsela a los dems, darles todo el apoyo,
confianza, seguridad y fortaleza que venimos de ver crecer en nosotras.
37
ABNEGACIN-ENTREGA-MATERIALIZACIN
Esta fase suele comenzar en la ovulacin, el momento en el que el folculo elegido se abre y
el vulo ya maduro emprende su camino por las trompas de Falopio hacia el tero.
Coincide con la subida de progesterona y con la formacin del cuerpo lteo, as como con
la segunda subida de estrgeno para la preparacin del tero. Los estrgenos tambin son
los responsables de activar durante los das frtiles los cambios en el crvix y sus fluidos: el
crvix se abre para dejar paso a los espermatozoides al mismo tiempo que cambia la
estructura del fluido que emana para favorecer el transporte de estos. Todo funciona a la
perfeccin para que se d la fecundacin por ello, durante estos das, es comn que
aumente nuestro deseo sexual. Si esto no ocurriera todos los preparativos y facilidades
fsicas no tendran sentido. Parece ser o, al menos, algunos mdicos lo creen, que son los
estrgenos tambin los causantes de que durante estos das aumente el deseo sexual as
como las habilidades para el encuentro ertico. Si esto fuera as, este podra ser el motivo
por el que Diana Fabinob se muestra tan excitada y con tanto apetito durante la
ovulacin en su documental La luna en ti.
En la sexualidad influyen muchos ms factores que los puramente biolgicos, por eso los
humanos somos algo ms complejos que el resto de animales. Si las hormonas regularan
completamente nuestra sexualidad, probablemente nuestro comportamiento sexual sera
bastante parecido al de nuestros hermanos los mamferos con pocas de celo en las mujeres
y hombres que estn dispuestos durante todo el tiempo. Pero esto no es as, ni en hombres
ni en mujeres.
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durante estos das, sobre todo el da frtil, el cuerpo nos pida ser penetradas, con todo lo
que ello implica.
Segn lo sentido y lo compartido con otras mujeres, el peligro principal de Madre es que
tenemos ms desarrollada una Madre crtica y/o permisiva que una Madre nutriente. Como
mujeres con el poder de dar vida podemos caer fcilmente en el sentimiento de
omnipotencia y ejercer el papel que tan bien nos han explicado que ejerce el Padre
todopoderoso a quien todos adoramos en nuestra sociedad. Dice Victoria Sau en su
impactante libro El vaco de la maternidad. Madre no hay ms que ninguna que uno de los
principales problemas de las madres actuales es que ejercen el papel del padre, quedando el
lugar de la madre vaco por completo. Es, a mi entender, el peligro de no recibir a la Madre
sana, a la Madre dadora de vida, a la Madre nutricia, y de no dejarnos acoger por ella.
Con el pasar de los das esta energa de entrega exterior se vuelve hacia el interior y es hacia
nosotras mismas hacia donde la dirigimos. De nuevo, soltar las riendas y dejarnos llevar es
el secreto para que no aparezcan los sntomas premenstruales.
39
Las energas que se generan durante esta fase pueden ser
tremendas, especialmente hacia el final, y suelen salir como
violentas explosiones de creacin o destruccin; sin embargo, al
canalizar y controlar esa energa, es posible asegurar que
incluso las fuerzas destructivas pueden tener un uso creativo.
Ms all de que esta fase coincida o no con la luna menguante, es poseedora de su energa.
La luz disminuye a medida que aumenta la sombra, siendo esta cada vez mayor hasta que
abarca la totalidad durante el sangrado.
CAMBIOS-DESCENSO-EXPLOSIN
Durante la pre-menstruacin las hormonas al conjunto sufren una gran bajada a la que les
sigue unos das de inestabilidad hasta mantenerse en unos niveles estables durante el
sangrado. De la misma forma en la que se sucede un baile de hormonas, se sucede un baile
de emociones y energas. En esta fase las mujeres tenemos dentro del tero un vulo que
no ha sido fecundado y al que el cuerpo busca darle salida mientras las fuerzas y la
posibilidad de generar una vida nueva van disminuyendo. Esta situacin fisiolgica se
manifiesta en el comportamiento de Hechicera con la potente energa creativa que pide
salir. La forma en la que lo har ser repentina y sin ms utilidad que la expresin. Si esta
energa no es bien canalizada saldr en forma destructiva provocando inestabilidad,
irascibilidad y rabia, entre otras emociones.
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Personalmente me ayud mucho a comprender esta fase del ciclo el saber que, a la vez que
aumenta esta energa creativa, disminuyen las fuerzas fsicas. Esta oposicin entre las
potentes energas creativas y la escasez de fuerzas fsicas es caldo de cultivo ideal para la
frustracin. Por ello, para poder desarrollar a Hechicera, es importante bajar el nivel del
control, bajar las expectativas y comenzar a dejarnos llevar por lo que desde dentro nos est
pidiendo brotar.
Todos sabemos que robarle cinco minutos a nuestra actividad diaria para meditar no es
tarea sencilla: salir de la actividad, quitarle el protagonismo a la mente para drselo al sentir,
al cuerpo, al hacer para drselo al estar. Este mismo es el ciclo que se inicia con Hechicera:
es el paso de proyectar la energa hacia fuera a proyectarla hacia dentro; es el momento de
comenzar a mirar a las sombras a ver qu nos dicen, cules son los cambios que hay que
hacer, qu cosas quiero eliminar/introducir en mi vida. Las puertas entre la mente
consciente y la inconsciente empiezan a debilitarse y, si queremos, podemos comenzar a
recibir informacin de las sombras a travs de sueos e inspiraciones. Hechicera tiene la
capacidad de poner el dedo en la yaga, de marcar lo que no quiero en mi vida, lo que no me
gusta, aquello de m que no me he escuchado durante el ciclo. Podemos detenernos a
escuchar su voz, reconocerla y darle salida de forma creativa o ponernos a gritar a diestro y
siniestro buscando algo sobre lo que colgar nuestra responsabilidad.
Durante estos das las mujeres dejamos de callarnos lo que hemos callado durante el ciclo.
Estos son los episodios tpicos en los que se tachan a las mujeres de insoportables,
irascibles, inaguantable porque se quejan todo el tiempo. Nos quejamos por todo lo que no
soportamos, por todo lo que no queremos, por todo lo que no sabemos cmo gestionar en
nuestra vida, por todo lo que NO hicimos durante el ciclo que queramos haber hecho y
por todo lo que hicimos que NO queramos hacer. Como en su momento no
pudimos/supimos gestionarlo, Hechicera nos lo muestra. Como si furamos presa de un
encantamiento, de pronto nos transformamos en ogras que lo ponen todo patas arriba. Si
durante el ciclo no hubiera silencios obligados, si no hubiera suciedad acumulada, no
tendramos tanta necesidad de remover para sacar tanto desorden a la luz.
Estamos en la ltima fase del ciclo, el momento propicio para hacer balance. Por ello, si flu
con el ciclo que est a punto de terminar, la creatividad saldr por s sola sin resistencias
fsicas. Si, por el contrario, me resist a algunas de las energas de las fases del ciclo, es
probable que durante estos das nos acompae el famoso sndrome premenstrual. Adems,
comienza el descenso hacia la sombra, tobogn por el que la mujer puede elegir si disfrutar
la bajada o resistirse a ella con todas las consecuencias.
41
impulso de dejarnos llevar por los colores, las palabras, la voz o el baile... Si no hay
abandono, si no hay entrega, Hechicera se manifiesta desde la rabia de no poder sacar eso
que se le est enquistando dentro. Es un torbellino que suplica un hueco por el que salir a
mostrar las formas tan maravillosas que puede adoptar. Como fuerza de la naturaleza, a
Hechicera es imposible pararle los pies. Lo que podemos hacer es decidir cmo convivir
con ella: si abandonarnos y darle la posibilidad de mostrarse en su esplendor creativo o
retenerla hasta que salga en forma de huracn destructivo.
Las mismas caractersticas tiene Hechicera en cuanto al sexo. Ella es nuestra mayor
posibilidad de disfrutar del sexo por puro placer sensual. Hechicera, como Lilith18, sabe
muy bien lo que quiere y lo que le gusta y no duda en buscarlo y persistir en su intento
hasta conseguirlo. Es la poca del mes en la que es menos probable el embarazo. El cuerpo
de la mujer est desechando el vulo no fecundado lo cual le permite disfrutar sin casi
posibilidad de embarazo. En este sentido Hechicera es equiparable a la mtica mujer de
cincuenta aos que conoce muy bien lo que le gusta, lo que quiere, y no tiene miedo alguno
de pedirlo. La creatividad, en este sentido, nos hace no tener lmites en nuestra bsqueda
del placer.
Hechicera, que lleg como resultado del choque entre la energa interna desbordante y el
descenso energa fsica, va transformndose en Bruja a medida que va agotndose. El
cuerpo pone los lmites a tanta intensidad emocional y con cada expresin, sea creadora o
destructora, Hechicera va calmando el vendaval interno y acercndose cada vez ms a la
oscuridad. Podemos seguir poniendo resistencias a la bajada, al descenso, y hacer como si
nada ocurriera, pero entonces Bruja har notar su presencia con el dolor y las contracciones
de un nacimiento forzado.
En nuestra mano est hacer del parto un momento placentero o volver a reproducirlo tal y
como nos conden el dios patriarcal: Tantas har tus fatigas como sean tus embarazos:
con dolor parirs los hijos (Gnesis, 3:16). Cada ciclo menstrual es un embarazo ms all
de que resulte en una vida humana, as que en nuestra mano est comenzar a desobedecer a
un dios que se aleja del placer y de la vida misma.
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Cunta gente en esta cama:
mi padre,
tu madre,
mi hermano,
tu hermana,
mi marido y tu mujer,
ya son seis.
Ay, amor,
cunto lo
entre t y yo!
Con tanta gente
no podemos mirarnos
ya frente a frente.
Isabel Escudero.
43
1. 3. Donde el ciclo comienza y termina.
With menarche you meet your wisdom, and with your monthly bleeding you practice your wisdom, and then
at menopause you become the wisdom19.
Tamara Slayton
Reclaiming the menstrual matrix
Menarquia
Las culturas aborgenes de todo el mundo han honrado a las jvenes con ceremonias de mayora de edad. La
primera menstruacin significaba ser iniciadas en los oficios del sexo femenino, iniciacin que hacan las
madres, las tas y otras mujeres iniciadas.
NORTHRUP (2010: 168)
O por primera vez, o al menos eso creo, la palabra menarqua pasados los 30 aos. No soy
la nica. Cuando la descubr me pareci tan bonita que, cual nio o extranjero que acaba de
aprender una palabra nueva, buscaba constantemente el momento de usarla, especialmente
si me encontraba entre mujeres. Es con el uso continuado de este trmino como he
descubierto que no soy la nica que la conoci con ms de tres dcadas a sus espaldas. Hay
incluso muchas mujeres que, sabiendo lo que es la menopausia y habindola pasado, no
conocan el trmino menarquia20. Para m, este desconocimiento es muy importante a la vez
que simblico.
El trmino menarquia, sobre el cual adems hay distintas opiniones sobre si contiene un
hiato final (marcado por la tilde sobre la i) o diptongo (sin marca de tilde), es un trmino
considerado mdico por la RAE frente a su hermano menopausia, que no disfruta de tal
catalogacin.
Si no hay trmino, no hay realidad, pues el verbo, como expresin del pensamiento, crea
realidad, y la realidad ms comn en nuestra sociedad es que las jvenes pasan por la
menarquia con ms pena y vergenza que gloria. Vergenza, la mayora, por tener que
escuchar de sus padres, con los que apenas comparten datos de su recin estrenada
juventud, palabras que hacen referencia a su paso de nia y mujer y a las precauciones que a
partir de este momento debe tener si no quiere quedarse embarazada. Pena, junto a la
vergenza, por alejarse de la infancia, ese paraso que ahora s comienza a perderse; y
44
miedo, mucho miedo, pues la menarquia trae consigo el peligro del embarazo, de las
relaciones sexuales y de los dolores mensuales.
Dicen las tericas y estudiosas del ciclo menstrual que en el momento de la menarquia, al
igual que durante el resto de nuestra vida menstruante, se reflejan las ideas que hemos
heredado sobre lo femenino. A este respecto afirma la Dra. Christiane Northrup:
En el momento de la menarquia estos sntomas ya son visibles. Una madre que avisa a su
hija de los problemas que estn por venir, que le ensea a ocultar y disimular los das en los
que llega el sangrado, a no hablar de ello, a hacer todo lo posible porque nadie lo note, una
madre, deca, con la intencin de tapar la menstruacin est sembrando futuros problemas.
Los ms evidentes son los fsicos y emocionales, pero en el fondo hay muchos ms.
45
Alrededor de nuestro globo terrqueo encontramos muchas formas de entender y celebrar
la menarquia. An existen tradiciones que marcan este momento como uno de mxima
importancia para la comunidad en general y para la mujer en particular. Una de ellas es la
de los Pigmeos. Esta tribu considera la primera sangre menstrual como un regalo. Toda la
comunidad participa en una festividad llamada elima, una fiesta considerada de las ms
felices y divertidas de toda la vida. Segn nos cuenta Lara Owen en su libro Her blood is gold,
la fiesta de la elima conlleva todo tipo de juegos en la selva. Adems, las mujeres mayores de
la comunidad se renen con la menarca en la llamada casa elima para darle consejos y
explicaciones solo entre mujeres. All las chicas aprenden canciones de las mujeres y todas
cantan muy alto a travs de la selva para que todo el mundo pueda saber que ellas son las
Bamelina, las gente de elima, las chicas que han sido bendecidas con la sangre y son ahora
mujeres. (OWEN, 2008: 36)
Otra tribu que celebra este momento es la de los Dagara, en Burkina Faso. La celebracin
consiste en una iniciacin realizada entre los meses de diciembre y febrero para todas las
chicas que han pasado la menarquia en el ao que acaba de terminar. En ella las jvenes
inician un proceso de gua por parte de las mujeres de la tribu en diferentes cuestiones
entre las cuales sexualidad e intimidad son solo una parte. Este proceso contina durante
un largo periodo de tiempo.
46
Menopausia
Ninguna otra fase de la vida ofrece a la mujer tantas posibilidades para comprender y explorar el poder
femenino si es capaz de abrirse paso por entre la negatividad cultural general que ha rodeado durante siglos
a la menopausia.
Christiane Northrup (2010: 667)
No lo veis?
Soy eterna.
Tengo en los ojos
todo el presente del mundo.
Brenda Ascoz.
Tal como nos explica la Doctora Northrup, menopausia es el nombre dado al cese de las
menstruaciones, a la desaparicin de la maduracin de vulos y su expulsin con sangre a
travs de la vagina. Generalmente suele ocurrir entre los 45 y los 55 aos de edad. Para la
gran mayora de las mujeres, el cese del ciclo no es algo que sobreviene en un momento
determinado por sorpresa, como ocurre con la menarquia, sino que suele precederse de un
periodo en el que las menstruaciones se hacen cada vez ms irregulares y van
distancindose en el tiempo hasta que finalmente desaparecen. A este periodo se le llama
climaterio, si incluye el momento de la menopausia, o perimenopausia, si nicamente
incluye la etapa previa que puede durar de varios meses hasta aos.
La menopausia puede convertirse en una enfermedad cuando una mujer llega a los aos
perimenopusicos con un agotamiento crnico de los recursos metablicos. En una mujer
sana, las glndulas suprarrenales sern capaces de tomar el relevo a los ovarios en la
produccin de hormonas. Sin embargo, muchas mujeres llegan a este momento de sus
47
vidas agotadas tanto emocional como nutricionalmente, por lo cual el funcionamiento de
sus glndulas suprarrenales se ver afectado. En palabras de la doctora:
Las glndulas suprarrenales ocupan un lugar relevante en este proceso. Ellas son las que se
encargan de producir las hormonas que nos permiten reaccionar ante las situaciones de la
vida cotidiana de forma sana y flexible. Si durante los aos anteriores a la menopausia las
sometemos al estrs al que nos sometemos en nuestra vida diaria, las glndulas
suprarrenales comienzan a agotarse, por lo que les ser difcil tomar el relevo a los ovarios.
48
Figura 5. Corrientes de sabidura en la mujer tras la menopausia (NORTHRUP, 2010: 689)
Con la menopausia, las mujeres abandonan el acceso cclico a su sabidura para poder
acceder a ella en cualquier momento. Entiendo este cambio como la posibilidad de usar
todas las herramientas con las que hemos estado practicando alrededor de 30 aos de vida
frtil en cualquier momento segn las necesidades. Tenemos acceso a cualquiera de
nuestras fases, a cualquiera de nuestras caras, cuando queramos, sin depender ya de las
fases del ciclo para acceder a ellas. Cuenta Tamara Slayton en su maravilloso libro Reclaiming
the Menstrual Matrix:
49
un firme no a cualquier cosa que no beneficiara la vida. Tambin iniciaban y
educaban a las mujeres ms jvenes en ese conocimiento y esa responsabilidad.
Sobre otras culturas y cmo se entiende la menopausia en ellas, cuenta tambin la Dra.
Northrup que para los celtas, la joven doncella se consideraba la flor; la madre, el fruto; y
la mujer mayor, la semilla. La semilla es esa parte que contiene en su interior el
conocimiento potencial de todas las dems partes (2010: 669). El papel de la mujer
postmenopausica era transmitir a la comunidad su semilla de verdad y sabidura.
El doctor Deepak Chopra difundi un experimento realizado entre los indios tarahumara
de Mxico, indios famosos por su capacidad de correr. De manera habitual algunos
miembros de la tribu corren distancias maratonianas. Entre ellos existe la creencia de que
los mejores corredores son los de ms de 60 aos. Un equipo de investigadores comprob
que eran estos corredores los que tenan mayor capacidad pulmonar, el mejor estado
cardiovascular y ms resistencia. El Dr. Deepak Chopra afirma que para que esta creencia
se convierta en realidad fsica, toda la tribu tiene que creerla. El pensamiento, de nuevo,
crea realidad.
A pesar de que en nuestra sociedad actual las mujeres postmenopausicas son las ms
jvenes de la historia, no por edad, sino por la apariencia y su estado de salud general, este
momento sigue generando malestares y problemas de salud general que ms que ser
consecuencia de la menopausia, es consecuencia de muchos otros factores que se destapan
en este momento. Explica Tamara Slaylon que si la sabidura y la energa procedente de los
cambios que se producen durante la menopausia no se expresa y se reprime, puede llegar a
ser consecuencia de sntomas desagradables entre los que destaca los sofocos, la depresin
y los cambios de humor. (SLAYTON, 2002).
50
El poder y la energa nueva que aparece en la mujer menopusica la llevan a sentir una
fuerte necesidad de autoexpresin de todo aquello que han ido ocultando a lo largo de su
vida. Es como Hechicera dentro del ciclo menstrual: no puede mantener silenciado todo lo
callado durante el ciclo, ampliando el periodo de un mes a los aos pasados desde la
adolescencia.
Adems del factor de la edad como motivo por el que la menopausia es fuertemente
rechazada por nuestra sociedad, otro factor de rechazo podra estar relacionado
precisamente por el miedo a la sabidura, a la determinacin y la fuerza de que disponen las
mujeres a partir de estos momentos.
Es sabido que las mujeres, a medida que avanzan en edad, corren el riesgo de
masculinizarse, mientras que a los hombres les pasa lo contrario. Todo esto es debido a las
hormonas. Como hemos visto anteriormente, en el caso de las mujeres menopusicas, los
andrginos cubrirn en parte el papel que durante aos anteriores han realizado los
estrgenos y la progesterona. Los andrgenos, como su nombre indica, son hormonas
relacionadas con los varones. Entre ellas se encuentra la testosterona que aumenta
considerablemente a partir de la menopausia. Estas hormonas son las responsables de dar a
la mujer caractersticas masculinas. Mujeres decididas, seguras, conectadas con ellas, en
contacto continuo con la semilla de la vida y la determinacin de llevarla adnde sea
necesario. Todo, siendo mujer de ms de 50 aos.
Me gusta pensar que las que mujeres en la mitad de la vida somos peligrosas,
peligrosa para cualquier fuerza existente que pretenda convertirnos en ancianas
silenciosas, peligrosas para los ensordecedores efectos de la convencional y
simpata encantadora, y peligrosas para cualquier adaptacin que hayamos
hecho que ahogue o sofoque a quienes somos capaces de ser ahora.
(NORTHRUP, 2010: 674-675)
51
1. 4. La medicalizacin de la menstruacin.
Con el ciclo menstrual sucede lo mismo. Por considerarlo algo incmodo, un estorbo, algo
vergonzante y, con ello, doloroso, muchas mujeres sufren con su llegada y lo rechazan. En
estos casos, la pldora anticonceptiva ofrece una buena solucin, adems de ser uno de los
mtodos de anticoncepcin ms fiables por la ciencia, al eliminar casi por completo todos
los sntomas del ciclo y con ellos, de nuevo, la posibilidad de conocernos ms y mejor, de
sentirnos ms unidas a la naturaleza y de sentir el
poder creador que somos. La conexin con el
ciclo nos hace sentir que somos capaces de dar a
luz, de parir aquello que queramos, no nicamente
hijos. Su eliminacin nos desconecta de este
poder.
52
los talleres. Su labor qued recogida en el libro Nuestros cuerpos, nuestras vidas, uno de los
primeros libros publicados que tratan especficamente el tema de la salud femenina sin
medicalizar sus procesos. Aspectos como el planteamiento de la maternidad, el aborto, el
ciclo menstrual o la menopausia tienen cabida en este libro tratados todos como aspectos
naturales del cuerpo sin necesidad de medicalizarse. Bien pudo ser este el inicio del Cuerpo
de mujer, sabidura de mujer de la Doctora Northrup.
Desde esos aos mucho se ha andado y son muchas las mujeres que se hacen cargo y
toman la responsabilidad de la forma en la que viven, adems de sus ciclos, los procesos
vitales por los que pasan. Devolver a la naturaleza lo que es de ella y dejar que siga su curso
parece ser una de las mejores vas para vivir el ciclo menstrual y disfrutar de lo que puede
ofrecernos.
Sagrario Torres.
53
Captulo 2. Recuperar el sentido del ciclo menstrual
2. 1. El tab de la sangre.
A central meaning of the Sanskrit word for ritual, rtu, is menstruation, the original ritual.
GRANH (1993: xi)
El ciclo menstrual y el cuerpo femenino se consideraron sagrados hasta hace cinco mil
aos, cuando las pacficas culturas matriarcales23 de la vieja Europa fueron derrocadas. El significado
original de la palabra tab era sangrado, y a las mujeres que estaban sangrando se las consideraban
sagradas; ahora, en algunas sociedades se las considera sucias. Sus sueos y visiones solan aprovecharse
para guiar a la tribu (...) Sin embargo, en la mayor parte de la historia occidental escrita, e incluso en los
cdigos religiosos, el ciclo menstrual se ha relacionado con la vergenza y la degradacin, con la naturaleza
oscura e incontrolable de las mujeres.
NORTHRUP (2010:168)
La sangre, elemento imprescindible para la vida, tiene en nuestra sociedad una connotacin
negativa asociada ms que a la vida, a la muerte, al dolor y al sufrimiento.
Todos nacemos rodeados de sangre, transportados por ella. Gracias a ella, entre otros
fluidos corporales, el feto se desliza por la matriz y la vagina hasta salir al exterior. Todos
los seres humanos hemos nacido ms o menos cubiertos de sangre. Sin embargo, la sangre
no siempre est presente en el momento de nuestra muerte.
54
menstruacin en general. Cmo hemos llegado a repudiar de esta forma el lquido que
contiene el germen de la vida?
Muchos son los cuentos en torno a los males que provoca la menstruacin y, en concreto,
la mujer menstruante. Todos hemos odo las historias que cuentan que las mujeres durante
su menstruacin no pueden hacer mahonesa porque se corta, ni acercarse al vino porque se
echa a perder. Explica la doctora Northrup:
55
intuicin, a su voz interior, y a la voz del Espritu. Lo que se ha dado en llamar
la maldicin es realmente el mayor regalo de la mujer. Pero si no se
comprende la importancia de tomarse su tiempo para estar con una misma y
reconectarse con el centro de su interior y con la gua espiritual del Divino
Femenino, las energas pueden cambiar y provocar irritabilidad e incomodidad
fsica. (...) Al vivir en la intimidad del sistema tribal, las mujeres menstran al
unsono, y el tiempo que pasan juntas apartadas del resto de la comunidad se
considera sagrado. Muchas mujeres reunidas en la cima de su poder son una
gran fuerza para el bien, no slo de ellas y sus familias, sino de toda la
comunidad. (SCHAEFER, 2008: 199)
Mucha fue la creatividad y el ingenio de los que en su momento histrico, con la llegada del
patriarcado hace unos 5000 aos, le dieron la vuelta a la tortilla al convertir el aislamiento
ceremonial de las mujeres menstruantes en la justificacin de su suciedad. De ah a los
dolores, quistes, miomas y amputaciones hay una lnea recta.
Aun podemos ir un poco ms all en este camino, en cmo la menstruacin ha sido un
factor ordenante de nuestra cultura. Afirma Judy Grahn que en la menstruacin se
encuentra explicacin a muchas de nuestras costumbres sociales y, en relacin a esto, Lara
Owen explica la relacin entre el da de descanso semanal en la cultura judeo-cristiana,
domingo o sbado, y el tab de la menstruacin:
56
Al leer esto siempre me viene a la cabeza el mismo pensamiento de sorpresa... nuestro
ansiado da de descanso semanal, ese que se supone que fue el que Dios tom de descanso
despus de crear al mundo tiene un origen mucho ms lejano, tanto que exista antes que
Dios padre: viene del da en el que la mujer nada debe hacer ms que estar con ella misma y
sumergirse en las profundidades a las que la sangre la lleva. Interesante.
En la actualidad muchas son las mujeres que estn tomando conciencia del tab existente
en torno a la sangre menstrual y actuando en consecuencia. Alejandro Jodorowsky propuso
en una entrevista varias acciones de sanacin del linaje femenino a travs de la sangre
menstrual. Algunas de ellas son hacer un autorretrato o pintarse la cara con la propia sangre
menstrual.25 Muchas son tambin las artistas que, en un intento por revalorizar la sangre
menstrual y desproveerla del tab como algo negativo, la usan como instrumento de sus
creaciones. Algunas de ellas son Juliaro, que dibuja con su sangre como si de una acuarela
se tratara (abajo), o la artista sudafricana Zanela Muholi, que hace de la sangre imgenes
caleidoscpicas (arriba). Especialmente esttico es tambin el trabajo de Vanessa Tiegs:
Menstrala26
Otras evidencias de cmo est cambiando el concepto y el trato con nuestra propia sangre
son las formas diferentes de tratarla cuando llega, desde el uso de las compresas de tela
lavables y reusables, hasta la copa vaginal que permite recogerla para despus rehusarla,
pasando por el sangrado libre y controlado de la sangre. Junto a esto, conocer y reconocer
57
el aislamiento y la parada voluntarios como la llave a sentir el poder de la menstruacin, el
estado amplificado de conciencia que nos provoca, es la base para devolver el tab a su
lugar original.
Mara Sanz
58
2. 2. El despertar del tero.
El corazn es el motor que bombea la sangre a todo el cuerpo, pero del tero sale el placer y el complacer, el
deseo de bienestar del cuerpo contiguo. Del tero sale el deseo de vivir y de dar la vida.
RODRIGEZ (2010: 177)
Explica Eckhard Tolle en su libro Un nuevo mundo, ahora que las mujeres tenemos, adems
del cuerpo dolor de la nacin y de la raza, un cuerpo dolor especfico aadido que, segn l,
tiende a activarse justo antes de la menstruacin. Este cuerpo dolor se manifiesta a travs
de una intensa emocin negativa consecuencia, sobre todo, de la supresin del principio
femenino durante los ltimos 5000 aos de historia patriarcal. La manera de mitigar este
cuerpo dolor, explica Eckhard Tolle, es a travs de la conciencia (2006: 139-140)
Casilda Rodrigez ha hecho una gran labor investigadora en torno a estas cuestiones.
Todos sus estudios versan sobre los efectos de la sociedad patriarcal en la vida en general y
el cuerpo y vida de la mujer en particular.
59
En el libro La represin del deseo materno explica, basndose en autores como Francisco
Varela, Humberto Maturana y Kropotkin, que la autorregulacin, como mecanismo de
organizacin que regula la vida, est regida por el placer y el deseo: es la atraccin, el deseo
de estar junto a otros27, lo que hace que las clulas se busquen entre ellas creando diferentes
organismos. En el ser humano el placer es tambin el motor de la procreacin de la vida y
de la continuacin de la especie. Desde el comer, que nos alimenta, hasta las relaciones
sexuales son mecanismos placenteros que forman parte de los procesos de autorregulacin
de la vida.
La nica forma en la que una madre autorregulada por el placer puede dejar de responder a
las necesidades del beb es cortando de raz la produccin de ese deseo localizado en el
tero:
para que la orden exterior que dicta la jerarqua superior (que suplanta el
impulso de lo vivo el movimiento sabio el deseo inmanente a nuestra
condicin humana) sea acatada, antes que nada hay que bloquear y mantener
oculto que existe el impulso sabio, la autorregulacin, la curiosidad, el deseo.
(RODRIGEZ, 2010: 53)
60
Sabemos por el diario del Inca Garcilaso que las mujeres en las Amricas paran con placer
ante la mirada atnita de los invasores europeos. A un parto placentero le acompaa el
desarrollo de lo que Casilda Rodrigez define como sexualidad femenina, una sexualidad
centrada ms en el cuidado desde y para el placer que en la sexualidad genital ampliamente
desarrollada por el patriarcado. La autora define la relacin madre-hijo como una relacin
sexual que se basa en el desarrollo y la satisfaccin del placer. Si no fuera as, hace miles de
aos cuando an no haba deberes morales a los que regirse para la supervivencia, la
especie humana no habra llegado demasiado lejos. Al igual que es fuente de inmenso
placer el mecanismo que lleva a la procreacin, debe serlo el que mantiene la vida. Si no,
qu sentido tiene?
El corte de esta sexualidad primaria, del continuum materno, supone para el beb la educacin
en la carencia, la falta bsica que nos acompaa el resto de nuestra vida y en la que
educamos a nuestros hijos. La moral y la educacin son las principales herramientas por las
que se fomenta el abandono del placer y la educacin desde la carencia y, el tero, uno de
los rganos que ms lo sufren.
61
dolorosas en lugar de placenteras. Las sensaciones o deseos que a pesar de
todo no se logran inhibir se bloquean, se echan para atrs, y se albergan en el
inconsciente. De esta manera se logra efectivamente que el deseo materno y
toda la sexualidad no falocntrica de la mujer se convierta en frustracin.
(2007: 70)
Muchos son los estudios sobre el tero que se estn haciendo recientemente por la
importancia de este rgano en la recuperacin de la pulsacin del deseo. En uno de estos
estudios, Mnica Felipe explica que la nica forma de convertir a una mujer real en una
nia buena, en una persona dcil y sumisa, es mediante la represin de la energa que brota
de su primer motor energtico: el tero. De esta forma nuestro nivel de energa aminora al
igual que lo hace tambin la capacidad de rebelin y cuestionamiento. Tal cual explica Alice
Miller al presentar las barbaridades educacionales realizadas en torno a la pedagoga blanca,
Mnica Felipe, entre otras, afirma que el estado fsico de nuestro tero, su debilitamiento y
atrofio es consecuencia de nuestra historia social y cultural. Si no hubisemos contrado el
tero, no habramos renunciado a nosotras mimas, afirma (2012: 11). La mayor
consecuencia de la tensin en el tero es una musculatura esclerosada, sin flexibilidad,
tenso y contrado, con grandes dificultades para moverse sin provocar dolor. Teniendo en
cuenta que el tero se mueve de forma natural al dar a luz, con la menstruacin y en los
momentos de placer podemos entender el porqu del sufrimiento de tantas mujeres
alrededor de estas tres vivencias.
Segn explica la Doctora Northrup, el tero y los ovarios son los rganos del segundo
chakra. Esta zona es literal y figuradamente un espacio creativo en el que las mujeres
pueden generar hijos, relaciones, profesiones, novelas, percepciones profundas y otras
obras creativas o artsticas. Cuando la energa no circula bien en esta zona del cuerpo,
pueden producirse problemas ginecolgicos como los miomas (NORTHRUP, 2010: 139).
A estos problemas aadira las molestias y dolores del ciclo menstrual, de los embarazos y
partos y los cambios de humor caractersticos de las mujeres y sus ciclos, consecuencia
directa del estado atrofiado de nuestro tero y de que la energa no circule por l. Si duele la
ovulacin, la menstruacin, el embarazo y el parto, todos momentos del ciclo reproductor,
el mensaje que recibe nuestro cuerpo es que cualquier proceso concerniente a la creacin,
sea una idea, un proyecto o un ser vivo, es molesto, cuanto menos doloroso.
62
Por todo lo visto llego a la conclusin, junto a todas las autoras aqu citadas, de que la
conexin con el tero, adems de ser el mejor remedio contra partos y reglas dolorosas, es
una forma de volver a conectarnos con la autorregulacin de la vida y con la pulsacin del
placer en nuestro cuerpo. Esta conexin traera as mismo otra sexualidad menos centrada
en la genitalidad y, por supuesto, exenta de violencia. Para ello, Rodrigez propone
explicar a nuestras hijas desde pequeas que tienen un tero, para qu sirve y
cmo funciona. Explicarles que cuando se llenan de emocin y de amor, su
tero palpita con placer. Tenemos que recuperar con ellas las verdaderas
danzas del vientre, para que cuando lleguen a la adolescencia no tengan reglas
dolorosas, sino que se sientan en ese estado especial de bienestar similar al de
la gravidez. Hemos de hacer hogueras para quemar los informes mdicos que
afirman que la menstruacin es una enfermedad y que hay que eliminarla
tomando pldoras ininterrumpidamente. Hay que recuperar la transmisin
por va oral de la verdadera sabidura; de una sabidura hecha de experiencia,
complicidad y empata visceral; es decir, una sabidura gaitica, que se
comunica por abajo al margen de las relaciones de Autoridad, que fluye con la
sinfona de la vida, que se derrama con el deseo, que sabe sin saber que sabe
prcticamente todo acerca de la condicin femenina escondida en el Hades, y
reconoce lo que es bueno y lo que es malo para la vida humana.
(RODRIGEZ, 2010: 203-204)
63
Hay que ir demoliendo que nos muestre su estructura.
poco a poco la sombra Es urgente bajarse
que vemos. Que nos dieron. de los dioses. Tomar
Que nos dijeron eres. el fuego entre las manos.
Hay que apretar las sienes Destruir esos yo que nos
entre los dedos. Hay presentan
que asentir a ese punto una hilera de sombras agotadas.
comienzo, duda, o hueco, Y dejarse caer sobre el principio
que yace dentro. de la vida. O del sueo.
Y es preciso Ser solamente vida
que una noche todo arda presente. Sin recuerdo
el eres, el seremos de ayer ni de maana.
y el terror polvoriento
Julia Uceda.
64
SEGUNDA PARTE
Isabel Escudero.
66
Captulo 1: Relacin de biodanza con el ciclo menstrual
Cuando vi las grficas del cambio de los niveles de hormonas a lo largo del ciclo menstrual,
inmediatamente me vino a la cabeza la imagen del esquema del modelo terico.
De las dos partes en las que se divide el modelo terico, la que me vino a la cabeza en
relacin al ciclo menstrual fue la parte superior, la relativa al paso del caos a la integracin a
travs de la pulsacin entre identidad-regresin, la cual tiene lugar gracias a la expresin de
los potenciales genticos impulsada por ecofactores positivos y cofactores.
Para comprobar esta similitud, le di la vuelta al esquema del nivel de hormonas y lo puse al
lado de la parte superior del modelo terico. El resultado es el siguiente:
67
Hormonas en el ciclo menstrual Modelo terico de Biodanza
La primera semejanza que destaca es la relacin entre los niveles cambiantes de las
hormonas durante el ciclo y el desarrollo de los potenciales genticos.
Al igual que los potenciales genticos interrelacionan entre ellos y es necesario el desarrollo
de todos para que tenga lugar el paso evolutivo hacia la integracin, en el ciclo menstrual
las hormonas interrelacionan entre ellas hacindonos pasar por diferentes fases, cada una
con sus caractersticas, sus pruebas y sus aprendizajes. La vivencia y el desarrollo de las
cuatro fases son asimismo necesarios para que tenga lugar la transtasis. Al igual que ocurre
con los potenciales genticos, en una mujer hay fases del ciclo ms desarrolladas que otras,
de ah que el desarrollo de todas sea crucial para la integracin.
Otra de las similitudes es la lnea horizontal que divide ambos esquema en dos partes. En el
modelo terico de Biodanza esta lnea representa la pulsacin entre la identidad y la
regresin necesaria para que se de la homeostasis y con ella, la renovacin orgnica, uno de
los objetivos perseguidos por Biodanza. En el ciclo menstrual, esa lnea representa el
momento de la ovulacin, el momento en el que la comunicacin entre ambos hemisferios
cerebrales comienza a ser ms fluida y en el que la separacin entre el crtex y el
inconsciente es menor. Esta lnea marca, por lo tanto, otro paso, otro trnsito de una etapa
de identidad a una etapa de regresin, entendiendo regresin como una disminucin de la
vigilancia y prdida de la nocin del propio lmite. (TORO, Definicin de Biodanza y modelo
terico: 32).
68
De las cuatro fases del ciclo menstrual la preovulacin de Virgen correspondera al
momento de mxima identidad, estara, por lo tanto, en el extremo de la izquierda, frente a
la fase de la menstruacin de Bruja que se correspondera con el momento de mayor
regresin, situndose en el extremo de la derecha.
En cuanto a lo que ocurre a nivel fisiolgico en la zona llamada P.G del modelo terico de
Biodanza, a travs de la creacin de ecofactores positivos y la estimulacin de ciertas
emociones especficas se activan los sistemas endocrino, nervioso e inmunolgico para la
consecucin de la renovacin orgnica y el salto evolutivo o transtasis. De la misma manera
el ciclo menstrual afecta a los tres sistemas en la pulsacin entre identidad y regresin de
modo que la renovacin orgnica necesaria para el mantenimiento y la creacin de la vida
tengan lugar. En relacin a esto, Rolando Toro afirmaba que Un tipo de intervencin
jams antes propuesta es la activacin de la expresin gentica a partir de la deflagracin
69
de hormonas y neurotransmisores naturales [llamados por l cofactores] (TORO,
Definicin de Biodanza y modelo terico: 30). Esto es precisamente lo que ocurre durante el ciclo
menstrual: las hormonas y neurotransmisores generados durante el ciclo activan la
renovacin orgnica con la consiguiente activacin de la expresin gentica. La expresin
ser diferente en cada fase segn las hormonas generadas, al igual que ser diferente en
cada clase de Biodanza segn las emociones generadas y los cofactores producidos por
ellas.
Los mismos ecofactores positivos necesarios en una clase de Biodanza para que pueda
activarse la expresin gentica, y con ella la renovacin orgnica, son necesarios para que
una mujer pueda vivir los cambios dentro de su ciclo: aceptacin, confianza, no juicio,
afecto, seguridad... todo lo que el tero ofrece al embrin primero y al feto despus
necesita una mujer para poder desarrollar todas las fases de su ciclo.
En cuanto a la parte inferior del modelo terico, la centrada en el caos del principio de la
vida, tiene lugar en el cuerpo de la mujer precisamente cuando ciclo menstrual se
interrumpe por embarazo. En el tero materno ocurre la evolucin de la especie humana
exactamente igual a como se ha ido desarrollando a lo largo de la historia de la humanidad:
la filognesis. All, en el tero, durante el embarazo, se dan las condiciones iniciales para la
gnesis de la vida y con ello la autopoiesis, la vida generada por la propia vida. El
inconsciente vital, siempre presente, tiene aqu un papel principal pues no hay ms que vida
y su propia sabidura en este proceso de creacin de la propia vida. Mucha mente puede
querer introducir la madre, mucha intelectualidad los mdicos, pero ninguno guiar el
proceso como la sabidura inconsciente de las clulas que nos forman. El inconsciente
personal, as como el colectivo, tambin influir en la formacin del beb a travs de la
madre. Las sensaciones orgnicas que experimente el beb durante los primeros meses de
vida sern fundamentales para la expresin gentica de sus potenciales. Poco a poco ir
desligndose del inconsciente personal de la madre para ir formando el suyo propio,
alimentado por el vital, el colectivo y sus propias vivencias. La cadena empieza o,
simplemente, contina su ritmo...
70
1. 2. El principio biocntrico: donde inicia la vida.
71
cuerpo nuevo que pueda albergar ms vida. Es la forma de que la vida contine en forma
de especie humana.
Entiendo que el ciclo menstrual es una manifestacin fsica del acto de poner la vida en el
centro, de crear vida y reorganizarse para que esta contine. El cuerpo femenino se acopla
y moldea al nuevo cuerpo para que la vida contine guiada por su sabidura, por lo que
Rolando Toro define como inconsciente vital.
El cuerpo femenino desplaza sus rganos para multiplicar la vida que est en sus venas, en
sus clulas, la misma vida que est en el cuerpo del hombre cuyo espermatozoide hace
posible que el proceso de gestacin comience. La misma vida que corre y se multiplica en
los rboles, plantas y toda variedad de animales. El cuerpo femenino es un cuerpo que cede
el espacio que ocupan sus rganos, que comparte su oxgeno, su sangre, su alimento, que
crea alimento cuanto tiempo sea necesario para que la vida que alberga el nuevo cuerpo
salga hacia delante. El cuerpo femenino en gestacin es un cuerpo que no diferencia entre
t y yo, es un cuerpo cuyos lmites fsicos internos estn difusos, y cuyos lmites
emocionales, psicolgicos y energticos no estn delimitados hasta muchos meses despus
de haber dado a luz31. El cuerpo femenino es la prueba de la solidaridad de la vida y el
ciclo menstrual es la rueda que pone en marcha todo el mecanismo, es la puerta a que esto
suceda.
Entender que las mujeres, en los resquicios de la sociedad patriarcal que vivimos, tienen un
cuerpo solidario por naturaleza, hizo que comenzara a cambiar el concepto de mi propio
cuerpo, un cuerpo que, por ser sexuado, ha sido manipulado, vilipendiado y violado
durante cinco mil aos, cinco mil aos de nuestro pasado ms reciente.
72
- Justicia social.
- Libertad sexual.
Si uno de los pilares en los que se basa la nueva cultura biocntrica es la libertad sexual,
considero que en ella se debera contemplar la diferencia sexual. Al parecer, los seres
humanos ya tenemos experiencia en este tipo de relaciones, incluso de una sociedad
solidaria muy similar a la propuesta por Rolando Toro, una sociedad guiada por el principio
biocntrico en la que se reconoca la diferencia sexual como otras diferencias, sin que el
adjetivo diferente implicara ningn tipo de juicio ni desvalorizacin.
Tenemos que ir atrs en el tiempo, ms atrs de los cinco mil aos de patriarcado que
vivimos, tiempo en el que ya existamos como humanos, como bpedos, tiempo en el que
ya ramos homo sapiens, y del que poco o nada se sabe a ciencia cierta. Cinco mil aos no
son nada, dice mi gran querida amiga, compaera y pensadora Nieves Muriel, si tenemos en
cuenta que la historia humana tiene alrededor de 40.000 aos, pero son los aos de nuestra
historia ms reciente, los que ms nos pesan. De los otros es probable que algn recuerdo
nos quede en nuestra memoria celular.
73
Casilda Rodrigez habla de sociedades matrifocales o matrsticas, sociedades centradas en
torno a la madre y en las que nicamente se reconoca la lnea descendiente materna. A
pesar de ello no dejaban de ser solidarias, de estar centradas en la sacralidad de la vida y en
su procreacin. Las muestras arqueolgicas son claras: entre los restos parece no haber
indicio alguno de jerarqua de poderes, ningn edificio que destaque entre los dems, casas
todas con iguales dimensiones y similar distribucin. Explica Marija Gimbutas:
Riane Eisler explica que en el arte de estas sociedades se podan ver los papeles sociales
ejercidos por la mujer. Dos de los que nombra son jefa de clan y sacerdotisa. Estos roles
nunca implicaban dominacin masculina, pues el arte, muy al contrario de nuestro arte,
carece de imgenes que lo muestren as como de hechos de guerra. Las mujeres, ocupando
estos puestos en la sociedad, desempeaban un papel esencial en el cual tanto hombres como
mujeres trabajaban juntos para el bien comn en una equitativa solidaridad (...) si la imagen religiosa
central era una mujer dando a luz y no, como en nuestros tiempos, un hombre muriendo
en la cruz, no es irracional deducir que la vida y el amor a la vida en lugar de la muerte y el
temor a la muerte eran los factores dominantes, tanto en la sociedad como en el arte.
(2003: 23. Cursiva propia.)
Una sociedad en la que una mujer dando a luz y no un hombre muriendo en la cruz
constitua la imagen religiosa central, en la que la vida y el amor a la vida eran los factores
dominantes es lo ms parecido que me puedo imaginar a la civilizacin biocntrica pensada
por Rolando Toro.
Por ello, para que, como deseaba Rolanto Toro, la reformulacin de nuestros valores
culturales que toma como referencial el respeto por la vida ocurra, es necesario que se d
un cambio en la forma de entender el ser sexual femenino en general y el ciclo menstrual en
particular. Si seguimos ocultndolo, vindolo como un tab, como algo pesado, fastidioso,
si seguimos sin reconocer el poder que nos aporta, no estamos respetando la vida. Negar,
ocultar, denigrar el ciclo menstrual es negar, ocultar y denigrar la propia vida humana, as
como tambin lo es negar, ocultar y denigrar el poder femenino, el poder de acoger la vida
y darle lo necesario hasta que pueda valerse por s misma. Negar y ocultar la diferencia
sexual implica lo mismo.
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1. 3. Las cinco lneas de vivencia y las fases del ciclo
menstrual.
Para que la energa creadora del ciclo derive en la gestacin de una nueva vida es necesario
el contacto sexual entre hombre y mujer. La energa sexual, segn el tantra, es la energa
creadora, la fuente de todo. Se localiza en el segundo chakra, Swadisthana, situado en torno
a la zona del tero, ovarios y vagina. A este chakra se le asocia el placer y la capacidad de
tener hijos, quizs por ello la energa sexual que mueve se dirige a la estimulacin de la
relacin con los otros. Es tambin conocido por los japoneses como Hara, el centro del
ser, la conciencia del ser profundo. En este lugar reside la memoria del cordn umbilical y
del momento en el que no era necesario preocuparse por el alimento o el abrigo porque
todo estaba provisto por la matriz. Donde la madre aliment al feto se considera que hay
una memoria celular de un estado pleno y nutritivo. Tantas mujeres con tantos problemas
fsicos en esta zona! Con una desconexin tan profunda de esta zona de nuestro cuerpo
ser muy difcil saber qu sentimos, qu necesitamos, qu queremos, pues segn afirman
los sabios orientales de este lugar fsico procede la conciencia de nuestro ser.
Las relaciones sexuales son necesarias para que se d la fecundacin. En el caso de que no
haya relaciones sexuales a lo largo del ciclo, la energa sexual nos ofrece la posibilidad de
crear cualquier otra cosa ms all de la vida humana. Freud ya hablaba de que la creacin
era resultado de una pulsin sexual reprimida. Posteriormente, gracias a la sabidura
oriental, aqu en occidente conocimos que no es precisamente de una represin que surge
la creacin, sino que la creacin es una forma ms de canalizar la energa sexual y
expresarla. Creacin y sexualidad por lo tanto estn ligadas en la vida y en el ciclo
menstrual.
Otros factores importantes para que el ciclo menstrual cumpla su objetivo creativo es la
vitalidad. El nivel de salud, nimo y energa son importantes a la hora de canalizar la
energa sexual y darle la forma de aquello que deseemos, sea un hijo fsico, sea un proyecto
cualquiera. Para mantener un nivel de vitalidad saludable es de suma importancia respetar
nuestras necesidades de descanso as como querer y sentirnos queridos.
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su tero, la mujer no embarazada, sobre todo en Hechicera, debe atender a esa energa
creativa que tiene la necesidad de transformarse.
A lo largo del ciclo menstrual aparecen cada uno de estos aspectos, cada una de las lneas
de vivencia. La mayora estn presente en cada una de las fases, si bien, suele haber una o
dos que tienen ms protagonismo. La sexualidad, sin caracterizar ninguna de las fases, est
presente de manera importante en todas. Vemoslas en relacin a cada una de las fases del
ciclo menstrual.
Bruja transcendente
La muerte implica desintegracin, lo que puede ser entendido como una forma de fusin,
una forma de mezclarnos, de desdibujar nuestra identidad. Es en esta fase cuando los
lmites entre los hemisferios as como entre la mente consciente e inconsciente son ms
dbiles. Limpias de carga y fusionadas se nos abre la puerta a la sabidura, a la intuicin, a
sentir la propia fuerza interna, a sentir la conciencia de nuestro ser profundo. El retorno de
ese lugar de conciencia, al que tambin se le llama sombra, implica una renovacin. Es con
Bruja donde se gestan las prximas creaciones, donde se vislumbra la semilla. Santa Bruja.
Esta etapa puede ser difcil de vivir pues precisamente pide que se desarrollen aspectos
tachados como negativos por la sociedad en la que vivimos, de ah, de las resistencias,
provienen las molestias y dolores tanto fsicos como emocionales.
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Otra de las lneas de vivencia presente es la afectividad. Sin afecto, es fcil que el viaje a las
sombras est rodeado de miedo: sin confianza no se emprende el vuelo ni queremos
desprendernos de nada. La afectividad llena la carencia y aplaca el miedo que hace que no
nos entreguemos. Afectividad es adems la lnea principal de la fase Madre, la opuesta, el
complemento. Se trata de sacar a la madre nutricia que nos recuerde que todo est bien y
nos impulse a seguir adentrndonos en nuestro ser.
Persfone, uno de los arquetipos de esta fase, es llevada al submundo de la mano de Hades,
el que ser su marido y compaero sexual, convirtindola en reina de la oscuridad. El sexo,
durante Bruja, es la mxima unin de la pareja, el matrimonio sagrado.
Virgen vitalista
Virgen llega con el regreso de la luz. A veces, segn la mujer y las circunstancias varias que
se den, Virgen llega antes o despus, no existe una regla fija.
Virgen nos trae la capacidad de trazar el plan para llegar a nuestro destino. Ella es capaz de
ver los caminos por los que podemos transitar hacia nuestro sueo, hasta eso que
queremos conseguir, hasta eso que queremos cambiar. Cual Atenea, diosa de la estrategia,
Virgen ve las posibilidades y elige. Por ello, es creativa, vitalista y, sobre todo, determinada.
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Es nuestra parte ms yang, la ms aplaudida y celebrada por nuestra sociedad, sobre todo
en el campo laboral.
A pesar de gozar Virgen del reconocimiento social, a muchas mujeres les cuesta desarrollar
esta cara del ciclo pues es la ms enfrentada a lo femenino. Les falta determinacin y
tienen dificultad para conectar con una doncella entera en s misma, completa en s
misma, sin necesidad de nadie que la complete. Si Virgen no se desarrolla en todo su
esplendor durante esta poca, si no siente su fortaleza y seguridad, esta fase puede traernos
tambin consecuencias. La frustracin, sobre todo, puede ser una de las emociones que
ms nos acompae en estos casos.
Virgen es la joven vitalista que no tiene fin. Acaba de despertar de un largo sueo y tiene
energa suficiente para vivir y disfrutar de la vida. Su vitalidad es activa, es la otra cara de la
moneda en relacin a Bruja. Por ello este es un buen momento para conectar con la energa
interna de cada una, con la motivacin de vivir, con el placer del disfrute desde la accin.
La vitalidad es tal en Virgen que afecta a otros potenciales de esta fase como son la
creatividad y la sexualidad.
La sexualidad es otro de los potenciales que se ven afectados tanto por la vitalidad como
por la creatividad de Virgen. La sexualidad para ella es un juego del que consigue mucha,
mucha diversin y placer: es un juego ms.
La afectividad es un aspecto del que Virgen carece en cierto modo. Ella es completa en s
misma, no necesita nada ni nadie. Esta virtud puede convertirse fcilmente en un defecto.
La lnea entre no necesitar y rechazar es, en ocasiones, muy fina. Ella no necesita del
apoyo ni de la confianza de nadie, se vale con la suya propia. Por eso, en este sentido,
considero que es importante desarrollar en la fase Virgen una afectividad enfocada hacia
dentro, hacia la propia persona as como en la vida, para infundirnos confianza y seguridad
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desde nuestro propio centro. Este aspecto ayudar a las mujeres que tengan problemas en
desarrollar las virtudes de Virgen.
Madre afectiva
Tras la doncella, la mujer sigue creciendo, como la luna, hasta llegar a Madre.
Madre es el arquetipo femenino por antonomasia. Muchos otros aspectos pueden recaer
sobre la figura de la mujer, pero la sociedad demanda a esta que los sobrelleve sin eliminar
el arquetipo que es el que le da identidad sobre los otros. Curioso es el sistema patriarcal
que, a la vez que oculta a la madre poniendo por delante al padre34 y hacindola ejercer su
papel35, no deja a la mujer quitarse un arquetipo que puede llegar a convertirse en un
estigma.
Madre, como la luna llena, es todo dar. La mujer pasa de sentirse completa en s misma a
regalarse, a darse a los dems. Es el verano dentro de las estaciones, la madre tierra que nos
ofrece lo que necesitamos.
Madre est contenta si puede dar, si puede cuidar. Es un momento en el que las
necesidades propias se satisfacen a travs del otro, es el momento de dar un paso atrs,
para dejarle el protagonismo, antes tenido por Virgen, a los dems, apoyndolos y
alimentndolos.
Madre puede dar todo lo que los dems necesiten pues es abundante. Es el momento para
que la energa puesta en los objetivos de la fase anterior d resultado y Madre obtenga los
frutos. Es el momento de la no accin, de recibir el resultado del trabajo previo y compartir
con todos.
Por todo esto la afectividad es, principalmente, el potencial de esta fase. Afectividad desde
el cuidado, desde la contencin, desde los mimos, desde la proteccin. Pero atencin, pues
igual que es el punto fuerte de Madre puede llegar a ser el punto dbil y pasar los lmites
que van de infundir seguridad a crear dependencia.
Socialmente el arquetipo de Madre est muy remarcado. Muchas son las mujeres que se
identifican totalmente con l y tiene problemas en reconocer otras de sus fases. Muchas
incluso llegan a sentirse culpables si dejan de cuidar al otro. Pero ese cuidado afectivo no es
real si no es abnegado; no puede ser real si no parte desde lo ms hondo de nosotras, si
antes de dar y cuidar hacia fuera no nos damos y cuidamos a nosotras mismas. Por ello,
dada la dificultad de las mujeres en cuidarse a s mismas, dada la poca atencin que nos
prestamos, en esta fase nos centraremos ms en desarrollar y escuchar a nuestra Madre
interna que a la Madre externa generalmente hiperdesarrollada.
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Esta es nuestra oportunidad de desarrollar una madre interna nutricia, una madre que nos
preste atencin, que nos d sin juzgar y que por ello no deje de ser firme, que ponga los
lmites cuando son necesarios dejando a un lado la permisividad.
La sexualidad de madre es, de nuevo, una entrega total, pero no tanto una entrega hacia la
pareja, como hace Bruja, sino a la vida. Si hay algn momento en el que la mujer sienta algo
parecido al impulso animal del celo, ese se dar durante la fase de la ovulacin. Aunque las
mujeres nos desligamos del estro hace algunos milenios, es cierto que durante la ovulacin
el aumento de las hormonas hace que olamos de manera diferente, un olor no percibido de
manera consciente pero s percibido por el cerebro reptiliano, sobre todo del macho que,
inconscientemente, siente la llamada. Es el recurso de la naturaleza para asegurarse de que
durante este periodo haya una atraccin entre los sexos y un contacto sexual entre ellos sin
el cual la vida no se reproducira.
Vitalidad y transcendencia estn tambin presentes en Madre en apoyo a las otras lneas.
Las vivencias de sexualidad en Madre, al ser de entrega, sern igualmente transcendentes,
as como las de creatividad. Por otro lado, la vitalidad se ver baada de mucha afectividad.
Hechicera creadora
Despus de la luna llena, la luz solar reflejada en la luna comienza a menguar. Con el
descenso de la luz, llega Hechicera.
Hechicera es otoo, es ocaso, es cambio, es aire. Hasta este momento todas las acciones del
ciclo iban encaminadas a la fecundacin pero si hechicera llega es que esto no ha ocurrido.
Hechicera aparece cuando el momento de fertilidad ha concluido, cuando el vulo ya no
puede ser fecundado pero an est dentro del tero, ocupando un lugar, y an no se ha
deshecho. Hechicera trae los restos de la energa creativa que claman por salir sin importar
la forma, sin necesitar objetivos: es energa que necesita simplemente salir.
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Hechicera implica el comienzo del descenso. La transmutacin que provoca es de la luz a la
oscuridad. Es la cara opuesta de Virgen, la mujer madura, la mujer menopusica, la que a
pesar de sus aos y de no ser biolgicamente frtil, an le queda mucha energa y muchas
cosas que crear. Hechicera trae la necesidad de darle otra forma a lo que podra haber
sido...
En su sexualidad Hechicera busca el disfrute por el disfrute. Est en la fase infrtil del
ciclo y an tiene actividad y mucha energa. Por ello, es la fase idnea para atrevernos a
hacer lo que en otros momentos deseamos pero nos da vergenza o miedo. A Hechicera
no la paraliza la posibilidad del rechazo. La sexualidad, origen de la energa creativa, es una
herramienta perfecta para liberar la carga energtica de Hechicera.
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La afectividad es una lnea tambin importante. Hechicera, como Virgen, tiene facilidad
para sacar la parte crtica y entrar en conflicto. Desarrollar la afectividad podr mermar las
altsimas exigencias para con ella y con los dems.
Por ltimo, transcendencia es una lnea que est completamente presente en esta fase sin
tener vivencias especficas. Es la lnea que marca la forma de vivir tanto la creatividad como
la sexualidad de Hechicera. Por ello estar presente a travs de la msica en las vivencias
nombradas anteriormente.
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1. 4. Relacin del ciclo menstrual con otros elementos de la
naturaleza.
Cuatro son las fases definidas del ciclo menstrual, al igual que cuatro son los elementos en
nuestra cultura y cuatro son las estaciones del ao que vivimos en esta zona del mapa.
Los elementos, como representantes de la naturaleza, como elementales que son de ella,
simbolizan aspectos presentes en cada uno de nosotros como parte de la naturaleza que
somos. Algunas personas pueden tener ms desarrolladas las caractersticas del elemento
Tierra, otros del Aire, y as seguir sus das. Pero tener las caractersticas de uno de ellos no
nos hace estar completos ni equilibrados. En algn momento podemos necesitar el impulso
del Fuego, en otros la fluidez del Agua y, en otros, el pragmatismo de la Tierra. Si nos
quedamos solo en uno de ellos perdemos la posibilidad de abundancia que la naturaleza
nos ofrece.
Igual sucede con las fases del ciclo menstrual. Algunas mujeres pueden tener ms
desarrollada a Madre y cuando llega Bruja no saben qu hacer, cmo comportarse, y en
lugar de cuidarse a s mismas siguen cuidando a los dems. De actuar as llegar un
momento en que, de no reponer, ya no tengan ms que dar.
Adems de la similitud en cuanto al beneficio de tener las cuatro fases y los cuatro
elementos integrados, cada fase del ciclo tiene mayor relacin con uno de los elementos36.
Bruja, la primera fase del ciclo, la que va a lo hondo de las profundidades de nuestro ser,
contiene sobre todo Agua. Es el momento de ralentizar, de ir hacia dentro. Es el momento
de conectar con las emociones. Es la fase Yin del ciclo.
El Agua aporta a Bruja sobre todo fluidez y emocionalidad. Coincide adems con la
oscuridad, con la ausencia de luz, con lo profundo.
Virgen contiene sobre todo Fuego. Es la fase Yang del ciclo, la de la accin, la
determinacin. Virgen tiene la energa de comenzar a hacer cosas, la disposicin, el mpetu.
Es la herramienta a travs de la cual Virgen se focaliza en manifestar sus intenciones.
El Fuego aporta adems a Virgen pasin, entusiasmo y el juego de la seduccin que la hace
poder ser irresistible.
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Yang en la misma medida. Es una fase que, si nos permitimos adentrarnos en ella, aporta
mucha integridad.
Tierra aporta a Madre, adems de la capacidad de nutrir y acoger en ella, pragmatismo para
situarse en su justa medida y no pecar, como se explicaba anteriormente, de permisividad ni
de juicios. Aporta tambin arraigo as como una sexualidad ms primordial.
Hechicera contiene sobre todo el elemento Aire. Es el momento del cambio, del inicio de
la transformacin. Es una fase en la que las energas Yin y Yang comienzan a tambalearse y,
como les sucede a las hormonas, estn en una continua oscilacin.
El Aire hace que Hechicera remueva su mundo para ver, para encontrar, para sacar la
basura acumulada y ocultada durante el ciclo. Le aporta tambin la capacidad de
inspiracin, el mpetu de soar por soar y crear por crear, sin ms fin que el propio medio.
Hechicera, tan compleja e inesperada, contiene asimismo al elemento Fuego, sobre todo en
la sexualidad. El Fuego le aporta la pasin desbordante y la capacidad de seduccin que
tienen Hechicera sobre cualquiera de las otras fases.
Al igual que le ocurre a Hechicera, las dems fases incluyen asimismo a su elemento
opuesto. De esta manera, Bruja sin el calor del fuego se ahora, Virgen sin un poco de aire
no sera tan juguetona y Madre sin agua no sera tan afectiva.
Una vez un querido amigo y compaero de la formacin para facilitadores de biodanza nos
explic que la luz de la luna llena no era ms que el regalo del astro rey Sol que nos permite
contemplar su luz sin daarnos los ojos. Esta historia me hizo recordar que la luz de la luna
no es ms que la luz del sol reflejada en ella, por lo que los efectos que produce en la luna
son a lo largo del mes similares a los que produce el sol a lo largo del ao:
- Luna creciente (pre-ovulacin): luz en aumento como aumentan las horas e
intensidad del sol durante la primavera. Tanto Virgen como primavera son los
momentos de comenzar nuevos proyectos, de llevar a cabo nuevas ideas, de
ponernos manos a la obra.
- Luna llena (ovulacin): la mxima capacidad de iluminacin de la luna. Al igual que
durante el verano el sol est en su punto ms lgido, con ms horas de luz y la
mayor intensidad, durante la luna llena esta disfruta de su mayor luminosidad.
Madre se iguala al verano en la conexin con la madre tierra, con el disfrute de su
abundancia y de los regalos que ella nos brinda.
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- Luna menguante (pre-menstruacin): la luz de la luna, como la del sol en otoo,
comienza a menguar. Hechicera y otoo coinciden en que son momentos de
cambio, momentos de revisar y de sacar a flote lo que estamos ocultando que ya no
nos sirve.
- Luna nueva (menstruacin): la luna desaparece pues el sol no la refleja, aspecto en
el que coincide con el invierno, la poca de mayor oscuridad del ao. Bruja e
invierno son, ambos, el viaje hacia dentro, el momento para estar en conexin
ntima. El momento del descanso.
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En otoo e invierno, los rboles envan su energa a sus races, bajo tierra,
donde hay una intensa actividad y revitalizacin aunque no lo veamos. Durante
la fase ltea del ciclo menstrual, que sigue a la ovulacin, nuestras energas
bajan a lo profundo de nuestras races para que podamos hacer balance y
prepararnos para el siguiente ciclo de crecimiento exterior en el mundo. (...) La
segunda mitad del ciclo menstrual y el otoo son periodos en que la marea
est baja y todo lo que no queremos ver en el lodoso fondo de la baha est al
descubierto a la vista de todos. (2010: 192-194)
Las mujeres, afirma la doctora, hemos de aprender a prestar atencin a la informacin que
se nos ofrece en estos periodos del mes y del ao, una informacin que puede ser un rico
abono vegetal para un nuevo crecimiento en nuestra vida una vez que regrese la poca de
luz.
La garza
Coro de caa divino
BRUJA AGUA INVIERNO TRANSCENDENCIA Exaltacin de la
Sexualidad presencia
Autoacariciamiento
Poner lmites
VIRGEN FUEGO PRIMAVERA VITALIDAD Danza de seduccin
Sexualidad P.G. Determinacin
Danza de la amistad
Trance rtmico
Remarentalizacin37
MADRE TIERRA VERANO AFECTIVIDAD Sincronizacin de
Sexualidad teros
Subirse al sueo de la
otra
Danza de Shiva
HECHICERA AIRE OTOO CREATIVIDAD Lluvia de caricias
Sexualidad Danza de creatividad
existencial
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Captulo 2: Efectos de la biodanza en la integracin del
ciclo menstrual.
2. 1. En las otras.
De febrero a mayo de 2013 llevamos a cabo el ciclo de biodanza Las 4 caras de la luna
con un grupo experimental. Realizamos un intensivo de un fin de semana de duracin cada
mes danzando una fase del ciclo en cada ocasin. La fecha de realizacin coincida con la
fase de la luna correspondiente a la fase del ciclo que se trabajara.
El grupo inicial estuvo formado por 17 mujeres, de las cuales 4 completaron el ciclo en su
totalidad. Del resto, 8 participantes realizaron 3 fases, 2 realizaron 2 fases y otras 2
realizaron una. Todas, incluyendo las que realizaron una nica fase, afirman haber sentido
cambios en su forma de vivir y sentir el ciclo menstrual despus de las sesiones de
biodanza.
De forma general, los cambios que ms rpidamente se manifestaron fueron los fsicos. Del
primer intensivo al segundo ya muchas de las participantes afirmaban haber tenido un ciclo
con menos molestias y una menstruacin menos dolorosa. Algunas incluso afirmaron
haber descubierto su tero, haberlo sentido durante el ciclo fuera de las fases en las que
este se manifiesta con dolorosas contracciones: sintieron lo que definieron como un
placentero calor que se desprende de l.
Otros efectos que no tardaron en aparecer fueron los emocionales, sobre todo los
relacionados con el sndrome premenstrual. Este prcticamente desapareci en aquellas
participantes que lo sentan ms acusado. Desapareci, sobre todo, la irascibilidad y la
susceptibilidad.
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dar salida a esa potente energa. Algunas afirmaron reconocer en la rabia sentida durante la
premenstruacin esa energa creativa no canalizada.
Con estos efectos, con estos cambios, las participantes estaban ms que satisfechas. Menos
dolores, ms conexin interna y externa, ms compresin del ciclo, ms bienestar... Pero
aqu no qued todo, sino que los efectos del trabajo fueron mucho ms all, sobre todo en
aquellas que completaron el ciclo o que casi lo completaron.
Una de ellas, a las puertas de la menopausia, afirm que se senta ms capaz que nunca de
parir lo que quisiera. Otra, dos meses despus de terminar el ciclo y despus de dos
abortos, qued embarazada, un embarazo que an contina sin ningn problema. Otra,
enganchada a una vida de auto exigencia y estudio, se permiti por primera vez en sus 35
aos vivir un verano de descanso, de no hacer nada, sin culpabilizarse por ello. Otra (y
otra, y otra, y otra), al mes de iniciar el ciclo, le dijo a su madre por primera vez en sus
tambin 35 aos que la quera y que la honraba como mujer. Eran, en todas, palabras
salidas del alma. Otra, la que se senta patito feo, encontr su lugar en la tribu, su espacio
rodeada de mujeres... Otra dijo haber cambiado completamente su visin de las mujeres
mayores, de las mujeres ancianas, ante las que casi se arrodillaba al verlas pasar por la
calle... Otra, y otra, y otra, y otra, sintieron que el parir no se reduce nica y exclusivamente
a tener hijos... Y aqu seguro que tampoco termina todo sino que los cambios y los efectos
continan, estoy segura de ello...
2. 2. En m.
Cuando me puse por primera vez delante del ordenador para preparar las sesiones de Las 4
caras de la luna, fui consciente de que iba a hacer danzar algo que yo no haba danzado...
Entonces sent envidia, sagrada envidia, y curiosidad por eso que ellas iban a hacer, a la vez
que miedo, miedo por proponer algo que, de esa forma, yo no haba hecho nunca. O s.
Nunca he trabajo con ciclo menstrual desde la biodanza, al menos no con intencin. A la
hora de preparar las sesiones, de pensar en cmo sera el trabajo, fui recopilando los efectos
de la biodanza en estos cinco aos de prctica de los que era consciente y rescatando
aquellos que senta podan ayudar a la integracin del ciclo menstrual. Buscaba de entre
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mis recuerdos eso que yo pensaba que me hubiera venido bien danzar antes de comenzar
mi trabajo de conocimiento del ciclo para integrarlo. En este proceso me ayud muchsimo
haber entrado en conexin con los ciclos de la vida a travs de Biodanza y las cuatro
estaciones. A mi manera, de forma ms bien intuitiva, relacion cada estacin con cada fase
del ciclo menstrual. De esta forma, cogiendo de un lado y cogiendo de otro vi claro todo lo
que biodanza poda ofrecer a la integracin del ciclo menstrual y de la naturaleza cclica
femenina.
Descubrir el ciclo de la naturaleza en las estaciones a travs de biodanza fue el primer paso
para descubrir el ciclo de la naturaleza en m. Sentir la necesidad de descansar, la necesidad
de limpieza, la madre tierra y la primavera activa fue despertando a las cuatro mujeres que
habitan dentro de m. Despus lleg la teora, las explicaciones y las palabras que me
ayudaron a ponerle conciencia a todo esto y a conocerme mejor como mujer.
He sentido todos y cada uno de los efectos nombrados anteriormente. Reglas sin molestias,
calor en el tero, humor mucho ms estable, incluso cambio de la percepcin de las
curvaturas de mi cuerpo... Siento perfectamente cuando llega la que pide, la que da, la que
se queja, la que se asla, la que corre, la que duerme, la que crea, la que transciende... y a
todas intento hacerle un hueco.
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MANDALA LUNAR QUE RELACIONA LAS FASES DEL CICLO MENSTRUAL
CON LAS ESTACIONES DEL AO Y CON ALGUNAS FESTIVIDADES.
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Palabras finales
Puede que hayan pasado horas, das, semanas, incluso meses desde el inicio de la lectura de
este texto. Puede, incluso, que nadie lo haya terminado. Para m han pasado un par de
horas desde que escrib las palabras previas. Cosas de las manas.
Antes de cerrar el libro si esto llegara algn da a ser un libro...!, me gustara robarle
unos minutos ms a quien quiera est leyendo estas palabras cmo si el tiempo se pudiera
robar! .Antes aviso de que los quiero nicamente para hacer explcito porqu es
importante para m todo esto.
Para m es importante estar y trabajar con mujeres porque me siento parte de la historia.
Cuando unimos nuestras manos en ronda siempre, siempre, siempre me siento ancestral.
Recuperar los grupos de mujeres, reunirme solo con mujeres es para m una forma de sanar
ese pasado histrico en el que se quemaron y ahorcaron a miles de mujeres, puede que
hasta millones, por el simple hecho de estar juntas. Las reuniones de vecinas fueron
prohibidas durante la caza de brujas porque las mujeres ganamos poder en compaa de
otras.
Es importante que otras mujeres reconozcan y redescubran el ciclo menstrual porque cada
una suma un grano ms de arena, una mona ms y hasta llegar a la centsima an quedan
unas cuantas38.
Es esencial vivir los ciclos ya sean los del sol, la luna, los planetas, las granadas o los
abejarucos, porque avanzar no siempre significa ir en lnea recta.
Porque es la primera vez en mi vida que siento que esto es lo que me ha tocado hacer con
un sentir que va ms all de mi deseo, necesidad o carencia.
Por todo esto y por muchas otras cosas a las que no puedo ni quiero poner palabras...
91
Bibliografa (y filmografa)
92
- LERNER, Gerda (1990): La creacin del patriarcado, Barcelona: Editorial Crtica.
- MIRANDA, Nerea (2013): Habitando nuestro cuerpo. Un proceso de transformacin interior,
Bilbao: Flash Composition.
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- NORTHRUP, Christiane (2010): Cuerpo de mujer, sabidura de mujer, Barcelona:
Urano.
- OWEN, Lara (2008) Her blood in gold, Wimborne: Archive Publishing. Las citas
procedentes de este libro son traducciones propias.
- RODRIGEZ BUSTOS
(2010): Asalto al Hades. La Rebelin de Edipo. 1 Parte. Edicin digital.
(2008): La sexualidad y el funcionamiento de la dominacin. Edicin de la autora.
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Biodanza, Santiago de Chile: Editorial Cuatro Vientos.
Definicin de Biodanza y Modelo terico, Cuadernillo del 1 Mdulo de
Formacin para Facilitadores de Biodanza SRT.
Inconsciente Vital y principio biocntrico, Cuadernillo del 2 Mdulo de
Formacin para Facilitadores de Biodanza SRT.
- WOOLF, Virginia (2008): Una habitacin propia, Barcelona: Seix Barral.
- ZAMBRANO, Mara (2007): El hombre y lo divino, Madrid: FCE
93
Las poetas
- SANZ, Mara en JIMNEZ FARO, Luz Mara (2002): Poetisas espaolas. 4, De 1976
a 2001, Madrid: Torremozas.
94
Notas
siempre es una medida exacta y la menstruacin y el ciclo menstrual es la menos regla de las reglas.
Enriqueta Barranco, Ginecloga y Dra. en Ginecologa de la Universidad de Granada, en
http://www.youtube.com/watch?v=r5x9Zjotj8o
5 Me encantara hablar aqu de las teoras que explican como Eva es una figura que se implant con la
pretensin de aglutinar el vasto repertorio de mujeres en las mitologas de las sociedades solidarias, pero este
no es el lugar para ello. Ms informacin en el libro de Riane Eisler El cliz y la espada.
6 Los tampones, adems de estar blanqueados con leja, son causantes de sndrome del shock txico, un
sndrome que afecta alrededor de 3 mujeres de cada mil y que en el 50% de los casos puede causar la muerte.
7 En el documental La luna en ti realizado por la italiana Diana Fabinov vemos a un gineclogo brasileo
afirmando que la menstruacin no tiene sentido biolgico por lo que es una ayuda a la humanidad hacerla
desaparecer. Para ello ha configurado un medicamento que la reduce a tres sangrados anuales. An no hay
estudios fiables sobre los efectos secundarios de este tratamiento pero, a pesar de eso, hay mujeres que lo
toman.
8 Al igual que sucede con el corazn, el tero se fortalece y ejercita mediante ejercicios concretos. Estas ideas
estn ampliamente explicadas desde la perspectiva biolgica y antropolgica por Casilda Rodrigez Bustos
en Asalto al Hades. La rebelin de Edipo. 1 parte.
9 Son mayoritariamente mujeres las diosas de la luna y de la oscuridad en diferentes culturas. Algunos
ejemplos son Selene (Grecia), Diana (Roma), Isis (Egipto), Mama Quila (inca), Itxel (maya), Coyolxauhqui
(azteca) entre otras muchas.
10 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/06/ciencia/1370514395.html
11 Segn una investigacin de Christian Cajochen en el Hospital Psiquitrico de la Universidad de Basilea en
Suiza, el aumento de melanina provocado por la luz de la luna llena parece ser el causante de que el sueo
durante esas noches sea hasta un 30% menos profundo de lo habitual. Es probable que la misma melanina
sea la que informa al vulo de que es un buen momento para salir del ovario ya que experimentos en los que
se ha expuesto a mujeres a una luz que simulaba la de la luna llena tres noches seguidas durante meses las ha
llevado a ovular durante los das de exposicin.
12 Se unen a la Dra. Northrup Miranda Gray y Lara Owen entre otras.
13 Este mismo poder, que no es ms que el poder del conocimiento, es por el que miles de mujeres fueron
quemadas en hogueras acusadas, primero, de ejercer medicina y, despus, de brujera. Para conocer ms en
detalle sobre lo que haba detrs de la caza de brujas remitirse a Silvia FEDERICI (2010): Calibn y la bruja.
Mujeres, cuerpo y acumulacin primitiva, Traficantes de sueos, Madrid.
14 Las Diosas vrgenes de las que habla Shinoda Bolen son Atenea, Artemisa y Hera. Las tres, aunque
especialmente las dos primeras, gozan en vida del reconocimiento paterno, motivo por el cual se comprende
que no les sea difcil desarrollar las cualidades consideradas yang o masculinas ms fcilmente que a otras
Diosas. Frente a ellas, Shinoda Bolen presenta a las Diosas vulnerables, aquellas cuya forma de sentirse a s
mismas depende directamente de otra persona. El centro de su vida no es ocupado por ellas mismas sino que
es cedido a otra persona como puede ser el marido, en el caso de Hera, o los hijos-padres, en el caso de la
dada Demter-Persfone. Por ltimo, Shinoda Bolen presenta a Afrodita, la Diosa alqumica, capaz de
transformar en luz aquello sobre lo que pone su atencin: la Diosa que irradia y contagia con su propia luz.
15 Mara Zambrano defina la envidia como mal sagrado que custodia la integridad. La pensadora Nieves
Muriel entiende que las palabras de Zambrano hablan de la capacidad de la envidia de hacer sentir al s mismo
aquello que le falta, aquello de lo que carece y los lmites ante lo otro. En "Para una historia del amor" en el
hombre y lo divino.
16 Gracias, Diego, siempre, por tantas sabias palabras...
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17 Al buscar ms informacin sobre la autora para este trabajo, me sorprendo al descubrir su reciente
fallecimiento en julio de 2013. Espero que est donde est se encuentre en paz. Su libro, Eva al desnudo, ha
supuesto para m un antes y un despus en la forma de ver la evolucin humana. Gracias, eternamente
gracias.
18 Lilith aparece en el Antiguo Testamento como la primera mujer de Adn. Fue expulsada del paraso por no
querer someterse a l en las relaciones sexuales. Lilith quera estar encima de Adn para buscar su mximo
disfrute. Ante su negativa de cambiar de postura fue expulsada y repudiada.
19 Con la menarqua te encuentras con tu sabidura y con el sangrado menstrual practicas tu sabidura, y
procedentes de ciudades hasta empleadas de hogar o amas de casa de pueblos. Todas ellas conocan el
trmino menopausia. Es igualmente curioso que no se conozca bien la forma correcta de escribirla pues he
encontrado muchas referencias a menarqua, en lugar de menarquia.
21 Este dato llam mucho mi atencin ya que se me present como una clara muerta de que las necesidades
del cuerpo femenino se encuentran enfrentadas a las tendencias y la moda. Las chicas se preocupan cada vez
ms por estar delgadas, muy delgadas, y la guerra contra la grasa es tal que el mercado no para de lanzar
productos estrella que la hagan desaparecer. Comprender que la grasa es un elemento esencial para la
fecundacin y, con ello, para la continuacin de la especie humana y ver cmo se le ha declarado socialmente
la guerra es una muestra del estado de irracionalidad e inconsciencia en el que vivimos.
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En nuestra sociedad industrializada an quedan resquicios de estos rituales de paso entre la infancia y la
adolescencia. Para los catlicos es muy importante el rito de la primera comunin. Entre varios pases
latinoamericanos es la fiesta de los 15 aos la que esperan todas las chicas para ser reconocidas como
jovencitas por la sociedad. Quin sabe el origen verdadero de estos rituales. Hasta donde he podido llegar en
mi investigacin, la primera comunin podra ser una reminiscencia de un ritual celta ligado, precisamente, al
despertar de la pubertad. En l las jvenes se vestan de blanco y los nios de guerreros y se festejaba como el
momento de entrar a formar parte de la comunidad. Llevaban ramos de flores y ofrendas y coman alimentos
sagrados, lo cual nos puede recordar a lo que en la actualidad sigue sucediendo en las iglesias. La fiesta de 15,
al parecer, podra ser tambin una reminiscencia de un ritual indgena donde las nias jvenes pertenecientes
a las tribus eran entregadas al jefe una vez llegada la menarquia. El jefe, en el ritual, las acceda carnalmente, y
as las jovencitas daban su paso de la niez a la adultez.
23 Segn Casilda Rodrigez ms que matriarcado el trmino apropiado sera matrstica ya que
matriarcado implica una jerarqua en la que el gnero femenino era considerado superior al masculino, lusto lo
opuesto a patriarcado. Frente a esto, las sociedades a las que se refiere la Doctora Northrup parecen
caracterizarse por ausencia de jerarqua: eran sociedades en las que ambos sexos eran considerados iguales y
los puestos de poder los ocupaban tanto hombres como mujeres. Achaco la confusin en el uso del trmino
matriarcado a la traduccin.
24 De nuevo, considero el empleo de esta palabra un desliz de la cultura de la traductora. En lugar de se
asla sera ms acorde a la realidad de la cultura de la que se habla se aslan. No es que sean separadas de la
tribu en esos das, sino que son la propias mujeres las que se separan.
25 En http://www.plano-creativo.com/la-sangre-menstrual-es-sagrada-respuestas-de-alejandro-jodorowsky-
relacionadas-con-la-menstruacion-y-otros-articulos/
26 Video creacin con dibujos hechos con sangre menstrual. Se puede ver en
http://menstrala.blogspot.com.es
27 Creo importante destacar la diferencia entre deseo y necesidad. Explica Casilda Rodrigez que el impulso
que mueve el deseo es el amor. Frente a este, el impulso que mueve la necesidad es la carencia. La sociedad
patriarcal ha cambiado amor por necesidad al educar desde la carencia, no desde el deseo.
28 Es importante marcar la diferencia entre sociedades matrsticas y matriarcales. El matriarcado, al igual que
el patriarcado, supone la supremaca de un gnero sobre el otro. Frente a esto hablamos matrstica, sociedades
en las que ambos sexos eran considerados iguales, en la que no exista la jerarqua de uno sobre otro y los
puestos de poder los ocupaban tanto hombres como mujeres.
29 Ver Victoria Sau, Madre no hay ms que ninguna.
30 Las dos citas proceden de RODRIGEZ, 2010: 43.
31 Laura Gutman en su maravilloso libro La maternidad y el encuentro con la propia sombra (2003, Nuevo Extremo,
Buenos Aires) explica detenidamente la fusin del cuerpo de la madre y el beb durante el puerperio.
32 La gran descubridora de estos restos, sobre todo la gran impulsadora a la hora de darles una interpretacin
que se saliera de nuestros preceptos patriarcales, fue la arqueloga Marija Gimbutas. Todas sus
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interpretaciones en relacin a una sociedad en la que lo femenino era reconocido como sagrado estn
recogidas en sus libros Diosas y dioses de la antigua Europa y El lenguaje de la Diosa.
33 Riane Eisler en el interesante libro El cliz y la espada, (2003, Cuatro Vientos Editorial, Santiago de Chile)
presenta la diferencia entre las que ellas denomina sociedades dominadoras y sociedades solidarias. Nuestra
sociedad patriarcal sera un ejemplo de sociedad dominadora, pues no es nicamente la dominacin del
hombre sobre la mujer, tambin es la del rico sobre el pobre, y la el blanco sobre el negro.
34 Este es un aspecto que me hubiera gustado desarrollar pero, a riesgo de extenderme demasiado y salirme
del tema principal, he decidido dejarlo aparcado. nicamente anotar que la ocultacin de la madre por el
patriarcado es fcilmente visible ya desde el mismo nombre del sistema, el cual hace referencia a la figura
paterna. Otro aspecto que apunta a la ocultacin es el hecho de que las tres religiones monotestas, las tres
pertenecientes a sistemas sociales patriarcales, presentan como figura de la cual descendemos los humanos a
un hombre, un padre. Mi sobrino, de 7 aos, me pregunt un Jueves Santo, despus de haber visto muchas
procesiones a lo largo de su vida, por qu no sala Cleopatra en ellas, pues si sala Mara, que es la madre de
Jess, tendra que salir Cleopatra, quien crea ser madre de Dios. Con 7 aos el nio echaba en falta a la
madre de Dios, pues si TODO SER procede de una madre, Dios tambin tendra que tener una.
35 Segn la estudiosa Victoria Sau, el padre patriarcal convierte a la madre oculta en algo as como un padre en
funciones para conseguir as la supremaca paterna hasta el punto de que la madre deja de existir pues esta no
hace ms que sustituir al padre. Esto conlleva consecuencias gravsimas en lo que a los principios de Biodanza
respecta, pues es la forma en la que todo lo femenino que la madre podra aportar queda completamente
anulado, tanto en la madre como en la nueva vida a criar. Este es otro aspecto, ntimamente relacionado con
el anterior, en el que me hubiera gustado detenerme. Para ms informacin consultar en la bibliografa
Victoria Sau.
36 Muchas son las formas de entender las relaciones entre los elementos y otros factores como pueden ser las
estaciones, los puntos cardinales o, en este caso, las fases del ciclo menstrual. La Magia Wicca asocia el este al
aire, el oeste al agua, el norte a la tierra, y el sur al fuego. La antigua filosofa china, por otro lado, asocia sus
cinco elementos de la siguiente manera: el norte al agua, el sur al fuego, el este y el sureste a la madera, el
oeste y el noroeste al metal y el noreste y el suroeste a la tierra.
37 Termino de Nerea Miranda en Habitando nuestro cuerpo para la vivencia de reparentalizacin haciendo ms
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