1 Tesalonicenses 2:1-7
En el día de hoy, amigo oyente, llegamos al capítulo 2 de esta Primera epístola a los Tesalonicenses. En nuestro Bosquejo General, presentado en la introducción a este libro, hemos titulado a este capítulo "La venida de Cristo es una esperanza activa". Recordemos que en el primer capítulo de esta carta, titulado "La venida de Cristo es una esperanza inspiradora" hemos visto que el evangelio había sido recibido por los Tesalonicenses en medio de una gran aflicción.
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1 Tesalonicenses 2:1-7
En el día de hoy, amigo oyente, llegamos al capítulo 2 de esta Primera epístola a los Tesalonicenses. En nuestro Bosquejo General, presentado en la introducción a este libro, hemos titulado a este capítulo "La venida de Cristo es una esperanza activa". Recordemos que en el primer capítulo de esta carta, titulado "La venida de Cristo es una esperanza inspiradora" hemos visto que el evangelio había sido recibido por los Tesalonicenses en medio de una gran aflicción.
1 Tesalonicenses 2:1-7
En el día de hoy, amigo oyente, llegamos al capítulo 2 de esta Primera epístola a los Tesalonicenses. En nuestro Bosquejo General, presentado en la introducción a este libro, hemos titulado a este capítulo "La venida de Cristo es una esperanza activa". Recordemos que en el primer capítulo de esta carta, titulado "La venida de Cristo es una esperanza inspiradora" hemos visto que el evangelio había sido recibido por los Tesalonicenses en medio de una gran aflicción.
1 Tesalonicenses 2:1-7
En el día de hoy, amigo oyente, llegamos al capítulo 2 de esta Primera epístola a los Tesalonicenses. En nuestro Bosquejo General, presentado en la introducción a este libro, hemos titulado a este capítulo "La venida de Cristo es una esperanza activa". Recordemos que en el primer capítulo de esta carta, titulado "La venida de Cristo es una esperanza inspiradora" hemos visto que el evangelio había sido recibido por los Tesalonicenses en medio de una gran aflicción.
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1 Tesalonicenses 2:1-7
En el da de hoy, amigo oyente, llegamos al captulo 2 de esta Primera epstola a los
Tesalonicenses. En nuestro Bosquejo General, presentado en la introduccin a este libro, hemos titulado a este captulo "La venida de Cristo es una esperanza activa". Recordemos que en el primer captulo de esta carta, titulado "La venida de Cristo es una esperanza inspiradora" hemos visto que el evangelio haba sido recibido por los Tesalonicenses en medio de una gran afliccin. Pero tambin comprobamos los resultados de la predicacin del apstol Pablo, en que aquellos fieles creyentes se haban apartado de la idolatra para volverse a Dios. Y esa relacin que tenan con Cristo les haba convertido en un ejemplo para los cristianos de aquella poca en otras ciudades del imperio Romano. En los primeros 6 versculos de este captulo se expone "el motivo y mtodo de un verdadero testigo de Jesucristo". Y a partir del versculo 7, comenzaremos hoy a considerar "El aspecto maternal del ministerio del apstol Pablo", expresado en el consuelo que l les proporcion a los Tesalonicenses. La venida de Cristo para recoger a Su Iglesia ha sido llamada "el arrebatamiento de la Iglesia". Y no es una doctrina para discutir, sino una doctrina para vivir. Hay muchas personas que creen que Cristo vendr a recoger a la Iglesia despus de la Gran Tribulacin. Hay quienes piensan que vendr antes, como creemos nosotros, y otras que creen que vendr durante ese perodo de tiempo. Y aun, otros creen que no vendr en absoluto, y sin embargo manifiestan creer en El como su Salvador. Ahora bien, para todos estos grupos que hemos mencionado, se plantea una pregunta importante: cmo afecta su interpretacin de la venida de Cristo a su vida? La influencia de alguna manera? Estimado oyente, si su punto de vista sobre este tema no tiene efecto alguno sobre su vida, entonces usted debera reconsiderar lo que usted cree. La expectativa del retorno del Seor tendra que ser un factor motivador en la vida del creyente. Leamos entonces el primer versculo de este captulo 2 de 1 Tesalonicenses, que comienza a exponer
El motivo y mtodo de un verdadero testigo de Cristo
"Vosotros mismos sabis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no fue en vano" Ahora, esa ltima palabra "vana" quiere decir "vaca", "sin resultados". Pablo quiso decir: "Cuando nosotros os visitamos no fue simplemente para presentaros alguna proposicin terica. No llegamos para afirmar algo nuevo y novedoso, que no os afectara en nada. Nuestra intencin no fue entreteneros por un tiempo, para luego irnos". La obra de Pablo no fue intil. Cuando l lleg a Tesalnica, impact a muchas personas, llevndolas al conocimiento salvador de Jesucristo. Y ello caus la existencia de una iglesia. As fue que l estaba hablando meramente de una teora, o de una filosofa, sino de algo que realmente fue eficaz en Tesalnica. El evangelio circul por las calles de esa ciudad y penetr en los corazones, en las vidas, y en los hogares de hombres y mujeres. Y despus, Pablo continu diciendo en el versculo 2: "Pues habiendo antes sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabis, Dios nos dio valor para anunciaros su evangelio en medio de una fuerte oposicin." Ahora, la palabra "oposicin" que se utiliza en este versculo, proviene del original "agoni", que dio lugar a la palabra "agona". Es decir, que fue con mucho conflicto; que l vivi con mucha agona interior entre ellos. Pablo dijo que haba sido vergonzosamente tratado en Filipos. Tenemos informacin de ello en el relato de Los Hechos 16. Pero, que cuando l lleg lo hizo con valor. En otras palabras, no disminuy el ritmo de sus actividades a causa de su experiencia previa. No present el mensaje de otra forma, quitndole importancia. Habiendo pasado por esa terrible experiencia en Filipos, Pablo no dijo: "Bueno, ahora voy a cambiar la manera de presentar mi mensaje. Voy a proclamar el evangelio con ms tacto y menos abiertamente. No. Pablo no era un creyente secreto, sino que habl abiertamente, de forma directa, tal como lo haba hecho en Filipos. Hubiera sido muy fcil para el apstol racionalizar esta situacin. l podra haber decidido que era mejor ser ms cuidadoso, para poder ganar amigos e influenciar a la gente. El tacto excesivo y la publicidad discreta no eran el mtodo de Pablo. El difundi el evangelio valientemente y sus experiencias no afectaron a su forma de presentarlo. As fue cmo el se present a los Tesalonicenses y convivi con ellos, exponindoles la Palabra de Dios. Estimado oyente, si a usted le pidieran que eligiera, qu sermn de Pablo elegira como el mejor? Bueno, si hiciramos una encuesta, obtendramos respuestas diversas, y con toda la razn. Podramos mencionar varios sermones. Recordamos el gran sermn en Damasco, despus de su conversin. El sermn pronunciado ante Sergio Paulo, en la isla de Chipre, cuando comenz con su actividad misionera. Despus tenemos el sermn predicado en la sinagoga de Antioquia de Pisidia, durante su primer viaje misionero, considerado por nosotros como uno de sus mejores sermones. Despus recordamos tambin los sermones de Atenas en la colina de Marte, en Efeso en la escuela de Tirano, y el de su defensa en Corinto. Creeemos que todos ellos fueron muy importantes. Alguien podra quizs elegir el mensaje que pronunci en Jerusaln cuando fue detenido, o su disertacin cuando fue llevado ante Flix, Festo y Agripa. El que pronunci ante Agripa fue una obra maestra. Y despus tambin recordamos su discurso de despedida en la playa ante los ancianos de la iglesia de Efeso. En cada sermn el siempre present a Cristo, a Su muerte, a Su resurreccin. Si tuviera que elegir el sermn ms destacado de Pablo, no optara por ninguno de los mencionados. En cambio, elegiramos su vida en Tesalnica. Su sermn ms importante no fue presentado por escrito o de forma verbal, sino a travs de su vida diaria. No consisti en una exposicin, sino en su experiencia. No fue su profesin, sino su vida prctica. Su texto lema fue tomado de Santiago 2:26, que nos recuerda que la fe sin obras, est muerta. El logr que su mensaje fuera convincente para sus oyentes en el pavimento de las calles de Tesalnica. Es que cada creyente es, en cierto sentido, un predicador. Quizs a algunos no les agrada que les califiquen de esta manera pero, sin embargo, as es. Usted no puede eludir esa responsabilidad, porque est comunicando algo por la clase de vida que vive. Quizs su vida est dicindole algo al hijo o hija en el hogar. Una de las razones por las cuales hay tantos jvenes desorientados, sin motivaciones, que se entregan a lo primero que les atraiga o resulte original, se debe a lo que les han transmitido sus padres. Recordemos que el sermn ms importante que uno jams predicar surgir de la vida que vivimos. Ahora, veremos que Pablo iba a decirnos algo sobre el sermn que predic en Tesalnica en los versculos 3 al 6, y entonces describi la relacin que tena con los creyentes de esa ciudad. El fue para ellos como una madre en el sentido que los consol, como veremos en el versculo 7; fue para ellos como un padre, porque los aconsej, como veremos en el versculo 11, y tambin fue como un hermano para los Tesalonicenses, porque les present un desafo, como veremos en el versculo 14. Pero leamos ahora el versculo 3 de este primer captulo de esta carta: "Nuestra exhortacin no procedi de error ni de impureza, ni fue por engao." El contenido de la exhortacin del apstol Pablo no estaba adulterado. Pablo no suaviz el mensaje del evangelio. No lo modific para adaptarlo a grupos diferentes. Una de las cosas que nos desconcierta a veces es que algunos presentan un buen mensaje del evangelio en un lugar; y luego van a otro, donde tambin deberan presentar un mensaje claro del evangelio, y sin embargo, no ocurre as. Es como si trataran de adaptarse a un nuevo contexto hasta el extremo de alterar bsicamente el contenido de su mensaje para que no resulte molesto u ofensivo a sus oyentes. Est claro que este no era el caso del apstol Pablo porque su presentacin del Evangelio era siempre clara y directa, sin ocultar ningn aspecto del mensaje, indiferentemente del grupo de personas a quienes se diriga. El versculo 3 destaca que su exhortacin no procedi de impureza. El significado de esta palabra contiene la idea de sensualidad. Pablo no estaba motivado por la codicia. No fue a Tesalnica por la ayuda econmica que recibira ni por la notoriedad que alcanzara. No estaba procurando ser servido, sino servir. Sus motivos eran puros. En ese sentido, no hubo ninguna mala intencin. Y en el versculo 3 vemos tambin que el apstol continu aclarando sus intenciones, diciendo: Ni fue por engao. No us con ellos mtodos errneos. No rebaj sus normas para acomodarlas a los prejuicios y pasiones de la vieja naturaleza humana. l no buscaba complacer a la naturaleza pecaminosa de las personas. Muchos de nosotros podemos aprender en este punto, una leccin del apstol Pablo. El no actu con astucia, para socavar la posicin de otros ni para aumentar su influencia o prestigio personal en esa congregacin cristiana, ni ante otras. Tenemos que tener en cuenta que la naturaleza humana controlada por el pecado se siente halagada y estimulada por el afn de protagonismo, y por las perspectivas de elevarse socialmente ante la mirada de los dems. Y todo creyente que ejerce una actividad o responsabilidad pblica que le destaque ante sus semejantes, ser vulnerable a este tipo de tentacin. En estas cuestiones, la naturaleza humana, viciada por el egosmo, reacciona rpidamente imponiendo sus pretensiones, incitando contra personas o circunstancias que se interpongan en su camino. Por todo ello consideramos importante el ejemplo del apstol Pablo y tomamos nota del inters que l puso para aclarar sus motivaciones e intenciones, para que a nadie le quedara alguna duda al respecto. Todo aquel que expone y ensea la Palabra de Dios necesita interrogarse a s mismo sobre si lleva a cabo su obra por engao, manipulacin u otros motivos impuros. Tenemos que ser honestos con nosotros mismos; debemos revisar nuestros propios motivos. Estamos haciendo todo lo que podemos para difundir la Palabra de Dios de la forma ms efectiva posible? Nos agrada este pasaje por la sinceridad con que el apstol se expres, al comunicar a sus lectores que nunca hubo en sus esfuerzos motivos ocultos ni segundas intenciones, y que su nica motivacin fue anunciarles el evangelio y desarrollar la fe de ellos. Cuando alguien tiene esa motivacin, puede decirse que est navegando seguro por el mar; y aunque haya tempestades, el Seor llevar a Su siervo con seguridad hasta cumplir el propsito que tenga para su vida, controlando todas sus circunstancias, incluso las ms difciles. Y luego, dijo en el versculo 4, de este captulo 2 de su Primera epstola a los Tesalonicenses: "Al contrario, si hablamos es porque Dios nos aprob y nos confi el evangelio. No procuramos agradar a los hombres, sino a Dios, que examina nuestros corazones" Pablo habl aqu de la aprobacin de Dios sobre su ministerio. Estaba diciendo que no era un principiante. No estaba procurando complacer a la gente, ni intentaba ganar popularidad, de que su nombre fuera famoso. Cuando predicaba, no estaba pendiente ni tratando de averiguar lo que la gente pensaba de l, sino ms bien lo que Dios pensaba de l. Dios le hizo pasar por una verdadera prueba de fuego y el la soport la prueba, podemos decir que aprob al que Dios le someti. Continuemos leyendo el versculo 5: "Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabis, ni encubrimos avaricia. Dios es testigo." Otra versin traduce este versculo de la siguiente manera: "Como sabis, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero: Dios es testigo". Aqu vemos que Pablo continu hablando con toda sinceridad. Aclar que nunca haba estado hablando para halagar a los miembros de aquella congregacin. Nunca haba recurrido a las hermosas palabras, a las adulaciones ni a pretextos para obtener dinero. Los halagos desarman a las personas. Al escucharlos, a veces, uno no sabe qu decir. Cuando pronuncia una crtica, uno sabe qu contestar, pero ante el elogio, uno se siente de forma diferente. En uno de sus libros, titulado "La hora duodcima" Shakespeare dijo: "Me elogian, o me ponen en ridculo; mis enemigos dicen claramente que soy como un asno; as que por medio de mis enemigos, me beneficio del conocimiento de m mismo, y a travs de mis amigos, me siento tratado indebidamente". Hasta aqu la cita. A veces, nuestros amigos son probablemente ms peligrosos que nuestros enemigos. En cuanto al apstol Pablo, queda claro que nunca se dedic a elogiar a nadie para obtener algn tipo de beneficio o influencia. Ahora, Pablo pudo decir ante la presencia de Dios y pblicamente, como tambin vemos en este versculo 5, ni encubrimos avaricia. Aqu es oportuno recordar las palabras del emotivo y elocuente discurso de despedida del apstol, dirigido a los dirigentes de la iglesia de Efeso, en Mileto. Est registrado en Los Hechos 20: entre muchas otras cosas les dijo Pablo: Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Ahora mirando a nuestro tiempo, y hablando por supuesto en general, no creemos que el dinero en s mismo sea una tentacin ni un pecado del ministerio cristiano. Pero la avaricia, utilizando la palabra que menciona este versculo, tiene muchos colores y matices. Hay personas que codician los honores, la fama y la posicin. Necesitamos todos examinar nuestros corazones para enfrentarnos con cualquiera de estos deseos y ansias por poseer riquezas u honores. Una vez ms, hay que reconocer que todos los cristianos necesitamos el control del Espritu Santo para doblegar las inclinaciones de nuestra naturaleza humana, tan vulnerable a estas tendencias. Luego, en el versculo 6, dijo Pablo: "Tampoco buscamos gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque podamos seros carga como apstoles de Cristo." Pablo nunca busc una posicin elevada para recibir honores ni ttulos honorarios. Sus motivos, como ya hemos destacado, eran puros. Cuando un siervo de Dios siente el ministerio de esta manera, vive y acta bajo la prioridad de honrar el nombre de Cristo, y de influenciar a los dems para que hagan lo mismo. Continuemos leyendo el versculo 7 de este segundo captulo de la primera carta a los Tesalonicenses, a partir del cual vemos una faceta importante de la personalidad del apstol Pablo, que era
El aspecto maternal del ministerio del apstol (el consuelo)
"Antes bien, nos portamos con ternura entre vosotros, como cuida una madre con amor a sus propios hijos." La imagen entraable que transmiten estas palabras, y que nos describe la relacin del apstol con los miembros de aquella iglesia de Tesalnica, nos recuerda al Seor Jesucristo cuando se refiri a Jerusaln con estas palabras: 37Jerusaln, Jerusaln, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! Cuntas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste!, (como vemos en Mateo 23:37). Aqu vemos tambin una comparacin que seala a esa relacin entre madre e hijos, con la ternura y cuidado que ello implica. En este sentido, hemos de destacar que Jess se identific de diversas maneras en la Biblia. Se describi a s mismo como el Buen Pastor que dara Su vida por las ovejas. El protege a Sus ovejas, y algn da las va a reunir en un redil en el cual vivirn seguras con El. As que el apstol Pablo era esa clase de siervo de Dios. Am a los creyentes tesalonicenses con el amor de una madre. Para l, ellos eran entraables. Debemos estar agradecidos a Dios que hoy tambin haya personas dedicadas al ministerio cristiano que demuestran tener ese carcter en su trato con los creyentes. Quizs tales cristianos no sean grandes expositores Bblicos, pero creen en la Palabra de Dios y la predican por medio de palabras y obras. Son aquellos que consuelan a los que necesitan ese contacto personal y ese estmulo, en una poca en que la depresin, la tristeza y la angustia hacen estragos en las vidas de los creyentes. Estimado oyente, Dios utiliza a estos hombres y mujeres de una manera tal, que usted no debe temer el permitir que le ayuden y le aconsejen. En todo caso, en esta carta del apstol Pablo, al ver el ejemplo en que se convirtieron aquellos cristianos de Tesalnica, tenemos una demostracin prctica de los resultados de la influencia de uno de estos mensajeros de Dios, mensajeros que hoy mismo, por medio de las Biblia y la influencia del Espritu Santo en sus vidas, producen en nuestras vidas un impacto espiritual, un crecimiento integral.