Abramovich - La Enseñanza Del Derecho en Las Clínicas Legales de Interés Público: Materiales para Una Agenda Temática
Abramovich - La Enseñanza Del Derecho en Las Clínicas Legales de Interés Público: Materiales para Una Agenda Temática
Abramovich - La Enseñanza Del Derecho en Las Clínicas Legales de Interés Público: Materiales para Una Agenda Temática
Vctor E. Abramovich
L
as clnicas legales de inters pblico pueden
concebirse como un mbito de trabajo jurdico tendiente a garantizar la vigen-
cia de algunos derechos y el acceso a la justicia de determinados sectores de la
poblacin y, al mismo tiempo, como un espacio de docencia destinado a
lapreparacin de los estudiantes para la prctica profesional de la abogaca.
Una de las principales preocupaciones de los docentes de las clnicas es
la ausencia de un marco terico que sirva para encarar este ltimo aspecto
de nuestra disciplina.
Qu necesitamos saber para ensear a nuestros alumnos a litigar dili-
gentemente en la defensa de intereses pblicos o colectivos?, cmo prepa-
rarlos para enfrentar a un tribunal y al abogado de la otra parte?, cmo
ayudarlos a relacionarse con los clientes, a identificar correctamente su vo-
luntad o sus deseos?, qu tcnicas debemos suministrarles para que sepan
investigar un caso, probar los hechos y argumentar jurdicamente en el
marco de un conflicto real?
Nuestros esfuerzos parecen hoy guiados excesivamente por la intuicin
y la experiencia personal, y es obvio que los resultados se optimizaran si
1
El presente trabajo es fruto de una visita realizada por el autor a las clnicas legales de la
American University-Washington College of Law en los meses de febrero y marzo de 1998, en el
marco del Programa de Clnicas Jurdicas de Inters Pblico, con financiamiento de la Fundacin
Ford. El autor agradece a los docentes de la clnica y en particular al profesor Rick Wilson, por la
hospitalidad y ayuda brindadas durante esta investigacin.
91
92 Enseanza clnica del derecho
2
Robert D. Dinerstein, Clinical Texts and Context, U.C.L.A. L. Rev., nm. 39 (1992:
697). Dayid R. Barnhizer, Tire University Ideal and Clinical Legal Education, N.Y.L. SCH. L.
Rev., nm. 35 (1990: 87, 89-91, 102-113); Panel Discussion: Clinical Legal Education: Reflections
on the Past Fifteen Years and Aspirations for the Future, CATH. U.L. Rev., nm. 36 (1987: 337);
G. Lpez, Training Future Lawyers to Work with the Politically and Socially Subordinated: Anti
Gcneric Legal Education, W. VA. L. Rev., nm. 91 (1989: 305, 323-325) (desde una postura cr-
tica, reconoce las reformas verdaderas que introduce la educacin clnica, aunque sugiere que sus
elementos subversivos han sido exagerados).
3
Jerome Frank, Why Not a Clinical Lawyer-School?, U. Pa. L. Rev., nm. 81 (1933: 907).
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 93
En esta obra, Frank sostiene que las escuelas de derecho podran apren-
der mucho de las escuelas de medicina, en cuanto al uso de las clnicas
gratuitas y dispensarios como mbitos para desarrollar un mtodo de ense-
anza basado en la prctica de los estudiantes en la atencin de casos reales,
en vez de destinar todo el tiempo al estudio de libros de casos.
La crtica de Frank al mtodo predominante por entonces en las facul-
tades estadounidenses apunta directamente a la concepcin extremadamen-
te positivista y logicista del derecho en la cual se basa.
No es difcil adivinar en esas crticas la inspiracin del pensamiento de
Oliver Wendell Holmes: la vida del derecho no ha sido la lgica sino la
experiencia. Las necesidades sentidas en la poca, las teoras morales y pol-
ticas predominantes, las instituciones sobre el inters pblico confesadas
o inconscientes y aun los prejuicios que los jueces comparten con sus
ciudadanos, han tenido que hacer mucho ms que el silogismo en la deter-
minacin de las reglas por las cuales los hombres se gobiernan.4
Para Holmes, un criterio realista impone llamar derecho exclusivamen-
te a la conducta real de los tribunales y una observacin aguda y desintere-
sada obliga a confesar que el fundamento de las decisiones judiciales se
encuentra a menudo no en una norma previa sino en una premisa mayor
inarticulada, que es una decisin valorativa y a veces inconsciente de los
jueces, fruto de sus ideas o prejuicios, que no se expresa en las sentencias
pese a constituir el verdadero fundamento sobre el que se alcanza la decisin.
Corresponde a Pound calificar esa brecha entre una instancia terica y una
prctica de produccin del derecho, a partir de la diferenciacin de dos
conceptos: el derecho en los libros y el derecho en la accin.5
Para afirmar la necesidad de un cambio radical en la enseanza del
derecho en los Estados Unidos, Frank, en el mencionado artculo, ataca
irnicamente a quien entiende es el mentor del mtodo de estudio de casos,
Christopher Columbus Langdell, sugiriendo que ese mtodo es expresin
de su peculiar temperamento. Para Langdell sostiene Frank el nico
material de enseanza disponible se encuentra en los libros de casos y las
opiniones impresas de los jueces equivalen a todo el saber que los estudian-
tes de derecho deben adquirir para convertirse en abogados. Ocurre que
Langdell, dice el autor, cuando era estudiante sola dormir en las mesas de
4
Oliver Wendell Holmes, The Common Law, Boston, Little Brown and Co., p. 1.
5
Roscoe Pound, Law in Books and Law in Action, AM. L. Rev., nm. 44 (1910: 12).
94 Enseanza clnica del derecho
6
El curso de prctica profesional ocupa en la Facultad de Derecho de la uba un espacio
menor. En ese curso los alumnos aprenden a preparar cdulas y oficios, pero estn lejos de adquirir
un entrenamiento suficiente para su vida profesional. Los temas propuestos por Frank apenas si
resultan rozados. En los cursos de derecho tradicional es habitual desde hace algunos aos el uso
del mtodo de casos, pero no es usual que los alumnos deban argumentar ocupando un rol sino
que, por lo general, el caso se plantea para que el alumno descubra la solucin correcta que le ha de
brindar la norma o la dogmtica. De tal modo, aprende a resolver el caso y no a argumentar en
el caso.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 97
Ahora bien, cul es el origen de esta limitacin en la definicin del
objeto de enseanza del derecho? Me animar a sealar un origen posible.7
El prestigio cultural del derecho romano recibido en la Edad Media a
travs de la compilacin justiniana y su utilizacin poltica como instrumen-
to de integracin y dominacin imperial, favoreci una actitud reverencial
y acrtica de los juristas que, ante la prohibicin interpretativa, tan slo se
animaron a glosar el texto a la manera de los exegetas de los libros sagrados.
Su aplicacin provoc adems un conflicto entre la realidad social y la pro-
gramacin normativa que se resolvi en favor de esta ltima. Ya en el Rena-
cimiento los juristas creyeron en la existencia de principios universales e
inmutables, condicin a priori de toda experiencia posible, y fue la corrien-
te del derecho natural racionalista la que mejor expres este proceso de
logificacin de la realidad.
Los valores de la seguridad y la proteccin de los derechos individuales,
objetivo de los procesos revolucionarios, tuvieron en la codificacin napo-
lenica su consagracin y garanta, lo cual influy en la legislacin posterior,
en las concepciones iusfilosficas y principalmente en la actitud acrtica de
los juristas frente a los textos normativos.
Desde entonces la enseanza tradicional del derecho ha asumido, cons-
ciente o inconscientemente, algunos de los postulados del formalismo jur-
dico, entre ellos: 1) todo el derecho consiste en normas generales (leyes) que
integran el ordenamiento jurdico, que es a su vez la concrecin de los prin-
cipios supremos de la Razn Universal; 2) las normas generales contienen
en potencia la solucin de todos los casos particulares posibles; 3) el juez
frente al caso concreto debe limitarse a aplicar el derecho establecido, redu-
cindose su labor a encontrar la solucin contenida en germen en la norma
abstracta.8
7
La idea fue esbozada hace algunos aos en V. Abramovich, El Complejo de Rock Hudson:
sobre el menosprecio de la prctica judicial y de su propio discurso en el estudio y la enseanza
del derecho, No Hay Derecho, nm. 4 (1991: 10-11). El complejo indica el dominio de un saber
terico logrado con base en la lectura de libros sobre libros, con total prescindencia de la realidad
referida. En el mbito jurdico se manifiesta como una ruptura entre el discurso producido en una
instancia terica y las prcticas concretas de produccin del derecho, en particular la prctica ju-
dicial. En una vieja comedia de Hollywood en la que nuevamente seduce a Doris Day, Rock
Hudson personifica a un profesor de pesca, cuyos libros son famosos en el pas, quien invitado a
participar en un torneo, confiesa, ante la evidencia de los hechos, que todos sus conocimientos
provienen de la lectura de manuales del arte, y que en toda su vida jams se haba arrimado a la
orilla de un ro.
8
F. Laurent, Principios de Derecho Civil Francs, 5a. ed.,1983.
98 Enseanza clnica del derecho
9
Anthony G. Amsterdam, Clinical Legal Education- A 21st. Century Perspectiva, J. Legal
Educ., nm. 34 (1984: 612).
10
Live-client, in house clinical programs son programas en los cuales la facultad de derecho
respectiva supervisa al estudiante, quien representa a clientes reales en casos reales. En los denomi-
nados externship programs, abogados practicantes supervisan la experiencia prctica de los alumnos
con clientes reales mientras que la facultad de derecho monitorea el grado de experiencia adquirida
por aqullos. Ambos programas difieren de los cursos de simulacin en los cuales los estudiantes
ocupan roles sin representar a clientes reales. Vase Mc. Diarmid, Whats Going on Down There
100 Enseanza clnica del derecho
in the Basement: In-House Clinics Expand Their Beached, N.Y.L. SCH. L. Rev., nm. 35 (1990:
239), citado por Robert D. Dinerstein, op. cit., n. 4.
11
Entre los numerosos objetivos de las in house clinic que se discuten, podemos mencionar la
posibilidad de participar en un proceso de aprendizaje en colaboracin, como el tipo de trabajo que
desarrollar el abogado en un estudio. Al respecto vase Gary H. Palm, Reconceptualizing Clinical
Scholarship as Clinical Instruction,Clinical L. Rev., nm. 1 (1994: 127). El mismo autor seala la
posibilidad de que el estudiante asuma la obligacin de servir a gente indigente, se informe sobre cmo
participar en esa representacin y conozca el impacto del sistema legal sobre la gente sin recursos. ste era
uno de los objetivos primarios de la clnica que el autor pretende revalorar. Vase Gary H. Palm, Message
from the Chair, A.A.L.S. Section on Clinical Education Newsleter, noviembre de 1986, p. 2. Para Con-
dlin,en cambio, el principal objetivo de la educacin clnica es desarrollar un sentido crtico del compor-
tamiento de los abogados y del sistema legal en su conjunto; vase Robert Condlin, Tastes Great, Less
Filling: The Law School Clinic and Political Critique, J. Legal Educ., nm. 36 (1986: 45).
12
In the School for Hard Knocks, Anthony G. Amsterdam, op. cit.
13
Gary Blasi, What Lawyers Know: Lawering Expertise, Cognitive Science, and the Functions
of Theory, J. Legal Educ., nm. 45 (1995: 313). Seala el autor: Una nocin meramente intuiti-
va acerca de quin es un abogado experto refiere a un abogado con profundos conocimientos de
derecho de fondo y derecho procesal (impuestos federales, quiebras, derecho de familia). Claramen-
te, sin embargo, existe algo ms que su mero conocimiento detallado del derecho. Para el propsi-
to de esta exploracin, la nocin de experiencia legal se construye sobre la presuncin de que
existen algunas capacidades que son esenciales para obtener experiencia de la prctica profesional,
sin considerar la naturaleza de esa prctica, y que esas capacidades van ms all de un mero cono-
cimiento detallado de un cuerpo de doctrina legal. Esta presuncin, en cambio, se basa en una
particular concepcin acerca de lo que los abogados hacen real y cotidianamente.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 101
mucho o lo poco que lograr saber un abogado acerca del derecho lo aprende-
r durante la prctica profesional, en la facultad de derecho el estudiante debe
aprender a aprender de su experiencia personal. Debe aprender a obtener el
mximo provecho de cada actuacin profesional. De tal modo, la facultad de
derecho debe ser pensada como el punto de partida en el largo proceso deapren-
dizaje del derecho y no como el principio y el fin de la enseanza legal.
El punto central de atencin en la clnica es la actuacin del estudiante,
ya sea cuando resuelve un problema ocupando un rol en el marco de una
simulacin, como cuando acta en un caso real representando a un cliente.
De tal modo, el fin explcito del proceso pedaggico es inculcar un mtodo
que le permita al alumno analizar su actuacin y corregir sus errores. Si bien
durante la clnica tal anlisis lo realiza junto a los otros alumnos y al super-
visor, el mtodo debe servir para desarrollar su capacidad de autoevaluacin,
para aprender por s mismo a obtener el mximo conocimiento posible de
cada experiencia prctica, que es lo que har, en definitiva, durante toda su
vida profesional.14
A partir de este objetivo prioritario, el movimiento de clnicas legales
analiza qu tipo de habilidades o destrezas deben adquirir los futuros abo-
gados. Esta cuestin ha sido adems materia de preocupacin de las propias
organizaciones de profesionales, que se han planteado como desafo mejorar
la capacitacin previa de los nuevos asociados.15
Algunos autores, en vez de mencionar habilidades especficas, subrayan
la necesidad de familiarizar a los estudiantes con nuevas tcnicas de anlisis
idneas para encarar los desafos del trabajo legal.
14
Cfr. Association of American Law Schools, Section on Clinical Legal Education, Report
of the Committee on the Future of the In House Clinic, J. Legal Educ., nm. 42 (1992: 511).
15
Vase American Bar Association, Section of Legal Education and Admissions to the Bar, Legal
Education and Professional Development: An Educational Continuum, Report of the Task Force on Law
School and The Profession: Narrowing the Gap (1992) (The MacCrate Report). El informe seala dos
tipos de cuestiones: por un lado habilidades fundamentales para litigar; por otro, valores funda-
mentales para la profesin de abogado. Entre las habilidades seala: 1) resolucin de problemas;
2)anlisis y razonamiento legal; 3) investigacin legal; 4) investigacin sobre los hechos; 5) tcnicas
de comunicacin; 6) asesoramiento; 7) negociacin; 8) litigio y procedimientos de resolucin al-
ternativa de disputas; 9) organizacin y direccin del trabajo legal; 10) reconocimiento y resolucin
de dilemas ticos en la profesin. Entre los valores fundamentales seala: 1) representacin compe-
tente; 2) compromiso por la promocin de la justicia, la correccin y la moralidad; 3) compromiso
por el perfeccionamiento de la profesin; 4) perfeccionamiento profesional. Para una visin crtica
del informe vase Jonathan Rose, The Mac Crate Reports of Legal Education: The Need for
Reflection and Horse Sense, J. Legal Educ., nm. 44 (1994: 548).
102 Enseanza clnica del derecho
16
Anthony G. Amsterdam, op. cit.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 103
la hiptesis progresivamente, a medida que se adquiere mayor informacin
adicional. 3) Adopcin de decisiones en situaciones que implican diferentes y
usualmente inciertos grados de riesgo: se trata de situaciones en las que se
presentan diferentes lneas de accin, a cada una de las cuales le correspon-
den probables consecuencias legales, esto es, no una determinada consecuen-
cia legal. Al no poder establecer claramente la consecuencia jurdica de cada
curso de accin, el riesgo de una u otra va no puede ser plenamente evalua-
do. Es necesario entonces realizar anlisis comparativos de riesgo de una y
otra potencial consecuencia jurdica y del grado de incertidumbre sobre las
posibles consecuencias legales que corresponden a uno u otro curso de accin.
As, por ejemplo, el grado de incertidumbre puede ser ms tolerable si el
potencial resultado legal de esa va de accin es menos riesgoso.17
Pero adems de estos modelos de razonamiento, existen algunas tcni-
cas de trabajo que me parece til esbozar aqu, en tanto se relacionan con el
tratamiento de los hechos del caso, aquella cuestin que, como dijimos, ha
quedado en nuestras facultades del otro lado de la puerta.
La elaboracin de una adecuada teora del caso es uno de los temas que ha
merecido mayores esfuerzos tericos. En el estudio de esta cuestin no slo
estn presentes los problemas pedaggicos vinculados al tipo de tcnica que
deben aprender los futuros abogados en las clnicas, sino tambin, y princi-
palmente, conflictos de ndole moral y poltica, que ataen al reconocimien-
to del inters del cliente y de su propia narracin del caso, al elaborar la
versin de los hechos que habr de presentarse ante el juzgador, en especial
en los litigios de inters pblico o en los que est en juego la representacin
de grupos vulnerables o comunidades sujetas a diferentes formas de discri-
minacin o marginacin.
En esta primera aproximacin al asunto, nos referiremos exclusivamen-
te a la elaboracin de la teora del caso como habilidad o tcnica que integra
el contenido pedaggico bsico de las clnicas, por lo que la ms compleja
cuestin del rol del cliente en el diseo de la teora la analizaremos al tratar
la temtica particular de las clnicas de inters pblico.
17
Idem.
104 Enseanza clnica del derecho
18
James W. McElhaney, Trial Notebook, 3a. ed. (1994: 78). Una definicin similar puede
verse en Gary Bellow y Bea Moulton, The Lawyering Process: Materials for Clinical Instruction in
Advocacy (1978: n. 33, p. 305) (una visin de cmo hechos, derecho y circunstancias pueden ser
puestas juntas para producir el resultado que usted y su cliente buscan obtener).
19
James W. McElhaney, op. cit., p. 78; vase tambin Elkan Abramowitz, Theory and Theme
of the Case, en Master Advocates Handbook 1, D. Lake Rumsey (1986). El autor considera a la
teora del caso la llave del proceso.
20
David A. Binder y Paul Bergman, Fact Investigation, From Hypothesis to Proof, West Publish-
ing Co. (1984: 184).
21
Marilyn J. Berger, Pretial Advocacy: Planning, Analysis, and Strategy (1989: 18), citada por
Binny Miller, Given Them Back Their Lives: Recognizing Client Narrative, en Case Theory,
Mich. L. Rev., nm. 93 (485, n. 41).
22
Vase BelIow y Moulton, op. cit., p. 305, y Thomas A. Mauet, Fundamentals of Trial Tech-
niques, 3a. ed. (1992: 46, 380), citado por Binny Miller, op. cit., nn. 44, 45 y 46.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 105
Sin duda la elaboracin de la teora del caso es el trabajo ms difcil que
debe asumir un estudiante en las clnicas legales y en especial en el trata-
miento de casos verdaderos y es, como se ver, una de las actividades que
requiere una relacin ms cercana y fluida con el docente que realiza su
supervisin.
Una vez que la teora es seleccionada acta como pieza central de toda
la estrategia legal y las decisiones tcticas en el caso. La teora ha de guiar la
investigacin prejudicial, la bsqueda de los hechos, incluyendo las entre-
vistas con el cliente y las entrevistas preliminares con los testigos, el reque-
rimiento formal de evidencias y la presentacin de mociones. Luego, la
teora del caso dicta virtualmente cada palabra que el abogado pronuncia
en el juicio,23 y no slo es desarrollada en el alegato inicial (opening statement)
y reiterada en la argumentacin final (closing argument), sino que tambin
modula cada aspecto del juicio, incluyendo el examen de los testigos y
laproduccin de las evidencias. En consecuencia, el proceso se convierte en
una compulsa entre dos teoras del caso que compiten por persuadir al
juzgador.24
La teora de los hechos que integra la teora del caso es una historia que
debe ser contada a partir de las pruebas o de las evidencias. La elaboracin,
previa al juicio, de una versin de los hechos sustentable en la evidencia
disponible, coherente incluso con aquellas circunstancias fcticas que apa-
recen como adversas o desfavorables y resistente a la prueba probable de la
contraparte, es fruto de un proceso gradual que requiere una tcnica espe-
cfica y que se denomina investigacin de los hechos.
La planificacin en la investigacin de los hechos del caso es una de
las habilidades centrales que se procura impartir a los estudiantes de las
clnicas.25
Es imposible resumir en pocas lneas en qu consiste la tcnica de pla-
nificacin en la investigacin de los hechos y explicar adems de qu mane-
ra se ensea. La idea medular es que los estudiantes cuenten con premisas
claras que acten como gua en la seleccin de los hechos y en la recopilacin
23
Ronald L. Carlson y Edward J. Imwinkelried, Dynamics of Trial Practice: Problems and
Materials (1989: 35), citado por Binny Miller, op. cit., n. 57.
24
Thomas A. Mauet, op. cit., p. 46, citado por Binny Miller, op. cit., n. 63.
25
Es en esta actividad donde juega el tipo de razonamiento mencionado por Amsterdam,
Adopcin de decisiones en situaciones que implican diferentes y usualmente inciertos grados de
riesgo; vase nota 6.
106 Enseanza clnica del derecho
de las evidencias. As, se parte del objetivo central de una buena teora de
los hechos: persuadir al investigador de que la versin del cliente sobre los
hechos controvertidos es ms cercana a la verdad que la versin del adver-
sario. El alumno recibe adems instrucciones generales sobre cmo han de
narrarse los hechos para que la versin resulte persuasiva. En tal sentido, por
ejemplo, se seala que una buena historia es tpicamente no una descripcin
de un momento singular en el tiempo, sino una detallada narracin crono-
lgica que relaciona hechos con un punto inicial, un desarrollo y un punto
final. La historia normalmente se centra en los hechos crticos o controver-
tidos pero contiene circunstancias que rodean esos hechos, o bien, detalla
acontecimientos que ocurrieron antes o despus y que puedan darle a la
historia cierto sentido. La historia de los hechos puede ser testeada a partir
de algunas preguntas que apuntan a verificar su solidez o coherencia interna
o externa o su grado de persuasin.26
Luego, como parte del proceso, deben recopilarse las evidencias o las
pruebas que sustentarn la historia. La seleccin y evaluacin de las eviden-
cias tambin se realizan con base en una tcnica especial que presupone el
conocimiento de las reglas legales sobre pruebas. Como la versin de los
hechos debe sustentarse en las evidencias, la recopilacin preliminar de
evidencias y su testeo y la elaboracin de una narracin coherente de los
hechos, y su propio testeo, es un trabajo simultneo y dialctico. Binder y
Bergman sealan algunas tpicas consideraciones que se realizan durante una
investigacin preliminar. Entre ellas, conectar las potenciales evidencias con
testigos o documentos. Si se han identificado ya las evidencias para afirmar
o rebatir un hecho en trminos favorables al cliente, antes de embarcarse en
una investigacin deben considerarse los medios para convertir las pruebas
potenciales en pruebas en la mano.27
26
Algunas de las preguntas son: 1) Son los varios elementos de la historia coherentes entre
s? 2) Es la historia coherente con los hechos ya establecidos en el proceso? 3) Es la historia cohe-
rente con los dichos previos de mi cliente? 4) Puede explicar la historia no slo qu hechos ocu-
rrieron sino tambin por qu los hechos ocurrieron como ocurrieron? 5) Contiene la historia su-
ficientes (y no demasiados) detalles para ser creble? 6) Logra la historia que el jurado simpatice
con los testigos? 7) Es la historia coherente con las actitudes y opiniones del jurado?
27
Binder y Bergman, op. cit. El abogado en esta etapa se pregunta lo siguiente: quin puede
probablemente tener la informacin?, o un paso atrs: quien debera ser capaz de identificar a alguien
ms que podra tener la informacin?; es probable que ese tipo de informacin pueda estar en algn
documento?; quin podra haber preparado ese documento o en manos de quin podra estar? Para
entender el proceso de Fact Investigation y teora del caso, ms de un profesor de las clnicas reco-
mienda a sus alumnos ver la pelcula My Cousin Viny (Mi primo Viny). En esta pelcula Joe Pesci
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 107
Adems en esta etapa de investigacin deben evaluarse cuidadosamen-
te las evidencias, por ejemplo, para detectar la probabilidad de que la decla-
racin de un testigo resulte beneficiosa o adversa para el cliente.28
Se procura que el estudiante aprenda a elaborar una teora del caso y
un plan de investigacin de los hechos y bsqueda de las evidencias desde
las diversas perspectivas o posiciones que puede brindar la prctica profe-
sional. As, en las clnicas legales de casos criminales, los estudiantes suelen
trabajar medio ao como defensores y otro medio ao como asistentes de
los fiscales.29
En definitiva, todas estas tcnicas y modelos de razonamiento se vincu-
lan al objetivo primario: dotar al alumno de los medios para aprender de su
experiencia personal. A su vez, estos contenidos particulares de la ensean-
za clnica se relacionan directamente con un mtodo que la caracteriza y que
en seguida procuraremos al menos presentar.
Como se dijo, la idea central de las clnicas legales inspiradas en las clnicas
mdicas era colocar al estudiante de derecho en contacto con el derecho en
es un abogado inexperto que defiende a su primo de una acusacin por robo en la que est seria-
mente comprometido, construyendo su teora del caso y su investigacin de los hechos a partir de
una nica evidencia: las huellas de la frenada de un auto.
28
El tipo de razonamientos que Binder y Bergman presentan en su libro parte del hecho de
que ningn testigo es absolutamente til ni perjudicial, pero corresponde a esta etapa reducir los
riesgos de su probable citacin al juicio o preparar el contrainterrogatorio para el caso de que sea
citado por la otra parte. El ejemplo de problemas que plantean en relacin con esta prueba es
ilustrativo del modelo de razonamiento que corresponde al proceso de investigacin de los hechos.
As, uno de los puntos centrales de debate en la etapa instructora es si debemos o no interrogar
preliminarmente a un testigo. Consideraciones acerca de la posibilidad de revelar al contrario
nuestra teora del caso juegan en este punto. Adems, se preguntan cundo conviene realizar ese
interrogatorio preliminar. En tal sentido se preguntan: estoy listo para interrogar al testigo?; ana-
lizan los diversos elementos que deberan tenerse antes de esta diligencia procesal. Estoy suficien-
temente familiarizado con la escena de los hechos y el resto de las evidencias?; necesito buscar algn
otro documento antes de la entrevista?, existen otros testigos con los que debera hablar primero?
Tambin en este punto se desarrollan cuestionarios que sirven para guiar el curso de accin.
29
En la Clnica sobre Justicia Criminal de la American University, los alumnos dedican un
semestre actuando como defensores en causas de menores y el otro semestre actuando bajo la su-
pervisin de un fiscal ante los tribunales de Maryland.
108 Enseanza clnica del derecho
30
Cfr. Anthony C. Amsterdam, op. cit.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 109
de la revisin consiste en identificar y explorar las preguntas que deben
realizarse luego de cada experiencia la reunin con el cliente, la negocia-
cin con otro abogado, una conferencia con un funcionario pblico, el
juicio y el cierre de un caso con miras a obtener de cada experiencia
elmximo de conocimiento que pueda proveer.31 Estas preguntas son la base
para desarrollar una metodologa de autoevaluacin y aprender de la expe-
riencia personal, el tipo de aprendizaje que hace de las facultades de derecho
el principio, no el fin, de la educacin legal de los abogados.32
Los estudiantes suelen ejecutar sus prcticas en equipos de trabajo,33 y
mantienen reuniones peridicas con un supervisor con quien analizan los
problemas particulares del caso. Adems de las clases tericas del seminario,
existen reuniones semanales denominadas rondas de casos (case rounds)
para discutir en grupo problemas ticos, tcticos, legales e institucionales
que pueden aparecer en los diferentes asuntos que lleva cada equipo. Este
tipo de actividad docente tiene su origen en las rondas de los mdicos con
los practicantes en la clnicas hospitalarias, en las que se analizan el diagns-
tico y tratamiento de los pacientes. Sin embargo, en las rondas de las clni-
cas legales, los estudiantes no analizan aspectos concretos de casos particu-
lares, lo que corresponde a cada equipo de trabajo, sino que debaten cues-
tiones tericas que puedan aparecer en uno o en varios casos llevados en la
clnica. De esta manera los alumnos pueden participar de la discusin de
problemas que no estn presentes en sus propios casos.
31
Cfr. Anthony G. Amsterdam, op. cit. El tipo de preguntas que seala el autor pueden ser:
cul fue mi objetivo en esta prctica?, cmo defin ese objetivo?, deb haberlo definido en otros
trminos?, qu medios tena disponibles para alcanzar ese objetivo?, consider todos los medios
disponibles?, si no lo hice, por qu no lo hice?, qu modo de pensar habran ampliado esas opcio-
nes?, cul fue mi expectativa acerca del modo de actuar de los otros en la situacin?, cmo ac-
tuaron en definitiva?, podra haber anticipado su comportamiento sus objetivos, sus necesidades,
sus expectativas, sus reacciones hacia m con mayor precisin?, qu dato pas inadvertido para
m y por qu?, a travs de qu clase de pensamiento, anlisis, planificacin o percepcin, debera
ver mejor esos datos la prxima vez?
32
Sobre el mtodo clnico como anlisis del comportamiento del estudiante al ejecutar un
rol, cfr. Mark Spiegel, Theory and Practice in Legal Education: An Essay on Clinical Education,
U.C.L.A. L. Rev., nm. 34 (1987: 577, 592-594); Carrie Menkel-Meadow, The Legacy of Clinical
Education: Theories About Lawyering, Clev. St. L. Rev., nm. 29 (1980: 555, 565-567). Sobre el
mtodo clnico en general, vase Frank S. Bloch, The Andragogical Basis of Clinical Legal Educa-
tion, Vand. L. Rev., nm. 35 (1982: 321); Cary Palm, Reconceptualizing Clinical Scholarship as
Clinical Instruction, Clinical L. Rev., nm. 1 (1994: 127).
33
Cuando la prctica consiste en litigar un caso, el equipo suele ser de dos personas; uno de
los motivos del nmero es la preservacin del secreto profesional.
110 Enseanza clnica del derecho
34
Ann Shalleck, Clinical Contexts: Theory and Practice in Law and Supervision, N.Y.U.
Rev. L. & Soc. Change, vol. 21, nm. 1 (1993-1994: 109-182).
35
Sobre el papel de las clnicas en el acceso a la justicia de los sectores marginados y la ense-
anza del deber profesional de trabajar pro bono de los futuros abogados puede consultarse Tigran
W. Eldred y Thomas Schoenherr, The Lawyers Duty of Public Service: More Than Charity?, W.
Va. L. Rev., nm. 96 (1993/1994: 367). El trabajo describe cmo la reduccin de fondos para los
servicios de patrocinio gratuito de gente sin recursos provoc en los Estados Unidos una crisis del
sistema de administracin de justicia. Barlow F. Christensen, The Lawyers Pro Bono Public Respons-
ibility, American Bar Fundation. Res. J. 1 (1981). El autor aduce dos motivos por los cuales el
trabajo pro bono es un deber del abogado. Primero: la conciencia del deber de asistir al pblico;
segundo: los abogados tienen el monopolio de la prctica legal, lo que equivale a monopolizar el
acceso de los ciudadanos a un sector del gobierno o del Estado, que es el de administracin de
justicia de Barbara Bezdek, Reconstructing a Pedagogy of Responsibility, Hasting L. J., nm. 43
(1992: 1159). La autora narra la experiencia de su curso de Teora Legal y Prctica en la Facultad
de Derecho de la Universidad de Maryland, cuyo principal propsito es formar a los estudiantes en
la representacin legal de personas pobres y grupos vulnerables o con dificultades en el acceso a la
justicia. Steven Lubet, Professionalism Revisited, Emory L. J., nm. 42 (1993: 197), seala que
en un sistema adversarial en el cual un abogado tiene el deber de representar hasta el mximo de su
esfuerzo a su cliente, es un deber profesional del abogado que forma parte de un sistema adver-
sarial y se beneficia con su existencia brindar asistencia pro bono a la gente sin recursos cuando
la contraparte est representada.
La funcin institucional de las clnicas de inters pblico no es slo integrar al sistema de
justicia a los grupos marginados, sino tambin asesorar jurdicamente en materias que la gente sin
recursos suele resolver sin ayuda legal en su vida cotidiana. En tal sentido, cualquier disciplina jur-
dica puede integrarse en una prctica de inters pblico. Una ejemplo excelente de ello es el Curso
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 111
dijimos, las clnicas legales de inters pblico cumplen un rol social garan-
tizando el acceso al sistema de justicia de sectores o grupos marginados o
excluidos. En tal sentido, el espacio de trabajo del profesor-supervisor y los
alumnos puede ser pensado al mismo tiempo como un aula en la que se
desarrolla un proceso pedaggico y como una oficina en la que trabaja un
equipo de abogados. El inters del tercero titular del derecho que est en
juego en el caso modaliza la relacin docente y alumno. El inters del clien-
te, que puede ser un individuo o un grupo en el caso de acciones colectivas,
agrega un plus de responsabilidad para el supervisor y para el alumno. As,
por ejemplo, las metas de trabajo en la clnica no son para el alumno una
obligacin en inters propio, sino un compromiso asumido en relacin con
su docente y en especial con el cliente. El trabajo con los alumnos puede
retardar o afectar la eficacia de la clnica en la representacin de los clientes,
pero es un costo asumido en funcin de su papel pedaggico. Compatibili-
zar la modalidad de trabajo y los objetivos del aula con la oficina de aboga-
dos es el principal desafo de la tarea del supervisor. El mtodo pedaggico
de la clnica y la responsabilidad profesional de cara al consultante requieren
que el supervisor realice un seguimiento eficiente de la labor del alumno,
sin ocupar su lugar en la representacin.36
and Implementation, J. Legal Educ., nm. 30 (1979: 67); Gary Bellow, On Teaching the Teachers:
Some Preliminary Reflections on Clinical Education as Methodology, en Clinical Education for
the Law Student (Council on Legal Educ. for Professional Responsibility, 1973: 374); Frank S.
Bloch, The Androgical, cit. 321; Peter A. Hoffman, Clinical Course Design and the Supervisory
Process, Ariz. St. L. J. (1982: 277, 279); Kenett R. Kreiling, Clinical Education and Lawyer
Competency: The Process of Learning to Learn from Experience through Properly Structured
Clinical Supervision, Md. L. Rev., nm. 40 (1981: 284); Michel Meltsner, James V. Rowan y
Daniel J. Givelber, The Bike Tour Leaders Dilemma: Talking About Supervision, Vt. L. Rev.,
nm. 13 (1989: 399).
37
Ann. Shalleck, op. cit.
38
Idem. Si bien la enumeracin de caractersticas sigue la posicin de la autora, el texto no es
traduccin literal.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 113
la relacin entre los alumnos y el cliente, y la dinmica de su propia relacin
con aqullos.
Tercero: puede constituir una parte importante de la supervisin revelar
a los alumnos la forma en que el profesor concibe el proceso de supervisin,
incluso brindando a los alumnos la posibilidad de cuestionar el proyecto
docente.
Cuarto: la supervisin requiere que el profesor participe en diferentes
tipos de dilogo. Por momentos el dilogo resulta dirigido por el docente,
que ha predeterminado el contenido y la estructura de la supervisin. Ave-
ces el supervisor puede querer alcanzar mediante el dilogo un objetivo
concreto. En otras ocasiones la conversacin es abierta, lo que permite al
alumno desarrollar sus propias interpretaciones de los hechos.39
Quinto: la conducta del alumno en el caso y el conocimiento que ad-
quiere de su actividad forman el material de anlisis de la supervisin. Los
estudiantes analizan las teoras sobre el litigio, tcnicas para litigar, teoras
sociales, crtica institucional y hasta sentimientos personales, dentro del
trabajo en el caso. El material presentado en otras reas del curso es testeado
y corregido a travs de la experiencia en los casos. Los casos revelan adems
las caractersticas y capacidades de cada alumno. La relacin entre estudian-
tes y clientes tambin se construye a partir de los casos.
Sexto: el cliente se relaciona directamente con el estudiante, lo que
mediatiza el rol del supervisor. De todos modos, ste debe asumir su res-
ponsabilidad y compromiso con los intereses del cliente de dos maneras. Por
un lado, interviene en forma directa o indirecta en la construccin del
vnculo entre el estudiante y el cliente. El profesor no se convierte en el
abogado del caso, pero acta cuando considera que su participacin es ne-
cesaria para garantizar que el estudiante cumpla satisfactoriamente su res-
ponsabilidad frente al cliente. Por lo dems, el supervisor debe controlar que
los intereses del cliente sean respetados y tenidos en cuenta por el alumno.
39
En el caso que narra Shalleck, la supervisora no consulta con sus alumnas la agenda de la
entrevista de supervisin previa al juicio y las alumnas preparan para esa reunin una agenda que
no contiene una teora del caso. El dilogo sobre la teora del caso y el anlisis de jurisprudencia del
tribunal aplicable al proceso resulta absolutamente dirigido por la supervisora. Si bien no define la
teora del caso, claramente dirige su desarrollo. Tampoco les dice cmo analizar la jurisprudencia
del tribunal, pero s les dice qu tipo de jurisprudencia deberan recabar para preparar el caso. En
relacin con el plan de trabajo, les da mayor libertad y slo les transmite inquietudes vinculadas
con la consideracin del inters del cliente en la eleccin del tipo de medidas que se iban a pedir
en el caso y la necesidad de fijar prioridades entre las diversas peticiones.
114 Enseanza clnica del derecho
El supervisor convoca al alumno a mirar con los ojos del cliente. Ver el
mundo de esta manera requiere, al menos, entender quin es el cliente y
cmo concibe su situacin.
Esta ltima cuestin es uno de los temas ticos centrales en la educacin
de las clnicas jurdicas y tiene profundas derivaciones en el trabajo de ase-
soramiento y en la elaboracin de la teora del caso.
El enfoque denominado client-centered ha sostenido que el cliente debe
ser considerado el centro del trabajo legal del abogado.
Se requiere que el abogado escuche al cliente en la elaboracin de la
teora del caso, su versin de los hechos, sus emociones conectadas con esos
hechos, y su forma de concebir el problema. Parte del trabajo del abogado
es darle al cliente tiempo y espacio para decidir sobre s mismo. Ningn
abogado, ninguna ley, ningn sistema legal debera sustituir la experiencia
del propio cliente, ni su propia definicin del conflicto.
El cliente debe desempear un papel importante en la decisin acerca
de su caso, que no puede limitarse a ratificar o rechazar el consejo de su re-
presentante. Para lograr la participacin del cliente, el abogado debe explorar
y clarificar sus deseos y creencias, evitando toda forma de manipulacin.40
40
Los trabajos sobre esta cuestin son copiosos. El que sent las bases de este enfoque es el
trabajo de David Binder y Susan Price de 1977, Legal Interviewing and Counseling: A Client-Cen-
tered Aproach. Existe una segunda edicin de 1991, con la coautora de Paul Bergman: David A.
Binder, Paul Bergman y Susan Price, Lawyers as Counselors: A Client-Centered Approach (1991). Para
una crtica pormenorizada de la primera obra puede consultarse la obra de Robert D. Dinerstein,
Client-Centered Counseling: Reappraisal and Refinement, Ariz. L. Rev., nm. 32 (1990: 501);
y sobre la segunda edicin, Robert D. Dinerstein, op. cit. (nota 1). Sobre el tratamiento del inters
del cliente dentro de las clnicas legales y en el marco de la relacin del supervisor y el alumno,
vase Ann Shalleck, Symposium on Civic and Legal Education: Panel Three: Clinical Education:
Constructions of the Clients within Legal Education, Stan. L. Rev., nm. 45 (1993: 1731); Austin
Sarat, Lawyers and Clients: Putting Professional Service on the Agenda of Legal Education,
J.Legal Educ., nm. 41 (1991: 43, 43-44); Howard Lesnick, Inifinity in a Grain of Sand: The
World of Law and Lawyering as Portrayed in the Clinical Teaching Implicit in the Law School
Curriculum, UCLA L. Rev., nm. 37 (1990: 1157, 1179).
Un asunto vinculado a la comunicacin con el cliente y las clnicas de inters pblico es el
problema de los clientes cuya opinin o deseo es de difcil comprensin o interpretacin por el
abogado o el alumno; tal es el caso de las personas con alguna discapacidad, los ancianos con tras-
tornos mentales, los nios o quienes son bloqueados plenamente por barreras culturales o de
idioma, refugiados, comunidades indgenas En estos casos debe emplearse una tcnica especial
de comunicacin entre el abogado y el cliente, que contribuya a colocar en el centro de la tarea
profesional el inters de la persona representada. Al respecto pueden consultarse: Peter Margulies,
Access, Connection, and Voice: A Contextual Approach to Representing Senior Citizens of Ques-
tionable Capacity, For. L. Rev., nm. 62 (1994: 1076-1077); William E. Adams y Rebecca C.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 115
Sptimo: el trabajo de supervisin requiere analizar las estructuras ins-
titucionales comprometidas en el caso, as como los aspectos sociales y po-
lticos que enmarcan el conflicto particular. As, por ejemplo, el profesor de
la clnica legal no puede desatender las connotaciones raciales o de gnero
que pueda tener el problema, entre otras cuestiones.41
Octavo: todas las acciones de supervisin implican intervencin. Inter-
venir no es slo actuar cuando alguien est haciendo algo errneamente. La
experiencia del estudiante en el caso existe dentro del trabajo de supervisin,
y las diversas modalidades de interaccin con el docente disean esa expe-
riencia. Aunque el supervisor no mantenga contacto personal con el cliente,
ni intervenga directamente en la audiencia del juicio cuando el estudiante
comete un error, su participacin en las entrevistas de planeacin y sus reu-
niones de evaluacin del caso influyen decisivamente, tanto en la actuacin
del estudiante frente al tribunal como en su relacin con la persona patro-
cinada por la clnica.
El lugar de la comunidad
en la prctica de las clnicas legales de inters publico
Morgan, Representing The Client Who is Older in the Law Office and in the Courtroom, Elder
L. J., nm. 2 (1994: 1, 17-22); Robert Rubinson, Constructions of Competence and Theories of
Practice in Representing The Elderly, indito, presentado como ponencia en Mid-Atlantic Clini-
cal Theory and Practice Workshop, en Columbus School of Catholic University, 13 de marzo de
1998. Jane M. Spinak, Reflection on a Case (of Motherhood), Colum. L. Rev., nm. 95 (1995:
1990-2005); Stanley S. Herr, Representation of Clients with Disabilities: lssues of Ethics and
Control, N.Y.U. Rev. L. & Soco Change, nm. 17 (1990: 609, 617-618); James R. Devine, The
Ethics of Representing the Disabled Client: Does Model Rule 1.14 Adequately Resolve the Best
Interests/Advocacy Dilemma?, Mo. L. Rev., nm. 40 (1984: 493). En la pelcula Nuts (Me quieren
volver loca) Barbra Streisand representa a una mujer que participa en una audiencia para determinar
si tiene capacidad para ser sometida a un proceso penal por homicidio. Su abogado, Richard Dreyffus,
pretende declararla demente, en contra de su voluntad. La trama expresa el duro conflicto entre la
estrategia del abogado y la voluntad del cliente.
41
Sobre la perspectiva crtica en la enseanza clnica vase Robert Condlin, Tastes..., op. cit.
(nota 10). Seala Shalleck que ensearles a los estudiantes a ser abogados incluye analizar el sentido de
la perspectiva de gnero en la experiencia del cliente y del alumno, en la relacin entre ambos, en el
funcionamiento del sistema de justicia y en las instituciones sociales en general. Ann Shalleck, op. cit.
116 Enseanza clnica del derecho
42
Cfr. Miller, Binny, Give Them Back Their Lives: Recognizing Client Narrative in Case
Theory, Mich. L. Rev., nm. 93 (1994: 485).
43
Vanse sobre la exclusin e inclusin del cliente en el sentido de la narracin del abogado
como traductor del conflicto, Clark D. Cunningham, A Tale of Two Clients: Thinking about Law
as Language, Mich. L. Rev., nm. 87 (1989: 2459); Clark D. Cunningham, Symposium: The
Lawyer as Translator, Representation as Text: Toward an Ethnography of Legal Discourse, Cornell
L. Rev., nm. 77 (1992: 1298). Sobre el tema vase Christian Courtis, La estrategia de nuestra
araa: una visin crtica del derecho y del rol del abogado desde perspectivas contemporneas, en
Lecciones y ensayos, Buenos Aires, Astrea, 1989, nm. 53, pp. 107-123, especialmente pp. 116 y ss.
Sobre la objetivacin en la definicin del conflicto en el derecho penal y la exclusin de la vctima
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 117
El asunto tiene especiales connotaciones cuando se trata de narrar con-
flictos, suprimir en los que estn en juego los derechos de una clase o un
colectivo de personas, o en los que el derecho individual invocado expresa
el inters homogneo de todos los miembros de un grupo o sector ms o
menos determinado. Se trata del tipo de conflicto propio de los litigios de
inters pblico.
El rasgo diferencial de este tipo de litigios en relacin con la teora del
caso es que en ellos dicha teora no siempre reviste un valor instrumental,
como medio para obtener una decisin favorable en el proceso. En tanto los
procesos judiciales suelen enmarcarse en las luchas sociales de los grupos
involucrados, la sentencia no es la nica finalidad que se persigue. La teora
del caso, entendida como la representacin del conflicto social particular
yde sus protagonistas, puede constituir tambin un fin en s mismo.
Por un lado, la comunidad representada no est dispuesta a pagar el
costo de una visin distorsionada de su propio conflicto, ni de ella misma,
por ganar el caso. Por otro, una visin no autntica del conflicto y de la
propia comunidad representada puede traer consecuencias perjudiciales o
efectos desalentadores para la lucha social a largo plazo, aun cuando pudie-
ra obtenerse un xito inmediato en un proceso particular.
La cuestin pone en jaque algunas prcticas o modalidades tradiciona-
les del litigio de inters pblico.
Los abogados que litigan de un modo convencional causas de inters
pblico de gente indigente, seala Gerald Lpez, se consideran a s mismos
hroes polticos que corren a socorrer a la sociedad frente a una situacin
de injusticia, aun cuando entienden poco acerca de las estructuras de sujecin
culturales, polticas, econmicas y sociales en las que estn inmersas las
personas que dicen proteger, y no tratan siquiera de saber si los cambios
formales en el derecho penetrarn en la vida cotidiana de esas personas.44
del proceso, puede consultarse Alberto Bovino, Delitos sexuales y feminismo legal: [algunas]
mujeres al borde de un ataque de nervios, Revista Jurdica de la Universidad de Palermo, nms. 1
y 2, pp. 133-148, especialmente pp. 140 y siguientes.
44
Gerald P. Lpez, Rebellious Lawyering: One Chicanos Vision of Progressive Law Practice,
Westview Press, 1992. Lpez denomina a la visin convencional de la prctica progresista de la
abogada regnant idea, y del mismo modo se refiere a los regnant lawyers o irnicamente mencio-
na a los progressive lawyers como opuestos a los rebellious lawyers. Hemos traducido, con cierta
dosis de arbitrariedad, abogados convencionales y abogados progresistas para mencionar al primer
tipo, y abogados comprometidos para mencionar al segundo tipo. De rebellious a comprometidos
hay cierta distancia, aunque el trmino nos pareci adecuado para reflejar la idea de vnculo cerca-
no con la comunidad.
118 Enseanza clnica del derecho
45
Lpez caracteriza a los abogados convencionales por medio del anlisis de las prcticas le-
gales de algunos personajes ficticios. As, retrata el trabajo de Teresa, directora de Abogados por la
Justicia, una oficina de abogados para el litigio de impacto en causas de inters pblico. Abe, un
viejo abogado de izquierda en un pequeo estudio en el que asesora dirigentes sindicales locales, y
Jonathan, un abogado que presta asistencia legal en asuntos de vivienda. En los tres casos los clien-
tes y la comunidad se encuentran subordinados o relegados en el trabajo de estos abogados. En el
caso de Teresa, por ejemplo, los clientes casi no aparecen, pues su intento es tramitar litigios a gran
escala con enorme repercusin y cobertura en los medios. Teresa justifica la exclusin de los clientes
de sus casos como una necesidad, mencionando su falta de tiempo y recursos, la falta de experien-
cia de sus clientes y el amplio propsito social de los casos testigos que exceden el inters individual
de una persona en particular.
46
Para ilustrar la idea Lpez narra el trabajo de Sophie, una abogada que presta asistencia
legal en un barrio pobre en problemas de migracin. Vive y trabaja en esa comunidad. Es un
miembro activo del grupo local de inquilinos. Sus hijos concurren a la escuela del barrio. Se trata
de una activista que sistemticamente procura alentar y acompaar las luchas cotidianas de la
gente del barrio, integrando la estrategia de litigio con la organizaci6n comunitaria.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 119
La relacin entre estos abogados y sus clientes no es de subordinacin
sino de colaboracin. sta es, segn el autor, la clave del enfoque. Los abo-
gados deben saber cmo trabajar con (no slo en representacin de) mujeres,
pobres, gente de color, gays y lesbianas, discapacitados y ancianos. La cola-
boracin debe extenderse a abogados profesionales y aun a legos47 que ayuden
en la tarea jurdica, en tanto estn dispuestos a educar a otros y a ser educados
por los otros, cualquiera que fuera su aspecto o situacin socia1.48
Para algunos autores, el reemplazo de una prctica de subordinacin
por otra de colaboracin requiere un cambio sustancial de la metodologa
habitual de trabajo de los abogados de inters pblico.49
Para Anthony V. Alfieri, un punto central para ese cambio es la recupe-
racin de la voz de la gente representada, en la narracin de sus propios
conflictos.50 Su tesis es que la narracin que el cliente realiza de su propia
historia es un texto de enorme riqueza en el que se entrecruzan la imagen
que proyecta de su propia persona y del mundo, y una serie de valores que
el abogado debe saber descubrir y mantener en su propia narracin. Cuan-
do la voz del cliente resulta silenciada y su narracin es desplazada por la del
abogado, la integridad personal del cliente resulta mancillada y el verdadero
47
El autor menciona el rol de los law lawyers en el trabajo legal cotidiano de las comuni-
dades.
48
Para un comentario crtico del libro de Lpez vase Anthony V. Alfieri, Book Review:
Practicing Community. Gerald Lpez, Rebellious Lawering: One Chicanos Vision of Progressive
Law Practice, Harv. L. Rev., nm. 107 (1994: 1747).
49
La bibliografa es abundante y cubre aspectos particulares del litigio en representacin de
diferentes grupos o minoras, tales como mujeres, afroamericanos, trabajadores inmigrantes e inqui-
linos de bajos recursos. Vase Lucie E. White, Mobilization on the Margins of the Lawsuit: Making
Space for Clients to Speak, N.Y.U. Rev. L. & Soc. Change, nm. 16 (1987-1988: 535); Lucie E.
White, Subordination, Rhetorical Survival Skills, and Sunday Shoes: Notes on the Hearing of Mrs.
G., Buff. L. Rev., nm. 38 (1990: 1); Lucie White, To Learn and Teach: Lessons from Driefontein
on Lawyering and Power, Wis. L. Rev., nm. 699 (1988: 737-769); Ann Shalleck, Theory and
Experience in Constructing the Relationship between Lawyer and Client: Representing Women
Who Have Been Abused, Tenn L. Rev., nm. 64, p. 1019; Michelle S. Jacobs, People from the
Footnotes: The Missing Element in Client-Centered Counseling, Golden Gate University, Jennifer
Gordon, Economic Justice in Americas Cities: Vision and Revision of a Movement: We Make Road
By Walling: Immigrant Workers, the Workplace Project, and the Struggle for Social Change, Harv.
C. R. C.-L.L. Rev., nm. 30 (1995: 407); Barbara Bezdek, Silence in the Court: Participation and
Subordination of Poor Tenants Voices in Legal Process, Hofstra L. Rev., nm. 20 (1992: 533).
50
Anthony V. Alfieri, Reconstructive Poverty Law Practice: Learning Lessons of Client
Narrative, Yale L. J., nm. 100 (1991: 2107). Sobre la misma temtica vase Christopher
P.Gilkerson, Theoretics of Practice: The Integration of Progressive Thought and Action: Poverty
Law Narratives: The Critical Practice and Theory of Receiving and Translating Client Stories,
Hasting L. J., nm. 43 (1992: 861).
120 Enseanza clnica del derecho
conflicto que est detrs del caso se pierde. Este desplazamiento, seala
Alfieri, es fruto de una interpretacin excluyente de los hechos, a partir
de un dilogo desigual entre el abogado y la persona representada, a quien
ste concibe como un ser inferior o dependiente que debe proteger, relevn-
dolo de la responsabilidad de tomar sus propias decisiones.51
Reconstruir la prctica de representar a gente sin recursos en causas de
inters pblico requiere restablecer una relacin igualitaria entre el abogado
y el cliente, asumiendo el desafo de traducir un conflicto social en un caso
judicial, sin traicionar los rasgos caractersticos de ese conflicto ni la imagen
de sus protagonistas.52 Si la narracin del conflicto se construye en un tra-
51
La interpretacin excluyente es esencial en la relacin de dominacin-dependencia entre
el abogado y el cliente. Esta interpretacin comienza con la prctica de marginacin que consiste
en concebir la inferioridad del cliente y reflejar esa inferioridad en la relacin pblica con el aboga-
do. Este vnculo de dominacin comienza en la primera entrevista. En el trabajo narra el caso de
Celeste, una mujer hispana, madre sustituta, a quien atiende en una oficina de asesoramiento legal
para pobres por un recorte de la ayuda social. Como los abogados de la oficina atienden una gran
cantidad de casos a diario, disponen de formularios tipos que los consultantes deben llenar con
respuestas cortas, en poco tiempo, sin poder explicar adecuadamente sus problemas. Aqu comien-
za el proceso de marginacin. Ese proceso se prolonga en las audiencias administrativas en las
cuales el testimonio del cliente es acotado, y ms tarde en la Corte, donde su voz queda fuera de los
alegatos y las negociaciones. La segunda prctica que caracteriza el proceso es la subordinacin: el
abogado objetiviza la imagen del cliente, lo transforma en objeto, una cosa que manipula y mane-
ja. Por lo general, el abogado que representa a gente de escasos recursos suele representar a su
cliente como una vctima de la situacin, alguien incapaz de actuar por s solo que requiere ayuda,
en vez de mostrar a una persona que lucha por sus legtimos derechos. La tercera prctica es la
disciplina: la exclusin constrie al cliente a obedecer la estrategia fijada por el abogado en el caso,
requiere su silencio obediente. El abogado construye la sumisin a su narracin como una decisin
libre y apropiada del cliente, en pos de la eficiencia de su labor profesional.
52
Alfieri seala algunos elementos de esta nueva prctica de narracin del conflicto. La sospe-
cha: el abogado debe sospechar de su narracin a partir de presumir su tendencia a falsificar el
conflicto y la imagen de sus protagonistas. La metfora: debe aprender a leer la historia que narra
el cliente como un texto cargado de metforas, descifrando el doble sentido de los hechos que
cuenta su historia, e identificando los valores y derechos referidos aun implcitamente. Muchas
historias pueden parecer a simple vista un catlogo de privaciones, cuando en realidad hablan de la
lucha cotidiana por la supervivencia. Representar al cliente como una vctima que sufre o como una
persona que lucha puede tener connotaciones claramente diferentes. Colaboracin: el cliente y el
abogado deben procurar participar de igual manera en la elaboracin de la historia y en su narracin
en las diferentes instancias del proceso. Redefinicin: es la prctica de revisar la narracin del casoen
consonancia con el texto de la narracin original del cliente, en procura de afirmar la presencia de
su voz en el relato. Se procura volver sobre el texto original para rescatar las imgenes y los valores
que ese texto pretenda transmitir. En su artculo, Alfieri vuelve sobre la narracin original de una
cliente que patrocin hace muchos aos, y en una relectura de sus notas, descubri en su historia
significados que como abogado no supo contar al presentar el caso.
La enseanza del derecho en las clnicas legales de inters pblico 121
bajo de colaboracin con los propios interesados, y se procura recuperar su
voz, sus valores, su imagen del mundo, el resultado exceder el litigio y re-
dundar en un fortalecimiento de las comunidad y de sus luchas cotidianas.
Para ello, sostiene Alfieri, el abogado debe entrar en contacto con los grupos
o comunidades representadas e integrarse por vas o canales institucionales,
adems de procurar la consolidacin de esos grupos a partir de actividades
de educacin y organizacin comunitarias.53
Mas all de que se compartan o no las posiciones de los autores acerca
de la necesidad de que los abogados que representan grupos o sectores so-
ciales determinados convivan con esa comunidad (Lpez) o estn en ntima
relacin con ella (Alfieri), los planteamientos reseados trasladan un dilema
a la actividad de aquellas clnicas que procuran litigar tan slo casos testigos,
sin convertirse en asesoras populares ni realizar tareas de activismo comu-
nitario. El dilema puede definirse as: cmo mantener desde la posicin
elegida una relacin adecuada con los grupos o sectores que se procura re-
presentar, para que los casos seleccionados surjan de sus verdaderos intereses
y conflictos y sirvan para fortalecer y no para debilitar su organizacin ni el
desarrollo de sus luchas sociales.
Se trata de una dura impugnacin de las prcticas cotidianas de las cl-
nicas legales de inters pblico, similar por su peso a la crtica que laeducacin
clnica presenta a la pedagoga tradicional de las facultades de derecho.
De tal manera, pareciera que tan importante como precisar el concep-
to de inters pblico ser definir cmo hemos de enfocar la defensa de ese
inters y qu lugar le corresponder a la comunidad en el desarrollo de esta
tarea.
53
Alfieri denomina a esa prctica emplazamiento y la considera un ingrediente fundamen-
tal de la tarea de redefinicin.