Tina Bazuca
Tina Bazuca
adolescente de diecisis aos; delgada del color del caliche, con cicatrices de balas y navajas
en su cara de media
Tina Bazuca, herona dominicana que muri a los 16 aos enfrentando la invasin de EE.UU.
de 1965 a la Repblica Dominicana.
Luego se hizo famosa en el Comando de POASI, cuando vestida de verde olivo y botas
militares, sala con un fusil G-3, al hombro y una bazuca en un jeep que ella y dos hombres
ranas les haban quitado a tiro limpio a unos soldados estadounidenses.
Tina Bazuca era una combatiente de primera lnea de la parte Norte de la ciudad de Santo
Domingo, donde fue unas de las heronas en las batallas de los das 25, 26, 27, 29 y 30 de
abril.
En esos barrios tambin haba deserciones de civiles constitucionalista, pero Nina Bazuca, no
abandono la lucha, estuvo en todas las batallas y escaramuzas dando el todo por el todo. De
aqu pal Cielo! Deca.
En los intensos combates de los das del mes de mayo especialmente los de los das 1, 14,15
y 16, cuando se inician la cacera humana llamada Operacin Limpieza, en los barrios
marginados de la ciudad; donde perdieron la vida ms de seis mil civiles, no combatientes. All
estaba presente Tina Bazuca.
Al igual que los bombardeos de la ciudad, por tropas de intervencin estadounidenses de los
das 15 y 16 de junio, donde se intent tomar a Ciudad Nueva, con todo tipo de armamentos y
le fue imposible gracias a los soldados constitucionalistas y los jvenes de ambos sexos de
los comandos muchos de ellos sin apellidos, sin escolaridad y sin partido poltico alguno.
Como era el caso de Tina Bazuca.
Ya en la Academia Militar 24 de Abril, en Ciudad Nueva, Tina Bazuca, era una estudiante
ejemplar.
De ella nos cuenta la instructora, Sagrada Bujosa, en el libro Mujeres de Abril de la periodista
Margarita Cordero, los siguientes:
Tina era la bazookera del comando POASI, y cuando a m me dicen: estas son las
compaeras que t vas a instruir, yo la recuerdo a ella, aquella mujer joven pero acabada, de
pueblo, llena de cicatrices en el rostro. Luego continua diciendo esta era una mujer que
impresionaba. Siempre andaba vestida de verde olivo.
Luego entablamos conversacin y ella me hablaba de los combates en la parte Norte de una
forma tan natural, de sus heridas en los combates en la parte Norte, con la misma simpleza
con que la gente hace las labores cotidianas en una casa. Era de la gente que ms asimilaba
las instrucciones, de la gente ms diestra, y era la que era distinta; era la mujer del pueblo, la
que representaba al pueblo ah.
Era la mujer que haba combatido, porque la mayora, la mayora no, todas incluyndome a m
que era instructora, ninguna de las compaeras que estaban bajo mi mando haban
participado en combate. Solamente Tina.
De ella nos dice Brunilda Amaral en el libro Mujeres de Abril de la periodista Margarita
Cordero, los siguientes: yo recuerdo que Tina deca: yo soy muy bruta, yo soy una mujer de
los muelles. Yo soy una mujer brutisima, pero yo tengo que aprender; entonces, tengo que
poner atencin dos veces.
Yo no s, pero este tipo de mujeres, esta mujer, esta annima, esa que quizs no aparezca
en ninguno de los anales de tantas historias que se han escrito aqu sobre la mujer y su
participacin en tal o cual hecho, esas mujeres fueron precisamente las que dignificaron el
papel de la mujer en la guerra de abril.
Despus de finalizada la Revolucin, se emprendi una cacera contra todos los sin nombres
y apellidos, que pelearon en la revolucin, a Tina Bazuca, le toco la mala suerte.
La degollaron, profanaron su cadver y lo tiraron desde el puente Duarte hacia el rio Ozama.
En el puente que ella con las armas en las manos defendi con gran valenta y bravura los
das 25, 26, 27, 28 y 29 de Abril de 1965.
Honremos su memoria, que es la memoria de los miles de descamisados y descamisadas de
siempre. Los hurfanos y hurfanas, los que luchamos sin ideologas, sin partidos.
Solo con el supremo objetivo de defender la Soberana de la Republica. Los que no tenemos
nombres, ni apellidos; ni casa, ni tierra, ni educacin.
Los de abajo. Los sin trabajo, ni salud; Los hombres y mujeres del pueblo, esclavos de la
Patria sin saberlo.
Honremos a esos y esas que abonaron con sus sangres purpuras las guerras y las
revoluciones que otros iniciaron desde la retaguardia o en sus mansiones con aires
acondicionados.
Esos, los que se llevan las glorias y los puestos. Los que tienen nombres y apellidos. Dueos
de las tierras y los ganados; las fbricas, las minas, las vidas y las muertes de los que solos
tenemos Patriotismo