Bendición de Los Campos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Bendicin de los campos, las tierras de cultivo y los terrenos de pasto

El captulo XXIV del Bendicional, en la parte correspondiente a las "bendiciones de


construcciones y actividades", ofrece la siguiente bendicin:

BENDICIN DE LOS CAMPOS, LAS TIERRAS DE CULTIVO Y LOS TERRENOS DE PASTO

827. Con este rito los fieles manifiestan (primera intencin del rito) su agradecimiento a Dios, que
con amor inefable cre el mundo y lo confi al cuidado del hombre, para que ste, con su trabajo
asiduo, proporcionara a los hermanos lo necesario para el sustento.

Cundo puede emplearse:

828. Este rito puede emplearse en aquellas ocasiones ms adecuadas de la vida agrcola, de
manera que, con la ayuda de la oracin, se santifique el trabajo humano, y la bendicin del Seor
acompae las alternativas de las estaciones y sus faenas correspondientes. (Segunda intencin del
rito).
829. Este rito pueden usarlo el sacerdote, el dicono, y tambin el laico, con los ritos y frmulas
previstos para l.

830. Con el fin de acomodar la celebracin a las circunstancias del lugar y de las personas, pueden
adaptarse algunos de los elementos de este rito, respetando siempre la estructura de la
celebracin y sus elementos principales.

RITO DE LA BENDICIN
RITOS INICIALES

831. Reunida la comunidad, puede entonarse un canto adecuado ("adecuado" en el sentido de


"pertinente", o sea, de carcter religioso, pues se trata de la liturgia de un
sacramental), terminado el cual, el ministro dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo.

Todos se santiguan y responden:

Amn.

832. Luego el ministro, si es sacerdote o dicono, saluda a los prsenles, diciendo:

Dios, que es admirable en sus obras, est con todos vosotros.

U otras palabras adecuadas, tomadas preferentemente de la Sagrada Escritura.

Todos responden:

Y con tu espritu.

O de otro modo adecuado.

833. Si el ministro es laico, saluda a los presentes, diciendo:

Bendigamos unnimes a Dios, que nos concede el roco del cielo y la fertilidad de la tierra.

Todos responden:

Amn.

834. El ministro dispone a los presentes a recibir la bendicin, con estas palabras u otras
semejantes:

Bendigamos a Dios, que con su omnipotencia cre la tierra y con su providencia la enriquece, y la
dio a los hombres para que la cultivasen y de ella sacasen los frutos con que sustentar su vida. Al
mismo tiempo que damos gracias a Dios por su generosidad, aprendamos tambin, segn las
palabras del Evangelio, a buscar sobre todo el Reino de Dios y su justicia, ya que entonces todo lo
que necesitemos se nos dar por aadidura.

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS


835. Luego el lector, uno de los presentes o el mismo ministro, lee un texto de la Sagrada Escritura.

Gn 1, 1. 11-12. 29-31: Vio Dios todo lo que haba hecho; y era muy bueno

Escuchad ahora, hermanos, las palabras del libro del Gnesis:

Al principio cre Dios el cielo y la tierra. Y dijo Dios:


Produzca la tierra hierba verde que engendre semilla, y rboles frutales que den fruto segn su
especie y que lleven semilla sobre la tierra.
Y as fue. La tierra brot hierba verde que engendraba semilla segn su especie, y rboles que
daban fruto y llevaban semilla segn su especie.
Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios:
Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los
rboles frutales que engendran semilla os servirn de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a
todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les
servir de alimento.
Y as fue. Y vio Dios todo lo que haba hecho; y era muy bueno.

Palabra de Dios.

836. O bien:

Dt 32, 10c-14: Dios puso al pueblo a caballo de sus montaas y lo aliment con las cosechas de sus
campos

Escuchad ahora, hermanos, las palabras del libro del Deuteronomio:

Dios rode a su pueblo cuidando de l, lo guard como a las nias de sus ojos. Como el guila
incita a su nidada, revolando sobre los polluelos, as extendi sus alas, los tom y los llev sobre
sus plumas. El Seor solo los condujo, no hubo dioses extraos con l. Los puso a caballo de sus
montaas y los aliment con las cosechas de sus campos; los cri con miel silvestre, con aceite de
rocas de pedernal; con requesn de vaca y leche de ovejas, con grasa de corderos y carneros,
ganado de Basan y cabritos, con la flor de la harina de trigo, y, por bebida, con la sangre
fermentada de la uva.

Palabra de Dios.

837. Pueden tambin leerse: Mt 6, 25-34; Mc 4, 26-29.

838. Segn las circunstancias, se puede decir o cantar un salmo responsorial u otro canto
adecuado.

Salmo responsorial
Sal 103 (104), l-2a. 14-15. 24. 27-28 (R.: 24c)

R. La tierra est llena de tus criaturas, Seor.

Bendice, alma ma, al Seor,


Dios mo, qu grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. R.

Haces brotar hierba para los ganados,


y forraje para los que sirven al hombre.
l saca pan de los campos,
y vino que le alegra el corazn;
y aceite que da brillo a su rostro,
y alimento que le da fuerzas. R.

Cuntas son tus obras, Seor,


y todas las hiciste con sabidura;
la tierra est llena de tus criaturas. R.

Todos ellos aguardan


a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes. R.

839. O bien:

Sal 64 (65), 10. 11-12. 13-14. R. (6) Nos respondes, Dios, salvador nuestro.

Sal 106 (107), 35-36. 37-38. 41-42. R. (Ib) Dad gracias al Seor porque es bueno.

840. El ministro, segn las circunstancias, exhorta brevemente a los presentes, explicndoles la
lectura bblica, para que perciban por la fe el significado de la celebracin.

PRECES

841. Si se estima oportuno, antes de la oracin de bendicin puede hacerse la plegaria comn.
Entre las invocaciones que aqu se proponen, el ministro puede seleccionar las que le parezcan
ms adecuadas o aadir otras ms directamente relacionadas con las circunstancias del momento.

Dios providente, Padre de todos, se preocupa amorosamente por sus hijos y los alimenta y
protege, bendiciendo la tierra para que d los frutos para el sustento del hombre. Invoqumoslo
con espritu filial, diciendo:
R. Te rogamos, yenos.

T que por el apstol Pablo nos llamaste campo tuyo, haz que, cumpliendo en todo momento tu
voluntad, vivamos siempre unidos a ti. R.

T que nos enseaste que somos sarmientos de aquella vid que es Cristo,
haz que, permaneciendo en tu Hijo, demos fruto abundante. R.

T que bendices la tierra y la enriqueces sin medida,


haz que nuestros campos, con tu bendicin, produzcan el alimento que necesitamos. R.

T que multiplicas el trigo, con el cual nos das el pan nuestro de cada da y el alimento de la
Eucarista,
concdenos cosechas abundantes con el roco del cielo y la fertilidad de la tierra. R.

T que alimentas a los pjaros del cielo y vistes a los lirios del campo,
ensanos a no estar agobiados pensando qu vamos a comer o con qu nos vamos a vestir,
sino a buscar sobre todo tu reino y tu justicia. R.

Sigue la oracin de bendicin, como se indica ms adelante.

842. Cuando no se dicen las preces, antes de la oracin de bendicin el ministro dice:

Oremos.

Y, segn las circunstancias, todos oran durante algn tiempo en silencio.

Luego dice la oracin de bendicin.

ORACIN DE BENDICIN

843. El ministro, si es sacerdote o dicono, con las manos extendidas, si es laico, con las manos
juntas, dice la oracin de bendicin:

Seor, Padre santo, que mandaste al hombre que guardara y cultivara la tierra, te suplicamos
con humildad que nos concedas siempre cosechas abundantes, des fertilidad a nuestros
sembrados, y, alejando de nuestros campos las tormentas y el granizo, las semillas puedan
germinar con abundancia. Por Jesucristo, nuestro Seor.

R. Amn.

844. O bien:

Oh, Dios, que ya en el principio del mundo ordenaste en tu providencia que la tierra germinara
hierba verde y produjera toda clase de frutos, y proporcionas semilla para sembrar y pan para
comer, te pedimos que esta tierra, fecundada por tu bondad y cultivada por el trabajo del
hombre, rebose de frutos abundantes, y tu pueblo, colmado de tus dones, te alabe sin cesar
ahora y siempre. Por Jesucristo, nuestro Seor.

R. Amn.

CONCLUSIN DEL RITO

845. El ministro, si es sacerdote o dicono, concluye el rito, diciendo:

Dios, fuente de todos los bienes, os bendiga + y d fecundidad a vuestro trabajo, para que podis
alegraros de sus dones y proclamar siempre sus alabanzas.

R. Amn.

846. Si el ministro es laico, concluye el rito santigundose y diciendo:

Dios, fuente de todos los bienes, nos bendiga y d fecundidad a nuestro trabajo, para que
podamos alegrarnos de sus dones y proclamar siempre sus alabanzas.

R. Amn.

847. Es aconsejable terminar el rito con un canto adecuado.

15 de mayo de 2017, memoria litrgica de san Isidro Labrador. Entrada dedicada a l.


Bendicin de los Campos y los Cultivos

Amoroso Creador Dios,


te reconocemos como la nica fuente de crecimiento y abundancia.
T nos provees con alimento para el cuerpo y el espritu.

Con tu ayuda plantamos nuestros cultivos y con tu poder ellos


producen nuestra cosecha.
En tu bondad y amor, haz nuestro trabajo fructfero.
Bendice nuestros campos y los cultivos que plantamos;
permteles producir una rica cosecha.
Concdenos un tiempo favorable para hacer a estos campos
productivos.

Gua el trabajo de nuestras manos,


porque en ti vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser.
Aydanos a traerte gloria usando bien y compartiendo
las cosas buenas que recibimos de ti.

Te lo pedimos a travs de Jesucristo. Amn.

También podría gustarte