Barthes - Mitologías
Barthes - Mitologías
Barthes - Mitologías
El mito es un habla
El mito es un habla, un mensaje, una forma. Todo puede ser un mito, cualquier materia
puede ser dotada abstractamente de significacin. No hay mitos eternos, la mitologa solo
puede tener fundamento histrico. La palabra mitica esta constituida por una materia ya
trabajada pensando en una comunicacin apropiada, por eso los materiales del mito
presuponen una conciencia singnificante. No hay que tratar al mito como si fuera la lengua.
Entendemos lenguaje, discurso, habla, etc. como toda unidad o sntesis significativa.
La mitologa pertenece a la semiologa, que es una ciencia de las formas, que solo puede
leer o descifrar. La mitologa forma parte de la semiologa como ciencia formal y de la
ideologa como ciencia histrica, estudia las ideas como forma. Se empieza a meter con la
lingstica saussureana. Para Barthes, el significante es vaco, el signo es macizo, es un
sentido. Los tres trminos (ste, sdo, signo) son formales, se les puede adjudicar contenidos
diferentes. En Freud, el sueo o el acto fallido, la neurosis, etc.) es el vinculo funcional de
los dos trminos (seria el signo; el sentido manifiesto de la conducta seria el ste y el sentido
latente seria el sdo. Barthes no lo dice as igual). La ideologa tiene sus mtodos y la
semiologa los suyos, lo ideal seria conjugar los dos, no confundirlos. (p. 232)
La forma y el concepto
El ste del mito es ambiguo: es a la vez sentido y forma; lleno desde un punto de vista, vaco
desde el otro. En el sistema primero, el sentido ya est completo; al devenir forma se vaca,
se empobrece, se evapora su historia. Ojo, que la forma no suprime el sentido, lo
empobrece. De esa vida que mantiene el sentido va a alimentarse la forma del mito. Lo que
DEFINE AL MITO es el interesante juego de escondidas entre el sentido y la forma: esta
debe poder volver permanentemente a echar races en el sentido y alimentarse de el, debe
poder ocultarse en el.
En cuanto al significado, esta historia que se desliza fuera de la forma va a ser absorbida
por el concepto, el cual esta determinado: es histrico e intencional, el mvil que hace
proferir el mito. A travs del concepto se implanta en el mito una historia nueva. Nunca es
abstracto (en contraste con la forma). En el concepto se inviste cierto conocimiento de lo
real, el saber contenido en el concepto mitico es un saber confuso, formado de asociaciones
dbiles, ilimitadas. Es clave este carcter abierto del concepto: la unidad y coherencia de
esta condensacin inestable depende de su funcin. Esto quiere decir que el carcter
fundamental del concepto es el de ser apropiado: la imperialidad francesa debe conmover
a algunos lectores y no a otros.
Como el concepto es un elemento constituyente del mito, para poder nombrar el concepto
necesito un neologismo, para poder nombrarlo y descrifrarlo. Por ejemplo, para poder decir
de qu es concepto el sushi tengo que usar un trmino como japonidad .
Significacion
El mito es un VALOR: nada le impide ser una coartada perpetua, su significado tiene dos
caras para poder disponer de un mas all: el sentido siempre est ah para presentar la
forma, y la forma siempre est ah para distanciar el sentido. La clave est en que jams se
encuentran en el mismo punto. En el ste mitico, la forma aparece vacia y presente, el
sentido ausente y lleno. La nica forma de detener esta alternancia es pasar del estado de
lector de mito al mitlogo.
Tercer elemento de la significacin (y los otros 2??): motivacin. La palabra mitica siempre
es parcialmente motivada, contiene una dosis de analoga. Esto es esencial a su duplicidad:
el mito juega con la analoga del sentido y de la forma: no hay mito sin forma motivada. La
historia provee sus analogas a la forma, que deja de lado muchos anlogos y retiene unos
pocos.
-La del productor de mitos: pongo mi atencin en un significante vacio y dejo que el
concepto llene la forma del mito. Partir de un concepto y buscarle una forma.
-El del mitlogo: pongo mi atencin en un ste lleno, distingo sentido de forma y la
deformacin que uno produce en otra. El negro que hace la venia deviene la coartada de la
imperialidad francesa.
-La del lector del mito: pongo mi atencin en el ste del mito como un todo inextricable de
sentido y forma. El negro es la presencia de la imperialidad francesa.
Las dos primeras formas son estticas: cnica una, desmitificante la otra. La tercera es
dinmica, el lector consume, vive el mito a la manera de una historia a la vez verdadera e
irreal.
El mito es vivido como una palabra inocente no porque sus intenciones estn ocultas(si no
no seria eficaz), sino porque estn naturalizadas. El mito es un sistema de valores que el
lector ve como sistema de hechos.
Robado porque transforma sentido en forma. Nada puede cubrirse del mito, pero hay
lenguajes mas resistentes que otros. La lengua ofrece una resistencia dbil, por la
abstraccin de su concepto, permite multiples contingencias. La lengua propone al mito un
sentido en hueco. Cuando el sentido esta demasiado lleno como para ser invadido, el mito
lo rodea y roba en su totalidad (como el lenguaje matemtico). Prueba de que el mito puede
alcanzar, corromper todo, hasta lo que se niega a el. El lenguaje matemtico es acabado, el
mito es un lenguaje que no quiere morir.
El mito puede significar la resistencia que se le opone. El mejor arma contra el mito es
mitificarlo a su vez, robar el mito, hacer otra mitologa. Hacer de el mismo un punto de
partida para una tercer cadena semiolgica.
El mito consiente la historia en dos puntos: por su forma, relativamente motivada, y por su
concepto, que por su naturaleza es histrico.
Este anonimato de la burguesa es aun mas notable cuando se pasa de la cultura burguesa
ppiamente dicha a sus formas desplegadas, vulgarizadas, especialmente la filosofa
publica: todo en nuestra vida cotidiana es tributario de la representacin que la burguesa
se hace y nos hace de las relaciones del hombre y del mundo. Estas formas normalizadas
gozan de una posicin intermedia: no son directamente polticas ni ideolgicas, se
incorporan a lo indiferenciado, a la naturaleza. El hecho burgues se absorbe en un universo
indistinto, cuyo nico habitante es el Hombre Eterno.
Penetrando en las clases medias, la burguesa logra mejor perder su nombre: las normas
pequebu son residuos de la cultura burguesa. La burguesa consagra la indiferenciacin
ilusoria de las clases sociales: a partir del momento en que una mecangrafa con bajo
sueldo se reconoce en el gran casamiento burgues, la exnominacion burguesa alcanza su
pleno efeto.
El mito esta constituido por la perdida de la cualidad histrica de las cosas: estas pierden en
el el recuerdo de su construccin. El mundo entra al lenguaje como una relacin dialctica
de actividades, de actos humanos; sale del mito como un cuadro armonioso de esencias. La
funcin del mito es eliminar lo real.
El mito no niega las cosas, habla de ellas., pero las vuelve inocentes, les confiere la claridad
no de la explicacin sino de la COMPROBACION: al pasar de la historia a la naturaleza el
mito les otorga a los actos humanos la simplicidad de las esencias, organiza un mundo sin
contradicciones, una claridad feliz; las cosas parecen significar por si mismas.
El lenguaje-objeto habla las cosas, el metalenguaje habla de las cosas. Hay mitos fuertes y
mitos dbiles: en los primeros el cuantum poltico es inmediato, en los otros la politicidad
del objeto esta desteida (ejemplo de diferencia entre un rbol y un sudanes). Para juzgar la
carga poltica de un objeto nohay que situarse en la significacin, sino en el significante, es
decir, en la cosa oculta. Y en el ste, hay que situarse en el punto de vista del lenguaje-
objeto, del sentido.
Los hombres estn en una relacin de uso respecto del mito: despolitizan segn sus
necesidades.
El mito, en la izquierda
Existe un habla que se opone al mito: el habla que permanece poltica. El lenguaje poltico
me presenta la naturaleza solo en la medida en que quiero transformarla, lenguaje mediante
el cual yo actuo el objeto. Si soy leador puedo hablar el rbol, si no, solo puedo hablar de
el. Ahora el rbol cantado es instrumento de mi lenguaje (antes el lenguaje era instrumento
del acto). Frente al lenguaje real del leador creo un lenguaje segundo, que pondr en juego
no las cosas sino sus nombres: este lenguaje segundo no es mitico pero en el se instalara el
mito.
El lenguaje no mitico es el del hombre productor, toda vez que el hombre habla para
transformar lo real y no para conservarlo como imagen.
La izq se definde con relacin al oprimido; el habla de este es pobre, solo tiene un lenguaje,
el transitivo, real, incapaz de mentir, usa el lenguaje de sus actos. Por eso el mito de
izquierda es artificial, reconstituido, torpe. (p. 245).
El mito, en la derecha
1. La vacuna: confesar el mal accidental de una institucin de clase para ocultar mejor su
mal principal.
2. La privacin de la historia: el mito priva totalmente de historia al objeto del que habla.
Irresponsabilidad del hombre.
4. La tautologa: Definir lo mismo por lo mismo. Se mata lo racional porque nos resiste, se
mata el lenguaje porque nos traiciona. Nos refugiamos en la tautologa al estar faltos de
explicacin, la carencia del lenguaje se identifica mgicamente con lo que se decide que es
una resistencia natural del objeto: es asi porque es asi. Desconfianza hacia el lenguaje: se
lo rechaza porque nos falta.
5. El ninismo: plantear dos contrarios y equiparar uno con otro a fin de rechazarlos a
ambos. Se huye de lo real porque resulta intolerable, reducindolo a dos contrarios que se
equilibran por el hecho de haberlos vuelto formas, aliviados de su peso especifico.
6. Cuantificacion de la cualidad: Figura que ronda a travs de todas las figuras precedentes.
Reduce toda cualidad a una cantidad, comprende lo real con menos gasto.
Se advierte que estas figuras retoricas se agrupan en dos grandes compartimientos: las
esencias y las balanzas. La ideologa burguesa transforma los productos de la historia en
tipos esenciales, intenta embalsamar el mundo. Ese haber fijado y congelado se volver
computable: la moral burguesa es una operacin de pesada, las esencias son colocadas en
balanzas cuyo brazo inmvil es el hombre burgues. El hombre es arrojado por los mitos a
ese prototipo inmvil que vive en su lugar: la seudofisis burguesa constituye para el hombre
la prohibicin absoluta de inventarse. (P. 252 es clave, al final hay un prrafo que puede
entenderse como ideologa en althusser, mirar bien). Los mitos son una demanda
incesante de que todos los hombres se reconozcan en esa imagen eterna y a la vez situada
en el tiempo que se formo de ellos en un momento dado como si debiera perdurar siempre
(parecido a ideologa en Althusser???).