Cesar Borgia y Viana - Feliz Carinanos PDF

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Flix Carianos

CSAR BORGIA Y VIANA


(1507-2007)
Flix Carianos San Romn

CSAR BORGIA Y VIANA


(NAVARRA)
(1507-2007)
Publicacin:
Ayuntamiento de la ciudad de Viana
Edicin:
Analecta editorial
Impresin:
Imagen grfica de Navarra
ISBN:
DL:
Crditos fotogrficos: Francisco Becerra, Jaln ngel, Flix
Carianos, Pilar Martnez de Olcoz
Flix Carianos San Romn
Ayuntamiento de la ciudad de Viana
a Francisco Javier Becerra Abada,
Santiago Becerra Vacas,
Victoriano Juaristi Sagarzazu,
Antonio Juan Onieva Santamara,
que reivindicaron la memoria de Csar Borgia
en esta ciudad de Viana
Prlogo

A lo largo del ao 2007 se conmemora el V Centenario de la muerte


de Csar Borgia en Viana, con el objetivo de promocionar turstica y
culturalmente esta ciudad a travs de la figura de tan histrico perso-
naje.
Para ello el Ayuntamiento de Viana, junto con el Departamenteo de
Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra, ha organizado distintas
acciones, que se agrupan en tres lneas de actuacin:
1. Promocin y comercializacin: eleccin del logotipo, productos de
merchandising, promociones en ferias e inserciones en medios de
comunicacin.
2. Conocimiento y divulgacin: publicaciones del folleto de Csar Borgia
y su entorno, edicin del libro Csar Borgia y Viana (Navarra) 1507-
2007, Certamen de Relatos y Cuentos Ciudad de Viana y otras pu-
blicaciones.
3. Programa de actividades culturales en torno a la figura de Csar Borgia
y el siglo XVI.
Dentro de las acciones de conocimiento y divulgacin destaca la
publicacin de este libro, que hace una recopilacin de lo que fue la
familia Borgia, Csar en Navarra y en Viana, con la historia de su
muerte, sus tumbas y monumentos.
Siendo un personaje polmico para unos y admirado para otros, des-
de Viana se est intentando, a travs de su persona, dar a conocer ms
esta bonita y encantadora ciudad.

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Csar Borgia, cuyos restos est ms que demostrado que descan-
san en nuestra ciudad, y que con la voluntad y el empeo del Ayunta-
miento de Viana y de la Comisin del V Centenario reposarn en un
emplazamiento ms digno y a la vez ejemplar para quien fue obispo de
Pamplona y Capitn General de los Ejrcitos de Navarra, entre otros
cargos
Desde este Ayuntamiento que tengo el honor de presidir animo
a leer esta gran obra Csar Borgia y Viana (Navarra) 1507-2007, escri-
ta por nuestro paisano don Flix Carianos, historiador y etngrafo,
que tanto trabaja por nuestra ciudad, y que de forma amena, didctica
y con rigor histrico, presenta esta publicacin que da a conocer al
gran pblico varios aspectos poco conocidos de este famoso personaje
del Renacimiento.

Dn. Gregorio Galilea Arazuri,


Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Viana

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Presentacin
Los sabios de la Antigedad, los grandes hombres del medievo, los
artistas del mundo renaciente, tuvieron el buen gusto de tomar su
pueblo o lugar de origen, acaso su gentilicio, a manera de apellido,
apodo, nombre o definicin; Soln de Atenas, Tales de Mileto, el
Estagirita, Empdocles de Agrigento, Periandro de Corinto; Benjamn
de Tudela, Toms de Aquino, Gonzalo de Berceo, Don Sem Tob de
Carrin; Nicols de Cusa, Luis de Granada, Leonardo de Vinci, Diego
de Estella, El Verons, Nebrija, Pedro Aretino, Francisco de Javier y
digo yo que Flix Carianos, autor entre otras obras de este libro, fiel
a tan aeja tradicin, deba firmar tambin de aquella guisa; Flix
Carianos de Viana, Flix de Viana, el Vians.
En este texto que tengo el placer de prologar, Carianos nos ofrece
un intenso y extenso ejercicio de aproximacin a su ttulo bifronte:
Csar Borgia. Viana.
A lo largo de sus pginas, va a acercarnos a la familia Borgia y a uno
de sus hijos de mayor renombre. Y con l, y con la pluma amena de
Flix, vamos a recorrer la Navarra de aquel tiempo, la Viana del tiem-
po aquel. As, sabremos de la guerra civil entre navarros, del asedio del
castillo de Viana, de la aciaga tormenta de la noche del 11 de marzo
del ao 1507, de la persecucin, la escaramuza, la barranca salada, la
armadura, las lanzadas, las heridas, la exange desnudez, la muerte
desoladora...
Todo nos lo cuenta con airoso lenguaje y placentera prosa, y entre
citas, hiptesis y alusiones a crnicas antaonas, nuestro ilustrado
vians recrea la poca y la atmsfera, nos adentra en la bellsima bas-

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lica de Santa Mara de la Asuncin para rememorar el sepulcro perdi-
do del ltimo gtico (aquel que emita lgubres alaridos y voces es-
pantosas) y evocar su cesrea leyenda Aut Caesar aut nihil y su epita-
fio consonante de cuartetas o quintillas y variantes aventuradas y aven-
tureras. Y el largo exilio, tambin, de los restos borgianos extramuros
de Santa Mara, en la intemperie de la calle de la Ra.
Poco a poco, entre testimonios de historiadores, chascarrillos popu-
lares, voces de genealogistas y legajos de archivo, Flix va a conducir-
nos y a seducirnos hacia su gran pasin: Viana. Viana que llena este
libro por los cuatro costados. Viana y sus calles, Viana y sus gentes.
Viana y sus siglos. Viana y sus personajes. Y Viana toda se nos ofrece
en este libro borgiano, s, pero sobre todo vians, en el que veremos
desfilar clrigos, parroquias y jurisdicciones, obispos y letrados,
muncipes y alcaldes, acadmicos, alguaciles y acemileros, poetas, no-
velistas romnticos, periodistas brillantes y eruditos a la violeta. Y tam-
bin, cmo no, el friso variopinto de la ciudad y sus vecinos, y los
viajeros ilustres que dejaron seal de ella. Albailes, betuneros, prn-
cipes, msicos, carlistas, bordadores, marqueses, bandoleros,
judeoconversos, alpinistas, polticos, comandantes, monarcas, cante-
ros, mdicos, peritos industriales, condes, peregrinos, arquelogos,
sepultureros, generales de brigada, forenses, archiveros.teselas que,
una a una, componen el mosaico colorido de la ciudad y sus avatares
histricos. La vida, en fin, en sus flujos y sus reflujos.
Con un recorrido exhaustivo sobre muchos de los dichos y sobre
todos los escritos, Carianos recoge voces de Vzquez Montalbn y de
Alvaro Mutis, de Blasco Ibez y de Dumas, de Po Baroja, Mario
Puzo, Navarro Villoslada o Apollinaire, entre lugareos y forneos,
compatriotas y extranjeros de tantos y tan diversos mundos, y con ellos
y a travs de ellos recuerda y revive los lugares y los trminos, los can-
tones, las torres, los trujales, los terraplenes, los aljibes, las tapias y las
fuentes, las vias, los corrales, los prados, los senderos y los regados,
las ermitas, las mugas, los mojones y las cruces de piedra que se alzan
en estos sangrientos horizontes que cinco siglos no han podido cam-
biar. Y en el cortejo del Borgia, junto a su amada hermana, Lucrecia,
su amante esposa, Carlota, su hija Luisa, a la que nunca conoci, y su
fiel criado, Juanicot Grasica, se recorta siempre la ciudad, la ciudad
antigua y sabia, que late en cada prrafo con sus sstoles y sus acentos
arteriales. Y de este modo, los pormenores de los restos de Csar, sus

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ajetreos de enterranzas y desenterranzas, de desprecios y de aprecios,
nos despiertan al aliento de la antigua aljama, de los paseos, los pala-
cios, las viejas casas y sus blasones, los portales de la recia muralla (el
portal de Estella o de Santo Nicasio, la puerta del Socorro, la de la
Solana o de la Concepcin.), y las plazas, y los callizos, y los
zacatines.
Cronista algunas veces, docente, otras, con un estilo difano siem-
pre en el que chispea en ocasiones un humor socarrn o una fina iro-
na, el autor completa su difcil empresa con destreza, con oficio. Y, a
travs de sus pginas, desvela- si no estuviera suficientemente desvela-
da-la evidencia del inmenso idilio que llena su corazn: la ciudad de
Viana. Su gran amor.
Poco ms, querido lector, me atrevo a decir de este libro. Slo desearte
que disfrutes al leerlo al menos tanto como yo, que ha sido mucho.
Aunque acaso ni t ni yo alcancemos a lo que ha disfrutado al escribir-
lo su enamorado autor. Tanto, que se respira en estas lneas. Tanto,
que se contagia al ojearlas.
Enhorabuena para ambos. Para Viana. Para Flix Carianos San
Milln. Para Flix el de Viana.

Gracias, Vians.

Pamplona, junio, 2007


Juan Ramn Corpas Maulen

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INTRODUCCIN

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1. La familia Borgia

En el mundo occidental la familia Borgia es una de las ms clebres


de la Historia. El apellido proviene de la comarca aragonesa de Borja,
cercana al Moncayo y a las comunidades autnomas de Navarra y de
La Rioja. Ya en tiempos de la conquista del Reino de Valencia por
Jaime I en el siglo XIII aparecen en esas tierras variantes idnticas o
cercanas a ese apelativo. El investigador barcelons Miquel Batllori
cita Borga, Borges, Borgia, Boria, Borja, Boirya, Burgia y les asigna
diferentes oficios, pero la mayora de ellos pertenecan a la pequea y
mediana nobleza establecida en Valencia, Jtiva y otras localidades.
El primer familiar sobresaliente ser Alfonso de Borja, que se incor-
pora al papado con el nombre de Calixto III en 1455. Ha pasado por
ser un pontfice oscuro, medieval. Sin embargo, los actuales estudios,
nacidos precisamente en sus tierras valencianas, han sacado a la luz a
un mitrado inteligente en sus maniobras dentro del cisma de Occi-
dente y del reino de Npoles.
El segundo, Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI, no existi-
ra sin el anterior, al que ha eclipsado casi totalmente. Ascendi a la
sede pontificia en 1492 con la idea clara de fortalecer y expandir el
poder temporal de la Iglesia en la Pennsula Itlica y unir sus distintas
repblicas al haber percibido la inicial transformacin de varios pode-
rosos reinos europeos en estados durante el Renacimiento. Entre sus
hijos destacan Csar, Lucrecia, Juan, Jofr, Pedro Luis; este ltimo fue
el primer duque de Ganda, ttulo que aos despus poseer San Fran-
cisco de Borja.
La celebridad de esta saga aludida al inicio se demuestra por la can-
tidad de bibliografa que ha generado desde el siglo XVI. El lector y el
investigador se encontrarn con que buena parte de ella se basa en la
leyenda, con lo cual lo nunca demostrado se ha presentado como rea-

- 17 -
Introduccin

lidad. Al repasar las acciones de las ms famosas familias itlicas -


civiles y eclesisticas - contemporneas de los Borgia, observarn que
sus maniobras matrimoniales, polticas, morales son muy semejantes.
Citamos como ejemplo el prrafo que dedican los jesuitas Ricardo
Garca Villoslada y Bernardino Llorca a Csar en su Historia de la Igle-
sia Catlica:

Si no llevara el apellido de Borja, se le citara como uno de tantos prn-


cipes italianos del Renacimiento, como Francisco Sforza, Ludovico el
Moro, Segismundo Malatesta, Ferrante de Npoles, Lorenzo el Magn-
fico, pues tuvo sus cualidades y sus defectos y no fue ni peor ni mejor
que cualquiera de ellos.

Queda por citar un dato clave propio de los Borgia respecto a otros
linajes: ellos son extranjeros, con todos los inconvenientes que ello les
report en la circulacin de los rumores. En aquel conjunto de ciuda-
des estado y repblicas eran conocidos como gli catalani (los catala-
nes).
Los tpicos borgianos han alcanzado:

- la pera: Lucrezia Borgia de Donizetti

- el cine: La cena de los Borgia de Giuseppe de Liguera; La mscara


de los Borgia de Mitchell Leiden; El Prncipe de los zorros de Henry
King, protagonizada por Tyrone Power; Lucrecia Borgia de
Christian Jaque; El Duque Negro, con Mamaron Mitchell

- el cmic: en este ltimo campo la transicin poltica espaola


favoreci la publicacin de varios volmenes titulados Lucrecia
(Mercocmic, 1977-1978); Sergio Toppi y Milo Milani colabo-
ran en Lucrecia Borgia (1983); Carlos Jimnez los rememora en
la costa turstica mediterrnea en Borgia (2000); los ttulos y con-
tenidos de Milo Manara y Alejandro Jodorowsky - Sangre para
el papa (2005), El poder y el incesto (2006) - abundan en la
misma lnea.
Algo semejante ocurre con las portadas de recientes revistas de di-
vulgacin: Historia de Iberia Vieja (Los Borgia. El Renacimiento ms
escandaloso, 2005); La aventura de la Historia (El escndalo de los Borgia.

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1. La familia Borgia

Papas, polticos, santos y asesinos llegan al cine, 2006); Historia, Nacio-


nal Geographic (Alejandro VI, el papa Borgia. Poder, intrigas y corrup-
cin, 2007).
Subttulos que prosiguen asuntos parecidos ofertan la pelcula diri-
gida por Antonio Hernndez (Los Borgia. Ambicin. Pasin. Poder,
2006) o el libro de Ana Martos (Los 7 Borgia. Una historia de ambi-
cin, refinamiento y perversidad, 2006).
Mientras que publicistas y literatos escriben obras ms o menos acer-
tadas, es la tierra valenciana uno de los lugares donde van naciendo
libros documentados acerca de aquella familia. En 1993 expresaba Ximo
Company:

Todo lo que en Valencia - y desde Valencia - se haga sobre los Borgia


ser siempre poco, raqutico y en cierta manera insuficiente. Por qu?
Pues por el simple hecho de que del magisterio borgiano siempre podre-
mos sacar ms y ms. Nunca podremos agotar su plural y fecunda ma-
nera de emitir mensajes histricos, polticos, sociales, culturales, artsti-
cos y espirituales.

En el 2001, con motivo de la magna exposicin El hogar de los


Borja manifestaba Alfonso Rus, alcalde de Jtiva:

No cabe duda de que la familia Borja marc un nuevo orden social,


cultural, poltico y econmico en su poca, dando inicio a una etapa de
nueva modernidad, con una gran visin de futuro, tal y como ha venido
ponindose de manifiesto en los ltimos aos, cuando los diferentes
estudios han dado luz a demasiados aspectos oscuros que existan err-
neamente en torno a los Borja. As hay que decirlo: la sociedad estaba en
deuda con la familia Borja.

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Retrato de Csar. leo sobre papel por la pintora vianesa
Beatriz Dueas Chasco (2006)

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2. Csar Borgia

Las investigaciones actuales sitan el nacimiento de Csar en Roma


el 13 de septiembre de 1475, hijo del cardenal Rodrigo de Borja y de
Vannozza Cattanei, una mujer que seguira a Rodrigo hasta el final y
le ayudara en diferentes empresas artsticas renacentistas. Anterior-
mente otros (Pedro de Roo, 1952; Elas Olmos, 1953) lo haban he-
cho nacer en tierras valencianas; incluso hemos ledo que era nacido
en Viana, cerca de Pamplona, en 1475 y muerto en Pamplona en 1507
(Antonio Parra, 1992) y que luch a las rdenes del prncipe de Viana
(Pascual Izquierdo, 1999), misin difcil de cumplir, ya que naci ca-
torce aos despus de haber muerto este.
Sixto IV comienza a conferirle cargos a los siete aos. A los diecisis
Inocencio VIII lo asciende a obispo de Pamplona, dicesis que haba
quedado vacante al haber fallecido en Roma su titular, Alonso Carri-
llo. Para entonces se halla estudiando Derecho Cannico en Pisa. Goi
Gaztambide, historiador de los obispos de Pamplona, enumera otros
cargos en Valencia, Albar, Mallorca, Cartagena, Tarragona, Lrida, Inca

En 1493, siendo ya su padre pontfice, es nombrado cardenal junto


con otros jvenes nobles, uno de ellos de la familia Farnesio que llega-
r al solio pontificio como Paulo III, quien convocar el concilio de
Trento. De l escribi Ricardo Garca Villoslada, historiador jesuita
de Los Arcos: Llev hasta 1509 una vida bastante ligera, de la que le
resultaron tres hijos naturales.
Arzobispo de Valencia, la aparicin del cadver de su hermano Juan
en el Tber hace que abandone la carrera eclesistica y suceda a este
como capitn general de los ejrcitos pontificios. Ya militar, empren-
de una serie de campaas que evidencian el complicado tablero en
que se ha convertido la Pennsula Itlica, donde mueven fichas va-

- 21 -
Introduccin

rios reyes. Combate a favor de Luis XII de Francia, quien le concede


el ducado de Valence, el Valentinois (de l le proviene el sobrenombre
de Valentino). Siguiendo la poltica matrimonial dirigida por su pa-
dre, casa con Carlota, sobrina del monarca francs y hermana del rey
de Navarra Juan de Albret. Fruto de la unin es Luisa, hija a la que no
lleg a ver. Fuera del matrimonio cannico tiene dos hijos ms,
Girolamo y Camila.
La muerte de su padre el papa en 1503 supone el inicio del cambio
de rumbo; lo seala Maquiavelo:
l, teniendo relevantes prendas y elevadas miras, no poda conducirse
de otro modo, y solo se opusieron a sus designios la brevedad de la vida
de Alejandro y su propia enfermedad.
La llegada al pontificado de Julio II, de la familia Della Rovere, ene-
miga declarada de los Borgia, se ala a la circunstancia de que otro mo-
narca, Fernando el Catlico, en plena campaa italiana, desea tambin
quitarse de en medio al todava influyente Csar. En definitiva, este es
atrado a Npoles por Gonzalo Fernndez de Crdoba, el Gran Capi-
tn, y desde all desembarcado en la costa levantina en septiembre de
1504. Rpidamente es alejado de las tierras familiares y trasladado al
castillo de Chinchilla de Montearagn, estratgica ciudad incorporada
a Castilla en 1480 y cabeza del marquesado de Villena. Aqu se sita la
ancdota del forcejeo entre Csar y el alcaide de la prisin, Gabriel
Guzmn, a quien el Valentino intenta arrojar por el adarve.
No era la primera vez que Fernando aprisionaba a un hijo de Rodrigo
de Borja. Cuando en 1484 Inocencio VIII nombr cardenal y obispo
de Sevilla a Juan, el monarca aragons, que aspiraba a que dicha sede
le fuera asignada a su hijo ilegtimo Alfonso, orden capturar a Pedro
Luis, hermanastro de Juan y Csar que se encontraba por entonces en
la corte del aragons, aunque al poco tiempo lo liber y le permiti
luchar junto a l en la guerra de Granada.
Pero en las cancilleras europeas la actividad prosegua frentica y
Csar era un rehn de lujo que todava poda dar mucho juego. As
Fernando, pocos meses despus de haber fallecido su esposa Isabel en
el castillo de La Mota de Medina del Campo, traslada al Valentino
hacia el interior del reino, a esa famosa prisin castellana en la que
permanecer durante casi dos aos. En ese intervalo acaece la venida

- 22 -
2. Csar Borgia

de Felipe el Hermoso, rey consorte de Castilla, a hacerse cargo de la


corona; mientras, Fernando gobierna. La muerte del Hermoso a prin-
cipios del otoo de 1506 acelera la fuga de Csar, apoyado por uno de
los nobles castellanos que no participa de la poltica del Catlico, el
conde de Benavente.
Zurita, el cronista aragons, pormenoriza detalles de la evasin, que
evidencian el inters existente por el personaje. Del soborno se encar-
ga el capelln de Csar, San Martn, quien paga a Garca de Mayona,
criado del alcaide de la fortaleza; junto al foso se hallan un tal don
Jaime, San Martn y un mayordomo del duque, pero el alcalde, Gabriel
de Tapia, se cerciora de la treta, corta la cuerda que sostiene al Borgia,
a quien tienen que sacar del foso, montar en un caballo, llevar a Pozlvez
y albergarlo en las tierras del conde de Benavente. Era el 15 de octubre.
El resto de la huida ha sido descrita cuidadosamente por Antonio
Onieva, Victoriano Juaristi, Mart Domnguez, entre otros. De
Santander a Bilbao, de Ataun a Echarri, Csar entra en Pamplona el 3
de diciembre de 1506.

Tapiz de Csar Borgia a caballo por la vianesa


M Elosa Martnez (1995)

- 23 -
Busto de Csar por el escultor vians
Santiago Ciaurri Suso (1965)

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3. Navarra en tiempos de Csar

Las relaciones de Csar con Navarra venan de lejos, exactamente de


1491, cuando Inocencio VIII lo haba nombrado obispo de la capital
del reino. La denominacin no haba cado nada bien a los reyes na-
varros, Juan III de Albret y Catalina I de Foix, a los cuales se haba
adelantado el papa. La protesta de los monarcas formaba parte del pulso
que mantenan los distintos reinos europeos con el papado a fin de
controlar en sus territorios el poder de la Iglesia. Adems las Cortes
Generales de Navarra apoyaban a los monarcas navarros en sus preten-
siones, incluyendo las intenciones de que todos los cargos decisivos de
la dicesis fueran concedidos a naturales de aqu. Fernando el Catli-
co, por su parte, se entrometi en esta ocasin a favor del Borgia, as
como en el nombramiento del obispo siguiente, Antonio de Pallavicini,
por Alejandro VI, situacin tambin protestada por Juan y Catalina.
Precisamente el procurador general enviado a Pamplona por Csar,
Martn Zapata, era un agente fernandino del que el Catlico se sirvi
en distintas misiones internacionales.
El acelerado acercamiento de Csar a sus ltimos das se produce en
medio del enfrentamiento de los dos bandos nobiliarios navarros,
agramonteses y beumonteses, facciones originarias de Ultrapuertos,
en el Pirineo Norte. Una docena de aos antes, por documentos fir-
mados en Pamplona y Medina del Campo, tanto los reyes navarros
como los Catlicos se comprometan a uxiliarse mutuamente, sobre
todo si cualquiera de los reinos que representaban era invadido por
fuerzas extranjeras (se aluda a Francia).
En lo referente a Viana, Luis de Beaumont, conde de Lern, haba
tomado la villa y su castillo en1494. Al ao siguiente los monarcas
navarros lo apartan de la tenencia de la fortaleza y la entregan al caste-
llano Juan de Ribera por un lustro; formaba parte de las clusulas del

- 25 -
Introduccin

tratado de Madrid. Mientras, va a estallar la guerra entre Castilla-


Aragn y Francia, que se disputan parte del poder poltico europeo en
los campos de la Pennsula Itlica. Los esfuerzos de los reyes navarros
por lograr acercamientos al rey francs Luis XII y al papa Alejandro
VI se ven compensados al casar a la princesa Carlota de Albret con
Csar Borgia.
Cuando el fugado entra en Pamplona el 3 de diciembre de 1506,
Navarra ha iniciado una evidente aproximacin al emperador
Maximiliano y aprovecha la divisin existente en la nobleza castella-
na. La documentacin de la poca revela que el Valentino no estaba
destinado a ser nicamente el capitn general de las tropas navarras
sino que formaba parte principal de los planes del emperador para
superar a Luis XII y Fernando de Aragn, traer de Flandes a su nieto
Carlos y atraerse a la monarqua navarra.
La fuga de Medina del Campo se explica por las excelentes relacio-
nes existentes en aquel momento entre Juan de Albret y Catalina de
Foix con una faccin de la nobleza castellana.
La negativa del conde de Lern a entregar el castillo de Viana, que
nuevamente le haba sido cedido en 1500, fue la chispa que encendi
la guerra contra el noble, a quien no poda ayudar directamente el
Catlico, puesto que se encontraba en Italia. Csar pone cerco a
Larraga, pero a los reyes navarros interesa apoderarse cuanto antes de
la fortaleza vianesa; as que levanta el cerco y a primeros de marzo se
planta ante las murallas de Viana.

- 26 -
4. Viana en tiempos de Csar

En 1507 Viana continuaba siendo la fortaleza principal con que con-


taba el reino navarro en su zona suroeste desde que la reedificara en
1219 Sancho VI el Fuerte mediante el Fuero del guila. Todava des-
empeaban una labor respetable sus muros, castillo y las iglesias forta-
leza de Santa Mara y de San Pedro, representantes histricos de las
plazas que los reyes navarros haban ido levantando en la margen iz-
quierda del Ebro. Haban ido aforndose los habitantes de las diez
aldeas que vinieron a poblar sus casas: Aras, Bargota, Cornava, Cue-
vas, Gorao, Longar, Perizuelas, Piedrahita, Soto, Tidn. Cada pobla-
do tena un jurado o representante y sus moradores se ubicaron en un
emplazamiento especfico. En 1350 el medievalista Carrasco Prez le
asigna cuatrocientos trece fuegos. Lazagurra se integrar en las tierras
de Viana en el siglo XIV hasta 1774; Bargota se separar en 1818 y
Aras en 1853.Hollaban los peregrinos su Camino Francs o de Santia-
go, cuyos centros asistenciales esparcidos por los campos fueron unifi-
cados hacia 1487 en el Hospital de Nuestra Seora de Gracia, actual-
mente Casa de Cultura. Los judos mantenan una prspera aljama,
primeramente en la que llamamos Nevera o Torreviento, despus in-
tramuros de la poblacin.
Las atenciones a la buena villa por parte de los monarcas navarros
fueron constantes y culminan en 1423, ao en el que Carlos III el
Noble instituye el Principado de Viana, que inclua las tierras que ac-
tualmente se extienden hasta Laguardia (lava) y San Vicente de la
Sonsierra (La Rioja); su prncipe ser el heredero del trono navarro.
Hoy ostentan la titularidad Don Felipe de Borbn y Grecia y Doa
Leticia Ortiz Rocasolano.
Pero parte de ese territorio, la alavesa y la riojana, es desgajada de
Navarra por Castilla empezada la segunda mitad del siglo XV, por lo
cual Leonor, lugarteniente del reino navarro y hermana de Carlos, el

- 27 -
Introduccin

primer prncipe de Viana, hermanastro a su vez de Fernando el Catli-


co, reinicia la confirmacin de los privilegios a la villa, entre ellos la de
la feria franca de once das por San Juan Bautista.
Los Reyes Catlicos, durante los intervalos en que Viana soporta
guarniciones castellanas, prosiguen la poltica de atraccin de la loca-
lidad fronteriza y ratifican el mercado franco de los mircoles (1485).
Fernando aprueba en Logroo (1512) el uso y costumbre que Viana
ha tenido en la eleccin de alcalde y de merino. Carlos I confirma
(1528) la concordia firmada por los reyes de Navarra y los obispos de
Calahorra en 1412, por la que el vicario general de la climata o
arciprestazgo de Berberiego ha de ser puesto por el obispo con volun-
tad de la villa. Todava en 1544 hace lo mismo con otra concordia en
la que se firma que los eclesisticos de Viana y de su climata o
arciprestazgo de Berberiego no han de ser llevados a tribunales de
Castilla.

Vista de Viana desde el oeste (1924)

- 28 -
II

LA MUERTE DE CSAR BORGIA

- 29 -
Ruinas del castillo de Viana, ante el que
sucumbi Csar Borgia (1925)
1. Ante el castillo de Viana

La Ciudadela vianesa - as denominan a ese solar los ms ancianos


de la ciudad todava hoy - comenzada a levantar en 1219 mostraba en
tiempos de Csar una gran semejanza con su aspecto primitivo.
Entre los investigadores que ms tiempo le han dedicado estn Fran-
cisco Javier Becerra y Juan Cruz Labeaga, ambos vianeses. El primero,
comandante de infantera retirado en 1931, habiendo trasladado su
domicilio a frutos fue la investigacin sobre las fortificaciones de su
ciudad natal. Ya general de brigada de infantera, en los aos 50 traz
una serie de planos de la Viana medieval junto con su pariente Juan
Antonio Olaeta, perito industrial. Acabado el trabajo, en 1957 lo
don al Archivo General de Navarra. El segundo de los historiadores
ha profundizado en la documentacin que sobre el castillo se halla en
el archivo municipal vians.
La creencia popular vianesa y navarra suele denominarlo Castillo del
Prncipe de Viana, mas nunca perteneci ni al primer titular del Prin-
cipado ni a los siguientes; es un tratamiento errneo.
Esta fortificacin defenda el flanco sureste de la poblacin; era de
realengo, es decir, perteneca al rey de Navarra, quien nombraba a sus
alcaides. Posea dos torres, la del Homenaje al noroeste y la de las
Campanas al noreste; ambas daban a la que hoy es la Plaza del Coso,
inexistente en tiempos del Valentino; el resto se ergua sobre un terra-
pln al sur, encima del actual Paseo Prncipe de Viana. Todava que-
dan restos del aljibe que la surta de agua.
En distintas fechas medievales la ciudadela fronteriza guarneci tro-
pas castellanas y, despus de la muerte de Csar, tanto Fernando el
Catlico como el emperador Carlos se cuidaron de que los alcaides
fueran partidarios de la corona castellana, como lo prueba el que la
gobernara hasta 1533 Juan de Beaumont, hijo de aquel conde de Lern
que citaremos con asiduidad;.Tambin se guardaron de que la fortale-
za no fuera vendida a la villa a ningn precio.
- 31 -
La muerte de Csar

Historiadores, escritores y publicistas han afirmado que la ciudadela


fue una de las que deshizo el cardenal Cisneros. El novelista vians
Pablo Antoana:

Y Cisneros (el cardenal catlico) ordena la ruina de los fortines nava-


rros. Y el castillo de Viana tambin es desmochado. Y ya Viana no tiene
misin que cumplir. Esas piedras, y las de los muros, una a una, servirn
para otros usos.

Sagredo da un repaso a las acciones llevadas a cabo contra los casti-


llos navarros desde 1512 a 1521, aos en que los monarcas del Viejo
Reyno son arrinconados en el norte pirenaico y afirma:
Con los aos ciertos historiadores quisieron minimizar la magnitud
del aplastamiento, aludiendo a que el mayor descalabro lo realizaron los
naturales al recoger las piedras de los castillos y utilizarlas para construc-
ciones particulares. Nada ms lejos de la realidad [].
Labeaga, sin embargo, opina que la fortaleza vianesa parece que no
fue destruida en aquellos aos y apunta a que puede ser que se salva-
ra de la destruccin por haber sido bastin beaumonts.
Carlos Mata Indurin, especialista en la vida y la obra del autor vians
Navarro Villoslada, aporta una de las mltiples notas que ese novelista
recoga en el archivo particular para documentar sus obras histricas:
En 1507 hallbase la villa en poder del rey don Juan y ocupaban su
castillo las gentes del Conde de Lern []

Desde luego, el archivo municipal vians demuestra que la villa in-


tent adquirir la fortaleza en varias ocasiones. La negativa real poda
provenir de la intencin de mantener alcaides fieles en la frontera na-
varra, y ms en la lnea defensiva Logroo-Pamplona, sin traspasar la
fortificacin al concejo vians. Por otra parte, las obras documentadas
en Viana a lo largo del siglo XVI son insignificantes y, al pasar al do-
minio municipal en la siguiente centuria, no traslucen arreglos signi-
ficativos que presuman una demolicin anterior, comprobada en otros
casos.

- 32 -
2. El ltimo camino

Csar lleg a Viana a primeros de marzo y muri en el amanecer del


12 del mismo mes. Por tanto, permaneci vivo en la villa alrededor de
semana y media. La tradicin vianesa expresa que se hosped en la
casa denominada popularmente el Palacio, ubicada en la calle de Tidn
junto a la plaza que an conocemos como de la Accin Catlico, la de
la casa de los Urra. A la mansin se la ha llamado tambin de los
Cereceda y conserva en la fachada el escudo con las armas de los To-
rres y Acedo. Los ms ancianos han conocido su patio con carrozas.
Modernamente ha sido restaurada y destinada a pisos.
Parece ser que la poblacin no se resisti al Valentino, al frente de
un ejrcito poderoso; la exigua guarnicin beaumontesadebi preferir
concentrarse en el castillo y esper acontecimientos. Lo plasma Fran-
cisco de Alesn (1627-1715), jesuita vians nombrado cronista del
reino por la Diputacin en 1687:

La villa de Viana estaba ya por el rey, mas el castillo por el conde.

En la noche del 11, habiendo retirado Csar los centinelas de los


distintos accesos a la localidad por causa de una gran tormenta, el de
Lern, que tena establecido su cuartel general en la prxima pobla-
cin ribera de Mendavia, auxili a los asediados acercndose con se-
senta caballos, cada uno con un saco de harina a la grupa, y fuera de
esto gran cantidad de pan cocido, y estas provisiones metieron una y
otra vez por una puerta falsa que mira a medioda.
Algunos autores - el periodista Koldo Landaluze y la fotgrafa Idoia
Zabaleta - llaman a ese acceso el Portn, pero no tiene que ver con
aquella puertilla; lo confunden con el Trampn, apelativo que los
vianeses hemos puesto al pasadizo en que se convirti la zona interior
del Portal de Estella o de Santo Nicasio, que ascenda hacia la actual
calle de Santa Mara y acab cubrindose al terminarse la Plaza del

- 33 -
La muerte de Csar

Coso en el siglo XVII. Todava en 1739 la llamaban calle del Trampn,


mas en tiempos de Borgia no exista como pasadizo. La portezuela de
la que se sirvi el conde era la que aqu se ha llamado del Socorro,
ttulo que el autor parisino Charles Yriarte, en la narracin de su visi-
ta a Viana en 1886 explica as:
Una bonita hija de Navarra, guardiana de las llaves del castillo, deja
escapar delante de nosotros el nombre de Puerta del Socorro, que es un
rayo de luz para la historia.
El Trampn daba al este; la Puerta del Socorro, al sur.
Al rayar el alba los auxiliadores, mientras retomaban el sendero, cre-
yeron ver en el camino de Logroo fuerzas del duque de Njera,
consuegro del conde Lern, que venan en ayuda de los del castillo y
prorrumpieron en vtores. Alarmados los vigas, avisaron a Csar, quien
sali raudo por el Portal de la Solana. Hubo de venir desde Tidn,
atravesar la calle que discurra junto a lo que hoy es ayuntamiento y
tomar el descenso de Cuatro Cantones. Las pginas testimoniales de
Alesn en los Annales del Reyno de Navarra cobran veracidad y valor
especiales al anotar:
Omos contar, siendo de pocos aos, a personas de ms de ochenta y
de distincin, que lo supieron de otras muy ancianas que lo oyeron,
cmo al salir por dicho portal [] se le fueron las manos hasta dar de
cabeza.
Autores posteriores siempre han hecho hincapi en que los testimo-
nios de los vianeses se apoyan sistemticamente en lo que escucharon
de sus antepasados . Charles Yriarte lo atestiguaba en 1886:
Nosotros hemos recogido de boca del alcalde de Viana, entonces en
ejercicio, la indicacin de un punto preciso sealado machaconamente
despus de varios siglos y legado de padres a hijos a los habitantes de
Viana, y hemos pedido que se excavara en la Calle de la Ra, al pie de las
escaleras que dan acceso a la terraza sobre la que se eleva la iglesia de
Santa Mara.
Desde luego, hubo de salir por la Puerta de la Solana, ya que la de
Estella se hallaba al alcance de los defensores del castillo. Adems este
paraje, abierto a medioda, conduca directamente al camino que co-

- 34 -
2. El ltimo camino

nectaba directamente con el de Mendavia. Entonces no existan los


muros actuales ni su paseo sino que la va salvaba el terrapln por el
Camino Viejo que llamaban de la Solana y de Debajo del Castillo, el
cual se una al que luego denominaron del Molino, sobre el que se
traz en los aos 40 del siglo XX la carretera de Recajo.
Atraves el Camino Francs, que as llaman aqu al de Santiago los
pergaminos medievales, el mismo que haba pisado Aymeric Picaud, y
enfil la direccin a Mendavia por Las Tapias, Fuente los Pozos y
Lecinedo. Al superar el altillo de este trmino deja de verse Viana y la
vista se expande por las grandes terrazas que avanzan hacia el Ebro, en
las que se intercalan continuamente barrancos cuyos centros han sido
ocupados por juncales e hilos de agua salitrosos. Esta calidad ha sido
puesta de relieve por el folclore popular, que recuerda tambin los ro-
ces entre labradores y jornaleros:
El Barranco Valderrobles
ya no cra ms que ranas
y alguna caracolilla
pa comer entre semana.
Labradores, labradores,
las cebadas se sus van a revulcar
y los trigos se supone
por el mismo caminito seguirn.
Tanto este barranco como el siguiente, nominado en gnero femeni-
no - Barranca de Fuenteamarga - son precedidos en la documenta-
cin del siglo XVI de la palabra pal, originaria del vocablo latino
palude, que alude a zonas pantanosas. Este dato interesa al caso que
vamos a comentar porque desde nios hemos odo decir a los ancianos
vianeses que a Csar el caballo se le entorc, es decir, el terreno
embarrado lo entorpeci en sus movimientos.
Dej a la derecha los Cabos del Melinguero, cruz el Prado de
Fuenteamarga y entr en lo que hoy es jurisdiccin de Bagota, que
perteneci a Viana como aldea hasta pocos aos despus de la Guerra
de la Independencia. Llegado a Las Jalvias, abandon el Camino de
Mendavia poco antes del cerrillo yesero sobre el que se alzan los Co-
rrales del Cabezuelo y descendi por la orilla de la estrecha barranca
que nace kilmetros ms arriba, en el Corro, cerca de la ermita del
Poyo, hasta donde se ensancha la Barranca Salada.
- 35 -
Portal de la Solana, por el que sali Csar
hacia la muerte (1924)

- 36 -
3. La Barranca Salada

Este trmino de campo es el que mayoritariamente se cita en Viana


cuando se pregunta por el lugar donde muri Csar. El doctor Santia-
go Becerra public una foto del paraje en un artculo (1954).sobre los
avatares finales del Valentino.
Algunos hablan tambin de dos trminos menores cercanos al ante-
rior, la Barranquilla Ladrona y el Olmillo, como lugares donde cay.
A algn labrador le he odo nombrar asimismo los Corrales del
Cabezuelo, ms al norte.
Alesn escribe sobre un barranco algo hondo y Francisco Navarro
Villoslada, el escritor vians del XIX, refiere que el paraje es llamado
la Barranca Salada, que forma una pequea hondura encharcada por
las aguas de una fuentecilla salobre, y que divide la jurisdiccin de
Viana de la de Mendavia.
Clemente Senz, en un estudio geolgico sobre el Camino de San-
tiago, dedica varias pginas a estos campos:

Todas estas barrancas, alguna de las cuales se enfatiza demasiado conce-


dindole el rango de ro, a medida que se avanza desde el paralelo de
Viana hasta el Ebro, estn cada vez menos clavadas en la penillanura
general. Aparecen entonces las terrazas bajas del colector ibrico y los
cauces casi se desdibujan, no profundizan en ellas y los cursos se hacen
perezosos y se encharcan (las terrazas altas tienen desarrollo y presencia
al otro lado del gran valle, al pie de Clavijo. No aqu).

Los mejores suelos de este tipo de terrenos fueron vendidos por el


Ayuntamiento de Viana tras la Guerra de la Independencia a fin de
pagar deudas emanadas de la contienda. Posteriormente, en 1919, se
solicit de la Diputacin Foral autorizacin para la roturacin y cul-
tivo por los vecinos de esta ciudad, mediante sorteo, de los terrenos

- 37 -
La muerte de Csar

comunales de esta jurisdiccin intitulados Salobre, Val de Robles, las


Jalvias, Fuente Amarga, Raso de la Pea, Prado del Naval, y los sotos
de la Granja, la Lastra y de Galindo. El reparto de parcelas favoreci
la desecacin de los antiguos pales.
En las localidades de la merindad de Estella aledaas a Viana son
habituales los adjetivos calificativos salado o salada aplicados a es-
tas penillanuras. En unos documentos se denomina a este paraje, sim-
plemente, como la Barranca; ocurre en la visita de mojones divisivos
entre Viana y Mendavia en 1660:

1. Primeramente para dividir la jurisdiccin de esta ciudad con la de la


villa de Mendavia y el Soto de Valdegn, se coloc un mojn de cuatro
pies de altura introduciendo algo ms de dos, con los correspondientes
testigos, y aquel se puso en donde dicen la Barranca con la cruz en la
cabeza.

Ese mismo ao, en el reconocimiento completo de la mojonera en-


tre ambas poblaciones, se especifica que a la Barranca la dividen las
aguas para el gozo de ambas comunidades

Hemos afirmado lneas arriba que la raz de esta barranca se encuen-


tra en el trmino del Corro, kilmetros al norte a la altura de la ermita
de El Poyo, a la vera de la carretera Pamplona-Logroo. La hendidura
se ensancha definitivamente en el punto donde se juntan las jurisdic-
ciones de Viana, Bargota y Mendavia, llamado el Mojn de las Tres
Mugas, al lado del Corral de Alcalde. Aqu precisamente recibe el nom-
bre de Barranca Salada. La anchura abunda en tamarices y avanza du-
rante unos cientos de metros hasta pasar primero bajo un regado
moderno canalizado y, segundo, bajo un puente de la carretera
Logroo-Mendavia. Las escasas aguas desembocan en el Ebro despus
de haber rozado otro Mojn de las Tres Mugas (Viana, Mendavia,
Agoncillo, localidad esta ltima riojana) localizado al sureste. La in-
clusin de esta poblacin se explica porque, ubicada en la margen de-
recha del ro, parte de su jurisdiccin pasa al otro lado del Ebro y
conforma el Soto de Valdegn, al lado del Centro de Investigacin y
Desarrollo Agrario del Gobierno de La Rioja. Entre 1682 y 1688 Viana
intent comprar dicho soto, que a veces es denominado de Bardaldegn
en la documentacin municipal vianesa.
- 38 -
3. La Barranca Salada

El amojonamiento entre Viana y Bargota en 1897 aporta:


En la Barranca Salada, lnea divisoria de las jurisdicciones de Viana,
Mendavia y Bargota, a veinticnco de agosto de mil ochocientos noventa
y siete [] 1. El primer mojn se halla situado en la barranca Salada de
bajo del corral denominado de Alcalde y se le renovaron las cruces en
las direcciones.
Tres aos antes, la renovacin de mojones entre Viana, Mendavia y
Agoncillo manifiesta:
En el punto denominado la Barranca Salada, que divide las jurisdiccio-
nes de Mendavia, Agoncillo y Viana, a veintisiete de noviembre de mil
ochocientos ochenta y nueve, siendo las once de la maana [] 1. Este
mojn se encuentra en la Barranca Salada, el cual divide las jurisdiccio-
nes de Mendavia, Agoncillo y Viana, tiene tres cruces que se le renova-
ron, y se sealaron las iniciales M, A y V en las caras que miran a sus
respectivas localidades.

Todava en la segunda mitad del siglo XX, ya en plena poca de la


industrializacin, el Ayuntamiento de Viana continu asignando par-
celas en el trmino, cuya denominacin se empequeece en este ejem-
plo:

Lista de parcelas grandes. Parcela n 5: Lorenzo Arana lvarez, en la


Barranquilla Salada.

Las dos ltimas dcadas han mudado el aspecto de estos campos y


sus alrededores: caminos asfaltados, pistas nuevas, instalaciones de pla-
cas solares, senderos desaparecidos, concentraciones parcelarias, rega-
dos, graveras, la Autova del Camino Pamplona-Logroo
La zona norte de la Barranca Salada se encuentra ocupada hoy por
enormes montones de cotes o guijarros y encima de su vertiente dere-
cha funciona una cantera de ridos.
Los de Bargota denominan al norte de la barranca el Cotarral; as lo
consigna Jos M Jimeno Juro en el tomo XIX de Toponimia y carto-
grafa de Navarra. El investigador artajons y su equipo asignan ade-
ms el topnimo la Barranca a la margen izquierda de la hendidura y
Barranca de San Martn a la parte ms cercana a la carretera, paralela
al Olmillo vians
- 39 -
La muerte de Csar

Navarro Villoslada, cuya familia llevaba tierras en aquella zona pro-


venientes de la capellana fundada en la iglesia de San Pedro de Viana
por Rafael Sinz de Urbina y Mara Lamadrid en 1669, describe la
imaginaria visita que en 1512 realizan al paraje fronterizo la viuda de
Csar, Carlota, y su hija, Luisa, en compaa del sobrino del cura mayor
de Viana. El prrafo demuestra el conocimiento que el escritor posea
de la zona, ya que sola recorrer su hacienda a caballo:

Cosa de una legua habran andado cuando llegaron a una pequea


hondonada cubierta la mayor parte de vias y cruzada por el camino en
que se alza la muga de Mendavia, villa perteneciente ya al obispado de
Pamplona.

- Aqu tenis - dijo entonces el joven caballero - la Barranca Salada,


donde cinco aos ha terminaron los borrascosos das de Csar Borja.
All, al pie de aquel majuelo, qued tendido; unos cien pasos ms all se
qued contemplando la escena el condestable; por aquellos viedos, que
llaman de Arbanta y producen las mejores uvas de la jurisdiccin, vime
yo perdido y agazapado, y tembloroso pude presenciar por primera vez
la muerte, o si queris el asesinato, de un caballero, pues no merece
mejor calificacin la arremetida de tres hombres contra uno solo.

El francs Yriarte tambin se lleg al barranco fatal en que Csar


cay combatiendo. La Guardia Civil que nos acompaa, en esta her-
mosa lengua espaola, sonora, redundante y hecha para los relatos
picos, nos cuenta la muerte del Valentinois, encontrado desnudo so-
bre el campo de batalla. De suerte que este repliegue del terreno, tes-
tigo de un drama secular, evocado por esta viva tradicin como si fue-
ra de ayer la figura de Borgia, cuyos rasgos hemos encontrado, mane-
jado la espada, reunidas las cartas y, en fin, exhumado los huesos, se
dirige sangriento sobre horizontes que cuatro siglos no han podido
cambiar.

- 40 -
4. La muerte

Con estas palabras inaugura Alesn sus pginas sobre Csar:

Fue don Csar Borja uno de los sujetos de ms historia que tuvo su
siglo. En la de Navarra tiene mucha parte por obispo de Pamplona y por
cuado de nuestro rey. Por esto hemos dicho no poco de l desde su
nacimiento, y diremos compendiosamente lo que resta hasta su muerte,
que por justos juicios de Dios hubo de ser en Navarra.

Acerca de este suceso la historiografa clsica no se extiende dema-


siado. El resto de obras y artculos se explaya en detalles, a veces err-
neos y pintorescos. Vamos a repasar, por lo que contienen de variados
y curiosos, algunos de ellos.
4.1. Alejandro Dumas presenta a Csar combatiendo contra el prnci-
pe Alarino, a quien derrota. En una segunda batalla este lo atrae
a un bosque, donde Borgia es matado. Por la noche su fiel
Michelotto encuentra su cadver desnudo. Da la fecha del 10 de
marzo de 1507. (Michelotto, por cierto, se encontraba en Ita-
lia).

4.2. El denominado historiador Isidoro Talens se limita a parafrasear


al anterior.

4.3. Ivn Cloulas, director honorario de los Archivos Nacionales de


Francia, sita al castillo vians separado de las casas por un p-
ramo silvestre cruzado de barrancos. Csar matar a tres hom-
bres de la retaguardia del conde de Lern antes de que otros vein-
tids den cuenta de l.

4.4. Jacques Robichon reitera que el Valentino mata a tres soldados


de la retaguardia y es rematado por veintids guerreros.

- 41 -
La muerte de Csar

4.5. Segn el historiador Giuseppe Portigliotti, sucumbi en un bos-


que en los alrededores de Viana.

4.6. Anny Latour afirma que Sanuto recibi carta de Espaa, en la


que se le informaba de que el 13 de marzo el Valentino fue de-
rrotado por fuerzas del conde de Lern que salieron del castillo.
La mayor parte de los treinta hombres que acompaaban a Csar
lo abandonaron; muri de nueve tajos.

4.7. Segn el ensayista romano Roberto Gervaso, el Valentino abate a


tres adversarios y lucha contra un escuadrn, que lo atrae a una
charca. El cadver no ser descubierto hasta la noche de ese da 12.

4.8. Datos semejantes revela Collison-Morley; especifica que el es-


cuadrn consta de veinte hombres que lo encajonan en un ba-
rranco. Recuerda que tena tantas heridas en el cuerpo como su
hermano Juan cuando fue extrado muerto del Tber.

4.9. Susanne Shller-Piroli: las tropas del de Lern lo atraen a una


garganta, ah le infieren veintisiete heridas. Ofrece la visin de
que ese mismo da tanto el conde como su hijo abandonan el
castillo de Viana.

4.10. Las pginas del profesor y periodista Claude Moss lo hacen morir
cerca de la ciudad (?) de Larraga, cerca de Viana , traspasado
por ms de veinte cuchilladas. Unos sacerdotes espaoles viola-
rn su tumba, quemarn sus restos y arrojarn sus cenizas al
Mediterrneo.

4.11. Csar cae junto a Pamplona, en opinin de Klabund, ante siete


hombres, de los cuales mata a seis; el sptimo era moro.

4.12. Lola Galn y Jos Cataln, periodistas, lo muestran luchando


contra veinte jinetes.

4.13. El profesor valenciano Joan F. Mira especifica que muri cerca


de las murallas.

4.14. El periodista de Algemes Mart Domnguez lo hace fallecer con


ms de veinte heridas.

- 42 -
4. La muerte

4.15. En la biografa creada por Clemente Fusero varios soldados del


conde lo acosan en una hondonada. Csar ha derribado antes a
tres.

4.16. Se lanza contra veinte jinetes en el libro del periodista albaceteo


Juan Antonio Cebrin.

4.17. Manuel Vzquez Montalbn lo novela metonmicamente contra


siete espadas y veinte lanzas.

4.18. En una escaramuza sin importancia lo sita Francisco Almela,


a manos de unos soldados annimos.

4.19. Acribillado por veintiocho heridas y hallado muerto en un foso


tras varios das de bsqueda lo describe la historiadora Genevive
Chastenet.

4.20. El exitoso folletinista decimonnico Manuel Fernndez y


Gonzlez acaba con Csar cerca de un barranco enfrentado a
cuatro guerreros, despus de haberse deshecho de varios enemi-
gos.
4.21. Segn Fernando Gregorovius, era el propio conde de Lern quien
se hallaba en el castillo de Viana.
4.22. Fernando Videgin, autor de Los Arcos, localiza el suceso en
una quebrada del camino entre Viana y Mendavia [] contra
varios guerreros del conde de Lern.

4.23. El periodista Juan Ignacio Cuesta localiza la accin exactamen-


te en la Barranca Salada.
4.24. El logros Eugenio Ugarte anota que los tres que le salieron al
paso descendan por un camino de la ladera hasta el fondo del
valle.
4.25. Cay cerca de Viana, por veintitrs espadazos, en el libro de
Genevive Chauvel sobre Lucrecia.

4.26. El leridano Luis Racionero cita una garganta llamada el Campo


de la Verdad.

- 43 -
La muerte de Csar

4.27. Un venablo acaba con su vida en la versin que de la Roma de


los Borgia ofrece el francs Apollinaire, quien hace al rey de Na-
varra suegro - no cuado - de Csar.

4.28. El escritor Juan G. Atienza data el bito durante la guerra entre


Juan II de Aragn y su hijo, el prncipe de Viana, es decir, aos
antes de haber nacido el Valentino.

4.29. El msico Grian, que prosigue la senda esotrica jacobea de


Atienza, repite el mismo dato.

4.30. El novelista vians Pablo Antoana, Premio Prncipe de Viana


de la Cultura 1996, nombra el Campo de la Verdad de Lazagurra,
entonces aldea de Viana aledaa a Mendavia, como lugar del su-
ceso: El mismo en que fue roto y muerto el capitn general de
los ejrcitos de Navarra, el pattico Csar Borgia.

4.31. Luis Pedro Pea Santiago, etnlogo y alpinista guipuzcoano iden-


tifica la cabecera del Valle de Cornava en Viana, ms arriba de la
Barranca de Fuenteamarga, con ese Campo de la Verdad de
Lazagurra, situado realmente varios kilmetros ms all, hacia
el Sureste.

4.32. Javier Pagola, periodista, relata que muri atravesado por una
lanza, en un trmino de localizacin imprecisa, el Campo de la
Verdad, el da 11 de marzo de 1507.

4.33. El burgals Pascual Izquierdo, en unas pginas de remembranzas


jacobeas, lo hace militar a las rdenes del prncipe de Viana.

4.34. Santiago Bujanda, concejal de Sansol, localiza el acontecimien-


to en el trmino de Valdegn que entonces perteneca a esa lo-
calidad navarra.

4.35. Jos Ulibarrena, escultor de Peralta, en el dorso de la escultura


propiedad del Ayuntamiento de Viana, dej este mensaje en
1964: Csar Borgia. Jefe de los ejrcitos de Nabarra. Muri por
nuestra independencia en Sesma, traicionado por tres cobardes
beamonteses [sic] del conde de Lern.

- 44 -
4. La muerte

4.36. Los mendavieses M Ins Sinz y ngel Elvira, que tan destaca-
da labor etnogrfica realizan en Navarra, describen y dibujan la
versin ms clasica y lo hacen sucumbir en los campos de
Mendavia.
4.37. El periodista Miguel M. Ariztegi lo hace morir a lanza de Gins
de greda: Fue en zona conocida como Barranco Salado, un
lugar que ha sido testigo de otras batallas.

4.38. En un artculo Fernando Hualde lo casa con Catalina de Albret,


hija del rey de Navarra. Lo abaten Luis Garca de greda y Pedro
de Allo, quienes abandonan el cadver en el barranco.

4.39. El mdico y escritor donostiarra Victoriano Juaristi: Lo deja-


ron abandonado en el barranco de los campos de la Verdad entre
Viana y Logroo.

4.40. El cronista e historiador de Indias Gonzalo Fernndez de Oviedo,


a travs del personaje Alcalde, afirma: Dios le quiso castigar el
ao de 1507; en una escaramuza cerca de un pueblo que dicen
Mendavia fue muerto por espaoles que seguan la parte del con-
destable.

4.40. El escritor tudelano Pedro de Agramont y Zaldvar narra en 1632:


Y as mand el conde que supiesen quin era y, caminando ha-
cia l, se volvi para atrs, y Pedro de Arcs y Pedro de Allo,
volviendo las riendas a sus caballos, vindole bajar por una lade-
ra de un monte, le acometieron y le alcanzaron y le mataron sin
que los suyos le pudieran favorecer ni ayudar; luego lo desnuda-
ron los peones que iban en seguimiento de los dos caballeros.

4.41. Vicente Blasco Ibez, novelista valenciano: La armadura, co-


locada con precipitacin, tena algunas piezas sueltas, y uno de
los atacantes consigui meterle un lanzazo por el sobaco, que le
hiri de muerte, derribndolo de su corcel. Como an intentaba
defenderse en el suelo, lo remataron a golpes, despojndolo de su
envoltura metlica, as como de gran parte de sus ropas valiosas.

4.42. El escritor y poltico vians Francisco Navarro Villoslada cita la


Barranca Salada como lugar del acontecimiento. Garcs lo tras-

- 45 -
La muerte de Csar

pasa con su lanza por la parte del lado que queda descubierta
del arns.

4.43. Po Baroja recalca en Csar o nada su muerte oscura en el cami-


no de Mendavia, cerca de Viana de Navarra, por un soldado del
conde de Lern, llamado Garcs, natural de greda, que dio tal
lanzada al Borgia, que, rompindole el arns, le pas todo el cuer-
po de parte a parte.

4.44. En la publicacin cesariana del historiador y dibujante francs


Charles Yriarte se incluye la palabra barranco tal como se es-
cribe en castellano y matiza que quienes lo atacaron, temiendo
ser alcanzados, abandonaron el cadver completamente desnudo
sobre el campo de batalla, limitndose a cubrir su desnudez con
una gruesa piedra.

4.45. Eduardo Gancedo, escritor de Viana, aclara que mand, pues,


el conde que se destacaran de su hueste tres soldados que para-
sen los pies a tan osado caballero, y al momento llegaron a las
manos y se trab una lucha titnica, a la que puso trgico fin una
lanzada que atraves de parte a parte el soberbio pecho de don
Csar.

4.46. Agustn de Fox, el articulista del ABC que frecuent su casa de


labranza cercana al trmino del que tratamos: Era un da claro;
chocaron las armas entre las cepas llovidas de la Barranca Salada
y hubo amagos y golpes, esquives y ofensas. Pero ya senta el
caballero de greda, Garcs de los Fayos, el mandato exacto del
destino, orientando su lanza; arremeti valiente por los viedos
del amanecer y entrole todo el hierro por el faldar. Csar sinti
que su costado se inundaba de metal.

4.47. El mdico forense Santiago Becerra escribe que le tendieron una


celada en ambos lados del camino de Viana a Mendavia, dentro
de la Barranca Salada, as llamada porque el agua tiene ese sabor,
a unos seis kilmetros de Viana. Especifica, adems, que Garcs
de los Fayos [] le dio una lanzada que le penetr por la parte
anterior de la hendidura de la armadura, correspondiente a la
axila derecha, y que le atraves de parte a parte, cayendo muer-

- 46 -
4. La muerte

to. Importa retener este detalle porque tornar a revelarse al lec-


tor en pginas ms adelante, al citar el informe que este forense,
junto a su colega Juaristi, redactar con motivo de la exhuma-
cin de los restos de Csar en 1945.

4.48. Antonio Onieva, abogado pamplons bigrafo de Csar y


Lucrecia, acompaado por varios vecinos vianeses en la dcada
de los aos 40 del siglo XX, visit la Barranca Salada. Cien
metros ms arriba, cien ms abajo, en cualquiera de ellos pudo
haber tenido lugar el drama, por ms que nada material existe
que lo recuerde.

4.49. El historiador vians Eliseo Sinz Ripa: No importan sus nom-


bres, s, sus lanzas; ellas fueron acorralando difcillmente al vale-
roso Csar y una de ellas traves su pecho. Aquel paraje se llama
la Barranca Salada. Era el 12 de marzo de 1507.

4.50. Francico Javier Ortiz, murchantino:Tres a uno, le empujan ha-


cia un barranco. Es asunto de trmite, juego de destreza que qui-
z les proporcione una cadena u otro dije como recompensa y
algo con que animar la conversacin de aquella noche.

4.51. El autor de www.fuenterrebollo.com asegura que Csar sitia en


marzo del 1507 a Pamplona. El 12, habiendo recibido la noti-
cia de la llegada de suministros a la ciudad sitiada, enfurecido
emprendi el camino a la ciudad sitiada al galope, cuando solda-
dos rebeldes acabaron con su vida.

4.52. Las hermanas italianas Elena y Michela Martignoni lo novelan


derribando a tres enemigos, herido en el costado por lanza tras
la llegada de muchos y cayendo rendido sobre el suelo fangoso.

4.53. El periodista Fernando Prez Ollo esboza la versin clsica: Puso


cerco al castillo de Viana. Cay alanceado, vctima de una esca-
ramuza, el 12 de marzo de 1507.

4.54. El poeta colombiano lvaro Mutis expresa que muri en Viana


en una emboscada nocturna. Luch como un len sin proferir
una palabra. Acribillado por las lanzas enemigas, su cadver fue

- 47 -
La muerte de Csar

recogido al da siguiente y recibi cristiana sepultura con los


honores de un gran guerrero.

4.55. Segn el napolitano Orestes Ferrara, doctor en Derecho y mili-


tar en Cuba, caa peleando, casi solo, cerca de Viana, contra un
grupo de rebeldes al que era a la sazn su rey y seor.

4.56. En 1913 William Harrison, uno de los mejores bigrafos de


Csar, publicaba que muri como un valiente caballero delante
de Viana, un incidente ms de la guerra civil en que el rey y el
pequeo pas estaban involucrados.

4.57. Una de las versiones ms singulares es la aportada por el director


de teatro norteamericano John Frunce. Csar asciende hacia los
muros de Viana con su caballera que, agotada, es atacada por un
pelotn de nios que asla al Borgia y lo destroza.

4.58. No desmerece de la anterior la del neoyorkino Mario Puzo, au-


tor de El padrino y de un libro sobre los Borgia, algunos de cu-
yos captulos fueron acabados por Carol Gino, tambin escritora
y compaera de Mario. Csar despliega a sus hombres alrededor
de Viana e inicia un bombardeo de artillera de una hora. Luego
de abrir brecha, ordena atacar a la caballera. l va al frente, pero
observa que los navarros no lo han seguido y lo han dejado solo
ante los enemigos. Se le hacen funerales en Roma y se le entierra
en Santa Mara la Mayor. Lucrecia hurta sus cenizas y las deja
caer en un lago.
Esta variedad de detalles afecta poco a la ancdota central que nos
ocupa, la cual se resume en dos ideas principales: Csar muere durante
el asedio al castillo de Viana y lo hace no en terreno urbano sino en el
campo.
De los testimonios ms cercanos a estos ltimos momentos del
Valentino la que ms puede convencernos es la versin que ofrece Fran-
cisco de Alesn, el jesuita vians nombrado cronista general del Reyno
en 1687. Nacido en Viana en 1627, bautizado en la parroquia de San-
ta Mara y fallecido en Logroo en 1715, su informacin contiene un
dato esclarecedor, el de proseguir aportando los datos recibidos de
los paisanos mayores. En sus Anales justifica lo que escribe: Omos

- 48 -
4. La muerte

contar siendo de pocos aos a personas de ms de ochenta, y de dis-


tincin, que lo supieron de otras muy ancianas de aquel mismo tiem-
po, que lo vieron []. El cronista, en definitiva, se remonta a 1507,
a un suceso ocurrido ciento veinte aos antes, que mantenan vvido
los ancianos.
El francs Yriarte se sorprende tambin de cmo los vianeses insis-
ten en el legado de sus mayores:

Jams en una pequea ciudad arruinada, diezmada por la guerra ex-


tranjera y las luchas intestinas, la tradicin de los hombres y las cosas del
pasado, se ha conservado ms intacta que en Viana, y jams enfrente de
los monumentos el pasado se ha reconstruido con ms destacado relie-
ve. Viana sigue la Historia. El arriero que pasa, al vernos con el lpiz en
la mano, hipnotizado delante de las escaleras que cubren el cadver, nos
detiene para contarnos la historia de Borgia.

El investigador parisino recoge fielmente esta escena en el segundo


tomo de su biografa de Csar. Se dibuja a s mismo junto a las gradas
de Santa Mara atendiendo a las explicaciones del acemilero, que se
halla a escasos centmetros de la tumba del Borgia. La indumentaria
del polica de seguridad que los acompaa responde a la que contie-
nen las ordenanzas de la corporacin editadas en 1888:

Levita, sombrero tricornio y pantaln, sable, cinturn, tahal y chapa con


las armas e inscripcin del Ayuntamiento, y botones e iniciales correspon-
dientes.

Francisco, el jesuita, recoge la ancdota de que, al salir por el Portal


de la Solana, localizado por entonces ms atrs, su caballo resbal y el
caballero maldijo.
El sucedido, interpretado por los supersticiosos como premonicin
del fatal desenlace, conoce una modificacin posterior en la localidad:
desde nios hemos escuchado que Borgia blasfem bajo la Virgen que
preside esa puerta de la muralla. No pudo ocurrir eso, pues la imagen
de la Inmaculada fue colocada ah bastantes aos despus. A este clase
de improperio se refiere el sacerdote vians Gregorio Fernndez Latasa
en un artculo de agosto de 1945, en medio de la polmica que se
desat por la proximidad de la exhumacin de los restos de Csar,

- 49 -
La muerte de Csar

cuando sentencia que antes ha de honrarse a los arzobispos Aoa,


Lanciego, Mzquiz; al padre Alesn, al artista Juan Bautista Suso, al
general carlista Montoya Dos das despus, asimismo en El Pensa-
miento Navarro, Juaristi pregunta irnicamente quin lo haba odo
blasfemar bajo la Virgen.
En 1947 el sacerdote pal vians Eduardo Gancedo recoge esa mis-
ma creencia popular en Viana grfica, apndice de sus Apuntes histri-
cos sobre esta ciudad, con estilo bien retrico:
En la tormentosa noche del 11 de marzo de 1507, sala, irritadsimo,
de Viana el nuevo Condestable de Navarra, Csar Borgia, con nimo
resuelto de matar al Conde de Lern; y aade, por su cuenta, la tradicin
popular que resbal el caballo del guerrero, caballo, dicen, fogoso y que
tena el morro partido; y el jinete, al contener al bruto con una feroz
sofrenada, lanz una espantosa blasfemia contra la Santsima Virgen, y
sali echando demonios camino de Mendavia. La Historia cuenta lue-
go, y puntualiza seriamente, que al blasfemo lo trajeron muerto a Viana
pocas horas despus, y hoy es la fecha en que hace cuatrocientos cuaren-
ta aos que sigue sin posible rehabilitacin la memoria del occiso de la
Barranca Salada, en el camino de Mendavia; mientras, el portal se cris-
tianiz en el siglo XVI, y hasta nuestros das sigue llamndose gloriosa-
mente Portal de la Concepcin, como si la providencia divina quisiera
borrar los ecos de la blasfemia con que se profan el Portal de la Solana.
Entremos nosotros a Viana por esa puerta veneranda, y saludemos al
paso a nuestra Reina y Madre con el Ave Mara Pursima.

Aade Alesn que, viendo el de Lern que un caballero se acercaba


solo a galope, areng a los suyos para que le hicieran frente:

Oyendo esto tres hidalgos de sus guardias, el uno de ellos llamado Garcs,
natural de greda, y el otro Pedro de Allo (al tercero no le nombran), le
salieron al camino y le esperaron en un barranco algo hondo donde el
duque mal se pudiera revolver y valerse de su grande nimo y destreza.
All se combati fatalmente para el duque porque, al levantar el brazo
para herir con la lanza a uno de los contrarios, Garcs, que estaba al otro
lado, le dio tal lanzada por debajo del brazo levantado que, falsendole
el arns, le pas todo el cuerpo de costado a costado. As cay muerto el
famoso don Csar Borja un viernes 12 de marzo por la maana, fiesta de
San Gregorio papa de este ao de 1507.
- 50 -
4. La muerte

Gancedo facilita un tercer nombre:

Aunque el padre Alesn parece haber estado presente a la ria para


contrnosla con pelos y seales, no da sino los nombres de Garcs de
greda y de Pedro de Allo, e ignora cmo se llama el tercero. Csar, dice
nuestro cronista, levant el brazo para ensartar al de Allo y se vio l
ensartado por Garcs. Pero el Diccionario de don Luis Vilar y Pascual
(tomo VIII, pg. 109) dice que el beaumonts ejecutor de la hazaa no
fue el Garcs de greda, sino el Garcs de Castejn, que as se llamaba el
innominado, por nombre completo Jimeno Garcs y Gonzlez de
Castejn; qudese el lector con la verdad que le plazca, yo no creo que
ninguno de los dos tiene pruebas de lo que dicen.

Efectivamente, los genealogistas Luis Vilar y Pascual y Juan Jos Vilar


y Psayla, en 1866, al explayarse sobre el apellido Garcs, aseguran que
es un linaje proveniente de Los Fayos, villa y castillo de la provincia
de Zaragoza, a quince leguas de esta en la falda del Moncayo. Uno de
sus miembros, Juan, cas con Elena de Fuenmayor y tuvo con ella a
Jimeno Garcs y Gonzlez de Castejn, que en el ataque a Viana (ciu-
dad de Navarra), ao 1507, mat al Duque de Valentinois, Csar Borja,
atravesndole de un lanzazo.

La conclusin de Gancedo acerca de la endeblez de ambas citas no es


atinada del todo. Son numerosos los casos comprobados que demues-
tran que la Historia y la tradicin coinciden en conservar abundantes
nombres de personas que han llevado a cabo acciones semejantes; los
mantienen desde la Biblia hasta publicaciones ms modestas. Por ejem-
plo, el clrigo vians Juan de Amax, autor del variado Ramillete de
Nuestra Seora de Cods, narra distintos hechos acaecidos en estas
tierras a principios del siglo XVI; entre ellos anota: Muri el capitn
Juan Lobo de una lanzada que le dio un caballero de la Berrueza, que
se deca mosn Pedro de Mirafuentes, en un trmino del lugar de
Otiano que le dicen Valdemadre, donde hoy da est por seal de
esta muerte una cruz de piedra.
Antes de especificar que los matadores lo desnudaron y cubrieron
con una piedra las partes vergonzosas, el cronista de Navarra ofrece
una visin providencialista del suceso:

- 51 -
La muerte de Csar

En las circunstancias del da y del terreno, como cosas muy notables,


hacen grande misterio algunos escritores por haber sido el da mismo en
que algunos aos antes, el de 1492, tom don Csar Borja la posesin
del obispado de Pamplona; y el terreno dentro de los trminos de
Mendavia, que pertenece a esta dicesis y estn contiguos a los de Viana,
pertenecientes a la de Calahorra. De suerte que, apenas entr en el terri-
torio del obispado de Pamplona, cuando luego le mataron, manifestn-
dose la mano justiciera de Dios contra los que por intereses del mundo
entran en el estado eclesistico y despus retroceden con escndalo.

Fernando Gregorovius, historiador alemn del XIX, recoge del cro-


nista aragons Zurita esa coincidencia extraordinaria, que comenta
el escritor jesuita Antonio Prez Goyena citando, adems, al cannigo
peralts contemporneo de Amax Martn Argiz . En 1996 reiteraba
el tema el estellica Juan Ramn Corpas:
Exactamente diecisis aos ms tarde de su nombramiento como obis-
po pamplons cuando tena, precisamente, diecisis aos; sorprendente
simetra onomstica.

Tras la soledad definitiva de Csar en el campo, Alesn narra el apre-


samiento por el noble de Lern de Juanicot, el criado de Csar, que
buscaba a su amo por la llanura y notifica al conde quin es el derrota-
do. El criado es liberado para que cuente al rey lo acaecido. Llegado
este con sus tropas, envuelve a su cuado en un capote de grana
(color de reyes) y lo traslada a Viana.
El suceso, con toda clase de pormenores, debi extenderse por el pe-
queo reino ya en el siglo XVI. Florencio Idoate, director del Archivo
General de Navarra, al hablar sobre las relaciones de los de Allo, locali-
dad dentro del condado de Lern, con esta familia nobiliaria, deja escri-
to:
Nuestros analistas han recogido con pelos y seales episodios como la
muerte de Csar Borgia, por ejemplo, pero tiene su gracia orlos de boca
de gente del pueblo mismo, de testigos corrientes y molientes.

Sabido es que nuestros archivos guardan pleitos de las aldeas contra


sus seores. En uno de ellos testifica Salvador Matamoro, vecino de

- 52 -
4. La muerte

Mendigorra, quien en 1576 recuerda al Borgia en el tramo de su lti-


ma campaa, Mendigorra-Larraga-Viana:

En ese tiempo era bien muchacho, que sera de dos aos poco ms o
menos, se acuerda muy bien haberle visto el dicho Duque Valentn pa-
sar por Mendigorra con mucha gente de armas a caballo y tambin de a
pie; y que era hombre grueso, repleto, velludo y soro, y le vio llevar en la
mano un lanzn grueso con sus dos hierros a los dos lados, y que iba con
toda su gente de guerra con toda su artillera, pasando de Mendigorra
hacia Lern.

Lneas despus el archivero noticia que el clrigo de San Romn de


Arellano Hernando Rodrguez contaba que el lanzn referido lo tena
el clrigo Martn Martnez, gran amigo que fue del condestable, y
que los matadores de Csar fueron unos hermanos llamados los
Garceces de greda.

Paraje de la Barranca Salada, donde la tradicin


mayoritaria sita su muerte

- 53 -
Antonio Juan Onieva (1886-1977),
bigrafo de Csar y de Lucrecia
5. Hiptesis sobre su muerte

La historiografa clsica solamente se ha ocupado de las grandes l-


neas que acompaaron a esta muerte. Sin embargo, algunos se han
preguntado por algunos flecos de confusa explicacin.
Son numerosos los autores que definen al menos como extraas las
circunstancias que rodearon el suceso. Sirva como ejemplo el correo
electrnico de octubre del 2006 que me envi el periodista italiano
Giulio Gelibter, en el que, entre otras preguntas, me consultaba. No
fue, quiz, un complot?. Recordemos la opinin de Po Baroja, que
calificaba la muerte de oscura.
La realidad es que la situacin de Csar tanto en Castilla como en
Navarra no era demasiado halagea ni tranquila. Uno de los investi-
gadores que ms y mejor maneja la documentacin de la poca es
William Harrison. Hace notar que el castillo de La Mota se hallaba
lejos de Levante, la va ms accesible hacia Italia. Lucrecia hace ges-
tiones para liberarlo o mejorar las condiciones de su cautiverio (sin
llegar a personarse ante la fortaleza, segn apunta Francisco Almela).
De la importancia del prisionero da idea el que Fernando el Catlico
quera utilizarlo en una misin ante Maximiliano y, ms todava, en el
reino de Npoles, donde sospechaba que Gonzalo de Crdoba, estaba
a punto de traicionarlo.
Mart Domnguez , escritor valenciano, insiste en que la noticia de
la libertad de Csar trae alegra a unos, a otros preocupacin:

Entre tantas testas coronadas - incluso la reina Juana que muestran


pblico enojo ante la nueva fortuna del aborrecido Borja, solo puede
registrarse una excepcin, el bando del rey de Navarra: nos referimos a
Maximiliano, el emperador germnico, abuelo del futuro Carlos V, que
l retiene en Gante o en Bruselas, sujeto a una educacin flamenca,
antiespaola. Entre el emperador y el Catlico - no olvidemos que son

- 55 -
La muerte de Csar

consuegros - rein desde el primer momento una atmsfera de preven-


cin y desconfianza. Hasta el extremo que a Felipe el Hermoso, su hijo,
le recomendaba insistentemente que en sus estancias en la corte espao-
la comiera siempre de su cocinero porque le preocupaban Fernando y
sus venenos. Ahora la libertad de Csar alegraba a Maximiliano porque
poda significarle un naipe interesante, de idntica manera que disgus-
taba y preocupaba al Catlico.

Los acontecimientos se precipitan: muere Isabel la Catlica, entra


en escena Felipe el Hermoso y Fernando parte hacia Npoles a prime-
ros de septiembre de 1506. Csar se escapa el 25 de octubre. La noti-
cia llega a Julio II; Venecia y Florencia temen; Ferrara y la Romaa se
alegran. Todos recuerdan las campaas del Valentino en esas repbli-
cas. Nada ms arribar a Pamplona, Borgia enva cartas a Mantua y
Ferrara. Lucrecia, duquesa de este ltimo territorio citado, se alegra.
Harrison se va acercando al desenlace del 12 de marzo de 1507:

Csar no perda el tiempo y ya preparaba el terreno para una nueva


empresa. Pero todo lo que tena le haba sido confiscado mediante el
embargo sin miramientos del papa, la seora florentina o de otros ene-
migos. El rey de Navarra no estaba en situacin de financiar los ambi-
ciosos proyectos de su cuado. En enero de 1507, el mayordomo de
Csar lleg a Bourges, donde entonces resida la corte francesa, con una
solicitud de restitucin del dinero que se deba al duque del Valentinois
por contrato firmado en mayo de 1499; pero Luis XII haba derogado
las concesiones de ttulos y estados hechos al duque mediante un docu-
mento oficial que, como justificacin, alegaba que Csar Borja no haba
cumplido su parte del trato, en referencia a la ayuda que haba de prestar
al rey de Francia en la empresa de Npoles. El resultado inevitable de la
negativa de Luis XII a reconocer alguna obligacin para con Csar, a
cambio de la cual el papa le haba concedido el divorcio, el reconoci-
miento de sus pretensiones sobre Miln y la investidura de una mitad
del reino de Npoles en junio de 1501, hizo que Csar decidiera unirse
al rey de Navarra para destruir el partido francs en su reino.

Planteada as la situacin, varios autores han barajado la posibilidad


de un suicidio.
Lola Galn y Jos Catalncalifican la accin de casi suicida por su
parte, e innecesaria.
- 56 -
5. Hiptesis sobre la muerte

En una entrevista concedida al Diario Navarra Hoy en 1986, el co-


lombiano lvaro Mutisadjetiva de extraa a la situacin y aade:

Me interesa intensamente la figura de Csar Borgia y me inquieta mu-


cho esa manera de encontrar la muerte alguien que fue tan astuto, que
fue un gran guerrero y que fue un hombre tan particularmente inteli-
gente en escoger los terrenos y las situaciones para enfrentarse a sus ene-
migos. Muere en una emboscada estpida en medio de la lluvia, cuando
ni era necesario hacer esa salida, ni haca falta para nada. Hay algo de
suicidio y esto me ha inquietado muchsimo.

Mara Bellonci, bigrafa de Lucrecia, insiste en esa hiptesis:

Pero, comprenda Lucrecia que poda ser una muerte preparada, casi
un suicidio? El Valentino, siempre presente a s mismo, como haba
demostrado hasta en su fuga de Espaa, no era hombre para dejarse
arrebatar por el ardor guerrero, por un puro amor hacia el ejercicio de
las armas; lo que le haba llevado a cabalgar a la desesperada, expulsando
no a sus enemigos, sino a sus pensamientos, poda ser el sentido angus-
tioso de verse separado del mundo en el que pareca no haber cabida
para l. Requesens haba llegado haca pocos das de Blois con la senten-
cia del bando y de la enemistad del rey, y Csar deba sentir que sus
cuados de Albret lo empleaban en sus guerras, pero que en el fondo lo
trataban como a un pariente pobre []Era el fantasma de s mismo
fugitivo en una existencia mendicante, el que le haba llevado a abando-
narse en aquella carrera incontrolada, al olvido mortal de s mismo y de
la vida?.

Otros han atribuido aquella salida imprudente al ltimo grado del


proceso de la enfermedad que padeca, la sfilis. Santiago Becerra, uno
lo dos mdicos forenses que estudi los restos en 1945, informa en un
artculo de El Espaol:
En el esqueleto all encontrado aparecan dos lesiones evidentes. La
primera, la que yo localic al radiografiar el hmero derecho, de tipo
probable o seguramente lutico, posiblemente el primer documento
grfico de esta clase de estigmas en huesos de mayor antigedad, y que
coincide, evidentemente, con las erupciones cutneas, siflides en placas
y psoriasiformes, alopecia y fiebre, todo ello de les secundaria, lo que

- 57 -
La muerte de Csar

ahora parece comprobarse, y que tantas discusiones ha promovido entre


los historiadores. La segunda, la presencia en escpula izquierda de un
orificio de arma blanca hecho en vida.

En enero de 1969, en una pgina del Diario El Pensamiento Nava-


rro, Mendaur admita:
Quiz su enfermedad desmoron el fro carcter de Csar.

El mismo periodista insinuaba otra posibilidad:


Pero hubo o no traicin? Le sigui o no su escolta? Cmo se explica
la soledad del Capitn General de Navarra? El Marqus de Mantua, en
carta escrita a Isabel de Este nos da idea de la contradiccin de las noti-
cias que entonces corrieron. Para desdecirme de un error cometido en
mi anterior carta, informo que fue asesinado por dos espaoles, anti-
guos servidores suyos. Encontrndose en el campo enemigo, fue reco-
nocido por ellos y le dieron muerte a golpes de lanza [] En carta de
Sanuto, escrita das despus de la batalla se dice que de los treinta
hombres que combatan a su lado la mayor parte haban huido .

Acerca de la fidelidad de la nueva escolta que lo acompaaba,


Mendaur aduce el dato de Marcel Brion:

Acostumbrado a la fiel vigilancia de sus queridos romaoles, que no le


dejaban una pulgada, no se inquieta por saber si los navarros le siguen.
Pero estos, no habiendo recibido orden alguna, no se movieron. Csar
se encuentra solo en medio de los beaumonteses.

Alesn, a cuya obra hemos acudido con frecuencia, escribe que sa-
li fuera de la villa [] acompaado de mil caballos y mucha infante-
ra, mas en los prrafos siguientes no aclara por qu advino solo al
choque con la retaguardia del conde.
Entre los documentos que se difundieron por Italia, Charles Yriarte
cita una carta conservada en Mdena y dirigida a Alfonso de Este,
duque de Ferrara, marido de Lucrecia. Recoge el testimonio de Grasica
(Juanicot), el escudero de Csar, quien lo haba visto muerto y lo
haba acompaado hasta su tumba. Prosigue:

- 58 -
5. Hiptesis sobre la muerte

El duque le haba hecho frente [al conde de Lern]; haba descuidado


su escolta, y, encorajinando a los suyos a hacer como l, haba mandado
decir a su cuado que le siguiera, resuelto a coger prisionero al conde de
Lern o a forzarlo a encerrarse en la plaza. Como el duque se imaginaba
que los suyos le seguan, se dej arrastrar lejos de ellos a un tiro de
ballesta, y, habindose abalanzado poco despus veinte infantes en ayu-
da del conde de Lern, el duque de Valentinois se encontr solo con un
soldado navarro que no lo haba abandonado un instante. Si el duque se
ha dejado arrebatar as, es que deseaba asegurarse por s mismo de que el
conde perseguido se encerrara en el castillo donde l hubiera querido
poder asediarlo. Pero, vindolo los auxiliadores llegar poco a poco y
apercibindose l de que no era seguido, consider la retirada. . El nava-
rro cogi a la derecha, Csar torci a la izquierda, los infantes los acome-
tieron [].

Acerca de esta hiptesis de la traicin o escaso inters en darse prisa


por ayudarlo, llamamos la atencin sobre los numerosos mercenarios
que militaban en estos ejrcitos, fronterizos o no, renacentistas. Baste
recordar al lector que los orgenes de los tres atacantes histricos de
Csar a las rdenes del de Lern presentan orgenes distintos: Navarra,
Soria y Aragn.
Del propio Juanicot o Juanito Grasica, escudero del Valentino, deja
caer Alesn que en otro tiempo haba servido al conde Lern.

- 59 -
Iglesia de Santa Mara, en la que fue enterrado en 1507
III

CSAR, DENTRO Y FUERA DE


SANTA MARA

- 61 -
En el primitivo altar mayor, a la izquierda fue
enterrado Csar en 1507 (1924)
1. En Santa Mara de la Asuncin

El capitn general de los ejrcitos de Navarra fue enterrado en Santa


Mara de la Asuncin, una de las dos parroquias de Viana, de dimen-
siones catedralicias y eminente entre las del Camino Francs o de San-
tiago.
Lo demuestra el paso por Viana de Antonio de Guevara, obispo y
escritor renacentista, en el ao 1523, diecisis aos despus del acon-
tecimiento; este obispo de Mondoedo ley y conserv el epitafio que
rezaba sobre la sepultura de Csar una maana en que entr a este
templo a or misa.
En 1608 lo recuerda Juan de Amax al anotar que en una de las igle-
sias de Viana, que se dice Santa Mara, enterraron al duque Valentino.
Lo corrobora Alesn al aclarar la actitud del rey de Navarra:

Al punto mand que recogiesen el cuerpo del duque, lo cual se hizo


luego, envolvindole en un capote de grana [color de reyes]. As lo lleva-
ron a Viana y no a Pamplona, como algunos sin fundamento alguno
quisieron decir, y lo depositaron en la iglesia parroquial de Santa Mara,
donde se le labr en la capilla mayor el sepulcro en que fue colocado.

Gregorovius cae en ese error al creer que la fortaleza vianesa se en-


contraba dentro de la dicesis de Pamplona y sita a Juanicot acu-
diendo a los funerales de su seor en la capital navarra.
El historiador Agramont es uno de los que recoge la creencia de que
fue llevado a Pamplona:

Otros dicen que fue muerto peleando y que le hall un criado suyo y lo
llev a enterrar a Pamplona, donde el dicho duque haba sido obispo en
el tiempo que fue cardenal en Roma en el pontificado del papa Alejan-
dro.
- 63 -
Dentro y fuera de Santa Mara

Este mismo autor tudelano dilucida pocas lneas despus:

La verdad es que muri junto a Mendavia mala muerte el que de tantas


haba sido causa en Italia y Navarra y que est enterrado en Viana junto
al altar mayor, a la parte del evangelio.

Conviene aqu recordar que Agramont, amanuense de la Historia de


Navarra editada en facsmil del manuscrito 71 del Monasterio de Si-
los, arroja luz acerca del topnimo Barranca de San Martn , donde
algunos mendavieses conjeturan hubo una iglesica dedicada a ese san-
to:

Otros son de opinin que est enterrado en una ermita que est junto
a Mendavia, en el mismo lugar donde lo mataron, y que la hizo hacer un
caballero romano que, andando en Navarra, deseaba saber adnde ha-
ban muerto al duque Valentino, y, habindoselo mostrado, dijo que
estaba mal aquel lugar sin hacer ms memoria de un hombre semejante.
Para lo cual hizo hacer aquella ermita.

Csar hubo de morir en trmino perteneciente a la jurisdiccin de


Santa Mara o aledao; de lo contrario, hubiera sido enterrado en la
otra parroquia de Viana, la de San Pedro. Ambas instituciones ecle-
sisticas se haban unido en 1329, ante la presencia del obispo francs
de Calahorra Robert de Coq, residente en la villa de Viana, atrado
seguramente por sus ventajas fronterizas. En el documento se inclu-
yen las normas que de ah en adelante van a regir la administracin
conjunta de los dos entes.
Hasta la supresin de San Pedro como parroquia en 1877 imperaba
la disposicin de que la calle de Cuatro Cantones (denominacin se-
cular y popular que ha intentado sustituir la oficial de Conde de San
Cristbal) , divisoria de la poblacin en dos mitades, marcaba el tem-
plo donde se haran los funerales a cada difunto; entre estos se encon-
traban quienes fallecan en el campo. Esa disposicin comprenda tam-
bin a las ermitas; por eso las dos ms populares, la de Cuevas y la de
San Martn, se incluan dentro del dominio eclesistico de San Pedro
hasta la supresin como parroquia en 1877.La costumbre ha quedado
registrada en las cruces de piedra que solan alzarse en el lugar donde
alguien haba fenecido. Tambin en ese siglo XVI en el que Amax

- 64 -
1. En Santa Mara de la Asuncin

citaba la cruz del capitn Juan Lobo en Otiano los archivos vianeses
aportan nombres de cruces, que se distribuyen por parroquias. Actual-
mente guardamos seis, laboradas por los canteros en piedra arenisca
de la zona, que hemos trado a la ciudad desde los trminos en que se
encontraban. Otras han desaparecido a lo largo de los siglos. La deci-
sin de recogerlas proviene de causas variadas, entre ellas las de profa-
narlas rompindolas adrede, hurtarlas, golpearlas con maquinaria agr-
cola
A principios de la dcada de los 80 desapareci la de Aquilino
Carianos, en la entrada a Valverde, probablemente sepultada en el
regado antiguo por toneladas de tierra removidas por una pala muni-
cipal. Sobreviven las de Tiberio, Manuel Uruuela, Eduardo Esquide,
Rufo Crespo, Ciriaco Murguiondo, Narciso San Vicente. Precisamen-
te la de este ltimo se ha utilizado como modelo de la que el Gobierno
de Navarra y el Ayuntamiento de Viana han ubicado en la Barranca
Salada en el homenaje a Csar Borgia el 10 de marzo del 2007. Segn
la partida de defuncin que consta en la antigua parroquia de San
Pedro, Narciso fue encontrado muerto (1865) en la Senda de los Car-
boneros que, por Valdebaes y una de las laderas de Valdebarn, as-
ciende hacia Labraza. Era natural de Urtubi (lava) y viva en San
Romn de Campezo. Al haber quedado tendido en ese paraje, se le
hizo el funeral en la iglesia de San Pedro.
El haber sido sepultado Csar dentro de Santa Mara significa que
hubo de caer dentro de su jurisdiccin eclesistica, si nos atenemos a
la prctica seguida en numerosos casos demostrados ocurridos en tiem-
pos pasados? No necesariamente. Pudo haber sido abatido dentro de
los lmites de la parroquia de San Juan Bautista de Mendavia, pero ni
el desinters por un cuerpo desnudo ni la cercana de las tropas del rey
navarro aconsejaban al conde de Lern la demora en refugiarse en la
prxima villa ribera. Alesn nos entera:

El condestable mostr mucha pena, porque ms lo quisiera prisionero


que muerto, y dio libertad a Juanicot para que luego fuese a contar al rey
don Juan y a su gente todo el suceso. El rey, que iba marchando hacia
Mendavia a la retaguardia de su ejrcito, qued atnito de caso tan im-
pensado y suspendi la marcha.

- 65 -
Dentro y fuera de Santa Mara

Tambin la tradicin recogida por Agramont a principios del siglo


XVII evidencia el sentir que recorra Navarra acerca de ese momento
supremo:

Y despus, buscando quin poda ser, le conocieron muchos, y el con-


destable mand que le llevasen a l los vestidos, que los quera ver, y
habindoselos trado le pes en el alma que le hubiesen muerto porque
deseaba mucho prenderle y entregrselo al rey don Fernando de Castilla.

Pueden algunos historiadores, casi todos eclesisticos, haber adscri-


to su muerte dentro de la jurisdiccin de Mendavia para dar as una
interpretacin providencialista a su derrumbamiento justo en la di-
cesis de la que haba sido obispo en 1491?
Definitivamente, en plena campaa contra el beaumonts, Juan III
de Albret, presente en Viana, impuso su poder de rey para sepultar a
su cuado solemnemente en Santa Mara, por encima de cualquier
otro permiso y autoridad. Seguramente recordara en aquellos momen-
tos cmo, diecisis aos antes, hubo de admitir que el papa se le haba
adelantado y le impona como mitrado de Pamplona a la misma per-
sona que ahora enterraba.
El poeta colombiano lvaro Mutis evoca bellamente la escena en el
poema en verso libre Funeral en Viana:

Hoy entierran en la iglesia de Santa Mara de Viana


a Csar, Duque de Valentinois. Preside el duelo
su cuado Juan de Albret, Rey de Navarra.
En el estrecho mbito de la iglesia
de altas naves de un gtico tardo,
se amontonan prelados y hombres de armas.
Un olor a cirio, a rancio sudor, a correajes
y arreos de milicia, flota denso en la lluviosa
madrugada. La voces de los monjes llegan
desde el coro con una cristalina serenidad sin tiempo []
Termina el oficio de difuntos. El cortejo
va en silencio hacia el altar mayor,

- 66 -
1. En Santa Mara de la Asuncin

donde ser el sepelio. Gente del Duque


cierra el fretro y lo lleva en hombros
al lugar de su descanso.
Juan de Albret y su squito asisten
al descenso a tierra sagrada de quien en vida
fue soldado excepcional, seor prudente y justo
en sus estados, amigo de Leonardo da Vinci,
ejecutor impvido de quienes cruzaron su camino,
insaciable abrevador de sus sentidos
y lector asiduo de los poetas latinos:
Csar, Duque de Valentinois, Duque de Romaa,
Gonfaloniero Mayor de la Iglesia,
digno vstago de los Borja, Mil y Montcada,
nobles seores que movieron pendn
en las marcas de Catalua y de Valencia
y augustos prelados al servicio de la Corte de Roma.
Dios se apiade de su alma.

- 67 -
Detalle del terno blanco que una tradicin atribuye a regalo de
Csar (siglo XVI)
2. Su sepulcro

Viene a afirmar Ricardo Fernndez Gracia en su estudio sobre La


escultura funeraria en Navarra durante el Renacimiento y el Barroco que
las pocas muestras conservadas son de calidad discreta y cita el se-
pulcro de Csar como obra del ltimo Gtico. Ofrece para ello dos
razones: lo temprano de la fecha y la descripcin que aporta el padre
Alesn.
Este lo sita en la capilla mayor, lo describe muy propio por el or-
nato de las piedras que rodeaban la urna, estando en ellas labrados de
media talla algunos reyes de la Sagrada Escritura con semblante de
lamentar semejantes desgracias.
El acadmico Pedro de Madrazo, a partir de esas lneas, elucubra en
un clebre artculo de 1885, El sepulcro de Csar Borja y admite la
posibilidad de influencias ms modernas:

Claramente se ve, por esta incorrecta descripcin, que se trata de una


urna decorada con hornacinas, y en ellas figuras de alto relieve. Las
hornacinas solan estar inscritas en arcos conopiales de profusa orna-
mentacin y separadas unas de otras con esbeltos y achaflanados contra-
fuertes coronados de elegantes pinculos. Algunas veces, durante esa
poca de transicin del Gtico al Renacimiento, que se marcaba ya muy
notablemente al comenzar el siglo XVI, las hornacinas ofrecan en su
fondo una graciosa concha a modo de semicpula, o lo que vulgarmen-
te se llama cascarn. De estas ltimas seran las que mand don Juan III
- 69 -
Dentro y fuera de Santa Mara

de Navarra labrar para su cuado Csar Borja y erigir en el presbiterio de


Santa Mara de Viana, al lado del Evangelio. Pudo valerse de algn es-
cultor transpirenaico, cosa muy frecuente en las obras reales de Navarra
en aquellos tiempos, en cuyo caso ya el enterramiento del hroe presen-
tara probablemente un gusto italo-francs pronunciado.

El mismo autor, en su libro dedicado a las provincias de Navarra y


Logroo publicado en 1886, aventura varios nombres de artistas como
probables autores del monumento, obra quiz de los acreditados es-
cultores maestro Andrs y maestro Nicols, que haban tallado pocos
aos antes la preciosa sillera del coro de Santa Mara la Real de Njera,
dado que no llamase D. Juan III a su reino, para ejecutarlo, al estatuario
Juan de Oltzaga, que acababa de hacerse famoso en Huesca aquel
mismo ao 1507 animando la severa portada de su catedral con sober-
bias estatuas dignas del cincel de Donatello.
El novelista Navarro Villoslada imagina al joven Pedro Ramrez ex-
plicando la artstica sepultura a Carlota y Luisa, viuda e hija del
Valentino, respectivamente:

Y aqu le tenis labrado por artfices extranjeros en breve tiempo. Esta


es su estatua yacente con ropa talar, que sin duda significa su categora
de soberano; este es su escudo de armas con el antiguo mote del duque:
Aut Caesar aut nihil ; O Csar esto es, o emperador del mundo -, o
nada. Su epitafio, vedlo aqu delante de la urna []; estas cuatro figuras
en bajo relieve que aqu veis en actitud de llorar la muerte de Csar son
David, Salomn y otros dos reyes de la Sagrada Escritura.

- Y viene mucha gente a visitar esta sepultura

- S, seora, bastante para que en el pueblo no llame la atencin ningn


forastero que tenga curiosidad en verlo.

Qu ha sido de aquel sepulcro?


Guevara lo vio en 1523. Amax no define con exactitud la situacin
al servirse, ochenta y cinco aos despus, de la expresin cuando le
trasladaron los huesos. No aclara si fue destruido, conservado o utili-
zado como relleno en alguna obra de este templo o de otro edificio
eclesistico.

- 70 -
2. Su sepulcro

Alesn, al que acudimos en tantas ocasiones por su cercana a lo tra-


tado, parece iluminar levemente la cuestin:

Este sepulcro y epitafio dur algunos aos, hasta que se reedific y


amplific dicha iglesia con el esplendor y magnificencia que hoy se ve y
crece cada da. Mas todo lo tocante a Csar Borja qued tan derruido
por esta causa que no qued rastro de ello, si no es que sean las tristes
seas de solas dos piedras, de las que rodeaban la urna y en nuestro
tiempo se acomodaron en el pedestal del altar mayor. Todo desapare-
ci.

A qu reedificacin y ampliacin alude el cronista? Aclaramos que a


finales del siglo XVII comienza la construccin de la girola, a la que
siguen sacrista, sala capitular y aguamanil; en la dcada de los 60 de
esa misma centuria se laboraba en el suntuoso retablo mayor barroco;
a mediados del XVI, de 1549 a 1570, se suceden en la creacin de la
extraordinaria portada plateresca Juan de Goyaz, Juan Ochoa de
Arranotegui y Juan de Orbara; por esos aos se trabaja asimismo en las
hiladas del cementerio interior del templo, donde los vianeses pagan
adquiriendo por unos aos la sepulturas , sobre cuyas losas areniscas
an hoy permanecen el nmero de fila, de tumba, el apellido y el es-
cudo familiar. Estos motivos herldicos reaparecieron al levantar la
tarima de madera en los ochenta y fueron ubicados verticalmente en
los muros del deambulatorio.
Alesn conoci las reformas barrocas; Amax naci (1564) mientras
se ejecutaban la portada y el camposanto. La sustitucin del retablo
antiguo, probablemente de tablas pintadas, por el nuevo, afectaba al
lugar donde se localiz el sepulcro de Csar, mas para entonces la tumba
no se alzaba en sitio principal. Es lgico que tampoco lo alcanzara la
construccin de la portada, situada lejos de la capilla mayor. Condi-
cion su destino la obra del cementerio interior en el templo, iniciada
antes incluso que el comienzo del enorme prtico en 1549? Amax no
nos lo aclara, a pesar de que era uno de los vianeses que poda estar
mejor informado de esa actividad, puesto que su padre, tambin Juan,
es frecuentemente nombrado como cantero trabajador en los campo-
santos interior y exterior.
Las dos piedras que cita Alesn no se evidencian por parte alguna
del altar mayor. El nico elemento extrao es hoy una lpida que des-

- 71 -
Dentro y fuera de Santa Mara

cubrieron las labores de limpieza del templo efectuadas por la empresa


de los hermanos Angulo durante los aos 1983-1984; se halla frente a
la puerta de la sacrista; probablemente form parte de una de las ca-
pillas de la antigua cabecera y hace referencia a Martn Garca y a su
hijo, el clrigo Martn Baita, que mandaron hacer esa obra el ao 1312.
Madrazo recoge las palabras del jesuita.
Yriarte conjetura :

Despus de largas bsquedas, hechas con el consentimiento y el con-


curso de don Vctor Cereceda, que en 1886 desempeaba la funcin de
alcalde [era juez de paz] de la ciudad de Viana, nos hemos inclinado a
suponer que dos pilastras de estilo renacimiento italiano, que soportan
dos urnas de alabastro al gusto antiguo, que se ven hoy colocadas sin
discernimiento ni crtica en la mesa de comunin de una capilla toda
moderna que se abre casi a la entrada de la nave de la izquierda, son los
nicos restos del precioso monumento cuya prdida deploraron todos
los amigos de la Historia y del Arte.

En 1921 el secretario del Ayuntamiento de Viana y delegado en la


ciudad de la Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos de
Navarra, se dirige al marqus de Armendriz, con casa solariega en la
que primitivamente se llam Ra de San Pedro, para expresarle que en
su trujal vio hace unos meses una sepultura o pila de piedra, con
unas tallas, que existe en el trujal de V. E., sito en los extramuros de
esta ciudad. Y recordando lo que el padre Moret [debi escribir Alesn]
dice en los Anales de Navarra respecto al sepulcro en que fueron colo-
cados en la iglesia de Santa Mara los restos de Csar Borja, de que
estaban labrados de media talla algunos reyes de la Sagrada Escritura,
llegu a sospechar si tal pila habra sido el sepulcro del Csar aborta-
do, cuyo paradero se ignora, por las figuras que en su talla aparecen.
Pero un estudio ms detenido de tal sepulcro o pila, destinada actual-
mente para depsito de la oliva en la poca de su molienda, me ha
convencido del error de aquella suposicin por ser muy anterior al
ao 1507, en que muri Csar Borja, pues creo data del siglo XI o
XII, si no de otro anterior.

A continuacin el funcionario municipal, Vicenciano Sanz, le supli-


ca que se digne donar el objeto al museo que dicha comisin posee en

- 72 -
2. Su sepulcro

la antigua Cmara de Comptos en Pamplona, junto con otra pila, por


su forma de sarcfago, que se encuentra en el mismo trujal.

El epistolario entre los investigadores vianeses Eduardo Gancedo y


Francisco Becerra evidencia que en 1932 segua ocupndoles el tema
de diversos sepulcros, entre ellos el de Borgia. En el reverso de una
carta del primero, Paco (as llamaban familiarmente al segundo) anota
que Amax escribe que en 1326 muere en Viana el obispo de Calahorra
Miguel Romero de Yanguas, enterrado en la iglesia del monasterio de
San Pedro de Torreviento, dependiente del de Santa Mara la Real de
Njera, en sepulcro de piedra muy curiosamente labrado.
Becerra contina:

Esa iglesia ha desaparecido despus. Quiz alguna efigie y elementos


vendran a parar a la actual iglesia o ruinas de San Pedro [] y acaso la
urna sepulcral se llev al cercano trujal de Armendriz, donde el arqui-
tecto provincial, Sr. Ruiz de la Torre, me dice haber visto dos urnas
sepulcrales utilizadas para pasta de aceite. Por cierto que, yendo tras esas
urnas a mediados de marzo con el archivero de Navarra, result que solo
haca un mes que haban roto en pedazos la nica urna que quedaba y,
reconstituyendo algunos trozos, a m me pareci de dibujos gruesos y
renacentistas, propios de la desaparecida urna de Csar Borgia. La del
obispo Miguel sera gtica.

Ya en la primera edicin de sus Recuerdos de Viana (1933), Gancedo


haba descartado que el Valentino hubiera sido enterrado en la capilla
de Santa Mara Magdalena, localizada en la girola, puesto que es pos-
terior en unos doscientos aos. An en 1965 los dominicos Arsenio
Fernndez y Pablo Huarte afirman en Los caminos a Santiago que al
guerrero se le construy un magnfico mausoleo, erigido en la capilla
donde hoy se venera a Santa Mara Magdalena, Patrona de Viana.
El historiador vians pal avanza y conjetura que el enterramiento
pudo tener lugar en la capilla de San Lorenzo, a la que califica de
hermosa miniatura gtica. Se alzaba esta sobre la barbacana de Santa
Mara, casi al extremo noreste del todava llamado Cementerio Viejo.
El investigador admite que la capilla pudo ser derruida al extenderse
por esa zona tanto la girola como las distintas dependencias de la
sacrista. No ocurri as porque estas obras no llegaron a alcanzar la

- 73 -
Dentro y fuera de Santa Mara

muralla de la iglesia, de carcter defensivo en su alineacin norte. Di-


cha capilla, ermita o iglesia de San Lorenzo o San Llorente (con todas
esa denominaciones se la designa en los archjvos parroquial y munici-
pal vianeses), se levant en la Edad Media sobre el torren de su mis-
mo nombre. En 1835 (Primera Guerra Carlista), habiendo sido ataca-
da la plaza fuerte liberal de Viana en varias ocasiones por las tropas del
pretendiente don Carlos (entre ellas la de septiembre de 1934, batalla
d e L a A l b e r g u e r a , c a p i t a n e a d a p o r e l g e n e r a l To m s d e
Zumalacrregui), la ermita form parte de las defensas del flanco nor-
te de la ciudad, completadas extramuros por el convento de San Fran-
cisco y el fuerte del Cueto. La Segunda Guerra Carlista (1832-1876)
signific su desmantelamiento definitivo; casi todos los sillares gti-
cos fueron reutilizados en diferentes puntos estratgicos de la ciudad
por el ejrcito gubernamental.
En la segunda edicin de su libro (1947), Eduardo, que era nacido
en 1878, cita un pleito contra Logroo, litigado en los tribunales del
emperador Carlos en 1534, a causa de unos documentos sobre dere-
chos castellanos al mercado de Viana hurtados de la capilla de San
Llorent [], cuyas ruinas hemos conocido los nios de mi tiempo.
Quedaba en pie, frente a San Francisco, en lo alto del muro, un lienzo
con ventanal gtico, y unos diez o doce peldaos de la escalera de
caracol; la piedras parecan recin labradas de puro limpias; no s si
estas elegantes ruinas se uniran con la iglesia o seran capilla indepen-
diente; hasta se me ocurre pensar en serio si formaran parte del ente-
rramiento de Cesar Borja.

- 74 -
3. SU EPITAFIO

Antonio de Guevara, escritor renacentista y obispo de Mondoedo,


public sus Epstolas familiares dirigidas a personajes diferentes de su
poca. En la XLIV, dedicada al almirante don Fadrique, Antonio
enfatiza sobre su aficin a la literatura lapidaria, concretamente la de
las escrituras que a veces se muestran en las sepulturas:

No puedo negar que, a manera de borracho que huele a do hay buena


taberna, as a m se me van los ojos a do hay una sepultura antigua para
ver si hallar all alguna letra que leer o algn letrero que sacar. Como
he andado muchas y muy diversas tierras y provincias, he visto muchas
y muy antiguas sepulturas, en las cuales he hallado algunos letreros gra-
ves, otros agudos, otros devotos, otros maliciosos, otros graciosos y aun
otros necios; por manera que algunos de ellos son para notar, otros para
mofar y otros para rer.

Antonio ha copiado escrituras en Npoles, Capua, Gayeta, San Pa-


blo de Roma, Monasterio de la Minerva de Roma, Lombarda, Aste,
Niza, Gmara, valle de Aoza, Trasancos, Santarem Tambin en
Viana, que es la que nos ocupa:

En el ao de 1523, viniendo de Francia por Navarra, fuime a or misa


una maana a una iglesia pequea de un lugar que se llama Viana, no
lejos de Logroo, y vi un epitafio sobre la sepultura del duque Valentn,
el cual no escrib, sino que l medio tom en la cabeza, y pienso que
deca as:
Aqu yace en poca tierra
el que toda le tema,
el que la paz y la guerra
por todo el mundo haca.

- 75 -
Dentro y fuera de Santa Mara

Oh t, que vas a buscar


dignas cosas de loar:
si t loas lo ms dino,
aqu pare tu camino
y no cures ms buscar.
Guevara cita de memoria. As no es extrao que la versin de Amax,
que publica en 1608, sea distinta:

Pero en estos tiempos no estn en su sepultura los versos que algunos


autores escriben, porque cuando le trasladaron los huesos los quitaron,
cuyo tenor era este:
Aqu yaze en poca tierra
al que mucho la tema;
en este bulto se encierra,
el que la paz y la guerra,
en su mano la tena.
O tu que vas a mirar
cosas dignas de notar,
si lo mayor es ms digno,
aqu acabas tu camino,
de aqu te puedes tornar.
Hemos anotado el texto tal cual. Los versos varan levemente de unos
autores a otros, tanto en estrofas o agrupaciones de versos como en
lxico. Las lneas que da a conocer Alesn mezclan elementos de
Guevara y Amax:
Aqu yace en poca tierra
el que toda le tema,
el que la paz y la guerra
en su mano la tena.
Oh t que vas a buscar
dignas cosas de loar:
si t loas lo ms digno,
aqu pare tu camino,
no cures de ms andar.

- 76 -
3. Su epitafio

A Antonio Onieva, bigrafo pamplons de Csar y Lucrecia, le pare-


ci un epitafio mejor el que se lograra juntando la primera quintilla
de Amax con la segunda estrofa, otra quintilla, de Alesn, y as lo
public en las obras que edit sobre ambos hermanos.
La versin retenida por Guevara parece ms incierta por lo irregular,
al contener dos estrofas de ndole diferente, cuarteta la una, quintilla
la otra, mientras que la de Amax se resuelve en dos quintillas, aunque
con distinta distribucin de la rima (abaab/aabba).
De todos modos, estos octoslabos consonantados pronto se hicie-
ron populares en Europa, de manera que los presuntos errores pasan
de libro en libro. La historia borgiana de Collison-Morley (1932) co-
pia el primer octoslabo que Andr Favyn haba publicado en Historia
de Navarra en 1612:

Aqu caza en poca tierra [].

Corrobora su popularidad el que fueran incluidos en el Cancionero


general de Hernando del Castillo, que recopila la obra de numerosos
poetas que se mueven en la poca de los Reyes Catolicos y conoci su
primera edicin en 1511 en Valencia. Tres aos despus, la nueva edi-
cin valenciana aade textos, entre los que se encuentra la Copla de
Soria a la sepultura de Csar Borja (as la ttula en el ndice el antlogo
Joaqun Gonzlez Cuenca). En el interior del tomo IV aparece atri-
buida al versificador Jernimo Soria, con el epgrafe: Otra suya. Que
puso sobre la sepultura del Duque Valentino:

Aqu tiene poca tierra


el que toda le tema.
En esto poco se encierra
el que la paz y la guerra
del mundo todo tena!
O t, que vas a buscar
cosas dinas de mirar!,
si lo mejor es ms digno,
aqu acabas tu camino,
de aqu te debes tornar.

- 77 -
Dentro y fuera de Santa Mara

Los versos dedicados a la muerte del singular personaje tuvieron su


correspondiente versin pardica, a la que Joaqun Gonzlez califica
de contrahecha y denigratoria. Este investigador la publica en una
nota y dice tomarla de la edicin que Avalle-Arce hace de las Batallas
y quincuagenas del cronista de Indias Fernndez de Oviedo. Tambin
la trae a colacin el Marqus de Laurencn en su publicacin (1916)
sobre los esponsales entre Lucrecia Borgia y Alonso de Aragn. Las
dos versiones varan un poco en la medida silbica del cuarto verso y
en algunas grafas; ofrezco el texto del marqus, acondicionado al cas-
tellano actual:

Aqu yace en poca tierra


el que no la mereca,
el que con paz y con guerra
cosa buena nunca haca.
Oh t que vas a buscar
dignas cosas de loar!:
deja al Duque Valentino,
excepto si tu camino
lo quieres mal emplear.

- 78 -
4. Expulsado de Santa Mara

En qu fecha fue desterrado de este templo el Borgia? No lo sabe-


mos. Desde luego, hubo de ser despus de 1523; Antonio de Guevara
haba visto ese mismo ao el epitafio que constaba en su sepulcro.
Adems, el episodio tuvo que acontecer antes de 1608; ese ao publi-
ca Amax en Pamplona el libro en el que asegura que le trasladaron
los huesos. Utiliza el pretrito indefinido, y con la indefinicin nos
deja.
Sin embargo, en pginas anteriores hemos dejado constancia de que
este erudito vians era una de las personas ms indicadas para haber
aclarado el tema, al ser su padre uno de los canteros ms veces nom-
brados en diferentes mejoras que emprendi esa parroquia vianesa.
Efectivamente, los libros de cuentas y fbrica de Santa Mara po-
dran contener algn dato que alumbrara el suceso, mas no es as. El
primero de esos volmenes conserva noticias desde 1549 hasta 1601;
el segundo, que se ocupa de otras cuentas, procuradores y mayordo-
mos, acoge notas desde 1576 hasta 1628. Los dos rebosan informa-
cin: trada de piedras de molienda para el trujal, canteros, ornamen-
tos litrgicos, fincas, obra de la portada plateresca, yeseros, visitas de
obispos, contribucin a las fiestas, betuneros de las paredes del trujal
parroquial, obras en las iglesia de las aldeas de Bargota y Aras,
bordadores, limosnas destinadas a los pobres, pero ni una palabra
sobre el Valentino.
Y el caso es que a mediados del siglo XVI haban comenzado dentro
del edificio las obras de enlosado de las sepulturas; se aada as el
cementerio interior al exterior, que se extenda alrededor del monu-
mento por los cuatro puntos cardinales. Lo demuestran las obras eje-
cutadas por los hermanos Angulo en la Plaza de los Fueros en 1985,
que desenterraron numerosos huesos en la zona cercana a las gradas,
- 79 -
Dentro y fuera de Santa Mara

junto a las escaleras de acceso del suroeste; los que se extrajeron en


1980 al retirar la tarima de la sacrista, edificada sobre el Cementerio
Viejo a inicios del XVIII; los que se han descubierto en la Ra de
Santa Mara tanto en la excavacin - de la que hablaremos - en 1885
como en la obra de la trada de agua a las casas entre los aos 20 y 30.
Algunos huesos han aflorado asimismo en 2007 con motivo de la nue-
va pavimentacin de la Plaza de los Fueros.
A ms abundancia, Onieva cita una conversacin mantenida en 1944
con el prroco [Valentn Lpez Laguardia], quien le inform de la
gran cantidad de restos que extrajeron cuando se plantaron rboles
para adornar las gradas del templo.
Las reformas del interior alcanzaron al mismo altar mayor. El 12 de
diciembre de 1554, con motivo de la visita de don Juan Bernal de
Luco, obispo de Calahorra y de la Calzada, se consigna:

Item mandamos a los dichos vicario y primiciero de la dicha iglesia de


Santa Mara que dentro de quince das, despus que este nuestro man-
damiento les sea notificado, le hagan alargar el estrado de madera del
altar mayor para que sea tan largo como el altar.

En 1568 queda apuntado:

Item que dio al dicho Amax, cantero, cuatro reales porque rompi el
calicanto para poner y asentar un aparador junto al altar mayor de la
dicha iglesia.

Los canteros van enlosando todo el suelo del templo y los feligreses
adquiriendo el derecho a sepultura, varias de ellas aledaas al citado
altar. En 1571 envan un mensajero a Santo Domingo de la Calzada
a fin de traer la licencia para proseguir la obra:

Item se la hizo de cargo de cincuenta reales por la sepultura de Catalina


de Falces junto a la reja del altar mayor que hacen a tarjas doscientas
veintisiete;
item por la sepultura de Miguel de Grpide de cara a la reja cincuenta
reales;

- 80 -
4. Expulsado de Santa Mara

item medio real que se dio a un hombre que sac la tierra que sobr
entre el altar mayor y la reja al tiempo que se los para que quedara
limpio el dicho losado.
Aunque el cementerio extramuros de la ciudad se bendijo en 1833,
cerca del primitivo Camino Francs, todava en 1883 el prroco Pedro
Jos Gonzlez del Castillo peda licencia para vender terreno de sepul-
turas, destinadas a nios, sobre cantera en el Cementerio Viejo de
Santa Mara, en la barbacana norte.
Ni una lnea sobre el sepulcro de Csar, que acaso no estorbara para
nada en estos ajetreos, incluidos los llevados a cabo en la capilla ma-
yor porque acaso para entonces ya no se ubicaba ah su monumento.
Quin orden sacar los restos a la calle? Tras la muerte de Csar, la
fortaleza de Viana capitul el 22 de marzo; el 12 de junio los monar-
cas navarros haban recuperado todas las plazas en poder de los
beaumonteses. Mas desde agosto de 1512, invadida Navarra por Fer-
nando el Catlico, los reyes residieron definitivamente en las sedes
ultrapirenaicas; no regresaron a Pamplona.
Seguramente esta circunstancia influy en el destino de la sepultura
de Csar, sin posible proteccin de la familia real por cuyo designio
haba sido enterrado en Santa Mara. Su silenciosa presencia en el tem-
plo no caera bien a los alcaides del castillo, que deban acudir a las
funciones religiosas de esa parroquia, ni acaso tampoco a las autorida-
des de la dicesis calagurritana. A los primeros porque Fernando, el
emperador Carlos y Felipe II se cuidaron de nombrar comandantes
afines a sus propsitos en las plazas antiguamente fronterizas; a las
segundas porque pronto tom forma el rumor de que un obispo de
Calahorra lo haba sacado del templo por haber pertenecido el difun-
to a una familia que caus la muerte de un prelado de esa dicesis.
Jos Yanguas y Miranda, secretario de la Diputacin Foral hasta 1863,
afirma en las adiciones a su Diccionario de antigedades del reino de
Navarra que, segn me han informado algunos vecinos de Viana, se
extrajo de la iglesia por orden de un obispo fantico que la crea pro-
fanada con la existencia de los huesos de Borja.
Otros autores afinan ms y atribuyen el destierro de Csar al castigo
que Alejandro VI, su padre infligi al obispo calagurritano Pedro de
Aranda, as Onieva en 1945:

- 81 -
Dentro y fuera de Santa Mara

Algunos aos ms tarde, un obispo de Calahorra, pariente lejano segn


algunos de don Pedro de Aranda, o no pariente, pero sucedneo en el
obispado de Calahorra, quiso vengar en Csar pasados agravios [] ,
orden que los restos de Csar fueran extrados de la urna y enterrados
en la va pblica, entonces y hoy calle de la Ra, prxima al mercado.

La misma version ha sido retomada por escritores clebres; Blasco


Ibez, en A los pies de Venus, narra parte de la vida de ese obispo y
acaba:

Muri Aranda a causa del encarcelamiento, y uno de sus descendien-


tes, tambin obispo de Calahorra, no poda hacer visitas a la iglesia de
Viana sin mirar con ojos de odio la tumba del hijo de Alejandro VI. Y
como en aquel entonces ya se haba generalizado la falsa leyenda de los
Borgia, aprovech una restauracin del templo para hacer pedazos la
ostentosa tumba y echar fuera los restos de Csar. El obispo judaizante
perseguido por la Inquisicin espaola quedaba as vengado.

Yriarte dice que la intervencin del prelado calagurritano nos la


facilita un pasaje del famoso Diario de Burschardi, el maestro de cere-
monias de Alejandro VI.
Gancedo deja traslucir que la expulsin se debi a la influencia del
propio Guevara:

Se fij en el contrasentido de tener en lugar sagrado a tan escandaloso


guerrero y, dado el carcter del visitrante, es de creer que no se mordi la
lengua y expres su disgusto y quiz persuadi a los de Viana que corri-
giesen el desacierto del rey Labrit; el fraile, a fuer de literaro, copi el
epitafio, como digno de pasar a la Historia, y sigui su camino.
Poco tiempo despus de esta visita, los vianeses quitaron la abomina-
cin del santuario y enterraron los despojos mortales del fementido per-
sonaje en un sepulcro de mampostera, hundido en el suelo de la va
pblica, frente a la escalinata de la gran portada principal, que entonces
no era tan monumental, pero s era puerta grande.

El vians Eliseo Sinz Ripa, estudioso de las sedes episcopales de La


Rioja, tambin en los archivos vaticanos, fija la autoridad de ese obis-
po en la dicesis entre 1477 y 1498.

- 82 -
4. Expulsado de Santa Mara

Cannigo de Burgos y Compostela, era hijo de un judo converso


corregido por la Inquisicin de Valladolid. Aranda se traslada a Roma,
donde comienza a acumular cargos. Desde su nombramiento, los cua-
tro primeros aos los vivir en la urbe papal. Al venir a Calahorra en
1481 no permanece en la dicesis, sigue a la corte real por sus distin-
tos itinerarios. Siete aos despus es encarcelado, probablemente por
sospechas de ser judaizante.
En 1490 torna a Roma, adonde viaja con su hijo Alfonso. Alejandro
VI le encomienda una legacin en Venecia y lo nombra mayordomo
del Palacio Pontificio.
Tantas idas y venidas y ausencias de las dicesis, con el consiguiente
abandono de la misin pastoral y el desconocimiento de su realidad,
fueron habituales en esa poca hasta 1563, al decretar el concilio de
Trento en su sesin vigsima tercera que los obispos permanecieran en
sus dicesis.
En abril de 1498 es detenido por orden del papa, se le secuestran los
bienes y se le cesa en sus cargos. Las sesiones de su proceso se celebran
en julio; varios obispos lo acusan de falsas doctrinas, hereja, simona
, y recuerdan que anteriormente ya se le haba encarcelado por cau-
sas semejantes. Sinz Ripa expresa:

El papa dio a Pedro de Aranda todas las facilidades para defenderse. El


14 de noviembre del mismo ao 1498 se celebr un consistorio secreto:
ledo de nuevo el proceso y las declaraciones de los testigos, el papa, con
el voto de los cardenales, lo conden a la privacin de la dignidad
episcopal con todos los otros beneficios y a la degradacin. Fue degrada-
do el 16 de noviembre de 1498. Tambin contra su hijo natural Alfonso
Solares de Aranda, protonotario, secretario y escritor apostlico, resi-
dente en Perugia, estaba ya instruido un proceso por causas similares.

Aranda fue conducido al castillo de SantAngelo, y puesto en una cma-


ra buena con uno o dos sirvientes. La pena fue ciertamente dura, pero
atenuada por una cmoda habitacin y el trato cuidado y atento de los
dos sirvientes. As vivi casi dos aos hasta que el 8 de agosto de 1500 se
derrumb el techo de su estancia y muri aplastado por los escombros.
Desconocemos el lugar de su sepultura.

- 83 -
Dentro y fuera de Santa Mara

De esas ausencias de los obispos calagurritanos se quejan asimismo


los vianeses en 1544 ante el emperador Carlos:

Habemos pagado y pagamos de continuo todos los derechos episcopales,


a los cuales no ramos ni somos tenidos [obligados], por cuanto en poco
tiempo habemos ovido [tenido] tres obispos que nunca conocimos a
ninguno de ellos ni nunca fueron adeptos a la ctedra episcopal, ni nun-
ca somos ni fuimos visitados de presente pon ninguno de ellos personal-
mente, segn de derecho se requera por estar ellos ausentes y allende de
todo esto.

La queja afecta a los prelados Alonso de Castilla (1523-1541), Anto-


nio Ramrez de Haro (1541-1543), Juan Yez (1543-1544). El si-
guiente, Bernal de Luco, visitar la poblacin el 12 de diciembre de
1554. Quiz uno de los tres nombrados en primer lugar fue el instiga-
dor de la expulsin de Csar del templo.
Esta se hubiera dado entre 1523 y 1549, acompaada hasta 1953 de
la afirmacin nefanda de que se le sepultaba en la ra para que lo
pisaran tanto las personas como las caballeras.
Aquel sepulcro del Valentino no se vio libre de leyendas. En la bio-
grafa que le dedic Tommaso Tommasi a mediados del XVII se lee:

Escriben que por largo espacio de tiempo se han odo alaridos, ruidos y
voces espantosas sobre la sepultura del Valentino, maravillndose todos,
excepto quienes saban la vida diablica que haba llevado este hombre.

Madrazo alarga e hiperboliza an ms la fabulacin.


Por el contrario, un sentido irnico y humorstico contiene la ver-
sin que Un vians ofrece en el Diario de Navarra en 1935, con
motivo de la prxima inauguracin del monumento al Borgia que
Juaristi haba donado a la ciudad:

Hasta hay quien asegura que, pasando una de estas noches por el lugar
donde est sepultado Csar, oy unos dbiles quejidos y despus clara y
perceptible voz que le llamaba y le dijo: Soy yo, Csar, el que est ente-
rrado al pie de estas escalinatas, y que, entablada animada conversa-
cin, le endilg el siguiente relato [] Me consta que ese buen seor [el
doctor [Juaristi] tiene gran inters en la comprobacin de la existencia

- 84 -
4. Expulsado de Santa Mara

de mi esqueleto y como buen mdico entretenerse en el estudio anat-


mico, contar las piezas o huesos que tengo, edad, sexo, etc., y si consigue
la autorizacin para ello me lleva a la ruina, porque para m la ruina es
que me toquen siquiera, pues para tan poco estn mis huesos que se
haran polvo al menor contacto. Y recomendndome que su ideal fue
siempre defender causas justas y que no le gui la ambicin como algu-
nos suponen, se call como un muerto.

Portada plateresca de Santa Mara (1549-1570),


a cuyos pies se enterr a Csar en 1953

- 85 -
Palacio consistorial de Viana, en el que se debatieron los temas
borgianos desde 1884

- 86 -
IV

EL REGRESO DE CSAR
EN 1885

- 87 -
Carta de Francisco de Borja, cardenal y obispo de Calahorra al
Ayuntamiento de Viana (1701)

El cnsul de Francia en San Sebastin pregunta


en 1874 por el sepulcro de Csar
1. La Viana de 1885

Hasta 1884 los archivos de Viana no recogen la ms mnima nota


sobre Csar.
Entretanto, un pariente de l, Francisco de Borja y Ponce de Len,
descendiente de San Francisco de Borja, ha ocupado la sede de
Calahorra y la Calzada (1701-1702). Sucede a Pedro de Lepe Dorantes,
que sobrevive en el dicho popular Eres ms listo que Lepe, alusivo a
su sabidura.
De l conserva una carta el archivo parroquial de Santa Mara, en la
que da las gracias al cabildo eclesistico por haberle felicitado las Pas-
cuas de Navidad.
El Ayuntamiento recibi una carta del prelado notificndole el nom-
bramiento. En la sesin del 22 de abril de 1701 dispone que en
hacimiento de gracias, esta noche se tengan luminarias y fuegos, y
maana sbado se diga misa de Espritu Santo con el Te Deum
laudamus.
La parroquia, que se ha visto despojada de quien fue obispo de
Pamplona, acoger en el siglo siguiente a otro prelado, el ltimo de la
dicesis de Tudela. Ramn M de Azpeitia Senz de Santa Mara era
nacido en Torrecilla en Cameros; rotas las relaciones diplomticas con
Roma en 1835, fue confinado por motivos polticos en Viana en 1843,
viviendo en la calle Abajo de Santa Mara, junto al Portal de la Solana,
el lugar por donde sali Csar hacia la muerte. Residi en casa de unos
sobrinos, padres de Victor Cereceda, el teniente alcalde vians que
desenterrar a Csar en 1885. Ramn muri el 30 de julio de 1844 de
pleuresa crnica y fue enterrado en la capilla de Santa Mara Magda-
lena, en la girola, cerca de la hornacina que alberga el corazn del
arzobispo compostelano vians Rafael Mzquiz y Aldunate.

- 89 -
El regreso de Csar en 1885

En 1884 el Ayuntamiento recibe una misiva del cnsul de Francia en


San Sebastin, en la que solicita se le d alguna noticia del sepulcro
de Csar Borgia, y se acord contestarle que obra el epitafio que tena
y punto donde se halla enterrado. A esa sesin rutinaria del 4 de di-
ciembre asistieron los concejales Vctor Cereceda, Valentn Gmiz,
Matas Hueto, Manuel Bosque, Marcos Pellejero, Salustiano Losarcos,
Luciano Miruri, Segundo Gelos y el secretario Baltasar Abada, intere-
sado por la conservacin del archivo municipal. No est presente el
alcalde, Juan Cadarso. Era un consistorio de tendencia liberal, pero
con fuerte oposicin carlista. Haca aos que, desaparecido el Antiguo
Rgimen, la mayora del concejo ya no estaba constituida por caballe-
ros de distintas rdenes militares.l
El resto de asuntos se refera a la dejacin de varios ciudadanos en la
limpia de las quiebras de los regados; un memorial o instancia de un
vecino pidiendo la plaza de interventor del vaso garapito o venta del
vino; la aprobacin de las ordenanzas municipales y rurales por el go-
bernador; el pago de unos cntaros; tambin se acord publicar ban-
do haciendo saber que todos los cerdos, bien se destinen a la venta
pblica o al consumo particular se sacrifiquen en el castillo.
La ltima nota define la serie de servicios a los que estaba siendo
destinada la fortaleza que el Valentino asedi en marzo de 1507. Tras
la visita de Felipe II a Viana en 1592, se iniciaron en la ciudadela una
serie de reformas que hicieran ms cmoda la estancia de los ocupan-
tes. Dirigieron las obras los maestros Ramos Arizmendi y Amador de
Segura, que haban trabajado en la portada plateresca mientras el can-
tero Amax laboraba en las reformas de los cementerios. Las estructu-
ras medievales se amoldan para residencia del alcalde. En el memorial
se habla de que anteriormente parte del patio se sembraba de cebada,
se jugaba a los bolos y entre los dos torreones del norte el vecindario
se diverta jugando a pelota.
El rumbo del castillo cambiar definitivamente cuando en 1630 Viana
compre a Felipe IV el ttulo de ciudad. Junto con l poseer el castillo
o Casa Real y el principal de sus comunales, el Soto Galindo, situado
a la orilla del Ebro. La nueva ciudad se har cargo de la fortaleza a la
muerte de su alcaide actual, don Diego de Herrera, caballero de la
Orden de Santiago. Este falleci en 1662.

- 90 -
1. La Viana de 1885

Los usos a que ser destinada la ciudadela son variopintos: lugar de


reunin del concejo; archivo municipal; sitio de leva o reclutamiento
en poca de guerra; escuela de nios; corral de ganado de la adminis-
tracin; convento de monjas agustinas recoletas; frontn de pelota;
depsito de cubas vacas; baslica de Santa Mara Magdalena, patrona
de la localidad; nevera en su aljibe; acuartelamiento de tropa; alma-
cn de despojos, pellejos y corambres de las carniceras; balcn de to-
ros del cabildo eclesistico; almacn de armas; teatro de compaas
ambulantes; caballeriza militar; saln de baile en carnaval; granero de
la institucin del vnculo; lugar de ensayo de la banda municipal; can-
tera de sillera para reformar las escuelas de San Francisco; muladar de
fiemo; puertas destinadas al corral de Cuevas, de propiedad munici-
pal; almacn de tejas, ladrillos, adobes
Tal situacin es objeto de parte de un artculo en el peridico local
El Vianense (1913) , de tendencia liberal y regeneracionista; se dedica
Para los maestros de Viana:

A vosotros, que sois los padres del alma de los que han de venir a levan-
tar de su postracin a este pueblo que con tanto afn, justicia y bienestar
os toca cumplir con la misin ms alta de la tierra. La suerte puso en
vuestras manos la inteligencia y el corazn de nuestros hijos, los hom-
bres de maana [] Enseadles que el castillo de su pueblo es una joya
de valor inestimable, y as no lo vern derrumbarse con la indiferencia
del necio; decidles que la iglesia donde hicieron profesin de fe cristiana
es gloria artstica de la comarca y que no deben apedrear las figuras de su
portada, para que propios y extraos puedan admirar la magnfica obra
que nuestros antepasados construyeron.

A finales de 1869 se produce un hecho inslito: se presenta en Viana


don Enrique Gastn de Bearn, conde de Brassac, que se autotitula
Prncipe de Viana. Eligi esas fechas porque el 1 de febrero, hasta
medio siglo antes, se celebraba la fecha de la fundacin de Viana, que
todava hoy perdura? El noble reparti dinero entre los necesitados y
el hospital; compr, adems, el castillo por 8.700 duros, cantidad es-
tipulada que no lleg a pagar del todo. El conde no regres ni exigi
nada a cambio.

- 91 -
El regreso de Csar en 1885

Este final del siglo XIX es tiempo de reformas en Viana, a la que


Madoz designaba aos antes 700 casas, 3 plazas y 18 calles, que aco-
gen 2.876 habitantes en 1900. Las escuelas de nias se han instalado
en el antiguo convento de San Francisco, adonde son trasladadas tam-
bin las de los nios hasta haber hecho la primera comunin. Para los
mayores se han construido otras al norte del Paseo del Muro, junto al
hospital de pobres y peregrinos, servicio que se prestar en el Recogi-
miento del Barrio del Hoyo. El ingeniero Miguel Gorosbel proyecta
y construye el primer pantano de Salobre a partir de una balsa que se
remontaba al siglo XVI. En 1989 se trae el agua a la fuente de la Plaza
y un ao antes el herrero Suso coloca las populares barandillas de la
Plaza. Nace un nuevo hospital. Se celebran reuniones para llevar a
efecto la va de ferrocarril Pamplona-Logroo. La luz elctrica llega en
1897. Se remodela el Paseo del Muro. Dos gestores sobresalen en estas
mejoras: el alcalde liberal Juan Cadarso y Greo y sor Simona Oroz y
Mina, la monja guapa - as la llamaban - hija de la caridad, proba-
blemente la persona ms beneficiosa para Viana en el siglo XIX, sobre
la cual estren (Teatro Infanta Isabel, Madrid, 1915) una obra Benito
Prez Galds. Todava recuerdan algunos ancianos la copla que corra
por esos aos, ndice del ambiente que se respiraba:

La fuente nueva en la Plaza,


el tren por la Alberguera,
arbolillos en el Muro:
Viana ser una alegra!

- 92 -
2. La exhumacin de los restos

Vctor Cereceda y Rivas, de cincuenta y un aos, perteneca al parti-


do carlista; ejerca de teniente alcalde del Ayuntamiento. El padrn
general municipal lo sita viviendo en la calle Abajo de San Pedro,
cerca del Portal de la Solana o de la Inmaculada, como su padre. En
casa vive con su mujer, Trinidad Lasheras y Suso, natural de Salinillas
de Buradn, una bella localidad alavesa en los Montes Obarenes, ms
varias hijas y una criada. En 1884 figura en el fajo referente a la con-
tribucin agrcola con doscientas sesenta y cuatro robadas (esta medi-
da de superficie equivale a ochocientos noventa y ocho metros cuadra-
dos).
El concejal guarda en la memoria que su familia ha vivido en El Pa-
lacio, denominacin con que los vianeses sealan a la casa que se halla
enfrente de la fachada posterior de la actual Casa de Cultura, junto a
la plaza conocida popularmente como de Urra o de la Accin Catli-
ca. Desde nio ha odo que ah vivi Csar Borgia durante su corta
estancia en la ciudad.
l preside precisamente la sesin en que se lee la carta del cnsul
francs en San Sebastin, M. de Thibouville, quien se interesa por el
tema borgiano a travs del escritor y dibujante francs Charles Yriarte,
amigo y traductor del autor realista Pedro Antonio de Alarcn.
Es probable que Cereceda quisiera protagonizar la exhumacin del
Borgia, accin a la que se haba de llegar si se quera cumplir la segun-
da parte del acuerdo del consistorio. Los restos ptreos del epitafio no
se haban encontrado por ninguna parte; quedaba por hallar el punto
donde se halla enterrado.
Para ello aprovecha una de las ausencias del alcalde Juan Cadarso,
que por consejo del mdico Jos Lasarte suele salir de la localidad para
cambiar de clima a fin de aliviarse de una erupcin de naturaleza
herptica.

- 93 -
El regreso de Csar en 1885

Otra de las marchas que utilizar es la del juez Luis Ripa, erudito
vians significativo que vivi entre los dos siglos, promotor de asocia-
ciones culturales, investigador sobre la historia de su ciudad natal y
por tanto de Csar, que se anunciaba en la Gua histrico-artstico-
comercial de Logroo en 1897: Luis Ripa y Egulaz, propietario viti-
vinicultor. Varios premios en concursos extranjeros. Viana (Navarra).
Sus botellas lucan en la etiqueta el escudo de la ciudad, para lo cual
haba solicitado permiso a la corporacin.
Y as, sin encomendarse ms que a s mismo, llam a tres peones del
Ayuntamiento y les orden cavar justo donde los ancianos afirmaban
se hallaban los restos del Valentino: delante de las escaleras de Santa
Mara.
Lo cuenta Yriarte:

Hemos recogido de la boca del alcalde de Viana entonces en ejercicio,


la indicacin de un punto preciso sealado obstinadamente despus de
varios siglos y legado de padres a hijos a los habitantes de Viana. Hemos
pedido que se excave en la calle de la Ra, al pie de las escaleras que dan
acceso a la terraza sobre la que se eleva la iglesia de Santa Mara, en la
calle habitual por donde transitan los carros y los arrieros.
La bsqueda ha puesto al descubierto, en este inesperado lugar , un
esqueleto enteramente conservado, protegido, a ambos lados, por unos
ladrillos puestos sobre el suelo y recubierto horizontalmente por otros
sin argamasa. El crneo, que cay al suelo en forma de polvo nada ms
tocarlo la mano; los restos completos, intactos pero con la edad del es-
queleto, era verdaderamente todo lo que quedaba del hijo de Alejandro
VI?
Nada sealaba a Csar. Se comprende, en efecto, que el obispo que que-
ra reprobarlo hasta en la muerte, se guard bien de encomendarlo al
respeto de los cristianos, todos los cuales, en los restos de uno de sus
semejantes, aunque un renegado y un monstruo, vieran todava los de
un hombre hecho a imagen de Dios.
Nosotros no acabaremos de dar el resultado sin hacer mencin a una
revelacin interesante. Aadimos que a un lado del cadver, piadosa-
mente recubierto entonces mismo, se encontraban tambin algunos otros
huesos esparcidos. Para explicar su presencia suponemos que el da en
que el obispo orden la destruccin del sepulcro de Csar y la expulsin
- 94 -
2. La exhumacin de los restos

de sus restos, como se haba de poner al da el coro de la iglesia, se


encontraran algunos otros restos humanos provenientes de sepulturas
anteriores del siglo XV. Se les habr depositado al lado del cadver, al
que se le ha singularizado protegindolo con una especie de crculo.
Aos ms tarde, en 1936, el excelente escritor falangista Agustn de
Fox, con casa solariega en Viana, redactar en el ABC lo que le han
testimoniado los ancianos:

Entre los hmedos terrones, cercado de ladrillos, aparece un esqueleto.


Y entre las toscas manos de un obrero municipal se deshace en ceniza
aquella calavera que so con la tiara y con la corona de Npoles.

Escribe Onieva que la excavacin se efectu en 1886, mas se llev a


cabo en la primera mitad del ao anterior, cuando todava Cereceda
era el comisionado del campo. Yriarte vino a Viana en 1886, cuando
Vctor era juez de paz; por tanto, a pesar de su forma de expresarse, no
estuvo presente en la exhumacin.
El testimonio de Onieva es importante porque cita tres testigos que
presenciaron el evento y, adems, cita la razn por la que interesaba al
teniente alcalde el hallazgo de la fosa: encontrar la fabulosa espada de
Csar Borgia. Mis conversaciones de hace unos aos con los descen-
dientes de los tres peones que excavaron en la calle confirmaron que
en sus casas siempre se repeta que eso es lo que buscaba el concejal.
Mara Bellonci, la bigrafa de Lucrecia, habla de la aficin a las ge-
mas de la duquesa de Ferrara y de que se rode de joyeros:

Entre estos, pagado por ella y en su corte, haba un talento singular,


Hrcules Fideli de Sesso, judo converso (su nombre era Salomn), cle-
bre en el mundo del arte por alguna de sus espadas y dagas principescas,
decoradas a niel con un dibujo hasta tal punto gil y destacado, que
recreaba, descomponiendo y revolucionando los esquemas clsicos, las
alegoras ms atrevidas. El maestro Hrcules haba realizado ya en 1498
su obra maestra grabando una espada para Csar Borja con la represen-
tacin de los fastos de Julio Csar, ilustrada por los lemas imperativos
del Valentino.

El director del Colegio Pblico Comarcal Ricardo Campano de Viana,

- 95 -
El regreso de Csar en 1885

Javier Mendaza, uno de los principales impulsores en Viana de la figu-


ra de Csar en las tres ltimas dcadas, recogiendo esta tradicin
vianesa, escribi en 1991 una serie de trabajos destinados a escolares
bajo la denominacin comn La espada de Csar Borgia.
Dentro del XIX Certamen de Relatos y Cuentos Ciudad de Viana
2007, la nia Andrea Echeverra Tudanca, en su narracin Una siesta
muy animada, recoge esta creencia y, tras una batalla en la que Csar
no muere, la protagonista recoge la espada y la guarda en casa.
La primera de las personas citadas por Onieva es Dimas Chasco, que
con el tiempo lleg a ser hacedor (administrador y pen de confianza)
de los Navarro Villoslada. Tena entonces once aos y recuerda la es-
cena exactamente igual que si ahora la viera. Hzose el desentierro a
un metro del ltimo escaln de la terraza de la iglesia, en plena calle
de la Ra. Buscbase la espada de Csar, que se deca hallarse entre los
restos. Tena el atad, de obra, tres losas encima. La calavera estaba
orientada hacia la salida del sol y los pies en direccin hacia la plaza
del Mercado. No se sac el crneo ni se sacaron los restos, Fue todo
cosa de una hora u hora y media.
En segundo lugar trae a Antonio Mendaza, hijo de Blas el zapatero.
Contaba diecinueve aos y tambin presenci la excavacin. All no
haba ningn extranjero. La orden de abrir la dio don Vctor Cereceda.
La fosa se abri al pie del ltimo escaln lindando con la calle, y como
medio metro ms arriba en la direccin del saliente.No vio que na-
die tocara los restos ni se encontr la espada. Todo fue cubierto tal
como estaba.
El ltimo entrevistado es Rogelio Fernndez de Luco, de familia con
fbrica de aguardiente. De veintisiete aos, vio que se tomaron medi-
das sobre el pavimento de la calle, al pie del escaln, pero medio me-
tro ms hacia el Este. No lleg a ver los restos porque se haba aglome-
rado mucho vecindario, pero ni observ ni supo que se hubiera tocado
un solo hueso. Lo que se buscaba era la espada.
A nosotros se nos ha antojado extraa la descripcin que de los ele-
mentos constructivos de la tumba haca Yriarte. Mucho ms acordes
con la prctica vianesa son las notas precisas que publican los forenses
Juaristi y Becerra en 1945 en su Informe Csar Borgia:

- 96 -
2. La exhumacin de los restos

Bajo esta capa de tierra floja no haba ms que un lecho continuo de


roca calcrea. Excavando ms hacia el centro de la calle, se encontr que
en esta capa de piedra se haba labrado rsticamente un hueco o fosa
antropoide, es decir, con el contorno aproximado de una figura humana
de adulto, y que estaba cubierta imperfectamente con varias losetas irre-
gulares.

A esas losetas anchas de superficie y delgadas en su grosor llamamos


en Viana lajas. Han aparecido en los cementerios medievales de los
poblados de Perizuelas y Cuevas (aqu ante la puerta del santuario) y
en la judera de Torreviento.
En resumen, los restos aparecieron donde los ancianos indicaron, y
la fosa haba sido excavada para contener el esqueleto de una sola
persona.
Antonio Garca Baturro, hombre que era un tesoro de tradicin
oral y que trabaj en 1965 renovando la Plaza de sor Simona Oroz,
donde se coloc el busto a Csar creado por Orduna, me refiri una
copla o jota en la que se conservaban los motes de los tres peones que
desenterraron a Borgia. Coinciden con algunos de los que trabajaron
tres aos despus en la trada de las aguas a la fuente de la Plaza de los
Fueros desde el manatial de Valdebaes:

La fuente de Valdebaes
ya la van bajando a Viana
entre Choncho y los Paleros,
entre Culomona y Zada.

- 97 -
Carta del gobernador de Navarra por la presunta profanacin de los
restos de Csar (1885)
3. La inhumacin de los restos

Pero la osada de Cereceda removi la vida aparentemente tranquila


de la pequea ciudad y hall ecos nacionales e internacionales.
El 12 de mayo de 1885, el alcalde Juan Cadarso enva, de su puo y
letra, un aviso a ese primer teniente alcalde informndole de la comu-
nicacin que acaba de recibir del gobernador de la provincia, Toms
Moreno:

La Real Academia de la Historia ha participado a la Comisin de Mo-


numentos de esta provincia la triste noticia de haber siso profanado en
esa ciudad el sepulcro del famoso Csar Borja, en cuya momia se han
cometido brbaras mutilaciones, hasta el punto de faltarle la cabeza.
Como presidente de dicha comisin, me dirijo a usted suplicndole se
digne suministrarme a la mayor brevedad posible cuantas noticias sepa y
pueda adquirir acerca de tan desagradable atentado para ver de poner el
posible correctivo.

Con esta misma fecha, y por idntico motivo, me dirijo tambin al se-
or cura prroco de esa ciudad para que, auxilindose el uno al otro y
ponindose ambos de acuerdo procuren ustedes ilustrarme acerca del
modo, tiempo, personas, forma y dems circunstancias que hayan acom-
paado a dicha profanacin.
Por el aadido de la misiva est claro que el alcalde, diplomtica-
mente, se quita la paja de encima:

Y en virtud de que por mis continuados padecimientos me he ausenta-


do diferentes veces de esta localidad y no tengo ningn antecedente del
hecho a que se refiere dicha comunicacin, la traslado a usted para que
conteste lo que sepa acerca de los datos que pide dicho Excmo. Sr. Go-
bernador Civil.

- 99 -
El regreso de Csar en 1885

Atestiguaron tanto Cereceda como el prroco Santos Pereda. No hubo


correctivo porque, sencillamente, no se haba dado profanacin.
No han faltado, sin embargo, opiniones contrarias surgidas en la
misma Viana. El padre Gancedo yerra cuando atribuye el inters por
desenterrar los restos de Borgia al gobernador civil en 1883. Ocurri
al ao siguiente a instancias del cnsul francs en San Sebastin, inte-
resado por el investigador Yriarte.
Acude Gancedo al testimonio de Luis Ripa:

Me consta, por confidencias del mencionado seor Ripa, testigo de


mayor excepcin, que no apareci ms que una [sepultura], y precisa-
mente en el sitio por l sealado, y dice que el esqueleto era de prcer
estatura, y que los obreros llevaron la calavera a la Casa-Ayuntamiento y
all anduvo de mano en mano, hasta que Ripa se enter de lo sucedido,
y enfadado y amenazando a los inconsiderados obreros con la cuenta
que les habran de pedir por lo que l apellidaba profanacin y barbari-
dad, logr que fuesen atropelladamente a cerrar la hoya, y lo hicieron
tan mal que aun dudaba Ripa si haban devuelto la calavera.

Pero la documentacin vianesa demuestra que Ripa no se encontra-


ba en la ciudad ese da ni tampoco el alcalde, segn hemos escrito
pginas atrs. Asimismo no es acertada su afirmacin sobre que el su-
ceso tuviera lugar unos das antes de llegar Yriarte a la ciudad; ocurri
bastantes meses antes.
Gancedo acaba dando al asunto una larga cambiada:

Y aqu paz y despus gloria. Si el amigo don Luis Ripa, muerto hace
pocos aos, me vendi novela por historia, sera fcil de averiguarlo vol-
viendo a examinar la famosa sepultura; pero yo creo ms las confiden-
cias de un amigo que toda informacin oficial, por solemne que se me
presente. As escriba yo en 1934.

Yriarte se encarg de tranquilizar a la opinin pblica internacional


al publicar en Pars un extenso artculo titulado Dnde yacen los restos
de Csar Borgia?:

Tales son los hechos, que bien pronto fueron desnaturalizados por el
rumor pblico. La Academia de la Historia se ocup de ello, y el minis-

- 100 -
3. La inhumacin de los restos

tro de la Gobernacin pidi explicaciones al gobernador de Pamplona


respecto del descubrimiento del duque de Valentinois en la iglesia de
Santa Mara, donde los profanadores, habiendo encontrado el cadver
entero y momificado, haban arrancado y llevado la cabeza y cometidos
otros excesos.
La encuesta, confiada a don Nicasio Landa, sabio prctico del Hospital
Militar de Pamplona, con el cual habamos tenido la suerte de vivir
muchos meses juntos en Marruecos en el Estado Mayor del general
ODonnell, y a don Juan Iturralde, artista y distinguido escritor (nues-
tro cicerone en el archivo de Comptos), dej al alcalde en el lugar que
mereca.

Zanjaron el asunto las clebres pginas que public el historiador


Pedro de Madrazo en la revista La Ilustracin Espaola y Americana
acerca de El sepulcro de Csar Borja:
Se aada - horripilante cuadro! - que los criminales profanadores,
despus de abierta la urna, haban arrancado la cabeza del cuerpo de la
momia y cometido otros excesos.
Esta noticia fraguada no se sabe dnde ni por quin, lleg a odos de un
sabio y celosos acadmico de la Real Academia de la Historia, el cual,
con muy loable y prudente idea, propuso que la Academia, por medio
de su digna delegada Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos
de Navarra, tratase de averiguar qu haba de cierto en lo que se propa-
laba. La referida comisin provincial, con la inteligencia y actividad que
la distingue, ha desvanecido la ridcula patraa, reuniendo a los veraces
informes del seor prroco de Viana y de su alcalde noticias particulares
que la completan, hasta el punto de no dejar la menor sombra de duda
respecto del origen verdadero de un cuento que ha preocupado a todos
los amantes de la cultura patria y sus monumentos.
El sepulcro marmreo de Csar Borgia fue desgraciadamente deshecho
y despedazado hace ya cerca de dos siglos; aquella fue la verdadera pro-
fanacin, entonces se cometi el acto vandlico. El reconocimiento que
ahora se ha practicado en el paraje adonde lanz el vandalismo de una
generacin ya remota el cadver que en l yaca ha sido, por el contrario,
un acto mesurado, respetuoso, prudente y digno de todo aplauso.

- 101 -
Arriba: El investi-
gador vians Fran-
cisco Javier Becerra
(1881-1961), alcal-
de en 1953. Abajo:
El doctor forense
Santiago Becerra
(1909-1998) coau-
tor del informe so-
b r e l o s re s t o s d e
Csar en 1945.

- 102 -
V

NUEVA REIVINDICACIN
DE CSAR

- 103 -
Carta del archivero Jos M de Huarte con instrucciones para exhumar
a Csar (8-octubre-1931)
1. Viana, hacia la Segunda Repblica

Desde que Csar volviera a ser cubierto en la Ra de Santa Mara,


han ido pasando por Viana Benito Prez Galds, Daniel Rops, Gusta-
vo de Maeztu, Zuloaga, Po Baroja, Ramiro de Maeztu Cuenta Viana
en 1900 con 2876 habitantes.
Algunos autores, entre ellos el vians Pablo Antoana, aseguran que
don Po, que cita a la ciudad en varias de sus obras, aboceta a Viana en
el Labraz del mayorazgo.
El fillogo Ignacio Elizalde identifica al Castroduro de Csar o nada
con esta ciudad.
El propio Baroja manifiesta en sus memorias la razn de su inters
por los temas borgianos:

Hacia el ao 1909 1910 fui por segunda vez a Italia, y estuve dos o
tres meses en Roma. La curiosidad por Csar Borgia la tena yo desde
que visit Viana de Navarra, hace ya mucho tiempo, en compaa de
Ramiro de Maeztu. Vimos el altar donde haba estado enterrado el hijo
del papa Alejandro VI, y hablamos de si se podran encontrar sus restos.
Despus le El Prncipe de Maquiavelo, el libro de Carlos Iriarte sobre
Csar Borgia y la obra de Gregorovius sobre Lucrecia. Haba cobrado
unas pesetas de varios libros y de artculos y pens ir a Roma, con la idea
vaga de intentar una novela sobre los Borgias. Era un proyecto para m
ridculo.
La novela histrica no me sali. Desde el principio renunci a ella. La
curiosidad por los Borgias no me dur gran cosa, y pens que fuera del
ambiente amanerado de su siglo no quedaba de ellos ms que unas si-
luetas de aventureros de poco vuelo. El mismo tratado El Prncipe de
Maquiavelo me pareci una serie de vulgaridades, que no vala la pena
de pensar en ellas.

- 105 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

En otro lugar de sus memorias, Desde la ltima vuelta del camino,


habla de haber adquirido una Historia de Alejandro VI, de Gordon,
que es un ejemplar bonito, con dos retratos, uno del papa y otro de
Csar Borgia.
En 1913 los jornaleros se levantan en huelga y queman tres mqui-
nas segadoras; creen que la maquinizacin los va a dejar sin trabajo; se
oye una jota en las tabernas:

A cuatro pesetas llaman;


todo el mundo se sosiegue;
mientras no llamen a duro,
el que ha sembrao, que lo siegue

Ese mismo ao tienen lugar los que aqu ha quedado consignados


como Los sucesos. Las elecciones del 9 de noviembre conocen un
enfrentamiento salvaje entre carlistas y liberales que se salda el da de
San Martn con tres fallecidos. Meses antes ha sido asesinado en Ma-
drid un pariente de uno de los muertos, el hacendado vians Rodrigo
Garca de Jaln, por el famoso capitn Snchez. El suceso ser
esperpentizado por Valle-Incln en La hija del capitn. Rodrigo se per-
sonaliza en el personaje del Pollo de Cartagena.
En 1919 el Ayuntamiento emprende el reparto de parcelas comuna-
les a los vecinos, que once aos antes haban conocido el nacimiento
del Gremio de Obreros y Asociados en la Ciudad de Viana, sindicato
de inspiracin catlica.
En 1923 un grupo de jvenes inicia la prctica del balompi en la
llanura de la Alberguera al sur de la ciudad. Al ao siguiente el Ayun-
tamiento presidido por Gonzalo Cadarso los obliga a dejar el campo
al haberlo ofrecido al general Primo de Rivera para aerdromo. Al
mismo tiempo la Ra de Santa Mara muda su nombre por el del mi-
litar citado.
En esta misma dcada se vende la ganadera brava municipal, origi-
naria de la casta de Zalduendo, y se inicia el proyecto de la trada de
agua corriente a las casas.
1927 es el ao en que el Ayuntamiento procede a la demolicin de la
Ciudadela y al aprovechamiento de su piedra para recomponer las

- 106 -
1. Viana, hacia la Segunda Repblica

murallas. Ello traer la venta sistemtica de los solares incluso a lo


largo de la Guerra Civil, la prctica desaparicin del castillo durante
cuyo asedio sucumbi Csar. En 1940 el vecino Flix Narvarte Vidarte
ha adquirido en pblica subasta un solar propiedad del Muy Ilustre
Ayuntamiento en lugar denominado el Frontn y Castillo del Prnci-
pe de Viana y edificado en l una casa y taller de carpintera. Tres
aos despus el vecino Sixto Abada Fernndez solicita de esa ilustre
corporacin se ponga en venta y en la forma de costumbre el nico
solar que queda en el antiguo castillo [] Este solar fue solicitado por
el recurrente al Ayuntamiento anterior. En 1944 Cndido Martnez
Bujanda, labrador, pide le sea vendido el paso por donde entran las
vacas al Corral del Castillo, reservndose el Ayuntamiento el paso para
lo que necesite. Es hoy el nico tramo de propiedad municipal, don-
de se guarda la valla taurina que se monta en fiestas de la Magdalena y
de la Virgen de Nieva.
Viana tiene 2778 habitantes en 1930.
En 1932 se demanda por varios vecinos, entre ellos Francisco Bece-
rra, la limpieza de la Fuente Vieja, que se encontraba debajo del trujal
de Armendriz, junto a los actuales colegio e instituto.
Dos aos ms tarde, Evelio Aured Rivas regenta un quiosco de venta
de peridicos y revistas situado junto a las populares barandillas, cerca
de la fuente y enfrente del palacio consistorial.
Por esas mismas fechas Pedro Senz Chasco el Brigada, fundador del
ftbol en Viana y cuidador del archivo municipal, solicita que se ins-
talen cuatro duchas detrs del frontn para el pblico, sobre todo en
la poca de la recoleccin {], para mayor bien y progreso de nuestro
pueblo.
Los acontecimientos de 1934 en Asturias obligaron al alcalde a pro-
clamar el estado de guerra por orden del gobernador, advirtiendo que
no se permitir desde las diez de la noche la formacin de grupos en
las calles, exceptuando aquellos previamente autorizados por la auto-
ridad competente y que cualquier tumulto o manifestacin callejera
ser reprimido inmediatamente con las armas.
En 1937 acantonan en Viana a un Batalln de Ametralladores de la
Divisin Vittorio de Mussolini.

- 107 -
Carta de Francisco Becerra exhortando al Ayuntamiento para
que decida el enterramiento en las gradas de Santa Mara
(4-marzo-1936)

- 108 -
2. Actividades en pro de Csar

Anotamos pginas atrs que en 1921 el secretario del Ayuntamiento


crey haber encontrado el sepulcro de Csar en el trujal del marqus
de Armendriz. Vicenciano Sanz era persona inquieta en temas cultu-
rales; a l se debe la recuperacin de la Fiesta de San Felices o de la
Fundacin de Viana en 1922 a partir de sus incursiones en el archivo
municipal, que se tradujeron en colaboraciones en el Boletn de la
Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos de Navarra.
Hacia 1928 visita la ciudad el periodista bilbano Esteban Calle
Iturrino:

Los restos, no hace muchos aos desenterrados, se han vuelto a ente-


rrar, incomprensiblemente, en el mismo lugar.

Es la poca en que aparece en Navarra la enciclopdica figura del


doctor donostiarra Victoriano Juaristi Sagarzazu, que en 1919 inau-
gura en Pamplona la Clnica San Miguel. Fue cirujano de la plaza de
toros de la capital, cargo en el que le sucedi su hijo Carlos, y amigo
de la familia Baroja. Antes, asista a clases con su violoncelo a la Es-
cuela de Msica de Irn. Escribi varios libros de Ciruga , tema sobre
el que public artculos y dio conferencias. Su obra se extiende al en-
sayo, la novela, el teatro, la zarzuela. Clebres son sus publicaciones
sobre esmaltes, entre ellos los estudios de los de San Miguel de Aralar.
Dibujante, pintor y escultor, entre las figuras que ms lo atrajeron
estn Roldn y Csar Borgia. Cre el proyecto del monumento que se
alz en Ibaeta (Roncesvalles) al paladn de Carlomagno , que cont,
segn sus propias palabras, con las burlas de amigos y ataques inju-
riosos de enemigos, entre estos, los de violentos nacionalistas vascos
que, sin que me valieran mis apellidos euskaros, y el mucho cario
que con palabras y obras he demostrado constantemente a los verda-

- 109 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

deros valores de mi pueblo, me combatan porque pretenda glorificar


la memoria de un invasor vendido.
l mismo narra, en su publicacin Roncesvalles y la cancin de Roldn,
que la Campana de la Paz formaba parte del monumento y que un
da de invierno, el 25 de enero de 1936, el huracn tronch rboles
centenarios y derrib el monumento. La campana de la Paz cay pesa-
damente taendo a muerte . Aade que el conjunto fue reconstrui-
do en diciembre de 1938, mas su bigrafa, Rosa M Ceballos, conclu-
ye que desapareci nuevamente como consecuencia de la Guerra Ci-
vil.
Lo anim, sin embargo, el sacerdote Agapito Martnez Alegra, naci-
do en Aguilar de Cods, arciprestazgo de Viana, cannigo biblioteca-
rio de la Real Colegiata de Santa Mara de Roncesvalles, autor de unas
populares pginas sobre Johanes, el Brujo de Bargota, cuyas aventuras
tanto recordaban, siendo yo nio, las mujeres en los corros a la fresca.
En el otoo de 1931 comienza a intervenir en Viana otra persona
fundamental en el ajetreo que va a traer de nuevo la figura del Borgia,
Jos M de Huarte, Jefe del Archivo Real y General de Navarra, segn
reza el membrete de sus cartas. En su novelita Los caminos de Navarra
Juaristi lo retrata amistosa y casi humorsticamente atendiendo al per-
sonal que visita la institucin:

Para todos tiene Joshe Mara Huarte una indicacin precisa, una res-
puesta que lo aclara todo: la palabra indescifrable, el vaco de cien aos,
el folio perdido y hallado en la carpeta 1.475 de la estantera 26 de la
segunda galera de la sala primera.

Huarte haba efectuado una visita a Viana y deseaba aprovechar las


obras de la trada de aguas que estaba realizndose en la Ra de Santa
Mara (oficialmente Miguel Primo de Rivera) para reconocer, si puede
ser, en la semana siguiente la zona donde est enterrado el Valentino.
Escribe al juez de paz, Atilano Santa Mara:

Mucho celebrar su pronta y grata respuesta, y ms todava si el resulta-


do de la excavacin no defrauda nuestras esperanzas respecto a la identi-
ficacin de tan famoso personaje.

- 110 -
2. Actividades en pro de Csar

La averiguacin no se llev a cabo. ngel Riao Ruiz Paderna, uno


de los obreros que trabaj en esa obra y que ha fallecido en 2007, me
testimoni que desde el Ayuntamiento se les orden que, al llegar donde
estaba enterrado Csar, trazaran una ligera curva para evitar daar lo
ms mnimo la sepultura y que no se colocaran cerca de ese sitio los
barrenos que se disponan en otras zonas de la Calle Mayor para do-
blegar la roca somera que en algunos tramos dificultaba la instalacin
de la caera.
Precisamente, al ir a descubrir los restos en 1945, el forense Santia-
go Becerra advierte que dudaba de que la sepultura hubiera aparecido
como estaba [en 1885], ya que unos aos antes, al realizar los trabajos
de la conduccin de aguas, se haban hecho estallar barrenos en la
proximidad
En la primavera de 1932 llega a manos del secretario de Ayunta-
miento Jos ureo Sierra una misiva de Francisco Javier Becerra Aba-
da, cuya intervencin en la reivindicacin de Csar va a ser la ms
decisiva de todas. Vians de 1881, ingres en la Academia de Infante-
ra de Toledo; de l se conserva, editada en Logroo en 1910 la Me-
moria sobre un curso en la Escuela de Tiro de Infantera, 18, mayo -
20, junio de 1908, que mereci el primer premio de su promocin.
En julio de 1931 causa baja en el ejrcito acogindose a las reformas
de Azaa y se traslada a Pamplona, donde realiza investigaciones sobre
fortificaciones militares, Arqueologa, Arte e Historia. Casi toda la do-
cumentacin que reuni permanece indita. Colabor activamente en
la prensa navarra y riojana con artculos sobre esos temas. La actual
corporacin ha votado este ao dedicarle una calle. Gran aficionado
a la agricultura, desde la capital del Viejo Reyno envi una carta al
ministro del ramo, Marcelino Domingo, opinando acerca de las mejo-
res maneras para llevar a buen campo la Reforma Agraria:

Muy respetable Sr. Mo: Quien se atreve a molestar a V. E. no es labra-


dor ni le toca en nada la Reforma Agraria. Guardo una muy pequea
finca rstica heredada de mis padres. Todos mis parientes son
modestsimos labradores en Viana de esta provincia y tampoco les afecta
dicha Reforma []

- 111 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

El ministro le agradeci muy de veras las atinadas observaciones


que hace acerca de la Reforma Agraria, que se tendrn muy en cuenta
a los efectos que se deriven de ellas, estimando muy de veras estas
colaboraciones, que son a mi juicio las ms sinceras, a la vez que inte-
resantes, por el detenido estudio del problema que representan.
Aquella carta de Becerra al secretario vians connota que el militar
retirado prepara la reivindicacin de Csar a conciencia. Por eso le
notifica que el domingo 29 de mayo (1932) se personar en la ciudad
con el archivero Huarte y extendern un documento a partir de las
entrevistas que mantendrn con las personas que intervinieron sobre
el ao 90 del siglo pasado en las excavaciones que se hicieron al pie de
las gradas de la portada de Santa Mara, al objeto de verificar los restos
de Csar Borgia.
La misiva incluye un ruego de investigacin en el archivo municipal:

Y particularmente me permito rogar a usted con esta oportunidad que


vea en el archivo a partir del ao 1523 hasta el ao 1533 si hay antece-
dentes del traslado de los restos del Borgia fuera de la iglesia, porque en
ese primer ao hay testimonio histrico de quien vio y describi el
monumento y epitafio; adems otro testimonio valiossimo induce a
asegurar que el traslado tuvo lugar en tiempo muy prximo al ao 1533.
[ Becerra no aporta ese testimonio]. Si usted hallare algo, sera meritsimo
para incluirlo en el acta; por eso confiamos en interesar a usted en ello.

En las indagaciones de Becerra colabor asimismo esos aos el sacer-


dote pal vians Eduardo Gancedo, llegado de Filipinas en 1932, quien
preparaba un libro sobre la historia de su ciudad natal. Ya en las islas
laboraba esas pginas y en marzo de ese mismo ao contesta en carta a
Becerra:

Respecto a Csar Borgia, mejor que copiar aqu lo que yo s, pregnta-


selo a Carmelo [ hermano de Eduardo] cuando vayas a Viana. Aquello
es lo ms fijo y lo puedes copiar a la letra, si te parece. De la verdad de lo
escrito respondo yo, sobre el testimonio de don Luis Ripa, que en paz
descanse, el cual, entre otras cosas, me asegur que haba encontrado sus
ms preciosas y precisas observaciones sobre el sitio de la sepultura en el
archivo de San Marcos de Len.

- 112 -
2. Actividades en pro de Csar

Todos estos movimientos conducan hacia un enterramiento de los


restos de Csar en lugar ms decoroso y cristiano, segn expresin que
figura en boca de las personas intervinientes en la reivindicacin. Lo
demuestra una carta de Huarte, ya de febrero de 1936, donde insta al
alcalde, Wenceslao Correa Maulen, a efectuar la excavacin y le noti-
fica que se ha interesado por el asunto el duque de Alba, conde de
Lern y director de la Academia de la Historia:

Mi querido amigo: El Excmo. Sr. Duque de Alba, mi buen amigo, al


informarse por la prensa de Madrid del llamamiento que en la misma se
le haca para que como Conde de Lern y Director de la Academia de la
Historia laborase para que los restos de Csar Borgia reciban decorosa y
cristiana sepultura, me pide informe sobre el particular y confirma sus
propsitos de interesarse, por decoro de la Historia, del personaje y de la
estirpe de Lern, en el asunto.

En mi ltima visita de das pasados a dicho Sr. en el Palacio de Liria


cambiamos impresiones sobre el particular, y la confianza del Duque
me obliga a procurar de modo cierto la seguridad de que los restos en
cuestin existen en el lugar sealado por las tradiciones del pueblo, por
lo que se hace indispensable el comprobarlo, y mi gusto sera que con
intervencin del Ayuntamiento, puesto que jurisdiccin suya es la va
pblica donde la exploracin ha de realizarse. Yo me encargar de obte-
ner todas las licencias del caso y de que una o varias personas de recono-
cida autoridad se personarn all en el da que usted seale para que
reconozcan, a su vez, la edad y sexo de la persona cuyos son los restos
que la prensa de 1885 atribua a Csar Borgia []
Espero la inmediata respuesta de ustedes, mxime cuando despus de lo
pasado y del vuelo que la iniciativa ha logrado, nadie habr tan inculto
que se pueda oponer justificadamente a la pretensin de referencia.

Por las mismas fechas recibe el primer edil vians carta de Francisco
Becerra, escrita, como tantas de las suyas, desde el Nuevo Casino de
Pamplona. Su inters radica primeramente en que afirma la necesidad
de un acuerdo municipal para que los restos puedan ser trasladados a
emplazamiento ms digno (como podremos leer en pginas posterio-
res, las opiniones del consistorio estaban encontradas). En segundo
lugar, revela que el ex militar haba previsto los pasos que se habran

- 113 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

de dar, ya que la exposicin de intenciones se cumplir, punto por


punto, cuando el investigador vians vuelva a la carga en 1945 y 1953:

Mi distinguido amigo: Esta maana el archivero de Navarra Sr. Huarte


te ha llamado por telfono y ha podido hablar con el secretario sobre la
comisin que tiene del Duque de Alba y Conde de Lern para hacer una
sepultura decorosa a Csar Borgia y llevarlo a lugar ms decente que el
que ahora ocupa en plena calle, segn yo os lo haba anunciado en cartas
anteriores.

Despus hemos hablado el Sr. Huarte y yo sobre ello y me ha encargado


te escriba puntualizando que desea que el Ayuntamiento de Viana pon-
ga buena voluntad en ello, en razn de que el Duque, como Presidente
de la Academia de la Historia, tendra en sta influencia para lograr
cuanto querra. Y que lo que procede es que el Ayuntamiento acuerde
cuanto antes el permitir que los restos del Borgia se exhumen y sean
trasladados a un lugar ms decoroso.
A m me parece que lo formal sera una instancia del Duque o del Sr.
Huarte en su nombre solicitando la exhumacin y sealando el lugar de
la nueva sepultura y el propsito de instalarla artsticamente. A lo cual el
Ayuntamiento podra dar su acuerdo, o bien imponer el mismo Ayun-
tamiento los lugares ms convenientes, entendido que los lugares de las
gradas, junto a la sepultura actual son los ms hermosos del pueblo y los
que responden a la tradicin actual y a los motivos que pudo haber para
sacar los restos del sagrado de la iglesia. Que queden ahora, a lo menos,
en el sagrado de las gradas.
Con la autorizacin del Ayuntamiento y la del obispo de Calahorra para
hacer la traslacin encima de las gradas de acceso, dice el Sr. Huarte que
propondra al duque que un sabio especialista acudira a Viana con no-
sotros a descubrir la sepultura y, sin mover los restos, dictaminara si
pueden ser los de Csar Borgia o de un hombre de su edad a lo menos.
Y, si es as, se recogeran en una caja de madera a propsito y se guarda-
ran en el ayuntamiento hasta que se les diera sepultura en el lugar sea-
lado.
Yo he querido despistar al Sr. Huarte de esta formalidad porque este
reconocimiento ya qued hecho ante la autoridad en el ao 1885, pero
estos sabios son ms formalistas y exigentes que el pueblo, que nos cree-
mos que aquel reconocimiento demostr la tradicin de la sepultura del
- 114 -
2. Actividades en pro de Csar

personaje. Y, como no hay mal en ello y los gastos han de ser del duque,
no hay inconveniente en ello en que accedis a esto. Tambin entendido
que, si el sabio dice que nones, el Sr. Duque abandonara todo.
A lo cual respondo yo con mi primo ngel Jaln que los restos en cues-
tin deben, de todos modos, recogerse igualmente en el ayuntamiento,
y entonces los hijos de Viana, por suscripcin, ilustraramos la sepultura
con los proyectos que existen, y si el Ayuntamiento no se opone.
Este ngel Jaln que cita Francisco no es una persona cualquiera.
Nacido en Viana en 1898, ngel Hilario Garca de Jaln Hueto lleg
a ser famoso fotgrafo nacional e internacional. Estudia fotografa en
Logroo, Lyon y Pars. Se traslada a Zaragoza en 1926, donde se hace
clebre su estudio en la calle Alfonso I, una de las vas que desemboca
en El Pilar. Ah retrat al primer director de la Academia General
Militar de esa ciudad, Francisco Franco. Luego lo capt en el cuartel
general de Salamanca, imagen que presidi multitud de instituciones,
entre ellas escuelas, colegios e institutos.
Hombre polifactico, ngel viaj en 1939 a Roma para retratar al
rey Alfonso XIII, por lo que fue desterrado (las influencias lo salva-
ron) a Villa Cisneros, factora y fuerte en la colonia espaola Ro de
Oro al sur de Marruecos; mantuvo amistad con el pintor vasco comu-
nista Ciriaco Prraga; fund la Escuela Profesional de San Valero; mon-
t numerosas exposiciones; por su lente pasaron desde Celia Gmez y
Miguel Fleta a Mariano Benlliure y Pepe Isbert, y nunca olvid a los
escolares de su ciudad natal, en cuyos premios de fin de curso partici-
p monetariamente durante aos.
A su colaboracin con Francisco Becerra se deben los dos magnficos
lbumes de postales sobre Viana, editados en los aos 20 y 40. Aun-
que en el primero de ellos, vendido a beneficio del hospital de la ciu-
dad, aparece como nico autor Francisco, este reconoce en carta de
1926 al alcalde Gonzalo Cadarso que mi primo ngel G. Jaln me
indic la conveniencia de anotarme como mas algunas buenas fotos
que l hizo; yo protest y no se lo autoric en modo alguno, pero l
no me hizo caso y modestamente se content con el papel de editor
artstico.
De ngel son asimismo algunas de las instantneas que figuran en el
libro histrico vians de Eduardo Gancedo.

- 115 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

En definitiva, la trayectoria de Jaln arroja ms luz sobre la serie de


personas ilustradas que en aquellas fechas borgianas laboraron en la
ciudad que acoge a Csar. De sus ideas en los aos 50 dan fe algunos
prrafos que se conservan:

La ley de la solidaridad nos obliga a poner el fruto de la inteligencia al


servicio de nuestros semejantes [] La sociedad no deba permitir que
se perdiera ninguna inteligencia. La formacin profesional debera ser
tan obligatoria como el servicio militar, ya que la caridad pasiva no es
suficiente.

Una nueva carta de Becerra, esta de marzo de 1936, vuelve a insistir


sobre el permiso del Ayuntamiento y descubre datos de inters. Por
una parte, se interesa por el asunto el ministro de la Gobernacin; por
otra, el obispo de Calahorra, Fidel Garca Martnez, accede incluso a
que los restos tornen a la iglesia de Santa Mara; adems, la corpora-
cin puede exponerse a una destitucin. Nuevamente nombra a su
pariente el fotgrafo en su misiva al alcalde :

Aun siendo pesado, te dir que el Dr. Juaristi tiene carta del Ministro
de la Gobernacin ofrecindole todo cuanto sea necesario para dignifi-
car la sepultura de Csar Borgia, y que el archivero Sr. Huarte tiene un
escrito del obispo de Calahorra ofrecindole el que se lleven los restos de
aqul a lugar sagrado, bien a las gradas, bien a la iglesia donde estuvo.

As que os aconsejo que pongis un poco de buena voluntad y os reunis


y acordis acceder a la pretensin del Duque de Alba que el Sr. Huarte
os hace, permitiendo la inhumacin de los restos del Borgia para que
puedan trasladarse al sagrado de la quintana de la iglesia entre la portada
principal y las gradas de acceso. Ese parece a todos el mejor sitio porque
adornar aquel lugar con vistas al turismo, porque queda el cuerpo en
sagrado y porque no se desaire a la autoridad eclesistica y civil que
siglos atrs dispusieron su actual sepultura. De otro modo os exponis a
un sofin y acaso a una destitucin.
Si los restos no dijeran los sabios ser de Csar Borgia, mi primo ngel
Jaln y yo quedamos en realizar todo el proyecto, pues que nosotros y el
pueblo no tenemos duda.

- 116 -
2. Actividades en pro de Csar

Fue Fidel Garca un prelado fundamental en la dicesis calagurritana,


sobre el que trabajan actualmente varios investigadores riojanos, entre
ellos la ex alcaldesa de Calahorra M Antonia San Felipe. Devolvi el
prestigio a territorio tan importante, deteriorado desde 1892 al esta-
llar en la ciudad bimilenaria un motn con motivo del intento de tras-
lado del obispo a Logroo. Antes, en 1862, se haban desgajado de la
dicesis quinientas cincuenta y tres parroquias incluidas dentro de
Vizcaya, Guipzcoa y lava.
El periodista Marcelino Izquierdo cita, entrevista a M Antonia y
publica en Diario La Rioja en fecha del Corpus de 2007:

Era un hombre excepcional, brillante orador y muy comprometido


con el mundo que le toc vivir - explica San Felipe -. Pero yo empec a
interesarme por l debido a su pastoral Sobre algunos errores modernos,
en la que se atrevi a criticar a Hitler nada menos que en 1942, retando
as al Rgimen de Franco.

Inspirada en la encclica del papa Po XI Mit brennender sorge (1937), la


pastoral le enemist con el Gobierno en un momento en el que el Cau-
dillo apoyaba a los nazis y desat una campaa de desprestigio por parte
de la Falange con la difusin de rumores - tan oficiales como falsos -
que situaban a don Fidel en Barcelona junto a seoritas de dudosa repu-
tacin.

Fidel dio toda clase de facilidades para llevar a cabo no solo los actos
borgianos de 1935 sino los de 1945 y 1953, ao en que fue sustituido
en su dicesis, enterado por el obispo de Burgos, monseor Platero,
hermano de sor Luciana, durante muchos aos hija de la caridad en
Viana, autora de una enciclopedia escolar y cosalvadora de los ugetistas
vianeses llevados al fuerte pamplons de San Cristbal. Fidel, que fa-
lleci en 1973, an intervino magistralmente en varias sesiones del
Concilio Vaticano II, delegado por obispos espaoles que reconocan
su vala intelectual.
Cuando Juaristi va a dirigirse a la ciudad en 1935 a inaugurar su
monumento regalado apunta:

Ya invit al Sr. Becerra. Es gran lstima que en esta ocasin no poda-


mos confirmar la existencia de los huesos; hay en el mundo de los histo-

- 117 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

riadores gran inters en que un mdico d testimonio del hecho. Hemos


de hacerlo (aunque se dejen los restos, en su lugar, en un cofrecillo) en la
ocasin que consideren ustedes oportuna.

Enterado de los pasos que se estn dando en Viana, el articulista


Agustn de Fox, a cuya familia perteneca el antiguo palacio vians
del Marqus de Armendriz y que posey una casa de labranza cerca
de la Barranca Salada, publica en el ABC a principios de 1936 uno de
sus artculos, tan literariamente sinestsicos:
Hoy - 1935 pasan mulos oscuros con rosarios de moscas en las llagas
del aparejo, y las cubas fermentadas de racimos y avispas, por el barro de
la antigua ra.
Latas de conservas y pimientos aplastados en los escalones de Santa Mara,
donde juegan los chicos manchados de fruta. Y los grandes pies resudados
de los campesinos, las alpargatas pastosas de orujo y de la tierra gredosa
de las vias pisan el escaln bajo el cual, roto en el polvo, reposa el duro
cuerpo de Csar, de la noble estirpe de los Borja, obispo de Pamplona,
seor de Piombino, conde de Die, cuado de un rey, dueo del Lacio y
de Toscana, duque de la Romaa, de Urbino y de Bolonio, cardenal del
Sacro Colegio, condestable de Navarra, gonfalonero y capitn general
de los ejrcitos pontificios, poseedor de la Rosa de Oro, duque de
Valentinois, hijo de Alejandro.
Otro de los habituales del mismo diario, Luis Soler Puchol, haca un
llamamiento al duque de Alba:
Seor Duque de Alba, director de la Academia de la Historia, Conde
de Lern entre ms ttulos, a vos, igualmente, os dedico el tema y os
dedico un ruego: por dignidad es preciso recoger esos despojos y darles
cristiana sepultura, y nadie mejor que el director de la Academia de la
Historia para dirigir una oportuna gestin.
Y he aqu cmo al actual Conde de Lern, por una rara y extraa coin-
cidencia, se le ofrece el gallardo gesto de tender la piedad de su mano
sobre el cuerpo que los hombres de armas de su antepasado privaron de
la vida en lucha abierta.
As entre todos, procuremos defender, para mejor evocarlas, nuestras
grandes figuras de la raza y podremos revivir en nuestro derredor las
existencias que hemos soado, tantas veces, con nostalgia
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2. Actividades en pro de Csar

Transcribo de una antologa de artculos del gaditano Jos M Pemn


estos prrafos:

Parece ser que han aparecido, enterrados en una iglesia de Viana, los
restos mortales de Csar Borgia. Buen mozo este Csar; hijo del papa,
cardenal dimitido, duque, general, nunca acab una guerra en el mismo
campo donde la comenz. Pele mil batallas en Italia, se desvergonz
con Su Santidad, para venir, al fin, a morir defendiendo a Navarra con-
tra el rey de Castilla, ni ms ni menos que cualquier nacionalista de
comunin diaria.
A Csar lo mataron en Navarra los soldados del conde de Lern, que
peleaba por el rey de Castilla. El descendiente del conde es nuestro ac-
tual duque de Alba. Y estara nuestro duque abrochndose sus acostum-
brados botines blancos, con los que completa su estampa de lord ingls
y simboliza la pulcritud sin mancha de su estirpe, cuando le dieron la
noticia de la aparicin de los huesos de Csar Borgia. Su comentario fue
de gran seor:
- Parece que a ese le mataron los soldados de mi abuelo el conde de
Lern. No estara de ms que le hiciramos un mausoleo.
Y, efectivamente, parece que el duque ha anunciado que, como en el
Tenorio, el matador construir el panten de su vctima.
Los acontecimientos blicos de 1936 pararon en seco el tema
borgiano. Sus protagonistas fueron zarandeados por el conflicto civil.
Entre ellos, Becerra se reintegr al ejrcito en Pamplona, y evit, jun-
to con su hermano Santiago, coronel de la Guardia Civil, los fusila-
mientos de los vianeses que fueron recluidos en el Fuerte de San Cris-
tbal de la capital navarra. Lo estoy viendo en una fotografa de la
oficialidad de la IV Divisin de Navarra en el libro Hay Pirineos! de
Ernesto Gimnez Caballero.
De Juaristi, Julio Caro Baroja contar:

Cuando a los tres meses de mi primer reconocimiento volv a Pamplona,


me encontr a Juaristi militarizado, operando con su hijo a marchas
forzadas y muy deprimido por el espectculo de muerte que tena siem-
pre en derredor.

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El doctor forense Victoriano Juaristi
(1880-1949), autor del monumen-
to destruido en 1936

Carta del doctor juaristi con instruc-


ciones para inaugurar el monumento
a Csar (11-noviembre-1935)
3. El monumento de Juaristi

Paralelamente a estas diligencias se llevaron a cabo otras encamina-


das a levantar algn tipo de monumento a la memoria de Csar.
Desde el primer momento dos fueron los sitios elegidos para reme-
morar al Valentino: las gradas de Santa Mara y la Barranca Salada,
que la corporacin llama Campo de la Verdad. Llamamos en Viana las
gradas al tramo libre, elevado y encotado (con adornos de ruejo) sobre
el que se alza el templo al sur y oeste; dieciocho pilastras lo delimitan,
cuatro de las cuales ostentan los escudos de las parroquias de Santa
Mara y San Pedro como smbolo de su unin en la Edad Media; di-
chas gradas gozaban de derecho de asilo en Carnavales, pues los cachis
o mscaras no podan perseguirte dentro de su recinto.
Se trat en sesin en octubre de 1932, mas ninguna de las dos pro-
puestas prosper:

Visto un escrito de don Francisco Becerra y consortes solicitando la


colocacin de un recuadro de lneas en cemento negro con el nombre
de Csar Borgia y la fecha de su muerte encuadrando su sepultura y una
plancha de bronce con el epitafio que tuvo su mausoleo, colocada sobre
la pilastra izquierda de las gradas, segn boceto que se acompaa; se
acuerda manifestar a dichos Sres. que, hasta tanto no se coloque en el
Campo de la Verdad, donde cay herido el citado Csar Borgia el mau-
soleo proyectado, no considera prudente este Ayuntamiento acceder a
dicha peticin.

La gestin no dio fruto por entonces, aunque desde Villava lleg al


Ayuntamiento una nota de Jos M Iigo mostrando las ofertas de su
taller de escultura y decoracin: Trabajos en mrmol, piedra, bronce
y metales, cemento, yeso y pasta.

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Nuevos intentos por reivindicar a Csar

En septiembre de 1935 parece haberse desechado el emplazamiento


en la Barranca Salada. La placa podra ir en las gradas y el mausoleo
tambin, pero sin contener los restos como pretenda Juaristi. El con-
sistorio propone otra ubicacin, la caja de la escalera de la Casa Ayun-
tamiento:
Se dio cuenta de un escrito de don Francisco Becerra Abada haciendo
algunas atinadas observaciones al ofrecimiento que don Victoriano
Juaristi tiene hecho al Ayuntamiento de ofrendar graciosamente un
monumento a Csar Borgia en la caja de la escalera de la Casa Ayunta-
miento con la condicin de que los restos de aquel personaje, que ya-
can al pie de las gradas del sur del atrio de la iglesia de Santa Mara,
hayan de inhumarse en el cuerpo de dicho monumento.
Se acuerda participar a don Victoriano Juaristi que el Ayuntamiento
estima en mucho su artstico y personal ofrecimiento y que est dispues-
to a acogerlo reconocido, pero que, teniendo en cuenta la tradicin de
cuatro siglos que perpeta el lugar de la sepultura de Borgia, lugar de
acuerdo con el mote de su blasn, O Csar o nada, nada por la provi-
dencia de Dios, como acertadamente lo interpretaron las autoridades de
la poca, se acuerda no haber lugar a mover del sitio donde se encuen-
tran los restos de este personaje, tanto menos que existe una iniciativa
de esta ciudad, expuesta por escrito al Ayuntamiento en fecha diez y
nueve de octubre de mil novecientos treinta y dos, para ilustrar dicho
lugar con un recuadro con el nombre, fecha de nacimiento y muerte de
Csar Borgia, todo en metal colocado sobre su sepultura, ms una placa
de cobre con el epitafio que tuvo el monumento funerario dentro de la
iglesia, iniciativa que el Ayuntamiento tiene presente para llevarla a cabo
oportunamente.
Pero, como esto es muy compatible con el ofrecimiento del Sr. Juaristi
para honrar a este personaje, se acuerda sealar la caja de la escalera de la
Casa Ayuntamiento para emplazamiento del referido monumento, o
bien hacer gestiones con las autoridades eclesisticas para instalarlo en-
tre las dos pilastras de la derecha de las gradas, ya que la pilastra izquier-
da est indicada para la citada placa del epitafio.
En esta forma la iniciativa referida y el laudable ofrecimiento del Sr.
Juaristi se completan para honrar a este interesante personaje embelle-
ciendo aquel lugar.

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3. El monumento de Juaristi

Este doctor donostiarra, tras la Guerra Civil, repasar en un artculo


publicado en Revista Geogrfica Espaola (Zarauz) las peripecias de los
restos y anotar que la Diputacin de Navarra haba acordado honrar
al hroe con una sepultura ms digna, mas ese momento no llegaba
nunca. Por eso l se decidi a dedicar un monumento, que califica de
modestsima obra [], la nica mencin que en lugar pblico de
Espaa, y quiz del mundo - fuera de algn dudoso retrato -, hay de
Csar Borgia.
El mdico describe la impresin que le caus Viana:

La casa del ayuntamiento tiene la fachada y la escalera de un palacete


barroco, en cuyo largo balcn estaran a maravilla galanes de casaca de
seda y empolvado peluqun, y madamas de amplios faralaes, estrechas
cinturas y lunarcitos postizos en la mejilla.
Pero nada ms opuesto es el aspecto de la gente que circula o se posa por
all: rostros tostados, brazos nervudos, mujeres hechas para la materni-
dad o deshechas por ella, chiquillos bulliciosos, entre los que pasan las
yuntas de mulos. En el suelo, canastas de pimientos, en el aire, interjec-
ciones, ay, estas interjecciones de La Ribera como pedradas, como
trallazos, como carcajadas!.
El acontecimiento tuvo lugar en noviembre de 1935. El 11, desde la
Clnica Operatoria de San Miguel, ubicada en el Barrio de San Juan
en Pamplona, escribe una carta al alcalde de Viana instruyndolo para
colocar unas cadenas, farol, decidir el saln para la conferencia y otros
detalles:
Mi distinguido amigo: Vamos ultimando detalles sobre don Csar.
Maana martes dar en el Ateneo una conferencia. He encargado unas
pilastras y cadenas de hierro, bajas, para cercar la figura. Las enviar el
viernes para que enseguida las pongan: no habr ms que hacer peque-
os agujeros en el suelo (cuatro pilastras o barras), dejando las cadenas
flojas.
Los cristales del farol ser mejor que los repongan ah, por temor a que
se rompan al enviarlos de aqu.
La conferencia: iremos el domingo para llegar a las cuatro unas ocho
personas calificadas (acadmicos, autoridades), en plan familiar, ningu-
na ceremonia ni obsequio.

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Nuevos intentos por reivindicar a Csar

El local pudiera ser la sala del ayuntamiento, una escuela o cierta gran
sala de una cofrada que vimos un da [se refiere a la de la Vera-Cruz,
donde hasta 1980 se celebr la multitudinaria cena de las habas de Jue-
ves Santo, posteriormente biblioteca municipal]. Lo importante es que
se disponga de una toma de corriente (un enchufe) de luz a 110 voltios
aproximadamente. La disposicin del local, as: una pared en la que se
pueda colocar la pantalla como en un cine, y todos los espectadores,
incluso los que vayan de aqu, sentados enfrente; nada de tribuna con
asientos (slo el conferenciante tendr que estar como en el pupitre
donde explica el maestro).
A las cuatro iremos hasta el sitio donde estn los huesos. A continua-
cin, a ver a don Csar, y enseguida a la conferencia, que durar una
hora. Y a casa, para llegar de ocho a nueve.
Impedir a los chicos el acceso a la sala de la conferencia.
El 16 de noviembre Un vians firma un escrito sobre la inaugura-
cin en Diario de la Rioja; al da siguiente publica el mismo artculo
Diario de Navarra, en el que habla el personaje de Csar:

Desechen esa burda leyenda de que me pisa todo el mundo porque es


una pura fantasa, pues mi tumba, adems de estar bastante honda, la
cubre una slida y fuerte tapadera de piedras y encima un espesor de
medio metro de tierra, despus est el encotado y sobre este viene el
afirmado de hormign, as que descanso como un bendito.

El alcalde Wenceslao Correa Maulen publicar el domingo 17 de


noviembre un bando en el que invita al vecindario a que sea corts
con los visitantes:
Hago saber: Que esta tarde, a las tres y media, llegarn a esta ciudad los
Excmo. Sres. Gobernador Civil y Comandante Militar de Navarra y
otras personalidades eclesisticas y civiles, al objeto de inaugurar el mo-
numento a Csar Borgia que ofrenda a la ciudad el doctor y artista don
Victoriano Juaristi de Pamplona.
Csar Borgia, gran capitn de los papas y ltimamente generalsimo del
ltimo rey de Navarra, muri valentsimamente de sus heridas en los
campos de Viana, tuvo grandes errores pero grandsimos mritos, y por
la calidad de las autoridades y personas que hoy nos visitan, espero del

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3. El monumento de Juaristi

vecindario que mostrar respetuosa y cordial cortesa en los actos que


con ese objeto tendrn lugar, a los que vuestro alcalde tiene el placer de
invitaros.
En el acta de inauguracin figuran las siguientes autoridades:
- el Sr. Gobernador Civil de Navarra, don Emilio Sola
- el coronel comandante militar, don Ildefonso Puigdengola
- el archivero don Jos M de Huarte
- el publicista don Jos Luis Ibarra
- el doctor don Joaqun Ezquieta
- el presidente del Ateneo de Pamplona don Alfonso Gaztelu
- el ex diputado a Cortes don Jess Ruiz del Ro, de Logroo
- el abogado del Estado, don Mariano Caada
- el arquelogo don Ruperto Gmez de Segura
- el presidente del Ateneo Riojano don Cayetano Melguizo
- el licenciado don Jos M Mato
- otras muchas personalidades de ambas capitales
Entre las de Viana se nombran:
- el Sr. alcalde
- los Sres. Concejales
- el general don Maximino Cadarso
- el ex alcalde don Gonzalo Cadarso
- el mdico don Paulino Pons
- las personalidades de la ciudad
Ocupaban la escalinata y el zagun, donde se ha implantado el mo-
numento. El pueblo se distribua por los soportales. Descubrieron
el pao que cubra el monumento las Sras. Doa M Teresa M. de
Juaristi y doa Julieta R. de Ibarra, manifestando el concurso su com-
placencia por una gran salva de aplausos.
Son la banda municipal; hablaron Juaristi y el alcalde.
El monumento se asemejaba a algunos sarcfagos etruscos o al exis-
tente en la catedral de Sigenza dedicado a don Martn Vzquez de
Arce, conocido como el Doncel. El documento lo describe as:

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Nuevos intentos por reivindicar a Csar

Consiste el monumento en un basamento de fbrica estilo renacimien-


to, en cuyo frente aparece esculpida en mrmol esta leyenda: Csar
Borgia, Generalsimo de los Ejrcitos de Navarra y Pontificios, muerto
en campos de Viana el 12 de marzo. MDVII. Se halla flanqueada por
dos planchas moldeadas de sendos relieves herldicos con las llaves
pontificias y las tres lises francesas en la derecha, timbres de los ducados
de Romaa y de Valentinois, y en su izquierda el toro de los Borjas
valencianos y las cuatro fajas de los Doms, timbres de familia. Sobre la
cubierta aparece la escultura de Csar Borgia en tamao natural, medio
recostado en ella, con birreta y ropilla civil, su rostro barbado y sonrien-
te, un pual es juguete de sus manos, y a sus pies un raposo sostiene una
cartela con el mote de su divisa: Aut Cesar aut nihil. Pendiente de la
linterna de la cpula del vestbulo un gran farol forjado en hierro, regalo
tambin del doctor Juaristi, guarda el estilo de poca del monumento.

A continuacin, por el Portal de San Juan y acompaados de la ban-


da municipal, dirigida por Antonio Mendaza, se dirigieron a la prime-
ra de las escuelas en la calle Serapio Urra.
Present al conferenciante el comandante de infantera Francisco
Becerra. Juaristi, sencillo y elocuente, explay la vida de Csar Borgia
desde la infancia, siguindole en todas sus dignidades eclesisticas, aun
sin que recibiera rdenes sagradas, en todas sus campaas como gran
Capitn de los Ejrcitos del Pontificado, en todos sus triunfos y ambi-
ciones imperiales y en toda su desgracia hasta abandonar forzadamente
su patria y hasta morir bravamente en los campos de Viana. Esta con-
ferencia fue ilustrada con interesantes proyecciones de los personajes
que influyeron en la vida del hroe.
Finalmente habl el Gobernador Civil congratulndose de un acto
tan culto, generoso y entusiasta. Antes, todos haban visitado la tum-
ba del Valentino en la calle Mayor.
Onieva, que haba comenzado sus investigaciones sobre Csar en
Roma al menos desde 1928, opina:

El rostro sonriente no es copia de ninguno de los retratos conocidos, y


revela en su expresin la sagacidad irnica con que lo describe
Maquiavelo.

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4. La polmica en torno al monumento

En la ciudad la opinin acerca del homenaje a Csar estaba dividida.


Mart Domnguez, el escritor de Algemes, afirma en su obra Els Borja
que, tras las excavaciones efectuadas por Charles Yriarte, los huesos
fueron guardados en una urna, para lo cual el Ayuntamiento erigi en
el centro de la plaza de la ciudad un monumento que se convirti en
un smbolo de la patria navarra. Segn el periodista, la corporacin
era de signo republicano-nacionalista.
Sin embargo, durante la Segunda Repblica no se dio en Viana un
solo concejal ni republicano ni nacionalista. El 18 de abril de 1931
resultaron elegidos exactamente los mismo ediles de las elecciones an-
teriores. De los diez concejales, nueve pertenecan a la candidatura
tradicionalista y el dcimo era independiente, Jess Sinz Alberdi, padre
de Eliseo Sinz Ripa, el excelente investigador vians a quien este ao
ha decidido dedicar una calle la corporacin municipal.
En alguna ocasin, como en el libro sobre los Borgia de Jacques
Robichon se confunden cargos, fechas, hechos:

Durante la guerra Civil espaola, en 1937, el alcalde de Pamplona


mand levantar en Viana un monumento en honor de Csar Borgia
Pero la victoria de Franco puso en tela de juicio la rehabilitacin de un
hijo de papa honrado por los republicanos, hasta que los restos del anti-
guo duque de las Romaas regresaron, en 1954, a su sitio en la pequea
iglesia de Navarra.

Del molde creado por Juaristi se sacaron tres copias. Menotti escri-
be que la de Viana era de mrmol blanco; no, era de escayola, como
las otras dos, estando reforzado su interior por gruesa varilla de hie-
rro.

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Nuevos intentos por reivindicar a Csar

Una fue regalada a su ciudad natal, San Sebastin, y colocada en el


Museo de San Telmo. Est reproducida en la biografa de Onieva so-
bre Csar. Hace aos que no aparece expuesta. El 22 de agosto de 2006
me person en la institucin y pregunt en la sala de direccin por el
paradero de la pieza. No supieron informarme; quedaron en hacerlo,
mas no he recibido respuesta, aunque llam de nuevo.
Otra se envi al Museo de LAlmod de Jtiva. Segn Mario Menotti,
esta reproduccin se hizo en marzo de 1936, pocos meses antes de la
destruccin del original [en Viana]. Consta una fotografa en el tomo
II de la Gran Enciclopedia de la regin valenciana, edicin de 1973. El
8 de agosto del 2006 visit dicho museo y fui amablemente informado
por su director, Mariano Gonzlez Valdov, uno de los comisarios de
la magnfica exposicin El Hogar de los Borja, organizada en Jtiva
entre diciembre y enero de 2000 y 2001. El mausoleo ha pasado asi-
mismo por variados avatares. Estuvo en el patio de la institucin, de
donde, con motivo de la restauracin y ampliacin a partir de 1979,
los arquitectos creyeron oportuna su retirada y fue depositado en la
plaza de toros en desuso; aqu le desapareci el pual que Csar man-
tena entre sus manos. Un concejal de Cultura estuvo a punto de su-
birlo al castillo de la ciudad. Los dos escudos del basamento se guar-
dan en una sala inferior del museo. La estatua de Csar se hallaba en
un almacn municipal localizado en un polgono industrial. Debida-
mente restaurada y cedida por el Ayuntamiento de Jtiva, ha sido la
pieza que abra la exposicin Los Borgia en imgenes, dispuesta en
la bodega de la Casa del Diezmo de la antigua parroquia vianesa de
San Pedro, debajo del albergue de peregrinos Andrs Muoz. El 9 de
junio de 2007 observ cmo una peregrina depositaba a los pies de
Csar un ramito de flores que traa por el Camino Francs.
La que primero corri peor suerte fue la obra de Viana. Se sabe que
ya en los primeros das de su colocacin comenz a sufrir desperfectos
causados por los integrantes del cuerpo de serenos con la badila del
brasero que los calentaba durante las noches de aquel otoo-invierno.
Esa conducta debi extenderse a otros elementos de la poblacin,
pues el alcalde ejerciente, Toms Quintana, se vio obligado a publicar
un bando a solo una semana de la instalacin, el 24 de noviembre:
Hago saber: Que, habiendo observado esta alcalda que la colocacin
del monumento a Csar Borgia en las escaleras de la casa consistorial ha
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4. La polmica en torno al monumento

dado lugar a comentarios ms o menos favorables, ruego a todos los


vecinos que, dejando aparte sus diversas opiniones, den ejemplo de cul-
tura respetando dicho monumento y no obliguen a esta alcalda a tener
que denunciar hecho alguno al Excmo. Sr. Gobernador Civil para que
esa autoridad superior imponga las sanciones que crea oportunas.
Espero de la cultura y civismo del vecindario no se dar lugar a la impo-
sicin de sanciones.

En diciembre el historiador riojano Ruperto Gmez de Segura Rugo


de Seya, habindose enterado del trato que algunos daban a la obra,
dice en carta a Becerra haber ledo un artculo de Juaristi en la revista
Norte, dentro del cual testimonia que a su escultura del rey Teobaldo I
en Pamplona los navarros ya le han roto las narices. Sospech en Viana
que eso tambin acabarn por hacer los disconformes o los incultos.
Hay que vivir en la conviccin de esas pruebas de la mala intencin o
de la majadera humana.
Antonio Onieva haba emitido un juicio ponderado sobre su mrito
artstico:
Decir que es una pieza escultrica de primera categora equivaldra a
sacar las cosas de quicio, ni a tal empeo podra aspirar un artista de
aficin y sentimiento; pero aparte de ser lo nico que se le ha dedicado
en Espaa, llena muy dignamente su cometido evocador y no es ni me-
jor ni peor que tantos retratos de bulto como llenan nuestras plazas
provinciales y aun cortesanas.
lvaro Cunqueiro, el autor falangista nacido en Mondoedo, la ciu-
dad cuya ctedra episcopal ocup Guevara, el transmisor del epitafio
de Csar, no deja dudas sobre su opinin en una crnica jacobea:
En Viana quedan algunos palacios antiguos y en la iglesia de Santa
Mara reposa Csar Borgia. Aqu hall la muerte el Valentino. Con todo
el Renacimiento italiano en el corazn y en la cabeza, con tanto inge-
nio, tanta astucia de zorra apenina, tanto saber de los hombres y de los
estados, prncipe por los cuatro costados, cruel e ingenioso, aqu cay,
en una triste emboscada. Quien mejor lo cuenta es Gobineau [escritor
francs decimonnico que influy en los tericos alemanes del fascis-
mo] en su Renacimiento. La estatua yacente de Csar es horrible. La hizo
un mdico, entre parto y flemn y hervidura de jeringuilla.

- 129 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

Habamos dicho que las opiniones en Viana estaban divididas. Un


escrito del 21 de noviembre firmado por un concejal en el Diario de
La Rioja evidencia que en la misma candidatura tradicionalista reina-
ba la disensin. Se echa en cara al alcalde que aprovech la ausencia de
varios concejales opuestos al homenaje para sacar adelante la propues-
ta de Juaristi:

Usted saba, adems, el ambiente de impopularidad que usted se ha


creado con este enojoso asunto, porque desde luego usted lo ha llevado
a cabo contra la voluntad de su pueblo, que no dej de manifestar su
disgusto con gritos y protestas al pregonar el bando de invitacin a la
ridcula fiesta.
Y usted conoce, por ltimo, el disgusto que ha producido en el partido
poltico a quien debe el cargo municipal que ostenta la glorificacin de
un personaje tan funesto. Claro que usted pasa por todo con tal de co-
dearse con doctores y excelentsimos seores, hacer declaraciones a pe-
ridicos izquierdistas, a los que no se desdea en dar anuncios munici-
pales, a pesar de su carcter de jefe local del Partido Tradicionalista y
sentir en su pecho hondas emociones que priven a su pueblo del deleite
de escuchar sus elocuentes discursos.
Y, si se ha llevado a cabo dicho acuerdo, que conste nuestra enrgica
protesta y la de la mayora del vecindario.

El domingo, tres das despus, se public la respuesta de Wenceslao


Correa, quien se extraa de que algunos concejales que en 1932 vota-
ron a favor de sealar la tumba en la calle y colocar una placa en las
gradas o, en su defecto, regalara un mausoleo la Diputacin, ahora se
opongan a este otro tipo de homenaje. Y aade:

Lo que s debe de hacer notar el alcalde que suscribe es que esa actitud
hostil hacia el monumento que demuestra el concejal, no la ha hecho
pblica mientras se hacan las gestiones con el seor Juaristi, ni aun al
ver preparar los materiales sino cuando el monumento haba sido ya
colocado. Es eso proceder noblemente?
Como el alcalde que suscribe solo pretende presentar la veracidad de los
hechos para que los juzgue el pueblo, no quiere rebajarse a contestar las
tonteras de codeos, declaraciones a peridicos izquierdistas, hondas

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4. La polmica en torno al monumento

emociones y elocuentes discursos con que glosa el escrito el concejal.


Todo ello contestar vis a vis el da que se desenmascare y d la cara
noblemente.

Entre el elemento clerical hubo asimismo divisin de opiniones.


Eduardo Gancedo, pal que haba residido en Filipinas durante veinte
y nueve aos, originario de familia liberal, cuyo lema era Siempre fiel
a Dios y a Viana, vea con buenos ojos todo lo que redundara en pro
de la cultura y el turismo de su ciudad natal. En noviembre de 1935
escribe una amarga carta a la primera autoridad civil vianesa porque
la corporacin no ha enviado ningn representante oficial al traslado
de los restos del primer prncipe de Viana desde la catedral de Tarragona
al monasterio de Poblet:

He pensado cien veces en ti y en Viana, lamentndome de que nuestro


Ayuntamiento no haya ocupado all el puesto que le corresponda por
derecho. Parece que figuraban como representantes los dos vianeses que
supongo residen en Catalua. Algo ha sido eso, siquiera para disimular
el desaire [] A mi entender, hay que hacer algo, y para estas cosas es
preciso contar con un alcalde que haya visto ms tierra que la Alberguera.

Agradece el detalle de Juaristi, pero puntualiza:

Muy de agradecer al Dr. Juaristi el monumento a Dn. Csar. Pero pro-


testo, en nombre del buen sentido patritico, de que se haya escrito el
apellido Borgia, que es un disparate, porque Borja se llam toda la fami-
lia de Alejandro y de Calixto papas, y Borja fue San Francisco, el duque
de Ganda, y Borja es el pueblo de Aragn donde una legin de Borjas
tuvieron su casa solariega.
En Italia, donde vivieron, con achaque de ser gente de iglesia les llama-
ron a la italiana, pero nosotros debemos llamarlos en espaol neto y no
dejarnos llevar de cuatro inconscientes que han llenado el mundo de
Borgias con los escndalos de Csar y Lucrecia.

Los jesuitas tienen su General en Roma y all desempe su cargo San


Francisco, pero a los buenos jesuitas no se les ocurri que para ser santo
haba que italianizar el nombre. Si sern bobos los padres de la Com-
paa!.

- 131 -
Nuevos intentos por reivindicar a Csar

Otra de las opiniones clericales se public tambin en el Diario de la


Rioja, obra de Primitivo Ziga, que desempeaba su ministerio en
Bargota. Este artculo de diciembre de 1935 comienza con una copla
irnica:

A don Csar Borgia en Viana


le alzaron un monumento;
los vianeses, muy rumbosos,
piensan erigirle un ciento.

Pasa luego Primitivo a expresar que el suceso no ha cado bien a la


mayor parte de los ciudadanos, que son catlicos rancios y sinceros
[] Y con lo dicho se explica el que entre algunos hijos de Viana haya
nacido la idea de celebrar un original concurso para premiar en su da
los mejores epitafios, cantares, epigramas, coplas callejeras y hasta fi-
nos madrigales, alusivos al zarandeado personaje que nos ocupa y a su
clebre monumento.
El cura se inventa un personaje que le ha entregado varios epitafios
titulados Las cinco llagas de Borgia, que rezan as:

I. CSAR BORGIA, LLORN


Un galeno muy famoso
en escultura e historia,
con tenacidad notoria
turb mi dulce reposo,
y aqu estoy haciendo el oso
en este ilustre portal,
donde he cado tan mal
y tanto lloro y suspiro
que ya ni a mi zorro miro
ni acaricio mi pual.

II. CSAR BORGIA, HUMILDE


Un mdico muy atento
hizo revivir mi historia
y para honrar mi memoria
me esculpi este monumento.

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4. La polmica en torno al monumento

Mucho agradezco su intento,


mas yo soy de la Verdad;
por eso con lealtad,
si es que esa cabe en mi pecho,
declaro no tener derecho
a tanta celebridad.

III. CSAR BORGIA, HUMILLADO


Dicen que fue una figura
muy valiente y arrogante,
muy de Jpiter tonante
y de fiera catadura.
Mas mi amigo el zorro jura
que eso es msica ramplona
y que ms que a mi tizona,
los hurras y el monumento
dbense a ser yo instrumento
de la tctica masona.

IV. CSAR BORGIA, FILSOFO


Con un raposo a mis pies
y un gran pual en la mano,
un escultor cirujano
me dio al mundo cual me ves.
Mis atributos son, pues,
felona y crueldad,
as que en esta ciudad
leal, noble y generosa,
ser siempre una babosa
que empae su claridad.

V. CSAR BORGIA DIABLO


Con un pual en la mano
y un gran raposo a los pies
esculpiome, cual me ves,
Juaristi, don Victoriano.
Ingeniose el cirujano

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Nuevos intentos por reivindicar a Csar

y logr, quin lo creyera!,


emplazarme en la escalera
de este ilustre ayuntamiento,
donde estoy como en cemento
el mismo diablo estuviera.

Aos despus Onieva, al tratar de los tres monumentos borgianos,


escribe que el de Viana fue destruido durante los sucesos de 1936.
Juaristi evocar:

En 1934, labr yo un sepulcro de estilo renacentista y lo envi a Viana,


en cuya Casa Ayuntamiento fue colocado. Pero luego prevalecieron los
faltos de comprensin y cultura, que con chocarreras en prosa y verso,
y con picos, palas y azadones deshicieron el modesto monumento, que
no s dnde ha ido a parar. Una copia est en Jtiva, cerca del solar de
Calixto III y Alejandro VI, otra en el Museo de San Sebastin, mejor
situado que lo que merece por su valor artstico.

En el artculo que, dedicado al doctor Juaristi, contiene el Dicciona-


rio enciclopdico vasco de Editorial Auamendi el mausoleo se da como
conservado todava en el ayuntamiento de Viana.

Por si hubiera alguna duda, esta se despeja en el archivo municipal.


En junio de 1940 llega carta de Pamplona en la que la Jefatura Provin-
cial de Propaganda se interesa por la obra con destino a una exposi-
cin:

Esta Jefatura Provincial de Propaganda est organizando, para las prxi-


mas fiestas de San Fermn, una Exposicin de Artistas Navarros, patro-
cinada por la Excma. Diputacin Foral de Navarra y el Excmo. Ayunta-
miento de Pamplona, y estando interesada en exponer la escultura y
mausoleo de Csar Borgia, y con la debida autorizacin del autor, Dn.
Victoriano Juaristi, le ruega encarecidamente d las rdenes necesarias
para su ms urgente envo, esperando contribuirn de esta forma al mayor
esplendor de la exposicin de artistas de nuestra tierra.

En la sesin del da 21 del mismo mes la corporacin respondi:

- 134 -
4. La polmica en torno al monumento

Se dio lectura a un oficio del Sr. Presidente Jefe Provincial de Propa-


ganda de Navarra, fechada ayer, exponiendo que se va a celebrar en
Pamplona un exposicin de arte, interesndose por que figure en ella la
escultura de Csar Borgia. Enterados, se acuerda manifestar que el cita-
do mausoleo fue mutilado y desmontado en los primeros das del Glo-
rioso Movimiento y no se halla en condiciones de presentarlo por estar
deteriorado.

Para entonces el mausoleo haba sido retirado de la escalinata. Ocu-


rri en la sesin del 11 de septiembre de 1936. El alcalde en funcio-
nes, Lzaro lvarez Dueas, manifiesta que, no siendo del sentir po-
pular que contine colocado en el zagun de la Casa Ayuntamiento el
monumento a Csar Borja, se acuerda retirarlo. Fue ubicado detrs
de la puerta que daba acceso a la vivienda del alguacil, donde an lo
recuerdan numerosos convecinos.
A principios de la dcada de los ochenta, hallndose prximas unas
reformas en el palacio consistorial, yo mismo, en colaboracin con
jvenes miembros de las Peas Amayur y Tabaiba, rescat los restos de
la obra , que haba sido arrojada aos haca a la bodega del edificio,
justamente debajo de la escalera, cubierto de tierra y polvo continua-
mente desprendido de los sillares de arenisca del techo. Los escudos
del basamento estaban completos; la cabeza se hallaba separada y re-
petidamente golpeada; lo dems del cuerpo, muy maltratado. Guarda-
mos todo en una habitacin trasera a la biblioteca municipal del Bal-
cn de Toros del Coso.

- 135 -
Restos del monumento donado por Juaristi, extrados de la bodega
municipal en 1982

Cabeza del monumento a Csar,


regalado por el doctor Juaristi,
conservada en el archivo municipal

- 136 -
VI

CSAR, MS CERCA
DE SANTA MARA

- 137 -
Arca municipal de las tres llaves, donde se contuvieron los
restos de Csar desde 1945 a 1953
1. La exhumacin de 1945

Pas la contienda civil. En enero de 1940 se ech bando prohibien-


do las fiestas de Carnaval de orden del Ministerio de la Gobernacin,
unos jolgorios que se haban hecho clebres en la comarca.
En abril otro bando ordena que se entreguen en esta alcalda, antes
de las seis de la tarde, los libros pornogrficos y los antipatriticos de
todas clases que se hallen en poder de los vecinos. Que se haga con
ellos en la Plaza de los Fueros una hoguera, como auto de fe, contra
los enemigos de Dios y de Espaa, representados en tales libros.
En agosto la corporacin se dirige a la Diputacin Foral para que le
permita cortar cincuenta chopos silvestres en el Soto Galindo a fin de
reponer la valla de la plaza de los espectculos taurinos que se haba
empleado en las cocinas de las fuerzas acantonadas durante la contien-
da, entre ellas las de la Divisin Littorio de Mussolini.
En la primera mitad de estos aos cuarenta se inauguran la carretera
a Recajo, barrio pedneo de Viana, y el regado de la Ribaza a orillas
del Ebro; se proyecta el Pantano Nuevo de Salobre.
En 1947 se aprueban los estatutos del Trujal Cooperativo San Isidro;
en 1949, los de la Bodega Cooperativa Santa Mara Magdalena.
Viana acaba la dcada con 2.785 habitantes.
1947 conoce la segunda edicin de los Recuerdos de Viana o Apuntes
histricos de Eduardo Gancedo; en ella dedica un capitulo indepen-
diente al tema de Csar.
El 22 de agosto de 1945 torna a las sesiones del consistorio ese mis-
mo asunto:

Enterada la corporacin de que el prximo da veintisiete se traslada a


esta ciudad una comisin de diversas personalidades cientficas y desta-

- 139 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

cadas autoridades provinciales para tratar de descubrir y exhumar, si


aparecieran, los restos de Csar Borgia, que segn tradiciones conserva-
das todava yacen en esta ciudad; se acuerda obsequiar a los visitantes
con una comida y darles cuantas facilidades haya lugar para la excava-
cin, y si los restos aparecieran hacer las gestiones para que los mismos,
mientras otra cosa se disponga, descansen en esta ciudad.

Entretanto, Francisco Becerra ha sido nombrado en 1940 Goberna-


dor Militar de Guipzcoa y Jefe de la Infantera de la Divisin 62. Se
hace cofrade de Nuestra Seora de Cods, el santuario de las tres pro-
vincias (Navarra, lava, La Rioja), que cantara Juan de Amax. Tres
aos despus regresa, retirado, de Pontevedra y fija su residencia en
Viana.
Desde 1940 a 1948 permanece en Viana como mdico forense San-
tiago Becerra Vacas, sobrino de Francisco. Nacido en Velada (Toledo)
en 1909, ser, junto con Juaristi, el autor del estudio ms cientfico
que se ha efectuado hasta hoy sobre los restos de Csar.
La vspera de ser exhumados los restos de Csar el Diario Arriba da a
conocer una entrevista de Jos Rico de Estasen a Juaristi, interesante
por el resumen que ofrece de sus actividades. El doctor recuerda la
poca en que form parte del Consejo de Cultura de Navarra, que l
reanim. En cuanto a la dignificacin de Borgia, por falta de inters
y de consignacin no se pudo llevar a cabo este tercer prpsito [los
dos anteriores fueron Roldn y Teobaldo I de Champaa], ya que en
1935 la Diputacin suprimi el Consejo de Cultura. Entonces, libre-
mente, con mis propias manos y mis propios recursos, constru un
monumento funerario que envi a Viana y del que se hicieron sendas
reproducciones que se guardan en los Museos de San Sebastin y de
Jtiva.
Cuando el periodista le insina que, tras la contienda, la situacin
parece haber cambiado, el mdico pondera el efecto causado por la
biografa de Antonio Onieva y sus propias conferencias y publicacio-
nes, que motivaron una eficaz campaa de reivindicacin del famoso
personaje, ya que cuid muy bien de hacer resaltar sus mritos milita-
res y polticos, dejando sus defectos al nivel de los de cualquier mag-
nate de su poca.

- 140 -
1. La exhumacin de 1945

Poco antes hace hincapi en que quiso sacar los restos de la ra y


guardarlos en el monumento, pero el pueblo de Viana no accedi a
ello. Y es que lo mismo all que en el resto de la provincia, sin tener en
cuenta que perdi la vida defendiendo a la monarqua navarra, se con-
sider siempre a Csar Borgia como un hombre maldito.
El ABC y el Diario Arriba daban la noticia escueta de la exhumacin
de Csar el 27 de agosto de 1945. Merece la pena resaltar, en el segundo
peridico, la crnica enviada por el navarro Rafael Garca Serrano,
con detalles tpicos de la literatura de vanguardia:
El doctor Juaristi es un eminente cirujano con varios violines de Ingres.
Su erudita actividad alcanza a la historia de la msica, a la pintura y a la
escultura. Fatalmente, los elementos y las circunstancias se combinan en
una especie de hobby satnico para aventar ms de una vez su inteligen-
te labor. As el doctor Juaristi vio destruida una estatua melanclica que
recordaba la de la cancin y que dedic a Csar Borgia. La arqueta de
hoy ha estado expuesta en una nueva funeraria de Pamplona, por donde
el Valentino resulta ser el primer cliente de un establecimiento de pom-
pas fnebres en pleno siglo XX.

Las lneas divulgativas ms completas acerca del acontecimiento son


obra del forense, ya en Logroo, Santiago Becerra, publicadas en el
semanario El Espaol en 1954.
Los obreros municipales laboraron largo rato. La tumba no fue en-
contrada cuando estaban presentes las autoridades sino al haberse re-
tirado a echar un tentempi. Por intervencin de un anciano que ha-
ba visto la excavacin de 1885, Santiago orden cavar un poco ms
hacia el centro de la calle y hacia el este. Las distintas circunstancias
del hallazgo se incluyeron en el Informe Csar Borgia, que Victoriano
y Santiago firmaron en 1945 en la revista Prncipe de Viana, una parte
del cual hemos citado pginas atrs:

Los huesos fueron hallados en dos estratos. En el ms superficial, situa-


do inmediatamente bajo el suelo de cemento, se recogieron algunos,
muy fragmentados y esparcidos, que se unieron en un lote.
Bajo esta capa de tierra floja no haba ms que un lecho continuo de
roca calcrea. Excavando ms hacia el centro de la calle, se encontr que
en esta capa de piedra se haba labrado rsticamente un hueco o fosa

- 141 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

antropoide, es decir, con el contorno aproximado de una figura humana


de adulto, y que estaba cubierta imperfectamente con varias losetas irre-
gulares, separadas las cuales, se vio que contena huesos muy cubiertos y
mezclados con tierra, pero que estaban colocados ordenadamente, en el
lugar que a cada cual corresponda, excepto un fmur incompleto que
yaca desplazado hacia los pies.

La investigacin prob que era autntica la versin que siempre se


nos haba transmitido en Viana: a Csar lo atravesaron de derecha a
izquierda:

En la escpula izquierda, incrustada de tierra, se observ un orificio


oval, casi circular, situado casi inmediatamente por debajo del agujero
nutricio del hueso y, prximo al borde externo o axilar, de bordes muy
bien precisados y con extremidades perfectamente marcadas, de dos cen-
tmetros de dimetro y correspondiente - segn la tcnica forense - a
herida por arma blanca hecha en vida.
Al ser examinado por los circunstantes, se deshizo, sin que fuera posible
reconstituirlo []
En conjunto se puede reconstruir fcil y seguramente, y sacando la me-
dida de mltiples mediciones realizadas, el esqueleto de un varn adul-
to, de talla aproximada de 1,70 m. (el esqueleto) segn las tablas de
Rollet, lo que supone en el indivividuo completo una talla aproximada
de 1,71 m. a 1,73. Su edad, a juzgar por las suturas y puntos de osifica-
cin, puede variar entre los veinticinco y los cuarenta y cinco aos.
Los huesos fueron colocados en cuatro planchas de madera.
La conclusin de ambos doctores al final del informe es la siguiente:

Atendidas estas circunstancias, los firmantes opinan:


1. Que no hay ningn dato que indubitablemente identifique a una
persona determinada.
2. Que sus caracteres generales de sexo, edad, talla y herida de arma
blanca en escpula izquierda, hecha en vida, corresponden a un sujeto
de las circunstancias corpreas de Csar Borgia.
3. Que ni la fecha de la inhumacin primera de este cuerpo (o sea, de la
muerte) ni la de su permanencia en su actual yacimiento se pueden

- 142 -
1. La exhumacin de 1945

precisar, pero s se puede afirmar que su permanencia en la tierra no ha


sido menor de doscientos aos.
O sea, que nada de lo investigado se opone a la tradicional afirmacin
de que los restos de Csar Borgia fueses trasladados desde su sepulcro en
la iglesia a este lugar situado fuera de su recinto y del atrio.
En Pamplona, a 15 de octubre de 1945.
En su escrito posterior de El Espaol afirma Santiago:

No nos caba duda de que habamos localizado los restos de Csar


Borgia.

Los huesos, siempre segn testimonio de este mdico forense, fue-


ron colocados en una arqueta que, cerrada con llave, fue conducida al
archivo provincial de Navarra, en donde se ha hecho su estudio.
Ese mismo ao regresaron a Viana, concretamente al saln de sesio-
nes del palacio consistorial, donde fueron depositados en el arca de las
tres llaves, mueble de madera creado en la poca del Barroco pero en
estilo gtico, hoy en el vestbulo del ayuntamiento. Dentro, entre la
coleccin de pergaminos y los documentos ms antiguos del archivo,
permanecieron hasta el 13 de diciembre de 1953.
La exhumacin no careci de ancdota, referida parcialmente en el
informe. El artculo de El Espaol dice que la escpula izquierda des-
graciadamente, y de una manera fortuita, poco despus se deshizo en-
tre las manos del navarro Onieva, sin que fuera posible reconstruirla.
Por lo que la fotografa y radiografa que aparecen en el informe son
las correspondientes a su homnima del lado izquierdo.
En el ejemplar del documento que Santiago conservaba en casa se
insertaba manuscrita la nota sobre esa circunstancia, correccin pu-
blicada en el n XXI de la revista [Prncipe de Viana]. La familia Bece-
rra de Logroo ha tenido la deferencia de donarlo al Ayuntamiento de
Viana en el mes de abril de 2007 y ha sido guardado con el resto de la
documentacin recogida con motivo del V Centenario de la muerte
de Csar.
Antonio Onieva fue, por tanto, testigo de excepcin en el aconteci-
miento. Posteriormente, en el apndice III de su biografa sobre
Lucrecia Borgia, describi pormenorizadamente el suceso.

- 143 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

Antonio Juan Onieva Santamara haba nacido en Pamplona en 1886.


Estudi Magisterio y Derecho, fund el peridico La Voz de Asturias
y fue delegado de la UNESCO en Blgica. Cultiv la biografa, la no-
vela, el teatro, el libro de arte, la gua turstica. Inspector de Primera
Enseanza, se conservan de l varias enciclopedias escolares.
En la primavera de 1944 se present en la ciudad, donde mantuvo
entrevistas con varios testigos de la exhumacin practicada en 1885 y
se cercior del lugar exacto de la tumba. Uni sus esfuerzos a los de
Juaristi.
De la operacin llevada a cabo ante las escaleras de Santa Mara tes-
tifica:
En ese punto se comenzaron los trabajos de excavacin, empero con
gran desaliento mo se lleg hasta la roca viva del subsuelo sin que apa-
reciese fosa de ninguna clase. Llevaban los obreros de la excavacin cua-
tro horas de trabajo, cuando he aqu que se present un vecino anciano
para manifestar que no haba dado exactamente la referencia, supuesto
que con posterioridad a 1886 se haba pavimentado la calle con una
capa de cemento de treinta centmetros de espesor, bajo la cual estaban
sepultados los dos ltimos peldaos de la escalera: ello obligaba a abrir
de nuevo cuarenta centmetros ms hacia la mitad de la calle.

Volviese a la tarea, y al cabo de las cinco horas el golpe del zapapico son
sobre hueco. Entonces, antes de seguir, declaramos las condiciones en
que, con datos histricos, estaba la fosa construida [] Continuose la
tarea y, en efecto, aparecieron las tres losas que servan de bveda. Una
vez limpias, el seor Taracena orden que se levantaran a plomo, co-
menzando por la de en medio.

El sacerdote Toms Fernndez de Legaria rez un responso. Los hue-


sos se guardaron en una arqueta gtica con las armas de los Borgia,
diseada por el doctor Juristi.Prosigue Onieva: Un solo hueso qued
fuera: la segunda vrtebra cervical, que me fue entregada en premio a
mi obra Csar Borgia, publicada unos meses antes. Dicha vrtebra, el
axis, est en mi poder.
Antonio incluye en la obra sobre la hermana de Csar el acta com-
pleta del acontecimiento, donde se citan varias personalidades:

- 144 -
1. La exhumacin de 1945

- Francisco Uranga Galdeano, presidente de la Institucin Prnci-


pe de Viana
- Jos Esteban Uranga Galdeano, secretario de dicha institucin
- Amadeo Marco, en representacin del Gobernador Civil
- Javier Martnez de Morentin, en representacin de la Diputa-
cin Foral
- el Ayuntamiento de la ciudad, presidido por su alcalde Ambrosio
Velasco Gmez
- Ricardo Larrainzar Yoldi, secretario de la corporacin
- Blas Taracena Aguirre, director de las Excavaciones Arqueolgi-
cas de Navarra
- Pedro Muguruza, director general de Arquitectura
- Luis Vzquez de Parga, encargado asimismo de la exhumacin
- Antonio Ballesteros Beretta, acadmico de nmero de la Real
Academia de la Historia
- Mercedes Gaibrois, su esposa, tambin acadmica
- Pedro Mourlane Michelena, del Instituto de Investigaciones Cien-
tficas
- Jos Ramn Castro lava, archivero del Archivo Real y General
de Navarra
- Jos M Azcona, ex alcalde de Tafalla
- Claudio de la Torre, escritor
- Antonio Onieva Santamara, bigrafo de csar
- Francisco Becerra Abada, estudioso de Csar
- Santiago Becerra Vacas, mdico forense
- Victoriano Juaristi, mdico forense
En el acta figura tambin que fueron Onieva y Juaristi quienes se
pusieron en contacto con la Diputacin Foral a fin de realizar la ope-
racin.
Antonio aade que los restos fueron llevados en coche a Pamplona,

- 145 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

donde los doctores citados les dedicaron varias sesiones de trabajo,


tras las cuales emitieron el informe. Despus fueron devueltos a Viana
en la arqueta.
El sacerdote vians, afincado en Cervera del Ro Alhama (La Rioja),
Gregorio Fernndez Latasa envi a El Pensamiento Navarro un artcu-
lo en el que, tres das antes de la exhumacin, defenda la tesis de que
a Viana no le interesa cosa alguna que se la relacione con semejante
personaje, que de un modo circunstancial y luchando contra Fernan-
do el Catlico, muri profiriendo blasfemias ; que a los ilustres hus-
pedes hay que interesarlos ms por los arzobispos Rafael Mzquiz,
Francisco Aoa, Jos Prez de Lanciego; el historiador Francisco de
Alesn; el escultor Juan Bautista de Suso; el general carlista Montoya.

Arriba a laizquierda:
Carta de la Academia
Borja del Centro de
Cultura Valenciana
con motivo de inhu-
macin (9-diciem-
bre-1953). A la dere-
cha: Carta del Ayun-
tamiento de Valencia
que incluye su adhe-
sin a la inhumacin
(11-diciembre-
1953). Abajo: Carta
de la Academia de la
Historia notificando
haber recibido el acta
de la inhumacin de
los restos (11-enero-
1954)

- 146 -
2. La inhumacin de 1953

El lector habr observado que, sobre todo a partir de los tiempos de


la Segunda Repblica, en distintos momentos se han empleado por
varios vianeses los vocablos turismo y turistas. Si en la historia de
la ciudad hay un personaje por el que preguntan los forneos, muy
por delante de todos los dems, ese es Csar Borgia. Durante los ocho
aos en que sus restos permanecieron en el arca de las tres llaves nu-
merosos visitantes preguntaron por el paradero de Csar. Sola aten-
derlos Jos Martnez Arroyuelo, que todava vive, con el cual he con-
versado acerca de esta cuestin, alguien que labor muchos aos en el
ayuntamiento.
Acaso uno de los testimonios ms significativos sea el del bilbano
Esteban Calle Iturrino, quien mantuvo una reveladora conversacin
con el entonces secretario de la corporacin, Manuel Latorre Semina-
rio, que, siendo alfrez en 1936, advirti a Po Baroja del peligro que
corra si se encontraba con fuerzas carlistas. Parte de su inters reside
en que descubre ciertas ideas que corran por la ciudad acerca del
Valentino:
En el ayuntamiento nos recibe y atiende el secretario, un mozo des-
pierto y bien cultivado, quien a nuestras preguntas sobre la definitiva
tumba de Csar Borgia, nos responde que an no se ha pensado nada en
concreto acerca de ello por la hostilidad manifiesta del pueblo de Viana
a rematar la obra reivindicadora del doctor Juaristi.
- No se sorprendan ustedes - nos dice -. En Viana se tiene a Csar
Borgia por liberal y separatista.
- Ser posible?
- Ya lo creo que lo es. Los vianeses se han enterado, a su modo, pero se
han enterado de algo, y difcilmente se les convencer de que no es

- 147 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

cierto lo que ha llegado a sus odos por boca de personas que ellos tienen
por autorizados en la materia.

As se forman las leyendas, pensamos nosotros. El fundador del mo-


derno cesarismo, de la concepcin patrimonial del Estado, resulta li-
beral, y el primer paladn de la unidad de Italia e inspirador de la obra
centralizadora de las monarquas absolutas, separatista.
De dnde habrn sacado todo esto las gentes de Viana?
Lo de liberal, suponemos que de la leyenda que envuelve a los Borgias,
los que, indudablemente, acusaron un complejo de rijosidad con ten-
dencia al libertinaje y una exaltacin pagana propia de las grandes fa-
milias del Renacimiento[]
En cuanto a tildar de separatista a Csar Borgia, apreciacin la ms
cmica que hemos podido or en la vida, obedece seguramente a que
la tarea reivindicadora del doctor Juaristi fue comenzada durante la
Repblica, cuando el incipiente separatismo navarro empezaba a dar
algn quehacer y despertaba preocupaciones.
Esto ha bastado a los vianeses para considerar o calificar a Csar Borgia
de separatista, es decir, para tenerle valorado como un smbolo del
separatismo.
Confiemos en que con el tiempo se convenzan de lo contrario y en
que se d definitivamente sepultura decorosa en la iglesia de Santa
Mara al paladn supremo de la Iglesia en el siglo XVI.
La excursin cultural acab como solan terminar las visitas casi siem-
pre, echando un bocado o ms en la bodega:
Al acabar nuestra observacin, nos dijo el secretario municipal:
- Bien, seores; ya que hemos terminado y, puesto que es hora propicia,
merendarn ustedes con nosotros en la bodega del Francia.
- Y quin es el Francia?
- Un navarro que cultiva los mejores caldos del pas.
Nos fuimos a la bodega, en la que , en pocos minutos, se organiz un
gape delicioso, regado con el clarete ms gustoso, ms espumante y
ms traidor que pueda beberse.

- 148 -
2. La inhumacin de 1953

Era ya noche cerrada, una noche tibia de luna llena, cuando salimos de
la bodega en un estado parecido a aquel en que solan verse en gemelas
noches romanas los comensales de los fastuosos banquetes de los Borgia,
Rovere y Mdicis.
Seguramente Csar Borgia, desde las regiones en las que more, nos agra-
deci aquel homenaje de pagana rural a base de clarete, pan, chorizo y
queso.
Al regresar a Logroo, como me vieran mis compaeros meditabundo y
preocupado, me interrogaron:
- Qu te sucede? Imaginas algn soneto que sirva de epitafio a la futu-
ra tumba de Csar Borgia?
- No - les dije -, pienso en el obispado de Calahorra y en el vecindario
de Viana. Quiz tengan razn estos navarros hoy, como aquel obispo de
entonces, en sus estrambticas suposiciones; porque lo cierto es que a
ninguno de nosotros se nos ha ocurrido, mientras hemos permanecido
en Viana en contacto con la muerte, rezar un padrenuestro.
A la inhumacin de 1953 no pudo asistir el doctor Juaristi; haba
fallecido el 4 de mayo de 1949. Simn Blanco Salas, en sus Recuerdos
de un mdico navarro traza su semblanza:
Doctor en medicina y Ciruga, Comendador de la Orden de Isabel la
Catlica, ex Consejero Foral, ex Presidente del Colegio Mdico de Na-
varra, Acadmico correspondiente de las Reales Academias de Medici-
na, Bellas Artes e Historia, Director de la Clnica San Miguel de
Pamplona, Comandante Mdico Honorfico, hombre de relevantes con-
diciones profesionales []

No poda faltar esta nota en este libro, porque tienen que perdurar las
personas que laboraron para los suyos, para el bien del prjimo y enalte-
cimiento de sus compaeros.

Luis del Campo en el Arriba Espaa!:

Era el hombre que todo lo deba a s mismo, a su esfuerzo, a su propio


valer. Lleg hasta donde quiso. Si no se remont ms, fue por placer de
vivir entre nosotros, en Pamplona, en Navarra, a la que tanto amaba.

- 149 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

En la sesin del 29 de agosto de 1952 se haba ledo un escrito del


vecino Francisco Becerra Abada, general de brigada de infantera ho-
norfico, para realizar el enterramiento de los restos de Csar Borgia,
que permanecen en el saln de sesiones, en un arca de archivo.
La corporacin dio comisin a dicho vecino, quien, a su vez, requi-
ri que el prroco Andrs Calvo y el consejero foral Ambrosio Velasco
formaran parte de esa comisin.
En diciembre de 1953 es ya alcalde de Viana Francisco, quien el 15
del mes anterior haba conseguido permiso del obispo de Calahorra,
Fidel Garca Martnez, para el enterramiento junto a la iglesia. El 5
avisa de que la sepultura de cemento ya est preparada en las gradas de
Santa Mara. El 12 convoca a cada concejal a la Casa de la Ciudad para
el da siguiente a las cuatro de la tarde, ya que debe concurrir este
Ayuntamiento en corporacin y bandera. Son concejales:
- Jess Sinz Dueas
- Juan Arandia Bernechea
- Jess Pellejero Gelos
- Jorge Navaridas Sinz
- Vicente Navarro Morentin
- Fructuoso Gonzlez Samaniego
- Daniel Martnez Bujanda
- Vicente Arina Jabat
- Felipe Fernndez Bajos
El mismo da de la inhumacin, la primera autoridad civil publica
bando de caja, pregonado por ras, murallas y arrabales:

Don Francisco Becerra Abada, alcalde presidente del Muy Ilustre Ayun-
tamiento de la ciudad de Viana, Cabeza del Principado del Antiguo
Reino de Navarra, hago saber:
Que, por acuerdo de este Ayuntamiento, fecha 7 del actual, hoy domin-
go, 13 de los corrientes, a las 16.30 horas, tendr lugar el enterramiento
de los restos de Csar Borgia en el atrio de la gran portada de la iglesia de
Santa Mara, en esta ciudad, a cuyo acto y segn dicho acuerdo, queda
invitado todo el vecindario.
- 150 -
2. La inhumacin de 1953

Csar Borgia, Generalsimo de los Ejrcitos del Pontfice y Generalsimo,


espaol de nacimiento y de sangre, de excepcionales mritos civiles y
militares, miembro de una familia de sabios, virtuosos y santos, injusta-
mente calumniada y vindicada por una depurada investigacin histri-
ca, dio su vida por Navarra en los campos de Viana, en 11 de marzo de
1507 y ha sido nuestro vecino yaciente en nuestra ciudad desde enton-
ces.
Por ello, este Ayuntamiento asistir en corporacin a la inhumacin de
sus restos, insepultos desde 1945 en que, a requerimiento de la Real
Academia de la Historia, se exhumaron en la Ra frente a dicha gran
portada para su verificacin tcnica, que tuvo lugar a satisfaccin plena.
Y en la confianza de que los vianeses harn a su vecino muerto, Csar
Borgia, el honor y caridad de darle final sepultura, os lo ruega vuestro
alcalde, en Viana, a trece de diciembre de mil novecientos cincuenta y
tres.
En das anteriores se habian cursado varias invitaciones, algunos de
cuyos ejemplares se conservan en el archivo municipal, puesto que el
alcalde puso inters especial en guardar la documentacin del aconte-
cimiento:
- Jefe de la Casa Militar del Jefe del Estado
- Eduardo Gonzlez-Gallarza Iragorri, Ministro del Aire
- Ministro de la Gobernacin
- Ministro del Ejrcito
- Antonio Alcubilla, Capitn General de la Regin
- Santiago Amado Lriga, General Gobernador Militar de Navarra
- Luis Valero Bermejo, Gobernador Civil de Navarra
- Institucin Prncipe de Viana
- Ruiz de la Torre, arquitecto provincial
- Gonzlez Amezua, Presidente de la Academia de la Historia
- Ayuntamiento de Valencia
- Academia Borja del Centro de Cultura Valenciana
- Elas Olmos, cannigo archivero de Valencia

- 151 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

En una cuartilla, el alcalde dej mecanografiado:


Protocolo
- reunin en el ayuntamiento y soportales
Comitiva:
- la banda municipal, delante
- a seguido, la arqueta
- a los lados, el Ayuntamiento
- algo atrs y detrs de la arqueta, la bandera
- a seguido, la presidencia e invitados
- detrs, los municipales
- detrs, el pblico
- los guardas de campo dejarn libre un espacio de diez metros
entre la portada y las gradas
- los guardas nocturnos, el mismo cometido que los guardas de
campo
Durante el acto:
- presidencia e invitados en la derecha de la portada
- Ayuntamiento, en la izquierda de la misma
- el clero aparecer entre ambos grupos
- los nios, no prvulos, con sus profesores, a la derecha de la puerta
de la iglesia
- las nias, no prvulas, con sus profesoras, a la izquierda de la
puerta
- la msica en las gradas, detrs de los nios
- los municipales, uno en la puerta de verjas y otro en la puerta de
la iglesia, impidiendo el paso al pblico
- los guardas de campo y los guardas nocturnos, con los nios y
nias, cuidando y conteniendo al pblico
- la Guardia Civil, donde disponga el jefe

- 152 -
2. La inhumacin de 1953

- el fontanero y Berango, con monos, llevarn la lpida y queda-


rn junto a la escalera
- los albailes, con la masa en calderos, quedarn tambin junto a
la puerta de la verja
La puerta de las oficinas del Ayuntamiento quedar cerrada.
Francisco aadi a mano:
- a los lados de la arqueta, nios con laureles
- detrs, una nia con los claveles de Valencia
- detrs, dos nias con la canasta de flores de Viana
- detrs, un nio con la bandeja de tierra valenciana
- detrs, dos agentes municipales con la lpida.

En el acta se especifica que es la arqueta artstico trabajo de la casa


Azcona, con repujados metlicos a sus costados y escudos de la casa
Borja en la tapa [] Fue regalo del doctor Juaristi. La llevaron los
nios Jess Fernndez Martnez, hoy integrante del grupo de auroros
Pedro Angulo Rozas Periquillo, y Fernando Velasco Esquide, des-
cendiente de una de las clebres familias aguardenteras de la ciudad.
La escena tuvo su momento hermoso. Al ir a introducir la arqueta, a
una de las escolares, Carmen Samaniego Arana, se le desliz de las
manos una canica o bola de dulce, que cay acompaando los restos
de Csar. Hoy Jess el auroro y Carmen estn felizmente casados.
Segn el documento, los discursos corrieron a cargo del doctor San-
tiago Becerra y del alcalde. Pero este ltimo no intervino; ese da se
hallaba indispuesto y lo sustituy el primer teniente alcalde Jess Sinz
Dueas.
Las palabras de Francisco Becerra se conservan manuscritas en dos
cuartillas e incluyen la primera desmitificacin oficial de la leyenda
que afirma se enterr al Valentino en la calle para que fuera pisado por
personas y animales:

Pero que no lo tema Csar; nosotros le pisaremos blandamente, lo ha-


remos con cuidado, con cario, como con palmada de amigo.

- 153 -
Csar, ms cerca de Santa Mara

Hablaron asimismo el gobernador civil y los representantes valen-


cianos.
El acta desgrana otros detalles:

Se verti la tierra valenciana en el fondo de la sepultura, se tapiz de


flores de la ciudad la sepultura misma, se coloc una botella lacrada que
encerraba un acta con los actos hasta el momento, se introdujo la arque-
ta funeraria y se cubri esta con ms tierra valenciana y se colocaron los
claveles rojos de Valencia sobre la arqueta y la sepultura, que fue cubier-
ta por dos losas y rellenndose por encima de ellas de cascajo, y se aplic
sobre el asentado en cemento la lpida sepulcral de mrmol jaspeado
que dice: CSAR BORGIA, GENERALSIMO DE LOS EJRCITOS
DE NAVARRA Y PONTIFICIOS, MUERTO EN CAMPOS DE
VIANA, EL XI DE MARZO DE MDVII.

Onieva matiza:
En realidad muri en la maanita del 12, bien que la variacin carezca
de importancia.
Entre las personas citadas al margen se encuentran:
- Luis Valero Bermejo, Gobernador Civil
- Santiago Amado Lriga, General Gobernador Militar
- Vicente Mainer Boira, representante de la Diputacin y Ayunta-
miento de Valencia
- Francisco P. Montblanch, secretario de la Academia Borja
- Francisco Becerra Abada, alcalde
- concejales
- Manuel Latorre Seminario, secretario
- Santiago Becerra Vacas, forense - Rafael Rodrguez Doncel, juez
comarcal - Gonzalo Cadarso Jaln, arquitecto.
En un artculo sobre el evento Santiago Becerra cita tambin como
presente a Vicente Galbete, delegado de Educacin Nacional en Na-
varra.

- 154 -
2. La inhumacin de 1953

Se enviaron copias del acta a la Diputacin Foral de Navarra, Insti-


tucin Prncipe de Viana, Diputacin de Valencia, Ayuntamiento de
Valencia, Academia Borja de Valencia.
El general Franco excus su asistencia por telegrama:

Relacionado con su telegrama diez actual, su Excelencia Jefe Estado y


Generalsimo me encarga le manifieste a Vd. ha sentido mucho no ha-
ber podido asistir acto inhumacin restos Csar Borgia para el que tan
amable ha sido en invitarle por habrselo impedido sus mltiples ocu-
paciones de Estado agradecindole su atencin reciba su saludo.

Elas Olmos, cannigo archivero valenciano, enva otro telegrama:

Felicito Viana al honrarse dando decorosa sepultura restos Csar Borgia


cuyo acto asisto espritu saludos.

El alcalde de Valencia se adhiere al acto y se siente representado por


la Academia Borja:

Dada la relevante figura de Csar Borgia y su vinculacin con una de


las familias claves de la historia de nuestra ciudad y reino, considero
necesaria la adhesin de esta alcalda.

El precitado Elas Olmos todava enviar una carta al alcalde vians,


muestra de la sensibilidad que en tierras valencianas reinaba sobre los
Borgia:
Por hallarme algo indispuesto, muy a pesar mo, he de privarme del
honor y satisfaccin de asistir al traslado de los restos mortales del in-
mortal Csar Borja, con el que, cual otro alguno de sus familiares, se
ensa la perfidia extranjera, secundada en mala hora por tantos y tan-
tos espaoles que parece se obstinan en empaar las ms legtimas glo-
rias patrias.
Dos episodios ofrece la vida de nuestro Csar no bastante ponderados:
la renuncia del cardenalato y la defensa de Viana.
Si tan corrompida se hallaba la jerarqua eclesistica como pretenden los
forjadores de la Leyenda Negra, lo ms provechoso para Csar Borja era
seguir siendo cardenal, usufructuar los mltiples beneficios que posea y
gozar de cuantos halagos le ofreciera el mundo. Con todo, considern-

- 155 -
El regreso de Csar en 1885

dose indigno de recibir rdenes mayores, renuncia a todo.


Y bien sabe Vd., mi general, que le ocasion la muerte en Viana haber
retirado la guardia que impeda abastecer la fortaleza, compadecido de
los soldados que la custodiaban, para liberarles de las inclemencias del
tiempo en la noche tempestuosa del once de marzo de 1507.
Dos gestos que ponen de relieve la honradez y la compasin del alma de
nuestro hroe.
En espritu estar con Vds. y, en lo posible, resignado, por hallarse la
Academia Borja tan dignamente representada en esa histrica efemri-
des por los acadmicos Dn. Francisco Montblanch y Gonzalbes, Dn.
Vicente Giner y Boira, diputado provincial, y el doctor D. Eugenio
Toms Lpez-Trigo.
A esta misiva responde el alcalde con otra, en la que explica su pro-
pia ausencia:

A su tiempo recibimos su atenta del 12 del actual, manifestando su


imposibilidad de asistir a los actos de inhumacin de los restos de Csar
Borgia, lo cual lamentamos muchsimo, pues que Vd. con las armas de
su voluntad y su clara pluma tanto ha combatido en la vindicacin his-
trica de la gran familia Borja, y tena Vd. el primer puesto en este
acontecimiento, pero, debido a su indisposicin, el Seor le ha hecho
pasar por la prueba de la ausencia como a m tambin, que aquella ma-
ana, acompaando por la ciudad a los Sres. Montblanch y Giner, re-
presentantes de Valencia, me indispuse intensamente y hube de guardar
cama y no presenciar el acto tampoco.

Cito como ancdota que en esa mismas gradas, a escasos metros de


la tumba de Csar, se alzaba desde 1937 hasta 1988 el monumento a
los cados en la Guerra Civil que levantaron los italianos de la Divi-
sin Littorio durante su estancia en la ciudad. En l figuraba, grabado
el apellido por un cantero del contingente militar, un Borgia anni-
mo.

- 156 -
VII

HACIA EL V CENTENARIO

- 157 -
Vista de Viana desde el sur (ao 2006)
1. La Viana industrial y actual

En 1958 se instala en Viana una de las industrias, Galletas Marb,


con las que comienza a cambiar la faz, mayoritariamente agrcola, de
la poblacin. Hasta entonces la industria ms importante era la Cer-
mica, localizada al principio de la carretera a Recajo, barrio pedneo
situado junto al Ebro que ir deshabitndose a medida que avance el
sector secundario.
La migracin haba hecho descender a la ciudad a 2513 habitantes
en 1960.
Las ilusiones y preocupaciones vianesas aparecen en la publicacin
Viana, impulsada desde la parroquia. Se citan la esperanza de que lle-
guen nuevas fbricas, la reconversin de lo agrario, la mayor limpieza
de la poblacin, el Camino de Santiago, las cartas de los que se han
ido a Santander, Bilbao, Barcelona, Francia, Suiza, Alemania, Austra-
lia :
Por el peridico, que me lleg al alma, veo el entusiasmo de hacer un
Viana mejor. No lo dudo que se conseguir. Del peridico les felicito,
pues habr gustado a muchos vianeses como me ha gustado a m. Y no
digamos nada de la carta a los ausentes; no quiero decirle la cantidad de
veces que la he ledo; ya la s de memoria (Barcelona).En 1964 se inicia
el Programa de Promocin Industrial. Para entonces se ha instalado la
Papelera del Ebro; llega Muebles SalcedO; posteriormente se levantan
factoras dedicadas al calzado de goma y a la forja de piezas agrcolas.

En 1970 la ciudad alcanza los 3101 habitantes, habiendo acogido a


numerosas familias originarias de Torrecilla en Cameros, que en un
primer momento se instalan en barriadas de pisos al sur de la variante,
trazada en lo que fueron huertas del Barrio de la Solana. Se produce
un progresivo abandono del casco antiguo, ya que los obreros se insta-
lan en pisos nuevos a lo largo del desarrollismo.
- 159 -
Hacia el V Centenario

Diez aos despus Viana alberga 3413 ciudadanos, cuyas casas se


expanden sobre todo hacia el este.
Los aos noventa conocen la recuperacin sistemtica del casco an-
tiguo. Las nuevas construcciones alcanzan el Cueto por el norte, las
Cruces y la Vizcana al este, las huertas de la Solana al sur, el Arenal al
oeste.
Viana pasa hoy de los 3700 habitantes.
El sector primario ha proyectado los regados Viana I y II cerca del
Ebro. El municipio se integra dentro de la Denominacin de Origen
Calificada Rioja, con varias bodegas dentro de su trmino. Algunos de
los productos se enmarcan en las denominaciones de Navarra Pimien-
tos del Piquillo y Esprragos de Navarra. Las olivas se llevan al trujal
comarcal Menda de Arrniz y recientemente se ha levantado una al-
mazara, Hacienda Ortigosa.
El sector secundario, dentro del eje del Ebro, comprende tres
polgonos industriales: la Alberguera, la Pea, la Granja, con indus-
trias dedicadas a licores, precocinados, embutidos, materiales de cons-
truccin, metal, papel, muebles, plsticos, maquinaria agrcola
El sector terciario evidencia una Viana muy distinta de la casi exclu-
sivamente agrcola que hemos conocido hasta la inhumacin de Csar
en 1953. El convento de San Francisco se ha reconvertido en la Resi-
dencia de Ancianos Nuestra Seora de Gracia, denominacin que des-
de el siglo XV sealaba al hospital de pobres y de peregrinos; ah se
ubica tambin el Hogar del Jubilado. En la Plaza de sor Simona Oroz,
junto al busto de Csar creado por Orduna, se alza el Centro Comar-
cal de Salud. La enseanza se reparte entre el Colegio Ricardo Campa-
no con la guardera municipal Jaime Garca, el IES El Camino y la
ikastola Erentzun. La Oficina de Turismo se complementa con la Casa
de Cultura La Soledad y el Centro Cultural Navarro Villoslada, donde
se halla la biblioteca perteneciente a la red del Gobierno de Navarra.
Hay Escuela Municipal de Msica, cuyo principal fruto es la banda.
Junto a la antigua iglesia de San Pedro est el albergue jacobeo muni-
cipal Andrs Muoz, en memoria de ese famoso profesor peregrino;
aledao al templo de Santa Mara, acoge a los caminantes el albergue
parroquial. Oteando las balsas de Salobre, humedales de importancia
internacional, el observatorio de aves El Bordn,

- 160 -
1. La Viana industrial y actual

Los deportes se distribuyen entre el polideportivo y el complejo de-


portivo Prncipes de Viana, que incluye campos de ftbol, piscinas,
centro termoldico. Tambin puede practicarse el senderismo por ru-
tas especficas.
Recientemente han surgido dos entidades, promovidas tambin por
el Ayuntamiento: el Centro Multiusos Elena Matute Angulo, ex bi-
bliotecaria, ms el Centro Joven y Ludoteca.
La ciudad est hermanada con la localidad francesa de La Brde y la
vallisoletana de Viana de Cega.

Vista de Viana desde el sur (2006)

- 161 -
Busto de Csar Borgia (1965)
2. El monumento de Orduna

La presencia de este nuevo testimonio borgiano en la ciudad se ex-


plica por el impulso que en la dcada de los sesenta la Diputacin
Foral de Navarra dio al sector turstico.
En 1964 comienza a hablarse de la constitucin de una Junta Local
de Promocin Esttica y del Camino de Santiago.
Al ao siguiente la corporacin solicita a la parroquia el usufructo
del conjunto monumental de San Pedro, arruinado desde 1844. An-
tes, las autoridades navarras visitan la ciudad y se renen con los in-
dustriales ya establecidos y los por establecerse.
Se proyectan un silo para el cereal, unas nuevas instalaciones depor-
tivas, unas piscinas mixtas; se encarga a Jaln ngel una serie de fotos
sobre aspectos sobresalientes de la localidad; se publican dos mil folle-
tos titulados Viana. Ordenacin turstica y esttica.
Nos hallamos en el Ao Santo o Jubilar Compostelano de 1965.
La idea de que Csar Borgia tuviera en Viana un monumentro crea-
do por el escultor roncals Fructuoso Orduna no era nueva. Databa ya
de 1935. Antonio Onieva lo aclara en una nota de la biografa dedica-
da a Csar:
A principios de 1935 se celebr en el Crculo de Bellas Artes de Madrid
un banquete en honor del notable escultor navarro (Medalla de Oro)
don Fructuoso Orduna, y se me encarg que se lo ofreciera. Lo hice con
verdadera satisfaccin por tratarse de un ilustre artista y entraable pai-
sano y, obsesin permanente en m, pensando en la deuda de gratitud
que los navarros tenemos contrada con el que fue primer capitn gene-
ral del reino, muerto por defender la causa navarra, propuse que unira-
mos nuestras fuerzas e influencias para lograr que Csar tuviese en el
lugar donde verti su ltima sangre un monumento conmemorativo de
la efemrides.
- 163 -
Hacia el V Centenario

Aprobose la iniciativa con general aplauso y, terminado el acto, vino a


verme una Comisin presidida por el seor Gayarre para estudiar la
manera de dar forma a la idea. Los acontecimientos ocurridos ms tarde
impidieron llevarla hacia delante.
Mas, como tarde o temprano se planteara el problema del lugar, no solo
como emplazamiento de la piedra conmemorativa sino como punto de
rigor histrico,, hice un viaje a Viana para determinarlo, en concierto lo
lgico con la tradicin.
Orduna, nacido en 1893, estudi en Zaragoza; en Madrid trabaj
tres aos en el taller de Mariano Benlliure, tras lo cual viaj a Roma.
Es autor del monumento a Gayarre, su paisano, en los jardines de la
Taconera de Pamplona y de la estatua en bronce de Sancho VII el
Fuerte, fundador de Viana, ubicada en la fachada del Palacio de Nava-
rra en la misma capital.
El busto, asimismo en bronce, dedicado a Csar Borgia pertenece ,
segn Clara Arahuetes, estudiosa de Orduna, a sus obras de carcter
histrico.
El lugar elegido para su colocacin fue la recoleta plaza dedicada al
personaje galdosiano sor Simona Oroz y Mina. El sitio, plantado de
olmos entonces, haba agradado a las autoridades tursticas navarras
en la visita de ese ao. El Valentino tiene a su izquierda la fachada del
barroco convento de San Francisco y mira, sereno y austero , hacia la
iglesia de Santa Mara, la que un da lo acogi. El basamento ptreo
contiene un escudo metlico laureado con motivos borgianos, entre
ellos la tiara pontificia y, segn deseaba Onieva, la leyenda CAPITN
GENERAL DE LAS ARMAS NAVARRAS MDVII.
El busto lleg a la ciudad en la primera quincena de agosto del Ao
Santo o Jubilar 1965. El 9 est fechada la carta de Fructuoso a nom-
bre del alcalde vians Antonio Dueas Garca:
Muy seor mo: En la rpida visita que hice a Viana habl con el secre-
tario de ese Ilustre Ayuntamiento que tan dignamente preside Vd. y
quedamos de acuerdo en que, cuando estuviera terminado el busto de
Csar Borgia que la Excma. Diputacin me encarg para esa localidad,
se lo remitira a Logroo y que Vds. lo recogeran.
Di orden a Madrid para que lo enviaran por la Agencia Ochoa, y le
adjunto el taln para que puedan recogerlo, ya que para estas fechas
- 164 -
2. El monumento de Orduna

habr llegado. Le ruego guarden la caja en que va sin desembalarlo, pues


dentro de unos das pasar por ah con el diputado Sr. Velasco y enton-
ces lo haremos.
Le ruego me comunique a Roncal (hotel) en cuanto lo trengan en su
poder.
El 12 contesta el alcalde:

Muy seor mo: Acuso recibo de su muy atenta, de cuyo contenido


quedo enterado y, siguiendo sus instrucciones, me complazco en parti-
ciparle que en el da de ayer se recibi en esta alcalda la caja a que Vd.
hace referencia, conteniendo el busto de Csar Borgia que la Excma.
Diputacin Foral de Navarra le encarg para esta ciudad.

En 1968 escriba el murchantino Francisco Javier Ortiz en uno de


los folletos de la coleccin Navarra. Temas de Cultura Pupular, a travs
de la cual tantos navarros aprendimos tantas facetas de nuestra tierra:

Un ilustre navarro levant la memoria de Csar hace treinta aos, y


finalmente la Diputacin Foral de Navarra remedi tanta incuria en
1965.

La autora Carmen Nonell haba dejado escrito unos aos antes:

Sin embargo, se proyecta un nuevo traslado al interior del templo, y


an ms. Se va a levantar un monumento en una de las ms evocadores
plazuelas y ms bellos rincones de esta ciudad tan reciamente evocadora.
Esta plazoleta se halla detrs de la iglesia y frente al convento de las
monjas. Paradoja del mudar de los tiempos!.

Despus de la inauguracin vuelve a Viana el bilbano Esteban Ca-


lle. La ciudad no es la misma:
Los terrenos inmediatos a la carretera, paralela a la avenida estn ms
poblados que cuando los columbr en visitas anteriores. Entre otras edi-
ficaciones, grupos de casas de reciente construccin destinados, segn
me informan, para obreros y empleados de una fbrica de muebles sita
hasta ahora en Torrecilla de Cameros y que ser trasladada aqu en el
prximo otoo, quiz buscando mejores vas de comunicacin, o al
amparo de una legislacin tributaria ms soportable []

- 165 -
Hacia el V Centenario

En el centro de la plaza [ de sor Simona Oroz] y frente a la fachada


conventual se ha emplazado un modesto, sencillo monumento, en cuyo
pedestal se lee [] y sobre el cual vemos un busto evocador del duque
de Valentinois.
Vamos - me digo -, al fin Viana, y con ella Navarra, han sabido rendir
debido homenaje a la memoria del denodado guerrero que fue herido
de muerte defendiendo la plaza erigida por Carlos III el Noble en Prin-
cipado para los primognitos herederos del Reino []
Me detengo. Medito y me pregunto: cmo puede dormir su sueo de
muerte el gonfaloniero de la Iglesia y precursor de los creadores de la
unidad italiana fuera de lugar sagrado y en otro que sopean constante-
mente sacerdotes y fieles, y sin que todava haya sido redimido de la
execracin de que fue vctima el gran mlite y poltico, una vez vencido
y humillado?.

La Viana que se aleja del dominio del sector primario se refleja en la


visita en 1973 del escritor berciano Ramn Carnicer, profesor de la
universidad de Barcelona y especializado en libros de viajes, quien
ironiza sobre la actitud de uno de los curas acerca de Csar Borgia:

El ayuntamiento, montado sobre siete arcadas, tiene bastante empa-


que. Junto a l entablo conversacin con un guardia municipal que lleva
encasquetada una boina roja, smbolo navarro, supongo, de estas auto-
ridades subalternas. Segn el guardia, hay en el pueblo, elevado a ciudad
por Felipe IV, de tres mil a cuatro mil habitantes, todos viven muy bien
y casi todos los obreros tienen coche []
Cuando al llegar a Viana entr en ella, pregunt acerca del sepulcro [ de
Csar] a un cura vestido de paisano que andaba por all. No saba nada,
y se justific diciendo que llevaba poco tiempo en la parroquia.
- Cunto?
- Slo cuatro aos.

Acept su parca valoracin de esos aos, dada la relacin profesional de


los telogos con la eternidad.
En julio de 1998 pas por aqu el periodista Luis Carandell, quien

- 166 -
2. El monumento de Orduna

anota la costumbre que une al busto creado por Orduna y a Miguel


Indurin:

Me di cuenta enseguida de que, para los vianeses, Borgia, mejor dicho,


Borja, porque era de familia valenciana, es un hroe local. En una plaza
del centro de la ciudad le erigieron un busto de bronce. Y, segn me
contaron, cada vez que, en estos pasados aos, Miguel Indurin ganaba
un Tour de Francia, en Viana le ponan el maillot amarillo al busto de
csar Borgia.
Y la maglia rosa cuando triunfaba en el Giro de Italia.

Busto de Csar por Orduna,


revestido del maillot amarillo de
indurain

- 167 -
Viana (2006)
2. Csar Borgia a partir de los aos 80

Hemos dejado escrito que a inicios de esta dcada recuperamos los


restos del monumento de Juaristi que yacan en la bodega del ayunta-
miento.
En mayo de 1983 visit Viana la Sociedad de Amigos del Castillo de
Pau. En una carta explicaban su inters:
Esta asociacin, compuesta de profesores y encabezada por la seora de
Boyer Montagut, descendiente de la familia de los Albret-Miossens, se
dedica al recuerdo de Henri IV de Francia y de Navarra a travs de
conferencias, exposiciones, publicaciones e investigaciones.Este ao el
tema de nuestro viaje es seguir los pasos de los Albret en Navarra y, sobre
todo, los de Csar Borgia, to poltico de Henri IV, es decir, que uno de
los puntos principales de nuestra excursin ser la parada en Viana y el
depsito de flores en el monumento a su memoria recientemente erigido.
En una carta posterior decan:
Muchas gracias por los documentos y fotos que ahora han integrado la
escasa documentacin que tenamos acerca de la sepultura de Csar
Borgia. Muchas gracias tambin por el recuerdo que llevamos de Viana.
En octubre de 1983 hicimos una tertulia en el castillo con aperitivo y
proyeccin de las diapositivas del viaje. Estbamos todos los participan-
tes y muchos ms que no pudieron venir por falta de plaza.
Este viaje fue un xito total por el tiempo fenomenal, por el ambiente
de Navarra y, sobre todo, por la amistad con la que nos acogieron en
Viana.
Durante estos aos el inters por el personaje ha persistido y aumen-
tado. En la misma Viana la generacin joven ha profundizado en su
conocimiento merced al esfuerzo del profesorado, tanto del colegio
como de la ikastola. Sobre el personaje se han representado varias obras
de teatro y creado vdeos.
- 169 -
Hacia el V Centenario

En diciembre de 1990 la prensa navarra se hace eco de que se ha


constituido en Viana una comisin que pretende dignificar las figuras
de Ramn M de Azpeitia, ltimo obispo de la dicesis de Tudela,
enterrado en Santa Mara, y la de Csar Borgia. Este ltimo sera aco-
gido en la iglesia.
Ana Los Arcos, la corresponsal vianesa del Diario Navarra Hoy, es-
pecifica quines forman parte de la comisin:
- el Ayuntamiento
- el director del colegio
- el secretario de la APA del colegio
- el director de la ikastola Erentzun
- el equipo pastoral de la parroquia
- el historiador Juan Cruz Labeaga
- el historiador Flix Carianos
Antes, en noviembre, Jos M Cirarda, arzobispo de Pamplona y
obispo de Tudela, escribe al sacerdote Juan Cruz labeaga:
Aprovecho la ocasin para comunicarte que estuve hace pocos das en
Viana para hablar con su nuevo equipo sacerdotal, que preside Aurelio
Andueza. Y les habl de la posibilidad-conveniencia de introducir den-
tro del templo los restos mortales de Csar Borgia.
Ellos me sugirieron una especia de amplia taca que hay en la segunda
capilla, entrando a la derecha.
Les dije que t pudieras asesorar sobre todo el asunto; y aun les indiqu
que t tienes o te sabes de memoria la laus encomistica que existi en
el primer enterramiento que estuvo dentro del templo.
No vamos a esculpirlo ahora en mrmol, pero quizs no estuviera mal
que se hiciera una buena reproduccin con letras dignas para colocarlo
junto a la lpida, en recuerdo del ayer.
Dime lo que todo te parece, y aun si crees que el traslado podra produ-
cir algn revuelo, bien que infundado.
Labeaga responde:
En este asunto no se va a producir en Viana ningn revuelo. Siempre
estaremos en comunicacin con el obispado y delegado de arte en este
asunto.
- 170 -
3. Csar Borgia a partir de los aos 80

El nuevo intento de introducir a Csar en el templo donde fue ente-


rrado en principio parta de numerosas personas que se extraaban de
ver ah a personaje tal. El propio Labeaga lo expresaba en 1987, den-
tro del artculo Csar Borgia, sus sepulcros y monumentos:

Muchos turistas, sobre todo si son extranjeros y cultos, preguntan al


visitar la ciudad por el sepulcro de csar Borgia. Cuando se les muestra
la lpida blanca sobre el suelo del atrio parroquial observamos que la
decepcin invade sus rostros. No nos extraa porque, en verdad, este
clebre personaje exige una mayor atencin.
Sus restos deberan volver a reposar dentro de los muros de alguna de las
capillas de la catedralicia iglesia parroquia,l y el clebre epitafio grabado
en piedra. Sera su descanso definitivo. As repararamos los vianeses
tanta injusticia hacia esta universal figura y ofreceramos al visitante
algo digno de ver.
El escritor vians Flix Carianos, en la obra teatral La historia de
Csar Borgia, representada por los escolares en 1992, denunciaba en
verso:
Dicen que vino un obispo
y que mand expulsarle
para que todos lo pisen
y que no lo mire nadie.
Sobre l pasaron los carros,
las bandas y los gigantes
los trigos y los encierros,
las uvas y carnavales,
las bodas y los bautizos
y, en silencio, muchas madres,
que nunca se trat a un hijo
con ms desprecio en la calle.
A finales de 1990 Jess M Omeaca, director del Secretariado de
Arte del arzobispado, notifica a la Institucin Prncipe de Viana acer-
ca de la formacin de una comisin en Viana para inhumar los restos
de Borgia en el interior del templo de Santa Mara. Posteriormente le
informar de la ubicacin concreta y de los elementos artsticos que
acompaarn. La actuacin tendr en cuenta las sugerencias que apor-
te el Servicio de Patrimonio Histrico de dicha institucin.

- 171 -
Hacia el V Centenario

El asunto se alarga. En febrero de 1993 Juan Cruz Labeaga, del Con-


sejo Navarro de Cultura, enva desde Sangesa, ciudad donde ejerce
su ministerio, un informe a la precitada institucin en el que explicita:
- el objetivo: dignificar el sepulcro y la persona de Csar trasla-
dndolo al interior de la parroquia
- el lugar: una hornacina existente en la capilla de San Jos
- la realizacin, que comprender los escudos que sobreviven del
monumento de Juaristi; el epitafio del Valentino que cita Anto-
nio de Guevara; una reja para la hornacina; la retalla de las puer-
tas de la hornacina; la fecha de la muerte
- las razones : el lugar en que se encuentra un personaje tan uni-
versal; el turismo de calidad, que se extraa del emplazamiento;
el inters del arzobispo.
El investigador vians aportaba un artculo propio sobre el tema; un
croquis del muro de la capilla y de la hornacina; las fotografas de los
dos escudos borgianos; otra sobre el tipo de reja; el presupuesto pre-
sentado por el artesano forjador de hierro sangesino Jess Juanto; el
texto del epitafio.
Justo un da despus, el 10 de febrero, es el prroco de Santa Mara,
Aurelio Andueza, quien escribe a Prncipe de Viana abundando en el
tema:

Que son muchos los turistas, viajeros y peregrinos que visitan nuestra
ciudad y que se interesan por la tumba de tan ilustre e histrico personaje.
Que en este ao Jacobeo sern, sin duda, muchsimos ms los que pre-
gunten por la tumba de Csar Borgia.
Que el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Pamplona, don Jos M
Cirarda, en una visita a esta parroquia propuso se hicieran las gestiones
pertinentes para que los restos de Csar Borgia sean trasladados al inte-
rior de la iglesia, donde estuvieron en un principio.
En marzo, el director del Servicio de Patrimonio Histrico, Carlos
Idoate, da su aquiescencia al proyecto porque se recupera la memoria
histrica de Dn. Csar Borgia, aunque tiene un encaje difcil en nues-
tras partidas presupuestarias. Para agilizar este asunto sera conveniente
que nos presentaran desde esa parroquia un diseo exacto y un presu-
puesto del conjunto de la obra. De esta forma podramos estudiar una
- 172 -
3. Csar Borgia a partir de los aos 80

ayuda a la obra propuesta, siempre y cuando el arzobispado y la parro-


quia estn dispuestos a aportar su parte correspondiente.
Meses despus anota anota Juan Cruz Labeaga:
En los primeros das de noviembre de 1993 estuvieron viendo el lugar
donde se podan colocar los restos mortales de Csar Borgia don Javier
Sancho, don Eduardo Pastor y Mercedes Orbe, que estaban de acuerdo
con el traslado de dichos restos y les pareca tambin adecuado el lugar,
una especie de armario empotrado en la capilla de San Jos.
Sin embargo, opinaban que no era apropiada la idea de colocar una
verja de hierro, pues no se trata de que se vea la arqueta que contiene los
restos como si fuera una reliquia sino ms bien que fuera una especie de
sepultura, cerrada de piedra y con los escudos de los Borgia y el lema , y
la lpida de su sepulcro actual, todo de piedra, adherido a la pared.
Personalmente la idea me pareci acertada. Y, para m, que ese da la
Institucin Prncipe de Viana asuma el compromiso de llevar a cabo ese
trabajo.
Unos das ms tarde, el 18 de noviembre, present en la Institucin
Prncipe de Viana las fotos de los escudos del Borgia y de su lema, as
como las medidas del lugar donde podran reposar sus restos. Tambin
se adjuntaba la poesa que figuraba en su mausoleo.
Al da siguiente, 19 de noviembre, se present en la parroquia uno de
los arquitectos de la institucin para ver in situ y tom las medidas
correspondientes para contrastarlas con las que yo haba dado.
Todo esto me confirmaba, en cierto modo, lo que yo haba credo: que
la Institucin Prncipe de Viana se haca cargo de ese proyecto.
Pero pasa el tiempo y esto no camina
El prroco, en su inters por el proyecto, llev al taller de cantera
de Olite los dos escudos originarios del monumento de Juaristi para
que fueran imitados en piedra. Los dos escudos han vuelto a Viana en
febrero de 2007.
Segn puede deducir el lector de la documentaci aportada, las
corporaciones vianesas de esos aos ochenta y noventa, al contrario de
lo que haba ocurrido en pocas anteriores, no se implicaron en el
asunto borgiano, s las mximas autoridades culturales y eclesisticas a
favor de la reivindicacin definitiva.

- 173 -
El alcalde de Viana (izq.) y el consejero de Cultura y Turismo ofrendan
flores sobre la tumba de Csar (11-marzo-2007)

- 174 -
3. El V Centenario

El 11 de marzo de 2006 Javier Mendaza, director del Centro Pblico


de Enseanza Obligatoria, dirige una instancia al Ayuntamiento en la
que expone y propone:

- se d trascendencia, como singular hecho de nuestra historia al


V Centenario que se avecina
- se constituya, presidida por el Ayuntamiento, una comisin
- se exhumen los restos de Borgia y se haga un estudio histrico-
forense de calidad
- que sean enterrados con dignidad propia de quien fue general
de los ejrcitos navarros, o dentro de la iglesia de Santa Mara o
que se haga un monumento en una zona principal que acoja sus
huesos
- se dignifique el lugar de la Barranca Salada mediante algn tipo
de inauguracin
- se hagan exposiciones durante todo el ao
- toda la actividad cultural de Viana gire en torno al personaje
- se establezca colaboracin con la Comunidad Valenciana en in-
tercambios culturales
En abril tiene lugar la primera reunin, a la que asisten:
- varios miembros del Ayuntamiento, entre ellos el alcalde Gregorio
Galilea Arazuri
- el director del Colegio Pblico, Javier Mendaza
- el historiador Antonio Ros, del I.E.S. El Camino de la ciudad
- el etngrafo y arquelogo Luis Julin Arazuri

- 175 -
Hacia el V Centenario

- el historiador Juan Cruz Labeaga


- el estudioso de Csar Borgia Flix Carianos

En ella se pergea la serie de actos que podrn llevarse a cabo, de los


que pronto se hace eco la prensa escrita.
El 25 de agosto torna a reunirse la comisin, a la que se se suma el
prroco Csar Gonzlez. Desde Pamplona vienen el consejero de Cul-
tura y Turismo Institucin Prncipe de Viana Juan Ramn Corpas y y
la directora general de Cultura Camino Paredes. Los asistentes apor-
tan ideas en comn, una de las cuales consiste en sacar a concurso la
creacin de un logotipo que represente al V Centenario.
Otra de las propuestas fue la creacin de una Senda de Csar Borgia
que condujera hasta la Barranca Salada, paraje sealado por la tradi-
cin vianesa como lugar de su muerte.
A este efecto, la tarde de ese mismo da hice el recorrido, junto con
Luis Julin Arazuri, por el Camino de Mendavia hasta los Corrales del
Cabezuelo, donde tomamos la orilla izquierda de la Barranca hasta
llegar a su final. Posteriormente regresamos a la ciudad por las
Carrascas, el Pinar de Matamala y la Cuesta de los Doce, en cuya cima
proyectamos cul podra ser la ruta ms apropiada para visitas en gru-
po.
A la jornada siguiente, domingo, se nos agregan el alcalde, la concejala
Esperanza Carianos y Javier Mendaza. Examinamos la zona y cam-
biamos impresiones sobre lo que puede hacerse.
El 4 de enero el jurado seala el logotipo ganador que presidir
todos los actos y sellar la documentacin. Su autor, Rafael Mateo
Garca, de la empresa X2 Creativos de Logroo, reproduce una de las
rbricas originales del Valentino con los trazos algo matizados:

Barajamos muchas posibilidades, pero su vida ha sido tan azarosa que


no dimos con un solo acontecimiento que lo representara. Cuando
empezamos a trabajar en su firma, vimos que tena muchas posibilida-
des grficas.

El 10 se renen en Pamplona las dos personalidades culturales pre-


sentes en Viana en agosto ms Carlos Herce (director general de Tu-

- 176 -
4. El V Centenario

rismo), Gregorio Galilea, Pilar Martnez de Olcoz (encargada de la


Oficina de Turismo vianesa) y Flix Carianos. Se ponen sobre la mesa
las propuestas del Gobierno de Navarra y las del Ayuntamiento de
Viana. De ah sale el documento en que se plasman los objetivos (pro-
mocin cultural y turstica de Viana y de Navarra a travs de la figura
de Csar Borgia), la comercializacin, las publicaciones de conoci-
miento y divulgacin, el programa de actividades.
Hasta esos momentos parte de la prensa hace hincapi en los avata-
res que han soportado sus restos y qu va a ocurrir con los deseos tan-
to del Gobierno de Navarra como del Ayuntamiento de Viana por que
Csar torne al interior de Santa Mara. Lo testimonian algunos de los
titulares:
- Los colectivos solicitan que los restos se trasladen al interior de la
iglesia (Diario de Noticias, 2006, junio, 7)
- El Ayuntamiento quiere que sus restos vuelvan al interior de la parro-
quia (Diario de Navarra, 2006, agosto, 17)
- El consistorio quiere reunirse con el arzobispado para pedir que los restos
regresen al interior de la iglesia (Diario de Navarra, 2006, agosto, 26)
- El Ayuntamiento espera el permiso para poder trasladar al interior de
la iglesia los restos del histrico personaje (Diario de Noticias, 2002,
noviembre, 15)
- La tumba del Prncipe volver al interior de una iglesia de la localidad
navarra tras haber pasado cinco siglos en la calle para ser pisoteada (El
Correo, 2007, enero, 20)
- Viana perdona a Csar Borgia (El Norte de Castilla, 2007, enero, 21)
- Csar Borgia no descansa en paz (El Pas, 2007, enero, 28)
- Csar Borgia y el Reino de Navarra, una azarosa relacin para la eter-
nidad (El Mundo, 2007, marzo, 10)
- Csar sin reposo (El Temps, 2007, marzo)
El contenido de las preguntas que hacen los periodistas puede
abarcarse a partir del correo electrnico que, como coordinador de los
distintos actos, me envi el italiano Giulio Gelibter a principios de
octubre de 2006:

- 177 -
Hacia el V Centenario

- Cul es el objetivo exacto de la comisin?


- Cul es la valoracin de la figura poltica y militar de Csar?
- Hasta qu punto es falsa la leyenda negra?
- Qu pruebas se tienen de que los restos guardados fuera de Santa
Mara son verdaderamente los del Valentino?
- Dnde muri exactamente?
- Cmo muri?
- Fue un complot?
Desde luego, respecto a su vuelta a Santa Mara, la primera contesta-
cin que la comisin tuvo fue de primera mano el 25 de agosto de
2006 en el ayuntamiento de Viana cuando, a la pregunta del consejero
de Cultura y Turismo, el prroco respondi que, habiendo consultado
a fuentes del arzobispado, se le haba notificado que ya no se enterra-
ba a gente en las iglesias. Argumentos de Derecho Cannico.
Lola Galn, periodista de El Pas y coautora de un libro sobre el
papa Borgia, publicaba el 28 de enero:
Pero 500 aos son poca cosa para la institucin ms antigua de Occi-
dente. El prroco de Santa Mara, Csar Gonzlez, un sacerdote del
Opus Dei de 39 aos, sale del paso como puede cuando se le pregunta
sobre Borgia: A m no me preocupa este seor. Mi tarea es ocuparme
de los vivos. Aparte de que el principal traslado es de aqu a la vida
eterna.
Prosigue la periodista:
Pero no es el prroco de Viana sino el arzobispo de Pamplona, Fernan-
do Sebastin, el que tiene en sus manos la decisin final. Y el arzobispo
no lo ve claro.
Monseor Sebastin no tiene inconveniente en que los restos de Csar
Borgia sean inhumados en otro emplazamiento ms digno, declar el
jueves [ el artculo se publica en domingo] a este peridico un portavoz
del arzobispado, pero dentro de la iglesia no puede ser porque es una
prctica no autorizada hoy da.
Das antes me haba enviado un correo electrnico Giulio Gelibter,
manifestndome que lo llam el portavoz del arzobispado para decir-

- 178 -
4. El V Centenario

me que el Gobierno de Navarra haba pedido el traslado y que las au-


toridades catlicas no tenan nada en contra. Yo le pregunt, sin ms:
Y te han expresado si tienen algo a favor?.
A la entrevista del consejero de Cultura y Turismo con monseor
sigui la del alcalde de la ciudad, que recibi explicaciones semejan-
tes. Por eso es poco probable - contina Lola Galn - que sean
restituidos al lugar que ocuparon a su muerte, en el presbiterio de
Santa Mara. All estuvo enterrado. Yo slo quiero saber por qu se le
sac y por qu no puede volver, dice el alcalde de Viana, el socialista
Gregorio Galilea. Habra sido la definitiva rehabilitacin de Csar
Borgia.
En una entrevista en el Diaro de Noticias al sacerdote e investigador
Juan Cruz Labeaga, a la pregunta de por qu piensa que Csar debiera
regresar a la iglesia, ste responde:
Primero por humanidad y segundo porque muri defendiendo el
Reino de Navarra. Parece que a la gente todo esto se le ha olvidado.
En el ao 1990 se elabor un proyecto, en el que yo trabaj con ahn-
co, para devolverlo a la iglesia. Desde el obispado y desde la institu-
cin Prncipe de Viana estaban todos los permisos dados, y la dejadez
municipal hizo que todo se quedase en agua de borrajas.
En el mismo medio de comunicacin, Javier Mendaza, director del
Colegio y propagandista entre los escolares de la figura histrica, opi-
naba de manera semejante:

Vino de lejos y muri al luchar por el Reino de Navarra. Eso merece un


reconocimiento.

Nuria Cadenes recoga en El Temps mediterrneo el parecer de Flix


Carianos:

El caso es que el canon marca que actualmente no se entierra a la gente


dentro de las iglesias, pero s que entierran a obispos y a papas. En esto
la Iglesia es roosa o, al menos, escasamente generosa. Sera un gesto
magnfico que, como madre de l que es, volviera a albergarlo en Santa
Mara. Voy a decir que yo no lo he pisado jams. Por respeto.

- 179 -
Hacia el V Centenario

A medida que se va acercando la celebracin de actos culturales, el


tema de la ubicacin de los restos pasa a segundo plano. El 3 de febre-
ro Juan Cruz Labeaga, Pilar Martnez de Olcoz y yo redactamos los
tres textos que han de figurar en sendos paneles en la Senda de Csar
Borgia. Uno se localiza en Fuentelospozos, donde el camino se desva
hacia la Cuesta de Ventranilla; trata de la familia Borgia. Otro se sita
en el Pinar de Matamala; se refiere a Csar y Navarra. El tercero se
coloca en la Barranca Salada; alude a Csar y Viana.
El 10 de marzo decenas de vianeses inauguramos el camino hasta la
Barranca Salada, acompaados por miembros del Gobierno de Nava-
rra y representantes de asociaciones culturales de Italia e Inglaterra. Se
bendijo la cruz de campo, cuyo texto reza: Aqu muri en batalla Csar
Borgia. 12 de marzo de 1507. La compaa de teatro Sapo
Produccionesescenific la muerte del Valentino. Por la tarde, el Cen-
tro Cultural Navarro Villoslada acogi la conferencia Csar Borgia y
Viana , a cargo de Flix Carianos, comisario de la exposicin que
por esos mismos das ofreca documental y fotogrficamente los mis-
mos contenidos que este libro.
El 11 , a medioda, se cant en Santa Mara un rquiem por Csar
Borgia interpretado por el grupo vocal Nova Lux, especializado en
msica renacentista y barroca; quinientos aos despus volvan a so-
nar en su templo plegarias de difuntos por el hermano de Lucrecia.
Seguidamente se rez un responso ante su tumba por el sacerdote
Juan Cruz Labeaga. El consejero de Cultura y Turismo y el alcalde
ofrecieron la hermosa corona de flores. Por la tarde, la Casa de Cultu-
ra fue escenario de La historia de Csar Borgia, obra teatral de Flix
Carianos ya representada en 1992; la renovada versin ha sido pro-
tagonizada por cincuenta y seis escolares.
Los actos culturales continan. El ltimo del V Centenario, una ex-
posicin bibliogrfica y fotogrfica, se interna en el 2008. Y Viana y
Csar proseguirn unidos.

- 180 -
5. Csar Borgia en la cultura y el folclore de Viana

No he querido terminar el libro sin dedicar unas lneas a la historia


borgiana pequea en nuestra ciudad. Csar perdura en leyendas urba-
nas, jotas, pastas, inocentadas, obras de teatro, embutidos, bebidas,
cortos y vdeos De ello mostramos una antologa.

5.1. En la magnfica sala capitular de Santa Mara hay una excelente


coleccin de ornamentos litrgicos. Sobresale el terno blanco de la
Asuncin, titular de la parroquia, del cual se dice fue regalo de Csar
Borgia, acaso porque su calidad pareca hacerlo originario de tierras
italianas, patria entonces del mejor arte europeo.
Sin embargo, las piezas se crearon ms de cuarenta aos despus de
haber muerto el Valentino por Hernando del Busto, vecino de Logroo.
Presentes en la exposicin Los Borgia en imgenes, ubicada en la
bodega de la Casa del Diezmo de la antigua parroquia de San Pedro de
Viana.

5.2. Cuenta la leyenda urbana vianesa, recogida por Francisco Nava-


rro Villoslada y otros autores, que del sepulcro primitivo de Csar sa-
lan por las noches unos alaridos terribles, emitidos por Csar desde el
infierno en que se encontraba.
Las voces cesaron al sacarlo a la calle.

5.3. Al hijo de Alejandro VI lo sacaron del templo a la ra para que


lo pisaran las personas y las bestias.

- 181 -
Hacia el V Centenario

5.4. Durante la Segunda Repblica, enseguida de ser colocado el


monumento de Juaristi en la escalinata de la casa consistorial, comen-
z a recorrer la ciudad una copla de medida un tanto irregular:

En la puerta del ayuntamiento


est puesto Csar Borgia,
con un perro que no muerde
y un cuchillo que no corta.

5.5. O contar hace poco que los restos de Csar se encuentran sin
cabeza porque jugaron con ella a ftbol, es decir, la trataron a patadas
durante la Repblica.
Acaso se refieran a la del monumento, deteriorada en la Guerra Ci-
vil, ya que la autntica aflor en los huesos exhumados en 1945.

5.6. Caminando una maana de invierno con los auroros, entre can-
to y canto escuch a uno de los intrpretes veteranos que haban roto
el mausoleo porque Csar apareca en l degollando a una monja.

5.7. Las madres, cuando queran meter miedo a los mocetes, en vez
de decirles que iban a llamar al coco los amenazaban con llamar al
hombre que viva detrs de la puerta del ayuntamiento.

5.8. Todava se acuerdan hoy las mujeres de que, bastantes de ellas,


al acabar la escuela y labores en las monjas, iban a mirar a la estatua
estropeada ocultada tras la puerta del acceso a la vivienda del alguacil.
Contaban que, si le tocabas la cabeza, Csar Borgia se iba a levantar
y te iba a perseguir.

5.9. En la segunda mitad de la dcada de los sesenta Ral Gonzlez


fund la empresa Excavaciones y Canteras Borgia. La denomin as
porque sus ridos, al extremo sur de la Barranca de Fuenteamarga, se
hallaban prximos a la Barranca Salada.

- 182 -
5. Csar en la cultura y el folclore de Viana

5.10. Para entonces se haban abierto en la ciudad otros negocios


con ese mismo apellido, de los que sobrevive el restaurante Borgia,
fundado por el matrimonio Flix Sabando y Aurora Carianos, a los
que se uni la hermana de sta, Carmen. Actualmente es uno de los
santuarios de la cocina en Navarra, al que se han agregado los hijos de
la familia. Aurora, en representacin de los suyos, recibi el homenaje
del Ayuntamiento y del Consejo Regulador de Origen Navarra en oc-
tubre de 1999 durante el I Fin de Semana Gastronmico de la ciudad.
En una poca en que proliferaban en la comarca los nombres norte-
americanos y hasta andaluces en el sector hostelero, Flix eligi ese
ilustre apellido por el impacto que le produjo el personaje cuando ley
el captulo que le dedic el padre Gancedo en sus Recuerdos de Viana.

5.11. Flix populariz tambin un orujo cuya composicin de hier-


bas l mismo seleccion, titulado Veneno de Csar Borgia.

5.12. Asimismo en 1965 encarg al artista Santiago Ciaurri Suso un


busto en madera de roble, originaria de una viga de la antigua casa,
nacida tras la Guerra de la Independencia, al tener que vender el Ayun-
tamiento veintids solares a fin de amortizar deudas contradas du-
rante el conflicto.
La obra forma parte de la exposicin Los Borgia en imgenes.

5.13. A finales de 1981 se public una Historia de Viana en verso


en la revista La Merindad Estellesa. Al tratar la espinosa poca de la
posguerra, el annimo autor ironiza en dos cuartetas:

Vctor Garn, carpintero,


nos hizo una carretera;
luego se quem la torre;
casi queman a Becerra.
As que cuando sacaron
a Borgia se oy decir:
Pacificaos vosotros
Y dejadme en paz a m.

- 183 -
Hacia el V Centenario

5.14. En los movidos aos setenta recog una copla acerca de Csar
que reflejaba asimismo el revuelto ambiente social de la calle:

Por las dos torres de Viana


se pasea Csar Borgia
y no se atreve a bajar
porque esta gente es la hostia.

5.15. El ao 1985 sali en carnavales la Murga de Pamperdute, tr-


mino de campo. El autor distribuy la ancdota en dos partes. En la
primera se cantaba la peripecia de Flix ngel Sinz Lanzallamas,
que actuaba de torero. En la segunda se representaba la aventura de
Francisco Marn Gildos, mozo soltero que va a casarse a Mendavia,
pero aconsejado por un amigo huye de la iglesia hacia Viana. Cantaba
la murga:
Lleg por esparragueras a la Barranca Salada,
le pregunt Csar Borgia qu era lo que le pasaba,
pero la suegra vena por detrs con ablentn
y les peg una somanta
que de la UVI de Pamplona los traemos a los dos.
Le cupo el honor de representar el papel del Valentino al mozo Ja-
vier Prez Samaniego Malacamisa.
Los murguistas salieron con un macho, propiedad de Jacinto Albniz
Machuri, que lucia un cartel con la leyenda: Bayoneta, caballo de
Csar Borgia El nombre provena de otro cuadrpedo que apareca
en la letra de la Murga de los Caldereros, esta de 1948, compuesta por
el memorable herrero ngel Arina Fernndez Galbas:

Quedan Romn y Redondo,


cocineros de etiqueta;
tenan un macho flaco,
lo llamaban Bayoneta.

5.16. Para las Fiestas de la Magdalena de 1987 la Pea Los Azulones


encarg cuatro gigantes al artista local Santiago Ciaurri. Recibieron
los nombres de el Pirata, la Pirata, Telaraas (yo mismo).

- 184 -
5. Csar en la cultura y el folclore de Viana

El cuarto mostraba un rostro doble; por un lado se vea a Csar Borgia


y por el otro a su hermana Lucrecia.

5.17. En 1998 ngel Elvira, artista mendavis, me regal el detalle


de Csar degollando un toro que haba pintado en un cote o ruejo.

5.18. En diciembre de 1989 publiqu en Diario de Navarra Un mano-


jo de jotas de Viana, entre las que se citaba alguna del gran trovero y
jotero vians Jess Molviedro. El texto acababa con sta, humanizadora
del protagonista :

All va la despedida,
la que ech don Csar Borgia:
unas magras por caballo
y por espada una bota.

5.19. Otra murga, sta de 1990, criticaba una obra efectuada en la


variante de la ciudad. En su mediana haban puesto una malla tupida
y resplandeciente a los rayos de sol, circunstancias que dificultaban
mucho la conduccin:

Quin no recuerda, seores,


aquella gran carretera
que iba por la Solana
entre cabras y galeras?
Comparad ahora, paisanos,
con el Muro de Berln:
lo quitan en Alemania
y nos lo ponen aqu.
Pues bien, una maana apareci esta copla pegada en la malla met-
lica, publicada tambin en el Diario de Navarra en noviembre de 1989:

Dicen que Borgia muri


en la Barranca Salada;
hoy seguro que caera
en la variante de Viana.

- 185 -
Hacia el V Centenario

5.20. El 1 de febrero de 1992, Fiesta de la Fundacin de Viana o de


San Felices, los escolares del Colegio Pblico llevaron a la escena La
historia de Csar Borgia de Flix Carianos.
Hizo de Csar el escolar Jorge Labeaga Garca.

5.21. En la exposicin Los Borgia en imgenes han figurado dos


obras del pintor cubano Israel Gonzlez Rivero, encargo del empren-
dedor vians Jess Barragn. Una, de 1993, retrata a Csar segn una
de sus imgenes ms conocidas, la de Altobello Melone ; otra, de 1998,
lo muestra bajo las fortificaciones medievales de la ciudad, cerca del
Portal de la Solana, por el que cabalg hacia la muerte.

5.22. En la ciudad son numerosas las actividades culturales llevadas


a cabo por colectivos de mujeres. De uno de los cursos impartidos por
la etngrafa M Ins Sinz, de Mendavia, naci en 1995 un tapiz crea-
do por M Elosa Martnez, segn diseo y policroma del pintor
mendavis ngel Elvira, que representa a Csar Borgia caballero de-
lante del castillo de Viana. En la exposicin Los Borgia en imge-
nes.

5.23. Copi en 1995 una copla que me recit el trovero vians


Gregorio Bernechea; corra el ao del I Centenario de la muerte de
Francisco Navarro Villoslada. Entre otros materiales referidos al cle-
bre periodista, ofrec estos versos al profesor del Grupo de Investiga-
cin Siglo de Oro de la Universidad de Navarra Carlos Mata Indurin,
quien tuvo a bien publicarlos al frente de su obra Viana en la vida y en
la obra de Navarro Villoslada:

Dos cosas hay en mi pueblo


para el recuerdo guardadas:
los restos de Csar Borgia,
la pluma de Villoslada.

5.24. Este mismo especialista me pidi le escribiera el eplogo a su


libro, para lo cual redact tres dcimas. La segunda cita al hroe:

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5. Csar en la cultura y el folclore de Viana

Por delante de mi casa


mental han pasado Borja,
jornaleros sin alforja,
personas de pana y guasa,
don Sancho Sptimo el Fuerte
y hasta novillos de muerte
en fiestas de Nieva; nota
que, para magias completas,
se narran famosas tretas
de Johanes el de Bargota.

5.25. El ao 1999 los alumnos de Erentzun Ikastola representaron


la obra teatral La leyenda de Csar Borgia, escrita por Flix Carianos,
en la que se cruzan personajes como el histrico del Brujo de Bargota
y el mtico de la bruja vianesa Endregoto.

5.26. A lo largo de tres semanas de 2000 los nios de Erentzun


Ikastola dieron vida a un corto sobre Csar Borgia, cuyo guin era
obra de Flix Carianos y Txuma Lpez.
La cinta recibi el premio al mejor vdeo y mejor vestuario en el
Concurso Internacional del Vdeo Juvenil organizado por el Club Indar
de Vitoria-Gasteiz en 2001. Este mismo ao tuvo mencin especial en
los Encuentros de Cine y Vdeo Vasco de Lekeitio y fue premiado por
el Consejo Audiovisual de Navarra.

5.27. Por parte del Ayuntamiento de Viana, el ao 2004 el artista


ngel Elvira recibe el encargo de pintar un cuadro que haga alusin a
los Hechos memorables de Viana, exactamente veintitrs. Al ao si-
guiente se edita un folleto, al que pone texto Juan Cruz Labeaga.
El mendavis incluye dos episodios borgianos: la lucha en la Barran-
ca Salada y el funeral en Santa Mara.
La obra se localiza en el vestbulo del palacio consistorial, encima
del arca de las tres llaves donde descansaron los restos de Csar desde
1945 hasta 1953.

- 187 -
Hacia el V Centenario

5.28. En 2006 la artista vianesa Beatriz Dueas Chasco, inquieta


profesora de Erentzun Ikastola, traslada al leo sobre papel su Retra-
to de Csar Borgia, inspirado en el de Altobello Melone, que se halla
en la exposicin Los Borgia en imgenes.
Beatriz haba sido la autora de los bocetos del vestuario del corto
que rodaron los alumnos de la ikastola el ao 2000. Cre tambin en
2002 las ilustraciones de Johanes, Bargotako Aztia (Johanes, el Brujo
de Bargota). Una de sus obras, Solos, se integra en la exposicin de
la Universidad Pblica de Navarra Miradas al Universo de Po Baroja.

5.29. En diciembre de 2006 podemos leer un Especial Csar Borgia


publicado por Top-Viana, revista escolar del IESO del Camino y el
CP Ricardo Campano.

5.30. El Da de Inocentes de 2006 se public en la pgina web que


mantienen los hermanos Labeaga una nota informativa sobre que los
alguaciles de Viana iban a estrenar uniforme de gala con motivo del
prximo V Centenario. Bajo un grfico del modelo se explicaba:

El uniforme, que ha contado con la aprobacin del consistorio y el


visto bueno de los historiadores vianeses Flix Carianos y Juan Cruz
Labeaga, estar basado en el traje que vestan los soldados tudescos que
acompaaban a los maestros de campo en las batallas del siglo XVI.
Para Flix Carianos, historiador y etngrafo local, la idea en un princi-
pio no es descabellada, teniendo en cuenta que el Cuerpo de Alabarderos
de la Casa Real data del siglo XVIII. Para no irnos muy lejos, muchas
policas locales emplean uniformes de gala del siglo XIX, afirm.

5.31. Con motivo de la Fiesta de la Fundacin o de San Felices de


2007, en el Colegio se propuso que el tema de los relatos y cuentos del
XIX Certamen Ciudad de Viana fuera el de Csar Borgia. Resultaron
ganadores:
- Ismael Arina Senz-Lpez (Cmo han cambiado los tiempos!)
- Sira Inchusta Carrillo (Mi amigo Csar)

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5. Csar en la cultura y el folclore de Viana

- Andrea Marn Garca (Yo, Csar Borgia)


- Paula Hermoso de Mendoza Arteaga (La voz desde el otro lado)
- Celia Echeverra Tudanca (El amigo de Csar Borgia)
- Andrea Echeverra Tudanca (Una siesta muy animada)
- Carlos Gonzlez Silva (La cabeza de Csar Borgia)

5.32. Desde hace varios veranos la compaa Sapo Producciones de


Logroo anima y culturiza las calles vianesas con sus visitas
teatralizadas; nunca ha faltado alguna escena dedicada a Csar.
A este grupo se ha debido la teatralizacin de la Muerte de Csar en
la Barranca Salada el sbado 10 de marzo de 2007.
En verano de este ao las visitas teatralizadas se dedican
monogrficamente al personaje del Valentino.

5.33. En Carnavales de este ao ha ganado el concurso de cachis o


disfraces la comparsa formada por miembros de la Pea Amayur. La
denominacin con la que acudieron fue el pareado Csar Borgia acu-
de a Viana con su tropa valenciana. Abundaban las falleras.
Los personajes borgianos fueron Csar y Lucrecia, protagonizados
respectivamente por el gallego Flix y la catalana Eva, dos peregrinos
que, en la vida real, se conocieron en Viana el da de la patrona, Santa
Mara Magdalena, y se casaron al ao siguiente en esa misma jornada.

5.34. El 11 de marzo de 2007 vuelve a representarse, adecuada a la


situacin actual, La historia de Csar Borgia de Flix Carianos por los
alumnos del Colegio.
El personaje principal es protagonizado por el joven Ismael Arina
Senz-Lpez.

5.35. El Hotel Pujadas, junto a la antigua iglesia de San Pedro, cer-


cano al albergue municipal de peregrinos, ofrece un Men Especial
Csar Borgia desde marzo, que, habiendo cesado en junio, ser reno-
vado en otoo.
- 189 -
Hacia el V Centenario

5.36. El domingo 11 de marzo y en la feria celebrada entre el 31 de


marzo y el 1 de abril las bodegas Marco Real y Ondarre comercializan
dos tipos de vino, ambos bajo la denominacin de Csar; el de la pri-
mera es un tinto crianza; el de la segunda, un tinto reserva de 2001.
Destileras La Navarra present, adems, un licor y una crema de
hierbas con la etiqueta Veneno de Csar.

5.37. En la feria aludida el Bar San Juan, ubicado junto al portal de


la muralla del mismo nombre en la Plaza de los Fueros, present dos
pinchos que se elaboran cada domingo: uno se llama Csar y otro,
Capricho Lucrecia.

5.38. En marzo de 2007 el Ayuntamiento adquiere la escultura La


muerte de Csar Borgia, en madera, obra del peralts Jos Ulibarrena
Arellano, que forma parte de la serie que ha dedicado a personajes
histricos navarros.
Est expuesta en Los Borgia en imgenes, juntamente con su Busto
de Csar Borgia, realizado en cermica.

5.39. Luis ngel Garca, empresario vians de Embutidos El Bor-


dn, ha presentado en mayo de este ao, dentro de la Feria Nacional
del sector agroalimentario celebrada en Pamplona, dos clases de bom-
bones que llamaron la atencin por su original sabor (Diario de Nava-
rra, mayo, 22).
Ambos bocados son de chocolate relleno, uno de chorizo, otro de
salchichn.
Van a ser comercializados con la efigie de Csar Borgia.

5.40. El Horno de Pan Abada, con el ttulo Caprichos de Borgia,


ha popularizado unas cajitas de pastas cuyos ingredientes principales
son la almendra, el chocolate y el aceite de oliva.
La panadera Rubio propaga sus pastas habituales en bolsas que mues-
tran el logotipo del V Centenario de Csar.

- 190 -
5. Csar en la cultura y el folclore de Viana

5.41. El 21 de junio, organizadas por el Ayuntamiento, el Colegio


Pblico y el IESO del Camino tienen lugar unas lecturas pblicas so-
bre Csar en distintos lugares de la ciudad, que tienen en cuenta sus
relaciones con navarros, franceses, valencianos, aragoneses, castella-
nos e italianos.

Ofrenda de flores por los nios de Viana sobre la


tumba de Csar (21-junio-2007)

- 191 -
Representacin de la muerte de Csar por los escolares de Viana
(11-marzo-2007)

Representacin de la muerte de Csar en la Barranca Salada


(10-marzo-2007)
APNDICE DOCUMENTAL
Doc. n 1

1491, septiembre, 15. Roma

Breve del papa Inocencio VIII a los gobernadores, jurados y comunidad de la ciu-
dad de Pamplona anunciando el episcopado de Csar.

Amados hijos: Salud y bendicin apostlica.


Habiendo poco ha vacado esa iglesia pamplonesa por muerte en
la Curia Romana de Alonso Carrillo , de buena memoria, antes de
proveeros de otro Pastor pensamos en que os gobernase algn va-
rn que fuese provechoso a la misma iglesia y, en fin, til a la paz,
consuelo y tranquilidad de vuestra ciudad.
Meditando sobre esto, pusimos los ojos en la persona del amado
hijo Csar de Borja, protonotario apostlico,, el cual, ciertamente,
por sus escogidas costumbres, cultura literaria y muchas egregias
dotes de alma, satisface ms que todos los otros a este nuestro pen-
samiento e intencin.
Se junta a esto que nuestro venerable hermano Rodrigo, obispo
del Puerto, vicecancelario de la Santa Romana Iglesia, benemrito
maestro, con su autoridad, que es mucha, y su patrocinio, podr
favorecer mucho a esas iglesia, ciudad y reino, que cada da os ale-
graris ms de haber logrado un tan gran patrono y protector de
toda esa vuestra comunidad.
Atendiendo a lo dicho, con el consentimiento unnime de nues-
tros venerables hermanos los cardenales romanos de la Santa Iglesia
de Roma, le nombramos al mismo Csar administrador, obispo y
pastor de esa iglesia pamplonesa y le encomendamos plenamente
en lo espiritual y temporal el cuidado y administracin de ella, se-
gn se contiene ms ampliamente en las letras que llevan sobre-
puesto el sello plmbeo.
No dudamos que os ha de ser gratsima tal proposicin y que os
ha de acarrear a vosotros y a toda la ciudad muchas ventajas y utili-
dades.
- 195 -
Apndice documental

Por lo que os exhortamos a que todos, con el mismo afecto y con-


curso, pongis luego a los procuradores del mismo Csar en la pac-
fica posesin de la iglesia de Pamplona, en lo cual nos complaceris
en gran manera al dicho vicecancelario y a Nos.
Dado en Roma, en San Pedro, bajo el anillo del Pescador, a 15 de
septiembre de 1491, de nuestro pontificado el octavo. Jernimo
Balbano.

Antonio Prez Goyena, Csar Borja, obispo de Pamplona, 1934.


Archivo municipal de Pamplona. Negociado de asuntos eclesisticos, seccin
de obispado.

Doc. n 2

1491, septiembre, 16. Roma

Carta del obispo Csar de Borja a los magnficos honorables Seores y amigos los
Jurados y Universidad de la ciudad de Pamplona.

Magnficos y honorables seores y especiales amigos: Vacando


en esta corte la iglesia de Pamplona por muerte del reverendo seor
obispo don Alfonso Carrillo, de buena memoria, el papa nuestro
seor y los reverendsimos seores del Sacro Colegio, queriendo
proveer de prelado, segn que a servicio de Dios y bien de esa igle-
sia pareci que cumpla, ha sido hecha promocin de nuestra per-
sona a esta dignidad y somos creado vuestro prelado y pastor, como
por las Bulas y Breves que enviamos a las altezas de rey y reina, mis
seores, y al clero y ppulo del obispado podris saber y por nues-
tros procuradores os ser hecha relacin.
Y porque, atendida la nobleza de esa ciudad y el valor y autoridad
de vuestras magnficas personas, nos ha parecido cosa honesta y
condecente daros noticia especial por letras nuestras, as de nuestra
promocin como de la voluntad con que la hemos aceptado, la cual
es buena y aparejada para toda utilidad y bien de nuestras nimas y
personas, hemos dado cargo a los dichos nuestros procuradores que,
en virtud de la presente, de nuestra parte refieran el buen deseo que

- 196 -
a esa ciudad tenemos y os exhorten a que, en lo que a vosotros
espera, entendis en las cosas que cumple a la ejecucin de nuestra
posesin, as en la ciudad como en las otras partes del reino.
Por tanto, os rogamos caramente y encargamos que, conforman-
do vuestros nimos con la determinacin apostlica, propuesta la
firma de nuestras Bulas y previsiones que sobre ello van, obede-
ciendo aquellas como catlicos y obedientes hijos son obligados a
obedecer a la Sede Apostlica y sus mandamientos, os ruega dar
orden para que las Bulas surtan su debido efecto y nosotros consi-
gamos nuestra posesin.
Y acerca de aqulla y de las otras cosas nuestras y de nuestros he-
chos tengis encomendados nuestros dichos procuradores, porque
en esto allende que haris lo que conciencia y justicia obliga, nos
quedaremos en especial obligacin a esa ciudad y seremos siempre
aparejado por todo lo que al honor y bien de ella y de todos voso-
tros en general y en particular cumplir.
Con tanto, nuestro Seor vuestras magnficas y honorables perso-
nas tenga en su santa guarda. De Soriano, a 16 de setiembre de 91.
Al honor y ordenacin vuestra, Csar de Borja.

Antonio Prez Goyena, ibd.


Archivo municipal de Pamplona, ibd.

Doc. n 3

1507, abril, 12. Ferrara.

El cardenal Hiplito de Este informa a su hermano Alfonso, duque de Ferrara y


esposo de Lucrecia, de la muerte de Csar.

Ilustrsimo Seor: Como el correo que deba llevaros esta maa-


na mi despacho de ayer se ha retardado, os mando el que hoy, a las
diecinueve horas, me pide el reverendsimo cardenal. He encontra-
do con l a Sanzio y, nada ms entrar, el cardenal me ha dicho: La
muerte del duque Valentino est del todo confirmada.
Quise entonces saber lo que su seora haba averiguado como
cierto de este sujeto. Ella me respondi que encontrara en la habi-

- 197 -
Apndice documental

tacin de Sanzio a Grasica, escudero del duque, quien lo haba vis-


to muerto y lo acompao hasta su tumba.
Grasica nos ha dicho que, habiendo dado con el conde rebelde en
el momento en que quera apoderarse del castillo que l ocupaba, el
duque le haba hecho frente, haba descuidado su escolta y,
encorajinando a los suyos a hacer como l, haba mandado decir a
su cuado que le siguiera, resuelto a coger prisionero al conde de
Lern o a forzarlo a encerrarse en la plaza.
Como el duque se imaginaba que los suyos le seguan, se dej
arrastrar lejos de ellos a un tiro de ballesta, y, habindose abalanza-
do poco despus veinte infantes en ayuda del conde de Lern, el
duque de Valentinois se encontr solo con un soldado navarro que
no lo haba abandonado un instante.
Si el duque se ha dejado arrebatar as, es que deseaba asegurarse
por s mismo de que el conde persegudo se encerrara en el castillo
donde l hubiera querido poder asediarlo.
Pero, vindolo los auxiliadores llegar poco a poco y apercibindo-
se l de que no era seguido, consider la retirada. El navarro cogi
a la derecha, Csar torci a la izquierda, los infantes los acometie-
ron y, como l no tena ms armas que su coselete, sus brazaletes y
su celada, recibi primero un golpe de pica, rpidamente numero-
sas heridas, y fue acribillado hasta tal punto que su cuerpo contaba
hasta veintids o veintitrs.
He aqu lo que yo he podido recoger sobre la muerte del duque. Y
el referido Grasica ha narrado que l haba asistido a sus funerales y
que la muerte data del viernes 11 12 de marzo.

Charles Yriarte, Csar Borgia, Sa vie. Sa capotivit. Sa mort, Paris, 1930.

Doc. n 4

1523
Cita del epitafio del duque Valentn por Antonio de Guevara.

En el ao de 1523, viniendo de Francia por Navarra, fuime a or


misa una maana a una iglesia pequea que estaba en un lugar que

- 198 -
se llama Viana, no lejos de Logroo, y vi un epitafio sobre la sepul-
tura del duque Valentn, el cual no escrib sino que l medio tom
en la cabeza, y pienso que deca as:

Aqu yace en poca tierra


al que todo le tema,
el que la paz y la guerra
por todo el mundo haca.
Oh t, que vas a buscar
dignas cosas de loar:
si t loas lo ms dino ,
aqu pare tu camino
y no cures ms buscar.
Antonio de Guevara, Cartas familiares y escogidas, Barcelona, 1886.

Doc. n 5

1608. Pamplona
Cita sobre el Valentino y epitafio que, segn Juan de Amax, se hallaba en su
mausoleo.

Tambin tiene la noble villa de Viana dos iglesias parroquiales,


que son unidas y fabricadas de suntuosos edificios.
Y en la una de ellas, que se dice Santa Mara, enterraron al duque
Valentino, que mataron en Mendavia.
Pero en estos tiempos no estn en su sepultura los versos que al-
gunos autores escriben, porque cuando le trasladaron los huesos los
quitaron, cuyo tenor era ste:

Aqu yace en poca tierra


al que mucho la tema;
en este bulto se encierra
el que la paz y la guerra
en su mano la tena.
Oh t, que vas a mirar
cosas dignas de notar.

- 199 -
Apndice documental

si lo mayor es ms digno,
aqu acabas tu camino,
de aqu te puedes tornar.

Juan de Amax, Ramillete de Nuestra Seora de Cods, Pamplona, 1608.

Doc. n 6

1632.

Descripcin de la muerte de Csar por Pedro de Agramunt.

Y el duque de Valentino, con hasta mil de a caballo y algunos de


a pie, salieron en su seguimiento de ellos, y el duque se adelant
tanto a los del condestable junto a Mendavia y, como le vieron solo
y armado, no le conocan.
Y as mand el conde que supiesen quin era y, caminando hacia
l, se volvi para atrs, y Pedro de Arcs y Pedro de Allo, volviendo
las riendas a sus caballos, le acometieron y le alcanzaron y le mata-
ron, sin que los suyos le pudieran favorecer ni ayudar. Luego lo
desnudaron los peones que iban en seguimiento de los dos caballe-
ros.
Y, habiendo llegado otro caballero del condestable y apendose
de su caballo, le quit el caparazn y cubri el cuerpo difunto con
l.
Y, despus, buscando quin poda ser, le conocieron muchos, y el
condestable mand que le llevasen a l los vestidos, que los quera
ver y, habindoselos trado, le pes en el alma que le hubiesen muerto
porque deseaba mucho prenderle y entregrselo al rey don Fernan-
do de Castilla.
Otros dicen que fue muerto peleando y que le hall un criado
suyo y lo llev a enterrar a Pamplona, donde el dicho duque haba
sido obispo en el tiempo que fue cardenal en Roma en el pontifica-
do del papa Alejandro.

En Pedro de Agramunt, Historia de Navarra, editorial Mintzoa, 1996.

- 200 -
Doc. n 7

1715, enero, 30. Viana.

Opinin de Francisco de Alesn sobre la intervencin del duque de Valentinois en


la guerra de Navarra.

Dijimos la mucha y mala disposicin de nimos que en Navarra


se trasluca de volver a la guerra. Ella revent este ao de 1506, con
grande estallido, no de otra suerte que una mina oculta y muy refor-
zada de plvora.
Hablan con mucha variedad los escritores sobre quin fue el que
le puso fuego. Lo ms comn es echarle la culpa al duque de
Valentinois don Csar Borja, que muy a fines de este ao apareci
en Navarra, como muchas veces se le echa al diablo, sin tenerla l
tanto como las pasiones mal reprimidas de los hombres. Porque lo
ms cierto es que, cuando l lleg a este reino, ya la guerra haba
comenzado.
Fue don Csar Borja uno de los sujetos de ms historia que tuvo
su siglo.
En la de Navarra tiene mucha parte por obispo de Pamplona y
por cuado de nuestro rey.
Por eso hemos dicho no poco de l desde su nacimiento y diremos
compendiosamente lo que resta hasta su muerte, que por justos jui-
cios de Dios hubo de ser en Navarra.

En Jos de Moret y Francisco de Alesn, Annales del Reyno de Navarra, Bil-


bao, 1969.

Doc. n 8

1715, enero, 30. Viana.

Relato de la muerte de Csar Borja por Francisco de Alesn.

El duque de Valentinois sinti en extremo la burla, y su senti-


miento prorrumpi en furor.

- 201 -
Apndice documental

Hzose al punto armar de ricas armas por un criado suyo llamado


Juanicot, que en otro tiempo haba servido al conde de Lern.
Sali fuera de la villa por el portal que llaman de la Solana mon-
tado en un bravo caballo rucio, que tena las narices hendidas, acom-
paado de mil caballos y mucha infantera.
Omos contar siendo de pocos aos a personas de ms de ochenta
y de distincin, que lo supieron de otras muy ancianas de aquel
mismo tiempo que lo vieron, cmo, al salir por dicho portal, al
caballo del duque, por su grande ferocidad y rigor con que lo ma-
nejaba en suelo resbaladizo, se le fueron las manos hasta dar de ca-
beza.
Pero l, echndole una horrible maldicin y tirando prontamente de
las riendas, lo levant sin hacer la menor aprensin de lo que pudiera
tener por mal pronstico.
As prosigui la marcha con el mismo furor, tomando el camino
de Mendavia y diciendo: Dnde est? Dnde est este condecillo?
Que juro a Dios hoy es el da en que lo tengo de matar o prender. Y
no he de parar hasta que enteramente quede destruido, sin perdo-
nar la vida a ninguno de los suyos, hasta los gatos y perros.
El conde, que haba salido de Mendavia y avanzdose con alguna
gente para dar favor y recoger a sus sesenta caballos que haban
metido a socorro en el castillo de Viana, vio que un caballero solo,
montado en un caballo brioso, con una larga y gruesa lanza de dos
hierros los iba siguiendo a toda furia, diciendo: Esperad, esperad,
caballeros.
Era el duque, que a todo correr se haba adelantado de los suyos,
y nadie le conoca por estar cubierto de todas armas.
Los sesenta caballos, viendo que aparecan, aunque algo de lejos,
muchas gentes, no osaron parar hasta donde estaba el conde. El
cual, volvindose a todos los suyos, les dijo: Es posible que no ha
de haber algunos de los mos que salgan al encuentro a ese caballe-
ro?.
Oyendo esto tres hidalgos de sus guardias, el uno de ellos llamado
Garcs, natural de greda y el otro Pedro de Allo (al tercero no le
nombran) le salieron al camino y le esperaron en un barranco algo

- 202 -
hondo donde el duque mal se pudiera revolver y valerse de su gran-
de nimo y destreza.
All se combati fatalmente para el duque porque, al levantar el
brazo para herir con la lanza a uno de los contrarios, Garcs, que
estaba al otro lado, le dio tal lanzada por debajo del brazo levanta-
do que, falsendole el arns, le pas todo el cuerpo de costado a
costado.
As cay muerto el famoso don Csar Borja un viernes 12 de mar-
zo por la maana, fiesta de San Gregorio papa de este ao de 1507.
En las circunstancias del da y del terreno, como cosas muy nota-
bles, hacen muchos misterios algunos escritores, por haber sido el
da mismo en que algunos aos antes (el de 1492) tom don Csar
Borja la posesin del obispado de Pamplona, y el terreno dentro de
los trminos de Mendavia, que pertenece a esta dicesis, y estn
contiguos a los de Viana, pertenecientes a los de Calahorra.
De suerte que, apenas entr en el territorio del obispado de
Pamplona, cuando luego le mataron, manifestndose la mano justi-
ciera de Dios contra los que por intereses del mundo entran en el
estado eclesistico y despus retroceden con escndalo.
Los matadores le desnudaron luego de sus ricas armas y vestidos y
le dejaron en carnes rendido en el suelo, sin pasar su humanidad a
otra atencin que la de cubrirle con una piedra las partes vergonzo-
sas.
En tan msero estado le hallaron despus los suyos.
El condestable, que se iba retirando, cuando vio el caballo y los
dems ricos despojos que los tres hidalgos de sus guardias le presen-
taron, no pudo caer en cuenta de quin poda ser el muerto. Slo
haca juicio de que era algn capitn de mucha importancia.
Y en esta ignorancia hubiera permanecido por ms tiempo si no
fuera por una casualidad. Cuando el duque se adelant de los su-
yos, le segua algo atrs su criado Juanicot, el que aquella maana le
haba vestido y armado. Y tomando diferente camino por habrsele
desaparecido el amo, cay en manos de alguna gente del condesta-
ble que corra el campo, y fue llevado preso a su presencia.

- 203 -
Apndice documental

l le pregunt si conoca a un caballero a quien poco antes haban


muerto los suyos, cuyos despojos y caballo eran aquellos que le
mostraba. Juanicot le respondi que al duque su seor haban muerto
porque aquella maana l mismo le haba vestido y armado de aque-
llos mismos vestidos y armas.
El condestable mostr mucha pena porque ms lo quisiera prisio-
nero que muerto, y dio libertad a Juanicot para que luego fuese a
contar al rey don Juan y a su gente todo el suceso.
El rey, que iba marchando hacia Mendavia a la retaguardia de su
ejrcito, qued atnito de caso tan impensado y suspendi la mar-
cha.

En Jos de Moret y Fancisco de Alesn, Annales del Reyno de Navarra, Bilbao,


1969.

Doc. n 9

1701, diciembre, 24. Madrid.

El cardenal Francisco de Borja, obispo de Calahorra, felicita las Pascuas de Navi-


dad al cabildo eclesistico de Viana.

He recibido la carta de vuestra merced y, con los efectos de las


significaciones de la voluntad de vuestra merced, aseguro, como
vuestra merced me desea (y yo le anuncio y correspondo) las prxi-
mas festividades del Natal de Nuestro Redemptor, siendo en todos
tiempos muy igual la estimacin que dar de las ocasiones que se
ofrezcan del servicio y satisfaccin de vuestra merced, que Dios
conserve y prospere muchos aos en toda felicidad.
Madrid, 24 de diciembre de 1901.
El cardenal Borja.

Archivo parroquial de Santa Mara, B I 5. Correspondencia.

- 204 -
Doc. n 10

1701, abril, 22. Viana.

El Ayuntamiento de la ciudad programa fiestas por haber sido nombrado obispo de


Calahorra el cardenal Francisco de Borja.

En la ciudad de Viana y en la sala del consistorio de ella, a veinte


y ds de abril de mil seiscientos y uno, se junt la ciudad como lo
tiene de costumbre, en que concurrieron los seores don Ignacio
de Barragn y Tovar, don Antonio del Busto, Juan de Arrniz, el
licenciado don Pedro de Herles, Francisco de Aoa y don Toms de
Lern, alcalde y regidores de la dicha ciudad.
Y estando as juntos a conferir negocios de su economa, se abri
una carta que el eminentsimo Sr. cardenal de Borja escribi de
Madrid, su fecha trece del corriente, cuyo tenor es el que se sigue:
Carta.
Anticipa el afecto que profeso a Vuestra Seora la noticia de ha-
berme nombrado Su Majestad (Dios le guarde) en el obispado de
Calahorra y La Calzada, para ofrecerme a cuanto sea de la satisfac-
cin de Vuestra Seora y encargarle el cuidado de los pobres, pues
su alivio es la primera obligacin de todo gobierno.
En el mo experimentar Vuestra Seora los ms vivos deseos del
servicio de Dios y universal consuelo.
La Majestad Divina conserve y propere a Vuestra Seora muchos
aos.
Madrid, a trece de abril de mil seteciento y uno.
Besa la mano de vuestra Seora su mayor servidor, el cardenal
Borja.
Seores de esta y regimiento de la ciudad de Viana.
Y leda la dicha carta por la dicha ciudad, se acord de conformi-
dad se responda a Su Eminencia dndole la enhorabuena, remitin-
dose la carta por mano del Dr. Dn. Gregorio del Busto, colegial
mayor en el de San Ildefonso, Universidad de Alcal, para que la d
en propia mano.

- 205 -
Apndice documental

Y que, en hacicimiento de gracias, esta noche se tengan luminaris


y fuegos, y maana sbado se diga misa de Espritu Santo con el Te
Deum laudamus, dndose aviso al cabildo y asistiendo la Ciudad a
todo.
Y que dicha carta se archive.
As lo acordaron y me mandaron hacer auto y lo firmaron.
Y yo el escribano, de que doy fe.

AMV, caja 31, carpeta 33, libro de acuerdos 1699-1704.

Doc. n 11

1884, diciembre, 4. Viana.

Recepcin de carta del cnsul de Francia en San Sebastin preguntando por el


paradero del sepulcro de Csar.

Se dio cuenta de una carta del cnsul [de] Francia en San


Sebastin, en la que solicita se le d alguna noticia del sepulcro de
Csar Borgia, y se acord contestarle que obra el epitafio que tena
y punto donde se halla enterrado.

AMV, libro 001, 1.2.1., actas de Ayuntamiento 1882-1884.

Doc. n 12

1885, mayo, 8. Pamplona.

Comunicacin del gobernador de Navarra al alcalde y al prroco de Viana pidin-


doles informacin sobre la profanacin de los restos de Csar.

La Real Academia de la Historia ha participado a la Comisin de


Monumentos de esta provincia la triste noticia de haber sido profa-
nado en esa ciudad el sepulcro del famoso Csar Borja, en cuya
monia se han cometido brbaras mutilaciones, hasta el punto de
faltarle ya la cabeza.

- 206 -
Como presidente de dicha Comisin, me dirijo a Vd. suplicndo-
le se digne suministrarme a la mayor brevedad posible cuantas no-
ticias sepa y pueda adquirir acerca de tan desagradable atentado para
ver de poner el posible correctivo.
Con esta misma fecha y por idntico motivo, me dirijo tambin
al Sr. cura prroco de esa ciudad para que, auxilindose el uno al
otro y ponindose ambos de acuerdo, procuren Vds. ilustrarme acer-
ca del modo, tiempo, personas, forma y dems circunstancias que
hayan acompaado a dicha profanacin.
Dios guarde a Vd. muchos aos.
Pamplona, 8 de mayo de 1885.
El gobernador presidente, Toms Moreno.
El secretario, Vctor Sinz de Robles.

AMV, caja 176, carpeta 154, doc. n 19, comunicaciones.

Doc. n 13

1885, mayo, 12. Viana.

Comunicacin del alcalde de Viana Juan Cadarso al primer teniente alcalde Vctor
Cereceda sobre la presunta profanacin de los restos de Csar.

[] Y en virtud de que, por mis continuados padecimientos, me


he ausentado diferentes veces de esta localidad y no tengo ningn
antecedente del hecho al que se refiere dicha comunicacin, lo tras-
lado a Vd. para que conteste lo que sepa acerca de los datos que
pide dicho Excmo. Sr. Gobernador Civil.
Dios guarde a Vd. muchos aos.
Viana, 12 de mayo , 1885.
El alcalde, Juan Cadarso.

AMV, d., Ibd.

- 207 -
Apndice documental

Doc. n 14

1885, junio, 30. Madrid.

El historiador Pedro de Madrazo desmiente que en la exhumacin haya habido


profanacin.

El sepulcro de Csar Borgia haba quedado, pues, en el ms com-


pleto olvido y nadie hablaba de l cuando el seor cnsul de Fran-
cia, a peticin de un escritor extranjero, entabl la investigacin de
que queda hecho mrito.
Pero, con la ocasin de la carta del cnsul, se refrescaron las anti-
guas memorias y, aadiendo al relato del historidor jesuita [Alesn]
su contingente la fantasa, pronto lleg a tomar cuerpo la gratuita
especie de que la tumba del magnate haba sido vandlicamente pro-
fanada, con ultraje de la santidad del templo y vilipendio de la
moderna civilizacin.
Ya entonces, suelto el vuelo a la imaginacin y a sus exageracio-
nes, no se deca solamente que el sepulcro del duque de Valentinois
exista dentro de la iglesia de Santa Mara de Viana sino que su
cadver estaba entero y momificado, y se aada -horripilante cua-
dro!- que los criminales profanadores, despus de abierta la urna,
haban arrancado la cabeza del cuerpo de la momia y cometido otros
excesos.
Esta noticia, fraguada no se sabe dnde ni por quin, lleg a o-
dos de un sabio y celoso acadmico de la Real Academia de la His-
toria, el cual, con muy loable y prudente idea, propuso que la Aca-
demia, por medio de su digna delegada la Comisin de Monumen-
tos Histricos y Artsticos de Navarra, tratase de averiguar qu ha-
ba de cierto en lo que se propalaba.
La referida comisin provincial, con la inteligencia y actividad
que la distingue, ha desvanecido la ridcula patraa, reuniendo a
los veraces informes del seor prroco de Viana y de su alcalde no-
ticias particulares que la completan, hasta el punto de no dejar la
menor sombra de duda respecto del origen verdadero de un cuento

- 208 -
que ha preocupado por algunos das a todos los amantes de la cul-
tura patria y de sus monumentos.
El sepulcro marmreo de Csar Borgia fue desgraciadamente des-
hecho y despedazado hace ya cerca de dos siglos; aquella fue la ver-
dadera profanacin, entonces se cometi el acto vandlico.
El reconocimiento que se ha practicado ahora en el paraje adonde
lanz el vandalismo de una generacin ya remota el cadver que en
l yaca, ha sido, por el contrario, un acto mesurado, respetuoso,
prudente y digno de todo aplauso.

Pedro de Madrazo, El sepulcro de Csar Borja, La Ilustracin Espaola y Ame-


ricana, Madrid.

Doc. n 15

1886, agosto, 5. Pars.

Charles Yriarte describe la Viana de la exhumacin de 1885.

De Pamplona a Viana hay que emplear dos das; la carretera es


pintoresca; el pas de Navarra est hecho a propsito para la embos-
cada, el correo pasa por Estella y no va ms all hasta el da siguien-
te, es el cuartel general de los carlistas y donde Maroto mand fusi-
lar a cinco generales, compaeros suyos de armas, y es en esta ciu-
dad donde don Carlos fechaba sus rdenes.
Se camina lentamente y recordamos las seis mulas andaluzas con
sus sonoros cascabeles y el zagal inquieto y vivo con sus gritos gu-
turales que animan a la delantera prometindole un hermoso collar
de plata si corona la cuesta alegremente.
A medioda del da siguiente llegamos a la eminencia sobre que se
eleva Viana, la Muy Noble y Muy leal, que daba su nombre a los
primognitos de los reyes de Navarra. All no hay posada ni fonda
ni apenas un parador, y se aloja uno en casa de un vecino. El alber-
gue es amable y cordial la acogida.
En las calles silenciosas, las pequeas casas seoriales recuerdan
apellidos de alta estirpe, ostentan escudos que acusan ttulos

- 209 -
Apndice documental

nobiliarios de rancio abolengo aristocrtico, pero la ciudad est va-


ca y se nota en todas partes la guerra intestina por la independen-
cia que han amontonado ruinas sobre ruinas.
Solo est intacta la iglesia de Santa Mara, que se enorgullece con
perfecto derecho de llamarse sucursal de San Juan de Letrn, con su
soberbia portada llena de sculturas, que recuerda su origen ilustre y
las protecciones pontificias y reales.
Bajo el punto de vista de informacin, no hay que contar aqu ni
con un depsito de archivos ni con una biblioteca; tampoco encon-
tramos esos modestos historiadores, sabios a puerta cerrada, que a
veces se ocultan en las pequeas localidades y no ignoran nada del
lugar que habitan.
Pero gracias a la benevolencia del seor Thibouville, ex cnsul de
Francia en San Sebastin, nos ponemos en relacin con el juez de
paz de Viana, don Vctor Cereceda, al que, habindole interesado
nuestras gestiones, se pone a nuestra disposicin para secundarlas.
La tradicn es la nica que va a hablar, transmitida a los ancianos
por sus antecesores, que la han recibido de testigos oculares y que
es la historia misma, y que los sencillos relatos que nos hacen se
conforman con todas nuestras indagaciones.
Por de pronto, empezamos nuestros trabajos registrando la iglesia
de Santa Mara en todos sentidos, y, como en la de Pamplona, no
encontramos la tumba de Csar. Sin embargo, los habitantes de la
ciudad no ignoran nada del destino del monumento que la decora-
ba.
Estaba emplazado a la derecha del altar mayor; era la obra de una
poca en que el arte estaba en todo su apogeo. Y sobre la urna
sepulcral escultores italianos haban representado los reyes de la
Escritura llorando la muerte de Csar.

Charles Yriarte, Dnde yacen los restos de Csar Borgia?, artculo publicado
en Le Temps y traducido por Gerardo Ripa lvarez de Eulate, en Antonio
Onieva, Csar Borgia, 1945.

- 210 -
Doc. n 16

1935, noviembre, 17.Viana

Acta de inauguracin del monumento de Victoriano Juaristi a Csar Borgia.

En el Palacio Consistorial de la ciudad de Viana, Navarra, a los


diez y siete das del mes de noviembre del ao mil novecientos treinta
y cinco y hora de las diez y seis y media, con ocasin de inaugurar
un monumento conmemorativo de Csar Borgia, duque Valentino,
muerto valientemente en hecho de armas en los campos de Viana,
ofrendado a la ciudad por el doctor en Medicina y Ciruga don
Victoriano Juaristi, acadmico de la Nacional de Bellas Artes, natu-
ral de Irn [naci en San Sebastin] y vecino de Pamplona, cultiva-
dor de varias artes bellas, concurrieron en dicho lugar, previamente
invitados por la Ciudad y el doctor Victoriano Juaristi, autor del
monumento, el Excmo. Sr. Gobernador Civil de Navarra, don Emilio
Sola; el Coronel Comandante Militar, tambin de Navarra, don
Ildefonso Puigdengola; don Jos M de Huarte, archivero de Nava-
rra; don Jos Luis de Ibarra, publicista; el doctor don Joaqun
Ezquieta y don Alfonso Gaztelu, presidente del Ateneo de Pamplona;
el ex diputado a Cortes don Jess Ruiz del Ro, de Logroo; el abo-
gado del Estado, don Mariano Caada; don Ruperto Gmez de
Segura, arquelogo; el presidente del Ateneo Riojano, don Cayetano
Melguizo, el licenciado don Jos M Mato y otras muchas persona-
lidades de ambas capitales.
Y, estando presente el Sr. alcalde don Wenceslao Correa y los Sres.
Concejales, el general don Maximino Cadarso y hermano don Gon-
zalo, el mdico don Paulino Pons y las personalidades de la ciudad,
ocupando todos ls escalinata y el zagun del Palacio Consistorial
donde se ha implantado el monumento, el pueblo se apiaba en
ancho semicrculo desde los soportales del mismo.
Y, con la venia del Sr. Gobernador, descorrieron el pao que cu-
bra el monumento las Sras. M Teresa M. de Juaristi y doa Julieta
R. de Ibarra, manifestando el concurso su complacencia por una
gran salva de aplausos.

- 211 -
Apndice documental

Y, hecho el silencio por la banda municipal, el Sr. Juaristi, diri-


gindose al Sr. alcalde con palabras cordiales, ofreci a la ciudad de
Viana, antigua Cabeza de su Principado, esta obra que labraron sus
aficiones de artista, con el fin de ilustrar la efemrides de los lti-
mos das de Csar Borgia y a estmulos de honrar asimismo a los
grandes hombres de esta ciudad.
A lo que el Sr. alcalde contest, en nombre de la ciudad de Viana,
que aceptaba cordialmente tan generosa ofrenda y que en pago y en
gracias guardar el monumento con el mayor amor para satisfac-
cin de la ciudad y de cuantos nos hagan el honor de visitarnos.
Ambos dironse las manos efusivamente y fueron aplaudidos y feli-
citados por todo el concurso y el pueblo.
Consiste el monumento en un basamento de fbrica estilo renaci-
miento, en cuyo frente aparece esculpida en mrmol esta leyenda:
Csar Borgia Generalsimo de los Ejrcitos de Navarra y
Pontificios, muerto en campos de Viana en 12 de marzo. MDVII.
Se halla flanqueada por dos planchas moldeadas de sendos relie-
ves herldicos, con las llaves pontificias y las tres lises francesas en
la derecha, timbres de los ducados de Romaa y de Valentinois, y
en su izquierda el toro de los Borgias valencianos y las cuatro fajas
de los Doms, timbres de familia.
Sobre la cubierta aparece la escultura de Csar Borgia en tamao
natural, medio recostada en ella, con birreta y ropilla civil, su ros-
tro barbado y sonriente; un pual es juguete de sus manos, y a sus
pies un raposo sostiene una cartela con el mote de su divisa, Aut
Cesar aut nihil.
Pendiente de la linterna de la cpula del vestbulo, un gran farol
forjado en hierro, regalo tambin del doctor Juaristi, guarda el esti-
lo de poca del monumento.
A seguido de este acto, las expresadas autoridades, personajes y
pueblo, llegronse en comitiva a los acordes de la msica a la Es-
cuela Pblica oriental de la carrera, calle de Serapio Urra, donde
por comisin del Sr. alcalde, el comandante de infantera, don Fran-
cisco Becerra Abada, hizo al concurso la presentacin del doctor
Juaristi como un honesto obrero de la inteligencia, habilsimo ciru-
jano, espritu artista, que elabora brillantes publicaciones profesio-

- 212 -
nales, cultiva las bellezas literarias, las del color y de las lneas pls-
ticas y las gestas de la Historia como esta del Borgia, por ser hom-
bre laborioso de mltiples y sobresalientes facultades.
El doctor Juaristi, sencillo y elocuente, explay la vida de Csar
Borgia desde la infancia, siguindole en todas sus dignidades ecle-
sisticas, aun sin que recibiera rdenes sagradas, en todas sus cam-
paas como gran capitn de los ejrcitos del pontificado, en todos
sus triunfos y ambiciones imperiales y en toda su desgracia hasta
abandonar forzadamente su patria y hasta morir bravamente en los
campos de Viana. Esta conferencia fue ilustrada con interesantes
proyecciones de los personajes que influyeron en la vida del hroe.
El Sr. Gobernador Civil se dirigi despus en breves palabras al
concurso congratulndose de un acto tan culto, generoso y entu-
siasta.
Y habr de expresarse el que, despus de recibidas por la ciudad
en los muros de la Solana las autoridades de Navarra y personalida-
des expresadas, furonse todos en primer lugar a visitar la tumba de
Csar Borgia, que yace al pie de las gradas de la gran portada de la
iglesia de Santa Mara, a quien tributaron sentidas expresiones de
justicia a sus famoso hechos y de piedad cristiana.
Y para que conste como satisfaccin y como instrumento de este
acontecimiento de la ciudad, lo firman a continuacin en la fecha y
lugar de suso dichos las autoridades y personas mencionadas.

AMV, caja 25, 1.1.6..Protocolo. Inauguracin monumento Csar Borgia.

Doc. n 17

1936, febrero, 20. Pamplona.

Jos M de Huarte, archivero jefe del Archivo General de Navarra, notifica al


alcalde de Viana el inters del Duque de Alba y Conde de Lern por la dignificacin
de los restos de Csar.

Mi querido amigo: El Excmo. Sr. Duque de Alba, mi buen ami-


go, al informarse por la prensa de Madrid del llamamiento que en
la misma se le haca para que como Conde de Lern y Director de la

- 213 -
Apndice documental

Academia de la Historia laborase para que los restos de Csar Borgia


reciban decorosa y cristiana sepultura, me pide informe sobre el
particular y confirma sus propsitos de interesarse por decoro de la
Historia, del personaje y de la estirpe de Lern en el asunto.
En mi ltima visita de das pasados a dicho Sr. en el Palacio de
Liria cambiamos impresiones sobre el particular y la confianza del
Duque me obliga a procurar de modo cierto la seguridad de que los
restos en cuestin existen en el lugar sealado por las tradiciones
del pueblo, por lo que se hace indispensable el comprobarlo y mi
gusto sera que con intervencin del Ayuntamiento, puesto que ju-
risdiccin suya es la va pblica donde la exploracin ha de realizar-
se.
Yo me encargar de obtener todas las licencias del caso y de que una o
varias personas de reconocida autoridad se personarn all en el da que
Vd. seale para que reconozcan a su vez la edad y sexo de la persona
cuyos son los restos que la prensa de 1885 atribua a Csar Borgia.
As que ese Ayuntamiento, acorde con la salvaguardia de los inte-
reses que le estn confiados y con la atencin que el Duque ha pro-
metido para el caso de que la exploracin sea positiva, debe, a mi
juicio, acordar se efecten en el da que sealemos las excavaciones
precisas, previas las licencias del caso.
Esos gastos, pequeos desde luego, la misma corporacin (o, en
defecto de ella, cualquiera de nosotros) deber sufragarlos, y el res-
to de la empresa yo me cuidar para que la intervencin del Sr.
Condestable sea digna por todos conceptos de su categora, de Viana
y del personaje que por este medio recibir de nuevo cristiana se-
pultura.
Espero la inmediata respuesta de Vds., mxime cuando, despus
de lo pasado y del vuelo que la iniciativa ha logrado, nadie habr
tan inculto que se pueda oponer justificadamente a la pretensin
de referencia.
Le saluda y abraza su afectsimo amigo.
Jos M de Huarte

AMV., caja 0095, 2.1.2., Correspondencia 1933-1936.

- 214 -
Doc. n 18

1936, marzo, 4. Pamplona.

El comandante Francisco Becerra exhorta al alcalde de Viana a que el Ayunta-


miento apruebe una nueva inhumacin de los restos de Csar.

Mi estimado amigo: he visto estos das aqu a mi amigo el presi-


dente del Colegio Mdico Sr. Juaristi []
Aun siendo pesado, te dir que el Sr. Juaristi tiene carta del mi-
nistro de la Gobernacin ofrecindole todo cuanto sea necesario
para dignificar la sepultura de Csar Borgia, y que el archivero Sr.
Huarte tiene un escrito del obispo de Calahorra ofrecindole el que
se lleven los restos de aquel a lugar sagrado, bien a las gradas, bien
a la iglesia, donde estuvo.
As que os aconsejo que pongis un poco de buena voluntad y os
reunis y acordis acceder a la pretensin del duque de Alba que el
Sr. Huarte os hace, permitiendo la inhumacin de los restos del
Borgia para que puedan trasladarse al sagrado de la quintana de la
iglesia, entre la portada principal y las gradas de acceso.
Ese parece a todos el mejor sitio porque adornar aquel lugar con
vistas al turismo y porque no se desaira a la autoridad eclesistica y
civil que siglos atrs dispusieron su actual sepultura. De otro modo
os exponis a un sofin y acaso a una destitucin.
Si los restos no dijeran los sabios ser de Csar Borgia, mi primo
ngel Jaln y yo quedamos en realizar todo el proyecto, pues que
para nosotros y el pueblo no tenemos duda.
Con el placer de saludarte quedo afectsimo seguro servidor y buen
amigo que estrecha tu mano.
Francisco Becerra.

AMV, ibd.

- 215 -
Apndice documental

Doc. n 19

1945, agosto, 27- 1953, diciembre, 13. Viana.

El mdico forense Santiago Becerra escribe sobre la exhumacin de 1945 y la inhu-


macin de 1953.

[] Verificamos, en primer lugar la comprobacin de la edad. Y, aun


cuando, no existiendo ms que huesos, resulta imposible obtener con-
clusiones exactas, sin embargo, el hecho de que la primera vrtebra sacra
se encontrara soldada a la siguiente y que la osificacin fuera completa
en todos los huesos y que no existiera atrofia en los trozos encontrados
de bveda craneal, nos permiti asegurar, despus de un meticuloso es-
tudio, tena ms de veinticinco aos y era menor de cuarenta y cinco.
La determinacin del sexo tambin ofreci dificultades, pues no apare-
ci la pelvis completa ni tampoco cndilos del occipital.
Sin embargo, el aspecto de las apfisi mastoides de los temporales, las
rugosidades y crestas seas tan pronunciadas, el gran grosor del coxal y
la caracterstica del sacro denotaba pertenecer todo ello al sexo masculi-
no.
Teniendo en cuenta el estado de los huesos largos, no result nada fcil
practicar la determinacin de la talla. Para ello tuvimos que encontrar
una media, despus de realizar mltiples mediciones. Encontrando, si-
guiendo las tablas de Rollet, que los restos haban pertenecido a un indi-
viduo que en vida poda oscilar entre 1,71 y 1,73 m. Estatura verdadera-
mente elevada para la poca aquella.
Todos los huesos pertenecientes al esqueleto estudiado fueron coloca-
dos y fijados, despus de su examen, en cuatro planchas de madera y
colocados dentro de la caja y llevados a Viana, donde quedaron en cus-
todia en el ayuntamiento.
Se ha dicho con posterioridad por algunos que el hecho de haber huesos
extraos poda inclinar a una posible duda sobre la autenticidad de los
restos. Quien as opine debe leer, entre otros, a Anthony, sabio profesor
de la Escuela de Antropologa de Pars, el cual ha encontrado siempre
restos extraos, incluso de animales, en toda sepultura que ha sido vio-
lada. Hallndolos hasta en la de los reyes de Navarra en la catedral de
Lescar (Francia).

- 216 -
En otros muchos sitios, sobre todo en las proximidades de las iglesias, se
han solido encontrar huesos sueltos no identificados, incluso de anima-
les. Pero nunca se ha encontrado en tales lugares un esqueleto casi com-
pleto (y que deben completarle los numerosos fragmentos seos halla-
dos), yacente en una excavacin labrada en la roca viva, aislado y prote-
gido por losetas, en singular aislameitno y sin seal alguna exterior de su
presencia.
No nos caba duda de que habamos localizado los restos de Csar Borgia
[].
Atendidas todas esas circunstancias, y a pesar de ellas, los firmantes del
informe opinbamos, en un exceso de escrupulosidad, que no haba
ningn dato que indubitablemente identificara a una persona determi-
nada. Que sus caracteres de sexo, edad, talla y herida de arma blanca en
escpula izquierda hecha en vida correspondan a un sujeto de las cir-
cunstancias corpreas de Csar Borgia. Y que ni la fecha de la inhuma-
cin primera de este cuerpo (o sea, la de la muerte), ni la de la permenencia
en el actual yacimiento se podan precisar. Pero s se poda afirmar que
su permanencia en la tierra no haba sido menor de doscientos aos.
O sea, que nada de lo investigado se opona a la tradicional afirmacin
de que los restos de Csar Borgia fuesen trasladados desde su sepulcro
en la iglesia a aquel lugar, situado fuera de su recinto y del atrio.
[] Pero, en la actualidad [1953], personas capacitadas y serenas han
revisado el proceso mal enjuiciado de los Borgia y, a la luz de documen-
tos irrefutables, han puesto en evidencia que la Iglesia no tiene por qu
esconder a los papas Calixto y Alejandro. Y que Csar era, como los
grandes de su tiempo, hombre astuto, de pocos escrpulos, pero un
gran caudillo y un hombre poltico y un gran prncipe en toda la exten-
sin de la palabra.
Esta obra de rehabilitacin, a la que Len XIII invit abriendo los archi-
vos del Vaticano, ha sido cumplida en estos aos por el norteamericano
monseor [Pedro de] Roo, archivero del Vaticano, Orestes Ferrara,
Onieva y tantos otros, y a la que modestamente contribuimos.

Santiago Becerra, En Viana de Navarra se da sepultura a los restos de Csar


Borgia, semanario El Espaol, enero-febrero, 1954.

- 217 -
Apndice documental

Doc. n 20

1953, diciembre, 13. Viana.

Acta de inhumacin de los restos de Csar Borgia.

En la ciudad de Viana, cabeza del Principado del Antiguo Reino


de Navarra, se congregaron los seores que al margen se expresan,
previamente invitados por el Ayuntamiento de esta ciudad al acto
de inhumacin de los restos de Csar Borgia, que permanecan in-
sepultos en una arqueta del archivo municipal desde el 27 de agos-
to de 1945 en que se exhumaron de una sepultura antropoide talla-
da en roca, bajo la acera de la Ra, frente a la gran portada de Santa
Mara, a requerimiento del Sr. presidente de la Academia de la His-
toria, al objeto de verificacin de los mismos llevada a cabo a satis-
faccin plena por los doctores Dn. Victoriano Juaristi y Dn. San-
tiago Becerra, forense de Tudela y titular de Viana a la sazn.
Y por haber solicitado del Ilmo. Ayuntamiento de Viana el vecino
de la ciudad Excmo. Sr. General Dn. Francisco Javier Becerra la
inhumacin de dichos restos, el Ayuntamiento, por acuerdo de 29
de agosto de 1952 le dio comisin para realizarlo en el atrio de la
gran portada de la iglesia de Santa Mara, bajo losa de mrmol al
nivel del suelo, entre dicha portada y las gradas de acceso a la mis-
ma, iniciativa del arquitecto de la Diputacin Dn. Manuel Ruiz de
la Torre.. Y requeridos a compartir la comisin el Sr. cura prroco
Dn. Andrs Calvo y el consejero foral de Navarra Dn. Ambrosio
Velasco, lograron la autorizacin del Ilmo. Sr. obispo de Calahorra
Dn. Fidel Garca en 15 de noviembre de 1953.
Y hecha la sepultura de cemento en el subsuelo de dicho lugar, el
Ilmo. Ayuntamiento, en sesin fecha 7 del actual acord la referida
inhumacin para el da de hoy, 13 de diciembre, e invit a dicho
acto a las autoridades de Pamplona y Valencia, patria de Csar
Borgia.
Y llegada la hora y congregadas las referidas autoridades y el Ayun-
tamiento en el Palacio Municipal y el pueblo en la Plaza de los Fue-
ros, parti la comitiva a dicha hora, precediendo la banda munici-
pal a la arqueta con los restos llevada por nios y esta a la canastilla

- 218 -
de claveles rojos trados por las autoridades de Valencia y a las flo-
res de la ciudad portadas por nias. Y escoltada la arqueta por el
Ayuntamiento con su bandera, en corporacin, y con las presiden-
cias de autoridades y representaciones seguidas del pueblo en gene-
ral se lleg e instal la comitiva en el atrio de la iglesia de Santa
Mara, donde esperaba el clero parroquial, y este enton unos so-
lemnes responsos.
Esta arqueta, artstico trabajo de la casa Azcona, con repujados
metlicos a sus costados y escudos de la Casa Borja en la tapa, fue
regalo del doctror Juaristi.
A seguido, el doctor Becerra hizo un sentido discurso vindicativo
de la gran familia Borja, y el Sr. alcalde, antes de proceder a la in-
humacin, dio las gracias a las autoridades, representaciones y ve-
cindario por su asistencia y manifest que la anterior sepultura bajo
la acera de la calle, como la actual en el atrio a nivel del suelo,
interpretan el mote del escudo de Csar Borgia, O Csar o nada,
pero que los vianeses le pisaremos blandamente, con cario, como
palmada de amigo y vecino durante tantos siglos.
A continuacin se verti la tierra valenciana en el fondo de la
sepultura, se tapiz de flores de la ciudad la sepultura misma, se
coloc una botella lacrada que encerraba un acta con los actos hasta
el momento, se introdujo la arqueta funeraria y se cubri esta de
ms tierra y se colocaron los claveles rojos de Valencia sobre la ar-
queta y la sepultura, que fue cubierta por dos losas y rellenndose
por encima de ellas de cascajo y se aplic sobre el asentado en ce-
mento la lpida sepulcral de mrmol jaspeado, que dice:
CSAR BORGIA, GENERALSIMO DE LOS EJRCITOS DE
NAVARRA Y PONTIFICIOS, MUERTO EN CAMPOS DE
VIANA, EL XI DE MARZO DE MDVII.
Terminado el acto, volvi la comitiva hasta la Casa de la Ciudad.
Y para que as conste, se firma por los miembros de este Ayunta-
miento, autoridades y personas a quienes se invit, que constan al
margen, en la Casa de la Ciudad de Viana, a los trece das del mes
de diciembre de mil novecientos cincuenta y tres.

AMV, caja 25, 1.1.6. Protocolo. Funeral honorfico de Csar Borgia.

- 219 -
Apndice documental

Doc. n 21

1953, diciembre, 13. Viana.

Texto del discurso del alcalde Francisco Becerra en la inhumacin de los restos de
Csar Borgia.

Relevantes autoridades y representaciones, seores, vecinos.


Gracias, muchas gracias por vuestra presencia aqu para honrar la
memoria, las cenizas de un hroe tan injustamente calumniado como
Csar Borgia, como su familia, su hermana la virtuossima Lucrecia
y el to abuelo de ambos, el gran papa Alejandro VI.
Los hermanos Borja, extranjeros en Roma, prncipes de la corte
del papa rey su to, fueron blanco de la calumnia de la nobleza ro-
mana, enemiga de la corona papal, as como la nobleza de Europa
combata a sus reyes.
Esta gran familia tuvo en Italia y despus en el mundo su falsa
leyenda negra, como la tuvo la inmensa y cristiana obra de los espa-
oles en Amrica.
Pero, afortunadamente, abiertos de par en par los archivos del
Vaticano,, los investigadores modernos han descubierto toda la ver-
dad y grandeza de esta familia.
Pero el pueblo de Viana no se cata de aquellas cuestiones. Nos
basta saber que Csar Borgia era generalsimo del ltimo rey de
Navarra, Dn. Juan su cuado, y que defendiendo a su rey, defen-
diendo a Navarra ofrend su vida en los campos de Viana y queda-
ron sus restos entre nosotros.
Sabemos que se le sepult en esta iglesia de Santa Mara, que el
rey le hizo labrar un monumento funerario en la capilla mayor, sin
duda en el gran arco gtico de la actual salida a la nave de su iz-
quierda, entonces cerrado, y que el gran viajero obispo de
Mondoedo Vlez de Guevara lo vio, lo cit y public su epitafio
en 1522.
Y sabemos que el sacerdote beneficiado de Viana Johan de Amax
en 1608, en su obrita Ramillete de flores de Nuestra Seora de Cods,

- 220 -
nos dice cmo ya no figuraba en la sepultura del Borgia su epitafio
desde que le trasladaron los huesos.
Se nos esfuma desde entonces la huella escrita sobre Csar Borgia,
pero no se pierde su memoria porque nuestros antepasados dicen a
sus hijos cuando pequeitos que ah, ah yacan los restos de Csar
Borgia, bajo la acera de la Ra entre los vianeses, dejndose pisar de
ellos. El que haba soado hacer de su patria adoptiva, Italia, otro
Sacro Imperio regido por el como Csar, bajo la tiara del papa.
Pero la Divina Providencia no lo quiso y qued en la nada. O
Csar o nada puso de leyenda en su escudo. Y pues que l acept
en vida la nada de esta disyuntiva, nosotros se la respetamos en
muerte. As deseamos que contine la nada de sus restos otra vez
por los siglos entre los vianeses.
Pero que no lo tema Csar; nosotros le pisaremos blandamente, lo
haremos con cuidado, con cario, como con palmada de amigo.
Y la nada de sus restos al recuerdo de su grandeza terrena nos dar
la gran leccin de curarnos de vanidades para buscar nuestro fin en
el Seor, con Quien se encuentra Csar, como ahora en oracin se
lo hemos pedido.

AMV, Ibd.

Doc. n 22

1990, noviembre, 1. Pamplona.

Carta de Jos M Cirarda Lachiondo, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela,


al sacerdote e historiador Juan Cruz Labeaga sobre la introduccin en Santa Ma-
ra de los restos de Csar Borgia.

Un abrazo fraterno y amigable en Cristo, querido Juan Cruz


Labeaga.
Te escribo al reincorporarme al despacho despus de una semana
que he estado encamado por unas altas fiebres que me derribaron
Aydame a dar gracias a Dios por haberme recuperado pronto y
totalmente, al parecer.

- 221 -
Apndice documental

A ti te las doy yo por ese esplndido libro sobre La obra de Luis


Paret en Santa Mara de Viana, que te honra como a su autor y
honra a Viana y a Navarra. Gracias y enhorabuena.
Aprovecho la ocasin para comunicarte que estuve hace pocos das
en Viana para hablar con su nuevo equipo sacerdotal, que preside
Aurelio Andueza.
Y les habl de la posibilidad-conveniencia de introducir dentro
del templo los restos mortales de Csar Borgia.
Ellos me sugirieron una especie de amplia taca que hay en la se-
gunda capilla, entrando a la derecha.
Les dije que t pudieras asesorar sobre todo el asunto, y aun les
indiqu que t tienes, o te sabes de memoria, la laus encomistica
que existi en el primer enterramiento, que estuvo dentro del tem-
plo; no vamos a esculpirlo ahora en mrmol, pero quizs no estu-
viera mal que se hiciera una buena reproduccin en letras dignas
para colocarlo junto a la lpida en recuerdo del ayer
Dime todo lo que te parece y aun si crees que el traslado podra
producir algn revuelo, bien que infundado
De nuevo: gracias, y felicidades.
Fraternalmente.
Jos M Cirarda.

Archivo de Juan Cruz Labeaga. Cartas.

- 222 -
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- 235 -
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ZURITA, Jernimo, Historia del rey don Hernando el Catlico, de las ligas y empresas
de Italia, en Anales de la Corona de Aragn, V-VI, Zaragoza, 1610

- 236 -
ndice general

Prlogo ..................................................................................... 7
Presentacin .............................................................................. 9
I. INTRODUCCIN ............................................................ 15
1. La familia Borgia ............................................................................. 17
2. Csar Borgia .................................................................................... 21
3. Navarra en tiempos de Csar ........................................................... 25
4. Viana en tiempos de Csar .............................................................. 27
II. LA MUERTE DE CSAR BORGIA ................................. 29
1. Ante el castillo de Viana .................................................................. 31
2. El ltimo camino ............................................................................ 33
3. La Barranca Salada .......................................................................... 37
4. La muerte ........................................................................................ 41
5. Hiptesis sobre su muerte ............................................................... 55
III. CSAR, DENTRO Y FUERA DE SANTA MARA ........ 61
1. En Santa Mara de la Asuncin........................................................ 63
2. Su sepulcro ...................................................................................... 69
3. Su epitafio ....................................................................................... 75
4. Expulsado de Santa Mara ............................................................... 79
IV. EL REGRESO DE CSAR EN 1885 ............................... 87
1. La Viana de 1885 ............................................................................ 89
2.La exhumacin de los restos ............................................................. 93
3.La inhumacin de los restos ............................................................. 99
V. Nueva reivindicacin de Csar ...........................................103
1. Viana, hacia la Segunda Repblica ................................................ 105
2. Actividades en pro de Csar........................................................... 109
3. El monumento de Juaristi ............................................................. 121
4. La polmica en torno al monumento ............................................ 127
VI. CSAR, MS CERCA DE SANTA MARA...................137
1. La exhumacin de 1945 ................................................................ 139
2. La inhumacin de 1953 ................................................................ 147
- 237 -
VII. HACIA EL V CENTENARIO ......................................157
1. La Viana industrial y actual ........................................................... 159
2. El monumento de Orduna ............................................................ 163
3. Csar Borgia a partir de los aos 80 ............................................... 169
4. El V Centenario ............................................................................ 175
5. Csar Borgia en la cultura y el folclore de Viana ............................ 181
Apndice documental ............................................................193
Bibliografa ............................................................................223

ndice de ilustraciones
Retrato de Csar. leo sobre papel por la pintora vianesa Beatriz Dueas
Chasco (2006) .......................................................................................... 20
Tapiz de Csar Borgia a caballo por la vianesa M Elosa Martnez (1995) .... 23
Busto de Csar por el escultor vians Santiago Ciaurri Suso (1965) .............. 24
Vista de Viana desde el oeste (1924) .............................................................. 28
Ruinas del castillo de Viana, ante el que sucumbi Csar Borgia (1925) ....... 30
Portal de la Solana, por el que sali Csar hacia la muerte (1924) ................. 36
Paraje de la Barranca Salada, donde la tradicin mayoritaria sita su muerte. 53
Antonio Juan Onieva (1886-1977), bigrafo de Csar y de Lucrecia ............. 54
Iglesia de Santa Mara, en la que fue enterrado en 1507 ................................ 60
En el primitivo altar mayor, a la izquierda fue enterrado Csar en 1507
(1924) ...................................................................................................... 62
Detalle del terno blanco que una tradicin atribuye a regalo de Csar
(siglo XVI) ............................................................................................... 68
Portada plateresca de Santa Mara (1549-1570), a cuyos pies se enterr
a Csar en 1953 ........................................................................................ 85
Palacio consistorial de Viana, en el que se debatieron los temas borgianos
desde 1884 ............................................................................................... 86
Carta de Francisco de Borja, cardenal y obispo de Calahorra al Ayuntamiento
de Viana (1701) ....................................................................................... 88
El cnsul de Francia en San Sebastin pregunta en 1874 por el sepulcro de
Csar ........................................................................................................ 88

- 238 -
Carta del gobernador de Navarra por la presunta profanacin de los restos
de Csar (1885) ........................................................................................ 98
El investigador vians Francisco Javier Becerra (1881-1961), alcalde en
1953 ....................................................................................................... 102
El doctor forense Santiago Becerra (1909-1998) coautor del informe sobre
los restos de Csar en 1945 ..................................................................... 102
Carta del archivero Jos M de Huarte con instrucciones para exhumar a
Csar (8-octubre-1931) .......................................................................... 104
Carta de Francisco Becerra exhortando al Ayuntamiento para que decida
el enterramiento en las gradas de Santa Mara (4-marzo-1936) .............. 108
El doctor forense Victoriano Juaristi (1880-1949), autor del monumento
destruido en 1936 .................................................................................. 120
Carta del doctor juaristi con instrucciones para inaugurar el monumento a
Csar (11-noviembre-1935) ................................................................... 120
Restos del monumento donado por Juaristi, extrados de la bodega
municipal en 1982 ................................................................................. 136
Cabeza del monumento a Csar, regalado por el doctor Juaristi, conservada
en el archivo municipal .......................................................................... 136
Arca municipal de las tres llaves, donde se contuvieron los restos de Csar
desde 1945 a 1953 ................................................................................. 138
Carta de la Academia Borja del Centro de Cultura Valenciana con motivo
de inhumacin (9-diciembre-1953) ........................................................ 146
Carta del Ayuntamiento de Valencia que incluye su adhesin a la
inhumacin (11-diciembre-1953) .......................................................... 146
Carta de la Academia de la Historia notificando haber recibido el acta
de la inhumacin de los restos (11-enero-1954) ..................................... 146
Vista de Viana desde el sur (ao 2006) ........................................................ 158
Vista de Viana desde el sur (2006) ............................................................... 161
Busto de Csar Borgia (1965) ...................................................................... 162
Busto de Csar por Orduna, revestido del maillot amarillo de indurain ...... 167
Viana (2006) ............................................................................................... 168
El alcalde de Viana (izq.) y el consejero de Cultura y Turismo ofrendan
flores sobre la tumba de Csar (11-marzo-2007) .................................... 174
Ofrenda de flores por los nios de Viana sobre la tumba de Csar
(21-junio-2007) ..................................................................................... 191
Representacin de la muerte de Csar en la Barranca Salada
(10-marzo-2007) .................................................................................... 192
Representacin de la muerte de Csar por los escolares de Viana
(11-marzo-2007) .................................................................................... 192

- 239 -