El Buda
El Buda
El Buda
Sangharkshita
Ediciones CBCM
El Buda, 2a. edicin, 2010.
Registro en trmite
Esta fotografa ha sido utilizada sin fines de lucro para la publicacin de este libro que
tendr una distribucin interna para los estudiantes del Centro Budista de la Ciudad
de Mxico.
Contenido
1. La evolucin de un buda 7
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selo de esa manera, la gente senta que la vida era algo extrao
e incomprensible: un misterio. Posteriormente, aunque todava
antes de que comenzase a registrarse la historia, se empez a
pensar de una forma ms consciente y explcita acerca de la vida.
Nuestros ancestros se dieron cuenta, sin saber cmo ni por qu,
de que se encontraban en medio de lo que pareca un mundo
muy extrao e incluso hostil, rodeado de todo tipo de hechos y
cosas que no podan entender ni controlar: por la maana vean
el amanecer y por la tarde vean el ocaso. Sin embargo no saban
por qu sala o se ocultaba el sol ni tampoco lo que pasaba con
ste durante la noche. Algunas veces haba grandes tormentas,
todo se oscureca, se escuchaban truenos, aparecan relmpagos
alumbrando el cielo de forma intermitente y caa la lluvia. Pero
nadie poda explicar a qu obedecan todos estos fenmenos. A
veces los das eran calurosos y estaban llenos de luz, otras eran
cortos y muy fros; no obstante era un gran misterio el porqu de
todo esto. Posteriormente descubrieron que al frotar dos piedras
se producan chispas y entonces fuego: esto tambin representa-
ba un misterio.
En ocasiones algunas personas se sentan tristes y desoladas
mientras sus cuerpos sufran agudos dolores. Por qu pade-
can? Nadie lo saba. Otras veces suceda algo an ms extrao:
encontraban a una persona tendida en el suelo y totalmente in-
mvil con frecuencia se trataba de algn anciano, aunque bien
poda tratarse de un nio, y cuando lo llamaban no contestaba,
sus ojos se encontraban fijos, incapaces de responder a su en-
torno. Al acercarse a la persona y colocar la mano cerca de las
fosas nasal se daban cuenta de que su piel estaba fra y tiesa.
Si se dejaba all el cuerpo, al cabo de unos das ste empezaba
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Palabra francesa que denota la habilidad para percibir clara y profundamente.
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que haya algo que est cambiando, sino ms bien que todo es
cambio. El Buda contaba con una frmula para expresar esto,
conocida en pali como pratitya-samutpada. Nosotros podemos
traducirla como la coproduccin condicionada o como el sur-
gimiento dependiente. Esta frmula o ley dice as: Este ser, eso
llega a ser; del surgimiento de esto eso surge. Esto que no es,
eso no llega a ser; del cese de esto, eso cesa. De este modo, si la
existencia es cambio, el cambio es condicionamiento. Podemos
contemplar la existencia como un patrn infinitamente complejo
y cambiante de fenmenos fsicos y mentales que cobran forma
dependiendo de ciertas condiciones y que desaparecen cuando
dichas condiciones ya no existen.
No es mi intencin invocar la frmula de pratitya-samutpada
como un principio csmico tradicional, aunque eso no implica
que no pueda serlo. En el Digha-Nikaya del Canon Pali hay un
largo discurso pronunciado por el Buda: el Sutta Aggana que
versa sobre la evolucin del universo y el origen de la humani-
dad. se es un tema que por el momento no me incumbe, pero
para nuestro presente objetivo tan slo quiero establecer con cla-
ridad cmo, en dependencia de la evolucin inferior, surge la
evolucin superior.
La evolucin superior no es el producto de la evolucin
inferior. Pratitya-samutpada expresa una postura intermedia: no
afirma que la evolucin inferior constituya, en esencia, lo mis-
mo que la evolucin superior, pero tampoco considera que sea
un proceso completamente distinto. Esto refleja un enfoque bu-
dista bsico que, en este sentido, puede denominarse cientfico
pues describe lo que sucede sin limitarse exclusivamente a una
interpretacin de los hechos.
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aos. Sin embargo, parece que en el fondo senta una gran in-
satisfaccin con la vida que llevaba. Su impaciencia creca da a
da. Cuando recibi la noticia de que su esposa haba tenido un
varn, su respuesta no fue la de un padre orgulloso. Al pregun-
trsele como lo llamara, respondi: Se me ha interpuesto un
obstculo y por lo tanto debe llamarse Rahula. Cabe aclarar que
Rahula significa obstculo. Esto deja entrever que durante toda
su vida Siddhartha sinti que su padre haba intentado atarlo a
los placeres, a sus propiedades, al poder, a su familia, a su espo-
sa y a su hijo. Siddhartha era una persona muy inteligente y se
daba cuenta de todo esto. En tanto que su insatisfaccin creca,
empez a descuidar sus ejercicios marciales y perdi inters por
las diversiones y distracciones de sus palacios. La vida domstica
no le produca gozo alguno.
Cada vez pasaba periodos ms largos a solas pensando y hubo
un momento en que atraves por una especie de crisis espiritual
aunque sta no es la manera en que se explica en las escrituras.
En trminos psicolgicos y espirituales, este punto decisivo es
conocido ampliamente en todos los crculos budistas por medio
de la dramtica narracin de las Cuatro Escenas. Es imposible
saber si esto es leyenda, la proyeccin externa de una experiencia
que surge de un cuestionamiento interior intenso o si sucedi tal
y como lo describe la historia. De lo que podemos estar seguros
es de que las Cuatro Escenas cristalizan de una forma poderosa
algunas de las enseanzas fundamentales del Budismo, enmar-
cando el temprano desarrollo espiritual del Buda.
El relato cuenta que en una maana soleada Siddhartha or-
den a su auriga que preparase los caballos para dar un paseo.
Vayamos a ver qu hay en el mundo y lo que la gente hace, le
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Tuvieron que pasar seis aos desde que dej el palacio para
que llegara al lugar que representara el final de su bsqueda.
Hay un punto en el actual estado de Bihar llamado Uruvela aho-
ra conocido como Bodh Gaya en donde Siddhartha encontr un
grupo de hermosos rboles junto a un ro. Pareca un sitio ideal
para detenerse a meditar. Corra una suave brisa y decidi sen-
tarse en la sombra. Mientras se preparaba para hacerla record
algo que, sbitamente, le mostraba la direccin a seguir. Se acor-
d de lo que experiment treinta aos atrs, cuando se haba
sentado a la sombra de otro rbol mientras su padre participaba
en la ceremonia del arado. Lleno de gozo y de esperanza, entr
paulatinamente en un estado de concentracin similar al de
aquel importante da de su infancia. Saba que no haba necesi-
dad de forzarlo y que tan slo tena que dejarse llevar de una
manera suave, alejando cualquier distraccin. En el transcurso
de estos hechos, la mujer de un pastor del pueblo vecino le llevo
arroz; l lo tom y us como alimento para fortalecer su cuerpo.
Asimismo, un granjero se le acerc para darle un montoncito de
hierba con la que poda formar un asiento. Se sent entonces
cmodamente y penetr en un estado meditativo ms profundo,
pasando por muchos niveles de estados superconscientes.
No se sabe cunto tiempo permaneci sentado meditando,
pudo haber estado varios das, semanas o incluso meses. Lo ni-
co que se sabe es que la noche de Vaishakha Purnima lleg a
la solucin del problema que haba ocupado su mente durante
mucho tiempo desde que presenciara Las Cuatro Escenas. No
slo alcanz la solucin sino que adems entendi sus diferentes
matices, logrando una compresin muy profunda de su existen-
cia. Alcanz la Iluminacin plena y despert a la verdad.
El camino hacia la iluminacin 51
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La palabra que traduce del ingls biases corresponde en espaol a tendenciosi-
dad o parcialidad. Nota del traductor.
3. Las enseanzas secretas
de la vida temprana del Buda
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otra vez el papel de hijo o hija y dejan de ser ellas mismas. Ahora
bien, para poder dejar a la familia atrs necesitamos mantener-
nos atentos a nuestras propias tendencias y a las de nuestros
familiares y no caer en ciertas actitudes mecnicas cada vez que
nos encontremos en las inmediaciones de la vida familiar.
De cualquier modo, la familia no es el nico grupo que te-
nemos que dejar cuando vamos hacia adelante. Tambin est el
grupo social. Al ir hacia adelante nos desprendemos de todo tipo
de actividades sociales, estereotipadas y convencionales. Tenemos
que reconocer que las fiestas, las actividades de los clubes y otras
funciones sociales generalmente no valen la pena, que son trivia-
les y aburridas. Esto no debe confundirse con la pose antisocial
adoptada por aquellas personas que son ineptas a un nivel co-
lectivo. Se trata de analizar cunto dependemos y deseamos ser
parte del remolino de la pseudoalegra social. Esto nos ayudar
a darnos cuenta de si nuestra individualidad se encuentra lo su-
ficientemente definida y de si estamos listos para dejar de lado
el grupo social. Sin embargo, aunque evitemos el trato directo
con sus formas ms institucionalizadas, todava es muy difcil
escapar por completo de las habladuras y chismes que existen en
la mayora de los crculos sociales comunes y corrientes. Ahora
bien, cuando Siddhartha cambi la vida domstica por la vida
errante, se alejaba adems de todo este tipo de actitudes sin senti-
do. Muchos aos despus observ que su propia sangha tambin
era propensa a ellas. En una ocasin se dirigi a sus discpulos de
la siguiente manera: Cuando se renan, mantnganse callados
o si hablan, hablen con algn propsito espiritual, hablen sobre
el Dharma, sobre las cosas que son de utilidad para el desarrollo
de su individualidad.
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miedo a ser vistas como son. Piensan que otros las rechazarn si
se muestran autnticamente. De forma ideal debemos mostrar-
nos como somos, por lo menos con nuestros amigos, y si no po-
demos hacerlo, debemos al menos ser conscientes de la mscara
que nos ponemos teniendo cuidado de no identificarnos con ella.
La mscara ms comn est constituida por los uniformes o las
modas. Un uniforme puede ser muy til cuando asumimos un
rol social, no obstante identificarnos con ese rol puede resultar
muy daino para nuestra individualidad. Por lo tanto, cuando
Siddhartha se desprendi de su atuendo de prncipe estaba re-
nunciando a su mscara.
En lo que a su prctica de austeridades se refiere: el cuarto
incidente, puede ser difcil imaginar el significado que tiene para
nosotros este callejn espiritual. La forma ms prxima en que
los occidentales llegan a practicar austeridades es probablemente
el tratar de dejar de fumar. La automortificacin no es un error
espiritual en que los occidentales modernos caemos con facilidad.
Sin embargo debemos contemplar los aspectos subyacentes de
la prctica de austeridades de Siddhartha. Qu trataba de hacer
realmente al llevar la prctica hasta el lmite de su resistencia? En
cierta manera es obvio: intentaba alcanzar la Iluminacin a travs
de su fuerza de voluntad, por medio de un esfuerzo canalizado
por el ego. Su mente consciente haba decidido llevar a cabo esta
empresa sin tomar en cuenta al resto de su psique, y claro est que
el resto de su psique se negaba a cooperar. Su esfuerzo era intil
a pesar de lo noble del proyecto.
No se ha de concluir que debamos dejar de esforzarnos. No.
La importancia de su prctica de austeridades reside en lo que
sucedi cuando Siddhartha se sent bajo el rbol bodhi y empez
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para apreciar la obra del artista creativo. Incluso puede ser que la
valoracin de su obra est ms all de nuestro alcance. Es curioso
observar cmo Mozart no fue considerado un personaje revolucio
nario. Sus contemporneos detectaron errores de armona en sus
trabajos posteriores, pero lo que realmente suceda era que l se
haba alejado de las convenciones de su tiempo: haba rebasado el
nivel general de sensibilidad. Este fenmeno nos muestra cmo,
con frecuencia, el genio se encuentra solo en un principio. Poste
riormente, otras personas empiezan a comprender su visin hasta
que se da un incremento general de la sensibilidad cultural. Y enton
ces, sin tener que realizar mucho esfuerzo, casi cualquiera es ca-
paz de apreciar el trabajo de los grandes individuos del pasado.
Tambin se da un proceso correspondiente en la direccin
contraria. El nivel general de los logros culturales proporciona
la materia prima con la que expresa su genio el individuo excep-
cional. No es una coincidencia que la sociedad en la que creci
Mozart valorara la msica profundamente; que Miguel ngel apa-
reciera en la cumbre del Renacimiento italiano; que Shakespeare
refinase su habilidad en medio de una galaxia de poetas dram-
ticos o que Platn profundizara sus meditaciones inmerso en
una cultura motivada por el cuestionamiento filosfico. Todos
ellos fueron el producto, en cierto grado, de un medio ambiente
cultural favorable, tampoco es sorprendente que el Buda apare-
ciera en una poca en la que exista una gran preocupacin por
los asuntos espirituales. Sin embargo, el desarrollo cultural se
suscita precisamente a travs del esfuerzo de individuos que tra-
bajan a solas o que se encuentran en contacto con unos cuantos
amigos. Los grupos, las escuelas y las instituciones tienden a
reprimir la creatividad.
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con esta enseanza, son cinco las formas en que funciona la ley
de la causa y el efecto actuando cada una en un nivel diferente.
Las primeras tres son las formas ms simples, dado que pueden
relacionarse con la ciencia occidental. En primer lugar esta utu-ni
yama; utu se refiere a la materia no viviente; en la actualidad hay
personas que empiezan a dudar que haya materia no viviente, no
obstante le daremos esta designacin. Se trata del orden fsico e
inorgnico de la existencia. Utu-niyama, por lo tanto, es la ley de
la causa y el efecto que funciona en el nivel de la materia inorg-
nica. De una manera general incluye las leyes de la fsica y de la
qumica, as como las leyes de las disciplinas asociadas a stas.
El segundo niyama es bija-niyama; bija significa semilla y,
en consecuencia, este niyama se refiere al mundo de la mate-
ria viviente: el orden fsico orgnico, cuyas leyes constituyen las
ciencias biolgicas.
El tercero es chitta-niyama. Chitta es mente y entonces chitta
niyama es el condicionamiento operativo en el mundo de la
mente. La existencia de este tercer niyama indica que la actividad
mental y el desarrollo no son fortuitos sino que se encuentran
gobernados por ciertas leyes. Es importante que entendamos las
implicaciones de esto. En Occidente estamos acostumbrados a
tomar en cuenta las leyes que funcionan en el nivel de la fsi-
ca, de la qumica y de la biologa, pero no estamos tan familia-
rizados con la idea de que hay leyes similares que regulan los
eventos mentales. Es ms comn pensar que stos simplemente
suceden, sin ninguna causa en particular. En cierto grado y en
algunas reas, la influencia de Freud empez a cambiar dicha
suposicin, pero la idea de que los fenmenos mentales surgen
en dependencia de condiciones no ha llegado todava a penetrar
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no tan evocativa en las palabras del canon pali como en las pin-
turas elaboradas por los artistas chinos y japoneses de la Edad
Media. Con un hermoso bosque de fondo, son perfilados los
troncos de los rboles de sal como si fueran columnas, altos y
delgados, sosteniendo cada uno de ellos una corona de hojas ver-
des y anchas, de entre las que sobresalen grandes flores blancas.
Al Buda se le pinta recostado sobre su costado derecho, rodeado
por sus discpulos, sus seguidores ms cercanos estn sentados
a su lado y llevan sus hbitos azafrn, mientras cae una lluvia de
flores de los rboles de sal. All tambin se encuentran presentes
todo tipo de personas: brahmanes, prncipes, ministros, ascetas,
adoradores del fuego, comerciantes, campesinos, mercaderes...
as como muchas especies animales: elefantes, cabras, venados,
caballos, perros, incluso ratones y pjaros que se han reunido
para despedir al Buda. Arriba, los dioses y las diosas que apare-
cen entre las nubes completan la escena. Las mejores pinturas
de este episodio dejan entrever no tanto la conclusin ordinaria de
la vida de alguien, sino un evento de significacin universal pre-
senciado por todos los seres de la creacin.
El estado de nimo general, como podemos esperar, es de
tristeza. Incluso los animales estn llorando, siendo fciles de dis
tinguir las enormes lgrimas del elefante que se resbalan por sus
mejillas. De hecho, los nicos que no estn llorando son unos
cuantos discpulos que se encuentran sentados muy cerca del
Buda y un gato. El gato permanece impasible a causa de la sangre
fra felina propia de las fbulas, pero los discpulos ms prxi-
mos permanecen perfectamente tranquilos porque son capaces
de percibir ms all del cuerpo fsico, y saben que realmente el
cambio del Nirvana al Parinirvana no es un cambio.
La muerte de un Buda 187
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Palabra alemana que se refiere a la satisfaccin que se siente por la desgracia
ajena.
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mos. Una de las razones por las que a los tibetanos les gustan los
tazones hechos con crneos, las trompetas fabricados de fmur
y los ornamentos de hueso, es que, al estar en contacto directo
con algunos huesos de gente que ha perecido, se familiarizan con
la idea de la muerte. Una experiencia parcial de este mtodo de
meditacin puede lograrse al contemplar objetos asociados con
la muerte. En el mundo oriental hay algunas personas que tie-
nen malas (rosarios) hechas de huesos humanos, formados por
discos diminutos. A estas alturas espero que haya quedado claro
que no se trata de un ejercicio mrbido o sdico, y que la base
indispensable para meditar sobre la mortalidad es el encontrarse
en un estado de tranquilidad y de concentracin.
El prximo paso a seguir en esta prctica, si acaso los mtodos
simples no parecen producir suficientes resultados, es pensar de
forma sistemtica acerca de la precariedad de la vida humana.
Consideramos que en todo momento la vida humana est soste-
nida por un hilo y que su continuacin depende de muchos facto-
res... Necesitamos aire: si dejsemos de respirar durante ms de
unos cuantos minutos moriramos; estamos sujetos por comple-
to al buen funcionamiento de nuestros pulmones; si, de repente,
el aire contenido en la habitacin fuese extrado llegara el fin de
la historia. Del mismo modo, dependemos de que se mantenga la
temperatura, a cierto nivel; por ejemplo, si aumentase la tempe-
ratura todos moriramos rpidamente o si disminuyese sucedera
lo mismo. Si el planeta se saliera de su rbita ligeramente, eso
tambin marcara el final para todos nosotros. La vida es tan pre-
caria y depende de tantas condiciones que es una maravilla que
estemos vivos. Cada momento de nuestra vida es como un paso
que avanzamos sobre una cuerda floja que se encuentra suspen-
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Sobre ste se encuentra una luna creciente de color azul, que sir-
ve para simbolizar el elemento aire. Finalmente, hay una figura
en forma de llama de color dorado, que representa el espacio o
el ter, encima de la mencionada luna. Si se desea, puede cam-
biarse el dorado de la llama por los colores del arco iris, de hecho,
puede ser una especie de joya con los colores del arcoiris: sta
representa la conciencia.
stos son los smbolos geomtricos de los cinco o seis ele-
mentos, y cuando los organizamos en dicho orden, colocando
uno encima de otro, forman el estupa. Por lo tanto, a esta me-
ditacin se denomina la Visualizacin del estupa. El estupa
tiene un simbolismo particular dentro de este contexto. En la
antigedad fue utilizado como monumento funeral en el que se
guardaban las cenizas de personajes notables. En la historia y tra-
dicin budistas, el estupa se encuentra asociado, especialmente,
al Parinirvana del Buda. De hecho, en el arte budista temprano,
el estupa era el smbolo del Parinirvana.
La representacin simblica del Buda es una caracterstica
interesante y significativa de las obras arcaicas talladas en pie-
dra de algunos artistas budistas y el estupa es un elemento de
una serie iconogrfica. Algunas veces el Buda est representado
simplemente por las huellas de un par de pies, aunque tambin
existen otras imgenes. El smbolo que se escogi para represen-
tar el nacimiento del Buda fue una flor de loto. El acto de ir hacia
adelante de Siddhartha cuando deja su casa para internarse en la
selva en busca de la verdad se simbolizaba por medio de un caba-
llo saliendo de la puerta del palacio, dibujndose sobre el animal
una sombrilla indicando dnde estara la figura del Buda. En la
escena de su Iluminacin se utiliza el rbol Bodhi y el trono; sin
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der esta actitud, tras la muerte del Buda, se elabor una lista de
diez poderes y dieciocho cualidades especiales que se le atribuan
para distinguirlo de sus discpulos iluminados. Sin embargo, esta
clasificacin mostraba que realmente los discpulos no podan
entender qu o quin era el Buda.
El hecho de que los discpulos del Buda, aquellos que tenan
contacto personal con l no eran capaces de entender quin era,
nos muestra la limitacin que nosotros tenemos para comprender
su naturaleza. Sin embargo, en cierto nivel, podemos organizar
los indicios y las claves que tenemos, ayudados por el episodio de
Upaka, para esclarecer la direccin a proceder. Este ejemplo nos
seala que tenemos que dar un paso atrs para incorporar una
dimensin totalmente nueva en nuestra bsqueda del Buda. No
se le puede rastrear porque pertenece a una dimensin distinta,
la dimensin trascendental, la dimensin de la eternidad.
Hasta ahora hemos explicado su vida en trminos tempo-
rales, su nacimiento, su Iluminacin, su muerte, su existencia
histrica. De hecho, hemos analizado al Buda de acuerdo con
el modelo evolutivo que introdujimos en el primer captulo, que
es un modelo que progresa a travs del tiempo y del espacio. No
obstante, sta es una forma tan slo de comprender las cosas.
Adems de observar al Buda desde el punto de vista del tiempo
podemos hacerla desde el punto de vista de la eternidad.
El problema con cualquier tipo de relato biogrfico del Buda
es que, en cierto sentido, est refirindose a dos personajes
distintos: a Siddhartha y al Buda, divididos por el evento de la
Iluminacin. Sin embargo, al percatarnos de la serie de eventos
que lo condujeron hacia el punto de la Iluminacin, tendemos a
pensar que tras sta, la vida transcurri de la misma manera, con
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