Como Litigar en Arbitraje Armando Serrano

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CMO LITIGAR EN ARBITRAJE

Por: Dr. Armando Serrano Puig

El CENAMACO, Centro Nacional de Mediacin y Arbitraje de la Cmara de la


Construccin de Quito ha tenido la gentileza de invitarme para haga esta
exposicin sobre Cmo litigar en arbitraje, en funcin de la experiencia que
hemos acumulado en litigios de esta naturaleza, bien sea actuando como
rbitro integrante de tribunales de esta clase, o ya tambin como parte en
procesos arbitrales administrados y ad-hoc, unas veces patrocinando al actor y
en otras ocasiones a la parte demandada.

Debo como introduccin citar al ilustre eticista del derecho y de la abogaca,


don ngel Osorio y Gallardo:

Suele sostenerse que la condicin predominante de la abogaca


es el ingenio. El muchacho listo es la ms comn simiente de
Abogado, porque se presume que su misin es defender con igual
desenfado el pro que el contra y, a fuerza de agilidad mental, hace
ver lo blanco negro. Si la abogaca fuera eso, no habra menester
que pudiera igualarla en vileza. Incendiar, falsificar, robar y
asesinar seran pecadillos veniales si se les comparaba con aquel
encanallamiento; la prostitucin pblica resultara sublimada en el
parangn, pues al cabo, la mujer que vende su cuerpo puede
ampararse en la protesta de su alma. mientras que el Abogado
vendera su alma para nutrir el cuerpo, dice en su obra, El Alma de
la Toga, el ilustre publicista espaol Angel Ossorio1

En razn de que litigar es precisamente el ms importante papel que le


corresponde desempear al abogado, debo comenzar diciendo que en mi
opinin, en todo litigio el abogado debe comportarse con la mayor altura
posible, haciendo gala de la profesin que ostenta, pues la abogaca no es
para ruines sino lo contrario, es para la gente ms noble, la ms correcta, la
ms honrada, la mejor. Ser abogado debe ser el ms alto honor que una
persona de bien puede ostentar en su vida. Lo es para m. Al efecto, me
permito citar ciertas expresiones del famoso litigante estadounidense, F. Lee
Bailey, quien en su obra: Cmo se Ganan los Juicios. El Abogado Litigante2,

1
ngel Osorio y Gallardo, El Alma de la Toga, Librera El Foro S.A., Coleccin Clsicos
del Derecho, Buenos Aires, Argentina, 1997, p. 41.
2
Versin en espaol, de Jos Hurtado Vega. Editorial Limusa, Grupo Noriega Editores,
1ra. Edicin, 1992, Mxico D.F.

Para utilizar en la asignatura DER905 METODOS ALTERNATIVOS DE SOLUCION DE CONTROVERSIAS del Prof. Alejandro Sarzosa Larrea
sostiene que: los buenos abogados litigantes, por fuertes que sean sus
egos, son personas finas y bien educadas requiere cualidades ms
importantes que todas las dems, o sea, un alto nivel de tica e integridad
personales3. Poco ms adelante sostiene este mismo autor, que: Un
profesional tico, cuya moral usualmente se mide por el alcance y el grado de
su integridad personal, normalmente tiene suficiente madurez para comprender
que la vida es demasiado breve para dejarse regir por hbitos mezquinos4, y
en sus comentarios sobre tica profesional va mas all, mucho ms all,
cuando afirma que: Los buenos abogados litigantes son, simple y llanamente,
personas decentes Todos tenemos el poder de entablar litigios en contra de
alguien bajo el pretexto ms trivial, para paralizar sus recursos, para causarle
gran ansiedad y gastos jurdicos y, de manera general, hacerlo miserable con
escasa o ninguna justificacin. Quisiera poder decir que estos casos son raros,
pero desafortunadamente eso no es as. Muchos de los que ostentan su ttulo
de abogado hacen precisamente eso con el propsito de exprimir unos cuantos
dlares por arreglo extrajudicial a alguien que no puede permitirse el tiempo y
la incomodidad de acudir a los tribunales Los abogados que logran la
victoria manipulando y torciendo las reglas no sirven a nadie, ni siquiera a s
mismo, por muy dulce que pueda parecer el sabor de la victoria5.

Y si las enseanzas que acabamos de ver son aplicables siempre, en todo


proceso y en todo litigio al abogado que litiga, en arbitraje este comportamiento
de altura y tica profesional y personal del abogado debe ser llevado a la
mxima expresin, pues el litigio debe y tiene que ser diferente de aquel que se
lleva a cabo en los tribunales y juzgados ordinarios, por el simple hecho de que
ninguna de las partes puede ser llevada a arbitraje sin su propio
consentimiento.

Varias son las diferencias que existen entre litigar ante la justicia ordinaria y
ante la justicia arbitral; en realidad, pueden ser muchas, pero nos vamos a
referir solamente a las que para nosotros son las ms importantes:

Convencin: La justicia ordinaria es la funcin primordial de la organizacin


poltica que llamamos Estado. El Estado se constituy bsicamente para evitar
que los hombres se hagan justicia por mano propia, y fue consecuencia del
pacto social, el que se celebr para poner orden en el caos en que los hombres
se reclamaban unos a otros directamente buscando exigir lo que consideraban
era justo para ellos, esto es, buscando la justicia por la accin propia y personal
de quien se senta agredido y perjudicado por otro.

3
F. Lee Bailey, Op. Cit., pp. 46 y 47.
4
F. Lee Bailey, Op. Cit., p. 47.
5
F. Lee Bailey, Op. Cit., pp. 47 y 48.

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De ah que, siendo la justicia la funcin primordial y fin ltimo del Estado, nadie
puede ni debe estar fuera de la accin de la justicia. En otras palabras, todos
tenemos que sujetarnos a la justicia estatal, a los jueces que el Estado designa
para dar a cada quien lo que le corresponde, y siguiendo los procedimientos
que el mismo Estado ha fijado para que las personas sujetas a ella puedan
hacer valer sus derechos o los que pretenden tener.

Por consiguiente, cuando una persona es demandada ante determinado juez o


tribunal de la justicia ordinaria, normalmente no tiene otra opcin que acudir a
ejercer su defensa y la de sus intereses ante el rgano de la administracin de
justicia que le ha emplazado a comparecer, y tiene y debe hacerlo incluso en
contra de su voluntad, para luego de seguir las reglas de proceso establecidas
acatar la decisin judicial que se adopte. Y es por ello que en muchos casos
vemos a las partes actuando con las ms bajas pasiones por delante,
agrediendo no slo a su contraparte sino incluso al juez o tribunal como una
forma de expresar su rechazo al sistema y su desagrado con l, y como una
indigna manifestacin de la bajeza con que en el litigio se conducen ciertos
abogados.

En cambio, al arbitraje acuden solamente quienes en ejercicio de la autonoma


de su voluntad as lo han acordado y resuelto. Si no existe convenio arbitral,
segn nuestra ley de la materia (Ley de Arbitraje y Mediacin) no puede existir
arbitraje. El convenio o acuerdo de voluntades es requisito sine qua non para
la procedencia del arbitraje. Debemos destacar que segn la Ley Modelo de la
CNUDMI (normalmente conocida por sus siglas en ingls, como UNCITRAL)6,
si bien no es imprescindible acompaar a la demanda el convenio arbitral, si es
necesario al menos hacer referencia en la demanda a la existencia de tal
convenio y que la otra parte al contestar el reclamo o demanda no niegue su
existencia, y en tal evento o supuesto tenemos un proceso arbitral plenamente
vlido. Pero en todo caso se exige que exista convenio arbitral, y que al menos
sea previo a la presentacin de la demanda.

Esta voluntariedad mutua de acudir al arbitraje para solucionar sus


discrepancias, obliga a las partes a adoptar una posicin distinta, diferente,
frente al juzgador, frente a la contraparte y frente a lo que es materia de la
controversia. El uno (el juzgador ordinario) lo es por decisin del Estado
manifestada en la forma en que legalmente corresponda. El otro (el juzgador

6
Ley Modelo, Art. 7, Nro. 2, que dice: El acuerdo de arbitraje deber constar por
escrito. Se entender que el acuerdo es escrito cuando est consignado en un documento
firmado por las partes o en un intercambio de cartas, tlex, telegramas u otros medios de
telecomunicacin que dejen constancia del acuerdo, o en un intercambio de escritos de
demanda y contestacin en los que la existencia de un acuerdo sea afirmada por una
parte sin ser negada por otra. La referencia hecha en un contrato a un documento que
contiene una clusula compromisoria constituye acuerdo de arbitraje siempre que el contrato
conste por escrito y la referencia implique que esa clusula forma parte del contrato (el
resaltado es nuestro).

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arbitral) lo es por decisin de las partes de la controversia, las que se hallan
facultadas incluso para escoger sus propios rbitros, con cualquier criterio que
fijen para ello, e incluso por la especializacin en la materia de que se trata el
conflicto, y pueden escoger hasta sus propias reglas de procedimiento.

Agilidad: Pero a ms de la voluntad expresa de las partes para acudir al


arbitraje como forma de solucionar sus conflictos en reemplazo de la justicia
ordinaria, reemplazo que puede tener efecto incluso por la desconfianza de las
partes en el sistema ordinario de administracin de justicia, podemos destacar
tambin que el inters de las partes puede ser el de obtener una solucin gil a
sus controversias, que les permita en poco tiempo terminar con sus disputas en
lugar de prolongarlas por aos y aos. Adquieren as seguridad jurdica y
certeza, que es de lo que ms se carece cuando se est sometido a la justicia
ordinaria en este atribulado Ecuador.

Hay que tener presente que al menos en nuestro medio y por norma general,
los rbitros son personas que estn comprometidas con el sistema arbitral
como la mejor alternativa a la justicia ordinaria en la solucin de sus conflictos
que no afecten al orden pblico y que se hallen solamente en el mbito del
inters personal. Tienen tal compromiso con el sistema arbitral, que salvos
contados casos en que por la cuanta de lo que se litiga sus honorarios pueden
llegar a ser significativos, lo usual es que sean muy pequeos, exiguos e
incluso casi inexistentes; y sin embargo, los rbitros se entregan a su cometido
sin escatimar esfuerzo, preocupaciones ni tiempo, dejando de lado otras
actividades que les pueden resultar lucrativas, dejando de lado muchas veces
incluso sus propias necesidades y compromisos para atender lo que
consideran un llamado de la justicia por la que luchan con su entrega a este
sistema generoso para con los litigantes y el pas, y esta actitud de entrega y
honorabilidad, que normalmente es conocida por las partes, les infunde
confianza en que la decisin final no estar contaminada por los vicios que
sacuden a la justicia ordinaria.

En fin, los autores reconocen al arbitraje varias ventajas frente a la justicia


ordinaria, por ejemplo, la de brindar mayor garanta en la decisin, desde que
las partes se hallan plenamente habilitadas para escoger y nombrar a los
rbitros7 y buscan la manera de nombrar a los mejore posibles; celeridad,
pues los procesos arbitrales deben sustanciarse en el trmino que las mismas
partes pacten, o en su defecto, en el corto perodo que la ley fija para el objeto8;
mayor especialidad, pues es factible y sucede con alguna frecuencia, que las
partes escojan como sus rbitros a personas expertas en la materia de su
controversia, lo cual es muy til en el caso de cuestiones cientficas o tcnicas

7
Monroy Cabra, Marco Gerardo. Arbitraje Comercial, Nacional e Internacional,
2da. Edicin, Legis Editores S.A., Bogot. Colombia, 1998, pp. 27 y 28.
8
Monroy Cabra, op-cit., p 28; Gil Echeverri, Jorge Hernn, Curso Prctico de
Arbitraje, Ediciones Librera del Profesional, 1ra. Edicin, Bogot, Colombia, 1993, p. 13.

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difciles; confidencialidad y reserva9, ya que muchas ocasiones a las partes
les interesa mantener su conflicto no slo en confidencia sino incluso en
reserva, pues no es de su inters que los pormenores de su discrepancia sea
conocido por terceros; economa, pues pese a tener que pagar los costos
arbitrales para acceder a este sistema, resulta a la larga siendo mucho, pero
mucho ms barato que el sistema ordinario de justicia; y muchas otras ventajas
que pueden ser destacadas en otra oportunidad.

En arbitraje se aplican no slo los principios fundamentales de todo proceso10,


como el dispositivo, el de la buena fe y lealtad procesales (para con el juzgador
e incluso para la contraparte), el de contradiccin, el de igualdad de las partes,
el de congruencia, etc., sino que se aplican tambin muchos otros principios
como el de Oportunidad, el de Temporalidad, el de Favor Arbitri o Favor
Arbitralis, el de Aportacin de Parte, el de Impulso de Oficio, el de Oralidad11,
etc.12.

Luego de haber hecho una exposicin muy general sobre la tica y principios a
emplearse, podemos concluir sealando que en arbitraje se debe litigar,
entonces, con la mayor altura profesional y con el mximo apego a las ms
estrictas normas de conducta personal y tica profesionales, adems de por
todo lo antes dicho, por el auto respeto que los profesionales se deben a s
mismos, a la contraparte y al Tribunal. Y para comenzar el litigio arbitral, lo
primero que se debe hacer es desarmar las conciencias, dejar de lado los
ataques, las agresiones, los insultos, las insinuaciones a veces perversas, etc.,
y proceder slo en la ms objetiva forma para as orientar de mejor manera a
los rbitros ayudndoles a que tomen la mejor resolucin posible, pues eso es
lo que garantizar la solucin final a los conflictos y contribuya a la paz social.

1.- Evaluacin Neutral del Conflicto:


Establecer si el conflicto puede ser superado por negociacin
directa, y tratar de lograrlo; caso contrario llevarlo a mediacin o
directamente a arbitraje.

Pero entrando a lo que a mi entender debe ser la materia de esta charla, esto
es, cmo litigar, en la prctica, en arbitraje, pero en arbitraje nacional que es
9
Gil Echeverri, Jorge Hernn, op. cit., p. 28.
10
En su obra: Los Principios Procesales en el Arbitraje, la autora espaola Ana Mara
Chocrn Girldez (Jos Mara Bosch Editor, Barcelona, Espaa, 2000) explica con mucha
claridad la procedencia de todos estos principios en materia de arbitraje, por lo que considero
conveniente revisar esta obra.
11
El principio de la oralidad, al igual que el de contradiccin de las pruebas, del
dispositivo, y del de concentracin e inmediacin, se elevan a rango de preceptos
constitucionales en el Art. 194 de la Constitucin.
12
Chocrn Girldez, Ana Mara, Los Principios Procesales en el Arbitraje, Jos Mara
Bosch Editor, Barcelona, Espaa, 2000.

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el que por ahora ocupa nuestra atencin dejando para otra oportunidad los
particulares del arbitraje internacional, y debo hacerlo diciendo que lo primero
que un abogado debe hacer cuando su cliente acude ante l para plantearle el
conflicto que enfrenta, es evaluar neutralmente el conflicto, esto es, hacerlo
desde una posicin neutral de suerte de poder establecer si el caso del cliente
comporta en realidad un conflicto, o si slo se trata de una apreciacin
subjetiva del cliente. Debe poder establecer si el conflicto puede tener una
solucin negociada que impida que la controversia escale al nivel procesal de
juicio, pues siempre es mejor un mal arreglo que un buen juicio, y en este caso,
establecer cual es el MAAN (Mejor Alternativa a un Acuerdo Negociado) del
cliente y el de su contraparte para poder enfrentar la negociacin con mayor
xito, como mecanismo que permita solucionar el problema mediante una
negociacin exitosa. Debe, tambin, para el caso de que la negociacin ya no
sea un camino viable, poder establecer la conveniencia de la mediacin con
anterioridad a la demanda arbitral, con la esperanza de poder encontrar a
travs de ese mecanismo la superacin del problema, o ya tambin establecer
la conveniencia de directamente plantear la accin arbitral para luego de
entablada la litis con la contestacin a la demanda, buscar en la mediacin la
solucin del conflicto.

Todo este procedimiento de evaluacin neutral del conflicto deben hacerlo


abogado y cliente en forma seria y objetiva analizando la relacin
costo/beneficio de todas estas etapas, de suerte que la decisin que se tome
no sea ligera sino consecuencia de una muy profunda reflexin, anlisis y
estudio del caso.

2.- Estudio del Convenio:


Verificar si existe convenio, y sus trminos (ad-hoc o administrado,
en derecho o en equidad, designacin de rbitros, lugar del arbitraje,
idioma, legislacin aplicable al fondo, reglas, trminos, etc.), a fin de
establecer si cumple los requisitos y si es aplicable al caso. Principio
Pro Arbitraje.

Analizado el conflicto neutralmente en la forma antes mencionada, debe el


abogado proceder a verificar con toda seriedad si existe convenio arbitral vlido
que permita llevar la solucin del conflicto al conocimiento y resolucin de
rbitros. Si el conflicto involucra a una entidad que conforme el sector pblico,
ser necesario revisar con mayor detenimiento an el convenio y poder
establecer si en l se renen los requisitos exigidos por el Art. 4 de la Ley de
Arbitraje y Mediacin (LAM) en concordancia con el Art. 42 de la misma ley en
lo que fuere aplicable. En especial debe analizarse el convenio para ver si no
estamos frente a un convenio patolgico de aquellos que si bien aparecen
como convenios arbitrales por su defenctuosa redaccin no pueden llevarse a
cambo ni cumplirse, debemos analizarlos para ver si abarca al caso en estudio,
esto es, a la controversia en cuestin. Se deben estudiar, entonces, los

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trminos en que se ha concebido el convenio para establecer si en l se ha
pactado arbitraje ad-hoc o administrado, y en este ltimo caso ante que Centro
de Arbitraje; si es un arbitraje nacional o internacional, si es en derecho o ex
quo et bono; si los rbitros han sido ya previamente seleccionados por las
partes o stas han acordado que los rbitros renan alguna condicin especial,
sobre todo en consideracin a algn conocimiento tcnico o experto, etc.; si se
ha previsto o no alguna manera especial de designar a los rbitros, o lo deben
ser en la forma prevista por la ley; cul es el lugar en que debe desarrollarse el
arbitraje; el idioma a emplearse y la legislacin aplicable al fondo o sustantiva
(normalmente en arbitraje internacional); cules son las reglas que han
acordado las partes y los trminos o plazos pactados para el desarrollo del
proceso.

Hay que tener presente en este momento, que el inciso segundo del Art. 7 de la
Ley de Arbitraje y Mediacin (agregado por mandato del Art. 1 de la Ley
Reformatoria a la Ley de Arbitraje y Mediacin) recoge el principio conocido
como pro arbitraje, segn el cual, en caso de duda, los jueces de derecho
deben estar a favor de que las controversias sean resueltas por arbitraje13.

3.- Arbitrabilidad:
1. Establecer si el conflicto es susceptible de arbitraje, y si lo es al
amparo del convenio existente (puede ser intrnsecamente
arbitrable, pero no encajar en el convenio). 2. Tener presente que el
arbitraje tiene un costo, y que el riesgo de demandar cuando el
conflicto no es susceptible de arbitraje puede significar perder parte
de los costos.

Como parte del estudio al que acabamos de referirnos, pero dependiendo de la


naturaleza de la controversia y de las partes que en ella intervengan, pero con
un anlisis bastante ms profundo, debe revisarse la arbitrabilidad del conflicto,
con el fin de establecer si el existente puede ser sometido o no a arbitraje,
segn lo determinado por el Art. 1 de la Ley de la materia, segn la cual,
pueden someterse a arbitraje las controversias que sean susceptibles de
transaccin. Hay que establecer, entonces, si lo que es materia de la
controversia es transigible o no, pues en este ltimo caso y aun cuando entre
las partes existiere pactado convenio arbitral perfectamente vlido, no podra
esta controversia someterse a resolucin de rbitros por impedimento de la
norma que acabamos de revisar. Conviene tener presente que como el

13
Ley Reformatoria de la Ley de Arbitraje y Mediacin: Art. 1.- Agrguese, como inciso
segundo del artculo 7, el siguiente: Cuando las partes hayan convenido de mutuo acuerdo
someter a arbitraje sus controversias, los jueces debern inhibirse de conocer cualquier
demanda que verse sobre las relaciones jurdicas que las hayan originado, salvo en los casos
de excepcin previstos en esta ley. En caso de duda, el rgano judicial respectivo estar a
favor de que las controversias sean resueltas mediante arbitraje. Toda resolucin a este
respecto deber ser notificada a las partes en el trmino de dos das.

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numeral 5to. del Art. 35 del Cdigo del Trabajo dispone que: Ser vlida la
transaccin en materia laboral, siempre que no implique renuncia de derechos
y se celebre ante autoridad administrativa o juez competente, esto es, que
eleva a categora constitucional la posibilidad de transigir en materia laboral, los
conflictos laborables tambin son arbitrables, o sea, que son susceptibles de
arbitraje, y como la ley no hace distingo alguno, creeramos que incluso los
conflictos colectivos de trabajo que siempre deben ser conocidos por un
tribunal arbitral en un arbitraje forzoso, podran llevarse al procedimiento
arbitral previsto en la Ley de Arbitraje y Mediacin en lugar de ser resueltos por
el arbitraje forzoso lleno de bemoles y peros contemplado en el Cdigo del
Trabajo, siempre que para ello hubiere el consentimiento de las partes
constante en un convenio arbitral legalmente celebrado de conformidad con la
Ley de Arbitraje y Mediacin que para el efecto es la ley de la materia. Y si
esto se pusiera en prctica realmente el mayor beneficiado sera el propio
Estado porque los conflictos colectivos de trabajo podran solucionarse mucho
ms gilmente sin la intervencin paternalista y dirigista del Estado en este
campo, en que lo que est en juego son sola y nicamente los intereses
personales de la empresa y los de sus trabajadores.

Esto nos lleva a recordar que no pueden ser sometidos a arbitraje aquellos
asuntos respecto de los cuales se halla en juego la potestad estatal, el orden
pblico o los derechos fundamentales, como pueden ser: las infracciones
tipificadas en la legislacin penal (aun cuando la responsabilidad civil
extracontractual por delitos y cuasidelitos si puede someterse a arbitraje), todo
lo relativo a tributos en conflictos entre los entes activo y pasivo de los mismos,
lo relacionado con las atribuciones del poder pblico o de la autoridad pblica,
las cuestiones relativas al estado civil y la capacidad de las personas, etc.

Hay que tener presente tambin, en estas reflexiones, que un conflicto puede
ser intrnsecamente arbitrable pero no encajar en el convenio existente entre
las partes, y por consiguiente deber establecerse si al conflicto de que se trate
le es aplicable la clusula o convenio arbitral existente entre las partes.

Por ltimo, pero no por ello menos importante, es lo relacionado con el costo
del arbitraje. Este es un aspecto en muchos casos determinante para tomar la
resolucin de ir o no a arbitraje, esto es, de plantear o no la demanda arbitral o
la reconvencin, en su caso, pues en los dos supuestos el proponente deber
consignar los costos que correspondan de conformidad con la tabla que para el
efecto tenga vigente el Centro de Arbitraje ante el cual se proponga la accin.
Por supuesto que desde que existe la tasa judicial este es un asunto que tiene
mayor importancia nicamente en los casos en que las cuantas involucradas
sean altas, pues si bien es cierto que las tablas de costos se hallan
estructuradas de tal manera que mientras ms alta es la cuanta menor es la
proporcin que de ella se deber pagar en concepto de costos arbitrales,
tambin es cierto que mientras ms alta es la cuanta mayor ser la cantidad
de dinero que deber satisfacerse al Centro de Arbitraje por este concepto. Y
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digo que desde que existe la tasa judicial es un asunto menos importante, pues
para litigar ante la justicia ordinaria tambin debe satisfacerse aquel costo que
implica el pago de la tasa judicial.

Hay que sealar que tambin aun cuando no intervenga un Centro de Arbitraje,
como en los arbitrajes independientes o ad-hoc, el arbitraje implica costos y
gastos, no slo por los honorarios de los rbitros y el secretario, sino tambin
en la administracin del proceso arbitral, o sea en todas las tareas y
responsabilidades de secretara (copias, grabaciones, traslados, arriendos,
mensajera, etc.), por lo que las partes debern entregar al Tribunal ad-hoc que
se haya designado para conocer del caso, los recursos necesarios para que
este Tribunal pueda administrar y desarrollar el juicio arbitral sometido a su
conocimiento y resolucin.

Punto importante a tenerse presente en lo relacionado con los costos, es el que


se ha convertido en mala prctica, comn pero mala prctica, de que el
demandante se resiste a fijar la cuanta de su reclamo, pues los costos
arbitrales que debe consignar estn en directa proporcin a dicha cuanta; y
para reducir el pago de los costos arbitrales suele la parte actora decir que la
cuanta es indeterminada. Sin embargo, en verdad, cuanta indeterminada no
puede nunca haber cuando se trata de cosas patrimoniales, y slo es posible
cuando se trata de asuntos que por su propia naturaleza no son cuantificables
ni mensurables en dinero, como puede ser lo relativo a la patria potestad, o al
cuidado de los menores, o al estado civil, y a otros asunto de esta naturaleza;
pero cuando se trata de negocios, y de contratos de negocios sobre todo,
siempre debe haber una cuanta claramente fijada tanto en la demanda como
en la reconvencin, pues siempre habr manera de fijarla y hacerlo con
bastante precisin.

Ahora bien, se debe tener presente que si por no pagar los costos arbitrales
quien necesite plantear una demanda se niegue a hacerlo, no podr plantear
reclamo alguno en contra de quien sea su deudor, pues si ha celebrado
convenio arbitral y plantea su demanda ante la justicia ordinaria, lo ms
probable es que el demandado le oponga la excepcin de existencia de
convenio arbitral, en cuyo caso el juez ordinario se inhibir de conocer de esa
demanda, con lo cual el actor, si quiere acceder a la justicia, deber hacerlo
ante el tribunal de arbitramento que corresponda y pagar los costos que fueren
del caso.

Esto de los costos es tambin importante para el caso en que se plantee una
demanda arbitral por un conflicto no arbitrable, pues en tal supuesto con la
demanda se debi consignar la suma que en concepto de costos arbitrales
corresponda, y como el Tribunal Arbitral es el nico autorizado para resolver
sobre su propia competencia, para hacerlo deber haberse integrado y
convocado a audiencia de sustanciacin, y en ella declarase no competente

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para conocer del caso por inarbitrabilidad del conflicto, evento en el cual al
actor se le devolver si bien no la totalidad de los costos consignados s una
parte importante de ellos, pues de ellos se debern deducir los gastos ya
efectuados considerando entre stos una parte de los honorarios que hubieren
correspondido a los rbitros y al secretario, por haberlos ya devengados con su
estudio del caso que les permiti tomar la decisin de incompetencia por
inarbitrabilidad, en este caso. Igual sucede cuando el procedimiento arbitral
termina con acta de acuerdo total en la mediacin llevada a cabo como parte
del proceso. Segn el Reglamento del CENAMACO, si el conflicto se resuelve
en mediacin, se descuentan los costos de la mediacin y se devuelve a quien
los consign el 50% de los gastos administrativos (Art. 52); si el Tribunal se
declara incompetente lo que se puede hacer solamente en la Audiencia de
Sustanciacin- se devuelve a las partes el 50% de los gastos administrativos y
de los honorarios del Tribunal. Segn el Reglamento del Centro de Arbitraje y
Mediacin de la Cmara de Comercio de Quito, si el proceso arbitral termina
por desistimiento, transaccin, acta de mediacin o incompetencia del Tribunal,
corresponde al Director del Centro ordenar que se devuelvan los valores
consignados proporcionalmente a la actuacin del Centro, del mediador o del
tribunal (Art. 33 inciso tercero y Art. 66).

4.- Mediacin:
1. Establecer el momento en que conviene la mediacin: a) Antes de
la demanda. b) Despus de la demanda. 2. Como actuar en
mediacin.

Habamos dicho en el primer punto, de Evaluacin Neutral del Conflicto, que al


hacer tal evaluacin haba que establecer la conveniencia de la mediacin con
anterioridad a la presentacin de la demanda arbitral, o con posterioridad a ella,
decisin que en gran medida depende de la naturaleza del conflicto y del grado
de animadversin que exista entre las partes.

Creemos que la mediacin anterior a la demanda puede ser un camino


favorable a la solucin del problema, cuando la parte reclamada tiene la
perspicacia de darse cuenta que el litigio le va a resultar ms costoso no slo
en dinero sino tambin anmica y afectivamente, sobre todo si su MAAN es
bajo, y que por consiguiente puede hacer un buen negocio llegando en la
mediacin a una transaccin que supere el conflicto total o definitivamente. Por
el contrario, cuando de la evaluacin neutral del conflicto se advierta que llamar
a mediacin antes de proponer la demanda no tendr el efecto que se busca
con ella, que es el de terminar en esa instancia la controversia, entonces, lo
lgico es acudir directamente a la demanda arbitral y dentro del trmite previsto
en la ley llegar a la instancia de mediacin, en la que, de no obtenerse el
acuerdo total que supere el conflicto, se seguir de inmediato con el juicio
arbitral propiamente dicho.

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En otras palabras, en la evaluacin neutral del conflicto deber establecerse
cual es el sistema que debe adoptarse para obtener una ms rpida y favorable
solucin de la controversia, si con mediacin anterior o posterior a la
presentacin de la demanda.

5.- Redaccin de la demanda:


La demanda debe ser clara y ordenada, y contener: 1. Designacin
del Centro o del rbitro ante quien se propone. 2. Identificacin del
actor y del demandado. a) Legitimacin activa y pasiva: a) en la
causa, b) en el proceso. 3. Fundamentos: a) de hecho, b) de
Derecho. 4. Pretensiones: Cosa, cantidad o hecho que se exige. 5.
Pedir mediacin si no se ha cumplido ya. 6. Cuanta. Problema de
fijar cuanta en pretensin sujeta a liquidacin. 7. Pruebas. Se aplica
el Discovery. Con la demanda y la contestacin hay que presentar
todas las pruebas de que se dispone y solicitar la prctica de todas
las diligencias probatorias que se estiman necesarias.

Cuando estemos en el caso de redactar la demanda arbitral, debemos tener


cuidado de hacerlo en los trminos ms claros posibles, de suerte que no slo
puedan ser entendidos por quien redacta la demanda, sino y fundamentalmente
que sean claramente entendidos por la contraparte y por los rbitros, sobre
todo por estos ltimos que son quienes deben resolver la controversia diciendo
el derecho aplicable al caso en arbitraje de esta naturaleza, o la equidad en
arbitrajes ex quo et bono.

Por ello, de los trminos en que est concebida una demanda depende en gran
medida su xito, pues si se la escribe en trminos tales que solamente los
entiende su autor, probable ser que sus pretensiones le sean rechazadas.
Por el contrario, si al plantear la demanda se lo hace con orden, con claridad,
con sencillez y empleando palabras comunes y no rebuscadas, se lograr una
mejor comprensin del problema por parte de los rbitros, de los peritos e
incluso de la otra parte, y constituir en una gran ayuda a los juzgadores para
que cumplan a cabalidad su cometido de resolver el conflicto mediante laudo.

En la demanda debemos cuidar que se incluyan todas las enunciaciones que


exige la ley14, tales como la designacin del Centro o del rbitro o rbitros ante
quien se la propone; que se identifique claramente al actor haciendo constar
sus nombres completos, estado civil, edad y profesin, y que se identifique
tambin en forma clara al demandado haciendo constar sus nombres
completos; hay que tener presente en este aspecto, que debe haber
legitimacin activa y pasiva en la causa y en el proceso, tanto de la parte actora
14
Art. 10 de la Ley de Arbitraje y Mediacin y Art. 67 del Cdigo de Procedimiento Civil

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 11


cuanto de la parte demandada; deben sealarse con la mayor claridad y
precisin posible los fundamentos de hecho y de derecho en que se apoyan la
demanda y la reconvencin, as como aquellos en que se fundan las
excepciones que se formulen tanto a la demanda cuanto a la reconvencin. Al
respecto debo mencionar que es muy frecuente, incluso diramos que
demasiado frecuente, el que en la demanda y reconvencin se hagan constar
los fundamentos de hecho en forma desordenada, obscura e incluso
contradictoria o ininteligible, lo que dificulta a los rbitros a pronunciarse como
las partes lo piden y tienen derecho segn hayan probado sus asertos.

Captulo especial merecen las pretensiones, pues es en ellas que se vierte todo
el peso de la demanda. De qu nos sirve una demanda en que se han hecho
constar los antecedentes ordenada y claramente, si en las pretensiones se
plantean reclamos ilegales, absurdos o imposibles, o reclamos que no se hallan
sustentados en los hechos o en el derecho expuesto, o reclamos exagerados o
abusivos? Es en las pretensiones en que debe volcarse con el mayor esfuerzo
de claridad y precisin los reclamos que se formulan a cargo del demandado.
Al redactar la demanda debemos tener cuidado de que lo que pretendemos con
ella, esto es, la cosa, la cantidad o el hecho que exigimos, quede expuesto en
forma tal que no quepa duda de lo que reclamamos, bien sea el cumplimiento
de una obligacin de dar, de hacer o de no hacer, ya sea que ella nazca de la
responsabilidad contractual o extracontractual.

Luego, para el evento de que no se hubiere cumplido an la mediacin, en la


propia demanda debemos solicitar que se convoque a la audiencia de
mediacin despus de que se la haya contestado (y la reconvencin si se la
formulara), de suerte de cumplir con esta etapa que puede ser fundamental,
pues podra en ella solucionarse el conflicto total o al menos parcialmente; y si
la solucin es parcial, el conflicto continuar solamente respecto de aquella
parte no transada en mediacin.

Tambin debemos hacer constar en la demanda la cuanta a la que asciende el


reclamo, as como la designacin del lugar en el cual debe citarse al
demandado y la del lugar en que deba notificarse al actor. En el evento de litis
consorcio pasivo, se designarn los lugares en que se deba citar a todos los
demandados. Si se demanda a un ente pblico, por mandato de la Ley
Orgnica de la Procuradura General del Estado debe tambin citarse con ella
al Procurador General del Estado15, y por consiguiente habr que designar el
lugar en que tal citacin debe hacerse. Cabe sealar que en las demandas que
se presenten ante el Centro Nacional de Mediacin y Arbitraje de la Cmara de
la Construccin de Quito, CENAMACO, se deben consignar tambin los datos
requeridos por el Art. 32 de su Reglamento de Funcionamiento, como
telfonos, fax y direccin electrnica de los abogados patrocinadores.

15
Ley Orgnica de la Procuradura General del Estado, Arts. 5 y 6 (Codificacin 2004-15,
R.O. 312, 13-IV-2004)

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 12


A la demanda se debe acompaar necesariamente, para que pueda ser
admitida a trmite, el instrumento en que conste el respectivo convenio arbitral
o copia autntica de ste, como lo exige el inciso segundo del Art. 10 de la Ley
de Arbitraje y Mediacin. Y es que para poder acudir al arbitraje salindose de
la justicia ordinaria es imprescindible que exista convenio escrito en que as se
haya estipulado, y que se lo agregue a la demanda como su ms importante
habilitante, pues sin l la demanda debera ser propuesta ante la justicia
ordinaria.

Tanto a la demanda arbitral como a su contestacin, as como a la contestacin


de la reconvencin, de formulrsela, se deben adjuntar las pruebas de que se
disponga y se deben pedir ya en aplicacin del Discovery del derecho Anglo
Sajn16, las diligencias probatorias que justifiquen lo pretendido17 por las
partes.

Por ltimo, en la demanda se puede pedir al Tribunal que dicte medidas


cautelares segn las normas del Cdigo de Procedimiento Civil o las que se
consideren necesarias para cada caso, siempre que el convenio arbitral faculte
a los rbitros a decretarlas, pues en caso contrario las medidas cautelares hay
que pedirlas al juez ordinario, lo que significa que para solicitarlas es preciso
que quien las pida justifique todo aquello que exige el Cdigo Ritual Civil, esto
es, la existencia documental de un crdito.

6.- Presentacin de la demanda:

1. Arbitraje ad-hoc. 2. Arbitraje administrado. 3. Nmero de copias. 4.


Pago de costos.

La presentacin de la demanda tiene un trmite distinto dependiendo de si se


rata de un arbitraje administrado o de un arbitraje ad-hoc o independiente,
diferencia que se recoge en el inciso primero del Art. 10 de la Ley de Arbitraje y
Mediacin, que contempla que en tratndose de arbitrajes administrados la
demanda se presenta al director del centro de arbitraje que corresponda, esto
es, que debe ir dirigida a dicho director. En cambio, en tratndose de arbitraje
ad-hoc, la demanda debe presentarse ante el rbitro o rbitros independientes
que se hubieren establecido en el convenio arbitral.

16
Debemos recordar que la Ley de Arbitraje y Mediacin es tomada en una gran parte de
la Ley Modelo de la CNUDMI (UNCITRAL, por sus siglas en Ingls), la que definitivamente est
influida a su vez, y en gran parte, por el derecho Anglo Sajn.
17
Ley de Arbitraje y Mediacin (LAM), Art. 10, tercer inciso y Art. 11, inciso primero;
Cdigo de Procedimiento Civil (CPC), Arts. 68 y 102, y ms pertinentes.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 13


En el primer caso, esto es, en el caso de arbitraje administrado, lo lgico es
presentar la demanda en la secretara del centro de arbitraje de que se trate,
como en efecto los prevn los reglamentos de funcionamiento de tres de los
centros que operan en esta ciudad de Quito18, la que la recibir poniendo la fe
de presentacin respectiva en la copia o copias que al efecto tambin se
presenten.

En el segundo caso, o sea, cuando estamos frente a un arbitraje ad-hoc, la


demanda se presenta -por mandato del Art. 10 de la Ley de Arbitraje y
Mediacin- directamente ante el rbitro o rbitros independientes, para
proceder con su trmite.

Si bien la Ley de Arbitraje y Mediacin nada dice respecto al nmero de


ejemplares que deben presentarse de la demanda y de su contestacin, s lo
hacen los reglamentos de funcionamiento de los tres centros de arbitraje que
anteriormente hemos citado: el de la Cmara de Comercio Ecuatoriana
Americana, CAM, exige en el inciso tercero de su Art. 43, que se presenten
tantos ejemplares o copias cuantas partes intervengan en el proceso (partes,
rbitros y secretario); el de la CENAMACO, por su parte, exige que se
presenten tantas copias cuantos rbitros compongan el tribunal, y dos ms:
una para el secretario y otra para el expediente (inciso primero de los Arts. 32 y
34); y, el de la Cmara de Comercio de Quito (Art. 49, tercer inciso) contiene
idntica exigencia que el Reglamento de la CAM. Sin embargo, creo que el
actor debe presentar no slo tantos ejemplares de su demanda cuantas partes
intervengan en el proceso, sino que, con excepcin de las copias para el
secretario y el expediente, para cada uno de los demandados (en el supuesto
de que hubiera ms de una persona a quien deba citarse) deben presentarse
tres copias o ejemplares, entendindose que son las que se requieren para
hacer la citacin por tres boletas. En cualquiera de estos casos, en mi opinin,
la demanda debe presentarse con el nmero de copias que fuere necesario
para poder citar a todos los demandados, considerando que deba hacrsela
por tres boletas a cada uno, que es el sistema previsto por nuestro Cdigo de
Procedimiento Civil (Art. 93), y adems una copia para cada uno de los
rbitros.

Nuestra ley ha dejado a los centros de arbitraje para que en sus reglamentos
de funcionamiento prevean lo que estimen a bien con respecto a los costos
arbitrales, costos que segn el Reglamento de la CCQ (Art. 65) deben ser
satisfechos a la presentacin de la demanda, sin lo cual el Centro se reserva la
atribucin de continuar con el trmite del proceso arbitral, pero sin estar
obligado ello; por su parte el Reglamento del CENAMACO (Art. 32) exige que

18
Centro Nacional de Mediacin y Arbitraje de la Cmara de la Construccin de Quito,
CENAMACO, Art. 30; Centro de Arbitraje y Mediacin de la Cmara de Comercio de Quito, Art.
49; Centro de Arbitraje y Mediacin de la Cmara de Comercio Ecuatoriana Americana, Art.
43,

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 14


la totalidad de los costos arbitrales se hallen consignados previamente a
calificar la demanda; y, el reglamento del Centro de Arbitraje de la Cmara de
Comercio Ecuatoriana Americana (CAM) contiene en su Art. 57 similar
exigencia a la del Art. 65 del Reglamento del Centro de Arbitraje y Mediacin
de la Cmara de Comercio de Quito.

7.- Calificacin de la demanda, y citacin:

La demanda debe ser calificada por el director del centro de arbitraje en caso
de arbitraje administrado, o por el rbitro o rbitros independientes despus de
que se hubieren posesionado de sus cargos.

Al calificar la demanda, si cumple con los requisitos legales y reglamentarios


pertinentes, el director del centro de arbitraje o el o los rbitros independientes
en arbitraje ad-hoc, la admiten a trmite y mandan a citar a la parte demandada
(Art. 11 de la Ley de Arbitraje y Mediacin); mas, si la consideran incompleta u
obscura, deben mandarla a completar o aclarar, hecho lo cual la calificarn y
mandarn citar a los demandados concedindoles el trmino de 10 das para
contestar la demanda. La citacin debe hacerse dentro de los cinco das
subsiguientes.

La ley no ha previsto sancin o efecto negativo alguno para el evento de que la


citacin no se cumpliere dentro del trmino de cinco das fijado en el Art. 11 de
la ley de la materia, y en mi criterio lo que no podra alegarse si se la
perfecciona luego de vencido dicho trmino, es su nulidad, pues las nulidades
procesales no pueden ni deben declararse simplemente como una ritualidad
que en este caso sera absurda si no causara dao a ninguna de las partes,
sino slo cuando el incumplimiento produce indefensin. En la prctica, puedo
afirmar sin temor a equivocarme que en muy contados casos se perfecciona la
diligencia de citacin dentro de los cinco das siguientes a la fecha de la
providencia que calificando la demanda dispone citar con ella al o a los
demandados, como prev la invocada norma, sobre todo cuando la citacin
debe hacrsela por la prensa o por un funcionario delegado de otro centro de
arbitraje cuando deba realizarse fuera del lugar en que se halle situado el
centro que administra este arbitraje, esto es, cuando la citacin deba hacerse
en domicilio distinto al del centro administrador del arbitraje, domicilio que
puede estar dentro o fuera del territorio de la Repblica del Ecuador. Por
consiguiente, esta disposicin de practicarse la diligencia de citacin dentro de
los cinco das subsiguientes, debe entendrsela como una expresin de buena
voluntad ms que como una solemnidad cuyo incumplimiento pueda provocar
la nulidad de la diligencia, sobre todo porque tal hecho no est contemplado
como causal de nulidad del laudo en el Art. 31 de la ley de la materia.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 15


Y es que se debe tener presente que la diligencia de citacin puede demorarse
tambin por el hecho de que al acudir al domicilio sealado para la citacin, el
citador se encuentre con que no es el domicilio del demandado, bien porque el
demandado se cambi de domicilio, o incluso porque el sealado para dicho
efecto lo fue por error, voluntario o involuntario del actor, y en cualquiera de
estos casos la diligencia de citacin se habr ya excedido de los cinco das
fijados por el Art. 11 de la Ley de Arbitraje y Mediacin.

Y si la citacin debe hacerse por la prensa, la propia ley ordena que se la haga
mediante dos publicaciones por la prensa, en un diario de amplia circulacin en
el lugar en que se sigue el arbitraje y en el domicilio del demandado, pudiendo
suceder que el lugar del arbitraje sea distinto de aquel en que tenga su
domicilio el demandado, y que en estos dos lugares no haya un mismo
peridico de amplia circulacin, en cuyo caso debern hacerse publicaciones
en dos peridicos distintos, todo lo cual, obviamente, demorar bastante ms
de los cinco das de que hemos venido tratando.

Sobre esta misma materia de la citacin los distintos centros de arbitraje han
incorporado en sus respectivos reglamentos de funcionamiento normas
particulares, como aquella de limitar el horario en que puede practicarse la
citacin a aquel comprendido entre las 08h00 y las 20h00, como lo hacen los
reglamentos de los centros de arbitraje y mediacin de las Cmaras de
Comercio de Quito y Ecuatoriana Americana (Arts. 46 y 40, respectivamente), o
entre las 9h00 y las 18h00, como lo limita el Art. 33 del Reglamento del Centro
Nacional de Mediacin y Arbitraje de la Cmara de la Construccin,
CENAMACO.

La citacin a los demandados debe hacerse en las direcciones domiciliaras


sealadas en la misma demandada para el efecto, y hacerla personalmente o
mediante tres boletas dejadas en da distinto de conformidad con la Ley de
Arbitraje y Mediacin en la forma prevista en el Art. 93 del Cdigo de
Procedimiento Civil.

8.- Contestacin a la demanda:


La contestacin a la demanda debe ser clara y ordenada, y
contener: 1. Nombres completos de quien contesta, con
sealamiento de los derechos por los que lo hace. 2.
Pronunciamiento sobre las pretensiones del actor y los documentos
agregados a la demanda, indicando lo que admite y lo que niega. 3.
Fundamentos: a) de hecho, b) de Derecho. 3. Excepciones. 4.
Pruebas. 6. Domicilio.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 16


Perfeccionada la citacin el demandado debera normalmente contestar la
demanda dentro del trmino de diez das. En todo caso, frente a la demanda el
demandado puede optar por una de cuatro posibilidades: Guardar silencio,
esto es, no contestar la demanda ni comparecer a juicio; allanarse a la
demanda, con lo cual termina la controversia; contestar la demanda
proponiendo excepciones; y, por ltimo, a ms de proponer excepciones al
contestar la demanda, reconvenir al actor.

Si se decide por comparecer al juicio y contestar la demanda, debe tener


cuidado de hacerlo con la mayor claridad, orden y precisin posible,
consignando en ella todo lo que exige el Art. 11 de la Ley de Arbitraje y
Mediacin y el Art. 102 del Cdigo Procesal Civil, esto es: nombres completos,
estado civil, edad y profesin de quien contesta, con sealamiento de los
derechos por los que lo hace; pronunciamiento sobre las pretensiones del actor
y los documentos acompaados a la demanda, con indicacin categrica de lo
que admite y de lo que niega; las excepciones que deduce contra las
pretensiones del actor, con los fundamentos de hecho y de derecho en que se
apoyan.

Debemos en este punto insistir en lo dicho cuando tratamos de la redaccin de


la demanda, en que se debe tener especial cuidado en redactar la contestacin
a la demanda en los trminos ms claros posibles de suerte que sean
fcilmente comprensibles para la contraparte pero sobre todo para los rbitros,
pues son stos quienes deben resolver la controversia, y lo harn de mejor
manera si tanto la demanda cuanto la contestacin a ella estn redactadas en
idioma claro, sencillo y con propiedad, que cuando se emplean expresiones
esotricas y rebuscadas que pueden ser entendidas solamente por los
iniciados en ciertas artes o ciencias ocultas; mucho mejor se entender una
contestacin a la demanda si es ordenada, sistemtica, bien sustentada y
fundada en los hechos y en el derecho (explicando de qu manera el derecho
incide en los hechos, o de qu forma los hechos se fundan en el derecho), que
si se la presenta en desorden, sin sustento fctico ni jurdico claros, y peor si se
lo hace con redaccin confusa y el empleo inapropiado de trminos jurdicos de
aquellos que exigen precisin y pertinencia.

Es al redactar las excepciones que se puedan oponer o deducir, en que hay


que poner el mayor cuidado en la forma como se las redacta, de suerte que no
seas contradictrias, infructuosas o inaplicables. Por ejemplo, si se propone una
excepcin de improcedencia de la demanda, habr que explicar la razn por la
cual la demanda es improcedente, pues esta excepcin vale solamente lo que
sus fundamentos pueden valer, de suerte que si slo se propone la excepcin
pero no se explica en qu consiste, de nada habr servido plantearla. Se
puede ver, entonces, la importancia de no slo redactar correctamente la
excepcin, sino hacerlo con el debido sustento en los hechos y en el derecho,
explicndolo con claridad para su ms fcil entendimiento y compresin por los
rbitros. Y es que al redactar las excepciones debemos tener presente que los
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 17
rbitros no saben ni conocen nada del conflicto, y que por tanto es conveniente
para los propios intereses del demandado el hacerles conocer del conflicto en
la mejor forma posible para que los rbitros puedan con suficiente conocimiento
de causa resolverlo en la forma como en derecho o en equidad corresponda,
segn se trate de un arbitraje de derecho o ex quo et bono.

Con la contestacin a la demanda se deben adjuntar las pruebas de que se


disponga y solicitar la prctica de las diligencia probatorias que se estiman
necesarias para justificar las excepciones y sus fundamentos de hecho y de
derecho, pues as expresamente lo exige la parte final del Art. 11 de la Ley de
Arbitraje y Mediacin. Y si al contestar la demanda se reconviene al actor,
entonces se deber tambin adjuntar las pruebas de la reconvencin y solicitar
las diligencias probatorias para justificar sus fundamentos de hecho y de
derecho. Recordemos que la Ley de Arbitraje y Mediacin exige que estas
pruebas se adjunten y pidan con la demanda y su contestacin, as como con
la reconvencin y su contestacin, a manera del Discovery del Derecho Anglo
Sajn, que consiste en que las partes deben develar y abrir sus pruebas al
juzgador y a la otra parte desde el inicio de la controversia, como una forma de
garantizar el debido proceso mediante la aplicacin de los principios procesales
de lealtad y buena fe, que significan evitar sorpresas y golpes de audacia en
materia probatoria.

Por ltimo, deber tambin en la contestacin a la demanda sealarse el


domicilio en el que el demandado recibir las notificaciones que le
correspondan.

En este punto de la contestacin a la demanda hay algo especial que se debe


sealar. Y es que al contestar la demanda arbitral no se debe proceder como
es comn hacerlo en la justicia ordinaria, en que se callan o dejan de decir
muchas cosas por temor a que el actor se aproveche de la evidencia que de
sus errores se pueda dejar en la contestacin a la demanda, y la reforme
corrigiendo dichos errores. En verdad es muy usual en los litigios ante la
justicia ordinaria, al contestar la demanda, hacerlo diciendo lo menos posible, o
plantear excepciones en forma tal que se digan cosas sin dejar entrever con
claridad lo que en realidad se est impugnando, para destacarlo ya avanzado
el proceso y a veces recin en alegatos, pues si se lo hace al contestar la
demanda y el demandante advierte los errores que pudo haber cometido en su
demanda, la rectificar, ya que normalmente puede hacerlo hasta que se abra
la causa a prueba (Cdigo Adjetivo Civil, Art. 70). Y es que no hay lugar a este
temor en arbitraje, pues en este procedimiento la demanda, la contestacin a la
demanda, la reconvencin y la contestacin a la reconvencin pueden ser
modificadas por una sola vez dentro del trmino de cinco das de haber sido
presentadas. En otras palabras, la demanda puede ser reformada o
modificada hasta dentro de cinco das de haber sido presentada; por
consiguiente, si el demandado tiene diez das para contestar la demanda,
cuado lo haga ya habr precluido la posibilidad y el derecho del actor de
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 18
modificar su demanda, no pudiendo hacerlo con posterioridad a la presentacin
de la contestacin a la demanda. Igual cosa sucede con la misma contestacin
a la demanda que puede modificarse (reformarse) slo dentro de los cinco das
posteriores a su presentacin, y si se la modifica reconviniendo al actor, esta
reconvencin a su vez podra modificarse dentro de los cinco das posteriores a
aquel en que se la present; y, por ltimo, la contestacin a la reconvencin
podra tambin modificarse dentro de los cinco das posteriores a su
presentacin. Por ello, presentada la demanda arbitral el actor solamente la
puede reformar dentro de los cinco das posteriores a aquel en que la present,
termino que habr vencido con largueza antes de que se cite esta demanda al
demandado y mucho antes de que ste la conteste. No existe, entonces, en
arbitraje, el temor que normalmente existe en la justicia ordinaria, de que de
evidenciar en la contestacin a la demanda los errores de hecho o de derecho
en ella cometidos el actor la rectifique con tiempo suficiente para enderezar su
accin liberndola de los defectos advertidos por el demandado, y por tanto
mejorndola gracias a la accin defensiva del reclamado.

Si el demandado, luego de citado con la demanda no la contesta y no


comparece al proceso, su rebelda no suspende el trmite del juicio arbitral
(LAM, Art. 14), debiendo tenerse su silencio como negativa pura y simple de los
fundamentos de la demanda (LAM, Art. 11).

9.- Reconvencin:

Procede cuando al contestar la demanda se advierte la necesidad o


conveniencia de reconvenir al actor. En este caso, hay que proceder
como en la demanda: 1. Fundamentos: a) de hecho, b) de Derecho.
2. Pretensiones: Cosa, cantidad o hecho que se exige. 3. Cuanta. 4)
Pruebas. 5. Pago de costos.

Habamos ya dicho que al contestar la demanda se puede reconvenir al actor; y


debemos aadir que la reconvencin no puede ser sobre cualquier cosa,
asunto o materia, sino que debe ser exclusivamente sobre la misma materia
del arbitraje, siempre y cuando su pretensin pueda, conforme al convenio
arbitral, someterse al arbitraje, porque as lo prescribe y limita el segundo
inciso del Art. 12 de la Ley de Arbitraje y Mediacin, limitacin que obedece a la
propia naturaleza convencional del arbitraje.

Y es que es posible que el demandado tenga reclamos que formular al actor,


pero que no digan relacin con la materia del arbitraje iniciado con la demanda,
como puede suceder cuando entre actor y demandado han celebrado un
convenio arbitral dentro de un contrato de compraventa de mercancas, por
ejemplo, pero estas mismas partes tienen celebrado tambin entre ellas otro
contrato, que podra ser de arriendo de maquinaria, en el que tambin han

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 19


convenido en arbitraje; y el seor A, fundado en el primer contrato demanda al
seor B por el incumplimiento del contrato de compraventa de mercancas, el
seor B no podr reconvenir al seor A por el incumplimiento en el contrato
de arriendo de maquinaria, puesto que se trata de dos convenios arbitrales
distintos, celebrados entre las partes para distintos propsitos o fines y para
relaciones comerciales diferentes. El convenio del primer contrato no abarca a
los conflictos que nazcan del segundo contrato, ni viceversa.

En todo caso, al redactar la reconvencin hay que proceder en la misma forma


en que se debe proceder con una demanda, esto es, hay que consignar con el
mayor orden, claridad y sistema posible, los fundamentos de hecho
(antecedentes) y los de derecho, explicando con precisin la pertinencia de los
ltimos a los primeros, y viceversa; luego hay que consignar las pretensiones, o
sea, la cosa, cantidad o hecho que se exige, lo que debe tener sustento en los
fundamentos de hecho y de derecho expuestos; hay que fijar la cuanta y,
sobre todo, hay que adjuntar las pruebas con que se cuente y solicitar las
diligencias probatorias que se estimen necesarias para justificar lo aducido en
la reconvencin; y, por ltimo, hay que pagar los costos arbitrales segn sea la
cuanta del reclamo reconvencional.

10.- Contestacin a la Reconvencin:

1. Pronunciamiento sobre las pretensiones del actor y los


documentos agregados a la reconvencin, indicando lo que admite y
lo que niega. 2. Fundamentos: a) de hecho, b) de Derecho. 3.
Excepciones. 4. Pruebas

Notificado que sea el demandado con la reconvencin, dispone l tambin de


un trmino de diez das para contestar la reconvencin, y al hacerlo deber
proceder con los mismos cuidados, responsabilidad y preocupacin a los que
nos hemos ya referido cuando tratamos de la redaccin de la demanda, de la
contestacin a la demanda y de la reconvencin, esto es, que debe hacerlo con
orden, claridad, sencillez, y con el empleo de palabras comunes que estn al
alcance de cualquier persona, para lograr una mayor y ms plena comprensin
del problema, de la oposicin a la reconvencin y de las excepciones que a ella
se formulen.

En la contestacin a la reconvencin se debe proceder, entonces, como en


cualquier otra contestacin, esto es, se debe expresar categricamente lo que
se admite y lo que se niega de la reconvencin, con expresin de sus
fundamentos de hecho y de derecho; y, por ltimo, hay que acompaar las
pruebas de que se disponga y solicitar la prctica de las diligencias probatorias
que se requieran para justificar las excepciones, oposicin y defensa de la

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 20


reconvencin. Es aplicable a todo esto, obviamente, todo lo anteriormente
dicho respecto de la contestacin a la demanda, puesto que la reconvencin no
es otra cosa que una contrademanda.

11.- Etapa de Mediacin:

(Si no se cumpli previamente) 1. Acuerdo: a) Total, b) Parcial. 2.


Imposibilidad de Acuerdo. 3. Imposibilidad de Mediacin

Debemos comenzar por decir que la Ley de Arbitraje y Mediacin trata a la


conciliacin como sinnimo de mediacin (Art. 55), y que casi cada autor que
estudia este tema dar a la mediacin su propio significado; sin embargo,
quisiera mencionar que para el maestro Couture, Conciliacin es el Acuerdo
o Avenencia de las partes que, mediante renuncia, allanamiento o transaccin,
hace innecesario el litigio pendiente o evita el litigio eventual19. Obviamente,
esta definicin del ilustre procesalista uruguayo no fue pensada ni dicha en
relacin o a los efectos de los que ahora se conocen como los MASC (mtodos
alternos de solucin de controversias), sino en relacin con el derecho procesal
en general, en el que tambin existe prevista la posibilidad de conciliar, pero
que al menos en la experiencia ecuatoriana nunca o casi nunca se la pone en
prctica, convirtindose la junta o audiencia de conciliacin de la justicia
ordinaria apenas en otra etapa procesal que hay que sortear para llegar al fallo.
Y aqu, permtaseme, a guisa de pequea reflexin, recordar que de
conformidad con el Art. 56 de la Ley de Arbitraje y Mediacin los jueces
ordinarios no pueden ser acusados de prevaricato, recusados ni sujetos a
queja por haber propuesto frmulas de arreglo entre las partes en las audiencia
o juntas de conciliacin, y cuando litiguemos ante ella debemos siempre insistir
ante los jueces ordinario que hayan uso de esta norma apara lograr una
solucin del conflicto en esta instancia, con el gigantesco ahorro de tiempo y
energa no slo para las partes sino para el juzgador, si eso acontece

Nuestra Ley de Arbitraje y Mediacin la define de la siguiente manera:

Art. 43.- La mediacin es un procedimiento de solucin de


conflictos por el cual las partes, asistidas por un tercero neutral
llamado mediador, procuran un acuerdo voluntario, que verse sobre
materia transigible, de carcter extra-judicial y definitivo, que ponga
fin al conflicto.

19
Couture, Eduardo J., Vocabulario Jurdico, Ediciones Depalma, Buenos Aires,
Argentina, 1976, p. 159

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 21


Conviene sealar, de inicio, que por mandato expreso de la ley de la materia
(LAM, Art. 50) la mediacin tiene carcter confidencial, por lo que todos
quienes participen en ella deben mantener la debida reserva; que las frmulas
de solucin o de acuerdo que se propongan o ventilen, no pueden incidir en el
proceso arbitral o judicial posterior si tuviere lugar; que el mediador no puede
ser llamado a rendir declaracin testimonial sobre el conflicto objeto de la
mediacin, ni puede actuar o intervenir en cualquier proceso arbitral o judicial
relacionado con el conflicto objeto de la mediacin, como rbitro, abogado,
asesor, apoderado o testigo de alguna de las partes de la mediacin,
prohibiciones estas que acabamos de enunciar, que constan en el Art. 49 de
nuestra ley de Arbitraje y Mediacin y tambin en el Art. 19 del Reglamento de
Conciliacin de la CNUDMI (UNCITRAL, por sus siglas en ingls), as como en
el Art. 10 del Reglamento de Conciliacin Facultativa de la CCI (Cmara de
Comercio Internacional, con sede en Pars).

Sealamos, tambin, que la mediacin es un proceso extrajudicial que puede


proponerse incluso sin que exista acuerdo previo entre las partes en conflicto,
que si su resultado no fuere exitoso no significa que las partes deban
someterse necesariamente a arbitraje, salvo que exista celebrado entre las
partes convenio arbitral.

La mediacin puede ser, entonces, extrajudicial y previa a cualquier juicio, o


puede ser consecuencia de la aplicacin de un convenio de mediacin
celebrado entre las partes, o ya tambin resultado de un convenio arbitral
existente entre las mismas partes. En este ltimo caso, la mediacin es
obligatoria, pues de conformidad con nuestra Ley de Arbitraje y Mediacin es
una etapa preliminar del proceso arbitral, que debe concluir con falta de
acuerdo total para que pueda comenzar el arbitraje propiamente dicho.

En todo caso, en la mediacin obligatoria como parte preliminar del


procedimiento arbitral, presentada y citada la demanda, presentada o no la
contestacin a ella o a la reconvencin de haberse propuesto esta ltima,
corresponde al Director del Centro de Arbitraje en el caso de arbitraje
administrado, o al rbitro o rbitros independientes en el caso de arbitraje ad-
hoc, notificar a las partes sealando da y hora para que tenga lugar la
audiencia de mediacin que busque un avenimiento de las partes (LAM, Art.
15). Obviamente si el demandado guarda silencio y no contesta la demanda ni
comparece al proceso, no podr tener lugar la audiencia de mediacin aun
cuando se haya sealado el da y hora para su realizacin, y en tal supuesto y
siempre que la parte actora estuviere presente en tal diligencia, se deber
sentar acta de imposibilidad de mediacin por inasistencia de la parte
demandada. Por supuesto que puede suceder tambin, y sucede con
frecuencia, que es la parte actora la que no concurre a la audiencia de
mediacin, evento en el cual tambin hay que sentar el acta de imposibilidad de
mediacin. Y es que para que haya medicin obvio es que se requiere la
presencia de las dos partes en conflicto, aun cuando sea a travs de sus
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 22
abogados o representantes; pero si una de las partes no asiste la mediacin
falla por imposible, rebelda que debe ser declarada y hacerse constar en el
acta respectiva, y que tiene el efecto previsto en el segundo y ltimo inciso del
Art. 15 de la Ley de Arbitraje y Mediacin, esto es, tenerla como indicio de mala
fe a los efectos de la condena en costas.

Por supuesto que aqu caben varios interrogantes. El primero es respecto de:
a quien corresponde declarar la rebelda del ausente a los efectos de la
condena en costas: al mediador, o al Tribunal Arbitral? Y como estamos ante
la institucin de la mediacin, y sta puede solicitarse y sealarse da y hora
para que tenga lugar sin que exista previamente convenio arbitral o de
mediacin entre las partes, y al no haberlo no podr existir tampoco tribunal
arbitral ni rbitro o rbitros que puedan declarar la rebelda del ausente,
pregunto: podr esta rebelda ser declarada por el mediador designado? y,
con qu facultad y para qu efectos? Corresponder al tribunal de arbitraje
declarar la rebelda en que ha incurrido en mediacin una de las partes de un
proceso arbitral, antes incluso de que se designen y posesionen los rbitros
integrantes de tal tribunal? Para la condena en cules costos: los de la
mediacin o los del arbitraje, deber ser tenida en cuenta esta rebelda
declarada por la inasistencia de una de las partes a la audiencia de mediacin?
Se pueden formular muchas ms preguntas e incluso intentar respuestas. Por
mi parte, creo que la mediacin a la que se refiere este segundo inciso del Art.
15 de la Ley de Arbitraje y Mediacin es la que se notifica a las partes
sealando da y hora luego de que se ha contestado o no la demanda arbitral o
la reconvencin, evento en el cual a quien corresponde declarar la rebelda por
inasistencia es al tribunal arbitral y no al mediador, en razn de que el
mediador no tiene atribuciones de ninguna clase para estas declaraciones y, en
cambio el tribunal, en su calidad de juez, s lo puede hacer, pero en el laudo, al
momento de resolver a cual de las partes corresponde pagar las costas del
procedimiento.

De conformidad con lo previsto por el Art. 15 de la Ley de Arbitraje y Mediacin,


si la mediacin termina con acuerdo total, ah acaba o concluye el litigio o
controversia, debiendo suscribirse un acta en la que se recojan todos los
acuerdos a los que lleguen las partes. Si, por el contrario, el acta contiene
solamente un acuerdo parcial, el litigio o desavenencia debe continuar sobre lo
no resuelto en mediacin, y en todo caso y al igual que el acta con acuerdo
total, surte los efectos de sentencia ejecutoriada y de cosa juzgada, pudiendo
ser ejecutada en la misma forma en que se ejecutan las sentencias de ltima
instancia, siguiendo la va de apremio. En este caso, el juez ordinario
encargado de la ejecucin no puede aceptar excepcin alguna ni es necesario
seguir un nuevo juicio.

Esta etapa de mediacin concluye, entonces, con la suscripcin del acta


respectiva, bien se trate de acta de acuerdo total o acta de imposibilidad de
mediacin o de imposibilidad de acuerdo (aun cuando slo sea imposibilidad de
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 23
acuerdo total por haberse logrado un acuerdo parcial), y con la conclusin de
esta etapa se inicia el procedimiento arbitral propiamente dicho, del que
pasaremos a tratar a continuacin.

Ahora bien, cmo, o con qu espritu o para qu debemos acudir a la


mediacin? Ya lo dice el mismo Art. 15 de la Ley de Arbitraje y Mediacin:
debemos acudir a la mediacin para procurar un avenimiento de las partes, o
sea, para buscar un acuerdo que permita superar totalmente la controversia. Y
si la finalidad de la medicin es buscar el avenimiento de las partes, no
podemos acudir a ella con nimo contrario, es decir, con espritu de
confrontacin, de lucha, viendo a la otra parte como el enemigo al que hay que
a toda costa vencer, que destruir, pues en tal supuesto el avenimiento resultar
imposible.

Debemos ir a la mediacin no para repetir las posiciones que se han


manifestado en la demanda y en la contestacin, ni para hacer prevalecer
posiciones jurdicas o fcticas, derechos y pretensiones, ni para minimizar o
apocar al adversario, no para hacer alegaciones en derecho en defensa de
posiciones, intereses y derechos, no para imponer puntos de vista a la otra
parte, no para . En fin, debemos, en primer lugar, ir a la mediacin, es
decir, asistir a la audiencia que se convoque para el efecto y no despreciarla
con inasistencia que produce rebelda que a su vez ocasiona condena en
costas como sinnimo de mala fe y temeridad. Debemos concurrir con la
intencin positiva de llegar a un acuerdo sabiendo que es siempre mejor una
mala transaccin que un buen juicio, lo que obviamente no puede implicar que
para lograr el acuerdo debamos renunciar a nuestros derechos por solamente
la finalidad de transar por transar. La transaccin que se busca debe ser un
buen negocio para las dos partes y no solamente para una de ellas. Las partes
deben concluir la mediacin, de ser posible, con acta de acuerdo total y salir de
ella con una ligera sensacin de disconformidad, pues si una de las partes
termina la mediacin sintindose vencedora, triunfadora, significa que la otra
parte terminar la mediacin sintindose que ha perdido, que ha sido derrotada
y que ha cedido ms de lo que deba y de aquello a que la otra parte poda
tener derecho; y en este caso, lo ms probable es, entonces, que no se haya
resuelto el problema sino que solamente se lo haya diferido para otras
instancias, lo que significa ms dinero, tiempo, esfuerzos y confrontaciones, en
lugar de solucin final y definitiva, que fue lo que se busc pero no se obtuvo.

Por ello, la mediacin debe ser instrumento para concluir definitivamente el


conflicto y no slo diferirlo. Y para lograrlo, las partes deben estar dispuestas a
ceder algo de sus respectivas posiciones a favor de la paz y la concordia que
significa el acuerdo total. Deben, en definitiva, acudir a la mediacin con la
intencin positiva de solucionar por tal va la desavenencia; y solamente
cuando esto no fuere posible por existir posiciones encontradas de las partes
que impidan el acuerdo, que impidan que incluso con ciertas renuncias
recprocas puedan las partes resolver por este medio su discrepancia, deben
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 24
dar paso a la siguiente etapa de la resolucin de su conflicto, esto es, a la
continuacin del proceso arbitral ya iniciado en caso de mediacin como
diligencia preliminar del arbitramento, o en su caso, a la proposicin de la
demanda ante la justicia ordinaria o al arbitraje, conforme corresponda segn
exista o no convenido arbitraje entre las partes en conflicto.

12.- De los rbitros:

1. Designados por las partes. 2. Acuerdo para designacin. 3.


Sorteo: a) Aceptacin, b) Posesin. 4. Designacin de Presidente y
Secretario. 4. Fijacin de Audiencia de Sustanciacin. 5.
Recusacin.

En este tema debemos tratar primero de la designacin de los rbitros, porque


es la forma de involucrarlos en el proceso.

Terminada la etapa de mediacin sin acuerdo total, o en el evento de que a la


demanda se acompaare acta de imposibilidad de mediacin o de
imposibilidad de acuerdo por haberse cumplido con la mediacin con
anterioridad a la presentacin de la demanda en el caso de arbitraje
administrado-, el director del centro de arbitraje debe enviar la lista de rbitros a
las partes, para que stas, si lo desean y pueden, de mutuo acuerdo designen
en el trmino de tres das los rbitros principales y el alterno que deban integrar
el tribunal (LAM, Art. 16); y si no se ponen de acuerdo en esta designacin, se
procede, entonces, a designarlos por sorteo con la presencia de las partes,
diligencia de la que se debe sentar el acta respectiva que se agregar al
expediente; pero si algn rbitro as designado se excusa o no se posesiona,
el director del centro convoca a las partes a un nuevo sorteo para la
designacin del rbitro o rbitros que falten, hasta completar el nmero de
rbitros que deben integrar el tribunal.

En tratndose de arbitraje ad-hoc, las partes deben designar a los rbitros


principales y al alterno en el convenio arbitral; y en el evento de que las partes
no se pusieren de acuerdo en la designacin de todos los rbitros, los
designados, luego de posesionarse, deben designar a los que falten; en el
caso de que alguno de los rbitros independientes as designados no acepte la
designacin o no se posesionare de su cargo y los posesionados tampoco se
pusieren de acuerdo respecto del nombramiento del o de los que faltan,
cualquiera de las partes puede pedir al director del centro de arbitraje ms
cercano al domicilio del actor dicha designacin, la que se har, entonces, por
sorteo con presencia de las partes y dejando la constancia pertinente en el acta
respectiva (LAM, Art. 16).

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 25


Todo centro de arbitraje debe contar con una lista de rbitros integrada por
quienes, luego de haber cumplido los requisitos exigidos para ello por su
reglamento de funcionamiento, hubieren sido admitidos para integrarla y actuar
en dicha calidad, y si bien es cierto que las partes estn perfectamente
facultadas y en su derecho para designar rbitros a quienes as acuerden,
incluso de fuera de la lista de rbitros del centro de arbitraje administrador del
conflicto, lo usual es que lo hagan de las listas oficiales de ese centro de
arbitraje.

En cuanto a la designacin de rbitros, como en muchos otros aspectos del


arbitraje, las partes se hallan facultadas para convenir en todo aquello que
tengan a bien, sin atentar contra el orden pblico y las buenas costumbres.
Pueden, por consiguiente, en ejercicio de la autonoma de su voluntad y por
permisin legal y constitucional20, en relacin con los rbitros, convenir en su
nmero, en su forma de designacin, en los requisitos que debern reunir, e
incluso en el nombre de el o los rbitros que quieran que acten en la solucin
de sus conflictos.

Por consiguiente, si las partes han acordado en el convenio arbitral en el


nmero y nombre de los rbitros, o la forma de designarlos, as se deber
proceder, esto es, que los designados sern quienes deban posesionarse para
actuar en tal calidad. Mas, si el convenio nada previene al respecto, concluida
la etapa de mediacin y luego de recibida por las partes la lista de rbitros que
les enve el director del centro que deba administrar el arbitraje, pueden estas
mismas partes convenir en la designacin de los rbitros de aquellos que
constan en la lista recibida e incluso de fuera de ella, y lo que resuelvan
debera ser acatado por el centro de arbitraje respetando la voluntad de las
partes; sin embargo, los centros de arbitraje de la Cmara de Comercio de
Quito y el CENAMACO de la Cmara de la Construccin han consignado en
sus reglamentos de funcionamiento que se reservan el derecho de no aceptar
la designacin de rbitros de fuera de sus listas, y que en tal caso las partes
debern hacer una nueva designacin21, lo que me parece limitacin
inconveniente e ilegal a la autonoma de voluntad de las partes, salvo que se
rechace a uno o ms rbitros determinados por alguna razn especfica que
debera estar prevista en los mismos reglamentos de funcionamiento.

Si las partes no logran ponerse de acuerdo sobre la designacin de rbitros,


que en nuestra prctica es lo que con ms frecuencia ocurre, sobre todo
cuando una de las partes involucradas es del sector pblico, la designacin
debe hacerse por sorteo de entre los rbitros que segn la naturaleza del
proceso convenido (arbitraje de derecho o ex quo et bono) estn habilitados

20
Hay que tener presente que el Art. 191 de la Constitucin Poltica de la Repblica del
Ecuador al reconocer al arbitraje y a la mediacin como procedimiento alternativos para la
resolucin de conflictos, los ha elevado y dotado de jerarqua y rango constitucional.
21
CCQ, Art. 52; CENAMACO, Art. 36;

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 26


para participar en l, sorteo para el que se convoca a las partes y se realiza en
su presencia si asisten a esta diligencia. Conviene mencionar que al respecto
est empezando a usarse para la designacin de rbitros, un procedimiento
que consiste en que las partes se ponen de acuerdo, de la lista rbitros del
centro, en una lista corta entre los que se procede al sorteo; y la ventaja de
este procedimiento es que en esta lista corta escogen las partes a los que
entienden son ms conocedores de la materia de que se trate el conflicto, o
aquellos que ms confianza les merecen. Hay que destacar que este
procedimiento de la lista corta en todo caso implica ya un proceso consciente
de seleccin que hacen las partes directamente, lo que a su vez significa un
depsito de confianza de ellas en los rbitros as seleccionados, con lo que se
dota al arbitraje de una mayor garanta de seriedad e imparcialidad que la ya
grande que normalmente tienen por el hecho de integrar la lista de rbitros del
centro en cuestin. Y este proceso de seleccin comporta tambin un mayor
compromiso de las partes a acatar y cumplir el laudo que se expida, pues lo
dictan rbitros que las partes escogieron.

Designados que hayan sido los rbitros, lo lgico y procedente a ms de legal,


es que en el plazo de tres das que prev el Art. 17 de la Ley de Arbitraje y
Mediacin manifiesten si aceptan o no la designacin, entendindose su
silencio como no aceptacin; y si tcita o expresamente alguno no acepta el
nombramiento, debe procederse a una nueva designacin bien por las partes
directamente o por sorteo, segn sea del caso; y luego de producida la
aceptacin de todos los rbitros (principales y alterno), previa convocatoria del
director del centro deben posesionarse ante el presidente del mismo centro de
arbitraje y proceder, de inmediato, a la designacin del presidente y del
secretario del tribunal, hacindolo constar en el acta respectiva. Bastante usual
es que las partes asistan a la posesin de los rbitros, y que esperen al final de
dicha reunin para conocer el resultado de la designacin del presidente y del
secretario del tribunal, prctica que en todo caso recomendamos. Si se trata de
arbitraje independiente, el tribunal debe posesionarse ante notario pblico, y
luego designa al secretario.

Adems, normalmente en la misma reunin en que se posesionaron y


designaron presidente y secretario del tribunal, los rbitros dictan su primera
providencia fijando el da y hora en que deba tener lugar la audiencia de
sustanciacin, que es la diligencia con que se inicia el trmite del juicio arbitral
propiamente dicho, y de la que se comienza a contar el trmino para dictar el
laudo.

Los rbitros as designados asumen al momento de posesionarse y por el


hecho de hacerlo, una serie de deberes u obligaciones de suma importancia,
sobre todo frente a las partes, como la obligacin primordial cual es la de
ejercer el arbitraje que acepta22, y se trata de una obligacin legal porque la

22
Chocrn Girldez, Ana Mara, Op. Cit., p. 39.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 27


impone el Art. 18 de la Ley de Arbitraje y Mediacin, la que dispone incluso que
los rbitros tienen la obligacin irrestricta de cumplir las funciones que la
presente ley les asigna, que no es otra que la de actuar de juez resolviendo el
conflicto que las partes han puesto en su conocimiento mediante el convenio
arbitral. Y es tan seria esta responsabilidad, que de conformidad con la
disposicin que acabamos de transcribir los rbitros deben responder a las
partes, en caso de incumplimiento de sus funciones por los daos y perjuicios
que su accin u omisin les causare, salvo que se trate de un impedimento
justificado, lo que es obvio. Dicho de otra manera, posesionados los rbitros
no pueden ya dejar de actuar en dicha calidad sino cuando concluya el proceso
arbitral con la expedicin del laudo resolutorio, transaccin, desistimiento o
alguna otra causa de terminacin anormal del arbitraje; y si por accin u
omisin que les fuere imputable no cumplieren con su cometido, quedan
sujetos a que las partes les reclamen su responsabilidad, como podra ser, por
ejemplo, si no dictan el laudo dentro del trmino mximo que ha fijado la ley
para el efecto, o no lo hacen en el trmino que las partes han fijado para ese
mismo objeto en el convenio arbitral.

Tienen, adems, a partir de su posesin, que cumplir con todos los dems
deberes como son el de respetar y hacer respetar la aplicacin y acatamiento
de los principios fundamentales que regulan el procedimiento arbitral, como el
de igualdad de las partes, el de contradiccin, el de inmediacin, el dispositivo,
el de buena fe y lealtad procesales, etc., ya antes mencionados.

Para concluir con este tema de los rbitros, debemos advertir que pese a la
amplitud de facultades que la ley concede a las partes para organizar su
proceso arbitral como a bien tengan, incluyendo cualquier pacto en relacin con
los nombres y la forma de designacin de los rbitros, no cualquier persona
puede actuar en esa calidad, pues si bien por un lado la ley contempla por
ejemplo para el caso de arbitraje en derecho el cumplimiento del requisito
especial de que los rbitros sean abogados; por otro lado ha creado no slo
ciertas inhabilidades (LAM, Art. 19) para serlo, como la de no hallarse en
capacidad para comparecer a juicio por s mismo, sino tambin ha contemplado
que les sean aplicables todas las causas de excusa que prev el Cdigo de
Procedimiento Civil para los jueces y que son las mismas por las que un juez
puede ser recusado (Art. 856), y que su excusa justificada (la injustificada es
inadmisible y acarrea su responsabilidad frente a las partes) o la recusacin de
que fuere objeto darn lugar a una nueva designacin siguiendo el
procedimiento ya arriba explicado, que se contiene en el Art. 16 de la Ley de
Arbitraje y Mediacin. Adems, ha previsto tambin la ley que si por muerte u
otra causa legtima un rbitro llega a faltar definitivamente, debe ser
reemplazado por el alterno, y para reemplazar a ste se debe hacer una nueva
designacin en la forma prevista en el mismo Art. 16.

Respecto de la recusacin a uno o ms los rbitros actuantes, o del secretario,


hay que indicar que no cabe se lo haga por simple escrito presentado dentro
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 28
del juicio arbitral cual si fuere una peticin ms dentro del proceso. No! La
recusacin a un rbitro es una recusacin en forma que se rige por el Derecho
Procesal Civil y no por la Ley de Arbitraje y Mediacin, y por tanto debe
plantearse en la misma forma en que se plantea cualquier otra excusa a
cualquier otro juez, mediante la presentacin de la demanda respectiva,
aplicando los Arts. 856 a 889 del Cdigo Adjetivo Civil en el caso, con la
excepcin de que en aplicacin del Art. 862 del Cdigo de Proceso Civil en
concordancia con el Art. 863 del mismo cuerpo legal y del Art. 21 de la Ley de
Arbitraje y Mediacin, tercer inciso, la demanda debe presentarse ante sus
colegas que estn hbiles, esto es por aquellos no comprendidos en la
demanda de recusacin, o si todos estn comprendidos en la recusacin, por el
director del centro arbitral; en el caso de arbitraje independiente o ad-hoc, se
sigue la misma regla antes mencionada, de que si la recusacin deber ser
resuelta por los miembros del tribunal que no han sido recusados, y en el caso
de tribunal unipersonal o en que la recusacin recaiga sobre todos lo rbitros,
la recusacin debe ser resuelta por el director del centro ms cercano al
domicilio del actor. Estimo, tambin, que no cabe recusar a los rbitros por
falta de despacho, pues la nica norma de la Ley de Arbitraje y Mediacin
relacionada con despacho, es la del despacho total de la causa, o sea, el
trmino de 150 das que tiene los rbitros para dictar laudo, contado a partir de
la audiencia de sustanciacin, debiendo tener presente que este trmino puede
ser prorrogado hasta por otro igual, a peticin de las partes o por declaracin
del tribunal, de oficio (LAM); pero tambin acordarse de que este trmino de
150 das puede ser restringido o aumentado por las partes, quienes incluso
pueden fijar un trmino no prorrogable.

13.- Audiencia de Sustanciacin:

1. Posesin del Secretario. 2. Lectura del convenio arbitral. 3.


Resolucin sobre competencia. Principio Kompetenz-Kompetenz.
4. Precisar pretensiones y hechos en que stas se fundan. 5. Orden
de practicar pruebas pedidas: a) Demanda, b) Contestacin a la
demanda, c) Reconvencin, d) Contestacin a la reconvencin.

Es tal vez la ms importante y trascendente diligencia que de conformidad con


nuestra ley (LAM) existe en el procedimiento arbitral. Su importancia deviene
de varios aspectos a los que pasamos a referirnos:

Primero, porque es en ella en que el tribunal tiene que resolver y declarar sobre
su propia competencia, en aplicacin del principio Kompetenz-Kompetenz,
declaratoria de la que devienen enormes y trascendentes consecuencias para
el proceso arbitral, como lo veremos ms adelante.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 29


En segundo lugar, porque es en esta oportunidad en que el tribunal,
habindose declarado competente para conocer del arbitraje, resuelve sobre
las pruebas que le han sido pedidas en la demanda, en su contestacin y en la
contestacin a la reconvencin en el caso de habrsela planteado.

En tercer lugar, porque es el primer contacto directo de las partes con los
rbitros, pues es el momento en que las partes y el tribunal se conocen o
reconocen y acercan fsicamente dando lugar a la aplicacin del principio de
inmediacin, y en que las partes hacen las precisiones que tengan a bien
respecto de sus respectivas pretensiones y de los hechos en que se sustentan.

En cuarto lugar, porque es el momento a partir del cual empieza a correr el


trmino que la ley o las partes han fijado al tribunal para que concluyan el
proceso arbitral dictando el laudo resolutorio que corresponda, trmino a cuyo
vencimiento cesan las facultades de los rbitros e incluso su misma
designacin.

Esta audiencia debe comenzar con la posesin del secretario y continuar con la
lectura del convenio arbitral, hecho lo cual corresponde al tribunal resolver
sobre su propia competencia, y si se declara competente le corresponde
ordenar que se practiquen las pruebas pedidas por las partes en el trmino que
para este efecto el propio tribunal deber fijar. Por ltimo, pueden en esta
audiencia las partes, antes de que se la declare terminada, precisar sus
pretensiones y los hechos en que se fundan, con lo cual concluye la audiencia
de sustanciacin, de la que se debe dejar necesariamente constancia en acta
firmada por el tribunal y las partes.

Hay ocasiones en que la parte demandada propone como su principal


excepcin la de incompetencia del tribunal para conocer y resolver la
controversia llevada a arbitraje, evento en el cual al tribunal se le puede poner
cuesta arriba tomar la resolucin y hacer el pronunciamiento que al respecto
corresponda, pues de hacerlo como sera conveniente, sealando con toda
claridad y precisin las razones que le han llevado a la conviccin de ser o no
competente, podra entraar un pronunciamiento sobre el fondo del debate
procesal planteado entre la demanda, la contestacin a la demanda, la
reconvencin y la contestacin a la reconvencin en caso de que esta ltima se
plantee. Y todo esto sin perjuicio de tener en cuenta que de conformidad con la
legislacin ecuatoriana el nico que est facultado para pronunciarse y resolver
sobre la competencia del tribunal arbitral, es el propio tribunal arbitral, y hacerlo
en la audiencia de sustanciacin, pues as expresamente lo dispone el Art. 22
de la ley de la materia en aplicacin del principio ya internacionalmente
reconocido, aceptado, regulado y legislado, de Kompetenz-Kompetenz o
principio de la competencia de la competencia.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 30


La disposicin del Art. 22 de la Ley de Arbitraje y Mediacin que obliga al
tribunal a resolver sobre su propia competencia en la audiencia de
sustanciacin es, en mi criterio un grave error legislativo, por las razones arriba
invocadas, error que creo debera rectificarse mediante la respectiva reforma
legal, acogiendo en cambio el sistema de la Ley Modelo de la CNUDMI23, que
permite que en casos como el que he mencionado el tribunal resuelva sobre su
propia competencia en el laudo final o de fondo, momento en el cual puede
explayarse explicando con detalle las razones que le han motivado para tal
declaratoria de competencia, sin que la parte que la impugn pueda en tal
evento hablar siquiera de prevaricato, como con demasiada frecuencia sucede
en nuestros arbitrajes, sobre todo cuando en ellos es demandada una
institucin del sector pblico que, por lo general y sobre todo ahora ltimo por
parte de la Procuradura General el Estado, presentan esta excepcin casi de
cajn en escritos que son casi formulario de contestacin a la demanda.

14.- Prctica de Pruebas:

1. Documentales: a) Agregacin de documentos, b) Reconocimiento


de documentos, c) Exhibicin de documentos. 2. Personales: a)
Confesin, b) Declaracin de testigos. 3. Inspecciones: De la cosa
litigiosa. 4. Peritos: a) Designacin y fijacin de la materia de la
pericia, b) Cotizacin, c) Fijacin de honorarios por el Tribunal, d)
Consignacin de costos, e) Posesin y fijacin de trmino para
informar, e) Informe: Traslado a las partes, Ampliacin o aclaracin,
Impugnacin, f) Audiencia de Peritos. 5. Pruebas adicionales.

Los abogados que litigan por primera vez en arbitraje (e incluso algunos que lo
han hecho con ms frecuencia), confunden el trmino para practicar pruebas
que se fija en la audiencia de sustanciacin, con el perodo de prueba propio de
los juicios regulados por el Cdigo de Procedimiento Civil, confusin que no
debera darse si se leyera con algo de preocupacin las disposiciones que
sobre las pruebas trae la Ley de Arbitraje y Mediacin.

Dijimos ya anteriormente al tratar de los requisitos que debe contener la


demanda, la contestacin, la reconvencin y la contestacin a la reconvencin
cuando sta se formula, que el sistema previsto en nuestra Ley de Arbitraje y
Mediacin es prcticamente el del Discovery propio del derecho Anglo Sajn,
que de alguna manera se halla tambin recogido por la Ley Modelo de la
CNUDMI, pues en su Art. 23, que trata de la demanda y contestacin, y
sealando que a menos que las partes hayan acordado otra cosa respecto de
los elementos que la demanda y la contestacin deban necesariamente

23
Ley Modelo de la CNUDMI, Art. 16 Nro. 3 El tribunal arbitral podr decidir las
excepciones a que se hace referencia en el prrafo 2) del presente artculo como cuestin
previa o en un laudo sobre el fondo.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 31


contener, es con la demanda y la contestacin que las partes podrn aportar
todos los documentos que consideren pertinentes o hacer referencia a los
documentos u otras pruebas que vayan a presentar.

De ah que nuestra Ley de Arbitraje y Mediacin exija que la totalidad de la


prueba se adjunte y pida en la misma demanda por el actor; en la misma
contestacin a la demanda por el demandado; en la misma reconvencin si se
la plantea- tambin por el demandado; y de existir reconvencin, en la
contestacin a ella, por el actor, de suerte que hasta la audiencia de
sustanciacin puedan ya conocer no slo las partes sino tambin el tribunal, la
totalidad de pruebas de que se valdrn las partes para justificar sus respectivas
pretensiones y posiciones.

Slo por excepcin se puede, en arbitraje salvo que las partes hayan pactado
algo diferente en el convenio arbitral-, fuera de la demanda y de la
contestacin, solicitar pruebas y ordenar que se las practique. En efecto, la
atribucin que el Art. 23 de la LAM concede al tribunal para disponer que se
practiquen pruebas fuera del trmino por el propio tribunal fijado para ese fin en
la audiencia de sustanciacin, y que lo haga de oficio o a peticin de parte, est
concebida no como un mecanismo del cual pueden usar las partes para seguir
pidiendo prueba tras prueba sin lmite o casi ad-infinitum y que el tribunal las
siga aceptando, sino para que cuando, practicadas que fueren todas las
pruebas pedidas por las partes, se advirtiere la necesidad excepcional de
practicar alguna prueba nueva que no pudo preverse al formular la demanda o
al contestarla, se la pueda practicar y proveer con ello de mejores elementos de
juicio al tribunal para la resolucin de la controversia.

Las pruebas en arbitraje pueden ser o consistir, al igual que en cualquier otro
procedimiento judicial, en todas aquellas que se mencionan en el Art. 121 del
Cdigo Adjetivo Civil.

La prueba que debe acompaarse a la demanda y a la contestacin


(entendindose por demanda tambin la reconvencional, y por contestacin
tambin a la que se da a la reconvencin), segn lo pide la LAM, es la prueba
instrumental, esto es, los instrumentos pblicos y privados, las grabaciones
magnetofnicas (y ahora incluso laser), radiografas, fotografas, cintas
cinematogrficas, documentos obtenidos por medios tcnicos, electrnicos,
telemticos y de nueva tecnologa, exmenes morfolgicos, sanguneos o de
otra naturaleza tcnica o cientfica. Este tipo de pruebas se realizan sin
necesidad de diligencia de ninguna clase, pues basta el pedido de la parte y la
orden del tribunal de que se agreguen al proceso, para que est ya producida
legalmente, salvo que para apreciarlas se requiere de algn instrumento o
tcnica especial en cuyo caso se deber realizar la audiencia respectiva que
permita apreciarla; y sin perjuicio del derecho que tienen las partes de
impugnar las que presente su contraparte.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 32


Las otras pruebas, aquellas que deban practicarse mediante diligencias
probatorias como por ejemplo: confesin de parte o declaraciones de testigos,
e incluso declaracin de testigos expertos; inspecciones, exhibiciones,
dictamen de peritos o intrpretes, es tambin en la demanda y en la
contestacin que debe pedirse su prctica, y su realizacin se dar en el da y
hora y lugar que el tribunal seale. Es usual que con las inspecciones y
exhibiciones se incluya la intervencin de peritos que informen al tribunal sobre
lo que ha sido materia u objeto de la inspeccin o exhibicin.

Las confesiones y declaraciones de testigos se realizan normalmente en el


lugar del arbitraje, y son pruebas que ahora y ya desde hace unos pocos aos,
sobre todo desde que entr en vigencia el nuevo texto constitucional en cuyo
Art. 194 se puso en vigencia el sistema oral para la sustanciacin de los
procesos y sobre todo para la presentacin y contradiccin de pruebas, se
llevan a cabo por este medio oral, que consiste en que, por ejemplo en una
declaracin testimonial, quien pidi su comparencia formule al testigo las
preguntas que tenga a bien, directamente, pero cuidando de que se cumplan
ciertas normas y principios fundamentales, como son aquellos contenidos en el
Art. 221 del Cdigo de Procedimiento Civil, esto es, que cada pregunta
contenga un slo hecho, y que ninguna pregunta sea impertinente, capciosa o
sugestiva; a la otra parte se le concede el derecho de impugnar las preguntas
que no cumplan con los principios y lmites enunciados, y el tribunal se reserva
el derecho de calificar o no la procedencia de la pregunta y disponer que se la
conteste o no. Terminado el interrogatorio de quien llam al testigo, se permite
que la otra parte le haga repreguntas, siguiendo el mismo procedimiento; y,
finalmente, el Tribunal o cualquiera de los rbitros puede formular las preguntas
que a bien tuviere.

Similar procedimiento se sigue en el caso de la confesin. Primero pregunta


quien llama a la confesin y luego se le concede igual derecho al abogado de la
otra parte para que formule a su cliente las preguntas que estime necesarias o
convenientes para su defensa, y todo esto se hace guardando y haciendo
guardar los lmites que acabamos de sealar para la declaracin de testigos.

De estas diligencias probatorias se deja constancia en un acta resumida


firmada por las partes que intervinieron en ellas y el tribunal, de la que se
agrega para que forme parte de ella la transcripcin de la grabacin de audio
respectiva, sin perjuicio de conservar, como en efecto se lo hace, los soportes
magnticos o digitales en que se capt la grabacin.

Cuando el tribunal requiere de la asesora de peritos, normalmente a peticin


de parte o de oficio, el tribunal designa al perito de entre los que constan en la
lista oficial de peritos del centro de que se trate, sealndole la materia sobre la

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 33


que deber versar su pericia; por secretara se notifica del particular al perito
pidindole que presente su oferta de servicios (honorarios y gastos); el tribunal
conoce la propuesta y puede aprobarla. pedir reconsideracin o regular los
honorarios, hecho lo cual dispone que la parte que pidi el peritaje consigne el
valor correspondiente, y slo luego de hecha la consignacin posesiona al
perito sealndole trmino para la presentacin de su informe. Si el solicitante
del peritaje no consigna el valor de la pericia, el tribunal puede revocar, sin
responsabilidad alguna, la orden de su realizacin. Si es una pericia ordenada
de oficio, el costo debe ser asumido por los litigantes por partes iguales,
cursndoseles la notificacin respectiva para que hagan la consignacin que
les corresponda, y si no lo hacen en el trmino fijado para ello el tribunal puede
revocar la orden de su realizacin; si slo una parte consigna, el tribunal podra
tambin revocar su realizacin salvo que la parte que si cumpli con la
consignacin pague tambin lo que corresponda a la que no lo hizo, lo que el
tribunal deber considerar como actuacin de mala fe y temeridad a los efectos
de la condena en costas. Este es, ms o menos, el procedimiento previsto en
los reglamentos de funcionamiento de los centros de arbitraje que operan en
Quito para la designacin, posesin y actuacin de los peritos y el pago de sus
honorarios24.

Presentado el informe se lo pone en conocimiento de las partes por el tiempo


que el tribunal determine, para que dentro de tal trmino se pronuncien sobre
este informe. Dentro de este trmino las partes pueden pedir aclaracin,
ampliacin o rectificacin de errores que eventualmente puedan contenerse en
el informe del perito, o pueden tambin impugnarlo. Toda impugnacin debe
ser fundamentada en debida forma, sobre todo si se lo hace bajo el concepto
de error sustancial, explicando con claridad y precisin en qu consiste el error
y porque se trata de un error sustancial, y debe trasladrsela a la otra parte
para que se pronuncie sobre ella. Si al contestar este traslado la otra parte
ofrece tambin con seriedad argumentos debidamente sustentados
contraponiendo a los de la impugnacin, entonces, el tribunal deber analizar
detenidamente el informe pericial cuestionado confrontndolo con la
impugnacin y la contestacin al traslado, y si advierte la existencia del error lo
mandar rectificar; por el contrario, si no est convencido del error, abrir un
trmino de prueba sumamente corto para probar el error aducido, y si considera
probado el error ordenar que se corrija por otro u otros peritos.

Presentados y notificados a las partes que hubieren sido el o los informes


periciales ordenados, sobre todo si se trata de pericias en materias tcnicas y
difciles, conviene que el tribunal convoque a una audiencia para que en ella,
oralmente, los peritos puedan responder a las inquietudes de las partes e
incluso del mismo tribunal. Considero que para peritajes complejos esta
audiencia puede ser de gran ayuda para todos quienes estn involucrados en
el arbitraje: partes y tribunal, para ayudarles a entender el problema objeto del
dictamen pericial y sus resultados.
24
CCQ, Arts. 778 a 82; CENAMACO, Arts. 69 a 72; CAM, Arts 29 a 32.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 34


Concluido este proceso relacionado con los peritos y sus informes, y cuando ya
nada ms tenga que hacer el perito al respecto, puede el tribunal ordenar que
al perito se le paguen sus honorarios, y as en la prctica se procede.

Es grave y generalizado error en que incurren los litigantes, tanto en la justicia


ordinaria cuanto en arbitraje, el impugnar por impugnar las pruebas de la otra
parte, e impugnarlas sin explicar la razn o fundamento de la impugnacin. Es
ms, suele impugnarse las pruebas de la contraparte an antes de conocerlas.
Es muy comn leer escritos de prueba en que el abogado tacha a los testigos
de la otra parte antes de que sta haya pedido su declaracin, y por
consiguiente sin ni siquiera conocer los nombres de tales testigos, ni las
preguntas que se les formulan. Esto es impugnar por impugnar, y constituye
un vicio reprochable que debe ser desterrado de los hbitos de un litigante
serio, porque actuaciones como estas lo nico que no demuestran es seriedad
ni respeto a la otra parte y peor al juzgador, a quien con este actuar dificultan
su labor. Y si esta es una mala prctica que debe desterrarse del litigio ante la
justicia ordinaria, con mayor razn ante la justicia arbitral, pues no slo porque
sta no est ni puede estar llena de todos los formalismos innecesarios que
existen en la primera, sino fundamentalmente porque como lo hemos ya dicho
varias veces, este es un foro al que las partes han concurrido voluntariamente
merced al convenio arbitral que suscribieron en ejercicio de la autonoma de su
voluntad, y sin que nadie les obligue; porque, adems, el tribunal arbitral al que
las partes se han sometido ha sido constituido nica y exclusivamente para
conocer y resolver sobre su conflicto y sobre ninguno otro, de suerte que
dictado el laudo final o de fondo el tribunal desaparece, se extingue.

Que no se me entienda mal. No estoy diciendo que no hay que impugnar las
pruebas que pide la otra parte. Lo que estoy diciendo es que no hay que
hacerlo slo por hacerlo, no hay que impugnar por impugnar, sino que si se va
a impugnar una prueba, cualquiera que esta sea, debe ser con razones
verdaderas y eficientes. Tiene que ser una impugnacin justificada que pueda
ser tomada en serio por el juzgador, y no de aquellas que el juzgador ni
siquiera se detiene a leer por tratarse de impugnaciones de las que llamamos
de cajn. Frente a los ojos de un juzgador serio y responsable como es
prcticamente siempre un tribunal arbitral- queda muy mal parado el abogado
que impugna pruebas diciendo ms o menos lo siguiente: Impugno toda la
prueba que hubiere actuado, actuare o llegare a presentar o actuar la otra
parte, por ilegal, indebidamente actuada y extraa a la litis; de manera especial
impugno a los testigos que llegare a presentar, por paniaguados, parcializados
etc.

En los escritos que un abogado dirige al juzgador, debe tener el cuidado al


menos de no pedir tonteras o absurdos, porque al hacerlo quien ha quedado
mal ante el juzgador y ante la otra parte es precisamente el abogado que as

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 35


procede. Entonces hasta por vergenza personal el abogado debe abstenerse
de hacer el ridculo y comprender que le resulta ms ventajoso actuar con
seriedad y sobriedad.

Todas las pruebas que se han pedido en la demanda y contestacin y se han


ordenado realizar en la providencia dictada en la audiencia de sustanciacin,
deben practicarse dentro del trmino que para el efecto y por as mandarlo el
Art. 22 de la Ley de Arbitraje y Mediacin ha sido fijado por el Tribunal en la
misma providencia ya mencionada y que consta en el acta de la audiencia de
sustanciacin, y slo por excepcin pueden practicarse fuera de este trmino.
Sin embargo, habamos ya dicho que el Art. 23 de la ley de Arbitraje y
Mediacin prev el caso en que el tribunal o las partes estiman que de todo lo
actuado en el proceso hay hechos sobre los que no se han producido pruebas
o que las que se han actuado han sido insuficientes o deficientes, o que hay
nuevos elementos probatorios que pueden contribuir a esclarecer los hechos, a
peticin de parte o de oficio el tribunal puede ordenar que se practiquen nuevas
pruebas, si es que al estudiar el proceso para dictar el laudo estima que hay
necesidad de ellas. Pero no es esta disposicin patente de corzo para cambiar
el sistema probatorio creado por la Ley de Arbitraje y Mediacin y traspasar su
momento, de la demanda y la contestacin y la audiencia de sustanciacin, al
momento procesal inmediato anterior a la expedicin del laudo, que es aquel a
que se refiere el citado Art. 23 que faculta al tribunal a ordenar de oficio estas
nuevas pruebas. Entonces, para que se ordene la prctica de estas nuevas
pruebas no es suficiente que lo pidan las partes, como aparentemente en
muchos casos sucede todava por desconocimiento del proceso arbitral hasta
por los tribunales, sino que es el tribunal el que luego el anlisis del proceso
debe establecer si se requiere o no de estas nuevas pruebas.

15.- Estrados

La audiencia de estrados es una prerrogativa de las partes, pues solamente


ellas estn en aptitud de solicitar al tribunal su realizacin, para presentar
oralmente sus alegaciones. El tribunal no la puede ordenar de oficio.

La parte que necesite o quiera alegar en estrados, debe esperar a que terminen
de practicarse las diligencias probatorias ordenadas por el tribunal para
presentar la solicitud pertinente, peticin que no puede sino ser atendida
favorablemente por el tribunal fijando da y hora para que tenga lugar.

Llegado el momento de la audiencia, el presidente del tribunal deber conferir


la palabra en primer lugar a la parte que solicit la audiencia; y si la hubieran
solicitado las dos partes, a la que lo hizo primero. Luego de presentadas sus
alegaciones por quien solicit la audiencia, se concede la palabra a la otra
parte para que a su vez exponga oralmente al tribunal su alegato o informe en
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 36
derecho. Cada parte debe intervenir una vez y nada ms que una vez. Los
rbitros pueden formular preguntas o pedir explicaciones a las partes sobre sus
respectivas posiciones. No caben ni deben solicitarse ni admitirse rplicas ni
duplicas, ni nada semejante. Terminada la segunda intervencin si es que
estn presentes las dos partes- concluye la diligencia y se sienta el acta
resumida que corresponda.

16.- Audiencia de Lectura del Laudo:

Se puede decir que con la audiencia de estrados concluye el trmite del


proceso arbitral, que el tribunal est ya en aptitud de dictar el laudo y para
hacerlo mantiene tantas reuniones privadas25 cuantas estime necesarias, no
slo por que es lo que corresponde, sino porque incluso estas reuniones se
hallan previstas o autorizadas por el inciso segundo del Art. 35 de la Ley de
Arbitraje y Mediacin.

El tribunal debe expedir el laudo en el trmino previsto por las partes en el


convenio arbitral, y si nada han estipulado en l, en el trmino de ciento
cincuenta das a contarse desde la audiencia de sustanciacin, trmino que
podr ser prorrogado hasta por otro perodo igual, en casos estrictamente
necesarios, siempre que lo pidan las partes de comn acuerdo, o por decisin
del propio tribunal.

Si bien la Ley de Arbitraje y Mediacin nada dice respecto de lo que debe decir
el laudo, s lo hacen los reglamentos de los centros de arbitraje que se
encuentran autorizados en Quito, segn los cuales el laudo debe contener26:
- nombres completos de actor y demandado; si se trata de personas
jurdicas, su razn social o denominacin y nombres completos de
sus representantes;
- nombres completos de los rbitros que conforman el tribunal;
- el caso planteado y sus circunstancias y entre ellas si el laudo es
equidad o en derecho;
- la decisin sobre el caso y sus motivaciones;
- la fijacin de costas y la arte que deba satisfacerlas;
- liquidacin de costos del arbitraje y la determinacin de la persona
que debe satisfacerlos;
- la firma de los miembros del tribunal, de los comparecientes a la
audiencia de lectura del laudo y la certificacin del secretario27.

25
El reglamento de la CAM prev esta reuniones en su Art. 51; el de la CCQ lo hace en
su Art. 59
26
CENAMACO, Art. 47, pargrafo 2; CCQ, Art. 59; CAM, Art. 51.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 37


Dictado el laudo el tribunal seala da y hora para que tenga lugar una
audiencia en la que se lo har conocer a las partes mediante su lectura. En
esta audiencia, luego de la lectura del laudo se recaban las firmas de las partes
presentes y se entrega una copia a cada una de las partes, quedando el
original para el expediente. La fecha de esta audiencia es importante, porque
es a partir de ella que empieza a correr el trmino para su ejecutoria y para que
las partes propongan los recursos horizontales que consideren necesarios.

17.- Recursos Horizontales:

Aclaracin, Ampliacin

El laudo que dicte el tribunal arbitral es inapelable. No hay prevista en la


legislacin ecuatoriana sobre esta materia una segunda instancia. Por
consiguiente el laudo es final, es de nica y ltima instancia, y respecto de l
no se pueden proponer sino los recursos horizontales de ampliacin y de
aclaracin. Como se trata de una resolucin final, no se puede pedir su
revocatoria, ni se admiten incidentes de ninguna naturaleza en ninguna etapa
del proceso, peor en esta de la notificacin y ejecutoria del laudo. Cabe
sealar que el segundo inciso del Art. 30 de la Ley de Arbitraje y Mediacin
dispone tajantemente que: los laudos arbitrales no sern susceptibles de
ningn otro recurso que no establezca la presente ley. Recordemos que de
conformidad con el Art. 1 del Cdigo Civil, la ley manda, prohbe y permite, y
por ello cada vez que leemos una disposicin legal estamos en aptitud de
conocer si se trata de una norma mandatoria o de imperio, esto es, que obliga;
o de una norma prohibitiva que lo que hace es impedir que se haga algo,
normas que por lo general llevan aparejada la sancin con una pena por su
transgresin, y que por ello se las suele ubicar en el mbito de derecho penal,
pero existen tambin normas prohibitivas que lo nico que hacen es sacar de la
posibilidad del actuar con licitud ciertos hechos que el legislador ha querido
impedir se realicen, aun cuando la transgresin de esta prohibicin no
comporte una infraccin de carcter penal propiamente dicha, sino que la
conducta humana prohibida tendr como efecto su nulidad, como claramente lo
seala el Art. 9 del Cdigo Civil, que prescribe que Los actos que prohbe la
ley son nulos y de ningn valor; salvo en cuanto designe expresamente otro
efecto que el de nulidad para el caso de contravencin. Y este es
precisamente el caso de la prohibicin del inciso segundo del Art. 30 de la Ley
de Arbitraje y Mediacin, que de transgredirse causar la nulidad, pues si la ley
prohbe proponer otro recurso que el de ampliacin o aclaracin, y alguien
propone el recurso de apelacin, por ejemplo, y para colmo de males le es
concedido pese a la prohibicin expresa, el recurso interpuesto y concedido

27
Ley de Arbitraje y Mediacin, Art. 27

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 38


ser nulo, de nulidad absoluta no convalidable, amn que como no existe
recurso de apelacin del laudo arbitral, no habra para ante quien interponerlo.

Los recursos horizontales de ampliacin y aclaracin se los puede proponer


dentro del trmino de tres das de haber sido notificado el laudo, y el tribunal
deber resolverlos en el trmino de diez das contados a partir de su
presentacin, dice el Art. 30 de la Ley de Arbitraje y Mediacin. Por
consiguiente, el recurso interpuesto vencido el trmino de tres das, ser
extemporneo por haber ya quedado en firme el laudo, y ya el tribunal no
tendra competencia para admitirlo y ni siquiera emitir pronunciamiento de
ninguna naturaleza al respecto, pues habra perdido casi totalmente su
competencia en el caso quedndole prorrogada por unos pocos das ms
solamente a los efectos de poder atender la accin de nulidad que
eventualmente se podra intentar en contra del laudo. Recordemos que
habamos visto que la competencia del tribunal nace el momento de la
declaratoria de competencia, en la audiencia de sustanciacin, y va hasta que
dicte el laudo o se cumpla el trmino para hacerlo, que est normado por el Art.
25 de la Ley de Arbitraje y Mediacin.

Dentro del mismo trmino de tres das contado a partir de la audiencia de


lectura del laudo que la ley concede a las partes para interponer los recursos
horizontales de ampliacin y aclaracin, puede el tribunal, de oficio, corregir
errores numricos, de clculo, tipogrficos o de naturaleza similar. Y
obviamente que si el tribunal puede hacer estas correcciones de oficio, tambin
las podr hacer a peticin de parte an cuando la ley no lo contemple
expresamente, pues si el tribunal advierte de alguno de estos errores gracias a
la peticin de alguna de las partes, aun cuando al corregirlo diga que lo hace de
oficio, en realidad lo estara haciendo a instancia de parte, lo que es lgico y
correcto.

Si del laudo no cabe ningn recurso que no sea los horizontales de aclaracin
y ampliacin, y no cabe ni siquiera el de apelacin, cmo se puede atacar un
laudo que sea fruto de un proceso irregular o que l en s mismo contenga
algn vicio que lo haga anulable? Pues bien, se lo puede atacar nicamente
mediante la accin de nulidad y por una de las cinco causales previstas en el
Art. 31 de la Ley de Arbitraje y Mediacin, de las que pasamos a tratar en el
punto siguiente.

18.- Accin de Nulidad:

1. Redaccin demanda. 2. Fundamentos: a) de hecho, b) de


Derecho. 3. Pretensin. 4. Suspensin ejecucin: Caucin. 5. Envo
expediente al Presidente de la Corte Superior

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 39


El Art. 31 de la Ley de Arbitraje y Mediacin dice que cualquiera de las partes
puede intentar la accin de nulidad del laudo arbitral, cuando , y pasa a
sealar las cinco causales para hacerlo; pero de inmediato nos preguntamos
respecto del alcance y lgica de esta norma: pueden plantearla tanto el actor
como el demandado? Y la respuesta sera que s, que si lo puede hacer
cualquiera de las partes, bien sea el actor o ya tambin el demandado. Pero
surge otra pregunta: Podra interponer la accin de nulidad la parte ganadora
de la contienda arbitral?, y con qu efecto o finalidad? solamente por
proponerla? Recordemos que no cabe declarar nulidades por solamente
declararlas, as, casi por deporte. Las nulidades deben ser declaradas
bsicamente cuando por ellas alguna de las partes ha quedado en indefensin,
y debe ser propuesta por la parte afectada pues no tendra lgica alguna que la
nulidad la plantee el ganador de la batalla arbitral, ya que si se declarara una
nulidad alegada por quien sali victorioso del juicio arbitral, y tuviera tal accin
por objeto nicamente velar por la puridad del sistema, no podra ser declarada
por no haber producido el efecto daoso que es el que el legislador quiere
prever o evitar.

Pues bien, lo nico que cabe frente al laudo y respecto de l, es plantear la


accin de nulidad cuando esta es procedente, es decir, cuando el laudo ha
quedado incurso en una de las cinco causales de nulidad previstas en el Art. 31
de la Ley de Arbitraje y Mediacin, de las que pasamos a tratar de inmediato.

Las tres primeras causales estn previstas para el caso de indefensin: La


primera, relacionada con la falta de citacin, que es causal de nulidad siempre
y cuando por ella al demandado se le hubiera impedido que deduzca sus
excepciones o haga valer sus derechos, esto es, que no hubiera podido
defenderse y que la causa se hubiera seguido y terminado en rebelda del
demandado, y que cuando ste intervenga en la controversia lo haga alegando
la nulidad por falta de citacin con la demanda. Se trata, entonces, de
requisitos que deben cumplirse copulativamente, esto es, deben reunirse y
presentarse al mismo tiempo: primero, que no se hubiera citado al demandado;
luego, que la falta de citacin le impida presentar excepciones; tercero, que no
haya podido defenderse; cuarto, que la causa se siga y termine en rebelda; y,
quinto, que cuando el demandado intervenga en la controversia lo haga
alegando nulidad por falta de citacin. Si falta uno solo de estos elementos ya
no habr causa de nulidad que pueda ser aducida en contra del laudo, y si se la
propone debe desecharse.

La segunda, que se produce cuando a alguna de las partes no se le hubiere


notificado con las providencias del tribunal, y tal hecho le hubiere impedido o
limitado su derecho de defensa, que est incluso constitucionalmente
garantizado. Y es que en este caso se habra violado tambin el principio de la
igualdad de las partes, pues para que se produzca la causal es preciso que a

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 40


una de ellas se le haya dejado de notificar las providencias arbitrales
mantenindole en ignorancia respecto del avance del proceso, lo que
evidentemente le habr impedido que ejerza su derecho de defensa o lo habr
limitado muy seriamente, todo lo cual termina en la conclusin de que con estas
acciones se le ha puesto a esta parte en indefensin, y por ello la causal de
nulidad.

La tercera causal, dice expresamente la ley, se produce cuando no se hubiere


convocado, no se hubiere notificado la convocatoria, o luego de convocada no
se hubiere practicado las pruebas, a pesar de la existencia de hechos que
deban justificarse. Pero, a qu convocatoria se refiere la ley? a qu
convocatoria que deba haber sido notificada? a qu convocatoria que luego
de haber sido notificada no se hubiere practicado las pruebas, a pesar de la
existencia de hechos que dan justificarse? Pues bien, nosotros creemos que
es la convocatoria a la audiencia de sustanciacin, que es la primera audiencia
dentro del proceso arbitral propiamente dicho y en la cual se proveen las
pruebas que han sido solicitadas por las partes en la demanda y en la
contestacin; y es obvio que si una de las partes no ha sido convocada a tan
importante audiencia no se enterar de su realizacin ni, por ende, se enterar
de las pruebas cuya prctica hayan sido ordenadas por el tribunal, con lo que
se le mantendra al margen del proceso obteniendo con ello que no se pueda
defender ni hacer valer sus derechos, lo que nuevamente se traduce en
indefensin.

La cuarta causal no se trata ya de indefensin, sino que dice relacin con los
laudos extrapetitos, vicio que se produce cuando un laudo resuelve sobre
asuntos que no fueron motivo del arbitraje. Si bien es cierto que el literal d) del
Art. 31 de la Ley de Arbitraje y Mediacin emplea la frase: El laudo se refiera
a, con ella entiendo yo que quiso decir resuelva, y no slo y simplemente
refiera, pues la ingenua referencia de algo que probablemente no es materia
del litigio y que no perjudica a ninguna de las partes, no puede ser causal de
nulidad del laudo, como si lo es el que resuelva sobre cuestiones que le son y
le fueron extraos al litigio y por ende a la competencia de los rbitros
designados para resolverlo. En esta caso la nulidad es la nica solucin, pues
una controversia sometida a resolucin de rbitros puede ser resuelta
solamente por quienes tienen el carcter de tales, y como los rbitros son
designados para el conocimiento y resolucin de especficamente un
determinado conflicto, slo lo que es parte de tal conflicto puede ser resuelto
por ellos, y si resuelven sobre algn asunto que no fue parte del conflicto, se
estaran excediendo de sus facultades y atribuciones y resolviendo sin
competencia sobre cuestiones que les son ajenas. Por tanto, tal resolucin es
obvio que carece de validez y que su nulidad debe necesariamente ser
declarada. Insisto en que debemos recordar que el tribunal arbitral se integr
solamente para conocer del litigio fruto de la controversia sometida a dicho
tribunal, y que por consiguiente si se pronuncia sobre algo que no fue materia
de la controversia ni por tanto de la litis, su pronunciamiento sera nulo por falta

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 41


de competencia y autorizacin legal para resolver sobre una materia o asunto
que no fue sometida a su conocimiento. Este tribunal se integr para resolver
un litigio, y por ende no puede pronunciarse sobre algo diferente a dicha
controversia, porque carece de competencia y de autorizacin de las partes y
de la ley para ello.

La quinta y ltima causal se refiere a rbitros nombrados ilegalmente, en


violacin de las normas legales pertinentes o de los acuerdos de las partes
para ese efecto. Y es obvio que si los rbitros han sido nombrados violando la
ley o el convenio de las partes, no naci nunca para ellos la autoridad ni
competencia para resolver sobre el conflicto, y si lo hacen, su resolucin ser
obviamente nula, pues el efecto de la violacin de ley de puede ser sino la
nulidad. Quien asuma la condicin de rbitro en virtud de una designacin
ilegal por violatoria del acuerdo de las partes respecto del procedimiento a
seguirse para ella, o por violacin del procedimiento previsto en la ley para esa
misma designacin en ausencia de pacto especial de la partes, estara
actuando fuera del marco legal y por ello sin verdadera competencia para
conocer y resolver del conflicto para cuya resolucin deba integrarse el tribunal
arbitral.

No existen otras causales para proponer la nulidad. Por ello, conocido que sea
el laudo por las partes, la perdedora no entendera que la parte ganadora sea
la que proponga accin de nulidad del laudo que le benefici- deber estudiarlo
con mucha seriedad y detenimiento para ver si en l se cumple alguna de las
causales de nulidad, y no proponer esta accin sin causa realmente existente,
sin fundamento.

Plantear una accin de nulidad del laudo arbitral solamente como una manera
de diferir su ejecucin, es inaceptable bajo todo y cualquier punto de vista y
creo que debera ser sancionado drsticamente. Y es que debemos tener
presente que cuando las partes convinieron en arbitraje como la forma de
solucionar sus controversias, renunciaron a someterse a la jurisdiccin
ordinaria, revocaron el poder del Estado para a travs de su sistema ordinario
de justicia resolver esas controversias, y por el contrario se comprometieron y
obligaron a acatar el laudo que se dicte. Quedaron obligadas, entonces, a
tener por vlido el pronunciamiento de los rbitros, lo que les impide a acudir a
este expediente de la nulidad que en la mayora de los casos no tiene razn ni
causa y es planteado por los abogados para dilatar y entorpecer la ejecucin
del laudo o como medio de quedar bien ante el cliente.

En todo caso, si objetivamente advertimos que se ha producido una causal


para que el laudo se declare nulo, lgico es que planteemos la accin de
nulidad que corresponde, a fin de que las cosas vuelvan a la juridicidad, a la
legalidad, a la normalidad.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 42


En este supuesto, debemos tener presente que la nulidad no es un recurso,
sino una accin, y como tal debe platersela, es decir, que hay que hacerlo
proponiendo una demanda en forma, como cualquier otra demanda, con la
salvedad de que esta demanda no la presentaremos a la justicia ordinaria
directamente, sino que debe ser presentada ante el mismo tribunal arbitral cuya
decisin o laudo sobre el fondo impugnamos por esta va de nulidad.

Esta demanda puede ser propuesta en el trmino de diez das contado a partir
de la fecha en que el laudo se ejecutori. Notemos que el trmino legal fijado
ni empieza a correr desde la fecha de notificacin del laudo, sino a partir de su
ejecutoria, y esto es lo que corresponde porque luego de haber sido notificado
a las partes el laudo puede ampliarse o aclararse a peticin de cualquier de
ellas, o puede rectificarse de oficio, y en cualquiera de los casos, el laudo
quedar completado con la ampliacin, la aclaracin o la rectificacin, que no
son providencias independientes sino que pasan a formar parte integrante del
laudo. Por consiguiente, slo cuando el laudo ha quedado ejecutoriado se
puede decir que est terminado y completo, pues ya no puede ser modificado
de ninguna manera por el tribunal que lo dict ni por ninguna otra autoridad en
razn de que, como se vio ya anteriormente, el laudo no es susceptible de
recurso alguno.

Entonces, si hemos establecido la procedencia y necesidad de plantear la


accin de nulidad del laudo, debemos hacerlo mediante demanda, la que
deber ser redactada sealando la causa por la que se la propone, e indicando
con la mayor claridad y precisin posibles cmo es que tal causa se ha
producido en el caso en cuestin, dejando a la parte demandada en
indefensin o producindose una resolucin sin competencia, que son las dos
causas que subyacen en las cinco que se contemplan en el Art. 31 de la ley de
la materia. Estos seran los fundamentos de hecho y de derecho de la
demanda de nulidad, los que obviamente deben ser expuestos con orden,
claridad y precisin y de forma tal que permita al Presidente de la Corte
Superior de Justicia comprender con claridad la violacin producida y la
pretensin de que se declare la nulidad del laudo dictado por el tribunal de
arbitramento. La demanda, como ya lo dijimos, debe dirigirse el rbitro o
rbitros, vale decir al tribunal arbitral, y se la propondr para ante el Presidente
de la Corte Superior de Justicia de la jurisdiccin en que hubiere actuado el
tribunal arbitral y en ella el accionante debe reclamar la nulidad del laudo que
impugna por esta va. En la misma demanda de nulidad, si el demandante
estima que la ejecucin del laudo le puede causar perjuicios, deber solicitar al
rbitro o rbitros, en otras palabras al tribunal arbitral, que se suspenda la
ejecucin del laudo.

Al tribunal arbitral no le corresponde calificar la procedencia de la accin de


nulidad, y normalmente lo nico que debe hacer cuando recibe una accin de

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 43


nulidad del laudo, es remitirla dentro del trmino de tres das, junto con el
proceso arbitral, al Presidente de la Corte Superior de Justicia para que le de el
trmite respectivo. Sin embargo, cuando en la demanda de nulidad se ha
pedido que ordene la suspensin de la ejecucin del laudo, el tribunal arbitral
deber previamente y en el trmino de tres das, fijar el monto de la caucin
que deba rendir el peticionario, la que deber ser suficiente para responder por
los perjuicios que el propio tribunal estime que la demora en la ejecucin del
laudo pueda causar a la otra parte. Pero no termina ah su actuacin, pues el
peticionario demandante de la nulidad deber, a su vez, tambin en el trmino
de tres das contado a partir de la notificacin de la providencia que fije el
monto de la caucin, constituirla, entregndosela al tribunal arbitral, quien
estar obligado a analizar si la caucin rendida cumple los requisitos que
fueron fijados por el propio tribunal, y slo si los cumple declarar suspendida
la ejecucin del laudo y enviar el proceso al Presidente de la Corte Superior
para su trmite, pero si no los cumple se limitar a remitir el expediente al
Presidente de la Corte Superior para el efecto ya indicado, pero sin decretar la
suspensin de la ejecucin del laudo arbitral.

19.- Trmite y resolucin de la Accin de


Nulidad:

1. Trmite. 2. Competencia. 3. resolucin: a) Desecha la demanda,


b) Acepta la demanda. 4. Efectos: a) Constitucin de nuevo Tribunal
Arbitral, b) Nuevo trmite del juicio, desde el momento en que se
produjo el vicio de nulidad.

La accin de nulidad del laudo arbitral debe ser tramitada en la va ordinaria por
efecto del precepto contenido en el Art. 59 del Cdigo de Procedimiento Civil,
segn el cual Toda controversia judicial que, segn la ley, no tiene un
procedimiento especial se ventilar en juicio ordinario. Ni la ley de Arbitraje y
Mediacin, ni el Cdigo de Procedimiento Civil ni ninguna otra ley prevn un
trmite especial para esta accin de nulidad, la que por tanto debe tramitarse
por la va ordinaria, como hemos sealado, con la modificacin introducida por
el inciso segundo del Art. 31 de la Ley de Arbitraje y Mediacin, esto es, que
deber ser resuelta en el trmino de treinta das contados desde la fecha en
que avoc conocimiento de esta accin.

Y no vemos razn alguna para que se demore o complique ms la resolucin


de la accin de nulidad, pese a su trmite por la va ordinaria, puesto que se
trata de una accin de puro derecho a la que debe aplicarse la norma del Art.
39928 del Cdigo Procesal Civil, y por tanto no requiere de tramitacin alguna
sino solamente que el juez, en este caso el Presidente de la Corte Superior de
28
Art. 399.- Si la litis se hubiere trabado sobre cuestiones de puro derecho, el juez pedir
autos y dictar sentencia.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 44


Justicia, pida autos y dicte sentencia por el mrito existente en el proceso
arbitral.

Esta resolucin en realidad de verdad no debe demorar. El trmino previsto en


la Ley de Arbitraje y Mediacin (Art. 31, inciso segundo) para que se dicte
resolucin, es el de treinta das, que es ms que suficiente para que el
Presidente de la Corte Superior de Justicia estudie el proceso y establezca si
existe o no la causa de nulidad invocada por el accionante de la nulidad. Y
digo que es ms que suficiente, pues en realidad no es que debe estudiar todo
el proceso, sino solamente la parte de l que tiene relacin con la causal de
nulidad en que se funda la accin, y para ello treinta das es ya un trmino
realmente generoso. Desgraciadamente sucede que en la prctica los
Presidentes de las Cortes Superiores no tramitan las acciones de nulidad, las
dejan irresponsablemente abandonadas hasta que por la presin que reciben
avocan conocimiento de ellas. No estamos en condicin de sealar al
momento, pues no hemos hecho la investigacin necesario para ello, si estn
cumpliendo con resolver estas acciones dentro del trmino de 30 das que les
fija la ley. Y cuando nos referimos a los Presidentes de la Cortes Superiores,
en verdad estamos aludiendo solamente a los de las Cortes Superiores de
Quito y de Guayaquil, y en alguna rara ocasin a la de Cuenca, que son las
ciudades en las que se desarrollan procesos arbitrales.

Creo que todos quienes estamos interesados en la promocin y desarrollo de


estos procesos arbitrales deberamos desplegar nuestros esfuerzos buscando
obtener de los Presidentes de las Cortes Superiores de Quito y Guayaquil,
bsicamente, que cuando reciban una accin de nulidad de laudo arbitral la
despachen con la mayor celeridad posible, pues en caso contrario toa la
enorme ventaja de la celeridad que el procedimiento arbitral implica se estrella
y frustra con la lentitud y lenidad con que en la actualidad se tramitan estas
acciones en nuestras cortes superiores. Estamos conscientes de que los
Presidentes de las Cortes Superiores tienen enormes responsabilidades
administrativas que resolver a diario, y que son tambin jueces de fuero, pero
nada de aquello es justificacin seria y suficiente para la irresponsable demora
en el trmite y resolucin de las acciones de nulidad de laudos arbitrales. Ojal
que los Presidentes de estos organismos legislativos tomen conciencia de esta
triste realidad que se vive en la demora de la tramitacin y resolucin de estas
acciones de nulidad, para que en lo futuro las traten con la celeridad que el
legislador pretendi dotarles.

Segn el inciso tercero del citado Art. 31 de la Ley de Arbitraje y Medicin, el


Presidente de la Corte Superior podr, de ser el caso, disponer el sorteo de la
accin de nulidad para que sea conocida por una de las salas de la Corte
Superior.
Esta norma tena su razn de ser con el texto anterior del Art. 31 de la Ley de
Arbitraje y Mediacin, pues de conformidad con la redaccin anterior de esta
norma, no era al Presidente de la Corte Superior a quien le corresponda
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 45
resolver la accin de nulidad, sino solamente recibir la accin y proceder a su
sorteo para que sea conocida y resuelta por una de las salas de las Corte
Superior. Mas sucede que mediante Ley 2005-04 promulgada en el Registro
Oficial Nro. 532 del 25 de febrero de 2005, se reform la Ley de Arbitraje y
Mediacin, y precisamente por esta reforma se atribuye al Presidente de la
Corte Superior de Justicia el conocimiento y resolucin de las acciones de
nulidad de los laudos arbitrales. Adems, a partir de la reorganizacin de las
cortes superiores de justicia del pas, distribuyendo su competencia por salas
especializadas, esta norma del inciso tercero del Art. 31 de la Ley de Arbitraje y
Mediacin de la que estamos tratando, se ha hecho ms difcil de aplicar, pues
ahora tenemos en las cortes superiores salas especializadas en lo civil y
mercantil, en lo laboral y social y en lo penal, y si se sorteara el conocimiento
de una causa de nulidad de laudo arbitral entre todas estas salas, se estara
contrariando la especialidad de estas salas. Entonces, para mantener la
especialidad, si el sorteo fuera procedente debera ser solamente entre las
salas de lo civil y mercantil para todos aquellos casos de laudos arbitrales en
estas materias (que son la enorme mayora), y entre las salas de lo laboral y
social en laudos que se dicten respecto de relaciones laborales. Como no cabe
arbitraje en materia penal, las salas de lo penal de las cortes superiores seran
las nicas que nunca podran conocer una accin de nulidad de un laudo
arbitral, pues aun cuando es perfectamente posible someter a arbitraje la
responsabilidad civil proveniente de delitos, esta responsabilidad civil sobre la
que se emitiera un laudo respecto del cual se planteara accin de nulidad
debera ser sorteada entre las salas de lo civil y mercantil, y no entre las salas
de lo penal, siempre si fuere procedente el sorteo, que en mi opinin ya no lo
es a partir de la promulgacin en el Registro Oficial de la ley 2005-48
reformatoria de la de Arbitraje y Mediacin, insisto, porque es a partir de esta
reforma que a quien corresponde privativa y excluyentemente el conocimiento
de la accin de nulidad del laudo arbitral es al Presidente de la Corte Superior
de Justicia.

Al resolver esta accin, el Presidente de la Corte Superior puede hacerlo, o


bien declarando la nulidad demandada si se ha justificado la violacin de
procedimiento alegada, o en caso contrario desechando la demanda.

De desecharse la demanda de nulidad, el triunfador del juicio arbitral debera


continuar el proceso a partir de la suspensin de la ejecucin del laudo, de
haber sido decretada, y por tanto proseguir con la etapa de ejecucin ante los
jueces ordinarios, en la misma forma como se ejecuta cualquier otra sentencia
dictada por cualquier otro juez, siguiendo la va de apremio y sin que el juez de
la ejecucin acepte excepcin alguna que busque retardarlo o impedir esa
ejecucin, salvo que la excepcin obedezca a causas que se hubieren
originado con posterioridad a la expedicin del laudo.

En el evento de aceptarse la demanda y por tanto de que se declarara la


nulidad del laudo, lo que en la prctica en nuestro medio ha ocurrido en
DR. ARMANDO SERRANO PUIG 46
solamente unas muy contadas ocasiones, la declaratoria de nulidad deber
sealar el momento o pieza procesal a partir de la cual se produjo la causa que
dio lugar a la declaratoria de nulidad demandada, y en tal evento, la nulidad
deber ser declarada del laudo pero tambin del proceso a partir de aquel
momento procesal.

Esta declaracin de nulidad implica que deber repetirse o rehacerse el


proceso arbitral, pero obviamente con otros rbitros, puesto que aquellos que
actuaron en el tribunal cuyo laudo fue anulado no podrn seguir actuando, no
slo porque ya se les habra agotado el tiempo para el que fueron designados y
por tanto habran dejado de ser rbitros de ese proceso, sino tambin porque
siendo los causantes o al menos co-causantes de la nulidad, no tendran la
imparcialidad necesaria para continuar actuando en calidad de rbitros de
aquel proceso.

20.- Ejecucin del Laudo:


La ejecucin del laudo puede ser: a) Voluntaria, y, b) Judicial

Citando nuevamente al ilustre Couture y con l, podemos decir que el proceso


de ejecucin no es sino el Procedimiento compulsivo, tendiente a dar
cumplimiento a un ttulo ejecutorio o ejecutivo, constituido normalmente por el
remate de bienes del deudor29.

Dictado que sea un laudo, lo lgico es que las partes pasen a cumplirlo de
inmediato y en la forma ms tranquila y voluntaria posible, pues a ello se
comprometieron al momento se celebrar el convenio arbitral. Sin embargo, en
la prctica, las partes de un conflicto sometido a arbitraje llegan a este
procedimiento muchas veces como enemigas una de otra y durante proceso
arbitral as mismo se comportan, y es mucho ms comn de lo que fuera
deseable o aconsejable que en lugar de cumplir rpida y fielmente las
obligaciones impuestas en el laudo, busquen, por el contrario, la manera de no
hacerlo.

Es en estas circunstancias, o sea, cuando la parte vencida no quiere cumplir el


laudo voluntariamente, que la parte a cuyo favor ha sido dictado debe recurrir al
juez ordinario reclamando su ejecucin forzosa. Se recurre al juez ordinario
porque el tribunal arbitral, en primer lugar, ejecutoriado el laudo, dej de existir,
desapareci y perdi toda competencia; y en segundo lugar y ms importante,
porque incluso si no hubiera perdido competencia y continuara actuando
tampoco podra tomar accin para ejecutar el laudo en razn de carecer de
imperio, del que s est dotado el juez ordinario, pues como funcionario que es

29
Op. Cit., p. 248.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 47


del Estado se halla autorizado por l para hacer ejecutar lo juzgado, como
lo dice el Art. 1 del Cdigo Procesal Civil.

Es oportuno recordar que se supone que vivimos en un estado de derecho en


el que nadie puede hacerse justicia por mano propia, y por ello, cuando alguien
necesita hacer respetar su derecho debe recurrir a la autoridad. En el caso,
dictado el laudo en que se le reconocen derechos que luego no son cumplidos
o respetados por el obligado a hacerlo, el vencedor tiene que recurrir a la
autoridad para por su intermedio lograr que el vencido en el juicio arbitral y por
tanto obligado por el laudo, se los reconozca, y esta autoridad es, entonces, el
juez ordinario investido de imperium y con facultades para hacer ejecutar lo
juzgado incluso por tribunales arbitrales.

El proceso de ejecucin del laudo es el que se sigue de conformidad con lo que


prevn los Art. 438 y siguientes del Cdigo de Procedimiento Civil, y que puede
llegar incluso al remate o venta pblica de los bienes del deudor para con sus
frutos pagar al acreedor.

Para concluir quisiramos hacerlo recordando lo que es un procedimiento de


ejecucin, y para ello y por considerarlos muy claros, extractamos los
conceptos que a este respecto brinda el procesalista argentino, Lino Enrique
Palacio, as: De acuerdo con las nociones expuestas en su momento (supra,
nms. 34 y 157), el proceso puede ser, atendiendo a la finalidad de la
pretensin que lo origina, de conocimiento o de ejecucin. El primero es aquel
que tiene como objeto una pretensin tendiente a lograr que el rgano judicial
(o arbitral) dilucide y declare el contenido y alcance de la situacin jurdica
existente entre las partes Cuando se trata de una sentencia de condena
que, como tal, impone el cumplimiento de una prestacin (de dar, hacer o de no
hacer), y sta no es voluntariamente cumplida por el obligado, el ordenamiento
jurdico prev la posibilidad de que se lleve a cabo una ulterior actividad judicial
encaminada a asegurar la integral satisfaccin del inters del vencedor. Tal
actividad se desarrolla en el denominado proceso de ejecucin, el cual no es
ms que un medio para que, por obra de los rganos judiciales del Estado, se
sustituya la ejecucin forzada a la voluntaria el proceso de ejecucin podra
definirse como aquel cuyo objeto consiste en hacer efectiva la sancin
impuesta por una sentencia de condena30 (Manual de Derecho Procesal Civil,
dcimocuarta edicin actualizada, Abeledo Perrot, Buenos Aires, Argentina,
1998, pp. 659 y 660).

30
Manual de Derecho Procesal Civil, decimocuarta edicin actualizada, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, Argentina, 1998, pp. 659 y 660.

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 48


Conferencia preparada para el Seminario: Procedimiento Arbitral y
Nulidad del Laudo Arbitral, realizado los das 19 y 20 de julio de 2006,
promovido por el Centro Nacional de Mediacin y Arbitraje de la Cmara
de la Construccin de Quito, CENAMACO.

Quito, julio de 2006

DR. ARMANDO SERRANO PUIG 49

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