Paradigmas - Análisis Bioenergético
Paradigmas - Análisis Bioenergético
Paradigmas - Análisis Bioenergético
Paradigmas
para el Analisis Bioenergetico
al Alba del Siglo 21
INTRODUCCION
Al fundar el anlisis bioenergtico hace medio siglo, Lowen inici un movimiento de una gran
amplitud. Su carisma estar ah para mucho tiempo. Tambin aprovech un extenso movimiento
sociolgico occidental en bsqueda de cuerpo, expresin y libertad. Es el perodo hippie; es
Easalen, la psicologa humanista, una orientacin "vitalista" de la psicoterapia. El anlisis
bioenergtico tiene, pues, una extensin internacional. Este se concibe como psicoterapia, y
tambin profilaxis e higiene de vida, en particular, con los "ejercicios bioenergticos".
Qu es hoy?
La "necesidad de vitalidad" est siempre tan actual. Se molde con mtodos estudiados de
comercializacin, "primos" a menudo de la bioenergtica. Pero contrariamente a nosotros, tienen,
para la mayora, la pertenencia de la justificacin "cientfica". Nunca lo hemos hecho, Lowen no era
favorable a la investigacin cientfica, me lo escribi : "No need to justify: clinical proofs are
enough" ("Ninguna necesidad de justificar: las pruebas clnicas son bastantes").
En el mundo contemporneo donde las imgenes cerebrales exploran la realidad de los procesos
sanos o patolgicos, debemos, los analistas bioenergticos, aportar las pruebas del fundamento de
nuestras prcticas. El anlisis bioenergtico est caracterizado por la imagen simplista de: "llorar, golpear,
gritar". Es bastante ms que eso y debemos construir a partir de la herencia que su creador nos leg:
- debemos modernizar o actualizar sus conceptos de referencia teniendo en cuenta las investigaciones
actuales en neurobiologa y en psicofisiologa;
- debemos integrar en nuestras reflexiones y nuestras prcticas las teoras del desarrollo del nio y el
adulto, clnica y experimentalmente confirmadas;
- debemos tener en cuenta la evolucin de la psicopatologa y las nuevas metodologas terapeticas
que se desarrollan?????;
- debemos tener en cuenta la evolucin de las necesidades de la poblacin en cuanto a Salud Pblica,
sabiendo que los contextos sociolgicos y geopolticos afectados por la violencia y las desigualdades
creciente nos obligan a ser creativos y salir quiz de nuestras consultas. Brasil nos propone modelos
estimulantes.
Todo esto nos pide, a las puertas de este siglo XXI, proceder a un ajuste de nuestros paradigmas, a una
modelizacin renovada del anlisis bioenergtico. Nos va en juego nuestra credibilidad, nuestra legibilidad,
nuestra eficacia. Pero va sobre todo por la identidad del anlisis bioenergtico a partir del cual, los
terapeutas bionergticos, nos podamos reconocer y asentar nuestra identidad comn, volviendo a
dar sentido comn al Instituto Internacional de Anlisis Bioenergtico.
Guy TONELLA
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Lowen nos leg un modelo del anlisis bioenergtico del que deseara destacar los paradigmas
esenciales. Eso constituye nuestra herencia, y esto fu lo que aprendi en aquella epoca de mi
formacion (1978-1981).
A partir de 1958, en "El lenguaje del Cuerpo", reafirma el paradigma "de identidad funcional
psicosomtica" enunciado por Reich:
2) El aspecto defensivo : cuando la energa se bloquea, ocurre por dos mecanismos funcionalmente
idnticos: la contraccin muscular y el rechazo de las representaciones psquicas molestas;
3) El aspecto clinico : estos dos mecanismos inhiben juntos funcionalmente la expresin emocional.
Guy TONELLA
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Guy TONELLA
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Voy a intentar reformular estos paradigmas con un languaje que no solo sea compreensible para
nuestra comunidad bioenergetica, sino tambien compreensible y atractiva para nuestros colegas de
otros campos analiticos y psicoterapeuticos, para Universitarios y investigadores. Creo que hacer este
esfuerzo es indispensable si buscamos una nueva expansin al alba de este siglo XXI :
1) Reformulacion del concepto del S-Mismo: sigue siendo un referente y una caracterstica comn al
conjunto de los enfoques psicoteraputicos.
2) Reformulacion de la dinmica energtica del S-Mismo consiste en: su motililidad adaptativa, su
motilidad sexual y su motilidad de apego.
3) Formulacion de la metodologa de trabajo de los traumas se distingue de la metodologa del
anlisis caracterial.
4) Formulacion de un modelo de relacin terapetico que coloca en un sitio central a la implicacin
intersubjetiva del psicoterapeuta.
5) Finalmente, propondr un paradigma sociolgico para el anlisis bioenergtico basado en el
principio de vitalidad compartida para un mundo compartido.
Guy TONELLA
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PARADIGMA I
EL S-MISMO, UNA CONTINUIDAD PSICOCORPORAL
El cuerpo propio es la primera manifestacin del S-Mismo que surge. Es la primera realidad
subjetiva del S-Mismo y la base de su desarrollo.
Por ejemplo, la regulacin del sueo en el lactante se somete inmediatamente por una parte a sus
mecanismos hereditarios neurobiolgicos, por otra parte a las normas sociales subjetivas de sus
padres. Lo mismo ocurre con la regulacin de su alimentacin y su expresin fsica y emocional en
las distintas interacciones (contactos, cuidados, juegos,...). Estos vnculos con el medio ambiente
humano subjetivizan el soma provocandole el ser un cuerpo propio, como suelo abonado para la
aparicin de la conciencia subjetiva y la intencionalidad.
Guy TONELLA
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Blake (2002) pone de manifiesto que a cambio, estas primeras modelizaciones sociales modifican los
procesos neurobiologicos somticos: causan cambios estructurales y funcionales al nivel de las
conexiones entre neuronas. Concretamente, las experiencias emocionales modifican las clulas del
hipocampo, las ms sensibles a las experiencias emocionales, y mejoran la eficacia de las sinapsis.
Por otra parte, las vivencias de apego modifican los circuitos lmbicos-frontales, implicados en la
modelizacin de la "sensibilidad". Jeannerod (2005) muestra que nuevos comportamientos aparecen.
Para Kandel (2001), esto constituye el proceso dialctico de intercambio entre soma y socius,
stimulando la "plasticidad" neuronal de forma permanente, a cambio, transformadora del S-mismo.
Es al cuerpo propio del paciente al que nos dirigimos los terapeutas bionergticos, este cuerpo
propio, continente energtico, y lugar de transformacin de los instintos en impulsos controlados y
socializados, fuentes de la motilidad.
Pues, como redefinir el concepto de Si-mismo? El Si-mismo se define como un conjunto funcional
resultado de la cointegracion de cinco funciones: la funcin energtica, la funcin sensorial, la
funcin motriz, la funcin emocional y la funcin de percepcin/representacin.
Cada funcin del S-mismo apoya la siguiente y se apoya sobre la anterior. Las variaciones que se
producen en una de las funciones del S-mismo causan variaciones en el conjunto de las dems
funciones, como una ola que se desplaza. Por ejemplo, "Al pasar por el cuerpo, deca Lowen, las olas
respiratorias activan todo el sistema muscular".
La funcin motriz es doble. A travs de los ajustes de su tonicidad postural, ofrece la sensacin de
"envoltura tnica" o "frontera" consciente del S-Mismo. Por los ajustes de su tono muscular,
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desempea el papel de preparador del S-Mismo para la accin y la expresin. La funcion motria
apoya la construccin de patrones de conducta y patrones posturales consustanciales al S-Mismo y
modelados por los intercambios interpersonales.
Cada una de estas funciones participa en el autoconocimiento, desde el nivel ms elemental (la
sensacin vital de existir fsicamente) al nivel ms complejo (la conciencia de tener un espritu para
Uno-Mismo). Sin embargo, la integracin del S-Mismo depende de los enlaces que se construyen
entre estas funciones.
La primera mitad del siglo XX abri una extensa obra que precis la especificidad de cada uno de
estos enlaces entre cada una de las funciones, y su proceso de hacerlas subjetivas: Freud, acerca del
enlace afecto/representacin, Reich y Walln acerca del enlace emocin/motricidad, Piaget para el
enlace sensacin/motricidad y Lowen para el enlace sensacin/energa.
Los enlaces energtico-sensoriales se manifiestan por como afectan a la vitalidad, y esto fue la
contribucin terica y metodolgica fundamental de Lowen durante este siglo XX. Se centr en el
motilidad del S-Mismo, la circulacin energtica, el despertar sensorial. El trabajo sobre la
respiracin tiene un lugar muy importante.
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Los enlaces sensoriomotrices se manifiestan, como lo mostr Piaget, por la construccin de esquemas
sensoriomotores. Numerosos "ejercicios bioenergticos" propuestos por Lowen ponen en juego la
construccin de diseos sensoriomotores que favorecen la afirmacin del S-Mismo por la accin
controlada y coordinada.
Estos enlaces entre las distintas funciones del S-Mismo conducen a la integracin del S-Mismo.
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PARADIGMA II
LA MOTILIDAD ADAPTATIVA Y SUS PATRONES
Guy TONELLA
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Ainsworth, apoyan una funcin comportamental que se manifiesta por "patrones de apego"
sguridad/inseguridad. En todos los casos, estos patrones tnico-emocionales desempean el papel
de invariantes de la expresin afectiva del S-Mismo.
Los patrones cognitivos se construyen a partir de las imgenes perceptivas del S-Mismo y del mundo
circundante, fsico y humano. Implican procesos de pensamiento y procesos emocionales que
favorecen la adaptacin al entorno. Desempean el papel de invariantes smioticos (imagenes y
palavras) en el seno del S-Mismo.
Estos distintos patrones son adaptativos porque activan sin cesar de manera controlada y
homeosttica, la motilidad, la motricidad, la expresividad y la reflexin, dando soporte a lo que
Damasio llama "la sensacion misma del S-Mismo" ("The feeling of what happens", 1999)."
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PARADIGMA III
LA MOTILIDAD SEXUAL Y SUS PATRONES
Tras Reich, Lowen mostr cmo operaba cada tipo de pulsiones a nivel corporal: su dinmica
energtica en una zona corporal especfica convirtindose en "zona ergena".
No es cierto que sea intil decir que en el nio, la activacin de las zonas ergenas est muy
vinculada a las interacciones madre-beb, por lo tanto a la relacin de apego mutuo. Un defecto o un
exceso de erogenitalizacin del cuerpo propio del nio tiene consecuencias directas sobre la
organizacin de su sexualidad presente y futura. Ruptura puede occurir entre erogenitalizacin y
erotizacin. Por ejemplo, una estructura esquizoide cuyo cuerpo fue poco erogenitalizado puede
buscar la erotizacin permanente porque es siempre frustrante.
Desde este punto de vista, la experiencia de apego durante la infancia determina los patrones sexuales
adultos. Al contrario, la experiencia terapetica de apego mas seguro permitiendo la construccion de
un Si-Mismo mas seguro, puede tener una incidencia directa sobre la transformacin de los patrones
sexuales adultos.
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PARADIGMA IV
LA MOTILIDAD DE APEGO Y SUS PATRONES
La segunda mitad del siglo XX abri la extensa obra que elabor los vnculos de apego e interaccin
esenciales para la construccin del Si-mismo. Si D. W. Winnicott y M. Malher fueron precursores,
citemos los primeros tericos del apego Bowlby, Ainsworth, Main, as como los trabajos de Wolf,
Emde, Anders, Sander, y Stern. Contribuyeron cada uno a poner de manifiesto, que el Si-mismo,
como identidad subjetiva que llegar a ser, no se construye sin vnculos y que estos vnculos son obra
de cada uno de los dos progenitores, de su apego mutuo y de su interactividad. Pienso que eso es
verdadero para la construccin de los vnculos madre-beb, y pienso tambin que es verdadero para
la construccin de los vnculos terapeuta-paciente.
Los vnculos de apego e interaccin pueden desdoblarse en cuatro tipos, surgiendo progresivamente
del encuentro con la persona que da los cuidados, la madre en general.
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Esta articulacion entre vinculo de apego y estructura de personalidad permite de aclarar, durante el
proceso psicoteraputico :
1) la origen de la patologas (conflictiva, deficitaria o traumtica),
2) el tipo de estrategia de apego transferencial utilizado por el paciente, as como las posibles
respuestas contratransferenciales del terapeuta.
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A largo plazo, estas secreciones repetidas modifican el desarrollo somtico: reduccin del volumen
del hipocampo y aumento del volumen del gyrus temporal. Evrard (1999) pone de manifiesto lo
siguiente : en un pequeo que no pueda volver a entablar vnculos de apego sustitutivo cuando perde
su figura de apego, su circuito limbico se apaga, explicando la atrofia cerebral por ausencia de
estmulos, atrofa de las neuronas del hipocampo que desempean un papel importante en los
circuitos de la memoria y en la adquisicin de las aptitudes emocionales. Excepto en casos extremos, el
proceso es reversible.
Despus de la muerte del dictador rumano Ceausescu, Ionescu (Ionescu y AL, 2001) escribe un
informe donde muestra que, durante una cuarentena de la institucin, los nios obligados a sufrir el
abandono y a verse privados de todo apego, se ha encontrado que sufran de graves alteraciones
biolgicas, emocionales y comportamentales no reversibles.
La biologa del duelo en los adultos estudiada por Parkes (Parkes y AL, 1993) muestra que la
desaparicin del ser amado puede causar un desgarro traumtico tan grave como la del lactante que
pierde a su madre. En los meses que siguen a la prdida de un cnyuge al cual se est ligado de
manera ansiosa, se observa un pico de enfermedades cardacas, cnceres, diabetes, enfermedades
pulmonares y confusin mental.
Conclusiones clnicas
Estos ejemplos nos muestran que los traumas del apego son al origen de psicopatologias especificas
que pueden afectar profundamente el Si-Mismo, sus apegos y su motilidad. Si el conflicto tiene
consequencias funcionales, el trauma tiene consequencias funcionales y estructurales. Debemos
afirmar y promover la existencia de dos metodologas diferentes en anlisis bioenergtico:
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PARADIGMA V
UN MODELO METODOLOGICO PARA EL TRAUMA
Adems del modelo del anlisis caracterial reservado a las problemticas de conflictos, tenemos hoy
en anlisis bioenergtico modelos de comprensin y prcticas terapeticas relativas al trauma.
Con su concepto de "choque ceflico", Bob Lewis propone un modelo de comprensin de los
traumatismos en el desarrollo (1976,.1984,.1986,.1998) que voy a resumir. Tienen como causa un
funcionamiento maternal no emptico y disonante en el holding y en el handling (tanto cuando
coge al beb, como cuando no lo coge). La acumulacin de estos estados de choque repetitivos
constituye la experiencia traumtica:
- el lactante desarrolla fuertes tensiones musculares en la nuca, en la base del crneo: la percepcin de
su cabeza aparece disociada de la percepcin del cuerpo;
- al tener que atenuar el impacto de su madre inadecuada, el lactante, prematuramente, lo consigue,
enderezando su cabeza, desarrollando un estado de vigilancia y una percepcin anticipadora:
desarrolla prematuramente su actividad mental.
Maryanna Eckberg (1999), analista bionergtica que trabajaba con torturados polticos, describi su
propia metodologa de tratamiento del choque traumtico, inspirndose en el enfoque de Peter
Levine. Peter Levine (1997) propuso un modelo general del traumatismo. Describe tres tipos de
respuestas defensivas posibles cara una agresin traumtica:
1) tentativa de lucha contra el agresor (fight),
2) tentativa de huir del agresor (flight),
3) ante el fracaso, el organismo se paraliza (freeze).
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En este ltimo caso, la energa intensa producida por el peligro a nivel somtico no puede ni
liberarse, ni mtabolizarse. Produce una brecha en la envoltura del Si-mismo y funciona como un
"vrtice o torbellino traumtico", que atrae el conjunto de la energa de la persona y se la traga. Los
patterns (patrones) somatosensoriales habituales ya no funcionan y las sensaciones, las percepciones
no tienen sentido. Es la confrontacin al pavor corporal y a lo irrepresentable psquico.
Levine hace la hiptesis que un "contravrtice curandero", de sentido opuesto, puede desarrollarse,
equilibrando el vrtice traumtico y permitindoles una cointegracin resiliente.
En un artculo publicado en 2003, Bob Lewis discuti el enfoque de Levine. Considera que este
modelo es incompleto para comprender y tratar los traumatismos del desarrollo porque no integra
en su mtodo las enseanzas de la teora del apego.
Todos los autores ponen el acento sobre 3 aspectos: 1) la excesiva cantidad de energa movilizada por
la situacin traumatognica no pudo liberarse , ni metabolizarse, 2) los patterns (patrones)
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La metodologa utilizada entonces casi se opone diametralmente a la del anlisis caracterial en los
siguientes puntos:
Esta metodologa de trabajo del trauma resulta hoy una herramienta teraputica indispensable:
1) En respuesta a los traumas del desarrollo que no dejan de aumentar. Tienen por origen la evolucin
sociocultural: las madres comprometidas en una actividad profesional, el clima familiar definido por
la pobreza, el desempleo y la angustia, la violencia urbana, el desarraigo, el aislamiento, etc.,
2) en respuesta a los traumas fcticos en constante aumento, debido a la delincuencia, a la violencia,
violaciones, atentados, etc.,
Por ltimo, el anlisis caracterial resulta pertinente para el tratamiento de los conflictos genitales
genitales y de las regresiones a posiciones prgnitales que pueden implicar, generados por el Yo y el
SuperYo. La psicoterapia de los choques traumticos resulta pertinente para el tratamiento de los
traumas del desarrollo; se refieren al conjunto de las estructuras pregenitales, generados por una
deficiencia en el S-mismo, estructural o funcional.
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PARADIGMA VI
UN MODELO CLINICO PARA LA INTERVENCION
TERAPEUTICA : LA RELACION INTERSUBJECTIVA
El entonamiento intersubjectivo
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La empata somatosensorial
Schore (2001) pone de relieve afinaciones o ajustes ms precoces, de carcter somatosensorial. Por
las imgenes cerebrales, pone de manifiesto que la regulacin somatosensorial y emocional del nio
por su madre se organiza a partir de un sistema de comunicacin corporal que se registra en el
intercambio directo e inconsciente cerebro derecho-cerebro derecho.
Neurologa de la empata
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Evrard, Marret, Gressens (1997) ponen de manifiesto que los circuitos lmbicos-frontales se implican
en la modelizacin de la "sensibilidad" a partir de la infancia pero que pueden mejorar ms tarde,
haciendo evolucionar los marcadores biolgicos del stress.
Esta evolucin se basa en la posibilidad de reconstruir apegos seguros y confiados. La psicoterapia
debe integrar este parmetro en su setting (entre sus ajustes), ofreciendo al paciente la ocasin de
volver a entablar un apego teraputico seguro y descontextualizado.
Ainsworth (1978, 1979) describi los criterios de competencia de la madre para que pueda ofrecer a
su nio un apego seguro que le permita desarrollar uno Si-mismo seguro. Parece que estos mismos
criterios califican a un terapeuta que permite al paciente desarrollar uno Si-mismo seguro. Esto es
confirmado por las investigaciones actuales en neurobiologa del apego. Recuerdo estos criterios:
Guy TONELLA
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El adulto, enfermo del vnculo de apego, oculta un pequeo nio que espera an que alguien se le d,
para l, para l poder confiar en su propia existencia y valor. Poseer y ser posedo, es a esto a lo que
juegan los nios para adquirir la conviccin ntima de que ellos son amados se gustan y que son
capaces de amor. Es lo que da todo su sentido a "apretarse muy fuerte en los brazos" en psicoterapia.
Las necesidades imprescriptibles (que no prescriben) datan, despus de todo, de un tiempo en que,
como el dicho Winnicott, "el amor no se puede mostrar ms que en trminos de cuidados corporales".
Creo que, esta la experiencia que numerosos pacientes esperan, secretamente.
Mucho entre nosotros ya destacaron la importancia del vnculo intersubjetivo, explorndolo bajo
distintos ngulos: R. Lewis, 1976,.1986,.1998; R. Hilton, 1988/89; D. Campbell, 1991 de,.1995; Sr.
Eckberg, 1999; D. Finlay, 1999 de,.2001; Heinrich, 1999; Tonella, 2000; Resneck-Sannes, 2002; El
Sr. Doess, 2004. Me olvido de alguien, seguro.
Por ltimo, las funciones terapeticas permitiendo el crecimiento de un Self suficientemente seguro
son:
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PARADIGMA VII
UN MODELO CLINICO GENERALIZADO
Intentemos ahora reunir los distintos paradigmas y sus modelos anteriormente enunciados con el
fin de tener una visin global de la teora y la prctica bioenergtica.
Cada una de estas actividades del S-Mismo se organiza desde el principio de la vida en patrones
que estructuran y dan permanencia, susceptibles de evolucin segn las circunstancias de la vida, de
la cual la psicoterapia forma parte.
Si Mismo Motilidad
de Apego
Motilidad Motilidad
Adaptativa Sexual
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El desarrollo del S-Mismo, en sus adaptaciones, su sexualidad y sus apegos, puede describirse
segn quatro fases :
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UN MODELO METODOLOGICO
Este modelo puede tener la ventaja de clarificar la estrategia terapetica especfica para cada
paciente:
- haciendo hincapi en la motilidad de apego y en la construccin de un vnculo de apego seguro
cuando el patrn de apego inseguro funciona como resistencia principal a toda intervencin
terapetica (desasosiego, terror, parlisis);
- haciendo hincapi en la motilidad de adaptacin (nivel de energa, movimiento, expresividad
emocional) cuando la vitalidad del S-Mismo es deficitaria;
- haciendo hincapi en el motilidad sexual y la resolucin de los conflictos sexuales cuando stos
inhiben la vitalidad y la expresividad del S-Mismo.
- haciendo hincapi en la re-inicialisacin del conjunto de los patrones del Si-mismo cuando el
trauma los ha daado o destruido.
Un proceso terapetico implica obviamente al conjunto del S-Mismo, pero se puede afirmar que
algunas personas no pueden trabajar sobre ellas mismas sin antes haber construido un vnculo
terapetico suficientemente seguro, y eso toma tiempo. Se puede tambin afirmar que algunos
conflictos sexuales no son ms que la expresin de un patron de apego anxioso (evitante,
ambivalente o desorganizado) y que la evolucin del patrn de apego vivenciado en terapia es
susceptible de poder solucionar en parte la problemtica sexual.
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UN MODELE RELATIONNEL
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PARADIGMA VIII
UN MODELO SOCIOLOGICO FONDADO EN EL PRINCIPIO DE
VITALIDAD COMPARTIDA
El anlisis bioenergtico fue pionero en la puesta en prctica de trabajos sobre los procesos de
vitalidad, podr volverlo a hacer? Puede volver a estar si toma en cuenta la evolucion sociologica
actual y la peticion subyacente de una votalidad compartida en un mundo compartido.
Una nueva creatividad surge, en particular, en Brasil: nuevas aplicaciones ya estn desarrolladas por
varios de ustedes:
Pero debemos convertirnos en "legibles y visibles", identificables como competentes en todos estos
mbitos. Sufrimos de la confidencialidad de nuestras reflexiones, nuestras metodologas y nuestra
experiencia. Publicamos poco, carecemos de presencia en las libreras, las revistas especializadas, los
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CONCLUSION
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Guy TONELLA