EL ESCÁNDALO DEL CEMENTAZO: UNA VISIÓN SINDICAL Nosotros No Hemos Estado Callados - Recopilación de Artículos

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EL ESCÁNDALO DEL

CEMENTAZO:
UNA VISIÓN SINDICAL
Nosotros no hemos estado callados

Honorable señor diputado don Mario Redondo Poveda:

Respetuosos saludos. Hace un rato tuve el honor ser


entrevistado por la periodista Karina, de Noticias
Monumental, acerca de sus declaraciones de que los
sindicatos han callado acerca del escándalo del cementazo
y ha especulado usted sobre las supuestas razones para
ello.

Siempre en el marco del debido respeto, debo indicarle que


en el caso de la corriente sindical en la cual militamos, su
criterio no es aceptado por nosotros. Tan solo le voy a
adjuntar una muestra anexa a esta comunicación: 6 artículos
que nos publicó el Grupo Extra sobre el tema.

Entiendo que por sus múltiples ocupaciones usted no pudo


leerlos. Además, por otro tipo de medios hemos dado
nuestras opiniones al respecto.

1
Tanto la Asociación Nacional de Empleados Públicos y
Privados (ANEP), como el Colectivo Sindical PATRIA JUSTA
y la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), han
respaldado en todo momento nuestros escritos y
declaraciones.

Nosotros no hemos estado callados ante el escándalo del


cementazo.

Con las muestras de nuestra mayor consideración,

Albino Vargas Barrantes


San José, miércoles 20 de diciembre de 2017.

ARTÍCULOS DE OPINIÓN REFERENTE


AL CEMENTAZO, ESCRITOS POR
ALBINO VARGAS BARRANTES,
SECRETARIO GENERAL DE ANEP,
CON EL RESPALDO DEL COLECTIVO
SINDICAL PATRIA JUSTA
Y DE LA CENTRAL SOCIAL JUANITO MORA
PORRAS (CSJMP)

2
PUBLICADOS POR EL GRUPO
PERIODÍSTICO EXTRA

No. Nombre del artículo Publicado en Fecha


1. BCR: ¿crédito con La Prensa 22 de agosto
compadrazgo político? Libre
2. BCR: ¿36 mil millones La Prensa 29 de agosto
de colones en riesgo de Libre
pérdida?
3. El cementazo Diario Extra 6 de setiembre
2017
4. El cementazo (Parte 2) Diario Extra 13 de
setiembre
5. El cementazo (Parte 3): El Diario Extra 20 de setiembre
anónimo
6. El “cementazo” tiene La Prensa 31 de octubre
también matices verdes Libre

BCR: ¿CRÉDITO CON COMPADRAZO POLÍTICO?

Publicado en La Prensa Libre, el martes 22 de agosto de 2017.


¡No es cualquier mortal al que el Banco de Costa Rica (BCR) le
prestaría 20 millones de dólares, 10 mil millones de colones y
resto, presentando una garantía de respaldo cuatro veces menor al
monto de ese crédito!

3
Altos jerarcas de esta institución bancaria del Estado (¿del
Estado?), se presentaron ante la comisión parlamentaria de
reciente creación que fue establecida para investigar este tipo de
créditos bancarios tan inusuales.

Lo que dijeron ahí, en la Asamblea Legislativa, esos jerarcas del


BCR, el pasado jueves 17 de agosto, supuestamente contestando
preguntas de los diputados y de las diputadas que les
interpelaron, dejó atónitos a más de uno en este país, incluidos
nosotros.

No dudamos de que también se hubiera quedado atónito el gestor


y arquitecto político de la nacionalización bancaria en Costa Rica,
allá por el año 1949, don José Figueres Ferrer, Don Pepe, tres
veces primer mandatario de nuestro país (1948-1949, 1953-1958 y
1970-1974).

A juicio de los comentarios diputadiles generados por esa


interpelación, el BCR habría modificado su propio reglamento de
crédito para que la empresa cementera solicitante de ese préstamo
(una suma superior a los 10 mil millones de colones), pudiera
disponer de semejante cantidad de plata, pero en condiciones de
tanta “controversia” que hasta el propio Instituto Nacional de
Seguros (INS), se habría negado a servir de fiador del negocio
importador de cemento que con esos dineros se generaría.

Lo cierto de caso es que, visto desde afuera y con base en las


diferentes informaciones periodísticas, los personeros del BCR
citados por la mencionada comisión parlamentaria, que forman
parte del denominado “Comité de Crédito y de Riesgo” de esa
4
importantísima entidad bancaria nacional, dejaron una enorme
estela de dudas, brindaron muchas respuestas confusas y
enredadas, evadieron puntualizar en concreto sobre lo que se les
demandaba, acudieron a apelaciones sobredimensionas del tal
“secreto bancario”; y, lo que es más grave todavía, no disiparon
de manera contundentemente transparente la percepción que va
generalizándose en la sociedad de que pudo haberse dado uno de
los casos más impactantes de los últimos años en cuanto a
gestiones crediticias en un banco público, mediando un presunto
tráfico de influencias al más alto nivel político, intra y extramuros
institucionales.

Que el hijo del Gerente General estaría ligado empresarialmente al


peticionante del crédito; que el propio Gerente General esté
suspendido mientras se investiga; que quien fuera la persona
presidenta de la directiva estuviera rastreando la tramitología del
crédito y luego renunciara a esa presidencia al saberse este
pequeño detalle; que el tal crédito estaría “oliendo a perfume”
pues toda la plata prestada, o parte de ella, habría ido a dar a otra
actividad empresarial menos a la del cemento importado; que el
BCR podría terminar instalando un depósito de materiales de
construcción para vender sacos de cemento que le ofrecieron
como garantía del préstamo; etc., etc.; forman parte de la serie de
comentarios y especies que quedan en el escenario de esta
peculiar novela política, protagonizada por quienes aspiran o
pretenden ser parte de la “nueva” clase política que busca relevar
a la del histórico y clásico bipartidismo PLUSC.

La reacción presidencial que conocemos es tímida pues fue tan


sólo un llamado de atención. Considerando que la mayoría
5
directiva actual del BCR es gobiernista, correspondería su
destitución inmediata. Sería una medida ejemplarizante en
momentos en los cuales se acrecienta la sensación ciudadana de
que en este país no pasa nada ante tanto desmán con la cosa
pública.

Y es que cuando esos desmanes llegan a nivel de comisión


parlamentaria investigativa, la sensación de que nada pasará se
acrecienta. Cuando las cosas raras con la cosa pública llegan al
nivel del primer poder de la República para ser investigadas,
pareciera que el sistema se oxigena a sí mismo; escruta, expía sus
culpas, eructa y evacúa, ¡no más! Nadie es destituido, nadie es
sujeto de procesos penales… Nadie va a la cárcel…

La Superintendencia de Entidades Financieras (SUGEF) está


indicando que el Banco de Costa Rica está en “riesgo”. ¡Qué
grave! Solamente atinamos a decir que no sea el BCR el “tercero
de la fila”: luego de los cierres de los bancos estatales Anglo
Costarricense (BAC) y Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito).

Ojalá que desde los mismos adentros del BCR surjan calificadas
voces (que las hay y de sobra), que planteen la perspectiva laboral
seria y responsable del problema; lejos de la gritería histérico-
paranoide de un sindicalismo altamente corporativo que, en cierta
media, también debe rendir cuentas por su pasividad complaciente
y confortable ante las señales de estado de riesgo del BCR, muy
contento con la cooptación gerencial que le ha venido
transmutando su esencia.

6
BCR: ¿36 MIL MILLONES DE COLONES EN RIESGO DE PÉRDIDA?
Publicado en La Prensa Libre, el martes 29 de agosto de 2017.
Mínimamente y con la urgencia que el caso amerita, el Gobierno de
la República debe separar de sus cargos a quienes integran la
actual Junta Directiva del Banco de Costa Rica (BCR); como
separados deben ser quienes forman parte del actual Comité de
Crédito de tal institución y otros altísimos jerarcas de la misma.
Hay unas casi 36 mil 400 millones de razones para ello.

Los 30 millones de dólares (unos 17 mil 400 millones de colones),


que le fueron prestados al empresario Juan Carlos Bolaños Rojas,
en condiciones a las cuales no tendría acceso ningún mortal, para
montar el controversial negocio de la importación del cemento
chino, presuntamente mediando “patas políticas de altos
quilates”, sumados a los 32.7 millones de dólares (unos 19 mil
millones de colones) que le prestaron, también presuntamente “a
ojo cerrado” a Coopelesca, de San Carlos; nos indican que, según
el tipo de cambio del dólar en estos momentos, el Banco de Costa
Rica (BCR) podría tener en riesgo de pérdida la gigantesca
cantidad de 36 mil 400 millones de colones.

Son 62.7 millones de dólares, en dos créditos “controversiales”


(para decirlo con elegancia), y representan una situación de
altísimo riesgo que no puede ser tratada administrativamente.

Por el contrario, exige que la entidad que tiene el poder político en


el BCR, sea el Consejo de Gobierno de la República, proceda a
destituir y/o separar de sus cargos a toda la actual Junta Directiva
7
del BCR; como también resulta urgente la separación de los
integrantes del Comité de Crédito y otros altísimos integrantes de
la cúpula bancaria.

Las articulaciones tejidas para el movimiento de los dineros del


crédito bancario para el negocio del cemento chino, según
informaciones periodísticas de todo tipo, podrían expresar una
ruta incorrecta para el logro de los objetivos centrales del negocio;
al punto de que para algunos entendidos en la materia, esto podría
estar representando un riesgo de que hasta el 75% de esos 30
millones de dólares pudieran no ser recuperados por el BCR,
según opiniones financieras dadas a conocer en estas últimas
horas. La debilidad de la garantía ofrecida agrava más la
percepción de enorme pérdida financiera en perspectiva.

Por otra parte, gran duda emerge ante la decisión del Comité de
Crédito del BCR de prestar para el negocio eléctrico de la
cooperativa sancarleña, 32.7 millones de dólares (casi 19 mil
millones de colones), cuando la planta hidroeléctrica a comprar se
tenía valorada por el vendedor en 12 millones de dólares, siendo
más grave la circunstancia de que al restarle a ese valor en libros
la depreciación, solamente valdría 2.7 millones de dólares. Los
vínculos de un directivo de este banco con la empresa (también
cementera) vendedora de la planta hidroeléctrica abre muchísimas
interrogantes.

Es nuestro criterio que el casi sesquicentenario Banco de Costa


Rica, pues ya va para los 150 años de existencia, podría estar
afrontando la situación de mayor riesgo político-financiero y de
credibilidad de toda su historia; razón más que suprema para que
8
desde los sectores laborales organizados expresamos un
vehemente llamado a las más profunda, objetiva y transparente
acción esclarecedora a lo interno, pero estando fuera toda la
máxima cúpula político-gerencial que tomó estas riesgosas
decisiones crediticias.

EL CEMENTAZO
Publicado en Diario Extra, el miércoles 6 de setiembre de 2017.
Los “Juan Carlos Bolaños” no son de ahora. Están
intrínsecamente asociados a la clásica política del bipartidismo
tradicional ejercida por los partidos Liberación Nacional y Unidad
Social Cristiana, el PLUSC como los conoce el pueblo.

Los personeros de estos dos partidos que ahora se están


rasgando las vestiduras por el escándalo del cementazo,
representan colectividades políticas que tienen demasiado techo
de vidrio para lanzar piedras cargadas de ética y de transparencia.

Es más, esto del cementazo parece que también les está


pringando, por cuanto ya se sabe de figuras políticas relevantes
de esos dos partidos que tenían y que tienen relaciones con el
más afamado empresario del momento.

Los “Juan Carlos Bolaños”, ese entramado de negocios entre


político-empresarios y/o empresarios-políticos ha movido siempre,
y en muchas situaciones con intenciones nada buenas,
mecanismos de toma de decisiones de política pública, llegándose
9
hasta el más alto nivel de la alta cúpula político gerencial y
tecnocrática del Estado. Durante los gobiernos PLUSC esto fue
cosa de todos los días.

¿Qué es lo grave ahora? Pues que se da en un gobierno del


Partido Acción Ciudadana (PAC), cuyos basamentos fueron los
nobles principios más fundamentales de la cosa pública: la
transparencia, el combate al tráfico de influencias y al
compadrazgo político, especialmente cuando se trata de acceder a
negocios con fondos públicos.

Pero hay que preguntarse: ¿acaso en el presente gobierno y en


todos los puestos decisorios del mismo, de toma de decisiones de
alto contenido político, fueron colocadas figuras jerárquicas
“químicamente puras” del PAC? ¡No! ¿Está pagando el PAC el
precio por sus “malas juntas”?...

El cementazo debería obligar a este partido a “exorcizarse”, a


hacerse una introspección, a una autocrítica pública en tal sentido,
pues difícilmente se pueden sustentar principios con personas
que no creen en los mismos, aunque su honorabilidad no esté o
no haya estado en entredicho.

Indudablemente que las gestiones políticas para facilitar la


inserción en el mercado duopólico de las empresas del señor Juan
Carlos Bolaños expresan un compadrazgo político.
¿Bienintencionadas esas gestiones? A veces pensamos que sí… a
veces pensamos que no. Se trata de un mercado que mueve más
de 500 millones de dólares anuales Bien dice el refrán que “de
buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”.
10
No conocemos las intimidades de esas gestiones, pero el
beneficio de la duda cede ante la magnitud de las revelaciones que
se han venido conociendo de lo que pasó con los abultados
créditos otorgados por el Banco de Costa Rica (BCR), en los
cuales hay cemento involucrado.

Llevar al ciudadano empresario don Juan Carlos Bolaños a Casa


Presidencial, lograr que se reuniese con el primer mandatario, así
como que el diputado don Víctor Hugo Morales Zapata preguntara
por facturas pendientes de pago a sus empresas por negocios con
la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), es compadrazgo
político y con connotaciones de tráfico de influencias, según la
percepción de una ciudadanía que ha venido siendo
reiteradamente estafada, políticamente hablando, cuando en
campaña electoral se le dice una cosa y en la acción gubernativa
se hace otra; percepción que es abrumadoramente mayoritaria en
el seno, por ejemplo, del pueblo trabajador.

Ahora bien, la circunstancia anterior no puede verse alejada de


que, en el mercado del cemento, así como en otras actividades
relevantes de la economía, ese cuentico del “libre” mercado y de
la “libre” competencia es precisamente eso: cuentico. Lo real es
que los monopolios (la revisión técnica vehicular, por ejemplo), los
duopolios (como en este caso, el del cemento), y los oligopolios
controlan las partes más sensibles del sistema económico
costarricense.

La introducción de un tercero para romper el duopolio cementero


(necesidad inobjetable), no debería ser motivo de escándalo, pero
11
todo lo que hasta ahora se sabe al respecto lo generó; aún más
con la potenciación farisea de ciertas matrices mediático-
dominantes de clara definición ideológica (que, por cierto, son las
mismas de la infame campaña contra el empleo público);
coludidas éstas con los odios entre figuras prominentes del PAC y
del presente gobierno.

Aparte de reparar en todo lo anterior, con la misma intensidad y


con la misma dimensión debemos escandalizarnos también por
todas las circunstancias que se dieron para que el Banco de Costa
Rica (BCR) otorgara dos gigantescos créditos de “corte
cementero” (con alteración de actas incluida).

Debemos preguntarnos si el BCR, recuperará los 30 millones de


dólares que le prestó a don Juan Carlos Bolaños para la
importación del cemento chino y en contra del indicado duopolio,
por una parte.

Por otra, preguntarnos también si el BCR recuperará los 32.7


millones de dólares que le prestó a Coopelesca para que ésta le
comprara a la cementera Holcim (parte del duopolio que don Juan
Carlos Bolaños quiere romper con la ayuda el Gobierno), una
planta hidroeléctrica de dudosa presentación; préstamo éste
otorgado siendo simultáneamente directivo del BCR un altísimo
jerarca corporativo de esa cementera; personaje quien a la vez es
integrante de uno de los bufetes de mayor poder en el país al
servicio de la hegemonía económica dominante.

12
Conclusión: presunto tráfico de influencias por todo lado y en un
gobierno PAC… como en los “tiempos de oro” del bipartidismo
PLUSC.

EL CEMENTAZO (Parte 2)
Publicado en Diario Extra, el miércoles 13 de setiembre de 2017.

Desde la gradería de sol y en lo que respecta al escándalo del


cementazo no sabemos si ponernos a llorar, si ponernos a reír; de
qué lado está la real verdad y de qué lado está la mentira, la
manipulación; hasta qué niveles llegó el compadrazgo político, la
presunta componenda y el no menos presunto tráfico de
influencias.

Ahora resulta que el empresario intruso en el mercado duopólico


del cemento tuvo, tiene y ha tenido amigos políticos por todo lado:
en el Gobierno, en el parlamento, en los partidos políticos
tradicionales y otros partidos en camino de volverse tradicionales
también; y, hasta un magistrado del Poder Judicial conoce el
señor Bolaños.

Este exitosísimo hombre de negocios ha resultado ser mejor


relacionista público que los que sacaron esa carrera en las
universidades que la imparten.

La pomposa comparecencia legislativa en la Casa Presidencial


nos arrojó un resultado fundamental de una profundidad política
pocas veces vista en estas lides de las investigaciones
13
parlamentarias: el Presidente tiene un club de amigos que
comparten con él la intimidad de la gestión política cotidiana del
gobernante. ¡Brillante conclusión del presidente del panel
legislativo investigador!

Después de ahí, todo lo demás que se habló en esa carísima


audiencia parece irrelevante rutina parlamentaria-investigativa.
Hasta el Torquemada de la ética término felicitando al Presidente.

Y desde la gradería de sol la gigantesca duda sigue sin disiparse:


¿podrá el Banco de Costa Rica (BCR) recuperar los
controversiales créditos concedidos en torno a la actividad del
cemento?

Por un lado, hablamos del préstamo de los 30 millones de dólares


para que el exitoso hombre de negocios-relacionista público no
menos exitoso, pudiera ingresar al cerrado mercado del cemento.

Por otro, mencionamos el préstamo, de una cifra parecida, con el


cual se habría pagado una compra de “chatarra hidroeléctrica” a
una de las dos corporaciones cementeras del duopolio, por otra
gigantesca cifra similar.

Lo real de todo esto es una sensación ciudadana que,


genuinamente generada o corporativamente inducida, está
mostrando un incremento cualitativo en su desencanto con el
ejercicio de la política de la clase gobernante tradicional y la que
está llegando a este nivel.

14
Las especies populares de que “todos son lo mismo”; de que, al
final, “todos se tapan con la misma cobija”, nutre a un amplio
segmento de ciudadanía en su percepción, ahora reforzada, de
que ya no vale votar; de manera tal que dos “partidos” se
disputan, en estos momentos, la real supremacía del electorado
para febrero entrante. Son éstos:

Los que ya no tiene partido y los que ya han definido que no


quieren saber nada de votaciones. Una “coalición” de ambos, de
facto, podría representar una deslegitimación de la democracia
electoral (no de la Democracia), tan devastadora de la cual se
tardarían muchos años para recuperarla.

O, por el contrario, podría aparecer una opción, estructurada o no


estructurada, de un fuerte personalismo magnético que “enamore”
a esa “coalición” de facto del electorado enojado, y que podría
imponer una dinámica política impensada.

Hay muchos problemas nacionales en desarrollo que están


afectando la calidad de vida de las mayorías, especialmente al
pueblo trabajador. Los especialistas en ciencias políticas indican
que ahora no es el partido lo que importa, es la persona candidata.
Menuda tarea les espera a los nuevos en estas lides de pedir
votos.

Conceptos elementales de las sociedades democráticas


desarrolladas, como la transparencia en la gestión pública, la ética
en el manejo de los fondos públicos, honrar lo que se promete en
campaña; desafortunadamente, en Costa Rica están devaluados.

15
Órganos claves de control, como la Fiscalía General de la
República, sufren de un descrédito peligroso.

Y ahora que se diga que un señor magistrado de elevados quilates


en materia penal sancionatoria conoce al personaje empresarial
más connotado del momento, pues ambos han viajado en el
mismo avión… muchos podrían decir: “mejor apague y vámonos”.

EL CEMENTAZO (Parte 3): EL ANÓNIMO

Publicado en Diario Extra, el miércoles 20 de setiembre de 2017.


A estas alturas de la investigación parlamentaria sobre el ya más
que famoso escándalo del cementazo, cada uno de los señores
diputados y cada una de las señoras diputadas integrantes de la
comisión legislativa que está a cargo de ese proceso, deben haber
recibido (como quien esto escribe lo recibió), un impactante
anónimo al respecto de este sonado caso.

En ese anónimo se describe el presunto proceso de inserción,


sumamente veloz y efectivo y hasta planificado para sus propios
intereses, que en los últimos años habría tenido al cuestionado
Juan Carlos Bolaños (JCB), en el mundo de los grandes negocios
y en el mundo de la “alta” política del país, al punto de que en
estos momentos en los tres poderes del Estado (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial), hay gente “bien pringada de cemento”.

16
Si no lo tuvieran, con gusto se lo compartimos. Si lo tienen, con
todo respeto les increpamos pues ya deberían haberlo comentado
con la opinión pública.

La actual legislación costarricense ha establecido diversa


normativa para el combate a la corrupción y para el imperio de la
transparencia en la cosa pública, que acredita el anónimo como
vía adecuada para denunciar la comisión de presuntos ilícitos
contra la hacienda pública, especialmente cuando se coluden para
cometerlos personas de los ámbitos público y privado.

Por eso nos hemos visto obligado a comentarlo por esta vía de
opinión. No nos corresponde la constatación de la certeza de la
veracidad de todos y cada uno de los contenidos de ese anónimo.
La institucionalidad republicana tiene las entidades responsables
al respecto, pero lo grave es que en estos momentos la
desconfianza está imperando en las mismas.

Nos corresponde denunciar y dado el gran sentimiento de estupor,


de asombro, de indignación y de enojo de la ciudadanía por todo
lo de las implicaciones y alcances nocivos para el país, del caso
del cementazo (lo que ya se sabe y lo que está por saberse que
parece que será peor), desde una perspectiva patriótica aportamos
a la causa cívica en desarrollo, comentando de la existencia de
este anónimo.

Llama poderosamente la atención que la persona que lo redactó


parece haber estado muy cerca de esos momentos, de esos
encuentros, de esas circunstancias y de esos nombres citados en
el anónimo. Su contenido podría ser muy comprometedor para
17
todas esas personas políticas involucradas (las que ya son
conocidas y las que están por salir a flote), de una manera u otra,
en el escándalo del cementazo. Quien lo escribió sabe demasiado.

Es imposible, por ejemplo, creer que el actual y ahora cuestionado


Fiscal General de la República, don Jorge Chavarría Guzmán, por
un lado; y, por otro, el jerarca máximo de la Dirección de
Inteligencia y Seguridad (DIS), don Mariano Figueres Olsen, no
estuvieran al tanto de tanta circunstancia irregular e ilegal, por lo
menos las “llamativas”, del rápido ascenso al alto poderío
económico-corporativo de este país de una persona tan joven,
como para que la banca pública le prestase casi 50 millones de
dólares (hoy al punto de perderse todos o en parte), por una parte;
y, por la otra, que Bolaños Rojas lograse en un período, también
corto, tanto padrinazgo, patrocinios, conocidos y similares en los
tres poderes del Estado.

El anónimo plantea, por ejemplo, la necesidad de revisar las


relaciones de Bolaños Rojas con el Instituto Nacional de Seguros
(INS), entre los años 2009 y 2014, por cobros de seguros por
deterioro de maquinaria y de equipos, como grúas. Parece que en
este ámbito también se podría preguntar mucho por parte del
panel legislativo investigador, por estar latente una posible estafa
de seguros.

Dado que hay tanta plata de la banca pública que se podría perder
con los peculiares créditos concedidos a JCB, el anónimo plantea
que se debería investigar el destino final aquí, en suelo nacional,
de los 7 y medio millones de dólares retornados al país,
“repatriados”, luego de uno de los desembolsos multimillonarios
18
de los créditos concedidos a dicho caballero por parte del Banco
de Costa Rica (BCR).

El anónimo denuncia que el indicado JCB le habría financiado la


campaña electoral del año 2014 a un tradicional ya, casi que
folclórico, candidato presidencial. Y que hasta una fiesta de
cumpleaños le habría pagado pues ambos son grandes amigos.

Si no lo ha hecho ya, la persona quien redactó el anónimo debería


entregarlo en la instancia política o judicial correspondiente. Pero,
a cómo se ven las cosas, ¿cuál instancia podría brindar
confianza? Dice la persona redactora del anónimo que teme por su
propia vida. ¡Tiene razón! Parece que el fenómeno de la
corrupción, especialmente la corrupción político-empresarial está
enraizándose tanto que nadie denuncia por temor a que le hagan
daño o acaben con su vida. ¿Hasta ahí hemos llegado como
sociedad? ...

Si todo lo que dice el anónimo se investiga, la institucionalidad


republicana se conmovería en una forma tal que resultaría
indescriptible las consecuencias para la misma.

Ahora que en el Poder Judicial se tomaron medidas para quitarse


el cemento que les está pringando, gracias a una intensa presión
ciudadana y gremial interna, nos preguntamos las razones por las
cuales no se separan de sus cargos, transitoriamente, mientras se
investiga, al señor don Celso Gamboa Sánchez. Por cierto, su
nombre se menciona en ese anónimo.

19
Y, también, creemos que resulta más que conveniente para la
salud institucional de la República hoy en grave estado, que el
señor Fiscal General de la República también fuera separado del
cargo.

Actualmente es tan grave esto de la corrupción que no solamente


incurre en delito quien lo perpetra, sino también comete delito
quien, teniendo la responsabilidad de combatirle, no hace nada.

El sistema político de Costa Rica ocupa una intervención


quirúrgica profunda. El cáncer de la corrupción podría convertirse
en metástasis. Y solo una pequeñísima parte de lo que plantea en
ese anónimo es lo que hoy les hemos compartido.

EL “CEMENTAZO” TIENE TAMBIÉN MATICES VERDES

Publicado en La Prensa Libre, el martes 31 de octubre de 2017.


¡Fulminante! Lo “renunciaron” al quedar en evidencia que él
también ha estado inmerso en la poderosa red tejida por el
empresario Juan Carlos Bolaños Rojas (JCB) en lo que ya es,
prácticamente, el escándalo político de mayor notoriedad
mediática de los últimos tiempos y el de mayor impacto en la
conciencia ciudadana.

Don Víctor Hugo Víquez Chaverri, quien pretendía convertirse en


uno de los máximos factores decisores del próximo parlamento,
fue “desechado” ante la urgencia de parte del señor Antonio
Álvarez Desanti de demostrar una firmeza en la toma de

20
decisiones en lo que atañe a actos de presunta corrupción y/o de
eventuales tráfico de influencias en su más íntimo círculo político.

“Del ahogado, el sombrero”. De seguro que la campaña del


candidato presidencial liberacionista usará este súbito descalabro
político como un factor de propaganda en su favor, en detrimento
de otras circunstancias parecidísimas, como las de la Unidad
Social Cristiana (PUSC), el cual también tiene elementos
“pringados de cemento” en sus filas.

El ahora exaspirante diputadil es bien conocido por su fidelidad


política a los hermanos Arias Sánchez y a su ideario neoliberal,
pero su abrupta exclusión y su estrepitosa caída no debe
interpretarse como un debilitamiento del poder de don Óscar y de
don Rodrigo en el control hegemónico de un eventual gobierno de
su pupilo, Álvarez Desanti, ni del propio PLN.

Por otra parte, la ejecución política sumarísima sufrida por el


señor Víquez Chaverri habría sido para invisibilizar y/o aminorar la
razón por la cual él pidió favores para el empresario JCB: es que él
“ayuda al PLN”. Sin duda alguna esta cuestión se volvería
tremendamente incómoda a esta altura del proceso electoral para
las votaciones de febrero de 2018.

¿Cómo se ha concretado esa “ayuda al PLN”? ¿Fue para la


campaña presidencial de la señora Laura Chinchilla Miranda?
¿Fue para la campaña diputadil personal del señor Víquez
Chaverri, en el 2010? ¿Se habrían impulsado otras gestiones a
favor de los negocios del señor JCB, durante el período

21
presidencial 2010-2014, para corresponderle por su “ayuda al
PLN”?...

Como ven ustedes, este tipo de preguntas serían realmente


incómodas sobre todo si fuesen formuladas en la comisión
parlamentaria que está investigando lo de los créditos del
“cementazo”. Lastimosamente parece que no se podría conocer
más de la intimidad política de las relaciones entre el PLN y el
señor JCB, pues en la indicada comisión no se interpelará, no se
llamará al señor Víquez Chaverri.

En todo caso, lo que queda claro es que el “cementazo” también


tiene matices verdes. Los matices verdes del “cementazo” quedan,
también, constatados con el papelón escenificado por el ahora
suspendido magistrado don Celso Gamboa Sánchez, durante su
comparecencia en la indicada comisión legislativa; pues después
de pringar de cemento al gobierno de la señora Chinchilla Miranda,
terminó retractándose de ello para luego ponerla como su máxima
mentora política de su meteórica carrera de inserción en el
escenario del poder político.

Lo real es que el PLN neoliberal tiene un delgadísimo techo de


vidrio en esto de la corrupción y del tráfico de influencias,
condimentado con compadrazgo político al más alto nivel.

De las varias causas de presuntas irregularidades que, en la


anterior gestión del ahora suspendido Fiscal General de la
República, don Jorge Chavarría Guzmán, quedaron en nada; su
sucesora en el cargo (al menos transitoriamente), la señora Emilia
Navas Aparicio, ha anunciado que está ya analizando su eventual
22
reapertura y/o reactivación; y en estas tres están involucradas
connotadas figuras del PLN neoliberal. Veamos:

El caso Crucitas en cuanto a la explotación de la minería en cielo


abierto y la emisión de un ilegal decreto autorizándola en el
gobierno del señor Óscar Arias Sánchez. Él firmó el ilegal decreto
autorizándola, pero solamente fue condenado su ministro del
Ambiente, don Roberto Dobles Mora, quien también lo firmó. El
primer juicio fue anulado y se repetirá, pero el anterior Fiscal
General ordenó sacar de la causa al expresidente Arias Sánchez.
Ahora se estudia si habría que abrirle a él causa penal.

El caso de la empresa Soresco y el papel de RECOPE aliándose


con los chinos (otra vez los “chinitos” metidos en la cosa pública
costarricense), para la construcción de una nueva refinería en
Limón. Figuras político-gerenciales ligadas al PLN están
controvertidas al respecto.

El caso del ingreso al país de unos 20 millones de dólares que,


supuestamente, correspondían a pagos de sobornos al
Expresidente de Perú, Alejandro Toledo Manrique; cuestionados
dineros presuntamente depositados en el banco del señor Luis
Liberman Ginsburg, Exvicepresidente del gobierno Chinchilla
Miranda.
El “cementazo” también tiene matices verdes. El tráfico de influencias, la corrupción y el compadrazgo político han
sido consustanciales al quehacer del bipartidismo clásico e histórico del PLN-PUSC. Lastimosamente en el gobierno
del cambio, este episodio del “cementazo” ha pringado al PAC. Y decimos lastimosamente, pues la abrumadora
mayoría de sus cuadros políticos en posiciones de gobierno han actuado con gran transparencia en su quehacer
gubernativo.

Al parecer, es que el sistema de la política neoliberal ha infestado la institucionalidad republicana y, por tanto, la
Democracia se ha resentido demasiado pues con todas estas prácticas se constata cómo la perversa desigualdad sigue
centrando todo el quehacer político. Es el sistema, el sistema neoliberal, el problema.
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