Trastorno Depresivo Persistente
Trastorno Depresivo Persistente
Trastorno Depresivo Persistente
Síntomas
Dentro de la sintomatología propia del trastorno depresivo persistente, el síntoma que
más lo caracteriza es la experimentación por parte del paciente de un estado persistente
de desmoralización, desazón o pena y desconsuelo; el cual perdura durante al menos dos
años.
Cuando este trastorno aparece en niños o adolescentes, las manifestaciones pasan de
ser un estado de ánimo depresivo a ser irascible o colérico; y debe durar como mínimo un
año.
Asimismo, la persona debe presentar dos o más de estos síntomas durante la mayor
parte del tiempo:
Sensación de desesperanza
Falta de sueño o sueño excesivo
Falta de energía o fatiga constante
Baja autoestima
Falta de apetito o exceso de sensación de hambre
Poca concentración
Es habitual que las personas con trastorno depresivo persistente sufra de un
autoconcepto negativo, así como una visión pesimista de su futuro, de los demás y de
prácticamente todo lo que le rodea; por lo que les cuesta resolver cualquier tipo de
problema o conflicto.
Causas
Como se menciona anteriormente, todavía se ignoran las causas concretas que provocan
este trastorno depresivo persistente o depresión crónica. No obstante se sabe que este
suele ser hereditario, que afecta a más número de hombres que de mujeres y que es
padecido aproximadamente por un 5% de la población.
De igual modo, también se ha establecido que la aparición del trastorno depresivo
persistente se relaciona con otras afecciones o trastornos mentales como la ansiedad o
los trastornos por abuso de sustancias como el alcoholismo o la adicción a las drogas.
Otro punto en común que tienen los pacientes con depresión crónica es que al menos un
50% de estos sufrirán un episodio de depresión mayor a lo largo de sus vidas.
Diagnóstico
Para realizar un diagnóstico efectivo del trastorno depresivo persistente, el profesional de
la salud pertinente debe realizar una historia clínica en la que se evalúe tanto el estado de
ánimo como el resto de síntomas asociados a esta afección.
Además, deberán de realizarse una serie de analíticas en el laboratorio para descartar
cualquier posible origen físico de la enfermedad.
Un correcto diagnóstico de este trastorno deberá tener en cuenta las siguientes
condiciones clasificatorias establecidas por el DSM-V: