La Teoría Del Apego
La Teoría Del Apego
La Teoría Del Apego
Por otra parte, el comportamiento de apego del adulto hacia el niño incluye
responder de manera sensible y apropiada a las necesidades de este.
John Bowlby, quien trabajaba junto con James Robertson observó que los bebes
experimentaron una angustia intensa cuando eran separados de sus madres.
Incluso cuando estos niños eran alimentados por otros cuidadores, su ansiedad no
disminuía.
Además, estos autores descubrieron que los apego en los bebes se desarrollan en
la siguiente secuencia:
Sin embargo a partir de los 3 meses, los bebés sonríen con más frecuencia con las
caras que les son familiares y suelen sentirse cómodos con un cuidador habitual.
Se presenta cuando existe una especial preferencia por una sola figura de
fijación. El bebé busca personas particulares para su seguridad, comodidad y
protección. Muestra temor ante extraños e incomodidad cuando se les separa de
una persona especial (ansiedad de separación).
Algunos bebés muestran miedo ante los extraños y ansiedad de separación con
mucha más frecuencia e intensidad que otros, sin embargo, se los considera
evidencia de que el bebé se ha apegado. Esto por lo general se desarrollada a
partir del primer año de edad.
Los bebes se tornan cada vez más independientes son capaces de crear múltiples
apegos. A los 18 meses de edad, la mayoría de los bebés son capaces de sostener
apego con más de una figura cercana.
Los resultados del estudio de Schaffer y Emerson indicaron que los apegos se
formaron con aquellas personas que respondieron con precisión a las señales del
bebé, no necesariamente con aquella persona con la que pasaron más tiempo. Es
lo que denominaron respuesta sensible.
aquellos bebés con apegos fuertes tenían madres que respondían rápidamente a
sus demandas e interactuaban con sus hijos. Por otra parte, los bebés que tenían
un apego débil poseían madres que interactuaban poco con ellos.
Muchos de los bebés del estudio desarrollaron apegos desde los diez meses de
edad, que incluían a figuras de apego diferentes a sus madres, tales como padres,
abuelos, hermanos e inclusive vecinos.
Esta teoría también sugiere que existe un período crítico para desarrollar el
apego, el cual se ubica alrededor de 0 meses a 5 años de edad.
Lorenz descubrió que los gansos siguen el primer objeto en movimiento que ven,
durante un período crítico de 12-17 horas después de la eclosión. Este proceso se
conoce como impronta, y sugiere que el apego es innato y está programado
genéticamente.
La impronta se produce sin que sea necesario que produzca ningún tipo de
alimentación. Si no se ha desarrollado ningún apego dentro de las 32 horas, es
poco probable que se desarrolle posteriormente.
Para asegurarse de que se hubiera producido la impronta, Lorenz puso todos los
pichones juntos debajo una caja volteada y les permitió mezclarse. Cuando se
quitó la caja, los dos grupos se separaron para ir con sus respectivas “madres”:
una mitad con la mama ganso y la otra con Lorenz.
Hess demostró que, aunque el proceso de impronta podía ocurrir tan pronto como
una hora después de la eclosión, las respuestas más fuertes ocurren entre las 12 y
17 horas después de la eclosión, y que después de 32 horas era poco probable que
se produjera la respuesta. Lorenz y Hess creen que una vez que se ha producido
la impronta, está ya no se puede revertir.