El Discurso Del Poder y El Poder Del Discurso. Foucault
El Discurso Del Poder y El Poder Del Discurso. Foucault
El Discurso Del Poder y El Poder Del Discurso. Foucault
RESUMEN
1. LA TEMATICA FOUCAULTIANA
(1) Foucault, M., Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, 1981, 12a. ed., p. 256.
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¿Pero qué nos dicen los discursos del poder y los discursos sobre el poder?
Lo primero y fundamental: no hay que hablar del "poder", como si fuera
uno y centralizado. En cualquier sociedad humana se da una red de poderes,
de niveles distintos de poder, con fuerza desigual y con diferente eficacia.
"Me parece que por poder hay que entender, primero la multiplicidad
de las relaciones de fuerza inmanentes y propias del dominio en que se
ejercen, y que son constitutivas de su organización; el juego que por
medio de luchas y enfrentamientos incesantes las transforma, las refuer-
za, las invierte; los apoyos que dichas relaciones de fuerza encuentran
las unas en las otras, de forma que forman cadena o sistema" (3).
Sobre la misma base la teoría de las ideologías ha de ser superada por una
relación más compleja. Es verdad que siempre bendecimos o maldecimos
(el sistema). Pues el pensamiento mismo es un arma dentro de la lucha. Las
(2) Colletti, L., La superación de las ideologías, Madrid, Cátedra, 1982, pp. 80 ss.
(3) Foucault, M. Historia de la sexualidad, México, Siglo XXI, 1977, p. 112.
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Sobre todo, no basta decir que el poder reprime, rechaza; que es una
fuerza negativa. El poder ejerce una eficacia propia, crea ámbitos de saber
(la verdad está ligada al poder), ámbitos de realidad, sobre todo: normatiza,
disciplina. Además, el poder crea placer, al menos para quienes lo detentan.
Las mismas ciencias humanas han sido posibles en base a una nueva técnica
de poder. El poder mismo es técnica, estrategia, mecanismo. Ante todo el
poder ejerce una función de normalización: establece los límites entre lo
normal y lo patológico. El poder no es sin más la ley, pues la ley misma es
el efecto de un juego de fuerzas. Más que suprimir los ilegalismos, el poder
lo que hace es administrarlos. El ilegalismo es efecto del poder de la ley,
su anverso.
"El cuadro del siglo XVIII es a la vez una técnica de poder y un procedi-
miento de saber. Se trata de organizar lo múltiple, de procurarse un
instrumento para recorrerlo y dominarlo; se trata de imponerle un
"orden" (7).
(7) Foucault , M., Vigilar y Castigar, México, Siglo XXI, 1981,60 ed., p. 152.
(8) Ibidem, p. 220.
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Foucault no cree en los proyectos holísticos que bajo la toma del poder
revolucionaría la totalidad de la sociedad, puesto que nunca se trata del
poder localizado en un único centro. Sólo son posibles microrrevoluciones;
la revolución del sistema penal, la del sistema educativo, y así sucesivamente.
En cierta manera coincide con Marcuse en poner el liderato microrrevolucio-
nario en manos de grupos contestararios: los estudiantes, los grupos anti-
psiquiátricos, los drogadictos, los ecologistas, etc.
prétations qu'á interpréter les choses". Con ello se resume el método discur-
sivo de Foucault aunque quizás no con toda exactitud, pues Montaigne no
excluye un mínimo de interpretación de las cosas. En cambio para Foucault
el saber humano es siempre la interpretación de un discurso por otro discur-
so. Al preguntársele qué hacemos cuando no hay texto o discurso a inter-
pretar, respondió con toda claridad, "lo que hacemos entonces es repetir
el lenguaje". Los discursos -científicos, filosóficos- corren paralelos a la
realidad, sin jamás evidenciarla, representarla. He ahí el profundo descon-
cierto que produce la obra de Foucault.
Foucault asimiló a Marx pero a la vez tomó distancia respecto de él. Esto se
ve claramente en la analítica del poder y en el problema de las ideologías. Si
Marx insistió en la determinación económica, Foucault todo lo convierte en
política. "Todo es política". Y, como observamos antes, esto lleva a una
aporía: si todo son fuerzas y poderes, nunca puede plantearse el problema de
la legitimación de un poder, de su validez, pues en el campo de fuerzas que
constituye la sociedad todo lo que acontece es que una fuerza se enfrenta
con otra (o con otras) y nada más. El que unas fuerzas se enfrenten con un
poder dominante es cuestión de mecánica de fuerzas, en ningún momento
puede tratarse de la validez o razón con que un poder se enfrenta a otro. La
moral y el derecho son también fuerzas dentro del campo de fuerzas. Los
discursos filosóficos, científicos, políticos son todos ellos otras tantas fuerzas
dentro de la retícula de los poderes. Ahora bien, se podría decir que Marx
coincide con Foucault en lo que podríamos llamar el "trayecto histórico":
las fuerzas (económicas) han sido a lo largo de la historia los determinantes
últimos. Para Foucault se trata de fuerzas políticas, para Marx de fuerzas
económicas, y aquellas están supeditadas a éstas. Pero hay una diferencia
fundamental: si bien es cierto que, según Marx, el derecho y la moral han
sido siempre motivados por intereses particularistas, sin embargo, el derecho
y la moral dejarán de ser particularistas y se convertirán en universalistas en
la sociedad sin explotación económica de unas clases por otras. Lo que
importa señalar por encima de todo es el reconocimiento de una instancia
propia para la moral y el derecho en el cual puede darse el interés universal
del hombre. Y justamente eso es lo que Foucault niega en la totalidad de su
obra.
(11) Hegel, G.W.F., Filosofía de la Historia, Barcelona, ed. Zeus, 1971, p. 47.
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(12) Kolakowski, L., Las principales corrientes del marxismo, Vol. II, Madrid, Alianza
Universidad, 1982, p. 53.
(13) Microf'isica del poder, O.C., p. 17.
(14) Piaget, J.: El derecho y la moral en Estudios sociológicos, Barcelona, Ariel, 1977.
(15) Kant 1., Filosofía de la Historia, Mexico , FCE, 1981, 3a. ed., puede verse también
la obra de Ureña, Enrique, la crítica kantiana de la sociedad y de la religión, Madrid,
tecnos, 1979.
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BIBLIOGRAFIA .
1. OBRAS DE FOUCAULT:
Vigilar y castigar, México, Siglo XXI, Ed. México, 1981, 6a. ed.
Lecourt Dominique, Para una crítica de la epistemología, México, Siglo XXI, 1973.
Noiray André (y otros) La filosoffa, (De Hegel A Foucault), Bilbao, Ed. Mensajero,
1974.
Varios: Análisis de Foucault, Bs. Aires, Ed. Tiempo contemporáneo, 1970 Ver
especialmente el artículo de Canguilhem: iMuerte del hombre o agotamiento
del cogito?
Wahl Jean, "La filosofía entre el antes y el después del estructuralismo" en ¿Qué es
el estructuralismo? Bs. Aires, Losada, 1971.
Diálogos Num. 29-30 (nov. 1977) págs. 245-254 contiene una extensa bibliografía
de los estudios hechos sobre la obra de Foucault.