Civilizacion y Barbarie

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1- Hacia el año 1845 el país está unificado bajo la tiranía de Rosas, que según Sarmiento “clavó en Buenos Aires el

cuchillo del gaucho para destruir las leyes la civilización y la libertad”. Sarmiento es heredero del racionalismo
iluminista y vive según el ideario de la generación del 37.Lbertad, progreso, democracia, ciudad, Buenos Aires,
Europa... se oponen en su obra a tiranía, atraso, caudillismo, campaña, interior, América.

Desde el exilio político en Chile, Sarmiento escribió su obra máxima: “Civilización y Barbarie, vida de Juan Facundo
Quiroga” con el propósito de desprestigiar a la embajada diplomática enviada por Rosas a Chile. En “Facundo” el
escritor propone un análisis sociológico de la realidad del país, pero no lo hace de una actitud objetiva sino, de una
subjetividad apasionada y dolorida.

La tesis central gira en torno al eje civilización-barbarie. Desde el título aparecen los contrastes propios del
Romanticismo: la civilización era para Sarmiento la expansión de las ciudades, el desarrollo de las comunicaciones, el
progreso, la cultura europea; mientras que a la barbarie la situaba en el campo con sus costumbres atrasadas y las
características de los gauchos y de los indios y el atraso que nos venía dado por la tradición hispánica. La antítesis
muestra la oposición entre progreso e ignorancia, generadoras del enfrentamiento entre la libertad y el despotismo.

Como exponente máximo de la barbarie presenta a Facundo Quiroga producto, según Sarmiento, del medio
geográfico, social e histórico: es hijo del desierto, que muestra su influencia en quienes lo habitan. Facundo encarna
caracteres colectivos. Facundo es la violencia, el coraje, el atropello a cualquier ley que no sea la de él mismo. Pero,
además para Sarmiento, por su concepción romántica, es el hombre más representativo, el hombre grande que por
sus condiciones excepcionales, resulta un instrumento de la historia.

2- El cuento es una narración breve, basada en hechos generalmente ficticios, cuya trama es protagonizada por
un grupo reducido de personajes y con un argumento relativamente sencillo.
En tanto que, el cuadro de costumbres es un artículo en prosa, mas extenso y basado en la realidad. Se hace
una narración sobre lo relacionado con ambientes, costumbres, comportamientos, vestidos, actitudes,
valores, hábitos de una época, fiestas, y tipos representativos de una sociedad cualquiera (particularmente
del siglo XIX).

El debate sobre el género de “El matadero” se debe, por una parte, a la combinación de narración y reflexión
política que presenta y, por otra parte, a que el texto está ligado a hechos históricos. “A pesar de que la mía
es historia…” es la primera frase del relato y más adelante insiste el narrador: “Lo que hace principalmente a
mi historia es que…”. Además, este escrito tiene dos temáticas o nudos paralelos, aspecto que no condice
con el decálogo del cuento, de que un cuento debe tener una única unidad temática.

3- La obra se divide en dos partes: La primera relata el aspecto que tiene en si el matadero y lo que acontece en
aquella cuaresma; y la segunda trata de cómo se compara a la sociedad rosista con el matadero “todo lo
horriblemente feo, inmundo y deforme de una pequeña clase proletaria peculiar del Río de la Plata” a través
del relato del episodio del toro y del joven unitario.
4- El relato va desde lo general a lo particular, porque busca dar a conocer todo el contexto histórico de la
época, dando a conocer, la situación y presentando a personajes históricos reales; para luego relatar hechos
ficticios basados en aquella realidad, como lo son el relato del toro y del joven unitario que están en
contraste.
5- La confrontación mas importante es aquella que se presenta entre unitarios y federales. Los federales son
presentados como salvajes, hombres de acción que son fieles al Restaurador, y que se oponen a todo aquel
que piense diferente. Por otro lado los unitarios son representados como hombres sensatos y decentes que
defienden la libertad y promueven las ideas de la ilustración. Además y en consonancia, se presenta la
oposición entre civilización (Buenos Aires) y barbarie (el matadero). Las relaciones de poder que se
explicitan en el texto son las propias que son ejercidas por la fuerza bruta: el juez, la Mazorca, los seguidores
rosistas y aquellos que mandan en el matadero (Matasiete por ejemplo)
6- La dicotomía entre civilización y barbarie, se presenta en muchos trabajos de la literatura romántica de la
época como: "La cautiva" y "El matadero", ambas de Echeverría; "Martín Fierro", obra maestra de José
Hernández; "Amalia", de José Mármol; "Facundo", de Domingo F. Sarmiento; y el folletín y obra dramática
"Juan Moreira", de Eduardo Gutiérrez,
7- Lo grotesco y lo sublime se enfrentan en la dicotomía barbarie-civilización. Los hechos aberrantes descriptos
a lo largo del relato de “El Matadero” pueden identificarse claramente con las acciones llevadas a cabo por
los acérrimos seguidores del federalismo, lo que se ve claramente en el accionar de los carniceros. Lo
sublime se manifiesta en el bando unitario, y en especial, en la actitud del joven que aun en su peor
momento no renuncia a sus ideales y muere gloriosamente sin ser victima de la tortura que le esperaba.
8- Se elige el periodo de la Cuaresma porque es una metáfora al ayuno, en ese tiempo no se come carne y es
un tiempo de pureza, todo eso es una contraposición a las escenas sangrientas que se describen. Además,
la elección de una época litúrgico-religiosa anticipa que nos adentramos en un tiempo sagrado y que al final
del relato habrá (igual que en la Cuaresma) un sacrificio al dios.
9- El elemento autobiográfico se explicita en el episodio del joven unitario que representa a la Joven
Generación del Romanticismo (entre ellos Echeverría) que fueron perseguidos por Rosas. También conocidos
como "Los proscriptos" cuando debieron exiliarse en los países limítrofes por su ideología opuesta al
régimen rosista.
Se menciona a los siguientes personajes históricos: Juan Manuel de Rosas, Encarnación Ezcurra, Noé, Cristo,
Epítecto, San Agustín.
10- Los novillos: Representan a la masa, al pueblo que se sometía a la voluntad del gobierno sin presentar
oposición. Van al matadero sin rebelarse.

El toro: Este animal no formaba parte de los novillos, es decir, de ese pueblo sin voluntad, sino que era otra cosa. El
toro representa al Romanticismo como movimiento cultural: era negro (color elegido por los escritores románticos),
se da a entender que era una raza de origen francés (tal como el Romanticismo rioplatense), demuestra pasión y
rebeldía (como el escritor romántico).

11- El nombre de Matasiete es simbólico. En la simbología el número 7 es el número de Dios, la perfección. O


sea, el nombre significa por un lado "el que mata lo perfecto" (el Romanticismo es lo perfecto para
Echeverría) también "el perfecto asesino", "el que tiene licencia para matar". Los que tienen licencia para
matar son los sacerdotes (en la antigüedad por supuesto) y los verdugos.
12- El matadero: simboliza a Buenos Aires, como sede del autoritarismo y la violencia del poder.
La casilla del juez: la sede del gobierno.
Juez: Rosas. Personaje importante, caudillo de los carniceros y que ejerce la suma del poder en aquella
pequeña república, por delegación del “Restaurador”.
Matasiete: Es el sacerdote que llevará a cabo el sacrificio (estos elementos son siempre solidarios: tiempo
sagrado - ofrenda a los dioses - sacrificio - víctima - sacerdote).
Los matarifes: Representan a la Mazorca, el brazo armado de Rosas.
El joven unitario: Representa a la Joven Generación del Romanticismo, en particular a Echeverría mismo.
14- Ensayo
El matadero es una obra escrita por Esteban Echeverría en la primera parte del siglo 19 y durante una época
de la historia Argentina llamada rosista. La obra de Echeverría se sitúa en la época en que el conflicto entre
federales y unitarios se hallaba en su máximo punto. Es bien sabido que la intención de Echeverría es
denunciar los males de aquella época nefasta de la historia Argentina.
En primer lugar, el autor romántico señala la violencia imperante en la época. El asesinato y el exilio son los
castigos por excelencia para los unitarios. El matadero se ve exaltada la violencia qué se produce en contra
de todo aquel que se atreva a pensar de manera diferente o contraria al restaurador de las leyes
En segundo lugar, y en consonancia con el tema anterior, se denuncia la ausencia de justicia a lo largo de
todo el relato. Las autoridades que se representan son las propias de la época es decir autoritarias y
fraudulentas. Los delitos cometidos a lo largo de toda la obra no son más que injusticias que nunca reciben
castigo sino que son celebradas por las masas.
En consecuencia la obra de Echeverría, retrata de manera fiel el panorama vivido por los unitarios en aquella
época y la barbarie producto de las acciones llevadas a cabo por los fieles y ciegos seguidores de Don Juan
Manuel de Rosas, gobernador general de la confederación Argentina.

15- Exilio nostálgico


Llegó una tarde de lluvia luego de una travesía larga que duró más de un año. Se sintió aliviado de al fin
sentirse seguro y en completa libertad de pensar y compartir sus ideas entre personas que las compartían.
Recordar con nostalgia y tristeza aquella tierra que lo vio nacer pero a la vez con ganas de más nunca
regresar. Aquel ahora extranjero en tierra extraña se sentía más seguro que en Aquel lugar donde fue
rechazado y torturado. Recordaba con amargura su travesía, pero aun más aquel momento en que fue
exiliado y que debió escapar para salvar su vida. En un interesante giro del destino la vida parecía sonreírle
en París donde se estableció y desde dónde vio la caída de el restaurador de las leyes. Habían pasado Ya 20
años desde que había escapado y yacía en una cama rodeado de sus hijos.
Sonrío con beneplácito al ver la noticia en los diarios parisinos y se lamentó de no poder ya volver a su país el
cual en estos momentos debía parecerse a la Francia romántica en la que se encontraba moribundo. El
Progreso y la libertad ideas parecía llegar a su tierra y desea que sus hijos descendientes fueron testigos de
ello por lo que los ánimo a emigrar y conocer aquellos Campos que no sufrirían más el flagelo de la barbarie.
Con el último aliento bendijo a sus descendientes y a la nacida República Argentina.

16- Se encontraba tendido en el piso atado a un potro de tortura Pero en él se reflejaba un dejó de grandeza.
Aquel joven idealista No era más que el último de las víctimas de aquel sanguinario régimen.
Comienza así pues una época de liberación en la que los federales se retractaban de todas aquellas infamias
que habían cometido Durante los años en qué él brigadier Juan Manuel de rosas había estado a cargo de los
destinos del país.
Fueron perseguidos aquellos que se llevaron a la muerte al joven idealista, más aún no sé daba con el
paradero de Matasiete. Se rumoreaba que el matarife se hallaba prófugo en los esteros de Paraná.
El joven unitario no era un simple idealista más , sino que provenía de una familia importante que buscaba
justicia. Es así que el flamante ejército de justo José de Urquiza, lo rastreo, le dio caza, y lo llevó a la justicia
donde finalmente se lo condenó.
El infame matasiete, villano sin escrúpulos, tuvo la la misma muerte de quién años antes sufrió el suplicio
aplicado por el y sus seguidores. Se ponía fin y se saldaba una deuda con la memoria inmortal de aquellos
idealistas que vieron en Argentina un futuro grandioso producto del avance de la razón, por sobre la
barbarie.
17- Muerte aberrante
En la tarde de ayer en el poblado de "el Matadero" se dio el asesinato accidental e indolente de un niño. El
menor de edad fue alcanzado por un lazo mientras jugaba. Aquel que ciño el lazo fue un jinete que perseguía
a un toro que escapó de los corrales, y que fue perseguido por una partida de jinetes que arremetieron con
fuerza bruta en contra de él. El jinete asesino logró enlazar un asta del toro, pero se escapó, y tiro el lazo de
nuevo. En ese momento, el niño que jugaba fue alcanzado por el lazo, y fue decapitado en el acto ante la
mirada indolente de los espectadores que reanudaron la cacería del toro sin mirar atrás.

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