El Hombre en Busca de Sentido
El Hombre en Busca de Sentido
El Hombre en Busca de Sentido
El hombre en busca de
sentido
También hace una diferenciación entre los tipos de prisioneros que existían dentro
de los campos, ubicando a los “normales” los cuales no tenían casi nada de comer
y apenas sobrevivían día a día forzados a cumplir trabajos por el régimen al cual
estaban obligados. Mientras tanto existían otros privilegiados que acuñaron el
término de “capos”, estos eran prisioneros que estaban por encima de los demás,
encargados de vigilar e incluso castigar, se hace mención que a veces eran incluso
más crueles en los castigos o palizas que los mismos soldados de la SS.
Siguiendo con las informaciones para situarnos en un contexto, nos hace una
mención de la existencia de selecciones pasivas y activas dentro de los campos.
Esto hacía que hubiera una lucha constante entre los prisioneros para no estar
dentro de la selección, ya que esta se basaba en que en algunos días los oficiales
de la SS seleccionaban a algunos de los prisioneros para trasladarlos, según ellos,
pero todos sabían de qué se trataba de la muerte inminente. Siempre terminaban
seleccionando a los más viejos, enfermos, en general a todos los que era incapaces
de trabajar, por lo que cada día era una lucha para no estar dentro de ese grupo. Lo
que importaba para ellos era que su nombre no estuviera dentro de ese grupo, y
menos que estuviera uno de su círculo cercano, sin embargo eso significaba que a
cada semana que se salvara la próxima aquel cruel destino podía estar más cerca.
El viaje hasta el campo fue hecho en un tren, en total eran unas 1500 personas las
cuales se dividían en aproximadamente 80 por vagón, aquellas circunstancias
hacían que las personas estuvieran abarrotadas en los vagones, además que
tuvieran que viajar de pie, sin posibilidad de descansar.
Al llegar al lugar del destino, hace referencia a la ilusión que tenía cada prisionero
a escapar de aquello, además de minimizar las circunstancias al ver el recibimiento
frente a sus ojos. El recibimiento siempre se caracterizaba por ver a algunos de los
prisioneros trabajando, pero estos se veían bien, con un semblante feliz, haciendo
chistes. Todo esto se trataba de un comité de recepción que se encargaba de dar
una buena imagen para evitar alzamientos entre los prisioneros nuevos que apenas
llegaban.
Luego de aquel recibimiento el autor fue puesto en una barraca para 200 personas
junto a un total de 1100 prisioneros en espera de que los trasladaran a campos de
concentración más pequeños. Fueron mantenidos en ese lugar por algunos días,
sin la comida necesaria, sin el espacio para descansar, solo podía permanecer de
pie todo el tiempo.
De esta forma se llegó a la primera selección, donde se les fue ordenado alinearse
para que los revisaran y de esa forma ver cuál sería el destino de cada uno. El autor
pudo esconder su macuto, que es una especie de mochila, donde guardaba un
trabajo que era importante para él. Pudo ver como el encargado indicaba hacia la
izquierda o la derecha para dar un destino a cada uno de los prisioneros. La
izquierda significa la muerte, la derecha los trabajos forzados. Por lo que al llegar al
lugar tuvo que mantenerse derecho y parecer sano para poder librarse de la muerte.
La gran mayoría tuvo que ir hacia la izquierda, incluso a un amigo del autor.
Después de tener a todos los que parecían más capacitados para trabajar
comenzaba la desinfección, tenían que entregar absolutamente todas sus
pertenencias, ni siquiera podían quedarse con sus anillos de matrimonio. El autor
pudo esconder un rollo de papel que pertenecía a un manuscrito de un libro
científico ya que contenía la obra y el trabajo de su vida.
Seguido de esto, la curiosidad invadía a los prisioneros. De cierta forma existía una
ansiedad por saber lo que ocurriría con todos ellos en el campo. Las condiciones en
que comenzaron a vivir eran las que nunca se habían imaginado, dormían poco,
comían menos, usaban la misma ropa hasta que estuviera lo suficientemente
desgastada, y trabajan hasta que los oficiales los dejaran ir a descansar.
El consejo que recibió de unos de los doctores para mantenerse vivo durante su
estancia de prisionero fue afeitarse todos los días, para mantener aquel aspecto
juvenil y así no lo tomaran como enfermo o viejo para llevarlo a una futura muerte.
Tras todas estas consideraciones en las cuales el autor estuvo atento hasta
establecerse como un prisionero, pasa a la segunda parte del relato, esta es la vida
en el campo.
SEGUNDA FASE: LA VIDA EN EL CAMPO.
Se hace mención a que luego de los primeros días se comienza la segunda fase en
el campo, caracterizándose por un sentimiento de apatía general entre los
prisioneros acompañados de una denominada muerte emocional. A esto se refiere
a que una vez dentro del campo los prisioneros estaban sometidos a torturas en
base a sus emociones, estas son la añoranza de su hogar y su familia, los
prisioneros podían caer y sumergirse en la nostalgia. Luego de esto le seguía la
repugnancia frente a todo lo externo y a la propia realidad que estaba viviendo.
Al comienzo el prisionero no podía soportar ver las injusticias del campo, las
vestimentas andrajosas, las condiciones en que los hacían trabajar y la realidad a
la que todos estaban inmersos, sin embargo esto daba el paso a la segunda fase.
Dentro de los golpes, se destaca que el aspecto más doloroso era el insulto que los
acompañaba, aquel insulto que no los hacía merecer dignos de tener vida y que los
rebajaban sin tener idea de la vida de cada uno, simplemente encasillándolos por
su raza, generalizando.
Por lo tanto, la apatía a todo este sistema terminó siendo un mecanismo necesario
para la autodefensa. Para de esta forma poder concentrar todas las emociones y
las fuerzas en la tarea que era más importante: la conservación de la vida en el
campo.
Los que estaban enfermos y no podían trabajar recibían aún peores tratos. La
comida que recibían era casi nula, se podía ver como terminaban completamente
desnutridos, como sus cuerpos se devoraban así mismos. La muerte por inanición
no era algo extraño en aquel lugar.
El ámbito sexual no existía, ya que desaparecía por las condiciones en que vivían
además influenciado principalmente por la desnutrición.
El autor hace mención a que a esa altura del tiempo había comenzado a trabajar en
la reconstrucción del manuscrito que había perdido cuando los desinfectaron para
ser conducidos al campo.
En las condiciones en que vivían era imposible llevar una profunda vida espiritual
que les permitiera alivianar las cargas que tenían que llevar por su realidad. A esto
se hace mención en que existía un escape interior a la realidad, destacándose
aquellas personas que eran intelectualmente fuertes, ya que físicamente sufrieron
un gran daño por no estar acostumbrados a las tareas que hacían, sin embargo el
daño causado a su ser intimo fue menor. Eran capaces de aislarse a su vida de
riqueza interior y libertad espiritual. De esta forma se explica por qué los prisioneros
que eran menos fornidos soportaban de mejor forma la vida dentro del campo.
El autor cuenta como ayudó a uno de sus amigos a desarrollar su sentido del humor
mediante la invención de historias divertidas.
Los más ínfimos favores eran agradecidos por los prisioneros. De esta forma los
placeres que podían optar en ese lugar, que eran realmente escasos, producían
una especie de felicidad negativa. Ya que los verdaderos placeres que eran
positivos eran escasos.
Por otra parte, se habla sobre el carácter que era forjado en esas condiciones, ya
que se habla de que el carácter quedaba absorbido hasta verse envuelto en un
torbellino mental que amenazaba toda la escala de valores que cada uno de los
prisioneros tenía hasta ese momento.
El entorno los influenciaba a que solo se debían preocupar por ellos mismos, que el
resto no importaba, por lo que finalmente los prisioneros bajaban su moralidad hasta
que les acomodara y fuera compatible con su propia existencia.
El autor tuvo la suerte de encontrar algunos minutos de soledad, podía ver, cerca
de donde depositaban los cadáveres, el horizonte, viendo como florecían las laderas
y las lejanas colinas, esos momentos eran apreciados luego de estar compartiendo
cada segundo con más personas.
Eventualmente el prisionero debía enfrentarse a una decisión, pero temía tener que
hacerlo. Ya que en su concepción de la vida consideraba al destino como dueño de
una persona y que bajo ninguna forma se podía influir en el, creyendo en la
existencia de un plan mayor.
A veces había decisiones que tenían que tomar de manera rápida, aquellas
decisiones podían ser de vida o muerte pero el prisionero prefería dejar que el
destino finalmente intercediera por él, y él se sometía a su voluntad.
Otra característica que era parte del estado mental de los prisioneros era la
irritabilidad.
A pesar de todos los sufrimientos que pasaron el autor afirma que el hombre puede
conservar un vestigio de libertad espiritual, independencia mental, a pesar de las
circunstancias que ataquen a estas mencionadas.
La pregunta final que se hacían los prisioneros y la única que importaba era si iban
a sobrevivir a todo lo que pasaban. Ya que de lo contrario los sufrimientos no tenían
sentido. Pero la pregunta que se hacía el autor, era sobre si tendría sentido todo lo
que estaban pasando. Si el sufrimiento carece de sentido, no tendrá sentido
sobrevivir al internamiento que estaba pasando. Hace mención a que la vida que
carece de sentido no merece ser vivida.
El problema era que el hombre que no sabía cuándo sería su liberación no podía
tener una meta. No podía vivir para el futuro como un hombre normal, de esta forma
toda la estructura de su vida cambiaba. El hombre que se dejaba vencer no podía
ver una meta futura, por lo tanto se ocupaba de sus pensamientos retrospectivos,
se mira el pasado para apaciguar los ánimos del futuro. La existencia provisional se
constituye como algo irreal.
Para las personas que tienen una vida que carece de sentido no la toman en serio
y no asumen las consecuencias. Estas personas prefieren cerrar sus ojos y terminar
viviendo en el pasado.
Así se tiene por sabido que el prisionero que pierde la fe en el futuro estaba
condenado a no sobrevivir en el campo. Con la pérdida de su meta, de su sostén
espiritual el mismo se abandonaba a la suerte para convertirse en un sujeto
esperando el aniquilamiento.
El autor relata que a medida que transcurría el tiempo los suicidios se hacían
presentes en el campo, hace referencia a que existían reglas para evitar interferir
en un intento de suicidio, por lo que para poder evitarlo se debía asistir antes de
llegar a aquellas instancias. La manera en que se lograba era dando un sentido a la
vida de ellos, convencerlos de que alguien los esperaba, ya que la razón para su
intento de suicidio era que no esperaban nada de la vida.
Esta última parte del libro el autor hace un análisis más psicológico sobre el campo
de concentración en vez de contar las experiencias relatadas anteriormente.
Cuando fueron liberados el autor dice que surge una “despersonalización” en los
prisioneros, ya que ninguna de las cosas que estaban viviendo les parecía real,
aquella liberación parecía un sueño.
Dice que desde que fue liberado el sentimiento de que comenzaba una nueva vida
fue fuerte, pero que fue un proceso, paso a paso para finalmente convertirse en un
ser humano.
Las personas de naturaleza más primitiva se daban libertades luego para hacer lo
que les placía y de la misma forma para no sujetarse a ninguna norma, solo por el
hecho de las privaciones que habían sufrido. De una manera lenta había que llevar
a estas personas a la nueva realidad.
Nadie de los prisioneros luego de ser liberados podía comprender como habían
sobrevivido al mirarlo en una nueva perspectiva. La mejor sensación era llegar a
casa luego del campo, sin nada que temer.
CONCEPTOS BÁSICOS DE LOGOTERAPIA
Como final del libro, el autor agrega una exposición basada en la doctrina que el
luego fundó luego de su experiencia en el campo, la logoterapia.
Esta búsqueda del sentido, viene acompañado de un fenómeno que el autor ubica
a comienzos del siglo XX. Se refiere al vacío existencial que se manifiesta en un
estado de tedio.
Con referencia al sentido de la vida el autor hace mención de que no se puede tratar
en términos generales aquello, tampoco ningún especialista podría hacer una
observación que permitiera conocer a un hombre en específico su sentido, ya que
se aclara que el sentido de la vida para cada persona es diferente, por lo tanto no
se puede generalizar y depende de ella misma para encontrarlo.
De esta forma al que se responsabiliza por la vida y por el sentido de esta misma
es al hombro, porque solo siendo responsable podrá descubrir el sentido para de
esta forma soportar las consecuencias que son características de la vida.
Así la logoterapia lo que busca es intentar que el paciente sea consciente de sus
propias responsabilidades, así se le debe dejar a el mismo que elija sobre las cosas
por las que quiere ser responsable y cómo actuar frente a ellas.
El sentido de la vida siempre va cambiando, puede tomar diversas formas dada por
la persona pero se aclara que el sentido de la vida nunca va a cesar, por lo tanto
siempre tendrá una existencia, y con la logoterapia se puede descubrir de tres
formas:
3. Por el sufrimiento.
Como conclusión el autor termina explicando situaciones dentro de los dos últimos
pasos donde se puede encontrar el sentido, ya sea en el amor, sufrimiento,
enfermedad, etc.
Hace mención a que las personas en las condiciones más adversas pueden
terminar por encontrar sentido a su vida y es lo necesario, ya que no importa todo
lo que tengan que pasar, el tener un sentido en su vida hará que “su cruz sea menos
pesada”.
Para Victor Frank el sentido es algo que dota de un significado a la vida, es una
especie de motor que acciona los esfuerzos humanos para sobreponerse a las
dificultades que se le puedan presentar en la vida para de esta forma salir de la
mejor forma e incluso alivianar lo que pueda suceder.
Es tan importante que el autor hace mención a que una vida que no tenga un sentido
definido no merece ser vivida, ya que el sentido hace que la persona tenga una
especie de meta en la vida, y de esta forma se mueve a través de ella y para ella.
Sin embargo sin tener el sentido de la vida no se avista una meta, por lo tanto el
hombre se deja llevar por las consecuencias que trae la vida haciendo que
finalmente la pierda.